Manual de Runas Extracto
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breve manual de runas...
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Elizabeth Pstyga
© 2013 by Elizabeth Pstyga Pstyga, Elizabeth Manual de Runas : significados, interpretación, uso mágico .- 1a ed. - Olivos : el autor, 2013. E-Book. ISBN 978-987-33-4134-2 1. Runas. I. Título CDD 133.33
© by Elizabeth Pstyga,2013, © All Rights Reserved
EL LIBRO
2
LA AUTORA
3
1 MAGIA, DESAFÍO AL UNIVERSO
10
El Pensamiento Mágico como Camino de Vida
2 CUANDO LOS DIOSES VIVÍAN
17
Un Paseo por la Mitología Nórdica
17
3 EN LAS BRUMAS DE LA HISTORIA
53
Teorías Sobre el Origen de las Runas
55
4 EL PODER ESTÁ EN LAS RUNAS
88
Origen y Ordenamiento del Futhark Germánico Los Aettires Primer Aettir:
92 El Mundo Material
93
Segundo Aettir: El Mundo de las Fuerzas Naturales Tercer Aettir:
88
El Mundo Espiritual
Simbolismo de las Runas Primer Aettir: El Mundo Material
95
94
FEOH–FEHU
99
UR–URUZ
103
THORN – THURISAZ
106
OS–ANSUZ
109
RAD–RAIDHO
112
KEN–KENAZ
115
GYFU–GEBO
118
WYNN–WUNJO
120
Segundo Aettir: El Mundo de las Fuerzas Naturales HAEGL–HAGALAZ
123
NYD-NAUTHIZ
126
IS-ISA
129
GER-JERA
131
EOH EIHWAZ
133
PEORD– PERTH
135
EOLH–ALGYZ
139
SIGEL–SOWELU
142
Tercer Aettir: El Mundo Espiritual TYR–TEIWAZ
145
BEORC – BERKANA
148
EH–EHWAZ
151
MAN–MANNAZ
154
LAGU–LAGUZ
157
ING-INGUZ
160
ODAL-OTHILA
162
DAEG-DAGAZ
166
WYRD
168
5 CUANDO LOS SÍMBOLOS HABLAN
172
Tiradas, Lecturas, Interpretación 1. Oráculo Circular Descubierto.
179
2. Presente, Pasado y Futuro.
183
3. Sí o No.
185
4. Los Cinco Elementos de la Cruz Griega.
186
5. Los Planetas.
188
6. Aparición de un Problema.
191
7. Cruz Celta
193
8. Calendario Anual.
196
9. Tirada Astrológica
198
10. Arrojar las Runas Sobre un Paño
201
11. Un Consejo
207
6 RITUALES, SENDEROS INTERIORES
210
Iniciación en el Arte de las Runas
211
La Creación de un Ritual
224
Invocaciones a los Dioses
240
Simbolismo Mágico de las Runas
242
7 RUNAS, ESCUDOS DE PROTECCIÓN Talismanes, Amuletos, Monogramas Rúnicos
8 COSMOVISIÓN MÁGICA
276
El Culto a los Árboles
278
256
La Energía de las Runas en Árboles y Piedras 281 Yoga Rúnico
306
Esoterismo Rúnico
311
9 EN LAS PUERTAS DEL INCONSCIENTE C.G. Jung, Teoría del Inconsciente
321
El Inconsciente Colectivo
323
Arquetipos y Símbolos
324
El Arquetipo como Fenómeno de Masas
331
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
343
En medio de hechos monumentales, gestas heroicas, conclusiones,
hipótesis,
divergencias,
antítesis,
acertijos,
vacilaciones, secretos, misterios y brumas de la historia, discretas y enigmáticas centellean las runas. Símbolos mágicos y signos fonéticos de los antiguos pueblos teutones, de trazo sencillo y muy vigoroso, las runas navegaron por innumerables dilemas. Prohibiciones, rescates, olvidos,
reencuentros,
postergaciones,
protagonismos.
A
merced de estos claroscuros tan típicos de las variables históricas, hoy existen no una sino dos, tres y hasta cuatro teorías distintas que intentan explicar el origen y nacimiento de estos símbolos ancestrales. Los teutones eran tribus de espíritu bélico que, si bien por su esencia nómade y conquistadora se distribuían por casi toda Europa septentrional, desde el extremo este de las costas del Báltico hasta el extremo oeste de las costas del Mar del Norte, tenían como epicentro geográfico la zona de Germania donde desemboca el rio Elba, justo frente a las costas de Jutlandia –Tierra de los godos-.
INVASIONES TEUTONAS
Antiguamente,
el
término
teutón
no
se
refería
exclusivamente a los pueblos germanos, sino que incluía a estos junto a los anglosajones, los godos y los escandinavos. Esta multiplicidad de rasgos y creencias dio como resultado una rica e increíble cosmovisión que se materializa y habla a través de las runas. Desde aquí hasta allá, para desandar el camino desde nuestro presente hasta los orígenes de las runas, iremos trasponiendo umbrales, comenzando con las teorías que le adjudican un origen más reciente, y llegando hasta aquellas
que descubren rastros que se internan en las brumas y tinieblas de la historia, y aun de la prehistoria.
Como ocurre con las teorías en general,
su validez
depende de cuántos adhieren o no a sus conclusiones. Es necesario
recordar
que
la
historia
es
una
ciencia
interpretativa de hechos y sucesos humanos. Los hechos cobran valor según cuánto y cómo hayan influido en su sociedad o en la cultura de un pueblo. Y toda exposición histórica depende, en definitiva, del historiador, desde que visión e ideología interpreta los hechos, y de cuánta importancia le adjudique a tal o cual suceso. Así es que, de un mismo tema, es posible encontrar diversas hipótesis, y todas ellas en algún sentido son correctas y válidas.
La primera de estas teorías, de corte enciclopedista, asegura que las runas hicieron su aparición recién entre los siglos II y III de la era cristiana. Tendrían su origen en alfabetos de la familia greco-itálica. La relación de los pueblos germanos con los griegos se estableció a través de los reiterados viajes que realizaban las tribus teutonas a distintas ciudades helénicas, básicamente con fines comerciales. Otro punto geográfico de encuentro habrían sido las colonias
griegas de Crimea -de procedencia eubea- en el Mar negro, región largamente visitada y habitada por los godos, que pertenecían a una rama germana que desde tiempos antiguos realizó migraciones y asentamientos en la Rusia meridional. Sin adjudicarle valor ancestral ni mítico, esta teoría solo acepta que las runas fueron producto de mutaciones de las letras del alfabeto griego y, en parte, del latín. Luego de asimilar estos alfabetos, los comerciantes germanos llevaron consigo los signos a sus tierras del norte, adaptándolos a su lenguaje y a su forma de escritura, básicamente en maderas y piedras. Allí, los sacerdotes y hechiceros confirieron a estos signos simbologías y significados mágicos, circunscribiendo su conocimiento solamente a grupos selectos de personas. Convertidas
en
un
alfabeto
puramente
simbólico
e
inscripcional, y prácticamente no usado como escritura, su pronta desaparición se debió no solo a la prohibición eclesiástica sobre su uso sino también al rápido avance del alfabeto latino, paulatinamente adoptado por los pueblos de occidente. La siguiente teoría se remonta hasta alrededor del siglo V a. de C. Según esta interpretación, las runas surgieron de la fusión de dos corrientes, una basada en signos y la otra en símbolos. La primera, llamada
corriente del sur ,
eran letras
del alfabeto etrusco, provenientes de la zona de los Alpes italianos.
La
segunda,
llamada
corriente
del
norte,
eran
pictogramas e inscripciones cuyo origen se remonta al período neolítico y de la Edad de Bronce. Eran símbolos puramente mágicos que, en su mayoría, se encontraron grabados o pintados en las cavernas.
Las
tribus
teutónicas
utilizaban
asiduamente
estos
ideogramas mágicos, como ayuda para las batallas como también para la caza y las cosechas. Si se analiza su simbolismo, se revela que cada uno de ellos no tiene una función específica sino bastante versátil, que los hacía adaptables a las variadas circunstancias que pudieran vivir los
pueblos. Ideogramas que hablan de la fuerza y el valor, del sol y la virilidad, de la creación y la fecundidad, de la evolución y el continuo devenir cósmico. Símbolos que expresan las fuerzas de la naturaleza y el intento de dominarlas, muchos de ellos considerados pre-rúnicos, pues han
pasado
a
integrar
el
alfabeto
rúnico
sin
sufrir
modificaciones ni de forma ni de contenido. Unos quinientos años antes de la era cristiana, a través del intercambio comercial de los germanos con pueblos del sur, ambas corrientes se comunicaron y fusionaron. A los símbolos ya utilizados por los teutones, se sumaron letras etruscas, adaptadas con leves modificaciones. También se reconoce una pequeña influencia del alfabeto latino Se necesitó de más tiempo para que estos símbolos, que continuaban siendo puramente mágicos, fueran también adaptados a la función de lengua escrita por los sacerdotes y magos teutones. Entonces, fue necesario crear y agregar otros nuevos. Así, según el uso que se le diera, las runas eran, por un lado, símbolos misteriosos y, por otro, letras, fonemas y signos que representaban los sonidos del idioma.
La primera versión de las runas organizadas como un alfabeto fue el futhark germano, formado por veinticuatro símbolos-signos.
Luego,
con
las
sucesivas
migraciones
normandas, este futhark se extendió hacia el este por toda Escandinavia, y hacia el oeste hasta Britania e Islandia. A medida que iba siendo adoptado por los distintos pueblos, fue sufriendo modificaciones. Pero a pesar de esta adaptación a la lengua escrita, la función predominante de las runas siempre fue la de ser operadores mágicos. Hasta aquí, se han mencionado dos teorías que intentan explicar un mismo fenómeno: el origen de las runas. Y las conclusiones a las que arriban una y otra no concuerdan. Tratando de vislumbrar cuál de ellas es la correcta, la segunda aparece como más verosímil y coherente, además de que le adjudica un rol importante a los pictogramas e ideogramas de orden mágico que ya pertenecían al legado
ancestral de los teutones. Y estos símbolos son los que, en definitiva, confieren a las runas su máximo poder y misterio. El panorama adquiere
más significado cuando se la
complementa con la tercera teoría en……….. (…)
(…) La primera forma organizada de las runas fue el futhark germano de veinticuatro símbolos. A través de las sucesivas migraciones normandas, fue trasladándose por toda Europa septentrional siguiendo las costas del Mar del Norte, hacia el este alcanzando toda la península escandinava y, hacia el oeste, Britania e Islandia, y fue adaptándose en las distintas regiones. Como cada runa era, a la vez, un signo fonético, cada pueblo que las adoptaba iba introduciendo variaciones para adaptarlas al idioma de la región. Si el sonido de una runa no correspondía a ninguna de los de la lengua hablada, esta runa era suprimida. Y el caso contrario, si no existía suficiente cantidad de fonemas rúnicos para los sonidos del idioma hablado, entonces se agregaban nuevos signos para representar esos fonemas. La mayor disminución de runas ocurrió en Escandinavia, donde se usó un futhark de dieciséis símbolos, y hasta existió otro, de menor difusión, de quince runas. Y el mayor aumento se produjo en entre los anglosajones, donde en un primer periodo, se amplió el futhark hasta veintinueve runas y, finalmente, se llegó a uno de treinta y tres runas. No fueron los únicos cambios introducidos en los futharks, porque algunas runas tuvieron alteraciones en sus formas gráficas, también en sus nombres y, algunas pocas, en su significado. Por esta razón, cuando se estudia el significado de las runas, es necesario saber a cuál futhark pertenece y tener en cuenta las sucesivas evoluciones
por
las
que
pasaron
los
símbolos.
característicos son, por un lado, el de runa las runas
Algys y
Los
casos
más
Haegl y, por otro, el de
Man.
En la zona de Escandinavia ,
Haegl se transformó en
,
alteración que no solo se manifestó en su forma gráfica sino también en
parte de su significado. Y en cuanto a las otras dos y también en Escandinavia,
Man desapareció como forma gráfica pero su
significado paso a ser representado por
que tomó también el nombre
de Man. Y el nombre y significado de la antigua Algys desapareció casi totalmente, sólo algunos aspectos de su simbolismo se agregaron al de
Man. Las runas podían leerse de izquierda a derecha o de derecha a izquierda, y también podían cambiarse la lateralidad de los símbolos y, de esta manera
era lo mismo que
. El futhark antiguo, el
germano de veinticuatro runas, es el que se usa y describe en este libro.(…)
………
Las runas son la representación gráfica del poder. No una sino todas en conjunto, indican los distintos pasos, las sucesivas etapas que deberán ser superadas para obtener, al final del camino, el dominio total de las fuerzas universales. La creación de cada uno de estos símbolos no fue un proceso rápido ni sencillo. Sin embargo, al verlos plasmados en su extrema síntesis y brevedad, apenas unas líneas rectas trazadas como si fueran movimientos
espontáneos,
son
a
menudo
considerados
como
improvisaciones de escasa solidez y bases frágiles por nuestra cultura científica,
tecnológica
e
intelectual
acostumbrada
a
extensas
argumentaciones lógicas. Por el contrario, miles de años fueron testigos del largo proceso que
llevó
su
gestación,
nacimiento
y
evolución.
Y
cientos
de
generaciones le fueron sumando sus capacidades de percepción, entendimiento, síntesis y comunicación para lograr fundir todo el torrente de pensamientos, creencias y sentimientos de la raza humana en unas formas tan breves y sintéticas. En cada runa hay un mundo, hay una vida.
Con los dibujos primitivos con que los primeros seres humanos comenzaron comunicarse entre sí, se generó la escritura llamada pictográfica. Eran los dibujos que miles de años después fueron encontrados en las cavernas, y que básicamente tenían significados y funciones mágicos. Estas formas eran copias representativas de objetos concretos y de gran importancia en la vida diaria de aquellas épocas. Así, cada objeto llevaba implícito
un sentimiento y un valor. Pero el
significado total no aparecía en el dibujo sino que se completaba en el relato oral, dependiendo de la memoria y el conocimiento que el relator tenía del contenido de los símbolos.
Posteriormente, los dibujos fueron
enriqueciendo
expresividad significados, llamados
y
su
sumando
originando
Ideogramas,
los que
fusionaban en sus formas ya no sólo el objeto sino la idea, el sentimiento y la acción que los acompañaban.
Cuando pensamos que, durante miles de años, estos símbolos fueron grabados, pintados y leídos por millones de personas, entonces no caben
dudas
cuando
afirmamos
que
ya
pertenecen a la memoria ancestral y colectiva de la humanidad.
Esa es la razón por la que a los símbolos, para comprenderlos en plenitud, es necesario primero sentirlos e intuirlos y luego, y sólo después, razonarlos y explicarlos. Las runas son una escritura picto-ideográfica, y su simbolismo se activa y regenera toda vez que se produce la identificación de alguna de ellas con los contenidos del inconsciente de una persona. Yen esta cualidad
está
sustentado
su
máximo
poder
y
sus
posibilidades
ilimitadas. El futhark antiguo es el que conserva los trazos más originales y primitivos, y el que se utiliza habitualmente con fines adivinatorios y mágicos. La palabra futhark surge de la unión fonética
de las seis
primeras runas: F (fehu), U (ur), TH (thorn), A (ansuz), R (rad), K (ken). Es el mismo proceso con que se han construido las palabras
alfabeto y abecedario, una surgida a partir de las dos primeras letras del idioma griego,
alfa) y
beta), y la otra a partir de la
unión de a, b, c, d, letras usadas en los idiomas latinos.
El ordenamiento de las runas dentro del futhark no es casual, marca un camino que bien podría llamarse “El
Camino de la vida”.
Este camino es una secuencia de ideas y pensamientos que, partiendo de las situaciones más sencillas de la
vida de una persona, se van
complejizando hasta finalizar en los estados más evolucionados a los que puede llegar el espíritu humano. Sin contar a la runa WYRD –la runa veinticinco (25), que no tiene símbolo visible- el total de veinticuatro (24) runas se distribuye en tres Aettir,
cada uno de ocho (8)
runas. Un Aettires una familia que
agrupa los símbolos e ideas de cualidades similares , que corresponden a un mismo período de evolución. La división en tres
grupos representa, según una lectura, a las tres etapas en las que podríamos dividir la vida ideal de una persona, desde su nacimiento hasta su muerte. Según otra lectura, estas tres etapas también representan el proceso de iniciación en una disciplina esotérica, y van marcando las pautas según un orden y una coherencia para arribar al estado de máximo conocimiento y sabiduría.
El Primer Aettir es el Mundo Material, donde los pasos que debe seguir la persona en el camino de la vidatienen relación con lo más elemental del ser humano:
Obtener sustento y alimento;
fortalecerse físicamente;
la diferencia entre el bien y el mal en las acciones diarias; idea de dios, fuerza superior o autoridad; otros libremente;
descubrir concebir la
moverse y comunicarse con
lograr claridad mental y el pensamiento abstracto;
aprender a brindarse a otros ya recibir esa ofrenda de los demás; y, por último,
encontrar alegría en cada uno de estos pequeños logros.
Cuando se ha asimilado el conocimiento y la experiencia de cada una de estas situaciones, entonces comienza a transitarse el siguiente Aettir.
El Segundo Aettir, el Mundo de las Fuerzas Naturales , es donde la persona debe enfrentarse a todas las inclemencias y sobresaltos con que el mundo la acosa. Fuerzas que se desatan y sobre las que no tiene dominio, pero de las que obtiene una tremenda fortaleza emocional si es capaz de soportarlas y llegar al final de esta segunda etapa. Para eso deberá aprender a imprevistos;
sobrellevar los problemas
a soportar las necesidades que surjan de esa situación;
a caer en trampas y engaños seductores por querer salir fácilmente de la miseria;
a aprender de la paciencia, la constancia y el respeto a
los tiempos para prosperar;
a armar un escudo protector basado en
la honradez y en sus valores; los secretos y los deseos;
a equilibrar la atracción inevitable por a saber pedir y recibir protección siempre
que la necesite; y, al final de este segundo tramo,
a saber respetar e
invocar las fuerzas del universo y de la justicia. Si ha pasado bien este segundo tramo, se habrá convertido en un ser con la habilidad y la templanza necesarias para manejarse entre las fuerzas imprevistas de la naturaleza y de los hombres, siempre con absoluta justicia y respeto. Y entonces podrá acceder al siguiente Aettir.
El Tercer Aettires el del Mundo Espiritual. En esta última etapa, la persona ya es capaz de afrontar cada circunstancia de la vida a través de una visión intelectual y espiritual más elevada, encontrando otras soluciones y asumiendo otros compromisos. En esta última etapa, descubrirá en su interior la vocación y la decisión para acometer las metas más importantes;
aprenderá a amar verdaderamente y ese
sentimiento se transformará en crecimiento para sí mismo y para los demás;
podrá producir importantes cambios y progresos, externos e
internos;
logrará seguridad intelectual y llegará al autoconocimiento;
entonces podrá dejar fluir sin temores ni riesgos las fuerzas del inconsciente;
descubrirá como adulto el significado de ser parte de
una familia y generar nuevas vidas;
aceptará tradiciones heredadas,
como también romperá responsablemente con aquellas estructuras que ya no le pertenezcan, para establecer nuevas normas y legados; finalmente,
dominará las claves y misterios que le permitirán
transmutarse en un ser total, y así renacer. Metafóricamente,
este
proceso
de
los
tres
Aettires
podría
resumirse como la infancia, la juventud y la madurez esotéricas. Y si hacemos
una
interpretación
más
sintética
de
los
tres
Aettires,
podríamos descubrir que el orden de las runas nos indica, como primer
movimiento, un camino hacia adentro, hacia uno mismo, para reencontrarse y refundarse como un ser nuevo. Y el siguiente
movimiento es, entonces, un camino hacia afuera, hacia las personas que nos rodean y hacia toda la humanidad, para compartir todo lo que se ha aprendido con el universo entero. Cuando se compara este camino de la vida con las vidas reales de las personas, no es fácil encontrar a muchos individuos que hayan recorrido este camino de una forma ordenada y sin sobresaltos. Más que una réplica de las vidas, es un modelo esotérico a seguir para encontrar el buen camino de la vida. Las vidas reales no son tan armónicas, muchas veces están enredadas en idas y vueltas, retrocesos y caídas. Cuando todo parece indicar que una persona ya ha sorteado una etapa y ha avanzado a la siguiente, las propias runas marcan que ha vuelto a caer en aspectos o circunstancias que ya debería haberlos dejado atrás. El camino del aprendizaje es único, individual, sigue un
ritmo interno que no se compara con el de ninguna otra persona, se nutre de las propias caídas y de los propios saltos, y necesitara la cantidad de repeticiones que haga falta para aprender cada etapa de la vida. En la interpretación de los símbolos, todas las runas tienen el mismo valor e importancia, pero puede ser significativo cuando aparecen FEHU
, HAEGL
y TYR
, las runas que inician cada uno
de los Aettires, porque marcan la posibilidad de estar ante una nueva etapa de la vida, y podrían tener predominancia en la lectura, indicando que se está en la entrada, en el paso inicial de alguno de los Aettires. El resto del capítulo está dedicado a tratar y analizar el simbolismo mántico de cada runa, su utilización como claves para interpretar y clarificar situaciones. En cuanto al simbolismo mágico, lo veremos en otro capítulo dedicado a la magia y rituales rúnicos. Cuando el futhark es usado para prácticas adivinatorias, se le agrega una runa más que carece de dibujo. Esa ausencia de símbolo no disminuye su valor ni su significancia sino que, por el contrario, su aparición da a toda la lectura una interpretación más completa en cuanto al tiempo de los hechos, ya que la runa WYRD es la fusión del pasado, el presente y el futuro. Esta runa probablemente provenga de una de las últimas formas agregadas al futhark anglosajón tardío. Con respecto a los nombres, la diversidad de sitios por donde se expandieron las runas con sus agrupaciones en distintos futharks, explica porqué cada runa tiene más de un nombre. Aquí las presento con el nombre anglosajón y con la versión más utilizada del alemán arcaico. Existen otras variantes de nombres que aquí no he citado y que son igualmente válidos. En la profundidad de las runas, no es relevante cuál nombre sea usado, cada persona que se inicie en este arte irá
descubriendo y adoptando el nombre que más identidad y vibración le produzca en su interior, o que más fácil le resulte pronunciar; no tiene importancia si mezcla, en un mismo futhark, nombres de diversas procedencias.
(f) (Ganado)
(::☺
LA DIOSA BLANCA. Historia Comparada del Mito Poético. Robert Graves. Editorial Losada. 1970. Buenos Aires.
PRINCIPIOS DE FILOSOFÍA. Una Introducción a su Problemática. Capítulo “Heidegger: Ser y Existencia”. Adolfo P. Carpio. Editorial Glauco. Buenos Aires.
FILOSOFÍA, CULTURA Y VIDA. Tomo II. Will Durant. Editorial Sudamericana. 1960. Buenos Aires.
LA RAMA DORADA. Magia y Religión. Sir James Frazer. Fondo de Cultura Económica. 1944. México.
LOS VIKINGOS. Frederic Durand. Eudeba. 1967. Buenos Aires
LAS RUNAS Y SU MAGIA. Donald Tyson. Editorial Mirach, 1991. Madrid.
LAS RUNAS Y OTROS ALFABETOS MÁGICOS. Michael Howard. Editorial Lidium. 1983. Buenos Aire
LA MAGIA DE LAS RUNAS. Sus Orígenes y Poder Oculto. Michael Howard. Hemus Editorial Ltda. 1984 San Pablo.
RUNAS. Interpretación, Simbolismo y Adivinación. Anthony Clark – Tony Willis. Editorial Pensamento. San Pablo.
LA MAGIA DE LAS RUNAS. Dentro del Arte Adivinatorio. Ruth y Beatriz Adler. Editorial Sabda Espacio Cultural. 1991.San Pablo.
CURSO ABREVIADO DE RUNAS. Vera Liebling. Atelier Vera Petropolis Ltda.1991. Petropolis.
ENCICLOPEDIA BRITÁNICA. ENCICLOPEDIA AMERICANA. HISTORIA DEL ALFABETO. Barry A. Stein. Enciclopedia Popular Ilustrada. 1963. Barcelona.
LA RUTA DEL ÁMBAR. Solano Peña Guzmán.
TRAGEDIAS. Esquilo. Editorial Losada. 1964. Buenos Aires.
SIGNOS, SÍMBOLOS, MARCAS, SEÑALES. Adrian Frutiger. Editorial Gustavo Gili. 1981. Barcelona.
AMULETOS Y TALISMANES. Félix Llauge. Editorial De Vecchi. 1973. Barcelona.
CONSIDERACIONES SOBRE LA HISTORIA ACTUAL . Carl G. Jung. Editorial Guadarrama. 1936. Madrid.
TEORÍA DEL PSICOANÁLISIS. Carl G. Jung. Editorial Cultura. 1938. Santiago de Chile.
CARL GUSTAV JUNG. CLASES DEL PROFESOR LEON OSTROV. Editorial Orbe. 1972. Buenos Aires.
LA RESURRECCIÓN DEL HÉROE. Miguel Serrano. Edición del Autor. 1986. Santiago de Chile.
EL ÚLTIMO AVATARA. Miguel Serrano. Edición del Autor. Santiago de Chile.
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