Manheim_An ílisis pol ¡tico emp ¡rico_Cap. 1-4_Corregido.pdf

March 4, 2018 | Author: Victor Paye | Category: Empiricism, Science, Scientific Method, Knowledge, Voting
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MANHEIM, J. y RICH, R. C. (1988). Análisis político empírico. Métodos de investigación en ciencia política. Madrid: Alianza.

Capítulo 1 EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN

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Nadie tiene derteho • la verdad ••• Solamente a lo que lu pIUCbu demuetlnlD. y nada mUo E. Howard Hunt

lobOOuccióD

no social y rlSico, mejor pertrechados estamos para actuar sobre él. Y e$to se He visto aplica tanto a nuestro conocimiento de la a un niña CllTie»o aplicando 8 su oído poJitica corno al de otras materias. La las circunvoluciones de una CJtTIJ{;O!a de clave para comprender y modificar nUe$labios suaves a lo cual, S03egado en tro entomo poHtico es, expresado de la silencio, luuta su mismo espíritu manera más simple, conocerlo mejor. Pero esta sencilla idea de conocer planescuchaba intensamente; y pronto la ajeAda iluminó .tu rostro porque oía tea dos interrogantes mucho menos sim10$ murmullOlf que de ella :surgian, ples.: ¿Cómo conocemos? ¿Cómo debecon los que el motlitor expresaba una m os utilizar lo que sabemos? La primera misteriosa uni6n con su mar natal. es una cuestión de método: la segunda, de WlLUAM WORDSWORTH, La excursión ética y preferencia. En el primer caso nos interesa obtener y estructura r el conocimiento o la comprensión; en el segundo, Curiosidad y necesidad son los motivos nos atanen las obligaciones morales que esenciales subyacentes en la investiga- les acompañan. Ambas cuestiones requieción humana. O intentamos comprender ren que ejercitemos nuestro criterio perel mundo que rodea en aras del cono- sonal. y en ambas recurrimos a nuestra cimiento. o intentamos comprenderlo pa- experiencia, pero cada una de ellas exige ra poder proteger o mejorar la situación su propio y distintivo esfuerzo intel~ual. que nos depara. En cua lqu)er caso. nuesPara d eterminar cómo conocemos, tetro conocimiento conlleva a menudo, al nemos que establecer ciertas normas~ rigu­ menos potencialmente, la aceptación de rosas con las que definir la realidad políticiertos modos de perfeccionar las cosas ca. Por ejemplo, podríamos definir la r.eaque descubrimos. En otras palabras, lidad política como el conju uto de nuescuanto más sabernos sobre nUe$uo entor- tras e xpeúencias y observaciones del ais-

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Análisis político empirico ,-,-"---~ "- -,_._"-"-

tema político:, Esto parece bien claro y puestos, el ciudadano de ingresos medios concreto. Pero ¿qué es el sistema políti. vivirá más holgadamente, pero disminuico? ¿A qué tipo de observaciones nos rán los servicios sociales esencialmente referimos? ¿Hemos presenciado todos los destinados a los pobres, las personas de acontecimientos políticos posibles, o es 'edad y los enfermos. ¿Deben reducirse nuestra definición excesivamente limita- los impuestos? La respuesta, obviamente, da? ¿Es la realidad política, como parece no depende de lo que conocemos, sino de indicar nuestra definición, un producto la relación que ese conocimiento guarda del observador, o del propio sistema? Con con nuestra posición social y nuestra escasemejante definición, observadores dife- la de valores. Las ideologías y los sistemas rentes, que hayan tenido diferentes expe- políticos aportan los medios necesarios riencias y perspectivas, no sólo llegarán a para estructurar y aunar las preferencias entender la realidad política de maneras de los diversos individuos, pero son éstos distintas, sino que además tendrán modos quienes toman las decisiones uno a uno, " de comprensión diferentes. El resultado sin recurrir a una P!'!rspectiva común. Los expertos en ciencia política usan puede ser un cúmulo de conocimientos sumamente individualizado sin mecanis- términos grandilocuentes para distinguir mo alguno para compartirlos .. Así pues, entre estos dos tipos de consideración. El para determinar cómo conocemos se ha- primero, que se refiere a cómo (y qué) brá de alcanzar un modo de definir la conocemos, se denomina aI).álisis empírirealidad que sea de general aceptación, co. El segundo, sobre cómo debemos utiun lenguaje común de investigación, para lizar nuestro conocimiento, se denomina que .cualquiera que sepa las normas o análisis normativo.~EI análisis empírico .. hable el lenguaje,. pueda comunicar so- trata de desarrollar y emplear un lenbre un común entendimiento con todos guaje común y objetivo para describir la aquellos que hayan adquirido una forma- realidad política. El análisis normativo ción similar. Si todos convenimos en trata de desarrollar y examinar fines cuanto a cómo conocemos, habremos de subjetivos, valores y reglas morales que convenir, en definitiva, al menos en abs- nos guíen al aplicar lo que hemos aprenditracto, sobre la cuestión, de orden supe- do de esa realida~ La mejor ilustración de la diferencia rior, de qué conocemos. Para determinar cómo debemos utilizar entre ambos tipos de opción la proporcio_ lo que sabemos se ha de seguir un proceso nan tal vez los personajes de la serie de diferente. En éste no es necesaria la orto- televisión Star Trek. El Sr. Spock, que doxia ni una preferencia común, aunque interpreta en ella el papel del científico también necesitamos un lenguaje común extraterrestre, es la personificación de la que permita la comunicación y el debate. mentalidad empírica. Tan sólo le interesa En última instancia, determinar la mejor lo que puede ser observado o deducido, y o más conveniente aplicación del corioci- en modo alguno lo que sus compañeros miento es una actividad subjetiva, perso- humanos sienten o prefieren ~irracional­ nal. Todos tenemos ciertos deseos o nece- mente_o Percibe y evalúa la realidad, pesidades que nos llevan a dar preferencia a ro no la juzga. El Dr. McCoy, médico de una aplicación del conocimiento determi- la astronave, en cambio, es la mentalidad nada, y no es necesario -aunque pueda normativa personificada. Aun cuando poser conveniente---- que Ueguemos a un see una formación científica, se deja guiar juicio de valor común. Si bajan los im- invariablemente por la preferencia y por

MANHEIM, J. y RICH, R. C. (1988). Análisis político empírico. Métodos de investigación en ciencia política. Madrid: Alianza. B proceso de investigación

el sentido de la rectitud más que por la lógica y por el sentido de la eficacia. Por último, James Kirk, capitán de la astronave, proporciona una síntesis de las opciones empírica y nonnativa. Recurre al conocimiento y . la capacidad de raciocinio del Sr. Spock, pero tempera su juicio con la sensibilidad moral de McCoy. Rechaza los dos extremos, pero se sirve de ambas tradiciones. Invariablemente, obtiene el éxito. La síntesis del capitan Kirk encierra también una lección para nosotros, pues el análisis normativo sin el fundamento empírico puede llevar a juicios de válor apartados de la realidad. Por otro lado, el análisis empírico sin la sensibilidad para con las cuestiones normativas puede llevar a la creación de una estructura factual en el vado, un conjunto de observaciones cuyo significado no estemos preparados para comprender plenamente. Por eso, el objeto que se persigue al emprender la investigación política es servirse de ambos tipos de análisis ---empírico y normativo--, no sólo para adquirir un máximo de conocimientos, sino también para comprender la realidad política de la manera más completa posible. Y así, aunque en este libro se hace especial hincapié en el análisis político empírico, nuestro objetivo es, además de familiarizar al lector con los diversos aspectos de la técnica empírica, lograr que valore la perspectiva normativa, más amplia, en la que se interpreta el conocimiento. En este sentido, podemos considerar la investigación científica como una manera de conocer, como un lenguaje común de investigación. Sin duda, no es la investigación científica el único modo de conocer, pero sí, en muchos casos y para múltiples fines, el más eficaz. Se puede conocer mediante la experiencia, pero no todo el mundo comparte la misma. Se puede conocer manteniendo los ojos abiertos,

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mas no se puede estar seguro de que a través de esa observación no cstruct1,\;tada vayan a percibirse todos los su~ importantes y ni siquiera un conjunto r!presentativo de ellos. A1gunos pueden ~clu­ so «conocer» mediante visiones o voces secretas, y otros habrá que tengan por veraces sus descripciones y narraciones, pero no todos pueden aprender métodos visionarios. Cada una de estas formas de conocimiento cumple un propósito y tiene sus aplicaciones, pero ninguna tiene en cuenta la totalidad de los hechos o conclusiones ni el conocimiento de córrio se han obtenido. Cada una de ellas permite la comunicación, pero ninguna nos ayuda a adquirir una comprensión amplia y compartida. La investi~ación ci~n!ífica, en el sentido de estudio orientado por el método cien~íf.i.co, sí lo pellllite, y con creces, pues no sólo nos ofrece la posibilidad de conocer la realidad y evaluar los modos de conocerla, sino también -por ser éstos comúnmente entendidos por quienes han aprendido el método--- la de perfeccionar nuestros medios de investigación. La investigación científica es un modo de conocimiento autocorrector en continuo desarrollo. Ello es así porque la investigación científica es explícita, sistemática y controlada.Es explícita por cuanto todas I.enanal, en la observación casual o en to, pues nos sirve para comprender que el penMUniento creador. Más a menudo, las teonas no son, en sentido absoluto. comprobaremos la conveniencia de invesverdaderas ni falsas;' tan sólo más o menos tigar lo que otros han averiguado sobre el útiles. Así como hay más de una manera tema. t..s teorías eficaces se inician a de hacer un martillo. hay muchos modos partir de un conocimiento pormenorizado de desarrollar teorías que expliquen la de los sucesos que deseamos explicar. Sin vide. política. Esto significa que no cabe tal conocimiento, probablemente no Jo. esperar descubrir una teona del mismo graremos comprender lo que ha de expli. modo que un explorador descubre una carse ni tendremos una idea de dónde nueva isla. ¿Por qué? Porque las teorías hemos de empezar a buscar las relaciones no existen ... ahí. para descubrirlas. Son que nos servirán para explacar los sucesos. Los disturbios masivos que tuvieron luproducto de la imaginación humana, de un a rduo trabajo Y. a veces, de la buena gar en numerosas ciudades norteamericanas a fines de los años sesenta proporciosuerte. Si las téorfas son esenciales para una nan un ejemplo de la importancia que investigación correcta pero no pueden tiene el conocimiento de los hechos para descubrirse simplemente examinando poder conceptualizar de manera adecuamontañas d e salidas impresas de ordena- da los problemas de investigadón. Cuandor durante horas intenninahles, ¿cómo do se produjeron por primera vez los distrata remos de construir una teoría que turbios. muchos funcionarios públicos nos oriente en nuestro esfuerzo por com- dijeron que eran obra de un grupo de pre nder los a spectos de la vida política ciudadanos.. pobres sin vínculos estables que nos interesan? ¿Qué procesos inter· con la sociedad. Si hubiéramos aceptado vienen? La respuesta no es clara ni send ~ esa interpretación e intentado comprenlIa, pues las teorías se desarrollan de di · der 105 disturbios, habriamos definido versas mane ras. No podemos esbozar una nuestra tarea diciendo que se trataba de serie de procedimientos para lograr ,una explicar por qué ese «populacbo~ tan nuteoría útil del'mismo modo que pódríamos meroso se habia concentrado en nuestras describir la ~oera de construir una apa· ciudades en aque\los momentos y qué le rato estereofÓnico. Pero podemos dar una había impulsado a la revuelta. Para expli. explicación de las principales ideas y eta- carIo, muchos funcionarios públicos pas que generalmente conlleva (a cons· adujeron la supuesta presenc;ia de agitatrucción de una te«ía. La primera es la dores exteriores. Sin embargo, los expertos en ciencia cotlcepfualiZlff:ión del problema. social rea.li;zaron e ntrevistas en las duda~ des. agitl'das por los disturbios. y supimos Lógica de la construcción que la revuelta no se limitaba al JXIpulade la leorla cho. En realidad, los revoltosos, conside· rados como un grupo, diferían bien poco E:npe.z ando con el suceso o comporta. del sector general de \a pob\ación negra mie nto que deseamos comprender, debe_ de esas dudades·. Este hecho nos presenmos preguntamos en primer lugar qué sabemos sobre el fenómeno que pudiera 1 R. M. Fog..lson y R. B. Hill, . Wbg Riou ? A ay udamos a elltplicarlo. Podemos formar· Study uf Part icipallon ,n thO. 1967 R"m_, m Sup·

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MANHEIM, J. y RICH, R. C. (1988). Análisis político empírico. Métodos de investigación en ciencia política. Madrid: Alianza. Construcción de la teoría 33 ta una tarea de investigación muy diferente de la sugerida por la interpretacion sobre el populacho. Ahora debemos tratar de comprender lo que impulsó a rebelarse a· ciudadanos negros normales con empleos, familias y otros vínculos sociales. Las explicaciones subsiguientes se centran en variables tales como la reacción de los negros ante el racismo de los blancos más que en la de los agitadores exteriores. En este caso, un conocimiento insuficiente de los hechos podría habemos inducido a errores fundamentales en nuestra labor de construcción de la teoría. De ahí la importancia de la investigación aploratoria. destinada a establecer los hechos en un caso dado. De ahí, también, que hayamos de buscar en las publicaciones existentes información sobre los fenómenos que tratamos de explicar si aspiramos a deSarrollar teorías válidas. Pero una vez que nos hemos formado una idea del mayor número posible de hechos que están a nuestro alcance, ¿cómo construimos una teona que explique esas observaciones? Por lo general, empezaremos por indagar en los hechos aquellas pautas que den razón de los sucesos observados. Por ejemplo, cabría preguntarse qué provoca las protestas políticas en los campus universitarios. Para contestar a esta pregunta, habrá que explicar lo que lleva a los estudiantes a tomar parte en las protestas. Si hemos figurado entre los revoltosos o los hemos conocido, podremos hacernos una cierta idea de sus motivaciones, pero para formular una explicación de por qué participan numerosos estudiantes hará falta información sobre un número de personas mucho más elevado. Convendrá que intentemos obtener datos plemenutJ Studies for the NafÍ cnmpl~a dO! subda!¡rocaaolle'l Clt.n J. PoIirica! Sc"",-, l." ..d. (1924). ~n C~s.""riott:

go de clasificación decimal Dewey, o bajo el correspondienre a la Biblioteca del Congr~ . Esta lista puede servimos cuando en las obras deja biblioteca queremos buscar toda una categoría por el sistema de clasificación que .se utilice. Este; es un método similar a lo que antes denominarnos búsqueda ciega y raramen_ le es eficat, pero tiene la ventaja de que presenta en un solo lugar una Inta completa de las publicaciones existentes en la biblioteca, clasificadas por temas amplios. En este índice figuran los libros que están prestados. Muchas bibliotecas están convirtiendo ahora sus catálogos en sistemas informatizados, que están dispuestos como los fi cheros y pueden consultarse de análoga manera. Estos sistemas ofrecen ciertas ve ntajas al usuario (por ejemplo, información sobre la disponibilidad de los libros en un momento dado), pero tienen el inconveniente de que condicionan la búsqueda bibliognifica a factore9 tales como la disponibilidad de un terminal o el es~ado de funcionamiento del ordenador de la biblioteca. El fich ero (o su equivalente) es·la mejor guía para acceder a los libros que hay en una biblioteca, pero, bajo la perspectiva del investigador, adolece de dos defectos fundame ntales: en primer lugar, solamente enumera libros, y se da el caso de que una gran pane - si no la mayoria- de los trabajos importantes de investigación en ciencia polftica o en cualquie r otra materia no figura en los libros, sino e n artículos de revistas especializadas y en tesis doctorale!Jius: federalismo, gobierno estatal, gobierno local y urbano, administración pública. Social Force:s: psicología social, soc:iologia política. Social Science Quarterly: artículos de carácter interdisciplinario. Western Political Quarterly: todos los campos de la ciencia política. W orld Polities: relaciones internacionales, política comparada, política exte-rior. Tampoco conviene olvidar las revistas de otras disciplinas y las revistas interdisciplinarias que a menudo contienen artículos de interés para los expenos en ciencia política. He aquí algunas de ellas: American Behaviora,l Scientist American joumal of Sociology American Soc.iologicaJ Review Anna/s o( the American Academy o( Polirical and Social ScieflU Communication Re:rearch

joumal of Abnormal and Social Psycholo-

gy journal of Communication :t.. joumal oE ElI.perimentaJ Social PsycilPlo-

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joumal oE Marketinil Re~arch Journal oE Personality a.nd Social Psycho-

logy journaJ al Voluntary Actirm Research Journalism Quarterly Sociolo&>, and Socia] Research La mayoría de estas revistas aparecen en el Social Science [ndell., poi" lo que es rácil acceder a ellas. El Soaal Science 1ndell. enumera, por autores y materias, todos los artículos que se publican en muy numerosas revistas de ciencia política y de las demás ciencias sociales, y se actualiza mensual y anualmente. Hasta 1965, este servicio se llamaba lnternatjonal Index, y desde entonces y hasta 1974, en que se separo en dos divisiones, Soaal Sience and Humanities lndex.. Es probablemente la guía más útil de las publh::aciones periódicas de la disciplina, y punto de partida obligado en casi todas las bUsquedas bibliográficas. Una segunda fu ente, de ámbito un tanto más reducido pero de mayor utilidad en otros aspectos, es·United States Polit;cal $cience Documents (USPSD), que se publica anualmente en dos volumenes. El primero es un índice por palabras clave y por autores de todos los artículos publicados en más de 100 revistas de ciencia política y materias afines. El segundo comprende información bibliográfica completa de cada articulo citado así como un resumen, una lista de características especiales (como, por ejemplo, títulot,de todos los cuadros, figuras y mapas), ,j.lna lista de todos los Qutores citados, unapsta de las palabras clave que corresponden a cada artículo en el índice (útiles para ampliar la propia bibliografía), y una lista de

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Análisis poIifico emoirico

todas la5 áreas geográficas a las que es Alllicable el artículo. Los distintos artículos se designan en la Parte I mediante códigos eJldusivos de ocho cifras. y en la Parte JI aparecen dispuestos por orden numérico para facilitar la referencia. Como t."S obvio, la principal ventaja que ofrece el USPSD para la búsque da bibliográfica es el considerable grado de' detalle que proporcionan las entradas en la Parte JJ . En cuanto a los principales inCOnvenientes, el primero es que sólo se incluyen las revistas de ciencia politica o muy afi~ publicadas en los Estados Unldos, y el segundo, que el índice suele mantener los articulos durante unos dos años, Como el Social Sience lndex y el USPSD se centran en las publicaciones de los Estados Unidos y los expertos en ciencia política que publican sus trabajos en otros lugares desarrollan a menudo ideas o investigaciones que pueden parecernos de interés aunque no estudiemos la politica comparada o las relaciones internacionales propiamente dichas, la búsqueda en esos índices debería completarse con un examen de lllternational PolÍtica/ Science Abstracts. Esta publicación trimestral de la Asociación Internacional de Ciencia Política y la Conferencia de Estudios Internacionales resume unos 1.400 artículos cada año, extrafdos de unas 150 revistas de diversos paises. Los resúmen~ de los artículos escritos en len¡;.ua inglesa está n en inglés. y todos los demás e n fran cés. Al final de cada año se incluye un índice acumulativo de autores y materias. Otra fuente bibliográfica de ámbito internacional es Current Conttmts: Social and B e havioral Sciences, publicación semanal que reproduce los índices de centena res de revistas de todo el mundo poco despues de que aparezcan los nuevos números. Su índice está cuidadosam e nte dispuesto por palabras clave, púr lo que

se puede utilizar con facilidad con la propia lista de palabras clave para mantener· se al día sobre lo que se escribe del tema que interese y conocer lo poblado en los últimos ailos. Además, Currenl Conlents publica las direcciones de los autores cuyos artículos se enumeran en cada edición semanal, lo que pennite entablar contacto personal con quienes están investigando sobre cuestiones similares a las nuestras. También es provechoso para ampliar la búsqueda bibliográfJCa el Pub/K; Affairs lmormation Servi~ (PAIS) BulJetin, en cuyo índice figuran revistas. documentos y otras pubJiC9ciones de lengua inglesa sobre ciencia política, administración pú. blica, relaciones internacionales. derecho y medidas públicas, entre otras materias. Por último, debe mencionarse otra fuente de citas, aunque raramente haya de utilizarse en investigaciones sobre ciencia politica: la Re4ders' Guide to the Periodical Lite rlltUFe, cuyo índice comprende reyistas de la prensa popular tales como Time y Newsweek de modo análogo a como el Social Science lndex recoge las publicaciones especializadas. Casi nunca se podrá recurrir a las fuentes locali.zadas a través de la Rel1ders' Guide en una investigación bibliográfica, pero éstas pueden servirnos para obtener infonnación descriptiva sobre ciertos hechos o hacemos una idea de la opinión popular sobre una c~estión determinada. Al indicar todas estas re vistas y listas bibliográficas, no hemOs intentado abarcar todas las bases de búsqueda. sino que hemos tratado de señalar aquellas fuentes que más probablemente han de ser valiosas en la mayor parte de los trabajos de investigación. La relación, para ser completa, debería ser mucho más extensa. De todos modos. creemos que las fuent~ apuntadas, si la busqueda se realiza de la manera sistemática esbozada en este ca-

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MANHEIM, J. y RICH, R. C. (1988). Análisis político empírico. Métodos de investigación en ciencia política. Madrid: Alianza.

pítulo, servirán para encontrar una parte muy sustancial de las publicaciones que versan sobre la mayoría de los temas de interés. Así pues, aunque nuestra lista sea necesariamente incompleta, las fuentes en ella incluidas abarcan, sin duda, un volumen muy considerable de publicaciones de ciencia política. Los estudiantes de esta especialidad que utilicen estas técnicas y estas fuentes podrán dar un paso decisivo para sacar el máximo partido de su trabajo y situarlo en el contexto de la disciplina.

Sugerencias para otras lecturas Research Guide in Political Science, 2. a ed., de Carl Kalvelage y Morley Segal (Momstown, N. J.: General Learning Press, 1976), ofrece una amplia lista anotada de las principales fuentes bibliográficas para la investigación en ciencia política, así como otras orientaciones útiles para el investigador principiante, siendo de especial interés el capítulo 4. Figura una lista anotada de similar amplitud con las principales revistas y otras fuentes bibliográficas de ciencia política, sus diversas materias auxiliares y disciplinas afines en el Apéndice A de Barbara Leigh Smith et aL, Politica! ReseaTch Methods: Foundations and Techniques (Boston: Houghton Mifflin, 1976). Una extensa lista descriptiva de revistas de ciencia política es la contenida en Fenton Martín y Robert Goehlert, Political ScienceJouma! Jnformation (Washington, D.C.: American Po-

lítica! Science Association, 1982). Micbael W. Giles y Gerald C. Wri~ Je. ofrecen en síntesis una clasificacicJp de divel1!as revistas de ciencia políti~ por orden de calidad estimada en ~P~tica1 Scientists' Evaluations of Sixty~tbree Journals ~ , PS 9 (975), pp. 254-56.

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Ejercicio de investigación A. Seleccione un tema de investigación. B. Haga una lista de palabras clave para buscar las publicaciones con él rela~ cionadas. C. Esboce un plan de búsqueda. Concretamente, ¿qué hará cuando vaya a la biblioteca? D. Aplicando su plan de búsqueda y utilizando al menos tres fuentes bibliográficas, elabore una bibliografía de 10 a 15 publicaciones que le parezcan de interés. Prepare una ficha con toda la información necesaria para cada una de ellas. E. Localice como mínimo tres publicaciones de su bibliografía en los estantes de la biblioteca. Por lo menos una de ellas deberá ser un libro y otra un artículo de revista. F. Lea cada una de las publicaciones localizadas y tome notas de 10 que lee. G. Analice la relación entre lo que ha leído y su tema de investigación: ¿de qué forma podría ayudarle esa publicación a estructurar más corr ....

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