Manejo decultivo.: Fertilización

July 27, 2019 | Author: Francisco Hernandez | Category: Hormiga, Fertilizante, Lepidóptera, Irrigación, Suelo
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Manejo decultivo. Fertilización La fertilización es una actividad. muy importante porque favorece el desarrollo de las plantas y las mantiene vigorosas y productivas. Varias investigaciones demuestran que el mejor intervalo de pH del suelo recomendable para la Pitahaya es de 5.3 a 6.7, debido a que en esta amplitud hay mejor disponibilidad de nutrimentos y mayor actividad microbiológica. Con base en estudios sobre fertilización realizados en Colombia y tomando en cuenta aspectos generales de la fenología de las principales especies de Pitahayas cultivadas en México, así como los nutrimentos inorgánicos encontrados en los frutos y tallos de tres especies de Pitahayas mexicanas, se hacen las siguientes sugerencias para la fertilización (Cuadros 9 y 10).

Macronutrientes En el primer año, al establecer las plantas de Pitahaya (comúnmente en junio), se recomienda aplicar 50 gramos de fósforo, de tal manera que se estimule el desarrollo de las raíces. Para tal propósito, se sugiere emplear el Superfosfato (0-46-0). En agosto, se recomienda aplicar 50 gramos de nitrógeno, para favorecer el crecimiento vegetativo. En este caso, el fertilizante indicado es la Urea (46-0-0). En el segundo año, generalmente las plantas de Pitahaya inician la producción. Se sugiere aplicar en marzo 75 gramos de Triple 15 ® (15- 15-15) con el objetivo de mantener los niveles nutrimentales de la planta. Si se prefiere, se pueden hacer dos aplicaciones foliares de macronutrientes, a intervalos máximos de 15 días. Las lluvias en esta época son escasas, de tal manera que el agua del fertilizante foliar es aprovechada por las raíces adventicias y los tallos de la Pitahaya. Cuadro 9. Sugerencias de fertilización de la Pitahaya para el primer año. PRIMER AÑO

Fertilizante (FÓRMULA)

Dosis por planta

Momento

Objetivo

0-46-0

50 gramos

Junio (Transplante al campo).

Estimula el desarrollo de raíces.

46-0-0

50 gramos

Agosto

Favorece el crecimiento vegetativo

Cuadro 10. Sugerencias de fertilización de la Pitahaya para el segundo año. Segundo año

Fertilizante (Formula)

Dosis por planta

Momento

Fertilización

Fertilización foliar o 15- 15-15

75 gramos

Marzo

Mantiene los niveles nutrimentales.

18-9-19-3(S); elementos menores y micronutrientes.

75 gramos

Junio

Favorece la producción.

18-9-19-3 (S)

75 gramos

Agosto

Favorece la producción.

46-0-0

75 gramos

Octubre

Favorece el crecimiento vegetativo

Notas: 1) Se sugiere incrementar las dosis a 100, 125, 150, 175 y 200 gramos para el tercero, cuarto, quinto, sexto y séptimo año, respectivamente. En los siguientes años se sugiere mantener 200 gramos por planta y aplicación. 2)

En marzo y octubre puede sustituirse la fertilización química por abono orgánico.

En mayo las Pitahayas requieren mayor cantidad de nutrimentos pues comienza la formación de flores y frutos. Como se ha determinado que las plantas tienen mejor respuesta al nitrógeno (N) y al potasio (K) que al fósforo (P), y que el K es el elemento requerido en mayor cantidad durante la producción, se recomienda aplicar la fórmula 189-19-3(S), en junio y agosto. Para preparar dicha fórmula se pueden mezclar tres bultos de Triple 15® con un bulto de Urea y un bulto de Sulfato de potasio. En octubre, cuando el período productivo casi ha finalizado, es conveniente aplicar Urea (46-0-0), a fin de favorecer el crecimiento vegetativo. Para los años posteriores, se sugiere incrementar las dosis en 25 gramos, hasta alcanzar 200 gramos, es decir, en el tercer año se aplican 100, en el cuarto 125, en el quinto 150, en el sexto 175 y en el séptimo 200 gramos; esta última cantidad se repite en los siguientes años, pues con el manejo la producción se estabiliza entre el sexto y séptimo año. El fertilizante Triple 15® se produce comercialmente, pero en caso de no poder obtenerlo, se puede sustituir por el fertilizante Triple 17® (17-17-17), que es más fácil de encontrar.

Elementos menores y micronutrientes Se ha demostrado que la Pitahaya es una planta eficiente en la absorción y asimilación de elementos menores y micronutrientes. Pero es pertinente indicar que todavía hay un conocimiento limitado sobre el manejo práctico que podrían tener estos fertilizantes sobre la Pitahaya. Se ha encontrado que el boro (Bo) y el cinc (Zn) inducen mayor número de frutos, pero el peso y el tamaño de los mismos se reduce; en contraste, el manganeso (Mn) aplicado foliarmente incrementa el peso, el diámetro y la longitud del fruto. De cualquier forma, debido a la importancia que cumplen los elementos menores y los microelementos para el buen desarrollo de las plantas, se sugiere hacer una aplicación de calcio (Ca), magnesio (Mg) y micronutrientes en junio, cuando ya se ha iniciado el período de máxima actividad metabólica de las plantas. Los suelos calcáreos, como los de la península de Yucatán, no requieren aplicaciones de Ca. Los microelementos pueden ser aplicados al suelo o de manera foliar. En el mercado existen varias marcas comerciales que contienen elementos menores y micro-nutrientes, por ejemplo, el Grofol® (se disuelve 1 gramo por litro de agua). Obviamente, lo más recomendable es conocer la disponibilidad de macro y micronutrientes en cada tipo de suelo donde se encuentran las plantaciones, pues estos datos permiten decidir el tipo y la cantidad de fertilizantes que se debe aplicar. Forma de aplicar los fertilizantes edáficos

Durante los primeros dos o tres años el fertilizante se puede espolvorear alrededor de la planta o en banda (dependiendo del sistema de soporte), aproximadamente hasta 20 centímetros de distancia de la base de la planta, en plantaciones de mayor edad puede espolvorearse hasta una distancia de 50 centímetros; posteriormente se cubre con tierra de las calles. En terrenos con pendientes, el fertilizante se aplica en la parte superior. Si el suelo no está lo suficientemente húmedo para permitir la absorción del fertilizante, es conveniente aplicar riego. Fertilización foliar Además de la respuesta positiva a la fertilización edáfica, la Pitahaya responde bien a la fertilizacion foliar. Esta última consiste en la aspersión de fertilizantes disueltos en agua en la parte aérea de la planta. Estos pueden aplicarse al menos dos veces en marzo a intervalos máximos de 15 días; es importante asperjarlos durante las primeras horas de la noche o de la mañana (antes de las siete de la mañana). Entre los fertilizantes foliares están Bayfolán® (1 litro mezclado en 250 litros de agua) y K-fol ® (l kilogramo disuelto en 500 litros de agua); el segundo es rico en K, por lo que es muy benéfico aplicado durante la época de producción. También los elementos menores y micronutrientes pueden aplicarse de manera foliar, para este último caso se encuentran disponibles en el mercado el Grofol® (1 gramo por litro de agua) y el Poliquet-Multi ®.

Abonos orgánicos En Colombia, Nicaragua y México se ha observado una excelente respuesta a los abonos orgánicos; éstos tienen varios efectos benéficos en el suelo: mejoran la textura; aumentan la capacidad de retención de agua; ayudan a lograr una mejor aireación; regulan el pH; permiten la disponibilidad de ciertos elementos; y favorecen algunas reacciones químicas y la vida microbiológica, entre otras cosas. Los abonos más utilizados son la gallinaza y en segundo término el estiércol de ganado vacuno, porcino, bovino, caprino y equino. Si alguno de estos abonos está disponible en la región es recomendable aplicar medio kilogramo por planta al momento de establecer la Pitahaya. Posteriormente, se sugiere aumentar un cuarto de kilogramo en cada año, hasta estabilizarse en el séptimo año a dos kilogramos. Los abonos orgánicos pueden aplicarse en lugar de los fertilizantes químicos, en las mismas fechas indicadas en el Cuadro 10, pero durante la producción de frutos es importante auxiliar a las plantas con potasio (K), el cual se puede añadir al suelo o asperjarse en los tallos. Es necesario verificar que los abonos estén bien descompuestos para evitar quemaduras en la raíz y disminuir los daños por patógenos; para tal efecto, se puede asolear dos meses y voltearlo contínuamente para ventilarlo. También se puede aprovechar el material en descomposición proveniente de la vegetación en general, principalmente de hojas y residuos de madera. En Colombia se comprobó que la materia orgánica tiene una acción nematicida, por la acción de organismos enemigos de los nemátodos. El uso de abonos orgánicos también puede alternarse con la aplicación de fertilizantes; los meses más recomendables son marzo y octubre, en el último mes es muy benéfico porque los abonos son ricos en compuestos nitrogenados que favorecen el crecimiento vegetativo. Riego Todavía no se han determinado las necesidades de agua de la Pitahaya. En Colombia se sugiere aplicar en cada riego 3 litros por planta durante el crecimiento vegetativo y 4.5 litros por planta durante la producción. Los riegos deben aplicarse cuando las lluvias escasean. Se sugiere regar por goteo o microaspersión; la segunda forma es más recomendable cuando se tienen cultivos intercalados entre la Pitahaya. Podas Las podas son una actividad indispensable porque ayudan a conformar a la planta para favorecer la producción y controlar las enfermedades. Si en el sistema de soporte se usan tutores vivos, éstos también deben ser podados. Poda de pitahaya

En la Pitahaya se realizan básicamente dos tipos de poda: a) poda de formación y b) poda de sanidad.

Poda de formación Se hace con el fin de propiciar un crecimiento que se adapte al sistema de soporte, incrementar el área efectiva de exposición a la luz solar, estimular el crecimiento de ramas horizontales y colgantes (que favorecen la producción) y para facilitar las labores de cultivo. Del esqueje original se seleccionan tres o cuatro brotes de los que crecen en los dos tercios superiores; cuando los brotes crecen muy próximos en un solo tallo, deben eliminarse algunos para favorecer el crecimiento de los restantes y evitar el exceso de ramas encimadas. Si se desea propiciar la ramificación, se debe eliminar aproximadamente 10 centímetros de la punta del tallo con el objeto de romper la dominancia apical e inducir la ramificación. Las ramas que crecen muy próximas al suelo deben eliminarse para evitar que se contaminen por patógenos. Conforme la planta envejece, la densidad de ramas también aumenta, de tal forma que es conveniente eliminar algunos tallos para favorecer la iluminación, la aireación y facilitar las labores agrícolas; es mejor eliminar los tallos viejos de más de tres años. Se recomienda hacer la poda al final de la cosecha. Poda de sanidad El propósito de esta poda es eliminar los tallos atacados por plagas o enfermedades que pueden ser foco de infección para las plantas sanas. Dependiendo de la intensidad del daño, se debe eliminar todo el tallo o sólo el tejido afectado (Figura 43), pero sin dañar el haz vascular. La poda de sanidad es muy efectiva para el control de enfermedades, pero debido a que algunas enfermedades, como la Bacteriosis, avanzan rápidamente es importante hacer revisiones constantes, preferentemente cada semana. El material enfermo debe sacarse de la plantación y quemarse; también se puede cavar una fosa para depositar los tallos enfermos y agregar abundante cal. Si la poda de sanidad se realiza de manera constante, las plantaciones se mantienen prácticamente sanas de hongos y bacterias, por consiguiente se reduce el uso de fungicidas y bactericidas. Cuando la poda se hace en época de alta humedad, es importante sellar con un cicatrizante, como el Oxicloruro de cobre (Cupravit®). Las herramientas que se usan en la poda deben ser desinfectadas con una solución de hipoclorito de sodio (cloro) o formaldehído al 10% (25 mililitros de formaldehído por litro de agua) para no transmitir las enfermedades de una planta a otra. Es importante mencionar que en Colombia suele hacerse una poda denominada "poda de producción" que consiste en cortar drásticamente todos los tallos antes del inicio de la brotación de botones florales. Como respuesta se ha observado una abundante floración; sin embargo, falta determinar cómo afecta esto a la vida productiva de la planta. Poda de tutores Es necesario podar los tutores vivos con el propósito de regular su altura y conformación. Lo deseable es que permitan un buen extendimiento y acomodo de las ramas de Pitahaya, que faciliten las labores de cultivo, que brinden una buena aereación y permiten regular la luz solar. Se ha visto que durante el crecimiento vegetativo es favorable un poco de sombra, por el contrario, una alta exposición al sol durante el período productivo beneficia la cantidad y calidad de los frutos. Por este motivo, los

tutores se deben podar por lo menos cada mes durante la producción, evitando lastimar las plantas de Pitahaya.

Control de malezas Las malezas son las plantas no deseadas que crecen en los cultivos de Pitahaya. Estas plantas deben eliminarse porque compiten con las Pitahayas por nutrimentos, humedad, espacio, luz y pueden ser refugio de plagas y enfermedades. Las malas hierbas pueden combatirse con técnicas mecánicas, químicas y mediante cultivos intercalados. Para lograr mejores resultados y obtener ciertos beneficios, es preferible combinar las tres técnicas. Control mecánico Consiste en cortar o arrancar las hierbas que crecen alrededor de las plantas de Pitahaya y entre las calles. El deshierbe alrededor de las plantas se debe hacer manualmente o con machete, con cuidado para no lastimar las raíces o los tallos de la Pitahaya. El deshierbe de las calles puede hacerse con machete o con tractor, éste último sólo se sugiere en los primeros tres o cuatro años del cultivo, pues posteriormente las raíces se encuentran ampliamente extendidas y pueden lastimarse fácilmente; por otra parte, las maquinarias pesadas endurecen los suelos. Control químico

El control químico se realiza con la aplicación de herbicidas; se sugieren los herbicidas de contacto. Se aplican en el centro de las calles, cuando menos a medio metro de distancia de las Pitahayas para evitar que el herbicida caiga en sus raíces y tallos. La maleza cercana a las Pitahayas se debe eliminar de manera mecánica. Un herbicida efectivo es el Doblete Super® (1.5 mililitros por litro de agua) mata plantas de hoja ancha y pastos; Gramocil® (7 mililitros por litro de agua) es otro herbicida de contacto recomendable. Control con cultivos intercalados Durante los primeros tres o cuatro años, las calles pueden aprovecharse para establecer otros cultivos como frijol, tomate, chile, papaya, piña, sábila, sandía, melón, calabaza, etc. Las plantas rastreras dan buenos resultados, cubren una gran superficie del suelo, de tal modo que se disminuyen las malezas. Estos cultivos evitan la erosión del suelo y son fuente de ingresos. En plantaciones de más edad es preferible evitar los cultivos intercalados a fin de no dañar las raíces de las Pitahayas que se extienden superficialmente por las calles. También se puede inducir el crecimiento de ciertas plantas mejoradoras de suelo, principalmente leguminosas, como por ejemplo el "Frijol terciopelo" o "Nescafé" (Canavalia) o el "Pica pica" (Stizolobium). Número de deshierbes

El número de veces que se debe deshierbar depende del crecimiento de las malezas durante el año. En los lugares donde la humedad y la temperatura es alta durante la mayor

parte del año, el crecimiento de malezas es constante, en estos casos se sugiere hacer deshierbes manuales aproximadamente cada mes y medio alrededor de las Pitahayas y cinco aplicaciones de herbicidas (en mayo, julio, septiembre, noviembre y febrero). Sin embargo, esto depende del tipo de herbicida que se emplee, pues algunos de estos pueden mantener las calles limpias por más de tres meses. En las zonas con una temporada de humedad y de sequía más marcadas, tres deshierbes son suficientes: en junio, agosto y octubre.

Control de plagas Daños causados por invertebrados Hormigas

Uno de los principales enemigos de las plantaciones de Pitahaya son las hormigas arrieras (Atta sp.). Las hormigas son una plaga que está presente todo el año. Este insecto masticador se alimenta de tallos jóvenes, destruye las aristas, las yemas y deja los tallos inservibles. La presencia de las hormigas es mayor durante la época de sequía, cuando éstas tienen menos opciones de alimentación. Durante la producción comen las brácteas de las yemas florales y de las flores maduras; también destruyen las brácteas de los frutos, por lo que la apariencia de éstos se afecta severamente. Para el control de las hormigas, se recomienda localizar los hormigueros e introducir dos o tres pastillas de Phostoxin ® (Fosfuro de aluminio) y tapar los nidos; otro insecticida recomendable contra las hormigas es uno hecho a base de sulfluramida (Patrón®) que se introduce en los hormigueros o se espolvorea en los caminos de las hormigas. Una mezcla de 50 gramos de Lannate ® revuelto con 3 kilogramos de masa de maíz, más 250 gramos de azúcar y unas gotas de aromatizante de vainilla, hadado muy buenos resultados cuando se espolvorea alrededor de las plantas, pues las hormigas acarrean la masa a sus nidos y los hormigueros se envenenan. Corno una forma de control biológico, se sugiere aplicar esporas del hongo  Beauveria bassiana. Otra hormiga negra y pequeña (Solenopsis sp.), es atraída por la mielecilla que exudan las yemas de los tallos  jóvenes. Estas hormigas son más dañinas en temporada de lluvia, ya que para evitar las inundaciones o el exceso de humedad del suelo construyen sus nidos sobre los tallos  jóvenes. Para hacer sus nidos perforan parte del tallo y acarrean tierra. A partir de la zona donde se encuentran los nidos se inicia la pudrición del tallo, ya que además del daño que ocasionan las hormigas directamente, se favorece la entrada de hongos y bacterias. Estas hormigas se pueden controlar con Paratión metílico® o Metílico 2 Tridente® en polvo, el cual se espolvorea sobre la planta y en la base; la mezcla de Lannate® con masa y azúcar es otro método de control eficaz.  Nota: Los insectos fueron identificados por: M.C. Víctor M. Pinto (Universidad Autónoma Chapingo); Pineda y M.C. Néstor Bautista (Colegio de Postgraduados en Ciencias Agrícolas).

M.e. Samuel

Abejas

Durante la producción de frutos se presentan grandes cantidades de una abeja pequeña y negra (Melipona sp.); ésta afecta el desarrollo de la flor y del fruto debido a que

corta los márgenes de las brácteas, de tal suerte que cuando madura el fruto, adquiere una apariencia desagradable. Esta abeja puede controlarse con una cucharada de Lannate® disuelto en medio kilogramo de azúcar; la mezcla se coloca en charolas y se distribuye en la plantación, aproximadamente 20 charolas por hectárea. Chinches

Las chinches son insectos chupadores muy dañinos para las Pitahayas, se presentan sobre todo en la época de. producción, afectan flores, frutos y tallos jóvenes. Además de que debilitan a la planta, las perforaciones que hacen durante su alimentación son vía de entrada de hongos y bacterias. Pueden provocar el amarillamiento y la muerte paulatina de los tallos. El insecto conocido en la península de Yucatán como "X'kisay" (Hemiptera, Legidae), se presenta en grandes cantidades y afecta severamente la calidad visual de los frutos. Otra chinche, evidente por su tamaño grande (más de un centímetro de longitud), es  Apiomerus sp. (Hemiptera, Reduvidae), se presenta con menor frecuencia, se alimenta succionando la savia de la Pitahaya, pero también es un organismo depredador pues ataca a otros insectos que visitan la planta, es un feroz enemigo de la abeja  Melipona sp. Otras especies de insectos succionadores que se presentan eventualmente son: Chlorochroa sp. (Hemiptera, Pentatomidae),  Euchistus servus (Hemiptera, Pentatomidae),  Acantocephala femorata (Hemiptera, Coreidae) y  Leptoglossus sp. (Hemiptera, Coreidae) Las chinches se pueden controlar con cinco mililitros de Malathión ® en un litro de agua; las aspersiones se deben hacer cada semana. También se pueden usar esporas del hongo Metarryzium sp. como control biológico. Escamas

La escama (Cuadraspidiotus sp.), es una plaga muy severa que en poco tiempo cubre todo el tallo. Se ha encontrado sobre todo en las zonas aledañas a Tehuacán, Puebla. Las hembras son más grandes, de forma circular o semicónica. Hay escamas más pequeñas y ovaladas que corresponden a las ninfas de los machos; cuando éstos maduran son alados diminutos y de color pálido y fecundan a las hembras. Tanto la hembra como el macho se alimentan succionando la savia de los tallos dejandolos muy averiados y debilitados; además, los orificios que hacen cuando se alimentan permiten la entrada de hongos y bacterias que pudren y matan los tallos. Puede controlarse con 2.5 mililitros de Foley-50 E® en 1 litro de agua. Larva de mariposa

Entre octubre y enero es frecuente encontrar larvas de una mariposa nocturna  Estigmene ocrea (Lepidoptera, Arctiidae) que se alimenta de los tallos jóvenes. Puesto que son muy voraces es importante controladas. Puede combatirse con dos mililitros de Tamarón 600® por litro de agua.

Escarabajos

El escarabajo Cyclocephala sp. (Coleoptera, Scarabeidae) suele presentarse eventualmente durante la producción, por lo que puede considerarse como una plaga secundaria. Son insectos masticadores que se introducen en grandes cantidades en la flor, destruyen los órganos reproductores y por consiguiente impiden el desarrollo del fruto. También pueden perforar el fruto y permanecer dentro del mismo alimentándose del tejido suculento y putrefacto. Pueden controlarse asperjando cinco mililitros de Malathión ® por litro de agua. Cuadro 11. Insectos dañinos para la pitahaya reportados en Quintana Roo, México.

Nombre

Estado en el Sitio y daño que causa que ataca

Control químico

Hormigas:”arriera” ( Atta Adultos sp.) y Solenopsis sp.

Destrucción de tallos, flores Phostoxín® y frutos. Lanate®

Mariposa nocturna Larva ( Estigmene ocrea)

Destruye tallos jóvenes

Tamarón®

Escarabajo (Cyclocepala Adulto s.p)

Destruye flores y frutos.

Malathión®

Chinches:  Leptoglossus Ninfa y Adulto Succionan tallos, flores y Malathión® frutos demeritan la calidad sp.,Apiomerus sp.,Chlochroa sp. y de los frutos.  Euchistus servus.

Abejas ( Melipona sp)

Adulto

Afecta las brácteas de las Lannate® flores y frutos.

Escamas (Cuadraspidiotus sp)

Adulto

Destruye tallos.

Foley®

Caracol ( Milax sp)

Adulto

Destrucción de tallos.

Sevin®

Cuadro 12. Insectos dañinos para la Pitahaya reportados en Nicaragua.

Nombre

Estado en el que Sitio y daño que causa ataca

Control químico

Chocorrón Larva o gusano.

Destrucción de tallos.

Chinche Ninfa. “pata de hoja.”

Muerte de los tejidos y deformaciones en Malathión®. tallos y frutas.

Zampopo Adulto y hormiga

Ruptura de la cáscara; destrucción de las Phostoxín®. brácteas de las flores y frutos, comen tallos

Malathión®.

y

negra.

tiernos. Bajan la productividad.

Chocorron Larvas o gusanos. Ataca a los tallos y frutos. Baja la Decis®. citos productividad. Picudo negro

Adulto, larva gusano.

y Destrucción de tallos.

Filitos®.

Caracoles.

Las babosas (Milax sp.) se presentan en la época de lluvia, se alimentan de los tallos jóvenes, consumiendo las aristas y las yemas. Pueden controlarse retirándolos manualmente: si son abundantes puede mezclarse un cuarto de kilogramo de Sevin ® en 6 kilogramos de salvadillo y agregar un poco de aromatizante de vainilla. Esta mezcla se espolvorea entre las plantas por las tardes. Dañoscausados por vertebrados Pájaros

Cuando los frutos no son cortados a tiempo, los pájaros los picotean dejando sólo la cáscara. Para evitar su ataque se deben cortar los frutos cuando apenas inician el cambio de coloración de la cáscara; también pueden colocarse espanta-pájaros en las plantaciones. En Nicaragua suelen dejarse madurar los frutos más superiores y pequeños, favoreciendo que éstos sean preferidos por los pájaros y reduciendo el riesgo de ataque a los frutos de buena calidad.

Roedores La tuza (Dasyprocta mexicana), construye túneles subterráneos y destruye raíces de Pitahaya y del tutor. Se puede controlar con pastillas Phostoxin ® (fosfuro de aluminio), cebos envenenados con Sevin ® o con trampas. Ratones. En Tabasco se han tenido problemas con los ratones de campo, que consumen las frutas maduras dejando sólo la cáscara. Pueden controlarse con un rodenticida, como el Klerat,® o con trampas.

Control de enfermedades Las enfermedades se enlistan entre los principales problemas que enfrentan los productores de Pitahaya, principalmente en las regiones donde la humedad y la temperatura son altas. Las enfermedades que se han detectado en México hasta la fecha se describen a continuación.

Bacteriosis, pudrición acuosa o quema

Es una de las enfermedades más comunes en los cultivos de Pitahaya. Su presencia es mayor en época de secas, cuando la humedad es baja y la temperatura es alta. En Colombia se supone que es causada por una asociación de Colletotrichum y  Erwinia, un hongo y una bacteria, respectivamente; mientras que en Nicaragua se ha identificado a una bacteria (Erwinia carotovora) como el agente responsable. Los síntomas se manifiestan en el tallo como manchas amarillas y a medida que se desarrolla la enfermedad las manchas se van uniendo y el tallo se vuelve amarillento, finalmente se transforma en una pudrición blanda y acuosa que desprende un olor desagradable; el tejido podrido se desprende fácilmente, dejando expuesto el haz vascular. Esta enfermedad comienza sobre todo en la base de los tallos, incluyendo la parte que está insertada en el suelo, y avanza hacia el ápice de manera más o menos rápida. Puede atacar sólo ciertas partes de la planta y detenerse; en estos casos, con el tiempo el tejido podrido se cae y queda el haz vascular expuesto, pero la planta sobrevive. Pueden presentarse ataques muy severos que afectan a toda la planta. En Nicaragua ha acabado con plantaciones enteras. Para controlar esta enfermedad se sugiere podar los tallos afectados; si el daño apenas inicia, no es necesario eliminar todo el tallo sino sólo el tejido afectado y posteriormente se aplica con brocha un bactericida y fungicida en forma de pasta. Es preferible hacer las podas en días soleados. Otra medida preventiva utilizada en Nicaragua y que resulta sumamente barata es la aspersión de una solución preparada con un litro de formaldehído (al 40 %) en 400 litros de agua. Aunque es muy efectivo se recomienda no abusar en su aplicación pues provoca el engrosamiento de la cutícula (superficie del tallo) además, sólo se debe aplicar cuando las plantas no están en producción. Antracnosis

En Nicaragua se determinó que esta enfermedad está causada por el hongo Colletotnchum gloesporoides.

Las primeras manifestaciones de la enfermedad en los tallos son manchas circulares pequeñas, de color amarillo pálido con un centro de color café parecido al sarro. En etapas más avanzadas las manchas cubren todo el tallo y adquieren un color café rojizo más intenso, y por último se agrieta y se seca. El control se puede hacer vigilando muy estrechamente las plantaciones para eliminar cualquier tallo enfermo. También se sugiere eliminar las flores secas, incluyendo los restos de flores que quedan en los frutos. Como medida preventiva se aconseja hacer aspersiones con 1 kilogramo de Oxicloruro de cobre (Cupravit®) en 100 litros de agua. En Nicaragua se ha probado que la mezcla de 250 gramos de BenIate® más 1 kilogramo de Mancozeb® disueltos en 220 litros de agua es muy efectiva. La aspersión de 1 litro de formaldehído en 400 litros de agua también es recomendable. "Ojo de pescado"

Es causado por el hongo  Dothiorela sp. Se presenta principalmente cuando la humedad del suelo y del ambiente son muy altas.

La enfermedad empieza en la superficie de los tallos como manchas pequeñas circulares de color café claro: el centro de las manchas se caracteriza por un punto rojoanaranjado; en una etapa más avanzada adquiere un color café pardo, debido a que se inicia la pudrición alrededor del punto central La pudrición avanza hacia la periferia, aumentando de tamaño la mancha; posteriormente, también del centro de la mancha hacia afuera, se empieza a secar y luego a fracturar. En su etapa avanzada, la enfermedad asemeja un ojo de pescado. Varias manchas de Ojo de pescado pueden juntarse e infestar todo el tallo y matado por completo. Esta enfermedad ataca al tejido blando y al haz vascular, por lo que es muy importante evitar su propagación. A veces la enfermedad se detiene y entonces la pudrición se seca; el centro anteriormente rojo mantiene un color café. Aunque el tallo no muera es importante eliminarlo, pues es fuente de esporas que pueden ser llevadas a otros sitios. El hongo  Dothiorela sp. puede estar asociado con la bacteria  Erwinia carotovora. Las podas sanitarias constantes son la mejor medida de control. En cuanto a las prácticas preventivas, se puede asperjar 1 litro de formaldehído (al 40%) disuelto en 400 litros de agua; también se puede aplicar una solución preparada con 1 kilogramo de Cupravit ® (Oxicloruro de cobre) disuelto en 100 litros de agua. Nombre común

Nombre cientifico

Lugar y daño que Control químico causa

Bacteriosis

Erwinia carotovora

Pudrición acuosa del Formaldehído tallo.

Antracnosis

Colletotrichum gloesporoides

Pudrición del tallo.

Cupravit®. Formaldehído

Ojo de pescado

Dothiorela sp.

Pudrición del tallo.

Cupravit®. Formaldehído

En Colombia y Nicaragua se reportan otras enfermedades que posiblemente también se pueden encontrar en México, pero es necesario hacer un estudio mas exhaustivo en este campo. El conocimiento de las causas de transmisión de enfermedades permite reducir los riesgos de contaminación. Las causas más frecuentes se señalan a continuación: a) Por la propagación de tallos contaminados. Estos pueden ser llevados de lugares lejanos, .con lo que pueden transportarse también las enfermedades. b) El manejo de plantaciones enfermas. Se pueden contaminar las herramientas agrícolas y de esta manera las enfermedades se llevan a otros sitios. c) Algunos insectos son portadores de enfermedades. Los patógenos son introducidos a la planta cuando el insecto succiona o mastica el tejido vegetal. Por el contrario, existen prácticas agrícolas que reducen el riesgo de enfermedades.

l.- Realizar contínuamente las podas sanitarias y eliminar los tallos de las plantas enfermas, ya sea quemándolos o enterrándolos en un lugar apartado del huerto, también se puede cavar una fosa para colocar los tallos y cubrirlos con abundante cal. 2.- Desinfectar con hipoclorito de sodio formaldehído (25 mililitros de formaldehído por litro de agua) las herramientas usadas para las podas. 3.- Propagar esquejes de plantas sanas y evitar en la medida de lo posible obtener el material de huertos enfermos. 4. Controlar los insectos que puedan ser transmisores de enfermedades. 5. Eliminar la maleza de las plantaciones. 6. Evitar las sombras excesivas y favorecer una buena aireación de los huertos. Un manejo integrado de los problemas fitosanitarios es una excelente forma de bajar los costos de producción; disminuir la aparición de resistencia en los patógenos; reducir la contaminación ambiental y obtener frutos sin residuos tóxicos. Desafortunadamente, aún se tiene que trabajar en este campo. Para un manejo integrado serían recomendables las siguientes estrategias: tener plantas bien nutridas, eliminar las partes afectadas, usar productos selectivos y de baja residualidad, rotar la aplicación de pesticidas, utilizar dosis y mezclas adecuadas y hacer aplicaciones localizadas y oportunas.

Cita bibliográfica. Castillo Martínez R., Cáliz de Dios H. y Rodríguez Canto A., Guía técnica para el cultivo de pitahaya. 1996. CONACyT, QRoo, Inifap y UACh.

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