Mamotreto Convivencia Inicio de Curso 2023-2024

CONVIVENCIA DE INICIO DE CURSO 2023 - 2024

La Pizarra, Madrid 12 - 15 de Octubre de 2023

Mamotreto para los que transmiten la convivencia

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Convivencia Inicio de Curso 2023 - 2024

CONVIVENCIA DE INICIO DE CURSO La Pizarra, Madrid 12 – 15 de Octubre de 2023 JUEVES, 12 de octubre de 2023 - Llegada y distribución de habitaciones - Aviso de que la convivencia empieza a la mañana siguiente; todos deben llevar la Biblia VIERNES, 13 de octubre de 2023 (Día de ayuno y conversión) 8,30 h – Levantarse y desayuno abundante 10,30 h – En la sala con la Biblia - Oración inicial e invocación al Espíritu Santo, cantada - Monición a la convivencia (KIKO) …………………………..……………….. 5 - Presentación del nuevo libro de Carmen ( ASCENSION) - Presentación de la asamblea (KIKO) .................................................................. 7 - Presentación de la asamblea Descanso, 15 minutos LAUDES…………………………………...........................................................14 - Saludo del Presidente - Himno: “Si hoy escucháis su voz”. - Monición al salmo 50 (KIKO) ......................................................................... 15 - 1º salmo: Salmo 50 (cantado) - 2º salmo, proclamado: Cántico de Jeremías 14,17-21 - 3º salmo: Sal 99 (cantado) - Proclamación de la lectura breve de Laudes: 2 Co 12,9b-10 - Monición al canto “Delante de los ángeles” (KIKO) …………………………17 - Canto: Delante de los ángeles - Monición a la lectura de la Carta a los Hebreos (ASCENSIÓN)……………...19 - Lectura: Heb 10,1-39 - Catequesis después de la proclamación (KIKO) .............................................. 19 - Introducción a la Escrutatio ............................................................................... - Tiempo para escrutar: 2 horas de oración con la Escritura, escrutando: Heb 10,25 (más el tiempo de ida y vuelta) 18 h – CELEBRACIÓN PENITENCIAL ..........................................................29 - Monición a la Penitencial. (KIKO) - Canto de entrada: “A tu luz, Señor, vemos la luz”. Salmo 36 1

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- Saludo del Presidente - Evangelio: Jn 1,47-51 - Homilía del Presidente (P. MARIO) ................................................................31 - Yo confieso, de rodillas - Oración Presidencial - Padrenuestro - Confesiones y absoluciones individuales (en silencio, sin cantos) - Oración conclusiva de acción de gracias - Abrazo de la Paz - Canto de la Paz: “Por el amor de mis amigos” - Bendición y conclusión de la Penitencial - Canto final: “Gracias a Yahveh” - Descanso, 15 minutos - Monición a la proyección de los videos ......................................................... 31 - Proyección de los videos: -Las nuevas religiones planetarias y la Inteligencia artificial -Apertura de la Causa de Beatificación de Carmen. 4 diciembre 2022 -Encuentro vocacional con ocasión de la JMJ Lisboa. 7 agosto 2023 21 h – Cena SÁBADO, 14 de octubre de 2023 10,30 h – LAUDES - Monición al himno (KIKO) ..............................................................................33 - Himno: “Tú eres mi esperanza, Señor”. - 1º salmo, proclamado: Sal 118,145-152 - Monición al canto (KIKO) ................................................................................33 - Canto: “Dice el Señor a mi Señor”. - 2º salmo. Cántico Sabiduría 9,1-6.9-11 - 3º salmo, cantado: Sal 116 - Lectura breve de Laudes: Fil 2,14-15 - Monición a la Palabra: (ASCENSIÓN) ............................................................ 37 - Proclamación: Ap 12,1-17 - Catequesis después de la proclamación (KIKO) .............................................. - Canto: “Una gran señal” (completo) 43 - Proclamación del Evangelio: Lc 11,27-28 - Homilía e introducción a la oración silenciosa. - Tiempo de oración silenciosa, 15 minutos - Oraciones espontáneas - Padre Nuestro - Abrazo de la Paz - Conclusión de los Laudes - Tiempo de descanso, 15 minutos 2

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12,45 h – CUESTIONARIO DE LA CONVIVENCIA - Presentación del cuestionario (KIKO)............................................................... 48 - Distribución del cuestionario y formación de los grupos 14,30 h – Comida De 16,30 a 18,30 h – TRABAJO EN GRUPOS - 19,00 h – Puesta en común - Tiempo de descanso, 10 minutos 20 h - Catequesis del P. MARIO: "La nueva época a la luz del Libro del Apocalipsis” .......................................... 50 DOMINGO, 15 de octubre de 2023 10,30 h Continuación de la catequesis de P. MARIO: "La nueva época a la luz del Libro del Apocalipsis"........................................... 61 Mercabá, avisos y calendario Informaciones...................................................................................................... 72 12 h – EUCARISTÍA - Monición ambiental. (KIKO) ........................................................................... 81 - Canto de entrada: “A tu luz, Señor, vemos la luz” - Lecturas del Domingo XXIVIII del Tiempo ordinario Ciclo A - Primera lectura Is 25,6-10a - Salmo responsorial Salmo 22,1-6 - Segunda lectura Fil 4,12-14.19-20 - Evangelio Mt 22,1-14 - Ecos de la asamblea - Homilía del Presidente (P. MARIO) ................................................................ 82 - Oraciones oficiales - Canto de la Paz: “A tu luz, Señor, vemos la luz” - Cantos durante la Comunión: “Como oveja que ve”, “Una gran señal” - Oración conclusiva - Llamadas vocacionales - Colecta para la Convivencia - Colecta para la Evangelización - Bendición final - Canto final: “Quiero andar” Comida

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ANEXOS

1. Cuestionario 2. Canto: “A tu luz, Señor, vemos la luz”. Salmo 36 3. Catequesis de P. Mario: "La nueva época a la luz del Libro del Apocalipsis” 4. Cuenta bancaria para las colectas para la Evangelización 5. Asociación María Magdalena de la diócesis de Roma

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JUEVES 12 Octubre 2023 -

Llegada y distribución en los hoteles

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Aviso de que la convivencia de Kiko comienza la mañana siguiente. Llevar la Biblia a la sala.

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(Para el resto de las convivencias, en la noche del jueves, podéis hacer la monición a la convivencia, la presentación y una palabra al azar. Enviando a los hermanos a la cama en silencio).

VIERNES 13 Octubre 2023 (Jornada de conversión: ayuno) 8,30 h – Levantarse y desayuno abundante 10,30 h – En la sala con la Biblia KIKO: Buenos días a todos, ánimo, chavales, a la batalla. - Oración inicial e invocación al Espíritu Santo, cantada. Oremos. Te damos gracias, señor, por la vida que nos das, por esta convivencia, por tu amor y presencia. Señor, ven en medio de nuestra Asamblea, ayúdanos tú, que tu espíritu testimonia en nuestro espíritu de tu amor y nos dé fuerzas para hacer tu voluntad por Cristo nuestro Señor. Amén. Nuestro hermano José Agudo ha pasado al Padre. Ha estado siempre conmigo desde las barracas. Es una pérdida grande. Rezamos por él. Nos queríamos mucho. Me llamaba “pichón”. Le damos un aplauso. Bien, hermanos, venimos muy contentos de lo que Dios ha hecho en Lisboa: tantos jóvenes que se han puesto en disposición de servir a la Iglesia. Pienso que la mayoría de vosotros ha estado presente y habéis visto el milagro que Dios ha

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hecho: casi 2.000 chicos se han levantado para el seminario y 1.500 chicas para la misión y la vida consagrada. Nos han contado que al alcalde le ha gustado mucho el encuentro. Cuando he pedido vocaciones ha dicho: “Ahora se levantarán 3 o 4 muchachos” y cuando ha visto aquel río de jóvenes, estaba tan asombrado que repetía: “¡esto es increíble, si no se ve, no se puede creer!”. Estaba de verdad muy asombrado. Muchos de vosotros habéis dicho que el encuentro ha sido fantástico. Ya la presentación de 114 naciones nos ha hecho entender lo que Dios está operando con el camino Neocatecumenal: nos ha introducido en la fiesta porque nos mostraba esta obra en la historia, a pesar de ser todos pecadores. La policía ha dicho que éramos 100.000 y se ha maravillado del encuentro y de cómo se han portado nuestros jóvenes. Todos los grupos han quedado muy contentos de la acogida recibida por los hermanos de España y Portugal. Tantos han pasado por Ólvega, Tudela, Javier…y ha sido una oportunidad para dar a conocer más profundamente la vida de Carmen a los jóvenes. La tumba de Carmen ha sido ya visitada por 93.000 personas. Muy importante esta cantidad enorme de visitas que sirve para aumentar su fama de santidad. Tantos pasaron también por el Centro Neocatecumenal, por Fuentes… todos han quedado sorprendidos por un ambiente maravilloso de acogida. No podemos más que bendecir al Señor por tanta generosidad y disponibilidad como ha dado a todos los hermanos. Carmen y yo, junto con Don Francesco Cuppini, fuimos a Lisboa después de la catequesis en la parroquia de Los Mártires Canadienses en Roma, en noviembre del 1968. El párroco de la Peña de Francia, D. Joao do Brito, que nos había conocido en Madrid, en el Instituto León XIII, donde nos habían invitado para hablar del Catecumenado, nos ha llamado para ir a su parroquia. Yo, con Francesco Cuppini, fuimos a vivir en las chabolas de la Curraleira, y Carmen fue acogida por unas monjas. Todavía recuerdo el terremoto del ’69 en Lisboa. Os cuento una noticia que os alegrará: el miércoles 27 de septiembre de 2023, en el 40 aniversario de la muerte de D. Dino Torreggiani, en la Catedral de Reggio Emilia, se ha concluido la fase diocesana de la beatificación y canonización del siervo de Dios, D. Dino Torreggiani. Cuando me conoció en Ávila en 1967, se quedó tan impresionado de mi predicación, que me dijo: “Tienes que venir a Roma”. El había fundado los Siervos de la Iglesia, un Instituto para la pastoral de las personas que trabajaban en el circo,

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gitanos, migrantes y otros… Era muy bueno. Un día me confesó: “He pedido a Dios que todas las gracias que había destinado darme, te las diera a ti”. Cuando llegamos a Roma, nos llevó a Nápoles, para confiar nuestra misión a la Virgen de Pompeya. Mirando el cuadro que preside el Santuario de Pompeya, -en el que la Virgen está entregando el rosario a Santa Catalina de Siena y el Niño Jesús a Santo Domingo de Guzmán-, me dijo: “ Tú eres Santo Domingo, y Carmen, Santa Catalina”. Después hemos visto como el 8 de mayo, que es la fiesta de la Virgen de Pompeya, ha sido una fecha importante para el Camino: La primera vez que san Pablo VI nos ha concedido una audiencia ha sido el 8 de mayo de 1974, y quizás recordaréis también el concierto en el Lincoln Center de New York: el único día libre en todo el año era el 8 de mayo. Dios está obrando con nosotros grandísimos milagros, como en el encuentro vocacional de Lisboa, donde hemos visto tantos jóvenes fantásticos. Es interesante entender lo que dice S. Pablo: Que Dios os dé espíritu de discernimiento para comprender la grandeza y la belleza, la profundidad de la llamada; dónde nos está llamando el Señor y la misión que nos confía. Si venís aquí aburguesados, aburridos…, todo esto tenéis que dejarlo aquí, porque el Señor nos llama a conversión. Nos espera un mundo que está yendo hacia no se sabe dónde, y el Señor nos confía una misión en este año y para esta misión es muy importante prepararnos. En esta convivencia Dios nos concederá dones, como ha hecho siempre. Pero no es una convivencia como las otras, cada convivencia es distinta, porque además nosotros somos siempre todos muy distintos. En septiembre hemos tenido las convivencias de seminarios: primero con los formadores, hemos vivido una comunión maravillosa; y luego con los seminaristas. La Tienda de Porto San Giorgio estaba llena de jóvenes: todos contentos, en comunión, dispuestos a ir a cualquier parte ¡algo inimaginable! Han sido enviados por sorteo a Madrid, a Granada, a Roma, a Finlandia, a Camerún, a China…Parecía un milagro ¡y todos los muchachos contentísimos! En esta convivencia espero que el Señor nos dé a todos la fuerza de su Espíritu. Un carisma es una gracia, gratis data, un don que el Señor da a algunas personas para una misión que viene de Dios. Está en El, Dios, está en el Padre, este deseo de hacer algo y nos confía esta misión. ¿Por qué? ¿Por qué a nosotros? ¿A mí, a vosotros? La confía a nosotros. ¿Qué es lo que nos confía? Dar una ayuda a la nueva evangelización en el mundo. Hay que reevangelizar Europa. Hay que evangelizar Asia; empezando por la China, luego Vietnam, Laos, Tailandia, la India… Son naciones con millones de hombres que no conocen a Jesucristo, donde la Iglesia católica es una minoría pequeñísima. Millones de hombres que viven en la India y la Iglesia es muy pequeña. ¡Y lo mismo en China!

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Dios nos confía una misión, por eso nos está preparando para poder evangelizar, porque tenemos la misión de llevar el Evangelio a todos los hombres. “Id al mundo entero – a todo el universo – y anunciad el Evangelio a toda criatura”, porque Cristo ha muerto por todos. Por eso hay que crear comunidades cristianas que den signos de que el Padre ha enviado a su Hijo. Entonces decimos que hay un signo que Cristo mismo indica: “Amaos como Yo os he amado” – o sea más allá de la muerte. “Mostrad este amor y sed uno, como Yo y el Padre somos uno y el mundo creerá”. Para llegar a este amor se necesita una iniciación cristiana seria, gradual, teniendo como modelo la Santa Familia de Nazareth; esto es lo que es el Camino Neocatecumenal. Comenzamos las presentaciones. El P. Mario ha tenido una caída y tiene que tener el pie en alto, entonces está descansando, a la tarde subirá. Damos un aplauso al P. Mario. ASCENSIÓN: Hay un nuevo libro sobre Carmen. Todos los escritos que se hagan contribuyen a su fama de santidad y forma parte, como los publicados anteriormente de la Causa de Beatificación de Carmen Hernández. Es un libro aprobado por nosotros, que lo ha escrito Giorgio Ricci, el responsable de la primera comunidad de la parroquia de Santa Francesca Cabrini de Roma. Es un profesor de universidad, que hemos visto algún vídeo en las convivencias, el que hace los vídeos científicos. Esta noche también veremos un video realizado por él. Entonces, ha hecho una disertación, unas reflexiones con bases científicas, y con catequesis de Carmen sobre la luz, explicando símbolos judeocristianos, haciendo un ensamblaje entre la ciencia y la fe, con referencia a la luz, que tanto le impresionaba a Carmen. Es un libro científico-catequético, para poder conocer más profundamente Carmen. Tantas veces se ha dicho que no hay contradicción entre fe y ciencia, pues en este libro se percibe que verdaderamente esto es así. Es una aproximación científica a la belleza que nos rodea en nuestra vida cotidiana y que muchas veces ni nos damos cuenta: la luz, el arco iris, el árbol, la sal, las células, el universo… Es original e interesante pero como es una temática de interés reducido, no ha aceptado publicarlo ninguna editorial española. entonces se ha contactado con una editorial italiana que ha aceptado imprimir el libro, se puede adquirir a través de Internet. El título es "Símbolos judeocristianos entre ciencia y fe. Reflexiones con Carmen Hernández”, de Giorgio Ricci. Editorial “Chirico”. Tanto el autor, como el traductor y la editorial han realizado el trabajo de modo altruista. Si hubiera algún beneficio sería donado a la Fundación Familia de

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Nazaret como ayuda para la evangelización, como el resto de los libros que se han publicado de Carmen. KIKO: Entonces, nos presentamos rápidamente. Están aquí presentes: - 1ª comunidad del Centro Neocatecumenal. Responsables: Rafa y Sol. José María Garciandía, presbítero. -1ª comunidad de la parroquia de Nuestra Señora del Tránsito. Responsables Luis y Ana. El párroco: Oscar Alba. -1ª comunidad de la parroquia de San José. Responsables: Manolo y Paloma. Párroco: José Julio. -1ª comunidad de la parroquia de la Virgen de la Paloma. Responsables: Antonio y Pilar Bomboi. Párroco: Gabriel Benedicto. El obispo José Luis del Palacio, de esta comunidad. -1ª comunidad de la parroquia de San Sebastián. Responsables: Bernard y Mari Carmen. Párroco: D. Pedro Pablo Colino. -1ª comunidad de la parroquia de San Roque. Responsables: Luis G. y Feli Elvi. El Párroco Juan Antonio Navarro. -1ª comunidad de la parroquia Santa Catalina. Responsables: Ángel y Pilar Medrano. El párroco: José Gregorio, -De Barcelona, de la parroquia de Santas Juliana y Semproniana. Responsables: José y Pili Martrat. Juan José Armendáriz, el párroco. - De Zamora, de la parroquia de San Frontis, José Luis y Maite. El Párroco, José Ángel Riviera. - El equipo de la diócesis de Getafe: Ángel y Angelines. Presbítero: Eduardo Zapata. - Formadores del Redemptoris Mater de Madrid y de Alcalá - Seminaristas de los Redemptoris Mater de Madrid y de Alcalá. - El equipo del Centro vocacional de chicas de Madrid. - El equipos de Centro vocacional de chicos: Antonio y Pilar Bomboí.

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- Los presbíteros invitados. - Equipo de evangelización de chinos en Madrid: Ignacio y Berta y su equipo. Presbítero Pedro Liú. ASCENSIÓN: Son un equipo que evangeliza a la comunidad china de Madrid y les hemos invitado, porque es una experiencia nueva. Son todos jóvenes que han estado en China. Esperemos que vaya bien este año. Un aplauso. KIKO: Presentamos a los itinerantes. - Equipo de la zona nordeste, responsable: Manolo García. - Aragón y Soria, responsable: Salvador David. - Zona noroeste, responsable Antonio Riquelme. - Extremadura, responsables Gabriel y Loli. - Equipo zona Levante, responsable José Eugenio González, - Alicante y Albacete, responsable Jorge Tomás. - La Zona Sur, responsables Lucio y María José García - Jaén y Córdoba, responsables Miguel Ángel y Mari Paz Sastre - Málaga, Granada y Melilla, responsables Rafael y Paloma Benítez. - Huelva, responsables Francisco y Carmen Carrión - Jerez Cádiz y Ceuta, responsables Juan y Ana María de Mena, - Canarias, responsables Charlie e Isabel Metola Muy bien, damos un aplauso a estos españoles. - Portugal, responsable Ángel Bello, y su equipo. Nos han tratado muy bien en Portugal. Han trabajado muchísimo y ha ido todo muy bien en la JMJ. Nosotros estuvimos acogidos en Lisboa y estábamos muy contentos de los hermanos de Lisboa. Así que les damos un aplauso. - Portugal Norte, responsable Javier Romero - Portugal Sur, responsable Miguel Ángel - Madeira, Azores y Cabo Verde, responsables Lorenzo y Paola. Bueno, un aplauso a los portugueses. - Formadores de los seminarios, poneos de pie, de España y Portugal.

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Itinerantes de las naciones. América. - Santo Domingo, responsable Alonso Gómez. - Nicaragua y Honduras. Fermín Muro, - Costa Rica, Maricarmen Doménech - Puerto Rico, Julio e Isabel Álvarez - Perú, Jesús Peña y Consuelo - Bolivia, María Teresa Calzada. - Argentina. Pili Antelo. Javier ¿Cómo estás de salud ahora? Sí, tienes buen aspecto. Hemos estado rezando por ti, que te morías. Y resulta que, mira, nos escuchó el Señor, mírale, tan fresco ahora. - Venezuela. Jesús Martínez Gutiérrez - Brasil, José Folqué. Cuando ha estallado la guerra, estaba un grupo de Brasil, lo llevaba Joaquín Antón, entonces no han podido salir. En la Domus, mientras se ha preparado un avión, han sido acogidos, pero que no ha pasado nada, han podido hacer toda la peregrinación tanto en la parte de Galilea como en Jerusalén y están a salvo y están llegando hoy. Muy bien, gracias a Dios. - Paraguay, César Ureña. - Uruguay. Juan José López. - Estados Unidos, Los Ángeles, Chimo y Magda González. Un aplauso a estos itinerantes de América. Ahora vamos a Asia. - Israel, Jerusalén, José David Albeza. Lo hemos nombrado a José David para la nueva Casa de Formación que se va a abrir en Jerusalén; esperemos que puedas entrar pronto. - Singapur, Giuseppe Laura. - Australia. Patoño y Vico. - China. Macao: Antonio y Ana Carrillo. Un aplauso a los asiáticos. África. - Kenia y Tanzania, responsable Ana Prosper, - Segundo equipo de Kenia es Jacob y Cristi, - Segundo equipo de Tanzania, Carmela - Angola. Francisco Gómez. Aurita - Congo Burundi, Juan Ignacio Echegaray. - Invitados: el equipo de pintores, artistas. - La secretaria del Centro, Pilar Pajés. 11

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LAUDES. VIERNES 13 OCTUBRE 2023 - Saludo del Presidente - Monición al salmo invitatorio. KIKO: Es importante que los cantos, las oraciones que hacemos no queden pegadas a las paredes, sino que las traspasen y sean llevadas delante del Trono santo. El otro día leíamos un midrash de los Hassidim: un rabino muy santo, un profeta, había sido elegido para presidir la oración en la sinagoga. Llega el día de la entronización, día de fiesta en la sinagoga, en el cual tenía que presidir por primera vez el culto; y él se detuvo delante de la puerta, no entraba, ¡no entraba! Todos están en silencio: ¿qué sucede? Es como si estuviera delante de él un ángel, un peligro, y el rabino no quería entrar en el templo. Le decían: “¿Qué te pasa?” No lograban convencerlo a entrar. “¿Qué sucede?” Y al final habla y dice que no hay sitio allí dentro. ¿Cómo que no hay sitio? El veía que la sinagoga estaba llena, llena, llena de oraciones: eran años y años en que la gente iba allí a rezar y todas las oraciones estaban pegadas a la pared; estaba todo lleno de oraciones, porque nunca las oraciones habían subido más arriba del techo. Para decir que la gente rezaba mal, el rabino decía que no había espacio, que no cabía ni una aguja, para que él pudiera decir una oración. Regresó a casa y no entró. La gente hacía un culto de rutina, rezaba, rezaba, pero su oración no pasaba del techo. Hay una oración que sube a Dios y otra oración que queda pegada a las paredes. Éste es un midrash, un hecho contado como histórico para explicar al pueblo cómo estaba haciendo una oración de rutina: hacían laudes, cantaban, rezaban y seguían con cantos y oraciones, pero no servían. Estamos todos invitados a vivir con total intensidad este momento presente, olvidando un poco el pasado y el futuro y viviendo el hoy, lo que Dios nos ofrece. Por eso cantamos “Si hoy”, porque hay un hoy y no es fácil vivir el momento presente con esta atención. Empezamos cantando, en esta marcha que será nuestra celebración en la que el tiempo se dilata enormemente o se acorta y podemos pasar del infierno al Reino de Dios. En un instante podemos entrar en otro cosmos. - Salmo invitatorio: Si hoy escucháis su voz.

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- Monición al salmo 50. KIKO: Empezamos cantando el salmo 50. Dios mismo ha inspirado al rey David, las palabras que a Él le agradan, que ha pecado profundamente y ha conocido en el fondo de su espíritu, de su alma, el arrepentimiento. Inspirado por la santidad del Espíritu Santo, David ha compuesto este salmo: “Piedad de mí, o Dios”. Quiero decir que la figura de David es muy importante. David ve que Dios se ha vuelto contra él, está muy enfadado porque ha traicionado, ha pecado profundamente. Los exégetas de Israel dicen: “¿Qué diferencia hay entre David y nosotros? David dice una sola vez: “He pecado” e inmediatamente se presenta ante él el ángel de la misericordia; mientras que nosotros decimos tantas veces: “He pecado, he pecado”, pero nuestra vida no cambia y seguimos haciendo los mismos pecados. ¿Qué diferencia hay? ¿Sabéis lo que responde Israel? Que David, cuando Natán le presenta la parábola del hombre que tenía las ovejas (sabéis que David ha cogido la mujer de otro y lo ha matado), inmediatamente dice: “He pecado, haz de mí lo que quieres”, reconoce en su corazón que Dios tiene derecho a hacer cualquier cosa con él, porque ha sido verdaderamente un miserable, un pecador. Ha caído ante sus propios ojos: es verdad, después que Dios le había dado todo, él, que tenía muchísimas mujeres, ha ido a coger la mujer de otro. Nosotros tantas veces decimos: “Sí, sí, he pecado”, porque queremos quitarnos en aquel momento aquella pequeña mancha, aquella incomodidad que sentimos por haber pecado, buscando solo nuestro placer, estar en paz. ¡Pero, aparte de eso, no nos importa nada! No queremos ningún problema, porque utilizamos la religión al servicio de nuestro estar bien. Y después, cuando tenemos la religión y estamos bien, inmediatamente alargamos otra vez la mano hacia el pecado si el demonio nos promete un placer, en esta codicia que tenemos. Esperemos que Dios nos proteja, porque detrás de nosotros hay una misión inmensa que nos ha confiado, hay muchísima gente que sufre. Os decía que David se da cuenta enseguida, porque el profeta le ha dicho que será castigado exactamente en lo que ha hecho a los demás, también en esta tierra: el hijo del adulterio va a morir, etc. Pero también el castigo, la corrección que Dios hace a David es una prueba de su amor: ¡Dios está verdaderamente enfadado con él porque le ama y David le ha traicionado! David ha entendido solo una cosa: que la única salvación que tiene es humillarse -como decíamos antessaciarse de humillaciones, porque sabe que Dios cuando ve una persona humillada, se conmueve, viendo -dice un Padre- a su Hijo humillado, burlado. Todo humillado es su Hijo, incluso si es uno que no cree: un hombre que ha sido apaleado en un campo de concentración, todo hombre que ha sido burlado, insultado… allí se está realizando el misterio de Cristo, porque Cristo ha llevado sobre Él toda la humillación humana, todo el desprecio. La humillación es un sufrimiento todavía 13

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más grande de la que tienes si alguien te pega: te puedes dar de puñetazos con otro, puedes caer y hacerte daño: te duele muchísimo, pero nunca te hace más daño de lo que sientes cuando te humillan, te desprecian. Hay un pasaje muy bonito, cuando David está perseguido por Semeí (de la familia de Saúl) que le dice: “Asesino!”. David está escapando de Absalón, como sabéis. Uno de sus compañeros le dice: “¿Quieres que vayamos a matar a ese perro muerto que te está maldiciendo?” y David dice: “¿Qué tengo en común con vosotros, hijos de Sarvia?”. Es la misma cosa que dice Jesús a su madre cuando ella quiere que anticipe su hora; la misma cosa dirá a los hijos del trueno, cuando quieren que el fuego consuma a unas personas. David quiere decir: “¡Me queréis matar!” Porque mientras los otros no ven nada, David entiende que ahora es una gracia para su salvación toda humillación que le llega; porque toda humillación que le llega, viene a su favor contra su pecado, sirve para descontar su pecado, sirve para perdonar sus pecados, para cubrirlos, para que rápidamente llegue el perdón. ¡Y ellos se lo quieren ahorrar! “¿Qué tengo en común con vosotros hijos de Sarvia? ¿No veis que hasta mi hijo me quiere matar? ¿No veis hasta qué punto Dios esta enfadado conmigo, que permite -porque Dios es causa primera de todoque mi hijo me quiera matar? ¡Dejad que me maldiga! Si Dios le ha dicho “maldice a David”, quizás viendo que acepto la humillación me perdona, viene rápidamente en mi ayuda”. Y así será. David ha entendido todo, ha entendido el porqué de lo que le está sucediendo. Todo lo que sucede en nuestra vida tiene un sentido, un por qué. Por eso Dios dirá de David: “He aquí un hombre según mi corazón”. Porque aquí se necesita solo una cosa, la humildad, ser humildes. Porque el humilde acepta sufrir, no murmura contra Dios. ¿Por qué a mí esto no me tiene que pasar? ¿Quién me creo yo? ¿A ti todo te tiene que ir bien? Así razona el soberbio, no el humilde. Que Dios nos dé la humildad. Es un don que nace también de la fe y del conocimiento, porque el humilde es uno que conoce verdaderamente. El necio, el soberbio, no entiende nada. Entonces este salmo no se trata de cantarlo así, distraídos; sino que verdaderamente nuestra oración pueda subir al cielo como sube el humo. La hacemos en el nombre de Jesucristo. Cantemos. Cuando decimos: “Misericordia, Dios mío”, lo decimos verdaderamente: somos verdaderamente pecadores, gente infiel. - 1º salmo: Salmo 50 (cantado) - 2º salmo, proclamado: Cántico de Jeremías 14,17-21 - 3º salmo: Sal 99 (cantado) - Proclamación de la Lectura breve de Laudes: 2 Co 12,9b-10

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- Monición al canto: Delante de los ángeles. KIKO: Cantemos el salmo 138, “Delante de los ángeles para Ti quiero cantar…”. Dice que el Señor mira hacia el humilde, y termina diciendo: “El Señor completará en mí su obra”. Nosotros somos su obra, un milagro, un prodigio que quiere mostrar al mundo. A veces nos escandalizamos que nos haya elegido a nosotros que somos así, de un material tan frágil, tan débil. Pero Dios manifiesta su santidad justamente en nuestra maldad, en nuestros pecados, en nuestra fragilidad: manifiesta allí su santidad. Digo esto porque algunos de nosotros, en nuestra soberbia, no soportamos nuestra debilidad, quisiéramos que Dios, eligiéndonos nos diera un temple diverso; nos humilla muchísimo –a pesar de ser anunciadores del Evangelio, la gente nos obedece, custodia nuestra palabra, los curas nos escuchan o los Obispos o el Papanos humilla muchísimo contemplar nuestra debilidad. El soberbio no lo soporta, y sin embargo está así revelado: Dios ha querido poner un tesoro inestimable en un vaso de barro para que se vea que la sublimidad de este Amor no viene de ti. El soberbio no soporta este “no viene de ti”; quiere ser alabado él, aparecer él, y no la gloria divina. En algún momento pensamos que Dios puede pasar con su gloria, yo soy un vaso que se rompe y los pedazos están allí cerca y la obra de Dios continúa en esta nación, o en esta ciudad o en estas parroquias. Y tú estás allí quebrado. Esta elección que Dios hace no depende de nosotros, porque es su gloria la que salva, no nuestra gloria. Cuando apoyamos la evangelización sobre nosotros, he aquí: “Maldito el hombre que se apoya en el hombre” dice la Escritura. Toda persona que está apoyada en un hombre -la mujer se apoya en el marido, el marido se apoya en el amor de los hijos, uno se apoya en la amistad o en otras cosas-, siempre experimenta una maldición muy profunda. Bien, hermanos, que el Señor nos dé la humildad para que podamos siempre vencer al demonio apoyándonos en el conocimiento profundo de quiénes somos nosotros. Solo esto se espera Dios de nosotros, lo que hemos cantado hasta ahora: Dios no ha querido holocaustos, ni sacrificios, sino un corazón contrito y humillado. Un corazón humillado es el verdadero sacrificio a Dios. Muchos de vosotros, desde hace mucho tiempo, no sabéis ya lo que significa ser humillados, humillados, vejados, sentirse profundamente humillados, el último de todos los que estamos aquí. Eso es sacrificio a Dios, el único sacrificio que Él se espera de nosotros: un corazón humillado, un corazón contrito. Dice S. Pablo que tener fe adulta significa 15

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considerar a los otros superiores a ti, y no como una cosa bonita, sino como una cosa que te nace de lo profundo. ¡Considerar a los otros superiores a ti! Solamente así nosotros podremos ser verdaderamente instrumentos del Señor. Qué Dios nos salve de creernos alguien. “El Señor mira hacia el humilde”, Dios da su gracia al humilde, a este corazón humillado a quien cree verdaderamente que no tendría que estar aquí, porque si la gente conociera quién es él… él tendría que estar en otro lugar, debería estar en la cárcel; debería ser expulsado de aquí por todas las veces que ha traicionado a Dios, por lo malvado que es, egoísta, pretencioso, altanero, por lo poco que se sacrifica, por lo poco que reza, por lo poco que ama: ¡aquí no debería estar! Solamente un corazón así, humillado, es agradable a Dios. Los monjes decían: “Métete en el infierno y confía en el Señor y encontrarás reposo, profundo reposo”; considera profundamente el amor inmenso que Dios ha tenido por ti, ¡qué malvado eres¡ ¡cuánto lo has traicionado! y considera que merecerías el infierno y no el estar aquí. Entonces si no estás en el infierno, dale gracias al Señor que te ha dado un tiempo de gracia todavía para convertirte. Un pagano que estuviera sentado aquí, en medio de nosotros, no entendería absolutamente nada de esto, ¡pero pensad que Dios mismo se ha rebajado hasta hacerse pecado por todos nosotros! Dios mira hacia el humilde para darle su gracia, para visitarlo, para darle su Espíritu. Pensad que Dios se despojará de todo, porque la única cosa que quiere de nosotros es habitar en nosotros. Él sabe que la única verdadera riqueza es Él mismo, la donación total de Sí mismo. Y no encuentra lugar en nuestro corazón lleno de deseos, de ídolos. ¿Qué lugar puede encontrar Dios en tu corazón si tú lo tienes ya tan lleno? Lleno de sexualidad, o lleno de aquella mujer, o de tu trabajo; lleno de ti mismo o de tu pereza, de tu deseo de descanso: no sé de qué cosa está lleno tu corazón. Dios tratará de alejarte de todas las cosas, del amor de tu familia, o del amor de no sé quién, para ponerse Él en tu corazón, porque solo cuando tu corazón esté invadido por Él y por Él sólo, encontrará reposo, paz. Y estarás aquí contentísimo, sea paseando por el bosque, sea que mañana vayas en el coche, sea que pasado mañana tengas que ir a la oficina: tendrás reposo, paz. Lo tendrás a Él. Le habrás encontrado a Él: has encontrado la perla preciosa, el tesoro escondido, has encontrado la Vida Eterna. “Escucha Israel: amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas”. No sé, quizás lograrás hacer esto cuando seas viejo, en un hospicio, abandonado por todos, solo: quizás allí, en aquel día, el Señor 16

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podrá encontrar un espacio para decir: “Aquí estoy” y en aquel día podrás pasar a la felicidad. Será el día más feliz de tu vida, lo habrás encontrado a Él. Dios quisiera encontrar aquí un alma dispuesta, un corazón dispuesto a acogerlo para donarse totalmente; Dios no se reserva nada para Sí, se dona totalmente al hombre, totalmente, hasta la muerte, hasta hacerse pecado por nosotros, quiere entrar totalmente en ti. ¡Si no, no te hubiera traído aquí! Pero Dios que te ha creado sin ti -como dice S. Agustín- no te salvará sin ti. ¿Nosotros podemos frustrar el designio de elección que está escrito eternamente sobre nosotros? Sí, lo podemos frustrar, si no, no seríamos libres. ¿Y podría tener todavía más gracias de las que he tenido? Sí. Quizás he resistido, no lo sé. Lo que sí sabemos es que hoy estamos aquí por pura misericordia divina sentados en esta sala, y que Dios se quiere donar a nosotros en esta celebración por medio de la oración, por medio de los cantos, a través del Sacramento. Entonces cantamos este salmo. - Canto: Delante de los ángeles ASCENSIÓN: Vamos a proclamar esta mañana la palabra central de este día. Hemos pensado en la Carta a los Hebreos, según la situación que estamos viviendo, hemos visto que podía venir en nuestra ayuda proclamar el capítulo 10 de los Hebreos. La primera parte es un poco más difícil, habla de los sacrificios antiguos y lo compara con el sacrificio de Cristo, el que ha hecho el verdadero sacrificio definitivo y con validez eterna. Los sacerdotes tenían que repetir todos los años los sacrificios con sangre de animales para perdonar los pecados del pueblo. Tantas veces nos ha hablado Carmen del Yom Kippur, el gran día del perdón para Israel. Hasta que llega Jesucristo y una sola vez hace una oblación, que será válida para todos los hombres en toda la historia, en todas las épocas. Él será el Cordero y además es el Sacerdote. Y entra en la cruz haciendo la voluntad del Padre. Dice el salmo 40, que se ha cumplido perfectamente en Cristo: “He aquí que vengo para hacer tu voluntad”. Y este es el punto central, porque el Señor nos ha reunido en esta convivencia para que podamos reflexionar hoy, que tenemos tiempo, que estaremos con la Escritura, para que reflexionemos: ¿Verdaderamente estamos en la voluntad de Dios? porque estamos en tiempos convulsos, donde puede ser fácil acomodarse al mundo, Y entonces, es importante que nos paremos frente a la luz que nos da la Palabra y que veamos, reflexionemos sobre nuestra vida: ¿Estoy en la voluntad de Dios? Como persona, en mi familia, en mi comunidad, ¿estamos en

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la voluntad de Dios? Porque eso es lo único importante. Todo pasará pero “ el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. En este día de reflexión veamos cómo está nuestra vida, porque hemos sido elegidos para ser santos. El Señor nos ha llamado a la santidad a través del Camino Neocatecumenal y para ello nos ha dado una comunidad concreta y unos catequistas. Y tenemos que ser fieles a esa llamada que el Señor nos ha hecho, si es que queremos que el Señor culmine su obra con nosotros. Porque está la tentación de que como ya sabemos tantas cosas, de creernos algo y separarnos de la comunidad o considerarla una cosa secundaria. Y el Señor nos dice: "Recuerda de dónde te he llamado, recuerda cómo has recibido la fe, que mi voluntad para tu vida ha sido que vivas la fe en una comunidad". Entonces, lo que decía antes Kiko, que se den en la comunidad los signos de la fe, los signos que atraigan a los paganos: el amor y la unidad. Todos sois aquí catequistas y es muy importante, claro, vivir el carisma en la comunidad, sin perder el entusiasmo aunque seamos mayores, porque Dios hace cada día todo nuevo, y no cesa de sorprendernos con su obra en medio de los hermanos. Pero, si el Señor os ha dado el carisma de catequistas, también hay que cuidar y vigilar, no vigilar en plan policía, sino vigilar en plan exhortación. ¿Cómo están las comunidades que nosotros llevamos? Las comunidades acaban el Camino muy jóvenes, tenemos familias con muchos hijos y jóvenes con muchos problemas hoy del mundo. Es necesario visitar las comunidades y escuchar a los hermanos, aunque hayan acabado el Camino, y tener reuniones con ellos y ver cómo están, para sostenerlos, para ayudarlos, porque a algunos les falta paciencia en el sufrimiento, llegan los sufrimientos con los hijos, todas las nuevas ideologías que están causando tantos desastres en las familias. Y hay que sostener a los hermanos, darles una palabra de esperanza, ayudarlos. No podemos decir: "han acabado el Camino". No, ¡somos sus catequistas! Y también visitar las comunidades, ver cómo se prepara, ver si han perdido el celo, ¿cómo está una comunidad? ¿ cómo están los responsables? ¿cómo están los catequistas? Hay equipos de catequistas mayores que son admirables, pero donde veamos que los equipos de catequistas son todos, todos los hermanos de ese equipo son de 80 años, hay que reforzar con algún matrimonio, con algún hermano joven. Y eso es una tarea que tenéis que hacer los responsables de zona, los itinerantes, ver cómo están los equipos de catequistas, ver cómo están vuestras comunidades, que no se pierda el celo, que no se aburguesen, porque pueden perder esa llamada a la santidad. Y de alguna manera entramos ahí nosotros como responsables en su camino de fe. Entonces, también ver las comunidades, si una comunidad se ha quedado demasiado pequeña antes de que acabe el Camino, y luego esta comunidad acaba el Camino y se quedan 15. Las Eucaristías Pascuales se quedan 6. O sea, ved bien 18

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cuándo es mejor unir antes de que acaben el Camino. No hay que correr con las comunidades. Todo esto porque el Señor nos ha llamado a la santidad en una comunidad. Y si una comunidad no da estos signos… Tuvimos una convivencia de itinerantes en junio que era impresionante, había muchas familias jóvenes, matrimonios jovencísimos, que enviamos a las Missio ad gentes de Europa y alguna de África, y era emocionante ver cómo el Señor nos sigue dando vocaciones. Y los chicos el otro día en la convivencia de seminaristas, cuando Kiko les preguntaba: "¿Aceptas ir a Madagascar?". Y entonces decían: "Anda, claro". O sea, no decían sólo: "Sí, sí”, sino: “Claro que sí". Los chicos contentos de ir a todas partes del mundo. Impresionan todas estas cosas, como el alcalde de Algés, donde hicimos el encuentro de Lisboa. Porque nosotros ya nos hemos acostumbrado a los milagros, a ver a que se levanten dos mil chicos, es que ya es lo normal para nosotros, pero es un milagro. Entonces el Señor sigue bendiciendo el Camino, con vocaciones, con hermanos que mueren santamente. Nos contaban de la muerte de José Agudo, rodeado de sus hijos, y así tantos hermanos que están muriendo de modo escondido pero santamente y Santi, no digamos Santi, que ha estado en un calvario que se moría meses y meses y con una entereza, una gran fe. Los hermanos del Camino mueren como santos. El Señor nos ha llamado a la santidad y tenemos que defender esa santidad y por eso es importante que en este día, ante la Palabra de Dios, veamos si estamos en la voluntad de Dios. ¿Cómo estoy con mi comunidad? ¿Estoy dando verdaderamente signos? ¿Se da el amor entre los hermanos? ¿Estoy en comunión con los hermanos? Porque tendremos un día el encuentro con el Señor. Porque tenemos, sí, el peligro de la apostasía o de aguachinar todo, y un día tendremos que dar cuenta al Señor. Y a nosotros se nos pedirá más, porque se nos ha dado tantísimos dones con el Camino. Entonces, es una palabra que nos invita a la perseverancia en medio de los sufrimientos, a perseverar y a valorar el sacrificio de Cristo, la sangre que ha derramado por nosotros, que no nos ha llamado a una cosa muy seria, que es la renovación del bautismo. - Proclamación lectura: Heb 10,1-39 Catequesis después de la proclamación KIKO: Hemos escuchado el capítulo décimo de la Carta a los Hebreos, que es poderosísima, y me da una gran alegría. Siempre que anuncio el Kerigma digo: 19

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¿No os dais cuenta hermanos, en dónde está Cristo ahora? Ahora Cristo está en el cielo a la derecha del Padre. Y cuando se dice que está a la derecha del Padre quiere decir que está haciendo un oficio sacerdotal eterno y está presentando al Padre sus llagas gloriosas. Él es la esencia misma de Dios, su impronta, para que la substancia divina se realice en nosotros, en mí, en ti. ¿Y cuál es esta substancia? Cuando anunciamos el Kerigma decimos que Dios ha mostrado en Cristo crucificado la misma substancia divina: que Dios te ama hasta la muerte. Este es Cristo crucificado: ¡Dios crucificado por ti, no solamente por la humanidad, por ti, hasta la muerte total! Por eso los cristianos siempre tienen un crucifijo en la cocina, en la oficina, en la escuela, en el dormitorio: ¡el crucifijo! Cristo crucificado está mostrando la impronta de la substancia divina. La substancia divina es que Dios mismo es amor a nosotros en una manera concreta, hasta dar la vida por nosotros. Digamos así que, si tú no dejas entrar en ti a Cristo, haces que Dios quede como frustrado. Dios es perfecto en Sí mismo, pero está de alguna manera frustrado en ti, pues la obra que Dios ha hecho en Cristo, no permites que se realice en ti, porque ha enviado a su Hijo para que tú puedas ser perfectamente uno en El. Siempre decimos que el amor de Dios es unitivo, son tres personas distintas en un único Dios y son perfectamente uno. Por eso la palabra “perfecta” va unida a la unidad: son perfectamente uno. “Padre, yo en ellos y tú en mi para que sean perfectamente uno y el mundo crea. Yo en ellos y tú en mi porque solo así son perfectamente uno, y el mundo pueda tener acceso a la Fe”. Esta es la misión que Dios nos confía, prácticamente es el Evangelio: Sed perfectamente uno. ¿Qué es lo que nos divide? ¿qué es lo que nos separa? ¿Los juicios? ¿Qué te separa de tu mujer? ¿Qué no aceptas de tu mujer, qué no aceptas de tu marido? ¿Qué no aceptas de tu hija?, ¿cómo quisieras que fuera? ¿Por qué no eres más humilde? ¿Por qué no te consideras indigno de juzgar? Considérate el último y el peor de todos: no juzgues. “No juzguéis” - dice el Señor- , “sed humildes, sed perfectos”. ¡Oh Santa humildad de Cristo!, ¿quién te pudiera encontrar? Si no somos humildes es imposible, ¡atentos! Dios puede quitar la mano de nuestra cabeza y abandonarnos a nuestros pecados. Cristo crucificado es este amor que Dios mismo muestra, la Santísima Trinidad. Por eso dice Jesús en el testamento de la Ultima cena: “Padre, yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno y el mundo crea”. Amémonos así, aceptando que los defectos del otro tantas veces nos crucifiquen un poco. “Amaos como yo os he amado: en este amor sabrán todos que sois mis discípulos”. 20

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Porque ningún hombre ha amado así, como ha amado Cristo, dando la vida por sus enemigos. Qué palabra tan grave: ¡amar el enemigo! Es una palabra que supera totalmente nuestra mente, y supera esta creación: el amor al enemigo. ¿Cómo es posible que el Señor haya dicho: “Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, no los maldigáis, bendecidlos”? ¡El amor al enemigo! En el Camino decimos tantas veces que el enemigo es el prójimo, muchas veces es tu marido o tu mujer o tus hijos, porque no son como tú quisieras y esto te destruye porque has proyectado sobre ellos una manera de ser y ves que no se portan como tú querrías y eso te hace sufrir. ¿Por qué te hace sufrir? Por tu orgullo, porque no respetas que el otro pueda equivocarse. El error de un hijo te destruye, ¿por qué no permites que tu hijo pueda equivocarse? Amamos malísimo, no tenemos el derecho de ensuciar a los demás con nuestra afectividad. La afectividad es una forma de amar que pasa del ágape al eros, decían los griegos. O sea, que en vez de amar al otro queriendo su bien y olvidándote de ti, transformamos nuestro amor en un amor egoísta; no tenemos el derecho de ensuciar el otro con nuestra afectividad. Esto es muy profundo. No respetamos la libertad del otro, con sus defectos, como Dios lo ha hecho. Tenemos una dificultad enorme en el amar al otro respetándolo. Muchas veces, estando con Mario 24 horas sobre 24, me encuentro hablándole con violencia y digo: “¿pero por qué me irrito así? ¿por qué soy tan violento con él? ¿qué me ha hecho?”. He entendido que estoy empezando a no aceptar su lentitud, ¿por qué no la acepto? ¿por qué no lo acepto así como es? Quisiera que me aceptara más, quiere decir que en este momento estoy cansado, quisiera más afecto y no lo encuentro y empiezo a juzgar, y así constantemente. Entonces, ¿cómo se cura esto? Se cura rezando: “Señor tienes razón, soy un pecador: ¿por qué me irrito tanto? ¿por qué soy tan violento? Señor, ten piedad de mí, ten piedad de mí” y así, voy y le pido perdón: “perdóname Mario, esta mañana te he gritado”. Nos pedimos perdón y todo se rehace muy bien. Hay que aceptar también nuestra imperfección, que somos todos pobres. ¡Pero qué difícil es amar al enemigo! Lo digo también por mis enemigos, es muy difícil. El Señor ha dicho: “Amaos como yo os he amado. En este amor conocerán que sois mis discípulos. Y si sois perfectamente uno el mundo creerá”. Entonces, si nosotros enviamos una Missio ad gentes, ¿crees que estos pobres hermanos que están llenos de defectos serán perfectamente uno? Se critican, se juzgan: ¿hemos fallado? ¿A qué juego estamos jugando? No, quizás hacen una penitencial y se piden perdón: “dejemos de juzgarnos!”. Mira aquel que la mujer lo ha abandonado, era un ingeniero y ahora vive en la calle con una manta, está destruido viendo que su mujer y sus hijos lo han abandonado. ¿Y por qué esto no te ha sucedido a ti? ¿Te crees mejor que él? ¿Y 21

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has visto al otro, con el matrimonio destruido? Mira aquel otro y aquel otro… mira en torno a ti. ¿Y tú no? ¿Te crees mejor que los demás? No es verdad, todos somos pobres. Es verdad, es dificilísimo amar al enemigo, pero no tiremos la toalla, no nos rindamos, confiemos en el Señor, que si nos ha llamado a vivir la fe en una comunidad, Él nos dará su santidad. ¡Qué misericordioso ha sido el Señor con nosotros! Bien, hermanos: Dios quiere que ahora vayamos a escrutar la Escritura. Os daré un texto de la Epístola a los Hebreos, leed los paralelos. Rezar con la Escritura significa que tú vas de paso en paso y de repente, cuando menos te lo esperas, en un paso, en una Palabra, Dios te habla, porque está contentísimo que te hayas detenido y que dialogues con El a través de la Escritura. Esta mañana yo os digo, a la luz de esta Palabra, que Cristo ha venido para quitarle al demonio el poder que tiene sobre la muerte y liberar a todos los que por el miedo a la muerte están sujetos a la esclavitud del demonio. Nosotros decimos que el hombre tiene miedo a la muerte porque se ha separado de Dios y tiene la muerte dentro. Solo puede ser curado y sanado si entra en su espíritu la vida inmortal, la victoria sobre la muerte. Esto es lo que el Señor quiere darnos mediante el Espíritu Santo: es un encuentro, un toque de substancia, es el Espíritu de Cristo que da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. ¡Pero, atención! No hay cosa más grande que ser llamados por Dios, en Cristo, a ser hijos de Dios: Así como es el primogénito, así somos todos los hermanos. Mirad nuestro hermano mayor: Dios quiere hacernos como El, quiere que seamos como El. Entonces no podemos convertirnos, ni vosotros ni yo, si no miramos a Cristo crucificado y decimos: “sí, sí, es verdad, Señor, soy un pobre, no sé extender mis manos en la Cruz, pero si Tú quieres hacerme partícipe de tu esencia, de tu substancia, dóname el poder amar así”. Subir a la Cruz no es una cosa horrible, lo hemos dicho tantas veces; es horrible el egoísmo del dinero, del vicio, del alcoholismo, de la lujuria, de la mentira: esto es terrible, no el hecho de que Dios te llame en Cristo, a donarte para la salvación de los hombres, al punto que tu aceptes el castrarte, digamos así, de ser casto por amor a los hombres, por amor al Reino de Dios. ¡Esto sí es grande! Por eso no despreciemos los dones inmensos que Dios nos está regalando a través del Camino. Yo soy aquí un pobre, y tú también: Sin embargo, Dios nos está regalando cosas grandiosas, inmensas, y viene con nosotros, acompaña nuestra palabra, no la deja vacía, nos acompaña, nos ayuda. Esta mañana tendremos todos que mirar a Cristo crucificado y desear ser cristianos. Empecemos a amar al enemigo que es tu marido y pedir perdón. 22

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Empecemos a amar el enemigo que es tu mujer y pidámosle perdón. Empecemos a amar el hermano de comunidad y pidámosle perdón, empecemos a extender nuestras manos en la Cruz, como dice la anáfora de la Eucaristía: “extendió sus brazos en la cruz”. ¡Empecemos a ser cristianos! Y Dios hará el milagro que nos persigan y nos hará semejantes a Su Hijo Crucificado para salvar a esta humanidad, porque tenemos una ciudad permanente en el cielo, somos de la Jerusalén celestial. Aquí en la tierra las cosas creadas, pasarán todas, todo lo que veis es vanidad de vanidad, todo será pasado por el fuego. Nosotros esperamos las cosas que son imperecederas, un cielo y una tierra nuevos donde habite la justicia. ¡A esto estamos llamados, una cosa bellísima! Me emociona la grandiosidad de lo que ha hecho Dios, que el hombre pueda ser capaz de matar a Dios. Somos tan libres, que somos capaces de cometer un pecado infame, terrible, como es matar al mismo Dios en Cristo. Hemos matado a Dios con el pecado original y llevamos este pecado horrible, un pecado que habita en nuestra carne de soberbia, de orgullo: queremos que las cosas sean como yo quiero y no aceptamos humildemente que Dios dirija nuestra vida como Él quiere, con las enfermedades, con la vejez, con el poco dinero… Deja que Dios conduzca tu vida; abandonémonos al Señor en plenitud, sabiendo que existe, que nos ama. Y Dios nos llenará de Su gloria, de Su ternura y de Su amor. El Señor nos ama y está deseando que nos detengamos un momento esta mañana y hablemos con El. Introducción a la Escrutatio: Hb 10, 25 Como en todas estas convivencias, tendremos un tiempo de oración con la Escritura, sabiendo que esta forma de oración con la Escritura es algo muy importante y absolutamente necesario para un cristiano y, sobre todo, para un catequista, un evangelizador, como somos casi todos aquí. Dios ha confiado una misión importantísima en el mundo también a las primeras comunidades del Camino Neocatecumenal. Nos está confiando una misión que el Señor nos va desvelando poco a poco y cuanto más importante sea lo que Dios nos confía, tanto más tendremos dificultades, contrariedades, persecuciones, malentendidos, que son absolutamente necesarios para la maduración del árbol de la vida cristiana, como se puede advertir en toda la tradición de la Iglesia, en todo lo que Dios suscita para el bien de la Iglesia. Esto ha sido profetizado por nuestro Señor Jesucristo. El rezar con la Escritura es algo estupendo en cuanto casi hasta el Concilio Vaticano II la Escritura estaba cerrada. Gracias a Dios, nos ha tocado vivir en un momento en el cual podemos tener el consuelo de la Escritura, podemos descubrir poco a poco la belleza de la Palabra y, sobre todo, este Libro encierra verdaderamente una persona a través de la cual el Señor nos quiere hablar.

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No hay trabajo más hermoso que el de escrutar las Escrituras. Dios se complace en el amor a la ley, en el amor a la Torah. En vez de pasar nuestro tiempo libre en distracciones que no te dan nada, podemos pasarlo escrutando la Escritura y encontrar verdadero alimento, reposo en el fondo de nuestro corazón. Sabemos que tenemos que acercarnos a la Escritura en un ambiente de oración, es necesario un ambiente de humildad y de oración. Por eso en el tiempo en el que escrutemos la Escritura tienes que rezar cada veinte minutos. Se empieza rezando, de pie, erguidos, pidiendo al Señor que te ayude interiormente y que te permita acercarte con un corazón puro porque Dios hablará contigo a través de la Escritura. Después, mientras escrutas la Palabra, interrumpes de nuevo -cada quince o veinte minutos- de modo que sea un constante fluir de palabras y de diálogo con el Señor, en el que tú respondes con una oración. Así se crea un ambiente religioso, sagrado, donde la nube de la Shekhiná de Dios desciende sobre este pueblo que está sumergido en la Escritura Santa, en su Palabra. Entonces, tenéis que ir con la Escritura, escrutaremos el texto de la Epístola a los Hebreos, capítulo 10, versículo 25: “Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras, sin abandonar vuestra propia asamblea, como algunos acostumbran a hacerlo, antes bien, animándoos; tanto más, cuanto que veis que se acerca ya el Día”. El versículo 25 tiene una nota: El Día del Señor. Este versículo supone al parecer disturbios y luchas a los que se consideraba como preludio de la Venida del Señor. El Presidente hará una oración pidiendo al Espíritu Santo que nos ayude y nos iremos a escrutar. Tenéis dos horas, podéis ir ahora a tomar una café, pero no se habla, entramos en un tiempo de oración. Tenéis todos dos horas de oración con la Escritura; dos horas para estar con el Señor. Si la Escritura no te dice nada, te pones de pie y dices: “Señor, ¿por qué tienes que hablar conmigo, si yo no pienso para nada en Ti? Tienes razón, ¿por qué tienes que hablar conmigo que no siento nada, que no tengo ganas de estar aquí, ni de leer la Escritura?”. ¡Párate y humíllate! Como os he dicho siempre, este Libro tiene siete sellos y solo un Cordero Degollado puede abrirlos. Nosotros los cristianos somos corderos degollados, tenemos que poner nuestro cuello para ser degollados. Solamente el Cordero degollado vence a la Bestia que tiene las patas de oso y la boca de león, el Cordero degollado. Hay que

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aprender a poner el cuello, si quieres ser cristiano. ¿O consideras el cristianismo un absurdo? A vosotros ha sido revelada la verdad en Cristo crucificado: la habéis renegado, la habéis expulsado de vosotros, ¿no la queréis? Cuidado, tenéis que dar cuenta a Dios de las cosas que os ha dado y que os ha dicho. Después proclamaremos el Evangelio de hoy y a la luz del Evangelio seréis invitados a entrar en la piscina de vuestro Bautismo para dejar en la tumba de Cristo, en la muerte de Cristo, la muerte del hombre del hombre viejo. Es importante esta convivencia, muy importante: conviene que tú hoy dejes que Cristo penetre en tu casa. “Déjame entrar en ti, porque Yo y tú juntos podemos salvar a la humanidad”. Decía un Padre: “Conviértete hoy y el mundo será redimido”. De ti, de tu conversión, depende la redención del mundo: esto es muy verdadero. Todo es posible a quien cree. Dice Cristo: “sin Mí no podéis hacer nada”, pero conmigo todo es posible. Es posible hacer lo que Dios quiere que hagamos, no lo que nosotros queremos hacer, lo que Dios quiere que hagamos, abandonándonos a Su voluntad. Por favor vayamos en silencio, buscad un lugar donde podáis escrutar la Escritura. Vayamos en silencio. Escrutamos Hb 10, 25. PRESIDENTE: Oremos. Te damos gracias, Señor, por esta convivencia. Déjanos tú ahora, al escrutar la Escritura, déjanos estar contigo, hablar contigo a través de la Palabra. Danos fuerza, Señor. Te lo pedimos, Señor. Salida del Presidente de la asamblea. KIKO: Son las dos. Nos vemos aquí a las cinco y media. Ahora podéis ir a tomar un café sin hablar y después buscáis un sitio, vuestra habitación o en el campo con la escritura. Dos horas. Two hours. Los presbíteros traed todos el alba y a las cinco y media revestidos. Ayuno y dos horas escrutando la Escritura con la cita Heb 10,25, paralelos y notas.

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Convivencia Inicio de Curso 2023 – 2024 CELEBRACIÓN PENITENCIAL

Monición al canto de entrada: Sal 36. A tu luz, Señor, vemos la luz. KIKO: He puesto música al salmo 36. Este salmo recuerda la Didajé, las enseñanzas de la Iglesia primitiva, que comienza poniendo ante cada hombre los dos caminos: el bien y el mal. Es la elección que se nos presenta cada día. Este salmo muestra esta doble realidad: quien desde el lecho ya trama proyectos inicuos , y el que busca la luz de Dios, la fuente de la vida. A la maldad del impío se opone la bondad de Dios, la fuente viva que sacia la sed del alma y la luz que ilumina al hombre que lo busca. En cambio la elección del pecador lleva su vida hacia la muerte. El salmista hace una bellísima alabanza del amor de Dios y una súplica para no caer en la fascinación del mal y ser envuelto en la luz de la gracia. Dice el salmo que el Señor nos sacia: nos sacia en la oración, nos sacia en los sacramentos, al hacernos partícipes de la vida inmortal. He querido destacar en el canto el símbolo de la luz: La luz del Señor, nos hace ver la luz. La luz es un signo de la revelación de Dios a sus elegidos. Ver la luz del rostro de Dios, como Moisés en el Sinaí, significa encontrarse con el Señor. ¡Qué preciosa es tu gracia! – dice el salmo. Y comenta San Jerónimo: “Es el precio de su sangre”. En Ti está la fuente de la vida. ¿Cuál es esa fuente? Dicen los Padres que es el bautismo. Del costado de Cristo en la cruz ha brotado un agua que nos purifica, que nos limpia los pecados. La luz que hemos recibido en nuestro bautismo nos lleva a no vivir como los paganos, en la oscuridad, en la vanidad, en la ignorancia. En la luz de Dios –que es el Espíritu Santo– vemos la luz, o sea, vemos la verdad divina. Dice San Juan: “Quien camina en las tinieblas no sabe adónde va”. No sólo no ve, no discierne, no sabe dónde camina. Dice Jesucristo: “ Yo soy la luz del mundo. Quien me siga, no caminará en las tinieblas sino que verá la luz de la vida.” Vamos a celebrar este sacramento, en el que con dolor de corazón confesaremos las obras de las tinieblas en nuestra vida, para rechazarlas, y recibiremos la gracia del Espíritu Santo, para vivir en la luz de Cristo. Él nos dará su gracia para que esta tarde nosotros sigamos las huella luminosas de Cristo y podamos entrar con mansedumbre en su voluntad. Miremos la cruz de Cristo: esta es la luz. Él ha sido crucificado por nuestros pecados. Necesitamos de nuevo enamorarnos de Cristo. ¡Animo! Aprovechemos esta celebración para expulsar de nosotros las obras del demonio y recibir el Espíritu del Señor, espíritu de santidad, espíritu de paz.

Canto nuevo: A tu luz, Señor, vemos la luz. Sal 36 26

Convivencia Inicio de Curso 2023 – 2024

Ensayo breve del estribillo del canto Canto Entrada del Presidente y de los presbíteros Oremos. Bendito seas tú, Padre Santo, Dios nuestro, Rey Eterno, Creador del cielo y de la tierra. Te bendecimos por habernos convocado y reunidos en esta convivencia de principio de curso para prepararnos al próximo año de evangelización. Te suplicamos en nombre de tu Hijo Jesús, derrama sobre nosotros tu Santo Espíritu, que hable a nuestro corazón y nos conceda en este sacramento poner nuestros pecados en tu cruz, en la cruz de Cristo, la alegría del perdón y de tu paz. Por Cristo nuestro Señor. Amén. P. MARIO: Vamos ahora a proclamar el evangelio del día en que comenzamos la convivencia en Porto San Giorgio, porque no por casualidad hemos comenzado esta celebración en el día de San Miguel Arcángel, de los tres arcángeles. Primero, es muy actual hoy, sobre todo, San Miguel por la lucha contra el demonio, porque toda la liturgia de ese día hablaba de esta lucha de Miguel contra el demonio, que es muy actual para nosotros, y también porque este Evangelio está muy conectado con todo el tema de esta convivencia. Por eso aquí comenzamos esta convivencia el día después del Virgen del Pilar, que hemos rezado ayer, que nos protegiera. Proclamación del Evangelio: Juan 1,47-51 Homilía: P. MARIO: Bien, hermanos, pido al Señor que me ayude, me inspire, una palabra que pueda servir a mí y a todos nosotros, para este año que estamos empezando. Me ha dado pena esta mañana no estar presente, no he podido escuchar lo que os han dicho Kiko y Ascensión, pero, supongo que habrán dicho que estamos en una situación muy grave. El año que se presenta, aparte de las amenazas de guerras, que en lugar de cerrarse siguen abriéndose, y ahora la Iglesia está reunida en el sínodo de la sinodalidad para hacer una reflexión, escuchar, ver lo que el Señor dice a la Iglesia.

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Y nosotros pedimos que el Señor ilumine a todos los padres del sínodo, que les haga ver la dirección de la Iglesia. Hemos contribuido al sínodo en las parroquias, algunas parroquias, otras no, pero donde los párrocos lo han organizado, han participado también los hermanos. Y también hemos dado la experiencia que nos ha pedido el Vaticano, cuál es la experiencia específica del Camino Neocatecumenal. Y hemos dicho que el Camino Neocatecumenal exactamente ha sido abierto para los pobres, los alejados, y que durante muchos años hemos escuchado a los hermanos, el grito de los hermanos. Hemos visto milagros, cambiando la vida, creando una comunión que es del Espíritu Santo que es el fundamento de la Iglesia. Ésta es nuestra experiencia. Hemos oído en el Evangelio que Jesús cuando se presenta a Natanael, llamado Bartolomé, lo ve y dice: "He aquí un judío recto, justo". Y él se espanta y dice: "¿Cómo? ¿Cómo me conoces? Es la primera vez que yo te encuentro". Y Jesús responde: "Antes que tú nacieras, yo te conocí”. Pero esto no es solamente para él, esto es para nosotros hoy. A cada uno de nosotros antes de crearnos, Dios ha pensado en nosotros, nos ha entregado la misión de complementar la construcción del cuerpo de Cristo resucitado. Entonces, viendo que Jesús le conocía, dice: “Señor, Tú eres el Mesías, eres el Hijo de Dios”, si no, ¿cómo puedes saber estas cosas? Y Jesús le dice: “¿Te admiras de esto, ¡muchas más cosas maravillosas verás!” “Verás los ángeles que suben y bajan del cielo”. Cuando dice "suben y bajan" se refiere a Jacob. Cuando fue enviado a buscar la novia a su tío Labán, llega a un sitio, que después se llamará Betel, duerme sobre una piedra y el Señor se le aparece y le dice: "Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac”, y le confirma que un día su descendencia habitará esta tierra. Y él tiene este sueño y ve una escalera a donde los ángeles bajan y suben. Bajan a escuchar nuestras oraciones, y suben para presentarlas. Esto es muy importante para la catequesis que daremos para este curso, porque en este curso, como hemos ya hecho en Porto San Giorgio, intentaremos iluminar la situación terrible de muertes, de “descartes”, ¿cómo se dice “descarte”? como dice el Papa Francisco: “descartes”. Tantos frutos de la cultura de muerte. Intentaremos leerla a la luz del libro del Apocalipsis. ¿Qué vemos en el Apocalipsis? El cielo abierto. Muchas veces, en su experiencia inicial, Kiko, nos contaba que cuando estaba en crisis, porque había leído a Camus y a otros, él se sentía como si el cielo hubiera sido cerrado, sin ninguna esperanza de trascendencia, condenados a vivir aquí como en un infierno. Pero Jesucristo ha muerto por nosotros y ha subido al cielo, ha abierto el cielo para nosotros. Esto es muy importante, porque nosotros vivimos aquí en el tiempo, en el espacio, pero no vivimos sólo nosotros. Nosotros decimos que por encima de nosotros -es la manera de decirlo- está el cielo, con el trono de Dios, el Cordero, 28

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los Tronos, las tribus de Israel, los apóstoles, los ángeles, los santos mártires que están más allá del tiempo, siempre presentes, también ahora. Y entonces, ¿qué pasa en el cielo? Por eso, aquel era el día de San Miguel Arcángel y las lecturas del Oficio y de la Misa hablaban del gran combate de Miguel Ángel contra el demonio. Y esto tiene que ver con esta celebración penitencial, porque el demonio ataca a la mujer. Mañana, Kiko hablará, ya nos ha hablado tantas veces, de la lucha entre la mujer y el demonio. Pero cuando Miguel vence al demonio, que es precipitado, dice así el Apocalipsis: “Ahora ha sido precipitado sobre la tierra el acusador, el demonio, el que divide, que acusa a los santos”. ¿Cuándo pasó esto? Jesús, ante la cruz que le esperaba, en la agonía, antes de Getsemaní, cuando lo buscan los griegos. “Ha llegado la hora. Mi alma es triste. Señor, glorifica tu nombre”. Y se oye una voz, todos piensan que era un trueno, y dice: “No, esta voz no ha venido por mí”, porque ha llegado el momento del juicio en que Satanás será precipitado “y yo cuando sea levantado atraeré a todos a mí”. Porque el demonio es el príncipe del mundo, pero el rey es Jesucristo. Por eso, la lucha que tenemos cada día, las gafas que tenemos para ver y juzgar nuestra historia, la historia actual, depende mucho si son las gafas del demonio: el que acusa o el divide, que nos hace juzgar, que nos hace pretender, etc., o si son los ojos de Dios, que, claro, corrige, nos envía hechos para que volvamos a Él. Cómo está pasando en este tiempo. Entonces, para que estemos preparados a un futuro que solamente Dios conoce, impresionante, habéis visto todas estas destrucciones antes en Ucrania, Rusia, de tantas partes del mundo, Y ahora, improvisamente, pueblos enteros, de hoy a mañana, sin nada. No sé si habéis puesto atención, en los últimos dos años, cuántos signos el Señor nos ha enviado para llamarnos a conversión. Comenzamos con el volcán de Canarias, dos meses de fuego, inundaciones, temblores de tierras, gente que dice improvisamente: ”He perdido todo, todo, todo”. Y esto nos puede pasar a nosotros también, porque ahora lo vemos en la televisión. Por eso, el Señor quiere prepararnos a momentos en los cuales solamente la fe en Él, reconociendo nuestra pobreza, nuestros límites, confesando nuestras debilidades y pecados y confiando en Él, agarrándonos a Él; Él puede hacernos pasar por todas estas tribulaciones que Él querrá enviar para fortalecer nuestra intimidad con Él y prepararnos al cielo. En estos días hemos llevado José Agudo al cementerio. Hace poco hemos llevado a José Luis Bellido, hermanos muy queridos. Ésta es una palabra para estar vigilantes. El Señor nos ha dado este sacramento porque el Señor Jesucristo antes de subir al cielo dijo a los apóstoles: “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra, id, evangelizad. Os doy el poder de perdonar todos los pecados”. En el 29

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Apocalipsis se habla de los que han lavado las túnicas en la sangre del Cordero. La sangre del Cordero está aquí presente hoy, porque si hemos caído, murmurado, juzgado, dudado de Dios, porque eso forma parte de nuestra vida, podemos, confesando nuestras debilidades, nuestra realidad, nuestros pecados, podemos recibir el perdón del Señor y el don de Santo Espíritu que nos rengendra constantemente, de gloria en gloria. Esto del “rehem”, el seno de la madre. Por eso, os animo a que confesemos nuestros pecados, reconozcamos que somos pecadores, Y todo esto nos supera. ¡Cuántas veces Carmen decía, estamos sumergidos en un misterio que nos supera, va más allá de nuestra comprensión! Ella lo plastificaba en el universo, y la tierra frente al universo, pero todo, todo, también la historia que estamos viviendo, Tanto progreso para llegar adónde. Más muertos. Todo mentiras del demonio, que nos pueden también atacar a nosotros, a nuestra fe en Jesucristo. Por eso, es una gracia poderse lavar las túnicas hoy, las túnicas que quedan blancas de nuevo, para tener un corazón abierto a la palabra que nos espera en estos días y estar preparados para la evangelización del próximo año. - Yo confieso - Oración del Presidente concluida con el Padrenuestro - Confesiones individuales - Oración de acción de gracias concluida con el Santo. -Signo de la paz - Canto: Por amor de mis amigos - Bendición - Conclusión de la celebración penitencial - Canto: Gracias a Yahveh 15 minutos de descanso

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Monición al primer video: P. MARIO: El primer video ha sido preparado como anticipo de la catequesis de mañana, lo ha hecho Giorgio Ricci, un fisico, y su colaborador, el que ha hecho también este libro de la ciencia en Carmen. Entonces, el año pasado, si os acordáis, se habló de las mentiras, engaños y dependencias que ofrece el progreso, el mundo avanzado, hicimos una catequesis sobre el Amor, ¿qué es el amor? Porque es una palabra hoy sin contenido. He tomado como punto de partida un librito del Papa Juan Pablo II, que dice que la palabra amor hoy, se ha recubierto de tantas interpretaciones, que no tiene nada que ver con el amor. Porque el amor es Dios, la vida trinitaria, que nos ha creado para hacernos partícipes de la vida eterna, del amor de Dios. Después ha venido el pecado, pero el Señor ha enviado a Jesucristo. Ha hecho toda una historia con el pueblo de Israel, y en esa historia manifiesta su fidelidad a su alianza, que, no obstante tantas traiciones, el Señor ha enviado a su Hijo que con su pasión, muerte y resurrección nos ha dado el perdón de los pecados y el Espíritu Santo, que nos hace partícipes de la misma vida divina, de su Amor. Por eso, el Camino Neocatecumenal es para que este germen que ha puesto el bautismo en nosotros llegue a una edad adulta, porque tiene potencialidad de hacernos hijos de Dios. Frente a esto, hemos hablado de las mentiras, de las trampas varias que crean dependencias. Pero, hemos dicho que es posible salir, sobre todo, siendo fieles al Camino utilizando los sacramentos, y en algún caso, para jóvenes que han entrado en una especie de esclavitud, grave, pueden ser ayudados por alguno católico experto. Esto fue el año pasado. Acabada la convivencia, no sé por qué, percibi la necesidad de ir más al fondo del problema actual y desastroso. Por eso la catequesis de mañana se llama “La nueva época, o el cambio de época a la luz del libro del Apocalipsis”. ¿Qué está pasando? ¿Qué estamos viviendo? Por eso, juntamente con este hermano, Giorgio Ricci, hemos preparado un video sobre algunos aspectos de esta civilización de la muerte, porque produce constantemente muerte, como decía Juan Pablo II, o la civilización del “descarte”, como dice el Papa Francisco. No vamos a tratar todos los temas, porque son tantos. Entonces, esto es un aperitivo para presentar en forma de video, y después retomaré este tema hablando, para iluminarlo a la luz del Apocalipsis. Así que, ahora, vedlo con atención, nos dura mucho, unos 15 minutos; pero es muy importante, porque estamos en la civilización de lo visual, de los videos. También, es ya una preparación a la catequesis. Gracias Proyección del primer video: -Las nuevas religiones planetarias y la Inteligencia artificial 31

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KIKO: Ahora vamos a ver un vídeo sobre la causa de canonización de Carmen, que esperemos que se haga pronto. ASCENSIÓN: Los de Madrid todos estuvisteis en la apertura de la Causa, pero es un acontecimiento tan importante para el Camino, que hemos considerado que lo debían conocer todos los hermanos del Camino. Hay que dar a conocer a todos los hermanos que se ha abierto la Causa de Carmen, así que pueden pedirle ayuda, que intercede y que está haciendo muchos favores y gracias, muchas ayudas a los hermanos. Importante no olvidar de escribir las gracias recibidas porque es un modo de demostrar que creemos que está viva, en el cielo, junto al Señor; contarlo es una ayuda para que la Causa pueda ir más rápido. Entonces, como esto ha sido en este curso, queríamos hacer presente el acontecimiento más grande de este año. Y luego hay un breve resumen del encuentro vocacional de Lisboa, en Algés, y nos marcharemos contentos a cenar, viendo los milagros que hace Dios entre nosotros. Proyección del segundo video: -Apertura de la Causa de Beatificación de Carmen. 4 diciembre 2022 -Encuentro vocacional con ocasión de la JMJ Lisboa. 7 agosto 2023

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SÁBADO, 14 de octubre de 2023. LAUDES -Himno. -Monición al canto: “Tu eres mi esperanza, Señor”. KIKO: Necesitamos esta mañana poder escuchar lo que Dios quiere hacer con nosotros en esta convivencia; somos verdaderamente siervos inútiles y no sabemos lo que el Señor quiere hacer con nosotros. Ya ha tenido el poder de sacudirte, de sacudir tu familia, tus hijos, ¡de sacarte de tu casa y ponerte en movimiento! Todos estamos dentro de un combate muy serio, porque el pecado nos acosa, nos persigue; como el Faraón perseguía al pueblo que había salido de la esclavitud de Egipto, así el demonio nos persigue. Pero hoy estamos invitados por la Iglesia a mirar al Señor, y a mirar sobre todo su perdón -que hemos recibido ayer- y a perdonarnos los unos a los otros. Acogeremos a los presbíteros cantando el himno que dice: “Tú eres mi esperanza, Señor”. Pongamos todos nuestra esperanza en Jesucristo resucitado, vencedor de la muerte: que esta mañana sea Él nuestra única esperanza, porque solo Él puede cambiar nuestro corazón, solo Él puede convertirnos verdaderamente. Cantemos: “Nos has sacado de lo profundo del sheol, del infierno”; sabemos que el infierno existe verdaderamente y que Él es el único que nos puede arrancar de allí. Él nos envía a los hombres, a las naciones para traer la victoria. Cantemos. - Himno: “Tú eres mi esperanza, Señor”. - 1º salmo, proclamado: Sal 118,145-152 - Monición al canto: “Dice el Señor a mi Señor” KIKO: Éste es el salmo más citado en el Nuevo Testamento, el salmo mesiánico por excelencia. Jesús pregunta: “¿A quién se refiere David cuando dice: “Oráculo del Señor a mi Señor”? ¿A qué Señor se refiere? “Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos como escabel de tus pies”. Este salmo es muy importante. S. Pablo lo cita en las Epístolas y también la Epístola a los Hebreos dice: “¿De qué ángel Dios ha dicho: “Tú eres mi hijo… sacerdote para siempre según el rito de Melquisedec”? “El Señor está a tu derecha, 33

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aniquilará todos tus enemigos”. Yo agregué aquí: “Juzgará a las naciones”, porque el salmo en su versión original dice: “Aplastará la cabeza…”. “Juzgará a las naciones”: es importantísimo porque habla de Cristo Señor, Kyrios, que juzgará las naciones en el juicio universal. “El Señor está a tu derecha… en el camino bebe del torrente y levanta alta la cabeza”. Los santos Padres, en las interpretaciones más antiguas, se preguntan: ¿De qué torrente bebe? Es una imagen poética de un valiente que se detiene en medio de la batalla y bebe de un torrente por la tremenda sed que tiene, antes de seguir en la batalla. La interpretación más común dice que el torrente son las amarguras de su misión, o sea la pasión, los sufrimientos. A lo largo del camino bebe del torrente de los sufrimientos como siervo de Yahveh. Levantar alta la cabeza en el lenguaje bíblico significa estar levantado, realzado; significa la Resurrección de Cristo. Otro Padre dice: “Esto se puede interpretar en el sentido de que bebe del torrente de la gracia divina; pero la interpretación más común es la primera”. Dice el Padre a Cristo: “Siéntate a mi derecha hasta que yo ponga a tus enemigos como escabel de tus pies”. Nosotros somos los que en esta generación estamos contribuyendo a que este salmo se cumpla, para llevar los enemigos a los pies de Cristo. “El cetro de tu poder extiende el Señor desde Sion… Tú eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec”. Así como Melquisedec aparece sin genealogía para un sacerdocio nuevo, que toda la Epístola a los Hebreos presentará en oposición al sacerdocio de Aarón, del culto antiguo. Dios establece con el Mesías un nuevo culto en el mundo, un sacerdocio a la manera de Melquisedec. Cristo que con una sola oblación ha entrado en la tienda, ha entrado para siempre en el cielo y desde allí intercede por todos nosotros. Todos nosotros podemos ser santificados por su sangre. Él ha entrado en la tienda. Como dice la Epístola a los Hebreos, el antiguo templo tenía dos habitaciones: una primera habitación, el Santo, donde estaban los panes, el candelabro, etc., y luego había un velo detrás del cual estaba el Santo de los Santos, donde estaba el Arca, las tablas de la Ley, etc. En el Santo de los Santos se podía entrar solo una vez al año y no sin sangre, sino con la sangre del cabrito sobre el cual el pueblo había extendido las manos, pasando todos los pecados sobre aquel cabrito. Un cabrito se daba a Azazel y se le hacía salir por la puerta de los demonios y otro cabrito se le mataba. El sacerdote entraba una vez al año, el día del Yom Kippur, y como nadie podía entrar con él, se le ataba con cadenas a los pies, de manera que si tenía un desmayo se le podía sacar de allí.

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La carta a los Hebreos dice que antes estaba esta separación entre el Santo de los Santos y el Santuario, porque todavía no estaba abierto el camino para poder entrar delante de Dios; el pecado, la carne del hombre le impedía tener acceso al Santo de los Santos. Cristo ha abierto un camino, a través de su carne, y muere pagando por toda injusticia, y he aquí que el velo que dividía el Santo de los Santos se rompe en dos partes. En todas las religiones del mundo siempre está este velo, este iconostasio, este lugar santo que solo los sacerdotes pueden tocar; todo esto era solo figura de lo que Cristo iba a hacer. Él entrará verdaderamente en el mismo cielo; hay una primera tienda que es la tierra y una segunda tienda que es el cielo. Él ha entrado, no con la sangre de los cabritos, sino con su sangre; ha purificado, ha abierto un camino para que nosotros podamos entrar. Por eso, no hay más separación, celebramos la Eucaristía aquí en medio, hemos sido introducidos por Cristo en su santuario, nos hemos sentado a su mesa, a la mesa de las naciones. Todos los Evangelios dicen: “Yo mismo los haré sentar a mi mesa, yo mismo pasaré y los serviré”. Algunos quieren poner delante del altar una barrera, pero el Concilio Vaticano II ha dicho de no separarlo excesivamente como si la misa fuera una cosa de curas y el pueblo solo asistiera, “va a misa” pero no participa. Cantaremos este salmo bellísimo porque Cristo es el Sumo Sacerdote que ha entrado en el Santuario e intercede por nosotros, está como Kyrios, presente, de manera que todo poder ha sido sometido bajo sus pies, como dice el salmo 8. Nosotros somos libres, no tenemos miedo a nada. Cristo es Kyrios. “Ha dicho el Señor a mi Señor siéntate a mi derecha” y está sentado a la derecha del Padre, es nuestra cabeza. Nosotros formamos parte del cuerpo de Cristo: es maravilloso porque cada uno de nosotros está radicado en el cuerpo de Cristo. No haya entre vosotros, como dice S. Pablo, una raíz amarga de incredulidad, de vicio, de pecado porque estamos unidos a Cristo mediante su sangre, su naturaleza. Él nos ha dado su naturaleza y estamos unidos a Él en un solo cuerpo. ¡Un nuevo pueblo! Es maravilloso ir a las naciones para ofrecer este nuevo culto espiritual, presentando los hombres al Padre, arrancando los hombres de la ceguera de su vida, arrancándolos de la esclavitud al demonio por el temor que tienen a la muerte, porque han experimentado la muerte dentro y son esclavos. Tienen terror de la muerte, no pueden sufrir, tienen que escapar durante toda su vida. Pero es imposible escapar de la muerte, antes o después llegan las enfermedades, la vejez. Nosotros les damos esta victoria en Cristo crucificado y resucitado, damos a la gente la victoria sobre la muerte. ¡No se le puede hacer un regalo más grande! ¡Qué maravilla, hermanos, que el Señor en todos nosotros haya despertado la conciencia! Nos ha llamado de la tiniebla a la luz, de la muerte a la vida, ha nacido dentro de nosotros el Espíritu de Cristo que testifica a nuestro espíritu y dice: “Hijo mío eres tú”. Y nos consuela, nos ayuda; y se contrista cuando ve que 35

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tendemos hacia el pecado, porque somos siempre libres y tenemos tentaciones. El Espíritu Santo nos arguye, tantas veces nos defiende y nos protege de muchísimos peligros. Entonces, en estas laudes, bendecimos al Señor, le cantamos a Él con alegría porque grande es su amor, grande es su misericordia. ¿Qué podemos temer? La única cosa que podíamos temer era la muerte, pero Cristo nos ha arrancado de la muerte y nos ha sentado con Él a la derecha del Padre. ¡Estamos con Él! “¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo?” ¡Nadie, nada! ¡Ninguna cosa nos podrá separar del amor de Dios! Vivir esto, creerlo de verdad de manera de dar un contenido a las palabras, un contenido auténtico -porque Dios hace milagros con nosotros- es verdaderamente maravilloso. Se vive en un combate, siempre, porque la fe es un combate. La fe hay que defenderla y el que no quiere defenderla sepa lo que dice S. Pablo, Dios ya ha hablado una vez: el que venda su primogenitura por un plato de lentejas sepa que después ni con lágrimas podrá recuperarla. Habéis sido llamados para ser primogénitos, os han sido dadas las promesas: atención a no vender las promesas, la primogenitura, el amor de Dios por un plato de lentejas, porque te ofrecen de comer. Atención, porque tenemos que ser probados, hermanos: esto es seguro. La fe tiene que ser probada. La virtud probada: los sufrimientos provocan en nosotros la virtud probada y la virtud probaba genera en nosotros la paciencia. La paciencia genera la esperanza y la esperanza no falla. Por eso, sin la virtud probaba no es posible la fe. Nuestra fe tiene que ser sometida a prueba en el crisol, sometida a prueba también en el afecto. Si yo he dicho al Señor: “Señor, te doy mi vida”, también el demonio ha pedido permiso para ver si esto es verdad. Y a un seminarista se presentará una chica guapa, u otras cosas, y tendrá que ser probado, tendrá que sufrir, porque el hombre tiende a la mujer sin duda… Pero, Señor, Tú nos defenderás. ¿Cómo es posible que me abandones? ¡No me abandones! ¿No dice el salmo -yo recuerdo al Señor todos los salmos- “no duerme tu guardián, no permitirá que resbale tu pie”? Espero que también vosotros, si el Señor os ha elegido y os ama, seáis protegidos por el Señor. Esto no quiere decir que no somos libres: Está claro que si me acerco al fuego… pero el Señor nos defiende y nos ayuda. Basta que vea en nosotros un pequeño deseo de ser ayudados, porque todos tenemos las mismas dificultades: todos tenemos el mismo combate, todos. No, tú no eres distinto, todos somos débiles, todos estamos hechos de la misma pasta. ¡Pero el Señor nunca nos ha hablado de una lucha heroica basada en nuestra voluntad, en nuestras fuerzas! Toda la teología de Pablo está basada en la fe, en el amor que Dios te tiene. Apoyémonos en esta roca: ¡Dios nos ama, ánimo! Y cuando nos sentimos débiles, débiles, pedimos socorro, socorro, ayuda: “¡Ayúdame, Señor!”. 36

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Aunque estemos llenos de deseos podemos pedir ayuda, también en aquel momento, porque sabemos que tenemos que afrontar combates serios, verdaderos y grandes. ¡Animo, hermanos! Cantamos rezando, y esperemos que nuestros cantos y nuestras oraciones no queden pegadas al techo, sino que salgan al Padre. Cristo, que reza con nosotros, presente al Padre este olor suave. ¿Cuál es este aroma suave? Un ángel pregunta a otro ángel: “¿Dónde está la gloria de Dios?” ¡En la bendición! Dios se complace que estemos contentos, se complace cuando decimos a Dios: “Santo, Santo, Santo, Tú no eres solamente bueno, eres Santo, Santo, Santo ¡tres veces santo! Tú no eres bueno, eres buenísimo porque has hecho esto, esto y esto”. Si me pongo a contar los milagros que has hecho, puedo estar todo el día como dice el Salmo- y todavía no acabo. ¡Cuántos milagros has hecho en mi vida! No en la vida de los demás, en mi vida. ¡Cuántas veces he estado angustiado y he llamado al Señor! ¡Cuántas veces el Señor me ha ayudado!: ¡convivencias, problemas, comunidades, angustias! Y el Señor siempre ha sido buenísimo, bueno con nosotros, santo con nosotros. Siempre nos ha protegido, ayudado, ha hecho de todo. Apenas sufrimos un poco, inmediatamente viene como una madre amorosa para ayudarnos. Se cumple verdaderamente lo que dice el Señor: “Mi yugo es suave y mi carga ligera”. ¡Cuán duro y terrible es el yugo del mundo! No hay misericordia en el mundo, hay exigencia; apenas te equivocas un poco te la hacen pagar cien veces más, te desprecian. En cambio, en el Señor se encuentra siempre misericordia. Por eso, hermanos, ánimo, ¡porque Él es tan bueno! No seamos ingratos, no abandonemos a nuestro Señor que nos ama y es tan dulce y tan bueno. - Canto: “Dice el Señor a mi Señor”. Sal 109 - 2º salmo: Cántico Sabiduría 9,1-6.9-11 - 3º salmo: Sal 116, cantado: “Cantad al Señor”. - Lectura breve de Laudes: Fil 2,14-15 - Monición a la Palabra: Ap 12,1-17 ASCENSIÓN: Bien, anoche, el primer vídeo, que era el vídeo sobre el cambio de época en el que veíamos tantas cosas de cómo está hoy el mundo, sirvió, como dijo P. Mario, 37

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como un aperitivo, como una entronización de lo que va a ser el día de hoy, que culminará con la catequesis de Mario. La catequesis de Mario es: “La nueva época a la luz del Apocalipsis”. La nueva época, el cambio de época en el que estamos entrando. Entonces hemos elegido una palabra central del Apocalipsis que nos ayude, que nos vaya ya catapultando a la catequesis, lanzando a lo que dios nos quiere decir en este día. Lo que veíamos ayer: todos estos cambios en los que ya estamos sumergidos, tienen como base una filosofía nueva que -aquí hay profesores de universidad que saben tanto- yo daré una pinceladita sólo, como monición de lo que nos espera. La base filosófica y cultural de todo lo que estamos viviendo es un movimiento que se llama el “transhumanismo” y que intenta conseguir a través de las nuevas tecnologías los mayores beneficios para el hombre, eliminar los sufrimientos innecesarios y una de sus bases es la libertad total del hombre para elegir los cambios que él desee. Ahí entra, por ejemplo, la ideología de género. Intenta conseguir que el hombre pueda vivir lo mejor posible gracias a estas nuevas tecnologías, lo que él considere mejor, eliminando Dios. O sea, el transhumanismo no cree en el Dios en el que nosotros creemos, el Dios trinitario, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Ni tan siquiera creen en la trascendencia, por eso hay que intentar vivir aquí lo mejor posible, con los cambios que cada persona considera necesarios para que pueda ser feliz, porque piensan que no hay otra vida. Entonces, por ejemplo, aparece esto que está tan de moda, el “metaverso”, donde tantos jóvenes están metidos, esa realidad ficticia en la que tienes posibilidades de vivir lo que es imposible para tu vida real, lo que no puedes vivir, en esta realidad ficticia, en el metaverso, lo puedes conseguir y además no hay sufrimientos, no hay fallos, en esta realidad ficticia. Digamos que es una nueva torre de Babel, el querer alcanzar el cielo. Detrás de todo esto está esa aspiración a la felicidad, a la eternidad, pero lo que se está construyendo es un sucedáneo del cielo, digamos así, que acabará cayendo, como han caído a lo largo de la historia todas las torres de Babel. Nosotros tenemos una misión, una misión muy importante, porque ese ansia de felicidad y de eternidad del hombre, que sabemos que es imposible, que sólo la da Jesucristo, ese encuentro con una persona viva y resucitada que es Jesucristo, y que es lo que hemos tenido nosotros, que el Señor nos ha dado gratis ese encuentro con su Hijo Jesucristo en la Iglesia. Entonces, tenemos una misión y una responsabilidad porque se nos ha dado a conocer el secreto escondido durante los siglos, ese anonadamiento de Cristo que ha subido a la cruz y que ha bajado a lo más profundo de los sufrimientos del hombre, y que, por eso, puede encontrarse y consolar a cualquier hombre que esté

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sufriendo. Porque Él ha subido a la cruz, ha obedecido al Padre totalmente, sabiendo que ésa era la salvación de nosotros, de todos los hombres. Entonces, nosotros conocemos ese misterio que hoy la sociedad rechaza completamente, y que no saben otra cosa que se les propone a los jóvenes que es escapar de la realidad. Entonces, la gente va a sufrir más todavía porque esa torre de Babel caerá. Y pienso en tantas madres, en tantas familias destruidas por la ideología de género, que sigue engañando a tantos jóvenes, sigue engañando, porque en ese desasosiego de la adolescencia, tantos chicos piensan que la solución es cambiarse, cambiarse de sexo y que luego, supongo que por internet habéis visto tantísimos testimonios de los que se arrepienten del cambio de sexo, ya es demasiado tarde después de operaciones y que su vida está catapultada a sufrimientos terribles. Entonces pensábamos cómo ayudar a los menores, porque sabemos que tenemos tantos menores en el Camino, pero los menores dependen de sus padres, que son los que tienen la potestad y la gracia de estado. Una cosa muy importante que Dios ha inspirado a Kiko y Carmen, y que nos ha regalado a todos en el Camino, son los Laudes: celebrar los laudes del domingo en familia. De vez en cuando nos llegan noticias de que algunos no hacen Laudes en familia los domingos, porque los chicos tienen que hacer deporte, porque están en crisis o por otras causas. Los laudes son fundamentales. Es un regalo tan inmenso que una familia pueda reunirse ante la luz de la Palabra a hablar de los problemas que tienen los chicos, que es increíble que algún hermano no valore este don. Si hay sinceridad de los padres y de los hijos es una victoria frente a todo lo que nos está tocando vivir en esta sociedad pagana. Entonces, invitad a los hermanos a que no decaigan ahí. Y de cara a los menores, pensábamos cómo ayudar a los menores, pues todos los testimonios de los que están de vuelta del cambio de sexo dicen: "Me engañó este médico, me engañaron". Todos dicen que esa idea les vino por internet. Sabemos que un teléfono móvil en un menor es como darle un arma a uno que no sabe manejarla, que se puede destruir con ese arma. La experiencia que habéis contado de cómo algunos catequistas en la peregrinación pidieron a los chicos ir sin móvil o se los recogieron, ha sido muy positiva. Otros catequistas cuando hay un paso recogen también los móviles y algunos padres a sus hijos no le dan el móvil. Las experiencias que nos han contado es que va muy bien, que los chicos viven, se relacionan y no se aíslan. Entonces, no es que somos aquí una secta y decimos: "Oye, nada de teléfonos móviles", en plan talibán, prohibidos, pero sí alertar a los padres. El teléfono móvil en un menor es un arma muy seria, y o le pones a tu hijo una serie de filtros, porque aparte de la pornografía está el acoso, están tantísimos peligros

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que tiene un móvil con internet en un menor; es mejor prevenir que luego ir a curar, que es muy difícil a veces curarse. Entonces lo decimos como un consejo, después de las experiencias que hemos oído, todas positivas los que están viviendo en su casa sin el móvil. Y decimos: ¡atentos! no en plan talibán: desde mañana aquí no hay móviles; cada padre tiene discernimiento en su familia y hay situaciones en las que es obligatorio por la escuela o por lo que sea. Pero, estad atentos, porque por internet están viniendo tantísimos trastornos a los adolescentes. Nosotros tenemos esta palabra de vida que es llevar a nuestros hijos, a Jesucristo, que es el único que puede colmar la sed de felicidad que tiene todo hombre. Hoy vamos a proclamar esta palabra del Apocalipsis, que a veces lo entendemos en plan catástrofe, y sin embargo, P. Mario explicará luego muy bien el Apocalipsis, no es ese su verdadero significado. En cada generación se vive lo que cuenta el Apocalipsis, o sea, la persecución a los cristianos, el sufrimiento que tiene que vivir el hombre de fe, la comunidad cristiana. En cada generación hay una serie de persecuciones, de sufrimientos y este libro es un consuelo, es una ayuda, es una esperanza para los cristianos. Hemos elegido el fragmento que Kiko ha puesto música, del dragón y la mujer. Nos ha parecido que era muy significativa la batalla que el demonio tiene contra nosotros, para consolarnos, para darnos esperanza, para que no veamos el mundo en un plan pesimista, ni la situación de España ni de la Iglesia, sino que veamos que vivimos en un combate y que ese combate está vencido porque Cristo ha resucitado. Esa mujer vestida de sol es la Iglesia, revestida de la resurrección de Cristo y ésa tiene que ser nuestra esperanza en medio del combate que vivamos en la comunidad, en la familia, en el trabajo, -en tantos trabajos hoy es dificilísimo sostener una postura cristiana-. El Señor nos llama a no perder la esperanza, a mirar a Cristo resucitado. - Proclamación: Ap 12,1-17 - Catequesis después de la proclamación KIKO: Esta Palabra del Apocalipsis presenta un combate, el combate escatológico del que participamos todos los cristianos. La mujer vestida del sol que aparece en esta lectura es la Virgen María. Hay un combare cósmico constante, porque esta mujer que grita por los dolores y trabajos del parto es la Iglesia que está dando a 40

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luz a Cristo en sus hijos en cada generación. Estos gritos de la mujer son los gritos de la predicación, es el anuncio del Kerygma, son los sufrimientos que tenemos que llevar, porque hay un dragón que quiere devorar aquel niño que se está gestando en vosotros. Por eso, tenemos constantemente trepidaciones por vuestra fe, porque está atacada, sea por la concupiscencia de la carne, sea por el gran pecado, que es el orgullo, sea por el mismo demonio, por el mundo, por los tres enemigos que tenemos constantemente (como decía el catecismo): el mundo, la carne, el demonio. Este dragón se sirve de los tres para devorar, destruir, desraizar la semilla. Por eso san Pablo decía: “Recorramos las Iglesias: no sea que satanás haya robado la semilla de vida que hemos depositado en el alma, en la vida de cada uno”. A veces el dragón se sirve de la persecución, o de uno o del otro enemigo del alma. Esta palabra del Apocalipsis cuenta este combate: es una Palabra para nosotros hoy, se cumple también en nosotros este combate entre el dragón y la mujer vestida del sol, vestida de Cristo. Al final del Camino habéis sido revestidos de una túnica de lino purísimo, imagen de la santidad de Cristo, de su gracia, del Espíritu Santo. “Mujer vestida del sol”: Cristo es el sol de justicia que surge del Oriente. “En su cabeza una corona de doce estrellas”: estas doce estrellas son los apóstoles, las doce tribus de Israel. Sabéis que los apóstoles brillarán como las estrellas del firmamento, su luz brilla sobre la Iglesia y sobre el mundo. “Está encinta y grita con los dolores y trabajos del parto”: evangelizar es un parto, es dar a luz. Hay un combate, y lo que hemos hecho nosotros ha sido siempre no resistir al mal. Este combate escatológico se da en nosotros como se da en cada cristiano. El Señor nos da persecuciones, pero nos da también el poderlo ver actuar; nos hace vivir la realidad de esta Palabra: el dragón, satanás, enfuriado porque no ha podido devorar al niño que ha sido arrebatado hacia Dios (porque la lucha es contra el Niño, el odio del demonio es contra el Niño que está en ti) se enfuria contra la mujer. Entonces vomita un río, aguas tumultuosas para anegar a la mujer. La nota de la Biblia de Jerusalén dice que estas aguas significan la persecución de Roma contra la Iglesia. Pero la tierra viene en ayuda de la mujer; le son dadas las alas del águila grande para huir al desierto, se le ha dado el poder de la oración para resistir en medio de la persecución que dura dos tiempos, un tiempo y la mitad de un tiempo. Esto dice hoy la Escritura: a nosotros también, cuando venga la persecución, nos serán dadas las alas del águila grande, para poder huir al desierto, en el lugar preparado para nosotros, donde el Señor mismo nos protege.

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De hecho, cuando la Iglesia estaba perseguida ha nacido el carisma de los monjes: esta Palabra se ha cumplido y se continúa cumpliendo. Se cumple en la historia, se cumple en cada generación, porque la Escritura tiene siempre estos aspectos: se ha realizado en la época en la que ha sido escrita, se realiza paradigmáticamente en cada cristiano y en cada generación (en cada época aparece Herodes, aparece el faraón, aparece el signo de este dragón que quiere devorar al niño de esta mujer) y al mismo tiempo se cumple en el arco de la historia. Siempre están estos tres partos. La descendencia de la mujer somos nosotros. María, la madre de Jesús, ha sostenido en la tierra un combate. Ya en la misma María esta palabra se ha cumplido. El sufrimiento de María contra este dragón que la odia, mientras iba a dar a luz este hijo, que quería arrebatar. En efecto, veis la furia de Herodes. Hoy se estudia cuánto era sanguinario este Herodes que ha construido el templo, que ha matado a sus hijos. Estaba aterrorizado; tenía la enfermedad del miedo a que le quitaran el poder y mataba a todos los que pensaba podían reemplazarlo, cosa que pasa en nuestros días. No son solamente cosas antiguas. El dragón se sirve de estas personas débiles psicológicamente y sedientas de poder. El Apocalipsis como sabéis es un libro de Teología de la Historia, es muy importante conocerlo: hay una palabra sobre nuestra historia que ilumina los hechos también a nivel histórico, el porqué de Rusia, el porqué de los problemas contra el Papa o contra la Iglesia, por qué están sucediendo estas guerras o este otro acontecimiento. Tenemos que saber discernir, no solamente a nivel superficial de nuestra vida, sino también a nivel político. Todo contribuye a nuestro bien. Si surge un problema en una comunidad será para nuestro bien, será una cosa grande y maravillosa y tenemos que refugiarnos y esperar en el Señor. No pensar nunca mal de los que nos atacan, porque en el fondo están dirigidos por otros, y ellos lo hacen con buena intención. Dice Cristo que la gente incluso creerá que está haciendo un favor a Dios matándonos. Creerá que está defendiendo a Dios; esto está profetizado. Me emociona pensar en este combate que ha tenido antes la Virgen en sí misma; una espada ha atravesado su alma, ha tenido este combate de ver a su Hijo engullido por el dragón. Y yo digo: “Señor, si mi hijo fuera el Camino Neocatecumenal, u otra cosa, yo tendría que verlo engullido por el dragón, tengo que ver cómo se destruye, cómo muere y tengo que confiar en ti”. Todo esto me sobrepasa, yo soy muy débil, pero la Virgen a los pies de la cruz me ayuda muchísimo. La imagen de la Virgen me ayuda, porque la Virgen me da el participar de su maternidad. Nosotros los cristianos participamos de la maternidad de María mediante el Espíritu Santo. Lo que la Virgen ha dado a luz en ella, el Hijo del Altísimo, se está realizando en nosotros. Cuando me han anunciado, como el ángel Gabriel, la Buena Nueva, el Espíritu Santo me ha cubierto con su sombra y ha 42

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empezado a nacer dentro de mí el Hijo del Altísimo, entonces yo he llegado a ser María encinta. La Iglesia me ha ayudado, como os estamos ayudando, a que nazca en mí, se reproduzca y venga a la luz este Hijo. Esta mujer encinta grita por los dolores del parto y hay un dragón frente a ella esperando para devorar el niño recién nacido. Pero este hijo ha sido arrebatado, ha resucitado de la muerte y ha sido llevado al cielo. Dar a luz este hijo en nosotros y darlo a luz en los demás. ¡Qué misterio! Cuanto más fruto, cuantas más vocaciones, más persecuciones, y más ceguera absoluta. Aquí hay un misterio grande que llevamos nosotros y esto es maravilloso y grande. Yo solo le pido al Señor que, en el momento de la persecución, del sufrimiento, tengamos un corazón puro, amando al enemigo, no respondiendo al mal con el mal, porque esta será nuestra fuerza. Nosotros somos ciudadanos celestes y hemos vencido al dragón, porque ha sido precipitado, quitado de nosotros y precipitado en la tierra. Cuando cometes un pecado mortal, tú pasas del Reino de los cielos a la tierra, donde está el dragón que está lleno de furor. Por eso, hemos vencido en Cristo, formamos parte de su Cuerpo resucitado, estamos unidos a Él y alimentados con su Carne y con su Sangre que constantemente lavan nuestros pecados. Si estás en el cielo, en el Reino de Dios, con los dones maravillosos, si el demonio te quiere tentar con una mujer o con el sexo, ¡no seas cretino, huye! De otra forma vas a sufrir, vas a escandalizar a los demás y si escandalizas a uno de estos pequeños, tendrás que ser precipitado en el mar porque la Palabra de Dios es inalienable. ¡Cómo quisiéramos salvarte de los sufrimientos! Confía en el Señor, di: “Señor protégeme tú, yo verdaderamente no quisiera”. En este combate escatológico que tiene la Mujer contra el dragón, participa todo cristiano y a esta luz se pueden ver las tentaciones y los problemas que tenéis. No podéis tampoco separar vuestras tentaciones de la comunidad y del combate que sostiene la Iglesia, en esta misión que Dios le confía en cada generación para salvar a los hombres. La exégesis dice que en este texto es la primera vez que se habla del demonio. Dice que en el cielo ha habido una batalla, un ángel se ha rebelado contra Dios, como ser libre, y hay una batalla entre sus ángeles y Miguel, que es el defensor del pueblo de Israel. En este combate ha vencido Miguel. Entonces ha sido precipitado el demonio con todos sus ángeles a la Tierra. Lo llama el demonio, satanás, el gran dragón, la serpiente antigua, el que llamamos diablo y satanás. Es interesante escrutar en la Escritura “la Mujer”, que está siempre referida al pueblo en su combate, también en el Antiguo Testamento, en Ezequiel, Daniel, que hablan siempre de esta mujer refiriéndose a la comunidad entera. La Escritura llama a satanás “el enemigo del hombre”, el acusador, odia al hombre, lo quiere destruir; por su naturaleza es envidioso. La naturaleza de este ser es la mentira y la envidia. Pero es muy inteligente, sabéis que os adula. Dice la Escritura: “Quien te adula es tu enemigo”. Te dice siempre el demonio esta cosa: 43

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“A ti esto no te tenía que pasar, tú eres bueno…”. Tenéis que saber discernir cuándo os viene un pensamiento en la mente, si viene del demonio o si viene del Espíritu Santo. Los pensamientos sucios, sexuales, son fáciles de descubrir porque vienen de la carne, de nuestras pasiones. Los pensamientos del demonio son de otro tipo, te llevan siempre a juzgar: al marido, a los hermanos de comunidad… Éste no es el Espíritu de Jesucristo, que ha dicho:” No juzguéis, no condenéis”. El demonio crea descomunión, tiene que crear la división. Nunca un pensamiento del Espíritu Santo te lleva a juzgar. El Evangelio de Lucas dice cómo nos tenemos que comportar con los paganos: “Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, si alguien te quita algo que es tuyo, no se lo reclames”. ¿Cómo se ama el enemigo? Si uno te hace una injusticia, no denunciándole. Y con los de la comunidad, ¿qué tenemos que hacer? “No juzguéis, no condenéis, sed misericordiosos. Con la medida con la que midáis, seréis medidos. ¿Puede el discípulo ser más grande que el maestro?”. Mira el maestro, Dios, que no ha querido juzgar a nadie, se ha hecho Él, pecado, y tú, ¿eres más grande que Dios? ¿Tú puedes juzgar esta hermana que es una cretina, o aquel catequista? Entonces eres más grande que tu maestro. A cada discípulo le basta ser como el maestro. Del fruto se conoce el árbol. ¿Estás juzgando a un hermano? Yo te digo lo que hay en tu corazón: tú tienes maldad, en tu corazón no tienes el Espíritu de Cristo. Está prohibido juzgar en comunidad, entre vosotros. Cantemos: “Una gran señal”, el himno que he hecho a la Virgen de este fragmento del Apocalipsis, justo porque habla de un combate. -Canto: Una gran señal. Ap. 12 (de pie) Entero - Proclamación del Evangelio del día: Lc 11,27-28 - Exhortación a la oración silenciosa. - Tiempo de oración silenciosa, 15 minutos - Oraciones espontáneas - Padre Nuestro - Abrazo de la Paz - Bendición - Una gran señal - Descanso

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CUESTIONARIO KIKO: Bien, hermanos, ahora os voy a leer el cuestionario que vais a hacer. Lectura del cuestionario: En preparación a la Catequesis de inicio de curso de este año, proponemos este texto profético sacado de la Constitución Pastoral Gaudium et Spes (n. 9-10) promulgada por el Papa San Pablo VI, el último día del Concilio, el 7 de diciembre de 1965: “El mundo moderno aparece a la vez poderoso y débil, pues tiene abierto el camino para optar entre la libertad o la esclavitud, entre el progreso o el retroceso, entre la fraternidad o el odio. El hombre sabe muy bien que está en su mano el dirigir correctamente las fuerzas que él ha desencadenado, y que pueden aplastarle o servirle. Por ello se interroga a sí mismo. En realidad, los desequilibrios que fatigan al mundo moderno están conectados con ese otro desequilibrio fundamental que hunde sus raíces en el corazón humano. Son muchos los elementos que se combaten en el propio interior del hombre. Como criatura, el hombre experimenta múltiples limitaciones; se siente, sin embargo, ilimitado en sus deseos y llamado a una vida superior. Atraído por muchas solicitaciones, tiene que elegir y que renunciar. Más aún, como enfermo y pecador, no raramente hace lo que no quiere y deja de hacer lo que querría llevar a cabo (cf. Rm 7,14 ss). Por ello siente en sí mismo la división, que tantas y tan graves discordias provoca en la sociedad. Algunos esperan del solo esfuerzo humano la verdadera y plena liberación de la humanidad y abrigan el convencimiento de que el futuro reino del hombre sobre la tierra saciará plenamente todos sus deseos. Sin embargo, ante la actual evolución del mundo, son cada día más numerosos los que se plantean o los que acometen con nueva penetración las cuestiones más fundamentales: ¿Qué es el hombre? ¿Cuál es el sentido del dolor, del mal, de la muerte, que, a pesar de tantos progresos hechos, subsisten todavía? ¿Qué valor tienen las victorias logradas a tan caro precio? ¿Qué hay después de esta vida temporal? La Iglesia cree que Cristo, muerto y resucitado por todos, da al hombre su luz y su fuerza por el Espíritu Santo a fin de que pueda responder a su máxima vocación y que no ha sido dado bajo el cielo a la humanidad otro nombre en el que pueda salvarse. (cf. Hechos 4, 12). Igualmente cree que la clave, el centro y el fin de toda la historia humana se halla en su Señor y Maestro. Afirma además la Iglesia que bajo la superficie de lo cambiante

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hay muchas cosas permanentes, que tienen su último fundamento en Cristo, quien existe ayer, hoy y para siempre”. 1 ¿Cuál es tu relación con Cristo hoy? 2. ¿Eres consciente del don que Dios ha hecho a tu vida y a la Iglesia de formar parte de una comunidad cristiana? ¿Qué piensas de tu Comunidad? 3. ¿Qué piensas del Camino Neocatecumenal hoy? Estas son las tres preguntas que vais a ir a responder. Y esta tarde, a sorteo, os haremos hablar. Tenéis un número escrito en vuestra hoja, ése es vuestro grupo. Vosotros elegís en el grupo un secretario que vendrá aquí y hablará en nombre propio y del grupo. A las cuatro y media después de comer, os reunís, os da tiempo de descansar un poco, y a las 7 nos vemos aquí y sacaremos por sorteo a ver quién Dios elige para que dé testimonio de su acción en nosotros. - Formación de los equipos - Comida - Trabajo por equipos (2 – 2,30 horas) - Experiencias de los equipos

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CATEQUESIS DE P. MARIO. SÁBADO NOCHE. “La nueva época a la luz del Apocalipsis” P. MARIO: Oremos. Padre Santo, te bendecimos, te damos gracias por tu presencia, tu amor, también por estas experiencias que han dado los hermanos de tus obras y maravillas en nuestra vida. Yo te pido envía nuestro Santo Espíritu que me ayude a mí, me ilumine y ayude a estos hermanos a escuchar esta iluminación del libro del Apocalipsis sobre la vida, esta nueva situación de nuestra generación. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén. Pido perdón por tener que hablar sentado, es que me he caído en la ducha, no una sino dos veces, y a la segunda he quedado con la pata chula. Entonces, espero que el Señor me ilumine para no estar muy pesado. Ahora haremos una primera parte y, si Dios quiere, mañana por la mañana la segunda. Entonces, este año no he podido preparar una catequesis sistemática como siempre, parte primera, segunda, etc., porque desde la última convivencia del año pasado, cuando he encontrado este librito de Juan Pablo II sobre el amor y hemos hablado del sentido que tiene hoy el amor, porque es una palabra muy desgastada. Por ejemplo, ¿por qué no se puede dar la comunión a los homosexuales o a los divorciados casados? Si se aman, se aman. Pero ¿qué es el amor? Por esto vimos que Juan Pablo II puso muy de relieve que “Dios es amor”: por amor nos ha creado y por amor nos ha redimido por la sangre de Jesucristo, es el amor del cual Él nos hace partícipes, ya desde la eternidad, sea en la creación y sea, sobre todo, en la redención, en el bautismo, y nosotros tenemos el privilegio y la responsabilidad de un Camino que ha dado los frutos que hemos escuchado. Es maravilloso ver que cada uno de nosotros, si estamos aquí, es porque somos testigos de su obra. El año pasado, también, hemos presentado los engaños, las trampas, que ofrece el mundo sobre todo para los jóvenes, que crean dependencias que fascinan, pero que después matan. Entonces, acabada la convivencia, no sé si yo pensé o el Espíritu Santo me iluminó buscar la raíz de estos engaños más a fondo. Porque, como explicaré ahora, el Papa Francisco, el 21 de diciembre de 2019, a la curia del Vaticano, Cardenales y Obispos, cerca de la Navidad, habló diciendo, (en 2019, antes que empezase el COVID en Europa): “No estamos viviendo simplemente una época de cambios, sino un cambio de época”.

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Lo que ahora yo os diré a vosotros, el que quiera, lo puede encontrar escrito con notas y todo en el anexo del mamotreto. “Por tanto, estamos en uno de estos momentos en que los cambios ya no son lineales, sino de una profunda transformación. Constituyen elecciones que transforman velocemente el modo de vivir”. En diez años se ha disparado la velocidad de interrelacionarse, de interactuar, de comunicar y elaborar el pensamiento, de relacionarse entre las generaciones humanas y de comprender y vivir la fe y la ciencia. Esto dice el Papa Francisco. Ayer, en el vídeo, hemos tratado de presentar algunos aspectos de esta época nueva. Ya desde los primeros años del siglo XX se difundió la alarma de un desarrollo rapidísimo de la población mundial. Y según la teoría de Robert Malthuse del crecimiento exponencial, llegaría un momento en que ya no habrá alimento para todos. Los límites del crecimiento Por tanto, ya una vez yo hablé de esto, de toda la campaña desde Rockefeller, Estados Unidos, las Naciones Unidas, que han promovido campañas de esterilización en los nacimientos de los pueblos más pobres. En 1972 surgió una Asociación que se llama el “Club de Roma 72”, que reunía unos grandes ricos, políticos, etc. y se publicó el libro de una chica Donella Midwoods, en inglés, como decía ayer en el vídeo: “Los límites del desarrollo”. Por eso, decidieron que había que impedir los nacimientos y empezó la batalla también en Italia, España, con eso de la bomba demográfica. Así que, por esta limitación, hoy nos encontramos, España y Italia, sin jóvenes y llenos de viejos. Nombro algunas cosas, brevemente, para intentar comunicar la seriedad de la situación, porque nosotros tenemos que dar razón de nuestra fe al mundo de hoy. La eutanasia se llama muerte dulce, es un acto de caridad. ¿Por qué dejarlo sufrir así? Mejor que corten, ya ha vivido bastante. El aborto, millones de no nacidos, habéis visto. Ideología de género, cambio de sexo, que está haciendo muchísimas víctimas, pero de eso no hacen publicidad. Y una cultura dominante: el relativismo. Nadie tiene la verdad. Y el que es contrario al pensamiento único o pierde su trabajo o lo echan o le quitan los hijos, la "dictatura de relativismo", decía el Papa Benedetto XVI. Y después, como hemos visto en el vídeo, las tecnologías digitales, el impacto sobre el hombre. Hemos visto los móviles, y por eso, muchos en la primera comunión, en la confirmación, los tíos, los padres, lo primero que piensan en regalar es un móvil, que es fatal para los chicos.

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La difusión de los chat, ¿sabéis qué es un chat? Comunicar por internet uno con otro, y también hay grupos, hay que vigilar, porque hay también grupos en las comunidades, que se chatean, comentando, criticando, etc., mientras que el Camino es una iniciación cristiana fundada en la liturgia, escuchar la Palabra, los sacramentos, las etapas, y la comunión viene del Espíritu Santo. ¡Hoy la comunicación ha sustituido la comunión! El mercado de la pornografía, comercio de niños y podríamos citar muchos otros. El peligro más grande es el representado por la inteligencia artificial, que tiene unos aspectos positivos, pero puede ser muy peligrosa. Yo, por ejemplo, en el ordenador, cada día que abro el ordenador, me aparece una invitación a unirme al GPT, que es una especie de buscador de Google, buscar con la inteligencia artificial. En la otra convivencia se acercó a mí un cura, que no digo quién es, ni de dónde es, que me dice: "Ah, padre Mario, yo he preguntado a la inteligencia artificial que me dijera qué sabe sobre Kiko Argüello". Han salido 40 páginas sobre Kiko, ¿quieres que te las mande?”. Y le digo: "¿Cómo? ¿Cómo te atreves tú a hacer estas cosas? Te has vuelto loco, no se puede jugar con esas cosas”. Aunque yo sé que ya muchos lo hacen. Es muy peligroso. ¿Por qué es peligroso? El Papa Francisco, en un video que él publicó en el año 2020, afirma que la fe en la ciencia y en la inteligencia artificial es la base de este cambio de época. Como lo fue con la prensa antes, (eso lo añado yo) la prensa, la rueda, el motor, el automóvil, el tren, el avión, los cohetes, es un progreso siempre más rápido. El Papa dice: "La robótica puede ayudar a lograr un mundo mejor, pero no puede sustituir a la fe cristiana". Pero, ¿cómo hemos llegado a producir esta “civilización de la muerte”? como la llamaba Juan Pablo II, o del “descarte”, como dice el Papa Francesco. Hemos visto ayer, en el video, cuando lo ha dicho Kiko en su intervención en Rimini, en el meeting de Comunión y Liberación, que fue en 1996, al final del vídeo, hay este Kerygma profético de Kiko: Ha profetizado lo que está pasando ahora. Y Kiko decía que en esos años en que hemos hecho muchos viajes por todo el mundo, decía, estamos entrando en un mundo igualado en el modo de vestir, de comer, las mismas películas, todo igual, en China, India, Singapur, América, Italia, España. Estamos sujetos a una especie de catequesis constante. Y entonces decía, en 1980, un cierto Humberto Maturana introdujo el término “autopoiesis”. Quiero repetir esto que habéis visto, porque el vídeo se ve, pero es mejor. Autopoiesis, que es una palabra que significa autocreación. Poiesis significa crear. La ideología de género es fruto de esta autopoiesis. El hombre que

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se construye a sí mismo. El género, sí. Estamos en Europa y tenemos que acostumbrarnos. Kiko afirmaba que parece que "la única religión es la tolerancia". Esto es gravísimo, porque viene del primer engaño que el demonio dice a la mujer: "Seréis como Dios, serás como Dios. No es verdad que morirás”. Por esto, Jesús debió morir en la cruz con nuestro cuerpo. Siendo Hijo de Dios ha tenido que participar de nuestra humanidad y ofrecer, con la fuerza sostenida por el Espíritu Santo, su naturaleza de Hijo de Dios, ofrecer su cuerpo, su humanidad, para destruir a Satanás con su muerte y resurrección.

El Papa Benedicto XVI, en la encíclica Spe Salvi El Papa Benedicto XVI responde a la pregunta: ¿cómo hemos llegado a esta situación? Ya de eso hemos hablado a veces en las catequesis anteriores. Desde la primera gran rotura de Lutero, después Descartes, y después la Ilustración, y después la Revolución Francesa, siempre progresivamente. ¿Y qué ha pasado? Un cierto filósofo empirista, del siglo XVIII, afirmó que había nacido una época nueva en aquel tiempo, gracias a las nuevas conquistas técnicas que habían permitido el desarrollo. El descubrimiento de la imprenta, de la máquina, crean una nueva época ya en 1780. Y ¿sobre qué se basa el cambio de época en aquel tiempo? En una nueva correlación entre ciencia y praxis, ciencia y aplicación con la tecnología, progreso científico y técnico. Con esa nueva correlación se cree que al hombre se le devuelve el dominio sobre la creación. Después que había sido expulsado del paraíso terrestre, ahora va a restaurar su autonomía, restaurar el paraíso perdido. Ya desde esta época, no se espera el paraíso de la fe, sino de la ciencia. No es que haya disminuido de golpe la fe, sino que la ciencia y la técnica sustituyen, a nivel social, la fe, que están conectadas a un nivel privado, singular, sin incidencia sobre la historia. Con Bacón se introduce una antropología, una concepción del hombre, para superar el pecado original y nace la fe en el progreso. Es más, él, en 1780, piensa ya en el avión, en el submarino, piensa en la inteligencia artificial, piensa en un futuro futurible. Pero, sin embargo, vienen incidentes como la pandemia, viene una guerra, Rusia y Ucrania, de nuevo, improvisamente, otra guerra; y aun así, la inteligencia artificial promete un futuro. Esto tiene incidencia. En el centro de esta fe está el progreso, dice Benedicto XVI, está la razón y la libertad. La razón piensa poder superar cada dependencia. Por tanto, la salvación del hombre ya no consiste en ser liberado del miedo a la muerte y poder amar aceptando los límites y las cruces en sumisión a Dios. Como habéis dicho, una vez acabado el Camino, no acaban las cruces. El Espíritu Santo nos da la libertad de aceptarlas o rechazarlas, de rebelarnos a Dios.

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Por tanto, la razón y la libertad de actuar parecen garantizar por sí mismas, en virtud de su intrínseca bondad, una nueva comunidad humana perfecta. Pero, esta antropología prometeica es opuesta a la cristiana, pues encuentra su realización no en el amor, como los otros, sino en el poder. Es por esa razón que desemboca súbitamente en la política, en la Revolución Francesa, burguesa. A esto ha colaborado mucho Kant y Engels. No lo leo todo, porque quien quiera puede leer más, y también porque yo no soy competente en este campo, pero digo algo. Después de la Revolución burguesa francesa, donde han matado al clero, a la aristocracia, a los reyes, han hecho que el pueblo haya tomado el mando para restaurar una nueva república, con la ilusión de un estado más libre, más confortable, etc., y rápidamente explota una revolución proletaria, porque en este tiempo ciencia y técnica desarrollan maquinarias, aparece el automóvil, aparece el tren, el avión, el desarrollo aplicando la teoría, entonces se crea otra revolución, la del proletariado, porque los señores, aprovechando las máquinas, crean industrias. La industria no funciona sin trabajadores, que cuestan poco. Por eso Marx, a esta altura, insinúa un veneno que el Papa León XIII, en la encíclica "Rerum Novarum” denuncia el error de Marx, que ha tenido muchos, porque esta rebeldía del proletariado hacia los dueños es fruto del demonio, porque creen siempre que para el bienestar de la sociedad hay que luchar contra los dueños y contra los propietarios. León XIII en su "Rerum Novarum" hace otra análisis. Dice: "Es Dios que nos ha creado distintos, que a alguien le ha dado más inteligencia, a otro menos, a alguien le ha dado más recursos, otros menos”, porque el ideal de Dios es la complementariedad, el que tiene más ayuda a lo que tiene menos, el que sabe más ayuda a los más ignorantes. Pero Marx ha creado esta contraposición profetizando un paraíso en tierra. Creen que la felicidad viene del hecho que la clase proletaria se levante contra el burguesía, contra los amos, haga la revolución e instaure una sociedad para realizar el paraíso en tierra, como ahora la inteligencia artificial, la agenda 2030, prometen el paraíso, un futuro maravilloso, donde no habrá problemas ni guerras ni nada. Y también él escribe un escrito sobre la Sagrada Familia de Nazaret, de la que ya hablé en pasado. La inteligencia artificial, como podéis ver a través del metaverso, estas gafas de los videojuegos que encantan a nuestros hijos y nietos y pasan horas y horas y horas, y la realidad virtual, que ya no saben si están en lo virtual o en lo real. Entonces, sigue el Papa Benedicto en Spe Salvi: "El progreso hacia lo mejor, hacia el mundo definitivamente bueno ya no viene simplemente de la 51

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ciencia, sino de la política y de una política pensada científicamente”, no casual, como se ha ya impuesto en China, ahora la política se sirve de la ciencia y controla a cada chino, una aplicación científica “que sabe reconocer la estructura de la historia y de la sociedad, y así indica el camino hacia la revolución, hacia el cambio de todas las cosas”. Esta revolución se ha realizado en Rusia. Pero con su victoria también se hizo evidente el error fundamental de Marx, porque no transmitió cómo seguir la revolución. Promovió la Revolución con Lenin en 1917, y comenzaron a matar a los campesinos, la propiedad privada, matar al clero y los bienes todos en común. Entonces Lenin después que se encontró con el poder no supo qué hacer. Lo único es: la propiedad en común y siempre para el bien de todos. Y se han visto los frutos, como ha caído el muro de Berlín. Decía que se habría realizado la nueva Jerusalén, que quedarían anuladas todas las contradicciones, que el hombre y el mundo finalmente se reconocerían a sí mismos y que todo pertenecería a todos, lo que promete la Inteligencia Artificial y la Agenda 2030. Todo lo tienen, todo, menos que la libertad. ¿Os acordáis esos muñecos del vídeo de ayer? Entonces el error de Marx más profundo es, dice el Papa Benedicto, que ha olvidado que el hombre es libre. En las experiencias que habéis dado del cuestionario, una cosa que me impresiona en el Camino, que todos mantenemos las características de nuestro carácter, de nuestra persona. No es un lavado de cerebro. La comunión, en la fuerza del Espíritu Santo, nos une más allá de nuestros diferentes caracteres y pensamientos. Y nosotros somos testigos de esta obra del Reino de Dios que ya comienza aquí. Gracias al amor de Dios. Y sigo y concluyo. ¿Y nosotros qué podemos hacer como cristianos delante de esta panorámica? Siempre en la encíclica "Spe Salvi", salvos en la esperanza. “Es necesaria una autocrítica de la edad moderna en diálogo con el cristianismo y con su concepción de la esperanza. Una autocrítica del cristianismo moderno que debe aprender siempre a comprenderse a sí mismo a partir de sus raíces”. Y después lo desarrolla más. Y sigue diciendo, pero antes de todo esto, ¿qué nos da la fe frente a esta situación? Y dice la fe no es solamente esperar una felicidad futura, no, la fe da a la vida una base, un fundamento. Por eso, San Pablo dice que la fe es el fundamento de nuestra esperanza. Después de 50 años de Camino esperamos el cielo, no porque creemos en el futuro como un opio, porque hemos visto el poder de Cristo en el hecho de que ha sacado nuestros cadáveres del sepulcro, nos ha dado vida, nos ha dado saborearla ya. Tenemos un fundamento, una base, no historias ni teorías. Claro que si tú haces teología sin haber experimentado esto, te inventas todo lo que quieras. Es muy importante, como veremos, porque nosotros tenemos la misión también de discernir, porque toda esta mentalidad ha entrado también en la Iglesia, tenemos la misión como presbíteros, catequistas, comunidades, de

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discernir, porque la gente está engañada. Muchos jóvenes sufren, no saben por qué, buscan la vida donde no está. Y esto está comprobado no sólo por el Camino Neocatecumenal y otras realidades que viven de la fe, sino de una inmenso grupo de mártires, vírgenes, santos, santas, que han hecho el bien, que han cuidado de los pobres, que han instituido hospitales, que han hecho escuelas, han promovido la cultura, la enseñanza a los pobres gratuita. Son frutos del cristianismo. No es una manía de hoy mirar a los pobres, siempre la Iglesia ha mirado a los pobres, porque es consecuencia del amor de Dios en nosotros, de ayudar a los que necesitan. Y aquí especifica dos términos griegos, uno se llama "hypomone", que significa paciencia, perseverancia y constancia, porque el Señor ha dejado en nuestras manos un tesoro enorme. Hemos descubierto, el Señor nos ha entregado la perla preciosa, escondida en el campo. Para el creyente es necesario saber soportar pacientemente las pruebas para conseguir la plenitud de las promesas. En la primera tribulación uno ya duda, ya piensa que Dios no existe. El pueblo de Israel esperó 400 años en el exilio que llegase el libertador, lleno de sufrimientos, esclavitud, pero nunca dudó que que Moisés habría llegado. Abraham esperó 25 años el hijo. Esto es hipomone, paciencia, perseverancia y constancia. No tener miedo de nada, pase lo que pase. Hipóstole significa sustraerse. Quién no osa decir la verdad abiertamente y con franqueza. Te callas, no dices nada, ni tan siquiera darse a conocer como cristiano y mucho menos como neocatecúmeno. Éste es otro peligro, porque esconderse de los hombres, por espíritu de temor, conduce a la perdición (Hb 10,39). Porque no nos dio al Señor un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza. La vida eterna ¿Qué es? Y después concluye esta bellísima encíclica, hablando de la vida eterna. ¿Qué es la vida eterna? La fe cristiana para nosotros hoy es también una esperanza que transforma y sostiene nuestra vida, performa nuestra vida. En la búsqueda de una respuesta deseo empezar por la forma clásica del diálogo del rito bautismal que expresaba la acogida del recién nacido en la comunidad de los creyentes y su nacimiento en Cristo. Cuando uno se presentaba para bautizar, el cura decía: "¿Qué nombre le das a tu hijo?” “Celestino”. “¿Y qué pides a la Iglesia?” “La fe”. “¿Y qué te da la fe?”. “La vida eterna". Ahora en el ritual actual, ya la respuesta “la vida eterna” es la tercera opción. Bien, entonces, si puedo, digo una palabra de introducción al Apocalipsis y mañana acabo.

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El libro de la Revelación de Jesucristo, el Apocalipsis, como respuesta a los tiempos actuales Para poder hablar y comprender la luz que nos viene del Apocalipsis es importante precisar que ésta forma parte de la última fase de la Revelación o de la Historia de la Economía de la Salvación. He preparado esta parte de la catequesis con la preciosa colaboración de D. Francesco Voltaggio El Concilio Vaticano II, importantísimo –que no está superado– descubrió la Economía de la Salvación o Historia de la Salvación, que está dividida en el tiempo de la preparación –desde Adán, Noé, Abraham hasta Jesucristo– el tiempo de la plenitud –Jesucristo, su ministerio en la tierra, la pasión, la muerte, la Resurrección y Ascensión en la gloria donde glorifica también a nuestra humanidad y nos abre las puertas del cielo– y una tercera fase que va de la Ascensión del Señor y el don del Espíritu Santo hasta el retorno de Jesucristo. Con el retorno se cierra y se cumple la Revelación. Después del Evangelio, los Hechos de los Apóstoles hablan del nacimiento de la Iglesia, y las cartas de los Apóstoles y la carta a los Hebreos –que actualiza la figura antigua de la Pascua con Jesucristo–, como escrutamos el primer día en el capítulo 10 de la Carta a los Hebreos: “¡He aquí que vengo a hacer, oh, Dios, tu voluntad”. No quisiste sacrificios ni holocaustos, yo vengo a obedecer, a dar la vida para salvar a los hombres que han caído en el infierno, y luego viene el Libro de la Revelación. Desgraciadamente el término “apocalipsis” es entendido por muchos como “catástrofe”. Recuerdo que hace unos dos meses vino una terrible tempestad de hielo sobre Milán que aplastó a los coches –lo vi también en Suiza– y los periódicos escribieron: “Ha llegado el apocalipsis”. Esta es una deformación. El apocalipsis no habla de esto, esto lo dicen las películas que se han hecho sobre el Apocalipsis, pero no tiene nada que ver con la Escritura. Por tanto, no nos asustemos. 9 Yo, Juan, vuestro hermano y compañero de la tribulación, del reino y de la paciencia, en Jesús. Yo me encontraba en la isla llamada Patmos, por causa de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesús. 10 Caí en éxtasis el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz, como de trompeta, que decía: 12 Me volví a ver qué voz era la que me hablaba y al volverme, vi siete candeleros de oro, 13 y en medio de los candeleros como a un Hijo de hombre, vestido de una túnica talar, ceñido al talle con un ceñidor de oro. 14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos, como la lana blanca, como la nieve; sus ojos como llama de fuego; 15 sus pies parecían de metal precioso acrisolado en el horno; su voz como voz de grandes aguas. 16 Tenía en su mano derecha siete estrellas, y de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro, como el sol cuando brilla con toda su fuerza.

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Ni tan siquiera la inteligencia artificial logra representar a esta figura que trasciende, es un lenguaje simbólico, escatológico. ¿Qué quiere decir “lenguaje simbólico”? Vosotros lo sabéis de seguro, pero como yo soy ignorante y quizá lo sea también alguno al que lo transmitiremos, me permito explicarlo. Juan utiliza un lenguaje de tipo simbólico (cf. nota 13), un lenguaje escatológico, que ya usaron los grandes profetas para profetizar los castigos de Dios a los enemigos de su pueblo y contra la infidelidad de su Pueblo, cuando éste se mostraba rebelde e idólatra, adúltero. El símbolo expresa por un lado una realidad, pero en su mayor parte una realidad que ni siquiera podemos imaginar, que va más allá de nosotros mismos. Por esto los colores fuertes, fuego, oro, etc., que indican una cosa magnífica, estupenda. San Juan se desploma ante esta visión. ¿Qué nos dice todo esto? Con el permiso de Kiko, os cuento un episodio de mi vida que si Dios quiere leeréis en el libro, cuando ya habré muerto. Cuando tenía 16 o 18 años fui a visitar a una benefactora –porque nosotros los combonianos durante las vacaciones íbamos a pedir ayuda, como deberían hacer también los de los Redemptoris Mater– . Pedir ayuda. Entonces, entré en una iglesia a visitar al Señor y me encontré con dos cuadros enormes, de un pintor que se llama Tiépolo. En Pieve di Cadore. Estos cuadros eran de unos 10 metros de altura y 5 de anchura. Os explico esto porque, como dice Kiko, la pintura habla por imágenes. Y ¿qué ven mis ojos? Leo: en el primer cuadro está representado, El Sacrificio di Melquisedec En el centro del cuadro están los dos protagonistas: Abraham, con vestimentas militares y con las manos juntas, que se arrodilla en oración ante Melquisedec que eleva al cielo un plato que contiene un pan. Detrás de él hay un altar. En la parte superior del cuadro, los ángeles se asoman desde las nubes para observar lo que está sucediendo en la tierra; a lo lejos, rodeado por un resplandor de luz divina, se divisa a Dios Padre que está bendiciendo apoyado en el globo terráqueo, símbolo de su poder sobre el mundo. La caída del Maná En la parte inferior, los israelitas distribuidos en varias posturas: agachados para recoger el maná o con los brazos levantados. A la izquierda, sobre una roca que se levanta sobre el suelo, Moisés alza sus brazos y mira al cielo, acompañado por otras figuras que lo rodean. Finalmente, en lo alto, entre las nubes, están los ángeles, uno de los cuales sostiene el recipiente del que cae el alimento divino.

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Estos tres niveles, cuyas figuras aluden al mundo terrenal, al mundo celestial y a la mediación entre las dos partes de Moisés, están unidos entre ellos desde un punto de vista compositivo. Lo que me impresionó fue la unión entre lo que sucede en el cielo y lo que sucede en la tierra. Kiko dice en el kerigma: “Mientras yo predico, Jesucristo intercede y desciende el Espíritu Santo”, y esto se realiza no solo en la predicación sino también en las celebraciones de la Palabra y también, sobre todo, en la liturgia celeste. Por eso nos unimos a los ángeles, a los tronos, a las dominaciones, a los santos y cantamos: “Santo, Santo, Santo”. No porque estén ahí en las nubes sino porque están presentes, están presentes más allá del tiempo y del espacio, no conocen límite alguno. Por eso he querido contaros este hecho de mi vida, porque me parece bastante “escultórico”. Sigamos adelante. Ya he dicho que el término “apocalipsis” no es sinónimo de “catástrofe”. El Apocalipsis es un luminoso libro de esperanza, que contiene sobre todo una lectura profética de la historia, escrita para la consolación de los cristianos perseguidos y que viven en la tribulación. Un autor famoso, Ugo Vanni, al que estudié en teología y que no he podido citar aquí, dice: “El libro del Apocalipsis es un libro de amor, es el libro de un enamorado”. ¿Os acordáis de lo que dije el año pasado? Un señor buscó una mujer fea, la recogió en su sangre, la hizo crecer, la embelleció, ella lo traicionó y él la acogió. En esta mujer estábamos tú y yo, sucios por el pecado original, y que Dios nos ha visto para la eternidad. Él se ha enamorado de nosotros y se ha empeñado en hacernos bellos. Y ahora, aunque ya seamos viejecitos, el cuerpo exterior se desmorona pero el interior se corrobora. Los santos que han visto las almas, también las de los viejecitos, se han quedado impresionados porque la gloria de Dios está sembrada dentro de nosotros. Cuando moriremos, resucitaremos con Él. Como os decía, el Apocalipsis es un libro profético, que se comprende solo escrutándolo, por eso no os explico lo que dice sino que os doy solo algunas pinceladas principales, que pueden ser útiles hoy para nuestras comunidades, para sostener la prueba que tenemos en nuestros ambientes, en nuestras familias, con nuestros hijos. Por esto Juan, que está aislado en Patmos bajo arresto domiciliario, escribió a las siete iglesias del Asia Menor, para sostener su fe. Sabéis que el número siete es un número simbólico, significa plenitud. Habla de siete cartas, habla de de siete candelabros de oro, de siete iglesias, tiene la visión en el domingo, ve la liturgia la liturgia en el templo celeste. Quiere decir que las siete iglesias somos también nosotros, la Iglesia de hoy. El Apocalipsis no habla tanto del final, del último día, habla de lo que sucede en la tierra a la Iglesia inmersa en una realidad de paganismo, dominada por el demonio, simbolizada por la mujer y el dragón. 56

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Cuenta lo que le sucede a la Iglesia primitiva, lo que sucede después de la Iglesia primitiva, en cada época, lo que sucede hoy. Es, por tanto, una ayuda para leer la historia de hoy a la luz del Apocalipsis. Cuanto más la escrutamos, más conseguimos comprender este lenguaje, que es intencionadamente simbólico, porque solo el Cordero tiene el poder de abrir los sellos y manifestar lo que en él está escondido. Obviamente, aquí Juan habla a los cristianos después del emperador romano Nerón que incendió Roma y persiguió a judíos y cristianos, probablemente habla de las persecuciones de Domiciano. La tentación era, pues, la de renegar de Jesucristo para evitar la persecución o simplemente la de seguir las modas del tiempo y unirse al espíritu de la época romana (tal como sucede hoy en día). Jesucristo exhorta a los cristianos a ser fieles, para que puedan vencer con el Espíritu del Cordero y “conquistar” el imperio romano con su humildad y su amor al enemigo. ¿Cuál es el espíritu del Cordero que logra derrotar a satanás? Dejarse matar, dejarse degollar. Así ha vencido Jesucristo, así vencieron los primeros cristianos. El martirio, que puede ser de sangre o puede ser de cada día, o pueden ser las cruces. Jesucristo promete una recompensa maravillosa a los hermanos de las comunidades. Cada recompensa está unida directamente a la visión final del libro sobre el matrimonio entre el cielo y la tierra, entre el Cordero y su Esposa, la Jerusalén celeste, la Iglesia. Al principio el Apocalipsis establece la pista principal que guiará la trama del libro: la Iglesia heredará el nuevo mundo que Dios tiene reservado, porque la fidelidad a Jesús está descrita como una conquista. Al vencedor, al que sabe luchar bien, le daré una corona, dice Jesucristo. Quizás sea bueno suspender la catequesis en este punto, falta muy poco y mañana por la mañana acabaremos. KIKO: Muy bien. Vamos a cenar, ¡ánimo, chicos! Buena cena. Nos vemos mañana, aquí, a las 10,30.

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DOMINGO, 15 OCTUBRE 2023

P. MARIO: Oremos. Te bendecimos por tu amor, por ese día de la resurrección de tu Hijo. Te pedimos en su nombre envíanos tu Santo Espíritu, tu ves nuestra mi debilidad. Por eso, te pedimos que tu Santo Espíritu pueda suplir. Envía a tu Santo Espíritu, que me ilumine, me inspire y ayude a estos hermanos a escuchar tu sabiduría que viene de este libro del Apocalipsis, por Cristo nuestro Señor. Amén. Retomemos, pues, la lectura de la historia de hoy a la luz del Libro del libro del Apocalipsis. No voy a ocuparme de todos los detalles -ya lo haréis vosotrosporque este libro está escrito para ser proclamado y escrutado en actitud de oración, poco a poco, para que el Espíritu Santo nos introduzca en su sentido profundo. Las lecciones o conferencias de especialistas no bastan, sirven sólo hasta cierto punto. A las siete iglesias de Asia Menor: Masacre de los cristianos. Nerón y Domiciano Estamos en tiempo de persecución y Juan escribe estas cartas a las Siete Iglesias, lo que significa que también nos las escribe a nosotros para fortalecernos. La tentación era negar a Jesucristo para evitar la persecución, Juan exhorta a los cristianos a ser fieles para que con el Espíritu del Cordero puedan vencer las tentaciones del diablo con su mansedumbre y el amor a los enemigos. Sólo mencionaré algunos símbolos porque este libro del Apocalipsis está escrito de forma moderna. No sé si habéis visto estas películas modernas en las que hacen muchos flashbacks, avanzan, luego regresan y luego comienzan de nuevo, así que podemos decir -un poco al estilo de los documentos del Papa Juan Pablo II sobre la Teología del Cuerpo y en el libro "Amor y libertad"-; también Juan Pablo II siguió un estilo en espiral, partiendo de un círculo amplio y estrechándose cada vez más, repite los mismos conceptos desde otros puntos de vista, aunque el centro sea único. Hablaré de algunas figuras –no puedo hablar de todas– y comenzamos con la figura del Trono y el Cordero. Dice que aparece el Trono celestial de Dios y lo describe con imágenes tomadas del Antiguo Testamento. No se puede entender el Apocalipsis sin conocer el lenguaje profético e histórico del Antiguo Testamento.

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El Trono simboliza la realeza y la soberanía de Dios y del Cordero . Como vimos ayer, está rodeado por veinticuatro ancianos y cuatro seres vivientes, que representan a todas las criaturas angélicas y terrenales, que honran al único Dios que es "Santo, Santo, Santo" en una magnífica liturgia celestial. Los veinticuatro ancianos representan al pueblo de Dios del Antiguo Testamento con los doce jefes de las tribus de Israel y los doce apóstoles -la Iglesia- sentados en sus respectivos tronos, adorando a Dios y a Cristo. Estas 12 tribus y los doce Apóstoles son la historicidad del acontecimiento de la revelación de Dios que, como muchas veces dijeron Carmen y Kiko, no son teorías ni filosofías inventadas por alguien, sino que son el relato de una historia en el tiempo y el espacio y luego cumplida con la encarnación de Jesucristo. Así que nuestra base es histórica, no es una cuestión de ideologías. Los cuatro seres vivientes se refieren directamente a la visión de la Mercabá, el carro de fuego y el trono de Dios. Simbolizan a los evangelistas (Ireneo, Adv. Haer. III,11,8) y a los cuatro evangelios anunciados en los cuatro puntos cardinales de la tierra (Jerónimo, Com. Ez. I,3,15). La Mercabá, la gloria "móvil" de Dios, que va en todas direcciones al mismo tiempo, es símbolo de la evangelización en todas direcciones, hasta los confines de la tierra, que hoy se realiza a través de los misioneros, los itinerantes, familias en misión, etc. En la mano de Dios hay un libro sellado con siete sellos. Simboliza la historia, pero también el Apocalipsis mismo, en un sentido más general. “Siete sellos” significa que la historia es completamente incomprensible para el hombre si no es a través del Cordero, inmolado, pero que está “en pie”, herido de muerte, pero en pie, es decir, resucitado y victorioso (5,6). El misterio pascual de Cristo nos abre las Escrituras e ilumina nuestra vida. El cordero tiene siete cuernos, símbolo de la plenitud del poder y la autoridad mesiánicos, y tiene siete ojos, signo del Espíritu y del discernimiento. Este poder que Jesús manifestaba cuando estaba en la tierra, expulsando demonios, realizando milagros, no para curar sino como signo de su divinidad y que algunos reconocían, pero otros rechazaban. Él tiene un poder absoluto. Nadie es capaz de abrir el libro hasta que Juan oye hablar de alguien que puede hacerlo: sólo el León de la tribu de Judá puede abrirlo. Este León, como han subrayado varios Padres de la Iglesia –Kiko le ha puesto música sinfónica que interpretaremos en Trieste–, el León se ha convertido en Cordero. Él, sacrificado y ensangrentado, está allí vivo y dispuesto a abrir el libro. Porque el Reino victorioso de Dios ha sido inaugurado a través del Mesías Crucificado. Jesús venció a sus enemigos muriendo por ellos, como el verdadero Cordero Pascual, para que pudieran ser redimidos gracias a su resurrección. La muerte

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de Jesús en la Cruz no fue una derrota, sino su instalación en el Trono y la forma en que venció al mal. La visión termina con el Cordero al lado de aquel que está sentado en el Trono y juntos son adorados como Único Dios, el Anciano y el Cordero. En este momento el Cordero comienza a abrir el libro: es un símbolo de su autoridad divina y de su capacidad de dirigir la historia hacia su consumación. Aquí estamos. La mujer, el dragón y las bestias El toque de la séptima trompeta no comienza con el anuncio de una plaga, sino con una liturgia celestial: todos estos cánticos de alabanza, honor, gloria y poder al Cordero, a Aquel que está sentado en el trono que también recitamos nosotros, los mártires, los santos con los ángeles, dan gloria a Dios, le damos gracias infinitamente, como también lo hacemos cuando nos salva del infierno compuesta de cánticos de victoria y la aparición del arca de la alianza en el cielo. Esto presagia la visión de la mujer. Aparece luminosa en todo su esplendor "vestida de sol". Kiko ayer os habló de la mujer y el dragón. Ella domina los tiempos, de hecho, tiene "la luna bajo sus pies", la luna mide los tiempos; tiene una corona símbolo de realeza y victoria, con doce estrellas, que representan las doce tribus de Israel y los doce apóstoles (12,1). La mujer es símbolo de la Virgen María, arca de la nueva alianza, que da a luz "un hijo varón, destinado a gobernar a todas las naciones con cetro de hierro" (12,5) y es también figura de la Iglesia que constantemente da a luz nuevos hijos en la fe. El dragón rojo (12,3) es un símbolo del demonio que a lo largo de los tiempos ha derramado la sangre de los fieles y quiere ocupar un lugar en el cielo que no le corresponde. El hijo de la mujer, Jesús, es arrebatado "hacia Dios y hacia su trono" (12,5), el cielo, una alusión a la Ascensión. Mientras tanto, la mujer encuentra refugio en el desierto, que es el lugar donde Dios realizó un catecumenado con su pueblo para prepararlo a entrar a la tierra prometida. Todavía hoy, Satanás hace la guerra a la mujer y a la matriz de la vida - como tantas veces nos habló Carmen -la mujer como mujer, como la verdadera Mujer, la Santísima Virgen María – ¡la única que es al mismo tiempo Virgen, Madre y Esposa! – y como Iglesia, genera nuevos hijos de Dios mientras estemos en la tierra. Sé que estas cosas ya las sabéis, pero estoy haciendo como los dibujos animados... para que no os canséis mucho, antes de que llegue Kiko haré un poco de comedia. La batalla en el cielo de Miguel y sus ángeles contra el dragón (12,7). A Miguel lo celebramos el otro día. El diablo ha sido desenmascarado y ha perdido definitivamente. Esta es una buena noticia para todo cristiano, porque la batalla ya ha sido ganada en el cielo. 60

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Es hermosa esa expresión de San Pablo en la carta a los Hebreos (6,17-20) con la que nos invita «a aferrarnos firmemente a la esperanza que se nos propone. Porque en ella tenemos un ancla segura y firme para nuestra vida: ella entra más allá del velo del santuario, donde Jesús entró como precursor por nosotros, convirtiéndose en Sumo Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec". El ancla de nuestra esperanza ya está en el cielo. Es una frase extraña porque el ancla normalmente -lo saben bien los que viven cerca del mar-, normalmente va abajo, no arriba, para proteger la barca de las olas, y en cambio San Pablo dice: el ancla de nuestra esperanza que es Jesucristo ya ha penetrado en los cielos, ya está segura para todos nosotros. Sabéis que la Iglesia condena dos herejías: la presunción de salvarse y la desesperación de condenarse. Mientras estemos vivos no desesperemos nunca, pero tampoco nunca presumamos de ser santos, hasta que hayamos fallecido. Así que la victoria ya es segura. Luego vomita un río, símbolo del diluvio, pero Dios es más fuerte que la muerte y por eso las aguas son tragadas por la tierra (12,15), igual que la muerte en Cristo "fue absorbida en la victoria" (1Cor 15,54). Ahora unas palabras sobre la Bestia. Es interesante que el Apocalipsis identifique los poderes políticos, económicos y culturales con animales. Hay una frase en un Salmo que dice que el hombre que resiste a Dios es como un animal que no entiende. Aquí identifica a estos poderes con animales, las bestias, porque no tienen corazón, matan, devoran. La Bestia La bestia representa la encarnación de las fuerzas del mal en el mundo. Tiene "diez cuernos", es decir, un poder enorme (¡pero no total como Cristo!). Recordaos que Satanás le pide permiso a Dios para tentar a Job. Satanás es el príncipe del mundo – el príncipe de este mundo será derribado – el Rey es Jesucristo. Aquí también hay una alusión al Imperio Romano. Es el poder de los imperios – he visto un video sobre diferentes imperios persas, egipcios… ¡cuántos imperios se han sucedido!; el poder del imperio se describe con su fuerza animal (león, oso, pantera), igual que en Daniel (7, 3-6). Aquí se vislumbra la fuerza de los cultos paganos y del culto imperial, del pensamiento único actual, para seducir a la humanidad y conducirla al culto idólatra (13,8). La segunda bestia (13,11), en cambio, está al servicio de la primera y favorece su adoración. Detrás de esta imagen podemos ver a los sacerdotes y ministros de los diversos cultos paganos, pero también a la propaganda y los medios de comunicación a favor del imperio satánico. Hoy tenemos los medios de comunicación que exageran, exaltan y dan a conocer todas las ideas de las bestias para bloquear con el miedo. En el número de la bestia, 666 (13,18), se ha descifrado el nombre de “César Nerón” o, mejor dicho, “César dios”. El número 666 representa la imperfección absoluta porque la perfección es 7, 70 veces 7, 61

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666 significa que no alcanza el poder, es inferior al Cordero. Satanás y sus emisarios humanos "imitan" a Dios, ¡pero sin llegar nunca al siete, que simboliza la perfección divina! El capítulo 14 contrapone el Cordero (el Verbo encarnado) a la encarnación del mal en la tierra. El Cordero está acompañado por 144.000 elegidos (14,1), un número simbólico compuesto por doce (tribus de Israel) por doce (apóstoles) por mil (totalidad). Indica la totalidad de los fieles del Antiguo y Nuevo Testamento. Son los que llevan la túnica blanca no porque nunca hayan tenido relaciones sexuales con una mujer, fornicación, no es por eso. Sino porque no se han postrado ante la idolatría, que en el Antiguo Testamento se ve constantemente como adulterio o fornicación. Son los que vienen de la gran tribulación y han lavado sus vestiduras en la sangre del Cordero. A continuación sigue una liturgia celestial, el anuncio del juicio de Dios (14,6-13) y de la cosecha de las naciones (14,14-20), vista en el contexto del cumplimiento de la profecía del lagarero de Isaías (63, 3- 6) en la Pascua de Jesús. Esto es muy interesante. Lo veremos más tarde. En el capítulo 15 aparecen siete ángeles con siete plagas (15,1). Estas plagas que Dios envía a la tierra que son la muerte, la peste, las plagas de Egipto, tienen como objetivo llamar al pueblo a volver a Dios, son castigos, pero en vista de hacer volver al origen, al único Dios. La cosecha de las naciones (14,14-20) es vista en el contexto del cumplimiento de la profecía del lagarero de Isaías (63,3-6) en la Pascua de Jesús porque el lagarero lleva un manto de sangre, pero la sangre es de Cristo, no de sus enemigos; Él derramó la sangre hasta morir. El mar transparente como el cristal (15,2; 21, 18,21; 22,1), por otra parte, es una alusión al Mar Rojo, pero lleva un símbolo de la nueva creación (los Padres de la Iglesia vieron en él un símbolo del agua bautismal), es de hecho, puro “como el cristal”. Los que están de pie sobre él son los vencedores (15,2), que han cruzado el mar y cantan el cántico de Moisés (15,3-4). Luego hay “siete copas de oro, llenas de la ira de Dios”. Luego está la caída de Babilonia, la gran prostituta. Babilonia es llamada “la gran prostituta” En el capítulo 17 se llama a Babilonia "la gran ramera" (17,1.5), un apelativo reservado con anterioridad a Nínive (Neh 3,4), Tiro (Is 23,15-16) e incluso a Jerusalén cuando se corrompió a causa del pecado de idolatría (Ez 16). Las " grandes aguas " (17,1) son con toda probabilidad una alusión a la actividad comercial marítima que siempre ha producido enormes y deshonestos beneficios a los grandes imperios, acompañados de opulencia e injusticia social. Una asociación entre el poder político y económico y los ejércitos, todos están juntos. La gran prostituta derrama la sangre de los justos. Pero después de haber impuesto su dominio durante algún tiempo, inexorablemente se derrumba bajo 62

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la ola de otra hegemonía, que toma su lugar, reavivando las fuerzas del mal en diferentes formas. Juan en su época ve a Roma como la encarnación de la gran prostituta: “Aquí se necesita una mente sabia. Las siete cabezas son las siete colinas (Roma se asienta sobre siete colinas) sobre las que está sentada la mujer. Y hay siete reyes” (17,9). La expresión "siete reyes" probablemente indica no un número finito, sino la totalidad de emperadores y gobernadores injustos. Esto da la idea de un ciclo continuo: en cada generación surgen emperadores, gobernantes y reinos que se oponen a la acción de Dios. No nombro los poderes que se están enfrentando estos días y que ya conocemos. El destino de la prostituta es nefasto. Cae a merced de sus amantes. La caída de Babilonia “¡Cayó, cayó la gran Babilonia! Se ha convertido en morada de demonios” (18,2; cf. Is 13,21; 34,11; Jer 50,39; 51,37; Sof 2,14). Así como ha bebido del vino de su prostitución (18,1), ahora debe beber de la copa de la ira divina (18,6-8). A esto le sigue el lamento de quienes se habían prostituido con ella: los reyes de la tierra (18,9-10), los comerciantes (18,11-17a) y los marineros (18,17b20). Ellos, sin embargo, lloran porque cesa la fuente de sus ingresos. La quiebra de los bancos nos iguala a todos. A la destrucción de Babilonia sigue la liturgia de alabanza de la inmensa multitud de fieles y justos (19,1). Ha cesado la maldad y la injusticia de Babilonia, el Señor ha manifestado su justicia (19,2). La novia, es decir, la humanidad redimida, está lista para celebrar las bodas definitivas con el Cordero (19,7). La visión de la “Palabra de Dios” con su ejército – el ejército del Cordero son las vestiduras blancas. Somos su ejército llamado a dar hoy la vida por los enemigos. La visión de la Palabra de Dios sobre el Caballo Blanco trae consigo los signos de la pasión que aparecen claramente asociados a la imagen del lagarero de Isaías (66,3). La batalla que tendrá que llevar a cabo se hará con la fuerza de su Palabra. Aquí aparece el caballo blanco cuyo nombre es “Palabra de Dios”. El Verbo de Dios, de hecho, lucha con su Palabra, sin armas. Lucha dando su vida, dando su sangre, muriendo por los impíos porque ama a todos, no juzga. Jesús dice: os perseguirán hasta la muerte, pensando que hacen la voluntad de Dios, así lo dice el Evangelio. También dice: os perseguirán porque no han conocido a Dios como nosotros. Por eso es fundamental el misterio de la Iglesia, vosotros sois sal, luz y levadura, en las primeras catequesis cuando los catequistas dibujaban un cuadrado y dibujaban círculos: el círculo de los llamados, de los elegidos, el círculo de los más cercanos, que son salados sobre el sentido de la vida, y el de los enemigos que tienen la misión de perseguirnos, de ponernos a prueba. La Iglesia es signo de salvación, de esperanza para los paganos, como 63

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predijo el Papa Juan Benedicto XVI, "cuando se sientan decepcionados, mirarán y volverán al Señor, gracias a este resto". La bestia y su profeta son capturados y arrojados vivos al lago de fuego. Aún no ha terminado, no mencionaré un tiempo de paz que durará 1.000 años y que también ha sido interpretado de forma herética, pero probablemente significa que después de esta gran tribulación, habrá un tiempo de paz en la tierra. Cuando se cumplan los mil años, Satanás será liberado de su prisión (21, 7 s.) para seducir a las naciones que están en los cuatro confines de la tierra, Gog y Magog, para la guerra: su número es como la arena del mar y sitiaron el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró. Y el diablo que los había seducido, fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde también están la bestia y el falso profeta: serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. JERUSALÉN CELESTIAL: LA ESPOSA DEL CORDERO Los dos últimos capítulos se centran en la visión de un cielo nuevo, una tierra nueva y la futura Jerusalén. “Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva -porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar no existe ya. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada para su esposo” (21,1s.). “Esta es la morada de Dios con los hombres! Pondrá su morará entre ellos y ellos serán su pueblo y él, Dios-con-ellos, será su Dios, y enjugará toda lágrima de sus ojos, y no habrá ya muerte ni habrá llanto ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado” (21,3-4). Si tenéis paciencia os leeré esta breve descripción y luego queda una última parte por hacer y terminaré. En el último Matrimonio Espiritual que celebramos este año en la Domus, en tiempo de Pascua, con la comunidad de San Luis Gonzaga, que son testigos aquí, y las dos comunidades de París, Bonne Nouvelle y Saint Honoré D'Eylau, en la Homilía – no sé si el Señor me inspiró o puse a prueba a los hermanos – dije: “El que estaba sentado en el trono dijo: 'He aquí, yo hago nuevas todas las cosas'. Entonces vino uno de los siete ángeles y me dijo: 'Ven que te voy a enseñar a la Novia, a la Esposa del Cordero. El ángel me trasladó en espíritu a un monte grande y alto y me mostró la Ciudad Santa de Jerusalén, que bajaba del cielo, de 64

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junto a Dios, resplandeciente con la gloria de Dios - aquí usa términos apocalípticos, sublimes e inexpresables en lenguaje humano - esplendor semejante a una joya preciosísima, de jaspe cristalino”. Kiko intentó reproducirlos en el Evangeliario. “La ciudad está rodeada por una muralla grande y alta con doce puertas. Sobre estas puertas hay doce ángeles que llevan escritos los nombres de las doce tribus de Israel. Sobre las puertas están grabados los nombres de los hijos de las doce tribus de Israel: tres puertas al oriente, tres al norte, tres al occidente y tres al sur - es una imagen perfecta, como era el Santo de los Santos-. Las murallas de la ciudad descansan sobre doce piedras, que llevan los nombres de los doce apóstoles del Cordero." Esto recuerda la carta a los Efesios que dice: “Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas y teniendo como piedra angular al mismo Jesucristo” (Ef 2,20). Estamos describiendo la ciudad santa, la santa Jerusalén. Luego mide la ciudad con la caña de medir. 12.000 estadios que según los estudiosos son 2.200 kilómetros, por lo que nada conocido en aquel momento podía superar esta altura, para que nada impuro pueda entrar, ni siquiera tronos o dominaciones terrenales. Su muralla tiene 144 codos (266 metros) de altura; está construida de jaspe y la ciudad es de oro puro, como vidrio puro. – Kiko intentó reproducir una imagen de estas piedras preciosas en el Evangeliario; se trata de un lenguaje simbólico que va más allá de cualquier interpretación: el primer cimiento es de jaspe, el segundo de zafiro, el tercero de calcedonia, el cuarto de esmeralda, el quinto de sardónica, cornalina, crisólito, berilo, topacio, crisoprasa, jacinto, amatista: la Jerusalén del cielo es maravillosa –. Y las doce puertas son doce perlas; cada puerta está hecha de una sola perla. Y la plaza de la ciudad es de oro puro, como cristal transparente. No hay templo en él porque el Señor Dios, el Todopoderoso y el Cordero son su templo. La ciudad no necesita la luz del sol ni la luz de la luna porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero es una realidad que ya estamos empezando a vivir con el matrimonio espiritual, introduciendo el contrato que vosotros suscribís – Las naciones caminarán a su luz y los reyes de la tierra traerán a ella su magnificencia”. El cardenal Ratzinger decía en el 68: “En el futuro la Iglesia perderá muchos de sus privilegios, será más pobre, sin poder político; pero estará formada por cristianos fundados sobre la roca que es Cristo” – puede ser que estemos entre los que predice el cardenal Ratzinger. Concluye diciendo: “Después de experimentar el fracaso del superhombre del posthumanismo, del hombre cibernético y de la inteligencia artificial, quedarán tan decepcionados que mirarán a estas comunidades y volverán al Señor”.

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Termino con una última aclaración. El Mandato de la Virgen María a Kiko y el Camino Neocatecumenal. Quería aclarar un detalle de mi discurso en el encuentro vocacional del Camino, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud convocada por el Papa Francisco. Quiero aclararlo porque tengo la impresión de que no me expresé bien y por eso alguien me preguntó qué quería decir. El día de la Apertura de la Causa de Beatificación del Carmen, celebrada solemnemente en Madrid, fue un acontecimiento histórico para mí y para el Camino y creo que para todos vosotros también. En aquella ocasión tuve algo así como una intuición, una iluminación, frente al Cardenal Osoro, al tribunal eclesiástico de la Diócesis, a los obispos, a los hermanos presentes y a los conectados vía internet, ¡un pueblo! Unos días antes, un cardenal nos había escrito disculpándose por no poder estar presente. En la carta decía: lamento no poder estar presente, pero quisiera subrayar que la Apertura de la Causa de Beatificación de Carmen coincide con el 60 aniversario del inicio del Concilio Vaticano II, del que Carmen era tan amante y junto con Kiko nos transmitió los fundamentos del Camino: celebración de la palabra, celebración de la Eucaristía y en comunidad. Cumpliendo el deseo del Concilio de "que sea restaurado el catecumenado", frente a este mundo secularizado y ateo, como respuesta a los nuevos desafíos: "Que se restablezca el Catecumenado por etapas", como en la Iglesia primitiva, con los escrutinios, signos que se ha recibido el Kerygma y de que la libre adhesión de los hermanos a la acción del Espíritu Santo va madurando poco a poco. Ahora bien, para mí esta celebración del 4 de diciembre de 2022 me confirmó en un pensamiento: mira qué casualidad: la causa de beatificación de Carmen se abre en el mes de diciembre de 2022, 60 años después de la inauguración de la primera sesión del Concilio Vaticano II presidida por el Papa Juan XXIII, y la otra coincidencia de que la Virgen se apareció a Kiko -en una forma especial, particular- el 8 de diciembre de 1959, un año después de la elección del Papa San Juan XXIII, el 28 de octubre de 1958. Me surgió una pregunta: dado que últimamente, especialmente en los últimos dos años, se habla mucho de las apariciones de la Virgen, en los últimos siglos, especialmente después de la Ilustración, desde la Revolución Francesa, desde la entronización de la diosa Razón en Notre Dame de París… La Virgen aparece primero en La Salette, luego en Lourdes y más tarde en Fátima, manifestando su amor maternal y llamando a la gente en un contexto de cristiandad, realizando milagros, atrayendo a las multitudes… Porque aún hoy la gente tiene sed de Dios. Lo hemos visto en la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa durante los días con el Papa, no sólo en nuestro encuentro; en el encuentro con el Papa pudimos comprobar que los jóvenes tienen sed de un pan sustancial 66

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que es la Eucaristía, la Palabra de Dios, porque es el único alimento que nutre la sustancia de nuestro ser; lo buscan en los nuevos ídolos, pero no lo encuentran. Entonces Nuestra Señora utilizó este lenguaje, adaptándose a la situación histórica de cristiandad hasta hoy, pero en su previdencia – esta es mi interpretación bastaba con que se le apareciera a Kiko una sola vez - a veces, hablando con Kiko y Carmen, nos preguntábamos: ¿por qué la Virgen María se apareció sólo una vez y luego nunca más? En mi opinión: el significado se encuentra en su previsión de Madre, en su clarividencia, previendo que en este momento difícil que se estaba gestando para la sociedad y para la Iglesia hoy, ya no serviría un lenguaje religioso, dio este encargo en una especie de visión real, pero intelectual, y dijo: “Hay que hacer comunidades cristianas como la Sagrada Familia de Nazaret que vivan en humildad, sencillez y alabanza. El otro es Cristo”. Y eso fue todo. No explicó nada. Como hizo con los niños pastores, les hablaba de cosas que no sabían. Cuando Francisco preguntó a un amigo: ¿qué es Rusia? Él le respondió: un vecino mío tiene una vaca a la que llama "Rusia". Y a Bernadette: “¡Yo soy la Inmaculada Concepción!” Ve y díselo al párroco y éste le dice: “pero ¿quién te ha dicho eso?” “¡La Señora!” Y él se quedó asombrado: “¿cómo es posible?” Porque 4 años antes, en Roma, el Papa había proclamado el Dogma de la Inmaculada Concepción. Tampoco Kiko entendió nada de lo que le dijo la Virgen, sólo se quedó con: "El otro es Cristo". Su primer pensamiento fue hablar con sus amigos más cercanos, pensando que era una invitación a hacerse monje, reunirse para orar, ir a misa. Se había convertido recientemente y ya había formado un pequeño grupo. El Señor se encargó de mostrar el camino: llegó Carmen, fueron a las barracas, el Señor los llevó y allí nació la semilla del Camino Neocatecumenal. Luego en el año 1970 cuando visitamos la cueva de San José, donde vivía la familia de Nazaret, al entrar vimos la Mikvah, con los siete escalones, ya había hecho renovar el bautismo a la primera comunidad de Madrid, de la Parroquia de Arguelles. Pero frente a esa Mikvah transformada en la primera piscina bautismal por la primera comunidad judeocristiana, les llevó a redescubrir, poco a poco, la iniciación cristiana y la renovación de las promesas bautismales. El Señor no se limitó a una invitación, sino que abrió un camino de conversión para los alejados: "y por ella retornarán los pecadores, los ciegos y los cojos". ¡Un Camino! Lo que más me impresionó fue que todas estas predicciones se cumplieron, porque el 4 de diciembre de 2022 estábamos allí, fruto de todo esto. Fue suficiente una sola vez. Solía preguntarme: ¿pero por qué? Esa única vez fue suficiente. Lo importante es que se hizo realidad, esto es una gran responsabilidad para todos nosotros. A la hora de redactar los Estatutos, en el año 1997, después de la convivencia del Sinaí con monseñor Estanislao Rylko, el Papa Juan Pablo II nos 67

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recibió en el Vaticano y nos dijo: "este es un momento histórico para el Camino, porque tenemos que encontrar un marco institucional para garantizar la continuidad. Estáis celebrando 30 años y es hora de buscar una sede institucional, el Señor ha puesto en vuestras manos un gran tesoro: ¿cómo conservarlo? ¿Cómo transmitirlo? Por esta razón era necesario el reconocimiento de los Estatutos. ¡Pero los estatutos no son suficientes! Lo más necesario es: fidelidad al Camino, a lo que Kiko y Carmen, inspirados por el Señor y la Virgen María, nos han transmitido. Siempre ha habido algunos que se creen más inteligentes que Kiko y Carmen, que quieren adaptar las catequesis, otros han dicho: “es mejor que las catequesis las hagan los curas, no estos laicos”; siempre los hay y siempre los habrá. Lo digo especialmente para los catequistas. El Señor ha querido que el Camino se desarrollara en comunión con el Obispo, representado por el párroco y "bajo la guía de los catequistas según las indicaciones de los iniciadores". Aquí estamos todos implicados, somos responsables de trasmitir el Camino a las próximas generaciones. Por eso son muy importantes los escrutinios, las diferentes etapas; siendo misericordiosos, sí, pero de verdad. Sobre todo, obedecer a lo que el Señor inspiró a Kiko y Carmen: celebración de Laudes el domingo por la mañana, la transmisión de la fe a los hijos, la apertura a la vida. Algunos han obedecido y por eso disfrutan de sus frutos, siempre hay algún hijo que reclama su libertad: no pasa nada, el Señor hará un camino con él. Muy importante es que los que no han obedecido, han perdido a sus hijos; los que obedecen tendrán algunas dificultades, pero la mayoría de sus hijos están siguiendo un camino de conversión. En esto es muy importante la vigilancia de los padres sobre sus hijos desde pequeños: no hagamos como nuestros padres que abandonaron su educación en manos de los curas del oratorio Parroquial. No, Dios os ha confiado primero a vosotros, padres, la transmisión de la fe a vuestros hijos, tenéis que hablar con ellos. Cuidado con los móviles, las tablets, vigiladlos, quitádselos durante algunos períodos. El Espíritu Santo os ayudará, no podemos hacer reglas y leyes; Kiko y Carmen nunca quisieron hacer ninguna, recomendaciones sí. Evitad los juicios: uno hace esto, el otro hace aquello... Dejad el juicio a Dios. Escucharéis cómo es hermosa la segunda lectura de hoy. Nos exhorta a ayudarnos unos a otros, a no enfrentarnos unos a otros. El Cordero vence dando la sangre, si queremos ser suyos, tenemos el don de lavar nuestras vestiduras en cada Eucaristía y en el sacramento de la Penitencia. 68

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¡Que el Señor nos ayude y cumpla todo esto en nuestras vidas! Bien, yo hoy he acabado. Lo que no he dicho está escrito, para los que quieran, en el texto escrito. ALGUNOS AVISOS. ASCENSIÓN: Protección de menores. Informaciones muy importantes. Es un tema complejo y detallado, que atañe en particular a todos los catequistas. Se trata del grave problema de la protección y la salvaguardia de los menores y de las personas vulnerables, al que la Iglesia está prestándole una atención especial (el Papa Francisco ha instituido una comisión de trabajo para esta cuestión) y también nosotros, en el Camino, debemos estar especialmente atentos: por eso nos ha parecido bien preparar unas «Directrices». Unas directrices muy generales, porque en cada nación, cada conferencia episcopal aplica luego unas normas, cada diócesis las concretiza y luego hasta cada párroco puede interpretarlas de un modo. Entonces nosotros actuamos según la diócesis y el párroco lo indiquen. No hace falta reiterar que todos estamos convencidos de la gravedad del momento y que todos le prestamos ya toda la atención necesaria: el Camino, con su constante llamada a la conversión, a un corazón nuevo, recibe ya, cada vez que se escucha la Palabra de Dios o se celebra la Eucaristía, gracias e indicaciones precisas en la dirección propia de un camino de conversión. El Camino, que por estatuto no es una asociación ni un movimiento, sino una iniciación cristiana que se desarrolla en las parroquias y diócesis, en lo que respecta a la protección de menores y personas vulnerables se atiene a todo lo que la parroquia y la diócesis establece en esta materia. Lo que aquí se ha preparado como Directrices –y que entregaremos a la Santa Sede, garante de una metodología adecuada también por parte del Camino– os lo comunicamos ahora de palabra. Una de las peticiones que se nos han hecho en varias diócesis es la de encontrar una persona «apropiada», una especie de «delegado» que se ponga en contacto con la oficina diocesana para la protección. Os leo este punto: Es conveniente que los catequistas del Camino Neocatecumenal, delegados para un lugar particular –responsables de una zona– designen un encargado de confianza [...] para que se ponga en contacto con la oficina diocesana de protección de menores para constituir una posición de referencia. 69

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En definitiva, tener una persona a nivel de diócesis que haga de referencia para todos los casos, a veces –si es necesario– para denunciar, pero también simplemente para informar, para aclarar: tener un encargado en la diócesis. Este encargado deberá participar en los cursos informativos preparados por la Conferencia Episcopal y luego realizar el servicio de persona de referencia de la diócesis y de las comunidades del lugar para los trámites requeridos y la realización de las gestiones necesarias. Los catequistas evaluarán junto con la oficina diocesana la extensión del servicio de apoyo que el encargado deberá cubrir, caso por caso, y dispondrán junto con el párroco las modalidades de actuación oportunas de las presentes directrices para la comunidad. Como bien podéis comprender, la legislación al respecto es tan diferente de un país a otro que se hace prácticamente imposible establecer unas «directrices» para todo el Camino, que opera en los cinco continentes. Por eso creemos que es importante preparar bien la formación de los catequistas. Tampoco la cuestión de un delegado debe resolverse de la noche a la mañana: los catequistas deben prepararla bien y encontrar a una persona adecuada y capaz. La pastoral propia del Camino (catequesis, preparaciones, celebraciones, convivencias, postconfirmación…) a menudo implica a menores o a personas vulnerables. A esto se le debe prestar toda la atención necesaria, tanto para el transporte (en el transporte que no estén solos un menor y un adulto), como para la eventual pernoctación durante una convivencia (que en una habitación no se quede un menor con un adulto), evitando siempre espacios cerrados, no visibles, y encuentros privados. Es bueno que los catequistas trabajen siempre en equipo. Siempre va el equipo de catequistas juntos, o sea, sería un grave error, que un catequista solo se encuentre con un menor, absolutamente. Los presbíteros ya están más mentalizados, ya saben que no pueden estar en una habitación con un menor, o en una habitación que no haya cristales o con la puerta abierta, de manera que haya testigos de lo que está pasando en esa habitación. Otra indicación fundamental, pero que creo que ya seguimos todos es la siguiente: la responsabilidad de la supervisión –como ha dicho Mario antes– recae, ante todo, sobre los padres. Los padres son los garantes y deben informarse sobre los movimientos de los hijos en la comunidad o al ir de convivencia. Es importante para los catequistas cooperar seriamente con el párroco y también tratar eventualmente con él la normativa diocesana o parroquial, si la hay. Encontrar una forma de colaboración para que la protección de los menores –que, por un lado, prevé normas sancionadoras si es necesario; pero que, por otro lado, ante todo la salvaguardia– tenga siempre la máxima importancia. Está claro que, en lo que respecta a la «salvaguardia», el deber de prevenir de todas las maneras posibles cualquier situación de abuso en el ámbito eclesial no

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afecta solo a los catequistas, sino también a todos los hermanos del Camino, siempre atentos a las indicaciones dadas por la parroquia y la diócesis. Una nota importante, que mencionaba antes Mario: el uso de las redes sociales no es coherente con las metodologías del Camino. Se recomienda que las comunicaciones se realicen principalmente de viva voz, evitando el uso de la mensajería WhatsApp y similares, especialmente en las comunidades con menores de edad. Son normas de prevención, de protección de los menores, para que estemos atentos; que ya lo estamos y nos ocupamos tanto de los jóvenes en el Camino. No es asustaros, es mentalizarnos todos de que tenemos que proteger a los menores para que no pase nada y que normalmente en el Camino ya estamos atentos en esto. Grupos de recuperación de dependencias El año pasado el P. Mario en su catequesis, al final, uno de los puntos era la dependencia de la pornografía. Nosotros propusimos un tipo de curación, os acordáis, unos grupos que se encuentran de modo anónimo. Primero, con lo de la pornografía hay que tener cuidado, porque algunos catequistas, en cuanto un catecúmeno dice que ha caído en la pornografía, le mandan al psicólogo y no es así. O sea, existe la fuerza de la gracia y el arrepentimiento y el deseo de cambiar. Ayer una hermana decía que esto es como un hospital, o sea, el Señor tiene poder para curar y sanar de los pecados. Entonces, aunque aparezca el pecado de la pornografía, no hay que ir corriendo al psicólogo, hay que ayudar a ese hermano a que se levante, con la confesión, con los sacramentos, a darle ánimo si es que quiere salir de esa dependencia. KIKO: Esto de la pornografía es un ataque a la gracia del Señor en nosotros. Un abuso y un insulto a Dios. ASCENSIÓN: Un catequista, cuando se encuentra con un adulto que está en una situación ya grave, de vicio, que no puede estudiar, que no puede trabajar, que está enfermo, entonces se le manda al médico, se le manda al psicólogo. El año pasado presentamos unos grupos anónimos, la Asociación María Magdalena de la diócesis de Roma, que actúa en distintos idiomas, son grupos multilingües y que están ayudando mucho. Y decíamos que el catequista se ponga en contacto primero con los de esta asociación y que se informe primero, pero hemos visto que no. Es mejor que una vez que el catequista ve que hay una situación grave de dependencia, que está verdaderamente enfermo, que le diga: 71

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“Tienes que ir a curarte”. Y ese hermano elige el método que quiera, puede elegir estos grupos anónimos o puede elegir un psicólogo en las diócesis, hay muy buenos psicólogos, en Murcia está el CAIF, este centro de ayuda y en todas las diócesis hay psicólogos cristianos. O sea, el Camino no tiene nada que ver con estos grupos ni con estos psicólogos: somos una cosa aparte. En el Camino lo que hacen los catequistas es llamar a conversión. Y al que está enfermo, se le invita a que vaya al médico a curarse. Pero el Camino y estos grupos, estamos separados. Esto que quede claro. Estos grupos han hecho mucho bien, están haciendo mucho bien, pero aunque la persona que lo lleva es del Camino, no es un apartado del Camino. Como cuando uno tiene un cáncer, va al hospital y elige el que quiere, el hospital que quiere. Si quiere, se va a curar y, al mismo tiempo, hace el Camino en su comunidad. Taller litúrgico. Carmen, la mujer de Antonio Ábalos, es la responsable del taller litúrgico, los que hacen estos maravillosos paños de atril. Entonces, las hermanas que están en este taller ya son mayores y necesitamos, si queremos que esto continúe, una renovación generacional. Ellas, hasta ahora, y así tiene que ser, -porque es el deseo de Kiko-, es un servicio a la evangelización. Ellas están rezando y cosiendo y no cobran nada. Solamente se pagan los tejidos, que son muy caros, los paños son caros porque son materiales preciosos. Pero ellas lo ofrecen todo por la evangelización. Entonces, si en las zonas podéis, si alguna hermana se siente llamada a servir al Señor, que tiene capacidad, claro, tiene que tener capacidad para saber coser o que quiera aprender, ve que el Señor le llama a este servicio de ofrecer su tiempo, su vida para el arte litúrgico, entonces puede ponerse en contacto con el taller litúrgico de Madrid. Pero es una cosa muy seria, no se puede decir "voy en 15 días y aprendo y luego yo hago". No, esto es una obra de arte y como me decía Carmen ahora, es que una que viene un mes no sirve, o sea tiene que ser que verdaderamente vea que Dios le llama a ese servicio y necesita al menos un año estar aprendiendo con ellas en el taller. Si son de fuera, pues ya veríamos cómo organizar o bien una acogida, pensaríamos si aparecen hermanas cómo acogerlas o cómo hacer. Pero es un servicio a la evangelización. Si alguna hermana se levanta para esta misión, que sus catequistas llamen al Centro Neocatecumenal y la pondrían en contacto con Carmen, la responsable del Taller Litúrgico. Centros vocacionales de chicos y de chicas. Visteis en el vídeo, ya sabéis que en Lisboa se han levantado muchos chicos y chicas, entonces hemos visto que los centros vocacionales son muy importantes, para que no se nos pierdan las vocaciones en los chicos que Dios está llamando. 72

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Con referencia a los centros vocacionales de chicos, queremos dar unas indicaciones, porque la Santa Sede está reformando los estudios de los seminarios y está exigiendo en las diócesis que haya un año propedéutico, o sea, sería como un primer año antes de entrar definitivamente en el seminario. Entonces, nosotros hemos visto que nuestros seminaristas, que están bastantes años estudiando, luego los enviamos en misión dos o tres años de itinerancia, pues se nos presentan con algunos, con ocho y diez años de seminario. Aparte de que nosotros, cuando un chico entra en el seminario, tienen ya la fe que han recibido de su familia, la fe que ha madurado en su comunidad. Esta normativa de hacer un año propedéutico preparatorio, pues la Santa Sede la ha hecho para muchos que vienen… uno que viene, que ha conocido a Dios y me meto al seminario para situaciones en las que no están formados, que algunos confunden la vocación con el conocer a Cristo en algunas naciones. Para evitar la confusión entre conversión y vocación, que en algunos casos puede pasar, han pensado este año preparatorio antes de entrar en el seminario. Entonces, han hecho esta norma y nosotros hemos visto y algunos obispos lo están aceptando, la mayoría que con nuestra formación de comunidad y nuestra formación familiar con la que vienen los chicos, si el último año antes de entrar al seminario se hace seriamente, que los obispos lo consideran ya como ese año propedéutico, de manera que nuestros chicos puedan entrar ya directamente al seminario. Habría que hacer tres encuentros al mes. Tres encuentros al mes: la Scrutatio de la Palabra, la Eucaristía y un día de experiencias y a cenar juntos. Hasta ahora era así, pero ahora en esos encuentros hay que meter la formación, aunque sea un poquito más largo el encuentro, la formación sobre la “Presbiterorum Ordinis” y formación del Catecismo de la Iglesia Católica. La “Presbiterorum Ordinis” hay que saber hacerla con gracia por los presbíteros que estén encargados para que no les resulte pesado ni aburrido a los chicos, pero que vayan conociendo lo que significa ser presbítero. Un problema se plantea en las zonas donde tienen uno o pocos, tenéis que pensar cómo hacer para que ese chico entre en un centro vocacional o bien lo lleváis a otra zona, que haya más chicos, o bien ponéis un presbítero o dos, que se encarguen, un par de presbíteros que se encarguen de ayudarlo. Aunque ahora no hay distancias con los medios de comunicación, le animaría más al chico estar con otros, en otro centro vocacional, a no ser que sea muy lejos, eso lo valoráis vosotros. Pero no sirve decir es que está lejos y no ha ido al centro vocacional, va al seminario y no sabe qué es eso.

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P. MARIO: Hace años la Santa Sede está insistiendo que, dada la situación de la sociedad, los chicos que entran en los seminarios diocesanos hagan un periodo de propedéutico. Y para nosotros, como el Camino ya tiene una formación, en el Camino mismo de las familias hemos pedido que puedan hacer este período propedéutico de acuerdo con el obispo, haciendo los cursos necesarios en estos encuentros, tres o cuatro veces al mes, donde es posible, porque después es el obispo el que tiene que averiguar para admitirlos al seminario, respetando la característica de los Redemptoris Mater. Es importante que toméis en serio el centro vocacional de chicos. ASCENSIÓN: También se levantaron muchas chicas y siempre a mí me llegan las voces de que las chicas están más abandonadas. Es también muy importante que funcione bien el centro vocacional de chicas. Hay zonas en las que hay un gran grupo de chicas levantadas. Entonces, vamos a cuidarlas, a ayudarlas, porque la sociedad de hoy no es la misma de hace 30 años, donde ahora la virginidad no se entiende, la maternidad espiritual no se sabe qué es eso. Hace falta dar una formación a estas chicas, ayudarlas en el discernimiento de cara a ir al convento, de cara a la itinerancia, lo que significa vivir célibes por el anuncio del Evangelio, necesitan un mínimo de formación. Vamos a empezar los centros vocacionales teniendo dos encuentros al mes. Vamos a mandar un pequeño mamotreto a los centros vocacionales de chicas en el que os daremos las catequesis de Carmen para que podáis ayudarlas. De manera que sería como un tema que duraría como dos meses. Un día sería la Escrutatio y otro día sería la eucaristía, otro día las experiencias y otro día la formación. La cena todos los días que quieran. Por lo menos una vez al mes, ¿no? Los itinerantes podéis hacer un encuentro con las chicas para ver quién se ha levantado, cómo están, si vienen a las convivencias. Pero es importante que haya un grupo, un equipo que lleve esta formación de las chicas.

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Grupos del Rosario. Bien, entonces, en los grupos del rosario hay que continuar, porque varios equipos e itinerantes nos han dicho que de los que se levantaron, muchísimos eran de los que rezaban el rosario, o sea, que el rosario ayuda mucho a los jóvenes. Habría que hacer un encuentro nuevo ahora, algunos ya lo habéis hecho, fenomenal, porque a los chicos que venían tan contentos de Lisboa hay que darles, hay que ponerlos en marcha. Los que no hayáis hecho en este inicio de curso el encuentro del rosario, lo hacéis cuanto antes. Entonces de nuevo convocáis a todos los jóvenes de la zona y veis qué grupos hay que reforzar y si veis que tenéis peticiones y tenéis chicos, pues se puede rezar por una nueva Missio ad Gentes o rezar por un seminario. Primero sería completar los grupos que ya existen, porque siempre hay algún chico que se ha casado, otro que se ha cansado. Entonces, hemos mandado un pequeño mamotreto con la predicación que ha hecho Kiko en varios encuentros del Rosario. Escrutatio de los domingos con los jóvenes. Os invitamos a que continuéis. Algunos ya habéis empezado la Escrutatio de los domingos. El año pasado me parece que fue muy bien, os mandamos el discurso del Papa para Lisboa y les gustó mucho a los chicos, en el tiempo de Pascua. Entonces, de momento, seguís con el ritmo de siempre, que era el Evangelio del domingo que toca. Si podemos, buscaremos el discurso del Papa para los jóvenes y haremos lo mismo, pero más adelante. Postconfirmación Después, la postconfirmación, os animamos a los que todavía no han empezado, es una gran ayuda para los jóvenes, animaros a que habléis con Gianvito y ved las condiciones de vuestra zona; y donde no se ha abierto, os invitamos a que la abráis. También en algunos sitios, se está empezando a abrir la postcomunión o preparación a la confirmación, viendo la situación que cada vez está peor con los jóvenes, lo bueno de la postconfirmación no solo es que ayudan nuestros jóvenes, sino que atrae a otros. O sea, es el modo de que entren jóvenes en el Camino. Por eso, es importante que os lo planteéis, quien todavía no ha empezado. Aunque sea en una parroquia, hablad con Gianvito a ver qué posibilidades hay de empezar. Y también los que empezasteis hace muchos años conviene que llaméis a Gianvito y que veáis si funciona bien, porque a veces se va decayendo, se van cambiando, se va bajando el ritmo y conviene revisar. En Madrid pusimos responsable a Antonio y Pilar con Gabriel, encargados de revisar Madrid, junto con Gianvito.

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Año de inmersión en Tierra Santa Una buena noticia… buena noticia hasta hace una semana, ahora no sabemos qué pasará, gracias a Rino y a Francesco Voltaggio que han trabajado muchísimo, se va a abrir una casa de estudios en Jerusalén para los presbíteros, para que puedan formarse, para que puedan tener un año de inmersión con la Santa Escritura en Tierra Santa. De momento, iba a ser en Mambré, mientras se preparaba otra casa, y hemos nombrado también a José David, como uno de los presbíteros encargados de esa casa. Los presbíteros que estén interesados en estar un año en Tierra Santa tienen que hablar primero con sus catequistas y con el rector de su seminario, y si sus catequistas y el rector les parece bien, si él ve que va a poder pedir un año sabático para ir a estudiar, entonces se pone en contacto con Francesco Voltaggio y luego ellos, cuando tengan la lista de todos, como habrá más de los que pueden estar, nos la presentan a nosotros y nosotros somos los que al final decidimos quién va a estudiar en Tierra Santa. Una vez que ya nosotros hemos aprobado, que ya hemos decidido quién va, entonces se pide el permiso al Obispo. Hay que ser prudentes e ir paso por paso. Por eso, hay que hacerlo con mucho tiempo para que podáis tener tiempo suficiente de pedir el permiso del Obispo. Ahora bien, no sabemos si se podrá empezar por la guerra. Se quería empezar en el próximo curso, veremos a ver qué pasa en Israel. Cantos del Camino: Resucitó Otra buena noticia es que, por fin, los cantos del Camino los vamos a poner todos en la página web oficial del Camino, de manera que no haya que ir a buscar por ahí en YouTube, o a fulanito o menganito; sino que estará la mejor versión oficial. Han trabajado varios años un grupo de hermanos para elegir la mejor versión de Kiko y que sirva como modelo. Entonces, a partir de ahora, los cantos ya los tenemos en la página web. www.neocatechumenaleiter.org Segunda sinfonía de Kiko Y ya que hablamos de música, pues os digo que el 19 de noviembre de 2023, en Trieste, se va a estrenar completa la segunda sinfonía de Kiko. Es en el Teatro Verdi de Trieste, es un teatro pequeño, hay que aceptar que no podemos estar todos. Hemos pensado invitar a los responsables y el párroco de las comunidades de Kiko y a los itinerantes. El 19 de noviembre, los que decidáis o podáis ir, tenéis

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que poneros en contacto con Letizia, con el Centro Neocatecumenal de Roma, que son los que lo están organizando. Evangelización Otra cosa importante, los hermanos que se levanten, familias que se levanten en las zonas, si los catequistas ven que no hay ningún inconveniente que pueden salir para la misión, pues entonces primero hacéis una primera revisión, sus catequistas y luego los catequistas de zona. Una vez que se terminen las convivencias, habría que tener un primer encuentro. Entonces los que veáis que sí que podrán partir a la misión es importante porque muchos no son muy jóvenes, que los metáis en equipos de catequistas, aunque sea para escuchar y empezar a aprender catequesis, empezar a escuchar, porque luego van a ir a Myanmar, a Mongolia, no sé dónde y allí ya no pueden tener experiencia. Entonces, los metéis de oyentes a los que se levanten, que veáis que en un momento podrán partir a la misión, si no son catequistas. Y lo mismo con las chicas, si son mayores de edad. -

Breve descanso

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EUCARISTÍA. XVIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO A - Monición ambiental KIKO: El Señor va a pasar por aquí. Se va a hacer presente su misterio pascual, donde Él nos va a donar su cuerpo. Totalmente lo pondrá en nuestras manos pobres, que están puestas en forma de cruz. Nos dona su sangre derramada por amor para darnos la capacidad de entregar nuestra sangre y recibir al espíritu, sangre de la cual ha sido sellada una alianza nueva y eterna, por la cual ha jurado por su sangre introducirnos en la Tierra Prometida. Esto se realiza en la especie del vino, que es el vino del Reino, que ha anunciado la llegada a la verdadera tierra, que es la Jerusalén Celeste. Que esta asamblea pueda de verdad subir al cielo y unirse a la Jerusalén Celeste, alabanza eterna que recibe Dios junto con los ángeles y junto con todos los santos. Podemos nosotros, como dirá el presbítero, unirnos a las voces con ellos y gritar todos llenos de exultación, cantar: "Santo, Santo, Santo, eres tú”. Por eso, es verdaderamente digno, justo, saludable, darte gloria a ti, único Dios verdadero y santo, a Ti, por tu infinita bondad. Y con todas sus fuerzas, cada uno de nosotros cantará a Dios la alabanza que nace del haber experimentado en nuestra vida la libertad, el haber pasado de la muerte a la vida, la capacidad que Él nos ha dado de amarnos, de perdonarnos, de la cual es signo y sacramento esta santa asamblea. Dice de San Pablo: “Os habéis acercado a una reunión gozosa, a la asamblea de los Primogénitos, a la Jerusalén Celeste, no os habéis acercado al monte Sión con temor y en el terror del sonido de trompeta, sino que a la Jerusalén celestial, a la Santa Sión, a la reunión de los primogénitos, a la asamblea en fiesta, llena de alegría porque Cristo, nuestra Pascua, Cristo está entre nosotros”. ¿Qué cantamos aquí nosotros? La victoria sobre la muerte, de la cual todos somos partícipes, que ha roto las barreras que nos dividían. Por eso, con un solo corazón, en un solo espíritu, siempre la Iglesia desea que la liturgia sea lo más participada posible, más viva, más verdadera. ¿Y dónde mejor que aquí, en esta Asamblea, podemos vivir lo que los sacramentos significan y realizan en nosotros? Estamos ya preparados con estos días de oración, por el contacto con la Escritura, participamos con unción y con amor para que ningún hermano salga de aquí, así como ha entrado, sino que pueda hacer Pascua, y pasar de la muerte a la vida. Si alguno se encuentra todavía en Egipto, que venga con nosotros para pasar a la libertad, que venga a hacer Pascua con nosotros. Ahora viene Cristo en la figura del presidente con el cortejo triunfal de los presbíteros, de los apóstoles, 78

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vestidos de resurrección. Viene a tomar posesión de esta esposa y a introducirla a través de los sacramentos en la casa del Padre, en la voluntad del Padre, en el reino de Dios. Porque en el Reino de Dios se vive la voluntad del Padre. ¡Con qué valentía Cristo sube a Jerusalén para perder su vida! ¡Con cuánto amor ha renunciado a sí mismo! ¡A su vida propia por ti y por mí! Cristo toma sobre él la llave de la muerte, que es la cruz, y entrando en la muerte la abre, abre la muerte y le quita al demonio todo poder, nos libera y nos lleva con Él y nos invita a subir sobre su carro de fuego para evangelizar con Él toda la tierra. Es maravillosa la aventura a la que Dios nos invita a vivir, entrar en esta aventura de su voluntad, que el Señor nos dé su santo temor para no perder el celo, para poder anunciar el Evangelio. Los carismas son muy importantes en la comunidad. Al final de la Eucaristía pediremos presbíteros, chicos, chicas, familias, hermanos, hermanas que puedan subir a la Mercabá, al carro de fuego de la evangelización que se mueve en todas las direcciones. Empezaremos cantando "A tu luz, Señor, vemos la luz". - Canto de entrada: “A tu luz, Señor, vemos la luz” - Saludo del Presidente. Lecturas del Domingo XXVIII del Tiempo ordinario Ciclo A - Primera lectura Is 25,6-10a - Salmo responsorial cantado: Salmo 22,1-6 - Segunda lectura Fil 4,12-14.19-20 - Evangelio Mt 22,1-14 P. MARIO: Bien, hermanos, en la conclusión de esta convivencia, donde hemos tocado la presencia del Señor, ahora dejamos un tiempo por los ecos, lo que el Señor nos dice hoy al final de esta convivencia. Por esto, invitamos, como siempre algunas intervenciones breves para que puedan hablar varias hermanos y con voz fuerte presentándose y como una forma de dar gloria al Señor, manifestando su obra, para después unir todas las voces, para bendecirle, agradecerle y ser fortalecidos por el Cuerpo y Sangre de Cristo. Quien quiera hablar se pone de pie y le dan un micrófono. 79

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- Ecos de la asamblea - Homilía del Presidente P. MARIO: Bien, hermanos, agradezco vuestros ecos. Damos gracias al Señor, esta Palabra de hoy que viene a sellar todo lo que hemos dicho, desde la primera lectura del profeta Isaías, que me ha venido en socorro porque tantas cosas que quería decir me han pasado. Y aquí pone una frase que dice "Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el lienzo extendido sobre todas las naciones". Porque me he olvidado de decir que Apocalipsis quiere decir Revelación, desvelar un misterio secreto y el misterio es lo que hemos predicado aquí, del amor de Dios que para amarnos da su vida, para vencer al enemigo que es único, que es el demonio, que produce en nosotros todos los sufrimientos, juicios, violencias, divisiones. Me impresiona esto del lienzo extendido sobre todas las naciones, que esta alfombra, yo no sé si está hecha a máquina o a mano, no lo sé, pero sé que las alfombras hechas a mano, esto lo dicen muchos Padres, si tú ves la construcción por la parte de atrás, es un follón, un caos, no se entiende porqué este hilo va aquí y el otro allá, etc., pero si lo ves cuando está acabado y le das la vuelta, es maravilloso. Así es nuestra vida, ¿cómo se dice? “Todo depende con el cristal con se mira, con las gafas que uno mira”, se miras con las gafas del demonio o del mundo o de la carne, es un fracaso total, se miras con los ojos de Dios, entras ya en el reino de Dios en la paz. Y después, la segunda palabra, de San Pablo, "Estoy acostumbrado a todo, a vivir bien y a vivir mal, a tener y a no tener. ¿Por qué? Porque él dice, “mi alimento es la voluntad de Dios, del Padre”. Se alimenta de un pan sustancial que ahora nos dará aquí. ¿Qué quiere decir sustancial? Que alimenta la sustancia de nuestro ser. Lo que falta hoy en la juventud, que buscan el sentido de la vida y no lo encuentran. Buscan, lo hemos visto también en la Jornada Mundial de la Juventud, no sólo en nuestro encuentro, en todos los encuentros del Papa, hemos visto muchos jóvenes sedientos que tienen sed, tienen hambre de la verdad, de Dios, de la palabra de Dios. Una vez preguntaron al Papa Juan Pablo II, cuando reunió en Filipinas a cinco millones de personas, los periodistas le preguntaron: Y usted ¿qué piensa cuando se encuentra enfrente a una multitud tan grande de personas incógnitas, 80

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que no conoce? ¿qué piensa? Y él dijo: “Yo pienso que vienen a verme porque tienen sed de Dios, buscan a Dios, en mí ven a Dios”. ¡Cómo tendría que ser en cada cristiano! Por eso, Jesús dice que nosotros somos luz: luz, sal y fermento. No una luz que viene de nosotros, porque nosotros, como la luna, reflejamos en nosotros la luz que viene de Dios, que vive en nosotros. Si Cristo vive en nosotros, podemos alimentarnos de la voluntad de Dios. Esto es el texto que hemos escrutado él primer día, este pasaje de la Epístola a los Hebreos 10: “No has querido ni víctimas, ni holocaustos para erradicar el pecado del corazón del hombre”. Y como ningún hombre puede salvarse a sí mismo, como dice un salmo, sin caer en el sepulcro, se ofrece Él al hacerse hombre, ofrece su vida y su carne voluntariamente de acuerdo con el Padre, para vencer en sí mismo, en nuestra humanidad, el poder del demonio, darnos el perdón y el don del Espíritu Santo para que nosotros también vivamos, nos alimentemos de la voluntad de Dios, día a día, sea que tengamos, sea que no tengamos, sea que todo va bien, sea cuando sufrimos. Esto es lo que nos da el Señor, y esto es lo que enseña el Apocalipsis. ¿Por qué el Señor permite pestes, guerras, hambre? ¿Por qué? Porque quiere ser Dios de su pueblo y constantemente nosotros no nos fiamos. Basta una cruz, como en el desierto, bastan pequeñas serpientes, que nos muerden, y nunca confiamos en el Señor, nunca. No creemos, no levantamos desesperados el rostro a Jesucristo pidiendo piedad, porque los que mirarán a la serpiente levantada, aunque sean mordidos por las serpientes, aunque ellos estén enfermo en un lecho con dolores, si invoco a Cristo, Él me da de su espíritu, de vivir como hemos visto muchos hermanos. Hemos hablado de de nuestro hermano Santi, con el cual nos comunicábamos, nos hemos despedidos 10 o 15 veces, yo le decía, te encomiendo que cuando estés en el cielo, acuérdate, reza por mí, por Kiko, por Ascensión, por el Camino, acuérdate. Él estaba siempre sereno, ¿por qué estaba sereno? Porque tenía el Espíritu de Jesucristo, que nos ha amado cargando con nuestras miserias. Y nosotros, si no tenemos el Espíritu de Jesucristo, no podemos, nos rebelamos y juzgamos, condenamos, y aunque hagas tantos años de Camino, no te conviertes. Y en el Evangelio se dice: “¿Cómo has entrado aquí sin la vestidura blanca?”. La vestidura blanca, dice San Agustín, es ser revestidos del amor de Dios. Porque dice San Pablo en la primera Carta a los Corintios: "Aunque dé mi cuerpo a las llamas, si no tengo en mí el amor de Cristo, que todo perdona, que no juzga nadie, que todo soporta, no vale nada. Aunque dé todos mis bienes a los pobres, a los demás, si no tengo amor, nada”. Y él lo identifica con la vestidura blanca, con la cual hemos renovado las promesas bautismales en la renovación solemne, que no es de aquel día sólo, sino cada día, cada día, siempre tenemos la oportunidad de renunciar a Satán, a sus acusaciones y de adherirnos a Cristo, encontrar la paz del corazón.

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Y para acabar quería decir una cosa que me he olvidado y pienso que pueda ayudar, sobre todo a los hermanos que viven más en la tribulación, sufrimientos, un escrito de Padre Pio que, como sabéis, ha sufrido mucho, los estigmas, etc. Escribe, me parece a una monja o una cristiana, muy cristiana, que se quejaba de los sufrimientos. Y él dice (hay un himno, por lo menos en italiano, de los mártires) que: “El Espíritu Santo esculpe las piedras del templo de Dios” y explica que Dios quiere construir su templo con piedras vivas, pero las prepara con un martillo y un cincel. El martillo es el precatecumenado, el catecumenado, a golpes te va a esbozar, pero después viene el cincel, y hay varios tipos de cincel: hay gordos, pequeños, finos, y pequeñitos. Y dice: "Hermana mía, son las sombras, los miedos, las tentaciones, las aflicciones del espíritu, las noches oscuras, los temblores espirituales, los sufrimientos y la soledad y también el malestar físico”. Por eso, todos debemos pasar sea por la viejez o por la enfermedad, por problemas con la mujer, con el esposo, con los hijos. “Pero, es importante que no las interpretemos como dice el acusador, el diablo, el experto del diablo, que nos hace murmurar, nos hace refunfuñar, revelarnos, sino que las veamos con los ojos de Dios”. Esto no lo digo yo, lo dice un experto del demonio y de Dios, el padre Pío. Con los ojos de Dios, de la fe, es decir, que son gracias, gracias. Porque como dice un Padre, nos obliga a dirigirnos, desde el fondo de nuestro corazón, directamente a Dios, pidiéndole ayuda y Él siempre, tarde o temprano, nos escucha y nos consuela. Y me he olvidado en el Apocalipsis, en la última parte. Después de lo que dicho sobre la Virgen María, que ha inspirado hacer pequeñas comunidades y que nosotros somos testigos de esta inspiración profética, otras apariciones tienen milagros, multitudes. Nosotros, no. Pero el Señor ha abierto, por intercesión de la Virgen María, un Camino para que vuelvan los pecadores a la Iglesia, para esta generación, de eso somos todos testigos. Cuando tuvimos que preparar unos Estatutos del camino, después de una convivencia con los itinerantes en el Sinaí, Papa Juan Pablo II y nos recibió en una audiencia privada en Vaticano y nosdijo: "El Señor ha puesto en vuestras manos un gran tesoro. Ahora celebráis 30 años y es hora de buscar una situación institucional en la Iglesia, un reconocimiento oficial, porque si viene otro Papa , puede destruir todo. Y nos dijo ¿cómo transmitirlo? ¿cómo conservarlo? Por esta razón era necesario el reconocimiento de los Estatutos, pero eso no es suficiente. Lo más necesario es la fidelidad al Camino, a lo que Kiko y Carmen nos han transmitido por inspiración de la Virgen María. Siempre hay algunos que se creen más inteligentes que Kiko y Carmen, que quieren adaptar las catequesis, que juzgan a los catequistas, sin saber que el Espíritu Santo actúa en ellos sean inteligentes o ignorantes o intelectuales. El Señor 82

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se sirve de lo que no es nada, se ha servido de una burra con Balaam. Él nos acompaña, si no tenemos esta vista, se cae todo. El Señor ha querido que el Camino se desarrollara en comunión con el obispo, representado por el párroco y bajo la guía de los catequistas, según las indicaciones de los iniciadores. Y en esto estamos todos implicados, por eso, es muy importante transmitir el Camino como es, sobre todo, en los escrutinios, que no cedamos al sentimentalismo, que intentemos sacar los hermanos de los engaños del mundo moderno, ver la actuación, escrutar la actuación del Espíritu Santo, de aquel que se adhiere libremente y por eso la fuerza de Espíritu Santo cambia su vida. Si uno hace el Camino formalmente, sin la conversión del corazón, y llega a hacer la renovación de las promesas bautismales, hace el matrimonio espiritual, pero después deja a su mujer con sus hijos, actúa así porque lo he hecho formalmente, pero no con el corazón. Por eso, son muy importantes los escrutinios, las diferentes etapas, pero de verdad, sobre todo, me refiero a lo que el Señor inspiró a Kiko y Carmen, sobre todo las celebraciones de Laudes en familia, el domingo por la mañana con los hijos, los que han obedecido han tenido los frutos, siempre puede haber algún hijo que se revela… porque ahí respetamos la libertad, pero los que no lo han hecho lo pagan después porque se van de la Iglesia y van al mundo. Esa responsabilidad es de los padres, no sólo de los catequistas, no caigamos en el error, que ya hemos repetido muchas veces, antes del Concilio que se dejaba la formación moral y espiritual a los oratorios y se liberaban de sus responsabilidades; los primeros responsables de pasar la fe a los hijos son los padres, por eso, es muy importante la vigilancia de los padres en este momento sobre los hijos, desde pequeños. Dios os ha confiado primero a vosotros, padres, la transmisión de la fe a vuestros hijos, tenéis que cuidar y hablar con ellos, uno por uno o juntos, cuidado con los móviles, las tablets, vigilar, pedir ayuda a algún experto de estas cosas para controlar si ven pornografía, para hacer que durante algún periodo no tengan móviles. El Espíritu Santo os ayudará, no podemos imponer reglas o leyes que Kiko y Carmen nunca quisieron imponer nada, pero sí recomendar, importante evitar los juicios. Lo que ha hecho Jesús, frente a su muerte no ha acusado, ha remitido el juicio al Padre, así dice San Pedro, así los cristianos, no en nombre de la justicia sino de la verdad, no hay otra justicia ni otra verdad que el amor al enemigo, no hay nada. Habéis escuchado qué hermosa la segunda lectura de hoy, una cosa preciosa, que aún en nuestra debilidad, porque todavía tenemos este tesoro en vasos de barro, pero siempre tenemos la posibilidad del sacramento, de la reconciliación y de lavar las túnicas en la sangre del cordero. Por eso, la cosa más importante, es ser fiel al trípode.

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Puede ser que un día Kiko pase al Padre, puede ser, parece inevitable, pero ya algunos piensan ¿cómo será? Este Camino ha sido inspirado por el Señor, ha estado presente el Señor durante 60 años ¿es que se retirará después? No tenemos motivos para dudar. Si siempre nos ha acompañado, también nos acompañará. Cierto que habrá posiblemente una persecución, pues podríamos seguir el Camino en las familias o clandestinos, como en otras partes. Pero nadie “nos quitará lo bailado”. Tenemos confianza en el Señor, el Señor está vivo, tenemos el ancla ya en el cielo, confiamos en Él, que provee y cuida de cada uno de nosotros y también de nuestros hijos. Amén. - Credo - Oraciones universales - Paz - Canto de la Paz: “A tu luz, Señor, vemos la luz” -Liturgia Eucarística - Canto durante la fracción del Pan: “Como oveja que ve…” - Canto durante el Cáliz: “Una gran señal” - Oración conclusiva -Llamadas vocacionales - Presbíteros - Chicos para el seminario - Chicos para la itinerancia - Chicas para la misión o los monasterios - Hermanas para el Taller litúrgico - Hermanas o matrimonios para ayudar en los Seminarios - Familias para la misión KIKO: Vamos a hacer dos colectas. Una colecta para pagar la convivencia. Y luego haremos otra para la evangelización, para ayudar a los seminarios, las convivencias, los viajes de las familias e itinerantes, etc. Os invitamos a ser generosos con el Señor. Estamos colaborando con la evangelización de todo el mundo: una obra maravillosa de la que el Señor nos da la posibilidad de participar. - Colecta para la Convivencia - Colecta para la evangelización - Bendición final - Canto final: “Quiero andar” Comida

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ANEXOS

1. Cuestionario 2. Canto: “A tu luz, Señor, vemos la luz”. Salmo 36 3. Catequesis de P. Mario: "La nueva época a la luz del Libro del Apocalipsis” 4. Cuenta bancaria para las colectas para la Evangelización 5. Asociación María Magdalena de la diócesis de Roma

CUESTIONARIO CONVIVENCIA INICIO DE CURSO 2023 La Pizarra, 14 de octubre En preparación a la Catequesis de inicio de curso de este año, proponemos este texto profético sacado de la Constitución Pastoral Gaudium et Spes (n. 9-10) promulgada por el Papa San Pablo VI, el último día del Concilio, el 7 de diciembre de 1965: “El mundo moderno aparece a la vez poderoso y débil, pues tiene abierto el camino para optar entre la libertad o la esclavitud, entre el progreso o el retroceso, entre la fraternidad o el odio. El hombre sabe muy bien que está en su mano el dirigir correctamente las fuerzas que él ha desencadenado, y que pueden aplastarle o servirle. Por ello se interroga a sí mismo. En realidad, los desequilibrios que fatigan al mundo moderno están conectados con ese otro desequilibrio fundamental que hunde sus raíces en el corazón humano. Son muchos los elementos que se combaten en el propio interior del hombre. Como criatura, el hombre experimenta múltiples limitaciones; se siente, sin embargo, ilimitado en sus deseos y llamado a una vida superior. Atraído por muchas solicitaciones, tiene que elegir y que renunciar. Más aún, como enfermo y pecador, no raramente hace lo que no quiere y deja de hacer lo que querría llevar a cabo (cf. Rm 7,14 ss). Por ello siente en sí mismo la división, que tantas y tan graves discordias provoca en la sociedad. Algunos esperan del solo esfuerzo humano la verdadera y plena liberación de la humanidad y abrigan el convencimiento de que el futuro reino del hombre sobre la tierra saciará plenamente todos sus deseos. Sin embargo, ante la actual evolución del mundo, son cada día más numerosos los que se plantean o los que acometen con nueva penetración las cuestiones más fundamentales: ¿Qué es el hombre? ¿Cuál es el sentido del dolor, del mal, de la muerte, que, a pesar de tantos progresos hechos, subsisten todavía? ¿Qué valor tienen las victorias logradas a tan caro precio? ¿Qué hay después de esta vida temporal? La Iglesia cree que Cristo, muerto y resucitado por todos, da al hombre su luz y su fuerza por el Espíritu Santo a fin de que pueda responder a su máxima vocación y que no ha sido dado bajo el cielo a la humanidad otro nombre en el que pueda salvarse. (cf. Hechos 4, 12). Igualmente cree que la clave, el centro y el fin de toda la historia humana se halla en su Señor y Maestro. Afirma además la Iglesia que bajo la superficie de lo cambiante hay muchas cosas permanentes, que tienen su último fundamento en Cristo, quien existe ayer, hoy y para siempre”. 1 ¿Cuál es tu relación con Cristo hoy? 2. ¿Eres consciente del don que Dios ha hecho a tu vida y a la Iglesia de formar parte de una comunidad cristiana? ¿Qué piensas de tu Comunidad? 3. ¿Qué piensas del Camino Neocatecumenal hoy?

A TU LUZ, SEÑOR, VEMOS LA LUZ Salmo 36

Cejilla 1º traste

Mi m

La m

Mi m

S. A tu luz, Señor, vemos la luz. Mi m

La m

Mi m

La m

Mi m

Mi m

La m

Mi m

A. A TU LUZ, SEÑOR, VEMOS LA LUZ. Mi m

A TU LUZ, SEÑOR, VEMOS LA LUZ.

A. A TU LUZ, SEÑOR, VEMOS LA LUZ. Mi m

Mi m

La m

La m

S. ¡Qué preciosa es tu gracia, oh Dios!

S. En el corazón del malvado vive el pecado, Mi m

Mi m

ante sus ojos no hay temor de Dios,

Los humanos se acogen a la sombra de tus alas;

porque se engaña a sí mismo

Se sacian de la abundancia de tu casa,

en buscar su culpa y detestarla.

les das a beber del torrente de tus delicias.

La m

La m

Mi m

Mi m

Mi m

La m

Las palabras de su boca son maldad y traición, Mi m

renuncia a ser sensato y a obrar bien. Mi m

La m

Mi m

A. A TU LUZ, SEÑOR, VEMOS LA LUZ. Mi m

La m

Mi m

Mi m

La m

Mi m

Mi m

La m

Mi m

A. A TU LUZ, SEÑOR, VEMOS LA LUZ. A TU LUZ, SEÑOR, VEMOS LA LUZ.

Mi m

La m

S. En Ti está la fuente de la vida, Mi m

A TU LUZ, SEÑOR, VEMOS LA LUZ.

Tu luz nos hace ver la luz.

Mi m

Concede tu gracia a los que te conocen,

S. Acostado medita el crimen,

Mi m

La m

tu justicia a los rectos de corazón.

se obstina en el mal camino, Mi m

no rechaza la maldad.

La m

Señor, tu gracia llega hasta el cielo, Mi m

tu fidelidad hasta las nubes. Mi m

La m La m

Mi m

A TU LUZ, SEÑOR, VEMOS LA LUZ.

Mi m

La m

S. Tu justicia como las altas montañas, Mi m

tus sentencias como el océano inmenso. La m

Socorres a hombres y animales, Mi m

¡Señor, Señor!

Mi m

La m

Mi m

Mi m

La m

Mi m

A. A TU LUZ, SEÑOR, VEMOS LA LUZ. A TU LUZ, SEÑOR, VEMOS LA LUZ.

Mi m

Mi m

A. A TU LUZ, SEÑOR, VEMOS LA LUZ. Mi m

La m

La m

S. Que no me pisotee el pie del soberbio,

Mi m

que no me eche fuera la mano del malvado. La m

Han fracasado los malhechores;

Mi m

derribados, no se pueden levantar. Mi m

La m

Mi m

Mi m

La m

Mi m

A. A TU LUZ, SEÑOR, VEMOS LA LUZ. A TU LUZ, SEÑOR, VEMOS LA LUZ.

La Nueva Época a la luz del libro del Apocalipsis Catequesis - Inicio de curso 2023 Queridos hermanos, en esta catequesis, con la ayuda del Espíritu Santo, trataré de iluminar a la luz de la Revelación la situación en la que estamos viviendo hoy. El Papa Francisco1, antes de la explosión y de la propagación de la pandemia del Covid y de sus consecuencias, en el Discurso a la Curia Romana de saludo de Navidad, el 21 de diciembre de 2019, afirmó: “ Lo que estamos viviendo no es simplemente una era de cambio, sino un cambio de era. Estamos, por tanto, en uno de esos momentos en los que los cambios ya no son lineales, sino epocales; constituyen opciones que transforman rápidamente el modo de vivir, de relacionarse, de comunicar y procesar el pensamiento, de relacionarse entre las generaciones humanas y de comprender y vivir la fe y la ciencia". En esta catequesis trataremos, en primer lugar, de delinear algunas de las principales características de la Nueva Época, y en segundo lugar, tratar de leer estos acontecimientos en los que nos encontramos envueltos, a la Luz de la Revelación de Dios, sobre todo del libro del Apocalipsis. En la convivencia de Inicio de Curso del año pasado examinamos algunas de las principales trampas que la sociedad moderna ofrece, sobre todo a los jóvenes, haciéndolos presa fácil de varias esclavitudes, tratando de iluminarlos a la luz del Amor de Dios, ofreciendo algunas respuestas a la luz de la Palabra de Dios, que ayuden a nuestros hijos y nietos a afrontar este combate. Mi propósito no es dar una conferencia sobre los componentes de la nueva época, porque no soy competente en ello, me limitaré a algunos aspectos. Anoche hemos visto en el vídeo, preparado para esta convivencia por el profesor de química Giorgio Ricci, algunos aspectos de esta nueva era que ya el Papa Juan Pablo II, llamaba la civilización de la muerte y el Papa Francisco la civilización del descarte. Señalo brevemente algunos aspectos del vídeo, dejando en el Mamotreto la transcripción del texto para centrar mejor nuestra atención sobre estos peligros que amenazan, sobre todo, a nuestros hijos. 1

Discurso del Papa Francisco a la Curia Romana de felicitación de Navidad, 21 de diciembre de 2019.

1

En primer lugar, quisiera precisar que si hemos hablado de algunos fenómenos que amenazan la vida cristiana, también por la gran resonancia que los medios de comunicación dan a estas nuevas tendencias, porque normalmente lo bueno no es noticia; la realidad es mucho más amplia y, gracias a Dios, bastante diferente a lo que nos quieren hacer creer, ya que son engaños del demonio, no podemos condenar a nadie, porque todos hemos sido encerrados en el pecado, para ser redimidos en la sangre de Jesucristo. LAS NUEVAS RELIGIONES PLANETARIAS Ambientalismo e Inteligencia Artificial El ambientalismo moderno: sus raíces El ambientalismo moderno tiene sus raíces en las primeras asociaciones e iniciativas ambientalistas que surgieron en la segunda mitad del siglo XIX. A lo largo de los años, ha ido evolucionando y adquiriendo connotaciones diferentes, según los contextos y los periodos históricos. A las acciones prácticas han seguido, cada vez con mayor vigor, las filosóficas. Hoy ha degenerado en un “ecologismo apocalíptico” En los últimos 150 años la temperatura de la Tierra ha aumentado aproximadamente 1 grado. Debido a esto, parte del ambientalismo ha degenerado hoy en un "ecologismo apocalíptico", que atribuye al hombre la causa de este fenómeno y la responsabilidad de una inminente extinción de la vida sobre la tierra. La consecuencia más grave del ecologismo apocalíptico es la propaganda y la introducción de leyes para reducir la población por cualquier medio. Bill Gates ha declarado públicamente en varias ocasiones, y también otros muchos magnates, la necesidad de reducir la población de la Tierra en dos o tres mil millones de personas, financiando en todo el mundo campañas para reducir los nacimientos y la aprobación de leyes que favorezcan este objetivo. El ambientalismo ha adoptado algunas actitudes propias de las religiones: por ejemplo, la imposición de tabúes alimentarios (el veganismo), etc. Todas éstas son dinámicas que predisponen al sectarismo y donde el que tiene ideas diferentes es tratado como herético. De hecho, la naturaleza para un sector de los ecologistas es dios.

2

Toda forma de sustitución de Dios conduce inevitablemente a formas de desequilibrio. El Papa Francisco, en su encíclica Laudato Si’2, nos pide reflexionar sobre qué tipo de mundo queremos dejar a las generaciones futuras. Y el Papa Benedicto afirmó: "La naturaleza es expresión de un Proyecto de amor y de verdad. Ella nos precede y nos ha sido dada por Dios como ámbito de vida. Nos habla del Creador y de su amor a la humanidad. Está destinada a ser "recapitulada" en Cristo al final de los tiempos. Por tanto, también ella, es una "vocación" (Caritas in veritate, 48). La confusión entre el necesario respeto por el medio ambiente y el ecologismo apocalíptico altera nuestra verdadera relación con Dios. Estamos atravesando una profunda fractura existencial, en la que el demonio está lentamente echando sus raíces. ¿Existe un proyecto anticristiano, o mejor dicho, demoníaco? Los límites del crecimiento: del Club de Roma 1972 Hace 50 años, en ambientes cercanos a la masonería, se publicó y distribuyó a escala planetaria (30 millones de ejemplares) un libro de contenidos apocalípticos titulado The Limits to Growth (Los límites del crecimiento.3 Un libro que infunde terror al predecir un crecimiento descontrolado de la población mundial y la extinción de todo recurso natural para 1993 y, por tanto, la necesidad de limitar la población por cualquier medio.4 A pesar de la falsedad de estas predicciones catastróficas, varias veces desmentidas, este proyecto hoy en día está dramáticamente en marcha: Destrucción y desestructuración de la familia tradicional favorecida también por el divorcio exprés. Se estima que en 2030 las separaciones en el mundo aumentarán un 78% y en los países occidentales ya se vive un preocupante "invierno demográfico", que en Italia -país que durante años ha ostentado el récord de baja tasa de natalidad- es ya un colapso vertical: cada año el número de mujeres en edad fértil disminuye en unas 200.000 personas. LA EUTANASIA Ya está legalizada en varios países. Los ancianos, e incluso los jóvenes incurables o simplemente deprimidos, se ven cada vez más inducidos al suicidio asistido, para evitar a las jóvenes generaciones el peso económico de cuidados y asistencia.

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Encíclica Laudato Sì, n. 6 Donella Meadows: "Los límites del crecimiento ". 4 Temas discutidos en la Conferencia internacional sobre población y desarrollo, que tuvo lugar en El Cairo (Egipto), con la presencia de una delegación del Vaticano en 1994, y en 1995, la cuarta conferencia mundial de las Naciones Unidas en Pekín, que acogió la teoría de género en favor de la emancipación y la mejora de las condiciones de las mujeres en todo el mundo. 3

3

ABORTO Cada segundo 2 niños son eliminados mediante el aborto. 73 millones cada año. IDEOLOGIA DE GÉNERO: cambio de sexo La difusión, incluso en las escuelas infantiles, de la ideología de GÉNERO, que niega la propia identidad biológica y que promueve, incluso en los adolescentes, tratamientos quirúrgicos y hormonales devastadores. En varios países, los padres desconocen estos tratamientos y, si están en contra, el Estado interviene para alejar a sus hijos de la familia5. Una cultura llamada: “dominante” Que pretende desestructurar al hombre, una verdadera "colonización ideológica ", como ha repetido varias veces el Papa Francisco. Una "cultura" que se ha consolidado como modelo y verdad absoluta capaz de influir en elecciones, gustos, ideas y opiniones sin que nos demos cuenta. Una cultura que aparentemente pone al hombre en el centro, privándolo de su propia unicidad y discernimiento también a través de una aparente conquista tecnológica. TECNOLOGÍAS DIGITALES E IMPACTO EN LA HUMANIDAD El uso patológico de las tecnologías. Aumenta el uso patológico (o compulsivo) de las tecnologías que acaba interfiriendo con las actividades cotidianas. De media, una persona pasa más tiempo delante de los dispositivos electrónicos que durmiendo. La gente desbloquea sus teléfonos un promedio de más de 50 veces al día. El 61% de los usuarios de internet son dependientes (IAD: Internet Addiction Disorder). Acoso cibernético. Seducción online Uso de las nuevas tecnologías para intimidar, acosar, agredir (más de 200.000 muertes al año en todo el mundo) entre niños y jóvenes. Seducción online (Online Grooming) más de 5.000 casos al año en menores. Miles de millones de imágenes de pornografía infantil están presentes en internet. Chats que elogian la anorexia y la bulimia (3.000 muertes al año). Hikikomori: Jóvenes que se auto-recluyen en casa y están perpetuamente conectados (entre 14 y 30 años; más de un millón de casos sólo en Japón).

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En las ciudades canadienses, los padres marchan contra la educación de la ideología de género en las escuelas y la posibilidad que se da a los menores de cambiar de sexo sin informar a su familia. Un movimiento popular interconfesional, al que el primer ministro Trudeau responde con desprecio (La Nuova Bussola, 24 septiembre 2023).

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El mercado de la pornografía vale más de 100 mil millones de dólares al año. El 90% de los niños entre 8 y 16 años consumen pornografía online. Sólo en Estados Unidos, cada segundo, 28.000 personas acceden a sitios pornográficos. El comercio de niños para uso sexual y para producir pornografía infantil. Recientemente, una película (El sonido de la libertad) que trataba este tema estuvo bloqueada durante años antes de ser estrenada en los circuitos cinematográficos. INTELIGENCIA ARTIFICIAL Hoy es posible gracias al continuo aumento de la potencia de cálculo (Algoritmos, secuencia potencial de comandos autónomos) y a la disponibilidad de enormes cantidades de datos, desarrollar aplicaciones capaces de "aprender" (machine learning) imitando el funcionamiento de las neuronas humanas (redes neuronales). En la práctica, la Inteligencia Artificial puede potencialmente utilizarse para todo tipo de necesidad y al alcance de todos. ALGUNAS VENTAJAS DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL Realizar pruebas sanitarias complejas y hacer mucho más rápido los diagnósticos. Incrementar la seguridad de los vehículos: sensores inteligentes. Automatización a través de robots para trabajos peligrosos o agotadores. LOS PELIGROS DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL La Inteligencia Artificial (IA) se usará en todas partes y todo estará interconectado, provocando una dependencia cada vez mayor de ella. Las nuevas generaciones usando la IA tendrán déficits causados por la falta de entrenamiento al razonamiento, con graves consecuencias sociales. Los expertos estiman que dentro de 15 años la IA razonará como un cerebro humano y en 25 años podría superarlo. Actualmente, con el objetivo de tratar enfermedades neurodegenerativas, se están experimentando dispositivos para implantar en el cerebro (PROYECTO NEURALINK), con los que será posible leer el pensamiento y realizar acciones a través de un ordenador. Todo esto causará, evidentemente, graves problemas éticos. Existe un riesgo real de que dentro de 20/30 años, gracias a su evolución, se le asignen a la IA, tareas estratégicas y militares, con el riesgo de no poder tener ya el control y quitar al hombre la responsabilidad de las decisiones fundamentales.

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Más de 1.000 científicos y personajes públicos han firmado una petición para pedir que se regule el avance indiscriminado de la IA; pero, en realidad, las mismas empresas que firman la petición continúan invirtiendo y desarrollando nuevas soluciones. PERO ¿PUEDE EL PROGRESO SUSTITUIR A DIOS? La Inteligencia Artificial crecerá desenfrenadamente y llevará a las personas a tener una especie de sumisión (idolatría) a la tecnología, sustituyendo a Dios. Una forma silenciosa y demoníaca de anestesiar la capacidad de discernir. Hilos invisibles, gracias a los que, como marionetas, estamos atados para estar de pie. Movidos por un titiritero (demonio) que nos obliga a interpretar papeles que no son los nuestros. ¿QUÉ DEBE HACER EL CRISTIANO? El Papa Francisco en un vídeo de 2020 afirma: “La fe en la ciencia y la inteligencia artificial6 está en la base del cambio de época que estamos viviendo. La fe en la Providencia ha sido sustituida por la fe en el progreso científico, que a través de la IA parece prometer un poder infinito. La robótica puede hacer posible un mundo mejor si está unida al bien común. Porque, si el progreso tecnológico aumenta las desigualdades no es progreso real. Los progresos futuros debe orientarse hacia el respeto de la dignidad de la persona y de la creación. Oremos para que el progreso de la robótica y de la inteligencia artificial esté siempre al servicio del ser humano... podemos decir "sea humano". Pero ¿cómo hemos llegado a producir esta civilización de la muerte y el descarte, de la que nos han hablado los últimos pontífices? Kiko Arguello en el Meeting de Rímini (jueves 22 de agosto de 1996). En la parte final del vídeo que vimos anoche, hemos presentado una intervención de Kiko en el encuentro de Rímini de 1996, en el que proféticamente preanunciaba lo que estamos viviendo en nuestros días. Indico ahora algunos pasajes principales de su intervención. Tras describir las principales características de nuestra sociedad globalizada en la que se difunden los mismos espectáculos, las mismas modas de vestir, las mismas formas de comer, constantemente 6

Inteligencia artificial. Vídeo del Papa Francisco, 11 noviembre 2020. “Inteligencia Artificial y Paz”. Es el tema del Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz 2024, publicado el 8 de agosto de 2023.

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bombardeados por los medios de comunicación sobre un nuevo tipo de sociedad que se está imponiendo en todo el mundo, Kiko dice: Frente a esto, nosotros como cristianos, que tenemos un carisma profético por el Bautismo, debemos reflexionar sobre lo que Dios nos está diciendo ahora frente a estos hechos que vemos. Si los analizamos vemos que estamos rodeados por toda una especie de constante "catequesis", que nos están dando a través de las televisiones programadas, con una antropología en las películas, en las telenovelas, una "antropología", que viene de "antropos", que quiere decir hombre, un nuevo concepto de hombre: pero ¿a qué cultura nos quieren llevar, a qué civilización? Si analizamos bien, lo que proponen no es cristiano, sino anticristiano. Encontramos una palabra introducida hace unos años, “autopoiesis”7: es decir, que el hombre es un creador completo de sí mismo completamente. Las ciudades se están transformando en gigantescos centros multirraciales, multi-religiosos, donde hay una única religión que es la tolerancia que se impone en todas partes, la tolerancia, se hacen mesas redondas donde está el Islam, cristianos y judíos, etc. y nadie puede decir que tiene la verdad, esto sería estalinismo religioso, lo oí decir en una mesa redonda italiana, no, entonces no hay más, no hay más verdad, estamos en la posmodernidad, cada uno tiene su propia verdad, hay un relativismo total. Lo que está sucediendo es gravísimo porque, en el fondo, la nueva idea moderna del mundo es la consecuencia del primer engaño, cuando el demonio le dice a Eva: "Conocerás el bien y el mal, podrás decidir por ti misma el bien y el mal, serás Dios”. Es una forma de autonomía, de convertirse en creador de sí mismo, y esto nos está destruyendo porque implica las raíces más profundas: porque se está destruyendo la familia, porque la Revelación de Jesucristo es que Dios es Padre: esto es una gran revolución. Si Dios es Padre tú has sido creado para ser hijo de Dios, pero ¿y si Dios no existe? Como dice San Pablo en la carta a los Hebreos: “Por tanto, puesto que los hijos participan de la sangre y de la carne, también Cristo participó de las mismas, para reducir a la impotencia, mediante la muerte, al que tiene el poder de la muerte, es decir, al diablo y librar así a aquellos que, por miedo a la muerte, estaban de por vida sometidos a esclavitud”. Mediante su muerte, Él entró en la muerte para destruir la muerte. ¿Cómo se destruye la muerte? Cristo ha resucitado, ha vencido la muerte para vivir dentro de nosotros y poder darnos la posibilidad de no vivir más para nosotros mismos, sino para aquel que murió y resucitó por nosotros. 7

El término autopoiesis fue acuñado en 1980 por Humberto Maturana y Francisco Varela a partir de las palabras griegas auto, que significa uno mismo, y poiesis, que significa creación. En la práctica, un sistema autopoiético es un sistema que se redefine continuamente y se sostiene y reproduce desde dentro (Wikipedia).

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El Papa Benedicto XVI, en la encíclica Spe Salvi El Papa Benedicto XVI, en la encíclica Spe Salvi, analiza algunas de las principales causas del actual cambio de perspectiva de la humanidad. Entre otras cosas, hablando de la Esperanza cristiana de la Vida Eterna, se pregunta: "¿Cómo se ha llegado a interpretar la «salvación del alma» como una evasión de la responsabilidad por el conjunto, y a considerar el cristianismo como una búsqueda egoísta de la salvación que rechaza el servicio a los demás? (Spe Salvi 16). Para encontrar una respuesta hace un breve análisis de los mayores acontecimientos de las ideologías que desde la época de Lutero, con el Renacimiento, han marcado la transición del cristianismo a los tiempos modernos. En primer lugar, habla del filósofo Francis Bacon8, que afirma "Que ha surgido una nueva era –gracias al descubrimiento de América y a las nuevas conquistas técnicas que han permitido este desarrollo”. Pero ¿en qué se basa este cambio de época? La novedad -según la visión de Bacon- radica en una nueva correlación entre ciencia y práctica (puesta en práctica o tecnología). Esto se aplica después también teológicamente: esta nueva correlación entre ciencia y praxis significaría que el dominio sobre la creación, dado al hombre por Dios y perdido por el pecado original, se restablecería.9 Ahora bien, esta «redención», la restauración del «paraíso» perdido, ya no se espera de la fe, sino de la conexión recién descubierta entre ciencia y praxis. No es que la fe, con ello, simplemente se niegue; sino que más bien se traslada a otro nivel al de las cosas meramente privadas y ultraterrenas– y al mismo tiempo, se vuelve de alguna manera irrelevante para el mundo. Esta visión programática ha determinado el camino de los tiempos modernos e influye también en la actual crisis de fe que, en concreto, es sobre todo una crisis de la esperanza cristiana.10

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Vivió entre los siglos XVI y XVII, bajo el reinado de Isabel I y Jaime I Estuardo. Recuerdo que en la época en que estudiaba teología en Roma, en los años 1968, ya no se podía hablar de la obediencia como expresión de la Voluntad de Dios, ya que Él ha dotado al hombre de la inteligencia para discernir y actuar. El hombre tendrá que responder según sus elecciones. 10 Recordamos las catequesis de Kiko y Carmen en los primeros años del Camino sobre la superación del Dios ‘tapagujeros’ en los tiempos de la religiosidad cristiana, de la cristiandad, cuando uno tenía dolor de muelas recurría a San Blas, para las vacas enfermas se recurría a San Antonio de Padua, ahora, gracias al progreso y a la técnica de la ciencia... cuando a uno le duele las muelas va al dentista y cuando tiene un problema con sus vacas llama al veterinario y con esto se le invita a superar las supersticiones de religiosidad. 9

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Con Bacon se introduce una antropología que pretende superar el pecado original y conquistar el paraíso gracias a la ciencia y a la técnica. Así, para Bacon, la esperanza recibe un nuevo nombre: fe en el progreso. Así, también, presentó una visión de los inventos previsibles, hasta el avión y el submarino. Durante el desarrollo ulterior de la ideología del progreso, la alegría por los avances visibles del potencial humano, sigue siendo una confirmación constante de la fe en el progreso como tal. Al mismo tiempo, el Papa Benedicto destaca dos categorías en el centro de la fe en el progreso: la razón y la libertad. Spe Salvi 18. El progreso es sobre todo un progreso en el dominio creciente de la razón y esta razón se considera obviamente una potencia del bien y para el bien. El progreso es la superación de todas las dependencias: es progreso hacia la libertad perfecta. También la libertad es vista sólo como una promesa, en la que el hombre se realiza hacia su plenitud. En ambos conceptos libertad y razón- está presente un aspecto político (que debe lograrse). La salvación, por tanto, no es ya ser librado del miedo a la muerte y, por tanto, poder amar, aceptando los límites y la cruz en sumisión a Dios. La salvación es, en cambio, la superación de todo límite refundando la sociedad y toda relación humana mediante una acción política revolucionaria. Aunque sea un poco pesado de escuchar, sin embargo, la situación en la que estamos llamados a vivir hoy como cristianos es tal que podemos tolerar este análisis hecho por los últimos Papas, para ser iluminados sobre cómo afrontar la modernidad, la post-modernidad y el post-humanismo. “Razón y libertad parecen garantizarse por sí mismas, en virtud de su bondad intrínseca, una nueva comunidad humana perfecta. Sin embargo, en estos dos conceptos clave de «razón» y «libertad», el pensamiento siempre contrasta tácitamente con los vínculos de la fe y de la Iglesia, así como con los vínculos de los sistemas estatales de entonces. Por lo tanto, ambos conceptos llevan en sí un potencial revolucionario de enorme fuerza explosiva. Esta antropología prometeica es contraria a la cristiana y encuentra su realización no en el Amor sino en el Poder. A partir de estas premisas, el Papa Benedicto analiza cómo esta esperanza prometida se ha realizado a

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nivel político e ideológico, citando la Revolución Francesa y la Ilustración del filósofo Emanuel Kant. Spe Salvi 19. La Revolución Francesa En primer lugar, está la Revolución Francesa como intento de instaurar el dominio de la razón y de la libertad, de una manera políticamente real. La Europa de la Ilustración, en un primer momento, miraba fascinada estos acontecimientos, pero frente a su desarrollo tuvo que reflexionar de una manera nueva sobre su razón y libertad. Emanuel Kant Para Kant, la “pura fe religiosa” significa “fe racional”, que él propone en su libro “La religión en los límites de la razón”11, donde desea una nueva "Iglesia invisible" que va eliminando gradualmente todo vestigio del pasado, porque la liturgia y los sacramentos son "ilusiones supersticiosas y fanatismos" y los sacerdotes administran "una especie de opio de la conciencia que es una ofensa contra el hombre mismo". Para Kant, la Revolución Francesa que persiguió a la Iglesia y al clero, fue un paso en la dirección justa, pero no fue suficiente. Por eso es necesaria una revolución para acelerar los tiempos de este paso de la fe eclesiástica a la fe racional. El «reino de Dios», del que Jesús había hablado, ha recibido aquí una nueva definición y ha adquirido también una nueva presencia; existe, por decirlo así, una nueva «espera inmediata»: el «reino de Dios» llega allí donde la «fe eclesiástica» es superada y sustituida por la «fe religiosa», es decir, por la simple fe racional. Después de la revolución burguesa de 1789, llega la hora de la revolución. Para preparar el camino a Marx, además de Kant, será fundamental Hegel. Hegel formula el intento más completo de secularizar la teología cristiana transformándola en un sistema filosófico, por lo que la historia se convierte en la realización del espíritu absoluto. Hegel contempla el movimiento de la historia hacia la racionalidad, pero para Marx esta contemplación no es suficiente y

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«Der Sieg des guten Prinzips über das böse und die Gründung eines Reichs Gottes auf Erden» (La victoria del principio bueno sobre el malo es la constitución de un reino de Dios en la tierra).

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es necesario sustituir el movimiento histórico para llevar a cabo la revolución que traerá el reino de Dios a la tierra. Ratzinger continúa: Spe Salvi 20. En el s. XVIII no faltó la fe en el progreso como nueva forma de la esperanza humana y siguió considerando la razón y la libertad como la estrella-guía que se debía seguir en el camino de la esperanza. Sin embargo, el avance cada vez más rápido del desarrollo técnico y la industrialización que comportaba crearon muy pronto una situación social completamente nueva: se formó la clase de los trabajadores de la industria y el así llamado «proletariado industrial», cuyas terribles condiciones de vida ilustró de manera sobrecogedora Friedrich Engels en 1845. Para el lector debía estar claro: esto no puede continuar, es necesario un cambio. Pero el cambio supondría la convulsión y el abatimiento de toda la estructura de la sociedad burguesa. Después de la revolución burguesa de 1789 había llegado la hora de una nueva revolución, la proletaria: el progreso no podía avanzar simplemente de modo lineal a pequeños pasos. Hacía falta el salto revolucionario. Karl Marx recogió esta llamada del momento y, con vigor de lenguaje y pensamiento, trató de encauzar este nuevo y, como él pensaba, definitivo gran paso de la historia hacia la salvación, hacia lo que Kant había calificado como el «reino de Dios». Al haber desaparecido la verdad del más allá, se trataría ahora de establecer la verdad del más acá. La crítica del cielo se transforma en la crítica de la tierra, la crítica de la teología en la crítica de la política. El progreso hacia lo mejor, hacia el mundo definitivamente bueno, ya no viene simplemente de la ciencia, sino de la política; de una política pensada científicamente, que sabe reconocer la estructura de la historia y de la sociedad, y así indica el camino hacia la revolución, hacia el cambio de todas las cosas. Después, la revolución se implantó también, de manera más radical en Rusia. Spe Salvi 21. Pero con su victoria se puso de manifiesto también el error fundamental de Marx. Él indicó con exactitud cómo lograr el cambio total de la situación. Pero no nos dijo cómo se debería proceder después. Suponía simplemente que, con la expropiación de la clase dominante, con la caída del poder político y con la socialización de los medios de producción, se establecería la Nueva Jerusalén. En efecto, entonces se anularían todas las contradicciones, por fin el hombre y el mundo se podrían conocer en sí mismos. Entonces todo podría

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proceder por sí mismo por el recto camino, porque todo pertenecería a todos y todos querrían lo mejor unos para otros. Así, tras el éxito de la revolución, Lenin pudo percatarse de que en los escritos del maestro no había ninguna indicación sobre cómo proceder. Había hablado ciertamente de la fase intermedia de la dictadura del proletariado como de una necesidad que, sin embargo, en un segundo momento se habría demostrado caduca por sí misma. Esta «fase intermedia» la conocemos muy bien y también sabemos cuál ha sido su desarrollo posterior: en lugar de alumbrar un mundo sano, ha dejado tras de sí una destrucción desoladora. El error de Marx no consiste sólo en no haber ideado los ordenamientos necesarios para el nuevo mundo; en éste, en efecto, ya no habría necesidad de ellos. Que no diga nada de eso es una consecuencia lógica de su planteamiento. Su error está más al fondo. Ha olvidado que el hombre es siempre hombre. Ha olvidado al hombre y ha olvidado su libertad. Ha olvidado que la libertad es siempre libertad, incluso para el mal. Creyó que, una vez solucionada la economía, todo quedaría solucionado. Su verdadero error es el materialismo: en efecto, el hombre no es sólo el producto de condiciones económicas y no es posible curarlo sólo desde fuera, creando condiciones económicas favorables. Spe Salvi 22. Así, pues, nos encontramos de nuevo ante la pregunta: ¿Qué podemos esperar? Es necesaria una autocrítica de la edad moderna en diálogo con el cristianismo y con su concepción de la esperanza. Es necesario que en la autocrítica de la edad moderna confluya también una autocrítica del cristianismo moderno, que debe aprender siempre a comprenderse a sí mismo a partir de sus propias raíces. En contraste con estas ideologías modernas, el Papa Benedicto escribió esta encíclica sobre la esperanza cristiana en la que afirma: La fe nos da algo La fe no es solamente un tender de la persona hacia lo que ha de venir, y que está todavía totalmente ausente; la fe nos da algo. Nos da ya ahora algo de la realidad esperada, y esta

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realidad presente constituye para nosotros una «prueba» de lo que aún no se ve12. La fe da a la vida una nueva base, un nuevo fundamento sobre el que el hombre puede apoyarse. Esta nueva libertad, la conciencia de la nueva "sustancia" que nos ha sido dada, se reveló no sólo en el martirio, en el que las personas se opusieron al poder excesivo de la ideología y de sus órganos políticos, y, mediante su muerte, han renovado el mundo. Se ha mostrado, sobre todo, en las grandes renuncias, desde los monjes de la antigüedad hasta Francisco de Asís y a las personas de nuestro tiempo que, en los Institutos y Movimientos religiosos modernos, por amor a Cristo, lo han dejado todo para llevar a los hombres la fe y el amor de Cristo, para ayudar. Spe Salvi 8. Se ha demostrado que esta nueva vida posee realmente «sustancia» y es una «sustancia» que suscita vida para los demás. Para nosotros, que contemplamos estas figuras, su vida y su comportamiento son de hecho una «prueba» de que las realidades futuras, la promesa de Cristo, no es solamente una realidad esperada sino una verdadera presencia: Él es realmente el «filósofo» y el «pastor» que nos indica qué es y dónde está la vida. Spe Salvi 9. Para comprender más profundamente esta reflexión sobre los dos tipos de sustancias –hipóstasis y hiparchonta – y sobre los dos modos de vida expresados con ellas, tenemos todavía que reflexionar brevemente sobre dos palabras relativas a este tema, que se encuentran en el capítulo décimo de la Carta a los Hebreos. Estas son las palabras hypomoné (10,36) e hypostolé (10,39). Hypomoné: «paciencia» – perseverancia, constancia. Hypomoné normalmente se traduce como «paciencia», perseverancia, constancia. Este saber esperar y soportar con paciencia las pruebas es necesario al creyente para poder "alcanzar la promesa" (cfr. 10,36). En la religiosidad del antiguo judaísmo esta palabra se usaba expresamente para designar la espera de Dios característica de Israel: su perseverar en la fidelidad a Dios, basándose en la certeza de la Alianza, en medio de un mundo que contradice a Dios. Así, la palabra indica una esperanza vivida, una existencia basada en la certeza de la 12

Carta encíclica Spe salvi, 7).

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esperanza. En el Nuevo Testamento, esta espera de Dios, este estar de parte de Dios, asume un nuevo significado: Dios se ha manifestado en Cristo. Nos ha comunicado ya la "sustancia" de las realidades futuras y, de este modo, la espera de Dios adquiere una nueva certeza. Se esperan las realidades futuras a partir de un presente ya entregado. Es la espera, ante la presencia de Cristo, con Cristo presente, de que su Cuerpo se complete, con vistas a su venida definitiva. Hypostolé Con Hypostolé, en cambio, se expresa el retraerse de quien no se arriesga abiertamente y con franqueza la verdad quizás peligrosa. Este esconderse ante los hombres por espíritu de temor ante ellos lleva a la "perdición" (Heb 10,39). "Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de amor y de sabiduría" - así expresa la segunda carta a Timoteo (1,7), con una hermosa expresión, la actitud de fondo del cristiano. Vida eterna: ¿qué es? ¿La fe cristiana es también para nosotros hoy una esperanza que transforma y sustenta nuestra vida? Sin embargo, ahora debemos preguntarnos explícitamente: ¿la fe cristiana es también para nosotros hoy una esperanza que transforma y sustenta nuestra vida? ¿Es para nosotros "performativa", un mensaje que plasma de forma nueva la vida misma, o es simplemente "información" que, mientras tanto, hemos dejado de lado y que nos parece superada por informaciones más recientes? En la búsqueda de una respuesta quisiera partir de la forma clásica de diálogo con la que el rito del bautismo expresaba la acogida del recién nacido en la comunidad de los creyentes y su renacimiento en Cristo. El sacerdote pregunta primero qué nombre habían elegido los padres para el niño, y luego continua con la pregunta: «¿Qué le pides a la Iglesia?». Respuesta: «La Fe». «¿Y qué te da la fe?» «La Vida eterna». Según este diálogo, los padres buscaban para el niño el acceso a la fe, la comunión con los creyentes, porque veían en la fe la clave de la «vida eterna». De hecho, hoy como ayer, de esto se trata en el bautismo, cuando uno se hace cristiano: no sólo de un acto de socialización dentro de la comunidad, no simplemente de una acogida en la Iglesia. Los padres esperan más para el bautizado: esperan que la fe, de la que forma parte la corporeidad

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de la Iglesia y de sus sacramentos, le dé vida, la vida eterna. La fe es la sustancia de la esperanza. El libro de revelación de Jesucristo, el Apocalipsis, como respuesta a los tiempos actuales Premisa Pido al Espíritu Santo que me inspire para hablar ahora de la esperanza que nos llega del libro del Apocalipsis. Para poder hablar y comprender la luz que nos viene del Apocalipsis, es importante precisar que forma parte de la última fase de la revelación o de la historia de la economía de la salvación. He preparado esta parte de la catequesis con la preciosa colaboración de D. Francesco Voltaggio. 9

Yo Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, del reino y de la perseverancia en Jesús, me encontraba en la isla llamada Patmos a causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús. 10 Fui tomado por el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una voz potente, como de trompeta … 12 Me volví para ver la voz que hablaba conmigo, y al volverme vi siete candeleros de oro 13 y, en medio de los candeleros, uno semejante a un Hijo del hombre, vestido con un manto que le llegaba hasta los pies y ceñido alrededor de su pecho con un ceñidor de oro. 14 Los pelos de su cabeza eran blancos, como lana blanca, como la nieve. Sus ojos eran como llama de fuego. 15 Sus pies tenían el aspecto de un bronce brillante, purificado en el crisol. Su voz era como el rugir de grandes aguas. 16 Tenía en su mano derecha siete estrellas, y de su boca salía una espada aguda de doble filo, y su rostro era como el sol cuando brilla con toda su fuerza. (Ap 1,9-10.12-16).

Juan utiliza un lenguaje de tipo simbólico13 para manifestar una realidad que ve, pero que supera tanto la posibilidad de describir utilizando términos y figuras sublimadas que San Pablo dirá que "lo que el ojo nunca vio y los oídos nunca oyeron", porque superan nuestra posibilidad de compresión; de hecho, reflejan la trascendencia total de Dios.

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Lenguaje simbólico: todo el texto escrito del Apocalipsis se expresa en un lenguaje escatológico, ya utilizado por los grandes profetas para profetizar los castigos de Dios a los enemigos de su pueblo y contra la infidelidad de su pueblo, así como la reconstrucción de Jerusalén con términos ampulosos. El lenguaje utilizado es simbólico, ya que expresa una realidad que en parte es compartida por el hombre, pero en su mayor parte lo trasciende. Está más allá de toda posibilidad de descripción o imaginación, como atestigua san Pablo al hablar de su ascensión al tercer cielo: cosas nunca oídas ni vistas, "cosas indecibles", que superan la posibilidad de comprensión humana y racional. Nos encontramos frente a hechos numinosos, es decir, ante la manifestación de Dios. Para entendernos: Jesús es llamado: "Camino, Verdad y Vida, "Buen Pastor", "Puerta", "Vid", "Cordero", "León", "nuevo Templo de Dios": todos estos diferentes atributos indican algunos aspectos de la Persona de Jesús Cristo en quien el Padre ha querido recapitular todas las cosas, en el Cielo, en la tierra y bajo la tierra. Él es el Cristo Cósmico o Pantocrátor: en Él el Padre ha querido encerrar todas las cosas por medio del Único Espíritu Santo. De manera similar, el hombre creado por Dios encierra en sí mismo todos los elementos del cosmos: agua, tierra, fuego, minerales, realidades químicas y físicas, etc., pero la vida, el Espíritu, se le infunde por Dios, y por este don también él es recapitulado en Jesucristo con todo el Universo.

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Es importante notar como en este libro en el que Dios va a revelar la realidad oculta de la Iglesia en la tierra, que será perseguida por el demonio, nunca será separada de la Iglesia Celeste, donde reside junto al Trono de Dios y al Cordero, rodeado de Ancianos y Coros de Ángeles fieles a Dios que ejecutan sus órdenes en la tierra. Siendo joven, a los 16 años, en la parroquia de Verolanuova, un pueblo cercano al mío, tuve la oportunidad de ver dos grandes cuadros de Tiépolo, que me impresionaron: en los dos cuadros el famoso pintor del siglo XVIII había pintado dos escenas bíblicas que describían El sacrificio de Melquisedec y La caída del maná.14 Introducción El libro fue escrito por un "Juan" que muy probablemente, según refieren las fuentes cristianas más antiguas, es el "discípulo amado", apóstol, o bien, otro Juan, quizás un profeta mesiánico itinerante de origen judío y que enseñaba en la Iglesia primitiva. El autor aclara, desde el principio de la obra, qué tipo de libro ha escrito, llamándolo "revelación", en griego apokàlypsis (Ap 1,1), y utilizando un género literario muy familiar a los lectores de Juan y derivado de las escrituras judías. El género literario apocalíptico relata las visiones simbólicas de un profeta, en las que se revela la perspectiva divina sobre la historia y sobre los acontecimientos actuales, para que el presente pueda ser interpretado a la luz de la Palabra divina. Juan dice que su Apocalipsis es una profecía, lo que significa que se trata de la Palabra de Dios pronunciada para animar y dar esperanza a la Iglesia en los momentos más difíciles y oscuros, cuando se desencadena la persecución y la apostasía y muchos cristianos son llamados a dar testimonio de su fe hasta derramar su sangre, hasta el martirio. Desgraciadamente, el término "apocalipsis" corre el riesgo de ser mal entendido, ya que en el lenguaje común es sinónimo de "catástrofe". En 14

El sacrificio de Melquisedec y la caída del maná, del pintor Giambattista Tiépolo (Venecia, 1696 Madrid, 1770). Realizadas a mediados de la década de 1740, tienen diez metros de alto por cinco de ancho y se caracterizan por una extraordinaria calidad pictórica y una ferviente creatividad compositiva. El sacrificio de Melquisedec: en el centro del campo pictórico están los dos protagonistas: Abraham, con vestidos de militares y con las manos juntas, se arrodilla en oración ante Melquisedec que eleva al cielo un plato que contiene pan. Detrás de él hay un altar sobre en el que se apoyan. En la parte superior de la composición los ángeles se asoman desde las nubes para observar lo que está sucediendo en la tierra; a lo lejos, rodeado por un resplandor de luz divina, se puede ver a Dios Padre bendiciendo apoyado en el globo terráqueo, símbolo de su poder sobre el mundo. La caída del maná: En la parte inferior, los israelitas están distribuidos en diversas posturas: agachados para recoger el maná o con los brazos en alto. A la izquierda, sobre una roca muy por encima del suelo, Moisés levanta los brazos y mira hacia el cielo, acompañado por otras figuras que lo rodean. Finalmente, en lo alto, entre las nubes, están los ángeles, uno de los cuales sostiene el recipiente del que cae el alimento divino. Estos tres niveles, cuyas figuras aluden al mundo terreno, al mundo celestial y a la mediación entre ambos por parte de Moisés, están conectados entre sí desde el punto de vista compositivo.

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realidad, el libro del Apocalipsis, aunque profetiza los signos y las tribulaciones que caracterizarán el fin de los tiempos, es un luminoso libro de esperanza, que contiene, sobre todo, una lectura profética de la historia, escrita para la consolación de los cristianos perseguidos y en tribulación. Esto lo hace más actual que nunca. Al llamar a este libro "profecía", Juan se sitúa en la tradición de los profetas bíblicos pero, al mismo tiempo, lleva su mensaje al punto culminante, que es el cumplimiento en Cristo. El Apocalipsis, por tanto, está lleno de citas, referencias directas e indirectas al Antiguo Testamento, como una gran Scrutatio. Su lenguaje, como hemos dicho, es predominantemente simbólico, fruto de una profunda meditación de la Escritura mediada por la liturgia: en esta última, además, toda la fuerza está en los símbolos y signos sacramentales. El Apocalipsis es pues el libro "más litúrgico" del Nuevo Testamento, tan lleno de diálogos litúrgicos, de doxologías, de aclamaciones, de referencias al culto del templo, a la liturgia judía y a la primera liturgia cristiana, etc. Por este motivo, es imposible comprender el libro sin conocer en profundidad el Antiguo Testamento, la tradición oral y la liturgia. Dios inspiró este libro a San Juan para comunicar su cercanía, su amor y su fidelidad a los fieles de las 7 iglesias de Asia Menor. Las siete iglesias y la visión inicial (Ap 1-2) Esta profecía apocalíptica fue enviada a personas reales que Juan conocía y el libro comienza como una carta circular enviada a siete iglesias de Asia Menor,15 de las que Juan fue catequista y apóstol itinerante. El comienzo del libro narra la visión de Jesús resucitado de pie entre 7 menoròt ("candelabros") de oro (cf. Ex 37,23), que representan las siete iglesias, visión que tuvo lugar el domingo ("en el día del Señor ", Ap 1,10), en el templo celeste. Jesús aparece claramente como el verdadero Sumo Sacerdote (está vestido con vestiduras blancas, como el Sumo Sacerdote en Yom Kipur) y como el Hijo del hombre escatológico, que domina sobre la Iglesia. De hecho, tiene en sus manos las siete estrellas, o sea, los siete ángeles (quizás los responsables) de las siete iglesias (1,20). El siete es un número simbólico importante para Juan, es símbolo de plenitud, basándose en los siete días de la semana que, en el Antiguo Testamento, culminan con el Shabat. Por eso, los Padres la consideran dirigida a la Iglesia universal de todos los tiempos, y por tanto, también a nosotros hoy. Jesucristo resucitado hace primero un "escrutinio" a las siete iglesias, comenzando a tratar los problemas específicos de cada una de ellas: algunas 15

Éfeso (Ap 2,1-7), Esmirna (2,8-11), Pérgamo (2,12-17), Tiatira (2,18-29), Sardes (3,1-6), Filadelfia (3,713) y Laodicea (3,14 -22).

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eran indiferentes debido a su riqueza y opulencia, otras eran moralmente corruptas. Sus miembros continuaron comiendo comidas rituales paganas y asistían en ocasiones a templos paganos. Algunos habían perdido su “primer amor” (2,4), se comportaban con tibieza (3,15-16) y muchos fieles habían manchado sus vestiduras blancas (3,4). En otras iglesias, sin embargo, los hermanos permanecían fieles a Jesús, sufriendo ofensas e incluso persecución violenta. Jesucristo advierte que las cosas no mejorarán: se avecina tal aflicción que los obligará a elegir entre un compromiso con el mundo y la fidelidad a Dios. Masacre de cristianos: Nerón y Domiciano En la época en que se escribió el Apocalipsis, probablemente la masacre de cristianos por parte del emperador romano Nerón ya había pasado y las persecuciones contra los cristianos por parte del emperador Domiciano apenas habían empezado. La tentación era, por tanto, la de negar a Jesucristo para evitar la persecución o simplemente para seguir las modas del tiempo y unirse al espíritu de la época romana (como ocurre hoy). Jesucristo exhorta a los cristianos a ser fieles, para que puedan vencer con el Espíritu del Cordero y "conquistar" con su mansedumbre y el amor a los enemigos el Imperio Romano, como de hecho sucedió. Jesucristo promete una recompensa maravillosa a los hermanos de las comunidades. Toda recompensa está directamente ligada a la visión final del libro sobre las bodas entre el cielo y la tierra, entre el Cordero y su Esposa, la Jerusalén Celeste, la Iglesia. El comienzo del Apocalipsis establece, por tanto, la línea principal que guiará la trama del libro: la Iglesia heredará el nuevo mundo que Dios tiene reservado, porque la fidelidad a Jesús se describe como una conquista. Las visiones proféticas: el Trono y el Cordero Juan tiene, primero de todo, una visión del Trono celeste de Dios y lo describe con imágenes tomadas de muchos profetas del Antiguo Testamento. El Trono simboliza la realeza y la soberanía de Dios y del Cordero y su autoridad sobre la historia y el cosmos. Está rodeado por veinticuatro ancianos y cuatro seres vivientes, que representan a todas las criaturas angelicales y terrestres, que honran al único Dios que es “Santo, Santo, Santo”, en una magnífica liturgia celestial. Los veinticuatro ancianos representan al pueblo de Dios del Antiguo Testamento con los doce jefes de las tribus de Israel y los doce apóstoles (es decir, el pueblo de Israel y la Iglesia de Cristo), sentados en sus respectivos tronos, que adoran a Dios y a Cristo. Los cuatro seres vivientes se refieren directamente a las misteriosas figuras de la visión de Ezequiel (cap. 1) asociadas a la Merkabá, el carro de fuego y trono de Dios. Para la tradición cristiana los seres vivos son el símbolo de los evangelistas (Ireneo, 18

Adv. Haer. III,11,8) y de los cuatro evangelios anunciados en los cuatro puntos cardinales de la tierra (Jerónimo, Com. Ez. I,3,15). La Mercabá, la gloria de Dios "móvil", se convierte así en símbolo de la evangelización en todas las direcciones, hasta los extremos confines de la tierra. El Rollo sellado con siete sellos En la mano de Dios hay un rollo sellado con siete sellos. Simboliza la historia, pero también el Apocalipsis mismo y, en un sentido más general, toda la Escritura. “Siete sellos” significa que la historia es completamente incomprensible para el hombre si no es gracias al Cordero inmolado, pero “en pie”, es decir, resucitado y victorioso (5,6). En otras palabras, el misterio pascual de Cristo nos abre las Escrituras e ilumina nuestra vida. El cordero tiene siete cuernos, es decir, tiene la plenitud del poder y la autoridad mesiánica, y tiene siete ojos, es decir, está lleno del Espíritu y de discernimiento. Nadie es capaz de abrir el libro, hasta que Juan oye hablar de alguien que puede hacerlo: sólo el León de la tribu de Judá puede abrirlo. Este León, como han subrayado varios Padres de la Iglesia se ha convertido en Cordero. Él, sacrificado y ensangrentado, está allí vivo y dispuesto a abrir el libro. Porque el Reino victorioso de Dios ha sido inaugurado por medio del Mesías Crucificado. Jesús ha vencido a sus enemigos muriendo por ellos, como el verdadero Cordero Pascual, para que pudieran ser redimidos gracias a su resurrección. La muerte de Jesús en la Cruz no fue una derrota, sino su instalación en el Trono y la forma en que venció al mal. La visión termina con el Cordero al lado de aquel que está sentado en el Trono y juntos son adorados como Único Dios. En este momento el Cordero comienza a abrir el libro: es un símbolo de su autoridad divina y de su capacidad de dirigir la historia hacia su cumplimiento. La mujer, el dragón y las bestias. El toque de la séptima trompeta no comienza con el anuncio de una plaga, sino con una liturgia celestial compuesta por cánticos de victoria y la aparición del arca de la alianza en el cielo. Esto preanuncia la visión de la mujer del capítulo 12. Ella aparece luminosa en todo su esplendor "vestida de sol", domina los tiempos ("con la luna bajo sus pies") y tiene una corona símbolo de realeza y victoria, con doce estrellas, que representan las doce tribus de Israel y los doce apóstoles (12,1). La mujer es símbolo de la Virgen María, arca de la nueva alianza, que da a luz "un hijo varón, destinado a gobernar todas las naciones con cetro de hierro" (12,5) y de la Iglesia que constantemente da a luz nuevos hijos en la fe. El dragón rojo (12,3) que aparece ante ella, sin embargo, es símbolo del demonio que a lo largo de todas las épocas ha derramado la sangre de los fieles y quiere ocupar

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en el cielo un lugar que no le corresponde. El hijo de la mujer, Jesús, es arrebatado "hacia Dios y hacia su trono" (12,5) el cielo, es una alusión a la Ascensión. Mientras tanto, la mujer encuentra refugio en el desierto, que es el lugar donde Dios ha hecho un catecumenado con su pueblo para prepararlo a entrar a la tierra prometida. Todavía hoy, Satanás hace la guerra contra la mujer y la matriz de la vida (pensemos en cuántos abortos hay cada año, en la eutanasia, en todas las políticas contra la vida. (Por eso, Carmen siempre ha defendido hasta el extremo a la mujer que posee la matriz de la vida): la mujer como mujer, como verdadera Mujer, la Santísima Virgen María –¡la única que es, al mismo tiempo, Virgen, Madre y Esposa!– y como Iglesia, que genera nuevos hijos de Dios a imagen de Cristo. La batalla en el cielo entre Miguel y sus ángeles contra el dragón (12,7) concluye con la derrota de este último. El demonio ha sido desenmascarado y ha perdido definitivamente. Ésta es una buena noticia para todo cristiano, ya que la batalla ya se ha vencido en el cielo. La fe firme en Jesús nos asegura absolutamente la victoria final: "Le vencieron gracias a la sangre del Cordero y al testimonio de su martirio, porque despreciaron la vida hasta la muerte" (12,11). Sin embargo, mientras los cristianos estén sobre la tierra, serán perseguidos por la serpiente antigua que les hará la guerra para destruirlos (12,12-14). El río que vomita la serpiente es un recordatorio de la fuerza impetuosa y mortal de las aguas del diluvio. Pero Dios es más fuerte que la muerte y por eso las aguas son absorbidas por la tierra (12,15), como la muerte que en Cristo "ha sido absorbida en la victoria" (1Cor 15,54). La bestia El capítulo 13 nos presenta un nuevo personaje anunciado en 11,7: la bestia, que representa la encarnación de las fuerzas del mal en el mundo. Tiene "diez cuernos", es decir, un poder enorme (¡pero no total como Cristo!), y "siete cabezas" que indican la totalidad del mal que reside en quien ejerce el poder en este mundo. Aquí también hay una alusión al Imperio Romano. Es el poder de los imperios descrito con su fuerza animal (león, oso, pantera), como en Daniel (7,3-6). Aquí se vislumbra el poder de los cultos paganos y del culto imperial para seducir a la humanidad y conducirla a la adoración idólatra (13,8). La segunda bestia (13,11), en cambio, está al servicio de la primera y favorece su adoración. Detrás de esta imagen se pueden ver los sacerdotes y los ministros de los distintos cultos paganos, que ejercen el mismo poder que el primero, y también la propaganda y los medios de comunicación a favor del imperio satánico. En el número de la bestia, 666 (13,18), se ha descifrado el nombre de “César Nerón” o, mejor dicho, “César dios”. En cualquier caso, representa la absoluta imperfección que caracteriza todo

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tipo de encarnación del mal en los gobernantes de los imperios: ¡Satanás y sus emisarios humanos "imitan" a Dios, pero sin llegar nunca al siete, que simboliza la perfección divina! El capítulo 14 contrapone el Cordero (el Verbo encarnado) a la encarnación del mal en la tierra. El Cordero está acompañado por 144.000 elegidos (14,1), un número simbólico compuesto por doce (tribus de Israel) por doce (apóstoles) por mil (totalidad). Indica la totalidad de los fieles del Antiguo y Nuevo Testamento. Son los que llevan la túnica blanca no porque nunca hayan tenido relaciones sexuales con una mujer, fornicación, no es por eso. Sino porque no se han postrado ante la idolatría, que en el Antiguo Testamento se ve constantemente como adulterio o fornicación. Son los que vienen de la gran tribulación y han lavado sus vestiduras en la sangre del Cordero. A continuación sigue una liturgia celestial, el anuncio del juicio de Dios (14,6-13) y de la cosecha de las naciones (14,14-20), vista en el contexto del cumplimiento de la profecía del lagarero de Isaías (63, 3- 6) en la Pascua de Jesús. En el capítulo 15 aparecen siete ángeles con siete plagas (15,1). El mar transparente como el cristal (15,2; 21,18.21; 22.1), por otra parte, es una alusión al Mar Rojo, pero lleva un símbolo de la nueva creación (los Padres de la Iglesia vieron en él un símbolo del agua bautismal), es de hecho, puro “como el cristal”. Los que están de pie sobre él son los vencedores (15,2), que han cruzado el mar y cantan el cántico de Moisés (15,3-4). A continuación, en el cielo se abrió “el templo que contenía la tienda del Testimonio” (15,5). Esto representa el verdadero destino de los elegidos. Desde la esfera celestial, sin embargo, son enviadas ahora, “siete copas de oro, llenas de la ira de Dios” mediante siete ángeles (15,7) que serán derramadas sobre la tierra. Babilonia es llamada “la gran prostituta” En el capítulo 17 se llama a Babilonia "la gran ramera" (17,1.5), un apelativo reservado con anterioridad a Nínive (Neh 3,4), Tiro (Is 23,15-16) e incluso a Jerusalén cuando se corrompió a causa del pecado de idolatría (Ez 16). Las "grandes aguas" (17,1), son con toda probabilidad una alusión a la actividad comercial marítima que siempre ha producido enormes y deshonestos beneficios a los grandes imperios, acompañados de opulencia e injusticia social. La gran prostituta derrama la sangre de los justos; de hecho, "se emborracha con la sangre de los santos y con la sangre de los mártires de Jesús" (17,6). La mujer, entonces, surge del abismo (17,8), lugar de las fuerzas del mal. Es muy interesante la enigmática expresión de v. 8 “La bestia que has visto, era y ya no es, pero reaparecerá”. Todo imperio, en efecto, después de haber impuesto durante algún tiempo su propio dominio, se derrumba inexorablemente bajo la ola de

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otra hegemonía, que toma su lugar, reavivando las fuerzas del mal en diferentes formas. Juan en su época ve a Roma como la encarnación de la gran prostituta: “Aquí se necesita una mente sabia. Las siete cabezas son las siete colinas (Roma se asienta sobre siete colinas) sobre las que está sentada la mujer. Y hay siete reyes” (17,9). La expresión "siete reyes" probablemente indica no un número finito, sino la totalidad de emperadores y gobernadores injustos. Por eso, el octavo rey del versículo siguiente se coloca dentro del "grupo" de los siete. Esto deja la idea de un ciclo continuo: en cada generación surgen emperadores, gobernantes y reinos que se oponen a la acción de Dios. El destino de la prostituta es nefasto. Cae a merced de sus amantes, después de haberse prostituido con ellos (17,16). Es la misma suerte que en el pasado estaba reservada al pueblo elegido que había caído en la idolatría (Ez 23,11-35). La caída de Babilonia El capítulo 18 se abre con un ángel revestido de esplendor (18,1), porque trae un anuncio de fundamental importancia: "La gran Babilonia ha caído y se ha convertido en morada de demonios" (18,2; cf. Is 13,21; 34,11; Jer 50,39; 51,37; Sof 2,14). Su destino, como el de Sodoma y Gomorra, es definitivo, por lo que el pueblo elegido debe salir de ella, como lo hizo en su tiempo el justo Lot. Así como ha bebido del vino de su prostitución (18,1), ahora debe beber de la copa de la ira divina (18,6-8). A esto le sigue el lamento de aquellos que se habían prostituido con ella: los reyes de la tierra (18,9-10), los comerciantes (18,11-17a) y los navegantes (18,17b-20). Ellos, sin embargo, lloran porque cesa la fuente de sus ganancias y se mantienen a distancia porque no quieren correr la misma suerte (18,10.15.17). La Jerusalén Celeste A la destrucción de Babilonia sigue la liturgia de alabanza de la inmensa multitud de fieles y de justos (19,1). Ha cesado la maldad y la injusticia de Babilonia, el Señor ha manifestado su justicia (19,2) y ha tomado posesión de su reino (19,6), esto es motivo de alabanza, alegría y exultación (19,5.7) y la esposa, es decir, la humanidad redimida, está lista para celebrar las bodas definitivas con el Cordero (19,7). La visión de la "Palabra de Dios" con su ejército es el preludio de la batalla final. Aparece en todo su esplendor sobre su caballo blanco (cf. 6,2). Trae consigo los signos de la pasión que aparecen claramente asociados a la imagen del lagarero de Isaías (66,3). La batalla que tendrá que llevar a cabo se hará con la fuerza de su Palabra. Por eso, la espada afilada con la que pelea sale de su boca (19,15.21). Su combate implica el fin del mal y la nueva creación que encuentra su lugar definitivo en el cielo. El gran banquete al que convoca

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el ángel, subraya el cumplimiento de la profecía de Ez 39,17-20. El ejército enemigo es derrotado definitivamente, ¡pero Juan no hace mención a la batalla final! La Palabra de Dios, de hecho, combate con su palabra, sin armas. Combate dando su vida, donando su sangre, muriendo por los impíos porque ama a todos, pero para los que no se conviertan está reservado un juicio terrible. La bestia y su profeta son capturados y arrojados vivos al lago de fuego (19,20). En el capítulo 20 hay que mencionar el reino de los mil años de Cristo que es el motivo central de los primeros versículos (20,2.3.4.5.6.7) y que debe entenderse en sentido simbólico. El número 1000, en este sentido, puede verse como símbolo de plenitud (10 x 100 = 1000) en el sentido de plenitud en el misterio de Cristo. Sigue un nuevo combate escatológico, en la que la derrota de Satanás será definitiva (20,10). La escena es entonces dominada por el trono (juicio) y por los libros abiertos en los que están escritas todas las acciones de los hombres (20,11-12) y todos serán juzgados según sus propias obras (20,12) y el que no esté escrito en el libro de la vida sufrirá la muerte segunda y será arrojado al lago de fuego (20,14-15). Los dos últimos capítulos se centran en la visión de un cielo nuevo, una tierra nueva y de la Jerusalén futura, que representa la morada de los redimidos (21,2). No habrá más muerte ni sufrimiento (21,3-4) y todo cristiano tendrá vida eterna en Dios. Las piedras preciosas que adornan la ciudad y el templo son símbolo de esplendor. Las doce que están colocadas en las bases y en las murallas (19,19-20) evocan las que el sumo sacerdote llevaba en su pectoral cuando entraba en el templo (Ex 28,15-21). En ella, pues, no hay ningún templo, porque Dios y el Cordero son su templo (21,22). El río de agua viva y el árbol de la vida recuerdan el Jardín del Edén (22,12). Conclusión El poder de Dios, simbolizado por el trono, se realiza, sin embargo, en la mansedumbre: el Reino de Dios es un Reino infinitamente poderoso y, al mismo tiempo, infinitamente manso: el Rey de reyes es el Siervo, el Glorioso es el Crucificado, el Mesías para vencer, se hizo Cordero para sufrir. El Cordero inmolado es el punto de convergencia de toda la historia y representa la clave de toda la historia de la salvación: el Apocalipsis constituye, en este sentido, una lectura profética de la historia a la luz del acontecimiento Cristo. Juan presenta la salvación como un Éxodo definitivo, ya que el inmenso pueblo cristiano sale de la situación de esclavitud y tribulación gracias a la sangre del Nuevo Cordero; los vestiduras de la multitud son lavadas con esta sangre de la nueva alianza; el Cordero guía al nuevo pueblo hasta las fuentes de agua de la vida.

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El Apocalipsis, por tanto, no es sólo la revelación de un misterio nuevo, sino sobre todo la manifestación de lo que había sido prefigurado en toda la historia de la salvación y que se ha cumplido definitivamente en Cristo y en su misterio pascual. La intención del Apocalipsis es aplicar este cumplimiento a la historia actual. El Apocalipsis es, pues, una lectura profética de la historia a la luz de su cumplimiento en Jesucristo. Una atención especial para nosotros del Camino Neocatecumenal, merece el capítulo séptimo del Apocalipsis: el "lavado de las túnicas" se realiza todavía hoy en una constante inmersión en la sangre de Cristo. El dinamismo del sacramento del Bautismo, recibido hoy principalmente siendo niños, exige la necesidad de renovar el Bautismo y adherirse a él diariamente: esto significa ser conscientes de haber sumergido el propio hombre viejo en la sangre del Cordero, es decir en su muerte y en su vida, y convertirse en un hombre nuevo y celeste a imagen del verdadero Cordero, participando de su victoria sobre el mal y sobre la muerte. Esta nueva naturaleza es un don gratuito de Dios, fruto de su elección, aunque requiere una iniciación cristiana, un camino bautismal que permita renovar el propio Bautismo: aunque es cierto que la vida nueva se da al cristiano de una vez para siempre, él, a su vez, está llamado cada día a vivir su identidad de resucitado con una conducta de vida santa; esto exige un contacto constante con la sangre del Cordero, especialmente a través de la escucha del kerigma y de los sacramentos. Todo esto no se puede vivir si no es en comunidad: los salvados revestidos con túnicas blancas no son "santos solitarios", sino una multitud que viene de todas partes. También hoy, la Iglesia es una comunidad que viene de la "gran tribulación". Para muchos hermanos, esta tribulación coincide con una realidad de persecución y en algunos casos con el martirio. Allí donde la Iglesia no es directamente perseguida, está, de todas formas, amenazada por la crisis de fe, de la descristianización progresiva y, en ciertos casos, de una verdadera e indudable apostasía, tal como se describe en el Apocalipsis: cada cristiano pasa así por la tribulación y es llamado, en sentido amplio, al martirio-testimonio, que implica siempre un cierto sufrimiento. En su situación existencial, el cristiano está llamado a levantar la palma de la victoria y a hacer su profesión de fe, proclamando que "la salvación pertenece a Dios y al Cordero". Haciendo esto, transmite la fe que ha recibido (traditio - redditio) y vive su existencia en una continua relación con el misterio pascual de Cristo (la sangre del Cordero), en los sacramentos y en su vida concreta en la que debe reproducirse la forma de ser del Cordero y del Siervo de YHWH: ésta es la misión de la Iglesia y del cristiano. La Iglesia está así llamada a ser cada vez más comunidad en camino pascual, siguiendo al Cordero-Pastor, que conduce a su esposa

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de la muerte a la vida, de la esclavitud a la libertad, de la tristeza a la alegría sin fin. JERUSALÉN CELESTIAL: LA ESPOSA DEL CORDERO Me gustaría concluir compartiendo con vosotros una homilía que creo que el Señor me inspiró en la conclusión del matrimonio espiritual con dos comunidades de París, la Bonne Nouvelle y Saint Honoré D'Eylau, y una de Roma, San Luigi Gonzaga, en la Domus la semana después de Pascua.

Sólo quería ayudar a contemplar esta Jerusalén celestial, en el pasaje del Apocalipsis que hemos escuchado un poco antes del evangelio: “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar no existe ya –el mar es la muerte–. También vi la nueva Jerusalén que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada para su esposo” (Ap 21,1-2). No sé si os acordáis de ese texto que dice que el Señor ha visto a su esposa desde la eternidad y la ha visto muy hermosa, por el amor que tenía. Ésta es la Iglesia. Dios la preparó para hacerla hermosa, como una esposa. El texto del Apocalipsis continúa: “Y oí una fuerte voz que salía desde el trono: '’Esta es la morada de Dios con los hombres'. Pondrá su morada entre ellos, y ellos serán su pueblo y Él será su Dios” (21,3). Como ya dije en una homilía, en el Sinaí Dios dijo: “Si guardáis mis palabras, yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo”. Ha pasado mucho tiempo desde entonces: cruzaron el Mar Rojo, el desierto, han entrado en la Tierra Prometida, han visto la Gloria del Reino, el exilio y el llanto de Babilonia, la formación del grupo de hombres de Yahveh y la sinagoga en el exilio; y la promesa del Mesías, del esposo, de los profetas. También nuestro Camino ha sido fatigoso, pero está proyectado hacia los tiempos escatológicos. “Ya no habrá más muerte y el mundo viejo ha pasado. “He aquí, yo hago nuevas todas las cosas”. Me ha llamado la atención esta coincidencia con lo que ha dicho Kiko al principio: no puede haber ningún juicio, porque hoy el juicio viene seguramente del demonio; ni tampoco ninguna afectividad de la carne, que no puede heredar la vida eterna. “El que estaba sentado en el trono dijo: 'He aquí, yo hago nuevas todas las cosas'. Entonces vino uno de los siete ángeles y me dijo: 'Ven, te voy a mostrar a la Novia, a la Esposa del Cordero. El ángel me trasladó en espíritu a un monte grande y alto y me mostró la Ciudad Santa, la Jerusalén que bajaba del cielo, de junto a Dios, resplandeciente con la gloria de Dios. Aquí

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usa términos apocalípticos, sublimes e inexpresables en el lenguaje humano: esplendor semejante a una joya preciosísima, de jaspe cristalino. La ciudad está rodeada por una muralla grande y alta con doce puertas. Sobre estas puertas hay doce ángeles que llevan escritos los nombres de las doce tribus de Israel. Sobre las puertas están grabados los nombres de los hijos de las doce tribus de Israel: tres puertas al oriente, tres al norte, tres al occidente y tres al sur -es una imagen perfecta, como era el Santo de los Santos-. Las murallas de la ciudad descansan sobre doce piedras que llevan los nombres de los doce apóstoles del Cordero." Aquí recuerdo el capítulo 2, versículo 20, de la Carta a los Efesios, que hoy es más real que nunca para todos nosotros. Dice: “Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios, edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y teniendo como piedra angular al mismo Jesucristo”. Estamos describiendo la ciudad santa, la santa Jerusalén. El texto del Apocalipsis continúa: “El ángel midió la ciudad con la caña de medir: mide doce mil estadios –que según los estudiosos corresponde a 2.200 kilómetros–. Nuestros aviones viajan a una altura máxima de 11 kilómetros. En la conclusión veréis por qué esta medida es tan alta, para que nada impuro pueda entrar, ni siquiera los tronos ni las dominaciones. Sus murallas tienen 144 codos (266 metros) de altura; están construidas de jaspe y la ciudad es de oro puro, como vidrio puro. – Kiko intentó reproducir una imagen de estas piedras preciosas en el Evangeliario; se trata de un lenguaje simbólico que va más allá de cualquier interpretación: el primer cimiento es de jaspe, el segundo de zafiro, el tercero de calcedonia, el cuarto de esmeralda, el quinto de sardónica, cornalina, crisólito, berilo, topacio, crisoprasa, jacinto, amatista: la Jerusalén del cielo es maravillosa. Y las doce puertas son doce perlas; cada puerta está hecha de una sola perla. Y la plaza de la ciudad es de oro puro, como cristal transparente. No hay templo en ella porque el Señor Dios, el Todopoderoso y el Cordero son su templo. La ciudad no necesita la luz del sol, ni la luz de la luna porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero -es una realidad que ya estamos empezando a vivir con el matrimonio espiritual, introduciendo el contrato que vosotros suscribís–. Las naciones caminarán a su luz y los reyes de la tierra traerán a ella su magnificencia”. En 1968 el cardenal Ratzinger dijo: “En el futuro la Iglesia perderá muchos de sus privilegios, será más pobre, sin poder político; pero estará formada por cristianos fundados sobre la roca que es Cristo” – puede ser que estemos entre los que predice el cardenal Ratzinger. Concluye diciendo: “Después de experimentar el fracaso del superhombre del posthumanismo,

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del hombre cibernético y de la inteligencia artificial, quedarán tan decepcionados que mirarán a estas comunidades y volverán al Señor”. Nuestro texto continúa: “Sus puertas nunca se cerrarán durante el día, porque ya no habrá noche. Y le traerán la gloria y el honor de las naciones. No entrará en ella nada impuro, ni el que cometa abominio o falsedad, sino sólo los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero." Unas breves palabras sobre el evangelio, que dice: “No ruego sólo por éstos, sino también por los que creen en mí”. Pide al Padre que nos inserte en el amor de la Santísima Trinidad, para poder amar como Él nos ha amado y ser uno como el Padre y el Hijo son uno, para que el mundo crea y se convierta. Demos gracias al Señor. Hagamos este contrato. Entonces se consumarán estas bodas espirituales con el ofrecimiento de Jesucristo por todos nosotros, participando de su cuerpo y de su sangre.

Las apariciones de la Virgen María: en un mundo de cristiandad Con motivo de la reciente apertura solemne de la causa de beatificación de Carmen, el 4 de diciembre de 2022, presidida por el cardenal Carlos Osoro, ante una representación de hermanos, familias, jóvenes, obispos, sacerdotes, itinerantes, he tenido la sensación de que la reforma del Concilio Vaticano II se estaba produciendo, exactamente en el 60° aniversario de su inicio, en el otoño de 1962. Hoy damos testimonio de que el mandato de la Virgen María a Kiko se ha cumplido en nuestras vidas y se seguirá cumpliendo en la Iglesia. En nuestro tiempo, llamado postmoderno, como ha repetido el Papa Francisco en los últimos días, el ateísmo y la secularización, ha rechazado las raíces cristianas para construir un mundo nuevo sin Dios pero, al mismo tiempo, el Espíritu Santo ha suscitado el Concilio Vaticano II como respuesta y al mismo tiempo la Virgen María, en una única aparición interior, ha comunicado a Kiko su mandato de hacer comunidades cristianas. Reflexionando sobre el hecho de que la Virgen María, especialmente en los dos últimos siglos, se ha aparecido varias veces a la gente sencilla en Europa y en otras partes del mundo, atrayendo multitudes, dando signos de su presencia con milagros y conversiones y considerando también los numerosos santuarios marianos nacionales y regionales, erigidos en su honor por la piedad popular, me ha venido una pregunta: ¿por qué la Virgen ha multiplicado sus apariciones, como las 18 en Lourdes y las 6 en Fátima, mientras que a Kiko la Virgen María se le ha manifestado una sola vez y

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de forma personal, el 8 de diciembre de 1959, fiesta de la Inmaculada Concepción? Y encontré esta respuesta: La Virgen María en el tiempo de la cristiandad, adaptándose al lenguaje del pueblo cristiano, se manifestó de forma milagrosa por su solicitud y su amor maternal, comunicando sus mensajes, llamando a los fieles a arrepentirse de sus pecados, para llamar a los cristianos a convertirse y volver a Dios. Ha invitado a rezar el Santo Rosario por la conversión de los pecadores y a ofrecer los sufrimientos con los de Jesucristo, como dice San Pablo, “completando lo que falta a los sufrimientos de Jesucristo”. La Virgen a Kiko: Pero, ¿por qué la Virgen se manifestó a Kiko sólo una vez y en privado, sin testigos? Como nos dijo en 2016, "la Virgen se me apareció, místicamente, en una visión intelectual muy fuerte y mi alma escuchó estas palabras: 'Hay que hacer comunidades cristianas como la Sagrada Familia de Nazaret que vivan en humildad, sencillez y alabanza. El otro es Cristo." Ésta es mi interpretación: la Virgen le ha dado a Kiko un mandato preciso, que se ha revelado profético, en el sentido de que se ha realizado en todos nosotros aquí presentes hoy. Como ocurrió en las apariciones a Bernadette y a los tres pastorcitos de Fátima, tampoco Kiko entendió inicialmente lo que significaba este mandato de hacer comunidades cristianas. De lo que la Virgen le había comunicado, lo que más le llamó la atención fue: "El otro es Cristo". Por eso, pensó hacerse monje. Pero en los años siguientes, dejándose guiar por el Señor, junto con Carmen Hernández –que vino a vivir cerca de él en las chabolas de Palomeras Altas en Madrid– el Señor dio origen a la semilla del Camino, gracias al apoyo del entonces Arzobispo de Madrid, monseñor Casimiro Morcillo, y gracias a la renovación inaugurada por los Padres del Concilio Vaticano II. Juntos han desarrollado una síntesis catequética con un lenguaje existencial que llega al corazón del hombre secularizado de hoy, abriendo el Camino Neocatecumenal, que los Papas han reconocido "como un itinerario de formación católica, válido para la sociedad y los tiempos de hoy", "una modalidad diocesana de iniciación cristiana y de educación permanente de la fe". Un Camino que, a partir del anuncio del Kerigma, se desarrolla a través de celebraciones semanales de la Palabra de Dios y de la Eucaristía en comunidad, a través de etapas graduales y progresivas de conversión. La Virgen María, a través de este mandato a Kiko, desde entonces, ha impulsado un camino de conversión, que continúa durante más de 50 años, abriendo un Camino para los pobres y los alejados, formando

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comunidades de hermanos de todas las edades, condiciones y razas, que, a través de los signos del Amor y la Unidad, constituyen una Luz de atracción y de referencia, con un lenguaje que llega al hombre moderno y postmoderno. Con el mandato de la Virgen María de formar comunidades cristianas como la Familia de Nazaret, el Señor nos ha mostrado el camino de cómo afrontar esta batalla de la fe en nuestra época. Providencialmente, el Camino Neocatecumenal, nacido al mismo tiempo que el Concilio Vaticano II, ha sido inspirado basándose en las principales constituciones conciliares, respondiendo al deseo de restaurar el catecumenado de la Iglesia primitiva por etapas para hacer frente a una época atea y secularizada. Todos somos testigos, después de más de sesenta años de su nacimiento y a la luz de la lectura del libro del Apocalipsis. El Señor nos invita a ser fieles al carisma recibido tal como nos lo transmitieron los iniciadores y nuestros catequistas. La experiencia nos ha demostrado cómo la fidelidad al Camino en la celebración de la Palabra semanal y de la Eucaristía cada sábado por la noche, en la participación en las convivencias mensuales y en los pasos con espíritu de adhesión a la acción del Espíritu Santo y en la obediencia en la fe, la fidelidad en la celebración de Laudes el domingo por la mañana, el paso de la fe a la hijos, la apertura a la vida, permaneciendo fieles a estos alimentos de nuestra fe. Como apoyo al Camino os invito a la oración, a la paciencia y a la perseverancia; “al vencedor le daré la corona”, dice Jesucristo. El Papa Juan Pablo II, en la audiencia concedida el 27 de enero de 1997 a los Iniciadores e itinerantes al volver del Sinaí, en preparación a la redacción de los nuevos estatutos para el Camino, dijo: “Su historia (del Camino Neocatecumenal) se inscribe en el contexto de ese florecimiento de movimientos y de agregaciones eclesiales que constituye uno de los frutos más bellos de la renovación espiritual iniciada por el Concilio Vaticano II. Este florecimiento fue y sigue siendo un gran don del Espíritu Santo y un signo luminoso de esperanza a las puertas del tercer milenio. Tanto los pastores como los fieles laicos deben saber acoger este don con gratitud, pero también con sentido de responsabilidad, teniendo en cuenta que "en la Iglesia, tanto el aspecto institucional como el carismático, tanto la Jerarquía como las Asociaciones y los Movimientos de los fieles, son coesenciales y contribuyen a la vida, a la renovación, a la santificación, aunque de manera diferente" (A los participantes en el Coloquio internacional de los movimientos eclesiales: Enseñanzas, vol. X1, 1987, 478).

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En el mundo actual, profundamente secularizado, la nueva evangelización se presenta como uno de los desafíos fundamentales. Los movimientos eclesiales, que se caracterizan precisamente por su impulso misionero, están llamados a un compromiso especial en espíritu de comunión y de colaboración”. (Discurso del Santo Padre Juan Pablo II a un grupo de miembros del Camino Neocatecumenal. 24 enero 1997)

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AVISOS Os recordamos encarecidamente que las catequesis y los mamotretos no se pongan en internet. Son para uso exclusivo de los catequistas y los hermanos que vayan a transmitir la convivencia a sus comunidades. La documentación y las informaciones sobre los acontecimientos del Camino están disponibles en la siguiente página web oficial: https://neocatechumenaleiter.org/es/ www.neocatecumenal.es La página web de Carmen Hernández: www.carmenhernandez.es www.carmenhernandez.org www.carmenhernandez.it El link para descargar el video de la convivencia es: https://bit.ly/402WuIL Se trata de 2 videos, cada uno con su archivo de subtitulos. Deben guardarse en el mismo directorio y reproducirlos desde ahi.

El link para descargar el audio del nuevo canto es: https://bit.ly/46PbagT

CUENTA PARA LA COLECTA PARA LOS SEMINARIOS RM: CENTRO NEOCATECUMENAL ARQUIDIOCESANO BANCO DE CRÉDITO DEL PERÚ Cuenta de ahorro en soles 193-23596505-0-52

Asociación María Magdalena de la diócesis de Roma: Grupos anónimos de recuperación de dependencias Teléfono +39 3337343272 Email: [email protected]