Lyotard Lo Inhumano-charlas Sobre El Tiempo

May 11, 2017 | Author: Roberto Salazar Rivas | Category: N/A
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Descripción: Interesantes escritos sobre el tiempo...

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Jean-Frangois Lyotard

Lo inhumano Charlas sobre el tiempo

MANANTIAL Buenos Aires

Título original: L ’inhumain. Causeries sur le temps Édítions Galilée © Éditions Galilée, 1988

Esta obra fue publicada con el apoyo del Ministerio de ¡1 Asuntos Extranjeros y del Servicio Cultural de la , Embajada de Francia en la Argentina

Traducción: Horacio Pons

Diseño de tapa: Estudio R

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Hecho el depósito que marca la ley 11.723 Impreso en la Argentina

© 1998, de ia edición en castellano, Ediciones Manantial SRL Avda. de Mayo 1365, 6o piso (1085) Buenos Aires, Argentina Tel: (54-11) 4383-7350 /4383-6059 [email protected] www.emanantial.com.ar

ISBN: 987-500-018-3

Derechos reservados Prohibida la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o ia transformación de este libro, en cualquier forma o por cual­ quier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, cii^iliili/.ación u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su mlY.uuón está pe­ nada por las leyes I 1.723 y 2S.AAG.

Índice

Palabras preliminares: de lo hum ano.....................................................

9

Si se puede pensar sin cuerpo..................................................................

17

Reescribir la modernidad..........................................................................

33

M ateria y tiem po.........................................................................................

45

Logos y tekné, o la telegrafía.......................................................................

55

El tiempo, hoy..............................................................................................

65

El instante, N ew m an..................................................................................

85

Lo sublime y la vanguardia......................................................................

95

Algo así como: “com unicación... sin comunicación” ......................

111

Representación, presentación, im presentable....................................

123

La palabra, la instantánea..........................................................................

133

Después de lo sublim e, estado de la estética.....................................

139

Conservación y color..................................................................................

149

Dios y la marioneta....................................................................................... 157 \

r.

8

LO IN H UM AN O

La obediencia.................................................................................................

169

S cap elan d.........................................................................................................

185

Domus y la m egalópolis..............................................................................

193

Palabras preliminares: de lo humano

E l humanismo “nos” (?) brinda lecciones. D e m il maneras, a m e­ nudo incom patibles entre sí. Bien fundadas (Apel) y no fundadas (Rorty), contrafácticas (Habermas, Rawls) y pragmáticas (Searle), psi­ cológicas o ético-políticas (los neohumanistas franceses). Pero siempre como si el hombre, al menos, fuera un valor seguro, que no necesita interrogarse. Que tiene incluso autoridad para suspender, prohibir la interrogación, La sospecha, el pensamiento que todo lo roe. Qué es valor, qué es seguro, qué es hombre: estas preguntas se consi­ deran peligrosas, y se las clausura muy pronto. Se dice que allanan el camino al “todo está perm itido”, al “todo es posible”, al nada vale . M iren lo que les ocurre -s e añade- a quienes sobrepasan este límite: N ietzsche tomado como rehén por la m itología fascista, Heidegger nazi, y no sig o ... Aun lo que puede haber de inquietante en K ant a este respecto, lo que no es antropológico sino propiamente trascendental y que, en la tensión crítica, llega a romper la unidad mas o menos presupuesta de un sujeto (humano), como ocurre en el caso, que me parece ejemplar, del análisis de lo sublime o de los escritos histórico políticos, aun eso se expurga. Con el pretexto del retorno a K ant, no se hace sino ampa­ rar el prejuicio humanista bajo su autoridad. U n mismo movim iento de restauración acomete también la es­ critura y la lectura de textos, las artes visuales, la arquitectura. En nombre de una recepción pública bien normada, Jauss recusa el texto adomiano: la escritura de la Teoría estética, encogida, incierta, casi ex­ traviada, se juzga ilegible. Sea comunicable, se prescribe. La vanguar­ d ia está pasada de moda, hable humanamente de los humanos, diríja­ se ¡i ellos, «]UC les resulte pl;i( entero recibirlo y lo recibirán. No es que el humanismo sej simplemente una operac ion de marke­

10

LO IN HUM AN O

ting. No todos los que “nos” (?) reprenden son industriales de la cul­ tura. También se dicen filósofos. Pero tampoco debe examinarse qué es la filosofía, so pena de caer en cualquier cosa. No sueño: lo apunta­ do en las “vanguardias” (feo nombre, ya lo sé) es algo que éstas decla­ raron en varias ocasiones. En 1 9 1 3 , Apollinaire escribía ingenuamen­ te: “A nte todo, los artistas son hombres que quieren llegar a ser inhumanos”. Y en 1 9 6 9 Adorno, otra vez, con más prudencia: “El arte se mantiene fiel a los hombres únicamente por su inhumanidad con respecto a ellos”. Las “charlas” reunidas aquí —todas las cuales son exposiciones espe­ cialm ente elaboradas, destinadas en su mayor parte a un público no profesional, el resto a la confidencia- no tienen ni función ni valor de manifiesto o tratado. La sospecha que delatan (en las dos acepciones de esta palabra) es simple, aunque doble: ¿Y si, por una parte, los huma­ nos, en el sentido del hum anism o, estuvieran obligados a llegar a ser inhumanos? ¿Y si, por la otra, lo “propio” del hombre fuera estar ha­ bitado por lo inhumano? Lo cual haría que lo inhumano fuera de dos clases. Es indispensable mantenerlas disociadas. La inhumanidad del sistema en curso de con­ solidación, con el nombre de desarrollo (entre otros), no debe confun­ dirse con la otra, infinitam ente secreta, cuyo rehén es el alma. Creer, como fue m i caso, que aquélla puede relevar a ésta, darle expresión, es engañarse. El sistema, antes bien, tiene como consecuencia hacer olvi­ dar lo que se le escapa. Pero la angustia, el estado de un espíritu ase­ diado por un huésped fam iliar y desconocido que lo agita, lo hace de­ lirar pero también pensar, se agrava si se pretende excluirlo, si no se le da salida. El malestar aumenta con esta civilización, la forclusión con la información. Muchas de estas conferencias se refieren a la cuestión del tiempo. Es que ésta es decisiva para la separación de que se trata. El desarrollo impone ganar tiempo. Ir rápidamente es olvidar rápidamente, no rete­ ner luego más que la información ú til, como en la “lectura veloz”. Pe­ ro la escritura y la lectura son lentas y avanzan a reculones en direc­ ción a la cosa desconocida “en su interior”, Se pierde tiempo al buscar el tiempo perdido. La anamnesis es la antípoda - n i siquiera, no hay eje com ú n-, el otro de la aceleración y la abreviación. Ilustrémoslo con una palabra sobre un “ejem plo” que, en efecto, es ejemplar y accesible a los humanistas, la educación. Si los seres huma­ nos nacieran humanos, t orno los jeitos na< en ^¡iios (< mi p
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