Los Generos Cinematograficos

Géneros cinematográficos Categorías de películas que se reconocen por peculiaridades estilísticas y de sujeto. Los historiadores del cine y los críticos no se ponen de acuerdo en cuanto al número de géneros existentes, a su identidad o a la frontera entre unos y otros. En gene ral, se puede decir que los géneros principales son: aventuras, biográfico, comedia, drama, melodrama, fantasía, terror, ciencia ficción, películas de gánsteres, cine negro , de espías, musical, western, bélico, histórico, documental y pulp. Si bien es cierto que estos géneros, nacidos en gran parte del cine de Hollywood, son aquellos con mayor número de producciones, no hay que olvidar que cada país tiene también sus géneros propios: por ejemplo, el género histórico japonés sobre los samuráis y las películas de k ung fu realizadas en China. Véase también Historia del cine. PERSPECTIVA HISTÓRICA En la época de oro de las grandes productoras (décadas de 1920 a 1940), normalmente cada película se incluía dentro de un género, ya que era el procedimiento habitual par a su lanzamiento comercial: de este modo se podía orientar la elección del espectado r y aumentar las posibilidades de éxito de la película. Cuando comenzó a desarrollarse una crítica cinematográfica y el cine de Hollywood empe zó a ser estudiado, no fue reconocida tanto la cualidad específica del género como las limitaciones que tal sistema imponía a la creatividad de los cineastas, obligados a hacer frente a las directrices de los productores, a las expectativas del públi co y a las exigencias comerciales. Sin embargo, y como dijo Colin McArthur en su ensayo Underworld USA (1972), las respuestas de los directores y del público al si stema de los géneros cinematográficos son una prueba evidente de cómo esto es un estímul o más que un límite, llevando consigo un exceso de significado independientemente de la contribución de los directores . Es cierto que no puede ser una coincidencia el hecho de que muchos trabajos, com o, por ejemplo, los de Howard Hawks, John Ford, Anthony Mann o, más recientemente, Sergio Leone y Clint Eastwood, presenten características comunes, que permiten ha blar de un género preciso, el western. También es verdad que solo los directores men ores se adecuan de una manera pasiva a un género, sin innovaciones: los cinco gran des directores citados anteriormente han contribuido en gran parte a definir, ar ticular y modificar los rasgos y la temática del western, dando interpretaciones p ersonales; además, ninguno se ha fosilizado en este género, consiguiendo óptimos resul tados en otros. DESARROLLO DE LOS GÉNEROS Los géneros cinematográficos cambian a la par que las circunstancias históricas y soci ales, el público y las modalidades productivas. Nacen nuevas estrellas, surgen otr os temas, se inventan efectos especiales, nuevas caracterizaciones. La raíz de est os cambios está lejos del alcance de los creadores de cine. Productores, directore s, escenógrafos y actores buscan realizar su trabajo del modo más interesante, en lu gar de cómo modificar un género. La relación entre determinados géneros y el desarrollo de las técnicas cinematográficas es en algunos casos obvio: no hay nada de incongruente en un western mudo, pues han existido en las pantallas desde Asalto y robo de un tren (1903, de Edwin S. Porter), pero la idea de un musical mudo es evidentemente ridícula, si bien en los albores del cine las películas mudas se proyectaban con un acompañamiento musical r ealizado en vivo. Del mismo modo, las continuas mejoras técnicas de los efectos es peciales han dado nuevos aires al género de terror y a la ciencia ficción: desde 200 1: una odisea del espacio (1968, de Stanley Kubrick) hasta La guerra de las gala xias (1977, de George Lucas, 1977); desde Encuentros en la tercera fase (1977) y E.T. el extraterrestre (1982), ambas de Steven Spielberg o Alien, el octavo pas ajero (1979) y Blade Runner (1982), las dos de Ridley Scott, hasta Regreso al fu

turo (1985, de Robert Zemeckis) y La mosca (1986, de David Cronenberg). Por otro lado, los personajes de las películas y sus sistemas lingüísticos conservan l as huellas de la sociedad que los ha generado: los mecanismos a través de los cual es una película hace referencia a la realidad varían en cada caso y no son fáciles de identificar. Así como resulta aleatorio trazar las analogías o reconocer similitudes entre los diferentes géneros, también resulta difícil comparar películas del mismo género realizadas en distintas etapas. En la década de 1930, la época por excelencia de las películas de gánsteres, se produjer on pocos westerns. En el mundo del western clásico, el héroe era casi siempre un sol itario que encarnaba los valores ideales de la sociedad propia del sueño americano . En las décadas de 1930 y 1940, surgieron en el público estadounidense otras pregun tas, otros problemas. En los años de las prohibiciones y la Gran Depresión, la etern a lucha entre el bien y el mal se complicó y adquirió contornos más indefinidos: quizá p orque buscaban indagar en los orígenes sociales del crimen, muchas películas de gánste res proponían la historia de un personaje que se encontraba fuera de la ley, de ta l modo que el espectador tendiera a compararse. El rechazo a las construcciones del ambiente urbano junto a un potente individualismo hicieron del gánster un pers onaje fascinante, en contraposición a los representantes del orden. El ambiguo mec anismo psicológico provocado en el público ha determinado la amplia fortuna de este género, si pensamos, por ejemplo, en el éxito de El padrino (Francis Ford Coppola: p rimera parte, 1972; segunda parte, 1974; tercera parte, 1990), serie inspirada e n la vida del mafioso Michael Corleone.