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I
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Miembro de la Orden Rosacruz (AMORC) y de la Orden Martinista Tradicional (OMT)
TRATADO BÁSICO SOBRE
LOS CUATRO ELEMENTOS
Y LOS REMEDIOS FLORALES DE EDWARD BACH
Primer Templo 1
B o r j a C e l a r a i n!
L o s C u a t r o E l e m e n t o s y l o s R e m e d i o s d e E d w a r d B a c h!
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Contenido Introducción!
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Aproximación Histórica!
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Introducción!
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Fundamentos Aristotélicos!
7
Tradición Esotérica! Relaciones Elementales!
9 9
Definiciones Generales!
10
Definiciones Individuales!
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El Agua!
11
El Aire!
13
El Fuego!
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La Tierra!
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Algunas Consideraciones adicionales!
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La Cruz Como Mapa Emocional!
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Los Cuatro Primeros Ayudantes!
19
Los Tres Últimos Ayudantes!
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Los Doce Curadores!
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Algunas Conclusiones!
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Los Curadores Laterales!
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Los Curadores Principales!
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Los Cuatro Ayudantes!
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Los Tres Últimos Ayudantes!
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Tabla de Correspondencias!
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Bibliografía!
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ANEXO I!
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ANEXO II!
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Introducción
La intención del presente trabajo es abordar un estudio de las relaciones entre el ancestral paradigma de los Cuatro Elementos de la naturaleza y las Flores de Bach. Para ello vamos a utilizar como base el esquema floral que ha desarrollado Lluis Juan Bautista en su obra “El Sistema Bach” (a), por lo que su lectura previa es casi obligada para poder tener una idea general de los conceptos sobre los que vamos a trabajar. De algún modo este pequeño trabajo pretende “dar forma”, o por decirlo de un modo masónico, “geometrizar” y conexionar el trabajo y las ideas expuestas en esa obra, con antiguos conceptos sobre la naturaleza, el cosmos y el hombre, existentes desde hace siglos y transmitidos a través de la Tradición Primordial hasta nuestros días, y al mismo tiempo poder explorar hasta qué punto todo ello puede estar verdaderamente conexionado. Podríamos decir también que esta pequeña obra pretende dar un enfoque “tradicional” al trabajo que Lluis Juan Bautista ha realizado, que nos permita profundizar más aún y encontrar un sentido y unas relaciones “ocultas”, en su sentido mas absoluto, entre los propios remedios y estos principios esotéricos, que de otra forma nos hubieran pasado desapercibidos. En un principio la pretensión es situar este estudio en un nivel casi exclusivamente filosófico o si se quiere simbólico, ya que el lado practico, por lo menos en lo que a prescripción se refiere, queda cubierto por la propia obra en la que esta basado este trabajo. En general los seres humanos necesitamos ordenar y organizar todo lo que nos rodea. Es algo innato en nosotros, ya que en mi opinión es una forma de intentar comprender el sentido de la vida. Los esquemas de todo tipo tienen como objetivo fundamental ayudarnos a organizar lo disperso y relacionar las cosas entre sí, en base a denominadores comunes, con el objetivo de darle una estructura y un sentido comprensible, es decir, pasar del “caos” al “orden”, o si se quiere de las tinieblas a la Luz. Lluis Juan Bautista realizó un esquema floral (ver Anexo 1, reproducido con su autorización) que nace de los escritos de Edward Bach, concretamente de la "historia de los caminantes" escrita en 1.934, y sabemos que el propio Dr. Bach también realizó estos esquemas, además de diversos tipos, aunque finalmente se decantó exclusivamente por uno, el de los siete grupos, esquema que hoy en día todavía no hemos llegado a comprender plenamente. En este sentido quizás podríamos decir que todavía en el mundo floral encontramos “caos”, no por que éste exista en si mismo, de hecho es todo lo contrario, sino por que, aún existiendo orden y estructura (el sistema de siete grupos), no llegamos a comprenderlo ni a atisbar su sentido profundo, excepción hecha a algunos autores como el propio Lluis Juan (ver "Bach Esencial", Indigo, 2005), y alguno más, pero son no obstante, excepciones. Otros autores como Julian Barnard expresan lo que acabamos de comentar muy bien: “Los `Siete Encabezamientos´ como los llamó Bach fueron escritos en la edición de 1.936 de `Los Doce Curadores y Otros Remedios´ y se han utilizado desde entonces. El único problema es que estos grupos también fallan en el trabajo en la práctica. Los siete encabezamientos se ven bien sobre el papel, pero no se prestan por si mismos para B o r j a C e l a r a i n!
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aplicación práctica de los remedios. (...) ¿Pero cómo puede una persona estar segura de la diferencia entre la incertidumbre y la falta de interés en el presente? (...) Una persona Mímulus pudiera describirse como hipersensible (nerviosa, tímida, reactiva); y alguien en el estado Gorse (deprimido y desesperanzado) podría considerarse desalentado y con desesperación, aunque el remedio no está colocado en ese grupo”(z). No obstante, aunque todavía no comprendamos plenamente su sentido y función, y con todas las reservas que quepan, siento que esa organización floral de siete grupos que forman el Sistema Floral, si bien no es el único válido, si es lo que Edward Bach nos quiso dejar, su “herencia” por decirlo de alguna manera, lo que nos quiso transmitir en la ultima etapa de su vida. No creo que nada en ese sistema sea casual, ni los siete grupos, ni el orden de los mismos, sus nombres, o las flores que en cada grupo encontramos. Ni siquiera el orden en el que aparece cada remedio dentro de un grupo determinado. Quizás algunos se pregunten por qué entonces vamos a desarrollar un mapa floral diferente, en vez de escribir algo sobre el sistema septenario. En un pequeño escrito del Bach Centre (Sotwell) titulado “En cuanto a la Sencillez”, encontramos lo siguiente: “En su mente [del Dr. Bach] el trabajo descartado y las teorías abandonadas eran como un andamio: útiles mientras se suben los muros y se pone el techo, pero molesto e innecesario una vez que la gente está lista para mudarse y habitar la nueva casa” (bc). Cabe preguntarse si estamos listos para habitar la casa que construyo Bach y que nos dejó como legado. Creo sinceramente que no. No obstante para mí realizar el presente trabajo tiene como objetivo fundamental estudiar, desde un punto de vista “tradicional” , los andamios que utilizó el Dr. Bach para construir ese “Templo de Curación” al cual aspiramos a penetrar. A veces prestando atención a los andamios, descubrimos cuál fue el sustento de los muros. En este sentido la organización de los 19 primeros remedios que encontramos en la obra “El Sistema Bach” realizada en base a la “Historia de los caminantes” es de un valor simbólico mucho más rico de lo que a priori pudiéramos pensar, y se presta como ninguna otra estructura a establecer este tipo de relaciones “ocultas”, o si se quiere “singulares”. Pero, ¿la simbología o la “tradición esotérica occidental” tienen algo que ver con las flores de Bach? Es lo que intentaremos explorar en este trabajo. Siguiendo con Julian Barnard, éste vuelve a expresar en su obra “Forma y Función”: “Es interesante estudiar tales esquemas [se refiere a algunos que Edward Bach realizó], pero son inevitablemente estériles a menos que el patrón funcione en la práctica. Colocar Mímulus en posición opuesta a Centaury o Chicory próxima a Heather no ayuda mucho al diagnóstico”(aa). Desde mi punto de vista no todo en el mundo floral debe estar orientado al ámbito prescriptivo, ni mucho menos, aunque seguramente, dicho sea de paso, las relaciones que nos muestra “La Historia de los Caminantes” y sobre las que versa este trabajo, cada día se vean más “verificadas” a través de la práctica diaria en el tratamiento floral. Y finalmente sólo nos queda desear que algún día podamos comprender todo lo que Edward Bach nos legó a través del sistema de siete grupos y darle un sentido, por B o r j a C e l a r a i n!
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que ese día nacerá en nosotros una nueva visión y una nueva conciencia. Mientras tanto, seguiremos reflexionando y buscando, quizás construyendo templos “sobre arena”, pero con la esperanza viva de encontrar ese camino, como lo encontró Edward Bach, que nos lleve de vuelta a casa, de vuelta a la Alegría, a la Luz, y a la Paz Profunda de nuestra Alma, y por tanto a la salud perfecta. ¡Que así sea!
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Aproximación Histórica Introducción
! Los Cuatro Elementos de la Naturaleza han sido utilizados desde tiempos inmemoriales por diversas culturas, no sólo occidentales como la Griega, quizás la más conocida en este aspecto, sino también por otras más orientales como la Japonesa, la Hindú, etc. Como todos los paradigmas creados por el hombre, el de los Cuatro Elementos trata de explicar y entender las fuerzas que rigen nuestro mundo y lo gobiernan, y en última instancia trata de comprender al propio hombre, como reflejo del Universo del que forma parte. Fueron nombrados por primera vez en la historia por Empédocles (495 – 430 A.C.) político y filósofo griego que postuló la teoría de las Cuatro Raíces, a las que más tarde Aristóteles llamó Elementos, como veremos en un capítulo posterior. Estos elementos, que como todos sabemos son el Agua, el Aire, el Fuego, y la Tierra, se combinan entre sí en distintas proporciones para dar nacimiento a todas las cosas sobre la tierra. Además están sometidos, según Empédocles, a dos fuerzas opuestas y complementarias, el Amor que los une y el Odio que los separa, y de esta forma pretende explicar el movimiento de todas las cosas en el mundo. ! Con el paso del tiempo Aristóteles enriqueció esta teoría añadiendo un quinto elemento, el éter, más tarde denominado como “quintaesencia” por los alquimistas europeos. Este éter sería la esencia de los elementos, la sustancia incorruptible y primigenia, esencial e incognoscible a partir de la cual se generan los cuatro elementos y después de ellos la multiplicidad de formas y sustancias. ! Debemos matizar que estos "elementos" fueron siempre considerados como “energías”, en esencia incognoscibles, pero que por sus efectos en el mundo y en los seres, fueron asociadas simbólicamente a ciertas manifestaciones particulares de la naturaleza. Por poner un ejemplo, el elemento "Agua" no se está refiriendo a lo que comúnmente conocemos como agua, sino más bien a una “energía”, que es acuosa, penetrante, disolvente, fluídica, etc., que es por tanto similar al Agua en su manifestación, o si se prefiere, que encuentra en el Agua su máxima expresión. De la misma forma, el "Fuego" se está refiriendo a otra “energía” cuya naturaleza es ígnea, caliente, B o r j a C e l a r a i n!
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consumidora, irradiante, transmutadora, etc, esto es, similar al fuego en su acción. Sin embargo en todo caso se trata de “energías” generadoras, más que de las sustancias físicas en sí.
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Fundamentos Aristotélicos
Después de que Empédocles formulara su teoría de las cuatro raíces, Aristóteles la retoma posteriormente y la enriquece, relacionándola con su idea de los dos pares de cualidades opuestas de la materia, idea que ha estado relacionada desde entonces y hasta nuestros días con la teoría de los Cuatro Elementos. Para este filósofo griego y según su obra “De Generatione et Corruptione”, los Cuatro Elementos tal y como los conocemos hoy en día, surgen de dos parejas de cualidades primarias de la materia, contrarias y complementarias entre sí que son: “lo frío y lo caliente” por un lado, y “lo húmedo y lo seco” por otro. Aunque Aristóteles reconoce que existen otras cualidades en la materia como por ejemplo “lo duro y lo blando”, “lo liviano y lo pesado”, etc., afirma sin embargo que todas ellas pueden ser reducidas a las cuatro mencionadas en primer lugar, de ahí su clasificación como “primarias”: “Es manifiesto por tanto que todas las demás diferencias [parejas de opuestos] se reducen a las primeras cuatro, pero estas no pueden ser reducidas a un número menor. En efecto, ni lo caliente es propiamente lo que es húmedo o seco, ni lo húmedo es propiamente lo que es caliente o frío; ni tampoco lo frío y lo seco dependen uno del otro ni de lo caliente y lo frío. En consecuencia, tales diferencias son necesariamente cuatro.” (1) Así es como desde el punto de vista aristotélico se generan los cuatro elementos, por las combinaciones producidas por estas cualidades que él denominó “primarias”. Debemos advertir que lógicamente ninguna de estas cualidades puede combinarse con su opuesta, ya que se produciría inmediatamente un equilibrio absoluto entre ambas anulándose la una a la otra (marcadas en la figura de la página siguiente por líneas discontinuas). Nos quedan por tanto cuatro combinaciones posibles a partir de estas dos parejas de opuestos, que son las siguientes: 1) Lo húmedo y lo caliente que producen el Aire. 2) Lo caliente y lo seco se combinan para producir el Fuego. 3) Lo seco y lo frío se unen para formar la Tierra. 4) Lo frío y lo húmedo producen el Agua. Si ordenamos estas cuatro cualidades en forma de cuadrado nos será más fácil ver estas relaciones. En la figura adjunta podemos ver las cuatro cualidades primarias descritas por Aristóteles dispuestas en las cuatro puntas del cuadrado de color amarillo y B o r j a C e l a r a i n!
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ordenadas de forma que cada una enfrenta su contraria, es decir, lo Húmedo enfrentado lo Seco y lo Caliente enfrentando lo Frío. De la misma manera hemos ordenado los Cuatro Elementos en las puntas del cuadrado azul, mas grande y que engloba al anterior, y así todos los elementos están dispuestos de forma que cada uno de ellos enfrenta su contrario, el Fuego enfrentando el Agua, de la misma forma que el Aire enfrenta la Tierra. Además ambos cuadrados, azul y amarillo, están relacionados entre sí, de acuerdo a las consideraciones de Aristóteles sobre cómo se generaban los Elementos que acabamos de describir. Así pues, y observando el doble cuadrado aristotélico, podríamos decir que el Aire como elemento tiene dos cualidades, es húmedo y caliente, cualidades que además son su origen. Siguiendo el cuadrado azul en el sentido de las agujas del reloj nos encontramos con el elemento Fuego, que es caliente y seco. De la misma manera la Tierra es seca y fría, y por fin llegamos al Agua que es fría y húmeda, cualidades éstas que son las que han "producido" a este elemento. Aristóteles finalmente asignó una cualidad concreta a cada elemento, quizás con el fin de simplificar un poco su teoría, y de esta forma asignó la cualidad húmeda al Aire, la caliente al Fuego, la seca a la Tierra y la fría al Agua. Los miembros de la Orden Rosacruz AMORC notarán sin dificultad que en todas estas generaciones mutuas de los elementos, está constantemente presente la Ley Mística del Triángulo, además de otras leyes naturales que darán lugar a fructuosas reflexiones personales. Si fijamos nuestra atención exclusivamente en los Cuatro Elementos y de acuerdo a la ley del triángulo que acabamos de mencionar, podríamos decir que el Aire unido a su opuesto la Tierra, producen de acuerdo a esta ley, el Fuego, o más específicamente, que la cualidad caliente del Aire combinada con la cualidad seca de la Tierra, producen el Fuego al que se opone el elemento Agua. Siguiendo con el mismo razonamiento, el elemento Fuego y su opuesto el Agua, producen la Tierra, o más concretamente la cualidad seca del Fuego y la cualidad fría del Agua, producen la Tierra, a la que se opone el Aire, y así sucesivamente con el resto de elementos. B o r j a C e l a r a i n!
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Tradición Esotérica
Centraremos ahora nuestra atención en los aspectos más tradicionales, quizás también lo más desconocidos, que nos han sido transmitidos a través de las diversas tradiciones esotéricas occidentales. Relaciones Elementales Podemos expresar las relaciones y generaciones mutuas de los cuatro elementos de una forma que he denominado "natural", observando cómo los mismos se comportan en la naturaleza: Así El Agua puede manifestarse como elemento vital gracias a la Tierra que la contiene, la encauza y la dirige. De la misma forma, si el agua no lleva las sustancias nutricias disueltas en ella, es agua estéril, que no aporta nada. El elemento Aire también juega un importante papel con respecto al Agua, ya que la oxigena, y por tanto sin este elemento no podría existir la vida en su seno, por ejemplo en los mares, origen de toda vida. El Fuego es el opuesto del Agua puesto que la destruye, es decir, la evapora y la lleva a su estado gaseoso. Debemos recordar en este punto que el agua se entiende como la cualidad líquida en la naturaleza. De forma análoga, esta estructura la veremos repetida en todas las generaciones sucesivas. Seguimos adelante con El Aire, que es generado por el Agua y por el Fuego, ya que el calor del sol hace que el agua de la tierra y de los mares se evapore formando nubes (Aire). Además el agua que se evapora deja en la tierra todas los elementos “pesados” que contiene disuelta en la misma, para convertirse en vapor puro. El calor del Fuego produce las diferencias de presión que provocan el desplazamiento rápido y repentino del aire, lo que llamamos “viento”. (Ver más adelante la descripción de este elemento). La Tierra es su elemento opuesto, ya que los vegetales, máxima expresión de este elemento, (ver “Definiciones Individuales”), lo consumen y lo agotan. Refiriéndonos ahora al elemento Fuego, observamos que necesita del Aire para poder arder (sin oxigeno no hay combustión) y además necesita “algo” material (Tierra) que quemar o transformar. En su acción, El Fuego transforma ese “algo” material, reduciéndolo a polvo, es decir a “nada”, simbólicamente transmutado en algo de una energía superior. De alguna forma, el Fuego nos devuelve a lo “esencial”. Además el Agua es el elemento que lo controla, puesto que es el que lo apaga, siendo por tanto su apuesto. La Tierra por su parte se nutre del Fuego (puesto que éste transforma y descompone la materia a sus cualidades más básicas, que posteriormente sirven para abonan la Tierra) y del Agua que por un lado hace que dichas materias se disuelvan y sean asimilables por los vegetales, y por otra confiere a la Tierra su cualidad fértil. El Aire se opone a la Tierra ya que dónde se encuentra uno, no está el otro. Tal y como hemos puesto de relieve, todo elemento tiene por tanto su “padre” y su “madre”, y también su “opuesto” que lo anula o controla. Para completar esta serie de B o r j a C e l a r a i n!
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relaciones “elementales” debemos decir que cada elemento tiene también su “pareja”, a la cual es más proclive y de la cual es inseparable en su manifestación. Así podríamos decir que el Fuego y el Aire forman una pareja, de la misma forma que la Tierra y el Agua forman otra. Es una cuestión de pura afinidad. El Aire es esencial al Fuego, de la misma forma que el Agua lo es a la Tierra. En estas parejas existe también su masculino y su femenino. Así por ejemplo el Fuego es masculino y el Aire femenino, ya que el primero consume al segundo, o se "alimenta" de él. De forma análoga, el Agua es masculina, penetrante, en relación a la Tierra, que la absorbe y la retiene. Tenemos por tanto dos elementos que podríamos denominar como masculinos, el Agua y el Fuego, y otros dos femeninos, el Aire y la Tierra. Veremos no obstante que estas parejas se han utilizado en el pasado, por ejemplo por los Rosacruces antiguos en sus “Símbolos Secretos”, cuando eran representados gráficamente en forma de cruz, para “equilibrar” los diferentes elementos entre si. De igual forma, en ciertos rituales rosacruces modernos, todavía está presente el concepto de las parejas. Pero dejaremos esta cuestión para un capítulo posterior.
Definiciones Generales
Aire
Fuego
Tierra
Agua
Por todas las razones expuestas hasta ahora y seguramente algunas más que no acertamos a descubrir todavía, los Alquimistas Medievales simbolizaron a los cuatro elementos, entendidos como la "esencia" del mundo manifestado, a través de triángulos, de esta forma: El elemento Aire como un triángulo de color amarillo, con la punta hacia arriba, ya que es una energía sutil y celeste, y con una línea horizontal que lo cruza, que posiblemente sea un símbolo de la línea del horizonte que divide a la tierra y el cielo. (Obsérvese que el elemento Tierra también lo muestra). El elemento Fuego como un triángulo de color rojo-anaranjado, con la base en la tierra y la punta hacia arriba, es decir una energía que sube hacia el cielo, al igual que el Aire. En algunas ocasiones, cuando el fuego se refiere a la transmutación espiritual, aparece representado con un color violeta. El Fuego es el elemento transmutador por excelencia. Este elemento no sólo se refiere exclusivamente al fuego como tal, sino también a todo lo que represente “calor”. El elemento Tierra como un triángulo con la punta hacia abajo, indicando que es una energía densa y pesada, de color verde en alusión al mundo vegetal, y al igual que el B o r j a C e l a r a i n!
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Aire con un línea que lo cruza horizontalmente. En algunas representaciones simbólicas, como por ejemplo en la Rosa Cruz Hermética y Alquímica (ver Anexo 2) la tierra está representada por cuatro colores, y en algunos otros textos por el color negro. Cuando los Alquimistas medievales simbólicamente querían representar la “perfección” de lo material, utilizaron el color dorado, en alusión al Oro, símbolo de la perfección en los metales. También el Oro ha sido utilizado como símbolo de la pureza espiritual. El elemento Agua, como un triángulo de color azul profundo, con la punta hacia la tierra, indicando que es una energía que se precipita, que se hunde, que es penetrante. Hay que matizar que algunas veces el Agua aparece con color Blanco, por un lado quizás por que es el color más frío que existe y por otro lado puede ser como indicación de la falta de color del Agua, de su cualidad incolora. (Recordemos que el color azul del mar es simplemente un reflejo del color azul del cielo, pero que el agua en sí misma no tiene color alguno). Vemos aquí cómo hay símbolos ambivalentes y que pueden ser adaptables a varias realidades. Nosotros utilizaremos el color azul profundo, ya que es el más comúnmente se utiliza para representar este elemento. Después de haber realizado un esbozo a nivel general de lo que son los cuatro elementos, vamos ahora a estudiarlos uno a uno de forma más concreta.
Definiciones Individuales El Agua
Dentro de la Tradición Hermética Occidental, el Agua está relacionada con el Invierno, lo frío, lo húmedo, con la noche, lo oscuro, lo profundo e insondable, lo oculto y lo subconsciente. Su punto cardinal es el Norte y su color el azul oscuro. La luna es su rectora ya que gobierna la noche y tiene el poder de influir en las mareas. Por todo ello está asociada a lo instintivo e irracional, al pensamiento onírico y arquetípico, a lo simbólico y emocional, y también a todo lo femenino. El agua es un elemento purificador y de hecho en la química moderna se le conoce como el “disolvente universal”. En muchas religiones y filosofías, sobre todo en la tradición judeo-cristiana, está asociada al nacimiento, la infancia y también al bautismo, sacramento utilizado para “limpiar” al infante del “pecado original”. Veremos que ciertas tradiciones astrológicas asocian "la culpa" con este elemento. El Agua es el símbolo de lo líquido, lo penetrante y disolvente, y está directamente asociado a las emociones humanas, sobre todo a aquellas que producen lágrimas (agua) en los hombres. Así mismo es el símbolo del fluir constante de la Vida y de sus ciclos eternos de vida y muerte. De hecho se dice que la vida nació en los mares y el nonato vive en el océano del útero materno hasta que es expulsado en el parto. De hecho en muchos rituales relacionados con la iniciación, en los que se representa simbólicamente el nacimiento espiritual, el nacimiento a una nueva forma de vida y de conciencia, se B o r j a C e l a r a i n!
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reproducen ciertas circunstancias relacionadas con el parto y con el elemento Agua, como en el bautismo, por ejemplo. Si el Agua es el origen de la vida, también podríamos decir que es su fin. En los paradigmas cosmológicos antiguos la línea del horizonte en los océanos representaba en su sentido más literal, el final de la Tierra o “Finis Terrae”, punto a partir del cual no había nada más, donde uno penetraba en el “mas allá”. Así, los rituales fúnebres de numerosas tradiciones ancestrales, enviaban los cuerpos de los difuntos a través de los mares y ríos en un viaje hacia el “infinito”, representado por el horizonte, más allá del cual se penetraba en el ultramundo. Por tanto vemos que el Agua está directamente relacionado con la muerte y con el “descenso” a los inframundos después de la misma. Por la misma razón está también relacionada con el sueño, en el sentido de “sueño eterno”, “inconsciencia” y “olvido” (o también disolución) de uno mismo en el Gran Océano Cósmico. También representa a los ríos subterráneos que circulan en el interior de la tierra y las cuevas que los mismos forman lentamente en el transcurrir de los siglos, donde se manifiestan el frío y la humedad. De hecho la antigua costumbre de “enterrar” a los difuntos introduciéndolos en cuevas, que eran tapadas y señaladas de forma especial, está relacionado más con este elemento que con la Tierra, como en un principio se podría pensar. Siguiendo con este pensamiento podemos relacionar al Agua en sus aspectos negativos con el aislamiento, la soledad, la frialdad, el autocentramiento, el orgullo, la autosuficiencia, la introversión, etc. Al igual que el elemento Fuego, el Agua está directamente relacionado con el concepto de “Yo”, pero no el sentido expansivo e irradiante del mismo sino todo lo contrario, en su sentido auto-contemplativo, es decir, en vez de hacia afuera, hacia adentro. Si observamos el símbolo de la Rosa Cruz Hermética, el trazo horizontal de la cruz está relacionado con el “yo” mundano, con la personalidad externa, mientras que el trazo vertical se relaciona con el Yo Superior. Según un texto muy raro que encontré, perteneciente a la O.L.B. (Orden del León Blanco), una Orden muy poco conocida y significativa dentro del mundo tradicional, y a pesar de que en algunos puntos lo considero poco afortunado, tiene sin embargo algunas descripciones referentes a los elementos que son muy evocativas y que nos servirán para ilustrarlos mejor, y también para tener una referencia externa con la cual establecer un punto de contrate. Así por ejemplo citando algunas frases sobre el Agua: “(...) es emoción, sentimientos, sueños y alimento del corazón. Refresca, enfría, es húmedo, fluido, pesado y misterioso, toma la forma de cualquier cosa que lo contiene. El Agua es el alimento de la vida, y esencial para la vida, puesto que todas las cosas emergieron del mar. El Agua es serenidad. Es azul, claro y pasivo, pero se cuela por las grietas de nuestras defensas. Fluye con nuestro humor, y no se puede agarrar, ya que se resbala por las manos. Es la rápida corriente de una tormenta en ciernes, la pesada espuma a lomos de las mareas del océano. Puede corroer y ahogar. Empero también es la apacibilidad de las ondas en un lago de cristal. Mueve, mengua, fluye, limpia, alivia. Es el espejo brumoso de los instintos subconscientes de nuestro pasado, y nuestra necesidad consciente de futuro.”(2) La Astrología, a un nivel muy genérico, dice del Elemento Agua: Es bien conocido que no es posible restringir esta expansión, y que un estímulo aplicado en cualquier punto B o r j a C e l a r a i n!
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de su masa hará vibrar hasta el más lejano rincón de la misma. Tenemos así descrito en esencia al sentimiento en la astrología: vulnerable, fácil de influir, inestable, puesto que al ser líquido fluye y adopta la forma del recipiente que lo contiene. Su color es azul, su temperamento asociado es el flemático. Es frío y húmedo, pasivo, femenino, el segundo más yin después de la tierra. Al mundo del agua pertenecen las pasiones y los instintos, el dolor y el placer, los sentimientos, los temores y anhelos, las esperanzas y desesperanzas, lo esotérico y todo el mundo psíquico, todo aquello que no se formula en pensamientos ni a través de los sentidos ni por medio de la materia. El elemento agua, igual que el de tierra, se vuelca hacia el pasado, pero de manera diferente, pues lo vive en incompleta digestión, la que trata de no finiquitar para no caer en la realidad. Esto determina que constituya el elemento que carga con más culpa consigo, culpa que abarca incluso a los malos pensamientos. Pero mientras el hombre de tierra procura reparar lo hecho, el de agua sólo puede padecer. Padece por sus culpas, y también porque se sintoniza emocionalmente con los demás y sufre con ellos, como si esos dolores fueran propios. Entre las virtudes de los hombres de agua está su emocionalidad profunda, su receptividad a los sentimientos de los demás, su vigor espiritual, sus potencialidades psíquicas y esotéricas, su compasión, su percepción inconsciente, su amor a las criaturas, su altruismo y sentido protector, su adaptabilidad. Sus defectos nacen de un enfoque a bajo nivel de esas mismas cualidades: sentimentalismo barato, inestabilidad, incertidumbre, adopción inconsciente de conductas ajenas, manipulación de los demás, miedos irracionales, hipersensibilidad, frustración, actitud de víctima permanente, escasa lógica, exceso de subjetividad, volubilidad, desconfianza y recelo, aislamiento.” (3) A este elemento pertenecen los signos de Cáncer, Escorpio y Piscis.
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El Aire
Tradicionalmente el Aire está relacionado con la mañana y también con el amanecer, y por tanto su punto cardinal es el Este, por donde sale el sol cada nuevo día. Quizás por eso también simboliza la luz del sol (no el calor, ya que muchas veces al amanecer todavía hace frío) y por tanto se le asocia el color amarillo. Su estación anual es la Primavera. En la vida del hombre representa la juventud. El Aire está asociado a la mente, al pensamiento en general y en un plano más elevado a la intuición y a la iluminación de la conciencia, es decir, el trascender la mente, así como también a la alegría de vivir, la sonrisa, la ilusión, etc. Es la risa juguetona y espontánea B o r j a C e l a r a i n!
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del bebé, del recién nacido a la luz. La máxima expresión de la inocencia y la virginidad. El Aire representa la esperanza que supone el resurgir de la luz del amanecer tras las tinieblas de la noche, y por tanto está directamente vinculado a la Iniciación. Es en el Este de los Templos dónde comúnmente se confieren las iniciaciones y hacia donde están orientados los ábsides de muchos templos religiosos, independientemente de su tradición y cultura. También está relacionado con la comunicación, la palabra, el canto y la música, la respiración… (en todas estas acciones el Aire es el principal agente). Es el Aire el que mueve las hojas secas de los árboles, las semillas de las plantas y a través del cual se propaga el sonido y la palabra. Por tanto también rige todo lo relacionado con el movimiento. Las aves que surcan los cielos y en algunos casos simplemente sus "alas" han sido sus símbolos mas característicos. A estos animales así como a los ángeles se los ha considerado siempre como los "mensajeros divinos", los que traen noticias e información de un plano superior, por lo que este elemento ha estado siempre relacionado con la inspiración y la revelación Divinas. Volviendo a la O.L.B., el Aire: “... es hijo de la Sabiduría, nuevo en la vida, de ojos abiertos, expectante y apresurándose precipitadamente a la luz. A veces tormentoso, sopla, baila, fastidia, busca, pregunta, desarrolla y respira. Se esfuerza en aprender y enterarse. Puede rugir, aullar y atormentar. Es el suave toque de la inspiración, la fresca brisa primaveral de la razón, danzando en nuestros cabellos cuando caminamos por el valle del descubrimiento. Tiene la inocencia de los corderos retozando en la colina, y el estallido súbito de la luz encima de la oscuridad del horizonte. El Aire es una idea, un pensamiento objetivo, una llamarada de inspiración e ingeniosidad. Es el brillo del genio, o la inquieta agonía de una mente atormentada. Es el nacimiento de la comunicación, que yace en el Este, donde la fe y el día empiezan. El Aire es el alba de la conciencia a través de las brumas de la inocencia, y es el heraldo de la Inteligencia del Espíritu cuando respira sobre la tierra. El Aire nació para ser libre, así como nuestras mentes deben permanecer.” (4) ! Astrológicamente hablando, el Aire está relacionado con tres signos del zodíaco que son Géminis, Acuario y Libra. Para la Astrología, y siguiendo con las definiciones generales... “El hombre de aire se visualiza típicamente como el filósofo, el investigador, el idealista, el genio loco que vive inmerso en la abstracción sin percibir en absoluto la realidad inmediata, ni saber como subsistir en ella. El mundo mental de este elemento elabora los recipientes invisibles a los que se puede acceder sólo después de volcar en ellos la materia. En su mundo no hay un suceder, sino sólo un crear; todo conocimiento es una activa formación en substancia mental, conectada y proyectada hacia el futuro. A este hombre no le atrae la materia sino como una posibilidad de abstracción, y utiliza el mundo físico para la elaboración de formas mentales (...) (...) En su vida cotidiana el hombre de aire vive una especie de irrealidad onírica, inmerso en sus edificios mentales. Estas construcciones ideales pueden proyectarse en forma activa como realización artística, o en una forma más pasiva en la que el creador se B o r j a C e l a r a i n!
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encierra en su esfera mental, en un continuo auto-construirse la realidad. Realidad que, sin duda, sobrepasa todo el esplendor del mundo allá afuera. Porque la más alta motivación del hombre de aire es la belleza, para él: la causa fundamental. Su peor tragedia es el tener que aterrizar en este mundo tangible(...) (...) Entre las cualidades de los hombres de aire están su viveza mental, su buena comunicación, su objetividad cuando se trata de un problema concreto a resolver, su conducta armónica y amigable, su sociabilidad, su inspiración, su creatividad, su gusto por la estética, su flexibilidad, su adaptabilidad, su laboriosidad a nivel mental, su carácter unificador y conciliador.”(5)
El Fuego
El Elemento Fuego está relacionado con el mediodía, el sur, el verano, cuando el sol, que es el que gobierna este elemento, está en su punto más alto y calienta con más fuerza. Su color es el rojo o bien el rojo-anaranjado. Tradicionalmente está asociado al deseo, la voluntad, la pasión, el entusiasmo, el palpitar de la vida y del corazón, el que da color y calor a la sangre, etc. Es enérgico, irradiante y expansivo. Es el deseo ardiente e incombustible del corazón, que también puede llegar a calentar e inflamar la mente. Es la pasión encendida de la vida. Al calor del sol el grano madura y las frutas toman su color rojo que indica que ya están “a punto”, por lo que este elemento ha sido considerado como el “transmutador” bajo cuyo efecto se produce la madurez personal y espiritual. También transforma la materia en su cualidades más básicas, por lo que muchas veces ha estado asociado con la transmutación alquímica y por ende la alquimia interna que debe producirse en el hombre en su camino hacia la Realización. El Fuego es la plenitud de la Vida. Es el más sutil de todos los elementos y tradicionalmente ha estado siempre asociado al mundo espiritual. De hecho también se ha relacionado al fuego con cualquier concepto que tenga que ver lo divino y en muchas ocasiones con el de “Yo Interno” o “Yo Superior”, representado en todos los templos por una llama permanente, una "luz que nunca se apaga". Efectivamente, fue alrededor del fuego donde el hombre, calentado y seducido por su danza, realizó sus primeras meditaciones y se cuestionó por primera vez las grandes preguntas de la existencia, esto es, quién soy yo, de dónde vengo y a dónde voy. Como muchos miembros de nuestra Orden sabrán, siempre ha representado a la Divinidad sobre la tierra y está presente en todos los ritos que el hombre realiza en Su Nombre y elevado a Su Gloria. Así mismo está relacionado con . Citando de nuevo a la O.L.B. el Fuego: “ (...) es deseo. Es entusiasta, calentador, y la chispa de la vida. Es apasionado, emocional, indomable, el más poderoso de las fuerzas de la energía, porque él representa la fuerza del Espíritu. Es una llama que palpita, o una llama que destruye. . .
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El Fuego es rojo. Es el calor moderado que mueve con deleite la tierra; el ansia por vivir, la luz por la que vemos. Dinámico, movible, lleno de chispas, atrevido, vital, inteligente en su urgencia. El Fuego es activo, se eleva. Es el principio de la vida. Su esencia es la vida, calienta, compele, excita, propulsa con entusiasmo. El Fuego es el Cetro de nuestro nacimiento. Es la intrepidez y la irreflexión del joven. Es el salto de deleite salvaje, el bullicio de la excitación. Es nuestra esperanza, nuestra meta, nuestro deseo, nuestra energía y urgencia por el futuro. Vive. ¡Es! El Fuego yace derretido en el centro de la tierra, pero tiene el poder para abrirse paso a través de la corteza. Es nuestro impulso incontenible, nuestro calor, nuestra fiebre, nuestra pasión por amar u odiar.” (6) Desde el punto de vista Astrológico el Fuego: “(...) es voluntad, la que puede ser dispersada en simples deseos o pasiones, o en verdadera voluntad regida por la escala de valores individual. En el primer caso, se trata de voliciones efímeras de búsqueda de satisfacciones materiales o psíquicas. En el segundo caso, se está orientado hacia el futuro, hacia la realización espiritual, ajena a las tentaciones frívolas de la vida material. Podríamos decir que los deseos son la caída de la voluntad en lo temporal, pasajero, perecible, y que la voluntad real es intemporal, orientada hacia lo eterno. (...) la persona con un signo de fuego es, en primer lugar, un optimista, tanto en la apreciación de sus propias fuerzas como en la valoración de sus posibilidades para lograr sus metas, sobre las cuales presume por anticipado el éxito. Su actuar es imperativo, él "tiene que hacerlo" según sus veloces dictados internos, proceso en el cual exige de los demás la misma rapidez y eficiencia que él aporta. Se le encuentra a menudo en el papel de líder, al que accede naturalmente gracias a su poder conquistador, a su gran energía y capacidad de lucha, a su seguridad en sí mismo, a su entusiasmo, a su espíritu de superación, su empuje y su creatividad incesante para conseguir las metas que se propone. Su prototipos son el predicador, el héroe, el profeta, de uno en uno, y aún los tres a la vez. Entre las virtudes del hombre de fuego están la inspiración, la perspicacia, la productividad, la eficiencia -`Ia mayor eficiencia con el menor esfuerzo y en el menor tiempo posible´, es su lema - el valor, rayano en la temeridad, la espontaneidad, la independencia, la auto-motivación con lealtad a su ideal, la honestidad, la calidez, la vitalidad, la carencia de prejuicios.” (7) A este Elemento corresponden los signos de Aries, Leo y Sagitario.
La Tierra
Desde el punto de vista Tradicional el Elemento Tierra está relacionada con la tarde, cuando el sol está decayendo y mengua su fuerza y su punto cardinal es el oeste, por donde B o r j a C e l a r a i n!
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abandona el mundo manifestado para adentrarse en el mundo subterráneo, en el valle de las sombras. Por este motivo representa la vejez y la cercanía de la muerte. Es en el Otoño, estación de este Elemento, cuando se empiezan a recoger los frutos del trabajo realizado en el verano, esos frutos que no son inmediatos, sino que necesitan del calor constante del verano para madurar, y por ello representa también la madurez que da la experiencia. Por ello mismo también es símbolo de la paciencia, la constancia y la perseverancia necesaria para poder recoger la cosecha. El Elemento Tierra está relacionado con la estabilidad, lo firme y seguro, lo denso y con forma definida. Es el Elemento más denso de todos y representa la base, lo primario, lo cuadrado y estable. La Tierra representa los cimientos sobre los que construimos nuestra vida, el sentido común y la reflexión sosegada y práctica. Así mismo se relaciona con el Conocimiento intelectual y científico, que se puede medir y comprobar físicamente. Está representado por el color Verde, lo vegetal que es lo que produce la Naturaleza y que a su vez nutre y sustenta a toda la creación. La Tierra representa en el hombre su cuerpo físico y la armonía con él, esto es, aceptar nuestras propias limitaciones como seres humanos. Este elemento está relacionado con la percepción del mundo físico y sus fenómenos. Así mismo está relacionado con el concepto de “La Madre”, la nutrición, la protección y la fertilidad de la Tierra. Según la O.L.B. “La Tierra es el terreno bajo nuestros pies, la fundación sobre la que construimos nuestra vida. Es el centro de nuestro sentido común, nuestra sensualidad, y nuestros sentidos. Por ella tocamos, saboreamos, olemos, vemos y oímos .La Tierra es estar en casa con uno mismo, integrado, sin obsesiones, fecundo y preparándose para todas las cosas. La Tierra es la Madre de la Fuerza, de la Justicia y de la Ley, la base del mundo físico y el habitáculo del Espíritu en manifestación. Es la confiabilidad y la vulnerabilidad de la vejez. El tiempo de conocer y comprender - la parte de nuestra vida donde el crecimiento empieza y finaliza.” (8) Dentro de la Astrología la Tierra “(...) es un elemento de percepción; su aproximación al mundo se realiza mediante los sentidos: palpando, oliendo, pesando, mirando, midiendo, escuchando, de ahí su escasa velocidad. En los elementos terrestres, representa lo mineral; en la conciencia del hombre, lo corporal. Su color es el verde y su temperamento asociado es el melancólico. La tierra es yin, pasiva, fría y seca. Representa a los trabajadores, a los que ejecutan las cosas, a los realistas, los concretos, clásicos y prácticos. La tradición y la norma guían su conducta mientras ahonda progresivamente en el mundo terrestre y vence en forma persistente las resistencias que le opone la materia, lo que hace con toda su energía y voluntad. Encuentra su complacencia en la tarea terminada y en el goce de la labor cumplida. Su vida está conducida en un ritmo prefijado, con un asidero estable en algo ya recorrido y conocido: el pasado, la familia, la patria, la costumbre, la historia. No se dejará encandilar fácilmente por ilusiones, expectativas o sueños irrealizables. Necesita tocar para creer, como Tomás el Apóstol. Entre las virtudes asociadas a este elemento encontramos la laboriosidad, la perseverancia, la tenacidad, la consideración, la tolerancia, la objetividad, la confiabilidad, la solidez, la paciencia, la cautela, la sobriedad, la conciliación. Lo que podríamos llamar B o r j a C e l a r a i n!
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sus defectos son el exceso de sus virtudes: la tozudez, la falta de imaginación o de automotivación, la escasa capacidad de abstracción, el exceso de convencionalismo o formalidad, la rigidez, la restricción en el razonamiento y la actuación, la excesiva preocupación por las apariencias, la pasividad.”(9) Pertenecen a este Elemento los signos de Tauro, Capricornio y Virgo.
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Algunas Consideraciones adicionales
Evidentemente todo los que hemos dicho sobre los cuatro elementos hasta aquí es un mero esbozo orientativo, ya que nuestra intención no es definir con toda exactitud la manifestación de estas energías en el mundo, sino realizar una aproximación a su conocimiento, para que pueda servirnos de ayuda en nuestras meditaciones. Evidentemente todo los que hemos dicho de los cuatro elementos hasta aquí es un mero esbozo a grandes rasgos, ya que nuestra intención no es definir con toda exactitud la manifestación de estas energías en el mundo, sino realizar una aproximación a su conocimiento, para luego poder descubrir más fácilmente los puntos que tienen en común con los Remedios descubiertos por Edward Bach. Además debemos añadir que existen diferencias en sus definiciones, incluso entre diferentes Tradiciones Esotéricas occidentales. Nosotros las hemos definido en este trabajo de acuerdo a lo que nuestra propia Tradición, la Tradición Rosa Cruz, nos ha transmitido a través de los siglos, sin embargo, será tarea del lector profundizar en el conocimiento de este tema, si así lo desea, y examinar sus diferencias y aproximaciones con otras tradiciones y puntos de vista. Se anexa una tabla con las correspondencias de los cuatro elementos con otros paradigmas tradicionales a través de los cuales se podrán obtener interesantes conclusiones. Además también se adjunta una ilustración de la Rosa Cruz Hermética, que ayudará sin duda en la comprensión de todo lo sugerido en este trabajo.
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La Cruz Como Mapa Emocional
Para representar el esquema de flores que Lluis Juan Bautista plantea en su obra y conectarla con la idea de los Cuatro Elementos vamos a utilizar uno de los símbolos mas antiguos del hombre, esto es, una cruz griega, compuesta por cuatro brazos iguales, en la que cada brazo representa a uno de los cuatro primeros Ayudantes descubiertos por Edward Bach, a saber, Gorse, Oak, Heather y Rock Water. Además nuestra cruz será “trebolada” en sus extremos, para poder posteriormente ubicar a los tres Curadores asignados a cada Ayudante en cada "círculo" del trébol. La Cruz Trebolada o sus variantes, como por ejemplo la cruz de Alcántara o de Calatraba, han sido muy utilizadas a lo largo de la historia por diversas órdenes religiosas, caballerescas y también místicas, como la Orden Rosacruz AMORC. Actualmente nuestra Orden la continua usando en su distintivo, principalmente como símbolo de los tres B o r j a C e l a r a i n!
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elementos alquímicos (Azufre, Mercurio y Sal) presentes en la expresión de cada uno de los Cuatro Elementos, aunque no es el único simbolismo que la Tradición le asigna. En el Anexo 2, dedicado a la Rosacruz Hermética y Alquímica, podrá encontrarse más información al respecto.
Los Cuatro Primeros Ayudantes ! Los Cuatro Primeros Ayudantes dentro de la cruz ocupan, desde mi punto de vista, el siguiente orden: Gorse situado al este, en correspondencia con el Elemento Aire, Oak al oeste, identificado con la Tierra, Heather al sur, en el Fuego, y por último Rock Water al norte, asociado al Elemento Agua. Es también de reseñar que los puntos cardinales han sido dispuestos de forma “tradicional”, estando el Este en la parte superior y no el Norte como es el uso “profano”. De esta forma orientamos la cruz según el aparente recorrido que realiza el Sol en su viaje diario, naciendo en el Este al amanecer, desplazándose hacia el Sur en el mediodía, después hacia el Oeste donde se pone para pasar “subterráneamente” por el Norte, la noche (sombreada en el esquema en oscuro), y volver a renacer eternamente en el Este. ! El orden de los Ayudantes por supuesto no es arbitrario y está justificado, desde mi punto de vista, de la siguiente manera:
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Rock Water
Heather
Fuego - Sur
! Gorse es la promesa de una vida nueva, de una nueva oportunidad, de un nuevo ciclo que comienza, la esperanza de que después de la oscura noche, representada por el Norte, por muy fría y larga que pueda llegar a ser, llegará un nuevo amanecer, un nuevo comienzo. Tal y como describe Rosa Castelló en su obra "Mitología y Flores de Bach": “los antiguos celtas veían en
Agua - Norte
Gorse: Según la descripción del Dr. Bach, en Los Doce Curadores y Otros Remedios: “Una gran desesperanza (...) han abandonado toda creencia de que pueda hacerse algo más por ellos (...) albergan pocas esperanzas de alivio.”, estando sus virtudes opuestas directamente relacionadas con el elemento Aire, con el amanecer, con el regreso de la luz... Es curioso advertir que es el único Aire - Este ayudante de flores amarillas, Día estando este color, como Noche hemos visto anteriormente, relacionado con este elemento, y por ende con la alegría, la esperanza, el renacer después de la oscuridad, etc. Gorse
Oak
Tierra - Oeste
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esta flor el retrato del victorioso y jóven héroe del Sol, cuyas afiladas armas habían vencido al duro y helado gigante del invierno”(m) ! Además situar a Gorse en el Aire nos ayuda a comprender también que la “desesperanza” que este Ayudante manifiesta en su expresión negativa, es un estado mucho más “mental” que emocional, es decir, se encuentra en el mundo de las ideas. Oak: Siguiendo el trazo vertical de la cruz, en el oeste y en la Tierra situamos al Roble, ya que la descripción de este remedio está muy en armonía con lo que ya hemos descrito sobre este elemento. “Para aquellos que están esforzándose y luchando fuertemente para reponerse, o en relación con los asuntos cotidianos de su vida diaria.” Quizás la característica más sobresaliente en la descripción que el Dr. Bach realiza sea “Van a continuar intentando una cosa tras otra y a pesar de que su caso parezca desesperado seguirán luchando”. Es decir, la tenacidad propia de Oak y también, como no, del elemento Tierra. Me gustaría resaltar también que, por empezar a utilizar los símbolos en nuestras reflexiones, colocar a Oak en la Tierra es decir también que es el opuesto de Gorse, ya que en la Cruz los elementos Aire y Tierra ocupan posiciones enfrentadas. Julian Barnard así lo destaca también: “Parece que Bach vio estos dos remedios como dos formas opuestas de tratar el mismo problema crónico”(n). Así encontramos en la descripción de Oak “Son personas valientes y luchadoras ante las grandes dificultades, sin perder la esperanza y el empeño”. De igual modo son famosas las cualidades no descritas por el Dr. Bach pero si observadas en muchas personas con características Oak, como por ejemplo la fortaleza, la austeridad, su sentido práctico, en algunos casos la ausencia de sentido estético, etc.
Heather: En este Ayudante encontramos varios indicadores que lo sitúan directamente vinculado al elemento Fuego. Según la descripción de los Doce Curadores: “necesitan discutir sus propios asuntos con los demás, sin importar quiénes sean”. Es decir, no importa quién sea el interlocutor, sino lo importante es “discutir los propios asuntos”, y además tratados de una forma irradiante, hacia afuera, centrífuga, contándolos a los demás de forma indiscriminada. Así como el Sol, que entrega sus rayos benéficos de luz, vida y calor a todas las criaturas y todos los hombres sin distinción, tanto al ladrón como al santo, al blanco como al negro, al cristiano como al musulmán, Heather hace lo mismo con “sus asuntos” pero en un aspecto negativo. Evidentemente aunque hay un factor tremendamente “egocéntrico” en Heather, de llamar la atención, de estar constantemente centrado en sí mismo, su “forma” no es centrípeta como veremos más adelante en Rock Water, sino todo lo contrario, expansiva y hacia afuera como ya hemos comentado. Por otro lado desde su descubrimiento Heather ha estado relacionado especialmente con el concepto de lo divino. Vamos a recordarlo brevemente, citando lo que Nora Weeks nos cuenta al respecto del descubrimiento del remedio: “Ella [una mujer que Bach conocía] estaba centrada en sí misma y era tremendamente mundana, y él le preguntó: ¿cuál piensa que es la imagen más bella en el mundo?, ¿ha visto algo que le B o r j a C e l a r a i n!
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haya hecho pensar que exista un Dios? Su respuesta fue: Si, las montañas cubiertas de Brezo.”(o). Además si añadimos lo que el propio Dr. Bach pensaba al respecto del modo en el que Heather fue descubierto: “... vemos cómo nos guía la Gran Hermandad Blanca, no por apariciones o milagros, sino llevándonos, si nos dejamos guiar, a través de las cosas cotidianas” (p). ! Según la mitología, Heather “se consideraba una hierba protectora contra maldiciones y embrujos. Se hervían las flores y con el extracto que se obtenía se lavaba a la persona afectada y desaparecía la maldición” (q). ! Así mismo debemos mencionar que este es el único remedio del sistema que debe ser preparado después del mediodía, cuándo el sol está en su punto más alto, estando está hora relacionada también con el Fuego. ! Para finalizar, y aunque no pretendo dar al tema de los colores de las flores un valor absoluto, si me parece curioso destacarlo, como un elemento mas a tener en cuenta. Mas adelante cuando hablemos de los curadores, también intentaremos relacionar sus colores con los elementos a los que pertenecen. En el caso de Heather sus flores tienen un color violeta anaranjado, muy en consonancia con el elemento en cuestión. Rock Water: Siguiendo el trazo horizontal de la cruz, nos encontramos con este Ayudante, relacionado evidentemente con el Agua, ya que es el único remedio que es sólo eso, agua solarizada, y en el que no interviene ningún vegetal, agua por cierto que procede de un manantial, es decir, de lo profundo, de lo oculto, de lo oscuro e inaccesible, del “útero” de la tierra, del norte, de lo que brota desde el interior. ! “Aquellos que son muy estrictos con su manera de vivir; se niegan muchas de las alegrías y placeres de la vida” nos dice el Dr. Bach. Por esta misma razón este Ayudante tiene que ver con lo subconsciente, lo reprimido, esas “fuerzas profundas y de larga data” (r) citadas en Cúrate a ti mismo y que son las que pueden producir la enfermedad, si no se las libera. ! “Son duros y exigentes consigo mismos” podemos encontrar seguidamente en la definición de Rock Water. “Esperan ser un ejemplo para atraer a los demás, los que quizás, entonces, sigan sus ideas y por ende sean mejores”. Aquí podemos observar en todo su esplendor la manifestación del elemento Agua, de su auto-centramiento de forma centrípeta, interna, no expandiendo y predicando, sino “atrayendo” a los demás hacia sí a través del ejemplo, del auto-sacrificio, de la soledad, del auto-perfeccionamiento. De la misma forma que ocurre con Gorse y Oak, podemos decir de Heather y Rock Water que son también remedios opuestos, encontrándose ambos en los brazos opuestos de la misma horizontal, uno como fuego, expansivo e irradiante y el otro como agua, introvertido y contraído, fuerzas opuestas y complementarias de un mismo plano. Me gustaría reflexionar en este punto sobre un fenómeno que se produce y que podremos observar constantemente a partir de ahora en referencia a la posición simbólica de las flores dentro de los elementos, y es lo que llamo "compensación". Por decirlo de forma sencilla, este fenómeno implica que todo aspecto masculino será inmediatamente B o r j a C e l a r a i n!
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compensado por su opuesto femenino. Así por ejemplo, en el brazo horizontal de nuestra cruz floral, que por definición es un plano femenino, receptivo, material, se encuentran los dos elementos que anteriormente hemos definido como masculinos, es decir, el agua y el fuego. Por el contrario, en el brazo vertical, fundamentalmente masculino, penetrante, encontramos a los dos elementos femeninos, el aire y la tierra. Como digo, es un fenómeno interesante que a partir de ahora se producirá de forma casi constante.
Los Tres Últimos Ayudantes Si continuamos observando el esquema que sirve de base al presente trabajo del Sistema Bach, veremos que tenemos todavía tres Ayudantes por ubicar, los tres últimos de esta primera serie descubiertos por Edward Bach, que son Olive, Vine y Wild Oat. Si intentamos ubicarlos geométricamente en la cruz, de acuerdo al esquema floral de Lluis Juan Bautista (Anexo 1), obtendremos lo siguiente: - Vine: Situado entre Heather y Rock Water, quedaría simbólicamente ubicado en el centro de la cruz, tal y como muestra la figura.
- Olive: Situado entre Gorse y Oak, quedaría simbólicamente ubicado en el mismo punto de la cruz, es decir, en el centro de la misma, tal y como muestra la figura.
- Wild Oat: Situado entre Olive y Vine, los dos Ayudantes anteriores, quedaría simbólicamente ubicado en el mismo punto de la cruz, es decir, en el centro de la misma, tal y como muestra la figura.
Así pues los tres ayudantes que restan en nuestro esquema coincidirían en el mismo punto, como hemos visto, exactamente el centro de la cruz. Para resolver este pequeño problema, vamos a representarlos a través de un triángulo equilátero, de la siguiente manera:
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Olive
Vine
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El utilizar los símbolos y la geometría para representar estas ideas desvela de una forma magistral, que estos tres ayudantes forman una unidad, en este caso representada a través del triángulo, y además que este triángulo se encuentra ubicado en el centro de la cruz trebolada. Como apunte al margen, es curioso observar como Vine y Olive siempre han formado una pareja, ya que los dos fueron preparados por personas diferentes a Bach al mismo tiempo (unos amigos a los que envió instrucciones precisas sobre cómo prepararlos) y enviados posteriormente a Bach desde Suiza e Italia, y ahora los vemos de nuevo como pareja en este esquema.
Dentro de este binomio podemos otorgar a Vine un principio Solar, Positivo, Masculino, ya que son “gente muy capaz, segura de sus propias habilidades y éxito” y por tanto ubicado en el punto sur, hacia el lado del sol y del día, de la acción y del éxito. También el herbolario Culpeper “coloca la planta bajo el signo del Sol; trataba las inflamaciones con compresas de hojas de Vid”(s). No debemos olvidar además el profundo simbolismo del vino dentro de la tradición cristiana, en la que representa ni más ni menos que la “sangre de Cristo”, estando tanto la sangre, símbolo de la vida, de la voluntad y la energía, como la Divinidad encarnada en el Cristo, relacionados con el elemento Fuego. Por otro lado tenemos a Olive como principio Lunar, Femenino y Negativo, pues según se nos dice en Los Doce Curadores “se sienten tan exhaustos y débiles, que parece que ya no les quedan fuerzas para hacer cualquier esfuerzo” estando relacionado este estado con el sueño, la noche, el descanso, etc. y situado por tanto al norte, lado de las tinieblas, del frío y la oscuridad. En el mismo sentido sabemos que en la Grecia Antigua era “un símbolo de paz. Con sus ramas se coronaba a los triunfadores en los Juegos Olímpicos, a los novios y también a los muertos. Plutarco cita en varias ocasiones que los muertos se cubrían con hojas de olivos, y en la Eneida de Virgilio, poeta italiano del año 70 al 19 a.c., cuando los Troyanos celebran los funerales de Miseno, utilizan también ramas de olivo, a modo de hisopo, para rociar con agua a los asistentes (...) En los juegos de Herea, al igual que en Atenas aparece también asociada la Luna con el Olivo”(t). Finalmente el resultado, la tercera punta del triángulo, es Wild Oat. Precisamente por este último remedio utilizamos un triángulo con la punta hacia abajo, dirigida hacia la B o r j a C e l a r a i n!
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Tierra, indicando que es una energía que va del cielo (Aire) hacia la Tierra, ya que este remedio tiene que ver con el materialización de la vocación, nuestra misión en la vida, entendiendo esta misión como algo Divino, un mandato de nuestra Alma, una revelación a la personalidad externa con la cual nos identificamos y algo que solo nosotros podemos realizar. “Aquellos que tienen ambición de hacer algo importante en la vida (...) pues si bien sus ambiciones son fuertes, no sienten una llamada que apele por encima de las demás” Para los rosacruces este esquema tendrá sin duda connotaciones simbólicas importantes, como por ejemplo "la rosa" (luz, vida y amor) expandiéndose y manifestándose en el mundo físico, en la vida cotidiana.
Los Doce Curadores Quizás estemos ante una de las tareas más difíciles en este proceso de dar forma geométrica y aplicar este “filtro” de los cuatro elementos, dentro del trabajo filosófico y simbólico que estamos realizando. Para ello nos basaremos, como en el caso de los Siete Ayudantes, en las descripciones de los remedios de “Los Doce Curadores”, en el color y forma de las flores y en otros elementos de tipo histórico, mitológico, etc., que nos ayuden en este proceso. Comenzaremos, como no, por el elemento Aire, que se corresponde como hemos visto anteriormente al Este, la Primavera y el Amanecer y con el Ayudante Gorse. A este ayudante le corresponden tres Curadores diferentes que son Rock Rose, Mímulus y Agrimony. Tal y como podemos observar en la figura adjunta, los Curadores están representados por círculos del color de cada flor, ubicados en cada uno de los tres lóbulos disponibles dentro de cada elemento. Lo primero que podemos observar con curiosidad, es que atendiendo exclusivamente al color de las flores, todos los remedios que se encuentran bajo la influencia de este elemento (Gorse, Rock Rose, Agrimony y Mímulus) son de color amarillo y por tanto asociables al elemento Aire. Es sin embargo el único elemento en el que se da esta coincidencia de forma tan rotunda. Teniendo en cuenta todo lo explicado hasta ahora en relación a los cuatro elementos y sus características, y realizando un repaso por las descripciones y características generales de cada curador, desde mi punto de vista el único de los tres que podría coincidir en su descripción con el elemento Aire sería Agrimony, ya que según se nos indica es “para gente alegre, jovial (...) ocultan sus preocupaciones detrás de su humor y chistes y son considerados como muy buenos amigos a tener”. Sin ninguna duda Agrimony podría ser considerado como un curador de Aire. Sin embargo y para nuestra sorpresa es difícil dar un encaje en este elemento a Rock Rose y Mímulus, a pesar del color dorado de sus flores. Así pues y siguiendo con las descripciones, tomemos por ejemplo la de Mímulus y encontraremos que “esta gente carga en silencio y con reserva sus temores, y no hablan abiertamente sobre ellos con los demás”. Si recordamos las consideraciones previas B o r j a C e l a r a i n!
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Agrimony
Rock Rose
Mímulus
referentes a los elementos veremos que el Aire está relacionado con la “comunicación”, “la palabra”, “el canto”, etc., y es bastante extraño encontrarnos al tímido de Mímulus como un remedio de Aire, por no decir además que Mímulus está indicado cuando hay “Miedo a cosas mundanas; enfermedad, dolor, accidentes, pobreza, oscuridad, soledad, desgracias” lo cual está en las antípodas de lo que el Aire como elemento preconiza.
Si es difícil dar encaje a Mímulus dentro de este elemento, más lo es todavía pensar en Rock Rose, ya que como todos sabemos este remedio es para “cuando un paciente está muy asustado o aterrorizado, o si su condición es tan seria como para provocar un gran miedo, inclusive a los que le rodean.” El único nexo de unión que vemos con relación a este elemento es referente a su Ayudante Gorse, ya que Rock Rose también es el remedio para “cuando inclusive se ha perdido la esperanza”. Por tanto, observando este “brazo” de la cruz en su conjunto, es fácil darse cuenta de que el único curador que de momento sería atribuible al elemento Aire como tal es Agrimony, por lo que decidimos ponerlo en el lóbulo central del brazo, como si de una especie de “presidente” o “rector” del mismo se tratase, y los dos remedios restantes a su lado, sin entender todavía muy bien el “por qué” de su ubicación en este elemento. Rock Rose a la izquierda, simbólicamente más cerca del norte, de la oscuridad, de la muerte capaz de provocar este “terror” propio de este Curador y Mímulus a la derecha, más cerca del sur, del día, de todo lo cotidiano, ya que Mímulus representa “los miedos usuales de la vida”. Antes de seguir adelante debemos recordar, no obstante, que aunque a un nivel “esotérico-tradicional” nos cueste ubicar a Rock Rose o Mímulus como Curadores pertenecientes al elemento Aire, esto no quiere decir que en el aspecto práctico no estén bajo la influencia de Gorse, tal y como se describe en el “Sistema Bach”. Creo que a medida que avancemos en nuestras reflexiones, podremos ir sacando algunas conclusiones interesantes. Pero de momento, prosigamos. Seguiremos ahora con el elemento Fuego, cuyo Ayudante es Heather y que corresponde al Sur, al Verano y al mediodía. A este ayudante le corresponden los tres Curadores siguientes: Cerato, Centaury y Chicory, y como en el caso del Aire los representaremos a través de círculos del color de cada flor. Lo primero que nos llama la atención a la hora de intentar ordenar estos Curadores en los tres lóbulos del brazo de Fuego, es que dos de ellos son de color azul, Cerato y Chicory, estando este color relacionado directamente con el elemento Agua, y tan sólo uno de ellos es de color rosáceo (Centaury) estando éste más próximo al Fuego. El color rosa, a pesar de no ser rojo o anaranjado, es un color más cercano a este elemento que el azul. ya que muchas veces se vincula simbólicamente con el amor, el servicio a los B o r j a C e l a r a i n!
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demás, etc., siendo evidentemente más cálido que el azul. Cerato
Centaury
Así pues nos encontramos en una situación, a priori, bastante parecida a la del elemento anterior, en la que tan solo un Curador parecería coincidir con el elemento en el que se encuentra, por lo menos a primera vista. A pesar de que la descripción de Centaury comienza diciendo que es “Gente amable, reservada y bondadosa” lo cual puede hacernos dudar en un primer momento de la “fogosidad” de este Curador, no es sino para decir a renglón seguido que “(...) se desviven por servir a los demás. (...) Su ansiedad por servir va tan por encima de ellos que se convierten mas en sirvientes que en ayudantes dispuestos” y así desde mi punto de vista no cabe duda de que Centaury es un Curador que pertenece al elemento Fuego.
Chicory
Dediquemos ahora nuestra atención a Cerato, que dejando de lado el precioso color azul de sus pétalos, para mi es indiscutiblemente un Curador perteneciente al Elemento Agua ya que es célebre su volubilidad, su influenciabilidad y su tendencia a imitar a las personas a las que admira y de las cuales espera confirmación. “Los que continuamente buscan el consejo de los demás (...)", hasta el punto de que como dice Chancelor, si observamos detenidamente a un Cerato “es posible decir con quién estuvieron en contacto o qué película acaban de ver” (u). Como el agua, y debido a su falta de confianza, adoptan la forma del recipiente en el que se encuentran. Siguiendo con Chicory leemos en los Doce Curadores que es para “Aquellos que están muy atentos a las necesidades de los demás; tienden a desmedirse en el cuidado de los niños, parientes, amigos (...) Quieren estar cerca de las personas por las que se preocupan” Aparentemente hasta este punto todo nos hace pensar que, si bien no son características en exceso definidas hacia el lado del Fuego, si por lo menos podrían estar cerca de ese elemento, quizás por este “cuidado” hacia los demás, este flujo de amor y preocupación hacia sus seres queridos. Sin embargo también sabemos que en sus aspectos más negativos son capaces de manipular y manifestar tal y como todos hemos observado en muchas ocasiones y como tan bien describe Chancelor: “En algunos individuos el aspecto del amor está bloqueado en su flujo de salida y se vuelve hacia adentro (...) Un individua así se congestiona física y mentalmente (...) Se entregan en gran forma a la autocompasión” (v). Por tanto y finalmente sólo nos queda colocar a estos Curadores en su lugar. Tal y como hicimos con Agrimony en el elemento Aire, colocaremos a Centaury en el centro del brazo del Fuego, como “presidente” y a las dos flores azules, por cierto las únicas flores azules de todo el sistema, provisionalmente a su lado. En este caso Cerato en la parte superior, más cerca del Aire, es decir, con una influencia más mental ya que los Cerato “no tienen la suficiente confianza en si mismos como para tomar sus propias decisiones”, y Chicory en la parte inferior, cerca de la Tierra, con una influencia más terrenal, más “femenino” podríamos decir, concepto con el que Chicory se asocia a menudo. B o r j a C e l a r a i n!
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No debemos sorprendernos ante Curadores, como en el caso de Chicory, que compartan características de dos o más Elementos. En la naturaleza nada es absoluto, y aunque nos encontremos con casos como el de Agrimony o Cerato que representan de forma excelente a sus respectivos elementos, también nos encontraremos con otros que muestren características más ambivalentes y difusas. Seguimos ahora con la Tierra. Los tres curadores correspondientes a este elemento, ubicados bajo la influencia directa de Oak, son Clematis, Scleranthus y Gentian. Uno se sorprende sobremanera al ver a Clematis como un curador ubicado en la Tierra, cuando en realidad este curador nos encajaría mejor por ejemplo en el Agua: “son soñadores, somnolientos, no totalmente despiertos y sin gran interés en la vida. (...) En la enfermedad pueden llegar a hacer poco o ningún esfuerzo en recuperarse y en algunos casos pueden inclusive llegar a desear la muerte”, o quizás también podría encajar mejor en el Aire, ya que: “(...) no están realmente felices con las circunstancias actuales, viven más en el futuro que en el presente viviendo con la esperanza de tiempos más felices, donde sus ideales puedan hacerse realidad”. Aquí se hace alusión a la esperanza y la felicidad, presentes de forma “idílica”, llena de romanticismo, más propias desde luego del Aire que de la Tierra. así como las ensoñaciones y ese “estar en las nubes” tan característico de este Curador. Fijemos ahora nuestra atención en Gentian y podremos observar que tampoco encaja en lo esencial con el elemento Tierra, a pesar de que podemos leer en su definición que “Pueden estar evolucionando favorablemente en la enfermedad, o en las cuestiones de la vida diaria” y no debemos olvidar que la Tierra también es un elemento de riqueza, de recoger la cosecha, de progreso, de obtener resultados y por tanto, de satisfacción, muy acorde con las letras anteriores. No obstante, tal y como ocurre en la vida real con este tipo de personas, a pesar de este progreso, de este estar avanzando, “se desaniman fácilmente (...) ante el menor retraso o impedimento para continuar adelante se llenan de duda y muy pronto se desaniman”, prácticamente todo lo contrario de lo que representan la tenacidad y perseverancia propios de este elemento y de su Ayudante correspondiente. Por último Scleranthus es un remedio que, al igual que Gentian, se encuentra en el Grupo de la “Incertidumbre” y por tanto tiene que ver bastante, en principio, con lo mental y menos con todo aquello relacionado con el elemento Tierra. Sin embargo encontramos varios indicadores que nos hacen pensar en él más vinculado a la Tierra que sus dos compañeros anteriores. Así pues podemos leer en su definición: “(...) sufren mucho por su incapacidad a la hora de decidir entre dos opciones, pareciéndoles primero que una es correcta, y pensando luego que lo es la otra”. Así, Scleranthus se crea un círculo vicioso sin fin, del que no puede salir, donde una opción le lleva a la otra y la otra a la una constantemente, creando un patrón que podría continuar hasta el infinito, de ahí su intenso sufrimiento. Este patrón “interminable”, “constante”, es el que se podría alinear con Oak y su terquedad, si infatigabilidad y su lucha sin fin, el cual a pesar de que su caso “parezca sin esperanzas, seguirá luchando”. En el caso de Scleranthus podríamos decir que aunque su caso no tenga salida, seguirá pensando, seguirá intentado decidirse sin remedio. B o r j a C e l a r a i n!
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Clematis
Gentian
La segunda razón es el color de sus flores, verde como el color que la Tradición Occidental asigna a la Tierra, y que como en e l c a s o d e A g r i m o n y y C e n t a u r y, correspondientes al Aire y el Fuego, es del mismo color que su elemento. Además es la única flor de todo el sistema que tiene las flores de ese color.
Otra razón que me hace pensar en Scleranthus como un curador de Tierra es que de las tres plantas que optan al puesto de “presidente” de este elemento, es la más “rastrera”, y según palabras de Julian Scleranthus Barnard: “Generalmente crece en terrenos secos y arenosos y tiende a descansar plana sobre el suelo”, y un poco después “(...) la planta crece a lo largo de la superficie del suelo”(w). Así que finalmente opté por poner a Scleranthus en el lóbulo central del elemento Tierra, simbólicamente situado “entre dos opciones”. A su lado pondremos a Clematis hacia el Norte, ya que a su color Blanco hay que añadir todo lo que hemos citado anteriormente sobre él y Gentian, por su color morado, pasión, transformador, hacia el Sur. Quizás el lado, izquierdo o derecho, sur o norte, en el que ubiquemos a estos Curadores “laterales”, podría tener menor importancia, pero ya que estamos trabajando en parte “simbólicamente”, me ha parecido importante seguir intentado aportar estos significados con todos y cada uno de los Curadores. Para finalizar llegamos al Norte, correspondiente al Invierno, la noche, el frío, cuyo ayudante es Rock Water, encontrándonos a tres Curadores bajo su influencia: Vervain, Water Violet e Impatiens. Aquí nos vuelve a ocurrir un poco lo que nos pasó en el elemento Fuego, pero a la inversa, y es que encontramos a dos curadores muy activos, muy “fogosos” y calientes, como lo son Vervain e Impatiens, y a otro Curador que quizás sea el que mejor represente lo que es el elemento Agua en si mismo, a saber, Water Violet. Por citar un par de ejemplos que ilustren la relación tanto de Vervain como de Impatiens con el Fuego: “Tienen grandes deseos de convertir a aquellos que les rodean a su propia manera de ver la vida. Tienen mucha fuerza de voluntad” estando tanto el deseo como la voluntad ligados al Fuego. Según Rosa Castelló, Vervain “se recogía también en la noche de San Juan con el jolgorio que la ocasión requería (donde no faltaba un buen vino y un generoso trozo de queso). Fué el motivo de emplearse el término `ir de Vervena ´”(x) En el caso de Impatiens “Aquellos que son rápidos en pensamiento y en acción y que esperan que todo se haga sin vacilación o demora”. Julian Barnard realiza una selección de palabras que formarían parte de la definición de la planta: “rápida, velocidad, B o r j a C e l a r a i n!
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fuerza, caña de lanza, estructura, tensión”.(ab) Y más adelante en un comentario sobre el Dr. Bach: “Esta tensión explosiva es muy ilustrativa del tipo Impatiens. ¿Recuerdan el comentario de [Victor] Bullen sobre Bach? -`rápido en encolerizarse, rápidamente apaciguado´? Esta es la chispeante irritabilidad de Impatiens”(ac). Y de nuevo Rosa Castelló apunta: “Está considerada una planta relaciona con Mercurio en la botánica astrológica. Mercurio, es el dios planetario de las transformaciones instantáneas; su lema es la impaciencia y el mercurio su metal”(ad). Así que yo creo que en ambos casos no hay ninguna duda, como tampoco la hay para ubicar a Water Violet en el centro de este elemento ya que este remedio es “Para aquellos que en la salud o en la enfermedad les gusta estar solos” (...) Son distantes, dejan a la gente sola y siguen su camino (...) Su paz y calma son una bendición para los que les rodean”.
Water Wiolet
Vervain
Impatiens
Por supuesto, hacemos notar aquí que tanto el Ayudante como el Curador del elemento, llevan en su nombre el Agua (en inglés Water). Así pues una vez asignado a Water Violet la posición central del último brazo de nuestra peculiar cruz, ubicaremos a los dos curadores restantes a su lado, Impatiens hacia la tierra y Vervain hacia el Aire, ya que éste último tiene un tendencia idealista mucho más marcada que el primero, por cierto, ambos con colores muy parecidos en sus flores.
Así pues, nuestra cruz trebolada tomaría esta apariencia si tenemos en cuenta los primeros 19 remedios descubiertos por Edward Bach.
Algunas Conclusiones Los Curadores Laterales Viendo la cruz al completo y de acuerdo a los colores, a las descripciones y a los elementos asignados a cada Curador, nos surgen varias cuestiones. Por un lado vemos que los dos curadores “laterales” o “secundarios” en cada brazo de la cruz, parecerían corresponder de alguna manera a su elemento contrario. Así por ejemplo, Cerato y Chicory, de color azul, correspondientes al elemento Agua, se encuentran sin embargo situados en el lado del Fuego. De la misma forma podemos observar como Vervain en Impatiens, que en principio son dos curadores que podríamos denominar calientes, activos y fogosos, se encuentran sin embargo al lado del Agua. Parecería, si es que consideramos que los curadores “presidentes” de cada elemento están bien situados, que se vuelve a producir el fenómeno de “compensación” citado anteriormente, en dos niveles diferentes. Por un lado estos Curadores “laterales” justificarían su ubicación en razón a controlar a su B o r j a C e l a r a i n!
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elemento contrario y evitar que éste se “exceda” en su expresión, y por otro por que estos curadores “secundarios”, de alguna forma “necesitan” sus contrarios para equilibrarse. Así, refiriéndonos a ejemplos concretos, Cerato y Chicory se encuentran en el lado del Fuego, correspondiente a Heather para que de alguna forma éste Ayudante, como expresión de este elemento, no se haga demasiado fuerte y poder de esta forma controlarlo, y por otro lado por que estos dos Curadores, que en realidad corresponderían al elemento Agua, necesitan del Fuego para poder compensarse a sí mismos y evitar que su propia naturaleza de Agua se haga demasiado fuerte.
Agrimony
Rock Rose
Water Violet
Vervain
Mímulus Cerato
Olive
Vine
Wild Oat
Centaury
De forma opuesta, Vervain e Impatiens se encuentran en el elemento Agua, correspondiente a Rock Water, para que éste no se haga demasiado “frío” y “húmedo” y así poder “calentarlo” de alguna manera y al mismo tiempo evitar que su propia naturaleza caliente, de Fuego, se haga incontrolable, explosiva o demasiado irradiante.
Siguiendo con Impatiens Chicory esta misma estructura en nuestras reflexiones, Clematis Gentian al lado del Aire nos encontramos con Rock Rose y Mímulus, que podríamos considerar en realidad curadores Scleranthus pertenecientes al elemento Tierra, que de alguna manera necesitan del Aire, de su alegría y de su fe, para poder apaciguarse. Precisamente Julian Barnard utiliza el ejemplo de Mímulus en un sentido bastante parecido al que estamos describiendo: “Una parte de la cualidad de Mímulus puede percibirse en el color de sus flores: un amarillo dorado brillante. El amarillo es el color del intelecto, que es el que nos informa de cómo sobreponernos al miedo. Desde el intelecto vemos los hechos y lo hacemos de forma objetiva (...) Si un perro al que le tengo miedo salta al camino por el que voy andando, el miedo me anclará en el lugar -quedando casi hipnotizado, como observó Bach (...) la fuerza dorada de Mímulus no hará que el perro desaparezca (...) pero si puedo pasar mi atención desde el ámbito del sentimiento al del pensamiento, entonces puedo preparar mejor mi defensa. Desde el espacio claro de mi mente, puedo decidir qué hacer”.(y). Al mismo tiempo tanto Mímulus como Rock Rose ayudan a menguar lo excesivamente brillante de este elemento, aportando realismo y prudencia. B o r j a C e l a r a i n!
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Para finalizar, en el lado de la Tierra, nos encontramos a dos Curadores que en realidad pertenecen al elemento Aire, como son Clematis y Gentian, pero que están situados en la Tierra, bajo la influencia de Oak, para en el caso de Clematis ayudar a que éste “tome tierra” y se asiente en la realidad material de su propia existencia y en el caso de Gentian para que este elemento pueda aportar la constancia y la tenacidad que necesita, y compensar de alguna forma su facilidad para el desanimo y el abandono.
Los Curadores Principales Si observamos ahora los Curadores principales en cada elemento, veremos que estos si, efectivamente, corresponden a su elemento, de la misma forma que los Cuatro Ayudantes. Así Agrimony, como ya hemos explicado, es eminentemente un Curador de Aire, Centaury de Fuego, Scleranthus de Tierra y por fin Water Wiolet de Agua. Incluso desde mi punto de vista podríamos decir que son “excesivos” en su manifestación. Agrimony por ejemplo es tan alegre, tan sociable y jovial en su expresión, que termina por “ocultar” sus problemas y angustias, no solo a los demás sino también a sí mismo, raíz de donde nace todo su drama. Centaury por su parte, es tan servicial y amable y quiere agradar tanto a los demás que en su intento termina por perder su personalidad, su propio “yo”, permitiendo que todo el mundo lo utilice y domine, abriendo la puerta a todo tipo de “interferencias”. Scleranthus por su parte no puede salir del laberinto, siempre en la encrucijada, en una continua decisión, en la que cada opción vuelve a abrir otras, permaneciendo en un constante e inacabable “esto o aquello”. Por último encontramos a Water Violet, tan auto-suficiente, aislado, solitario y silencioso, tan profundo y “viejo” que sin duda es difícil hacerse una idea de una personalidad que pueda representar mejor lo que el elemento Agua es en sí mismo. Por tanto. siguiendo la línea de las reflexiones anteriores, podríamos afirmar que en realidad los curadores pertenecientes al elemento Aire son Agrimony, Clematis y Gentian, los correspondientes al Fuego serían Centaury, Vervain e Impatiens, los del elemento Tierra corresponderían a Scleranthus, Rock Rose y Mímulus y finalmente los correspondientes al elemento Agua serían Water Violet, Cerato y Chicory. Así pues podríamos decir que, si llevamos esta reflexión al esquema global que hemos presentado anteriormente, obtenemos cuatro triángulos, cada uno representando a un elemento, enfrentados y entrelazados de dos en dos, cada elemento con su contrario, es decir, el Aire con la Tierra y el Agua con el Fuego, formando dos estrellas de seis puntas en posiciones también opuestas.
Los Cuatro Ayudantes Ahora que hemos hablado de los Curadores “principales” y “secundarios”, que por cierto, solamente lo son en relación al Ayudante bajo cuya influencia se ubican, podemos ver quizás con mayor claridad la función que los Cuatro Ayudantes tienen en este B o r j a C e l a r a i n!
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esquema. Para empezar no debemos olvidar que todos los ayudantes se indicaban cuando de alguna forma “nos hemos acostumbrado a la enfermedad” y ésta ha pasado a “formar parte de nuestra personalidad”. El Dr. Bach los indicó en un primer momento para las enfermedades “crónicas”, es decir para aquellas que no respondían adecuadamente a los Doce Curadores. En el “Sistema Bach” se realiza una revisión exhaustiva de estos conceptos. Pues bien, en base a todas las reflexiones previas, creo que de alguna forma podemos ver la función de “reguladores” que tienen estos remedios, es decir, aportando por un lado su cualidad opuesta a los Curadores que hemos llamado “laterales” y frenando por otro la excesiva expresión de los Curadores denominados como “centrales”. Tomando como ejemplo el elemento Aire, Gorse aporta a Mímulus y Rock Rose, dos remedios de Tierra, el Aire que les hace falta para equilibrarse y a Agrimnoy, otro remedio de Aire, como el propio Gorse, le “frena” en su expresión, lo controla, para que pueda volver a encontrar el equilibrio. Los mismo ocurriría con los demás brazos de la cruz. En el caso del Fuego, Heather aportaría tanto a Cerato como a Chicory el calor necesario para que no estén tan centrados en sí mismos, para que su “energía” pueda fluir más armónicamente, y a Centaury lo “frenaría” en su “excesivo” servicio a los demás, en ese desproporcionado darse y entregarse, en el que irremediablemente pierde parte de su propia personalidad. En la Tierra encontramos a Oak aportando constancia, practicidad y realismo a Clematis y Gentian, y al mismo tiempo ayudando a limitar la excesiva actividad de Scleranthus. Y por último en el elemento Agua se haya Rock Water, Aportando frialdad a Impatiens y Vervain y al mismo tiempo limitando la excesiva expresión de Water Violet. Siguiendo con los Cuatro Ayudantes se me ocurre otra reflexión, que la dejo en el aire a la consideración del lector. Si hemos dicho que los Curadores de Aire son en realidad Agrimony, Clematis y Gentian, y Gorse es su Ayudante... ¿tendrá este último alguna influencia sobre Clematis y Gentian? Si Gorse ayuda a “frenar” la excesiva fuerza de Agrimony como Curador de Aire... ¿tendrá una función similar en el caso de los otros dos Curadores pertenecientes a este elemento? ¿Sería apropiado, en un tratamiento en el que estén interviniendo Clematis y Oak, aportar además Gorse como refuerzo? En fin, como digo, ahí quedan estas preguntas para las que de momento no tenemos respuesta. Los Tres Últimos Ayudantes Desde mi punto vista habría que considerar a estos tres remedios, Vine, Olive y Wild Oat, como uno sólo actuando en tres frentes diferentes. Si hemos afirmado que los Cuatro Ayudantes actúan como “reguladores” de los Curadores situados bajo su influencia, podríamos decir que estos tres ayudantes serían los “reguladores” de todos los anteriores, un nivel de tratamiento más profundo, ya que están situados en el centro de la cruz, concepto no obstante que ya queda patente en el propio esquema que dibuja Lluis Juan Bautista, y que en nuestro desarrollo de la cruz emocional se ha visto respaldado por su situación geométrica. Por tanto esta noción de “unidad” de los mismos me parece importante, cuando menos a nivel de reflexión. B o r j a C e l a r a i n!
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Aire Fuego Tierra Agua Como apunte singular, simplemente señalar que quizás sería apropiado invertir el orden que Olive y Vine ocupan en el triángulo que dibujamos al comienzo, por seguir un poco la norma que parece se produce en cuanto a la “compensación” de los opuestos, y así situar a Vine como remedio Solar en el lado Norte, de la oscuridad y el frío, precisamente para ayudar a “compensar” este principio, y a Olive al Sur, como principio femenino y Lunar, para evitar que lo masculino e irradiante se haga demasiado intenso. Y ahora, si llevamos esta estructura en la que aparecen dos estrellas de seis puntas en posiciones opuestas, si la hacemos evolucionar hasta otra en la que los cuatro elementos estén integrados de forma unitaria, obtendríamos una figura similar a esta, en la que el orden de los curadores ha cambiado, pero que quizás pueda encontrar relaciones más profundas con la Astrología y los doce signos zodiacales.
B o r j a C e l a r a i n!
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Agrimony Cerato
Vervain
Mímulus
Rock Rose
Centaury
Water
Gentian
Clematis
Chicory
Impatiens Scleranthus
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Tabla de Correspondencias Elemento
Agua
Aire
Fuego
Tierra
Punto Cardinal Norte
Este
Sur
Oeste
Estación
Invierno
Primavera
Verano
Otoño
Colores
Azul
Amarillo
Rojo
Verde
En el Día
Noche
Mañana
Mediodía
Tarde
Horas del día
21:00 – 3:00
3:00 - 9:00
9:00 – 15:00
15:00 – 21:00
Estados de la Materia
Líquido
Gaseoso
Viscoso
Sólido
En el Hombre
Los Instintos La Razón Lo Emocional La Mente
El Espíritu La Voluntad
Los Sentidos El Cuerpo
Nacimiento Fase de la Vida Muerte Auge
Estabilidad
Decaimiento
Etapa de la Vida
Juventud
Madurez
Vejez
Temperamento Flemático
Imaginativo
Colérico
Melancólico
Virtudes Cardinales
Valentía
Moderación
Inteligencia
Justicia
Acción
Sentir
Intuir
Desear
Percibir
Virtudes Tradicionales
Sabiduría
Alegría
Voluntad
Estabilidad
Arcángeles
Uriel
Gabriel
Miguel
Rafael
Profetas
Oseas
Isaías
Jeremías
Ezequiel
Evangelistas
San Juan
San Mateo
San Marcos
San Lucas
Querubines
El águila
El ángel
El León
El Toro
Proceso
Olvidar / Reflexionar / Morir / Nacer Pensar
Realizar / Servir
Meditar / Contemplar
Grados Místicos
Primero Neófito
Tercero Caballero/ Dama
Profano
Fases de la Meditación
Relajarse Inspirarse Abandonarse Armonizarse
Irradiar Visualizar Orar.
Estudiar Reflexionar Contemplar
Elemento Ritualístico
Capa
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Infancia
Segundo Iniciado
Túnica Blanca Máscara
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Cordón
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Bibliografía (a) El Sistema Bach, Lluis Juan Bautista, INDIGO, 2007
(u) Flores de Bach, manual ilustrado, Philip M. Chancelor, Ed. Lidium, 1990, pág. 35
(b) Idem (c) Obras Completas del Dr. Edward Bach, Julian Barnard, Oceano Ambar , 2004, p. 218
(v) Idem, pág. 47 (w) Forma y Función, Julian Barnard, Dellser S.A., 2008,
(d) Fundamentación Aristotélica según el De Generatione et Corruptione II, Guillermo Coronado, Revista del Círculo de Cartago, CORIS, Nº 2, 2002. págs. 3-7 (e) Orden del León Blanco, Los Cuatro Elementos, Anónimo,.www.orderofthewhitelion.com/theelements@/ The4elements.htm
pág. 118. (x) Mitología de las Flores de Bach, Rosa Castelló, INDIGO, 2007, pág. 141 (y) Forma y Función, Julian Barnard, Dellser S.A., 2008, pág. 55-56. (z) Idem, pág. 280-281
(f) Revista Astrológica Alcione Nº 4, Los Cuatro Elementos en la Astrología, María Maya, www.alcione.cl
(aa) Idem. pág. 279 (ab) Idem. pág. 35
(g) Idem que (e)
(ac) Idem pág. 36
(h) Idem que (f)
(ad) Mitología de las Flores de Bach, Rosa Castelló,
(i) Idem que (e)
INDIGO, 2007, pág. 84
(j) Idem que (f)
(bc)
(k) Idem que (e)
http://www.floresbach.com/flores_bach/
sencillez.htm
(l) Idem que (f) (m) Mitología de las Flores de Bach, Rosa Castelló, INDIGO, 2007, pág. 65 (n) Forma y Función, Julian Barnard, Dellser S.A., 2008, pág. 150. (o) Los Descubrimientos del Dr. Edward Bach, Nora Weeks, Ediciones Lidium, 1993, pág. 97 (p) Obras Completas del Dr. Edward Bach, Julian Barnard, Oceano Ambar , 2004. (q) Mitología de las Flores de Bach, Rosa Castelló, INDIGO, 2007, pág. 68 (r) Bach por Bach, Edicones Continente, 2001, pág. 91 (s) Mitología de las Flores de Bach, Rosa Castelló, INDIGO, 2007, pág. 147 (t) Idem, pág. 106
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ANEXO I Esquema Resumen “El Sistema Bach”, Lluis Juan Bautista, INDIGO, 2007, pág. 78.
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ANEXO II La Rosa+Cruz Hermética, Cabalística y Alquímica
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