Los Conceptos de Sujeto

February 17, 2018 | Author: Jorg Manke | Category: Jacques Lacan, Psychoanalysis, Unconscious Mind, Psychology & Cognitive Science, Epistemology
Share Embed Donate


Short Description

Download Los Conceptos de Sujeto...

Description

Los conceptos de Sujeto, Individuo y Persona Jaime López Es imposible suprimir del contexto psicoanalítico la noción de subjetividad, pero también no es posible dejar de tener en cuenta la transformación que el pensamiento de Freud realiza a la concepción tradicional de Sujeto. Forma parte de lo que se ha llamado: "La revolución copernicana de Freud". Esta se sostiene en dos puntos fundamentales: 1.- la subordinación de un sujeto a una estructura que lo determina. 2.- un sujeto escindido. Este sujeto es distinto al que surge en el cogito cartesiano, desbordante de la imaginería del "homúnculo", es decir de aquello que conduce y que siendo centro, determina en última instancia una acción. En los Griegos, el "substrato", es decir el ser de la cosa, lo que se mantiene sin cambios y se mantiene en los cambios, el soporte, es llamado "hypokeimenon". Ontológicamente "hypokeimenon es el nombre del ser de la cosa. Es el primer nombre que recibe la cosa al intentar responder a la pregunta: ¿qué es el ente?. Heidegger encuentra en la idea de hypokeimenon el antecedente de la idea de sujeto en Descartes. Habría pasado como "subjectum" en la Edad Media y como sujeto identificado al yo en la Edad Moderna con el pensamiento de Descartes. En el decir de Heidegger, es ese concepto de yo-sujeto el que se encuentra en el "cogito" cartesiano al analizarlo. El "cogito" es una proposición en la cual aquello sobre lo que ella dice algo no es tomado de otra parte. Es un saber que se sabe a si mismo. Es una proposición donde se pone aquello acerca de lo que ella enuncia: el subjectum. Lo que ella pone, es en éste caso el yo, es decir el subjectum del principio primero. Por eso el yo es lo subyacente, el subjectum de la posición en general y es por eso que desde entonces se toma al yo preferentemente como el subjectum, es decir como el sujeto Al enunciar el cogito, Descartes dice: "yo pienso", es decir que coloca a la proposición sobre su fundamento y éste es el yo. El yo se convierte en la substancia permanentemente presente en que todo lo demás es. Se convierte en el fundamento de la verdad. Toma del hypokeimenon griego

y del sub-jectum medieval y se traslada lo absoluto, lo permanentemente presente al yo. Es el soporte de las propiedades, de las "cogitationes", es lo permanente en los cambios. Sujeto del Inconsciente.Es el nombre de una relación abstracta entre el retorno de una representación reprimida y el conjunto de las representaciones reprimidas. Si bien está fundada en el pensamiento freudiano, es fundamentalmente una concepción lacaniana. Se caracteriza por no designar a la persona que habla o que se equivoca al hablar, ni tampoco a su yo consciente (o inconsciente(1)). En realidad nombra a una instancia sumamente abstracta y finalmente no subjetiva. Es el nombre con el que se designa la experiencia concreta de una confusión(2), y cuando se piensa dicha confusión en el registro formal y se la cuenta como un acontecimiento actual en relación con otros acontecimientos virtuales. Desde ese punto de vista, el ser del sujeto queda reducido a una pura relación entre un elemento, por un lado, y un conjunto bien definido, por el otro. En la noción de inconsciente freudiano, el sujeto habla sin saber lo que dice. Dice su verdad siempre a medias, disfrazada en los lapsus, equívocos, sueños y en la cadena asociativa. Se puede ver como desde ésta perspectiva los valores de verdad y falsedad tradicional "estallan". Los planteos cartesianos expuestos más arriba son subvertidos, ya que surge un sujeto vaciado de toda substancia, sea esta metafísica, fenomenológica o biológica. Pero funda una subjetividad que es la que se recoge en la práctica psicoanalítica y que se puede leer en la frase de Lacan: "pienso donde no soy, luego soy donde no pienso... No soy allí donde soy el juguete de mis pensamientos, pienso en lo que soy allí donde no me pienso pensar". Lacan apunta a una noción de sujeto distinta a la que surge del "cogito". Tómese como ejemplo la noción de "sujeto" que se da en la estrategia de los juegos: las jugadas son posibles en función de ciertas reglas convencionales. En cada jugada es el "sujeto" el que queda ubicado en cierta posición en relación a la jugada del otro. La posición relativa del "sujeto" esta mediatizada por un sistema de reglas o convenciones que funcionan como un orden simbólico que lo determina. Lo mismo sucede en la condición de hablantes, ya que hablar no es simplemente expresar algo o comunicar un contenido de información, hablar es colocarse cada uno en determinada posición en relación al otro, posición que no es

independiente de un orden determinante que es el del lenguaje. Este es una especie de legalidad que opera como un pacto que posibilita a cada uno ubicarse con respecto al otro al mismo tiempo que estructura su mensaje. De esto se puede deducir que el sujeto no es el agente, como es posible ver que ocurre en la posición cogitativa cartesiana, sino que es determinado por una función simbólica. Sujeto del inconsciente: una pura relación formal.El sujeto en Lacan es un rasgo ausente en una historia y sin embargo la marca para siempre. Hay un elemento invariable que marca los momentos de dolor y fundamentalmente los síntomas. Lacan denomina a éste elemento común, a éste signo distintivo que se repite en cada acontecimiento, más allá de sus diferencias: rasgo unario. "Rasgo", porque marca cada instante repetido; y "unario", porque es el uno que unifica y reúne a las diferentes marcas sucesivas. El planteo del rasgo unario en Lacan, es diferente al de Freud(3), ya que se maneja en un registro más abstracto. Podría decirse que el planteo de Lacan enumera a las personas amadas y perdidas como representaciones inconscientes seriadas (significantes en términos lacanianos), en donde aísla el rasgo común y luego encuentra el sujeto del inconsciente. Entonces podría decirse que el planteo del sujeto en Lacan es el nombre de: una relación formal entre un acontecimiento actual y otros acontecimientos virtuales. Pero además, es la marca invariablemente presente a lo largo de una vida y por último, significa algo más que una relación, ya que es en si mismo el rasgo que unifica el conjuntos de las "marcas" (significantes). Lacan se sitúa en el campo de la lógica y lleva el formalismo al punto de extraer el rasgo unificante del conjunto al cual unifica. A modo de ejemplo: María cuenta sus fracasadas relaciones de pareja, las que tenían en común el usar barba. María percibe esta singular característica, pero no reconoce hasta que punto su singularidad, su íntima identidad desconocida para ella- se revela en esa característica de sus parejas. Es el rasgo que Lacan llama Uno-en -menos, el rasgo en menos del conjunto contado. María no se cuenta a si misma en ese aspecto desconocido de ella misma. El sujeto del inconsciente es ese si mismo olvidado. El Sujeto está identificado con un rasgo (el mismo) que marca una vida y no obstante está sustraído de esa vida. En este caso en particular, María no sabe que determina en ella lo que aparece como su pasión por las barbas.

La producción del sujeto del inconsciente, es designado como un sujeto en menos en una vida. Es un sujeto en menos en la vida de alguien. Es el rasgo ausente, exterior a esa vida y que sin embargo la marca para siempre. Este es el modo de existir en el inconsciente: como una marca que nos singulariza y de la cuál, sin embargo, estamos desposeídos. Es decir que la vida de alguien en concreto, en este caso María, está privada del rasgo simbólico que desde afuera lo singulariza. En la tesis de Lacan, el sujeto del inconsciente no habla, pero aparece a partir de la palabra. La relación es inversa, ya que el sujeto no es el que habla, sino que es el que se determina porque hay palabra. Normalmente se tiene una imagen del yo, es decir de una persona a la que se le atribuye el hablar, la intencionalidad de dirigirse a tal o cual, en cambio la noción de sujeto del inconsciente hace referencia a algo que está después de las palabras, se reacomoda a éstas y deviene de ellas. Es por esta razón que para el Psicoanálisis solo hay sujeto en la medida en que se habla. El sujeto es lo que se produce porque se habla. Cuando en el hablar aparece un fallido, no es el sujeto el que lo dice, éste es a construir. Este sujeto no está como dato anterior, no es el que dice la palabra y tampoco es la palabra misma, es necesario un paso más: la asociación libre. A partir de que el fallido se ponga en contacto con la asociación libre, es que se podría determinar y obtener el sujeto del inconsciente como dato, como producto, como precipitado; pero no debe ser confundido con el que habla, con el individuo que aparentemente soporta su ser. La idea del individuo y la unidad.Suele ser común el utilizar como sinónimos los conceptos de persona, sujeto e individuo, pero cada uno de ellos es un operador teórico que debe ser mirado con atención, ya que presupone una historia distinta y determina una forma de razonar en concordancia. Hemos visto las raíces del concepto de sujeto, desde la fuente Griega hasta el pensamiento cartesiano y como se puede diferenciar del "sujeto del inconsciente" propio del pensamiento psicoanalítico de raíz freudo-lacaniana. El poder discriminarlos, permite evitar los más comunes obstáculos de pensamiento(4) que confunden y obstaculizan el teorizar. Es necesario también, precisar que se dice cuando se utiliza el término "individuo". Lo que surge en primera instancia es la pregunta: ¿que es una unidad?. En principio es posible contestar que una unidad es algo que no se puede volver a dividir. El concepto individuo podemos decir que proviene

de lo in-diviso, es decir de aquello que "no se puede dividir" y sería, por lo tanto, lo que corresponde con la imagen de una unidad; individuo y unidad serían, desde este punto de vista, lo mismo. Es en el campo de la Biología donde la noción de unidad tiene mas uso, y se la utiliza como equivalente de individuo. Es el concepto que utilizan los biólogos para aplicarlo a un organismo individual y así poder distinguirlo de otro. Pero no deja de ser una noción problemática aún para las biólogos, ya que en un primer momento no caben dudas de que un organismo unicelular es un individuo, pero es más complejo definir que es un individuo en un organismo multicelular. Los biólogos se encuentran en la llamada "escala zoológica" con una cantidad de formas vivientes que no saben donde colocarlas, no saben si son una colonia de células o es un individuo con cierto grado de complejidad. Por otro lado, la noción de unidad también es problemática en el campo de lo extenso, especialmente cuando se busca la unidad última e indivisible que forma el substrato de la realidad material. Ya el mundo de los griegos, a través del pensamiento de Democrito, mostraba la idea del átomo como elemento último y sostén de la complejidad de la materia. En la actualidad, la propuesta del átomo como el "ladrillo" del Universo, ha quedado superada por las modernos investigaciones en el mundo de lo extremadamente pequeño, es decir de la microfísica Desde la perspectiva de lo psíquico, la idea de "unidad-individuo" remite a algo así como una esfera, que compuesta de un adentro y un afuera, entra en contacto con otras esferas. Son "cuerpos psíquicos" que sufren influencias del medio y responden a éstas de manera automática al modo reflejo (reflexología / conductismo clásico) o procesándolas mediante el refuerzo (conductismo operante). Asimismo, estos "cuerpos psíquicos" pueden tener metas, fines, es decir intencionalidad, actuando por lo tanto, de manera activa sobre el medio (cognitivas). De todos modos, sea una u otra modalidad, ambas parecen sostenerse en la idea que describimos de la "unida-individuo" funcionando al modo de una esfera. Este es el clásico planteo que aparece en la idea del hombre como "ser aislado", el que debe entrar en relación con otros, es decir "esferas" relacionándose. La Psicología se enfrenta a la disyuntiva de suponer, por un lado, al ser humano como un ser aislado (unidad-individuo) que asimila con esfuerzo y gradualmente el relacionarse con otros individuos, o por el otro lado, pensarlo como un ser social que es solo en función de los otros y que lo que justamente debe ser explicado es como puede diferenciarse psíquicamente, como puede llegar a ser psíquicamente una

singularidad ya que lo que lo caracteriza en el origen es justamente la mas absoluta dependencia. Es posible rastrear en esta cuestión el clásico problema de "natura" y "nurtura", es decir, lo innato y lo adquirido. De todos modos, es posible ver el fondo del imaginario biologicista con que se piensa el concepto de unidad-individuo-ser aislado. Es necesario no perder de vista que para el Psicoanálisis, el concepto de sujeto aparece indefectiblemente ligado con el universo de la palabra y con la idea de que existir como hombre (no confundir hombre con sujeto del inconsciente) significa existir en un mundo donde los objetos no tienen una existencia "natural", sino que son propuestos en la cultura a través de un sistema lingüísticos. Si bien la idea de "hombre" y la de "sujeto del inconsciente" aparecen conjuntamente, es necesario aclarar que el concepto fundamental y pertinente para el Psicoanálisis, es el de "sujeto del inconsciente". Y ya se vio la relación que éste tiene con la palabra: es lo que se produce porque se habla. Es decir que el plano que interesa para el análisis no es el definido por el nivel correspondiente al de "hombres-individuos-unidades", sino el que aparece porque somos sexuados y hablantes. El nivel de la persona.Otro concepto que debe ser examinado es el de "persona", ya que forma parte de gran cantidad de teorías psicológicas y fundamentalmente es posible encontrarlo en la idea de personalidad. En su texto clásico "La Personalidad"(5), el francés Filloux afirma que la Psicología tiene un fin esencial: "el conocimiento del individuo". Es posible ver que la característica que define como "esencial" es el del hombre como "individualidad". La describe como "el hecho"(6) de que es un resultado único en su género y que "separado espacialmente(7) de todos los hombres, no se parece acabadamente a ninguno y que además, se comporta de una manera que le es propia". Es posible observar en esta caracterización como el autor centra su proposición en un enfoque que parte de una realidad empírica de que todos poseemos un organismo (lo separable espacialmente) y lo adscribe a otra realidad empírica que es la diferencia en el comportamiento que muestran los humanos. Es innegable la importancia que presentan para la Psicología el tema de las diferencias individuales, pero el enfoque que muestra el autor, está claramente influenciado por la concepción biológica; ¿que otra cosa es sino marco biológico, el utilizar conceptos como comportamiento, organismo, individuo, etc.?. Si bien Filloux al hablar de

integración presenta lo orgánico y los roles propios del yo como los dos extremos de un continuo, no puede explicar, mas allá de una mera observación, como se da ese pasaje, y por lo tanto escamotea todo el problema del dualismo cuerpo/mente. Es deseable que este problema sea resuelto, pero no lo será con el recurso del soslayarlo. El Psicoanálisis tomará el problema de las diferencias por el lado de la singularidad, es decir por lo que nos caracteriza como deseantes. La cuestión es que ésta singularidad no es un dato dado de entrada, como si lo es la idea de organismo-unidad-individuo, sino que debe ser constituida. Esta se realiza en lo que se ha denominado una operación de defensa, contra lo que en el planteo lacaniano se llama la Demanda del Otro. A riesgo de vanalizar los conceptos, es posible decir que esa operación consiste en el apelar de una cría humana al padre para ponerle un límite a la demanda materna de ser el objeto de su deseo. El padre permite que deje de ser un objeto y pueda surgir como sujeto. Que pueda ocupar un lugar singular en la cadena simbólica generacional, es decir que pueda filiarse. En el planteo de la persona, Filloux dice que el conocimiento psicológico es de una conducta de un individuo determinado con quién "yo entro en relación". Es posible ver en esta descripción, que para "entrar en relación" es necesario que lo hagan dos instancias ya constituidas, es decir que, como se dijo mas arriba, el individuo aparece como dato dado de entrada y que al modo de esferas de billar, se encuentra y se desencuentran generando el devenir de "una historia". También es posible ver que la personalidad como concepto, está sostenida en la idea de "individualidad psicológica". Definirá personalidad como: "la configuración única que toma, en el transcurso de la historia de un individuo, el conjunto de los sistemas responsables de su conducta"(8). La imagen mental que predomina es la de un organismo y la unidad del individuo, tal es asi que dice: "estudiar al hombre, a los individuos enfocados de manera total e integrados". Esta integración es la que intentar? aplicar tanto a los diversos niveles posibles de enfocar lo humano (orgánico, integridad del yo, social), como a las diversas teorías psicológicas que intentan explicarlo. En relación a estas últimas expresa que hay tantas teorías de la personalidad como corrientes psicológicas, y tal vez por eso toma una posición que podría ser llamada ecléctica. Para describir el devenir de "la persona", utiliza términos como "conducta", "hábito", "sistemas de acción", "ajuste al mundo" etc., pertenecientes al ideario conductista; el de "unidad del yo" al gestaltico y el de "complejos",

el "pasado que vive en el presente", al mundo teórico psicoanalítico. El riesgo de esta postura es que a fuerza de integrar, construya una amalgama que pierda especificidad en los niveles de abordaje de lo humano y termine por hacer inoperante la teoría. Es posible vislumbrar que el intento de integración parte del nivel básico del organismo, por un lado, para llegar al de persona por el otro, siendo el concepto de "personalidad" el "factor integrador". El concepto de integrar, supone la idea de armonía y equilibrio entre individuo y medio, así como también entre persona y otro. En relación a esto, el Psicoanálisis plantea una posición radicalmente distinta, ya que para el freudo-lacanismo, el malentendido, el malestar(9)y la radical distancia que hay entre el símbolo y la cosa para los parlantes, condenan a lo humano ser un Ser realizándose y para nada armónico. En relación al concepto de individuo, Lacan nos dice que la posición freudiana del sujeto, no se confunde para nada con este, ya sea con el individuo en tanto organismo o en tanto persona. Expresa, además, que detectar las maniobras, desplazamientos y propiedades que realiza el individuo para lograr lo que se le propone como metas, las que a medida que fueran más elevadas, exactas, perfeccionables, adaptables se confundirían cada vez más con la inteligencia y la perfección del mismo, no son situables sobre el mismo eje que el planteo de Freud. Para éste, dice Lacan, el sujeto no es su inteligencia, no está sobre su mismo eje, es excéntrico, y fundamentalmente es otra cosa diferente a un organismo que se adapta. Dice: "lo que hace falta es saber oír para captar lo que se escapa cuando se lo considera en tanto organismo". Es claro que el énfasis que pone Lacan se centra en la condición de hablantes y en la palabra como el plano pertinente al planteo freudiano. El Sujeto Epistémico.El objetivo básico de Piaget fue elaborar una teoría epistemológica y esto lo llevó a interesarse por la psicogénesis del conocimiento. Sus trabajos de epistemología genética retoman esencialmente lo clásicos problemas de la filosofía: "¿que es el conocimiento?", "¿cómo es posible el conocimiento?", "¿qué pertenece al sujeto y qué al objeto en el acto de conocer?" y los sustituye por una y englobante pregunta: "¿como se pasa de un estado de menor conocimiento a otro de conocimiento más avanzado?". Criticó el uso exclusivo del método de reflexión especulativa utilizado por la filosofía y buscó en la psicología la base empírica que necesitaba para la elaboración de su Epistemología Genética.

En el análisis que realiza de "la conservación de las cantidades continuas"(10), observa que el niño está de acuerdo en que existe la misma cantidad de líquido en los vasos de igual forma y tamaño, pero si se le pregunta si esa cantidad se conserva a pesar de que el líquido sea colocado en otro vaso más ancho y más bajo o en otro más alto y más angosto, su respuesta variaran si son emitidas antes de los 7/8 años o después de esa edad. Le interesa a Piaget el principio de "la conservación de los líquidos" como uno de los primeros invariantes construidos por el niño. Es un conocimiento no innato y lleva años construirlo. El hecho de que alrededor de los 7 años todos los niños responden correctamente a semejante problema, lleva a Piaget a concluir que el proceso constructivo que conduce a a la conservación de los líquidos es común a todos los niños, y que buscar aquello que hay de común a todos los sujetos (en el sentido clásico del término) de un mismo nivel de desarrollo independientemente de las diferencias individuales, lleva al punto central de interés para la llamada Psicología Genética: el sujeto epistemológico. Al interesarse por el sujeto epistémico busca una convergencia de conductas que diseñen un niño referencia que funcione como modelo ideal. Si bien los educadores se nutren de Piaget, estos se interesan por niños reales con problemas concretos, es decir, que su centro de interés lo constituye el sujeto psicológico. El estudio piagetiano del sujeto epistémico crea un referente importante en la medida que describe un modelo universal, pero en la medida que es general, las particularidades, las conductas divergentes no son consideradas ni descriptas. El interés posterior de investigadores ginebrinos comenzó a recaer sobre el sujeto psicológico, es decir el equivalente a lo individual, para así poder focalizar procedimientos individuales que varían de uno a otro. Si bien Piaget se maneja con la lógica formal, no deja de asentarse en la noción de conducta, la que no será reducida al movimiento, la pura acción observable del conductismo, pero que no dejará de compartir con éste la idea del individuo y el medio como dos polaridades que aspiran al "equilibrio". Es una noción, que si bien tiene una base biológica, va ha mostrar que hay ciertos resortes que son activados por el psiquismo y que no son explicados por el equilibrio biológico. La idea de mundo interno y mundo externo, propio del modelo de la esfera, la de individuo, la de organismo y la de ambiente, son conceptos centrales en el pensamiento de Piaget, y corresponden tanto a la biología como a la psicología. El pensador suizo nos dice, que en relación a los reflejos mentales es posible suponer un funcionamiento en el nivel fisiológico

absolutamente causal, pero aclara que no se va a encontrar la razón de la inteligencia en ese nivel de los reflejos. Por lo contrario, las nociones de inclusión y reversibilidad, suponen un funcionamiento que no pueden encontrarse en los reflejos mentales. Es en este punto donde Piaget ingresa en otro campo diferente de lo biológico, es decir al de una nueva episteme que necesita de otras nociones para dar cuenta de su funcionamiento. Si bien Piaget separa biología de psicología, genera un espacio en el cual las polaridades fundamentales son el individuo y el mundo. A modo de comparación, es necesario recordar lo ya expuesto anteriormente, en donde el psicoanálisis aparece como recortando un espacio teórico radicalmente diferente al planteado por Piaget. Basta decir que si para Piaget las polaridades son el individuo y el mundo, para el pensamiento psicoanalítico lo son el sujeto y el Otro, relación que se sostiene, como ya se dijo, en la condición de hablantes.

Resumir Las características del psiconálisis de la corriente llamada francesa (continuador de las lecturas de J. Lacan), es quizás una tarea imposible, porque cierta trasmisión teórica se apoya en la retórica y la experiencia. Además se trata de una corriente de pensamiento compleja, y la mayoría de las personas, incluso pertenecientes al campo “psi” no logran captar la lógica de trabajo. Sigmund Freud, es el fundador del psicoanálisis. Su clínica acompañó sus investigaciones, y su obra se extendió y desarrolló durante muchos años. Es indudable que el campo “psi” cambió a partir de sus escritos. Muchos autores lo han continuado. Pero la obra de Freud es tan basta y polémica que incluso entre sus seguidores no hay acuerdos. Así, diferentes líneas de trabajo (incluso opuestas entre sí) afirman entonces que si Freud hubiera continuado vivo, hubiera llegado a postular lo que esas mismas líneas plantean. Por otro lado existen diferentes interpretaciones de lo que dijo Freud. El psicoanálisis rompe con la idea de un individuo que se propone un objetivo y se prepara para cumplirlo (como otros postulados sostienen). Entonces comienza a plantear la noción de un “sujeto” como sujetado a una estructura que lo preexiste. Así la sensación de autonomía de una persona, su mismidad, (el yo moi), no resulta confiable, sino que autoengaña, en el sentido de realizar acciones que no coinciden con lo que esa persona quisiera realizar. De esta manera las personas realizan maniobras tales como no poder estudiar a pesar de proponérselo, decir algo que no se quería, fracasar al triunfar, olvidos, actos fallidos, errores, etc. El psicoanálisis se diferencia de otras posturas porque cree en estos actos fallidos, dan lugar a la expresión inconsciente. Esta postura contradice otras teorías, porque afirma que un individuo, estudiando sus problemáticas personales, su padecer, comprendiéndolo, haciéndolo notar, generando nuevos vínculos, o rompiendo las estimulaciones, no logrará modificar la situación.

El psicoanálisis postula la noción de representaciones inconscientes. La corriente llamada inglesa sostiene que un sujeto se propondría conscientemente una cosa pero inconscientemente otra. Pero el psicoanálisis de la corriente llamada francesa (partiendo de la lectura de J. Lacan). Rompe con la idea de una vida inconsciente y otra conciente. Porque no acepta que exista una vida inconsciente separada, como si se tratara de un psiquismo paralelo. Por el contrario postula que el inconsciente no está ni se ubica en ningún lado, sino que este se produce. Por lo tanto, los fallidos no son una expresión de una cuestión que se cree inconscientemente pero por la represión el sujeto no se entera (corriente inglesa) sino que es la irrupción de una representación inconsciente que no estaba en ninguna parte, sino que se produjo en ese momento. Por lo tanto hipnotizar a un individuo para averiguar los motivos interiores de su malestar, resulta inconsistente. Aunque uno de los libros escritos por S. Freud se llamó “la interpretación de los sueños”, los sueños no se interpretan, sino que lo que cuenta es lo que un sujeto puede decir sobre ellos. Entonces cobra importancia los dichos de un sujeto, su padecer, y también las irrupciones del inconsciente. El psicoanálisis se basa en la idea de estructura, de cómo un sujeto es determinado por la relación con los demás, de cómo esta relación constituye una verdadera matriz (fantasma) que marca maneras de comportarse basadas en rasgos estructurales. De esta manera poco importa un síntoma aislado, ni sirve de nada proponerse corregirlo de por sí solo, sino que un síntoma es un anudamiento significante que dice mucho más de lo que aparentemente dice. Por lo tanto los síntoma no son equivalentes a una estructura, por lo que los manuales de diagnóstico tales como el DSM-IV y el CIE 10, pierden importancia. Cobra entonces significación los trazos simbólicos que operan estructuralmente. Es clave la noción de falo (no confundir con pene), caracterizada por la presencia de una ausencia, falo como representable simbólicamente aunque no perteneciente al orden de las representaciones. La noción de falo implica la circularidad y significación de las funciones que permiten la constitución subjetiva de un sujeto. Esta postura traza una línea divisoria entre la psicología, basada en el aprendizaje, la reeducación, el dominio, el aprendizaje, el acomodamiento, etc., y el psicoanálisis preocupado por el deseo del sujeto. Aquí se habla de sujeto, del deseo, y de un más allá que implica la noción de "goce" como un más allá del principio de placer. El yo divide al sujeto. En este sentido Lacan toma una frase de Descartes: ”Pienso luego Soy” y la modifica en: “Soy allí donde no pienso pensar”. En el sentido que si el sujeto piensa, entonces no es y si es no piensa. Por lo tanto en el psicoanálisis se evita la especulación consciente, y se habla de modificar el posicionamiento estructural y fantasmático. Esquematizando sobre el campo "psi" en general puede decirse que las corrientes apoyadas en la reflexión conductual, se basan en el esquema de estímulo – respuesta – estímulo. A partir de allí se explican patologías y se proponen su resolución desde ese esquema. Así las cosas, si alguna persona no come estará marcada por la influencia cultural de la estética de la delgadez, si un niño observa violencia por televisión este hecho contribuirá a una actitud violenta, y si un caballero eyacula precozmente, será por su habito de hacerlo así. Para el psicoanálisis este esquema es completamente insuficiente, y lo demuestran día a día todas aquellas personas que no responden de manera similar ante estímulos comunes. De igual manera, otros enfoques no conductuales como la gestalt, o las terapias

focalizadas, también se apoyan en un razonamiento donde hay algo que cambiar con relación a “comprender” el punto conflictivo, por lo que se toma nuevamente distancia del psicoanálisis. Al igual que las corrientes basadas en un enfoque sistémico y social, que postulan la circularidad de esquemas de roles que enquistan maneras de comportamiento o de organización, pero no dejan de basarse en el pensar o razonar conciente. El psicoanálisis sostiene que una cuota de libertad se adquiere al analizar el posicionamiento subjetivo que posee un sujeto y los significantes que lo determinan. Significantes organizados en una cadena basada en la diferencia.

El sujeto desde la perspectiva lacaniana "El psicoanálisis no es ni una Weltanschauung, ni una filosofía que pretende dar la clave del universo. Está gobernado por un objetivo particular, históricamente definido por la elaboración de la noción de sujeto. Plantea esta noción de una nueva manera, conduciendo al sujeto a su dependencia significante." Lacan, Seminario 11 (1964). Definición e introducción El concepto de sujeto, para Lacan, se origina en la sujeción al significante y, por ende, al inconsciente. El universo simbólico-significante es esencial para la humanización y determina la aparición del inconsciente estructurado como un lenguaje, aunque la complejidad de lo humano no se limita a eso. Se considera que la "falta en ser" de la especie promueve la existencia del sujeto en el campo del significante. Es en el Otro donde el sujeto va a constituirse como un significante más dentro de la cadena simbólica y se estabiliza en tanto opera el Nombre del Padre. Reconocemos al sujeto en las formaciones del inconsciente como los síntomas, lapsus, sueños, transferencia, etc. Estas producciones se presentan como expresiones subjetivas y también son localizables en cualquier discurso que exploremos. Cuando ha sido expulsado o no hay lugar a su configuración estamos en presencia de una clínica de la ausencia de un sujeto del inconsciente. Lo que podemos denominar la "metapsicología lacanina" opera con los tres registros: Imaginario, Simbólico y Real. Por consiguiente, lo importante pasa a ser todas las relaciones que sostiene ese sujeto simbólico con lo imaginario y lo real. Imaginario referido al yo y a dimensiones imaginarias que trascienden al yo y al narcisismo; Real que implica al objeto a y el goce. Todo esto hace del sujeto un eje central para comprender el pensamiento de Lacan. Es uno de los conceptos más insistentes a lo largo de su obra y va adquiriendo nuevas implicancias a medida que por su desarrollos teóricos se complejizan las articulaciones entre los tres registros, se pluralizan los nombres del padre y se diferencian los goces. Reseña Si bien el sujeto está implícito en toda la obra freudiana, hay que extraerlo en una relectura ya que no se lo nomina tan explícitamente. Esto es lo que encontramos en Lacan con su retorno a Freud, que al modo de los trabajos de refinería química entre otros productos refina este concepto de sujeto para poder apreciarlo. El proceso de refinamiento, si se me permite seguir con la analogía, se basa en un intenso debate que se despliega en varios frentes y que lo encontramos en toda la obra de Lacan acerca de la

definición de subjetividad atinente al psicoanálisis. En primer lugar, ubicaría la discusión con la mayor parte de los filósofos que tocaron el tema. Otro frente de debate son las ciencias, por ejemplo las matemáticas, en particular cuestiones de álgebra, grafos, topología (formas, nudos y cadenas), teoría de conjuntos. Intentaré ir situando muy someramente algunos momentos en que Lacan desarrolla algunas de estas cuestiones, y en particular con algunos problemas de la lógica, incluyendo ideas muy particulares sobre lógica, que implicarían discusiones con cada una de estas disciplinas, algunas dentro de las matemáticas y otras que son linderas con la filosofía. El otro frente de debate que se plantea es con la lingüística, o con las teorías del lenguaje, y que proponen a partir de ciertos planteos de Lacan dar vuelta conceptualmente algunas cuestiones. Y también yo diría que hay debates con el conjunto del resto de los psicoanalistas, y hay debates localizables dentro de la propia teoría de Lacan. Es decir, Lacan debate con Lacan en la medida en que va desarrollando su posición teórica o su pensamiento sobre todas estas cuestiones. Por eso el campo que abre toda la problemática del sujeto es demasiado vasto, es tan amplio que abarca todo el psicoanálisis. Incluso algunas definiciones de ciertos epistemólogos del psicoanálisis proponen que el objeto del psicoanálisis no es el inconsciente, sino que es el sujeto, y que, del inconsciente, lo que nosotros conocemos como tal, es a través del problema del sujeto. En esa posición, si el psicoanálisis se definiese sólo como un abordaje del problema del sujeto, creo que podríamos vernos restringidos. Lo mismo que si dijésemos que solamente tiene por objeto al inconsciente. Esto es lo que vamos a tratar de exponer. Lacan parte de una idea básica que aparece en los primeros escritos y seminarios, que hay una condición de desarraigo instintivo de la especie, y que por lo tanto la única posibilidad de realización de la especie es por vía de un recurso a un Otro, que tendría que ver en este primer momento con alguna definición del lenguaje o de la relación del humano con el significante o con la cultura, en un sentido más amplio. En ese primer momento, el tema inicial en la época del estadio del espejo es diferenciar el concepto de moi1 del concepto de je, tomando dos nominaciones posibles del problema de yo en francés, pero lo que vamos a ver es que en la evolución teórica, el concepto de je va a ser sustituido por el concepto de sujeto. En ese mismo momento en que se juega la definición de un sujeto diferente del yo, siguiendo esta cuestión del sujeto y del moi (yo), vamos a ver que nuevamente se nos desdobla el sujeto en el "sujeto del enunciado" y en el "sujeto de la enunciación". Lo que dice y quién lo dice, o desde donde lo dice como posición determinada por el inconsciente. Éste es un momento teórico donde la incidencia de la teoría del significante y del lenguaje es importante, y donde aparece cierta concepción que tendría que ver con una cierta adscripción estructuralista de Lacan, donde él pensaría que hay una cierta estructura donde debe constituirse un sujeto existente, para dar cuenta de un ser, que no podría jugarse de otra forma que no sea a través de una existencia como sujeto. Aclaro que considero que Lacan nunca fue estructuralista en un sentido pleno. Esta teoría del significante con este sujeto desdoblado, sujeto del enunciado/sujeto de la enunciación, que definiría de un modo inicial esa manera de ver la incidencia del Inconsciente en la constitución del sujeto, sería solidaria con una serie de otros planteos, como que tendría que haber un cierto significante ordenador como Nombre del Padre de una estructura preformada sobre la cual el sujeto se constituiría, pero queda en claro aun en ese momento teórico que el sujeto se instaura o se instituye en un lugar donde en esa estructura falta algo. Es decir que la

idea de que la estructura no sería absoluta o completa ya aparece aun en este momento supuestamente estructuralista. Es decir, el sujeto se instaura en un lugar donde hay una falta, y él pasa a ser un significante más dentro de la estructura, y ahí vienen ciertos tipos de aforismos que homologan al sujeto con el significante. Incluso una definición de qué es un significante: "es lo que representa un sujeto para a otro significante", y el sujeto mismo es un significante más dentro de ese conjunto significante. La teoría del Nombre del Padre, en ese momento (me refiero a los seminarios 3 y 4), es que un determinado significante o un pequeño conjunto de significantes fijos, establecidos, soportan la estabilidad de la significación al desplazar por una operación metafórica el deseo de la madre como real incestuoso. Lacan usa la alegoría de un taburete apoyado en cuatro patas y lo que acontece si falta una en la forclusión.2 Hay también ahí una teoría de la intersubjetividad, es decir que no sólo se hablaría de un sujeto, sino que un entre sujetos sostendría esta estructura mediante un pacto. Para situarlos en el debate, en ese momento estamos en algunas cuestiones relativas al uso del álgebra, para definir toda la cuestión del significado al sujeto, las significaciones fálicas, que están matematizadas utilizando recursos del álgebra, y haciendo algún tipo de operación donde el desdoblamiento que escinde al sujeto aparece como un quebrado algebraico como efecto de su inclusión en el conjunto de significantes; hay una parte de sí que es reconocible, contabilizable, y otra que deja de ser posible de ser considerada, es inconsciente. En los años sesenta, el artículo de los escritos "La subversión del sujeto y la dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano" plasma este desarrollo teórico, proponiendo como eje al sujeto, y todas las consecuencias que se podrían derivar en los otros registros de estos procesos simbólicos, es decir sus incidencias en lo imaginario y lo real. Si ustedes recuerdan, aparece un grafo muy importante, que es tomado de seminarios anteriores, "Las formaciones del inconsciente", y en ese grafo, que es el del recorrido de la pulsión, define que todo lo que acontece gira alrededor de fenómenos relativos a la subjetividad, sea la constitución del deseo, de la demanda, del fantasma, la solución de la pulsión en la cadena significante, todo ese movimiento giraría alrededor de un punto central que es la teoría del sujeto en ese momento. Que ya incluye algo importante: el objeto a. Ésta es una de las inflexiones teóricas internas en la teoría de Lacan, siguiendo comparativamente a lo que significó para Freud la crisis del descubrimiento del problema de la pulsión de muerte y la repetición. En Lacan se presenta el cambio a partir del énfasis en la incidencia de lo real, en particular la teoría del objeto a, con el seminario sobre la angustia en el año '63, donde termina de ser formalizado. Entonces yo diría que en cierta lectura posible, lo que antes era un proyecto de lograr la instalación de un sujeto en una estructura preformada, y que este sujeto logre su inscripción (y si no logra su inscripción, queda en una especie de deriva y de falta de solución, como podría ser el problema de la psicosis cuando fracasa el Nombre del Padre, y el sujeto no logra su lugar), a partir de los trabajos y los desarrollos alrededor de la problemática del objeto a la importancia del significante es que se convierte en el medio de creación y chances de dar destino a este objeto a. Así se esboza una disputa teórica interna acerca de lo que es más importante, si la problemática del sujeto con relación al significante o la problemática de este orden de lo real, que va más allá del problema del significante a la relación del mismo con lo real. Este objeto a, al igual que la pulsión de muerte, nace de las evidencias clínicas3 y una búsqueda de mayor eficacia terapéutica, aunque a esa búsqueda curativa del psicoanálisis se la haya considerado como un sacrilegio. El sujeto habla, incluso habla de sí, pero porque habla hay cosas que no logra decir, se le tornan imposibles; aunque vemos que en el desarrollo teórico los grados de imposibilidad van variando: así como se va puliendo un sujeto más nítido, se va definiendo un imposible más ligado a diferentes categorías de ausencia, diferentes estatutos de "nada", como el objeto a o el goce.

Así como Freud buscó ir más allá con Más Allá del principio de placer, Lacan intenta ir más allá de la estructura y más allá del sujeto, más allá del padre, buscando esta cuestión que no estaría totalmente resuelta dentro de la estructura, pero que tiene que ver con la estructura. Probablemente, en esta línea vemos cierto tipo de desarrollos que empiezan a invertir el énfasis. Si uno definiese que el sujeto es lo que da cuenta del deseo, o que hay una relación intrínseca entre la problemática del deseo y la teoría ligada al significante vinculados al sujeto, a Lacan le comienza a interesar más la angustia como cuestión y la causa del deseo como real, el objeto a como causa de deseo. Y tanto el deseo como el sujeto vienen a ser productos o están causados por otra dimensión que pertenecería a este orden de lo real. En el Seminario 11 aparece una redefinición del asunto del sujeto. El sujeto se constituiría por alienación en el conjunto significante, pero a la vez el sujeto implica una operación que es la que Lacan pone como diferencial o distinta a otras propuestas teóricas, que es que el sujeto se separa, o el sujeto implica una operación de separación del objeto a. Aumenta así la relativización del estatuto de la estructura con relación al problema del sujeto. Es decir que no es sólo lo que se aliena en el significante, sino que es lo que se separa de lo real. Lacan alcanza un desarrollo más amplio cuando formaliza la cuestión del fantasma, que ya la venía planteando desde antes, pero entonces le da un estatuto más fuerte a la problemática de la relación del sujeto con el objeto a en el contexto de las fantasías, el fantasma, que viene a ser como un eje distinto de abordaje del tema. Es por esta vía que reaparece el ello como una vertiente distinta del inconsciente estructurado como un lenguaje. Es decir que si el sujeto es del inconsciente, en algún sentido el objeto a y ciertas dimensiones que determinarían ese objeto, tendría más que ver con el ello freudiano. Categorías útiles para diferenciar órdenes de acto o de relación posible de un sujeto, con cosas que no tienen estrictamente que ver con una especie de verdad simbólica, en el sentido estructural de la verdad, sino que la verdad estaría más en relación con lo real. El pasaje al acto es un acto que Lacan define como una alienación en el ello, no es una alienación en el significante, sino que es una alienación en alguna dimensión que está más allá. Él lo contrapone a una operación que se llama de pensamiento inconsciente u operación verdad, que es el acting-out. Se trata de dos tipos de actos totalmente distintos, y que tienen cierta importancia en relación con el problema de cómo concebir el acto en general; es decir, qué orden de acto diferente es el acto determinado por el ello o por el objeto a, de lo que es un acto determinado por el inconsciente. Aquí está implicada una concepción de la transferencia, que alcanza un estatuto ligado al problema sujeto cuando se la define como Sujeto supuesto Saber, una especie de dispositivo que tiene que ver con el inconsciente y con la teoría del significante, pero a la vez Lacan le da un estatuto de construcción artificial, y de suposición de un sujeto posible al saber, cosa que ya está refutada teóricamente por él mismo, de que en algún sentido hubiera un sujeto que pudiese ser como el poseedor. Es el dispositivo por el cual el análisis se mueve, pero a la vez está en cierto modo condenado a ser desbaratado en el fin de análisis, como destitución de este sujeto que es una especie de ficción a resolver, dando lugar a lo imposible de ser sabido. Es en el Seminario 17 podemos ver cómo Lacan relativiza más drásticamente todo lo que puedan ser fenómenos de estructura, y los vincula más con una adscripción a discursos. Los discursos vienen a sustituir la concepción de estructura y a proponer la existencia de términos (matemas) que interjuegan entre sí. Lacan define cuatro discursos: el histérico, el del analista, el del amo y el universitario, donde hay términos que interjuegan, entre los cuales se encuentra el objeto a, que es lo que hace que estos discursos, en cierto modo, si bien manejan significantes, porque los otros términos incluyendo el sujeto como tal $ son significantes, no sean discursos solamente

vinculables al significante. Tanto los lugares como los matemas van dando las sigularidades del tipo de subjetividad de ese discurso. Más tarde surge la problemática del sujeto con relación al problema de la sexuación. En el Seminario 20 hay un recurso a una especie de lógica paradojal, entramos así en otro debate de Lacan con la lógica, o de Lacan con Aristóteles, y lo que vino después en cuanto a configuraciones lógicas, donde él trata de demostrar justamente que habría, en la sexuación humana, un lado para el sujeto que tendría que ver con el lado masculino, y toda la teoría del falo y la significación fálica, y otro lado u otra dimensión que tiene que ver con lo femenino en la teoría, y que abriría todo ese otro campo de la relación con un orden de lo imposible, que se hace relativamente posible a través de cierta relación con el sujeto. Pero ese campo que se define como del otro lado, el otro goce, puede ser otro modo, queda extremadamente abierto, es decir que este momento es todavía más radicalmente no estructuralista. Luego se va introduciendo en una línea que creo que es la más interesante al final, y que tiene más que ver con cuestiones tomadas de la topología, los nudos y ciertos encadenamientos topológicos4 que ya habían aparecido antes en el seminario de la indentificación. El sujeto como la banda de Moëbius, con la singularidad de ser ésta externa-interna, al tener un lado y un borde caracteriza al sujeto y redefine su relación con la realidad. La "extimidad" como neologismo caracteriza esta cuestión afuera-adentro. Más tarde, Lacan intenta concebir algún sujeto ligado al problema de la invención o de cierto orden de creación por vía de poder hacer ahí con lo real. Lacan trabaja este punto en relación con el problema de la escritura, es lo que lo ligaría al tema de lo escrito y la letra. La escritura como algo que tiene que ver con el arte está presente cuando trabaja toda la problemática del sinthoma5 y de Joyce6. Pero también en otras formas de escritura no necesariamente literarias. Es decir que ahí sí se iría acercando a relacionar el sujeto con el síntoma, pero no con un síntoma en un sentido corriente, sino en una especie de rara concepción del síntoma, que seria esa manera singular y propia de cada humano, de posible solución, de una especie de subjetividad nueva, rara porque no seria estándar, no sería consensual, y tendría mucho que ver con una singularidad más extrema de lo que se había requerido hasta este momento. Todavía nos estamos preguntando cómo se hace eso, quién lo logra, quién hace sinthoma, quién no, y cómo es eso del fin de análisis haciendo eso, y cómo quedaría alguien que hizo eso. Resultaría interesante en base a estos datos debatir sobre la singularidad del sujeto, poder pensar que la subjetividad no es un hecho dado estructuralmente, sino que ya en el Seminario 11 el sujeto es algo que aparece y desaparece, que el inconsciente como tal tampoco es un hecho dado, sino que hay fenómenos de apertura y cierre, y momentos donde se expresa. Una pregunta importante es pensar: y en el próximo intento, ¿logrará ese hecho?, ¿el próximo movimiento de apertura y cierre producirá esa misma subjetividad?, ¿está condenada a una repetición? Éste es un poco el planteo que aparecía cuando había un determinismo estructural, o podría en un nuevo movimiento abrirse una otra forma, que sería quizás radicalmente distinta. Todos sabemos que no hay certeza absoluta de que en el próximo movimiento no vaya a aparecer en un sujeto una psicosis, o una creación, sin embargo habitualmente hay una perseverancia concordante con los antecedentes históricos: los acontecimientos se producen sobre la base de una existencia anterior. Los prontuarios son importantes, el humano y quizás en algún sentido los animales también tienden a repetir lo preformado. Sin embargo, como psicoanalistas creemos en un cambio posible, pero sobre la base de lo anterior: no hay creación desde la nada, o por lo

menos desde una pura nada, sino sobre el antecedente de algún algo que responde a esa nada que es la pulsión o el objeto causa del deseo. Es decir que Lacan abre la posibilidad de teorizar una movilidad subjetiva, o bien que el fenómeno subjetivo entendido de esta manera implica soportes de identificación que lo sostendrían en el tiempo. La propuesta importante de Lacan alrededor del tema del sinthoma es alguna fórmula de producción no neurótica ni psicótica, de su neurosis o psicosis, para el humano, y cómo sostenerla en el tiempo, y cómo hacer de eso algún orden de sujeto no neurótico ni psicótico. En definitiva hay sujeto del inconsciente, lo hay de la pulsión (sujeto acéfalo), del falo (el sujeto a la represión), del síntoma (otra formación de arreglo de la represión que incluye el retorno de lo reprimido vuelto a reprimir), de la sexuación (como hombre o como mujer, según asuma la represión), también hay sujeto del fantasma, sujeto sintomático y sujeto como sinthoma, etc. Todos son el mismo pero desde diferentes perspectivas, por eso se puede decir que el tema del sujeto abarca todo el psicoanálisis y que, cuando hablamos de sujeto, siempre tenemos que aclarar a cuál nos referimos. Y según cómo lo abordemos, estaremos en tal o cual enfoque analizando, por vía del fantasma al modo kleiniano, por vía del falo al modo de aquellos que jerarquizan la sexualidad manifiesta o los valores aparentes, por vía del atravesamiento en búsqueda del objeto real en ciertos lacanianos, etc., dentro del psicoanálisis. A menos que la política y la ética varíe y se dirija con ingenuidad al yo pretendiendo pactar con alguna dimensión preconsciente, y entonces estaríamos en otro campo, el de la psicoterapia; si ésta es estratégica con relación al inconsciente será psicoterapia psicoanalítica y si no considera la dimensión ética del deseo inconsciente será una de tantas formas de psicoterapia no psicoanalítica. Estas caracterizaciones un tanto amplias y desordenadas buscan mostrar cómo el sujeto como expresión del inconsciente es el referente central para definir una compresión clínica y una decisión de abordaje. Hay análisis en tanto opera la transferencia y hay un sujeto que la denota en tanto permanece en este eje referencial al analista evidenciando formaciones del inconsciente como los sueños, los lapsus, las asociaciones, las actuaciones, etc. Aunque puede haber transferencia y sujeto aun cuando el terapeuta no lo sepa y suponga que está haciendo sólo psicoterapia. Esta reseña sintetiza algunas cuestiones tratadas extensamente en el libro Los orígenes del sujeto y su lugar en la clínica psicoanalítica (Peskin, 2003). Clínica de ausencia de subjetividad En nuestros días, por múltiples razones, hay una pretensión social y seudocientífica de abolir las diferencias y singularidades, lo que lleva a promover algo que ya conocíamos pero se ve incrementado y que son las presentaciones clínicas que aparecen sin la subjetividad para la cual el psicoanálisis tiene sus mejores recursos. La adicción como ausencia de dicción (de discurso) agrupa la anorexia, la psicosomática, el delito y muchos actos en general, la bulimia, la drogodependencia, etc., presentan formaciones no subjetivas que serán teorizables como formaciones narcisíticas o impulsiones, compulsiones y una serie de alternativas donde el inconsciente no tiene oportunidad de intervenir como soporte significante de un modo directo, y la subjetividad que vemos aparecer es fallida o hay una presubjetividad, o formas alienadas en extremo refractarias a cualquier intervención que busque suscitar una transferencia. Los modelos de las sectas o de la psicología de masas como militancias ideológicas adquieren mayor eficacia a partir de la sofisticación tecnológica al servicio de un "aparato" del Estado o de otros grupos circunstanciales que caracterizan la base de la llamada globalización.

El psicoanálisis está en condiciones de estudiar y comprender la mayoría de estos fenómenos, pero encuentra dificultades para abordar muchos casos por la más diversas razones. Es importante no adoptar una actitud diferente de la que siempre tuvo con relación a los obstáculos clínicos que Freud denominó resistencias al psicoanálisis y que Lacan ubicó del lado de los analistas. Hay épocas y lugares mejores y peores para el abordaje y el pensamiento psicoanalítico, pero esto no debiera invalidar la investigación y el avance aun frente a la adversidad. Aunque reconozcamos que no todo es abordable psicoanalíticamente, la mayor parte de los hechos que involucran a los humanos son comprensibles desde el pensamiento psicoanalítico, si bien en algunos casos no es pertinente aplicarlo y menos agotar la comprensión desde este enfoque exclusivamente.

NOTAS 1

El moi como yo imaginario especular narcisístico, y el je como la nominación simbólica del sujeto en un discurso. 2

Falta de inscripción: término de origen jurídico que se refiere a la caducidad de tiempo para la realización de un paso en el proceso jurídico, con lo cual queda imposibilitado hacerlo. 3

A partir del objeto transicional de Winnicott.

4

Una rama de las matemáticas que tiene diversas vertientes en cuanto a álgebra y geometría.

5

Nombre que da Lacan a una nueva formación a partir de una transformación del síntoma en sinthoma, que le permitiría al sujeto una nueva identificación, una nueva nominación de sí mismo que operaría como salida de la psicosis o de la neurosis. 6

James Joyce, famoso escritor irlandés que crea un estilo muy especial de escritura mediante el cual, según Lacan, elude la psicosis y el padecimiento.

Bibliografía

Freud, S. (1900): La interpretación de los sueños, O.C., vol. 4 y 5, Buenos Aires, Amorrortu, 1976. — (1914): "Introducción del narcisismo", O. C., vol. 14, Buenos Aires, Amorrortu, 1976. — (1915): "Pulsiones y destinos de pulsión", O.C, vol. 15, Buenos Aires, Amorrortu, 1976. — (1920): Más allá del principio de placer, O.C., vol. 18, Buenos Aires, Amorrortu, 1976. — (1923): El yo y el ello, O. C., vol. 19, Buenos Aires, Amorrortu, 1976. Lacan, J. ( 1953-1954): El Seminario. Libro 1, Los escritos técnicos de Freud, Buenos Aires, Paidós, 1981. — (1954-1955): El Seminario. Libro 2, El yo en la teoría de Freud, Buenos Aires, Paidós, 1983. — (1955-1956): El Seminario. Libro 3, Las Psicosis, Buenos Aires, Paidós, 1984. — (1956-1957): El Seminario. Libro 4, La relación de objeto, Buenos Aires, Paidós, 1994. — (1956-1959): "El Seminario. Libro 6, El deseo y la interpretación" (inédito). — (1962-1963): Le Séminaire. Livre X, L´angoisse, París, Seuil, 2004. — (1964): El Seminario. Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 1986.

— — — — — —

(1965-1966): "El Seminario. Libro 12, El objeto del psicoanálisis" (inédito). (1966): Escritos 1 y 2, Buenos Aires, Siglo XXI, 1975. (1969): El Seminario. Libro 17, El reverso del psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 1992. (1972): El Seminario. Libro 20, Aún, Barcelona, Paidós, 1981. (1975): "El Seminario. Libro 22, RSI" (inédito). (1976): "El Seminario. Libro 23, El Sinthoma" (inédito).

Peskin, L.: El espesor de la realidad. Historia. Historiales, Buenos Aires, Kargieman, 1994. —: "¿Hay neurosis hoy?", Revista de Psicoanálisis, Número Especial Internacional, 1992. —: " Del acto 'cruel' a la psicopatología de la delincuencia cotidiana", Revista de Psicoanálisis, nº 7, 2000. —: "El inconsciente freudiano y el nuestro", Revista de la Sociedad Argentina de Psicoanálisis (SAP), nº 3, agosto de 2000. —: "El objeto no es la Cosa", Revista de Psicoanálisis, nº 3, 2001. —: "Mesa redonda: Los fundamentos del psicoanálisis", Revista de la Asociación Escuela Argentina de Psicoterapia para Graduados, 2002. —: Los orígenes del sujeto y su lugar en la clínica psicoanalítica, Buenos Aires, Paidós, 2003. —: "Historia del 'objeto a'", PSICOANÁLISIS: AYER Y HOY, nº 2, Revista Virtual de la AEAPG.

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF