Los cínicos no sirven para este oficio.

LOS CÍNICOS NO SIRVEN PARA ESTE OFICIO Ryszard Kapuściński, nacido en Pinsk en 1932, estudió historia en la Universidad de Varsovia, ciudad en la que murió en Enero de 2007. Escritor especializado en países del tercer mundo, es conocido por sus novelas periodísticas que muestran la realidad de los países más desfavorecidos desde el interior y no a través de una mirada ajena a los hechos que narra. Los cínicos no sirven para este oficio, un libro de instrucciones, sobre el oficio, está integrado por tres encuentros del autor con personalidades como María Nadotti, Andrea Semplici y el inglés John Berger. El contenido de la novela, confeccionado a través de las tres entrevistas, podría desligarse en tres temas que se intercalan y se relacionan a lo largo de la lectura. El primero sería la situación actual del mundo de la comunicación. Kapuściński hace referencia a la revolución electrónica que sufre el periodismo siempre desde un punto de vista optimista afirmando que aunque esta facilite nuestro trabajo, no ocupará su lugar. Advierte sobre el imprescindible sacrificio, el estudio y actualización constante que requiere dedicarse a esta profesión (porque mundo está en continuo cambio) y se preocupa por la cruda relación de los medios con el poder; la información se ha separado de la cultura para comenzar a ser un negocio, según el autor “Ya no importa la verdad, si no el espectáculo”. La prensa es un arma en la construcción de la información pública y por eso está manipulada. Según aclara, vivimos dos historias: la verdadera y la creada por los medios. En segundo lugar muestra cómo debe de ser el tratamiento con las fuentes principales, que son “los otros”. Las dificultades a la hora de conseguir la información deseada son numerosas (lenguaje, la selección, el tiempo disponible con los otros…) de ahí la importancia a la hora de mediar con las fuentes y de prestar atención a la imponderabilia es decir, el medio que nos rodea. Esta es la parte que más simpatiza con el título, pues define a los cínicos como personas “inhumanas” que carecen de las cualidades necesarias para ejercer la profesión. Sus textos están cargados de compromiso social y de una fuerte dimensión ética. Resaltando sobretodo, como característica esencial, la EMPATÍA. Estas pautas están relacionadas con la experiencia del autor. Kapuściński es la voz de los países pobres. Escribe sobre estos porque lo considera una obligación moral, para ello señala que debe de mimetizarse con el pueblo, es decir, hacer la misma forma de vida que sus habitantes. Es muy importante conocer bien y de forma directa aquello sobre lo que se escribe. En el interior del libro se da una breve imagen del pueblo africano a lo largo de los viajes del periodista y critica la dependencia que padecen los países subdesarrollados de las ayudas humanitarias, debido a la destrucción del mundo campesino, principal fuente de riqueza.

Es un libro de lectura rápida, y muy dinámica gracias, en parte, al formato de las entrevistas, por lo que no se hace pesado. En todas sus páginas se pone de manifiesto la subjetividad del autor. Puedes tallar fielmente la figura de Kapuściński, conocer un poco su trayectoria profesional, sus experiencias, y sobre todo el modo que tiene de entender el oficio; su filosofía periodística. Me resultó de especial interés el tema de África, porque trata la evolución del continente a lo largo de los años, haciendo hincapié en la importancia de las independencias que se iban dando a lo largo del tiempo. Es una forma de conocer el continente a través de una experiencia personal. Asimismo me llamaron la atención las reflexiones al final del libro con el autor John Berger sobre el arte y su condición bilateral. En cuanto a lo que se refiere al título me parece que describe un compendio de normas y pautas periodísticas demasiado riguroso marcando unos límites muy nítidos sobre lo que está bien y lo que está mal, aspecto bastante relativo. Un carácter demasiado dogmático (y con afán persuasivo) para aplicar a todo el mundo por igual. Opino que “cada maestrillo tiene su librillo.”

Relación con la materia Es un libro que no hace discriminaciones en cuanto a sus lectores y puede ser leído con una finalidad ociosa y/o didáctica. Como se menciona, gira en torno a la actividad periodística y por eso trata cuestiones relacionadas con la materia de Producción de la Información; los tipos de fuentes y el tratamiento adecuado con estas, el peso lucrativo que deteriora los medios, los problemas posibles a la hora de conseguir material y la importancia de que este sea verídico así como los dilemas deontológicos y morales presentes en este ámbito profesional.

Ángela Hernández González