Los Cinco Lenguajes Del Amor de Los Niños

February 16, 2017 | Author: Stone Cloud Freiheit | Category: N/A
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Cada niño tiene una forma especial de dar y recibir amor, el no emplear esta forma o emplear una forma de dar amo...

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LECTURA N° 09 LOS CINCO LENGUAJES DEL AMOR DE LOS NIÑOS GARY CHAPMAN Y ROSS CAMPBELL

CAPITULO UNO EL AMOR ES EL CIMIENTO Las necesidades de amor de un hijo tienen que ser cubiertas a fin de que este pueda ser mejor, pues tienen una suerte de tanque de amor que debe ser llenado incondicionalmente por los padres, entendiéndose por incondicional al hecho de que sin importar lo que el niño realice (sea bueno o malo, colmando o no las expectativas de los padres) ha de sentir que los padres lo aman. El mostrar que se ama al niño solo cuando complace a los padres entonces se estará criando niños inseguros, son dificultades para madurar o tener autocontrol, llenos de ansiedad, baja autoestima y con ira interior. Una vez lleno el tanque de amor es cuando los padres pueden comenzar a disciplinar a sus hijos, es decir, darles reglas, normas, directrices que lo guiarán en su crecimiento. Ahora bien, no basta con amar al niño, urge saber demostrar dicho sentimiento al niño y que pueda entenderlo, es decir, mostrar el afecto en el idioma del niño. Todo niño tiene necesidades afectivas, las cuales han de estar debidamente satisfechas, pues de ello dependen las relaciones que puedan tenerse con ellos. En todo niño tiene que cultivarse la autoestima saludable (ni altanera ni humillante), la seguridad y estabilidad afectiva (saber que sus padres estarán con él y que lo aman), habilidades para relacionarse (sea con el resto o con la autoridad). En los primeros años de vida, el niño debe ser educado con todos los lenguajes de amor, pues hasta antes de los cinco años no se define cuál es su principal lenguaje del amor, además que para que su tanque de amor se halle lleno se le tiene que dar los cinco lenguajes de amor. En sus primeros años de vida el niño es un ser pasivo que solo recibe amor, en la medida que vaya creciendo no solo recibirá, sino que también dará amor, y una vez este en la adolescencia no manifestará problemas por sus necesidad vacías, sabrá corresponder el afecto de sus padres (como estos saben hacerlo) y no caerá en la cólera, resentimiento y mal comportamiento. Además de ello, un rasgo del adulto maduro es la capacidad de dar y recibir aprecio en todos los lenguajes del amor.

CAPITULO DOS EL LENGUAJE DEL AMOR # 1: EL CONTACTO FISICO Los bebes que reciben contacto físico (abrazos, caricias, etc.) desde que nacen desarrollan una vida emocional más saludable que aquellos que no reciben esta expresión de afecto. Cuando el bebé crece y se hace más activo su necesidad de afecto no disminuye, además que mientras más se llene el tanque emocional de los hijos, más saludable será su identidad sexual y su autoestima (mas mayor afecto físico no hace más femenino a un hijo varón). En tanto que los

padres, en caso de que la expresión de afecto mediante el contacto físico sea complicado para ambos padres o uno de ellos es necesario que aprendan demostrar su afecto mediante este lenguaje, lo cual puede ser difícil en un inicio, pero no imposible. Aun cuando los niños comienzan a ir a la escuela tienen la necesidad de recibir contacto físico, esto puede darles seguridad y un buen humor durante el día, y si son abrazados al volver de la escuela tendrá una tarde tranquila, en lugar de armar alborotos sea en el colegio o en casa con tal de llamar la atención y demostrar de esta manera que su tanque no está lleno. Darles esta forma de afecto es elemental para ellos, aun cuando actúen como si no lo necesitasen. Cuando más crece un hijo, más crece el tanque emocional del mismo y por ello resulta más complicado llenarlo; las niñas resultan necesitar más expresión afectiva de este tipo cuando se acercan a la adolescencia, pues ello les hará sentirse valoradas, en tanto que su identidad psicosexual es bien formada, pues aceptan ser mujeres y valerse como tales, siendo capaces de respetar y ser respetadas. En tanto que las relaciones que establezcan con los demás sean adecuadas. Los adolescentes también necesitan del afecto en sentido físico de parte de los padres, pero estos tienen que tener en cuenta el momento y el lugar para expresarlo, pues los adolescentes están desarrollando su independencia y abrazarlo en presencia de sus compañeros puede ser incómodo. Tanto el padre como la madre han de expresar su amor a sus hijos, sean de su mismo género o contrario a este, pues en el caso de géneros contrarios, el padre que no muestra afecto mediante el contacto físico a su hija puede estar influyendo en el hecho de que su hija busque afecto en personan inadecuadas. Si él o la adolescente muestran, sea con actos o palabras, no desear recibir afecto físico, lo mejor es no insistir en ello, y si esta conducta evitativa es persistente, entonces es mejor conversar con el joven para descubrir las razones de tal conducta. Si la expresión de afecto mediante este lenguaje es complicado para alguno o ambos de los padres, lo que se recomienda es que primero comiencen a tocarse a sí mismos, desde el cabello hasta la punta delos pies. Una vez realizado esto se hará un tanto más fácil acariciar al hijo (a), repitiendo esto a diario y de manera consciente.

CAPITULO TRES EL LENGUAJE DE AMOR # 2: LAS PALABRAS DE AFIRMACION Antes de que los hijos comiencen a entender el significado de las palabras, entienden ya el contenido emociona que se transmite es ellas. Puesto que en un inicio su pensamiento es concreto, es necesario apoyarlos en entender lo que se les está diciendo, lo cual a su vez incluye proximidad física. Ahora bien, el elogio y el cariño van de la mano, demostrando al hijo que se les ama por ser lo que son y no solo por lo que hacen, sin embargo el elogiarlos constantemente solo quitará validez a dichas expresiones, pues estos perciben cuando se les elogia por solamente “cumplir con ellos”, además que el elogiarlos constantemente puede volverlos dependientes a ello. Las palabras de los padres pueden elevar o destrozar la autoestima del niño, en esto la cólera es un gran enemigo para estimular a los hijos, pues cuanta más cólera experimente el padre o la madre, más cólera derramara sobre sus hijos. Las frases de estímulo son más efectivas cuanto más centradas estén en el esfuerzo que llevó a

cabo el niño. El objetivo es guiar a los hijos, prepararlos para la vida, y el guiarlos ni implica llenarlos de prohibiciones con el fin de evitar su distorsión. Antes estos casos las frases de guianza amorosa es lo recomendable, la cual va aunada a las reafirmaciones verbales positivas de los intereses y capacidades de los niños. En caso de que resulte a ambos o alguno de los padres el expresarse con este tipo del lenguaje del amor, un buen inicio es anotar en un cuaderno de apuntes frases de reafirmación para el niño o la niña.

CAPITULO CUATRO LENGUAJE DEL AMOR # 3: EL TIEMPO DE CALIDAD Cuanto el tanque de amor del niño se halla vacío, este hará lo que sea necesario con tal de adquirir la atención y así intentar llenar su tanque. El dedicar tiempo exclusivo a los niños que emplean este lenguaje del amor hace que se sientan los seres más importantes en el mundo de los padres, sintiendo así que son realmente amados. Ahora, pasar el tiempo junto a los niños implica hacer algo junto a ellos y con ellos, además que se les va conociendo mejor así. Cada hijo requiere estar a solas con el o los padres, es decir que se dedique dicho tiempo exclusivamente a ellos. La mirada juega un rol importante aquí, pues el ver con ternura a los ojos de hijo, es una forma ideal de transmitirle afecto. Revelarle sucesos propios de uno mismo hace que sientan que no solo se les valora, sino también que se confía en ellos, además los momentos de tiempo de calidad con los pequeños son una buena oportunidad para formarlos moral y espiritualmente, además de ayudarlo a que sea consciente de sus emociones y pueda controlarlos. Ante esto o para poder hacer posible el hablar este lenguaje del amor se requiere darse un tiempo (aludiendo a los padres) para salir juntos, disfrutar de momentos agradables, pasear, practicar deporte, etc. los trabajos puede sobre saturar a los padres, pero estos deben ser lo suficientemente hábiles para darse un tiempo para dedicarlo a los hijos, puesto que no se trata de un trabajo más o una simple acción, se trata de la vida del niño. Para un niño con este lenguaje del amor la atención concentrada que sus padres pueden dedicarle es un elemento esencial para asegurarse de que realmente ellos lo aman.

CAPITULO CINCO LENGUAJE DE AMOR # 4: LOS REGALOS El dar regalos puede ser una poderosa demostración de afecto, esto debe ser incondicional, es decir, que no puede darse bajo condiciones o como recompensa a algunas labores que bien pudo haber realizado el niño (a), puesto que en estos casos los hijos se sienten no amados o entienden que solo reciben regalos cuando hicieron algo que les gustó a los padres. Los tiempos actuales que estamos atravesando son tan acelerados y ajetreados que los padres ahora rara vez se hallan en casa, y si lo hacen es por poco tiempo, sea cada fin de mes o a diario, esto hace que traten de restituir la falta de tiempo y dedicación directa hacia sus hijos con los regalos, tanto así que los colman de regalos como una manera de demostrar su afecto,

pero esto no resulta adecuado, puesto que los hijos terminan dándose cuenta que los regalos son una forma de soborno, de intentar llenar vacíos, de intentar comprar su amor, en fin, un sustituto inadecuado. Ante esto los hijos se tornan manipuladores e interesados, además que recibir regalos en exceso deja de ser agradable, tanto que pierden su significado inicial. Por ello es necesario identificar el lenguaje de amor primario de los hijos con el fin de emplearlo y así llenar adecuadamente su tanque de amor, aunque esto implique sacrificios, sean económicos (tener menos ingresos, pero los necesarios) o temporales (dedicar menos tiempo al trabajo para dedicarlo a los hijos). Un niño que emplea este lenguaje de amor se mostrara efusivo ante un regalo, le dedicara un espacio especial para mostrarlo con orgullo, comentara a los demás de dicho regalo (mas como expresión que como vanagloria) y dirán constantemente cuanto les gusta.

CAPITULO SEIS EL LENGUAJE DE AMOR # 5: PRESTARLES UN SERVICIO Los servicios prestados a los hijos pueden tornarse en un modelo a seguir para ellos, hacer por ellos lo que aún no son capaces de hacer permite que escapen de la tendencia de que piensen solo en sí mismos (hacer todo por ellos tampoco es adecuado). Enseñar a un hijo implica emplear más tiempo de lo que se necesita para hacerlo por uno mismo (ej. Enseñarle a cocinar para el almuerzo implica más tiempo del que se invierte cuando uno mismo cocina), si se está demasiado ocupado para enseñar algo a los hijos, se toma el camino de hacerlo por ellos en lugar de darse el trabajo de enseñárselos lo que se está generando es que sean unos inútiles. Es bueno servir a los hijos, pero en la medida que sea necesario, porque más elemental es enseñarles a valerse por sí mismos. Si los padres dan muestras de servicio a los hijos con resentimiento, amargura y una obligación, entonces estas satisfaciendo las necesidades de sus hijos, pero no están contribuyendo al desarrollo emocional saludable de sí mismo. En un inicio se puede ordenar y mandar sobre el niño (esto no hace referencia a la tiranía), pero cuando más grandes sean es recomendable cambiar las ordenes por las peticiones. Por otra parte, mostrar amor condicional a los hijos es tornarlos egoístas (pues darán esperando recibir a cambio). Servir a los hijos y mostrar servicio a otras (el don de prestar ayuda y dar) es la mejor manera de enseñarles a los hijos a servir.

CAPITULO SIETE ¿CÓMO DESCUBRIR EL LENGUAJE DE AMOR PRIMARIO DE TU HIJO? Todo hijo necesita ser capaz de dar amor y emplear los cinco lenguajes del amor, para ello los padres tienen el rol importante de enseñárselos con el ejemplo, además que así aprenderán a ser altruistas, dar de sí y cuidar de los demás (todo esto les permite ser adultos y madurar). En un inicio el niño bien puede mostrar mayor inclinación hacia algún tipo de lenguaje y pasado

un breve tiempo mostrar la misma inclinación hacia otro lenguaje de amor, esto se debe a su pleno desarrollo; sin embargo, puede ir notando paulatinamente que de todos los lenguajes hay uno o dos por los cuales el niño responde con mayor bienestar o malestar en caso de que se le ataque o no corresponda adecuadamente mediante dicho lenguaje, esto pude indicar cuál es su lenguaje primario, pero hemos de recordar que están en constante cambio. En el camino de tratar de descubrir el lenguaje primario puede emplearse lo siguiente: observar cómo el hijo expresa el amor por los padres (pues a veces dan lo que desean recibir), observar la forma que el hijo muestra afecto o gratitud hacia los demás, percatarse de lo que pide o se queja constantemente, darle a escoger entre dos opciones relacionadas a diferentes lenguajes de amor (ej. Comprarle algo o salir de paseo) y llevar un registro de las opciones que eligió en cada oportunidad, así como ver a que lenguaje corresponden las elecciones realizadas. En el caso de que los hijos sean adolescentes y se quiera conocer el lenguaje de amor de estos, expresarlo verbalmente puede no ser adecuado para quienes son un tanto distantes a los padres. Se sugiere ir probando con cada lenguaje y observar cómo reaccionar el hijo ante esto, incluso estos puede probar a los padres (si realmente los aman) y por eso mostrarse poco receptivos. Cabe recordar que emplear los cinco lenguajes del amor es un proceso de maduración y, por ende, es costoso, duradero y emplea gran esfuerzo.

CAPITULO OCHO LA DISCIPLINA Y LOS LENGUAJES DE AMOR La disciplina permite guiar a los hijos en su desarrollo, y la ausencia de esta no produce hijos felices ni responsables. El fin de la disciplina es guiar buscar el beneficio del niño, ahora bien, cuanto más amado se sienta un niño, más fácil es disciplinarlo; caso contrario, toda orden o solicitud paterna será tomada como una imposición y generara resentimiento. La manera de amar de un niño es diferente de un adulto, puesto que el niño ama de manera condicional y su preocupación es llenar su tanque de amor sea cual sea la forma que aplique, siendo la rebeldía una manera de reclamar que se llene su tanque de amor. Sin embargo, el mal comportamiento del niño de debe ser tolerado, sino corregido (como por ejemplo mediante el castigo), pero si el niño muestra verdadero arrepentimiento por lo que hizo el perdón en este caso es una excelente alternativa a aplicar. Se puede ejercer control sobre la conducta del niño de diferentes maneras, una de ellas por ejemplo mediante la petición de lo que desea que realice dicho niño, además que la petición a diferencia de las órdenes (la cual también es una manera de controlar la conducta, pero en una forma negativa, además que su empleo excesivo genera menos efectividad) envía el mensaje al niño de que se está tomando en cuenta sus sentimientos, su capacidad de opinar y se le enseña a ser responsable de sus acciones. El negativismo (negarse a ejecutar las peticiones del padre) del niño puede bien ser paliado con la manipulación física de los padres, así por ejemplo, con llevarlo de la mano bastará en ocasiones. Emplear la modificación de conducta de manera excesiva también resulta inadecuado, pues se enseña al niño que se le ama siempre y cuando este haga lo que desee. Ante todo esto cabe resalta que el empleo del lenguaje de

amor primario del hijo antes y después de aplicar la disciplina al mismo generará mejores resultados.

CAPITULO NUEVE EL APRENDIZAJE Y LOS LENGUAJES DE AMOR Los niños son más emocionales que cognoscitivos, su madurez emocional (capacidad de controlar su ansiedad, soportar tensiones y mantener la serenidad ante las circunstancias) debe estar en relación a su edad para que su desarrollo sea indicado, y para ello el tanque de amor del niño debe estar lleno y debe ser educado con disciplina. Hay niños que pueden adquirir la conducta agresivo pasiva (ir contra las figuras autoritarias haciéndoles caso omiso), está en el fondo se debe a los tanques de amor vacíos de los niños y a la falta de enseñanza sobre cómo controlar su cólera. Un niño con las necesidades emocionales satisfechas es más seguro y confía más en sí mismo.

CAPITULO DIEZ LA IRA Y EL AMOR La ira mal controlada es la base de los problemas presentes o futuros que el niño puede tener, y esta falta de control de la ira se debe a una pésima educación por parte de los padres, además que los padres que han aprendido a controlar sus emociones, difícilmente podrán enseñarles esto a sus hijos. Sobre la conducta pasivo agresiva que el hijo pueda mostrar, esta se identificar de la siguiente manera: uno que no tiene sentido (ej. El hijo es bueno en el estudio, sin embargo ha dejado de destacar últimamente), dos que sea lo que sea que se intenten el niño no cambia de conducta y tercero que el único perjudicado directamente con dicha conducta es el mismo niño. Ante esto es necesario que los padres enseñen a sus hijos a canalizar adecuadamente su ira, además que asegurar que las necesidades afectivas del niño estén satisfechas. Los peor que el padre podría hacer ante la conducta inadecuada del hijo es descargar su ira sobre él, pues esto no solo lo lastimará, sino que también genera resentimiento y explote a la larga en una conducta agresivo pasiva. Enseñar a los hijos a descargar adecuadamente su ira es estar prestos a escucharlos cuando estos descarguen su ira verbalmente (esto no se refiere a insultos o vejaciones), el hecho de que expresen su malestar de manera verbal les permitirá poco a poco ir reconociendo y controlando sus emociones, entre ellas su ira. Para que puedan expresarse verbalmente es necesario que se le haga saber que no se va a castigar al hijo cuando decida expresarse ante el padre (por expresión se hace referencia a que el niño o adolescente exprese su malestar emocional hablando), también es bueno elogiarlo por la buena decisión de expresarse verbalmente en lugar de caer en el resentimiento y asumir la conducta pasivo agresiva, en este proceso los padres deben de ayudar al hijo a ir controlando su ira y canalizarla de manera adecuada.

CAPITULO ONCE COMO HABLAR LOS LENGUAJES DE AMOR EN LAS FAMILIAS DE UN SOLO PADRE (O MADRE) En un hogar monoparental tanto el padre (o madre) como los hijos se hallan lastimados por la situación que deben de enfrentar sea por perdida del conyugue o por divorcio (lo cual genera mayor dolor perdurable), en los hijos el temor, la ira y la ansiedad no faltan cuando el divorcio es la causa del hogar monoparental, estos sentimientos vacían fácilmente su tanque de amor, por ello es común que reaccionen con rechazo (niega la situación y le abruma la sensación de tristeza y perdida del ser amado), cólera (acompañada de impotencia y sensación de soledad) que puede ir encaminada a los padres porque el niño los culpa de su situación, negociar (intentos del niño para volver a unir a sus padres, incluso el portarse mal se emplea como manipulación para llamar la atención de los mismo), mas cólera (en algunos casos perduran las emociones como la culpa, ira, miedo e inseguridad). En estas situaciones el niño se siente abrumado, por ello leer (de preferencia cuentos clásicos que tienen un gran contenido educativo) acompañándolo es una buena alternativa para que pueda pensar con mayor claridad acerca de su dolor y su pérdida, prestarle atención a las reacciones del mismo, preguntarle lo que piensa sobre los relatos leídos, entablar una conversación sobre ello facilitara la superación de su dolor. Buscar la ayuda de externos para superar este proceso es también otra buena alternativa, pues cuando el hijo rechaza al padre o madre, según sea el caso, todo intento de aproximación por parte de este no resultara, sin embargo, un familiar si puede hacerlo y llenar el tanque de amor del niño empleando para ello el lenguaje primordial del mismo. Esta etapa se superará cuando el niño asimile la separación de los padres. Por otro lado, los padres pueden acudir a amistades para atravesar de mejor manera la situación dolorosa, cuidándose de caer en falsos “amoríos”. Durante esta etapa es importante mostrar al hijo ejemplo de integridad y responsabilidad.

CAPITULO DOCE HABLANDO LOS LENGUAJES DE AMOR EN EL MATRIMONIO La calidad de un matrimonio afecta en sumo grado la forma de las relaciones paternales con los hijos, para reforzar el sentir del amor del hijo es necesario también reforzar el sentir amor del amor en la pareja y para ello debe de emplearse el principal lenguaje de amor de la pareja. El verdadero amor requiere esfuerzo y sacrificio (esto no es sinónimo de sufrimiento), aceptar que la etapa del “enamoramiento” ya fue atravesada, aquella etapa en la que todo era hermoso y no se percibía ningún o casi ningún defecto en la pareja, aquella etapa en la que se creía que nadie sobre la faz de la tierra amaba tanto al otro ser y viceversa; sí, aceptar que dicha etapa fue atravesada y ahora queda tomar una decisión madura sobre si se ha de mejorar y construir una relación madura, en la que el descubrir el lenguaje principal de amor de la pareja es un paso importante para comenzar a llenar su tanque de amor y así poder generar una relación saludable.

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