Los Cazadores Cósmicos

August 2, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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LOS CAZADORES CÓSMICOS

Phi l i pK. Di c k

   ¿Quéé clase de nave es ésa?    ¿Qu preguntó pregunt ó el capitá capitán Shure, mirando fijamente la pantalla, sin soltar el sintonizador de precisió precisi ón. El piloto Nelson miró mir ó por encima de su hombro.

   Espere un momento.

Gir Giró ó la cá cámara de control y tomó tomó una foto de la pantalla. La instantá instantánea desapareció desapareció por el tubo de mensajes, rumbo a la sala de mapas.    Tranquilí  Tranquil í cese. cese. Barnes nos dará dará una identificació identificación.    ¿Quéé est ¿Qu  estáán haciendo ahí  ahí ? ¿Qué ¿Qué quieren? Han de saber que el sistema de Sirio está est á cerrado.    Fí  jese en los costados, costados, hin hinchados chados com como o globos.   Nelson recorrió recorrió la pantalla con el dedo   . Es un carguero. Observe el tamañ tama ño. Una nave de carga.    Pues f íí  jese   en eso. Shure giró giró el ampliador. La imagen de la nave aument ó de tamañ tamaño hasta llenar la pantalla.    Observe esos salientes.    ¿Quéé quiere decir? ¿Qu    Armas pesadas. Antihundimientos. Para disparar en el espacio. Es un carguero, pero tambié tambi én va armado.    Piratas, tal vez.    Es posible.    Shure jugueteó jugueteó con el micró micrófono de comunicaciones   . Estoy tentado de llamar a la Tierra.    ¿Por qué qué?    Tal vez se trate de una nave exploradora. Los ojos de Nelson destellaron.    ¿Cree que nos está están sondeando? Y si hay má más, ¿por qué qué no los detecta nuestra pantalla?    Puede que el resto se baile fuera del campo visual. ¿A má más de dos añ a ños luz? He puesto los radares al má m áximo. Y son los mejores que existen.    La identificació identificación procedente de la sala de mapas surgió surgi ó del tubo y cayó cay ó sobre la mesa. Shure abrioel sobre y examinó examin ó la hoja con toda rapidez. Despué Después, se la pasó pasó a Nelson.    Mire.La nave era del tipo utilizado en Adharan. De primera clase, perteneciente a un grupo de cargueros nuevos. Barnes habí  habí a escrito de su puñ puño y letra: «Se supone que no va armada. Habrá Habrán aañ ñadido el ñón. ca cañó n. Los cargueros de Adharan no suelen llevar armas».    Entonces, no es un cebo    murmuró murmur ó Shure   . Podemos descartarlo. ¿Qué ¿Qué pasa en Adharan? ¿Por qué qué aparece una nave de Adharan en el sistema de Sirio? La Tierra cerró cerr ó esta regió región hace añ años. Han de saber que aquí  aquí  no  no pueden comerciar.    Nadie sabe gran cosa sobre Adharan. Participó Participó en la Conferencia Comercial Galá Galáctica, pero eso es todo.    ¿De qué qué raza son los adharanos?    Del tipo  ar á cnido. Tí  Tí pico pico de esta zona. Provienen de la rama Gran Murzim. Son una variante del Murzim original, y muy reservados. Estructura social compleja, pautas muy rí  r í gidas. gidas. Un colectivo regido por un estado orgá orgánico.    Quiere decir que son como insectos.    Supongo que sí  sí . En cierta manera son lé lémures. Shure miró atentamente la pantalla. Redujo la ampliaci ón y observó lo que ocurr í a con atención. La cámara siguió siguió autom  automááticamente a la nave de Adharan, alineada en lí  lí nea nea recta con ella. La nave adharana era negra, maciza, fea en comparació comparaci ón con la lisa nave terrí  terrí cola. cola. Parecí  Parecí a un gusano bien alimentado, y sus hinchados costados eran casi esf éricos. Alguna luz de posició posición parpadeaba de vez en cuando, a medida que la nave se aproximaba al planeta má más exterior del sistema de Sirio. Se moví  mov í a con lentitud y cautela, como tanteando el terreno. Entr ó en la órbita del dé décimo planeta y empezó empezó a maniobrar para descender. De los cohetes de frenado brotaron chorros rojizos. El enorme gusano derivó deriv ó hacia la superficie del planeta.    ó Nelson. Van a aterrizar    murmuró murmur    Estupendo. Se quedará quedarán inmó inmóviles. Los tendremos a tiro. El carguero adharano se posó posó sobre la superficie del dé décimo planeta. Sus cohetes enmudecieron. De ellos surgió surgió una nube de partí  part í culas culas de escape. El carguero habí  hab í a aterrizado entre dos cordilleras, sobre una árida extensió extensión de arena grisá grisácea. La superficie del dé d écimo planeta era, en su mayor parte, árida. No existí  exist í a vida, atmó atmósfera ni agua. El planeta se componí  compon í a principalmente de roca, frí  fr í a roca gris, con sombras y oquedades enormes. Una superficie insalubre, corroí  corroí da, da, hostil y pelada. De repente, la nave adharana cobró cobr ó vida. Las escotillas se abrieron. Diminutos puntos negros salieron a toda prisa de la nave. Los puntos se hicieron cada vez má m ás numerosos, una lluvia de manchas vomitadas por el carguero y que traqueteaban sobre la arena. Algunas llegaron a las monta ñas y desaparecieron entre los cráteres y los picachos. Otras se lanzaron hacia el lado opuesto y se perdieron en las largas sombras.

 

   Que me aspen    murmuró murmur ó Shure   . Esto no tiene sentido. ¿Qué ¿Qué buscar  buscaráán? Hemos peinado í  no estos planetas milí  milí metro metro a milí  milí metro. metro. Ah Ahí   no hay nada que valga la pena.

   Tal vez ellos opinen de manera diferente.    Shure se puso rí  r í gido. gido.    Mire. Sus vehí  vehí culos culos vuelven a la nave.

Los puntos negros habí  habí an an reaparecido, procedentes de las sombras y los cr áteres. Corrieron hacia el gusano madre. Las escotillas se abrieron. Los vehí  veh í culos culos entraron de uno en uno en la nave y desaparecieron. Algunos rezagados les imitaron. Las escotillas se cerraron.    ¿Quéé demonios habrá ¿Qu habrán encontrado?    se preguntó preguntó Shure. El oficial de comunicaciones Barnes entró entró en la sala de control y alarg ó el cuello.    ¿Todaví  ¿Todav í a siguen ahí  ahí ? Dé Dé jenme echar echar un vist vistazo. azo. Nunca he visto un unaa nave de Ad Adharan. haran. La nave adharana se movió, estremeciéndose de proa a popa. Se elevó y ganó altitud rápidamente. Se dirigió dirigió hacia el noveno planeta. Describió Describi ó cí   cí rculos rculos alrededor de ese planeta durante un rato, mientras observaba la superficie erosionada y horadada por crá cr áteres. Las cuencas vací  vac í as as de océ océanos desecados se extendí  extendí an an como inmensas tarteras. La nave adharana eligió eligió una cuenca y aterrizó aterrizó arrojando gases de escape hacia el cielo.    Otra vez igual    murmuró murmur ó Shure. Se abrieron las escotillas. Los puntos negros saltaron a la superficie y se movieron en todas direcciones. Shure hizo una mueca, airado.    Hemos de averiguar qué qué est  estáán haciendo. ¡Miren có c ómo corren! Saben exactamente lo que buscan.   Agarró Agarr ó el micró micrófono de comunicaciones, y luego lo soltó solt ó   . Nos las arreglaremos solos. No necesitamos a la Tierra.    Van armados, no lo olvide.    Los atraparemos cuando aterricen. Se van parando por orden en cada planeta. Les seguiremos hasta el cuarto.    Shure actuó actuó con rapidez. ajustando los controles   . Cuando aterricen en el cuarto planeta les estaremos esperando.    Quizáá opongan resistencia. Quiz    Quizáá, pero hemos de descubrir lo que está Quiz est án cargando..., y sea lo que sea, nos pertenece. í  ó ó El cuarto planeta del sistema de Sirio ten a atm sfera y un poco de agua. Shure pos  el crucero entre las ruinas de una vieja ciudad, abandonada desde hac í a mucho tiempo. El carguero adharano aú aún no habí  habí a aparecido. Shure escudriñó escudri ñó el  el cielo antes de abrir la escotilla principal. Barnes, Nelson y él salieron al exterior con cautela, armados con pesados rifles Slem. La escotilla se cerró cerró a sus espaldas y el crucero despegó despeg ó y se elevó elevó. Lo vieron perderse en la lejaní  lejan í a. a. Se quedaron inmó inmóviles, con los rifles dispuestos. El aire era frí  frí o y tenue. Notaron que soplaba en torno a sus trajes presurizados. Barnes aumentó aumentó la temperatura de su traje.    Demasiado frí  frí o para mí  mí .    Consigue recordarnos que todaví  todaví a somos terrí  terrí colas, colas, a pesar de encontrarnos a añ a ños luz de casa    comentó coment ó Nelson.    Mi plan es el siguiente    dijo Shure   . No dispararemos contra ellos. Eso queda descartado por completo. Es su cargamento lo que nos interesa. Si les desintegramos, tambié también desintegraremos el cargamento.    ¿Quéé utilizaremos? ¿Qu    Dispararemos una nube de vapor.    ¿Una nube de vapor? Pero...    Capitáán, no podemos utilizar una nube de vapor    Capit dijo Nelson   . No podremos acercarnos a ellos hasta que el vapor esté inactivo.    Hay viento. El vapor se disipará disipar á en seguida. De todos modos, es lo único que podemos hacer. Habraque correr el riesgo. En cuanto salgan los adharanos abriremos fuego.    ¿Y si la nube falla?    Tendremos que luchar.    Shure escudriñó escudriñó el  el cielo   . Me parece que ya vienen. Vá Vámonos. Corrieron hacia una colina formada por rocas amontonadas, restos de columnas y torres, mezclados con cascotes y escombros.    Esto servirá servirá.    Shure se agachó agachó y aferró aferró su Slem   . Aquí  Aquí  vienen.  vienen. La nave adharana se preparaba para aterrizar. Los cohetes rugieron y las part í culas culas de escape se elevaron. Golpeó Golpeó el suelo con gran estruendo, rebotó rebot ó un poco y, por fin, se inmovilizó inmovilizó. Shure asió asió el telé teléfono.    Ya. El crucero apareció apareció en el cielo y se lanzó lanz ó en picada sobre la nave adharana. Cohetes presurizados dispararon una nube blancoazulada hacia los adharanos. La nube dio de lleno en el carguero y se infiltroen el interior. El casco brilló brilló por unos momentos. Empezó Empez ó a desmoronarse, corroí  corroí do. do. El crucero terrí  terrí cola cola pasó pasó por encima para completar la maniobra. Desapareció Desapareció en el cielo. De la nave adharana surgieron unas figuras que saltaron al suelo. Se esparcieron en todas direcciones, dando grandes saltos con sus largas piernas. La mayorí  mayor í a brincaron sobre la nave, arrastrando caballos y pertrechos. Las figuras trabajaban con frenesí  frenesí  y  y pronto quedaron ocultas por la nube de vapor.    Est Estáán recibiendo una buena dosis.

 

Aparecieron má más adharanos. Saltaban como locos por todas partes, sobre su nave, sobre tierra, completamente desorientados.    ó Barnes. Es como pisar un hormiguero    murmuró murmur El casco de la nave adharana estaba cubierto de enloquecidos tripulantes que corr í an an con ón, en un intento de frenar la corrosiva acció desesperació desesperaci acci ón del vapor. El crucero terrí  terr í cola cola reapareció reapareció e inició inici ó una segunda maniobra. Pasó Pasó de ser un punto a un alfiler en forma de l ágrima, centelleando al sol de Sirio. La fila de cañ cañones del carguero intentó intentó apuntar al veloz crucero.    Lancen bombas muy cercanas    ordenó orden ó Shure por telé teléfono   , pero no les alcancen de lleno. Quiero salvar el cargamento. Los depó depósitos de bombas del crucero se abrieron. Cayeron dos proyectiles, que describieron un há h ábil arco y estallaron a ambos lados del carguero. La negra forma se estremeci ó, y los adharanos que se hab í an refugiado sobre el casco se arrojaron al suelo. La fila de ca ñones disparó disparó una inú inútil andanada, pero el crucero pasó pasó de largo y desapareció desapareció. La mayorí  mayorí a de los adharanos abandonaron la nave para esparcirse en todas direcciones.    Ya casi ha terminado    dijo Shure. Se levantó levantó y salió salió de las ruinas   . Vamos. Las adharanos dispararon una bengala blanca que inundo el cielo de chispas. Vagaban sin rumbo fijo, confusos por el ataque. La nube de vapor casi se habí  hab í a disipado por completo. La bengala era la señ señal convencional de capitulació capitulación. El crucero describí  describ í a cí  cí rculos rculos sobre el carguero, aguardando las órdenes de Shure.    Mí ralos ralos   dijo Barnes   . Insectos grandes como personas.    ¡Vamos!    gritó gritó Shure, impaciente   . Estoy ansioso por saber lo que hay dentro. El comandante adharano les recibió recibió fuera de la nave. Avanz ó hacia ellos, al parecer aturdido por el ataque. Nelson, Shure y Barnes le miraron con repulsió repulsión.    ó Barnes   Dios mí  mí o    murmuró murmur . Menudo aspecto. El adharano medí  medí a alrededor de un metro y medio y estaba cubierto por un caparazó caparaz ón quitinoso negro. Se sostení  sostení a sobre cuatro delgadas patas, y dos má m ás se agitaban vacilantes a mitad del cuerpo. Elevaba un cinturó cinturón holgado, del que colgaban su pistola y otros pertrechos. Sus ojos eran complejos, multifacéticos. Una estrecha abertura que hací a las veces de boca se abrí a en la base de su cr crááneo alargado. Carecí  Carecí a de orejas. Algunos miembros de la tripulació tripulaci ón aguardaban detrá detrás del comandante. Alzaron un poco sus armas en forma de tubo, indecisos. El comandante emitió emiti ó una serie de agudos chirridos y agitó agit ó las antenas. Los adharanos bajaron las armas.    ¿Podremos comunicarnos con esta raza?    preguntó pregunt ó Barnes a Nelson.    Da igual    dijo Shure, avanzando un paso   . No tenemos nada que decirles. Saben que venir aqu aquí  í  es  es ilegal. Lo único que nos interesa es el cargamento. ó junto al comandante, y el grupo de adharanos le abri ó paso. Entró Pas Pasó abrió Entró en la nave, seguido de Barnes y Nelson. El interior de la nave olí  olí a a limo, que cubrí  cubrí a el suelo. Los pasadizos eran estrechos y oscuros, como largos tú túneles. El piso era resbaladizo. Algunos miembros de la tripulació tripulaci ón se removí  removí an an en la oscuridad, agitando las garras y antenas con nerviosismo. Shure iluminó ilumin ó un pasillo con su linterna.    Por aquí  aquí . Parece el conducto principal. El comandante adharano les seguí  seguí a casi pisá pisándoles los talones. Shure prescindí  prescindí a de él. El crucero í a aterrizado cerca de la nave. Nelson vio que los soldados de la Tierra se desplegaban en hab habí  cí rculo. rculo. Una puerta metá metálica les cerró cerró el paso. Shure indicó indic ó con un ademá ademán que la abrieran. brala. Á    El comandante adharano retrocedió retrocedi ó, sin querer obedecer. Aparecieron má más tripulantes, armados con los tubos.    Quizáá pretendan oponer resistencia    Quiz dijo Nelson con calma. Shure apuntó apuntó a la puerta con su rifle Slem.    Tendréé que destruirla. Tendr Las adharanos emitieron chirridos de excitació excitaci ón. Ninguno de ellos se aproximó aproxim ó a la puerta.    Muy bien    dijo Shure con semblante sombrí  sombrí o. o. Disparó Dispar ó. La puerta se desintegró desintegr ó y el paso quedó qued ó libre. Los adharanos se precipitaron hacia adelante, chirriando entre sí  s í . Cada vez habí  hab í a má más que penetraban en la nave, rodeando a los tres t e rrí  rrí colas. colas.    Vamos    dijo Shure, atravesando el boquete. Nelson y Barnes le siguieron, con los rifles Slem dispuestos. El pasaje se inclinaba en pendiente. El aire era opresivo y denso, y má m ás adharanos se congregaron tras ellos mientras caminaban pasillo adelante.    Atr Atráás. Shure se volvió volvió en redondo y levantó levantó el rifle. Los adharanos se detuvieron.

  

Vamos, retrocedan. Los terrí colas terrí  colas doblaron una esquina y desembocaron en la bodega. Shure se intern ó con cautela. Varios guardias adharanos custodiaban el lugar con los tubos desenfundados.

 

   Apá Apártense.

ó su rifle Slem. Los guardias, a regañ Shure movi movió rega ñadientes, dieron uno o dos pasos.

   ¡Vamos!

Los guardias obedecieron. Shure avanzó avanzó, y se detuvo en seco, asombrado. Vieron ante ellos el cargamento de la nave. La bodega estaba medio llena de esferas de fuego lechoso cuidadosamente apiladas, joyas gigantescas que parecí  parecí an an perlas inmensas, a millares. Por todas partes. Montones interminables que desaparecí  desaparec í an an en las profundidades de la nave. Todas desprend í an an un brillo suave, un resplandor interior que iluminaba la vasta bodega.    ¡Increí  ¡Incre í ble! ble!    musitó musit ó Shure.    No me extrañ extraña que quisieran entrar aquí  aquí  sin   sin permiso.    Barnes, los ojos abiertos de par en par, contuvo el aliento   . Creo que yo har í a lo mismo. ¡Fí  jense!    Qué Qué grandes son    dijo Nelson. Intercambiaron una mirada.    ó Shure, aturdido. Nunca habí  habí a visto nada parecido    comentó coment Los guardias adharanos no les quitaban el ojo de encima: ten í an an las armas a punto. Shure avanzó avanz ó hacia la primera fila de joyas, apiladas con matemá matem ática precisió precisión.    Parece imposible. Joyas apiladas como..., como un almacé almacén de pomos de puerta.    Es posible que pertenecieran a los adharanos hace tiempo    dijo Nelson con aire pensativo   . Quizáás les fueron robadas por los constructores de ciudades del sistema de Sirio, y ahora las est án Quiz recuperando.    Interesante    se señ ñaló aló Barnes   . Eso explicarí  explicarí a por que los adharanos las encontraron con tanta facilidad. Tal vez existí  existí an an planos o mapas.    En cualquier caso, ahora son nuestras    gruñó gruñó Shure  Shure   . Todo lo que contiene el sistema de Sirio pertenece a la Tierra. Está Est á firmado, sellado y aceptado.    Pero si les fueron robadas a los adharanos...    No tení  tení an an que haber aceptado los tratados que clausuraron el sistema. Ellos tienen sus propios sistemas. Esto pertenece a la Tierra.    Shure alargó alargó la mano hacia una joya   . Quiero saber que tacto tiene.

   Cuidado, capitá capitán. Puede ser radiactiva.

Shure tocó tocó la joya. Los adharanos se arrojaron sobre él. Shure se debatió debatió. Un adharano asió asi ó su rifle Slem y se lo quitó quitó de las manos. Barnes disparó disparó. Un grupo de adharanos quedó qued ó desintegrado. Nelson, de rodillas, abrió abri ó fuego sobre la entrada que daba al pasillo. Éste se hallaba abarrotado de adharanos. Algunos repelieron la ón. Los chorros calorí  agresió agresi calorí ficos ficos pasaron sobre la cabeza de Nelson.    No pueden alcanzarnos     jadeó  jade ó Barnes   . Tienen miedo de disparar, por las joyas. Los adharanos se alejaron de la bodega retrocediendo por el pasillo. El comandante dio orden de retirada a los que llevaban armas. Shure le quitó quitó el rifle a Nelson de un manotazo y desintegró desintegr ó a un grupo de adharanos. Sus compañ compa ñeros estaban cerrando el pasadizo. Llevaban pesadas planchas de emergencia y las estaban soldando.    ¡Abran una brecha!    ladró ladró Shure. Apuntó Apuntó el fusil a la pared de la nave   . Intentan encerrarnos aqu aquí  í . Barnes y Shure dispararon al uní  uní sono sono sobre la pared. Una parte circular de ella se desgaj ó y cayohacia afuera. Los soldados terrí  terrí colas colas luchaban con los adharanos en el exterior. Los adharanos retrocedí  retroced í aan n

como podí an, saltando y disparando. Algunos se refugiaron en la nave. Otros daban media vuelta y huí  huí an an arrojando sus armas. Corrí  Corrí an an y brincaban en todas direcciones, confusos e indefensos, chirriando ruidosamente. El crucero cobró cobró vida y sus cañ ca ñones se colocaron en posició posición de fuego.    ó Shure por el telé ¡No disparen!    ordenó orden teléfono   . Dejen la nave en paz. No es necesario.    Est Estáán acabados     jadeó  jade ó Nelson, saltando al suelo. Shure y Barnes le imitaron.    ó a unos soldados por señ No tienen nada que hacer. No saben luchar. Shure llam llamó se ñas.    ¡Por allí  allí ! Dense prisa, maldita sea. A travé través del agujero practicado en la nave se desparramaban las joyas lechosas, que rodaban y rebotaban en la tierra. Parte de los puntales de contenci ón estaban destruidos y una cascada de joyas se esparció esparció a sus pies. Barnes recogió recogió una. Quemó Quemó levemente su mano enguantada y le produjo un hormigueo en los dedos. La alzó alzó a la luz. El globo era opaco. Formas vagas flotaban en el fuego lechoso. El globo latí  lat í a y centelleaba, como si estuviera vivo.    Admirable, ¿verdad?    sonrió sonri ó Nelson.    Encantador. Barnes tomó tomó otro. Un adharano le disparó dispar ó in  inú útilmente desde el disco de la nave.    Fí  jense. Los hay hay a millares. millares. Llamaremos a un mercante para que los recoja    dijo Shure   . Lo cierto es que no estaretranquilo hasta que vayan camino de la Tierra.    Los combates casi habí  habí an an cesado. Soldados terrí  terr í colas colas rodeaban a los adharanos supervivientes.

 

   ¿Quéé haremos con ellos?    ¿Qu preguntó pregunt ó Nelson.

ó. Examinaba una joya, dá Shure no contest contestó dándole vueltas.

   ó   Fí  jense   murmuró murmur . Exhibe un color diferente en cada movimiento. ¿Habí  ¿Hab í an an visto alguna vez una cosa parecida? El gran carguero terrí  terr í cola cola aterrizó aterrizó con enorme estruendo. Las escotillas de la bodega descendieron. Una flotilla de camiones achaparrados salió sali ó bambole  bamboleáándose. Se dirigieron hacia la nave adharana. Se dispusieron rampas para que palas robot empezasen a trabajar.    Rec Recó ó janlo todo. todo. Silvanus Fry se acercó acercó al capitá capitán Shure. El gerente de Empresas Terrí  Terr í colas colas se secó secó la frente con un pañ pañuelo rojo. Un botí n sorprendente, capitán. Qué gran hallazgo.   

Le alargó alargó su palma hú h úmeda y se estrecharon las manos.

   Parece mentira que no las localizá localiz áramos    dijo Shure   . Los adharanos llegaban y las tomaban.

Iban de un planeta a otro, como abejas. No entiendo por qué qu é nuestros equipos no las encontraron.

   Eso ya no importa.

Fry se encogió encogió de hombros. Examinó Examin ó una de las joyas; luego, la lanzó lanzó al aire y la atrapó atrap ó.

   Ya imagino a todas las mujeres de la Tierra llevando una alrededor del cuello..., o deseando

llevar una alrededor del cuello. Dentro de seis meses no se acordar án de lo que era vivir sin ellas. La gente es así  así , capitá capitán. Guardó Guard ó el globo en su maletí  malet í n, n, tras cerrarlo hermé herméticamente.    Creo que le regalaré regalaré una a mi esposa. Un soldado terrí  terrí cola cola llevaba al comandante adharano. Éste guardaba silencio. Los adharanos supervivientes habí  habí an an sido despojados de sus armas, y tení  ten í an an permiso para reparar la nave. Habí  Hab í aan n arreglado ya casi todos los desperfectos del casco.    Les dejamos marchar    dijo Shure al comandante adharano   . Podrí  Podrí amos amos tratarles como a piratas y fusilarlos, pero serí  ser í a absurdo. Será Será mejor que informen a su gobierno; manté mant énganse alejados del sistema de Sirio a partir de ahora.    No le entiende    dijo Barnes.    Lo sé sé. Es una mera formalidad. Supongo que se hará har á una idea general. El comandante adharano aguardaba en silencio.    ó la nave adharana   Eso es todo.    Shure, impaciente, señ señal aló . Vamos, vá váyanse. Largo de aquí  aqu í . Y no vuelvan. El soldado soltó soltó al comandante. Éste regresó regresó con parsimonia a la nave. Desapareció Desapareci ó por la escotilla. Los adharanos que trabajaban en el casco reunieron sus útiles y siguieron al comandante al interior de la nave. Las escotillas se cerraron. La nave adharana se estremeci ó cuando los cohetes cobraron vida. Se elev elevó ó dando bandazos. Despué Después, describió describió una curva y se dirigió dirigió hacia el espacio. Shure la siguió siguió con la mirada hasta que desapareció desapareció.    Ya está está.    Fry y él se encaminaron rá rápidamente hacia el crucero   . ¿Cree que estas joyas llamaráán la atenció llamar atención en la Tierra?    Por supuesto. ¿Alberga alguna duda?    No.    Shure estaba enfrascado en sus pensamientos   .S Só ólo fueron a cinco de los diez planetas. Tiene que haber má más en los restantes. Cuando este cargamento llegue a la Tierra empezaremos a trabajar en los planetas interiores. Si los adharanos fueron capaces de encontrarlas, nosotros tambi én podremos. á la cuenta que habrá    Estupendo. No habí  habí a ca caí  í do do en habr á m  máás.    Las hay.    Shure frunció frunció el ceñ ceño y se acarició acarició la mandí  mandí bula bula   . Al menos, en teorí  teorí aa..    ¿Quéé le ocurre? ¿Qu    No entiendo por qué qué no las encontramos.    No se preocupe. Los ojos de Fry brillaron detr s de sus gafas.

Fry le palmeó palmeó la espalda. Shure asintió asintió, todaví  todaví a absorto.    Pero sigo sin entender por qué qu é no las descubrimos. ¿Cree que puede significar algo? El comandante adharano se sentó sentó ante la pantalla de control y ajustó ajustó los circuitos de ón. comunicació comunicaci La base de control situada en el segundo planeta del sistema adharano apareci ó en la pantalla. El comandante se llevó llevó el cono de sonido a la garganta.    Mala suerte.    ¿Quéé ha ocurrido? ¿Qu    Los terrí  terrí colas colas nos atacaron y se apoderaron del resto de nuestro cargamento.    ¿Cu ¿Cuáánto quedaba todaví  todaví a a bordo?    La mitad. Só Sólo habí  habí amos amos descendido en cinco de los planetas. Una gran desgracia. ¿Se llevaron la carga a la Tierra?       Supongo que sí  sí .

 

Hubo unos instantes de silencio.

   ¿Es muy cá cálida la Tierra?    Bastante, segú según tengo entendido.    Quizáá salga todo bien. No habí  Quiz habí amos amos previsto la idea de una incubació incubaci ón en la Tierra, pero...    No me gusta que los terrí  terrí colas colas tengan una buena parte de nuestra siguiente generaci ón. Lamento no haber avanzado má más en la distribució distribución.

   No lo lamente. Pediremos a la Madre que ponga un nuevo grupo en compensaci ón.    Pero, ¿qué ¿qué van a hacer los terrí  terr í ccolas olas con nuestros huevos? Cuando empiecen las incubaciones, sólo se producirá producirán problemas. No puedo entenderles. Las mentes terrí  terrí colas colas escapan a mi comprensi ón. Tiemblo só comprensió sólo de pensar en lo que sucederá sucederá cuando los huevos se abran... Y en un planeta húmedo, eso no tardar á en ocurrir...

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