Los Amantes-René Magritte

November 15, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
Share Embed Donate


Short Description

Download Los Amantes-René Magritte...

Description

 

El odio surge del sufrimiento, el deseo surge de la exuberancia, ex uberancia, y el verdadero amor surge de la simpleza. Eso es lo que se tiende a estipular en cuanto a la estructuración de los sentimientos, no se esperaría que el amor surgiera de la sucesión exótica del afán y la aversión, que el deseo surgiera de la imaginación, y que el odio se desencadenara tras el desenfreno de una pasión que se mostraba perenne. El curso del universo se vio variado en la reclusión de dos cuerpos, los que no permitieron que sus sentimientos, almas, sufrieran el mismo destino desdichado que había afligido a sus presencias terrenales. Ellos se encontraban en una esquina cada uno, ajenos, no permitían el gozo. Sus ojos tenían un escaso contacto y sus cuerpos claramente nunca habían experimentado el del otro. No sabían el porqué de su estancia en aquel lugar, simplemente los tomaron desprevenidos y los habían arrumado allí. Nunca se habían visto antes y en aquellas circunstancias no tenían la intención de presentarse formalmente. Pasaron los días, nunca intercambiaron palabras. Las noches frías f rías y los días áridos carcomían lentamente lo que se escabullía dentro de ellos en espera de no desaparecer. La esperanza. Era como un pequeño animal que se escondía en su madriguera cada vez que alguien amenazaba con turbar su presencia. Necesitaban calor para contrarrestar la frialdad que poco a poco iba encarcelando al animal perpetuamente en su madriguera. Necesitaban N ecesitaban algo que los mantuviera cuerdos. Una sutil ojeada por parte de ella. Él no la pasó desapercibida. Una supernova establecida en el medio de la habitación. La desnudez de las paredes que rodeaban el recinto en el que se encontraban, tentaba sus mentes y perturbaba sus pensamientos hasta el punto en el que la ropa que cubría sus cuerpos se convertía en un accesorio innecesario en el ambiente desolador que rondaba su desesperado corazón. Cada vez que su mirada recorría la naturalidad del cuerpo que se exhibía ante él de una forma única, en la que no era capaz de producir la necesidad de repeler la vista a causa de las desproporciones y marcas que se hallaban en este; incitaba al deseo a desfigurar sus inseguridades y aprensión por algo que se asemejaba a una pasión perecedera, la cual, al mismo tiempo, se camuflaba con una idea absurda de amor eterno … ¿Necesidad  pasajera? Los días de cautiverio pasaron de una manera mucho mas efímera y superficial cuando se eran escoltados por el contacto sucesivo de sus almas. Los jardines que se explayaban entre sí contrastaban y matizaban la aflicción que les producía la confinación, y florecían con la luz producida por las estrellas que colapsaban deslumbrantes. Instauraron galaxias, conformaron constelaciones y no sucumbió su espíritu ante el sufrimiento, pero no lograron predecir que sus creaciones serian ocultas ante ellos por la ceguera que los recubrió de manera súbita. Sus raptores prescindían de empatía, carecían de la sustancia propia del alma, amor no cabía en ellos, por po r lo tanto, no lograban digerir o incluso rumiar el que se extendía con aceleración entre las dos personas que debían nadar en

 

desamparo. Bolsas oscuras recubrieron sus cabezas y cuerdas sujetaron sus manos. Sus rituales de deseo se extinguieron como dos llamas que son sopladas. Siguieron pasando los días con la pesadumbre habitual que habitaba entre ellos en un  principio. No hablaban. No se tocaban ¿No se amaban? amaban ? Necesidad pasajera. “Magritte” dijo

él de repente un día, su voz gruesa resumida en un susurro que ella nunca

 pensó escuchar alguna vez. vez . “¿Qué?” preguntó ella en respuesta, el dejo de asombro que se asomaba en su voz haciendo que esta se tornara un tono mas aguda de lo que realmente era. “Los

amantes de René Magritte.” 

“¿Qué

te lleva mencionarlo?” 

“¿Has

experimentado algún sentimiento de atracción hacia mí? ” 

“Tal

vez solo confundimos todo esto con un menester vano para perturbar la desolación. ” 

Se escuchó el rose de un cuerpo al ser arrastrado por la grada. Él se estaba acercando a ella. “Yo pienso que la desolación abrió paso a una adoración pagana, una reciproca.”  “Creo

que te estas mintiendo en la cara. El amor no surge a partir de la necesidad. ” 

“Adoración

y amor no siempre son correspondidos como sinónimos. Lo que sentimos no es amor, lo que hay aquí es deseo. Te deseo. ”  Las últimas palabras pronunciadas por aquel mortal, a pesar de ser abrigadas por la tela que recubría su boca, se impregnaron en todo el lugar, incluido la inescrutable entidad femenina. Un súbito y largo silencio se infiltró de manera desgarradora. “Los

amantes de René Magritte.”  Repitió ella con el mismo tono deseoso que había implementado él al mencionar dicha obra, buscando algún contacto con él, sus manos atadas haciendo su tarea menos efectiva y mas desesperante de lo que requería la vehemencia que empezaba a manar en su interior. Al fin unieron sus cuerpos, de una forma menos literal de la que ambos les gustaría haber sucumbido. Sus labios eran rozados, separados por el lívido manto que se extendía entre sus rostros y su pasión se intensificó hasta que el aliento que emanaba de la tela se convirtió en un tenue vahó que dejó escapar sus almas para ser amantes en una eternidad alejada de lo  banal y terreno.

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF