Lopez Mayorical - Investigaciones Históricas Tomo I

July 22, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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MARIANO LÓPEZ MAYORICAL

INVESTIGACIONES

HISTÓRICAS TOMO

I

1958

EDITORIAL DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN PUBLICA

Guatemala-Cent roamérica

 

DE LA LEYENDA A LA HISTORIA

E

PAGINAS, ESTAS BELLAS paciente, hallará un Ninvestigador las

obra

de

lector

el

pruebas irrefutables de que Sor Juana de

Maldonado,

en su tiempo

mado

y escribió que fuera como lo han afir-

la poetisa colonial vivió ;

sin

varios escritores producto de la fanta-

sía de

Thomas Gage,

el

viajero narrador que

escribiera sus andanzas hacia 1648.

MARIANO LÓPEZ MAYORICAL,

enamora-

rado de su personaje, en un esfuerzo perseverante de varios años, lo sacó de la

yenda y en

el

le

hizo cobrar vida retrospectiva

ambiente distinguido y

sociedad

le-

colonial

de

de la

libre

mediados del

siglo

XVII.

EN SU PODER Convento de

los

libros

de profesas

la Concepción, localiza

nombre y por

la fecha el

la novicia, hija del rico

del

por su

momento en que

Oidor don Juan de

Maldonado y Paz, toma los hábitos y cambia su nombre del siglo por el de Juana de la Concepción. En los mismos manuscritos del Convento haya después la firma autógra-

Encuen-

fa al pie de las actas conciliares.

tra entre tanto la partida de bautizo de la

singular mujer y se da de pronto,

como

jus-

ta recompensa a su perseverante investigación,

con la composición poética

Juana que demuestra no

de

Sor

sólo la existencia

de la monja sino que estaba dotada del nu-

men

preclaro

y de

la inspiración

cantaba la vida religiosa en la

con que se

lírica

de su

tiempo. [pasa a la otra solapa]

 

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS

 

Digitized by the Internet Archive in

2011 with funding from

Universidad Francisco Marroquín

http://www.archive.org/details/investigashis01lopeguat

 

lyis

¿y ¡áti

nwñoz

MARIANO LÓPEZ MAYORICAL

INVESTIGACIONES

HISTÓRICAS TOMO

I

1958 EDITORIAL DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN PUBLICA

Guatemala — Centroamérica Colección Luis Lujan Muñoz Universidad Francisco Marroquín

www.ufm.edu - Guatemala

 

Colección Contemporáneos

18

Impreso en

los talleres

de la

Editorial del Ministerio de Educación Pública

 

I {

%\ M*

1

 

«SOR

JUANA DE MALDONADO Y PAZ»

(Monja

poeta, que supo engalanar a Panchoy)

Para que la historia llene su función, debe de significar para los vivos, lo que la vida fuera para los muertos.

.

 

AL LECTOR: Así como los buenos ejemplos y mejores enseñanzas deben de principiar por casa, así también como miembro de número,

de una de las más dilectas instituciones, quiero mencionar en primer lugar a la benemérita Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala: en homenaje de adhesión y sincera simpatía. Seguidamente como una merecida alusión a la «Academia





Guatemalteca de Estudios Genealógicos, Heráldicos e Históricos», en concepto de académico de numero y como Socio Fundador de

Guatemalteco y Quetzalteco de Cultura Hispánica». A continuación, me sentiré respaldado por la égida noble, amplia y comprensiva, de mis compañeros integrantes del Club Rotarlo de Quetzaltenango, amparándonos todos en lo

los «Institutos,

grandioso de

los

postulados de Rotary International:

«DAR DE SI ANTES DE PENSAR EN SI.» «SE BENEFICIA MAS EL QUE MEJOR SIRVE.»

 

N

OTA

La sobriedad del tema, ajustado netamente a aquellos sobresalientes episodios capitales de la vida colonial, obliga, a que todos los personajes y citas, sean absolutamente auténticos, así como todos los pasajes y alusiones rigurosamente históricos, siendo menester en nuestra era, publicar esta antigualla antes de que se anticúe. m. l. m.

 

INTRODUCCIÓN

EL

CONTENIDO DE ESTE LIBRO,

significará tanto

para mí, cuanto de divulgación histórica represente para mi patria. Nacido al calor del hogar, ¡bendito seas en donde con genuino se enseñorea la amistad sincera y consecuente marchamo de verdad x estampado en clásico sentimiento de





armonía de artista; el concepto herido por el estilete de la «Espada» ; pero predominando en un todo, de perpetuo en hornacina empotrada a la derecha de un intramuro, cual divina guardiana de la casa, la imagen

pendolista, se halla en «Celeste»

.

de «Nuestra Señora del Coro», original concepción del genial lo

inmortalizara en arte gentil

contenida en el mejor y

Imperando sobre votiva,

que

sirve

que

la

.

se destaca frente a la

Canova: «Amor y Psiquis»

— y en

más

.

leal

el ala izquierda, su esencia,

de

los

compañeros:

todo, el indestructible eslabón, la

de unión; que

me

el libro.

lámpara

llena de ternura, toda ella

ocurrente y vivaz, irradiada a través de extraordinaria

gencia por mi adorada hijita valen

como

—que

Ana María,

inteli-

cuyos gestos, para mí,

alabanzas, y su ingenua coquetería innata y de

ingenio, consagraciones. Sublime pebetero en que arden la facul-

tad de dar, siempre al acecho, y vendimia, con la retribución del 1

Tratando de

describir, materializada,

el

cariño constantemente en

mimo la

en una caricia; cuali-

entrada de la casa del escribidor.

11

 

12

INTRODUCCIÓN

dudes todas reflejadas por

el espíritu ultrasensible

Cossier, en la expresión delicada de

un

elogio,

que

de Darío sin

duda

alguna,

le servirá

«Cabeza

de

sello

para su personalidad en

el

mañana:

valiente».

El autor

 

ADVERTENCIA OBRA, en ESTA Huellas Sagradas», ha intitulada

un impromtus: «Investigando

sido con posterioridad clasificada

serenamente por

el autor,

en una recopilación de tres libros,

originalmente descalificados en la rama de Historia del Cer-

tamen Nacional Permanente de Ciencias, Letras y Bellas Artes «15 de septiembre» del año de 1953. Integraron el Jurado: Presidente J. Joaquín Pardo, Profesor Mario Silva Jonama y señor Pedro Pérez Valenzuela, quienes incluyen al punto segundo: «se entró a deliberar sobre las dos obras recibidas «Investi-

gando Hu Huel ella las s Sa Sagr grad adas as», », amparado por el seudónimo MAYO TRES, y «La Vida Errante de Gómez Carrillo», con el seudónimo Plutarcofilo. Tercero: «consideradas las obras en su valor intrínseco y teniendo en cuenta las condiciones especiales establecidas para la rama de Historia de Guatemala, el Jurado estimó procedente declarar desierto el certamen en dicha rama, de conformidad con

respectivo (Artículo 41.

de positivo mérito,

certamen en

la

Bien reza

los

rama

—En

el inciso

a) del artículo 41 del acuerdo

virtud de no presentarse trabajos

jurados podrán: a) declarar desierto

el

respectiva)».

la sentencia

popular:

«No hay mal que por

bien

no venga» ... Si en aquella ocasión hubiera merecido la aprobación de tan ilustre jurado, quizá por mi parte jamás me hubiera preocupado por continuar glosando datos dispersos. 13

 

ADVERTENCIA

14

De

y preparación de la obra original, tardó muchos años; pero el hecho de que este lapso se prolon-

por

sí,

la elaboración

gara aproximadamente por cuatro años más (1957), desde que

estuvo concluida sirvió para que ese intervalo sólo contribuyera

que se vio estimulado con algunas nuevas aportaciones documentales, siendo éstas poco o nada conocidas,

a acendrar

el esfuerzo,

teniendo la utilidad precisa de rectificar errores tradicionalmente tomados como verídicos, muchos de ellos admitidos en textos

de

historia,

que perjudican

el

anhelo común de perseguir

una orientación definitiva, sin falsear el valor de mientos. Sea pues en buena hora lo sucedido.

 

los aconteci-

CAPITULO

I

Sor Juana de Maldonado, La mujer de siempre. Opinión del licenciado david vela. criterio del licenciado luis Antonio Díaz Vasc Vasconce oncelos. los. Bene Benevol volenci encia a de don J. Fernando Juárez Muñoz (q.e.p.d.) consocio de la Sociedad de Geografía e Historia. «El Imparcial, del 10 de junio de 1949». Pintura del artista Francisco Brabo de Laguna. María Albertina Gálvez. Doctor Alfredo Carrillo Ramírez, Pedro Arce y Valladares, Carmen Duran de del Cid, licenciado Salomón Carrillo Ramírez (q.e.p.d.).

Una ordenanza nio

real. Afirmación del licenciado J. AntoVlLLACORTA C. VERSIÓN DE J OSÉ LLARENA ZlRION.

«La Re Rev vis ist ta del Maestro».

El núcleo de la presente obra girará en derredor de importantes tópicos históricos, en su

cuales

me han

mayor parte

desconocidos, los

obligado a no abstraerme a la tentación de entrar

de lleno, profundizando el estudio e investigación del mismo. Obvia es la razón que me asiste, e impostergable el derecho, no teniendo que invocar para

ello, la

obligación, siempre latente,

sva anece cer r toda oda falsa creencia. Me cupo en suerte haber de desv sido, con suficiente respaldo, el afortunado investigador que aclarara un enigma histórico. Por mi parte una vez satisfecho el cometido le había puesto punto final al tema. Supuse que eran otros los llamados a comentar el contenido de mi estudio; pero conforme los años han transcurrido, se ha afianzado en mí el convencimiento de que mucho faltaba por hacer. No es suficiente el sustentar una tesis claramente elaborada. Es necesario





J5

 

16

MARIANO LÓPEZ MAYORICAL

aún dentro de las personas cultas y estudiosas, son numerosos los que ignoran los últimos descubrimientos realizados con relación a la materia, lo que contribuye a hacer prevalecer los errores iniciales, robustecidos por la falta de datos. De esta suerte veo en «La divulgarla por todos los medios al alcance, ya que

Hora Dominical» correspondiente que da cabida a un interesante

Estrada Sandoval, intitulado:

al 2

de septiembre de 1951,

artículo, escrito

por don Enrique

Tiempo, Patria, Historia.

SOR JUANA DE MALDONADO LA MUJER DE SIEMPRE Entraré analizando, desde un principio,

«He

tidos:

ahí los motivos que

me

los

conceptos ver-

impulsan para escribir un

breve artículo sobre uno de los recuerdos

más

apasionantes y

pasado colonial de la Antigua Guatemala la legendaria vida de Sor Juana de Maldonado y Paz». «Muchas son las posiciones en que se sitúan los diferentes autores que han abordado el tema y, entre ellas, es singular discutidos con

que cuenta

el

:

don David Vela, quien niega su existencia, echando un velo en torno de aquella figura, que por su misma relevancia y belleza, se alza como una dulce creencia en los corazones de los antigüenos». En uno de los párrafos subsi-

la del escritor licenciado

guientes:

«Fácil será comprender que no son pocos los autores que le

dan vida

ella se

la

 

que por lo mismo, cualquier estudio que sobre haga, debe tender a darle vida, en vez de tratar de sumiry,

en la ignorancia y

el

olvido.

.



-a

o

w.

o

Pi

o

ü

O

O

2— T. I—I.

H.

 

MARIANO LÓPEZ MAY ORÍ CAL

18

Prosigue en uno de los subtítulos:

PAGINAS CONVENTUALES «Esta etapa de su existencia discutida y

menos conocida de

es, sin

la ilustre

la

más

efecto:

don

duda alguna,

monja.

En

David Vela hace referencia a dos hechos incontrovertibles: 1 9 que el nombre de Sor Juana no se encuentra registrado en manuscritos de votos de las novicias de la Concepción; y 2 9 que en dicho convento al profesar, se hacía voto de pobreza; los

lo

cual pone por los suelos el argumento que aduce a Sor Juana

un pequeño palacio en

convento, y el cual fue permitido hacerlo, gracias a las influencias de su padre. Mas el interior del

téngase en cuenta, que los dos he hech chos os alud aluden en a la etapa religiosa,

que

es

un

solo capítulo

de su vida». Por cierto que

el

más

inte-

resante y discutido.

Con

referencia a los hechos incontrovertibles a que aluden los últimos conceptos que transcribo del señor Estrada Sandoval

y los cuales fija en el criterio del licenciado David Vela, como efectivamente he podido comprobarlo en el tomo primero de su «Literatura Guatemalteca», cuya impresión tuvo lugar en la

Tipografía Nacional, en enero de 1943, página 257, capítulo

XI.

Hay que

convenir en que esta obra salió a luz antes de que

que vinieron a demostrar la exisque en la primera parte desvanece

se hicieran los descubrimientos

tencia real de Sor Juana, lo

su «incierta historia» a la

se le

la «calidad

de mito».

noque cabe la daba posibilidad de transmutar mito en historia; los documentos hablan y solamente a ellos nos podemos atener. Sin embargo se persiste en el mismo error en la segunda edición, impresa en Guatemala en los talleres de la Unión Tipográfica, habiéndose terminado el trabajo del primer tomo en mayo de 1948, cuando ya era tiempo de haber hecho las rectificaciones, del todo justas e indispensables. Da la

Ya para

 

la actualidad,

Convento de

la

Concepción (Panchoy).

 

MARIANO LÓPEZ MAYORICAL

20

consulta por resultado que, en

ambas

ediciones, se encuentra

nombre del padre de esta religiosa, pues se anota el de Alonso de Maldonado, fiscal de la Audiencia, en vez de la del Oidor Juan Maldonado de Paz. Parecidas circunstancias errado

el

prevalecen en la obra intitulada «Apuntes para la Historia de la Literatura

Guatemalteca», escrita por

el

tonio Díaz Vasconcelos, quien en su segunda edición, el

Anque se

licenciado Luis

los talleres

9 de septiembre de 1950, en terminó de imprimir de la Tipografía Nacional de Guatemala, anota en

el

capítulo

N

9 239: y un poco de Lirismo», página «Sor Juana de Maldonado, quien por cierto ocupa una posición

décimo: «Tres

siglos

discutida en cuanto a su persona, en el recuento histórico de la

Colonia. Se

han encargado de

dividir las referencias, por

un

lado fray Antonio Arochena, compilador franciscano que en su catálogo de

Monjas (propiamente dicho en

trató solamente de monjas, sino

de

época en general) nos

religiosos

este católogo

no

y escritores de

la

ella,

pero con frases padre no Tomás Gage, quien le da un tinte pecaminoso a la vida monástica de Sor Juana. Al tratar de escoger las opiniones, y examinando la personalidad de los comentaristas, nos quedamos sin titubeo alguno, con la opinión de Arochena, despreciando la del inglés, demeritorias

como

habla sobre lo hace por el otro

el

que con malicia vio cosas malas donde no había mancha alguna».

Mas

«Fue su padre, sin saberse el nombre de la madre». (Como se verá ha sido calificada, mediante el suficiente respaldo, con el nombre de doña Concepción de Quinadelante:

tanilla). Prosigue

en otro de sus párrafos: «Se cuenta que vino

de México un apuesto y gallardo mancebo, de nombre don Santiago de Córdova», continuando en lo de adelante: «Es el año de 1625. Juana ingresa, para no salir más, en el convento

de La Concepción»

(ella profesó el día

27 de diciembre de

1619), y para terminar consigna: «según informes de los autores citados, nuestra bella y delicada poetisa, murió en 1638 a

 

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS los

21

cuarenticuatro años de edad». Resta únicamente aclarar que,

habiendo por mi parte efectuado ulteriores descubrimientos, éstos vinieron a cambiar las fechas, tal como se consignara escrito en su epitafio. Y para desentenderme en estas aclaraciones y comentarios, solamente quiero agregar, que es de interesarse por el primero de los autores que traigo a cuenta, debido particularmente al hecho de que en los tratados, se ha consignado estar

amoldados

al

programa

oficial

como

textos

de

la asigna-

año de enseñanza

del cuarto

El nunca suficientemente recordado y erudito consocio de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala, don J.

Fernando Juárez Muñoz, de quien me place transcribir estos benévolos conceptos, ha dicho: «¿Existió la monja poetisa Sor Juana de la Concepción, como nos cuenta el señor López Mayorical, o sea la hija del Oidor don Juan de Maldonado y Paz? Apenas si el mentiroso padre Gage es el único que la menciona en su crónica de viajes. Los otros cronistas, los clásicos de nuestra historia,

nada dicen de

esta mujer, poetisa y

monja por

añadidura; y este silencio en quienes tienen derecho a ser oídos, quie ien nes di dice cen n que no hubo tal presta cimiento a la negación: qu poetisa, otros rechazan en absoluto su existencia. Los primeros preguntan:

si

fue visitada por las musas, ¿en dónde está su

de profesiones del célebre convento de la Concepción, no aparece el nombre de Sor Juana de Maldonado. Sin embargo, ya oísteis al señor López Mayorical asegurar con copias de documentos, que la tal monja, que en el mundo se llamó Juana de Maldonado, en el convento adoptó el nombre de Juana de la Concepción, y nos hace el

producción?;

los

segundos dicen: en

los libros

recuento de fechas y nos copia trozos de actas que concuerdan en detalles formales, para poner en evidencia que la susodicha

monja

Y



existió

con

para remachar

el

nombre de Sor Juana de

los conceptos,

la

Concepción.

nos cuenta que en opinión del

bibliógrafo fray Antonio Arochena, autor de

un

estudio sobre

 

MARIANO LÓPEZ MAY ORÍ CAL

22 literatos ficos.

Ya

de nuestro veis,

Sor Juana fue autora de versos magní-

país,

señoras y señores,

como tampoco

cómo no

es posible

negar en

lo

debe ser el aceptar versiones que pueden ser aún discutibles. Es preciso investigar, se impone la espera de mejores y más concluy entes documentos para incliabsoluto,

lo

narse al uno o al otro lado».

Todos

los errores

en que se ha incurrido, son

fáciles

de

desvanecer en el momento actual, radicalmente y por su base, no restando para ello más que remitirme al estudio que efectué





con ocasión de mi ingreso el 11 de octubre de 1946 como miembro de número de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala. En el mismo hice aparecer copias fotostáticas de todos los documentos que cito, manuscritos incontrovertibles y originales que obran en mi poder. De esta suerte quedó desde aquel día dilucidada cualquier duda sobre la existencia real de

Sor Juana de Maldonado y Paz, así como la documentación transcrita comprueba hasta la saciedad y de manera indiscutible, que su nombre sí está inscrito en el libro de profesiones del

Convento de la Concepción, siendo el Voto auténtico de fecha 27 de diciembre de 1619, como tantas veces lo llevo dicho, habiendo quedado registrada como Sor Juana de la Concepción. Esto en cuanto al primero de los hechos expresados; ahora en lo concerniente al segundo, dio a publicidad el periódico

Imparcial»,

el

por aquellos

«El

10 de junio de 1949, un documento descubierto

días,

en

el

archivo general del gobierno, por su

director el profesor J. Joaquín Pardo, manuscrito que viene a

corroborar, tanto la existencia de la monja, como la fidelidad del voto, saltando a la vista la pobreza de la «Divina Reclusa».

Lo último

es

una verdad absoluta; pero no debe de olvidarse

que solamente tiene fuerza para la época anotada en el documento descubierto por el Maestro Pardo, que representa la existencia media en la vida de Sor Juana, 30 años antes de su fallecimiento. Importa recordar también que, cuando ella des-

 

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS

23

de su belleza y de la vida, eran muy diferentes las condiciones económicas de su padre el Oidor y, por consecuencia, la de ella. Y si no que lo diga la autenticidad entre muchas otras cosas y obras de arte de aquel valioso cuadro pintado por Francisco de Montúfar, y que dio origen al juicio entablado en su contra, ante el tribunal de la inquisición de México, en el año de 1615.

puntaba a

la plenitud





No me

encontraba desorientado,

la

tardanza en

la publi-

cación de esta obra viene a justificar mis iniciales apreciaciones:

El

(IDAEH)

«Instituto de Antropología e Historia de

Gua-

temala», vol. IX,

N

9

mi poder en

llega a

Enero de 1957, (valioso número que mes de mayo de 1957) en el cual me

1.

el

confirmadas mis primitivas deducciones:

satisface encontrar

el

acucioso investigador Ricardo Toledo Palomo, proporciona una brillante colaboración, incluida a la página 13, hallazgo

aporte viene a cimentar, tanto más,

mente comprobado de

lo

el

cuyo

valor histórico perfecta-

que en un principio no pasaba de

ser

una de tantas leyendas, con relación a Juana de Maldonado-Sor Juana de la Concepción.



Al mismo tiempo contribuye aclarando otro extremo para hoy perfectamente comprobado es el hecho de que el Oidor Juan Maldonado de Paz, se permite la preeminencia de proporcionarle a su hija Sor Juana, una cómoda y suntuosa dependencia, en el interior del Convento, de acuerdo en un todo al expediente completo descubierto por Toledo Palomo, en el que aparece la venta de esta propiedad, a favor del Alférez Miguel de Cuellar Varaona, Escribano de su Majestad, Notario del Santo Oficio de la Inquisición y Público del juzgado Eclesiás-



negociación la Abadesa, Vicaria y Definidoras del convento de monjas de la limpia Concepción de Nuestra

tico.

Efectuaron

la

Señora. la

Según esta escritura el «Convento heredó por muerte de Madre Joana de la Concepción, religiosa que fue de él» las

 

MARIANO LÓPEZ MAY ORÍ CAL

24

habitaciones que ocupara en vida.

mente, que durante

donado de Paz) ella

dentro del

:

la

Lo que

época en que

«Mandó

(el

viene a probar plena-

señor Oidor Juan Mal-

fabricar a su costa

mismo convento...»,

la

una casa para

suerte le

favorecía,

poseyendo por aquel entonces una fortuna cuantiosa, a

de ser muy influyente ante las autoridades le concedieron tales prerrogativas.

Lo anteriormente anotado

la

par

reli re ligi gios osas as, , las las cuales

consta en el documento autén-

que «pasó ante el escribano Real don Antonio de Zabaleta y se encuentra en el protocolo que contiene las escrituras que tico

corrieron en

el

año de 1669»

del Gobierno bajo la siguiente signatura: 73ss).

No me

o mala

Archivo General 1-20 leg. 1459 fol.

(clasificado en el

atrevería a prejuzgar

A

—precisando—

suerte, los or orig igin inal ales es pr prim imit itiv ivos os, ,

de

lo

si

a buena

actuado en

la

capitanía general de Guatemala, fueran trasladados en su parte

documental

(cartas,

nombramientos,

títulos,

denuncias, infor-

maciones, procesos, etc., etc.) al Tribunal de México, encontrándose la mayor parte de ellos en el Archivo General de aquella

Nación.

No

sería desacertado conjeturar

aún en

si

tan importantes

de relieve colonial. Conversando con mi distinguida y admirada amiga, María Albertina Gálvez, me decía: haber tenido en sus manos hace algunos años un legajo de papeles manuscritos, relacionados, con Sor Juana de la Concepción, y los cuales consultó superficialmente en el Archivo y Biblioteca de México. Corroborando lo valioso de esta información, me manifestó el Dr. Alfredo Carrillo Ramírez, tener en la actualidad conocimiento cierto de que en la capital de la vecina república del norte existen, efectivamente, numerosos documentos relacionados con el Oidor y con su hija Juana, no siendo ya un secreto, en el presente, que entre estos expedientes se guarda el acta parroquial de su partida de nacimiento, que tuvo lugar en la Antigua expedientes documentales existan



las poblaciones



 

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS



25



está me dijo el doctor Carrillo Guatemala. De todo esto perfectamente enterado Rodolfo Federico Pardo (hermano de Nacional). J. Joaquín Pardo, Jefe del Archivo

Mi amigo

Pedro Arce y Valladares recuerda, haber podido apreciar documentación implicada en ciertos pasajes coloniales de la familia Asturias, en los que se alude a Sor Juana.

Al citar las aseveraciones anteriormente anotadas lo hago, porque todo ello viene a sumarse con relieves de mayor notoriedad, por provenir de personas en quienes se reconoce amplitud y probidad. A esto agrego el relato que me hizo mi distinguida amiga Carmen Duran de del Cid, quien tuvo en sus

manos

los

borradores (de la documentación citada) en una obra

Salomón

inédita del licenciado

Carrillo

grandes rasgos aludí con anterioridad)

.

Ramírez (a

Me

es

la

que a

grato anticiparme

anunciando que el doctor Alfredo Carrillo Ramírez (hermano del licenciado Salomón), me anunció haber recuperado la obra que en cierta forma se le había extraviado.

Por los conceptos del documento que seguirá a continuación se puede ver con toda claridad que el padre de Sor Juana de Maldonado y Paz, lo fue el Oidor Juan Maldonado de Paz, quien por cierto, se encuentra perfectamente identificado entre las personas de mayor valía que salieron primitivamente del solar patrio español. Apellidos de valientes y denodados condise semi mina naro ron n en todo el continente americano, quistadores que se di razón por la cual tenemos que, familiares cercanos, se radicaron de un extremo al otro del «Nuevo Mundo», siendo por ello que encontramos descendientes del mismo tronco familiar, desde la Argentina hasta Nuevo México y California. He venido a confirmar mis investigaciones, sobre el particular, a través de los sólidos y doctos conocimientos de Carlos Sabat Ercasty, «el gran poeta cósmico de la América Austral», que es tanto

afir-

que al evocar su nombre, estamos en presendel esclarecido primer gran poeta uruguayo, de la actualidad,

mar, cia

como

sin hipérbole

 

26

MARIANO LÓPEZ

MAY

ORÍ CAL

a manera de como se calificó a «Tabaré», Juan Zorrilla de San Martín: «En América es único en su género, y en el Uruguay el primer poeta nacional». Me apoca tanto más el abordar tema de mayor enjundia, cuanto que corrobora lo dicho, otro de los prestigiosos uruguayos, la escritora Ofelia

nes al unísono

me

refieren

que

ellos

Machado

Bonet, quie-

también cuentan con su

Juana de Maldonado... a manera como la valiente amazona conocida por «La Maldonada», engalana el ancestro de las mujeres europeas en Pero siguiendo

el

Río de

el hilo,

la Plata:

1536-1600.

estimo preferible que se sepa de este

importante pasaje, a través de los propios conceptos literales, en la ordenanza real: «Vuestra Majestad hace merced a la Madre

Juana de la Concepción, monja en un convento de Guatemala, de 500 tostones de renta al año, en lo que reparte el Presidente de aquella Provincia entre personas beneméritas, en consideración de los servicios de su padre y de su necesidad. AI. 23 1516. Fol. 91».

la

Don «ELdeREY. Orden Santiago, mi Gobernador y Capitán General de

Alvaro de Quiñónez Osorio, Caballero de la

Provincia de Guatemala y Presidente de la Audiencia Real que en ella reside, o a la persona o personas a cuyo cargo fuere su gobierno, por parte del licenciado Juan

Maldonado de

Paz, Oidor

que al presente es de mi Audiencia Real de la ciudad de México, de la Nueva España, se me ha hecho relación que siéndolo de esa de Guatemala y teniendo como tiene una hija monja profesa en el Convento de Nuestra Señora de la Concepción de esa ciudad, que se llama la MADRE JUANA DE LA CONCEP-

CIÓN, don Diego de Acuña cia,

siendo

mi Presidente de

esa Audien-

dio una encomienda de indios al Capitán Jerónimo Alfonso

Ciudad Real de Chiapa, con calidad de que acudiese con quinientos tostones de renta en cada un año, por su vida, a dicha Madre Juana de la Concepción, su hija, en su consideración de los servicios que él me había hecho en la de Prado, vecino de

la

 

INVEST INV ESTIGA IGACIO CIONES NES HISTÓR HISTÓRIC ICAS AS

27

dicha plaza de Oidor de esa Audiencia y otros cargos y ocupaciones que había tenido, y que respecto de que por la pobreza

en que se hallaba, no había podido pagar la dote de su hija,

no

que había de ni sacristía, que

los réditos

fesión, ni la cera,

ella,

es

desde

el

la

dicha

día de su pro-

para lo que dio

el

dicho

Presidente la dicha pensión, gosase de ella después de pagado lo

dicha de su vida, y que habiéndome pedido confirmación de la dicha encomienda, el dicho Capitán Jerónimo referido,

por

la

Alfonso de Prado, con la dicha calidad, se le dio tan solamente de su encomienda y de la dicha pensión se le denegó, y hice

merced de

más

ella

Capitán Juan García de Navia», gasto que hizo en ir a servirme en la dicha

por dos vidas

adelante: «y al

al

plaza de Oidor de México, de que

le

hice merced, y al desamparo

Y

«En

lo

que

en esa Provincia repartís entre personas beneméritas, pues

ella

con que dejó a su dicha

hija. etc. etc.».

prosigue:

ha hecho merced ninguna y las que podía pedirme en consideración de sus servicios». El licenciado

lo es tanto

y a

él

no

se le

Juan Maldonado de Paz debe de haber retornado a Guatemala, después de desempeñar el cargo de Oidor de la Audiencia Real falleció en Santiago de los Caballeros de la Ciudad de México el

día

V



de junio de 1653

oficios del escribano

— otorgando su testamento ante

los

Luis de Andino. Importa la siguiente acla-

tomo XVIII de

Anales de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala, página 476, se anota Luis de ración: al

los

de Efemérides del profesor J. Joaquín Pardo (año 1944) página 63, se advierte lo mismo «Testó ante el escribano Luis de Andino». En el tomo IV, número 3 del Boletín del Archivo General del Gobierno (año 1939) página 291, Al. 20,

Andino, en

dice:

el libro

«Protocolo del Escribano Luis Andrino

Según parece te

el

30 años por

(1646-1651)».

referido Escribano ejerció funciones de tal duran-

lo

menos

tal se

deduce de

los protocolos

conserva-

dos desde 1651 hasta 1681. Quizá haya una equivocación en la

 

MARIANO LÓPEZ MAY ORÍ CAL

28

última fecha incluida en

que elevaría

el Boletín,

la cartulación a

por desaparecido

—por

lo

pues dice: «1779-1781» lo

130 años. Desgraciadamente se da

menos hasta

el

importante documento, a pesar de que

momento

el

actual



este

erudito y bien docu-

mentado licenciado J. Antonio Villacorta C, me afirmaba haberlo tenido a la vista hace aproximadamente 25 años. Me decía haber tomado algunos apuntamientos que conservaba y los cuales buscaría,

ofreciéndome que al encontrarlos

los

haría llegar

mi poder. Recuerda algo de lo expresado por el licenciado Maldonado en aquel documento, en el que hizo constar que

a

moría pobre, toda vez que no disponía de bienes y riquezas, los que había empleado en vida de su hija la profesa Juana de la Concepción, dotándola de todas las comodidades. Desgracia.

.

damente

desprende de mi indagatoria que falta en

se

los proto-

año completo de 1652, en el cual posiblemente testara. Parece ser que el profesor Pardo supo de la fecha y escribano ante el cual testara a través de la partida de defunción asentada en los libros parroquiales. Sor de Juana Maldonado y íaz o sea Sor Juana de laAsimismo Concepción gozó de la pensión que le fue concedida por su Majestad, por un número de treinta años aproximadamente, ya que la orden del Rey está fechada en Madrid a 22 de enero de 1636, tomándose nota de la misma a 3 1 de marzo del propio año, y Sor Juana de la Concepción he logrado establecer que falleció en derredor a la fecha 21 de noviembre de 1666. Por no ser de mayor interés, he preferido dar una versión en síntesis que termina del mandato real así: «y asi mismo mando que tomen la razón de esta mi cédula colos conservados, el





don Juan de

Castillo

mi secretario de registro de mercedes, dentro

de cuatro meses contados desde el día de su fecha, y que sin haberlo hecho no se use de ella, ni los Ministro a quienes tocare, la ejecuten y Jerónimo de Canenzia, mi Secretario, y de la junta de la dicha media anata y a cuyo cargo están los libros de la razón de ella y mis Contadores de Cuentas, que residen en el

 

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS dicho

mi

Consejo. Fecha en

y seiscientos treinta y

seis

Madrid a

años

(f )

Yo

29

veintidós de enero de mil el

Rey».

«Por mandato del Rey Nuestro Señor» (f )

D. Gabrién de Ocaña y Alarcón.

«Tomé la razón en 31 de marzo de 1636» (f Don Juan de Castillo. )

la

razón»

«Tomé (f) D. Jerónimo de

Canenzia.

detenemos a meditar nos encontramos en presencia, indudablemente, de una de las personalidades más discutidas del tiempo de la colonia aún en el momento actual. En Si nos





«La Revista

del Maestro», correspondiente al

— aparece

un

número

19

—año

Otto Raúl González, en la página 96 y en el que, refiriéndose a Sor Juana de Maldonado y Paz, entre otras cosas, incluye una nómina de los autores que de 1951

se

han ocupado de

—en su

oportunidad

artículo de

ella.



otro de sus aspectos me interesó artículo publicado en inglés, en el

En

un

«Panamericanismo» de Filadelfia, por la doctora Nora B. Thompson, cuya versión en español reprodujo José Llarena Zirión, en el periódico «El Imparcial» del viernes 22 de junio de 1951. Al tratar sobre ella, anota: «Sor Juana de Maldonado es una figura de leyenda que va unida a la del falso Arzobispo de 2 Mira». El historiador José Joaquín Pardo afirma que Sor Juana de Maldonado es solamente una figura de leyenda», incluyéndose una nota del traductor: «El compañero Mariano López Mayorical, publicó en enero de 1948 (la citada fue una reproducción) una brillante documentación sobre Sor Juana de Maldonado y Paz, desvaneciendo por completo la idea de que ésta fuera una figura de leyenda. Acompañó a su documentación copias fotostáticas del voto religioso de Sor Juana de la Concepción, llamada popularmente Sor Juana de Maldonado». Agrego como simple aclaración que, ya desde los números del 1 al 4: marzo a diciembre de 1946, tomo XXI de los «Anales de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala», publ blic icad ada a toda toda la documentación y reproducido las foto-copias de los había sido pu 2

manuscritos.

 

MARIANO LÓPEZ MAYORICAL

30

Pero volviendo a

los

conceptos del señor González, encuen-

tra interesante la referencia que hace del historiador contem-

poráneo Ernesto Chinchilla, quien según afirma tenía recien publicado en México un pequeño libro intitulado «Sor Juana de Maldonado y Paz (pruebas documentales de su existencia)». Por mi parte he tratado de adquirir este libro hasta ahora no me ha sido posible para poderlo apreciar en todo su valor y así





formarme un concepto cabal de su contenido (veremos

si

entre la bibliografía consultada aparece algo que se refiera a estudio) Según tengo entendido, puede considerarse al autor:

mi

.

«colocado ya en primera

de nuestra nueva generación de historiadores», por lo menos, en lo que atañe a su obra intitulada «La Inquisición en Guatemala», recientemente publicada con un contenido de más de 300 páginas, bajo el patrocinio del fila

«Instituto de Antropología e Historia de Guatemala».

concerniente a su especialización



bajo aludido

lo

ducción que de

él

el

Es

—divulgada en su último

lo

tra-

que atrajo mi atención; siendo esta la reprose invoca: «la denuncia que en 1615 enderezó

doctor Rodríguez de Villegas contra

el

Oidor Juan Maldo-

nado de Paz, padre de Sor Juana, ante el Tribunal de la Inquisición de México». Las reacciones humanas así son tal vez decepcionado del proceder de uno de sus más íntimos y allegados familiares— quiso enmendar la falta tomando en Guatemala, avanzado el año siguiente de 1616, el hábito del interior de la Tercera Orden de Penitentes, siendo la persona (causa de su



determinación)

el

inmediatamente electo conciliario Agustín

de Villegas. Existió una verdadera y estrecha amistad entre esta

Orden y

Oidor Juan Maldonado de Paz, quien finalizando el año, salió un día sábado, a 17 de diciembre, acompañado de ios religiosos de la institución, con destino, en esta ocasión, a Trujillo (Honduras), teniendo que hacer el viaje, según instrucciones, por mar, para poder investigar lo concerniente a un gran el

tesoro dejado en tierra por

un navio

inglés,

según declaraciones

 

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS

31

que servía de guía, de nombre Zacarías (inglés también). El argumento más convincente, con relación a los vínculos entre Maldonado y la Orden que los unían, es aquel por medio del cual se le quiso elegir el 1 1 de octubre de 1 620, Ministro de la Tercera Orden. Es costumbre aún en la actualidad de la «Venerable Orden Tercera de San Francisco», integrar su Directiva de la manera siguiente: Padre Director, Ministro, Secretario, Tesorero, Maestro de Novicios, Viceministro, etc., etc., Celador Mayor, Celador de Cultos, Enfermeros (es de del









suponerse cuan más estrictas e importantes, han de haber sido estas designaciones en aquella lejana época). Pero volviendo a la familia Villegas, se

hasta

el

interrumpe

el

conocimiento de

la sucesión

año de 1781.

Transmite don Otto Raúl, un comentario que del primero de los libros hace Augusto Monterroso, y en el que se desen-

«La denuncia

conduce a señalar que el tal oidor poseía en su casa de habitación un cuadro pintado por Francisco de Montúfar en el que se representaba a San Juan Bautista, a a Santa Lucía. Esto Esteban parele hubiera y San no cido mal al señor Villegas a no ser por el hecho de que la cara de San Juan Bautista era fiel retrato del oidor, la de San Esteban, el de un sobrino (no se sabe con certeza si era hijo o sobrino del oidor (de nombre Pedro Pardo) y la de Santa Lucía ni más ni menos que la vera efigie de la sin par Juana vuelve

así:

se

de Maldonado, (hija del dicho oidor, aunque no legítima).

aún para su tiempo, necesariamente tenía

—continúa

— era ligeramente estúpida, porque pintor que usar modelos para obras —en

«La denuncia de

Villegas

Monterroso si

sus

el

lo

que a inspiración concierne, ha sido frecuente e indispensable lo mismo daba que para tal fin sirvieran en todas las épocas unas personas u otras, además de que en todo caso, la belleza de la monja le otorgaba una especie de derecho natural para ello. Pero lo cierto es, que si tal denuncia fue tomada en cuenta,



 

Ruinas del Convento de

la Concepción.

Manuscritos del Convento de la Concepción.

 

INVES INV ESTI TIGA GACIO CIONE NES S HI HIST STÓR ÓRIC ICAS AS

33

debió no a la supuesta herejía sino al odio y malevolencia del inquisidor don Felipe Ruiz de Corral, quien profesaba un per-

se

(indudablemente por

sistente rencor

profesada a Remesal) al

entendimiento y simpatía padre de nuestra monja, según lo asienta el

Chinchilla en la introducción de su libro».

Analizando en

me

el

fondo de

lo vertido

he podido constatar

que el artista pintor Francisco Montúfar Bravo de Laguna, primo del escribano Juan Bravo de Laguna (no confundirlo con el pintor, capitán Antonio de Monen

la

parte que

interesa,

Guatemala aproximadamente en el año de 1611; pudiendo comprobar que la acusación del doctor don Rodrigo

túfar), vino a

llaman Rodríguez) de Villegas, en contra del oidor don Juan Maldonado de Paz, fue influenciada por el deán Felipe Ruiz del Corral (a uno de cuyos familiares todavía se (hay quienes

le

año 1750, don Cristóbal de Gálvez Corral). Entre ambos existió intimidad laborando conjuntamente siendo en el propio año de 1611, tal como aparece en las Actas

ve figurar en

el



(del convento de la

Concepción) de 3 de febrero de

este

(1611). Se desprende esta conclusión, debido a que en este se le

ante

llamó «maestro», de acuerdo con (el

dado, en

año año

pasadas

las escrituras

escribano) Francisco de Vega, habiéndosele encomenel

propio año, algunas obras de pintura por dos par-

ticulares (por lo visto, todo

personas lo fuera

hace suponer que una de

oidor Juan

el

estas dos

Maldonado de Paz). Se

le

Convento de la Concepción en el año de 1637 (Sor Juana falleció en el propio convento en 1666) donde estaba comprometido a ejecutar «la pintura de encuentra trabajando en

el

trece tableros, seis grandes y seis pequeños, y la portañuela del

sagrario». Según parece ser, era la especialización de este artista, el sujetarse a motivos escogidos previamente; en el último

caso debían estar de acuerdo con «u «una nas s esta estamp mpas as que se encon-

traban cosidas a

3—T. I— I.

la traza».

H.

 

MARIANO LÓPEZ MAY ORÍ CAL

34

augurios o buenas casualidades las que regulan ciertas manifestaciones del alma y pasajes de la vida. ¡No lo sé , pero lo que sí sé, es que finalizando el mes de febrero

Serán

felices

o primeros días de marzo de 1953, se encontraba en



La Habana

altamente honrado posteriormente genial artista y poeta particular amigo mío, a quien tuve el privilegio de conocer el el

15 de marzo, a través de la

vincula con

el

más grande y

admirada y cordial amistad que de

sensitivo

los

me

poetas contraactuales

que honran a la patria, Alberto Velásquez. Se trata de Carlos Sabat Ercasty, quien siendo admirador de Martí, con la José delicadeza que lo caracteriza estuvo a visitar la estatua del Apóstol, en el parque Central de la Habana. Me conmovió el reconocerlo en un fotograbado (aparecido en una de las tantas revistas cubanas) imponente y dulce, tal cual es, con su enorme cabellera blanca, suelta al viento.

.

.

:

recitando «Alegría del

Mar»

y algunos otros de sus poemas y cumpliendo con la nobleza de su corazón, el sagrado deber de colocar flores, como tributo al recuerdo. Pero lo feliz de la coincidencia radica: en que, siendo

el

pedestal de aquella estatua obra del famoso escultor uruguayo

contemporáneo, José Luis Zorrilla de San Martín, hijo del famoso autor de «Tabaré» don Juan Zorrilla de San Martín (trato en este libro a continuación

de una composición inédita

de este astro de primera magnitud y brillante sudamericano y la cual se conserva en un álbum de familia), lo interesante del caso consiste en que todos poetas

han venido a vincularse en

el

transcurso de centurias 1611-1953. Mientras la figura delicada

de Sor Juana

sirvió

de Montúfar

cisco

de modelo para



el

parangón

la

Santa Lucía de Fran-

se establece

muy

con



la atlética

y

joven entonces de Sabat Ercasty que fue aprovechada por su íntimo amigo, Zorrilla de San Martín, para esculpirla

en

el

pedestal de Martí, siendo tanto

este último

a



mismo

más

original,

modelo, no se viniera a enco encont ntra rar r .

cuanto que

—hasta entonces

.

 

CAPITULO

II

Composiciones manuscritas e inéditas de valores continentales. Carta autógrafa de don Zorrilla y Moral. Actas del convento de la CoJosé nc nce epc pci ión do dond nde e aparecen autógrafas las firmas de sor juana de la Concepción. Valiosa documentación adicional relacionada con Sor Juana. El estilo barroco del siglo xviii. los cinco estilos venidos a este continente. importantes conceptos de janos de szécsy. legendaria hisTORIA del Emperador Carlos V. Cuatro astros femeninos DE PRIMERA MAGNITUD.

Bien puedo decir que a estas alturas (cabe

lo inconcebi-

ble)

el

con-

median circunstancias particulares para aumentar tenido de lo que estoy escribiendo, en unas cuantas líneas de más.

Va

tocando a su fin

el siglo

pasado

(el

XIX)

de oro para

y no menos brillante para la madre patria España y para las continentales iberoamericanas. Aludiré a una comp mpos osic icio ione nes s ma manu nusc scrit ritas as e inéditas, dedicadas a un serie de co las letras patrias,

antepasado, que representa ser un valor familiar

—femenino

de grandes relieves y atractivos, por autores significados como prestigios que iluminan a Iberoamérica o en todo caso al istmo centroamericano, que es en lo afectivo, la parte que siento

más

Enrique Guzmán, Manuel Valle, Juan Zorrilla de San Martín («Tabaré»), José Milla («Salomé Jil»), Flavio

cerca de mí: Guillen,

Juan

J.

Román Mayorga

Cañas, Eugenio López, Francisco E. Galindo, Rivas, F. Castañeda, «Otro cuscatleco» (Pe35

 

¡¡¡BISÉ Música del Himno Nacional de Guatemala, dedicado por su autor y traspaso del álbum de familia a Ma Mari rian ano o Ló Lópe pez z Mayorical.

.m-¿Í4.4L-¿'¿.^^£,

,

,^^¿í^'^^ v-^ '-¿^St&f * X

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m%

 

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS

37

dro Arce y Rubio), Joaquín Méndez, Ángel Arris, Francisco A. Gavidia, Guillermo F. Hall, José Manuel Lleras, Ed. Hall, Vicente Carrillo, Federico Proaño («Rico de Fe»),

M.

Quirri-

zada, Martí (Apóstol cubano), Alvaro Bianchi Tupper, Antonio

Chocano, J. J. Palma (autor de la letra del Himno Nacional de Guatemala), Máximo Soto Hall («La Divina Reclusa»), «La Duquesita» (Gustavo A. Ruiz), Miguel A. Urrutia, Rafael Vásquez A. (la música de un vals de Salón N 9 3), Ramón Rosa, María Guerrero, Fernando Díaz de MenBatres, José Santos

doza, N. A. González, La Baronesa de Wilson, Fernando Cruz, J. M. Izaguirre, Juan F. Ferráz (fundador del Colegio de San

Luis Gonzaga en San José de Costa Rica, hermano de don Valeriano. Persona notable, originario de las Islas Canarias), Justo

Guzmán, Federico A. Gamboa, Francisco B. Alvarez, «Paulino» (Francisco Lainfiesta), «Chas Carrillo» (Antonio Valladares), Rafael Alvarez (la Música del Himno Pastor Ríos, Gustavo

Nacional de Guatemala)

y, al

sentirme alucinado por

tal cons-

uno más cuya luz peninsular que por lo intenso ciega: José Zorrilla y Moral («Don Juan Tenorio»), que genial cual telación,

supo retratarse a sí mismo, en una epístola que dirigió a su grande amigo, Wenceslao Ayguals de Izco: era,

«Yo de

soy

un hombrecillo macilento,

talla escasa,

que

corto,

y tan estrecho y magro

andando, como naipe

me

y protegido suyo

el viento,

consagro;

pues son de delgadez y sutileza

ambas a

mis piernas, un milagro. van mi cuerpo y mi cabeza

dos,

Sobre

ella

como

el

pelos

me

diamante

al aire;

y abundosa,

prodigó Naturaleza.

 

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acompañadode JMefircE freirá de Poncher Obtfpo de Parts , y dt(-

paes Arcf^jfpo de ¿¡cm,conotros caua íler05.F*eró por tierra í ríettatíít atrayeí^ndo por el Pays Pays de B•

reprefoftart;. í«

»

embasáda, v i

tra

usan..

V

La página de la Historia de Carlos (Edición 1604), donde fue encontrada la composición de Sor Juana. Propiedad particular.

 

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS

47

para que saltara claro y luminoso, lo que al principio estaba confuso y obscuro. Dentro de la reserva del caso (por su trascendental importancia para las letras patrias), la afirmación tiene que ser categórica y concluyente, no siendo fácil desmentir la autenticidad de esta composición que atribuyo a Sor Juana.

Veamos en qué me fundo: muchas pueden invocar en

son las circunstancias que

no faltará alguna que esté en su contra. Partiendo del extremo de ser efectivo mi aserto, será hasta hoy día la única realmente conocida, de la fecunda labor literaria que se le atribuye. El descubrimiento tuvo efecto al ser encontrada en una fracción de hoja suelta, insertada, sirse

viendo

como de

señal,

favor, y

en

la

la Historia

Emperador Carlos V», correspondiendo a un«De tomo que con-

del

tiene

16 libros, verificado

Trata

el

las

el

primero de ellos. de pasajes que tuvieron

hallazgo en

contenido de este libro



inicial,

el

año de 1513 se trata nada menos que de una ediciones príncipe que pertenecieron, siendo de inequí-

desarrollo en el

de

página número 27



voca procedencia, del convento de Sebastián de Canas, año de

la

Concepción, publicado por

M.D.C. IV (1604). Sin que

quiera decir, precisamente, que por ser edición de

1

esto

604, haya

llegado exactamente en este año a su biblioteca, tampoco signi-





que debe haber correspondido nada que la composición a un período de años comprendido de 1619 a 1666 se haya guardado allí. Lo importante es el estilo de la composición y que el libro fuera propiedad del convento de la Concepción, con anterioridad a la reclusión de Sor Juana, así como el tema religioso de que trata. Esta obra fue escrita, la primera parte, fica

por

el

Maestro

F.

Abad de San comprendiendo la misma un

Prudencio de Sandoval,

y Cronista de su Majestad



— que cubre de

do de años

perío-

1500 a 1528. Es incuestionable que en aquellos remotos tiempos, como

esta composición fue escrita

que desde entonces,

Isidro

se conservó dentro

de

en referencia. Fundo esta conclusión, en

los folios del libro

los siguientes

porme-

 

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Reproducción del Voto de Anna de Santa María, año 1616, por el que se comprueba, las diferentes clases de tinta utilizadas en los manuscritos de la época. En la primera: YO SÓROR, quemó completamente el papel. El resto de la escritura perfectamente conservado. La firma María de San Joseph, impresa en tinta azul, que da la idea de haber sido puesta en la actualidad y la firma de Ana de Santa María estampada en tinta sepia

desvanecida. Colección particular.

 

INVE IN VEST STIG IGAC ACIO IONE NES S HI HIST STÓR ÓRIC ICAS AS sale electa

nido

la

por 111 votos

Madre Juana de

55

Anna de Santa María, habiendo la

Concepción 10

votos,

obte-

para Abadesa.

Es la última Acta que se levanta, llenando los requisitos acostumbrados hasta entonces, para las elecciones de las autoridades pierde rde def defini initiv tivame amente nte esta prácdel convento; en lo sucesivo se pie tica. En esta parte ocurre algo fuera de lo común. El último Voto de profesa que firma

como Abadesa Anna

de Santa María y que corresponde al de Sor Juana de Santa María de fecha 5 de marzo de 1661, no aperece calzado con la firma conocida y acostumbrada de la aludida prelada. No hay ningún Acta de elección que justifique cambio en la persona que funja como Abadesa; pero sin embargo en el siguiente Voto, por orden correlativo, que corresponde a María de la Asunción, de fecha 21 de agosto de 1661, se encuentra firmado

ningún pormenor que determine la actuación) por María de San Martín, como Abadesa, siendo la misma la que subscribe el Voto de Sor Jacinta de San Agustín de fecha 30 de septiembre de 1664, pero ya no en su concepto de Abadesa, sino como «María de San Martín, presidenta». (sin

que

exista

Por su orden, sigue el Voto de Sor María de San Andrés, de fecha 8 de septiembre de 1665, con la firma autógrafa de Sor «Juana de la Concepción» como Abadesa. El siguiente Voto de Sor Phelippa de San Juan, de fecha 8 de diciembre de 1665 claramente subscrito con la firma como el anterior está



—que no permite





de Juana de la Concepción, como Abadesa. El siguiente Voto de Luisa de San Antonio, de fecha 21 de noviembre de 1666, está subscrito por otra Abadesa, falsificación

de firma completamente diferente e

nombre que

pero que según

el

puede establecerse Concepción (pudiera

incluido dentro del respectivo Voto,

se trata

de

la

Abadesa Sor Juana de

la

que se encuentra registrado a 8 de septiembre de 1665), por consecuencia decir, que la última firma es apócrifa

ser el es

ilegible;

suplantada en

el

documento.

De

todo

lo

y anteriormente expuesto

 

Convento de la Concepción (Panchoy).

Catedral de Santiago de los Caballeros de Guatemala (en

el

valle de

Panchoy).

 

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS

57

desprende que Sor Juana de Maldonado y Paz fue Abadesa del convento, con absoluta certeza, por tres meses, siéndolo en

se

un aspecto

relativo por ca cato torc rce e me mese ses. s.

El siguiente de Sor Francisca de San Raphael, de fecha 8 de noviembre de 1668, vuelve nuevamente a firmarlo

Abadesa



María de San Martín, y en su orden

—como

correlativo,

en lo de adelante aparece Antonia de Santa María, de fecha 10 de noviembre de 1670, firmando

Anna de Santa María

como Abadesa

Madre

la

nombre y caracteres de firma bien conocidos, por figurar insistentemente con anterioridad ) Desde la última vez que se cita a Sor Juana (noviembre de 1666), no vuelve a mencionarse para nada su nombre. Esto hace que se (este

.

pueda fijar con certeza el fallecimiento de la profesa Madre Sor Juana de la Concepción, del convento del mismo nombre y que con anterioridad a su reclusión religiosa llevara el nombre de Juana de Maldonado, quien indefectiblemente murió en Santiago de los Caballeros de Guatemala (en el valle de Panchoy) a la edad de 67 o 68 años y en el período comprendido del 8 de diciembre de 1665 al 21 de noviembre de 1666; por consecuencia, permaneció recluida en el convento de la Concepción 46 o 47 años, habiendo sobrevivido a su padre el oidor Juan Maldonado de Paz, en 12 años. Acontecen en la vida de Sor Juana, pasajes en extremo extraordinarios. El conocimiento sobre su persona se eclipsa totalmente, al extremo de que se le podría haber dado por muerta desde 1638 hasta 1648 (a esta circunstancia se debió, que se dejara anotado este año en su epitafio) por mi parte suspendí toda investigación en un principio, toda vez que interrumpido por prolongado lapso, no me interesó proseguir.

Hay

dos notorias lagunas en su vida de

reli-

primera que cubre 10 años y una segunda, comprendida de 1654 a 1657, en que se le ve esfum fumarse por tres años.

giosa. Esta

Con

posterioridad al año de 1666



es definitiva su desaparición

 

MARIANO LÓPEZ MAY ORÍ CAL

58

del convento; ni la lo sucesivo

más mínima

en todas

alusión a ella se encuentra en

las actividades del

mismo.

Sor Juana Inés de la Cruz, mexicana que representa ser uno de los mayores prestigios femeninos de América, quien llevó

por nombre en

mundo

(pagano) Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, fue hija de padre vascongado y madre el

mexicana; nació el 12 de noviembre de 1651 y murió a 17 de abril de 1691. Pertenece al mismo tronco familiar de la Casa del Duque de Vargas Machuca, que es una de las más antiguas del mundo, mi buen amigo Enrique de Llano, me ilustra sobre el siguiente hecho histórico: El apellido Machuca del primero que lo llevó proviene de que, en una de las guerras sostenidas por España, en Italia, uno de los soldados españoles (Vargas),

hombre de una fortaleza bárbara, a quien se le había roto su lanza, no teniendo con que defenderse, desgajó la gruesa rama de un árbol y usándola como maza, machucó a todos los enemigos que

lo asediaban.

El Rey, en recompensa,

prebenda,

el

apellido

además de un

le confirió,

Machuca, como recordación de

Se dice también que, deseoso de conocer dado, hizo que lo llevaran a su presencia

Machuca, apretó tan fuerte za



y, al

el

:

 

¡

.

o

hazaña.

al valiente sol-

darle la mano,

—por razón de su misma

Suelta bruto Rey le gritó El Duque Ivan II de Vargas Machuca

que

la

título

fortale-

.

fue secretario de

Consulta Heráldica Italiana y se puede considerar como autor de la ley nobiliaria editada en 1934, por orden de Su Majestad

la

el

Rey de

familia dinástica

En

Emanuele III. Se trata de una antigua emparentada con todos los Reyes de España.

Italia Victorio

la actualidad su «Alteza

Vargas Machuca talarios del

mi concepto

Serenísima

el

Duque Ivan II de Orden de los Hospi-

Gran Maestro de la Templo» (para muchos decadente, pero que en es el

resurge a toda su plenitud, a través de ulteriores

investigaciones de

mi

parte, en las

que he podido confirmar

 

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS

59

todo lo contrario) Se consolidó en América, contando con regios .

representativos, de las ejecutorias de Carlos

dando que para

más preciados

recor-

gran amigo, siempre representó uno de sus

como condecorado Templaufanaba en la intimidad Otro prestigioso condecorado José Vasconcelos llamado con justa razón maestro, recono-

rio, se

lo es

este

Wyld Ospina,

galardones, del cual .

.

.

cida su autoridad literaria internacionalmente.

He

aquí los nexos:

Don Bernardo de Vargas Machuca,

nació en Simancas (Valladolid) hacia

en Madrid

el

año de 1557 y murió

17 de febrero de 1622, vivió 6 años en Italia y 22 en Indias (parte del tiempo lo pasó en la Nueva España) el

donde en compañía de parientes cer erc can ano os de dejó jó sucesión, nació doña Juana, en México, entre uno de tantos descendientes, fue hija de don Pedro Manuel de Asbaje y Vargas Machuca y de doña Isabel Ramírez de Santillana. El apellido de Vargas Machuca es noble en toda la extensión de la palabra, en lo que a España respecta, queda clasificada en su parte andaluza en las Ordenes de Santiago (1625-1641). Este caso puede ser bien explotado, por aquellos que se preocupan por la reencarnación Sor Juana Inés de la Cruz es como queda establecido ascendiente prominente de un Caballero Templario. Viene al mundo apenas pocos años antes de que Sor Juana de Maldonado falle-



ciera;

el



.

.

religioso del

opta por monasterio de monjas de San Jerónimo, en donde ya se encontraba recluida en el año de 1666, pero en el que se le diera de baja momentáneamente el hábito

18 de noviembre de 1667 (para recobrar la salud perdida... siendo este año tra Sor

surge.

Juana

el

mismo en

el

cual está comprobado, que nues-

falleció), es decir:

un

astro se eclipsa y el otro

.

Sor Úrsula Suárez, religiosa chilena, abadesa del monasterio

de Santa Clara de

la Victoria

(en San anti tiag ago) o) nac aci ió en 1668

(recién ingresada en el convento Sor

Juana Inés de

la

Cruz) y

murió en 1749 (Según mis investigaciones proviene del mismo

 

MARIANO LÓPEZ MAY ORÍ CAL

60

tronco familiar de doña Catalina Suárez Pacheco y de doña

Melchora). Sor Tadea de San Joaquín (Tadea García de la Huerta), a quien encontramos escribiendo su poema en octosílabos «Relación de la inundación del río Mapocho», en 1783. ;

Y

fácil

no

vaya a creer que, en ningún tiempo, haya sido reconocimiento de algunas de las celebridades, que

el

se

habiendo cultivado su afición a las letras, se colocaron en paralelo con la cultura. La propia madre de la lengua castellana, España, ha regateado méritos a algunas de sus más sobresalientes representativas,

toria antigua;

meditar en lo recalcitrantes.

aún

difícil

y

esto,

más

la

que

refiriéndome no solamente a his-

reciente y

es llevar el

Se entenebrecen

XX

contemporánea nos hace

convencimiento a

los

grandes

las postrimerías del siglo

XIX

con el solo hecho de haber puesto en boca y se obscurece el de algunos biliosos comentaristas, figuras como la de la ilustre autora de «Morriña» fueron estos días, aciagos para las letras, ;

Academia Española de la Lengua se negó a recibir en su seno, a una esclarecida mujer, aplaudida por el mundo

cuando

la

de España: Emilia Pardo Batán. Pero según de público se ha dicho y se ha demostrado en apasionados escritos, la creadora de «Los Pasos de Ulloa» ha encontrado siempre culto, gloria

entre los académicos, si no en todos, en la mayoría una ruda oposición, a manera de lo acontecido con otra de sus glorias:

Gertrudis

Gómez de

Avellaneda.

En

no han

estos pasajes

sido

que han cometido errores de transcripción así tenemos que durante el reinado de Carlos III se dice que alcanzó la borla de doctora en Artes y Letras, siendo recibida en la Academia de la Lengua, como miembro de número, María Quintana Guzmán, quien prestigiando a Alcalá en noviembre de 1772 recibe análogos honores por parte de la Económica matrilense y la Vascongada. Mas creo que se trata de doña Isidra de Guzmán y Lacerda que pronunció su discurso de recepción a la docta

pocos

los

;

 

INVESTIGACIONES HISTÓRICAS corporación

61

28 de diciembre de 1784, en cualesquiera de

el

con esto, no hace sino afianzar España zados por su genial Concepción Arenal. casos,

los

los prestigios alcan-

Alfonso Junco se refiere a las obras completas de Sor ivo o del recién pasado centenario Juana Inés de la Cruz, con motiv

de

Décima Musa, nos

la

dice:

«Nuestra monja, en radiante

de ingenio y de sindéresis, acaudaló y redondeó con excelencias propias, lo que otros varones habían dicho

ejercicio





antes.

«La

cosa viene de

muy

y Alfonso Méndez Planearte

atrás,

señala algunos precursores.

«Juan de quince y

dieciseis,

lomo de los siglos que dicen mal de mujeres»,

Encina, que cabalgó en

la

habla «Contra

lo

el

porque

«aunque quieren ser muy buenas nosotros no las dejamos.

Que

si

son nuestra porfía

no siguiésemos su gala, maldita la mujer mala que en el mundo se hallaría.» «Bartolomé Torres Naharro, en afirma en su «Comedia Serafina»:

los albores del dieciseis,

«De mujeres blasfemamos los

que malas

las

hacemos.»

«Estos dos precursores se expresan,

«Romance del maldiciente», incluso Romancero General editado en Madrid por 1604 y 1614,

Redondillas.

en

el

que

Hay también

como Sor Juana, en

le

el

da un tirón de orejas

donaba a toda mujer»:

al

conde

C ábremelo

porque «aban-

 

*3I

-

V

'

Parte del Convento de la Concepción, como aparece en la actualidad.

Fuente principal del Convento de

la Concepción.

 

INVES IN VESTI TIGAC GACION IONES ES HI HIST STÓR ÓRIC ICAS AS «Traidores hombres del

han hecho

traidoras

63

mundo

hembras ...»

—y que yo tengo por indudable en de nuestro — insigne paisano don Juan Ruiz de Alarcón, que en primera «Pero

el influjo

este

más próximo a Sor Juana caso como en algún otro

,

es el

la

mitad del el

tablados de Madrid, y en acto tercero de su comedia «Todo es ventura» hace decir al

en

diecisiete triunfaba

los

criado Tristán»:

«Según eso, ¿cómo quieres que yo, en tanto las precio, entre en el uso tan necio

de injuriar a Varias han sido

las

las

mujeres.

.

.?»

personas que se han interesado por

que por mi parte complete

la narración,

incluyendo en esta

reseña todos los da dato tos s re rela laci cion onad ados os con Sor Juana, ellos

extractados y utilizados por parte

mía en

el

muchos de

estudio verifi-

cado sobre su discutida existencia, pormenores sustentados en el acto de mi incorporación a la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala. El Convento quedaba contiguo a la iglesia de la Concepción, protegido el acceso a él por una gran reja de hierro y a cierta distancia otra. Arriba de esta última había una de madera, siendo tal su suntuosidad y tamaño, que cubría ocho manzanas de terreno, con edificaciones diseminadas en toda su extensión. Recientemente han sido descubiertas 16 pilas o fuentes repartidas dentro de

estos terrenos,

en donde

se con-

servan tradiciones discordantes, algunos de cuyos criterios disien-

De

emplazamiento actual, está respaldado por po r prue prueba bas s fehacientes y documentos históricos. Gage nos habla de un palacete para el uso particular de Sor Juana por mi parte interesa conciliar su juicio con el hecho indiscutible de no me ten.

todas maneras

el

;

 

Capilla privada del Convento de la

Concepción, o bien la de Sor Juana de Maldonado y Paz.

 

particular

Dibujos que son la obra de un orfebre.

5— T. I— I.

 

H.

Un

aspecto de las ruinas del templo de la Concepción.

Pila central del claustro.

 

Baño de Sor Juana y marcos de puertas y ventanas.

 

MARIANO LÓPEZ MAY ORÍ CAL

68

con un juego de fotografías, profusabelleza conservada en vestigios, pudiéndose apreciar

la realidad actual; ilustro

mente, el

la

refinamiento del estilo y arte empleados.

Hay

encanto en

la

estructura de la capilla privada del convento, medios relieves

que dan una idea de refinamiento, ahora sabemos con absoluta certeza que el baño y algunas de las dependencias, forman parte del ala edificada para el uso particular de Sor Juana.

Por mi parte no voy a incidir en esta disputa, habida cuenta, además, de que, cualquiera que sea la verdad, tenemos que aceptarla en la forma que se contempla en el presente. Su estilo pertenece al barroco colonial, el más sencillo y sobrio de todos

Su contemplación demuestra la armonía dibujos que son la obra de un orfebre, paciente,

los barrocos.

y filigrana de los minucioso y llena a la vez de gracia. Existe algo de abigarrado alarde de formas, cinceladas en la pila central del claustro, y en los marcos de puertas y ventanas. Por la documentación que cito y las foto-copias que reproduzco, queda perfectamente com-

de Sor Juana de Maldonado y Paz, como nombre patronímico, y que posteriormente al año de 1619 optara

probada

por

la existencia

el religioso

de Sor Juana de

la

Concepción, es decir

:

dos

nombres que indistintamente se refieren a la misma persona. Con esto no viene sino a completarse un capítulo trunco de nuestra historia, por cierto en torno a una de las personalidades

más

discutidas de la Colonia, durante la época actual. Estaba

fijada por las crónicas y relatos de historiadores, así las tradiciones conservadas,

como por

en derredor del año de 1625,

la

fecha en que había profesado. Ahora sábese con certeza, que fue exactamente

mento

original

el

día 27 de diciembre de 1619, y cuyo docu-

Sociedad de Geografía ) así

 

como una

(con anterioridad a mi ingreso a la

inédito ,

fotostática

transcribo literalmente a continuación,

que aparece de

este voto.

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Voto fidedigno de

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