LOGOTERAPIA

October 8, 2020 | Author: Anonymous | Category: N/A
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LOGOTERAPIA

1. ¿QUE ES LA LOGOTERAPIA? “Psicoterapia orientada a la búsqueda del sentido que se focaliza en lo espiritual. Como psicoterapia, tiene una aplicación específica y no específica” Podemos comenzar diciendo que la Logoterapia es a su vez teoría, metodología (técnica) y filosofía que combina conocimientos del campo científico (ciencias naturales, ciencias físicas, ciencias médicas, ciencias psicológicas, ciencias antropológicas, ciencias sociológicas, etc) y filosófico cuyo objeto y sujeto de estudio e intervención es el Ser-Humano. Esta metodología de investigación, técnica de intervención y filosofía de vida constituyen los tres aspectos complementarios de una Antropología Filosófica, una concepción sobre lo que significa el Ser-Humano, tanto como especie, como individuo, que lejos de ser aspectos separados constituyen formas de abordaje complementarias para tener una comprensión más clara del mismo. Ángeles Noblejas de la Flor, define la Logoterapia de una manera muy acertada: “Corriente psicoterapeútica y de orientación que se centra en la respuesta a la pregunta sobre el sentido de la vida de un ser humano y está basada en una imagen analítico-existencial del hombre y del mundo”. 1.1 Víctor E. Frankl Viktor Emil Frankl, quién nació en Viena el 26 de marzo de 1905 y falleció en 1997; de origen judío, estudió Medicina y la Especialidad en Neurología y Psiquiatría. Fue fundador de la Logoterapia. Sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en varios campos de concentración nazis, incluidos Auschwitz y Dachau. A partir de esa experiencia, escribió el libro El hombre en busca de sentido. Viktor nació en Viena en una familia de origen judío. Su padre trabajó duramente desde ser un estenógrafo parlamentario hasta llegar a Ministro de Asuntos Sociales. Desde joven, siendo un estudiante universitario y envuelto en organizaciones juveniles socialistas, Frankl empezó a interesarse en la psicología. Uno de los aspectos que marcaron su vida fue el suicidio de uno de sus compañeros cuyo cuerpo fue encontrado sosteniendo un libro de Nietzche, lo que lo convenció de la relación que existe entre las concepciones filosóficas y la manera como se enfrenta la vida. Estudió medicina en la Universidad de Viena y se especializó en neurología y psiquiatría. Desde 1933 hasta 1937 trabajó en el Hospital General de Viena. De 1937 a 1940 practicó la psiquiatría de forma privada. Desde 1940 hasta 1942 dirigió el departamento de neurología del Hospital Rothschild (único hospital de Viena donde eran admitidos judíos en aquellos momentos). En diciembre de 1941 contrajo matrimonio con Tilly Grosser. En otoño de 1942, junto a su esposa y a sus padres, fue deportado al campo de concentración de Theresienstadt. En 1944 fue trasladado a Auschwitz y posteriormente a Kaufering y Türkheim, dos

campos de concentración dependientes del de Dachau. Fue liberado el 27 de abril de 1945 por el ejército norteamericano. Viktor Frankl sobrevivió al Holocausto, pero tanto su esposa como sus padres fallecieron en los campos de concentración. Tras su liberación, regresó a Viena. En 1945 escribió su famoso libro El hombre en busca de sentido, donde describe la vida del prisionero de un campo de concentración desde la perspectiva de un psiquiatra. En esta obra expone que, incluso en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el hombre debe encontrar una razón para vivir, basada en su dimensión espiritual. Esta reflexión le sirvió para confirmar y terminar de desarrollar la Logoterapia, considerada la Tercera Escuela Vienesa de Psicología, después del Psicoanálisis de Freud y de la Psicología individual de Adler. Siendo muy joven, había mantenido relación epistolar con Freud, quien le publicó algunos de sus escritos, pero muy pronto abandona la escuela psicoanalítica y se orienta hacia la Psicología individual de Adler, de quien se apartará también junto con Schwarz y Allers (de quienes fue discípulo), por diferencias doctrinales. Dirigió la policlínica neurológica de Viena hasta 1971. En 1949 recibió el doctorado en Filosofía. En 1955 fue nombrado profesor de la Universidad de Viena. A partir de 1961, Frankl mantuvo cinco puestos como profesor en los Estados Unidos en la Universidad de Harvard y de Stanford, así como en otras como la de Dallas, Pittsburg y San Diego. Ganó el premio Oskar Pfister de la Sociedad Americana de Psiquiatría, así como otras distinciones de diferentes países europeos. Frankl enseñó en la Universidad de Viena hasta los 85 años de edad de forma regular y fue siempre un gran escalador de montañas. Anteriormente, a los 67 años, había conseguido la licencia de piloto de aviación. Publicó más de 30 libros, traducidos a numerosos idiomas, impartió cursos y conferencias por todo el mundo, y recibió 29 doctorados Honoris Causa por distintas universidades. Falleció el 2 de septiembre de 1997, en Viena. 2. LA FILOSOFÍA EXISTENCIAL- HUMANISTA En sentido amplio, el concepto de existencialismo es confuso y oscuro. No hay una definición teórica clara y unánime. La filosofía existencialista representa un parte aguas para la filosofía tradicional. Emergió como movimiento en el siglo XX, en el marco de la literatura y la filosofía, heredando algunos de los argumentos de filósofos anteriores como Schopenhauer, Kierkegaard, Nietzsche y Unamuno. El existencialismo es una corriente, movimiento o serie de doctrinas filosóficas y culturales que tiene por objetivo y disciplina, el análisis y la descripción del sentido individual de la vida humana en cuanto “existe”. Sostiene que el existente humano piensa, actúa, se refiere y relaciona consigo mismo, con su propia trascendencia, con sus contradicciones y sus angustias. Para el pensamiento existencialista el individuo no es una porción mecánica o “parte” de un todo, sino que el hombre es en sí una “integridad” libre por sí. Esta doctrina filosófica considera qué es la existencia del ser humano libre y qué es lo que define su esencia, en lugar de entender que su esencia o condición humana determina su existencia. Para esta corriente del pensamiento la existencia del ser humano no es nunca un “objeto” sino que, desde el momento que el ser humano es capaz de generar pensamiento “existe”; en consecuencia el reconocimiento de esa existencia tiene primacía y precedencia sobre la esencia. No obstante, la existencia del hombre puede ser inauténtica o falsa si éste renuncia a su libertad. La carencia de

libertad es carencia de existencia. En un sentido estricto para el existencialismo las cosas materiales en cambio "son", pero no "existen". El existencialismo implica que el individuo es libre y, por ende, totalmente responsable de sus actos. Esto incita en el ser humano la creación de una ética de la responsabilidad individual. Según el filósofo e historiador de la filosofía Nicola Abbagnano, «Se entiende por existencialismo toda filosofía que se conciba y ejercite como análisis de la existencia siempre que por "existencia" se entienda el modo de ser del hombre en el mundo. La relación hombre-mundo es, pues, el único tema de toda filosofía existencialista (...) Los antecedentes históricos más cercanos del existencialismo son la fenomenología de Husserl y la filosofía de Kierkegaard.» Abbagnano considera pensadores fundamentales de esta corriente a Heidegger, Jaspers y Sartre. Rollo May define el movimiento existencialista como “tomar como centro a la persona existente”, donde el énfasis se pone en el ser humano como surge y deviene. Cuando el ser humano se enfrenta a los supuestos básicos de la existencia: la libertad, el aislamiento, la carencia de sentido vital y la muerte, entra en conflicto y angustia existencial. Sin embargo, no enfrentarse a ellos significa vivir dormido. Siguiendo la línea de Kierkegaard, Martín Heidegger desarrolla una “ontología fundamental”. Heidegger fue alumno de Husserl, el creador de la fenomenología. Plantea que el ser humano -por ser consciente de sí mismo- está en situación de preguntarse acerca de su ser, de su existencia y con ello ser simultáneamente en relación con otros seres humanos y objetos del mundo. Este ser-en-el-mundo es “arrojado” a su existencia. Otros existencialistas empiezan a surgir y a hacer sus propios aportes. Por un lado, el existencialista francés Jean Paul Sartre, quien desde una postura atea enfatiza el sinsentido de la existencia y por otro lado el alemán Karl Jaspers quien se ubica dentro del existencialismo teísta junto con Gabriel Marcel. Jaspers considera las “situaciones límite” que nos presenta la vida como la ocasión para el hombre de trascenderse. Tanto para Jaspers como para Kierkegaard abrirse a la trascendencia implica “devenir lo que se es”, asumir la angustia de la propia condición del ser. Por su lado, Martin Buber, destaca la filosofía del diálogo y plantea que la existencia auténtica sólo se logra en el “encuentro” con el otro, en el diálogo yo-tú. Los analistas existenciales como Ludwig Binswanger, Medard Boss, E. Minkowsky, Roland Kuhn, Igor Caruso y el propio Frankl, investigaban y publicaban sin ser conocidos. Estos autores permanecieron ocultos para América hasta que el libro de Rollo May “Existencia” fue publicado en 1958. Las corrientes filosóficas existencialistas y la fenomenología de Brentano y Husserl, se desarrollaron paralelas en el tiempo pero en forma independiente una de otra hasta que se cruzan en la figura de Heidegger. Todos los autores existencialistas concuerdan en usar el método fenomenológico al abordar un tratamiento con un paciente. “Esto significa entrar en el mundo de su experiencia y escuchar los fenómenos que relata sin ningún presupuesto previo que distorsione la comprensión”. (Yalom,1984) Es la tradición existencialista europea junto con algunas circustancias históricas, sociales y económicas como la depresión económica que vivía Estados Unidos, la

migración de los intelectuales europeos perseguidos por el nazismo, entre otras, lo que da lugar al surgimiento de la Psicología Humanista en ese país. Dicha migración significó una renovación cultural y humanista. Hubo un gran interés por la filosofía existencialista que los inmigrantes llevaban consigo. Los escritos de Kierkegaard, Husserl, Heidegger,Buber, Jaspers y Sartre que planteaban una nueva visión del ser humano y de la vida fueron tan bien acogidas como las ideas de la filosofía oriental (Zen y Tao). Muchos de los inmigrantes pertenecían también al mundo de la psiquiatría y de la psicología. Por un lado los representantes de la Escuela de Berlín de la psicología de la Gestalt: Max Wertheimer, Wolfgang Köhler, Kart Koffka y Kurt Lewin quienes emigraron juntos a los Estados Unidos. Del campo del psicoanálisis los que se oponían al dogmatismo de Freud: Alfred Adler, Erich Fromm, Wilhelm Reich, Otto Rank, Fritz Perls, Ruth Cohn, Karen Horney, Frieda Fromm-Reichmann y Helene Deutsch. Y del área de la psiquiatría: Ludwig Binswanger y Medard Boss con su “análisis de la existencia” y la orientación organísmica de Kurt Goldstein que fueron menos comprendidos en América.Tras esta revolución ideológica, se establece en 1950 una nueva escuela ideológica encabezada por Abraham Maslow a la que llamaron “psicología humanista”, pero no fue hasta 1961 que aparece públicamente con la aparición del Journal of Humanistic Psychology, y un año más tarde se funda la Asociación Americana de Psicología Humanista presidida por A. Maslow. En 1963 James Bugental formula cinco principios básicos de la psicología humanista: 1. “El hombre, sobrepasa la suma de sus partes (o sea, que el hombre no puede explicarse simplemente a partir del estudio científico de sus funciones parciales) 2. El hombre es un ser dentro de un contexto humano (es decir, que el hombre no puede entenderse estudiando simplemente sus funciones parciales y dejando de lado su experiencia interpersonal) 3. El hombre tiene una conciencia (y solo puede explicarse psicológicamente desde teorías que reconozcan el curso continuo de la autoconciencia humana, tomada por sus distintas capas). 4. El hombre tiene una capacidad de elección (no es un espectador de su propia existencia, sino que crea sus propias experiencias). 5. El hombre tiene una intencionalidad (tiende hacia el futuro, tiene un propósito, unos valores y un significado)” (Yalom, 1984) 2.1 Sören Kierkegaard Sören Kierkegaard (1813-1855) es considerado el padre de dicha filosofía. Pero hasta casi un siglo después fue retomada y continuada en Alemania por Martin Heidegger. Kierkegaard hablaba de la existencia concreta de la persona con su singularidad, autonomía, con su sentido de libertad y responsabilidad. Fue el primer autor en señalar que cuando surge la angustia, la impotencia, la desesperación, el quebranto y la culpa, es cuando el ser humano puede concientizarse de su humanidad. La reaparición de sus ideas en Alemania y después Francia, reflejaban la situación de inseguridad, inestabilidad y angustia que se vivía en Europa tras la primera guerra mundial. Y se vio reforzada –asentándose como fuerza independiente- después de la vivencia de la segunda guerra mundial. Sus temas resonaban en lo más profundo de las personas de esa época: la preocupación por la “existencia”, lo humano concreto. La explicación de la existencia humana desde

el plano de lo inmediato de la experiencia personal. No se trata de entender ni analizar racionalmente la existencia humana, su fragilidad, su angustia, su finitud Sören Kierkegaard nació en Copenhague el 5 de mayo de 1813. Físicamente era jorobado y algo deforme; tenía una pierna más larga que la otra. Su padre era un rico comerciante y un estricto luterano, cuya tenebrosa piedad, dominada por un sentimiento de culpa, y fantasías morbosas influyeron y obsesionaron a Kierkegaard. Estudió teología y filosofía en la Universidad de Copenhague (1830), donde conoció la filosofía hegeliana, contra la que reaccionó con apasionamiento. En la universidad abandonó el protestantismo luterano y durante un tiempo llevó una extravagante vida social, en situaciones conflictivas y atormentadas, convirtiéndose en una figura en los teatros y cafés de Copenhague. Concluyó sus estudios hacia 1841 con la redacción de una tesis sobre el concepto de ironía. Tras la muerte de su padre en 1838, Kierkegaard tuvo una profunda experiencia religiosa que lo llevó a intensificar su dedicación y concentración en problemas religiosos. No en vano su filosofía se ha caracterizado como un existencialismo cristiano. En 1840 se comprometió con Regine Olson, de 17 años, pero muy pronto se dio cuenta de su incapacidad para aceptar ese vínculo a causa de su naturaleza melancólica y de su vocación filosófica. Rompió el compromiso matrimonial en 1841, pero este hecho fue muy significativo para él ya que le enseñó a ser poeta y escritor, porque liberó en él la primera ola impetuosa de su actividad estética y aludió al mismo repetidas veces en sus libros. En esa época se dio cuenta de que no quería ser un pastor luterano. La herencia recibida de su padre le permitió dedicarse por completo al pensamiento filosófico y durante los 14 años que vivió trase este episodio escribió más de 20 obras. La filosofía del danés tiene tres características básicas que deben ser tenidas en cuenta: está encuadrada dentro del romanticismo, es mayormente una respuesta a Hegel y está teñida por una introspección marcada por la propia historia de Kierkegaard. Esto hace presente ese subjetivismo (que no es relativismo) del que tanto habla, la lucha para restaurar la existencia (lo concreto) frente a lo absoluto de Hegel, la lucha por reivindicar la libertad perdida en la marcha de la conciencia y la presencia del pietismo, la melancolía y la culpa, productos de su propia experiencia personal. 2.2 Similitudes y diferencias entre la psicoterapia existencial y la psicología humanista A pesar de que la psicoterapia existencial (a la que pertenece la Logoterapia) mantiene relaciones un tanto confusas con la psicología humanista, comparten muchos supuestos básicos y no son pocos los psicólogos humanistas que tienen una orientación existencial. Entre ellos Maslow, Perls, Bugental, Bühler y Rollo May. (Yalom,1984) H. Quitman nos dice que la filosofía existencial y la fenomenología europeas constituyen el fundamento más importante para los conceptos de la psicología humanista. Oscar Oro coincide al decir que los humanistas comparten con los existencialistas europeos varios supuestos básicos y tienen una orientación existencial. Comparten también el valorar lo que el ser humano posee de superior: la razón, la libertad, la autonomía, la creatividad, lo indeterminado. Otro aspecto que tienen en común tiene que ver con el planteamiento de Kierkegaard: “la verdad existe para el individuo sólo en cuanto ésta se traduce en acción”.

“En América, la psicología existencialista ‘se ha unido con la nueva psicología de la tercera fuerza’, así la mayor parte de los expertos en este campo hablan de la psicología existencial-humanista.” Nos dice Giordani. Oscar Oro por su lado afirma que más que un auténtico vínculo filial entre la psicología humanista y la existencial, existe no más que un parentesco. A pesar de tener un transfondo común, varios autores marcan una línea divisoria. Rollo May subraya particularmente la falta de un sentido de lo trágico en la existencia humana por parte de los americanos, “su represión del sentido ontológico, su huida de la conciencia de su propio ser”. (R.May,1978) Otro aspecto que omite la psicología humanista son los conceptos clave del existencialismo: la situación límite y la dimensión del sufrimiento. Oro destaca una radical distinción entre la expansión del ser –concepto central en la psicología humanista- y el ser-en-el-mundo y la trascendencia de la filosofía existencial. Igualmente marca la diferencia entre el concepto de espiritualidad según unos y otros. Afirma también que los psicólogos humanistas han ido “americanizando” el pensamiento existencial, adaptándolo a una visión empirista e individualista y no han integrado el pasado cultural europeo en su totalidad sino en forma muy parcializada, desligándolo de sus raíces filosóficas. La teoría que Víktor Frankl desarrolla, al estar fundamentada sobre la tradición existencialista, toma en cuenta las limitaciones humanas y la dimensión trágica de la existencia. Es un gran optimista pero no basa ese optimismo en la negación u omisión de las limitaciones sino en la posibilidad de trascenderlas y de encontrar sentido, incluso en la tragedia. Intuye que el sufrimiento puede no ser en vano, puede abrir nuevas y profundas perspectivas en la persona y transformarse en un logro personal. Frankl menciona el concepto central de su teoría –el sentido de la vida- desde muy temprano (1925), pero es en los campos de concentración donde lleva a la práctica su teoría. “Las auténticas facultades humanas de la autotrascendencia y el autodistanciamiento fueron verificados y convalidados en forma existencial en los campo de concentración. Este empirismo en su más amplio sentido de la palabra confirmó “la voluntad de sentido” y la autotrascendencia y sus efectos terapéuticos. Parte de su persona, más aún, responde a través de su vivencia a la pregunta que, como psiquiatra, intenta responder: “¿Cómo puede uno despertar en un paciente el sentimiento de que tiene la responsabilidad de vivir por muy adversas que se presenten las circunstancias?” (Frankl,1989) Gordon Allport –en el prefacio de “El hombre en busca de sentido”- pregunta: “¿Cómo pudo él –que todo lo había perdido, que había visto destruir todo lo que valía la pena, que padeció hambre, frío,brutalidades sin fin, que tantas veces estuvo a punto del exterminio-, cómo pudo aceptar la vida como digna de vivirla?” Se podría afirmar que la psicología humanista va de más (el potencial humano) a más (la autorrealización) mientras que la logoterapia va de menos (limitación y sufrimiento) a más (logro personal, sentido). 3. PSICODIAGNOSTICO En la formación como psicólogo, se dedica mucho tiempo y estudio al aprendizaje del “psicodiagnóstico” o estudio de personalidad. Luego, como profesionales se solicita desde diferentes ámbitos un psicodiagnóstico, cada vez que un psiquiatra por ejemplo necesita esclarecer la personalidad de su paciente para realizar un buen tratamiento. Esta demanda también proviene desde las escuelas cuando se presenta

el caso de un niño o adolescente agresivo o emocionalmente inestable, o viviendo la separación de sus padres. En definitiva, parte del ejercicio profesional, junto con la psicoterapia es la realización de psicodiagnósticos. Es por eso que se realiza lo que he llamado psicodiagnóstico existencial; es decir, un estudio de personalidad que incluya la tridimensionalidad del ser postulada por la logoterapia. Esto no implica utilizar exclusivamente técnicas propias de la logoterapia sino trabajar también con otras técnicas y “leerlas” desde nuestra antropología. Para la realización de este psicodiagnóstico, se propone tomar en cuenta tres pasos fundamentales: 1º Establecer un encuentro existencial con el paciente. 2º Aplicar técnicas logoterapéuticas y sumar otras técnicas. 3º Trabajar en equipo interdisciplinario, junto a otros psicólogos, psiquiatras y educadores. Este “Psicodiagnóstico Existencial” podría también ser definido como “un modelo de abordaje existencial del proceso psicodiagnóstico”. 3.1 El encuentro a “chispa divina” de la relación terapéutica. El terapeuta, estará con el paciente siempre en el mismo plano, el plano de la comunidad de la existencia. No hará del enfermo un objeto sino que verá en el enfermo una pareja existencial. Encuentro es un estar uno con otro en el presente propio, es decir, en un presente tal que se sazona totalmente a partir del pasado y que también lleva en sí, la posibilidad de futuro. L U D W I G B I N S W A N G E R En un trabajo anterior se ha presentado la propuesta de que el encuentro existencial entre paciente y terapeuta es la primera técnica con que cuenta el Logoterapeuta. Personas que sufren. Sufren por no encontrar sentido a sus existencia, por lo que han perdido, porque son incomprendidas, por sus afectos; sufren porque no pueden lograr lo que quieren, por temor a enfrentarse con su destino. Todo este sufrimiento necesita de nuestra comprensión, de nuestro estar-con-el-otro, padeciendo con él su dolor; no sufriendo por él, porque nadie puede sustituir a otro en su dolor. Debemos saber que todo sufrimiento tiene sentido, y muchas veces nuestro trabajo se limita a acompañar a estas personas mientras no encuentran el sentido. La tarea hacia la salud, es aumentar la capacidad de sufrimiento del paciente, la capacidad para lidiar con el sufrimiento y con los conflictos fundamentales de la persona. Charlando con estas personas nos hemos dado cuenta que realmente nuestro primer objetivo es establecer un encuentro existencial. Repasando el trabajo en el consultorio, se ha tomado conciencia de que sin pretenderlo directamente, al buscar establecer este encuentro existencial con el otro, empleo las tres características fundamentales de las que hablaba Carl Rogers: la empatía, la autenticidad y la aceptación incondicional. Si los logoterapeutas insisten en que la logoterapia suma, pues deben saber frente a qué suma y cómo es esta “sumatoria de sentido”. Por lo tanto, se cree en primer lugar, que la logoterapia puede tomar como base para lograr el encuentro existencial, las tres actitudes fundamentales destacadas en el Enfoque Centrado en la Persona de Carl Rogers.

Se sabe que la empatía es la capacidad de ponernos en el lugar del otro, pero como decía antes, esto no implica sufrir por él sino acompañarlo en su sufrimiento. Por autenticidad, se entiende la capacidad del terapeuta para ser auténtico consigo mismo, con sus sentimientos y pensamientos. Esta cualidad lleva directamente a que el paciente perciba que el terapeuta esta dispuesto a ser sinceros con él, y que si nos animamos a mostrarnos, él también puede hacerlo y puede ser auténtico. En este punto se entiende que se puede agregar el concepto de autorrevelación como una forma de autenticidad. Este concepto refiere al momento en que el terapeuta elige revelar algo de sí mismo (un sentimiento, una anécdota, algo íntimo) y compartirlo con su paciente, con fines terapéuticos. (En este sentido vale la recomendación de la lectura del libro “Mamá y el sentido de la vida” en donde Irvin Yalom aborda este tema magistralmente). La última actitud es la aceptación incondicional. Esta actitud nos resulta muy familiar en logoterapia. Aceptar al otro incondicionalmente, implica amarlo tal cual es (o tal cual se nos muestra). El otro, el hombre doliente debe sentir la certeza de que nosotros lo aceptamos en su sufrimiento. También debe percibir que aceptarlo no implica justificar su dolor ni justificar sus culpas sino comprenderlo y acompañarlo en el camino de trascender su padecer. Binswanger decía que muchas veces el médico es responsable por “...la incapacidad de despertar o encender en el enfermo la “chispa divina”, que sólo se puede despertar o encender en la verdadera comunicación entre existencia y existencia...” Este es nuestro desafío, establecer un encuentro genuino que permita encender la “chispa divina” y podamos “comunicarnos” con el otro. Como dice el escritor Eduardo Galeano: “El mundo es eso –reveló-: Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.” Los logoterapeutas deben hacer terapia personal o logoterapia para poder luego ejercer como tales; lo que sí se, que antes que nuestra propia terapia, quizá nuestro principal testimonio sea vivir una vida plena de sentido, arder con ganas para que el otro se encienda y se contagie de la alegría de vivir. 4. TÉCNICAS ESPECÍFICAS DE LA LOGOTERAPIA Y OTRAS HERRAMIENTAS COMPLEMENTARIAS. “Uno de los mayores peligros en América es la tendencia a creer que la técnica en sí cambia a la gente, que cualquiera puede cambiar con sólo encontrar el método adecuado. A menudo esta fe sirve como sustituto del coraje interno para enfrentar la propia existencia, tanto en sus posibilidades trágicas como en las placenteras. Hacer es a menudo más fácil, y puede aminorar la ansiedad más rápidamente que ser”. Rollo May

La logoterapia es conocida dentro de la tendencia humanista-existencial de la psicoterapia, como la única “corriente existencial” que ha desarrollado sus propias técnicas. Son muy conocidas en este sentido la intención paradójica y la derreflexión. En este punto no se abordara estas técnicas sino aquellas que atañen específicamente a la Logoterapia, es decir, aquellos tests o cuestionarios que tomando como base la antropología frankliana, han sido creados para profundizar y abordar temas tales como el sentido de la vida, la libertad, la responsabilidad, la autotrascendencia, el autodistanciamiento, el sentido del sufrimiento, etc. A continuación se citara brevemente los tests que aplico asiduamente en mi consulta y que forman parte del “cajón de herramientas” del Logoterapeuta. 4.1 Historia de vida Binswanger afirma que el primer elemento es investigar la historia vital del paciente. En todo proceso de psicodiagnóstico es muy importante abordar la historia de la persona, y sus vivencias con respecto a lo que ha vivido. En este punto me es de muchísima utilidad el Cuestionario sobre la historia de la vida de Arnold Lazarus. Se trata de un cuestionario muy completo que aborda desde los datos familiares, padres, madres, hermanos, enfermedades de la infancia, hasta los temores y miedos más importantes de la persona, ambiciones, aspiraciones, etc. Recorre su infancia, adolescencia, juventud y madurez. Aborda también la sexualidad y los aspectos religiosos. Por último presenta a modo de “frases incompletas” una pequeña autodescripción que la propia persona debe llenar. En suma, es un cuestionario concreto y rico en cuanto a la calidad e información que podemos obtener para conocer mejor a la persona. 4.2 Logotest Es un test creado por Elizabeth Lukas, publicado por vez primera en el libro de Frankl La voluntad de sentido. Sirve para medir la “realización interior del sentido en la vida” y la “frustración existencial”. Brinda información acerca del reconocimiento de un sentido en la vida por parte de la persona y de los contenidos en que se basa, o si su vida sufre una falta de sentido. Nos da datos respecto a la realización interior de sentido que ha logrado la persona y también una pronóstico presuntivo de cómo evolucionará. 4.3 Escala de Längle Es una escala existencial que valora la responsabilidad (como posibilidad de optar por lo que tiene mayor relieve, por lo más valorable), la libertad (como capacidad de optar), la autotrascendencia (como posibilidad de volcarse en la tarea y en los otros) y el autodistanciamiento (como posibilidad de separarse del sí mismo propiciando una existencia heterocentrada). Señala Längle que la toma de postura personal ante el destino, juega un papel importante en la vida, en la medida en que la persona con buenos recursos propios

puede hacerle frente a ésta de mejor manera en momentos críticos, como así en situaciones vitales difíciles. 4.4 PIL Según Crumbaugh, creador del PIL, esta prueba mide la “voluntad de sentido” y el “vacío existencial” de una persona. Esta prueba se divide en tres partes: la parte A está compuesta por 20 preguntas que investigan el grado en que una persona experimenta “propósito en la vida”. La parte B consiste en 13 ítems de “frases incompletas” y la parte C es una descripción biográfica sobre metas, ambiciones y esperanzas, planes futuros y motivación del pasado y del presente de la vida del paciente. Este cuestionario es útil para: a.- detectar la presencia de vacío existencial en poblaciones tales como jubilados, alcohólicos etc; y a partir de ahí evaluar la posiblidad de tratamiento logoterapéutico. b.- investigar y medir el grado en que una persona ha desarrollado el sentido de su vida. Cabe aclarar que este tipo de prueba no debe nunca ser usado en exclusividad para tomar decisiones importantes. Es útil como recurso de investigación y para detectar aquellos casos más comprometidos en su estabilidad psíquica. En mi experiencia clínica, utilizo este cuestionario dialogando con el paciente, de modo tal que me permite ir profundizando las respuestas que la persona va dando en el momento. 4.5 Gráficos En todo psicodiagnóstico la utilización de “gráficos” o “tests proyectivos” son de extrema utilidad. En el libro “Humanismo, Logoterapia y Proceso Psicodiagnóstico”, Marta Guberman nos introduce en el “mapa personal”. Esto fue para mí un gran descubrimiento. Siguiendo el proceso que esta autora desarrolla, quiero sumar el aporte del test Persona bajo la lluvia. Este gráfico cuya consigna simplemente es: dibuje una persona bajo la lluvia, es una técnica muy utilizada en el campo de la psicología laboral y organizacional. Para la interpretación de este test, podemos seguir los mismos parámetros que esta autora plantea respecto al “mapa personal”. Por ser un test gráfico, podemos obtener datos que en general se obtienen de todo test proyectivo, como son el emplazamiento, el trazo, la presión y la ubicación de la figura. Pero el elemento distintivo y específico que se investiga en esta prueba, es la presencia de los recursos defensivos con los que la persona cuenta o no, para enfrentar las presiones ambientales o familiares. Para profundizar en esta prueba los remito a la lectura del libro Persona bajo la lluvia de Silvia Querol, en donde se detalla paso a paso la interpretación del gráfico. 4.6 T.A.T. una visión humanista-existencial En las Primeras Jornadas de Logoterapia del MERCOSUR, que tuvieron lugar en Montevideo, se presentó un trabajo muy rico y profundo sobre el TAT. Este trabajo detalla una interpretación de cada lámina del TAT desde la antropología frankliana. Esta monografía me ha resultado muy útil en el trabajo con adolescentes en donde muchas veces se nos hace difícil “entrar a su mundo”. Igualmente, es de suma utilidad para el trabajo con adultos.

4.7 Trabajar en Equipo “¿Podemos estar seguros de que vemos al paciente tal como verdaderamente es, de que lo conocemos en su propia realidad; o estamos simplemente proyectando sobre él nuestras propias teorías?” 4.8 La intencion paradojica La intención paradójica es uno de los métodos más rápidos, más poderosos y menos comprendidos para cambiar la conducta. Mediante una serie de instrucciones que llamamos “paradójicas” se han conseguido éxitos significativos en trastornos concretos como pueden ser la dificultad para dormir, el morderse las uñas y el tartamudeo (disfemia) entre otros. Los principios teóricos se basan originalmente en las técnicas de la Terapia Breve del psiquiatra Milton H. Erickson y la logoterapia de Victor Frankl. La denominación de “paradójica” no es gratuita sino que delata la auténtica naturaleza del sistema. Se trata de pedirle al paciente que haga precisamente lo que es objeto de malestar psicológico. Si una persona no puede dormir le pediremos que deje de hacerlo durante un tiempo o unas horas determinadas. Si un niño se muerde las uñas le exigiremos que lo haga durante más tiempo o durante intervalos más largos. Si un joven tartamudea y eso le crea gran ansiedad, le obligaremos a que tartamudee con mayor frecuencia y durante más tiempo de forma voluntaria. Son procedimientos construidos para sorprender. Son contrarios a las expectativas de los pacientes sobre su visión de la naturaleza de la función de la terapia. La técnica parece de entrada irresponsable y contraria al sentido común. No se entiende como potenciando lo que se intenta erradicar se va a solucionar el problema. Esta es la gran paradoja de la técnica que a continuación exponemos. 4.8.1 ¿Cómo funciona? La eficacia de la Intención Paradójica se basa en el principio fundamental de que los pacientes intenten llevar a cabo la conducta que están evitando. De esta manera, el proceso circular, que se mantiene a sí mismo, se rompe, puesto que el intentar realizar la conducta no deseada es incompatible con la ansiedad anticipatoria y, por tanto, la neutraliza. Imaginemos una persona que sufre insomnio. Se acuesta puntualmente pero no logra conciliar el sueño hasta una determinada hora de la madrugada. Ello le comporta problemas para despertarse por la mañana. Además, cada día, al acercarse la hora de ir a dormir, manifiesta mucha ansiedad ya que anticipa su fracaso en el intento de dormir. Pues bien, la técnica consiste precisamente en pedirle, como parte del tratamiento, que no trate de dormirse hasta más tarde de lo que lo hace (las horas deben concretarse según las circunstancias). ¿Qué conseguimos con ello? De entrada situamos el origen del problema en una causa externa al paciente (ahora ya no duerme debido a que no logra conciliar el sueño, sino porque así se le ha exigido). El primer efecto es disipar la

ansiedad de anticipación con lo cual es muy probable que el resultado sea la aparición del sueño antes de lo esperado. En el caso de las disfemias (tartamudeos) al permitir e incitar a que el niño tartamudee voluntariamente, durante un tiempo controlado, puede tener también unas consecuencias reductoras de la ansiedad y producirse una mejora. Otro ámbito de aplicación puede ser en el de la cama mojada (enuresis). ¿Qué sucedería si le diéramos permiso o le pidiéramos a un niño que se hiciera pipi cada día durante un tiempo? Probablemente si ese problema va asociado a unos altos niveles de ansiedad por parte del niño, el sentirse liberado del mismo podría significar una mejora. No estamos afirmando que esta sea una técnica milagrosa sino que tiene una gran capacidad terapéutica si se sabe utilizar con creatividad y en combinación con otras técnicas mas usuales. Evidentemente tiene sus límites. El principal es que su mayor eficacia está condicionada a que junto con el problema que queremos tratar se de un cierto nivel de ansiedad en la persona o niño. Como se ha expuesto la técnica incide directamente sobre las propias cogniciones al invertir los roles. Otra limitación importante es que debe utilizarse con preferencia en aquellos casos en que las técnicas convencionales han resultado inútiles. Por ejemplo, en un caso de insomnio, donde se ha podido utilizar un entrenamiento en relajación con mal resultado, podría ser un buen candidato a la intención paradójica. Ahora no hablaríamos de intentar dormirse relajándose progresivamente sino preparar la habitación con la intención de mantenerse el máximo tiempo despierto posible. En concreto, los máximos beneficios se lograrán en aquel tipo de paciente que experimente “esfuerzos para dormir” y que padecen una ansiedad considerable sobre las consecuencias negativas de la perdida de sueño. En general, pues, podemos afirmar que la técnica funcionará mejor con personas con preponderancia de síntomas cognitivos que no con aquellos en los que predominen los conductuales. 4.9 Tecnica de la derreflexión La derreflexión encuentra su campo de aplicación en el caso del insomnio. Es comprensible que si se está preso de la angustia de una noche insomne, quiera dormirse; pero es precisamente este querer el sueño el que impide dormirse, ya que la premisa indispensable para dormir es la de relajarse. “Con razón el sueño se compara a una paloma que se posa espontáneamente sobre la mano y se queda si se la deja tranquila, mientras que emprende el vuelo apenas se intenta atraparla”. Además de en el insomnio se puede aplicar en el caso de escrupulosidad y pedantería. De hecho, una hiperconciencia y una hiperconcientización llevan a una hiperreflexión que se manifiesta particularmente en las neurosis sexuales en las cuales a la intención forzada del placer sexual se acompaña una reflexión forzada del acto sexual por lo que la intención provoca alteraciones funcionales. Queda claro entonces, que tanto la intención como la atención forzadas son por su misma naturaleza obstáculos en el curso normal de las funciones. De esto se desprende el que la psicoterapia considere más urgente quitar la atención que está concentrada en el síntoma que el síntoma mismo. La

desreflexión busca precisamente evitar la autobservación compulsiva, haciendo que el paciente se ignore a sí mismo. Pero para ignorar algo, se necesita que actúe prescindiendo de eso y se dirija a otra cosa. Y en la medida en que logre poner en primer plano en su consciencia un objetivo que pueda restituir a la vida su plenitud de sentido, como para que valga la pena vivirla, pasarán a segundo plano su persona y sus dificultades. Entonces, más que investigar sobre complejos y conflictos no resueltos de la edad infantil, en el intento de eliminar el síntoma, es más importante en muchos casos esforzarse en separar la atención del síntoma. El principio de fondo de la desreflexión consiste en aprender a ignorarse a sí mismo, en el reconocimiento de que para llegar a lo más íntimo, a la propia realización se necesita atravesar el camino de los otros, del mundo. Se necesita ignorar a sí mismo. Recordando la frase de Bernanos: “Odiarse a sí mismo es más fácil de lo que se cree; lo difícil está en olvidarse de sí mismo”, Frankl escribe: “Mucho más importante que el exagerado desprecio de sí mismo (hiperconcientización) o la soberbia autoconsideración (hiperconciencia), está el completo olvido de sí. Pero nuestros pacientes no logran olvidarse, como no lo logró Kant cuando tuvo que despedir a un sirviente un poco ladrón y, como no lograba quedarse en paz, para obligarse a olvidar, escribió sobre una pared ‘mi sirviente debe ser olvidado’. Acerca de las aplicaciones concretas, la desreflexión encuentra resultados óptimos en el caso de la dificultad para deglutir, para hablar, escribir, pensar, dormir, hacer. Y también aquí la casuística reportada por Frankl es abundante como en el caso de la intención paradójica. Las consideraciones hechas hasta el momento, permiten entrever la importancia de clarificar los objetivos de la psicoterapia: hoy día se ha abandonado el concepto de que debe a toda costa proponerse, como fin último, la autoconciencia del paciente, mientras parece útil despertarla de modo solo provisional. El terapeuta debe hacer consciente el inconsciente espiritual, sólo para hacerlo regresar al inconsciente, debe convertir la potentia inconscia en un actus conscio, pero únicamente con el objetivo último de restablecer una espontaneidad en las operaciones inconscientes. Según Hans Urs von Balthasar “uno de los errores imperdonables del psicoanálisis consiste precisamente en haber descuidado este hecho. Sólo cuando las raíces de la planta están cubiertas y escondidas en la tierra, puede esta florecer en todo su esplendor. Es característico de mi calidad de hombre, en cuanto a ser libre y espiritual, que una parte de mí mismo deba ser olvidada”. 4.10 Analisis existencial El Análisis Existencial es un método terapéutico que parte de lo filosófico hacia lo psicológico, sin excluir los aspectos orgánicos o psicológico-emocionales de la persona. Busca ayudar al paciente a responder a las 3 cuestiones básicas de la filosofía existencial: ¿Qué es el hombre? ¿Quién soy yo? y ¿Para qué existo? El Análisis Existencial es un análisis “sobre la” existencia humana y no “de” la existencia, ya que la existencia en si misma no puede ser analizada. Marta Guberman y Eugenio Perez Soto definen de una forma muy comprensible este concepto: “Se entiende por Análisis Existencial la interpretación y caracterización de la existencia concreta, que se realiza a través de la biografía del “análisis de la existencia”, sino “análisis sobre la existencia”, ya que la existencia en sí es un fenómeno primario e irreductible”. El Psicoanálisis tiende a tornar consciente lo psíquico. La Logoterapia torna consciente lo espiritual. Se la concibe como un análisis de la existencia, que se esfuerza por hacer

que el hombre cobre conciencia de su responsabilidad. La cual significa siempre responsabilidad ante un deber que puede se interpretado cuando partimos de un sentido concreto de la vida humana. Alrededor de los años 30, Frankl usó la expresión “Existenzanalyse”, como alternativo a Logoterapia, aperturando una nueva etapa en su sistema terapéutico. Desde entonces la logoterapia quedó integrada con el análisis existencial. Poco a poco sumando la necesidad de incluir la dimensión espiritual del hombre en la antropología y la terapia, surge la necesidad de desarrollar un método que torne consciente la visión antropológica propuesta, sobre todo su naturaleza básicamente espiritual, orientando al hombre a asumir su responsabilidad. Poco a poco fueron perfeccionándose ambos sistemas, sin embargo la diferencia entre uno y otro suele ser una de las principales confusiones e inquietudes de las personas que inician el estudio de la Logoterapia. Según Viktor E. Frankl: “La Logoterapia y el Análisis existencial, ambos son las dos caras de una misma teoría. Es decir, la Logoterapia es un método de tratamiento psicoterapéutico, mientras que el Análisis Existencial representa una orientación antropológica de investigación” Al pretender el análisis existencial ser un método psicoterapéutico, se dirige de manera especial al modo de ser neurótico, y ello como a algo deteriorado o quebrantado: algo caído víctima de la neurosis. Su meta última será, pues, hacer al hombre (aquí concretamente al neurótico) consciente de su ser responsable, o también traer a su conciencia el tener responsabilidad de su propio ser”. Nos dice Viktor E. Frankl: “El Análisis Existencial despierta la conciencia de ser responsable y esta se acrecienta a base de una tarea concreta y personal: misión. El hombre que comprende el sentido peculiar de su propia existencia singular, se sentirá paralizado en las situaciones difíciles de la vida (…) Es el Análisis Existencial el que descubre el sentido del sufrimiento, quien revela que el dolor y la pena forman parte de la vida, del mismo modo que la indigencia, el destino y la muerte. El querer amputarle a la vida esto sería quitarle su forma propia y específica. (…) La misión que el hombre tiene que cumplir en la vida existe siempre, necesariamente, susceptible de ser cumplida. Lo importante para el Análisis Existencial es que el hombre sienta y viva su responsabilidad en cuanto al cumplimiento de todas y cada una de sus misiones, tal como en cada caso se le planteen, cuanto mejor comprenda el carácter de misión que la vida tiene, tanto mayor sentido tendrá su vida para él”. 4.11 El encuentro Viktor E. Frankl: “Hace ya mucho tiempo que he comprendido que aquello que importa en la terapia no son las técnicas, sino, más bien, las relaciones humanas entre el terapeuta y el paciente, o el encuentro existencial personal”. Alejandro de Barbieri, que ha realizado diversos artículos sobre la importancia del encuentro y su poder curativo nos dice: “No cura el psicólogo, no cura la técnica. Lo que cura es la relación. El encuentro entre dos personas, una dispuesta a ayudar y la otra dispuesta a ser ayudada”. Abordar a los seres humanos meramente en términos de técnicas implica manipularlos y hacerlo meramente en términos de dinámicas implica cosificarlos, convertirlos en cosas.

“El terapeuta, estará con el paciente siempre en el mismo plano, el plano de la comunidad de la existencia. No hará del enfermo un objeto sino que verá en el enfermo una pareja existencial. Encuentro es un estar uno con otro en el presente propio, es decir, en un presente tal que se sazona totalmente a partir del pasado y que también lleva en sí, la posibilidad de futuro”. LUDWIG BINSWANGER54 TABLA 13. Técnicas Logoterapéuticas de uso frecuente Diálogo Socrático (Mayeútica) Base de la dialéctica y método educativo por excelencia, basado en promover el conocimiento a través de las preguntas en cuya dinámica el aprendizaje se produce por una interacción entre paciente y terapeuta, con un constante trabajo de “darse cuenta” o “insight”. Las Preguntas ingenuas de Elisabeth Lukas. Incorporar preguntas que revelen al paciente ciertas características irracionales o paradójicas de su actitud, pensamiento o emociones y lo conlleven a un “insight”. El Cambio de Actitud. Para Frankl es necesario aprender a cambiar la actitud ante la enfermedad de un “por qué a mí me pasa esto” a un “para qué a mi”. Siempre el hombre podrá escoger qué actitud asumir ante determinado problema, enfermedad, tragedia, sufrimiento o síntoma, así el síntoma no sea posible de cambiar. Esto le confiere a la Logoterapia la capacidad de entrar en juego cuando ninguna terapia podría ofrecer una solución. Es decir “usar el sufrimiento” o la “Enfermedad” como una oportunidad para encontrar un sentido. La Bibliologoterapia. Estudio de libros para la autoterapia. Frankl dijo: “Un libro de Logoterapia, ya es Logoterapia”. Biografía Existencial. Se realiza un análisis sobre la existencia de la persona, separando los eventos subjetivos de los objetivos e indagando en el sentido de la cada situación, los valores realizados y su articulación con el Sentido de Vida. Su objetivo es lograr un mayor conocimiento de uno mismo, despertar la conciencia sobre la libertad y la responsabilidad individual. Otras herramientas de psicodiagnóstico y auto-conocimiento Existen herramientas de psicodiagnóstico, tests y cuestionarios de auto-conocimiento que tratan de abordar al Ser-Humano desde su integralidad (Bio-Psico-Socio-Espiritual). Los principales son: Cuestionario sobre la Historia de la Vida de Arnold Lazarus, Logotest, Cuestionario de propósito vital (PIL), Escala de Längue, Cuestionario para aumentar el conocimiento de uno mismo del Dr. Ricardo Sardi, etc. Derreflexión. Para Frankl muchas de las patologías se deben a un exceso de focalización sobre uno mismo, un pensamiento o un síntoma lo que se llama “Hiperreflexión” y equivaldría a “Mirarse mucho el propio ombligo”. La Derreflexión se trata de desfocalizar la atención del paciente a través de algunas estrategias o actividades. Por ejemplo en pacientes que tienen sufrimiento por enfermedades, se recomendaría visitar hospitales o hacer otro tipo de actividades para darse cuenta: 1. Que no es la única persona que sufre o tiene el problema que piensa y 2. Para enseñarle que es posible vivir haciendo otras cosas interesantes, gratificantes y productivas “a pesar” del problema que tiene y 3.Disminuir la angustia y preocupación sobre el síntoma, pensamiento o problema que lo aqueja “ocupando el tiempo y la mente”. Intención Paradójica. Consiste en promover actitudes contrarias a lo que esperaría el paciente. Por ejemplo en caso de insomnio se sugiere al paciente “esforzarse por no dormir”, en caso de “dificultad para concretar el acto sexual, el logo terapeuta prohíbe al paciente tener sexo durante un intervalo de tiempo, en un caso de obsesivo-compulsión de un hombre que tenía la manía de abrir y cerrar la puerta que se esforzara por apuntar cuántas veces cierra y abre la puerta en un día y que se propusiera superar cada día el record anterior. En todos los casos descritos los síntomas cedieron. Grupos de Reflexión. Grupos en los cuáles se debate, discute y aprende en grupo los conceptos de la logoterapia. Grupos de Diálogo Existencial. Es una propuesta del Dr. José Arturo Luna que consiste en implementar grupos para

promover una comunicación significativa y existencial.

5. EL PROCESO LOGOTERAPEUTICO Según Elisabeth Lukas: a. Poner distancia entre el paciente y sus síntomas: Capacidad de autodistanciamiento y antagonismo psiconoético utilizando diferentes técnicas logoterapéuticas (intención paradójica, derreflexión, diálogo socráticos, etc.) b. Modificar actitudes: Ayudando al paciente a obtener nuevas perspectivas de ellos mismos y de su realidad. Busca el cambio de la actitud enfermiza por una actitud sana. Al respecto Viktor Frankl clasifica en el campo de las neurosis cuatro tipos de actitud: a. La pasividad mala: Sumisión ante la enfermedad, b. La actividad mala: Lucha perdida para cambiar algo. c. La pasividad justa: Disminuir, ignorar o ironizar el síntoma para restarle poder y d. La actividad justa: Enfrentarse con dignidad, elevarse por encima del síntoma y orientarse al sentido. c. Reducción de síntomas: Se da casi automáticamente tras la modificación de actitudes, refuerza el cambio. d. Orientación hacia el sentido: Se esclarecen valores y se orienta hacia el sentido. Según Guillermo Pareja Herrera las metas del proceso logoterapeútico serían: Busca hacer consciente lo existencial-espiritual. Descubrir en los padecimientos humanos la dimensión existencial-espiritual par ala toma de actitud frente a su situación personal. No sólo busca lo enfermo, sino lo humano en la enfermedad. Facilita la autoexploración de capacidades y posibilidades latentes. Busca ubicarse en el contexto histórico-social que rodea al paciente. Que la persona haga consciencia del asumir la responsabilidad de su propia existencia. Y que dicha responsabilidad se da en términos de buscar y descubrir el sentido de su vida. Que la persona descubra un horizonte amplio en donde pueda realizar valores. Y el aprovechamiento de la ontología temporal. 6. REFERENCIA GENERAL AL ESPÍRITU DE LA ÉPOCA Cada época tiene su propio espíritu. A lo largo de la historia del mundo occidental podemos observar como cada etapa diferente de la historia era acompañada de ciertos patrones de conducta y pensamiento. La época del renacimiento iniciado a mediados del siglo XV se caracteriza por un retorno a los conceptos clásicos de Grecia, a la belleza, el arte y el humanismo, es un espíritu de grandes cambios, descubrimientos y creaciones

de origen artístico, filosófico y científico lo que domina entonces la época hasta el siglo XVI. Luego el Romanticismo iniciado en Inglaterra y Alemania se propaga a partir del siglo XVIII con un espíritu de exaltación de la personalidad individual, el valor de lo subjetivo y las emociones, oposición a las normas y convenciones clásicas, de los valores heroicos, las pasiones, los conceptos de identidad colectiva de tipo social y nacionalistas. Luego de las grandes revoluciones intelectuales, sociales, económicas e industriales que precedieron a la crisis de 1929 y a la Segunda Guerra Mundial, el mundo desarrolló una batalla entre las dos más grandes potencias Estados Unidos y la Unión Soviética caracterizado por un espíritu de tensión y competencia ideológica entre Capitalismo y Comunismo, vivido con grandes cambios entre cada década. Si bien es cierto se aceleró el proceso de innovaciones científicas, tecnológicas, filosóficas, intelectuales, culturales y artísticas; se lograron grandes niveles de consciencia política, movilizaciones pro-humanistas y participación activa de toda clase de naciones y grupos minoritarios (Mujeres, hombres de raza negra, naciones oprimidas por gobiernos proimperialistas, movimientos homosexuales, etc.), fue también una época caracterizada por altos índices de deshumanización, experimentos científicos y manipulación políticaeconómica cuyos campos de entrenamiento fueron sobre todo los países subdesarrollados. El desenlace de esos conflictos desembocado en la caída del comunismo y del muro de Berlín, con la victoria de Estados Unidos dio pie al libre a un proceso de desarrollo de la economía americana, a la importación de su cultura y modo de vida hacia otros pueblos, conocido como Globalización. Actualmente vivimos influidos bajo el espíritu de la Globalización, que determina ciertos patrones de pensamiento y conducta tanto a nivel individual como colectivo. 7. EL CONTEXTO DE LA ÉPOCA DE VIKTOR FRANKL La Logoterapia y el Análisis Existencial nacen en Viena, Austria, durante la primera mitad del siglo XX desarrollando sus principales conceptos y fundamentos a lo largo de todo el siglo. Entonces el ambiente cultural y filosófico estaba dominado por el Positivismo, cuyas tesis además de negar toda concepción metafísica (las leyes universales de la física moderna como la teoría de la relatividad de Albert Einstein), exigían la corroboración empírica de todo enunciado a través de un método científico y reducían las conclusiones de todo experimento y/o observación a una dimensión física. Incluso los problemas sociales y psicológicos tenían una causa “demostrable” de origen físico. Incluso la filosofía fue reducida a meros procesos de naturaleza lingüista. El principal enfoque psicológico de esta corriente fue el Conductismo. Así la lucha de Viktor Emil Frankl se desarrolló en 3 líneas: 1. Humanizar al Ser Humano, que había sido reducido sólo a un cuerpo (y en el mejor de los casos un cuerpo con mente) y perdido su identidad y sentido en medio de un mundo despersonalizado y cada vez más utilitarista. Re-introduciendo la dimensión Humana en el ambiente académico, científico, psicológico y filosófico de occidente, a través de una teoría que utilice su mismo lenguaje: La Logoterapia. 1. Humanizar a la Medicina, la Psiquiatría y la Psicología: Otorgando fundamentos de origen científico, filosófico, psicológico y antropológico que permitan una reflexión sobre el paciente desde la perspectiva humana, el concepto de Salud-enfermedad, el significado del acto médico-terapeútico y la dignidad del paciente a pesar de su

condición deteriorada o su estado no recuperable. La base de este proceso de humanización es por un lado la consideración del paciente como Ser-Humano y Persona, y por otro lado, el énfasis en el Encuentro y actitud entre médico y/o terapeuta con el Ser-humano (al cuál él no denominaba paciente). 1. Confrontar los problemas de la época y la sociedad actual. Principalmente el Reduccionismo y Deshumanización en el que había caído la cultura occidental, el Vacío Existencial, las neurosis colectivas y los problemas derivados de estos, tales como la depresión, adicción, el suicidio y la agresividad. Podríamos dividir con fines didácticos el desarrollo y la orientación de la Logoterapia de Viktor E. Frankl, de acuerdo al contexto de la época. Siendo posible diferenciar inicialmente dos periodos muy diferenciados: 1. Periodo de concepción del Sistema Logoterapéutico en complemento a las principales corrientes de la época (Psicoanálisis y Psicología Individual) y 2. Periodo de maduración y validación como respuesta doble a la problemática que atravesaba el Ser-Humano luego de la Segunda Guerra: 1. El Vacío Existencial cada vez más considerable y 2.La Deshumanización de la ciencia (contemplada en toda su magnitud en Auschwitz e Hiroshima). 8. EL CONTEXTO DE LA LOGOTERAPIA EN LA ACTUALIDAD Hasta el momento la Globalización ha basado su discurso en cuestiones estrictamente económicas, dejando de lado temas de carácter filosófico, psicológico, sociológico y espiritual. Hemos visto por otro lado exacerbación e incremento de los problemas sociales, la injusticia social, el deterioro de las estructuras familiares y culturales de los pueblos, el deterioro y explotación intempestiva del medio ambiente, el incremento de los hábitos nocivos de la población (toxicomanías, consumismo, alimentación inadecuada, etc.) y aparición de nuevas patologías. Enrique Rojas, reconocido Psiquiatra existencial español denomina a este tipo de Ser-Humano “Hombre Light”45, caracterizado por: 1 MATERIALISMO HEDONISMO PERMISIVIDAD REVOLUCIÓN SIN FINALIDAD NI PROPÓSITO RELATIVISMO CONSUMISMO A estos males se añadiría sobre todo el INDIVIDUALISMO que es el rasgo dominante del carácter neurótico de la época. Cada vez el incremento de los problemas de carácter existencial y espiritual, son mayores. Los “Síntomas de las neurosis colectivas” y la “Triada neurótica de masas” de Viktor E. Frankl está más vigente que nunca. Del mismo modo los problemas de

carácter socioeconómico (pobreza, disgregación familiar, violencia, injusticia social, pérdida progresiva de las costumbres y tradiciones de los pueblos, explotación, etc.) y políticos (corrupción, violencia política, etc.). A esto debemos sumarle la problemática Ambiental cada vez más importante e influyente en diversos aspectos de la vida moderna. Viktor Frankl aplicó el Análisis Existencial no sólo en el campo individual, sino también en el ámbito social, como terapia a lo que él denominó “Neurosis colectivas” y “Triada Neurótica de masas” TABLA 9. Triada Neurótica de Masas y correlaciones DEPRESIÓN Suicidio bioMuerte psíquico AGRESIÓN Suicidio Muerte social ADICCIÓN Suicidio Muerte espiritual TABLA 10. Síntomas de las Neurosis Colectivas según Viktor E. Frankl

1. Actitud provisional ante la existencia 2. Postura fatalista ante la vida.

3. Pensamiento colectivista.

El hombre de hoy está acostumbrado a vivir al día y para el día. El que adopta esa actitud provisional se dice así mismo que no es necesario actuar ni tomar el destino en sus propias manos. Pero el que adopta una postura fatalista se dice así mismo: eso no sería posible en absoluto. El hombre de hoy está obsesionado por la creencia supersticiosa en los más diversos poderes del destino. En todo caso, la encuesta realizada por el Instituto Gallup dio por resultado que únicamente el 45% de las mujeres austriacas “no creen que el destino de su vida dependa de la posición de las estrellas”. Si el hombre, en el sentido de esas dos actitudes existenciales – La actitud provisional ante la existencia y la actitud fatalista -, deja de captar la situación, veremos que en los dos otros síntomas de una patología del espíritu de la época, el hombre apenas es ya capaz de captar la persona, es decir, de captarse a sí mismo y a los demás en cuanto personas. El hombre de hoy querría desaparecer en medio de la masa; en realidad, el hombre desaparece en la masa, renuncia a sí para entregarse a ella, renuncia a sí como ser libre y

responsable.

4. Fanatismo

El individuo que adopta una postura colectivista hace caso omiso de su propia personalidad, pero el fanático hace caso omiso de la personalidad del otro, de quien piensa de manera distinta. No le concede beligerancia, a él lo único que le importa es su propia opinión.

9. OTRAS APLICACIONES DE LA LOGOTERAPIA 9.1 COMO TERAPIA CENTRADA EN EL SENTIDO La Logoterapia debería ser utilizada como un complemento terapeútico en cualquier caso en el cuál sea necesario darle un significado o comprensión a la experiencia que se está atravesando. También puede ser usada como una potente herramienta para el Desarrollo Humano y el proceso de Liderazgo. La logoterapia Clínica es indicada para cualquier angustia de tipo espiritual; incluso cuando se presenta un destino adverso. La condición requerida es que el paciente esté en condiciones de entender una conversación de tipo filosófico. Influye la personalidad del terapeuta y las características del enfermo. A menudo, se debe improvisar, recurrir a la intuición. La Logoterapia no pretende ser un tratamiento causal. No ataca directamente las causas de las neurosis. Actúa en ellas como terapia no específica. La logoterapia se apoya en tres pilares: 1 La vida entera en toda circunstancia tiene sentido. Cada uno tiene un valor de sentido. El hombre debe elegir su propio camino para vivir y para morir. Se pretende despertar la propia responsabilidad del paciente enfrentándolo con la finitud de la vida y la finalidad de ésta. Al respecto es conveniente citar un fragmento de Elisabeth Lukas: “La Logoterapia de Viktor E. Frankl es una invitación a avanzar en nuestra búsqueda; a rescatar códigos olvidados dándoles vestidura moderna y a descubrir las posibilidades de sentido que se ocultan en la vida concreta cotidiana. Más aún, es un impulso para adoptar y llevar a la práctica tales posibilidades y dar nueva vida a la esperanza. La regeneración de la estabilidad psíquica no es apneas más que un efecto secundario, aunque esencial de este proceso. Particularmente las personas que cargan una pesa cruz necesitan reflexionar sobre el sentido de sus vidas y hallar arraigo en el fondo del ser, que yace más allá de lo puramente físico. No nos referimos sólo a enfermos psíquicos cuyo estado obliga al médico a indiciar un tratamiento psicoterapéutico, sino a aquellos que cargan con la cruz de un enfermo crónico o con graves conflictos en la familia: Padres angustiados,

cónyuges desavenidos, parientes enemistados. El propósito es que logren hallar el tono adecuado en sus relaciones, que desarrollen comprensión, tolerancia y aceptación. Más pesada aún es la cruz de aquel que vive en una situación de vida relativa o totalmente inmodificable. Lo que la clasificación actual de las enfermedades cataloga como “trastornos de adaptación” a menudo no es otra cosa que una lucha comprensible por superar un sufrimiento al que no es posible adaptarnos fácilmente”. Resulta curioso observar que las situaciones positivas incluso óptimas en la vida de una persona también pueden desencadenar “trastornos de adaptación”, lo que analiza Reinhard Tausch bajo la denominación “problema de las metas alcanzadas”. “Quien mucho posee (no sólo en sentido material), quien ha logrado gran parte de los que ansiaba y se había propuesto se halla en riesgo de vacío” – refiriéndose al vacío existencial descrito por Viktor E. Frankl. 9.2 LOGOTERAPIA COMO FILOSOFÍA DE VIDA Fritz Perls, creador de la terapia Gestalt, solía decir que este método terapeútico era demasiado bueno como para limitarlo a pacientes o personas con problemas mentales. Considero que tampoco la Logoterapia por su relevancia en la existencia del hombre podría ser limitada a la terapia o a las personas con problemas de salud, sino que debe ser extendida a la vida cotidiana y sobre todo hacia el hombre común, aquél que sin poseer una patología o problema que justifique la intervención terapeútica, comparte las mismas dudas, problemas, angustias y sufrimientos ante las circunstancias e interrogantes que plantea la existencia en el día a día… aquellas experiencias, emociones e ideas que tenemos que experimentar por el solo hecho de Ser Humanos. Comenta al respecto Elisabeth Lukas: “Y en último término mencionamos a las personas que si bien no cargan una cruz sobre sus espaldas, deben prescindir de elementos esenciales en sus vidas; personas que anhelan fortalecer su personalidad, afianzar su identidad, contar con normas válidas y puntos de referencia para su comportamiento” ¿Se puede vivir Psicoanalíticamente? ¿Se puede vivir cognitivoconductualmente? Quizá se pueda vivir con una visión antropológica, postura intelectual o actitud desde dichos enfoques, pero jamás podría desprenderse toda una filosofía de vida a partir de ellos. Si bien es cierto el psicoanálisis y el conductismo han influido notablemente en la cultura, la ciencia y las artes, no satisfacen las principales necesidades del Ser humano, sobre todo en la dimensión psíquica-emocional y espiritual. Quizá de todas las escuelas psicoterapéuticas occidentales las únicas capaces de establecer dichas filosofías de vida sean la Terapia Gestalt y la Logoterapia. Es posible vivir Gestálticamente a través de un proceso continuo de “Awareness”, entrenando y perfeccionando la capacidad de “Darse Cuenta”, solucionando continuamente asuntos del pasado y centrándose cada vez más en el “Aquí y Ahora”, siendo uno mismo, a través del reconocimiento de las necesidades, de los límites de contácto, de la recuperación de proyecciones, de la integración de polaridades, etc. Los riesgos de esta forma de vida son el egocentrismo, el individualismo, el hedonismo, el relativismo moral, incapacidad para salir del presente y vivir el futuro. Es posible vivir Logoterapeúticamente superando la facticidad, los determinismos, el individualismo, el hedonismo y el “Aquí y Ahora” a través de la

capacidad propia del espíritu, reconociendo la individualidad e irrepetibilidad propia y de cada ser humano, aceptando la tri-dimensionalidad (orgánica-psicológica-noética) del hombre y comprendiendo sus mecanismos de funcionamiento (equilibrio y tensión), es ver la vida como una tarea única y específica cuyo principal director y actor es uno mismo, buscando la auto-trascendencia, realización de valores, el sentido en cada situación, de la vida y el sentido más allá de la vida, facticidad y capacidad de compresión del hombre (suprasentido). Los riesgos de esta forma de vida surgen cuando no se ha desarrollado un estudio profundo del hombre, un proceso de conocimiento de sí mismo o cuando no se ha comprendido el significado de la Logoterapia. Son frecuentes el noologismo (reduccionismo del hombre a su dimensión espiritual), la hiperreflexión existencial (cuando el individuo enferma y genera angustia innecesaria ante temas de carácter filosófico existencial), la hiperintención (excesiva auto-trascendencia como mecanismo de evasión de si mismo), incapacidad de aceptar el pasado y vivir el presente, la incoherencia teórica-práctica (cuando el discurso logoterapeútico se limita al plano teórico, siendo nulo u opuesto en la vida cotidiana del individuo), o cuando no han sido integradas al plano noético, respondiendo únicamente a dinámicas psicológicas de origen emocional (asuntos pendientes) o sociales (normas culturales incorporadas sin ser entendidas por el individuo. Ejemplo: “Tienes que ayudar siempre a tu prójimo”, “tienes que encontrar el sentido de tu vida”, “el sufrimiento siempre tiene que tener un sentido”, etc.). Auschwitz siempre servirá, en la logoterapia, como un referente. Auschwitz es Logoterapia vivenciada, no teorizada. Vivir la vida desde la Logoterapia es la mejor manera de vivencia la vida desde la espiritualidad. Es la vivencia de la espiritualidad la que nos lleva la vivencia de la autotrascendencia. “No sé si los logoterapeutas debemos hacer terapia personal o logoterapia para poder luego ejercer como tales; lo que sí se, que antes que nuestra propia terapia, quizá nuestro principal testimonio sea vivir una vida plena de sentido, arder con ganas para que el otro se encienda y se contagie de la alegría de vivir”

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