Lo Primero Que Hace Un Músico Antes de Ponerse a Tocar Su Instrumento Es
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Lo primero que hace un músico antes de ponerse a tocar su instrumento es, entre otras cosas, afinarlo. De hecho los cuidados que se le dedican van mucho más allá, incluso hasta el límite de lo racional, sin que ello nos sorprenda. Pero sí nos chocaría que, por ejemplo, los miembros de una orquesta realizaran unos pequeños estiramientos, que nuestro profesor nos aconsejara unos ejercicios de calentamiento o que un compañero nos recomendara un centro de medicina del arte al que él asiste por un problema que padece. Quizás esto es debido a que se asume que, si uno padece un problema, es debido a que tiene una mala técnica, que es un mal músico o, lo que es peor, que es un mal profesor. Evidentemente es necesario un cambio de mentalidad. Si consiguiéramos que el músico se preocupara de su cuerpo sólo una pequeña parte de lo que cuida su instrumento muchos de los problemas que acontecen a lo largo de su carrera (que, por desgracia, no son nada raros) no llegarían a presentarse. Esperamos que esta sección que hoy estrenamos contribuya a ello. Aquí va la primera entrega. ¿De vacaciones? Los músculos del músico, cuando están sometidos a una carga de trabajo superior a la habitual, tienen la capacidad de adaptarse e, incluso, mejorar sus capacidades. Pero, para que esto se produzca, es necesario que la carga sea solo un poco mayor y que se vaya repitiendo un día tras otro con pequeños incrementos. Si el cambio es demasiado intenso el músculo no sólo no podrá adaptarse si no que se sobrecargará y se expondrá a enfermar. De hecho, de entre las causas que pueden llevar a un músico a sufrir problemas de salud, la más habitual es el cambio en la rutina. Es por ello que durante las vacaciones de verano, tanto si nos planteamos un descanso como si vamos a asistir a un curso intensivo, deberíamos planificar con suficiente antelación el cambio, tanto si vamos a pasar de ensayar dos horas al día a tocar ocho como si pensamos recuperar el ritmo para el inicio del curso después de semanas de descanso. Cuanto mayor vaya a ser el cambio previsto más tiempo de adaptación se requerirá. Aumentar un poco cada día (una hora cada dos semanas puede ser adecuado) permitirá que nuestros músculos se vayan adaptando diminuyendo, así, el riesgo de enfermar. Jaume Rosset i Llobet. Director médico del Institut de l’Art. Medicina&Fisiologia.Terrassa.
Los 10 errores posturales más comunes frente al instrumento Inicio > Recursos > Salud > Los 10 errores posturales más comunes frente al instrumento noviembre 13, 2014 María Conesa Albaladejo Salud 18 Comentarios
Música y postura. Claves para la perfecta armonía La musicalidad es objetivo prioritario en todos los músicos. Se realizan grandes esfuerzos para conseguir mejorar la calidad del sonido del instrumento. Sin duda al placer de tocar se le añaden muchas horas de movimientos repetitivos, más aún cuando este placer se convierte en actividad profesional. Lograr una perfecta armonía entre cuerpo, mente e instrumento pasa por una correcta comprensión de la postura adecuada, del ejercicio físico apropiado, de la conciencia de la propia respiración y de las adaptaciones de los materiales utilizados. En este pequeño espacio vamos a caminar
hacia este autoconocimiento de mano de la fisioterapia y la osteopatía. Es el momento de empoderarse con herramientas hacia la prevención y auto-curación. LOS 10 ERRORES POSTURALES MÁS COMUNES FRENTE AL INSTRUMENTO
Colocarse de puntillas. El apoyo sobre las puntas de los pies provoca un acortamiento de la musculatura posterior de piernas y muslos, dificultando la circulación y creando además mucha tensión en las articulaciones del pie, rodilla, cadera, pelvis y zona lumbar.
Estar sentada o sentado con las caderas más bajas que las rodillas. Esta posición hace que la curva de la zona lumbar desaparezca y favorece la posición de hundimiento, sin tono muscular, creando además mucha presión en las caderas y en la parte anterior del abdomen, acortando el músculo psoas ilíaco (un interesante músculo del que ya hablaremos en alguna ocasión y que es uno de los pilares de la columna lumbar además de flexor de cadera).
Sentarse con el peso mal repartido. Al sentarnos debemos repartir el peso de nuestro cuerpo en los isquiones por igual (los isquiones son esos huesos donde acaba la pelvis y que nos clavamos si la superficie es muy dura). Si el peso está más en una parte del cuerpo que en el otro toda la musculatura se adaptará a esta posición, acortando de aquí y alargando de allá. Así nos quedamos, después de largas horas de ensayo, completamente de lado.
La repartición del peso. Si tocas de pie, también debes de tenerlo en cuenta. Éste debería concentrarse en ambos pies por igual, así como entre la punta y el talón a partes iguales.
Sentarse con la pelvis en anteversión. ¿En qué? Anteversión quiere decir con la pelvis volcada hacia delante, creando mucha curva en la zona lumbar. Habitualmente se hace cuando nos sentamos en la orilla de la silla.
Elevar los hombros. ¿Te has encontrado con los hombros casi casi en las orejas sin ser consciente de ello?. Si es así, estás agotando la musculatura que conecta los hombros con la cabeza y el cuello, como son el trapecio superior y el elevador de la escápula. Son esos músculos donde parece que se formen “nudos” o contracturas y que acaban teniendo una teniendo una textura dura y fibrosada debido a la puesta en tensión durante muchas horas.
Utilizar el hombro de manera incorrecta. Al sujetar el instrumento, son los músculos de la espalda, el serrato, los romboides, el trapecio medio e inferior, los que deben hacer fuerza para que la escápula esté en su lugar, y así el hombro y el cuello estén libres de movilidad y ligeros. Y no elevados y anteriorizados. Es decir, cuando toques, las alas (las escápulas) deben estar atrás y abajo, para evitar la escápula alada.
Bloqueo de la respiración. La posición de hipercifosis (comúnmente llamada “chepa”) no deja espacio para la contracción y relajación diafragmática. Si todavía no sabes qué es el diafragma, más adelante hablaremos de él. Sólo
recuerda que uno de los músculos más importantes del cuerpo, situado justo en el centro y es el encargado de la inspiración. Si tocas un instrumento de viento, debe interesarte aún más cómo tener libre el diafragma.
Proyección de la cabeza hacia delante. En un plano lateral, la cabeza debe situarse justo encima de los hombros. Habitualmente, por la falta de tono muscular en la espalda, o por acortamiento de la cadena anterior, hay tendencia a ir en busca del instrumento, ya sea para soplar o para prestarle atención. Además si el diafragma no está libre, en cada inspiración los músculos escalenos (músculos del cuello que se encargan de elevar la 1a costilla en la inspiración forzada), estarán sobre solicitados, creando mucha tensión en la parte anterior
Colocación del atril más bajo que los ojos (o más alto). Si usas un atril, es de vital importancia que emplees un poco de tiempo a regularlo para que esté al mismo nivel de tus ojos, y si es posible centrado. Los músculos del cuello, de los ojos y de toda la columna te lo agradecerán y se evitará así la rectificación cervical, o falta de curva del cuello.
Cruzar las piernas es un vicio nocivo. Si tocas la guitarra sobre todo, en vez de un banquito o poner una pierna sobre otra, lo que provoca una curva no fisiológica en la espalda y problemas circulatorios, puedes utilizar soportes tipo “gitano” o “ergoplay”. Si empezaste muy joven, antes de que tus huesos estuviesen formados (hasta los 1113 en las chicas y 1215 en los chicos), esta posición mantenida puede llegar a provocar desviaciones con deformación vertebral como la escoliosis.
Los 10 errores posturales más comunes frente al instrumento Inicio > Recursos > Salud > Los 10 errores posturales más comunes frente al instrumento noviembre 13, 2014 María Conesa Albaladejo Salud 18 Comentarios
Música y postura. Claves para la perfecta armonía La musicalidad es objetivo prioritario en todos los músicos. Se realizan grandes esfuerzos para conseguir mejorar la calidad del sonido del instrumento. Sin duda al placer de tocar se le añaden muchas horas de movimientos repetitivos, más aún cuando este placer se convierte en actividad profesional. Lograr una perfecta armonía entre cuerpo, mente e instrumento pasa por una correcta comprensión de la postura adecuada, del ejercicio físico apropiado, de la conciencia de la propia respiración y de las adaptaciones de los materiales utilizados. En este pequeño espacio vamos a caminar hacia este autoconocimiento de mano de la fisioterapia y la osteopatía. Es el momento de empoderarse con herramientas hacia la prevención y auto-curación. LOS 10 ERRORES POSTURALES MÁS COMUNES FRENTE AL INSTRUMENTO
Colocarse de puntillas. El apoyo sobre las puntas de los pies provoca un acortamiento de la musculatura posterior de piernas y muslos, dificultando la circulación y creando además mucha tensión en las articulaciones del pie, rodilla, cadera, pelvis y zona lumbar.
Estar sentada o sentado con las caderas más bajas que las rodillas. Esta posición hace que la curva de la zona lumbar desaparezca y favorece la posición de hundimiento, sin tono muscular, creando además mucha presión en
las caderas y en la parte anterior del abdomen, acortando el músculo psoas ilíaco (un interesante músculo del que ya hablaremos en alguna ocasión y que es uno de los pilares de la columna lumbar además de flexor de cadera).
Sentarse con el peso mal repartido. Al sentarnos debemos repartir el peso de nuestro cuerpo en los isquiones por igual (los isquiones son esos huesos donde acaba la pelvis y que nos clavamos si la superficie es muy dura). Si el peso está más en una parte del cuerpo que en el otro toda la musculatura se adaptará a esta posición, acortando de aquí y alargando de allá. Así nos quedamos, después de largas horas de ensayo, completamente de lado.
La repartición del peso. Si tocas de pie, también debes de tenerlo en cuenta. Éste debería concentrarse en ambos pies por igual, así como entre la punta y el talón a partes iguales.
Sentarse con la pelvis en anteversión. ¿En qué? Anteversión quiere decir con la pelvis volcada hacia delante, creando mucha curva en la zona lumbar. Habitualmente se hace cuando nos sentamos en la orilla de la silla.
Elevar los hombros. ¿Te has encontrado con los hombros casi casi en las orejas sin ser consciente de ello?. Si es así, estás agotando la musculatura que conecta los hombros con la cabeza y el cuello, como son el trapecio superior y el elevador de la escápula. Son esos músculos donde parece que se formen “nudos” o contracturas y que acaban teniendo una teniendo una textura dura y fibrosada debido a la puesta en tensión durante muchas horas.
Utilizar el hombro de manera incorrecta. Al sujetar el instrumento, son los músculos de la espalda, el serrato, los romboides, el trapecio medio e inferior, los que deben hacer fuerza para que la escápula esté en su lugar, y así el hombro y el cuello estén libres de movilidad y ligeros. Y no elevados y anteriorizados. Es decir, cuando toques, las alas (las escápulas) deben estar atrás y abajo, para evitar la escápula alada.
Bloqueo de la respiración. La posición de hipercifosis (comúnmente llamada “chepa”) no deja espacio para la contracción y relajación diafragmática. Si todavía no sabes qué es el diafragma, más adelante hablaremos de él. Sólo recuerda que uno de los músculos más importantes del cuerpo, situado justo en el centro y es el encargado de la inspiración. Si tocas un instrumento de viento, debe interesarte aún más cómo tener libre el diafragma.
Proyección de la cabeza hacia delante. En un plano lateral, la cabeza debe situarse justo encima de los hombros. Habitualmente, por la falta de tono muscular en la espalda, o por acortamiento de la cadena anterior, hay tendencia a ir en busca del instrumento, ya sea para soplar o para prestarle atención. Además si el diafragma no está libre, en cada inspiración los músculos escalenos (músculos del cuello que se encargan de elevar la 1a costilla en la inspiración forzada), estarán sobre solicitados, creando mucha tensión en la parte anterior
Colocación del atril más bajo que los ojos (o más alto). Si usas un atril, es de vital importancia que emplees un poco de tiempo a regularlo para que esté al mismo nivel de tus ojos, y si es posible centrado. Los músculos del cuello, de los ojos y de toda la columna te lo agradecerán y se evitará así la rectificación cervical, o falta de curva del cuello.
Cruzar las piernas es un vicio nocivo. Si tocas la guitarra sobre todo, en vez de un banquito o poner una pierna sobre otra, lo que provoca una curva no fisiológica en la espalda y problemas circulatorios, puedes utilizar soportes tipo “gitano” o “ergoplay”. Si empezaste muy joven, antes de que tus huesos estuviesen formados (hasta los 1113 en las chicas y 1215 en los chicos), esta posición mantenida puede llegar a provocar desviaciones con deformación vertebral como la escoliosis.
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María Conesa Albaladejo
Fisioterapeuta. Osteópata. Profesora Asociada en la Facultat de Fisioteràpia de la Universitat de València.
18 ComentariosDeja un comentario
Carolina dice:
noviembre 15, 2014 a las 9:01 pm Colocación del atril más bajo que los ojos (o más alto). Si usas un atril, es de vital importancia que emplees un poco de tiempo a regularlo para que esté al mismo nivel de tus ojos, y si es posible centrado. Los músculos del cuello, de los ojos y de toda la columna te lo agradecerán y se evitará así la rectificación cervical, o falta de curva del cuello. Sobre ese punto, analiza a los pianistas, para nosotros es imposible hacer eso, si lo hacemos podemos caer en alguna de las otras malas posturas… además es necesario que tengamos un cierto punto “intermedio” para poder mirar de vez en cuando nuestras manos que están sobre el teclado del piano. Contestar
Carolina dice:
o
noviembre 15, 2014 a las 9:07 pm Añadiendo algo más, está el asunto que en los pianos verticales el atril por lo general nos queda por debajo de los ojos y en los pianos de cola en algunos casos el atril nos queda por encima de los ojos (y eso no lo podemos cambiar ya que el atril forma parte del mismo piano), en mi caso yo por lo general adopto una postura “intermedia” donde solamente tenga que subir o bajar la “vista” y no tener que estar moviendo mucho la cabeza.. Contestar
María Conesa dice:
noviembre 20, 2014 a las 12:18 am Hola Carolina! Gracias por tu comentario. El artículo es general, y cada persona debe de tratarse individualmente en su adaptación al instrumento. En todos los casos hay zonas del cuerpo que resultarán más “agotadas” que otras. Es importante entonces hacer ejercicios específicos para dichas zonas. Te invito a leer el siguiente post, donde haremos referencia a la relajación de la musculatura de los ojos. Un saludo Contestar
Omar Padilla dice:
noviembre 16, 2014 a las 5:12 am Las posturas son interesantes, pero por ejemplo en el caso de los organistas que usamos pies y manos solo tenemos el apoyo en el asiento que tiene una altura predeterminada y el atril es fijo, es un intrumento muy complejo, no nos caemos del asiento por estar tan acostumbrados, pero si es un intrumento de mucho equilibrio aparte de todo. ¡Buen artículo!. Contestar
María Conesa dice:
o
noviembre 20, 2014 a las 12:23 am Hola Omar! Muchas gracias por incluir el equilibrio como protagonista de tu comentario. Forma parte del entrenamiento físico el ejercitar la fuerza y la resistencia de los músculos que nos mantienen en el centro de gravedad del cuerpo (situado bajo del ombligo). Para lograrlo es importante que la espalda, el abdomen y la respiración estén en condiciones óptimas. Un abrazo y seguir en equilibrio! Contestar
Maarten Vonk dice:
noviembre 16, 2014 a las 1:09 pm Hi, This is very interesting, Are your books available in English? Kind regards from The Netherlands, Maarten Contestar
o
María Conesa dice: noviembre 20, 2014 a las 12:51 am
Hello Maarten! This information is not published in any book in English, but if you let me, I would like to recommend a very interesting book about posture and musicians. It is about the Alexander Technique. You can find several books on the application of this technique postural repositioning in English. I give the title of one of them: “Indirect Procedures: A Musician’s Guide to the Alexander Technique” and “The Alexander Technique for Musicians”. Good luck and Greetings from Spain! Maria Contestar
Mario dice:
noviembre 17, 2014 a las 5:47 am *Posturales o.O Contestar
luis h dice:
noviembre 19, 2014 a las 3:53 am Como estudiante de bajo agradezco el tema y su info ya que constantemente hay dolor luego de horas de estudio por malas posturas. Adicinalnente el bajo pesa y luego de varias horas la postura puede aportar positivo o negativamente. Contestar
María Conesa dice:
o
noviembre 20, 2014 a las 12:58 am ¡Hola Luis! Gracias por tu comentario. Muchos ánimos en el estudio del instrumento y en la formación como músico. Te aliento a seguir aprendiendo también de tí mismo en relación a la postura, al ejercicio físico, a la respiración y a los tiempos de descanso. ¡Así seguro que el bajo aparentará pesar un poco menos! Un saludo afectuoso Contestar
mariana dice:
noviembre 21, 2014 a las 4:17 pm Hola que buenos consejos gracias! Yo me dedico a la percusión afro latina y suelo armar un set con bombo cajón derbaque pezuñas cortinas bongos etc.. Mi profe me enseñó a darle movimiento al cuerpo para acompañar a las manos y brazos cuando toco, que me aconsejas? Contestar
Maria Conesa dice:
o
noviembre 26, 2014 a las 4:45 pm ¡Hola Mariana! ¡Muchas gracias! Darle continuidad al movimiento va a armonizar la música con tu cuerpo y además hará que la vibración al tocar se transmita desde las manos y brazos hacia el resto, disminuyendo la compresión en las articulaciones distales. ¿Un consejillo? Intenta que el centro de gravedad de tu cuerpo esté siempre activado, que la fuerza hacia brazos también “salga” desde ahí. Para ello puedes meter el ombligo hacia dentro (el centro de gravedad está tres dedos por debajo del ombligo) con el músculo transverso del abdomen, lo que hará que hombros y espalda no se sobrecarguen.
Saludos y mucho ritmo!! Contestar
belen dice: noviembre 28, 2014 a las 11:14 am Hola, Carolina: Enhorabuena por tu artículo y el trabajo dedicado al mundo de los músicos, me ha parecido muy claro e interesante. Soy profesora de técnica alexander y el 90% de mis alumnos son músicos. Solo quería puntualizar un par de cosas: 1. en cuanto al atril a la altura de los ojos: por su puesto depende del instrumento, pero si tenemos en cuenta que la cabeza tiene más peso por delante que por detrás, y que el hábito de la gran mayoría de nosotros es llevar la cabeza
hacia atrás, es mucho mejor situar el atril de manera que los ojos dibujen una ligera diagonal hacia abajo, es decir un poquito más abajo que a la altura de los ojos. Esto también se aplica para los cantantes con el micrófono, siempre un poquito más abajo que la boca, para así facilitar el buen equilibrio de la cabeza y no oprimir la laringe. 2. en cuanto a sentarse con la pelvis perdida hacia delante: no depende tanto de si se sientan en el filo de la silla, cuanto de encontrar un buen apoyo en los isquiones, los huesos de sentarse (“sitting bones”, en inglés). Su buen uso tiene que ver con mantener una buena relación entre cuello, cabeza y espalda; y sobre todo saber qué extensión tiene mi espalda o tronco: no termina en la cintura, como mucha gente piensa, sino que incluye también la pelvis. Un abrazo y espero conocerte algún día.
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