Lógicas de la vida amorosa [Jacques-Alain Miller].pdf

March 29, 2017 | Author: adrioskar | Category: N/A
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En Abel la Metáfora Paterna aparece tan bien constituida que se puede decir que el Nombre del Padre es como si hubiese reducido a la nada, a cero, el Deseo de la Madre. Es decir, es lo que él llama "la obligación", la madre se queda con el padre por obligación. De tal manera que es como si la posición del goce fuera pa-

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Jacques-Alain Miller

Contrapunto clínico

fantasma de corrupción de un niño y lo dice además en una frase admirable por su precisión: "Soy como un.a madre sorprendida con el pito del hijo". En eso, se puede decir, capta la experiencia fundamental. También es coherente con el hecho de que él hace esa distinción entre el macho, que tiene al falo de su lado, que ha incorporado el falo: "Uno es macho cuando está incorporado a la pija". Y él, que se define al contrario, del lado de la madre; para él el falo está del otro lado y surge como una sorpresa. Creo realmente que esto es el centro de su exposición. Usted nos habla de la pareja, de su partenaire, pero no dice nada de la estructura de la pareja, es decir hay varias posibilidades en una pareja. Con los datos que tenemos, quizás la pareja podría ser narcisista, pero debe tratarse de una pareja: madre-hijo. El en la posición de la madre y el partenaire en la de hijo. Es una manera de pensar las estructuras clínicas, o lo que llamamos estructuras clínicas. Son quizás maneras de responder a la cuestión de saber cómo emparejar la sorpresa del goce y que en estos dos casos tenemos dos maneras de emparejar la sorpresa del goce. José, el homosexual, adopta la posición de la mujer gozante; podemos utilizar quizás para él la fórmula que una vez Lacan en los Escritos propuso como fórmula del deseo femenino . Son dos maneras de ubicarse para el sujeto frente al goce, de emparejar la sorpresa del goce. Una manera -él define su posición así- voy a escribirla como Lacan escribió una vez la fórmula del deseo femenino, traduciendo eso como lo que él llama: la ansiedad por los hombres y por la posición eminente del falo imaginario como condición de amor en el objeto.

Debo decir que he pensado en esto como una tentativa para ordenar estos ·dos casos, para hacer un contrapunto, quizás se puede ir más allá pensando que son dos hombres que nos dan dos lecturas distintas de la sexuación masculina, si tomamos las fórmulas de la sexuación masculina a partir de Lacan:

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Parece que su fórmula sin salida trata de suprimir la sorpresa del goce, de tal manera que se puede describir así: él mismo completa al sujeto, es amo, cirujano impasible en relación con un Otro completo en tanto que separado del goce; eso, podríamos decir, define su posición.

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En la versión homosexual que nos presenta José tenemos que por un lado necesita, en posición excepcional, a la Madre; en la posición de la no castración, porque O

Podemos decir que el objeto a de Lacan es siempre esa cantidad irreductible que el funcionamiento del principio del placer no logra hacer desaparecer. CT=X: >0

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Pero estamos en Freud. ¿Qué pasa cuando ese aparato no logra realizar su fin? Es lo mismo que cuando quieren tener luz. Encienden, no es suficiente, y tratan, por ejemplo, de cambiar la lámpara por una más potente o encender una segunda luz. En Freud. el funcionamiento, la puesta en marcha del principio de realidad, está enlazada al fracaso del principio del placer para lograr su finalidad de reducción a cero de las tensiones. Como no se reduce, se introduce un nuevo circuito que Freud llama principio de realidad. De tal manera que visto desde cierta perspectiva, se puede decir que el principio del placer está reemplazado por el principio de realidad. Pero según otra perspectiva, el principio de realidad no es más que la continuación del principio del placer, es decir, se trata siempre de la misma finalidad.

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Para mí, es la única manera de hacer compatible la concep-

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Se podría continuar un poco más y decir que, según Freud, la ética es el nivel más alto, más complejo del programa de la cultura, y es en ese sentido que Freud dice en la cita que yo tenía para empezar, que la ética es como una tentativa terapéutica para realizar, a través del mando del superyó, algo que no ha sido posible realizar a través de alguna otra actividad cultural. Es decir que es un cierto fracaso del programa de la cultura el que pone en marcha el programa ético que intenta realizar la renuncia de las tensiones y lograr ese cero. Así, he presentado acá una puesta en marcha de sucesivos principios, debido al fracaso de obtener ese cero. Lo que queda es ese algo de lo que Lacan deduce que hay, y lee eso de El malestar en la cultura, una cantidad inanulable por la puesta en marcha de esos varios sistemas.

La ética en psicoanálisis

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Hay en Foucault la idea, que para nosotros sería una salida, de volver a los griegos. Es decir - es mi posición-, que lo que él ha escrito como historia de la sexualidad, es en realidad una arqueología del psicoanálisis, y que como el psicoanálisis no es una formación ideológica como las otras, Michel Foucault no pudo quedarse en el ambiente de los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX, que fueron siempre su campo de investigación, y se vio obligado a volver hasta el comienzo de la civilización. Lacan también hizo una arqueología del psicoanálisis, es decir, un estudio de las condiciones históricas de posibilidad del psicoanálisis, y ha mostrado entre esas condiciones el corte ético kantiano, es decir, el descubrimiento de una zona más allá del bienestar, que descubre Kant. Esa zona más allá es identificable a lo que no se puede reducir a través del principio del placer. Se trata así de una cantidad que se debe tener en cuenta en todos los cálculos de la supuesta curación. Quizás la curación no sea sino aislar esa cantidad que es la causa secreta de la puesta en marcha de todos esos aparatos, esa cantidad, irreductible, que es la causa fundamental de la puesta en marcha del principio del placer, el secreto de la realidad, el misterio de la cultura y el enigma de la ética. Creo que se puede ver inmediatamente el carácter homólogo que hay entre la presentación que he hecho hoy acá, y la manera, tan sencilla, con la que Lacan presenta el piso superior de su grafo, es decir -voy a conservar las letras francesas y voy a simplificar-, como un vector que va del goce a la castración. Es decir, se puede ver que la estructura fundamental de la metapsicología, es homóloga a la estructura misma de la que da cuenta el Edipo, y acá, en lugar del principio del placer, podemos escribir la estructura del Edipo, en tanto que el Edipo funciona en Freud como lo que hace pasar, de un goce invasor, a la castración.

Goce

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Eso repite el mismo movimiento que hemos visto acá. A tal punto que, la metáfora como la traduce Lacan, la metáfora paterna, a través de la cual Lacan traduce el Edipo en su escritura famosa: NP indica, necesariamente, el sometimiento del goce pri-

DM mario, por parte de un N del P que es casi un principio de realidad, el Edipo cuenta la misma historia que la metapsicología. G

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j Edipo j

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(Goce)

Pero más allá de eso, Lacan abandonó progresivamente la posición del Edipo en ese lugar y generalizó esa estructura freudiana, simplemente al poner acá adentro - en ese lugar- el lenguaje mismo, es decir, considerando que es el lenguaje mismo el que borra el goce, quedando como resultado la castración más una cantidad llamada "a" que no es reductible, que no es negativizable. G --t [Lenguaje

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Así, en ese lugar se puede poner todo el grafo de Lacan - el grafo del deseo- y es de ese grafo que he tomado esas dos letras .

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El lenguaje, en Lacan, está en el mismo lugar del principio del placer de Freud, y es en el último Lacan, el que da cuenta de la obliteración del goce, y presenta al "a" como el resto de esa operación de borramiento. Es decir, que el "lingüistismo" de Lacan, está hecho para dar cuenta de la metapsicología freudiana. Eso implica también algo fundamental que no ha sido tan bien visto, creo. Implica que no es la ley lo que prohíbe el goce. Cuando uno pone acá el Edipo se puede decir que es la ley paterna, que es el Nombre-del-Padre lo que prohíbe el goce, de tal manera que se puede pensar que salir del régimen del Nombreclel-Paclre, sería la liberación.

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La ética en psicoanálisis

Por el contrario, si se pone en ese lugar el lenguaje como tal se debe concluir que no es la ley lo que prohíbe el goce. Lacan dice: "no es la ley que prohíbe el acceso del sujeto al goce -y añade-, es el placer", pero significa también: es el lenguaje mismo, siendo la ley paterna un redoblamiento de esa interdicción que funciona en el nivel primario del lenguaje. Desde esta perspectiva se puede decir que el superyó redobla esa interdicción que funciona primariamente en el lenguaje. Es decir, que hace del Triebverzicht de la renuncia al goce pulsional, un deber, cuando, en ese nivel se trata de un efecto necesario. Así. se puede ver la homología entre la metapsicología freudiana, la teoría del Edipo y la introducción de la función del lenguaje en Lacan, de manera tal que el Edipo pierde esa función constitutiva que tiene para Freud, y Lacan puede formular que el goce es prohibido al que habla como tal, es decir, al que está situado en el lenguaje. Esa frase significa que el Edipo es como la superestructura sobre esa anulación estructural primaria. Así el primer antiedipo lo ha escrito Lacan, separando el Edipo y la castración, valorizando la lógica de la castración y dejando el Edipo a nivel imaginario. Lo que en realidad permite toda esta simplificación, es que estoy utilizando un solo concepto de goce, cuando en Freud necesitamos un aparato mucho más complicado. La objeción que se podría hacer nadie la ha hecho y es por eso que la hago yo mismo porque ¿quién sabe mejor las fallas de un argumento que quien lo ha propuesto? Lo que implica este esquema es que la libido es arrastrada en el mismo camino que la pulsión de muerte. Este es un esquema libidinal, donde encontramos en la continuidad, la muerte. Para Freud, al contrario, el binarismo es esencial. En El malestar en la cultura, él le da la más grande importancia al binarismo de las pulsiones. Y es en ese lugar precisamente de falla, en ese lugar donde uno puede presentar todo esto como antifreudiano, como no freudiano, es precisamente en ese lugar donde, creo, se puede triunfar argumentativamente, pensando bien el camino del propio Freud a propósito de las pulsiones. Freud mismo hace el recorrido de su teoría de las pulsiones en tres tiempos cronológicos. El no encontró el concepto de pulsión en la biología, lo encontró en la poesía, lo encontró en Schiller, en la distinción del hambre y del amor.

Es a partir de eso que distinguió, efectivamente, la pulsión que concierne al objeto y la pulsión que concierne al yo, distinguió dos tipos de pulsiones y es esto lo que expone antes de su "Introducción del narcisismo".

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Objeto

Yo

¿Es la novedad clínica, en 1914, de la "Introducción del narcisismo"? La novedad es la unificación de la libido. Es decir, demuestra que cada vez que se vacía el yo, es para investir el objeto, y a la inversa. A partir de un principio tan simple, ordena muchos trastornos mentales. Es a partir de esto que puede dar cuenta de la hipocondría, de la paranoia, de la melancolía, de los desplazamientos de la misma libido entre el yo y el objeto. Con un esquema que no es más dificil que éste y que es la justificación freudiana del estadio del espejo.





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Lo que Lacan traduce en el estadio del espejo, con la reciprocidad del a y el a', es la "Introducción del narcisismo" de Freud y el carácter correlativo de la libido del yo y de la libido de objeto. El tercer momento, y los analistas se han detenido en esto, reintroduce un binarismo. Como ustedes saben pone la libido, a la vez yoica y objeta!, de un lado, para distinguir la pulsión de muerte como distinta. Freud mismo señala que los analistas no lo han seguido en ese punto, que estuvo solo para admitir como tal la pulsión de muerte. Pulsión de muerte

Libido





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Esto produjo una división de los caminos en la historia del psicoanálisis. Es el problema que se han planteado, por ejemplo, Hartmann, Kris y Loewenstein en un artículo sobre la teoría de la agresividad: ¿cómo dar cuenta de esa pulsión de muerte, o al menos de la agresión con respecto a la libido? Todo el esfuerzo

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de ellos - no lo voy a desarrollar- fue construir la agresión según el modelo de la libido. Es decir, tomar todos los textos de Freud sobre la libido y ver si funciona la misma cosa para la agresión. Es en ese punto donde podemos situar la intervención de Lacan. Hay un vínculo esencial de la obra de Lacan con Freud. Lacan representa -y es el sentido de toda la ética del psicoanálisis- el cuarto tiempo de la construcción de Freud. Es decir, que lo que Lacan ha creado es - como cuarto tiempo- la comunicación entre esa pulsión de muerte y la libido. Es decir, el cuarto tiempo de unificación. Y ¿cómo la ha llamado Lacan a esa conexión esencial entre libido y pulsión de muerte? La ha llamado: el goce.

goce traduce fundamentalmente lo que resiste a la moderación del principio del placer. Y también, en la experiencia, traduce lo que Freud ha percibido por ejemplo en Ja neurosis obsesiva: que el síntoma traduce una interdicción de satisfacción pulsional, de Befriedigung, pero está obligado a ver que la misma interdicción de la satisfacción puede constituir una satisfacción sustitutiva. Voy a leer un parágrafo que me parece indicativo de esto en Inhibición, síntoma y angustia, cuando Freud dice exactamente: "Hay satisfacciones que se burlan de toda especie de defensa", y que "la formación del síntoma triunfa cuando la interdicción logra ser amalgamada a la satisfacción. De tal manera que la interdicción o el mandato originariamente rechazantes toman también el sentido (Bedeutung) de una satisfacción. De tal manera que además de la significación original, los síntomas tienen el sentido, la significación del opuesto directo". ("[ ... ] prevalecen las satisfacciones, que burlan toda defensa. Constituye un triunfo de la formación de síntoma que se logre enlazar la prohibición con la satisfacción, de suerte que el mandato o la prohibición originariamente rechazantes cobren también el significado (Bedeutung) de una satisfacción (Befriedigung). [ ... ] En casos extremos el enfermo consigue que la mayoría de sus síntomas añadan a su significado originario el de su opuesto directo [... ]") (Inhibición, síntoma y angustia, A.E., T. XX, cap. V, pág. 107.) Finalmente, se puede decir que lo que Freud trata de atrapar en esto es exactamente lo que Lacan atrapa y simplifica con el concepto de goce.

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Pulsión de muerte

Libido





~ Goce

Si podemos entender el concepto de goce en Lacan como un concepto único es porque en el concepto de goce tratamos, a la vez, la libido y la pulsión de muerte, la libido y la agresión, no como dos fuerzas antagónicas y exteriores una a la otra, sino como el nudo que constituye un clivaje interno. El mismo clivaje interno que Freud descubrió en la economía del masoquismo, es decir. una patología del placer en el displacer. Freud lo descubrió lateralmente, mientras que Lacan lo instala en el centro de la teoría de las pulsiones. Se puede decir que el concepto lacaniano de goce constituye el cuarto tiempo del itinerario freudiano. Y, en eso, ordena muchos de los fenómenos de la experiencia. Seguramente hace del masoquismo un estatuto fundamental del sujeto. El goce como nudo de la pulsión de muerte y de la libido hace del sadismo un fenómeno subsidiario. No es la agresión al otro lo esencial en Lacan, esto tiene su lugar en el narcisismo especular, lo fundamental es que cuando goza. el sujeto se destruye a sí mismo, que el goce en sí mismo es una destrucción, y que es en eso que no tiene nada que ver con el principio del placer considerado como una moderación y un bien-hacer. El nombre de

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CONFERENCIA A LOS ESTUDIANTES DE PSICOLOGIA

Hay aquí un efecto propio del número de gente, que es lo que Freud llamaba las masas, la masa de la cual Freud hace la psicología, como dice, en relación con el análisis del yo. No necesitan ser millones de personas. Con una tal masa hay que tener cuidado y conviene, a alguien convocado en este lugar en tanto que psicoanalista, tratar de evitar de reforzar los efectos de masa, de manera de poder dirigirme más a cada uno que a todos. No sé si es posible. Esto me hace recordar bastante Ja atmósfera de Mayo
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