Lipovetski, Gilles. La felicidad paradójica.pdf
Short Description
Download Lipovetski, Gilles. La felicidad paradójica.pdf...
Description
''f'. C,rr¡ .l.. \
,
v
¿.. ,
.J'"
--.>,
Gilles Lipovetsky
\
La felicidad paradójica
~;,
~
:'
;
o
,
Ensayo sobre la sociedad de hiperconsumo
~
,.
Traducción
~
de Antonio- PrOlneteo j\!Joya
1
j
.';_~
o
'7!:~.=~ "".
1:' IL-,--,,~_ ..',
r~------'-
,~:'-i
.•~:l;::'
_:...
-.=
-~
,'- .~....
c'
-"
="----=---=-"';.;t .
torno .m.üümal~s[a . den,/hallegado
'.
e hiperfuncional
d moniento
dclas
="-=;o,,""-o"","=-'-.:'=_""'::~---=7';:-:-'=-"-=---:'''-,==-''.,~los
mésticas
j'
tiempo y de los objetos, los medios.
EL TURBOCONSUMISMO
¡.~
'
1,... »
l'
l
il 'i!
..i,
.I!I!
:~lli
[
~lfjl
I
Durante
todo este período,
sumo estuvieron
sin embargo,
mayoritariamente
estructurados
por los hábi-
.r
do-
del espacio,
del
como el móvil, el contestador
cio-tiempo,
Es el momento
de la hiperindividualiz;¡ción
~lc la
vos e incrementa
banderas,
de"los bienes de equipo.
con letras triunfales:
"A cada cual SllS objetos.
Por conceptualizarla con u~a fórmula, la fase IU repres:nta e! paso de la edad de la elecclOn a la edad de la h'pere!ecclon, de!
cual su uso, a cada cual su ritmo de vida.» Todas las esferas del consumo reCIben frondmente
monoequipamiento
midabie
dlscontinuo
al multiequipamiento,
al consumismo
lista al consumo
conrinuo,
de! consumismo
del consumo
individua-
empuje
indiv,dualizador.
de los C0l11portamienros
hiperindividualista.
En este sentido,
alimentarios
plar. lvrientras la oferta es más variada los horarios,
.'r'~
.'
Desde fIn':.de I~s años se~e~, ,!'n_qu" Ja tecnol?\5ización moaema éle los hogares es casI general. aumenta el plunequl'
. pamiento
de éstos, lo que supone el paso de un consumo
lado parla
familia a un consumo
efectos de esta multiplicación
centrado
articu....
en el individuo.
de los objetos personales
a cada . este fOl'
la evolución
es parricubrmentc
e¡em-
y más exótica, I~s [llcmis,
los conlcdo~es reflejan mucho
más cleccl0n,es pcr-
sonales que reglas colectIvas: estamos en el momento
- .'. ~ .'~', ,. _. ~""'~." "."" "~~
.
te1et" películas o viajes, se éticos!> y ecológicos.
"productos
tivaciones;
tras los miliwt1res políticos
consumidores
socieda-
(,compromcridos)),
límites
a mayor
mediático,
felicidad
movilizado
del hiperconsumidor
episódicamente
sentimental-
y a distancia,
Otra época, otras mohan llegado los nuevos de eriqueras éticas y
catadores
El consumismo sin fronteras
de produc[()s con sentido asoci;ldos a la defensa de los niños, de los hambricnros,
de los animales,
ambiente,
de las
La fase III se organiza bajo los auspicios
vlcrirnas de rodas cbses. del consumo
del medio
'(COITCCto>\,del g~-lstocon conciencia
cívica, ecoló-
La dinámica
del consLlmo-mundo
Todas las instituciones corregidas»
cionaliza y se privatiza volviéndose
menta con un consumo
disponibilidad
galas mediatizadas
el auge de las
de benefICencia de masas, con estrellas, jue-
gos, risas, Lígrimas, diluvios de llamadas
y donativos.
El hiper-
cOIlSLlmidor experiencial
vota por los megaespectáculos
bondad,
desgarradores,
grandes
los testimonios
el rock caritativo,
(Slrcllas al servicio de la solidaridad,
un ambiente
festivo e interactivo.
de afirmación
identiraria
de emociones-minuto
todo inmerso
El estadio terminal
sumo se realiza con la consagración
de la
para los espectJJorcs
en
política? Mientr\ls
fi-
Al festival del objeto se SLlperpone ahora el conSLlmo de responsabilidad
cívica y lafiesta de los bLlenos sentimientos,
Se van
las (aguas heladas del cálculo egoísta)), paso al caritativismo la felicidad dada y recibida en directo y en primer qLliradas las rivalidades vaje, nuestro
simbólicas
prometido,
y altruismo,
mo y generosidad, 126
entre
y zapeado. Tras el consumo
hedonismo idealismo
nuestra
es el
y massme-
de las clases ricas, la subasta del Bien catódico.
hay antagonismo dualismo
expedido
sal-
y compasivo,
poda le/¡ de la bondad rotal, del donativo consumido mostrativo
plano, Fini-
del intercambio-donativo
potiarch es mágico, consensuado
y desinterés,
entre
y cspectacularismo,
época ha mezclado
de
de-
Ya no indivi-
consumis-
estos antiguos
precariedad alguno
nlás contractual,
más flotante
a los particalnbian
político tiende a reemplazar ¿La actividad
sindical?
identitario
un «cliente» que
una relación de tipo utilitario,'
en que el consumismo
diversos como la sexualidad
del consLlmo-mLlndo
conquista
y la procreación,
territorios
el esperma
y la cultLlta, el deporte
de ponerse)
incluso las jubilaciones
tan y los
y el colegio?
Mientras se pide a los servicios públicos que se comporten empresas del sector privado,
co-
que prevalecía hasta hace
habrá que situar las fronteras
la espiritualidad
al voto de
Aquí todavía
sindical como con una institución
tras el compromiso
están a punto
de
y a distancia, ya que el afiliado ha aca-
poco ha llegado para susrituirle
óvulos,
¿La
de las urnas, muchos
en un simple cotizante)
trata con la organización
en el momento
indivi-
del individuo-consumidor.
n1ás individualmente,
usanza,
vence el vínculo temporal
¿Dónde
temporales,
y la apuesra de las elecciones: el varo es-
tratégico del consumidor
bado por convertirse
rescindible, libres, incre-
de los vínculos: la familia ya no
una adhesión
voto según la naturaleza
triente:
qLle se considera de las uniones
crecen las oscilaciones
se orientan
más inesta-
y quiere conservar su
de las estrategias
manifiestan
clase a la antigua
lantrópicos.
diatizado,
ciudadanos
aumento
contractLlalizadas
dos polIricos,
y generador
de los maratones
mento del divorcio, se libra en modo dualizadas,
del Vldor ético, instrumento
de los ncocon.sumidores
en un compromiso
de las bodas,
las
del con-
¿La pareja? Se desinstitu-
ble, ya que cada parre quiere ser autónoma Descenso
aquÍ.
(¡revisadas y
sociales están reformateadas,
por el turboconsumismo,
gica y sOclJhnelllC responsable. AJ misrno ricmpo, la Jl1crc;¡,ncía «respolls;lblc)) se complede acciones humanitarias,
no se ha detenido
como
se ponen,
en manos de las compañías
o
de segu-
127
'il'l }~I
:{,! ros y los fondos de pensiones, en nombre del interés de los con- ' ' sumido res, de los usuarios y lus jubilados, El hecho está ahí: con el auge de la sociedad de mercado, el universo del clieme O del usuario se convierte en el paradigma dominante, una especie de (¡[enónleno social totah. Estamos en un momento en que se impone más o menos en todas las esferas el principio del autoservicio y la transitoriedad de los vínculos, la instrumentalización utilitarista de las instituciones, el cáJculo individualista de los costes y los beneficios.
I
¿Qué significa esto sino que el mercado se ha convertido. más allá de las transacciones económicas, en el modelo y en lo imaginario que rigen el conjumo de las relaciones sociales, sino que el consumidor se presenta como figura predominante del sujeto social? La emancipación de los agentes alJte las imposiciones colectivas, el retroceso del Estado, la ampliación de la esfera comercial a esferas que estaban antaiín exclltidas lun generalizado en todos los dominios la lógica de las opciones personales, las relaciones contractualizadas y temporales, la perspectiva del cliente, la búsqueda de la mejor relación calidad-precio y la maximización de las ventajas, La fase ]]] puede definirse como la sociedad en que la forma-consumo aparece como esquema organizadot de las actividades individuales, en que el espíritu del consumismo reestructura rodas las esferas, incluidas las ajenas a la transacción de pago, Ha tomado cuerpo una nueva figura represemativa del individuo yes el hipetconsumidor globalizado,
EL CONSUMO REFLEXIVO
La fase 11 del consumo de masas se formó entre violentos ataques contra la comercialización de las necesidades y la programación de los modos de vida, Las corriemes izquierdistas, la 128
juventud rehelde, la ecología radical declararon la guerra a las pseudo necesidades, al consumo ilusorio de objetos, el derroche de riquezas, Toda una generación se movilizó contra el teinado de la pasividad y del condicionamiento gmeralizado en nombre de la libertad total, de la creatividad, del goce pasional. Esta fase, es evidente, ha caducado, ya que el espíritu teVOlucionario no pudo resistirse a los encantos del Edén consumista. Se construyó una nueva cultura que sustituyó los sueños de discontinuidad histórica POt el culto a la plenitud subjetiva, a la calidad de vida, a la salud infll1ita, ¿Significa esto que ha desapatecido toda oposición al mundo de la mercancía. el triunfo de una humanidad totalmente integrada, sin desacuetdos ni antagonismos? De ninguna manera. Por más que se imponga un universo caracterizado POt la aprobación generalizada de las condiciones
de vida) somos testigos de una especie de democra-
tización del disentimienro, pues criticar el mundo conSLllnisra se ha vuelto de lo más normal. ¿Qué dominio está aún libre de las lamentaciones y quejas del consumidor? Se protesta con"a la colonización publicitaria del espacio público; surgen inquietudes por las peligrosas ondas de los teléfonos móviles)' los hornos microondas; se deplora la desaparición del sabor de los alimentos;
hay reacciones contra los alimentos transgénicos y los
produc(Qs contamlnantes; se lamenta la superpoblación de las playas y la desfigutación de los paisajes: se reniega contra las nuevas indelicadezas telefónicas, las hordas de turistas, la f('aldad de los hipermercados; se acusa a la televisión de volvernos retrasados y a la publicidad de transformarnos en borregos. Confotme el orden cometcial invade los h,íbitns de \'ida, las descalificaciones e insatisfacciones se multiplican, ya que todos se han \'uelto más o menos críticos de un mundo que, en el fondo} nadie quiere que sea básicamente distinto. Lo que lriutlf-a e~ ciertamenre la ¡ se muestran inquietos, tristes,
1-
insatisfechos de su vida privada o profesional. La civilización que se avecina no elimina la sociabilidad humana, destruye la tranquilidad con uno mismo y la pa74 con el mlllido, ya que es
¡
como si las insatisfacciones
¡
¡
en razón proporcional
¡ '\
cado. Un paso adelante, un paso arrás: la alegria, la gracia de vivir no esrán en la agenda del progreso. Cada vez m"s satisbcciones materiales. cada ve7~ más viajes, juegos, esperanza de vida: pero eso no nos ha abierto de par en par las puertas de la alegría
1
1
i
respecto de uno mismo aumentaran
a las satisfacciones
aportadas por el mer-
de vivir.
en que nuestras sociedades son más ricas
y más poderosas que nunca, reaparecen los miedos a la exclusión y a las restricciones, las obsesiones por la edad, la salud y la seguridad: la humanidad, a la postre, se muesrra rodavía vulnerable y frágil. ... En el horizonre no despunra la aniquilación de los valores y los sentimientos
':"'(;1
ce la euforia del. bienestar, todos tienen, más o nlenos. la sensa-
sino, más prosaicamente,
la dcsregulación
:¡:.
de
~.la existenc.iª,Jay,idasinprotección,Jafragilización de los i.ndi,~,~ ~."_.,.L__~.~_ .. _ viduos. La sociedad de hipercollSumo es contemporánea de la espiral de la ansiedad, de las depresiones, las carencias de au•. roestima, el duro trabajo de vivir. Recordemos lo que dijo Woo. dy AlIen: "Dios ha muerto, Freud ha muerto y, en cuanto a mí, 140
,
,'
;:~~:._-,.-
I
~~¡..
-+-,
141
,"_"",,-"=,
"~C-""'---T
---
•
'.:.-
.,,
I
¡
,
'. '"
~.
.' -',
,. "
j
,
"
. i".
View more...
Comments