LIBRO Pasturas y Forrajes

February 20, 2017 | Author: Olga Mañá Serra | Category: N/A
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Pasturas y Forrajes A diferencia de la tierra, el conocimiento aumenta cuando se lo comparte. Willam Ury

Este es un lugar de divulgación técnica, en el que se pretende compartir las experiencias, analizar y solucionar los problemas en el manejo de las pasturas y los forrajes, con el objetivo de tener sistemas de producción ganaderos rentables, flexibles, simples y sustentables.

Alfalfa En nuestro país, la alfalfa es un componente básico de la dieta animal, en la producción de leche o carne. Se adapta a distintos tipos de clima y suelos, y tiene capacidad para recuperar la fertilidad del suelo a través del proceso de fijación biológica de nitrógeno. En los sistemas de producción ganadera, en la región alfalfera, funcionan con un alto porcentaje de pasturas. Estas son de alfalfa pura, en la zona norte y de alfalfa en consociación con gramíneas en la zona sur.

El impacto de la alfalfa en los sistemas ganaderos es muy importante y por ello hay que extremar todas las medidas de implantación y manejo, para lograr alfalfas rentables. Es aconsejable un adecuado programa de manejo, basado en los principios fisiológicos de la planta, ajustando el momento del corte o pastoreo a estados específicos de crecimiento y teniendo en cuenta las diferencias varietales en la madurez, las variaciones ambientales que ocurren año tras año y la zona. En los últimos años los programas de mejoramiento genético han desarrollado variedades de alfalfa con mejor persistencia, resistencia a enfermedades, calidad de forraje y lo que la mayoría de los productores quieren, alto rendimiento en forraje.

Manejo de la alfalfa Para un adecuado programa de manejo es aconsejable basarse en los principios fisiológicos de la alfalfa. Esto permite a la planta de alfalfa indicar el momento adecuado del corte o pastoreo. No sólo hay que ajustar el momento del corte o pastoreo a estados específicos de crecimiento, sino que también se debe tener en cuenta las diferencias varietales en la madurez, las variaciones ambientales que ocurren año tras año y la zona.

Las claves para el manejo correcto de la alfalfa son: 1. el momento del pastoreo o corte, que varía de acuerdo a la variedad y época del año; 2. la duración del pastoreo, ajustando la carga animal para no pastorear los rebrotes; 3. respetar los descansos, entre pastoreos o cortes y el de otoño.

Elección de la variedad de alfalfa En general, cuando se va a sembrar un cultivo agrícola, maíz, girasol, soja, etc. busca toda la información que haya disponible para la zona, y se eligen los de mayor rendimiento. Sin embargo, cuando se siembra alfalfa, muchas veces la decisión se toma por el precio. Cuando la elección de un cultivo agrícola no fue la acertada, en seis meses se termina y se puede empezar nuevamente. En cambio, cuando esto ocurre en alfalfa, el problema se tiene por todo el período que dura la pastura. Es por ello que una de las decisiones más importantes que toman los productores es la elección de la variedad de alfalfa. En el mercado, se ofrecen numerosas variedades pero la elección conviene hacerla en base a la información local. Las diferencias entre variedades de alfalfa se comienzan a marcar a partir del segundo año. Si la variedad se adapta a las condiciones de suelo, clima y manejo, producirá forraje de alta calidad y recuperará la fertilidad, por medio de la fijación biológica de nitrógeno y la estructura del suelo, por la capacidad de sus raíces de profundizar el suelo. En el momento de la siembra de alfalfa, la inversión puede aparecer como significativa: semilla, fertilizante, herbicidas, etc., sin embargo si la variedad tiene buen comportamiento, el costo del kg de materia seca producida, no tiene incidencia en los costos de producción. Una variedad que se adapta bien, tiene alta producción de forraje, justifica la inversión de corregir el suelo o los fertilizantes y los gastos de herbicidas y mantenimiento.

Criterios para la elección de la variedad Los criterios que se deben tener en cuenta para elegir las variedades de alfalfa son: • • • • •

grado de reposo invernal, resistencia a enfermedades resistencia a plagas persistencia producción

Tanto para los productores como para los técnicos, la elección de las variedades es difícil. Una variedad que produce bien en una zona, no necesariamente tiene un buen comportamiento en otras zonas. El avance en el mejoramiento genético en resistencia a enfermedades y plagas, persistencia y producción se nota a campo viendo pasturas que mantienen un buen stand de plantas al final del ciclo de cuatro o cinco años.

Una de las causas de este avance es que algunas compañías instalaron ensayos en distintas localidades de nuestra región alfalfera y seleccionan las variedades con mejor comportamiento a enfermedades y plagas locales, y mayor producción de forraje.

¿Qué significa grado de reposo invernal de la alfalfa? En un principio se conocía como reposo invernal o latencia, a la característica genética de la alfalfa de permanecer en estado latente, para sobrevivir el rigor del invierno. Luego, se vio que también influía el fotoperíodo, es decir la longitud del día y el concepto cambió a: "es el resultado del efecto combinado de días cortos y temperaturas frías”. La latencia invernal, es inducida por una temperatura de 15º C y una longitud del día de 12 horas. Bajo condiciones de días cortos, las diferencias entre variedades sin reposo y con reposo invernal son más pronunciadas que a bajas temperaturas. En resumen, los grupos de variedades se clasificaban de la siguiente manera: Clasificación de los grupos de acuerdo a la resistencia al frío y la velocidad de rebrote Grupo 4

Resistencia al frío Velocidad de rebrote

Mayor

Menor

a

a

Menor

Mayor

5 6 7 8 9 10 11

En mejoramiento genético, se trabajó para obtener plantas con menor reposo invernal y mayor resistencia al frío. De esta manera se lograron variedades sin reposo invernal, capaces de producir y persistir en climas más fríos. A partir de este logro, podemos decir que el reposo invernal en alfalfa es una respuesta directa a la longitud del día. Cuando los días se acortan en el otoño, la alfalfa comienza fisiológicamente a detener el crecimiento. Las plantas detienen su crecimiento vertical y hay una notable reducción en la producción de forraje. La detención del crecimiento comienza después del día más largo del año y gradualmente se intensifica hasta el día más corto. Una disminución en el fotoperíodo causa mayor disminución del crecimiento en las variedades con reposo que las sin reposo. Esto ocurre independientemente de las condiciones climáticas.

No se debe confundir el reposo invernal con la latencia inducida por las temperaturas frías o las sequías. Éstas son verdaderas dormancias, ya que ocurren en respuesta a condiciones adversas. El reposo invernal, no es una verdadera dormancia porque ocurre aún cuando las condiciones son adecuadas para continuar el crecimiento. Es una estricta respuesta a la longitud del día que ocurre a cualquier temperatura y a cualquier nivel de humedad. Las plantas varían en su expresión de reposo invernal dependiendo de la longitud del día y de los genes que ellas poseen para la sensibilidad al fotoperíodo. La latencia inducida por el frío, es una respuesta a la gradual baja de temperaturas. El frío avanza rápidamente cuando las temperaturas están cerca de las heladas. La dormancia por frío, puede ocurrir a cualquier longitud del día, en plantas que tienen genes para la resistencia al frío. Esta dormancia se romperá en respuesta al aumento de la temperatura. La resistencia de la alfalfa a las condiciones invernales, es una habilidad de las plantas para sobrevivir en el invierno y ser productivas en la primavera siguiente. Está definida por la persistencia y el rendimiento en forraje. La persistencia mide la sobreviviencia, mientras el rendimiento del forraje mide la sobrevivencia y el grado de daño que la planta sufrió durante el invierno.

Se consideran condiciones invernales a las causadas por las temperaturas frías, heladas, cobertura de nieve, lámina de hielo, aire seco y congelado, el suelo congelado y el descongelamiento. La dormancia inducida por la sequía, ocurre cuando la alfalfa está sometida al estrés por sequía. La alfalfa permanecerá en aparente inactividad durante ese período e inmediatamente comienza a rebrotar cuando cambian las condiciones. Las variedades con reposo invernal intermedio a largo, tienen la aptitud de producir mucho forraje en pocos cortes. Se adaptan a regiones con inviernos rigurosos y largos, con un período libres de heladas corto y por lo tanto tienen la producción más concentrada, pero no significa que sean menos productivas. Por ejemplo en los ensayos de la EEA INTA de Gobernador Gregores, provincia de Santa Cruz, Argentina, (ensayo CARC/90) en 2 cortes se obtuvieron entre 12,6 y 15,8 tm de MS/ha en el primer ciclo de evaluación. En el segundo ciclo de evaluación, en dos cortes, la producción de MS/ha fue entre 10,4 a 12,4 tm. En el tercer ciclo de evaluación, en tres cortes se

obtuvieron entre 11,7 y 13,2 tm de MS/ha. Estas producciones se lograron con variedades de los grupos 3 y 4. Por otra parte en los ensayos de la EEA INTA Rafaela, provincia de Santa Fe, Argentina, (ensayo CASR/90) en siete cortes la producción de pasto fue entre 11,4 y 13,2 tm de MS/ha, en el primer año de evaluación. En el segundo año, la producción varió entre 8,9 y 11,3 tm de MS/ha, en ocho cortes. No se evaluó en el tercer ciclo de producción. En este ensayo se utilizaron variedades de los grupos 8 y 9. En ambos casos, las producciones mencionadas corresponden a los rendimientos más altos y en los que no hubo diferencia estadística significativa, para los mismos años de evaluación. No se presentan datos de análisis de suelo en ninguna de las dos localidades. Para este ejemplo, se tomaron dos zonas extremas y la idea es mostrar que la producción de la alfalfa en una zona fría al sur de nuestro país no tiene porqué ser menor a la zona alfalfera por excelencia. La conclusión que surge, es que no se obtendrá mayor cantidad de pasto por sembrar una variedad con menor reposo invernal, si ésta no se adapta a la zona de producción. Una diferencia importante es que en Gobernador Gregores es muy difícil obtener más de 4 ó 5 cortes, mientras que en Rafaela se pueden obtener entre 10 y 11 cortes según el año. Las variedades de alfalfa están clasificadas en los siguientes grupos de acuerdo al grado de reposo invernal. Grupos de reposo invernal

Grupos

Nombre del grupo

1

Extremadamente largo

2

Muy largo

3

Largo

4

Intermedio largo

5

Intermedio

6

Intermedio corto

7

Corto

8

Muy corto

9

Extremadamente corto

10

Sin Reposo I

11

Sin Reposo II

Fuente: National Alfalfa and Forage Alliance

En Canadá se utilizan grupos 2 al 5 y en Estados Unidos se utilizan grupos de variedades que van desde el 2 hasta el 9. En nuestro país se importaron variedades del

grupo 3 y 4 hasta el 10. La tendencia actual y coincide con lo descripto en reposo invernal, se están utilizando variedades que van desde el grupo 6 al 10, pero los más sembrados son los grupos 8 y 9.

A partir de la edición 2004/05 el listado de variedades de alfalfa de la National Alfalfa and Forage Alliance para Canadá y Estados Unidos, clasifica las variedades de acuerdo a la resistencia al frío mediante la capacidad de las variedades para sobrevivir al invierno. En el cuadro siguiente se muestran las categorías y los testigos para cada categoría: Capacidad de las variedades para sobrevivir al invierno

Categoría

Variedad testigo

Puntaje

Superior

ZG 9830

1

Muy buena

5262

2

Buena

WL325HQ

3

Moderada

G-2852

4

Baja

Archer

5

Muy baja

CUF 101

6

Fuente: National Alfalfa and Forage Alliance

Como ya mencionáramos, no todas las variedades tienen el mismo comportamiento al frío. En los Estados Unidos, las clasifican de acuerdo a la tolerancia al frío. En este caso están usando la CUF101 que es una variedad con muchos años y que está superada. Como se mencionó antes, debido al mejoramiento genético, variedades del mismo grupo de reposo invernal que la CUF101 tienen mejor comportamiento al frío.

El grado de reposo en siembras de alfalfa pura o consociada

Las variedades de grupos de reposo invernal de 4 a 7 se adaptan para sembrar en pasturas consociadas con gramíneas, debido a que su rebrote es un poco más lento durante el ciclo de producción. Las variedades sin reposo invernal 8 a 10 no se aconsejan para siembras en pasturas consociadas, ya que la velocidad de rebrote que tienen, no le da posibilidad a las gramíneas de recuperarse luego del pastoreo. En estas condiciones las gramíneas sufren un sobrepastoreo. La excepción a esto sería en el caso de usar gramíneas con latencia estival como es el caso de las festucas mediterráneas.

Por otra parte las gramíneas templadas, debido a las condiciones ambientales de la zona alfalfera por excelencia, que es la Cuenca lechera SanCor (Provincias de Santa Fe y Córdoba), no producen el forraje esperado y sólo sirven como competencia para la alfalfa, por lo que no es aconsejable sembrarlas. En términos generales podemos diferenciar los grupos de variedades de acuerdo a número de cortes y los días entre cortes que tienen los distintos grupos de reposo invernal, para las zonas recomendadas: Número de cortes por grupo de acuerdo a la zona de adaptación

Grupo

Número de cortes

Días entre corte

4

4a6

33 a 40

5

6a7

30 a 38

6

7a9

28 a 35

7

7a9

28 a 32

8

8 a 10

25 a 30

9 a 11

23 a 30

9 10 11

Fuente: elaboración propia

El número de cortes es el normal para las zonas recomendadas. Los días entre corte, miden la velocidad de rebrote o el intervalo entre pastoreos y nos da idea del descanso de la pastura. En primavera corresponden la menor cantidad de días porque el rebrote es más rápido y mientras que en el otoño el intervalo entre pastoreo es mayor por lo que el rebrote es más lento.

¿Cómo afectan las enfermedades a la alfalfa?

La enfermedad que se muestra en la foto de arriba es la fitoftora o podredumbre húmeda de la raíz causada por la Phytophthora megasperma. Aparece en condiciones de suelos con exceso de humedad por varios días, provoca la podredumbre de la raíz a distintos niveles afectando la cantidad de sustancias de reserva. Al principio se ven plantas con menor desarrollo, amarillentas y algo marchitas. En los períodos de sequía, cuando la planta necesita las reservas, no las tiene y aparece la mortandad. La persistencia está dada por factores intrínsecos y extrínsecos a la planta. Los factores intrínsecos son su resistencia a enfermedades y plagas, y los extrínsecos están influenciados por el ambiente en que se desarrolla la alfalfa, es decir: 1. la fertilidad del suelo: el nivel de fósforo y otros nutrientes, el pH, etc.; 2. el manejo de los pastoreos o cortes y los descansos, clima, etc. Numerosas enfermedades atacan las hojas, los tallos, la corona y la raíz de la alfalfa. Las más importantes son las que dañan a la corona y raíz, ya que conforman la parte perenne de la planta y por lo tanto estas enfermedades van a afectar la persistencia y la producción de la pastura. Cuando el número de plantas disminuye y aumenta la cantidad de malezas. Las plantas afectadas tienen el rebrote más lento y esto le da ventaja a malezas como el gramón. Una vez que se meten las malezas en la pastura, en especial el gramón, ésta comienza a degradarse.

Podredumbre Húmeda

Aquellas enfermedades que atacan tallos y hojas son sólo circunstanciales. Aparecen cuando se dan las condiciones climáticas y pueden afectar la calidad y la producción de un corte o pastoreo. Si las condiciones persisten el rebrote se verá afectado y por lo tanto también la producción. Además de la producción se afecta la calidad del forraje, debido al desecamiento y la caída de las hojas.

Enfermedades de hoja En el mejoramiento genético realizado en nuestro país se avanzó mucho en la resistencia a enfermedades y plagas. Uno de los mayores impactos logrados es el mejor comportamiento de las variedades de los grupos 8 a 10, frente a enfermedades de las hojas. Ahora las variedades tienen mayor retención de hojas lo que significa mayor producción y de mejor calidad Si bien la persistencia no sólo está dada por la resistencia a enfermedades y plagas las variedades actualmente llegan con un promedio de 65% de cobertura al cuarto año de ensayos. Desde implantación, en climas húmedos hay ataque de Antracnosis y cuando el suelo está saturado de agua hay mortandad de plántulas por Fitoftora. Estas dos enfermedades afectan a la alfalfa durante todo en período de la pastura. En siembras de primavera es común ver la caída de las plántulas provocada por el Damping off. La Fusariosis afecta al alfalfar a partir del segundo o tercer año, lo mismo ocurre con la Corchosis.

Corchosis

La resistencia a enfermedades y plagas se clasifica de acuerdo al porcentaje de plantas que sobrevive al ataque de una enfermedad o plaga en condiciones controladas. En el siguiente cuadro se observan las distintas categorías:

Clasificación de la resistencia a plagas y enfermedades de las variedades de alfalfa % de plantas resistentes

Nivel de resistencia

0a5

Susceptible (S)

6 a 14

Baja resistencia (BR)

15 a 30

Moderada resistencia (MR)

31 a 50

Resistente (R)

51 a 99

Alta resistencia (AR)

Fuente: National Alfalfa and Forage Alliance

Se puede observar en el cuadro de clasificación de la resistencia a plagas que, una variedad es considerada resistente y tiene una pérdida del 50 al 69% de las plantas. Esta medida es en condiciones controladas, a campo las resistencias son mayores. Las enfermedades son una de las causas de pérdida de plantas.

Distribución de las enfermedades y plagas en el país Es imprescindible conocer cuáles son los problemas del campo y más aún de cada lote en cuanto a enfermedades. Como ejemplo podemos mencionar que en los lotes con los suelos pesados –drenaje lento – y en los lotes muy planos donde el agua de lluvia escurre o drena en forma lenta hay mayor probabilidad de ataque de fitoftora. Hay zonas en las que la aparición de determinadas enfermedades es más probables que en otras. En la región alfalfera y en términos generales, los problemas más frecuentes se presentan con la siguiente distribución: Mayor probabilidad de ocurrencia de las enfermedades y plagas en las distintas zonas del área alfalfera.

Zona

Enfermedades

Plagas

Centro Este Y Noreste

Fitoftora y Antracnosis Enfermedades de hoja

Pulgones verde, azul, moteado y negro

Centro Oeste Y Noroeste Sudeste Sudoeste

Pulgones verde, azul, moteado y negro. Fitoftora y Antracnosis Enfermedades de hoja

Pulgones verde, azul, moteado. Pulgones verde, azul, moteado y negro.

El cuadro de probabilidad de ocurrencia de las enfermedades y plagas, es sólo una aproximación ya que las enfermedades y las plagas se pueden dar en todo el país, en mayor o menor incidencia.

¿Cómo analizar el potencial de rendimiento de las variedades de alfalfa? En primer lugar, se debe tener en claro que el potencial de rendimiento de forraje no solamente lo fija la variedad, sino las condiciones de fertilidad del suelo y manejo posterior al que la alfalfa es sometida.

La producción de forraje es un índice muy importante a tener en cuenta, pero no el único. La distribución de esa producción puede ser definitoria a la hora de armar el presupuesto forrajero. De acuerdo al plan de rotaciones, la persistencia de la variedad indicará si se adapta a dicho plan. Las variedades de mejor comportamiento, que surjan en una determinada zona, es probable que tengan una buena combinación de resistencia a enfermedades y plagas. Por último y con el listado de las mejores variedades para la zona, hay que considerar el manejo. De nada vale sembrar la mejor variedad si no va tener un buen manejo. Una baja eficiencia de pastoreo dejará mucho forraje en el lote, que si bien fue producido, no fue consumido.

Requerimientos de suelo

La alfalfa se adapta a distintos tipos de suelos, si bien prefiere los suelos profundos, bien drenados y aireados. Tolera deficiencias hídricas prolongadas, pero es sensible a la falta de oxígeno que produce el anegamiento del suelo.

La planta satisface sus requerimientos de las capas superficiales del suelo. En la capa arable se produce la mayor absorción de los nutrientes, por ejemplo el 70% del fósforo se extrae de los primeros 30 cm de suelo.

Requerimientos de suelo y clima La alfalfa es una especie de gran adaptación a distintos climas: húmedos, subhúmedos, semiáridos y áridos. Se adapta a distintos tipos de suelos, pero prefiere los suelos profundos y bien drenados, con pH 6,8 a 7,5, bien provistos de nutrientes como por ejemplo: calcio, potasio, fósforo, magnesio y azufre. La planta tiene una raíz principal pivotante que profundiza el suelo, extrae agua y le permite tolerar sequías, y un sistema radicular secundario, superficial, en cabellera que le permite absorber el 70% de los nutrientes. Por estas raíces, se introducen las bacterias Rhizobium (Sinorhizobium meliloti) que forman los nódulos. La alfalfa tolera deficiencias hídricas prolongadas pero no tolera el anegamiento del suelo y en especial si éstos se dan con temperaturas altas. En implantación, un anegamiento de 36 horas y con 30°C, en 36 horas hay muerte de plantas. Las plantas adultas presentan más tolerancia que las jóvenes. Tolera salinidad de 2 a 6 Mm/cm. En suelos con 8 Mm/cm reduce la producción de pasto en un 50%.

¿Es conveniente hacer análisis de suelo? La alfalfa tiene una demanda continua de nutrientes durante muchos meses del año, dependiendo del grado de reposo invernal. Por lo tanto es necesario tener buen un análisis para conocer las condiciones en que está el suelo y tomar las medidas necesarias para corregirlo. La alfalfa responde en forma económica a las correcciones y al agregado de los nutrientes necesarios. Es importante conocer, como mínimo, los niveles de: pH, fósforo y la materia orgánica.

Del cuidado y la frecuencia de muestreo del lote depende el resultado. Si se piensa en tomar una muestra en un lote de 50 ha es mejor no hacerlo, el resultado no va a ser representativo de todo el lote. De esta manera se pierde tiempo y dinero. Usar el laboratorio de confianza y pedir, de ser posible, las recomendación de fertilización.

¿Qué importancia tiene el pH del suelo? El ambiente de la pastura cambia de acuerdo al pH del suelo. Hay especies que se “sienten más cómodas” que otras a pH bajo, por ejemplo el trébol blanco comparado con la alfalfa. En un ensayo con diferentes pH, se ven claramente esas diferencias.

Con un pH bajo, la alfalfa no tiene persistencia y se ve dominada por el trébol blanco.

A medida que el pH aumenta, la alfalfa tiene más presencia en la pastura.

Cuando las condiciones de pH son las adecuadas para la alfalfa, muestra el potencial de rendimiento. El pH es un índice muy importante y nos puede dar idea de: • • •

Disponibilidad de nutrientes Nodulación Desarrollo normal de la raíz

Disponibilidad de nutrientes La disponibilidad de nutrientes afecta dramáticamente el rendimiento de los cultivos y en especial el de la alfalfa. Potencial de producción de los cultivos en distintos pH del suelo. Índices de pH Cultivo

4,7

5,0

5,7

6,8

7,5

Potencial de producción en % Alfalfa

2

9

42

100

100

Soja

65

79

80

100

93

Maíz

34

73

83

100

85

Fuente: A.I. Laboratories, Jacques Seed Co., Wisconsin, U.S.A.

Como se ve en el cuadro de potencial de producción de los cultivos, la disminución de la producción de pasto en la alfalfa es sensiblemente mayor que en la producción de grano de soja y maíz. Haciendo un cálculo sencillo se podrá determinar la pérdida económica que significa tener un suelo con pH bajo. Para una zona en que la alfalfa produce potencialmente 13.000 kg de materia seca por hectárea por año, si el suelo tiene un pH de 5,7 partimos de una disminución del pasto producido de 58%, es decir tendremos aproximadamente 5.500 kg de MS/ha. Si la eficiencia de cosecha es buena, los animales cosecharán el 50% o sea 2.750 kg de materia seca/ha. Por partir con un pH bajo se dejan de producir 7.500 kg de materia seca/ha, si por cada 10 kg de MS aproximadamente se produce un

kg de carne esto equivaldría a unos 375 kg de carne/ha/año con una eficiencia de cosecha del 50%. Dándole el valor del mercado nos damos cuenta de la magnitud de la pérdida por no corregir las deficiencias del suelo. Esta caída de la producción se debe a la limitada disponibilidad de nutrientes como el calcio, fósforo y la imposibilidad de lograr nodulación. El gráfico muestra la disponibilidad de los nutrientes a distintos niveles de pH del suelo y por lo tanto influye en la nutrición de las plantas: Disponibilidad de nutrientes de acuerdo al pH del suelo

En el gráfico de disponibilidad de nutrientes se puede observar que entre pH 6,5 y 7,5 se encuentra la máxima disponibilidad de los nutrientes necesarios para la alfalfa. Las plantas estarán bien nutridas y por lo tanto tendrán mejor comportamiento frente a las enfermedades y una mayor producción de pasto. Con el sistema radicular secundario, la alfalfa absorbe los nutrientes de la capa superficial del suelo. La actividad en esta zona del suelo es tal que la alfalfa toma el 70 80% de los nutrientes de los primeros 20 cm del suelo. Cuando el pH es bajo, además de haber menor disponibilidad de nutrientes, hay poca cantidad de raíces secundarias y por lo tanto es menor la capacidad de la planta de tomar esos nutrientes e incluso de nodular. En la medida que el pH se hace más ácido comienzan a producirse reacciones químicas con el aluminio y el hierro; en pH mayores a 7,5 comienzan las reacciones con el calcio. Estas reacciones químicas fijan en el suelo al fósforo como se puede ver en el siguiente gráfico: Relación entre pH, fijación y disponibilidad de fosfatos

Fuente: Havlin et al. (1999), en Jones, C. y Jacobsen, J. (2002)

Cuando el pH es bajo, el P, en forma de fosfato es atraído y fijado al suelo por minerales como el hierro (Fe) y el aluminio (Al), en formas de óxidos e hidróxidos. Los fosfatos de aluminio y hierro son los predominantes en suelos con pH inferiores a 6,5. La solubilidad de estos fosfatos decrece a medid que desciende el pH. En suelos con pH 6,5 y mayores el fósforo es tomado por el calcio (Ca) en distintas formas, que van de muy solubles (fosfato monocálcico) a muy baja solubilidad (Fluorapatita). El consumo de nutrientes por tonelada de materia seca de alfalfa dependerá de la producción que ésta tenga. En el siguiente cuadro se muestran los requerimientos de la alfalfa: Consumo de nutrientes de acuerdo a la producción de pasto Nutrientes Producción (Tm MS/ha)

Nitrógeno

Fósforo

Potasio

Calcio

Magnesio

Azufre

Kg/ha Hasta 9

227

25

205

99

17

18

9 a 11,2

253

32

270

121

21

22

11,2 a 13,4

351

38

315

148

27

28

13,4 a 15,7

418

45

451

187

34

38

15,7 a 17,9

480

53

451

187

34

38

+ de 17,9

559

61

524

226

39

47

Fuente: Lanyon y Griffith (1998) Alfalfa and Alfalfa Improvement

En el cuadro de consumo de nutrientes se observa: El gran consumo de nitrógeno. Es lógico por el alto nivel de proteína que tiene la alfalfa, la que estando bien nodulada obtiene el nitrógeno del aire gracias a las bacterias (Sinorhizobium meliloti). Este nitrógeno lo usa para la producción de pasto, formar sus proteínas y deja un excedente en el suelo. • •

Alto consumo en potasio y calcio. En cambio, el consumo de fósforo es bajo. Pero en los suelos que es el nutriente limitante, no aumenta la producción en la medida en que no se le agregue.

Nodulación La alfalfa es una leguminosa, que tiene la capacidad de asociarse con bacterias especificas fijadoras del nitrógeno atmosférico (Sinorhizobium meliloti). Estas bacterias toman el nitrógeno del aire y lo convierten en nitrógeno asimilable para la alfalfa. En esta asociación simbiótica, la alfalfa provee hidratos de carbono necesarios para la supervivencia y actividad de las bacterias fijadoras, a cambio del nitrógeno que las bacterias le proveen a la planta.

Estas bacterias son sensibles a la acidez del suelo, toleran hasta pH 6. De 6 a 5,6 la supervivencia se limita a la rizófora de la alfalfa y por debajo de éste hay poca probabilidad de supervivencia del rizobio. Además con pH bajo hay muy poco desarrollo de las raíces secundarias y por lo tanto no hay posibilidades que la bacteria inocule a la planta. Al no haber nodulación la alfalfa busca nitrógeno del suelo, necesario para producir forraje y formar sus proteínas. Como muestra el cuadro anterior, los requerimientos de nitrógeno son elevados y la disponibilidad del suelo no alcanza para cubrir tales requerimientos. Por otra parte, la alfalfa de por sí es ineficiente en la absorción de este elemento del suelo y más aún si está en mezcla con gramíneas.

En nuestros suelos existen rizobios naturales (cepas nativas) que en general no producen nodulación efectiva. Al inocular la semilla se introducen cepas de rizobio seleccionadas para infectar en forma efectiva y que compiten con las cepas nativas logrando infectar a la planta. Esto ocurre en las tres primeras semanas de implantación y es por ello muy importante que los rizobios específicos aportados por el inoculante estén presentes al inicio del desarrollo de la raíz y en cantidades adecuadas. Para la alfalfa se determinó que la fijación biológica de nitrógeno por hectárea depende de la cantidad de plantas por hectárea que tenga la pastura. En el cuadro se muestran los aportes al suelo que hacen algunas leguminosas. Fijación de nitrógeno de diferentes leguminosas usadas en la rotación. Leguminosa

Aporte de Nitrógeno (kg/ha)

Alfalfa > 80 % de stand

100 - 140

60 - 80 % de stand

60 - 100

< 60 % de stand 2o año después de alfalfa

0 – 60 50 % del primer año

Trébol rojo

40 – 80

Melilotus sp

80 – 120

Soja

30 – 60 Fuente: Lamond, Ray E. Universidad de Kansas, 1993

Del cuadro de fijación de nitrógeno se puede concluir que, la cantidad de nitrógeno que fija la alfalfa depende del número de plantas que tenga la pastura. Esto es importante porque muchas veces se deja que las pasturas cumplan el ciclo de rotación y la cantidad de plantas es baja y el número de malezas aumenta. Con esta situación la pastura no cumple con los objetivos de producir y recuperar fertilidad. Para evaluar económicamente este aporte de nitrógeno, debemos convertir la cantidad de nitrógeno en urea (45% de nitrógeno). Si tomamos una fijación de 100 kg de nitrógeno/ha es equivalente a 220 kg/ha de urea que nos deja una pastura de alfalfa, para mejorar los rendimientos de los cultivos agrícolas. El efecto del nitrógeno continúa en el segundo año después de roturar una alfalfa.

La nodulación se inhibe ante la presencia de nitrógeno. En suelos con alto contenido de materia orgánica (5% o más) es difícil lograr una buena nodulación. El nitrógeno proveniente del agregado de fertilizantes nitrogenados, también inhibe al rizobio. La técnica de la inoculación es muy económica y permite incorporar bacterias altamente infectivas y efectivas. Los nódulos efectivos son de color rojo en su interior y se ubican junto a la raíz primaria, en racimos. Hay que revisar la pastura con una pala, descalzar plantas y sacarle con mucho cuidado la tierra, evitando que se desprendan los nódulos. Los nódulos que no son efectivos tiene una coloración blanquecina en su interior. El momento para encontrarlos es la primavera. En verano con las altas temperaturas y el suelo seco es muy difícil encontrarlos.

Desarrollo normal de la raíz La alfalfa tiene una raíz principal, que es pivotante y raíces secundarias. En suelos con pH bajo, la raíz pivotante es muy delgada y hay un desarrollo mínimo de raíces secundarias, que son las responsables de la absorción de nutrientes en los primeros centímetros de suelo.

En la medida que la raíz pivotante – que es la parte perenne de la planta – no tenga un buen desarrollo, habrá menor acumulación de reservas y por lo tanto se verá afectado el rebrote y la producción de pasto. La baja acumulación de reservas en la raíz también afecta la resistencia a las heladas, enfermedades y plagas. La planta bien nutrida resiste más a las adversidades.

De acuerdo a los datos de investigación, el efecto sobre la reducción de la producción de alfalfa a distintos niveles de pH es el siguiente: Efecto del pH sobre el rendimiento de forraje pH

Rendimiento Potencial (Tm. MS/ha)

(%)

6,8 - 7,5

20

100

6,5

17

85

6,3

12

60

6,0

10

50

5,7

8

40

5,0

2

10

Fuente: Adaptado de Dairyland Seed Co., 1993

Es muy importante, tener presente el consumo de nutrientes cuando se siembran alfalfas exclusivamente para corte, ya que en este tipo de explotación la extracción de nutrientes es muy elevada. En cambio, en condiciones de pastoreo, hay nutrientes que se reciclan en un alto porcentaje, por ejemplo el nitrógeno a través de la orina, el fósforo y potasio por la bosta, pero no se puede contar con esto ya que la distribución en el lote no es uniforme.

Fertilización de alfalfa La intensificación de los sistemas de producción animal, los avances en mejoramiento genético, en métodos de siembra y sistemas intensivos de manejo de los pastoreos y cortes, la fertilización juega un papel importante en la producción de forraje y en la persistencia de los alfalfares. En situaciones de altos costos de producción y de reducción de ingresos, el uso apropiado de la fertilización es más importante que nunca.

Con los resultados de los análisis de suelo y conociendo el cultivo antecesor, tiempo de barbecho, fecha de siembra, método de aplicación – si es en banda o la voleo –, objetivos de producción, etc., se puede determinar la dosis de fertilización de manera de lograr la máxima rentabilidad.

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