Libro Mosaico Territorial

September 5, 2017 | Author: Aracelly Santiago | Category: Planning, City, Nature, Barcelona, Water
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Índice 9

Prólogos

17 Introducción 19 01. Antecedentes y perspectiva 20 22 23 24

A. Contexto B. Objetivo del plan C. Perspectivas del mosaico territorial D. La región metropolitana de Barcelona: un mosaico territorial con rasgos distintivos

29 02. Planteamiento y métodos 32 A. Entender la región metropolitana de Barcelona actual 34 B. Hipótesis importantes 37 C. Principios básicos 38 D. Esbozos de una visión 39 E. Modelos espaciales, opciones alternativas, y la región metropolitana de Barcelona

41 03. El plan: aspectos principales 42 A. La red esmeralda 46 B. Principales áreas de suministro de alimentos para el futuro 50 C. Agua para la naturaleza y para la población 56 D. Arroyos, ríos y cintas verdiazules 60 E. Crecimiento, desarrollo y municipios 64 F. Transporte e industria 67 G. La naturaleza y la población en los municipios 68 H. EL Llobregat y la población 68 I. La vinculación con otras regiones 71 04. El plan: la región metropolitana de Barcelona como conjunto 72 74 76

A. El "plan base"(alternativa dos para la RMB) B. El "plan más prometedor"(alternativa uno para la RMB1 C. El "plan mínimo"(alternativa tres para la RMBJ

78 D. Comparación de los tres planes alternativos para la RMB 81

05. El plan: dieciséis sectores de la región metropolitana de Barcelona

82 84 86 88

A. Valle de Calaf B. Valle de Manresa C. Zona de Cardona-Sallent D. Cordillera Transversal-área del Llucanés90 E. La Plana de Vic F. Zona de Igualada-Miralles G. Montserrat-Sant Llorenc-Montseny H. Foix-Penedés I. Garraf-Ordal J. Vallés-Collserola K. Granollers-valle de Sant Celoni L. Valle del bajo Tordera M. El Maresme N. Llanura de inundación del bajo Llobregat 0. Delta del Llobregat P. Barcelona

92 94 96 98 101 104 106 108 112 116 119

130 A. Base cartográfica e información preliminar preparadas para este proyecto 131 B. Relación de los rasgos principales de la región metropolitana de Barcelona y su importancia. Relativa 132 C. Principios básicos formulados 135 D. Modelos espaciales aplicados a la región metropolitana de Barcelona para identificar opciones alternativas 138 E. El fuego y la gestión de incendios 138 F. Áreas donde la eliminación gradual de edificaciones genera ventajas significativas 139 G. Dimensiones cuantitativas de los rasgos del mosaico territorial 140 H. EL Gran Parque 141 I. Plan de acción y recomendaciones específicas: una mirada hacia delante 143 Bibliografía A. La región metropolitana de Barcelona y temas afines B. La ecología del paisaje y temas afines

123 Síntesis y conclusión 129

Apéndices 147

Glosario

150 Agradecimientos

INTRODUCCION Suelo ..… capital, patrimonio, sistema natural, inspiración, hábitat; Proyectar … nuestro saber, nuestro futuro

La región urbana surgida a lo largo de las dos últimas décadas representa para la civilización uno de los grandes retos de la historia. Esta maravilla, producto de la ingeniería y de la arquitectura es el hábitat de una gran concentración humana. La población depende fundamentalmente a diario de unos recursos que no vemos, que están fuera de la ciudad. La naturaleza y los sistemas naturales proporcionan dichos recursos que son transportados de un lugar a otro. Estos sistemas naturales pueden estar presentes en las inmediaciones de la región urbana o bien en regiones remotas. Los costes de transporte y la calidad de vida son factores que ponen de relieve el valor de la proximidad de estos sistemas naturales y de la naturaleza. Pero la misma ciudad se expande más allá de sus límites a lo largo de corredores de transporte, y también mediante un crecimiento difuso. Con frecuencia, la expansión urbana invade el terreno agrícola y, muy especialmente, el terreno natural. Los edificios pueden surgir casi en cualquier lugar, mientras que la agricultura requiere un suelo óptimo. La naturaleza y los sistemas naturales viables no degradados prosperan en grandes extensiones de suelo no edificado conectadas entre sí. La ciudad, en definitiva, "devora" los mejores recursos naturales y los más cercanos para los ciudadanos, en una espiral descendente que degrada a la ciudad, a la gente y a los recursos de la región.

Barcelona, una de las ciudades más reconocidas e ilustradas del mundo, está, como muchas otras, inmersa claramente en esa espiral. Y sin embargo, todavía subsisten muchos de sus recursos regionales más valiosos, aunque hay que reconocer que casi todos ellos están en un estado más o menos avanzado de degradación. En el futuro todavía sería posible mantener una rica gama de recursos naturales, pero de continuar la tendencia y el ritmo actuales, en una década ese conjunto de recursos habrá mermado notablemente. Aparentemente, no existe ningún modelo de planificación urbana, de los recursos naturales o de protección de los mismos, que esté centrado fundamentalmente en los sistemas naturales y su utilización por la población de la región urbana. El planteamiento más prometedor tal vez sea el desarrollo de un "mosaico territorial para los sistemas naturales y la población", basado en parte en la ciencia y disciplina de reciente aparición que conocemos por "ecología del paisaje". Así fue cómo surgió la idea de solicitar al autor el desarrollo de este planteamiento para la región de Barcelona. Esencialmente, el objetivo de este proyecto es el de identificar los principios y modelos espaciales para la planificación estratégica del territorio, aplicarlos a la región metropolitana de Barcelona e identificar y evaluar soluciones espaciales alternativas prometedoras. El objetivo del plan es esbozar unas ordenaciones o soluciones espaciales estimulantes que realcen los sistemas naturales y los usos humanos a ellos asociados, para el futuro a largo plazo de la región metropolitana de Barcelona.

De la región trabaja y funciona como un todo, una unidad compuesta por sistemas entre-ligados entre sí, tales como la agricultura, los movimientos de agua, el transporte, y una trama de espacios naturales. Así, se podrán añadir, y encajar dentro de la estructura fundamental de este trabajo, otros planes adicionales centrados en temas específicos, como el transporte o la vivienda, o bien en algunas ciudades o áreas específicas. A través de seis viajes realizados a lo largo de dieciséis meses, el autor visitó exhaustivamente la región, conversó con diversos expertos y acumuló abundante información y documentación. Numerosos colegas de Barcelona Regional, de las universidades y otras procedencias, colaboraron en el trabajo de campo, preparando y enviando un valioso conjunto informativo y cartográfico, y aportando generosamente su ayuda y su tiempo. Este informe resultante desgrana importantes hipótesis, establece principios básicos que sirven de fundamento al mosaico territorial, esboza una visión basada en principios, presenta modelos espaciales simples para los principios clave, aplica estos modelos a las características específicas de la región e identifica opciones alternativas. Se destacan las temáticas más importantes del plan. Se describen, grafían y comparan tres planes o soluciones alternativos para la región metropolitana de Barcelona. A partir de ahí, y con el fin de mostrar las soluciones regionales con mayor claridad, se describen y grafían dieciséis sectores de la región metropolitana. Mediante nueve apéndices, se presentan detalladamente los aspectos prácticos del proyecto y del plan.

Resultados y recomendaciones principales: •La columna vertebral de los sistemas naturales de la región será la "red esmeralda", un sistema de gran­des parques naturales interconectados que proporciona protección a los acuíferos, biodiversidad, libertad de movimientos a la fauna, senderos para el paseo y ocio, además de otras ventajas para la sociedad. •Un conjunto de grandes áreas agrícolas diversas, suplementado por "parques agro-naturales" más pequeños, proporcionará alimentos, espacio libre e importantes habitats de transición, y flexibilidad económica. •Se dará protección a un conjunto de valles fluviales de la mayor calidad, bajo el nombre general de "cintas verdiazules". •Ese conjunto, unido a los pequeños humedales restaurados diseminados por la región, dará un realce significativo a los ecosistemas acuáticos, la biodiversidad y los senderos para pasear. •La cuenca del Tordera proporcionará una naturaleza y unos sistemas naturales de excepcional calidad, con un gran atractivo para el turismo rural, alejado de la masificación de la costa. •El río Ter, sus embalses críticos y el embalse de Foix, estarán mejor protegidos, tendrán aguas más limpias y experimentarán menor contaminación causada por nitrógeno/fósforo.

•En cuanto al valle del río Llobregat, en el corazón mismo de la región metropolitana, tendrá el agua más limpia, mejorarán sus ecosistemas acuáticos, disminuirá el peligro de inundación y su naturaleza se verá notablemente enriquecida. •Se pondrán en práctica una serie de soluciones para realzar pueblos y ciudades pequeñas de toda la región, que afectarán a la industria, el transporte, el tráfico, los parques, los cursos de agua, las aguas pluviales, el alcantarillado, los humedales, la naturaleza, el ocio y la identidad y singularidad de las poblaciones. •La creación de un parque impresionante a lo largo de la llanura de inundación del tramo final del río Llobregat ofrecerá unas amplias posibilidades de ocio y constituirá un símbolo visible para los viajeros y el mundo, estableciendo un vínculo atractivo con los habitantes de Barcelona y de muchos municipios vecinos. •Se realzarán una serie de lugares estratégicos, para fomentar o minimizar el crecimiento, y mantener y reforzar así los sistemas naturales más valiosos para la región. •Los modelos espaciales a pequeña escala realzarán los sistemas naturales y regularán los usos de las rieras, los arroyos, las carreteras y los límites de las ciudades, lo cual tendrá un importante efecto acumulativo, ya que estos accidentes geográfico-constructivos se repiten abundantemente por toda la región.

•La flexibilidad y estabilidad para el futuro de la región derivarán de varias estrategias, entre las que se incluyen las grandes áreas agrícolas, una base económica diversificada, la denominada "red esmeralda", la dispersión de sistemas naturales, la obtención de más agua limpia, la protección de los dos recursos hidráulicos más importantes, diversos mecanismos de reducción de las crecidas y unos municipios relativamente contenidos. •El futuro no es simplemente lo que se avecina, ni tampoco lo que creamos. Más bien, el futuro es lo que los sistemas naturales y nosotros construimos en conjunto. Casi a nuestro alcance por encima del horizonte está un esperanzador mosaico territorial, donde naturaleza y personas podrán convivir y prosperar a largo plazo.

01

Antecedentes y perspectivas

A. Contexto El suelo es hogar y patrimonio, y por lo tanto, una fuente de sustento e inspiración que hay que cuidar. Y sin embargo, también es capital e inversión, es susceptible de ser comprado, utilizado y vendido. Desde ambos puntos de vista, el suelo es un recurso finito, en especial en un área urbana. Nuestro preciado suelo..., dependemos de él, la naturaleza depende de él, y nosotros dependemos de la naturaleza. Pero: "¡Estamos derrochando suelo!" Josep Acebillo. Noviembre, 2000.Hoy día, las áreas urbanas son como mosaicos dinámicos de naturaleza y gente, donde la naturaleza adopta diversas formas, desde unos pocos fragmentos relativamente naturales hasta muchos fuertemente degradados, y la sociedad está organizada en un solo e inmenso agregado más numerosos lugares dispersos. El gran mosaico cambia a medida que los "fragmentos humanizados" crecen y los "fragmentos naturales" merman. Ello degrada aún más la naturaleza, y la dependencia humana fundamental de los recursos de la naturaleza se hace cada vez más problemática, menos sostenible. Platón llegó incluso a describir lo que sus antepasados habían hecho con Grecia, legándole a él solamente una fase tardía de este proceso. Sin embargo, una mirada más detallada a las áreas urbanas actuales revela una oportunidad única para proyectar y actuar.

Los flujos y movimientos de la naturaleza a través del territorio, y los cambios a lo largo del tiempo, son especialmente importantes en la región urbana, en parte porque son finitos. Las aguas superficiales fluyen en forma de arroyos y ríos, que son el soporte de numerosas necesidades humanas, desde la obtención de agua potable hasta el ocio, desde la depuración de aguas residuales hasta la estética. Los cursos de aguas freáticas crean "depósitos subterráneos" que alimentan los pozos, la agricultura y diversas comunidades vegetales. La fauna se disemina y migra por el territorio, un valor clave para el ocio, la caza e incluso la cultura humana. Entretanto, la urbanización se expande a través de la misma región. Los atascos de tráfico aumentan. La eficiencia energética disminuye, generando áreas construidas poco sostenibles. El agua limpia, sin contaminar, es cada vez más escasa y cara. Las carreteras forman barreras que subdividen la naturaleza en fragmentos. Los lugares de recreo y turísticos atractivos se degradan. Las superficies impermeables se extienden y las crecidas alcanzan niveles cada vez más altos. La agricultura productiva y las granjas familiares se retraen. Los bosques se marchitan. La biodiversidad está amenazada y se degrada. ¡Todo ello nos resulta tan familiar! La población de la región, que tradicionalmente había dependido de los recursos locales y de los beneficios que proporcionaban los sistemas naturales, tiene que depender cada vez más de recursos más remotos y costosos.

Además, baja el valor de los sistemas naturales, en la medida en que se erosionan la estética, la inspiración, la ética y los recursos dependientes de la naturaleza para las generaciones futuras. Esta desconexión entre naturaleza y desarrollo parece abocar a la crisis. Y sin embargo también constituye una nueva oportunidad para pensar e imaginar un futuro mejor, con el objetivo central de armonizar la naturaleza y la población de manera que ambas puedan prosperar. Así pues, el objeto central de este proyecto de planificación es aplicar unos principios y modelos espaciales básicos a la región metropolitana de Barcelona, a fin de identificar ese mosaico territorial tan prometedor. En este principio de siglo nos hallamos en un punto de inflexión. La mayor parte de la agricultura de la región podría marchitarse, o por el contrario, podría seguir siendo un recurso clave para el territorio (figura l). Las ciudades y pueblos podrían llegar a fusionarse, por ejemplo, en el Vallés central, y quedar sumidos en una única gran zona urbanizada, o bien los municipios podrían mantener, e incluso fomentar, sus respectivas identidades y singularidades. El delta del Llobregat podría quedar cubierto por la progresiva urbanización, o bien mantener una diversidad vinculada estrechamente a su inigualable recurso, un agua clara y abundante. Y así sucesivamente.

Cabe preguntarse, pues, ¿qué es lo valioso y qué debe ser protegido?; ¿qué está degradado y necesita mejorar?; ¿qué es lo que falta y es preciso crear?; ¿qué tipo de cambio o de crecimiento queremos?; ¿debemos quedarnos de brazos cruzados, desear lo mejor, y sufrir las consecuencias, o incluso, irnos? Por lo general, hacer las cosas cuesta dinero, pero no hacerlas también acaba costando dinero y acaba siendo un castigo, tanto para los ciudadanos como para la naturaleza. Algunas soluciones para abordar de inmediato situaciones críticas son muy costosas. Otras también lo son, pero se reparten a lo largo del tiempo; son las que consisten en abordar gradualmente un conjunto de impactos acumulativos. Algunas soluciones proporcionan beneficios con poco coste. Un planeamiento que consiga desviar las crisis y crear legados positivos para la región será económicamente bueno.

Figura 1. Perímetro de una ciudad Diversos parques y zonas de pequeña o mediana industria en las afueras de una ciudad, para uso de tos vecinos actuales y en previsión de una posible expansión hacia el exterior en el futuro.

En la región metropolitana de Barcelona, numerosas soluciones que implican a los sistemas naturales pueden resultar económicamente ventajosas. Entre ellas cabe citar las siguientes: (a) mantener a largo plazo paisajes agrícolas productivos variados en los suelos de mejor calidad; (b) concentrar el crecimiento, en lugar de dispersarlo, a fin de reducir los costes de infraestructura y servicios; (c) invertir en un área clave para la protección de la naturaleza y el turismo rural, como recurso alternativo a los centros turísticos costeros; (d) replantearse el diseño de llanuras de inundación, para reducir los costes de los daños por inundación; (e) identificar un conjunto de fuentes de contaminación, creando además humedales alimentados por las aguas pluviales, con la finalidad de aumentar el escaso suministre de agua limpia costosa. . Los municipios y los modelos sociales son ambos elementos centrales en la planificación y los sistemas naturales. Las poblaciones en cuya periferia se sitúa la industria ligera y mediana suelen tener más empleo y menos problemas de tráfico y costes. (figura 1).

Las ciudades en cuya periferia hay parques, con espacios naturales y de ocio, tienen barrios atractivos socialmente equilibrados. La vivienda relativamente concentrada en poblaciones tiene un impacto mucho menor sobre los sistemas naturales que las ordenaciones dispersas . El concentrar estratégicamente el crecimiento de la población y la urbanización en áreas de valor ecológico menor realza notablemente el valor del sistema natural de la región. Lo mismo ocurre si se emplaza convenientemente un gran centro de industria eficiente o un centro de transporte de mercancías por carretera en tal ubicación. En las páginas siguientes se examinan estos numerosos beneficios para ambos, población y sistemas naturales. Este plan, antes que centrarse en los aspectos socioeconómicos del transporte público, las carreteras, la vivienda, el empleo, la urbanización y el desarrollo económico, pone el énfasis en las dimensiones fundamentales del suelo y de su uso para el futuro de la región. Evidentemente, estos numerosos temas específicos tienen tendencia a abordarse en planes actualizados regularmente. Dichos planes para temas específicos y áreas concretas pueden ser útiles y armonizarse fácilmente con la estructura de uso del suelo que aquí presentamos. Aquí el énfasis radica en el funcionamiento de la región como un ente integrador.

Además, el hecho de centrarnos en el uso del suelo, en lugar de hacerlo en planteamientos normativos y legales que pueden cambiar "de la noche a la mañana", nos permite hacer previsiones a largo plazo para un futuro estable para la región. La conjunción de unos líderes políticos con visión de futuro, y urbanistas, ingenieros, economistas, ecologistas y otros profesionales de amplias miras, capaces de colaborar entre sí y de conjugar con eficacia los usos del suelo puede hacer realidad esta visión. En sus manos está el futuro de la región metropolitana de Barcelona. El planeamiento urbano tradicionalmente pone el acento en la calidad de vida de la población y promueve un crecimiento inteligente, mientras que el planeamiento conservacionista pone el énfasis en la naturaleza y los sistemas naturales en los que vive y de los que depende la población. Sin embargo, no se encontraron modelos que proveyesen una naturaleza y unos recursos naturales viables y sostenibles en torno a las ciudades. No hay duda de que es necesario un nuevo planteamiento estratégico para armonizar ambas partes, la población y la naturaleza, y crear un todo.

B. Objetivo del plan Este proyecto abre nuevas vías conceptuales en la medida en que planifica con el objetivo explícito de mantener y mejorar los sistemas naturales de una importante región urbana basándose firmemente en los principios de la ecología del paisaje y disciplinas afines, surgidos durante las dos últimas décadas. Además, los sistemas naturales están estrechamente vinculados a la población urbana que los usa y que depende de ellos. "Se propone que el profesor Forman aplique sus principios al estudio del mosaico territorial de la región metropolitana e interprete el territorio como estructura compuesta de manchas-corredores-tramas".5 de junio de 2001. "Un documento [que expone] los principios y modelos espaciales relevantes para la planificación estratégica de la región de Barcelona (...) aplicando los modelos básicos a la región metropolitana de Barcelona para dar "soluciones espaciales alternativas" (...) y evaluando las soluciones alternativas".31 de julio de 2001. "El documento debe ceñirse al máximo a nuestro caso (...) para que sea de utilidad con vistas a orientar nuestro crecimiento para minimizar la degradación actual del suelo". 31 de julio de 2001

"Me complazco en formalizar su participación como asesor de nuestro proyecto en lo referente a los criterios de planificación de la región metropolitana de Barcelona (...)". 1 de agosto de 2001. En esencia, el objetivo del proyecto es identificar los principios y modelos espaciales que han de regir la planificación estratégica del territorio, aplicarlos ala región metropolitana de Barcelona e identificar y evaluar unas soluciones espaciales alternativas que sean prometedoras. En subsiguientes debates se identificaron las siguientes expectativas más detalladas: 1. Centrarse en los sistemas naturales (y la naturaleza) e incluir los usos que los seres humanos hacen de ellos; 2. Proporcionar soluciones que mejoren la calidad de los sistemas naturales existentes en la región y prever la flexibilidad o estabilidad a largo plazo; 3. Incluir el río Llobregat y su delta, el Maresme, la zona del río Tordera, la Plana de Vic, Manresa, Igualada, el Vallés, la zona del bajo Anoia y las áreas naturales protegidas PEIN (Plan de espacios de interés natural);

4. Incluir las grandes áreas de vegetación natural, los corredores que las conectan, la agricultura, los arroyos-ríos-embalses-humedales, la escasez de agua limpia y las áreas de inundación, la calidad del agua y los ecosistemas acuáticos, las redes de saneamiento y de abastecimiento de agua, el crecimiento y la expansión urbanos, los movimientos de la fauna y la biodiversidad; 5. Hacer las previsiones oportunas para un período estratégico de entre 10 y 50 años; 6. Crear un plan razonablemente ambicioso, en lugar de proponer unos cuantos arreglos menores; 7. Poner de relieve únicamente las soluciones o planes espaciales alternativos que sean especialmente prometedores. 8. Llevar a cabo un plan conceptual, en lugar de un plan completo tradicional, con documentos de planificación detallados, y tener preparado el producto final para principios de septiembre de 2002; Así pues, el objetivo del plan es esbozar unas soluciones u organizaciones espaciales prometedoras, que realcen los sistemas naturales y los usos del territorio asociados a ellos, para el futuro a largo plazo de la región metropolitana de Barcelona.

C. Perspectivas del mosaico territorial Los planteamientos urbano, regional, de gestión de los recursos naturales y de protección constituyen materias razonablemente bien conocidas a través de los libros de texto, las revistas especializadas, los programas académicos y los expertos y profesionales destacados. Todos ellos aportan ideas y conocimientos sumamente importantes para el planeamiento del futuro de una región como la de Barcelona. La perspectiva del mosaico territorial surgida de la ecología del paisaje y campos afines y desarrollada durante las dos últimas décadas se cimenta en estas bases. También suministra un cuerpo teórico y un conjunto de principios centrados en la organización espacial de los usos del suelo que permite la armonización y sostenibilidad de los sistemas naturales y la población. La ecología del paisaje estudia amplias áreas heterogéneas tales como paisajes, regiones o el área que se puede ver desde la ventanilla de un avión o en una fotografía aérea, es decir mosaicos territoriales (Bibliografía, sección B). La ecología del paisaje trabaja a la escala espacial más idónea para una planificación eficaz. Integra explícitamente a la naturaleza y la población. Sus principios son aplicables a cualquier paisaje, desde el urbano al desértico o al selvático.

Su lenguaje espacial es sencillo, estimula una comunicación fluida entre los responsables de la toma de decisiones sobre los usos territoriales, los profesionales, y los expertos de un gran número de disciplinas. Su aplicación es fácil y directa. Como una célula o un cuerpo humano, el paisaje está formado por tres elementos principales, estructura, función y cambio. La estructura o modelo del paisaje es, sencillamente, la organización espacial de los elementos o usos del territorio en cuestión. El funcionamiento del paisaje es el movimiento o el flujo de agua, materias, fauna o seres humanos a través de la estructura. Y el cam­bio es la dinámica o transformación del modelo a lo largo del tiempo, en cierto modo análogo a las imágenes que se ven al voltear un calidoscopio. El mosaico territorial o modelo estructural se compone, oportunamente, de sólo tres tipos de elementos, "manchas", "corredores" y una "trama'". Esos elementos universales son las herramientas que nos permiten desarrollar unos principios básicos y comparar paisajes muy dispares. Este modelo mancha-corredor-trama también es una herramienta para la planificación de usos del suelo, dado que controla fuertemente los movimientos, flujos y cambios de los sistemas naturales y de la población. El lenguaje espacial simple resalta aún más cuan­do estudiamos cómo se combinan las manchas, los corredores y las tramas, para formar la variedad de mosaicos territoriales de la Tierra, tanto los existentes como los planificados.

¿Cuáles son los atributos clave de las manchas? Son grandes o pequeñas, fluidas o intrincadas, circulares o alargadas, escasas o abundantes, están dispersas o agrupadas, y así sucesivamente. ¿Qué propiedades tienen los corredores? Son estrechos o anchos, rectos o curvos, continuos o discontinuos, etc. La trama es única o está subdividida, está punteada o es casi homogénea, está perforada o fragmentada, y así sucesivamente. Estos atributos o descriptores espaciales se parecen mucho a las definiciones de un diccionario y a todos nos resultan familiares. El mero hecho de añadir una urbanización, una reserva natural o una carretera, por ejemplo, altera la estructura de un mosaico. En consecuencia, los movimientos y flujos de agua, materiales, especies y gente son alterados de manera, por lo general, previsible. Ahora bien, los impactos negativos surgen, a menudo, de cambios humanos no planeados, o de cambios diseñados pensando únicamente en la población. Los resultados beneficiosos, especialmente los diseñados a largo plazo, responden con frecuencia a cambios planeados teniendo en cuenta tanto los sistemas naturales como la población. En resumen, la ecología del paisaje aporta sencillez y claridad, un enfoque sobre la organización espacial, una perspectiva a gran escala, una comunicación fácil entre usuarios, armonía entre los sistemas naturales y la población, y es aplicable a cualquier paisaje. Y es cada vez más importante, dado que la sociedad está empezando a abordar seriamente la cuestión de crear entornos sostenibles.

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D. La región metropolitana de Barcelona: un mosaico territorial con rasgos distintivos En el parque Güell de Barcelona, Antoni Gaudí combinó fragmentos de colores de diversos objetos, creando unos mosaicos o diseños superficiales de asombroso poder evocador, el llamado trencadís. El reto social de hoy es encajar las piezas del mosaico territorial, de tal modo que a largo plazo se logre una buena armonía entre los sistemas naturales y la población de la región metropolitana de Barcelona. Un mapa de uso del suelo muestra el mosaico territorial actual en la región metropolitana de Barcelona (mapa 1). La estructura está compuesta por manchas, corredores y una trama. Las manchas incluyen los grandes paisajes agrícolas, las grandes áreas protegidas llamadas PEIN (siglas de Plan de espacios de interés natural), la ciudad de Barcelona, las llanuras de inundación /deltas de los ríos Llobregat y Tordera, y otras poblaciones. Los corredores principales son los ríos, las carreteras y las líneas de ferrocarril. La trama es la vegetación arbolada, si bien la agricultura y el suelo construido ocupan extensas zonas. A una escala más detallada, en el interior de las manchas pequeñas, encontramos poblaciones, pequeñas áreas PEIN, campos de cultivo, zonas arboladas e incluso el aeropuerto de Barcelona.

También los arroyos, carreteras y líneas de ferrocarril secundarias forman pequeños corredores. Hay numerosos flujos y movimientos importantes que ilustran el funcionamiento del mosaico territorial actual. Entre ellos se incluyen los siguientes: las aguas rumorosas de las crecidas de los ríos; los movimientos de la fauna que cruza las carreteras comprendidas entre áreas protegidas PEIN; los excursionistas que van del MontnegreEl Corredor al Montseny y desde Collserola a Sant Llorenc; la sal procedente de Cardona y Navás que, disuelta en el agua del río, llega hasta el valle del bajo Llobregat; el nitrógeno que, procedente del ganado de la plana de Vic, pasa al agua de los embalses del río Ter; los productos químicos industriales que fluyen por las aguas de los ríos Tordera y Anoia; las aguas residuales que recibe el bajo Besós procedentes del Vallés central; el transporte por carretera y ferrocarril que atraviesa la población de El Vendrell; el tráfico atascado a lo largo de la costa; y los "visitantes" que abarrotan durante los fines de semana la carretera que atraviesa Vic. El funcionamiento del mosaico se hace evidente en las escalas más detalladas en las que se aprecian desde el flujo de los compradores que entran o salen cotidiana­mente de Manresa, hasta las aguas pluviales que fluyen por las rieras del Maresme. El cambio en el mosaico es evidente a cualquier escala.

Considérese la creciente urbanización que se extiende desde Barcelona hacia la zona oeste del Llobregat (área de Gavá-Sant Boi de Llobregat­Torrelles-ValliranaCorbera-La Palma-Sant Vicenc deis HortsJ, o la que se extiende a partir de Manresa y Sabadell. 0 los racimos de municipios que amenazan con aglutinarse en el Vallés central o el bajo Anoia. 0 el desarrollo que amenaza con fragmentar la plana de Vic, con dividir Collserola, con cercar e invadir el Garraf o con convertir la costa sudoeste en una única ciudad lineal. A escalas más pequeñas, un municipio se extiende en una dirección, una gran crecida reorganiza un valle, y un gran incendio transforma un área. Mirando hacia adelante, las tendencias actuales sugieren claramente los siguientes cambios para la región metropolitana de Barcelona a 50 años vista, e incluso en la mayoría de los casos, a 10 años vista: 1. Más población, más edificios, mayor crecimiento urbano difuso, más suelo devastado, más carreteras, más tráfico y aglutinación de municipios. 2. Menos aguas limpias, menos prados, menos suelo agrícola y menor producción agraria,y menos superficie para los sistemas naturales y la naturaleza. 3. Además, climas más secos y calurosos, expansión difusa de segundas residencias, multiplicación de edificios en laderas escarpadas y en el horizonte, práctica desaparición de tramos limpios de arroyos y ríos y disminución de la biodiversidad.

No parece verosímil que este futuro siga una trayectoria lineal. Más bien promete estar lleno de altibajos: aumentos repentinos de la inmigración y la población, calentamiento del clima por el efecto invernadero, grandes inundaciones, crisis económicas graves y otras sorpresas menos previsibles. El actual mosaico territorial de la región metropolitana de Barcelona contiene varias características distintivas que resultan útiles para aclarar este punto. En primer lugar, existe un conjunto relativamente importante de grandes áreas naturales protegidas en las montañas (mapa 2). Las sierras de Collserola y del Garraf y la llanura de inundación del bajo Llobregat ayudan a impedir la expansión incontrolada de Barcelona y proporcionan a la ciudad una escala humana atractiva. Las laderas y crestas de las colinas escasamente urbanizadas confieren al paisaje una elevada calidad visual. El delta y la llanura de inundación del Llobregat constituyen un recurso muy valioso, por sus sistemas naturales, su inigualable parque agrícola y por sus espacios libres al alcance de mucha gente. En un clima relativamente seco, las llanuras de inundación y los deltas del Tordera y Llobregat son las principales fuentes de agua limpia abundante. Los humedales, la vegetación costera y los ecosistemas del litoral marino sólo subsisten en pocos enclaves amenazados como vestigios de un rico patrimonio natural lo que les reviste de una importancia excepcional.

En esas zonas predomina una red de saneamiento unitaria, en lugar de redes de aguas pluviales y fecales separativas, lo que limita la efectividad de las instalaciones de depuración de aguas residuales, además de ser una de las causas de la escasez de humedales originados por el agua de lluvia, de contribuir a la contaminación de los arroyos y los ríos por las aguas negras, y de degradar gravemente los ecosistemas acuáticos. Prácticamente, no existe el crecimiento urbano lineal a lo largo de los ejes de comunicación, al estilo norteamericano, aunque en ciertas zonas sea corriente la expansión difusa de algunas ciudades. El crecimiento difuso según el modelo de casas aisladas en grandes parcelas es aún relativamente infrecuente, pero podría estar a punto de extenderse a lo largo de la región. Aunque las líneas férreas y las estaciones de ferrocarril son más frecuentes que en Norteamérica, parecen menos abundantes que en otras zonas europeas comparables, lo cual significa que el crecimiento de la circulación por carretera constituye una seria amenaza. Para hacer una estimación de las condiciones generales actuales del territorio respecto a tos sistemas naturales y a la población podrían usarse varias medidas o ensayos. Cinco aspectos resultan especialmente esclarecedores:

1. En la región metropolitana, la producción agrícola es importante y variada. 2. Es frecuente la existencia de pequeña y mediana industria en el perímetro de las ciudades, lo cual proporciona empleo y reduce el tráfico, pero escasean los parques. 3. Los humedales y los ecosistemas costeros son sorprendentemente escasos, lo cual significa que la biodiversidad general está significativamente degradada. 4. No es habitual ver pescadores en los arroyos o los ríos, lo cual indica que escasea el agua limpia así como los ecosistemas acuáticos, los peces y las especies que comen peces, como las garzas. 5. La envidiable existencia de un conjunto de amplias áreas naturales protegidas PEIN (mapa 2), podría servir como aproximación a un modelo mundial para la protección a largo plazo de los sistemas naturales y la naturaleza, en un mosaico territorial en el que la gente usaría activamente los sistemas naturales y dependería de ellos.

•Pino, Joan y Rodá, Ferran, Fonaments de ('ecología del paisatge i aplicacions en el camp de la conservació, Centre de Recerca Ecológica i Aplicacions Forestals, Universitat Autónoma de Barcelona, Bellaterra, Barcelona, hacia 1998. •Pino, Joan; Roda, Ferran; Ribas, Josep; y Pons, Xavier, "Landscape structure and bird species richness: implications for conservation in rural oreas between natural parks", en Landscape and Urban Planning, n° 49, 2000, págs. 35-48. •Acebillo, Josep A. y Folch, Ramon (dirs), Atles Ambiental de ('Área de Barcelona: Balanc de recursos i problemes, Ariel Ciencia y Barcelona Regional, Barcelona, 2000. •McCarthy, James J.; Canziani, Osvaldo F.; Leary, NialL A.; Dokken, David J.; y White, Kasey s., (eds1, Climate Change 2001: Impacts, Adaptation, and Vulnerability, colaboración del II grupo de trabajo al tercer informe valorativo del jurado interguberna­mental sobre el cambio climático, Cambridge University Press, Nueva York y Cambridge, 2001.

02

Planteamiento y Métodos

El enfoque general del trabajo es conceptual, antes que cuantitativo. El aspecto principal que trata es el uso del suelo: se destacan los buenos modelos existentes, se incluyen modelos de recuperación del suelo degradado y se presentan nuevos modelos prometedores. El objetivo se centra en la propia naturaleza y en las interacciones entre naturaleza y seres humanos, pero no en la sociedad misma (economía, modelos sociales, etc.). Se integran tanto soluciones prácticas como de planeamiento y no únicamente una lista de cosas a hacer y a evitar. Por lo general, las prioridades resultan evidentes, de modo que no es necesario presentarlas en forma de lista detallada. El objetivo es definir un plan regional a gran escala con mapas, pero no con planos de detalle a pequeña escala, análisis de emplazamientos y especificaciones. Con el fin de atraer e involucrar a los responsables de la toma de decisiones y ganarse potencialmente el apoyo público, se pretende que el planeamiento sea suficientemente visionario, dentro de unos límites. Aunque los principios y conceptos adoptados son aplicables a cualquier lugar, las dimensiones cuantitativas (área, amplitud, número) varían según el clima, la región, el uso del suelo, y así sucesivamente. Es preciso determinar las dimensiones detalladas para una región en particular. De ahí que en el Apéndice G se presente un listado de lo que podrían ser dimensiones típicas en la región metropolitana de Barcelona.

También se relacionan los ámbitos dentro de los cuales las dimensiones mínimas pueden ser apropiadas. Sin embargo, deben determinarse las dimensiones mínimas para esta región. También debe decirse que todas las líneas trazadas en los mapas son aproximadas. En un período de tiempo tan corto como el dispuesto para hacer el trabajo, no ha sido posible visitar o analizar con detalle todas las localizaciones de la región. En cierto modo, esto puede ser una ventaja, ya que quienes pueden tomar las decisiones más sostenibles sobre emplazamientos más detallados son los líderes políticos y la población de la región. El único requisito es que estas determinaciones locales sean coherentes con el plan y los objetivos generales para la región metropolitana de Barcelona. En toda la región metropolitana existen planes para los proyectos de desarrollo local. Algunos de ellos aparentemente no se han ejecutado, incluso después de transcurridos años desde su aprobación. El autor tomó la decisión de usar los modelos de urbanización existentes, en lugar de planes todavía por ejecutar. Así, el resultado de este trabajo puede ayudar a proporcionar una perspectiva, así como a evaluar los fundamentos y ubicaciones para los planes existentes. La cartografía empleada en este proyecto tiene entre cero y cinco años, de acuerdo con la disponibilidad y el tiempo transcurrido desde la última restitución (Apéndice A).

El tiempo disponible y el coste impidieron actualizar ciertos mapas. Sin embargo, se ha considerado que, a una escala regional como la que nos ocupa, estas variaciones sólo son detalles menores, (así como los errores habituales de restitución y del propio GIS*), sin un efecto significativo en los resultados generales. Si se llega a considerar que los cambios en puntos concretos son significativos, éstos podrían ser abordados, en coherencia con el cumplimiento de la idea y objetivos globales. Como suele suceder en planeamiento, no se dispuso de tiempo o recursos para evaluar y comprobar in situ la información proporcionada, ni para recopilar nuevos datos o para realizar nuevas investigaciones. El proyecto se basa en la mejor información disponible o facilitada. Para una región relativamente grande como es la de la región metropolitana de Barcelona, el autor quiso evitar conscientemente: perderse en detalles, por lo cual no se acumularon o analizaron extensas bases de datos; tener que evaluar los contenidos de numerosos planes -propuestos o existentes- de urbanización, transporte, corredores verdes, etc.; o hacer extensas observaciones respecto a rasgos o temas secundarios de detalle. En este proyecto se desecharon varios enfoques posibles: *Geographical information system.

1. No se trata de un modelo de análisis cuantitativo, por ejemplo, con estudios económico-financieros, caudales e inundabilidad de los ríos, cantidades y rutas de residuos sólidos, intensidades de tráfico, edificios construidos, comportamientos de las aves migratorias, niveles de producción agrícola, cambios en los usos de ocio o cambios en las áreas de calidad visual. 2. Tampoco se trata de una optimización espacial computarizada compleja, para permitir que cada paso del proceso resulte sencillo y claro para el usuario. 3. No se desarrolla o evalúa una gama amplia de escenarios alternativos, ya que los responsables de la toma de decisiones desde el primer momento tuvieron una idea muy clara acerca de la dirección general y el enfoque que deseaban, y lo que querían era una mirada experta en La identificación de modelos basados en principios así como afinar el enfoque al máximo para su puesta en práctica. 4. No se trata de un planteamiento detallado sobre la dinámica de población o de especies, ya que la naturaleza y la biodiversidad necesitan protección en términos generales y existen otras características importantes de los sistemas naturales, que van desde las aguas subterráneas hasta los vertidos de productos químicos. Además, las ventajas para la población deben quedar bien explícitas.

5. No se trata de un planteamiento secuencia[ de cartografía multicapa, ya que los rasgos detallados importantes y muy extendidos tienden a desaparecer, los errores no percibidos a veces se multiplican, y lo que se requiere es la claridad del proceso y el producto en cada una de sus fases. 6. No se trata de un planteamiento indiscutible, propio de un científico de laboratorio; dado que es un enfoque pionero, cada paso del proceso debe ser comprensible y explicable. 7. Y, finalmente, no es un plan urbano o regional tradicional, en el sentido de preocuparse primordialmente por la población y el crecimiento, sino que los sistemas naturales, junto con la población, se erigen como principales objetivos a armonizar en el mosaico territorial. En un principio, se describieron como objetivos del proyecto de planeamiento del mosaico territorial de la región metropolitana de Barcelona los documentos que tratan de los tres temas siguientes: (A) principios y modelos básicos; (B) soluciones espaciales alternativas; (C) plan de acción y recomendaciones específicas.

En septiembre de 2001 se entregó un documento que abarcaba el primer tema (A). El presente documento del mosaico territorial de la región metropolitana de Barcelona incluye una versión muy ampliada y mejorada de los principios básicos originales. En las publicaciones que se relacionan a continuación aparecen modelos espaciales equiparables: •Dramstad, Wenche E.; Olson, James D. y Forman, Richard T. T., Landscape principies in landscape architecture and (and-use planning, Harvard University Graduate School of Design, American Society of Landscape Architects y Island Press, Washington, D. C., 1996. •Forman, Richard T. T., Land Mosaics: The Ecology of Landscapes and regions, Cambridge University Press, Nueva York y Cambridge, 1995. •Meffe, Gary K.; Carroll, C. Ronald; et al., Principies of Conservation Biology, Sinauer Associates, Sunderland, Massachusetts, 1997. •Burel, Francoise y Baudry, Jacques, Ecologie du paysage: concepts, methodes et applications, Editions TEC & DOC, París, 1999. •Farina, Almo, Principies and methods in (andscape ecology, Kluwer, Boston y Dordrecht, Países Bajos, 2000. •Ingegnoli, Vittorio, Landscape ecology: a widening foundation, Springer-Verlag, Berlín, 2002.

A principios de septiembre de 2001, se acordó ampliar el plazo de finalización del proyecto definitivo entre seis y doce meses (es decir, hasta primeros de septiembre de 2002). Desde los primeros esbozos del proyecto, y a lo largo del trabajo, se vio la necesidad de poner en práctica un planteamiento y un concepto más completos, si el tiempo lo permitía (es decir, modificar el ámbito del proyecto para incluir la llanura de inundación del Tordera, la Plana de Vic y sus alrededores, Manresa, Cardona-Navás, Calaf y El Vendrell, ya en Tarragona; poner un fuerte énfasis en el conjunto del valle del Llobregat; dedicar especial atención al Vallés, al bajo Anoia y al delta del Llobregat). Así pues, el grueso de este documento, "Mosaico territorial para la región metropolitana de Barcelona", constituye una versión completa más profunda del documento originalmente previsto para el segundo tema (B). El documento para el tercer tema (C) (plan de acción y recomendaciones específicas) fue concebido como una continuación de (A) y (B), para ser desarrollado "en caso de ser adecuado", es decir, si (A) y (B) eran satisfactorios. Este documento (C) dependería estrechamente de las costumbres, la legislación y las normativas, así como también de las condiciones políticas y económicas de la región, temas todos ellos bastante desconocidos para el autor, a lo que se sumaba la escasez de tiempo para intentar informarse sobre ellos. De modo que se decidió que (C) tendría que ser muy breve y general.

Por lo tanto, se incluye como Apéndice final 1, a continuación del material precedente del trabajo, y no se descarta que tal vez pueda servir algún día como introducción preliminar para otros trabajos. En resumen, el planteamiento general proporciona hipótesis importantes, establece principios básicos, esboza una visión, aplica a la estructura específica de la región metropolitana de Barcelona los principios en forma de modelos espaciales, identifica opciones y combinaciones de modelos que ofrecen las mayores ventajas (y las menores desventajas) y esboza y compara tres soluciones o planes alternativos para el conjunto de la región. Se pretende que cada paso del proceso sea sencillo, claro y ajustado al territorio y ala población. Para que un plan tenga posibilidades de pasar del papel a la práctica, debe ser comprensible para los responsables de la toma de decisiones, así como para la población, puesto que son ellos los que deben exponerlo, defenderlo y generar pasión por él.

• Forman, Richard T. T., Land Mosaics: The Eco(ogy of Landscapes and regions, Cambridge University Press, Nueva York y Cambridge, 1995. • Dramstad, Wenche E.; Olson, James D. y Forman, Richard T. T., Landscape principies in (andscape architecture and (and-use planning, Harvard University Graduate School of Design, American Society of Landscape Architects y Island Press, Washington, D. C., 1996. • Dale, Virginia H. y Haeuber, Richard A. (eds), Applying Eco(ogica( Principies to Land Management, Springer-Verlag, Berlín, 2001. • Opdam, Paul; Foppen, Ruud; y Claire C. Vos, "Bridging the gap between ecology and spatial planning in tandscape ecology", en Landscape Eco(ogy, n° 16, 2002, págs. 767-779. • Gutzwiller, Kevin, J. (ed], Applying Landscape Ecology in Bio(ogica( Conservation, Springer-Verlag, Berlín, 2002.

A. Entender la región metropolitana de Barcelona actual En años recientes, se ha venido utilizando como ámbito de planeamiento urbanístico la llamada área metropolitana de Barcelona, incluyendo el Maresme, el Vallés, el Penedés y el embalse de Foix. Se dispone de amplias bases de datos y documentos de planeamiento relativos a esta área, aunque todos aquellos implicados en el planeamiento reconocieron muy pronto que se estaba produciendo con gran rapidez una urbanización masiva y otras actividades de importancia para Barcelona y para Cataluña, no sólo en el área metropolitana, sino también en las áreas circundantes. De ahí que para el presente proyecto se sugiriera la conveniencia de ampliar el ámbito, y que zonas como El Vendrell, Igualada, Calaf, Manresa y la Plana de Vic tenían una importancia especial. El autor propuso unos límites que incluían esas áreas, que parecían coherentes en lo relativo a la geografía física y a la ecología, y que tampoco diferían mucho de los límites administrativos. Esta delimitación fue aprobada con ligeras modificaciones. Para mayor claridad y con fines operativos, en este estudio llamaremos en adelante a esta región ampliada "región metropolitana de Barcelona" (mapa 3).* *Se ha utilizado este término en la traducción del original “The Greater Barcelona Region”, aunque el área de estudio abarca, por razones de índole ambiental, un retorno mayor que el de la Región Metropolitana de Barcelona propiamente dicha.

La región metropolitana de Barcelona tiene, aproximadamente, el doble de superficie que el área metropolitana, aunque, como es natural, el grueso de la población total se sitúa en esta última. La región metropolitana de Barcelona tiene un radio medio de unos 65 kilómetros, tomado desde el centro de Barcelona. La superficie total de la figura semicircular de la región metropolitana de Barcelona es de unos 6.500 km2. En la última fase del proyecto, el autor identificó dieciséis sectores de la región metropolitana de Barcelona. Estos sectores, que fueron escogidos por ser susceptibles de admitir soluciones de planeamiento prometedoras, también proporcionaban visiones y soluciones algo más detalladas para el territorio (mapa 3). No son planes específicos para cada sector, sino que más bien muestran el plan regional con mayor detalle. Pequeños entornos, tales como rieras, arroyos, carreteras y perímetros de ciudades, se repiten exhaustivamente y tienen un notable efecto acumulativo a través de la región. De ahí que en el informe se entretejan soluciones ilustrativas para esos entornos. Al autor se le proporcionaron informes y otros documentos publicados, que se sumaron a las publicaciones recopiladas por él mismo.

Todos ellos aparecen enumerados en la primera sección de la bibliografía, "La región metropolitana y temas afines". Además, Barcelona Regional cuenta con un rico y útil conjunto de información preliminar y de cartografía especialmente sintetizada para este proyecto (Apéndice A). Aunque el autor haya vivido hace mucho tiempo en Montpellier, Francia, y en Centroamérica y Sudamérica, su castellano era al principio muy rudimentario y su catalán nulo. No obstante, su conocimiento del idioma mejoró notablemente a lo largo del proyecto. Normalmente, todo plan incluye descripciones de índole general sobre las condiciones medioambientales y la historia de la región. Sin embargo, en este caso han sido omitidas, por existir un abundante y accesible banco bibliográfico tanto histórico como medioambiental. Durante el proyecto, el autor realizó seis visitas a la región metropolitana de Barcelona, de una duración comprendida entre tres y seis días, repartidas entre las cuatro estaciones del año y a lo largo de un período de dieciséis meses. En el mapa 2 se registran las rutas generales de sus trabajos de campo por la región metropolitana de Barcelona, en compañía de Marc Montlleó, Sito Alarcón, Xavier Mayor y otros compañeros, además de una ruta en helicóptero por la región.

•Hughes, Robert, Barcelona, Harviü Press, Londres, 1992. [edición castellana: Barcelona, Editorial Anagrama, Barcelona, 2002 (6ª)]. •Busquets, Joan, Barcelona: Evolución urbanística de una capital compacta. Barcelona, 1994. •Bacaria, Jordi; Folch, Ramon; París, Antonia Reñaga, Laura; Ulied, Andreu; el al., Atlas ambiental del Mediterráneo, Institut Catalá de la Mediterránia, Institut Cartográfic de Catalunya y ERF Gestió y Comunicació Ambiental, Barcelona, 1999. •Acebillo, Josep A. y Folch, Ramon, directores, Atles Ambiental de f"Área de Barcelona: Balanc de recursos i prob(emes, Ariel Ciencia y Barcelona Regional, Barcelona, 2000. •Estudi Ramón Folch, Socio-economic considerations of territorial zoning in the Barcelona metropolitan area. With General Objectives, byJosepAcebi(lo, Barcelona, 2000. •Boada, Martí y Capdevila, Laia, Barcelona. Biodiversitat urbana, Ajuntament de Barcelona, Barcelona, 2000. •Grove, Alfred Thomas y Rackham, Oliver, The nature of Mediterranean Europea An Ecological History, Yale University Press, New Haven, Connecticut, 2001.

Por lo general, se establecía en Barcelona, pero también lo hizo en Caldes de Montbui y Sitges. En los trabajos de campo con expertos regionales, el autor observó los modelos locales y regionales, absorbió numerosas explicaciones esclarecedoras, debatió los temas de fondo, tomó numerosas notas, contrastó sus notas con los mapas topográficos, fotos aéreas e imágenes GIS, intentó vincular los principios básicos con los modelos sobre el terreno, y revisitó muchas zonas en compañía de expertos. A fin de mantener cierta perspectiva sobre la multiplicidad de aspectos presentes en el trabajo, durante el proceso de aprendizaje y planificación se mantuvo una lista de rasgos clave de la región metropolitana de Barcelona (Apéndice B). Esta lista se revelaba siempre incompleta y estuvo sometida a continuas ampliaciones y revisiones. Finalmente, hay que remarcar que éste es un plan a largo plazo para la región metropolitana de Barcelona como conjunto, una vasta, importante y dinámica región; un plan que pone de relieve el modo como encajan entre sí las distintas partes de la región. Cualquier plan que sólo abarcase una porción de la región metropolitana de Barcelona (p. ej., Sant Celoni, el Vallés, la costa sudoeste, la ciudad de Barcelona, o incluso el área metropolitana de Barcelona existente,) sería diferente y, en algunos aspectos, resultaría insatisfactorio, dentro de la perspectiva más general de la región metropolitana.

Por lo general, se establecía en Barcelona, pero también lo hizo en Caldes de Aun así, los planes limitados a porciones concretas de la región metropolitana son valiosos, siempre que las soluciones que planteen sean compatibles con las de la región metropolitana en conjunto. •Acebillo, Josep A. y Folch, Ramon (dirs), Atles Ambiental de l"Área de Barcelona: Balanc de recursos i problemes, Ariel Ciencia y Barcelona Regional, Barcelona, 2000.

B. Hipótesis importantes 1. La conectividad del paisaje es importante para la movilidad de la fauna y otras especies, el movimiento de la población y, en algunos casos, para los excursionistas. • Bennett, Andrew F., Linkages in the Landscape: The Role of Corridors and Connectivity in Wildlife Conservation, IUCN-The World Conservation Union, Gland, Suiza y Cambridge, 1999. 2. Los objetivos ambientales y las soluciones de planeamiento para la naturaleza son importantes en sí mismos, pero hay que tener en cuenta que los sistemas naturales soportan usos humanos. Es importante resaltar los valores naturales y, además, señalar los usos que hacen los seres humanos de ellos. 3. Las áreas agrícolas extensas tienen especial importancia. Respecto a las zonas agrícolas pequeñas, aunque algunas puedan ser de indudable importancia, a una escala regional como la que nos ocupa no suelen tratarse. En la región metropolitana de Barcelona hay diferentes tipos de zonas agrícolas, cada una de las cuales tiene su importancia: producción de grano (p. ej., el valle de Calaf), pequeñas explotaciones agrícolas (delta del Tordera), viñedos (Penedés), ganadería (Plana de Vic), pequeñas explotaciones agrícolas y huertos familiares (delta del Llobregat) y producción en invernaderos (Maresme).

Todos ellos son importantes para la naturaleza y para la población. Una elevada producción de tipos agrícolas diferentes proporciona flexibilidad y estabilidad para el futuro, aunque sea inevitable que se produzcan ciertos desarreglos importantes. 4. Sólo hay dos áreas -relativamente grandes- que proporcionan abundante agua dulce limpia y fiable en toda la región, los deltas y llanuras de inundación del Llobregat y del Tordera, lo cual tiene particular importancia en un clima relativamente seco. AcebiLLo, Josep A. y Folch, Ramon (dirs), Atles Ambiental de ('Área de Barcelona: Ba(anc de recursos i probfemes, Ariel Ciencia y Barcelona Regional, Barcelona, 2000. 5. No existe otro lugar viable donde ubicar el aeropuerto de Barcelona. 6. Debemos considerar los siguientes valores de los sistemas naturales y la naturaleza de la región a proteger y realzar en el futuro: biodiversidad, especies raras, movimientos de la fauna, tipos de vegetación o de hábitat, abundancia de agua dulce limpia en el subsuelo, arroyos y ríos limpios con ecosistemas saludables y población piscícola autóctona.En todo el mundo existe una preocupación creciente por la protección de la biodiversidad, y la Comunidad Europea ha señalado áreas de hábitats especialmente valiosos para las especies en la región que nos ocupa.

Las culturas catalana y española están profundamente preocupadas por el patrimonio natural, por muchos animales y plantas, por los rasgos geológicos y por la propia naturaleza. 7. Las cuencas o vertientes son ámbitos de planificación particularmente valiosos en las zonas montañosas escarpadas y en aquellas en que sean vitales los procesos relacionados con la circulación del agua. No obstante, en la región metropolitana de Barcelona existen numerosos e importantes flujos -como rutas de transporte, movimientos de fauna y contaminación del aire- que atraviesan las cuencas de drenaje. Además, existen otros aspectos que tienen como foco central las crestas montañosas separadoras de cuencas, como la recarga de acuíferos, la tala de bosques y ciertos grupos de fauna importantes. En este sentido, la organización de los usos principales del suelo, tales como la agricultura, la urbanización y los usos forestales, además de los numerosos corredores de suelo que los conectan, se ha usado de manera efectiva como mosaico territorial. 8. La industria se ubicó tradicionalmente jalonando arroyos y ríos (por la fuerza hidroeléctrica, para refrigeración y también para vertido de residuos contaminantes), y todavía sigue ahí. En cambio, la pequeña y mediana industria surgida en las últimas décadas (y que ya no necesita de los ríos y arroyos) suele estar en las afueras de las poblaciones, cerca de las carreteras.

9. Con carácter general, se deben favorecer las soluciones que dependen de procesos naturales en lugar de procesos ingenieriles elaborados, o las que combinan los procesos naturales con una ingeniería sencilla, ya que suelen ayudar a reforzar la biodiversidad, los movimientos de la fauna e incluso la propia naturaleza. Por lo general, son de construcción más económica, tienen menores costes de mantenimiento y precisan menos reparaciones, además de ofrecer una mayor riqueza de posibilidades recreativas y estéticas. 10. El uso del suelo es el principal mecanismo para lograr objetivos a escala regional a largo plazo. La protección, adquisición y uso del suelo, unidos al reconocimiento y apoyo públicos, tienden a cambiar lentamente con el tiempo, a menudo a lo largo de décadas o incluso de períodos aún mayores. Sin embargo, pueden alcanzarse ciertos objetivos combinando el uso del suelo con medidas a corto plazo, como normativas, incentivos, proyectos específicos, proyectos piloto, etc. Estas medidas suelen depender de las tradiciones, la legislación y las políticas de la región, pero resultan difíciles de entender para los forasteros. Además, las medidas a corto plazo pueden ser alteradas "de la noche a la mañana", mientras que la calificación y protección del suelo resultan visibles al público sobre el terreno, y es más factible que se mantengan a lo largo del tiempo en aras al bien común.

11. Para el año 2020 (hacia la mitad del período de vigencia de este plan) se espera un significativo cambio climático global, asociado al aumento de C02, cuyos efectos se acentuarán hacia 2050. Previsiblemente, los cambios climáticos en la RMB serán: aumento de la temperatura media anual de unos 2 °C para la década de 2020, y de 3 °C para la de 2050; aumento de la temperatura especialmente en verano; disminución de la precipitación media anual del orden del 10 %-15 % para la década de 2020, y del 20 % para la de 2050; y aumento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor en verano, aumento del riesgo de sequías veraniegas, y mayor frecuencia en los fenómenos de precipitaciones intensas. • Houghton, John Theodore; Ding, Y.; Giggs, D. J.; Noguer, M.; van der Linden, P. J.; Da¡, X.; Maskell, K.; y Johnson, C. A. (eds), Climate Change: The Scientific Basis, colaboración del 1 grupo de trabajo al tercer informe valorativo del jurado intergubernamental sobre el cambio climático, Cambridge University Press, Nueva York y Cambridge, 2001. • Cheddadi, Rachid; Guiot, JoóL; y Dominique Jolly, "The Mediterranean vegetation: what if the atmospheric COz increased?", en Landscape Ecology, n°16, págs. 667-675, 2001.

12. Los efectos del cambio climático en la región durante este período serán, previsiblemente, significativos, incluyendo entre ellos: aumento del riesgo de escasez de agua; aumento del riesgo de crecidas (asociado con fenómenos de precipitaciones intensas); amenaza creciente a los humedales y sus especies; degradación de las propiedades del suelo (debido al calor y la sequía); cosechas agrícolas amenazadas debido a la escasez de agua y a la disminución de período de cosecha causada por el calor veraniego); disminución de la explotación de madera (a causa de la sequía y el riesgo de incendio); oleadas de calor que disminuirán las afluencias turísticas punta en verano; y cambio del nivel del mar que afectará a los ecosistemas costeros, los humedales, el transporte y las zonas edificadas. • McCarthy, James J.; Canziani, Osvaldo F.; Leary, NiaLL A.; Dokken, David J.; y White, Kasey S., [eds), Climate Change 2001: Impacts, Adaptation, and Vulnerability, colaboración del II grupo de trabajo al tercer informe valorativo del jurado intergubernamental sobre el cambio climático, Cambridge University Press, Nueva York y Cambridge, 2001. • Cheddadi, Rachid; Guiot, Joél; y Dominique Jolly, "THe Mediterranean vegetation: what if the atmospheric HCOz increased?", en Landscape Ecology, n° 16, págs. 667-675, 2001.

13. Los huertos familiares tienen importancia en la región y suministran una combinación de valores: producción de alimentos, interacciones sociales, espacios individuales para los que residen en pisos y un vínculo con la naturaleza (suelo, agua, plantas, animales). 14. La estética o la alta calidad visual tiene una importancia a largo plazo en la región. Entre los recursos más valorados se cuentan: vistas panorámicas o perspectivas de extensas áreas, laderas y crestas sin desarrollo urbanístico y carreteras bordeadas de flores, arbustos y árboles; vistas bonitas de un pueblo desde la carretera, así como entradas atractivas al mismo. En cada caso, siempre puede conjugarse un diseño apropiado con unas condiciones que favorezcan la fauna, el control de la erosión, las aguas limpias, y así sucesivamente. • Im, Seung-Bin, ' Skyline conservation and management in rapidly growing cides and regions: successes and failures in Korea, en Proceedings of the International Conference en Landscape Planning and Environmental Conservation, Universidad de Tokio, Tokio, págs. 194-208, 1992.

19. La aglutinación de áreas urbanizadas para formar una gran ciudad, por ejemplo, desde Malgrat de Mar hasta EL Vendréll, con Terrasa, Sant Cugat y Granollers como barrios, no es deseable. Un proceso de este tipo es el que parece estar produciéndose con rapidez en el Vallés y en algunas otras áreas. 20. Las franjas litorales edificadas en el Maresme y la costa sudoeste han diezmado los humedales, la vegetación costera, la franja costera sin urbanizar y el litoral marino. 21. Deben reducirse al máximo las áreas de crecimiento urbano difuso que podrían representar un futuro con infraestructuras costeras, tráfico intenso, escasa cohesión comunitaria y pérdida y fragmentación del hábitat. 22. La urbanización compacta dentro del área del municipio refuerza el sentimiento de comunidad, y protege especialmente los sistemas naturales del municipio. En esta línea, Mollet del Vallés, por ejemplo, ha sabido combinar el crecimiento, la cohesión comunitaria, la protección de sus sistemas naturales, su suelo agrícola y sus recursos patrimoniales.

23. Las poblaciones con crecimiento concentrado son razonables, tanto en sus aspectos sociales como ecológicos. Con un casco antiguo central distintivo, en el que se combinan los usos residencial, de servicios, comercial e histórico, rodeado de barrios nuevos de mayor altura, con áreas residenciales, comerciales y de servicios, y con zonas de pequeña y mediana industria en las afueras, se favorecen unas interacciones sociales relativamente fuertes, un tráfico limitado y una disminución de los desplazamientos, y el crecimiento difuso se reduce al mínimo. Todo ello redunda en favor del entorno. 24. La periferia de las poblaciones suelen adolecer de falta de parques, terreno natural y corredores verdes para los residentes o para el crecimiento urbano futuro. Para realzar la naturaleza y reforzar el sentimiento comunitario, es preciso disponer de más parques públicos en el perímetro de los municipios. 25. Conviene mantener o resaltar la singularidad de los municipios como recurso valioso frente al proceso de homogeneización resultante de las carreteras, el tráfico, las industrias, los restaurantes, los centros comerciales y otros procesos de globalización. 26. Algunos edificios, desarrollos urbanos, carreteras y otras estructuras están simplemente mal emplazados; a menudo se construyeron antes de la aparición de la ecología moderna y de las inquietudes medioambientales o antes de la implantación de normativas o procedimientos adecuados.

Ejemplo de ello es la construcción de edificios en las llanuras de inundación, en zonas con alto riesgo de incendios y en áreas naturales importantes; construcciones que deberán desaparecer con el tiempo. 27. Para la protección de los recursos naturales finitos, es importante la identificación de áreas potenciales para el crecimiento, la urbanización, la industria pesada y los centros de transporte de mercancías por carretera, en aquellos lugares en que los daños a los recursos naturales clave sean comparativamente bajos. 28. La sal de las minas de la zona de Cardona­Súria-Navás-Sallent contamina el agua del río Llobregat. Para paliar este efecto existe una red que, utilizando escasa cantidad de agua dulce, transporta la sal hasta el mar. Pese a los importantes esfuerzos de mitigación desplegados, la calidad del agua de la totalidad del río Llobregat sigue siendo deficiente, en parte por la contaminación salina procedente de esta zona. 29. Existe un elevado riesgo de incendio en aquellas partes de la región metropolitana de Barcelona en las que el bosque o las áreas de vegetación natural se entretejen con áreas edificadas, y este riesgo es extremadamente alto en un número pequeño, pero creciente, de áreas de crecimiento difuso. Los objetivos clave de la gestión de incendios incluyen la protección de: las áreas edificadas (en las proximidades de las zonas boscosas); los bosques para la explotación de la madera y muchas especies raras o infrecuentes de árboles adaptados al fuego.

30. Existen relativamente pocas líneas férreas y la población utiliza poco el ferrocarril (en comparación con otros países del contexto europeo), por lo cual es muy conveniente fomentar las soluciones que minimicen el tráfico por carretera. 31. El tráfico por carretera produce elevados niveles de ruido en una franja de anchura considerable, lo cual no sólo molesta a los seres humanos, sino que además inhibe la existencia de cierta fauna, como los pájaros cantores. • Forman, Richard T. T.; Sperling, Daniel; Bissonette, John A.; Clevenger, Anthony P.; Cutshall, Carol D.; Dale, Virginia H.; Fahrig, Leonore; France, Robert L.; Goldman, Charles R.; Heanue, Kevin; Jones, Julia A,; Swanson, Frederick J.; Turrentine, Thomas; y Winter, Thomas C., Road Ecology: Science and Solutions, ¡stand Press, Washington, D. C., 2002. 32. El control o reducción de los usos intensivos de agua, como la irrigación de cultivos, el riego de césped, campos de golf y ciertas industrias, es importante en un clima relativamente seco. 33. La protección de la naturaleza y los sistemas naturales debe ser un objetivo a cumplir, aunque no necesariamente en las actuales ubicaciones y poblaciones de las especies. Pase lo que pase, a lo largo del tiempo cambiará la distribución y el tamaño de la población de casi todas las especies. Las soluciones que se aporten deberán sostener, como mínimo, al grueso de las especies nativas de la región metropolitana de Barcelona.

34. La ciudad de Barcelona está "divorciada" del vecino río Llobregat y de su llanura de inundación. Esta separación la conforma una complicada red de corredores de transporte que constituyen una barrera física.El agua está sucia y durante períodos prolongados su caudal se reduce a poco más que un hilillo. La llanura de inundación, en términos generales resulta impenetrable, casi hostil. 35. Si alguna de las hipótesis anteriores es falsa, el (los) aspecto (s) relevante (s) del plan deben) ser examinado (s) cuidadosamente para calibrar su importancia y, en su caso, hacer los ajustes oportunos.

C. Principios básicos En primer lugar, se señalan sucintamente los principios fundamentales de la ecología del paisaje y otros temas afines (Apéndice C). La mayoría se centra en la ecología o en los sistemas naturales, aunque también se incluyen algunos principios del sistema humano. Se han organizado convenientemente en ocho grupos, a saber:

1. Tamaño y contorno de la mancha. (a) Ventajas de las manchas grandes. (b) Especies fronterizas e interiores. (c) Ventajas de las manchas pequeñas. (d) Poblaciones en las manchas pequeñas. (e) Impactos humanos y áreas protegidas. (f) Características de las fronteras. 2. Hábitats para la conservación de las especies. (a) Número de manchas grandes.(b) Selección de manchas para la conservación. (c) Diversidad del hábitat. (d) Hábitats raros y comunes. (e) Especies de hábitats aislados diferenciados. 3. Procesos naturales y circulación de las especies. (a) Forma y función. (b) Interacciones entre manchas. (c) La mancha grande como fuente. (d) Circulación entre manchas pequeñas. (e) Bordes o contornos rectos e intrincados. (f) Escorrentía superficial. (g) Flujos de aguas freáticas. 4. Corredor y red. (a) Funciones del corredor y su control. (b) Manchas pequeñas vinculadas a corredores. (c) Red principal de vegetación natural. (d) Bucles en las redes. (e) Conectividad del paisaje. (f) Brecha en un corredor. (g) Puntos de apoyo entre manchas grandes. 5. Transporte y desarrollo. (a) La carretera como fuente de efectos. (b) La carretera como protectora de la trama. (c) Red de carreteras. (d) Corredores perforados en las carreteras. (e) El desarrollo concentrado.

6. Los corredores fluviales. (a) El corredor de arroyo. (b) La vegetación en las llanuras de inundación o áreas ribereñas. (c) El escalonamiento de la vegetación en el corredor de río. (d) El corredor de cuenca y el corredor de arroyo. 7. El mosaico territorial. (a) Retroalimentaciones estructura-función-cambio. (b) Escalas espaciales. (c) Estructura jerárquica. (d) "Granulometría" del mosaico. (e) Modelo de mosaico y especies multihábitat. 8. Cambio del paisaje. (a) Cambio ecológicamente óptimo. (b) Procesos espaciales. (c) Cambio en el modelo de mosaico. (d) Efectos acumulativos. (e) Demoras temporales. •

Forman, Richard T. T., Land Mosaics: The Ecotogy of Landscapes and regions, Cambridge University Press, Nueva York y Cambridge, 1995.



Dramstad, Wenche E.; Olson, James D.; y Forman, Richard T. T., Landscape principies in landscape architecture and land-use planning, Harvard University Graduate School of Design, American Society of Landscape Architects y ¡stand Press, Washington, D. C., 1996.



Gutzwiller, Kevin, J. (ed), Applying Landscape Ecology in Biological Conservation, Springer-Verlag, Berlín, 2002.

D. Esbozos de una visión Los principios que acabamos de enumerar son los cimientos de una visión del futuro. Deben ser integrados para visualizar mejor las características de ese futuro. ¿Cuántas de éstas podremos decir que no son atractivas? Veámoslas. Un territorio concebido como combinación de capital, patrimonio y hogar. Un territorio con unos sistemas y recursos naturales viables a lo largo de décadas de crecimiento de la población y la urbanización. Una mejora notable de los sistemas naturales existentes degradados o fragmentados. Unos usos del suelo con la flexibilidad suficiente como para persistir las vicisitudes de cambios esperados e inesperados. Unos sistemas naturales conservados dentro de la propia región urbana, sin dependencia del exterior de ésta. Un suelo fértil que produce o puede producir una parte razonable de los alimentos (y el vino...) necesarios. Una región urbana cuyos municipios mantienen sus identidades distintivas, sin aglutinarse en una megalópolis. El florecimiento de las culturas local y regional, en amable coexistencia con la globalización. Abundantes oportunidades de ocio sostenible para la población de la región. La existencia de numerosos arroyos y ríos de aguas limpias en un clima mediterráneo, orgullo y envidia de Europa. . Reducción del peligro de inundación.

La fauna recorriendo con facilidad toda la región por tos modelos espaciales de naturaleza que sostienen el grueso de las especies. La recuperación del rico patrimonio perdido de los humedales y los ecosistemas costeros. Una región donde la gente no viva "ahogada" en el tráfico, y en la que la naturaleza no esté degradada y fragmentada por carreteras abarrotadas. Un área donde prácticamente no exista el crecimiento difuso ni el lineal a lo largo de los ejes de comunicación, donde la belleza de las afueras de las poblaciones sea el placer y el orgullo de los residentes. Una gran ciudad y unos vecinos abiertos a su río y con un parque de renombre mundial. Éstas son el tipo de ensoñaciones de las que estamos hablando, algo así como una lista de deseos, de sueños que, al materializarlos en un espacio concreto, se vuelven tangibles..., son visiones que uno puede entrever. En otras palabras, lo que sigue es una serie de miradas fugaces de una visión para la naturaleza y los seres humanos, un retrato incompleto de futuro en el que únicamente son visibles los rasgos y contornos generales y que no está oscurecido por los detalles siempre cambiantes de la "pequeña escala". Es un punto en el que apoyarse a la hora de alcanzar los objetivos del plan. Para cada uno de los modelos de la visión que se vislumbran seguidamente, se describen o sugieren los beneficios para los sistemas naturales, e indirectamente para la gente, en la lista de principios básicos (Apéndice C).

•Unas pocas grandes áreas o manchas prominentes de cada tipo de vegetación natural. •Cada mancha verde importante contiene un núcleo, unos cuantos lóbulos largos en el contorno, y está rodeada de pequeñas manchas de naturaleza cercanas. •Fragmentos de naturaleza (pequeñas manchas y corredores) diseminados a través de una trama de actividades humanas. •Amplias áreas del mejor suelo agrícola dedicadas casi por entero a la agricultura, junto con pequeñas manchas y franjas de naturaleza. •Conectividad del paisaje para las especies, así como también para las personas, a través de toda la región metropolitana. •Amplios corredores de conexión, con las áreas de descanso que sean precisas, proporcionando rutas alternativas entre las grandes zonas verdes. •Rieras y arroyos protegidos por un corredor de vegetación que mantenga la diversidad del hábitat, ayude a recargar los acuíferos y reduzca el riesgo de inundación. •Ríos y arroyos importantes con una vegetación "escalonada", que proporcionará conectividad longitudinal y transversal al valle a la vez que enriquecerá al río.

•Puntos estratégicos en la región caracterizados por su ordenación y gestión manifiestamente concentradas, sostenidos con apoyo público. •Vías de tráfico intenso jalonadas por mecanismos atractivos de amortiguación del ruido y perforadas por pasos transversales que permitan la libre circulación de la fauna, el agua y las personas. •Circulaciones de personas y mercancías optimizadas y mitigadas para facilitar la red de flujos naturales. •Circulación natural de flujos de agua, residuos, productos químicos, y especies en el interior de ciertas grandes áreas, cuyo movimiento cree la mínima degradación en la mayoría de las áreas. •Una región con un uso del suelo en forma de grandes manchas, es decir, con una textura que podríamos calificar como de "grano grueso", pero con manchas de "grano fino" relativamente pequeñas. •Pequeños emplazamientos de actividad huma­na en su mayoría localizados cerca de las principales divisorias entre grandes usos del suelo. •Parajes transformados en armonía con un cambio de uso del suelo ecológicamente sensato. •Un paisaje cambiante, pero no aL alocado ritmo de la economía y la política, sino evolucionando de manera sostenible de acuerdo con la cultura local y regional.

Todo lo anterior no son sino miradas fugaces de una visión sostenible para la naturaleza y la población. ¿Hasta qué punto es factible o realista esta visión? Los procesos y modelos espaciales ecológicos están directamente vinculados a los indicadores socioeconómicos, culturales y de calidad de vida. Cuando las trayectorias o los indicios de vida del territorio son negativos, aparecen las crisis, lo cual nos obliga a buscar alternativas positivas y a cambiar. En diversos lugares del mundo se están poniendo en práctica soluciones ecológicas para el paisaje con importantes resultados. Sin embargo, en ningún lugar se han conjuntado todas las soluciones que acabamos de esbozar más arriba. Es más, a pesar de que ya se están introduciendo fragmentos de esta visión en el planeamiento urbano y paisajístico, todavía no hay ninguna región en la que se haya puesto en práctica o empezado a planificar un mosaico territorial de este tipo para su futuro. La visión no consiste en sostener o dar acomodo a las poblaciones naturales y humanas, o a las condiciones medioambientales específicas existentes. Dentro de cincuenta años, pase lo que pase, seguramente todo habrá cambiado notablemente. El objetivo ha de consistir, más bien, en crear unos modelos de suelo que proporcionen la necesaria flexibilidad para sostener a la naturaleza, a los sistemas naturales y a la población en la región metropolitana de Barcelona, y que sean consecuentes con los cambios venideros previsibles e imprevisibles.

Parece probable que se produzca un cambio climático global, así como grandes epidemias naturales, importantes cambios en los mercados financieros y alteraciones de la población. En realidad, la ejecución del plan beneficiará a ciertos modelos existentes y estimulará la aparición de otros nuevos. En cualquier caso, la naturaleza, los sistemas naturales y las comunidades humanas en su conjunto deben continuar y mejorar. • Forman, Richard T. T., "Imaginar un mosaico terrestre en el que puedan desarrollarse tanto la naturaleza como las personas/ Envisioning a land mosaic where both nature and people thrive", en Jardines insurgentes: Arquitectura del paisaje en Europa 1996-2000, "Arquithemas", Fundación Caja de Arquitectos, Barcelona, 2002.

E. Modelos espaciales, opciones alternativas y la región metropolitana de Barcelona La visión que acabamos de esbozar se basa en principios. Éstos, sin embargo, deben adaptarse a los modelos y procesos distintivos actuales de la región metropolitana de Barcelona. A saber, además de Barcelona y el extenso sistema del río Llobregat, en cualquier planeamiento para la región hay que tener muy en cuenta el conjunto de extensas áreas naturales protegidas existentes (mapa 21). El primer paso, ya descrito anteriormente, señala una amplia gama de principios básicos relevantes (Apéndice C) y selecciona los principios "primordiales", es decir, los que ofrecen los mayores beneficios globales (Apéndice D]. El segundo paso describe los principios primordiales como modelos o diagramas espaciales simples, que se aplican a los modelos específicos de la RMB para identificar opciones "prometedoras". Se evalúan las opciones (por lo general, de dos a cuatro para cada principio fundamental) mediante la simple enumeración de las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas (Apéndice D). Finalmente, el tercer paso, que es básicamente un proceso interactivo de criterios, combina las opciones que ofrecen las mayores ventajas y los menores inconvenientes.

En ocasiones, un principio, que en el listado original aparecía como secundario se considera de suficiente importancia como para afectar al proceso. [En un documento de septiembre de 2001 aparece esbozado un ejemplo de este paso]. Este proceso conduce a tres soluciones espaciales alternativas y completas para la RMB que difieren entre sí por sus características individuales, pero que se estima alcanzan los objetivos establecidos inicialmente. Entre las tres soluciones se establece un gradiente que ha sido oportunamente bautizado como: el "plan más prometedor", el "plan base" y el "plan mínimo". Pero antes de presentarlas de forma específica vamos a abordar los temas principales surgidos de este proceso y que sirven de fundamento a las propuestas.

• Dramstad, Wenche E.; Olson, James D.; y Forman, Richard T. T., Landscape principies in (andscape architecture and land-use planning, Harvard University Graduate School of Design, American Society of Landscape Architects y Island Press, Washington, D. C., 1996.

03

El Plan: aspectos principales

A. La red Esmeralda Grandes áreas o manchas de vegetación natural interconectadas mediante corredores de vegetación, constituyen la red esmeralda. Ésta es la columna vertebral de la protección de los sistemas naturales en un paisaje o región, el buque insignia o la piedra de toque de la región metropolitana de Barcelona (mapa 4). Las grandes zonas verdes, o esmeraldas, proporcionan un conjunto de beneficios clave, que no podrían conseguirse de ninguna otra forma, ente los que destacan: protección de la calidad del agua de los acuíferos; conectividad de las aguas de cabecera de los arroyos; hábitat para sostener poblaciones de especies en el interior de las manchas; hábitat y refugio para las especies autóctonas grandes; y una fuente de especies diseminadas por la trama y las manchas pequeñas. Normalmente, las grandes zonas verdes para la conservación de la naturaleza y la biodiversidad son capaces de absorber los desarreglos de la naturaleza y persistir a lo largo del tiempo. Otros beneficios importantes de las grandes zonas verdes para la sociedad son el suministro de agua limpia, el control de Las crecidas, el realce de los ecosistemas acuáticos río abajo, el agua para las instalaciones de depuración de aguas residuales, los valores estéticos, la biodiversidad y los productos de la madera.

Además, proporcionan una amplia gama de posibilidades de ocio, desde las áreas de picnic hasta la observación de pájaros silvestres, la caza, las excursiones y la educación de la juventud. Una red o sistema tan sólo funciona con éxito si tiene conexiones efectivas. En la red esmeralda, la gran mayoría de las conexiones están compuestas por vegetación natural, aunque campos o parques también puedan considerarse. Análogamente, los corredores de interconexión son rutas fiables esenciales para el paso de la fauna por el territorio. Aunque algunos de los movimientos de la fauna entre grandes manchas no se produzcan por éstos, su presencia suele aumentar las circulaciones. Es más, los corredores son el único modo eficaz de asegurar la circulación fluida de las especies a largo plazo, dado que las actividades humanas cambian y se extienden por la trama circundante de forma imprevisible. Los senderos peatonales en los corredores proporcionan conectividad para las actividades de ocio y el excursionismo en la región metropolitana de Barcelona. Más que un sistema de "caminos verdes" para el ocio, la red esmeralda se centra en torno a las esmeraldas y, aunque el ocio tenga su importancia, su misión fundamental es proteger la naturaleza, los sistemas naturales y la circulación de la fauna.

La red permite que un excursionista avezado pueda llegar a recorrer o incluso rodear toda la región metropolitana, pero lo más importante es que permite que todo habitante del medio urbano de la región viva relativamente cerca de un sendero y pueda disfrutar de un tranquilo paseo al atardecer en plena naturaleza. La red es un "amortiguador" de la extinción potencial de las especies en caso de que se produjese un desastre importante en una mancha o, ya a mayor escala, frente a un cambio climático o humano generalizado. La red permite la circulación de las especies entre grandes manchas y en todas direcciones. La red también colabora a limitar el crecimiento urbano, ya sea difuso o no, y ayuda a crear áreas con sus propias identidades y singularidades culturales, sociales y económicas dentro de una región.

• Forman, Richard T. T., Land Mosaics: The Ecology of Landscapes and regions, Cambridge University Press, Nueva York y Cambridge, 1995. • Gutzwiller, Kevin, J. (ed), Applying Landscape Ecology in Biological Conservation, Springer-Verlag, Berlín, 2002. (En concreto los artículos de R. Hobbs, P. Opdam y J. Ahern).

1. ESMERALDAS, LAS JOYAS DE LA CORONA DE LA NATURALEZA: El número mínimo necesario de grandes manchas parece estar en torno a cuatro, para un tipo particular de vegetación importante. Pero dado que algunas especies se mezclan con distintos tipos de vegetación, podría ser apropiada la existencia de dos o tres manchas de un segundo tipo de vegetación, y otras dos manchas de cada tipo de vegetación importante adicional. En la región metropolitana de Barcelona existen actualmente ocho grandes áreas naturales protegidas por el PEIN (Plan de espacios de interés natural) (mapa 2), y se proponen otras dos adicionales: Ancosa-Miralles, al oeste del Penedés, y la sierra de Rubió, al norte de Igualada (mapa 4). La esmeralda Ancosa-Miralles combinaría y conferiría integridad a un conjunto de cinco áreas protegidas PEIN existentes, de mediano y pequeño tamaño. La esmeralda de la sierra de Rubió conectaría las áreas de cabecera de los ríos Anoia y Llobregat, protegería algunos hábitats raros catalogados por la Comunidad Europea e incluiría una pequeña área PEIN. En resumen, las características de las diez esmeraldas potenciales son las siguientes:

Existen cuatro ejemplos de bosque de encina y pino combinado con monte bajo, sobre roca conglomerada. Hay dos áreas de bosque variado centroeuropeo y mediterráneo sobre roca sedimentaria, y dos de encina y pino sobre roca metamórfica, además de una sola área distintiva de bosque de pino piñonero, pino carrasco y encina sobre granito. Hay una sola área de monte bajo y pino carrasco sobre terreno cárstico. En otras palabras, las diez son importantes ecológicamente. Otras consideraciones en la creación de la red esmeralda son la dispersión de grandes manchas por toda la región metropolitana y la conectividad existente o potencial entre ellas. En la actualidad, el cuarto occidental de la región metropolitana de Barcelona no tiene ninguna, de modo que la esmeralda Ancosa-Miralles (al oeste del Penedés) llenará ese vacío. Actualmente, el área natural de Castelltallat, protegida por un PEIN, constituye una zona bastante aislada, de manera que el área natural de la Sierra de Rubió (al norte de Igualada y al sudoeste de Manresa) resolverá ese problema, suministrando una buena conexión con Montserrat y Ancosa-Miralles. Algunas esmeraldas existentes están amenazadas por la urbanización o pueden estarlo en el futuro. El macizo de Garraf, por ejemplo, está rodeado por urbanización en expansión por tres lados, y sería importante conseguir que tuviera una fuerte conexión con las sierras del Ordal, al norte.

Necesita pues una mejor protección por sus lados noroeste y sudoeste, y habría que eliminar las actividades de extracción en el interior del macizo. Collserola corre peligro de dividirse y fragmentarse, por lo que es preciso robustecer su integración territorial. En cuanto a Montnegre-El Corredor, está compuesto de dos grandes partes y necesitaría una conexión fuerte, así como el ensanchamiento de algunos puntos más estrechos. La cordillera Transversal también precisa de una cierta reconexión, antes de que las presiones de la población se consoliden, y es importante proteger la cuenca de los embalses críticos. Las restantes grandes áreas protegidas por la calificación PEIN parecen en bastante buen estado. La gestión de incendios tiene especial relevancia en la RMB, ya que las zonas habitadas se alternan con grandes áreas naturales. (En este sentido, las zonas puntuales de desarrollo urbano difuso, pequeñas pero crecientes, resultan especialmente peligrosas y dañinas, tanto para la naturaleza como para la población). La gestión de incendios tiende a centrarse en las grandes áreas naturales, donde con frecuencia es imperioso conciliar espacialmente distintos objetivos: la protección de los bosques en los que se explota la madera, de las numerosas especies raras adaptadas al fuego y de las áreas edificadas (próximas a áreas naturales) requiere estrategias bastante diferentes. Así, con una estudiada organización de los cortafuegos, de áreas de quema controlada y otras técnicas forestales, pueden cumplirse los tres objetivos generales en las esmeraldas para la sociedad en relación con los incendios (Apéndice E).

Otros temas adicionales de la gestión de incendios en grandes áreas protegidas, que pueden precisar de estudio y clarificación ulteriores, son: explotación diversificada de los bosques; hábitats y especies poco comunes; zonas de gran diversidad de hábitat y especies; apertura, cierre o eliminación de carreteras; invasión de especies no autóctonas; cultivos en el perímetro, y un gran número de tipos de actividades de ocio.

• Forman, Richard T. T., Land Mosaics The Ecotogy of Landscapes and regions, Cambridge University Press, Nueva York y Cambridge, 1995. •Peterken, Gorge, Natural Wood(and: Ecologyand Conservation in Northern Temperate Regions, Cambridge University Press, Cambridge, 1996. •Meffe, Gary K.; Carroll, C. Ronald; et al., Principies of Conservation Biofogy, Sinauer Associates, Sunderland, Massachusetts, 1997. •Roda, Ferran; Retana, Javier; Gracia, Carlos A.; y Bellot, Juan, Ecology of Mediterranean Evergreen Oak Forests, Springer­Verlag, Berlín, 1999. •Klopatek, Jeffrey M. y Gardner, Robert H. (eds), Landscape Ecofogicaf Anafysis: Issues and Applications, Springer-Verlag, Berlín, 1999. (incluido el artículo de D. White el a1.).

Acebillo, Josep A. y Folch, Ramon, directores, Atles Ambiental de l"Área de Barcelona: Ba(anc de recursos i problemes, Ariel Ciencia y Barcelona Regional, Barcelona, 2000. Mapa d 'áreas hidrogeológiques de Catalunya 1:200.000, Servei Geotógic de Catalunya e Institut Cartográfic de Catalunya, Generalitat de Catalunya, Barcelona, 2000. Da Cruz, Humberto, Guía de espacios naturales: Cataluña,El País-Aguilar y Desnivel Ediciones, Madrid, 2001. Liu, Jianguo y Taylor, William W. Íedsl, lntegrating Landscape Ecofogyinto Natural Resource Management, Cambridge University Press, Nueva York y Cambridge, 2002. Peterken, Gorge, Reversing the Habitat Fragmentation of British Woodlands, VWF-UK, Godalming, Surrey, 2002.

2. TERRITORIO CONECTADO: ZONAS DE RECONEXION, CINTAS VERDES Y VERDIAZULES, SARTAS DE PERLAS. El objetivo global es proporcionar conectividad al paisaje, para facilitar las circulaciones de las especies y de las personas. El medio más seguro para lograrlo a largo plazo es la creación de amplias áreas de conexión, incluyendo corredores anchos. Posiblemente haya pocas que requieran corredores, pero la existencia de los mismos acrecienta la circulación de numerosas especies. Existen evidencias que indican que la fauna está más a gusto en una mancha conectada que en una aislada, y que la fauna del conjunto de un paisaje se sostiene mejor si las manchas que comprende están interconectadas entre sí. Hay cinco tipos de conexión entre esmeraldas que proporcionan flexibilidad. Todos ellos favorecen la circulación de las especies y además proporcionan un sendero para el paseo. a. Zona de reconexión*: una conexión amplia entre las vegetaciones de zonas protegidas cercanas que, normalmente, crea una sola área protegida integrada más fuerte. b. Cinta verde*: un corredor de vegetación amplio que cruza el territorio y normalmente conecta áreas protegidas.

c. Cinta verdiazul*: un corredor de vegetación amplio que protege un arroyo o un río. Por lo general es más amplio que la zona de vegetación ribereña o de la llanura de inundación; algunas cintas verdiazules también conectan áreas protegidas. d. Cinta de perlas*: un corredor de vegetación amplio con pequeñas manchas de vegetación natural anexas, a modo de "zonas de descanso", para mejorar la circulación de la fauna. Las perlas son especialmente útiles en las cintas largas o cerca de puntos problemáticos. También pueden servir como áreas naturales locales para los municipios cercanos. e. Sarta de perlas: un camino estrecho jalonado de vegetación, con pequeñas manchas de vegetación natural anexas, a modo de "zonas de descanso", para mejorar la circulación de la fauna.

* Las zonas de reconexión están compuestas de vegetación natural en su mayor parte, aun aunque puedan encontrarse en ellas terrenos de cultivo o de parque, en un número limitado. En el caso de las cintas, la situación ideal es que su vegetación sea completamente natural; para que sean efectivas, como mínimo deben tener una franja estrecha de vegetación continua, combinada con zonas de cultivo o de parque.

En algunos lugares, las cintas o sartas pueden servir como límites a la expansión de la urbanización o al desarrollo de segundas residencias. Pueden ayudar a separar y mantener las diferencias entre municipios vecinos en expansión, además de actuar como un espacio libre útil a ambos. En ocasiones, las conexiones de vegetación se encuentran con -o atraviesan a- otros tipos de corredor, como carreteras, vías férreas o ríos. En el caso de grandes corredores de transporte, es esencial construir pasos, sean subterráneos o elevados, para que la circulación de la fauna pueda realizarse con normalidad. Si en un tramo concreto de carretera es posible establecer dos pasos que la crucen, el resultado siempre será mucho más efectivo que si hubiera uno solo. En esta perspectiva regional (mapa 4) no se han establecido rutas de corredor precisas, y existen alternativas. Para una cuantificación dimensional, véase Apéndice H.

• Saunders, Dennis A. y Hobbs, Richard J. (eds), Nature Conservation 2: The Role of Corridors, Surrey Beatty, Chipping Norton, NSW, Australia, 1991. • Forman, Richard T. T., Land Mosaics: The Ecotogy of Landscapes and regions, Cambridge University Press, Nueva York y Cambridge, 1995.

• Bennett, Andrew F., Linkages in the Landscape: The Role of Corridors and Connectivity in Wildlife Conservation, IUCN-The World Conservation Union, GLand, Suiza y Cambridge, 1999. • Rosell Pagés, Carme y Velasco Rivas, Josep M., Manual de pre­venció i correcció deis impactes de les infraestructures viariessobre la fauna, n° 4, Departament de Medi Ambient, Generalitat de Catalunya, Barcelona, 1999. • Gutzwiller, Kevin, J. led), Applying Landscape Ecotogy in Biological Conservation, Springer-Verlag, Berlín, 2002. (en concreto, los artículos de R. Hobbs, P. Opdam y J. Ahernl. • Peterken, Gorge, Reversing the Habitat Fragmentation of British Woodfands, VWF-UK, Godalming, Surrey, 2002. • Forman, Richard T. T., "Imaginar un mosaico terrestre en el que puedan desarrollarse tanto la naturaleza como las personas/ Envisioning a Land mosaic where both nature and people thrive", en Jardines insurgentes: Arquitectura del paisaje en Europa 1996-2000, "Arquithemas" Fundación Caja de Arquitectos, Barcelona, 2002.

B. Principales áreas de suministro de alimentos para el futuro La agricultura en la región metropolitana de Barcelona proporciona productos para sus habitantes. Asimismo, proporciona a largo plazo flexibilidad y estabilidad para que la región siga siendo sostenible a pesar de los períodos de cambios grandes o rápidos que puedan sobrevenir. Los cambios tanto pueden ser previsibles como inesperados: un cambio climático global, un brote epidémico en las plantas, una guerra, inmigración masiva de población, una alteración en el suministro de energía, etc. En especial, en una región urbana, la agricultura proporciona numerosos beneficios adicionales. No hay que olvidar el simbolismo histórico o patrimonial de las tierras de cultivo, los papeles activos de las familias campesinas, las dimensiones educativas de las granjas, la estética y el carácter rural de los paisajes, la influencia de la caza en la fauna, las especies animales impor­tantes y la biodiversidad, y la ética que supone proteger las zonas productoras de alimentos importantes en un mundo crecientemente amenazado por el hambre. La protección de los suelos fértiles para el cultivo es prioritaria..., un país se levanta sobre sus raíces.

1. LOS GRANDES PAISAJES AGRICOLAS PRODUCTIVOS. A igualdad de superficie, siempre es muy preferible un paisaje agrícola extenso que uno muy fragmentado. Las tareas agrícolas se realizan con mayor eficacia, la frecuencia de impactos negativos procedentes de otros usos del suelo y de la población es menor, y las numerosas especies animales clave que requieren grandes extensiones contiguas de espacios libres salen beneficiadas. Las grandes áreas agrícolas imprimen el sello estético y el carácter rural a las tierras de cultivo, y además, son más sencillos y menos costosos de proteger a largo plazo que las pequeñas. Los grandes paisajes agrícolas de la región metropolitana de Barcelona son notablemente diversos. Existen zonas de viñedos, de grano, de ganadería, pequeñas explotaciones agrícolas y huertos familiares, y zonas concentradas de invernaderos (mapa 5). La variedad de tipos de tierra de cultivo proporciona diversidad de productos y de rentas, dando estabilidad a la región. Los cambios en los mercados y otros factores que se producen a lo largo del tiempo son absorbidos por los suelos más productivos de los grandes paisajes agrícolas, que tienen la flexibilidad de cambiar con las condiciones externas. Además, las diferentes culturas locales están asociadas a cada tipo agrícola, y juntos proporcionan un apoyo significativo a largo plazo, tanto a la agricultura como a la RMB.

El Penedés es una famosa comarca de viñedos. La zona de Calaf, incluyendo el área mixta de campos y bosque que la rodea actualmente, es productora de grano, primordialmente. La Plana de Vic, incluyendo la porción occidental hacia Prats de Llucanés, también es productora de grano, pero destaca principalmente por las actividades ganaderas, especialmente por sus granjas de cerdos. La llanura de inundación del río Tordera está dominada por pequeñas explotaciones agrícolas. La llanura de inundación y el delta del Llobregat están cubiertos de pequeñas explotaciones agrícolas y huertas familiares. Finalmente, en varios valles de la comarca del Maresme domina la producción concentrada en invernaderos; el conjunto de esos característicos fondos de valle suele considerarse como el sexto gran paisaje agrícola de la región. Esos seis paisajes productivos tanto pueden clasificarse por su importancia económica como ecológica. Por ejemplo, hoy día las tierras del Penedés tienen una excepcional importancia económica, y en la llanura de inundación/delta del Llobregat se combinan sus importancias ecológica y económica. En semejantes circunstancias, hasta el último palmo cuadrado cuenta, aunque en cualquiera de los seis paisajes los mercados y productos pueden cambiar notablemente a lo largo del tiempo, al igual que ocurre con las condiciones.

Todos y cada uno de los grandes paisajes agrícolas tiene sus problemas significativos, pero no hay duda de que, hoy por hoy, la viabilidad básica de las tierras agrícolas de Vic y de la llanura de inundación del bajo Llobregat está amenazada. La expansión de la ciudad de Vic y de los pueblos vecinos, unida a la fragmentación del territorio en partes está amenazando al valle de Vic. Por otra parte, la urbanización de la llanura de inundación del bajo Llobregat eliminaría significativas áreas de tierra de cultivo, al tiempo que cerraría el "dogal" de desarrollo en torno al delta, lo que presumiblemente conduciría a la rápida contracción y pérdida de una producción agrícola clave y de recursos hídricos en el delta. Dentro de un paisaje agrícola, normalmente predominan los campos de cultivo y/o pastos, y además se suele contar con arroyos-corredor, pequeños bosques, setos, y arbustos y árboles diseminados. Ciertos lugares del Penedés y otros paisajes ilustran perfectamente esta descripción. En paisajes de campo abierto, esos elementos pequeños tienen particular importancia para la naturaleza y la fauna. Algunos temas de gestión importantes para esos paisajes son la minimización de la erosión, la aplicación de fertilizantes y/o pesticidas, la contaminación de las aguas freáticas por el nitrógeno y la degradación de los arroyos, entre otros.

Como es natural, en la RMB también existen numerosas áreas de cultivo pequeñas, y granjas y campos aislados. Sin embargo, aunque individualmente y en su conjunto puedan constituir valiosas fuentes de obtención de alimentos y productos de granja, en este plan de ámbito regional no los incluiremos por ser apreciables únicamente a una microescala. • Acebillo, Josep A. y Folch, Ramon (dirs), Altos Ambiental de ('Área de Barcelona: Bafanc de recursos i probtemes, Ariel Ciencia y Barcelona Regional, Barcelona, 2000. Un defecto clave del conjunto actual de áreas naturales protegidas por un PEIN es que están situadas mayoritariamente en montañas o colinas, y su diseño se ha realizado basándose fundamentalmente en sus valores forestales. Ello comporta que las ricas naturaleza y biodiversidad que dependen de la tierra de cultivo, en especial de los campos más pequeños y los de agricultura menos intensiva, casi carezcan de protección en la región metropolitana de Barcelona. A medida que la urbanización se extiende rápidamente por el Vallés occidental y central, el área del bajo Anoia y las demás áreas de pequeñas granjas tradicionales, esas especies van siendo desalojadas. No hay que olvidar que la mayoría de las especies prospera o depende de hábitats de sucesión, como campos en barbecho, zonas arbustivas y bosques jóvenes.

Por ejemplo, un número significativo de Los pájaros catalogados por la Comunidad Europea en la RMB se concentra en esos hábitats en fase de sucesión. Estos tres hábitats de sucesión situados en fondos de valles fértiles son escasos en las áreas naturales PEIN, y también escasean en los grandes paisajes agrícolas. Los parques agro-naturales podrían ser la solución óptima a largo plazo para este problema (véase Glosario, en la última página). En estos parques se combinarían el cultivo activo con la protección de la naturaleza (figura 2). Se trataría de mantener alguna porción de campos de cultivo en cada uno de los tres hábitats de sucesión: campo en barbecho, área arbustiva y bosque joven (Apéndice G). Los hábitats estarían dispersos por el parque agro-natural y podrían ubicarse en lugares diferentes a lo largo del tiempo. Además, los corredores formados por rieras y arroyos, así como los demás bosques presentes, serían gestionados con vistas ala conservación de los sistemas naturales y la naturaleza en general. La mejor ubicación para los parques agro-natura­les es en valles adyacentes a las grandes áreas naturales protegidas PEIN. De esta forma, las familias campesinas y el personal experto en la gestión del PEIN podrían combinar sus esfuerzos para mejorar la producción agrícola y la conservación de la naturaleza en los parques, los cuales también ayudarían a proteger y reforzar los sistemas naturales de las áreas PEIN.

Figura 2 Parque agro-natural Junto a una gran área natural protegida PEIN, el parque combina la producción agrícola como principal uso del suelo, con hábitats de sucesión (campos en barbecho, áreas arbustivas y bosques jóvenes, que son bastante escasos en la RMB) y con de "fragmentos de naturaleza" (árboles, arbustos, bosquecillos y/o humedales, corredores de cursos fluviales).

Siete parques agro-naturales dispersos en valles adyacentes a esmeraldas (grandes áreas protegidas PEIN y otras propuestas) bastarían, probablemente, para conseguir los objetivos propuestos para la región (mapa 4); su situación es la siguiente: a. Límite meridional del área natural deCastelltallat b. Valle al este de Sant Quirze que avanza haciala cordillera Transversal c. Valle al este de Manlleu que avanza hacia lacordillera Transversal d. Junto al río Tordera, al norte de Montnegre­El Corredore. El Vallés oriental, al sur del Montseny; f. Al sudoeste de Igualada, en el lado norte de laprolongación de Ancosa-Miralles g. Lado sudeste del Penedés, a lo largo de la pro­longación de la vertiente norte del macizo d-'fiarraf.

En la franja de la llanura de inundación y el delta del Llobregat, existe un notable "parque agrícola" junto a una zona de humedales protegidos, vegetación costera y litoral no urbanizado (es decir, sin construcciones cercanas).

En esta importante zona predominan las pequeñas explotaciones agrícolas y las huertas familiares, el área hortícola más significativa de la región en la producción de cerezas, manzanas, etc., y actualmente una importante zona productora de hortalizas y alcachofas. Con un aumento en la protección de los humedales, de la vegetación costera y de un litoral sin urbanizar, la figura de parque agrícola se nos antoja más apropiada que la de parque agro-natural. La llanura de inundación y delta del bajo Tordera constituyen un área similar, en la que actualmente predominan las pequeñas explotaciones agrícolas y los huertos de tipo familiar. Existen unos cuantos humedales pequeños, pero la vegetación costera y la playa virgen casi han desaparecido, por lo que urge la protección del área. Si se lograra restablecer y extender la protección de los humedales, la vegetación costera y el litoral sin edificaciones, la figura de protección más idónea sería, probablemente, la de parque agrícola, si bien otra buena opción podría ser la de parque agro-natural. En resumen, se espera que la constitución de parques agro-naturales en siete valles se convierta, con el tiempo, en un recurso de excepcional importancia para los sistemas naturales, los hábitats de sucesión y las especies a ellos asociadas. Los parques también se convertirán en importantes, aunque singulares, zonas productoras de alimentos, que ayudarán a fortalecer la economía y la estabilidad de la región metropolitana de Barcelona.

• Smith, Robert Leo, Ecology and Field Biology, Harper Collins, Nueva York, 1996. • Acebillo, Josep A. y Folch, Ramon Ídirs), Atles Ambiental de ('Área de Barcelona: Ba(anc de recursos i prob(emes, Ariel Ciencia y Barcelona Regional, Barcelona, 2000. • Pino, Joan; Roda, Ferran; Ribas, Josep; y Pons, Xavier, "Landscape structure and bird species richness: implications for conservation in rural creas between natural parks", en Landscape and Urban Planning, n° 49, 2000, págs. 35-48. • Atauri, José Antonio y Lucio, José Vicente de, "The role of Lands­cape structure in species richness: distribution of birds, amphi­bians, reptiles and lepidopterans in Mediterranean lanscapes", en Landscape Ecology, n° 16, 2001, págs. 147-159.

3. CONCENTRACIONES DE INVERNADEROS. Las importantes agrupaciones o concentraciones de invernaderos en ciertos valles de la comarca del Maresme representan una importante área de producción de alimentos y flores. Ahora bien, dos cambios relativamente sencillos contribuirían a incrementar notablemente su valor para la naturaleza y la población. Por un lado, plantando arbustos, árboles y pequeños bosques diseminados, además de vegetación a lo largo de las rieras, se crearían hábitats y zonas de alimento para las aves y otros tipos de fauna. Esos fondos de valle a lo largo del Maresme suelen tener abundante agua freática, pocos humedales y escasa vegetación costera, por lo cual los beneficios eco­lógicos serían grandes. Por otro lado, la adición de pequeñas instalaciones de ocio, como un sendero para paseos por la naturaleza, una pequeña zona para picnic y material educativo acerca de la producción en invernaderos aumentaría todavía más los beneficios para la sociedad. Existen dos problemas que, en nuestra opinión, exigen evaluación y pronta solución. En primer término, la ubicación actual de los invernaderos diseminados por las abruptas laderas circundantes no parece muy adecuada, en la medida en que contribuye al aumento de la erosión y, en especial, de las crecidas, y además afea el paisaje. En segundo lugar, en el proceso de producción de las plantas, al parecer, se está haciendo un uso excesivo de los fertilizantes, lo cual provoca la contaminación de las aguas freáticas a causa de los nitratos.

C. Agua para la naturaleza y para la población La escasez del agua y las crecidas plantean un dilema. ¿Cuál es el principal problema hoy? ¿Cuál será en el futuro? ¿Existe una solución global, mágica, que sirva para cualquiera de los dos? ¿Pueden ser abordados ambos problemas con un conjunto de soluciones? ¿Podría la escasez de agua llegar a ser el talón de Aquiles del crecimiento de Barcelona, o bien, por el contrario, ser su salvadora frente a la excesiva expansión y facilitar un futuro sostenible? ¿Acaso las inundaciones de agosto de 2002 en las principales naciones y ciudades de la Europa septentrional y central fueron un presagio del futuro que espera a la RMB? Arduas cuestiones todas ellas. Sin embargo, existen conjuntos de soluciones que podrían constituir un enfoque prometedor para el futuro. Los ingenieros y los hidrólogos, en conjunción con los biólogos acuáticos y los ecólogos, tienen mucho que decir en ese aspecto. 1. DEMASIADA POCO AGUA: ESCASEZ La mayoría de los expertos en el cambio climático coincide en señalar que, para el 2020, las precipitaciones anuales en esta región disminuirán entre un 10 % y un 15 % y, para la década de 2050, un 20 %. Durante este período, que coincide exactamente con el de este plan, es probable que se produzcan incrementos similares en: la frecuencia de los fenómenos de precipitación intensa; el riesgo de inundaciones; el riesgo de escasez de agua, y el riesgo de sequías veraniegas.

Todo ello augura un futuro con menos agua disponible y más inundaciones. Parece más que probable que no se descubran nuevas fuentes de agua potable y que el cielo proporcione cada vez menos agua; posiblemente, para conseguir grandes cantidades de agua en la RMB, deberemos recurrir a las dos únicas estrategias que, hoy por hoy, nos parecen realistas (desechando la de la desalinización, por su excesivo coste, y la de traer agua de otras regiones): reducir la demanda y depurar el agua sucia. La reducción de la demanda es, principalmente, un enfoque a escala pequeña, centrado en los individuos, las industrias, los municipios y el gobierno. Por ejemplo, las aguas pluviales pueden recogerse fácilmente mediante colectores individuales en las cubiertas de las casas, a lo cual podrían sumarse diversas medidas puestas en práctica por los municipios. En este sentido, pueden reducirse las actividades que precisan consumos masivos de agua, como los campos de golf, ciertos sistemas de riego y algunos tipos de industria. Cada persona puede poner en práctica medidas para la reducción del consumo de agua. Además, la moderna tecnología del agua puede depender más de los sistemas naturales que de las soluciones ingenieriles, que por lo general son mucho más caras. Y así sucesivamente. Con todo, aquí hemos preferido poner el acento en el uso del suelo y en el largo plazo.

Hay gran cantidad de agua circulando por los ríos y arroyos de la RMB, pero casi toda ella está sucia. Casi nunca se ven pescadores, con razón: casi nadie osaría beber agua de esos arroyos y ríos. Es evidente que limpiando el agua sucia se obtendría un enorme suministro de agua limpia, disponible inmediatamente o como reserva para el futuro. Para hacerlo hay que aplicar un conjunto de medidas que se irá desgranando progresivamente en las secciones siguientes. Ese "paquete de medidas" incluye corredores de arroyo y vegetación ribereña (figura 3) que reponen el nivel freático, filtrando el agua a través del suelo para limpiarla, protegiendo los acuíferos y creando un sistema de drenaje de las aguas pluviales, de manera que las estaciones de tratamiento de aguas residuales puedan funcionar y limpiar mejor; humedales originados por las aguas pluviales que limpien las aguas; etc. El objetivo no es únicamente el de proporcionar más agua limpia para los habitantes, o flexibilidad y estabilidad para el futuro. La gran mejora se da, más bien, en los sistemas naturales y la naturaleza, ya que se restaurarán en gran medida los ecosistemas acuáticos en arroyos y ríos, y proliferarán los peces autóctonos, las especies que se alimentan de peces, como las garzas y otras, y sí, también los pescadores. La vegetación ribereña en las llanuras de inundación, particularmente en tramos altos de los sistemas fluviales proporcionará un próspero hábitat para la fauna y favorecerá enormente la biodiversidad.

Figura 3 Sección transversal de un corredor de arroyo o cinta verdiazul. Esta amplia franja de vegetación natural o corredor engloba un arroyo y ocupa la llanura de inundación, ambas laderas de la cuenca y las franjas adyacentes de terreno alto bien drenado. El corredor verdiazul protege a un arroyo o río , facilita los desplazamientos de la fauna e incluye un camino para pasear.

En un clima seco, el manto arbustivo es especialmente valioso, porque a través suyo consume o evapora menos cantidad de agua que en una superficie equivalente de árboles, en especial si esos árboles están directamente expuestos al viento. Además, los corredores formados por arroyos protegidos vinculados a grandes esmeraldas contribuyen al realce de éstas y benefician a la fauna y a los excursionistas. También merecen especial atención las cuestiones relativas a la cantidad de agua de los acuíferos. La protección del agua limpia de los acuíferos sólo puede lograrse con una vegetación natural abundante. Los agentes contaminantes procedentes de la urbanización y la industria se acumulan, básicamente, en el agua de escasa movilidad, y este proceso podría llegar a degradar o eliminar el acuífero como fuente de agua limpia en territorios con escasez de agua. La intrusión de agua salada en el delta del Llobregat (y en tantos otros lugares a lo largo de la costa) y la reducción del caudal de arroyos y ríos sumado al bombeo de agua del río, está sustituyendo y mermando lentamente al agua de este acuífero (mapa 6).

Así pues, si queremos mantener, el acuífero más importante de la RMB (el del delta del Llobregat) se debe minimizar la aportación de agentes contaminantes, reducir drásticamente el bombeo de agua, tanto en la llanura de inundación del bajo Llobregat como en el delta, e incrementar el caudal normal del río. Finalmente, viviendas, pueblos, ciudades e industrias están diseminados por la mayoría de las áreas rurales de la región. ¿Adónde conducen las tuberías de sus aguas residuales? ¿Con qué cantidades adicionales de agua limpia podríamos contar en toda la RMB si tuviéramos unos sistemas mejores de gestión de las aguas residuales en todos esos lugares? • Plan catalán de tratamiento del agua, Junta de Sanejament, Departament de Medi Ambient, Generalitat de Catalunya, Barcelona, c. 1995. • Acebillo, Josep A. y Folch, Ramon (dirs), Atles Ambiental de ('Área de Barcelona: Balanc de recursos i problemes, Ariel Ciencia y Barcelona Regional, Barcelona, 2000. • Mapa d "árees hidrogeo(ógiques de Catalunya 1:200.000, Servei Geológic de Catalunya e Institut Cartográfic de Catalunya, Generalitat de Catalunya, Barcelona, 2000.

•Houghton, John Theodore; Ding, Y.; Giggs, D. J.; Noguer, M.; van der Linden, P. J.; Dai, X.; Maskell, K.; y Johnson, C. A. (eds), Climate Change: The Scientific Basis, colaboración del 1 grupo de trabajo al tercer informe valorativo del jurado intergubernamental sobre el cambio climático, Cambridge University Press, Nueva York y Cambridge, 2001. •McCarthy, James J.; Canziani, Osvaldo F.; Leary, Niall A.; Dokken, David J.; y White, Kasey S., leds), Climate Change 2001: Impacts, Adaptation, and Vulnerability, colaboración del II grupo de trabajo al tercer informe valorativo del jurado intergubernamental sobre el cambio climático, Cambridge University Press, Nueva York y Cambridge, 2001.

2. DEMASIADA AGUA: INUNDACIONES Los expertos mundiales suelen suministrar importantes indicadores para el futuro a partir de modelos de gran generalidad, como la mayor frecuencia de los fenómenos de precipitación intensa y el aumento del riesgo de crecidas para el futuro. Este planeamiento, en cambio, ha sido confeccionado con arreglo al modelo irrepetible del territorio y la población específicos de la región metropolitana de Barcelona. El conjunto de medidas propuestas para la reducción de las crecidas son reflejo de ello. Es necesaria una perspectiva general del tema.

Durante siglos, incluso hasta hace unas pocas décadas, las laderas de las montañas y colinas de la región estaban mucho más despejadas, cubiertas únicamente de pastos, tierras de cultivo y huertos. En esos suelos despejados, el agua de lluvia corría ladera abajo, transportando los productos de la erosión del suelo y depositándolos en rieras, arroyos, ríos, deltas y zonas del litoral marítimo, en forma de grandes capas de sedimentos. Esa misma agua producía grandes inundaciones en los valles. Este fenómeno ya no se produce en la actualidad: las faldas de las montañas y colinas están ampliamente cubiertas de bosque, muchas de ellas en esmeraldas protegidas PEIN, y la frecuencia y nivel de las inundaciones han tendido a moderarse. Hoy en día, prevalece una tendencia opuesta y, en cierto modo, más difícil de manejar: la extensión de la urbanización. A diferencia de los suelos agrícolas, que absorbían cierta proporción de agua de lluvia, la urbanización conlleva superficies "duras" o impermeables, especialmente en calles, explanadas de aparcamiento y edificios. Pero tal vez sea peor el hecho de que las tuberías y los canales de drenaje de hormigón transporten el agua de lluvia a grandes distancias, desembocando a menudo en rieras, arroyos y ríos.

El resultado inevitable de una gran superficie "dura" urbanizada, unida a un sistema impermeable de drenaje que conduzca el agua desde una superficie dura hacia un arroyo, es un aumento de la frecuencia de inundación: el agua sube de nivel con rapidez, alcanza cotas altas y termina por desbordarse inevitablemente, lo cual se traduce en mayores daños por inundación (mapa 6). Siguiendo por este camino, la "inundación del siglo" acabará produciéndose un par de veces cada década. De ahí que el conjunto de medidas para reducir el riesgo de inundación plantee la creación de corredores de arroyo con vegetación ribereña para recargar el nivel freático, la protección de los acuíferos, la creación de un sistema de drenaje de aguas pluviales a base de redes de saneamiento que desemboquen en la formación de humedales (o "esponjas"1, el desarrollo "parques húmedos a lo largo de las áreas de inundación, para captar y mantener parte del agua, y otras soluciones. Como puede verse, algunos de esos elementos coinciden con los que citábamos antes al hablar de la estrategia para obtener más agua limpia. Las soluciones que cumplen dos funciones son especialmente eficaces económicamente. Por ejemplo, el hecho de plantar y mantener vegetación boscosa a lo largo de las riberas de ríos y arroyos proporciona multitud de beneficios.

Entre ellos: filtrar la materia del terreno circundante; estabilizar las orillas de los arroyos frente a la erosión; reducir la fangosidad y los sedimentos del arroyo; dar sombra a la gente y los peces; realzar la biodiversidad y la circulación de la fauna, y proporcionar lugares de ocio y distracción para el vecindario. Aunque la reducción de las inundaciones sea un objetivo social de primer orden, la naturaleza y los sistemas naturales van a ser, una vez más, los grandes beneficiarios de esas medidas. La protección de las cintas verdiazules que contienen arroyos con abundante vegetación propia de las llanuras de inundación (tal como Salix, o sauce, que proporciona fricción frente a la inundación aguas abajo), ayuda a recargar las aguas freáticas. El sistema de superficie impermeable y drenaje por tuberías conduce el agua deprisa, de modo que las aguas freáticas no se benefician mucho de él; de ahí que los arroyos se sequen rápidamente, lo cual no es bueno ni para la pesca ni para los sistemas acuáticos. La recarga de las aguas freáticas mantiene la circulación en los arroyos y permite que prospere la vegetación propia de los humedales. Los cuales no ejercen únicamente de esponjas contra la inundación, sino que también constituyen unas fuentes de gran riqueza para la fauna y la biodiversidad. Restaurar los humedales en la región, aun los más pequeños, es restaurar un patrimonio perdido.

Un principio esencial para reducir la frecuencia de las inundaciones y los niveles máximos de las crecidas, es desconectar entre sí las superficies impermeables. Para conseguirlo, es frecuente introducir discontinuidades o juntas abiertas en las superficies duras continuas y también en los sistemas de drenaje canalizados. Estas discontinuidades se realizan de modo que permitan la penetración del agua de escorrentía en el interior del suelo o sustrato. De esta forma, el suelo aumenta su capacidad de almacenar agua, a los arroyos y ríos llega una menor cantidad de escorrentía superficial (de circulación rápida), y en consecuencia, los niveles de las crecidas se reducen. Además, el suelo va liberando lentamente el agua freática hacia el arroyo, lo cual ayuda a mantener subsecuentemente el caudal del mismo. Finalmente, la oportuna ubicación de estos pequeños parques húmedos distribuidos a lo largo de los segmentos más bajos de arroyos y ríos proporciona humedales estacionales ricos en fauna (figura 4). Durante las estaciones lluviosas, esos pequeños embalses también recogen y conservan cierta cantidad de agua procedente de los alrededores. Más adelante, en la sección dedicada a los humedales, se abordará la ubicación y el mantenimiento de los mismos. Aunque no es descartable situar pequeños pantanos bajo calzadas elevadas y en otras depresiones relativamente inaccesibles, también pueden ejercer de atractivos imanes en forma de parques para la diversión y el ocio del vecindario.

Figura 4 Pequeños humedales en una llanura de inundación Estos humedales a lo largo de un río captan y mantienen principalmente las aguas de escorrentía procedentes de las tierras circundantes, y también pueden servir de “parques húmedos", proporcionando un valioso conjunto de amenidades a los habitantes del vecindario. Además de rebajar ligeramente los niveles de inundación, esos humedales filtran los contaminantes arrastrados por la escorrentía urbana, proporcionando al río cierta cantidad de agua limpia. También se pueden crear humedales en depresiones estratégicamente situadas al final de la red de pluviales, lo que va a permitir almacenar agua de lluvia y reducir la posibilidad de inundación, o bien en depresiones en una llanura de inundación en la que el agua freática sea muy superficial. Todos estos humedales atraen y mantienen una importante variedad de fauna y de especies poco comunes. La restauración de los humedales naturales suele ser rápida y exitosa cuando el agua se mantiene a nivel del terreno, o por encima de el, durante algunos meses al año.

Los parajes con un nivel freático relativamente alto, como los comprendidos en las llanuras de inundación suministran agua freática para las raíces de la vegetación de los humedales durante las estaciones secas.

• Gutiérrez i Perearnau, César, La Tordera: Perspectiva geográfico­histórica d'un riu, La Rectoría Vella, Ajuntament de Sant Celoni, Sant Celoni, España, 1999. • Houghton, John Theodore; Ding, Y.; Giggs, D. J.; Noguer, M.; van der Linden, P. J.; Da¡, X.; Maskell, K.; y Johnson, C. A. (edsl, Climate Change: The Scientific Basis, colaboración del 1 grupo de trabajo al tercer informe valorativo del jurado intergubernamental sobre el cambio climático, Cambridge University Press, Nueva York y Cambridge, 2007. • McCarthy, James J.; Canziani, Osvaldo F.; Leary, NialL A.; Dokken, David J.; y White, Kasey S., [eds], Climate Change 2001: Impacts, Adaptation, and Vulnerability, colaboración del II grupo de trabajo al tercer informe valorativo del jurado intergubernamental sobre el cambio climático, Cambridge University Press, Nueva York y Cambridge, 2001. • Decamps, Henri y Decamps, Odile, Mediterranean Riparian Woodlands, Tour du Valat, Arles, Francia, 2001. • Forman, Richard T. T., Imaginar un mosaico terrestre en el que puedan desarrollarse tanto la naturaleza como las personas/ Envisioning a land mosaic where both nature and people thrive , en Jardines insurgentes: Arquitectura del paisaje en Europa 1996-2000, "Arquithemas Fundación Caja de Arquitectos, Barcelona, 2002.

3. DOS FLUJOS, AGUAS PLUVIALES Y RESIDUALES A lo largo de la región se extienden numerosas instalaciones de tratamiento de aguas residuales, al servicio de pueblos y ciudades. En la desembocadura de los ríos Besós y Llobregat hay sendas grandes estaciones para la depuración de las aguas residuales de Barcelona y los municipios. Aparentemente, las poblaciones de menos de 2.000 habitantes recurren en ocasiones a sistemas de fosas sépticas individuales, pero en general canalizan los residuos hasta alguna riera o arroyo cercano,.Gran parte de las redes de saneamiento de las ciudades son de tipo unitario, es decir, las aguas de escorrentía y las residuales circulan por las mismas conducciones hasta una estación depuradora. Al parecer, en la mayoría de esas plantas se realiza un tratamiento secundario de las aguas residuales, aunque en algunas sólo sea este tratamiento parcial. Durante las tormentas, en especial las muy intensas, la mayoría de las redes de saneamiento acostumbran a estar sobrecargadas, por lo cual las materias fecales que rebosan de la red de alcantarillado acaban vertidas directamente al arroyo o río. Para la sanidad pública, el tratamiento de las aguas residuales es la manera más eficaz de detener la propagación de los microorganismos E. coli y las enfermedades intestinales, así como muchas otras afecciones.

Dado que el agua de lluvia arrastra consigo hacia la estación depuradora un amplio abanico de sustancias tóxicas procedentes de fuentes urbanas y de las carreteras, la efectividad del tratamiento puede quedar parcialmente inhibida, incorporando esas sustancias indeseables a los ecosistemas acuáticos. Por otra parte, los tratamientos de depuración que dan a sus aguas residuales las viejas industrias que jalonan muchos de nuestros arroyos o ríos suelen ser poco efectivos o incompletos, y con demasiada frecuencia se acaban incorporado sustancias tóxicas al sistema acuático, entre las que se puede hallar metales pesados y productos químicos orgánicos, a menudo en proporciones muy concentradas. Las redes separativas de aguas pluviales y aguas residuales ofrecen muchas ventajas a la ecología y la población. Por lo pronto, la mera eliminación de las aguas pluviales de la red del saneamiento optimiza el proceso de depuración de las aguas residuales. Durante las tormentas, las sobrecargas de la red y los rebosamientos pasan a ser mucho más infrecuentes. Disminuye drásticamente la propagación de enfermedades, con gran satisfacción de las autoridades sanitarias. Los arroyos y ríos dejan de parecer alcantarillas y huelen mejor. Sus orillas pueden volver a ser lugares de paseo y ocio, casi como si de la noche a la mañana se hubiera incorporado un nuevo parque lineal al pueblo o la ciudad. Con todo, los beneficios ecológicos son aún más amplios.

Aplicando un tratamiento secundario eficaz alas aguas residuales, los ecosistemas acuáticos de los arroyos y ríos afectados mejorarán automáticamente, y proliferarán los peces autóctonos, las garzas y hasta los aficionados a la pesca. Los beneficios ecológicos de un buen tratamiento de las aguas pluviales son todavía más interesantes. Muchas redes de drenaje de aguas pluviales, en lugar de desembocar en estaciones de depuración, o incluso directamente en los arroyos, podrían hacerlo en alguna depresión del terreno, de menor (tan sólo unos metros) o mayor tamaño. Las depresiones mantienen temporalmente el agua de lluvia y, a medida que el terreno va absorbiendo el agua lentamente, como una esponja, se produce una cierta evaporación. A excepción de los breves lapsos en que se produzca algún episodio de inundación, el nivel del agua en la hondonada sube y baja lentamente, favoreciendo de este modo el desarrollo de las plantas y la fauna propias de los humedales, incluyendo las especies raras de la región. Una depresión de este tipo, sea grande o pequeña, por lo general se convierte en un humedal, y se mantiene como tal. Además, si está ubicada cerca de un arroyo o río, parte del agua absorbida en el humedal se filtra a través del terreno y se incorpora a la corriente fluvial, de modo que el suelo del humedal filtra muchas de las sustancias tóxicas procedentes de las superficies urbanas que, de otro modo, desembocarían en el arroyo, después de haber pasado por la planta de depuración.

A los peces y a otros organismos acuáticos les "gustará" este sistema separativo, así como los abundantes humedales dispersos por la RMB. En definitiva, habremos recuperado un patrimonio perdido y, con él, una rica variedad de especies propias de los humedales, así como también unos sistemas acuáticos mucho más saludables. Unas pocas áreas gozan ya de redes separativas. Al parecer, Castelldefels tiene un sistema separativo (utilizando antiguos canales de riego), que está imaginativamente vinculado a un parque público. Algunas de las áreas que se describen más adelante son prioritarias para iniciar el proceso de separación de las redes de aguas pluviales y residuales en la RMB (mapa 6): a. Todos los proyectos de nueva urbanización; b. Todos los pueblos del valle del río Tordera; c. Los municipios que jalonan la riera de Rubí, que recoge las aguas del borde occidental del Vallés y las vierte al río Llobregat; d. Los municipios situados a lo largo del cauce del Llobregat, desde Sant Vicenç de Castellet hasta El Prat de Llobregat; e. Los municipios situados a lo largo del río Ter y sus afluentes aguas arriba de los embalses;

e. Los municipios situados a lo largo del río Ter y sus afluentes aguas arriba de los embalses; f. Los municipios situados aguas arriba del embalse del Foix; g. Las rieras del Maresme con concentración de invernaderos; h. Las ciudades y pueblos situados en las proximidades de arroyos de alto nivel de protección. En efecto, la depuración de esos arroyos, tramos de río y embalses es prioritaria para garantizar unas aguas limpias en la región metropolitana de Barcelona. En definitiva, este promete ser un medio suma­mente eficaz para múltiples objetivos ecológicos y humanos, y apreciar sus resultados rápidamente. En algunas naciones y regiones está ya bastante generalizado el uso de una gama de "prácticas para la buena gestión" de las aguas pluviales. El hecho de mejorar la calidad del agua del río Llobregat, el Tordera o incluso cualquier arroyo es una base importante para comprometer a la gente con el río y con su potencial como parque o lugar atractivo.

• Plan catalán de tratamiento de( agua, Junta de Sanejament, Departament de Medi Ambient, Generalitat de Catalunya, Barcelona, hacia 1995. • Federal Highway Administration, Evaluation and Management of Highway Runoff Water Quality, Publication FHWA-PD-96-032, U. S. Department of Transportation, Washington, D. C., 1996. • Prat, Narcis; Munné, Antonia Solá, Carolina et al., La Qualitat Ecológica del Llobregat, El Besos, El Foix i fa Tordera: Informe 2000, Estudis de la Qualitat Ecológica deis rius n° 10, Diputació de Barcelona, Barcelona 2002.

4. HUMEDALES: La anterior exposición ha trazado el camino para este tema. No hay duda de que, antiguamente, la región metropolitana de Barcelona estuvo salpicada de humedales, en especial junto al pie de las montañas, donde aflora el agua freática, y en las llanuras de inundación de los arroyos y ríos y en su entorno. Probablemente, la mayoría de los humedales tendrían dimensiones muy reducidas, de tan sólo unos metros, mientras que unos cuantos eran de grandes dimensiones y se extendían cientos de metros a través. Hoy día, se conserva un puñado de ellos en la llanura de inundación del Tordera y en el delta del Llobregat.

Los humedales son un recurso perdido que, por los innumerables beneficios que proporciona, hay que tratar de recuperar a toda costa. Entre los humedales hay que incluir los estanques y las zonas húmedas en los que la bolsa de agua está en superficie o cerca de ella, pero la mayoría de los humedales restaurados los constituirían zonas pantanosas arbustivas o boscosas, en las que el nivel de agua freática está algo más bajo. Las zonas abiertas tendrían más pájaros acuáticos y las boscosas más pájaros cantores, ambos tipos de ave cada vez más apreciados por el público. El factor más importante para que la restauración del humedal tenga éxito es resolver adecuadamente, la cuestión hidrológica. Es decir, que durante un extenso período del año, la aportación de agua a una depresión del terreno (que tenga un fondo arcilloso, p. ej.) sea mayor o igual que la pérdida de agua debida a la suma de la filtración, la escorrentía superficial y la evaporación. Sólo si los niveles de agua son suficientemente altos y no se reducen en demasía durante la estación seca, muy pronto acudirán las especies propias de las zonas húmedas y el éxito será evidente. En un clima seco, es importante mantener cierta humedad del suelo durante las estaciones secas, para las raíces de las plantas acuáticas. De ahí que el mejor sitio para un humedal de bajo mantenimiento sea una llanura de inundación, ya que ésta normalmente conserva agua freática durante todo el año.

Las cabeceras de las rieras y arroyos, que recogen filtraciones de agua de las colinas o montañas, también pueden constituir una fuente de agua durante todo el año. En otros emplazamientos donde durante las estaciones secas puede ser necesario aportar agua suplementaria, esta agua podría proceder de una depuración secundaria o terciaria (una vez analizada). Los únicos lugares en que son viables los grandes humedales son las llanuras de inundación/deltas del bajo Llobregat y el bajo Tordera (mapa 6). En todo el resto del territorio se podrían crear pequeños humedales (figura 4), por ejemplo en forma de depresiones en los extremos de las redes de drenaje de las aguas pluviales. Las rieras desde la costa sudoeste al Maresme (asociadas con áreas de concentración de invernaderos) son adecuadas para estos pequeños humedales. Los "parques húmedos“ podrían acoger humedales a lo largo de los arroyos y ríos de la región. La creación de pequeños humedales a lo largo de los afluentes del río Tordera enriquecería notablemente el drenaje general de la cuenca. • Acebillo, Josep A. y Folch, Ramon (dirs), Atles Ambiental de ('Área de Barcelona: Bafanc de recursos i probfemes, Ariel Ciencia y Barcelona Regional, Barcelona, 2000.

D. Arroyos, ríos y cintas verdiazules Las cintas verdiazules son amplios corredores de vegetación natural que protegen un arroyo o río, facilitan la circulación de la fauna e incluyen un camino peatonal (figura 4). De esta manera, cumplen múltiples objetivos, incluyendo el realce de la naturaleza y los sistemas naturales y su valoración por la población (mapa 7). Es importante proporcionar un camino que facilite actividades pedagógicas, de ocio y de evasión para mantener el interés y el apoyo del público. Aun así, los arroyos son relativamente estrechos y ecológicamente frágiles, por lo que es más conveniente emplazar los parques de uso intensivo junto a los corredores de los ríos y no de los arroyos. La cinta verdiazul (o corredor de arroyo), es una franja ancha o corredor de vegetación boscosa que engloba a un arroyo que satisface los objetivos sociales antes comentados. Para ser realmente eficaz, la cinta se compone de vegetación natural que tapiza toda la llanura de inundación, las faldas de colinas y las franjas adyacentes de terreno elevado bien drenado. Para minimizar la erosión de la ladera de la colina y evitar inundaciones, con frecuencia se ubican simples senderos peatonales en la cresta de la colina. Para evitar los agentes contaminantes industriales y otras alteraciones claramente incompatibles con la mayoría de objetivos buscados con la designación de estos corredores verdiazules, se propone la eliminación progresiva de las industrias existentes en estos corredores.

Los corredores de arroyo proporcionan conectividad para las circulaciones de los organismos acuáticos y las especies terrestres a lo largo del valle, de modo que pueden conectar con áreas naturales, o bien cruzar carreteras, donde es importante disponer de amplios puentes que permitan tanto el paso del agua de inundación como circulación de fauna terrestre. Los arroyos con un alto nivel de protección pueden ser hábitats para poblaciones de peces nativos y otras especies acuáticas y ribereñas importantes para la repoblación de otros arroyos y ríos una vez mejoren la calidad de sus aguas. Por ejemplo, en la riera de Merlés (justo al oeste de Prats de Llucanés), recientemente se descubrió un molusco de agua dulce (Unjo aleraril. Al parecer, éste es uno de los tres lugares en que se ha encontrado esta especie y, desde luego, el único en la región metropolitana de Barcelona. Actualmente, algunos tramos de los arroyos de alta calidad medioambiental están protegidos por un corredor, como sucede a lo largo de la riera Sorreigs (al noroeste de Vic) y la riera de Nave[ (al norte de Cardona) (mapa 7). Otros tienen una protección más limitada, como la riera d'Arbúcies y la riera de Santa Coloma (ambas afluentes del río Tordera) y la riera de Merlés. Es importante conseguir que el corredor de protección del arroyo tenga cierta extensión. Los arroyos cristalinos sirven como modelos para el futuro de muchos otros.

• Forman, Richard T. T., Land Mosaics: The Ecology of Landscapes and regions, Cambridge University Press, Nueva York y Cambridge, 1995. • Decamps, Henri y Decamps, Odile, Mediterranean Riparian Woodfands, Tour du Valat, Artes, Francia, 2001.

1. CALIDAD DEL AGUA: Pueden distinguirse cuatro tipos de agua: la que parece sucia y lo está; la que parece limpia, pero no lo está (no es recomendable para bañarse ni para pescar); la que es apta para el baño y la pesca (aunque no para beber); y la potable. Un biólogo acuático podría describir fácilmente esos tipos de agua a partir de la fauna acuática que contenga. Casi todas las aguas fluviales de la región metropolitana de Barcelona pertenecen al primer tipo. Es decir, en casi toda la región, los arroyos y ríos parecen sucios y lo están; no son aptos para el baño, para la pesca, ni para beber. Pero los embalses y algunos tramos cortos de ciertos arroyos aislados pueden ser aptos para el baño (en lugares profundos) y la pesca. Actualmente, el agua potable procede, básicamente, de pozos en aguas subterráneas no contaminadas o de aguas superficiales que han pasado por un costoso proceso de depuración.

En un apartado anterior nos ocupábamos de la contaminación originada por las aguas residuales humanas, que son ricas en organismos tales como E. coli materia orgánica y nutrientes minerales. Aunque los organismos que causan las enfermedades y la materia orgánica sean, por lo general, los peores problemas, aquí nos centra­mos en los nutrientes contenidos en los ríos y arroyos. Con relación a los nutrientes minerales, la principal preocupación en la región metropoli­tana de Barcelona gira en torno al nitrógeno y el fósforo secundario. Un tratamiento secundario eficaz de las aguas residuales parece ser un objetivo alcanzable en la región metropolitana de Barcelona. Debería considerarse la instalación de pequeñas estaciones depuradoras en las pequeñas poblaciones de la RMB. En algunas áreas específicas en las que exista un problema de contaminación por nitrógeno o fósforo, posiblemente sea adecuado el tratamiento terciario de las aguas residuales. Por ejemplo, los niveles de nitratos contenidos en las aguas freáticas de la zona situada al norte de Vic son tan altos que, al parecer, las aguas de la red de abastecimiento público de unos 20 o 30 pueblos no son potables. La contaminación por nutrientes minerales (especialmente nitrógeno y fósforo), atribuible en gran medida a los excrementos del ganado (particularmente, el de cerdo), supone un importante problema en la cuenca del río Ter.

En un apartado anterior nos ocupábamos de la contaminación originada por las aguas residuales humanas, que son ricas en organismos tales como E. coli materia orgánica y nutrientes minerales. Aunque los organismos que causan las enfermedades y la materia orgánica sean, por lo general, los peores problemas, aquí nos centra­mos en los nutrientes contenidos en los ríos y arroyos. Con relación a los nutrientes minerales, la principal preocupación en la región metropoli­tana de Barcelona gira en torno al nitrógeno y el fósforo secundario. Un tratamiento secundario eficaz de las aguas residuales parece ser un objetivo alcanzable en la región metropolitana de Barcelona. Debería considerarse la instalación de pequeñas estaciones depuradoras en las pequeñas poblaciones de la RMB. En algunas áreas específicas en las que exista un problema de contaminación por nitrógeno o fósforo, posiblemente sea adecuado el tratamiento terciario de las aguas residuales. Por ejemplo, los niveles de nitratos contenidos en las aguas freáticas de la zona situada al norte de Vic son tan altos que, al parecer, las aguas de la red de abastecimiento público de unos 20 o 30 pueblos no son potables. La contaminación por nutrientes minerales (especialmente nitrógeno y fósforo), atribuible en gran medida a los excrementos del ganado (particularmente, el de cerdo), supone un importante problema en la cuenca del río Ter.

Tanto la escorrentía superficial como las aguas freáticas contienen esos nutrientes, que se incorporan fácilmente al río Ter y sus afluentes, cuyas aguas se convierten en eutróficas (es decir, con un alto contenido de algas verdosas debido a esa acumulación de nutrientes (mapa 7). El río, a su vez, alimenta varios embalses importantes, cuyas aguas quedan sometidas también a la eutrofia. Al parecer, las aguas de los pozos de algunas poblaciones cercanas al río Tordera no son potables, debido al excesivo uso de estiércol del ganado en la agricultura. Presumiblemente, los altos niveles de nitratos alcanzan el río. También en muchas granjas del Vallés se utiliza el estiércol del ganado como fertilizante. Según parece, también están fuertemente contaminadas las aguas freáticas de los valles del Maresme y otros lugares con alta concentración de invernaderos, debido al uso de nutrientes minerales (especialmente nitrógeno). Los otros productos químicos contaminantes que merecen mencionarse son la sal, el sodio y el cloruro de las minas y la acumulación de desechos mineros de las cercanías de Cardona, Súria, Navás y Sallent (mapa 7). Aunque la mayor parte de la sal potencialmente contaminante sea canalizada hasta el mar, una porción de ésta llega al río Llobregat y al río Cardener, que desemboca en el anterior. La consiguiente reducción en la calidad del agua debida a esta sal afecta a todo el recorrido del río Llobregat. Y finalmente, en varias zonas de la costa, sobre todo cerca de Barcelona, el agua de mar se ve considerablemente degradada por agentes químicos y sedimentos de tierra o puertos.

Y finalmente, en varias zonas de la costa, sobre todo cerca de Barcelona, el agua de mar se ve considerablemente degradada por agentes químicos y sedimentos de tierra o puertos. Es necesario un estudio que precise las principales causas y efectos de estos contaminantes, y también especificando los pasos a dar para reducir significativamente la contaminación marina y mejorar el ecosistema litoral. Más adelante hablaremos de los agentes contaminantes industriales.

• Plan catalán de tratamiento del agua, Junta de Sanejament, Departament de Medi Ambient, Generalitat de Catalunya, Barcelona, hacia 1995. • Smith, Robert Leo, Ecology and Field Biology, Harper Collins, Nueva York, 1996. • Acebillo, Josep A. y Folch, Ramon (dirs), Atfes Ambienta( de ('Área de Barcelona: Balanc de recursos i problemes, Ariel Ciencia y Barcelona Regional, Barcelona, 2000. • Col -lector de salmorres de la tonta del riu Llobregat, Aigues de Barcelona, Societat General d 'Aigues de Barcelona, y Agencia Catalana de l Aigua, Departament de Medi Ambient, Generalitat de Catalunya, Barcelona, 2000.

Mapa d árees hidrogeoldgiques de Catalunya 1:200.000, Servei Geológic de Catalunya e Institut Cartográfic de Catalunya, Generalitat de Catalunya, Barcelona, 2000. • Decamps, Henri y Decamps, Odile, Mediterranean Riparian Woodtands, Tour du Valat, Arles, Francia, 2001. • Prat, Narcis; Munné, Antonia Sola, Carolina el al., La Qualitat Ecológica del Llobregat, El Besos, El Foix i la Tordera: Informe 2000, Estudis de la Qualitat Ecológica deis rius n° 10, Diputació de Barcelona, Barcelona, 2002. 2. VEGETACION RIBEREÑA DE LAS LLANURAS DE INUNDACION: Como vamos a ver, es útil considerar de forma separada los tramos alto y bajo de un sistema fluvial (figura 5). Entre el 80 y el 95 % del agua que entra en un sistema fluvial procede de los pequeños afluentes de la parte alta del río, mientras que el riesgo de inundación se da primordialmente en el sector bajo del mismo. Además, el agua que entra en los barrancos y arroyos, o corre aguas abajo o es absorbida por el terreno a lo largo de pequeñas rieras y afluentes, recargando el manto freático circundante. La vegetación ribereña (o de la llanura de inundación) a lo largo de las rieras es determinante para cuantificar la proporción de agua que penetra en el manto freático, y la que circula aguas abajo para aumentar el riesgo de inundación.

Una llanura de inundación, sea ancha o estrecha, puede estar cubierta por una vegetación herbácea, arbustiva, a base de árboles o una combinación de las mismas. En cualquier caso, la vegetación produce una fricción en sentido opuesto a la circulación del agua, lo que hace aumentar la absorción de ésta por el terreno. Cabe decir que la vegetación arbustiva a base de sauces (Salix), por ejemplo, proporciona mucha más fricción que la herbácea, y que los árboles intercalados con arbustos también pueden dar una fricción considerable, especialmente cuando en torno a aquellos se han acumulado restos de anteriores crecidas. Por lo tanto, el mantenimiento de un buen manto arbustivo en las áreas inundables de rieras y arroyos en la parte alta del sistema fluvial puede constituir un efectivo sistema para reducir el peligro de inundación aguas abajo. En la RMB existen al menos dos factores que contribuyen a eliminar este valioso manto arbustivo: el ganado y los pequeños huertos familiares; ambos pueden provocar un aumento del riesgo de inundación aguas abajo. Si se impidiese pacer a las cabras, ovejas y otros animales en las llanuras de inundación, el peligro de inundación se reduciría notablemente. Los pequeños huertos familiares en las llanuras de inundación cercanas a los pueblos y ciudades pueden tener un sentido social o económico positivo, pero minorar estas extensiones de huerta en las llanuras de inundación comprendidas entre los pueblos produciría unos efectos visibles en la reducción de las crecidas.

En las estaciones lluviosas, las carreteras locales y las pistas de tierra a lo largo de la llanura de inundación también actúan como canales que aceleran la corriente aguas abajo. En este sentido, es necesario reducir al mínimo o eliminar las carreteras, la extracción de grava o arena (ya existen multitud de canteras en otras áreas de la región), y otras actividades que reduzcan la vegetación de las llanuras de inundación. El tramo bajo de un sistema fluvial recibe el agua de los tramos situados río arriba y es el área clave en cuanto al riesgo de inundación (figura 5). Aunque la llanura de inundación sea más ancha, las aguas de la crecida pueden llegar a cubrir el valle y causar importantes daños, incluyendo el colapso de puentes. Troncos de árbol, arbustos, cañas, animales muertos y otros materiales arrastrados por la corriente desde aguas arriba se acumulan alrededor de los pilares de los puentes (afortunadamente, las soluciones a estas cuestiones son bien conocidas por los ingenieros de caminos de todo el mundo). Con todo, en general las plantas flotantes, se distribuyen ampliamente a través de las llanuras de inundación de Los tramos bajos de los ríos, donde crean valiosos micro hábitats para la fauna. En estas llanuras el manto arbustivo proporciona una fricción relativamente pequeña contra las grandes crecidas, aunque ayuda a retener las pequeñas corrientes y proporciona un rico hábitat a la fauna.

Figura 5 Dibujo de una riera (torrente), en el que se distinguen los tramos alto y bajo. El agua se incorpora al cauce, básicamente, desde las laderas superiores, mientras que en las cotas bajas es factible sostener humedales. Si en las partes altas no se hace un uso razonable del suelo, en las zonas bajas se producen grandes inundaciones.

En estas llanuras el manto arbustivo proporciona una fricción relativamente pequeña contra las grandes crecidas, aunque ayuda a retener las pequeñas corrientes y proporciona un rico hábitat a la fauna. Por supuesto, las edificaciones en las llanuras de inundación son inapropiadas, no sólo por el riesgo de inundación inherente, sino también porque producen un aumento del caudal y del nivel de la crecida, lo cual incrementa la erosión. En las llanuras de inundación debe ponerse especial atención al trazado de las vías de servicio destinadas al mantenimiento de las conducciones y la infraestructura, evitándose en lo posible que discurran a lo largo de la llanura de inundación. En caso de ser necesaria la construcción de diques, éstos podrían diseñarse de manera que sirvieran como paseos elevados desde los que poder disfrutar de buenas vistas de la naturaleza. La conservación o creación de pequeñas depresiones a lo largo o cerca de las llanuras de inundación permite captar y retener parte del agua de una crecida para los humedales y parques. Aunque este apartado se haya centrado en la recarga de los mantos freáticos y en la reducción de las crecidas, los beneficios mayores y más conocidos de la vegetación de las llanuras de inundación son para la naturaleza y el ocio de la población. Los hábitats de las llanuras de inundación son sumamente diversos, principalmente a causa de las variaciones en las condiciones del agua superficial y freática, y por consiguiente, también son ricas en flora y fauna.

La producción de madera, por ejemplo de álamo (Populus) puede suponer un uso adicional de estas llanuras, sin menospreciar la importancia del manto arbustivo, y por supuesto, las actividades de ocio pueden variar desde los paseos a lo largo de senderos próximos a pequeños arroyos, hasta los parques junto a los ríos. • Forman, Richard T. T., Land Mosaics: The Ecology of Landscapes and regions, Cambridge University Press, Nueva York y Cambridge, 1995. • Bennett, Andrew F., Linkages in the Landscape: The Role of Corridors and Connectivity in Wildlife Conservation, IUCN-The World Conservation Union, Gland, Suiza y Cambridge, 1999. • Decamps, Henri y Decamps, Odile, Mediterranean Riparian Woodlands, Tour du Valat, Artes, Francia, 2001.

3. INDUSTRIAS, ARROYOS Y RIOS: Tradicionalmente, las industrias se establecían en las orillas de los ríos y de los principales arroyos, en torno a los cuales se desarrollaban las poblaciones y las ciudades. El agua se usaba como fuente de energía, de refrigeración (evaporación) y para eliminar los subproductos sobrantes.

Hoy día, por lo general, la industria moderna ya no precisa ubicarse junto a los cursos fluviales, ya que el acceso a la energía eléctrica y a los suministros de combustible y de agua se realiza a través del territorio. La desaparición gradual de industrias antiguas de las riberas de los ríos y arroyos de la región metropolitana de Barcelona redundará en enormes beneficios acumulativos para los sistemas naturales y la población. No obstante, algunas de esas industrias tienen gran importancia económica y también laboral, y por eso se deben encontrar ubicaciones más favorables y ofrecer incentivos adecuados, en especial a la industria pesada, un tema que trataremos más adelante, en el apartado dedicado al transporte y la industria. Por otra parte, algunas colonias industriales situadas ala vera de ríos y arroyos constituyen un patrimonio histórico y cultural excepcional que, como es natural, deben ser adecuadamente preservados mediante una protección que forzosamente ha de ir acompañada de una cuidadosa restauración del río o arroyo. Pero lo que ahora nos interesa son los beneficios de los sistemas acuáticos derivados de la reducción de las industrias ribereñas de ríos y arroyos. Con los suministros de electricidad, combustible y agua generados fuera del río, se hace innecesaria la producción de energía hidroeléctrica, así como la típica secuencia escalonada de pequeñas presas y estanques alargados.

La eliminación de estos elementos redundará inmediatamente en un río con más caudal y más sinuoso, con tramos de rápidos de poca altura que oxigenarán el agua, con un incremento de la heterogeneidad del hábitat acuático y, en definitiva, se conseguirá que en los tramos más bajos del río Llobregat aumenten los períodos de caudal normal (mapa 7). Eliminada la necesidad de refrigeración industrial por el agua del río, y sin la secuencia de estanques alargados detrás de las presas, se producirá menos evaporación directa de agua, con el resultado de un mayor caudal en los arroyos, algo nada despreciable en un clima seco. Ya sin el vertido de residuos industriales, la calidad del arroyo o río mejorará notablemente, al igual que lo hará la de los sistemas acuáticos. Aunque los residuos industriales son muy diversos, incluyendo metales pesados y numerosas sustancias orgánicas que degradan los ecosistemas acuáticos y el abastecimiento de agua, en teoría las industrias ligeras, medias y pesadas limpian sus aguas residuales, por ejemplo en bal­sas de depuración, antes de verterlas -razonablemente depuradas- al río o a una estación depuradora. Es imprescindible pues que las balsas de depuración tengan la capacidad adecuada para evitar vertidos indeseados de agentes contaminantes, en especial en épocas lluviosas.

En la práctica, esos sistemas de depuración a menudo resultan inefectivos. Las industrias más antiguas, construidas antes de que se establecieran las normas básicas sobre contaminación, por lo general son las menos eficaces en el tratamiento de los residuos. Finalmente, las antiguas industrias ubicadas junto a las poblaciones ocupan, con frecuencia, lugares ribereños privilegiados, que podrían ser reconvertidos fácilmente en parques y lugares de ocio para la población. El hecho de atraer a la gente hacia unos ríos o arroyos limpios, dotados de unas instalaciones de ocio diversificadas, puede suponer un gran estímulo para el municipio y una notable mejora para la calidad de vida de sus habitantes.

4. CUATRO RIOS, CUATRO SOLUCIONES: Entre los arroyos y ríos de la RMB, hay cuatro especialmente importantes: el Ter, el Tordera, el Besós y el Llobregat (mapas 1, 6 y 7). Varios afluentes de esos ríos, así como el río Foix, también tienen caudales y otras características de importancia regional. Tres de los cuatro ríos citados se convertirán en "estrellas" del informe en las secciones posteriores, pero lo que interesa en este momento es presentar los ríos al lector, y especialmente sus diferencias con relación a las soluciones de planeamiento potenciales.

El sistema fluvial del Ter, principalmente hacia el norte de Vic, avena un paisaje eminentemente agrícola, con abundante ganado, en especial de cerdos. A partir de ahí, el Ter se desvía hacia el este, para alimentar tres embalses de la cordillera Transversal, que juntos constituyen la mayor fuente de abastecimiento de agua del área de Barcelona. El fósforo y, particularmente, el nitrógeno, procedentes de los residuos del ganado, contaminan fuertemente el río y generan problemas de eutrofia en los embalses. Por contraste, el sistema fluvial del Tordera es, con diferencia, el que se conserva en su estado más natural en la RMB. Nace en el macizo del Montseny, al que cruza en dirección sureste, atraviesa terrenos agrícolas, así como también algunas poblaciones, ensanchándose en un amplio delta. La llanura de inundación del Tordera está llena de pequeñas explotaciones agrícolas, y salpicada aquí y allá de huertos de tipo familiar, edificaciones, un camping y pequeños humedales. Más diferente todavía es el sistema fluvial del Besós que avena buena parte del Vallés, una comarca que antiguamente estaba cubierta de pequeñas granjas y que está siendo sometida a un rápido proceso de urbanización y fragmentación. El bajo Besós discurre canalizado entre corredores de transporte a través de la parte nororiental de Barcelona, hasta su desembocadura, y suele tener el aspecto de un delgado canalillo de agua, que emana en gran parte de estaciones depuradoras de aguas residuales.

Finalmente el Llobregat, como sistema fluvial más vasto de la región metropolitana de Barcelona, avena una región fuertemente heterogénea que contiene áreas boscosas, agrícolas y edificadas, ocupando una superficie que representa casi la mitad de la RMB. El bajo Llobregat es una amplia llanura de inundación llena de urbanización, cuyo río, normalmente, transporta muy poca agua y que termina en un amplio delta. Éste está sembrado de pequeñas explotaciones agrícolas y huertos, además del aeropuerto de Barcelona, una ciudad, importantes corredores de transporte y un frente marítimo urbanizado en gran parte. También contiene un canal con aguas del fiarraf, vegetación costera, una parte del lito­ral sin urbanizar y los más significativos -aunque limitados- humedales de la región metropolitana de Barcelona. En líneas generales, el importante río Llobregat está especialmente dañado por un caudal normalmente reducido, los agentes contaminantes procedentes de las industrias cercanas y del desarrollo urbano, unas estaciones de depuración de aguas residuales inadecuadas (que también tratan de regular la escorrentía de las aguas pluviales) y las estructuras que invaden la llanura de inundación. • Gutiérrez i Perearnau, César, La Tordera: Perspectiva geográfico­histórica d'un riu, La Rectoría Vella, Ajuntament de Sant Celoni, Sant Celoni, España, 1999. • Acebillo, Josep A. y Folch, Ramon (dirs], AttesAmbiental de l"Área de Barcelona: Balanc de recursos i prob(emes, Ariel Ciencia y Barcelona Regional, Barcelona, 2000.

E. CRECIMIENTO, DESARROLLO Y MUNICIPIOS 1. AREAS CLAVE PARA EL CRECIMIENTO Y EL DESARROLLO: Una de las estrategias más importantes para mantener los sistemas y recursos naturales a largo plazo es orientar el crecimiento y la urbanización hacia las áreas en las que el daño ecológico sea menor. Esas áreas pueden resaltarse en un mapa de valores altos, medios y bajos de los sistemas naturales y la naturaleza, para a partir de ahí seleccionar los lugares basándose en factores tales como el transporte, el acceso a los recursos y otras importantes consideraciones socioeconómicas. De ese modo, se han destacado cinco ciudades en torno a la región metropolitana de Barcelona y dos zonas cerca de la ciudad, como prometedoras para el crecimiento y desarrollo (mapa 8). Son Igualada, Manresa, Mataró/Argentona, El Vendrell, Vic, la zona del "Llobregat occidental"' y la zona del bajo Anoia. Se estima que, previsiblemente, los daños potenciales a los recursos naturales en torno a esos lugares serían considerablemente inferiores que en otras posibles ubicaciones. Antes de describir esas áreas, conviene resaltar la forma de crecimiento y desarrollo ideal de cualquier municipio. Se considera que el crecimiento compacto dentro del término municipal evita los costes y otros aspectos negativos que genera un crecimiento difuso, y lo que es más importante, protege efectivamente los sistemas naturales y otros recursos, ahorrando un bien escaso como es el suelo.

Un pequeño municipio como Mollet del Vallés nos ofrece un ejemplo inmejorable de esto. Mediante la concentración de la urbanización en una porción del término municipal, se protegen los sistemas naturales, el suelo agrícola productivo y los recursos naturales, al tiempo que se fomenta un vigoroso sentido de comunidad. Las bases económicas actuales y futuras de las siete áreas señaladas como propicias para el crecimiento incluyen las siguientes: a. Igualada: industria; servicios comerciales por el oeste; un cierto turismo rural para las esmeraldas circundantes de Montserrat, Sierra de Rubió y AncosaMiralles (esta área también está relativamente cerca del área clave del bajo Anoia enumerada seguidamente y descrita en la siguiente sección dedicada al transporte y la industria). b. Manresa: industria; nudo de transporte; centro de productos agrarios para los valles de los alrededores de Calaf, Berga y Solsona; y cierto turismo rural centrado en las zonas circundan­tes de Montserrat, Sant Llorenc del Munt, Castelltallat y la Sierra de Rubió. c. Mataró-Argentona: industria; residentes que viajan diariamente a su trabajo en otros lugares de la RMB; turismo costero, y parte del turismo rural desarrollado para la cuenca del río Tordera.

d. El Vendrell: industria; nudo de transportes; centro comercial y de servicios para las localidades turísticas ubicadas a lo largo de la costa sudoeste, y apoyo comercial al área agrícola del Penedés. e. Vic: industria; centro comercial de la Plana de Vic y el área agrícola situada al oeste; nudo de transportes con rutas importantes hacia los Pirineos, Gerona, Manresa y Barcelona, y turismo rural centrado en la cordillera Transversal. f. Llobregat occidental (área general alrededor de Gavá-Sant Boi de LlobregatTorrelles-Vallirana­Corbera-La Palma-Sant Vicenc deis Horts): residentes que viajan diariamente a su trabajo en otros lugares de la RMB. g. Área del bajo Anoia (área general alrededor de Piera y poblaciones circundantes) ésta es un área prometedora para un centro de industria pesada y para un centro de transporte de mer­cancías por carretera. Esta ubicación estratégica está relativamente cerca de Barcelona y del área de crecimiento de Igualada. Para Vic, es especialmente importante mantenerse dentro de un modelo de crecimiento moderado y concentrado, en lugar de un tipo de crecimiento intensivo y disperso. Vic está rodeada de suelo agrícola de calidad. La expansión centrífuga de la ciudad, unida a la de las poblaciones cercanas amenaza no sólo el suelo agrícola, sino que puede provocar su fragmentación.

Si bien se trata de un gran territorio agrario pero cuyo valor por hectárea no es tan alto como, por ejemplo, el del Penedés, las tierras aptas para el cultivo son extremadamente importantes para el futuro de la RMB. De lo anterior se deduce que el crecimiento de Vic debería atenerse alas siguientes condiciones: (1) que los municipios del área circundante no invadiesen el suelo agrícola, y (2) que el desarrollo de Vic fuese moderado y compacto, dentro o adyacente a los límites de la ciudad actual. La ciudad de Barcelona, como área urbana extremadamente atractiva, está encorsetada entre el mar, la sierra de Collserola y el parque agrícola de la llanura de inundación y el delta del Llobregat. Esos mismos factores contribuyen significativamente a la escala humana y el atractivo de la ciudad. Los modelos urbanos existentes y la experiencia nos indican que el crecimiento de las ciudades no tienen que expandirse sobre las áreas adyacentes. La mayoría de las ciudades más atractivas, agradables y con más éxito mantienen grandes áreas verdes adyacentes para uso de sus habitantes. Las mejores opciones para la conservación de unos espacios libres generosos junto a la ciudad, que proporcionan importantes beneficios ala sociedad, son la densificación del casco edificado existente y/o la expansión en un área cercana no adyacente bien comunicada por transporte público.

Realmente, la protección y realce de la llanura de inundación del bajo Llobregat mantendría, en lugar de anular, la separación histórica y la singularidad de Barcelona y los municipios del área del Llobregat occidental. En cuanto a los alrededores de Barcelona, en secciones posteriores del plan veremos cómo Collserola y la llanura de inundación y delta del bajo Llobregat son demasiado importantes para los sistemas naturales, la población y el futuro de la región metropolitana de Barcelona, como para ser destinadas al desarrollo. Al contrario, el plan no incluye restricciones al crecimiento en la parte sudoeste del Maresme, excepto en la cinta verde que conecta Collserola y Montnegre-El Corredor, y, análogamente, tampoco las incluye en el Vallés. No obstante, se señala una forma general de crecimiento. En caso de producirse un crecimiento del área de Barcelona, debería considerarse la densificación de ciertas áreas construidas existentes. De tratarse de un crecimiento residencial hacia las afueras, habría que tener en cuenta el área del Llobregat occidental, y para un crecimiento, industrial y del transporte (y residencial), debería pensarse en el área del bajo Anoia. Con independencia de dónde se produzca el nuevo crecimiento, hay ciertos emplazamientos que resultan inadecuados para la edificación. Por supuesto, hay que evitar Llanuras de inundación, las laderas abruptas, los hábitats valiosos y los que contengan especies raras, donde es impor­tante que exista un manto de vegetación boscosa natural.

Si se trata de terreno accidentado, como en el caso del Llobregat occidental, es preciso desplegar una excepcional sensibilidad medio­ambiental y de planeamiento.

2. AREAS DE TRAMA VERDE: En caso de tratarse de varios pueblos o ciudades próximos, el futuro puede afrontarse desde tres planteamientos posibles: a. Dejar que esas poblaciones se extiendan hasta fusionarse en una sola gran área urbanizada. Sin embargo, sin un núcleo urbano atractivo definido, un sistema de parques integrado y una red de infraestructuras eficiente, el resultado sería un gran conglomerado ineficiente e incómodo, una no-ciudad. b. 0 bien las poblaciones podrían unirse para formar una ciudad nueva planificada. Si bien un proyecto de creación de una nueva gran ciudad próxima a otra existente de las características y eL atractivo de Barcelona, probablemente carecería de incentivos y no atraería muchas inversiones. c. 0 bien permitir un crecimiento limitado de cada una de las poblaciones, manteniendo y potenciando sus respectivas identidades.

La tercera opción que aquí se aborda proporciona dos ventajas importantes: mantiene la identidad y la singularidad municipales a través de la separación de las comunidades, y realza la naturaleza y los sistemas naturales en torno a los municipios. Para conseguirlo, en el perímetro de cada municipio se establece una trama "verde" de vegetación, tierras de cultivo o franjas de parque, de manera que cada población quede situada aproximadamente en el centro de su área, rodeada de franjas verdes. Esas franjas pueden variar, por ejemplo, desde la vegetación natural hasta la típica de un parque, de acuerdo con los deseos locales. Ahora bien, en esas franjas se prohibirían las edificaciones y otras estructuras importantes, quedando por lo tanto como zonas verdes abiertas. De este modo, cada pueblo o ciudad podría expandirse dentro de su área delimitada, pero sin fusionarse con un pueblo o ciudad adyacente o perdiendo su propia identidad. Si bien es aconsejable establecer un ancho mínimo para esas franjas de la trama verde, los municipios adyacentes podrían escoger tener franjas más anchas, por ejemplo para parques, como valor patrimonial o para conservación de la naturaleza (véase Apéndice G1). Las ciudades, como las del Vallés occidental, podrían tener franjas protectoras más anchas. Un crecimiento compacto es la otra estrategia clave en un área de trama verde.

Las ciudades, como las del Vallés occidental, podrían tener franjas protectoras más anchas. Un crecimiento compacto es la otra estrategia clave en un área de trama verde. Las tramas verdes se ajustan, en general, a los límites de los municipios. El crecimiento compacto canaliza el desarrollo en el interior de -y adyacente a- las zonas urbanizadas existentes de un municipio. La combinación de las dos estrategias ayuda a generar unas comunidades fuertes y unos sistemas naturales valiosos.

Hay siete áreas concretas que se nos antojan como particularmente apropiadas como áreas de tramas verdes: a. El Vallés occidental [área de Sant Cugat­Terrassa-Sabadell) b. El Vallés central (área de Parets-Caldes deMontbui-La Garriga-Granollers) c. El Vallés oriental (área de Cardedeu-Cánoves­Sant Antoni de Vilamajor) d. El bajo Anoia (véase la sección anterior) e. Llobregat occidental (véase la sección anterior) f. Costa sudoeste (de Sitges a Segur de Calafell) g. El Maresme costero (Badalona a Malgrat de Mar).

3. MUNICIPIOS DE CRECIMIENTO LIMITADO: Debido a la proximidad de recursos naturales de excepcional importancia para el futuro de la región metropolitana de Barcelona, sería perjudicial e inapropiado urbanizar cerca o al lado de ciertas poblaciones. Para mantener los suelos de calidad y la integridad de los grandes paisajes agrícolas de la región, el crecimiento de ciertas poblaciones emplazadas en paisajes agrícolas valiosos, como Calaf, Vilafranca del Penedés, Tordera, El Prat de Llobregat y unas cuantas más, debe limitarse al interior de la "mancha" edificada actual o a zonas inmediatamente adyacentes a ella (mapa 5). El crecimiento de algunas poblaciones de las zonas periféricas de las áreas de producción agrícola críticas no tiene por qué estar limitado, aunque lo apropiado es que tal crecimiento, de producirse, no se realice hacia el área agrícola. En este caso se incluyen varias poblaciones de la Plana de Vic y el Maresme adyacentes a las áreas clave de producción concentrada de invernaderos. También es conveniente limitar el crecimiento, bien sea globalmente o en una dirección particular, de los municipios que amenazan la naturaleza y los recursos naturales en los otros emplazamientos que se señalan en este informe. Entre ellos se incluyen las esmeraldas, (por ejemplo en el Collserola, y entre el Montnegre y el Corredor) los corredores de arroyo valiosos, las conexiones verdiazules entre esmeraldas, los hábitats de interés reconocidos por la Comunidad Europea, los embalses de abastecimiento de aguas, y así sucesivamente.

Por sus excepcionales recursos y los beneficios que proporcionan, la llanura de inundación y el delta del bajo Llobregat representan la otra zona donde es vital impedir o contener rigurosamente el crecimiento. La llanura de inundación y el delta proporcionan el mejor acuífero de agua limpia de la RMB, un rico parque agrícola que beneficia a numerosos habitantes y mercados de la ciudad, los humedales más importantes de la región, un útil amortiguador de las crecidas, fauna y pesca fluvial, un amplio espacio abierto con vistas y aire puro para los habitantes de la ciudad, y muchas cosas más. Ésta podría ser la última oportunidad de reconocer y proveer efectivamente de esos recursos a las generaciones futuras, que previsiblemente los necesitarán aún más que nosotros mismos. Los catalanes se enorgullecen de venerar los emplazamientos patrimoniales únicos: “la zona de la llanura de inundación y el delta del llobregat constituyen uno de ellos”.

4. CONSOLIDACION DE LLANURAS DE INUNDACION, LADERAS, GRANDES AREAS PRODUCTORAS DE ALIMENTOS Y DE LA RED ESMERALDA: En este apartado se detecta un conjunto de lugares diversos de gran importancia en la región metropolitana de Barcelona, que tienen en común el hecho de ser parajes en los que la edificación es inapropiada. Por un lado, la falta de edificios en las llanuras de inundación significa menores daños por inundación. Por otro lado, la ausencia de construcciones en laderas con fuertes pendientes se traduce en menores problemas de erosión y sedimentación, reducción de costes de construcción y de mantenimiento de infraestructuras, disminución de los daños en las viviendas causados por trombas de agua o incendios monte arriba, y una menor degradación estética. Construir en las crestas de las montañas tiene análogas ventajas. Un edificio puede construirse indistintamente en casi cualquier lugar de la región, pero, por ejemplo, la mayoría de los viñedos y vinos de gran calidad que se crían en el Penedés sólo pueden darse en el inigualable suelo agrícola de esa comarca vitivinícola; cada una de las hectáreas es demasiado valiosa como para "plantar" casas en ella. Análogamente, en los demás paisajes agrícolas clave las edificaciones son incompatibles con una producción sostenida, y los sistemas naturales y la fauna pueden resultar gravemente degradados por la presencia de edificios en esmeraldas y sus cintas conectoras.

Existen, sin embargo, algunas excepciones importantes. Las edificaciones de alto valor histórico y cultural deben ser protegidas dondequiera que se encuentren. En los paisajes agrícolas críticos, pueden admitirse los edificios directamente relacionados con las actividades agrarias locales. En la red esmeralda, son aceptables los edificios relacionados con la gestión de los parques, siempre que estén en ubicaciones adecuadas. En las llanuras de inundación, los puentes y viaductos son admisibles, en especial si salvan el ancho completo de la llanura, de tal modo que no se coarte significativamente el flujo de las aguas de la crecida. En las laderas, son aceptables los caminos de trazado respetuoso con la ecología y la hidrología, que proporcionan acceso a la cresta o ala ladera opuesta. Actualmente, en la región metropolitana de Barcelona existen numerosos edificios diseminados y algunas poblaciones erigidas sobre llanuras de inundación, laderas abruptas, paisajes agrícolas y la red esmeralda. Para cumplir con los objetivos importantes del plan, la mayoría de esos edificios (salvo algunas excepciones importantes) debe ser eliminada gradualmente (Apéndice F). Para lograr esta eliminación gradual, puede ser conveniente recurrir a una combinación de planteamientos distintos. Por ejemplo, un edificio de valor podría ser trasladado y reconstruido en otro paraje cercano adecuado. Normalmente, se daría prioridad a la eliminación de los edificios infrautilizados, que los procesos naturales tales como inundaciones, incendios o deslizamientos de tierras, podrían encargarse de eliminar.

También podría ser útil establecer limitaciones ala reparación, reconstrucción y contratación de seguros. También los incentivos podrían formar parte de esa combinación; por ejemplo, proporcionar a los propietarios una reducción de impuestos o facilitarles un emplazamiento alternativo, con buenos medios de transporte, abastecimiento de agua, electricidad, usos complementarios agrupados, una instalación moderna nueva, o simplemente una opción estética ventajosa. Al igual que para el futuro de la región metropolitana de Barcelona es esencial señalar las nuevas áreas propicias para el crecimiento, y limitarlo en otras, también es igualmente importante eliminar las construcciones existentes especialmente inadecuadas o que de algún modo dañen a los sistemas naturales o a la población. 5. EL RESTO DE LA REGION: [Todavía está por determinar la pendiente a partir de la cual hay que excluir el desarrollo en la RMB. Una pendiente máxima basada en imperativos puramente constructivos o de ingeniería puede ser adecuada para áreas urbanas, pero inaplicable a áreas rurales, donde la erosión, los desprendimientos de tierras, la sedimentación en los arroyos, las crecidas, el peligro de incendios y la intrusión estético-visual, suponen importantes limitaciones. Dicho sea entre paréntesis, la exclusión por fuerte pendiente sería aplicable a las edificaciones ilegales, por otra parte infrecuentes en la región.]

Más allá de estas restricciones bastante evidentes, es conveniente poner limitaciones a la edificación en pendientes escalonadas, en las crestas de las montañas, y en cualquier caso, tratar con sensibilidad esas ubicaciones, a fin de evitar la degradación estética y visual. Como alternativa, podrían establecerse franjas verdes, al igual que en una trama verde, entre poblaciones rurales cercanas entre sí. También una carretera o una línea férrea, construidas para conectar a la gente, actúan como barreras de graves efectos ecológi­cos que subdividen la naturaleza, de manera que es esencial disponer numerosos pasos para la circulación de la fauna. Aunque en la sección III D se definían arroyos y rieras clave para la protección especial de cintas verdiazules, la mayoría de los atributos de proyecto podrían ser de utilidad para casi cualquier clase de arroyo o riera. Así, un amplio corredor de vegetación natural que englobase el curso de agua y la llanura de inundación, las laderas y las franjas adyacentes de terreno elevado bien drenado, proporcionaría una importante protección al arroyo y a la circulación de la fauna.

F. TRASPORTE E INDUSTRIA 1. TRAFICO, TRANSPORTE PÚBLICO Y MUNICIPIOS: Una de las estrategias más importantes para mantener los sistemas y recursos El número de líneas de ferrocarril y la cantidad de pasajeros transportados en la región metropolitana de Barcelona son inferiores a otras regiones europeas comparables (mapa 9). Además, se espera un crecimiento del tráfico en las cercanías de las ciudades de todo el mundo, pero ese crecimiento podría ser enorme en la RMB por su escaso número de líneas ferroviarias. Existen tres estrategias para contener semejante crecimiento del tráfico rodado. Una se apoya y trata de robustecer el modelo urbanístico de muchos municipios que tienen industrias mediana y pequeña en las afueras de la ciudad, fácilmente accesibles a sus empleados a pie o en bicicleta desde sus casas (Figura 1). Este modelo reduce el tráfico derivado de los desplazamientos diarios de casa al trabajo y del trabajo a casa. Un segundo planteamiento potencia los parques públicos y de barrio en las afueras -y cercanías­ de las ciudades. Los parques para pasear dan atractivo a las ciudades y pueden ayudar a reducir el tráfico. Un tercer planteamiento consiste en invertir en sistemas regionales de transporte público, como trenes ligeros, sistemas de microbuses o autobuses modulares rápidos.

Se aspira a disminuir el tráfico a base de estaciones de transporte atractivas, a distancias razonables para ir a pie desde las áreas residenciales y con amplios aparcamientos. Unas conexiones imaginativas y novedosas entre centros urbanos y las estaciones de transporte, usando, por ejemplo, la tecnología desarrollada a partir de los telesquíes (como se explica más adelante para el Maresme), o las cintas transportadoras de los aeropuertos, podrían resultar beneficiosos. 2. TRENES, CAMIONES, CARRETERAS Y FAUNA: En una sección anterior se señalaban siete zonas de la RMB como especialmente prometedoras para el desarrollo futuro: Igualada, Manresa, Mataró/Argentona, El Vendrell, Vic, Llobregat occidental y el bajo Anoia (en el apartado siguiente sobre la industria también se abordan estas zonas). De producirse un crecimiento significativo en esas zonas, convendría identificar y proporcionar cuanto antes las infraestructuras férreas y de carreteras necesarias. De esta forma, el transporte público y las vías de acceso podrán soportar el crecimiento residencial o de otro tipo. Hay algunas rutas de transporte que merecen especial consideración, por su importancia para las áreas de crecimiento potencial. Esas rutas son las siguientes: Barcelona al Llobregat Occidental; Barcelona al bajo Anoia e Igualada; Barcelona a Manresa, tal vez vía Sabadell o Sant Cugat y Terrassa; Barcelona a El Vendrell, modernizada si es preciso; Barcelona a Mataró/Argentona, modernizada si es preciso; El Vendrell a Igualada y Manresa; Mataró/Argentona a Granollers y Manresa; Granollers al bajo Anoia.

A este respecto, puede ser prioritaria la redacción de un plan de transportes coherente con el del mosaico territorial para la región metropolitana de Barcelona. La creación de un centro o nudo de distribución de transporte de mercancía por carretera en las afueras de muchas ciudades importantes permitiría a los camiones de largo recorrido cargar y descargar sus mercancías, las cuales pasarían entonces a camiones más pequeños o furgonetas, para ser distribuidas por las calles de la ciudad. Los granjeros también podrían llevar sus productos al centro de transporte de mercancías por carretera, para ser transportados desde ahí a larga distancia o a la propia ciudad. Podría ser interesante disponer un nudo de transporte de mercancías en el bajo Anoia (mapa 9), para complementar el que ahora existe en el Vallés, concretamente en Santa Perpétua de la Moguda. Ello proporcionaría un acceso adecuado al sector oeste de Barcelona y los municipios cercanos al Llobregat. Los corredores de carretera con mucho tráfico que atraviesan el territorio se comportan, en la práctica, como anchas franjas en las que se concentra un conjunto de efectos a cual más dañino para la ecología; funcionan como grandes barreras que subdividen el territorio. Para mitigar ese efecto de barrera, es necesario construir pasos que faciliten la circulación de la fauna y de las personas (mapa 9).

La construcción de un buen número de pequeños túneles o conductos de evacuación de aguas puede ser una herramienta muy eficaz para el paso de animales pequeños. Por otra parte, a medida que mejore la calidad del agua de los arroyos, la circulación de los peces será cada vez más importante así como el adecuado diseño de los conductos de evacuación. Para que esos pasos para la fauna resulten realmente efectivos, se requiere una combinación de conocimientos sobre el comportamiento de los animales y sobre ingeniería. Para mantener la conectividad del paisaje, y que los animales de mayor tamaño o las personas puedan cruzar las carreteras, se requiere la creación de pasos subterráneos o elevados, como los existentes en la vía rápida de Vic a Girona. De hecho, en la región metropolitana de Barcelona se han contabilizado siete pasos de esas características (falsos túneles) relativamente grandes, cinco sobre vías de dos carriles y dos sobre vías de cuatro carriles. Adecuadamente proyectados, esos cruces resultan bastante efectivos para el paso de jabalíes, tejones, jinetas, corzos y otras especies que, como los ciervos, no son infrecuentes en la RMB. Los requisitos que deben cumplir estos pasos están muy estudiados. Siempre que una cinta verde que conecte esmeraldas atraviese una vía de mucho tráfico, hay que disponer un mínimo de dos pasos elevados o subterráneos.

• RoseLL, Carme; Parpal, J.; Campeny, R.; Jove, S.; Pasquina, A.; y Velasco Rivas, Josep Mario, —Mitigation of barrier effect of linear infrastructures on wildlife", en Habitat Fragmentation & Infrastructure, editada por K. Canters, Ministerio de Transporte, Obras Públicas, y Gestión del Agua, Delft, Países Bajos, 1997. • Rosell Pagés, Carme y Velasco Rivas, Josep M., Manual de pre­venció i correcció deis impactes de les infraestructures viaries sobre la fauna, n° 4, Departament de Medi Ambient, Generalitat de Catalunya, Barcelona, 1999. • Forman, Richard T. T., "Imaginar un mosaico terrestre en el que puedan desarrollarse tanto la naturaleza como las personas/ Envisioning a land mosaic where both nature and people thrive , en Jardines insurgentes: Arquitectura del paisaje en Europa 1996­2000, "Arquithemas", Fundación Caja de Arquitectos, Barcelona, 2002. 3. INDUSTRIA: GRANDE, MEDIANA Y PEQUEÑA: La pequeña y mediana industria, como importante fuerza económica de la RMB, está muy dispersa por el territorio, situándose por lo general en las afueras de los municipios, y por lo tanto, donde hay disponibilidad de mano de obra. Por contras­te, las antiguas industrias mediana y pesada a menudo se emplazan a lo largo de los arroyos y de los ríos, respectivamente.

Esas ubicaciones proporcionaban, y aún proporcionan, energía hidráulica, refrigeración y un cauce para la eliminación de ciertos subproductos, pero como se ha explicado en una sección anterior, ésta es una de las principales razones por las que los arroyos y los ríos de la región metropolitana de Barcelona están tan degradados. El combustible, la electricidad, el agua y el espacio para la depuración de los residuos, como fuentes clave para la industria, están hoy día ampliamente distribuidos por el territorio. Por lo tanto, no parece una empresa tan difícil la de reubicar las antiguas industrias medias, que antiguamente dependían esencialmente de la proximidad de un arroyo, en las afueras de los pueblos o ciudades adecuados, y desde luego es de sumo interés para la restauración de los sistemas naturales en la RMB. La industria pesada también es muy importante para la economía de la región, y su reubicación resulta, por supuesto, más difícil. A este respecto, el planteamiento más prometedor parece ser el que contempla la creación de uno o más centros o zonas de industria pesada. De esta manera, sería más fácil establecer unas modernas condiciones de eficiencia en la gestión de la energía y agua, y de mínima contaminación. Algunas necesidades de depuración de residuos son compatibles para las industrias y pueden ser mancomunadas en un área que, además, puede dotarse de unos buenos accesos por ferrocarril y por carretera, para el transporte de materiales y mercancías. También es importante prever el transporte público y disponer de buenos accesos por carretera a los diferentes municipios, para diversificar el origen de la mano de obra.

Dos tipos concretos de industria pesada serían apropiados para un centro de semejantes características. Uno es la industria existente a lo largo de los principales arroyos y ríos, en especial siguiendo el cauce del Tordera, y el del Llobregat desde Sant Vicenc deis Horts hasta El Prat de Llobregat (mapa 7). El otro tipo es una nueva industria atractiva, que sustentaría nuevos trabajos y el crecimiento económico. La ubicación óptima para un centro de industria pesada podría estar en algún lugar del bajo Anoia (alrededores de Piera y poblaciones circundantes). Esta zona tiene terrenos relativamente llanos, por lo general está alejada de arroyos y ríos, y podría proporcionar un acceso adecuado para la mano de obra en numerosos municipios. Probablemente, se podrían desarrollar unas buenas y eficientes redes de transporte público, carreteras regionales y líneas férreas (incluyendo al puerto, si fuera preciso). Esta ubicación causaría relativamente pocos problemas ecológicos, daría un buen servicio a la población de la región y proporcionaría ventajas alas industrias. Otra estrategia alternativa es la de crear dos o más centros de industria pesada, por ejemplo, en el bajo Anoia, en la zona norte de El Vendrell, y/o al norte de Manresa. Este planteamiento alejaría la mayor cantidad de industria pesada y sus inevitables consecuencias sobre la contaminación del aire y del agua de Barcelona y de su concentración humana.

Con dos centros se distribuirían mejor los empleos, beneficios e impactos medioambientales entre las ciudades existentes apropiadas para el crecimiento. Particular preocupación merece un tramo del río Llobregat, concretamente el que va desde el norte de Martorell hasta el sur de Sant Andreu de la Barca, soporte de una industria pesada más que considerable (mapa 7). Al parecer, en esta zona se concentra la mayor contaminación del aire de toda el área metropolitana, en especial de partículas NOx (óxidos de nitrógeno) y SOx (óxidos de azufre). Los vientos dominantes proceden del arco noroeste-oeste-sudoeste (y en menor medida del arco sudeste-este-nordeste), de modo que los agentes contaminantes son arrastrados directamente por el viento hacia las mayores aglomeraciones del área metropolitana de Barcelona y el Vallés. Además, la calidad del agua del río en este tramo y aguas abajo, en la llanura de inundación del bajo Llobregat, es sumamente baja. La reubicación de todas o buena parte de esas industrias en un centro de industria pesada moderno y eficiente supondría una gran ventaja para los sistemas naturales, y tal vez también para la salud de la población. Los emplazamientos ribereños liberados podrían ser fuente de grandes oportunidades, no sólo para la mejora del área del bajo Llobregat, sino también para la puesta en práctica de medidas reductoras de las crecidas, para el desarrollo de parques locales atractivos, y quién sabe si también para otros desarrollos industriales, comerciales o residenciales menos contaminantes.

Con dos centros se distribuirían mejor los empleos, beneficios e impactos medioambientales entre las ciudades existentes apropiadas para el crecimiento. Particular preocupación merece un tramo del río Llobregat, concretamente el que va desde el norte de Martorell hasta el sur de Sant Andreu de la Barca, soporte de una industria pesada más que considerable (mapa 7). Al parecer, en esta zona se concentra la mayor contaminación del aire de toda el área metropolitana, en especial de partículas NOx (óxidos de nitrógeno) y SOx (óxidos de azufre). Los vientos dominantes proceden del arco noroeste-oeste-sudoeste (y en menor medida del arco sudeste-este-nordeste), de modo que los agentes contaminantes son arrastrados directamente por el viento hacia las mayores aglomeraciones del área metropolitana de Barcelona y el Vallés. Además, la calidad del agua del río en este tramo y aguas abajo, en la llanura de inundación del bajo Llobregat, es sumamente baja. La reubicación de todas o buena parte de esas industrias en un centro de industria pesada moderno y eficiente supondría una gran ventaja para los sistemas naturales, y tal vez también para la salud de la población. Los emplazamientos ribereños liberados podrían ser fuente de grandes oportunidades, no sólo para la mejora del área del bajo Llobregat, sino también para la puesta en práctica de medidas reductoras de las crecidas, para el desarrollo de parques locales atractivos, y quién sabe si también para otros desarrollos industriales, comerciales o residenciales menos contaminantes.

G. LA NATURALEZA Y L APOBLACION EN LOS MUNICIPIOS: En las secciones anteriores se han descrito dos modelos a gran escala de interés para los municipios, una trama verde y una sarta o cinta de perlas (véase Glosario, en la última página). La trama verde es un conjunto de franjas interconectadas alrededor de ciudades vecinas en crecimiento, r orno en el Vallés central o en el bajo Anoia. Las franjas contienen vegetación, tierra de cultivo y/o parque, y aunque en principio sean estrechas, los municipios adyacentes podrían decidir ampliarlas. Aunque por lo general la trama sea de titularidad privada, y no lo suficientemente cercana como para poder ir a pie desde el centro del municipio, no es descartable que, con el tiempo, pueda proporcionar algún parque municipal para uso y disfrute de la población. Por otra parte, la sarta o cinta de perlas que conecta las grandes esmeraldas, a menudo distanciadas, contiene un camino peatonal que podría ser accesible a los habitantes del municipio. Además, una perla cercana, a modo de pequeña mancha de vegetación natural, podría ser un buen lugar para crear un parque adyacente para la gente del municipio. Esto serviría para vigorizar la perla por su valor esencial en cuanto a la mejora de circulación de la fauna a lo largo de una cinta o sarta.

Hoy en día, la visión y la impresión que de muchas de nuestras ciudades o pueblos tiene el viajero que circula por una carretera cercana es reveladora; el núcleo histórico distintivo de la ciudad apenas resulta visible; en su lugar, se ven las afueras de la ciudad, unas afueras de construcción relativamente reciente pobladas de edificios industriales cuyo diseño está lejos de basarse en criterios estéticos. La implantación de parques en las afueras mejoraría indudablemente la perspectiva que tiene el viajero desde la carretera. También la franja verde a lo largo de la carretera brinda una oportunidad no sólo de mejora visual, sino también de mejora de la naturaleza. Los taludes, los árboles y los arbustos podrían diseñarse de manera que proporcionasen vistas específicas sobre la ciudad, y que favoreciesen la conservación de la fauna y la flora del municipio. Además, se podría reducir la contaminación acústica -que afecta tanto a las personas como a la fauna- con diseños atractivos. Finalmente, se nos ocurren tres ideas sobre la naturaleza, la población y los municipios. En primer lugar, dado que el tráfico amenaza con convertirse en un grave problema en el futuro, debe disponerse fuera de Barcelona de un transporte público más extenso y de mejor calidad. Para ello pueden probarse o utilizarse las últimas tecnologías y enfoques. En segundo lugar, en cualquier desarrollo que se produzca, es conveniente dispo­ner una red separativa de saneamiento y aguas pluviales.

Y tercero, las redes de recogida de aguas pluviales ofrecen la oportunidad de crear pequeños humedales dentro del municipio, lo que beneficiaría significativamente a la fauna local, a la biodiversidad y al aprecio a la naturaleza. En los municipios existe, por lo tanto, un amplio abanico de posibilidades de mejorar los sistemas naturales, la naturaleza y el bienestar de la población. Aplicando esto a los numerosos pueblos y ciudades del territorio se obtendría un benéfico efecto multiplicador. • Liddle, Michael, Recreation Ecology, Chapman & Ha[[,Londres, 1997. • Centre de Recerca Ecológica i Aplicacións Forestals, CREAF1988-1998, Universitat Autónoma de Barcelona, Bellaterra,Barcelona, 1999. • Pino, Joan; Roda, Ferran; Ribas, Josep; y Pons, Xavier,"Landscape structure and bird species richness: implicationsfor conservation in rural creas between natural parks",en Landscape and Urban Planning, n° 49, 2000, págs. 35-48. • Boada, Martí y Capdevila, Laia, Barcelona. Biodiversitat urbana,Ajuntament de Barcelona, Barcelona, 2000.

H. EL LLOBREGAT Y LA POBLACION: El río Llobregat es el gran río de la historia de la región metropolitana de Barcelona. Una de las ciudades más impresionantes del mundo se extiende cerca del valle del río, y casi todos los viajeros que entran o salen de ella lo atraviesan. Y sin embargo, el río y su llanura de inundación resultan casi invisibles tanto para los viajeros como para los propios residentes. Ésta es una situación asombrosa y una oportunidad no menos asombrosa: conectar la ciudad con el río, y crear uno de los grandes parques del mundo. Idear atractivos pasos elevados sobre los corredores de transporte, hacia un glorioso imán situado en la llanura de inundación y con vistas sobre el río; paseos, zonas de picnic, campos de deportes, áreas de juegos infantiles, cafés en plena naturaleza; huertas familiares, pequeñas explotaciones agrícolas, huertas comunitarias; humedales, biodiversidad, abundantes pájaros visibles, paradas migratorias; toques de historia, cultura y patrimonio; carreteras serpenteantes, rutas para bicicletas, para jogging y para senderismo; juegos acuáticos, estanques, miradores, vistas asombrosas. Parece otro mundo y no el bajo Llobregat (mapa 9). Y sin embargo, de hacerse realidad esa visión, el área circundante experimentaría seguramente un enorme crecimiento económico. El valor inmobiliario de ciertos lugares se iría por las nubes.

La mayoría de las pequeñas explotaciones agrícolas y de las huertas familiares podría mantenerse a modo de marco productivo para el parque. En general, la calidad de vida subiría notablemente. Pero antes de pensar qué es lo que se necesita para hacer realidad esta visión, vale la pena citar dos experiencias del autor. La primera, el autor vio el lugar exacto de donde Barcelona obtiene alrededor del 40% del agua que consume y, a pesar de la estación depuradora adyacente, él continuará bebiendo agua embotellada; todo el mundo debería visitar ese lugar. Segunda, cerca de allí le fue mostrado un lugar en el Llobregat donde había alrededor de una docena de especies de aves acuáticas y, entre ellas, tres flamencos erguidos; todo el mundo debería visitar también ese lugar. Sin embargo, para atraer a la gente tendría que lograrse previamente un caudal de agua más normal, mejorar notablemente la calidad del agua y, por lo tanto, unos ecosistemas acuáticos más saludables y una fauna más rica. Los paquetes de medidas citados anteriormente sin duda ayudarían a lograrlo, su aplicación conduciría a unos sistemas naturales en consonancia con un parque de primera línea mundial, que estaría diseñado para absorber cualquier gran crecida ocasional sin que produjese apenas daños. En posteriores secciones examinaremos todo esto más de cerca. Y ahora, una idea final. Es útil disponer de un símbolo o buque estrella identificador del gran parque. Por ejemplo, pensemos en los barcos históricos que vincularon la ciudad y su río al Mediterráneo y el mundo.

El parque podría albergar grandes reproducciones en hormigón y acero de barcos históricos -griegos, romanos, españoles, las naves de Colón, catalanes- con la proa apuntando río arriba, como si estuvieran "anclados en la llanura de inundación del río", de manera que el público los pudiera visitar. Claramente visible día y noche desde Montju'i'c, Collserola y el Llobregat occidental, así como para los automovilistas, los viajeros de tren y de avión, el gran parque llamaría la atención de todo el mundo y su imagen sería memorable (figura 6). Por comodidad y claridad, en adelante nos referi­remos al parque como el Gran Parque. • Hughes, Robert, Barcelona, Harvill Press, Londres, 1992, [(edición castellana: Barcelona, Editorial Anagrama, Barcelona, 2002 (6°)] • Museu Marítim: La gran aventura del mar, Museu Marítim, Barcelona, 1998. • Bacaria, Jordi; Folch, Ramon; Paris, Antoni; Reñaga, Laura; Ulied, Andreu; et al., Atlas ambiental del Mediterráneo, Institut Catalá de la Mediterránia, Institut Cartográfic de Catalunya y ERF Gestió y Comunicació Ambiental, Barcelona, 1999. • Prat, Narcis; Munné, Antoni; Solá, Carolina et al— La Qualitat Ecológica del Llobregat, El Besós, El Foix i la Tordera: Informe 2000, Estudis de la Qualitat Ecológica deis rius n° 10, Diputació de Barcelona, Barcelona, 2002.

Figura 6: Visión nocturna del Gran Parque en la vega del bajo Llobregat Unas atractivas entradas permiten a los visitantes de todas las comunidades vecinas el acceso a un amplio abanico de oportunidades recreativas en el corazón mismo del área metropolitana

I. LA VINCULACION CON OTRAS REGIONES: La región metropolitana de Barcelona, como cualquier otro gran territorio, está estrechamente vinculada a las regiones vecinas y a otras más remotas, y tales vínculos afectan, a menudo fuertemente, a los modelos y procesos espaciales de la región en cuestión. Por desgracia, el límite de tiempo impidió al autor visitar las regiones circundantes o estudiar esos vínculos (mapas 1 a 9). Las observaciones siguientes son impresiones preliminares e ilustrativas, más que resultados de un análisis sistemático. Hay un conjunto de modelos que podríamos calificar de "temas fronterizos", en la medida en que su origen está cercano al límite de la RMB, tanto por el interior como en su entorno. Los temas fronterizos merecen una observación meticulosa, ya que hay flujos existentes o potenciales que causan efectos sobre la región, e inversamente en las áreas adyacentes, y tienden a crecer o decrecer a lo largo del tiempo. Como ejemplos de factores exteriores cercanos que podrían afectar a la RMB pueden citarse los cambios en el embalse del río Cardener, el desarrollo en torno a Santa Coloma y el turismo alrededor de Blanes. Entre los cambios en el perímetro de la RMB que podrían afectar a sus alrededores se pueden incluir los cambios en el valle del río Tordera, el desarrollo de segundas residencias en ciertas zonas de la cordillera Transversal y el crecimiento de El Vendrell.

Las entradas (inputs) y las salidas (outputsl de una gran área metropolitana (Barcelona) o de otras importantes áreas de la RMB, son claramente más relevantes que los temas fronterizos. La gente y las mercancías entran y salen de ella en automóvil, camión, tren, barco y avión, por lo cual es preciso evaluar cada una de esas rutas. Así, los desplazamientos vacacionales en coche entre el área metropolitana y las segundas residencias y los Pirineos se canalizan en buena medida a través de la Plana de Vic. Los vínculos comerciales y de otros tipos entre Barcelona y Girona, Lleida y Tarragona también tienen rutas predominantes. Otra entrada significativa a la región es el agua dulce de la cuenca norte del río Llobregat. Además, gentes de todos los lugares de Cataluña y del resto de España y Europa acuden a la región por su turismo costero, su sistema médico, sus universidades, sus actividades de ocio y su cultura (principalmente en Barcelona). Entre las salidas significativas de la región hay que citar los bienes que ésta produce, la electricidad y el gas, las comunicaciones y el turismo. Otro aspecto a tener en cuenta es la relación de la RMB con el mar. Los agentes contaminantes procedentes de Barcelona y los ríos Llobregat y Tordera van a parar al mar. La sal es conducidaal mar a través de un sistema de conductos desde la zona de Cardona-Sallent; los sedimentos de la erosión, el nitrógeno y otros productos químicos del Maresme son vertidos directamente al mar, el agua dulce procedente de los deltas y las áreas costeras también va a parar al mar.

Sin embargo, recíprocamente, la intrusión de agua salada se extiende progresivamente al manto freático de áreas locales, desde el Maresme hasta la costa sudoeste, y especialmente en el interior del delta del Llobregat. Los cambios remotos también pueden comportar entradas y salidas de la región metropolitana de Barcelona. En España, una línea de tren de alta velocidad, nuevas estaciones de esquí, los cambios en la política de inmigración y los cambios gubernamentales en Madrid son factores que pueden afectar significativamente a esta región. A través de Europa y el Mediterráneo, hay efectos que pueden afectar a las aves migratorias, la expansión de enfermedades del ganado, los cambios en las cosechas, el turismo ecológico, los nuevos mercados y la política de cambios de la Comunidad Europea. En resumen, el uso del suelo en la RMB está estrechamente vinculado a otras áreas geográficas. • Hughes, Robert, Barcelona, Harvill Press, Londres, 1992 [edición castellana: Barcelona, Editorial Anagrama, Barcelona, 2002 (6a]) • Roda, Ferran; Retana, Javier; Gracia, Carlos A.; y Bellot, Juan, Ecology of Mediterranean Evergreen Oak Forests, Springer­Verlag, Berlín, 1999. • Bacaria, Jordi; Folch, Ramon; Paris, Antonia Reñaga, Laura; Utied, Andreu; el al., Atlas ambiental del Mediterráneo, Institut Catalá de la Mediterránia, Institut Cartográfic de Catalunya y ERF Gestió y Comunicació Ambiental, Barcelona, 1999. •Grove, Alfred Thomas y Rackham, Oliver, The nature of Mediterranean Europea An Ecological History, Yale University Press, New Haven, Connecticut, 2001.

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