Leyenda de Cachipozo

July 17, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DEL PERÚ LEYENDA DE CACHIPOZO 

En una de las hermosas cumbres de Palcamayo, hace mucho tiempo, vivía una pastorcilla muy bonita, cuya ocupación era apacentar un rebaño de hermosas llamas. Un día llegó a conocer a un joven de la comarca, ambos llegaron a enamorarse apasionadamente. Concluyendo que nada hay tan agradable a gradable en este mundo como la unión de dos corazones que se aman con ternura. Cierto día, después de distraerse un rato cogieron algunas flores, se sentaron junto a un u n puquial, donde acostumbraban disfrutar los divinos placeres del amor. Este después de ahogar un suspiro y sin dejar de mirar a su amada, le dijo: Mañana me presentare ante tus padres... para casarnos... Ésta al oír tales palabras se lanza sobre su amado y la estrecha con ternura entre sus brazos, derramando lágrimas de alegría. Y así, al siguiente día, el joven amante, se presenta ante los pa padres dres de ésta; solicitando la mano de su hija para matrimonio, quienes al oír esta petición le rechazaron rotundamente. Fácil es comprender la tristeza que semejantes palabras causaron a los amantes: la dama enjugaba algunas lágrimas que se habían desprendido de sus ojos, y el joven quedó sumido en la mayor aflicción; pero, le quedaba un destello de esperanza y esto le bastaba para mantenerse sereno. ¡De las pasiones; el amor es la que más se irrita y acrece cuando encuentra obstáculos! Desesperado el galán, formo el propósito de huir de aquella comarca con su amada, comunicándolo después; la joven aprobó el plan, conviniendo el día y hora de la partida: cuando todo estuvo dispuesto, se encuentran y huyen en dirección desconocida, su huida desesperada era mezcla de felicidad y temor, llegando a la poza de Colla Pata: la naturaleza había brindado a esta comarca con este recurso de Agua Salina. Cansados por el trajín, se sentaron a orillas de dicho puquial, sus agráciales siluetas se reflejaban sobre la ondulante superficie de las aguas. La joven, absorta en su desesperación, de repente levanta la cabeza, enjuga sus ojos de lágrimas y clama: ¡Ay! El rechazo que te hicieron mis padres, ha derramado tanto resentimiento en mi corazón, que no olvidaré, mientras dure mi existencia en este mundo... Estas palabras proferían dolorosamente, mientras su amado la consolaba y le prometía: Te amare mientras mi vida no me abandone, y, si se puede amar después de la muerte, os declaro que te amaré en la otra vida. La dama, enrojecida su frente de pasión y tristeza, los ojos humedecidos de lágrimas mirando al suelo, no sabía que contestar, el exceso de pasión había ahogado su voz, enteramente desconcertada sólo tuvo fuerzas para aguas inclinar la cabeza sobre el pechoYa desea su amado. Y así, se encontraban estosde amantes, mirando las azuladas que brotaban del puquial. que la naturaleza tuvo compasión estos seres o algún ser extraño se apoderara de estos. Lo cierto es que sus ojos vieron en el fondo de aquel puquial un paraíso maravilloso. Como magnetizados se pararon y se tomaron de las manos. Decepcionados por el mundo, ciegos de amor y queriendo vivir libres en el paraíso ilusorio que veían, se sumergieron en las aguas, desapareciendo en contados segundos y terminando con algunas burbujas que brotaban de rato en rato. Quedando solamente como testimonio de lo ocurrido, una coloreada c oloreada Honda, flotando a la deriva sobre las aguas: honda que muchas veces había empuñado la pastorcilla para cuidar su rebaño de llamas. Una anciana del lugar, que de lejos presenciaba, no alcanzaba a comprender tan lúgubre escena; luego, se acerca asombrada al puquial, para ver qué había sucedido con los amantes. Cuando salieron repentinamente de las profundidades del agua, dos bellas palomas, muy juntitas alzaron su vuelo por el espacio azul, arrullando una conmovedora melodía, que en ese preciso momento era como una canción de despedida.... de adiós... a ese lugar, que no quisieron que ellos fueran felices. f elices. Esta triste melodía conmovió grandemente al espíritu de la anciana, quien asombrada en gran manera y paralizada, miraba como las aves se remontaban con un vuelo pausado por las nubes. Desapareciendo por las cumbres más lejanas.

COMUNICACIÓN COMUNICACIÓ N Y REDACCIÓN

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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DEL PERÚ Ya lejos, desde lo alto, las palomas divisaron un cerro semejante a su querido y adorado Colla Pata, y descendieron con cautela sobre las faldas del cerro de Pata Marca. La llegada de estas palomas, causo gran acontecimiento entre los moradores: era raro ver p palomas alomas en ese lugar y en ese tiempo. Allí, con grandes goces, la muchedumbre se congrego para presenciar el magnífico espectáculo; y, cuando se acercaron y llegaron al lugar: misteriosamente habían desaparecido las palomas, y hallaron nada más que dos piedras blancas en el lugar donde habían sido vistas las aves; pero al pie de ellas, la tierra se hundía por la humedad. Uno de los tantos curiosos, levantó las dos piedras, ¡OH! ¡Qué sorpresa! Allí, se encontraban pocitas aguas cristalinas; la una, manantial agua salada a la paloma correspondiente a laocultas palomados macho y lade otra de color verdusco, no muy saladade correspondiente hembra. Pues, la maldición de los enamorados había hecho que se secara y desapareciera la poza de sal de Colla Pata, para trasladarla a Pata Marca, y brindar, de esta manera, de agua salina a esta comarca. Todo el pueblo lo festejó con gran pompa y algarabía, la aparición de la poza salada, que se denominó en ese entonces: “Cachipuquio” o “Cachipozo”, que quiere decir “manantial de agua salada”. Dedicárosles toda clase de respetos y cuidados. Tal fue el trágico fin de aquellos fieles amante, que tan de cerca siguieron a la tumba, transformados en manantiales, antes de haber saboreado el fruto de su amor. Pata Marca, es nombre de una de las cumbres del pintoresco distrito de San Pedro de Cajas: donde antiguamente habitaron la tribu de los “Caccas” o “Cagash”.  “Cachipuquio” llego a embellecer el paisaje Sanpedrano y a la vez sirvió a sus pobladores, brindándoles sal para sus comidas, por mucho tiempo. Y que todavía les sirve...

COMUNICACIÓN COMUNICACIÓ N Y REDACCIÓN

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