LEUCEMIA
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Descripción: Introduccion a leucemias...
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LEUCEMIA La leucemia es un cáncer que se origina en las células productoras de sangre de la médula ósea. Cuando una de estas células cambia y se convierte en una célula de leucemia, ya no madura normalmente. A menudo, se divide para formar nuevas células más rápido de lo normal. Además, las células leucémicas no mueren cuando deberían hacerlo, sino que se acumulan en la médula ósea y desplazan a las células normales. En algún momento, las células de leucemia salen de la médula ósea y entran al torrente sanguíneo, causando a menudo un aumento en el número de glóbulos blancos en la sangre. Si la leucemia es mieloide o linfocítica depende de cuáles células de médula ósea se origina el cáncer. TIPOS DE GLÓBULOS BLANCOS Los linfocitos son células maduras que combaten infecciones que se desarrollan de los linfoblastos, un tipo de célula madre de la sangre en la médula ósea. Los linfocitos son las principales células que forman el tejido linfático, que es una parte importante del sistema inmunológico. El tejido linfático se encuentra en los ganglios linfáticos, el timo (un pequeño órgano detrás del esternón), el bazo, las amígdalas y las glándulas adenoides, y se encuentra diseminado a través de los sistemas digestivo y respiratorio y la médula ósea. Hay dos tipos principales de linfocitos: -
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Los linfocitos B (células B) protegen al cuerpo contra gérmenes invasores al desarrollarse (madurar) para formar células plasmáticas, que producen proteínas llamadas anticuerpos. Los anticuerpos se adhieren a los gérmenes (bacteria, virus y hongos), lo que ayuda a los otros tipos de glóbulos blancos a reconocerlos y destruirlos. Los linfocitos T (células T) pueden reconocer las células infectadas con virus y destruirlas directamente. También ayudan a regular la respuesta inmunológica.
Los granulocitos son células maduras que combaten infecciones que se desarrollan de los mieloblastos, un tipo de célula productora de sangre en la médula ósea. Los granulocitos tienen gránulos que aparecen como manchas al observarlos con un microscopio. Estos gránulos contienen enzimas y otras sustancias que pueden destruir gérmenes como las bacterias. Los tres tipos de granulocitos, neutrófilos, basófilos y eosinófilos, se distinguen por el tamaño y el color de los gránulos. Los monocitos se desarrollan a partir de monoblastos productores de sangre en la médula ósea y están relacionados con los granulocitos. Después de circular en el torrente sanguíneo por aproximadamente un día, los monocitos ingresan en los tejidos corporales para convertirse en macrófagos, los cuales pueden destruir algunos gérmenes rodeándolos y digiriéndolos. Los macrófagos también ayudan a los linfocitos a reconocer gérmenes y producen anticuerpos para combatirlos.
Cualquiera de las células formadoras de sangre linfoides o mieloides de la médula ósea puede convertirse en una célula leucémica. Una vez que ocurre este cambio, las células leucémicas ya no maduran de una forma normal. Las células leucémicas a menudo se reproducen rápidamente, pero en la mayoría de los casos el problema es que no mueren cuando debería hacerlo, sino que sobreviven y se acumulan en la médula ósea. Con el paso del tiempo, estas células entran en el torrente sanguíneo y se propagan a otros órganos, en donde pueden evitar que otras células en el cuerpo realicen sus funciones. LEUCEMIA MIELOIDE Las leucemias mieloides (también conocidas como leucemias mielocíticas, mielógenas o no linfocíticas) se originan en células mieloides primitivas (las células que se convierten en glóbulos blancos [que no sean linfocitos], glóbulos rojos o células productoras de plaquetas [megacariocitos]). I. LEUCEMIA MIELOIDE AGUDA La mayoría de los casos de AML se originan de células que se convertirían en glóbulos blancos (pero no en linfocitos), pero en algunos casos de AML se desarrollan en otros tipos de células formadoras de la sangre. Se inicia en la médula ósea (la parte interior blanda de ciertos huesos, donde se producen las nuevas células sanguíneas), pero en la mayoría de los casos pasa rápidamente a la sangre. Algunas veces se propaga a otras partes del cuerpo, incluyendo los ganglios linfáticos, el hígado, el bazo, el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal) y los testículos. Afecta mayormente a adultos y mujeres. SIGNOS Y SINTOMAS SÍNTOMAS GENERALES Los pacientes con AML con frecuencia presentan varios síntomas no específicos (generales). Éstos pueden incluir: Pérdida de peso, Cansancio, Fiebre, Sudores nocturnos, Pérdida de apetito Por supuesto, estos síntomas no sólo son causados por la AML, y con más frecuencia son causados por otra afección que no es leucemia. PROBLEMAS CAUSADOS SANGUÍNEAS
POR
BAJOS
NIVELES
DE
CÉLULAS
Muchos signos y síntomas de la AML son el resultado de la carencia de células sanguíneas normales, lo que sucede cuando las células leucémicas desplazan las células productoras de sangre normales en la médula ósea. En consecuencia, las personas no tienen suficientes glóbulos rojos, glóbulos blancos ni plaquetas normales. Estas carencias se manifiestan en las pruebas de sangre, y también pueden causar síntomas.
Síntomas causados por bajos recuentos de glóbulos rojos (anemia): los glóbulos rojos llevan oxígeno a todas las células del cuerpo. Una disminución de glóbulos rojos puede causar: Cansancio (fatiga), Debilidad, Sensación de frío, Mareo o aturdimiento, Dolores de cabeza, Dificultad para respirar Síntomas causados por bajos recuentos de glóbulos blancos: las infecciones pueden ocurrir debido a una escasez de glóbulos blancos normales (leucopenia) o una escasez de neutrófilos normales (neutropenia). Los neutrófilos son un tipo de glóbulos blancos necesarios para combatir las infecciones bacterianas. Los pacientes con AML pueden contraer infecciones que no parecen desaparecer o pueden contraer una infección después de otra. A menudo, la fiebre va acompañada de la infección. Aunque las personas con AML pueden tener un recuento alto de glóbulos blancos debido al número excesivo de células leucémicas, estas células no protegen contra las infecciones de la manera en que lo hacen los glóbulos blancos normales. Síntomas causados por bajos recuentos de plaquetas: las plaquetas en la sangre normalmente ayudan a detener el sangrado. Un número disminuido de plaquetas sanguíneas (trombocitopenia) puede dar lugar a: Exceso de hematomas y sangrado, Sangrado nasal frecuente o severo, Sangrado de las encías. PROBLEMAS CON HEMORRAGIAS Y COAGULACIÓN Los pacientes con cierto tipo de AML llamada leucemia promielocítica aguda (APL) pueden acudir al médico porque presentan problemas con hemorragia y coagulación. Pueden tener muchos sangrados por la nariz, o sangrar en exceso cuando tienen una cortada. Además, estos pacientes pueden presentar inflamación en la pantorrilla debido a trombosis venosa profunda (DVT) o dolor en el pecho y dificultad para respirar a causa una embolia pulmonar. DOLOR DE HUESOS O DE ARTICULACIONES INFLAMACIÓN EN EL ABDOMEN Las células leucémicas se pueden acumular en el hígado y el bazo y causar aumento de tamaño. Esto puede notarse como llenura o inflamación del abdomen. PROPAGACIÓN A LAS ENCÍAS Causando inflamación, dolor y sangrado. INFLAMACIÓN DE LOS GANGLIOS LINFÁTICOS Los ganglios afectados en el cuello, en la ingle, en el área de las axilas, o sobre la clavícula, se pueden sentir como protuberancias debajo de la piel
DIAGNOSTICO RECUENTO SANGUÍNEO PERIFÉRICA
COMPLETO
Y
FROTIS
DE
SANGRE
El recuento sanguíneo completo (complete blood count, CBC) es una prueba que mide las cantidades de diferentes células en la sangre, tal como los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas. Esta prueba se hace a menudo junto con un diferencial, que indica los números de los diferentes tipos de glóbulos blancos. La mayoría de los pacientes con AML tienen demasiados glóbulos blancos inmaduros en la sangre e insuficientes glóbulos rojos o plaquetas. Muchos de los glóbulos blancos pueden ser mieloblastos (a menudo llamados simplemente blastos), los cuales son células inmaduras formadoras de sangre que no se encuentran normalmente en la sangre. Estos hallazgos pueden sugerir leucemia, pero usualmente la enfermedad no se diagnostica hasta que se analiza una muestra de células de la médula ósea. El porcentaje de blastos en la médula ósea o sangre es un factor particularmente importante. Para un diagnóstico de la AML por lo general se requiere tener al menos un 20% de blastos en la médula o la sangre. También puede ser diagnosticada si se descubre (usando otra prueba) que los blastos contienen un cambio cromosómico que ocurre solamente en un tipo específico de AML, aun si el porcentaje no alcanza el 20%. Algunas veces los blastos se parecen a las células inmaduras normales en la médula ósea. Sin embargo, en una médula ósea normal, el recuento de blastos es de 5% o menos. CITOQUÍMICA Para las pruebas de citoquímica, las células se exponen a tinciones (colorantes) químicas que reaccionan solamente con algunos tipos de células leucémicas. Estas tinciones causan cambios de color que se pueden observar con un microscopio y que pueden ayudar al médico a determinar los tipos de células presentes. CITOMETRÍA DE FLUJO E INMUNOHISTOQUÍMICA La citometría de flujo se usa con frecuencia para analizar las células de las muestras de médula ósea y sangre. Es muy útil para determinar el tipo exacto de leucemia. La prueba busca ciertas sustancias en la superficie de las células, lo cual ayuda a identificar el tipo a que pertenecen. Una muestra de células se trata con anticuerpos especiales (proteínas inmunitarias sintéticas) que se adhieren a las células solo si tienen estas sustancias. TRATAMIENTO
El tratamiento principal para la AML es la quimioterapia, algunas veces seguida de un trasplante de células madre. También se pueden usar otros medicamentos (además de los medicamentos de quimioterapia convencionales) para tratar a personas con leucemia promielocítica aguda (APL). En circunstancias especiales se puede usar cirugía y radioterapia. Tratamiento de leucostasis: Algunas personas con AML presentan números muy altos de células leucémicas en la sangre cuando son diagnosticadas, lo que puede causar problemas con la circulación normal. A esto se le llama leucostasis. Puede que tome varios días para que la quimioterapia disminuya el número de células leucémicas en la sangre. Mientras tanto se podría usar leucoféresis (algunas veces llamada féresis) antes de la quimioterapia. Inducción: Está dirigida a deshacerse de tantas células leucémicas como sea posible. La intensidad del tratamiento puede depender de la edad de la persona y de su salud. En pacientes más jóvenes, como los menores de 60, la inducción por lo general incluye el tratamiento con dos medicamentos de quimioterapia, la citarabina (ara-C) y un medicamento de la familia de las antraciclinas tal como la daunorrubicina (daunomicina) o la idarrubicina. Consolidación (terapia después de la remisión): Se considera que la inducción fue exitosa si se logró la remisión. Luego se administra tratamiento adicional para tratar de destruir células leucémicas remanentes y ayudar a prevenir una recaída. En los pacientes más jóvenes, las opciones principales para la terapia de consolidación son:
-
Varios ciclos de quimioterapia con altas dosis de citarabina (ara-C). Algunas veces se conoce como HiDAC. Alotrasplante (de un donante) de células madre. Autotrasplante de células madre (trasplante autólogo)
II. LEUCEMIA MIELOIDE CRONICA La LMC se presenta más comúnmente en adultos de mediana edad y en niños. SIGNOS Y SINTOMAS SIGNOS GENERALES Los síntomas de la leucemia mieloide crónica (CML) a menudo son imprecisos y con más frecuencia son causados por otras cosas. Éstos incluyen: Debilidad, Cansancio, Sudores nocturnos, Pérdida de peso, Fiebre, Dolor en los huesos, Agrandamiento del bazo (se siente una masa debajo del lado izquierdo de la caja torácica), Dolor o una sensación de llenura en el estómago, Sensación de llenura después de las comidas incluso tras comer poco
Pero estos síntomas no son exclusivos de la CML, también pueden ocurrir con otros tipos de cáncer y con muchas afecciones no cancerosas. PROBLEMAS CAUSADOS SANGUÍNEAS
POR
UNA
DISMINUCIÓN
DE
CÉLULAS
Muchos de los signos y síntomas de CML ocurren debido a que las células leucémicas reemplazan las células productoras de sangre normales de la médula ósea. Como resultado, las personas con CML no producen suficientes glóbulos rojos, glóbulos blancos que funcionen adecuadamente ni plaquetas sanguíneas. La anemia es la disminución de glóbulos rojos. Puede causar cansancio, debilidad y dificultad para respirar. La leucopenia es una disminución de glóbulos blancos normales. Esta disminución aumenta el riesgo de infecciones. Aunque los pacientes con leucemia pueden tener un número muy alto de glóbulos blancos, las células leucémicas no protegen contra las infecciones como lo hacen los glóbulos blancos normales. La neutropenia significa que el número de neutrófilos es bajo. Los neutrófilos, un tipo de glóbulos blancos, son muy importantes para combatir las infecciones bacterianas. Las personas neutropénicas tienen un alto riesgo de contraer infecciones bacterianas muy graves. La trombocitopenia es una disminución de plaquetas sanguíneas. Puede causar moretones y sangrado excesivo, con sangrado frecuente o grave de las encías o de la nariz. Algunos pacientes con CML presentan demasiadas plaquetas (trombocitosis). Pero como con frecuencia esas plaquetas no funcionan adecuadamente, estas personas también pueden tener problemas de sangrado y aparición de moretones. DIAGNOSTICO Con frecuencia la leucemia se detecta cuando el médico pide exámenes de sangre por algún problema médico no relacionado o durante un examen físico de rutina. Aun cuando los síntomas están presentes, con frecuencia son confusos y no específicos. ASPIRACIÓN Y BIOPSIA DE LA MÉDULA ÓSEA Estas dos pruebas usualmente se hacen al mismo tiempo. Las muestras se toman de la parte posterior del hueso de la pelvis (cadera), aunque en algunos casos la aspiración se puede tomar del esternón. Estas pruebas se envían al laboratorio, y se analizan con un microscopio para ver si hay células leucémicas. Estas pruebas también se pueden hacer después del tratamiento para ver si la leucemia está respondiendo al mismo. PRUEBAS DE LABORATORIO
Cuentas y examen de células sanguíneas: El recuento sanguíneo total (complete blood count, CBC) es una prueba en la que se cuenta el número de diferentes células sanguíneas, como glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. El CBC frecuentemente incluye un recuento diferencial, que es la cuenta de los diferentes tipos de glóbulos blancos en la muestra de sangre. La mayoría de los pacientes con CML tienen demasiados glóbulos blancos con muchas células inmaduras. Algunos pacientes con CML tienen números bajos de glóbulos rojos o de plaquetas. Examen de rutina con un microscopio: Los médicos pueden ver el tamaño y la forma de las células en las muestras, y determinar si contienen gránulos (pequeñas manchas que se observan en algunos tipos de glóbulos blancos). Un factor importante es si las células son maduras (como las células sanguíneas normales del torrente circulatorio) o inmaduras (carentes de las características de estas células normales). Las células más inmaduras se llaman mieloblastos (a menudo llamados blastos). Una característica importante de una muestra de médula ósea es la porción de ella que consiste en células productoras de sangre. Esto se conoce como celularidad. La médula ósea normal contiene células productoras de sangre y células grasas. Cuando la médula ósea tiene más células productoras de sangre que lo esperado, se dice que es hipercelular. Si se encuentran muy pocas células formadoras de sangre, se considera que la médula es hipocelular. En personas con CML, la médula ósea a menudo es hipercelular debido a que está llena de células leucémicas. TRATAMIENTO Las células de CML contienen un oncogén, BCR-ABL, que no se encuentra en las células normales. Este gen produce una proteína BCR-ABL, que causa que las células CML crezcan y se reproduzcan descontroladamente. BCR-ABL es un tipo de proteína conocida como tirosina cinasa. Los medicamentos conocidos como inhibidores de la tirosina cinasa que se dirigen a la proteína BCR-ABL son el tratamiento convencional de la CML. También es importante comprender que todos los inhibidores de la tirosina cinasa pueden causar daños al feto en caso de tomarse durante el embarazo. Entre estos se incluye: -
Imatinib (Gleevec) Dasatinib (Sprycel®) Nilotinib (Tasigna®) Bosutinib (Bosulif®) Ponatinib ( Iclusig®) LEUCEMIA LINFOIDE
Las leucemias linfocíticas se originan en las etapas inmaduras de los linfocitos. También se conocen como leucemias linfoides o linfoblásticas. Los
linfomas también son cánceres que se originan en los linfocitos. No obstante, a diferencia de las leucemias linfocíticas que se desarrollan en la médula ósea, los linfomas se desarrollan de células en los ganglios linfáticos o en otros órganos. I. LEUCEMIA LINFOIDE AGUDA SIGNOS Y SINTOMAS PROBLEMAS CAUSADOS POR BAJOS RECUENTOS SANGUÍNEOS La mayoría de las señales y los síntomas de la ALL son el resultado de carencias de células sanguíneas normales, lo que sucede cuando las células leucémicas desplazan las células productoras de sangre normales en la médula ósea. Estas carencias se manifiestan en las pruebas de sangre, pero también pueden causar síntomas, incluyendo: Sensación de cansancio, Debilidad, Mareo o aturdimiento, Dificultad para respirar, Fiebre, Infecciones que no desaparecen o que recurren, Sufrir moretones fácilmente, Sangrado, como sangrado frecuente o grave de las encías o de la nariz, Síntomas generales: Pérdida de peso, Fiebre, Sudores nocturnos, Cansancio, Pérdida del apetito. INFLAMACIÓN EN EL ABDOMEN Las células leucémicas se pueden acumular en el hígado y el bazo y causar que estos órganos aumenten de tamaño. Esto puede notarse como llenura o inflamación del abdomen o sentirse lleno después de comer solo una pequeña cantidad de alimentos. INFLAMACIÓN DE LOS GANGLIOS LINFÁTICOS La ALL que se propaga a los ganglios linfáticos que están cerca de la superficie del cuerpo (tal como a los lados del cuello, en la ingle, o en áreas de las axilas), se pueden notar como masas debajo de la piel. También puede ocurrir inflamación de los ganglios linfáticos que se encuentran en el interior del pecho o del abdomen, pero ésta sólo puede detectarse mediante estudios por imágenes, como CT o MRI. DOLOR DE HUESOS O DE ARTICULACIONES
PROPAGACIÓN A OTROS ÓRGANOS Con menos frecuencia, la ALL se puede propagar a otros órganos. Si la ALL se propaga al cerebro y a la médula espinal puede causar dolores de cabeza, debilidad, convulsiones, vómitos, problemas de equilibrio, adormecimiento facial o visión borrosa. La ALL se puede propagar a la cavidad torácica, donde puede causar acumulación de líquido y problemas para respirar.
SÍNTOMAS A CAUSA DE TIMO AGRANDADO El subtipo de células T de la ALL con frecuencia afecta al timo, que es un pequeño órgano ubicado en medio del pecho, detrás del esternón (hueso torácico) y enfrente de la tráquea. El timo inflamado puede comprimir la tráquea, causando tos o dificultad para respirar. DIAGNOSTICO ANÁLISIS DE SANGRE Recuento sanguíneo completo y examen de células sanguíneas (frotis de sangre periférica): el hemograma completo (o CBC, por sus siglas en inglés) mide el número de glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas. Estas pruebas a menudo son las primeras que se realizan en pacientes cuando se sospecha tienen un problema sanguíneo. La mayoría de los pacientes con ALL tienen demasiados glóbulos blancos inmaduros en la sangre e insuficientes glóbulos rojos o plaquetas. Muchos de los glóbulos blancos serán linfoblastos (blastos), los cuales son linfocitos inmaduros que no se encuentran normalmente en el torrente sanguíneo. Los linfoblastos no funcionan como los glóbulos blancos maduros normales. Aunque estos resultados pueden sugerir leucemia, usualmente la enfermedad no se diagnostica hasta que se analiza una muestra de células de la médula ósea. PRUEBAS DE MÉDULA ÓSEA Aspiración y biopsia de la médula ósea: las muestras de médula ósea se obtienen por aspiración y biopsia de la médula ósea, pruebas que generalmente se hacen al mismo tiempo. Generalmente las muestras se toman de la parte posterior del hueso de la pelvis (cadera), aunque en algunos casos se pueden tomar del esternón o de otros huesos. Estas pruebas de médula ósea se usan para ayudar a diagnosticar la leucemia. También se pueden repetir posteriormente para determinar si la leucemia está respondiendo al tratamiento. Exámenes de rutina con un microscopio: tamaño, la forma y otras características de los glóbulos blancos en las muestras para clasificarlos en tipos específicos. Un factor importante es si las células lucen maduras (como las células sanguíneas normales) o inmaduras (carentes de las características de estas células normales). Las células más inmaduras se llaman linfoblastos (o blastos en su versión abreviada). La determinación del porcentaje de células de la médula ósea que son blastos es particularmente importante. Un diagnóstico de ALL generalmente requiere que al menos de 20 a 30% de las células de la médula ósea sean blastos. En circunstancias normales, los blastos nunca son más del 5% de las células de la médula ósea.
TRATAMIENTO Los tipos principales de tratamiento para ALL son: -
Quimioterapia Terapia dirigida Trasplante de células madre
Se pueden usar otros tratamientos, tal como cirugía y radioterapia, o anticuerpos monoclonales en circunstancias especiales. II. LEUCEMIA LINFOIDE CRONICA La leucemia linfocítica crónica (chronic lymphocytic leukemia, CLL) es un tipo de cáncer que se origina de las células que se convierten en ciertos glóbulos blancos (llamados linfocitos) en la médula ósea. Las células cancerosas (leucemia) se originan en la médula ósea, pero luego llegan hasta la sangre. En la CLL, las células leucémicas a menudo se acumulan lentamente con el tiempo, y muchas personas que padecen esta nfermedad no presentan síntomas durante al menos algunos años. Con el tiempo, las células se pueden propagar a otras partes del cuerpo, incluyendo los ganglios linfáticos, el hígado y el bazo SIGNOS Y SINTOMAS Aun cuando las personas con CLL presentan síntomas, estos con frecuencia son vagos y puede deberse a otras cosas. Los síntomas pueden incluir: Debilidad, Sensación de cansancio, Pérdida de peso, Fiebre, Sudores nocturnos, Ganglios linfáticos agrandados (a menudo se sienten como masas debajo de la piel). Dolor o una sensación de “llenura” en el estómago Muchos de los signos y síntomas de CLL avanzada ocurren debido a que las células leucémicas remplazan las células productoras de sangre normales de la médula ósea. Como resultado, las personas no producen suficientes glóbulos rojos, glóbulos blancos que funcionen adecuadamente ni plaquetas sanguíneas. La anemia es la disminución de glóbulos rojos. Esto causa cansancio, debilidad y falta de aire. Una disminución de glóbulos blancos normales (leucopenia) aumenta el riesgo de sufrir infecciones. Puede que escuche el término neutropenia, que se refiere específicamente a bajos niveles de neutrófilos (un tipo de granulocito necesario para combatir infecciones por bacteria). Las personas con CLL pueden tener un recuento muy alto de glóbulos blancos debido al número excesivo de linfocitos (linfocitosis), pero las células leucémicas no protegen contra las infecciones de la manera en que lo hacen los glóbulos blancos normales.
Una disminución de plaquetas (trombocitopenia) puede producir exceso de hematomas, sangrado, sangrado nasal frecuente o grave y sangrado en las encías. Las personas con CLL tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones. Esto es principalmente porque su sistema inmunológico no está funcionando tan bien como debiera. La CLL es un cáncer de los linfocitos B, que normalmente producen anticuerpos para combatir las infecciones. Debido a la CLL, estas células productoras de anticuerpos no funcionan como debieran, así que no pueden combatir bien las infecciones. Las infecciones pueden variar desde cosas simples como resfriados o herpes labial frecuente o pulmonía y otras infecciones graves. En algunas personas con CLL, las células del sistema inmune producen anticuerpos anormales que atacan las células sanguíneas normales. A esto se le llama autoinmunidad, lo que puede derivar en bajos recuentos sanguíneos. Si los anticuerpos atacan a los glóbulos rojos, a esto se le conoce como anemia hemolítica autoinmunitaria). Con menos frecuencia, los anticuerpos atacan a las plaquetas y a las células que las producen, lo que causa bajos recuentos de plaquetas. DIAGNOSTICO ANÁLISIS DE SANGRE Recuento sanguíneo completo y examen de células sanguíneas (frotis de sangre periférica): Las personas con CLL tienen demasiados linfocitos (linfocitosis). Tener más de 10,000 linfocitos/mm³ (por milímetro cúbico) de sangre sugiere fuertemente la presencia de CLL, aunque se necesitan otras pruebas para confirmarlo. Es posible que también presenten muy pocos glóbulos rojos y plaquetas. Para el frotis de sangre periférica, la muestra de la sangre se observa con un microscopio. Si usted padece CLL, el frotis de sangre podría mostrar muchos linfocitos que lucen anormales llamados células de frotis. Citometría de flujo: Esta prueba es importante para diagnosticar CLL. Se emplea una máquina que analiza ciertas sustancias que están sobre o en las células y que ayuda a identificar los tipos de células que son (marcadores). Las células de la CLL pueden tener muchos de los mismos marcadores que las células B normales. Sin embargo, también tienen un marcador llamado CD5 que se encuentra normalmente en las células T, pero no en las células B normales. Para que una persona tenga CLL, tienen que haber al menos 5,000 de estas células (por mm3) en la sangre. PRUEBAS EN MEDULA OSEA Aspiración, biopsia y estudio microscópico: tamaño, la forma y otras características de los glóbulos blancos en las muestras para clasificarlos en tipos específicos.
Un factor importante es si las células se ven maduras (como células sanguíneas que pueden combatir infecciones). Las células de la leucemia linfocítica crónica usualmente parecen maduras, mientras que las células de las leucemias agudas parecen inmaduras. Una característica importante de una muestra de médula ósea es su celularidad (es decir, la cantidad de células comparado con el contenido de otros elementos de la médula ósea como las células grasosas). La médula ósea normal contiene cierto número de células productoras de sangre y de células adiposas. Se dice que una médula que tiene demasiadas células productoras de sangre es hipercelular. Esto a menudo se observa en la médula ósea de pacientes con CLL. TRATAMIENTO Debido a que la leucemia linfocítica crónica (CLL) a menudo crece lentamente, no todas las personas necesitan ser tratadas inmediatamente. Cuando se necesita tratamiento, las opciones principales de tratamiento son: -
Quimioterapia Anticuerpos monoclonales Terapia dirigida Cuidado de apoyo Trasplante de células madre
Con menos frecuencia, también se puede emplear leucoféresis, cirugía o radioterapia.
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