Las Reglas de La Vida

Libro Las

reglas de la vida

Un código personal para una vida mejor, más feliz y más exitosa Richard Templar Pearson Education Limited, 2016 56 7 Comprar el libro o audiolibro 56 Leer después Añadir a mi canal Compartir

Rating 8

Cualidades   

Aplicable Para principiantes Inspirador

Reseña En la vida no siempre se tiene la claridad para reconocer si se marcha en el camino correcto. Las cosas que se hacen todos los días marcan la diferencia entre triunfar o no. En Las reglas de la vida, Richard Templar, quien tiene experiencia en el mundo de los negocios y es autor de libros sobre desarrollo humano, plantea una serie de reglas extraídas de la observación de personas exitosas. Mediante un esquema sencillo y con un estilo claro las divide en diferentes ámbitos: el individuo, la pareja, la familia y los amigos, el entorno social y el mundo.

getAbstract considera que este libro podría resultar de interés a quien busque reflexiones sencillas y cotidianas que ayuden a construir una vida mejor.

Ideas fundamentales          

La diferencia entre quienes son exitosos y felices y quienes no es que los primeros siguen una serie de reglas sencillas y específicas todos los días. Las reglas en el ámbito personal vinculan al individuo con sus metas. Aceptarse uno mismo es una regla crucial para iniciar un cambio sobre bases reales. Hay que vivir integrado con todos los ámbitos del mundo, como arte, cultura, política, finanzas, deportes y moda. Hay que interesarse en todo y aprender de todo. Para crear una relación amorosa sana, trabaje en su propia estabilidad, aliente a su pareja a crecer en libertad y fomente el respeto, el diálogo y la escucha. Ser el primero en disculparse en cualquier discusión, independientemente de quien tiene la razón, es manifestación de fuerza interior, de nobleza, madurez y bondad. Hay responsabilidades y deberes con amigos y familiares, por ello estas relaciones también se deben reflexionar y crear con sumo cuidado, con las reglas adecuadas. Ser padre o madre no es fácil, hay que hacer un esfuerzo de comprensión para brindar compasión y respeto, manifestar amor, perdonar los errores y seguir adelante. Vivir en sociedad también requiere de reglas específicas que gobiernen el proceder personal en el trabajo y todos los demás ámbitos. Para resolver los problemas, comprométase a ser parte de las soluciones.

Resumen Algunos lineamientos sencillos para vivir mejor A lo largo de la vida se suele cobrar conciencia de que mientras algunas personas se desarrollan, explotan sus capacidades y triunfan, otras permanecen en una existencia más o menos gris. Hay personas que son felices la mayor parte del tiempo, que disfrutan lo que hacen y lo hacen cada vez mejor, y hay quienes luchan cada mañana, cada tarde y cada noche, para lograr sobrellevar las cosas, sobrevivir. La diferencia entre unas y otras suele estar en las cosas sencillas y cotidianas. Observar a las personas exitosas ayuda a identificar qué cosas hacen diariamente y de qué manera eso las acerca a la plenitud. “Las personas que viven siguiendo las reglas parecen llevar la suerte con ellas, iluminan una habitación cuando entran, tienen más entusiasmo por la vida y salen adelante mejor”. Elegir y preservar ciertas reglas ayuda a enfrentar adversidades, facilita realizar más cosas, ayuda a desarrollar una mejor calidad de vida y contribuye a diseminar felicidad en el entorno. Se trata de reglas sencillas, concretas y susceptibles de ser aplicadas. Son lineamientos que abren el camino a sentirse mejor consigo mismo y a ser una mejor persona, amigo, pareja y habitante del mundo.

“Reglas para usted” El ámbito más importante de la vida es el personal. En este el individuo se decide a ser quien quiere ser, a levantarse cada mañana y enfrentar la realidad. Las reglas para mejorar la calidad de vida en esta área disminuyen el estrés, fomentan una actitud adecuada con las metas que se desea alcanzar y estimulan en todos los sentidos. Gracias a estas reglas se consigue avanzar con pasos firmes y desarrollar estabilidad interior, una referencia de identidad. Entre dichos lineamientos, se encuentran los siguientes:

“Envejecerá, pero no será necesariamente más sabio” El paso del tiempo no garantiza ningún tipo de iluminación. Lo común es que se mantengan errores y torpezas, aunque quizá sean diferentes que en etapas previas de la vida. La vejez no necesariamente trae sabiduría, a menos que se trabaje de manera consciente y comprometida para desarrollarla. Por ello, es importante reconocer y enmendar en lo posible los errores cometidos. Esto implica desarrollar amor y compasión hacia uno mismo, así como hacia quienes envejecen sin por ello hacerse más sabios.

“Acepte que lo hecho, hecho está” Todas las personas cometen errores, de todos tipos y magnitudes, a propósito, o inconscientemente. Es necesario desprenderse del arrepentimiento, el resentimiento, los juicios y el enojo. Para ello hay que comprender que parte de la naturaleza humana es cometer errores. A lo que ya sucedió hay que soltarlo y aprovechar la experiencia para forjar el carácter, pero sin permitir que siga provocando daño en su interior.

“Acéptese” Hay que aceptar que no es posible cambiar el pasado y que el presente, con todo lo bueno y malo que implica, es lo único que tenemos. A partir de esta base de conciencia es posible elegir ser un poco mejor cada día. Aceptar es asumir lo que uno es con defectos y virtudes, fracasos y aciertos, debilidades y fortalezas. No quiere decir conformarse con ello, sino partir de ahí hacia lo que se quiere.

“Dedique su vida a algo positivo” Ocuparse en algo productivo, digno y con respeto a los demás ayuda a reconocer qué es lo valioso en la vida y qué no. Es imprescindible elegir algo en donde enfocará todos los esfuerzos, algo bueno que ayude a la propia persona y a los demás. Con esto se tiene una base sólida y un referente para validar los actos y las palabras. No es necesario decirlo a alguien ni publicarlo en las redes sociales, puede ser algo que solo se dice a sí mismo.

“Interésese por el mundo exterior” Es necesario tejer vínculos con el mundo y para ello hay que leer, hablar y escuchar para estar al tanto del entorno. No es bueno estar ensimismado en el universo interior. Hay que conocer de música, ciencia, cine, política, economía y finanzas, en fin, de todo cuanto forma parte de la realidad actual de las sociedades. Esto es cultura general, pero también implica interés por lo que sucede en la propia comunidad y en otras partes del mundo.

“Sin miedo, sin sorpresa, sin vacilar, sin duda” Un guerrero samurái del siglo XVII estableció estos aspectos para generar buenos resultados en la vida. El miedo no debe tener lugar en el ser humano, hay que enfrentarlo y trascenderlo. No debe dejarse ningún temor, todos hay que superarlos. La sorpresa es resultado de la distracción y del adormecimiento. Hay que vivir alertas para que nada suceda sin que se le pueda anticipar. Vacilar es una suerte de estancamiento, de bloqueo. Hay que leer cada situación, sus posibilidades y elegir. Después seguir esa elección y dejar atrás lo demás. Si nada se puede hacer ante una situación, no se debe perder tiempo, hay que partir. La duda hace tambalear algunas decisiones, no es buena consejera. Una vez realizada una elección es preciso asumirla con plena confianza y seguir adelante.

“Reglas de pareja”

Amar y ser amado son experiencias fundamentales de la vida de todo ser humano. La necesidad de dar y recibir en términos afectivos es parte importante de la naturaleza humana. Las relaciones tienen su encanto y sus dificultades. Por ello, requieren reglas para desarrollarlas de la mejor manera. Para crear una relación saludable, trabaje primero en su propia estabilidad personal y en conocerse a sí mismo. Aprenda a dar espacio a la otra persona y aliéntela a seguir sus propios objetivos. Ante los desacuerdos, examínese a sí mismo y aprenda a dialogar sobre la base de que debe saber escuchar.

“Dé espacio a su pareja para que sea ella misma” Suele suceder que al iniciar una relación, una de ambas partes, o las dos, tratan de cambiar a la otra y se olvida que el otro los enamoró tal como es. Paulatinamente la situación se vuelve un encierro mutuo, una relación de celos, desconfianza y dinámicas controladoras. La independencia es clave en las mejores relaciones. Hay que procurar dejar espacio para que la otra persona se desarrolle, se exprese, se encuentre y se reafirme. Hacer cosas por separado, pasar tiempo con otras personas, es bastante sano.

“Sea el primero en decir lo siento” Sin importar quién tiene la razón, ni quién inició un problema o discusión, lo realmente importante es que alguien empiece a tranquilizar las cosas. Lo mejor es ser el primero en calmarse y calmar la situación. No hay ninguna pérdida en ello, no es cuestión de orgullo ni debilidad. Se trata de fortaleza, respeto por la relación y dignidad para evitar que crezca todo conflicto. De esta manera florecen la generosidad, la nobleza, la madurez y la bondad, que son elementos envidiables de una buena relación amorosa.

“Sienta pasión por su vida juntos” No basta vivir juntos y compartir un día tras otro. Debe existir pasión entre ambos. Esto implica estar atento del otro, interesarse por el otro, generar armonía, integrar ambiciones, sueños y planes, llenarse de ganas de compartir con la pareja y contagiarle esas ganas. La atención debe estar enfocada en preservar el enamoramiento como base para caminar juntos hacia el éxito y la felicidad plena. Todo el tiempo debe tenerse presente que el vínculo fundamental, el que consagró a la pareja, es el amor. Cada persona debe manifestar en acciones y palabras que ama a su pareja.

“No deben tener ambos las mismas reglas” Una pareja no debe seguir exactamente las mismas reglas, porque cada uno es diferente y esta diferencia debe fomentarse, es parte crucial de la unión amorosa. Existen ámbitos importantes en los que cada uno puede guiarse por reglas específicas, pero sobre una base de reglas en común. Un ejemplo claro de esto puede ser la organización del hogar, en los lugares comunes puede ser una regla tener todo ordenado, pero en los espacios personales puede ser distinto, él puede preferir un estudio caótico y ella tener su propio estudio perfectamente organizado.

“Reglas de familia y amigos” En el centro del universo está el individuo, después su pareja, después siguen los amigos y la familia, que son personas muy importantes, amadas y respetadas con las que se comparte mucho tiempo y vida. Con ellos es posible relajarse y ser uno mismo, pero esto no exenta de reglas para normar las relaciones. Es preciso que exista respeto, que el trato sea digno y honorable. Hay responsabilidades, deberes y obligaciones, como hijo, padre, hermano, amigo y desde todos los vínculos familiares existentes. Las relaciones amistosas y familiares se tienen que reflexionar, crear y preservar. Este ámbito no solo requiere mejorar constantemente, también reclama la solución de los problemas, además de mantener los vínculos estrechos. La clave para lograr esto es actuar de

manera consciente y mantener una comunicación fluida, sincera y constante entre todas las personas involucradas.

“Si va a ser amigo, sea un buen amigo” Ser amigo no es una decisión que se tome a la ligera, es una gran responsabilidad que implica valores como lealtad, confianza, amabilidad y sinceridad. También implica estar siempre dispuesto a ayudar, a brindar apoyo y comprensión. La amistad no está exenta de los riesgos, es preciso saber cuándo se deben decir las cosas de manera directa y muy clara, y cuando se debe guardar silencio. Ser amigo es saber acompañar a otra persona con la plena consciencia de las diferencias entre ustedes.

“Permita que sus hijos se equivoquen, no necesitan su ayuda” Los padres desean lo mejor para sus hijos y desean también que sufran lo menos posible. Sin embargo, no es recomendable pretender dirigirlos todo el tiempo y tomar decisiones por ellos para evitar que se equivoquen. Ellos tienen que tomar sus propios riesgos y decisiones para aprender por sí mismos, y para ello es indispensable que se equivoquen. Tienen que tomar las riendas de su vida, crearla, enfrentarse al mundo, perder y ganar. Hay que apoyarlos en las derrotas.

“Tenga respeto y compasión por sus padres” Los padres pueden ser o haber sido deficientes o, incluso, terribles; no obstante, es posible que hayan actuado de la mejor manera que pudieron. Ser padre no es sencillo y cuando se carece de herramientas para ello el resultado es muy complicado. Así, es recomendable desarrollar un sentido de respeto y compasión. Si cometieron errores graves lo mejor es perdonar y seguir el propio camino. Si hicieron algunas cosas muy bien hay que agradecerlas y, si merecen amor, demostrárselo.

“Sus hijos tendrán amigos que a usted no le agraden” Es normal que los hijos se relacionen con amistades que no sean del agrado de los padres. Los niños están experimentando todo el tiempo y se permiten socializar con otras personas profundamente diferentes a ellos. En esos casos, la tolerancia de los padres podría estar a prueba. Ellos deben apoyar a sus hijos siempre y sin prejuicios.

“Reglas sociales” La interacción humana es inevitable. Esas relaciones pueden pasar de ser fortuitas o esporádicas a significativas. Pueden ser desagradables o alentadoras. Todo depende de cómo responda usted en dichas interacciones. Aquí está contenida la esfera laboral, pero también involucra la vida en comunidad y en la sociedad en amplio. En este sentido, es crucial convivir de manera positiva con las personas de las que usted se sienta diferente. Ser incluyente es mucho mejor que permanecer aislado y discriminar. Para vivir de manera plena es de suma importancia respetar a todos sin excepción e involucrarse en acciones que permitan mejorar las condiciones de vida para todas las personas. Así, es indispensable estar dispuesto a extender una mano para ayudar a quien lo necesite, con criterio, sensibilidad e inteligencia, y con miras a lograr el bien común.

“Estamos más relacionados de lo que pensamos” Más allá de las apariencias, todas las personas comparten las mismas experiencias, anhelos, deseos, miedos y placeres. No vale la pena perder el tiempo enfocándose en lo que distancia, pues todos los seres humanos estamos estrechamente vinculados.

“Sea parte de la solución, no el problema” Es importante reconocer qué problemáticas hay en el entorno social y ecológico y actuar para solucionar las cosas. Estar involucrados con soluciones es una regla fundamental para evitar ser parte del problema.

Sobre el autor Richard Templar se desempeñó de manera exitosa en el campo de los negocios y ahora se dedica a escribir libros sobre desarrollo humano.