Las Piedras Sagradas de La Santeria
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Las piedras sagradas de la santería Ramón Díaz
Con las piedras sagradas de los templos caídos... LEÓN FELIPE
El primer objeto adorado por el hombre fue la piedra, desde los enormes megalitos sobre los que se esculpieron las primeras figuras simbólicas hasta las piedras meteóricas que llegaban desde el cielo hacia la tierra trazando una línea incandescente que provocaba el enigma y abría los misterios. De las piedras al hombre primitivo le fascinó su solidez invencible, que reta al tiempo, pues dan la impresión de que no envejecen, y fue el primer instrumento utilitario, que facilitó el progreso y fue objeto de veneración. La primera iglesia cristiana fue sobre una piedra, de donde viene el nombre de Pedro, ya que fue san Pedro el que ofició la primera misa. En las culturas afroamericanas las piedras tienen un significado mágico, principalmente principalmen te entre los grupos de origen yoruba, cuyo sistema religioso es la Regla de Ocha, pero que es más conocido como la santería. También en la Regla de Palo, que es de origen bantú, las piedras son relacionadas con los hombres. En esto hay coincidencia con otras culturas antiguas, antiguas, como el legendario Egipto o las clásicas griega y romana. Los yorubas les confieren una acción determinante a las piedras sagradas, que se denominan otanes. En las piedras de unidad monolítica se asienta el alma de los dioses u orichas; las piedras atrapan el poder y es desde donde emanan sus energías que influyen en la vida de los creyentes ayudándolos a vencer las adversidades y facilitándoles su mejor desenvolvimiento. desenvolvimiento. Los santeros o cariochas adorarán dichas piedras para siempre. Las piedras u otanes son seleccionadas por los sacerdotes o padrinos expertos en descubrirlas. No hay que confundirse, se pueden hallar un pedazo de muro de cemento o de concreto o un turrón de arena; ésas no son piedras. Se eligen de acuerdo con su aspecto, su color, su forma y el lugar en donde fueron halladas, ya sea en una montaña, en la superficie o desenterrándola de los brazos de Oggedé (la tierra). Para que sean
aprobadas hay que preguntarles a los santos si cada una posee las condiciones interiores requeridas. Esta pregunta se hace por medio del oráculo de Biagué o de los l os cocos. Si alguna de las piedras resulta desaprobadaa en esta consulta, debe ser sustituida por otra. desaprobad Todas las piedras aprobadas pasarán después por un ritual de requisito, que es “el lavatorio”, en el cual son purificadas por el lavado en omiero acompañado de una letanía de cantos de Osain entonados por un coro de santeros sentados en semicírculo y dirigidos por el obbá. (El omiero es una sustancia líquida compuesta por aguas místicas, yerbas de fundamento fundament o y otros ingredientes secretos que este autor no puede revelar). El olor que desprende el omiero en movimiento y el esmero con que son tratadas las piedras por los santeros crean una atmósfera litúrgica donde se van liberando las fuerzas de la naturaleza y se experimenta una sensación indescriptible. Osain benem benitom bledo osain benem benitom ble... A continuación, y después de la coronación del iniciado, los otanes recibirán la sangre de los animales sacrificados a los dioses. En el piso y en compañía de otros juegos de otanes pertenecientes al padrino, se dice que están comiendo juntos porque están naciendo los orichas. Al tercer día será entregado al iyabó o iniciado, quien los adorará toda su vida y serán depositados en unos recipientes tapados (las soperas). Ningún aleyo o profano puede mirarlas ni tocarlas. Las corrientes internas han cobrado vida, poseen eleddá, que quiere decir conciencia, por tanto, escuchan y contestan por medio de sus caracoles.
Orichas y otanes Cada uno de los orichas o dioses tiene sus propias piedras: ELEGGUÁ: lleva una piedra triangular de camino interna, sepultada en su figura de cabeza amasada con diferentes tierras, veintiún elementos vegetales y metales.
OGGÚN: en su olla de hierros con siete instrumentos que representa el martillo, el yunque, el azadón y los clavos de vía, va la piedra de ogundá, que es traída del monte. OBATALÁ: en su sopera se depositan sus cinco piedras blancas calcíneas, cuatro son de Obatalá y una más achatada es de Oggé, a veces va envuelta en algodón y cascarilla. OCHÚN: lleva cinco piedras redondeadas tomadas de un río. Las llaman chinas pelonas, pero realmente se llaman ocheotan YEMAYÁ: se fundamenta con siete piedras. En Cuba se toman también de río; en Brasil y en Trinidad exigen que sean marinas. Son más porosas que lisas y se les llama oddiotan. OLOKÚN: lleva diversas piedras del fondo del mar junto con caracoles y conchas. Tradicionalmente se le ponían perlas, corales y hasta monedas antiguas. OYÁ: contiene nueve piedras arcillosas y marmóreas, con vetas rojizas y moradas, y se les llama osaotan. CHANGÓ: en su batea de madera se colocan seis otanes negros y alargados. También le pertenece la piedra del rayo, Obbaraotan. Los collares que usan los santeros como protección también son piedras cristalinas, de diferentes vetas minerales, pues las cuentas de los collares nunca pueden ser de plástico. También deben pasar por un proceso ritual. Los collares o eleques son representacione representacioness de los orichas y los otanes son el recinto donde habitan en esta tierra.
Las piedras y sus atributos Piedra del rayo. Es un monolito negro alargado y más picudo por uno de sus extremos. Algunos afirman que cae con el rayo, pero lo cierto es que debido a su energía magnética produce descargas eléctricas durante
las tormentas. Ha sido usada como hacha por los grupos aborígenes del Caribe, como los siboneyes y taínos, y aparece en Cuba, Venezuela, Puerto Rico y República Dominicana. Piedras preciosas. Los cristales son de agua y otros líquidos fosilizados. Desde tiempos remotos se tuvo la costumbre, en casi todas las civilizaciones, de ornamentar a las autoridades, como jefes, caciques y reyes, con piedras cristalinas que representaban el poder, tales como esmeraldas, esmeralda s, rubíes y diamantes, los cuales se constituían en tesoros del reino y le daban fuerza económica. Ámbar. Es una piedra resinosa de alta frecuencia magnética. Fue muy importante para el descubrimiento de la electricidad. Pertene Pertenece ce a Ochún; es una piedra del amor y atrae la felicidad. Los zares de la antigua Rusia lo usaban como talismán. Azabache. Fue muy estimado por las antiguas civilizaciones árabe y judía. Protege a los niños del mal de ojo y aleja las maldiciones. Pertenece a Elegguá. Es una piedra vegetal muy valorada. Piedra volcánica. Se forma cuando la lava incandescente se enfría, petrificándose. Pertenece Pertenece al dios Argayú, que es el patrón que premia el esfuerzo y trae la prosperidad. Nos advierte de las pérdidas. Cuarzos. Los cuarzos blancos y opalinos pertenecen a Obatalá. Regulan el equilibrio nervioso, fortalecen la memoria, aclaran la conciencia y traen la paz. Los cuarzos violáceos le pertenecen a Oyá y los rosas a Naná Burucú, que tiene la capacidad de eliminar las infecciones renales y mejorar la circulación. Tiene alta composición de magnesio. Turquesa. Es de las más antiguas piedras preciosas. Había un viejo refrán español: “una mano con turquesa no conoce la pureza”. Pertenece a Yemayá y protege el hogar y la familia. Lapislázuli y zafiro. Pertenecen a Olókum, que es un dios parecido a Neptuno, y aseguran la prosperidad económica. Se les considera piedras masculinas. Esmeralda. Son piedras que pertenecen al dios Oggún. Es suyo el poder
de premiar el esfuerzo y ayudar a vencer a los enemigos. Protege la industria y la productividad productividad.. Granate. Es una piedra de Changó y procura el éxito y el triunfo en los negocios. Changó fue un soberano del pueblo de Oyo; es dios del fuego. Ágata, aguamarina y amazonita. Se consagran a Obbalantobaro, que es la unión de Las Siete Potencias africanas. Alejan la maldición y rechazan las malas intenciones enviadas por alguien. Obsidiana. Es un mesolito de origen volcánico; piedra muy cortante que en el mundo prehispánico se utilizó para construir puntas de lanza y los cuchillos con que se hacían sacrificios humanos para los dioses aztecas. En la santería se le considera un arma de Ochasi y el cazador. Topacio. En la santería se le atribuye al dios Inle, que es el médico divino y dueño de la pesca. Impide el acontecimien acontecimiento to de enfermeda enfermedades. des. El hombre soñó con la piedra filosofal y añoró que ésta le diera respuesta a las inquietudes de la vida, y plasmó esta búsqueda en obras literarias fantasiosas. Sin embargo, por medio de las piedras podemos obtener información histórica sobre la geología, los accidentes y fenómenos del planeta. La naturaleza nos concedió además el aire, el agua y los alimentos para sobrevivir... lo mismo que la energía de las piedras. Cuando Olofi los alcanza con sus rayos divinos desde Olórum las convierte en sagradas, por eso agradezcamos su enseñanza y su protección cuidando del equilibrio ecológico que las sustenta. Meferefún Oloddumare Quim Camaché Oddúa Elese Otan Aché ... Modupé.
Lecturas recomendadas: Lydia cabrera en su laguna sagrada, Natalia Bolívar y Natalia del Río, Editorial Oriente. La leyenda de Orula, Félix Espinosa y Amadeo Piñero, Ediciones Cubanas, La Habana. Piedras que curan. Uso terapéutico de gemas y minerales, J. Lorusso y J. Glick, Editorial Edaf. AKUANALDO La ceremonia de Akuanaldo es comúnmente conocida como la Ceremonia de Cuchillo. Esta ceremonia la reciben únicamente los Babalawos. Esta ceremonia es como una repotenciación de Ifá. Muchos dicen que es en esta ceremonia donde se da a conocer el awo a Olofin. Esta ceremonia también lleva consigo un Itá. Es conocida como cuchillo ya que una de las ventajas luego de haber recibido la ceremonia, el awo puede utilizar el cuchillo en matanzas y puede hacer matanzas de animales de 4 patas como chivos y carneros. Sin embargo este no es el único beneficio de la ceremonia. La ceremonia en si dura 3 días y necesita la asistencia de una cantidad de Babalawos (más de 8). BABALU AYÉ El collar de Babaluaye lleva una ceremonia en si y lo entrega una o más santeras que tengan recibido a Babaluaye. Esa ceremonia se realiza durante una noche. Durante esta ceremonia hay una limpieza con granos que se llama ajuar. Esta ceremonia se recibe principalmente para librarse de todas las enfermedades de la piel. Después de esta ceremonia el aleyo debe dejar de comer la mayoría de los granos salvo arroz y maíz. EBBÓ El ebo es el trabajo por excelencia. Es el trabajo más comúnmente realizado por los Babalawos y los Santeros que tienen suficiente conocimiento. Cabe destacar que los eboses que realizan los Babalawos son muy distintos a los que hacen los santeros. Los eboses se realizan
con un conjunto de rezos en Africano y muchas limpiezas. Los Babalawos lo realizan con el tablero mientras que los santeros lo realizan en la estera sin más. MANO DE ORULA La ceremonia de Mano de Orunla es conocida como Ikofafun, cuando la recibe una mujer, y Awofaca cuando la recibe un hombre. La diferencia no es sólo de nombre ya que la mujer recibe un ikín (coco de palma africana) mientras que el hombre recibe 19 ikines. La ceremonia es comúnmente llamada Mano de Orunla puesto que simbólicamente se recibe una mano de Orunla, la izquierda. Como Orunla es derecho esta mano no sirve para trabajar la religión sino que sólo sirve para salud y bienestar personal. Uno de los mayores beneficios de esta ceremonia es que es la primera ceremonia que tiene un Ita. Un Ita es una parte de la ceremonia donde Orunla habla y le da al interesado un nombre. Con este nombre también le dice el destino de la persona. Este destino no se debe entender como fatalista puesto que Orunla le dice al interesado lo que debe evitar y buscar en su vida. Las cosas que debe hacer y no hacer para poder vivir una mejor vida. La ceremonia de Mano de Orunla dura tres días. El primero es una matanza a Orunla. El segundo día, llamado por los conocedores el "día del medio" es un día de descanso. El tercero es el Ita. Cabe destacar que en este Ita es que se descubre cual es el ángel de la guarda de la persona ILDE Y COLLAR DE ORULA El idde(pulsera) e ileke(collar) de Orunla es uno de los primeros pasos a dar en la religión. Estos son entregados exclusivamente por Babalawos. Esta ceremonia marca a los aleyos como creyentes de la religión. Esta marca es por un pacto que hizo Orunla con la muerte Mano de Orula GUERREROS La ceremonia de Guerreros es una de las primeras. Por lo general la ceremonia de guerreros es acompañada de la ceremonia de Mano de
Orunla. En si, la ceremonia de guerreros sólo dura un día y no es más que una matanza que reciben los guerreros nacientes con los guerreros del padrino. Esta ceremonia no tiene Ita. Los santos que se reciben en esta ceremonia son Eleggua, Ogun y Ochosi. Esta ceremonia solo la pueden hacer los Babalawos. Ningun Santero ni Santera puede entregar estos santos. SANTO La ceremonia de Santo es una de las más importantes para una persona que desea ser parte activa de la religión. Esta ceremonia se recibe después de haber recibido mano de Orunla. Esto es indispensable ya que es en la ceremonia de mano de Orunla donde Orunla dice cual es el Ángel de la Guarda de la persona. Existen muchos santeros que afirman que esto no es cierto, sin embargo estos lo hacen con intenciones separatistas para que el aleyo nunca tenga acceso a un Babalawo. Esto puede causar un error fatal ya que el aleyo puede ser coronado un santo que no sea su Ángel de la Guarda, causando así muchos tumultos en la cabeza del aleyo. Las ceremonias de Santo en si deben ser realizadas por un grupo de santeros no menor de 8. También es indispensable la presencia de un Babalawo con la ceremonia de Akuanaldo que haga la matanza de la ceremonia. La falta de este Babalawo también puede crear muchos problemas. En esta ceremonia existen 3 santeros esenciales. El o la madrina quien entrega el Santo. El o la ayubona que viene a ser como el segundo padrino o madrina. Por último, el italero, que es el santero que va a realizar el Itá. SANTO CORONADO La ceremonia de Santo Coronado es la ceremonia de Santo por excelencia. Es una ceremonia bastante grande y trabajosa. En esta ceremonia la cabeza del aleyo recibe a su Ángel de la Guarda, por esto se dice que es Santo Coronado ya que el Santo se corona. La ceremonia en si dura una semana, transcurso de tiempo que pasa el aleyo durmiendo y viviendo en el Bordun o cuarto de Santo. Mucho de la ceremonia es secreto para los que no la hayan recibido. El aleyo pierde
su pelo puesto que es necesario afeitarle la cabeza. Sin embargo el mayor sacrificio de la ceremonia viene después de recibida. Este tiempo se llama yaboraje y al aleyo se le conoce como yabo. El yabo debe cumplir con una serie de limitaciónes durante el año siguiente a la ceremonia. Algunas de estas limitaciones son: no salir de noche, comer en el suelo, no usar maquillaje, no dejarse ver la cabeza por los primeros 3 meses, comer en el suelo por 3 meses, sólo usar cuchara para comer, entre otros. Una de las partes más importantes de esta ceremonia es el Itá. Se conoce como Itá cualquier parte de la ceremonia en la que los Santos hablan y le indican al aleyo cual es su destino y que debe hacer para vivir una vida más próspera. La ceremonia de Santo tiene un Itá bastante importante. Después de haber recibido la ceremonia de Santo el aleyo puede ejercer muchas funciones dentro de la religión. Puede consultar, hacer trabajos como ebo, tener ahijados, dar collares, entre otras. En fin, es una ceremonia que le da una posición reputable en la religión al que la recibe. SANTO LAVADO La ceremonia de Santo Lavado es una versión más ligera. El Santo lavado sólo dura un día y no conlleva el tiempo de yaboraje. Tampoco requiere que se afeite la cabeza. Sin embargo tampoco lleva la mayoría de los beneficios de la Ceremonia de Santo Coronado como poder consultar, hacer trabajos y los demás. Esta ceremonia se reciba por personas que no aspiran trabajar como santeros. Es decir que estas personas o lo hacen por salud o lo hacen porque aspiran a ser Babalawos. Cabe destacar que, cuando el angel de la guarda es Ochun o Chango, se tiene que hacer Santo Coronado ya que estos santos no aceptan Santo Lavado. ODUDUA La ceremonia de Odudua la puede recibir cualquier persona que haya recibido mano de Orunla. Es una ceremonia bastante larga ya que dura 8 días. La ceremonia la realizan varios Babalawos. La ceremonia lleva Itá.
Esta ceremonia aumenta el rango de los Babalawos que la reciben. Para las mujeres no involucra aumento en rango pero ayuda mucho en salud. OLOCUN Las Ceremonias de Olocun varían dependiendo del rango que aspire tener el aleyo. El aleyo puede escoger entre Olocun de Santo u Olocun de Ifá. OLOCUN DE SANTO Olocun de Santo lo puede recibir cualquiera que ya haya recibido mano de Orunla. Es una ceremonia bastante corta que dura un sólo día. Esta ceremonia generalmente se hace por salud ya que no genera ninguna capacidad nueva. Esta se puede realizar con un sólo par de santeras. Esta ceremonia lleva Itá cuando la recibe alguien con Ocha coronada. OLOCUN DE IFÁ Esta ceremonia la puede recibir cualquiera después de recibir mano de Orunla. Esta ceremonia lleva 1 mes de preparaciones. No es necesaria una gran cantidad de Babalawos para realizar esta ceremonia. Esta ceremonia conlleva un Itá cuando la recibe un Babalawo OLOFIN La ceremonia de Olofin es una de las mayores ceremonias para un Babalawo. Por lo general lo reciben los Babalawos con mayor jerarquía. Es una ceremonia corta puesto que dura un sólo día. No hacen falta muchos Babalawos para realizarla. Uno de los aspectos más preocupantes de recibir esta ceremonia es que muchos Babalawos que se ofrecen ser Olofistas no lo son en realidad y entregan Olofin en base a una mentira. Esto no únicamente perjudica al que recibe sino que esta persona, al no saber que no tiene Olofin en realidad, también entrega Olofin, generando así una cadena de Olofistas falsos. Por esto debo recomendar un estudio de la familia religiosa del padrino para tener la certeza de que en realidad tiene un Olofin.
ORISHA OKO Orichaoco se puede recibir tanto en Ifá como en Santo. Todo depende del camino que haya elegido seguir el aleyo. ORICHA OKO DE IFÁ Orichaoco de Ifa lo reciben los Babalawos. Esta ceremonia dura una semana y requiere la asistencia de varios Babalawos. Esta ceremonia lleva Itá. ORICHA OKO DE SANTO Orichaoco de Santo lo reciben los santeros y las santeras. Esta ceremonia dura 3 días y lleva Itá. ORUN La ceremonia de Orun es una ceremonia de un día que pueden recibir los hombres que han recibido mano de Orunla. Esta ceremonia simboliza un pacto con la muerte. La ceremonia requiere un sólo Babalawo y los demás pueden ser Orunistas. Los Orunistas pueden consultar con conchas de coco y hacer trabajos con Orun.
OSODE,YANGAREO O REGISTRO El osode es el nombre en Africano de la consulta normal. El osode varia en instrumentos dependiendo de quien lo hace puesto que pueden consultar los Babalawos, las Santeras, los Ozainistas y los Orunistas. Los babalawos consultan con el Okuele. La consulta con un Babalawo dura entre 15 y 30 minutos. El Okuele, tal y como lo muestra la foto a la izquierda, consiste en 8 conchas de coco interconectadas entre si con cadenas. Este instrumento se lanza varias veces y dependiendo de como caiga, el Babalawo interpretará el destino del consultante. Este destino le es dicho al consultante por Orunla.
Los Santeros y Santeras consultan con el dilogun. El dilogun es el conocido caracol que no es más que un conjunto de caracoles de santo. Dependiendo del Ángel de la guarda del santero, el santo que habla es distinto. En este tipo de consulta el santero suelta los caracoles y los lee dependiendo de como caigan. Este tipo de consulta es menos certera que la de los babalawos. Los demás, es decir los ozainistas entre otros, consultan con cuatro conchas de coco. Este tipo de consulta es la menos certera de todas ya que es hecha por una persona que no tiene ningún tipo de santo coronado en su cabeza. OZAIN La ceremonia de Ozain es bastante corta (1 noche). La realiza un Babalawo y puede estar asistido por más Babalawos o por otros Ozainistas. Esta ceremonia la pueden recibir tanto mujeres como hombres que hayan recibido mano de Orunla. Sin embargo, la mujer sólo recibe el güiro de Ozain. Además las mujeres no pueden consultar con las conchas de coco de Ozain mientras que los hombres si. Los Ozainistas son los conocedores de hierbas y de curas homeopáticas. Es de ellos la labor de hacer Omiero. IFA La Ceremonia de Ifá es en la cual el hombre se convierte en Babalawo. Este es uno de los mayores rangos, si no el mayor de la religión. Para recibir esta ceremonia es necesario que la persona haya recibido mano de Orunla y la Ceremonia de Santo u Ocha. La Ceremonia de Santo puede ser de Santo Lavado o Coronado. La ceremonia de Ifá es realizada exclusivamente por Babalawos. Debe haber un grupo más o menos 8 Babalawos como mínimo. Uno de los Babalawos es el que entrega y queda como padrino del awo (persona que recibe o recibió Ifá). Otra de las personas es el Ayubón, quien queda como un segundo padrino de la persona y es quien cuida del awo durante el transcuro de la Ceremonia. La ceremonia dura 6 días. En esta ceremonia, al igual que en la ceremonia de Santo Coronado, la persona debe pernoctar en el Bordun, recibe un Itá y se le debe afeitar la cabeza. Igualmente, la mayoría de lo
que pasa dentro de la ceremonia es secreto. Sin embargo existe una parte que se hace pública y es durante el día que se conoce como el Iyoyé. Durante esta ceremonia se hace un ritual en el que el awo debe hacer una siembra en nombre de Orunla. Para realizar dicha siembra, el awo debe llevar la siembra desde el Bordun hasta el lugar de siembra varias veces. Cada vez que se regresa al Bordun, el awo camina entre dos hileras formadas por los Babalawos que trabajaron en la ceremonia. Estos babalawos tienen ramas con las cuales le pegan en la espalda al awo, limpiándolo así de todos los males que pudiera pasar el awo. Después de este doloroso sacrificio, el awo es presentado al mundo y se celebra una cena. Las personas que reciben esta ceremonia se llaman Babalawos y realizan la mayor gama de trabajos dentro de la religión. Orísha Oko Es el Orìsà que nos enseña como cultivar nuestras vidas y la tierra. Es aquel que primero construye una finca. Es el campesino cultivando su tierra y recogiendo sus cosechas para alimentar a su familia. Cuando vemos a Orìsà Oko en la naturaleza vemos su energía cultivando. Los animales son cultivadores también. Los desechos que los animales excretan, fertilizan la tierra y la vegetación que esta creciendo. Nosotros vemos a Orìsà Oko como la trabajadora abeja que esta llevando el polen y la savia de un lugar a otro. Llevando algunas cosas que están perdidas de un lugar lejano a otro donde es necesario. Cosas que son escasas son hechas abundantemente. El es el proveedor de los alimentos y la vida. Es la reencarnación para muchas formas de vida también de los humanos. El conoce como hacer crecer las cosas. Orisha mayor, deidad de la tierra, la agricultura y las cosechas. Patrono de los labradores. Es considerado arbitro de las disputas, especialmente entre las mujeres. Es el juez que celebra los juicios entre los Orishas. Es afanoso, trabajador, guardador de secretos y casto, por más que los testículos le cuelguen hasta el suelo. Asegura la prosperidad de la tierra y las abejas son sus mensajeras. Las
mujeres estériles recurren a este Orisha de la fecundidad. Junto a Oké y Oggué, forma una trinidad responsable de las cosechas, las lluvias y el fuego interno que hace parir a la tierra y los animales. Es el responsable de la alimentación en el mundo, ya que es la tierra misma, el espíritu generador que anima las plantas y los animales. Devora los cadáveres que le entrega Yewá, aunque también Oyá le proporciona cadáveres a Babalú para Okó. Fue marido de Olokun y siempre están unidos. Contó al mundo que Olokun era hermafrodita y por eso se escondió en el fondo del mar. Se peleó con Yemaya cuando esta lo sedujo para entregarle a Changó el secreto de la siembra del Ñame. En el Diloggún habla por Eyioko(2). Sus días el lunes, el martes y 12 de cada mes. Colores rojo y blanco. Celebración 22 de marzo. ATRIBUTOS: El acheré o güiro que se usa para llamarlo est pintado con rayas longitudinales en rojo oscuro y blanco. HERRAMIENTAS: Arado con parasol y bueyes. Todo tipo de utensilios de labranza. COLLARES: Siete cuentas rosadas o lilas y siete azul turquesa pálido. Se le puede adornar con corales. También utilizan cuentas blancas rayadas en rojo. ANIMALES: Paloma, gallo y chivo. Después del sacrificio se entierran, aunque en otras casas se lanzan al techo. COMIDAS: Todos los frutos cosechados. Todo tipo de carnes secas, ñame, frijoles y las babosas. posted by EnriqueAché Enrique Ení Lemanja Di Mejí at 7:12 PM | 0 comments
Elegguá es el principal de los Santos Guerreros que reciben los creyentes para su protección y de la casa, es el encargado de velar por su dueño, ayudarlo y abrirle los caminos, pero también deberá recibir la
atención adecuada. A Elegguá lo podemos saludar al llegar a la casa (AIQUÉ = AQUÍ ESTOY) dando tres golpes sobre una superficie y avisarle cuando nos retiramos (CHON CHON UNLÓ = ME VOY CAMINANDO). El Elegguá doméstico deberá alimentarse todos los lunes (día de Elegguá) y el día 3 de cada mes. Para esto se puede proceder así: Se le saca al sol (Orun) un rato, antes de las 12 del día. Se le una manteca de corojo (elemento esencial para el aseo) sobre su bien o piedra (otán u otá) y se le devuelve a su lugar. Se derraman ante él tres pocos de agua diciendo en lengua lucumí: Omi tutu, ana tutu, tutu laroye Se le piden los irés (suertes) deseados y se puede hacer este rezo para evitar males (osobbos): Elegguá Alaroye asú comaché ichá fofá guara Omi tutu, ana tutu, tutu bami Cosi ikú, cosi aro, cosi ofo, cosi arayé Cosi ogun afonfo molei delo omodei. Se le sopla aguardiente o ron en su defecto sobre su otán. Se le echará humo de tabaco que se le dejará en la cazuela. Entonces se alimentará con pequeñas porciones de pescado y jutía ahumada, miel, coco seco, granos de maíz tostado, manteca de cacao, un pedacito de ñame, etc. en dependencia de los recursos que existan. Se le encenderá una vela de cualquier tamaño que arderá hasta consumirse. Cada vez que se pueda y quiera, se derramará sobre su otán la sangre (yerbale) de un gallo o un pollo, al orisha le gustan muchos los pollitos pequeños (gio gio). De este animal pueden comer los otros guerreros. Este sacrificio lo puede hacer el dueño de Elegguá si conoce el procedimiento o acudirá a su padrino. A los orishas siempre se les ofrecen animales sanos. Un chivito (aunkó) negro se le ofrecerá por algo muy importante pero para su sacrificio el aleyo se deberá auxiliar del padrino. Es importante que al presentarle a Elegguá las ofrendas sencillas (addimú) se enumeren en voy alta "para que oiga lo que se le va dando"; hacerlo en lucumí si es posible: · Chequete = aguardiente de maíz · Coco = obi u obbi · Jutía ahumada = ekú
· Manteca de cacao = orí · Manteca de corojo = epó · Gallo = akukó · Tabaco = achá · Naranja china = osán · Melón = egurín · Paloma = ayalé · Chivo = aunkó Para retirar el addimú se preguntará a Elegguá hacia donde va. A Elegguá le gusta mucho los dulces y caramelos que se pueden poner en su cazuela con motivo de una fiesta o en cualquier momento. Elegguá no come palomas salvo en algunos caminos como Guiriyelú y Añaguí y la gallina es tabú (auó) para él. A Elegguá también los creyentes le cantan, le bailan en una pierna dando vueltas y le ponen juguetes como bolas (canicas), mariquitas y monedas. También admite artes de caza y pesca y tarros de chivo. Se le pone un garabato de guayaba para que abra el camino. A Elegguá se le puede sacar a pasear con su consentimiento y tomando las medidas apropiadas para su protección. Los atributos y herramientas de los guerreros serán aseados con agua fresca periódicamente y también después de darles eyerbale. Posteriormente se les untará epó. Las iyalochas pueden entregar un Elegguá de tipo espiritual. La fiesta de Elegguá puede hacerse el 6 de enero, el 13 de junio, o cualquier día que se comprometa. Algunos saludos que se pueden hacer a Elegguá en la moyugba: ALA LU BANCHÉ — DUEÑO Y SEÑOR DE LOS CAMINOS NOMBRE DEL ELEGGUÁ SI ES DE BABALAWO....................... O ESHU BABAKIKEÑO, ESHU LAROYE — ASÚ KAMA ACHÉ AKUÉ. ELEGGUÁ AKÉ BORÚ AKÉ BOYÉ, TORI, TORÚ LAYÁFI YORUARE. ALÁ LE ALÉ CUPACHÉ AGÓ MECÓ.
LA CULTURA YORUBA La Cultura Yoruba es considerada como una de las más ricas que integran la diversidad cultural caribeña. Su religión, específicamente, llegó al Nuevo Mundo en la memoria de los esclavos africanos, quienes la transmitieron oralmente a sus descendientes. Hoy, su riqueza filosófica forma parte del patrimonio espiritual de los pueblos americanos, aún cuando sufrió transformaciones a partir del enfrentamiento con otras formas religiosas africanas y europeas, las cuales producirían un sincretismo que establecería nuevas valoraciones cosmogónicas y la equiparación de divinidades yorubas con santos católicos. La Regla de Osha, nombre que recibe el sistema religioso de los yorubas, es un conjunto de creencias y ritos basados en la adoración a los orishas del panteón yoruba de Nigeria. Olofi, dios supremo, tiene potestad sobre los demás, pero no reciben ningún culto de adoración como sucede con los orishas, quienes son considerados como los mensajeros de sus superiores en la tierra La religión de los orishas está ligada a la noción de la familia. Se produce una hermandad religiosa integrada por los padrinos y sus ahijados, a quienes no los unen lazos consanguíneos. Cada familia religiosa tiene un origen étnico funcional que se ha ido propagando en un proceso de iniciaciones sucesivas, donde se conservan los principios cultuales de los predecesores. Estas estructuras no alcanzan gran complejidad organizativa, como sucede en las instituciones cristianas. Por su parte, este culto tiene lugar en las casas-templos, es decir, en los hogares de los dirigentes del culto, donde se mantienen los elementos del ritual y las representaciones religiosas que son objeto de veneración.
El panteón yoruba agrupa a dioses con carácter ambivalente, diseñados a imagen y semejanza de los hombres, con sentido de la justicia y la equidad, con virtudes que transmitieron a su pueblo, con el concepto del bien y del mal, estratificado en niveles y dominios específicos para cada uno. Para los practicantes de esta religión, lo esencial es el culto respetuoso a los orishas mediante la adoración, alimentación y cumplimiento del ritual de todas las fechas dentro de su liturgia. Cada casa templo, cada oficiante, cada santero los venera, los guarda y repite la transmisión como la recibió de sus mayores. Quizás por eso, entre una y otra haya alguna pequeña diferencia, pero la esencia, la fe, la liturgia y la práctica religiosa se han mantenido a lo largo de los siglos La máxima jerarquía dentro de la Regla Osha es representada a través del Padrino Babalawo, o bien de un Irete ya sea Tumusa o Mejí, quien posee los atributos otorgados por Orula, dios de la adivinación, para la práctica de los rituales adivinatorios mediante el uso del Tablero de Ifá y la cadena, opele o ekuele. Solo hombres pueden tener este alto rango. Otro lugar importante en este orden jerárquico es el del babalocha o iyalocha, es decir, el santero o santera, quienes se ocupan de liturgias específicas, entre las cuales está la de adivinación por el diloggún o por el obi. No obstante, son los oriaté los sabios y especialistas en la lectura e interpretación del Diloggún -16 caracoles-, se encargan de averiguar el Itá -destino- a que se verá sometido el creyente durante su existencia posterior a la iniciación. También actúan como maestros de ceremonia en las consagraciones. Otra figura relevante es la oyubbona o yimbona, que acompaña y guía al neófito en todas sus acciones durante los siete días que dura la iniciación, o la ceremonia de "hacer santo." Los oráculos africanos, mencionados anteriormente, han influido en la vida de las comunidades religiosas caribeñas de procedencia yoruba. Su uso se ha hecho popular y ha marcado el comportamiento de los creyentes. Las consultas son frecuentes y abarcan desde las respuestas a los problemas más simples hasta los más complejos, como por ejemplo la ceremonia de fin de año por las casas de Ifá de más prestigio, donde
los últimos tres días del año, a través de rituales y ofrendas de mayor envergadura a los orishas, se marcan los fenómenos sociales, naturales y políticos que sucederán Estos tres sistemas: el complejo adivinatorio de Ifá, el Diloggún y el Obi han contribuido a perpetuar las tradiciones culturales y la lengua de los ancestros africanos que forman parte de la raíz antillana Varias ceremonias religiosas tienen lugar dentro del culto a los orishas. Entre ellas se destacan las que se dedican a un santo en especial con la finalidad de expresarle agradecimiento o sentimiento de alegría por un don recibido. Por su parte, también se hacen las ceremonias de iniciación durante una semana, en las cuales cada día se realizan diferentes ritos que van preparando al neófito para la vida de practicante y donde se destaca la del día del tambor: la persona que ha recibido santo se ofrece al tambor batá y baila frente a él, en reconocimiento a su significado dentro del culto. De igual forma, tienen lugar en esta religión las ceremonias de itutú o mortuorias, así como bembés o wemileres que son fiestas muy concurridas, de diversión y donde todos participan igualmente. En estas se prescinde del toque del tambor batá, por su carácter sagrado. Con estas celebraciones los fieles fortalecen su relación con la deidad rectora de su vida y tratan de armonizar las fuerzas del bien y del mal, con el fin de satisfacer sus necesidades espirituales y materiales La relación espíritu-fetiche-magia ocupa un lugar destacado en la religión de los yorubas por tener ésta un carácter propiciatorio y utilitario. Los otanes piedras-, por ejemplo, son objetos que simbolizan el poder sobrenatural del orisha al que se le rinde culto. La atención a los espíritus, antepasados, a la naturaleza, al sol y a la luna, son aspectos que no pueden ser obviados en el desarrollo del culto, donde se emplea un lenguaje esotérico y la magia para establecer la comunicación entre las entidades y los creyentes. En Nigeria se reconocen alrededor de 405 divinidades, a las cuales se les rinde culto. En el Caribe el número varía en dependencia del contexto en
que esta religión se manifieste, pero normalmente no deben sobrepasar de treinta; por otro lado, la representación de sus elementos simbólicos no es uniforme en todos los lugares donde se practica. Este proceso evidencia la pérdida y asimilación de patrones culturales que sufre una cultura cuando se pone en contacto con otra. Olofi: Dios supremo. Causa y razón de todas las cosas. Legislador y poseedor de la Ley de la Vida. Hizo el mundo y se distanció de los hombres. Dejó a los orishas como sus mensajeros, entre los que repartió sus poderes. Equivale al Padre Eterno, el Espíritu Santo, el Santísimo, el Señor, Dios. Inteligencia Universal. Alma Universal. Patakí Olofi era tan poderoso que hacer el mundo le pareció algo muy fácil. Cuando distribuyó los cargos entre sus hijos, se encontró con que los hombres siempre estaban peleando y tuvo que hacer de Ayágguna el orisha de las pendencias. Olofi, quien prefería la paz, no comprendía por qué Ayágguna siempre estaba provocando las peleas. Un día le dijo: Por favor, hijo mío, no hagas eso. A lo que Ayágguna le respondió: Si no hay discordia no hay progreso, porque si incentivas a que dos personas quieran algo, entonces quieren cuatro y triunfa el más capaz y el mundo avanza. Bien dijo Olofi- si es así, durará el mundo hasta el día en que le des la espalda, haya guerra y te vayas a descansar. Ese día Olofi se desilusionó y, desde entonces, ya no interviene en las cosas del mundo. Elegguá (Elegua): Uno y veintiuno, primer orisha al que se le rinde pleitesía. Ninguna ceremonia puede comenzar sin antes haberle cantado y brindado ofrendas a Elegguá. Se caracteriza por ser travieso y juguetón como un niño, también es capaz de hacer maldades y si se encoleriza puede ser peligroso. Colores: rojo y negro. Atributos: Garabato, sombrero de yarey, balas, silbato, collar de cuentas rojas y negras, manilla simple de cuentas rojas y negras. Animales: Pollo, ratón, pescado ahumado. Sincretiza con el Niño de Atocha, aunque algunas bibliografías consideran que lo hace con el Anima Sola. Esto es posible por la diversidad de los caminos que este orisha posee. Patakí Cuentan que, en una ocasión, Olofi se enfermó de gravedad. Acudieron todos sus hijos a tratar de salvarlo. Ninguno pudo nada.
Elegguá estaba dando vueltas alrededor de todos pidiendo que lo dejaran intentarlo. Pero nadie le hacía caso. ¡Vete de aquí!-le decían. ¡Cómo tú, el más pequeño, vas a poder donde no hemos logrado nada los grandes...! Pero Elegguá insistía tanto y tanto que, al fin, le permitieron probar. Él preparó una medicina, se la dio a tomar a Olofi y este se curó. Cuando estuvo bien, el dios supremo dijo: ¡Desde hoy tú serás el primero en comer, el primero en recibir moforibale (saludos), el primero en tener las ofrendas!
Obatalá(Obbatalá): Dueño de las cabezas, simboliza la paz, la sabiduría, la pureza, la justicia. Es una de las deidades más poderosas. Tiene 16 caminos, algunas bibliografías se refieren a él como Ododúa (también puede verse escrito Oddodúa Oduduwa, y debe señalarse que este es un camino de Obatalá). Se considera después de Olofi la figura principal, el orisha mayor. Color blanco. Atributos: collar con cuentas blancas, bandera blanca, algodón, coco. Animales: ratones, palomas, gallina de guinea. Sincretiza con Nuestra Señora de las Mercedes.
Patakí Cuentan que un día los orishas hicieron una fiesta para festejar a Olofi. Hubo muchas matanzas, pero al preparar los animales botaban las cabezas. Obatalá preguntó por qué lo hacían y les respondieron que ellas no servían para nada. Obatalá se mostró descontento con esto, pero no dijo nada. Simplemente comenzó a recogerlas y a guardarlas. Por la noche la fiesta estaba en todo su esplendor y llegó Olofi, quien se mostró muy complacido con el homenaje que le estaban haciendo sus hijos. Sin embargo, al filo de la media noche preguntó: ¿Y las cabezas? ¿Dónde están las cabezas? Los orishas se mostraron muy azorados ante tal pregunta, pero finalmente tuvieron que decir que las habían botado. Olofi se puso muy serio. Obatalá, inmediatamente, las sacó y se las mostró del rincón donde las tenía escondidas. ¡Están aquí, yo las guardé todas! Olofi entonces lo miró y apreció en el fondo de sus ojos la sabiduría. Desde ese día lo hizo dueño de las cabezas. Aquí se acaba.
Oggún (Ogún): Dueño del monte. Una de las deidades más viejas del panteón yoruba. Guerrero máximo, hermano de Shangó. Símbolo de la fuerza primitiva, energía terrestre, dios de los minerales, simboliza la fragua, es el protector de los herreros y de todos aquellos que trabajan
el metal. Vive en el monte. Se le reconoce también un camino de paz, cuando se consagra a construir los instrumentos de trabajo. Cuando está junto con Elegguá y Ochosi, con los que integra la trilogía de los santos guerreros, es capaz también de expresar alegrías y divertirse con bromas. Atributos: Cadena de hierro, barras de hierro, machete, conjunto de piezas de hierro. Su ropa es una saya de fibras vegetales y dos pañuelos uno verde y otro morado. Algunas bibliografías señalan que usa como collar una cadena y otras, que su collar tiene cuentas verdes y moradas. Animales: perro, jutías y gallo. Sincretiza con san Pedro. Caminos de Oggún Los caminos son las diferentes formas de manifestarse una deidad. Oggún tiene catorce, tres de ellos y por los que más se le aclama son: Oggún Guerrero: Es el protector de los soldados, interviene en las guerras y en todas las contiendas. Cuando sus hijos tienen una dificultad, es Oggún Guerrero el que sale a combatir por ellos hasta vencerla Oggún Valenyo: Este es su camino de Rey forjador de metales. Protector de los herreros y de todos aquellos que trabajen con metales. Oggún Arere: Su camino de labrador, dueño de los montes. Para entrar al monte a hacer cualquier ceremonia se le pide permiso a Oggún Arere. Patakí Oggún tuvo un disgusto con Orula a causa de Oshún, la dueña de la feminidad y la dulzura, que lo había abandonado para irse a vivir con el adivino. El dios de los herreros se reunió con varios de sus hijos y les ordenó quemar la casa de Orula, la que podrían identificar, pues era la única del pueblo que tenía un gallo amarrado en el patio. Como todas las mañanas, Orula se había registrado la suerte con su tablero y el oráculo le había aconsejado que soltara el gallo, cosa que hizo sin demora. El gallo, al sentirse libre, estuvo revoloteando por los alrededores hasta que fue a caer en casa de Oggún. Los aguerridos hijos del forjador, al ver al animal allí, creyeron que era la casa que les habían ordenado destruir y, sin más reparos, la incendiaron.
Oshún (Ochún): Dueña del amor y la coquetería. También es madre, esposa, dueña del dinero. Dueña de las aguas dulces, ríos y arroyos. Protectora de las embarazadas. Su color es el amarillo. Atributos: Bandera amarilla, vasija con dinero, collar de cuentas amarillas, el abanico, las campanillas de metal amarillo. Animales: el pavo real, gallinas, palomas y chivo. Sincretiza con la virgen de la Caridad. Patakí Oshún tuvo amores con Shangó, vivían juntos bailando y fiesteando en todos los wemileres. Hasta un día en que la fortuna volvió las espaldas al rey de los tambores y este comenzó a pasar trabajo. Todos sus amigos se alejaron de él y solo le quedó a su lado Oshún. Como eran muy pobres se fueron a vivir a la orilla de un río y poco a poco fueron vendiendo todas sus pertenencias, hasta que Oshún se quedó con un solo vestido, que todas las noches lavaba en el río. De tanto lavarlo y lavarlo el vestido que era blanco se puso amarillo. Desde entonces ese fue su color y Shangó comenzó a amarla
Yemayá: Madre de casi todos los orishas mayores. A algunos los tuvo ella y a otros, como Shangó, los crió. Dueña de las aguas saladas, hermana de Oshún. Simboliza la maternidad, se dice que es la madre de las madres, simboliza la justicia y la razón. Tiene siete caminos. Atributos: Bandera azul, conchas marinas, collar de cuentas azules y blancas (puede ser una y una o alternar siete cuentas blancas con siete azules), sopera azul con siete manillas en la tapa, su emblema es la media luna, el ancla y el sol de plata metal o de metal blanco. Animales: carnero, pescado, palomas. Sincretiza con Nuestra Señora de Regla Patakí Yemayá era la madre de crianza de Shangó. Un día ella fue al fondo del mar para atender sus asuntos y pasó mucho tiempo sin que nadie la viera. Ella estaba allá en lo hondo ordenando su mundo de caracolas y peces, pero extrañaba la tierra. Un día oyó de pronto, el sonar de los tambores que llamaban al wemilere. Entonces sintió un gran deseo de volver al mundo de los hombres y, vistiendo sus mejores galas de azul, subió a la tierra y fue a bailar. Se veía tan hermosa que Shangó -rey de los atabales- no la reconoció y
esa noche tocó, cantó y bailó para ella, requiriéndola de amores. Yemayá lo escuchó y decidió darle el escarmiento que se merecía. Con voz dulce lo invitó a visitar su ilé. Shangó, fascinado, fue con ella y, al llegar a la orilla del mar, se detuvo asustado y confesó que no sabía nadar, pero Yemayá le aseguró que no tenía nada que temer. El mozo, cautivado por la belleza de la dueña del mar aceptó seguirla. En medio del mar, Yemayá saltó del bote y, usando su poder sobre las aguas, las hizo hervir y las convirtió en remolinos. Shangó cayó del bote y Yemayá contempló fríamente, sorda a sus súplicas de ayuda, cómo Shangó luchaba por no ahogarse. Cuando casi estaba a punto de perecer, ella se elevó por encima de las aguas, se reveló con toda su grandeza y le dijo: ¡Ahora me conoces.! ¡Respétame! ¡Que yo soy tu iyare! Shangó, entonces, pidió perdón y ella lo salvó aquietando las olas del mar.
Shangó (Changó): Dios del fuego. Dueño del rayo, el trueno, los tambores y la adivinación. Se cuenta que él entregó el tablero de adivinación a Orula. Es una divinidad andrógina (hombre y mujer al mismo tiempo). Todas las leyendas y patakíes lo presentan como el hombre por antonomasia. Bebedor, buen bailador, mujeriego, orgulloso, machista, con una extraordinaria belleza varonil. Es dueño de la música, de los sagrados tambores Batá, del trueno y los rayos. Su refugio, trono y mirador es la palma real, desde donde protege a guerreros y cazadores. Es abogado de los guerreros. Sus colores son el rojo y el blanco. Atributos: Hacha bipene, collar de cuentas rojas y blancas, piedra del rayo, bandera roja, espada de madera, frutas, palma real. Animales: carnero, caballo moro (para él montar), jicotea, gallo. Sincretiza con santa Bárbara.
Patakí Shangó, rey de reyes, era espléndido en todas las fiestas, su oro corría como río en que se bañaban generosamente todos sus amigos, pero como todo se acaba, un día el azar le volvió las espaldas y se quedó sin nada. Entonces acudió a sus amigos, los cuales, viéndolo sin nada, le dieron las espaldas. Pesaroso y triste se fue al monte y se sentó taciturno en lo alto de una palma, que es donde siempre se refugia Shangó cuando está enojado o tiene penas, y después de pensar y pensar en su situación bajó y fue a registrarse con Orula. El adivino tiró su ekuelé y le mandó a hacerse un ebbó (remedio), pero le advirtió: ¡Todo eso te ha pasado por andar con amigos falsos! ¿Cómo hago para conocer que un amigo es bueno? le preguntó Shangó. ¡Es muy fácil! Orula se inclinó y tomó una ramita de una planta espinosa y se la tendió. Toma, lleva esto siempre en tus bolsillos, se llama Pitaya. Ella te cuidará. Shangó tomó la planta y se fue presuroso a realizar el ebbó. Al poco tiempo la fortuna volvió a él, regresó a los wemilere de donde era el dueño y señor. Cada vez que un falso amigo se acercaba, la Pitaya daba un leve pinchazo con sus espinas para que supiera que era un amigo falso.
Oyá: (Algunas bibliografías la reconocen como Yanzá) Dueña del cementerio, de la centella y de los vientos huracanados. Señora del arcoiris, cuyos colores lleva en su saya. Es una divinidad relacionada directamente con la muerte. Es santa guerrera y de carácter muy fuerte. Abandonó a Oggún -su esposo-, por Shangó, el dueño de los atabales tambores-, con quien suele compartir experiencias guerreras y de quien está enamorada. Atributos: Iruke (cilindro de madera forrado con tela al que está sujeto una cola de caballo), corona de cobre, sonaja formada
con una vaina de flamboyán, manillas formadas por nueve aros cilíndricos de metal (cobre) decoradas con atributos geométricos. Animales: palomas, gallinas negras y jutías. Sincretiza con la virgen de la Candelaria. Patakí Cuando Oyá fue a vivir con Shangó, ella veía que cada mañana antes de irse a combatir, Shangó mojaba los dedos y pasaba por su lengua un líquido de un güiro que le había regalado su padrino Osaín. Oyá estaba muy curiosa y un día en que Shangó salió más temprano, ella, sigilosa se acercó a mirar el contenido, mojó sus dedos y los pasó por su lengua. Sintió un ardor, como si tuviera fuego en sus entrañas. Shangó entró en ese momento y se percató de lo que sucedía. ¡Omordé ¡ le gritó ¿qué haces? Oyá fue a contestarle, pero lo que salió de su boca fue una lengua de candela, ¡Ah, Omordé, desde ahora eres la dueña de la centella!.
Babalú Ayé: Dueño de las enfermedades. Se considera entre los yoruba el dios de la viruela, señor de las enfermedades. Es sabio como Orula, justo como Obatalá. Se viste de saco de yute y anda apoyado en muletas y seguido por perros que le lamen las llagas. Sus mensajeros son los mosquitos y las moscas. Atributos: muletas, collar de cuentas negras, según Lachatañeré, marrones y blancas, según otras casas templos, y según Miguel Barnet, blancas y veteadas de azul o rayadas;
tabacos. Animales: palomas y gallinas. Sincretiza con san Lázaro. Patakí Olofi dividió sus poderes entre sus hijos. Cuando le tocó el turno a Babalú Ayé, Oluddumare le preguntó: ¿Y tú qué quieres, hijo mío? El orisha le respondió: ¡Quiero que me des el poder de tener relaciones con todas las mujeres que viven en el mundo! ¡Concedido! le respondió pero con una condición: que los jueves no tengas contacto con ninguna mujer. Babalú Ayé respetó la orden por algún tiempo, pero se enamoró de una mujer y el jueves la hizo suya. Cuando se despertó, encontró que su cuerpo estaba lleno de llagas. La enfermedad estaba devorando a Babalú Ayé. Por más que rogó a Olofi su perdón, no lo consiguió y murió en medio de espantosos sufrimientos. Su muerte llenó de tristeza a las mujeres del mundo, y entre lágrimas pidieron a Oshún que le implorara a Olofi el retorno de Babalú. Oshún fue al palacio de Olofi y esparció por todas partes su oñí que tiene el poder de despertar la pasión en los hombres. El oñí revivió en el viejo ansías enormes de vivir. Olofi le rogó a Oshún: ¡Dame un poco de oñí, porque me siento joven de nuevo! Oshún, entonces, puso en práctica la parte final de su estratagema, y le respondió: ¡Si resucitas a Babalú Ayé, te lo daré! ¡Concedido! respondió Olofi. Oshún le dio oñí y Olofi le devolvió la vida a Babalú Ayé, con lo que llenó de alegría a todas las mujeres
Osaín(Ozaín): El dios de las hierbas. El botánico y curandero mayor.
Dueño de los secretos del monte. Es el facultativo y administrador de Ewe, una de las grandes divinidades del panteón yoruba. Es condueño, junto con Shangó, de los tambores, no baja a cabeza, no se posesiona de ningún mortal. Habla metido en un güiro y con voz bajita y fañosa. Es cojo, tuerto y manco. Es cazador experto y tiene un oído privilegiado. Atributo: Güiro. Animales: jicotea, gallina, gallo, peces. Sincretiza, según Rómulo Lachatañeré, con san José Lidia Cabrera sostiene que con san Antonio Abad y san Silvestre; otros informantes añaden que es con san Ramón no nato, porque no tiene padre ni madre. Patakí Osaín, orisha de la naturaleza y la naturaleza misma, cazador que con un solo pie, un solo brazo, ligero como el viento, maneja los arcos y las flechas con la misma maestría que un profesional. Tuvo estas pérdidas por culpa de Oyá, que lo embriagó ofreciéndole el aguardiente tan querido y gustado por este orisha. Tanto fue lo que bebió que cayó en un manto de yerbas a la sombra de iroko, la sagrada ceiba. Oyá, que tenía conocimientos del mágico güiro que hablaba y predecía el futuro, urdió el plan para arrebatárselo en compañía de Shangó, quien vigiló la entrada del bosque mientras Oyá procedía al hurto. Cuando Osaín se despierta, ve a una hermosa mujer y la enamora. Esta inmediatamente le grita a Shangó que la defienda. Al oír la voz de su mujer, le lanza un rayo a Osaín que le arranca un brazo, luego, mientras corría a la choza donde guardaba sus utensilios de labranza, le tira otro rayo que le alcanza la pierna. En el momento en que iba a esconderla, Oggún, que pasaba por ahí buscando a su amigo, ve la situación y rápidamente construye el pararrayo, no sólo para librarse de las piedras de rayo que Shangó lanzaba a diestro y siniestro, sino para proteger al pobre Osaín, quien en un momento de descuido y por la ira de Shangó, pierde el ojo y queda tuerto. Así, se escondió en su mundo de la naturaleza y protege su güiro. Osaín y Oggún se acompañan en los momentos difíciles y gustan de los bosques. Son amigos inseparables y en perfecta armonía, cuidan de las propiedades maravillosas de yerbas, árboles, palos y de todo lo verde que vive de la sabia tierra de este planeta
Orula (También aparece como Orúmila u Orúmbila) Dueño del tablero de adivinación y del ekuele. Se considera que él es el sumo de la sabiduría y dueño de los arcanos, pues el tablero no sólo predice el futuro sino que conjura por medio del babalao los posibles contratiempos que puedan sobrevenir. En todas las historias de santo o patakies, ante cada dificultad, lo primero es ir a registrarse con Orula parta obtener la indicación salvadora a través del tablero de adivinación. Es sabio, viejo, refunfuñón. Atributos: Tablero, cadena de adivinación, collares con l6 cuentas verdes y amarillas. Animales: Carnero, palomas, gallinas. Sincretiza con san Francisco de Asís. Patakí Cuando Orula nació, Obatalá, que estaba furioso por el incesto de su esposa Yemú con Ogún, su hijo, se llevó al niño y lo enterró lejos de la casa debajo de una ceiba. El siguiente hijo de aquel matrimonio fue Shangó; era un niño tan hermoso que Obatalá no pudo hacerle daño y se lo entregó a Dadá, la mayor de sus hijas, para que lo cuidara. Dadá llevaba a Shangó todos los días a ver a su padre. Como era muy despierto le llamó la atención que su madre estuviera siempre llorando. Le preguntó al padre, quien, un poco hoy y otro mañana, se lo contó y sembró en él un odio fiero hacia Oggún. Obatalá se ponía cada vez más viejo por lo que se le olvidaban las cosas. Un día, cuando Shangó era ya hombre, Elegguá le pidió que le hablara al padre sobre Orula. Cuando conversaron sobre el asunto, Obatalá se sintió muy apesadumbrado por lo que había hecho con el pequeño Orula, pero Elegguá le afirmó que había visto en un lugar un hombre enterrado hasta los brazos debajo de una ceiba y que él le había llevado contigo. Obatalá fue en busca de su hijo enterrado y le imploró perdón. Luego le pidió que volviera a la casa, pero Orula se negó y alegó que la naturaleza le había proporcionado todo lo que él necesitaba para profetizar. El padre, en desagravio, tomó
madera del árbol y le construyó un tablero: Desde hoy le dijo todos los hombres tendrán que consultar contigo.
Ochosi: Es el patrón de los que tienen problemas con la justicia. Guerrero, cazador y pescador. Trabaja fundamentalmente con un arco y una flecha. Cuando posee a un iniciado, este realiza los gestos de cazar utilizando estas armas. Colores: Azul, amarillo oro y el rojo vino. Sincretiza con san Norberto. Patakí Olofi, padre del cielo y de la tierra, llamó a su subalterno Orúmbila y le dijo: Orúmbila, me agradaría que me consiguieras una codorniz. ¿Una codorniz? replicó Orúmbila asombrado jamás ningún hombre ha podido atraparla. Orúmbila, muy preocupado, se introdujo en el monte y se enfrentó una y otra vez a la cordoniz. Derrochó todos sus proyectiles, sin embargo, la cordoniz burló sus aptitudes de cazador. Orúmbila, cansado y desalentado, fue de regreso a la aldea y le dijo a sus habitantes que quien cazara la cordoniz, recibiría un ashé poderoso, pero todos respondían que era extremadamente difícil lograr cazar este animal. Decepcionado y triste, tomó el camino dispuesto a recibir el castigo de Olofi, cuando sintió un sonido que le movía su cuerpo. Y llegó al lugar donde los tambores retumbaban; era el wemilere, donde se honraba, al mejor de los cazadores. Orúmbila se presentó ante el cazador y le dijo: ¡Ochosi, Olofi te ha designado para que caces la cordoniz! ¡Honor que merezco, mañana la tendrás! Ochosi, al día siguiente cazó la codorniz, pero se la robaron. Orúmbila le dio otra oportunidad e inmediatamente lo hizo: Rápidamente Ochosi buscó a Orúmbila y le dijo: ¡Ya la tengo, vamos juntos a llevarla a Olofi! Juntos subieron a la morada de Olofi y le dijeron: ¡Aquí tienes la cordoniz! Olofi la tomó en sus manos y la acarició suavemente y le dijo al cazador: ¡Ochosi, te hago rey de los cazadores!
Los Ibeyis: Son hijos de Shangó y Oshún. Estos son los patrones de los niños. Se les representa por dos jimaguas (varón y hembra), uno vestido de azul y blanco y el otro, de rojo y blanco. Animales: Carnero, caballo moro (para él montar) jicotea, gallo. Sincretiza con san Cosme y san Damián, aunque también hay referencias a otros santos. Patakí Los mellizos Taewo y Kainde, hijos de Oshún y Shangó, eran muy alegres y siempre les gustaba divertirse. Una vez, Shangó estuvo apartado y lleno de cólera en un árbol y nadie podía devolverle su acostumbrada alegría. Un coro de mujeres tristes a su alrededor les contaron a los Ibeyis cuando llegaron lo que habían hecho por su padre: Oshún le había recordado sus noches de amor; Oyá se había despojado de sus vestidos, para que disfrutara de su implacable cuerpo, pero fue peor; Obba le había entonado hermosas melodías, pero tampoco había logrado ni siquiera una palabra de Shangó y así cada una de las mujeres buscaba una vía para ayudarlo. Elegguá, por último, le dio su aguardiente, pero Shangó tampoco quería tomar, pero en ese momento los Ibeyis dijeron: Démosle un poco de alegría. Y así comenzaron a bailar y a cantar todos y a dar palmadas. Los hermanos, unidos por las manos, fueron hasta donde estaba Shangó, quien comenzó a descender lentamente. Los tres abrazados caminaron y fueron para el wemilere que ya comenzaba, luego del toque de Elegguá. Obba: Es la diosa del amor, de las lagunas y, al igual que Oyá, integra la trilogía de las dueñas del cementerio. Su color es el rosado y se representa por una mujer hermosísima que se cubre la cabeza con un turbante para disimular la falta de las orejas, que se cortó por amor a Shangó. Atributo: El puñal. Animal: La paloma y el aura. Sincretiza con santa Rita de Casia, santa Catalina de Siena y santa Catalina de
Alejandría Patakí A Obba le había llegado el momento de casarse. Por aquel entonces, Shangó y ella se conocieron y surgió entre ellos un gran amor. Shangó vivía con Oyá, pero sabía que su matrimonio con Obba sería beneficioso. Al principio todo fue felicidad. Shangó dejó de andar con Oyá y se dedicó completamente a Obba, quien día a día iba al río a encontrarse con su hermana Oshún. Oyá, desde muy lejos, la veía y sentía envidia de la belleza de Obba. A la siguiente mañana fue al río y se divirtió con ellas. Oyá no engañó a Oshún, pero Obba se confíó de la conducta de Oyá, quien a partir de entonces con frecuencia le daba recetas de comida para que se las hiciera a Shangó. Un día Obba sólo tenía harina y Oyá le sugirió que se cortara un oreja para sazonarla junto con todo tipo de hierbas. En ese momento Oyá llevaba puesto un pañuelo de nueve colores que le tapaba las orejas. Así, Obba, con el afán de halagar a Shangó, se cortó la oreja y preparó una linda mesa. Shangó se comió la comida con gusto, pero extrañado de ver a Obba con un pañuelo le pidió que se lo quitara. Al verla sin una oreja tembló de rabia, pues no consentía a una mujer con tal defecto. Obba comprendió que había sido engañada por Oyá. Shangó, abrazó a su esposa y le dijo que sería la única y verdadera mujer, siempre la primera entre todas, pero que no tendría más relaciones con ella. Entonces Obba fue a ver a Obatalá, a quien le agradeció la belleza que le había otorgado y le pidió ir a donde nadie pudiera verla ni hacerle daño. El cementerio sería a partir de ahí su casa. Obatalá, para que Obba pudiera vivir en paz, le entregó un puñal de fino acero, una brújula, un escudo para que se protegiera de todos los males, una careta para esconderse tras ella, un libro en representación de sus enseñanzas y una catalina, símbolo del poder divino.
La santería es un conjunto de sistemas religiosos que funden creencias católicas con la religión tradicional yoruba, practicada por los esclavos negros y sus descendientes en Cuba, Brasil, Puerto Rico, República Dominicana, Panamá y lugares con gran población hispana en los Estados Unidos (como Florida, Nueva York y California). El término "santería" fue utilizado por los españoles de forma despectiva para burlarse de la aparente devoción excesiva que mostraban los seguidores a los santos en detrimento de Dios. Los amos cristianos no permitían que sus esclavos practicasen sus diversas creencias animistas de África occidental. Los esclavos encontraron una forma de burlar esta prohibición, y concluyeron que los santos cristianos no eran más que manifestaciones de sus dioses. Los amos pensaron que sus esclavos se habían convertido en buenos cristianos y estaban rezando a los santos, cuando en realidad estaban siguiendo sus creencias tradicionales. "Santería" es, o ha sido, un término despectivo. Los practicantes prefieren utilizar otros nombres, como Lukumi, debido a su saludo, "oluku mi", mi amigo, o Regla de Ocha. Historia La tribu yoruba habita en Nigeria, en las orillas del río Niger. Tuvo dominio sobre varios "reinos", entre los cuales el más importante fue Benin. En rigor, y desde el siglo IX, los yorubas se organizaron en ciudades estado, pero su poder se debilitó en el siglo XVIII por una serie de guerras con las tribus vecinas y la colonización blanca. De este pueblo provinieron los esclavos que fueron llevados a Cuba. Con ellos, llevaron su religión, cuyos dioses identificaron con los santos cristianos. La santería aparece ya definida en la región occidental de Cuba en el siglo XIX. La religión La santería cree en una fuerza o dios universal del que proviene todo lo creado, llamado Olodumare. La energía de Olodumare es Ashé. Luego están los orishás, que son deidades que gobiernan diversos aspectos del mundo. Los orishás, además, velan para que cada mortal cumpla el destino que tiene marcado desde su nacimiento. Los que no cumplen, siguen en la rueda de las sucesivas reencarnaciones. Esta creencia es similar a la del hinduismo y el
budismo. La identificación de los orishás con los santos más conocidos tiene razones muy simples, que se relacionan con el aspecto o las acciones de los santos. Por ejemplo, Santa Bárbara, que en la mitología cristiana es representada con vestimentas rojas y espada, es Shangó, deidad de la fuerza. Ogún, que maneja el hierro, dios de la guerra y las armas, es San Jorge, el vencedor del dragón en la iconografía cristiana; Agayú encuentra su correlato en San Cristobal, que para los creyentes cristianos es el patrón de los viajeros y para los yoruba es el vigilante de los caminos; Inle, el médico, es San Rafael, el arcángel que cura y sana; la Virgen de la Regla es Yemayá, diosa de la maternidad. El orishá es a la vez el santo de cada miembro de la santería. Por eso, cada uno está obligado a rendir culto al santo que corresponde al día de su nacimiento. El individuo asiste a misa ese día y también a las ceremonias consagradas por la santería al orishá. La santería tiene una jeraquía sacerdotal. Los máximos sacerdotes son los babalaos, a los que acuden los de menor jerarquía. Todos ellos son santeros o santos, iniciados mediante ritos específicos, el primero de los cuales es un ritual de purificación y la entrega de cinco collares que representan a otros tantos orishás. Los sacerdotes están autorizados a realizar sacrificios de animales en homenaje a los santos orishas. Estos no son inmortales y viven del ashé (energía) de los sacrificios. Se sacrifican palomas, cabras, gallinas y cerdos. La gente acude normalmente a los santeros para pedirles sacrificios que resuelvan problemas domésticos, curen enfermedades o restituyan algún bien perdido. Antes de realizar el sacrificio, el santero invoca al espíritu de los ancestros (eggun) del solicitante. El eggun será el que lleve la ofrenda al orishá. Mediante los sacrificios, los creyentes permanecen en contacto con el mundo espiritual. Los santeros realizan las ceremonias en sus propias casas, porque la santería carece de templos. El santero forma parte de la vida cotidiana del creyente, se convierte en su intermediario con lo sobrenatural, su consejero y su adivino. La adivinación se hace mediante caracolas. Se utilizan 16 conchas a las que se suma un caracol distinto, una piedra y otros enseres. Los caracoles son arrojados por el sacerdote sobre una estera y cada tirada encierra a la vez un mensaje adivinatorio y un consejo sobre cómo actuar. Un Orisha, también se escrito Orisa y Orixa es un espíritu que refleja una de
las manifestaciones de Olodumare (Dios) en la religión Yoruba. Esta religión ha encontrado su camino en el mundo y ahora se expresa en variedades diversas, que incluyen Anago, Oyotunji, Candomble y Santería/Lucumi. Estas variedades o líneas espirituales, según son denominadas también, son practicadas en áreas de los Estados Unidos, Brasil, Cuba, Puerto Rico, Trinidad y México. A medida que creció el interés en los indígenas africanos, se pueden encontrar comunidades Orisa en zonas de Europa y Asia también. Los Orishas son intermediarios entre Dios u Olodûmaré y los hombres, canales o mensajeros a los cuales el Dios Supremo pone al alcance de los hombres para que a través de ellos los humanos puedan conocer los designios, consejos y ayudas que Dios les envía. En modo alguno estos Orishas son divinidades como los dioses del olimpo griego, ni ninguna de las mitologías occidentales, ni orientales, por lo tanto por ellos mismos no tienen ningún poder, pues todas sus fuerzas les viene de Olodûmaré. Por medio del Horóscopo Santero de Olokum podrás encontrar el mensaje que Olodûmaré te envía por medio de un Orisha y usar sus consejos, advertencias y enseñanzas para tu salud, prosperidad y felicidad. Método para encontrar tu ORISHA: A los números de tu fecha de nacimiento, sumas los del año actual y lo llevas todo a un dígito y luego en las páginas siguientes vas al orisha que tiene ese número y ese es quien te habla ese año. Ejemplo: Una persona que nació el 30 de octubre de 1967: 30 + 10 (Octubre) + 23(1967) + 7 (2005 año actual) = 70 (Número final) Ese 70 se suma cada uno de sus dígitos 7+0= 7 Ese 7 es Yemayá quien habla este año a esa persona Y así con cada orisha. Recuerda que el número final siempre se lleva a un dígito del 1 al 9. Si por ejemplo fuera 178, daría 16 y ese 16 se lleva a un dígito por la suma de 1+6= 7.
Agayú Solá Simboliza la política, la tierra, los lugares elevados, las montañas, las cimas, los lugares aislados e inaccesibles, las luchas, los obstáculos e impedimentos,
la mala suerte, los reveses de fortuna, las carreras brillantes, la decadencia, el tiempo, la noche, los viejos, las deformaciones, el invierno, el frío, las minas, el deber social, las ambiciones profesionales. Son ambiciosos, decididos, cuidadosos, lideres, prudentes, perseverantes, serios, concentrados, responsables, metódicos, tradicionistas, con gran sentido de la individualidad, realistas, organizados, ordenados y pragmáticos. Mentirosos, arribistas, pesimistas, fatalistas, melancólicos, reprimidos, tímidos, obstinados, utilitaristas, rencorosos, de carácter frío y reservado, faltos de detalle, tacaños, mezquinos, aguafiestas, exagerada importancia al éxito social, de principios rígidos, egoístas y dominantes. Es un Orisha mayor. Es el padre de Chango, el gigante de la Ocha. El orisha de la tierra seca, deidad del desierto. Patrón de los caminantes y porteadores. También de los automovilistas y aviadores, estibadores. Es el Patrón de la Ciudad de la Habana. Las fuerzas terrenales, que le pertenecen, son símbolo de sus tremendas energías, como la potencia de los ríos que dividen los territorios, la de la lava que perfora la corteza terrestre, la de los terremotos que la conmueven y la del impulso que la hace girar eternamente. Es el Báculo de Obatalá. Oroiña es su madre. Su temperamento es belicoso y colérico. El protege a los cargadores y conductores de vehículos (choferes). Su refugio es la palma, sobre todo cuando se encuentra en alguna situación difícil. Es amigo de cargar a los niños y ponérselos sobre los hombros. Se le reconoce por sus largos pasos y porque alza mucho las piernas al andar. No puede ir a la cabeza de nadie. Sus días son el Miércoles y el 16 de cada mes. Su número es el 9. Su receptáculo es un lebrillo de madera, o de barro, decorado con sus nueve colores. Cuando se asienta lleva nueve herramientas que acompañan a la piedra o fundamento, en forma piramidal u otra que sugiere una elevación terrestre. ATRIBUTOS: Oché (hacha bipene roja y blanca, adornada con abalorios amarillos, rojos y azules). Oggué (dos cuernos de novillo) 16 mates (semillas redondeadas que se encuentran a la orilla del mar). Las herramientas son el hacha bipene y bastón. Cuando es de fundamento, se le suman las seis herramientas de Chango. Los collares son en La Habana de color cacao, matipó, perla, azul turquesa, una roja y, a veces, una amarilla o verde. En otras casas de santo las cuentas son de color cacao alternadas matipó, insertándosele cada nueve cuentas, otras rojas, azul, turquesa, verdes y amarillas. También una cuenta blanca grande, seguida por nueve rojas y ocho amarillas, orden que se repite varias veces. Los pantalones y chaquetillas de color rojo oscuro. De su cintura penden pañuelos o tiras de diversos colores. Las comidas son nueve galletas untadas de color rojo oscuro. De su cintura
penden pañuelos o tiras de diversos colores. Los animales son el toro, chivo, gallo, paloma y guinea. Los bailes de este orisha son conocidos por sus pasos largos y porque alza mucho los pies, como para salvar obstáculos. Carga a los niños que están a su alcance y se los pone sobre los hombros. Castigos y protecciones. Presión sanguínea y calenturas. También accidentes automovilísticos.
Babalú-Ayé San Lázaro (17 diciembre) Jueves. Rojo, Azul y Morado. Cebolla y Mamoncillos. Animal: Chivo. Yerba: Cundeamor. Mensaje: Que ese espíritu de fraternidad y servicio que alienta tu vida, crezca y permanezca como la mejor flor en tu corazón, porque entonces todo se te concederán sin reparos. Evita la lujuria y la avaricia, para que el amor y la prosperidad puedan anidar en tu vida. Este es un año donde todo lo que deseas dependerá de tu corazón. No tendrás graves problemas de salud, pero si algo te afectará, acude enseguida a tu médico y no te autorecetes. Consejos: Evita la promiscuidad. Hacer una bolsa con tela roja o morada y dentro le pones 17 monedas y 17 granos de maíz y la cierras cosiéndola. Le echas humo de tabaco, cascarilla y vino seco y todos los jueves y 17 de cada mes te limpias con ella. Los 17 siempre le echas lo indicado y cada vez que te limpies con ella lees la oración de San Lázaro. Todo se hace con una mecha de aceite encendida. Simboliza los viajes largos, los países extranjeros, la filosofía, las leyes, la religión, los altos cargos en la iglesia, la profecía, el milagro, la mente abstracta, las aventuras, el comercio con el exterior, la navegación, la vida al aire libre, los ejercicios físicos, las carreras de caballo, la velocidad, las apuestas, los sabios, los estudios y la independencia. Son alegres, joviales, optimistas, aventureros, estudiosos, independientes, aman la libertad, son hiperquinéticos, normativos, idealistas, comprensivos, justos, adaptables, vitales, entusiastas, intuitivos, proféticos, orgullosos y honestos. Son exagerados, extremistas, descuidados, irreflexibles, caprichosos, jugadores, charlatanes, argumentativos, imprudentes, de moral elástica, gustan del riesgo, glotones, coléricos, fanfarrones, egoístas, ególatras, envidiosos, prepotentes y petulantes.
Es un Oricha mayor y santo muy venerado. Deidad de la viruela, la lepra, las enfermedades venéreas y, en general, de las afecciones de la piel. Se le considera hijo de Naná Burukú, pero algunos estiman que nació directamente de Obatalá. Su nombre quiere decir “padre del mundo”. A este santo le gusta trabajar con los muertos. Este Oricha no se asienta, sino que se recibe. Su color es el morado obispo y su día es el viernes, aunque para otros es el miércoles. Su número es el 17, y habla en el 4, el 11 y el 13. El receptáculo es una cazuela muy plana (muy similar a la freidera de Eleguá, pero más grande), tapada con otra a la inversa y sellada con cemento, o sin sellar, depende la regla. La parte superior tiene un orificio o es una jícara o un güiro al que se insertan plumas de guineo que se sacrificó el día del lavatorio o del fifeto. También puede ser una güira alargada y cortada longitudinalmente. ATRIBUTOS: El ajá, es decir, un manojo de varetas de palma de corojo o de coco que en su extremo inferior están atadas con una tela de saco. Se le añaden cauris y cuentas para adonarlos. También telas de saco Ex votos y cualquier implemento propio de los impedidos. Igualmente perro, de cualquier tipo de material, que sean blancos y con manchas amarillas. Sus herramientas son dos perritos de hierro. Siempre que se recibe a San Lázaro se le añade un Eleguá (con su respectivo Osún de perro). Si se entrega por camino arará asojin, este Eleguá llevará el nombre de Afrá. Dos muletas y una matraca. Los collares son de cuentas negras, matipó de Oyá, matipó de San Lázaro (blanco con rayas azules), cuentas rojas. Se combinan según el camino del santo y en algunos casos le añaden cauris. Viste con tela de saco o de cuadritos abigarrados y se adorna con muchos cauris. Las comidas son minestras y granos. Pan quemado, mazorcas de maíz tostadas. Cocos verdes de agua. Ajo, cebolla, vino seco, corojo, pescado ahumado, jutía ahumada, cogote de res. Chivo con barba, gallo grifo y jabao, paloma y gallina de Guinea y codorniz. Los mensajeros son los mosquitos, moscas y todo tipo de insectos que sean vectores de enfermedades. También el viento. Se sube y aparece casi siempre como enfermo, torcido y con las manos engarrotadas. Cojea y se siente tan débil que se cae. Su hablar es fañoso y tiene la nariz llena de mucosidades. Sus movimientos recuerdan los de un enfermo febril. En ocasiones hace como si espantara las moscas y demás insectos que se posan sobre sus llagas. También agita el ajá en el aire, como en un rito de limpieza, barriendo todo lo malo. Generalmente, este baile afecta mucho a los posesos, quienes suelen querer lamer pústulas o afecciones cutáneas de los espectadores. Las aflicciones contra los que protege son la lepra, viruela, sífilis, cólera,
problemas gástricos, úlceras, gangrenas, embolias, parálisis, erisipelas, amputaciones y todo tipo de afecciones cutáneas.
Ellegwá Niño de Atocha (Enero 1) Día: lunes. Rojo y Negro. Caña de Azúcar y Ñame. Animal: Pollo negro. Yerba: Abre camino. Mensaje: Un año donde tendrá especialmente favorecido su campo laboral, pues las puertas de progresos en trabajo se abren para Ud. Recibirá reconocimientos o propuestas de cambios buenos, si esto implica que haga algo novedoso para Ud. no tema, ni deje pasar esa oportunidad. Salud estable. Consejos: Si tiene menos de 21 año tenga con Ud. la oración del Niño de Atocha y leerla los lunes antes de salir a la calle. Si tienes más de 21 años entonces debes tener la de Justo Juez. Hacer al menos una vez al mes baño con tres de estas yerbas: abrecamino, quita maldición, vencedor, albahaca, piñón o lengua de vaca, mas cascarilla, perfume y agua de coco. Con una vela blanca. Simboliza el elemento aéreo, la iniciativa en los negocios, el comercio, el trabajo, los viajes, los hermanos, los escritos, los idiomas, la mente concreta. Son personas inteligentes, sociables, adaptables, de mentalidad muy flexible, elocuentes, viajeros, extrovertidos, alegres, inquietos, curiosos, versátiles, convincentes, persuasivos, gentiles, amables y galantes. Son también inconstantes, dispersos, distraídos, intranquilos, charlatanes, mentirosos, indiscretos, infidentes, duales, estafadores, cambiantes, nerviosos, agitados y superficiales. Es el oricha mayor. Tiene las llaves del destino, abre y cierra las puertas a la desgracia o a la felicidad. Es la personificación del azar y la muerte. Es el portero del monte y la sabana. Es hijo de Obatalá y Yemú. Es el primero del grupo de los cuatro guerreros (Eleguá, Ogún, Ochosi y Ochún). Ningún orisha lo antecede. Por orden de Olofi es saludado y come antes que los otros santos. Tiene 21 caminos al igual que sus caracoles. Es amigo y protector de Ochún. Sus días son el lunes y el martes y todos los que caigan en 3. La pareja Eleguá y Echu representa la expresión mítica de la inevitable relación entre lo positivo y lo negativo. Su receptáculo es un güiro o freidera de barro.
La piedra que se manda a buscar depende del camino que marque la letra: puede ser la loma, el río, el bosque, etc. Y puede ser de diferentes formas, pero siempre de aspecto humanoide. Generalmente tres cauris figuran los ojos y la boca. Debe situarse detrás de la puerta y en contacto con el piso. Eleguá lleva cualquier tipo de elementos naturales, pero se emplean en dependencia del camino. También se representa en un coco seco. A Eleguá se le atribuye todo tipo de objeto utilizado en juegos infantiles, papalotes, pitos, bolas, soldaditos, también todo tipo de llaves, machete, garabato, sombrero de guano, artes de caza y pesca, pepitas de oro y monedas de plata, palos de monte, bejucos, escopetas y cananas, tarros de venado, cocos secos decorados, porrones y tarros de chivo. Los collares son matipo de color rojo y negro, que representan la vida y la muerte, el principio y el fin, la guerra y la tranquilidad, lo uno y lo otro. Viste una chaquetilla, un pantalón ceñido en la rodilla y un gorro rojo, grande como el típico de los cocineros. Todo en rojo y negro. En ocasiones, las patas del pantalón son rojas y negras o, en ambas, listas alternas. Tanto la chaqueta como el pantalón y sobre todo el gorro suelen estar adornados con cascabeles, cuentas y cauris. Se le ofrenda aguardiente, tabaco, maíz tostado, coco, pescado ahumado, bollitos, jutía ahumada, manteca de corojo, velas, dulces de todos los tipos (raspaduras, coco acaramelado, etcétera), caramelo. Una ofrenda muy especial es colocarle una cabeza de jutía o sacrificarle un ratón. Los animales son chivos y chivitos, pollitos (negros, jabaos y rojos), pollos y gallos, ratones, jutías, venados, jicoteas, y en algunos tipos de Eleguás, palomas (dos). Su mensajero es el ratón. En el baile cuando este oricha se sube, corre a situarse detrás de la puerta, que es su lugar ritual. Brinca y se agita como un chiquillo, hace muecas y mima juegos infantiles, como empinar un papalote y bailar un trompo. Le hace bromas a los espectadores, se va y luego regresa, no deja de hacer monerías, algunas de las cuales pueden ser eróticas. Siempre se le entrega un garabato con el que representa apartar la maleza, subrayando su papel de abrir los caminos. Frecuentemente baila en un solo pie y dando vueltas, en lo que parece ser una alegoría del remolino. En general podemos decir que el carácter burlón e infantil con que se representa a Eleguá pretende imitar los inesperados virajes del destino, las alternativas, unas veces felices y otras desgraciadas, de la suerte. Eleguá personifica ese carácter totalmente impredecible del azar, que nos abre y nos cierra los caminos arbitrariamente y que, en tantas ocasiones, también parece burlarse de nosotros. Se le dedican tres toques en el Orú del Eyá Aranlá. Las aflicciones de las que protege son los accidentes, riñas, muertes por hemorragias incontenibles y, también, las provocadas por traiciones, agua en la sangre, penas y miserias.
Obbatalá Las Mercedes (Septiembre 24) Domingos. Blanco. Guanábana y Papas. Gallina blanca. Yerba: Amansa guapo. Mensaje: Permite que tu bondad y cordura rijan tu vida, porque ellas te permitirán vencer todas las preocupaciones y obstáculos. Que la generosidad te guíe y se te abrirán caminos de abundancias. Aprende y detente a mirar la vida que te rodea, pues en ella misma encontrarás muchas de las respuestas que todavía buscas. Evita las bebidas alcohólicas y lleva una dieta más rica en vegetales, para que tu salud siga estable. Consejos: Los sábados lee la oración de la Virgen de Regla. Usa perfume siempre por la mañana y por la noche. El primer sábado de cada mes hacer baño con agua perfumada, flores blancas, cascarilla y una vela blanca encendida y al final lees tu oración. Simboliza la justicia, el equilibrio, la equidad, el principio, los acuerdos, las relaciones, la belleza, la cultura artística, el refinamiento, el otoño, la diplomacia y los contratos. Las personas se caracterizan por ser hábiles en las relaciones interpersonales, cooperativas, sociables, delicadas, refinadas, con gran sensibilidad artística, preocupados por los demás, le dan mucha importancia a la relación de pareja. Tienen un gran sentido estético, son amables, mediadores y pacificadores. También son indecisos, inconstantes, frívolos, variables, influenciables, superficiales, coquetos, perezosos, indolentes, temen comprometerse y tomar partido, apáticos, miedosos, ávidos de admiración. Es el oricha mayor, creador de la tierra y escultor del ser humano. Es la deidad pura por excelencia, dueña de todo lo blanco, de la cabeza, de los pensamientos y de los sueños. Hijo de Olofi y Olodumare. Fue mandado a la tierra por Olofi para hacer el bien y para que gobernara como rey del planeta. Es misericordioso y amante de la paz y la armonía. Rige la buena conducta y es capaz de aplacar a su hijo Changó y a Oggún Areré. Todos los orichas lo respetan y lo buscan como abogado. No admite que nadie se desnude en su presencia o se digan frases duras o injuriosas. Sus hijos deben ser muy respetuosos. Tiene veinticuatro caminos o avatares. El castillo que le pertenece tiene 16 ventanas. Sus sacerdotes se llaman Ochabi. El receptáculo es una sopera con cuatro otá (piedra) llamados oké (de la loma) con collares de cuentas blancas. Sus piedras no admiten el sol, el aire o el sereno. Sus atributos son dueños de la plata y de los metales blancos. Tiene una corona con 16 plumas de loro (aunque usualmente se emplean cuatro). Lleva
sol y luna, 6 manillas, que también pueden ser dos, cuatro, ocho y dieciséis. Tiene majá. Una mano de plata que empuña un cetro (poayé). Dos huevos de marfil. Ocho o 16 okotós (babosas). Manteca de cacaco, cascarilla y algodón. Le pertenece la pandereta. Lleva bandera blanca. Dueño de iroko (la ceiba). Su vellón es su algodón y su rama deberá estar en la estera para el kari ocha de su Iyawó. Tiene agogó de plata. Las herramientas son el Opá que es el bastón de mando, manilla, sol, luna, majá. Puayé u Opayé: Cetro, Iruke de color blanco. El collar es blanco y se insertarán las cuentas del color típico, de acuerdo con cada camino, como por ejemplo, los collares de Ayáguna, Ochagriñán, Ochalufón, que ensartan cuentas rojas cada 24 cuentas blancas, y admiten caracoles. En el de Obá Moró, el coral o la cuenta roja se sustituye por una de color morado. En el collar de Ochanlá, las cuentas son de marfil o nácar y cada 16 cuentas. Como el de todos los Obatalá, lleva cuatro de color cacao. Solamente por la Aguema se combinan cuantas blancas con verdes. Siempre viste de blanco. En sus caminos guerreros lleva una banda roja cruzada al pecho. Como Oba Moró, a veces lo visten de morado, tal como se hace con Jesús Nazareno. En ocasiones se le bordan custodias del Santísimo Sacramento y cintas en número de ocho. Las aflicciones contra las que protege son la ceguera, parálisis y demencia. Los animales son la chiva, paloma, guinea, gallina blanca. Las prohibiciones son las bebidas alcohólicas, cangrejo y judías. Las comidas son arroz blanco, torre de merengue, adornada de grageas plateadas, natilla de leche, cuatro litros de leche en taza sobre platos blancos, arroz con leche en polvo en 8 platos blancos, arroz con leche sin sal y manteca de cacao, calabazas blancas, champola y 16 anones, etcétera. Maíz, arroz, alpiste y otros granos. Babosas y caracoles. Bolas de malanga y ñame. Bolas de manteca de cacao y cascarilla. Y en general, cualquier comida blanca y sin sal. Flor de algodón, ñame y zapotes. En los bailes de este santo los pariticipantes imitan los movimientos suaves de un anciano, de un jinete que blande una espada, o sacuden el rabo de caballo blanco (iruke) para limpiar los caminos.
Ochossi San Norberto (Junio 6) Día: Martes. Verde y Rojo. Guayaba y Acana. Animal: Venado. Yerba Luisa. Mensaje: La lealtad y la fidelidad deberán de ser los nortes de tu vida este año. También la palabra, en todas sus formas estará contigo, por eso no debes aislarte, por el contrario, expresa claramente todo lo que deseas a tus
amistades y encontrarás eco. Los avances para ti este año dependerán mucho de tu capacidad de análisis y decisión. Se reflexivo y aleja las impulsividades y desespero de tu vida. Las piernas y la vista serán los puntos débiles de tu salud. Consejos: No escatimes esfuerzos por apoyar todo lo que sepas justo. Si te has portado mal con alguien trata de enmendarlo antes del 6 de junio. Los martes lee la oración de San Norberto y aplícala a a algún preso. Los martes debes hacer baños con flores blancas, perfume, vencedor o abre caminos y cascarilla. Se hace con una vela blanca. Luego lee tu oración. Simboliza la amistad, la sed espiritual, las fraternidades, el amor universal, el esfuerzo colectivo, los sindicatos, las revoluciones, el altruismo, el humanitarismo, el progreso, la tecnología, lo novedoso, los inventos, lo inconvencional, la libertad, las sociedades de cooperación y mutua ayuda, la democracia, la solidaridad, la unión de los pueblos. Estas personas son amistosas, humanitarias, respetan el esfuerzo de los demás, intelectuales, ingeniosos, tolerantes, individualistas, progresistas, independientes, creativos, fieles, leales, instructivos y de mente científica. Son imprevisibles, excéntricos, rebeldes, desprecian lo establecido como normal, no tienen un buen tacto, desordenados, inconstantes, anárquicos y tercos. Ochosi es un Orisha mayor. Hijo de Yemayá. Patrón de los que tienen problemas con la justicia, mago, adivino, guerrero, cazador y pescador. El receptáculo es una freidera de barro junto con Oggún (para los aleyos). Cuando es de fundamento va solo con todos los atributos. Siempre va acompañado de los receptáculos de Elegguá y Oggún. Los atributos son todos los instrumentos relativos a la caza y la pesca, tarramentos de venado y trofeos de cacería. Las herramientas son tres flechas (como las que utilizaban los guerreros), tres perros, un espejito, un pedazo de tarro de venado, un anzuelo, un arco y una flecha. Los collares no iniciados se les da una cadenilla (dos hilos de cuentas azul prusia y, de tramo en tramo, una ámbar, los rematan cuatro caracoles separados de dos en dos por ámbar. Los animales son el chivo y venado, gallo, pollo, paloma, jutía, codorniz, todo pájaro cazado. Los bailes de esta Orisha cuando se sube da los gritos típicos de levantar la caza y su mímica es cinética. Viste como Elegguá y Oggún, pues es santo guerrero. El vestido es de color lila o morado y su gorro es de piel de tigre, así como su bolsa. Usa el arco y la flecha para representar la cacería en su danza. En el saludo se levanta la pierna izquierda y se imita con las manos la acción de disparar una flecha.
Oggún San Juan Bautista (Junio 24) Día: Martes. Verde, Morado y Negro. Zapote y Ñame. Animal: Torete negro. Yerba: Eucalipto Mensaje: La búsqueda de la justicia en tu vida y tus actos debe ser el grán objetivo para ti en el 2005, pues ello te hará inalcanzable para tus enemigos. Si eres decido y persistente, avanzarán con firmeza en todos los planos, pues ganarás en cualquier contienda siempre que estés del lado de lo justo y la verdad. Buena salud, pero apártate de todo tipo de vicios, especialmente la bebida y las drogas. Cuida tu presión arterial. Consejos: Si tiene menos de 21 año tenga con Ud. la oración de San Juan Bautista y leerla los lunes antes de salir a la calle. Si tienes más de 21 años entonces debes tener la de Justo Juez. Hacer baños dos veces al mes en martes con tres de estas yerbas: eucalipto, vencedor, quita maldición, yo puedo más que tu, albahaca, tabaco, ácana, algarrobo y romerillo; con cascarilla y una vela blanca. Al terminar el baño lees tu oración y luego apagas la vela sin soplarla. Simboliza los comienzos, el principio, la mañana, la primavera, los animales carnívoros, los jefes, el mando, la fuerza, la violencia, el impulso, la autoridad, la virilidad, la juventud, las armas, los accidentes en la cabeza, el peligro por hierro, el fuego y las armas. Son personas emprendedoras, dinámicas, de iniciativas, llenas de energía, combativas, apasionadas, independientes, activas, audaces, originales, aventureras. Su reacción es muy rápida, confían en su fuerza, no piensan en los obstáculos, son extremadamente luchadores, emotivos, odian o aman intensamente, son autodisciplinados, amantes del desafío, enérgicos, descomplicados y heroicos. También son impacientes, impulsivos, dominantes, imprudentes, irritables, violentos, intolerantes, inconstantes, irreflexivos, bruscos, impertinentes, antidiplomáticos, bruscos y agresivos. A este santo se le atribuyen todos los hierros, machetes, palas, picos, martillos, mandarrias, yunques, guatacas, rastrillos, barretas, hoces, guadañas, serruchos, clavos, cuchillos, lanzas, pistolas, ametralladoras, bombas, aviones artillados, cañones y otros objetos de metal. El collar de este santo es de cuentas verdes y negras. La ropa de este santo lleva un hombro de piel de tigre adornada con muchos caracoles. Su ropa es de color morado, su gorro aplastado y lleva en el cinto un largo festón de fibras de palma. Los animales que el santo come son: chivos, gallos, palomas, guineas, jutías,
cerdos, carneros, gallos rojos, perros y a veces toros. Se le atribuyen el perro negro y el majá. Las comidas de este santo son el ñame asado, nueces de kola, judías blancas. Su bebida favorita es el aguardiente de caña. En el baile realiza dos mímicas: la belicosa, blandiendo un machete, y la laboriosa, que puede ser de carácter agrícola, cortando las yerbas con el machete o lo realiza al estilo del guerrero golpeando con el martillo. En el baile belicoso Oggún baila agachado, avanzando en un pie mientras arrastra el otro, como librándose de un machetazo involuntario. En el segundo caso mima la gesticulación del herrero blandiendo el martillo y golpeando sobre el yunque. Las aflicciones de las que protege son: * La calentura * Todo tipo de operaciones * Los daños producidos por metales ferrosos y accidentes sangrientos
Oshún u Ochun La Caridad (Septiembre 8) Viernes. Amarillo y Blanco. Mango y Calabaza. Gallina amarilla. Frescura. Mensaje: La verdad viene a ti este año, por eso sabrás siempre cuanto sea importante para ti. La modestia es tu gran reto en el 2005, si lo eres, serás próspera. El amor te pondrá a prueba, pues tendrás que decidirte por una de dos posibilidades. Un buen año para crear familia. Deberás mirar y tener más tiempo para tu casa y quienes te rodean. Punto débil el bajo vientre y los órganos sexuales. Consejos: No te preocupes más por tus joyas que por tus hijos. No vayas a nadie por soledad, sino por amor. El primer sábado de cada mes hacer baño con agua perfumada, miel, canela, frescura o manzanilla, cascarilla y flores blancas o amarillas. Con una vela blanca o amarilla encendida y al terminar el baño lees la oración de la Caridad del Cobre y apagas la vela con tus manos. Usa perfume siempre por la mañana y por la noche. Simboliza la maternidad, los partos, el amor maternal, la familia, la patria, la casa, la cocina, las masas, las mujeres, los ríos, el sentimiento, la imaginación. Se caracterizan sus hijos por ser maternales, hospitalarios, caritativos, compasivos, receptivos, ahorrativos, con una excelente memoria, imaginativos, sensibles, románticos, buenos anfitriones, generosos, solícitos, protectores, patrióticos y algo introvertidos. Son muy emotivos, susceptibles,
hipersensibles a la crítica, caprichosos, variables, rencorosos, tímidos, fantasiosos, imaginativos, resentidos, lunáticos, perezosos, débiles, tacaños, celosos, con frecuencia sienten sentimiento de inferioridad y gustan de los manjares. Ochún es la bella entre las bellas, es la dueña del amor, de la feminidad y del río. Es el símbolo de la coquetería, la gracia y la sexualidad femeninas. Mujer de Chango e íntima amiga de Elegguá, que la protege. Siempre acompaña a Yemayá, vive en el río y asiste a las gestantes y parturientas. Se le representa como una mulata bella, simpática, buena bailadora, fiestera y eternamente alegre, con el persistente tintineo de sus campanillas. Es capaz de resolver tanto, como de provocar riñas entre orichas y los hombres. Su color es el amarillo pero también se le atribuyen los coralinos y los verdes. Su día es el Sábado y sus números son 5, 10, 15 y 25. Es la más alegre, coqueta y disipada de todas, continuamente está en juerga, se pinta se mira en el espejo, se perfuma, es capaz de coquetear con todos. Esta santa tiene diferentes caminos entre ellos: Ochún Yeyé Moró o Yeyé Kari. Ochún Kayode. Ochún Miwá. Ochún Yumú. Ochún Sekesé. Ochún Akuara o Ibú. Ochún Fumiké. Ochún Olodi. Ochún Funké. Ochún Edé. Ochún Niwé. Ochún Kolé-Kolé o Akalá-kalá. Ochún Awé. El receptáculo es una sopera multicolor, con predominio del amarillo, llena de agua de río y con cinco otáes|. Los otáes deben ser recogidos al amanecer, del fondo de un río y se guardan en tinajas de barro. Sus atributos son el abanico de sándalo o pluma de pavo real, pececillos, camarones, conchas, botecitos, espejos, joyas, corales marinos, sábanas, paños, bordados y todo objeto propio del tocador femenino, acheré, agogó, irukes y pañuelos. Sus herramientas son cinco manillas, cinco odané, una media luna, dos remos, una estrella, un sol y de una a cinco campanillas. En dependencia del camino, sus atributos pueden cambiar. Ochún Kolé lleva, además de todo lo anterior, cinco aguas, cinco carreteles de hilo, un machete, un mortero y una corona con veintiuna piezas. Llevan cuentas amarillas o de ámbar. Ochún Olodí, Ibú y Ochún Gumíi llevan cuentas rojas, verde esmeralda o amarillo mate. Ochún Ikole las lleva ojo y
ámbar. Las sartas que sólo llevan corales (iyón), pertenecen tanto a Ochún como a Yemayá. Se le saluda por Yalodde. La visten con una bata amarilla sujeta a la cintura por una faja que, sobre el vientre, lleva un peto en forma de rombo. Al borde del vestido tiene un festón de puntas con cascabelitos colgantes. Los animales son gallos, palomas, guineos, jicotea, patos, chivos castrados, venados (cuando era amante de Ochosi), gallinas, codornices (en el camino de Ochún Ibú Akuara), pavos reales, canarios y caimanes. Las comidas de Ochún son palanquetas de gofio con miel, melao y caramelos. Naranjas dulces de China, escarola, acelga, chayote, tamal, arroz amarillo y harina de maíz. Ekó, ekrú y olelé con azafrán. Alegrías de coco y todo tipo de dulces. Ochinchin, comida litúrgica que se le ofrenda en el río antes de la iniciación de un iyawó. Lisas, anguilas, mapos, dajaos, catibos, guajacones, biajacas, guabinas, camarones del río y langostinos. Todos estos peces y mariscos del río, ahumados, se le ponen como aché. La comida se sazona con almendros, berro, canistel, flor de agua, espinaca, perejil, boniato y calabaza. Las flores son el girasol, guacamayos, botón de oro. Los perfumes el beriberi y el sándalo. Sus bailes son quizás, los más bellos y sensuales de todos. Al subirse, ríe como Yemayá y agita sus brazos para que suenen las manillas de oro. Sus manos bajan y corren a lo largo del cuerpo, como los manantiales y los arroyos descendientes de las colinas. A veces hace ademanes de remero y otras imita los movimientos de la que muele en el pilón. Generalmente danza con voluptuosidad y con las manos tendidas hacia delante, en imploración, y con sugestivas contorsiones pelvianas. Pide, exige oñi (miel), símbolo del dulzor, de la esencia amorosa de la vida. Las afecciones que protege son las de bajo vientre y partes genitales, la sangre, el hígado y todo tipo de hemorragias.
Oyá Sta. Teresa (Octubre 15) Miércoles. Todos los colores. Caimito y Berenjena. Chiva. Yerba: Manto. Mensaje: Tu gran sentido de lucha y sacrificios se verá compensado en este año. Trata de ser más alegre y acepta la felicidad que tienes en la vida y la que llegará para ti. No te empantanes en caprichos inútiles, pues hay mucha vida para ti y seguramente lo mejor aún no te ha llegado.
Evita los celos y las tensiones desmedidas. Punto débil, los nervios. Evita el exceso de pastillas. Consejos: Usa perfume siempre por la mañana y por la noche. El primer miércoles de cada mes hacer baño con agua perfumada, flores blancas, cascarilla y una vela blanca encendida y al final lees tu oración Sta. Teresa.
Inle Simboliza las cosas móviles, variables, la hospitalidad, la bebida, el vicio, el disimulo, los engaños, la pérdida de reputación, los hospitales, las cárceles, las casas de reposo, los asilos, las instituciones piadosas, los dispensarios, las sociedades protectoras de animales, las traiciones, los suicidios, las dependencias, el escapismo, los trabajos aislados, las ciencias ocultas, las maniobras sediciosas, el espionaje, el camuflaje, la hipocresía, el martirio, el sacrificio, el servicio y el inconsciente colectivo. Son intuitivos, compasivos, místicos, humildes, adaptables, sensitivos, inspiradores, sacrificados, receptivos, imaginativos, generosos, sentimentales, bohemios, caritativos, amables, idealistas, bien intencionados, visionarios, tradicionalistas y piadosos. Despistados, confusos, pesimistas, victimistas, indolentes, inseguros, tímidos, desordenados, frívolos, indecisos, impresionables, simuladores, esquizofrénicos, viciosos, dependientes, hipersensibles, faltos de coraje y muy hipócritas. Es un Orisha mayor. Médico de la Ocha. Patrón de los médicos, peces, y dueño del río. Es la deidad de la economía extractiva o, específicamente, de la pesca y la recolección prehortícola. Es médico, cazador y pescador. Es andrógino y muy bello. Es la personificación de la tierra, vive en la tierra y en el agua. Su color es la combinación del azul y del amarillo. Sus días son los Viernes y cada 24, su caracol no va al piso. El receptáculo es una sopera cuya tapa consiste en un plato sobre el que se pone su herramienta. Como complemento lleva una tinajita en la que va el secreto de Abbata (orisha inseparable de Inle, algunos dicen que es su hermano, junto con Ochosi). Tiene siete piedras.
Las herramientas es un pedestal en forma de cruz, del que penden, a ambos lados, majáes pecesitos. A lo largo del eje vertical, en el centro, van enroscados dos majáes. En plata o metal blanco, dos aros, anzuelo, pita, red y 18 caracoles. El secreto son caracoles, conchas y un alambre en forma de veintiuno (majá). Los collares son matipós verde oscuro, azul prusia y cuentas de coral. Se viste de azul, amarillo y blanco, se adorna con caracoles. También de verde marino y del color de ciertas aguas estancadas. Las comidas son vino dulce y panetelas borrachas, pargo, lechuga y berro, boniato, naranja de China, bolas de calabaza, ñame, ekó, guayaba, aceite de almendra. Después de sazonado el pescado, se cubre con galletas de sal molidas, gofio de maíz y salsa de almendra. Los animales son el carnero, gallo, palomas, guinea, todos los animales que se le ofrendan tienen que ser blancos. Se introduce un pargo en el omiero para sacramentar el agua. Antes del lavatorio se hace una ceremonia en el río y se ofrenda naranja de China y boniato cocido, y luego se le da coco. Se echa un gallo al río antes de la ceremonia en el cuarto. El baile cuando se sube que es pocas veces se baila agachados, en rueda y mueven la mano derecha de un lado a otro como apartando las yerbas. Los pasos rítmicos van como en zigzag, imitan con sus brazos ondulantes los movimientos de los pescadores que bogan en canoa, u otras mímicas de la actividad laboral. Las aflicciones que protege son todas las que el ser humano puede adquirir.
Shangó o Chango Santa Bárbara (Diciembre 4) Sábado. Rojo y Blanco. Plátano y Aguacate. Toro. Yerba: Jagüey. Mensaje: Todo lo que sea justo para ti, llegará a tu vida.
Trámites legares favorecidos. Posibilidad de viajes largos. Enfrenta tus problemas con cordura y verdad, para que la justicia triunfe en ti. No atropelles, ni desprecies a nadie porque lo creas insignificante, porque el mal se volverá 100 veces más fuerte contra ti. Salud buena, pero evita todo tipo de excesos. Consejos: Ofrece 6 plátanos de frutas, ponlo una noche a dormir bajo tu cama y al otro día lo colocas en una jaba con 6 monedas y 6 trocitos de tabaco, te vas a un monte y al llegar al monte le das tres monedas a Osaín y luego penetras para colocar la jaba a la sombra. Allí lees la oración de Santa Bárbara o el Rezo a Shangó y luego de dices: Babá aquí te pongo mi tributo del año, dame salud, paz y prosperidad, luego le pides todo lo que deseas, viras la espalda y te vas sin mirar atrás. Si eres mujer los sábados lee la oración de Santa Bárbara y si eres hombre el rezo de Shangó. Simboliza la energía, la creatividad, los juegos, las especulaciones, el orgullo, la vanidad, la realeza, la diversión, los deportes, los espectáculos, la masculinidad, la elevación, la gloria, la fama y el poder. Se caracterizan por ser creativos, magnánimos, generosos, alegres, divertidos, entusiastas, buenos organizadores, abiertos, con un excelente sentido del humor, afectuosos, buenos amantes, sociables, brillantes, optimistas, exitosos y líderes. Orgullosos, inmaduros, prepotentes, jactanciosos, egoístas, ególatras, envidiosos, vanidosos, frívolos, tiranos, gran necesidad de ser siempre el centro y de brillar, poseer gloria y poder, dogmáticos, intolerantes, y con tendencia a la pereza. Chango es un oricha mayor, es el Dios del fuego, del rayo, del trueno, de la guerra, de los ilú.batá, del baile, la música y la belleza viril. Patrón de los guerreros y las tempestades. Hijo de Ibaíbo y Yemmú. Lo cuidó Obañeñe (Bayoni) o Dadá o también pudo ser Yemayá Konlá o Aggayú Solá u Obatalá. Ibaíbo. Su número es el 4, el 12, el 11 y el 8-6, 8-9 y el 6-6. Sus días son el viernes y todos los 4. Sus colores son el rojo y blanco. Es la representación del mayor número de virtudes e imperfecciones humanas. Es trabajador, valiente, buen amigo, adivino y curandero, pero también, mentiroso, mujeriego, pendenciero, jactancioso y jugador. Es un buen padre mientras el hijo sea obediente. No admite hijos invertidos o cobardes. Sus amantes son innumerables, aunque sus mujeres propias son Oyá, Obba Yurú y Ochún. Respeta mucho a los Egguns. A veces se le presenta como soldadito a caballo. El caballo del oricha se llamaba Esinlo o Erinlo y era su compañero inseparable. El receptáculo de Changó es de madera con tapa, preferiblemente de cedro, en colores, rojo y blanco. Puede ser sencilla o en forma de castillo. Sus atributos son el hacha petaloide, copa, espada, acheré de jicotea, caballo
moro, pandereta, hacha de doble filo o bipene, bandera roja brillante, seis otanes y un oché, o sea, un cetro de madera de palma y cedro que termina en puntas agudas o en forma de doble hacha (Changó lo lleva sobre la cabeza, como símbolo de su divinidad). También tres hachas, una maza y un alfanje (espada curva). El collar es blanco y rojo alternados. El rojo es el símbolo del amor y de la sangre. La salutación se hace acostado en el suelo boca abajo y con las manos pegadas al cuerpo. Se le viste con camisa holgada, pantalón con achó rojo bermellón. En ocasiones usa pantalón corto terminado en punta. Lleva el pecho descubierto con una banda de Obbá cruzada, aunque otras veces lleva chaquetilla de color rojo con listas blancas. En la cabeza tiene una corona que puede ser en forma de castillo. Los animales que se sacrifican son el carnero, gallo rojo, codorniz, jicotea, guinea, toro, pavo y también gallo, ambos jabaos. Le pertenecen el caballo blanco, las ovejas y el cordero. Las comidas son el plátano indio, harina y quimbombó, el amalá, que es hecha con harina de maíz y carnero. Las aflicciones de las que protege son: Las quemaduras y el suicidio por fuego.
YemayáVirgen de Regla (Septiembre 7) Sábados. Azul y blanco. Melón de agua y Frijoles. Pato. Yerba buena. Mensaje: Aunque lo pienses mil veces, no lo sabes todo. Busca lo verdadero y no tu propia verdad, entonces descubrirás que en algo estás siendo injusta y te sentirás mucho mejor. La alegría mayor vendrá a tu vida por el progreso de alguien muy cercano a ti. Evita la melancolía y la ira, para que tu corazón camine en paz. Cuida la circulación y los pulmones. Si tienes algún padecimiento no demores más la visita al médico. Consejos: Arranca un poco de páginas inútiles en ese libro donde llevas las cuentas de los agravios que consideras te han hecho. Ahí ya hay muchas cosas inútiles. Hacer al menos un sábado al mes baño con agua perfumada, flores blancas, dos de estas yerbas: frescura, abrecamino, yerba buena, rompezaraguey y vencedor. Con una vela blanca. Los sábados lee la oración de la Virgen de Regla. Usa perfume siempre por la mañana y por la noche. Simboliza la perfección, la laboriosidad, las ocupaciones subalternas, el mar, sus misterios, las profundidades del océano, el servicio, la salud, la eficiencia,
los animales domésticos. Se caracterizan por ser serviciales, analíticos, perfeccionistas, exigentes, ordenados, pulcros, meticulosos, aseados, amantes del mar y de la naturaleza, laboriosos, modestos, lógicos, previsivos y prácticos. Son hipercríticos, quisquillosos, exigentes, remilgados, hipocondríacos, escépticos, incrédulos, tacaños, con un fuerte complejo de inferioridad, inhibidos y poco afectuosos. Es una orisha mayor. Es la madre de la vida. Considerada como madre de todos los orishas. Es la dueña de las aguas y representa al mar, fuente fundamental de la vida. Por eso se dice que el santo nació del mar, el caracol fue el primero que habló y le dijo a las criaturas lo que tenía que hacer. Fue mujer de Babalú Ayé, de Agayú, de Orula y de Oggún. Le gusta cazar, chapeare, manejar el machete. Es indomable y astuta. Su nombre no debe ser pronunciado por quien la tiene asentada, sin antes tocar la tierra con las yemas de los dedos y besar en ellos la huella del polvo. Su número es el 7 y su día es el Sábado. Sus colores son el azul y el blanco. Sus atributos y herramientas son: El Sol (oru) Luna llena (ochu) Ancla (dakoduro) Salvavidas (yika) Bote (alami) Siete aros (bopa) Llave (chilehku) Siete aros de plata Estos objetos elaborados en plata, acero, lata o plomo. Iruke (rabo de caballo con mango) adornado con cuentas azules y blancas. Usa un manto de burato ricamente adornado. Agogó (campanilla), que se utiliza para saludar y para que preste atención cuando se habla con ella. Abanico con varillaje de nácar y oro, adornado con cuentas y caracoles. Los agbebe (abanicos redondos hechos de pencas de guano adornado con plumas de pavo real, caracoles y cascabeles). Todos estos atributos son adornados con patos, peces, redes, estrellas, caballitos de mar, conchas y, en miniatura, todo lo relativo al mar. Siempre llevan cuentas azules y blancas alternas. Los collares de esta oricha son de siete cuentas de cristal transparente, llamadas de agua y azules. En Yemaya Ocutí son de agua ultramarina. En Yemayá Ayabá o Achabo, azul pálido y agua. Yemayá Asesú, azul oscuro y perlas opalinas o cuentas de jabón Usa una bata con serpentinas azules y blancas, símbolo del mar y la espuma, especie de ancho cinto de tela y un peto de forma romboidal sobre el ombligo. Las flores son de agua y violeta. El perfume es la verbena. Los animales son el carnero, gallo, paloma, guineo, jicotea, pato, gallina,
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