Las Piedras Preciosas - Benesch

January 24, 2019 | Author: folurban1357 | Category: Quartz, Zodiac, Diamond, Soul, Carbon
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Este libro nos permite conocer todo lo que hay detrás de las piedras preciosas. Muestra visible del origen de la tierra....

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Las Piedras Preciosas :

Su esencia en relación relación con la Tierra, el Hombre Hombre y el Cosmos .

No existen sobre la tierra más que unas 2400 o 2500 variedades de minerales. Forman los elementos constituyentes de la tierra mineral en estado sólido, líquido y gaseoso. Son los órganos, grandes y pequeños, de su cuerpo viviente. Entre ellos se encuentran varias decenas que denominados como “piedras preciosas”. Este concepto no es fácil de definir. Es el resultado de determinados

movimientos más bien efectivos que se apoderan del alma ante la visión de estos minerales en especial. Nos sorprendemos ante la idea de que una “piedra” pueda

ser tan clara, tan pura, estructurada, coloreada, luminosa, irradiante tan “maravillosamente bella”. La sorpresa se transforma en veneració n, la veneración en entusiasmo, el entusiasmo en el sentimiento de tener entre nosotros un objeto preciado, raro y de gran valor (no naturalmente de valor mercantil). Entonces se despierta la necesidad de conocer esta entidad en apariencia total y exclusivamente material y que por tanto en su manifestación sensible tiene una acción tan misteriosa, prodigiosa y enigmática. La piedra despierta en el observador no prevenido, un presentimiento profundo, una interrogación superior que no encuentra respuesta por los senderos de la conciencia ordinaria, por los métodos de la ciencia moderna. Puesto que ni el conocimiento de la forma de los cristales, ni el de su composición química, ni de su entramado cristalino, ni el de su formación geológica, ni el de sus asociaciones y yacimientos, ni el de su valor comercial, pueden darnos información sobre lo que llena el corazón del observador sorprendido. Lo que se puede decir sin embardo es que en el fondo, todo mineral, no importa cuál sea, tiene las mismas prioridades: es algo acabado, en reposo, sin impulso, sin deseo, que no es más que “algo que existe”, que es o

se ha convertido en casto, puto, algo que no es absolutamente más que sí mismo. Y que por tanto, t anto, ya sea sólido, sólido, líquido o gaseoso, no es posible sin el Todo: tierra, tier ra, sistema solar, universo. Y lo que los minerales ordinarios todavía pueden contener de esta pura existencia, es en las piedras preciosas y semipreciosas, de formas claras, transparentes, brillantes, tornasoladas, parpadeantes, duras, cromáticas, es en ellas que se revela con mayor intensidad lo que puede manifestar un mineral y en las que se oculta todo lo que el mineral debe ocultar. Es quizás esta facultad de “ocultar revelando” lo que cons tituye la esencia de la piedra preciosa. Muchas personas se refieren a la tradición, que es tan antigua como el mundo y que conduce hacia el origen, el carácter, las propiedades psicoespirituales, las cualidades, los poderes y los efectos que se atribuyen a las piedras preciosas. La ciencia moderna no ve en ello más que antropomorfismo (transferencia de reacciones humanas subjetivas), superstición, erro o ilusión. Y es que, por una parte, los atributos se transmiten a veces con mucha precisión, de siglo a siglo, incluso de milenio a milenio. Por otro lado, son tan complejos, co mplejos, imprecisos y contradictorios, que parece imposible el poder tener de ellos un conocimiento racional. En los documentos religiosos cristianos del Antiguo y Nuevo Testamento, las gemas desempeñan además un papel importante. Así por ejemplo encontramos encontra mos doce nombres de piedras preciosas en un lugar de hecho central; en el Antiguo Antiguo Testamento, Testamento , sobre el pectoral del Gran Sacerdote Aarón, en el que la disposición de las piedras y su nombre son directamente inspirados a Moisés 1|Página

por el propio Jehová, proviniendo por tanto de una experiencia suprasensible (Éxodo, 20). Y en el Nuevo Testamento aparecen otros doce nombradores de gemas del Apocalipsis, cuando transportado en espíritu, Juan tiene la visión suprasensible de un Nuevo cielo y una Nueva tierra. Cuando todo el universo actual haya desaparecido . Figuran en la “Imaginación” de una ciudad, la “Jerusalén Celeste”. En ella el Sol, las estrellas, la tierra y la humanidad se

funden en un mismo organismo espiritual del futuro: los materiales de construcción espirituales aparecen bajo la forma de los doce “fundamentos”, ornados de piedras preciosas, con los colores psíquicos y las fuerzas espirituales de cualidades morales y que llevan el nombre de piedras preciosas. El griego emplea el nombre “Kosmaamonoi”, que   se puede traducir por “adornados”, pero en realidad habría que decir “cosmificados”, si existiera el

nombre (Apocalipsis, 21, 19-20). Al mismo tiempo, los doce fundamentos adornados con estas piedras preciosas llevan inscritos “los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero”. (Apoc. 21 -14).

Según la tradición, la piedra preciosa se halla dotada de virtudes místicas, psicoespirituales. Tiene un alma invisible; posee poderes mágicos que se transmiten a los que la llevan: ya sea al ser humano, a la vestimenta, utensilio o  joya. Tiene un espíritu, una individualidad que está ligada a los ejemplares particulares; está dotada de virtudes de protección, de fuerzas benéficas, pero también de poderes maléficos. Tiene una vida, que se puede utilizar en medicina. Es a la vez un símbolo o un signo exterior: tiene un poder mediador. De una manera o de otra, está ligada a cada uno de los signos del zodíaco o de los planetas; pertenece, se origina en el Cosmos que la hacen portadora de mundos y entidades espirituales. Mística, mágica, mitológica, religiosa, cultural, simbólica, representativa, cósmica, astrológica, amuleto, talismán medico: todo un mundo de tradición esotérica envuelve todavía hoy al universo de las piedras preciosas. La intuición inmediata, la investigación científica materialista y mecanicista, la tradición oculta: las tres coexisten sin relación alguna entre sí, oponiéndose incluso en un antagonismo muy violento. Pero hoy en día se hace posible establecer relaciones. El mejor intento que se ha hecho hasta ahora gracias a los puntos de vista y métodos Goetheanos de la ciencia espiritual, es la obra de Walter Closs: “Kleine Edelsteinkunda ”. Se apoya en los resultados de la investigación espiritual de Rudolf Steiner que han echado sobre la mezcla confusa de la tradición una luz que permite crear un orden en ella corrigiéndola y profundizándola. Las piedras preciosas, como todo el mundo mineral en su conjunto, tienen un origen distinto del que nos hacen creer las interpretaciones que la ciencia ha extrapolado en el pasado; la idea de base de la ciencia espiritual de Rudolf Steiner, es que el universo, el microcosmos, el macrocosmos y el hombre, tienen un origen suprasensible común (véase la “Ciencia Oculta”). Todos los elementos que constituyen al universo han aparecido

al mismo tiempo que todos los que componen al hombre; tienen un origen espiritual común y se han desarrollado también paralelamente del estado espiritual al estado físico pasando por lo psíquico y lo viviente, con los que hoy todavía se pueden hallar las correspondencias. El Sol corresponde al corazón y al Yo, la tierra a la cabeza y a la conciencia, los planetas a los órganos internos y a las facultades del alma, las estrellas fijas, y especialmente el zodiaco, a las diferentes partes de la estatura humana y a los tipos fundamentales, el reino animal presente bajo formas especializadas lo que, de una forma atenuada, compone todo el psiquismo del hombre; el reino vegetal corresponde al conjunto 2|Página

de las fuerzas de vida; y el reino mineral lleva consigo y a su alrededor, bajo otra forma de existencia, las imágenes del ser humano entero. Es así que determinados minerales han aparecido al mismo tiempo que ciertos órganos ó sistemas humanos: en el camino de la evolución microcósmica se han convertido en órganos humanos, en el de la evolución macrocósmica, han creado las entidades de la naturaleza. Este parentesco interno del mineral, del vegetal y del animal con lo humano es la verdadera razón por la que determinadas entidades de la naturaleza pueden ser remedios para ciertas enfermedades humanas. Se tiene aquí el fundamento cósmico de una terapéutica  y de una farmacología nueva. A fin de cuentas nos relacionamos aquí con entidades espirituales reales suprasensibles, individuales; puesto que en el universo todo tiene no solo un cuerpo material, sino también vida, un alma y un espíritu individual. Para la ciencia moderna existen ahí naturalmente enormes dificultades. Esta idea fundamental de un parentesco entre el hombre y el universo se halla además ligado al futuro de la evolución del mundo. En ella no se trata solamente del mecanismo material que concibe la ciencia moderna con su ley de entropía, sino de la intervención continua de entidades espirituales, incluido el hombre. Gracias a una perpetua transformación del mundo existente, incluido el material, por esta intervención de entidades espirituales, de las cuales la más poderosa y más activa es la del Cristo, la evolución verá el descenso del mundo en la materia, dejar lugar a un estado futuro de reespiritualización y de nuevos desposarios de las entidades cósmicas. Es solo así que se puede comprender la imaginación de la Jerusalén Celeste, en la que la visión de estas bodas se expresa en la imagen de los doce fundamentos y piedras preciosas con los doce nombres de los apóstoles. Elementos tan alejados entre sí como pueden parecer las gemas, el hombre y el zodiaco, vuelvan a ser para el vidente una única realidad suprasensible de futuro. Por ello no será posible si este fututo no ha comenzado a caminarse hoy. Para este calendario, se ha escogido entre las múltiples posibilidades, para los doce meses del año y las cuatro fiestas (Navidad, Pascuas, San Juan y San Miguel) la fotografía en colores de doce y cuatro piedras preciosas con las que se hallan emparentadas. En este momento se nos plantea la cuestión del orden de las ilustraciones. Constantemente nos encontramos con el hecho de que el orden astrológico tradicional de las posiciones del sol y de los meses del año es incompatible con las posiciones reales del sol en el zodiaco. El desplazamiento del punto vernaldurante el año platónico hace que el orden de las posiciones del sol no sea  ya la misma en astrología que en astronomía. Para la astrología, el 21 de Marzo al 20 de Abril, el sol se halla “en Aries”, lo que los astrónomos llaman un “signo”.

Mientras que para la astronomía el sol se halla hoy en día, de hecho del 12 de Marzo al 10 de Abril ante la constelación de Piscis. No es hasta el 19 de Abril que entra en Aries. Dado el punto de vista astronómico de delimitación de las constelaciones es una pura convención de la ciencia, que da a las figuras poligonales que se descomponen sobre la bóveda celeste en la zona de la ecliption, nombres de la mitología antigua, sin atribuir la más mínima realidad a dichas líneas y límites. Para la astronomía y la astrofísica el zodiaco no deja de ser una realidad, puesto que en él encontramos la eclíptica; y aún esta no deja de ser más que la proyección óptica de la trayectoria aparente del sol sobre el talón de fondo de las estrellas fijas. Las “estrellas que componen una constelación” 3|Página

pueden incluso pertenecer a galaxias diferentes, y aparte de su proximidad aparente para el que las observa desde la tierra, pueden no tener la más mínima relación entre sí. La atribución de “influencias” a estos grupos de estrellas no

tiene menor sentido para el astrónomo. Le parece absurdo que, como pretenden los astrólogos, en el momento en que en marzo o abril el sol pasa efectivamente delante de Piscis, se halle en el signo de Aries. Esta paradoja no puede resolverse a menos que se cese de considerar como única concepción posible la extrapolación materialista de las doce direcciones espaciales del zodiaco. Según la ciencia del espíritu, las constelaciones son los signos, legibles como en una escritura, de dominios suprasensibles de donde irradian determinadas influencias de entidades espirituales. Para estas entidades, la figura formada por las estrellas visibles es una especie de signo en forma de imagen. En la Ciencia Espiritual de Rudolf Steiner, aparecen como los doce “Iniciadores Cósmicos”, aportando confirmación o corrección a la astrología tradicional (“Mensch im Lichte von Okkultismus, Theosophia un Philosophie”).

Son ellos la verdadera realidad del zodiaco. En realidad allí se halla el dominio de la Primera Jerarquía: Serafines, Querubines y Tronos, pero sobretodo de los Querubines. Estas entidades aparecen a la visión suprasensible bajo la forma de imaginaciones animales. Hubo un tiempo en que, en lo relativo a la posición del sol, la constelación (astronómica) y el signo del zodiaco (astrológico y espiritual) coincidían. En esa época el punto vernal se hallaba en Aries. Es la época en que el hombre Jesús, la entidad de Cristo vino a caminar sobre la tierra, la época del misterio del Gólgota. Con la venida de Cristo, la actividad de los Querubines se dividió. Una parte permaneció cósmica y se expresa en el desplazamiento del punto vernal, engendrando épocas de civilización siempre nuevas (era de Aries, era de Piscis…).

Para esta acción el sol se halla, del 21 de Marzo al 20 de Abril, frente a Piscis. Otra parte de la acción de los Querubines se halla, bajo la dirección de la entidad de Cristo, ligada a la vida de la Tierra y de la humanidad; hubo entonces para la impulsión de Cristo una especie de “horóscopo de nacimiento” que, más

tarde es válido también para las encarnaciones terrestres de los humanos. Para esta actividad destinada a espiritualizar y cristificar la tierra, el sol se halla del 21 de Marzo al 20 de Abril en “signo” de Aries. Astronomía y Astrología pueden

completarse mutuamente. Hablando de ello, se pueden actualmente repartir las piedras preciosas del Apocalipsis entre los meses del año y los signos del zodiaco. En el calendario, se pusieron las fotos de las piedras en los meses que se hallan determinados el máximo tiempo por el signo en cuestión (Calcedonia, Enero, Capricornio). Dado que el año civil comienza en Enero, el calendario hace lo mismo. Pero el año espiritual comienza por una parte en el punto vernal astrológico (21 de Marzo-1° de Aries), por otra parte en Pascua, que cada año tiene una fecha distinta. En el 1° de Enero se entra entonces en un período del año que se dirige hacia su fin; ello haría falta tenerlo en cuenta en nuestro espíritu. En el Apocalipsis de Juan, la esumeración de las piedras preciosas comienza por el jaspe. La pertenencia y correspondencia de las doce gemas sigue un orden retrógrado, comenzando por el Jaspe en Piscis, luego Acuario, Capricornio… hasta Aries en Abril. Esta sucesión corresponde no al curso anual

del sol, sino al movimiento del punto vernal en al año platónico. Lo que es de hecho espiritual se opone a lo que es a todo hecho físico. 4|Página

En los comentarios que acompañan las ilustraciones de los meses, los resultados de la investigación científica se evocan brevemente. Para mayores detalles, se consultará también un tratado de mineralogía (por ejemplo, Machatsc hki: “Spezialle Mineralogie”, Springer Verlog, 1953). El profundizar en el sentido de la ciencia goetheana, lo encontraremos en Walter Closs (Kleine Edelsteinkunde). La relación que existe entre las piedras preciosas y los meses, los signos del zodiaco y las fiestas, no se la puede comprender sino partimos no solo del objeto únicamente, sino también del trasfondo espiritual, es decir del origen y de la finalidad. Ahí también la ciencia espiritual de Rudolf Steiner aporta datos de base. Lo que constituye el fundamento común de las gemas, del hombre  y de las estrellas, es precisamente la actividad espiritual de la jerarquía de los Querubines cuyos impulsos creadores, diferenciados de las entidades espirituales inferiores se manifiestan en tanto que cosmos material. Creándolas, diferencian las doce formas principales del reino mineral y vegetal. En la organización humana, forman las partes del cuerpo los doce sentidos y los doce tipos de caracteres. Todo ello se concilia aún más por el hecho de que Cristo reunió a su alrededor de doce hombres. Por todas partes en los antiguos misterios, estas relaciones eran bien conocidas. Pero la esencia profunda de todos estos doce (existe un gran número de ellos) solo se revela cuando uno se eleva hasta las virtudes psicoespirituales y a las fuerzas fundamentales de las entidades espirituales. En relación con el zodiaco, Rudolf Steiner desarrolló en “Palabras de Verdad”, las “Doce Armonías Zodiacales”; en las conferencias de Euritmia, el

conjunto

de

actitudes

del

hombre

total, y en “AnwoisungenzuresoterischenSchulung un Selbserziehung”, las doce virtudes. Es en estos dominios que se halla más cerca de las propias entidades, pues en realidad los seres espirituales no son distintos de los idealesmás elevados que brillan en nosotros. Por otra parte los minerales son las últimas creaciones exteriores de estas entidades cósmicas, y en el seno del reino mineral, las piedras preciosas son los fenómenos en los que se hallan mejor representados los Creadores, pero también allí donde se hallan “mineralmente encarnados”. Las dificultades que encuentra la tradición en la repartición de determinadas gemas entre los signos del zodiaco proceden del hecho de que no hay más que doce piedras preciosas, teniendo en cuenta que los siete planetas y sus espíritus modifican cada una de las doce influencias del zodiaco. Tenemos pues el derecho de imaginar que existen siete grupos de doce piedras preciosas. Ello no excluye que las gemas particulares tengan suficientes propiedades como para figurar en varios grupos de doce. Estas entidades serían entonces la acción combinada de muchas fuerzas creadoras. Las doce gemas que figuran en este calendario son las del Apocalipsis. Como la imagen apocalíptica es una visión del futuro, es lícito pensar que es sobre todo en estas doce que los impulsos del futuro del “Reino de los Cielos” hallan verdaderamente lo que los “modela”. En lo relativo a estos siete grupos de doce que acabamos de mencionar, se introducirá pues un octavo: “las doce piedras preciosas del Apocalipsis”. Ello no quiere decir que estas piedras no

pueden figurar en los otros siete grupos de doce. Pero serán ellas las que aportan a las propiedades heredadas del pasado los gérmenes de propiedades del futuro. Lo que nos sorprende aquí es que la mitad de estas piedras apocalípticas pertenecen al grupo de los cuarzos y que gemas como el rubí, el diamante, el granate, la turmalina y también el cristal de roca no figuran. 5|Página

Las doce entidades espirituales del zodiaco aparecen a la visión suprasensible bajo la forma de imaginaciones animales. Eso es así también en el Apocalipsis (por ejemplo, cap. 4, vers 6-8). Sin embargo en la imaginación del futuro de la Ciudad Santa, las entidades del zodiaco se manifiestan en doce fundamentos y doce piedras preciosas, así como en doce “engarces” en donde se hallan escritos los nombres de las doce tribus del pueblo del futuro y de los doce apóstoles. Allí se revela a la visión suprasensible la acción combinada de  Jerarquías, del mundo mineral, de grupos humanos y de hombres particulares. He ahí lo relativo al futuro. Pero ¿cómo se debe pensar en la relación? Lo que une al hombre y las piedras preciosas, es de inmediato la pura materialidad. En el hombre son los doce sentidos que lo religan al mundo, abriendo el acceso a un dominio preciso, específico. La voluntad humana que fluye y refluye en esta organización sensorial se impregna en cierta medida de la Voluntad Cósmica que constituye el universo. He ahí en realidad en qué consiste la percepción sensorial. La voluntad cósmica de la Primera Jerarquía, de los Serafines, Querubines y Tronos, se convierte en el zodiaco espiritual de los cuatro principales Querubines, en algo activo en el Toro, el León, el Águila y el Aguador. Cada uno de ellos se halla acompañado de sus dos vecinos. Ser ellos la verdadera realidad del zodiaco. Y de la misma manera que al practicar virtudes e ideales el hombre en su interior, con su alma y espíritu, se pone en contacto con estas entidades, puede también, en la observación sensorial, ver como se revela la misma entidad en el mundo mineral. Ello indica que la actividad creativa de las entidades espirituales se dirige ya sea hacia el exterior, manifestándose en los minerales, las plantas y los animales, ya sea hacia el interior, en donde puede finalmente ser alcanzada en el hombre en forma de moralidad. En la materia mineral puede uno ver el fin de la actividad creadora de los Querubines, en las virtudes, su comienzo. Y entre ambos se extiende al campo de sus creaciones en los órganos y los elementos constituyentes del hombre y de los reinos de la naturaleza. En sus dos obras de base, WaltherCloss presenta la aparición de las piedras preciosas en una tierra original viviente y sus estados primitivos. Como los demás minerales, las piedras preciosas son el resultado no solo del enfriamiento de las masas de magma en fusión, sino sobre todo de una vasta desvitalización de los antiguos minerales-plantas y animales-plantas de donde nacieron por un lado los minerales y por otro, los vegetales y animales inferiores. Pero también muestra como ciertas piedras preciosas se distinguen particularmente; así por ejemplo el cristal de roca en su propagación por todo el globo y sus diez variedades de cristalizaciones, el diamante con sus cualidades llevadas al extremo, el granate con sus múltiples variedades que son casi todas piedras preciosas cuya forma permanece siempre la misma. Si ahora pasamos revista a las doce piedras del Apocalipsis, se constata que la mitad son piedras semipreciosas del grupo de los cuarzos y minerales silíceos (amatista, crisopraso, sardo, calcedonia y jaspe). En su obra, que se basa en lasindicaciones de Steiner, Gloss muestra la importancia del proceso sílice-cuarzo en los fenómenos de sensación y de percepción de la Tierra, de las plantas, del animal y del hombre. Es en el grupo de los cuarzos que se expresa más claramente la relación entre los sentidos humanos y la formación de las piedras preciosas. Ante el término de “piedra semipreciosa”, se tiene en primer lugar la

impresión puramente instintiva de algo que todavía no se ha realizado plenamente, pero es precisamente eso lo que indica que quizá lo sea algún día: se 6|Página

halla todavía a medio camino. Es esto que explica que las doce piedras preciosas del Apocalipsis son entidades que, como ya se dijo, se unen a las fuerzas del futuro. Según Rudolf Steiner, seis de ellas han aparecido al mismo tiempo que el sentido del yo, del oído, del olfato, del movimiento, de la piel (tacto) y del calor. Y sí se estudian los otros seis, se puede notar que éstos también tienen algo de piedras semipreciosas. La relación entre el Jacinto y el Zircón (Jacinto de Cailán) entre el topacio y los otros minerales fluorados, entre el beriloy el aguamarina, el crisolito y el olivino, la esmeralda y el berilo, entre el zafiro y los rubíes, prueba la existencia de dichos intermediarios. Estas seis imágenes de las gemas del Apocalipsis crean la imagen de las fuerzas del futuro de las otros seis sentidos del hombre: el sentido de la vida, del equilibrio, del pensamiento, de la vista, de la palabra y del gusto. Es necesario ahí precisar que esta repartición corresponde al aspecto del futuro de los sentidos: el aspecto de origen reclamaría una disposición totalmente distinta de los dominios sensoriales sobre el zodiaco. Pero no es aquí el lugar para entrar en dichos detalles. Intentemos elevarnos hasta la esfera original de los doce “iniciadores cósmicos” , tendremos primero que encontrar allí las cualidades morales, las

virtudes que emanan de estas entidades. Las indicaciones al respecto se las encontrará en Rudolf Steiner, en sus consejos para la meditación, ahí es significativo que un movimiento interior conduce a cada virtud en sí a sobrepasar desde el momento en que se ha cultivado ya lo suficientemente. Así por ejemplo en la evolución futura del ser humano, la devoción debido al impulso de Aries se convierte en fuerza de sacrificio. Siguiendo dichos procesos interiormente acaba adquiriéndose un sentido interior para la observación de estas piedras preciosas. Se puede entonces en cierto sentido moverse desde lo espiritual a lo material y de lo material a lo espiritual. Este movimiento interior de una esfera particular de los Querubines permite observar también el pasaje de una esfera a la otra. La expresión cósmica de este fenómeno, es la órbita de los planetas, y sobre todo del sol, a lo largo del zodiaco. Uno de los movimientos correspondientes al curso del año va avanzando de Aries a Piscis. El segundo va retrocediendo desde Piscis a Aries: es el movimiento del punto vernal. Un tercero en la serie de imágenes del Apocalipsis retrograda también desde Piscis a Aries. Un cuarto se menciona también en las indicaciones de Rudolf Steiner sobre las actitudes y gestos zodiacales (Curso de Euritmia de la Palabra). Este movimiento, total en relación con el hombre, tiene dos puntos de partida: uno en Leo, que comienza con el gesto de “entusiasmo ardiente”, pasa por Virgo … y llega hasta Capricornio (conflicto del pensamiento con el mundo). El otro punto de partida se halla en Cáncer con el motivo “impulso hacia la acción” y que pasando por Géminis llega hasta Piscis (“el evento se ha hecho destino”). Estos movimient os pueden también relacionarse con las imágenes de las piedras preciosas, presentan relaciones que corresponden a los nombres de los Espíritus de la Armonía. Cuando se consideran nuestras gemas terrestres y se las relaciona con una determinada zona cósmica, con una actitud, con una organización del hombre, se debieran tener en cuenta también las relaciones y pasos del uno al otro. Es así que se desarrollará una manera de ver, un pensamiento móvil que, no solamente capta las relaciones lógicas y tipológicas, sino que vive además de una forma real, las mutaciones vivientes, las metamorfosis físicas, psíquicas y espirituales. (Del alemán al francés por Hircillo Delacroix, del francés por Miguel LópezManrosa) 7|Página

Se puede consultar de Rudolf Steiner: “El Apocalipsis”, “La Ciencia Oculta, un Bosquejo”, “Misterios: Centros Iniciáticos”.

Correspondencias Zodiacales: Aries: Amatista  Tauro: Jacinto Geminis: Crisopraso Cancer: Topacio Leo: Berilo Virgo: Crisolita Libra: Sardo Escorpio: Sardonice Sagitario: Esmeralda Capricornio: Calcedonia Acuario: Zafiro Piscis: Jaspe

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La piedra del invierno: El Cuarzo o Cristal de Roca 1. El nombre “Kryos” significa en griego “frío”. Krystalles en griego es el hielo. Como los griegos pensaban que el Cristal de Roca es el hielo que se mantiene largo tiempo en grandes altitudes, le llamaban es este cristal “hielo”, es decir “Krystalles”.

2. En el grupo de los cuarzos, es decir, de los anhídridos cristalizados del ácido silícico existen seis formas de cristalinas: a. El cuarzo Trigonal que se transforma a la temperatura de 573° en b. Cuarzo Exagonal c.  Tridimita rómbica que se transforma a 120° en d.  Tridimitaexagonal e. Cristobalita tetragonal que se transforma a 200° en f. Cristobalita cúbica Como vemos los fenómenos cristalinos del cristal de roca son infinitamente sensibles al calor. A la temperatura ordinaria el silicio cristaliza en el Sistema trigonal trapezoidico. La sustancia del Cuarzo (anhídrido del ácido silícico) constituye el 75% de la materia químicamente identificada de la superficie de la tierra y el 14% es Cuarzo puro. El cuarzo es incoloro, claro como el agua, transparente, pero se colorea ligeramente gracias a unas minúsculas partículas metálicas que podemos encontrar en él. Aparecen variedades como la citrina (amarillo limón), la amatista (violado) y el cuarzo ahumado (marrón oscuro) hasta una variedad negra. Este cristal no es tan refulgente como el di amante, no “lanza llamaradas” no es de “fuego interior”. En su claridad de paso y desinseresada  y en su belleza, es simplemente de luz de luminosidad. 3. Los orígenes de la sustancia “ácido solícico” se remontan a todos los primeros principios de la evolución de la tierra. Según Rudolf Steiner, antes de que el Sol se hubiera separada de la Tierra y después de ello, las plantas originales nacieran sobre las vías de luz y de calor, primeramente en estadoetérico, después en estado de “hielo” portador de luz y de  forma, era el sílice. La sustancia silícica por tanto no es solamente en principio constitutivo material de la Tierra, sino también lo que le da un sentido, una dirección. Conviene consultar en este sentido, el curso de Agricultura de Rudolf Steiner. Para las plantas, los animales y los hombres, el sílice es el fundamento material de todos los órganos sensoriales y de los procesos sensoriales de percepción. De hecho juega igualmente este papel en el reino mineral terrestre entero. 4. Virtudes anímicas:Hay algo en común en todos los sentidos del hombre, un fundamento secreto en la base de toda percepción sensorial y también de toda organización que permite la percepción. Es la facultad general, tomada por sí misma, de vivir a mitad de camino entre el mundo y uno mismo, entre el objeto y el sujeto, y ello de una manera desinteresada (altruista). 9|Página

En su libro de la “Ciencia Oculta”, Rudolf Steiner, expuso que los

arquetipos luminosos de los órganos sensoriales del hombre fueron creados por los Espíritus del Amor (Serafines) en unión con los Arcángeles. Los sentidos del hombre fueron esbozados (fue depositado el germen) por una operación concertada de los Arcángeles, receptores de la fuerza de los Serafines. Podemos muy bien comprender que el mismo acto creador fue el origen de las piedras preciosas. Pero dado que la sustancia silícica se encuentra en la base de casi todas estas piedras; podemos comprender también que la misma fuerza creadora la engendró al mismo tiempo. Volvemos a hallar que es un proceso de amor y una sustancia que se encuentra también en la base de los sentidos. Pero es un amor que no relaciona a un ser con otro, está desligado de los Espíritus Creadores y se encuentra en todo el Universo, libre, disponible, siempre preparado a ser incorporado en nuestros órganos sensoriales. Es el amor en tanto que luz y la luz en tanto que amor. El silicio, es decir, el Cuarzo, proviene en último análisis del dominio sublime de los Serafines, que se encuentran sobre los doce Querubines. Esta sustancia espiritual que es el silicio original, vive en los doce sentidos del hombre y sin duda en toda la tierra, impreso en las plantas y los animales. Así pues, el silicio es “amor”, es “sacrificio” y es “sentidos”. Aparece en el Apocalipsis como materia, denominada “pared de cristal” o también “cielo de cristal” (Apocalipsis IV, vers. 6)

5. Futuro espiritual:El hombre posee doce sentidos. Pero no podrá ni ver ni sentir, si para cada uno de estos sentidos el Yo no se abre deliberadamente hacia el exterior o materia que quiere percibir, que de hecho está totalmente lleno, ya lo hemos visto antes, por la fuerza-amor de los Serafines. Ya que aquél que puede percibir es el Yo. Podemos considerar al Yo como un sentido central que puede percibir a través de todos los demás. El hombre puede repartir este sentido central sobre todos los otros, pero puede también concentrarlo, orientarlo, hacia el Espíritu y hacia el Cristo que ha bajado a la Tierra. La conciencia que percibe la cabeza se une entonces al sentimiento que percibe el corazón. y el Hombre puede concienciar al Cristo con un solo sentido, fundamento interior de estos doce sentidos. La conciencia de la cabeza, el sentimiento del corazón y la voluntad del Yo se hallan entonces fusionados en una unidad. Es también en ese momento que el hombre toma conciencia de ser percibido por el Cristo…

Este es el secreto de la festividad de Navidad. Es por eso que un cristal de roca (Cuarzo) puede depositarse delante del pesebre de Navidad… representa el “sentido” que puede percibir al Cristo.

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La piedra de la Primavera: la Turmalina 1. En el lenguaje de los habitantes de Cdilánturmalica significa piedra amarilla. 2. Cristaliza en el sistema ditetragonal piramidal. Es pleicroma(es decir, varía de color según la dirección de la mirada) casi todos los colores que varían desde el incoloro puro al negro. Es el mineral terrestre más rico en colores. 3. Origen y correspondencias vitales: la riqueza de la coloración de la turmalina demuestra su carácter floral. Es un juego de alternancias entre la floración mineral (gema) y la floración vegetal, acompañada de una floración animal (mariposa…) es una de las piedras más orgánicas.

Los prismas, en copa, son triangulares o de seis ángulos, pero sin exactitud. La forma vegetal triunfa en ella con facilidad, tiene netamente el carácter del tallo. Pues es el sol que actúa en la planta para la formación de los tallos y de las flores. La turmalina nos recuerda un tiempo en que el sol se hallaba todavía ligado a la tierra y actuaba en ella. 4. Virtudes anímicas: lo que se expresa en esta riqueza de colores de la  Turmalina es en realidad una gran riqueza anímica, en este sentido es muy superior a todas las otras piedras preciosas y ello es gracias a la diversidad de sustancias que la componen. Los siete constituyentes principales que forman la célula elemental están dispuestos en forma exagonal y de anillo de tetraedros de sílice teniendo por encima dos anillos de arcilla y de ácido bórico. Allí encontramos el sílice, el oxígeno, el aluminio, el boro, el sodio, el fluor y el hidrógeno. De hecho la turmalina tiene en ella 40 elementos de los 92 de la tabla de Hendeleieff . Es mucho más de lo que se puede encontrar en cualquier organismo. Y es precisamente porque no se ha convertido muy profundamente en mineral que pueda expresar esta multiplicidad de sustancia. Así como el cuarzo esconde el secreto de la sensorialidad, de la sensibilidad de toda la vida, la Turmalina esconde el secreto anímico en forma material. Es un acumulador y un ordenador de sustancias que intenta expresar el alma de la materia. 5. El futuro espiritual: el alma del hombre se hace carne cuando se encarna, pero no en su totalidad. Una parte del alma queda. Pero esta parte que deviene carne comporta forzosamente un oscurecimiento anímico. Y gracias a eso también el Verbo cósmico (el Logos) se encarna. Es eso lo que expresa en su principio el Evangelio de Juan. De esta manera el alma triunfa sobre el oscurecimiento debido a la carne. Y por la resurrección espiritual de a carne, ésta es vencida por la omnipotencia al alma y al espíritu. Este es el misterio de la Resurrección de Jesucristo.

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En la Turmalina, en donde toda la riqueza de la materia se ha convertido en “gema”,se entrevé algo de este misterio del futuro. Es por eso que la Turmalina se situa en Pascua entre las flores y las velas sobre la mesa.

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La piedra del verano: el Diamante 1. El nombre “Damao” significa en griego “tallar”. Adamantinos quiere decir irrompible, indestructible, sólido, y también invariable, indomable, inmodificable. Los griegos designaban al acero de la misma manera. De ahí nació la palabra “Diamante”.

2. Materialmente no existe gema más simple que el diamante. Está hecho exclusivamente de carbono puro. Su cristalización es cúbica, oloédrica y a menudo en octoedros, es un cristal plenamente desarrollado. Ello indica que se ha convertido en cristal antes de que su entorno se endureciera… las caras del cristal son netamente

curvas casi bien esféricas. Un principio esférico se sobrepone en este caso a la ley de las caras planas. Se presenta casi exclusivamente en una tierra madre, la Kinborlita. Llega, aunque raramente, de meteorito a la tierra que interiormente contiene diamante. En la tierra se forma a grandes profundidades subterráneas, bajo una enorme presión y sube bastante rápidamente hasta su tierra madre, la kinborlita. 3. Según unas indicaciones de Rudolf Steiner, el carbono es para la naturaleza la sustancia base de toda formación de estructura, de la fuerza formativa que, en las plantas, los animales y los hombre, transforma la vida (invisible) en una estructura (visible). Desde el ser tenebroso del carbón hasta el diamante, el más claro, el elemento carbono reúne en una unidad la luz y las tinieblas, la forma y la materia. El diamante, que es la más transparente y la más dura de todas las materias terrestres, es una sustancia que “nace de la luz”. En sus avatares terrestres, como el grafito, el

carbón y el carbón de madera, el carbono recapitula las fases de la evolución de la tie rra donde el “precámbrico”, pasando por el carbonífero, hasta la “Terciaria”.

El carbono, al hacerse, cae

continuamente de un estado altamente vital a otro mucho menos vitalizado. En las más antiguas formaciones del diamante, en la Kimberlita que es su tierra madre, volvemos a encontrar la fase solar de las “piedras verdes” y partiendo de esta fase el diamante se

separa en cristales. 4. Virtudes anímicas: lo que revela mejor el secreto del diamante, es el  juego que en él se lleva a cabo con la luz. Tiene un índice de refracción muy elevado, condensa la luz en él reduciéndola a la mitad de esta velocidad frontal (300.000 km/seg.). Por esta condensación de la luz en sí misma se crean una tensiones que llevan a la aparición de los colores. Es por eso el que diamante “lanza llamaradas” o posee un “fuego” interior que toma colores muy

vivos. Son como chispas cada vez que un color interno pasa a otro. Cuando se ha comprendido la luz espiritualmente en tanto que conciencia, y anímicamente en tanto que color, comprendemos 13 | P á g i n a

también, lo que es el diamante. De la luz condensada aparece el color, de la conciencia condensada y ordenada surge el alma. En los fuegos del diamante, se ven, hasta un cierto punto, los propios ojos, de la misma manera el alma nace a partir del espíritu, dado que el alma surge del espíritu que en condensado e interiorizado en razón de una resistencia. El poeta Holdorlin lo expresó así: “el anillo del

alma no creará sus bellos ramos de espuma y no se convertirá en espíritu, si la roca oscura y muda del destino no le ofrece resistencia”. En el caso del diamante y su extraordinaria dureza, que es la “roca oscura”, el diamante cambia la luz en color y el color en luz.

5. El futuro espiritual: para que el espíritu pueda interiorizarse y convertirse en alma, y para que el alma pueda aligerarse hasta el espíritu, una y otra necesitan, a pesar de todo, de la forma corporal. En el universo como en el hombre, es gracias a la fuerza formadora puramente espiritual del cuerpo, que se produce esta reunificación. Rudolf Steiner habló de esta fuerza puramente espiritual que es la base del cuerpo humano material… Le dio el nombre de “Fantasma”, en tanto germen o boceto, nació al mismo tiempo que el

diamante. Es entonces que se comienza a comprender cuál es el lazo que existe entre la formación del diamante y la formación original del hombre. Después del Pecado Original y del hecho de que el Fantasma fuera cargado de materia, el hombre paradisíaco (esbozado en estado suprasensible) bajó a la oscuridad del mundo material y llenó de materia el molde arquetípico de la pura forma corporal. Ello perjudicó al Fantasma. El Ser de Cristo, por su resurrección, ha dominado de nuevo la materia del Fantasma. A propósito de la Turmalina, podríamos decir que esta gema materialmente imita a la redención y restauración del hombre, podríamos decir lo mismo del Diamante pero formalmente. Por la Resurrección de Cristo, la forma quebrada, entenobrocida, del cuerpo humano se convirtió en luz. Desde entonces puede vivir sin pesadez alguna, en la luz. Exponer el diamante a la claridad solar de un día en pleno verano, y dejar que lance sus fuegos en la noche de San Juan, ello puede dar un rayo muy particular a esta fiesta solemne del Solsticio de Verano.

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La piedra del Otoño: el Granate 1. El nombre latino de “granum” da nombre de “Granatum” a toda piedra granulosa. 2. El grupo de granates está determinado por las alteraciones de los elementos Mn, Fe, Ca, Mng, y Al. Ligadas con otros elementos y con el ácido silícico nacen las diversas variedades de Granates. Pueden diferenciarse Siete principales: a. Granate arcilloso de manganeso: amarillo, marrón , bermejo o amarillento hasta un rojo oscuro. b. Granate arcilloso calcáreo: incoloro, verde, gris-marrón, rosa. c. Granate ferro calcáreo: marrón, rojo, verde, negro y amarillo verde topacio. Verde esmeralda, diamantino. d. Granate ferrico con titanio. Desde un rojo sangre hasta un rojo muy oscuro casi negro. e. Granate calcáreo con cromo: verde esmeralda profundo. f. Granate arcilloso con magnesio g. Granate arcilloso con hierro: granate común rojo, rojo-negro, rojo-azulado a violado. Lo que es notable, es que en estas composiciones totalmente diferentes, la forma del cristal permanece invariable. En general puede ser romboédrica, dodecaedrica simulando una gota cristalizada. El granate está muy extendido constituyendo rocas. Un punto importante como la esmeralda está totalmente cristalizado, lo que indica que se ha cristalizado antes que los esquistos que lo rodean se hayan endurecido… La roca de granate puede formar paisajes rocosos enteros. 3. Orígenes y correspondencias vitales: en las grandes rocas de esquistos verde y gris. El granate aparece como una flor o más aún como un fruto maduro. El granate rojo, el más apreciado se encuentra en las “oklogitos” acompañado de una piroxono verde.

Este conjunto forma una excelente imagen de la alegre armonía que reina en el mundo mineral-vegetal en el tiempo de la antigua fase “solar” de nuestra Tierra.

En los granates rojos y marrón bermejo, el hierro es trivalente y recuerda la sangre, mientras que en los granates verdes es bivalente, es decir, más vegetal. Dice Closs: “el granate rojo forma parte de las piedras singulares

que en la Antigüedad y la Edad Media era denominado “carbúnculo” o rubí. Entiendo con ello que independientemente de la sustancia el color recordaba a la sangre, percibiendo el ideal purificado, casto y ejemplo de toda pasión, de la sangre humana”.

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4. Virtudes anímicas: estas indicaciones de Closs nos develan el secreto del Granate. Novalis nos lo describe en su “Enrique de Offerdingron”:

Es él en la piedra un signo enigmático, Profundamente grave en su sangre hirviente, Podría compararse con un corazón En el que reposa la imagen de lo desconocido En aquella aparecer vemos miles de rayos, En este una oleada ligera y clara…

 Toda la luz en ello reposa enterrada ¿Contendrá también él del corazón a corazón? Así la sangre del hombre tiene siete funciones: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

 Transporta la vida  Transporta las sustancias Es el órgano del “yo”

Engendra el calor Permite la comunicación del cuerpo y el alma Acoge el karma Es la mediadora entre la respiración y las percepciones sensoriales.

Finalmente la sangre, que se engendra a sí misma, esconde en ella todos los estados evolutivos pasados, igual como un germen guarda en él todos los estados futuros. “La sangre es un jugo muy particular” (Steiner).

En tanto que materia, es sobre todo alma y espíritu, pero en tanto que alma  y espíritu, es sobre todo materia. Su totalidad séptuple se refleja posiblemente en las siete variedades del Granate. 5. La enfermedad más grave de la sangre es la sentirse extranjera a sí misma, de la manera que sea; es el desacuerdo del Hombre consigo mismo, la pérdida de su identidad, la pérdida de su espiritualidad. La expresión de esta enfermedad es que la circulación y la pulsación de la sangre están frenados, es el miedo. Toda especie de miedo es en realidad enfermedad de la sangre. Pero transformado libremente su espíritu (tanto en el pensamiento como en la voluntad) cabe el espíritu del Universo. El hombre toma parte en el gran combate contra el miedo, que Rudolf Steiner relacionó con el misterio micaélico del Otoño. En el puro cristal dedocaédrico del granate, atravesado de una luz roja sangre podemos percibir una sangre librada del miedo y llena de coraje. Es por eso que en la mañana de la fiesta de San Miguel podemos colocar el Granate entre las plantas sobre la mesa.

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