Las palabras de Manul. La plebe porteña y la política en los años revolucionarios - Gabriel Di Meglio – Tiempo y espacio: Febrero de !" – #$angadores %rente a una tienda& $ablando de lo sucedido unos días antes 'ue tenía convulsionada a la ciudad& en particular& a los barrios de Monserrat y #oncepci(n. )ec$o: *argentos& cabos y soldados del tercer tercio cívico& es decir& del cuerpo de pardos y morenos de la milicia de la ciudad& $abían desobedecido la orden del Gobierno y del #abildo de abandonar sus casas para acuartelarse y $abían tomado las armas para resistir la medida. +llí es donde tiene lugar el discurso de *antiago Manul ,& el cual va $ilando el trabao de Di Meglio. “Aquí no tenemos padre ni madre, vamos a morir en defensa de n uestros derechos. derechos. El gobierno es un ingrato, no atiende a nuestros servicios, servicios, nos quiere hacer esclavos, yo fui con seis cartuchos al cuartel y por el momento conseguí quien me diese muchos”
Discurso de *antiago Manul rop(sito del autor: - Descomponer al escena y el discurso& para reconstruir no s(lo el leva levant ntam amie ient ntoo mili milici cian anoo del del vera verano no de ! !"" sino sino tamb tambi/ i/nn la carac caracte terí ríst stic icaa de la participaci(n plebeya en la política porteña en los años revolucionarios revoluc ionarios - +tender a c(mo %ue la participaci(n política de la plebe porteña 0#u1l es la plebe o bajo pueblo2 La totalidad de los los habitantes de Buenos Aires que no eran considerados considerados de color blanco –los
negros& pardos& trigueñostrigueños- eran parte de la plebe& pero tambi/n $abía una gran
cantidad de plebeyos blancos& 'ue no recibían antes de sus nombres el título de don3doña.
4bligar a la tropa a permanecer en el cuartel en previsi(n de alguna alteraci(n del orden p5blico 67+89. , *oldado del tercer tercio cívico.
+'uellos 'ue tenían ocupaciones sin cali%icaci(n& la mayoría de 'uienes realiaban tareas manuales& los mendigos y pobres tambi/n eran parte de la plebe. La plebe porteña incluía en sus %ilas a todos los 'ue compartían una posición subalterna en
la sociedad por su color& su ocupación& su falta de “respetabilidad” –el
título de don3doña-& su pobreza material& su lejanía de las áreas de decisión política & sus lugares de sociabilidad& su inestabilidad laboral& su movilidad espacial frecuente y dificultades para formar un hogar propio.
sus
8sta amplia %rana de poblaci(n de la ciudad
de ;uenos +ires era un grupo altamente heterogneo& multitnico y multiocupacional& internamente erar'uiado. !ui con seis cartuchos al cuartel
8sta a%irmaci(n& remite a la %unci(n militar de *antiago Manul. 8l autor en este apartado va a dar cuenta de las características de la milicia en la sociedad colonial. La milicia era una organización fundamental en la sociedad colonial. Todos los $ombres de entre "# $ %& a'os eran milicianos& y se agrupaban por arma& color de piel y lugar de procedencia de sus miembros.
*olamente los pobladores con un domicilio fijo
entraban en la milicia& para lo cual estaban inscriptos en un padr(n. Durante ocho a'os& un miliciano debía $acer un servicio activo. (i era movilizado recibía un estipendio& pero %uera de esos momentos no se le pagaba nada. #umplido el período activo& el miliciano se convertía en pasivo& es decir 'ue s(lo era convocado en caso de emergencia. )n miliciano no era un militar* sino un vecino en armas+ su ,nica función era la defensa del propio territorio-
Tras la reconquista& la nueva milicia tom( el ordenamiento del reglamento borb(nico: los batallones se organiaron de acuerdo al lugar de origen y color de piel. "& cuando estall( en ;uenos +ires un movimiento del #abildo -con apoyo de
algunos cuerpos milicianos peninsulares- en contra del virrey *antiago de Liniers& /ste obtuvo la ad$esi(n de cuerpos m1s poderosos como los patricios& arribeños& el batall(n de castas y los granaderos. 4s decir* que las milicias comenzaron su e7periencia en movilizaciones que e7cedían su teórica función militar para definir situaciones de poder local
8n mayo de !>& cuando #isneros %ue desplaado y se erigi( una ?unta de Gobierno
-cuyo presidente *aavedra era el comandante del regimiento de patricios-& /sta de%ini( una serie de cuerpos de e/rcito regular en base a la milicia y los mando a e@pediciones para $acerse obedecer al araguay y al +lto er5& lo 'ue iba en contra de la tradici(n por el cual el miliciano no podía ser convertido en veterano& pero el entusiasmo del momento revolucionario logr( 'ue esa operaci(n no generara resistencias. 8esde entonces los miembros de la plebe porte'a participaron de dos e7periencias militares paralelas a lo largo de la dcada de "9":; muchos integraron las fuerzas revolucionarias que marcharon a las campa'as de la que pronto devino en guerra de independencia+ muchos otros siguieron vinculados a la milicia- La
di%erencia entre unos
y otros no era social o racial sino de relaciones= 'uienes contaban con una larga residencia y un domicilio reconocido goaban de cierta protecci(n contra el alistamiento por parte de pe'ueñas autoridades urbanas.
Durante los primeros dos años revolucionarios& la situaci(n de la milicia %ue muy
con%usa puesto 'ue %ue trans%ormada en e/rcito regular.
osteriormente& en maro de !,& el gobierno impuls( su reorganiaci(n para la
de%ensa de la ciudad& dividiendo a la ciudad en dos cuerpos milicianos: uno del norte y uno del sur. 8ste intento no lleg( a buen t/rmino y en septiembre del mismo año& el gobierno dispuso otro sistema. *urgieron así los tercios cívicos& organiados de acuerdo a la
espacialidad urbana y a la di%erencia racial: el primer tercio& agrupaba a la gente del centro de la ciudad –era m1s pe'ueño y alistaba a muc$os miembros de la elite-= el segundo tercio en los barrios m1s aleados del centro incluía a muc$os plebeyos en sus %ilas= y el tercero& a pardos y morenos libres de toda la ciudad. 8n este 5ltimo $ubo en cambio respecto al período colonial& ya 'ue desde mayo de !A& se nombraron varios o%iciales Bde su claseC. Los orígenes de este nuevo sistema no fueron mu$ auspiciosos $a que los cuerpos tenían una capacidad operativa limitada $ estaban pobremente armados
7eci/n en !A la milicia volvi( a cobrar importancia& durante el alamiento liderado
por el #abildo en abril de !A contra el Director *upremo #arlos de +lvear.
+l poco tiempo& %ue sancionado el 8statuto rovisional& donde se decidi( 'ue los tercios
cívicos 'uedaban bao el mando del #abildo de ;uenos +ires& 'ue designaba a los e%es y a los o%iciales. 8ra tambi/n el encargado de pagarle a la o%icialidad y a los cabos y sargentos. 8ste 8statuto establecía 'ue eran soldados cívicos todos los pobladores americanos y e@traneros con cuatro años de residencia& entre los A y los > años. +un'ue los cuerpos debían obedecer al gobierno& si el #abildo sostenía 'ue a'uel no $abía cumplido con el 8statuto rovisional& la milicia 'uedaba e@enta de esa subordinaci(n.
#on el 8statuto de !E& el gobierno recuper( cierta autoridad sobre los cívicos al
empear a elegir /l a sus o%iciales& pero los tercios siguieron %uertemente ligados al #abildo. *u peso militar %ue aumentando por el $ec$o de 'ue la duraci(n de la guerra $io 'ue el e/rcito regular en ;uenos +ires tuviera una presencia cada ve menor= y tambi/n se increment( su peso político& dado 'ue en la segunda mitad de la d/cada de !> 'uien 'uisiera realiar cual'uier acci(n política en la ciudad no podía dear de tener en cuenta la %uera de la milicia. 7evistar en los distintos cuerpos militares cre( laos $oriontales ine@istentes previamente en los plebeyos. +simismo& un e%ecto de esta militariaci(n urbana %ue 'ue los soldados& cabos y sargentos comenaron a identi%icarse como miembros de un mismo cuerpo militar: granaderos& caadores& dragones& $5sares& cívicos& etc. De esa identi%icaci(n interior a los cuerpos militares devinieron las rivalidades entre los di%erentes regimientos 'ue muy a menudo originaron peleas. ero tambi/n %ue la base para el surgimiento de acciones colectivas. 2amos a morir en defensa de nuestros derechos
La sociedad colonial era legalmente desigual& pero con la 7evoluci(n $ubo un cambio muy importante en esta cuesti(n: los hombres movilizados militarmente tuvieron la posibilidad de reclamar de modo menos ordenado* con las armas en la mano- La cuestión de los derechos fue una de las que más generó acciones populares entre "9": $ "92 + partir de los testimonios de los contempor1neos 6)alperín Dong$i& Levene& 7omero& aos& entre otros9& Di Meglio da cuenta 'ue la participaci(n de algunos plebeyos parece cierta& aun'ue es claro 'ue el cambio %ue %undamentalmente protagoniado por integrantes de la elite porteña. )no de los efectos de la =evolución fue que acercó mucho al gobierno a toda la población porte'a- *e
$io m1s presente 'ue antes tanto por su presi(n para ganar
ad$esiones populares y recursos& como por la 'ue eerci( para perseguir a los enemigos de H Levantamiento por encontrarse el capit1n apresado y la tropa lo 'uería libre para 'ue pudiera llevarles dinero para sus $aberes. I Frustrado intento de rebeli(n de los granaderos de Jn%antería. A Dos sargentos acusados de persuadir a otros sargentos para %ormarse en la laa con todos los cañones y pedir 'ue se les pagase. Karios sargentos y soldados enviados a *anta Fe& %ueron acusados de impulsar una sublevaci(n para remover a los e%es& robar los %ondos del e/rcito y pasarse a la gente sublevada 'ue se $allaba en 7osario.
la nueva situaci(n. 4l bajo pueblo porte'o empezaría a cumplir el posible papel de una plebe capitalina* participando en eventos que provocaron cambios en un gobierno cu$as decisiones afectaban a buena parte del que fue hasta "9": el 2irreinato del =ío de la .lata
rimera intervenci(n popular en las ornadas del A y de abril de !: di%erencia entre
morenistas y saavedristas. 8stos 5ltimos organiaron una moviliaci(n 'ue se present( ante el #abildo y entreg( en nombre del pueblo un petitorio para ser dirigido a la ?unta. La solicitud %ue aprobada y desemboc( en la e@pulsi(n de los vocales morenistas& 'ue %ueron desterrados de la ciudad. 0or 'u/ los plebeyos participaron del movimiento2 Muc$os %ueron siguiendo a los alcaldes& pero /stos no s(lo apelaron a su in%luencia sino 'ue tambi/n utiliaron un argumento 'ue %igur( primero en el petitorio dada su importancia: B'ue se e@pulsen de ;uenos +ires a todos los europeos de cual'uier clase o condici(nC. #omo los morenistas $abían de%endido la permanencia de los peninsulares en la ciudad& la identi%icaci(n entre unos y otros %ue %1cil. 8l $ec$o de 'ue los saavedristas decidieran impulsar una moviliaci(n popular obedeci( a 'ue %ue la 5nica manera 'ue $allaron de legitimar su acci(n. 8l pueblo e@igía la modi%icaci(n. 8stas ornadas permitieron 'ue una moviliaci(n popular lograra cambios en el gobierno.
8n septiembre del mismo año& se organi( un #abildo +bierto 'ue despla( a los
saavedristas por un Triunvirato. Los protagonistas intentaron evitar la participaci(n popular& lo 'ue da cuenta de 'ue /sta ya era parte del uego político.
8n ulio de !,& se dio la conspiraci(n de laga& 'ue agit( a la poblaci(n y no la
calm( ni si'uiera el $ec$o de 'ue los implicados %ueran condenados a muerte y eecutados.
8n octubre de !,& se reunieron en la laa de la Kictoria los cuerpos militares& grupos
de plebeyos y varios miembros de la elite 'ue respondían a la Logia Lautaro. *e present( en nombre del pueblo& un petitorio al #abildo solicit1ndole 'ue reasumiera el mando y 'ue el gobierno renunciara. La presencia plebeya en esta oportunidad se debi( a la acci(n de uno de los e@ integrantes del Triunvirato& ?uan ?os/ aso& 'ue se sum( a la moviliaci(n promoviendo sus propios intereses& ya 'ue su $ermano tenía estrec$os vínculos con dos abastecedores de %orrae de algunos cuarteles militares. ste parece $aber conducido una BpeonadaC a la plaa. La reelecci(n de aso como triunviro %ue indudablemente asegurada por la presencia de un numeroso grupo de ad$erentes.
Durante el predominio de la Logia Lautaro& se increment( la presi(n gubernamental para
obtener soldados. Las levas se $icieron m1s intensas& los esclavos empearon a ser rescatados por el 8stado para servir el e/rcito y los presos %ueron enviados a combatir. 8n maro de !A& la moviliaci(n de muc$os peones de panadería& perudic( la producci(n de este alimento b1sico y la aplicaci(n de un impuesto sobre el pan para %inanciar la guerra& provoc( un aumento en su precio. 8sta medida a%ect( a la plebe urbana y contribuy( al odio popular contra el segundo Director *upremo. 8sto llev( al #abildo a reasumir el mando& en abril de !A& apoyado por buena parte de la poblaci(n porteña. 8l Director se vio obligado a renunciar y tuvo 'ue marc$ar al e@ilio. 4s decir* que la =evolución trajo una intervención activa* subordinada pero decisiva* de los plebe$os en asuntos ligados con el gobierno-
/o atiende a nuestros servicios
8l no reconocimiento de sus servicios era la causa por la cual Manul acusaba al gobierno de ingrato. 5.ero a qu servicios se refería6 8n primer lugar& pareciera 'ue a los 'ue $abían cumplido como milicianos. +l mismo tiempo& podría estar aludiendo a los servicios 'ue el grupo al cual dirigi( sus palabras& plebeyos& cumplieron por la patria. 8l $aber prestado servicios a la patria se convirti( en un elemento %undamental para legitimar las acciones de una persona. Jncluso las mueres 'ue no tenían participaci(n militar& acudían a este motivo en sus solicitudes. +'uellos 'ue sostenían 'ue $abían servido a la patria creían 'ue esa acci(n les $abía brindado derec$os en el sistema a cuya con%ormaci(n $abían contribuido. La identi%icaci(n con la patria empe( a incluir así un aspecto social. La disyuntiva del momento era americano o sarraceno –remitía a los moros& combinando la situaci(n de e@tranero con la de $eree-& polariaci(n 'ue contribuy( a integrar del lado americano a todos los 'ue no eran peninsulares. La 7evoluci(n se proclam( como una regeneraci(n política& y apel( a la identi%icaci(n de la poblaci(n de ;uenos +ires en contra de sus nuevos enemigos& los mandones& 'ue progresivamente %ueron identi%icados a su ve con los europeos. Las sospec$as contra los sarracenos continuaron a lo largo de toda la guerra de independencia. na serie de citas da cuenta de c(mo se e@tendía una cadena de conceptos positivos: nuestro sistema – +m/rica – la causa – la patria= y /stos se en%rentaban con los mandones –
sarracenos – la 8uropa – el 7ey. La viea tríada –Dios& atria y 7ey- se $abía roto: la religi(n no se discutía& pero a$ora el rey se oponía a lo 'ue result( m1s importante: la patria-
#on el %in de la guerra& el aleamiento de la amenaa española y el triun%o del sistema republicano& la tensi(n con los peninsulares 'ue seguían residiendo en la ciudad perdi( intensidad. Mientras los 'ue no $abían $ec$o nada se $abían apropiado de la ri'uea en los años revolucionarios& los 'ue arriesgaron su vida por la causa de la patria& y las viudas de los 'ue la perdieron& estaban inmersos en la pobrea. 8sto contribuy( a crear un clima de descontento social 'ue estaría presente en la %undamental participaci(n popular en la política porteña de las d/cadas de !,> y !H>. /os quiere hacer esclavos
ara muc$os la patria comen( a ser un $orionte de libertad& en particular para los $ombres& dado 'ue varios %ueron comprados por las autoridades a sus amos o a veces donados por /stos para la guerra. La promesa de ser libres aguardaba al %inal del servicio. 8n cuanto a su lugar de subalterno& se mantuvo& pero simb(licamente tuvieron un ascenso al entrar en el bando americano. La libertad de vientres sancionada en !H contribuy( sin duda a la ad$esi(n de los negros a la causa revolucionaria& y varios empearon a apelar a esa decisi(n para buscar su libertad. 8n ese motín de !"& la tensi(n racial estuvo m1s 'ue presente. +l acusar al gobierno de 'ue Bnos 'uiere $acer esclavosC& Manul acudía a lo 'ue posiblemente %uera la mayor a%renta para un grupo de negros libres. Aquí no tenemos padre ni madre
La %rase de Manul pudo $aber remitido a la %alta de arraigo de algunos negros en ;uenos +ires& pero tambi/n a la sensaci(n de ruptura de la relaci(n con las autoridades& de las 'ue muc$as veces se esperaba un comportamiento paternal.
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