Las Muertas y Las Poquianchis

November 27, 2018 | Author: Era Mar | Category: Narration, Humour, Philosophical Science, Science
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La violencia en Las muertas de Jorge Ibargüengoitia y Las Poquianchis de Felipe Cazals...

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Universidad Universidad Nacional Nacional Autónoma Autónoma de México Opt. Libre. Literatura mexicana 9 Por. Martínez Pea! "lse #randi

$aracterización de un %ec%o violento& Las muertas ' Las poquianchis #l crimen ' la violencia son temas recurrentes en la literatura ' el cine. La manera en (ue  podemos contar una u na %istoria nos abre abr e in)initas posibilidades. *especto *esp ecto a narrar un asesinato se abren dos visiones elementales ' comunes& la primera de ellas se acerca m+s a la crónica! (ue se vale de los datos duros! testimonios ' sobre todo de los %ec%os para contarla, mientras (ue la otra )orma exa-era los %ec%os para así -enerar un ma'or e)ecto de impresión en la %istoria. Probablemente esta ltima la emparentaríamos m+s )+cilmente con la nota ro/a o el cine incrustado en este -énero! en donde se busca un ma'or e)ecto. Podemos decir! entonces! (ue el tratamiento de la violencia en los medios ' en el arte se encuentra en una constante trans)ormación! 'a (ue tiene repercusiones en la )orma de representación ' en la )orma en (ue se percibe. 0e a%í (ue el narrador )ílmico ' el literario presenten ciertas di)erencias! al construir una %istoria! 'a (ue cada una de estas disciplinas puede -enerar m+s de una )orma de narración. #n primer lu-ar tenemos a la literatura! la cual muestra a un narrador de)inido ' estudiado! mientras (ue el cine nos %a contrariado con la supuesta existencia de este elemento tan necesario. Pero %asta (ué punto  podrían ser comparables estos narradores ' de (ué se valen cada uno de ellos para contar la misma %istoria ' representar la violencia insertada en ambas %istorias! en este caso& Las muertas de "bar-1en-oitia ' Las poquianchis de 2elipe $azals.

Primeramente %a' (ue aclarar la ima-en (ue tenemos acerca del narrador )ílmico!  puesto (ue considerar (ue la literatura ' el cine pueden tener un narrador! podría resultar  1

osado ' contradictorio! pues suele ser inmediata la asociación (ue %acemos de la )i-ura narrativa con las letras. Para esto es necesario desape-arse de las normas estrictas (ue de)inen a un narrador 3comn4 ' comprender (ue éste puede narra %istorias )uera de un  plano lin-1ístico! es decir! aceptar (ue una serie de im+-enes (ue se muestran en un )ilm nos est+n contando una %istoria! pues %a' (ue 3considerar como narración el mane/o de elementos audiovisuales no participantes de los códi-os lin-1ísticos45 (ue con)orman una %istoria ' de los (ue se vale el narrador )ílmico, de a%í (ue sea posible ase-urar la existencia del narrador! el cual desempea )unciones especí)icas como& encuadres! planos! secuencias! arte! etc.! para construir una %istoria.

La

)unción de un narrador dentro de una %istoria es diversa! 'a (ue puede narrar desde su  perspectiva o desde la de varios persona/es. #n la novela  Las muertas  aparece una multiplicidad de voces entre la tercera persona 6el narrador7 ' la primera persona 6los  persona/es7! lo cual dota de un sentido testimonial a la obra ' esto repercute evidentemente en el tratamiento de la violencia! pues al estar plasmadas las voces de los persona/es! la lectura ad(uiere un estilo directo ' se puede percibir el tono en (ue %abla cada uno de los entes )iccionales. Por e/emplo& $omo pasó el tiempo ' el licenciado *endón no apareció! ellas tuvieron (ue contestar sin conse/o a un interro-atorio preliminar. Pre-unta& 8A (ué atribu'e usted la presencia de tres cad+veres en el corral de su casa *espuesta&  No sabemos nada de eso. Quién sabe quién los habrá puesto allí . O  bien& Pre-unta& :arias mu/eres empleadas se (ue/an de (ue ustedes estaban mat+ndolas de %ambre. 0icen (ue le daban de comer nom+s una tortilla ' cinco )ri/oles a cada una. 8;ué responde usted a esto *espuesta&  Es mentira.  Les dábamos lo mismo que se come en todos lados.  Hasta sopa de  fideo.<

1 Granados Garnica, Víctor. La frontera del narrador , p.7. 2Jorge, Ibargüengoitia. Las muertas, p.63. 2

#n la cita anterior podemos observar (ue existe un di+lo-o ' (ue la presencia del narrador no es tan evidente! puesto (ue no repara en (uién de las %ermanas %a contestado. #ste tipo de narración nos remite m+s a la estructura de la película en donde en diversas ocasiones los persona/es est+n rindiendo declaración! es decir! %a' un acercamiento a las  prota-onistas! las cuales se expresan en estilo directo. #sto nos permite observar el tono sarc+stico en (ue una de las %ermanas responde al interro-atorio a)irmado& 3Les d+bamos de comer lo mismo (ue en todos lados. =asta sopa de )ideo4. $on la )rase anterior podemos intuir (ue "bar-1en-oitia pretendía dotar de un doble sentido al texto! es decir (ue la interpretación se constitu'e de un tono sarc+stico aunado a la identidad de las %ermanas >alardo. 0e esta )orma "bar-1en-oitia lo-ra violentar al lector mediante )rases contundentes (ue revelan la intención de sus persona/es. A%ora bien 8$ómo repercute la violencia en el texto )ílmico ' en el texto literario!  para ello recurriré al texto de ?alvador #lizondo titulado&  De la violencia (ue aparece en Cuadernos de escritura. @l de)ine la violencia como 3el acontecer (ue desordena una

estructura o una continuidad4! es decir una especie de ruptura de cual(uier acontecer (ue a)ecta una cuerpo. #n este caso la literatura ' el cine representan un cuerpo (ue puede violentarse de di)erentes maneras. #n la novela "bar-1en-oitia rompe la continuidad de la %istoria ' desconcierta al lector! cuando violenta el len-ua/e de sus persona/es ' aparece el %umor ne-ro! este representa un componente indispensable en la obra! puesto (ue revela una lectura divertida de %ec%os tr+-icos (ue di)ícilmente podrían ser interpretados de esta )orma. #s importante decir (ue para leer Las muertas es necesario %acer una lectura 3a la mexicana4 o por lo menos tener un ba-a/e amplio de nuestra cultura %umorística! 'a (ue esto permite (ue un %ec%o tan -rave pueda convertirse en motivo de risa. #sta libertad %umorística encuentra 3

cabida ' aceptación en nuestro modo de vida! pues se convierte en un /ue-o libre ' necesario en nuestra cultura. La decodi)icación del %umor ne-ro no es sencilla! sólo se lo-ra cuando el lector comprende en su totalidad el mensa/e! es decir! cuando se da cuenta de (ué )orma debe ser leído e interpretado! 'a (ue este puede estar car-ado de ironía sarcasmo o %umor ne-ro! en al-unos casos aparecen varios elementos /untos. >astaría citar  un pe(ueo )ra-mento para demostrar lo anterior. ?era)ina (uería un arma -rande! aun(ue al dispara ella tuviera (ue sostenerla con ambas manos aunque la bala al entrar al pecho de la víctima le abriera un boquete en la espalda. Bodos estos de)ectos (uedaban compensados! en opinión de ?era)ina! con la se-uridad (ue un arma de esta índole le daba de (ue el 3a/usticiado4!  !a herido no iba a ir  caminando hacia ella con la mirada de loco ! los bra"os abiertos como si quisiera darle un abra"o.#

 "bar-1en-oitia comienza narrado una escena tr+-ica! a continuación la retoma con un de/o de %umor ne-ro. ?in embar-o! 8dónde est+ la violencia #l lector atento se dar+ cuenta (ue no est+ en el %ec%o en sí! es decir! en la bala impactando al cuerpo! sino en la perturbación del len-ua/e& la burla ' el %umor ne-ro! lo cual permite sobrellevar la lectura ' comprender  la )inalidad de esta& de a%í (ue la revalorización de lo tr+-ico por medio de la burla descolo(ue al lector.

A%ora

 bien! me en)ocaré en el )ilm  Las poquianchis  la primer secuencia comienza con la apre%ensión de las %ermanas! se en)oca la casa ' ense-uida se observa como empiezan a lle-ar las patrullas ' la prensa. Posteriormente descubren los cad+veres enterrados ' se %ace evidente la )i-ura de los periodistas. #l narrador )ílmico estructura la %istoria de manera di)erente! 'a (ue intercala las %istorias ' resuelve la multiplicidad de voces (ue aparecen a lo lar-o de la obra literaria! narrando varias %istorias en tiempos mu' reducidos ' %ace los di+lo-os de los persona/es precisos ' directos. #sto provoca (ue la con)rontación de los 3 Ibargüengoitia, Jorge. Las muertas, p. 34. 4

actores sea recurrente! por lo tanto el tratamiento de la violencia es muc%o m+s impactante ' constante durante el )ilm. #sto desencadena una serie de rias entre las prostitutas! las cuales al sentirse violentadas e/ercen violencia a sus compaeras. Los %ec%os $alzas los retrata de una manera evidente pues lo -olpes ' la mar-inalidad de las prostitutas es evidente! casi -rotesco.

?i-uiendo

a #lizondo entendemos (ue el )ilm es un cuerpo! el cual puede violentarse! en este caso! mediante la c+mara! la cual rompe la continuidad de la %istoria en diversas ocasiones revel+ndonos im+-enes tr+-icas ' violentas en las (ue se %ace terminante la condición de carcelerías de estos persona/es ' se representa la violencia mediante& -olpes! -ritos ' l+-rimas. Adem+s! $azals se vale de muc%os recursos como& encuadres cerrados! en picada ' close up! para %acer én)asis en los actos violentos! en donde re)le/a los sentimientos '  pensamientos de los persona/es.

A

di)erencia

de

"bar-1en-oitia (uien violenta el len-ua/e! $azals utiliza el narrador )ílmico para representa im+-enes violentas! el cine! al estar con)ormado por im+-enes posee la venta/a de tener un ma'or impacto en el espectador por lo (ue el tratamiento de la violencia es muc%o m+s directo& los cad+veres! el asesinato! las violaciones! las -olpizas ' los casti-os. Otro recurso del (ue se vale el director para -enerar violencia es incluir escenas escatoló-icas las cuales nos revelan las condiciones en las (ue vivían las prostitutas. La utilización de voz narrativa en ambas versiones permite ver los recursos (ue utiliza cada narrador ' su respectiva solución a la multiplicidad de voces ' al tratamiento de la violencia, debido a (ue abordan el mismo crimen. 0e a%í! (ue la versión literaria responde m+s a una noción periodística! en la cual se violenta el len-ua/e ' se lle-a al %umor ne-ro! en donde se comprueba (ue no es necesario un contacto directo 6real7 para %acer evidente el discurso cómico ' (ue un %ec%o 

tr+-ico puede leerse de una manera di)erente! siempre ' cuando el lector sepa desci)rar el tono de la obra.

#n el caso del narrador )ílmico! este recurre a

un e)ecto similar al de la nota ro/a! %ace explícito elementos escatoló-icos ' violentos. Adem+s de (ue muc%as de las soluciones (ue encuentra el cine para narrar esta %istoria es (ue puede concentrar ma'or intensidad en una sola ima-en! por lo tanto su estructura es m+s libre, mientras (ue el narrador literario intercala las voces en ma'or o menor -rado a lo lar-o de la novela! para así reconstruir una %istoria verosímil con base en los testimonios de las víctimas.

6

>iblio-ra)ía& #lizondo! ?alvador. Cuadernos de escritura. 2$#& México!
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