Las Leyes Espirituales Del Universo

January 5, 2018 | Author: Iamzen | Category: Life, Soul, Love, Mind, Universe
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LAS LEYES ESPIRITUALES DEL UNIVERSO ALBERTO MERLANO ALCOCER1 PRIMERA VERSIÓN 2007 INTRODUCCIÓN El objetivo principal del presente artículo , es resumir en un solo texto lo que los autores del Kybalion 2 – desconocidos -, Gerardo Schmedli ng – según la presentación de Luz Stella Solano en su libro Leyes del Universo y evolución de consciencia3 - y Deepak Chopra en Las siete leyes espirituales del éxito 4, consideran las leyes espirituales fundamentales del universo. Igualmente suministrar algunas orientaciones para hacer mejor uso de las mismas. He unido sin integrarlas del todo, en una sola las leyes que me parecieron tenían elementos en común. Igualmente he cambiado el nombre de varias usando términos que me parecieron más claros e incluyentes, para lectores con poca familiaridad con estos temas. He prescindido de las leyes cuya aplicación está implícita en las presentadas o a las que no les vi relación estrecha con los fines de este trabajo. Después de esto presento algunas reflexiones personales que se relacionan con la ley de la unidad, el poder del pensamiento, los niveles de consciencia, la meditación contemplativa, la polaridad entre el bien y el mal, el arte de amar y la vida después de la muerte. Por último he incluido adaptaciones de una serie de columnas que fueron publicadas en la revista PODER, y que en forma extensa aparecen en un trabajo previo de mi autoría Prácticas para Desarrollar la Auto-Consciencia,5 también usado como fuente en esta monografía . Con estos artículos pretendí ayudar a quienes lo desearan en su camino 1

Administrador de Negocios de EAFIT. MBA Universidad del Valle. Consultor FILOSÓFICO con énfasis en Manejo de Conflictos desde el SER. Profesor de las Facultades de Administración de la Universidad de los Andes de Bogotá y de la Universidad del Norte de Barranquilla. 2

Existen muchas ediciones de este libro de diferentes casas editoriales. Hay disponible un resumen y adaptación tomado de una reproducción hecha por Diego Alejandro Muñoz, a disposición de los interesados, solicitándolo a [email protected]. 3 4

Edición de circulación restringida. Puede solicitarse a Luz Stella Solano [email protected]

Las siete leyes espirituales del éxito. Editorial Norma. Bogotá D. C. 1995. También es recomendable del mismo autor El sendero del mago Editorial NORMA. Bogotá, 1996. Hay disponible extractos de ambas obras que pueden ser solicitados a la dirección electrónica señalada en la nota de pie de página No. 2 . 5 Publicada en la revista Pensamiento & Gestión de la División de Ciencias Administrativas de la Universidad del Norte en Diciembre del 2004 No. 17

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espiritual, mediante el suministro de algunas recomendaciones prácticas, vinculadas con las leyes espirituales del universo. Espero que este resumen, ayude a mis estudiantes de Epistemología de la Espiritualidad, Manejo de Conflictos desde el SER, y Gestión Humana Corporativa, a entender mejor el mapa del territorio al que llamamos vida pudiendo al hacerlo, manejar en mejor forma las condiciones de su existencia y avanzar en el proceso de desarrollo de su auto-consciencia. LAS SIETE LEYES ESPIRITUALES DEL UNIVERSO La mayor parte de los maestros espirituales sostienen que la evolución en consciencia de la humanidad, tanto a nivel individual como colectivo, está regida por leyes tan exactas como las que se han descubierto para el mundo material a través de la física y las demás ciencias naturales. Mientras no se conocen la Leyes, se violan sin saberlo, produciendo sufrimiento a uno mismo y a los demás. El no conocerlas no quiere decir que no nos apliquen. Se sufre porque consciente o inconscientemente se actúa en contra de las Leyes Espirituales que rigen nuestra evolución; esto permite reconocerlas para evitar transgredirlas y vivir en forma más armónica con la voluntad de DIOS. Aprendemos de las experiencias de sufrimiento o armonía de nuestra vida cotidiana. Si los resultados son amargos, las experiencias se repetirán hasta que el dolor nos sature. Entonces iniciamos conscientemente un proceso de evolución hacia nuevos estado de consciencia. Esto es lo que los hindúes y budistas llaman KARMA, un proceso de aprendizaje a través de los resultados positivos o negativos de nuestras experiencias. Las Leyes son las siguientes: 1. TODO ES ESPÍRITU. Este principio, también conocido como la Ley de la Unidad, establece que el universo, incluyendo a uno mismo, es una creación mental del espíritu, como un sueño de la mente divina. Estamos en DIOS y DIOS está en nosotros, somos iguales en esencia aunque distintos en consciencia. Somos cocreadores con DIOS de nuestra propia realidad. El universo físico no es otra cosa que DIOS plegado sobre sí mismo para experimentarse como alma, mente, energía y materia. Todos los procesos de la creación son medios a través de los cuales la DIVINIDAD se expresa. Cada ser humano debe descubrir quién es, percatarse por su cuenta de que el verdadero YO es un centro de consciencia de DIOS y que somos en esencia hijos suyos que hemos adoptado una forma física para manifestarnos. No somos seres humanos que tienen experiencias espirituales ocasionales, sino seres espirituales

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que tienen experiencias humanas ocasionales. No tenemos un ALMA somos el ALMA. 2. PENSAR ES CREAR. Los pensamientos son cosas, energía programada que tiende a materializarse. Ellos determinan lo que se manifiesta en función de la claridad de nuestros propósitos y la fe que tengamos en su logro. De esta se derivan tres de las leyes señaladas por Deepak Chopra. La primera la Ley del Deseo. Todo el universo, en su naturaleza esencial, es expresión de información y energía focalizada: voluntad creadora. La conversión de los deseos en realidad se logra a través de dos cualidades inherentes a la consciencia: la voluntad, que suministra energía , y el deseo que la focaliza. Cualquier cosa en la que nos concentramos crecerá con fuerza en nuestra vida. Cualquier cosa a la que dejamos de prestar atención se marchitará. La segunda la Ley del Menor Esfuerzo. Es propio de la naturaleza humana hacer que los sueños se conviertan en realidad, siempre y cuando no pongamos obstáculos a las fuerzas naturales que hacen esto posible, permitiendo que la energía del universo fluya libremente. Cuando forzamos las soluciones, solamente creamos nuevos problemas. Si fijamos nuestra atención en el presente y lo aceptamos mientras esperamos a que una eventual solución aparezca entre el caos y la confusión, entonces surgirá lo más adecuado para nosotros. Esto equivale al “wu wei” del Taoísmo, consistente en lograr el mejor resultado a través de la comprensión de la naturaleza de aquello que deseemos intervenir, haciéndolo con el mínimo de perturbación de su esencia. La tercera es la Ley del Desapego. Esta ley dice que para adquirir cualquier cosa en el universo físico, debemos ser capaces de vivir sin ella. Esto no significa que renunciemos a cumplir nuestros deseos, sino que dejamos su realización en manos de DIOS, que sabe mejor que nosotros, qué es lo que realmente nos conviene en esta etapa de nuestra evolución. Tan pronto como renunciamos al resultado, combinando al mismo tiempo nuestros deseos con la confianza en la sabiduría y poder infinito de las leyes impersonales del universo, conseguimos lo mejor para nosotros. El apego se fundamenta en las necesidades de nuestra personalidad, el desapego en la confianza en la voluntad de DIOS . Por medio del desapego encontramos la seguridad nacida de saber que todo lo que nos sucede es lo mejor para nosotros en el aquí y ahora de nuestra vida, armonizando nuestra voluntad con la voluntad divina. 3. EVOLUCIÓN. El sentido de la vida es SER, manifestar todas nuestras posibilidades. Esto lo hacemos evolucionando mediante el aprendizaje que nos proporcionan nuestras experiencias. Nada puede evolucionar sin transformarse.

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Esta ley determina cuáles son las tareas que nos corresponde realizar para ir avanzando en nuestro aprendizaje evolutivo. Hacer de la auto-realización, es decir del llegar a ser el que potencialmente somos, el eje consciente de nuestras vidas, es una fuerza muy poderosa pues le da sentido a nuestras experiencias, no importa lo dolorosa que ella sean. Todo en el universo es perfecto, cada una de las experiencias que vivimos nos enseña algo. El proceso evolutivo termina cuando el alma individual se une a DIOS, la fuente de la que procede. Derivada de ésta aparece la que Deepak Chopra llama la Ley del Dharma o Propósito en la Vida. Esta ley afirma que nos hemos manifestado en forma física para cumplir una misión. La ley del DHARMA tiene dos componentes. El primero es la expresión de nuestra ventaja comparativa. Éste dice que todo ser humano tiene un talento tan único en su expresión que no existe otra persona sobre la tierra que lo tenga o que lo exprese de la misma manera en que él lo hace. Somos únicos e irrepetibles. Esto quiere decir que hay una cosa que podemos hacer o una manera de hacerlo, que es mejor que la de cualquier otra persona en este planeta. Esta ley, unida a la del menor esfuerzo, aplica particularmente a las elecciones que hacemos en nuestra propia vida, sugiriéndonos que debemos construir sobre fortalezas, las nuestras y las de los demás, y no sobre debilidades El segundo componente es el servicio a la humanidad. Cuando cambiamos la capacidad de expresar nuestro talento único con el servicio a la humanidad, usamos plenamente la ley del dharma y experimentamos la realización de nuestro propio ser incluyendo la satisfacción de nuestras necesidades materiales. 4. ATRACCIÓN Esta ley Establece que atraemos lo que convocamos con nuestros sentipensamientos. 6 Derivada de la anterior se encuentra la que Gerardo Schmedling llama la Ley de la Correspondencia que determina que tengamos las experiencias que necesitamos para nuestra evolución y que ninguna de ellas sea más fuertes que nuestra capacidad de manejarlas. 5. POLARIDAD Todo en el universo se manifiesta en forma dual, todo tiene polos opuestos: calor y frío, alto y bajo , norte y sur, luz y oscuridad, grande y pequeño, duro y suave, temor 6

Todo sentimiento es originado por un pensamiento consciente o inconsciente. La unión e interrelación entre pensamiento y sentimiento es lo que denomina en este trabajo senti-pensamientos.

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y valor, amor y odio, bien y mal etc. Los opuestos son idénticos en su naturaleza, pero difieren en grados. Toda paradoja puede ser resuelta en un nivel superior de pensamiento. Rige la interacción entre los contrarios, necesaria para poder crear cualquier cosa. Determina equilibrios basados en la tensión entre los opuestos. De esta ley se derivan dos adicionales señaladas en el Kybalion. Una de ellas es la Ley del Ritmo, que establece que todo movimiento en el universo es pendular. Todo fluye , todo cambia de un polo a otro. La otra es la Ley de Género, que determina que toda la creación tiene energías masculinas y femeninas. La primera está relacionada con el dinamismo y la segunda con la receptividad. Combinadas generan toda la manifestación. La Ley de la Polaridad puede ser trascendida usando nuestra facultad de convertir en realidad nuestros pensamientos, fijando la atención en la polaridad positiva. 6. CAUSALIDAD Toda causa tiene un efecto, todo efecto tiene una causa. Lo que llamamos azar es simplemente un efecto cuya causa desconocemos. Hay muchos planos de causación pero nada escapa a esta ley. La causalidad opera en forma circular. Los efectos se vuelven causas de las mismas causas que los originan. Todo está relacionado con todo. No obstante, las leyes de los planos superiores priman sobre las de los inferiores. Esta ley le da la razón a Einstein en la célebre discusión que tuvo con Heissenberg relacionada con el principio de incertidumbre. Para el segundo la incertidumbre es característica del cosmos lo cual implica la posibilidad de efectos sin causas. Para el primero DIOS no juega a los dados con el universo. A un nivel más alto de pensamiento esta aparente contradicción, puede no obstante, ser conciliada. Así, aunque puede aceptarse que la incertidumbre es característica del universo esta no se debe a que existan fenómenos sin causa, sino a la dificultad de conocer todas las causas en un mundo en donde todo está relacionado con todo, y aun conociéndolas, a poder procesar la inmensa cantidad de causalidades interrelacionadas. Solo en la mente infinita se podría dar el conocimiento de todas las causas y la capacidad de interrelacionarlas, pudiendo predecir con exactitud el futuro.7

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Esta posición está magistralmente tratada por Stephen Hawking. en el capítulo 12 de su libro Agujeros negros y pequeños universos. Editorial Planeta Mexicana. Segunda reimpresión Enero de 1996 Es posible obtener una copia del capítulo respectivo solicitándolo al e-mail señalado en la nota de pie de página 2.

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Lo anterior no implica determinismo alguno, pues el hecho de conocer lo que va a pasar no significa que ese conocimiento sea la causa de lo que suceda. De este principio se deriva el que Deepak Chopra llama Ley de la Reciprocidad. que establece que recibimos lo que damos. Practicarla, según él, es muy sencillo: si deseamos amor, demos amor, si deseamos atención y aprecio, aprendamos a prestar atención y a apreciar a los demás, si deseamos riqueza material, ayudemos a otros a conseguirla. De esta manera el modo más fácil de obtener lo que deseamos es ayudar a los demás lograr lo mismo. 7. AMOR DIOS es amor. Todo lo que sucede en el universo sucede por amor. Establece en nuestras decisiones la conveniencia de elegir siempre el amor. El mínimo esfuerzo lo hacemos cuando nuestros actos brotan del amor. Cuando esto sucede no hay desperdicio de energía sino que por el contrario, ésta se potencializa. El amor concebido de esta forma equivale a lo que los griegos llamaron ÁGAPE y surge de la consciencia de nuestra relación con la totalidad y la unidad que tenemos todos en DIOS, que es todo lo que es. No es cuestión de creer en la existencia de las anteriores leyes, es asunto de verificarlas día a día en todas nuestras experiencias de vida. Detrás de todo lo que vemos existe una Ley conocida o desconocida. La diferencia entre vivir de acuerdo con estas leyes o no hacerlo es muy fácil de detectar. Para Gerardo Schmedling, una cosa es lo que tenemos y otra es lo que deseamos y no podemos conseguir. Todo lo que tenemos está dentro de la Ley, todo lo que deseamos sin poderlo conseguir está por fuera de la Ley. Necesitamos todo lo que tenemos porque son las herramientas que requerimos para vivir nuestras experiencias y desarrollar nuestra consciencia. No se trata por otra parte, de no hacer nada; la vida responde a las acciones, no a la inercia. Cuando deseamos algo que aún no tenemos y al actuar comenzamos a obtener resultados, la vida nos está mostrando que eso puede ser para nosotros, que eso es lo que necesitamos. Si obtenemos logros así sean pequeños, vamos avanzando en nuestros objetivos, aunque sea a paso lento. Si no pasa así es conveniente detenernos a reflexionar si lo que queremos es lo que necesitamos para la evolución de nuestra consciencia. Cuando fluimos con las Leyes del Universo el resultado es bienestar, cuando no, sufrimiento. Cuando la vida nos está mostrando continuos bloqueos para lograr algo, nos está diciendo que nos adaptemos a esa situación por difícil que sea. Cada vez que estamos agobiados de problemas, que no encontramos salidas por ningún lado, estamos actuando en contra del orden del universo, posiblemente sin saberlo. En ese momento podemos reflexionar y preguntarnos en donde estamos quebrantando las Leyes del Universo.

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Nuestra felicidad está únicamente en la capacidad de aceptar la vida como es y no como a nosotros nos parece que debería ser. Es renunciar a todo aquello que deseamos y que la vida se niega a darnos y comenzar a disfrutar todo lo que tenemos. Cuando no valoramos lo que tenemos corremos el riesgo de perderlo. TEMAS RELACIONADOS CON LAS SIETE LEYES DEL UNIVERSO A continuación amplío la explicación de algunas de las siete Leyes del Universo y sus corolarios, utilizando para ello trabajos previamente elaborados por mí, que se ajustan al contenido anterior. LA UNIDAD CON DIOS A continuación presento un resumen de la visión del Hinduismo Advaita complementada con mis reflexiones y experiencias, acerca de la naturaleza de DIOS y su relación con los seres humanos. 8 DIOS equivale posiblemente a lo que la ciencia llama VACÍO 9, solo que consciente de sí, capaz de actividad “mental”, poseedor de voluntad y provisto de un “cuerpo” que es el substrato del universo en el que habitamos. El amor por si mismo y todo lo que de Él emana es inmanente a su esencia. SER es la esencia de DIOS, la de todas las criaturas también. Este el meollo de la creación. Buscando expresar las infinitas dimensiones de su naturaleza DIOS se fragmentó sin perder su unidad, convirtiéndose en TODO LO QUE ES. Aunque la creación está en cierto sentido predeterminada, en otro es creativa desplegando constantemente nuevas formas de ser que son parte de DIOS. Todo el universo manifiesta facetas de ÉL, siendo cada ser UNO con DIOS sin dejar de ser el que es.

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Ver David Loy: No dualidad Editorial Kairós, Barcelona - 2000.y el excelente resumen de los aportes de Jane Robert en el El material Seth. Editorial Diana. México – 1991 9

Se ha descubierto que lo que llamamos espacio vacío, en realidad está repleto de inmensa energía potencial. El vacío tiene más energía que la materia que está en él. De hecho, la materia y el vacío son una misma cosa, hay una continuidad. Hay más energía en un centímetro cúbico de vacío que en todo el Universo manifiesto. Cada punto en el cual hay total vacío es donde la energía se está cancelando de manera perfecta, pero si en cualquier punto el proceso de cancelación no se completa, si hay un pequeño desbalance, lo que resulta se convierte en materia. Desde este punto de vista toda la materia, todo el mundo manifiesto no es más que una temporal asimetría en el vacío. (Conferencia dictada por el científico Mark Comings, el 25 de julio de 1998, en San José de Costa Rica, durante el III Congreso Internacional de Vida Fuera del Planeta. Disponible solicitándola al e-mail referenciado en la nota 2)

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Toda vida con sus correspondientes experiencias es bienaventurada, pues no somos nosotros quienes las vivimos, sino DIOS quien las vive a través de nosotros. DIOS está en el peor asesino del mundo y en personas tan evolucionadas que a nosotros nos parecerían dioses. DIOS es todos ellos. Consecuente con lo anterior, no hay una persona superior a otra, pero difieren en su grado de evolución; es decir de la consciencia de su unidad con DIOS. Nada en DIOS se crea ni se destruye, solo se transforma. DIOS no es estático, cambia constantemente sin dejar de ser lo único que es y todo lo que es. Sus manifestaciones tampoco se mantienen inmóviles. La impermanencia en el seno de lo permanente, rige todo lo creado. DIOS, el perfecto, se auto modifica conservándose inmutable en su esencia. Si nos parece extraño miremos a los que consideramos más evolucionados en nuestro nivel de expresión y nos percata remos que entre más alto el grado de evolución de su SER, mayor su capacidad de cambio. DIOS vive en continua transformación siendo perfecto en la aparente imperfección de sus manifestaciones. Su SER es devenir; es decir, llegar a ser sin dejar de SER. Todo está relacionado con todo, el todo interactúa con la parte y la parte interactúa con el todo. La interdependencia de toda la manifestación es inherente al SER de DIOS. Lo que llamamos DIOS es la integración holográmica de todo lo que es. La parte, es decir, nosotros en el todo; y el todo, es decir DIOS, en la parte. Unidad en la diversidad. No obstante DIOS se percata de si mismo como alguien que es TODO LO QUE ES y como alguien que es más que la suma de sus manifestaciones. Al expresarse en el universo DIOS perdió una porción de si mismo, pues su consciencia es distinta a la nuestra y a la de los diversos entes a través de los que se expresa, pues DIOS es consciente de cada ser humano y de todo lo demás y los seres autoconscientes sólo lo somos de nosotros mismos; por ello es simultáneamente cierto que somos DIOS, todo, e Hijo de DIOS, parte. DIOS no es indiferente a sus creaciones, pues aunque puede tomar distancia de ellas colocándose en la posición de observador de las mismas, experimenta todo lo que ellas experimentan y participa conscientemente en todas sus actividades. El deseo regula todas nuestras acciones. Nuestro crecimiento se produce a través del logro de lo que creemos nos proporciona felicidad. Todos nuestros deseos tarde o temprano se realizan. En este proceso de crecer a través de la experiencia, despertamos y descubrimos que DIOS y nosotros somos UNO y empezamos a actualizar conscientemente todas las potencialidades que este hecho encierra. Actuar sin apetecer el fruto de la acción; es decir, desapegándonos de resultados, es la clave para dejar de ser esclavo de nuestros deseos. DIOS no es algo que exista separado de nosotros. Todo nuestro ser y todo lo que es, es espíritu; nuestra alma, es decir DIOS en nosotros, es energía programada por ÉL consciente de sí misma, capaz de senti-pensar y de libre albedrío para actuar en sujeción a las leyes de expresión que rigen en nuestro nivel evolutivo. Somos un centro de consciencia de DIOS.

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La mejor manera de contactarse con el propio espíritu, DIOS en nosotros, es silenciando la mente pues el espíritu en su esencia, es consciencia de si libre de sentipensamientos y deseos. La meditación contemplativa puede ayudarnos a hacerlo. El fortalecimiento de la voluntad es no obstante necesario para llevar a cabo cualquier disciplina espiritual que nos haga más conscientes de DIOS en nosotros. DIOS es el soñador, observador y actor de su sueño; nosotros parte de su sueño. El soñado tiene la misma esencia del que los sueña. Debido a nuestro nivel de consciencia puede sernos difícil aceptar que somos DIOS. Si nos parece más cómodo diferenciarnos de ÉL, hagámoslo, lo esencial por ahora, es entender la unidad que subyace en nuestra diversidad y que siendo diferentes en consciencia a DIOS somos UNO con ÉL, porque representamos facetas de una misma realidad. Hemos, sin embargo, de tener en cuenta que entre más reforcemos la idea de que estamos separados de DIOS, más tiempo nos tomará aceptar la realidad de nuestra unidad con ÉL. No necesitamos pedir ayuda a DIOS para obtener lo que creemos necesitar, pues tenemos la capacidad para hacer por nosotros mismo lo que pedimos que DIOS haga por nosotros; por ello si acudimos a DIOS en nuestro interior esperando que nos responda o haga algo por nosotros, son las fuerzas impersonales del universo, del que formamos parte, quienes satisfacen nuestras demandas. También es cierto, si hemos comprendido la Ley de la Unidad, que es DIOS en armonía con el plan de desarrollo de su manifestación en el universo., el que en forma impersonal, da contestación a nuestras peticiones, dependiendo las respuestas a las mismas de nuestro nivel evolutivo; es decir, de la consciencia de nuestra unidad con ÉL y de la claridad y confianza con la que expresemos nuestra voluntad. El universo se rige por leyes, conocidas parcialmente por la ciencia, establecidas por DIOS y por nosotros cuando éramos UNO en consciencia, orientadas hacia el logro de lo mejor para las manifestaciones divinas, en la forma en que DIOS predeterminó que evolucionasen hacia ÉL. Todos los actos de DIOS se fundamentan en el conocimiento y en el amor por si mismo y sus expresiones, por ello todo lo que sucede conduce a la plena manifestación de su SER que es el nuestro y sus resultados son siempre positivos a pesar de que a veces nos ocasionen sufrimiento y no entendamos porqué sucede lo que sucede. La comunicación con DIOS es altamente personalizada pues responde al nivel evolutivo en el que estemos y a las circunstancias de nuestra vida. Lo que percibimos como recomendación de DIOS para nosotros no es, por lo tanto, una verdad atemporal de aplicación universal, pues refleja lo que somos capaces de extraer de la fuente infinita de conocimiento y poder de DIOS, adaptada a nuestra capacidad para comprender sus designios. Por ello puede haber tantas revelaciones como personas, siendo un error considerar que lo que cada uno deduce de su diálogo con DIOS, es necesariamente aplicable a todo el mundo sin consideración de tiempo y lugar. La verdad evoluciona a medida que nosotros lo hacemos pues cada vez nuestra comprensión de la relación entre la parte que representamos y el todo que DIOS es se torna más completa.

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A medida que vaya mos avanzando en consciencia también lo haremos en conocimiento y poder porque seremos más DIOS. Mientras tanto, debemos aprender a manejar con sabiduría nuestra relación de interdependencia llegando en la búsqueda de la satisfacción de nuestras necesidades a los límites establecidos por nuestra evolución y las circunstancias de nuestras vidas. Es aceptable buscar ayuda de los que nos preceden en el camino, aquellos que han aprendido las lecciones que nosotros estamos aprendiendo. Somos UNO con ellos. El camino del maestro es ayudar a que sus discípulos se conozcan a sí mismos y en forma consciente permitan que se den dentro de ellos los procesos que les ayuden a convertirse gradualmente en lo que son. Escuchémoslos con mente abierta y después de comprender lo que nos quieren decir, evaluemos sus enseñanzas y aceptemos las que encontremos adecuadas para nosotros; es decir, las que se ajusten a nuestro grado de evolución. Cada uno es el único maestro de si mismo y posee su propia verdad. Estimular la dependencia de sus discípulos es una señal del falso maestro. Sólo tiene importancia para nuestro crecimiento aquello que estamos en capacidad de comprender y por lo tanto de usar. Ser fiel a nuestro ser es nuestra máxima obligación. Lo que pensamos y sentimos, nuestra voz interna, en particular la que aparece en forma de imperativo moral, aquello que llamamos conciencia o súper yo, está del todo ajustada a nuestro nivel evolutivo. Ella es nuestra guía infalible. Nadie en su esencia es superior a uno, somos PERFECTOS en el estado en el que ahora nos encontramos sea cual fuere la forma en que estemos expresando nuestra naturaleza humana, porque no somos nuestra personalidad o EGO, el programador confundido con los contenidos del programa, sino que somos DIOS, el perfecto, expresándose a través de nosotros. Mirar el mundo desde la perspectiva del alma, dentro de las limitaciones de nuestro nivel evolutivo, es el grado máximo de manifestación del SER en nosotros; sin embargo vivir las experiencias desde el EGO es el camino para llegar a ser siendo. Disfrutar de la propia personalidad, haciéndose UNO con ella, sin perder de vista quienes somos y usándola como instrumento de aprendizaje, es en consecuencia, señal de avance en nuestro camino hacia DIOS. No tratemos de forzar nuestro desarrollo espiritual, crezcamos a nuestro ritmo, sin hacernos violencia a nosotros mismos. Continuar evolucionando a partir de nuestro actual nivel de consciencia es nuestra única opción. EL PODER DEL PENSAMIENTO El pensamiento consciente o inconsciente, crea emociones. Sin representación mental no hay sentimientos. Se puede hablar entonces de senti-pensamientos. Las emociones son controlables a través del pensamiento. Si se controla lo que se piensa, se controla lo que se siente. La emoción es la resultante holográmica de la interacción de todas las fuerzas que se dan cita en uno.

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Tenemos voluntad. Ella equivale a energía. Todo es consciencia porque todo está en la “mente” de DIOS, esa es la realidad esencial. Se puede decir también que todo en el universo es energía programada. La materia puede ser explicada en términos de energía, la energía en términos de voluntad creadora, y la voluntad creadora en términos de consciencia que ES y PUEDE. La consciencia es el holón 10 primario, sin ella nada existiría. Según los budistas no puede existir sola, siempre implica mente y medios de expresión. El universo es una red de información. Todo está interconectado. Todo está relacionado con todo. Esto se evidencia en la Teoría de la Resonancia Mórfica de Rupert Sheldrake;11 también en el experimento de Aspect, el Principio de Mach y en la comprobación del Péndulo de Foucault. Todo lo que percibimos como materia está compuesto de información y energía; por lo tanto puede ser afectado por el pensamiento que es información y la voluntad que es energía. Un símil que ayuda a entender esto es comparar el universo con un juego de realidad virtual en la mente de DIOS. Nosotros, a través de nuestro pensamiento y usando nuestra voluntad, creamos realidades. Todo pensamiento claramente formulado, unido a la voluntad de realizarlo, TIENDE a convertirse en realidad. Entre mayor claridad mental y mayor fe, mayor tendencia a materializarse. Pensar es crear es una afirmación real, pues todo lo creado es fruto del pensamiento. pensar incluye la voluntad creadora. El solo pensamiento no crea sin la intención de querer crear, sin querer hacerlo. Libertad y determinismo existen en simultánea. Admiten grados. No somos totalmente libres ni estamos totalmente determinados. En el Universo existe jerarquía de información y poder. Tenemos ambas, no estamos privado de ellas. Nuestro poder creador es potencialmente ilimitado, pero en nuestro actual estado de consciencia, no tenemos toda la información ni tenemos todo el poder, por lo tanto nuestro poder es restringido, pero sólo llevando muestras posibilidades al máximo conocemos nuestras limitaciones. El nivel de poder para transformar la realidad depende del nivel evolutivo del alma.

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Un Holón es una totalidad que contiene otras totalidades. Así un átomo contiene partículas elementales que pueden existir sin formar parte del átomo, una molécula contiene átomos, una célula moléculas, un órgano células, un organismo órganos etc. Entre más primario un Holón más profundidad y menor extensión. El universo se puede percibir como un Holón o su equivalente un holograma en donde todas las partes están interrelacionadas. 11

Disponible solicitándolo al e-mail señalado en la nota 2 La longitud de onda de la vida de Rupert Sheldrake, tomado del libro Más Allá de la Teoría Cuántica de Michael Talbot. Editorial Gedisa Barcelona -1988

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La oración puede ser efectiva. Todo es información y energía materializada. La oración como una forma de pensamiento energizado interviene la materia prima de la que todo está hecho. En función de la claridad de pensamiento y de la fe, se puede modificar lo que consideramos la “realidad”. Una oración grupal puede ser más poderosa que una individual pues une poderes. DIOS no es un poder personal que pueda ser utilizado como especie de mago que atiende los deseos humanos. DIOS es una consciencia amorosa e Impersonal Toda solicitud a Él es una solicitud a las leyes que rigen el universo, o faceta impersonal de DIOS. No es vana. Es posible, que algunas instancias jerárquicas del Universo ayuden a lograr propósitos personales, pidiéndolo o sin pedirlo, con claridad mental y fe o sin ella, pero si se da, no creo que sea frecuente; entre más evolución, menos intervención personal. Igualmente si tenemos la claridad y la fe, no importa que confiemos en poderes distintos, el de DIOS, un santo, un talismán, etc. Senti - pensamientos, palabra y obra... la trilogía. Los pensamientos son cosas que originan sentimientos, las palabras son poderosas porque dan forma a los pensamientos. Las obras son consecuencia de los pensamientos y las palabras, y retrotraen sobre ambos fortaleciéndolos o debilitándolos. Podemos dentro de las limitaciones de nuestro nivel evolutivo, presionar la obtención de lo que queremos. Nos es posible elegir que experimentar, pensando lo que sea coherente con nuestras elecciones. Podemos escoger la salud sobre la enfermedad, el bienestar económico sobre la pobreza, el amor sobre el odio, etc. negándonos a darle cabida a pensamientos que debiliten nuestra elección y reforzando la opción contraria. En esto aplica la Ley de la Atracción. Si nuestros senti-pensamientos son claros y están acompañados de la voluntad de materializarlos, tenderán a convertirse en realidad. No tenemos garantía alguna de que las cosas se realicen según nuestros deseos. Hay muchas fuerzas en el universo tales como las leyes fijadas por jerarquías evolutivas superiores en este momento a nosotros que no podemos aun quebrantar, los deseos de otros seres humanos, nuestros propios deseos inconscientes etc. que conspiran contra la efectividad 100% de nuestros decretos; pero debemos apostarle a ellos, en el sentido que Edgar Morin le da a la palabra apuesta: certidumbre de lo incierto. En esta forma exploramos nuestros límites. Hemos de dejar, no obstante, los resultados en manos de las fuerzas impersonales del Universo de las que formamos parte, confiando en que lo que suceda manifiesta la voluntad de Dios para nosotros. Tanto si creemos que podemos, como si creemos que no, estamos en lo cierto porque las posibilidades e imposibilidades radican principalmente en nuestra mente, no en la realidad objetiva del mundo en el que vivimos. Son opiniones sobre nosotros mismos, no realidades en si mismas, pero se convierten en ellas al conjuro de las decisiones que surgen de las creencias que tenemos sobre nuestro ser y las fronteras que las mismas nos trazan.

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LOS NIVELES DE CONSCIENCIA Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, se entiende por autoconSciencia, así con S intercalada, “la capacidad de los seres humanos de verse y reconocerse a sí mismos y de juzgar sobre esa visión y reconocimiento.” Aparentemente en este planeta, los seres humanos somos los únicos que la hemos desarrollado. La Psicología Transpersonal enseña que la auto-consciencia humana admite grados. El nivel en el que se está, se determina según la forma en que se experimente la propia identidad; es decir, la respuesta a la pregunta ¿Quién soy? y la que se deriva de ella ¿Quiénes son mis iguales? Más que una contestación basada en la razón, es algo que se siente en lo profundo de nuestro ser. En términos generales se pueden identificar cinco niveles de consciencia, aunque cada uno de ellos admite subdivisiones. 12 Ellos son: 1. Identidad corporal. Yo soy mi cuerpo y sus emociones. Dificultad de mirar como pares a otras personas. Cada ser humano es una isla. Se le podría denominar identidad corpocéntrica. 2. Identidad grupal. Repitiendo una frase atribuida a Jorge Eliécer Gaitán, político colombiano asesinado en 1948, “Yo no soy un hombre, soy un pueblo.” Soy lo que mi grupo es. Mis pares son aquellos con los que comparto una identidad grupal, normalmente vinculada a un territorio, a una cultura, a una clase social etc. Se le podría denominar identidad etnocéntrica o sociocéntrica. 3. Identidad personal. Asociada con los propios pensamientos y las emociones derivadas de los mismos. Yo soy mis senti-pensamientos. Mis iguales son los que senti-piensan como yo. Se le podría denominar identidad egocéntrica 4. Identidad yoica: Yo soy un centro de consciencia, aquel que siente y piensa. Mis pares son todos los similares a mí, es decir todas las formas de vida autoconscientes. En este caso, todos los seres humanos son mis hermanos y por ende, todo territorio es mi patria. En términos cristianos equivaldría a la identidad con el ALMA. Se le podría denominar identidad humanocentrica. 5. Identidad Cósmica. Yo soy todo lo que es. El sentido de la propia identidad se expande abarcando al planeta con todo lo que él contiene, lo inanimado, las plantas,

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Ver Merlano, Alberto: Etapas en el desarrollo de la consciencia. Artículo inédito, que puede ser solicitado a la dirección electrónica señalada en la nota 2.Los cinco niveles presentados en este artículo, son un resumen de los que se describen en ese trabajo. Estos a su vez se fundamentan en los planteamientos de Ken Wilber, posiblemente el teórico más conocido de la Psicología Transpersonal, principalmente en sus libros Breve Historia de todas las cosas: Editorial Kairós, Barcelona – 1997 y Diario; Editorial Kairos, Barcelona – 1999.

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los animales, lo humano, después el universo y finalmente el substrato del mismo, el vacío, Dios, etc. La conciencia de separación, no se pierde de forma permanente, pero se reconoce intelectual y emocionalmente, la vinculación con un todo que trasciende e incluye al individuo. La persona experimenta como parte de sí, lo que en etapas anteriores de consciencia, veía como distinto de si mismo. Se le podría denominar identidad cosmocéntrica. El paso de etapa a etapa es gradual. En cada una se experimenta el mundo de forma diferente, aunque podemos tener experiencias cumbre temporales de la consciencia cósmica que pueden causar profundas transformaciones espirituales. Los niveles superiores incorporan los inferiores, aunque percibidos de un modo distinto. A medida que se va evolucionando en consciencia se va migrando del egoísmo al altruismo, porque la definición de lo que se es, es cada vez más amplia. El narcisismo, por lo tanto, disminuye en cada etapa, hasta desaparecer en la identidad cósmica. Probablemente la humanidad en su conjunto se ubica en el nivel tres, la consciencia egoica, con sectores importantes en los niveles dos, de consciencia grupal, y cuatro, de consciencia yoica o humanocétrica. Se puede estar por encima o por debajo del promedio de la sociedad en la que se vive pero, como afirma Ken Wilber, en ambos casos se es un “extraño”, alguien que no comparte el nivel promedio de consciencia de la sociedad en la que habita. En el nivel YOICO nos damos cuenta de la unidad del género humano pues, más allá de grupos de pertenencia y de distintas formas de senti-pensar, somos capaces de percibir toda forma de vida auto consciente como nuestro hermano. Comenzamos en ese momento a abrirnos al siguiente nivel: la consciencia cósmica, percatándonos de nuestra unidad con todo lo que aparentemente está por fuera de nosotros porque forma parte de nosotros. De esta consciencia cósmica surge el amor y la compasión por todo lo que existe. Nos damos cuenta entonces, a nivel no sólo intelectual sino emocional, de que todo está interrelacionado con todo. Nuestro pensamiento se vuelve sistémico de forma natural y nuestro amor se extiende sin fronteras a todos los seres. La espiritualidad está casi siempre relacionada con el quinto nivel de consciencia, en donde la percepción de la vinculación con una totalidad que nos trasciende e incluye, puede ser identificada con DIOS. Muy pocas personas alcanzan actualmente este nivel, sin embargo, aunque no corresponda a un estadio de consciencia colectivamente logrado, es posible acceder a él en forma individual. La mayor parte de las religiones lo asocian con la iluminación y ven deseable lograrlo a través de prácticas espirituales. Las preguntas sobre la identidad normalmente van asociadas con las de destino, ¿Qué hago aquí? Las respuestas a las mismas dan origen a las religiones, mas no todas las respuestas son religiosas, ya que éstas pueden conducir a filosofías que no involucran la creencia en Dios ni la supervivencia de la auto-consciencia después de la muerte. Tampoco el estar ubicado en el nivel de conciencia cósmica, conduce de por sí a la creencia en Dios, pues la forma de interpretar esta experiencia depende en gran

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medida del meta paradigma, metafísica básica o cosmovisión que se tenga, independientemente de que se sea consciente de ella o no. 13 El objetivo para la mayor parte de la actual humanidad es alcanzar el nivel cuatro de consciencia, la yoica, lo que algunos llaman ubicarse en la posición del YO -TESTIGO, percatándonos de que somos el programador no el programa: los contenidos de la mente. LA MEDITACIÓN CONTEMPLATIVA La práctica más importante para lograr ascender a la posición yoica y estimular la aparición de la consciencia cósmica es la meditación contemplativa. Meditar consiste en tomar distancia de los propios senti-pensamientos, pudiendo mirar, en forma serena y neutral, lo que acontece dentro y fuera de uno mismo. Implica la ubicación temporal en el nivel cuatro de consciencia: identidad YOICA. o humanocéntrica. Con la experiencia de la meditación se busca comprender que se es un centro de consciencia que puede existir vacío de senti-pensamientos, sin que ello implique caer en la inconsciencia. En esencia consiste en dejar la mente en blanco, permaneciendo conscientes de nosotros mismos. Es imposible describir la experiencia del YO como testigo o centro consciente del que emanan todas nuestras percepciones y acciones volitivas en términos verbales, tanto como lo es explicar qué es el amor o el hambre, pues todas las descripciones se referirán a las manifestaciones del sentir y no al sentir en sí mismo. Por otra parte, cualquier contestación que se de implica un sujeto tras la respuesta, alguien que vive la experiencia. Por tal motivo, la vía sugerida para acceder a la consciencia no condicionada por senti-pensamientos, propia del nivel cuatro, es descartar lo que no se es, facilitando así una percepción directa, experiencial, de lo que sí se es. Una de las meditaciones de carácter auto-reflexivo más conocida, es la que busca contestar la pregunta ¿Quién soy yo? Se sugiere comenzar con ella pues la respuesta a este interrogante sólo puede provenir de una mente en silencio que, vacía de sentipensamientos, facilite al YO reconocerse a sí mismo. El primer paso para meditar es concentrarse. Busquemos un lugar propicio al silencio, adoptemos una posición cómoda y relajemos nuestro cuerpo. Acto seguido enfoquemos la atención en la respiración, haciéndonos consciente de ella, sin forzarla, cerrando los ojos y dirigiéndolos al entrecejo, hasta lograr sentirnos relajados y en paz.

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Por meta paradigma, metafísica básica o cosmovisión, se entiende aquí las creencias de fondo que afloran cuando los normales acontecimientos del existir nos obligan a buscarle un sentido a la dualidad inseparable vida-muerte y a los problemas existenciales propios de la naturaleza humana, con el fin de proporcionarnos un entendimiento tranquilizador sobre quiénes somos y qué hacemos aquí.

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A continuación, dediquémonos a buscar diversas contestaciones a la pregunta ¿Quién soy yo? Al ir obteniendo respuestas, exploremos quién es el que las está dando, quién está tras las contestaciones. Tarde o temprano con este método, adquiriremos consciencia que no somos el cuerpo, ni los roles sociales o profesionales que desempeñamos: padre, madre, hijo, esposa, médico, etc. Tampoco las características de personalidad: alegre, triste, estudioso, deportista etc. En forma similar se descubrirá que no somos nuestros senti-pensamientos, ni actos. Detrás de todas estas formas de expresar el ser, siempre está el que tiene un cuerpo, desempeña un rol social y profesional, piensa y siente de tal o cual modo y se comporta de determinada manera, ese que esto lee. Llegar a percibir que en esencia se es un centro de consciencia, proporciona una gran fortaleza, pues dejamos de identificarnos con el cuerpo, grupos y senti-pensamientos. Nos percatamos de que tenemos un cuerpo, somos uno con él, pero no somos sólo el cuerpo. Pertenecemos a muchos grupos y desempeñamos múltiples roles sociales, pero podemos existir libres de cualquier papel. Tenemos senti-pensamientos, los experimentamos pero los trascendemos; se puede existir, ser, sin ellos. Hoy tenemos unos senti-pensamientos, mañana otros... estos van y vienen sin comprometer nuestra identidad. Teniendo en cuenta lo anterior, decir YO, cuando se trasciende la identificación con los senti-pensamientos, es convocar un poder desconocido en las etapas de conciencia anteriores a la yoica. Otra meditación dentro de la misma línea de usar el pensamiento para trascenderlo una vez se hayan agotado las posibilidades de la anterior -, es observar los propios senti-pensamientos, fijando la atención en aquellos que vayan surgiendo en la mente, sin efectuar evaluación alguna. Una vez los hayamos identificados, volvemos al YO, a nuestro centro de observación. Con el simple hecho de darse cuenta de sus propias actividades, es decir, sin necesidad de ninguna imposición, la mente se tranquiliza . La meta es lograr espacios cada vez más largos entre pensamiento y pensamiento. Allí en esos vacíos somos consciencia pura, vacía de senti-pensamientos. Se recomienda meditar en forma regular. Una sesión diaria de mínimo treinta minutos o dos de veinte minutos cada una, una en la mañana y otra en la noche. Además de los métodos señalados en este trabajo hay muchos más. Realicemos la clase de meditación que elijamos durante al menos treinta días antes de ensayar otra, pues los efectos no se manifiestan en forma inmediata. 14

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.Las formas de meditar que propongo, son las que me han dado resultado. Consisten en una combinación de pensamiento y no-pensamiento, usando el pensamiento como medio para trascenderlo y llegar al no-pensamiento, sin embargo como indiqué en el texto del artículo, existen muchas más. El mejor sistema es el que más se adecua a nuestra personalidad. En los siguientes textos se puede encontrar información sobre este tema: DE MELLO, Anthony: Sadhana un camino de oración. Editorial "Salterrae", Santander, España - 1979. DESJARDINES, Arnold: La meditación. Editorial Kairós. Barcelona - 1990. ELLWOOD, Robert: En busca de la mente serena. Editorial Kairós.Barcelona 1989 GOLEMAN, Daniel: Los caminos de la meditación. Editorial Kairos. Barcelona - 1986. LESHAN, Lawrence: Cómo meditar – Guía para el descubrimiento de sí mismo. Editorial Kairos. Barcelona - 1986.

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Sentir la propia identidad, es la esencia y el inicio de cualquier apuntalamiento del nivel yoico. La interpretación que se dé a esta experiencia dependerá del meta paradigma, o cosmovisión de cada quién. Para unos será el contacto con el alma, como pasa en las vías dualistas del judaísmo, el cristianismo y el islamismo. Para los que se adhieren a un paradigma materialista, será el encuentro con el patrimonio común de la humanidad: la auto-consciencia. En todo caso, se descubrirá en cada persona a un hermano, independientemente de consideraciones de raza, grupos sociales, filosofías o religiones. Obliguémonos a mirar la existencia desde nuestro YO. Para la mayoría de nosotros dada nuestra actual etapa de desarrollo, no es posible hacerlo permanentemente, de pronto tampoco sea conveniente, pero en nuestra meditación o cuando estemos descentrados, tomemos distancia de nosotros mismos y observemos nuestra vida desde allí, volviéndonos un testigo de lo que pasa en nuestra personalidad, convulsionada por múltiples y contradictorios pensamientos y emociones, pero serena en el fondo, en las profundidades en donde el YO que somos, tiene la posibilidad de observar lo que acontece en su periferia. Desarrollar la capacidad de ocupar la posición del Testigo, o YO que observa, es la forma más rápida de aprender a ser consciente. Esta es la siguiente meta para la mayor parte de la humanidad. Requiere constancia. Al respecto es útil recordar las palabras de Einstein, citado por Joan Borysenko “Nadie puede lograr el objetivo del propio desarrollo a cabalidad pero el esfuerzo por alcanzarlo es, en sí mismo, una parte de la liberación y un fundamento de la seguridad interior.” EL BIEN Y EL MAL La existencia del bien y el mal crearon problemas que los teólogos no han podido resolver ni siquiera separándolos en dos entes distintos: DIOS y Satán; quedaba sin solucionar la temible pregunta: ¿Por qué permite DIOS el mal en el mundo? Ella aun está sin respuesta convincente a no ser que veamos el mal y el bien” como aspectos de una misma realidad, inseparable el uno del otro. Lo que llamamos bien y mal son expresiones del SER al devenir en universo. Ambos son hijos de nuestra mente, consecuencia de nuestra evaluación de la realidad frente a las expectativas que tenemos de ella. El bien y el mal carecen de existencia en la esencia divina, aunque son reales en el nivel en el que como humanos expresamos nuestro ser, pues en el SER de DIOS se integran todas las contradicciones que existen en el mundo de lo relativo .

En medio magnético tengo resúmenes de algunos de estos libros, disponibles a solicitud de los interesados, escribiendo al e-mail señalado en la nota No. 2

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DIOS es en simultanea el bien y el mal. Satán es la parte maligna de DIOS, su otra cara, el nombre que los hombres le damos cuando se expresa plenamente en la contradicción para manifestar su SER. El bien y el mal solo existen en referencia a nuestra realidad; es más, en sí mismos no son concebibles por separado. No es posible que en DIOS se integre todo lo bueno y en Satanás todo lo malo. Estas separaciones son artificiales. El mal sin el bien no existe y viceversa. DIOS es la unión de los contrarios. No es muy difícil imaginar el cielo como un lugar en el que se acumulan todos los positivos y el infierno como otro en los que se acumulan todos los negativos, sino como un sitio en donde se anula la contradicción, la lucha entre los opuestos. ¿Qué mérito tendría estar en un cielo en donde no es posible pecar? La virtud solo lo es si es posible pecar, de lo contrario se carecería de libertad y volveríamos casi a una etapa prehumana en la que al igual que los animales, guiados fatalmente por los instintos, no tendríamos opción distinta a ser buenos. En este evento incluso el significado de bondad se perdería. El llamado mal es necesario para tener conciencia del bien. La polaridad se necesita para que en la oposición de contrarios se proceda a evolucionar integrando en una sola ambas facetas de la realidad. Solo el mal le da sentido al bien, solo el pecado a la virtud. Nada que venga de DIOS es malo, por ello el mal sería el bien visto desde otra perspectiva. El bien y el mal coexisten, dependen el uno del otro, y en forma indirecta mediante la creación de Luzbel, el DIOS de la teología judeo cristiana es el autor de ambos. ¿Qué tanta libertad tendría un DIOS que solo pudiese hacer el bien? ¿Qué tanta libertad tendría un eventual demonio que no pudiese evitar hacer el mal? Hacemos crecer lo que miramos, no solo en su dimensión positiva sino también en la negativa. Nuestra obsesión por el bien agranda su opuesto, el mal. Es lo que sucede con la Ley, su presencia crea al infractor y simultáneamente al fiscal, al defensor y al juez. La prohibición creo el primer pecado, o el primer acto soberano de auto-afirmación humana, frente al DIOS judeo-cristiano que al erigirse en LEY ratificó la separación de sus criaturas. La visión dualista en la práctica del bien y el mal es muy difícil de sostener, requiriéndose para ello verdaderos malabares mentales. ¿Por qué no pensar que bien y el mal son facetas de esa única realidad, substrato de todo lo que es, que llamamos DIOS? Sin la dualidad, no habría manifestación. DIOS mismo se reconoce como DIOS en la contradicción entre lo absoluto y lo relativo. Sin ella su consciencia de si sería muy limitada. Solo soy YO en presencia de un TÚ. Las criaturas, limitadas, somos también necesarias a DIOS pues sin nosotros no sabría en que consiste eso de ser DIOS al no

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poder manifestar todas las potencialidades de su SER. ¿Cómo saberse todopoderoso sin conocer de limitaciones? ¿Cómo saberse sabio sin conocer la ignorancia? ¿Cómo conocer la consciencia sin saber que es la inconsciencia? ¿Cómo saber que es amor sin conocer el odio? ¿Cómo saberse justo sin conocer la injusticia? ¿Cómo saberse eterno, inmortal, sin conocer lo que es ser perecedero, mortal? Somos necesarios para DIOS. A través de nosotros aprende de sí mismo, porque ni siquiera ÉL puede escapar a la ley de que solo conocemos y nos conocemos en la contradicción. Él nos creo a nosotros, que somos parte de ÉL, jugando el juego de la limitación y nosotros lo creamos a ÉL para poder concebir lo absoluto. Estupenda manera de liberarse del “aburrimiento” al decir de Alan Watts, de ser DIOS y crecer en el proceso de crear “fragmentos” de si mismo con vocación de unidad. Dios simplemente ES, y allí en su esencia divina integra todas las contradicciones. Así se le definió al Moisés bíblico: Yo soy el que soy, Éxodo 3-14. Esto lo incluye todo, aun nuestras categorías dualistas, que lo son no porque en si lo sean, sino porque nosotros las percibimos así. EL ARTE DE AMAR Estar enamorado no es lo mismo que amar. El enamoramiento es una atracción motivada principalmente por la apariencia física y la personalidad del otro y su ajuste con la propia. Predomina en él el cuerpo y la mente. Es EROS (placer/pasión) en su máxima expresión. El amor se relaciona con el ser del otro, más allá de cómo se manifieste en sus atributos físicos o en su personalidad. Es algo que se vincula con el ALMA. El amor conoce al otro en su esencia, el enamoramiento generalmente en la superficie. El enamoramiento es excluyente porque en él predomina el EROS, generalmente nos enamoramos sólo de una persona. Cuando se pierde aunque difícil, es posible recuperarlo si se restablecen las condiciones que lo hicieron posible. El amor es más universal, nunca se agota y paradójicamente aumenta entre más lo otorgamos. Nadie da lo que no tiene. Para amar a otro debemos ser capaces de amarnos a nosotros mismos. Igualmente percibir en forma realista, el alma, el ser del otro. Un ser humano con problemas de personalidad buscará en el otro el complemento a sus propias neurosis. Una persona sana se enamorará de una persona sana. Una enferma se enamorará de una persona enferma. El enamoramiento es asunto del EGO, encontramos en la otra persona satisfacción a necesidades nuestras. Nos amamos a nosotros mismos en la piel del otro. Siempre se encuentra combinado con la fascinación por la personalidad y las circunstancias de vida del amado, basado en un conocimiento de él generalmente poco profundo. En las fases más intensas del enamoramiento también se cree amar el alma del otro, su esencia, lo que pensamos la persona es. A mayor conocimiento del otro mayor realismo en la relación pudiendo aumentar o disminuir la sensación de enamoramiento.

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Una relación de pareja perdura porque lo que unió al principio se fortalece. Se debilita o termina por lo contrario. Para que la relación permanezca se necesita según opinión de Walter Riso que comparto, una combinación adecuada de EROS, FILIA (amistad/camaradería) y ÁGAPE. Este último es el amor que no pide nada a cambio y que se manifiesta en respeto por los demás. Lo que diferencia a ÁGAPE de EROS y FILIA es el desinterés, por ello nunca causa sufrimiento a otros. La clave de ÁGAPE es poderse desprender del EGO, de las necesidades de la personalidad. Se puede amar sin estar enamorado. Cuando se está enamorado se cree amar, pero es muy posible que sólo se esté percibiendo la apariencia de quien creemos amar. Se ve solo lo positivo, lo que integra no lo que desune. Estamos en una especie de hipnosis que impide ver en forma integral a quien se ama. Nos desamoramos, en parte, por las mismas razones por las que nos enamoramos. Vemos las mismas cosas pero en el desenamoramiento las percibimos en negativo: la ternura se volvió melosería; la seguridad en sí mismo, dominio; el auto-control en falta de espontaneidad etc. También porque descubrimos facetas del alma del amado que no nos gustan. El enamoramiento con o sin amor, puede subsistir si se dan las condiciones apropiadas, entre ellas la falta de seguridad y de rutina; es decir, si se mantiene la incertidumbre. Por ello la convivencia estrecha lo amenaza tanto. Entre más interdependencia en una relación mayor riesgo para la estabilidad de la misma, pues aumentan las expectativas y el riesgo de que éstas no sean satisfechas. El tiempo también representa un peligro para el enamoramiento porque aumenta las posibilidades de que los sentimientos varíen y que los ajustes iniciales de la relación no permanezcan. En los cambios se deberá mantener la complementariedad para que la relación subsista o en su defecto tener un fuerte vínculo con el alma del otro. Una buena relación de pareja debe tener ambos componentes, amor y enamoramiento, pero debe predominar en ella el amor expresado en FILIA y en ÁGAPE La vida de pareja perfecta es EROS, FILIA Y ÁGAPE en cantidades adecuadas, que se adapten a las necesidades de cada uno. Hay parejas que son más eróticas, otras más fílicas o más agápicas, dependiendo de sus preferencias. Aun con amor si no hay enamoramiento es poco probable que pueda existir una excelente relación de pareja. Si no fuera así la mejor pareja sería el mejor amigo (a). Amar no es solo un sentimiento, es también una decisión. El enamoramiento opera más en el mundo de las emociones. El amor es preocupación activa por la vida y el crecimiento del otro y ello implica conocerlo en profundidad, pues nos se ama lo que no se conoce. Hay seres humanos que se enamoran solo una vez, otros que se enamoran muchas veces. Unos que no pueden vivir sin estar enamorados y posiblemente otros que no se enamoran nunca. La necesidad de enamorarnos lo mismo que el enamoramiento, admiten grados.

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El estar enamorado intensamente, locamente pasa. Es un sentimiento volátil cuya intensidad según los que han analizado el tema, oscila entre seis meses y cuatro años 15. Al corazón hay que ponerle cabeza. Dejarse llevar por la pasión amorosa, puede ser catastrófico. Hay que tomar distancia de este sentimiento y no apostarle todo a él; sí a FILIA y ÁGAPE, no al enamoramiento irracional. Frecuentemente nos equivocamos al tomar decisiones basadas en el enamoramiento, no en el amor, aunque es común que confundamos ambas cosas. Para muchos lo primero no ha sido el amor, sino estar enamorado. Si estar enamorado se convierte en adicción se torna nocivo. Enamorado del amor... o más bien enamorados de estar enamorados. Sin embargo convocamos lo que necesitamos para crecer en consciencia. El EGO, la personalidad, se equivoca, el ALMA no. El amor debe vivirse como una elección no como una adicción. Es el sentido de la frase: amar es una decisión, con todos sus dolores, quebrantos, momentos felices, tristes… siendo capaces de aceptar nuestra pareja con todas sus virtudes y cualidades. El que sabe que es adicto debe tomar precauciones. No apresurarse, caminar pausadamente: amigo, amigo íntimo, amante, compañera (o), y eventualmente esposa (o). Los adictos a estar enamorados son esposos o esposas, notoriamente malos. El enamoramiento es una poesía, corta, vibrante... el amor conyugal una novela frecuentemente tediosa, de muchísimas páginas. Necesitan estar enamorados, muy enamorados, y la rutina y el exceso de seguridad del matrimonio debilitan y a veces matan el amor romántico pues este se alimenta, como lo hemos dicho , de incertidumbre. Existen buenos matrimonios en el que ambos crecen, no solo se marchitan. Ser buen esposo(a) requiere aptitudes. Si no las tenemos, busquemos otras opciones de vida en pareja. Una relación de pareja que sea aceptable debe cumplir con los siguientes requisitos: ?

Convergencia En palabras de Alekos:” protagonista de la obra de Oriana Fallaci Un Hombre. “El amor es amistad y complicidad. El amor es una compañera con la que se comparte la cama porque se comparte un sueño, una tarea.” Compañero (a) es el que transita el mismo sendero que uno buscando lo mismo que uno busca. Alguien que es amigo-cómplice y amante en quien se puede confiar, la otra parte, la que nos complementa en lo secundario y se integra con nosotros en lo esencial, siendo juntos más que dos sin dejar de ser uno.

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Ver el informe especial de la revista CREDENCIAL ¿Realmente somos monógamos? Disponible para los interesados solicitándolo al e-mail señalado en la nota 2.

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Compromiso Implica cerrarse mentalmente a otras opciones, ponerle voluntad a la relación y luchar para que éste perdure. No significa matrimonio, ni siquiera vivir bajo un mismo techo, si saber que se cuenta con la otra persona y que ella no está buscando consciente o inconscientemente con quien reemplazarnos. Una relación sin compromiso será una amistad erótica, o un amor amistoso, como los llama E.Morin, pero no una relación de pareja. La exclusividad sexual puede ser negociable dentro del Principio de Transparencia del que se habla a continuación. La lealtad, la unión de centro a centro, no.

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Transparencia No es admisible en la relación una separación entre el yo privado y el yo que se presenta ante el otro. Se debe amar a la otra persona como es, no su apariencia. Secretos de uno con el otro en aspectos esenciales que directa o indirectamente afectan la relación de pareja no son aceptables. No mentiras aunque ello no implique decir toda la verdad. Pregunta hecha, pregunta respondida con total honestidad aunque la respuesta sea “no deseo hablar de eso”. Qué es esencial y por lo tanto debe comunicarse, debe acordarse entre las partes. La Ceremonia de la Verdad en donde cada quien cuenta al otro su vida sin omitir nada, previa a la iniciación de una relación de pareja es la liturgia de la transparencia. LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE

La existencia de mundos después de la muerte, crean en la mayor parte de las personas problemas de interpretación. ¿Son mundos físicos más sutiles que el actual, que implican la extinción de las necesidades materiales como el sueño, el hambre, el techo, el sexo etc.? ¿Como concebir un más allá en el que lo único que exista sea una especie de consciencia, similar a la obtenida en la meditación contemplativa, vacía de senti-pensamientos? ¿Nos fusionamos inmediatamente con DIOS y perdemos la consciencia de separación? etc. Releí la literatura de la que disponía que tratara el tema.16 Lo siguiente es un resumen de lo leído que en mi opinión, concilia en gran medida a todos los autores consultados. 16

DASS, Ram: Aquí todavía. Editorial Kairós, 2002. DOORE, Gary: ¿Vida después de la muerte? Editorial Kairós. Barcelona -1992.KLIMO, Jon: Mensajes del más allá. Ediciones Martínez Roca. Barcelona - 1988. LEARY, Timothy: El trip de la muerte. Editorial Kairós, 1998 MOODY, Raymond: Vida después de la vida. EDAF. Mexico - 1975. Reflexiones sobre vida después de la vida. EDAF. España 1977.Más allá la luz. EDAF. España - 1988.Reencuentros. Editorial EDAF, Madrid España-1994 ROBERT, Jane: El material Seth. Editorial Diana. México – 1991 Seth habla (Tomos 1 y 2). Editorial Luciérnaga, Barcelona 1998 RAMACHARAKA, Yogi: Catorce lecciones sobre Filosofía Yogi y ocultismo oriental. Editorial Kier. Buenos Aires - 1966. Curso adelantado sobre Filosofía Yogi y ocultismo. Editorial

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1. Somos espíritu, DIOS en manifestación. Llamamos ALMA la particularización de ese Dios en expresión. Somos un centro de consciencia de DIOS. Esa alma tiene obviamente consciencia de si, puede pensar y tiene voluntad. En la tesis de la reencarnación – que sostienen todos los autores cons ultados y comparte el autor de estas notas por parecerle la hipótesis más probable - lo que transmigra es el alma. Los recuerdos de la personalidad, la experiencia que vivimos en nuestra expresión material, no lo hace. Las reencarnaciones terminan cuando nos fusionamos con lo que llamamos DIOS, la consciencia de todas las consciencias, nuestro YO superior. En ese momento nuestro cuerpo es Todo lo que Es, nuestra mente la integración de todas las mentes, nuestra voluntad la voluntad que manifestamos a través de los infinitos medios de expresión del universo. La gran lección que hemos de aprender es nuestra identidad con DIOS. El objetivo de la vida es SER. 2. Existe un cuerpo astral que es la copia más sutil del actual cuerpo físico, en el que manifestamos plenamente nuestra actual personalidad. Es el cuerpo que se usa en los llamados viajes astrales. Es más sutil que el actual y podemos hacer con él cosas que nos están vedadas en cuerpo físico, más denso. Al morir quedamos en cuerpo astral. Percibimos nuestro entorno y podemos desplazarnos, usando la voluntad, a donde bien queramos. En algún momento abandonamos el mundo de la materia densa y entramos en un nuevo estado en donde hay una revisión de la experiencia presente y la consolidamos en aprendizaje. Es posible, sobre todo si morimos en forma inesperada, en un accidente por ejemplo, o si tenemos cosas pendientes que consideramos importantes, que nos cueste trabajo abandonar el mundo material en el que hemos vivido. 3. Entramos a continuación en un sueño profundo de duración variable dependiendo de la evolución de nuestra alma y de las experiencias de nuestra reciente encarnación que tengamos que asimilar. En esta etapa nos desprendemos de nuestro cuerpo astral y permanecemos en lo que podríamos denominar cuerpo sutil.17

Kier. Buenos Aires - 1966.Gnani Yoga. Editorial Kier. Buenos Aires - 1963.Bhagavad Guita. Editorial Kier, Buenos Aires-1963 La vida después de la muerte Editorial Kier, Buenos Aires-1961 RODEGAST, Pat: El libro de Enmanuel. Ediciones Luciérnaga. Barcelona 1993 ROGERS, Carl: El camino del ser. Editorial Troquel. Argentina - 1989.TOYNBEE, Arnold, KOESTLER, Arthur y otros: La vida después de la muerte. TM Editores. Colombia - 1995.WAMBACH, Helen: Vida antes de la vida. EDAF. España - 1979. WILBER, Ken: El proyecto Atmán - Una visión transpersonal del desarrollo humano. Editorial Kairós. Barcelona 1989. Gracia y Coraje. Editorial Gaia. Madrid 1995 Diario. Editorial Kairós, Barcelona – 1999 WEISS, Brian: Muchas vidas, muchos sabios. Javier Vergara Editores. Buenos Aires, Argentina - 1989. A través del tiempo. Javier Vergara Editores. Buenos Aires, Argentina - 1992. Lazos de amor. Ediciones B, Barcelona - 1996. Los mensajes de los sabios Ediciones B, Barcelona 2000 ZUKAV, Gary: El lugar del alma. Plaza & Janés. Barcelona - 1990. 17

El elemento predominante en el cuerpo astral es energía; en el cuerpo sutil, mente; en el cuerpo causal espíritu, es decir consciencia. En todos los estados hay materia, energía, mente y espíritu, la diferencia radica en el predominio de alguno de ellos. Creo con los budistas que no es posible concebir el espíritu sin un substrato material. A fin de cuenta la materia es energía y la energía es materia, aunque su grado de sutileza varíen enormemente.

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4. Reiniciamos nuestra experiencia consciente como alma y creamos un mundo mental en el que vivimos nuevas experiencias basadas en los recuerdos de nuestra más reciente encarnación. Este mundo depende de nuestras creencias y lo compartimos con las almas que tienen creencias similares a las nuestras. Es un cielo o un infierno cocreado con nuestros compañeros de camino con los que nos sincronizamos en marcos de referencia y expectativas, en donde los musulmanes encontrarán sus huríes, los cristianos a Cristo y los budistas a Buda, pero es un sueño colectivo, que pertenece al mundo de la imaginación. Decir que estos mundos no son reales me parece improcedente, pues ¿no es acaso nuestro mundo material la consecuencia de un sueño consciente de lo que llamamos Dios? La vida material es nuestro sueño primario, o si es más entendible, el sueño primario de Dios. Como es abajo es arriba, usamos el mismo mecanismo de creación original, para crear nuevos mundos y experiencias. La vida es continuidad a través de diversas formas oníricas. Cualquier forma es maya, ilusión, solo la realidad que la soporta, nuestra naturaleza espiritual, persiste, tomando la experiencia diversas formas, ilusorias en su aspecto pero reales en la esencia tras de ellas. ¿Soy un hombre soñándome mariposa o una mariposa soñándome hombre? ¿Qué más da? Lo importante no es la forma, hombre o mariposa, sino el soñador tras el sueño. Podemos desde este estado recibir los muertos que hemos amado y reencontrarnos con ellos en ese momento, adoptando una forma igual o inferior en grado de densidad a la que poseemos. Nuestro cielo, o nuestro infierno, no tendrán límites distintos al de nuestras creencias. Será por lo tanto una versión mejorada de nuestra vida actual o si la culpa nos acompaña, un infierno parecido al que creamos merecer. 5. En algún momento nuestro deseo de experiencias físicas, más materiales, nos llevarán a reencarnar en condiciones adecuadas a nuestro karma, determinado este último por nuestras apetencias y las leyes universales de evolución, que lo rigen. Morimos a ese estado y nacemos a otro. Desaparece nuestro cuerpo sutil, quedamos en cuerpo causal y empezamos un nuevo ciclo, en el que aunque la memoria desaparezca, permanecerá la experiencia acumulada. El libro tibetano de los muertos establece 49 días para todo este ciclo. No comparto esta apreciación, aun si las experiencias vividas en una dimensión temporal distinta a la nuestra, no equivalen a 49 de nuestros días. Esto está en contravía con las enseñanzas de diversos maestros y con la experiencia documentada de los espiritistas En el Libro Tibetano de los muertos no abundan los detalles del bardo entre reencarnación y reencarnación. Es posible que un alma muy evolucionada evite la distracción de los mundos astrales imaginarios aunque los viva, y acorte o alargue a voluntad su período de reencarnación.

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LAS ÁREAS MÁS FRECUENTES DE PROBLEMAS HUMANOS Lo que llamamos problemas se presentan, de acuerdo a las enseñanzas de Gerardo Schmedling, en cuatro campos fundamentales de la vida del ser humano: Relaciones Un problema de relaciones se origina cuando queremos imponerles a otros un comportamiento diferente al que tiene. Generalmente queremos cambiar a los demás para sentirnos bien. Es conveniente pensar que no vinimos a este mundo para transformar a los demás, sino para transformarnos a nosotros mismos. Salud Un problema de salud se origina cuando llevamos una vida que quebranta las leyes de la naturaleza. Economía Los problemas económicos se originan cuando queremos vivir de un modo distinto al que tenemos sin disponer de los medios para hacerlo. Ubicación Los problemas de ubicación se generan por querer estar en un lugar diferente a aquel en el que se está en los campos físicos, psicológicos o espirituales, sin poder hacerlo. En estos casos nuestros mapas mentales no se ajustan al territorio. ALGUNAS RECOMENDACIONES PARA FACILITAR LA PRÁCTICA LAS SIETE LEYES DEL UNIVERSO Y ELEVAR EL NIVEL DE CONSCIENCIA

CENTRARSE Nos centramos cuando nos volvemos observadores de los pensamientos producidos por la mente y de las emociones experimentadas por el cuerpo. Equivale a realizar una mini meditación contemplativa. Para muchas personas lo anterior no es comprensible: ¿Cómo adoptar una posición de testigo de mí mismo si yo soy mis pensamientos y las emociones que de ellos se derivan? Se podría decir que en estos casos, el programador, ese que en nosotros se reconoce como YO, está confundido con el programa: los contenidos de su mente y las reacciones de su cuerpo.

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Los senti-pensamientos, son como las palabras con las que nos expresamos, son de uno, nos pertenecen, pero no son uno. El pienso luego existo, de Descarte, es tan categórico porque no pueden existir senti - pensamientos sin senti - pensador. Algo más grande y trascendente habita detrás de los pensamientos y emociones que dan forma a nuestra personalidad: nuestra auto-consciencia. Esa que nos permite apropiarnos de ellos y responsabilizarnos de nuestras acciones. La que nos define como humanos. El conocedor que sabe que conoce. Quien esto lee. Centrarse en el YO, percibirlo como el que realmente somos, es la clave para empezar a asumir control sobre nosotros mismos, desarrollar la llamada inteligencia emocional y permitirnos la apertura a los pensamientos y emociones de los demás. Nos saca igualmente del papel de víctimas y nos coloca en el de protagonistas de nuestra propia vida. Darnos cuenta de que en esencia somos un centro de consciencia, proporciona una gran posibilidad de auto-dominio pues dejamos de identificarnos con la mente y nuestras emociones. Nos percatamos de que tenemos un cuerpo, somos uno con él, pero no somos sólo cuerpo; desempeñamos múltiples roles sociales, pero somos el actor no los papeles que representamos; tenemos senti-pensamientos, pero podemos mantener nuestro sentido de identidad en ausencia de ellos. Si estoy en estado yoico puedo ser el actor y el espectador de mi vida a voluntad o permitir que ambos roles se fundan. El conocedor y lo conocido al mismo tiempo. Eso es la auto-consciencia en acción. Sentir la propia identidad, el YO soy YO, es la esencia del sentimiento de fraternidad universal. Desde allí descubrimos en cada persona a un hermano, independientemente de diferencias de raza, cultura, filosofías o religiones. Sólo desde este estado de consciencia entendemos el significado de la palabra HUMANIDAD. Cuando estemos descentrados, tomemos distancia de nuestros senti-pensamientos y observemos en forma neutral, sin juicios, lo que acontece dentro de nosotros mismos, volviéndonos un testigo de lo que pasa en nuestra personalidad, convulsionada por múltiples y contradictorios pensamientos y emociones. Es conveniente establecer una rutina que nos recuerde frecuentemente durante el día quiénes somos, pudiendo entonces, desde la perspectiva privilegiada que este conocimiento otorga, permanecer más tiempo en lo que Deepak Chopra, médico de la corriente ayurvédica y reconocido maestro espiritual, llama estado de “auto-referencia”. Para lograrlo hagámonos consciente de nuestra respiración y a través de su observación calmemos nuestra mente y ubiquémonos en nuestro centro: el YO, ese punto en el que encontramos paz interna. Cuando lo logremos, repitámonos según el meta paradigma que tengamos: YO..., YO soy YO..., YO, Hijo de Dios... YO, Uno con Dios, o algo similar que nos haga consciente de lo que creemos ser. Convirtámoslo en una especie de mantra, usándolo con frecuencia, repitiéndolo cuantas veces sea necesario hasta que inconscientemente, experimentemos la identificación con nuestro

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centro de consciencia. Desde allí tomemos control de nuestros senti-pensamientos y acciones. CONCENTRARSE EN EL MOMENTO PRESENTE Muchos maestros espirituales sostienen que hacerse consciente del momento presente concentrándonos en él, es el secreto de la paz interior y aun de la iluminación, entendida como un estado de consciencia permanente en la que nos percatamos de nuestra unidad con todos los seres del universo. Pema Chödrön, una monja budista dice en uno de sus libros, Cuando todo se derrumba, 18 que cuando nos centramos en el presente y no nos culpamos ni culpamos a los demás, simplemente observamos, nos encontramos con la sabiduría. Este mismo pensamiento lo comparte Eckhart Tolle en su muy conocido libro El Poder del Ahora19. El pasado es memoria y el futuro imaginación, solo tenemos el fugaz e inasible presente como espacio-tiempo de la vida. Concentrarse en el presente quiere decir estar en el aquí y en el ahora; tener la consciencia exactamente, donde se está, no en otro lugar, en tiempo presente, no en el ayer o en el mañana. Es hacerse consciente en presente de nuestros senti – pensamientos. También puede entenderse como estar concentrados en lo que se esté haciendo. Lo opuesto a esto es la dispersión de la mente. Significa, por ejemplo, estar de cuerpo y mente en el acto de tomarse un café, hablar por teléfono, recibir la visita de alguien, etc. en lugar de estar pensando o haciendo simultáneamente otras cosas. Esto permite incluso en el caso de que tengamos que poner atención a muchos eventos simultáneos, atenderlos en fila india, en lugar de en columna, aumentando así nuestra productividad. Cuanto más se viva en presente, más serenos estaremos, pues miedo, ira, culpa, resentimiento y otras emociones perturbadoras, generalmente se dan cuando la mente se ubica en el pasado o en el futuro. Aun lo que no nos gusta es plenamente tolerable cuando lo vivimos en presente, cuando lo aceptamos y lo dejamos ser sin hacerle resistencia, como si uno mismo lo hubiese escogido. Vivir en presente no necesariamente significa evitar pensar en algo distinto a la experiencia que se esté teniendo, sino concentrarse en lo que se esté haciendo; por ello no implica dejar de de aprender las lecciones del pasado o no planear el futuro, sino percatarse de que ambos, pasado y futuro, sólo existen en presente, porque es en presente que los convocamos. En este sentido no sólo es plenamente compatible con tareas profesionales que exijan mirar el pasado y el futuro, sino que permite que las realicemos mejor, con total concentración.

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CHÖDRÖN, Pema: Cuando todos se derrumba. Gaia Ediciones, 1998. Madrid, España Eckhart Tolle. Editorial Norma, Bogotá, D.C., 2000

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En cualquier momento en que descubramos que estamos apartándonos del momento presente, devolvamos el centro de atención al aquí y al ahora. Ello exige disciplinar la mente, logrando fijarla en lo que en cada momento, se esté haciendo. Podemos por ejemplo, al percatarnos de que nos hemos alejado del presente, decirnos a nosotros mismos: Desconcentrado…volver al presente. Esto equivale a una especie de moción de orden en la que nos conminamos a ubicarnos en la actividad que estemos desarrollando. Otra forma de hacerlo es preguntarnos frecuentemente ¿Dónde está ahora mi cuerpo? ¿Mis pensamientos? ¿Mis sentimientos? Ello nos permite tomar consciencia del presente y en caso de estar fuera de él, corregir el rumbo. La existencia se percibe y vive en forma diferente cuando nos tornamos consciente del momento presente. Ensayémoslo. OBSERVAR SIN JUZGAR Esta práctica consiste en hacernos consciente de la experiencia, momento a momento, en el “aquí y ahora” sin la interferencia de juicios o reacciones mentales o emocionales; simplemente tomar nota . Por ejemplo, mirar a una mujer sin quedar atrapado en su apariencia, ser capaz solamente de observarla, sin describirla mentalmente, evaluarla ni desearla o rechazarla. No se comprende lo que se juzga. Para evaluar se requiere, un deber ser contra el cual comparar lo que observamos. Para comprender es necesario suspender, por lo menos provisionalmente, el patrón normativo de referencia, pues ello implica observar, solamente observar, sin ningún proceso consciente o inconsciente de evaluación. Observar sin juzgar sólo puede efectuarse en tiempo presente; es difícil, pero no imposible. Nombrar, en particular cuando usamos adjetivos calificativos, dificulta la observación sin juicio, pues la palabra fragmenta, disocia. Además la palabra no es la cosa sino lo que esta representa y, según el contexto en que la ubiquemos, puede asumir múltiples significados. Por ello es frecuente que no vivamos la experiencia, sino lo que senti - pensamos acerca de la misma. Vivirla implica, tomar consciencia de ella, sin nominarla, sin calificarla; haciéndose uno con ella. Consecuente con lo anterior, en asuntos humanos el juzgar impide comprender el punto de vista del otro. Si queremos entenderlo hemos de hacerlo sin juicios y si este es imprescindible, debe hacerse sólo después de haber comprendido, no antes, no durante, y siempre acerca de la conducta, no del ser; es decir, sobre lo que el otro hace y no sobre lo que es, usando la visión propia del nivel cuatro de consciencia que mira como distintos, aunque complementarios, al individuos y sus senti-pensamientos y acciones. Escuchar desde la nada, desde el vacío, sin juzgar, es empezar a entender. Una de las recomendaciones más poderosas para facilitar esta práctica, es aceptar a los demás tal como son. Esto puede implicar algo más que la pasividad que proviene de la simple tolerancia. Se podría convertir en complicidad, una forma de tolerancia activa,

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con la vida del otro, mientras ella no perjudique a los demás. Tal vez sea este el modo más profundo y más bello de relación entre seres humanos que se aman. Observar en forma no evaluativa, no sólo es necesario para comprender a los demás, sino también para aplicar la célebre y útil sentencia del oráculo de Delfos conócete a ti mismo, pues nuestra evolución hacia formas más avanzadas de consciencia y de vida no es consecuencia de violentar nuestro ser, sino de comprender porqué hacemos lo que hacemos. Si no somos capaces de mirarnos sin evaluarnos, no podremos entender qué es lo que en nosotros acontece. Dejemos que el juez descanse y tratemos mas bien de ser lo que somos. Esta comprensión surgida de la ausencia de evaluación, del no-juicio, puede ser profundamente transformadora de nuestros senti-pensamientos y actos. No necesitamos estar en permanente vigilancia sobre nosotros mismos para que nuestra conducta se ajuste a lo que creemos es lo ideal, basta comprendernos, entonces cambiaremos sin mayor esfuerzo de voluntad. DIALOGAR CON UNO MISMO El diálogo interno es la fuerza más poderosa que tenemos los seres humanos para convertirnos en maestros de nosotros mismos. Su práctica nos permite encontrar dentro de nuestro propio ser las respuestas a las preguntas que la vida nos plantea. OSHO, un gran maestro espiritual decía que jamás había que preguntarle a alguien que estaba bien o que estaba mal pues la vida de cada uno de nosotros es un experimento para averiguarlo. Las buenas respuestas a nuestros interrogantes internos nos conducen a vivir en paz con nosotros mismos y con los demás, las malas logran el efecto contrario. Escucharnos a nosotros mismos tiene tres componentes: Aprender a contactarnos con nuestros sentimientos, experimentándolos y abriéndonos a lo que nos quieran decir, revisar nuestra programación mental y dialogar con nuestro súper yo. El primero está más asociado con nuestro mundo emocional; el segundo con nuestra racionalidad consciente e inconsciente y el tercero con lo normativo. Los tres están interconectados e implican operar desde una consciencia yoica, pues sólo desde ella podemos tomar distancia de nuestros senti-pensamientos. Los sentimientos representan la síntesis corporal de los contenidos de nuestra mente. No hay sentimientos sin pensamientos conscientes o inconscientes que los generen. Aceptarlos nos abre las puertas a la compresión de qué los origina n, dándonos información muy clara de nuestra programación mental. Nuestros programas internos representan aquello en lo que creemos consciente e inconscientemente, en particular los valores que poseemos y la forma jerárquica en la que los hemos organizado para decidir, entre alternativas, cuál es la mejor.

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El súper yo es ese lado de nuestra personalidad que indica, según la etapa evolutiva en la que estemos y las circunstancias que vivamos, qué es lo mejor para cada uno de nosotros. Puede ser considerado como una especie de maestro o guía interno. La voz interna no es infalible pues se alimenta de la información que le proporcionamos, de nuestra capacidad de organizarla y extraer conclusiones de ella y de los paradigmas propios de nuestra educación; pero representa, equivocada o no, nuestra guía más confiable. Tal vez por ello, la mayor parte de las religiones la consideran en asuntos de conciencia moral, el tribunal de última instancia. La programación interna y el súper yo puede ser educado a través del diálogo interno, desactivando las grabaciones obsoletas que aún funcionen en él y programándolo con la información actualizada proporcionada por la propia experiencia existencial; de esta manera podemos transformar al súper yo de crítico improductivo en cómplice de nuestro desarrollo. Igualmente al afectar nuestra programación mental reeducamos en forma indirecta los sentimientos, sus compañeros inseparables Para Carl Rogers, destacado psicólogo contemporáneo ya fallecido, la práctica de escucharse a sí mismo, correlaciona fuertemente con la creatividad. Para él, basado en el postulado que establece que no hay dos personas iguales, el oír nuestra voz interior nos torna irremediablemente creativos, pues cada ser humano ve el mundo en forma diferente a cualquier otro; por consiguiente, el secreto de la creatividad radica en ser capaces de ser nosotros mismos. Para lograrlo, según sus planteamientos, debemos analizar la pertinencia de nuestros deberías, dejar de satisfacer expectativas ajenas, comenzar a auto orientarnos, y abrirnos a la experiencia. Esto, concluye, conducirá gradualmente a confiar cada vez más en lo que somos y, al proyectar nuestra propia vivencia en los otros, a aceptar también lo que los demás son. 20 Al tomar una decisión esperemos sentirnos totalmente identificados con ella, sin conflicto interno con la misma; solo en ese momento ejecutémosla. El estado de calma al que finalmente llegamos es sintomático de que se ha logrado la armonía interior necesaria para poder asegurar que la decisión tomada representa en ese momento existencial, lo mejor para nosotros. En la duda, abstengámonos, hasta que la paz interior producto de la decisión a la que tentativamente hayamos llegado, se haga presente. Una vez hayamos hecho lo anterior sigamos la voz interior tan impecablemente como nos sea posible, sin permitir que nada externo nos aparte de ella, pues nuestra primera obligación es ser fieles a nosotros mismos aunque para ello, algunas veces tengamos que ser infieles a las expectativas de los demás. 20

Ver ROGERS, Carl: El proceso de convertirse en persona. Editorial Paidós. Argentina - 1972. Existe a disposición del interesado en el e-mail señalado en la nota No. 2, un capítulo del libro que resume gran parte del contenido del mismo. También pude consultarse mi artículo El fomento de la creatividad en las organizaciones, publicada en las memorias del Primer Congreso Internacional de Creatividad, Universidad Javeriana, Bogotá DC. 1992, disponible para los interesados en la forma señalada en las nota de pie de página No.2, de este trabajo.

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Seguir este sendero es comenzar a confiar más en la voz interior cuando busquemos respuestas; es decir, depender menos de los demás. Ni siquiera a nuestros maestro espiritual, si lo tenemos, debemos seguirlo si contradice las conclusiones a las que llegamos en la consulta interna. Cada ser humano es para sí mismo, el único maestro. Los demás son una ayuda y sus orientaciones válidas sólo en la medida en que sean refrendadas por el propio ser. La responsabilidad por nuestro crecimiento es indelegable. Este es el sentido de la frase: Si encuentras a Buda en tu camino, mátalo, equivalente en el psicoanálisis a matar al padre y a la madre para podernos encontrar a nosotros mismos. Ella sugiere liberarnos de dogmatismos, filosofías y religiones que sintamos no nos corresponden, confiando en las verdades que descubramos dentro de nuestro ser. DESARROLLAR LA INTUICIÓN El psicoanálisis nos familiarizó con la idea del inconsciente. El hecho es que no nos percatamos, no somos conscientes, de la mayor parte de nuestros senti-pensamientos. Paradójicamente son ellos, los inconscientes, los que más influyen en nuestra conducta. Damos demasiada importancia a nuestra información consciente, descuidando la inconsciente, que representa, usando el símil del iceberg, la mayor parte de los contenidos de nuestra mente. Pensamos demasiado y trabajamos nuestra parte emocional poco, casi nada. La utilidad de no pensar tanto, está vinculada con el acceso a la consciencia no verbal de hacer parte de un todo, tan valorada en la práctica espiritual del misticismo. También correlaciona con la emergencia de la intuición, entendida como procesamiento inconsciente de información, presuntamente realizada a través del hemisferio derecho del cerebro y definida por el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, como la “facultad de comprender las cosas instantáneamente, sin necesidad de razonamiento”. Lo que sabemos hoy del funcionamiento de los hemisferios cerebrales, parece indicar que lo consciente tiene más que ver con el hemisferio izquierdo, analítico y verbal, que con el derecho, globalizador y mudo. En el derecho se produce, entre otras, la síntesis de la información que procesamos conscientemente con el izquierdo, pero a ésta sólo tenemos acceso mediante la percepción directa, no verbal, de la misma; en otras palabras, a través de la intuición. La intuición es muda, nos habla desde el silencio. El conocimiento intuitivo es algo que no necesita de palabras pues las trasciende. La intuición no es como investigar la verdad con la ayuda de una linterna, sino como mirar lo que hay en la noche oscura en el fulgor deslumbrante de un relámpago, donde todo se hace visible de forma simultánea. No es que algo – una parte – se haga visible ahora, más tarde otra parte, luego otra, y así sucesivamente. La percepción de lo que hay ocurre a la vez, todo se descubre a un tiempo. Ella nos habla desde el silencio pues trasciende las palabras. Si no sabemos acallar nuestra mente, se nos dificultará percibir su voz. La meditación contemplativa de

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la que hemos hablado antes, es un buen entrenamiento para poder escucharla. Análisis y síntesis se complementan funcionando en círculo, el uno alimenta al otro. Entre mejores análisis, mejores síntesis y viceversa. Por ello para poner a funcionar en forma adecuada la intuición es recomendable agotar la vía analítica y desprender la mente consciente del tema que nos preocupa, estando alerta a los destellos creativos de nuestro hemisferio derecho. Posteriormente, hemos de validar racionalmente nuestras intuiciones y de ser necesario, reiniciar el proceso. Para Kenichi Omhae, destacado consultor administrativo contemporáneo, las estrategias de negocios que llegan a tener éxito no provienen de un análisis riguroso, sino mas bien de un particular estado mental, más creativo e intuitivo que racional. Gödel, célebre matemático, sostenía que la intuición es un instrumento que un día sería tan valorado como la lógica misma. Igualmente Gary Kasparov, el campeón mundial ruso de ajedrez, sostuvo durante su visita a Bogotá en el año 2005, que la intuición era la cualidad definitiva de un gran ajedrecista. En la práctica, todo lo anterior implica menos pensamiento, más vacío; menos racionalidad, más instinto; más abandono, mayor confianza en las fuerzas impersonales que determinan nuestro ser. Dejar que la verdad que se halla dentro de nosotros guíe nuestro camino. Esa verdad que, vale la pena aclarar, no es la VERDAD, con mayúsculas, sino nuestra verdad, hecha a nuestra medida, ajustada a lo que somos y a nuestras circunstancias. Confiemos en nuestra intuición; entre más la usemos, más se fortalecerá. DESAPEGARSE DE RESULTADOS El desapego es un estado de la mente que implica mantener el centro de auto valoración en lo que somos, un centro de consciencia, independientemente de nuestros logros. Aplicado a resultados significa no hacer depender nuestra auto-estima de logros sobre los que no tenemos total control. No implica no darle valor a aquello por lo que luchamos o no trabajar por objetivos, sino percatarnos de que su obtención depende no sólo de nuestros esfuerzos sino de variables que escapan a nuestro dominio. Es darnos cuenta de que en muchos eventos de nuestra vida cotidiana somos totalmente responsables de nuestros esfuerzos, pero solo parcialmente de los resultados que esperamos obtener de ellos pues el principio de incertidumbre de la Física, derivado de la interdependencia de todo lo que existe, opera también el mundo de los asuntos cotidianos. El desapegarse de resultados correlaciona con lo que los psicólogos denominan tolerancia a la ambigüedad, considerado por muchos como unos de los atributos de personalidad de los líderes exitosos.

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Centrar nuestra valoración personal en resultados que no dependen totalmente de nuestros esfuerzos es irracional. Saber aceptar la ambigüedad y aprender a navegar en ella, derivando en estado de alerta, como recomienda Manfred Max Neef ganador del Nóbel alternativo de Economía en 1983, es vital para la tranquilidad y la efectividad personal. La posición de Deepak Chopra respecto a la posibilidad de no angustiarse por resultados que no dependen totalmente de nosotros, es muy interesante. Afirma que si al formular nuestros objetivos nos abrimos a la posibilidad de que no se cumplan si circunstancias fuera de nuestro control no nos son favorables, podemos luchar por ellos concentrándonos en los esfuerzos, sin hacer depender nuestra valoración personal del éxito fracaso de nuestras acciones individuales. En esta dirección apunta uno de los cantos de guerra de la etnia Suahili: Solo la lucha le da sentido a la vida, la victoria o la derrota está en manos de los dioses ¡Celebremos la lucha! Para los creyentes en Dios y en su intervención personal o impersonal en asuntos humanos, el aceptar su voluntad puede representar una idea equivalente. Para ello podemos hacer propia la frase de San Ignacio de Loyola quien desde la perspectiva cristiana, decía: Obremos como si todo dependiera de nosotros, pero dejemos el resultado en manos de Dios. El enfoque plasmado en el Baghavad Gita, 21 que constituye la esencia de la filosofía de los hindúes y budistas, logra un notable equilibrio entre medios y fines: Mirar el futuro y luchar por construirlo según los propios sueños, pero sin apetecer los frutos de la acción. Si se dan bien, si no, examinar por qué y modificar los fines o los medios aceptando lo que no podamos cambiar, enfatizando en todos los casos, el valor de la experiencia en sí misma y el aprendizaje que se deriva de ella. En este sentido podríamos decir con Gandhi: esfuerzo completo, victoria completa. Desde la perspectiva del desarrollo personal el camino y lo que en él se aprende es el fin y el destino el medio. Esto se encuentra bellamente expuesto en la poesía de Constantino Kavafis, ITACA.22 21

Hay muchas versiones de esta obra capital de la filosofía Hindú. Ver, entre otras, Ramacharaka, Yogi: Bhagavad Gita. Editorial Kier, Buenos Aires; un excelente resumen. Hay a disposición del lector un extracto de la misma que puede ser solicitado al e-mail señalado en la nota 2. 22

Si vas a emprender el viaje hacia Itaca, pide que tu camino sea largo, rico en experiencias y en conocimientos. A Lestrigones y a Cíclopes y al airado Poseidón nunca temas. No hallarás tales seres en tu ruta si alto es tu pensamiento y limpia la emoción de tu mente y tu cuerpo. A Lestrigones y a Cíclopes, ni al fiero Poseidón hallarás nunca, si no los llevas dentro de tu alma, si no es tu alma quien ante ti los pone. Pide que tu camino sea largo, que numerosas sean las mañanas de verano en que con placer, felizmente arribes a puertos nunca vistos. Detente en los mercados de Fenicia y adquiere hermosas mercancías, madreperla y coral, y ámbar y ébano, perfumes deliciosos y diversos, cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes. Visita muchas ciudades de Egipto y con avidez aprende de sus sabios.

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Si soltamos el apego por resultados concentrándonos en realizar lo mejor posible lo que tengamos que hacer para lograrlos, nuestro desempeño y nuestra calidad de vida mejorarán notoriamente. RECORRER CAMINOS CON CORAZÓN Un camino con corazón, según Carlos Castaneda 23, mítico escritor peruano, autor de una serie de libros relacionados con las enseñanzas de Don Juan, presunto chamán mexicano de la etnia yaqui, es aquel que se recorre por el solo placer de hacerlo, aunque no conduzca a ninguna parte. Si tiene corazón, el camino es bueno; si no, convierte a quien lo transita en víctima de la vida. Cualquier sendero que escojamos es un camino entre cantidades de caminos. En todos aprendemos, pero si sentimos que no debemos seguirlo porque sus beneficios son inferiores a sus costos, debemos abandonarlo. El camino con corazón está construido sobre fortalezas, no sobre debilidades. Se fluye en él porque nuestra vocación y aptitudes parecen haber sido especialmente diseñadas para la tarea que estamos realizando. Tiene corazón porque lo ejecutado en el aquí y en el ahora es un fin en sí mismo y no sólo un medio para lograr otros fines en sitios y tiempos distintos al presente que ahora se vive. Recorriéndolo, se siente que se crece como ser humano y profesional, porque a través del hacer, se es cada vez más. El buen trabajo, el trabajo con corazón, produce resultados tangibles para los demás; lo que entregamos nos enorgullece, porque sentimos que estamos colaborando a mejorar la condición humana. En el campo laboral, Peter Drucker, el teórico de la Administración que tal vez más influencia tuvo en el pensamiento gerencial del siglo XX, afirma en su clásico libro, El ejecutivo Eficaz, 24 que lo más conveniente es construir sobre fortalezas, las propias y las de los demás; no sobre debilidades. Para ello debemos usar nuestra ventaja comparativa,

Ten siempre a Itaca en la memoria, llegar allí es tu destino, más no apresures el viaje, mejor que se extienda largos años y en tu vejez arribes a la isla con cuanto hayas ganado en el camino, sin esperar que Itaca te enriquezca. Itaca te regaló un hermoso viaje, sin ella el camino no hubieras emprendido, mas ninguna otra cosa puede darte. Aunque pobre la encuentres, no te engañará Itaca. Rico en saber y en vida, como has vuelto, comprendes ya el significado de Itaca. 23

Hay disponible solicitando al e-mail señalado en la nota de pie de página No. 2, un extracto de las siguientes obras: Las enseñanzas de Don Juan. Fondo de Cultura Económica. México - 1974. Una realidad aparte. Fondo de Cultura Económica. México - 1974. Viaje a Ixtlan. Fondo de Cultura Económica. México - 1975. Relatos de Poder. Fondo de Cultura Económica. México - 1976. El don del águila. Editorial Diana, México, 1982 El segundo anillo de poder. Emecé, Editores. 1987 El fuego interior. Editorial Everest, Leon. 1986. 24

Drucker, Peter: El ejecutivo eficaz. Editorial Sudamericana, Décima Cuarta reimpresión. 1996, Argentina.

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es decir, aquello que hacemos bien en forma natural... lo que se nos da, de la que hablamos en la Ley del Dharma. ¿Es nuestro trabajo un camino con corazón? ¿Lo seguiríamos recorriendo aunque no tuviésemos necesidad de trabajar para vivir? Respondamos estas tres preguntas: ¿Qué haríamos si no necesitáramos trabajar para vivir? ¿Cuál es desde ese camino, la mejor manera de servir a los demás? ¿Cómo puedo convertir mi camino en una forma de vida? Ellas nos indicarán qué senderos laborales tienen corazón para nosotros. Al contestar las dos primeras preguntas, eliminemos cualquier restricción, como la económica, a fin de no limitar el rango de las respuestas. El tema de dinero debemos tratarlo al contestar la tercera pregunta, después de definir el camino, viendo cómo podemos lograr los medios que necesitamos para vivir según queremos, sin abandonar el sendero que hayamos elegido. Si nuestros caminos tienen corazón nuestra vida es como una danza, que se baila por el placer de bailar; si no lo tiene, es como una sesión de aeróbicos musicalizados, si la hacemos para rebajar de peso o fortalecer el músculo cardíaco y no por el placer de bailar. Si los caminos de nuestra vida tienen corazón somos seres humanos afortunados, si no lo tienen debemos abandonarlos antes que ellos termine n con nosotros. Tenemos derecho a expresar a plenitud nuestro ser en el quehacer cotidiano y ello implica un trabajo que nos haga bendecir la vida. En este contexto tiene razón Facundo Cabral cuando dice que una persona que trabaja en lo que no ama es un desocupado aunque labore todo el día. Felicidad laboral, implicaría por lo tanto estar laborando en algo que haríamos gratis, y tener alguien que nos pague por ello. Todo lo anterior contraría la idea que lo que hace meritorio un camino es el esfuerzo, aunque no nos guste recorrerlo, lo que Gerardo Schmedling llamaba tareas de DESTINO, en oposición a las de MISIÓN que son aquellas en las que se integra el ser con el quehacer. Esto sólo es cierto si no podemos trascender un camino sin corazón poniéndolo al servicio de nuestro meta-propósito, aprendiendo a amarlo. En el evento de que no podamos cambiar de camino, cobra sentido la recomendación de que si no podemos hacer lo que amamos debemos aprender a amar lo que hacemos, convirtiendo nuestro DESTINO en MISIÖN.

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Cuando recorremos caminos con corazón fluimos. Una persona que fluye, según Mihaly Csikszentmihaly 25, está completamente centrada en la acción no en los resultados de la misma. La persona se hace una con lo que hace, desapareciendo en esos momentos la consciencia de sí. La sensación de tiempo se distorsiona, convirtiéndose las horas en minutos. Cuando en una actividad fluimos, funcionamos a plenitud de cuerpo y mente. El fluir se da cuando nuestros actos brotan del amor. Esto se logra cuando recorremos caminos con corazón Todos nosotros tenemos las llaves de las cerraduras que creemos debemos abrir para convertir nuestros sueños en realidades. Nadie hará por nosotros lo que nosotros no hagamos por nosotros mismos. Empecemos ahora, trabajando nuestro interior; mañana puede ser tarde, pues corremos el riesgo de disfrazar de seguridad el temor de asumir el riesgo de ponerle corazón a nuestros caminos. REPLANTEAR LOS CONTRADICTORES COMO MAESTROS Si partimos del hecho de que todo ser humano es único e irrepetible, es lógico que no veamos las cosas de la misma manera. Lo normal, en consecuencia, es el desacuerdo, no el acuerdo, por ello los conflictos son inevitables; no podemos eliminarlos de nuestra vida, solamente aprender a manejarlos. Los conflictos son, además convenientes, porque nos permiten percibir las situaciones desde diferentes ángulos comprendiendo mejor nuestras propias posiciones al confrontarlas con las de los demás. Esto nos facilita crecer en sabiduría y a movernos hacia un mundo en el que podamos vivir en paz con el prójimo a pesar de nuestras diferencias. Los conflictos son los parteros del desarrollo en el ámbito individual y social. El intelectual colombiano ya fallecido, Estanislao Zuleta en uno de sus trabajos más conocidos Elogios a la dificultad 26 decía que hablar de una sociedad armónica era plantear una contradicción en los términos, porque el conflicto es inherente a la naturaleza humana. Sociedad implicaba para él, pluralismo, admitir diferentes percepciones de la realidad. Una sociedad armónica no era, por tanto, en su visión, la que no tiene conflictos sino la que era capaz de identificarlos y resolverlos en forma pacífica. En otros de sus ensayos Sobre la Guerra, planteaba que solo una sociedad madura para reconocer y resolver sus conflictos estaba preparada para la paz. Crecemos en consecuencia como individuos y como sociedad no a pesar de nuestros conflictos, sino gracias a ellos. Peter Drucker, citado antes, decía que la regla básica de las buenas decisiones era que 25

Aprender a fluir. Editorial Kairos, Barcelona 1998. Hay resumen disponible a solicitud de interesados, pidiéndolo al e-mail señalado en la nota de pie de página No 2. 26

los

Tomado del libro Elogio a la Dificultad y otros ensayos. Edición a cargo de Alberto Valencia. Fundación Estanislao Zuleta, Cali, 1994.Hay copia disponible solicitándolo al e-mail señalado en la nota 2.

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éstas surgen de la discrepancia y que el líder efectivo deliberadamente provoca más discordia y desacuerdo que consenso, pues esto le ayuda a entender mejor las situaciones y le provee de criterios y alternativas para solucionar problemas o aprovechar oportunidades, en forma más eficiente y efectiva. Debemos darle la bienvenida a los conflictos porque al desestabilizar la mayor parte de nuestros modelos mentales y pautas de comportamiento, nos permiten enfrentar nuevas realidades sacándonos de la rutina y produciendo apertura hacia las transformaciones individuales y sociales. Los grandes conflictos generalmente reflejan momentos de transición en los que lo que ha de morir todavía no lo ha hecho del todo y lo que ha de vivir reemplazando lo ido, apenas está en proceso de nacimiento. Las crisis personales pueden ser entendidas, a su vez, como el conflicto entre un modo de vida que se rechaza pero del que se conocen las reglas y otro que se desea, pero cuyas consecuencias no están claramente definidas. Cuando aparecen generalmente están anunciando una transformación. Desde las perspectivas anteriores los conflictos son positivos. Si no los tenemos deberíamos crearlos para aprovechar su enorme poder de catalizar el propio desarrollo y el de los demás. Los conflictos se personifican en nuestros contradictores. Un contradictor no es sólo alguien que nos lleva la contraria, sino aquel que además nos enerva con su presencia haciéndonos perder el control de nosotros mismos. Una persona frente a la cual nos sentimos descalificados como seres humanos. Alguien cuya presencia no podemos evitar aunque queramos. En síntesis: un individuo que nos parece insoportable pero con quien estamos forzados a tratar. Podemos considerarlo como una especie de torturador psicológico que tiene el poder de proporcionarnos malos ratos. Si tienes en tu vida a alguien que reúna estas condiciones eres afortunado, porque el factor más importante para producir un ser humano de características excepcionales es un contradictor, ojalá con mucho poder sobre la vida de uno. Desgraciadamente como decía Carlos Castaneda, refiriéndose a estos especimenes, “[…] en nuestros días las personas interesadas en su propio crecimiento tienen que llegar a extremos para encontrar un contradictor que valga la pena. La mayor parte del tiempo tienen que conformarse con insignificancias.” Los contradictores son nuestros maestros en la práctica de la ecuanimidad y en la deflación del EGO. Ellos nos enseñan auto control y a fijar nuestro centro de valoración personal en lo que nosotros pensamos de nosotros mismos y no en lo que piensan los demás. Nos ayudan, por otra parte, a tomar mejores decisiones pues el contradictor encarna generalmente el lado opuesto de nuestras posiciones, el negativo de nuestros positivos y el positivo de nuestros negativos. Vale entonces la pena escucharlos con atención.

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Los contradictores pueden igualmente ser vistos como nuestros dignos rivales, aquellos cuya confrontación nos hace crecer. Son tan necesarios que si no tenemos uno deberíamos salir a buscarlo. Nada tan útil para desarrollar la maestría del dominio de uno mismo como el tratar con personas arrogantes en posiciones de poder. En estas circunstancias puede un buscador del auto control desarrollar las competencias necesarias para poder mantener elevada la serenidad y la auto estima frente a cualquier agresión al EGO. Sólo debemos considerar terminada la labor educativa de nuestro contradictor cuando éste haya perdido el poder de quebrar nuestra serenidad o deteriorar la imagen que tenemos de nosotros mismos. En ese momento debemos buscar otro, que ponga a prueba lo que ya hemos aprendido y nos desafíe con sus críticas destructivas, a seguir creciendo como seres humanos, porque individuo sin contradictor tiende a creer que no requiere mejorar y a desarrollar exceso de complacencia consigo mismo. El error de cualquier persona que se enfrenta a un contradictor es tomar demasiado en serio su EGO así como las acciones de su contradictor. Lo que generalmente nos agota en una situación como ésta, es el deterioro que sufre nuestra importancia personal cuando las acciones de los demás nos hacen sentir inútiles y estúpidos. En estos casos hay que recordar que nadie nos puede hacer sentir algo sin nuestro consentimiento. El otro es dueño de sus actos, cada uno de nosotros de la respuesta que demos a ellos. Los contradictores mal intencionados, son nuestros más valiosos maestros, no perdamos la oportunidad de tener uno o varios en nuestra vida. ACEPTAR Y DEJAR IR Aceptar... y dejar ir, significa dejar de pelear con la vida, aceptando a las personas, las situaciones, las circunstancias y los hechos tal como se den, incluidas decisiones y acciones del pasado, lo malo, así como lo bueno. Implica saber renunciar no aferrándonos a aquello que la razón nos dice es, en nuestras circunstancias, imposible o muy costoso de lograr sin culpar a nadie, ni siquiera a nosotros mismos de lo que en un momento dado estemos viviendo. Si dejamos de luchar y de resistirnos a lo inevitable, viviremos plenamente el presente, permaneciendo abiertos a todas las opciones sin aferrarnos rígidamente a ninguna de ellas. Esto estimula la capacidad de dar respuestas creativas a la existencia, tal como es en el aquí y en el ahora. ¿Cómo saber cuando es bueno luchar y cuándo aceptar y dejar ir? Una conocida oración, nos puede ayudar a decidir. En ella se pide a Dios resignación para aceptar lo que al cambio se resista, fortaleza para transformar lo modificable y sabiduría para reconocer la diferencia. Una de las enseñanzas de Buda, tal vez la más conocida, es que las expectativas, o en nuestros términos: los apegos, son la causa del sufrimiento y que la forma de extinguirlo

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es eliminarlos. Cuando dejamos de esperar que las cosas sean distintas a lo que son comenzamos a transitar el sendero de la paz interior. La aceptación es casi milagrosa, nos permite cambiar y facilita igualmente el que lo demás también cambien, pues solo desde la aceptación de la realidad propia y de los demás, podemos iniciar caminos de transformación. Sin los fracaso de ayer no seríamos lo que somos hoy. Evaluar nuestras acciones pasadas a la luz de lo que somos en presente no es racional, pues si volviésemos atrás con el grado de consciencia e información que teníamos en ese momento, volveríamos a cometer los errores que hoy lamentamos. Esta es también la base del perdón: la convicción de que todo ser humano actúa dentro de las limitaciones de su nivel de evolución y de las circunstancias de su vida. Solo podemos dejar ir aquello que hemos bendecido. Al respecto podía ser útil recordar el hermoso pensamiento expresado por el poeta brasilero Machado de Assis: “La noche pasada, cuando tumbado dormía, soñé que una colmena moraba en mi corazón y que las abejas doradas hacían blancos panales y miel dulce de todos mis naufragios”. Siempre que enfrentemos cualquier evento recordemos: Este momento es como debe ser. Esto es así porque en la vida no parece haber premios ni castigos decretados por una entidad externa a nosotros mismos, solo consecuencias de nuestros propios actos. Busquemos explicaciones más que culpas, tratando de aprender de lo que nos pase. Para todo lo que sucede hay razones que, bien aprovechadas, trabajan en favor de nuestro desarrollo como seres humanos. En cada problema hay un principio de oportunidad, que nos permite transformar cualquier circunstancia adversa, en algo positivo. Cuando nos encontremos sufriendo ante cualquier situación hagámonos esta pregunta, ¿Qué es lo que no estoy aceptando? Al hacérnosla encontraremos la causa del sufrimiento. Para Gerardo Schmedling, reputado maestro espiritual ya fallecido, aquello que no somos capaces de aceptar es la única causa del sufrimiento. Para él, si lográramos aceptarla obtendríamos una liberación instantánea del dolor. No hay nada que no se pueda aceptar, incluso la propia falta de aceptación. Ésta literalmente obra milagros pues el cambiar nuestra percepción de lo que vivimos, modifica igualmente nuestras relaciones con el entorno propiciando el cambio de los demás. La felicidad no depende de lo que está pasando afuera, sino de la forma como reaccionamos adentro a lo que nos suceda. Bueno o malo son juicios de la mente, solo existe vida por vivir.

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EL ESTABLECIMIENTO DE UNA PRÁCTICA INTEGRAL DE DESARROLLO PERSONAL Una enseñanza no desarrolla toda su fuerza transformadora hasta el momento en que es aplicada. Para cambiar no basta tener buenas herramientas, es necesario que el usuario potencial quiera usarlas. Sin una práctica integral no podremos asumir control consciente de nuestro propio desarrollo. Las prácticas para el desarrollo espiritual comentadas anteriormente se encuentran interrelacionadas, lo cual implica que el fortalecimiento o debilitamiento de cualquiera de ellas incide en las demás. Su sustento teórico aparece en la parte inicial de este trabajo en la explicación de las siete leyes espirituales del universo y en los temas de ampliación relacionados con las mismas. CENTRARSE, CONCENTRARSE EN EL MOMENTO PRESENTE y OBSERVAR SIN JUZGAR se relacionan con el fortalecimiento de la consciencia yoica. DIALOGAR CON UNO MISMO y DESARROLLAR LA INTUICIÓN, con el mejoramiento del pensamiento tanto el racional como el creativo. DESAPEGARSE DE RESULTADOS, RECORRER CAMINOS CON CORAZÓN, REPLANTEAR LOS CONTRADICTORES COMO MAESTROS y ACEPTAR Y DEJAR DE IR, están vinculadas con la acción. Lo planteado en este trabajo puede ser usado como un programa de auto -desarrollo. Para ello se recomienda leerlo primero en su totalidad, buscando entender lo que en él se dice. Posteriormente dedicar un mínimo de un mes a cada práctica, hasta que se convierta en un hábito; es decir, algo que se haga sin requerir gran esfuerzo de la voluntad. La mejor forma de hacer es ser, pero si se nos dificulta ser, para llegar a ser lo mejor es hacer, esta es la razón fundamental de las prácticas recomendadas. Todos crecemos en consciencia, hagamos o no algo al respecto, pero el desarrollo de la misma puede ser más rápido, menos vegetativo, si ayudamos a que así. Espero que la lectura de este artículo ayude a quienes lo lean, a tomar la decisión de trabajar en forma más consciente en su evolución como seres humanos.

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