Las Dos Babilonias

September 10, 2017 | Author: Ernesto Contreras Peña | Category: Penance, Priest, Catholic Church, Book Of Revelation, Pope
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ALEXANDER HISLOP

Las Dos Babilonias

Rev. Alexander Hislop 1807-1862 Pastor de la "Iglesia Libre del Este", Arbroath Escocia

Primeramente editado en folleto en 1853, considerablemente desarrollado en 1858, en resultado la publicación: Identidad de la iglesia romana y del culto de Nimrod y de Semiramis o el culto de adoración papal revelado es la adoración de Nimrod y su mujer.

"El Catolicismo finalmente revelado es la religión solar del Culto a Mitra con un disfraz cristiano"

Librería de las ediciones Fischbacher en 1872

Las Ediciones Fischbacher Ilustrado con 61 grabados Traducido y adaptado del francés por Ernesto Contreras Peña

En su frente un nombre escrito, un misterio: Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra. Apocalipsis XVII. 5.

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Las Dos Babilonias por A. HISLOP

Las DOS BABILONIAS sin duda alguna es una de las más importantes obras de la literatura cristiana que expone de forma detallada la continuidad de la tradición religiosa, inmutable en sus grandes líneas desde sus orígenes hasta nuestros días. Con un estilo fácil, Alexander HISLOP analiza con una gran claridad las creencias religiosas. Aborda este problema con erudición y justifica sus argumentos mediante notas marginales precisas y rigurosas. Su competencia se impone indiscutiblemente. El autor demuestra de forma irrefutable que casi todas las prácticas del culto romano provienen del paganismo. Finalmente, levanta vuelo sobre muchos ritos de la iglesia católica. De capítulo en capítulo, nuestra sorpresa va creciendo al descubrir el origen pagano de las costumbres de la cristiandad, tales como el culto de la «Virgen» el pino y el bizcocho de Navidad, los huevos de Pascua, etc. Confirmamos que la veneración de la «Virgen» es en realidad la adoración de la antigua Venus o de Astarté, que provienen directamente de Babilonia. Ciertamente, esta ciudad es hoy sólo un montón de ruinas, pero las ideas, los conceptos elaborados en su seno siempre están presentes y son compartidos en toda buena fe por la mayoría de nuestros contemporáneos. Alexander HISLOP nos muestra la influencia increíble de tradiciones de origen babilónico en las prácticas religiosas ¿Quién, en efecto, no desea conocer el significado real de sus creencias? Sin dejar de apartarse de este objetivo, nos convence magistralmente de la colosal influencia aún ejercida sobre nuestro mundo moderno por la antigua Babilonia. Nuestra esperanza es que este libro notable sea leído y meditado por todos los que busquen verdaderamente profundizar en su fe.

Nota: Las personas deseosas de inscribirse en vista de la reedición de la Biblia CRAMPÓN de 1905, son desafiadas a darse a conocer, especificando el número de ejemplares deseados, en la Librería FISCHBACHER, 33, Rue de Seine 75006 - PARÍS

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Apreciaciones de la prensa He aquí un libro de curiosidades literarias, de investigaciones laboriosas y de razonamientos ingeniosos. Desde los días de Lutero no habíamos leído un informe más magistral de las abominaciones del romanismo. Es obvio que el autor recibió una misión para la Roma apóstata así como Ezequiel recibió una para Jerusalén, él la cumplió con la misma fidelidad. Mr Spurgeon, la Espada y la Plana. Este libro es el fruto de una erudición poco común. Desde hace mucho tiempo no hemos visto obra que presente el tema bajo una luz tan sorprendente y tan original. El autor, a nuestro protestantismo, ha hecho un servicio distinguido y merece los agradecimientos de todas las congregaciones de la Iglesia de Cristo. Dr Campbell, el Estandarte Británico. Este libro (Identidad moral de Roma y de Babilonia) ha producido una impresión considerable y el sabio autor ha continuado desde entonces sus investigaciones y hoy en un volumen del más alto interés acaba de publicar todas las pruebas y las ilustraciones de su interesante y curiosa teoría. Estas páginas notables dan una idea viva y particular de la inspiración de la Escritura. Dr Begy, El Bulevar. El libro de M. Hislop da a su autor uno de los primeros lugares entre los que han tenido el honor, gracias a sus descubrimientos, de arrojar una viva e interesante luz sobre algunas de las páginas más oscuras de la historia del mundo. Almacén de la Secesión Este libro - constituye uno de los esfuerzos más serios intentos para la solución de la gran controversia que tenemos con el anticristo. Los vínculos entre las mitologías y su relación con el teísmo cristiano admirablemente se desarrollan en su libro de las dos Babilonias. Stanyan Bigg, el Protestante del Downshire M. Hislop reunió una cantidad considerable de material (mucho del cual es nuevo y muy notable) para demostrar la tesis que propuso, ordenó y dispuso sus argumentos con una calma, una precisión, una fuerza que impresionan mucho al lector. El tesoro cristiano. La amplia ciencia, las investigaciones filológicas, las comparaciones tan seductoras para muchos espíritus junto a las analogías sorprendentes que aparecen en intervalos hacen este libro tan interesante como una novela y el lector es llevado hasta el final de una irresistible forma. Esas páginas forman una mina de una riqueza histórica o más bien un arsenal de minerales y de fósiles tomados de innumerables fuentes, catalogados, clasificados con una gran habilidad. Como los especímenes en las diversas capas de la tierra, expuestos en un museo y junto a la mano de un geólogo experimentado, esta clasificación demuestra la unidad de la fuente, de aquí derivan los numerosos sistemas religiosos de la antigüedad así como las corrupciones que en este último tiempo se han introducido en la iglesia apostólica. Guía de Arbroath.

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Sobre el tema del romanismo, el volumen que tenemos al frente ofrece un notable interés. El autor es un sabio acabado, versado en la antigüedad clásica y sus investigaciones históricas son amplias y minuciosas. Literatura clásica, literatura oriental, anales de la antigüedad, hace uso de todo el material con una destreza y una prontitud magistral al apoyar sus afirmaciones. Es raro ver contenida en un espacio tan pequeño, una colección tan rica de informaciones cultas y curiosas, artísticamente ordenadas para combatir la pretensión, las tradiciones, la doctrina y el supuesto origen apostólico de la iglesia romana. ¡Destroza los oropeles de su pretendida santidad y lanza a los vientos el encanto de la comunión sagrada! Almacén evangélico. He aquí una obra con un carácter extraordinario. Prueba claramente que la religión de Roma no es otra cosa que la religión de la antigua Babilonia, coloreada y barnizada con el nombre de cristianismo. Achill Herald No tememos decir que el lector cerrará este libro con un respeto más grande por la verdad divina y una superior convicción de la imborrable marchitez infligida desde ahora por esta verdad al sistema papal. Hay algo sublime al ver esclarecerse los misterios enigmáticos del vidente de Patmos cuando comparamos el antiguo culto idólatra de los caldeos con los recientes dogmas del papado. La exposición del desarrollo de los dos sistemas completa el círculo: es como un anillo luminoso que alumbra las páginas oscuras de la profecía y nos permite leerla como una historia que no va más allá del invierno pasado. La Centinela del Norte.

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Introducción Hay una gran diferencia entre las obras de los hombres y las obras de Dios: el mismo examen minucioso y profundo que revela los defectos y las imperfecciones de unos, revela además las bellezas de otros. Examine al microscopio la aguja mejor pulida de la industria humana, verá en ella muchas imperfecciones, muchas rugosidades, muchas asperezas. Pero, examine de la misma manera las flores de nuestros campos; el resultado es muy diferente. En lugar de ver disminuir sus bellezas descubrirá nuevas y más delicadas aún que habían escapado a la simple mirada; ellas nos hacen apreciar, desde un punto de vista que no habríamos sospechado, el sentido profundo de estas palabras del Señor: "Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos." (Mateo VI, 29). La misma ley se manifiesta además cuando se compara la Palabra de Dios con las obras más perfectas del hombre. Hay manchas e imperfecciones en las producciones más admirada del genio humano. Pero, mientras más se escudriñan las Escrituras, más se las estudia con atención, más se ve su perfección; se perciben cada día en ellas nuevas bellezas y los hallazgos de la ciencia, las investigaciones del los científicos, los trabajos de los incrédulos, todo conspira a la vez para hacer resplandecer la maravillosa armonía de todas sus partes y la divina belleza que lo reviste. Si es así para la Escritura en general, sobre todo se lo puede decir de la Escritura profética. A medida que se desarrollan los planes de la Providencia, los símbolos proféticos toman aspectos más bellos y más audaces. Es sobre todo el caso para el lenguaje de los profetas que forma la base y la piedra angular de nuestro trabajo. Ningún protestante instruido tiene dificultad en relacionar la mujer sentada en las 7 colinas y que lleva en la frente esta inscripción: "Misterio, Babilonia la Grande" con la apostasía romana. Roma, única entre todas las ciudades del mundo, ha sido famosa por su ubicación en las 7 colinas. Los poetas y los oradores paganos que no pensaban en explicar la profecía, también la llamaron la ciudad de las 7 colinas. He aquí de cómo Virgilio hace mención de ella: "Sólo Roma se convirtió en la maravilla del mundo y única por sus murallas, ellas protegen las 7 colinas (1)." Además, Propercio habla de ella de la misma manera y añade un nuevo rasgo que completa la descripción del Apocalipsis: "la alta ciudad construida en 7 colinas que gobierna el mundo entero (2)." Estas palabras: "gobernando el mundo entero" son exactamente el símil de la declaración divina: "Ella reina sobre los reyes de la tierra" (Apocalipsis XVII, 18). Llamar a Roma, "la ciudad de las 7 colinas", era para sus ciudadanos tan característico como designarla con su propio nombre. Además, Horacio, al hablar de Roma, la designa únicamente por sus 7 colinas, cuando invoca a "los dioses que han puesto su afecto en sus 7 colinas (3)". Marcial nos habla en el mismo sentido de las "7 colinas que gobiernan (4)". En una época muy posterior se usaba el mismo lenguaje. Símaco, prefecto de la ciudad y último gran sacerdote pagano, en calidad de representante imperial, al recomendar por carta uno de sus amigos a otro amigo, lo llama: "De septem montibus virum (5)", un habitante de las 7 colinas, queriendo decir 6

con esto (es la opinión de todos los comentaristas), "un ciudadano romano". Puesto que este rasgo característico de Roma ha estado en todo tiempo muy marcado y muy definido, siempre ha sido fácil comprobar que la iglesia, que tiene su sede y su capital en las 7 colinas, puede ser con justa razón llamada "Babilonia" y considerada como la sede principal de la idolatría bajo la Nueva Alianza, como la Babilonia antigua era la principal sede de la idolatría bajo la Antigua Alianza. Pero si se comparan los descubrimientos recientes hechos en Asiria con la historia de la mitología del mundo antiguo, que se conoce bastante, pero que se comprende mal, se verá un sentido aún más profundo en el nombre de la Gran Babilonia. Siempre se ha reconocido que el papado sólo es paganismo bautizado. Pero Dios nos revela ahora este hecho: que el paganismo bautizado por Roma es, en sus elementos esenciales, el mismo paganismo que florecía en la antigua Babilonia cuando Jehová abrió ante Ciro las dobles puertas de bronce y quebró los barrotes de hierro. El lenguaje mismo y los símbolos del Apocalipsis podrían prepararnos para demostrar por adelantado que alguna luz nueva e inesperada sería arrojada de una manera o de otra en este período de la iglesia de la gran apostasía. –Es precisamente antes del juicio pronunciado contra ella en las visiones del Apocalipsis cuando por primera vez Juan ve la iglesia apóstata llevando en su frente el nombre de la "Babilonia la Grande" (Apocalipsis XVII, 5), ¿Qué quiere decir este nombre escrito en la frente? ¿No prueba esto muy naturalmente que antes de la venida del juicio, su carácter verdadero debía desarrollarse tan completamente, que toda persona con ojos para ver y poseyendo el mínimo discernimiento espiritual sería forzada, como por una demostración ocular, a reconocer la maravillosa apropiación de este título que el Espíritu de Dios le ha atribuido? Su juicio se acerca, esto es obvio; y a medida que se acerca, la Providencia divina, de acuerdo con la Palabra de Dios, prueba cada vez más con mayor claridad que Roma es efectivamente la Babilonia del Apocalipsis; que el carácter esencial de su sistema, sus grandes objetos de culto, sus fiestas, su doctrina, su disciplina, sus ritos y sus ceremonias, su sacerdocio y sus órdenes son todos derivados de la antigua Babilonia y que finalmente el papa mismo es verdaderamente el descendiente de Belsasar. En la lucha que se mantuvo contra las despóticas pretensiones de Roma, nos hemos contentado muy a menudo con combatir y con rechazar la presunción de la cual se vanagloria de ser la madre y la dueña de todas las iglesias, la única iglesia católica fuera de la cual no hay salvación. Si jamás hubo excusa para tratarla así, esta excusa ya no existirá. Si se puede justificar el principio que yo acabo de establecer, hay que arrancarle totalmente su nombre de iglesia cristiana, ya que si es una iglesia de Cristo, la que estaba reunida esa noche en que el rey pontífice de Babilonia, en medio de sus mil señores, "alabaron a los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra" (Daniel V, 4), entonces la iglesia de Roma tiene el derecho de llevar el nombre de iglesia cristiana; en caso contrario no lo tiene. Algunas personas pensaron que mi tesis es muy audaz; pero este libro tiene precisamente como propósito demostrarla. Que el lector juzgue por sí mismo si no aporta evidencia más que suficiente para justificar mi aseveración.

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1. Scilicet et rerum facta est pulcherrima Romas Septemque una sibi muro circumdedit arces. (Georg., lib. II 531-335). 2. Septem urbs alta jugis toto quae præsidet orbi. (Lib. III. Eleg. 9, p. 721). 3. Diis quibus septem placuere montes. (Carmen Seculare, v. 7, p. 497). 4. Septem dominos montes. (Lib. V. Ep. 64, p. 254). 5. SÍMACO, lib II Epíst B, nota, p. 63.

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Capítulo 1 Carácter distintivo de los dos sistemas El primer punto sobre el cual pido la atención del lector para demostrar el origen babilónico de la iglesia romana, es el carácter de misterio que es propio en los sistemas de la Roma moderna y de la antigua Babilonia. El prodigioso sistema de corrupción moral y de idolatría, descrito a través del emblema de una mujer que sostiene en la mano una copa de oro (Apoc. XVII, 4) y que embriaga a todas las naciones con el vino de su fornicación (XVII, 3) es divinamente llamada "Misterio, Babilonia la Grande" (Apoc. XVII, 5). Todo hombre sincero que examina con agudeza este tema, no puede dudar que el misterio de iniquidad descrito por Pablo, en II, Tes. II, 17, no tenga su símil en la iglesia de Roma. De tal manera era la impresión producida por este cuadro en el espíritu del célebre Sir Mathieu Haie, hombre de un discernimiento poco común, que tenía este lenguaje: "Si esta descripción del apóstol estaba inserta en la voz de alarma, el primer alguacil venido del reino tendría el deber de detener de la manera que fuera al obispo de Roma, que es la personificación del misterio de iniquidad. Ahora bien, como el sistema del cual hablamos también se caracteriza por el nombre de "Misterio," se puede presumir que los dos pasajes se aplican al mismo sistema. Pero el lenguaje que describe a la Babilonia del Nuevo Testamento, como el lector no puede dejar de verlo, nos lleva a la Babilonia antigua. Al igual que la mujer de la cual habla Apocalipsis, la antigua Babilonia sostiene en la mano una copa para embriagar a las naciones. He aquí cómo el Señor hablaba de esta Babilonia cuando ella estaba en toda su gloria, profetizando de este modo su futuro por boca de Jeremías: Copa de oro fue Babilonia en la mano de Jehová, que embriagó a toda la tierra; de su vino bebieron los pueblos; se aturdieron, por tanto, las naciones" (Jeremías LI, 7). ¿Por qué esta analogía de lenguaje concerniente a los dos sistemas? Falta obviamente concluir que uno es la figura y el otro es la realidad. Ahora bien, como la Babilonia del Apocalipsis se caracteriza por el nombre de misterio, así que los misterios caldeos que formaban parte esencial de ella son lo que distingue al antiguo sistema babilónico. Es en estos misterios que el lenguaje simbólico del profeta hebreo claramente hace alusión cuando habla de Babilonia como de una copa de oro." No se podía, dice Salverté 1, ser iniciado en estos misterios sin haber bebido previamente brebajes misteriosos". Estos brebajes estaban compuestos de vino, de miel y de harina 2. Algunas sustancias se empleaban abiertamente; otras eran mantenidas en secreto, pero no obstante conocidas 3, nos hacen ver que estas bebidas eran embriagantes, y los aspirantes estaban preparados para ver y oír lo que se les reservaba, sólo cuando habían experimentado su influencia, su inteligencia se había oscurecido y sus pasiones habían sido excitadas por la bebida preparada. Si se investiga cuál era el objetivo de estos misterios, se verá que tenían una analogía extraordinaria con el "Misterio de iniquidad" personificado en la iglesia romana. Su primer propósito era dar a conocer poco a poco, bajo secreto y pena de juramento, lo que no hubiera sido prudente de revelar total y abiertamente. La época en que fueron establecidos prueba que las cosas así ocurrieron.

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1. Eusebio SALVERTÉ, Ciencias ocultas, p. 259 2. GEBELIN, Mundo primitivo, vol. IV, p. 319. 3. Ver SALVERTÉ, p. 258-259.

Los misterios caldeos pueden ser asignados a la época de Semiramis, que vivió sólo unos siglos después del diluvio, y que es célebre por haberles impregnado el carácter de su espíritu licencioso y corrupto 1. Esta bella pero miserable reina de Babilonia no sólo era en sí misma un modelo de codicia sin límite y de desenfreno, sino incluso en los misterios que ella más había contribuido en formar 2, ella era adorada como Rea, la gran madre de los dioses 3, con ritos tan odiosos. Ella ha sido identificada con Venus, la madre de todas las impurezas y edificó la ciudad misma desde donde reinaba con una vergonzosa superioridad entre las naciones. Es en este punto que ella fue la gran sede de la idolatría y de la prostitución aprobada 4. Es así que esta reina de Caldea era el modelo exacto y notable de la mujer del Apocalipsis, que tiene una copa de oro en la mano, y sobre la frente el nombre: "Misterio, Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra" (fig. 1).

Fig. 1 La forma de la copa que sostiene esta mujer es de la misma forma que la copa de los reyes asirios y también es sostenida de la misma manera. Un académico nos cita un pasaje de Plinio, relativo a la copa de Semiramis que cayó en manos del victorioso Ciro. Sus proporciones gigantescas deben haberla hecho célebre entre los babilonios y las naciones con las cuales tenían relaciones. Pesaba 15 talentos ó 5 kilogramos. 1. AMIANO MARCELINO, lib. XIV, cap. 6 y lib. XXIII, cap. 6. p. 371, 374, comp. con Justino, Historias, lib. 1, cap. 1, p. 615. Y Crónica de Eusebio, tomo I, p. 40, 70 etc. Eusebio dijo que Nino y Semiramis reinaron en la época de Abraham. 2. Crónica Pascual, vol. 1. p. 65. 3. HESÍODO, Teogonía, v. 453, p. 36. 4. HERÓDOTO, Hist., lib. I, cap. 199, p. 92. - QUINTO CURCIO, v. 1.

El emblema apocalíptico de la mujer sin pudor con la copa de oro en la mano estaba incluso incluido en los símbolos de la idolatría derivada de la antigua Babilonia, tal como se representaban en Grecia, es así, en efecto, que se representaba a Venus al principio 1; y lo que es curioso, es que de la misma manera en nuestros días, y por la primera vez, parece, la iglesia romana acaba de abrogarse este símbolo para hacerlo el emblema de su elección. En 1825, en efecto, en la ocasión del jubileo, el papa León XII hizo acuñar una medalla que llevaba un lado su propia imagen y en el otro la iglesia de Roma simbolizada como una mujer que sostiene en la mano izquierda una cruz y en la mano 10

derecha una copa con esta leyenda: "Sedet super universum 2", ella tiene como asiento al mundo entero (fig. 2).

Fig. 2

1. Para confirmar este punto, ver Apéndice, nota A. 2. ELLIOTT, Horœ, vol. IV, p.30

Durante la época en que vivió Semiramis, la fe patriarcal era aún bastante fuerte en el espíritu de los hombres, (porque Sem aún vivía 1), para reunir las almas fieles al rededor de la bandera de la verdad y de la causa divina y hubiera sido temerario proclamar pública y abierta un sistema como el que fue iniciado por la reina de Babilonia. Sabemos, según la declaración de Job, que entre las tribus patriarcales que no tenían ninguna relación con las instituciones mosaicas, pero que adherían a la fe pura de los patriarcas, la idolatría, en cualquier grado, era considerada como un crimen que debía acarrear a la cabeza del culpable un castigo terrible y rápido: "Si he mirado al sol cuando resplandecía, o a la luna cuando iba hermosa, y mi corazón se engañó en secreto, y mi boca besó mi mano; esto también sería maldad juzgada; porque habría negado al Dios soberano." (Job XXXI, 26-28). Si así era en el tiempo de Job, asimismo con mayor razón era en la época más remota en que los misterios fueron instituidos. Si bien la idolatría se introducía, y en particular una idolatría grosera como la que el sistema babilónico contenía por norma, sería necesario que esto fuera en secreto y a escondidas 2. 1. En cuanto a la era de Sem, ver Gén, XI, 10, 11. Según este pasaje Sem vivió 502 años después del diluvio, es decir según la cronología teórica hasta el año 1846 AC. La era de Nino, esposo de Semiramis, como ya establecimos en una nota anterior, correspondía, según Eusebio, a la era de Abraham que nació en 1996 AC. No obstante, es sólo nueve años antes del fin del reinado de Nino, se dice, que nació Abraham (SINCELO, p. 170. París 1652). Así, el reinado de Nino debió terminar, según la cronología usual, hacia 1787 AC. Clinton que es muy competente en cronología, ubica el reinado de Nino un poco más lejano. En sus Fastos Griegos, tomo I, p. 253, le asigna el año 2182 AC. Layard en Nínive y sus ruinas, tomo II, p. 217, concuerda en esta opinión. Semiramis, se dice, sobrevivió cuarenta y dos años a su marido. (Sincelo, p. 96). Sea cual sea el punto de vista que se adopte para la era de Nino, es obvio que Sem sobrevivió por mucho a Nino. Obviamente, este argumento se apoya en la hipótesis de la exactitud de la cronología hebraica. Para mayor claridad sobre esto, ver Apéndice, nota B. 2. Se verá más ampliamente (cap. 2) qué razón poderosa había en realidad para actuar en el más gran secreto.

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Aun si el soberano la hubiera introducido, habría producido una reacción, y la parte fiel de la humanidad hubiera hecho violentos esfuerzos para destruirla; en todo los casos, si se hubiera manifestado totalmente, en todo su horror, la conciencia humana se habría alarmado y habría fallado el objetivo que se pretendía lograr. Este objetivo era someter a todo el género humano de una manera ciega y absoluta, a una jerarquía que dependía totalmente de los soberanos de Babilonia. Para este propósito, toda la ciencia sagrada y profana fue monopolizada por el clero 1 que la distribuía a los que iniciaba en los misterios, según lo demandaban los intereses de su gran sistema de despotismo espiritual. Es así que en todas partes donde se propagó el sistema babilónico, los hombres fueron entregados al dominio de los sacerdotes. Estos últimos eran los depositarios de los conocimientos religiosos, únicamente ellos tenían la verdadera tradición a través de la cual se debían interpretar los ritos y los símbolos de la religión del pueblo, y sin una sumisión ciega y entera, los sacerdotes rehusaban dar a conocer lo que era necesario para la salvación. Compare esto con los orígenes del Papado, con su espíritu y su "modus operandi" a través de todo su desarrollo, y verá cómo la semejanza es exacta. ¿Era una época de esplendor patriarcal cuando nació el sistema corrupto de los misterios babilónicos? No. Ahora bien fue en una época de esplendor aún más grande que comenzó el sistema impío y antibíblico, que encontró un desarrollo tan marcado en la iglesia romana. Fue introducido en el tiempo mismo de los apóstoles, cuando la iglesia primitiva estaba aún en su flor, cuando se podía ver por todas partes los frutos gloriosos del Pentecostés, y cuando los mártires sellaban, con su sangre, su testimonio en la verdad. Incluso en esta época donde el Evangelio brillaba con una luz tan viva, el espíritu de Dios hizo oír, por boca de Pablo, esta declaración tan nítida y tan clara: "Porque ya está en acción el misterio de iniquidad." (II Tes. II, 7). El sistema de iniquidad que comenzaba entonces debía acabar, según las profecías bíblicas, en una apostasía manifiesta que sería revelada a su tiempo de una manera terrible y continuaría hasta que "el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida". 1. Eusebio SALVERTÉ, Ciencias ocultas, dassim.

Pero se introdujo primeramente en la Iglesia en secreto y a escondidas "con todas las seducciones de la iniquidad". Trabajó "misteriosamente" con hermosos pero falsos pretextos, "alojando a los hombres de la simplicidad y de la verdad tal como se las halla en Jesús". Y actuó así por las mismas razones que introdujeron secretamente la idolatría en los antiguos misterios de Babilonia; no era ni sabio ni prudente actuar de otra manera. El celo de la verdadera iglesia, a pesar de no disponer de poder civil, para introducir ese falso sistema planteaba cuestionamientos y sus partidarios en el bando de la cristiandad; si de repente se hubiera mostrado abiertamente y en toda su amplitud, no hubiera podido desarrollarse desde entonces. Por eso se introdujo secretamente y poco a poco, una corrupción tras otra; a medida que la apostasía se desarrollaba y que la iglesia infiel se acostumbraba a tolerarla, hasta alcanzar las proporciones excesivas que vemos hoy, donde, en casi todos los detalles, el sistema papal es la antípoda del sistema de la primitiva iglesia. Las inscripciones copiadas en las catacumbas romanas nos prueban, de una manera 12

sorprendente (y esta prueba nos ha sido conservada por Roma misma) que todo lo que tiene de muy característico se ha introducido gradualmente en su seno, gracias a "la acción del misterio de iniquidad". Las catacumbas son vastas excavaciones subterráneas en los alrededores de Roma, donde, durante tres siglos de persecución, los cristianos celebraban sus cultos y sepultaban sus muertos. En algunas de estas tumbas incluso se encuentran inscripciones diametralmente opuestas a los principios y a los ritos actuales de Roma. Tomemos un solo ejemplo. ¿Cuál es hoy el rasgo distintivo del papado? ¿No es el celibato obligatorio para el clero? Ahora bien, según estas inscripciones, tenemos la prueba más evidente, que incluso en Roma, hubo un tiempo en que no se conoció este sistema del celibato de los sacerdotes. Dan testimonio las inscripciones halladas en numerosas tumbas. 1 ° "A Basilio, sacerdote y Felicidad, su esposa. Se prepararon esta tumba." 2 ° Petronia, mujer de un sacerdote, ejemplo de modestia. "Aquí reposan mis huesos. Dejad de llorar, mi querido esposo, tú también, querida hija, y recordad que no se debe llorar sobre la que vivió en Dios 1." Aquí y allá una plegaria para los muertos como ésta: "Dios quiera hacer revivir tu espíritu", muestra bastante bien que el misterio de iniquidad ya había comenzado su obra, pero tales inscripciones muestran también que había trabajado lentamente y con prudencia, y que hasta la época a la que pertenecen, la iglesia romana aún no se había desarrollado como hoy en que se prohíbe absolutamente el matrimonio de sus sacerdotes. Lenta y disimuladamente, Roma ha puesto las bases de su sistema sacerdotal en el cual después iba a edificar un tan vasto edificio. — En sus comienzos tenía el nombre de "Misterio" sellado sobre su sistema. 1. Dr. MAITLAND, La iglesia en las catacumbas, p. 191-192.

Pero este rasgo de "Misterio" le ha sido conservado a través de todo su desarrollo. Cuando logró opacar el resplandor del Evangelio, oscurecer la plenitud y la libertad de la gracia divina y apartar las almas de la comunión directa e inmediata con el único gran Profeta y soberano Sacrificador, se atribuyó al clero un poder misterioso que le daba el dominio sobre la fe del pueblo, dominio que rechazaron formalmente los apóstoles (II Cor. 1, 24) pero que, de acuerdo con el confesionario, se ha vuelto hoy al menos tan absoluto y tan completo como nunca antes lo fue el dominio del sacerdote babilónico sobre los iniciados en los antiguos misterios. El poder clerical del sacerdocio romano ha logrado su apogeo en la institución del confesionario. Esta institución fue tomada de Babilonia. La confesión pedida a los secuaces de Roma es totalmente diferente de la que nos recomienda la Palabra de Dios. La Escritura nos dice sobre este tema: "Confesaos vuestras ofensas unos a otros." (Santiago V, 16) Lo que implica que el sacerdote debe confesarse al pueblo como el pueblo al sacerdote, si sucede que uno ha pecado contra otro. Como la Palabra de Dios jamás podría servir de pretexto para un despotismo espiritual; entonces Roma, que abandonó la palabra de Dios, tuvo de recurrir al sistema babilónico. En este sistema, la confesión secreta al sacerdote, según una fórmula empleada, se exigía a todos los que eran admitidos en los Misterios; y la iniciación sólo podía hacerse después de esta confesión. He aquí cómo Salverté habla de esta confesión tal como la practicaban en Grecia, en ritos que obviamente venían de 13

Babilonia 1: "Todos los griegos desde Delfos hasta Termópilas eran iniciados en los Misterios del templo de Delfos. Se aseguraba el silencio acerca de todo lo considerado secreto por temor al castigo mediante amenazas ante una revelación que sería un perjurio, y por la confesión general que se exigía a los aspirantes después de la iniciación. Esta confesión les causaba mayor temor por la indiscreción del sacerdote, no le daba motivo de temer las indiscreciones de ellos 2." Potter nos habla también de esta confesión en sus "Antigüedades Griegas", aunque no lo hizo notar demasiado. En su relato de los misterios de Eleusis, después de haber descrito las ceremonias y las instrucciones que preceden la admisión de los candidatos a la iniciación en la presencia inmediata de las divinidades, él añade: "Entonces el sacerdote que los iniciaba, llamado hierofante, les hacía ciertas preguntas, por ejemplo: "¿Desayunasteis?" etc., a lo cual respondían a través de formularios 3." La palabra "et cætera" puede no llamar la atención a un lector superficial, pero quiere decir muchas cosas. 1. Para el origen babilónico de estos Misterios, ver capítulo siguiente, art.l y 2. 2. Eusebio SALVERTÉ, Ciencias ocultas, cap. XXXVI, p. 428. 3. POTTER, vol. I. Eleusinia, p. 336.

Quiere decir: "¿Eres puro de toda infracción a la ley de castidad?" Y esto no sólo en el sentido de impureza moral, sino en sentido ficticio de castidad que el paganismo siempre ha anhelado 1. "¿Eres libre de todo asesinato?" porque el que incluso por accidente se convertía en culpable de asesinato no era admitido sin antes de haber sido limpiado de su crimen, y había sacerdotes, llamados Koes quienes eran en este caso los encargados de recibir las confesiones y de absolver a los culpables 2. La severidad de estas preguntas del confesionario pagano está obviamente contenida en ciertos poemas licenciosos de Propercio, Tíbulo, Juvenal 3. Wilkinson en su capítulo acerca de los "ayunos privados y la penitencia", dice que eran estrictamente obligatorios, según reglas fijas, para épocas determinadas 4, cita pasajes de numerosos autores que muestran claramente de dónde el papado tomó estas preguntas que dieron un carácter de obscenidad a su confesionario, como se observa, por ejemplo, en las primeras páginas de Pater Deus. Para justificar esta confesión auricular, se decía que las solemnidades en las cuales los iniciados iban a ser admitidos eran tan grandes, tan celestiales, tan santas, que el que tenía la conciencia cargada con una falta, con un pecado que no había expiado, no podía de ninguna manera ser admitido allí. Por eso era indispensable, en el interés mismo de los que deseaban hacerse iniciar, que el sacerdote oficiante sondeara la conciencia de ellos por temor de que la cólera de los dioses se excitara contra los profanos intrusos si venían sin ser antes purificados de sus faltas. Tal era el pretexto; pero cuando conocemos la naturaleza esencialmente impura tanto de los dioses como de su culto ¿quién no puede ver que era sólo un pretexto, pues el gran propósito de pedir a los candidatos para la iniciación que confesaran al sacerdote todas sus faltas secretas y omisiones y pecados, era sólo ponerlos totalmente bajo poder de aquellos a quienes eran confiados los íntimos sentimientos de sus almas y sus más importantes secretos? 1. Para las defensas arbitrarias respecto de las cuales se puede acabar siendo culpable, ver POTTER, tomo I, p. 336, algunas frases antes de la última cita.

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2. DUPUIS, Origen de todos los cultos, vol. IV. P. L, p. 302. París, el año III de la República. 3. Ver particularmente JUVENAL, Sátiro VI, 535. 4. WILKINSON, Los Egipcios, tomo V, p. 335-336.

Ahora bien, es exactamente de la misma manera y por las mismas razones que Roma instituyó el confesionario. En vez de pedir a los sacerdotes y a los fieles según la Escritura de "confesar sus faltas los unos a los otros", cuando alguien ha hecho mal a otro, ella obliga a todos los hombres, bajo pena de perdición, a confesarse con los sacerdotes 1, aunque estos los hayan o no ofendido, mientras que el sacerdote no está ni siquiera obligado a confesarse con su rebaño. Sin esta confesión, en la iglesia romana, no se es admitido en los sacramentos, no diferente a los días del paganismo en que no se podía ser admitido en los Misterios sin haberse confesado. Ahora bien, esta confesión es hecha por todo fiel, en secreto y soledad, al sacerdote revestido de autoridad divina 2, que sesiona en nombre de Dios, investido del poder para examinar la conciencia, para juzgar la vida, para condenar y para absolver a su agrado y según su placer. Este es el gran eje sobre el cual gira todo el sistema de iniquidad tal como se ha incorporado al papado; y de todas partes de donde lo obedecen, sirve admirablemente a su propósito y somete a los hombres a una sujeción despreciable enfrente del sacerdocio. Fiel al principio que dio nacimiento al confesionario, la iglesia, es decir, el clero, pretendió ser el único depositario de la verdadera fe de la cristiandad. Así como los sacerdotes caldeos eran considerados como poseedores de la clave de la explicación de la mitología babilónica, clave que se les había transmitido desde la más remota antigüedad, así como los sacerdotes de Roma pretendieron ser los únicos intérpretes de la Escritura: 1. El Cristiano sincero, por el obispo HAY, tomo II. p. 68. En esta obra se halla la pregunta y la respuesta siguientes: "D. — ¿Es necesaria esta confesión de pecados para obtener la salvación? R. — Es ordenada por Jesucristo como absolutamente necesaria." — Ver también el Manual del pobre hombre, obra distribuida en Irlanda, p. 109-110. 2. La luz de la profecía. Ver Apéndice, nota C.

Ellos únicamente tienen la verdadera tradición transmitida de tiempo en tiempo, sin la cual sería imposible comprender el verdadero sentido de la Biblia. También exigen una fe completa en sus dogmas; todos los hombres estaban obligados a creer como creía la iglesia, mientras que la iglesia podía determinar su fe a su gusto. El poseer la autoridad suprema sobre la fe, podía comunicar poco o mucho según lo que ella juzgara conveniente; y reservar la enseñanza de las grandes verdades de la religión era un principio tan esencial en el sistema de Babilonia como ocurre hoy en el romanismo o el tractarianismo 1. Fue esta pretensión del clero para dominar sobre la fe, que "injustamente retuvo la verdad cautiva 2."En la antigüedad de manera que "las tinieblas cubrían la tierra, y que los hombres estaban inmersos en espesas tinieblas". La misma pretensión apareció en el clero romano, cuando durante ciertas eras de ignorancia, a lo largo de varios siglos lúgubres, el Evangelio permaneció ignorado y cuando la Biblia fue un libro cerrado para millones de hombres que llevaban el nombre del Cristo. En todos los aspectos vemos pues

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que Roma lleva con razón en la frente el nombre "Misterio, Babilonia la Grande." 1. Había una diferencia incluso entre los iniciados. Algunos sólo eran admitidos en los pequeños Misterios; los grandes Misterios eran reservados a un pequeño número de privilegiados. (WILKINSON, Los Antiguos Egipcios, tomo I, p. 265-267). 2. Romanos 1. 18. Los mejores intérpretes traducen este pasaje como ya lo indicamos. Se notará que Pablo habla expresamente de los paganos.

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Capítulo 2 Objetos de culto Artículo 1 La Trinidad en la Unidad Si se encuentra esta coincidencia general entre los sistemas de Babilonia y de Roma, uno se pregunta ¿esto será todo? Respondemos: de ninguna manera. — Comparemos sólo los antiguos misterios babilónicos en el sistema de Roma y veremos cuánto ha recibido uno de otro. Estos misterios fueron por mucho tiempo envueltos en tinieblas; pero hoy esas tinieblas espesas comienzan a disiparse. Todos los que han puesto una mínima atención a la literatura de Grecia, de Egipto, de Fenicia o de Roma, saben qué lugar ocupaban los Misterios en estos países; saben también que a pesar de las diversidades secundarias, estos misterios eran los mismos en todos los puntos esenciales en esas diversas regiones. Ahora bien, tanto las palabras de Jeremías ya citadas parecen mostrar que Babilonia fue la fuente primaria de todos los sistemas idolátricos, como las deducciones de los historiadores más competentes, basadas únicamente en los hechos históricos, han llegado a la misma conclusión 1. Zonaras 2 nos enseña que los testimonios de los antiguos autores que ha consultado nos llevan al resultado del cual hablamos, nos dice, en efecto, respecto de la aritmética y de la astronomía: Se dice que "estas dos ciencias vinieron de los caldeos a los egipcios, y de éstos a los griegos." 1. Ver HERÓDOTO, lib. II, cap. 109, y DIÓGENES LAERTES, proem, p. 2. 2. Lib. I, 6, p. 34.

Si los egipcios y los griegos tomaron de los caldeos la aritmética y de la astronomía, del momento que estas ciencias eran ciencias sagradas cuyo monopolio pertenecía a los sacerdotes, esto prueba suficientemente que sacaron su religión de la misma fuente. Bunsen y Layard han llegado al mismo resultado en sus investigaciones. El primero declara en efecto que el sistema religioso de Egipto venía de Asia, "y del primer imperio de Babel 1". Layard a su vez, aunque considera el sistema de los magos caldeos desde un punto de vista más favorable, habla así de este sistema: "Es obvio que este primitivo culto se remonta a una gran antigüedad, y tenemos el doble testimonio de la historia sagrada y de la historia profana parar establecer que tomó nacimiento entre las tribus asirias. Se le da el epíteto de perfecto y se creía que era el más antiguo de los sistemas religiosos, anterior incluso al de los egipcios. (Egyptiis vero antiquiores esse Magos Aristoteles auctor est in primo de Philosophia libro-Theopompi Frag) 2. "Añade que Porfirio y Clemente señalan la identidad en muchas doctrinas asirias en relación de las egipcias" y siempre acerca del mismo tema cita los pasajes siguientes de Birch sobre los cilindros y los monumentos de Babilonia: "Los signos del Zodiaco muestran sin duda que los griegos tomaron de los caldeos los conceptos y el orden del Zodiaco (y, por lo tanto, la mitología asociada a él). No puede refutarse la identidad entre Nimrod y la constelación de Orión 3." Ouvaroff mismo en su obra maestra acerca de los Misterios de Eleusis llegó a la misma conclusión. Después de haber citado

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este hecho en que los sacerdotes egipcios reclamaban el honor de haber transmitido a los griegos los primeros elementos del politeísmo, concluye así: "Estos hechos ciertos bastante demostrarían, aún sin la conformidad de ideas, que los Misterios trasladados a Grecia que se han unido a un cierto número de nociones locales, jamás perdieron el carácter de su origen, que remonta a la cuna de las ideas morales y religiosas del universo. 1. BUNSEN, Egipto, vol. I, p. 444. 2. LAYARD, Nínive y sus ruinas, vol. II, p. 440. 3. ibid. p. 439-440.

Todos estos hechos separados, todos estos testimonios dispersos confirman este principio fecundo y hace del Oriente el centro de la ciencia y de la civilización 1." Si tenemos asimismo la prueba de que Egipto y Grecia tomaron su religión de Babilonia, tenemos también la prueba que el sistema religioso de los fenicios tuvo el mismo origen. Macrobio demuestra que el carácter distintivo de la idolatría fenicia debió ser traída de Asiria, que para las escritores clásicos comprendía Babilonia. "El culto de Venus Arquites, dice, antiguamente entre los asirios florecía como hoy entre los fenicios 2."Ahora bien, para establecer la identidad entre los sistemas de la antigua Babilonia y de la Roma papal, sólo hay que buscar a qué grado el sistema del papado se relaciona con el sistema establecido en estos Misterios de Babilonia. En tal investigación, debemos vencer dificultades considerables; porque así como en geología es totalmente imposible alcanzar las capas profundas que se extienden bajo la superficie de la tierra, así que no hay que creer que en algún país pudiéramos hallar un informe completo y armónico del sistema que allí se ha establecido. 1. OUVAROFF, Misterios de Eleusis, secc. II, p. 20. 2. Saturnalia, lib. I, cap. 21, p. 79.

Así como el geólogo puede determinar con un maravilloso acierto el orden y los contenidos generales de las diferentes capas de toda la tierra, al examinar aquí el interior de una fisura, allí una elevación, allá los diferentes aspectos de la misma superficie, así es en el asunto de los misterios caldeos. Lo que no existe en un país otro lo tiene y lo que aparecía en varias direcciones determina el carácter de muchos hechos necesariamente que no se muestran directamente a la luz del día. Habiendo aceptado la unidad y el carácter babilónico de los antiguos misterios de Egipto, de Grecia, de Fenicia y de Roma, tomemos estos dos rasgos para la clave que debe guiarnos en nuestras investigaciones, y comparemos punto por punto la doctrina y la práctica de las dos Babilonias, la del Antiguo y la del Nuevo Testamento. Primeramente señalaremos la identidad de los objetos de culto de Babilonia y de Roma. Los antiguos babilonios, exactamente como los romanos modernos, creían formalmente en la unidad de la Divinidad; y al adorar una infinidad de divinidades secundarias, se decía que poseían cierta influencia en los destinos humanos y reconocían claramente la existencia de un solo Creador infinito y todo poderoso, elevado por encima de todo 1. La mayoría de las naciones hacía lo mismo. En las edades remotas de la humanidad, dice Wilkinson en los "Antiguos Egipcios", parece haberse creído, en general, en una única y todo 18

poderosa divinidad que creó todas las cosas; la tradición enseñó a los hombres las mismas nociones acerca de este tema, nociones que más tarde fueron adoptadas por todas las naciones civilizadas 2. "La religión goda, dice Mallet, enseñaba la existencia de un Dios supremo, amo del universo al que, se decía, todo obedecía, todo estaba sometido" (Tácito de Morib. Germ.). La antigua mitología de Islandia lo llamó "el autor de todo lo existente, el Ser eterno, viviente y terrible, el que escudriña las cosas ocultas, el Ser que jamás cambia". Ella atribuye a esta divinidad "un poder infinito, un conocimiento ilimitado, una justicia incorruptible 3". La fe de los antiguos hindúes así es, tenemos pruebas. 1. JÁMBLICO, secc. VIII, cap. 2. - MACROBIO, Saturnalia, p. 65. 2. WILKINSON, vol. IV, p. 176. 3. MALLET, Antigüedades del Norte, vol. 1, p. 78-79.

Aunque el moderno brahmanismo reconoce millones de dioses, los libros sagrados de los hindúes muestran que antiguamente no era así. El mayor Moor dijo, hablando de Brahma, el Dios supremo de los hindúes: "Ninguna imagen puede representarlo, él, cuya gloria es tan grande. Todo lo ilumina, todo lo alegra, de él vienen todas las cosas. Es quien da la vida a los seres vivientes, es a quien todas las cosas regresan." (Veda) 1. En los decretos de Manu es caracterizado así: "A quien sólo el espíritu puede percibir: cuya esencia escapa a los órganos sensibles, quien es invisible, quien existió por toda la eternidad: el alma de todos los seres, que ninguna criatura puede concebir 2."En estos pasajes, hay algunas huellas de panteísmo, pero el lenguaje mismo testimonia que hubo entre los hindúes un período donde la fe era mucho más pura. No sólo los hindúes celebraban de gran manera las perfecciones naturales de Dios, pero es cierto que conocían perfectamente su carácter misericordioso, tal como se manifiesta en sus relaciones con un mundo culpable y perdido. Es lo que aparece claramente en el nombre mismo de Brahm que dieron al Dios único, eterno e infinito. Se entregó a muchas especulaciones poco satisfactorias acerca del sentido de este nombre; pero si se considera cuidadosamente las diferentes citas relativas a Brahm, se hace evidente que este nombre no es otro que el hebreo Rahm con el prefijo digamma, muy usado en las palabras sánscritas derivadas del hebreo o del caldeo. Rahm en hebreo significa "el misericordioso o el compasivo 3". Pero Rahm significa también el vientre 4 o las entrañas, como asiento de la compasión. 1. MOOR, El Panteón, p. 4. 2. Col. KENNEDY, La Mitología hindú, p. 290. 3. Ver PARKHURST, Léxico hebreo, sub voce n° V. 4. ibid. n° II.

Ahora bien se habla de Brahm, el único Dios soberano, en un lenguaje tal como no se puede explicarlo a no ser de suponer que Brahm tenía el mismo significado que la palabra hebrea Rahm. De este modo vemos que el dios Crishna, en uno de los libros sagrados de los hindúes, que afirma su digniddad soberana, su divinidad y su identidad con el Dios supremo, usa las expresiones siguientes: "El gran Brahm es mi seno, en el cual coloco mi feto; es de él que 19

proceden todas las cosas. El gran Brahm es el seno de todas las formas diversas que son concebidas en cada seno natural 1."¿Cómo nunca se habría podido aplicar tal lenguaje al "supremo Brahma, el Dios Altísimo, el Ser divino, por encima de todos los otros dioses; sin genealogía, el Señor todo poderoso, Dios de los dioses, el Señor universal 2" sino por esta analogía entre Rahm "las entrañas" y Rahm "el misericordioso?" Vemos que Brahm es exactamente el mismo que "Er-Rhaman 3", el Todo misericordioso, título aplicado por los turcos al Altísimo, y que los hindúes, a pesar de su profana degradación religiosa, habían reconocido en otro tiempo que el Santísimo, el Altísimo es también el Dios de misericordia, en otras palabras, que es un Dios justo y Salvador 4. Al desarrollar esta interpretación del nombre de Brahm, vemos que su creencia religiosa concerniente a la creación coincidía exactamente con el relato del origen de todas las cosas tal como se halla en el Génesis. Se sabía que los brahmanes, para hacerse valer como una casta sacerdotal semidivina, ante la cual las otras debían postrarse, pretendieron por mucho tiempo que, a diferencia de las otras castas que venían de los brazos, del cuerpo, de los pies de Brahma (el representante visible y la manifestación de lo invisible Brahm con el cual se identificaba), ellos habían salido de la boca del Dios Creador. 1. PARKHURST, Léxico hebreo, sub voce n º IV. 2. MOOR, El Panteón, Crisna, p. 24. 3. GITA, p. 68, apud Moor. 4. Para más claridad sobre la creencia de los hindúes en este tema, ver al final del artículo siguiente.

Ahora bien, encontramos en sus libros sagrados declaraciones que prueban que antiguamente se enseñaba una doctrina totalmente diferente. Así, en uno de los vedas, se dice expresamente, respecto de Brahma: "todas las cosas son creadas por su boca 1". En este pasaje se trató de oscurecer el tema: pero si se lo aproxima al sentido del nombre de Brahm que ya dimos ¿quién puede dudar del sentido preciso de esta cita, aunque se oponga a las orgullosas y exclusivas pretensiones de los brahmanes? Obviamente quiere decir que él, desde la caída, se reveló al hombre como el Misericordioso 2 y el Dios que hace gracia (Éxodo XXXIV, 6) era al mismo tiempo conocido como el Todopoderoso que en el principio habló y todo fue hecho, ordenó, y todas las cosas comparecieron, y que hizo todas las cosas por medio de su palabra poderosa". Después de lo que acabamos de decir, todo lector que consulte las "Investigaciones Asiáticas", vol. VII, p. 293, puede ver que es consecuencia, en grande parte, de una falsificación criminal del título divino de Único Dios viviente y verdadero, título que debiera ser tan apreciado por los pecadores, de donde surgieron todas las abominaciones morales que se hacen tan odiosas respecto de la pureza los símbolos paganos en los templos hindúes 3. 1. Investigaciones Asiáticas, vol. VII, p. 294. Londres, 1807. 2. La palabra original en el Éxodo es exactamente la misma que Rahm necio en la forma de participio. 3. Si tal es el sentido de la palabra Brahma, el sentido de Deva, nombre genérico de Dios entre los hindúes le es casi idéntico. Este nombre viene del sánscrito Div, brillar. Es sólo una forma diferente de Shiv que tiene el mismo sentido y que viene también del caldeo Ziv, brillo o esplendor (Dan. II, 31) y ciertamente cuando el culto del sol acabó por incorporarse a la fe de los patriarcas, este nombre podría sugerir el esplendor visible de la luz divinizada. 20

Pero hay razones para creer que Deva tiene un origen más noble y que esta palabra en realidad venía originalmente del caldeo Thad, bueno, que se puede pronunciar también Thev o en su forma enfática Theva o Theva, el Bueno. La primera letra representada por la Th, como lo muestra Donaldson en su "Nuevo Crátilo", se pronuncia a menudo Dh. De Dheva o Theva el Bueno viene naturalmente el sánscrito Deva o sin la digamma como esto ocurre a menudo Deo, Dios, en latín Deus, en griego, Theos, la digamma que desaparece del original Thevo-s, como novus en latín se convierte en neos en griego. Este aspecto del tema da autoridad a la palabra del Señor (Mat. XIX, 17). Ninguno hay bueno sino uno: (Theos) Dios. — (el Bueno).

La idea babilónica de la unidad divina era tan idólatra que Jehová el Dios viviente censuró severamente a su pueblo por compartirla cierto grado que esto daba como resultado: "Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, según los ritos de Acad 1, los que comen carne de cerdo y abominación y ratón, juntamente serán talado" (Isaías LXVI, 17). En la unidad de este Dios único de los babilónicos había tres personas y para simbolizar esta doctrina de la Trinidad ellos empleaban, tal como lo prueban los descubrimientos de Layard, el triángulo equilátero, del todo como la iglesia romana lo hace en nuestros días 2. En los dos casos, una semejante comparación injuriosa para el Rey Eterno, y sólo sirve para pervertir los espíritus de aquellos que lo permitan como si hubiera o si ninguna semejanza pudiera haber entre tal figura y el que dijo: "¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis?" El papado tiene en algunas de sus iglesias, como por ejemplo en el monasterio de las Trinitarias de Madrid, una imagen del Dios en tres personas, con tres cabezas en un solo cuerpo 3. 1. Algunos traducen: (detrás de un árbol); pero ninguna palabra hay en el texto que signifique árbol; y Lowth admite, con los mejores orientalistas, que se debe traducir "según los ritos de Acad", es decir "del que es único". Se objetará que no hay artículo; pero la objeción tiene poco alcance; esta misma palabra 'Acad" se usa sin artículo en Deuteronomio, cuando se confirma la unidad de la Divinidad de la manera más solemne: "Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es". Para confirmar con la mayor fuerza posible la unidad de la divinidad los babilonios empleaban la palabra Acad (Macrobii Saturnalia, lib. I, cap. 23, p. 73). 2. LAYARD, Nínive y Babilonia, p. 605. Los egipcios también usaban el triángulo como símbolo de su divinidad de tres formas (ver MAURICE, Antigüedades indias, vol. IV, p. 445, Londres 1794). 3. PARKURST, Léxico Hebreo, sub voce Querubín. Según el extracto siguiente del Católico Laico, de Dublín, diario protestante competente, que describía un cuadro romano de la Trinidad, recientemente aparecido en esta ciudad, se verá que se manifestó, en las puertas mismas de Inglaterra, una tendencia análoga a esta manera de representar la Divinidad. En la parte superior del cuadro hay una representación de la Trinidad. Hablamos de esto con el respeto necesario. Dios el Padre y Dios el Hijo son representados como un hombre de dos cabezas, un cuerpo y dos brazos. Una de estas cabezas es como los retratos comunes del Salvador. La otra es la cabeza de un anciano coronada con un triángulo. En medio del cuadro, se ve salir al Espíritu Santo en forma de paloma. Pensamos que todo cristiano verá este cuadro con tristeza, y repugnancia. (17 de julio 1856).

Los babilonios tenían algo similar, en su último libro, M. Layard da un espécimen de esta triple divinidad que adoraban las antiguos asirios 1 (fig. 3).

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Fig. 3

El grabado inferior (fig. 4) de otra divinidad que adoraban los paganos de Siberia, es tomada de una medalla del gabinete imperial de San Petersburgo y es reproducida en el "Jafet" de Parson 2.

Fig. 4 1. Nínive y Babilonia, p. 160. — Se dijo que la forma del plural del nombre de Dios, en el hebreo de la Génesis, no proporciona argumento para la doctrina de la pluralidad de personas en la Divinidad, porque la misma palabra en plural se aplica a las divinidades paganas. Pero si la Divinidad suprema en casi todos los pueblos paganos era tres en uno, es obvia la futilidad de la objeción. *** 2. Jafet. p. 184.

Las tres cabezas están dispuestas de otro modo en el espécimen de Layard, pero ambas están obviamente destinadas a simbolizar la misma gran verdad, aunque todas estas representaciones de la Trinidad degradan las ideas de aquellos entre los cuales se hallan estas imágenes, respecto de este misterio sublime de nuestra fe. En la India, la divinidad suprema también se representa de la misma manera en uno de los templos más antiguos de este país; tiene tres cabezas en un solo cuerpo y lleva el nombre de "Eko Deva Trimurti1", "un Dios de tres formas". En Japón, los budistas adoran a su gran dios Buda con tres cabezas, de la misma manera y con el nombre de "San Pao Fuh 2". Todas estas imágenes existían desde la antigüedad. Al estar impregna-da de idolatría, la noción de una Trinidad era universal entre todas las naciones antiguas del mundo: esto muestra cuán profundamente enraizada estaba en la humanidad la doctrina original que viene tan manifiestamente del Génesis 3. 1. Cor. KENNEDY, La Mitología Hindú, p. 211. El Coronel Kennedy se opone a que se aplique el nombre de Eko Deva a la triple estatua que fue descubierta en el templo

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subterráneo de Elefanta, porque, dice, ese nombre sólo pertenece al supremo Brahma. Pero hay que reconocer que se puede notar allí una inconsecuencia: si Kennedy admite que Brahma, la primera persona de esta estatua en la forma triple, es identificada con el Brahma supremo; sin embargo, más adelante indica que una maldición es pronunciada contra todos los que hacen la diferencia entre Brahma, Vichnú y Siva, las tres divinidades que son representadas en esta misma estatua. 2. GILLESPIE, País de Sinim, p. 60. 3. La triple invocación del nombre sagrado cuando Jacob bendijo los hijos de José es de notar porque es extremadamente sorprendente: Y él bendijo a José y dijo: "Y bendijo a José, diciendo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día, el Ángel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra." (Gén. XLVIII, 15-16). Si el ángel mencionado aquí no hubiera sido Dios, Jacob no lo habría invocado como igual a Dios. En Oseas XII, 3-5, el ángel que redimió a Jacob es llamado expresamente Dios: "En el seno materno tomó por el calcañar a su hermano, y con su poder venció al ángel. Venció al ángel, y prevaleció; lloró y le rogó; en Bet-el le halló, y allí habló con nosotros. Mas Jehová es Dios de los ejércitos; Jehová es su nombre."

Los símbolos de la figura de Layard de los cuales nos hablaron son muy instructivos si se los examina atentamente. Para él, el círculo de esta figura significa "el tiempo ilimitado". Pero es obvio que el sentido jeroglífico de estecírculo es muy diferente. En caldeo círculo se dice Zero 1; y Zero significa también la simiente. También, según el talento del sistema místico de los caldeos, que estaba en gran medida fundada en palabras de doble sentido, lo que para el común de la gente era simplemente un Zero, "una circunferencia", para los iniciados Zero era "la simiente". Ahora si se considera en este punto de vista el emblema triple de la Divinidad suprema de los asirios se ve claramente cuál había sido al principio la fe patriarcal. Primeramente, se tiene la cabeza del anciano, después se tiene el Zero o el círculo, es decir, la simiente y, finalmente, las alas y la cola de una paloma 2, todo esto muestra, de una manera blasfema, la unidad del Padre, de la simiente o del Hijo, y del Espíritu Santo. Tal era la manera en que la idolatría pagana había representado primero a Dios en tres personas, esta representación había durado hasta después de Senaquerib; pero no es menos cierto que en una época más remota, las nociones babilónicas de la Divinidad se habían modificado profundamente; y las tres personas se habían convertido en el Padre Eterno, el Espíritu de Dios encarnado en una madre humana y el Hijo divino, fruto de esta encarnación. 1. Nuestra propia lengua nos proporciona la prueba que cero era un círculo entre los caldeos. ¿Entonces cero es el nombre de un número o de un círculo? y ¿de dónde tenemos esta expresión sino de los árabes, como ellos mismos lo habían tomado de los caldeos, el primer pueblo en cuyo seno había florecido la aritmética, la geometría y también la idolatría? Zero, en este sentido obviamente viene del caldeo zer, "rodear", que, a su vez, dio nacimiento al nombre babilónico aplicado a un gran período de tiempo, "saros", (BUNSEN, tomo I, p. 711-712). Lo que los caldeos consideraban al Gran Germen siendo sostenido por el sol encarnado (ver cap. 3, art. 1) y el emblema del sol como una circunferencia (BUNSEN, tomo I, p. 335, n°4), se establece sin problema la relación jeroglífica entre zero la circunferencia y zero la simiente. 2. Según Génesis I, 2, el Espíritu de Dios flotaba sobre las aguas (es la expresión en el original); es obvio que la paloma había sido el perfecto emblema del Espíritu Santo.

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Artículo 2 La Madre y el Hijo, y el original del Hijo Con tal teoría, la primera persona de la Divinidad estaba dejada de lado en la práctica. Siendo que el gran Dios Invisible no intervenía en absoluto en las cosas de la humanidad, debía ser adorado en silencio 1, es decir que en realidad no era adorado 2 del todo por la multitud. La misma característica llama la atención hoy en la India de una manera chocante. Aunque Brahma, según los libros sagrados, era la primera persona de la tríada hindú, y que la religión del Indostán era designada con su nombre, no obstante no se lo adora jamás 3, y en toda la India, apenas si existe hoy un solo templo de los que se erguía, en otro tiempo, en su honor 4. Ocurre lo mismo en Europa, en los países donde el sistema papal está más completamente desarrollado. En la Italia papal, en opinión de todos los viajeros (salvo allí donde el evangelio ha penetrado recientemente) no hay casi ningún indicio de adoración al Rey Eterno e Invisible, mientras que la madre y el hijo son los grandes objetos de culto. Ocurría lo mismo en la antigua Babilonia. Los babilonios en su religión popular adoraban ante todo una madre diosa y su hijo, que era representado en los cuadros y en estatuas como un niño pequeño en los brazos de su madre (fig. 5 y 6). De Babilonia, el culto de la Madre y del Hijo se expandió hasta los confines del mundo. En Egipto, la Madre y el Hijo eran adorados con los nombres de Isis y de Osiris 5. 1. JÁMBLICO, Los Misterios, secc. VII, cap. III. 2. KITTO, Comentario ilustrado, vol. IV, p. 81 3. Indrani, esposa del dios hindú Indra; ver Investigaciones Asiáticas, vol. VI, p. 393. 4. WARD, Estudios de los hindúes, según las investigaciones de Kennedy acerca de la Mitología antigua y moderna, p. 196. 5. Osiris, como el hijo llamado comúnmente Horus. BUNSEN, vol. I, p. 438 comparado con p. 433-434.

Fig. 5

Fig 6

En la India, incluso hoy, con los nombres de Isi y de Iswara 1. En Asia es Cibeles y Deoius 2. En la Roma pagana, la Fortuna y Júpiter Puer o Júpiter el niño 3. En Grecia, Ceres la gran madre con un lactante al seno 4 o Irene, la

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diosa de la paz, con el niño Pluto en los brazos 5, e incluso en el Tíbet, en Japón, en la China, los misioneros jesuitas se sorprendieron bastante al encontrar el símil de la Señora 6 y su hijo adorado tan devotamente como en la misma Roma papal; Shing-Mu, la Santa Madre de los chinos era representada con un niño en los brazos, y rodeada de gloria, absolutamente como si un artista católico romano se hubiese preocupado de pintarla 7. 1. KENNEDY, Mitología Hindú, p. 49. Aunque es el esposo de Isi, Iswara es representado también como un niño en su seno. Id. p. 338. Nota. 2. DYMOCK, Diccionario clásico, Cibeles y Deoius. 3. Obras de CICERÓN, De divinatione, lib. II, cap. 41. Vol. III, p. 77. 4. SÓFOCLES, Antígona, verso 1133. 5. PAUSANIAS, lib. I. Ática, cap. 8. 6. En italiano, el nombre de la Virgen es la traducción de un título de la diosa babilónica. Baal o Belo era el nombre de la gran divinidad masculina de los babilonios, y la divinidad femenina era Beltis (HESIQUIO, Léxico, p. 188). Este nombre también se encuentra en Nínive, para la madre de los dioses (VAUX, Nínive y Persépolis, p. 459); y en un discurso atribuido a Nabucodonosor (EUSEBIO, Praepar. Evang. lib. IX, cap. 4), los nombres Belo y Beltis están juntos como los del gran dios y gran diosa de Babilonia. El griego Belo, más alto título del dios babilónico, era indiscutiblemente "Baal el Señor". Beltis, nombre de la divinidad femenina, equivalente a Baalti, sea en latín Mea domina y en italiano, por alteración, madonna (señora). Referente a esto, Juno la reina de los cielos, en griego Hera, también significaba "la señora" y el título de Cibeles o Rea en Roma era domina o la señora, como Atenea, nombre de Minerva en Atenas. El nombre hebreo Adón, el Señor, Athón con los puntos vocales, era conocido por los griegos de Asia (que llevaron la idolatría a Grecia) como un nombre de Dios, en la forma Athan. Eustato, en una nota a cerca de la Periergesis de Dionisio (v. 915, apud BRYANT, vol. III, p. 140), dice que Athán es dios. El femenino de Athán es Athana, la señora, de aquí Atena en ático. Minerva es representada como una virgen, pero Estrabón (lib. X, cap. 3, p. 405) dice que en Hierapitna, Creta (MULLER, Los Dorios, vol. I, p. 413, sus monedas llevan en efigie los símbolos atenienses de Minerva) pasaba por ser madre de los coribantes a través de Helio, el Sol. La Minerva egipcia, prototipo de la divinidad ateniense era madre y (WILKINSON, vol. IV, p. 285) se llamaba Madre o Madre de los dioses. 7. CRABB, Mitología, p. 150. Gutzlaff creía en el origen papal de Shing Mu. Aquí, las historias paganas y cristianas se mezclan. Sir J. F. Davis muestra que los chinos de Cantón encontraron una analogía tan semejante entre la divinidad Kuanyin y la señora papal, que las denominan con el mismo nombre (DAVIS, La China, vol. II, p. 56). Los misioneros jesuitas dicen que sus libros sagrados mencionan una madre y un niño similares a la señora y a Jesús (PADRE LAFITAN, Costumbres de los Salvajes Americanos, tomo I, p. 235). Uno de sus nombres es Ma-Tsupo. Ver Apéndice, nota C.

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Sección 1 El Hijo en Asiria El original de esta madre generalmente tan adorara era, tenemos razones para creerlo, esa misma Semiramis 1 de la cual ya hablamos. Ella era adorada por los babilonios 2 y por otros pueblos orientales 3 con el nombre de Rea 4 la gran diosa Madre. Era del hijo, sin embargo, que ella obtenía toda su gloria y todos sus títulos para la deificación. Este hijo, aunque representado como un niño en los brazos de su madre, era una persona de gran estatura, de una inmensa fuerza corporal y de modales seductores. En la Biblia, él recibe el nombre de Tammuz (Ezeq. VIII, 14) pero los escritores clásicos lo llaman comúnmente con el nombre de Baco. Es decir, "el Lamentado" 5. El nombre de Baco sólo trae a la mente al lector común une idea de excesos y de embriaguez, pero se sabe hoy que en todas las abominaciones que acompañaban sus orgias, se buscaba abiertamente ese gran objetivo: la purificación de las almas 6, es decir su liberación del pecado y de sus manchas. 1. Sir H. Rawlinson, habiendo descubierto en Nínive las pruebas de la existencia de una Semiramis seis o siete siglos antes de J.C., parece considerarla como la única Semiramis que ha existido. Pero es revertir toda la historia. Está fuera de toda duda que hubo una Semiramis en las primeras edades del mundo. (JUSTINO, Hist., p. 615).Ver el historiador CASTOR, en los Fragmentos de Cory, p. 65, aunque hazañas de esta obviamente hayan podido ser atribuidas a aquella. M. Layard no es de la misma opinión que Sir H. Rawlinson. 2. DIODORO DE SICILIA, lib. II. p. 76. 3. ATENÁGORAS, Legatio, p. 178, 179. 4. Crónica Pascual, vol. I, p. 65. 5. De Bakhah, llorar o lamentarse. Entre los fenicios, dice Hesiquio, Baco quiere decir llorante, p. 179. Como las mujeres lloraban a Tammuz, ellas también lloraban a Baco. 6. SERVIO, en Georg. lib. I, vol. II, p. 197 y Eneida, lib. VI, tomo I, p. 400.

El dios Lamentado que se exponía y que se adoraba en la forma de un pequeño niño en los brazos de su madre parece haber sido el marido de Semiramis, cuyo nombre, Nino, a través del cual es comúnmente conocido en la historia clásica, significa literalmente el Hijo 1. Como Semiramis, la mujer, era adorada con el nombre de Rea, cuyo carácter distintivo era el de la gran Madre Diosa 2, la reunión de la esposa con el esposo llamado Nino o el Hijo, bastaba para explicar el origen del culto curioso de la Madre y del Hijo, si extendido entre las naciones de la antigüedad; y he aquí sin duda la explicación de este hecho de que ha confundido tanto a los historiadores de la antigüedad, que Nino es a veces llamado el esposo y a veces el Hijo de Semiramis 3. Esto explica también la causa de la misma confusión en las relaciones entre Isis y Osiris, la Madre y el niño de los egipcios; ya que, así como lo muestra Bunsen, Osiris era representado en Egipto a la vez como el hijo y el marido de su madre, y llevaba como título de dignidad y de honor el nombre de marido de la madre. 4 1. De Nin, en hebreo, un hijo. 2. Con este carácter, Rea era llamada por los griegos, Animas, ver Hesiquio acerca de la palabra: Ammas. Ammas es obviamente la forma griega del caldeo Ama, madre. 3. LAYARD, Nínive y sus ruinas, tomo II, p. 480. 4. BUNSEN, tomo I, p. 438-439. El nombre «Marido de la Madre», dado a Osiris, parecee ser incluso empleado entre nosotros, aunque se puede dudar de su sentido o de su origen. 26

Heródoto cuenta que en Egipto se sorprendió al escuchar el mismo canto triste pero delicioso de Lino cantado por los egipcios (con otro nombre), que escuchaba comúnmente en Grecia, su patria (HERÓD. lib. II, cap. 79). Lino era el mismo dios que Baco en Grecia u Osiris en Egipto: Homero describe a un niño interpretando el canto de Lino durante las vendimias (Ilíada, lib. XVII, v. 569-571), y el erudito dice que era en memoria de Lino, quien fue despedazado por perros. El epíteto de perro se toma en un sentido místico y más adelante se verá hasta qué punto su otro nombre, Narciso, lo identifica con el griego Baco y con el egipcio Osiris. En ciertas ciudades de Egipto, para el canto de Lino u Osiris, se tenía una melodía particular. Savary dice que, en el templo de Ábidos, el sacerdote representaba las siete vocales en forma de himnos y que los músicos no podían entrar allí (Letras, p. 566). Estrabón citado por Savary, llama al dios de ese templo, Memnón, pero Osiris era el gran dios de Ábidos lo que prueba que se trataba del mismo dios (WILKINSON, tomo IV, p. 344-345). El nombre de Lino u Osiris, en calidad de marido de su madre, en Egipto era Kamut (BUNSEN, tomo I, p. 373-374). Cuando Gregorio el Grande introdujo en la iglesia romana los cantos gregorianos, los tomó de los misterios caldeos ya mucho tiempo establecidos en Roma. Eustaquio, sacerdote romano, supone que estos cantos en gran parte se basaban en tonadas lidias y frigias (Paseo clásico, tomo I, p. 377). Lidia y Frigia eran los principales centros de los misterios, de los cuales los egipcios sólo eran una rama. Estas tonadas sagradas eran la música del gran dios: Gregorio introdujo así la música de Kamut. Según toda apariencia, el nombre de Osiris o Kamut, el marido de la madre, ha llegado hasta nosotros como el nombre de la escala musical ¿Para qué es la melodía de Osiris consistente en siete vocales formadas en un himno, sino el Gamut?

Estos detalles dan luz otra vez acerca de este hecho ya remarcado, que el Dios hindú Iswara es representado como un lactante en seno de su propia mujer, Isi o Parvati. Ahora bien, este Nino o el Hijo llevado en los brazos de la Señora babilónica, es descrito de tal manera que podemos identificarlo con Nimrod. Nino, rey de los asirios 1, nos dice Trogo Pompeyo, resumido por Justino, "fue el primero que, animado por una pasión nueva, el deseo de las conquistas, cambió las costumbres pacíficas de la antigüedad. Fue el primero que hizo la guerra a sus vecinos y conquistó todas las naciones desde Asiria hasta Libia, porque ignoraban aún el arte de la guerra 2." Diodoro de Sicilia nos da un relato que se ajusta totalmente al de Pompeyo Trogo; incluso añade un rasgo que demuestra de manera más completa esta identidad: "Nino, dice él, el más antiguo rey de Asiria mencionado en la historia, hizo grandes hazañas. Naturalmente belicoso y ambicioso de la gloria que viene del valor, armó un número considerable de jóvenes bravos y vigorosos como él, los hizo hacer durante un largo tiempo ejercicios laboriosos y penosos trabajo y así los acostumbró a soportar la fatiga de la guerra y a enfrentar con valentía los peligros 3." Ya que Diodoro hace de Nino el más antiguo rey de Asiria y lo representa como el que inició esas guerras que alzaron su poder en un grado extraordinario sometiendo a los habitantes de la Babilonia, esto muestra que ocupaba exactamente la misma posición de Nimrod de quien la Escritura dice: "Fue el primero que comenzó a ser poderoso sobre la tierra y reinó primeramente en Babilonia." Como los constructores de Babel, durante la confusión de su lenguaje, fueron dispersados 1. El nombre de asirios, como se ha visto ya, tiene un sentido muy extendido entre los autores clásicos: designa a los babilonios así como a los asirios propiamente dichos. 2. JUSTINO, Pompeyo Trogo, Hist. Rom. Escrit., vol. II, p. 651. 3. DIODORO, Biblioteca, lib. II, p. 63.

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con él por la faz de la tierra y abandonaron la ciudad y la torre que comenzaban a edificar, Babilonia, como ciudad, no existía antes de Nimrod, estableció allí su poder, hizo de ella su base de operaciones y fue el punto de partida de su grandeza. Desde este punto de vista, la historia de Nino y la de Nimrod se relacionan exactamente. La manera a través de la cual Nino obtuvo su poder es también la misma mediante la cual Nimrod logró el suyo. Está fuera de de toda duda que esto aconteció al endurecer a sus partidarios en las fatigas y peligros de la guerra, que los formó poco a poco en el arte de las armas y que los preparó para ayudarlo a establecer su soberanía absoluta como Nino al acostumbrar a sus compañeros durante mucho tiempo a ejercicios penosos y a duros trabajos, los preparó para hacer de él el primer rey de los asirios. Las conclusiones que sacamos de estos testimonios de la historia se hallan poderosamente confirmadas por otras consideraciones. En Gén. X, 11 tenemos un pasaje que, bien comprendido, lanza una viva luz acerca del tema. He aquí este pasaje tal como lo da la versión común: "De esta tierra salió Asur, y edificó Nínive". Como algo extraordinario se dice que Asur salió del país de Sinar, mientras que la raza humana en general venía del mismo país. Esta versión se funda en la hipótesis de que Asur tenía una suerte de derecho divino sobre ese país y que había sido en cierto modo cazado por Nimrod: pero ningún otro pasaje del contexto hace la más mínima alusión a este derecho divino y no creo que se pudiera probar esto. Además, esta traducción presenta a Asur estableciéndose en el vecindario inmediato de Nimrod un reino tan poderoso como el de Nimrod mismo: Asur edificó cuatro ciudades de las cuales una se llama con énfasis "grande" (v. 12). Nimrod, según esta interpretación, edificó exactamente el mismo número de ciudades, de las cuales ninguna se caracteriza como "grande". – Ahora bien, es del todo inverosímil que Nimrod haya soportado pacientemente cerca de él un rival tan poderoso. Para resolver estas dificultades, se propuso traducir además: "De esta tierra (Nimrod) salió para Asur" o para Asiria. — Pero entonces, según la gramática, sería necesario que hubiera en el texto "Assurah", con la idea de movimiento hacia un lugar; sin embargo, sólo existe Asshur, sin sufijo. Estoy convencido que la perplejidad de los comentaristas, en relación a este pasaje, viene de la suposición que allí hay un nombre propio, mientras que en realidad no lo hay en absoluto. Asshur es el participio pasivo de un verbo que en caldeo significa fortalecerse 1, y por lo tanto quiere decir: fortalecido o fortificado. Si se lee así este pasaje, es claro y obvio: (v. 10) "Y él comenzó a reinar en Babel, Erec, Acad y Calne." — Un "comienzo" implica obviamente una sucesión y esta sucesión hela aquí: (v. 11) "Vino de fuera de este país, cuando se fortaleció (Asshur) y edificó Nínive etc." — Ahora bien, esto concuerda perfectamente con la declaración de la historia antigua de Justino: "Nino aumentó mediante conquistas incesantes la extensión de sus posesiones. Sometió a sus vecinos, reclutó más tropas para ir a combatir a otras tribus, y así cada nueva victoria le preparaba el camino para otras más, venció a todos los pueblos del Oriente 2." Así pues, Nimrod o Nino edificó Nínive; y el origen del nombre de esta ciudad se explica fácilmente como habitación de Nino 3. También vemos allí por qué el nombre de la principal parte de las ruinas de Nínive se llama hoy Nimrud 4.

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1. Ver el Léxico Caldeo, en Clavis Stockii, donde el verbo asher es traducido por: él afirmó, él fortificó. Ashur, el participio pasado, es pues: "afirmado, fortificado". Incluso en hebreo, este sentido parece inherente a este verbo, como se puede concluir de la palabra te-ashur: nombre del boj (Isaías LX, 13); la madera de este árbol es, en efecto, notable por su dureza y su cohesión. Pero en el sentido hebreo común, el sentido es materialmente el mismo; porque Asher significa prosperar o volverse próspero. Ashur en participio pasado, debe significar habiendo prosperado o vuelto próspero. 2. JUSTINO, Hist. Rom. Escrit, vol. II, p. 615. He aquí el original: Ninus magnitudinem quæsitæ dominationis continua possessione firmavit. Cum, accessione virium fortior, ad alios transiret, et proxima quæque victoria instrumentum sequentis esset, totius Orientis populos subegit. 3. Nin-nivej, la morada de Nino. 4. LAYARD, Nínive y sus ruinas, tomo I, p. 7, et passim.

Nino, pues, no es otro que Nimrod; y la explicación de esta afirmación nos da ciertos hechos inexplicados por la historia antigua y confirma fuertemente la exactitud de esta conclusión. Se dice que Nino fue el hijo de Belo o Bel, y se dice que Bel fue el fundador de Babilonia. Si Nino fue, en realidad, el primer rey de Babilonia, ¿cómo Belo o Bel su padre pudo haber sido el fundador? Los dos podrían bien haberlo sido, como se verá cuando hayamos examinado quién era Bel y y lo que podamos conocer de sus hazañas. Si Nino y Nimrod eran la misma persona, entonces ¿quién era el Bel de la historia? Éste debió ser Cus; porque Cus engendró a Nimrod (Gén. X, 8) y se piensa comúnmente de Cus como el caudillo de la gran apostasía 1. Pero Cus como hijo de Cam era Hermes o Mercurio; porque Hermes es un sinónimo egipcio del hijo de Cam 2. Ahora bien, Hermes era el gran profeta que dio inicio a la idolatría: ya que era reconocido por los paganos como el autor de sus ceremonias religiosas y como intérprete de los dioses. 1. Ver GREGORIO DE TOURS, De rerum Franc, lib. I, apud BRYANT, tomo II p. 403, nota. Gregorio atribuye a Cus, lo que generalmente se creía, estar de acuerdo con su hijo; pero su testimonio muestra que en su tiempo, se creía, lo que es ampliamente confirmado por otras pruebas, que Cus había contribuido poderosamente en apartar a la humanidad del culto del verdadero Dios. 2. Hermes se descompone así: 1° Her, que en caldeo es sinónimo de Hem o Khem, el tostado. Como Her o el tostado, este nombre sirvió de punto de partida para identificar de una manera tergiversada a Cam con el sol y para deificar así al gran patriarca cuyo nombre ha servido para designar a Egipto en relación al sol. Khem o Hem con su propio nombre era abiertamente adorado antiguamente en el país de Hem (BUNSEN, tomo I, p. 373), pero esto habría sido primeramente demasiado temerario. Sin embargo, gracias a Her, su sinónimo, la vía estaba trazada. Her es el nombre de Horus, idéntico al sol (BUNSEN, vol. I, p. 607) lo que muestra que la real etimología del nombre viene del verbo al cual la vincule. — 2" Mes de Mesbeh (o sin el radical que se puede omitir, ver PARKHURST, sub voce, p. 416) producir. En egipcio, tenemos Ms en el sentido de sacar a la luz, (BUNSEN vol. I, Signos jeroglíficos, Apénd. b: 43, p. 510) lo que es obviamente una forma diferente de la misma palabra. En el pasivo, encontramos Ms. (BUNSEN, Vocab, Apénd. I, p. 470, abajo, etc. Ms... nacido). El radical de Mesheh, en el Léxico de Stockius, es en latin "extraxit" y nuestra palabra extracción, aplicada al nacimiento o al origen mostró que hay relación entre el sentido genérico de esta palabra y el nacimiento. Este derivado explica el sentido de los nombres de los reyes egipcios, Ramsés y Tutmosis; el primero es obviamente el hijo de Ra o del Sol, último entonces quiere decir el hijo de Thot. Por la misma razón, Her-mes quiere decir el Hijo de Her o Cam el tostado, es decir, Cus.

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El célebre Gesenio lo identifica con el babilonio Nebo, dios de la profecía; y Higinio muestra que era conocido como principal actor en este movimiento que produjo la confusión de las lenguas. He aquí sus palabras: "durante mucho tiempo los hombres vivieron bajo el gobierno de Jove (obviamente este no es el Júpiter de los romanos sino el Jehová de los hebreos) sin ciudades y sin ley, y todos hablaban el mismo lenguaje. Pero Mercurio habiendo interpretado los discursos de los hombres, (de aquí el nombre de hermeneutas dado a un intérprete) separó además a las naciones. Desde entonces comenzó la discordia 1." Aquí obviamente hay un enigma. ¿Cómo es que Mercurio o Hermes tenía la necesidad de interpretar el lenguaje de los hombres ya que todos hablaban el mismo lenguaje? Es necesario para comprenderlo remitirse al lenguaje de los misterios. Peresh, en caldeo, significa interpretar, pero esta palabra era en otro tiempo pronunciada por los egipcios y los griegos y a menudo por los caldeos mismos como "Peres", dividir. Mercurio o Hermes o Cus, el hijo de Cam, era "el que separa los lenguajes". Es él, parece, quien habría sido el promotor del proyecto para construir la gran ciudad y la torre de Babel; y como el título bien conocido de Mercurio (el intérprete de los dioses) parecía indicarlo, los habría animado en el nombre de Dios a continuar su temeraria empresa, también habría conducido a la confusión de las lenguas y a la dispersión de los hombres sobre la faz de la tierra. Ahora bien, enfocad esto al nombre de Belo o Bel dado al padre de Nino o Nimrod. Mientras que el nombre de Belo representaba a la vez el Baal y el Bel de los caldeos; sin embargo, eran dos títulos distintos. Estos títulos eran dados a menudo al mismo dios, pero tenían dos sentidos enteramente diferentes. Baal, como ya lo vimos significaba el Señor; pero Bel significaba el que confunde. Cuando leemos pues que Belo, padre de Nino, edificó o fundó Babilonia ¿se puede dudar en qué sentido se le dio el título de Belo?

Fïg. 7 Según Investigaciones acerca de la literatura y las antigüedades etruscas, de Sir W. Betham. El nombre etrusco en el reverso de la medalla, Belathri, Señor de los espías, es sin duda, dado a Jano a causa de su nombre bien conocido, Janus Tuens, que se puede traducir como Jano el Vidente o Jano quien todo lo ve. 1. HIGINIO, Fáb. 142, p. 114. Foroneo, parece, era rey en esta época.

Esto era obviamente en el sentido de Bel, el que confunde. Es en este sentido del nombre del babilónico Bel que Jeremías hace una alusión muy clara cuando dijo: (Jer. L, 2) "Bel es confundido", es decir: el que confundía ahora está confundido. Cus era conocido en la antigüedad pagana con el carácter mismo de Bel, el que confunde, es lo que demuestra muy claramente un pasaje de 30

Ovidio: éste es el pasaje donde Jano, el dios de los dioses 1, del cual todos los otros dioses tuvieron su origen, dijo de sí mismo 2: Los antepasados me llamaron Caos 3. Ahora bien, 1° este pasaje muestra de una manera definitiva que el Caos era no sólo conocido como un estado de confusión, sino como el dios de la confusión. 2° Todos los lectores un poco al corriente de las reglas de la pronunciación del caldeo saben que el Caos es precisamente una de las formas usadas para el nombre de Cus o Cush 4. 1. Jano era llamado así en los himnos más antiguos de los salios, MACROBIO Saturno. lib. I, cap. 9, p. 54, c. 2. H. 2. Terenciano Mauro lo llama "Principium Deorum". BRYANT, vol. III, p. 82. 3. Me Chaos antiqui, man, res sum prisca, vocabant. — Fastos, lib. I, v. 104, vol. III, p. 19. 4. El nombre de Cus es también Khus, la sh en caldeo se convierte a menudo en s; y Khus en la pronunciación, se convierte naturalmente en Khawos o Khaos sin la digamma.

Desde entonces, que se recuerda el símbolo de Jano (fig. 7) que los antiguos llamaban Caos, y se verá hasta qué punto concuerda con las acciones de Cus, cuando se lo identifica con Bel, el que confunde. Este símbolo es una maza y el nombre de una maza en caldeo viene de una palabra que significa hacer pedazos, o dispersar 1. El que produjo la confusión de las lenguas fue el mismo que quebró la unidad en la tierra y en dispersó a lo lejos los fragmentos (Gén. XI, 1) ¡Qué significado hay desde entonces en este símbolo de la maza, que recuerda la obra de Cus o Bel, el que confunde! Este sentido aparecerá mejor aún si se lee el texto hebreo (Gén. XI, 9) donde la palabra que quiere decir una maza es el mismo nombre empleado por el autor cuando dice que como consecuencia de la confusión de las lenguas los hijos de los hombres fueron dispersados sobre la faz de la tierra 2. La palabra que en este pasaje se emplea para dispersar es Hefaitz, que en griego se convierte en Hefaizt 3 y de allí viene el nombre bien conocido pero generalmente mal comprendido de Hefestos, Vulcano, el padre de los dioses 4. Hefestos es el promotor de la primera rebelión, el que dispersa a lo lejos, como Bel es el nombre del mismo personaje con el carácter de "el que confunde las lenguas". 1. En Prov. XXV. 18, una maza o martillo es "Mefaitz" en Jer. LI, 20, la misma palabra sin la yod, es empleada obviamente en vez de martillo. 2. Génesis XI, 9. 3. Hay varios ejemplos de semejante cambio. Así Botzra es Bostra en griego, y Mitzraim, en Mestraim. Para este último, ver BUNSEN, tomo. I, p. 606, 609. 4. Vulcano en el Panteón clásico no tenía comúnmente un lugar tan alto, pero en Egipto Hefestos o Vulcano era llamado el padre de los dioses, AMIANO MARCELINO, lib. XVII.

El lector puede ver pues ahora el origen real del martillo de Vulcano que es también otro nombre de la maza de Jano o del Caos el dios de confusión; hay una alusión oculta en ese martillo que rompe la tierra en pedazos en Jer. L, 23, donde el profeta increpa así a Babilonia que identifica con su antiguo dios: "¡Cómo fue cortado y quebrado el martillo de toda la tierra!" —Ahora bien, como la construcción de una torre después del diluvio era el primer acto de rebelión declarada y que Bel, o Cus era el promotor de esto, naturalmente fue el primero a quien se dio el nombre de Merodac, el gran rebelde 1, y según el paralelismo común del lenguaje profético, tenemos una alusión a los dos nombres bien conocidos del dios babilónico en esta predicción del juicio a 31

Babilonia: "Bel es confundido, deshecho es Merodac" (Jer. L, 2). El juicio que acaba de golpear al dios babilónico es conforme a sus propias acciones. Bel confundió a la tierra entera, a su turno él fue confundido. Merodac, por la rebelión que había promovido, hizo pedazos al mundo hasta entonces tan unido; a su turno, él también fue hecho pedazos. He aquí cuál es el carácter histórico de Bel, identificado con Jano o el Caos, el dios de confusión, con su maza simbólica 2. Basándonos en estas conclusiones, vemos fácilmente cómo se puede decir que Bel o Belo, padre de Nino, fundó Babilonia, mientras que en realidad fue Nino o Nimrod quien la edificó. Ahora bien, aunque Bel o Cus, especialmente designado como el que puso las primeras fundaciones de Babilonia, pudiera ser considerado como el primer rey de la ciudad, (es así que es representado en algunas copias de la "crónica de Eusebio"), sin embargo es muy obvio, según la historia sagrada y profana, que jamás pudo reinar el calidad de rey de la monarquía babilónica; y en consecuencia en la versión armenia de la "crónica de Eusebio", (que porta un sello de exactitud y de autoridad irrefutables), su nombre está totalmente omitido en la lista de los reyes de Asiria, mientras que el de Nino es el primero, en términos que corresponden a la descripción exacta que hace la Biblia de Nimrod. Si, pues, se considera el hecho de que la antigüedad pone siempre de Nino el hijo de Belo o Bel, se verá que la identidad de Nino y de Nimrod está aún mejor confirmada, porque el Bel de la historia es el mismo Cus. 1. Merodac viene de Mered, sublevarse, y Dakh, pronombre demostrativo, que da un sentido enfático significa este grande o el grande. 2. Al haber indicado anteriormente su origen, los nombres de Bel y Hefestos no eran nombres impropios aunque con un sentido diferente, para los dioses guerreros descendientes de Cus, de quienes Babilonia se ha glorificado entre las naciones. Los dioses guerreros deificados de la casta y Cus se glorificaban de poder confundir a todos sus enemigos y de destrozar la tierra con su irresistible poder. Es por este hecho, tanto como por las hazañas del antiguo Bel, que hacen alusión los juicios inspirados que Jeremías pronuncia contra Babilonia. El sentido literal de estos nombres se simbolizaba en la maza dada al griego Hércules (la misma maza de Jano) cuando, con un carácter muy diferente al de Hércules, fue representado como el gran reformador del mundo, gracias a su fuerza corporal. El Jano de dos caras y con la maza debe, sin duda, representar al viejo Cus y al joven Cus o Nimrod haciéndolos uno solo. Pero la imagen de dos caras con sus otros atributos, se relaciona también a otro padre de los dioses del cual hablaremos más tarde y que se relacionaba especialmente con el agua.

Pero si consideramos lo que se dijo de Semiramis, mujer de Nino, la evidencia se acrecienta aún más y podremos concluir que la mujer de Nino sólo podía ser la mujer de Nimrod: además ponemos en evidencia uno de los grandes caracteres con los cuales se adoraba a Nimrod divinizado. En Daniel XI, 38, se nos habla de un dios llamado "Ala Mahozim 1", es decir, el dios de las fortificaciones. — Los comentaristas estaban muy confundidos para decir quién era ese dios de las fortificaciones. En los anales de la antigüedad se ignoró generalmente la existencia de un dios de las fortificaciones; y es necesario reconocer que el lector común allí no descubre ningún dios de ese tipo que le llame la atención. Pero todo el mundo sabía que hay una diosa de las fortificaciones. Esta diosa era Cibeles, que se representa en todas partes con

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una corona de torres y de muros o con fortificaciones en la cabeza. ¿Por qué Rea o Cibeles era representada así? Ovidio nos proporciona a la vez la pregunta y la respuesta. "Dice él, porque Cibeles fue la primera que rodeó de muros las ciudades 2." 1. Ala Mahozim, hace poco, se tradujo como el dios de las fuerzas o los dioses protectores. Esta última interpretación plantea una objeción infranqueable, es que Ala está en singular. Tampoco se puede admitir la primera, ya que Mahozim o Mauzzim no quiere decir "fuerzas" o "ejércitos", sino "municiones", es decir fortificaciones. Stockius, en su Léxico, da como definición de Mahoz, en singular, robur, arx, locus munitus, y como prueba de su definición, proporciona los ejemplos siguientes: Jueces VI, 26 "Y edifica altar a Jehová tu Dios en la cumbre de este peñasco" (mahoz, al margen, plaza fuerte) y Dan. XI, 19 "Luego volverá su rostro a las fortalezas (mahoz) de su tierra". Ver también GESENIO. Léxico, p. 533. 2. OVIDIO, Obras, tomo III, Fastos, 219-221.

La primera ciudad del mundo después del diluvio (a partir del cual se databa a menudo el comienzo del mundo mismo) que tuvo torres y un cerco de murallas fue Babilonia: y Ovidio mismo nos dice que Semiramis, la primera reina de esta ciudad, es conocida por haber rodeado a Babilonia de una muralla de ladrillos 1. Semiramis pues, la primera reina divinizada de esta ciudad y de esta torre cuya cima debía alcanzar el cielo, debe haber sido el modelo de esta diosa quien fue la primera en transformar las torres en las ciudades. Si consideramos la Diana de Éfeso, encontramos una prueba que tiende al mismo objetivo.

Fig 8. Diana de los efesios.

Diana era representada comúnmente como una virgen protectora de la virginidad: pero la Diana de Éfeso era totalmente diferente. Se la representaba con todos los atributos de la Madre de los dioses (fig. 8) y como tal, llevaba 33

una corona de torres, aunque es imposible mirarla sin acordarse de inmediato de la torre de Babel. Ahora bien, esta Diana con su torre, un antiguo escriba la identifica expresamente con Semiramis 2. Cuando pues no se olvida que Rea o Cibeles, la diosa que lleva una torre, era en realidad una diosa Babilónica 3 y que Semiramis divinizada era adorada con el nombre de Rea, ya no habrá duda, pienso, acerca de la identidad personal de la diosa de las fortificaciones. No hay ninguna razón para creer que, únicamente, Semiramis (aunque algunos lo han dudado) haya echado los fundamentos de Babilonia. Según el testimonio formal de un antiguo historiador, Megástenes, conservado por Abideno, fue Belo quien rodeó a Babilonia de murallas 4. 1. OVIDIO, Obras, vol. II, Metam. lib. IV Fáb. Píramo y Tisbe. 2. Un erudito, a propósito del Periegesis de Dionisio, dice Layard (Nínive y sus ruinas, vol. II, p. 480, notas) hace de Semiramis la misma persona que la diosa Artemisa o Despoina. Ahora bien, Artemisa era Diana y el título de Despoina que se le dio muestra que tenía el carácter de la Diana de Éfeso la cual era identificada con Semiramis, porque Despoina es la palabra griega para Domina, la señora, título especial de Rea o Cibeles, la diosa que lleva una torre, en la antigua Roma (ibid. Fastos, lib. XV, 340). 3. Ver Layard, Nínive, etc. tomo II, p. 451-457. 4. Fragmentos de Cory. p. 45-46.

Bel, el que confunde, quien inició y dejó inconclusas la ciudad y la torre de Babel, este hecho no puede aplicarse a él. Esto sólo puede aplicarse a su hijo Nino, quien heredó el título de su padre y quien fue el primer rey del imperio de Babilonia, por lo tanto, a Nimrod. La verdadera razón, si Semiramis mujer de Nino tuvo la gloria de terminar las fortificaciones de Babilonia, es que ella alcanzó a ocupar una posición preponderante en la estima de los antiguos idólatras y porque se le atribuyó todos los diferentes caracteres que habrían pertenecido o que se supone haber pertenecido a su marido. Habiendo pues determinado uno de los caracteres por los cuales se adoraba a la esposa divinizada, podemos concluir de esto cuál era el carácter correspondiente del marido divinizado. Layard dice que está convencido de que Rea o Cibeles, la diosa coronada de torres, era precisamente el símil femenino del dios que presidía en las murallas y en la fortalezas 1. Esta divinidad era Nino o Nimrod: tenemos aún otra prueba de esto en los detalles esparcidos que nos dejó la antigüedad acerca del primer rey babilónico divinizado con un nombre que lo identifica con marido de Rea, la diosa que lleva torres. Este nombre es Cronos o Saturno 2. 1. LAYARD, Nínive, etc. vol. II, p. 456-457. 2. En la Mitología griega, Cronos y Rea son generalmente hermano y hermana. Nino y Semiramis, según la historia, no son presentados con este lazo; pero no es una objeción a la real identidad de Nino y Cronos: 1º Los lazos de parentesco de los dioses son singularmente confusos: Osiris es presentado como hijo y marido de Isis, también es padre y hermano (BUNSEN, tomo I, p. 438) 2° Sea cual sea el carácter anterior de los mortales deificados, adquirieron nuevos lazos de parentesco. En la apoteosis del marido y de la mujer, ellos debían tener el mismo origen celestial, siendo los hijos de Dios de una manera sobrenatural. Antes del diluvio, el gran pecado que trajo un castigo sobre la raza humana, viene del hecho de que los hijos de Dios se casaron con otras mujeres que no eran las hijas de Dios, qui no eran espiritualmente sus

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hermanas (Gén. VI, 2, 3). En el mundo renovado, el uso contrario debe haber prevalecido, un hijo de Dios no podía casarse con otra mujer que no fuera hija de Dios, o su propia hermana en la fe, sin deshonra ni casamiento desigual. Por perversión de una idea espiritual, vino sin duda la creencia de que la dignidad y la pureza de la casta real debían conservarse intactas por medio del matrimonio entre hermanos y hermanas. Este era el caso en el Perú (PRESCOTT, vol. I, p. 18), en India, (HARDY, p. 133), y en Egipto (WILKINSON, tomo iy p. 385). Juno también se jactaba de ser hermana y mujer, "soror et conjux". Por la misma razón, Rea era hermana de su marido Cronos señalando así que ella compartía su divinidad.

Se sabe bien que Cronos o Saturno era el marido de Rea, pero además no se sabe quién era Cronos mismo. Si se remonta a su origen, se descubre que este dios fue el primer rey de Babilonia. Teófilo de Antioquía muestra que Cronos era adorado en Oriente con los nombres de Bel y Bal 1; y Eusebio nos enseña que el 1er rey de Asiria denominado Belo era llamado también Cronos por los asirios 2. Como el texto auténtico de Eusebio sólo admite que hubo un rey de Asiria antes de Nino, rey de los babilonios, esto muestra que Nino, primer rey de Babilonia era Cronos. Pero hay más, leemos que Cronos era el rey de los Cíclopes que eran hermanos y que de él tomaron su nombre 3, y que los Cíclopes eran conocidos como los inventores del arte de construir las torres 4. El rey de los Cíclopes, inventores de este arte, ocupaba una posición totalmente correspondiente a la de Rea, quien fue la primera que construyó las torres en ciudades. Si entonces, Rea, la mujer de Cronos, era la diosa de las fortificaciones, Cronos o Saturno, el marido de Rea, es decir Nimrod o Nino, el primer rey de Babilonia debió ser Ala Mahozim, el dios de las fortificaciones 5. El nombre mismo de Cronos confirma fuertemente mis afirmaciones. Cronos significa el que tiene un cuerno 6. Ahora bien, en Oriente, el cuerno que era el símbolo bien conocido de la fuerza o del poder; Cronos, el cornudo era, según este sistema místico, el sinónimo del epíteto determinado por la Escritura para Nimrod; es decir, Gheber, el poderoso, (Gén. X, 8), "quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra". El nombre de Cronos, como lo sabe muy bien el lector al corriente de los clásicos, se aplica a Saturno como el padre de los dioses. 1. CLÉRICO, De Philosophie Orientali, lib. I, secc. II, cap. 37. 2. EUSEBIO, Crónica, p. 6. 3. El escoliasta de EURÍPIDES, Orestes. v. 963, p. 85, dice que los Cíclopes eran llamados según el nombre de su rey, Ciclops. Este escoliasta así consideraba a los cíclopes como una nación de Tracia, porque los tracios habían localizado la tradición, y se la habían aplicado a ellos mismos; pero la cita siguiente del escoliasta del Prometeo de Esquilo, p. 56, muestra que ellos estaban con Cronos en informes que nos prueban que él era su rey: "Los cíclopes eran los hermanos de Cronos, padre de Júpiter" 4. "Turres, ut Aristocles, Cyclopes, (invenerunt)" — PLINIO, lib. VII, cap. 56, p. 171. 5. Para más pruebas acerca del dios de las fortificaciones. Ver Apéndice, nota D. 6. De Krn, un cuerno. El epíteto Corneus, aplicado a Apolo (PAUSANIAS, lib. III, Lacónica, cap. 13) es precisamente una forma diferente de la misma palabra. En los himnos de Orfeo. Apolo es invocado como el dios de dos cuernos (Himno a Apolo).

Ya hablamos de otro padre de los dioses, Cus, en su carácter de Bel, el que confunde, o Hefestos, el que dispersa a lo lejos y es fácil comprender cómo, cuando se puso a divinizar a los mortales y en particular el poderoso hijo de Cus, el padre, si se considera sobre todo la participación que parece haber tenido en la formación de todo este sistema idólatra, también debió haber sido divinizado con los rasgos de padre del "Poderoso" y de todos los inmortales 35

que le han sucedido. Pero veremos en realidad, a lo largo de nuestras investigaciones, que Nimrod era el padre de los dioses, porque es el primer mortal que había sido divinizado y que, por lo tanto, se ajusta perfectamente a este hecho histórico que Cronos, el que tiene un cuerno o el poder, es conocido con este título en el Panteón clásico. El sentido de este nombre Cronos, el que tiene un cuerno, aplicado a Nimrod, explica claramente el origen de este símbolo fuera de lo común, que se ve tan a menudo en las esculturas de Nínive, el gigantesco hombre-toro con cuernos, que representaba a las grandes divinidades de Asiria. La misma palabra que significaba toro, significaba también gobernador o príncipe 1. Por eso, el toro portador de cuernos significaba el príncipe poderoso; es decir, el primero de los hombres poderosos que con el nombre de Guebres, Gabri o Cabiri ocuparon en 1. El nombre de toro o de príncipe en hebreo esta sin los puntos vocales Shur, lo que en caldeo se convierte en Tur. De Tur, en el sentido de toro, viene el latino tauro, y de la misma palabra, en el sentido de soberano, Tirano; originalmente, esta palabra no tenía un sentido negativo. Así, en estas palabras clásicas bien conocidas, tenemos la prueba del desarrollo del principio mismo que hizo representar a los reyes divinizados de Asiria en la forma de hombre-toro.

la antigüedad un lugar tan grande y de los cuales los antiguos reyes divinizados de Asiria decían recibir su poder y su nobleza. Esto explica por qué el Baco de los griegos era representado con cuernos y por qué se lo invocaba a menudo con este epíteto, "con los cuernos de toro", para designar de este modo sus grandes títulos de gloria 1. En tiempos relativamente modernos, Togrul Begh, el jefe de los turcos seléucidas que venían de las fronteras del Éufrates, también era representado (fig. 9) con tres cuernos que salían de la cabeza como emblema de su soberanía.

Fig. 9

Aquello explica admirablemente el origen de las divinidades adoradas por los anglosajones paganos con el nombre de Zernebogus. Este Zernebogus era la divinidad negra, funesta de mal agüero 2, en otras palabras el símil exacto de la idea popular del diablo, que se cree que es negro, y que dicen que tiene cuernos y pies hendidos. Analice este nombre, compárelo con el grabado (fig. 10)

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extraído de Layard 3 y usted verá que da una luz singular acerca del origen de la superstición popular respecto del gran adversario.

Fig. 10 1. Himnos Órficos, 41, en Trietérico p. 117. 2. SHARON TURNER, Los Anglosajones, vol. I, p. 217. 3. LAYARD, Nínive y Babilonia, p. 605.

El nombre de Zer-nebo-gus es casi caldeo muy puro y de él parece descomponerse para ofrecernos el sentido de "la simiente del profeta Cus". Hemos visto que conviene concluir que con el nombre de Bel, diferente de Baal, Cus era el gran adivino o falso profeta que se adoraba en Babilonia. Pero eruditos independientes han sido llevados a la conclusión de que Bel y Nebo eran dos nombres diferentes de un mismo dios y de un dios profeta. He aquí cómo Kitto se expresa respecto del pasaje de Isaías XLVI, 1: "Se postró Bel, se abatió Nebo" Este último nombre, dice él, parece venir de Nibba, volverse un oráculo o profetizar; significaría pues "oráculo" y entonces es posible, como Calmet (comentario literal) sugiere, no ser otra cosa que Bel mismo o un epíteto característico que se le aplicó; no es, en efecto, contrario al uso de repetir la misma idea en el mismo versículo en términos equivalentes 1. Zernebogus, el gran renuevo del profeta Cus, era Nimrod obviamente, porque Cus era el padre de Nimrod. Consulte ahora a Layard y vea asimismo cuán estrechos vínculos hay entre Inglaterra y Asiria. En el grabado anterior, del cual ya hablamos, vemos primeramente al Hércules asirio 2, es decir, el gran Nimrod, como se lo designa en la versión de los setenta, que ataca un toro sin maza ni espolones, ni armas de ninguna especie. Luego de haberlo vencido, él puso sobre su cabeza los cuernos del animal, como trofeo victorioso y símbolo de poder; después se nos muestra con los cuernos, las pezuñas y las piernas del toro. Equipado de esta manera, se da la vuelta para atacar a un león. 1.KITTO, Comentario ilustrado, vol. XV, p. 53. 2.Lares y Penates de Cilicia, p. 151. Barker identifica al Hércules asirio con Dazyad el cazador, se trata obviamente de Nimrod.

Este grabado está destinado obviamente a proporcionar algunos rasgos de la vida de quien fue el primero que comenzó a ser poderoso en la caza y en la guerra, y que, según todas las tradiciones antiguas, era también notable por su 37

fuerza corporal, porque éste fue el dirigente de los Gigantes que se rebelaron contra el cielo. Ahora bien, Nimrod hijo de Cus era negro; en otras palabras, era de raza negra. Esta expresión bíblica: "¿Mudará el etíope (cusita) su piel?" así está en el original: "¿Mudará el cusita su piel?" Si no se pierde esto de vista, se verá que en esta figura descubierta en Nínive, tenemos a la vez el prototipo del anglosajón Zernebogus, la simiente del profeta Cus y el verdadero original del negro, enemigo de la humanidad, con cuernos y pies hendidos.

Por otra parte, Nimrod fue adorado de distinta forma en un pueblo de tez clara como los anglosajones, era inevitable; si era adorado, esto sería generalmente como un objeto de temor, y es así que Cronos el cornudo, que llevaba cuernos como un doble emblema de su fuerza física y de su poder soberano, llegó a ser, en la superstición popular, el representante autorizado del demonio. En muchas regiones alejadas, los cuernos llegaron a ser el emblema del soberano poder. Incluso, la corona que rodea la frente de los monarcas europeos parece venir del antiguo emblema de poder adoptado por Cronos o Saturno que, según Ferecides, fue el primero de todos que llevó una corona 1. La primera corona real parecía haber sido simplemente una banda en la cual se colocaban los cuernos. Como consecuencia de la idea del poder representado por el cuerno, parece que los jefes secundarios llevaron un círculo adornado con un simple cuerno, como emblema de su poder delegado. Bruce, el viajero abisino, habla de jefes que se adornaban así (fig. 11); dice respecto de esto que el cuerno llamó su atención cuando advirtió que los gobernadores de las provincias se distinguían por este peinado. En cuanto a los soberanos, la banda de la cabeza real era algunas veces adornada con un cuerno doble, otras veces triple. 1. Saturnum Pherecydes ante omnes refert coronatum (TERTULIANO, De Corona militis, cap. 7, vol. II, p. 85).

Obviamente el cuerno era en su origen el símbolo de poder y de la fuerza entre los soberanos: ya que sobre los monumentos egipcios, las cabezas de los reyes divinizados en general no tienen más de dos cuernos para dar testimonio de su poder. Como la soberanía de Nimrod estaba fundada en la fuerza física, los dos cuernos del toro eran el símbolo de esta fuerza corporal - Y ¿cómo se confirma

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este hecho? Leemos a Sanconiaton donde Astarté se coronó con una cabeza de toro, como emblema de la realeza 1. 1. EUSEBIO, Prœp. Evang. lib. I, cap. 10, vol. I, p. 45.

Fig. 11 Los dos hombres son jefes abisinios. Las dos mujeres del Líbano. Los peinados con cuernos son, según Walpole (Ansayri), vestigios del antiguo culto de Astarté.

Pronto, sin embargo, apareció una nueva idea y más alta, cuya expresión se mostró en el símbolo de los tres cuernos. Con el tiempo, parece que un peinado se asoció con los cuernos reales. En Asiria, el peinado con tres cuernos era uno de los emblemas sagrados 1, como testimonio del origen divino del poder que ellos representaban: los tres cuernos designaban obviamente el poder de la Trinidad.

Fig. 12

Tenemos más pruebas que la moldura con cuernos sin ningún peinado era antiguamente la corona o corona real. La corona que llevaba el dios hindú Vichnú en su trasformación de pez es precisamente un círculo abierto o moldura coronada de tres cuernos rectos terminados en una bola (fig. 12).

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1. LAYARD, Nínive, vol. II, p. 446.

Todas las transformaciones son representadas como adornos de una corona que parecía haber sido modelada sobre esto: consiste en una pequeña corona de tres puntas dirigidas al aire en la cual Sir William Jones reconocía la corona de los etíopes o de los partos 1. La tiara abierta de Agni, dios del fuego entre los hindúes, que lleva en su moldura inferior el doble cuerno 2 hecho de la misma forma que en Asiria 3 y que prueba enseguida la antigua costumbre y su origen. En lugar de tres cuernos se llevó tres hojas en forma de cuerno 4 y así la banda con cuernos se convirtió poco a poco en la pequeña corona moderna o la corona de tres hojas de flor de liz u otros ornamentos de tres hojas. Entre los pieles rojas de América se tiene un uso análogo al de los babilonios. En la "danza de los búfalos", en efecto, cada danzarín tenía en su cabeza cuernos de búfalo 5, y lo que amerita ser remarcado, es que la danza de los sátiros en Grecia parece haber sido el símil de esta solemnidad entre los indios, ya que los sátiros eran divinidades con cuernos y los que imitaban su danza debían tener la cabeza adornada como la de él (fig. 13). 1. 2. 3. 4. 5.

Investigaciones Asiáticas, vol. I, p. 260. ibid. Agni, fig. 80. LAYARD, Nínive, etc. vol. II, p. 451. KITTO, Coment, ilust, vol. II, p. 301. El ramaje parece indicar una hoja. CATLIN, Los indios de América del Norte, vol. II, p. 128.

Fig. 13 Los sátiros, compañeros de Baco, danzaban con él. El epíteto que caracterizaba a Baco era el toro con cuernos, los cuernos de los Sátiros (había cuernos de machos cabríos por una razón mística) se muestran en su verdadero aspecto.

Si pues una costumbre fundada en una palabra que caracterizaba el país donde gobernaba Nimrod se encuentra en tantas regiones diferentes y alejadas una de otra, donde esta palabra jamás era empleada en la vida común, podemos estar seguros que esta costumbre no era un hecho fortuito, sino que se esparció de Babilonia en todas las direcciones, en la época cuando Nimrod comenzó a ser el primer poderoso en la tierra. El poder de Nimrod se representaba por otro símbolo. Hay un sinónimo de Gheber el poderoso; es Abir. Aber, también, significa ala. Nimrod, jefe y capitán de los soldados que lo rodeaban y que lo ayudaban a establecer su poder, era llamado Baal-aberin, el señor de los poderosos. Pero Baal-abirin (que a él es más o menos semejante) significa el que es alado 1. Por eso estaba representado como un toro llevando cuernos y alas a la vez; mostraba no sólo por eso que él era poderoso sino que comandaba

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a los poderosos siempre listos para ejecutar sus órdenes y para vencer a todos sus adversarios.

Fig. 14 1. Según un idioma oriental del cual se tiene muchos ejemplos. Así Baal af, el señor de cólera, significa hombre irritado; Baal lashon, el señor de la lengua, hombre elocuente; Baal hatzim, el señor de las flechas, arquero y asimismo Baal aberin, el señor de las alas, significa hombre alado.

Y estas alas ampliamente abiertas simbolizaban la extensión de su poder. Isaías hace clara alusión a esta manera de representar a los reyes de Babilonia y de Asiria que imitaban a Nimrod y a sus sucesores (Isaías VIII, 6, 8): "Por cuanto desechó este pueblo las aguas de Siloé, que corren mansamente, y se regocijó con Rezín y con el hijo de Remalías; he aquí, por tanto, que el Señor hace subir sobre ellos aguas de ríos, impetuosas y muchas, esto es, al rey de Asiria con todo su poder; el cual subirá sobre todos sus ríos, y pasará sobre todas sus riberas; y pasando hasta Judá, inundará y pasará adelante, y llegará hasta la garganta; y extendiendo sus alas, llenará la anchura de tu tierra, oh Emanuel." — Si notamos las figuras presentadas aquí al lector (fig. 14 y 15) con sus grandes alas extendidas, como símbolos del rey asirio, qué fuerza, qué energía presenta el lenguaje inspirado del profeta. Y como es obvio que el despliegue de las alas del monarca asirio "que debía cubrir la extensión del país" ofrece precisamente este sentido simbólico del cual hablé, es decir, la expansión de sus bravos por el país o de esos ejércitos, que el rey de Babilonia debía llevar con él en su invasión. La manera por la cual los reyes de Asiria eran representados y el sentido de esta figura dan aún más fuerza a la historia del sueño de Ciro el grande. Ciro el grande, nos dice Heródoto, vio en sueños al hijo de uno de sus príncipes, en ese mismo momento en una provincia alejada, llevando dos grandes alas en las espaldas; una cubría Asia y la otra, Europa 1. De esto se concluye enseguida que fomentaba una revuelta contra él. Los símbolos de los babilonios a quienes Ciro conquistó la capital y sobre las cuales él reinaba, le eran completamente familiares y si las alas eran el símbolo de la soberanía, si la posesión de ellos implicaba la soberanía del poder o de los ejércitos del imperio, es fácil ver que

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era muy natural que el rey tuviera, respecto de este príncipe, sospechas de deslealtad en las circunstancias que indicamos.

Fig. 15

El verdadero sentido de esta palabra equívoca, Baal-aberin, podrá únicamente explicar el pasaje de Aristófanes donde se dice: "En el principio del mundo, los pájaros fueron creados primeros y después de ellos vino la raza bendita de los inmortales 2." — Aquí se vio una palabra atea o algo sin sentido, pero si se tiene la llave de este lenguaje, se verá que contiene un hecho histórico importante. Los pájaros, es preciso no olvidar, es decir, las alas, simbolizaban los señores de los poderosos, el sentido pues es claro; helo aquí: los hombres comenzaron a ser poderosos sobre la tierra y los señores o los jefes de estos hombres poderosos fueron divinizados. 1. HERÓDOTO, lib. I, cap. 209, p. 96. 2. ARISTÓFANES, Aves, v. 795-805, p. 401.

El sentido místico de este símbolo ayuda a explicar el origen de la historia de Perseo, hijo de Júpiter, nacido milagrosamente de Dánae, que consumó hechos maravillosos e iba de un lugar a otro mediante alas que un dios le había otorgado. Así también se explica el mito de Belerofonte, sus hazañas sobre el corcel alado, su fin deplorable, su elevación por los aires y su caída terrible; el de Ícaro, finalmente, hijo de Dédalo, quien al emprender vuelo sobre el mar icariano mediante alas adheridas a su cuerpo con cera, se aproximó demasiado al sol, vio fundirse la cera y cayó, se dice, en el mar al cual dio su nombre. Todas estas fábulas se adaptan a los que han pisado o han supuesto haber pisado las huellas de Nimrod, el señor de los poderosos y que bajo este carácter se representaban con alas. Es sorprendente ver que en este pasaje de Aristófanes ya indicado, en donde se habla de de pájaros o seres alados que fueron creados antes de los dioses, nos indica que de quien los dioses y los poderosos trazaban su origen no era otro que el niño alado Cupido 1. Cupido, hijo de Venus, tenía, como se lo verá más 42

adelante en la mitología mística, la misma importancia que Nino o Nin el hijo, en relación a Rea, la madre de los dioses. Como Nimrod era indiscutiblemente el primero de los poderosos después del diluvio, este pasaje de Aristófanes según el cual el niño dios, Cupido mismo, era alado y creaba todos los pájaros o las alas teniendo la misma importancia que Nin o Nino, el hijo, este pasaje muestra que en este aspecto también Nimrod y Nino son idénticos. Aquí es obvio el pensamiento del poeta; también está en un punto de vista histórico, la conclusión del historiador Apolodoro; declara en efecto que Nino es Nimrod 2. Además, para confirmar esta identidad, vemos en una de las más célebres esculturas de la antigua Babilonia a Nino y su mujer Semiramis en todo el fragor de la caza 3; Semiramis lleva un carcaj, es la digna compañera del "poderoso cazador ante Jehová". 1. Dice que Eros o Cupido producían pájaros y dioses mezclando todas las cosas: alusión al sentido de Bel, el que mezcla y que confunde, nombre del padre de Nimrod. El hijo que era identificado con el padre, este nombre fue dado pues al hijo como una heredad. 2. APOLODORO, fragm. 68, en MÜLLER, vol. I, p. 440. 3. DIODORO, lib. II, p. 69

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Sección 2 El Niño en Egipto Si pasamos a Egipto, también encontramos allí pruebas del mismo hecho. Justino, ya lo hemos visto, dijo que Nino sometió a todas las naciones hasta Libia y por consecuencia Egipto. Una declaración de Diodoro de Sicilia lleva a la misma conclusión: Egipto es, según él, una de las regiones que Nimrod sojuzgó 1. Estas afirmaciones se hallan incluso confirmadas por este hecho de que el nombre de la tercera persona de la triade primitiva de los egipcios era Khons. Pero Khons en egipcio, viene de una palabra que quiere decir cazador 2. El nombre de Khons, hijo de Maut, la diosa madre de Caldea 3, significa propiamente el cazador, o el dios de la caza. Como Khons está en la misma relación con el egipcio Maut como Nino lo está con Rea ¡se ve de qué manera este título de cazador identifica al dios egipcio con Nimrod! Ahora bien, este mismo nombre de Khons, si se lo acerca a la mitología pagana, no sólo explica el sentido de un nombre del Panteón romano, que hasta aquí tuvo gran necesidad de una explicación, pero da gran luz acerca de esta divinidad pagana y confirma la conclusión a la cual ya llegué. El nombre del cual quiero hablar es el del dios latino Conso, que en cierto aspectos, era identificado con Neptuno 4, pero que también era visto como el dios de los consejos ocultos o el encubridor de los secretos, que se consideraba como el patrón de la equitación y que, se dice, era el padre del caballo 5. 1. Ver BRYANT, vol. II, p. 377. 2. BUNSEN, tomo I, p. 392, y Vocabulario, p. 488. La palabra copta para cazar es Κωνχ, la x era pronunciada como s. 3. El principal adorno de Maut era un peinado en forma de buitre. Ahora bien, el nombre de Rea, en uno de sus sentidos, significa buitre. Para el sentido místico de este nombre, ver Apéndice, nota G. 4. Se verá (cap. 4, art. 1) cómo Nimrod fue considerado dios del mar. 5. FUSS, Antigüedades Romanas, cap. IV, p. 347.

¿Quién podría ser este dios de los consejos ocultos o el encubridor de los secretos, sino Saturno, el dios de los misterios cuyo nombre tal como se lo empleaba en Roma significaba el dios oculto 1? El padre de Khons o Konso, como también se lo llamaba, es decir, Amun era, dice Plutarco, conocido como Dios oculto 2, y como el padre y el hijo tienen habitualmente en la misma tríada un carácter correspondiente, esto muestra que Khons asimismo debe haber sido conocido con el mismo carácter que Saturno, el dios oculto. Si el latino Conso se relaciona con el egipcio Khons, como el dios de los misterios o de los consejos secretos ¿se puede dudar también de que Khons el cazador, no se relacionaba con la misma divinidad romana, el padre supuesto del caballo? ¿A quién se podría haber atribuido la paternidad del caballo, sino al gran cazador de Babel que lo lanzó a las fatigas de la caza y así debe haber sido poderosamente ayudado en sus luchas con las bestias salvajes del bosque? Que el lector también se acuerde, en el mismo orden de ideas, de esta criatura, el Centauro, mitad hombre, mitad caballo, que ocupa un lugar tan grande en la mitología griega. Esta creación imaginaria tenía por objeto, como 44

se admite generalmente, recordar al primer hombre que aprendió el arte de montar a caballo 3. Pero esta creación no fue el fruto de la imaginación griega. Aquí como en muchas otras cosas, los griegos no hicieron más que beber de una fuente más antigua. El Centauro se halla en monedas acuñadas en Babilonia (fig. 16), lo que muestra que esta idea debió venir de allá. El Centauro se encuentra en el Zodiaco (fig. 17) el que se remonta a un período muy lejano y que tiene su origen en Babilonia. 1. El sentido que los romanos atribuían al nombre de Saturno aparece en los detalles que dan del origen del nombre del Lacio. Fue dado, dicen, porque Saturno se había ocultado a salvo en sus costas. (VIRGILIO, Eneida, lib. VIII. Ver también OVIDIO, Fastos, lib. I.) 2. PLUTARCO, De Iside et Osiride, vol. III, p. 361. 3. Para ilustrar el principio que llevó a hacer del Centauro una estatua, se puede citar el pasaje siguiente de PRESCOTT, México, tomo I, p. 259: muestra los sentimientos de los mejicanos cuando vieron por primera vez un hombre a caballo: "Ordenó (Cortez) a sus hombres (jinetes) dirigir sus lanzas a la figura de sus adversarios, que, aterrados por esta monstruosa aparición, (creían que el caballo y el jinete eran uno solo) fueron llenos de pánico".

Se lo representaba, nos dice Beroso, el historiador babilónico, en el templo de Babilonia 1 y su lenguaje parecía mostrar que esto había sido así en los tiempos primitivos. Los griegos mismos admitían esta antigüedad y este origen del Centauro; en efecto, al representar a Ixión como el padre de los Centauros, reconocían igualmente que el Centauro primitivo era el mismo Cronos o Saturno, el padre de los dioses 2. Pero vimos que Cronos fue el primer rey de Babilonia o Nimrod; por consecuencia, el Centauro tenía el mismo título. Ahora bien, la forma en que se representaba al Centauro en las monedas babilónicas y en el Zodiaco es muy característica si se la considera de esta manera. El Centauro era el mismo del signo del Sagitario o Arquero 3. Si el fundador de la gloria de Babilonia era el poderoso cazador cuyo nombre, incluso en la época de Moisés, era hecho proverbio (Gén. X, 9, Este fue vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová.), cuando vemos el Arquero con sus flechas y su arco, en el símbolo de la divinidad suprema de los babilonios 4, cuando este Arquero nos aparece entre los signos del Zodiaco que tuvo nacimiento en Babilonia, creo que podremos concluir con seguridad que este Arquero, hombre-caballo o caballo-hombre, se relacionaba primitivamente con Nimrod y estaba destinado a perpetuar a la vez el recuerdo de su destreza como jinete y de su fama como cazador. 1. BEROSO apud BUNSEN, p. 708. 2. El escol. (Licofrón, v. 1200, apud BRYANT, tomo III, p. 315) dice que Quirón era le hijo del Centauro o sea Cronos. Según Jenofonte (De Venatione, p. 973) Cronos era el hermano de Júpiter, es porque podía ser el padre de los dioses y de los hombres cuando Quirón vivía en la época de la guerra de Troya. 3. Ver Manilio, I, 270: se dice que Sagitario es "mixtus equo" de aquí el Centauro. 4. LAYARD, Nínive y sus ruinas, vol. II, p. 448. Ver Apéndice, nota E.

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Ahora bien, si comparamos igualmente al egipcio Khons, el cazador, con el latino Conso, el dios de las carreras de caballos, quien dio a luz al caballo, y el Centauro de Babilonia, al cual se atribuía el honor de ser el inventor de la equitación, veremos cómo todas estas líneas convergen en Babilonia, y veremos claramente también, me parece, de dónde venía Khons, el dios primitivo de los egipcios.

Fig. 16 Layard, Nínive y Babilonia.

Fig. 17 Layard, Nínive y sus ruinas. La figura representa el Sagitario del Zodiaco de la India. El nombre inscrito encima del centauro es Sagitario.

Khons hijo de la grande diosa Madre, parece haber sido representado generalmente como un dios a lo largo todo su crecimiento 1. La divinidad babilónica también era representada muy a menudo en Egipto igual que en el país donde hizo su aparición, es decir como un niño en los brazos de su madre 2. Así es como Osiris, el hijo, el marido de su madre, era a menudo representado, y lo que sabemos de este dios, siempre en el caso de Khonso, muestra que en el principio no era más que Nimrod. Se reconoce que el sistema secreto de la albañilería (masonería) reposaba al principio en los Misterios de la diosa egipcia Isis o la mujer de Osiris. Pero ¿Quién podría haber relacionado la albañilería (masonería) con estos Misterios, si no tuvieron una relación especial con la arquitectura y si el dios que se adoraba por ellos no hubiera sido célebre por sus éxitos en el arte de la fortificación y de la construcción? Ahora bien si esto no fuera así y si consideramos los vínculos entre Egipto y Babilonia, tal como los habíamos establecido ¿A quién se podría naturalmente considerar en este país como el gran patrono del arte masónico? Hay fuertes presunciones

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para creer que era Nimrod. Es el primero que llegaría a ser célebre a este respecto. Como hijo de la diosa Madre se lo adoraba, lo hemos visto, con el carácter de Ala Mahozim, el dios de las fortificaciones. Así, Osiris, el hijo de la madona egipcia, era igualmente célebre como el jefe poderoso de las construcciones 3. Este jefe poderoso de las construcciones era en el principio adorado en Egipto con el mismo carácter físico que Nimrod. Yo ya revelé el hecho de que Nimrod, hijo de Cus, era negro. Ahora bien, había en Egipto una tradición, relatada por Plutarco y según la cual Osiris era negro 4, lo que en un país donde la tez general era bronceada, debía ser alguno extraordinario. 1. Ver WILKINSON, vol. VI, fig. 20. 2. Uno de los símbolos por los cuales se representaba a Khonso, muestra que era identificado con el dios niño, ya que dice Wilkinson, "un mechón de cabellos trenzado caía de la cabeza de Harpócrates o el dios niño". Tomo V, p. 19. 3. BUNSEN, tomo I, p. 2450. 4. PLUTARCO, De Iside et Osiride, tomo II, p. 359.

Plutarco nos dice además que Horus, el hijo de Osiris, tenía la tez clara 1 y así es como se representaba comúnmente a Osiris. Pero tenemos pruebas irrefutables que indican que Osiris, el hijo y el marido de la gran diosa reina de Egipto, también era representado como un verdadero negro. Wilkinson 2 nos entrega un retrato de él (fig. 18) que revela a un verdadero cusita o negro.

Fig. 18 1. PLUTARCO, De Iside et Osiride, tomo II, p. 359. 2. WILKINSON, vol. VI, fig. 33.

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Bunsen supone que es simplemente una importación hecha al azar de alguna tribu bárbara, pero la vestimenta que lleva el dios negro trae un origen diferente. Esta vestimenta lo relaciona directamente con Nimrod. Este Osiris con rasgos de negro está envuelto de pies a cabeza con una ropa moteada, cuya parte superior es una piel de leopardo, y cuya parte inferior moteada también para hacer juego con la otra. Ahora bien, el nombre de Nimrod significa: el que ha vencido al leopardo 1. Este nombre parece indicar que como Nimrod llegó a ser célebre al domar el caballo y al emplearlo en la caza, su fama de cazador reposaba sobre todo en el hecho de que halló el medio de servirse del leopardo para cazar otras bestias salvajes. Para cazar se emplea actualmente en la India una particular especie de leopardo domesticado y se cuenta a cerca de Bagayet I, el emperador mongol de la India, que en sus dominios de caza, no sólo había perros de diferentes razas, sino también de leopardos, cuyo cuello estaba adornado de joyas 2. En relación a las palabras del profeta Habacuc, cap. 1, V, 8: "más ligeros que leopardos", Kitto hace notar lo siguiente: la rapidez del leopardo es proverbial en todos los países donde este animal existe. 1. Nimrod, de Nimr, leopardo, y rada o rad, domador; según la costumbre invariable en hebreo, cuando dos consonantes se duplican como las dos r en Nimr-rod, una de ellas desaparece. Así, Nin-nevej, la habitación de Nino, se convierte en Nínive. El nombre Nimrod comúnmente se deriva de Mered, rebelarse; pero siempre existió una dificultad y es que esta derivación hace de Nimrod un pasivo y no daría "el rebelde", sino "aquel contra el cual se rebelaron". Está fuera de toda duda que Nimrod era un rebelde y que esta rebelión era relatada en los antiguos mitos, pero con este carácter su nombre era Merodac o como entre los romanos, Marte el Rebelde y no Nimrod: su nombre era también, como entre los Oscos de Italia, Mamers (Smith, sub voce), el que provoca una rebelión. El Marte de los romanos no era otro, en el principio, más que el dios babilónico; esto resulta obviamente del nombre dado a esta diosa que era a veces reconocida como su hermana y otras veces como su mujer, es decir, Belona, (ver ibid., sub voce), lo que en caldeo significa: "La que llora a Bel" (de Bel y onah, llorar.) La Isis de Egipto, hermana y mujer de Osiris, es conocida de la misma manera por haber llorado a su hermano Osiris (BUNSEN, vol. I, p. 419, nota.) 2. WILKINSON, vol. III, p. 17.

Esta cualidad junto a otras, ha dado la idea a los pueblos del Oriente de amansarlo suficientemente a fin de emplearlo para la caza. Hoy es raro ver los leopardos de caza en Asia occidental, excepto entre los reyes y los gobernadores; pero son más comunes en las partes Orientales del Asia. Orosio cuenta que el rey de Portugal envió al papa un leopardo. El papa estaba muy sorprendido de la manera en que este animal atrapaba los gamos y los jabalíes y de la facilidad con la cual los mataba. Le Bruyn habla de un leopardo mantenido por el pachá que gobernaba Gaza y los otros territorios de los antiguos filisteos y que se usaba para cazar chacales. Pero en la India se emplea más a menudo el chita o el leopardo cazador y es allí donde se lo encuentra en toda su gloria 1. Esta costumbre de domesticar leopardos y ponerlos asimismo al servicio del hombre se remonta a los tiempos más lejanos de la humanidad. En las obras de Sir William Jones, leemos esta cita extraída de las leyendas persas, "que Hoshang padre de Tahmurs, quien edificó Babilonia, fue el primero que crio perros y leopardos para la caza 2". — Como Tahmurs, quien edificó Babilonia, no puede ser otro que Nimrod, esta leyenda atribuye a su padre lo mismo de lo cual se vanaglorió, así como su nombre lo indica. Ahora bien, como la piel del león nos hace reconocer al dios clásico Hércules quien 48

mata al león de Nemea, asimismo la piel del leopardo nos ayuda a concluir que este dios era Nimrod el dios "que amansa al leopardo". Tenemos los hechos más ciertos para indicar que esta piel de leopardo perteneciente al dios egipcio, no era una vestimenta accidental. Wilkinson nos dice que en todas las grandes ocasiones donde el gran sacerdote egipcio debía oficiar, era indispensable que se recubriera con una piel de leopardo 3 (fig. 19), este era el hábito de ceremonia. 1. KITTO, Comentario Ilustrado, vol. IV, p. 271-272. 2. Obras, vol. XII, p. 400. 3. WILKINSON, vol. IV, p. 341-393.

Como este es un príncipe en todas las idolatrías que el gran sacerdote lleva los emblemas del dios que él sirve, esto muestra la importancia que la piel moteada debía tener: esto era un símbolo del dios mismo. Osiris, el dios favorito de los egipcios, era místicamente representado, por lo general, en la forma de un toro joven o de un becerro, el becerro Apis. De aquí, los israelitas tomaron su becerro de oro. No era sin razón que el becerro no apareciera comúnmente en los símbolos del dios que representaba; representaba, en efecto, la divinidad con el carácter de Saturno, el Oculto, Apis no era más que otro nombre de Saturno 1. Sin embargo, la vaca de Ator, la divinidad hembra correspondiente a Apis, es realmente conocida como una vaca moteada 2 y es curioso que los druidas de la Gran Bretaña hayan adorado también a una vaca moteada 3.

Fig. 19 1. En egipcio, Apis es denominada Hepi o Hapi, del caldeo Hap, cubrir. En egipcio, Hap, quiere decir esconder. BUNSEN, Vocab, p. 462. 2. WILKINSON, vol. IV, p. 387 y vol. VI, fig. 36. 3. DAVIES, Los Druidas, p. 121.

Aunque es raro, sin embargo, hallar un ejemplo de deificación de un becerro o de un joven toro representado con motas, tenemos, sin embargo, la prueba de que así era a veces. La figura más abajo (fig. 20) representa esta divinidad, 49

copiada por el célebre Hamilton Smith en la colección original hecha por artistas del Instituto Francés del Cairo 1. Cuando vemos que Osiris, el gran dios de Egipto en diferentes formas, se vestía así con piel de leopardo o con ropa moteada y que esta ropa en piel de leopardo era parte indispensable de los hábitos sagrados del gran sacerdote, podemos estar seguros que tal traje tenía una profunda significación ¿Qué podría querer decir, sino que identificar a Osiris con el dios babilónico célebre como el domador de leopardos y que era adorado con este carácter, con el nombre de Nino, el niño en los brazos de su madre?

Fig. 20 1. Enciclopedia bíblica, vol. I, p. 368. El flagelo o látigo suspendido en el jugo al rededor del cuello del becerro muestra que este becerro es una de las representaciones del dios.

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Sección 3 El Hijo en Grecia De Egipto pasamos a Grecia. Allí no sólo tenemos pruebas que tienden al mismo objetivo, sino tenemos un incremento de la evidencia. El dios adorado como niño en brazos de la Gran Madre de Grecia con los nombres de Dionisio o Baco o Iaco es, según los antiguos historiadores, totalmente idéntico al Osiris egipcio. Es la opinión de Heródoto, quien había continuado sus investigaciones hasta Egipto y que siempre habla de Osiris como el mismo Baco 1. El testimonio de Diodoro de Sicilia nos lleva a la misma conclusión. Se cree que Orfeo tomo de Egipto la mayoría de las ceremonias místicas, las orgias que celebraron las investigaciones de Ceres, y toda la fábula de las sombras infernales. Los ritos de Osiris y de Baco son los mismos; los de Ceres (∆εμεηπα) y de Isis se parecen exactamente salvo por el nombre 2. Ahora bien, como si se hubiera querido identificar a Baco con Nimrod, el domador de leopardos, capturaba leopardos para tramar su carro; se lo representaba vestido de piel de leopardo; sus sacerdotes vestían de la misma manera o bien cuando no se tenía piel de leopardo, se tomaba la piel moteada de un cervatillo para vestimenta sacerdotal. Esta costumbre de llevar la piel moteada de un cervatillo parece haber sido sacada primero de Asiria e importada a Grecia; el cervatillo moteado era para los asirios un emblema sagrado, así que lo sabemos por las esculturas de Nínive; encontramos, en efecto, en esta ciudad una divinidad que lleva en brazos un cervatillo o un leonado gamo moteado (fig. 21) como símbolo de algo misterioso 3. 1. HERÓDOTO, lib. II, cap. 42. 2. Biblioteca, lib. I, p. 9. 3. VAUX, Nínive y Persépolis, cap. VIII, p. 238.

Fig. 21

El origen de esta importancia atribuida al cervatillo moteado y a su piel era obviamente este: cuando Nimrod, el domador de leopardos, comenzó a vestirse 51

con piel de leopardo como trofeo de su destreza, su aspecto, su vestimenta moteada debieron, por cierto, haber impactado la imaginación de aquellos que lo vieron y entonces no sólo viene a ser llamado el domador de lo que es moteado (éste es precisamente el sentido de Nimr, nombre del leopardo), sino a ser llamado igualmente el moteado. Dámaso nos provee de pruebas ciertas de este hecho, nos dice que los babilonios llamaban al hijo único de la gran diosa madre Momis o Mumis 1. — Ahora bien en caldeo, Momis como Nimr, quiere dicir lo que es moteado. Así pues era fácil representar a Nimrod con el símbolo del cervatillo moteado, sobre todo en Grecia y en todas partes donde se pronunciaba más o menos como en Grecia. El nombre de Nimrod tal como lo conocían los griegos era Nebrod 2. El nombre del cervatillo, es decir el moteado, era en Grecia Nebros 3. Así que nada más natural que este Nebros, el cervatillo moteado, se haya convertido en el sinónimo de Nebrod mismo. Cuando pues el Baco de Grecia fue simbolizado como Nebros, el cervatillo moteado, como lo veremos ¿cuál podía ser ese dibujo, sino identificarlo secretamente con Nimrod? Tenemos la prueba de que este dios cuyo emblema era el Nebros era conocido como de la raza de Nimrod. Leemos en Anacréon que uno de los títulos de Baco era Aithiopais 4. Es decir el hijo de Æthiops. Pero ¿quién era Æthiops? Así como los etíopes eran cusitas, así Ætiops era Cus: Chus, dice Eusebio, era el padre de los etíopes 5. El testimonio de Josefo apunta al mismo objetivo. Como padre de los etíopes, Cus era etíope, a manera de preeminencia. Así que Epifanio hablando del origen de Nimrod dice esto: Nimrod hijo de Cus, el etíope 6. Ahora bien, como Baco era el hijo de Etiopía o Cus, así que era descrito como un joven o como un niño, y este joven o niño era representado generalmente con una copa en la mano. 1. DÁMASO, en Fragmentos de Cory, p. 318. 2. En el griego de los Setentas, traducido en egipcio, el nombre de Nimrod era Nebrod. 3. Nebros, el nombre del cervatillo, significa el moteado. Nimr, en egipcio, se convierte también en Nebr; porque Bunsen muestra que m y b en esta lengua se confunden a menudo (ver vol. I, p. 447). 4. ANACREONTE, p. 296. Las palabras de Anacreonte son ∆ηονυζον Αηζηοπαηδα. 5. EUSEBIO, Crónicas, vol. I, p. 109. 6. EPIFANIO, lib. I, vol. I, p. 7.

Esta copa hacía de él para el común de los hombres el dios de la embriaguez y de los festines y está fuera de duda que se practicaran estas orgias, estos festines a gran escala; pero, después de todo, esta copa sólo era un jeroglifo, el del nombre de este dios. El nombre de la copa, en la lengua sagrada, era khûs y así la copa en manos del joven Baco hijo de Ætiops, mostraba que era el joven Chus o el hijo de Chus. En la figura de abajo (fïg. 22), la copa en la mano derecha de Baco está levantada de una manera tan significativa que hace pensar naturalmente que era un símbolo y en cuanto a la rama que sostiene en la otra mano, tenemos la prueba expresa que era también un símbolo. Pero es de notar que esta rama no tiene familia que determine la naturaleza de ella. Es necesario pues que eso sea un emblema genérico de una rama o el 52

símbolo de una rama en general, y por lo tanto, ella tenga necesidad de la copa como de un complemento para determinar específicamente la especie de esta rama. Es necesario pues considerar estos dos símbolos juntos y si se los considera así, son exactamente equivalentes a la rama de Chus es decir al renuevo o hijo de Cus 1.

Fig. 22

Hay otro jeroglifo que se vincula con Baco y que confirma fuertemente lo que acabamos de decir es la rama de hiedra. Ningún emblema caracterizaba tan netamente ese culto. En todas partes donde se practicaban las ceremonias de Baco, en todas partes donde se celebraban sus orgias, la rama de hiedra aparecía infaltablemente. La hiedra, de una forma u otra, era esencial para esas ceremonias. Los adeptos la llevaban en sus manos, se rodeaban la cabeza 2 o tenían la hoja de hiedra 3 grabada en su cuerpo de una manera indeleble 4. ¿Cuál podía ser el uso de esto? ¿Cuál era el significado de esto? Algunas palabras permitirán demostrarlo. En primer lugar tenemos la prueba que kissos el nombre griego de la hiedra era uno de los nombres de Baco 5. Sabemos también que los griegos llamaban usualmente a los descendientes de Cus (nombre bien conocido, sin embargo por los sacerdotes en los misterios) no según la costumbre oriental sino Kissaioi. 1. Cada uno sabe que el odzos Areos de Homero o la Rama de Marte es la misma cosa que "el hijo de Marte". El jeroglifo (fig. 22) estaba formado con el mismo principio. La copa sola en la mano del joven Baco debía señalarlo como el joven Chus o el niño Cus; podemos concluirlo con una declaración de Pausanias que representa al niño Kuathos desempeñando el papel de un portador de copa y presentándosela a Hércules (PAUSANIAS, lib. II, Corinthiaca, cap. 13, p. 142). Kuathos, copa en griego, viene obviamente del hebreo Khus, una copa, que, en una de sus formas caldea son Khuth o Khuath. Ahora bien, el nombre de Cus a menudo se halla como Cuth, y en ciertos dialectos, como Cuath. El niño Kuathos es precisamente la forma griega del niño Cus o del joven Cus. El lector notará ciertamente las motas en la ropa (fig. 22). Las bayas o los botones de flores no entreabieros al final de las ramas pueden indicar la hiedra. Este hecho sin embargo no invalidaría, sino más bien confirmaría el argumento general. 2. SMITH, Diccionario clásico, Dioniso, p. 227. 3. EURÍPIDO en ESTRABÓN, lib. X, p. 452. 53

4. KITTO, Com. ilust., vol. IV, p. 144. - POTTER, vol. I, p. 75. 5. PAUSANIAS, Ática, cap. 31, p. 78.

Así que Estrabón, hablando de los habitantes de Susa, que eran del Cusistán o del antiguo país de Cus, dice esto: los susitas son llamados kissioi 1, es decir, obviamente cusitas. Ahora bien si los kissioi son cusitas, Kissos es el mismo Cus. Y además la rama de hiedra que ocupaba un lugar tan importante en las fiestas de los bacanales era un símbolo formal de Baco mismo; asimismo Hesiquio nos asegura que Baco, tal como es representado por su sacerdote, era conocido en los misterios como la Rama 2. Se ve pues por allá cómo kissos, el nombre griego de hiedra, se convierte en el nombre de Baco. Como hijo de Cus y con el que se lo identificaba, a veces era designado con el nombre de su padre 3. Y, sin embargo, sus similitudes con su padre eran esencialmente indicadas mediante la rama de hiedra; ya que la rama de Kissos, que para el profano vulgar no era otra cosa que una rama de hiedra, era para los iniciados la rama de Cus 4. Ahora bien, este dios, reconocido como el renuevo de Cus, era adorado con un nombre, que siéndole apropiado con el carácter vulgar de dios de la vid, lo representaba además como el gran fortificador. Este nombre era Bassareus, que, en su doble sentido, quería decir a la vez el recogedor de uvas o el que recoge la vendimia y también el que rodea con muro 5. Este último sentido identifica al dios griego con el dios egipcio Osiris, el jefe poderoso de las construcciones y con el dios asirio Belo, que rodeó Babilonia con una muralla. 1. ESTRABÓN, lib. XV, p. 691, en Hesiquio, el nombre es Kissaio, p. 531. El epíteto del país de Cus en Esquilo es Kissinos (Pers., v. 16). Estos detalles explican el título a priori incomprensible de Apolo Kisseus: es decir, Apolo el cusita. 2. HESIQUIO, p. 177. 3. Ver lo que se dice anteriormente de Jano, nota 1, p. 44. 4. El rosario de hiedra tenía un mismo sentido jeroglífico, ya que el griego Zeira Kissou significa cordón de hiedra y simiente de Cus. El griego Zeira viene del caldeo zer, cercar y de Zero, la simiente, también pronunciada Zeraa. Kissos, la hiedra, encierra la idea del caldeo Khesha o Khesa, cubrir o esconder, por eso aquí se ve el origen del nombre de Cus. Esto se confirma, ya que la segunda persona de la trinidad fenicia era Chusorus (WILKINSON, p. 191) o Chus-zoro, la simiente de Cus. 5. Bassareus viene del caldeo Batzar. Gesenio y Parkhurst le dan el sentido de recoger los racimos y de fortificar. Batzar se suavizó en Bazaar. Gesenio cita además a Jer. LI, 53 "Aunque suba Babilonia hasta el cielo, y se fortifique en las alturas, de mí vendrán a ella destruidores, dice Jehová". Gesenio parece haberse equivocado acerca del sentido genérico de la palabra. Batzar es un verbo compuesto de Ba, en y Tzar, cerrar o exactamente la palabra cercar.

Así Asiria, Egipto, Grecia, nos proporcionan pruebas acumuladas y notorias que todas contribuyen a demostrar que el niño adorado en los brazos de su madre en todos esos países con el divino carácter de Nino, o Nin, el Hijo, era Nimrod, hijo de Cus. Se pudo tomar un rasgo aquí otro allá de algún héroe que le sucedió, pero nos parece sin duda que Nimrod era el símil, el original de este niño. El desarrollo verdaderamente inaudito del culto de este hombre muestra que su carácter tenía algo extraordinario y aquí hay muchas razones para creer que en su época era objeto de gran popularidad. Aunque, al establecerse como rey, Nimrod destruyó el sistema patriarcal y restringió las libertades de la humanidad, la mayoría vio, sin embargo, en él el benefactor de los hombres. 54

Estos beneficios les compensaban grandemente la pérdida de sus libertades y lo cubrieron de gloria y de fama. Cuando aparicieron las bestias salvajes de los bosques, al multiplicarse más rápido que la raza humana, debieron realizar grandes estragos en las poblaciones dispersas y errantes y les inspiraba sin ninguna duda un gran terror. El peligro que allí había por la existencia humana cuando la población está limitada, se encuentra indicada en el hecho de por qué Dios no hizo salir delante de Israel de una sola vez a todos los cananeos, aunque colmaron la medida de sus iniquidades. (Éxod. XXIII, 29-30) "No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las fieras del campo. Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques." Las hazañas de Nimrod, al destruir las bestias salvajes de los campos y al vaciar la tierra de sus monstruos, le debieron haber valido el carácter de un benefactor eminente. Es así como, no menos que por las tropas que dirigía, que llegó al poder "cuando comenzó a ser poderoso en la tierra", y es además de esta manera sin duda que su poder se consolidó. Pero hizo más aún: Siendo el primer gran constructor de ciudades después del diluvio, agrupó a los hombres en tribus y los rodeó de murallas, les permitió así vivir en seguridad y los liberó de estos peligros a los cuales estaban expuestos en su estado de dispersión, cuando nadie podía decir en qué momento tendría que combatir mortalmente con bestias salvajes que merodeaban por aquí y por allá y tendría que defender su propia vida y la de los seres queridos. En las murallas de una ciudad fortificada, tales peligros ya no eran de temer y la seguridad que los hombres hallaban en estos muros les debía inspirar un profundo reconocimiento. No hay que sorprenderse que el nombre del poderoso cazador, que a la vez era el símil del dios de las fortificaciones, se haya convertido en un nombre célebre. Nimrod lo tendría bien merecido, no sólo a causa de este único beneficio. Pero no contento de liberar a los hombres del temor de las bestias salvajes se esforzó además liberarlos de este "temor del Señor que es el principio de la sabiduría" y que sólo da el verdadero bienestar. Por esto parece haber obtenido, como uno de los títulos por los cuales los hombres se agradaron en honrarlo, el sobrenombre de emancipador o de liberador. El lector puede recordar un nombre del cual ya hablamos. Este nombre es el de Foroneo. La época de Foroneo es exactamente la misma de Nimrod. Vivía en la época en que los hombres sólo tenían un lenguaje, cuando comenzó la confusión de las lenguas y que la humanidad fue dispersa a lo lejos 1. Es él, se dice, quien unió primeramente a los hombres en comunidades 2, fue el primero de los mortales 1. Para más precisión acerca de la confusión de las lenguas y la dispersión de la humanidad, ver nota 2, p. 45. 2. PAUSANIAS, lib. II. Corinthica, cap. XV, p. 145. 3. HIGINIO, Fáb. 143, p. 114.

que haya reinado 3 y el primero que haya ofrecido sacrificios idólatras 1. Este carácter sólo puede ajustarse al de Nimrod. Ahora bien, el nombre que se le da,

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para designar esta agrupación de hombres y la ofrenda de estos sacrificios idólatras, es muy significativo. Foroneo, en uno de sus significados y uno de los más naturales, quiere decir el Apóstata 2. Este nombre le habría sido dado sin duda por la parte de los hijos de Noé que permaneció fiel. Pero este nombre significaba incluso, "poner en libertad", lo adoptaron también los secuaces del gran Apóstata de la fe primitiva para glorificarlo, si bien restringió las libertades humanas con el carácter de gran Emancipador 3. Es por eso que de una forma u otra, este título fue transmitido a sus sucesores divinizados como un título honorífico 4. Toda la tradición desde los tiempos más remotos declara la apostasía de Nimrod, su éxito en desviar a los hombres de la fe patriarcal y en desechar el temor de Dios y los juicios celestiales que experimentaron sin duda mientras duró el recuerdo del diluvio. 1. LUTACIO PLÁCIDO en Stat. Theb. lib. IV, v. 589 apud BRYANT, vol. III, p. 65, notas. Las palabras exactas son "primus Junoni sacrificâsse dicitur". El sentido de esto es muy probablemente el que sigue: fue el primero que hizo de la paloma (Juno) un símbolo material y visible del Espíritu Santo. Para más luz sobre eso ver la sección siguiente. 2. De Faro, pronunciado también Farang o Farong, y que quiere decir despojar, quedar desnudo, apostatar, libertar. No es habitual que estos significados se den en este orden, pero como el sentido de despojar explica todos los otros sentidos, esto confirma la conclusión de que despojar es el correcto sentido genérico de la palabra. La palabra apostasía, que obviamente tiene mucha relación con este sentido, por eso es uno de los más naturales. 3. La diosa Sabina Feronia tiene obviamente relaciones con Foroneo, el emancipador. Se decía que era la diosa de la libertad, porque en Terracina o Anxur, los esclavos eran emancipados en su templo (SERVIO, en Eneida VIII, v. 565) y porque los libertos de Roma reunieron, dice, una suma de dinero para ofrecérsela en su templo (SMITH, Diccion, clás. sub voce Feronia). El sentido caldeo del nombre Feronia confirma fuertemente esta conclusión. El dios que se le asociaba y que se adoraba como ella en un bosque era un dios joven, como Venus; se lo llamaba el joven Júpiter. (SMITH, Diccion, clás. sub voce Anxurus, p. 60). 4. Entonces leemos de Zeus Afesios (PAUSANIAS, lib. I, Ática, cap. 44), que es Júpiter Liberador (ver también ARRIEN, quien habla de Jovi Aphesio Liberatori scilicet, apud BRYANT, vol. Y p. 25) y de Dioniso Eléutero (PAUSANIAS, Ática, cap. 20, p. 46) o Baco el Libertador. El nombre de Teseo parece haber tenido el mismo origen; nthes quiere decir relajar, y por consecuencia liberar (pudiendo desaparecer la n). El templo de Teseo en Atenas, dice POTTER (vol. I, p. 36) tenía el privilegio de ser un santuario para los esclavos, y para todos los de baja condición que huían de la persecución de los poderosos; era un recuerdo de Teseo que, durante su vida, fue el defensor y el protector de los oprimidos.

Y según los principios de la corrupción humana, aquello fue sin duda uno de los grandes elementos de su reputación: ya que los hombres rápidamente se unen al rededor de quien puede dar el menor aspecto de razón a una doctrina que les dice: podéis tener asegurado el cielo y vuestra felicidad sin cambio de corazón y de naturaleza y viviendo sin Dios en el mundo. Una tradición polinésica nos describe la grandeza de este don hecho a los hombres por Nimrod, según el parecer de los impíos, cuando los aleja de las impresiones de la verdadera religión y de la autoridad del cielo. John Williams, el bien conocido misionero, nos dice que, según una antigua tradición de los mares del sur, "al principio, los cielos estaban tan cerca de la tierra, que los hombres no podían caminar, entonces estaban obligados a arrastrarse. Esto era 56

una gran desgracia; pero finalmente alguien concibió la idea de levantar los cielos a una altura más conveniente: por eso, desplegó toda su energía y en un primer esfuerzo los elevó a la altura de una delicada planta llamada teve, de 90 cm más o menos. Los dejó allí un instante hasta haber descansado, luego en un segundo esfuerzo los elevó hasta la altura de un árbol llamado Kanakiri, que es tan grande como el Sicomoro. En el tercer esfuerzo, los elevó hasta la altura de las montañas. Finalmente, después de un prolongado reposo, los elevó a su altura actual. Es por esto que fue divinizado como un poderoso benefactor de la humanidad y, hasta el día en que adoptaron el cristianismo, los engañados mortales lo adoraron como el Elevador de los cielos 1." Ahora bien ¿cómo describir mejor que par esta fábula polinésica la situación de la humanidad después del diluvio y la conducta de Nimrod o Foroneo el Emancipador 2? 1. WILLIAM, Relatos de las empresas misioneras, cap. XXXI, p. 142. 2. El sentido de este nombre, el Emancipador, es explicado en el cap. 3, art. 1, donde se relata la emancipación temporal de los esclavos en el día de su nacimiento.

Mientras estuviera aún en el recuerdo de todos esta espantosa catástrofe mediante la cual Dios manifestó su justicia vengadora sobre los pecadores del antiguo mundo estaba, Noé y sus descendientes fieles buscaban con celo grabar en el alma de sus discípulos las lecciones con este solemne acontecimiento tan adecuado para instruirlos; el cielo, es decir, Dios, debía parecer muy próximo a la tierra. Mantener la unión entre el cielo y la tierra y mantenerla además lo más estrecha posible, tal debió ser el gran objetivo de todos los que amaban a Dios y los intereses por la humanidad. Pero esto implicaba que era necesario abstenerse y desechar toda especie de vicio y de todos estos placeres de pecado por los cuales el espíritu natural no renovado, no santificado continuamente suspira. Aquello es lo que todo espíritu impuro debe haber sentido: un estado insoportable esclavitud. "El amor a la carne es enemigo de Dios, la carne no está sometida a la ley de Dios y además no lo puede hacer." La carne dice al Todo Poderoso: "Aléjate de nosotros, porque no deseamos conocer tus caminos." En tanto dominó la influencia del gran padre del mundo nuevo, en tanto se apegó a sus máximas, el mundo estuvo rodeado de una atmósfera de santidad, ¡qué sorprendente que aquellos que vivían lejos de Dios y de la piedad sintieron el cielo, su influencia, su autoridad, en una intolerable proximidad y que en estas circunstancias no pudieron andar, sino sólo arrastrarse, es decir, que no eran libres de andar según la mirada de sus ojos y la imaginación de su corazón! Nimrod los liberó de esta servidumbre. Mediante la apostasía que introdujo para la libertad de vida que desarrolló entre aquellos que en torno a él se adhirieron y alejándolos de las santas influencias que ya las habían más o menos trabajado, los ayudó a rechazar a Dios y la estricta espiritualidad de su ley, y se convierte así en el Elevador de los cielos, llevando a los hombres a pensar, a actuar, como si los dos estuvieran lejos de la tierra y como si el Dios de los cielos no pudiera ver a través de una espesa nube o como si no viera con desagrado a los violadores de sus leyes. Desde entonces todos aquellos sentían

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que podían respirar cómodamente y caminar con toda libertad. Por esta razón, estos hombres sólo podían ver en Nimrod a su gran benefactor. Ahora bien ¿quién podría creer que una tradición de Tahití ilustraría la historia de Atlas? Y, sin embargo, compare a Atlas que lleva los cielos sobre sus espaldas con este héroe deificado de los mares del sur, quien hizo feliz al mundo al levantar los cielos que lo aplastaban y encontrará entre los dos una analogía extraordinaria 1. 1. Se dice que en la historia polinésica, los cielos y la tierra estuvieron atados juntos con cuerdas y estas cuerdas fueron separadas por enjambres de libélulas que con sus alas lograron en gran parte esta obra importante (WILLIAM, p. 142.). ¿No es una alusión a los poderosos o a los alados de Nimrod? Las divinidades aladas a menudo eran representadas como serpientes aladas. Ver WILKINSON, vol. IV, p. 232 donde el dios Agatodemon es representado como una avispa alada. Entre los pueblos rudos, el recuerdo de tal representación se pudo conservar perfectamente desde la misma época de la libélula y como todos los poderosos o alados de la época de Nimrod, la verdadera edad de oro del paganismo cuando murieron, se convirtieron en demonios (HESIODO, Obras y días, v. 120-121), todos fueron simbolizados de la misma manera. Si asombra pensar en tal relación entre la mitología de Tahití y la de Babel que no se olvide que el nombre del dios de guerra tahitiano era Oro (WILLIAMS, ibid.), mientras que Horus (u Orus) como Wilkinson llama al hijo de Osiris en Egipto, quien toma indiscutiblemente su sistema de Babilonia, aparecía con este mismo carácter (WILKINSON. vol. IV, p. 402). En tal caso, la separación de estas cuerdas que ligaban el cielo y la tierra no podían significar otra cosa que la ruptura de las cadenas de la alianza por la cual Dios sujetaba la tierra, cuando sintiendo un olor agradable en el sacrificio de Noé, renovó su alianza con él como el jefe de la raza humana? Esta alianza no respetaba sólo la promesa hecha a la tierra para protegerla contra otro diluvio universal, sino contenía una promesa así como todas las bendiciones espirituales a los que la aceptaran. El olor del perfume en el sacrificio de Noé se refería a su fe en Cristo. Si, después de haber sentido este dulce olor, Dios bendijo a Noé y a sus hijos (Gén, IX, 1), esta bendición no sólo tiene relación con bendiciones temporales, sino con bendiciones espirituales y eternas. Cada uno pues de los hijos de Noé que tenía la fe de Noé y que andaba como Noé estaba divinamente asegurado con interés "en la alianza eterna ordenada en todas las cosas y segura". Estaban benditos, estos lazos a través de los cuales Dios mismo se ataba a los hijos de los creyentes y a través de los cuales los cielos y la tierra estaban estrechamente unidos. Por otra parte, los adeptos de la apostasía de Nimrod rompían la alianza y decían en realidad: "Rompamos sus lazos y liberémonos de sus cadenas". Hay en la historia de Babilonia por Beroso una alusión que es perfectamente distinta a esta acción de romper la alianza entre el cielo y la tierra. Belo o, como ya se vio, Nimrod, después de haber cazado las tinieblas antiguas separó, dice él, el cielo de la tierra y puso al mundo en orden (BEROSO en BUNSEN, vol. I, p. 709). Estas palabras representaban a Belo como el que formó el mundo. Pero es un mundo nuevo que formó; ya que las criaturas existían mucho antes de que su poder demiúrgico se hubiera puesto en obra. Este mundo nuevo era precisamente el nuevo orden de cosas que introdujo cuando se rebeló contra el cielo. Una alusión evidente a esta antigua disputa entre el cielo y los soberanos babilónicos existe en las palabras de Daniel a Nabucodonosor cuando anuncia la humillación y la restauración de este soberano (Dan. IV, 26): "tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el cielo gobierna".

Así, se ve que Atlas con los cielos reposando en sus amplias espaldas no se refería simplemente a una celebridad astronómica por algo grande que fuera, como algunos lo pensaron, sino bien a algo enteramente diferente, a esta gran apostasía de los gigantes rebelados contra el cielo 1 y en la cual Nimrod el poderoso reconocido de todos como jefe 2 ocupaba un lugar tan importante.

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Según el sistema que Nimrod contribuyó a introducir tan fuertemente, los hombres fueron guiados a creer que un cambio espiritual del corazón no era necesario y que, sin embargo, si era necesario, podían ser regenerados por medios externos. Si se se estudia la cuestión a la luz de las orgias de Baco que, como se vio, hacían recuerdo de Nimrod, es obvio que llevó a los hombres a buscar su soberano bien en los placeres sensuales y les mostró cómo podían disfrutar de los placeres del pecado sin temor alguno a la cólera del Dios de santidad. En estas numerosas expediciones siempre era seguido por multitudes de mujeres y por la música, el canto, la alegría y las fiestas y todo lo que podía agradar al corazón humano natural, se encomendó a la buena voluntad de la humanidad. 1. SMITH, Pequeño Diccionario, Gigantes, p. 282-283. 2. En el griego de los Setenta, traducido en Egipto, el término poderoso aplicado a Nimrod en Gén. X. 8 se traduce como "γηγαδ; nombre usual para gigante.

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Sección 4 Muerte del Niño La Escritura nada nos dice de la muerte de Nimrod. Una antigua tradición dice que tuvo una muerte violenta. Sin embargo, las circunstancias de esta muerte, tal como la antigüedad nos las describe, están adornadas de leyendas. Se dice que las tempestades enviadas por Dios contra la torre de Babel la derribaron, y que Nimrod fue aplastado por sus ruinas 1. Es imposible, porque tenemos pruebas suficientes para indicar que la torre de Babel permaneció mucho tiempo después de Nimrod. La historia profana habla también de la muerte de Nino como misteriosa y confusa, si bien un relato nos dice que murió de muerte violenta semejante a la de Penteo 2, Licurgo 3 y Orfeo 4, que, se dice, fueron destrozados 5. La identidad de Nimrod y de Osiris estando ya establecida, nos informa de la muerte de Nimrod. Osiris murió de muerte violenta y esta muerte era el tema central de toda la idolatría egipcia. Si Osiris es el mismo Nimrod, como ya lo vimos, esta muerte violenta que los egipcios lamentaban de una manera tan patética era exactamente la de Nimrod. 1. BRYAND, vol. IV, p. 61-62. 2. HIGINIO, Fáb. 184, p. 138. 3. ibid. Fáb. 132, p. 109. Licurgo, que se lo tiene comúnmente como el enemigo de Baco, era identificado, entre los tracios y frigios, como Baco, quien, como se sabe, fue despedazado (ver ESTRABÓN, lib. X, p. 453). 4. APOLODORO, Biblioteca, lib. I, cap. 3 y 7, p. 17. 5. LUDOVICO VIVES, Comentario de Agustín, lib. VI, cap. IX, notas p. 239. Nino al cual Vives hace alusión es llamado rey de las Indias. La palabra Indias entre los escribas clásicos, comúnmente significa, pero no siempre, Etiopía o el país de Cus. Así que el Choaspes en el país de los cusitas del este es conocido como un río indio. (DIONISIO AFER, Penergesis, v. 1073-4, p. 32) y el Nilo, dice Virgilio, viene de los indios de color (Georg. lib. IV, v. 293, p. 230) es decir cusitas o etíopes de África. Osiris también es llamado por Diodoro de Sicilia, (Biblioteca, lib. I, p. 16), el Indio. No se puede dudar que Nino, rey de las Indias, no sea el cusita o el etíope Nino.

Los relatos de la muerte del dios adorado en varios misterios de muchos países diferentes se dirigen todos al mismo objetivo. Un pasaje de Platón parece mostrar que en su época, el egipcio Osiris era visto como idéntico a Tammuz 1, y Tammuz, se sabía bien, era el mismo Adonis 2 el famoso cazador, cuya muerte llevó a Venus a tan amargas lamentaciones. Como las mujeres de Egipto lloraron a Osiris, como las fenicias y las asirias lloraron a Tammuz, como en Grecia y en Roma las mujeres lloraron a Baco, cuyo nombre, ya vimos, significa el que se extraña, al que se llora. Y ahora, si se recuerda las lamentaciones de las bacantes, se verá la importancia de las relaciones que hay entre Nebros, el cervatillo moteado, y Nebrod el poderoso cazador. El Nebros, o cervatillo moteado, era el símbolo de Baco representante de Nebrod o Nimrod mismo. Ahora bien, en ciertas ocasiones en las fiestas místicas, el Nebros o cervatillo moteado era despedazado, como lo vemos en Focio, en recuerdo de lo que le sucedió a Baco 3, que este cervatillo representaba.

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1. Ver WILKINSON, Los Egipcios, vol. V, p. 3. Platón declara que el famoso Thot era consejero de Thamus, rey de Egipto. Ahora bien, Thot es universalmente conocido como el consejero de Osiris. (WILKINSON, vol. V, cap. XIII, p. 10.) De aquí se puede concluir que Thamus y Osiris son el mismo personaje. 2. KITTO, Comentario ilustrado, vol. IV. p. 141. 3. FOCIO, Lexicón, P. I, p. 291. Focio con el título de "Nebridzon", cita a Demóstenes: "Según él, dice, los cervatillos moteados (o nebroi) eran despedazados por una cierta razón mística o misteriosa." Focio mismo nos declara que el despedazamiento de los nebroi (lo que significa pues cervatillos moteados) se hacía en referencia y en imitación del sufrimiento de Dionisio o de Baco.

Esta acción de despedazar a Nebros, el moteado, confirma esta conclusión que la muerte de Baco, como la muerte de Osiris, representaba la muerte de Nebrod que los babilonios adoraban con el nombre de "moteado". Aunque no encontramos ningún relato de los misterios observados en Grecia en memoria de Orión, el gigantesco y poderoso cazador cantado por Homero; sin embargo, murió de la misma forma que Osiris y fue llevado al cielo, si se creía en los símbolos que lo representaban 1. Algunos relatos persas categóricamente nos aseguran que Nimrod fue después de su muerte divinizado con el nombre de Orión, y ubicado en el rango de las estrellas 2. Tenemos, por lo tanto, pruebas abundantes y concordantes que tienden todas a la misma conclusión, es decir, que Nimrod, el niño adorado en los brazos de la diosa madre de Babilonia, murió de muerte violenta. Ahora bien, este héroe poderoso que súbitamente arrebatado por un muerte violenta en medio de una gloriosa carrera, grande fue la emoción que produjo esta catástrofe. Cuando la noticia se esparció a lo lejos, los amigos del placer sintieron que la mejor bienaventuranza de la humanidad acababa de morir, y la alegría desapareció. Grandes fueron las lamentaciones que subieron al cielo de entre los apóstatas de la fe primitiva, para una muerte tan cruel. Entonces comenzaron estos llantos por Tammuz, esas ceremonias de culpa que adopta-ron incluso las hijas de Israel, y cuyos vestigios se ven no sólo en los anales de la antigüedad clásica, sino también en la literatura del mundo entero, desde la Última Tule hasta el Japón. He aquí lo que nos dice el Rev. W. Gillespie respecto de estas lamentaciones entre los chinos: "La fiesta del barco-dragón se celebra a mediados del verano y es una época de solemnidades muy importantes. Hace como 2000 años, vivía un joven mandarín chino, Huat-yun, muy respetado y amado por el pueblo. 1. Ver OVIDIO, Fastos, lib. V, v. 510-514. Ovidio representa a Orión tan soberbio de su gran fuerza que desafía continuamente a toda criatura sobre la tierra a luchar con él. Dicho esto apareció un escorpión y dice el poeta: "fue añadido a las estrellas". — El nombre de escorpión en caldeo es Akrab, pero Akrab significa además el gran opresor y este es el sentido secreto del escorpión que se puede ver representado en el Zodiaco. Este signo simboliza el que abatió al dios babilónico y abolió el sistema que había fundado. Cuando el sol estaba en el Escorpión, Osiris en Egipto desaparecía (ver WILKINSON, vol. IV, p. 331) y que se hacían grandes lamentaciones por sa desaparición. Otro tema se confundía con la muerte del dios egipcio, pero es preciso notar que como estaba a la siga de una lucha con un escorpión es que Orión se había añadido a las estrellas, es así que únicamente cuando el Escorpión subía Osiris podía desaparecer. 2. Ver Crónica Pascual, tomo I, p. 64.

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Frente a la desesperación general se hundió súbitamente en el río. Muchos barcos corrieron inmediatamente a su búsqueda, pero jamás se pudo encontrar su cuerpo. Desde esta época, el mismo día del mes, los barcos-dragón fueron en su búsqueda. Es, añade el autor, algo como las lamentaciones respecto de Adonis, o los llantos acerca de Tammuz de quien habla la Escritura 1." — Como el gran dios Buda comúnmente se representa en China con los rasgos de un negro, esto puede servir para identificar al bien amado mandarín cuya pérdida se lamenta cada año. El sistema religioso del Japón se ajusta al de la China. En Islandia y en Escandinavia había lamentaciones semejantes por la pérdida del dios Baldo. Por la traición del dios Loki, el espíritu del mal, según lo que se había escrito en el libro del destino, Baldo fue llevado a la muerte, aunque el imperio del cielo dependiera de su vida. Su padre Odín había conocido el terrible secreto del libro del destino, habiendo conjurado a uno de los Volar en el fondo de la morada infernal. Todos los dioses temblaron ante esta terrible noticia; entonces Friga (la mujer de Odín) invoca todo tipo de objeto animado o inanimado, para hacerle jurar en no destruir a Baldo ni proveer armas contra él. El fuego, el agua, las rocas, los vegetales fueron sujetos a esta obligación solemne. Una sola planta, el muérdago, fue olvidada: Loki se percató de esto e hizo de esta planta despreciada el arma fatal. Entre las entretenciones belicosas del Valhalla (la asamblea de los dioses), había una que consistía en lanzar saetas a la divinidad invulnerable, quien experimentaba placer en exponer su pecho encantado a sus golpes. Mientras así se jugaba, el genio del mal puso en manos del ciego Hoder una flecha de madera de muérdago y la lanzó hacia el objetivo. La predicción temida se consumó por un fratricida involuntario 2. Los espectadores fueron conmovidos por una sorpresa indecible; el infortunio de ellos era tan grande que nadie, por respeto a la santidad del lugar, se atrevió a vengar esta muerte. 1. GILLESPIE, País de Sinim, p. 71. 2. En TEÓCRITO. También el jabalí que mató a Adonis se representa como habiéndolo matado por accidente. Ver la sección siguiente.

En medio de los llantos y de las lamentaciones se transportó a la orilla el cuerpo inanimado; se lo puso en un navío como sobre una hoguera funeraria, con el cuerpo de su bella novia Nanna que acababa de morir con el corazón destrozado. Su corcel y sus armas fueron quemados al mismo tiempo, según la costumbre en las exequias de los antiguos héroes del norte. Entonces su madre Friga fue abatida por el dolor. "Inconsolable por la muerte de su hijo, dice el Dr. Crichton, ella envió a Hermod (el ligero) a la morada de Hela (la diosa del infierno o de las regiones infernales), para ofrecer un rescate para liberarlo. La tenebrosa diosa prometió devolverle la vida, con la condición de que todas las personas sobre la tierra lloraran su muerte. Entonces, por toda la tierra fueron enviados mensajeros para velar por la ejecución de esta orden y el efecto de la tristeza general fue más o menos lo mismo que hay en una fundición universal de cristales 1." En las dos leyendas hay variaciones considerables de la historia primitiva; pero en el fondo la sustancia de estas historias es la misma, y es fácil ver que deben derivar de una fuente común. 1. Escandinavia, vol. I, p. 93-94.

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Sección 5 Deificación del Niño No hubo persona más ligada a la muerte de Nimrod que su mujer Semiramis que, salida de una humilde condición, se elevó al punto de compartir el trono de Babilonia con él ¿Qué hará ella en esta circunstancia?, ¿ella tranquilamente renunciará a la pompa y a la fastuosidad que fue elevada? No. Aunque la muerte de su marido dio un duro golpe a su poder, su orgullo, no se desanimó su ambición desenfrenada. Más bien al contrario, esta ambición no hizo más que acrecentarse. En vida, su marido fue honorado como un héroe; muerto, ella hizo que lo adoraran como un dios, además, como la simiente prometida a la mujer, Zero-ashta 1, quien estaba destinada a pisar la cabeza de la serpiente y quien en esta victoria además debía tener el calcañar aplastado. 1. Zero, en caldeo, la simiente. En Grecia aparece a veces como Zeira, convertido en Zoro. Así que, Zerubbabel se convierte en Zorobabel. Por eso, Zero-ashta, la simiente de la mujer, se convirtió en Zoroaster, el jefe de los adoradores del fuego. Se encuentra en Zeroastes el nombre de Zoroastro (CLÉRICO, tomo II, De Chaldœis, cap. 2, p. 194). Al leer al Dr. Wilson se verá que extistía un Zoroastro antes del reinado de Darío Histaspes (Religión Persa). En la historia hay varias alusiones al Zoroastro de Bactriana, pero la voz de la antigüedad declara que el gran Zoroastro era de Asiria o Caldea en donde él fundó el sistema idólatra babilónico: entonces, éste era Nimrod. Pereció de muerte violenta, como Nimrod, Tammuz o Baco. Se muestra la identidad con Baco con el epíteto Pirísforo en los Himnos órficos. Ashta significa fuego y mujer en caldeo, y como los ritos de Baco se parecían al culto del fuego, Zero-ashta significa "por la simiente del fuego": de aquí el epíteto Pírisforo o Ignígena, parido por el fuego, aplicado a Baco. De esta corrupción del sentido de Zeroashta, vino la historia de Baco arrancado de las flamas que devoraron a su madre Semele. También, Zoroastro era conocido como Zar-adas, el único renuevo. Los antiguos paganos confesaban un único dios con el nombre de Zero o Zer, caracterizado por un epíteto que señalaba su unicidad y reconocían una sola simiente, esperanza del mundo. Se reconocía también una gran diosa con el nombre de Ashta o Isha la mujer. El nombre Zarades o Zaradus ilustra la palabra de Pablo: "No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo". El Parsismo moderno rechaza el culto de la diosa madre y el nombre de Zoroastro. En zend, el gran reformador es Zaratustra i.e. la simiente que libera. La última parte viene del caldeo, nthsh, soltar o dejar ir. Thusht es el infinitivo, y ra, en sánscrito, lengua parecida al zend, el agente de una acción, como "ero, or" en español. Zaratustra, pues, se parece a Foroneo, el emancipador.

Los patriarcas del antiguo mundo en general conocían perfectamente la gran promesa hecha antaño en Edén y sabían claramente que la herida del calcañar de la simiente prometida implicaba la muerte del vencedor, y que la maldición podía ser quitada de encima del mundo sólo con la muerte del gran liberador. Si la promesa concerniente a la herida de la cabeza de la serpiente contada en el Génesis realmente se hizo a nuestros primeros padres y si toda la humanidad encuentra en ellos su origen, se esperaría encontrar algún vestigio de esto entre todos los pueblos. Ahora bien, es exactamente lo que tiene lugar. Apenas se encontraría un solo pueblo o una sola tribu cuya mitología no hiciese alusión a esto. Los griegos representaban a su gran dios Apolo degollando a la serpiente Pitón y a Hércules asfixiando serpientes cando aún estaba en la cuna. En Egipto, en la India, en Escandinavia, en México hallamos alusiones evidentes a esta misma verdad. El genio malo de los adversarios del dios egipcio Horus,

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dice Wilkinson, a menudo se representa como una serpiente cuya cabeza es atravesada con una espada. La misma fábula se encuentra en la India, donde la malvada serpiente es herida por Vichnú. Se dice que en su transformación hirieron a Crisna 1 (fig. 23) y al dios escandinavo Tor con su maza la cabeza de la gran serpiente. 1. WILKINSON, vol. IV, p. 395.

Dice él que el origen de esta leyenda debe conectarse con la Biblia.

Fig. 23 Crisna es del Coronel Kennedy y la diosa egipcia, de WILKINSON.

Los mejicanos también tenían la misma creencia; lo que la confirma es que, según Humboldt, la serpiente herida por el gran espíritu Teotl, cuando toma la forma de una de las divinidades subalternas, es el genio del mal, un verdadero Cacodemon 1. Ahora bien, en casi todos los casos, si cuidadosamente se examina el tema, se verá que el dios que destruye la serpiente es representado soportando males y sufrimientos que lo llevan a muerte. Así el dios Tor, quien finalmente logró destruir a la gran serpiente, pereció, se dice, en el momento mismo de la victoria, por un soplo venenoso de su aliento 2. Es así, parece, que los babilonios representaban a su gran destructor de la serpiente entre las estatuas de su antigua esfera. Asimismo su misterioso sufrimiento es descrito por el poeta griego Arato, cuyo lenguaje muestra que, cuando escribía, generalmente se había perdido el sentido de esta imagen, aunque es bastante significativa cuando se la considera a la luz de la Escritura: "Se ve una figura humana minada por la fatiga; sin embargo, no se sabe qué nombre darle. Se ignora qué trabajo realizó esta criatura. Pero como ella parece caer de rodillas, los mortales ignorantes la llaman Engonasis, y mientras que sus dos manos se levantan hacia los cielos, la cabeza horrible de un dragón se trata arriba de ella, su pie derecho parece estar inmóvil, fijo en la cresta parda del monstruo que se resiste 3." 1. HUMBOLD, Investigaciones Mexicanas, vol. I, p. 228. 2. MALLET, Antigüedades del Norte, Fáb. IL p. 453. 3. LANSEER, Investigaciones Sabeas, p. 132, 134.

La constelación que así se representa se conoce comúnmente con el nombre de "el que se arrodilla", según la descripción del poeta griego; pero es obvio que como Engonasis venía de entre los babilonios, debe interpretarse no en un sentido griego, sino en un sentido caldeo; así interpretado, como lo implica la 64

acción misma del cuadro, el nombre del misterioso mártir es "el que hiere a la serpiente 1". A veces, sin embargo, la herida de la serpiente se representaba como un acto mucho más simple; no obstante, la muerte era el resultado posterior a esto; y esta muerte del destructor de la serpiente es descrita de manera de no dejar ninguna duda acerca del origen de esta leyenda. Es particularmente el caso del dios de los hindúes, Crisna, de quien habla Wilkinson en el extracto que ya dimos. La leyenda que le concierne contiene toda la promesa hecha en otro tiempo en Edén y esto de una manera sorprendente. Primeramente, este dios se representa en cuadros y en estatuas, con el pie sobre la cabeza de la gran serpiente 2 y luego cuando la ha destruido, muere, dice la fábula, herido en el pie por una flecha; y lo mismo que para Tammuz, cada año hay grandes lamentaciones acerca de su muerte 3. Incluso en Grecia, en la historia clásica de Paris y de Aquiles, tenemos una alusión evidente de esta parte de la promesa antigua concerniente a la herida del calcañar del vencedor. Aquiles, hijo único de una diosa, era invulnerable en todo su cuerpo, excepto en el talón. Pero allí, la herida era mortal. Su enemigo le apuntó en este lugar y lo mató. Ahora bien, puesto que tenemos la prueba que hasta los paganos sabían que el Mesías prometido debía "con su muerte destruir la muerte y el que tiene el poder de la muerte, es decir, el diablo", en cuanto a la impresión de la humanidad en general, respecto de esta verdad capital, debe haber sido poderoso en los días de Semiramis, cuando se estaba tan cerca de la fuente de toda la tradición divina. Cuando el nombre de Zoroastro, la simiente de la mujer, se dio al que pereció en medio de una carrera próspera de culto idólatra y de apostasía, no se puede dudar del sentido que fue vinculado a este nombre. 1. De E, la, nko pisar y nahash, serpiente "E-nko-nahash". El nombre en árabe de la constelación, "el que se arrodilla", es Al-Gethi o también "el que hiere (pisa)". 2. COLEMAN, Mitología India, fig. 12, p. 31. Ver p. 93. 3. POCOCKE, La India en Grecia, p. 300.

La muerte violenta del héroe que en la estima de sus partidarios había hecho tanto por la humanidad, para hacer feliz al hombre y liberarlo del temor de la cólera venidera, en vez de impedir que se le otorgara este título, contribuyó a este proyecto audaz. Todo lo que faltaba para apoyar este proyecto de la parte de los que querían una excusa para apartarse del verdadero Dios y abrazar la apostasía, era precisamente anunciar que el gran patrono de la apostasía, habiendo sucumbido por la malicia de los hombres, se ofreció voluntariamente para el bien de la humanidad. Ahora bien, esto es que sucedió. Según la versión caldea de la historia del gran Zoroastro, éste suplicó al Dios supremo del cielo arrancarle su vida; su oración fue escuchada, y expiró asegurando a sus discípulos que si veneraran convenientemente su memoria, el imperio no saldría jamás de la mano de los babilonios 1. Lo que dice Beroso, el historiador de Babilonia, acerca de la decapitación del gran dios Belo, lleva a la misma conclusión. Belo, nos dice Beroso, ordenó a uno de los dioses cortarle la cabeza, para que la sangre que así se desparramara por su orden y con su consentimiento se pudiera formar nuevas criaturas cuando esta sangre se mezclara con la tierra, la primera creación era representada como una suerte de fracaso 2. Así, la muerte de Belo o Nimrod, como la que se atribuyó a 65

Zoroastro, era representada como totalmente voluntaria y como sufrida para el bien del mundo. Parece que los Misterios secretos fueron establecidos sólo para la deificación del héroe. La forma anterior de la apostasía durante la vida de Nimrod parece haber sido abierta y pública. Ahora bien, se notaba que la publicidad estaba fuera de cuestión. La muerte del gran jefe de la apostasía no era la de un guerrero muerto en batalla, sino el acto de rigor judicial, solemnemente infligido. Este es un hecho ya establecido en la muerte de Tammuz y de Osiris. 1. SUIDAS, tomo I, p. 1133-1134. 2. BEROSO, según BUNSEN, vol. I, p. 709.

He aquí acerca de Tammuz un relato que nos proporcionó el célebre Maimónides, hombre versado profundamente en toda la ciencia de los caldeos: "El falso profeta llamado Tammuz, que predicó a un cierto rey, para hacerle adorar las siete estrellas y los doce signos del Zodiaco, este rey ordenó que fuera condenado a una muerte horrible. La noche de su muerte, todas las estatuas se reunieron desde los extremos de la tierra en el templo de Babilonia ante la gran estatua dorada del sol que estaba suspendida entre el cielo y la tierra. Esta estatua se arrodilló en medio del templo y todas las que la rodeaban hicieron lo mismo, mientras les contaba todo lo que le acababa de suceder a Tammuz. Las estatuas lloraron y se lamentaron toda la noche y la mañana, cada una huyó a su templo hasta los extremos del mundo. De allí viene la costumbre de llorar y de lamentarse por Tammuz el primer día del mes Tammuz 1." Obviamente allí está toda la extravagancia de la idolatría, tal como se la encuentra en los libros sagrados de los caldeos que Maimónides había consultado; pero no hay ninguna razón para dudar del hecho establecido, sea en cuanto a la causa, sea en cuanto a la manera en que murió Tammuz. En esta leyenda caldea se dice que fue por orden de un cierto rey que el jefe de la apostasía fue muerto. ¿Quién podría ser este rey que se oponía tan tenazmente al culto del Dios de los cielos? Según lo que se nos cuenta del dios egipcio Hércules, tenemos mucha claridad acerca de este tema. Wilkinson cree que el más antiguo Hércules, el que era el verdadero Hércules primitivo era el que se consideraba en Egipto que tenía el poder de los dioses 2 (es decir Espíritu) combatió y venció a los gigantes. Ahora bien, el título y el carácter de Hércules, sin duda, fueron más tarde dados por los paganos al que adoraban como el gran liberador o Mesías, exactamente como los adversarios de las divinidades paganas fueron estigmatizados como los gigantes que se rebelaron contra el cielo. Pero que el lector reflexione sólo acerca de quiénes eran estos verdaderos gigantes que luchaban contra el cielo. 1. MORE NEVOCHIM, p. 426. 2. El nombre del verdadero Dios (Elohim) es un plural. Además el poder de los dioses y de Dios es designado con el mismo término.

Eran Nimrod y sus partidarios; porque los gigantes eran precisamente estos hombres fuertes de quienes Nimrod era el jefe ¿Quién pues debía ahora resistir a la apostasía del culto primitivo? Si Sem aún vivía y ciertamente era él ¿quién

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más podría ser sino él? Además, según esta conclusión, vemos que uno de los nombres del Hércules primitivo en Egipto era Sem 1. Si pues Sem era el Hércules primitivo que venció a los gigantes y esto no por fuerza física, sino por poder de Dios o la influencia del Espíritu Santo, esto se ajusta totalmente con su carácter; aún más, admirablemente esto se relaciona con la historia egipcia de la muerte de Osiris. Los egipcios dicen que el gran enemigo de su dios lo venció, no por abierta violencia, sino al haber formado una conspiración con setentaidós de los principales egipcios, lo hizo prisionero, le dio muerte y cortó su cadáver en pedazos, y envió los diferentes pedazos a las tantas de ciudades de la nación 2. Se comprenderá el verdadero sentido de este relato al echar un vistazo a las instituciones judiciales de Egipto. Eran exactamente setentaidós jueces civiles y religiosos que, según las leyes egipcias, debían determinar cuál sería el castigo de una ofensa tan grave como la de Osiris, al suponer que esto se convirtió en objeto de una investigación judicial. Naturalmente había dos tribunales encargados de resolver la cuestión. Primero, los jueces comunes tenían poder de vida o de muerte y eran treinta 3, luego había un tribunal superior compuesto de cuarenta y dos jueces que debía decidir, en el caso donde Osiris 1. WILKINSON, vol. V, p. 17. 2. ibid. vol. IV, p. 330-33. 3. DIODORO, lib. I, p; 48.

sería condenado a muerte, si su cuerpo sería enterrado o no, porque antes del amortajamiento cada uno debía, después de la muerte, pasar por el juicio divino de este tribunal 1. — Como la sepultura le fue negada, los dos tribunales debían necesariamente hacerse parte; así que debía haber exactamente setenta y dos personas bajo la presidencia de Tifón para condenar a Osiris a muerte y ser cortado en pedazos. ¿Qué significa esta declaración respecto de la conspiración, si no es que el adversario del sistema idólatra introducido por Osiris convenció de tal manera a los jueces de la enormidad de la falta que debían juzgar, que entregaron al culpable a una muerte horrible y luego a la ignominia, a fin de atemorizar todos aquellos que más tarde estuvieran tentados a imitarlo? 1. DIODORO, lib. I, p. 58. Las palabras de Diodoro, tales como están impresas en las ediciones comunes indican que el número de jueces simplemente superaba los cuarenta, sin especificar cuántos más eran. En el Codex Coislianus, se dice que había dos además de los cuarenta. Los jueces terrestres que juzgaron la cuestión del entierro correspondían en número, según Wilkinson (vol. V, p. 75 y BUNSEN, vol. I, p. 27), a los jueces de las regiones infernales. Ahora bien, estos jueces, sin contar a su presidente, eran (los monumentos dan fe de esto) exactamente cuarenta y dos. Los jueces terrestres de los funerales deben pues haber sido cuarenta y dos. Haciendo alusión a este número atribuido igualmente a los jueces de este mundo y a los del mundo de los espíritus, Bunsen, hablando del juicio de un muerto en el mundo invisible, se expresa así en el pasaje citado anteriormente: "Cuarentaidós dioses (el número que componía el tribunal terrestre de los muertos) presiden el tribunal". Diodoro mismo, aunque escribe "dos además de cuarenta" o simplemente más de cuarenta, da razón para creer que era el número cuarenta y dos que estaba presente en su mente; ya que, dice él, toda la fábula del mundo subterráneo traído de Egipto por Orfeo, era copiada de las ceremonias de los funerales egipcios, pues había sido

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testigo en el juicio ante el amortajamiento de los muertos (DIODORO, lib. I, p. 58.) Si había exactamente cuarenta y dos jueces en las regiones inferiores, esto mismo prueba, según las palabras de Diodoro, sea cual sea la explicación que se adopte, que el número de jueces en el juicio terrestre debe haber sido el mismo.

El desmembramiento del cadáver y la dispersión de estas partes en las diferentes ciudades tienen su paralelo y su explicación en lo que la Biblia dice de la muerte y del desmembramiento de la mujer de un levita (Jueces XIX. 29) y del envío de cada una de estas partes a cada tribu de Israel; vemos además lo pendiente a propósito de la historia de Saúl, tomando un par de bueyes, los cortó en trozos y los envió por todo el territorio de Israel (I Sam. XI, 7). Los comentaristas admiten que el levita y Saúl actuaban según una costumbre de los patriarcas, según la cual se debía castigar con una venganza sumaria a los que no asistieran a la asamblea que habían sido solemnemente convocados. Es lo tan explícitamente que Saúl declara, cuando envía los trozos de bueyes: "Así se hará con los bueyes del que no saliere en pos de Saúl y en pos de Samuel." Lo mismo cuando los setenta y dos conspiradores enviaron a las diferentes ciudades los trozos del cuerpo de Osiris, solemnemente equivalía a declarar esto: "Quien haga como Osiris tendrá la misma suerte y como él será cortado en trozos." Cuando la irreligión y la apostasía se desarrollaron nuevamente, esta acción a la cual fueron llevadas las autoridades constituidas que debían hacer con el jefe de los apóstatas para destruir el sistema combinado de irreligión y de despotismo fundado por Osiris o Nimrod, esta acción causa naturalmente un profundo horror a todos sus amigos; y por haber participado en esto, el principal actor fue estigmatizado con el nombre de Tifón o el Malvado 1. La influencia que Tifón tenía sobre los espíritus de estos supuestos conspiradores si se considera que la fuerza física de Nimrod debió ser maravillosa y sirve para mostrar que aunque fue difamado con un nombre aborrecido y aunque su acción respecto de Osiris está cubierta con un velo, no era otro más que este Hércules antiguo que venció a los gigantes a través del poder de Dios, a través del poder persuasivo del Espíritu Santo. 1. Wilkinson admite que diferentes individuos en diferentes épocas llevaron el nombre detestado en Egipto. Uno de los nombres más conocidos para designar a Tifón o el Malvado era Set (EPIFANIO, adv. Hœres., lib. III). Ahora bien, Set y Sem son sinónimos, ambos significan el predestinado. Como Sem era el hijo más joven de Noé, siendo Jafet el hermano mayor (Gén. X, 21), y como la preeminencia le estaba divinamente destinada, el nombre de Sem, el predestinado, le había sido dado por orden divina, o en su nacimiento, o después de él, para considerarlo como Set, el niño de la promesa. Sem, sin embargo, parece haber sido conocido en Egipto como Tifón, no sólo con el nombre de Set, sino con su propio nombre, ya que Wilkinson nos dice que Tifón era caracterizado por un nombre que significaba destruir y convertir en desierto (Egipcios, vol. IV, p. 434). Ahora bien, el nombre de Sem además, en uno de estos sentidos quiere decir destruir o devastar. Así que Sem el predestinado era llamado por sus enemigos Sem el destructor o el devastador, es decir el diablo.

El mito que hace desaparecer a Adonis, identifica a Osiris con el diente de jabalí, se explica fácilmente si se lo compara con este carácter de Sem 1. El colmillo del jabalí era un símbolo. En la Escritura, el colmillo es llamado cuerno 2; muchos griegos clásicos lo consideraban así 3. Si se recuerda que el 68

colmillo se considera como un cuerno según el simbolismo de la idolatría, no es preciso buscar muy lejos el sentido del colmillo del jabalí, causa de la muerte de Adonis. Los cuernos de toro que Nimrod llevaba eran símbolo de la fuerza física. Los dientes del jabalí eran el símbolo del poder espiritual. Como un cuerno significa poder, así un colmillo, un cuerno en la boca significa el poder en la boca, en otras palabras, el poder de persuasión, el poder mismo con el cual Sem, el Hércules primitivo estaba revestido de una manera tan extraordinaria. Las antiguas tradiciones de los galos mismos, nos proporcionan una nueva prueba que destaca esta idea de poder en la boca y la relaciona con el hijo célebre de Noé acerca del cual, dice la Escritura, las bendiciones del Altísimo reposaban muy particularmente. El Hércules celta era llamado Ogmius Hércules, lo que en caldeo quiere decir Hércules que se lamenta 4. Ningún nombre podía convenirle mejor, ningún otro podía indicar mejor la historia de Sem. 1. En la India un demonio con figura de jabalí ganó, se dice, tal poder por su devoción, que oprimió a los devotos adoradores de los dioses y los forzó a ocultarse (MOOR, Panteón, p. 19). Incluso en el Japón parece haber un mito semejante. Para el jabalí japonés, ver Novelas ilustradas, 15 de dic. 1860. 2. Ezeq. XXVII, 15. "Colmillos (cuernos) de marfil y ébano te dieron por sus pagos." 3. Pausanias admite que en su tiempo se consideraba los colmillos de jabalíes como dientes, pero da razones fuertes y concluyentes, en mi opinión, para considerarlos como cuernos. Ver PAUSANIAS, lib. V, Eliaca, cap. 12, p. 401, VARRO, De Lingua Latina, lib. VI y según PARKHURST, sub voce Krn. 4. Los letrados celtas hacen venir el nombre Ogmius de la palabra celta Ogum, que, se dice, significa el secreto de la escritura. Pero Ogum debe derivar del nombre del dios, en vez de que el nombre del dios derive de este nombre.

Excepto nuestro primer padre, Adán, jamás ningún hombre vio tanta tristeza como él. No sólo fue testigo de una gran apostasía que, con sus sentimientos de rectitud y testigo como lo fue de la terrible catástrofe del diluvio, debe haberlo afligido profundamente, sino incluso vivió bastante para sepultar a siete generaciones de sus descendientes. Vivió 502 años después del diluvio y como la vida del hombre disminuyó mucho después de este acontecimiento, no vivió menos de siete generaciones de su descendencia (Gén. XI, 10, 32). Como este nombre de Ogmius, el que se lamenta o el que llora, se aplica correctamente a alguien que tuvo una historia semejante. Pero, ¿cómo este Hércules que llora se representa derribando las iniquidades y reparando el daño? No es por la maza, como el Hércules griego, sino por la fuerza de la persuasión. Nos muestran las multitudes que marchan tras él tiradas por bellas cadenas de oro y de ámbar pasadas por la oreja y estas cadenas salían por su boca 1. Hay una gran diferencia entre ambos símbolos: los colmillos del jabalí y las cadenas doradas que salen por la boca y atraen a deseosas muchedumbres por las orejas, pero ambos ilustran de una manera admirable la misma idea, el poder de esta fuerza persuasiva que, durante un tiempo, permitió a Sem resistir los torrentes de corrupción que se esparcía rápidamente por el mundo. 1. Sir W. BETHAM, Galos y Cimbrios, p. 90-93. Es importante de notarr, a próposito de este Ogmius, uno de los nombres de Sem, el gran Hércules egipcio que venció a los gigantes. Este nombre es Chon. En el Etymologium Magnum, apud BRYANT, vol. II, p. 33, leemos: "En el dialecto egipcio, Hércules es llamado Chon". Compare esto con Wilkinson,

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vol. V, p. 17, donde Chon es llamado Sem. Ahora bien, Khon en caldeo quiere decir lamentarse, y como Sem era Khon, es decir, sacerdote del Dios Altísimo, su carácter de Khon, el que se lamenta y las circunstancias en que se encontraba, proporcionaban una nueva razón para darle este nombre de Hércules egipcio. Hay que remarcar además, que los que se esfuerzan en apartar a los pecadores de su mal camino tienen en sus lágrimas una elocuencia que es muy expresiva. Los llantos de Whitefield formaban gran parte de su poder; ahora bien, lo mismo, los llantos de Khon, Hércules que se lamenta, debían ayudarlo poderosamente en su victoria sobre los gigantes.

Ahora bien; cuando Sem actuó tan potentemente sobre los espíritus de los hombres para inducirlos a hacer del gran apóstata un terrible ejemplo y cuando los miembros dispersos del apóstata fueron enviados a las principales ciudades donde su sistema se había establecido, muy rápidamente se comprenderá, en estas circunstancias, que si la idolatría debiera durar y si por encima de todo debiera desarrollarse, entonces era indispensable que se actuara en secreto. El terror a una ejecución capital, infligida a alguien tan poderoso como Nimrod, hacía necesario, al menos por algún tiempo, la más extrema prudencia. En estas circunstancias, no se puede dudar de esto, comenzó este sistema de Misterio y teniendo a Babilonia por centro, se esparció por todo el mundo. En estos misterios, con el sello del secreto y la aprobación por un juramento, y por medio de todos los recursos fértiles de la magia, los hombres gradualmente fueron llevados a toda la idolatría que había sido públicamente abolida, mientras que se añadían a esta idolatría nuevos rasgos que la hacían aún más blasfema que nunca. Tenemos hechos abundantes que establecen que la magia y la idolatría eran hermanas gemelas y que vinieron al mundo al mismo tiempo. Zoroastro, dice el historiador Justino, inventó, se dice, las artes mágicas, y estudió con mucho cuidado los movimientos de los cuerpos celestes 1. El Zoroastro del cual habla Justino es el Zoroastro bactriano; pero generalmente se cree que es un error. Stanley, en su historia de la filosofía oriental, concluyó que este error viene de una similitud de nombres y que por esta razón se había atribuido esta invención al bactrio Zoroastro que en realidad pertenecía a los caldeos; ya que no se puede imaginar que el bactriano fuera el inventor de estas artes en las que los caldeos, sus contemporáneos, eran tan hábiles 2. Antes de él, Epifanio había llegado obviamente, en sustancia, a la misma conclusión. 1. JUSTINO, Histoiorias, lib. I, cap. I, vol. II, p. 615. 2. STANLEY, p. 1031, c. I.

Según las pruebas ciertas que él tenía entonces, supone que fue Nimrod quien estableció las ciencias de la magia y de la astronomía, cuya invención fue más tarde atribuida al Zoroastro bactriano 1. Como ya vimos, Nimrod y el caldeo Zoroastro son sólo la misma persona, las conclusiones de los que han hecho o que hacen aún investigaciones de la antigüedad caldea están totalmente de acuerdo. Ahora bien, el sistema secreto de los Misterios daba grandes facilidades para sorprender los sentidos de los iniciados por medio de variadas destrezas y artilugios de magia. A pesar de todo el cuidado y de las precauciones de los que dirigían estas iniciaciones, nos ha llegado bastante de eso para darnos una idea justa de su verdadero carácter. Todo estaba tan bien combinado para elevar los espíritus de los novicios al más alto grado de excitación, que después de entregarse totalmente al sacerdote estaban

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preparados para recibir cualquier cosa. Después de que los candidatos a la iniciación habían pasado por el confesionario y que habían jurado según los juramentos comunes, se les presentaban objetos curiosos y espantosos. A veces el lugar donde estaban parecía temblar alrededor de ellos; a veces se mostraba brillante y resplande-ciente de luz, luego se cubría de profundas tinieblas; a veces había rayos y truenos; a veces ruidos espantosos, quejidos; a veces apariciones terribles sorprendían a las espectadores muy temerosos 2. Finalmente, el gran dios, el objeto central de su culto, Osiris, Tammuz, Nimrod o Adonis se les revelaba de la manera más apropiada para aplacar sus sentimientos y para inducir sus deseos inconscientes. He aquí el relato que hace de esta manifestación un antiguo pagano. 1. EPÍFANIO, Adv. Hceres., lib. I, tomo I, vol. I, p. 7, c. 2. WILKINSON, Usos y costumbres de los egipcios, vol. V, p. 326.

Lo hace, es cierto, con prudencia; pero, sin embargo, de manera de mostrar la naturaleza del secreto mágico por el cual se llevaba a cabo este aparente milagro: "En una manifestación que no se debe revelar, se ve sobre el muro del templo una masa de luz que, a primera vista, parece muy distante. Se transforma y se agranda en un rostro obviamente divino y sobrenatural, de aspecto severo, pero con una expresión de dulzor. Según las enseñanzas de la religión misteriosa, los alejandrinos lo honraron como Osiris o Adonis 1." Según este pasaje, no se puede dudar de esto, el arte mágico así empleado era sólo el que se usa hoy día en la fantasmagoría moderna. Aquellos medios u otros semejantes se empleaban en épocas más remotas, para ofrecer a la vista de los vivientes en los misterios secretos los que ya estaban muertos. La historia antigua contiene alusiones de la época misma de Semiramis, que indica que se practicaba ritos mágicos por la misma razón 2, y como en tiempos más modernos para el mismo propósito se usaba la linterna mágica o alguna cosa semejante, es legítimo concluir que –en tiempos muy remotos se empleaban los mismos medios o algo análogo para producir los mismos efectos. 1. DÁMASO, apud FOCIO, Biblioteca, cod. 242, p. 343. 2. Uno de los pasajes a los cuales hago alusión se encuentra en las palabras siguientes de Moisés de Chorene en su Historia armenia, a propósito de la respuesta de Semiramis a los amigos de Arasus, a quien ella había degollado en una batalla: "Diis, inquit, (Semiramis) meis mandata dedi, ut Arasi vulnera lamberent, et ab inferis excitarent... Dii, inquit, Aræum lamberunt, et ad vitam revocarunt." He dado la orden, dice Semiramis, a mis dioses de lamer las heridas de Araeus y de devolverle la vida. Mis dioses, dice ella, han lamido a Arasus y lo han vuelto a la vida. (MOISÉS CHORON, lib. I, cap. 14, p. 42). Si Semiramis hubiera hecho ciertamente lo que decía, habría sido un milagro. Los efectos de la magia eran milagros simulados y Justino y Epífanio muestran que los milagros simulados aparecen en los orígenes mismos de la idolatría. Ahora bien, al menos que el milagro simulado de la resurrección de los muertos mediante las artes mágicas no fuera ya notoriamente practicado en la época de Semiramis, es probable que no hubiera dado tal respuesta a los que deseaba serles favorables: ya que, por una parte, jamás hubiera pensado cómo dar tal respuesta, y, por otra parte, no habría previsto cómo obtener el efecto deseado si no hubiera creencias populares en las practicas de la necromancia. Leemos que en Egipto, hacia la misma época, se practicaban tales artes si se creer en Maneto. Según Josefo, Maneto dice que (hablaba de Horus, el primogénito, obviamente como de un rey humano y mortal) era admitido en presencia de los dioses y que Amenofis deseaba obtener el mismo privilegio (ζεων γενεζζχη ζεαηεν ωζπεΩπ, leíase en los antiguos manuscritos). JOSEFO contrâ Apión, lib. I, p. 932.

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Esta pretendida admisión en presencia de los dioses implica obviamente el uso del arte mágico del que habla el texto.

Ahora bien, en las manos de los hombres astutos, atrevidos, esto era un medio poderoso para imponer esto a los que desearan que se les impusiese, a quienes se oponían a la santa religión espiritual del Dios viviente y a quienes extrañaban aún el sistema que se había cambiado. Los que controlaban los Misterios, habiendo descubierto secretos entonces desconocidos para las masas, conservaban celosamente bajo su supervisión exclusiva y podían darle fácilmente lo que parecía una demonstración ocular de que Tammuz, quien había sido llevado a la muerte y para el cual hubo tantas lamentaciones, aún estaba vivo y rodeado de una gloria divina. Viniendo de los labios de un hombre tan gloriosamente revelado o, lo que en la práctica era la misma cosa, de labios de algún sacerdote invisible que hablaba en su nombre, ¿qué podía tener de tan maravilloso o de tan increíble para ser creído? Además todo el sistema de los Misterios secretos de Babilonia tendía a glorificar a un hombre muerto y una vez establecido el culto de un muerto debía seguir el culto de otros muertos, naturalmente. Esto da luz acerca del lenguaje del Salmo 106, donde el Señor reprochó a Israel su apostasía: "Se unieron asimismo a Baalpeor, y comieron los sacrificios de los muertos". Es así como se allanó el camino para introducir todas las abominaciones y los crímenes realizados en los misterios; ya que para los que no querían guardar el conocimiento de Dios, quienes preferían algún objeto visible de culto, apropiado para los sentimientos materiales de sus espíritus carnales, ninguna razón debía parecer más perentoria para la fe y para la práctica, que escuchar con sus propios oídos una orden dada, en medio de una aparición tan gloriosa, por la divinidad misma que adoraban. Preparado con esta habilidad, el proyecto tuvo éxito. Semiramis aumentó más su gloria, gracias a su marido muerto y divinizado y, con el tiempo, ambos, con el nombre de Rea y Nin o la diosa madre y el Hijo, fueron adorados con un entusiasmo increíble: sus estatuas se erigieron en todas partes y se convirtieron en objeto de culto 1. En cualquier parte donde el rostro negro de Nimrod parecía ser un obstáculo a su culto, el problema resultó muy fácil. 1. Nadie se atrevía a la idolatría pública hasta el reinado del nieto de Semiramis, Arioc o Ario. Cedreni Compendium, vol. I, p. 29-30.

Según la doctrina caldea de la transmigración de las almas, todo lo que era necesario fue enseñar que Nino había regresado en la forma de hijo póstumo, de tez blanca, nacido sobrenaturalmente de su viuda después de la entrada del padre en la mansión de gloria. Como en su vida licenciosa y disoluta, Semiramis tuvo muchos hijos de quienes no se conocían los padres, tal expediente justificaría su pecado y al mismo tiempo le permitiría satisfacer los deseos de los que, apartándose del culto de Jehová, sin embargo, no hubieran deseado inclinarse ante una divinidad negra. Por una parte según la luz que Egipto ha dado acerca de Babilonia y por otra parte según la forma de las estatuas que existen aún del niño babilónico en los brazos de su madre, tenemos todo tipo de razones para creer que esto fue lo que se hizo entonces.

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En Egipto, el rubio Horus hijo del negro Osiris, que era objeto favorito del culto y que era llevado en los brazos de la diosa Isis, nació milagrosamente, se dice, posteriormente a las relaciones de esta diosa con Osiris después de su muerte 1 y en una nueva encarnación de este dios, para vengar su muerte de sus asesinos. Es maravilloso encontrar tantos países tan alejados uno de otro y tantos millones de miembros de la raza humana hoy que ciertamente no han visto jamás negros y entre los cuales, sin embargo, se adora un dios negro. Pero, entre las naciones civilizadas de la antigüedad, como lo veremos más adelante, Nimrod cayó en el descrédito y fue despojado de su antiguo prestigio, sobre todo por su deformidad, ob deformitatem 2. — Incluso en Babilonia, el niño póstumo, identificado con su padre, y, sin embargo, poseyendo antes bien los rasgos de su madre, se convirtió en el tipo favorito del divino hijo de la señora. 1. Plutarchi Opera, vol. II, p. 366. 2. Palabras del Gradus ad Parnassum acerca de la causa de la caída de Vulcano, en donde se ve la identidad con Nimrod (cap. 7, art. 1).

Este hijo así adorado en los brazos de su madre era considerado como revestido de casi todos los atributos y llamado por casi todos los nombres del Mesías prometido. Lo mismo que Cristo en el hebreo del Antiguo Testamento, es llamado Adonai, el Señor, lo mismo Tammuz era llamado Adón o Adonis, con el nombre de Mitra, era adorado como Mediador 1. Como Mediador y jefe de la alianza de gracia, era llamado Baal-berit, el Señor de la alianza (Jueces VIII, 33). Con este carácter, se lo representa (fig. 24) sobre los monumentos de Persia sentado en el arcoíris, el símbolo bien conocido de la alianza 2. En la India, con el nombre de Vichnú, el Guardián o el Salvador de los hombres, aunque siendo dios, era adorado como el Hombre-Víctima, quien, antes de que el mundo fuese, porque no había otra cosa que ofrecer, se ofreció a sí mismo en sacrificio 3. Los escritos sagrados de los hindúes nos dicen que esta misteriosa ofrenda ante toda la creación es el punto de partida de todos los sacrificios que se han ofrecido desde ese momento 4. ¿Se estará sorprendido al encontrar esta declaración en los libros sagrados de la mitología pagana? Pero desde que el pecado entró al mundo, siempre ha habido sólo un único medio de salvación, es decir, la sangre de la alianza eterna, medio que toda la humanidad conocía, desde los días del piadoso Abel. Cuando Abel, por fe, ofreció a Dios un sacrificio más excelente que el de Caín, su fe se basaba en la sangre del cordero degollado en el plan de Dios desde la fundación del mundo y en que debía ser a la vez voluntariamente inmolado en el calvario, esto hacía toda la excelencia de esta ofrenda. Si Abel conocía la sangre del Cordero ¿por qué no la habrían conocido los hindúes? 1. PLUTARCO, De Iside, vol. II, p. 369. 2. THÉVENOT, Viajes, P. I, cap. VII, p. 514. 3. Col. KENNEDY, Mitol Hindú, p. 221, 247, con la nota. 4. ibid. p. 200, 204, 205. En el ejercicio de sus funciones, como dios de la medicina, Vichnú, se dice, arranca las espinas de los tres mundos. (MOOR, Panteón, p. 12). Las espinas eran símbolo de maldición como se expresa en Génesis III, 18.

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Hay una pequeña palabra que muestra que incluso en Grecia la virtud de la sangre divina había sido conocida antiguamente, aunque esta virtud descrita por los poetas griegos estuviera totalmente oscurecida y degradada. Esta palabra es Ichor. Todos los que han leído a los poetas de la Grecia clásica, saben que Ichor es el término especialmente apropiado para designar la sangre de una divinidad. He aquí lo que dice Homero a este respecto: "Sobre la palma de la mano, fluye el Ichor (la sangre) incorruptible, licor sutil que dejan escapar los dioses bienaventurados 1."

Fig.24

Ahora bien ¿cuál es el sentido de esta palabra Ichor? En griego, no tiene ninguna significación etimológica, pero en caldeo, esta palabra quiere decir: la cosa preciosa. Tal palabra, aplicada a la sangre de una divinidad, sólo podía tener un origen. Lleva en sí misma la prueba de la fuente de la cual salió: viene 1. HOMERO, Iliada, lib. V, v. 339-340.

de la gran tradición de los patriarcas que condujo a Abel a mirar la preciosa sangre de Cristo, el don más precioso que el amor divino haya podido dar a un mundo culpable, y que al mismo tiempo que la sangre de la verdadera y única víctima humana, es además de hecho y en verdad la sangre de Dios (Hechos XX, 28). Incluso en Grecia, aunque la doctrina estaba totalmente corrompida, no estaba totalmente errada. Estaba mezclada con fábulas y con falsedades, oculta en la multitud; y, sin embargo, en el místico sistema secreto ocupaba necesariamente un lugar importante. Servio nos enseña que el gran objetivo de las orgias báquicas era la purificación de las almas. Ahora bien, como en estas orgias se inmolaba regularmente un animal para derramar enseguida su sangre, en recuerdo de la gran divinidad que había esparcido su sangre pura, ¡esta aspersión simbólica de la sangre de la divinidad podía no tener ninguna relación con esta purificación de los pecados que se consideraba que los ritos místicos operaran! Vimos que los sufrimientos del babilonio Zoroastro y de Belo eran expresamente representados como voluntarios y como experimentados en interés de la humanidad y esto, en conformidad 74

con el aplastamiento de la cabeza de la serpiente que implicaba la destrucción del pecado y de la maldición. Si el griego Baco era precisamente otra forma de la divinidad babilónica, sus sufrimientos y la aspersión de la sangre debían haber sido representados como tolerados para el mismo propósito, es decir, la purificación de las almas. Consideremos de este punto de vista el nombre bien conocido de Baco en Grecia. Este nombre era Dionisio o Dioniso. ¿Cuál es su significado? Hasta aquí ha desafiado todas las interpretaciones. Pero examínelo como perteneciente al lenguaje de ese país de donde el dios tuvo su origen y comprenderá fácilmente el significado de éste. D'ion-nuso-s significa el que lleva el pecado 1, nombre enteramente apropiado para el carácter de aquel cuyos sufrimientos eran representados como tan misteriosos, y quien era considerado como el gran purificador de las almas. 1. La expresión (Éxodo XXVIII, 38) en el sentido sacerdotal es nsha eon. En caldeo, la primera letra a se convierte en i (iôn, iniquidad). Y, nsha, llevar, se convierte en nusha en el participio presente, sería nusa porque los griegos no tenían sh. De o Da, es el pronombre demostrativo para este gran o el grande. Dionnusa significa el gran portador de pecados. Los paganos clásicos tenían la misma idea de la imputación del pecado como lo muestra el lenguaje de Osiris respecto de Olenos quien tomó sobre sí una falta injustificada: Quique in se crimen traxit, voluitque videri, Olenos esso nocens. (OVIDIO, Metam, vol. II, p. 486) Bajo el peso del pecado imputado, Olenos sufrió tanto que murió por eso y fue petrificado sobre la santa montaña de Ida, lo que muestra su carácter sagrado. Ver Apéndice, nota F.

Ahora bien, este dios babilónico conocido en Grecia con el nombre de quien lleva el pecado, y en la India con el de Hombre-Víctima, era generalmente invocado, entre los budistas del Oriente, cuyo sistema contiene principios babilónicos indiscutibles, como el "Salvador del mundo 1". — Se ha sabido siempre que los griegos adoraban a veces al Dios supremo con el nombre de Júpiter Salvador; pero se pensaba que este título tenía simplemente relación con la liberación en la batalla o en alguna liberación semejante. Ahora bien, si se considera que Júpiter Salvador sólo era un título de Dionisio 2 el Baco que lleva el pecado, su carácter de Salvador aparece con una luz enteramente diferente. En Egipto, el dios caldeo era un gran objeto de amor y de adoración; era el dios por el cual la bondad y la verdad fueron reveladas a la humanidad 3. Era visto como el heredero predestinado de todas las cosas, y el día de su nacimiento se había oído, se decía, una voz que proclamaba el nacimiento del señor de toda la tierra 4. Con este carácter se lo llamaba el rey de reyes, el señor de señores y era porque representaba a este dios héroe que el famoso Sesostris hizo dar este título a su nombre en los monumentos que erigió para perpetuar el recuerdo de sus victorias 5. No sólo era honrado como el gran rey del mundo, sino que era visto como el señor del mundo invisible y el juez de los muertos, y se decía que, en el mundo de los espíritus, todos debían comparecer ante su tribunal para experimentar la suerte que le era destinada 6. 1. 2. 3. 4. 5. 6.

MAHAWANSO, XXXI, apud POCOCKE, La India en Grecia, p. 185. ATENEO, lib. XV, p. 675. WILKINSON, Los Egipcios, vol. IV, p. 189. ibid. p. 310. RUSSSELL, Egipto, p. 99. WILKINSON, Los Egipcios, vol. IV, p. 310, 314.

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Como el verdadero Mesías era anunciado con el título de "el hombre cuyo nombre era la rama" y era célebre no sólo como la rama de Cus, sino como la rama de Dios dada libremente a la tierra para la cura de todas las enfermedades a las que nuestra carne está sujeta 1. En Babilonia lo adoraban con el nombre de El-Bar, o Dios el hijo. Es con aquel nombre que lo muestra Beroso, el historiador caldeo, como el segundo de la lista de los soberanos de Babilonia 2. Layard lo descubrió con este nombre en las esculturas de Nínive, con el signo que indica El o Dios, ubicado ante el nombre Bar el Hijo, en forma de prefijo 3. Además, con el mismo nombre, Sir H. Rawlinson lo encontró inmediatamente seguido de los nombres Beltis y Bar el brillante 4. 1. Es el sentido esotérico del Ramillete de oro de Virgilio, y del ramo de muérdago de los druidas. Es preciso buscar la prueba de esto en "el Apocalipsis del pasado". De paso, yo puedo, sin embargo, hacer notar la difusión enorme del culto del ramillete sagrado. No sólo los negros de África, en el culto del Fetiche, en ciertas ocasiones, hacen uso del ramillete sagrado (HURD, Ritos y Ceremonias, p. 375), pero incluso en la India hay vestigios de la misma costumbre. Mi hermano, S. Hislop, misionero de la Iglesia libre en Nagpur, me escribió que el Rajá de Nagpur tenía la costumbre todos los años en un día determinado, ir, con gran pompa, a adorar el ramillete de un tipo de árbol particular llamado Apta, que había sido plantado para la circunstancia y que, después de haber recibido los honores divinos, era desojado, y sus hojas distribuidas a los nobles por el príncipe del país. Se vendía en las calles de la ciudad de los ramilletes innumerables de árbol de la misma especie, y las hojas eran ofrecidas a los amigos con el nombre de Sona u oro. 2. BEROSO apud BUNSEN, Egipto, vol. I, p. 270, nota 5. El nombre El-Bar fue citado anteriormente en su forma hebraica, como es más familiar al lector habitual de la Biblia. La forma caldea del nombre es Ala-Bar, que en el griego de Beroso es Ala-Par, con la terminación ordinaria en griego os. El cambio de Bar o Par, se apoya en el mismo principio que el de Ah, padre, en Appa y de Bard, el moteado, en Pardos. — Este nombre Ala-Bar fue sin duda dado por Beroso a Ninyas como el hijo legítimo y el sucesor de Nimrod. Lo que prueba que Ala Paros realmente debía designar al soberano de quien hablamos, como Hijo de Dios o Dios el Hijo, es otra forma griega del mismo nombre (p. 712. BUNSEN, notas). Este nombre es Alasparos. Ahora bien, Pirísforo, aplicado a Baco, quiere decir Ignígena o la simiente del fuego y Alasparos, la simiente de Dios, es precisamente una expresión semejante formada de la misma manera, el nombre estaba helenizado. Se sabe que el griego ζπεηπω viene de la palabra hebrea Zero; ambas significan sembrar. ζπεηπω está formada como sigue: el participio activo de Zero es Zuro, que, empleado como verbo, se convierte en Zwero, Zvero y Spero. Alasparos significa pues naturalmente: la simiente de Dios, simple variación de Ala-Paros, Dios el Hijo. 3. Nínive y Babilonia, p. 629. 4. VAUX, Nínive, p. 451.

Se lo adoraba en Egipto con el nombre de Bar en las épocas más lejanas, aunque en tiempos más recientes el dios Bar habría sido destronado en el Panteón popular para hacer lugar a otra divinidad más popular aún 1. En la Roma pagana misma, así que lo declara Ovidio, se lo adoraba con el nombre del Niño eterno 2. Es así que un simple mortal fue audazmente y abiertamente exaltado en Babilonia en oposición al Hijo del Dios bendito eternamente. 1. BUNSEN, vol. I, p. 426. Aunque Bunsen no menciona la degradación del dios Bar, sin embargo al transformarlo en Pitón, indica esta degradación. Ver EPÍFANIO, Adv. Hœreses, lib. III, tomo II, vol. 1, p. 1093.

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2. Para comprender el verdadero sentido de la expresión anterior, es preciso recordar una forma notable de juramento empleada entre los romanos. En Roma, la forma más sagrada del juramento según AULO GELIO, I, 21, p. 192: Per Jovem lapidem (Por Júpiter la piedra). Es un absurdo de la manera que se presenta. Pero traduzca "lapidem" a la lengua sagrada que es el caldeo y tiene: por Júpiter el Hijo o por el hijo de Júpiter. Ben, en hebreo, hijo, en caldeo es Eben, que significa además piedra, (exi-eben-eger). Ahora bien, las personas versadas en la antigüedad (como WILKINSON, Egipto., vol. IV, p. 186) admiten que el Jovis de los romanos no es más que una forma del hebreo Jehová; es obvio que, al principio, este juramento era: "¡Por el hijo de Jehová!" Esto explica cuán solemne era el juramento hecho de esta forma; esto muestra además lo que se quería decir cuando se llamaba a Baco hijo de Júpiter "el Niño eterno". - (OVIDIO, Metamorfosis, lib. IV, 17, 18.)

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Artículo 3 La Madre del Niño Tomando, primero, su gloria del carácter divino atribuido al hijo que sostenía en brazos, a continuación, la madre eclipsó al hijo. En su origen, según toda verosimilitud, no había motivo para divinizar a la madre. Había una promesa formal que muy naturalmente condujo a la humanidad a esperar que un día el hijo de Dios, por una admirable condescendencia, apareciera en este mundo como hijo del hombre. Pero no hay ninguna promesa incluso una probable promesa hecha para inspirar la creencia de que una mujer fuere investida de atributos para elevarla al rango de la divinidad. Es totalmente inverosímil que el día en que, por primera vez, la madre fue representada con el niño en brazos, se haya tenido la intención de otorgarle honores divinos. Sin duda, ella servía sobre todo de pedestal para sostener a su divino hijo y proponerlo así a la adoración de la humanidad; para ella era ya demasiada gloria, la única entre todas las hijas de Eva, por haber dado a luz al renuevo prometido, la única esperanza del mundo. Obviamente, el propósito era éste. Pero todas las idolatrías, ya se sabe, se basan en este principio, es necesario que lo que se dirija a los sentidos produzca la más poderosa impresión. Ahora bien, el hijo mismo en su nueva encarnación, cuando se creía que Nimrod había reaparecido en una forma más bella, se representaba simplemente como un niño sin ningún brillo particular; mientras que la madre que lo cargaba en brazos era, en cambio, representada con todo el arte de la pintura y de la escultura y con esta belleza que en realidad era su mejor privilegio. Semiramis, se dice, era tan bella que un día apaciguó a sus súbditos rebeldes mostrándose súbitamente a ellos; se cuenta que, en recuerdo de la excitada admiración de su espíritu por esta aparición, le levantaron en Babilonia una estatua, que representaba a la reina en la actitud en la que les había fascinado tanto 1. Esta reina no sólo era análoga por sus encantos a la Afrodita de Grecia y a la Venus de Roma, sino era, en realidad, el original histórico de esta diosa que la antigüedad consideraba como la personificación misma de todo lo que la mujer tiene de seductora y como la perfección de la belleza femenina. Sanconiaton nos afirma, en efecto, que Afrodita o Venus era idéntica a Astarté 2 y el nombre de Astarté significa 3: "la mujer que hace torres o muros de protección," es decir, Semiramis. — La Venus romana, ya se sabe, era la Venus de Chipre y se puede demostrar, con la historia en la mano, que la Venus de Chipre viene de Babilonia (ver cap. 4, art. 3). Ahora bien, sucedió lo que se podía prever en tal circunstancia. Si el hijo tenía derechos a la adoración, la madre tenía mayor ventaja. Ella se transformó entonces en el objeto favorito de culto 4. — Para justificar este culto, la madre fue divinizada así como su hijo y se la vio como destinada a acabar con aplastar la cabeza de la serpiente; ya que era fácil si es preciso encontrar numerosas y plausibles razones para demostrar que Nino o Nimrod, el gran hijo, no había hecho en su vida mortal más que comenzar este trabajo. 1. VALERIO MÁXIMO, lib. 9, cap. 3, f. 193, p. 2. Valerio Máximo nada dice de la estatua de Semiramis con el niño en brazos; pero fue deificada como Klira cuyo carácter distintivo era el de diosa madre; además tenemos la prueba de que la simiente de la mujer o Zoroasto se remonta a tiempos más lejanos, es decir, a su propia época (CLÉRICO, De Chaldœis, lib. I, tomo II, cap, III, secc. I, p. 199). Luego en un culto de las imágenes en esta época, Esta

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simiente debe haber ocupado un lugar importante. Como en el mundo entero, la madre y el niño aparecen y se encuentran sobre los primeros monumentos egipcios, este culto debe tener sus raíces en los tiempos más remotos. Y si la madre sólo era representada en forma tan seductora, podemos estar ciertos que la misma belleza la caracterizaba con su hijo en brazos. 2. SANCONIATON, p. 25. 3. De Asht-trt. Ver Apéndice, nota J. 4. HERÓDOTO, lib. I, cap. 199, acerca de la manera por la cual ella pedía ser propicia, nos muestra la extraordinaria, digamos mejor, la desenfrenada, devoción para esta diosa. Que un pueblo entero haya adoptado la costumbre descrita por el historiador, esto muestra la influencia maravillosa de su culto. Nono la describe: "la esperanza del mundo entero" Ελπηδ ολου Κοζμοηο (Dionusiaca, lib. XLI, en BRYANT, vol. III, p. 226). Esta misma diosa venerada en Éfeso era caracterizada por Demetrio el orfebre: "la diosa adorada en Asia y en el mundo entero" (Hechos XIX, 27). La devoción que rodeaba a esta diosa era tan grande entre los babilonios como en el mundo antiguo, que la fama de las hazañas de Semiramis eclipsa, desde un punto de vista histórico, las hazañas de su marido, Nino o Nimrod. Para la identidad de Rea o Cibeles y Venus, ver Apéndice, nota G.

La iglesia de Roma supone que no había tal la posteridad de la mujer sino que era la mujer misma la que debía herir la cabeza de la serpiente. Violando toda regla gramatical, traduce así la palabra divina: "Ella te herirá la cabeza, y tú le herirás el calcañar." — Esta creencia era compartida por los antiguos babilonios y representada simbólicamente en sus templos. En el piso superior de la torre de Babel o templo de Belo, había, nos dice Diodoro de Sicilia, tres imágenes de las grandes divinidades de Babilonia; una de ellas era una mujer que sostenía la cabeza de una serpiente 1. — Entre los griegos se encontraba el mismo símbolo. Diana, que tenía en su origen el mismo carácter de la gran diosa de Babilonia, era representada sosteniendo en la mano una serpiente sin cabeza 2. Con el tiempo y a medida que los rasgos de la historia de Semiramis se volvían más oscuros, se declaró audazmente que el nacimiento de su hijo era milagroso; por eso fue llamada "Aima Mater 3", la Virgen Madre. 1. DIODORO, Biblioteca, lib. II. p. 70 y fig. 23. p. 88, la diosa egipcia, que atravesó la cabeza de una serpiente como Horus. 2. Ver SMITH, Diccionario clásico, p. 320. 3. Aima es el término hebreo empleado por Isaías en el antiguo Testamento para anunciar, 700 años antes del hecho, que el Cristo nacería de una virgen. La expresión hebraica Aima (en un sentido hebreo y no romano) vino hasta Roma a través de Etruria, en estrecha relación con Asiria (LAYARD, Nínive y Babilonia, p. 190). La misma palabra mater viene del hebreo y deriva de Msh, producir, en egipcio Ms, poner a la luz (BUNSEN, vol. I, p. 540). Lo que en caldeo se convierte en Mt, de aquí el egipcio Maut, madre. El sufijo Erh o Er, como en inglés (o en sánscrito) así como en español el sufijo Ero significa "el que hace". Mater o Madre significa "la que trae al mundo". No se puede hacer la objeción de que se da a menudo el epíteto Aima a Venus, que no era una virgen ciertamente. Según el testimonio ocular de Agustín, los ritos de Vesta, llamada enfáticamente la diosa virgen de Roma, con el nombre de Terra, exactamente eran los de Venus, diosa de la impureza y de la licencia (Ag. De Civitate Dei, lib. II, cap. 26). Agustín dice además que Vesta era llamada por algunos "Venus" (ibid. lib. IV, cap. 10). Incluso en la mitología escandinava fue conocida originalmente por este pueblo como Aima Mater o la Virgen Madre. Uno de sus dioses se llamaba Heimdal; sus sentidos estaban tan desarrollados que podía oír mover la hierba en el suelo o la lana en el lomo de las ovejas. Cuando hacía sonar la trompeta, se la oía en todos los países; se lo llamaba: "el hijo de las nueve Vírgenes" (MALLET, p. 95). Ahora bien, obviamente hay ahí un enigma explicable volviendo al lenguaje primitivo de la religión de Odín. En caldeo, el hijo de las nueve vírgenes se dice Ben-Almet-Teshaah de pronunciación idéntica a Ben-Almet-Ishaa, "El hijo de la Virgen de 79

la Salvación". Este hijo era conocido en todas partes como la simiente que salva, Zerahosha, (en zendo, çra-osha) y su madre virgen pretendía ser la virgen de la salvación. Incluso, en los cielos, la Providencia divina forzó a sus enemigos a escribir un testimonio de la gran verdad escritural proclamada por el profeta hebreo, es decir, "que una virgen daría a luz un hijo cuyo nombre sería Emmanuel". La constelación de la virgen, como lo admiten los astrónomos más eruditos, estaba dedicada a Ceres, (Dr. John HILL, en Urania, M. A. JAMESON, Atlas Celestial; ver LANDSEER, Investigaciones Sabeas, p. 201), es decir, la gran diosa de Babilonia: Ceres, en efecto, era adorada con un niño en su seno (SÓFOCLES, Antígona) como la diosa babilónica. La virgen, primitivamente la Venus asiria, madre de Baco o Tammuz era la virgen madre. La profecía de Isaías fue llevada a Babilonia por los judíos exilados, de aquí el nuevo título dado a la diosa Babilónica.

Mucho antes de la era cristiana, se sabía que el gran Liberador nacería milagrosamente. Unos durante siglos, otros dijeron durante miles de años, los sacerdotes budistas tenían una tradición según la cual una Virgen daría a luz un hijo que bendeciría al mundo 1. Esta tradición no tenía ningún origen romano o cristiano; lo que prueba esto es la sorpresa que experimentaron y que manifestaron los misioneros jesuitas cuando, por primera vez, entraron al Tíbet y a la China, y encontraron allí no sólo una madre y un niño adorados como en su propia patria, sino además esta madre adorada con un carácter del todo semejante al de su propia señora, "Virgo Deipara", la Virgen madre de Dios 2, y esto, en regiones donde no había el mínimo indicio que revelara que el nombre o la historia de nuestro Señor Jesucristo fuera conocido 3. La antigua promesa de que "la descendencia de la mujer aplastará la cabeza de la serpiente", sugirió naturalmente la idea de un nacimiento milagroso. 1. Investigaciones Asiáticas, vol. X, p. 27. 2. Ver Sir J. F. DAVIS, La China, vol. II, p. 58, y LAFITAN: los relatos hechos por los misioneros del papa muestran que los libros sagrado de los chinos hablan no sólo de una madre santa, sino de una virgen madre (vol. I, p. 235, Notas). Ver también SALVERTÉ, Ciencias ocultas, Apéndice, nota A, secc. 12. El lector puede encontrar otros testimonios que tienden al mismo objetivo en PRESCOTT, Conquista de México, vol. I, p. 53, 54, notas. Ver finalmente para más luz sobre este tema, Apéndice, nota H. 3. PARSON, Jafet, p. 205-206.

La sacerdotisa y la presunción natural del hombre trabajaron en anticipar el cumplimiento de esta promesa, y la reina de Babilonia parece ser la primera en recibir este honor. Se le prodigaba los títulos más elevados. Se la llamaba la reina de los cielos (Jeremías XLIV, 17-19, 25) 1. — En Egipto, era llamada Hator, es decir, la morada de Dios 2, lo que significa que en ella habitaba toda la plenitud de la deidad. Para designar a la gran madre diosa, en un sentido panteísta siendo a la vez la todopoderosa e infinita y la virgen madre, esta inscripción estaba grabada en uno de sus templos en Egipto: "Yo soy todo lo que fue, que es y que será. Ningún mortal ha quitado mi velo. El fruto que di a luz es el sol 3." — En Grecia tenía el nombre de Hestia y entre los romanos, Vesta, que sólo es una modificación del mismo nombre y este nombre aunque comúnmente se entendía de otra manera, significaba en realidad: la habitación 4. 1. Cuando se llamó Ashta, la mujer, "la reina de los cielos", este nombre de mujer se convirtió en el más grande título de honor. Es lo que explica que entre los antiguos pueblos del Oriente, se dirigieran a las reinas y a los grandes personajes dándoles el nombre de

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mujer. En inglés, no es un título halagüeño, pero en otro tiempo se le daba en Inglaterra de la misma manera que en Oriente; la palabra inglesa "queen" viene en efecto de "Cwino", que en antiguo godo quiere decir "una mujer". 2. BUNSEN, vol. I, p. 401. 3. ibid. vol. I, p. 386-387. 4. Hestia, en griego, quiere decir casa o habitación. Se piensa que esto es el sentido secundario de esta palabra; su sentido propio sería "fuego". Pero las citas acerca de Hestia muestran que el nombre viene de Hes o Hese, cubrir, abrigar y es precisamente la idea de una casa: abrigar contra los rigores de la temperatura. El verbo Hes significa también proteger, mostrarse misericordioso; de ahí viene obviamente el carácter de Hestia, protectora de los suplicantes (ver SMITH). Si hacemos derivar Hestia de Hes, cubrir o abrigar comprenderemos fácilmente el pasaje siguiente de SMITH: "Hestia era la diosa de la vida doméstica y la donante de toda la felicidad de familia; en esta calidad habitaba, se dice, en la parte más recóndita de cada casa y ella había inventado el arte de construir casas". Si se supone que el fuego era la primera idea de Hestia, ¿cómo se consideró al fuego el constructor de casas? Pero si se toma Hestia en el sentido de habitación o morada, es fácil ver cómo Hestia llega a ser identificada con el fuego. La diosa, vista como la habitación de Dios, era conocida con el nombre de Ashta, la mujer, mientras que Ashta significaba además fuego, así Hestia o Vesta, a medida del desarrollo del sistema babilónico, llega a ser considerada el fuego o la diosa del fuego. Para el hecho de considerar a la Diosa Madre como habitación, ver Apéndice, Nota I.

He aquí cómo se invoca en los Himnos Órficos, Hestia o Vesta, morada de la Divinidad: Hija venerable de Saturno, ¡Que habitas en la flama eterna! Es en ti que los dioses han fijado su morada, Sólido fundamento de la raza mortal 1. Aun cuando Vesta es identificada con el fuego, este mismo carácter de Vesta, la habitación, aparece aún más claro. Filolao, hablando de un fuego en el centro de la tierra, lo llama "la Vesta del universo, la casa de Júpiter, la madre de los dioses 2". — En Babilonia, el título de diosa madre en calidad de morada de Dios, era Sacca 3, o en la forma enfática, Sacta, es decir el tabernáculo. — Hoy las grandes diosas de la India, teniendo todo el poder del Dios al que representan, son llamadas con este nombre "Sacti" o "el Tabernáculo 4". – Ahora bien, como ella es el tabernáculo o el templo de Dios, todo poder, toda gracia, toda bondad se hallaba en ella. Ella personificaba toda cualidad de dulzura y de clemencia; y cuando la muerte hubo terminado su carrera, mientras se la consideraba divinizada y transformada en palomo 5 para señalar 1. TAYLOR, Himnos Órficos, Himno a Vesta, p. 175. Aunque aquí Vesta es llamada "hija de Saturno", es además identificada en todos los Panteones con Cibeles o Rea la mujer de Saturno. 2. TAYLOR, Notas de los Himnos Órficos, p. 156. 3. Para más luz sobre el tema del culto de Sacca en Babilonia, con este mismo carácter de Anaitis, de otro modo dice Venus, ver CHESNEY, Expedición sobre el Éufrates, vol. I, p. 381. 4. KENNEDY y MOON, passim. Hay un sinónimo de Sacca, "tabernáculo", esta palabra es "Ahel" que, con los puntos, se convierte en Ohel. De la primera forma de la palabra pareció derivar el nombre de la mujer del dios Buda, "Ahalya", según KENNEDY (p. 246-256) y según Moor, El Panteón, Ahilya (p. 264). De la segunda forma de la palabra, parece, viene el nombre de la mujer del patriarca de los peruanos "Mana Oello". - (PRESCOTT, El Perú, 81

vol. I, p. 7-8). Mana era el término empleado por los peruanos en el sentido oriental; Oëllo, según toda apariencia, era empleado en el mismo sentido. 5. DIODORO DE SICILIA, lib. II, p. 76. Para confirmar este punto, hay que recordar el título de una de las fábulas de OVIDIO, Metamorfosis, IV: Semiramis in columbam, Semiramis transformada en palomo.

la celestial dulzura de su naturaleza, fue llamada con el nombre de "D' Iune" 1 o la paloma o sin artículo Juno: era el nombre de la reina de los cielos en Roma, lo que tenía el mismo significado. Los babilonios la adoraban en la forma de paloma como también en su forma común. La paloma, símbolo de la reina divinizada, es comúnmente representada con una rama de olivo que tiene en su pico (fig. 25); con su forma luminosa, ella lleva en la mano la misma rama 2; y es por esto sin duda que ella ha obtenido su nombre, porque Z'emirramit quiere decir la que lleva la rama 3. Esta manera de representar así la diosa hace sin ninguna duda alusión a la historia del diluvio; pero este símbolo recuerda aún otra cosa. Una rama, como ya lo mostramos, era el símbolo del hijo divinizado y al representar a la madre en forma de paloma, ¿qué se quería, sino identificarla con el Espíritu de toda gracia, que se movía como una paloma sobre la faz del abismo durante la creación?

Fig. 25 La rama que sostiene Cibeles es sólo una rama de protocolo; pero en la figura de Layard es claramente una rama de olivo. 1. Dione, nombre de la madre de Venus, a menudo aplicado a Venus misma, es obviamente el mismo nombre para Iune. El nombre Dione, con el sentido de Venus, está claramente dado por Ovidio a la diosa babilónica. Fastos, lib. II, 461-464, vol. III, p. 113. 2. LAYARD, Nínive y Babilonia, p. 250. 3. De Ze, el o este; emir, rama; y amit, que lleva, en femenino. — HESIQUIO, sub voce, dice que Semiramis es el nombre de un palomo salvaje. La explicación anterior de sentido primitivo, del nombre de Semiramis, en relación al palomo salvaje, (un palomo doméstico no hubiera servido para el ejemplo) puede justificarse, porque era dado por los griegos a todo tipo de palomo salvaje.

En las esculturas de Nínive, en efecto, ya lo vimos, las alas y la cola de la paloma representaban a la 3a persona de la Trinidad asiria. Para confirmar este punto, notemos que la Juno asiria o la Virgen Venus, como se la llamaba, era identificada con el aire. "Los asirios y algunos africanos, dice Julio Fírmico, dan al aire la supremacía sobre los elementos, ya que han consagrado este mismo elemento con el nombre de Juno o de la Virgen Venus 1." ¿Por qué se identificaba el aire con Juno de esta manera, cuyo símbolo era el de la 3a persona de la Trinidad asiria? ¡Ya que, en caldeo, la misma palabra significa tanto aire como Espíritu Santo! Es lo que confirma un pasaje de Proclo, según 82

el cual "Juno produjo la generación de las almas 2". — ¿De dónde podría venir el alma y el espíritu del hombre, sino del Espíritu de Dios? Lo que hace resaltar aún más este carácter de Juno como encarnación del Espíritu de Dios, la fuente de la vida, y además como diosa del aire es esta invocación que se le hace en los Himnos Órficos: Oh real Juno, al aire majestuoso, en la forma aérea Y divina, reina bendita de Júpiter, que dominas En el aire azulado, la raza humana es tu preocupación constante. Eres tú únicamente quien sopla la brisa refrescante, Quien sustenta la vida y que toda vida anhela. Madre de las lluvias y de los vientos, Sólo tú produces todo, es de ti que viene la vida mortal, Todos los seres manifiestan tu naturaleza divina, Sólo tú tienes el poder universal. De ti, el mar tumultuoso, las tempestades ruidosas, los ríos bramantes 3. 1. FÍRMICO, De Errore, cap. 4, p. 9. 2. PROCLO, lib. VI, cap. 22, vol. II, p. 76. 3. Los clásicos afirman que Juno era identificada con el aire. Proclo dice también: Nuestra soberana y ama Juno reina en todas partes. Desde lo alto de los cielos, ella penetra a todas las cosas: en la región sublunar el aire le pertenece, porque aire es el símbolo; por eso, el alma se llama espíritu, πνευμα (PROCLO, ibid).

De esta forma, la reina divinizada, considerada en todos los aspectos como una verdadera mujer, era adorada al mismo tiempo como la encarnación del Espíritu Santo, el Espíritu de paz y de amor. Había en el templo de Hiérapolis en Siria una magnífica estatua de la diosa Juno que la multitud iba a adorar de todas partes. La estatua de la diosa estaba ricamente adornada, en su cabeza había una paloma dorada y se la llamaba con un nombre particular en este país "Semeion". — ¿Qué quiere decir esta palabra? significa obviamente la habitación 1; y la paloma dorada muestra claramente que se consideraba al Espíritu de Dios que moraba en esta diosa. ¡Hay que extrañarse que ella fuera adorada en todas partes con tanto entusiasmo, ya que se le atribuía una tan alta dignidad, se le daba un carácter tan seductor y sobre todo sus imágenes la presentaban a las miradas humanas como Venus Urania, la celeste Venus reina de la belleza, que aseguraba la salvación a sus adoradores, permitiéndoles dar rienda suelta a sus bajas pasiones y a sus apetitos sensuales y depravados! Con el nombre de "madre de los dioses", la diosa reina de Babilonia se convirtió en un objeto de adoración casi universal. "La madre de los dioses, nos dice Clérico, era adorada por los persas, los sirios y todos los reyes de Europa y de Asia, con los signos de la más profunda veneración." Tácito dice que esta diosa era adorada en medio de Germania, y César reconoció, al invadir Gran Bretaña, que los sacerdotes de esta misma diosa, conocidos con el nombre de druidas, y habían venido antes que él 2. 1. De Ze, este o el grande, y Maaon o Maion, morada, y en dialecto jónico, Meion. 2. CÉSAR, De Bello Galico, lib. cap. 13, p. 124. Druida parece venir de manera errónea del griego Drus o del celta Deru, roble. El sistema druídico era semejante al sistema babilónico: Según Dionisio, los ritos de Baco eran celebrados en las islas Británicas (Periergesis, v.

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565) y Estrabón cita a Artemidoro quien señala una isla cerca de la Bretaña donde el culto de Ceres y Proserpina se parecía a las orgias de Samotracia (lib. IV, p. 190). Según el druida Ceridwen y su hijo (cap. 4, art. 3) existía una analogía entre su carácter y el de la diosa madre de Babilonia. El nombre galo Dryw, concuerda con este sistema. Zero, nombre en hebreo o caldeo primitivo del hijo de la gran diosa se convierte en Dero, la simiente. Su sacerdote fue llamado, como a menudo es el caso, según el dios: "Druid", sacerdote de "Dero", la simiente prometida a la mujer. Las hamadríades clásicas, sacerdotisas de "Hamed-dero", representaban a la simiente deseada o el anhelo de todas las naciones.

Heródoto, según informaciones particulares, declara que en Egipto esta reina de los cielos era la más grande de las divinidades y la que se adoraba más 1. — En todas partes donde su culto fue introducido, ejerció una verdaderamente inaudita fascinación. En verdad tienen que "haber enloquecido" las naciones por el vino de su fornicación. En particular, los judíos fueron de tal manera embriagados por su bebida en los días de Jeremías, de tal manera embrujados por su culto idólatra, que incluso después de la ruina de Jerusalén, cuando el país incluso fue asolado por causa de esta idolatría, no pudieron decidirse a abandonarla. Durante su exilio en Egipto, en lugar de ser testigos de Dios contra el paganismo que los rodeaba, también estaban apasionados por esta forma de idolatría de los egipcios mismos. Jeremías fue enviado de Dios para anunciar su cólera si continuaban adorando a la reina de los cielos, pero sus advertencias fueron inútiles: "Entonces todos los que sabían que sus mujeres habían ofrecido incienso a dioses ajenos, y todas las mujeres que estaban presentes, una gran concurrencia, y todo el pueblo que habitaba en tierra de Egipto, en Patros, respondieron a Jeremías, diciendo: La palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, no la oiremos de ti; sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, y tuvimos abundancia de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno." (Jeremías XLIV, 15-17). — Así que los judíos, el pueblo particular de Dios, rivalizaba con los egipcios en sus devociones a la reina del cielo. 1. HERÓDOTO, Historias, lib. II, cap. 66, p. 177. D.

El culto de la diosa madre con el niño en sus brazos floreció en Egipto hasta la aparición del cristianismo. Si el Evangelio hubiera llegado a poder de la masa del pueblo, hubiera acabado con el culto de esa diosa. En la gran mayoría sólo penetró nominalmente. Así que, lejos de ser dejada de lado, la diosa babilónica, en muchos casos sólo hizo cambiar de nombre. Fue llamada la virgen María y fue adorada con su hijo por los que profesaban el cristianismo, con los mismos sentimientos idólatras como lo era antes por los paganos declarados. Así, en 325 D.C. cuando el concilio de Nicea dudó en condenar la herejía de Ario, que negaba la divinidad de Jesús Cristo, esta doctrina fue muy condenada, pero esto no fue sin la ayuda de hombres que indicaban claramente su deseo de colocar la criatura en el rango del Creador, la virgen Madre al lado de su hijo. En el concilio de Nicea, dice el autor de "Nimrod", el partido de los "melquitas", es decir, afirmaban los representantes de la supuesta cristiandad de Egipto, "que hay tres personas en la Trinidad, el Padre, la Virgen María y el Mesías su hijo

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1". — Citando este hecho increíble emitido en el Concilio de Nicea, el padre Newman habla con triunfo de estas discusiones, que según él, tendían a la exaltación de María: "Así que dice que la controversia ha planteado una cuestión que no está resuelta. Ha abierto nuevos horizontes, si se puede hablar así, en los reinos de la luz, cuyos habitantes la iglesia aún no ha designado. De esta marera había una maravilla en los cielos; un trono mucho más arriba de las potestades creadas, intermedia-rio, intercesor, un título modelo, una corona brillante como la estrella de la mañana, una gloria salida del trono eterno, con vestidos puros como el cielo y ante todo un cetro. 1. Nimrod, III, p. 329 en el Diario trimestral de la Profecía, jul. 1852, p. 244.

Y ¿cuál era el heredero predestinado a tanta majestad? ¿Quién era esta sabiduría y cuál era su nombre, el nombre de la madre del amor puro, del temor, de la santa esperanza, exaltada como una palmera de Engadi o un rosal de Jericó, creada desde el comienzo del mundo en los consejos de Dios y que tenía su poder en Jerusalén? La visión se encuentra en el Apocalipsis: es la mujer vestida del sol, que tiene la luna en sus pies y sobre la cabeza una corona de doce estrellas 1." "Los seguidores de María, añade, no se apartan de la verdadera fe, a menos que los blasfemos de su hijo no estén en la verdad. La iglesia de Roma es tan idólatra, como el arrianismo es antiortodoxo 2." ¡Sencillamente esto es la poesía del blasfemo! –Ahí hay un argumento; pero ¿cuál es el valor de esto? Helo aquí: si se admite que el Cristo sea verdaderamente Dios y que amerita honores divinos: entonces, su madre que le dio su humanidad debe recibirlos también; debe ser elevada muy por encima de todas las criaturas y adorada como partícipe de la Divinidad. La divinidad del Cristo subsiste o desaparece con la de su madre. — Tal es el papado en el siglo XIX; ¡qué dije! Tal es el papado en Inglaterra. Ya se sabía que el papado en el extranjero era audaz, desvergonzado en sus blasfemias, que en Lisboa se podía ver a la entrada de una iglesia en la cual estaba grabada esta inscripción: "A la diosa Virgen de Loreto, italianos devotos a su divinidad consagraron esta iglesia 3." — ¿Pero jamás se había escuchado tal lenguaje en la Gran Bretaña? Y sin embargo, es la copia exacta de la doctrina de la antigua Babilonia respecto de la gran diosa. La señora de Roma es pues exactamente la señora de Babilonia. La reina del cielo en uno de estos sistemas es la misma reina del cielo en el otro. 1. NEWMAN, Desarrollo, p. 405-406. El lector inteligente verá en seguida que es absurdo aplicar esta visión de la mujer del Apocalipsis con la virgen María. Juan declara expresamente que lo que vio era una señal o un símbolo, "semeion". Si la mujer aquí es una mujer literal, la mujer que se sienta sobre las siete colinas debe ser la misma. La mujer en ambos casos es un símbolo. La mujer sobre las siete colinas es el símbolo de la falsa iglesia, la mujer vestida de sol es el símbolo de la verdadera iglesia — la novia, la esposa del Cordero. 2. ídem 3. Diario del profesor GIBSON, en El Protestante Escocés, vol. I, p. 464.

La diosa adorada en Babilonia y en Egipto como el Tabernáculo o la morada de Dios, es idéntica a la que Roma, con el nombre de María, llama "la casa consagrada a Dios, la misteriosa permanencia 1, la morada de Dios 2, el Tabernáculo del Espíritu Santo 3, el templo de la Trinidad 4". — Se tratará 85

quizás de justificar este lenguaje al decir que la Escritura hace de cada fiel un templo del Espíritu Santo, y que no puede haber entonces nada malo al hablar de la virgen María, quien era sin discusión una santa, con este nombre u otro análogo. Es cierto que Pablo dice: "¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?" (I Cor. III, 16) No es sólo una verdad, sino es una gran verdad, una verdad bendita; una verdad que aumenta todas las alegrías, y quita a las preocupaciones su aguijón, cuando el verdadero cristiano hace más o menos la experiencia de estas palabras del mismo apóstol (II Cor. VI, 16): "Vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo." — Además hay que admitir, y lo hacemos muy gustosos, que este lenguaje implica la habitación de todas las personas de la gloriosa Divinidad, porque el Señor Jesús dijo, "El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él" (Juan XIV, 23). Pero al admitir todo esto, se reconocerá, después de examinar, que las ideas romanas y las ideas escriturales expresadas por estas palabras, aunque semejantes en apariencia, son esencialmente diferentes. Cuando se dice que el creyente es el templo de Dios o el templo del Espíritu Santo, esto significa que "por fe Cristo habite en vuestros corazones" (Efe. III, 17). 1. Manual de oro en El Protestante Escocés, vol. II, p. 271. La palabra que aquí se emplea para "habitación" es en el latín de esta obra una palabra puramente caldea "Zabulo" y viene del mismo verbo que Zebulun (Gén. XXX, 20); es el nombre dado por Lea a su hijo, cuando ella dijo "Ahora mora conmigo mi marido". 2. Pancarpium Mariœ, p. 141. 3. Jardín del alma, p. 488. 4. Manual de oro en El Protestante Escosés, vol. II, p. 272.

Pero cuando Roma dice que María es el Templo o el Tabernáculo de Dios, esto quiere decir, en el verdadero sentido pagano de esta palabra, que la unión entre ella y la Divinidad es análoga a la unión hipostática entre la naturaleza humana y la naturaleza divinade Cristo. El "tabernáculo de Dios" es la naturaleza humana de Cristo, es decir que la naturaleza divina ha ocultado su gloria tomando nuestra naturaleza, de tal manera que podemos aproximarnos sin temor al Dios Santo. Juan hace alusión a esta gloriosa verdad, cuando dice: Y el Verbo fue hecho carne, y habitó, (literalmente: estableció su tabernáculo) entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad (Juan I, 14). — Es en este sentido que Cristo, el hombre Dios, es el único "tabernáculo de Dios". Ahora bien, precisamente, en este sentido, Roma llama a María el "tabernáculo de Dios" o el del "Espíritu Santo". He aquí cómo habla el autor de una obra papista dedicada a la exaltación de la Virgen y donde otorga a María todos los títulos y las prerrogativas de Cristo: "He aquí, el tabernáculo de Dios, la morada de Dios, la habitación, la citada de Dios es con los hombres, en los hombres y para los hombres, para su bendición, su exaltación y su glorificación eterna ¡Está muy claro que esto es cierto para la iglesia santa, y cierto también para el muy santo sacramento del cuerpo de Nuestro Señor! ¿Es cierto para cada uno de nosotros, si por lo menos somos cristianos? Sin ninguna duda; pero hemos de contemplar este misterio como si existiera de una manera especial en la muy santa madre de Nuestro Señor 1." — Luego el autor, después de haberse esforzado en mostrar que 86

"María es, con razón, considerada como el tabernáculo de Dios entre los hombres" y esto en un sentido muy particular, en un sentido diferente de aquel en el cual todos los cristianos son el templo de Dios, continúa así haciendo alusión formal a María en este carácter de tabernáculo: "¡Es verdaderamente un gran favor, es un singular privilegio que el tabernáculo de Dios esté con los hombres y que los hombres puedan venir con toda seguridad cerca de Dios hecho hombre 2!" 1. Pancarpium Mariœ o Marianium, p. 141-142. 2. ibid, p. 142.

Toda la gloria mediadora de Cristo como Dios, en quien corporalmente habita toda la plenitud de la Divinidad, aquí es atribuida a María o al menos compartida con ella. Los extractos ya citados son tomados de una obra publicada hace más de doscientos años ¿El papado ha mejorado desde entonces? ¿Se ha arrepentido de sus blasfemias? No, por el contrario; las citas del Padre Newman así lo prueban; pero hay aún una mejor prueba. En una obra reciente, la misma idea blasfema se expone aún más claramente. mientras que María es llamada la casa consagrada de Dios y el templo de la Trinidad, el versículo y el responso siguientes mostrarán en qué sentido ella es vista como el templo del Espíritu Santo: "V. Ipse deus creavit illam in Spiritu Sancto et effudit illam inter omnia opéra sua. R. Domina, exaudi" etc. Esto se debe traducir así: "V. El Señor mismo la creó en el Espíritu Santo y la repartió en todas sus obras. R. Oh, señora escucha 1." Este lenguaje extraordinario implica obviamente que María es identificada con el Espíritu Santo cuando habla de ella como repartida en todas las obras de Dios; 128 y es así precisamente, como ya lo vimos, que se consideraba a la mujer que los paganos veían como "el tabernáculo" o la casa de Dios. ¿Dónde se emplea tal lenguaje respecto de la virgen? ¡No es en España, no es en Austria, no es en las partes más oscuras de Europa continental, pero también en Londres, la sede y centro de la luz del mundo! 1. El Manual de oro, p. 649. Esta obra lleva el imprimatur de Nicolás, obispo Melipotamus, hoy cardenal Wiseman.

Los nombres blasfemos dados a María por el papado no tienen ningún fundamento bíblico; todos ellos se basan en la idolatría babilónica. Hay más: los rasgos mismos y la tez de las dos señoras, la romana y la babilónica, son idénticos. Hasta este último tiempo, cuando Rafael se alejó poco de los caminos trillados, nada hay ni de judío ni menos de italiano en las señoras romanas. Si esos retratos o esas imágenes de la virgen madre hubieran sido destinados a representar a la madre de Nuestro Señor, se los hubiera ciertamente echado en uno de estos dos moldes. Pero no fue así. En la tierra de las bellezas de ojos negros, de cabellos negros como cuervo, la señora fue siempre representada con ojos azules y cabellos rubios y este es un color totalmente diferente de la tez judía, se supondría que debía ser el de la madre de nuestro Señor, pero que se ajusta precisamente con el que toda la antigüedad atribuye a la diosa reina de Babilonia.

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En casi todos los países la gran diosa fue representada con cabellos rubios o dorados; debó pues haber existido un gran símil, al cual todos los tipos debían corresponder. La rubia Ceres, "flava Ceres", no podría proporcionar ningún peso a este argumento si hubiera sido única, porque se podría en este caso suponer que el epíteto "de los cabellos rubios" era tomado del trigo que era considerado como estar bajo su protección. Pero muchas otras diosas recibieron el mismo calificativo. -- Europa, quien fue raptada por Júpiter en forma de toro, es llamada Europa de los cabellos rubios 1. — Minerva es llamada por Homero Minerva de ojos azules 2, y por Ovidio, Minerva de cabellos rubios 3. — La cazadora Diana que a menudo es identificado con la luna es invocada por Anacreonte con el nombre de hija de Júpiter de rubios cabellos 4, título que la pálida figura de la luna argentada jamás hubiera ciertamente sugerido. Diana, madre de Venus, tenía, nos dice "Teócrito, cabellos rubios 5 — Venus misma es a menudo llamada Aurea Venus, la rubia Venus 6. 1. 2. 3. 4. 5. 6.

OVIDIO, Fastos, lib. V, v. 609. Ilíada, lib. V, v. 420. OVIDIO, Tristes, lib. I, Elegías, p.44 y Fastos, lib. VI, v. 652 ANACREONTE, Oda, LX. Idilio, VII, v. 116. HOMERO, Ilíada, lib. V, v. 427.

— La diosa hindú Lakshmi, madre del Universo, tenía sus cabellos rubios 1, Ariadna, mujer de Baco, era llamada Ariadna de rubios cabellos 2. — He aquí en qué términos Dryden nos habla de su cabellera: Allí donde se disputan las olas tumultuosas, En el puerto de Diana, Se ve la rubia Ariadna abandonada; Allí, devorada por la tristeza y loca de desesperación. Ella rasga sus vestidos y arranca su cabellera dorada 3 La Gorgona Medusa antes de su transformación Era célebre por su cabellera dorada así como por su belleza: Medusa tenía entonces encantos, Una multitud de pretendientes Rivalizaban para conquistar su corazón. Aquellos que la han visto declaran que jamás han admirado Rasgos más conmovedores sobre una más dulce fisonomía; Pero ante todo admiran sus largos cabellos Con reflejos brillantes, que ondulan en rizos dorados 4 La Sirena que figuraba tan frecuentemente en los cuentos románticos del norte, que era obviamente tomada de la historia de Atergatis, la diosa pez de Siria, llamada la madre de Semiramis e identificada a veces con Semiramis misma 5, la Sirena tenía, se dice, una cabellera semejante. "Ellewoman", tal es el nombre escandinavo de la Sirena, es rubia, dice la introducción a los cuentos daneses

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de Hans Andersen, ella tiene los cabellos dorados y toca deliciosamente un instrumento de cuerdas 6. 1. Investigaciones Asiáticas, vol. XI, p. 154. 2. HESÍODO, Teogonía, v. 947, p. 74. 3. Mitología pagana ilustrada, p. 58. 4. ibid. p. 90. 5. Luciano de Dca Syriâ, vol. III, p. 460-461. El nombre mencionado por Luciano es Derketo, pero se sabe que Derketo y Atergatis son sólo una persona. 6. Cuentos Daneses, p. 86.

Se la ve a menudo sentada en la superficie de las aguas, peinándose con un peine de oro su larga cabellera dorada 1. E incluso cuando Hator, la Venus de Egipto, era representada con forma de una vaca, sin duda para mostrar la cabellera de la diosa que representaba el color de este animal, la cabeza y el cuello eran dorados 2. Si pues las imágenes más célebres de la Virgen Madre en Italia nos la muestran con una cabellera rubia, si en toda Irlanda la virgen es hoy casi invariablemente representada de la misma manera ¿qué puede escapar a esta conclusión?, ¿así que ella fue copiada según el mismo modelo que las divinidades paganas? La semejanza no sólo se da en la tez, sino también se da en los rasgos. Los rasgos judíos son sorprendentes en todos los países y tienen un carácter especial que les es propio. Pero las madonas en su origen no tienen nada en absoluto de la forma o del rasgo judío; todos los que las han comparado personalmente 3 declaran que respecto de este tema lo mismo que para la tez se parecen a las señoras babilonias que Sir Robert Ker Porter descubrió entre las ruinas de Babilonia. Estos retratos tienen además un carácter notable, es la aureola o círculo de luz que comúnmente rodea la cabeza de la señora romana. 1. Cuentos Daneses, p. 87. 2. HERODOTO, lib. II, p. 158 y WILKINSON, vol. I, nota p. 128. 3. H. J. JONES, en el Diario trimestral de la profecía, oct. 1852, p. 331.

Los pretendidos retratos de Cristo están rodeados frecuentemente de la misma manera. ¿Cuál es el origen de este emblema? Por lo que concierne a nuestro Señor, si su cabeza había sido simplemente rodeada de rayos, se podría decir con cierta probabilidad de certeza que era una copia de lo relatos evangélicos en los que se escribe que sobre el santo monte su cara estaba resplandeciente de luz. Pero ¿dónde se ve, en toda la Escritura, que su cabeza estuviera rodeada de un disco o de un círculo de luz? Lo que se buscaba en vano en la gloria de Dios se lo encuentra en las representaciones brillosas de las grandes divinidades de Babilonia. El disco y sobre todo el círculo eran los símbolos ya conocidos de la divinidad del sol y figuraban ampliamente en el simbolismo oriental. La divinidad del sol era rodeada por un círculo o por un disco. Era lo mismo en la Roma pagana. Apolo, el hijo del sol, frecuentemente era representado de esta manera. Las diosas que se decían parientes del sol estaban también autorizadas en hacerse adornar con una aureola o círculo luminoso. Damos un grabado de los "Pompeyanos" donde se ve a Circe, la hija del Sol, la cabeza rodeada de un círculo, absolutamente como hoy se rodea la cabeza de la Madona Romana (fig. 26). Compare la aureola que rodea la cabeza de Circe con la que rodea la 89

cabeza de la Virgen papal y verá cuán exacta es la semejanza. Ahora bien ¿se podrá creer que toda esta coincidencia sea accidental? Si la madona se hubiera parecido tanto a María virgen, es obvio que esto jamás hubiera sido excusa para la idolatría. Pero ya que es indiscutible que la diosa insertada en la Iglesia papal para la adoración suprema de sus partidarios, no es otra cosa que esta misma reina de Babilonia que puso a Nimrod o Nino, el hijo, como rival de Cristo y quien fue en su persona la encarnación de toda especie de licencia ¿qué tenebroso carácter da este hecho a la idolatría romana? ¿Qué serviría para atenuar el carácter horrible de esta idolatría, decir que el niño que se presenta ante nuestra adoración lleva el nombre de Jesús? Cuando se adoraba en otro tiempo en Babilonia a esta mujer y a su hijo, se llamaba a aquél con un nombre tan particular a Cristo, con un carácter tan distintivo como el nombre de Jesús. Se lo llamaba Zoro-ashta, la simiente de la mujer. Pero esto no impidió que la terrible cólera de Dios no se alzara en contra de los que antiguamente adoraban "este ídolo de celos, que provocaba a celos 1." 1. Ezeq. VIII. 3. Hay muchas explicaciones acerca de esta imagen de celos. Pero todo se explica, pues el carácter de la antigua idolatría era el culto de la madre y del hijo, que era el Hijo de Dios encarnado. Comparemos los versículos 3 y 5 al versículo 14 para ver que las mujeres lloraban a Tammuz al lado de de la imagen de celos.

El dar el nombre de Cristo al niño que la señora romana tiene en brazos, no la hace menos una imagen de celos, no la hace menos injuriosa para el Altísimo y no excita menos su profundo disgusto cuando obviamente se adora a este niño como al hijo de la reina de los cielos a la cual se otorgaba todos los atributos de la Divinidad y se la adoraba como la "madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra".

Fig. 26. Se explica que este grabado tomado de la Odisea representa a Ulises y a Circe, cuando el héroe, que bebió impunemente de la copa encantada, gracias al antídoto que le había dado Mercurio (en efecto se sabe que Circe tenía una copa de oro como la diosa babilónica), saca su espada y se aproxima para vengar a sus compañeros convertidos en cerdos. La diosa aterrada se somete enseguida, así como lo cuenta Homero. Ulises mismo relata: "Vé ahora a acostarte a la porqueriza con tus compañeros"; — Pero el encanto no tiene efecto, saco mi espada acerada, Me abalanzo sobre la diosa, 90

Como si quisiera matarla; da un gran grito, Se agacha, abraza mis rodillas y llena de lágrimas, me dirige Estas rápidas palabras: "¿Quién eres tú?" etc. (Odisea, X, 320)

Esta descripción, añade el autor de los Pompeyanos, es notable, porque nos muestra el origen de esta corona horrorosa y desprovista de sentido que rodea la cabeza de los santos, ―nimbo‖ o "aureola", definida por Servio como "el fluido luminoso que rodea la cabeza de los dioses". Ella pertenece a Circe, en calidad de hija del sol. Los emperadores se la apropiaban como signo de divinidad y con este respetable patrocinio, ella se introdujo, como otras costumbres paganas, en las prácticas de la iglesia. Pero nos dirigimos a los emperadores réprobos que ellos se merecen: fue antes bien el obispo de Roma quien hizo penetrar en la iglesia "la superstición pagana.‖ Para el Señor causa horror el culto de las imágenes, pero un culto tal debe ser para él particularmente horroroso. Ahora bien, si los hechos que admitimos son ciertos, ¿hay que sorprenderse que advertencias tan terribles estén dirigidas contra la apostasía romana a través de la palabra de Dios y que los vasos de la temible cólera divina estén destinados a derramarse en su cabeza culpable? Si todo esto es cierto, (y ¿quién puede contradecirlo?), ¿quién defenderá ahora la causa de la Roma papal, alguien se atreverá a llamarla iglesia cristiana? Un hombre temeroso de Dios podrá, a la vista de lo expuesto, empeñarse en admitir que sólo el paganismo pudo inspirar semejante doctrina a la que proclamaron los melquitas en el Concilio de Nicea: "la Santa Trinidad se compone del Padre, de la Virgen María y del Mesías su Hijo 1‖ ¿Cómo no retroceder de horror ante semejante idea? Y qué dirá desde entonces el lector de una iglesia que enseña a sus niños a adorar una semejante Trinidad a la que está contenida en estas líneas: Corazón de Jesús, yo te adoro; Corazón de María, yo te imploro; Corazón de José, puro y justo: En estos tres corazones, yo pongo mi confianza 2. 1. Diario trimestral de la Profecía, jul. 1852, p. 244. 2. Lo que todo cristiano debe saber y hacer, por el Reverendo J. FURNISS, publicado por James Duffy, Dublín. La edición de este manual del papado citado más arriba, además de la blasfemia que contiene, encierra además los principios más inmorales: enseña claramente la inocencia del fraude, si no sobrepasa ciertos límites. Un gran grito se está levantando contra esta obra, creo que ha sido sacada de circulación. Pero la autenticidad del pasaje citado está fuera de discusión. Yo mismo recibí de un amigo de Liverpool un ejemplar de una edición con estas palabras; pero ya había vistos un ejemplar perteneciente al Reverendo Richard Smyth de Armagh. Pero no sólo es en Irlanda que se propone tal trinidad en el culto de los romanistas. En una carta u hoja volante, impresa por los sacerdotes papistas de Sunderland y que tuve delante de mí, con el título: "Deber Pascual, iglesia de Santa María, Bishopwearmouth, 1859" se lee esta opinión número 4, dado a los "queridos cristianos" a quienes ella se dirige: 4º Y jamás olvide los actos de un buen cristiano, que le son tan a menudo recomendados durante la renovación de la Misión: Benditos sean Jesús, María y José.

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Jesús, María y José, yo les doy mi corazón, mi vida y mi alma. Jesús, María y José, asístanme siempre; y en mi última agonía Jesús, María y José, reciban mi último suspiro. — ¡Amén! Y para comprometer a los seguidores de Roma a cumplir este acto de buen cristiano, se les hace todo tipo de promesas. — En la página 30 del Manual de Furniss, con el título de "Regla de conducta" se lee esto: De mañana, antes de que te levantes, haz la señal de la cruz y di: Jesús, María y José, yo te doy mi corazón y mi alma (cada vez que hagas esta plegaria, tú ganarás una indulgencia de 100 días y tú podrás reconciliar las almas del Purgatorio). — Añadiría que el título del libro de Furniss, dado más arriba es el título del ejemplar de M. Smyth. Es este el título del que poseía: "Lo que todo cristiano debe saber", Londres, Richardson e Hijos, 147, Strand. — Los dos ejemplares contienen en el texto las mismas palabras impías y tienen el imprimatur de Paulus Cullen.

Si esto no es paganismo ¿qué nombre se le puede dar? Y eso es la Trinidad que los católicos romanos de Irlanda aprenden a adorar desde su infancia. Eso es la Trinidad que en los libros más recientes de instrucción catequista se presenta como gran objeto de devoción para los partidarios del papado. El manual que contiene la blasfemia está publicado con el imprimatur de Paulus Cullen, arzobispo papal de Dublín. ¿Después de todo habrá que llamar cristiana a la iglesia católica, porque mantiene la doctrina de la Trinidad? Los paganos de Babilonia, los egipcios, los hindúes, de nuestros días aún han aprobado una Trinidad en el mismo sentido que Roma; pero ¿adoraban a Jehová el Dios en tres personas, el rey eterno inmortal e invisible? Y ¿se dirá con tal evidencia igual ante nuestros ojos que Roma hace lo mismo? ¡Atrás con esta fatal ilusión que Roma es cristiana! Antiguamente se pudo con alguna razón sostener tal hipótesis; pero cada día el misterio de iniquidad se revela cada vez mejor en su verdadero carácter. No hay y ni pude haber la mínima seguridad para las almas en "Babilonia". "Salid de ella, pueblo mío", tal es la orden clara y formal de Dios. Los que la resisten, lo hacen a su propio riesgo.

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Capítulo 3 Festividades Artículo 1 Navidad y la fiesta de la Anunciación Si Roma es en efecto la Babilonia del Apocalipsis, si la Señora adorada en sus santuarios sólo es la reina del cielo cuyos adoradores provocaron la terrible cólera de Dios en los días de Jeremías, es de la mayor importancia establecer bien el hecho de que ya no haya ninguna duda posible; ya que si se puede demostrar esto, todo hombre que tema a la palabra de Dios debe temblar al pensar en dar a semejante sistema, o como individuo o como nación, la más mínima protección o el más mínimo apoyo. Hemos dicho ya suficiente para mostrar la identidad de los sistemas romano y babilónico; pero la evidencia se vuelve más abrumadora a cada paso. En especial, la comparación de las diferentes fiestas probará esto. Las fiestas romanas son innumerables; pero de entre ellas podemos separar las más importantes y son: Navidad, la Anunciación, Pascuas, la Natividad de San Juan y la Asunción. Se pude probar que cada una de estas fiestas es una fiesta babilónica. Tomemos primeramente la fiesta en honor del nacimiento de Cristo o Navidad. ¿Cómo se hizo para que esta fiesta se estableciera el 25 de diciembre? Hay en la Escritura, una sola palabra para indicar el día preciso de su nacimiento o acerca de la época del año en que él nació. Lo que aquí se relata muestra que sea cual sea la época de su nacimiento, no pudo haber sido en el 25 de diciembre. Cuando el ángel anunció el nacimiento a los pastores de Belén, pastoreaban sus rebaños en la noche a través de los campos. Sin duda, el clima de Palestina no es tan rigoroso como el nuestro, pero aunque el calor del día es considerable, el frío de la noche, de diciembre a febrero, es muy grande 1, y los pastores no tienen la costumbre de dejar los rebaños en los campos después del fin de octubre 2. Es pues absolutamente increíble que Cristo haya nacido a fines de diciembre. Los comentaristas son unánimes en este asunto. Sin hablar de Barnes, en sus "Antigüedades Judías", Doddridge, Lightfoot, Joseph Scaliger y Jennings, cuya opinión es que el 25 de diciembre no pudo ser la época del nacimiento del Señor, el célebre Joseph Mède enuncia una opinión decisiva en el mismo sentido. 1. Londres, Comentario de la Sociedad de los Tratados, vol. I. p. 472. ALFORD, Testamento Griego, vol. I. p. 412. GRESWELL, vol. I, Disert. XII, p. 381-437. 2. GILL, Comentario acerca de Lucas II. 8, se expresa así: los judíos tienen dos tipos de ganado: el ganado doméstico que se encuentra en la ciudad; el ganado de los campos que vive en los pastizales. Dicho eso uno de sus comentaristas, (MAIMÓNIDES, en Misu-Betza, cap. 5, secc. 7) hace notar esto: Estos últimos viven en los pastizales que se encuentran en las aldeas, todos los días fríos y calurosos y sólo se devuelven a las ciudades cuando la lluvia sobreviene. La primera lluvia cae en el mes de Marchesvan, que corresponde a la última parte de nuestro mes de octubre, y en la primera parte de nuestro mes de noviembre. Resulta que Cristo debe haber nacido antes del 15 de octubre, ya que la primera lluvia aún no había caído. KITTO, Deut. XI, 14 (Comentario ilustrado, vol. I, p. 398) dice que la primera lluvia cae en otoño, es decir en septiembre u octubre. Esto nos haría volver al retorno de los rebaños a una época anterior a la indicada en el texto; pero está fuera de toda duda que no podía ser posterior a la época de la cual yo hablo, según el testimonio de Maimónides, cuya competencia respecto de las costumbres judías es bien conocida.

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Después de haber examinado larga y minuciosamente el tema, da entre otros el argumento siguiente: durante el nacimiento de Cristo, cada mujer, cada niño debió ir a empadronarse a la ciudad a la cual pertenecían y algunos debían hacer prolongadas marchas; pero en medio del invierno no era apropiada tal tarea, sobre todo para las mujeres y los niños. Cristo no pudo pues haber nacido en medio del invierno. Además, en la época de su nacimiento, los pastores vigilaban sus rebaños durante la noche y esto no era posible hacerlo en medio del invierno. Y si alguien piensa que el invierno no es riguroso en este país, que se acuerde de las palabras de Cristo en el Evangelio: "Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno." Ahora bien si el invierno era una mala estación para huir, seguramente no era una estación donde los pastores podían permanecer en los campos o donde las mujeres y los niños podían viajar 1. Los escribas más instruidos y más sinceros de todas las tendencias 2 reconocían que no se puede determinar el día de nacimiento de nuestro Señor 3, que en la iglesia cristiana jamás se escuchó hablar de tal fiesta antes del siglo III y que fue observada sólo bien entrado el siglo IV. 1. MÈDE, Obras, Discurso, XLVIII, 1672. El argumento de Mède descansa en la hipótesis del buen sentido y de la sabiduría que, como se sabe, caracterizaban las leyes romanas. 2. Archidiácono WORD, en el Anotador cristiano, vol. III, p. 2. LORIMER, Manual del Presbítero, p. 180. Lorimer cita a Sir Peter King, quien en sus Investigaciones acerca del culto de la iglesia primitiva, etc. Concluyó que esta fiesta no era observada en la Iglesia y añade: "No parece cierto que se haya celebrado el nacimiento de Cristo cuando no se estaba de acuerdo con el mes y el día de su nacimiento". Vea además Reverendo J. RYLE, en su Comentario acerca de Lucas XI, nota del v. 8; admite que la época del nacimiento de Cristo es incierta, poniendo en duda que los rebaños hayan estado en pleno campo durante el mes de diciembre, se apoya en la queja de Jacob a Labán: "De día me consumía el calor, y de noche la helada". Ahora bien, toda la fuerza de la queja de Jacob contra su cruel pariente responde a esto: Labán lo hacía hacer lo que ningún otro hombre hubiera hecho y entonces, si habla de frías noches de invierno, (lo que, sin embargo, no es la común explicación de esta expresión) esto exactamente prueba lo opuesto de lo que quería probar M. Ryle: los pastores no tenían la costumbre de dejar sus rebaños fuera durante las noches de invierno. 3. GIESELER, vol. I, p. 54 y notas. CRISÓSTOMO, (Monitum in hom. de Natal. Christi) escritor de Antioquía hacia el año 880 D.C. dice: "Apenas hace diez años que conocemos este día", vol. II, p. 352. — "Lo que sigue, añade Gieseler, confirma de manera estrepitosa la facilidad con la cual costumbres de fecha reciente pudo reformar el carácter de instituciones apostólicas." He aquí cómo continúa Crisóstomo: "Entre los pueblos del oeste era conocido de antes desde tiempos primitivos y muy remotos y los pueblos que viven desde Tracia hasta Gadeira (Cádiz) lo conocían antes que nosotros, es decir, antes del nacimiento de nuestro Señor, desconocido en Antioquía al este en las fronteras mismas de la Tierra Santa, donde había nacido, era perfectamente muy conocido en toda Europa occidental, desde la Tracia hasta España"

¿Cómo ha fijado la iglesia romana el 25 de diciembre la fiesta de Navidad? He aquí la razón de esto: mucho antes del siglo IV e incluso mucho antes de la era cristiana, los paganos celebraban una fiesta en esta misma época del año, en honor del nacimiento del hijo de la reina babilónica; ahora bien se puede presumir que para conciliarse con los paganos y aumentar el número de ellos para que se adhirieran en nombre del cristianismo, la misma fiesta fue adoptada por la iglesia romana que se contentó con darle el nombre de Cristo. Esta tendencia de parte de los cristianos de hacer concesiones al paganismo se

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desarrolló desde el comienzo y vemos a Tertuliano mismo, hacia el 230, deplorar amargamente la debilidad de los cristianos respecto al tema, y al contrario de la estricta fidelidad de los paganos a su propia superstición: "Nosotros, dice él, quienes éramos extranjeros en los sábados 1, en las nuevas lunas y en las fiestas, nosotros quienes éramos en otro tiempo agradables a Dios, nosotros somos quienes frecuentamos ahora las saturnales, las fiestas del solsticio de invierno, las matronales; se lleva de aquí para allá presentes, los regalos del nuevo año se hacen con estrépitos, los juegos, los banquetes se celebran con gritos; ¡oh, cómo los paganos son más fieles en su religión!, ¡cómo se esfuerzan en no adoptar ninguna solemnidad cristiana 2!" Hombres virtuosos se esforzaron en detener la marea, pero a pesar de todos sus esfuerzos, la apostasía se desarrolló, hasta que la superstición pagana tragó a la iglesia excepto un pequeño remanente. Indudablemente la Navidad tuvo su origen en una fiesta pagana. Lo que lo prueba es la época del año en que se la celebra y las ceremonias que la acompañan. En Egipto, el hijo de Isis, título egipcio de la reina de los cielos, nació en esta misma época, durante el solsticio de invierno 3. 1. Habla de los sabbats judíos. 2. TERTULIANO, De la idolatría, c. 44. vol. I, p. 692 y GIESELER, vol. I, secc. 79. 3. WILKINSON, Los Egipcios, vol. IV, p. 405. PLUTARCO (Isis, vol. XI, p. 877, 13. B) dice: "Los sacerdotes egipcios afirmaban que el nacimiento del divino hijo de Isis a fines de diciembre era prematuro. Pero esto es el símil exacto de la historia clásica de Baco: cuando su madre Sémele era consumida por el fuego de Júpiter, este dios fue quitado, en estado embrionario, de las llamas que la devoraban."

En Inglaterra, el nombre del día de Yule 1 con que se conoce popularmente la Navidad prueba de inmediato su origen pagano. Yule es el nombre caldeo para "niño o niño pequeño 2" y como el 25 de diciembre era llamado por los antiguos sajones paganos el día "de Yule" o "el día del Niño" y la noche que le precedía "la noche de la Madre 3", y esto fue mucho tiempo antes del contacto con el cristianismo, esto prueba claramente su verdadero carácter. Este día de nacimiento era observado en muy lejanas regiones paganas. Generalmente se ha creído que esta fiesta tenía sólo un carácter astronómico y que se relacionaba simplemente con el fin del curso anual del sol y el comienzo de un nuevo ciclo 4. Sin embargo, está fuera de toda duda que la fiesta ya mencionada tenía un alcance mucho más alto; recordaba no sólo el símbolo del nacimiento del sol en la renovación de su carrera, sino el día de nacimiento del gran libertador. Los sabeos de Arabia, que observaban la luna y no el sol como el símbolo visible del objeto favorito de su culto, observaban en la misma época como la fiesta del nacimiento. Leemos en la "Filosofía sabea" de Stanley: "El día 24 del décimo mes, es decir, diciembre, según nuestra forma de contar, los árabes celebraban el día del nacimiento del Señor, es decir, la Luna 5." El Señor Luna era el gran objeto de culto de los árabes, y este Señor Luna había nacido, decían ellos, el 24 de diciembre, lo que muestra claramente que el nacimiento que celebraban no tenía ninguna relación necesaria con el recorrido del sol. Es importante notar además que si el día de Navidad entre los antiguos sajones de Inglaterra era observado para la celebración del nacimiento de un Señor del ejército de los cielos, el caso debió ser precisamente el mismo aquí que en Arabia. 95

1. MALLET, vol. I, p. 130. 2. De Eol, niño. La pronunciación aquí es la misma que la de eon en Gedeón. En Escocia, al menos en los Países Bajos, las torta de Yule también son llamadas tortas de Nur (la u se pronuncia como en francés). En caldeo, Nur significa nacimiento. Las tortas de Nur son tortas de nacimiento. Las diosas escandinavas, llamadas "Noms", que a los niños predecían su destino al momento de su nacimiento, tenían su origen del nombre análogo Nor, niño. 3. SHARON-TURNER, Los Anglosajones, vol. I, p. 219. 4. SALVERTÉ, Ciencias ocultas, p. 491. 5. STANLEY, p. 1066, c. I.

Los sajones, se sabe, consideraban al sol como una divinidad femenina y la Luna como una divinidad masculina 1. Es sin duda pues el día de nacimiento del Señor Luna y no el del sol que celebraban el 25 de diciembre, como los árabes observaban el 24 de diciembre porque era el día de nacimiento de este mismo Señor Luna. En el Oriente parece que el nombre de este Dios Luna era "Meni"; creemos que esta es la interpretación más natural de la declaración divina hecha en Isaías LXV: "Pero vosotros los que dejáis a Jehová, que olvidáis mi santo monte, que ponéis mesa para Gad, y llenáis una copa para Meni 2." Se tiene razón para creer que Gad se relaciona con la divinidad del Sol y Meni con la divinidad de la Luna 3. 1. SHARON TURNER, vol. I, p. 213. Turner cita un poema árabe que muestra que en Arabia así como entre los anglosajones se reconocían un sol femenino y una luna de sexo masculino. 2. En la versión autorizada, Gad se convierte en "este grupo" y Meni, "este número" pero los comentaristas indican que allí hay un error: estas dos palabras son nombres propios. 3. Ver KITTO, vol. IV, p. 66. El nombre de Gad se relaciona con el dios de la guerra, porque significa atacar sino además el que reúne, y bajo estas dos ideas se puede aplicarlo a Nimrod, quien era un dios sol como primer guerrero célebre y por haber, con reunido, el nombre de Foroneo, los hombres en comunidades sociales (p. 81). El nombre de Meni, el que cuenta, parece sinónimo de Cus o Chus, cubrir u ocultar, pero además contar o demostrar. El verdadero sentido del nombre de Cus es "el que cuenta o el calculador" ya que mientras Nimrod su hijo era el propagador del sistema idólatra de Babilonia, estaba realmente en calidad de Mercurio, el creador de este sistema, ya que enseñó a los hombres a acercarse a la Divinidad mediante plegarias y sacrificios (WILKINSON, vol. V, p. 10) y como la idolatría y la astronomía están estrechamente unidas, debió ser hábil en la ciencia de los números. Ahora bien, Mercurio (Cus), es quien primero descubrió los números, la geometría, la astronomía, los juegos de azar, de ajedrez (ibid. p. 3) y era, según una alusión al sentido del número de Cus, probablemente llamado "Número, el padre de los dioses y de los hombres" (ibid. vol. IV, p. 196). En caldeo la i a menudo toma la forma de la e final, así que Meni corresponde a Mene, el que cuenta, en hebreo. Pensamos con Gesenio que Nebo, el dios profético de Babilonia, era el mismo dios Hermes (p. 43). Esto muestra el énfasis de la sentencia divina que anuncia a Belsasar su destino: "Mene, Mene, Tekel Uparsin, lo que quiere decir: El que cuenta es contado". La copa era el emblema de Cus (p. 77), de aquí la costumbre de derramarle la bebida sagrada. Ahora bien, Mercurio, el calculador en Egipto, identificado con la luna que sirve para contar los meses, era llamado señor de la luna (BUNSEN, vol. V, p. 394) y como distribuidor del tiempo (WILKINSON, vol. V, p. 11), sostenía una rama de palmera, emblema de año (ibid. p. 2). Así, Gad era el dios del sol y Meni, el dios Luna.

Meni o Manai, significa el que cuenta, y estos son los cambios de la luna que ayudan a contar los meses. PS. CIV, 19: "Hizo la luna para marcar los tiempos y el sol sabe cuándo debe acostarse." El nombre del hombre de la luna o del dios que presidía a esta lumbrera entre los sajones era Mane, como se lo ve en 96

el Edda 1 y Mani, en el Voluspa 2. Lo que claramente prueba que era el nacimiento de este dios Luna que celebraban en Navidad los antiguos sajones, es el nombre dado aún en las regiones bajas de Escocia a la fiesta del último día del año, y que parece ser un vestigio de la antigua fiesta del nacimiento; efectivamente, las tortas que se hacen en esta ocasión se llaman pasteles de Nur o de nacimiento. Hogmanay es este nombre 3. Ahora bien, Hogmanay en caldeo quiere decir "la fiesta del que cuenta" — en otras palabras, la fiesta de deus Lunus o del hombre de la Luna. Para mostrar la relación que hay entre una región y otra y la arraigada persistencia de las antiguas costumbres, es bueno notar que Jerónimo, al comentar las palabras de Isaías que acabamos de citar, acerca de la costumbre de poner una mesa para Gad y de ofrecer libaciones a Meni, declara que en su tiempo (en el siglo IV), aún era costumbre en todas las ciudades y sobre todo en Egipto y en Alejandría, preparar mesas y llenarlas de todo tipo de manjares rebuscados y de copas de vino nuevo, el último día del mes y del año: la muchedumbre presagiaba sobre la fertilidad del año 4. El año egipcio comenzaba en una época diferente a la nuestra; pero es tan exacto como posible (reemplazando sólo el vino por el whisky) la manera en que se observa aún Hogmanay en Escocia, el último día del mes del año. No sé si se presagia algo de lo que ahí se hace, pero todo el mundo, en el sur de Escocia, sabe perfectamente que durante Hogmanay o la víspera del nuevo año, entre los que observan aún las viejas costumbres, se prepara una mesa; mientras se ofrecen pasteles y otras golosinas, se distribuyen tortas de sémola y de queso a aquellos que sólo las ven en esta ocasión y la bebida fuerte forma buena parte del menú del día. 1. MALLET, vol. II, p. 24. Edimburgo, 1809. 2. Suplemento en IDA PFEIFFER, Islandia, p. 322-323. 3. JAMIESON, Diccionario Escocés, sub voce. Entre las numerosas hipótesis de Jamieson para explicar esta palabra me parece bien citar el siguiente pasaje: "Hogmanay es el nombre dado por el vulgo al último día del año. Sibb piensa que la palabra puede tener relación con la palabra escandinava Hoeg-tid, palabra aplicada a Navidad y a otras fiestas de la iglesia. Como la palabra escandinava tid quiere decir tiempo y como hoegtid se aplica a las fiestas de la iglesia en general, el sentido de esta expresión es obviamente "el tiempo de la fiesta" pero esto muestra que hoeg tiene precisamente el sentido que di a Hog, es decir, el sentido caldeo." 4. JERÓNIMO, vol. II, p. 217

Allá mismo donde el sol era el objeto favorito del culto, como en Babilonia y en otras partes, era adorado en fiesta, no sólo como el globo del día, sino como el dios encarnado 1. -- Era un principio esencial del sistema babilónico, que el sol o Baal era el único Dios 2. Cuando se adoraba a Tammuz como Dios encarnado, esto quería decir además que era una encarnación del sol. Ya se sabe que en la mitología hindú esencialmente babilónica, esto se destaca claramente. Surya o el sol aquí está representado como encarnado y viniendo al mundo para someter a los enemigos de los dioses que, sin este nacimiento, jamás habrían sido sometidos 3. 1. PLUT., De Iside, vol. II, secc. 52, p. 372. D. MACROBIO, Saturno. lib. I, cap. 21, p. 71. 2. MACROBIO, Saturno. lib. I, cap. 23, p. 72. E. 3. Ver las Investigaciones sanscritas, del coronel KENNEDY, p. 438. El Cor. Kennedy, uno de los sabios más eruditos en sanscrito, hace venir a los brahmanes de Babilonia (ibid. p.

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157). Hay que notar que el nombre mismo de Surya dado al sol por todos los hindúes, se relaciona con este origen. Aunque la palabra tuvo primero un sentido diferente, obviamente era identificado por los sacerdotes con el caldeo Zero y confirmaba la idea del nacimiento del dios Sol. El nombre en prácrito se compara incluso más con el nombre bíblico de la simiente prometida; es Suro. Se vio en un capítulo anterior (p. 118) que además en Egipto el sol era representado como nacido de una diosa.

No era una fiesta astronómica que los paganos celebraban en el solsticio de invierno. Esta fiesta se llamaba en Roma la fiesta de Saturno y el modo en que se la celebraba muestra muy bien su origen. Cuando la organizaba Calígula, duraba cinco días 1. La embriaguez y el desenfreno se daban rienda suelta, los esclavos eran provisoriamente emancipados 2 y tenían con sus amos todo tipo de libertades 3. — Era precisamente así como se celebraba en Babilonia, según Beroso, la fiesta del mes Tebet, correspondiente a nuestro mes de diciembre o, en otras palabras, la fiesta de Baco: Dice él que era costumbre que, durante los cinco días que duraba, los amos estuviesen sometidos a sus sirvientes, y que uno de ellos, vestido como un rey con un traje de púrpura, gobernara la casa 4. Así vestido, este doméstico tenía el nombre de Zoganes (el Viejo Pascuero)5, el hombre del placer y de la disipación; correspondía exactamente al "dios del tumulto" que en las épocas de tinieblas, fue escogido en todos los países católicos para presidir en las fiestas de Navidad. La copa de los festines de Navidad tiene su símil en "el festín de la embriaguez" en Babilonia y varias otras costumbres incluso observadas en Navidad tienen el mismo origen. Las velas, que se encienden en la víspera de Navidad en algunas partes de Inglaterra y que se conservan durante toda la duración de las fiestas, eran encendidas también por los paganos en la víspera de la fiesta del nacimiento del dios babilónico y en su honor; ya que era una de las particularidades de su culto tener velas encendidas sobre sus altares 6. El árbol de Navidad, tan conocido hoy entre nosotros, también era conocido en la Roma y en el Egipto paganos. 1. El número de días de las Saturnales más tarde se elevó a siete. Ver JUSTO LIPSO, Obras, tomo II, Saturnal, lib. I, cap. 4. 2. Si Saturno o Cronos era "Foroneo el emancipador" (p. 82) como hemos visto y que hay razones para creerlo, la emancipación temporal de los esclavos en su fiesta correspondía exactamente con su supuesto carácter. 3. ADAM, Antigüedades romanas, Religión, Saturno. Ver ESTACIO, Silv. lib. I, cap. VI, v. 4, p. 65-66. He aquí las palabras de Estacio: Saturus mihi compede ezelutâ Et multo gravidus mero December Et ridens jocus, et sales protervi Adsint. 4. En ATENEO, XIV, p. 639, C. 5. De Tzohkh, divertirse y bromear y anesh, hombre o quizá anes, terminación que significa el que hace, de asi, actuar sobre. Para los iniciados tenía otro sentido. 6. CRABB, Mitología, Saturno, p. 12.

En Egipto era la palmera; en Roma, el abeto 1; la palmera significaba el Mesías pagano, Baal-Tkmar, el abeto se relacionaba con él en su carácter de BaalBerith. La madre de Adonis, el dios sol, la divinidad mediadora había sido, se decía, transformada en árbol, y en este estado, ella había dado a luz a su hijo 2. Si la madre era un árbol, el hijo debió ser reconocido como el hombre-rama. Y 98

es lo que explica por qué se ponía al fuego el leño de Yule en la víspera de Navidad y por qué al día siguiente se encontraba el árbol de Navidad. En calidad de Zero-ashta, la simiente de la mujer, que significa además Ignígena o nacido del fuego, debe entrar al fuego durante la noche de la Madre, para poder nacer al día siguiente, como rama de Dios o el árbol que da a los hombres todos los dones celestes. Pero ¿por qué, se pregunta, entra al fuego bajo el símbolo de leño? Para comprender esto es preciso recordar que el niño divino nació en el solsticio de invierno era como una nueva encarnación del gran dios (después de que este dios fuera desmembrado) para vengar su muerte contra sus asesinos 3. Ahora bien, el gran dios, quebrantado en medio de su poder y de su gloria, era representado en la forma de un grueso árbol, desprovisto de sus ramas y cortado casi a ras de la tierra 4. Pero la gran serpiente, símbolo de Esculapio que rindió la vida 5. 1. Correspondencia del Times de Londres, diciembre del 1853. 2. OVIDIO, Metamorfosis, lib. X, v. 500-513. 3. Ver p. 107. 4. El o il, sinónimo de Gheber, el poderoso (Éxodo XV, 15) significa además árbol que se extiende a lo lejos o un ciervo de cuernos en forma de rama (ver PARKHURST, sub voce). Por eso, en diversas épocas, el gran dios simbolizado por un árbol elevado, o por un ciervo. En la figura 27, la decapitación del poderoso es simbolizada por la decapitación de un árbol. En una moneda de Éfeso (SMITH, p. 289), es simbolizado como un ciervo cortado en pedazos y hay una palmera representada estando de lado al costado del ciervo, absolutamente como en la página del frente hace a un lado al tronco muerto. En Sanconiaton, Cronos es llamado expresamente Ilos, es decir, el poderoso. El gran dios, que fue decapitado, la copa de abundancia a la izquierda del árbol es vida, pero la palmera restaura todo. 5. El lector se recordará que Esculapio está representado comúnmente con un báculo o una rama de árbol a su lado y una serpiente enrollada al rededor de la rama. La figura en el texto explica obviamente el origen de esta figura. Para su carácter de restaurador de la vida, vea PAUSANIAS, lib. II, Corinthiaca, cap. 26. VIRGILIO, Eneida, lib. VII, v. 769-773.

Se enrolló alrededor del tronco sin vida y he aquí (fig. 27) que a su lado surgió un árbol joven, un árbol de una especie totalmente diferente, que jamás debía ser derribado por ningún poder enemigo, una palmera, símbolo muy conocido de la victoria.

Fig. 27 Según MAURICE, Antigüedades Hindúes, vol. VI, p. 368-1796.

El árbol de Navidad, como ya se vio, era comúnmente en Roma un árbol diferente, era el abeto; pero la palmera recordaba la misma idea que el abeto de Navidad; ya que simbolizaba misteriosamente el dios nacido de nuevo, BaalBerit, el Señor de la alianza 1, y así declaraba la perpetuidad y la naturaleza de 99

su poder, ahora que después de haber sucumbido bajo sus enemigos, se había levantado en triunfo por encima de ellos. Por esto, el 25 de diciembre, día que se observaba en Roma como el día en que el dios victorioso reaparecía sobre la tierra, era considerado como "natalis invicti solis", el día del nacimiento del sol invicto 2. Ahora bien, el leño de Yule es el tronco muerto de Nimrod, deificado como dios sol, pero derribado por sus enemigos; el árbol de Navidad es Nimrod redivivus, el dios llevado a la muerte y vuelto de nuevo a la vida. 1.Baal-bereth, que difiere sólo por una letra de Baal-berith, el Señor de la alianza, quiere decir el Señor del abeto. 2.GIESELER, p. 42, nota.

A la luz de este hecho y en las costumbres que persisten aún en Inglaterra cuyo origen se pierde hacia atrás en el tiempo, que considere el lector la singular práctica aún en uso en el sur, durante la víspera de Navidad, la de besarse bajo la rama de muérdago. La rama de muérdago, en la superstición de los druidas, que ya vimos, venía de Babilonia, era una representación del Mesías, el hombre-rama. el muérdago se consideraba una rama divina 1, una rama que venía del cielo y se posaba sobre un árbol que salía de la tierra. Así el injertar la rama celeste sobre un árbol terrestre, el cielo y la tierra, que el pecado había separado, se unen y así la rama de muérdago se convierte en prueba de la reconciliación de Dios con el hombre; el beso, en efecto, es la prueba muy conocida de perdón y de reconciliación. ¿De dónde podía venir tal idea? ¿No sería del Salmo LXXXV, versículos 10 y 11: "La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron. La verdad brotará de la tierra (por la venida del Salvador prometido), y la justicia mirará desde los cielos"? Es posible, pero es verdad que este salmo fue escrito más bien después de la cautividad de Babilonia y como multitudes de judíos, después de este acontecimiento, permanecieron en Babilonia bajo la dirección de hombres inspirados, como Daniel, como parte de la Palabra divina se les debe haber comunicado a ellos como a sus hermanos de Palestina. 1. En la historia escandinava de Baldo (p. 90), el muérdago es un claro elemento del dios cuya pérdida se lamenta. Los mitos de los druidas y los mitos escandinavos diferentes a veces, pero incluso en la historia escandinava es obvio que se atribuía a la rama de muérdago un poder sobrenatural: ya que podía hacer lo que ningún otro en el mundo podía desempeñar; había destruido la divinidad sobre la que descansaba, según los anglosajones, su imperio del cielo. Ahora bien, para explicar esta contradicción aparente, sólo hay que comprender que esta rama que tenía tal poder, era una expresión simbólica del verdadero Mesías. El Baco de los griegos obviamente acabó por ser reconocido como la simiente de la serpiente; porque, se dice, fue el fruto de relaciones de su madre con Júpiter, cuando este dios se le apareció en forma de una serpiente. (Ver además DYMOCK, Diccionario clásico, sub voce Deois). — Si el carácter de Baldo era el mismo, he aquí lo que la historia de su muerte significaría exactamente: que la simiente de la serpiente había sido destruida por la simiente de la mujer. Esta historia debe ciertamente haber nacido entre sus enemigos. Pero los idólatras se dedicaron a lo que no podían negar del todo, obviamente con la intención de explicarlo de fuera.

Babilonia en esta época era el centro del mundo civilizado y también del paganismo, que corrompe el divino símbolo como siempre lo ha hecho, tenía facilidad para propagar hasta los extremos de la tierra su odiosa falsificación de la verdad, gracias a los misterios afiliados al gran sistema que tenía su centro 100

en Babilonia. ¡Así las costumbres de Navidad que aún existen dan luz sorprendente acerca de las revelaciones de la gracia hecha a toda la tierra y sobre los esfuerzos emprendidos por Satanás y sus emisarios para materializarlos y rebajarlos! En muchos países se sacrificaba al dios un jabalí para expiar el insulto que, según la leyenda, un jabalí le había hecho. Según una versión de la historia de la muerte de Adonis o Tammuz, este dios murió por la herida hecha con el diente de jabalí. La fábula cuenta que el frigio Atis, el bien amado de Cibeles, cuya historia era idéntica a la de Adonis, muerto de la misma manera 1. Por esto, Diana, que, representada comúnmente en los mitos populares como una cazadora, era en realidad la gran madre de los dioses 2, tiene a menudo cerca de ella una cabeza de jabalí, no como signo de una caza afortunada, sino como triunfo sobre el gran enemigo del sistema idolátrico en el cual ella ocupaba un lugar tan importante. Según Teócrito, Venus se reconcilió con el jabalí que mató a Adonis, porque el día en que se lo trajo encadenado a sus pies, se defendió elocuentemente, al decir que no había matado a su esposo por maldad, sino por simple accidente 3. Sin embargo, en recuerdo de la muerte causada por el jabalí del mito, más de un jabalí perdió su cabeza o fue ofrecido en sacrificio a la diosa irritada. Smith nos representa a Diana con una cabeza de jabalí a su lado, en lo alto de un montón de piedras 4 (fig. 28) en que se representa al emperador Trajano, quien quema incienso a esta misma diosa y donde es muy vistosa la cabeza del jabalí. 1. 2. 3. 4.

PAUSANIAS, lib. VII, Achaica, cap. 7. Ver p. 48. TEÖCRITO, Idilio, XXX, v. 21-45. SMITH, Diccion, clás., p. 112.

El día de Navidad, los sajones continentales ofrecían un jabalí en sacrificio al sol 1 para ser propicio a esta diosa 2, a causa de la pérdida de su bien amado Adonis. En Roma había una costumbre semejante; El jabalí formaba el centro principal de la fiesta de Saturno, como lo prueba este verso de Marcial: Este jabalí te hará una buena saturnal 3.

Fig. 28

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Por eso, la cabeza de jabalí es aún un plato importante en Inglaterra en las cenas de Navidad, pero ya desde de mucho tiempo se olvidado la causa de esto. Aún más, el ganso de Navidad y las tortas de Yule, eran artículos esenciales del culto del Mesías babilónico, tal como se practicaba en Egipto y en Roma (fig. 29). 1. Times, correspondencia de Berlín, 28 diciembre, 1853. 2. El lector recordará que el sol era una diosa. Mallet dice: "Ofrecían el más grueso leño que podían encontrar para Friga, es decir, la madre de Baldo, al que se lloraba" (vol. I, p. 132). En Egipto se ofrecía puercos una vez por año, en la fiesta de la Luna, a la Luna y a Baco u Osiris: sólo a esos dioses se permitía hacer tal ofrenda. (Elián. X, 16, p. 562.) 3. Iste tibi faciet bona Saturnalia porcus. MARCIAL, p. 754.

Wilkinson, hablando de Egipto, nos explica que la ofrenda preferida de Osiris era un ganso 1 y además que el ganso podía comerse sólo en pleno invierno 2. En Roma, Juvenal nos dice, si se ofendía a Osiris, sólo se lo podía apaciguar con un bello ganso y un fino pastel 3. En muchos países, tenemos la prueba de eso, el ganso tenía un carácter sagrado. Se sabe muy claramente que el Capitolio de Roma se salvó gracias a los graznidos de los gansos sagrados de Juno que se tenían en el templo de Júpiter cuando los galos iban a tomarlo en medio de la noche 4. — La figura 30 nos muestra que el ganso en Asia Menor era el símbolo de Cupido, así como también era el símbolo de Seb en Egipto. En la India, el ganso ocupaba una posición semejante; se nos dice que había en este país gansos de Brahma o gansos consagrados a este dios 5.

Fig. 29 El dios egipcio Seb y su símbolo, el ganso. A la derecha, el sacrificio del ganso sagrado. 1. 2. 3. 4. 5.

WILKINSON, vol. y p. 353. ibid. vol. II, p. 380. JUVENAL, Sátiros, VI, 539, 540, p. 129. TITO LIVIO, Historia, vol. I, lib. V, cap. 47, p. 388. MOOR, El Panteón, p. 10.

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Finalmente, los monumentos de Babilonia 1 nos explican que el ganso tenía en Caldea un carácter místico y que se lo ofrecía en sacrificio tanto en Roma como en Egipto, ya que ahí se ve al sacerdote que sostiene en una mano un ganso y en la otra el cuchillo de sacrificio 2. — No hay pues que dudar que la fiesta pagana del solsticio de invierno, en otras palabras, Navidad, se guardara en honor del Mesías babilónico.

Fig.30 Según Barker y Ainsworth, Lares y Penates de Cilicia.

Si pasamos ahora a la gran fiesta siguiente del calendario romano, tenemos la confirmación de lo que acaba de decirse. Se dice que esta fiesta, llamada la anunciación, se celebra en Roma el 25 de marzo, en recuerdo de la concepción milagrosa de nuestro Señor en el seno de la virgen, el día en que el ángel vino a anunciarle el clamoroso honor que le sería otorgado, como madre del Mesías. Pero ¿quién podría decir en qué época esta nueva le fue anunciada? La Escritura no da ninguna información sobre eso. Pero esto importaba poco. 1. KITTO, Comentario ilustrado, vol. IV, p. 31. 2. El sentido simbólico de la ofrenda del ganso es digna de ser notada. El ganso, dice Wilkinson (Los Egipcios, vol. V, p. 227), significaba en jeroglifo, niño o hijo y Horapollon nos dice: "Se lo había escogido para designar a hijo por su amor para sus pequeños, siempre está presto a entregarse al cazador para salvarlos; es por eso que los egipcios pensaron que era justo venerar a este animal". Aquí el verdadero sentido del símbolo es el Hijo, que se da voluntariamente en sacrificio para los que ama, es decir, el Mesías pagano.

Antes de la concepción o el nacimiento de nuestro Señor, este día que está marcado en el calendario papal para la anunciación de la virgen era guardado en la Roma pagana en honor de Cibeles, la madre del Mesías babilónico 1. Ahora bien, es obvio que hay una relación estrecha entre el día de la Anunciación y el de Navidad. Entre el 25 de marzo y el 25 diciembre, hay justo 9 meses. Si el falso Mesías fue concebido en marzo y nació en diciembre, ¿puede creerse un solo instante que la concepción y el nacimiento del verdadero Mesías se pudieran relacionar ellas mismas con estas dos fechas de manera tan exacta, no sólo para el mes, sino además para el día? No, la cosa es imposible. La Anunciación y la fiesta de Navidad son fiestas babilónicas. 1. AMIANO MARCELINO, lib. XXIII, cap. 3, p. 355, y MACROBIO, Saturn., liv. I, cap. 3, p. 47. G. H. El hecho mencionado en el párrafo anterior da luz acerca de una fiesta egipcia que aún no ha sido explicada de manera satisfactoria. Esta fiesta se celebraba en recuerdo de la entrada de Osiris en la luna. Ahora bien, Osiris, así como Surya en la India, era

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precisamente el sol (PLUTARCO, Isis y Osiris, vol. XI, secc. 52, p. 372). La luna, por otra parte, aunque era el símbolo más frecuente del dios Hermes o Thot, era además el símbolo de la diosa Isis, reina del cielo. El erudito Bunsen parece comprobarlo, pero sus propias conclusiones muestran que lo hace sin razón (vol. I, p. 414-416). Y Jeremías XLIV, 17, me parece decisivo acerca de esta cuestión. La entrada de Osiris en la luna, era pues muy simplemente la concepción del sol por Isis, reina del cielo, para que pudiera como el hindú Surya, ser dado a luz en el día deseado como gran liberador (nota 3, p. 144). De aquí el nombre mismo de Osiris; ya que al igual que Isis es la forma griega de Hisha, la mujer, así Osiris, como se lo ve hoy aún en los monumentos egipcios, es He-siri, la simiente. No es hacer aquí una objeción al decir que Osiris es representado comúnmente como el marido de Isis; ya que así como ya lo vimos (p. 38), Osiris es al mismo tiempo el hijo y el esposo de su madre. Ahora bien, esta fiesta tenía lugar comúnmente en Egipto, en el mes de marzo, exactamente como el día de la señora, en que la primera gran fiesta de Cibeles tenía lugar el mismo mes en la Roma pagana. Vimos que el título común de Cibeles en Roma era Domina o la señora, (OVIDIO, Fastos, lib. IV, 340) como en Babilonia era Beltis (EUSEBIO, Prœpar. Evang., lib. IX, vol. XI, cap. 41, p. 58); y de allí viene sin duda el nombre de día de la señora, como es el caso en Inglaterra.

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Artículo 2 Pascuas Vayamos ahora a la fiesta de Pascuas. ¿Qué quiere decir la palabra Easter? No es un nombre cristiano: lleva en sí mismo su origen caldeo. Pascuas (en inglés Easter) no es otra cosa que Astarté, uno de los títulos de Beltis, la reina de los cielos, cuyo nombre, tal como lo pronunciaban antiguamente los ninivitas, es obviamente idéntico al que se usa hoy en Inglaterra. Este nombre, tal como Layard lo encontró en los monumentos asirios, es "Istar 1". El culto de Bel y de Astarté se introdujo muy temprano en Gran Bretaña con los druidas, "sacerdotes de los Bosques". Algunas personas se han imaginado que el culto de los druidas fue introducido por primera vez por los fenicios, quienes, varios siglos antes de la era cristiana, explotaban las minas de estaño de Cornuales. Pero de este culto se han encontrados vestigios indiscutibles en ciertas partes de las islas de la Gran Bretaña donde los fenicios jamás penetraron y en todas partes dejó vestigios imborrables de la profunda impresión que debe haber ejercido sobre los espíritus de los primeros bretones. El primero de Mayo aún es llamado "Beltane" en el almanaque inglés 2; y hay aún hoy costumbres inglesas que han perdurado y que prueban cuánto ha subsistido el culto de Bel o de Moloc (porque los dos nombres pertenecen al mismo dios) al menos en el norte de Inglaterra. "La difunta Lady Baird de Fern Tower, en el condado de Perth, dice un escritor muy versado en las antigüedades inglesas 3, me contó que, cada año, durante Beltane, (o el primero de mayo) un cierto número de hombres de mujeres se reúne cerca de un antiguo círculo de piedras de los druidas en su propiedad cerca de Crieff. Encienden fuego en medio de él, cada uno pone un trozo de torta de avena en un sombrero de pastor: luego todos se sientan y con los ojos vendados toman un trozo. Uno de estos trozos fue ennegrecido de antemano y quien lo toma debe saltar a través del fuego en medio del círculo y hacer un pago. 1. LAYARD, Nínive y Babilonia, p. 629. 2. Ver OLIVER y BOYD, Almanaque de Edimburgo, 1860. 3. El muy honorable Lord John Scott, en Notas e investigaciones.

En el fondo es un vestigio del antiguo culto de Baal: la persona sobre la cual caía la suerte era quemada en sacrificio. Es lo que representa este pasaje a través del fuego y el pago de la manda redime a la víctima." Si se adoraba así a Baal en Bretaña, sin dificultad creerán que su compañera Astarté era adorada también por los antiguos ingleses, y que tiene el nombre de Astarté, que en Nínive se llamaba Istar, que las solemnidades religiosas de abril, como se las celebra actualmente, son llamadas en Inglaterra con el nombre de Easter, ese mes era llamado por los antiguos paganos ingleses, Easter-monath. — La fiesta de la cual nos habla la historia de la Iglesia con el nombre de Easter (Pascua) en los siglos III y IV, era una fiesta muy diferente de la que se observa hoy en la iglesia de Roma y en esta época, no era conocida con ningún nombre que la relacionara con Easter 1. Se la llamaba Pascha o Pascua, y aunque no era una institución apostólica 2, era observada desde muy antiguo por muchos cristianos declarados en recuerdo de la muerte y resurrección de Cristo. Esta fiesta concordaba en su origen con la época de la pascua judía en la que Cristo

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fue sacrificado; hacia el fin del siglo II, en tiempos de Tertuliano, se creía que era el 23 de marzo 3. 1. La palabra Easter es propia de las Islas Británicas. 2. Sócrates, el historiador eclesiástico de la antigüedad, después de un largo relato de las diversas maneras en que Pascua era observada en su tiempo, en el siglo V se resume así: Ya hemos bastante, nos parece, para probar que la fiesta de Pascua comenzó a celebrarse en todos lados más bien por costumbre que como consecuencia de un mandamiento de Cristo o de los apóstoles (Hist. ecles., lib. V, cap. 22). Cada cual sabe que el nombre de Easter, empleado en la traducción de Hechos XII, 4, no se relaciona con ninguna fiesta cristiana, sino con la pascua judía. Es uno de los pasajes de la versión inglesa donde los traductores muestran una tendencia injustificable. 3. GIESELER, vol. I, p. 55, nota. En Gieseler, la fecha indica: "el 25 de marzo". Pero la cita latina que sigue muestra que es una falta tipográfica: es necesario leer 23.

Esta fiesta de ninguna manera era una fiesta idólatra y no iba precedida de ninguna cuaresma. "Se debe saber, dice el monje Casiano de Marsella, escritor del siglo V y al comparar la iglesia primitiva con la iglesia de su época, que la observación de los 40 días no existía, de tal manera que por mucho tiempo permaneció intacta la pureza de esta iglesia 1." ¿De dónde vino esta observación? Se tomaron directamente los 40 días de ayuno de la cuaresma de los adoradores de la diosa babilónica. Los yezidis o adoradores paganos del diablo aún observan el ayuno de 40 días de primavera del año en el Kurdistán 2, que tomaron de sus antiguos maestros, los babilonios. Los paganos de México celebraban la misma costumbre. Humboldt, en efecto 3, nos da los detalles siguientes sobre las prácticas de los mejicanos: "Tres días después del equinoccio de primavera comenzaba un ayuno solemne de 40 días en honor al sol." — En Egipto era lo mismo como se lo puede ver al consultar a Wilkinson 4. -Este ayuno egipcio de 40 días, nos dice Landseer en sus investígaciones sabeas, era practicado expresamente en recuerdo de Adonis o Osiris, el gran dios mediador 5. El rapto de Proserpina parece haber sido celebrado de la misma forma, ya que Julio Fírmico nos explica que durante 40 días se lamentaba a Proserpina 6, y Arnobio nos dice que el ayuno observado por los paganos y llamado Casto, o la fiesta sagrada, era considerado por los cristianos de su tiempo, en su origen, una imitación del largo ayuno de Ceres, cuando durante muchos días rehusó todo alimento, por su profundo dolor (violentia mœroris) 7, es decir por la pérdida de su hija Proserpina, que le fue arrebatada por Plutón, dios del infierno. 1. GIESELER, vol. II, p. 42, nota. 2. LAYARD, Nínive y Babilonia, p. 93. 3. HUMBOLDT, Investigaciones Mexicanas, vol. I, p. 404. 4. WILKINSON, Antigüedades Egipcias, vol. I, p. 278. 5. LANDSEER, Investigaciones Sabeas, vol. I, p. 112. 6. De Errore, p. 70. 7. ARNOBIO, Adversus Gentes, lib. V, p. 403. Vea además lo que precede en el mismo libro a propósito de Proserpina.

Como las historias de Baco, de Adonis y de Proserpina, distintas en su origen, se confundieron más tarde, de tal suerte que Baco fue llamado Líber y su mujer Ariadna, Libera 1, nombre que era uno de los de Proserpina 2, es muy probable que los 40 días de ayuno de la cuaresma tuvieron más tarde relación con 106

ambas. Entre los paganos, este ayuno parece haber sido el preliminar indispensable de la gran fiesta anual celebrada en recuerdo de la muerte y resurrección de Tammuz, con lágrimas, luego con festejos. En muchos países esta muerte era celebrada mucho más tarde que la fiesta cristiana; en Palestina y en Asiria era en el mes de junio, por eso se dice de este mes: es el mes de Tammuz; en Egipto, hacia la mitad de mayo, y en Inglaterra, en el mes de abril. Para ganarse los paganos a un cristianismo nominal, Roma, que continuaba con táctica habitual, se las arregló para unir las fiestas paganas y las fiestas cristianas, y por medio un ajuste complicado pero hábil de su calendario, en general no tuvo dificultad en hacer que el cristianismo y el paganismo se diesen la mano en cuanto a este asunto como en cuanto a muchos otros. Quien sirvió para hacer esta amalgama fue Dioniso-el-Pequeño 3, a quien debemos además, como lo demostraron cronólogos modernos, el haber retrasado cuatro años más allá de su verdadera fecha, la fecha de la era cristiana o del nacimiento de Cristo mismo. ¿Esto se hizo por ignorancia o de manera voluntaria? Esto es discutible, pero está fuera de toda duda que el nacimiento del Señor Jesús fue ubicado algunos años más tarde que el que realmente fue 4. Este cambio en el calendario a propósito de Pascuas tuvo las más desastrosas consecuencias. 1. OVIDIO, Fastos, lib. III, 1. 512, vol. 3, p. 184. 2. SMITH, Diccionario clásico, Líber y Libera, p. 281. 3. Hacia el año 525 DC. 4. GIESELER, vol. I, p. 51. Gieseler cita como autoridad, a propósito de sus declaraciones, a HUMBERGER, De epochœ Christianœ ortu et auctore (en MARTINI, Thesaur. Dissertat; JANI, Historia Aerœ Dionysianœ, Viteb. 1715 y IDELER, Cronología). Además es la declaración hecha en casi todas las cronologías inglesas.

Hizo entrar a la iglesia la más grosera corrupción y la superstición más vil en cuanto a la abstinencia de la cuaresma. Lea sólo las atrocidades conmemoradas durante el ayuno sagrado o la cuaresma pagana tal como la describe Arnobio o Clemente de Alejandría 1 y ciertamente usted rugirá por el cristianismo de los que en pleno conocimiento de estas abominaciones, "fueron a pedir ayuda a Egipto" para asegurar la lánguida devoción de la iglesia degenerada y no encontraron mejor medio para despertarla, que tomar de una fuente tan depravada las ridiculeces y las abominaciones que los primeros escritores cristianos habían entregado al desprecio. Era un mal presagio que cristianos pensaran en introducir la abstinencia pagana de la cuaresma, esto probaba la profundidad de su degradación y era además la causa de un gran mal; esto llevaba inevitablemente a una degradación aún más profunda. En su origen, incluso en Roma, no se conocía la cuaresma con las orgias del carnaval que le precedían y incluso cuando se creyó que era necesario ayunar antes de la Pascua cristiana, insensiblemente se adaptó al rito pagano. No está claro cuánto duraba el ayuno en la iglesia romana antes del concilio de Nicea; pero lo que se sabe ciertamente es que por mucho tiempo después de este concilio, no duraba más de tres semanas 2. 1. CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, Protrepticos, p. 13. 2. Gieseler, al hablar de la iglesia de Oriente en el siglo II, a propósito de las costumbres pascuales, dice: En esta fiesta (Pascuas, en recuerdo de la muerte de Cristo), los cristianos de Oriente comen pan sin levadura, probablemente como los judíos, durante ocho días. No hay 107

indicio de una fiesta anual en recuerdo de una resurrección, celebrada todos los domingos (Iglesia católica, secc. 53, p. 178, nota 35). En cuanto a la iglesia occidental en un período más cercano (época de Constantino) se dedicaban durante 15 días a ejercicios religiosos debido a la fiesta de Pascuas, aunque el período del ayuno no está bien indicado (Orígenes Ecles. vol. IX, p. 94): Las solemnidades de Pascuas tienen lugar las semanas antes y después del domingo de Pascuas: la semana de la Pasión y la de la Resurrección. Los antiguos hablan de Pascuas de la Pasión y de la Resurrección como una solemnidad de 15 días. La ley del imperio ordenaba 15 días de fiesta y los imponía a toda la iglesia. Scaliger cita una ley de Constantino que ordenó dos semanas de fiesta para Pascuas y la suspensión de todos los asuntos legales (BINGHAM, IX, p. 95).

He aquí lo que dice Sócrates escritor acerca de este tema, hacia el 450 DC: "Quienes habitan la gran ciudad de Roma ayunan antes de Pascuas durante tres semanas excepto el sábado y el día del Señor 1." Pero finalmente cuando el culto de Astarté ganó la preponderancia, se tomaron medidas para hacer observar el ayuno caldeo de seis semanas o 40 días en todo el imperio romano de Occidente. La vía fue preparada por un concilio sostenido en Aurelia en la época de Hormisdas obispo de Roma, hacia el año 519, quien decretó que la cuaresma sería solemnemente observada antes de Pascuas 2. Fue ciertamente con la intención de hacer que se cumpliera este decreto que el calendario fue pocos años después modificado a causa de Dioniso. Pero no podía ser observado de golpe. Hacia el fin del siglo VI, la primera tentativa decisiva se hizo para hacer respetar el nuevo calendario. Este ensayo se hizo en Bretaña 3; pero encontró una fuerte resistencia. La diferencia, en cuanto a la época, de la Pascua cristiana tal como era observada en Bretaña por los cristianos indígenas y de la Pascua pagana impuesta en Roma cuando se la estableció, era de un mes entero 4; y fue sólo por violencia y efusión de sangre que finalmente se pudo reemplazar por la fiesta de la diosa anglosajona o caldea la que se observaba en honor de Cristo. 1. SÓCRATES, Hist. ecles, lib. V, cap. 22, p. 234. 2. Dr. MEREDITH HANMERS, Cronografía, junto a su traducción de Eusebio, p. 592. Londres, 1636. 3. GIESELER, vol. I, p. 54. 4. CUMNIANO, citado por el arzobispo USSHER, Sylloge, p. 34. Los que observan Navidad y Pascuas pero aborrecen la idolatría pagana y papal, pueden ver la malicia de estas explicaciones. Un momento de reflexión bastará para desechar este sentimiento. Ciertos hechos utilizados por escritores infieles y socinianos célebres en Inglaterra y en el continente destruyen los principios de la fe entre los jóvenes y los ignorantes. Hay que exponer la verdad en su pureza primitiva para que ella los fortifique poderosamente contra las seducciones del papado. Si un pagano puedo decir: "amo a Platón, amo a Sócrates, pero amo aún más la verdad", un cristiano no mostrará menos grandeza de alma. ¡No hay que investigar toda ocasión para purgar la institución nacional en las Indias de estas costumbres esparcidas fuera de la copa de oro de Babilonia! En la iglesia de Latimer, Cranmer, Ridley, nobles almas han sentido el poder de la sangre de nuestro Señor y experimentado las consolaciones de su Espíritu. ¡Que se pregunten, ante Dios y su conciencia, si no deberían trabajar con todo su poder en esta obra! ¡Entonces la iglesia de Inglaterra sería la fortaleza de la Reforma! Entonces sus hijos "hablarían con sus enemigos en la puerta" y ella parecería "tan resplandeciente como el sol, tan brillante como la luna, tan terrible como un ejército con sus banderas". Pero si nada se hace, ¡qué desastre para ella y para todo el imperio!

He aquí la historia de Easter. Las costumbres populares que caracterizan aún la época en que se la celebra confirman ampliamente el testimonio de la historia

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acerca de su carácter babilónico. Las galletas calientes marcadas con una cruz el viernes santo y los huevos pintados de Pascua, figuraban en los ritos caldeos, exactamente como hoy. Las galletas conocidas también con el mismo nombre de buns se usaban en el culto de la reina de los cielos, la diosa Easter, en los días incluso de Cécrope, fundador de Atenas, es decir hacia el 1500 A.C. "Una especie de pan sagrado, dice Bryant 1, que se acostumbraba a ofrecer a los dioses, era de una muy remota antigüedad y se llamaba bun." Diógenes de Laertes, hablando de esta ofrenda hecha por Empedocles, describe los diferentes elementos de los que se componía, y añade: Ofreció una de las tortas sagradas llamadas bun, que eran hechas de flor de harina y de miel 2. El profeta Jeremías hace notar este tipo de ofrendas cuando dice: "Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo 3" (Jeremías VII, 18). Hoy en la fiesta de Astarté, no se ofrecen tortas calientes en forma de cruz, se las come, pero esto no deja ninguna duda acerca de su origen. El origen de los huevos de Pascuas también está totalmente claro. Los antiguos druidas llevaban un huevo como emblema sagrado de su orden 4. 1. Mitología, vol. I, p. 373. 2. LAERCIO, p. 227. B. 3. Jeremías VII, 18. De esta misma palabra de la cual se sirve el profeta, parece venir la palabra "bun". La palabra hebrea, con los puntos vocales, se pronunciaba "Khavan" de aquí, en griego, a veces Kapanos, (FOCIO, Lexicón Sylloge, P. I, p. 130), y otras veces, Khabôn (NEANDRO, en KITTO, Enciclopedia Bíblica, vol. I, p. 237). El primero muestra cómo Khvan, pronunciado en una sílaba, puede en latín convertirse en "panis" (pan) y el segundo, cómo de la misma manera Khvôn puede convertirse en Bon o Bun. No hay que perder de vista que la palabra inglesa común "Loaf" ha seguido el mismo camino de transformación. En anglosajón, era "Hlaf". 4. DAVIES, Los Druidas, p. 208.

En los Dionisíacos o misterios de Baco tales como se los celebraba en Atenas, la consagración de un huevo formaba parte de la ceremonia nocturna 1. Las fábulas hindúes cantan a su huevo del mundo y le dan un color dorado 2. Los japoneses dicen que su huevo sagrado era de bronce 3. Hoy en China, se emplea en las fiestas sagradas de los huevos teñidos o pintados igual que en Inglaterra 4. Antiguamente, los huevos eran usados en los ritos religiosos de los egipcios y de los griegos y eran colgados en los templos para ceremonias místicas 5 (fig. 31).

Fig.31

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Se puede seguir por distintos caminos la huella del uso de estos huevos desde Egipto hasta las orillas del Éufrates. Los poetas clásicos están llenas de la fábula del huevo místico de los babilónicos, he aquí la historia que da el egipcio Higinio, el sabio secretario de la Biblioteca Palatina en Roma, en la época de Augusto, hombre hábil en toda la sabiduría de su patria: "Se dice que un huevo de dimensiones extraordinarias cayó del cielo al Éufrates. 1. 2. 3. 4. 5.

DAVIES, Los Druidas, p. 207. Col. KENNEDY, p. 223. COLEMAN, p. 340. Aquí, mi autoridad es el Rev. Johnston, en otro tiempo misionero en Amoy, China. WILKINSON, vol. III, p. 20 y PAUSIANAS, lib. III, Lacónica, cap. 16.

Los peces lo empujaron hacia la orilla, allí las palomas vinieron a establecerse arriba, lo cubrieron y Venus pronto salió de él: ella fue llamada la diosa siria 1" es decir Astarté. De aquí viene el uso del huevo como símbolo de Astarté o Easter, y, es por esto que en la isla de Chipre, uno de los sitios favoritos del culto de Venus o de Astarté, el huevo se representaba como de un extraordinario grosor 2. El sentido oculto de este huevo místico de Astarté, en uno de sus aspectos (ya que tenía doble significado) se relacionaba con el arca 3 durante la época del diluvio, en la cual la raza humana estaba contenida, como el pollito está contenido en el huevo antes de su eclosión. Si uno se pregunta cómo pudo venir al espíritu humano la idea de emplear un medio tan extraordinario para tal designio, he aquí mi respuesta: el huevo sagrado del paganismo, como ya lo indiqué (p. 161) era bien conocido con el nombre de huevo del mundo, es decir, el huevo en el cual estaba contenido todo el mundo. Ahora bien, el mundo tiene dos sentidos diferentes: significa o la tierra material o los habitantes de la tierra. El último significado de esta palabra se encuentra en Génesis (XI, 1): "Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras", es decir todos los habitantes de la tierra. Entonces si el mundo está contenido en un huevo y flota sobre las aguas, no es difícil saber cuál fue el origen de la idea de un huevo, el huevo que así flotaba sobre la superficie del mar universal era simplemente la familia de Noé que en su seno contenía todo el mundo. – He aquí desde entonces la aplicación de la palabra huevo al arca: la palabra hebrea para huevo es Baitz o en femenino (ya que la palabra tiene ambos géneros) Baitza, que en caldeo y en fenicio se convierte en Baith o Baitha 4. 1. HIGINIO, Fábulas, p. 148-149. 2. Según LANDSEER, Investigaciones Sabeas, p. 80. Londres, 1823. 3. BRYANT, vol. III, p. 161. 4. En caldeo moderno, el huevo se llama Baiaa o Baietha en forma enfática, pero Baith también se forma según la regla, por Baitz; absolutamente como Kaitz el verano, en caldeo se convierte en Kaith y del mismo modo para muchas otras palabras.

Esta palabra en estas dos lenguas comúnmente se emplea para designar una casa 1. El huevo que flotaba sobre las aguas y que contenía el mundo, era la casa flotante sobre las aguas del diluvio, conteniendo en su seno los elementos 110

del mundo nuevo. El huevo que cayó del cielo se relaciona obviamente con el arca preparada por el mandamiento formal de Noé y la misma cosa parece claramente implicada en la historia egipcia del huevo del mundo que, se dice, había salido de la boca del gran dios 2. He aquí uno de los dos significados del huevo místico.

Fig.32

Sin embargo, como todo lo que era bueno o útil para la humanidad era representado por los misterios caldeos y provenía en algunos aspectos de la diosa babilónica, así como la más grande bendición para la raza humana que el arca contenía en su seno, era Astarté, la gran civilizadora, la gran benefactora del mundo. Aunque la reina deificada representante de Astarté tuvo existencia sólo algunos siglos después del diluvio; sin embargo, gracias a la doctrina de la metempsicosis, bien establecida en Babilonia, era fácil hacer creer a sus partidarios que en una anterior encarnación, había vivido en el mundo antediluviano, y había atravesado el diluvio para escapar de él. 1. La palabra Beth, casa, en la Biblia, es Baith sin puntos, como en el nombre de Bethel dado en Gén. XXXV, I, versión de los Setenta, donde se convierte en Bait-el. 2. BUNSEN, vol. I, p. 377.

Ahora bien, la iglesia romana adoptó este huevo místico de Astarté y lo consagró como símbolo de la resurrección de Cristo. Una fórmula de ruego fue incluso escogida para ser hecha respecto de este tema por el papa Pablo V, quien hacía rezar así en Pascuas a sus supersticiosos partidarios: "Benditos, oh Dios, te lo suplicamos, esta creación que es la tuya estos huevos que son la obra de tus manos para que se conviertan en un alimento fortificante para tus siervos, que los comen en recuerdo de nuestro Señor Jesucristo 1." — Además del huevo místico, había además otro emblema de Easter, la diosa reina de Babilonia; era la Rimmon o la granada. Ella es con frecuencia representada en las antiguas medallas con una granada en la mano y la casa de Rimmon, en la cual el rey de Damas, el amo de Naamán el sirio, celebraba su culto, era además, según todo aspecto, el templo de Astarté, en donde esta diosa era públicamente adorada con una granada. La granada es un fruto lleno de granos; por eso se ha supuesto que se la empleaba como el emblema de este navío en el cual se habían conservado las semillas de la nueva creación, a través de las cuales el mundo debía recibir una nueva simiente del hombre y del animal, cuando el diluvio hubiera acabado su obra de devastación. Pero yendo más a fondo, se encuentra que Rimmon o la granada se relaciona con algo totalmente

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diferente. Astarté o Cibeles era llamada además Idaia Mater 2, y la montaña sagrada de Frigia, famosa por la celebración de los misterios de esta diosa, era llamada monte Ida, es decir en caldeo, lengua sagrada de estos misterios, el monte de la ciencia. 1. El Guardián escocés, abril 1844. 2. DYMOCK, Diccionario clásico, sub voce.

Idaia Mater, significa pues la madre de la ciencia, en otras palabras, nuestra madre Eva, quien fue la primera que codició el conocimiento del bien y del mal y lo adquirió tan cariñosamente para sí misma y para sus hijos. Astarté, como es muy fácil probarlo, era adorada no sólo como la encarnación del Espíritu de Dios, pero además como la madre de la humanidad 1. Por eso cuando la madre de los dioses y de la ciencia era representada con la granada en la mano (fig. 33) invitando a los que escalaban la montaña sagrada a la iniciación de sus misterios, ¿se puede dudar del significado de este fruto? Obviamente, ella se relaciona con su presunto carácter; debe ser el fruto del árbol del conocimiento, "el fruto de este árbol cuyo sabor mortal trajo al mundo la muerte y todas nuestras desgracias".

Fig. 33 Según Bryant, la figura representa a Juno, la Paloma y Rea". Pero según Pausanias, el ave sobre el cetro de Juno representada con la granada, no es la paloma ni la tórtola, sino el cuco. Juno figura entonces no como una encarnación del Espíritu de Dios sino como la madre de la humanidad. Pero aquí no puedo detenerme en la historia del cuco.

El conocimiento que aceptaban los seguidores de la diosa del monte Ida era precisamente del mismo tipo que obtuvo Eva al comer del fruto prohibido, conocimiento práctico de todo lo que era moralmente malo y horroroso. En cuanto a Astarté, a este respecto, los hombres estaban acostumbrados a considerar a su gran benefactora como la que obtenía el conocimiento para ellos y las bendiciones en relación con este conocimiento que en vano hubieran esperado de quien es el Padre de las luces, y de quien procede todo bien o todo don perfecto. El papado inspira el mismo sentimiento en cuanto a la diosa romana, la reina de los cielos, y lleva a sus seguidores a considerar la falta de Eva como lo hacía el paganismo.

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1. Como prueba acerca de este tema, ver Apéndice, nota J.

En el canon de la misa, el servicio más solemne del misal romano se halla la expresión siguiente, en el apóstrofe por la falta de nuestros primeros padres: "¡O beata culpa, quas talem meruisti Redemptorem 1!" ¡Oh falta bendita, que nos procuró tal Redentor! — La idea contenida en estas palabras es enteramente pagana. He aquí en lo que ellas se convierten: "Gracias sean dadas a Eva, de cuyo pecado obtuvimos al glorioso Salvador." — Es cierto que la idea contenida en estas palabras se encuentra idénticamente en los escritos de Agustín; pero es una idea enteramente opuesta al espíritu del Evangelio, que se hace más el pecado cuando era necesario tal rescate para liberarnos de su maldición espantosa. Agustín tenía muchos sentimientos paganos de los cuales jamás se despojó del todo. ¡Es raro que un hombre serio, ilustrado como Merle d'Aubigné no vea nada malo en este lenguaje! Como Roma mantenido los mismos sentimientos que el paganismo, ella ha adoptado los mismos símbolos según ella lo juzgaba oportuno. En Inglaterra y en muchos países de Europa no hay granadas y, sin embargo, también en Inglaterra, se trata de mantener la superstición de la granada. En vez de la granada se tiene la naranja; es así como los papistas de Irlanda unen a Pascuas las naranjas y los huevos: es así como en esta ceremonia vana y pretenciosa donde el obispo Gillis de Edimburgo hace unos años lavó los pies a doce irlan-deses andrajosos, ofreció a cada uno de ellos una naranja y dos huevos. 1. MERLE D'AUBIGNÉ, La Reforma, vol. I, p. 179.

Ahora bien, este uso de la naranja como símbolo del fruto "del árbol misterioso de la tentación" en Edén, es preciso notar que no es invención nueva; data de tiempos muy remotos en la antigüedad clásica. Los jardines de las Hespérides del Occidente eran exactamente, según todos los que han estudiado el tema, el símil del paraíso de Edén en el Oriente. La descripción de estos jardines sagrados situados en las islas del Atlántico, a lo largo de la costa de África, muestra que su sitio legendario corresponde perfectamente a Cabo Verde o a las Islas Canarias o a otras de este grupo y que el fruto dorado del árbol sagrado, cuidado tan celosamente, no era otro que la naranja. Ahora bien, que el lector note esto: según la historia del paganismo no había serpiente en el jardín de delicias de estas islas benditas, para llevar a la humanidad a violar sus deberes hacia su gran benefactor y a comer del fruto del árbol sagrado que estaba reservado como piedra de tropiezo de su obediencia. No: por el contrario, era la serpiente, el símbolo del diablo, el príncipe del mal, el enemigo del hombre, quien impedía al hombre comer del precioso fruto, quien lo custodiaba con cuidado, quien no permitía tocarlo. Hércules, una de las formas del Mesías pagano, no el primitivo Hércules, sino el Hércules griego, conmovido por la condición desdichada del hombre mató o sometió a la serpiente, el ser envidioso que negaba a la humanidad el uso de lo que era tan útil para que el hombre fuera a la vez prudente y feliz y le concedió así este fruto que estuvo siempre fuera de su alcance. Aquí, Dios y el demonio han cambiado de roles. Jehová, quien prohibió al hombre comer del árbol de la conocimiento, se simboliza como la serpiente y es considerado como un ser

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malvado y egoísta, mientras que el que quitó al hombre el jugo de Jehová y le dio el fruto del árbol prohibido, en otras palabras Satanás, con el nombre de Hércules, es famoso como el generoso liberador de la raza humana. ¡Qué misterio de iniquidad es ése! Ahora bien, es lo que contiene la naranja sagrada de Easter.

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Artículo 3 La Natividad de San Juan La fiesta de la natividad de San Juan está fijada en el calendario romano el 24 junio o en el día correspondiente a la mitad del verano. La misma fecha era igualmente notable en el calendario babilónico, era una de las fiestas más célebres. A mediados del verano o en el solsticio de verano comenzaba el mes llamado Tammuz en Caldea, en Siria y en Fenicia y el primer día de éste, es decir cerca del el 24 junio, se celebraba una de las grandes fiestas primitivas de Tammuz 1. Por diversas razones, en diversas regiones, se escogieron otras fechas para la conmemoración de la muerte y de la resurrección del dios babilónico; pero, como el nombre mismo del mes parece indicarlo, la fecha que indicamos tiene indicios de haber sido la verdadera fecha en que esta fiesta primitivamente se observaba en el país donde esta idolatría tuvo su nacimiento. Y tal era el prestigio que esta fiesta, con sus ritos singulares, ejercía sobre los espíritus que al consagrarse otras jornadas a los grandes acontecimientos relativos al Mesías babilónico, como era el caso en algunas partes de Inglaterra, esta fecha sagrada no podía desaparecer sin que se observara al menos algunas de estas ceremonias. Cuando el papado envió a sus emisarios a Europa, hacia el fin del siglo VI, para hacer entrar los paganos al seno de la iglesia, se topó con esta fiesta de mucha estima en muchos países. ¿Qué debía hacerse?, ¿debía combatírsela? No; sería contrario al famoso consejo del papa Gregorio I: "Es preciso ir por cualquier medio al encuentro de los paganos y hacerlos entrar en la iglesia romana 2." La táctica de Gregorio fue cuidadosamente ejecutada y así el día de la mitad del verano santificado por el paganismo al culto de Tammuz fue incorporado como una fiesta cristiana al calendario romano. 1. STANLEY, Filosofía Sabea, p. 1065. En Egipto el mes correspondiente a Tammuz, es decir el mes de Epep, comenzaba el 25 de junio. WILKINSON, vol. IV, p-l4' 2. BOWER, Vida de los Papas, vol. II, p. 523.

Pero aún faltaba una cuestión que resolver. ¿Qué nombre debía darse a esta fiesta pagana para consagrarla y admitirla en el ritual de la Roma cristiana? ¿llamarla con su nombre antiguo Bel o Tammuz con que parece haberse adoptado en una época remota?, habría sido demasiado osado. Sería difícil darle el nombre de Cristo, más aún si en esta época nada en particular había que celebrar de su historia. Pero la sutileza de los agentes del misterio de iniquidad no se desanimó por tan poca cosa. Si el nombre de Cristo no se podía dar decididamente, ¿por qué no darle el nombre de su precursor Juan Bautista? Juan Bautista nació seis meses antes del Salvador. Si la fiesta pagana del solsticio de invierno ya se había consagrado como el día del nacimiento de Jesús, resultaba natural que para dar una fiesta a su precursor, había que poner esta fiesta en esta estación; ya que entre el 24 junio y el 25 de diciembre, es decir, entre el solsticio de verano y el solsticio de invierno, exactamente hay seis meses. Ahora bien, nada puede servir mejor a los propósitos del papado. Uno de los nombres sagrados para designar a Tammuz o Nimrod, cuando de nuevo apareció en sus misterios después de haber estado muerto, era Cannes 1. Por otra parte, el nombre de Juan Bautista, en el lenguaje sagrado adoptado por la iglesia romana, era Juan. Para que la fiesta del 24 junio satisfisfaciera tanto a

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los cristianos como a los paganos, había que darle el nombre de fiesta de Juan; y es así como se supone que los cristianos festejaban a Juan Bautista, mientras que los paganos adoraban aún a su antiguo dios Oannes o Tammuz. 1. BEROSO en BUNSEN, Egipto, vol. I, p. 709. Para identificar a Nimrod con Oannes, Beroso nos lo muestra saliendo del mar y se recordará que demostramos la identidad de Nimrod y de Baco. Para establecer que Nimrod o Baco, vencido por sus enemigos, se refugió, dice la fábula, en medio del mar, ver cap. 4, art. 5. Cuando se lo representaba como volviendo a la vida, era muy natural, desde entonces, que lo hizo en la forma de Oannes, el dios pez. Ahora bien, Jerónimo llama a Dagon, el famoso dios pez "Piscem mæraris", el pez de la pena (BRYANT, vol. III, p. 179). Lo que identifica fuertemente al dios pez con Baco, "Al que se llora", y la identificación es completa cuando leemos en Hesiquio: "Algunos llaman a Baco Ichthys o el pez" (sub voce Baco, p. 179).

Así que en la misma época en que se celebraba, en la antigua Babilonia, la gran fiesta de verano de Tammuz, se celebra hoy en la iglesia papal como la fiesta de la natividad de San Juan. Y la fiesta de San Juan comienza exactamente el mismo día de la fiesta caldea. Se sabe que en Oriente, la fiesta comenzaba al atardecer. Así que, aunque el 24 sea designado como la natividad, sin embargo, es en la víspera de San Juan, es decir, el 23 al atardecer cuando comienzan las fiestas y las solemnidades. Si examinamos hoy estas fiestas en sí mismas, veremos hasta qué punto son simple y categóricamente paganas al demostrar su verdadero origen. Las solemnidades características de la vigilia de San Juan, son los fuegos de a mediados del verano. Se los enciende en Francia, en Suiza, en la católica Irlanda y en algunas de las islas escocesas del oeste aún dominadas por el papado. Se los enciende en todas las tierras des partidarios de Roma y se pasea en sus campos de trigo con antorchas encendidas. He aquí cómo Bell en sus Cuadros vistos desde fuera, describe los fuegos de San Juan en Bretaña, Francia: "Cada fiesta está marcada por rasgos que le son particulares. La fiesta de San Juan es quizás, después de todo, la más sorprendente. Durante el día, los niños se inscriben para encender los fuegos del señor San Juan. Hacia atardecer, primero un fuego es seguido por otro, luego por dos, por tres, por cuatro; entonces un millar de fuegos se alzan en la cima de las colinas, hasta que finalmente todo el país parece encendido. A veces, los sacerdotes encienden el primer fuego en el lugar del mercado; otras veces un ángel lo enciende, este ángel se hace descender mediante un mecanismo desde lo alto de la iglesia con una antorcha en la mano: pone el fuego en la hoguera, y luego desaparece. Los jóvenes bailan al rededor de la llama con una rapidez vertiginosa; ya que dicen que si bailan al rededor de nueve de esos fuegos antes de media noche, se casaran al año siguiente. Se ubican asientos cerca de los fuegos para los muertos cuyas almas, se dice, deben venir a darse la triste satisfacción de escuchar incluso una vez sus cantos nacionales y contemplar los alegres jugueteos de la juventud. Se conservan fragmentos de estas antorchas como talismanes protectores contra el trueno y enfermedades nerviosas; y la corona de flores en la parte superior del fuego principal es tan ansiada que se la disputa ruidosamente 1."

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He aquí cómo se celebra la fiesta en Francia. Pasemos ahora a Irlanda. "El día de esta gran fiesta de campesinos irlandeses, la víspera de San Juan, nos dice Charlotte Elisabeth, quien describe una fiesta particular de la cual había sido testigo, es costumbre, a la puesta del sol, encender en todo el país fuegos enormes que se elevan como nuestras fogatas a una gran altura y forman una hoguera compuesta de hierba, de cañas y de toda sustancia inflamable que se pueda reunir. La hierba da un elemento sólido, sustancial, las cañas una llama excesivamente brillante y el efecto de estas grandes hogueras encendidas en cada colina es muy curioso. Con alegría, en la tarde, los campesinos comienzan a reunirse, todos vestidos con sus mejores trajes, rebosantes de salud, la figura llena de esta viva animación y de este exceso de alegría que caracteriza a la muchedumbre entusiasta de este país. Jamás había visto nada semejante y estuve encantada de ver estas figuras alegres, inteligentes, gozosas, el aspecto altivo de los hombres y la actitud juguetona pero modesta de las muchachas, la vivacidad de los ancianos y la loca alegría de los niños. El fuego encendido, un chorro brillante de llamas fue lanzado a los aires y durante un momento lo contemplaron inmóviles, la figura extrañamente alterada por la viva luz que estalló cuando se lanzaron las cañas al fuego. Al cabo de algunos instantes, se hizo espacio al rededor de un viejo músico ciego, un tipo ideal de energía, de bufonería, de malicia, que, sentado en una silla baja, un cántaro bien lleno al alcance de su mano, entonó su caramillo con las notas más alegres y una giga interminable comenzó. Pero se produjo un incidente que me sorprendió mucho. 1. Cuadros de fuera, p. 225.

Cuando el fuego ardió durante algunas horas y se fue consumiendo, entonces tuvo lugar una parte indispensable de la ceremonia. Cada uno de los asistentes se lanzó a través del fuego y varios niños fueron arrojados a través de las cenizas resplandecientes; luego se trajo un aparato de madera de ocho pies de largo, terminado en una cabeza de caballo fija a un extremo y recubierto con un gran paño blanco que ocultaba la madera y al hombre que lo llevaba en su cabeza. Este maniquí fue aclamado con los ruidosos gritos de caballo blanco; y después de haber varias veces atravesado el fuego ágilmente sin tropiezo, gracias a la destreza de quien lo llevaba, se puso a perseguir a la multitud que huía en todas direcciones. Preguntaba lo que significaba este caballo, se me dijo que representaba todo el ganado." "Allí estaba, añade la autora, el antiguo culto pagano de Baal, sino de Moloc mismo, practicado abiertamente y por todos, en el corazón de una nación que se dice cristiana, y por millones que profesan nominalmente el cristianismo. Yo estaba estupefacta, ya que aún no sabía que el papado es sólo una hábil adaptación de las idolatrías paganas en su propio sistema 1." Tal es la fiesta de la víspera de San Juan, que se celebra durante dos días en Francia y en la católica Irlanda. Tal es la manera de los seguidores de Roma que pretenden conmemorar el nacimiento del que vino a "preparar la senda al Señor" alejando a su antiguo pueblo de todas sus vanas maneras de pensar y haciéndolo sentir la necesidad de adoptar el reino de Dios que no consiste en cosas externas, "pero en la justicia, la paz y el gozo por medio del Espíritu Santo". Vimos que el espectáculo mismo de los ritos mediante los que se celebra esta fiesta concluyó enseguida la autora de quien hablamos en esta conclusión, que lo que ella tenía ante los ojos verdaderamente 117

era un vestigio del antiguo culto pagano de Baal. La historia de esta fiesta y la manera en que se observa se dan de sí una luz recíproca. 1. Recuerdos personales, p. 112-115.

Antes de la llegada del cristianismo a las islas Británicas, la fiesta pagana del 24 junio se celebraba entre los druidas mediante fuegos deslumbrantes en honor de su gran divinidad quien, como ya lo vimos, era Baal. "Estos fuegos y estos sacrificios a mitad del verano, dice Toland en sus relaciones acerca de los druidas, estaban destinados a obtener una bendición de las mieses de la tierra, listas entonces para ser cosechadas; como los del primer día de mayo, para que pudiesen crecer y prosperar, mientras que, el último día de octubre, era de acción de gracias para el fin de la cosecha 1." Hablando de nuevo de los fuegos de los Druidas a mediados del verano, continúa así: "Para en revenir à nuestros fuegos de San Juan, era costumbre que el señor del lugar o su hijo o alguna otra persona de distinción tomara en sus manos las entrañas de los animales sacrificados y caminara tres veces a pie descalzo sobre los carbones después de la extinción de las llamas, llevando estas entrañas al druida quien, recubierto con una piel, oficiaba en el altar. Si el señor salía sano y salvo de la prueba, era buen presagio que se recibía con grandes aclamaciones; pero si se hería, era una desgracia para él mismo y para los habitantes de la aldea. Así, dice Toland, en Irlanda vi a la muchedumbre correr y saltar en los fuegos de San Juan y no sólo estaban orgullosos de atravesarlos sin herirse, sino como si fueran una especie de purificación, se creía tener un tipo de bendición al participar en esta ceremonia de la cual no se conocía, sin embargo, el origen en esta imperfecta reproducción 2." Ya hemos visto que hay razones para concluir (p. 82) que Foroneo, el primer mortal reinante, es decir, Nimrod y la diosa romana Feronia tienen vínculos comunes. 1. TOLAND, Los Druidas, p. 107. 2. ibid. p. 112.

Si se los relaciona con los fuegos de San Juan, estos vínculos aún están mejor establecidos por los detalles que la antigüedad nos proporciona acerca de estas dos divinidades y al mismo tiempo se explica el origen de estos fuegos. Foroneo es descrito de tal manera que nos parece relacionado casi con el origen del culto del fuego. He aquí cómo Pausanias habla de esto- "Cerca de la imagen de Bitón, los argivos encienden un fuego, ya que no creen que el fuego haya sido dado a los hombres por Prometeo, sino que creen que Foroneo es el inventor de él 1." La muerte de este Foroneo inventor del fuego, quien fue el primero en reunir a los hombres en sociedad, debe haber tenido algo trágico, ya que después de haber descrito el lugar de su sepulcro, Pausanias añade: "Se le hacen ceremonias fúnebres incluso en nuestros días, 2." Este lenguaje muestra que su muerte estuvo rodeada de honores como la de Baco. El carácter del culto de Feronia coincide con el carácter del culto del fuego; es lo que resalta de los ritos practicados por los sacerdotes de la ciudad al pie del monte Soracte, llamada con su nombre. "Los sacerdotes, dice Bryant se respaldan a la vez en la autoridad de Plinio y de Estrabón, caminan sobre un montón de cenizas calientes y de carbones ardientes 3." Aruns, en Virgilio, habla de la misma costumbre cuando se dirige a Apolo, el dios sol que tenía su santuario en 118

Soracte, donde se adoraba además a Feronia: y era sin duda el mismo Júpiter Anxur al que se lo asociaba y al que se llamaba el joven Júpiter, así como Apolo era llamado el joven Apolo. He aquí cómo se expresa Aruns: "Poderoso Apolo, guardián del Soracte sagrado, tú a quien adoramos ante todos los dioses, tú para quien mantenemos la llama de nuestros pinos apilados; por quien, en nuestro celo piadoso, pisamos con confianza los carbones de la hoguera 4." 1. PAUSANIAS, lib. II, Corinthiaca, cap. 19. 2. ibid. cap. 20. 3. BRYANT, vol. I, p. 237. 4. VIRGILIO, Eneida, lib. XI, v. 785. "El joven Apolo que nació para introducir entre los griegos el orden y la ley; hizo, se dice, su aparición en Delfos en pleno verano." MULLER, Los Dorios, vol. I, p. 295-296.

Así que los fuegos de San Juan, donde jóvenes y viejos deben caminar sobre las cenizas calientes se remontan hasta el "primero de los mortales que hubiera reinado". Es notable que una fiesta rodeada de todos los ritos esenciales del culto del fuego de Baal, sea observada entre las naciones paganas, en países muy alejados uno de otro, hacia el mes de Tammuz, en la época misma en que se celebraba en otro tiempo al dios babilónico. Entre los turcos, nos dice Hurd, se celebra con iluminación mediante lámparas el ayuno del Ramadán, que comienza el 12 de junio 1. En China, donde se celebra la fiesta del barco del Dragón de manera recordar a quienes fueron los testigos la muerte de Adonis, la solemnidad comienza a mediados del verano 2. En el Perú, durante el reinado de los incas, la fiesta de Raymi, la más bella fiesta de los peruanos, durante la cual se encendía cada año el fuego sagrado con los rayos del sol mediante un espejo cóncavo de metal pulido, esta fiesta tenía precisamente lugar en la misma época. Al acercarse a la mitad del verano, primero había en señal de duelo, un ayuno general que duraba tres días; no se encendía ningún fuego en las casas; luego al cuarto día, el duelo se cambiaba en alegría, cuando el inca y su corte, seguido de toda la población del Cuzco, se reunía en la plaza pública para festejar el sol naciente. 1. HURD, Ritos y Ceremonias, p. 346, c. 1. La fecha no sería por sí misma una prueba decisiva de su coincidencia con la de la fiesta primitiva de Tammuz. Uno de mis amigos que vivió durante tres años en Constantinopla me informó que el año turco y el año solar al no coincidir, el ayuno del ramadán cae en todos diferentes meses del año. Sin embargo, está fuera de toda duda que hay una iluminación anual acompañada de ceremonias religiosas. 2. Ver p. 89.

"Estaban febrilmente atentos, dice Prescott, a la aparición del dios, y apenas los primeros rayos dorados daban en las torres y los edificios más elevados de la capital, una aclamación alegre escapaba del medio de la multitud reunida, acompañada de cantos de triunfo y de la melodía salvaje de los instrumentos bárbaros, cuyo ruido aumentaba a medida que el globo luminoso se elevaba más arriba de las montañas del Oriente, derramando sobre sus adoradores su luz resplandeciente 1." Esta alternativa de duelo y alegría, en el momento mismo en que los babilonios se lamentaban y se regocijaban por Tammuz, ¿podría ser accidental? Como Tammuz era la divinidad encarnada del sol, es fácil ver en qué punto esta tristeza y esta alegría se relacionan con el culto de 119

este dios. En Egipto, la fiesta de las lámparas encendidas, en la que muchos ya han sido forzados a reconocer el símil de la fiesta de San Juan, estaba abiertamente relacionada con el duelo y con el gozo experimentados respecto de Osiris. "En Sais, dice Heródoto, se muestra el sepulcro de quien no me parece justo mencionar en esta ocasión." Esta es la manera constante en que este historiador hace alusión a Osiris, a los misterios en los cuales había sido iniciado, cuando da detalles acerca de algunos de los ritos de este culto. "Él está en el recinto sagrado, detrás del templo de Minerva, y cerca del muro del templo, que ocupa toda su longitud 2." Se reunían además en Sais, para ofrecer sacrificios durante una cierta noche en que cada cual enciende a pleno aire un gran número de lámparas al rededor de su casa. Las lámparas son pequeñas copas llenas de sal y de aceite, con una mecha que flota arriba, y que se quema toda la noche. Esta fiesta se llama la fiesta de las lámparas encendidas. "Los egipcios que no pueden acudir allí también observan la fiesta entre ellos y encienden lámparas en su casa, de tal suerte que no es sólo en Sais, sino en todo Egipto, que se hace estas mismas iluminaciones. Dicen que es por una razón sagrada que celebran la fiesta durante esa noche y que la colman de un semejante respeto 3." Wilkinson 4, citando este pasaje de Heródoto, identifica esta fiesta con la de las lamentaciones acerca de Osiris y nos asegura que la escrupulosa ejecución de esta ceremonia era famosa por la gran importancia de honrar a la divinidad. 1. 2. 3. 4.

PRESCOTT, Conquista del Perú, vol. I, p. 69. Historias, lib. II, p. 176. HERÓDOTO, lib. II, cap. 6, p. 127. WILKINSON, vol. V, p. 308.

Entre los yezidis o adoradores del diablo, en la Caldea moderna, hoy se celebra aún la misma fiesta, con ritos casi semejantes, tanto como las circunstancias lo permitan, a los de miles de años atrás, cuando, en estos mismos países, el culto de Tammuz estaba en toda su gloria. He aquí la descripción exacta que da M. Layard de una de estas fiestas a las cuales asistió: «A la caída del crepúsculo, los fakires o sacerdotes de una orden inferior, vestidos de ropas cafés de paño grosero encoladas sobre sus miembros y cubiertos con turbantes negros, salían de las tumbas llevando cada cual en una mano una luz y en la otra un vaso con aceite y una mecha de algodón. Llenaban y preparaban lámparas ubicadas en los nichos de los muros del patio, esparcidas en los edificios al bode del valle, incluso en rocas aisladas y en el hueco de los árboles. Estrellas innumerables parecían brillar en el fondo negro de las montañas y en las tenebrosas profundidades del bosque. A medida que los sacerdotes avanzaban a través la multitud para acabar su obra, los hombres y las mujeres metían la mano derecha a través de la llama y después de haberse frotado la ceja derecha con la mano así purificada en el elemento sagrado, la llevaba devotamente a sus labios. Otros que llevaban sus hijos en los brazos los purificaban de la misma manera; otros extendían las manos para dejarse tocar por los menos afortunados, que no podían alcanzar la llama. A medida que la noche se iba, los que estaban reunidos (entonces había cerca de cinco mil personas) encendían antorchas que llevaban con ellos al recorrer el bosque. El efecto era mágico; los diferentes grupos se veían a penas en la oscuridad; los 120

hombres corrían de aquí para allá; las mujeres estaban sentadas con sus niños en los techos de las casas y la multitud se reunía al rededor de los vendedores ambulantes que exponían sus mercaderías en el patio. Miles de luces se reflejaban en las fuentes y en los arroyos, brillaban a través del follaje, y bailaban a lo lejos. Cuando yo contemplaba ese espectáculo extraordinario, el murmullo de voces humanas cesó totalmente y un canto se elevó en el valle, grave y melancólico, se parecía a un canto majestuoso que había admirado hace muchos años en la catedral de un país lejano. Jamás escuché en Oriente una música tan dulce y tan conmovedora. Las voces de los hombres y de las mujeres se mezclaban armoniosamente con las dulces notas de las flautas. En intervalos regulares el canto era interrumpido por el ruido estrepitoso de los címbalos y de los tamboriles y aquellos que estaban al interior de las tumbas se unían a esta melodía. Los tamboriles tocados en cadencia interrumpían sólo por intervalos, el canto de los sacerdotes. Sus golpes se volvían cada vez más frecuentes. Luego del canto vino gradualmente una melodía festiva, que aumentando de límite, se perdió finalmente en una confusión de sonidos. Los tamboriles eran tocados con una energía extraordinaria; las flautas arrojaban una ola rápida de notas, las voces superaban el diapasón más alto; los hombres de fuera se unían a estos clamores, mientras que las mujeres hacían resonar las peñas con su grito agudo: ¡Tajlejel! Los músicos, dejándose llevar por su entusiasmo, arrojaron al aire sus instrumentos y se entregaron a mil contorsiones hasta que agotados, cayeron al suelo. Jamás escuché un aullido más espantoso que el que se provocó en el valle. Era la media noche. Miraba con estupefacción el extraño espectáculo que me rodeaba. Sin duda es así como se celebraba, hace muchos siglos, los ritos misteriosos de los coribantes, cuando se reunían en un jardín consagrado 1." — Layard no dice en qué época del año tenía lugar esta fiesta, pero su lenguaje deja pocas dudas que no la considerara como una fiesta de Baco, en otras palabras, del Mesías babilónico cuya muerte trágica y cuyo levantamiento glorioso formaban el fundamento del antiguo paganismo. Claramente, la fiesta se realizaba en honor del Cheik Shems o el sol y del Cheik Adi o el príncipe de eternidad; fue al rededor de su tumba, no obstante, que se cumplía con la solemnidad, así como se celebraba la fiesta de las lámparas en Egipto en honor al dios Osiris en Sais al rededor de su tumba. 1. LAYARD, Nínive y sus Ruinas, vol. I, p. 290-294.

Ciertamente, el lector notó que en esta fiesta de los yezidis hombres, mujeres y niños se purificaban poniéndose en contacto con el elemento sagrado, el fuego. En los ritos de Zoroastro, el gran dios caldeo, el fuego ocupaba exactamente el mismo lugar. Era un principio esencial de este sistema que aquel que se acercara al fuego recibiría luces de la divinidad 1 y que por el fuego, uno se purificaría totalmente de todas las manchas producidas por el alumbramiento 2. Por esta causa se hacía pasar a los hijos por el fuego de Moloc (Jer. XXXII, 35); así los separaban del pecado original y esta purificación rendía más con una víctima recién nacida de la divinidad sanguinaria. Entre los paganos de Roma se practicaba además esta purificación por fuego; es lo que confirma Ovidio cuando nos dice: "El fuego purificó al pastor y al rebaño 3." — Entre 121

los hindúes se adoraba desde mucho tiempo al fuego a causa de sus virtudes purificadoras. He aquí cómo Colebroke describe la súplica de uno de estos adoradores del fuego según los libros sagrados: "¡Saludos! (Oh fuego) ¡tú que te adueñas de los sacrificios, tú que brillas, tú que centelleas! ¡Puede tu llama de acertado presagio consumir a nuestros enemigos; puedes tú, el purificador, sernos favorable 4!" Son quienes cuidan un fuego continuo y cada día le hacen sus devociones y al terminar sus juramentos a su dios le presentan su plegaria cotidiana así: "¡Oh fuego! tú expías el pecado contra los dioses, puede esta ofrenda serte agradable. 1. 2. 3. 4.

TAYLOR, Jámblico, p. 247. PROCLO en Timaco, p. 805. OVIDIO, Fastos, lib. IV, p. 785-794. COLEBROKE, Ceremonias religiosas de los hindúes, en Inves. Asiát., vol. VII, p. 260.

Tú expías un pecado contra el hombre; tú expías un pecado contra los manes; tú expías un pecado contra mi propia alma; tú expías los pecados continuos, tú expías todos los pecados que pudieras voluntaria o involuntariamente haber cometido; puede esta ofrenda ser saludable 1!» - Entre los druidas, el fuego era además considerado como un purificador. He aquí lo que dice una canción druida: "Celebraban las alabanzas de los santos ante el fuego purificador que se hacía subir a los cielos 2." Si en el tiempo de los druidas se esperaban bendiciones del fuego que se encendía y porque se hacía pasar por él a jóvenes o ancianos, a criaturas humanas o ganado, era simplemente porque se creía purificar así las manchas del pecado inherente a todos los seres humanos y a todo lo que los tocaba de cerca. Es obvio que la misma virtud purificadora es atribuida al fuego por les católicos romanos de Irlanda tan celosos por hacer pasar sus hijos y por pasar ellos mismos a través de los fuegos de San Juan 3. Toland afirma que estos fuegos son encendidos como por una lustración: y todos los que han examinado atentamente este tema deben llegar a la misma conclusión. Ahora bien, si Tammuz era, como ya lo vimos, el mismo Zoroastro, el dios de los antiguos adoradores del fuego y si la fiesta de este dios en Babilonia correspondía tan exactamente a la fiesta de la natividad de San Juan, ¿qué tiene de sorprendente que esta fiesta sea aún celebrada con los resplandecientes fuegos de Baal y que presente una imagen tan fiel de lo que Jehová condenó en otro tiempo entre su antiguo pueblo "cuando hacían pasar sus hijos por el fuego de Moloc"? Pero si se conociera un poco el Evangelio ¿qué hombre podría llamar cristiana a semejante fiesta? 1. COLEBROKE, Ceremonias religiosas de los hindúes, en Inv. Asiát., vol. VII p, 275. 2. DAVIES, Los Druidas, Himno al Sol, p. 369-370. 3. ¡Yo vi padres, dice el difunto lord John Scott, en una carta que yo recibí de él, que obligaban a sus hijos a pasar por los fuegos de Baal!

Los sacerdotes de Roma, si no lo enseñan abiertamente, engañan al menos a sus seguidores al dejarlos creer tan firmemente como los antiguos adoradores del fuego, que el fuego puede purificar manchas y faltas del pecado. Veremos más adelante en cuánto este error tiende a consolidar, en el espíritu de sus

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individuos mantenidos en las tinieblas, una de las fábulas más monstruosas, pero además la más útil de todo su sistema. Los iniciados sólo podían saber que el nombre de Oannes era el del Mesías pagano; primero fue necesario cierta prudencia para introducirlo en la iglesia. Pero poco a poco y a medida que el Evangelio se oscurecía y que las tinieblas se volvían cada vez más espesas, ya no fue necesario la misma prudencia. Por eso vemos que en las épocas de ignorancia, el Mesías pagano no fue introducido a la iglesia de manera clandestina. Con los nombres clásicos bien conocidos de Baco y de Dionisio fue abiertamente canonizado y propuesto al culto de los fieles. Sí, Roma que pretende ser la esposa de Cristo, la única iglesia por la cual se puede ser salvo, tuvo la impúdica audacia de dar un lugar en su calendario al gran adversario del Hijo de Dios y esto con su propio nombre. El lector sólo debe consultar el calendario romano y verá allí un hecho irrefutable: verá que el 7 de octubre fue elegido para ser observado en honor de San Baco-el-mártir. Ahora bien, sin duda, Baco fue un mártir; tuvo una muerte violenta; perdió su vida por causa de la religión; pero la religión por la cual él murió era la religión de los adoradores del fuego; ya que fue llevado a la muerte, como lo vimos en Maimónides, por haber mantenido el culto al ejército del cielo. Este patrono del ejército celeste y del culto del fuego (los dos caminaban siempre en armonía), Roma lo canonizó; es obvio, si se considera la época de esta fiesta, que San Baco-el-mártir es absolutamente el Baco de los paganos, el dios de la embriaguez y del libertinaje; ya que el 7 octubre cae poco después del final de la vendimia. Al final de la vendimia, en otoño, los antiguos paganos celebraban lo que se llamaba "la fiesta rústica" de Baco 1, y es más o menos en esta fecha que cae la fiesta papal de San Baco-el-mártir. Si el dios caldeo fue admitido en el calendario con el nombre de Baco, fue además canonizado con su otro nombre de Dionisio 2. Los paganos tenían la costumbre de adorar el mismo dios con nombres diferentes; pero no contentos con la fiesta de Baco, nombre con el cual era más conocido en Roma, los romanos, sin duda para complacer a los griegos, celebraban una fiesta rústica en su honor, dos días después, con el nombre de "Dionysus Eleutherus", nombre con el cual era adorado en Grecia 3. Esta fiesta rústica era llamada por abreviación Dionisia, o para designarla más explícitamente "Festum Dionysi Eleutherei rusticum," es decir, la fiesta rústica de Dionisio Eleuterio 4. Ahora bien, el papado en su celo excesivo por los santos, dividió en dos Dionisio Eleuterio e hizo dos santos distintos con el doble nombre de una divinidad pagana; hay más aún, hizo del inocente epíteto "rusticum", que entre los paganos no tenía ciertamente ninguna pretensión hacia la divinidad, una tercera persona. Leemos en efecto en el calendario en la fecha del 9 octubre: "Fiesta de San Dionisio 5 y de sus compañeros, San Eleuterio y San Rústico 6". Ahora bien, este Dioniso, que el papado tan curiosamente rodeó de dos compañeros, es el famoso San Dionisio, patrono de París y al comparar al santo del papado y el dios pagano, habrá grandes aclaraciones acerca de esta cuestión. 1. Extractos de la Leyenda de la silla de San Pedro, por Anthony RICH, en BEGG, Manual del papado, p. 114-115. SALVERTÉ, Ensayo acerca de los nombres, tomo II, p. 54. 2. Dionisio, como se sabe, es la forma latina del griego Dionusos. 3. PAUSANIAS, Ática, p. 46 y TOOKE, El Panteón, p. 58. 4. BEGG, Manual del papado, p. 115. 123

5. Aunque Dionisio fue el nombre propio clásico del dios, sin embargo, en los clásicos posteriores o en el bajo latín, se encuentra a Dionisio exactamente como en el caso del santo de Roma. 6. Vea el calendario en el Misal romano, 9 de octubre: "Dyonisii, Rustici et Eleutherii mart.," y 7 octubre: "Sergii, Bacchi, Mercelli et Apuleii mart."

San Dionisio, después de haber sido decapitado y tirado al Sena, flotó algún tiempo en la superficie de las aguas, si se cree la leyenda, y tomando su cabeza con su mano con gran asombro de los espectadores, caminó así hacia el cementerio. En recuerdo de un milagro tan extraordinario, se cantó durante muchos siglos en la catedral de San Dionisio (San Denis), en París, un himno que tenía el verso siguiente: Se cadaver mox erexit, Truncus truncum caput vexit, Quem. ferentem hoc direxit. Angelorum legio 1. Pero los mismos papistas finalmente se avergonzaron al celebrar tal tontería en nombre de la religión y en 1789 se abolió "el oficio de San Dionisio". Sin embargo, vea la marcha de los acontecimientos. El mundo durante un tiempo ha vuelto a las épocas de ignorancia. El breviario romano que se había abandonado en Francia, desde hace seis años fue impuesto de nuevo por la autoridad papal en la iglesia gala, con todas sus leyendas, y ésta entre otras; la catedral de San Dionisio fue nuevamente reconstruida y el antiguo culto restaurado en toda su falta de respeto 2. ¿Cómo nunca el espíritu humano pudo inventar una locura tan monstruosa? No hay que buscar tan lejos la explicación. La iglesia de Roma representa a sus canonizados santos que sufrieron el martirio de la espada con imágenes sin cabeza o estatuas teniendo en su mano la cabeza separada del tronco. 1. "tan pronto el cadáver se levantó, el tronco se llevó la cabeza que estaba separada de él, guiado por una legión de ángeles" (SALVERTÉ, Ciencias ocultas, nota p. 48.) En Salverté, la primera palabra de la tercera línea del latín anteriormente indicada es "quo" pero esta palabra no da ningún sentido; es obviamente un error: debe leerse "quem". 2. La declaración hecha en la última parte de la frase anteriormente indicada se refería a un estado de cosas de hace 5 años. La reconstrucción de la catedral de San Dionisio está hoy terminada.

"Vi, dice Eusebio Salverté, en una iglesia de Normandía, San Clair; en Arles, San Mitra y en Suiza, todos los soldados de la legión tebana, llevando la cabeza de ellos en la mano. San Valerio es representado de esta manera en Limoges en las puertas de la catedral y en otros monumentos. El gran sello del cantón de Zurich representa en la misma actitud a San Félix, Santa Régula y San Exsuperancio." He allí ciertamente el origen de la piadosa fábula que se cuenta acerca de estos mártires, tales como San Dionisio y muchos otros 1. Allí está el origen inmediato de la historia del santo muerto que se eleva y que se va teniendo su cabeza en la mano. Pero parece que esta forma de representar es tomada del paganismo, de tal suerte que el San Dionisio católico de París es semejante no sólo al Dionisio pagano de Roma, sino además al de Babilonia. Dionisio o Baco era representado en una de sus transformaciones como un 124

capricornio, "el pez de cuernos de macho cabrío" y hay lugar para creer que es en esta forma que tenía el nombre de Oannes. En la India, en esta forma, hizo, con el nombre de Souro, es decir obviamente la simiente, cosas maravillosas 2. Ahora bien, en la esfera de los persas, no sólo era representado con los rasgos de capricornio, sino además por el papado es representado con forma humana y exactamente como San Dionisio. He aquí cómo un antiguo escritor describe esta figura de la esfera de los persas: "El Capricornio, el 3er Decán. La mitad de la figura está sin cabeza, porque la cabeza está en su mano 3." Nimrod fue decapitado; en recuerdo de esta muerte, sus adoradores que lamentaban tan amargamente lo representaban así en la esfera. Según algunas versiones de su historia, esta cabeza separada del tronco hizo hazañas tan maravillosas como el tronco inanimado de San Dionisio. 1. SALVERTÉ, Ciencias ocultas, p. 47-48. 2. HUMBOLT, México, vol. I, p. 339-340. Para Oannes y Souro, ver Apéndice, nota K. 3. SALVERTÉ, Ciencias ocultas, nota p. 47.

Bryant probó en su historia de Orfeo que es exactamente una ligera variante de la historia de Osiris 1. Como Osiris fue desmembrado en Egipto, lo mismo Orfeo se hizo en Tracia. Y cuando los miembros mutilados de éste fueron arrojados aquí y allá en los campos, su cabeza, que flotaba en el Hebro, probó el carácter maravilloso de a quién pertenecía. "Entonces, Virgilio dice que cuando separada de su cuello tan blanco como el mármol, la cabeza de Orfeo era arrastrada por las rápidas aguas del Hebro, Eurídice, repetía su voz moribunda y su lengua helada. ¡Ah! Desafortunada Eurídice, susurraba su último aliento y todos los ecos de la ribera repetían: Eurídice‖ 2 Allí hay diferencia, pero en esta diferencia hay una unidad obvia. En los dos casos, la cabeza separada del tronco ocupa el primer plano de la escena; en los dos casos, el milagro ocurre en un río. Ahora bien, si las fiestas de San Baco-elmártir y de San Dionisio Eleuterio se relacionan de manera tan extraordinaria con la época de la fiesta del dios del vino entre los paganos, con el nombre de Baco o Dionisio o Eleuterio, y si la manera de representar a este Dionisio moderno y el antiguo Dionisio es obviamente la misma, mientras que la leyenda de ellas concuerda de manera tan extraordinaria, ¿quién podría dudar del real carácter de estas fiestas de Roma? Ellas no son cristianas, son paganas, son obviamente babilónicas. 1. BRYANT, vol. II, p. 419, 423. El nombre mismo de Orfeo es precisamente sinónimo de Bel, nombre del gran dios babilónico, que, dado en su origen a Cus, se convirtió en hereditario en la raza deificada de sus descendientes. Bel significa mezclar y además confundir y Orv, en hebreo así como en caldeo, se convierte en Orf (PAR-KHURST, Gramática caldea en El Léxico, p. 40). Pero Orv u Orf, significa además sauce; por eso encontramos, en perfecta concordancia con el sistema místico, que el sauce era entre los griegos el símbolo de Orfeo. Por eso Pausanias, después de haber hablado de un retrato de Acteón, añade: "Si se nota las partes inferiores del cuadro, se verá a Orfeo sentado en un altar, sosteniendo un arpa en la mano izquierda y en la mano derecha las hojas de un sauce llorón" (PAUSANIAS, lib. X, Phocica, cap. 30). Un poco después, dice también: "Se lo representa apoyado en el tronco de este árbol". Las hojas de sauce en la mano derecha de Orfeo y el sauce en el cual se apoya indican claramente el sentido de su nombre. 2. Geórgicas, lib. IV, 523-527.

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Artículo 4 La fiesta de la Asunción Si lo que ya dijimos muestra la política carnal seguida por Roma a costa de la verdad, las circunstancias que rodean la fiesta de la asunción muestran mejor aún la audaz perversión y la impiedad de esta iglesia; hay que notar que la doctrina a propósito de esta fiesta, tanto como se trata del papado, no se estableció en la era de las tinieblas, sino tres siglos después de la Reforma, en medio de toda la luz tan alabada del siglo XIX. He aquí sobre qué doctrina se sustenta la fiesta de la asunción: la virgen María, se dice, no conoció corrupción en carne ni en hueso, fue elevada al cielo y ahora está investida de todo poder en el cielo y en la tierra. Esta doctrina fue audazmente expuesta ante el público inglés, en una reciente carta pastoral del arzobispo católico romano de Dublín. Ahora recibió el sello papal de la infalibilidad, siendo incluida en el último decreto blasfemo que proclamó la inmaculada concepción. Ahora bien es imposible sustentar semejante doctrina en un solo pasaje de la Escritura. Pero, en el sistema babilónico, la fábula ya estaba totalmente preparada. En ella se expresa que Baco descendió a los infiernos, arrancó a su madre de los poderes infernales y la llevó triunfante con él a los aires 1. Esta fábula se expandió a todas partes donde llegó el sistema babilónico; como en nuestros días así como también desde tiempos inmemoriales, los chinos celebran una fiesta en honor de una madre que fue arrancada por su hijo del poder de la muerte y de la tumba. 1. APOLODORO, lib. III, cap. 5, p. 266. La diosa adorada en Babilonia como Madre, era la mujer de Nino, el gran dios, prototipo de Baco. Un acompañante de esta historia es la de Ariadna, mujer de Baco. La vestimenta de Tetis, dice Bryant (vol. II, p. 99), contenía una descripción de ceremonias célebres en los primeros siglos y un relato de la apoteosis de Ariadna, descrita, sea cual sea el significado, siendo elevada al cielo por Baco. Se cuenta una historia análoga a propósito de Alcmena, madre del griego Hércules, distinto del Hércules primitivo y una de las formas de Baco: era un gran bebedor y son proverbiales sus copas (MULLER, Los Dorios, vol. I, p. 462). La madre de Hércules resucitó a Júpiter (padre de Hércules), dice Muller, levantó a Alcmena de entre los muertos y la llevó a las Islas de los bienaventurados, para ser la mujer de Radamanto. (ibid. p. 443).

La fiesta de la asunción es celebrada en la iglesia romana el 15 de agosto. La fiesta de los chinos sustentada en una leyenda semejante, observada con faroles y candelabros, como lo muestra Sir J. F. Davis en su notable descripción de la China, se celebra también en el mes de agosto 1. Ahora bien, cuando la madre del Mesías pagano fue celebrada a causa de esta "asunción", con el nombre de "paloma", fue adorada como la encarnación del Espíritu de Dios 2 con el cual se la identifica. Así que fue considerada la fuente de toda santidad y la gran purificadora y naturalmente ella misma fue reconocida como la Virgen madre, pura y sin mancha 3. Con el nombre de Proserpina (con la cual fue identificada aunque la diosa babilónica se diferenciara de ella en su origen), siendo cantada como la madre del primer Baco y como la mujer honrada de Plutón, es además invocada, en los himnos órficos como: Asociada a las estaciones, esencia luminosa, todopoderosa virgen revestida de luz celestial 4. 1. La China, vol. I, p. 354-355. 2. Ver p. 121. 126

3. PROCLO en TAYLOR, Notas sobre Jámblico, p. 136. 4. Himnos Órficos, H. 28, p. 109. "Estos himnos, dicen algunos críticos, fueron compuestos por neoplatónicos después de la era cristiana; han corrompido la doctrina de sus predecesores." Yo lo dudo. En todos los casos, nada avanzo en cuanto a lo que tomo de ellos sin ser confirmado por la más alta autoridad.

Quienquiera que sea el autor de estos himnos, más se los estudia, más se hace obvio, cuando se los compara con la más antigua doctrina de Grecia clásica, que sus autores comprendían y aceptaban totalmente la teología pura del paganismo. Al describir el bosque de Carnasius, Pausanias nos dice que en Grecia pagana era adorada Proserpina, aunque se la conoce como esposa de Plutón rey de los infiernos, con el nombre de la santa virgen: este bosquecillo tiene una estatua de Apolo Carneus, de Mercurio que lleva un carnero y de Proserpina, hija de Ceres, quien es llamada la "santa virgen 1". La pureza de esta santa virgen no consistía sólo en no ser culpable de pecado actual, sino se caracterizaba especialmente por su concepción inmaculada, ya que Proclo dice: se la llama Core "por la pureza de su naturaleza y de su superioridad inmaculada 2". ¿Sorprenderá entonces la última proclamación? De ninguna manera. Es sólo la continuación, en sus consecuencias lógicas, de la doctrina pagana ya adoptada y mezclada en todo el sistema de Roma, que se dictara este decreto y que la señora romana fuera formalmente llamada en el sentido más amplio de esta palabra, "la virgen inmaculada"! Se puede dudar entonces que la señora de Roma con el niño en sus brazos y la señora de Babilonia no sean más que una sola y una misma diosa! Se sabe muy bien que la señora romana es adorada como una diosa; es además el gran objeto de culto. ¿Los cristianos (de Inglaterra) no se rebelaron a la idea de tolerar por más tiempo a este monstruoso paganismo babilónico? ¿Qué estado cristiano podría suportar que sus representantes proporcionaran dinero de la nación protestante para fomentar una idolatría tan blasfema 3? Si el espíritu humano no estuviera enceguecido en sus juicios, los hombres temblarían con sólo pensar en cometer el pecado que este país ha hecho en estos últimos años al amparar la corrupción y la perversión de Roma. 1. PAUSANIAS, lib. IV, Messenica, cap. 33, p. 362. 2. PROCLO, en una nota adicional, TAYLOR, Himnos órficos, p. 198. 3. Es deplorable que todos los cristianos en general parezcan ser tan insensibles a la crisis actual de la iglesia y del mundo o al deber que tienen como testigos de Cristo, de testificar prácticamente contra los pecados públicos de la nación. Si tuvieran necesidad de ser estimulados para desempeñar más enérgicamente este deber, entonces lean un pequeño libro excelente y oportuno que apareció hace poco, intitulado: Interpretación original del Apocalipsis, en donde se expresan las declaraciones del Apocalipsis breve y magníficamente concernientes al carácter, la vida, la muerte, la resurrección de los dos testigos.

¿La Palabra de Dios no ha condenado en los términos más enérgicos y más terribles a la Babilonia del Nuevo Testamento? Y además ¿no ha declarado que los que participan de los pecados de Babilonia participan además de sus castigos? (Apoc. XVIII, 4). La mayoría ve en general al pecado de idolatría como una falta comparativamente leve y sin ninguna importancia. Pero no es así como el Dios de los cielos lo considera. ¿Cuál de todos los mandamientos es el que va acompañado de advertencias más solemnes y más terribles? Es el segundo: 127

"No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen." ¡Estas palabras vienen de la boca misma de Dios, fueron escritas por la mano misma de Dios sobre la piedra, no sólo para la instrucción del linaje de Abraham, sino para todas las tribus y todas las generaciones de la tierra y ningún mandamiento va seguido de tal advertencia! Ahora bien, si Dios advirtió con castigar el pecado de idolatría por encima de los otros pecados y si vemos estos terribles castigos de Dios hacerse más pesados en nuestra nación, mientras que el pecado grita al cielo contra nosotros, ¿no debemos buscar con el más gran cuidado si entre todos nuestros otros pecados nacionales que son a la vez graves y numerosos, aquello no constituye la primera y capital ofensa? Y ¿por qué no nos arrodillamos ante las peñas y las piedras? Sí, si nosotros, que profesamos una doctrina opuesta, alentamos, si nutrimos, si mantenemos una idolatría contra la que Dios ha advertido tan horrorosamente en su cólera, ¡nuestra falta, en vez de disminuir, es otro tanto más grande, ya que es un pecado contra la luz! Ahora bien, los hechos son obvios para todos. Es notorio que en 1854 una idolatría anti-cristiana fue incorporada en la constitución inglesa de manera tal, que durante un siglo y medio nada semejante había sido introducido. Además se sabe que desde entonces, este país fue golpeado con varios castigos sucesivos. ¿Hay que considerar esta coincidencia como puramente accidental? ¿No hay que ver aquí más bien el cumplimiento de la advertencia pronunciada por Dios en el Apocalipsis? Hoy es una pregunta excesivamente práctica. Si nuestro pecado en este aspecto no es reconocido por nuestra nación, si no es confesado con arrepentimiento, si no es echado muy lejos, si por el contrario, lo aumentamos aún más, si ahora, por primera vez desde la revolución, mientras confiamos visiblemente en el Dios de las batallas por el éxito de nuestras armas, lo confrontamos abiertamente al enviar a nuestros campos sacerdotes con ídolos; podremos tener fiestas nacionales e innumerables jornadas de humillación; Dios no puede aceptarlas y pueden darnos un descanso temporal, pero podemos estar ciertos que el Señor no detendrá su cólera y que su brazo aún estará extendido 1. 1. El párrafo anterior apareció por primera vez en la primavera de 1855, cuando el imperio contemplaba con estupefacción los horribles y desoladores desastres de Crimea, causados simplemente por el hecho de que en ese país alejado, los hombres eminentes no podían hacer causa común y que finalmente se fijó un día de humillación. El lector puede juzgar si son sí o no los acontecimientos que tuvieron lugar desde entonces han debilitado nuestro razonamiento. Algunos años de impunidad que se han transcurrido desde que la revuelta de la India, con todos sus horrores, fue apaciguada, muestran la paciencia de Dios. Pero si se desprecia esta paciencia (lo que tiene lugar obviamente, mientras que la falta va agravándose) ¡el resultado final será sólo más terrible!

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Capítulo 4 Doctrina y disciplina Cuando Linacer, médico distinguido y católico beato del reinado de Enrique VIII, se encontró por primera vez con el Nuevo Testamento, después de haberlo leído lo arrojó con impaciencia y lanzó un fuerte reniego, exclamó: "O este libro no es verdadero o no somos cristianos." Enseguida vio que el sistema de Roma y el sistema del Nuevo Testamento son diametralmente opuestos: quien los compara con imparcialidad sólo puede llegar a la misma conclusión. Pasando de la Biblia al breviario, parece que se pasa de la luz a las tinieblas. Mientras uno proclama: ―Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres‖, el otro enseña lo que es deshonroso para el Altísimo y pernicioso para el bienestar moral y espiritual de la humanidad ¿Cómo el papado ha abrazado y adoptado doctrinas y prácticas tan funestas? ¿Está la Biblia tan oscura o tan equivocada que los hombres hayan supuesto que ella les pedía creer y practicar lo contrario de lo que dice? No, la doctrina y la disciplina del papado jamás fueron tomadas de la Biblia. La prueba está en que donde puede, anatematiza la lectura de la Biblia, condena a las llamas este don del amor celeste o lo encierra bajo llave. Pero se puede establecer aún más categóricamente al examinar las principales columnas del edificio papal tomadas de Babilonia. Que el lector examine ahora las pruebas de esto.

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Artículo 1 Regeneración por medio del bautismo Se dice que la regeneración por medio del bautismo es un artículo fundamental de Roma y que se encuentra en la entrada misma del sistema romano. Según Roma misma, el bautismo es tan importante para este propósito, que por una parte se declara que es absolutamente necesario para ser salvo 1, de tal manera que un niño muerto sin bautismo no puede ser recibido en la gloria, y por otra, sus virtudes son tan grandes que se lo declara en todos los casos infalible para regenerarnos mediante un nuevo nacimiento espiritual al hacernos hijos de Dios 2. Se lo llama la primera puerta por la cual entramos al redil de Jesucristo, el primer medio por el cual recibimos la gracia de la reconciliación con Dios. Por esto, los méritos de Jesús son aplicados de este modo a nuestras almas de manera tan sobreabundante, que satisfacen plenamente la justicia divina para todo lo que exige de nosotros o por el pecado original o por el pecado presente 3. Ahora bien, desde ambos puntos de vista, esta doctrina es antibíblica; desde ambos puntos de vista es puramente pagana. Es antibíblica, ya que el Señor Jesucristo declaró expresamente que estos niños, sin el bautismo o sin ninguna otra ley, pueden ser admitidos en la gloria celestial. "Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos." Juan Bautista, estando aún en el seno de su madre, fue tan lleno de gozo con la noticia del nacimiento del Salvador, que la salutación de María al haber tocado los oídos de su madre, el niño se estremeció en el seno materno. Si este niño muriera al venir al mundo, ¿qué podría excluirlo de la herencia de los santos en la luz para la cual fue preparado tan obviamente? 1. El obispo HAY, El Cristiano sincero, vol. I, p. 363. Hay dos excepciones a esta declaración: el caso de un infiel convertido en un país pagano donde es imposible recibir el bautismo, y el caso de un mártir bautizado, como se dice, en son propia sangre; pero en todos los otros casos, para los jóvenes como para los viejos, la necesidad es absoluta. 2. ibid. p. 356. 3. ibid. p. 358.

Sin embargo, el obispo católico romano Hay, al desconfiar de todo principio de la Palabra de Dios, no titubea en hacer la siguiente pregunta: "¿Qué sucede con el niño muerto sin bautismo?" Responde: "Si un tierno niño hubiera muerto por amor a Cristo, este sería el bautismo de sangre e iría al cielo; pero excepto este caso, como estos niños no pueden desear el bautismo con las otras disposiciones necesarias, si no son bautizados con agua, no pueden ir al cielo 1." Esta doctrina jamás pudo venir de la Biblia, ¿entonces, de dónde viene? Ha venido del paganismo. El lector al tanto de los clásicos se recordará ciertamente en qué estado Eneas encontró, cuando visitaba las regiones del infierno, las almas de los desafortunados niños muertos sin haber sido administrados según los ritos de la iglesia: "Oye las voces lastimeras de los niños cuyas almas lloran a la entrada del infierno: desafortunados que, entrados en la vida, no conocieron las dulzuras y que una muerte prematura arrebató del seno maternal 2." Estos infelices niños a fin de glorificar la virtud y la eficacia de los ritos misteriosos del paganismo, están excluidos de los Campos Elíseos, el paraíso de los paganos y sólo tienen como mejores compañeros más cercanos a los suicidas: "Cerca de ellos, tristes y abatidos, están los mortales que sin haber cometido 130

crímenes se dieron muerte con su propia mano, y que, abandonando el día, arrojaron sus almas lejos de sus cuerpos 3." 1. El Cristiano sincero, vol. I, p. 362. 2. VIRGILIO, Eneida, lib. VI, v. 427-429. 3. ibid. v. 436. Entre los niños y los suicidas hay otra categoría, los que sobre la tierra han sido injustamente condenados a muerte y para quienes ya no hay esperanza.

He aquí acerca de la falta de bautismo. En cuanto a su eficacia positiva, cuando se lo ha obtenido, la doctrina papal es además antibíblica. Hay protestantes declarados que creen en la doctrina de la regeneración bautismal; pero la Palabra de Dios nada dice de eso. He aquí la declaración de la Escritura acerca del bautismo: no da un nacimiento nuevo, sino es un medio designado para dar a conocer y sellar este nuevo nacimiento allí donde él ya existe. En este aspecto, el bautismo se basa en el mismo fundamento que la circuncisión. Ahora bien, ¿qué nos dice la Palabra de Dios acerca de la eficacia de la circuncisión? Ella dice, hablando de Abraham: "Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso" (Rom. IV, 11). La circuncisión no hacía justo a Abraham: ya era justo antes de de circuncidarse. Pero ella debía declararlo justo a fin de demostrarle mejor su justicia. Si Abraham no hubiera sido justo antes de circuncidarse, su circuncisión no habría sido un sello ni habría podido confirmar lo que no existía. Es lo mismo con el bautismo, es un sello de la justificación por la fe que el hombre posee antes de ser bautizado. Ya que se dice: "El que creyere y fuere bautizado, será salvo" (Marc XVI, 16). Allí donde la fe existe, si es sincera, es la prueba de un corazón nuevo, de una naturaleza regenerada y es sólo por la profesión de esta fe y de la regeneración, si se trata de un adulto, que es admitido en el bautismo. Incluso si se trata de niños incapaces de hacer profesión de fe o de santidad, la administración del bautismo no tiene como propósito de regenerarlos o de santificarlos, sino de declararlos santos, es decir, aceptos para ser consagrados, incluso en la infancia, al servicio de Cristo, como toda la nación de Israel, por su parentesco con Abraham, según la carne, era santificada para el Señor. Si no fueran santos en este sentido figurado, no habría aceptos para el bautismo que es el sello de un estado de santidad. Pero la Biblia los declara santos, por su descendencia de padres creyentes y lo mismo cuando uno de los padres es fiel: "El marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos" (I Cor. VII, 14). Para su santidad son bautizados y con todas las responsabilidades que resulten de ella para sólo proclamarla. Esta santidad, sin embargo, es muy diferente de la santidad de la nueva naturaleza; y aunque el hecho del bautismo, si desde un punto de vista bíblico se lo considera y que en consecuencia se lo perfeccione, es decir, en manos de Dios, es un medio importante para hacer de esta santidad una gloriosa realidad en el sentido más elevado de la palabra; sin embargo, no asegura necesariamente en todos los casos la regeneración espiritual. Dios puede dar o no dar, según le plazca, un corazón nuevo antes, durante o después del bautismo; pero es obvio que miles que fueron bautizados aún no están regenerados; aún están exactamente en la misma posición que Simón el mago

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quien, después de haber sido bautizado por Felipe, estaba aún "en hiel de amargura y en prisión de maldad" (Hechos VIII, 23). La doctrina de Roma, sin embargo, es que todos los que son canónicamente bautizados, aunque ignorantes e inmorales, con tal que implícitamente crean en la iglesia, y entregan su conciencia a los sacerdotes, son tan regenerados como jamás podrán serlo, y que los niños que salen del agua del bautismo están totalmente purificados del pecado original. Por eso vemos que los misioneros jesuitas de la India se vanaglorian por haber convertido miles simplemente al bautizarlos, sin darles la mínima instrucción previa, cuando aún están en la ignorancia más completa de las verdades del cristianismo y sobre su simple promesa de estar sometidos a Roma. Esta doctrina de la regeneración bautismal es también puramente babilónica. Se sorprenderá, quizás, que la idea de la regeneración haya sido conocida en el mundo pagano; pero sólo vayan a la India y encontrarán hoy a los beatos hindúes, que jamás prestaron oído a una instrucción cristiana, tan familiarizados como nosotros con esta expresión y con esta idea. Los brahmanes se vanaglorian de ser hombres nacidos dos veces 1 y en esta condición, dicen que están asegurados con una dicha eterna. Ahora bien, era lo mismo en Babilonia y el nuevo nacimiento era conferido por el bautismo. En los misterios caldeos, antes de dar alguna instrucción, se pedía ante todo a los que se iban a iniciar, recibir el bautismo como signo de obediencia ciega y completa. Leemos en autores antiguos un testimonio directo del doble hecho del bautismo y de su significado. En ciertos ritos sagrados de los paganos, dice Tertuliano, haciendo alusión al culto de Isis y de Mitra especialmente, la iniciación se hace mediante el bautismo 2. La palabra iniciación significa claramente que hace alusión a los misterios de estas divinidades. Este bautismo se hacía por inmersión (Aquí tenemos la prueba innegable que el «bautismo por inmersión», tal como se practica entre las sectas inmersionistas modernas, proviene de las religiones de misterios babilónicos. Sus afirmaciones que Cristo fue bautizado por inmersión testimonian el hecho de que el Mesías que adoran es el dios de los misterios caldeos, el falso Mesías) Jean le Duc. Y parece que era una ceremonia difícil y peligrosa, ya que leemos que el que pasaba por las aguas de purificación y experimentaba diversas pruebas necesarias era admitido, si sobrevivía, al conocimiento de los misterios 3. Era necesario para afrontar esta iniciación un coraje poco común. Sin embargo existía esta razón poderosa para determinarlas, es que todos los que así eran bautizados, nos dice Tertuliano, tenían la promesa de la regeneración y el perdón de todos sus perjurios 4. Los adoradores de Odín practicaban el rito del bautismo, que, si se lo compara con su reconocido objetivo, muestra que al menos en su origen, debieron creer que se podía purificar el pecado natural y la corrupción de sus recién nacidos al asperjarlos con agua o al sumergirlos inmediatamente después de su nacimiento en lagos o ríos 5. 1. 2. 3. 4. 5.

Ver Investigaciones asiáticas, vol. VII, p. 271. TERTULIANO, De Baptismo, vol. I, p. 1204. Eliœ Coment, en GREG. NAZ. Orat. IV. GREGORII NAZIANZENI, Ópera, p. 245. TERTULIANO, De Baptismo, vol. I, p. 1205. Ver MALLET, El bautismo anglosajón, Antigüedades, vol. I, p. 335. 132

Hay más: al otro lado del Atlántico, en México, se encontró la misma doctrina de regeneración por el bautismo en uso entre los indígenas, cuando Cortez y sus soldados desembarcaron en sus playas 1. La ceremonia del bautismo mejicano, que los misioneros católicos romanos de España contemplaban con asombro, está descrita de la forma siguiente en la Conquista de México de Prescott: "Cuando se acababan todos los preparativos del bautismo, todos los parientes del niño se reunían y se hacía venir a la partera que debía ejecutar el ceremonia del bautismo 2. A cierta hora del día, todos se reunían en el patio de la casa; a la salida del sol, la partera tomando el niño en sus brazos pedía un plato pequeño de greda lleno de agua, mientras que los que la asistían ubicaban en el patio los ornamentos preparados para el bautismo. Para realizar la ceremonia, ella dirigía la mirada hacia el occidente y comenzaba enseguida ciertas formalidades. Enseguida ella asperjaba con agua la cabeza del niño y decía: "¡Oh hijo mío!, toma y recibe el agua del Señor del mundo que es nuestra vida y que es dada para hacer crecer y renovar nuestro cuerpo. Está destinada para lavarnos y para purificarnos. ¡Puedan estas gotas celestiales entrar a tu cuerpo y permanecer allí, puedan ellas destruir y alejar de ti todo el mal y todo el pecado que te ha sido transmitido antes del comienzo del mundo, ya que todos nosotros estamos bajo su poder! "Entonces ella lavaba con agua el cuerpo del niño y así hablaba: "De donde sea que vengas, tú que eres funesto para este niño, déjalo y aléjate de él, ya que ahora tiene una nueva vida y ha nacido de nuevo, ahora está purificado y límpido nuevamente y nuestra madre Chalchiuhtlicue (la diosa del agua) lo trae al mundo."Habiendo rogado de esta forma, la partera toma al niño en sus manos y levantándolo hacia el cielo dice: 1. HUMBOLDT, Investigaciones Mexicanas, vol. I, p. 185. 2. Como el bautismo es absolutamente necesario para la salvación, Roma autorizó a las parteras para administrarlo. En México, la partera parece haber sido una sacerdotisa.

"Oh Señor, tú ves esta criatura que tú has enviado al mundo, este lugar de tristeza, de sufrimiento y de penitencia, concédele, oh Señor, tus dones y tu inspiración, porque tú eres el gran Dios y contigo está la gran Diosa 1" He aquí muy ciertamente el opus operatum. He aquí también la regeneración por el bautismo y el exorcismo 2 tanto por hechos y tan completos como podría desearlo un sacerdote romano o un partidario del tractarianismo. El lector solicitará qué pruebas demuestran que México tomó esta doctrina de Caldea. La prueba es decisiva. Sabemos, según las investigaciones de Humboldt, que los mejicanos honraban a Wodan como el jefe de su raza; exactamente como los antiguos ingleses lo hacían. El Wodan u Odín de Escandinavia es el mismo, uno puede probarlo, que el Adón de Babilonia 3. El Wodan de México, se verá en la cita siguiente, es absolutamente el mismo. Dice Humboldt que según las antiguas tradiciones reunidas por el obispo Francisco Munez de la Vega, el Wodan de los chiapatecos (mejicanos) era nieto de este anciano ilustre, que, en la época del gran diluvio, en donde pereció la mayor parte de la humanidad, fue salvado en una balsa con su familia. Wodan contribuyó a la construcción de este gran edificio que los hombres intentaron edificar hasta los dioses. La ejecución de este proyecto temerario fue interrumpida; cada familia tuvo desde entonces un lenguaje diferente; y el gran espíritu Teotl ordenó a Wodan ir a poblar la región de Anahuac 4. He aquí que demuestra de manera obvia el 133

origen de la mitología mejicana y además de la regeneración bautismal que los mejicanos tenían en común con los adoradores egipcios y persas de la reina caldea del Cielo. 1. PRESCOTT, México, vol. III, p. 339-340. 2. En la ceremonia romana del bautismo la primera cosa que el sacerdote debe hacer, es exorcizar al diablo para alejarlo del niño que será bautizado, por medio de estas palabras: "Sal de este niño, espíritu impuro, deja lugar al Espíritu Santo, el consolador". El Cristiano sincero, vol. I, p. 365. En el Nuevo Testamento, no hay la mínima alusión a ningún exorcismo de este tipo que acompañe al bautismo cristiano. Es totalmente pagagano. 3. Para las pruebas, ver Apéndice, nota L. 4. HUMBOLT, Investigaciones Mexicanas, vol. I, p. 320.

Prescott, es cierto, duda de la autenticidad de esta tradición; ya que es una analogía demasiado exacta con la historia bíblica para ser confiable. Pero el célebre Humboldt que examinó cuidadosamente el tema y que no tuvo ninguna razón para contradecirlo, declara que cree totalmente en la exactitud de esta tradición. Diré incluso que se puede probarlo, según las páginas tan interesantes de Prescott, para cada rasgo esencial, con la única excepción del nombre de Wodan de quien no hace ninguna alusión. Pero felizmente, el hecho de que este nombre fuera llevado por algún ilustre héroe entre los antepasados supuestos de la raza mejicana está fuera de duda, por esta circunstancia singular que los mejicanos tuvieran uno de sus días llamado Día de Wodan, exactamente como los ingleses lo tienen 1. Si se la compara con todas las circunstancias, es una prueba sorprendente a la vez de la unidad de la raza humana y de la amplia difusión del sistema que comenzó en Babilonia. Si se pregunta: ¿cómo los babilonios adoptaron esta doctrina de la regeneración a través del bautismo? Aquí hay una pregunta que se puede dilucidar. En los misterios babilónicos, la conmemoración del diluvio, del arca y de los grandes acontecimientos de la vida de Noé, se mezclaban con el culto de la reina del cielo y de su hijo. Noé, por haber vivido en dos mundos, el mundo antes del diluvio y el mundo después del diluvio, era llamado Diphues o el que nació dos veces 2, y era representado con los rasgos de un dios con dos cabezas, dirigidas en dos direcciones opuestas, una joven, la otra vieja 3. Vimos que Jano, el dios de dos cabezas, se relacionaba en un sentido con Cus y con su hijo Nimrod, considerados como un solo dios, con doble aspecto, como el dios supremo, el padre de todos les héroes deificado; y sin embargo, para atribuirle la autoridad y el respeto esenciales a su título futuro de jefe del gran sistema de idolatría consagrado por los apóstatas, era necesario representarlo de una manera o de otra como idéntico al gran patriarca quien era el padre de todos y tenía una historia tan maravillosa. 1. HUMBOLDT, vol. I, p. 319. 2. BRYANT, vol. XIV, p. 21. 3. ibid. p. 86.

Por esto, en las leyendas de Jano, vemos, mezcladas con otros rasgos provenientes de una fuente totalmente diferente, des declaraciones no sólo acerca de este hecho que era el padre del mundo, sino acerca de que era él el inventor de los navíos 1, lo que es obviamente una copia de la historia de Noé; 134

es por esto que la manera asombrosa con la que es representado en este grabado (fig. 34) que ponemos a la vista del lector, habría sido inspirado por la historia del gran patriarca, en la integridad de quien la Escritura hace tan particular alusión cuando habla del doble aspecto de su vida (Gén. VI, 9): "Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones", es decir en su vida antes y después del diluvio.

Fig. 34

Toda la mitología de Grecia y de Roma, como la del Asia, está llena de historias y hazañas de Noé por los cuales es imposible dejarse engañar. En la India, el Dios Vichnú, el conservador, a quien se honra por haber salvado milagrosamente una familia justa cuando el mundo fue inundado, ofrece la historia de Noé disfrazada en esta leyenda; es incluso llamado por su nombre. Exactamente, Vichnú es la forma sánscrita para el caldeo Ishnuh, el hombre Noé o el hombre de reposo 2. En cuanto a Indra, el rey de los dioses y el dios de la lluvia, lo que es obviamente sólo otra forma del mismo del mismo dios, se encuentra este nombre en la forma exacta de Ishnu. Ahora bien, la leyenda misma de Vichnú que pretende hacer de él no una simple criatura, sino el dios supremo y eterno, muestra que esta interpretación de su nombre no es una imaginación sin fundamento. He aquí cómo es celebrado en el Matsya Puran: "El sol, el viento, el aire, todos los elementos inmateriales eran absorbidos en su esencia divina y el universo que estaba consumido, el Dios eterno y todopoderoso, habiendo tomado una antigua forma, descansó misteriosamente sobre la superficie del vasto océano. 1. BRYANT, vol. III, p. 78. 2. La palabra misma, Ish, hombre, empleada en el sánscrito con la digamma prefijo: por ejemplo Vishampati, el señor de los hombres. WILSON, La India hace 3000 años, p.59.

Pero nadie puede saber si este ser era entonces visible o invisible, cuál era su santo nombre o la causa de su misterioso sueño. Tampoco, nadie puede decir cuánto descansó así hasta que pensó en crear; ya que nadie lo vio, nadie se acercó a él, nadie puede penetrar el misterio de su esencia real 1." Según esta antigua leyenda, Vichnú es aún representado como durmiendo cuatro meses del año. Ahora relacione esta historia con el nombre de Noé, el hombre del reposo, y de su historia personal durante el diluvio, cuando el mundo fue destruido, Cuando durante cuarenta días y cuarenta noches todo era nada más que caos, no se veía ni sol ni luna ni estrella titilante, el mar y el cielo estaban confundidos y todo era sólo un océano universal, en la superficie del cual 135

flotaba el patriarca; que no había ningún ser humano que se acercara a él, salvo los que estaban en el arca con él, y penetramos enseguida el misterio de su esencia real, discernimos el santo nombre de esta persona y conocemos las causas de este misterioso sueño. Ahora bien, en todas partes se celebra el nombre de Noé o con el nombre de Saturno, el misterioso 2, ya que este nombre también se le daba a Nimrod, porque se ocultó en el arca, en el día de la terrible cólera del Señor o con el nombre de Oannes o Jano, el hombre del mar y es descrito generalmente de forma de no probar que se lo consideraba como Diphues, el que nació dos veces o el regenerado. Los babilonios nacidos dos veces, que son tantos dioses sobre la tierra, muestran claramente por el título que se otorgan a sí mismos, como el dios que representan y cuyas prerrogativas reclaman era conocido como el que nació dos veces. 1. Col. KENNEDY, La mitología Hindú, p. 228. 2. BRYANT, vol. III, p. 75.

Las relaciones de la regeneración con la historia de Noé se manifiestan con fuerza en los relatos que nos han hecho de los misterios celebrados en Egipto. Los mejores eruditos versados en las antigüedades egipcias, entre los cuales citaremos a Sir Gardiner Wilkinson, admiten que la historia de Noé se mezclaba con la de Osiris 1. La nave de Isis y el féretro de Osiris que flotaban sobre las aguas, se relacionan exclusivamente con este acontecimiento notable. Se lamentaba la muerte de Osiris en diferentes épocas, en diversas partes de Egipto y en una de estas épocas se celebraba más en particular la memoria del poderoso cazador ante Jehová, y en otra época, la catástrofe terrible de la cual sobrevivió Noé. En la gran y solemne fiesta llamada la desaparición de Osiris, es obvio que es Noé mismo a quien se consideraba perdido. La época en que Osiris fue encerrado en su féretro y en donde este féretro fue depositado en la superficie del agua, según las declaraciones de Plutarco, calza exactamente con la época en que Noé entró al Arca. Fue el 17 del mes de Athyr, cuando el Nilo deja de desbordarse, cuando las noches se alargan y los días se acortan 2. El mes Athyr era el segundo mes después del equinoccio de otoño, época en la cual comenzaba el año de los judíos y de los patriarcas. Según esta declaración, Osiris fue encerrado en su féretro el día 17 del segundo mes del año patriarcal. Compare este hecho con el relato escritural de la entrada de Noé al arca y verá hasta qué punto se relacionan (Gén. VII, 11): El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo; en ese día, Noé entró al Arca. 1. WILKINSON, vol. IV, p. 340. 2. PLUTARCO, De Iside et Osiride, vol. II, p. 366. D.

La época en la cual se decía que Osiris (o también Adonis) fue encerrado en su féretro, exactamente era la misma en la que Noé fue confinado en el arca durante un año 1. Ahora bien, las declaraciones de Plutarco demuestran que como Osiris en esta fiesta era invitado como muerto y sepultado cuando fue encerrado en su arca o en su féretro y confiado al abismo, así que cuando salió de ella, su nuevo estado fue considerado como el de una nueva vida o como una regeneración 2. Tenemos toda la razón de creer que a través del arca y del diluvio, Dios dio a los santos patriarcas y principalmente al justo Noé una 136

representación típica, viviente, del poder de la sangre y del espíritu de Cristo, al salvarnos de su ira y al mismo tiempo al purificarnos de todo pecado, representación que era el sello y la confirmación más alegre de la fe de los verdaderos creyentes. Pedro parece que aquí hace alusión de manera distinta cuando dice, al hablar de este acontecimiento: "El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva" (I Pedro III, 21). Los sacerdotes caldeos corrompieron y desnaturalizaron totalmente todas las verdades primitivas. 1. APOLODORO, lib. III, c. X, IV, vol. I, p. 356-357. TEÓCRITO, Idilio, XV, 1. 103-104, p. 190-191; Poetœ Grœci minores. Teócrito habla de Adonis, liberado por Venus, de las regiones infernales, después de permanecer allí durante un año, pero como esta escena pasa a Egipto, es obvio que hace alusión a Osiris, quien era el Adonis de los egipcios. 2. PLUTARCO, De Iside et Osiride, p. 356, 367, etc. Es con los rasgos de Pthah-SokariOsiris, que era representado como sepultado bajo las aguas (WILKINSON, vol. IV, p. 265). Con su carácter propio, simplemente como Osiris, tenía una sepultura muy distinta.

Cerraron voluntariamente los ojos a este hecho, que es la justicia por la fe que Noé tenía antes del diluvio la que le permitió sortear sano y salvo las aguas vengadoras de esta terrible catástrofe y lo introdujo al seno del arca, por un nuevo nacimiento en un mundo nuevo, cuando se detuvo en el monte Ararat, salió de su larga reclusión. Hicieron creer a sus seguidores que bastaba sólo pasar por las aguas del bautismo y las penitencias pertinentes para hacer de ellos (así como de Diphueis o del segundo padre de la humanidad) nacidos o regenerados dos veces para darles todos los privilegios del justo Noé y este nuevo nacimiento (palingenesia) 1 que requerían urgentemente según la conciencia de ellos. El papado actúa según el mismo principio y de esta fuente ha sacado su doctrina de la regeneración por bautismo, a propósito de la cual se ha escrito tanto y se han entablado tantas controversias tal como se discute tanto como se quiera, sólo aquí y allá se encuentra el verdadero origen de este dogma antibíblico 2. 1. PLUTARCO, De Iside, vol. II, p. 36. 2. Se ha especulado mucho acerca del sentido del nombre de Sinar, aplicado a la región cuya capital era Babilonia ¿Los hechos ya mencionados no dan luz acerca de este punto? Lo que parece más probable es que este nombre viene de shene, repetir, y naar, niñez. La tierra de Sinar, según esto, es pues precisamente el país del Regenerador.

El lector ya vio cómo Roma fielmente copió el exorcismo empleado en el bautismo. Todas las otras particularidades relacionadas con el bautismo romano, como el empleo de la sal, de la saliva, de la crisma o la unción con aceite, y la marca sobre la frente con el signo de la cruz, son igualmente costumbres paganas. Algunos partidarios de Roma en el continente, han estado de acuerdo que algunas de estas costumbres no fueron tomadas de la Biblia. Jodoco Tiletano de Lovaina, al defender la doctrina de la tradición no escrita, no duda en decir: "No estamos satisfechos de lo que declaran el Evangelio o los apóstoles, pero decimos antes como después, que hay varias verdades graves e importantes que son aceptadas y recibidas por consecuencia de una doctrina que en ninguna parte está escrita. Puesto que bendecimos el agua con la que bautizamos y el aceite con la cual ungimos e incluso bendecimos a quien bautizamos. Y, yo les pregunto en qué doctrina lo hemos aprendido? ¿No lo tenemos como una ordenanza secreta y no escrita? Y además, ¿qué escritura 137

nos enseña a ungir con aceite? Sí, yo se lo pregunto, ¿de dónde viene el uso de sumergir tres veces los niños en el agua? ¿No viene esto de esta doctrina oculta y misteriosa que nuestros maestros han recibido en secreto sin ninguna autoridad y que observan aún? 1." Este sabio teólogo de Lovaina sostiene naturalmente que esta doctrina secreta y oculta de la que habla, era la palabra no escrita, transmitida por el canal de la infalibilidad, desde los apóstoles de Cristo hasta su propia época. Pero según lo que ya vimos, el lector tendrá una opinión diferente acerca de la fuente de esta doctrina secreta y oculta. El Padre Newman admite para el agua sagrada (es decir, el agua impregnada de sal por lo tanto consagrada) y varias otras cosas que eran, como él mismo lo dice, los instrumentos y los accesorios del culto del demonio, que todos estos usos tenían su origen pagano y que habían sido santificados al ser introducidos a la iglesia 2. ¿Qué excusa?, ¿qué paliativo puede ofrecer para una adopción tan extraordinaria? Helo aquí: es que la iglesia tenía confianza en el poder del cristianismo para resistir la infección del mal y para poner esta doctrina a disposición del evangelio. ¿Qué derecho tenía la iglesia en sustentar tal confianza?, ¿Qué unión podría haber entre la luz y las tinieblas? ¿Qué relación hay entre Cristo y Belial? ¡Que la historia de la iglesia muestra vanidad, ¡que diga yo, de la impiedad de tal esperanza! ¡Que el resultado de nuestras investigaciones derrama su luz acerca de este tema! Hasta el punto en que estamos ahora, sólo hablaría de un único rito del bautismo. Es el uso de la saliva; si examinamos las palabras mismas del ritual romano relativas a esta ceremonia, veremos claramente que este uso debe venir de los misterios. He aquí el relato del empleo que de él se hace según el obispo Hay 3: el sacerdote recita otro exorcismo y finalmente toca con un poco de saliva la oreja y las narices del bautizado, diciendo: "Epphata, es decir, ábrete a un dulce olor; ¡Puedes huir, oh demonio, ya que el juicio de Dios está cerca!‖ Ahora bien, el lector enseguida se preguntará: ¡qué posible y concebible relación puede haber entre la saliva y un dulce olor? Si se coteja cuidadosamente la doctrina de los misterios caldeos de esta declaración, se verá que no es por azar, por más absolutos y desprovistos de sentido que estos términos pudiesen parecer, que la saliva y un dulce olor se han relacionado. Ya vimos hasta qué punto el paganismo conocía los atributos y la obra del Mesías prometido, aunque todo este conocimiento de estos grandes temas sirve para corromper los espíritus y para dejarlos en esclavitud. 1. Revista de la Epístola del Dr. GENTIANUS HARVET, p. 19. B y 20. A. 2. NEWMAN, Desarrollo, p. 359-360. 3. El Cristiano sincero, vol. I, p. 368.

Ahora nos es necesario notar que si conocían la existencia del Espíritu Santo, así también conocían su obra aunque su conocimiento de este asunto era igualmente corrupto y grosero. Servio, en sus comentarios sobre la primera Geórgica de Virgilio, después de haber citado la expresión muy conocida Mystica vannus Bacchi, "el abanico místico de Baco" dice que este abanico místico simbolizaba la purificación de las almas 1. Pero ¿cómo un abanico podía ser símbolo de la purificación de las almas? La respuesta es que un abanico es el instrumento que sirve para producir el viento 2, y en Caldea, como ya lo vimos, la misma palabra quiere decir a la vez viento y Espíritu

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Santo. Está fuera de toda duda que, originalmente, el viento era uno de los divinos emblemas de los patriarcas, que representaba el poder del Espíritu Santo, como nuestro Señor Jesucristo mismo le dijo a Nicodemo, ―el viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va‖. 1. SERVIO, vol. p. 197. Hay una alusión evidente al harnero místico del dios babilónico en la profecía acerca de Babilonia pronunciada por Jer. LI, 1-2: "Así ha dicho el Eterno: Así ha dicho Jehová: He aquí que yo levanto un viento destruidor contra Babilonia, y contra sus moradores que se levantan contra mí. Y enviaré a Babilonia aventadores que la avienten, y vaciarán su tierra; porque se pondrán contra ella de todas partes en el día del mal".

Por eso cuando se representaba a Baco con el abanico místico, esto quiere decir que era el poder en que residía el Espíritu. De aquí viene la idea de purificar el alma por medio del viento, según la descripción de Virgilio que las manchas del pecado como elevándose de esta manera: Ellas expían en suplicios sus antiguas faltas, Algunas suspendidas en los aires son el juguete de los vientos 1. Es por esto que los sacerdotes de Júpiter (que era primitivamente otra forma de Baco, fig. 35) eran llamados Flamens 2, es decir sopladores o dispensadores del Espíritu Santo al soplar sobre sus seguidores.

Fig. 35 El lector se recordará que Júpiter, el Júpiter joven o el Júpiter el niño, era adorado en los brazos de su madre la Fortuna, como Venus era adorada en los brazos de la diosa babilónica u Horus, en los brazos den Isis. Además, Cupido como hijo de Júpiter es Vejovis, es decir, el joven Júpiter, y es representado no sólo con la copa de vino de Baco sino con una guirnalda de hiedra alrededor de él, como marca distintiva de la misma divinidad. 1. VIRGILIO, Eneida, lib. VI, v. 739-741. 2. De Flo, yo respiro.

Ahora bien, en los misterios, la saliva era otro símbolo que designa lo mismo. En Egipto, de donde el sistema babilónico fue llevado a Europa occidental, el nombre del Espíritu puro o purificador era Rekh 1. Pero Rekh significa además saliva 2, de tal suerte que ungir con saliva la nariz o las orejas de los iniciados, según el sistema místico, era el fondo ungirlos con el espíritu purificador. 139

Roma, al adoptar el uso de la saliva lo tomó de algún ritual caldeo, en el cual la saliva era el emblema designado del Espíritu; es lo que claramente detalla, en sus fórmulas autorizadas, la razón de esta unción hecha en la oreja. "Ungimos con saliva las orejas, dice el obispo Hay, porque, por la gracia del bautismo, las orejas de nuestra alma se abren para escuchar la Palabra de Dios y las inspiraciones de su Espíritu Santo 3." Pero, ¿se dirá?, ¿qué hay de común entre la saliva y el dulce olor? Yo respondo: la palabra Rekh, que significa Espíritu Santo y que estaba claramente representado por la saliva, estaba íntimamente ligada a Rekh que quiere decir perfume fragante o dulce olor. Así, el conocimiento de los misterios da el sentido y la explicación seria de la palabra cabalística dirigida por el sacerdote romano que bautiza al que va a bautizarse, cuando le frota la nariz y las orejas, palabra que, de otro modo, no tendría ningún sentido: "Epphata, ábrete a un dulce olor." Mientras estuviera la verdad primitiva oculta en la saliva, todo el espíritu del paganismo estaría tan opuesto a la espiritualidad de la religión de los patriarcas y se esforzaría en volverla tan inútil y en separar totalmente a los hombres de ella, suponiendo rendirle culto, que entre la muchedumbre en general el empleo mágico de la saliva se convierte en el símbolo de la más grosera superstición. 1. BUNSEN, vol. I, p. 475-476 et 516. 2. PARKHURST, Léxico, p. 703. 3. El Cristiano sincero, vol. I, p. 368.

Teócrito muestra en qué ritos envilecedores estaba implicado en Sicilia y en Grecia 1. Persio así condenó al pueblo de, Roma de su época, que se confiaba en estos ritos para alejar la influencia del mal de ojo: Nuestras supersticiones comenzaron con nuestra vida; La supersticiosa abuela o el pariente más cercano Toma en su cuna al niño recién nacido Y comienza a purificarlo con la saliva; Ella le frota las sienes, la frente, los labios, Suponiendo que el poder de la magia Debe protegerlo a través de la virtud de la saliva lustral 2. Vemos pues hasta qué punto el bautismo papal es la reproducción exacta del bautismo caldeo; pero hay otro punto a tener en cuenta que completa la demostración. Lo encontramos en la maldición siguiente, con amenazas contra un hombre culpable del crimen imperdonable de haber dejado la iglesia de Roma y que publicó las serias razones de su actuar: "¡Puede el Padre, quien creó al hombre, maldecirlo! ¡Puede el hijo quien sufrió por nosotros maldecirlo! Puede el Espíritu Santo que sufrió por nosotros en el bautismo, maldecirlo 3!" Yo no me detengo a mostrar de qué manera esta maldición es absoluta y totalmente opuesta a todo el espíritu del Evangelio. Pero yo recomiendo al lector es poner atención a esta sorprendente afirmación de que el Espíritu Santo

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sufrió por nosotros en el bautismo. ¿En qué parte de la Escritura se apoyan para emitir tal aseveración? ¿Qué pudo hacerla nacer? Pero que el lector vaya a la personalidad babilónica del Espíritu Santo y verá claramente la blasfemia contenida en tal expresión. 1. TEÓCRITO, Idilio, II, 61, p. 126-127. 2. PERSIO, Sátiras, II, 30, 34 en el original. 3. Es la maldición formulada contra M. Hogan, de Filadelfia, quien dejó la iglesia de Roma e indicó las razones de su conducta (ver BEGG, Manual, p. 152. y BLAKENEY, El papado desde un punto de vista social, p. 126 y la nota p. 127).

Como ya lo vimos, según la doctrina caldea, Semiramis, la mujer deificada de Nino o Nimrod con el nombre de reina de los cielos, fue adorada como Juno, la paloma, en otras palabras, el Espíritu Santo encarnado. Cuando su marido fue derrocado por su rebelión blasfema contra la majestad celestial, fue algún tiempo para ella un tema doloroso. Los fragmentos de la historia antigua llegados hasta nosotros cuentan su espanto y dicen que ella huyó para salvarse de sus enemigos. En las fábulas de la mitología, esta huida era misteriosamente representada en armonía con los atributos de su marido. Los bardos griegos decían que Baco, vencido por sus enemigos, se refugió en las profundidades del océano (fig. 36).

Fig. 36 La figura del toro cortado es otro símbolo de lo que es representado por el grueso árbol cortado (fig. 27, p. 147), es decir Nimrod como el poderoso despedazado en medio de su gloria y de su poder. El hombre-toro lo simboliza, ya que, príncipe y toro tienen el mismo nombre. El pez arriba del toro indica la transformación que debía sufrir en su muerte: la historia de Melikerta, quien con su madre Ino, fue echada al mar y se convirtió en una diosa del mar no es más que otra versión de la historia de Baco, ya que Ino era su nodriza. Ahora bien, acerca de la segunda medalla, Melikerta, llamada Palœmon, montó un pez triunfalmente, después de sus pruebas, con un abeto o pino, símbolo de Baal-Berit, dios de la alianza (ver p. 147). El nombre Gelas, arriba del toro cortado y del pez es equívoco. Aplicado al pez, viene de gela, regocijarse o brincar de alegría, como lo hacen los delfines en el mar. Aplicado a la divinidad representada por el pez y el toro, viene de geda, revelar, ya que la divinidad era el revelador de la bondad y de la verdad.

He aquí lo que dice Homero: "Este héroe en otro tiempo persiguió a las nodrizas del delirante Baco sobre el monte sagrado de Niza; golpeadas por el homicida Licurgo, las bacantes dejan caer sus tirsos; el dios espantado se sumerge en las olas del mar y Tetis lo recibe estremeciéndose en su seno, hasta dónde las amenazas de un hombre lo sobrecogieron de espanto 1." En Egipto, ya lo vimos, Osiris identificado con Noé se representaba pasando a través de 141

las aguas cuando fue vencido por Tifón, su gran enemigo, o el malvado. Los poetas representaban a Semiramis compartiendo su desgracia y buscando asimismo un refugio seguro. Ya vimos que con el nombre de Astarté, se decía, había salido del huevo maravilloso que se encuentra flotando sobre las aguas del Éufrates. Manilio nos dice, en sus poesías astronómicas, el motivo que la llevó a refugiarse en estas aguas. Venus se sumergió en las aguas de Babilonia, dice él, para evitar la cólera de Tifón a los pies de serpiente 2. Puesto que Venus, Urania o Dione 3 la paloma celestial se sumergió, como consecuencia de su profunda desesperanza, en estas aguas de Babilonia, se señala, según la doctrina caldea, en que esto se repite. Esto quiere decir, ni más ni menos, que el Espíritu Santo encarnado entró en estas aguas, víctima de una gran tribulación y esto para que estas aguas fuesen apropiadas para dar una vida nueva y la regeneración mediante el bautismo a los adoradores de la Señora caldea, no sólo por la permanencia temporal del Mesías en medio de ellos, sino por la eficacia del Espíritu que acababa así de confundirse con eso. Tenemos la prueba que la virtud purificadora de las aguas, que en la opinión pagana tenían el poder de purificar el alma de la corrupción y de regenerarla, venía en parte de lo que el dios mediador, el dios del sol y el dios del fuego, pasaba por estas aguas, durante su humillación y su permanencia en medio de ellas; el papado ha guardado esta costumbre hasta hoy día, costumbre que viene de esta persuasión. En cuanto a lo que concierne al paganismo, los extractos siguientes de Potter y de Ateneo son demasiado elocuentes. Cada persona, dice Potter, que asistía a los sacrificios solemnes (de los griegos) era purificada con agua. 1. HOMERO, Iliada, VI, v. 133. Ver BRYANT, Mitología, vol. IV, p. 157. 2. MANILIO, Astronom., lib. XV, v. 579-582, p. 146. 3. OVIDIO, Fastos, lib. II, p. 461.

Para este efecto se ubicaba comúnmente a la entrada de los templos una pila llena de agua sagrada 1. ¿Cómo se santificaba esta agua? Se la consagraba, dice Ateneo, al sumergir una antorcha encendida que se tomaba de sobre el altar 2. La antorcha encendida era el símbolo especial del dios del fuego y por la luz de esta antorcha tan indispensable para consagrar el agua bendita, podemos ver fácilmente de dónde venía en gran parte la virtud purificadora del agua del mar con olas resonantes que se decía, era tan eficaz para purificar de las faltas y de las manchas del pecado 3, gracias a que el dios sol se refugió en sus aguas. Ahora bien, la iglesia romana emplea aún el mismo método para consagrar el agua del bautismo. La declaración un poco suspicaz del obispo Hay no deja ninguna duda sobre este tema. Se bendice (el agua guardada en las fuentes bautismales) en la víspera de pentecostés, porque es el Espíritu Santo quien da a las aguas del bautismo el poder y la eficacia para santificar nuestras almas y porque el bautismo de Cristo se hizo por el Espíritu Santo y por el fuego (Mat. II, 11). Al bendecir las aguas se mete en el recipiente una antorcha encendida 4. Es obvio que el agua bautismal de Roma capaz de regenerar es consagrada exactamente como lo era el agua del paganismo que regeneraba y purificaba. ¿De qué sirve al obispo Hay que diga, con la intención de santificar la superstición y de hacer posible la apostasía, que este rito está destinado a

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representar el fuego del amor divino, que se comunica al alma por el bautismo y la luz del buen ejemplo que deberían dar todos los que son bautizados 5? He allí la explicación que se da de esta práctica; pero un hecho aún domina, helo aquí: mientras que la doctrina romana acerca del bautismo es puramente pagana en las ceremonias del bautismo papal, se practica aún hoy uno de los ritos esenciales del antiguo culto del fuego, exactamente como lo practicaban los adoradores de Baco, el mesías babilónico. 1. 2. 3. 4. 5.

POTTER, Antigüedades, vol. I, p. 195. ATENEO, lib. IX, p. 409. Todos les malos de la humanidad, dice Eurípides, son lavados en el agua del mar. HAY, El Cristiano sincero, vol. I, p. 365. idem.

Así como Roma conserva el recuerdo del dios del fuego que pasa a través de las aguas y como les comunica su poder, lo mismo cuando ella habla del Espíritu Santo que sufre por nosotros en el bautismo, ella recuerda de la misma forma la función que el paganismo asignaba a la diosa babilónica, cuando ella se lanza a las aguas. La tristeza de Nimrod o de Baco cuando estaba en las aguas era una tristeza meritoria. El dolor de su mujer en quien habitaba el Espíritu Santo maravillosamente, era de la misma naturaleza. El dolor de la señora sumergida en estas aguas, cuando huía la cólera de Tifón, era la angustia fecunda que daba a luz los hijos de Dios. Así que en el extremo oeste, Chalchivitlycue, la diosa de las aguas entre los mejicanos y la madre de todos los regenerados, era representada purificando de su pecado original a los niños recién nacidos y de nuevo dándolos a luz al mundo 1. Ahora bien, el Espíritu Santo era en Babilonia objeto de culto idólatra en forma de paloma. Con la misma forma y con una idolatría semejante el Espíritu Santo es adorado en Roma. Cuando vemos, contrariamente a todos los principios bíblicos, que el Espíritu Santo ha sufrido por nosotros en el bautismo, vemos claramente lo que este Espíritu Santo representa. No es otra cosa que Semiramis, la encarnación misma de la depravación y de la deshonra. 1. Ver p. 197.

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Artículo 2 Justificación por obras Se dice que los adoradores de Nimrod y de su mujer eran regenerados y purificados del pecado mediante el bautismo que sacaba su eficacia de los sufrimientos de estas dos divinidades babilónicas. Pero para la justification, los caldeos creían que el hombre es justificado y aceptado por Dios a causa de sus obras y de sus méritos. Esto confirma las reflexiones de Christie, en sus observaciones anexadas a los "Misterios de Eleusis" de Ouvaroff. M. Ouvaroff hace notar que uno de los grandes objetos de estos misterios era presentar al hombre caído los medios para retornar a Dios. Estos medios eran las virtudes católicas (es decir, las virtudes que borran el pecado a través de las cuales había que vencer una vida material). Por lo tanto, los misterios eran llamados Teletae, perfección, porque se consideraba que daban la perfección de la vida. Aquellos que así eran purificados eran llamados Telumenoi o Teteles-menoi, es decir, traídos a la perfección, lo que dependía de la acción individual 1. En la Metamorfosis de Apuleyo, que fue iniciado en los misterios de Isis, encontramos esta doctrina de los méritos del hombre claramente expuesta. Así que se representa a la diosa dirigiéndose al héroe del relato. "Si tú mereces la protección de mi divinidad mediante una obediencia dedicada, una devoción religiosa y una castidad inviolable, tú comprenderás que es gracias a mí, a mí únicamente, que tú vida puede extenderse más allá de los límites asignados a tú destino 2." Cuando la misma persona ha recibido una prueba del favor supuesto de la divinidad, he aquí como los devotos expresan su alegría: « ¡Feliz! ¡Por Hércules! ¡Y tres veces bendito el que tiene mérito por la inocencia y la probidad de su vida pasada, tal protección de arriba 1!" He aquí lo que es para la vida. 1. OUVAROFF, p. 183-184. 2. Metam., cap. XI.

En la muerte también es por los propios méritos que se obtiene el gran pasaporte para entrar al mundo invisible, aunque el nombre de Osiris era dado, como ya lo veremos, a quienes morían en la fe. Cuando los cuerpos de los personajes de distinción eran embalsamados (en Egipto), dice Wilkinson citando a Porfirio, se les retiraban los intestinos y se los colocaba en un recipiente, en el cual (después de los ritos comunes para los muertos) uno de los embalsamadores pronunciaba una invocación en favor del difunto. La fórmula, según Éufrates, quien la tradujo del original en griego, así se concebía: "¡Tú, oh sol! ¡Nuestro Amo soberano! Y todas vosotras las diosas, que habéis dado la vida al hombre, recibidme y reservadme un lugar entre los dioses eternos. Durante todo el curso de mi vida, yo adoré escrupulosamente a los dioses que mis padres me habían enseñado a adorar; yo honré siempre a mis padres a quienes debo mi cuerpo. A nadie he matado, a nadie he engañado, a nadie he perjudicado 2." Así que los méritos, la obediencia o la inocencia del hombre eran el gran argumento. La doctrina de Roma acerca de esta cuestión capital de la justificación del pecador es absolutamente la misma. Sin duda esto poco probaría la similitud de los dos sistemas de Roma y de Babilonia; ya que desde Caín hasta nosotros, la doctrina del mérito del hombre y de la

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justificación personal ha sido natural para el corazón de toda la humanidad depravada. Pero lo que es notable es que en los dos sistemas, los símbolos de esta idea son absolutamente los mismos. En la leyenda papal se nos dice que la balanza de Dios ha sido confiada a San Miguel arcángel 3, y que en los dos platillos opuestos de esta balanza los méritos y los deméritos de los muertos son pesados con equidad, y según que el platillo se incline de un lado o del otro, éstos son o justificados o condenados. 1. Metam., cap. XI. 2. WILKINSON, vol. v, p. 463-464. 3. Revista de la Epístola, del Dr. GENTIANUS HARVET, lib. II, cap. 14.

Ahora bien, la doctrina caldea de la justificación por la fe, aquí es un hecho confirmado por los descubrimientos hechos en los monumentos egipcios, es simbolizada exactamente de la misma manera, con la única diferencia que en el país de Cam los platillos de la justicia eran confiados no al arcángel Miguel, sino al dios Anubis y que las buenas y las malas acciones parecen haber sido juzgadas separadamente; este dios tenía un registro distinto, de tal suerte que cuando las dos se añadían y la balanza tocaba tierra, el juicio se pronunciaba al instante. Wilkinson nos dice que se representaba a menudo a Anubis con sus platillos; y que en ciertos casos hay algunas diferencias en detalles. Pero es obvio que el principio es el mismo según sus declaraciones. He aquí el relato que hace de una de estas escenas del juicio antes de la admisión de los muertos en el paraíso: "Cerbero está presente como guardián de las puertas cerca de las cuales aparecen las balanzas de la justicia. Anubis dirige el pesaje, ha colocado en un platillo un recipiente que representa las buenas acciones del difunto y en el otro la figura o el emblema de la verdad y examina sus títulos de la admisión. Si se haya muy ligero, Osiris, el juez de los muertos, inclinando su cetro, en señal de condenación, pronuncia el juicio y condena su alma a volver a la tierra en forma de puerco o de otro animal inmundo. Pero si, en el momento en que todas sus acciones son proclamadas por Thot (que allí está para anotar los resultados de los diferentes pesajes de Anubis), si sus virtudes son tan superiores que le merecen la entrada a la morada de los afortunados, Horus, tomando en su mano la tablilla de Thot, lo conduce ante Osiris, quien, en su palacio, rodeado de Isis y de Neftis, reside en su trono en medio de las aguas, en donde crece el loto, que lleva en sus hojas desplegadas los cuatro genios de Amenti 1." Es obviamente de la misma manera que Babilonia ha simbolizado la justificación por obras. Por eso, la palabra escrita por Jehová sobre la muralla, el día en que anunció el destino de Belsasar, había un profundo significado: "TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto (ligero)." 1. WILKINSON, Los Egipcios, vol. V, p. 447.

En el sistema de los parsis, que recibió grandes préstamos del sistema caldeo encontramos el principio ampliamente desarrollado del pesaje de las buenas y de las malas acciones. Dice Vaux ("Nínive y Persépolis") en su relato de las doctrinas de los parsis acerca de los muertos: "Se dice que durante tres días después de la descomposición, el alma revolotea al rededor de su morada de arcilla, con la esperanza de reunirse con ella; al cuarto día, el ángel Seroch 145

aparece y la conduce al puente de Chinevad. Se dice que sobre este puente, que, se reúne el cielo y la tierra, está el ángel de la justicia, encargado de pesar las acciones de los hombres; cuando las buenas acciones triunfan, el alma tropieza en el puente con una aparición sorprendente, que le dice: Soy tu buen genio; al principio, yo era puro; pero tus buenas acciones me han vuelto aún más puro; y poniendo la mano en el cuello del alma bendita, la conduce al paraíso. Pero si las malas acciones triunfan, el alma tropieza con un espectro horrible que le vocifera estas palabras: Soy tu mal genio. Al principio, yo era impuro; pero tus acciones me han vuelto aún más impuro; gracias a ti seguiremos siendo miserables hasta la resurrección. El alma culpable entonces es arrastrada al infierno en donde reside Ahriman quien le reprocha sus crímenes 1." He aquí la doctrina del parsismo. Es lo mismo en China. He aquí lo que escribe el obispo Hurd, relatando las descripciones chinas de las regiones infernales y de las figuras que allí se encuentran: "Una de ellas representa siempre un pecador en los platillos de una balanza, sus pecados en uno, sus virtudes en otro." Encontramos descripciones semejantes, añade él, en la mitología griega 2. 1. VAUX, p. 113. 2. HURD, Ritos y ceremonias, p. 64, c. 1.

He aquí cómo Sir J. F. Davis describe la práctica de este principio tal como se hace en China: "En una obra notable sobre la moral, llamada "Examen de méritos y de deméritos", se ordena al hombre llevar un registro activo y pasivo de todas sus acciones cada día y al final del año hacer un balance total. Si el balanza está a su favor, sirve para establecer una provisión de méritos para el año siguiente. Si está en su contra, debe deshacer esto a través de buenas acciones en el futuro. Se dan listas diversas y tablas comparativas de buenas y malas acciones en las diferentes acciones de la vida; para con el hombre primero, luego para con los animales se recomienda mucho la benevolencia. Por una parte, causar la muerte de una persona tiene el demérito que vale cien; mientras que por otra parte un simple acto de ayuda caritativa sólo vale uno. Salvar la vida de una persona cuenta en esta obra, tanto como el acto contrario y se dice que este acto meritorio prolongará la vida de una persona a doce años 1." Mientras que, por una parte, es totalmente desmoralizador tal medio de justificación, y por otra, jamás podría dar a una conciencia iluminada un sentimiento de paz interna o de seguridad en lo que le está reservado en el mundo eterno. 1. DAVIS, La China, vol. II, cap. Religión, Budismo.

¿Se le podría creer a un hombre que sólo la suma de sus buenas acciones contrabalancearía o no la suma de los pecados y de las transgresiones que su conciencia le puede reprochar? ¡Como todo esto es diferente del plan bíblico, del plan divino de la justificación "por la fe, por la única fe, sin las obras de la ley", sin ningún miramiento en los méritos del hombre, de manera simple y única "por la justicia de Cristo que está en todos aquellos y para todos los que creen", que librera desde ahora y para siempre de toda condenación, los que aceptan al Salvador que Dios les ofrece y que por la fe se unen a él de una

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manera viva! No es la voluntad de nuestro Padre Celestial que sus hijos siempre estén en este mundo en la duda y en las tinieblas en lo que atañe al punto capital de su salvación eterna. Un santo perfecto puede él mismo estar por un tiempo abatido en sus numerosas tentaciones, pero este no es el estado natural, normal, de un cristiano verdadero, que conoce la plenitud y la libertad de las bendiciones del Evangelio de paz. Dios dio a todo su pueblo razones serias al decir a través de Juan: "Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros" (I Juan IV, 16) o con Pablo: "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (Rom. VIII, 38, 39). Pero ningún hombre puede tener este lenguaje: ―Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia‖ (Rom. X, 3), si de cualquier forma trata de ―ser justificado por sus obras‖. Tal seguridad, tal paz sólo puede venir de una confianza en la gracia libre y gratuita de Dios, dada a Cristo y con Cristo que es el don inefable del amor del Padre. La gracia expresa el espíritu de Lutero, como lo declaraba él mismo "tan libre como una flor del campo 1" cuando solo y sin escolta, se expresó en la Dieta de Worms, al enfrentarse con todos los prelados y todos los poderosos reunidos para condenar su doctrina. Es ella la que en todas las épocas empujaba a los mártires a enfrentar el peligro con un sublime heroísmo, no sólo la prisión, sino además la muerte. Es ella la que libera el alma, restablece la verdadera dignidad del hombre y socava en su base todas las pretensiones altaneras del clero. Es ella únicamente la que puede producir una vida de obediencia afectuosa, cordial, fiel a la ley y a los mandamientos de Dios; es ella únicamente, cuando la naturaleza llega a caer y cuando el rey del terror se aproxima, la que puede dar a los pobres y culpables hijos de los hombres, la fuerza de decir en lo más profundo de su indignidad: 1. Citado por La Revista de Edimburgo, enero 1839.

―¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo‖ (I Cor. XV, 55, 57). Ahora bien, en todas las épocas el despotismo espiritual, el del paganismo como el del papado, siempre se muestra hostil a esta confianza en Dios, a esta seguridad en la salvación. Su gran objetivo ha sido siempre tener las almas de sus partidarios lejos de la comunión directa e inmediata de un Salvador viviente y misericordioso, para inspirar el sentímiento de necesitar una mediación humana y para así establecerse en las ruinas de las esperanzas y de la felicidad del hombre. Si se considera las pretensiones de Roma en la infalibilidad y en los poderes sobrenaturales que ella atribuye a las funciones de sus sacerdotes para la regeneración y el perdón de los pecados, se podría suponer, como una cosa natural, que todos sus seguidores se animarían en regocijarse en la seguridad continua de su salvación personal. Pero es todo lo contrario lo que sucede. Después de toda su fanfarronada y sus altas pretensiones, enseña que la duda es para el hombre un deber hasta el fin de su vida sobre la cuestión de su salvación. Es lo que hace un artículo de fe del concilio de Trento: "Ningún hombre puede saber con seguridad infalible de 147

la fe si ha obtenido la gracia de Dios 1." Esta declaración de Roma, siendo totalmente opuesta a la Palabra de Dios, imprime en sus altaneras pretensiones el sello de la impostura; ya que si ningún hombre, después de haber sido regenerado por el bautismo romano y después de haber recibido la absolución de sus pecados, no puede, a pesar de esto, tener una seguridad cierta de la posesión de la gracia de Dios, ¿para qué puede servir su opus operatum? Sin embargo, procurando tener a sus seguidores en la duda y en la incertidumbre natural sobre el tema de su condición final, ella es prudente después de haberla nacer. 1. Concilium Tridentinum. Decretum de justificotione, art. IX, ver SARPI, Historia del Concilio de Trento, traducido en francés, por COURAYER, vol. I, p. 353.

En el sistema pagano, el sacerdote sólo podía pretender anticipar la acción de Anubis y en el confesionario había de vez en cuando una repetición mímica del terrible pesaje que debía tener lugar el día del juicio ante el tribunal de Osiris.El sacerdote se sentaba para juzgar las buenas y las malas acciones de sus penitentes, y como su poder y su influencia estaban fundadas en gran medida en el principio de un temor servil, comúnmente tiene cuidado de hacer inclinar la balanza del lado malo, para que sean más dóciles a su voluntad al arrojar al otro platillo una deuda bastante grande de buenas acciones. Como era el gran juez de la naturaleza de estas acciones era de su interés designar las que serían más provechosas para su elevación personal o para la gloria de su orden y, por lo tanto, para pesar los méritos y los deméritos de tal forma que siempre habría una balanza para establecer, no sólo por el penitente mismo, sino además por sus herederos. Si un hombre estaba autorizado a creerse de antemano absolutamente seguro de la gloria eterna, los sacerdotes se hubieran sentido en peligro de ser robados de lo que les correspondería después de muerte de este hombre, eventualidad que era necesario prevenir a cualquier precio. Ahora bien, los sacerdotes de Roma copiaron en todos los detalles a los sacerdotes de Anubis, dios de las balanzas. En el confesionario, cuando tienen que lograr un objetivo, aumentan el pesos de los pecados y de las transgresiones y entonces, cuando se relacionan con un hombre rico o poderoso, no le dejan la más mínima esperanza por mucho tiempo hasta que arroja en el platillo de las buenas obras buenas sumas de dinero para la fundación de una abadía o cualquier obra que tenga en el corazón. En la famosa carta del padre La Chaise, confesor de Luis XIV, rey de Francia, en donde encontramos el relato del sistema al que este licencioso monarca hizo caso para decidir la revocación del Edicto de Nantes, con lo cual sus inocentes súbditos hugonotes sufrieron tantas crueldades, se vé cómo el temor a los platillos de San Miguel contribuyó a producir el resultado deseado: "Muchas veces desde entonces dijo ese tan consumado jesuita, (haciendo alusión a un odioso pecado que el rey había cometido), muchas veces yo lo asusté con el infierno en los oídos, yo lo hice suspirar, temer y temblar antes de darle la absolución. Entonces además yo vi que tenía una debilidad por mí y quería estar bajo mi dirección; por esto yo le mostré la bajeza de su acción al contarle toda la historia, yo le mostraba cuán vil era y le dije que no podría serle perdonada antes de que hubiera hecho una buena acción para balancearla y expiar su crimen. ¡Dicho esto, él me pidió lo que debía hacer! Le dije que le faltaba extirpar la herejía de su reino 1." Aquí

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estaba la buena acción que faltaba echar en el platillo del arcángel San Miguel para balancear su crimen. El rey, muy corrupto que era, consintió con pesar; la buena acción fue echada al platillo, los heréticos fueron exterminados y el rey fue absuelto. Pero esta absolución no era de tal naturaleza como lo sería más tarde, cuando tomó "el camino de toda la tierra", aún no hubo muchas buenas acciones para echar al platillo antes de que el equilibrio pudiera establecerse. Así que el paganismo y el papado trafican almas igualmente (Apoc. XVIII, 13). Así que uno con los platillos de Anubis y el otro con los platillos de San Miguel, responden exactamente a la descripción divina de Efraim en su apostasía: "Mercader que tiene en su mano peso falso" (Oseas XII, 7). El Anubis de los egipcios es exactamente el mismo Mercurio de los griegos 2, es decir, el dios de los ladrones. San Miguel en el sistema romano responde exactamente al mismo carácter. Gracias a él, a sus platillos y a la doctrina de los méritos humanos, han hecho de lo que llaman la casa de Dios ―¡una cueva de ladrones!‖ ¡Robar a los hombres su dinero ya es muy malo, pero robarles sus almas es aún peor! 1. McGAVIN, El Protestante, p. 841, c. 2. 2. WILKINSON, Los Egipcios, vol. V, p. 9-10.

En los platillos de Anubis, para asegurarse su justificación, los antiguos paganos debían colocar no sólo las buenas acciones en hablar apropiadamente, sino las acciones de austeridad y de mortificación personal y así apartar la cólera de los dioses 1. Los platillos de San Miguel deben ser equilibrados exactamente de la misma manera. Los sacerdotes de Roma enseñan que cuando el pecado es perdonado, el castigo aún no está totalmente alejado. Aunque perfecto y piadoso sea el perdón que puedan otorgar los sacerdotes; sin embargo, queda para los hombres un castigo más o menos grande que sufrir y para satisfacer la justicia de Dios. Mostramos más de una vez que el hombre nada puede hacer para satisfacer la justicia de Dios; que debe a esta justicia una deuda que no puede esperar a pagar y que no hay nada absolutamente para pagarla; y más aún no tiene necesidad de pagar ni un denario, porque para los que creen, Cristo expió la transgresión, puso fin al pecado y satisface todas las exigencias de la ley. Y, sin embargo, Roma insiste en esta teoría de que cada hombre debe ser castigado por sus pecados y que Dios no puede ser satisfecho 2, sin gemidos y suspiros, con mortificación de la carne, con tortura del cuerpo y con innumerables penitencias de parte del ofensor por más quebrantado y contrito de corazón que se pudiera estar. Considerando simplemente la Escritura parecerá muy sorprendente esta demanda perversa de tortura voluntaria para aquellos que Cristo hizo una expiación completa y perfecta; pero si se considera el carácter de este Dios que el papado ha presentado a la adoración de sus seguidores engañados, no hay nada raro. 1. Ver lo que se dice acerca de la penitencia a propósito del confesionario, p. 20. 2. El obispo HAY, El Cristiano sincero, vol. I, p. 270. He aquí sus palabras: "Pero pide absolutamente que por obras de penitencia, nos castiguemos por nuestra odiosa ingratitud y que nos satisfagamos de la justicia divina por el abuso que hacemos de su misericordia." Los modos de castigo determinado son, como se sabe, exactamente los mismos que en el texto.

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Este dios es Moloc, el dios de la barbarie y de la sangre. Moloc significa rey, y Nimrod fue el primero después del diluvio que viola el sistema patriarcal y se estableció como rey sobre sus compañeros. Primero fue adorado como el revelador de la belleza y de la verdad, pero poco a poco su culto correspondió a su aspecto amenazante y a su tez negra. El nombre de Moloc no presentaba en su origen ninguna idea de crueldad o de terror; pero ahora los ritos bien conocidos que están asociados a este nombre han hecho durante siglos el sinónimo de todo lo más escandaloso para el corazón del hombre y justifica la descripción de Milton: "Moloc el primero, rey horrible, manchado de sangre de los sacrificios humanos y de lágrimas de los padres no oía, sin embargo, a pesar del ruido de los tambores y de los timbales resonantes, el grito de sus niños, cuando pasaban a través del fuego ante su ídolo horroroso 1." En casi todos los países, este culto sangriento se esparció; una crueldad horrible, mezclada con una abyecta superstición, llenó no sólo los países tenebrosos de la tierra, sino también naciones que se vanagloriaban de su sabiduría. Grecia, Roma, Egipto, Fenicia, Asiria e incluso Inglaterra (en la época de los druidas salvajes) adoraron de la misma manera la misma divinidad, en un período o en otro de su historia. Sus ofrendas preferidas eran los sacrificios humanos, la más dulce música que pudiera impresionar sus oídos, eran los gemidos, los lamentos humanos; las torturas humanas, se decía, regocijaban su corazón. Su imagen llevaba un látigo 2 como símbolo de majestad, y sus adoradores tenían un látigo para flagelarse sin piedad. "Después de las ceremonias del sacrificio, dice Heródoto, hablando de la fiesta de Isis en Busiris, toda la asamblea en un número de varios millares se flagelaba, pero no puedo decir en honor de quién lo hacían 3." Heródoto habla comúnmente con esta reserva, por respeto a su juramento, como hombre iniciado; pero investigaciones posteriores no dejan ninguna duda sobre el dios en honor del cual se hacían estas flagelaciones. 1. El Paraíso perdido, lib. I, v. 392-396, p. 13. 2. Ver el grabado de Osiris, fig. 18, p. 69. 3. HERÓDOTO, lib. II, cap. 61, p. 127.

En la Roma pagana, los adoradores de Isis observaban la misma práctica en honor a Osiris 1. En Grecia, los marinos que visitaban la capilla de Apolo, dios de Delos, idéntico a Osiris, lo hacían propicio mediante penitencias semejantes. Lo sabemos por las líneas siguientes de Calímaco en su himno a Delos: Después que alcanzaron tu orilla Vuelven a dejar caer las velas y todos los aparejos de las naves, Amarran el navío; la tripulación no piensa En alejarse de tus límites sagrados sin antes sobrellevar Una terrible penitencia; con flagelaciones que los desollan Se flagelan tres veces dando vueltas al rededor de tu altar 2. 1. Ya vimos (p. 107) que el egipcio Horus era una nueva encarnación de Osiris o Nimrod. Ahora bien, Heródoto llama a Horus con el nombre de Apolo (lib. II, p. 171. C). Diodoro de Sicilia además (lib. I, p. 15) dice que Horus, el hijo de Isis pasa por ser Apolo. Si Wilkinson pone aquí en duda esta identidad de Horus y de Apolo, en cualquier otra parte, admite que la historia de Apolo en lucha contra la serpiente Pitón viene obviamente de la mitología

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egipcia (vol. IV, p. 395) en donde hay una alusión a la representación de Horus, que atraviesa una serpiente con una espada. Varias consideraciones pueden mostrar que esta conclusión es justa: 1º Horus u Osiris era dios del sol, como Apolo. 2º Osiris, quien representaba a Horus, era el gran revelador; Apolo el Pitio era el dios de los oráculos. 3º Osiris, como Horus, nace cuando su madre es perseguida por sus enemigos. Leto, madre de Apolo, huía por la misma razón cuando Apolo nació. 4º Horus, según una versión del mito, fue, como Osiris, despedazado (PLUTARCO, vol. II, De Iside, p. 358. E). En la historia clásica de Grecia, esta parte del mito de Apolo era comúnmente colocado en secundo plano; se lo representaba como habiendo vencido a la serpiente; pero incluso entonces se admitía a veces que había sufrido una muerte violenta, ya que Porfirio nos dice que fue asesinado por la serpiente y Pitágoras afirma que había visto su tumba en Tripos de Delfos (BRYANT, vol. II, p. 187). 5º Horus era el dios de la guerra, Apolo era, como el gran dios en Layard, representado con el arco y la flecha: era el dios babilónico, título bien conocido de Apolo, Arcitenens (el que lleva arco) que obviamente fue tomado de esta misma fuente. Fuss nos dice que Apolo era considerado el inventor del arte de la caza con arco, lo que lo identifica con el sagitario cuyo origen ya vimos. 6º Finalmente, según Ovidio (Metam. lib. I, 8, v. 442) vemos que antes de luchar contra Pitón, Apolo usaba sólo sus flechas en gamos, ciervos, etc. Todo esto prueba bastante su identificación sustancial con el poderoso pasador de Babel. 2. Calímaco,v .318-321, vol.1 , p. 134

Además de estas flagelaciones había además cotes en la cara y cortes en la carne considerados por los adoradores como ritos obligatorios y propiciatorios. En la celebración solemne de los misterios, dice Julio Fírmico, hay que hacer todo lo que este joven había hecho o había sufrido al morir 1. Osiris había sido destrozado, por lo tanto, para imitar su suerte, tanto como un hombre vivo pudiera al menos hacerlo, debían cortarse y hacerse heridas en su propia carne. Por eso cuando los sacerdotes de Baal luchaban con Elías para obtener los favores de su dios y traerlo a hacer el milagro que le pedían, ellos clamaban a grandes voces, y se sajaban con cuchillos y con lancetas conforme a su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos 2. En Egipto, los nativos, en general, aunque pródigos en el uso del látigo, eran bastante avaros en el empleo de cuchillos y, sin embargo, había incluso entre ellos hombres que reproducían en ellos mismos el desmembramiento de Osiris. Los carios de Egipto, dice Heródoto en una obra ya citada, se entregaban a esta solemnidad con más severidad aún, ya que se marcaban el rostro con golpes de espada 3. Obviamente hay una alusión a esta costumbre en la ley de Moisés: "no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto 4." Estas incisiones en la carne son de amplio uso en el culto de las divinidades hindúes, como ritos propiciatorios o penitencias meritorias. Se sabe que eran practicadas en los ritos de Belona 5, hermana o mujer de Marte, el dios de la guerra, cuyo nombre "el que se lamenta sobre Bel" muestra claramente el origen de su marido a quien los romanos amaban y de pasada remontarse a su origen. 1. JULIO FÍRMICO, p. 18. 2. I Reyes XVIII, 28. 3. HERÓDOTO, lib. II, cap. 61, p. 127. A y B. 4. Levítico XIX, 28. Todos los que morían en la fe eran, se dice, identificados con Osiris y llamados con su nombre. WILKINSON, vol. IV, p. 167, nota. 5. Los sacerdotes de Belona, dice Lactancio, no sacrificaban otra sangre humana sino la suya; se perforaban los hombros, blandían con sus dos manos espinas, corrían y saltaban como locos. Lib. I, cap. 2, p. 52.

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Además se las practicaba de manera más salvaje en las representaciones de gladiadores tan apreciadas por los romanos a pesar de toda esta civilización de la cual estaban tan orgullosos. Comúnmente, los desafortunados dedicados a presentarse en estas sangrientas exhibiciones no lo hacían voluntariamente. Pero el principio de estas exhibiciones era igual como entre los sacerdotes de Baal. Se celebraban como sacrificios propiciatorios. Fuss nos explica que las representaciones de los gladiadores eran consagrados a Saturno 1 y, en Ausonio, leemos que el anfiteatro reclama sus gladiadores para sí cuando al final de diciembre se hacen propicios por medio de su sangre al hijo del cielo que lleva su guadaña 2. He aquí cómo Justo Lipsio explica este pasaje que relata: "Aquí note dos cosas; una que, en los Saturnales, los gladiadores luchaban, otra que lo hacían para apaciguar a Saturno y hacerlo propicio 3." La razón de esta costumbre, añade él, es, supongo, que Saturno no está entre los dioses celestes, sino entre los dioses infernales 4. Plutarco, en su libro acerca de los Sumarios, dice que los romanos consideraban a Saturno como un dios subterráneo e infernal 5. Es muy cierto, no puede haber dicho esto ninguna duda, puesto que el nombre de Plutón sólo es un sinónimo de Saturno, el oculto. Pero a la luz de la verdadera historia del Saturno histórico, tenemos una razón más convincente de esta costumbre bárbara que deshonra el escudo de Roma en toda su gloria, cuando, dueña del mundo, hacía degollar una multitud de hombres para hacer una fiesta romana. 1. Antigüedades romanas, p. 359. 2. AUSONIO, Eglog., I p. 156. 3. LIPSIO, tomo II, Saturnal, lib. I, cap. 5. 4. PLUTARCO, vol. n, p. 266. 5. El nombre de Plutón viene obviamente de Lut, palabra que, con el artículo definido egipcio como prefijo se convierte en P'lut. La palabra griega πλονηοδ, la fortuna, la cosa oculta, está obviamente formada de la misma forma. Hades no es más que otro sinónimo del mismo nombre.

Al recordar que Saturno mismo fue despedazado, es fácil ver cómo vino la idea de ofrecerle un sacrificio que le fuera agradable al hacer combatir hombres el día de su nacimiento para atraerse sus favores. El uso de estas penitencias entre paganos que así se cortaban y se marcaban la cara, tenía como fin agradar al dios y serle propicio, y al momento de morir, contar una provisión de méritos que podría hacer inclinar en su favor la balanza de Anubis. En el papado no sólo se supone que las penitencias responden al mismo propósito, sino son idénticas. Que yo sepa en verdad, no se hace uso del cuchillo como entre los sacerdotes de Baal; pero es cierto que los sacerdotes veían la efusión de su sangre como una penitencia muy meritoria, que les gane los altos favores de Dios y borre muchos pecados. Que el lector vea los peregrinos de Lough Dergh, en Irlanda, arrastrando las rodillas desnudas sobre las puntas de las peñas, dejando tras ellos huellas de sangre y que diga si hay una diferencia sería entre esta costumbre y aquellas de las sajaduras hechas a cuchilladas. Sin embargo, en cuanto a la flagelación, los seguidores del papado literalmente tomaron el látigo de Osiris. Todos han oído hablar de los flagelantes, que se flagelan en público durante las fiestas de la iglesia romana y que se consideran como santos del agua más bella. En los primeros tiempos de la cristiandad, estas flagelaciones eran consideradas como pura y totalmente paganas. 152

Atenágoras, uno de los primeros cristianos apologéticos, pone en ridículo a los paganos por creer que se puede por tales medios expiar el pecado o hacerse propicio a Dios 1. Pero hoy, en los altos rangos de la iglesia papal, estas prácticas se ven como un buen medio de obtener los favores de Dios. 1. ATENÁGORAS, Legatio pro Christ, s. 14, p. 134.

El jueves santo, en Roma y en Madrid y en otras sedes importantes de la idolatría romana, las muchedumbres se agolpan para contemplar los actos de estos santos flagelantes, que se flagelan hasta que la sangre mana a raudales por todas partes de su cuerpo 1. Suponen actuar en honor de Cristo, especialmente en el día de fiesta aparte para la conmemoración de su muerte, exactamente al igual que los adoradores de Osiris lo hacían el día en que se lamentaban de su pérdida 2. Pero por poco que sea el conocimiento cristiano, ¿se creería que el Salvador glorificado considere estos ritos como que lo honran, ya que pagan con el menosprecio por su expiación perfecta y representan la virtud de su sangre tan preciosa como si hubiera necesidad de aumentar la virtud a través de la sangre que mana del dios de estos pecadores miserables y perdidos? Tal ofrenda está perfectamente de acuerdo con el culto de Moloc y quien hace esta ofrenda de ningún modo está al servicio de Cristo. No es sólo en un punto, sino en varios que las ceremonias de la semana santa (como se la llama en Roma) nos traen a la memoria el gran dios babilónico. Mientras más examinamos estos ritos, más nos sorprende la semejanza maravillosa que hay entre ellos y los que se observaban en Egipto en la fiesta de las lámparas y de otras ceremonias de los adoradores del fuego en diversas regiones. En Egipto la gran iluminación se hacía cerca del sepulcro de Osiris, en Sais 3. En Roma, durante la semana santa, hay un sepulcro de Cristo con una iluminación brillante de cirios encendidos 4. En Creta donde se exponía la tumba de Júpiter, esta tumba era objeto de culto por parte de los cretenses 5. En Roma, si los devotos no adoran este supuesto sepulcro de Cristo, ellos adoran lo que contenía 6. 1. HURD, Ritos y ceremonias, p. 175 y Roma en el siglo XIX, vol. III, p. 161. 2. Los sacerdotes de Cibeles en Roma observaban la misma práctica. HURD, Ritos y ceremonias, p. 251, nota. 3. WlLKINSON, vol. IV, p. 328. 4. Roma en el siglo XIX, vol. III, p. 145-150. 5. A vanis Cretensibus adhuc mortui Jovis tumulus adoratur. FÍRMICO, lib. II, p. 23. 6. Roma en el siglo XIX, vol. III, p. 145.

Así como hay razones para creer que la fiesta pagana de las lámparas iluminadas era observada en recuerdo del antiguo culto del fuego, también hay en Roma, durante la semana de pascua, una ceremonia que es indudablemente un acto de adoración del fuego, ya que allí se ve una cruz de fuego que es un gran objeto de culto. He aquí cómo nos describe esta ceremonia el autor de "Roma en el siglo XIX: "Esta deslumbrante cruz de fuego suspendida en la cúpula por encima del confesionario o de la tumba de San Pedro tenía durante

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la noche un efecto que sobrecoge. Está cubierta de innumerables lámparas que simulan un haz de fuego. Toda la iglesia estaba llena de una inmensa multitud de todas las clases y de todos los países, desde el rey hasta el más vil mendigo, todos fijos los ojos en el mismo objeto. Al cabo de algunos minutos, el papa y todos sus cardenales descendieron a la catedral, y los suizos habiéndoles reservado lugares, el pontífice de vestimentas blancas se arrodilló en una adoración silenciosa ante la cruz de fuego. Una larga fila de cardenales se arrodilló detrás de él, y sus trajes magníficos con los pertigueros que escoltaban el cortejo formaban un contraste sorprendente con la humildad de su actitud 1." ¿Dónde se halla un acto más claro y menos equívoco del culto del fuego? Ahora compare esto con el hecho siguiente extraído de la misma obra y vea cuánto una cosa sirve para aclarar otra: "Con el jueves santo comienzan nuestras miserias (es decir, a causa de la multitud). En aquel día funesto fuimos antes de las nueve a la capilla Sixtina. He aquí una procesión guiada por las órdenes inferiores del clero, seguida por los cardenales con vestimentas soberbias, llevando en sus manos de largos cirios de cera, y terminada por el papa mismo, que caminaba bajo un palio carmesí, cabeza descubierta y llevando la hostia en una caja. Esta hostia, que era, como ya se sabe, la verdadera carne y la verdadera sangre de Jesucristo, fue llevada de la capilla Sixtina a la capilla Paulina, a través del mercado que los separa y allí fue depositada en el sepulcro preparado para recibirla sobre el altar. 1. Roma en el siglo XIX, p. 148-149. Aún veremos que la cruz es el símbolo especial de Tammuz, el dios sol y el dios del fuego. Ver artículo 6 del capítulo siguiente.

Nunca pude comprender por qué Cristo era enterrado antes de haber muerto, ya que la crucifixión sólo había tenido lugar el viernes, parece extraño enterrarlo el jueves. Sin embargo, su cuerpo es puesto en el sepulcro, en todas las iglesias de Roma en donde se practica esta ceremonia en la tarde del jueves y allí permanece hasta el sábado, a mediodía, de donde, por razones que ellos conocen sin duda, se supone que sale este día, por el estruendo del cañón, de los toques de trompetas, del tañido de las campanas que fueron cuidadosamente atadas desde la aurora del jueves santo por temor a que allí entrara el diablo 1." El culto de la cruz de fuego explica inmediatamente la anomalía tan molesta de que Cristo fuera enterrado el jueves y que resucitara el sábado. Si la fiesta de la semana santa es realmente, como los ritos lo muestran, una de las antiguas fiestas de Saturno, el dios del fuego de los babilonios, que, aunque era un dios infernal; sin embargo, era Foroneo, el gran liberador; es muy natural que el dios de la idolatría papal aunque lleve el nombre de Cristo, resucite el día en que le es propio, Dies Saturnii o el día de Saturno 2. En la víspera de ese día se canta el miserere con tal énfasis, que muy pocos pueden oírlo sin ser conmovidos y muchos se desmayan a causa de sus emociones. Qué tiene de sorprendente si es el viejo canto de Linos 3, cuyo carácter conmovedor y melancólico describe Heródoto de una impresionante manera. 1. Roma en el siglo XIX, vol. III, p. 144-145. 2. Este relato se refiere a ceremonias cuyo autor fue testigo en 1817 y 1818. Se podría creer que esto cambió un poco tiempo después, sin duda, en consecuencia de la atención misma con la cual señala esta grave anomalía; ya que el conde Vlodaiski, antiguo sacerdote católico romano que visitó Roma en 1845, me indicó que ese año, la resurrección fue celebrada a las

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nueve horas, el sábado al ponerse el sol, quizás para hacer menos notoria la contradicción entre las costumbres romanas y el hecho escritural. Sin embargo, en Roma, la resurrección de Cristo se celebra, no en su propio día, el día del Señor, sino el día de Saturno, dios del fuego. 3. Narciso era uno de los sobrenombres de los tres Linos (en griego Narkissos). CLINTON, Fasti Hellenici, Apéndice, vol. I, p. 343. Ahora bien, Naar significa niño y Kissos, como ya lo vimos, es Cus, de tal suerte que Narkissos es el niño de Cus.

Es cierto que mucho de este énfasis del Miserere resulta de la parte cantada por las sopranos y es igualmente cierto que, históricamente, Semira-mis, mujer de quien fue el original de este dios cuya muerte era patéticamente celebrada en muchos países, goza de la fama de haber sido la iniciadora de esta costumbre de cantar la soprano 1. Ahora bien, las flagelaciones que forman parte tan importante de las penitencias de Roma en la víspera del viernes santo también formaban una parte importante de los ritos del dios del fuego de donde, como ya lo vimos, el papado tomó tanto. Estas flagelaciones de la semana santa, unidas a otras ceremonias de esa época, testimonian el carácter de este dios cuya muerte y resurrección Roma celebra entonces. Es extraño ver que en la sede central de lo que se llama la cristiandad católica, los ritos esenciales de hoy son precisamente los ritos de los antiguos adoradores del fuego en Caldea. 1. AMIANO MARCELINO, lib. XIV, cap. 6, p. 25.

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Artículo 3 El sacrificio de la misa Si la regeneración a través del bautismo, punto de partida de las creencias romanas y la justificación por obras, ambas son de origen caldeo, el principio contenido en el sacrificio no sangriento de la misa no lo es menos. Tácito 1 nos indica que no estaba permitido ofrecer sangre sobre los alteres de la Venus de Pafos. Se inmolaban víctimas para consultar el arúspice y obtener presagios acerca del porvenir, según la inspección de las entrañas de estas víctimas; pero los altares de la diosa de Pafos debían mantenerse puros de cualquier sangre. Tácito muestra que el arúspice del templo de la Venus de Pafos fue traído de Cilicia, porque conocía las ceremonias de esta diosa; era el medio de hacerlas cumplir debidamente según la supuesta voluntad de Venus; ya que, de estas ceremonias, los cilicios tenían un conocimiento particular. "Tarso, capital de la Cilicia, fue construida por Senaquerib, rey de Asiria, según el modelo de Babilonia 2. Obviamente, las religiones de ambas ciudades se relacionan, y cuando nos encontramos en Chipre (cuyo sacerdote venía de Cilicia) con sacrificios no sangrientos, hay, en estas circunstancias, una fuerte presunción de que el sacrificio no sangriento llegó aquí a través de Cilicia desde Babilonia. Esta presunción se confirma grandemente cuando leemos en Heródoto que esta costumbre extraordinaria y abominable de Babilonia, la prostitución de las vírgenes en honor de Milita, era observada además en Chipre, en honor de Venus 3. 1. Historias, lib. II, vol. III, cap. 3, p. 106. 2. BUNSEN, vol. I, p. 718. 3. HERÓDOTO, Historias, lib. I, cap. 199, p. 92.

Pero el testimonio de Pausanias cambia esta presunción en certitud. "Muy cerca de allí, dice este historiador, al hablar del templo de Venus en Atenas, se muestra el templo de la Venus celestial, que fue primeramente adorada por los asirios, después por los pafios de Chipre y finalmente por los fenicios que habitaban Ascalón en Palestina. Pero los citereos veneraban a esta diosa porque habían aprendido los ritos sagrados a través de los fenicios 1." Así que la Venus de Asiria, es decir, la gran diosa de Babilonia y la Venus de Chipre, eran una y la misma diosa, y los altares no sangrientos de la diosa de Pafos muestran el carácter del culto particular de la diosa de Babilonia de donde ella se derivaba. En cuanto a esto, la reina diosa de Caldea difería de su hijo que se adoraba en sus brazos. Era, como ya lo vimos, representado feliz de ver la sangre esparcida. Pero ella, como madre de la gracia y de la misericordia, como celestial paloma, como esperanza del mundo 2, se oponía a la sangre y era representada con un carácter dulce y pacífico. Por eso en Babilonia, ella llevaba el nombre de Milita 3, la Mediadora 4. Quien lee la Biblia y sabe que expresamente declara que así como hay un solo Dios, también hay un solo mediador entre Dios y los hombres (I Tim. II, 5), debe preguntarse cómo pudo llegar al espíritu humano el otorgar a María, como lo hace la iglesia romana, el carácter de mediadora. Pero el carácter de Milita dado a la diosa babilónica lo explica fácilmente. Para justificar este carácter de mediadora fue llamada Afrodita, es decir, la que domina la cólera 5, la que por sus encantos podía

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calmar la cólera de Júpiter y apaciguar los espíritus más furiosos de los dioses o de los mortales. 1. PAUSANIAS, lib. I, Attica, cap. 14. 2. BRYANT, Nonni Dionysiaca, vol. III, p. 226. 3. HERÓDOTO, lib. I, cap. 199. 4. Milita es lo mismo que Malita, femenino de Melitz o mediador, que, en Caldea se convierte en Melitt. Melitz es la palabra empleada en Job XXXIII, 23-24:"Si tuviese cerca de él algún elocuente mediador muy escogido, (Melitz, en hebreo, mediador) que anuncie al hombre su deber; que le diga que Dios tuvo de él misericordia, que libró de descender al sepulcro, que halló redención". Para más pruebas, vea Apéndice, nota J. 5. Del caldeo af, cólera, y radah, vencer, radite es la forma enfática en femenino.

En Atenas se la llamaba Amarusia 1, es decir, la madre que recibe con favor 2. En Roma se la llamaba la buena diosa, bona dea; los misterios de esta diosa eran celebrados por mujeres, con un secreto particular. En la India, la diosa Lakshmi, la madre del universo, la compañera de Vichnú además representa como de carácter más gracioso y más propicio y este carácter se designa de la misma manera que para la diosa de Babilonia. En las fiestas de Lakshmi, dice Coleman no se ofrece ningún sacrificio sangriento 3. En China, los grandes dioses de quienes dependen los destinos finales de la humanidad son para los espíritus del pueblo como objetos de terror; pero la diosa Kuanyin, la diosa de misericordia 4, que según los chinos de Cantón ofrece analogía con la virgen de Roma, es descrita con ojos compasivos hacia los culpables y como intercesora para salvar, incluso las almas de los desafortunados, de los tormentos a quienes han sido condenados en el mundo de los espíritus 5. Por eso, los chinos la rodean de un favor particular. Este carácter de la diosa madre obviamente ha irradiado de Caldea en todas direcciones. Ahora bien, ahora vemos cómo se acostumbra a que Roma represente a Cristo, el cordero de Dios, dulce y humilde de corazón, que jamás quebró la caña ajada, que no apagó el pabilo aún humeante, que tenía para cada penitente palabras con el más dulce aliento, que lloró en Jerusalén, que oró por sus verdugos, como un juez duro e inexorable, delante de cual el pecador podría arrastrarse en el polvo sin jamás estar seguro que sus plegarias sean oídas 6, en tanto María se nos presenta con el más irresistible y más seductor resplandor, como la esperanza del culpable, como el gran refugio de los pecadores. 1. PAUSANIAS, lib. I, Ática, cap. 31, p. 72. 2. De Ama, madre y Retza, aceptar graciosamente, con el participio pasivo es Rûtza. Pausanias expresa así su molestia en cuanto al sentido del nombre Amarusia aplicado a Diana: "Jamás he podido encontrar a nadie que me diera una explicación satisfactoria de este nombre." La lengua sagrada nos muestra claramente el sentido de esto. 3. Mitología Hindú, p. 61. 4. Syr J. F. DAVIS, vol. II, p. 67. 5. ibid. p. 61. 6. Sermón de un sacerdote italiano, en El Cristianismo evangélico, mayo del 1853.

Es así como se dice que el primero se ha reservado para él la justicia y el juicio, mientras que ha remitido a su madre el ejercicio de toda misericordia 1. Las obras religiosas de Roma más a la vista están invadidas por este mismo principio, al exaltar la compasión y la dulzura de la madre a expensas del carácter amante de su hijo. Así que san Alfonso de Liguori dice a sus lectores 157

que el pecador que se aventura a venir directamente a Cristo debe temer su ira; pero si emplea sólo la mediación de la virgen con su Hijo, sólo debe mostrar a su Hijo los pechos que lo amamantaron 2, y su cólera inmediatamente se apaciguará. Pero ¿En qué parte de la Palabra de Dios se pudo hallar tal idea? De cierto que no está en la respuesta de Jesús a esta mujer que exclamó: "Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste." — Jesús respondió y le dijo: "Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan" (Luc XI, 27-28). No hay que dudar de esto, esta respuesta fue inspirada por la previsión del Salvador, para reprimir en su formación toda idea semejante a lo expresado por Liguori. Sin embargo, esta idea que no se encuentra en la Escritura y que la Escritura expresamente repudia, estaba ampliamente expandida entre las naciones paganas. Así que encontramos una representación exactamente paralela en la mitología hindú respecto del dios Siva y de su mujer Kali, cuando Dios apareció como un peño niño. Siva, dice el Lingua Puran, apareció como un niño en un cementerio rodeado de espíritus, y viéndolo Kali su mujer lo tomó en brazos, y acariciándolo le paó el seno. 1. JEWELL, Reformador inglés, p. 209. 2. El laico católico, julio 1856.

Mamó el líquido dulce como el néctar; pero como se enfurecía, Kali, para distraerlo y apaciguarlo, estrechándolo contra el pecho, se puso a bailar con sus espectros y sus demonios en medio de los muertos hasta que estuviera alegre y encantado, mientras que Vichnú, Brahma, Indra, y todos los dioses arrodillados alababan con sus cantos elogiosos al dios de los dioses Kal y Parvati 1. Kali, en la India, es la diosa de la destrucción; pero el poder de la diosa madre encontró su introducción en el mito mismo que concierne a esta diosa de destrucción, capaz de apaciguar a un dios ofendido por los medios que se emplean comúnmente para calmar a un niño caprichoso. Si la historia hindú muestra su dios de dioses en un día tan degradante, ¿la historia papal honra mejor al Hijo del Dios bendito, cuando ella nos lo representa con la necesidad de ser apaciguado por su madre que le presenta el seno que él mamó? Todo esto se hace sólo para exaltar a la madre y así hacerla más graciosa y más misericordiosa que su glorioso Hijo. Ahora bien, era precisamente el caso en Babilonia, y las ofrendas favoritas de esta diosa correspondían exactamente a este carácter. Por esto vemos que las mujeres de Judá son representadas quemando el incienso, derramando libaciones y ofreciendo tortas a la reina del cielo (Jeremías X, IV, 19). Las tortas eran el sacrificio no sangriento que ella pedía. No sólo sus seguidores ofrecían este sacrificio no sangriento, sino participaban cuando se los admitía en misterios más elevados y hacían nuevos juramentos de fidelidad. En el siglo IV cuando la reina del cielo, con el nombre de María, comenzó a ser adorada en la iglesia cristiana, este sacrificio no sangriento fue introducido también. Epifanio declara que la costumbre de comer y de beber este sacrificio comenzó entre las mujeres de Arabia 2 y que en esa época se sabía muy bien que se había tomado de los paganos. La naturaleza misma de este sacrificio no sangriento de Roma indica claramente su origen. 1. LINGUA PURAN, en KENNEDY, Mitología antigua e Hindú, p. 333, notas. 2. EPÍFANIO, Adversus Hœreses, vol. I, p. 104.

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Es una pequeña hostia delgada y redonda y la iglesia romana da tanta importancia a esta forma redonda que usaremos enérgico lenguaje de John Knox a propósito de la hostia dios (el dios galleta): "Si la circunferencia se daña, al darle la forma redonda, es necesario que otra torta reciba el honor de ser hecha dios, y la desafortunada torta quebrada o agrietada, que tenía la esperanza de ser hecha dios, debe ser dada a un niño para que le sirva de juguete 1." ¿Qué ha llevado al papado a insistir tanto en la forma de su sacrificio no sangriento? Obviamente no es una alusión a la institución divina de la cena del Señor, ya que en todos los detalles que se nos da, no hay ninguna alusión a la forma del pan que tomó Nuestro Señor, cuando lo tomó, lo rompió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomad, comed; esto es mi cuerpo; haced esto en memoria de mí." No se puede apoyar más en la forma del pan de la Pascua judía; ya que no se encuentra, en relación a esto, en el libro de Moisés ningún mandamiento. Sin embargo, la importancia por la que Roma da a la forma de la hostia debe haber una razón; esta razón la encontramos al examinar los altares de Egipto: "La torta delgada y redonda, dice Wilkinson, se encuentra en todos los altares 2." Todas las varas, todas las bagatelas del culto egipcio tenían un significado simbólico. El disco redondo, tan frecuente en los emblemas sagrados de Egipto, simbolizaban el sol. Ahora bien, cuando Osiris, la divinidad del sol, se encarnó y nació, no sólo fue para dar su vida en sacrificio a los hombres 3, sino además para ser la vida y el alimento de las almas. Generalmente se admite que Isis fue la original de la Ceres de los griegos y de los romanos; pero Ceres, hay que remarcarlo, era adorada no sólo porque había descubierto el trigo, sino también porque era la madre del trigo 4. El niño que trajo al mundo era HeSiri, la simiente o como se lo llamaba más comúnmente en Asiria Bar, lo que quiere decir a la vez el Hijo y el trigo (fig. 37). 1. BEGG, Manual del papado, p. 25. 2. WILKINSON, Los Egipcios, vol. V, p. 353. 3. Ver p. 152, nota para el sentido simbólico del ganso. 4. Genitrix o mater frugum. Ver PYPER, Gradus ad Pamassum, Ceres y además OVIDIO, Metamorfosis, lib. VI, v. 117-118.

fig. 37 La espiga de trigo está al lado de Ceres, que comúnmente la tiene en la mano. El dios del otro lado es esta misma espiga (ver página 112).

Los no iniciados podían venerar a Ceres por el don del trigo material que alimentaba su cuerpo, pero los iniciados lo adoraban por un don mucho más precioso, por el alimento que nutría sus almas, por este pan de Dios que ha descendido del cielo, por esta vida del mundo de la cual se dice que el que comiere de él no morirá. ¿Se imaginaba que esta doctrina, según la cual Cristo es el pan de la vida, sólo la tenía el Nuevo Testamento? Jamás hubo y, jamás 159

podría haber vida espiritual en un alma, desde la creación, al menos desde la expulsión de Edén, que no fuera alimentada y sustentada por una continua alimentación a través del Hijo de Dios, "por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud" (Colos. I, 19) para que "por su plenitud, recibamos gracia sobre gracia" (Juan I, 16). Pablo nos dice que el maná que los israelitas comían en el desierto era para ellos un tipo y un símbolo viviente del pan de vida (I Cor. X, 3): "y todos comieron el mismo alimento espiritual", es decir el alimento que no sólo debía sostener su vida material, sino traerlos a quien era la vida de sus almas. Ahora bien, debemos mucho a Clemente de Alejandría por todos los descubrimientos hechos en Egipto en tiempos modernos, nos confirma expresamente que, bajo sus caracteres ocultos, los enigmas de los egipcios eran muy parecidos a los de los judíos 1. Está claramente establecido que los paganos iniciados creían que el trigo otorgado al mundo por Ceres no era el trigo de esta tierra sino el divino Hijo a través del cual únicamente se puede gozar de la vida espiritual y eterna. 1. CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, Stromata, vol. III, v. 7, p. 56.

Los druidas eran adoradores fieles de Ceres y como tales eran celebrados en sus poemas místicos, como portadores de las espigas de trigo 1. He aquí cómo los druidas describen a su gran divinidad, en forma de trigo: "Este dios era representado como habiéndose primero atraído por una razón o por otra la enemistad de Ceres y como huyendo espantado ante ella. En su espanto, tomó la forma de pájaro y se elevó por los aires. Este elemento no le ofreció refugio, ya que la dame en la forma de un gavilán iba a alcanzarlo y asirlo con sus garras. Tiritando de espanto avistó un montón de trigo en una era, se dejó caer en el medio de él y tomó la forma de grano. Ceridwen, (es decir la Ceres de Inglaterra), tomó la forma de gallina de cresta negra, bajó al montón de trigo, escarbó en él, lo descubrió y lo tragó. Según la historia, ella lo llevó durante nueve meses y, cuando lo trajo al mundo, encontró que era un niño tan bello que no pudo decidirse en darle muerte 2." Aquí es obvio que el grano de trigo es idéntico a este niño bello; incluso es obvio que Ceres que, para los profanos, sólo era la madre de Bar, el trigo, era para los iniciados la madre de Bar, el Hijo. Y ahora el lector podrá comprender por qué en la esfera celestial la virgen sostiene en la mano una espiga de trigo. Esta espiga de trigo, en la mano de la virgen, es precisamente otro símbolo del niño en brazos de la reinamadre. Ahora bien, este hijo, simbolizado en el trigo, era el dios sol encarnado, según el oráculo sagrado, de la gran diosa de Egipto: "Ningún mortal levantó mi velo. El fruto que produje es el sol 3." 1. DAVIES, Los Druidas de Gran Bretaña, p. 504. 2. ibid. Canto de Taliesin, p. 230. 3. BUNSEN, Egipto, vol. I, p. 386-387.

¿Qué más natural, entonces, que esta divinidad encarnada fuera representada como una hostia redonda si se simboliza como el pan de Dios para identificarla con el trigo? ¿Es pura fantasía? Que el lector hojee el extracto siguiente de Hurd, en donde se describen las decoraciones del altar romano, sobre el cual se deposita la hostia consagrada y podrá pronunciarse: "Un plato de plata, con forma de sol, está ubicado enfrente del sagrario sobre el altar; a la luz de los 160

cirios produce un efecto deslumbrante 1." ¿Qué hace aquí este sol brillante, sobre el altar arriba del sagrario o de la hostia redonda? En Egipto, se representaba al disco solar en los templos y el soberano junto a su mujer y sus hijos se representaban adorándolo. Cerca de la pequeña ciudad de Babain, en el alto Egipto se ve aún una representación de un sacrificio al sol, donde dos sacerdotes adoran la imagen del sol como en la figura 38. En el gran templo de Babilonia, la imagen dorada del sol estaba expuesta para ser adorada por los babilonios 2.

Fig.38

En el templo de Cuzco, en el Perú, el disco solar de oro reluciente, estaba fijo al muro 3, para que todos los que entraran se prostraran ante él. Los peonios de Tracia adoraban al sol y en su culto adoraban una imagen del sol en forma de disco en lo alto de un largo báculo 4. En el culto de Baal como lo practicaban los israelitas idólatras, en los días de su apostasía, se observaba igualmente el culto de la imagen del sol y es sorprendente ver que la imagen del sol, adorada por los apóstatas de Israel, era levantado por sobre el altar. Cuando el piadoso Josías emprendió la obra de reforma, sus siervos, está escrito, (2 Crón XXXIV, 4) al ejecutar su obra, así procedieron: y derribaron delante de él los altares de los baales, e hizo pedazos las imágenes del sol, que estaban puestas encima. 1. 2. 3. 4.

HURD, Ritos y ceremonias. Ver p. 97. PRESCOTT, El Perú, vol. I, p. 64. BRYANT, vol. I, p. 259.

Benjamín de Tudela, el gran viajero judío, da una descripción sorprendente del culto del sol que, incluso en tiempos relativamente recientes, existía aún entre los cusitas del este, donde vimos esta imagen del sol adorada incluso en su época. "hay un templo, dice él, entre los descendientes de Chus, que está con-

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sagrado a la contemplación de las estrellas. Adoran el sol como un dios, y todo el país, a media milla al rededor de la ciudad, está repleto de altares que le han dedicado. Al alba se levantan y salen de la ciudad para esperar la salida de sol: sobre cada altar se pone en su honor una imagen consagrada, no la imagen de un hombre, sino del orbe solar confeccionada por el arte de los magos. Estos globos se encienden tan pronto como el sol sale y resuenan con gran ruido, mientras que cada uno, hombres y mujeres, que sostenían en la mano incensarios, queman incienso al sol 1." Todo esto prueba obviamente que la imagen del sol, fija en el muro o sobre el altar, era uno de los símbolos reconocidos de los adoradores de Baal o del sol. 1. Citado por el traductor de las Letras de SAVARY, vol. II, p. 562-563, notas.

Y allí, en una iglesia que se dice cristiana, un plato de plata reluciente, en forma de sol, está ubicado sobre el altar de tal forma que todos los que vienen a este altar deben inclinarse humildemente ante esta imagen. Me pregunto de dónde podría venir todo esto sino del antiguo culto del sol o del culto de Baal. Y cuando la hostia es ubicada de tal suerte que el sol de plata esté enfrente de la hostia redonda, cuya forma es un elemento tan importante en los misterios romanos, ¿qué puede significar esto? Esto muestra a los que tienen ojos para ver que la hostia misma es sólo otro símbolo de Baal o el sol. Si la divinidad del sol era adorada en Egipto como la simiente o en Babilonia como el trigo, era exactamente como se adoraba la hostia en Roma. "Trigo, pan de los elegidos, ten piedad de nosotros", tal es una de las oraciones formales de la letanía romana dirigidas a la hostia en la celebración de la misa 1. Y una de las condiciones exigidas para poder tomar la hostia era exactamente la misma que estaba en vigencia en el antiguo culto de la diosa babilónica. Los que tomaban parte en esto debían estar, del todo, en ayunas. Es una condición estrictamente exigida. El obispo Hay, al explicar esta ley, dice que es indispensable que estemos en ayunas desde la media noche, es decir que desde una noche antes de recibir la hostia, no hayamos tomado ningún alimento, ninguna bebida, ningún remedio 2. Si se considera que Nuestro Señor Jesucristo instituyó la santa cena inmediatamente después de que sus discípulos hubieron tomado la cena pascal, una condición tan formal de ayuno debe parecer inexplicable. Pero considere esta precaución respecto del sacrificio no sangriento de la misa a la luz de los misterios de Eleusis y todo esto se explica prontamente; ya que la primera pregunta que se hacía a los que deseaban ser iniciados era ésta: ¿estáis en ayunas 3? Y si respondían negativamente, no podían ser iniciados. 1. El Protestante, p. 269, c. 2. 2. El Cristiano sincero, vol. II, secc. III, p. 34. 3. POTTER, vol, I, Eleusinia, p. 356.

Sin duda en ciertas circunstancias el ayuno cristiano es un deber, pero mientras que ni la letra ni el espíritu de la institución divina no imponga una regla tan severa como de la cual hablamos, la formalidad de los misterios babilónicos nos muestra claramente el origen de esto. Aunque el dios parido por Isis o Ceres que se les ofrecía con el símbolo de una hostia o de un pastel delgado y redondo, representante el pan de vida, era en realidad el sol terrible, temible y ardiente, el terrible Moloc; sin embargo, en esta ofrenda, todo este terror estaba 162

oculto y todo lo que había en él de repulsivo era arrojado a la oscuridad. Es con este símbolo consagrado que se ofrece a su indulgente madre que suaviza sus juicios por su misericordia y que dispone todas las bendiciones espirituales; bendito por su madre, es dado nuevamente para ser celebrado como el sostén de la vida, el alimento y el alma de sus adoradores. Es así como la madre era la divinidad favorita. Es así y por las mismas razones, que la señora de Roma eclipsa totalmente a su hijo como la madre de gracia y de misericordia. En cuanto al carácter pagano del sacrificio no sangriento de la misa, ya lo establecimos suficientemente. Pero aún hay que considerar un punto que muestra mejor aún la obra del misterio de iniquidad. Hay acerca de la hostia letras que vale la pena leer. Estas letras son J. H. S. ¿Qué quieren decir estas letras mística? Para un cristiano, estas letras significan Jesús Salvador, Jesús Salvador de los hombres. Pero si un adorador romano de Isis (ya que en tiempo de los emperadores había en Roma innumerables adoradores de Isis) echara un vistazo a estas letras, ¿cómo las entendería él? Lo haría naturalmente según su propio sistema de idolatría, sistema hoy muy conocido, y él leería Isis, Horus y Seb, es decir: la madre, el niño y el padre de los dioses, en otras palabras, la Trinidad egipcia. ¿Supondrá el lector que este doble sentido era accidental? Ciertamente no. El mismo espíritu que transformó la fiesta del pagano Oannes, que hizo de ella la fiesta del cristiano Joannes y que conservó al mismo tiempo todo su antiguo paganismo, trazó hábilmente las iníciales J. H. S. como si diera tributo al cristianismo, pero en realidad se rinde todo el homenaje al paganismo. Cuando las mujeres árabes comenzaron a adoptar esta hostia y a ofrecer el sacrificio no sangrante, todos los verdaderos cristianos vieron enseguida el verdadero carácter de su sacrificio. Ellas fueron tratadas de heréticas y difamadas con el nombre de coliridianas según el nombre griego de la torta que empleaban. Pero Roma compendió que esta herejía podría ser usada; por eso, aunque condenada por la parte fiel de la iglesia, la costumbre de ofrecer y de comer el sacrificio no sangrante fue patrocinada por el papado; y ahora, en todas las naciones con la comunión romana, ha reemplazado el sencillo pero muy precioso sacramento de la cena instituido por el Señor mismo. La cuestión de la transubstanciación está estrechamente unida al sacrificio de la misa; pero conviene mejor examinarla en otra parte de esta obra.

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Artículo 4 Extremaunción La última función que la iglesia de Roma realiza para los vivos es la extremaunción; a través de esta ceremonia los unge en el nombre del Señor después de haberlos confesados y absueltos y los prepara así para su último y misterioso viaje. La razón de esta unción de los moribundos abiertamente es tomada de la orden del apóstol Santiago respecto de la visita a los enfermos; si se lee toda la epístola, se verá que tal uso jamás podría provenir de un consejo apostólico, sino más bien de un origen totalmente diferente: "¿Está alguno enfermo entre vosotros? dice Santiago (V, 14). Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará." Ahora bien, es obvio que esta plegaria y esta unción tenían en vista la curación de los enfermos. Los apóstoles, para establecer los fundamentos de la iglesia cristiana, estaban investidos, por su gran Rey y Maestro, con poderes milagrosos, poderes que sólo fueron dados que por un tiempo y destinados a desaparecer, como los mismos apóstoles lo declaraban al ejercerlos (I Cor. XIII, 8). Estos poderes diariamente eran ejercidos por los ancianos de la iglesia cuando Santiago escribía su epístola, y esto para la sanación de los cuerpos, como el ejemplo de Nuestro mismo Señor. Como lo muestra la expresión misma, la extremaunción no tiene en vista nada por el estilo. No tiene en cuenta la sanación de las enfermedades o su resurrección, ya que jamás debe administrársela sino cuando ya no hay ninguna esperanza y la muerte es inminente. El fin de la extremaunción que es completamente opuesta a la unción bíblica debe tener otra fuente. Esta fuente es la misma de donde el papado ha sacado todo el paganismo que contiene en su seno corrupto. Es obvio que la extremaunción viene de los Misterios caldeos. Uno de los numerosos nombres del dios babilónico era Beel-Samen, el señor del cielo 1 que es el nombre del sol y también del dios sol. Pero Beel-Samen significa además el señor del aceite y era un sinónimo del nombre divino obviamente, el Mesías. Encontramos en Heródoto una declaración de que este nombre explica perfectamente. Aquí se nos dice que un individuo soñó que el sol ungió a su padre 2. Que el sol haya ungido a alguien, he aquí una idea que ciertamente no se presentó sola; sino como el nombre Beel-Samen, señor del cielo, significa además señor del aceite, es fácil ver cómo se sugirió esta idea. Esto explica además por qué el cuerpo del babilónico Belo, que flotaba en el aceite, había sido conservado en su sepulcro en Babilonia hasta la época de Jerjes. Y era por la misma razón sin duda que en Roma la estatua de Saturno era hueca y se llenaba de aceite. Como ya lo vimos, la rama de olivo que era uno de los símbolos del dios caldeo, obviamente había tenido el mismo significado jeroglífico, ya que así como la oliva representaba al olivo, también la rama de olivo era un emblema que representaba al hijo del aceite o al ungido (Zacarías IV, 12, 14). He aquí por qué los griegos que venían ante sus dioses en actitud suplicante, tratando de dejar su ira e implorando su favor, iban al templo, en muchas ocasiones con un ramo de olivo en la mano. Como la rama de olivo era uno de los símbolos consagrados de su Mesías cuya gran misión era hacer la paz entre Dios y el hombre, del mismo modo se venía con la rama del ungido para obtener la paz. 164

Ahora bien, los adoradores de este Beel-Samen señor del cielo o el señor del aceite, eran ungidos en nombre de su dios. 1. Sanconiaton lo da además como nombre del señor del aceite. 2. HERÓDOTO, lib. III, cap. 124.

No era suficiente ungirlos con saliva; también se los frotaba con ungüentos mágicos de la más eficaz especie y por medio de estos ungüentos se introducían en su cuerpo medicamentos que tendían a excitar su imaginación y a aumentar el poder de los brebajes mágicos que tomaban, a fin de prepararlos así para las visiones y para las revelaciones de los misterios. Dice Salverté que estas unciones eran muy frecuentes en las antiguas ceremonias. Antes de consultar al oráculo de Trofonio se frotaban todo el cuerpo con aceite. Esta preparación cooperaba ciertamente en producir la visión deseada. Antes de ser admitidos en los misterios de los prudentes indios, Apolonio y sus compañeros fueron frotados con una aceite tan poderosa que se sentían como mojados en el fuego. Abiertamente esta era una unción hecha en el nombre del señor del cielo y destinada a preparar a los que la visión de la terrible divinidad iba a aprobar. La misma razón que sugería esta unción antes de la iniciación, debía aún demostrar más elocuentemente la necesidad de una unción especial, cuando el individuo era llamado no sólo en visión, sino en realidad, a contemplar el misterio de los misterios al momento de su introducción al mundo invisible y eterno. Así que el mismo sistema pagano se terminaba de completar en forma natural a través de la extremaunción 1. Sus seguidores eran ungidos para su último viaje a fin de que con la doble influencia de la superstición y de los estimulantes enérgicos introducidos al cuerpo de ellos por el único medio posible, los espíritus pudiesen ser fortalecidos a la vez contra el sentimiento del pecado y contra los asaltos del rey de los espantos. Es obvio que de esta fuente y de esta fuente única viene la extremaunción del papado, totalmente desconocida por los cristianos hasta el día en que la corrupción se se desarrolló ampliamente en la iglesia cristiana 2. 1. Diario trimestral de la Profecía, p. 6, ene. 1853. 2. El obispo Gibson dice que no fue conocida en la iglesia durante un millar de años. Preservativo contra el papado, vol. VIII, p. 256.

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Artículo 5 El Purgatorio y las oraciones a los muertos La extremaunción, no obstante, para un alma angustiada era después de todo sólo un miserable recurso ante las puertas de la muerte. Por lo tanto, nada sorprendente que se recurriera a cualquier cosa para cubrir la necesidad de aquellos habían recibido todo lo que la presunción sacerdotal pretendía conferir para calmarlos en la espera de la eternidad. Por esto en todos los sistemas, excepto en el de la Biblia, la doctrina de un purgatorio después de la muerte, y las plegarias para los muertos, han ocupado siempre un lugar. Adondequiera que fuera en tiempos antiguos como en tiempos modernos y encontrará que el paganismo deja esperanza, después de la muerte, a los pecadores que, al momento de su partida, no se sentían preparados para ir a las moradas de los elegidos. Se ha supuesto un estado intermedio en el cual, mediante penas expiatorias, se expiaría en un mundo futuro los pecados que no hubieran sido remitidos a tiempo en la tierra y el alma estaría así preparada para la beatitud final. En Grecia, la doctrina de un purgatorio era enseñada por el jefe mismo de los filósofos. Así que Platón, hablando del futuro juicio de los muertos, cree en una liberación final, pero afirma que entre los que son juzgados, unos deben ir primero a un lugar subterráneo, en donde recibirán el castigo que merecieron, mientras que los otros, después de un juicio favorable, siendo llevados al instante a un cierto lugar celestial, pasarán su tiempo de manera según la vida que llevaron en forma humana 1. En la Roma pagana, el purgatorio también se enseñaba a los paganos; pero parece que allí no hubo ninguna esperanza de escapar a ninguna de sus penas. 1. PLATÓN, Fedro, p. 249. A. B.

He aquí Virgilio se expresa, en su descripción de estas diversas torturas: "Encerradas en las tinieblas de su oscura prisión, las almas ya no miran los cielos e incluso cuando en el último día la vida se ha ido, los infortunados no pueden liberarse totalmente males y manchas del cuerpo; ya que en esta larga unión con la materia, los vicios al arraigarse han dejado vestigios casi imborrables: sufren castigos y expían con los suplicios sus antiguas faltas; unas, suspendidas en los aires, son el juguete de los vientos, otras lavan un vasto precipicio las manchas infectadas de sus crímenes o se purifican mediante el fuego. Cada uno de nosotros está sometido al castigo reservado a sus manes. Enseguida somos enviados al vasto Eliseo cuyos sonrientes campos sólo tienen pocos habitantes; allí son felices y después del paso del tiempo, después de mil años cumplidos, el tiempo borra las manchas de las almas y les deja sólo los simples elementos del fuego y la pura esencia etérea 1." En Egipto se enseñaba la misma doctrina del purgatorio. Pero una vez que ella hubo penetrado en el espíritu popular, se abrió la puerta a todo tipo de extorsiones sacerdotales. Las plegarias para los muertos siempre han marchado a la par con el purgatorio; pero ninguna plegaria puede ser totalmente eficaz sin

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la intervención de los sacerdotes; y ninguna función del sacerdote puede ser ejecutada sin un salario especial. Por eso vemos en todos los países al clero pagano devorar las casas de las viudas, y hacer negocio con los sentimientos afectuosos de los padres desolados, cuya gran preocupación es el bienestar eterno de sus muertos bien amados. De todas partes aparece una declaración unánime acerca del carácter odioso y los gastos por estas devociones póstumas. 1. Virgilio, Eneida, lib. VI, 730-747.

Una de estas opresiones de las que se quejan los desafortunados católicos de Irlanda son las devociones periódicas especiales, por las que deben pagar cuando la muerte ha llevado a uno de los habitantes de casa de ellos. No sólo hay servicios fúnebres y gastos de funerales para el reposo del que ha partido, al momento del entierro, sino que el sacerdote visita varias veces la familia con el mismo fin, lo que lleva enormes gastos. Estos gastos comienzan con lo que se llama "el espíritu del mes", es decir, un servicio en honor del difunto un mes después de su muerte. Algo muy semejante se hacía en Grecia, esto es muy obvio; Müller en efecto, dice en su historia de los dorios, que "los argivos sacrificaban el 30o día después de la muerte a Mercurio conductor de los muertos 1". En la India, los servicios del sraddha, o servicios fúnebres para el reposo de los muertos, son numerosos y onerosos; y para asegurar la eficacia de éstos, se enseña que "las ofrendas de ganado, de tierras, de oro, de dinero o de otros objetos debían ser hechas por la persona misma a las puertas de la muerte, o si ella no puede, por otra actúe en su nombre 2". En todas partes donde echamos un vistazo, el caso es más o menos el mismo. En Tartaria, los guryumi o plegarias a los muerto, dice el "Diario Asiático" son muy dispendiosos 3. En Grecia, dice Suidas 4, el sacrificio más grande y el más costoso era el sacrificio misterioso llamado el "Telete", sacrificio que, según Platón, era ofrecido a los vivos y a los muertos, y que, se pensaba, los liberaría de todos los males a los que están expuestos los malvados cuando han dejado esta tierra 5. En Egipto, las exacciones de los sacerdotes para los gastos de los funerales y de las misas para los muertos estaban lejos de ser una bagatela. "Los sacerdotes, dice Wilkinson, hacían gastar a sus fieles abultadas sumas para la celebración de los ritos fúnebres, y muchas personas, que tenían 1. Los Dorios, vol. II, p. 405. Müller dice que también los argivos hacían sacrificios inmediatamente después del fallecimiento. 2. Investigaciones Asiáticas, vol. VII, p. 239-240. 3. Diario Asiático, vol. XVII, p. 143. 4. SUIDAS, vol. II, p. 879. B. 5. PLATÓN, vol. n, p. 364-365.

apenas lo necesario para procurarse lo indispensable para su existencia, se esforzaban en economizar algo para pagar los gastos de su sepultura. En efecto, además de los gastos del embalsamamiento, que se elevaban a veces a un talento de plata, la tumba misma costaba mucho; y se hacía muchas preguntas acerca de la posición de fortuna del difunto, antes de hacer las plegarias y otros servicios para el reposo de su alma 1." Las ceremonias, nos dice él además, consistían en un sacrificio semejante al que se ofrecía en los templos; se lo

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realizaba, en beneficio del difunto, en honor de uno o varios dioses (Osiris, Anubis y otros dioses infernales); se le ofrecía incienso y libaciones; se leía a veces una plegaria y los parientes, los amigos estaban allí como plañideros. Unían incluso sus plegarias a las del sacerdote. El que oficiaba el servicio fúnebre era escogido de entre los pontífices que llevaban una piel de leopardo; pero uno de los sacerdotes inferiores ejecutaba otros ritos variados para las momias antes de bajarlas a la tumba. La familia pagaba por estas ceremonias que se celebran en intervalos y por mucho tiempo 2. Tal era en la práctica la doctrina del purgatorio y de las plegarias a los muertos entre los paganos reconocidos y declarados. ¿Sobre cuáles puntos esenciales difiere de la misma práctica en la Roma práctica? Hay en una las mismas amenazas que en la otra. La doctrina del purgatorio es puramente pagana y no puede resistir un solo instante a la luz de la Escritura. Para los que permanecen en Cristo no hay purgatorio y no tienen necesidad de eso; ya que "la sangre de Jesucristo, Hijo de Dios, nos purifica de todo pecado". Si esto es cierto, ¿cómo 1. WILKINSON, vol. II, p. 94. 2. ibid. vol. V, p. 383-384.

se puede tener necesidad de otra purificación? Por una parte, para los que permanecen sin estar unidos personalmente a Cristo y, por lo tanto, sin ser purificados, sin ser justificados, sin ser salvos, no pueden tener otra purificación; ya si "el que tiene al Hijo tiene la vida, el que no tiene al Hijo no tiene la vida" ¡y jamás podrá tenerla! Estudie las Escrituras y verá que para los que permanecen en sus pecados el decreto de Dios es irrevocable. El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía. Así que la doctrina del purgatorio es un sistema de pura impostura, descarada y pagana, ofensiva a Dios, que engaña a los hombres que viven en el pecado, dándoles esperanza de expiar el pecado antes de morir y arrebatándoles desde ahora sus privilegios y su salvación. Se representaban reunidos el fuego, el agua y el viento en el purgatorio pagano (así como lo indican los versos de Virgilio 1) para quitar las manchas del pecado. En el purgatorio del papado, incluso desde la época de Gregorio, el fuego mismo ha sido el gran medio de purificación 2. Mientras que los difuntos del purgatorio del mundo por venir exactamente son el desarrollo del principio simbolizado por los fuegos purificadores de Baal en la víspera de San Juan, así que forman otra cadena que identifica al sistema de Roma con el sistema de Zoroastro o Tammuz, el gran dios de los antiguos adoradores del fuego. Si pues la regeneración bautismal, la justificación por obras, la penitencia pensada como satisfacción de la justicia de Dios, el sacrificio no sangriento de la misa, la extremaunción, el purgatorio y las oraciones a los muertos han derivados de Babilonia, ¿no tenemos el derecho de decir que el sistema general de Roma puede llamarse babilónico? Y si las razones que ya dimos son justas, ¡cuántas acciones de gracias no deberíamos dar a Dios quien, por nuestra gloriosa transformación, nos ha liberado de tal sistema! ¡Qué favor para nosotros al ser liberados de esta confianza en las mentiras de que sólo la "sangre de los toros o de los machos cabríos purificarían nuestros pecados!"

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1. Ver p. 250. 2. Catecismo romano, P. I., art. 5, secc. 5, p. 50.

¡Qué bendición sentir que la sangre del Cordero proporcionada por el Espíritu de Dios a la conciencia más sucia la purifique totalmente de las manchas del pecado! ¡Nuestro reconocimiento debería ser profundo al saber que en todas nuestras pruebas y nuestras angustias, "podemos venir con confianza al trono de gracia, no en el nombre de una criatura, sino del nombre del Hijo eterno y bien amado de Dios y este Hijo se nos presenta como el sacrificador más tierno y más compasivo, sensible a nuestras debilidades, habiendo sido semejante a nosotros en todo excepto en el pecado!". Ciertamente, inspirándonos una viva compasión por los pobres esclavos de la tiranía papal, este pensamiento nos debería "mantener firmes en la libertad a la cual hemos sido llamados y ayudarnos a comportarnos como hombres, para que ni nosotros ni nuestros hijos jamás vuelvan a caer bajo el yugo de servidumbre".

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Capítulo 5 Ritos y ceremonias Artículo 1 Procesiones de los ídolos Los que leyeron el relato de la última procesión ídolos en la capital de Escocia, tal como lo encontramos en la Historia de la Reforma de John Knox, olvidarán difícilmente la tragicomedia en que termina. La luz del Evangelio se expandió a lo lejos, los ídolos papales habían perdido su fascinación y la antipatía popular surgía por doquier para derribarlas. Este historiador dice que "en todas partes de Escocia se robaban las estatuas. Había en Edimburgo un gran ídolo que se llamaba "San Gil" (era el patrono de la ciudad); fue arrojado al Lock septentrional, luego fue quemado, lo que provocó en la ciudad un tumulto considerable 1. Los obispos pidieron al consejo de la capital que se les restituyera el viejo San Gil o bien que se les hiciera otro a su cuenta 2. El consejo no podía llegar a acuerdo en la primera petición; en la segunda, la rechazó absolutamente, ya que estaba desde entonces convencido del pecado de la idolatría. Los obispos y los sacerdotes, sin embargo, apasionadamente amaban aún a sus ídolos y como pronto sería el aniversario de la fiesta de San Gil, durante la cual se paseaba al santo a través de la ciudad, resolvieron hacer todos sus esfuerzos para celebrar la procesión acostumbrada con toda la pompa posible. Para este efecto, se tomó de los hermanos grises un monigote que el pueblo, por burla, llamaba el joven San Gil y que debería hacer el servicio del viejo. Dice Knox que en el día fijado se reunieron sacerdotes y monjes con tamboriles, con trompetas, con banderas y con cornamusas, y quien debía guiar el cortejo no era otra que la misma reina con todos sus monjes. 1. KNOX, vol. I, p. 265. 2. ibid. p. 258.

He aquí la procesión que se aproximaba hacia el oeste, descendió la mayor y se detuvo en Cannon-Cross 1. Mientras que la reina estuvo presente, todo transcurrió a la satisfacción de los sacerdotes y de sus seguidores. Pero después de que su majestad se hubo retirado a cenar, algunas personas de la multitud, que tenían sobre este asunto una mala impresión, se acercaron al ídolo, como para ayudar a llevarlo y tomando la angarilla en sus hombros, comenzaron a agitarlo, pensando en hacer caer al ídolo; pero tal caso se había previsto y prevenido mediante clavos de hierro que la sujetaban a la angarilla. Algunos se pusieron a gritar: "¡Abajo el ídolo, Abajo el ídolo!" Sin más tardar, fue lanzado por tierra. Primero los amigos de los sacerdotes hicieron algunas fanfarronadas; pero cuando vieron la debilidad de su dios, uno de ellos lo tomó de los talones y golpeándole la cabeza contra la calzada, dejó allí al desafortunado Dagon sin cabeza y sin manos y le dijo: "¡Joven San Gil, avergüénzate, tu padre habría resistido tales golpes!" Dicho esto, los apóstoles y los monjes huyeron más rápido que en Pinkey Cleuch. Fueron presa de uno de aquellos terrores súbitos que estos hombres comúnmente no experimentaban en este reino (Inglaterra); arrojaron las cruces a tierra, las sobrepelliz, los gorros con cuernos y las coronas. Los hermanos grises estaban jadeando, los sacerdotes emprendieron

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sin aliento la huida; ¡feliz el primer que se detuvo en su morada; ya que jamás en este reino se vio un pavor tan repentino después la generación del Anticristo 2!" 1. KNOX, vol. 1, p. 259. 2. ibid. p. 260.

Semejante procesión e ídolos entre un pueblo que comenzaba a estudiar y a amar la Palabra de Dios sólo inspira indignación y menosprecio. Pero en los países del papado, en un pueblo mantenido cuidadosamente en las tinieblas, estas procesiones son uno de los medios favoritos empleados por la iglesia romana para someter a sus seguidores. Las largas procesiones con estatuas que los hombres portan en sus espaldas, las suntuosas vestimentas de los sacerdotes, los trajes diversos de las numerosas órdenes de monjes y de religiosas, con el concierto de las banderas flameantes y los sonidos agudos de la música, todo esto es muy propio, si se no se ve de muy cerca, para entretener el espíritu mundano, para satisfacer el amor a lo pintoresco y, cuando las emociones que ya han sido excitadas, son realzadas con palabras de piedad y de religión, para servir a los proyectos de despotismo espiritual. Por esto, el papado siempre ha hecho uso de estos espectáculos a gran escala. En los días de alegría ha buscado consagrar al servicio de sus ídolos el júbilo y la excitación producida por estas procesiones, y en los días de dolor ella ha usado el mismo medio para impulsar a las multitudes a que se presenten a estas procesiones los gemidos más profundos, como si el ruido de estos sollozos pudiera alejar la cólera de un Dios justamente irritado. Gregorio apodado el Grande, parece haber sido el primero en introducir en la iglesia romana, a gran escala, estas procesiones religiosas. En 590, cuando Roma sufría la peste bajo la mano severa de Dios, exhortó al pueblo a unirse públicamente en plegarias: al amanecer se debían agrupar en siete grupos diferentes según la edad, el sexo, las estaciones y caminar en siete procesiones diferentes, recitando letanías o plegarias hasta que todos se hubiesen reunido en un mismo lugar 1. Es lo que hicieron; se pusieron a cantar y a repetir estas palabras: "¡Señor, ten piedad de nosotros!" llevando con ellos, como lo cuenta Baronio, una estatua de la virgen 2. 1. Aquí está el origen de lo que se llama Litania septemplex o Letanía séptupla. 2. BARONIO, Anales, 590, tomo VIII, p. 6-7.

La idea misma de estas procesiones era una injuria a la Majestad del cielo e implicaba que este Dios quien es un Espíritu, veía con los ojos de la carne y podía ser tocado por este imponente y pintoresco espectáculo, como lo serían los mortales. Como experiencia, este intento sólo tuvo poco éxito. En el espacio de una hora, mientras que las cosas marchaban así, ochenta personas cayeron a tierra y dieron su último suspiro 1. Y entretanto aún hoy, los bretones estiman que es el mejor medio de apartar la cólera de Dios en un tiempo de angustia nacional. "Si esta calamidad, dice el Dr. Wiseman, hablando de nuestros desastres en la India, hubiera golpeado a nuestros ancestros en los días del catolicismo, las calles de Londres se hubiesen visto atestadas de procesiones de penitentes gritando como David cuando la peste golpeó a su pueblo." Si esta alusión a David está fundada, si tiene algún significado, quiere 171

decir que David, durante la peste, estaba a la cabeza de una procesión de penitentes. Pero el Dr. Wiseman debe o debería saber que David no hizo nada semejante; que su arrepentimiento no se expresó mediante procesiones, menos aún mediante procesiones de ídolos, como en los días del catolicismo de nuestros ancestros a los cuales se nos invita a regresar. Esta alusión a David es una simple mentira destinada a engañar a los que no leen la Biblia, como si tales procesiones pudieran estar fundadas en algún pasaje de la Escritura. 1. BARONIO, Anales, 590, tomo VIII, p. 7.

El Times, comentando esta recomendación del jefe del papado, le colocó, como se dice, una piedra en el zapato. "La idea histórica, dice este diario, es bastante simple y tan antigua como ella puede serlo." La encontramos en Homero, a propósito de la procesión de Hécuba y de las matronas de Troya al santuario de Minerva, en la Acrópolis de esta ciudad. Era para Troya un momento de terror y de desamparo; Diomedes hacía desaparecer todo ante él con una fuerza irresistible, y la ruina de la orgullosa ciudad parecía inminente. Para evitar este destino en apariencia inevitable, la reina de Troya recibió del cielo la orden de "conducir un cortejo de las principales matronas al templo de Minerva. Ella salió del palacio, acompañada de numerosas y venerables troyanas. Ellas llegaron al templo de Minerva en la cima de la ciudadela: la bella Teano Ciseida, esposa de Anténor, les abrió las puertas, ya que los troyanos la nombraron sacerdotisa de la diosa. Todas las mujeres, que lanzaban gritos de angustia, hacia Minerva levantaron las manos 1." He aquí un precedente de las procesiones de penitencia de la idolatría que va derecho al objetivo que nos proponemos: se buscaba vanamente algo semejante en la historia de David o de algún santo del Antiguo Testamento. Las procesiones religiosas y sobre todo las procesiones con estatuas, que tenían un carácter triste o alegre, son totalmente paganas. La Palabra de Dios nos da dos ejemplos donde las procesiones son hechas con la sanción divina; pero si se compara el propósito de estas dos procesiones con el propósito reconocido y el carácter de las procesiones romanas, se verá que no hay ninguna analogía entre ellas. Los dos hechos de los que hablo son la marcha durante siete días al rededor de Jericó, y la procesión durante el traslado del arca de Quiriat-Jearim a la ciudad de David. En el primer caso, las procesiones, aunque rodeadas de los símbolos del culto divino, no eran actos del culto religioso, sino simplemente una manera milagrosa de hacer la guerra en un momento en que el pueblo imploraba la intervención divina. En el otro caso se trataba únicamente de transportar el arca, símbolo de la presencia de Jehová, de un lugar en que había permanecido por mucho tiempo en la oscuridad, a otro que el Señor mismo había escogido para su permanencia y para tal ocasión convenía que este traslado se operara con la solemnidad religiosa más grande. 1. Iliada, lib. VI, v. 296.

Pero aquí sólo eran hechos ocasionales, no teniendo absolutamente nada en común con las procesiones romanas que forman parte habitual del ceremonial papal. La Escritura nada dice de procesiones religiosas en el culto aprobado por

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Dios, pero habla muchas veces de procesiones paganas acompañadas de estatuas y describe duramente la multitud de los que esperan favores de estos dioses que no se pueden mover de un lugar a otro al menos que se los y transporte. Hablando de los dioses de Babilonia, el profeta Isaías se expresa así: "Sacan oro de la bolsa, y pesan plata con balanzas, alquilan un platero para hacer un dios de ello; se postran y adoran. Se lo echan sobre los hombros, lo llevan, y lo colocan en su lugar; allí se está, y no se mueve de su sitio." (Isaías. XLVI, 6). En las esculturas de Nínive, estas procesiones de ídolos que se llevan en los hombros son representados con esplendor 1 e ilustran de manera sorprendente el lenguaje del profeta acerca del verdadero origen de las procesiones romanas. En Egipto se observaba la misma práctica. En la procesión de los relicarios, dice Wilkinson, se llevaba comúnmente la estatua de la principal diosa en honor de la cual se hacía la procesión junto a la del rey y las estatuas de sus antepasados que se llevaban además al hombro 2. Pero no sólo desde este punto de vista se puede identificar las procesiones en general con el sistema babilónico. Tenemos la prueba que se remontan a ese acontecimiento desastroso de la historia de Nimrod del cual ya nos hemos ocupado tanto. Wilkinson dice que Diodoro habla de una fiesta etíope de Júpiter en donde la estatua de este dios era llevada en procesión, para recordar probablemente que los dioses se refugiaron en este país, según la leyenda; dice que quizás esto era un memorial de la huida de los egipcios con su dios 3. 1. LAYARD, Nínive y sus ruinas, vol. II, p. 451. 2. WILKINSON, vol. V, p. 273. 3. ibid. p. 274.

El pasaje de Diodoro, al cual Wilkinson hace alusión, no es muy decisivo en cuanto al motivo del traslado anual a Etiopía de las estatuas de Júpiter y de Juno (ya que Diodoro menciona la estatua de Juno como la de Júpiter), que después de permanecer allí durante algún tiempo, eran devueltas a Egipto 1. Pero si se compara este pasaje con otros pasajes de autores antiguos, todo se explica fácilmente. Eustacio dice que en aquella fiesta, los etíopes iban en busca de las estatuas de Júpiter y de otros dioses que estaban en el templo de Júpiter en Tebas. Con estas estatuas iban en una cierta época a Libia en donde celebraban una fiesta espléndida en honor de los dioses 2. Como la fiesta se llamaba fiesta etíope y como eran los etíopes quienes llevaban y traían los ídolos, está claro que los ídolos eran ídolos etíopes; ahora bien, como ya vimos que Egipto estaba en poder de Nimrod, es decir, en poder de los cusitas o etíopes, cuando la idolatría estuvo por un tiempo abolida en Egipto 3, ¿de qué se trataba este traslado de ídolos en Etiopía, el país de los cusitas, que se celebraba solemnemente cada año, sino el natural resultado de la supresión temporal del culto de los ídolos inaugurado por Nimrod? Tenemos, en México, el símil exacto de esta fiesta etíope. En una cierta época se llevaban las estatuas de los dioses fuera de este país, en una procesión de duelo, como si se separaran de ellos y al cabo de cierto tiempo se las traía con todo tipo de alegres demonstraciones 4. Encontramos en Grecia una fiesta totalmente análoga que, vinculándose por una parte con la fiesta etíope de Egipto, se relaciona por otra, de manera muy estrecha, con la procesión de penitentes del

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papa Gregorio. Potter habla de una fiesta délfica en honor de un viaje de Apolo 5; y en el capítulo de las llamadas fiestas apolonias leemos: 1. 2. 3. 4. 5.

DIODORO, lib. I, secc. 97, p. 62. EUSTACIO, La Ilíada de Homero, lib, I, v. 423-425 (SMITH, Dicc., sub voce Etiopia). Ver p. 99-100. HUMBOLDT, vol. I, p. 381-382. POTTER, vol. I, p. 360.

"Sobre Apolo, en Egialea, en este informe: Apolo, habiendo logrado una victoria sobre Pitón, vino a Egialea con su hermana Diana; pero atemorizado, huyó a Creta. Los egialeos fueron desde entonces atacados por una epidemia y avisados por los profetas que debían apaciguar a las dos divinidades ofendidas, enviaron siete jovencitos y siete jovencitas para rogarles que regresaran. (Aquí está el germen típico de la "Séptupla letanía" del papa Gregorio) Apolo y Diana aceptaron su devoción y fue costumbre desde entonces escoger jovencitos y jovencitas para hacer una procesión solemne, con gran pompa, como si se quisiera traer de nuevo a Apolo y Diana y hasta la época de Pausanias esto duró 1." La lucha entre Pitón y Apolo en Grecia es exactamente el símil de la lucha entre Tifón y Osiris en Egipto; en otras palabras, entre Sem y Nimrod. Vemos así el significado real y el origen de la fiesta etíope durante la cual los etíopes transportaban los dioses fuera de los templos egipcios. Esta fiesta se relaciona obviamente con la época en que Nimrod fue derribado y en que la idolatría no se atrevió a mostrarse, salvo entre los partidarios devotos del poderoso cazador (que se encontraban en su propia familia, la familia de Cus) cuando, con llantos y lamentaciones, los idólatras huyeron llevando sus dioses sobre sus hombros para ocultarse donde pudieran 2. Se dice que en recuerdo de la supresión de la idolatría y de las desgracias posteriores que resultaron de esta supresión, la primera parte de la fiesta, si juzgamos esto por las luces que nos proporcionan Grecia y México, era ejecutada con la procesión de los llorones; la tristeza luego era cambiada en gozo en recuerdo del retorno victorioso de estos dioses exiliados en su primera ascenso. Es un glorioso origen para la "Séptupla Letanía" del papa Gregorio y para las procesiones romanas. 1. POTTER, vol. I, p. 334. 2. Para la huida de los dioses, ver además cap. 7.

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Artículo 2 El culto a las reliquias Nada caracteriza a Roma como el culto de las reliquias. Por doquier donde se abre una capilla, por doquier donde se consagra una iglesia, falta algo si no existe la reliquia de un santo o de una santa para santificar el lugar. Las reliquias de los santos y los huesos podridos de los mártires forman gran parte de la riqueza de la iglesia. Es por causa de estas reliquias que se han practicado las más groseras imposturas; las historias más absurdas se han contado acerca de su poder maravilloso y esto por Padres que tienen un nombre famoso en los anales de la cristiandad. Agustín mismo, con su perspicacia filosófica, con su celo contra ciertas formas de falsa doctrina, estaba profundamente imbuido de este espíritu mezquino que condujo al culto de las reliquias. Que lean las cuchufletas en que termina la famosa Ciudad de Dios y ya no se sorprenderá más de que la iglesia romana haya hecho de él un santo y lo haya propuesto para el culto de sus devotos. Tome sólo un espécimen o dos de las historias en las que afirma las tonterías que gozaban de estima en su tiempo: "Cuando el obispo Projectius llevó las reliquias de san Esteban a la ciudad llamada Aquæs Tibultinœ, en gran número vino la muchedumbre para honrarlas. Allí había una mujer ciega que suplicó a la multitud que la guiaran al obispo, poseedor de las santas reliquias. Así se hizo y el obispo le dio flores que sostenía en la mano. Ella las tomó, se las llevó a sus ojos y enseguida recobró la vista, si bien pasó rápidamente ante todos, ya no teniendo más necesidad de ser conducida 1." En la época de Agustín, el culto formal de las reliquias aún no estaba establecido, 1. De Civitate Dei, lib. XXII, vol. IX, cap. 8, p. 875. B. C.

pero ya se invocaba, por plegarias y súplicas, a los mártires a quienes se suponía que pertenecieron, y esto con la alta aprobación del obispo de Hipona, así como lo prueba por mucho la historia siguiente: "Aquí, en Hipona, dice él, había un anciano pobre y santo, llamado Florencio, que por su oficio de cantero apenas se bastaba a sí mismo. Un día perdió su manto, y no pudiendo comprarse otro para reemplazarlo, se dirigió a la capilla de los Veinte Mártires, que estaba en la ciudad y se puso a rogarles, conjurándolos para que le proveyeran los medios a fin de vestirse. Un grupo de malos sujetos que lo escuchó, lo siguió a su partida, burlándose de él y diciéndole: "¿Haz pedido a los mártires dinero para comprarte un manto?" El pobre hombre se dirigió tranquilamente a su casa y como pasó cerca del mar, vio un gordo pez que el mar acababa de arrojar a las arenas y que aún respiraba. Las personas presentes le permitieron tomar este pez, el cual llevó a un tal Catoso, cocinero, buen cristiano, que se lo compró por 300 denarios. Con esta suma pensaba comprar lana que su mujer podría hilar para hacerle un traje. Cuando el cocinero trincheró el pez, encontró en su vientre un añillo de oro y creyó su deber entregarlo al pobre hombre que le había vendido el pez. Esto fue lo que hizo y le dijo: "¡He aquí cómo los veinte mártires te han vestido 1!" ¡Es así como el gran Agustín inculcaba el culto a los muertos y la adoración de sus reliquias capaces, según él, de operar prodigios! Los pequeños graciosos que se burlaban de la plegaria del cantero parecen haber tenido más sentido que el "santo anciano" y que el obispo. 175

l. De Civitate Dei, lib. XXII, vol. IX, cap. 8, p. 874-875. Esta historia del pez y del anillo es una vieja historia egipcia (WILKINSON, vol. I, p. 186-187) Catoso, el buen cristiano, era obviamente un agente de los sacerdotes, que podían permitirse darle un anillo para meterlo en el vientre del pez. El milagro debía atraer adoradores a la capilla de los Veinte Mártires y de esta manera procurar molienda a su molino y compensarlos ampliamente.

Ahora bien, si hombres que profesaban el cristianismo preparaban así en el siglo V la vía al culto a todo tipo de harapos y de huesos podridos, el mismo culto había florecido en las regiones paganas mucho tiempo antes de que los santos o lo mártires cristianos aparecieran en la faz de la tierra. En Grecia, las creencias supersticiosas en las reliquias y sobre todo en los huesos de los héroes deificados, formaban parte importante de la idolatría popular. Las obras de Pausanias, el sabio anticuario griego, están llenas de alusiones respecto de esta superstición. Así es como sabemos que el omóplato de Pélope, después de haber atravesado varias peripecias, fue designada por el oráculo de Delfos como el único poder de liberar a los helenos de una peste que los diezmaba. Este hueso fue confiado, como una reliquia sagrada, al cuidado del hombre que lo había sacado del mar y a su descendencia después de él. Los huesos del troyano Héctor eran conservados en Tebas como una reliquia sagrada. Los tebanos, dice Pausanias, cuentan que las osamentas de Héctor fueron traídas de Troya por causa del oráculo siguiente: "Tebanos, vosotros que habitáis la ciudad de Cadmos, si queréis habitar en vuestro país y ser benditos por la posesión de una fortuna irreprochable, traed a vuestro reino los huesos de Héctor, hijo de Priamo, y honrad a este héroe según la ordenanza de Júpiter 1." Podríamos dar muchos otros ejemplos análogos. Se consideraba que los huesos custodiados así con cuidado y rodeadas de respeto podían operar milagros. Desde la época más remota, el sistema budista se sustenta en reliquias que han ejecutado milagros al menos tan auténticos como los que operaban las reliquias de san Esteban o de los veinte mártires. En el Mahawanso, uno de los grandes estandartes de la fe budista, he aquí cómo se habla de la colocación de las reliquias de Buda: "El vencedor de los enemigos, al haber terminado los trabajos que debía ejecutar en el recinto de las reliquias, reunió a los sacerdotes y les habló así: los trabajos que tenía que hacer en el recinto de las reliquias han terminado. Mañana, yo colocaré las reliquias. ¡Señores, recordad las reliquias 2!" 1. PAUSANIAS, lib. IX, Bœtica, cap. XVIII, p. 746. 2. POCOCKE, La India en Grecia, p. 307.

¿Quién no ha oído hablar del santo manto de Tréveris y de su exhibición al pueblo? El lector verá por lo que sigue que había una exhibición muy semejante del santo manto de Buda: "Dicho esto (el sobrino del Naga Rajah) por su poder sobrenatural elevándose por los aires a la altura de siete palmeras y extendiendo los brazos, aportó al lugar en se encontraba en equilibrio el Dupathupo (o relicario) en que estaba puesto el traje que usaba Buda o el príncipe Siddhartha a su entrada al sacerdocio y lo mostró al pueblo 1." Este santo traje de Buda era ciertamente tan auténtico y tan digno de adoración como el santo traje de Tréveris.

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Pero la semejanza es más grande aún. Hace sólo uno o dos años, el papa presentó a su hijo bien amado, Francisco José de Austria, un diente de San Pedro, como señal de su favor y de su estima particular 2. Los adoradores de Buda estiman sus dientes de la misma manera. "Rey de Devas, dijo un misionero budista que fue enviado a uno de los principales cursos de Ceilán para pedir al Rajá una o dos reliquias, rey de Devas, tú posees el diente canino de la mandíbula derecha (de Buda) y el hueso del codo derecho del divino doctor. Señor de Devas, no dude acerca de los asuntos que deben decidir la salvación del país de Lanka 3." Ahora, he aquí un pasaje que nos muestra el efecto maravilloso de las reliquias: "El salvador del mundo Buda, incluso después de haber alcanzado el Parinibanan o la emancipación final (es decir, después de su muerte), realizó actos infinitos, mediante una reliquia de su cuerpo, con una perfección extrema para el bienestar espiritual y la prosperidad material de la humanidad. ¡Qué no hizo el Vencedor (Jeyus) durante su vida 4!" 1. 2. 3. 4.

POCOCKE, p. 307-308. Interpretación original del Apocalipsis, p. 72. POCOCKE, p. 321. ibid. nota.

Ahora bien, en las "Investigaciones Asiáticas" encontramos una declaración acerca de las reliquias de Buda que nos explica maravillosamente el verdadero origen del culto de sus reliquias. Helo aquí: "Las osamentas o los miembros de Buda fueron repartidos por el mundo entero, como los de Osiris y de Júpiter Zagreus. El primer deber de sus descendientes y de sus seguidores fue reunir estos restos y darles sepultura. Por piedad filial se recordaba cada año, en una búsqueda simulada, esta triste búsqueda, con todas los signos posibles de dolor y de tristeza hasta que el sacerdote anunciaba finalmente que habían encontrado las reliquias sagradas. Es lo que se hace aún hoy en varias tribus tártaras de la religión budista y la expresión de huesos del Hijo del Espíritu del Cielo es propio de los chinos y de algunas tribus de la Tartaria 1." Es obvio que aquí el culto de las reliquias es precisamente una parte de estas ceremonias instituidas para recordar la muerte trágica de Osiris o de Nimrod, quien, como el lector recuerda, fue dividido en 14 trozos, que se enviaron a tantos países infectados por su apostasía y por su falso culto, para herir de espanto a todos los que estuvieran tentados de imitarlo. Cuando retomaron el poder los apóstatas, su primer acto fue buscar estos restos esparcidos del gran jefe de la idolatría y darles sepultura con las más grandes señales de devoción. He aquí cómo Plutarco se expresa al respecto: "Informada del acontecimiento (es decir, del desmembramiento de Osiris) Isis se puso a buscar enseguida los miembros del cuerpo de su marido y tomó una barca de junco de papiro para atravesar más fácilmente los lugares bajos y pantanosos. 1. Investigaciones Asiáticas, vol. X, p. 128-129.

Lo que explica el número de sepulcros de Osiris en Egipto, es que en todas partes donde ella encontraba uno de los miembros de su marido, le daba sepultura en el mismo lugar; sin embargo, otros suponen que esto se explica como consecuencia de un artificio de la reina, que ofreció a cada una de las 177

ciudades una imagen de su marido, para que si Tifón venía a vencer a Horus en el próximo combate, no pudiera encontrar la verdadera tumba. Isis logró encontrar todos estos diferentes miembros, con la excepción de uno que fue devorado por los lepidotes, los pagrus y los oxyrinchus; es por esto que esos peces son inmundos entre los egipcios. Para resarcirse, ella consagró el Falo e instituyó una fiesta en su honor 1." Esto no sólo muestra el verdadero origen del culto de las reliquias; esto muestra además que la multiplicación de las reliquias corresponde a la más venerable antigüedad. Si Roma se puede jactar de tener 16 ó 20 vestimentas sagradas, siete u ocho brazos de san Mateo, dos o tres cabezas de san Pedro, ¿no es más de lo que podía hacer Egipto por las reliquias de Osiris? Egipto estaba cubierto de tumbas del dios mártir y más de una pierna, más de un brazo, más de un cráneo declarados auténticos eran expuestos a la adoración de los fieles en los cementerios rivales. Es lo que nos enseña Wilkinson, según un pasaje de Plutarco 2. "El templo de este dios en Ábidos, dice él, además era particularmente honrado y este lugar era tan sagrado para los egipcios, que personas que vivían a cierta distancia de ahí pidieron y obtuvieron, no sin dificultad, el permiso de poseer un sepulcro dentro de la Necrópolis, para que después de su muerte pudiesen reposar en una tierra santificada por la tumba de la gran y misteriosa divinidad 3." Si los lugares en donde se sepultaron las reliquias de Osiris eran particularmente reconocidos como santos, es fácil ver que esto provocaba obviamente cuántos peregrinajes que eran tan frecuentes entre los paganos. 1. PLUTARCO, vol. II, p. 358. A. 2. ibid. p. 359, A. 3. WILKINSON, vol. IV, p. 346.

El lector sabe qué mérito une a Roma con estos peregrinajes a las tumbas de los santos y cómo, en la edad media, una de las maneras preferidas para purificarse del pecado era emprender un peregrinaje a la capilla de Santiago de Compostela en España o al Santo Sepulcro en Jerusalén 1. Ahora bien, en la Escritura no hay el más mínimo rastro de algo se parezca un peregrinaje a la tumba de un santo, de un mártir, de un profeta o de un apóstol. La manera misma que el Señor juzgó bien en disponer del cuerpo de Moisés al sepultarlo en las llanuras de Moab, para que nunca nadie supiera dónde estaba su sepulcro, obviamente tenía como objetivo de desalentar los tipos sentimientos que dan origen a los peregrinajes. Considerando el país de donde venía Israel, las ideas egipcias con las que se había contaminado, como se ve en Becerro de de oro y en la gran veneración que este pueblo tenía por Moisés, se comprende fácilmente la sabiduría del Dios que disponía así de su cuerpo. Había, en el país en que Israel permaneció tanto tiempo, peregrinajes pomposos que se realizaban en ciertas épocas del año y a menudo acarreaban fuertes gastos. Heródoto nos dice que en su tiempo la muchedumbre que iba anualmente en peregrinaje a Bubastis, ascendía a 700.000 personas y que entonces se bebía más vino que en ninguna otra época del año 2. Wilkinson habla de otro peregrinaje semejante que se hacía en File: "Además de la celebración de los grandes misterios de File, había en una cierta época

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una gran ceremonia: los sacerdotes, en una procesión solemne, visitaban su tumba y la coronaban de flores 3. Plutarco supone además que en otra época la entrada a la isla estaba prohibida y que ningún pájaro volara sobre ella, ningún pez se acercara a la tierra sagrada 4." No parece que fuera una simple procesión de sacerdotes en el vecindario inmediato de la tumba, sino un verdadero peregrinaje nacional; ya que, nos dice Diodoro, todos los sacerdotes de Egipto reverenciaron la tumba de Osiris en File 5. 1. 2. 3. 4. 5.

Cristianismo Evangélico, año 1855, vol. IX, p. 201. HERÓDOTO, Historias, lib. II, cap. 60, p. 126-127. PLUTARCO, vol. II, p. 359. B. WILKINSON, Los Egipcios, vol. IV, p. 346. DIODORO, lib. I, p. 13.

No tenemos las mismas informaciones precisas sobre el culto de las reliquias en Asiria o en Babilonia, pero sabemos bastante de él para mostrar que si el dios babilónico era adorado en Egipto con el nombre de Osiris, lo mismo en su propio país se tenía por sus reliquias la misma veneración supersticiosa. Ya vimos que a la muerte del Zoroastro de los babilonios se decía que había dado su vida en sacrificio voluntario y que había encargado conservar sus restos a sus conciudadanos, asegurándoles que la observación o el olvido de esta orden de un moribundo decidiría el destino del imperio 1. Por esto leemos en Ovidio que Busta Nini o la tumba de Nino fue por mucho tiempo uno de los monumentos de Babilonia 2. Ahora bien, si se compara la muerte y la pretendida resurrección del falso Mesías con la muerte y la resurrección del verdadero Mesías, se verá que hay entre los dos un contraste sorprendente. Cuando el falso Mesías murió, sus miembros fueron separados uno de otro y sus huesos dispersos por el país. Cuando el verdadero Mesías murió; al contrario, la Providencia lo anticipó de tal manera que el cuerpo fue conservado completo y que la palabra profética se cumplió fielmente: "Ninguno de sus huesos será quebrantado". Además, se dice que cuando el falso Mesías resucitó, fue con un cuerpo nuevo, mientras que el antiguo cuerpo con todos sus miembros fue abandonado, lo que indica claramente que la resurrección sólo era un pretexto y una impostura. Sin embargo, cuando el verdadero Mesías fue "declarado Hijo de Dios con poder por su resurrección de entre los muertos", su tumba, aunque custodiada con un celoso cuidado por los incrédulos soldados de Roma, fue hallada totalmente vacía y no se halló jamás, jamás se pretendió haber encontrado el cuerpo del Señor. 1. SUIDAS, en Zoroastro, vol. I, p. 1133-1134. Para obtener más datos sobre este tema ver más adelante en el cap. 7, el artículo 1, que arroja luz acerca de la historia de Faetón. 2. Metamorfosis, lib. IV, vol. II, v. 88, p. 278.

La resurrección de Cristo reposa en un fundamento muy diferente del de Osiris. No podía haber por consecuencia ninguna reliquia del cuerpo de Jesús. Roma, sin embargo, para desarrollar el sistema babilónico, ha suplido en esta laguna

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mediante las reliquias de los santos; y hoy las reliquias de San Pablo y de San Pedro o de Santo Tomás Beckett y San Lorenzo O'Toole ocupan en el culto del papado el mismo lugar que las reliquias de Osiris en Egipto o de Zoroastro en Babilonia.

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Artículo 3 Vestimenta y coronación de las estatuas En la iglesia de Roma, la vestimenta y la coronación de las estatuas forman una parte importante del ceremonial. Las imágenes sagradas no son representadas como estatuas comunes con vestimentas formadas del mismo material del cual se componen, sino tienen vestimentas que se les puso como se haría a verdaderas persona en carne y hueso. A menudo se desembolsan elevadas sumas por esta ropa; y se dice que los que dan bella ropa son objeto de favores especiales y preparan para sí una gran provisión de méritos. Así, vemos que el duque y la duquesa de Montpensier eran glorificados, en el diario "La Tablilla" (septiembre 1852), no sólo por haber dado 3.000 reales en limosnas a los pobres, sino sobre todo por su piedad: en efecto habían dado a la virgen una magnífica vestimenta de brocado de oro, con un encaje blanco y una corona de plata. Hacia la misma época, la reina de España manifiesta su piedad con una buena acción semejante: ella depositó a los pies de la reina del cielo la ofrenda de la ropa y de las joyas que llevaba un día de acciones de gracias solemnes y además la ropa que llevaba cuando recibió el puñetazo del asesino Merino. El manto, dice el diario español, llevaba las marcas de la herida y su ribete de armiño estaba manchado de sangre preciosa de Su Majestad. En la canasta que tenía la ropa estaban además las joyas que adornaban la cabeza y el pecho de su majestad. Entre ellos había una blusa en diamantes, tan maravillosamente trabajado, tan deslumbrante, que parecía hecho de una sola piedra 1. 1. BEGG, Manual de, el papado, p. 272-273.

Todo esto es bastante infantil y muestra la naturaleza humana en un aspecto muy humillante; pero está copiado exactamente del antiguo culto pagano. La misma forma de vestir y de adornar a los dioses se practicaba en Egipto, y sólo las personas sagradas podían cumplir una tan alta función. Así que en las inscripciones de Rosetta he aquí cómo se habla de estos funcionarios sagrados: "Los principales sacerdotes y los profetas y los que pueden entrar en el santuario para vestir los dioses se han reunido en el templo de Menfis y han dictado el decreto siguiente 1." La costumbre de vestir a los dioses ocupaba además un gran lugar en las ceremonias sagradas de la antigua Grecia. He aquí cómo Pausanias habla de un presente ofrecido a Minerva: "Algún tiempo después, Laodicea, hija de Agapenor, envió un velo a Tegea, para Minerva Alea." La inscripción que acompaña esta ofrenda nos muestra al mismo tiempo el origen de Laodicea: Laodicea, de Chipre la divina, En el país de su padre que se extiende a lo lejos, Envía este velo en ofrenda a Minerva 2. Lo mismo también, cuando Hécuba reina de Troya, en el pasaje ya citado, recibió la orden de conducir la procesión de penitentes a través de las calles de 181

la ciudad al templo de Minerva, ella fue advertida de no ir con las manos vacías, sino llevar con ella, como la más gran ofrenda que ella pudiera hacer, "el velo más precioso, el más grande que se guarda en su palacio". La reina obedeció puntualmente. "Ella desciende a su cámara perfumada, donde todos sus velos están artísticamente variados, obra de las mujeres de Sidón, que Paris mismo trajo de Fenicia, cuando navegó, sobre el vasto mar, en este viaje en que raptó a Helena nacida de un padre poderoso. Hécuba escogió un velo y lo llevó 1. WILKINSON, vol. I, p. 265, 1. 6, nota. 2. PAUSANIAS, lib. VIII, Arcadica, cap. V, p. 607.

para ofrecerlo a Minerva. Es el más bello por sus colores variados, es además el más grande, brilla como un astro y está ubicado arriba de todos los otros 1." Ciertamente hay una sorprendente semejanza entre la piedad de la reina de Troya y la de la reina de España. Pero en el antiguo paganismo esta costumbre de vestir a los dioses ocultaba un misterio. Si los dioses y las diosas estaban tan felices de así ser vestidos, es porque que hubo un tiempo en su historia en que tuvieron grandes necesidades. Sí, se puede establecer claramente, como ya lo indicamos, que más tarde el gran dios y la gran diosa del paganismo, mientras que los hechos de su historia se mezclaban en su sistema de idolatría, fueron adorados como encarnaciones de nuestros primeros padres cuya caída fatal los despojó de su gloria primitiva, si bien que la mano divina debió cubrir su desnudez con una ropa especialmente hecha para ellos. No puedo demostrarlo aquí de manera profunda; pero estúdiese el pasaje en donde Heródoto nos habla de esta ceremonia que se practicaba cada año en Egipto y en la cual se inmolaba un carnero para vestir con su piel al padre de los dioses 2. Que se compare esta declaración con este pasaje del Génesis donde se dice que el padre de la humanidad estaba vestido con una piel, y después de todo lo que vimos sobre la deificación de los muertos, ¿se pueden tener dudas acerca de la fiesta que se celebraba así cada año? Cuando fue desmembrado, Nimrod mismo fue necesariamente despojado de sus ropas. Su estado era identificado con el de Noé y más tarde con el de Adán. Se decía que sus sufrimientos los había sufrido voluntariamente por el bien de la humanidad. Por eso, su desnudez como la del "padre de los dioses" del cual era una encarnación, se consideraba como voluntaria. 1. HOMERO, Iliada, lib. VI, 288. 2. HERÓDOTO, Historias, lib. II, cap. 42, p. 119. A. B.

Cuando terminó su sufrimiento y se acabó su humillación, se consideró como meritoria la ropa que él llevaba, favorable no sólo para él mismo, sino además para todos los que eran iniciados en sus misterios. Se decía que en los ritos sagrados del dios babilónico esta desnudez y este vestuario que tenían lugar unos y otros eran repetidos por todos sus adoradores según una declaración de Fírmico, que nos dice que los iniciados pasaban por las mismas circunstancias que su dios 1. Después de haber sido debidamente preparados por ritos y ceremonias mágicas, se los introducía totalmente desnudos en las partes más recónditas del templo. Es lo que resalta de la cita siguiente de Proclo: "En la parte más sagrada de los misterios, se dice que los místicos encuentran primero 182

los espíritus en las formas más diversas (es decir los demonios malignos) que se precipitan violentamente al encuentro de los dioses; pero al entrar al interior del templo en donde están quietos y protegidos por los ritos místicos, reciben en toda su pureza la iluminación divina y, despojados de sus ropas, participan de la naturaleza divina 2." Cuando los iniciados, así iluminados y hechos participantes de la naturaleza divina, eran cubiertos con nuevas ropas, estas últimas eran consideradas como sagradas y se decía que poseían virtudes extraordinarias. La ropa de piel que el padre de la humanidad recibió de Dios, después de haber sentido tan dolorosamente su desnudez, era, según la opinión de todos los teólogos eminentes, el emblema típico de la gloriosa justicia de Cristo, "el traje de salvación", que es "para todos y está sobre todos los que creen". La ropa con las cual se cubrían los iniciados después de haberles quitado la primera era obviamente la imitación de esta verdad. La ropa de los iniciados en los misterios de Eleusis, dice Botter, era considerada sagrada y eficaz tanto para apartar el mal como los hechizos y los encantos. Ya no se la sacaban hasta que estuviese completamente gastadas 3. 1. FÍRMICO, De Errore, p. 18. 2. TAYLOR, Jámblico, nota p. 148. Ver Apéndice, nota M. 3. POTTER, Antigüedades griegas, vol. I, p. 356.

Y tanto como fuera posible, era con esta ropa sagrada que se los sepultaba; ya que Heródoto hablando de Egipto, de donde salieron estos misterios, nos dice que esta religión ordenaba ponerse la ropa de los muertos 1. La eficacia de la ropa sagrada, como medio de salvación y como con el poder de librar del mal en el mundo invisible y eterno, ocupa un lugar muy importante en muchas religiones. Así que los parsis cuyo sistema reposa sobre elementos tomados de Zoroastro creen que "Sadra" o la ropa sagrada tiende esencialmente a preservar el alma del muerto de las calamidades enviadas por Ahriman o el diablo y representan a aquellos que descuidan el uso de esta ropa sagrada como si sufrieran en su alma y como si lanzaran los gritos más terribles y más horrorosos, a causa de los tormentos que les infligen toda suerte de reptiles y de animales dañinos que los acometían con mordidas y aguijonazos y no les dejaban un instante de tranquilidad 2. ¿Cómo inducir para atribuir tal virtud a una vestimenta sagrada? Admitamos que es exactamente el travestismo con la vestimenta sagrada dada a nuestros primeros padres y todo se explica fácilmente. Esto explica además los sentimientos supersticiosos del papismo, si no incomprensibles, que condujeron a tantos hombres, en épocas de tinieblas, a fortificarse contra los terrores del juicio por venir, tratando de hacerse sepultar con un hábito de monje. ¡Se pensaba que ser sepultado con un hábito de monje, con cartas que reclutaban la muerte en la orden monástica, era el medio infalible de ser liberado de la condenación eterna! En el Credo del labrador, de Piers, se nos presenta un monje que embauca a un pobre hombre para apropiarse de su dinero asegurándole que si sólo quiere contribuir en la construcción de su monasterio: San Francisco mismo lo vestirá con esta capa, lo presentará a la Trinidad y rogará por sus pecados 3. 1. HERÓDOTO, lib. II, cap. 81, p. 184. B. 183

2. WILSON, La religión de los Parsis, p. 164, 441, 442. 3. BILNEY, Los Reformadores ingleses, p. 258, nota.

Gracias a la misma creencia supersticiosa, el rey Juan de Inglaterra fue sepultado con una capucha de monje 1, y más de un noble y real personaje, antes de que "la vida y la inmortalidad" fueran nuevamente "puestas en evidencia" durante la Reforma, no conocían mejor medio de vestir el alma desnuda y manchada en al proximidad de la muerte que envolviéndola con el hábito de un monje o de un hermano que, después de todo, por cierto no era más santo que ellos. Ahora bien, todos estos expedientes de mentira en el papado tanto como en el paganismo, si se les compara por una parte con la costumbre de vestir santos y por otra con la de vestir a dioses, claramente muestran, cuando se va al principio, que desde la entrada del pecado al mundo, el hombre siempre ha sentido la necesidad de vestirse con una justicia mejor que la de él y que el momento ha llegado en que todas las tribus de la tierra deberían comprender que la única justicia que podría servir para este efecto, es "la justicia de Dios", y la de "Dios manifestado en carne". La "coronación de las estatuas" se relaciona estrechamente con la vestimenta de las estatuas de los santos. Durante los dos últimos siglos, en la comunión papista, cada vez más se ha celebrado fiestas para la coronación de las estatuas sagradas. En Florencia, hace algunos años, la estatua de la señora que lleva el niño en sus brazos, era coronada con una solemnidad y una pompa extraordinarias 2. Era la reproducción de los hechos recordados en la historia de Baco o de Osiris. Como Nimrod fuera el primer rey después del diluvio, lo mismo Baco fue celebrado como el primer que llevara una corona 3. Sin embargo, cayó en las manos de sus enemigos, fue despojado de todo su poder y de toda su gloria; fue despojado además de su corona. La corona que cayó de la cabeza de Osiris era celebrada en todo Egipto. 1. BILNEY, Los Reformadores ingleses, p. 258, nota. 2. El Bulevar, 1852-53, p. 154-157. 3. PLINIO, Hist. Nat., lib. XVI, p. 377. Con el nombre de Saturno se otorga a Nimrod los mismos atributos. Ver nota 1, p. 55.

Esta corona era representada en diversas épocas de diferentes maneras, pero en el famoso mito de Osiris, era representada por una guirnalda de "Melilot 1." El Melilot es una espacie de trébol y el trébol en el sistema pagano era uno de los emblemas de la Trinidad. Hoy entre los tractarianos, el trébol es empleado en el mismo sentido simbólico como lo fue por largo tiempo en el papado, de donde el puseyismo lo tomó. Así que en una imagen blasfema del siglo XIV, se ve a Dios el Padre representado (fig. 39) con una corona de tres puntas sobre las cuales hay una hoja de trébol 2. Pero mucho tiempo antes de que se conociera el tractarianismo o el romanismo, el trébol era un símbolo sagrado. La hoja era obviamente un símbolo de gran importancia entre los antiguos persas; así que leemos en Heródoto, a propósito de la descripción de los ritos de los antiguos magos: 1. PLUTARCO, De Iside, vol. II, p. 356. E.

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2. DIODORO, Iconografía, vol. I, p. 296.

Fig. 39

"Si un persa quiere ofrecer un sacrificio a un dios, conduce al animal a un lugar sagrado. Entonces, partiendo la víctima en pedazos, hace hervir la carne y la deposita sobre las hierbas más tiernas y sobre todo en el trébol. Esto hace, un mago (sin mago no se puede hacer ningún sacrificio) canta un himno sagrado 1." En Grecia, el trébol o lucerna, bajo una forma u otra, ocupaba además un lugar importante; el bastón de Mercurio, en efecto, el conductor de las almas, a quien se atribuía tanto poder, se llamaba "Tríptelos" o el bastón de tres hojas 2. Entre los druidas de Gran Bretaña, la hoja del trébol blanco era de gran estima; era el emblema de su triple dios 3 y tenía el mismo origen babilónico que el resto de su religión. El Melilot o corona de trébol que rodeaba la cabeza de Osiris, era la corona de la Trinidad (la corona puesta en su cabeza como representante del Eterno), la corona de toda la tierra, según la voz divina que dijo durante su nacimiento: "el Señor de la tierra ha nacido". Ahora bien, como esta guirnalda de Melilot, esta corona del dominio universal, cayó de su cabeza antes de morir, cuando se puso de pie para vivir de nuevo, la corona debió serle vuelta a colocar sobre la cabeza y su poder universal solemnemente declarado. He allí el origen de esta coronación solemne de las estatuas del gran dios y además de la colocación del rosario sobre su altar, como un trofeo de su poder reconquistado. Pero si el gran dios fue coronado, faltaba además que la gran diosa recibiera el mismo honor. Por eso, cuando Baco llevó al cielo a su mujer Ariadna, se dice que él le puso una corona en su cabeza 4 como signo de la alta dignidad que le era conferida, y el recuerdo de la coronación de la mujer del dios babilónico se muestra en la figura muy conocida de la esfera llamada Ariadnasa corona 5 o corona de Ariadna. Es irrefutablemente la verdadera fuente de la ceremonia papal de la coronación de la Virgen. 1. 2. 3. 4.

Historias, lib. I, p. 62-63. HOMERO, Himno a Mercurio, v. 526. DAVIES, Los Druidas, p. 418. OVIDIO, Fastos, lib. III, vol. III, v. 513, p. 184.

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5. MANILIO, lib. v, v. 21, P. 164.

Si la corona de Melilot ocupaba un lugar tan importante en el mito de Osiris, si se colocaba un rosario sobre su altar así como su tumba fue coronada de flores 1, es el origen de esta costumbre tan general en el paganismo por adornar los altares de los dioses con rosarios y con flores de todo tipo 2. Es por otra razón además que se decoraba así los altares. Cuando "en este bello campo del Enna, Proserpina, al recoger flores, ella misma la flor más bella aún, fue recogida por el terrible Plutón", todas las flores que había recogido se perdieron, y, no sólo ella lloró al pensar en la pérdida que acababa de tener, sino que ella fue llorada, en los Misterios, como una pérdida de una gravedad excepcional. Era una pérdida que, no sólo la despojaba de su gloria espiritual, sino más aún se llevaba la fertilidad y la belleza de la tierra misma 3. Sin embargo, se dice que esta pérdida hizo más que restaurar a la mujer de Nimrod con el nombre de Astarté o Venus. Por eso cuando el rosario sagrado del dios descoronado fue colocado de nuevo en triunfo sobre su cabeza y sobre sus altares, las flores perdidas por Proserpina fueron recobradas y admitidas además al lado del rosario sobre sus altares, como signo de reconocimiento para con esta madre de gracia y de bondad, por la belleza y las bendiciones temporales de donde la tierra debía su mediación y su amor 4. 1. WILKINSON, vol. IV, p. 345. 2. ibid. vol. V, p. 368. 3. OVIDIO, Metamorfosis, lib. V, fáb. 6, 8. Ovidio habla de las lágrimas que derramó Proserpina cuando, con su vestido rasgado desde arriba hasta abajo, cayeron a tierra todas las flores que había recogido; esto mostraba simplemente la ingenuidad de un espíritu infantil. Pero eso es obviamente para los no iniciados. Las lamentaciones de Ceres, íntimamente vinculadas por la pérdida de estas flores y la maldición de la tierra que resultó poco después, indican algo totalmente diferente. 4. Lucrecia, al dirigirse a Venus, dijo esto: Tibi suaves dedala tellum summittit flores. Lib. I, v. 6, 7.

Esto se hacía particularmente en la Roma pagana. Los altares estaban adornados con flores en profusión. Es de aquí que el papado tomó la costumbre de adornar el altar con flores; y, al tomarla del papado, el puseyismo, en la Inglaterra protestante, se esfuerza en introducirla entre nosotros. Pero si se la considera en su origen, los que tienen el mínimo sentimiento cristiano deben ruborizarse con un solo pensamiento de tal impiedad. No sólo se opone al genio de la dispensación del Evangelio que pide "que los que adoran al Dios Espíritu, adórenlo en Espíritu y en verdad 1"; sino que hay allí una relación directa con los que se regocijan con la restauración del paganismo en oposición al culto del único Dios viviente y verdadero. 1. Es obvio que esta expresión no significa simplemente que se debe adorarlo en sinceridad, pero con sencillez, en oposición al culto simbólico de los judíos.

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Artículo 4 El rosario y el culto del sagrado corazón Todos saben que el uso del rosario es particular del catolicismo romano, y que los devotos de Roma dicen maquinalmente sus plegarias sobre sus rosarios. El rosario, sin embargo, no es de invención papal. Se remonta a la más lejana antigüedad, y se lo encuentra en casi todas las naciones paganas. Los antiguos mejicanos hacían uso del rosario como instrumento sagrado 1. Los brahmanes del Indostán los usan muy a menudo y los libros sagrados de los hindúes no terminan de hablar de esto. Así que al relatar la muerte de Sati, esposa de Siva, entra en escena el rosario: "Siva desesperado después de enterarse de esta desgracia, se desmayó, pero habiendo recobrado sus sentidos, acudió a toda prisa a las orillas del río celestial en donde vio tendido el cuerpo de su bien amada Sati, vestida de blanco, sosteniendo en la mano un rosario y radiante de esplendor, brillante como el oro pulido 2." En el Tíbet está en uso también entre las innumerables tribus del Oriente desde tiempos inmemoriales que se vinculan a la fe budista. El pasaje siguiente de Sir John F. Davis, mostrará cómo se lo emplea en China: "Según la religión tártara de los lamas, el rosario de 108 semillas forma parte de la propia ropa ceremonial de los nueve grados de las funciones oficiales. Consiste en un collar de piedras y de coral, casi tan grueso como un huevo de tórtola y desciende por el pecho; tiene cuentas diferentes, según el rango de quien lo lleva. Hay un pequeño rosario de 18 cuentas, menos grande, con el cual los bonzos cuentan sus plegarias y sus suspiros exactamente como en el ritual común. 1. HUMBOLDT, vol. II, p. 20. 2. KENNEDY, Vawashi-Puran, p. 332.

En China, los laicos lo llevan a veces en el puño perfumado con almizcle y le dan el nombre de heang-criu o rosario perfumado 1." Generalmente en la Grecia asiática se usaba el rosario como se lo puede ver en la estatua de Diana de Éfeso 2. Lo mismo ocurría en la Roma pagana. Los collares que las matronas romanas llevaban alrededor del cuello no eran simples cintas de ornato; sino que descendían por el pecho 3, exactamente como los rosarios modernos y el nombre que llevaban indica su fin. Monile, nombre común del collar, significa sólo el que hace recordar. Ahora bien, sea cual sea la razón de la introducción de estos rosarios o recuerdos, esta idea es totalmente pagana 4, supone que es necesario decir regularmente un cierto número de plegarias, obliga a que Dios nos pida nuestro corazón; conduce a los que hacen estas plegarias a pensar que la forma y la rutina es todo y que serán oídos por mucho hablar. Hace poco, una nueva moda de devociones se introdujo ampliamente en la iglesia romana: el rosario aquí tiene incluso una función importante y vemos una vez más que el papado se acerca cada día, por sus innovaciones, al antiguo paganismo de Babilonia. Quiero hablar del "rosario del sagrado corazón". No hace mucho tiempo que el culto del sagrado corazón fue establecido y hoy en todas partes es culto privilegiado. Ocurría lo mismo en la antigua Babilonia,

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como lo prueba el sistema babilónico de Egipto. También allí se veneraba un sagrado corazón. El corazón era uno de los símbolos de Osiris vuelto a la vida, aparecen como Harpócrates o el dios niño 5, llevado en brazos de su madre Isis. 1. 2. 3. 4. 5.

La, China vol. I, p. 391. Ver fig. 8, p. 49. Dat longa monilia collo. - OVIDIO, Metamorfosis, lib. X, v. 264. La palabra rosario parece venir del caldeo Ro, pensamiento, y Shareh, director. El nombre de Harpócrates, como lo demostró Bunsen, significa Horus el niño.

Por esto, el fruto del Perseo egipcio le era particularmente consagrado, por su semejanza con el corazón humano 1. Es por esto que el dios niño frecuentemente era representado con un corazón en la mano o con el fruto de Perseo en forma de corazón (fig. 40).

Fïg. 40

El grabado anterior se sacó de los "Pompeyanos"; pero el extracto siguiente de la crítica de John Bell acerca de las antigüedades de la galería de pintura en Florencia muestra que el dios niño era representado además de la misma manera en la antigüedad. Hablando de una estatua de Cupido, dice que es un bello niño, risueño, encantador, resplandeciente, ágil y jovial, quien agita un corazón 2. Así que el dios niño acabó por ser considerado como el dios del corazón, en otras palabras, como Cupido o el dios del amor. Para identificar a este dios niño con su padre, el poderoso cazador, se lo equipaba con un arco y flechas; y para la diversión del profano vulgar, los poetas cantaban a este dios niño quien lanzaba en los corazones flechas de puntas doradas. Su verdadero carácter, sin embargo, como se lo ve arriba y como hemos tenido razones para deducirlo, era mucho más educado y con otra naturaleza muy diferente. 1. PLUTARCO, De Iside, vol. II, p. 378. C. 2. BELL, Italia, p. 269. Edimburgo, 1825.

Este niño era la simiente de la mujer. Venus y su hijo Cupido no eran otra cosa que la señora y el niño 1. Al examinar el tema desde este punto de vista, comprendemos la verdadera fuerza y el sentido del lenguaje que Virgilio pone en la boca de Venus, cuando ella se dirige al joven Cupido:

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Mi hijo, tú mi fuerza, Tú que haces mi poder supremo, Tú quien solo desprecias las saetas Con las cuales Júpiter fulminará a Tifeo A ti yo recurro y suplicante yo imploro tu poder 2. Ya hablamos del poder y de la gloria de la diosa madre totalmente fundados en el carácter divino de su hijo, pero el lector se dará cuenta claramente al ver al Hijo que es llamado la "Fuerza de su madre". Si el dios niño simbolizado en un corazón era considerado como el dios de la infancia, esto explica admirablemente una de las costumbres particulares en Roma. Kennett nos dice, en sus Antigüedades que los jóvenes romanos en su más tierna juventud, llevaban un adorno dorado suspendido de su cuello y se llamaba "bulla", en forma de corazón. Barker, en su obra acerca de Cilicia, al admitir que la bulla de los romanos tenía la forma de corazón 3, declara además que era la costumbre que al nacer un niño que se le diera el nombre de alguna divinidad que se consideraba que lo pondría bajo su protección, pero que este nombre ya no se le daba al niño convertido en joven cuando ya no llevaba la bulla 4. ¿Cuál era este dios bajo cuya protección se ponían los niños de los romanos? 1. las líneas siguientes de Ovidio muestran que identificaba claramente a Venus y a Cupido con la madre y el niño de Babilonia: Terribilem quondam fugiens Typhona Dione Tunc cum pro cœlo Jupiter arma tulit, Venit ad Euphraten, comitata Cupidine parvo, Inque Palæstinæ margine sedit aquæ. (Fastos, lib. II, v. 461-464) 2. Eneida, lib. I, y. 668-670. 3. Lares y Penates de Cilicia, p. 147. 4. ibid. p. 166.

Fig. 41

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¿No era el mismo dios con uno o más nombres diferentes cuyo símbolo formal llevaban los niños y que al ser reconocido como el gran y poderoso dios de la guerra era además representado en la forma que ama, la de un pequeño niño? El culto del sagrado corazón también parece haberse extendido hasta la India. En este país, en efecto, vemos a Vichnú, el dios Mediador, con una herida en el pie la cual causó su muerte 1 (muerte cuyo recuerdo se celebra cada año con escenas de desesperanza), llevando un corazón suspendido en el pecho 2 (fig. 41). Pero se preguntarán: ¿cómo se hizo para que el corazón se convirtiera en símbolo declarado del niño de la gran madre? He aquí mi respuesta: en caldeo corazón es "Bel"; ahora bien, primero, inmediatamente después del golpe dado a la idolatría, casi todos los elementos importantes del sistema caldeo fueron introducidos bajo un velo; continuaron estando cubiertos por este velo de la mirada de los profanos, cuando ya no se pudo actuar bajo el efecto del temor. 1. Ver acerca de la muerte de Crisna, una de las formas de Vichnú, p. 95. 2. Según MOOR, El Panteón, pl. I, Fig. 6.

Ahora bien, el culto del sagrado corazón era exactamente, con un símbolo, el culto del Bel sagrado, el poderoso de Babilonia que murió como mártir de la idolatría; se creía, en efecto, que Harpócrates, el dios niño, fue como Bel, vuelto a la vida. Lo que lo prueba es el extracto siguiente de Taylor, en una nota de su traducción de los Himnos Órficos: "Un día en que Baco se miraba en un espejo fue despedazado horriblemente por los Titanes quienes, no contentos con esta crueldad, hicieron hervir sus miembros en agua, luego los hicieron cocer sobre fuego; pero mientras que estaban ocupados en comer su carne así preparada, Júpiter, atraído por este olor y dándose cuenta de este acto bárbaro, lanzó su rayo contra los Titanes y envió los miembros de Baco a su hermano Apolo para darles sepultura de manera honorable. Luego Dionisio, es decir, Baco, cuyo corazón, mientras que el cuerpo estaba así mutilado, fue llevado y guardado por Minerva, recobró la vida a través de un nuevo nacimiento y completó el número de los dioses 1." Esto muestra de una manera sorprendente el carácter sagrado del corazón de Baco; esto muestra además que la regeneración de su corazón tiene claramente el sentido que le di, es decir, el nuevo nacimiento o la nueva encarnación de Nimrod o Bel. Sin embargo, cuando Bel volvió a la vida como niño, fue, como lo vimos, representado como una encarnación del sol. Por eso para marcar sus vínculos con el sol ardiente, el Sagrado Corazón fue representado como un corazón encendido 2. Es así como el Sagrado Corazón de Roma es hoy adorado como un corazón encendido, así como se puede verlo en los rosarios consagrado a este culto. ¿Desde ahora para qué dar al Sagrado Corazón que se adora en Roma el nombre de Jesús, ya que no sólo este culto se dirige a una estatua material tomada del culto del anticristo babilónico, sino también ya que los atributos dados a este Jesús son, no los del Salvador viviente y amante, sino más bien los verdaderos atributos del antiguo Bel o Moloc? 1. TAYLOR, Himnos místicos de Orfeo, nota p. 88. 2. Ver fig. 4, p. 31, la que tiene en la mano un corazón encendido.

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Artículo 5 Las lámparas y los cirios Otro rasgo característico del culto romano es el empleo de lámparas y de cirios. Si la señora y el niño están metidos en un nicho, les es necesario una lámpara que arda frente a ellos; para celebrar una misa, incluso en pleno día, hay que encender cirios sobre el altar; lo mismo, una gran procesión está incompleta si no hay cirios encendidos para embellecer el pomposo espectáculo. El uso de lámparas y cirios tiene el mismo origen que todo el resto de la superstición papal. La misma razón que hizo representar el corazón mediante fuego cuando se convirtió en un emblema del Hijo encarnado, hizo nacer el uso de lámparas y de cirios encendidos en el culto de este Hijo; ya que según los ritos establecidos por Zoroastro, es así como se adoraba al dios Sol. Cuando cada egipcio, en un día determinado, debía encender una lámpara a pleno aire sobre su puerta, era un homenaje dado al sol que había ocultado su gloria al revestirse de una forma humana 1. Cuando hoy los yezidis del Kurdistán celebran cada año su fiesta de las lámparas encendidas, es también en honor del Cheik Shems o sol 2. Ahora bien, lo que se hacía a gran escala en ocasiones importantes, se hacía igualmente en el culto individual: cada uno encendía lámparas y cirios ante su dios favorito. En Babilonia, esta costumbre estaba muy expandida, si se cree en el libro de Baruc. "Los babilonios, dice él, les encienden lámparas y aun más que para ellos mismos, cuando los dioses no pueden ver ni una sola de ellas. Les pasa lo mismo que a las vigas de la casa cuyo interior se dice que está apolillado 3." 1. Ver p. 177. 2. Identificado con Sheik Adi. Ver Nínive y Babilonia, y Nínive y sus ruinas, vol I. 3. BARUC, VI, 18, 19. El pasaje ya citado es de la Biblia de Jerusalén. En el fondo, la versión común, al menos para el tema que nos ocupa, es idéntica.

En la Roma pagana se practicaba la misma costumbre. Licinio, emperador romano, antes de batirse con Constantino, su rival, convoca a una reunión de sus amigos en un espeso bosque, ofrece sacrificios a sus dioses y les enciende cirios; al mismo tiempo en su discurso les declara que si no le hacen obtener la victoria sobre Constantino, enemigo de él y ellos, se verán forzados a abandonar su culto y a no encenderles más cirios en su honor 1. En las procesiones paganas de Roma, los cirios figuraban por doquier. En estas solemnidades, (dice el Dr. Middleton invocando la autoridad de Apuleyo), el magistrado en jefe sesionaba a menudo en traje de ceremonia, asistido por sacerdotes en sobrepelliz con cirios en la mano, que llevaban sobre un trofeo o "tensa", las estatuas de sus dioses vestidos con sus más bellas vestimentas. Comúnmente eran seguidos de lo más selecto de la juventud vestidos de blanco o en sobrepelliz cantando himnos en honor de los dioses cuya fiesta celebraban, acompañados de personas de todo tipo que eran iniciadas en la misma religión; todos tenían en la mano antorchas o cirios 2. Ahora bien, esta costumbre de encender lámparas y cirios en pleno día es exclusiva y totalmente pagana. Encontramos escritores cristianos como Lactancio, en el siglo IV, que muestran lo absurdo de esta práctica y se burlan de los romanos "quienes encienden cirios a Dios como si viviera en la oscuridad 3". Si esta costumbre hubiera penetrado ya un poquito entre los cristianos, Lactancio jamás la hubiera 191

ridiculizado como una costumbre particular del paganismo. Pero lo que le era desconocido a la iglesia cristiana a inicios del siglo IV comenzó poco después a introducirse en ella y forma hoy una de las particularidades más sorprendentes de esta comunión que se gloría de ser la madre y la matriz de todas las iglesias. 1. EUSEBIO, Vita Constantini, lib. II, 5, p. 183. 2. MIDDLETON, Carta de Roma, p. 189. APULEYO, vol. I, Metam., cap. IX y cap. X. 3. LACTANCIO, Institut., lib. VI, cap. 2, p. 289.

Si Roma emplea a la vez las lámparas y los cirios en las ceremonias sagradas; sin embargo, es cierto que atribuya a estos últimos, mucho más aún que a cualquier otro objeto, una virtud extraordinaria. Hasta la época del Concilio de Trento, he aquí cómo rogaba en la víspera de Pascuas por la bendición de los cirios: "Te invocamos en tus obras, santa víspera de Pascuas, y ofrecemos muy humildemente este sacrificio a tu majestad: he aquí una llama que no ha sido manchada ni por grasa ni por carne, que no ha sido profanada con una aceite impura: te ofrecemos con corazón sumiso, lleno de total devoción, una llama producida por una mecha rodeada de cera, encendida para quemar en honor de tu nombre. Este misterio tan grande y el maravilloso sacramento de esta santa víspera deber ser con las alabanzas debidas exaltados 1." Si se enfatiza en cuán unánime es la concordancia entre las naciones más alejadas en el uso de cirios en sus ritos sagrados, se verá claramente que había algún misterio oculto en estos cirios y que provenían del sistema original de la idolatría del cual Roma tomó su ritual. Entre los tongús cerca del lago Baikal en Siberia se ubican cirio ante los burchan, dioses o ídolos de este país 2. En las islas Molucas se usan cirios en el culto de Nito o el diablo, que adoran estos insulares. "Veinte o treinta personas reunidas, dice Hurd, invocan al Nito, golpeando un pequeño tambor consagrado, mientras que dos o más personas de la compañía encienden cirios y pronuncian algunas palabras misteriosas, que parece que tienen el poder de conjurarlo 3." En el culto de Ceylán, los cirios son del todo necesarios. 1. Servicio para la vigilia de Pascuas, en la Revista de la Epístola, etc. Dr. GENTIANUS HARVET de Lovaina, p. 229. B y p. 230. A. 2. Diario Asiático, p. 593, 596. 3. Ritos y Ceremonias, p. 91, c. 1.

―En Ceylán, dice el mismo autor, algunos devotos, que no son sacerdotes levantan capillas en sus casas, pero están obligados a tener una estatua de Buda en cada una de ellas, a encender cirios o velas ante esta estatua y a adornarla de flores 1." Una práctica tan general ciertamente tiene un antiguo origen y debió tener primero alguna razón mística. En realidad, el cirio era un emblema, como tantos otros objetos que ya vimos: representaba al dios babilónico con uno de sus caracteres esenciales de gran Mediador. El lector al día con los clásicos puede recordar que uno de los dioses de la antigüedad se llamaba Urano 2, es decir, "el que ilumina". Ahora bien, es con este carácter que se adoró a Nimrod cuando fue deificado. Era el dios sol y con este título era considerado, no sólo como que alumbraba al mundo material, sino como que iluminaba las almas de los hombres; efectivamente se veía en él al revelador de "la bondad y de la 192

verdad 3". Es obvio que, según el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, el nombre propio y personal de Nuestro Señor Jesucristo es el "Verbo de Dios", ya que él es quien revela el amor y los designios de la Divinidad. Ahora bien, para identificar al dios sol con el gran Revelador de la Divinidad, confiándole el nombre de Mitra, se lo representaba en las esculturas como un león; este león tenía una abeja en el hocico 4 (fïg. 42).

Fig. 42 1. Ritos y Ceremonias, p. 95, c. 2. 2. De aor o ur, luz y an, actuar sobre o producir. — Urano es el que ilumina. Es llamado por Sanconiaton el fenicio, hijo de Eliun, es decir, como Sanconiaton y Filo Biblio lo explican, "el Altísimo" (SANC. p. 16, 19). Urano en el sentido físico quiere decir: el que brilla y Hesiquio (sub voce Akmon) hace de él el equivalente de Cronos; ya que Krn el verbo de donde viene, significa igualmente "producir cuernos" y "producir rayos de luz". Por eso, cuando el epíteto de Cronos o el Cornudo se relacionaba en su origen con la fuerza física de Nimrod, el rey poderoso, este rey que es deificado y que se convierte en el señor del cielo, este nombre de Cronos le fue dado también con su nuevo carácter de "El que brilla o el que reparte la luz". La distinción hecha por Hesíodo entre Urano y Cronos no es un argumento contra la identidad substancial de estas divinidades consideradas en su origen como paganas; ya que Heródoto (Hist., lib. Il, cap. 53) declara que Hesíodo había contribuido a inventar una teogonía griega: algunos de sus detalles deben pues ser obra de su propia imaginación, y después del examen, al quitar velo de la alegoría, el Urano de Hesíodo, aunque introducido como uno de los dioses paganos, era, en realidad, el Dios del Cielo, el Dios viviente y verdadero. Vea lo que se dice del Titán (HESÍODO, cap. VII, secc. V.) 3. WILKINSON, vol. IV, p. 189. 4. DUPUIS, Origen de todos los cultos.

La abeja en el hocico del dios sol está destinada a representarlo como el Verbo; ya que Dabar, palabra que en caldeo quiere decir abeja y significa además palabra. La posición de la abeja en el hocico del león no deja ninguna duda de la idea que quiere expresar. Quiere decir que Mitra, quien según Plutarco era adorado como Mesites, el Mediador 1, en su carácter de Urano el que ilumina, no es otro que esta persona gloriosa de quien habla el evangelista Juan: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres." El Señor Jesucristo ha sido siempre el le Revelador de la Divinidad y debió ser conocido como tal por los patriarcas; ya que el mismo evangelista dijo: "A Dios nadie lo vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del 193

Padre, él le ha dado a conocer ", es decir que él lo ha revelado. Antes de la venida del Salvador, los antiguos judíos hablaban del Mesías o Hijo de Dios con el nombre de Dabar o la Palabra. Lo que resalta de una declaración del 3er capítulo del libro 1a de Samuel. En el 1er versículo de este capítulo se dice: 1. PLUTARCO, De Iside, vol. II, p. 369.

"La palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia"; es decir que en consecuencia del pecado de Elías, el Señor no se había revelado desde largo tiempo a él por visión, como a los profetas. Cuando el Señor llamó a Samuel, esta visión del Dios de Israel se restableció (sin embargo no para Elías), ya que se dice en el último versículo (v. 21): "Y Jehová volvió a aparecer en Silo; porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo por la palabra de Jehová." Aunque el Señor habló a Samuel, su lenguaje implica más que una visión, ya que se dice: "el Señor apareció", es decir, se dejó ver. Cuando el Señor se revelaba o se dejaba ver a Samuel, se dice que era por "Dabar", la palabra de Jehová. Para hacerse visible fue necesario que la Palabra de Dios fuera el verbo personal de Dios, es decir, Cristo 1. Es obviamente el nombre primitivo con el cual era conocido, por eso no es sorprendente que Platón hable de la segunda persona de la Trinidad con el nombre de Logos, que es exactamente la traducción de Dabar o la Palabra. Ahora bien, la luz de la vela como la luz de Dabar, la abeja, se representaba en reemplazo de la luz de Dabar, la palabra 2. Así que los apóstatas se apartaron de la "verdadera luz" y pusieron oscuridad en su lugar. Es obvio que esto así era; ya que, nos dice Crabb al hablar de Saturno, se ponían cirios encendidos en los altares de este dios, porque, gracias a Saturno, los hombres habían sido llevados nuevamente de las tinieblas del error a la luz de la verdad 3. En la Grecia Asiática, el dios babilónico era obviamente conocido como "la Palabra" que da la luz; ya que ahí vemos que la abeja ocupa un lugar que prueba que era exactamente símbolo del gran Revelador. 1. Después de la cautividad de Babilonia, como se lo ve a través de los tárgumes caldeos o paráfrasis del Antiguo Testamento, Cristo era comúnmente llamado la Palabra del Señor. En estos tárgumes del caldeo reciente, la palabra empleada para "Palabra" es "Mimra"; pero esta palabra, aunque es sinónimo de la que se emplea en el texto hebreo, jamás se la empleado. El término usado es Dabar. Esto es tan bien conocido que en la traducción del evangelio de Juan (políglota Bagster), el primer versículo así se traduce: "En el principio era la Palabra" (Dabar). 2. Platonis opera, vol. I, p. 84. E. 3. CRABB, Mitología, p. 12.

He aquí cómo Müller habla de los símbolos del culto de Diana en Éfeso: "Su símbolo constante es la abeja que no tiene ninguna relación con esta diosa. El mismo gran sacerdote era llamado Essen o el rey abeja 1." Su carácter muestra el del dios que representaba. La divinidad asociada con Diana, la diosa que llevaba una torre, era naturalmente la misma divinidad que acompañaba invariablemente a la diosa babilónica y el título del sacerdote muestra que la abeja que se ve en sus medallas era otro símbolo de su hijo, la simiente de la mujer, con su carácter de Dabar, la palabra que ilumina las almas de los hombres. Las fórmulas mismas del papado nos muestra con una notable evidencia que aquí está precisamente el misterio oculto bajo los cirios que 194

arden sobre el altar, ya que en el mismo lugar en donde ella habla del misterio del cirio, Roma habla así de la abeja que produce la cera: "Si admiramos el origen de esta substancia, es decir, los cirios, debemos exaltar en buen grado a las abejas, ya que ellas cogen las flores con sus patas y, sin embargo, no les hacen ningún mal; no dan a luz a los pequeños, sino producen sus jóvenes enjambres por la boca, como Cristo, (para tomar un ejemplo admirable), salió de la boca del Padre 2." 1. MÜLLER, Los Dorios, vol. I, p. 403-404. Oxford, 1830. 2. Revista de la epístola, del Dr. GENTIANUS HARVET de Lovaina, p. 349. B y 350.A. Esta obra, la "Colmena de la iglesia romana", contiene el texto latino de este pasaje que se encuentra en al menos dos misales romanos, muy raros hoy, impresos en Viena en 1506 y en Venecia en 1522, anteriormente en la Reforma. Ese pasaje, quitado de las ediciones posteriores, no soporta el examen de las preguntas que suscita. La bendición de los cirios existe en los Pontificale Romanum de Venecia (1543 y 1572). La introducción, antigua, de esta fórmula extraordinaria se remonta a un origen italiano: en las obras del obispo romano Enodio, quien ocupaba una diócesis italiana en el siglo VI, leemos en una plegaria acerca del cirio de Pascuas: "Es mediante las abejas que producen la cera con la que se hacen los cirios, la tierra ofrece una imagen de lo que es propio del cielo (meretur habere terra quod cœli est) y esto en relación al mismo tema de la Generación, ya que las abejas pueden, en la virtud de las hierbas, traer al mundo a sus pequeños por la boca, en menos tiempo de lo que precisan otros animales para producirlos de manera natural (prolem, quam herbarum lucro, diligentius possunt ore profligare quam semine)." (ENOD. Opera). Esta idea viene muy ciertamente de una liturgia caldea. Mi hermano, M. Hislop, de Blair Lodge, cuyas amplias investigaciones me han sido muy útiles, me indicó el primer eslabón de la cadena de pruebas acerca de este tema.

Es muy obvio que aquí se quiere hablar de Cristo como «Verbo de Dios", ¿cómo la imaginación pudo concebir una semejanza tal a la que se encuentra en este pasaje, si sólo es por el equívoco que existe entre Dabar la abeja y Dabar la Palabra? En una obra papal ya citada, el Pancarpium Marianum, yo veo al Señor Jesús señalado claramente con el nombre de Abeja. Al hablar de María, con el título de "paraíso de Delicias", el autor dice: "En este paraíso vivía esta celestial abeja, es decir, esta sabiduría encarnada. Encontró este rayo de miel que fluía gota a gota y a través del cual la amargura del mundo fue cambiada en dulzor 1." Estas palabras blasfemas representan al Señor Jesús como habiendo sacado de su madre todo aquello que necesitaba para bendecir al mundo. ¿Vendrá de la Biblia semejante idea? No. Sólo puede venir de la fuente de donde el escritor enseñó a dar el nombre de Abeja a la sabiduría encarnada. Ahora bien, como el equívoco que hizo dar este nombre al Señor Jesús está fundado únicamente en una expresión de la lengua babilónica, se ve de donde viene esta teología: se ve además que toda esta plegaria a cerca de la bendición de los cirios debe venir de un libro babilónico de plegarias. Es así como a cada paso el lector ve cada vez mejor hasta qué punto era correcto el nombre dado por Dios a la mujer sentada en las siete colinas: "Misterio, Babilonia la Grande". 1. Pancarpium, cap. 29, p. 122.

Artículo 6 195

La señal de la cruz Otro símbolo notable del culto romano es el signo de la cruz. En el sistema romano, ya se sabe, la señal de la cruz y la imagen de la cruz es todo. No se puede decir ninguna plegaria, rendir algún culto, nada se puede hacer, por así decir, sin el uso constante de la señal de la cruz. La cruz es considerada como el gran medio de encantamiento, como el gran refugio en momentos de peligro, como el recurso infalible contra todos los poderes de las tinieblas. Se adora la cruz con todo el respeto que sólo se debe al Altísimo; y llamarla ante un verdadero discípulo de Roma, con su nombre bíblico, el árbol maldito, es una ofensa mortal. Decir que esa superstición del signo de la cruz, este culto rendido por Roma a una cruz de madera o de metal haya resultado de la palabra de Pablo: "Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo crucificado", es una pura tontería, un vano subterfugio, las virtudes mágicas atribuidas al signo de la cruz y el culto que se le rinde jamás han tenido tal origen. Esta misma señal que Roma usa hoy estaba en uso en los misterios babilónicos; el paganismo la empleaba para los mismos designios místicos y la rodeaba con los mismos honores.

Fig. 43

Lo que se llama ahora la cruz del cristianismo, de ninguna manera era en el principio un emblema cristiano, era la Tau mística de los caldeos y de los egipcios, la verdadera primera forma de la letra T, la inicial del nombre de Tammuz, que, en hebreo, es absolutamente la misma que en el antiguo caldeo; se la encontraba en las monedas así como la figura n°l (fig. 43); y en etrurio y en copto, como las figuras n°2 y 3. La Tau mística era marcada al momento del bautismo en la frente de los que se iniciaban en los misterios 1 y se empleaba de muchas maneras diferentes como el más sagrado de los símbolos. Para identificar a Tammuz con el sol, lo unían a veces al círculo del sol, como la figura n°4, a veces lo ubicaban dentro del círculo 2, como la figura n°5. Quizás la cruz de Malta que los obispos romanos añaden a su nombre como símbolo de su dignidad episcopal no es otra cosa que esta misma letra; sin embargo, se puede dudar de esto. Pero lo que está fuera de duda es que esta cruz de Malta es símbolo formal del sol; ya que Layard la encontró en Nínive como un emblema sagrado y no pudo hacer sino identificarla con el sol 3. La Tau mística, símbolo de la gran divinidad, se llama signo de vida; la llevaban sobre el corazón como un amuleto 4; la reprodujeron en las vestimentas oficiales de los sacerdotes, así como en las de los sacerdotes de Roma; los reyes la llevaban en la mano, como señal de su dignidad o de la autoridad dada por la divinidad 5. Las vírgenes vestales de la Roma pagana la llevaban colgada en sus collares, como lo hacen hoy las religiosas 6.

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1. TERTULIANO, De prœscitt. Hœret., vol. II, cap. 40, p. 54 y nota. Dice que los iniciados en los misterios por el bautismo eran marcados en la frente como sus compatriotas cristianos de África, quienes comenzaban a ser marcados con el signo de la cruz. 2. STEPHEN, América central, tomo II, p. 344. 3. LAYARD, Nínive y Babilonia, p. 211 y Nínive y sus ruinas, tomo II, p. 446. 4. WILKINSON, tomo I, p. 363. 5. Ver le portrait de un rey en el capítulo siguiente. 6. Padre LAFITAN, Costumbres de los salvajes americanos, tomo I, p. 442.

Los egipcios hacían lo mismo y varias naciones bárbaras con las cuales estaban relacionadas, así lo hacían, como lo testimonian los monumentos egipcios. Hablando de los ornamentos de algunas de estas tribus, Wilkinson dice: "La cintura estaba algunas veces ricamente adornada: hombres y mujeres llevaban pendientes; llevaban a menudo una pequeña cruz colgada de un collar o del cuello de su ropa" Esta última costumbre no les era especial; esta cruz también estaba sujeta o pintada en las ropas de los rotnno, se pueden ver marcas de éstas en los ornamentos de lujo de los rebo, esto muestra que ya estaba en uso en el siglo XV antes de la era cristiana 1.

Fig. 44 Los Rotnno

Casi no hay tribu pagana en donde no halle la cruz. Era adorada por los celtas paganos mucho antes de la encarnación y la muerte de Cristo 2. 1. WILKINSON, tomo I, p. 376. 2. CRABB, Mitología, p. 163.

"Es, dice Maurice, un hecho notable y bien confirmado, que los druidas tenían la costumbre de escoger en sus bosques el árbol más grande, más bello, para hacer de él un emblema de su divinidad; cortaban las pequeñas ramas y ataban dos de las más fuertes a la parte más alta del tronco, de tal manera que estas ramas se extendieran a cada lado como los brazos de un hombre y presentaran con el cuerpo el aspecto de una enorme cruz; en la corteza, en varios lugares, grababan también la letra Tau 1." Fue adorada en México mucho antes de que los católicos romanos allí penetraran; se elevaban allí grandes cruces de piedra, sin duda al dios de la lluvia 2. La cruz así adorada por muchas naciones o 197

considerada como un emblema sagrado, era el símbolo indudable de Baco, el Mesías babilónico, ya que era representado llevando en la cabeza un cintillo cubierto de cruces.

Fig. 45 Ampliación de la cabeza de la figura 22, p. 77. Lea de nuevo, p. 230, a propósito de la ceremonia del jueves santo en Roma, el culto de la cruz de fuego y verá el verdadero sentido de este culto.

Este símbolo del dios babilónico hoy se honra en todas las inmensas landas de la Tartaria, donde domina el budismo y la manera en que aquí se lo representa proporciona un comentario sorprendente del lenguaje que Roma usa para designar la cruz. Dice el coronel Wilford en las "Investigaciones asiáticas" que, aunque la cruz no es un objeto de culto entre los budistas, es su lema y su emblema favorito. 1. MAURICE, Antigüedades indígenas, tomo VI, p. 1. 2. PRESCOTT, Conquista de México, tomo I, p. 242.

Es perfectamente la cruz de los maniqueos con flores y hojas. Esta cruz que produce hojas y flores (y además un fruto, se dice), se llama el árbol divino, el árbol de los dioses, el árbol de la vida y del conocimiento, que produce lo que es bueno y deseable, y se encuentra en el Paraíso terrestre 1 (fig. 46). Compare esto en la forma en que Roma habla de la cruz y verá en cuánto es exacta la coincidencia. 1. Investigaciones Asiáticas, vol. X, p. 124.

En el oficio de la cruz, ella se llama el árbol de la vida y se instruye a sus adoradores a invocarla así: "Saludo, ¡oh cruz, madera triunfal, verdadera salvación del mundo, de todos los árboles no hay ninguno cuyas hoja, flores, los botones puedan compararse con los tuyos! ¡Oh cruz, nuestra única esperanza, aumenta la justicia del hombre piadoso y perdona las faltas del pecador! 1." ¿Se puede creer al leer el relato bíblico de la crucifixión, que lo relatado jamás pudo transformarse en esta ridiculez con hojas, con flores y con botones, que se encuentra en el oficio romano? Pero si se considera que la cruz budista así como la cruz de Babilonia, era el emblema cierto de Tammuz, quien era conocido como la rama de muérdago o el que sana todo, es fácil ver por qué la inicial sagrada está cubierta de hojas y por qué Roma, al adorarla, la

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llama, el "remedio que conserva la salud, sana las enfermedades y hace lo que el poder único del hombre jamás podría hacer."

Fig. 46 Las dos cruces superiores son des estandartes de naciones paganas y bárbaras del Oriente. La cruz negra del medio es la Tau sagrada de los egipcios o el signo de la vida. Las dos cruces inferiores son cruces budistas.

Ahora bien, este símbolo pagano parece haberse introducido primeramente en la iglesia cristiana de Egipto y en África entera. Una declaración de Tertuliano hacia la mitad del siglo III muestra hasta qué punto la iglesia de Cartago estaba entonces infectada de la vieja levadura 2. Egipto, en particular, que nunca fue totalmente evangelizado, parece haber sido el primero en introducir este símbolo pagano. Se descubrió en Egipto en monumentos cristianos la primera forma de lo que se llama cruz cristiana y claramente es la Tau pagana o signo de vida egipcio. Que el lector lea con cuidado este pasaje de Wilkinson: 1. Revista de la Epístola del Dr. GENTIANUS HARVET de Lovaina, p. 351. He aquí una de las estrofas de este himno en el original: O crux, lignum triumphale Mundi vera salus, vale, Inter ligna nullum tale Fronde, flore, germine Este himno puesto en verso por los romanistas de la iglesia inglesa fue publicado con otros del mismo origen en un volumen intitulado Devoción de la Pasión. Los Anales de Londres, abril 1842, dan el espécimen según estas devociones presentadas por estos lobos vestidos de ovejas a los miembros de la iglesia de Inglaterra: ¡Oh, cruz fiel, árbol incomparable, Ningún árbol produce hojas, flores, Botones semejantes en los tuyos. Dulce es la madera, dulce es el peso, Dulce son los clavos que te atraviesan, Madera deliciosa! 2. TERTULIANO, De corona militis, tomo II, cap. III, p. 80.

"Se puede citar un hecho mucho más curioso concerniente a este carácter jeroglífico (la Tau) y es que los primeros cristianos la adoptaron en vez de la cruz, que, más tarde, la substituyó; la ponían delante de las inscripciones como

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se lo hizo más tarde con la cruz. Ya que, aunque el doctor Young tiene escrúpulos en creer las declaraciones de Sir A. Edmonstone, según lo cual se la encuentra además en los sepulcros del gran oasis, puedo afirmar que esto último es cierto y que muchas inscripciones con una Tau en frente se conservan aún hoy en los primeros monumentos cristianos 1." He aquí obviamente lo que de esta declaración hay que concluir: en Egipto, la primera forma de lo que más tarde se llamó cruz, era sólo la Crux Ansata o el signo de la vida, llevada por Osiris y todos los otros dioses egipcios; la ansa o mango fue más tarde dejada de lado y se convirtió en la simple Tau o la cruz común como la tenemos hoy y que, al ponerla en las tumbas, de ninguna manera tenían la intención de recordar la crucifixión del Nazareno, sino era simplemente el resultado de un profundo apego a los antiguos símbolos paganos, apego siempre poderoso entre los que, a pesar del nombre y la profesión de cristianos, son aún, en gran medida, paganos de corazón y de sentimientos. Aquí está y sólo aquí el origen de la adoración de la cruz. Esto parecerá sin duda muy raro y muy increíble a los que han leído la historia de la iglesia, como muchos lo hacen, incluso entre los protestantes, a través de las ventanas romanas; esto parecerá sobre todo increíble a los que recuerdan la famosa historia de la cruz que apareció milagrosamente a Constantino. Esta aparición tuvo lugar, se dice, en la víspera de la victoria decisiva que logró en el puente de Milvio, victoria que decidió la suerte del paganismo y del cristianismo y destronó al primero para establecer realmente el segundo. 1. WILKINSON, tomo X, p. 283-284.

Si esta historia tantas veces contada fuera verdad, daría ciertamente una sanción divina al culto de la cruz. Pero, examínela atentamente, según la versión común, y verá que se basa en un error, error en el cual varios historiadores han caído. Milner, por ejemplo, nos dice: "Constantino, al ir de Francia a Italia, contra Majencio, en una expedición que debía ser decisiva, era presa de una viva ansiedad. Comprendió que necesitaba ser protegido por un dios; estaba totalmente dispuesto a respetar al Dios de los cristianos, pero necesitaba una prueba satisfactoria de su existencia y de su poder; no sabía cómo obtenerla y al no contentarse con la indiferencia atea en la cual después de él cayeron tantos capitanes y tantos héroes, rogó, imploró a Dios con tanta fuerza e importunidad, que Dios no dejó sus plegarias sin respuesta. Una tarde, mientras iba a la cabeza de sus tropas, una cruz le apareció resplandeciente en los cielos, más brillante que el sol, con esta inscripción: "Tú vencerás con esto". Sus soldados y él se sorprendieron por esta aparición; pero sobre este acontecimiento no pensó hasta la noche. Cristo le apareció mientras dormía, con el mismo signo de cruz y le ordenó tomar este símbolo para su insignia guerrera 1." He aquí lo que cuenta Milner. Algunas palabras bastarán para mostrar que este trofeo de la cruz no tiene ningún fundamento. Creo que no vale la pena examinar si hubo o no algún signo milagroso. Pudo haber habido como no pudo haber habido, en esta ocasión "dignus vindice nodus" una crisis digna de la intervención divina. Sin embargo, yo no 200

investigaría si hubo un hecho extraordinario. Lo que pretendo es que, al suponer que Constantino, en esta circunstancia, actuó de buena fe y que hubo una aparición maravillosa en el cielo, no fue el signo de la cruz, sino algo muy diferente, el nombre de Cristo. 1. Histoiia de la Iglesia, tomo II, p. 41. Milner cita a EUSEBIO, Constant, XVII. Pero hay un error, es De Vita Constant., lib. I, cap. 28-29, p. 173.

Lo que lo prueba es la declaración de Lactancio, tutor de Crispo, hijo de Constantino, el autor más antiguo que trata este tema y la declaración irrefutable que nos dan los estandartes mismos de Constantino transmitida hasta nosotros, en medallas acuñadas en esta época. He aquí el testimonio de Lactancio, es muy decisivo: "Constantino fue informado en un sueño de hacer en los escudos de sus soldados la señal celestial de Dios antes de entrar en combate. Se sometió a esta orden. Escribió el nombre de Cristo en los escudos y añade, de través, la letra X. Al instante, sus soldados tomaron la espada 1." Ahora bien, la letra X es la inicial del nombre de Cristo, equivalente a la letra griega Ch. Si Constantino siguió la orden que había recibido, cuando hizo la señal celestial de Dios en forma de la letra X, era esta letra X, como símbolo de Cristo y no el signo de la cruz que vio en los cielos. Cuando se hizo el Labarum o el famoso estandarte de Constantino, sabemos por Ambrosio, el célebre obispo de Milán, que se hizo según el mismo principio contenido en la declaración de Lactancio, es decir, para enarbolar simplemente el nombre del Redentor. Lo llama labarum, hoc est, Christi sacratum nomine signum 2. Labarum, es decir, signo consagrado por el nombre de Cristo 3. No hay la más mínima alusión a una cruz, a ninguna otra cosa que al simple nombre de Cristo. 1. LACTANCIO, De moribus persecutorum, 44, p. 565-566. "Commonitus est inquiete Constantinus, ut cœleste signum Dei notaret in scutis, atque ita prœlium comimitteret. Fecit ut jussus est, et transversâ literâ summo capite circumflexo, Christum scutis notât. Quo signe armatus exercitus capit ferrum." 2. Ambrosii Opéra, tomo IV, p. 327. 3. Epístola de Ambrosio al emperador Teodoro acerca del proyecto de restaurar el altar pagano de la victoria en el senado romano. No se comprendió el verdadero sentido del a palabra labarum. Bryant dice (como antes yo creía) que se trata del estandarte con la cruz. Estoy feliz de que hubiera alguna prueba. Esta palabra viene obviamente de lab, agitar y âr, ser activo: bandera agitada por el viento. Perfectamente se aplica al lenguaje de Ambrosio, "una insignia consagrada con el nombre de Cristo", es decir, una bandera.

Si examinamos con estas declaraciones de Lactancio y de Ambrosio el estandarte de Constantino, encontramos allí una confirmación sorprendente de las declaraciones de estos autores; vemos que este estandarte, armado con las palabras: "hoc signo victor eris, por este signo tú vencerás" y se dice que fue dirigido del cielo al emperador, absolutamente nada tiene forma de cruz más que la letra X. En las catacumbas de Roma, sobre un monumento cristiano a "Sinfonía y a sus hijos", se encuentra una alusión muy clara en la historia de esta visión; pero esta alusión muestra además que es la letra X y no la cruz, que se consideraba como la señal celestial. He aquí las palabras que encabezan la inscripción: IN HOC VINCES.1 X 201

No hay absolutamente nada más que la X que se da aquí como el signo victorioso. Se encuentran sin duda algunos ejemplos del estandarte de Constantino, donde se ve una barra en cruz en la cual está colgada una bandera que tiene la letra X 2 y Eusebio, quien escribía que la superstición y la idolatría hacían progresos, se esforzaba en demostrar que la barra en cruz era el elemento esencial de la insignia de Constantino. Pero es obviamente un error: la barra en cruz no era nada nuevo, no había nada particular en el estandarte de Constantino. Tertuliano muestra 3 que esta barra en cruz se encontraba mucho tiempo antes en el vexillum, el estandarte de la Roma pagana que era adornado con una bandera y que lo usaban simplemente para desplegar esta bandera. Si esta cruz era la señal celestial, no había necesidad de una voz divina para ordenar a Constantino para hacerla; y al hacerla o al mostrarla, no hubiera tenido ninguna atención especial de la parte de los que la veían. Nada, absolutamente nada, nos muestra que esta famosa leyenda: "tú vencerás con esto", se relaciona con esta barra en cruz; pero tenemos la prueba más cierta que esta leyenda se relaciona con la X. 1. Tú vencerás con esto. 2. Dr. MAITLAND, La Iglesia en las Catacumbas, p. 169. 3. Apologeticus adv. Gentes, tomo I, cap. 16, p. 868-869.

Ahora bien, lo que mejor prueba que esta X no representaba el signo de la cruz sino la primera letra del nombre de Cristo es la P griega, que equivale a nuestra R, está trazada al medio formando con ella C. H. R. Todo el mundo puede convencerse de esto al examinar los grabados de las Horæ Apocalypticæ de M. Elliot 1. El estandarte de Constantino precisamente era el nombre de Cristo. ¿El consejo venía del cielo o de la tierra?, ¿fue dado por la sabiduría humana o por la sabiduría divina?, al suponer que Constantino era sincero en su profesión del cristianismo, esta inscripción no significaba otra cosa que una traducción literal del sentimiento del salmista: "En el nombre de Jehová desplegaremos nuestras banderas". Enarbolar este nombre sobre los estandartes de la Roma imperial era algo absolutamente nuevo y la vista de este nombre debió sin duda dar un ardor poco común a los soldados cristianos del ejército de Constantino que iban a combatir y vencer en el puente Milvio. En las observaciones anteriores yo supuse que Constantino había actuado de buena fe como un cristiano. Sin embargo, se ha puesto en duda su buena fe 2 y yo no puedo dejar de sospechar que esta X haya sido empleada en dos sentidos, uno cristiano y otro pagano. Es cierto que la X era en Egipto el símbolo del dios Cam, y como tal estaba expuesta en el pecho de su estatua 3. Cualquiera que sea la suposición que se acepte a propósito de la buena fe de Constantino, la prueba divina que se invoca para adorar el signo de la cruz no tiene ningún fundamento. En cuanto a la X, está fuera de toda duda que los cristianos que no conocían nada de las maquinaciones y de las tramas secretas, la tomaron, como lo dice Lactancio, como el equivalente de Cristo. Según lo anterior no había mucho atractivo para los paganos que además de adorar a Horus, siempre estaban acostumbrados a emplear la Tau mística o cruz como el signo de vida o el encanto mágico que aseguraba todos los bienes y preservaba de todos los males. 1. Horœ, vol. I. p. 226, 240. 202

2. Por GAVAZZI, en su publicación, La Palabra libre. 3. Ver WILKINSON, vol. VI, Khem.

Por eso cuando las multitudes paganas invadieron la iglesia al momento de la versión de Constantino, ellas aportaron a la iglesia como los semipaganos de Egipto su viejo símbolo favorito. De esto resultó luego que, a medida que la apostasía se acentuaba, la X que en ella no estaba el símbolo contra natura de Cristo, el verdadero Mesías, y que ya se había considerado como tal, fue totalmente dejada de lado, y fue sustituida en todas portes por la Tau, signo de la cruz, el signo indiscutible de Tammuz, el falso Mesías. Así que, por medio del signo de la cruz, Cristo fue crucificado por segunda vez por aquellos que se dicen sus discípulos. Ahora bien, estos hechos que fueron históricos, ¿quién puede sorprenderse que en la iglesia romana, el signo de la cruz haya sido en todo tiempo y lugar un instrumento de grosera superstición y engaño? Podríamos incluso confirmar mucho más nuestras afirmaciones con otros ritos y ceremonias romanas. Pero lo que ya dijimos nos parece suficiente 1. 1. Si las notas ya indicadas están bien fundadas, de seguro no es correcto que la señal de la cruz o el emblema de Tammuz sean usados en el bautismo cristiano. En la época de la Revolución, una real comisión nombrada para hacer una encuesta sobre los ritos y las ceremonias de la iglesia de Inglaterra, contando en su seno con ocho o diez obispos, recomendó fuertemente que el uso de la cruz fuera abandonado, ya que tendía a la superstición. Si en esta época se hacía tal recomendación y esto por una autoridad que todos los miembros de la iglesia de Inglaterra deben respetar, cuánto ha repetido con fuerza esta recomendación por medio de la luz nueva que la Providencia ha arrojado acerca de este tema.

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Capítulo 6 Órdenes religiosas Artículo 1 El Soberano Pontífice El don del ministerio es uno de los más grandes que Cristo haya hecho en el mundo. Es referente a esto que el salmista, al profetizar la ascensión de Cristo, habla con este lenguaje elevado, de sus gloriosos resultados: "Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, tomaste dones para los hombres, y también para los rebeldes, para que habite entre ellos Jehová Dios." (Sal. LXVIII, 19). La iglesia de Roma, en su origen, poseía el don celestial del ministerio y del gobierno bíblico; "su fe era entonces célebre en el mundo entero", sus obras de justicia eran ricas y abundantes. Pero en un día de infortunio, el elemento babilónico se introdujo en su ministerio y desde ahora lo que debía ser una bendición se convirtió en una maldición. Desde ese momento, en vez de santificar al hombre, ella sólo ha servido para desmoralizarlo y para hacer de él "dos veces más el hijo del infierno" que como jamás lo hubiera sido si ella simplemente lo hubiera dejado solo. Si hay quienes se imaginan que hay una virtud secreta y misteriosa en una sucesión apostólica que viene a través del papado, consideren seriamente el carácter real de las órdenes del papa y de sus obispos y de su clero. Desde el papa hasta menor miembro del clero se puede demostrar que todo es totalmente babilónico. El colegio cardenalicio con el papa a la cabeza es exactamente el símil del colegio pagano de los pontífices con su "Pontifex Maximus" o el Soberano Pontífice que existía en Roma desde los tiempos más remotos y como se sabe, estaba formado según el modelo del gran concilio de pontífices de Babilonia. Se dice que el papa pretende hoy la supremacía en la iglesia como sucesor de san Pedro, a quien, Nuestro Señor confió exclusivamente las llaves del reino de los cielos. Pero he aquí un punto importante: antes de que el papa fuera investido con este título que por mil años le había atribuido el poder de las llaves de Jano y de Cibeles 1, nunca semejante pretensión a la preeminencia o a algo que se le pareciera se hizo públicamente de su parte bajo pretexto que era el poseedor de las llaves otorgadas a Pedro. Es cierto que los obispos de Roma mostraron temprano un espíritu altivo y ambicioso; pero durante los tres primeros siglos sus pretensiones a honores particulares se fundaban simplemente en la dignidad de su sede, que era la ciudad imperial, la capital del mundo romano. Sin embargo, cuando la sede del imperio fue transportada al Oriente y Constantinopla amenazó con eclipsar a Roma, fue necesario buscar mejor nuevas razones para mantener la dignidad del obispo de Roma. Se encontraron estas razones, cuando hacia el 378, el papa se convirtió en heredero de las llaves que eran los símbolos de las dos divinidades paganas bien conocidas en Roma. Jano tenía una llave 2, también Cibeles tenía una llave 3 y aquí están las dos llaves que el papa lleva en sus escudos como emblema de su autoridad espiritual. ¿Cómo llegó a ser considerado el papa poseedor del poder de estas llaves? Se verá esto más adelante; pero es cierto que en la época de la cual hablamos la opinión popular le 204

atribuyó este poder. Cuando, a los ojos de los paganos, hubo ocupado el lugar de los representantes de Cibeles y de Jano y cuando tuvo el derecho de llevar sus llaves, el papa vio que si sólo podía hacer creer a los cristianos que Pedro únicamente tenía el poder de las llaves y que era el sucesor de Pedro, la vista de estas llaves alimentaría la ilusión y ya que la dignidad temporal de Roma como ciudad acababa de caer, su dignidad personal de obispo de Roma estaría más sólidamente establecida como nunca. 1. Es sólo en el siglo II antes de la era cristiana que el culto de Cibeles con este nombre fue introducido a Roma, pero la madre diosa con el nombre de Cardea y el poder de la llave, era adorada al mismo tiempo que Jano, desde hacía mucho tiempo. Ovidio, Fastos, vol. III, v. 102, p. 346. 2. ibid. lib. I, vol. III, v. 95-99, p. 18. 3. TOOKE, El Panteón, Cibeles, p. 153.

Es obvio que procedió de esta manera. Transcurrió un cierto tiempo y entonces cuando el trabajo secreto del misterio de iniquidad hubo preparado el terreno, el papa confirmó por primera vez su supremacía, fundada en las llaves dadas a Pedro. Hacia el año 378 se elevó a la posición que le daba a los ojos de los paganos el poder de estas llaves. Fue en 431 y no antes, que pretendió abiertamente la posesión de las llaves de san Pedro 1. Allí hay obviamente una coincidencia sorprendente. El lector ¿se preguntará cómo se pudo creer en una pretensión con tan poco fundamento? Las palabras de la Escritura acerca de este mismo tema dan una respuesta clara y satisfactoria: "Por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvo. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira." (2 Tes. II, 10-11). Hay pocas mentiras tan groseras; pero con el tiempo, esta mentira fue, sin embargo, creída y asimismo se adora hoy la estatua de Júpiter con el convencimiento de que es la verdadera estatua de Pedro así que devotamente se ha creído durante siglos que las llaves de Jano y de Cibeles representaban las llaves del mismo apóstol. 1. Para tener la prueba de que esta pretensión fue propuesta por primera vez en 431, leer ELLlOTT, Horœ, vol. III, p. 139. En 429 se hizo una primera alusión, pero en 431 se formuló abierta y claramente esta pretensión.

La falta de entendimiento únicamente ha hecho creer a los cristianos que estas llaves exclusivamente eran el emblema de un poder dado por Cristo al papa a través de Pedro; pero es fácil ver cómo los paganos debieron reunirse al Rededor del papa con diligencia cuando lo oían cimentar su poder en la posesión de las llaves de Pedro. Las llaves que llevaba el papa eran las llaves de un Pedro bien conocido por los paganos iniciados en los misterios caldeos. Que Pedro fuera obispo de Roma, se lo ha probado muchas veces, es una fábula grosera. Incluso es muy dudoso que hubiera puesto los pies en Roma. Su visita a esta ciudad no está fundada en ninguna autoridad seria. Únicamente, un escritor del fin del siglo II o del comienzo del siglo III, el autor de la obra llamada las Clementinas 1, nos dice seriamente que en ocasión de esta visita, habiendo encontrado allí a Simón el mago, el apóstol lo desafió a darle una prueba de su poder milagroso o mágico, entonces el bujo se elevó por los aires y Pedro lo hizo descender con tanta prisa que se fracturó una pierna 2. Todos los historiadores serios han desechado rápidamente la historia de este encuentro

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del apóstol y del mago como falto absolutamente de pruebas contemporáneas; pero como la visita de Pedro a Roma está fundada en la misma autoridad, permanece o cae con ésta; sólo se la debe admitir como extremadamente dudosa al menos. Pero si tal es el caso para el Pedro del cristianismo, es fácil probar de manera indubitable que antes de la era cristiana había en Roma un Pedro que ocupaba el más alto puesto en el sacerdocio pagano. El sacerdote que explicaba los misterios a los iniciados era a veces llamado con un nombre griego, "el hierofante"; pero, en el caldeo primitivo, el verdadero lenguaje de los misterios, su nombre pronunciado sin los puntos vocales era Peter, es decir, el intérprete 3. Nada era más natural que este sacerdote, intérprete y revelador de la doctrina esotérica de los misterios, llevara las llaves de las dos divinidades cuyos designios secretos él revelaba 4. 1. GIESELER, vol. I, p. 206-208. 2. Ver BOWER, vol. I, p. 212. 3. PARKHURST, Léxico Hebreo, p. 602. 4. Los mufti turcos o interpretes del Corán derivan este nombre del mismo verbo del que formó Miftah, llave.

Es así que podemos ver cómo los dirigentes de Jano y de Cibeles fueron vistos más tarde como los que tenían las llaves de Pedro el intérprete de los misterios. Más aún, tenemos la prueba más decisiva que en las regiones separadas una de otra y alejadas de Roma, estas llaves eran conocidas por los paganos iniciados no sólo como las de Pedro, sino como las de un Pedro identificado con Roma. En los misterios de Eleusis en Atenas, cuando los candidatos a la iniciación eran instruidos en la doctrina secreta del paganismo, se les leía la explicación de esta doctrina en un libro llamado por los escribas "el libro Petroma"; se nos afirma que lo que quiere decir es "un libro formado de piedra 1". Pero es obvio que aquí hay un juego de palabras, según el espíritu común del paganismo, con el propósito de entretener al vulgar. La naturaleza de este hecho y la historia de los misterios muestran que este libro sólo podía ser el libro "Peter-Roma", es decir, "el libro del gran intérprete", en otras palabras, de Hermes Trismegisto, "el gran intérprete de los dioses". En Egipto, de donde los atenienses tomaron su religión, los libros de Hermes eran considerados como la fuente divina de todo el verdadero conocimiento de los misterios 2. Por eso se consideraba en este país a Hermes con este carácter de gran intérprete o Peter-Roma 3. En Atenas, Hermes, como se sabe, ocupaba exactamente el mismo lugar 4; debe pues, en el lenguaje sagrado, haber sido conocido con el mismo título. 1. POTTER, Antigüedades, vol. I, Misterios, p. 356. 2. Según Jámblico, Hermes (el egipcio) era el dios del conocimiento celestial, que comunicaba a los sacerdotes. Él los autorizaba a dedicarle sus comentarios (WILKINSON, vol. V, cap. XVII). Además enseñó a los hombres cómo acercarse a la divinidad mediante plegarias y sacrificios (ibid. cap. XIII). Hermes Trimegisto parece una nueva encarnación de Thot, revestido de honores más grandes aún. Los principales libros de Hermes eran muy respetados por los egipcios y llevados en las procesiones religiosas (CLEMENTE, Strom., lib. VI, vol. III). 3. En Egipto Petr tiene el mismo sentido (BUNSEN, vol. I, Jeroglifo, p. 545) y significa, mostrar. El intérprete es llamado Hierophanta, palabra con la misma idea de mostrar. 4. Hermes, dios de la invención y la ciencia, reveló a los hombres la voluntad del padre de Júpiter como ángel o mensajero de Júpiter. Guardián de la disciplina, inventó la geometría, el razonamiento, el lenguaje. Por esto preside toda erudición, induciendo a una esencia 206

inteligente y gobernando todas las almas humanas (PROCLO, Comentario acerca del primer Alcibiades, en las notas de Taylor). Hermes era tan esencialmente el Revelador que de él chorrean hermeneutas, intérpretes.

El sacerdote que explicaba los misterios en el nombre de Hermes debe haber llevado no sólo las llaves de Pedro, sino las llaves de Peter-Roma. Es aquí que el famoso nombre de libro de la piedra, comienza a mostrarse como un nuevo día; aún más, a verter una nueva luz acerca de uno de los pasajes más oscuros y más embarazosos de la historia del papado. Ciertos historiadores se han preguntado con asombro cómo se hace que el nombre de Pedro se haya asociado al de Roma desde el siglo IV, ¡cómo en tantos diversos países, millares de almas pudieron creer que Pedro, el apóstol de la circuncisión, haya renunciado a su cargo divino, para convertirse en obispo de una iglesia de gentiles y soberano espiritual en la gran ciudad, cuando no se tenía ninguna prueba cierta que haya sido en Roma! Pero el libro de Peter-Roma nos explica lo que sin él permanecía totalmente inexplicable. Este título era demasiado precioso para ser menospreciado por el papado y siguiendo su táctica ordinaria, era cierto que le daría la oportunidad de servir a su propia extensión. Le fue ofrecida esta oportunidad. Cuando el papa tuvo relaciones estrechas con el sacerdote pagano, cuando los paganos estuvieron bajo su control, como lo veremos, ¿qué más natural que tratar no sólo de reconciliar el paganismo con el cristianismo, sino de mostrar que el pagano Peter-Roma, con sus llaves, significaba Pedro de Roma y que este Pedro de Roma era el verdadero apóstol a quien el Señor Jesús dio "las llaves del reino de Dios?" ¡Así que, por una simple confusión de palabras, personas y cosas esencialmente diferentes fueron confundidas; el paganismo y el cristianismo se mezclaron para favorecer la ambición creciente de un sacerdote corrupto; así que, para los cristianos ciegos a la apostasía, el papa se convierte en el representante de Pedro, el apóstol, mientras que para los paganos iniciados: era sólo el representante de Pedro, el intérprete de sus famosos misterios 1! 1. Ver BRYANT, Mitología, vol. I, p. 308-311, 356, 359, 362.

Es así como el papa fue el símil exacto de Jano con la doble figura. ¡Oh, qué profundo significado de la expresión bíblica, "el Misterio de iniquidad", aplicado al papado! El lector podrá comprender ahora cómo el gran concilio de estado del papa que asiste a este último en el gobierno de la iglesia, fue llamado colegio de cardenales. La palabra cardenal viene de cardo, bisagra. Jano, cuya llave lleva el papa, era el dios de las puertas y de las bisagras y lo llamaban Patulcius y Clusius, el que cierra y el que abre 1. Era un sentido blasfemo, ya que se lo adoraba en Roma como el gran Mediador. Cualquiera que fuera la empresa que se intentara, la divinidad a la que se debía ante todo dirigir una invocación era Jano 2, quien era reconocido como el dios de los dioses 3. Su misteriosa divinidad combinaba los caracteres de Padre e Hijo 4 y sin ella ninguna plegaria podía responderse; la puerta del cielo mismo no podía abrirse 5. Es a este dios al que se adora tan generalmente en Asia Menor cuando nuestro Señor envió a través de Juan su servidor a los siete mensajeros del Apocalipsis

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a las iglesias de esta región. Por eso, en una de sus órdenes lo vemos rechazar tácitamente la asimilación profana de su dignidad a la de este dios y reclamar sus derechos exclusivos a la prerrogativa atribuida generalmente a su rival: "Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre." (Apoc. III, 7). Ahora bien, es de este Jano, como mediador adorado en Asia Menor y además en Roma en los primeros siglos, que pertenecía el gobierno del mundo, tenía, según los paganos, todo poder en el cielo, en la tierra y en el mar 6. Con este título, se decía que tenía, jus vertendi cardinis, el poder de girar las bisagras, de abrir las puertas de los cielos o de abrir y de cerrar en el mundo las puertas de la paz y de la guerra. 1. 2. 3. 4. 5. 6.

LEMPRIERE, sub voce. OVIDIO, Fastos, lib. I, v. 171, 172, vol. III, p. 24. Así llamado en el Himno de los salios, MACROBIO, Sat., lib. I, cap. 9, p. 54, c. 2. H. Ver nota 1, p. 44 y p. 199. OVIDIO, Fastos, lib. I, v. 117-118. ibid. v. 117-120, 125.

El papa, al instituirse gran sacerdote de Jano, tomó además jus vertendi cardinis, el poder de girar las bisagras, de abrir y de cerrar en un sentido blasfemo y pagano. Este poder en un principio se confirmó sin hacerse sentir y con prudencia, pero una vez echados los fundamentos, el edificio del poder papal se estableció sólidamente, siglo tras siglo. Los paganos que veían qué progresos hacía el cristianismo de Roma hacia el paganismo con la dirección del papa, estaban más que contentos en reconocer que el papa poseía ese poder; lo animaron con alegría a exaltarse cada vez más a la cima de sus pretensiones blasfemas que convenían al representante de Jano, las sabidas pretensiones que son ahora, gracias al consentímiento unánime de la cristiandad apóstata de Occidente, reconocidas como inherentes al cargo de obispo de Roma. Era preciso, sin embargo, una cooperación exterior para permitir la elevación del papa a la supremacía del poder que pretende. Cuando su poder se acrecentó, cuando su dominio fue extendido y sobre todo cuando se convirtió en un soberano temporal, la llave de Jano se volvió demasiado pesada en su mano, fue necesario compartir con otro el poder de la bisagra. Es así como sus consejeros privados, sus altos funcionarios de estado, asociados con él en el gobierno de la iglesia y del mundo, recibieron el título hoy bien conocido de cardenales, los sacerdotes de la bisagra. Este título ya había sido llevado antes por los grandes oficiales del emperador romano que, en calidad de Pontifex Maximus, él mismo había sido un representante de Jano y había transmitido sus poderes a sus criaturas. Incluso en el reinado de Teodosio, emperador cristiano de Roma, el primer ministro llevaba el título de cardenal 1. Pero hoy el nombre y el poder que este nombre trae consigo desapareció desde hace mucho de entre todos los funcio-narios civiles de los soberanos temporales; y los únicos que ayudan al papa a llevar la llave de Jano para abrir y cerrar son conocidos con el nombre de cardenales, sacerdotes de las bisagras. 1. PARKHURST, Léxico, p. 627.

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Dije que el papa se convierte en el representante de Jano quien, ya lo sabemos, no era otro que el mesías babilónico. Si el lector considera solamente las pretensiones arrogantes del papado, verá cuánto él ha tomado del original. En las regiones en donde el sistema babilónico se ha desarrollado de manera más completa, encontramos al soberano pontífice del dios babilónico investido de los mismos atributos del papa. ¿Se llama al papa "dios de la tierra, vice-dios, vicario de Jesucristo"? Nos dice Wilkinson: el rey de Egipto que era soberano pontífice 1, era visto con el más gran respeto como el representante de la divinidad en la tierra. ¡El papa es infalible y, en consecuencia, la iglesia de Roma se vanagloria de nunca haber cambiado y de ser incapaz de cambiar! Sucedía lo mismo para el pontífice caldeo y el sistema que patrocinaba. El soberano pontífice, dice el escritor que acabamos de citar, era famoso por ser incapaz de error 2; por eso se le tenía el respeto más grande por la santidad de los antiguos edictos; aquí está sin duda el origen de esta costumbre "quien no permitía cambiar las leyes de los medos y de los persas". ¿El papa recibe la adoración de los cardenales? El rey de Babilonia como soberano pontífice era adorado de la misma manera 3. 1. Según Wilkinson (vol. II, p. 22), el rey decretaba las leyes y dirigía todos los asuntos de la religión y del estado: lo que prueba que era el soberano pontífice. 2. WILKINSON, Los Egipcios. La infalibilidad era consecuencia natural de la creencia popular relativamente con las relaciones entre el soberano y los dioses. Ya que el rey, se creía, participaba de la naturaleza divina (DIODORO, lib. I, cap. 7, p. 57). 3. LAYARD, Nínive y sus ruinas, vol. II, p. 472-474 y Nínive y Babilonia, p. 361. Los reyes de Egipto y de Asiria que ocultaban a Babilonia eran la cabeza de la religión y del estado. Se dice que las estatuas sagradas estaban en adoración, como sus súbditos. La adoración reclamada por Alejandro el Grande imitaba directamente la dada a los reyes persas. Quinto Curcio (lib. VIII, cap. 5) dice: "Volebat... itaque more Persarum Macedonas venerabundos ipsum salutare prosternentes humi corpora". Según Jenofonte, esta costumbre de los persas venía de Babilonia: Ciro fue adorado por primera vez en un marco de respeto cuando entró a Babilonia (Cyrop, lib. VIII).

¿Los reyes y los embajadores deben atenerse a besar la suela del papa? Esta costumbre además es copiada según el mismo modelo; puesto que el profesor Gaussen, citando a Estrabón Heródoto así se expresa: "Los reyes de Caldea llevan en los pies sandalias que los reyes vencidos tenían por ―costumbre besar 1." Finalmente, ¿el papa es llamado con el nombre de "su santidad"? Es así como se llamaba en Roma al pontífice pagano. Este título parece haber sido común a todos los pontífices. Símaco, el último representante pagano del emperador romano como soberano pontífice, al dirigirse a uno de sus colegas o pontífices como él, a propósito de un grado al que iba a ser promovido, le dijo: "yo sé que vuestra santidad (sanctitatem tuam) va a ser designada por las santas letras 2." Si ahora hemos restituido las llaves de san Pedro a su legítimo poseedor, la silla de San Pedro debe tener el mismo destino. Esta silla tan renombrada tiene el mismo origen que las llaves cruzadas. La misma razón que impulsó el papa a tomar las llaves caldeas lo impulsó naturalmente también a tomar posesión de la silla vacante del soberano pontífice pagano. Como el pontífice, por la virtud de sus funciones, era el hierofante o intérprete de los misterios, su silla tenía el

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mismo derecho a ser llamada silla de Pedro así como las llaves paganas a ser llamadas llaves de Pedro. Precisamente esto fue lo que sucedió. El hecho siguiente mostrará el real origen del famoso asiento de Pedro: los romanos, dice Bower, creían tener la prueba irrefutable hasta 1662, no sólo que Pedro había exaltado su silla, sino incluso que se había sentado allí; ya que hasta aquel año, la silla misma en donde creían que se había sentado o que querían dar como tal, era exhibida y puesta para la adoración pública el 18 de enero, que era la fiesta de esta misma silla. 1. GAUSSEN, Daniel, vol. I, p. 114. 2. SÍMACO, Epistolœ, lib. VI, 31, p. 240.

Pero mientras que la limpiaban para ubicarla luego en un lugar muy vistoso del Vaticano, los doce trabajos de Hércules aparecieron allí grabados 1, por esto se dejó de lado. Los partidarios del papado no estuvieron poco desconcertados por este descubrimiento; pero trataron de explicar aquello lo mejor posible. "Dice Giacomo Bartolini, en sus Antigüedades sagradas de Roma, al contar las circunstancias relativas a este descubrimiento; sin embargo, nuestro culto no estaba desplazado, ya que lo rendimos no a la madera, sino al príncipe de los apóstoles, San Pedro, quien, se dice, allí se sentaba 2." Que el lector piense lo que quiera de esta justificación de tal culto dado a una silla, notará ciertamente, si se recuerda lo que ya dijimos, que la vieja fábula del asiento de Pedro es bella y muy asombrosa. La silla de Pedro, en tiempos modernos, parece haber jugado una mala pasada a Roma; ya que incluso después de que se condenó y dejó de lado la que llevaba los doce trabajos de Hércules, como si no pudiera resistir la luz que, sobre las tinieblas de la Santa Sede, la Reforma arrojó; la elegida para reemplazarla sirvió para revelar con más ridículo las imposturas descaradas del papado. La primera silla fue tomada de los paganos; la segunda parece haber sido robada a los musulmanes; cuando los soldados franceses, bajo las órdenes del general Bonaparte, se apoderaron de Roma en 1795, encontraron en el respaldo de esa silla, escrito en árabe, esta sentencia muy conocida del Corán: "la-illah el-allah, Mohamed rasoul allah 3." El papa no sólo tiene una silla para sentarse, tiene además una silla para hacerse llevar con gran pompa y con resplandor en los hombros de sus fieles cuando va a hacer una visita a San Pedro o a cualquier otra iglesia de Roma. He aquí cómo un testigo ocular describe el espectáculo del día del Señor, en el barrio general de la idolatría papal: "Fuera se oían los redobles de tambor. Los fusiles de los soldados resonaban sobre el adoquín de la casa de Dios, mientras que por orden de los oficiales, los pusieron en tierra, los encararon y presentaron armas. 1. BOWER, Historia de los Papas, vol. I, p. 7. 2. BARTOLINI, Antichita sacre di Roma, p. 33. 3. Dios sólo es Dios y Mahoma es su profeta (Lady MORGAN, Italia, vol. III, p. 51). El Dr. Wiseman trató responder esta afirmación, pero el Times hace notar con razón que esta dama tenía obviamente para sí el mejor argumento.

¡Qué diferencia hay con el verdadero sabbat! ¡Qué diferencia hay con el verdadero cristianismo! ¡Qué diferencia hay con las disposiciones necesarias para recibir un ministro del dulce y humilde Jesús! Pronto acercándose 210

lentamente entre dos filas de soldados armados, apareció una larga procesión de eclesiásticos, de obispos, de canónigos, de cardenales que seguían al pontífice romano sentado en una silla dorada y cubierto de resplandecientes vestiduras como el sol. Doce hombres vestidos de carmesí lo llevaban, eran seguidos inmediatamente de varias personas encargadas de una cruz, de su mitra, de su triple corona y de las otras insignias de sus funciones. Se acercaba, sobre hombros de los fieles, al medio de la multitud en éxtasis con la cabeza sombreada o cubierta por dos inmensos abanicos hechos de plumas de pavo real y llevados por dos sirvientes 1." He aquí lo que se practica aún hoy en Roma, con esta diferencia mientras que a menudo, además del abanico que lo protege y que es exactamente el harnero místico de Baco, su silla ceremonial también está cubierta con un palio. 1. BEGG, Manual del papado, p. 24.

Ahora bien, transpórtese a 3000 años atrás y lea la visita del soberano pontífice egipcio al templo de su dios: "Cuando llegan a los límites del templo, dice Wilkinson, los guardias y los servidores reales escogidos para representar todo el ejército entraron en los patios. Compañías de soldados tocaron los aires favoritos de la nación y los numerosos estandartes de los diferentes regimientos, cuyas banderas que flameaban al viento, el esplendor brillante de las armas, la inmensa concurrencia de la multitud y la imponente majestad de las altas torres del propileo, adornadas con banderas brillantes que flameaban sobre las cornisas, podemos decirlo, todo esto ofrecía un espectáculo cuyo esplendor ha sido raramente igualado en algún país. El rasgo más sorprendente de esta pomposa ceremonia era el cortejo brillante del monarca, que era llevado en su silla de ceremonia por los principales oficiales del estado bajo un rico palio o caminaba a pie a la sombra de un rico abanico de plumas flotantes 1." Damos en grabado (fig. 47), según Wilkinson, la porción central de uno de los cuadros que consagra a esta procesión egipcia, para que el lector pueda ver con sus propios ojos en qué punto la ceremonia pagana concuerda con la ceremonia papal. He aquí el origen de la silla y de las llaves de san Pedro.

Fig. 47

Dagon era Jano, de quien el papa tomó la llave junto con la de su mujer, Cibeles. Jano, el dios de dos cabezas que había vivido en dos mundos, era una divinidad babilónica como encarnación de Noé. Dagon, el dios pez, representaba esta divinidad como una manifestación del mismo patriarca que 211

había vivido tanto tiempo sobre las aguas del diluvio. Si el papa lleva la llave de Jano, además lleva la mitra de Dagon. Las excavaciones de Nínive han puesto este hecho fuera de toda duda. La mitra papal es totalmente diferente de la mitra de Aarón y de los grandes sacerdotes judíos. 1. WILKINSON, vol. V, p. 285-286.

Esta mitra era un turbante. La mitra de dos cuernos llevada por el papa cuando se sienta en el gran altar en Roma y recibe la adoración de los cardenales, es la misma mitra que llevaba Dagon, el dios pez de los filisteos y de los babilonios. En otro tiempo se representaba a Dagon de dos maneras. Por una parte, era mitad hombre, mitad pez, la parte superior del cuerpo era de hombre, la parte inferior terminaba en cola de pez. Por otra parte, sirviéndonos de las expresiones de Layard, la cabeza del pez formaba una mitra, sobre la cabeza del hombre, mientras que su cola escamosa en forma de abanico, bajaba por atrás como un manto y mostraba los pies y los miembros de un hombre 1. Layard da en su última obra una descripción de esta forma que aquí mostramos al lector.

Fig. 48

Si se examina esta mitra y se la compara con la del papa como se ve en las Horas de Elliott 2 no se puede dudar ni un momento que sea aquella y aquella únicamente, el origen de la mitra pontifical. Las mandíbulas abiertas del pez que corona la cabeza del hombre de Nínive son el símil obvio de los cuernos de la mitra del papa. Así era esto en Oriente, cerca de quinientos años antes de la era cristiana. 1. LAYARD, Nínive y Babilonia, p. 343. 2. 4a edic, vol. III, p. 4, fig. 27.

Además parece que fue lo mismo en Egipto; ya que Wilkinson, hablando de un pez del tipo siluro, dice que uno de los genios del panteón egipcio aparece en forma humana, con cabeza de pez 1. En Occidente, más tarde, lo sabemos de manera cierta, los paganos habían separado del cuerpo del pez la mitra en forma de cabeza de pez y la usaban para adornar la cabeza de su gran dios mediador; ya que se representa este dios en varias artefactos paganos de Malta, con los atributos bien conocidos de Osiris y sólo tiene de pez nada más que la

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mitra en la cabeza (fig. 49); ésta tiene casi de la misma forma que la mitra del papa o de un obispo romano de nuestros días. Incluso en China es obvio que la misma costumbre de llevar una mitra con cabeza de pez, prevaleció en otro tiempo, porque el símil de la mitra papal, llevada por el emperador chino, ha perdurado hasta tiempos modernos.

Fig. 49 Ver además fig. 37, p. 239.

Ya se sabe, se pregunta un autor estimado de nuestros días, en una comunicación privada que me hizo, ¿se sabía que el emperador de China, en todas las épocas, incluso hoy, como gran sacerdote de la nación, ruega una vez al año por todo el pueblo y lo bendice, vestido con su ropa de sacerdote y coronado con su mitra, exactamente la misma, que lleva el pontífice romano por doscientos años? Sin embargo, es la verdad 2. 1. WILKINSON, vol. V, p. 253. 2. A. Trimen, célebre arquitecto de Londres, autor de La Arquitectura de la iglesia y de la Capilla.

Con ayuda de esta aseveración aquí damos la imagen de la mitra imperial, que es la reproducción misma de la mitra episcopal del papa vista de frente.

Fig. 50

El lector recuerda que incluso en el Japón, que está mucho más alejado de Babel que la misma China, una de las divinidades se representa con el misma símbolo de poder que en Asiria, es decir, con los cuernos de un toro, y lo llaman "el príncipe del cielo con cabeza de buey 1" Ya que en Japón se halla el símbolo de Nimrod o Cronos, el que tiene un cuerno; no hay que sorprenderse si se encuentra en China el símbolo de Dagon. Pero hay otro símbolo del poder papal que no se debe olvidar, es el cayado pontifical. ¿De aquí viene este 213

cayado? Nuestra primera respuesta es que el papa lo tomó del augur romano. Quien conoce los clásicos sabe que cuando los augures romanos consultaban los cielos o hacían presagios del aspecto del cielo, tenían un instrumento que les era absolutamente indispensable. Este instrumento que les servía para describir la parte del cielo en que hacían sus observaciones, era encorvado en un extremo y se llamaba lituo. Lo que prueba obviamente que el lituo o báculo encorvado de los augures romanos era idéntico al cayado pontifical, los mismos autores católicos escribían en una época de ignorancia donde el disimulo era considerado inútil, no dudaban en emplear la palabra lituo como sinónimo de cayado 2. Así que un escriba papal describe a un cierto papa u obispo papal como "mitra lituoque decorus," adornado con la mitra y con el báculo de un augur; queriendo decir que tenía una mitra y un cayado. Pero este lituo o báculo del adivino, que llevaba el augur romano, como ya se sabe, fue tomado de los etruscos que lo habían tomado de los asirios al mismo tiempo que su religión. 1. KEMPFER, El Japón, en la Colección de PINKERTON, vol. VII, P. 776. 2. Ver Gradus ad Parnassum compuesto por G. PYPER, miembro de la sociedad de Jesús, sub vocibus Lituus Episcopus et Pedum, p. 372, 464.

Así como el augur romano se distinguía por este báculo encorvado, también los adivinos y los sacerdotes caldeos, en la ejecución de sus ritos, estaban comúnmente provistos de un gancho o de un cayado. Se puede rastrear este gancho mágico hasta el primer rey de Babilonia, es decir Nimrod, quien, según Beroso, llevó por primera vez, el título de rey-pastor 1. En hebreo o en el caldeo del tiempo de Abraham, Nimrod el pastor quería decir precisamente Nimrod He-Roe y ciertamente deriva del título "vigoroso cazador delante de Jehová" que derivan a la vez el nombre del héroe mismo y todo el culto de este héroe, que, desde entonces, se expandió por el mundo. Es verdad que en general los sucesores divinizados de Nimrod fueron representados con el gancho o el cayado. Fue el caso en Babilonia y en Nínive, como lo muestran los monumentos aún de pie. La figura 51, sacada de Babilonia, muestra el cayado en su forma más grosera. En Layard, se lo encuentra de manera más perfecta y que se asemeja casi totalmente al cayado llevado hoy por el papa 2.

Fig. 51 1. BEROSO, apud Abydenus, en Fragmentos de Cory, p. 32. Ver EUSEBIO, Crón., P. I. 2. Nínive y Babilonia, p. 361. Layard parece creer que el instrumento mencionado, llevado por el rey era una hoz. Después de un atento examen se advierte que se trata de un cayado,

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adornado con clavos como a menudo en los cayados romanos que (y allí está clara la única diferencia) son inclinados en lugar ser rectos.

Así era eso, en Egipto, después de la instalación del poder babilónico, así como lo muestran las estatuas de Osiris con su cayado 1. Osiris mismo a menudo era representado como un cayado coronado con un ojo 2. Es lo que se hace entre los negros africanos cuyo dios, llamado fetiche, es representado en forma de cayado como lo muestran obviamente estas líneas de Hurd: "Ponen fetiches delante de sus puertas y estas divinidades son hechas con la forma de estos ganchos o de estos garfios que ocupamos comúnmente para asegurar nuestros árboles frutales 3." Esto se hace hoy en el Tibet, donde los lamas o teros llevan, así como lo declara el jesuita Luc, un cayado, como emblema de su función. Es aún lo que se hace incluso en Japón, tan lejos de nosotros; he aquí, en efecto, la descripción de los ídolos del gran templo de Miaco, el dios principal: "Sus cabezas están adornadas de rayos de gloria: algunos tienen en la mano ganchos de pastor para mostrar que son los guardianes de la humanidad contra todas las maquinaciones de los malos espíritus 4." El cayado que lleva el papa, como emblema de su oficio de gran pastor del rebaño, no es ni más ni menos que el báculo encorvado del augur o el báculo mágico de los sacerdotes de Nimrod. Ahora bien, ¿los adoradores de la sucesión apostólica qué dicen de todo esto? ¿Qué piensan ahora de sus órdenes tan presuntuosas que hacen venir de Pedro de Roma? ¡De verdad tienen razón de estar orgullosos de esto! 1. El nombre bien conocido de Faraón, título de los reyes pontífices de Egipto, es exactamente la forma egipcia del hebreo He-Roe. Faraón, en el Génesis, es sin los puntos vocales, Fe-Roe, Fe es el artículo definido egipcio. No eran los reyes pastores que los egipcios adoraban, sino Roi-Tzan, los pastores de los rebaños (Gén. XLVI, 34). Sin el artículo Roi, pastor es obviamente el original del español Rey, de aquí el adjectivo Real; y de Ro, que quiere decir, hacer el pastor, palabra que se pronuncia Reg (con el sufijo sh, que quiere decir el que es o la que hace) deriva en Regsh, el que cumple la función de pastor, de aquí el latín Rex y real. 2. PLUTARCO, vol. II, p. 354. F. 3. HURD, p. 374, c. 2. 4. ibid. p. 104, c. 2.

¿Qué dirían los antiguos sacerdotes paganos desaparecidos de este mundo cuando los mártires aún luchaban contra sus dioses y en vez de volverse a ellos, "no amaron más su vida que la muerte"?, ¿qué dirían si pudieran ver la apostasía de la supuesta iglesia de la cristiandad de Europa? ¿Qué diría Belsasar mismo, si se le permitiera volver a ver "la claridad de la luna", entrar a San Pedro de Roma, y ver al papa con sus atributos pontificales con toda su pompa y su gloria? Ciertamente diría que entró a uno de sus propios templos tan célebres en otro tiempo y que todas las cosas continúan como eran en Babilonia en aquella noche memorable cuando con estupefacción vio esta inscripción tan terrible: "¡MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN!"

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Artículo 2 Sacerdotes, monjes y monjas Si la cabeza es corrupta, los miembros deben serlo también. Si el papa es esencialmente pagano, ¿su clero podría tener otro carácter? Si este clero ha derivado sus órdenes de una fuente totalmente corrupta, estas órdenes han de participar de la corrupción de su fuente. Esto se puede concluir fuera de de toda prueba especial; pero la evidencia estará tan completa por el carácter pagano del clero como por lo que compete al papa mismo. En cualquier aspecto que veamos el tema, esta conclusión se impone. Hay un contraste sorprendente entre el carácter de los ministros de Cristo y el del clero papal. Cuando Cristo envió a sus discípulos, era "para apacentar su rebaño, para apacentar sus ovejas", y esto, con la Palabra de Dios, que le da testimonio y tiene las palabras de vida eterna. Cuando el papa ordena a su clero, le manda prohibir, salvo en ciertas circunstancias, la lectura de la palabra de Dios en lengua vulgar, es decir, en una lengua que el pueblo puede comprender. Él les da claramente una misión, pero ¿cuál?, está indicada en estas sorprendentes palabras: "¡Reciban el poder de sacrificar para los vivos y para los muertos 1!" ¿Puede haber un blasfemo más grande? ¡Qué cosa más opuesta al único sacrificio de Cristo! "porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados" (Hebreo X, 14). ¡Es la verdadera función característica del clero del papado! Cuando se recordaba que este poder le había sido conferido en estos propios términos en el momento en que se le ordenó para el sacerdocio; al estremecerse por su indignación, Lutero expresó: 1. MERLE D'AUBIGNÉ, La Reforma, vol. I. B. II, cap. IV, p. 171.

"¿Cómo no se ha abierto la tierra y no se ha tragado al que pronunció estas palabras y al que se dirigen éstas 1?" El sacrificio que el clero papal tiene el poder de ofrecer, como un "verdadero sacrificio propiciatorio" para los pecados de los muertos y de los vivos, es exactamente el sacrificio no sangriento de la misa, que se ofrecía en Babilonia mucho antes de que fuera tema en Roma. Ahora bien, Semiramis, el original verdadero de la reina caldea del cielo, a la cual se ofreció primero el sacrificio no sangriento de la misa, estando, en su persona, el modelo de la impureza, otorgó al mismo tiempo el más grande favor a esta especie de santidad que considera con desprecio la santa ley de Dios acerca del matrimonio. Los misterios que ella presidía eran escenas de la más vil depravación y, sin embargo, las órdenes más elevadas del sacerdocio eran dedicadas al celibato, como si fuera una vida de santidad particular y superior. Por extraño que esto pudiese parecer, la voz de la antigüedad atribuye a esta miserable reina la invención del celibato del clero y esto en forma extremadamente severa 2. En algunos países como en Egipto, la naturaleza humana reclamó sus derechos, y aunque permaneció fiel en general al sistema de Babilonia, el jugo del celibato fue abolido, y se permitió casarse a los sacerdotes. Pero todos los que conocían la antigüedad saben que, cuando el culto de Cibeles, la diosa babilónica, se introdujo en la Roma pagana, se lo

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introdujo en su forma primitiva, con su clero célibe 3. Cuando el papa se atribuyó tantos rasgos particulares del culto de esta diosa tomados de la misma fuente, introdujo en el clero, de su propia autoridad, la obligación expresa del celibato. 1. MERLE D'AUBIGNÉ, vol. I, p. 171. 2. AMIANO MARCELINO: "Semiramis teneros mares castravit omnium prima", lib. XIV, cap. 6, p. 26. 3. PAUSANIAS, lib. VII, cap. 17, p. 587; KENNETT, lib. II, cap. VII, Los Decenviros, etc.

Claramente, la introducción de tal principio en la iglesia cristiana fue predicho como una gran señal de apostasía, "está escrito que los hombres se separaron de la fe, enseñando mentiras mediante hipocresía, teniendo su conciencia cauterizada y prohibiendo casarse". Los efectos de esta innovación fueron desastrosos 1. Los anales de todas las naciones en donde el celibato de los sacerdotes fue introducido, muestran que en lugar de contribuir a la pureza de los que allí se condenaban, por el contrario los sumergía en la corrupción más grande. La historia del Tíbet, de la China, del Japón, en donde la doctrina babilónica del celibato de los sacerdotes ha reinado desde tiempos inmemoriales, testimonia las abominaciones que han resultado de esto 2. En la Roma pagana, los excesos cometidos por los sacerdotes célibes de Baco a causa de sus misterios, eran tales, que el senado se sintió obligado a expulsarlos fuera de los límites de la república romana 3. En la Roma papal, las mismas abominaciones han nacido del celibato del clero con el sistema corrupto y corruptor del confesionario, tal como todos los que han examinado el tema se han visto forzados a admitir el significado sorprendente del nombre que divinamente se le dio, en un sentido a la vez literal y figurado: "Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra 4". Podemos citar mil hechos de esta naturaleza; tomemos uno solo de ellos, el célebre historiador católico romano de Thou nos cuenta: "El papa Pablo V pensaba suprimir las casas de tolerancia de la santa ciudad; pero el senado romano solicitó para impedirle ejecutar este proyecto, porque decía que la existencia de estas casas es el único medio de impedir que los sacerdotes seduzcan a nuestras mujeres e hijas 5." 1. Ver Luz de la Profecía, cap. I, p. 28 y cap. IV; p. 114 y JEWELL, Los Reformadores ingleses, p. 228. 2. HAMEL, Viajes en Corea, Colección de PINKERTON, vol. II, P. 536-537 Ver además Descripción del Tíbet en la misma Colección, p. 554, CARON, El Japón ibid. p. 630, y KEMPFER, El Japón, ibid. p. 747. 3. TITO LIVIO, XXXIX, 8 y 18, vol. V, p. 196-207. 4. Apoc. XVII. 5. El Reverendo M. H. Seymour muestra que en 1836 de un número total de 4373 nacimientos en Roma, 3160 niños eran niños abandonados. ¡Qué depravación revela esta cifra! Resultados morales del sistema romano, p. XLIX, en Las veladas con los discípulos de Roma. 5. THUANUS, Historias, lib. XXXIX, cap. 3, vol. II, p. 483.

Todos los sacerdotes célibes tienen una cierta marca al momento de su ordenación; es la tonsura clerical. La tonsura es la primera parte de la ceremonia de ordenación y es considerada como el elemento más importante del carácter de las órdenes del clero romano. Cuando después de largas discusiones, finalmente, los pictos fueron sometidos al obispo de Roma, su clero aceptó

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esta tonsura como la de san Pedro: este fue el símbolo visible de su sumisión. Naitan, el rey de los pictos, habiendo reunido a los nobles de su corte y los pastores de su iglesia, se dirigió a ellos con estas palabras: "Yo recomiendo a todo el clero de mi reino recibir la tonsura." Nos dice Béde que fue así como la autoridad real ejecutó al instante esta importante revolución 1. El rey envió agentes a cada provincia, impuso la tonsura circular a todos los ministros y a los monjes, según la moda romana y los sometidos así a Pedro, el príncipe bendito de los apóstoles 2. Esta fue la marca, dice Merle d'Aubigné, que el papa imprimió no en la frente, sino en lo alto de la cabeza. Una proclamación real y algunos tijeretazos colocaron a los escoceses, como un rebaño de ovejas, bajo el cayado del pastor del Tíber 3. Pero si Roma da tanta importancia a esta tonsura, ¿cuál es el sentido? Era la ordenación visible de aquellos que se sometían a él, como ocurría con los sacerdotes de Baco. La tonsura no puede apoyarse en ninguna autoridad cristiana. Era correcta la tonsura de Pedro, pero del Pedro caldeo de los misterios, y no del Pedro de Galilea. Era un sacerdote tonsurado, ya que el dios cuyos misterios revelaba estaba tonsurado. 1. BÈDE, lib. V, cap. 21, p. 216. 2. ibid. 3. MERLE D'AUBIGNÉ, vol. V. p. 55

Varios siglos antes de la era cristiana, Heródoto decía a propósito de la tonsura babilónica: los árabes no reconocen otros dioses más que Baco y Urania (es decir la reina del cielo,) y ellos dicen que sus cabellos eran cortados de la misma manera que los de Baco; ahora bien, los cortan en forma circular al rasurarse al rededor de las sienes 1. ¿Qué pudo dar lugar a esta tonsura de Baco? Todo en esta historia era representado de manera mística o jeroglífica y de tal suerte que esto sólo los iniciados podían comprenderlo. Uno de los hechos que ocupaban el lugar más importante en los misterios era la mutilación que se hizo sufrir a Baco después de su muerte. En recuerdo de este hecho, cada año, se derramaban lágrimas amargas sobre el "Rosh-Gheza, el príncipe mutilado". Pero Rosh-Gheza 2 significa además el que tiene la cabeza tundida o rapada. Por esto era representado en una u otra de estas dos formas de tonsura; y sus sacerdotes, por la misma razón, tenían en el momento de su ordenación, la cabeza tundida o rapada en todo el mundo, allí donde se hallan vestigios del sistema caldeo, siempre se halla al mismo tiempo esta manera de cortar el pelo o rasurar la cabeza. Los sacerdotes de Osiris, el Baco egipcio, siempre se distinguían por la tonsura de su cabeza 3. En la Roma pagana 4, en la India y lo mismo en la China, la marca característica del clero babilónico era una cabeza rapada. Así que cuando Gautama Buda, que vivió al menos 540 años antes de Jesucristo, estableció en la India la secta del budismo, que de allí se expandió a los países más alejados del Extremo Oriente, él mismo se rasuraba la cabeza, para obedecer, decía él, un mandamiento divino y entonces hizo que otros siguieran su ejemplo. Uno de los títulos que se le asignaba era el dios de la cabeza rasurada 5. "El dios de la cabeza rasurada, dice una de los puranas, forma un cierto número de discípulos y de hombres con la cabeza rasurada, como él, para ejecutar las órdenes de Vichnú." 1. HERÓDOTO, lib. III, cap. 8, p. 185. C. 2. Gheza quiere decir tonsurar y además rasurar. 218

3. MACROBIO, lib. I, cap. 23. p. 189. 4. TERTULIANO, vol. II, Carmina, p. 1105-1106. 5. Cor. KENNEDY, Buda, en la Mitología Hindú, p. 263-264.

Se puede demostrar la gran antigüedad de esta tonsura según la ley mosaica: estaba formalmente prohibido a los sacerdotes judíos hacerse cualquier tonsura en la cabeza (Lev. XXI, 5) lo que muestra claramente (que ya incluso, en la época de Moisés, se había introducido la costumbre de rasurarse la cabeza. En la iglesia de Roma, la cabeza de los sacerdotes comunes sólo es tundida, la cabeza de los monjes o del clero regular es rasurada, pero unos y otros, en su consagración, reciben la tonsura regular. Así se identifican, sin ninguna duda, con Baco, el príncipe mutilado 1. Ahora bien, si los sacerdotes de Roma quitan al pueblo la llave del conocimiento y le cierran la Biblia; si están consagrados para ofrecer el sacrificio caldeo en honor de la reina pagana del cielo; si están atados a la ley caldea del celibato, que les sumerge en la depravación; si, en una palabra, están marcados en su consagración con la marca característica del Baco caldeo, ¿qué derecho, qué derecho posible tienen de hacerse llamar ministros de Cristo? 1. Ya mostramos (nota 1, p. 33) que entre los caldeos la expresión Zero significaba "un círculo" y la "simiente". Suro, la simiente, en la India, era la divinidad del sol encarnado. Cuando esta simiente era representada con forma humana, para identificarla con el sol, se la representaba con un círculo, el emblema bien conocido de la órbita del sol, sobre una parte de su cuerpo. Así que el dios inglés Thor era descrito con un círculo brillante en el pecho (WILSON, La religión de los Parsis, p. 31). En Persia y en Asiria, el círculo estaba ya en el pecho, ya al rededor de la cintura, ya en la mano de la divinidad (BRYANT, vol. II, láminas p. 216, 406-407 y LAYARD, Ninive y Babilonia, p. 160). En la India está ubicado en la punta del dedo (MOOR, El Panteón, lámina XIII, Vichnú). Por esto, el círculo se convierte en el emblema de Tammuz resucitado o la simiente. La tonsura circular de Baco estaba obviamente destinada a señalarlo como Zero o la simiente, el gran Liberador. El círculo de luz que rodea la cabeza de los supuestos retratos de Cristo era obviamente una forma diferente del mismo objeto y venía de la misma fuente. "La ceremonia de la tonsura, dice Maurice, al hablar de esta ceremonia entre los hindúes, que era una antigua costumbre de los sacerdotes de Mitra: imitaban con su tonsura el disco solar" (Antigüedades, vol. VII p. 851, Londres, 1800). Como el dios sol era el gran dios tan lamentado, como tenía los cabellos cortados en forma circular y como los sacerdotes que lloraban su pérdida tenían los cabellos cortados de la misma manera, así en diversos países los que se lamentaban por los muertos y cortaban sus cabellos en su honor, los cortaban en forma circular. Esta costumbre existía en Grecia, Heródoto al hablar como de una costumbre practicada entre los escitas; relata los funerales de un rey de ese pueblo y dice: "El cuerpo es rodeado de cera. Se coloca en un carro y se lo lleva en otro distinto, en el cual las personas que lo reciben, como las personas reales, se cortan un pedazo de oreja y se rasuran la cabeza en forma de círculo" (Hist, lib. IV, cap. 71, p. 279). Ahora bien, así como el mismo papa tenía una tonsura circular, así sus sacerdotes, para identificarse con este mismo sistema, deben tener la misma tonsura circular, para estar a su medida y a su altura, los verdaderos representantes del mismo falso Mesías.

Pero Roma no sólo tiene su clero secular común, como se lo llama; también tiene, todo el mundo lo sabe, otras órdenes religiosas de especie diferente. Tiene ejércitos de innumerables monjes y monjas todos comprometidos a su servicio. ¿Dónde se puede hallar en la Biblia el mínimo testimonio en favor de tal institución? En la religión del Mesías babilónico, existía desde los tiempos más remotos. Había en abundancia en este sistema monjes y religiosas. En el Tíbet y el Japón, donde el sistema caldeo fue introducido tempranamente, se 219

pueden encontrar aún monasterios y produjeron allí los mismos resultados funestos para la moral que en la Europa papal 1. En Escandinavia, las sacerdotisas de Freya (eran comúnmente las hijas del rey), que debían cuidar el fuego sagrado y debían observar una virginidad perpetua, eran precisamente una orden de monjas 2. En Atenas había vírgenes mantenidas con gastos públicos, que estaban estrictamente dedicadas al celibato 3. En la Roma pagana, las vírgenes vestales que tenían que cumplir el mismo deber que las sacerdotisas de Freya, ocupaban una posición semejante. Incluso, en el Perú, durante el reinado de los incas, el mismo sistema prevalecía y esto con una analogía que prueba claramente que las vestales de Roma, las monjas del papado y las santas vírgenes del Perú deben haber tenido un mismo origen. 1. Ver nota 4 p. 330, y además Hist. del Tonkin, PINKERTON, vol. IX, p. 766. Es, incluso entre los protestantes, que comienzan a hablar de lo que llaman los beneficios de los conventos en tiempos difíciles, como si los conventos no fueran nocivos cuando caen en la decrepitud y la corrupción. El celibato obligatorio, que es la base del sistema monástico, es de la verdadera esencia de apostasía, que está divinamente caracterizada como "el Misterio de iniquidad". Que estos protestantes lean I Tomo. IV, 1-3, y ya no dirán más que las abominaciones de los conventos vienen únicamente de su decrepitud. 2. MALLET, vol. I, p. 141. 3. POTTER, Antigüedades, vol. I, p. 369.

He aquí cómo Prescott habla de las monjas peruanas: "Las vírgenes del sol, las elegidas, como se las llama, presentan otra analogía con las instituciones católicas romanas. Estas jóvenes vírgenes consagradas al servicio de la diosa eran arrancadas de su familia desde la edad más tierna y puestas en conventos en donde las entrega-ban al cuidado de matronas de una cierta edad, mamaconas 1, que habían envejecido entre estos muros. Debían envejecer en el fuego sagrado que se encendía en la fiesta de Raymi. Desde que entraban al recinto, no tenían más comunicación con el mundo, ni aun con su familia o sus amigos. ¡Desgracia a la pobre joven que era reconocida culpable de una intriga! ¡Era condenada, según la terrible ley de los incas, a ser enterrada viva!" Era exactamente la suerte de la vestal romana que violaba su voto. Sin embargo, ni en el Perú, ni en la Roma pagana, el deber de la virginidad no era tan estricto como en el papado. No era perpetua, por esto no era tan profundamente desmoralizador. Después de un cierto tiempo, las monjas podían ser liberadas de su soledad y casarse. En la iglesia de Roma, ellas están absolutamente privadas de estas esperanzas. En todos estos detalles, no obstante, es fácil ver que el principio sobre el cual reposaban estas instituciones es obviamente el mismo. "Es sorprendente, dice Prescott, encontrar tal semejanza entre las instituciones de la India, de América, de la Roma antigua y de la Roma católica moderna 2." 1. Mama-cona, madre-sacerdotisa, es casi hebreo puro y viene de Am, madre y Cohn, sacerdote, con una terminación femenina. Nuestro nombre Mamá, como el del Perú, no es otra cosa que Am aumentado, Es extraordinario que el título imaginario de la señora abadesa en Irlanda sea "Reverenda Madre". La palabra latina misma "nonna, monja" es una palabra caldea. Nino, el Hijo, es Nin o Non en caldeo. Ahora bien, el femenino de Non, hijo, es Nonna, hija, que es precisamente el nombre canónico para designar a una monja (nonna) y lo mismo nonnus era primitivamente la expresión consagrada en Oriente para designar a un monje (GIESELER, vol, II, p. 14, nota) 2. PRESCOTT, El Perú, vol. I, p. 103. 220

Prescott tiene dificultad para explicar esta semejanza; pero ella se explica fácilmente mediante un pequeño pasaje del profeta Jeremías, que citamos al comienzo de este trabajo: "Copa de oro fue Babilonia en la mano de Jehová, que embriagó a toda la tierra." (Jeremías LI, 7). Aquí está la piedra de Rosetta que sirvió para arrojar tanta luz sobre las secretas iniquidades del papado y que está destinada para descifrar los oscuros misterios de cada sistema pasado o presente de la mitología pagana. Es fácil probar la verdad literal de esta palabra: es fácil probar que la idolatría de toda la tierra es, la misma, que el lenguaje sagrado de todas las naciones es puramente caldea, que los grandes dioses de todas las regiones y de todos los climas son designados con nombres babilónicos y que todos los paganismos de la humanidad son la corrupción pérfida y deliberada, pero, sin embargo, singularmente instructivo, con el primer evangelio anunciado en Edén y transmitido más tarde por Noé a toda la raza humana. El sistema, elaborado primero en Babilonia y propagado más tarde hasta los confines de la tierra, se ha modificado y descompuesto en diferentes épocas y en diversos países. Es en la Roma papal únicamente que se lo halla casi en toda su pureza e integridad. Pero, sin embargo, en el fondo de las aparentes variedades del paganismo, hay una unidad y una identidad sorprendentes que proclaman de la verdad de la Palabra de Dios. Esperamos con confianza la ruina de toda esta idolatría. Pero antes de que los ídolos paganos definitivamente sean "arrojados a los topos y a los ratones", estoy convencido que serán derribados para adorar a "Jehová el Rey", para rendir testimonio a su gloriosa verdad y para atribuir, en una aclamación unánime, la salvación, la gloria, el honor, el poder, a quien está sentado en el trono y al Cordero por la eternidad.

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Capítulo 7 Los dos desarrollos considerados desde el punto de vista histórico y profético Hemos considerado hasta aquí la historia de las dos Babilonias en cada uno de sus detalles. Ahora nos falta estudiar desde el punto de vista de su sistema. El sistema idólatra de la Babilonia antigua pasó por diferentes fases en los diversos períodos de su historia. En la descripción profética de la Babilonia moderna, hay además un desarrollo de diversos poderes en diversas épocas. ¿Estos dos desarrollos tienen una relación típica uno con el otro? Es lo que vamos a establecer. Si comparamos la historia religiosa del antiguo paganismo babilónico con los símbolos proféticos que distinguen el desarrollo sistemático de la idolatría romana, veremos que arrojan tanta luz acerca de este tema como acerca de los puntos que ya hemos estudiado. Los poderes de iniquidad en obra en la Babilonia moderna se describen claramente en los capítulos XII y XIII de Apocalipsis. Helos aquí: 1° el gran dragón rojo, 2 ° la bestia que sube del mar, 3 ° la bestia que sube de la tierra y 4 ° la imagen de la bestia 1. En todos estos puntos de vista se verá después de examinar que para lo que atañe a la sucesión y en el orden del desarrollo, el paganismo de la Babilonia del Antiguo Testamento era la copia exacta del paganismo de la Babilonia actual. 1. Yo omito a propósito el estudio de la Bestia que sube del abismo (Apoc. XVII, 8) y vuelvo a enviar al lector a la República roja.

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Artículo 1 El gran dragón rojo Este formidable enemigo de la verdad es especialmente descrito en el versículo 3 del cap. XII del Apocalipsis: "También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata." Todos admiten que es el primer gran enemigo que en los tiempos evangélicos acometió contra la iglesia cristiana. Si se considera los términos en los cuales se describe y los actos que se le atribuye, se verá que hay una gran analogía entre este dragón y el primer enemigo que se levantó contra la antigua iglesia de Dios algún tiempo después del diluvio. La palabra dragón, según las ideas a las cuales se la asocia comúnmente, puede fácilmente despistar el lector al recordar en su espíritu los dragones fabulosos y alados de la antigüedad. Cuando se dio esta divina descripción, la expresión de dragón no tenía este sentido entre los autores sagrados o profanos. El dragón de los griegos, dice Pausanias, no era otra cosa que una gran serpiente 1 y el contexto muestra que era bien el caso aquí; ya que lo que se llama dragón en el 3er versículo es llamado simplemente serpiente en el 14o. La palabra traducida como rojo significa propiamente color de fuego. El dragón rojo significa dragón de fuego o serpiente de fuego. En la antigüedad, en la primera forma de idolatría, es exactamente lo mismo que apareció con el patrocinio de Nimrod. La serpiente de fuego de las llanuras de Sinar parece haber sido el gran objeto de culto. Las pruebas más sólidas muestran que la apostasía comenzó entre los hijos de Noé por el culto del fuego y esto con el símbolo de una serpiente. Como ya lo vimos, en diversas ocasiones, que el fuego era adorado como la luz y la fuerza purificadora. 1. PAUSANIAS, lib. II, Corinthiaca, cap. 28, p. 175.

Ahora bien, así era al comienzo. Toda la antigüedad, en efecto, designa a Nimrod como quien inauguró este culto del fuego 1. Ya probamos la identidad de Nimrod y de Nino; además se lo representa introduciendo la misma costumbre con el nombre de Nino. Se dice en un fragmento de Apolodoro que Nino enseñó a los asirios a adorar el fuego 2. El sol, gran fuente de luz y de calor, se adoraba con el nombre de Baal. Ahora bien, ya que el sol era adorado con este nombre en épocas más remotas, esto muestra claramente el carácter audaz de estos primeros comienzos de la apostasía. Se ha intentado mostrar que el culto del sol y de los cuerpos celestes era una práctica excusable en la cual la raza humana podía inocentemente caer. Pero ¿cómo pudo hacerse esto? En el lenguaje primitivo de la humanidad, el sol se llamaba Shamesh, es decir, el servidor. Este nombre sin duda se daba de arriba para recordar al mundo esta gran verdad que el astro del día, por más glorioso que fuera, sólo era después de todo el ministro de la bondad del gran creador invisible para con sus criaturas terrestres. Los hombres lo sabían y, sin embargo, con este total conocimiento, pusieron al servidor en lugar del señor; lo llamaron Baal, el señor, y, por lo tanto, lo adoraron. Por esto, ¡qué significado en estas palabras de Pablo!: "Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios; sino que cambiaron 223

la verdad por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, que es Dios sobre todos, el cual es bendito por los siglos". El comienzo del culto del sol y del culto del ejército del cielo era un pecado contra la luz, un pecado de presunción, de lesa majestad contra el cielo. 1. JOHANN. CLÉRICO, tomo II, p. 199, y VAUX, p. 8. 2. MÜLLER, frag. 68, vol. I; p. 440.

Como el sol en los cielos era el gran objeto de culto, así que el fuego era adorado como su representante sobre la tierra. Vitrubio hace alusión a este culto primitivo del fuego, cuando él dice que los hombres se formaron primero en estados y en comunidades al reunirse al rededor de los fuegos 1. Y eso está exactamente de acuerdo con lo que ya vimos (p. 174) a propósito de Foroneo, que hemos identificado con Nimrod; se le atribuye la invención del fuego y se le consideraba además como el primero que reunió a la raza humana en comunidades. Al mismo tiempo que el sol, el gran dios del fuego, la serpiente tuvo también su culto y se identificó con él (fig. 52). Dice Owen en la mitología del mundo primitivo que la serpiente es el símbolo universal del sol 2. En Egipto, uno de los símbolos más comunes del sol o del dios sol es un disco rodeado por una serpiente 3. He aquí, creemos que la razón primera de esta identificación: como el sol era la gran luz del mundo físico, así la serpiente era considerada como la gran luz del mundo espiritual, que daba a la humanidad el conocimiento del bien y del mal.

Fig. 52

Esto implica naturalmente una horrorosa depravación de parte de los animadores en semejante sistema, si se considera la época en que comenzó; pero este es, yo creo, el verdadero sentido de esta identificación. En todo caso tenemos pruebas bíblicas y profanas para establecer que el culto de la serpiente comenzó al mismo tiempo que el culto del fuego y del sol. 1. VITRUBIO, vol. II, lib. II, cap. I, p. 36, etc. 2. OWEN, en DAVIES, Los Druidas, nota p. 437. 3. BUNSEN, Jeroglifos, vol. I, p. 497.

La declaración inspirada de Pablo sobre ese asunto nos parece decisiva: "Dice que habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles, es decir, serpientes." (Rom. I, 23). La historia profana concuerda con esta declaración. Entre los autores profanos, 224

Sanconiaton, el fenicio, que se dice que vivió en la época de Josué, así se expresa: Thot fue el primero que atribuyó algo de la naturaleza divina a la serpiente y a la tribu de la serpiente y fue imitado en esto por los fenicios y los egipcios. Este animal, en efecto, le parecía el más espiritual de todos los reptiles: tiene, dice él, la naturaleza del fuego; ya que despliega una agilidad increíble y se mueve por el simple efecto de su voluntad sin la ayuda de manos ni de pies. Además, vive mucho tiempo y tiene la virtud de renovar su juventud, así como lo declaró Thot en sus libros sagrados; es por estas razones que se introdujo este animal en los misterios y en los ritos sagrados 1. Ahora bien, se debe recordar que Thot era el consejero de Thamus, es decir, Nimrod 2. Esta declaración nos permite concluir que el culto de la serpiente formaba una parte de la apostasía primitiva de Nimrod. La naturaleza de fuego de la serpiente a la cual el anterior extracto hace alusión era cantada por los poetas paganos por doquier. Virgilio, al hablar de esta naturaleza divina atribuida a las serpientes, como lo remarca el autor de los "Pompeyanos" 3, describe la serpiente sagrada que sale de la tumba de Anquises, cuando su hijo Eneas ofreció el sacrificio, en términos que arrojan una viva luz a cerca del lenguaje de Sanconiaton y sobre la serpiente de fuego de la cual nos ocupamos. 1. SANCONIATON, lib. I, p. 46-49. 2. Ver nota 1, p. 88. 3. Vol. II, p. 104.

"Apenas terminaba de hablar que del fondo del asilo sagrado sale una enorme serpiente cuyo cuerpo desenrolla siete inmensos anillos, siete repliegues tortuosos; abraza suavemente la tumba y se desliza al rededor de los altares. Su lomo está esmaltado de azul y sus escamas moteadas centellean con todo el resplandor del oro 1". No es sorprendente que el culto del fuego y el culto de la serpiente se hayan unido. La serpiente además, al renovar cada año su juventud, era sin duda representada a los que deseaban una excusa para su idolatría, como un emblema exacto del sol, el gran regenerador, que cada año regenera renueva la naturaleza y que una vez divinizado, fue adorado como el gran regenerador de almas. En el capítulo que estudiamos, la gran serpiente de fuego es representada con todos los emblemas de la realeza. "Todas sus cabezas están ceñidas con coronas o con diademas, y así que en Egipto, la serpiente del fuego o la serpiente del sol, era llamada en griego el Basilisco, es decir, la serpiente real, para identificarlo con Moloc cuyo nombre, que recuerda a la vez la idea de fuego y de sangre, significa propiamente rey. El Basilisco siempre era considerado entre los egipcios y entre muchas otras naciones como el verdadero símbolo de la majestad y de la dominio 2. Como tal, su imagen se fijaba en el sombrero de los reyes egipcios y nadie tenía el derecho de llevarla 3. El sol identificado con la serpiente era llamada Purros 4, lo que quería decir al mismo tiempo fuego y rey, y de este nombre derivaba el epíteto Purros, que

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es semejante a fuego, epíteto dado a la gran serpiente de siete coronas de nuestro texto 5. Es así como el sol, el gran dios del fuego, era identificado con la serpiente. Pero además había un representante humano, éste era Tammuz por quien las hijas de Israel se deshacían en lamentaciones, en otras palabras, Nimrod. 1. Virgilio, lib. V, v. 84-88. 2. WILKINSON, vol. IV, p. 239. 3. ibid. 4. BUNSEN, vol. I, p. 407. 5. La palabra Purros en el texto no excluye la idea de Rojo, porque al sol se atribuía el color rojo, para identificarlo con Moloc, el dios del fuego y el dios de la sangre (WILKINSON, vol. IV, p. 288-296). Sin embargo, la primera y principal idea es la del fuego.

Ya vimos la identidad de Nimrod y de Zoroastro. Ahora bien, Zoroastro no era sólo el jefe de los misterios caldeos, sino, como todos lo admiten, el jefe de los adoradores del fuego 1. El título dado a Nimrod, como el primer dirigente babilónico, por Beroso, indica el mismo hecho. Este título es Alorus 2, es decir, el dios del fuego 3. Nimrod como el dios del fuego era Molk-Gheber o el rey poderoso, en el sentido de que fue el primero que comenzó a ser poderoso en la tierra, vemos al instante el origen de esta costumbre que consistía en pasar a través del fuego y vemos además cómo el dios del fuego entre los romanos fue llamado Mulkiber 4. Sin embargo, después de su muerte parece haber sido deificado. Por eso fue adorado más tarde como el hijo del sol o como el sol encarnado. Sin embargo, durante su vida no tuvo otra pretensión que la de ser Bol-Kahn o sacerdote de Baal, de aquí viene obviamente el nombre de dios del fuego entre los romanos, Vulcano 5. Todo en la historia de Vulcano concuerda con la de Nimrod. Vulcano era el más feo y deforme de todos los dioses 6. Nimrod, por todo el mundo, es representado con los rasgos y la tez de un negro. Aunque Vulcano era tan feo que cuando buscó una mujer todas las bellas diosas lo rechazaron con horror; sin embargo, el Destino, lo irrevocable, intervino y declaró que Venus, la más bella de las diosas, estaría unida al más horrible de todos los dioses 7. 1. Para más luz acerca de este tema ver Apéndice, nota N. 2. BUNSEN, vol. I, p. 710. 3. BRYANT, vol. I, p. 10 y vol. IV, p. 152. Bryant supuso que la palabra Alorus venía de Alaur, el dios del fuego. Me inclino a pensar que, según la analogía del nombre dado en la serie, viene de Al-Hor, el dios que quema. Pero el sentido es siempre el mismo. 4. Comúnmente escrito Mulciber (OVIDIO, De art. am, lib. II, v. 562). Pero la c romana era dura. A causa del epíteto Gheber, los parsis o adoradores del fuego en la India, aún son llamados Guebres. 5. OVIDIO, De art. am., ibid. nota. 6. Mitología pagana ilustrada, p. 66. 7. ibid. p. 75.

Lo mismo Nimrod, a pesar de sus rasgos negros y etíopes, tuvo como mujer, Semiramis, la más bella entre todas. La mujer de Vulcano era célebre por sus infidelidades y sus desenfrenos; la mujer de Nimrod tenía la misma conducta 1. 226

Vulcano era la cabeza y el jefe de los Cíclopes, es decir, de los reyes de la llama 2. Nimrod era el jefe de los adoradores del fuego. Vulcano forjaba los rayos que tanta sirvieron para aplastar a los enemigos de los dioses. Nimrod o Nino, en sus guerras contra el rey de Bactriana, parece haber sostenido la lucha de la misma manera. Arnobio nos explica que durante la guerra de Nino contra los bactrianos, la lucha no se hacía con la espada ni con la fuerza física, sino por la magia y por medios tomados de las instrucciones secretas de los caldeos 3. Cuando sabemos que los Cíclopes de la historia, según el historiador Castor, se remontan a los tiempos de Saturno o de Belo, el primer rey de Babilonia 4, cuando vemos que Júpiter (quien era adorado con los mismos caracteres que Nino, el niño) 5 fue ayudado en su lucha contra los Titanes, por los relámpagos deslumbrantes y los truenos de los Cíclopes, tenemos una idea bastante clara de esa artes mágicas tomadas de los misterios caldeos que Nino empleó contra el rey bactriano. Tenemos la prueba que en una época remota, los sacerdotes de los misterios caldeos conocían la composición del fuego formidable de los griegos que ardía bajo el agua y cuyo secreto se perdió 6; ahora bien, no hay la menor duda de que Nimrod para tomar el poder se sirvió de estos secretos científicos o de otros semejantes, que sólo él y sus asociados conocían. 1. Nimrod como rey universal era Khuk-hold, el rey del mundo y como tal llevaba los cuernos de un toro, que eran la representación y además el emblema de su poder. 2. Kuclops, de Khuk, rey y Lhob, llama. La imagen del gran dios se representaba con tres ojos, del cual uno estaba en la frente; de aquí la historia de los Cíclopes con un ojo en la frente. 3. ARNOBIO, lib. I, p. 327, c. I. 4. EUSEBIO, Chronicon, traducción armenia, p. I, p. 81. 5. Ver fig. 35, p. 207. 6. SALVERTÉ, Ciencias ocultas, p. 415.

Desde estos puntos de vista y desde otros que aún debemos examinar, hay una coincidencia exacta entre Vulcano, el dios del fuego de los romanos y Nimrod, el dios del fuego de los babilonios. En cuanto al Vulcano de la antigüedad, comúnmente se representa sólo con su carácter de dios del fuego como agente físico. Pero sobre todo fue con su aspecto figurado, en la purificación y la regeneración de las almas, que el culto del fuego actuó eficazmente en el mundo. El poder, la popularidad, la habilidad de Nimrod tanto como la naturaleza seductora del sistema mismo, le permitieron expandir más allá la mentirosa doctrina. Fue representado con el nombre bien conocido de Faetón 1, como hasta el punto de consumir a todo el mundo o (sin la metáfora poética) de llevar a toda la humanidad al culto del fuego. La predominancia extraordinaria del culto del fuego en las primeras eras del mundo está establecida por leyendas que existen en toda la tierra y por hechos hallados en casi todos los países. Así que en México, los indígenas cuentan que en la antigüedad después de la primera era, el mundo fue completamente consumido por el fuego 2. Como su historia, semejante a la de los egipcios, estaba escrita en jeroglifos, hay que entenderla simbólicamente. En la India hay una leyenda que lleva alo mismo, aunque un poco diferente en la forma. Los brahmanes dicen que en una época muy remota de su historia, uno de los dioses brillaba con un resplandor tan insoportable, que desolaba el universo con sus rayos deslumbrantes, más brillantes que mil mundos 3, que sin otro dios más poderoso que se interpusiera

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y le cortara la cabeza, este esplendor habría llevado a las consecuencias más desastrosas. 1. Faetón es llamado etíope, es decir cusita. Para la explicación de su historia, ver Apéndice, nota O. 2. HUMBOLDT, México, vol. II, p. 21-22. 3. SKANDA PURAN y PADENA PURAN, en KENNEDY, La Mitología Hindú, p.275. En el mito, esta divinidad está representada como la quinta cabeza de Brahma; pero como se dice que esta cabeza al leer los Vedas producidos por las otras cuatro cabezas de Brahma había obtenido el conocimiento que la había vuelto tan intolerablemente altiva, esto muestra que debió ser considerada como de una individualidad distinta.

En las tríadas druídicas de los antiguos bardos de la Gran Bretaña, Hay alusiones obvias al mismo acontecimiento. Dicen que en la antigüedad "se levantó una tormenta de fuego que surcó la tierra hasta el abismo: nadie escapó, excepto el grupo de los elegidos, protegidos en un recinto por una puerta sólida, con el gran patriarca célebre por su integridad 1", es decir, obviamente con Sem, el jefe de los fieles que conservaron su integridad cuando tantos otros "hicieron naufragar en cuanto a la fe y a la buena conciencia". Estas historias se conectan todas en la misma época y muestran así la magnitud de la apostasía. El purgatorio del papado y los fuegos de la víspera de San Juan, que ya examinamos, y muchas otras prácticas que aún se hacen en nuestros días, son otros tantos vestigios de la misma superstición. Sin embargo, hay que remarcar que el gran dragón rojo o la gran serpiente de fuego se representa como estando ante la mujer con la corona de doce estrellas, es decir, la iglesia de Dios, "para devorar a su hijo al momento de nacer". Ahora bien, esto concuerda exactamente con el carácter del gran jefe del sistema del culto del fuego. Nimrod, representante del fuego que devora a que se ofrece en sacrificio víctimas humanas y principalmente niños, era considerado como el gran comedor de niños. Aunque en su primera deificación fue puesto en el lugar de Minos o el niño, naturalmente fue el padre de todos los dioses babilónicos, ya que fue el primer deificado; y, sin embargo, es con este aspecto que generalmente se lo considera en la sucesión 2. Como padre de los dioses, fue llamado Cronos, como ya lo vimos, y cada cual conoce la historia clásica de Cronos; devoraba a sus hijos inmediatamente después de nacer 3. He aquí la analogía que existe entre el modelo y la realidad. 1. DAVIES, Los Druidas, p. 226. 2. Faetón, aunque era el hijo del Sol, es llamado además el Padre de los dioses (LACTANCIO De falsa Religione, lib. I, cap. 5, p. 10). En Egipto, también Vulcano era el padre de los dioses (AMIANO MARCELINO, lib. XVII, cap. IV, p. 163). 3. LEMPRIERE, Saturno.

Este leyenda tiene un sentido más grande y más profundo aún; pero aplicada a Nimrod o al que tiene un cuerno 1, ella recuerda este hecho que, como representante de Moloc o Baal, amaba por encima de todo que se le ofreciera niños en sacrificio sobre su altar. La antigüedad nos provee muchas pruebas de esta triste costumbre: "Los fenicios, dice Eusebio, sacrificaban cada año sus hijos únicos y muy amados a Cronos o Saturno 2." Los habitantes de Rodas además practicaban a menudo la misma costumbre. Diodoro de Sicilio declara que los cartagineses, en una ocasión en que estaban sitiados y po la extrema 228

situación "pensaron que para reparar el error que habían cometido al abandonar la antigua costumbre de Cartago, escogieron al instante doscientos niños de entre las familias más nobles y los sacrificaron públicamente a este dios 3". Tenemos razones para creer que la misma costumbre se estableció en la Gran Bretaña en la época de los druidas. Sabemos que ofrecían sacrificios humanos a sus dioses sanguinarios. Tenemos pruebas de que hacían pasar a sus hijos por el fuego de Moloc y esto hace presumir fuertemente que los ofrecían también en sacrificio, ya que, según Jeremías XXXII, 35, comparado con Jeremías XIX, 5, vemos que estas dos cosas son parte del mismo sistema. El dios adorado por los druidas era Baal, como lo muestran los resplandecientes fuegos de Baal, y el último pasaje citado muestra que se ofrecían niños en sacrificio a Baal. Cuando de este modo se ofrecía "el fruto del cuerpo", era "para el Pecado del alma". Era un principio de la ley mosaica, un principio derivado sin duda de la fe patriarcal, que el sacerdote debe tomar su parte de todo lo que se ofrece en sacrificio para el pecado (Números XVIII, 9-10). Por esto, los sacerdotes de Nimrod o de Baal debían comer sacrificios humanos; es así como Cahna-Bal 4, 1. 2. 3. 4.

Ver fig. 10, p. 53. EUSEBIO, De laud. Constantini, cap. XIII, p. 267. A. C. DIODORO, lib. XX, p. 739-740. La palabra Cahna, el sacerdote, es la forma enfática de Cahn, sacerdote.

el sacerdote de Baal, es en castellano la palabra caníbal para designar al que come carne humana 1. Ahora bien, las antiguas tradiciones cuentan que los apóstatas que se unieron a la rebelión de Nimrod hicieron la guerra a los fieles de entre los hijos de Noé. La fuerza y el número estaban de lado de los adoradores del fuego. Pero Sem y sus fieles tenían con ellos el poder del Espíritu de Dios. Por esto, muchos fueron convencidos de su pecado, detenidos en sus funestos designios y la victoria, ya lo vimos, se declaró a favor de los santos. El poder de Nimrod fue destruido 2, y con él, por un tiempo, el culto al sol y a la serpiente de fuego que se le asociaba. Es exactamente lo que se declara aquí en cuanto al sistema correspondiente a Babilonia: "Y fue lanzado fuera el gran dragón, serpiente de fuego, fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él (Apoc. XII, 9). 1. El historiador Cástor (traducción armenia de EUSEBIO, P. I, p. 31) nos enseña que fue bajo Bel o Belo, es decir Baal, que los cíclopes soñaban; y el escoliasta de Esquilo (nota 3, p. 51), dice que estos Cíclopes eran los hermanos de Cronos, quien era además Bel o Bal. El ojo en la frente muestra que su nombre era primitivamente el del gran dios; porque este ojo en la India y Grecia es el rasgo característico de la divinidad suprema. Los Cíclopes habían sido representantes de este dios, en otras palabras, sacerdotes y sacerdotisas de Baal o Bel Ahora bien, los Cíclopes eran bien conocidos como caníbales: referre ritus cyclopum, es decir, hacer revivir la costumbre de comer carne humana (OVIDIO, Metam., XV, 93, vol. Il, p. 132). 2. Las guerras de los gigantes contra el cielo, mencionadas por los escritores de la antigüedad, primitivamente se habría tratado de esta guerra contra los santos; ya que los hombres sólo pueden hacer la guerra a Dios atacando al pueblo de Dios. Un escritor de la antigüedad, Eupolemo, citado por Eusebio (Praeparatio Evangeli., vol. II, lib. I, cap. 17, p. 19) declara que los constructores de la torre de Babel eran gigantes; esto nos lleva de nuevo a la conclusión a la cual habíamos llegado: en efecto, los poderosos de Nimrod eran los 229

gigantes de la antigüedad (nota 2, p. 86). Epifanio cuenta (vol. I, lib. I, p. 7) que Nimrod era un jefe entre estos gigantes y que con él eran frecuentes la conspiración y la sedición. En consecuencia de esta misma circunstancia, los fieles debieron haber sufrido mucho, ya que se oponían totalmente a sus designios ambiciosos y sacrílegos. Que el reinado de Nimrod se haya terminado por alguna catástrofe terrible, es una conclusión a favor de la cual las pruebas abundan. He aquí un pasaje de Sincelo que confirma la conclusión en cuanto a la naturaleza de la catástrofe; hablando de la construcción de la torre, Sincelo dice (Chronographia, vol. I, p. 77): "Pero Nimrod quería obstinadamente permanecer allí (cuando casi todos los obreros se habían dispersado); no pudieron sacarlo de la torre donde aún tenía el mando de una tropa bastante importante. Parece que dicho esto, la torre derribada por vientos impetuosos, fue sacudida, y con un justo juicio, Dios la destrozó." Aunque este detalle puede ser verdadero, puesto que la torre aún permaneció de pie durante varios siglos, una gran parte de tradición declara que esta torre fue derribada por el viento, lo que nos hace pensar que esta historia, si se la comprende bien, tenía un real significado. Tómela de manera figurada y si usted recuerda que viento significa también el Espíritu de Dios, es muy probable que el sentido sea: este designio audaz y ambicioso mediante el cual, en el lenguaje bíblico, él trataba de subir hasta los cielos y de establecer su morada entre las estrellas, fue abatido por el Espíritu de Dios y es en esta caída en que él encontró la muerte.

Es decir, el jefe del culto del fuego con todos sus asociados y sus subalternos fueron precipitados del poder y de la grandeza en donde se habían elevado. Fue así cuando todos los dioses del Panteón clásico de Grecia huyeron muy temblorosos y se ocultaron ante el furor de sus enemigos 1. Fue así en la India, el día en que Indra, el rey de los dioses, Surya, el rey del sol, Agni, el dios del fuego, en una palabra, toda la multitud derrotada del Olimpo hindú, arrojada del cielo, erró por la tierra 2 o se ocultó en bosques 3, desesperada, y expuesta a morir de hambre 4. Así que Faetón, conduciendo el carro del sol, estuvo a punto de poner el fuego en la tierra y fue humillado por el amo de los dioses y precipitado a la tierra, mientras que sus hermanas, las hijas del sol, se lamentaban por su suerte sin oír ninguna consolación, como las mujeres se lamentaban por Tammuz. Así que, como el lector debe estar preparado para verlo, Vulcano o Molk-Gheber, el dios clásico del fuego, del cielo fue precipitado ignominiosamente, como lo cuenta él mismo en Homero, cuando habla de la cólera del rey del cielo, que, en este ejemplo, debe significar el Dios Altísimo: "Me cogió de los pies y me precipitó lejos del umbral divino, durante todo el día rodaba; y así como el sol se acostaba, yo caía, teniendo apenas un soplo de vida, Lemnos, en donde los sintianos me recogieron y cuidaron de mí 5." Los versos donde Milton relata la misma caída, aunque le dé una aplicación diferente, describen aún más majestuosamente la grandeza de la catástrofe: 1. 2. 3. 4. 5.

OVIDIO, Metam, lib. V, fáb. V. v. 321. Cor. KENNEDY, Mitología Hindú, p. 336. COLEMAN, p. 87. Cor. KENNEDY, Mitología Hindú, p. 350. HOMERO, Ilíada, libro I, v. 750-765.

En la tierra de Ausonio, se lo llama Mulciber; La fábula relata cómo él fue arrojado de lo alto del cielo Derribado por Júpiter en ira,

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Fue lanzado de arriba de las almenas de cristal. De la mañana al mediodía, rodó, del mediodía a la tarde En un día de verano y con el sol acostándose Se desplomó desde el zenit Como una estrella fugaz, En la isla de Lemnos, en el Egeo 1. Estos pasajes muestran de manera sorprendente la caída terrible de MolkGheber o Nimrod, el rey poderoso, cuando repentinamente fue arrojado de lo alto de su poder y perdió a la vez su reino y su vida 2. Ahora bien, hay una alusión evidente a esta caída en el dicterio del profeta Isaías al rey de Babilonia: "¿Cómo has caído de los cielos, oh Lucifer, hijo de la aurora?" El rey babilónico pretendía ser el representante de Nimrod o de Faetón; y el profeta con estas palabras le advirtió que sería precipitado de su alta grandeza de modo tan seguro como del dios al que se invocaba. Según la historia clásica, se dice que Faetón fue consumido por el rayo y, como lo veremos, Esculapio murió también en la misma forma, pero el rayo es simplemente una metáfora que significa la cólera de Dios, en consecuencia de la cual perdió a la vez su vida y su reino. Si se examina la historia y si se descarta la figura, se ve, como ya lo mostramos, que golpeado por la espada 3. 1. El Paraíso perdido, lib. III, v. 738-745. 2. Los poetas griegos hablan de dos caídas de Vulcano. En una fue precipitado por Júpiter, a causa de su rebelión, en la segunda Juno, sobre todo a causa de su deformidad, es decir, de su fealdad (HOMERO, Himno a Apolo, v. 316-318 ¡Cómo se ajusta esto exactamente con la historia de Nimrod! Primero fue personalmente precipitado por la autoridad divina, luego cambiado en efigie por Juno, cuando su estatua fue retirado de los brazos de la reina de los cielos y reemplazado por un más bello niño (p. 107.) 3. p. 95-100. Orfeo, comúnmente representado como destrozado, dice la fábula fue muerto por un relámpago (PAUSANIAS, Bœotica, cap. XXX, p. 768). Cuando Zoroastro murió, pereció fulminado por un relámpago (SUIDAS, vol. I, p. 1133-1134.) Por eso se representaba como encargando a sus compatriotas conservar no su cuerpo, sino sus cenizas, La muerte por consecuencia del rayo es obviamente una simple figura.

Tal es el lenguaje de la profecía y corresponde exactamente al carácter, a las acciones, a la suerte del antiguo modelo. ¿Cómo se relaciona con el sistema análogo? El poder de la Roma imperial pagana, este poder que primero persiguió a la iglesia de Cristo, que colocó sus soldados al rededor de la tumba del Hijo de Dios mismo para devorarlo, si esto hubiera sido posible, cuando resucitaría como primer nacido de entre los muertos 1 para gobernar todas las naciones, ¿podía ser representado como la serpiente de fuego? Nada, en efecto, podía describirlo más exactamente. 1. Pienso que muy pocos lectores adoptaron la opinión de M. Elliott: el hijo de hombre era Constantino el Grande y el día en que el cristianismo se sentó en su persona en el trono de Roma imperial, fue porque el hijo traído al mundo con dolor por la mujer, subió a Dios y a su trono. Cuando Constantino ascendió al trono, la iglesia "fue sacudida un poco" (Daniel, XI, 34) pero su cristianismo era dudoso, ya que nunca vieron los paganos una oposición en él, lo deificaron a muerte (EUTROPIO, X, p. 131-133). Pero ¿hubiera sido mejor?, la descripción del hijo de la mujer es mucho más gloriosa para él o cualquier otro emperador cristiano. El hijo del hombre nacido para gobernar las naciones con una vara de hierro es indiscutiblemente Cristo (Salmos II, 9; Apoc. XIX, 15). Los verdaderos creyentes comparten

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este honor (Apoc. Il, 19). Pero esta prerrogativa sólo pertenece a Cristo, en relación directa con su nacimiento. Cuando Cristo nació en Belén, Herodes se esforzó en hacerlo perecer no por respecto a César sino por temor a que peligraba su propia dignidad como rey de Judea: "Al saberlo, Augusto dijo que era mejor ser el puerco de Herodes que su hijo" (MACROBIO, Saturnalia, lib. II, cap. IV, p. 77. B). Así que, incluso si el intento sanguinario de Herodes era simbolizado por el dragón romano, ¿dónde se ve que el hijo, para escapar de esto, "subió hasta Dios y a su trono"? Además, el Señor Jesús nació en Belén únicamente como "rey de los judíos". Cuando murió la inscripción sobre la cruz indicaba: "He aquí el rey de los judíos". Y Pablo nos dice (Rom. XV, 8) que era el ministro de la circuncisión para la verdad de Dios. Nuestro Señor declara: "No soy enviado, dijo él a la mujer siriofenicia, sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel" y al enviar a los discípulos, he aquí su misión: "Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis". Una vez declarado hijo de Dios con poder por su victoria sobre la tumba, se reveló como el hijo de Dios nacido para gobernar las naciones. Cuando dijo a sus discípulos: "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra; por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones." El Señor hace alusión a este glorioso nacimiento de la tumba y a los dolores de parto de la iglesia en la noche antes de su traición (Juan XVI, 20-22). "De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo. La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo. También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo." ¿Cómo dudar del sentido del símbolo cuando la mujer es presentada de parto y el hijo del hombre fue levantado "hasta Dios y su trono"?

Entre los numerosos señores y las numerosas divinidades adoradas en la ciudad imperial, los dos grandes objetos de culto eran el fuego eterno, que ardía siempre en el templo de Vesta y la serpiente sagrada de Epidauro. En la Roma pagana, este culto del fuego y este culto de la serpiente a veces estaban separados y a veces confundidos, pero ambos ocupaban un gran lugar en la estima de los romanos. El fuego de Vesta era considerado como uno de los principales protectores del imperio. Se decía que fue traído de Troya por Eneas a quien Héctor se lo encargó 1, por eso era conservado con el cuidado más celoso por les vírgenes vestales que, en razón de su cargo, estaban rodeada de los más grandes honores. El templo donde ellas lo cuidaban, dijo Agustín, era el más sagrado y el más honrado de todos los templos de Roma 2. El fuego que era cuidado con tal solicitud y del cual dependían tantos destinos, tenía los mismos caracteres que entre los antiguos babilónicos, adoradores de este elemento. Se lo consideraba como purificador y cada año en el mes de abril, en la época de las Palilia o fiestas de Palas, se hacía pasar por el fuego, para este efecto, a los hombres y al ganado 3. La serpiente de Epidauro que los romanos adoraban tanto como el fuego, era considerada como una divina representación de Esculapio, el hijo del sol 4. Esculapio, representado por la serpiente sagrada, era obviamente otro nombre del gran dios babilonio. Tuvo exactamente la misma suerte que Faetón. Se dice que fue abatido por el rayo por haber querido devolver la vida a los muertos 5. Es obvio que esto jamás podría haber sucedido en un sentido literal y no se hubiera creído con facilidad. Pero si se lo considera en un sentido figurado, esto quiere decir que se creía que daría una nueva vida a los hombres muertos en sus faltas y sus pecados. 1. VIRGILIO, Eneida, lib. II, v. 296-297. 2. AGUSTÍN, De Civitate Dei, lib. III, vol. IX, cap. 28, p. 110. 3. OVIDIO, Fastos, lib. IV, v. 722-743. 232

4. ibid. Metamorfosis, lib. XV, v. 736-745. 5. ibid. y Eneida, lib. VII, v. 769-773.

Ahora bien, es exactamente lo que Faetón se esforzaba en hacer cuando fue derribado por haber incendiado la tierra. Había en el sistema babilónico una muerte simbólica 1 por la cual todos los iniciados debían pasar, antes de haber recibido la nueva vida que estaba implicada en la regeneración y esto para declarar que habían pasado de muerte a vida. Como el hecho de pasar a través del fuego era al mismo tiempo una purificación del pecado y un medio de regeneración, además por haber querido resucitar a los muertos, Faetón fue derribado. Esculapio era el hijo del sol, Faetón también lo era 2. Para simbolizar este parentesco comúnmente se rodeaba de rayos la cabeza de Esculapio 3. Es así como el papa rodea las cabezas de las pretendidas imágenes de Cristo; pero el verdadero origen de este adorno es obvio para todos los que conocen la literatura o el arte romano. He aquí lo que Virgilio dice de Latino: "Sin embargo, los reyes se acercan. Latino se muestra en un pomposo artefacto, en un carro enganchado a cuatro caballos; su frente está ceñida con doce rayos de oro resplandecientes, símbolo del sol, su abuelo 4." Los rayos de oro que rodeaban la cabeza de Esculapio tenían igual significado: lo designaban como el hijo del sol o el sol encarnado. Los rayos de oro, que rodean la cabeza en pinturas y estatuas representantes de Cristo, indicaban a los paganos que se las podían adorar sin temor así como las estatuas de sus divinidades ya conocidas, aunque ellas llevaran un nombre diferente. Ahora bien, Esculapio durante una terrible epidemia fue llamado de Epidauro a Roma. 1. WILKINSON, vol. I, p. 267 y APULEYO, Metam., cap. XI. 2. El nacimiento de Esculapio, según el mito, fue exactamente como el de Baco. Su madre fue quemada por el rayo, y el niño fue salvado del relámpago que la consumió, como Baco fue sacado de las llamas que quemaron a su madre (LEMPRIERE). 3. DYMOCK, sub voce. 4. VIRGILIO, lib. XII, v. 161-164.

El dios, con forma de una gran serpiente, entró en el navío que se había enviado para llevarlo a Roma, y, habiendo llegado sano y salvo al Tíber, fue solemnemente consagrado como dios protector de los romanos 1. Desde ese día, en particular como entre el pueblo, el culto de la serpiente de Epidauro, la serpiente que representaba al sol como divinidad encarnada, en otras palabras, de la serpiente de fuego se hizo casi universal. En casi todas las casas se encontraba la serpiente sagrada, que era de una especie inocente. Estas serpientes anidaban cerca de los altares domésticos, dice el autor de los Pompeyanos: se paseaban como gatos o perros para hacerse acariciar por las visitas y les venían a pedir de comer. E incluso, en la mesa (si podemos remitirnos a pasajes aislados) se deslizaban entre las copas de los comensales y cuando hacía calor, las damas las usaban como boas vivientes y para sentir la frescura se las enrollaban alrededor del cuello. Estos animales sagrados hacían la guerra a las ratas y a los ratones y así al destruir una gran cantidad; pero como su vida era sagrada y nadie les hacía daño, se multiplicaban tan rápido, que se convirtieron, como los monos de Benarés, en una insoportable ralea.

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Para deshacerse de esto, el único medio eran los fuegos que se hacían en Roma a menudo 2.

Fig. 53 1. LACTANCIO, De Origine Erroris, p. 82 2. Los Pompeyanos, vol. II, p. 114-115.

El lector verá (fîg. 53) la representación del culto romano del fuego y del culto de la serpiente a la vez distinto y unido 1. No puedo explicar aquí la razón de la doble representación de este dios; pero es obvio según los pasajes de Virgilio ya citados, que las figuras de la parte superior con las cabezas rodeadas de rayos representan al dios del fuego o la divinidad del sol; y lo que es digno de remarque, es que estos dioses del fuego son negros 2 (fig. 54). Este color así los identifica con el Faetón etíope, negro; mientras que (el mismo autor de los Pompeyanos lo admite) estos mismos dioses del fuego son representados en la parte inferior con enormes serpientes.

Fig. 54 En India, se representa al niño Crisna (llamada enfáticamente dios negro) en los brazos de la diosa Devaki con cabello crespo y rasgos propios de negro o de raza africana. 1. Los Pompeyanos, vol. II, p. 105. 234

2. Todas las figuras de estos grabados (las de MAZOI) son negras. (Los Pompeyanos, vol. II, p. 106).

Ahora bien, si este culto de la serpiente sagrada del sol, el gran dios del fuego, estaba tan esparcido en Roma, ¡cuál otro símbolo como la gran serpiente de fuego podría describir más exactamente el poder de la Roma pagana imperial! En este punto era obvio que el estandarte imperial mismo, el estandarte del emperador pagano de Roma, del Pontifex Maximus, el jefe del gran sistema del culto del fuego y del culto de la serpiente, estaba en lo alto de una gran estaca una serpiente colorida de manera de mostrarla como el símbolo irrefutable del culto del fuego 1. A medida que el cristianismo se esparció en el imperio romano, terminaron por enfrentarse los poderes de la luz y de las tinieblas (Apoc. XII, 7-9). "Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él." La gran serpiente de fuego fue precipitada cuando por el decreto de Graciano, el paganismo fue abolido en todo el imperio romano, cuando los fuego de Vesta fueron apagados y los bienes de las vestales confiscados, cuando el emperador romano (que profesando el cristianismo durante más de un siglo y medio, había sido Pontifex Maximus, el jefe mismo de la idolatría romana, y como tal, se mostraba investido de todos los emblemas idólatras del paganismo), que obedeció el impulso de su conciencia, abolió sus propias funciones 2. Si Nimrod fue personalmente y literalmente llevado a la muerte por la espada, fue por la espada del Espíritu que Sem destruyó el sistema del culto del fuego y sometió de tal manera los corazones que por un tiempo este culto fue totalmente destruido. Así que el Dragón de fuego en el imperio romano fue mortalmente golpeado con una espada, con la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. Hay una analogía profunda y real entre el símbolo y el sistema que le corresponde. 1. AMIANO MARCELINO, lib. XVI, cap. 12. p. 145. Ver Apéndice, nota P. 2. ZÓSIMO, Hist., lib. IV, p. 761.

Pero la analogía no se detiene allí. Al examinar a fondo los anales de la historia, se advierte que cuando el jefe de la idolatría pagana de Roma fue golpeado con la espada por la abolición del oficio de Pontifex Maximus, el último Pontifex Maximus de Roma era el representante único y legítimo de su sistema idólatra, entonces en existencia. Para aclarar esto es necesario echar un rápido vistazo a la historia romana. De acuerdo con toda la tierra, Roma, en una época prehistórica muy remota, bebió mucho de la copa de oro de Babilonia. Pero más que todas las otras naciones, ella tuvo con la idolatría de Babilonia lazos que la ubicaron en una posición excepcional. Mucho antes de Rómulo, un representante del Mesías babilónico, llamado por su nombre, estableció su templo como dios y su palacio como rey sobre una de las alturas que fueron encerradas dentro de los muros de la ciudad que debían fundar Remo y su hermano. Fue sobre el monte Capitolino, tan famoso más tarde por

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ser la sede principal del culto romano, que Saturnia o la ciudad de Saturno, la gran diosa caldea, fue edificada en una época de una antigüedad oscura y muy remota 1. Sobrevino una revolución; las imágenes esculpidas de Babilonia fueron destruidas; formalmente se prohibió levantar ídolos 2, y cuando los dos gemelos fundadores de la ciudad tan famosa levantaron sus humildes murallas, la ciudad y el palacio de su predecesor babilónico estaban desde hace mucho tiempo tirados en ruinas. Virgilio describe el estado de esta ciudad sagrada incluso en la época remota de Evandro, habla del tiempo en que se dice que Eneas visitó a este antiguo rey de Italia: "Estas dos ciudades, cuyos muros ustedes ven derribados son los restos de los monumentos de nuestros antiguos héroes: una fue edificada por Jano y la otra por Saturno, ésta se llamaba Saturnia, aquella Janícula 3." 1. AURELIO VÍCTOR, Origo Gent. Roman, cap. 8. 2. PLUTARCO (Hist. Numœ, vol. I, p. 65), dice que Numa prohibió hacer estatuas y que durante 170 años después de la fundación de Roma, no se permitió ninguno en los templos de Roma. 3. Eneida, lib. VIII, v. 355-359.

El golpe mortal así dado al sistema caldeo debía, sin embargo, sanar. Una colonia etrusca estrechamente ligada a la idolatría caldea emigró, unos dicen de Asia Menor, otros de Grecia, y se asentó cerca de Roma 1. Estos etruscos fueron más tarde incorporados al estado romano, pero mucho tiempo antes de esta unión política ejercieron una poderosa influencia sobre la religión romana. Desde el primer, día los guiaron a la adivinación, a las predicciones y a toda su ciencia real o pretendida, cuyos augures y adivinos declaraban tener el monopolio, inspiraron en los romanos el más grande respeto. Todo el mundo está de acuerdo en reconocer que los romanos en gran parte tomaron de los toscanos 2, es decir, los habitantes de Etruria, su conocimiento de los augures, que ocupaban un lugar tan importante en todas sus empresas públicas. En un principio sólo los nativos de ese país sólo tenían el derecho de ejercer el oficio de Aruspex, que concernía a todos los ritos esencialmente comprendidos en el sacrificio 3. Luego guerras y disputas se suscitaron entre los romanos y los etruscos; pero, sin embargo, los más distinguidos de entre los jóvenes nobles de Roma fueron enviados a Etruria para ser instruidos en la ciencia sagrada que allí florecía 4. Por esto, gracias a la influencia de los hombres cuyo espíritu era moldeado por los que aún permanecían atados al antiguo culto de los ídolos, los romanos fueron llevados en gran parte a esta idolatría que habían repudiado y rechazado en otro tiempo. 1. DIONISIO HALICAR., vol. I, p. 22. Sir W. BETHAM (Etruria Céltica, vol. I, p.47) pretende que los etruscos tenían a Libia como origen; pero LAYARD (Nínive y Babilonia, cap. XXIV, p. 563) parece haber sanjado la cuestión; les da el Oriente como origen, o al menos dice que tenían con el Oriente un estrecho parentesco. 2. KENNETT, Antigüedades, P. II, lib. II, cap. 3, p. 67 y ADAM. Antigüedades, Los ministerios de la religión, p. 255. 3. KENNETT, Antigüedades, lib. II, cap. 4, p. 69. 4. CICÉRON, De Divinatione, lib. III, vol. III, cap. 41, p. 34-35.

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Aunque Numa, sin embargo, al erigir su sistema religioso, se dejara guiar por el sentimiento que dominaba entonces y prohibie-ra el culto de imágenes, no obstante, en consecuencia de la alianza existente entre Roma y Etruria para las cosas sagradas, todo se puso en obra para hacer desaparecer totalmente esta prohibición. El colegio de pontífices cuyos fundamentos puso 1, con el tiempo se convierte esencialmente en un colegio etrusco y el soberano pontífice, que presidía este colegio y controlaba todos los ritos religiosos públicos o privados del pueblo romano en todos los puntos esenciales, espíritu y en realidad se convierte en un pontífice etrusco. Sin embargo, el soberano pontífice de Roma, incluso cuando la idolatría fue absorbida en el sistema romano, sólo era un retoño del gran sistema babilónico primitivo. Era un adorador devoto del dios babilónico, Pero este no era el representante legítimo de este dios. El verdadero pontífice babilónico tenía su sede fuera de los límites del imperio romano. Esta sede, después de la muerte de Belsasar y la expulsión de Babilonia del clero caldeo por los reyes medos y persas, estuvo en Pérgamo, donde fue más tarde una de las siete iglesias de Asia 2. Aquí se mantuvo, durante siglos, la sede de Satanás (Apoc. II, 13). Estaba bajo la protección de los reyes deificados de Pérgamo 3, su morada preferida. Allí se celebró el culto de Esculapio en la forma de serpiente, con orgias y excesos increíbles, mientras que por otra parte había en estas orgias una cierta mesura. 1. TITO LIVIO, lib. IV, vol. I, cap. 4, p. 260. 2. BARKER y AINSWORTH, Lares y Penates de la Cilicia, cap. VIII, p. 232. Barker dice: "Los caldeos derrotados huyeron a Asia Menor y fijaron su principal colegio en Pérgamo." La Frigia, tan célebre por el culto de Cibeles, formaba parte del reino de Pérgamo como Misia y los misios, según la Crónica Pascual (vol. I, p. 10), descendían de Nimrod. He aquí estas palabras: "Nebrod, el cazador y gigante, de donde descendendían los misios." Lidia (ver SMITH, Dicc. clás., p. 512), de donde además venían los etruscos, según Tito Livio y Heródoto, formaba parte de este mismo reino. 3. Los reyes de Pérgamo, en donde los magos caldeos encontraron asilo, obviamente eran colocados por ellos y por la unánime voz del paganismo que simpatizaba con ellos, en la silla vacía que Belsasar y sus sucesores habían ocupado. Eran proclamados como los representantes del dios babilónico. Pausanias cita primero las palabras siguientes de un oráculo de la profetisa Faenis, a propósito de los galos (lib. X, Phocica, cap. 15, p. 233): "Pero la divinidad afligirá aún más seriamente a los que habitan cerca del mar. Sin embargo, poco después, Júpiter les enviará un defensor, el hijo bien amado de un toro criado por Júpiter quien traerá la destrucción a toda la Galia." Luego hace este comentario: Faenis, en este oráculo, quiere decir que este hijo de un toro es Atalo, rey de Pérgarmo, que el oráculo de Apolo llamaba Tauro Keron o el que tiene cuernos de toro (ibid.). Este título prueba que Atalo, en cuyas posesiones los magos tenían sus principales sedes, fue establecido y reconocido con el carácter mismo de Baco, jefe de los magos. Así que la silla vacante de Belsasar fue ocupada y la cadena rota de la sucesión caldea renovada.

Primero, el pontífice romano no tenía ninguna relación con Pérgamo y su jerarquía, pero con el tiempo, el pontificado de Roma y el de Pérgamo se relacionaron. Se convirtió en una parte y una dependencia del imperio romano Pérgamo misma, cuando Atalo, el último de sus reyes, dejó al morir, en su testamento, todas sus posesiones al pueblo romano, 133 AC. 1. Algún tiempo después, el reino de Pérgamo se combinó con las provincias romanas y nadie se habría atrevido, abiertamente, con propósito deliberado, a pretender la dignidad 237

inherente al viejo título de los reyes de Pérgamo. Los poderes originales de los mismos pontífices romanos parecen haber disminuido en esta época 2; sino cuando Julio César que había sido ya elegido pontífice supremo 3, además se convirtió, como emperador, en el jefe civil supremo de los romanos, desde entonces, como él era la cabeza del estado romano y la cabeza de la religión romana, fue investido con todos los poderes y con todas las funciones del verdadero y legítimo pontífice babilónico, y se encontró en una posición en donde podía reivindicar todos estos poderes. Es cuando parece haber pretendido la dignidad divina de Atalo y el reino que este rey había legado a los romanos, como teniendo derecho naturalmente; ya que su lema bien conocido "Venus Genitrix" significaba que Venus era la madre de la raza de Julio, parece haber intentado hacer de él el hijo de la gran diosa; ya que es así como se consideraba a Atalo, con la cabeza de toro 4. 1. SMITH, Diccion, clásico, p. 542. 2. NIEBUHR, vol. III, p. 27. 3. DYMOCK, sub voce, Julius Cæsai, p. 460, c. I. 4. La deificación de los emperadores que se sucedieron desde el Divus Julius o el Julio divinizado sólo se puede explicar sino porque los emperadores representaban a Atalo con los cuernos de toro como pontífice y soberano.

Entonces en ciertas ocasiones, en el ejercicio de su gran oficio pontificio, en todo el esplendor de su costumbre babilónica se mostraba solemnemente, como lo habría hecho el mismo Balsasar con una vestimenta escarlata 1, llevando el báculo de Nimrod, la mitra de Dagon y las llaves de Jano y de Cibeles 2. Las cosas iban así, como ya lo vimos, incluso con los supuestos emperadores cristianos que nombraron a un pagano para proteger su conciencia y para reemplazarlos en el cumplimiento de las funciones pontificales más abiertamente idólatras (ese reemplazo, sin embargo, actuaba en su nombre y con su autoridad) hasta el reinado de Graciano quien fue el primero que rehusó, así como lo muestra Gibbon, hacerse cargo de semejante pontífice idólatra o actuar como Pontifex 3. Según todo esto es obvio que cuando el paganismo fue abolido en el imperio romano, cuando el oficio de Pontifex Maximus fue suprimido y cuando todos los dignitarios del paganismo fueron derribados de su trono que aún tenían en cierto modo el permiso de conservar, no fue simplemente la caída del dragón de fuego de Roma, sino ¡la caída del dragón de fuego de Babilonia! Era el nuevo cumplimiento, en un sentido simbólico, respecto del verdadero y legítimo sucesor de Nimrod, de lo que le había sucedido a él, cuando la profundidad de su caída hizo dar esta exclamación: "¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!" 1. El vestido de escarlata o púrpura era el vestido de honor, en la época de Balsasar (Dan. V, 7, 29). 2. El lector verá consultando a TAYLOR, Nota acerca del Himno Órfico a Plutón, en donde este dios es llamado el guardián de las llaves y la llave era uno de los símbolos empleados en los Misterios. Ahora bien, el pontífice o hierofante, estaba revestido y adornado de símbolos del gran creador del mundo que en esos misterios era considerado como el substituto (MAURICE, Antigüedades, vol. III, p. 356). El dios primitivo o creador era místicamente representado como Andrógino, es decir, combinando en su persona los dos sexos (ibid. vol. V, p. 933); era a la vez Jano y Cibeles. Por esto era muy natural que, al revelar los misterios de esta diosa misteriosa, el pontífice llevara las llaves de estas dos

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divinidades. Sin embargo, Jano mismo, así como Plutón, era representado muy a menudo con más de una llave. 3. La autoridad de Zósimo ya fue dada por este pasaje. El lector puede ver el mismo hecho en GIBBON, vol. III, p. 397, nota.

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Artículo 2 La bestia que sale del mar El otro gran enemigo señalado en nuestra nota es la bestia que sale del mar (Apoc. XIII, 1). "Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas." Las siete cabezas y los siete cuernos de esta bestia como los del gran dragón, muestran que este poder es esencialmente la misma bestia, pero que ha sufrido un gran cambio. En el mismo sistema de la antigua Babilonia, después del culto del dios del fuego, vino luego el culto del dios del agua o del mar. Como antaño el mundo corría el peligro de ser quemado, ahora corría el peligro de ser tragado. En la historia de México se dice que así fue. Primero, el mundo fue destruido por el fuego, luego fue destruido por el agua 1. La mitología druídica nos ofrece la misma historia: los bardos afirman, en efecto, que la terrible tempestad de fuego que destrozó la tierra, rápidamente fue seguida por el desbordamiento del lago Llion; las aguas del abismo se extendieron e inundaron todo el mundo 2. En Grecia encontramos la misma historia: Diodoro de Sicilia nos explica que en la antigüedad, un monstruo llamado Égida, que vomitaba llamas, apareció en Frigia; de aquí, vino hasta el monte Taurus y el incendio se extendió a todos los bosques hasta en India; luego retrocedió y devoró los bosques del Líbano y se extendió hasta Egipto y África; lo detuvo finalmente Minerva. Los frigios recuerdan claramente este incendio y el diluvio que le siguió 3. Ovidio también hace una alusión muy clara sobre este mismo hecho, es decir, al culto del agua que siguió luego del culto del fuego, en su fábula acerca la metamorfosis de Cygnus (Cisne). 1. HUMBOLDT, Investigaciones, vol. II, p. 21-23. 2. DAVIES, Los Druidas, nota p. 555, comparada con p. 142. 3. DIODORO, lib. III, cap. 4, p. 142.

Nos muestra al rey Cygnus, amigo íntimo de Faetón y, por tanto, adorador del fuego, con odio al fuego por la muerte de su amigo y se consagró al elemento opuesto, el agua, en consecuencia de un sentimiento de temor; por eso fue transformado en cisne 1. El gran diluvio que ocupa un lugar tan extraordinario en la mitología de la India, obviamente tenía un sentido simbólico, aunque aquí la historia de Noé estaba mezclada, en efecto, durante el diluvio, los vedas o libros sagrados después de haberse perdido, "fueron hallados por medio del gran dios, en forma de pez. Los vedas se perdieron ciertamente al momento mismo del terrible desastre de los dioses; cuando, según los purans, un gran enemigo de estos dioses, llamado Durgu, abolió todas las ceremonias religiosas: los brahmanes, impulsados por el temor, abandonaron la lectura del veda, el fuego perdió su virtud y las estrellas aterradas desaparecieron 2; en otras palabras, fue durante la idolatría, cuando se suprimieron el culto del fuego y el culto del ejército del cielo. Si volvemos a Babilonia, encontramos los mismos relatos. Beroso nos dice que el diluvio sobrevino después de la época de Alasrus, el dios del fuego, es decir Nimrod, lo que muestra claramente que, aquí también, el diluvio era simbólico. Ahora bien, Dagon, el dios pez o el dios del mar, salió de este diluvio. El origen del culto de Dagon, como nos lo muestra Beroso, se basaba en una leyenda: en una época muy remota, se decía, una bestia llamada Oannes salió del Mar Rojo o del Golfo Pérsico. Esta bestia,

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mitad hombre, mitad pez, civilizó a los babilonios, les enseñó las artes y las ciencias, y los instruyó la política y la religión 3. 1. Ille relicto Imperio, ripas virides, amnemque querelis Eridanum implerat, silvamque sororibus auctam, nec se cœloque Jovique Credit, ut injuste missi memor ignis ab illo, Stagna petit, patulosque lacus; ignemque perosus, Quæ colat, elegit contraria flumina flammis. Metam., lib. II, v. 369-380, vol. III, p. 88-89. "colat" significa adorar o habitar. 2. COLEMAN, Mitología Hindú, p. 89. 3. BEROSO, lib. I, p. 48.

El culto de Dagon fue introducido por las mismas personas (excepto Nimrod, por supuesto) que ya habían conducido al mundo al culto del fuego. En los misterios secretos que entonces fueron establecidos, mientras que primero profesaban sin duda la más viva antipatía para el culto proscrito, trataron de recobrar su influencia y su poder al representar las escenas terribles del diluvio en las que se puso a Noé el nombre de Dagon o dios pez; toda la familia humana, en razón misma de la naturaleza de este acontecimiento y además del parentesco común de todos con el segundo padre de la raza humana, no podía dejar por esto de tener un poderoso interés. Los elaboradores de estos misterios comprendieron que si podían sólo traer de nuevo a los hombres a la idolatría de cualquier forma, podrían pronto desarrollarla bastante para restablecer este mismo sistema que ya había sido derribado. Es así como habiéndose preparado el camino, Tammuz fue introducido con el carácter de un hombre que había sacrificado su vida por el bien de la humanidad. Se distinguió entre las buenas y las malas serpientes, unas que eran representadas como las serpientes de Agatodemon o la Divinidad del Bien y las otras como las serpientes del Cacodemon o la Divinidad del Mal 1. Desde entonces fue fácil llevar poco a poco los hombres a creer que a pesar de toda apariencia por el contrario, Tammuz, en lugar de ser el amo del culto de la serpiente en un mal sentido, era en realidad el gran enemigo de Apofis o la gran serpiente malvada que tenía envidia de la felicidad de la humanidad y que era realmente la simiente de la mujer destinada a destrozar la cabeza de la serpiente. Por medio de la metempsícosis, fue fácil identificar a Nimrod y Noé 1. WILKINSON, vol. IV. p. 239, 412 y vol. V, p. 243. En Egipto, el Ureo o Cerasta era la serpiente buena y Apofis, la malvada.

y hacer ver que el gran patriarca, en la persona de su descendiente favorito, había graciosamente consentido en encarnarse de nuevo en Dagon, a fin de restituir a la humanidad los beneficios que perdió cuando Nimrod fue muerto. Es cierto que Dagon era adorado en los misterios caldeos, en todos los lugares donde fueron establecidos con un carácter que representaba a uno y a otro 1. En el primer sistema, el fuego era el gran medio de purificación. Ahora era el agua. Entonces comenzó la doctrina de la regeneración mediante el bautismo, unido, como ya lo vimos, al hecho de que Noé pasó a través de las aguas del diluvio. Entonces comenzó el respeto para las fuentes santas, los lagos santos, los ríos santos, respeto que encontramos en todos los países; se ven vestigios de

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esto no sólo entre los parsis que, junto con el fuego, adoran también al Zereparankard o mar Caspio 2, entre los hindúes que rinden un culto a las aguas purificadoras del Ganges y estiman que el gran pasaporte para el cielo es sepultar sus parientes bajo sus olas; sino en nuestros días vemos este respeto universalmente extendido en la católica Irlanda; aquí se reverencian las fuentes sagradas; se hacen peregrinajes anuales a Lough Dergh, para purificarse del pecado en sus aguas benditas; esta costumbre obviamente aún existe en la misma Inglaterra, en esta superstición popular respecto de las hadas que aparece en este verso bien conocido de Burns: "Atraviesan la corriente límpida." He aquí en cuanto al culto del agua. Sin embargo, luego se le asoció de nuevo el antiguo culto del fuego. En los misterios se unían los dos modos de purificación. Aunque el agua del bautismo fue considerada como que tenía una virtud regeneradora, la purificación a través del fuego era considerada como indispensable 3 y mucho tiempo después de que se hubiera establecido la regeneración bautismal, aún se hacía pasar los niños por el fuego de Moloc. 1. DAVIES, Los Druidas, p. 180. Davies identifica a Noé y a Baco. 2. WILSON, La religión Persa, p. 192, 251-252, 262, 305. 3. Tammuz, otro nombre de Nimrod, equivalente de Alorus, dios del fuego, viene de tam, hacerse perfecto y muz, fuego. Es en el sentido del fuego que se hace perfecto y con el carácter de Nirnrod que refleja este pasaje de Zoroastro: "Todas las cosas son el producto de un único fuego. El padre hizo todo y entregó todo al segundo espíritu que todas las naciones llaman el primero." Todo viene del fuego, por esto fue llamado "quien hace todas las cosas perfectas". El segundo espíritu es el niño que desplazó la estatua de Nimrod como objeto de culto. La acción de Nimrod es indispensable, de aquí el fuego del purgatorio que hace a los hombres perfectos y los libera de sus pecados.

Esta doble purificación por el fuego y por el agua era practicada en México entre los seguidores de Wodan 1. Esta doble purificación estaba además en práctica entre los antiguos paganos de Roma 2 y con el tiempo, casi en el mundo entero, el doble culto del fuego y de la serpiente de Nimrod, que había sido derribado, fue reemplazado con una nueva forma en todas sus antiguas e incluso nuevas abominaciones. 1. HUMBOLDT, Investigaciones, vol. I, p. 185. 2. OVIDIO, Fastos, lib. IV, v. 794-795. Yo he experimentado un vivo interés en descubrir en Ovidio esta afirmación expresa que en su tiempo se creía en Roma que la purificación por el fuego venía del culto del fuego de Adón o Tammuz, y que la purificación a través del agua venía del diluvio del tiempo de Noé. Una inducción rigurosa ya había llevado a esta exactitud. Después de haber indicado varias razones curiosas de esta doble purificación, Ovidio concluye así: "De mi parte, no creo esto; pero hay quienes hacen remontar uno de estos ritos a Faetón y el otro a Deucalión." Si es que se no encontrara creíble que el culto de Noé estuviera así mezclado en el mundo antiguo con el culto de la ruina de los cielos y de su hijo, yo haré notar lo que pasa en la Italia de nuestros días (en 1856). Se trata del culto mismo de este patriarca y de la reina de los cielos. Las siguientes líneas, proporcionadas por lord John Scott, confirman mis aseveraciones. Se publicó en el Morning Herald, 26 oct. 1856: Plegaria de un arzobispo al patriarca Noé. — El papado en Turín. Durante varios años consecutivos, las vides se han perdido casi totalmente en Toscana, como consecuencia de una enfermedad. El arzobispo de Florencia, deseando detener esta peste, ordenó dirigir plegarias al patriarca Noé: acaba de dar esta carta pastoral que contiene ocho formas de súplica: "¡Santísimo patriarca Noé!, Tú que te has consagrado en tu larga carrera al cultivo de la vid y que has dado a la raza humana este brebaje precioso que apacigua la sed, restituye las fuerzas y vivifica los espíritus, dígnate en echar una mirada a nuestras vides

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que, según tu ejemplo, hemos cultivado hasta hoy; tú las ves languidecer y decaer por esta funesta plaga que antes de la madurez destruye el fruto ¡sin duda ahí está el castigo severo de muchas blasfemias y de enormes pecados de los cuales somos culpables! ¡Ten compasión de nosotros y arrodillado ante el gran trono de Dios, que ha prometido sus hijos los frutos de la tierra, y el trigo y el vino en abundancia, suplícale a nuestro favor! Prométele en nuestro nombre que, con ayuda de arriba, dejaremos nuestros caminos de vicio y de pecado, que ya no abusaremos de sus dones sagrados, y que observaremos escrupulosamente su santa ley y la de nuestra santa madre la iglesia católica, etc." La carta pastoral termina con otra plegaria dirigida a la virgen María: "¡Oh inmaculada María, ve nuestros campos y nuestros viñedos! y si tú crees que merecemos tal favor, deténte, te lo suplicamos, esta terrible herida que nos ha infligido a causa de nuestros pecados, que hace estériles nuestros campos y priva a nuestras vides de los honores de la vendimia!" Esta obra contiene una viñeta que representa al patriarca Noé y una nota del arzobispo que otorga una indulgencia de 40 días a los que recitaron de memoria estas plegarias (El tiempo cristiano). — En presencia de tan grosero paganismo, el noble lord hace notar, con razón que ciertamente este es la vuelta del antiguo mundo y la restauración obvia del culto del antiguo dios Baco.

Ahora bien, este dios del mar, después de haber restablecido sólidamente su culto, después de haber superado todas las formidables oposiciones que se levantaron contra él, fue adorado también como el gran dios de la guerra, éste había muerto para la felicidad de la humanidad, ahora había resucitado y absolutamente invencible. En memoria de esta nueva encarnación, se celebraba en la Roma pagana el 25 de diciembre, mucho más llamado día de Navidad, como el ―natalis invicti solis‖, "el día del nacimiento del sol invicto 1". Vimos además que el verdadero nombre del dios romano de la guerra era precisamente el nombre de Nimrod; ya que Mars y Mavors, ambos nombres bien conocidos del dios romano de la guerra, son obviamente las formas romanas del caldeo Mar o Mavor, el rebelde 2. Tan terrible y tan invencible era Nimrod cuando se mostró de nuevo como Dagon, la bestia que sale del mar. Si el lector consulta Apoc. XIII, 3, 4 verá exactamente lo mismo. "Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?" Tal es, en todos los conceptos, la analogía entre el lenguaje de la profecía y el antiguo modelo babilónico. ¿Hay relaciones entre estos detalles y 1. GIESELER, vol. II, p. 42, nota. 2. Los griegos escogieron para su dios de la guerra, Arioc o Arius, al nieto de Nimrod. CEDRENO, vol. I, p. 28-29.

la historia religiosa del imperio romano después de la caída del antiguo paganismo en este imperio? Sí, en todos los puntos de vista. En cuanto el antiguo paganismo fue legalmente abolido y el fuego eterno de las vestales apagado, la antigua serpiente precipitada del asiento de poder donde estuvo tanto tiempo sentada en seguridad, probó medios más enérgicos para recuperar su influencia y su autoridad. Comprendiendo que no bastaría perseguir al cristianismo para destruir la iglesia simbolizada por la mujer vestida del sol, probó otra manera (Apoc. XII, 15). "Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río." He aquí un símbolo verdaderamente notable. Si allí estaba el dragón de fuego, se esperaría que fuera representado según los mitos populares, como vomitar fuego tras la mujer. ¡Claro que no! No fue este el caso, ¡arrojó de su boca un río de agua! 243

¿Qué significa esto? Como el agua salía de la boca del dragón, esto quiere decir una doctrina y una falsa doctrina naturalmente. Pero ¿hay algo aún más distintivo? Un simple vistazo dado al antiguo símbolo babilónico mostrará que el agua arrojada por la boca de la serpiente debe ser el agua de la regeneración bautismal. Ahora bien, era precisamente en esta época, cuando acabó con el antiguo paganismo y cuando la doctrina de la regeneración bautismal que ya había actuado antes en la iglesia cristiana, amenazaba con extenderse como un diluvio sobre la faz del imperio romano 1. Fue precisamente entonces que nuestro Señor Jesucristo comenzó a ser llamado popularmente Ichthys, es decir el pez 2: es obvio que se lo identificaba así con Dagon. A fines del siglo IV y desde esa época se enseñaba que por el hecho de sumergirse en las fuentes bautismales había nacido de nuevo y emblanquecido como la nieve. Este río no sólo salía de la boca de Satanás, la antigua serpiente, sino además de la boca del que fue más tarde reconocido por los paganos de Roma como la cabeza visible del antiguo paganismo romano. 1. Desde más o menos el 360, hasta la época del emperador Justiniano, hacia el 550, se sabe que esta doctrina fue promulgada y además que terminó por expandirse ampliamente entre los cristianos profesantes. (Ver GIESELER, vol. IX, 2o Período. Culto público, p. 145). 2. AGUSTÍN, De Civitate Dei, lib. XVIII, vol. IX, cap. 23, p. 665.

Como ya lo vimos cuando el culto romano del fuego fue destruido, el oficio de Pontifex Maximus, jefe de paganismo, fue abolido. Esta fue la herida mortal de la cabeza del dragón de fuego Pero en cuanto recibió esta herida, al instante fue sanada. Pocos años después de la abolición del título pagano de Pontifex, se restableció este título y esto por el mismo emperador que lo había abolido. Nuevamente se dio, con todas las ideas paganas que a él se atribuían, al obispo de Roma misma 1. Desde entonces este último fue el agente principal que extendió en la cristiandad primero la funesta doctrina de la regeneración a través del bautismo y enseguida todas las otras doctrinas que derivaban de la antigua Babilonia. Cuando se dio este título pagano al obispo de Roma, este no fue un simple título humano, sino un título al que se unía un poder formidable. Obispos e incluso iglesias metropolitanas extranjeras, en vastas regiones del Occidente, en Galia como en Italia, estaban sometidos a la autoridad del obispo de Roma con este nuevo carácter de Pontifex, en el período en que era escoltado por otros cinco o seis obispos que eran sus consejeros e infligía penas civiles a los que no se sometían a las decisiones pontificales 2. Grande era el peligro para la causa de la verdad y de la justicia cuando tal poder fue otorgado por la autoridad imperial al obispo romano, y esto, a un obispo tan deseoso de entregarse a la propagación de esta falsa doctrina. El peligro era algo formidable y fue maravillosamente preservada de él la verdadera Iglesia, la novia, la esposa del Cordero (y en tanto ella se conservara en los límites del imperio occidental). 1. Codex Theodosianus, lib. XVI, tít. I, leg. 2. Ver además leg. 3. El lector notará que mientras que el obispo de Roma sólo es llamado Pontifex, los jefes de las otras iglesias mencionadas son simplemente llamadas episcopi.

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2. Rescrit de Graciano en respuesta a las demandas del Concilio Romano, en GIESELER, vol. I, 2o período, div. I, cap. 3, La jerarquía en el Occidente, p. 434, nota 12. Ver además BOWER, Dámaso, 278. Para las demandas del concilio romano, ver ibid. vol. I, p.209. Este rescripto era anterior al Codex del cual hablamos, decreto que lleva el nombre de Valentiniano y de Teodosio, así como el de Graciano.

Esta iglesia por un tiempo se salvó del peligro, no sólo por las montañas donde muchos de sus miembros devotos encontraron refugio como Joviniano, Vigilancio, los valdenses y otros que en las regiones salvajes de los Alpes Cotios y en otros países aislados de Europa permanecieron fieles, sino además por una maravillosa intervención de la Providencia divina. En estas palabras encontramos una alusión de esta intervención, (Apoc. XII, 16): "La tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca."¿Qué quiere decir este símbolo de la tierra que abre su boca? En el mundo natural, cuando la tierra abre su boca, hay un terremoto y un terremoto en el lenguaje figurado del Apocalipsis, como cada uno lo sabe, significa precisamente una conmoción política. Ahora bien, si examinamos la historia del período que nos interesa, veremos que el hecho exactamente se ajusta a la profecía; poco después que el obispo de Roma se convirtió en pontífice y como pontífice trabajó tan arduamente para introducir el paganismo en la iglesia, estas convulsiones políticas comenzaron en el imperio romano y no cesaron jamás hasta cuando el tejido de este imperio se dividió y fue hecho pedazos. Sin embargo, el poder espiritual del papado podría haberse establecido firmemente sobre todas las naciones del Occidente mucho antes del día en que lo fue realmente. Es obvio que inmediatamente después que el obispo romano, Dámaso, recibió el poder pontificio, la apostasía predicha respecto del obispo de Roma (I Tim. IV, 3) se desarrolló ampliamente. Fue entonces cuando se prohibió a los hombres casarse 1 y cuando se les ordenó abstenerse de viandas 2. Entonces, con una falsa doctrina de pecado, se inculcó además una falsa santidad; se llevó a creer a los hombres que aquellos que eran bautizados además eran necesariamente regenerados. Si el imperio romano de Occidente hubiera permanecido con un solo dirigente civil que lo hubiera sostenido, el obispo de Roma pronto habría contaminado todas las partes del imperio con la corrupción pagana que se había dado obviamente como misión de propagar. Si se considera la crueldad 3 con la cual Joviniano y todos aquellos que se oponían a las doctrinas paganas relativas al matrimonio y la abstinencia eran tratadas por el pontífice de Roma con el favor del poderío imperial, se verá fácilmente cuán funestas habrían sido las consecuencias por la causa de la verdad en el imperio de Occidente, si este estado de cosas hubiera seguido su curso natural. Pero el poderoso jefe de la iglesia intervino. 1. El celibato del clero fue decretado por Siricio, obispo de Roma, 385 D.C. (GIESELER, vol. I, 2o período, div. I, cap. 4, Monaquismo, vol, II, p. 20 y BOWER, Vida de los papas, vol. I, p. 285). 2. Contra el uso de la vianda y del vino, vea lo que dice en la misma época Jerónimo, el abogado del papado. (JERÓNIMO, ad. Jovin, lib, II, vol. I, p. 360-380). 3. Ver BOWER, Siricio, vol. I, 256.

La revuelta de los godos y el saqueo de Roma por Alarico, en el 410, imprimieron al imperio romano esta sacudida necesaria que terminó hacia el 476 con la destrucción completa y el aniquilamiento del poder imperial. 245

Aunque en consecuencia de la táctica ya inaugurada, el obispo de Roma fue formalmente reconocido por un edicto imperial del 445 como el jefe de todas las iglesias de Occidente, todos los obispos habiendo recibido la orden "de guardar y de observar como una ley todo lo que él le placiera ordenar o decretar 1". No obstante, las convulsiones del imperio y luego la extinción del poder imperial mismo, anularon en gran medida los efectos desastrosos de este edicto. ―La tierra abrió su boca", en otras palabras, la destrucción del imperio romano y su transformación en tantas naciones independientes, fueron un beneficio para la verdadera religión e detuvieron el río de error y de corrupción cuya fuente estaba en Roma para vaciar tan rápido y tan lejos como lo hubiera hecho sin ellas. Cuando tantas diferentes voluntades se restaron a la voluntad única del emperador, en la cual se apoyaba el soberano pontífice, la influencia de este último fue profundamen-te neutralizada. "En estas circunstancias, dice Gieseler, hablando de la influencia de Roma en los diferentes reinos que formó el imperio al dividirse, en estas circunstancias, los papas directamente no podían interponerse en las cuestiones eclesiásticas y sus relaciones con la iglesia establecida del país dependían totalmente de la voluntad real 2." El papado venció finalmente los efectos del terremoto y los reinos de Occidente fueron llevados en este río de error que salió de la boca del dragón. Pero la caída del poder imperial, que desarrollaba tan arduamente el despotismo espiritual de Roma, dio a la verdadera iglesia de Occidente un largo período de libertad relativa que no hubiera obtenido sin esto. Sin los godos y los vándalos sin las convulsiones políticas que acompañaron su invasión, las épocas tenebrosas habrían llegado mucho antes y las tinieblas habrían sido más espesas. Estos pueblos surgieron para castigar una comunión apóstata, pero no para perseguir a los santos del Altísimo, aunque éstos podrían haber sufrido a veces en la angustia común. La mano de la Providencia puede verse claramente en este hecho, que en un momento tan crítico la tierra abrió su boca para socorrer a la mujer. 1. BOWER, vol. II, p.14 2. GIESELER, vol. II; 2o período, div. II, c. 6, Naciones de Germania, p. 157.

Pero volvamos al período memorable en que el título pontifical fue otorgado al obispo de Roma. Las circunstancias en las que este título pagano fue dado al papa Dámaso eran de tal naturaleza que no habrían sido sino una ligera prueba para la fe y para la integridad de un hombre más fiel que él. El paganismo estaba legalmente abolido en el imperio de Occidente, y, sin embargo, aún existía en la ciudad de siete colinas, sobre este punto es que Jerónimo, escritor de Roma en esta época, la llama la cloaca de todas las supersticiones 1. Por eso, mientras que, en todas partes del imperio, el edicto imperial sobre la abolición del paganismo era respetado, en Roma misma, en gran medida era letra muerta. Símaco, prefecto de la ciudad, y las familias patricias más distinguidas, eran fanáticamente, tanto como la mayoría del pueblo, devotas de la antigua religión; por esto, el emperador reconoció que, a pesar de la ley, había que tolerar la idolatría a los romanos. El lector podrá juzgar por las líneas siguientes de Gibbon, hasta qué punto el paganismo aún estaba enraizado en la ciudad imperial, incluso cuando el fuego de Vesta se extinguió y cuando se hubo retirado a las vestales el apoyo del estado: 246

1. Coment, in Epist. ad Galat., IV, 3, tomo III, p. 138, c. I.

"La estatua y el altar de la Victoria fueron retiradas del edificio del Senado; pero el emperador respectó las estatuas de los dioses expuestas a la vista del público; sólo cuatrocientos veinticuatro templos o capillas fueron dejados para satisfacer la devoción del pueblo, y en cada barrio de Roma la delicadeza de los cristianos era agraviada por el humo de los sacrificios ofrecidos a los ídolos 1." - Tal era el poder del paganismo en Roma, incluso cuando el patrocinio del estado le fue retirado, hacia el año 376. Pero transpórtese sólo a cincuenta años más tarde y vea que sucedió. El nombre del paganismo ha desaparecido casi totalmente; hasta este extremo en que el joven Teodosio, en un edicto emitido en el año 423, se expresa con estas palabras: "Los paganos que existen aún, aunque creamos que ya no hay ni uno hoy 2." — Las palabras de Gibbon acerca de este tema son muy notables. Al admitir totalmente que a pesar de las leyes imperiales contra el paganismo, ninguna "condición especial" se imponía a los seguidores que recibían con confianza las fábulas de Ovidio y rechazaban con obstinación los milagros del Evangelio, muestra su sorpresa con la rapidez que los romanos pasaron del paganismo al cristianismo. Dice que la ruina del paganismo (y da como fecha, de 378, año en que el obispo de Roma se hizo pontífice, a 395), la ruina del paganismo en la época de Teodosio es quizás el único ejemplo de la extirpación de una antigua y popular superstición y desde entonces se puede considerarlo como un suceso extraordinario de la historia del espíritu humano. Después de haber hablado de la rápida conversión con el senado añade: "El ejemplo edificante de la familia Aniciana (al abrazar el cristianismo), fue luego seguido por el resto de la nobleza. 1. Declive y caída, cap. XXVII, vol. V, p. 87. 2. Codex Theodosianus, XVI, 10, 22, p. 1625.

Los ciudadanos que vivían de su industria y el populacho que subsistía del erario público, llenaban las iglesias de Letrán y del Vaticano con una multitud incesante de devotos prosélitos. Los decretos del senado que proscribía el culto de los ídolos eran ratificados con el consentimiento general de los romanos; el esplendor del Capitolio fue borrado y los templos desiertos abandonados a la ruina y al menosprecio; Roma se sometió al yugo del Evangelio. La generación que apareció en el mundo después de la promulgación de las leyes imperiales, fue elevada en el seno de la iglesia católica y la caída del paganismo fue tan rápida y, sin embargo, tan dulce, que sólo 28 años después de la muerte de Teodosio (el mayor), el ojo del legislador ya no distinguía vestigios de él 1." — Ahora bien, ¿cómo explicar esta gran y súbita revolución? ¿Circulaba la Palabra de Dios libremente? ¿Era ella glorificada? Entonces ¿qué significa el nuevo aspecto que ahora comienza a tomar la iglesia romana? El paganismo se revela en el interior de la iglesia en la misma proporción que desapareció en el exterior. Las vestimentas paganas de los sacerdotes, las fiestas paganas para el pueblo, las doctrinas y las ideas paganas de toda especie dominan por doquier 2. El testimonio del mismo historiador que habló de manera tan concluyente de la rápida conversión de los romanos a la profesión del Evangelio, no es menos decisivo a este respecto. En su cuadro de la iglesia romana con el título de "Introducción de los ritos paganos", se expresa así: "Como los objetos de 247

religión eran gradualmente rebajados a las necesidades de la imaginación, se introdujeron los ritos y las ceremonias que parecían más poderosamente impresionar los sentidos de la multitud. Si, a comienzos del siglo V, Tertuliano o Lactancio hubieran resucitado de repente para asistir a la fiesta de cualquier santo popular, habrían enmudecido de asombro o indignación ante este profano espectáculo que reemplazó al culto en espíritu y en verdad de una congregación cristiana. 1. Declive y caída, cap. XXVIII, vol. V, p. 90-93, 112. 2. GIESELER, vol. II, p. 40, 45.

He aquí que se abrió ampliamente la puerta de la iglesia. Lo que le sorprende es el humo del incienso, el perfume de las flores, el destello de las lámparas y de los cirios que brillan en pleno medio día: ¿tal luz no es superflua, incluso más, sacrílega 1? Gibbon da detalles más concluyentes aún. ¿Ahora se puede creer que todo esto fue accidental? No; era obviamente el resultado de esta política sin principios cuyos muchos ejemplos proporcionados por el papado vimos a lo largo de nuestras investigaciones 2. El papa Dámaso vio que en una ciudad entregada sólo a la idolatría, si mantenía el Evangelio puro e íntegro, debía llevar la cruz, afrontar el odio, la mala voluntad, "como un buen soldado de Jesucristo resistir la prueba". Además, no podía dejar de ver igualmente, que si al llevar este título, alrededor del cual durante tantos siglos se habían agrupado todas las esperanzas y las pasiones del paganismo, daba razones a sus seguidores para pensar que quería actuar sobre el espíritu original de este título, podía contar con la popularidad, el engrandecimiento y la gloria. ¿Qué alternativa iba a escoger Dámaso? El hombre que entró al obispado de Roma como un salteador y un ladrón sobre los cadáveres de cientos de sus adversarios 3, no podía vacilar sobre la elección debía hacer. El resultado muestra que había actuado con energía y que al tomar el título pagano de pontífice se decidió incluso a sacrificar de verdad para justificar sus pretensiones con este título a los ojos de los paganos, consagrándose como el representante legítimo de su larga serie de pontífices. Es imposible hacer alguna otra suposición. Es obvio además que él y sus sucesores fueron aceptados en esta forma por los paganos, quienes al entrar por multitudes a la iglesia romana y al agruparse alrededor del nuevo pontífice, no cambiaron su credo o su culto, sino trajeron ambos en su persona a la iglesia romana. 1. Declive y caída, cap. XXVIII, vol. V, p. 121, etc. 2. Gibbon lo admite de manera distinta. "Dice él que hay que confesar francamente, que los ministros de la iglesia católica imitaban el modelo profano que estaban tan impacientes de destruir." 3. BOWER, Vida de los papas, vol. I, Dámaso, p. 180-183, inclusivamente.

El lector vio cuán perfecta y completa es la copia del antiguo paganismo babilónico, que, con el patrocinio de los papas, fue introducido a la iglesia romana. Vio que el Dios, adorado por el papado como Hijo del Altísimo, en contra de un mandamiento divino, no es sólo adorado en la forma de imagen, hecha como en la época del paganismo declarado, por el arte y la invención del 248

hombre, sino que se le presta atributos totalmente opuestos a los pertenecientes al Salvador misericordioso: precisamente, estos atributos son los que se prestaban a Moloc, dios del fuego o Ala Mahozim, dios de las fortificaciones. Vio que hacia la época en que el obispo de Roma fue decorado con el título pagano de pontífice el Salvador comenzó a ser llamado Ichthys, el pez que así se identifica con Dagon el dios-pez 1 y que desde entonces, avanzando paso a paso, según como las circunstancias le permitieran, este culto que se introdujo con el nombre de culto de Cristo, era exactamente el culto de esta misma divinidad babilónica con todos sus ritos, sus pompas y sus ceremonias absolutamente como en la antigua Babilonia. Finalmente vio que el soberano pontífice de la pretendida iglesia cristiana de Roma desarrolló tan bien el título que le fue dado hacia fines del siglo IV, que ahora se ha decorado, como lo fue durante siglos, con el mismo nombre blasfemo dado en el principio a los pontífices babilónicos 2. 1. Baco mismo era llamado Ichthys. HESIQUIO, p. 179. 2. Desde la primera edición de esta obra, yo señalaba no poder probar que Graciano haya establecido al papa como Pontifex con autoridad directa sobre los paganos. Hoy aún la pregunta permanece oscura. Me comunicó sus investigaciones el reverendo Booke, de Ceylán: me han hecho vacilar en afirmar que Graciano haya otorgado una autoridad formal al obispo de Roma. Feu M. Jones hace alusión al Apéndice del Códice Teodosiano para probarlo y afirma que las funciones de pontífice estaban en balance entre dos candidatos, uno pagano, Símaco y el otro, el obispo de Roma (Diario. trim. de la Profecía, oct. 1852). Yo pude encontrar esta declaración, pero poner en duda este pasaje tan detallado, es atacar la veracidad del autor. Incluso sin nominación formal de Dámaso, esto se convirtió según el rescripto de Graciano (plenamente auténtico según Gieseler) en la primera autoridad espiritual en el imperio de Occidente. En el año 400, cuando los sacerdotes paganos fueron reconocidos por el emperador como oficiales públicos (Cód. Teod. XII), cayeron bajo la jurisdicción del obispo de Roma, quien sólo zanjaba las cuestiones religiosas. En el texto, yo no hago ninguna alusión a esto, el argumento que es bastante concluyente sin esto.

Ahora bien, si el lector compara las circunstancias en las cuales el papa se ha elevado a tan gran poder y a prerrogativas tan blasfemas con una profecía de Daniel, que, a falta de una verdadera explicación, nunca fue bien comprendida, yo pienso que se verá cómo, en la historia de los papas, esta predicción se ha cumplido literalmente. La predicción de la cual hablo se relaciona con lo que se llama comúnmente el rey voluntario, tal como se describe en Daniel XI, 36, etc. Se piensa generalmente que este rey es un rey que aparece en la época del Evangelio durante la era cristiana, pero se supone que sería un anticristo infiel, oponiéndose no sólo a la verdad, sino al papado mismo y a todo lo que toma el nombre de cristiandad. Pero ahora que se lee la predicción a la luz de los hechos que hemos revisado y se verá en cuánto difiere el caso (v. 36-37): "Y el rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se cumplirá. Del Dios de sus padres no hará caso, ni del amor de las mujeres; ni respetará a dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá." Es así como estas palabras dan una descripción exacta del papado, con su orgullo, con su celibato y su virginidad obligatorios. Pero según el sentido que los comentaristas les han dado, las palabras que siguen jamás han podido concordar o con la teoría según la cual aquí se trata del papa o con cualquier otra. Tradúzcalas literalmente y compárelas con la 249

historia del papado; entonces todo será claro, compatible y armonioso. El profeta inspirado ha declarado que, en la iglesia de Cristo, alguien que se glorificará no sólo aspirará a una gran exaltación, sino incluso la logrará de manera de hacer según su voluntad; y esta voluntad estará totalmente opuesta a todas las leyes divinas y humanas. Ahora, si este rey debe ser un pretendido sucesor del pescador de Galilea, he aquí la pregunta que surge naturalmente: ¿cómo podría tener el medio para alcanzar a tal poder? Las palabras que siguen responden claramente esta pregunta: "Ni respetará a dios alguno 1, porque sobre todo se engrandecerá. Mas honrará en su lugar al dios de las fortalezas, (Ala Mahozim) dios que sus padres no conocieron; lo honrará con oro y plata, con piedras preciosas y con cosas de gran precio. Con un dios ajeno se hará de las fortalezas más inexpugnables, 2 y colmará de honores a los que le reconozcan, y por precio repartirá la tierra." Tal es la profecía. Ahora bien, precisamente es esto lo que hizo el papa. Engrandecerse, tal ha sido siempre el principio del papado y al establecerse era precisamente el dios de las fortalezas que honraba. Es el culto de este dios que él introdujo en la iglesia romana y al actuar así creó la fortaleza misma de su poder de lo que habría sido para él una fuente de debilidad: del paganismo mismo de Roma hizo la ciudadela de su poder. Una vez que se probó que el papa quería adoptar el paganismo con nombres cristianos, los paganos y los sacerdotes paganos se mostraron como sus más fervientes y sus más serios defensores. Y cuando el papa buscó dominar a los cristianos, ¿a qué hombres recomendó?, ¿a qué hombres favoreció para darles acceso a honores y poder? Precisamente a aquellos hombres que eran los más devotos al culto de este dios extraño introducido en la iglesia cristiana. El reconocimiento y el interés personal conspiraron para esta exaltación. Fueron excomulgados y perseguidos Joviniano y todos aquellos que resistieron las ideas y las prácticas paganas 3. 1. No se dice: "él no adorará a ningún dios"; sino que es obvio que: " él no tendrá respeto por ninguno, ya que su propia gloria es su más grande preocupación". 2. Es la misma palabra que más alto expresada como "fortalezas". 3. Gibbon (vol. V, p. 176) declara que fue perseguido y exiliado como enemigo del celibato y de los ayunos decretados por Roma. Ver además BOWER vol. I, p. 256 y MILNER. Historia de la Iglesia, siglo V, vol. II, c. 10, p. 476, nota.

Aquellos que sólo estaban vinculados de corazón con la apostasía (nadie pudo lograrlo entonces sino los verdaderos paganos), obtuvieron favor y ascenso. Estos hombres fueron enviados de Roma en todas direcciones, incluso hasta Inglaterra para reemplazar el paganismo: fueron honrados con títulos magníficos; países les fueron distribuidos y todo esto para acrecentar el beneficio de la sede episcopal y hacer llegar de todas partes al pontífice romano el dinero de san Pedro. Pero se dice incluso que el rey que se glorificaba así honraba a un dios que sus padres no habían conocido, con oro y plata y piedras preciosas. El principio sobre el cual reposa la transubstanciación es obviamente un principio babilónico, pero nada prueba que este principio haya sido aplicado como lo ha sido por el papado. Es cierto, tenemos la prueba de esto, que jamás ningún dios hostia semejante al adorado por el papado, haya sido adorado en la Roma pagana. "¿Qué hombre ha sido jamás suficientemente insensato, dice Cicerón, 250

para convertir el alimento que lo nutre en dios 1?" Cicerón no habría podido hablar así, si el culto de la hostia estuviera establecido en Roma. Pero lo que era demasiado absurdo para los paganos romanos no es absurdo para el papa. Esta hostia está puesta en una caja adornada de plata y de piedra preciosas. Es obvio que este dios desconocido incluso por los padres paganos del papa es honrado hoy por el papa de manera absolutamente conforme a los términos mismos de la profecía. Así que, con todo respeto, cuando el papa fue investido con el título pagano de pontífice y se esforzó en hacer de este título una realidad, él cumplió exactamente la predicción hecha por Daniel hace más de 900 años. Pero volvamos a los símbolos del Apocalipsis. El diluvio de agua salió del hocico del dragón de fuego. El papa al igual que hoy, era, a fines del siglo IV, el único representante de Belsasar o Nimrod sobre la tierra, ya que los paganos lo aceptaron abiertamente como tal. 1. CICERÓN, De Naturâ Deorum, lib. III, vol. II, cap. 16, p. 500.

Por lo tanto, era además el sucesor legítimo del Dragón romano de fuego. Por esto, cuando después de haber recibido el título de pontífice, se puso a propagar la vieja doctrina babilónica de la regeneración a través del bautismo, este fue el cumplimiento formal y directa de esta palabra divina: "Y la serpiente (el gran dragón de fuego) arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río." Es él, ayudado por los que han trabajado con él en este sentido, quien ha preparado el camino para levantar este espantoso despotismo civil y espiritual que comenzó a erigirse en la faz de Europa en 606, cuando a través de convulsiones y conmociones de las naciones agitadas como un mar tempestuoso, el papa de Roma fue hecho obispo universal y los principales reinos de Europa lo reconocieron como el vicario de Cristo sobre la tierra, el único centro de la unidad, la única fuente de estabilidad para sus tronos. Entonces, de su propia voluntad, por su propia iniciativa y con el consentimiento de todo el paganismo romano, fue el representante de Dagon; y como él lleva hoy sobre su cabeza la mitra de Dagon, hay razones para creer que hacía lo mismo entonces 1. ¿Desde entonces puede haber un cumplimiento más exacto de estas palabras (Cap. XIII, 1)?: "Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia." 1. Es a partir de esta época sólo que comenzaron los famosos 1 260 días; ya que, hasta entonces, el papa no se había mostrado como la cabeza de la Bestia de diez cuernos y como la cabeza de la iglesia universal. El lector notará que la bestia ya mencionada aún conserva sus rasgos característicos, aunque estuvo en el mar. Primitivamente la cabeza de la apostasía era Cronos, "el que tiene un cuerno". Aún hoy siempre es Cronos, ya que ella es la bestia de siete cabezas y de diez cuernos.

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Artículo 3 La bestia que sube de la tierra En el cap. XIII de Apoc., v. 11, encontramos los detalles relativos a esta bestia: "Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón." Aunque se menciona esta bestia después de la bestia que sale del mar, no significa que la primera haya existido antes que ésta. La obra que ella hace parece indicar exactamente lo contrario; ya que es por ella que los hombres fueron llevados (v. 12) a adorar la primera bestia después de que fue mortalmente herida; esto muestra claramente que ésta existía antes que la primera. Se la menciona en segundo lugar, porque como ella tiene todos los poderes de la primera bestia y como lleva a todos los hombres a adorarla, no se podía con acierto describirla antes de que la primera apareciera en escena. Ahora bien, en la antigua Caldea, también se tenía el modelo de esta bestia. Era un dios que se llamaba Nebo; en Egipto Nub o Num 1 y entre los romanos Numa, ya que Numa Pompilio el gran rey sacerdote de los romanos ocupaba exactamente el mismo lugar del babilonio Nebo. Entre los etruscos de donde los romanos tomaron la mayor parte de sus ritos, se lo llamaba Tages; y se cuenta en particular a propósito de este Tages, que así como Juan vio salir del mar la bestia de la cual hablamos, así también Tages había nacido repentina y milagrosamente en un surco o un hoyo en la tierra 2. En Egipto, se representaba a este dios con la cabeza y los cuernos de un carnero (fig. 55). En Etruria, parece que se lo hubiera representado de manera más o menos semejante; ya que encontramos en este país un niño divino y maravilloso con cuernos de carnero (fig. 56). 1. En Egipto, especialmente entre las naciones de habla griega, la b egipcia se convierte a menudo en una m. Ver BUNSEN, vol. I, p. 273-274. 2. AMIANO MARCELINO, lib. XXI, cap. I, p. 264.

Fig .55 Al comparar esta figura con lo que se dice en WILKINSON, vol. IV, p. 235,238, se verá que la cabeza de carnero da a esta figura los atributos de Nub, aunque es llamada Almun.

Fig. 56 La figura arriba, y muchos otros detalles que me han servido para confirmar mi demostración, me fueron proporcionados por mi vecino y amigo, el Rev. Peebles Colliston.

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El nombre de Nebo, nombre distintivo de este dios, significa profeta y como tal daba oráculos, practicaba la adivinación, pretendía tener poderes maravillosos y era adepto a la magia. Era un gran hacedor de milagros, respondía exactamente a los términos de la profecía en que se dice (v. 13): "También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres." Ahora bien, el Tages etrusco era precisamente conocido con este carácter; efectivamente se dice que él fue quien enseñó a los romanos la adivinación y toda la superstición y las maravillosas charlatanerías que se relacionan con él 1. Se nos habla hoy de las estatuas que lloran, de señoras que fruncen el ceño y de otros prodigios innumerables, que ocurren a cada instante en la iglesia romana, lo que prueba, se dice, la verdad de tal o cual doctrina del papado: esto era absolutamente lo mismo en el sistema de Babilonia. 1. OVIDIO, Metam., lib. XV, v. 558-559.

¿Hay una forma de fraude piadoso o de santa impostura practicada de día en día a orillas del Tíber, que no tuviera su igual a orillas del Éufrates o en los sistemas derivados de éste? Es muy fácil probarlo: ¿la estatua de la Virgen derrama lágrimas? ¡Lo mismo que las estatuas paganas! Oigan cómo Lucano habla de estos ídolos al corazón sensible y al describir los prodigios que ocurrieron durante las guerras civiles, dice: Las lágrimas derramadas por los dioses protectores de nuestra patria y el sudor que fluía de los Lares, decían las desgracias de la ciudad 1. Virgilio habla además del mismo prodigio: En los templos, el marfil se cubre de lágrimas, y el bronce, de sudor 2. Cuando, en el consulado de Apio Claudio y de Marco Perpenna, Publio Craso fue degollado en una batalla contra Aristónico, la estatua de Apolo en Cumas lloró durante cuatro días sin interrupción 3. Los dioses tenían tanto sus momentos de buen humor como sus arranques de lágrimas. Si Roma estima que el fruncimiento del ceño es una perfección divina para la estatua de la señora, igualmente se admitía que las estatuas paganas hacían en la ocasión un leve gesto. Sabemos que el caso se producía a menudo: Pselo nos dice que, cuando los sacerdotes hacían uso de su poder mágico, las estatuas reían y las lámparas se encendían solas 4. Sin embargo, cuando las estatuas estaban alegres, parecían inspirar otros sentimientos como el gozo a aquellos que las contemplaban. 1. 2. 3. 4.

LUCANO, Civ. Bell, lib. IV, v. 356-357. VIRGILIO, Geórgicas, lib. I, v. 480. AGUSTÍN, De Civitate Dei, lib. III, vol. IX, cap. 11, p. 90. PSELO, Los Demonios, p. 40-41.

Los teurgistas, dice Salverté, hacían aparecer dioses en los aires en medio de un vapor gaseoso, sin ningún fuego. El teúrgo máximo hacía uso sin discusión de un secreto análogo a éste, cuando, en los humos del incienso que quemaba ante la estatua de Hécate, se veía reír la estatua de forma tan natural que aterraba a las espectadores 1. Había días, sin embargo, en que inspiraban otros sentimientos. ¿La estatua de la señora echa una mirada favorable sobre su adorador privilegiado para despacharlo con la seguridad de que su plegaria ha sido escuchada? Esto era así para las estatuas egipcias de Isis. Estaban hechas 253

de tal manera que la diosa podía cambiar de lugar la serpiente de plata que llevaba sobre la frente y hacer una señal de cabeza a quienes supieron hacer su petición de la forma en que le agrada 2. Leemos que los santos de Roma mostraban su poder milagroso al atravesar los ríos o el mar de la manera más extraordinaria. Así que, se dice que San Raimundo fue transportado sobre el mar en su manto 3. El paganismo no le cede ni una jota al romanismo en cuanto a este tema. Se cuenta, en efecto, que un santo budista, Sura Acharya, al visitar su rebaño al oeste del Indo, flotaba encima del agua sobre su manto 4. Los dioses y los grandes sacerdotes del paganismo mostraban incluso más elasticidad. Hay hoy un santo de la iglesia de Roma de alguna parte del continente, con el nombre de san Cupertino; este santo es de tal manera inmaterial, que cuando hacía sus devociones, su cuerpo no podía permanecer en tierra, a pesar de todas las leyes de gravedad, se elevaba a varios metros en el aire. Así que eran el famoso san Francisco de Asís 5, Pedro de Martuna 6 y Francisco de Macerata 7 que vivieron hace algunos siglos. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

ENAPIO, p. 73. JUVENAL, Sátiros, VI, p. 73. NEWMAN, Discursos, 285-287, en BEGG, Manual del papado, p. 93 TODD, La India occidental, p. 277. SALVERTÉ, p. 37. Flores Seraphici, p. 158. ibid., p. 391.

Pero san Cupertino y san Francisco están lejos de ser originales en esta devoción sobre humana. Los sacerdotes y los magos de los misterios caldeos los habían precedido no sólo desde hace siglos, sino desde hace miles de años. Cœlius Rhodigunus dice que según los caldeos, rayos luminosos que emanan del alma penetran a veces el cuerpo de forma divina: desde entonces se eleva por sí mismo sobre la tierra; es lo que ocurría con Zoroastro 1. Los discípulos de Jámblico afirmaban que a menudo vieron el mismo milagro a propósito de su maestro: cuando hacía plegarias, se elevaba a una altura de tres metros sobre la tierra 2. El más grande milagro que Roma se vanagloria de hacer es cuando ella, por repetición de cinco palabras mágicas, pretende hacer descender del cielo el alma, el cuerpo, la sangre y la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, para que esté presente realmente y corporalmente en el sagrario del altar. Los sacerdotes caldeos pretendían tener el mismo poder: a través de sus encantamientos mágicos hacían descender sus divinidades a las estatuas, de manera que su presencia real se manifestara allí visiblemente. Llamaban esto "hacer los dioses 3" y ciertamente es de aquí que viene la palabra blasfema de los sacerdotes del papado: "Tenemos, dicen ellos, el poder de crear nuestro Creador." No tenemos prueba, tanto como yo lo he podido juzgar, de que, en el sistema babilónico, la torta redonda y delgada que es el sacrificio no sangriento de la misa, jamás haya sido considerada sino un símbolo y jamás se haya considerado que se convirtiera en el dios al que representaba. 1. SALVERTÉ, p. 37. La historia de este Francisco de Macerata es el símil exacto de Zoroastro, ya que no sólo se elevo mientras hacía plegarias, sino que su cuerpo se puso al

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mismo tiempo luminoso, "flammam que capiti insidentem", una llama coronaba su cabeza. (Flores Ser, p. 391). 2. ibid. 3. AGUSTÍN, De Civitate Dei, lib. VIII, vol. IX, cap. 26, p. 284, c. 2.

Pero, sin embargo, la doctrina de la transubstanciación es muy obvio esencia de la magia que pretendía a través de algunas palabras poderosas cambiar una substancia en otra o mediante una hábil charlatanería, desaparecer totalmente una sustancia y reemplazarla por una nueva. Además, el papa en la plenitud de su poder toma el derecho de lanzar los rayos de Jehová y de fulminar con una excomunión contra cualquiera que lo ofenda. Reyes y naciones enteras, que creían en su poder, temblaron y se inclinaron ante él, temiendo ser aniquilados por sus rayos espirituales. Los sacerdotes del paganismo pretendían el mismo poder y para consolidar la fe en su poder espiritual, trataron incluso de hacer descender del cielo los rayos materiales, y tenemos razones para creer que lo lograron y que se anticiparon al magnífico descubrimiento del Dr. Franklin 1. Se dice que Numa Pompilio lo intentó con total éxito. Tulio Hostilio, su sucesor, siguiendo su ejemplo, pereció en este intento, golpeado, él y toda su familia, como en nuestros días el profesor Reichmann, por el rayo que se esforzaba en hacer descender 2. Tales eran los poderes maravillosos atribuidos por la Palabra divina a la bestia que salía de la tierra y el antiguo modelo babilónico ya poseía el mismo poder. Ahora bien, en recuerdo del nacimiento del dios que salió de un hoyo de la tierra, los misterios a menudo se celebraban en cuevas subterráneas. Se dice que era el caso en Persia, en donde al igual que Tages había nacido de la tierra, lo mismo Mitra había salido de una gruta de la tierra 3. El mismo Numa de Roma pretendía sacar todas sus revelaciones de la gruta de la ninfa Egeria 4. Los hombres eran primero iniciados en los misterios en estas grutas y mediante signos y milagros hechos ante ellos, restauraron en su forma nueva el culto de este dios después de la muerte de Nimrod. 1. Ver SALVERTÉ, p. 382. 2. SALVERTÉ, p. 383. TITO LIVIO, Historias, lib. I, cap. 31. vol. I, p. 46. PLINIO, lib. XXVIII, p. 684. Los libros del estrusco Tages nos indican los medios empleados para hacer descender el rayo. Numa había añadido comentarios acerca de este tema, que Tulio había mal entendido. De aquí la catástrofe. 3. JUSTINO MÁRTIR, vol. II, p. 193. Es notable que en el ejemplo de Mitra, que nació en una cueva, lo mismo los idólatras del oriente hayan presentado a nuestro Señor como nacido también en una cueva (Ver KITTO, Enciclopedia, vol. I, Belén, p. 372). No hay en la Escritura la más mínima alusión a este hecho. 4. LEMPRIERE.

Así que esta bestia del Apocalipsis que sale de la tierra concuerda en todo con este antiguo dios nacido en un hoyo de la tierra; ya que ninguna otra palabra podría tan exactamente como la del Apocalipsis describir sus acciones (v. 12): "Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada." Esta bestia que hacía maravillas, llamada Nebo o profeta, como profeta de idolatría, era naturalmente el falso profeta. Al comparar este pasaje con Apoc. XIX, 20, vemos a esta bestia que sube de la tierra expresamente llamada con su nombre: "La bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que 255

recibieron la marca de la bestia y habían adorado su imagen." Como era la primera bestia que subía de la tierra y que hacía milagros delante de la primera bestia, esto muestra que la bestia que viene de la tierra es el falso profeta, en otras palabras es Nebo. Si examinamos la historia del imperio romano, además encontramos una concordancia exacta entre el modelo y la correspondiente figura. Cuando la herida mortal del paganismo fue sanada y el antiguo título pagano de pontífice fue restaurado, fue mediante el corrupto clero simbolizado, como se cree generalmente y como esto era muy natural, con la imagen de una bestia con cuernos, como un cordero, según la palabra de Nuestro Señor: "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces." El clero, como corporación, se componía de dos partes, el clero regular y el clero secular, correspondía a los dos cuernos o a los dos poderes de la bestia y reunía además, en una época muy remota, los poderes temporales y espirituales. Los obispos, jefes de este clero, tenían grandes poderes temporales mucho antes de que el papa tuviera su corona temporal. Encontramos la prueba a la vez en Guizot y en Gibbon. Después de haber mostrado que ya antes del siglo V, el clero era no sólo distinto, sino independiente del pueblo, Guizot añade: "El clero cristiano tenía, sin embargo, otra fuente de influencia. Los obispos y los sacerdotes se convirtieron en los principales magistrados municipales. Si abre código o el de Teodosio o el de Justiniano, hallará muchas reglas que remiten los asuntos municipales al clero y a los obispos." Guizot hace varias citas. El extracto siguiente del código de Justiniano basta para mostrar la extensión del poder civil de los obispos. "En cuanto a los asuntos anuales de las ciudades, sea los que conciernen a las rentas comunes de la ciudad, sea que se trate de fondos provenientes de su propiedad común o de los donaciones y legados o de algún otro recurso; sea que se trate de trabajos públicos, de depósitos de provisiones o de acueductos, de la mantención de baños, de puertos o de la construcción de muros o de torres, de la reparación de puentes o de caminos o de procesos en los cuales la ciudad puede estar empeñada para el interés público o privado, ordenamos lo que sigue: el muy piadoso obispo y tres notables elegidos de entre los primeros de la ciudad, se reunirán cada año, examinarán las obras ejecutadas; cuidarán que los que las conducen o que las han conducido las regulen con precisión, les rindan cuentas, y muestren que han cumplido sus obligaciones en la administración de los asuntos, sea que se trate de los monumentos públicos, sea que se trate de sumas gastadas en las provisiones, en los baños o gastos en la mantención de caminos, de acueductos o de cualquier otro trabajo 1." He aquí una lista muy grande de las funciones dejadas a los cuidados espirituales del muy piadoso obispo; pero ni una sola se menciona en la enumeración de los deberes de un obispo, tal como lo hace la Palabra de Dios (I Tim. I, 7; Tito I, 5, 9). ¿Cómo lograron apoderarse de semejante cuantidad de poderes temporales los obispos que en el principio fueron designados sólo para asuntos espirituales? Gibbon nos provee la luz sobre el verdadero origen de lo que Guizot llama "este prodigioso poder". 1. GUIZOT, Histoiia de la Civilización, vol. I, secc. II, p. 36-37.

El autor de "Declive y caída" muestra que poco tiempo después de Constantino, la iglesia (y por consecuencia los sacerdotes, más especialmente, 256

cuando trataron de formar un cuerpo distinto del otro clero) obtuvo un gran poder temporal por el derecho de asilo que pertenecía a los templos paganos y fue transferido por los emperadores a las iglesias cristianas. He aquí sus palabras: "Se permitía a los fugitivos e incluso a los culpables de implorar la justicia o la piedad de la diosa y de sus ministros 1." Así que fueron echados los fundamentos de la intromisión sacerdotal en los derechos de los magistrados civiles, así que el clero fue incitado a apoderarse de los poderes del estado. Así, como lo hace notar justamente el autor de "Roma del siglo XIX", a propósito del derecho de asilo, los altares, por una extraña perversión, protegieron los crímenes mismos que deberían haber hecho desaparecer del mundo 2. Es muy sorprendente en cuánta falsedad se fundaba el poder temporal del papado desde sus orígenes y es una prueba más, después de todas las que se pueden invocar, que la cabeza del sistema romano a la cual todos los obispos están sometido es en verdad ―el inicuo‖ (2 Tes 2:8), predicho en la Escritura como el reconocido jefe del "misterio de iniquidad". Todo este poder temporal vino a las manos de hombres que, diciéndose ministros de Cristo y discípulos del Cordero, sólo buscaban su propio bienestar y para asegurar este bienestar, no dudaron en traicionar la causa de la cual hacían profesión de servir. El poder espiritual que pretendían tener sobre las almas y el poder temporal que obtuvieron sobre los asuntos del mundo, ambos, se empleaban en oposición a la causa de la religión pura y sin mancha. 1. GIBBON, vol. III, cap. 20, p. 287. 2. Roma del siglo XIX, vol. I, p. 246-247.

Primero, los falsos profetas, que seducen a los hombres y al tratar de unir el paganismo con el cristianismo, trabajaron misteriosamente, minando como el topo en la oscuridad y pervirtiendo secretamente a los simples, según la palabra de Pablo: "está en acción el misterio de la iniquidad". Pero pronto hacia el fin del siglo IV, cuando los espíritus estuvieron bien preparados y el estado de las cosas pareció más favorable, los lobos cubiertos con piel de ovejas aparecieron en escena, expusieron poco a poco en el gran día sus prácticas y sus doctrinas secretas y siglo tras siglo, a medida que su poder aumentaba mediante "todas las seducciones de la iniquidad y mediante señales y falsos milagros" engañaron los espíritus de los cristianos mundanos, haciéndoles creer que sus anatemas eran equivalentes a la maldición divina; en otras palabras, les hicieron creer que podían hacer descender fuego del cielo la tierra, y así llevar la tierra y a todos sus habitantes a adorar la bestia cuya herida había sanado 1. Cuando la herida mortal de la bestia pagana fue sanada y la bestia salió del mar, se dice que la bestia que subió de la tierra se convirtió en el ejecutor reconocido, acreditado de la voluntad de la bestia que subía del mar (v. 12) y ejecutaba todo el poder de la primera bestia ante ella, literalmente "en su presencia", bajo sus miradas. Si consideramos que es la primera bestia, la expresión "en su presencia" tiene mucha fuerza. 1. Aunque el papa es el Júpiter Tronante del papado y que fulmina desde el Vaticano como su antecesor desde lo alto del Capitolio, según la leyenda; sin embargo, no es quien hace descender el fuego del cielo sino su clero. Sin su influencia, que enceguece por doquier los espíritus, el rayo papal sólo sería después de todo "bruta fulmina". Pero el símbolo es muy

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exacto cuando atribuye el descenso del fuego desde el cielo a la bestia que sale de la tierra más bien que a la bestia que sube del mar.

La bestia que sube del mar es el pequeño cuerno que tiene ojos como los de un hombre (Dan. VII, 8), es Jano Tuens, Jano que todo lo ve, en otras palabra, el obispo universal o vidente universal, quien de lo alto de su trono en las siete colinas, mediante su sistemadel confesionario, ve y sabe todo lo que se hace hasta los límites más remotos de su vasto dominio. Ahora bien, exactamente fue hacia el tiempo en que el papa se convirtió en el obispo universal, que surgió la costumbre de adornar sistemáticamente a los principales obispos del imperio de Occidente de el sello papal que se llamó palio, dice Gieseler, para simbolizar y fortificar sus lazos con la iglesia de Roma 1. Ese palio, que los obispos llevaban sobre el hombro, era el sello del papa, obligaba a los que la vestían a actuar como funcionarios de Roma y era de su jefe que tomaban su autoridad, estaba bajo su control que lo ejercitaran; por otro lado, este palio era el adorno visible de estos lobos vestidos con piel de ovejas. ¿Qué significado tenía el palio del obispo papal? Era una vestimenta de lana bendita por el papa, tomada de los corderos sagrados que cuidaban las monjas de santa Agnes e hilada por sus santas manos 2. Se daba sólo a quienes el papa quería honrar, finalmente, como lo dijo uno de ellos, "hacerlos entrar en la comunión de nuestro rebaño pastoral 3." Con tal misión, con tal ordenación que tenían del obispo universal, "trabajaron en consecuencia y llevaron a la tierra y a sus habitantes a adorar la bestia que había recibido la herida hecha con una espada y la cual sobrevivió a esto." Fue una parte de la obra predicha. Pero esta bestia en hizo otra tan importante: es la que nos queda por examinar. 1. GIESELER, vol. Il, 2 período, div. 2, secc. 117. Desde el año 501, el obispo de Roma había colocado los fundamentos de la corporación de los obispos al otorgarles el palio, pero es sólo hacia el 602, con la llegada de Focas al trono imperial, que éste hizo del papa un obispo universal y los papas comenzaron a ponerse el palio, es decir, a llevarlo según una pauta establecida y a gran escala. 2. Roma en el siglo XIX, vol. III, p. 214. Hoy, el palio se da sólo a los arzobispos. Según Gieseler, entonces se otorgaba también a los simples obispos. 3. GIESELER, vol. II, El papado, p. 225. En las primeras cartas de los papas, cuando dan el palio, el único rebaño pastoral (uno pastorali ovili) tiene un sentido diferente del único rebaño del cual habla el Señor. Estas cartas señalan la organización episcopal como corporación distinta, independiente de la iglesia pero reposando sobre el papado, lo que se ajusta maravillosamente a la predicción.

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Artículo 4 La imagen de la bestia La bestia que sube de la tierra no conduce sólo al mundo a adorar a la primera bestia, sino (v. 14) ella tiene dominio sobre los habitantes de la tierra, para llevarlos a hacer una imagen de la bestia que, después de haber recibido un golpe mortal de espada; sin embargo, vivía aún. Yo me he preguntado durante muchos años lo que puede significar la imagen de la bestia, pero no he podido encontrar la más mínima satisfacción en ninguna de las soluciones que se han propuesto, hasta el día en que me encontré con una obra modesta pero notable, de la cual ya hablé. Esta obra está intitulada "Interpretación original del Apocalipsis". Es un libro escrito obviamente por un autor que perfectamente está al corriente de la historia del papado: me proveyó enseguida la solución al problema. Para el autor, la imagen de la bestia no es otra más que la virgen madre o la señora 1. A primera vista se puede encontrar la inverosímil solución pero si se la relaciona con la historia religiosa de Caldea, la inverosimilitud desaparece totalmente. Había, en el antiguo paganismo babilónico, una estatua de la Bestia que sube del mar; cuando se sepa lo que era esta estatua, la cuestión, yo creo, estará ya resuelta. Cuando Dagon fue por primera vez expuesto a la adoración, fue representado de muchas formas diferentes y con diferentes caracteres, pero, como el lector ya lo vio, se lo adoraba en forma de niño en brazos de su madre preferentemente. En el curso natural de los acontecimientos, la madre terminó por ser adorada al mismo tiempo que el niño e incluso ella se convirtió en el objeto favorito de este culto. Para justificar esto, como ya lo remarcamos, ciertamente la madre debió ser divinizada y se le atribuyó poderes y prerrogativas divinas. Cualquiera fuera la dignidad, sin embargo, que se consideraba que poseía el hijo, se atribuyó a la madre una dignidad semejante. 1. Interpretación original del Apocalipsis, p. 123.

Cualquiera fuera el nombre con que se honrara al hijo, se dio a la madre un nombre equivalente. El hijo se llamaba Belo, el señor; ella fue llamada Beltis, la señora 1. Él se llamaba Dagon 2, el pez de mar, ella se llamó Derketo, la sirena 3; como dueño del mundo, llevaba cuernos de toro 4; ella, como ya lo vimos, de acuerdo a Sanconiaton, llevaba sobre la cabeza, una cabeza de toro, como emblema de su realeza 5. Como dios sol, se llamaba Beel-Samen 6, el señor del cielo, ella, como diosa de la luna, Melkat-ashemin, la reina del cielo 7. Era adorado en Egipto como el revelador de la bondad y de la verdad 8; ella era adorada en Babilonia con el símbolo de la paloma, como la diosa de la dulzura y de la misericordia 9, la madre con graciosa acogida 10, misericordiosa y compasiva para con los hombres 11. Con el nombre de Mitra, él era adorado como Mesites 12 o el Mediador; ella, como Afrodita o la que apacigua la cólera, era llamada Milita, la Mediadora 13. Él era representado pisando la gran serpiente con su talón 14. 1. 2. 3. 4.

Ver nota 6, p. 36. Ver nota 2, p. 168. KITTO, Enciclopedia, vol. I, p. 251-252. Ver p. 53-60. 259

5. EUSEBIO, Prœpar. Evang., lib. I, vol. I, cap. 10, p. 45. Esta indicación es notable, muestra que los cuernos de la gran diosa estaban destinados a representarla como la imagen expresa de Nino, el hijo. Si ella tuviera sólo cuernos de toro, se podría suponer que esos cuernos estaban sólo destinados a identificarla con la luna. Pero los cuernos de toro muestran que se tenía la intención de representarla como en igual poder que Nimrod o Cronos, el que tiene un cuerno. 6. P. 247 7. Jeremías VII, 8 y PARKHURST, Léxico Hebreo, p. 403-400. 8. Ver p.111 9. Ver p.119 10.Ver p.235. El sentido caldeo de la palabra Amarusia, madre del gracioso consejo, muestra claramente que venía de Babilonia. 11. LUCIO AMPELIO, en BRYANT, vol. III, p. 161. 12. Ver p.291. 13. Ver p.234. 14. Ver p.93

Se la muestra triturando la cabeza de la serpiente con su mano 1. Con el nombre de Jano, él llevaba una llave, era el dios que abre y que cierra las puertas del mundo invisible; ella, con el nombre de Cibeles, tenía una llave semejante como emblema del mismo poder 2. Como el purificador del pecado, él era llamado el dios sin manchas 3; ella además tenía el poder de purificar pecados y aunque era la madre de la raza humana, era llamada la virgen pura e inmaculada 4. Él era representado como el juez de los muertos; ella, representada cerca de él en la silla del juicio en el mundo invisible 5. Se dice que después de haber muerto por la espada se levantó de la tumba 6 y se elevó al cielo 7. Ella también, aunque la historia la haga perecer por la espada en manos de uno de sus hijos 8, según el mito fue, no obstante, transportada al cielo corporalmente por su hijo 9 y se convirtió en Pambasileia, la reina del universo 10. Finalmente para concluir se la conocía entonces con el nombre de Sémele, palabra que, en lengua babilónica, significa estatua 11. Así que, desde todos los puntos de vista, como se vea, ella se convierte en la imagen expresa de esta bestia babilónica "que había sido golpeada por la espada y que, sin embargo, aún vivía". 1. Ver p. 116. 2. TOOKE, El Panteón, p. 153. La llave de Cibeles en la historia esotérica tenía el mismo sentido que la llave de Jano, es lo que sobresale del carácter de Mediadora. 3. Proclo dice: "La pureza indica pues esta trascendencia de Saturno, su unión inmaculada con la inteligible. Estas purezas inmaculadas que él posee, etc. 4. Ver p. 188. 5. WILKINSON, vol. IV, p. 314-315. 6. WILKINSON, vol. IV, p. 190. 7. ibid. p. 256. Ver además, p. 88. 8. MOISES DE CHORENE, lib. I, p. 48: "Ninyas enim occasionem nactus matrem (Semiramida) necavit." Horus como Bel en Babilonia mató a su madre (BUN., P.436). 9. Ver p. 186. 10. Himnos órficos, Himno a Sémele, n°43. 11. Según Apolodoro (lib. III, cap. 5), Baco llamó a su madre Tione, femenino de su nombre Tioneo (OVIDIO, Metam., lib. IV, 13). Tioneo sinónimo de Baco, el que se lamenta, viene del participio pasado de Thu, lamentarse. La Juno romana era conocida como "la Imagen", porque sobre el templo del monte Capitolino estaba la inscripción: "Juno Moneta". Moneta forma enfática de una palabra caldea que significa imagen muestra el verdadero sentido de este nombre: la Moneda estaba depositada en el recinto del templo (SMITH, Juno, p. 358).

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¿Para qué sirve una Moneda sino para acuñar imágenes? De aquí la relación entre Juno y la Moneda.

Después de todo lo que el lector ya vio en este libro, casi no es necesario añadir que ésta es la misma diosa que se adora hoy en la iglesia romana con el nombre de María. Aunque ella tenga el nombre de la madre de nuestro Señor, todos los atributos que se le aplican derivan simplemente de la señora babilónica y nada de la madre de Cristo. No hay ni una sola línea o ni una sola epístola en toda la Biblia que apoye esta idea de que María debe ser adorada, que es el refugio de los pecadores, que es inmaculada, que ha ofrecido una expiación para el pecado cuando ella se encontraba cerca de la cruz y que según Simeón, "una espada le traspasó el alma" o que después de su muerte fuera resucitada para ser elevada a la gloria celeste. Pero todo esto ya se encontraba en el antiguo sistema babilónico y ahora todas estas doctrinas están incorporadas al sistema de Roma.

Fig. 57

Fig. 58

Fig. 57 y 58 La misma manera como se presenta a la señora papal fue tomada de la imagen de la diosa pagana. Comúnmente, el gran dios era representado sentado o de pie en la copa de una flor de loto. En la India, Brahma a menudo está sentado sobre una hoja de loto, que se dice, salió del ombligo de Vichnú. La gran diosa tiene un lecho semejante; también Lakshmi, la madre del Universo, está sentada sobre un loto transportado par una tortuga (a la izquierda). Ahora bien, incluso aquí, el papado ha copiado el modelo pagano: en el Pancarpiurn Marianum, la virgen y el niño están sentados sobre un tulipán (a la derecha).

Se nos muestra el sagrado corazón de María atravesado por una espada, porque, dice la iglesia apóstata, su angustia, durante la crucifixión, fue una expiación tan cierta como la muerte de su hijo. Leemos, en efecto, estas palabras blasfemas en el oficio de devoción adoptado par la cofradía del sagrado corazón: "Ve, devoto adorador, ve al corazón de Jesús, pero que tu camino pase por el corazón de María; la espada de dolor, que le atravesó el alma, te abre un pasaje; entra por la herida que el amor ha hecho 1." Escuchemos además a un defensor de la nueva fe como M. Genoude en Francia, quien dice que María reparó la falta de Eva como nuestro Señor reparó la falta de Adán 2, y otro, el profesor Oswald de Paderborn afirma que María 261

sólo era una criatura humana como nosotros, que ella es la Mujer, como Cristo es el Hombre, que María está presente con él en la eucaristía y que es indiscutible, que según la doctrina de la iglesia acerca de la eucaristía, esta presencia de María en la eucaristía es verdadera y real y no sólo ideal y figurativa 3; además, leemos en el decreto papal de la inmaculada concepción, que la misma señora, herida por una espada, se levantó de entre los muertos, se fue a lo alto y se convirtió en la reina del cielo. Si esto es verdaderamente así, ¿quién puede rehusarse a ver en esta comunión apóstata lo que corresponde exactamente a la confección y al levantamiento en medio de la cristiandad, de una "imagen de la bestia que había sido herida por una espada y que, sin embargo, aún vivía"? 1. Memorias del reverendo Godfrey Massy, p. 91-92. En el Paradisus sponsi et sponsae, por el autor del Pancarpium Marianum, se lee en la página 181 las palabras siguientes, que ilustran un grabado en donde se ve la crucifixión y María al pie de la cruz con una espada en el corazón: Dilectus tuus fîlius carnem, tu vero animam immolasti, immo corpus et animam. "Tu bien amado hijo ha sacrificado su carne; pero tú has sacrificado tu alma; sí, tu alma y tu cuerpo". Esto no hace más que poner el sacrificio de la virgen al mismo nivel de Jesús. ¡Está muy alto! En 1617, era el credo del jesuitismo, hoy no hay por qué no creerlo, es el credo general del papado. 2. Informe misionero de la Iglesia Libre, 1855. 3. ibid.

Al consultar la palabra inspirada se verá que esto debe hacerse en algún acto público y general de la cristiandad apóstata (v. 14). "Diciendo a quienes moran en la tierra, que deberían hacerse una imagen de la bestia, y la hicieron." Ahora bien, hay un hecho importante que observar, es que esto jamás se ha hecho y que esto pudo hacerse sólo en 1854; y la razón obvia, es que hasta entonces jamás la Señora de Roma se había reconocido al combinar todos los caracteres que pertenecen a la imagen babilónica de la bestia. Hasta entonces no se admitía, incluso en Roma, aunque esta mala levadura había fermentado por mucho tiempo y mucho, que María fuera por cierto inmaculada; por esto, ella aún no podía ser el símil exacto de la imagen babilónica. Sin embargo, lo que no se había hecho hasta entonces se hizo en diciembre de 1854. En esta época, obispos de todos los puntos de la cristiandad y de los representantes de todos los extremos de la tierra se reunieron en Roma y fue sólo con cuatro votos de oposición que se decretó que María, la madre de Dios, que estaba muerta, había resucitado y subido al cielo, y debía ser en adelante adorada como "la virgen inmaculada concebida y nacida sin pecado". Aquí fue la elevación formal de la estatua de la bestia y esto con el consentímiento general "de los habitantes de la tierra". La bestia fue glorificada. Pero se dice que la bestia de la tierra da la vida y la voz a la imagen; primero esto quiere decir que ella no tiene ni la vida ni la palabra; sino que gracias a la bestia que sube de la tierra y que tiene a la vez la vida y la palabra, ella puede ser un agente activo del clero papal que la hará hablar exactamente como le place. Desde que esta imagen fue elevada, su voz se hizo oír por todo el papado. En otro tiempo, los decretos eran emitidos, más o menos, en nombre de Cristo. Hoy todo se hace de preferencia en nombre de la virgen inmaculada. Su voz se oye en todas partes, su voz es soberana. Pero hay que remarcarlo,

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cuando ella se hace oír, no es la voz de la gracia y del amor, es la voz de la crueldad y del terror. Los decretos que se emitieron en nombre de la imagen tienen como propósito (v. 17) "prohibir a toda hombre comprar y vender, salvo al que tiene la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre". En el momento que se expone la imagen, vemos formulada esta prohibición. En Austria, por ejemplo, el concordato que siguió de cerca este decreto, no fue otra cosa que esta misma prohibición. Aún no se ha aplicado, por la fuerza de acontecimientos imprevistos, pero si se lo hará, exactamente los resultados serían como se lo predijo. Es decir que, ningún hombre podía vender o comprar en las posesiones austriacas salvo el que tuviera la marca de uno u otro tipo. Y si un concordato tan tiránico viene inmediatamente después del decreto de la inmaculada concepción, esto muestra cuál es el fruto natural 1. Los acontecimientos que sobrevinieron poco después en España mostraron allí también el pujante trabajo de este mismo espíritu de persecución. Durante estos últimos años, la marea del despotismo espiritual pudo parecer detenerse y muchos sin duda han creído que, por lo poco sólido como es el poder temporal y vacilante como parece ser, este poder o sus subordinados ya jamás podrían transformarse en perseguidores. Pero el misterio de iniquidad posee una maravillosa vitalidad y nadie puede predecir cuáles imposibilidades aparentes puede realizar para detener el progreso de la verdad y de la libertad, a pesar de las mejores promesas que el curso de los acontecimientos parezca ofrecer. Cualquiera sea en adelante la suerte del poder temporal de Roma 1, hoy no es tan obvio que no le parecía a muchas personas que la caída del poder espiritual del papado es inminente y que su poder de perseguir definitivamente se desvaneció. 1. Esto fue escrito en 1862. (NdT).

Creo que muchas almas llevadas por el amor y la misericordia divinos, también obedecerán la voz celestial y huirán de esa comunión maldita antes de que las copas de la cólera divina fueran vertidas sobre ella. Pero si interpreté bien este pasaje, resulta que ella debe aún ser más perseguidora que como jamás lo fue y que esta intolerancia que, inmediatamente después de la elevación de la imagen, se manifestó en Austria y en España, se esparcirá incluso en toda Europa, ya que no sólo se dice que la imagen decretaría, sino que causaría la muerte de todos los que no quieran adorar la imagen de la bestia (v. 15). Cuando este momento venga, este será obviamente el momento del cumplimiento de las palabras del versículo 8: "Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo." Es imposible escapar a esta profecía al decir: se refiere a la edad media, se cumplió antes de la venida de Lutero. Pregunto, ¿los habitantes de la tierra habrían elevado la estatua de la bestia antes de los días de Lutero? Ciertamente no. El decreto de la inmaculada concepción es la obra de ayer. La profecía se refiere a nuestros propios 399 días, en el período en la cual la iglesia entre actualmente. En otras palabras, el martirio de los testigos, la gran prueba de los santos está aún por venir 1. 1. Ver Apéndice, nota Q.

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Artículo 5 El nombre de la bestia, el número de su nombre, la cabeza invisible del papado Estando el papa y Dagon ya identificados, esto nos conduce de manera natural y fácil al nombre y al número de la bestia y mediante esta evidencia totalmente nueva se confirma la antigua visión protestante acerca de este tema. Los escritores protestantes han creído en general que este nombre era "Lateinos"; había en efecto muchas probabilidades a favor de esta opinión. Pero, sin embargo, siempre hubo una laguna y se entendió que faltaba algo para poner esta hipótesis a cubierto de todas las dudas. Ahora bien, si consideramos el tema desde un punto de vista babilónico, veremos el nombre y el número de la bestia transmitidos hasta nosotros de tal forma que no falte ninguna prueba en la demostración. Osiris o Nimrod, a quien representa el papa, era llamado con nombres diferentes; pero, como lo hace notar Wilkinson 1, estaba más o menos en la misma posición que su mujer que se apodaba "Myrionymus", la diosa de los diez mil nombres. Entre estos títulos innumerables, ¿cómo reconocer aquel por el cual el Espíritu de Dios lo designa en el lenguaje enigmático que habla del nombre de la bestia y del número de su nombre? Si conocemos el nombre apocalíptico del sistema, esto nos llevará a la cabeza del sistema. El nombre del sistema es Misterio (Apoc. XVII, 5). Tenemos aquí la llave que explica de un golpe el enigma. Ahora sólo tenemos que indagar cuál era el nombre con el cual Nimrod era conocido como dios de las maestrías caldeas. Este nombre, ya lo vimos, era Saturno. Ambas palabras Saturno y Misterio son caldeas y son términos correlativos. 1. Vol. IV, p. 179.

Como Misterio significa el sistema oculto, lo mismo que Saturno significa el dios oculto 1. El dios era revelado a los iniciados: para los demás permanecía oculto. Ahora bien, el nombre de Saturno en caldeo se pronuncia Satur; pero como lo saben todos los que han estudiado el caldeo, se compone sólo de cuatro letras: "Stur". Ahora bien, este nombre da exactamente el apocalíptico número 666: S = 60 T = 400 U= 6 R = 200 666 Si el papa es, como ya lo vimos, el representante legítimo de Saturno, el número del papa, como jefe del Misterio de iniquidad, es precisamente 666. Pero hay más; como ya lo mostramos, parece que el nombre primitivo de Roma misma era Saturnia, la ciudad de Saturno. Esto lo confirman Ovidio 2, Plinio 3, Aurelio Víctor 4. Así que el papa tiene un doble derecho por el nombre y por el número de la bestia. Es el único representante legítimo del Saturno primitivo actualmente en existencia y él reina en la misma ciudad de las siete colinas

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donde reinó antiguamente el Saturno romano; y por su permanencia allí largo tiempo después toda Italia fue llamada con su nombre: la tierra de Saturno. Pero ¿qué relación puede haber en todo esto y el nombre de Lateinos que, se cree en general, era el número de la Bestia? Hay mucho de eso: y tenemos la prueba de que la opinión común está perfectamente bien fundada. 1. En la letanía de la misa, he aquí cómo se enseña a los seguidores a rogar: "Dios misterioso, mi Salvador, ten piedad de nosotros" (McGAVIN, El Protestante, vol. II, p. 79, 1837). ¿De dónde puede venir esta invocación al dios oculto, sino del antiguo culto de Saturno, el dios oculto? Como el papado ha canonizado al dios babilónico con el nombre San Dionisio, el mártir, lo mismo con este nombre Satur, esto está certificado en el calendario: el 29 marzo, en efecto, es la fiesta de San Satur el mártir (CHAMBERS, Libro de los Días, p. 435). 2. Fastos, lib. VI, vol. III, 31-34, p. 342. 3. Hist. natur. lib. III, 5, p. 55. 4. AURELIO VÍCTOR., Origo gentis Roman., cap. 3.

Saturno y Lateinos son exactamente sinónimos y pertenecen también al mismo dios. El lector no ha olvidado los versos de Virgilio donde vemos a Lateinos, de quien los romanos o la raza latina dicen descender, representado con una aureola al rededor de la cabeza para mostrar que era el hijo del Sol 1. Así que es obvio que en la opinión popular el Lateinos primitivo había ocupado la misma posición que Saturno en los misterios donde era adorado además como el renuevo del Sol. Además es obvio que los romanos sabían que el nombre Lateinos quiere decir el oculto, ya que sus antepasados afirman sin invariación que el Lacio recibió su nombre de Saturno quien permaneció allí oculto 2. Si nos basamos en la etimología de las expresiones, incluso según el testimonio de los romanos, Lateinos es equivalente a "el que está oculto", es decir, a Saturno, el dios del Misterio 3. 1. Ver p. 359. 2. OVIDIO, Fastos, lib. I, 238, ver además VIRGILIO, Eneida, lib. VIII, 319. 3. Lacio, Latino (forma romana del griego Lateinos) y Lateo, estar oculto, vienen del caldeo Lat o el oculto, dado tanto a Saturno como al gran dios babilónico. Es además el nombre del pez Latus adorado en la ciudad de Latopolis, en Egipto (WILKINSON, vol. IV, p. 284 y vol. V, p. 253). Otro nombre de Dagon, el dios pez, como Ichthys, el pez, correspondía a Baco. La diosa asiria Atergatis, con su hijo Ichthys, fue arrojada en el lago de Ascalón (VOSSINS, El idólatra lib. I, cap. 22. p. 89 y ATENEO, lib. VIII, cap. 8, p. 346. E). Se puede concluir que el dios sol, Apolo, era conocido con el nombre de Lat. En efecto, su madre-esposa se llamaba Lito en griego o Lato en dorio, femenino de Lat, de aquí Latona, la que se lamenta de Lat. El dios hindú Siva, a veces representado como un niño en brazos de su madre y de igual carácter sanginario de Moloc, es llamado de misma forma (Borrow, Los Bohemios en España, vol. II, P- 113): Esta grotesca estatua, cuyo nombre era Laut, fue encontrada por el valiente Mahmud cuando se apoderó de Somnaut. Como Lat, Latino se empleaba probablemente como sinónimo de Saturno. Virgilio hace de Latino, contemporáneo de Eneas, el tercer descendiente de Saturno: Rex arva Latinus et urbes Jam senior longa placidus in pace regebat. Hune Fauno et Nympha genitum Laurente Maricâ Accipimus, Fauno Picus pater, isque parentem Te, Saturne, refert. Los reyes deificados eran llamados con el nombre de los dioses de los cuales descendían.

Mientras que Saturno es el nombre de la Bestia y contiene el número místico, Lateinos, que contiene el mismo número, es un nombre tan particular y

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distintivo de la misma bestia. El papa, como jefe de la Bestia, es igualmente Lateinos o Saturno, es decir, la cabeza del misterio babilónico. Cuando el papa pide que todos los servicios se celebren en latín, es como si dijera que se deben realizar en el lenguaje del Misterio, y cuando llama a su iglesia, iglesia latina, esto equivale a declarar que es la iglesia del Misterio. Así que, como consecuencia del mismo nombre que el papa eligió, con sus propias manos ha escrito en la frente de la comunión apóstata la designación divina del Apocalipsis: "Misterio, Babilonia la Grande". Así que, por el camino de pura inducción, fuimos conducidos poco a poco hasta descubrir que el número místico 666 está marcado de una manera infalible e indeleble en su propia frente y hasta hallar que el que tiene la sede en las siete colinas de Roma tiene títulos exclusivos e indiscutibles para ser considerado como la cabeza visible de la bestia. El lector, sin embargo, debe haber notado, si observó con cuidado el pasaje que habla del nombre y del número de la bestia del Apocalipsis, que en las expresiones que describen este nombre y este número, hay aún un enigma que es preciso no descuidar. He aquí estas palabras (Apoc. XIII, 18): "El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre." ¿Qué significa esta palabra: el número de la bestia es el número de un hombre? ¿Esto quiere decir simplemente que fue llamado con un nombre llevado ya por otro hombre? Es al menos así como se lo comprendió comúnmente. Pero seguramente nada de esto sería muy distintivo, nada que no pudiera igualmente aplicarse a una muchedumbre de números. Pero compare este lenguaje de los hechos que establecimos y verá qué luz divina brota al instante de esta expresión. Saturno, el dios oculto, el dios de los misterios representado por el papa y cuyos secretos eran revelados sólo a los iniciados, era idéntico a Jano, conocido públicamente en Roma por los iniciados y los profanos como el gran Mediador, el que abre y el que cierra, y el que tiene la llave del mundo invisible. Pero ¿cuál es el significado de este nombre Jano? Así como lo muestra Cornificio en Macrobio, propiamente hablando era "Eanush 1", palabra que en el antiguo caldeo significa el hombre. La bestia babilónica que sale del mar era designada con este mismo nombre cuando ella hizo su primera aparición 2. El nombre de E-anush o el hombre era dado al Mesías babilónico para identificarlo con la simiente prometida a la mujer. El nombre de Hombre, aplicado a un dios, debía designarlo como el dios hombre. Vimos que en la India, los hindúes shasters declaran que para dar a los dioses el poder de derrocar a sus enemigos, sería necesario que el Sol, la divinidad suprema, se encarnara y naciera de una mujer 3. Las naciones clásicas tenían una leyenda de una naturaleza exactamente semejante. Había en el cielo una tradición común, dice Apolodoro, según la cual los gigantes sólo podrían ser conquistados por un hombre 4. Este hombre que, se dice, había conquistado los adversarios de los dioses, era Jano el dios hombre. En consecuencia de este carácter y de estas hazañas, Jano fue investido de grandes poderes, se convirtió en el guardián de las puertas del cielo y el árbitro del destino eterno de los hombres. El papa, como ya lo vimos, es el representante legítimo de este Jano, el hombre babilónico; él lleva la llave de Jano y al mismo tiempo la de Cibeles, su esposa madre; y hoy se arroga los mismos títulos blasfemos de ese dios. 1. Saturnalia, lib. I, cap. 9, p. 54. G.

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2. El nombre griego es Oannes pero es precisamente la forma de He-anesh, el hombre, en griego. Hensiri, en griego, se convierte en Osiris; así como He-anesh se convierte en Oannes. Barker (Lares y Penates, p. 224) toma Oannes en el sentido del hombre-dios. La conversión de la H' en O' existe entre los irlandeses. O'Brien y O'Connell primitivamente eran H'Brien y H'Connell (Esbozos de la Historia Irlandesa, p. 72). 3. Ver p. 144. 4. Biblioteca, lib. I, en PARKHURST, sub voce, "aaz" n° 5. Ver además MACROBIO. Saturnales, lib. I, cap. 20, a propósito del hombre-Hércules.

Si el papa funda su pretensión al culto universal por la posesión de las llaves del cielo y esto en un sentido que le da, contrariamente a todos los principios del cristianismo, el poder de abrir y cerrar las puertas de gloria según su placer y su voluntad soberana, es una nueva y sorprendente prueba que es cabeza de esta bestia del mar, cuyo número, identificado con Jano, es el número de un hombre y corresponde exactamente a 666. Pero hay otra cosa aún en el nombre de Jano o Eanus. Jano, al ser abiertamente adorado como Mesías o dioshombre, también era honrado como principium deorum 1, el principio y la fuente de todos los dioses paganos. Lo hemos hecho remontar, con este carácter, a través de Cus, hasta Noé, pero para explicar las pretensiones de un tan alto carácter en su total plenitud, hay que hacerlo remontar aún más alto. En la época en que los misterios estaban en formación, del tiempo de Sem y de sus hermanos que por el diluvio pasaron del antiguo mundo al nuevo, los paganos no podían ignorar la historia de Adán; por eso para permitir que la humanidad fuera divinizada, era preciso que se conociera esta dignidad superior, este título de "padre de los dioses y de los hombres". En efecto, se lo conocía. Los misterios eran completados con sus hazañas y con sus aventuras y el nombre Eanush o, como aparece en su forma egipcia, Phanesh 2, el hombre, era sólo otro nombre de nuestro padre común. El nombre del Adán, en el hebreo del Génesis, se encuentra casi siempre con el artículo: significa el Adán o el hombre. Sin embargo, existe esta diferencia; el Adán se relaciona con el hombre no caído; E-anush, el hombre, con el hombre caído. E-anush como principium deorum, la fuente y el padre de los dioses, es el Adán caído 3. El principio de la idolatría pagana tendió directamente a la exaltación de la humanidad caída, consagró sus pasiones, permite al hombre vivir según la carne y le promete incluso después de tal existencia, la felicidad eterna. Eanush, el hombre caído, fue proclamado jefe de este sistema de corrupción, este misterio de iniquidad. 1. TERENCIANO MAURO en BRYANT, vol. m, p. 82. 2. WILKINSON, vol. IV, p. 191. 3. Anesh significa la debilidad o la fragilidad de la humanidad caída; pero según Ovidio (Fastos,vol. III, v. 100, p.346) el día en que Eanush fue deificado, fue como hombre caído por debilidad y además como hombre caído por corrupción.

Ahora vemos esto con significado real de este nombre aplicado a la divinidad comúnmente adorada en Frigia al mismo tiempo que Cibeles con el mismo carácter que este mismo Jano, quien era a la vez el padre de los dioses y la divinidad mediadora. Este nombre era Atis o Attis o incluso Atys 1. Se verá claramente el sentido de este nombre según la palabra griega bien conocida "Ate" que quiere decir "error de pecado" y que viene obviamente del caldeo Hâta, pecar. Atys o attas, formado con el mismo verbo y de manera semejante, 267

significa el pecador. El lector se recordará que Rea o Cibeles era adorada en Frigia con el nombre de Idaia Mater, la madre de la ciencia y que llevaba en la mano, como símbolo, la granada que, hemos tenido razones para creerlo, era en la opinión de los paganos el fruto del "árbol prohibido‖. ¿Quién podía ser la divinidad asociada a la madre de la ciencia, sino este mismo Atis "el pecador", su propio marido, a quien ella hizo participar en su pecado y su conocimiento fatal para hacer así de él, en el sentido propio y verdadero, el hombre de pecado, el hombre por el cual "entró el pecado al mundo, por el pecado la muerte et así la muerte vino sobre todos los hombres porque todos pecaron 2"? 1. SMITH, Diccionario clásico, Atis, p. 107. Se puede identificar a Atis con Baco o Adonis, como padre de los dioses y mediador por varias consideraciones: 1 ° Si es cierto que el dios favorito de la Cibeles frigia era Atis, de aquí el nombre de Cibelio Atis, según Estrabón (lib. X, p. 542) la divinidad adorada en Frigia al mismo tiempo que Cibeles era llamada con el nombre de Dionisos o Baco. 2° Atis era representado como Baco. En Bryant una inscripción, junto con la diosa de Ida, es decir, Cibeles, lo señala como Atis el Minotauro (Mitol., vol. II, p. 109). Se sabe que el Minotauro era semi-hombre, semi-toro. 3° Fue asesinado como Adonis por un jabalí (PAUS., lib. VII, Achaica, cap. 17 4 ° En los ritos de Magna Mater o Cibeles, los sacerdotes lo invocaban como Deus propitius, Deus sanctus, el Dios misericordioso, el Dios santo. Este es el carácter mismo con que Baco o Adonis se revestía como dios mediador. 2. Toda la historia de Atis es en detalle la historia de la caída. Que baste constatar aquí que, lo mismo en la superficie, su pecado se vinculaba a un amor ilegítimo para una ninfa cuya suerte dependía de un árbol (OVIDIO, Fastos, lib. IV)- El amor de Atis era una ofensa para Cibeles; pero en otro sentido, era el amor mismo de Cibeles, ya que Cibeles tiene dos caracteres fundamentales y distintos, el del Espíritu Santo y además el de Eva, nuestra madre (ver Apéndice, nota G). La ninfa cuya suerte dependía de un árbol era obviamente Rea, la madre de la humanidad.

Ahora bien, las glorias y los caracteres distintivos del Mesías fueron dados a Atis, este hombre de pecado, después de que pasó por estos dolores y estos sufrimientos que sus adoradores celebraban cada año, era identificado con el sol 1, el único dios; era identificado con Adonis, y es a él que se aplica este pasaje del Salmo XVI, que predice el triunfo de nuestro Salvador sobre la muerte y la tumba: "Porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu Santo vea corrupción." Bastante se sabe que la primera parte de este pasaje fue aplicado a Adonis, ya que las lamentaciones anuales de las mujeres por Tammuz fueron pronto cambiadas en regocijo por su pretendido retorno del Hades o regiones infernales. Pero lo que menos se sabe, es que el paganismo aplicaba a su dios mediador la incorrupción del cuerpo del Mesías. Es lo que nos enseña esta palabra característica de Pausanias: "Agdistis, es decir Cibeles, dice, obtuvo de Júpiter que ninguna parte del cuerpo de Atis se descompusiera o se perdiera 2." Así que el paganismo aplica a Atis, el pecador, el honor incomunicable de Cristo que vino a salvar a su pueblo de sus pecados, como lo indica el lenguaje divino del dulce salmista de Israel, unos mil años antes de la era cristiana. Si el papa ocupa, como ya lo vimos, el mismo lugar de Jano, el hombre, ¡no es 268

obvio que ocupa además el mismo lugar de Atis el pecador y desde entonces, como es sorprendente hasta en este punto de vista, este nombre de hombre de pecado divinamente dado por la profecía (II Tes. II, 3) al que debiera ser la cabeza de la apostasía cristiana, y que debiera concentrar en esta apostasía toda la corrupción del paganismo babilónico! 1. BRYANT, vol. I, p. 387, nota. He aquí cómo se identifica Atis con el sol: Hata quiere decir pecar, así que Hatah que significa quemar, se pronuncia más o menos de la misma forma. Como ilustración del nombre de Ates o Atis, el pecador, ver Apéndice, nota R. 2. PAUSANIAS, lib. VII, Achaica, cap. 17.

Así que desde todos los puntos de vista, el papa es la cabeza visible de la bestia. Pero la bestia tiene además una cabeza invisible que la gobierna. Esta cabeza invisible no es otra que Satanás, la cabeza de la primera gran apostasía que comienza en el cielo mismo. He aquí las palabras que ponen este punto fuera de toda duda (Apoc. XIII, 4): "Y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?" Este lenguaje muestra que el culto del dragón es semejante al culto de la bestia. Primitivamente, el dragón era Satanás, el jefe enemigo; aquí está un hecho que está probado por la declaración del capítulo anterior (Apoc. XII, 9): "Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero." Si el papa es, como ya lo vimos, la cabeza visible de la bestia, los seguidores de Roma al adorar al papa necesariamente adoran al diablo. Con el lenguaje divino frente a los ojos nos es imposible escapar de esta conclusión. Y es precisamente lo que faltaba prever al ubicarnos en otro terreno. Se recuerda que el papa como el jefe del misterio de iniquidad es el hijo de perdición, Iscariote, el falso apóstol, el traidor. Ahora bien, se declara expresamente que Satanás, el príncipe de los demonios, entró en Judas antes de que traicionara y tomara una total y completa posesión de su alma. Por analogía podemos presumir que el caso fue lo mismo aquí. Antes de que el papa pudiera incluso concebir tal proyecto de negra traición a la causa del Señor, como se ha probado que lo hizo antes de ser capacitado para ejecutar su pérfido designio, faltaba que el mismo Satanás entrara en él. El misterio de iniquidad iba entonces a actuar y a desarrollarse según su poder, es decir, literalmente según la energía o el gran poder de Satanás 1 (II Tes. II, 9). Es Satanás y no otro espíritu subordinado del infierno que debe presidir a todo el sistema de iniquidad confirmado; falta que tome posesión en persona de quien es su cabeza visible, para que el sistema pueda ser guiado por su habilidad diabólica y fortificado por su poder sobre humano. 1. La palabra energía empleada aquí, siempre está en los libros caldeos. Describe la inspiración que viene de los dioses y de los demonios (TAYLOR, Jámblico, p. 163)

Al no perder esto de vista, vemos enseguida cómo, al adorar la bestia, los seguidores del papa adoran además al dragón que dio el poder a la bestia. Así, sin hablar de las pruebas históricas, llegamos irresistiblemente a esta conclusión que el culto de Roma es un vasto sistema del culto del demonio. Si se admite que el papa es la llave de la bestia que sale del mar, estamos obligados a admitir esto por la simple declaración de Dios, sin ninguna otra 269

prueba: a sabiendas o por ignorancia, los que al papa adoran al demonio adoran. Pero ¿qué dije? Tenemos una prueba histórica y una prueba notable que el papa como cabeza de los misterios caldeos es tanto el directo representante de Satán, como del falso Mesías babilónico. Ya hace mucho tiempo, hacia el fin del siglo II, Ireneo hizo la observación de que el nombre de Teitán contenía el número místico 666 y declaró que, en su opinión, Teitán es el nombre más probable de la bestia que sale del mar 1. Las razones que da a propósito de esta afirmación no son muy sólidas, pero puede haber tomado esta opinión de otros que tenían razones más concluyentes. Después de examinar se verá que si Saturno era el nombre de la cabeza visible de la bestia, Teitán era el nombre de la cabeza invisible. Teitán es precisamente la forma caldea de Seitán 2, el nombre mismo con el cual Satán era designado desde tiempos inmemoriales por los adoradores 1. IRENEO, lib. V, cap. 30, p. 802. Aunque el nombre de Teitán se originó del caldeo; sin embargo, se naturalizó perfectamente en la lengua griega. Además para dar más evidencia a cerca de este importante tema, el Espíritu de Dios sensible en haber ordenado las cosas de tal forma que el número de Teitán se obtiene mediante la computación griega y el de Satur mediante la computación caldea. 2. El lector ilustrado no tiene necesidad de ejemplos para tener la prueba de esta transformación frecuente de la Sh o S en T; pero puedo añadir esto para el lector común: el hebreo Shekel, pesar se convierte en Tekel en caldeo; Shabar, quebrar, Tabar; Seraphim, en caldeo se convierte en Teraphim, contraparte babilónica de los divinos querubines o serafines; hebreo Asar, ser rico, caldeo, Atar; hebreo Shani, segundo, caldeo Tanin, etc.

del demonio en el Kurdistán 1; y desde Armenia o el Kurdistán, este culto del demonio simbolizado en los misterios caldeos, vino a Asia Menor, y de aquí a Etruria y a Roma. Lo que prueba que las naciones clásicas de la antigüedad sabían claramente que Teitán era Satán, o el espíritu de maldad, y el príncipe del mal moral, son los hechos siguientes: la historia de Teitán y de sus hermanos dada por Homero y Hesíodo, los dos escritores griegos más antiguos de todos, a pesar de las recientes leyendas que aquí se han mezclado obviamente, es el símil exacto del relato bíblico de Satán y de sus ángeles. Homero dice que todos los dioses del Tártaro o del infierno eran llamados Teitanes 2. Hesíodo nos dice cómo estos Teitanes o dioses del infierno vinieron a quedarse en esta morada. Su jefe habiendo cometido un acto de maldad contra su padre, el Dios supremo, con el asentimiento de muchos otros hijos del cielo, los llamó a todos con un nombre infame, Teitanes 3; los maldijo y, por consecuencia de esta maldición, fueron precipitados al infierno y encadenados a cadenas de tinieblas en el fondo del abismo 4. Tal es entre los griegos el relato más antiguo a cerca de Teitán y de sus seguidores: en el sistema caldeo vemos que Teitán era exactamente el sinónimo de Tifón, la serpiente malvada o el dragón que era universalmente considerada como el diablo o el autor de toda la maldad. Este fue Tifón, según la versión pagana de la historia, quien mató a Tammuz y lo despedazó, pero Lactancio, que conocía perfectamente el tema, reprocha a sus amigos paganos por adorar a un niño despedazado por los Titanes 5.

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1. WALPOLE, Ansayri, vol. I, p. 397. LAYARD, Nínive, vol. I, p. 287-288. REDHOUSE, Diccionario Turco, sub voce Satán, p. 303. Los turcos venían del Éufrates. 2. HOMERO, Ilíada, lib. XIV, v. 279. 3. HESÍODO, Teogonía, v. 207, p. 18-19. 4. ibid. v. 717, p. 56-59. Pienso que el lector verá que Urano o el cielo, contra el cual los Titanes se rebelaron, no era otro que Dios. 5. LACTANCIO, De falsâ Religione, p. 221 y CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, vol. I, P.30.

Está fuera de toda duda que Titán, en la creencia pagana, era idéntico al dragón o Satán 1. En los misterios, como ya lo vimos, se produjo un importante cambio desde que se preparó todo para permitirlo. Primero, Tammuz fue adorado como el que aplastó la cabeza de la serpiente; se mostraba con esto que era el destructor anunciado del reino de Satanás. Entonces se relacionó con el dragón mismo o con Satán una cierta apariencia de culto, para consolarlo, decían los paganos, por la pérdida de su poder, y para impedirle que los perjudicara 2, y, finalmente, el dragón o Teitán o Satán se convirtió en el supremo objeto de culto; las Titania o ritos de Titán ocupaban un lugar importante en los misterios egipcios 3 y también en los de Grecia 4. El lugar que ocupaban estos ritos de Teitán o Satán era en efecto muy importante; se juzgará por el hecho de que Plutón, dios del infierno (que con su carácter posterior se convirtió precisamente en el gran adversario), fue considerado con terror como el gran dios en quien reposaba sobre todo el destino humano en el mundo eterno; se decía que le correspondía purificar las almas cerca de la muerte 5. El purgatorio que fue en el paganismo así como lo es hoy en el papado es el gran agente del fraude clerical y de la superstición, ¿qué no es el poder atribuido al dios del infierno par semejante doctrina? No es sorprendente que la serpiente, el gran instrumento del demonio para seducir la humanidad, fuera adorada en toda la tierra con un respeto tan extraordinario; ya que escrito está en el Octateuch de Ostanes, que las serpientes eran los jefes de los dioses y los príncipes del universo 6. ¡No es sorprendente que al fin se llegó a creer que el mismo Mesías, en quien reposaban todas las esperanzas del mundo, fuera la simiente de la serpiente! 1. Sem era el asesino de Tammuz. Como gran adversario del Mesías pagano, los que lo odiaban por esta acción, lo llamaban con el nombre de gran adversario de todos, Tifón o el Diablo. Si daban el nombre de Beelzebub al dueño de casa, era obvio que daban a su sirviente un nombre semejante. 2. PLUTARCO, De Iside, vol. II, p. 362. 3. ibid. 364. 4. POTTER, Antigüedades., vol. I, sub voce Titania, p. 400. 5. TAYLOR, Pausanias, vol. III, p. 321, nota. 6. EUSEBIO, Prœpamtio Evang., lib. I, vol. I, p. 50.

Fue obviamente el caso en Grecia, ya que se difundió la historia de que el primer Baco fue traído al mundo como consecuencia de la proximidad de su madre con el padre de los dioses en forma de una serpiente moteada 1. Este padre de los dioses era obviamente el dios del infierno, ya que Proserpina, madre de Baco, que concibió y dio a luz milagrosamente al maravilloso niño cuyo rapto por parte de Plutón ocupaba un lugar tan grande en los misterios, fue adorado como la mujer del dios del infierno (ya lo vimos) con el nombre de

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la santa virgen 2. La historia de la seducción de Eva por parte de la serpiente 3, está totalmente fuera en esta leyenda, como Julio Fírmico y los primeros apologistas cristianos lo lazaron en cara de los paganos de su tiempo, pero la palabra divina da acerca de este tema detalles muy diferentes de la leyenda pagana. Así que el gran engañador, con su habilidad habitual, como un jugador que carga los dados, por los hombres que primero manifestaron un gran horror por su carácter, se hizo reconocer casi por doquier en realidad como el "dios de este mundo". Tal era la profundidad y el poder de la influencia que Satanás se había esforzado en ejercer con este carácter sobre el muno antiguo, que incluso el día en que el cristianismo apareció a la humanidad y en que la verdadera luz resplandeció desde el cielo, la doctrina que hemos estudiado se difundió entre aquellos mismos que hacían profesión de ser los discípulos de Cristo. 1. OVIDIO, Metam., lib. VI, v. 114. Si bien la simiente de la serpiente era el gran rey del mundo, los paganos creían que cuando se divinizaba a un hombre, había que probar absolutamente que era verdaderamente de la raza de la serpiente. Así que, cuando Alejandro el Grande pretendió los honores divinos, se sabe que su madre Olimpia declaró que no descendía del rey Filipo su marido, sino de Júpiter en forma de serpiente. Lo mismo, dice el autor de Roma en el siglo XIX, vol. I, p. 388, el emperador romano Augusto pretendió ser el hijo de Apolo y decía que el dios había tomado la forma de una serpiente para darle nacimiento. Ver SUET. AUGUSTO. 2. Ver p. 188-189. 3. Leemos que Sémele, madre del Baco griego, era identificada con Eva. Ya que se le dio el nombre de Eva. Focio nos dice efectivamente, que Ferecida llamaba a Sémele, Hue (Foc. léx, P. II, p. 616.) Hue es precisamente el nombre hebreo de Eva sin los puntos vocales.

Aquellos que aceptaban esta doctrina se llamaban ofitas, es decir adoradores de la serpiente. "Estos heréticos, dice Tertuliano, honran la serpiente hasta el punto de preferirla al igual que a Cristo; ya que dicen que nos dio el primer conocimiento del bien y del mal. Es porque suponía su poder y su majestad hizo que Moisés levantara la serpiente de bronce, para que cualquiera la mirara fuera sanado. Afirman que Cristo mismo ratifica en el Evangelio el poder sagrado de la serpiente, cuando dice: Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado 1. Pronuncian estas palabras cuando bendicen la eucaristía." Estos heréticos adoraban la antigua serpiente o Satanás abiertamente como el gran benefactor de la humanidad: dicen que es él quien dio a los hombres el conocimiento del bien y del mal. Pero trajeron esta doctrina con ellos del antiguo mundo pagano, de donde habían salido, o de los misterios, tales como fueron recibidos o celebrados en Roma. Aunque Teitán en la época de Hesíodo y en la Grecia primitiva, era un nombre injurioso; sin embargo, en Roma, en los días del imperio y antes, se convirtió exactamente en lo contrario. "El espléndido o glorioso Teitán", tal era la forma de la que se hablaba de él en Roma. Era el título dado comúnmente al sol, a la vez como globo del día y como divinidad. Ahora bien, el lector ya vio que otra forma del dios sol o Teitán en Roma, era la serpiente de Epidauro adorada con el nombre de Esculapio, es decir, la serpiente que instruye al hombre 2. Aquí vemos que en Roma, Teitán o Satán era identificado con la serpiente que instruyó a la humanidad, que los ojos le abrió (cuando era ciega) y el conocimiento del bien y del mal le dio. 1. TERTULIANO, De prœscipt. adv. Hœreticos, vol. II, cap. 47, p. 63-64.

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2. Ais-shkul-ape, de aish, hombre, shkul, instruir y Aphe o Ape, serpiente. La forma griega, Asclepios, significa simplemente la serpiente que instruye y viene de A, el, skl, enseñar y hefï, serpiente, las palabras caldeas que así fueron modificadas en Egipto. Pero Asclepios es susceptible de tener otro sentido, como derivado de Aaz, fuerza y Khlep, renovar. Desde entonces en la doctrina esotérica, Asclepios simplemente era conocido como el que restaura la fuerza o el dios que sana. Identificado con la serpiente, el verdadero sentido del nombre parece ser el que indicamos primero. Macrobio, en un relato de la doctrina mística de los antiguos, dice que Esculapio era esa influencia benéfica del sol que se derrama en las almas (Sat., lib. it cap. 28). Ahora bien, la serpiente era símbolo del sol que alumbra.

En Pérgamo y en toda el Asia Menor, de donde Roma sacó directamente su conocimiento de los misterios, era lo mismo que esto. En Pérgamo sobre todo, donde se encontraba de manera especial la sede de Satanás, el dios sol que, se sabe, era adorado en forma de serpiente y con el nombre de Esculapio, la serpiente instructora del hombre. El sol era la única divinidad según la doctrina fundamental de los misterios tales como fueron llevados de Pérgamo a Roma 1. Teitán o Satán era reconocido además como el único dios. Tammuz o Jano, con su carácter de hijo o de simiente de la mujer, era una encarnación de este dios único. Aquí vemos claramente el gran secreto del imperio romano, es decir, el nombre real de la divinidad tutelar de Roma. Este secreto era guardado con el más grande cuidado, hasta aquel punto en que Valerio Sorano, un hombre de rango más elevado, y según Cicerón, el más instruido de todos los romanos, habiéndolo divulgado por descuido, fue muerto sin piedad por haber hecho tal revelación. Pero, sin embargo, hoy, este secreto está totalmente revelado. Una representación simbólica del culto del pueblo romano, según los pompeyanos, confirma fuertemente esta deducción, a través de una prueba que se dirige directamente a los sentidos. Que el lector dé un vistazo al grabado de la figura 59. Ya vimos que el autor de los "Pompeyanos" lo admite, a propósito de otra figura, que las serpientes del plano inferior son otra manera de representar las divinidades tenebrosas del plano superior. Admitamos aquí el mismo principio; resulta que las golondrinas o los pájaros persiguen las moscas representan el mismo tema que las serpientes que están abajo. Pero la serpiente de la cual tenemos una doble representación es obviamente la serpiente de Esculapio. 1. MACROBIO, Saturnales, lib. I, cap. 17, 23, p. 65, O y 72, 1-2.

Fig. 59

La golondrina, que destruye las moscas, debe representar la misma divinidad. Ahora bien, cada quien sabe cuál era el nombre que se daba al señor de la mosca o al dios destructor de las moscas del mundo oriental; era Beel-Zebub 1. Este nombre que significaba el señor de la mosca para el profano, significaba 273

sólo el poder que destruye los enjambres de abejas cuando se convertían, cosa frecuente en los países cálidos, en un tormento para los pueblos invadidos por ellas. Pero ese nombre, identificado con la serpiente, aparece claramente como uno de los nombres distintivos de Satanás. Y como este nombre es muy apropiado si se en penetra el sentido místico o esotérico de él. ¿Efectivamente cuál es el verdadero sentido de este nombre? Beel-Zebub significa "el Señor que no descansa 2, aquel desafortunado que va y viene por la tierra, que sube y baja, quien va por los lugares secos para allí buscar descanso y que no lo puede encontrar." De todo esto hay que concluir forzadamente que Satán, con su propio nombre, debió ser el gran dios de este culto secreto y misterioso, y esto explica el misterio extraordinario observado en este tema 3. Cuando Graciano abolió en Roma las medidas temporales del sustento del culto del fuego y del culto de la serpiente, vemos en este acto el cumplimiento exacto de la predicción divina (Apoc. XII, 9): 1. KITTO, Comentario ilustrado, vol. II, p. 317. 2. Ver CLAVIS STOCKII, sub voce Zebub. La palabra Zebub viene de una raíz árabe, que quiere decir ir de un lugar a otro, como las moscas, sin descansar. Baal-zebub significa en su sentido secreto: Señor que se mueve sin cesar o Señor de la agitación. 3. Lactancio (De Orig. err, lib. II, cap. 16, p. 108) concluye que la serpiente de Esculapio simbolizaba a Satán: "Es aquí que fue introducido el príncipe de los demonios; trajeron consigo un dragón de proporciones extraordinarias aquellos que fueron enviados para esto‖.

"Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él 1." Ahora bien, como el pontífice pagano de quien el pape había tomado su poder y sus prerrogativas era también el gran sacerdote de Satanás, lo mismo cuando el papa se asoció a este sistema del culto del demonio, cuando consintió en ocupar la misma posición de este pontífice y en hacer entrar todas sus abominaciones a la iglesia, necesariamente se convirtió en el primer ministro del demonio y naturalmente se puso bajo su autoridad tanto como jamás el primer pontífice lo había estado 2. ¡Qué cumplimiento tan exacto de la profecía inspirada: ―el hombre de pecado debe venir con la autoridad de Satanás‖! He aquí la gran conclusión a la cual estamos forzados a llegar por razones históricas y bíblicas: lo mismo que el misterio de santidad es Dios manifestado en carne, así también el misterio de iniquidad (tanto como hacer se puede) es la encarnación del demonio. 1. Estos hechos arrojan una viva luz sobre una superstición extendida en Inglaterra. Se dice que si llueve durante san Swithin, lloverá durante seis semanas consecutivas. Pero ¿quién es este santo asociado a un tan largo período de lluvias? Obviamente no es un santo del cristianismo, a pesar del arzobispo de Canterberrry llamado así en el siglo XI. El santo patrono de los 40 días de lluvia era Tammuz u Odin adorado como la encarnación de Noé, en cuya época llovió 40 días y 40 noches. Tammuz y san Swithin deben haber sido una sola persona. Pero como en Egipto, en Roma y en Grecia, Tammuz era reconocido como la encarnación del Diablo, san Swithin no sería otro que san Satán. Una de las formas de su nombre entre los paganos era Sytan o Scythan y se encuentra en Oriente hasta en el reino de Siam. Habría sido conocido por los druidas, en la misma época del diluvio, ya que se dice que el hijo de Seithin quien ebrio hizo penetrar el mar en el país e inundó un distrito populoso (DAVIES, Los Druidas, p. 198). Los anglosajones cambiaron Scythan en Swythan así como cambiaron Odín en Wodin. Así que el día de san Swithan y la superstición asociada nos da una prueba evidente de la difusión del culto del demonio en el mundo

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pagano del conocimiento que tenían nuestros ancestros paganos del diluvio. Si parece increíble que Satán haya sido canonizado por el papado de la Edad Media, se remarcará que recientemente, el Dragón, símbolo universalmente desnudo del Diablo, aún era adorado por los papistas de Poitiers, con el nombre santo (Notas acerca de la sociedad de Anticuarios de Francia, vol. I, p. 464, apud SALVEKTÉ, p. 475) 2. Este hecho da un sentido nuevo y más profundo a la Tau mística o señal de la cruz. Primeramente era el emblema de Tammuz; se convierte enseguida en el emblema de Teitán o de Satán mismo.

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Apéndice Nota A, p. 14 La mujer que sostiene una copa de oro Pausanias (lib. I, Ática, cap. 33, p. 81) habla de una diosa que tiene la misma actitud de la mujer del Apocalipsis. — Dice que "De esta piedra (del mármol de Paros) Fidias hizo una estatua de Némesis y sobre la cabeza de la diosa se ve una corona adornada de ciervos y de imágenes de la victoria de una grandeza común. Ella sostiene en la mano izquierda una rama de fresno y en la mano derecha una copa sobre la cual están representados etíopes." Pausanias se declara incapaz de decir por qué los etíopes están esculpidos en esta copa, pero si se lee, p. 70, 71 y 74, etc., claramente se verá lo que significan estos etíopes y esos ciervos. Vemos, sin embargo, según pasajes del mismo capítulo, que Némesis representada comúnmente como la diosa de la venganza, debe, sin embargo, haber sido también conocida con un carácter muy diferente. He aquí lo que dice Pausanias a propósito de la estatua: "Esta estatua de la diosa no tiene alas. Entre los esmirnios, sin embargo, que poseen las muy santas estatuas de Némesis, yo me di cuenta más tarde que estas estatuas tenían alas. Ya que, como esta diosa es sobre todo la diosa de los enamorados, se puede suponer que dieron alas a Némesis, lo mismo que al Amor o Cupido." El hecho de dar alas a Némesis, la diosa de los enamorados, porque Cupido mismo las llevaba, muestra que en la opinión de Pausanias, ella era el símil de Cupido o la diosa del amor, es decir Venus. Aquí está clara la conclusión de que hay que tomar las palabras de Pausanias: la encontramos confirmada además por una declaración expresa de Focio (Léxico, P. II, p. 482), a propósito de una estatua de Némesis de Rhamnus: "Ella fue primeramente representada con la forma de Venus y llevaba también una rama de manzano." Aunque una diosa del amor y una diosa de la venganza pareciera tener caracteres muy diferentes; sin embargo, no es difícil ver cómo esta distinción pudo hacerse. La diosa que, en los misterios, era revelada a los iniciados de la manera más seductora, era además despiadada e inflexible en su venganza contra los que revelaban sus misterios, ya que todos los que eran descubiertos eran irrevocablemente llevados a la muerte (POTTER, Antigüedades, vol. I, Eleusia, p. 354). Así que la diosa que llevaba la copa era al mismo tiempo Venus, la diosa de la licencia y Némesis, la diosa severa y despiadada para todos los que se rebelaban contra su autoridad. ¡Qué parecido notable con la mujer que vio Juan y que llamó por una parte "la madre de las rameras" y por otra, "la mujer que se embriaga con la sangre de los mártires"!

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Nota B, p. 15 Cronología Hebraica El doctor Haies consideró la cronología de los Setenta como más completa, que la de los hebreos. Pero esto implicaría que la iglesia judía, como cuerpo, no cuidó fielmente el depósito de las Escrituras que le fue confiado, lo que se opone a la declaración del Señor acerca de estas Escrituras (Juan V, 39 y X, 35), en donde no hay la mínima alusión a esta pretendida infidelidad (Pablo Rom. III, 2). Podemos hallar una razón que haya llevado a los Setenta de Alejandría en alargar el período de la historia antigua del mundo, no hallamos ninguna que haya inducido a los judíos de Palestina a abreviarla. Los egipcios tenían en su historia largas y fabulosas eras, y los judíos que permanecieron en Egipto pudieron haber sido tentados a hacer remontar su historia sagrada tanto como fuera posible y la suma de los 100 años en cada caso, como lo hacen los Setenta, en la era de los patriarcas, parece ser una falsificación voluntaria; pero no podemos imaginar por qué los judíos de Palestina hubieran hecho un cambio en este punto. Se sabe que la versión de los Setenta tiene innumerables errores e interpolaciones. Bunsen rechaza toda cronología bíblica, cualquiera sea, hebrea, samaritana o griega y adopta las dinastías insostenibles de Maneto, como si ellas fueran suficientes para suplantar la Palabra divina sobre una cuestión de hecho histórica. Peo si las Escrituras no son históricamente ciertas, no podemos tener ninguna seguridad de su veracidad. Ahora bien, es bueno notar esto: Heródoto afirma que en una cierta época, había menos de doce reyes contemporáneos en Egipto. Ahora, Maneto, como lo hace observar Wilkinson (vol. I, p. 148) no hace ninguna alusión a este detalle y pretende que se sucedieron todas sus dinastías de reyes de Thinus, Menfis o de Dispolis y una larga serie de otras dinastías. El período durante el cual reinaron las dinastías de Maneto, constituye en sí un período demasiado largo para ser razonablemente aceptado. Pero Bunsen afirma que hubo largas series de reyes poderosos en el Alto y el Bajo Egipto, durante un período de dos a cuatro mil años (vol. I, p. 72), incluso antes del reinado de Menes. Al llegar a semejante conclusión supone que el nombre Mizraim, nombre bíblico del país de Egipto y derivado obviamente del nombre del hijo de Cam y del nieto de Noé, no es después de todo, el nombre de una persona, sino el nombre del reino unido formado bajo Menes, por motivo de los "dos Misr", "el Alto y el Bajo Egipto" (ibid. p 73), que antes habían existido como reinos separados, el nombre Misrim, según él, que era un palabra plural. Esta derivación del nombre Mizraim o Misrim, palabra plural, deja esta impresión que Mizraim, hijo de Cam, debe ser un personaje místico. Pero no hay una razón seria para pensar que Mizraim sea un plural, ni que se haya convertido en el nombre del país de Cam. Lo que es cierto es que este país era tan sólo el país del hijo de Cam. Mizraim como se lo halla en el hebreo del Génesis sin los puntos vocales es Metzrim y Metzrim significa "el que encierra o detiene el mar" (esta palabra viene de Im, lo mismo que Yam, el mar y Tzr, encerrar, con el prefijo de formación, M). Si los relatos de la historia antigua sobre el estado primitivo de Egipto son exactos, el primer hombre que se estableció en ese país debe haber realizado el acta implicado en ese nombre. Diodoro de Sicilia nos dice que en los tiempos 277

primitivos, lo que se decía que era Egipto, en el momento que escribía, era, no un país, sino un mar universal (DIOD., lib. III, p. 106). Plutarco dice además (De Iside, vol. II, p. 367) que Egipto era un mar. Heródoto nos proporciona pruebas sorprendentes que tienden a lo mismo. Él exceptúa de esta afirmación a la provincia de Tebas; pero si remarca que la provincia de Tebas no pertenecía a Mizraim o Egipto propiamente dicho (que, dice el autor del artículo Mizraim, en la Enciclopedia Bíblica, p. 598, quiere decir simplemente el Bajo Egipto) 1, se verá que el testimonio de Heródoto concuerda totalmente al de Diodoro de Sicilia y al de Plutarco. Dice que durante el reinado del primer rey, todo Egipto (excepto la provincia de Tebas) era una vasta marisma. No se podía ver ninguna parte del país situada hoy más allá del lago Maeris; la distancia entre el mar y ese lago sólo podía ser franqueado en siete días (HERÓDOTO, lib. II, cap.4). Así que todo Mizraim o el Bajo Egipto estaba bajo las aguas. Este estado del país provenía de los desbordes del Nilo, que, al adoptar el lenguaje de Wilkinson (vol. I, p. 89), "bañaba en otro tiempo las faldas de las montañas arenosas de la cordillera libia". 1. El reverendo R. JAMIESON, en Ilustración de la Escritura, por PAXTON, vol. I, p. 198 y KITTO, Comentario ilustrado, vol. IV, p. 110, adoptan la misma opinión a propósito de la extensión de Mitzraim.

Ahora bien, antes de que Egipto ofreciera a los humanos una permanencia conveniente, antes de que se convirtiera en lo que fue más tarde, uno de los países más fértiles, era indispensable que se pusiera límites a los desbordes del mar (ya que el Nilo era primitivamente llamado con el mismo nombre de Océano o Mar, DIOD. lib. I, p. 8), y que se contuvieran las aguas con grandes malecones para este propósito. Si el hijo de Cam llevó entonces una colonia al Bajo Egipto y se estableció allí, es sin duda quien hizo este trabajo. ¿Qué más natural desde entonces que darle un nombre para recordar esta gran empresa? y ¿dónde encontrar un nombre tan característico como "el que detiene el mar" o como el nombre aplicado hoy a todo Egipto, Musr o Misr (WILKINSON, vol. I, p. 2)? Los nombres siempre tienden a ser abreviados en boca del pueblo, por consecuencia el país de Misr es obviamente "el país de quien detiene el mar". Resulta que detener el mar, contenerlo en ciertos límites era hacerlo como un río, tanto como fuera posible en el Bajo Egipto. El asunto concebido así desde este punto de vista, ¡qué sentido admirable está contenido en el lenguaje inspirado de Ezequiel (XXIX, 3)!, en donde el profeta denuncia los juicios divinos contra el rey de Egipto representante de "Metzraim, el que detuvo el mar" a causa de su soberbia: "He aquí yo estoy contra ti, Faraón rey de Egipto, el gran dragón que yace en medio de sus ríos, el cual dijo: Mío es el Nilo, pues yo lo hice" Cuando leemos lo que se relaciona con las acciones de Menes quien, según Heródoto, Maneto y además Diodoro, fue el primer rey histórico de Egipto, y cuando comparamos lo que se dice de él con la simple explicación del sentido del nombre de Mizraim, ¡qué luz uno no arroja sobre otro! He aquí cómo Wilkinson (Los Egipcios, vol. I, p. 89) describe el gran trabajo que dio fama a Menes quien, si se cree en la opinión general, fue el primer soberano del país: "Habiendo desviado el curso del Nilo que en otros tiempos bañaba las montañas arenosas de la cordillera libia, lo obligó a correr por el centro del valle más o menos a una distancia igual entre las dos líneas paralelas de las

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montañas que lo bordean al este y al oeste y construyó la ciudad de Menfis en el lecho del antiguo canal. Este cambio fue efectuado por la construcción de un dique de cerca de cien estadios arriba del emplazamiento de la ciudad proyectada cuyas defensas elevadas y cuyos muelles sólidos rechazaban el agua del este y confinaban el río a su nuevo lecho. El dique fue por los sucesores de Menes cuidadosamente conservado e incluso durante la invasión de los persas, siempre se mantuvo allí una guardia para velar por las reparaciones necesarias y observar el estado de los diques." Cuando leemos que Menes, el primero de los reyes egipcios reconocidos por la historia, realizó esta empresa indicada con el nombre de Mizraim, ¿quién puede oponerse a esta conclusión que Menes y Mizraim son dos nombres diferentes de la misma persona? Y si así es, ¿en qué se convierte la visión de Bunsen, "poderosas dinastías de soberanos durante un período de dos o cuatro mil años" antes del reinado de Menes, con las cuales toda la cronología bíblica de Noé y de sus hijos estaba aniquilada, cuando resulta obvio que Menes ciertamente debió ser Mizraim, el mismo nieto de Noé? Así como la Biblia tiene en su propio seno los medios para defenderse; así también sus declaraciones más minuciosas, incluso cuando se trata sólo de simples hechos, si se los comprende bien, arrojan una luz sorprendente en las partes más oscuras de la historia del mundo.

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Nota C, p. 21 Shing-Mu y Ma-Tsupo Si comparamos el nombre de Shing-Mu, la santa Madre de los chinos, con otro nombre de esta diosa en otra provincia de China, podremos concluir que ShingMu es precisamente un sinónimo de uno de los nombres bien conocidos de la diosa-madre de Babilonia. Gillespie (País de Sinim, p. 64) declara que la diosamadre de los chinos o la reina de los cielos, en la provincia de Fuh-Kien es adorada por los marinos con el nombre de Ma-Tsupo. Ahora bien, AmaTzupah quiere decir la madre que contempla y hay fuertes razones para creer que Shing-Mu quiere decir lo mismo; en efecto, Mû es una de las formas en las que Mut o Maut, la Gran Madre, aparecía en Egipto (BUNSEN, Vocabulario, vol. I, p. 471) y Shugh, en caldeo, quiere decir mirar o contemplar. El buitre o un ojo rodeado de alas de buitre simbolizaba al egipcio Mu o Maut (WILKINSON, vol. V, p. 203). Una expresión bíblica puede dar el sentido simbólico del buitre: "Senda que nunca la conoció ave, ni ojo de buitre la vio." (Job XXVIII, 7). El buitre era famoso por su ojo penetrante y, de aquí, el ojo rodeado de alas de buitre mostraba que por una razón u otra, la gran madre de los dioses, en Egipto, era llamada "la que ve". Pero la idea contenida en el símbolo egipcio obviamente fue tomada de Caldea, ya que Rea, uno de los nombres más conocidos de la madre babilónica de los dioses es exactamente la forma caldea del hebreo Rhaah, que quiere decir a la vez mujer que contempla y buitre. El mismo hebreo Rhaah puede además pronunciarse Rheah, según una variación dialectal, de aquí el nombre de la gran diosa madre de Asiria era a veces Rea, y a veces Reia. En Grecia, la misma idea era aplicada a Atena o Minerva que era llamada de vez en cuando "la madre de los hijos del Sol" (nota 6, p. 36). Uno de sus títulos era Ophthalmitis (SMITH, Dicc. clás., Atena, p. 102). Por esto se la designaba como la diosa del ojo. Obviamente era para indicar el mismo hecho, que, como el egipcio Maut llevaba un buitre sur la cabeza, así que la Minerva de Atenas era representada llevando un casco con dos ojos o orificios para los ojos en el frente del casco (VAUX, Antigüedades, p. 186). Ahora que describimos, en todos los países, la madre que contempla se nos preguntará: ¿de dónde viene semejante nombre dado a la madre de los dioses? Un fragmento de Sanconiaton, sur la mitología fenicia, nos provee una respuesta satisfactoria. Nos dice que Rea concibió de Cronos, su propio hermano, que, sin embargo, era conocido como el padre de los dioses: ella trajo al mundo un hijo quien fue llamado Muth, es decir, como Filo Biblio interpretó justamente este nombre, Muerte. Como Sanconiaton distingue expresamente al padre de los dioses de Hipsistos, el Altísimo 1, recordemos naturalmente lo que Hesíodo dice a propósito de Cronos, el padre de los dioses que, por una cierta acción culpable, fue llamado Titán y precipitado al fondo del infierno (Teogonía, 1. 207, p. 18). Obviamente, el Cronos al que hace alusión Hesíodo es en el fondo un Cronos diferente del padre humano de los dioses o Nimrod, cuya historia ocupa en esta obra un lugar tan grande. Es obvio que no es otro que Satán mismo, el nombre de Titán o Teitán, era sólo (p. 409) la forma caldea de Seitán, nombre común del gran adversario entre los árabes, en el país mismo donde los misterios caldeos fueron primitivamente elaborados, — este 280

adversario quien fue más tarde el verdadero padre de todos los dioses paganos, — y que (para atribuirle además el título de Cronos, el cornudo) fue simbolizado como la cerastas o serpiente de cuernos. Todos los hermanos de este padre de los dioses implicados en su rebelión contra su propio padre, el Dios del cielo, eran igualmente marcados con el nombre de Titanes; pero como jefe de la rebelión, era naturalmente Titán por preeminencia. En esta rebelión de Titán, la diosa de la tierra estuvo comprometida y por esto (descartando la figura con la que Hesíodo encubrió el hecho) esta imposibilidad de que el Dios del cielo tuviera hijos en la tierra (alusión a la caída). Ahora bien, si tenemos como cierto que es el padre de los dioses, de quien Rea (llamada comúnmente la madre de los dioses e identificada con Gea o la diosa de la tierra) tuvo el niño llamado Muth o la Muerte, ¿quién podría ser esta madre de los dioses, sino nuestra madre Eva? Y se le daba el nombre de Rea, la que contempla, que era muy significativo. Era como "contempladora" cuando la madre de la humanidad concibió por medio de Satán y fue la causa de esta muerte por la que se ha lamentado siempre la raza humana. 1. Cuando se lee este autor, hay que recordar lo que Filo Biblio, quien 1a tradujo, afirma al fin de su Historia de Fenicia, es decir, que la historia y la mitología están mezcladas en esta obra.

Fue a través de sus ojos que la primera relación se estableció entre ella y el gran adversario con la forma de una serpiente cuyo nombre Nahash o Nachash, como se lo halla en el hebreo del Antiguo Testamento, significa además mirar atentamente o contemplar (Gén. III, 6): "Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella." Aquí tenemos la genealogía del pecado y de la muerte: "La concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte." (Santiago I, 15). Aunque Muth o Muerte era el hijo de Rea, esta progenitura fue considerada no como la muerte abstracta, sino como el dios de la Muerte; por eso, dice Filo Biblio, Mûth significaba no sólo la Muerte, sino además Plutón (SANCONIATON, p. 24). En la Mitología romana, Plutón era honrado al igual que Júpiter (OVIDIO, Fastos, lib. VII, 518); y en Egipto tenemos la prueba de esto, Osiris, la simiente de la mujer, era el señor del cielo y el rey del infierno o Plutón (WILKINSON, vol. IV, p. 63, BUNSEN, vol. I, p. 431- 432) y se puede concluir con muchos detalles (el lector vio ya pruebas suficientes de esto) que no era otro que el mismo Diablo, que, se dice, se había encarnado; él, por la primera transgresión y sus relaciones con la mujer, había introducido al mundo el pecado y la muerte y, sin embargo, había procurado a la humanidad innumerables beneficios. Como el nombre de Plutón tiene el mismo sentido que Saturno (el oculto), así que, cualquiera fuesen los otros caracteres de este nombre, fue a Satanás, el señor oculto del infierno, a quien todo se le atribuyó más tarde; ya que si se examinan cuidadosamente los diferentes mitos de Saturno, se ve que era al mismo tiempo el Diablo, quien se disfrazó de serpiente, Adán, quien se oculto bajo los árboles del jardín, Noé, quien durante todo un año se ocultó en el arca y Nimrod, oculto en los secretos de los misterios babilónicos. Era para glorificar Nimrod que se formó todo el sistema

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caldeo de iniquidad, conocido como Nin, el hijo, y su mujer como Rea que se llamaba Ammas, la madre. Rea, aplicado a Semiramis, tenía otro sentido que aplicado a la antigua diosa, la madre de los dioses y de los hombres. Pero para hacer resaltar toda la majestad de su carácter, era necesario que ella se identificara con la antigua diosa; por eso, aunque su hijo que sostenía en sus brazos nació para destruir la muerte, a menudo ella era representada con los mismos símbolos de la que trajo la muerte al mundo. Y así ocurrió también en los diferentes países donde se esparció el sistema babilónico.

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Nota D, p. 51 Ala Mahozim Para mi conocimiento, el nombre de Ala Mahozim jamás yo lo encontré en ningún autor profano de la antigüedad y en la Biblia misma se encuentra sólo en una profecía. Si se considera que el propósito de la profecía es desarrollar siempre el acontecimiento con una cierta oscuridad, dando bastante luz en la dirección práctica de los fieles, no hay que sorprenderse que un término inusitado sea empleado para designar a la divinidad ya citada. Pero aunque este nombre preciso no se encuentre, tenemos un sinónimo que se puede asignar a Nimrod. En Sanconiaton (p. 24-25) se dice que Astarté, "viajando por el mundo habitable, encontró una estrella que cayó por los aires; elle la recogió y la consagró en la isla santa de Tiro". Ahora bien, ¿es esta historia de la caída de una estrella u otra versión de la caída de Mulciber (p. 350) o de Nimrod cayendo de su propia elevación? Car, así como ya lo vimos, Macrobio muestra (Saturno., lib. I, cap. 21, p. 70) que la historia de Adonis el lamentado (tema favorito de los fenicios), venía originalmente de Asiria. Había en la isla santa de Tiro, un gran dios llamado Melkart, (KITTO, Coment, ilust., vol. II, p. 300). Pero este nombre llegado de Tiro a Cartago, y de allí a Malta (colonia de Cartago), donde se lo encuentra hoy sobre un monumento, arroja una viva luz acerca de este tema. El nombre de Melkart, creen algunos, viene de MelecKart, rey de la tierra (WILKINSON, vol. V, p. 18), pero la manera en que este nombre está grabado en Malta, muestra que era realmente Melec-Kart, rey de la ciudad fortificada (WILKINSON, errata, al pie del vol. V). Kir, lo mismo que la palabra gala Caer, que se encuentra en Caernarvon, significa "la muralla que rodea" o "una ciudad completamente rodeada de muros"; y Kart era la forma femenina de la misma palabra, como se lo puede ver en las diferentes formas del nombre de Cartago que es a veces Carchedon, a veces Carthada o Cartago. En el libro de los Proverbios vemos una ligera variación de la forma femenina de Kart, que parece obviamente usada en el sentido de baluarte o fortificación. Así que (Prov X, 15) leemos: "Las riquezas del rico son su ciudad fortificada (Karit)," es decir, su muralla o su defensa. Melk-Kart, rey de la ciudad fortificada, trae la misma idea que Ala Mahozim. En las "Inscripciones de Gruter", citadas por Bryant, vemos además un título dado a Marte, el dios romano de la guerra, que coincide exactamente con el sentido de Melkart. Vimos en otra parte abundantes razones para concluir que el original de Marte era Nimrod (nota 2, p. 70). El título al cual hago alusión confirma esta conclusión y se encuentra en de la inscripción romana siguiente (BRYANT, vol. II, p. 454), descubierta en España, en un antiguo templo: Malacæ Hispaniæ MARTI CIRADINO Templum communi voto Erectum Ese título muestra que el templo estaba dedicado a Mars Kir-Aden, el señor de Kir o de la ciudad fortificada. La C romana, como se sabe, es dura como la K y Adón, el Señor, es además Aden. Ahora bien, con esta clave para guiarnos, 283

podemos enseguida desenredar lo que hasta aquí confundió tanto a los mitólogos a propósito del nombre de Mars Quiriunus que, se pensaba, era distinto de Mars Gradivus. La K en Kir es lo que se llama en hebreo o en caldeo Koph, letra diferente de la Kaph y se pronuncia frecuentemente como Q. Quirino quiere decir "quien pertenece a la ciudad fortificada", y se relaciona con la seguridad que daba a las ciudades por cercos de muros. Gradivus, por otro lado, viene de Grah, batalla y divus, dios, forma diferente de Deus, que, como ya se mostró, es una expresión caldea: significa "el dios de la batalla". Estos dos títulos corresponden exactamente a los dos caracteres de Nimrod, quien era el gran constructor de ciudades y el gran guerrero, y estos dos caracteres distintivos fueron evidentes al señalarse los dos nombres: Fuss nos prueba claramente esto (Antigüedades, cap. 4, p. 348). "Los romanos, dice él, adoraban a dos ídolos de este tipo (es decir, dioses con el nombre de Marte), uno que llamaban Quirino, el guardián de la ciudad y su protector, otro Gradivus, ávido de guerras y de masacres y cuyo templo estaba fuera de de los muros de la ciudad."

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Nota E, p. 66 Significado del nombre del Centauro La explicación clásica del nombre de Centauro es poco satisfactoria; ya que aunque se lo puede hacer venir de palabras que significan los matadores de toro (y este derivado mismo es defectuoso), tal sentido no arroja ninguna luz acerca de la historia del Centauro. Tómela como una palabra caldea y verá de inmediato que toda la historia del Centauro primitivo se ajusta a la historia de Nimrod, a quien ya lo identificamos. Kentauro obviamente viene de Kehn, sacerdote y Tbr, dar vueltas. Kehn-Tbr es el sacerdote del que da vueltas, es decir, del sol que parece hacer una revolución diaria al rededor de la tierra. El nombre del sacerdote se escribe Khn y aquí la vocal se añade según los diferentes dialectos de aquellos que lo pronuncian, de manera que fuera o Kohn o Kahn o incluso Kehn. Tbr, el que da vueltas, aplicado al sol, es obviamente otra forma del griego Zen o Zan, aplicado a Júpiter, identificado con el sol, que significa el que rodea. La misma palabra de donde salió la palabra inglesa sol, Sun, que, en anglosajón era Sunna (MALLET, Glosario, p. 565, Londres, 1847) y cuyos rastros bien claros encontramos en Egipto, en la expresión snnu (BUNSEN, Vocab., vol. I, p. 546), como aplicado a la órbita del sol. El hebreo Zau o Zawon, rodear, de aquí vienen estas palabras, en caldeo se convierten en Don o Dawon y es así como penetramos en el sentido del nombre dado por los boecios al poderoso cazador Orión. Este nombre era Kan-daon como se ve en Bryant (vol. IV, p. 154). Comentarista, en Licofron: "Orión, que los boecios llamaban también Kandaon." – Kandaon y Kehn-Tbr, que precisamente muestran dos nombres diferentes con la misma función, uno que significa sacerdote del que rodea y el otro que significa sacerdote del que da vueltas, títulos que equivalían obviamente al de Bolkahn, o sacerdote de Bal o del sol que era, no hay duda, el título distintivo de Nimrod. Del mismo modo en que el título de Centauro se relaciona exactamente con la posición muy conocida de Nimrod, así también la historia del padre de los Centauros se relaciona también con ella. Ya vimos que convirtiendo a Ixión en el padre de esta raza mítica, los griegos admitían, sin embargo, que los Centauros ocupaban un lugar mucho más alto y, por lo tanto, Ixión, que parece haber sido un nombre griego, habría tomado el lugar de un nombre más antiguo, siguiendo esta tendencia remarcada particularmente por Salverté y que a menudo condujo a la humanidad a aplicar a personas conocidas en un tiempo y en una época, mitos tomados de otro país y de una época más antigua (Ciencias ocultas, Apéndice, p. 483). Supongamos que sea este el caso y dejemos de lado sólo el nombre de Ixión; se verá que todo lo que se dice del padre de los Centauros o de los arqueros a caballo, se aplica exactamente a Nimrod, tal como se nos describe en los diversos mitos que se relacionan con el primer padre de estos centauros. Primero, se presenta al Centauro como habiendo sido elevado al cielo (DYMOCK, sub voce Ixión), es decir, fue altamente exaltado por un favor especial del cielo; luego en este estado de exaltación se dice que se enamoró de Néfele que hacía pasar como la reina del cielo con el nombre de Juno. Aquí, la historia es obviamente confusa: se cambia el orden de los acontecimientos y es para mistificar lo vulgar, lo cual fácilmente puede explicarse. Como Néfele en griego quiere decir nube, así que se dice que el renuevo de los Centauros fue producido por una nube. Pero Néfele en el lenguaje del país donde la fábula primero se compuso significa 285

mujer caída y se dice que descienden los Centauros de esta mujer caída. Ahora bien, Nimrod o Nino se enamoró de Semiramis cuando ya estaba casada, y la tomó como su propia mujer, por esto cayó dos veces, caída como mujer 1 y caída de la fe primitiva en la cual había sido ensalzada; y se dice claramente que esta mujer caída fue adorada con el nombre de Juno o Paloma después de su muerte por los babilonios. 1. En Grecia incluso se usó Néfele como el nombre de una mujer, así era llamada la degradada esposa de Atamante. (Diccionario Clásico. SMITH, "Atamante")

Centauro, a causa de su presunción y de su orgullo, fue destruido por el rayo enviado por el Dios supremo y precipitado al infierno (DYMOCK, sub voce Ixión). Es otra versión de la historia de Faetón, Esculapio y Orfeo, quienes fueron muertos de la misma manera y por la misma razón. En el mundo infernal, el padre de los Centauros está atado por serpientes a una rueda que da vueltas sin cesar y que así dicta su castigo eterno (DYMOCK, sub voce). Hay obviamente en las serpientes una alusión a uno de estos dos emblemas del culto del fuego de Nimrod. Si él introdujo el culto de la serpiente, como yo me esforcé en mostrarlo (p. 346), había una justicia poética al hacer de la serpiente un instrumento de su castigo. Desde entonces la rueda que da vueltas designa muy claramente el nombre mismo del Centauro y significa el sacerdote del sol que da vueltas. Había una alusión muy distinta al culto del sol, el que da vueltas en círculo, que entre los paganos era el emblema del dios sol y de la rueda reluciente mediante la cual era él representado tan a menudo (WILSON, La religión de los Parsis, p. 31) y además en las danzas circulares de los bacanales. De aquí la frase: "Bassaridum rotator Evan", el Evan que da vueltas en las bacantes (ESTACIO, Sylv., lib. Il, secc 7, v.17, p. 188). De aquí además las danzas circulares de los druidas, indicadas en la cita siguiente en una canción druídica: "La orilla del mar estaba cubierta con una multitud innumerable; los coros vestidos de blanco ejecutaban con graciosa locura su danza circular." (DAVIES, Los Druidas, p. 172). Esta danza circular de los paganos idólatras se relacionaría con el circuito del sol; tenemos la prueba de esto en una declaración formal de Luciano (Tratado acerca de la danza). Hablando de la danza circular de las antiguas naciones del Oriente, dice él, hace una alusión expresa al dios-sol: "consistía en una danza que imitaba a ese dios". (LUCIANO, vol. II, p. 278). Vemos aquí una razón muy característica de la danza circular de las bacantes y de la rueda que siempre da vueltas del gran Centauro de las regiones infernales.

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Nota F, p. 110 Olenos, el que lleva el pecado En diversas partes de esta obra, probamos que Saturno, el padre de los dioses y de los hombres, era de cierta manera nuestro primer padre. Ahora bien, se nos dice que Saturno devoraba a sus hijos 1. En la historia esotérica, entre aquellos que no conocían el hecho de la cuestión, se lo comprendía en la forma en que se lo relataba comúnmente, es decir, que devoraba todos sus hijos desde su nacimiento. Pero lo que estaba realmente oculto en esta historia de Saturno devorador de sus hijos es exactamente el hecho bíblico de la caída, es decir, que destruía a sus hijos, no al comerlos, sino al comer el fruto prohibido. Al estar en esto las cosas, el relato pagano dice que la destrucción de los hijos del padre de los dioses fue detenida por su mujer Rea. Rea, como ya lo vimos, tenía gran parte de responsabilidad en la destrucción de los hijos así como Saturno mismo; pero en el progreso de la apostasía y de la idolatría, Rea o Eva obtuvo gloria a costa de Saturno. Saturno o Adán era representado como una divinidad morosa; Rea o Eva como una divinidad extraordinariamente amable; y en su dulzor ella ofrecía a su marido una piedra envuelta con ínfulas; la devoraba con avidez y los hijos de este caníbal se salvaban 2. La piedra vinculada con ínfulas se dice en lenguaje sagrado: Ebn-Hatal; pero Ebn-Hatal 3, quiere decir también: el hijo que lleva el pecado. Esto necesariamente no significa que Eva o la madre de la humanidad trajo al mundo la descendencia prometida (aunque hubo varios mitos, que también tienden a este fin) sino que habiendo recibido ella la buena nueva y habiéndola aceptado, la presentó a su marido que la recibió de ella por la fe y que esta fe estableció el fundamento de su propia salvación y la de su descendencia. 1. A veces se dice que sólo devoraba a sus hijos varones, pero según Smith (Diccion. clás., sub voce Hera), paralelamente devoraba a las niñas. 2. HESÍODO, Teogonía, 1. 485, p. 38-41. 3. Hata, pecado, además se encuentra en caldeo, Bat. (STOCKII CLAVIS, p. 1329). Tal viene de Ntl, soportar. Si el lector considera a Horus con sus vendas (BRYANT, vol. III, fig. 22), Diana con sus vendas alrededor de las piernas, el toro simbólico de los persas vendado de la misma manera (BRYANT, vol. I., fig. 5, p. 367) e incluso el leño deforme de los tahitianos, considerado como dios y rodeado de cuerdas (WILKINSON, p. 31) Yo creo que no podrá pasar sin concluir que había en esta costumbre algo importante.

El hecho de que Saturno devorara una piedra envuelta es exactamente la expresión simbólica de la avidez con la cual Adán recibió por la fe la buena nueva de la simiente de la mujer: ya que el acto de fe, en el Antiguo y Nuevo Testamento se simboliza a través de la acción de comer. He aquí lo que dice Jeremías: "Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón" (Jer. XV, 16). Es lo que muestra además nuestro Señor Jesucristo mismo, cuando dijo a los judíos que es necesario comer su carne y alimentarse de ella, al mismo tiempo les dijo: "El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida." (Juan VI, 63). Que Adán haya recibido ávidamente la buena nueva de la simiente prometida y la haya guardado como un tesoro en su corazón como si ella fuera la vida de su alma es lo que resalta obviamente del nombre que da a su mujer después de que la escuchó: "Y llamó Adán el

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nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes." (Gén. III, 20). Ver Dr. Candlish, El Génesis, p. 108. La historia de la piedra envuelta no acaba cuando es tragada y cesa la muerte de los hijos de Saturno. Se dice que esta piedra fue conservada cerca del templo de Delfos, donde se tenía el cuidado de frotarla cada día con aceite y de envolverla con lana (MAURICE, Antigüedades Hindúes, vol. II, p. 348). Si esta piedra simboliza al hijo quien lleva el pecado, además simbolizaba obviamente el Cordero de Dios inmolado desde la fundación del mundo, con el cual nuestros primeros padres estaban vestidos de manera simbólica, cuando Dios los vistió con pieles de animales. Así que, aunque representado de balde por una piedra, debe tener la vestimenta de lana que le conviene. Cuando era representado como una rama, la rama de Dios, esta era además envuelta en lana (POTTER, vol. I, Religión de Grecia, cap. V, p. 208). La unción cotidiana con aceite es muy significativa. Si la piedra representaba al Hijo que lleva el pecado, ¿que podría significar la unción cotidiana de este Hijo que lleva el pecado? ¿No es obvio que ella lo designara como el ungido del Señor, el Mesías que los idólatras adoraban en oposición al verdadero Mesías que aún no se había revelado? Uno de los nombres dados a esta piedra ungida y envuelta confirma fuertemente esta conclusión. Ese nombre es Baitulos. Lo encontramos en Prisciano, (lib. V vol. I, p. 180, nota y lib. VI, vol. I, p. 294), quien al hablar de esta piedra que Saturno, se dice, devoró en lugar de Júpiter, añade "quem Græci Baitulon vocant", que los griegos llaman Baitulos. Ahora bien, B'hai-tuloh quiere decir el niño que da vida 1. El padre de los dioses y de los hombres había destruido a sus hijos al comérselos, pero parece que al tragar esta piedra envuelta, él les dio vida (HESÍODO, Teogonía, 1. 495, p. 41). De aquí, el nombre de Baitulos, y el sentido de este nombre se vincula exactamente con lo que se nos dice en Sanconiaton (lib. 1, cap. 6, p.22) a cerca de las Baithulia hechas por el dios fenicio Urano: "Fue el dios fenicio Urano quien inventó las Baithulia: hizo piedras que se movían como si tuvieran vida." Si la piedra Baithulos representaba al hijo que da la vida, era natural que esta piedra fuera hecha de tal suerte que pareciera tener vida propia. Ahora bien, hay una gran analogía entre esta piedra envuelta que representaba al hijo portador del pecado y este Olenos, mencionado por Ovidio, quien llevó sobre sí una falta que no era la suya y enseguida fue transformado en piedra. Ya vimos que Olenos, cuando fue trasformado en piedra, fue ubicado en Frigia en la santa montaña de Ida. Tenemos razones para creer que la piedra que, se dice, fue tan útil para los hijos de Saturno y fue ensalzada cerca del templo de Delfos, era precisamente una representación de este mismo Olenos. Leemos que Olen fue el primer profeta de Delfos quien fundó el primer templo de esta ciudad (PAUSANIAS, lib. X, Phocica, cap. 5, p. 321). Como los profetas y los sacerdotes llevaban comúnmente el nombre del dios al que representaban (Hesiquio dice expresamente que el sacerdote que representaba al gran Dios con el nombre de rama, era el mismo llamado en los misterios con el nombre de Baco, p. 179), esto indica uno de los nombres más antiguos del dios de Delfos. Si, pues, había sobre el monte Ida una piedra sagrada llamada la piedra de Olenos, si hubiera una piedra sagrada en el recinto del templo de Delfos, fundado por Olenos, ¿se puede dudar de que la piedra sagrada de Delfos

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representara la misma que la del monte Ida? La piedra envuelta de Delfos era llamada expresamente dios por Prisciano en el pasaje ya citado. 1. De Tli, Tleh o Tloh, ―infans puer‖ (CLAVIS STOCKII, Cald., p. 1342), y Hia o Haya, vivir, dar vida (GESENIO, p. 310). De Hia, vivir, con la digamma prefijo, viene la palabra griega bios, vida. Esta palabra Hia cuando se adaptó al griego, se pronunció también Haya, encontramos la prueba en Hiim, la vida, pronunciada Hayyim, que en griego se representó como la sangre. El principio monárquico según el cual "la sangre, es la vida" no era sólo conocido por los judíos. Ahora bien, Haya, vivir o dar la vida con la digamma prefijo, se convirtió en B'haya; así que en Egipto encontramos que Bai quiere decir el alma o el espíritu (BUNSEN, vol. I, p. 375) que es el principio viviente B'hai-tulos, es el niño que da vida. P'haya-n es el mismo dios.

Este dios que simbólicamente había recibido la unción divina tenía la vida de los hijos de Saturno, padre de los dioses hombres, identificado con el Olenos del monte Ida, se sabe que se consideraba que ocupaba el mismo lugar del Mesías, el gran portador del pecado, que vino a tomar los pecados de los hombres, tomó el lugar de ellos y sufrió por ellos: Olenos, en efecto, como ya lo vimos, tomó voluntariamente para sí una falta de la cual era personalmente inocente. Así que al considerar de qué manera los símbolos místicos del paganismo ocultaban la fe patriarcal, encontramos incluso una circunstancia notable que concierne a la piedra envuelta; ella muestra de qué manera el misterio de iniquidad de Roma se esfuerza en introducir la piedra del paganismo en lo que se llama el simbolismo cristiano. La Baitulos o piedra envuelta era ζππογγυλοδ ληζοδ, (BRYANT, vol. II, p. 20, nota) una piedra redonda u oval. Esta piedra oval nos aparece a menudo rodeada y recubierta unas veces de varias, otras veces de dos o tres ínfulas. En Bryant (vol. III, p. 246) la diosa Cibeles es representada como Spes Divina, o la esperanza divina; vemos el fundamento de esta esperanza divina propuesta al mundo con la imagen de la piedra envuelta en su mano derecha con diferentes ínfulas. En David (Antigüedades Etruscas, vol. IV, fig. 27) vemos una diosa representada con la caja de Pandora, fuente de todos los males, en su mano extendida, con un globo envuelto que cuelga de ella; aquí este globo tiene sólo dos ínfulas, una que cruza la otra. Y ¿qué es este globo con ínfulas del paganismo sino el símil del globo envuelto con una cinta y coronado con la Tau mística o de la cruz, que es llamado el emblema del poder y que se representa a menudo como en la figura 60, en las manos de las imágenes profanas de Dios el padre? El lector no tiene necesidad que se le diga ahora que la cruz es el signo escogido y la marca de este mismo Dios que representaba la piedra envuelta con una cinta y con este dios de quien se dice en su nacimiento: "El Señor de toda la tierra ha nacido." (WILKINSON, vol. IV, p. 130). Como el dios simbolizado por la piedra envuelta con una cinta no sólo daba vida a los hijos de Saturno, sino daba a Saturno mismo el dominio universal que había perdido por la transgresión, no hay que extrañarse si se nos dice que algunas de estas piedras estaban consagradas a Júpiter, otras al sol y que se consideraban de manera más particular aún como consagradas a Saturno, el padre de los dioses, (MAURICE, vol. II, p. 348); por lo tanto, tampoco hay que sorprenderse de que Roma haya puesto la piedra redonda en la mano de la estatua, que lleva el nombre de Dios así profanado y que, con

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este origen el globo de ínfulas coronado con la marca de Tammuz, se haya convertido en el símbolo del dominio en todos los estados de la Europa papal.

Fig. 60 En la Iconografía de Dioron.

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Nota G, p. 115 Identidad de Rea o Cibeles y de Venus En la doctrina esotérica de Grecia y Roma, los caracteres de Cibeles madre de los dioses y de Venus, diosa del amor, son generalmente muy distintos, de tal manera que algunas personas encontraron quizás muy difícil identificar estas dos divinidades. Pero esta dificultad desaparecerá si se considera el principio fundamental de los misterios, es decir, que en el fondo reconocían sólo a Adad, el Dios único Adad que era trino, esto dio lugar, cuando el misterio babilonio de iniquidad se formó, de tres formas diferentes de la divinidad: el padre, la madre y el hijo; pero todas las divinidades multiformes de las cuales abundaba el mundo pagano, a pesar de sus diversidades se reducían en el fondo a tantas manifestaciones de una u otra de estas personas divinas o mejor dicho en dos, porque la primera persona era generalmente relegada a un segundo plano. Tenemos pruebas ciertas que esto así era. Apuleyo nos dice (vol. I, p. 995-996), "que cuando fue iniciado, la diosa Isis se le reveló, como la primera de las criaturas celestes y la manifestación uniforme de los dioses y de las diosas: era la única divinidad que toda la tierra adorara de forma múltiple en ritos variados y con nombres diferentes", luego examina varios de estos nombres; "ella misma declara ser a la vez, Pessinuntica, la madre de los dioses (es decir Cibeles) y Venus de Pafos" (ibid. p. 997). Ahora bien, como tal era el caso en las últimas edades de los Misterios, debe haber sido lo mismo al comienzo, ya que se extendieron por doquier y necesariamente deben haberse así esparcido con la doctrina de la unidad de la Divinidad. Este hecho naturalmente debía producir un gran absurdo y una gran inconsecuencia en el caso del cual hablamos. Wilkinson y Bunsen, para evitar las inconsecuencias que en el sistema egipcio encontraron, debieron recurrir a una explicación que en el fondo es la misma que la mía. Así que Wilkinson nos dice: "Demostré que Amunre y otros dioses tomaron la forma de diferentes divinidades que al presentar a primera vista alguna dificultad, pueden fácilmente explicarse, cuando consideramos que cada una de las figuras o los emblemas que se adoptaba sólo era una emanación o un atributo deificado del mismo Gran Ser al cual se atribuía diferentes caracteres, según las diversas funciones que se consideraba que cumplían." (WILKINSON, vol. IV, p. 245). La declaración siguiente de Bunsen tiende al mismo propósito: "Con estas premisas creemos poder concluir que las dos series de dioses eran originalmente idénticas y que en la gran pareja de dioses, todos estos atributos estaban concentrados; es a través de su desarrollo que acabó en personificaciones diversas, este sistema mitológico que ya consideramos." (BUNSEN, vol. I, p. 418). Todo eso nos explicará la identidad de Cibeles y de Venus o Astarté. En el fondo sólo había una diosa, el Espíritu Santo, representado como femenino cuando injuriosamente se atribuyó la distinción de los sexos a la Divinidad, por una perversión de la gran idea bíblica de que todos los hijos de Dios son engendrados por el Padre y nacidos del Espíritu; y con esta idea, el Espíritu de Dios como Madre era representado en forma de paloma, en memoria de que este Espíritu, en la creación, flotaba (este es el sentido exacto de la expresión original, Gén. I, 2) en la superficie de las aguas. Esta diosa se llamaba Ops, la que flota, o Juno, la paloma, o Khubele, la que ata con cuerdas; este último 291

título se relacionaba "con los lazos de humanidad, con los cordajes de amor" (llamados en Oseas XI, 4, "Khubeli Adam"), a través de los cuales no sólo, Dios atrae sin cesar a los hombres hacia él, en su bondad providencial, sino además a través de los cuales Adán, nuestro primer padre, estaba estrechamente unido a Dios por el Espíritu que permanecía en él, mientras que la alianza de Edén no fuera rota. Este tema está descrito minuciosamente en la historia pagana y son abundantes las pruebas de nuestras afirmaciones; pero aquí no me puedo extender en esto. Notemos sólo que los romanos unían los dos términos de Juno y de Khubele o como se pronuncia comúnmente, Cibeles; en ciertas ocasiones invocaban a su diosa suprema con el nombre de Juno Covella, (STANLEY, Filosofía, p. 1055), es decir "la paloma que ata con cuerdas". En Estacio, (lib. V, Sylv., 1- V, 222, apud BRYANT, vol. III, p. 325), encontramos el nombre de Cibeles dado a la gran diosa: Italo gemitus Almone Cybele Ponit, et Idæos jam non reminiscitur amnes. Si el lector considera, en Layard, el emblema triun de la divinidad suprema de los asirios, verá que esta misma idea está visiblemente simbolizada. Las alas y la cola de la paloma en lugar de pies tienen cintas yuxtapuestas (LAYARD, Nínive y sus ruinas, vol. II, p. 418; ver además figura 61 según BRYANT, vol. II, p. 216 y KITTO, Encic. Bib, vol. I, p. 425). En cuanto a los acontecimientos que se relacionan con la caída, una nueva idea se unió al nombre de Cibeles. Khubel significa no sólo atar con cuerdas, sino estar además de parto y desde entonces Cibeles apareció como la madre de los dioses mediante la cual todos los hijos de Dios deben ser paridos de nuevo o regenerados. Pero para esto era indispensable que hubiera una unión primeramente con Rea, la que contempla, la madre humana de los dioses y de los hombres, para que el mal que ella había causado pudiera repararse. De aquí la identidad de Cibeles y de Rea que en todos los panteones eran sólo dos nombres diferentes de la misma diosa (LEMPRIERE, Diccionario clásico, sub voce), aunque (ya lo vimos) estas diosas eran en realidad totalmente distintas. Este mismo principio fue aplicado a todas las otras madres divinizadas. Fueron deificadas sólo a causa de su identidad milagrosa con Juno o Cibeles, en otras palabras, con el Espíritu de Dios. Cada una de estas madres tenía su propia leyenda y su culto especial; pero como en todos los casos era considerada como una encarnación del único Espíritu de Dios, como la gran madre de todos, se suponía que los atributos de este único Espíritu siempre le pertenecían. Tal era el caso para esta diosa reconocida como Astarté o Venus, así como para Rea. Aunque había puntos de diferencia entre Cibeles o Rea y Astarté o Milita, la Venus de Asiria, Layard muestra que había además distintos puntos de contacto entre ellas. Cibeles o Rea era famosa por su corona de torres. Milita o Astarté era representada con una corona semejante (LAYARD, Nínive, vol. II, p. 456). Cibeles o Rea era remolcada por leones. Milita o Astarté era representada como de pie sobre un león (ibid.). El culto de Milita o Astarté era sólo un montón de contaminaciones morales. (HERÓDOTO, lib. I, cap. 99, p. 92). El culto de Cibeles con el nombre de Tierra era absolutamente lo mismo (AGUSTÍN, De Civitate Dei, lib. VI, tomo IX, cap. 8, p. 203).

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La primera mujer deificada fue sin duda Semiramis, como el primer hombre deificado fue su marido. Pero es obvio que esta deificación sólo ocurrió después de la formación de los misterios, ya que sólo después de su muerte Semiramis fue divinizada y adorada en la forma de paloma. Cuando los misterios fueron primero compuestos, los acciones de Eva que por sus relaciones con la serpiente, trajo la muerte, necesariamente deben haber ocupado un cierto lugar; porque el misterio del pecado y de la muerte se encuentra en la base de todas las religiones, y en la época de Semiramis y de Nimrod, de Sem y de Cam, todos los hombres deben haber estado al tanto de los hechos de la caída. Primero, el pecado de Eva fue admitido en toda su gravedad (de otro modo se habrían escandalizado los hombres, sobre todo cuando la conciencia general fue despertada por el celo de Sem), pero cuando una mujer fue deificada, la forma asumida por la historia mística muestra que este pecado fue atenuado y que incluso cambió de verdadero carácter y por una perversión del nombre dado a Eva, la madre de todos los vivientes, es decir, de todos los regenerados (ver nota 1), fue glorificada como la autora de la vida espiritual y con el nombre de Rea, reconocida como madre de los dioses. Ahora bien, aquellos que trabajaban en el desarrollo del misterio de iniquidad no tuvieron dificultad en mostrar que este nombre Rea apropiado primero para la madre de la humanidad también era apropiado para la madre de los dioses, es decir, de todos los mortales divinizados. Rea, en el sentido activo, quiere decir la mujer que contempla, pero en el sentido pasivo, quiere decir la mujer a quien se mira, es decir, la belleza1. Así que con una sola expresión la madre de la humanidad y la madre de los dioses paganos, es decir, Semiramis, estaban unidas; tal como hoy Rea es generalmente reconocida como la madre de los dioses y de los hombres, (HESÍODO, Teogonía, v. 453, P. 36). No se debe sorprender que Rea se adaptara a la que los asirios adoraban como Venus o Astarté.

Fig. 61 1. En Ester II, 9, el plural de Rea se usa en el sentido de bello y aplicado a las doncellas de Ester. Vulgata y Parkhurst lo traducen como speciosissimas.

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Nota H, p. 117 La Virgen madre del paganismo "Casi todos los príncipes tártaros, dice Salverté, (Las Ciencias ocultas, Apéndice, nota A, art. XII, p. 490), hacen remontar su genealogía a una virgen celeste fecundada por un rayo de sol o por algún otro medio." En la India, la madre de Surya, el dios sol, que había nacido para destruir a los enemigos de los dioses, (p. 144) queda encinta de la misma manera: un rayo de sol penetró en su seno y ella dio a luz al dios sol. Ahora bien, este mito ampliamente extendido da una viva luz acerca del sentido del nombre de Aurora, mujer de Orión, cuyo matrimonio con este poderoso cazador es mencionado por Homero (Odisea, lib. V, 120, 121). El nombre de Aur-ora, en un sentido físico, quiere decir preñada de luz. Se encuentra además el nombre de οαπ en griego, mujer, que viene de Ohra, concebir o estar encinta o preñada. Como Orión, según los relatos persas, era Nimrod y Nimrod con el nombre de Nino, era adorado como el hijo de su mujer, cuando fue deificado, con el nombre de dios sol, este nombre de Aurora aplicado a su mujer está destinado obviamente a expresar la misma idea que prevalece en Tartaria y en la India. Estos mitos de los tártaros y de los hindúes prueban claramente que la idea pagana de la concepción milagrosa no provenía de una mezcla entre el cristianismo y su propia superstición, sino que venía directamente de la promesa dada a Eva. Pero, ¿de dónde vino la idea de la concepción por el rayo de sol? Hay razones para creer que venía de uno de los nombres naturales del sol. El caldeo zhr, brillar, en participio activo, se convierte en zuhro o zurhe, el que brilla; de aquí sin duda, partiendo de zuhro, el brillante, se ha escurrido, con la influencia de un clero atrevido, a la idea de zuro, la simiente; el que brilla y la simiente, siendo así identificados, conforme al genio del paganismo. Obviamente tal fue el caso en Persia, donde el sol era la gran divinidad. "Los persas, dice Maurice, lo llamaban Dios Sure." (Antigüedades, vol. V, p. 22).

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Nota I, p. 118 La Diosa madre comparada con una habitación ¿Qué indujo a la humanidad a llamar a la gran diosa madre o la madre de los dioses y de los hombres, casa o habitación? La respuesta se halla obviamente en Gén. II, 21, a propósito de la creación de la madre de la humanidad "Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer." Esta historia de la costilla era muy conocida por los babilonios; es lo que resalta claramente de uno de los nombres dados a su antigua diosa, así como se lo ve en Beroso (lib. I, p. 50). Este nombre es Thalatth. Pero, Thalatth no es otra cosa que el caldeo de la palabra hebrea Tzalaa en femenino, la palabra misma empleada en el Génesis para la costilla de la cual fue formada Eva; y el otro nombre que Beroso sumado a Thalatth confirma fuertemente mi lenguaje; este nombre, Omorka 1, precisamente significa la madre del mundo. Cuando describimos así el sentido del nombre de Thalatth aplicado a la madre del mundo, fácilmente se comprenderá el nombre de Talasio, que dieron los romanos al dios del matrimonio cuyo origen se buscó en vano hasta ahora. Thalatthi significa que pertenece a la costilla y con la terminación romana se convierte en Thalatthius o Thalasius 2, el hombre de la costilla. ¡Y qué nombre podía aplicarse mejor a Adán, considerado como el dios del matrimonio, quien, cuando la costilla le fue llevada, dijo: "Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada"! Primeramente cuando Thalatth, la costilla, fue transformada en mujer, esta mujer era en un sentido muy importante, la habitación o el templo de Dios; y si la caída no hubiera tenido lugar, todos sus hijos habrían sido hijos de Dios como consecuencia de un alumbramiento puramente natural. 1. De Am, madre y arka, la tierra, la primera letra aleph en estas dos palabras a menudo se pronuncia o. Así se encuentra en el griego ωμοδ, hombro, la pronunciación de a en Am, madre. Am, madre, viene de am, suportar, y de am pronunciada om viene ωμοδ, el hombro que lleva las cargas. De aquí viene además el nombre Oma, que es uno de los de Bona Dea, Oma es obviamente la madre. Ver nota K. 2. CATULO, Epithalamium, p. 98.

La entrada del pecado en el mundo cambió la constitución original de las cosas. Sin embargo, cuando la promesa de un Salvador fue hecha a la humanidad, se concedió además la habitación interior del Espíritu Santo, no para que la mujer tuviera con esto algún poder por crear ella misma los hijos de Dios, sino sólo para que pidiera cumplir totalmente la tarea de una madre para con una raza espiritualmente viviente, para con los que Dios despertaría por su gracia y que haría pasar de muerte a vida. Ahora bien, el paganismo despreció todo esto abiertamente; enseñó, tan pronto como sus seguidores fueron preparados para oírlo, que esta nueva habitación del Espíritu de Dios en la mujer, era una identificación y así que la deificó. Desde entonces, Rea, la que contempla, la madre de la humanidad, fue identificada con Cibeles, la que amarra con cuerdas o Juno la paloma, es decir, el Espíritu Santo. Entonces, en un sentido pagano e impío, ella se convierte en Hator, la habitación de Dios o Sacca o Sacta, el Tabernáculo o el templo, en el cual habitaba corporalmente toda la 295

plenitud de la Divinidad. Así ella se convierte en Heva, la viviente, no en el sentido que Adán dio a su mujer después de la caída, cuando la esperanza de la vida en medio de la muerte les fue ofrecida a ambos de una manera tan inesperada; pero en el sentido de la que comunica a los hombres la vida espiritual y eterna, porque Rea era llamada la fuente de los bienaventurados 1. La acción de esta mujer deificada era, se decía, indispensable para el alumbramiento de los niños espirituales de Dios, en este mundo considerado como perdido. Se comprende muy rápido entonces el sentido del nombre dado a la diosa babilónica en II Reyes XVII, 30. El nombre de Sucot-benot se consideró a menudo como un nombre plural, y se creyó que se refería a tiendas o tabernáculos empleados en Babilonia para dibujos infames. Pero como lo remarca Clérico (lib. I, De Chaldœis, cap. 37, art. 2) que se apoya en la opinión de los rabinos, el contexto muestra claramente que este nombre debe ser el de un ídolo (v. 29-30): "Pero las naciones hicieron cada una sus dioses en las ciudades que ellas habitaban: las personas de Babilonia hicieron a Sucot-benot. "Se trata obviamente de un ídolo y como el nombre es femenino, este ídolo debe haber sido el de una diosa. Si se lo toma en ese sentido y a la luz del sistema caldeo, el sentido de Sucot-benot aplicado a la diosa babilónica, es "el Tabernáculo de la que lleva al niño 2". 1. Fragmento órfico, en BRYANT, vol. III, p. 238. 2. Es decir, la morada del Espíritu de Dios, para el parto espiritual de los hijos.

Cuando el sistema babilónico se desarrolló, Eva fue representada como la primera que ocupó este lugar y el nombre mismo de Benot que significa llevando el niño, explica también cómo sucedió que la mujer que, como Hestia o Vesta, fue llamada la habitación, fue famosa como la que inventó el arte de construir casas (SMITH, sub voce Hestia). Benah, el verbo de donde viene Benot, significa a la vez traer niños al mundo y edificar casas, lo que es la misma cosa metafóricamente. Mientras que el sistema pagano, en lo concerniente a la Madre diosa, se fundaba sobre la identidad de las madres celestes y terrestres de los inmortales afortunados, cada una de estas dos divinidades era incluso celebrada como de una divinidad distinta; por eso, todas las diferentes encarnaciones de la simiente del Salvador se representaban como nacidos de dos diferentes madres. Se sabe muy bien que Bimater, nacido de dos madres, era uno de los epítetos de Baco. Ovidio explica el origen de este epíteto: cuando era sólo un embrión, fue salvado de las llamas que devoraron a su madre, escondido en el muslo de Júpiter y traído al mundo en el momento deseado. Sin buscar el sentido oculto de este mito, yo constataré sólo que Baco tenía dos diosas como madre; no sólo fue concebido por Semele, sino fue puesto en el mundo por la diosa Ippa (PROCLO, Timœum, lib. II, art. 124, p. 292-293). Es por el mismo hecho sin duda que se hace alusión cuando se dice que después de la muerte de su madre Semele, su tía Ino asumió las funciones de nodriza y le dio su leche. Lo mismo se ve en la mitología de Egipto; leemos que Osiris en la forma de Anubis, parido por Neftis, fue adoptado y criado por la diosa Isis como su propio hijo. Por eso, la Triade favorita estuvo en todas partes compuesta de dos madres y un hijo. En Wilkinson (vol. VI, fig. 35) el lector verá una divina Triade

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compuesta por Isis, por Neftis y por el niño Horus en medio de ellas. En Babilonia, según Diodoro (lib. II, p. 69), la Triade se componía durante un tiempo de dos diosas y de un niño, Hera, Rea y Zeus; en Roma en el Capitolio, era lo mismo, la Triade se componía de Juno, Minerva y Júpiter; mientras que Júpiter, cuando las matronas romanas lo adoraban como Júpiter puer o Júpiter el niño estaba en compañía de Juno y de la diosa de la fortuna (CICÉRON, De Divinatione, lib. II, vol. III, cap. 41, p. 77). Esta especie de Triade divina parece remontarse a tiempos muy antiguos entre los romanos, ya que está establecido a la vez por Dionisio de Halicarnaso y por Tito Livio, que poco después de la expulsión de los Tarquinos, hubo en Roma un templo en donde se adoraba a Ceres, Líber y Libera. (DIONISIO DE HALICARNASO, vol. I, p. 25-26, y TITO LIVIO, vol. I, p. 233).

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Nota J, p. 165 Significado del nombre de Astarté Semiramis, con el nombre de Astarté, era adorada no sólo como una encarnación del Espíritu de Dios, sino como la madre de la humanidad. Tenemos pruebas muy claras y muy satisfactorias. No hay duda de que la diosa siria fuera Astarté (LAYARD, Nínive y sus ruinas, vol. II, p. 456). Ahora bien, Atenágoras (Legatio, vol, II, p. 179) y Luciano (De Deâ Syria, vol. III, p. 382) identifican a la diosa siria o Astarté con Semiramis. Son muy decisivos estos testimonios acerca de Astarté o la diosa siria que, en un sentido, es Semiramis. 1 ° El nombre de Astarté que se le aplica, se relaciona con su carácter de Rea o Cibeles, la diosa que lleva una torre, "la primera, dice Ovidio (Opera, vol. III, Fastos, lib. IV, 219-220), quien hizo torres en las ciudades"; ya que sabemos por Layard, en la página indicada, que en el templo sirio de Hierápolis, la diosa siria, o Astarté, era representada de pie sobre un león coronado de torres. Ahora bien, ningún nombre podría describir exactamente el carácter de Semiramis como reina de Babilonia más que el nombre de Ashtart, porque quiere decir: la mujer que hace torres. Todo el mundo admite que la última sílaba Tart viene del hebreo Tr. Igualmente siempre se ha reconocido que Tr significa ir al rededor. Pero tenemos la prueba que en los nombres que de él derivan, quiere decir además ser redondo, rodear, cercar. En el masculino, Tbr designa una hilera o una cinta de joyas al rededor de la cabeza (PARKHURST, sub voce n°11 y además GESENIO). Y en el femenino como lo indica Hesiquio (Léxico, p. 925), vemos que el sentido está más claramente indicado: Τνπηδ πεπηβολοδ ηου ηεηχουδ. Turis es precisamente la forma griega de Turit, la T final según el genio griego, se convertía en S. Ash-turit, que es obviamente lo mismo que el hebreo Ash-toreth, precisamente es "la mujer que hizo un muro en cerco". Si se considera comúnmente que la gloria de esta construcción estaba relacionada, en lo que compete a Babilonia, con Semiramis, no sólo por Ovidio (Metam, lib, IV, fáb. 4, 1. 58, vol. II, p. 177), sino por Justino, Dioniso Afer y otros, se verá que la corona de muros que ella llevaba en la cabeza, así como el nombre de esta diosa, les eran muy bien apropiados. Para confirmar la interpretación del sentido del nombre de Astarté, puedo añadir un epíteto aplicado a la Diana de los griegos que en Éfeso llevaba en la cabeza una corona de torres y era identificada con Semiramis, lo que es bastante sorprendente: "Cuando la noticia de la batalla de Pidna llegó a Anfípolis, las matronas corrieron al templo de Diana que llamaban Tauropolis para implorar su ayuda." Tauropolis, de Tbr, una torre o fortificación circundante, y Pol, hacer, significa claramente la que hace torres o fortificaciones circundantes, y es naturalmente a ella, como a la diosa de las fortificaciones, que recurrían cuando temían un ataque contra su ciudad. Semiramis, deificada como Astarté, alcanzó los más grandes honores y, como ya lo mostramos, su transformación en paloma obviamente estaba destinada, cuando la distinción del sexo fue atribuida a la Divinidad, a identificarla con el nombre de Madre de los dioses, con el Espíritu Divino sin la acción de quien nadie puede ser hecho hijo de Dios, y cuyo emblema, en el lenguaje simbólico de la Escritura, era la paloma, como el del Mesías era el cordero. Puesto que el 298

Espíritu de Dios es la fuente de toda sabiduría, natural y espiritual y se le atribuían las artes y las invenciones de todo tipo (Éxodo XXXI, 3, XXXV, 31), así que la madre de los dioses, en la que se decía que estaba encarnado el Espíritu, era celebrada como la fuente de las artes y de las ciencias útiles (DIODORO DE SICILIA, lib. III. p. 1341. De aquí también, el carácter atribuido a la Minerva griega cuyo nombre Atena, como vimos había razones para creerlo, es sólo un sinónimo de Beltis, nombre bien conocido de la diosa asiria (nota 6, p. 36). Atena, la Minerva de Atenas, es universalmente conocida como la diosa de la sabiduría, la inventora de las artes y de las ciencias. 2 ° El nombre de Astarté también significa la que hace investigaciones y según lo anterior podría aplicarse a Cibeles y a Semiramis, simbolizadas por la paloma; se podrá ver que es uno de los nombres de Astarté, si se lo compara con los nombres similares de Asteria y de Astrasa (en griego Astraia) que están formados tomando la última parte del nombre compuesto en el masculino, en vez del femenino Teri o Tri (el último se pronuncia Troi o Tre) que es lo mismo que Tart. Ahora bien, Asteria era la mujer de Perseo el asirio (HERÓDOTO, lib. VI, p. 400) y el inventor de los misterios (BRYANT, vol. III, p. 267-268). Como Asteria fue más tarde representada como la hija de Bal, esta implica una situación semejante a la de Semiramis. Astrasa, además, era la diosa de la justicia, quien es identificada con la celeste virgen Temis, el nombre Temis, que significa la perfecta que daba oráculos (OVIDIO, Metam. lib, fáb. 7, vol. II, p. 30) y que habiendo vivido en la tierra antes del diluvio, la dejó justo antes de esta catástrofe (ibid. nota). Temis y Astrasa están a veces separadas y a veces relacionadas; pero tienen el mismo carácter como diosa de la justicia (Gradus ad Pamassum, sub voce Justicia). La explicación de esta oposición es fácil de comprender: El Espíritu fue considerado encarnado a veces y en otras no. Cuando estaba encarnado, Astrasa nos aparece entonces como la hija de Temis. ¿Qué nombre podría relacionarse mejor con el carácter de la diosa de la justicia que Ash-traia, la que hace investigaciones? y ¿qué nombre se le podría dar a quien mostró de manera más apropiada el carácter de este divino Espíritu que "todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios"? Como Astrasa o Temis era Fatídica Temis, Temis la profetisa, esto era además otro rasgo característico de este Espíritu; ya que ¿de dónde puede venir un verdadero oráculo o la inspiración profética sino del Espíritu de Dios que inspira? Luego finalmente ¿quién puede relacionarse mejor con la declaración divina del Génesis a propósito del Espíritu que estas palabras de Ovidio: "Astrea fue la última de las divinidades que permaneció en la tierra y su partida fue la señal de la venida del diluvio destructor"? El anuncio del diluvio es descrito así en la Palabra de Dios (Gén. VI, 3): "Y el Señor dijo: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años." Durante estos ciento veinte años el Espíritu contendió con el hombre y cuando terminaron, el Espíritu ya no contendió, abandonó la tierra y dejó al mundo a su suerte. Pero aunque el Espíritu de Dios dejó la tierra, no abandonó la familia del justo Noé. Entró con el patriarca al arca y cuando el patriarca salió de su largo cautiverio, salió junto a él. Así que los paganos tenían una base histórica para su mito de la paloma; estaba fundado en símbolo del arca en las aguas babilónicas y la diosa siria o Astarté

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(la misma Astræa) que salía de ella. Semiramis, como Astarté, adorada como la paloma, era considerada como encarnación del Espíritu de Dios. 3 ° Como Baal, el Señor del cielo, tenía un emblema visible, el sol, así que Beltis, la reina del cielo, debe tener lo suyo, la luna, quien era además Ashttart, la que hace revoluciones; ya que no hay duda de que Tart comúnmente quiere decir ir al derredor. 4 ° Pero el sistema debe ser reducido à un solo principio. Como la madre de los dioses era además la madre de la humanidad, Semiramis o Astarté además debe ser identificada como Eva; y el nombre de Rea que, según la Crónica Pascual (vol. I, p. 65), le probaba suficientemente su identidad con Eva. En tanto que si se aplica a la madre común de la raza humana, el nombre de Astarté es singularmente apropiado, ya que como ella era Idaia Mater, la madre del conocimiento, uno se pregunta: ¿cómo obtuvo este conocimiento? He aquí la única respuesta: por las fatales investigaciones a las que se entregó. Hizo una experiencia terrible, cuando en oposición al orden divino y a pesar del castigo que la amenazaba, persiguió este conocimiento que el Creador le había ocultado. Así que ella tomó la primera posición en esta mísera vía de la cual habla la Escritura: «Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones.›› (Ecl. VII, 29). Ahora bien, Semiramis deificada como paloma, era Astarté con la forma más graciosa y más benévola. Lucio Ampelio (Liber ad Macrinum apud BRYANT, vol. III, p. 161) la llama Deam benignam et misericordem hominibus ad vitam boriam, la diosa benévola y misericordiosa que da a los hombres una vida buena y feliz. Como consecuencia de esta dulzura de su carácter obviamente le fueron dados los dos títulos Afrodita y Milita. Ya expliqué el primero; quiere decir: la que domina la cólera (p. 234); el segundo se ajusta exactamente con el primero. Milita o como se lo encuentra en griego: Mulita, que significa la Mediadora. El hebreo Melitz, que en caldeo se convierte en Melitt, es empleado obviamente en Job XXXIII, 23, en el sentido de Mediador: "El mensajero, el intérprete, el que es agradable a un hombre (Melitz) y dice: líbrelo, para que no descienda a la fosa; encontré un rescate." Obviamente, esta palabra quiere decir el mensajero, el intérprete. Parkhurst toma esta palabra en este sentido y la hace venir de Mltz, ser dulce. Ahora bien, el femenino de Melitz es Melitza, de aquí viene Melisa, abeja, nombre común de la sacerdotisa de Cibeles; y de cómo podemos inferirlo, de Cibeles o Astarté, reina misma del cielo; ya que Porfirio, después de haber dicho que los antiguos llamaban Melisas a las sacerdotisas de Júpiter, añade que ellas llamaban además a la luna Melisa (De antro Nympharum, p. 18). Tenemos además pruebas que nos permiten identificar este título con un título de Semiramis. Melisa o Melita (APOLODORO vol. I, lib. II, p. 110), ya que el nombre es dado de estas dos maneras, fue la madre de Foroneo, el primero que hubo reinado, en los días que tuvo lugar la dispersión de la humanidad por divisiones que habían estallado en su seno, mientras que, antes, todos vivían en armonía y hablaban el mismo lenguaje (HIGINIO, fáb. 143, p. 114). No hay ningún otro hombre a quien pueda aplicarse este rasgo, sólo a Nimrod, y como Nimrod fue adorado como Nin, el hijo de su propia mujer, la identidad es exacta. Melita, madre de Foroneo, es la misma Milita, nombre bien conocido de la Venus de Babilonia; y el nombre que es el femenino de Melitz, el 300

Mediador, significa, por lo tanto, la Mediadora. Es además otro nombre dado a la madre de Foroneo, el primero que había reinado, es Arquía (LEMPRIERE, ver además SMITH, p. 572). Ahora bien, Arquía quiere decir espiritual, de Rkh, espíritu en hebreo, que además en egipcio es Rkh (BUNSEN, vol. I, p. 516, n° 292) y en caldeo con el prefijo a, se convierte en Arkh 1. De la misma raíz viene obviamente el epíteto Arquites, aplicado a Venus, que llora a Adonis 2. Venus Arquites es la Venus espiritual 3. Así que, pues, la esposa madre del primer rey que reinó era conocida con el nombre de Arquía y de Melita, en otras palabras, como la mujer con quien estaba encarnado el espíritu de Dios; así que apareció como la Dea Benigna, la Mediatrix de los desafortunados pecadores. La primera forma de Astarté, como Eva, trajo el pecado al mundo; la segunda forma, antes del diluvio, como una diosa vengadora, la diosa de la justicia. Esta forma era la de una diosa benévola y misericordiosa. Así que Semiramis misma o Astarté o Venus, la diosa del amor y de la belleza, se convirtió en la esperanza de todo el mundo, y los hombres estuvieron felices de poder recurrir a la mediación de una divinidad tan tolerante con el pecado. 1. El hebreo Dan, sangre, en caldeo se convierte en Adun, lo mismo Rkh se convierte en Arkh. 2. MACROBIO, Saturnales lib. I, cap. 21, p. 70. F. 3. Según OUVAROFF (secc. 6, p. 102, nota), la madre del tercer Baco era Aura, y Faetón, nos dice Orfeo, era hijo, πεπημεχεοδ αεποδ, del aire que se extiende en todas direcciones (LACTANCIO, lib. I, cap. 5, p. 10). La conexión que existe en el lenguaje sagrado entre el viento, el aire y el espíritu, explica bastante estas indicaciones, y muestra cuál es el verdadero sentido de esto.

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Nota K, p. 184 Oannes y Souro He aquí las razones porque debemos creer que Oannes, de quien se dice, fue la primera de aquellas criaturas fabulosas que salió del mar e instruyó a los babilonios, era representado como un pez con cuernos de macho cabrío. Primero, el nombre Oannes como lo mostramos en otra parte, sólo es una forma de He-anesh o el hombre, sinónimo del nombre de nuestro primer padre Adán. Ahora bien, se puede probar que Adán es el original de Pan, quien era además llamado Inuus (DYMOCK, sub voce, Jano) palabra que es sólo otra pronunciación de Anosh sin el artículo o en la traducción de Gén. V, 7, Enoc. Este nombre como se lo admite generalmente, es el nombre genérico del hombre después de la caída, como que era débil y enfermo. La o en Enoc es lo que se llama la vau, que se pronuncia a veces o a veces u y a veces v o w. Enoc se pronuncia Enus o Enws y es lo mismo para la pronunciación de Inuus, el antiguo nombre romano de Pan. El nombre de Pan mismo significa el que se ha desviado. Como la palabra hebrea que quiere decir rectitud, significa el que marcha rectamente por el camino, así que cada desviación de la línea recta del deber era un pecado, Hata, la palabra que quiere decir pecado y que significa genéricamente apartarse de la línea recta. Pan, se sabe, era el jefe de los sátiros, es decir, el primero de los ocultos, ya que Sátiro y Satur, el oculto, obviamente son la misma palabra: Adán fue el primer miembro de la humanidad que se ocultó. Pan, se dice, amó a una ninfa llamada Pito, o de otra forma, Pitis (SMITH, sub voce Pan) y ¿quién es Pito o Pitis, sino el nombre mismo de la mujer engañosa, que siendo ella misma engañada, engañó a su marido y lo llevó a dar este paso que después le mereció el nombre de Pan, el que se desvió? Pito o Pitis viene obviamente de Path o Peth, seducir, verbo de donde la famosa serpiente Pitón deriva también su nombre. Esta conclusión acerca de la identidad personal de Pan y de Pito está grandemente confirmada por los títulos que se dan a la mujer de Fauno. Fauno, dice Smith, (ibid.), simplemente es otro nombre de Pan 1. 1. En caldeo la misma letra que se pronuncia P también se pronuncia Ph, es decir F; Pan se convierte en Faun.

Ahora bien, la mujer de Fauno era llamada Oma, Fauno y Fatua (ibid. sub voce Bona Dea) lo que significa abiertamente "la madre que al ser seducida se desvió" 1. Esta madre seducida es llamada además indiferentemente la hermana, la mujer o "la hija de su marido" y el lector no necesita que se le muestre cómo esto concuerda con las relaciones de Eva y de Adán. Ahora bien, Pan se llamaba además Capricornio, el que tiene cuernos de cabra (DYMOCK, sub voce Pan) y el origen de este título debe atribuirse a lo que tuvo lugar cuando nuestro primer padre se convirtió en el jefe de los sátiros, el primero de los ocultos. Corrió para ocultarse y Berkha, fugitivo, quiere decir además macho cabrío. De allí el origen del epíteto Capricornio, o el que tiene cuernos de macho cabrío, aplicado a Pan. Pero como el capricornio es representado en general como el dios pez, si el Capricornio representa a Pan o Adán u Oannes, esto muestra que debe ser Adán, después de que pasó, por el

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poder de la metempsicosis, a través de las aguas del diluvio; el macho cabrío, símbolo de Pan representante a Adán, el primer padre de la humanidad combinado con el pez, símbolo de Noé, segundo padre de la raza humana, de los cuales Nimrod, que era al mismo tiempo Cronos, el padre de los dioses, y Souro, la simiente, era una nueva encarnación. Entre los ídolos de Babilonia (KITTO, Coment, ilust. vol. IV, p. 31) encontramos una representación de este mismo capricornio o pez con cuerno de macho cabrío (apud BUNSEN, Berosiana, vol. I, p. 703) y Beroso nos dice que las representaciones bien conocidas de Pan, cuya modificación es el Capricornio, se encontraban en Babilonia desde los tiempos más remotos. Se podría proveer más de luz acerca de este tema; pero dejo al lector decidir si la declaración que precede no explica suficientemente el origen de la notable figura del Zodiaco, el pez de los cuernos de macho cabrío. 1. Fatua viene obviamente del mismo verbo que Pito o Pitis, es decir, de Pet o Fet. En un sentido activo, Fatuus es muy usado en la expresión Ignis Fatuus. Lo encontramos en el pasivo en la frase: una persona llena de fatuidad.

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Nota L, p. 198 Identidad del escandinavo Odín y del babilónico Adón 1 ° Nimrod o Adón o Adonis, de Babilonia, era el gran dios de la guerra; se sabe que Odín lo era igualmente. 2 ° Nimrod, con el carácter de Baco, era el dios del vino; Odín se nos presenta como no teniendo ningún otro alimento más que el vino; el vino le reemplaza cualquier otro alimento, según lo que se nos dice en estos versos de la Edda: "El padre ilustre de los ejércitos, engorda él mismo a dos lobos; pero el victorioso Odín no toma alimento, se contenta con el vino que continuamente consume." (MALLET, fáb. 20, vol. II, p. 106). 3° El nombre de uno de los hijos de Odín indica el sentido del nombre de Odín mismo. Baldo o Balder, cuya muerte fue el tema de tantas lamentaciones, parece ser la forma caldea de Baal-zer, la simiente de Baal; porque la z hebrea, como se lo sabe bien, convierte frecuentemente en d en el caldeo moderno. Ahora bien, Baal y Adón significan igualmente uno y otro el Señor; así pues, si se admite que Baldo es la simiente o el hijo, esto quiere decir que es el hijo de Adón; así entonces, Adón y Odín deben ser el mismo. Esto pone obviamente a Odín en un rango inferior. Esto hace de su hijo y no de él el objeto de las lamentaciones; pero este era además el caso en Egipto. En efecto, Horus a veces era representado como despedazado, así como Osiris. Clemente de Alejandría nos dice (Cohortatio, vol. I, p. 30): "se lamentan por un niño destrozado por los titanes". Las lamentaciones por Baldo son muy claramente el símil de las lamentaciones por Adonis, y si Baldo era la forma favorita del Mesías escandinavo, no era otro que Adón o el señor, como su padre. 4 ° Finalmente, el nombre de otro hijo de Odín, el poderoso y belicoso Thor, confirma todas las conclusiones anteriores. Ninyas, hijo de Nino o Nimrod, a la muerte de su padre, cuando la idolatría se expandió, fue todo muy natural, según la naturaleza del sistema místico, propuesto como Adón el señor. Ahora bien, como Odín tenía un hijo llamado Thor, así el segundo Adón asirio tenía un hijo llamado Thouros (Cedreno, vol. I, p. 29). El nombre de Thouros parece ser sólo otra forma de Zoro o Doro, la simiente (Léxico, P. 93). La d es a menudo pronunciada como th. Adón, en hebreo con los puntos vocales se pronuncia Athón.

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Nota M, p. 275 La ropa que se quitan los iniciados en los Misterios Según Proclo, los diferentes traductores interpretan este pasaje de diversa forma. Tal como yo lo cité, es casi lo mismo que en Taylor (traducción de Proclo). Taylor abandona la versión del traductor latino de la edición de Hambourg, 1618, a propósito de la palabra "despojados de sus ropas". Este traductor interpreta la palabra, que en el original es γυμνηηαδ, como vélites o soldados ligeramente equipados. Pero después de un cuidadoso examen del pasaje se verá que la versión Taylor, para el sentido y la aplicación de la palabra, parece perfectamente exacta y que es confundir totalmente el sentido al interpretarlo como "soldados ligeramente armados". En el léxico griego de Donnegan, γυμνηηεδ se da como sinónimo de γυμνεδ, que en su sentido primitivo, quiere decir desnudo. En el léxico de Liddell y de Scott γυμνηηεδ no se halla; existe sólo γυμνεηεδ; ahora bien, γυμνεηεδ que es un sustantivo, quiere decir soldado ligeramente armado; pero al ser un adjectivo significa desnudo. Ahora bien, el contexto muestra que γυμνηηαδ o γυμνεηαδ debe ser empleado como adjetivo. Además, el contexto obviamente muestra antes y después que significa despojado o desprovisto de ropas. La frase misma establece una comparación. Doy las palabras de la comparación según la versión latina ya mencionada: "Et que-madmodum (aquí vienen las palabras citadas en el texto) eodem modo puto et in ipsâ rerum contemplatione rem se habere." Ahora bien, en la frase anterior, el alma o la persona que se consagra apropiadamente a la contemplación de Dios y del universo lo hace así: "Contrahens se totam in sui ipsius unionem et in ipsum centrum universæ vitæ, et multitudinem et varietatem omnigenarum in eo comprehensarum amovens, in ipsam summam ipsorum Entium speculam ascendit." Así que en la cita que pone su firma la frase ya mencionada, la misma idea de despojar todo lo que puede impedir la perfecta unión del alma, se nos indica claramente, "et omnibus omissis atque neglectis", etc. He aquí el argumento; como los iniciados necesitaban ser totalmente despojados, para sacar de su iniciación todos los beneficios posibles, así que el alma debe despojarse de todo lo que puede impedirle ascender a la contemplación de las cosas, tal como son realmente. Hay sólo otro punto que notar, es la duda que puede suscitarse acerca de las palabras que están entre paréntesis, "por así decir". Estas palabras tal como se encuentran en el original y tal como Taylor las da, ¿califican la frase que precede o la frase que sigue? Tales como se dan en la versión de Taylor, así se ubican: "despojados de sus ropas, por así decir, participan de la naturaleza divina". No se ve demasiado claro qué punto designan. Se lo puede distinguir sólo por un usus loquendi. Ahora bien, el usus loquendi de Proclo es muy decisivo. Esta expresión califica lo que sigue. Así que leemos el pasaje siguiente (lib. I, cap. 3, p. 6): ηεν αξπηεα ηου νου (ωδ θαζη) ηο ανζοδ (la perfección del alma (por así decir) la flor) e incluso (ibid. cap. 1, p. 16): ξαη πανηεδ (ωδ εηπεην) ηεδ ενζεου ζοθηαδ μεηλεθαζη, (y todos por así decir han participado de la sabiduría inspirada). Según estos pasajes, vemos fácilmente cuál era la costumbre de Proclo; por eso, al conservar las palabras de la

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traducción de Taylor, yo arreglé la última cláusula para hacer resaltar más claramente el sentido original del autor.

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Nota N, p. 343 Zoroastro, jefe de los adoradores del fuego Zoroastro era el jefe de los adoradores del fuego. Los detalles siguientes podrán establecerlo. Aunque no dice que el nombre de Zoroastro es casi sinónimo de adorador del fuego, el testimonio de Plutarco es de gran peso: "Plutarchus agnoscit Zoroastrem apud Chaldæos Magos instituisse, ad quorum imitationem Persæ etiam suos habuerunt 1, Arabica quoque historia, (ab Erpenio edita) tradit Zaradussit non primum instituisse, sed reformasse religionem Persarum et Magorum qui divisi erant in plures sectas." (CLÉRICO, lib. I, De Chaldœis, vol. II, cap 2, art. 1, p. 195). Plutarco reconoce que Zoroastro instituyó entre los caldeos a los magos, a imitación de los persas. La historia árabe (editada por Erpenio) nos relata además que Zaradussit (o Zerdusht) no instituyó, sino sólo reformó la religión de los persas y de los magos que estaban divididos en varias sectas. El testimonio de Agatias nos lleva al mismo fin. Cree que el culto del fuego vino de los caldeos a los persas (lib. II, cap. 25, p. 118-119). Entre los persas, los magos eran los guardianes del fuego sagrado y eterno; se puede concluirlo con Curcio (lib. III, cap. 3, p. 41-42) que dice que este fuego era llevado delante de ellos sobre altares de plata; de Estrabón (Geograf., lib. XV, p. 696) que dice que los magos conservaban sobre el altar cierta cantidad de cenizas y de fuego eterno; y de la declaración de Heródoto (lib. I, p. 63) que dice que sin ellos no se podía ofrecer sacrificio. El culto del fuego era parte esencial del sistema de los magos persas (WILSON, La religión de los Parsis, p. 228, 235). No pretendían haber inventado este culto del fuego; pero su historia popular hace remontar su origen hasta los días de Hoshang padre de Thamurs, quien fundó Babilonia, es decir, (WILSON, p. 202-203 y 579) en los días de Nimrod. Para confirmarlo tenemos un fragmento de Apolodoro (MÜLLER, 68) que pone a Nino como el jefe de los adoradores del fuego. Layard, al citar este fragmento, supone que Nino es distinto de Zoroastro (Nínive y sus ruinas, vol. II, p. 443, nota), pero, se puede probar, aunque muchos otros han llevado el nombre de Zoroastro, todas las líneas de evidencia convergen de manera que demuestran que Nino, Nimrod y Zoroastro eran la misma persona. 1. La institución de los magos se remonta a una antigüedad muy lejana. Aristóteles dice que eran más antiguos que los egipcios (Teopompo, fragmentos en MÜLLER, vol. I, p, 280).

Las leyendas de Zoroastro muestran que era conocido como mago y como guerrero (ARNOBIO, lib. I, p. 327). Platón nos dice que Eros Armenio (según CLÉRICO, De Chaldœis, vol. II, p. 495, sería el 4o Zoroastro) murió en una batalla y resucitó al décimo día; lo que pretendió haber conocido en el Hades, lo enseñó a los hombres en su nueva vida (PLATÓN, De Republica, lib. X, vol. II, p. 614). Vimos que la muerte de Nimrod, el Zoroastro original, no fue la de un guerrero muerto en combate; pero, sin embargo, esta leyenda del guerrero Zoroastro favorece del todo la hipótesis que dice que el Zoroastro original, primer jefe de los Magos, no era simplemente un sacerdote, sino un rey guerrero. En todas partes, los zoroastrianos o adoradores del fuego se llamaban Guebres o Gabrs. Ahora bien, el pasaje Gén. X, 8, prueba que Nimrod fue el

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primer Gabrs. Como Zoroastro era la llave de los adoradores del fuego, Tammuz tenía obviamente el mismo carácter. Ya tenemos bastantes pruebas que establecen la identidad de Tammuz y de Nimrod; pero algunas palabras de sobra lo probarán más claramente y arrojarán más luz acerca del primitivo culto del fuego. 1° Primeramente, Tammuz y Adonis son la misma divinidad. Jerónimo que vivía en Palestina en la época en que los ritos de Tammuz eran observados a la vez que escribía, identifica expresamente a Tammuz y Adonis (vol. II, p. 353) en su Comentario acerca de Ezequiel, VIII, 14, donde se dice que las mujeres judías endechaban o Tammuz. En general se adopta el testimonio de Jerónimo acerca de este tema. Además, los ritos de Tammuz o Adonis en Siria eran celebrados como los de Osiris. La declaración de Luciano (De Dea Syria, vol. III, p. 454), lo muestra de una manera sorprendente, y Bunsen (vol. I, p. 443), lo admite de manera distinta. La identidad de Nimrod y Osiris fue probada extensamente en esta obra. Cuando Tammuz o Adonis es identificado con Osiris, la identidad de Tammuz resulta de modo muy natural. Y desde entonces esto concuerda totalmente con el lenguaje de Bion, en su lamentación por Adonis, cuando representa a Venus entregándose a un arranque de dolor, como una bacante después de la muerte de Adonis, a través de bosques y valles, y llamando ella a su marido asirio (BION, Idilio, Id. I, v. 24 en Poetœ Minores Grœci, p. 304). Esto concuerda además con la declaración de Maimónides: cuando Tammuz fue muerto, hubo sobre ésta una gran escena en el templo de Babilonia (p.97). 2° Si Tammuz y Nimrod fueron sólo uno, el sentido de esta palabra confirma la relación de Nimrod con el primer culto del fuego, Después de lo que ya hemos avanzado, ningún argumento necesario para mostrar cómo los caldeos fueron los primeros en introducir el nombre y el poder de los reyes (SINCELO, vol. I, p. 169) y cómo Nimrod fue obviamente el primero de estos reyes y el primero en consecuencia en llevar el título de Moloc, fue en su honor que los niños pasaban a través del fuego de Moloc. Pero esta acción tenía indiscutiblemente como propósito purificar. El nombre de Tammuz se relaciona obviamente con esta intención, ya que significa perfeccionarse, es decir, purificar a través del fuego 1; y si Nimrod era como lo representan la Crónica Pascual (vol. I, p. 5051) y la voz general de la antigüedad el creador del culto del fuego, este mismo nombre designa exactamente su carácter. Es obvio, sin embargo, según el verso de Zoroastro citado que el fuego mismo era adorado, como Tammuz, ya que es llamado el Padre que ha consumado todo. En un sentido, este nombre se relacionaba con la culminación de los hombres mediante la purificación. Hacía perfecto a quien consumía. Es la misma idea que desde tiempos inmemoriales hasta estos días, ha llevado en la India a tantas viudas a inmolarse en la hoguera funeraria de su marido; la mujer que se quemaba así era reconocidamente bienaventurada, porque ella se convertía en sati, es decir, pura por el fuego 2. Esto reconciliaba sin duda con este cruel sacrificio a los padres que hacían pasar sus hijos por el fuego, ya que se creía que este fuego que los consumía los hacía además perfectos y apropiados en la dicha eterna. Como el doble hecho de pasar por el fuego y de quemar en el fuego era parte de los ritos esen-

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ciales del culto de Moloc o de Nimrod, es prueba que Nimrod era el mismo Tammuz. 1. De Tam, perfeccionar y muz, fuego. Tener el corazón puro, en la Escritura, significa exactamente tener el corazón perfecto. El nombre de Deucalión, ligado al diluvio, parece relacionarse con los adoradores del agua. Dukh-kaleh quiere decir purificar por el agua, de Dukh, lavar (CLAVIS STOCKII, p. 223) y Khaleh, completar o perfeccionar. El nombre resultante de este último verbo muestra que la raíz quiere decir purificar, perfeccionar. El oro perfecto es expresado en la Escritura como oro puro. El nombre Akmon dado a veces al rey de los dioses tiene alguna relación con esta idea. Es la forma caldea del hebreo Khma, "el que quema". Se convierte en Akmos como Dam, sangre, se convierte en Adem. Hesiquio dice que Akmon es Cronos (sub voce Akmon). Virgilio, Eneida., VIII, 425 da un sinónimo: Tammuz Pyracmon, nombre de uno de los Cíclopes. Los primeros Cíclopes fueron Cronos y sus hermanos; hacemos venir este nombre de Put, forma caldea de Bur, purificar y Akmon; esto quiere decir el que quema y que purifica. 2. MOOR, El Panteón, Siva, p. 43. Esta palabra se pronuncia Sati.

Como sacerdote y representante del fuego que purifica a quien cumple, es él quien ejercía las funciones de hacer perfecto o de purificar mediante el fuego, y es así como tomaba su nombre de esta purificación misma. Si ojeamos las leyendas de la India, allí encontramos una prueba también concluyente de la que tenemos a propósito de Zoroastro y de Tammuz, jefes de los adoradores del fuego. La quinta cabeza de Brahma que fue cortada por haber horrorizado los tres mundos por el resplandor de sus rayos deslumbrantes se identifica ella misma con Nimrod. Esta quinta cabeza que eran representada como habiendo leído los vedas o los libros sagrados producidos por las otras cuatro cabezas, muestra, creo yo, una sucesión 1. Ahora bien, al venir de Noé, ¿qué sería esta sucesión? Tenemos en Beroso la prueba que ya en los días de Belo o Nimrod se hacían imágenes de dos cabezas como la de Jano. Suponemos que Noé, quien vivió en dos mundos, tenía dos cabezas. Cam es la tercera, Cus la cuarta y naturalmente Nimrod es la quinta. Y ésta fue cortada porque ella había realizado la misma acción que causó la muerte de Nimrod. Yo sospecho que este mito hindú es la clave que explica un pasaje de Plutarco que parece a primera vista absurdo. Helo aquí: "Plutarco, en el Libro IV de las Symposiaca cuest. 5, vol. II, p. 670, B, dice que los egipcios creían que la noche precedió la luz y que ésta fue producida por ratones, en la 4a generación, en la época de la nueva luna". En la India, vemos que la luna nueva era producida de modo diferente con el sentido ordinario de esta expresión, y que la producción de esta luna nueva era no sólo importante en la mitología hindú, sino que obviamente estaba de acuerdo para la época en el tiempo en que la quinta cabeza de Brahma quemó el mundo con su insoportable ardor. He aquí cómo se hizo esta creación: los dioses y la humanidad estaban totalmente descontentos de la luna que habían creado, ya que no daba luz, las plantas estaban tristes y no bastaba la producción; por esto agitaron el océano y todo estuvo en confusión. Se estableció una nueva luna con un nuevo vigilante y desde entonces reinó un sistema de cosas totalmente nuevo (Investigaciones Asiáticas, vol. IX, p. 98). 1. Los vedas no parecen tener una gran antigüedad como documentos escritos; pero la leyenda de los hindúes es mucho más antigua que la historia. La antigüedad de la escritura parece muy grande, pero que hayan existido o no documentos religiosos manuscritos en los días de Nimrod, debería haber existido un veda ya que esta palabra así como Edda en

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anglosajón, vienen de Ed, testimonio, anales religiosos o confesión de fe. Testimonio que debe haber existido desde el principio.

Según las Antigüedades Indias de Maurice (vol. II, art. 6), en esta misma época de la agitación del océano, el fuego fue encendido sobre la tierra y de esto resultaron disturbios generales. Pero el nombre de la luna, en hindi Soma o Som con la a final aspirada, se encuentra en el nombre del famoso templo de Somnaut, que significa el Señor de la luna, la luna que es masculina en la India. Como naturalmente este acontecimiento es simbólico, uno se pregunta qué podría significar la luna o el vigilante de la luna que fue rechazado en la quinta generación del mundo. El nombre de Som es precisamente el nombre de Sem ya que éste viene de Shem, designar, y es legítimamente representado como Som o Sem, como lo es en griego: era precisamente para liberarse de Sem (después de la muerte de su padre o cuando fue alcanzado por los achaques de la edad), el gran instructor del mundo, es decir, el gran propagador de luz espiritual, que en la quinta generación el mundo fue arrojado a la confusión y la tierra fue llena de fuego. Comprendemos fácilmente por qué Sem es comparado con la luna si consideramos la simbología de su padre Noé. El jefe de la familia es divinamente comparado con el sol, como en el sueño de José (Gén. XXXVII, 9) y se concibe fácilmente cómo Noé fue considerado por su descendencia en general, como que ocupaba el primer lugar, el lugar del sol en el mundo; por eso Bryant, Davies, Faber y otros concuerdan en reconocer en el astro el símbolo de Noé. Sin embargo, cuando su hijo Sem lo sustituyó (Sem era más joven que José), naturalmente Sem debió ser comparado con una luz menos viva o con la luna, sobre todo por quienes no lo amaban y se rebelaron contra él 1. Ahora bien, la producción de la luz por los ratones en esta época remota viene a confirmar exactamente esta deducción. Ratón en caldeo es Aakbar y Gheber o Kheber, en árabe, en turco y en algunos otros dialectos orientales, se convierten en Akbar, como en el proverbio bien conocido de los musulmanes: Allah Akbar, Dios es grande. Así que el pasaje de Plutarco viene a ser esto: la luz fue producida por los Guebres o adoradores del fuego cuando Nimrod se opuso a Sem, el representante de Noé, y a la gran luz del mundo. 1. "En cuanto al reino, dicen los Intérpretes Orientales (cap. 1, p. 67), el sol es el símbolo del rey y la luna, el símbolo de quien viene después de él." Esta frase (DAUBUZE, Diccion. Símbol, p. 115) anotada por mi sabio amigo, el reverendo Forbes, de Londres, muestra que mi conclusión acerca del sentido simbólico de la luna, se ajusta perfectamente al de las ideas orientales. Para observaciones excelentes a propósito de Babilonia, ver la misma obra, p. 38.

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Nota O, p. 345 Historia de Faetón La identidad de Faetón y de Nirmrod se funda en muchas razones, además de la evidencia prima facie basada en el hecho de que Faetón era un etíope o cusita y la semejanza de su suerte (él fue arrojado del cielo mientras conducía el carro del sol) como hijo del sol, con la de Molk Gheber, cuyo nombre, como dios del fuego, lo identifica con Nimrod. 1° Faetón, dice Apolodoro (vol. I, p. 354), era el hijo de Titón: pero si se examina el sentido de este nombre, se tiene obviamente que era Titón mismo. Titón era el esposo de Aurora (DYMOCK, sub voce). En el sentido físico, como ya lo vimos, Aurora quiere decir la que despierta la luz y Titón, el que enciende la luz o el que pone al fuego 1. Ahora bien, Faetón, hijo de Titón, en caldeo es: Faetón, Bar Titón. Pero esto significa Faetón el hijo que pone al fuego 1. La identidad misma de Faetón y de Titón nos ayuda mucho en identificar a Faetón con Nimrod; ya que Homero (Odisea, lib. V, p. 127), menciona el casamiento de Aurora con Orión, el poderoso cazador cuya identidad con Nimrod ya se estableció. Desde entonces el nombre del hijo célebre que nació de la unión entre Aurora y Titón muestra que Titón, en su carácter original, debe haber sido el mismo que el poderoso cazador de la Escritura, ya que el nombre de este hijo era Memnón (MARCIAL, lib. VIII, 5, 21, p. 440 y OVIDIO, Metam. lib. I, vol. II, p. 647), lo que significa el hijo del moteado 2, nombre que identifica al padre con Nimrod, cuyo emblema era la piel moteada del leopardo. Nino o Nimrod que era adorado como el hijo de su propia mujer y esta mujer que era Aurora, la diosa de la aurora, vemos cómo esto concuerda exactamente con Faetón, cuando Isaías, hablando del rey de Babilonia, quien era su representante, le dice: "¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!" (Isaías XIV, 12). El matrimonio de Orión con Aurora, en otras palabras, el día en que se estableció como el dios que enciende la luz o incluso el día en que tomó el carácter del autor del culto del fuego, fue, según Homero, la causa de su muerte, ya que pereció por causa de la cólera de los dioses (Odisea, lib. V, v. 124). 1. De Tzet o Tzit, encender o prender fuego, en caldeo Tit, y Thon, dar. 2. De Mam o Mom, moteado y Non, hijo.

2° La historia común contada por Ovidio, prueba claramente que Faetón era comúnmente representado como el hijo de Aurora; mientras que Faetón pretendía ser hijo de Febo o el Sol, se le reprochaba ser sólo el hijo de Mérope o del marido mortal de su madre Clímene (OVIDIDIO, Metam. lib. II, nota). La historia muestra que esta madre se hizo pasar por Aurora, no en el sentido físico de la palabra, sino en su sentido místico, como la mujer llena de luz; por lo tanto, su hijo se consideró como el gran productor de luz, el que debía iluminar al mundo, Lucifer, el hijo de la mañana que era el pretendido iluminador de las almas 1. El nombre de Lucifer en Isaías, es el nombre mismo de donde viene obviamente uno de los nombres de Baco, Eleleus. Este nombre viene de Helel que quiere decir brillar o producir luz y equivale al nombre Titón. Ahora bien, tenemos la prueba que Lucifer, hijo de la aurora o de la

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mañana, era adorado con el carácter de Nimrod, cuando apareció de nuevo en la forma de un pequeño niño; como lo indica la inscripción: "Bono Deo Puero Phosphore" (WILKINSON, vol. IV, p. 410). Este Faetón o Lucifer, quien fue precipitado del cielo, es Jano, ya lo probamos antes, porque Jano es llamado Pater Matutinus (HORACIO, Sat. II, 6, 20, p. 674); y veremos además el sentido de este nombre en uno de sus aspectos cuando hayamos establecido el significado de la palabra Dea Matuta. Dea Matuta significa la diosa que alumbra o que produce luz 2, por esto ella es identificada por Prisciano con la aurora: Matuta, quas significat Auroram (PRISCIANO, II, p. 591, en SIR W. BETHAM, Etruria, vol. II, p. 53). Matutinus es obviamente el correspondiente de Matuta, diosa de la mañana. Jano, como Matutinus, es Lucifer, hijo de la mañana. 1. El lector verá, en los extractos siguientes del Pancarpium Marianum, que la Virgen de Roma es llamada Aurora y que este nombre se aplica obviamente a ella en ambos sexos indicados en el texto: "O Aurora Maria, quæ a lumine incepisti, crevisti cum lumine, et nunquam lumine privaris! Sicut lux meridiana clara es. Dominum concepisti, qui dixit Lux sum mundi" (cap. 41, p. 170). "Numquid sol justitiae Christus, qui dixit: Lux sum mundi, operamini, dum dies est? Numquid hanc solis aeterni lampadem aurora Maria consurgens invexit? surgite soporati" (ibid p. 171). Estas palabras contienen las dos ideas del nombre de la Aurora de los paganos. 2. Matuta viene de la misma palabra Tithonus: Tzet, Tzit o Tzut, o en caldeo Tet, Tit o Tut, encender, poner al fuego. De Tit, poner al fuego, viene el latín titio, tizón, y de Tut con el prefijo de formación M viene Matuta, como Nasseh olvidar, da Manasseh, el que olvida (primogénito de José, Gén. XLI, 51). La raíz de este verbo es comúnmente Itzt; pero según BARKER (Léxico, p.176) puede ser Tzt. De esta raíz viene la palabra sánscrita Sati, ya citada.

Pero además, Matuta es identificada con Ino después de que se sumergió en el mar y que, en compañía de su hijo Melicerta, fue transformada en divinidad marina (Gradus ad Parnassum, sub voce Ino). En consecuencia, su hijo Melikerta rey de la ciudad fortificada, es el mismo Janus Matutinus o Lucifer Faetón o Nimrod. Hay además otro camino por el cual se puede identificar a Melikerta, la divinidad marina o Jano Matutino con el dios primitivo de los adoradores del fuego. El nombre más común de Ino o Matuta, después de que ella pasó a través de las aguas era Leucothoé (OVIDIO, Metam. lib. IV, 541542). Ahora bien, Leucothoe o Leu Kothea tiene un doble sentido; viene o de Lukhoth, alumbrar o poner al fuego 1 o de Lukoth, espigar. En la medalla de Malta que dimos (fig. 37, p. 239), el lector verá un ejemplo de estos dos sentidos. La espiga de trigo que la diosa tiene comúnmente en la mano, se relaciona con su carácter oculto, la madre de Bar el hijo y sirve además para mostrarla a los profanos con el carácter de Spicilega, la Espigadora, nombre popular (HYDE, De Religione Vet. Pers., p. 392) de la mujer con la espiga de trigo, representada en la constelación de Virgo. En Bryant (vol. III, p. 245), se representa Cibeles con dos o tres espigas de trigo en la mano, ya que, como había tres Baco particularmente distintos, había dos o tres espigas en la mano. Pero para reconciliar esto con la medalla de Malta de la cual acabamos de hablar, las llamas que salen de la cabeza de Lucothea, la Espigadora, muestran que al pasar a través de las aguas, es aún Lucothea, la que quema o da la luz. Y los rayos que rodean la mitra del dios sobre el reverso perfectamente se 312

relaciona con el carácter del dios considerado como Eleleus o Faetón, en otras palabras, el brillante Bar. Ahora bien, este brillante Bar, en calidad de Melikerta, rey de la ciudad fortificada, ocupe el lugar mismo de Ala Mahozim, cuyo representante, ya lo probamos además, no es otro que el papa. Pero es además la divinidad del sol que por este motivo lleva la mitra de Dagon (compare fig. 37, p. 239 y fig. 48, p. 322, en donde se dan diversas formas de la misma divinidad maltesa). La mitra con cabeza de pez empleada por el papa muestra además que, con este carácter, la bestia que sube del mar es sin indiscución el representante de Melikerta. 1. En hebreo, el verbo es Lhth, pero la letra He a menudo es Heth en caldeo con el valor de Kh.

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Nota P, p. 356 La bandera del Dragón en la Roma imperial Es el símbolo del culto del fuego Amiano Marcelino quien habla de esta bandera, la llama "purpureum signum draconis" (lib. XVI, cap. 12, p. 145). Con este propósito uno se pregunta: ¿el epíteto purpureum que indica el color del dragón tiene alguna relación con el fuego? La cita siguiente de Salverté puede arrojar alguna luz acerca de este tema: el dragón figuraba entre los estandartes militares de los asirios. Ciro hizo que lo adoptaran medos y persas. Con los emperadores romanos y con los emperadores de Bizancio, cada cohorte o centuria tenía como estandarte un dragón (Ciencias ocultas Apéndice, nota A, p. 486). No hay duda de que el estandarte del dragón o serpiente entre los asirios y los persas se relacionaba con el culto del fuego, el culto del fuego y de la serpiente que estaban mezclados en estos países (LAYARD, Nínive y sus ruinas, vol. II, p. 468-469). Obviamente como los romanos tomaron de este origen estos estandartes, se presume que los consideraban con la misma luz que de los cuales los habían tomado, sobre todo como esta luz estaba tan exactamente en armonía con su sistema de culto del fuego. El epíteto de purpureus o púrpura no nos da naturalmente la idea del color del fuego. Pero nos da la idea de rojo y el rojo de un matiz o de otro, sirvió casi unánimemente entre las naciones idólatras, para representar al fuego. Los egipcios (BUNSEN, vol. I, p. 200), los hindúes (MOOR, El Panteón, Brahma, p. 6) y los asirios (LAYARD, Nínive, etc., vol. II, cap. 3, p. 312, nota) representaban todos ellos el fuego con el rojo. También, los persas lo hacían, esto es obvio, ya que Quinto Curcio al hablar de los magos que seguían el fuego sagrado y eterno, nos dice que los 365 jóvenes que formaban el cortejo de estos magos estaban cubiertos "punicis amicutis", con vestidos escarlatas (lib. III, cap. 3, p. 42); obviamente, el color de estos vestidos tenía relación con el fuego cuyos ministros eran ellos; puniceus equivale a purpureus, ya que es en Fenicia donde se halla la púrpura o el molusco gasterópodo marino llamado púrpura. El color extraído de este molusco púrpura era el escarlata (ver KITTO, Coment ilust. del Éxodo, XXXV, 35, vol. I, p. 215); y es el nombre mismo de este molusco púrpura de Fenicia, "arguna", que se usa en Daniel, V. 16, 29, "el que interpretará la inscripción hecha sobre el muro estará vestido de escarlata". Los tirios conocían el arte de hacer el verdadero púrpura lo mismo que el carmesí y parece fuera de duda que purpureus no sea empleado a menudo en el sentido comúnmente atribuido te a nuestra palabra púrpura. Pero el sentido original del epíteto es "escarlata" y como el escarlata brillante es un color natural que representa el fuego, así que tenemos razón de creer que este color, cuando se empleaba para vestimentas de gala entre los tirios, tenía especialmente relación con el fuego; ya que el Hércules tirio, que era considerado como el inventor de la púrpura (BRYANT, vol. III, p. 485), era considerado como el rey del Φευα ναξπυποδ (NONO, Dionysiaca, lib. XL, vol. II, 1. 369, p. 223). Ahora bien, cuando vemos que la púrpura de Tiro producía el color escarlata que representa naturalmenta el fuego y que puniceus, que es el equivalente de purpureus, obviamente se emplea como escarlata, nada nos impide comprender purpureus en el mismo sentido, todo lo contrario nos obliga a eso. Pero cuando incluso se admitiera que el matiz fuera más oscuro y que purpureus significara el verdadero púrpura 314

como el rojo, del cual es una variedad, es el color reconocido del fuego, como la serpiente era el símbolo universalmente reconocido del culto del fuego, es muy probable que el empleo del Dragón rojo en el estandarte imperial de Ruta era el emblema de este sistema del culto del fuego en el que, se pensaba, reposaba la seguridad del imperio.

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Nota Q, p. 399 La inmolación de los testigos ¿Pasó o está por venir? Aquí hay una pregunta vital. Según la doctrina a su favor hoy, ocurrió hace muchos siglos y los santos de Dios jamás volverán a ver una noche de sufrimiento tal a la que precedió a la era de la Reforma. Aquí está el principio fundamental de una obra que acaba de aparecer con el título: "El Gran Éxodo". "La verdad, nos dice el autor, puede sufrir formidables ataques, los santos de Dios pueden ser cruelmente amenazados; pero cualquiera sean sus temores, sin embargo, no tienen verdadera razón en temer, porque el Mar Rojo se separó, las tribus del Señor pasaron a través de él con pies secos y todos sus enemigos, como Faraón y su ejército, fueron tragados en una espantosa catástrofe." Si la doctrina sostenida por varios intérpretes entre los más sobrios de la Biblia durante el último siglo como Brower, Haddington, Tomás Scott y muchos otros, estaba bien fundada, es decir, si el aniquilamiento de los testigos está aún por venir, esta teoría debe no sólo ser un engaño, sino un engaño de la inclinación más funesta, un engaño que al quitar su vigilancia a los que la profesan, más bien que a obligarlos a mantenerse como soldados en los lugares más elevados de la fortaleza y a rendir a Cristo un testimonio audaz e invencible, prepara directamente el camino a esta destrucción misma de los testigos que se anuncia. Yo no entro en ninguna investigación histórica acerca de la cuestión de saber si, de hecho, es cierto que los testigos fueron degollados antes de la aparición de Lutero. Los que desean ver un argumento histórico acerca de este tema pueden verlo "en la República roja", en la que yo creo que aún no se ha respondido. Tampoco, yo creo que valga la pena examinar particularmente la afirmación del Dr. Wylie: estimo que es una afirmación pura y gratuita, la que consiste en decir que los 1260 días durante los cuales los santos de Dios, en las semanas evangélicas, debieron sufrir por la justicia, no tiene ninguna relación, como media semana, en un todo simbolizado por los siete semanas de Nabucodonosor, cuando debió sufrir y fue castigado por su orgullo y sus blasfemias, como representante del poder mundial 1. Pero yo hago simplemente notar esto al lector, incluso según la teoría del mismo Dr. Wylie, los testigos de Cristo no podrían haber acabado su testimonio antes de la proclamación del decreto de la inmaculada concepción. La teoría del Dr. Wylie y de los que adoptan el mismo punto de vista general que él, es que el fin del testimonio significa el cumplimiento de los elementos del testimonio, es decir, el testimonio total y completo contra los errores de Roma. El mismo Dr. Wylie admite que "el dogma de la inmaculada Concepción (que fue promulgado sólo en este último tiempo) declara a María verdaderamente divina y la coloca en los altares de Roma para hacer de ella, en la práctica, el único y supremo objeto de culto" (El Gran Éxodo, p. 109). Jamás se había hecho esto; por eso, los errores y las blasfemias de Roma no fueron consumados antes de que este decreto fuera promulgado, si lo fueron entonces. Ahora bien, si la corrupción y las blasfemias de Roma no se han consumado hasta nuestros días, si se han elevado a una altura nunca alcanzada como todos instintivamente lo han sentido y declamado cuando este decreto fue proclamado, ¿cómo podría estar consumado este testimonio de los santos antes de los días de Lutero?

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1. El autor no hace de la humillación del rey de Babilonia la humillación de la iglesia. ¿Cómo puede establecer una relación entre los siete tiempos en estos dos casos? Parece creer que no basta encontrar un punto común entre Nabucodonosor y el poder que oprimió a la iglesia durante dos veces siete tiempos. Este punto es la "locura" de uno y de otro. Pero he aquí la objeción máxima a esta opinión: la locura de Nabucodonosor sólo era una aflicción; en otro caso era un pecado. La locura del rey no lo llevó a oprimir a ningún individuo, pero la locura de este poder terrenal en esta teoría se caracteriza esencialmente por la opresión a los santos. ¿Entonces dónde está, entre ambas, la mínima analogía? Los siete tiempos del rey de Babilonia sólo eran los de la humillación. El monarca sufriente no puede ser un tipo de la iglesia sufriente e incluso menos estos siete tiempos de humillación profunda. ¿Todo poder y toda fuerza ganados, pueden ser un tipo del poder terrestre, cuando este poder iba a concentrar toda gloria y grandeza de la tierra? Tal es la objeción funesta a esta teoría. Veamos la frase siguiente y comparémosla con el hecho histórico para mostrar mejor cuán poco fundada está la teoría. "Resulta indiscutible, dice el autor, que como la iglesia debe ser tiranizada por el poder idólatra durante toda la duración de los siete tiempos, ella será oprimida durante la primera mitad de los siete tiempos por la idolatría en la forma de paganismo y durante la segunda mitad por la idolatría en la forma de papado." Ahora bien, los primeros 1.260 años de la opresión de la iglesia por la idolatría pagana se dice que se han cumplido exactamente en el 530 ó 532, cuando Justiniano trajo de repente a la escena un nuevo opresor. Pero ¿dónde se encuentra el poder terrenal antes del 530 ahora la idolatría como paganismo? Desde Graciano al menos, en 376, ¿dónde estaba tal poder perseguidor? Las necesidades de esta teoría piden que el paganismo declarado sea perseguidor de la iglesia hasta el 532 pero, durante 156 años (desde 376), no hubo en el mundo poder pagano capaz de perseguir la iglesia. "Las piernas del cojo, dice Salomón, no son iguales" y si en los 1260 años anunciados, faltan más de 156, se puede decir que esta teoría está coja. Pero ¿los hechos concuerdan con la teoría para los segundos 1260 años que coinciden con 1792, época de la Revolución francesa? Si estos años de opresión papal entonces se han terminado y si el Anciano de días vino para comenzar el juicio final de la Bestia, debió venir además para otra cosa. Es lo que resalta de Daniel (VII, 21-22): ―veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía, hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino‖. El juicio del cuerno y la posesión del reino por los santos son contemporáneos. Por mucho tiempo, los gobiernos terrenales fueron guiados por mundanos que no conocían a Dios y no lo obedecían. Ahora que a quien pertenece todo dominio viene a golpear a sus enemigos, él viene además a dar el gobierno a los que temen a Dios y siguen su voluntad revelada. Ahora bien, si 1792 marcó la venida del Anciano de días, ¡los principios de la Palabra de Dios deberían haber llevado cada vez más a los gobiernos de Europa y de los hombres piadosos y rectos a los primeros puestos de poder! Pero ¿hoy una sola nación en Europa sigue estos principios? Precisamente tres años después del "comienzo de esta señal de justicia" empezó esta política sin principios que dejó apenas un vestigio de respeto aparente para honor del "Príncipe de los reyes de la tierra" en el gobierno público de esta nación. En 1795, Pitt y el Parlamento inglés autorizaron erigir el colegio católico romano de Maynooth, que empezó una carrera en donde "el hombre de pecado," es ensalzado, año a año, a un poder que amenaza, si la misericordia divina no interviene, con regresarnos rápidamente a una completa servidumbre del Anticristo. ¡Según el Gran Éxodo es todo lo contrario lo que debería suceder!

¿De qué sirve decir que actuaron mucho tiempo antes el principio y el germen de este decreto? Se podría decir tanto de todos los principales errores de Roma antes de los días de Lutero. Todos ellos se desarrollaron muy ampliamente en esencia y en sustancia casi desde el día en que Gregorio el Grande ordenó que la imagen de la virgen fuera llevada en las procesiones mediante las cuales se suplicaba al Altísimo detener la peste de Roma, cuando causaba tan grandes estragos entre los ciudadanos de la ciudad. Pero esto no prueba nada que se hayan completado o que los testigos de Cristo pudieran terminar su testimonio al "rendir entonces un testimonio total y completo", contra los errores y las

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corrupciones del papado. Someto este punto de vista al lector inteligente para que lo examine con un espíritu en súplica. Si no tenemos "la inteligencia de los tiempos", es en vano que esperemos "para saber lo que debe hacer Israel". Si decimos: "paz y seguridad", cuando el peligro nos amenace, si aminoramos la naturaleza de este peligro; ¡no estaremos listos para el gran combate, cuando tengamos que liberarlo!

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Nota R, p. 407 Atis, el pecador Vimos que el nombre de Pan quiere decir dar vueltas de costado, y vimos que es el sinónimo de Hala, pecador, cuyo sentido genérico es "desviarse de la línea recta": este nombre fue el de nuestro primer padre Adán. Uno de los nombres de Eva, la antigua diosa adorada en la antigua Babilonia, confirma esta conclusión al dilucidar además otro mito clásico de forma bastante inesperada. El nombre de esta antigua diosa, tal como se da en Beroso, es Thalatth y significa, como ya lo vimos, costilla. El nombre de Adán, como su marido, es BaalThalatth, el marido de la costilla, ya que Baal quiere decir señor en el sentido de marido que se empleaba frecuentemente. Pero Baal-Thalatth según un idioma hebreo especial ya indicado (nota 1, p. 60), significa además el que se detenía o iba al revés 1. Este es el origen de la claudicación de Vulcano; ya que Vulcano como padre de los dioses 2, podría ser identificado con Adán, lo mismo que los otros padres de los dioses a los cuales ya lo hemos hecho remontar. Ahora bien, Adán, a causa de su pecado y de su desvío de la línea recta del deber, fue, en el resto de su vida llamado con doble sentido no sólo el marido de la costilla, sino el hombre que cojeaba o iba al revés. Es en recuerdo de este desvío, sin duda, que los sacerdotes de Baal (I Reyes XVIII, 18) saltaban ante el altar, cuando suplicaban a su dios una respuesta (aquí está, en efecto, el sentido exacto en el origen de la palabra que traducimos por "brincaban"; KITTO, Encic. Bíblica, vol. I, p. 261) y cuando los sacerdotes de los druidas iban de lado al realizar algunos de sus ritos sagrados, como resulta del pasaje siguiente de Davies: "La danza se realiza en fiestas solemnes cerca de lagos; al rededor de estos lagos y del santuario, los sacerdotes encaminan de lado, mientras que en el santuario se invoca al rey que desciende y ante él la belleza recula bajo el velo que cubre las gruesas piedras." (Los Druidas, p. 171). Davies cree que esto se relaciona con la historia de Júpiter, padre de los dioses, al violar a su propia hija en forma de serpiente (ibid. p. 561). 1. El caldeo Thalatth, costado o costilla, viene del verbo Thaala, forma caldea de Tzelaa, que quiere decir apartarse, cojear, ir por otro lado, etc. 2. Vulcano era el padre de los dioses (ver MINUCIO FÉLIX, Octavio, p. 163).

Ahora bien, que el lector mire lo que hay en el pecho de Diana de Éfeso, la madre de los dioses (fig. 8, p. 49) y verá una alusión al hecho de que ella también iba al revés; ya que allí hay un cangrejo o ¿el cangrejo no camina al revés? Esto muestra el sentido de otro signo del zodiaco, el cangrejo, que recuerda el fatal desvío de nuestros primeros padres lejos del camino de la justicia, cuando la alianza del Edén fue rota. Los paganos sabían que este desvío o esta marcha atravesada implicaría la muerte del alma ("el día en que tú comieres esto, tú morirás"), por eso, mientras que en la fiesta de Cibeles y de Atis que tenía lugar en primavera, se hacían grandes lamentaciones por la muerte de Atis, lo mismo en las Hilarías o fiestas de los regocijos, el 25 de marzo, es decir en el día de la señora, el último día de la fiesta, el duelo se cambiaba en alegría en ocasión de la resurrección del gran dios (DUPUIS, Origen de todos los cultos, tomo IV, P. I, p. 253, París,

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año III de la República, 1794). Si Atis era el que, por su desvío, trajo al mundo el pecado y la muerte, ¿qué vida podría ser esta a la cual él fue tan rápidamente devuelto, sino esta vida nueva y divina que entra en toda alma cuando ha nacido de nuevo y que pasa así de la muerte a la vida? Cuando fue dada la promesa de que la simiente de la mujer aplastaría la cabeza de la serpiente y cuando Adán la tomó por la fe, no puede haber duda que aquí estaba la prueba de que la vida divina sería restituida y de que el hombre nacería de nuevo. Así que los misterios mismos de Atlas, que eran guardados con especial celo y de los cuales Pausanias no pudo, a pesar de todos sus esfuerzos, descubrir el sentido oculto (lib. VII, Achaica, cap. 17), muestran claramente, cuando se examina el sentido del nombre de Atis, el conocimiento que el paganismo mismo tenía de la real naturaleza de la caída y del carácter esencial de esta muerte con la cual el hombre fue advertido en la primera alianza. Este nuevo nacimiento de Atis permitió representarlo como un pequeño niño e identificarlo así con Adonis quien, siendo muerto en la fuerza de la edad, era representado de la misma manera. En los misterios de Eleusis, en donde se conmemoraba el rapto de Proserpina, es decir, la seducción de Eva, y el dios tan lamentado, en donde Baco era representado como un pequeño niño en los brazos de la gran Madre que era llamada por Sófocles Deo (Antígona, v. 1121). Como Deo o Deméter aplicado a la gran Madre, es obviamente otra forma de Idaia Mater, la madre del conocimiento (el verbo saber siendo Daa o Idaa), este pequeño niño en uno de sus aspectos, era sin ninguna duda el mismo Atis y también Deoius (como su nombre se indica p. 36). Las Hilarías o fiesta de los regocijos del 25 de marzo o día de la señora, debían su carácter alegre al anuncio de un nacimiento aún por venir, el nacimiento del renuevo de la mujer; pero al mismo tiempo la alegría de esa fiesta era aumentada por el nuevo nacimiento inmediato, en este mismo día, de Atis el pecador o Adán, que, a consecuencia de la ruptura del nacimiento, "estaba muerto en sus faltas y en sus pecado". Comentario del traductor: ―Después de casi dos años de arduo trabajo en traducir esta noble obra debo indicar que he tratado de mantener al máximo la fidelidad del original, tanto así que recurrí a la la versión inglesa al hallar ambigüedades en la versión francesa. Lamento la no publicación de esta obra en lengua castellana; ya que nuestro querido pueblo latinoamericano tiene la necesidad de conocer la verdad para romper con el abuso social, político y religioso al que ha sido sometido desde que somos naciones independientes por parte de la institución católica con apoyo de una gran potencia que se dice protestante. ECP‖.

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