Las Alas de La Tora. Comentarios Rabinicos Del Decalogo

September 25, 2017 | Author: Santiago Levano Francia | Category: Moses, Ten Commandments, Torah, Shabbat, Religion And Belief
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EMILIANO JIMENEZ HERNANDEZ

LAS ALAS DE LA TORA COMENTARIOS RABINICOS DEL DECALOGO

1

LAS ALAS DE LA PALOMA Nuestros maestros, bendita su memoria, se preguntan por qué en la Escritura Israel es paragonado con la paloma. Y responden con esta parábola: Cuando Dios creó la paloma ésta volvió al Creador, lamentándose: Señor del universo, hay un gato que me persigue constantemente y me quiere matar y yo tengo que correr todo el día con mis patas tan pequeñas. Entonces el Creador tuvo piedad de la paloma y le dio dos alas. Pero, poco después, la paloma volvió a presentarse, llorando ante el Creador: Señor del universo, el gato sigue persiguiéndome y ahora, con estas alas encima, me resulta aún más difícil escapar de él. Son tan pesadas las alas que no pueden con ellas mis patas tan cortas y tan débiles. El Creador sonrió y le dijo: Yo no te he dado las alas para que tú las lleves encima, sino para que ellas te lleven a ti.

¡Quién me diera alas como a la paloma para volar y reposar! (Sal 55,7).

2

PRESENTACION Israel ha considerado los Diez Mandamientos como la expresión principal de la revelación del Sinaí. Durante los años del segundo templo, los Diez mandamientos formaban parte de la liturgia cotidiana que los sacerdotes celebraban en el templo de Jerusalén.1 Actualmente, en las celebraciones hebreas de cada día, los Diez Mandamientos se leen públicamente tres veces al año: en los sábados en que corresponden las lecturas de Exodo 20 y Deuteronomio 5 y también en la fiesta de las Semanas o fiesta conmemorativa del don de la Ley. Pero en los libros de oración para la devoción privada, y, por tanto, como parte de la celebración cotidiana, los Diez Mandamientos se leen después de la oración matutina de cada día. Las dos tablas de piedra, con las Diez Palabras escritas en ellas, que el Santo, bendito sea, dio a su pueblo, son como un jardín de balsameras que producen especificaciones y significados como un jardín produce hierbas aromáticas. Y los labios de los sabios, que estudian la Ley, destilan significados por todas partes, y los dichos de su boca son como mirra purísima.2 Con cada palabra que salía de la boca del Santo, bendito sea, el mundo se llenaba de aromas.3 Quien observa y reflexiona sus palabras, saca de ellas flores y frondas; como un bosque en su lozanía, así son las palabras de la Ley; quien las medita, saca siempre nuevos significados.4 El derašh o estudio midráshico de la Ley permite al hombre conocer los secretos de la creación y la voluntad del Creador. Estos innumerables significados han quedado dispersos en los escritos del Targum y del Midrash. El Targum es una paráfrasis del texto bíblico, que no tiene como objeto sustituir al texto, sino sólo ayudar a comprenderlo mejor. Los targumistas no son traductores, sino intérpretes de la Escritura. No se proponen una fidelidad al texto de tipo filológico, sino que desean, sin falsear el sentido del texto, hacer comprender lo que el texto quiere decir. De este modo son, al mismo tiempo, intérpretes, homiletas, testigos y portadores de tradiciones, reveladores de misterios.

1

Misnah Tamid 5,1.

2

Targum del Cantar 5,13.

3

bŠabbat 88b.

4

Raši a Cant 5,15.

3

A través del Targum, el texto bíblico manifiesta sus contenidos escondidos y se deja penetrar en sus intenciones más profundas. Lo que estaba oculto viene a la luz, permitiéndonos así entrar en comunión con el designio secreto de Dios. Con frecuencia estas paráfrasis son admirables por su profundidad y frescura. Con sus juegos de palabras nos llevan a glorificar la Palabra del Señor, haciéndola penetrar en nuestro corazón. "Las palabras de este mandamiento, que Yo te doy hoy, queden grabadas en tu corazón" (Dt 6,6)... "Estas palabras deben ser siempre como las habéis oído hoy, siempre frescas, siempre nuevas" (Talmud). El Targum, además de hacer inteligible el texto bíblico, pretende hacerlo actual para que sirva a la edificación espiritual del pueblo. Pues el targum se dirige a la comunidad de los creyentes. Desde el tiempo de Esdras, "escriba experto en la Torá de Moisés" (Es 7,6), el pueblo de Israel ha sido invitado a leer la Escritura, "buscando en ella al Señor, Dios de Israel" (Es 6,21), a "escrutar la Torá para ponerla en práctica" (Es 7,10). Acercarse a la Torá sólo tiene sentido si se busca comprender la Palabra de Dios para vivirla: así es como se busca al Señor. La Escritura es considerada como una obra unitaria y coherente, de modo que cada texto se explica por otro y cada palabra incluye multitud de significados. La Biblia no puede reducirse a una simple evocación del pasado, sino que mantiene su sentido y valor real y vivo en el presente, además de ser prefiguración constante del futuro. De aquí que se la interprete como si en ella no hubiera ni antes ni después. La Escritura ilumina el momento presente del pueblo y, por ella, los creyentes pueden conocer en cada momento la voluntad de Dios. Así es como traduce e interpreta el targumista el texto sagrado en la liturgia. Pues el Targum nace y se desarrolla en la celebración litúrgica. Por ello su finalidad es la instrucción y la edificación de los participantes. La libertad y creatividad del Targum como la del Midrash,5 nunca es arbitraria. En primer lugar, la libertad se basa en la convicción de la infinita riqueza de la Palabra inspirada, cuyo significado es inagotable: "Todo texto de la Escritura tiene innumerables significados".6 Y, en segundo lugar, entre las amplísimas posibilidades de significado de la Palabra, no se trata de elegir la que al autor más le guste, sino la que responda a la tradición y sirva para la edificación de la asamblea. Para Israel es evidente que cuanto concierne a la fe ha de ser recibido: ninguna interpretación tiene validez si no está integrada en el cauce de la tradición. En la celebración litúrgica, que es el momento santo de la convocación del pueblo de Dios, nada debe perturbar la simplicidad de la oración.

5

Cfr la presentación del midrash ya hecha en "Dichos de los sabios se Israel", Bilbao 1994. El midrash, sobre todo el hagádico, narra los acondecimientos salvíficos, actualizándolos, pues interpreta la historia a la luz del presente y, de este modo, saca de dicha historia las consecuencias morales para el hombre actual. 6

Génesis ha-Gadol, Prefacio.

4

Targum y Midrash son el resultado de una tradición, nunca obra de uno solo. Conscientes de la insondable riqueza de la Escritura y de los límites de quien la escucha, se va creando una cadena de interpretación, algo así como "una conversación ininterrumpida", pues no se acaba nunca. Puestos en sintonía con la Torá y respondiendo a ella, se va recreando la experiencia que Israel ha tenido en el Sinaí de la Voz de Dios. Dios ha hablado "una vez", pero este "una vez" es siempre. Con el método midráshico podemos oírla aún hoy viva y fresca. Escrutando la Escritura, la hacemos preguntas y en ella encontramos siempre una respuesta existencial. El midrash nos ayuda a echar el vino añejo en vasos nuevos y, de este modo, alegrar y celebrar el tiempo y la vida en cada situación personal que Dios nos ofrece. Nosotros quizás somos una generación de enanos, pero un enano que se sube a las espaldas de un gigante puede ver amplísimos horizontes. Así, apoyados y llevados por el cauce de la tradición, también nosotros podemos descubrir nuevos aspectos del misterio de Dios y de su voluntad sobre nosotros. Escuchar la Torá, y en concreto el Decálogo, no es colocarse ante un libro o un código para examinarlo con frialdad, sino penetrar en la corriente vital que brota de la Escritura y, que a través de los siglos, llega hasta nosotros. Una es la actitud de la exégesis crítica, que se coloca ante el texto y lo examina desde el punto de vista filológico, textual, histórico, arqueológico, estructural... Pero todas estas palabras esconden un riesgo: suponen por parte del crítico una actitud, que consiste en poner el texto de la Escritura en acusativo, es decir, hacer de él un objeto que analiza el sujeto, que es el exégeta. El crítico habla del texto, sintiéndose más inteligente que el texto estudiado. Otra actitud muy distinta es la de quien se coloca bajo el texto bíblico, dejando que el texto le hable con su riqueza inagotable. Esta es la actitud de los rabinos, cuyos comentarios recojo y que no son otra cosa que el eco que han escuchado de la voz potente y misteriosa del Señor. Es algo así como "la voz silenciosa y ligera" (1Re 19,12), que oyó el profeta Elías en el Horeb, ante la que el profeta se cubrió el rostro, pues tenía la certeza de hallarse ante Dios. En estos comentarios rabínicos del Decálogo recojo una selección de dichos tanto del Targum como del Midrash. Los títulos y pequeñas aclaraciones que añado son sólo engarces para unir textos diversos y hacerlos más inteligibles.7 Son textos, en su mayoría, antiguos. En los seis primeros siglos de nuestra era, que son los más creativos de la literatura hebrea extrabíblica, floreció un género literario particular llamado "literatura rabínica". Se trata de textos que, para distinguirlos de la Torá escrita, se les llama Torá oral. Esta Torá oral, recibida oralmente como instrucción divina, se ha trasmitido de maestro a discípulo en las casas 7

Para ayudar al lector, en la numeración del Decálogo sigo la misma del libro ya publicado: El Decálogo. Diez Palabras de vida, BilbaoMadrid 1995. Esta no coincide con la de los rabinos, que dividen en dos el primer mandamiento y unifican el noveno y décimo de mi división, que es la corriente en la Iglesia Católica desde San Agustín.

5

de estudio o en la Sinagoga. Sólo a partir del tercer siglo se puso por escrito en las colecciones de textos conocidos como Talmud y Midrash. En estos textos encontramos la Tradición viva de Israel; son fruto de la experiencia de la fe y su finalidad es la transmisión fiel de la fe como experiencia de vida. Su lenguaje narrativo, poético, incluso lúdico a veces, cargado de emoción, popular, vivo y humorístico pretende hacer partícipe al oyente de la experiencia de fe narrada. De este modo la Escritura, que es siempre la fuente de los dichos o narraciones, en boca de los Maestros se mantiene viva y siempre nueva. Es el "arca de donde el escriba extrae cosas nuevas y cosas viejas". La Escritura es la roca de la que el martillo extrae miles de centellas de luz. Un antiguo relato narra que un pagano prometió a un rabino que se convertiría al judaísmo si le concedía visitar, al menos en el sueño, el paraíso judío para saber si le convenía. El rabino aceptó y le prometió conducirlo aquella misma noche. A través de senderos desiertos y llenos de fango y hoyos, en el sueño, le condujo hasta una pequeña casucha perdida, iluminada por una pequeña lámpara, donde apenas se veía a un anciano macilento, entregado a la lectura de un gran escrito indescifrable. El rabino, con emoción y orgullo, le dijo: -Es rabbi Aqiba, el más grande de nuestros maestros, después de Moisés. El está en el paraíso. El pagano exclamó: -¡Usted se está burlando de mí! ¡Este paraíso es miserable! ¡Y ese viejo, que ha estudiado durante toda su vida, aún sigue haciéndolo! Replicó el rabino: -Así es, y ¡esa es su recompensa! Ahora él entiende lo que lee.8 Que nuestro oído sea un embudo que deja penetrar el vino añejo y el vino nuevo de la Palabra de Dios, escanciado a lo largo de los siglos por los Sabios de Israel, bendita sea su memoria, que no han dejado perderse ninguna de sus palabras.

8

Citado por G. Haddad, L'enfant illégitime, Hachette 1981,p.48.

6

PROLOGO 1. LA LEY ES PARA LOS HOMBRES Dijeron los sabios, bendita su memoria: La Torá fue creada mil años antes que el mundo. En el principio la Ley estaba en el cielo, como está escrito: "Y estaba cerca de El, como artista, y era su delicia cada día, jugando delante de El en todo tiempo" (Pr 8,30). Luego Moisés subió y la hizo descender a la tierra, dándola a los hijos de los hombres, como está escrito: "jugando sobre el orbe de la tierra, y mis delicias están con los hijos de los hombres" (Pr 8,31).9 La Torá murmuraba ante el Santo, bendito sea, diciendo: -¿Por qué he sido creada mil años antes de ser creado el mundo si no voy a ser entregada a los hombres? Respondieron los ángeles del servicio: -Nosotros impedimos por medio de ti que los hombres pequen contra ti y por eso es mejor que estés con nosotros. Pero el Santo, bendito sea, replicó a los ángeles: -¿Para qué queréis vosotros la Torá? ¿Acaso habéis salido de Egipto? ¿Habéis sido esclavos del Faraón? ¿Hay algo impuro entre 9

Midrash Proverbios 8,9.

7

vosotros? ¿Por qué deseáis la Torá? Vosotros no necesitáis recibir la Torá, pero sí el hombre, que se hace impuro por el pecado, para expiarlo y purificarse, y para purificar su alma. Al instante callaron todos ellos. Cuando llegó Moisés, el Santo, bendito sea, entregó la Torá a Israel con alegría.10 Rab Kahana decía: Las Tablas no fueron creadas de la tierra, sino del cielo, obra de las manos del Santo, bendito sea, como está escrito: "Las Tablas eran hechura de Dios y la escritura era escritura de Dios, grabada sobre las Tablas" (Ex 32,16). Y, cuando el Santo, bendito sea, dijo a Moisés: "Tállate dos Tablas de piedra" (Ex 34,1), entonces una cantera de zafiro le fue mostrada a Moisés. Subió Moisés con las tablas y pasó cuarenta días en la montaña delante del Santo, bendito sea, como discípulo que se sienta delante de un maestro, leyendo los preceptos de la Ley escrita durante el día y repitiendo los preceptos de la Ley oral durante la noche. Los ángeles servidores le decían: -Moisés, la Ley no ha sido dada sino por nosotros. Pero Moisés les replicaba, haciéndoles enmudecer: -En la Ley está escrito: "Honra a tu padre y a tu madre" (Ex 20,12). ¿Es que tenéis vosotros padre y madre? ¡Ha sido dada sólo para nosotros!11 2. LOS JUSTOS DESEAN LA LEY Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, la Šekinah del Señor del mundo lo guiaba, yendo delante de ellos en forma de columna de humo de día y de columna de fuego de noche (Ex 13,21). Los justos de aquella generación decían: -¡Soberano de todo el mundo! Llévanos en pos de ti y correremos detrás de tu Ley buena; haznos acercar a los pies del monte Sinaí y danos tu Ley de la estancia del tesoro del firmamento; y exultaremos y nos gozaremos con las veintidós letras con que está escrita; nos acordaremos de ella y te amaremos, alejándonos de la iniquidad de las naciones. Y todos los justos que cumplen lo que es recto ante ti te temerán, y amarán tus preceptos.12 Los justos aman caminar detrás de tu Ley buena, para tomar posesión de este mundo y del mundo que vendrá.13 Grande es la Torá, pues los que la practican reciben la vida en este mundo y en el mundo

10

Midrash de los Diez mandamientos, Prólogo.

11

Según Sabbat 88b es Moisés quien hace las preguntas a los

ángeles. 12

Targum del Cantar 1,4.

13

Targum del Cantar 1,3.

8

futuro.14 Pues bueno es para el hombre habituarse a llevar el yugo de los preceptos desde su juventud.15 3. DIOS BUSCA UN PUEBLO QUE ACOJA LA LEY Cuando Israel llegó al desierto, el Señor dijo a Moisés: ¡Que bello es este pueblo, al que se le darán los preceptos de la Ley! Mis preceptos serán como anillos en sus fauces y así no se desviarán del buen camino, como no se desvía un caballo con el freno en su boca. Y ¡qué bello es su cuello, que llevará el yugo de mis preceptos! Será sobre ellos como el yugo sobre la cerviz del buey que ara la tierra y que se sustenta a sí y a su señor.16 R. Tarfón decía: "Desde el Seír amaneció el Santo" (Dt 33,2), bendito sea, donde se reveló a los hijos de Esaú, como está escrito: "Esaú habitó en la montaña de Seír" (Gén 36,8). El Santo, bendito sea, les decía: -¿Queréis recibir la Ley? Le respondían: -¿Qué hay escrito en ella? Les decía: -No matarás. Le contestaban: -Apártate de nosotros, pues no podemos abandonar la bendición con que Isaac bendijo a nuestro padre Esaú cuando le dijo: "De tu espada vivirás" (Gén 27,4). Y desde allí el Santo, bendito sea, voló a la montaña de Farán y se reveló a los hijos de Ismael (Gén 21,21), como está escrito: "Radiante desde el monte Farán" (Dt 33,2). El Santo, bendito sea, les preguntó: -¿Queréis vosotros recibir la Ley? Le respondieron: -¿Qué hay escrito en ella? Les dijo: -No robarás. Le contestaron: 14

Pirque Abot VI 7.

15

Lam 3,27 targum.

16

Targum del Cantar 1,10.

9

-Nosotros no podemos dejar de hacer lo que hicieron nuestros padres, que raptaron a José y lo bajaron a Egipto, según está escrito: "me trajeron secuestrado del país de los hebreos" (Gén 40,15). Fue a los hijos de Lot y les dijo: -¿Queréis recibir la Torá? Le dijeron: -¿Qué hay escrito en ella? Les respondió: -No cometerás adulterio. Le respondieron: -Nosotros descendemos de un adulterio; no queremos recibirla. Y desde allí el Santo, bendito sea, mandó decir al resto de los pueblos: -¿Queréis vosotros recibir la Ley? Le respondieron: -¿Qué hay escrito en ella? Les dijo: -No tendrás otros dioses frente a mí. Le contestaron: -No podemos abandonar la religión de nuestros padres, que adoraron a los ídolos, ni apreciamos tu Ley. Mejor, entrega tu Ley a tu pueblo, pues así está escrito: "Yahveh dará fuerza a su pueblo, bendecirá a su pueblo con la paz" (Sal 29,11). Desde allí el Santo, bendito sea, se volvió y se reveló a los hijos de Israel en el monte Sinaí. Desde el día en que los israelitas anduvieron caminando y acampando por sitios llanos hubo concordia y discordias entre ellos, como está escrito: "Partieron... y acamparon" (Ex 19,2), hasta que llegaron al monte Sinaí y acamparon frente a la montaña. Mientras caminaban lo hacían en concordia, lisamente, pero acampaban entre disputas hasta que llegaron al Sinaí y acamparon en concordia, como un solo hombre, con un solo corazón, como está escrito: "Y allí acampó Israel frente a la montaña".17 17

"Siempre que se dice que acamparon y caminaron (en plural) se entiende que caminaron entre divisiones y acamparon con disensiones;

10

Entonces el Santo, bendito sea, les preguntó: -¿Queréis vosotros recibir la Ley? Respondieron todos con una sola voz: -"Obedeceremos y escucharemos todas las palabras que dice Yahveh" (Ex 24,7).18 Al momento descendieron ciento veinte mil miríadas de ángeles y ciñeron a cada israelita dos coronas, una por haremos y otra por escucharemos, y recibieron la Torá con alegría.19 Cuando el Santo, bendito sea, vio a Israel que, con todo su corazón, estaba dispuesto y, con gran amor, se había apresurado a aceptar la Torá, lo bendijo y lo felicitó, según está escrito: "Dichoso tú, Israel, ¿quien como tú?" (Dt 33,29).20 4. DIOS PREPARA AL PUEBLO PARA ACOGER LA LEY El Señor hizo salir a Israel de Egipto, les abrió el mar, les hizo bajar el maná, les hizo saltar el agua del pozo, les hizo venir las codornices, combatió por ellos contra Amaleq. Después les dijo: -Queréis que reine sobre vosotros? Respondieron: -¡Sí, sí! Pues entonces, cuando los hijos de Israel estaban en el monte Sinaí para recibir la Ley, todos eran como un solo corazón, al acoger con alegría el reino de los Cielos. Por ello todo el pueblo a una respondió: "Todo lo que ha dicho el Señor lo haremos".21 Cuando se cumplía el tercer mes de la salida de los israelitas de Egipto, en ese mismo día, llegaron al desierto del Sinaí para recibir la Torá, y allí dio el Santo, bendito sea, la Torá a Israel. El seis de Siwán el Santo, bendito sea, se reveló a Israel en el monte Sinaí, como está escrito: "Descendió Yahveh sobre el monte Sinaí" (Ex 19,20). El monte Sinaí fue arrancado de su sitio y los cielos se abrieron, la cima de la montaña penetró en los cielos y la nube de la Gloria cubrió la montaña. El Santo, bendito sea, estaba sentado sobre su trono, firmes sus pies sobre la niebla, según está escrito: "Inclinó los cielos y bajó y estaba la niebla bajo sus pies" (2Sam 22,10;Sal 18,10). pero aquí dice que 'allí acampó (en singular) Israel', mostrando que todos tenían un solo corazón" (Mekilta II,20). 18

Los capítulos de Rabbí Eliezer, XLI,1-3.

19

Sabbat 88a. Luego, cuando los israelitas pecaron, bajaron ciento veinte mil miríadas de ángeles destructores y se las quitaron. 20

Midrash de los Diez Mandamientos, Prólogo.

21

Mekilta Ex 20,2.

11

¿Por qué no se la dio en el momento de su salida de Egipto? Porque dijo el Santo, bendito sea: primero les haré grandes bondades para darme a conocer a ellos y, después de ello, recibirán mi Ley y mis mandatos. ¿A qué se parece esto? A un rey que quiso tomar mujer. Se dijo el rey: haré con ella el bien y luego la tomaré. Lo mismo hizo el Santo, bendito sea: vio a la congregación de Israel que estaba desnuda y la vistió, como está escrito: "Y te vestí de lino" (Ez 16,10). La vio descalza y la calzó, como está dicho: "Te calcé de piel de tahas" (ibid). Llegó al mar y la hizo pasar. Vio que Amaleq venía contra ella y la salvó. Cuando vio Israel las bondades y prodigios del Santo, bendito sea, dijeron todos: "Lo que diga Yahveh haremos y escucharemos". Otra explicación de por qué el Santo, bendito sea, les dio la Torá en el mes tercero y no en el momento de su salida de Egipto es esta: Se parece a un rey cuyo hijo enfermó. Cuando estaba convaleciente le dijo su madre: ve a estudiar. Pero su padre dijo: todavía no se ha restablecido de su enfermedad; que espere dos o tres meses y luego irá a estudiar. Lo mismo le ocurrió a Israel, que desde el instante en que salió de Egipto estaba preparado para recibir la Torá, pero los israelitas estaban llenos de lacras porque habían hecho ladrillos y habían trabajado la arcilla. Se dijo el Santo, bendito sea: todavía no han descansado mis hijos de la esclavitud, ¿cómo van a recibir la Torá? Por eso tardó en dársela tres meses.22 5. MOISES EN EL SINAI Entonces le fue dicho a Moisés: Sube al firmamento y te daré las dos tablas de piedra, talladas en zafiro del trono de mi gloria (Ez 1,26), escritas por mi dedo, por lo que brillan como oro puro. En las tablas estaban grabadas las Diez Palabras, más puras que la plata refinada siete veces al crisol.23 Ben Betera decía: Cuarenta días pasó Moisés en la montaña escrutando las palabras de la Ley e investigando sus letras, y al cabo de cuarenta días cogió la Ley y bajó y la entregó en herencia a Israel como estatuto perpetuo, según está escrito: "Será para vosotros como estatuto perpetuo" (Lv 16,34). En aquel tiempo se dirá a la asamblea de Israel, que es como viña escogida en tierra buena, cantad al Señor, pues El ha dicho: Yo, Yahveh, guardo en su favor la alianza de sus padres y no los destruiré; 22

Midrash de los diez mandamientos, prólogo o primer mandamiento, según ediciones. En Ginzberg, Legends III, se da también, como explicación del retraso en dar la Torá, el hecho de que entre los israelitas que salieron de Egipto había muchos lisiados y enfermos, y la Torá, que no tiene defecto, no puede ser entregada a una nación con defectos. Por eso, Dios realizó primero tantos milagros con ellos, curándolos a lo largo del camino, de modo que cuando llegaron al Sinaí ya estaban todos sanos. 23

Targum del Cantar 1,11.

12

sin embargo, cuando provocan la ira ante Mi les hago beber la copa de sus castigos. Pero, aunque sus pecados motiven que me vengue de ellos, mi Palabra los protege de noche y de día. He aquí que tengo dispuestos ante Mí numerosos portentos. Si la casa de Israel colocara la Ley ante sí para cumplirla, ¿acaso no enviaría mi ira y mi furor contra las naciones, que han luchado contra ellos, y los destruiría como consume el fuego zarzas y espinos a la vez? O si se mantuvieran firmes en las palabras de mi Ley, ¿no se realizaría la paz en su favor? ¿No se haría la paz en su favor desde ahora?24 6. MOISES ROMPE LAS TABLAS DE LA LEY Y mientras Moisés estaba todavía en el firmamento, recibiendo las dos tablas de piedra y las leyes y preceptos, surgieron los impíos de aquella generación e hicieron el becerro de oro. Entonces sus obras se corrompieron y su mala fama se extendió por el mundo. Mientras antes su perfume se difundía por el mundo, ahora hedieron como el nardo, de olor nauseabundo.25 Moisés cogió las tablas y descendía con alegría desbordante. Pero cuando vio la ofensa que los israelitas habían cometido, fabricando el becerro de oro, pensó: ¿Cómo voy a darles las tablas de la Ley, que les condenarían a muerte, pues en ellas está escrito: "No tendrás otros dioses frente a mí" (Ex 20,3)?. R. Yosé el galileo dice: ¿A qué se parece esto? A un rey de carne y hueso que dijo a su embajador: -Ve y prométeme en matrimonio con una joven hermosa y piadosa cuyos actos sean convenientes. Partió aquel embajador y realizó el compromiso de matrimonio con una joven. Pero, después de haberla desposado, el embajador descubrió que ella se prostituía con otro hombre. Inmediatamente pensó: Si le entrego el contrato matrimonial resultará que es rea de muerte y será apartada de mi señor para siempre. Del mismo modo Moisés el justo se dijo: ¡Cómo voy a dar a Israel las tablas! Me vería obligado a declararlos reos de muerte, pues así está escrito en las tablas: "El que ofrezca sacrificios a los dioses, excepto Yahveh solo, será anatema" (Ex 22,19). Mejor será que las rompa y los devuelva al camino recto. Quiso, pues, volverse atrás, pero lo vieron los setenta ancianos y corrieron tras él para arrebatarle las tablas. El las tenía fuertemente asidas por un extremo y ellos por otro, pero la fuerza de Moisés prevaleció sobre la de todos ellos, según se dice: "Ya en razón de toda la fuerte mano y todo el gran temor que Moisés desplegó a los ojos de Israel entero" (Dt 34,12).26 Entonces dijo el Señor a Moisés: 24

Targum de Isaías XXVII,2-5.

25

Targum del Cantar 1,12. Cfr Cántico Rabbah I,55.

26

Abot de Rabbí Natán II,7.

13

-"Ve, baja, porque tu pueblo se ha corrompido". Y cuando Moisés bajaba con las dos tablas de piedra en la mano, a causa del pecado de Israel, sus manos se hicieron pesadas y se le cayeron las tablas y se rompieron.27 Pues cuando Moisés cogió las tablas y empezó a bajar, las palabras escritas en las tablas sostenían las tablas y al mismo Moisés. Pero cuando las palabras vieron los tambores y las danzas en torno al becerro, las palabras escritas huyeron y volaron de las tablas. Estas entonces quedaron con todo su peso en las manos de Moisés y Moisés ya no pudo sostenerse a sí mismo y, mucho menos, sostener el peso de las tablas; las arrojó de sus manos y se rompieron, como está escrito: "Y las rompió bajo el monte" (Ex 32,19).28 7. DIOS DA DE NUEVO LA LEY Cuando Moisés rompió las tablas, el Santo, bendito sea, se airó contra él. Y el Santo, bendito sea, le dijo: -Si tú hubieras tallado las piedras y te hubieses cansado y sufrido, no las habrías roto. Ahora "corta tú las dos tablas de piedra" (Dt 10,1). Moisés le dijo: -Y ¿de dónde cojo yo las tablas de piedra? Le dijo: -Ahora te enseño la cantera. Y el Santo, bendito sea, mostró a Moisés la cantera que estaba debajo del trono de su gloria, según está escrito: "Y bajo sus pies, como una lastra trabajada de zafiro" (Ex 24,10). Y le dijo el Santo, bendito sea: -Corta de aquí dos tablas de piedra como las de antes.29 Los discípulos de R. Johanan b. Zakkaj le preguntaron: -¿Por qué se dice a propósito de las primeras tablas del Decálogo que las hizo el mismo Dios (Ex 32,16), mientras que, después que Moisés las rompió, a propósito de las segundas se dice que las tuvo que hacer Moisés (Ex 34,1)? R. Johanan les respondió con una parábola: -Esto es semejante a un rey que desposa una mujer. El mismo hace venir al escribano y le procura el papel para el acta de 27

Targum del Cantar 1,14.

28

Pirqe de R. Eliezer XLV; Cfr Abot de Rabbí Natán 2.

29

Jalqut Shimoni. Cfr Pirqe de R. Eliezer XLVI; Cántico Rabbah V,12.

14

matrimonio. Da además a la esposa una corona nupcial de su propiedad y, luego, el rey la conduce a su casa. Más tarde el rey descubre que la esposa le está traicionando con uno de sus siervos. El rey se enfurece y la arroja de casa. Entonces el padrino de la esposa se presenta ante el rey y le dice: -Señor mío, ¿es que has olvidado de dónde has tomado a esta mujer? ¿No vivía entre la gentuza de los siervos? Habiendo crecido entre siervos, se comporta todavía como ellos. Entonces el rey le dice: -¿Qué es lo que quieres? ¿Que yo haga las paces con ella? Entonces procura tú mismo papel y llama a tu escribano. Preparad una nueva acta de matrimonio y yo la firmaré. Así dijo Moisés al Santo, bendito sea, cuando Israel estaba adorando al becerro de oro: -¿Te has olvidado acaso de dónde has tomado este pueblo? ¿No procede de Egipto, lugar de idolatría? Y el Santo, bendito sea, le respondió: -¿Qué es lo que quieres? ¿Que me reconcilie con Israel? Entonces tráeme tus tablas y yo las firmaré.30 8. PALABRAS DE MUERTE Y VIDA Cuando hablaba el Santo, bendito sea, salían de su boca rayos y centellas, una llama por su derecha y otra por su izquierda; la voz volaba a través del aire del cielo y decía: Pueblo mío, casa de Israel, Yo soy Yahveh, tu Dios, que te he sacado del país de Egipto (Ex 20,2). Cuando Israel oyó la palabra que salía de la boca del Santo, bendito sea, retrocedió doce mil millas y se le salió el alma, como está escrito: "Se me salió el alma al escucharlo" (Cant 5,6). Entonces volvió la Torá ante el Santo, bendito sea, y dijo: -Señor del universo, ¿a quién me has entregado, a los vivos o a los muertos? Respondió Santo, bendito sea: -A los vivos. -Pues todos éstos están muertos. -En consideración a ti Yo los resucitaré. 30

Dt Rabbah, Eqev 17:cf Tosefta Baba Qamma 7,4.

15

¿Qué hizo el Santo, bendito sea? Hizo descender el rocío con el que El dará vida a los muertos en el mundo futuro, según está dicho: "Una lluvia copiosa derramas, oh Dios, y tu heredad, extenuada, Tú mismo has restaurado" (Sal 68,10).31 9. LAS DOS TABLAS DE LA LEY R. Ishmael dice: las Diez Palabras fueron escritas cinco en una tabla y cinco en la otra: Sobre una estaba escrito: Yo soy el Señor tu Dios y, en frente, en la otra: No matarás, indicando que quien vierte sangre humana disminuye la imagen de Dios (Gén 9,6). Sobre la primera tabla estaba escrito: No tendrás otros dioses y, en frente, en la otra: No cometerás adulterio, pues quien sirve a un ídolo comete adulterio en relación a Dios (Ez 16,32;Os 3,1). Sobre una tabla estaba escrito: No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en vano y, en frente, sobre la otra: No robarás, pues el que roba se siente luego obligado a jurar en falso (Jr 7,9;Os 4,2). Sobre una tabla estaba escrito: Recuerda el día del sábado para santificarlo y, en frente, en la otra: No darás falso testimonio, pues quien profana el sábado, olvidando que Dios ha creado el mundo en seis días y en el séptimo descansó, testimonia contra el Creador (Is 43,12). Sobre una tabla estaba escrito: Honra a tu padre y a tu madre y, en frente, sobre la otra: No desearás la mujer de tu prójimo, pues el que desea la mujer de otro, termina por engendrar un hijo que maldice a su padre y a su madre y que honra a uno que no es su padre.32 Ananaja ben Kinai explicaba el versículo: "Si alguno peca contra Yahveh engañando a su prójimo..." (Lv 5,21) de la forma siguiente: Nadie niega algo a su prójimo, si no ha renegado antes de Dios. Una vez Rabbí Reuben pasó un sábado en Tiberíades, donde encontró un filósofo pagano, que le preguntó: -¿Cuál es el hombre más odiado del mundo? Le respondió: -El hombre que reniega de Aquel que le ha creado. El filósofo preguntó:

31

Midrash de los Diez Mandamientos, Primer mandamiento.

32

Cfr también, con pequeñas variantes Pessiqta Rabbathi 21.

16

-¿Cómo puedo entender eso? Le respondió: -Nadie niega los mandamientos: "Honra a tu padre y a tu madre", "No matarás", "No cometerás adulterio" y "No desearás", si antes no ha renegado de Dios mismo. Y ninguno comete pecado, si antes no ha renegado de Aquel que le ha prohibido cometerlo.33 10. EL DON DE LA LEY Moisés pasó cuarenta días en el monte. Estaba sentado delante del Santo, bendito sea, como un discípulo delante de su maestro.34 Y también la Asamblea de Israel dijo: -El Señor me hizo subir a la casa de estudio de la escuela del Sinaí, para que aprendiese la Ley de la boca de Moisés, el gran escriba. Y acogí con amor los preceptos, diciendo: "Todo lo que el Señor ha ordenado lo haré y obedeceré" (Ex 19,8;24,3).35 El día en que fue dada la Ley, mientras todas las naciones del mundo huyeron del Santo, bendito sea, no lo hizo Israel, por lo que dice: "he gozado sentándome a su sombra" (Cant 2,3).36 La Asamblea de Israel dice: Entonces yo gocé sentándome a la sombra de su Šekinah y las palabras de su Ley fueron dulces a mi paladar (Sal 119,103).37 "Y su fruto fue dulce a mi paladar" se refiere a los doce meses que Israel pasó delante del Sinaí y fueron sus delicias las palabras de la Ley.38 Dijo la Asamblea de Israel: El Santo, bendito sea, me ha conducido a la gran bodega del vino, al Sinaí, y allí me ha dado sus preceptos y las buenas obras y los he acogido con gran amor.39 "Me condujo" a la casa del vino (Cant 2,4) es el Sinaí, donde ha sido dada la Ley, que se compara al vino, según está escrito: "Y bebed el vino que he mezclado" (Pr 9,5).40 La fuente es la Ley, como está escrito: "Fuentes de aguas vivas" (Jr 2,13); y el agua es la Ley, como está escrito: "Todos los sedientos, venid por agua" (Is 4,4).41

33

Tosefta Schbu'oth 3,6.

34

Pirqe de R. Eliezer XLVI.

35

Targum del Cantar 2,4.

36

Pessiqta de R. Kahana 103b.

37

Targún del Cantar 2,3).

38

Cántico Rabbah II,11.

39

Cántico Rabbah II,12.

40

Números Rabbah II,3.

41

Otiot de R. Aqiba 384.

17

R. Elazar decía: La víspera del sábado, el sexto día del mes, a las seis horas del día, recibió Israel los diez mandamientos; y a las nueve horas, cuando los israelitas se volvieron a sus tiendas, ya tenían el maná para dos días. Por esta razón aquel sábado descansaron llenos de alegría, con alegría de día de fiesta, porque ese día habían escuchado la voz del Santo, bendito sea. Entonces el Santo, bendito sea, dijo a Moisés con un eufemismo: -Ve a decir a Israel que vaya cada uno a su tienda (Dt 5,30). De aquí tú puedes deducir que el Santo, bendito sea, bajó la Ley y Moisés la entregó a Israel y que desde ese momento Moisés ya no se acercó a su mujer, pues está dicho: "Tú, en cambio, quédate aquí conmigo" (Dt 5,31).42 11. LA TORA ES DADA PARA TODAS LAS GENERACIONES Rabbí Isaac enseña: Lo que predijeron los profetas para el tiempo futuro, ya lo habían recibido en la revelación del Sinaí. Moisés dijo a los israelitas: "No solamente con vosotros hago yo esta alianza y pronuncio este juramento, sino que lo hago tanto con quien está hoy aquí con nosotros en presencia de Yahveh nuestro Dios como con quienes no son hoy aquí con nosotros" (Dt 29,13-14). No dice "que ahora no están presentes aquí con nosotros", sino que ahora no son (no existen) aquí con nosotros". Esto se refiere a las almas que serán creadas en el futuro y, puesto que todavía no son una realidad, no se puede usar la palabra "están". Pero a pesar de que en aquel momento no existían, cada alma ya recibía su porción. Por eso dice también el último de los profetas: "El peso de la palabra de Yahveh por la mano de Malaquías" (Mal 1,1). No dice en los días de Malaquías, sino "en la mano de Malaquías". Porque, desde el Sinaí, él tenía su profecía, pero sólo ahora ha recibido la autorización para profetizar. Así también hablaba Isaías: "desde el momento que eso sucedió yo estoy allí. Y ahora el Señor Yahveh me envía con su espíritu" (Is 48,16), como si dijese: Yo estaba presente cuando fue dada la Torá en el Sinaí y recibí en aquel momento la profecía, pero sólo ahora he recibido el permiso para profetizar. Y no solamente los profetas recibieron sus profecías en el Sinaí, sino que también los sabios de todas las generaciones futuras, recibieron cada uno su sabiduría del Sinaí.43 ¿Por qué los Diez mandamientos están expresados en singular? Para que cada uno en particular se diga a sí mismo: Han sido dirigidos a mí. La Torá se me ha dado para que yo la observe. El Santo, bendito sea, no dijo: basta que el mundo, sin mí, observe los Diez mandamientos.44

42

Capítulos, XLVI,1.

43

Exodo Rabbah, 28,6.

44

Midrash Leqah Tobh.

18

Cada fiel y la comunidad de Israel dice al Santo, bendito sea: "Me has seducido, Yahveh, y me dejé seducir; me has agarrado y me has podido" (Jr 20,7). La comunidad de Israel habló al Santo, bendito sea, y dijo: ¡Señor del mundo! Tú me has seducido antes de darme la Torá, y después has puesto sobre mi cuello el yugo de los mandamientos, de forma que, si los infringía, sería castigado. Si no hubiese aceptado la Torá, sería como cualquier otro pueblo, que ni es premiado ni castigado. Así habló la comunidad de Israel al Santo, bendito sea: Me has seducido en el Sinaí cuando dijiste: "Yo soy Yahveh, tu Dios" (Ex 20,2); y yo pensé, El es débil. Pero "me has agarrado y me has podido" cuando dijiste: "Porque Yo, Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso" (Ex 20,5). Me has seducido en el Sinaí cuando dijiste: "No tendrás otros dioses delante de mí" (Ex 20,3) y yo pensé, El es débil. Pero "me has agarrado y me has podido" cuando añadiste: "El que ofrece un sacrificio a otros dioses, será entregado al anatema" (Ex 22,19). Me has seducido en el Sinaí cuando dijiste: "No tomarás en falso el nombre de Yahveh, tu Dios" (Ex 20,7) y yo pensé, El es débil. Pero "me has agarrado y me has podido" cuando has añadido: "Yahveh no dejará impune a quien toma su nombre en falso" (Ex 20,7). Me has seducido en el Sinaí cuando dijiste: "Recuerda el día del sábado para santificarlo" (Ex 20,8) y yo pensé, El es débil. Pero "me has agarrado y me has podido" cuando has añadido: "El que profana el sábado morirá" (Ex 31,14). Me has seducido en el Sinaí cuando dijiste: "Honra a tu padre y a tu madre" (Ex 20,12) y yo pensé, El es débil. Pero "me has agarrado y me has podido" cuando has declarado: "Quien maldiga a su padre o a su madre morirá" (Ex 21,17). Me has seducido en el Sinaí cuando dijiste: "No matarás" (Ex 20,13) y yo pensé, El es débil. Pero "me has agarrado y me has podido" cuando enseñaste también en la Torá: "Quien vertiere sangre de hombre, por otro hombre será su sangre vertida" (Ex 9,6). Me has seducido en el Sinaí cuando dijiste: "No cometerás adulterio" (Ex 20,14) y yo pensé, El es débil. Pero "me has agarrado y me has podido" cuando has añadido: "El adúltero y la adúltera tendrán que morir" (Lv 20,10). Me has seducido en el Sinaí cuando dijiste: "No robarás" (Ex 20,15) y yo pensé, El es débil. Pero "me has agarrado y me has podido" cuando has aclarado: "Quien rapte a una persona... morirá" (Ex 21,16).

19

Me has seducido en el Sinaí cuando dijiste: "No darás falso testimonio contra tu prójimo" (Ex 20,163) y yo pensé, El es débil. Pero "me has agarrado y me has podido" cuando has explicado: "Haréis con él lo que él pretendía hacer con su hermano" (Dt 19,19). Me has seducido en el Sinaí cuando dijiste: "No codiciarás" (Ex 20,17) y yo pensé, El es débil. Pero "me has agarrado y me has podido" cuando continuaste explicando: "No codicies su hermosura en tu corazón... así le pasa al que se llega a la mujer del prójimo, no quedará impune el que la toque" (Pr 6,25-29).45 12. ALEGRIA CON EFECTO RETARDADO Cuando Dios dio la Torá a Israel "hubo truenos y relámpagos, y una densa nube sobre la montaña y un sonido fortísimo de shofar" (Ex 19,17). En estas circunstancias Dios concedió a Israel el don precioso de la Torá; Israel no la conocía, pero todos se sentían obligados a aceptarla por el temor a irritar al Señor que se mostraba tan potente. Sólo más tarde descubrieron lo maravillosa que era la Torá y la cantaron con júbilo. Es lo que expresa el relato antiguo, recreado en Irak por Humateli y recogido en los Archivos de Israel de la Universidad de Haifa, donde actualmente contienen más de 15000 relatos populares: Había un rey que tenía una única hija, bella y virtuosa. El rey no quería dar como esposa a su única hija, bella e inteligente, al primer pretendiente, príncipe o delfín, que se presentara a pedir su mano. Se decía el rey: Estos jóvenes que han sido educados en los palacios en medio de honores y riquezas son unos niños viciados; sólo buscan su placer y no serán capaces de gobernar mi reino. Lo que yo deseo para mi hija es una persona digna de confianza, aunque sea una campesino o un artesano. Entre los pretendientes de su hija, que se presentaron a pedir la mano al rey, unos eran realmente estúpidos, otros descorteses y otros poco inteligentes. El rey decidió buscar él mismo entre los artesanos uno que fuese digno de su hija, trabajador y previsor. Comenzó a dar vueltas por las canteras en busca de un hombre de aspecto agradable. Se detenía ante cada casa en construcción y se informaba a través del propietario y del maestro de obras si alguno de los obreros respondía a sus deseos, que pudiese ser su yerno y fuese digno de heredar su reino. Un día el rey pasó ante una casa en construcción y vio a unos obreros que transportaban ladrillos sobre un andamio. Uno de ellos atrajo su atención. Fue a buscar al propietario del edificio y le pidió información acerca de él. El propietario le dijo: -Es un obrero que trabaja para mí sin recibir salario. Come y bebe en mi mesa, duerme en mi casa, pero no recibe salario. Su padre era un comerciante importante. Cuando murió, me debía cien mil denarios de oro. Entonces tomé conmigo al muchacho y le he 45

Pessiqta Rabbathi 21.

20

enseñado el oficio. Trabaja desde el alba hasta el ocaso; de este modo paga la deuda de su padre. El rey entonces le dijo: -Te pago todo lo que ha comido y bebido y todo el trabajo que ha hecho hasta hoy. El propietario aceptó y recibió el dinero del tesoro del rey. El rey condujo consigo al joven artesano al palacio real. Los siervos le despojaron de sus vestidos sucios de cal y de polvo; le cortaron el cabello y la barba. Le vistieron con trajes recamados que el rey había mandado preparar para él. Luego comió y bebió, aunque se sentía confundido por todo lo que le estaba sucediendo. Los siervos del rey le condujeron a una estancia del palacio, que había sido preparada para él, y el joven, cansadísimo, cayó sobre el lecho y se durmió. Al día siguiente, el rey mandó que le llevaran a su despacho y le dijo: -Me has agradado. Deseo darte mi hija como esposa. Si aceptas esposarla así como es, será tuya. Y si no aceptas, te mataré. En la habitación contigua están mis guardias, si rechazas lo que te ofrezco, te atarán de pies y manos y te cortarán la cabeza. El joven no tenía elección posible. Por temor a perder la vida, dijo al rey: -Acepto. A las bodas, el rey invitó a todos sus ministros y a todos los notables del reino. La fiesta se realizaría tres días después. Se celebró con inmenso esplendor. El vino corría como el agua. Todos los invitados estaban alegres y se divertían. Sólo el esposo estaba triste y preocupado, pues en sus adentros pensaba: "quizás mi esposa sea ciega o coja, quizás muda o esté enferma. Sino ¿porque el rey me ha obligado a esposarla? Sin duda habrá algún motivo". Después del banquete de bodas los invitados se fueron a sus casas y los esposos se quedaron allí solos. El joven se dirigió a la muchacha y le dijo: -Ven, acércate. Ella se acercó a él, que le dijo: -Prepárame algo de comer. Tengo hambre, pues no estoy acostumbrado a la cocina del palacio real. Ella le preparó una ensalada de fruta y leche. Luego él dijo: -Escríbeme una carta a mi vieja madre. Ella se sentó y escribió la carta. El le pidió aún:

21

-Cuéntame una bella historia, me encantan las historias. Y la hija del rey hizo todo lo que le pidió su marido, sintiéndose ya conquistada por su atractivo y belleza. El joven esposo pasó la noche con ella y descubrió la perfección de todos sus miembros. La muchacha era bella e inteligente, capaz de todo. El joven se alegró profundamente de que le hubiese tocado en suerte la bella hija del rey. Al cabo de un mes, el yerno del rey invitó a todos los ministros del reino y les ofreció un gran banquete. Estaba contento, alegre y feliz. Bailó durante toda la fiesta, bebió vino y comió de todos los manjares exquisitos de la cocina real. El rey y sus ministros le preguntaron: -¿Cómo es que estabas tan triste el día de tu boda y ahora estás tan feliz? El yerno y heredero del rey respondió: -El rey me había obligado a desposar a su hija amenazándome con la muerte si no la aceptaba. Entonces yo pensaba: "Quizás la hija del rey tiene una enfermedad, quizás sea ciega o coja"; por esto estaba triste y preocupado. Pero ahora que he vivido con ella durante todo un mes, ahora sé que posee todas las virtudes: es bella y buena. He aquí por qué es tan grande mi alegría: se me ha concedido el privilegio de poseer una perla, la hija del rey, una esposa buena y fiel. Lo mismo ha sucedido cuando el Señor nos habló al pie del monte Sinaí: -Si aceptáis mi Torá, será vuestra. Y si no, aquí mismo seréis exterminados. Entonces aceptamos la Torá en la tristeza, porque no conocíamos sus cualidades; ni sabíamos qué contenía. Sólo sentíamos los truenos y veíamos los relámpagos, pero no se nos dijo qué estaba escrito en la Torá, ni cuáles eran las leyes del Santo, bendito sea. Ahora ya conocemos la Torá y celebramos con la fiesta el don que se nos ha hecho. He aquí por qué hoy es fiesta y se come y se bebe con alegría y se baila con la Torá, bendiciéndola y estudiándola. 13. EL MESÍAS LLEVARA A PLENITUD LA LEY Dijo Salomón, profeta: Bendito el nombre del Señor, que por medio de Moisés, el gran escriba, nos ha dado la Ley escrita en las dos tablas de piedra y ha hablado con nosotros cara a cara, como quien besa a alguien, por la grandeza de su amor, con el que nos ama más que a las setenta naciones: "Que me bese con besos de su boca. Mejores son que el vino tus amores" (Cant 1,2).46 La interpretación de "hablar cara a cara" como besar es constante en la tradición rabínica: Cuando Israel escuchó: "Yo soy el Señor, tu Dios" (Ex 20,2), la enseñanza de la Ley se imprimió en sus corazones: ellos la aprendían y no la olvidaban. Pero fueron enseguida 46

Targum del Cantar de los cantares.

22

a Moisés y le dijeron: Moisés, maestro nuestro, sé tú nuestro mediador entre el Señor y nosotros, como está escrito "habla tú con nosotros y te escucharemos" (Ex 20,16), "¿por qué tenemos que morir?" (Dt 5,22). Entonces aprendían de Moisés, pero olvidaban lo que aprendían. Por ello dijeron: Así como Moisés es carne y sangre que pasa, también su enseñanza pasa. Volvieron de nuevo a Moisés y le dijeron: -Moisés, maestro nuestro, si el Señor se manifestase a nosotros y nos besase con besos de su boca (Cant 1,2), la enseñanza de la Ley se imprimiría como antes en nuestros corazones. Pero Moisés les dijo: -Ahora, no; eso sucederá en el tiempo futuro, como está escrito: Pondré mi enseñanza en su interior, y la escribiré en sus corazones (Jr 31,33). Semejante a esta tradición de Rabí Jehudá es la de Rabí Nehemías que dice: Cuando los israelitas oyeron: "No tendrás otros dioses junto a mí" (Ex 20,3), el instinto malvado fue arrancado de raíz de sus corazones. Pero después fueron a Moisés y le dijeron: Moisés, maestro nuestro, sé tú nuestro intermediario entre el Señor y nosotros, como está escrito: "Habla tú con nosotros y nosotros te escucharemos" (Ex 20,16), "¿por qué hemos de morir ahora?" (Dt 5,22). Entonces el espíritu malvado volvió inmediatamente a su puesto. Por ello volvieron de nuevo a Moisés y le dijeron: -Moisés, maestro nuestro, si el Señor se revelase a nosotros una segunda vez, nos veríamos de nuevo libres del espíritu malvado; si el Señor "nos besara con los besos de su boca" (Cant 1,2). Pero Moisés les replicó: -Eso no es posible ahora; lo será en el futuro, como está escrito: "Y arrancaré el corazón de piedra de vuestra carne" (Ez 36,26).47 Cuando Israel andaba por el desierto, las nubes de la gloria lo abrazaban. Y cuando el Santo, bendito sea, bajó para darle la Torá, descendieron con El sesenta miríadas de ángeles del servicio, y ciñeron a Israel con la corona del Nombre inefable.48 Y después cuando, a causa del pecado, el pueblo de Israel vio que se había alzado de sobre ellos la nube de la Gloria y habían perdido la corona de santidad, que les había sido dada al acoger la Ley, sintiéndose despojados y tenebrosos como la noche, se pusieron a buscar la corona de santidad, pero no la encontraron, como está escrito: "En mi lecho, por las noches, he buscado el amor de mi alma. Le busqué y no le halle" (Cant 3,1).49 47

Cántico Rabbah I 15. Cfr Exodo Rabba XLI 3: "Dos cosas pidió Israel al Santo, bendito sea: ver su semblante y escuchar las palabras de su boca, como está escrito: que me bese...". 48

Pirqe de R. Eliezer XLVIII.

49

Targum del Cantar 3,1.

23

Pero, en el gran Día, en el Día del Mesías, el Santo, bendito sea, se sentará en el jardín del Edén y dará clase y todos los justos se sentarán frente a El y el Santo, bendito sea, se sentará y explicará la Ley nueva que dará por medio del Mesías.50 En aquel tiempo, el rey Mesías se manifestará a la Asamblea de Israel y los hijos de Israel le dirán: -¡Ven, y estáte con nosotros como nuestro hermano! Subamos a Jerusalén y mamemos contigo las palabras de la Ley, como un lactante mama del pecho de su madre.51 Está escrito: "Tus pechos te sacian en todo tiempo" (Pr 5,19). ¿Por qué las palabras de la Ley se comparan al pecho de la madre? Como es el pecho de la madre, mamando del cual el lactante siempre encuentra leche, así son las palabras de la Ley.52 La Asamblea de Israel dice al Mesías: -Yo te conduciré, oh rey Mesías, y te haré entrar en mi templo, "en la casa de mi madre" (Cant 8,2); y tú me enseñarás a temer al Señor y a caminar según sus sendas.53 Pues el Mesías clarificará las palabras de la Ley con una enseñanza nueva,54 de valor incomparablemente superior a la antigua, pues la Ley que el hombre aprende en este siglo es vanidad en comparación con la Ley del Mesías.55 Es más, la senda (Zac 9,1) es el rey Mesías. El encaminará a todos los que vienen al mundo a la conversión ante el Santo, bendito sea.56 En el Día del rey Mesías beberemos del vino añejo guardado en sus racimos desde el día en que fue creado el mundo. Y beberemos del fruto de las granadas, que han sido preparadas para los justos en el jardín del Edén.57 Pues antes de la venida del Mesías "ningún ojo vio" (Is 64,3) el vino guardado en su racimos desde los seis días de la creación.58 El vino bueno es una de las muchas criaturas que el Santo, bendito sea, creó en su mundo y de las que el mundo no era digno de gozar; entonces el Santo, bendito sea, las escondió. ¿Y para quién las 50

Jalqut Shimoni a Is 26,2.

51

Targum del Cantar 8,1.

52

bErubin 54b.

53

Targum del Cantar 8,2.

54

Génesis Rabbah XCVIII; Levítico Rabbah XIII,3.

55

Qohelet Rabbah XI,12.

56

Cántico Rabbah VII,10.

57

Targum del Cantar 8,2.

58

bBerakot 34b; bSanhedrín 99a.

24

escondió? Para los justos del siglo futuro. ¿Y dónde las escondió? En el jardín del Edén.59 14. LA TORA ES CORONA DE GRACIA El hombre es acompañado, en todo momento, por los preceptos, que lo acompañan, le educan, le embellecen la vida, le conducen a la salvación, pues todos sus actos son realizados "en el Señor", "ante el Señor". Así está escrito: "Porque los preceptos del Señor son una corona de gracia sobre tu cabeza" (Pr 1,9). ¿Que se entiende por corona de gracia? Dice R. Pinjás b. Channà: donde tu vayas los preceptos te acompañan: "si construyes una casa..." (Dt 22,8), "si construyes una puerta... cuando entras o sales por ella" (Dt 6,9), "cuando te pones un vestido nuevo..." (Dt 22,11), "si te cortas el pelo o te afeitas..." (Lv 10,27), "cuando aras el campo, lo siembras o siegas..." (Dt 22,9.10.19), "si plantas..." (Lv 19,23), "si sepultas a un muerto" (Dt 14,1)..., en todo momento te acompañan los preceptos del Señor. Pues así está escrito: "La luz ha sido sembrada para el justo y la alegría para los rectos de corazón" (Sal 96,11). Dios ha sembrado la Torá para que Israel herede el mundo futuro y no ha dejado nada en este mundo sin un precepto. Esto es semejante a una persona que se encuentra en el mar y está a punto de ahogarse; el capitán le arroja una cuerda y le dice: "agarra esta cuerda y no la sueltes, porque, si la sueltas, mueres". Así dice el Santo, bendito sea, a Israel: Mientras estéis aferrados a los preceptos, para vosotros es válido lo que está escrito: "mientras permanecéis aferrados al Señor, vuestro Dios, todos vosotros estaréis vivos" (Dt 4,14); y lo otro: "agárrate firmemente a la moral y no la abandones, sino practícala, pues ella es tu vida" (Pr 4,13).60

DECALOGO 1. YO, YAHVEH, SOY TU DIOS Yo, Yahveh, soy tu Dios, que te he sacado de la esclavitud de Egipto, de la casa de servidumbre. No habrá para ti otros dioses delante de mí. No te harás escultura ni imagen alguna... No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque yo, Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso. (Ex 20,2-5;Dt 5,6-9).

1. YO, YAHVEH, SOY TU DIOS 59

Exodo Rabbah XXXV,1; Cfr Jn 2,10: "Has guardado el vino bueno hasta ahora", con lo que se anuncia que con Cristo se inaugura el siglo futuro. 60

Devarìm Rabbah 6,3;17,7.

25

"Yo soy Yahveh, tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la esclavitud". ¿Por qué se ha formulado así? Porque está escrito: "Ellos vieron al Dios de Israel. Bajo sus pies había un pavimento de zafiro tan puro como el mismo cielo" (Ex 24,10). El pavimento en forma de ladrillos recuerda la esclavitud de Egipto, pero ahora, una vez liberados de ella, el pavimento es "puro como el cielo". Al presentarse así, el Santo manifiesta que El es siempre el mismo Dios. Por eso, en el Sinaí, Yahveh se presenta como el Dios que ya se había revelado en Egipto: Yo soy Yahveh, tu Dios. Era tu Dios en Egipto y en el Mar de las Cañas. Yo soy el mismo Dios en el Sinaí. Yo estaba en el pasado y Yo estaré en el futuro. Por eso dice también: "Ahora veréis que Yo, Yo soy Dios y no hay otro junto a mí" (Dt 32,39). Y dice: "Hasta vuestra vejez, Yo seré el mismo, hasta que se os vuelva el pelo blanco" (Is 46,4). Y dice también: "Así dice el Señor, el rey de Israel y su redentor, el Señor de los ejércitos: Yo soy el primero y el último, fuera de mí, no hay ningún dios" (Is 44,6).61 Rabbí Berejah enseñaba: Moisés habló a los israelitas: Hijos míos, cuando estabais en el país de Egipto yo os dije: "Yahveh, el Dios de vuestro padres, me ha mandado a vosotros" (Ex 3,13). Cuando después me preguntasteis: "¿Cuál es su nombre?" (Ex 3,13), yo os respondí: "Yo soy el que seré" (Ex 3,14). Pero ahora, lo que se va a comprar y el comprador, la mercancía y el mercader, están cara a cara. Ahora podéis oír directamente de El: "Yo soy Yahveh, tu Dios" (Ex 20,2).62 El Santo, bendito sea, dijo: Aunque me veáis en distintas manifestaciones, Yo soy el Unico. Por eso dice: "Yo soy Yahveh, tu Dios" (Ex 20,2). Rabbí Levi enseña: El Santo, bendito sea, apareció como una estatua, que muestra rostros por todas partes. Mil personas pueden mirarla y cada uno piensa que le está mirando a él. Esto es lo que ocurrió con el Santo, bendito sea, cuando habló a Israel. Cada israelita pensaba que la palabra divina se dirigía a él personalmente. Por ello no dice: Yo soy Yahveh, vuestro Dios, sino en singular: "Yo soy Yahveh, tu Dios".63 ¿Por qué los Diez Mandamientos no se dijeron al comienzo de la Torá? Con una parábola ilustra el midrash por qué Dios hizo preceder al don de los Diez Mandamientos el misterio de la elección gratuita de Israel:

61

Mekilta, Bahodesch, c. 5; Cfr Midrash Tanhuma 16.

62

Pessiqta Rabbathi, c. 21.

63

Pessiqta de Rabbí Kahana, c. 12. Cfr Midrash Tanhuma 17.

26

Se puede comparar con uno que se presentó ante los habitantes de una ciudad y les preguntó: -¿Puedo reinar sobre vosotros? Ellos replicaron: ¿Y qué has hecho en favor nuestro para que pretendas reinar sobre nosotros? Entonces él construyó muros de defensa para la ciudad y canales para suministrar agua a sus habitantes; después combatió por ellos contra sus enemigos. Entonces preguntó de nuevo: -¿Puedo reinar sobre vosotros? Y ellos le respondieron: -Ahora, sí, puedes ser nuestro rey. Así hizo el Señor con Israel. Primero les sacó de la esclavitud de Egipto, dividió el mar para que pudieran huir de sus perseguidores, a quienes sumergió en las aguas, hizo descender para ellos el maná del cielo, hizo brotar para ellos agua en el desierto, les envió codornices y, finalmente, combatió por ellos contra Amalek. Entonces fue cuando les preguntó: -¿Puedo reinar sobre vosotros? Y ellos respondieron: -Sí, sí.64 El Cantar de los Cantares es la expresión del amor de Dios a Israel y, también, del amor de Israel a Dios. Israel responde al amor de Dios, diciendo: "Mi amado es para mí y yo soy para El" (Cant 2,16): El es para mí Dios, y yo soy para El pueblo. El es para mí Padre, y yo soy para El hijo. El es para mí Pastor, y yo soy para El grey. El es para mí Guardián, y yo soy para El viña. El me ha cantado, y yo le he cantado. El me ha alabado, y yo le he alabado. El me ha llamado "hermana mía, amiga mía, paloma mía, mi perfecta", y yo le he dicho: "El es mi amado y amigo mío".65 Dios e Israel se sienten unidos el uno al otro. Juntos irán al exilio y juntos retornarán. Cuando los israelitas un día retornen del exilio, por decirlo de alguna manera, también la Šekinah retornará con ellos, 64

Los prodigios salvadores precedieron al don de la Ley sobre el Sinaí. Con estas maravillas, Dios predispuso al pueblo de Israel para que le acogiera con alegría como su Dios y aceptara el Decálogo (Cfr Dt 4,32-35 que precede inmediatamente al Decálogo). Cfr Mekilta Bahodesch, c. 5 y Mekilta di R. Ishmael, Roma 1982, p. 49-50. 65

CantR II, 16,1.

27

como está escrito: "Y retornará el Señor, tu Dios, con tus deportados" (Dt 30,3). La Escritura no dice: "y hará retornar" (we-heshih), sino: "y retornará" (we-shab).66 En este sentido R. Hanina, nieto de R. Josua, entendía el comienzo del Decálogo: "Yo soy el Señor, tu Dios, que ha salido contigo del país de Egipto, de la casa de esclavitud" (Ex 20,2). Dios dice, pues, en cierto modo: "Yo y vosotros hemos salido juntos de Egipto".67 Y como el dolor que sufre Israel lo sufre también el mismo Dios, así toda ayuda que recibe Israel es una ayuda que experimenta también Dios. R. Abbahu dijo: Toda ayuda que se concede a Israel es también una ayuda hecha al Santo, bendito sea.68 Si no estuviera escrito así en la Escritura, nadie se atrevería a decirlo. Los israelitas dijeron al Santo, bendito sea: "Te has rescatado a ti mismo" (2Sam 7,23).69 2. NO TENDRAS OTROS DIOSES "No habrá para ti otros dioses delante de mí" ¿Por qué se dijo esto? Porque dice: "Yo, Yahveh, soy tu Dios" (Ex 20,2). Este versículo se puede comparar a un rey de carne y hueso que llegó a una provincia y sus siervos le dijeron: -Establece decretos para esta población. Pero el rey respondió: -No. Sólo cuando reconozcan mi soberanía estableceré decretos para ellos. Porque si no reconocen mi soberanía tampoco reconocerán mis decretos. Así habló también el Omnipotente a Israel: "Yo, Yahveh, soy tu Dios, no habrá para ti otros dioses delante de mí". Yo soy aquel en quien habéis reconocido la soberanía en Egipto. Solamente cuando respondieron: ¡Sí!, El prosiguió: Así, pues, como habéis reconocido mi soberanía, acogeréis ahora mis decretos. No habrá para ti otros dioses delante de mí.70 Cuando empezó el Santo, bendito sea, a hablar, trepidaron los seres superiores e inferiores, e Israel no pudo mantenerse en pie. ¿Qué hizo el Santo, bendito sea? Envió dos ángeles a cada uno de los israelitas, a uno para que les pusiera la mano en el corazón y así no se les saliera el alma, y a otro para que les alzara la cabeza, a fin de que 66

Mekilta de Rabbi Jishmael 14.

67

Pessiqta Rabbati 21,22.

68

Tan Lev Abare Mot 18.

69

Mekilta de Rabbi Jishmael 14; Cfr Sal 80,3.

70

Mekilta Bahodesch, c. 6.

28

pudieran ver a su Creador, pues el Santo, bendito sea, les permitió contemplar su Gloria. Y los israelitas vieron su Gloria. La voz iba y venía a sus oídos y la Palabra decía: -¿Aceptas sobre ti la Torá? Y respondieron: -Sí, sí. Y la Palabra se apartaba del oído y la besaban en la boca, y de nuevo se apartaba la Palabra de su boca y volvía al oído, y del oído a la boca, según está escrito: "Que me bese con los besos de su boca" (Cant 1,2). Inmediatamente el Santo, bendito sea, les dijo: -Ved, vosotros sois mis testigos que no hay como Yo en los cielos ni en la tierra, ved como Yo soy Uno y que me he revelado a vosotros en mi gloria y esplendor. Si alguien os dijera: Id a servir a otros dioses, le responderéis: ¿Puede acaso un hombre que haya visto a su Creador, cara a cara, en su Gloria, en su esplendor y en su grandeza, abandonarlo e ir a la idolatría? Ved que Yo "os he rescatado de la casa de esclavitud" (Dt 7,8) y que Yo soy quien abrió el mar ante vosotros y os hice pasar a pie enjuto y precipité a vuestros enemigos en el abismo de las aguas.71 La proclamación de la unicidad de Dios es la misión esencial de Israel, cumplida en la recitación diaria del Šemá: "Escucha, Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor es único" (Dt 6,4) y realizada plenamente en el martirio. Así se nos describe en el martirio de R. Aqiba: Durante toda mi vida el versículo "y con toda tu alma" (Dt 6,5) era motivo de pena, pues pensaba: ¿cuándo se me dará la ocasión de cumplirlo? ¿No lo he de cumplir ahora que se me ofrece la ocasión? Y al pronunciar la palabra único la alargó tanto, que su alma salió mientras la pronunciaba.72 Por eso, cuando los hijos de Israel hicieron el becerro (Ex 32,16), sus rostros se volvieron negros como los de los hijos de Kuš, que habitan las tiendas de Quedar (Sal 120,5). Pero, cuando se arrepintieron y se convirtieron y fueron perdonados, el esplendor de la gloria de su rostro llegó a ser como el de los ángeles.73 La Asamblea de Israel dijo: Negra soy por haber hecho el becerro, pero bella por haber acogido la Torá.74 Después del arrepentimiento, Moisés subió al firmamento e hizo la paz entre el 71

Midrash de los Diez Mandamientos, Primer mandamiento.

72

Berakot 61b.

73

Targum del Cantar 1,5.

74

Cántico Rabbah I,35.

29

pueblo y su rey. Entonces la Šekinah habitó en medio de ellos, haciendo radiante el rostro de todo el pueblo, con el esplendor que había irradiado el rostro de Moisés al bajar del monte.75 Y dijo la Asamblea de Israel: Vosotras, naciones, no me despreciéis porque soy negra como vosotras; puesto que he adorado lo que vosotras adoráis y me he postrado ante el sol y la luna: "me ha quemado el sol".76 Profetas de mentira han provocado contra mí el ardor de la ira del Señor. Me han enseñado a servir a vuestras iniquidades y a caminar según vuestras leyes (Dt 13,2ss), y no he servido al Soberano del mundo, al que es mi Dios, y no he caminado según sus leyes, ni he guardado sus preceptos ni sus enseñanzas.77 Los idólatras son horribles, como está escrito: "Y los pueblos son tizones quemados con cal, espinos cortados" (Is 33,12).78 En cambio, cuando Israel es fiel al Santo, bendito sea, es alabado en los cielos excelsos: ¡Toda hermosa eres, Asamblea de Israel, no hay tacha en ti!79 La idolatría contamina la tierra y aleja de ella la Šekinah. 80 Por eso los ancianos de la Asamblea de Israel dicen: ¡Huye, amado mío, Soberano del mundo, de esta tierra contaminada, y haz habitar tu Šekinah en los cielos excelsos!81 Y de aquí que enseñen los sabios, bendita su memoria: Quien asocia el Nombre de Dios con otro será desarraigado del mundo, porque así está escrito: "Sólo al Señor" (Ex 22,19).82 R. Eliezer decía: No sólo con referencia a las aguas se dice que "bullirán" (Gén 1,20), sino también con referencia a los idólatras, que son comparados a las aguas, según está dicho: "¡Zumbido de las naciones! Zumban como zumbido de aguas impetuosas" (Is 17,12). Del mismo modo que bulleron las aguas en el quinto día de la creación, así en el futuro bullirán los idólatras en el mundo, guerreando unos contra otros para destruirse, como está escrito: "Y entrechocaban pueblo contra pueblo y ciudad contra ciudad, porque Dios los conturbaba con toda clase de angustias" (2Cro 15,6). En cambio Israel, cuando confía en la sombra protectora de su Creador y hace la voluntad del Santo, bendito sea, es bendito y dulce como las aguas de los ríos que discurren por el campo y aportan bendiciones al mundo. Pero cuando se apartan de su Creador y ponen

75

Targum del Pseudo-Jonatan.

76

Cántico Rabbah I,40.

77

Targum del Cantar 1,6.

78

Números Rabba IV,1.

79

Targum del Cantar 4,7.

80

Mekilta Ex 20,21.

81

Targum del Cantar 8,14.

82

Sanedrin 63a.

30

su confianza en las leyes de los gentiles, se hacen malditos, como las aguas saladas del mar, que no aportan bendiciones al mundo.83 Los discípulos de R. Johanan ben Zakkai le preguntaron: ¿por qué cuando un siervo no quiere dejar a su amo, se le perfora la oreja con un punzón? Les respondió: La oreja, que oyó en el monte Sinaí: "Yo soy Yahveh, tu Dios, que te ha sacado del país de Egipto, de la esclavitud, no tendrás otros dioses delante de mí", si libremente se sujeta a otro hombre, ¡esta oreja debe ser perforada, porque no ha cumplido lo que había oído! Es verdad que los israelitas eran los siervos de los siervos, pero ahora, han de ser solamente siervos del Señor, bendito sea. Por eso dice también: "Porque los israelitas son mis siervos, que he sacado del país de Egipto: Yo soy Yahveh, vuestro Dios" (Lv 25,55).84 3. DIOS SUFRE LAS MISMAS PENAS DE ISRAEL Está escrito: "Porque está abatida la hija de mi pueblo, también yo estoy abatido" (Jr 8,21). Esto es semejante a cuando el hijo de un rey quiso levantar una gran piedra y ésta cayó sobre él y murió aplastado. Cuando el rey lo supo comenzó a gritar: -¡He sido golpeado a muerte! Le dijeron los siervos: -Tú hijo ha sido golpeado a muerte y tú gritas: ¡He sido golpeado a muerte! Así, en cierto modo, dijo el Santo, bendito sea: "Porque ha sido abatida la hija de mi pueblo yo estoy abatido".85 Con un juego de palabras, R. Janina, comentando Cant 5,2, llama a Israel la hermana gemela de Dios, diciendo: Si uno de los gemelos tiene mal de cabeza, lo siente también el otro. Así, en cierto modo, habló el Santo, bendito sea: "En la angustia de mi pueblo Yo estoy con él" (Sal 91,15). Y también está escrito: "Cada una de sus angustias es para El angustia" (Is 63,9).86 El amor de Dios por Israel no tiene medida. Sufre con Israel por la destrucción del templo.87 Yahveh va con Israel al exilio.88 Desciende con Israel hasta el exilio del infierno para ser juzgado en el fuego: 83

Los capítulos de Rabbí Eliezer IX,2.

84

Pessiqta Rabbathi, c. 21.

85

Lam Zuta 1,18.

86

ExR 2,5.

87

LamR Prólogo 24.

88

Mekilta de Rabbi Jismael 14.

31

Un día vendrán los ángeles custodios de los pueblos del mundo a acusar a Israel ante el Santo, bendito sea, y dirán: -Señor del mundo, éstos (los pueblos paganos) han servido a los ídolos; y también esos (los israelitas) han servido a los ídolos. Estos han cometido incesto; y también esos han cometido incesto. Estos han derramado sangre; y también esos han derramado sangre. ¿Por qué sólo estos (nuestros pueblos) deben ir al infierno, mientras esos (los israelitas) no van al infierno? Entonces el Santo, bendito sea, les responderá: -Si es así como decís vosotros, entonces todos los pueblos deben descender junto con sus dioses al infierno. Pues así está escrito: "He aquí, todos los pueblos irán cada uno en nombre de su dios" (Mi 4,5). R. Rubén ha dicho: Si no estuviera escrito en la Escritura, ¿quién se atrevería a decir semejante cosa, es decir: "El Señor será juzgado en el fuego" (Is 66,16). No está escrito: "el Señor juzgará" (shofer), sino: "el Señor será juzgado" (nishpat). Es lo que también dijo Moisés en el Espíritu santo: "Aunque tenga que caminar por el valle de sombra de la muerte, no temeré algún mal, porque Tú estás conmigo" (Sal 23,4).89 4. NO TE HARAS IMAGEN ALGUNA "No tendrás otros dioses frente a mí" (Ex 20,3). "No te fabricarás escultura ni imagen alguna" (Ex 20,4). Les dijo el Santo, bendito sea: -Yo os he dado mi Torá para dejaros un dominio, no me irritéis ni rompáis mi pacto con ídolos. No os prosternéis frente a los muertos, sino ante quien tiene en su mano la vida y la muerte (Dt 32,39) y en cuyas manos está el alma de todo ser vivo. No aprendáis de los gentiles, cuya conducta es vana, como está escrito: "Son cosa vana, obra ridícula, al tiempo de su castigo morirán" (Jr 10,15), "no es como esos la porción de Jacob, pues el Creador de todas las cosas es El" (Jr 10,16). De aquí, enseñaron los sabios, bendita sea su memoria: El Santo, bendito sea, librará de la angustia a quienes confían en El, como salvó a Abraham, nuestro padre, del horno de fuego, cuando Ninrod, el impío, le arrojó al fuego por confiar en el Santo, bendito sea, y no querer postrarse ante el ídolo. El Santo, bendito sea, libró también a Ananías, Misael y Azarías del horno de fuego al que los arrojó Nabucodonosor, por confiar en Yahveh y no postrarse ante su ídolo. Cuando salieron del horno, se congregó todo el mundo para ver si el fuego había tenido poder contra aquellos hombres o no; vieron que los cabellos de su cabeza y sus vestidos no estaban chamuscados, vieron que el fuego no había podido 89

CantR II,1,3; Cfr MSal 1,20.

32

con ellos, e inmediatamente comenzaron a alabar al Santo, bendito sea. De este modo aprenderás que el hombre no debe servir a la idolatría por miedo a la muerte, pues el dolor de la muerte sólo dura un instante, después del cual descansará en el jardín del Edén. Una mujer tenía siete hijos; fueron llevados ante un príncipe, que dijo al mayor: -Sirve a los ídolos. -No puedo renegar de mi Dios, que desde hace tiempo nos ha prescrito: "Yo soy Yahveh tu Dios" (Ex 20,2). Lo sacaron fuera y lo mataron. Llamó al segundo y le dijo: -Sirve a los ídolos. -No puedo renegar de mi Dios, que desde hace tiempo nos ha prescrito: "No tendrás otros dioses" (Ex 20,3). Lo sacaron fuera y lo mataron. Llamó al tercero y le dijo: -Sirve a los ídolos. -No puedo renegar de mi Dios, que desde hace tiempo nos ha prescrito: "No te postrarás ante otro Dios" (Ex 34,14). Lo sacaron fuera y lo mataron. Llamó al cuarto y le dijo: -Sirve a los ídolos. -No puedo renegar de mi Dios, que desde hace tiempo nos ha prescrito: "No te postrarás ante sus dioses" (Ex 23,24). Llamó al quinto y le dijo: -Sirve a los ídolos. -No puedo renegar de mi Dios, que desde hace tiempo nos ha prescrito: "Escucha, Israel, Yahveh es tu Dios, Yahveh es Uno" (Dt 6,4). Llamó al sexto y le dijo: -Sirve a los ídolos. -No puedo renegar de mi Dios, que desde hace tiempo nos ha prescrito: "Sabe, pues, y reflexiona en tu corazón que Yahveh es el único Dios" (Dt 4,39). Llamó al séptimo y le dijo: -Sirve a los ídolos.

33

Respondió: -Espera e iré a consultar a mi madre. -Ve. Fue a ver a la madre y le dijo: -Madre mía, ¿qué debo hacer en este asunto? Le respondió la madre: -¿Acaso deseas que tus hermanos se sienten en la morada de Dios y tú permanezcas separado de ellos? No obedezcas esa orden y no te separes de tus hermanos. Volvió el pequeño junto al príncipe, quien le preguntó: -¿Qué vas a hacer? -No puedo renegar de mi Dios, que desde hace tiempo nos ha prescrito: "Hoy has de afirmar que Yahveh será tu Dios y Yahveh te asegurará que serás su pueblo peculiar" (Dt 26,17-18). Nosotros juramos que no lo cambiaríamos por otro, y El juró que no nos cambiaría por otra nación. El príncipe le dijo: -Voy a tirar mi anillo al suelo, inclínate y recógelo, para que crean que has cumplido mi deseo. Le respondió el joven: -¡Ay de ti, príncipe, ay de ti!, si tanta importancia tiene tu gloria, mucho más tiene la del Santo, bendito sea. No renegaré de El. Lo sacaron fuera y lo mataron como a todos sus hermanos. La madre pidió a los soldados: -Os pido, por favor, que me lo entreguéis para que lo bese. Fue y lo besó. Y tras los hijos murió también la madre (2Mac 7). Entonces se oyó una voz celestial que dijo: -La madre de los hijos está alegre, pues ella y sus hijos tienen un lugar en el mundo futuro, al lado de los justos, en el jardín del Edén. Por eso todo Israel era muy cuidadoso en el temor del Santo, bendito sea, para merecer sentarse con el justos en el jardín del Edén.90 5. EL BECERRO DE ORO

90

Midrash de los Diez Mandamientos, Segundo mandamiento.

34

Después que los israelitas recibieron los diez mandamientos, al cabo de cuarenta días, se olvidaron de su Dios y dijeron a Aarón: -Los egipcios llevan en andas a su dios y cantan y tocan en su presencia y lo ven frente a ellos. Haznos un dios como el dios de los egipcios, que lo veamos delante de nosotros (Ex 32,1). Aarón se hizo el siguiente razonamiento: Si les digo que me traigan plata y oro, al punto me los traerán. Les diré, más bien: dadme los pendientes de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas; de este modo el asunto va a quedar liquidado en seguida. Así está escrito: "Quitadles los pendientes de oro a vuestras mujeres, hijos e hijas y traédmelos" (Ex 32,2). Las mujeres lo oyeron y no aceptaron en modo alguno entregar sus pendientes a sus maridos. Les dijeron: -Para hacer un ídolo y una abominación, que no tiene ningún poder para salvar, para eso no os obedecemos. Y el Santo, bendito sea, les entregó su recompensa en este mundo, pues ellas observan los comienzos de la luna nueva mejor que los hombres; y les entregó una recompensa para el mundo futuro, pues en el futuro ellas rejuvenecerán como los comienzos de la luna nueva, según está dicho: "El sacia de bienes tus anhelos y como el águila se renueva tu juventud" (Sal 103,5). Al ver los hombres que las mujeres no entregaba sus pendientes, ¿qué hicieron? Hasta ese momento ellos llevaban pendientes en las orejas según la costumbre de los egipcios y los esclavos (Ju 8,24); se arrancaron, pues, los pendientes de las orejas y se los entregaron a Aarón, como está escrito: "Todo el pueblo se quitó los pendientes de oro de sus orejas" (Ex 32,3).91 "Aarón echó el oro al fuego y salió el becerro" (Ex 32,24). Satán había entrado en el becerro y mugía para extraviar a Israel, haciéndoles creer que estaba vivo, como está escrito: "Conoce el toro a su amo" (Is 1,3). Todos los israelitas lo vieron y se pusieron a besarlo, a adorarlo y a ofrecerle sacrificios.92 El Santo, bendito sea, dijo a Moisés: -Moisés, los israelitas han olvidado la fuerza poderosa que yo desplegué en su favor en Egipto y en el mar de las algas, y se han hecho un culto extranjero. Anda, baja de tu grandeza. Yo te he dado la grandeza por causa de Israel, pero ahora que Israel ha pecado, ¿para qué me sirves tú? Anda, pues, baja, que se ha pervertido tu pueblo (Ex 32,7). Moisés le replicó:

91

Pendientes de las orejas de ellos en Ex 32,3, pues el sufijo hebreo es masculino.

92

Los capítulos de Rabbí Eliezer, XLV,2-3.

35

-Señor del mundo, hasta que no pecaron en tu presencia, les llamabas "mi pueblo" (Ex 7,4), y ahora, que han pecado en tu presencia, me dices: "baja, que se ha pervertido tu pueblo". Ellos siguen siendo tu pueblo y tu heredad, tu pueblo y no mi pueblo, como está escrito: "Son sin embargo, tu pueblo y tu heredad" (Dt 9,29).93 Moisés dijo a Aarón: -¿Qué has hecho con este pueblo? Lo has dejado suelto, como a mujer a quien se le sueltan los cabellos en razón del adulterio.94 Luego, al ver Moisés que la tribu de Leví no había tenido parte con los otros, se armó de valor, agarró el becerro, lo quemó en el fuego, lo molió como arena, lo espolvoreó en el agua y la dio a beber a Israel. A todos los que de corazón habían besado al becerro, los labios se les doraron, y la tribu de Leví los fue matando hasta que cayeron unos tres mil hombres de Israel (Ex 32,28).95 Rabbí Yahosúa decía: Cuarenta días pasó Moisés en la montaña, leyendo la Ley escrita durante el día y repitiendo la Ley oral durante la noche. Y al cabo de los cuarenta días cogió las tablas y bajó al campamento. El día diecisiete del mes de Tammuz rompió las tablas y mató a los pecadores de Israel. Cuarenta días pasó en el campamento hasta que quemó el becerro y lo molió como polvo de la tierra y mató a todo el que había besado el becerro y extirpó de Israel el culto del becerro y restableció a cada tribu en su sitio. En la luna nueva de Elul el Santo, bendito sea, dijo a Moisés: "Sube hacia mí, a la montaña" (Ex 24,12). Y pasaron tocando la trompeta por todo el campamento, para que nadie volviera a extraviarse tras el culto a los ídolos mientras Moisés subía a la montaña. Aquel mismo día, con la misma trompeta, fue aclamado el Santo, bendito sea, pues así está escrito: "Sube Dios entre aclamaciones, Yahveh al son de trompetas" (Sal 47,6).96 Por ello, los sabios, bendita su memoria, enseñaron: El exilio viene al mundo por la idolatría, las relaciones sexuales ilícitas, el derramamiento de sangre y por no respetar el año sabático de la tierra. Por la idolatría: Le dijo el Santo, bendito sea, a Israel: Puesto que vosotros queréis la idolatría, voy a exilaros a un lugar donde haya idolatría, según está escrito: "Derruiré vuestros altozanos... y os desparramaré por las naciones" (Lv 26,30-33).

93

Los capítulos de Rabbí Eliezer, XLV,4.

94

La idolatría es un adulterio dada la relación nupcial entre Dios e Israel. "Soltar los cabellos" pertenece al rito de la ley de los celos para comprobar la fidelidad de la mujer (Nú 5,18). Al mismo ritual pertenece la costumbre de dar de beber agua amarga (Nú 5,18ss), que es lo que hará Moisés. 95

Los capítulos de Rabbí Eliezer, XLV,5.

96

Capítulos XLVI 1-2.

36

Y también está escrito: "Y todas las naciones dirán: ¿Por qué trató así Yahveh a este país? ¿Qué significa el ardor de esta enorme cólera? Y se contestará: Porque abandonaron la alianza de Yahveh, Dios de sus padres, que con ellos había concertado al sacarlos del país de Egipto, y se fueron a servir a otros dioses y se prosternaron ante ellos, dioses que no conocían y El no les había atribuido. Por eso se encendió la ira de Yahveh contra este país, atrayendo sobre él todas las maldiciones escritas en este libro" (Dt 29,23-26). Por las relaciones sexuales ilícitas. Dijo R. Yismael, hijo de R. Yosé: Siempre que Israel se abandona a las relaciones sexuales ilícitas, la Šekinah se aleja de en medio de ellos, según está escrito: "Que El no vea cosa deshonesta en ti, porque se retiraría de ti" (Dt 23,15). Y también está escrito: "El país se ha contaminado y ha decidido castigar su iniquidad, de suerte que el país ha vomitado a sus habitantes" (Lv 18,25). Por el derramamiento de sangre. Así está escrito: "No habéis de profanar el país en que estéis, ya que la sangre profana la tierra" (Nú 35,33). Y también está escrito: "Vertieron sangre inocente, la sangre de sus hijos y sus hijas, que sacrificaron a los ídolos de Canaán; y quedó mancillado el país con la sangre" (Sal 106,38). Por no respetar el año sabático de la tierra. ¿De dónde lo sabemos? Está escrito: "Entonces la tierra se resarcirá de sus sábados" (Lv 26,34). Le dijo el Santo, bendito sea, a Israel: Por cuanto que vosotros no dejáis descansar a la tierra, ella descansará de vosotros. El número de meses que vosotros no habéis dedicado a su reposo, ella lo tomará y descansará por sí misma. Por ello está escrito: "Entonces la tierra se resarcirá de sus sábados, todo el tiempo que dure la devastación y mientras vosotros estéis en el país de vuestros enemigos; la tierra descansará entonces, resarciéndose así de sus sábados. Todos los días que dure la devastación guardará descanso (sabbat) por lo que no reposó en vuestros sábados, cuando habitabais en ella" (Lv 26,34-35). "La tierra, pues, habrá de ser abandonada por ellos para que salde ella sus sábados cuando quede asolada por ausencia de aquellos" (Lv 26,43).97 6. YO, YAHVEH, SOY UN DIOS CELOSO R. Elazar decía: Cuando el Santo, bendito sea, descendió para entregar su Ley a Israel, bajaron con El seiscientos mil ángeles servidores con guirnaldas en sus manos y coronaron a Israel, con la corona del Nombre inefable. Todos aquellos días, antes de hacer el becerro de oro, se estuvieron comportando como los ángeles servidores y nada podía contra ellos el ángel de la muerte. Pero, cuando hicieron aquella acción, el Santo, bendito sea, se irritó contra ellos y les dijo: 97

Abot de Rabbí Natán XXXVIII,4 y versión B XLI,4.

37

-Yo esperaba que os comportarais en mi presencia como los ángeles servidores, como está escrito: "Yo dije: dioses sois e hijos del Altísimo todos vosotros" (Sal 82,6); mas ahora, "por eso como hombres moriréis" (ibidem). R. Yehudah decía: Siempre que el hombre se viste vestidos elegantes aparece hermoso, con honor y gloria; pues así aparecieron los israelitas mientras estuvieron revestidos de aquel Nombre: ante el Santo, bendito sea, eran tan buenos como los ángeles servidores. Mas cuando hicieron aquella acción, el Santo, bendito sea, se irritó contra ellos y les dijo: -"Quítate de encima tus joyas y ya veré lo que hago contigo" (Ex 33,5). Aquella misma noche bajaron seiscientos mil ángeles servidores y los despojaron de todas y cada una de las cosas que el Santo, bendito sea, les había regalado, y se quedaron desnudos contra su voluntad, como está escrito: "Y los hijos de Israel fueron despojados" (Ex 33,6).98 Un filósofo preguntó a Rabban Gamaliel: -Está escrito en vuestra Torá: "Por que yo, tu Dios, soy un Dios celoso" ¿Esto quiere decir que el ídolo tiene poder para que se pueda estar celoso de él? Un héroe está celoso de otro héroe; un sabio tiene celos de otro sabio; un hombre acomodado tiene celos de otro hombre acomodado. ¿Pero dónde está el poder del ídolo para que Dios tenga que estar celoso? R. Gamaliel respondió: -Si uno pone a su perro el nombre de su padre y después, pronunciando un juramento, lo hace por la vida del perro, ¿de quién estará celoso el padre, del hijo o del perro? El filósofo siguió diciendo: -De todos modos, a veces, los ídolos son útiles. Una vez, en cierta provincia, se produjo un incendio. Se quemó todo, pero el templo del ídolo quedó intacto. ¿Acaso no ocurrió así porque el ídolo sabía protegerse? Replicó R. Gamaliel: -Te contaré una parábola: Un rey terreno emprendió una guerra. ¿Contra quien combatió? ¿Contra los vivos o contra los muertos? -Contra los vivos, naturalmente, reconoció el filósofo Pero aún siguió preguntando:

98

Exodo Rabbah 41,7.

38

-Entonces, si los ídolos no son necesarios, ¿por qué El no los destruye? Le respondió R. Gamaliel: -¿Acaso vosotros sólo servís a vosotros dais culto al sol, a la luna, a los montes y a las colinas, a los ríos y también al hombre. ¿Tendrá El que porque existen los locos?99

un objeto? ¿No es cierto que las estrellas y a los planetas, a a los valles? E incluso divinizáis destruir toda su creación sólo

"Yo, Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso, que recuerda la culpa de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación, para aquellos que me odian" (Ex 20,5;Dt 5,9). Dios ve la culpa y la divide entre las tres o cuatro generaciones, castiga una parte a uno y otra parte al otro. Así, tanto el padre como el hijo se salvan del castigo en la otra vida, porque el hijo adquiere méritos en favor de su padre.100 Cuando Moisés oyó las palabras: "que visita la culpa de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación", se sintió abatido y permaneció presa de la inquietud hasta que Dios le dijo: "Esto sólo vale para el caso en que la generación de los malvados no se interrumpa por una generación de justos". ¿O es que piensas que voy a seguir castigando cuando la sucesión de los malvados es interrumpida por una generación de justos? ¡No! Por eso está escrito: "para aquellos que me odian", es decir: cuando el hijo y el nieto de un malvado son tan malvados como él. R. Natán dice: Dios dijo a Moisés: "Esto sucede solamente cuando el nieto, el hijo y el padre son apóstatas". Apenas Moisés escuchó esta aclaración, se inclinó hasta el suelo (Ex 34,8) y dijo: -¡Esto jamás! No hay en todo israel nieto, hijo y padre que sean todos ellos apóstatas.101 R. José bar Hanina atribuye estas palabras de amenaza a Moisés y Dios las declara nulas: Cuatro sentencias pronunció Moisés, nuestro maestro, contra Israel. Luego fueron enviados cuatro profetas que las anularon... Por ejemplo, en relación a la culpa de los padres, Moisés había dicho: "El visita la culpa de los padres en los hijos". Vino Ezequiel y anuló esta sentencia, diciendo: "Sólo quien ha pecado debe morir. El hijo no pagará la culpa del padre ni el padre la culpa del hijo" (Ez 18,20).102

99

Mekilta Bahodesch, c. 6.

100

Zohar 2,27b.

101

Midrash ha-Gadol Dt 5,9.

102

bMak 24a.

39

Según otros maestros es Dios mismo quien, instruido por Moisés, anula estas palabras: Este es uno de los tres casos en que Moisés discutió con el Santo, bendito sea, y El le dijo: "¡Tú me has instruido!". Cuando el Santo, bendito sea, le dijo: "... que visita la culpa de los padres en los hijos...", Moisés replicó: -Señor del mundo, ¡cuántos malvados han engendrado justos! ¿Deben estos cargar con los pecados de los padres? Terah era un idólatra; sin embargo su hijo Abraham era justo. Igualmente Ezequías era justo, aunque su padre Acaz era un malvado. Y también Josías era justo, aunque era hijo de Amón, que era un malvado. ¿Te parece correcto que los justos deben ser castigados por la culpa de sus padres? Entonces el Santo, bendito sea, le respondió: -¡Me has instruido! Anularé mis palabras y ratificaré las tuyas. En verdad, así esta escrito: "No se condenará a muerte a los padres por la culpa de los hijos, ni a los hijos por una culpa de los padres" (Dt 24,16). Asimismo está escrito: "Amasías no hizo ajusticiar a los hijos de los asesinos conforme a lo escrito en el libro de la ley de Moisés, según el Señor ha ordenado: Los padres no serán condenados a muerte por causa de los hijos, ni los hijos a causa de los padres, sino que cada uno morirá únicamente por sus pecados" (2Re 14,6).103 7. INSTALACION E IDOLATRIA Y Rabbí Yehudah añadía: En todas las paradas que los israelitas hicieron por el desierto se fabricaron ídolos, como está escrito: "El pueblo se paró a comer y a beber y después se levantó a danzar" (Ex 32,6). ¿Qué hay escrito a continuación? "Se han hecho un becerro" (Ex 32,8). Y otra Escritura dice: "Israel se paró en Sittim" (Nú 25,1). ¿Y qué hay a continuación? "Y el pueblo comenzó a prostituirse con las hijas de Moab" (Ibidem).104 Por esto, Balaam dio este consejo a los madianitas para derrotar a Israel: "No podréis con ese pueblo a no ser que les hagáis pecar contra su Creador. Para ello, les dijo: Ve, dispón tabernas y pon en ellas mujeres prostitutas que vendan comida y bebida a menos de su valor, e irá este pueblo y comerán y se embriagarán, y tendrán comercio sexual con ellas, negarán a su Dios y serán entregados en tu mano en poco tiempo y muchos de ellos caerán" (Cfr. Nú 24,14). Inmediatamente levantaron unas tiendas fuera del campamento de Israel y cuando los jóvenes israelitas vieron a las hijas de Madián con los ojos pintados como rameras se extraviaron tras ellas, como

103

Num Rabbah 19,33.

104

En Exodo Rabba 41,7 se señala la correlación entre pararse y pecar, citando los textos: Gén 11,1.4;37,25.28.

40

está escrito: "El pueblo comenzó a prostituirse con las hijas de Moab" (Nú 25,1).105 En verdad los de la casa de Jacob habéis abandonado el temor del Poderoso, que os había liberado; pues vuestro país está lleno de ídolos como desde el comienzo, y de agoreros como los filisteos, caminando según las costumbres de las naciones. Su país se ha llenado de plata y oro, sus tesoros no tienen límite; su país se ha llenado de caballos y sus carros no tienen límite. Su país se ha llenado también de ídolos; adoran la obra de sus manos, lo que han preparado sus dedos. El hombre se abatirá y la fuerza de los varones se debilitará y Tú no les perdonarás. Entonces se abatirá la soberbia humana y se debilitará el poder de los hombres, y sólo Yahveh será poderoso en aquel tiempo... Y los ídolos desaparecerán del todo. Y se penetrará en las cavernas de las rocas y en las oquedades del polvo ante el Terrible Yahveh, y el esplendor de su gloria cuando se manifieste para destruir a los malvados del país. En aquel tiempo los hombres arrojarán sus ídolos de plata y sus ídolos de oro que habían hecho para prosternarse ante ídolos e imágenes, para meterse en las cavernas de las rocas y en las hendiduras de las peñas ante Yahveh, el Terrible, y el esplendor de su gloria cuando se manifieste para destruir a los malvados del país. Rehusad someteros a un hombre cuando hace un ídolo, pues hoy está vivo pero mañana no existirá y será estimado en nada.106 8. VANIDAD DE LOS IDOLOS Así ha dicho Yahveh, rey de Israel y su redentor, Yahveh de los ejércitos: Yo soy aquél, Yo soy aquél que existe desde antiguo, y también son míos los siglos perdurables, y fuera de Mí no existe Dios alguno. ¿Quién hay como Yo, para que lo proclame, lo anuncie y lo valore delante de Mí...? ¿Hay Dios fuera de Mí? Los que hacen ídolos son todos cosa vana lo mismo que los que dan culto a aquellos en los que no hay provecho; pues son testigos contra ellos mismos por cuanto no ven ni saben nada, de modo que serán abochornados. ¿Quién ha hecho un dios o ha fundido un ídolo que de nada sirve? He aquí que todos los que le dan culto serán avergonzados, pues sus artífices son seres humanos. El herrero fabrica un hacha de hierro: sopla el fuego de las brasas y a martillazos la endurece y la trabaja con el vigor de su fuerza de tal manera que, si el artesano no puede comer, no tendrá fuerza y, si tiene sed y no bebe agua, desfallecerá. El carpintero marca la madera con una cuerda, la sierra según la cuerda de medir, la corta con las gubias, la asegura con sujetadores y la labra en figura de hombre o con la belleza de la mujer que mora en casa. Corta para sí cedros, toma un roble o una encina y recoge para sí algunos árboles del bosque; ha plantado un pino y la lluvia lo hace crecer. 105

Capítulos XLVII,1-2. Cfr Peudo-Yonatán, Targum Palestinense al Pentateuco Nú

24,14. 106

Targum de Isaías II,6-9.17-22.

41

Los árboles sirven de combustible para la gente, que toman de ellos leña para calentarse; con ellos hace fuego para cocer el pan; además de ellos se fabrica un dios y lo adora; se modela con ellos una imagen y le reza. La mitad de ello lo ha quemado el fuego, con la mitad ha podido comer carne, ha cocinado el asado y se ha saciado; también calentándose ha dicho: ¡Ahá!, ¡estoy caliente, he visto fuego! Y el resto lo ha convertido en un dios, en un ídolo, se ha postrado, lo ha adorado y le ha rezado, diciéndole: ¡Sálvame, pues tú eres mi dios! No saben ni comprenden, porque sus ojos están obturados sin poder ver, ni entender en su corazón. No recapacitan en su corazón y les falta conocimiento e inteligencia para decir: La mitad de ello lo hemos quemado al fuego; además hemos cocido pan sobre sus brasas, hemos asado carne y la hemos comido, y ¿vamos a hacer del resto una abominación y a adorar a la vil madera? He aquí su dios, parte del cual es ceniza; su corazón insensato les ha descarriado y no salvará su vida. Recuerda estas cosas, Israel, pues eres mi siervo; te he preparado para que fueras un siervo que da culto ante Mí. ¡Oh Israel! no olvides mi temor.107 Dijo Zonin, el superintendente de Rabbán Gamaliel, a R. Aqiba: -Tú y yo sabemos que los ídolos no son nada, pero vemos que de la gente que acude a ellos, el cojo se cura, el ciego recobra la vista y al sordo se le abren los oídos. -¡Insensato!, -respondió-, te voy a poner un ejemplo. ¿A qué se parece esto? A un hombre que había en una ciudad y prestaba a la gente con interés, procurando siempre prestar su dinero ante testigos. Pero una vez prestó a un hombre sin aval y sin testigos. La mujer de éste, le dijo: -Negaremos que nos ha prestado. Le contestó el marido: -De ningún modo. ¿Acaso porque él obró de forma inadecuada vamos a echar a perder nuestra lealtad? De igual manera, aunque al que vaya al ídolo le hubiera llegado el tiempo de curarse, el Santo, bendito sea, dice: -Aunque es un insensato, que ha obrado inconvenientemente, se curará de su enfermedad como estaba previsto. Pero añadió: -Ocurrió que un judío cojo había oído hablar de la existencia en cierto lugar de un ídolo, al que acudían todos los enfermos del mundo 107

Targum de Isaías XLIV,6-21.

42

y se curaban. También él decidió ir allí a curarse. Entró en el templo del ídolo con los enfermos y a media noche vino un hombre que traía en su mano un frasco de óleo, con el que ungía a los enfermos y se curaban. Cuando llegó junto a él le dijo: -¿No eres judío? -Sí. -¿Y a qué has venido tú aquí? -A curarme. Le dijo: -¿Es que no sabes que es el mismo diablo el que hace estas cosas para hacerlos extraviarse tras la idolatría y exterminarlos del mundo? Pero a ti, ¡por tu vida!, mañana te iba a llegar el momento de curarte, pero, por haber venido aquí, ya no te curarás nunca. Por eso debe el hombre alejarse de la idolatría y, aunque fueran a quitarle la vida, no debe servir a los ídolos, pues está dicho: "Y amarás a Yahveh, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma" (Dt 6,5).108 Los sabios, bendita su memoria, enseñaron: "Otros dioses". ¿Pero son de verdad dioses? No, significa solamente que otros les llaman "dioses". Otra explicación: Se les llama dioses porque retardan la venida del bien al mundo y porque dejan confundidos a sus adoradores. De hecho dice también: "Cada uno lo invoca, mas no responde, no salva de la angustia" (Is 46,7).109 "Otros dioses". Rabbí Eliezer enseña: Cada día los idólatras se fabrican nuevos ídolos. ¿Cómo? Si uno tiene un ídolo de oro y necesita el oro, se fabrica un ídolo de plata. Tiene uno de plata y necesita la plata, se fabrica uno de cobre. Tiene uno de cobre y le sirve el cobre, hace uno de hierro o de plomo. Por eso dice: "Sacrificaban a dioses que no conocían, a nuevos, recién llegados" (Dt 32,17).110 Rabbí Chija enseña: Teraj, padre de Abraham, era fabricante de ídolos. Un día tuvo que salir de viaje y dejó a Abraham en su lugar para vender los ídolos. Vino un hombre que quería comprar un ídolo. Abraham le preguntó: -¿Cuantos años tienes? Le respondió: 108

Midrash de los Diez Mandamientos, Segundo mandamiento.

109

Mekilta Bahodesch, c. 6.

110

Melkita Bahodesch, c. 6.

43

-Cincuenta años. Entonces Abraham le dijo: -¡Pobre de ti! Tienes cincuenta años y te inclinas delante de una cosa que ha sido fabricada apenas hace unos días. El hombre se avergonzó y se fue sin comprar el ídolo. Otra vez fue una mujer con una escudilla de harina. Le dijo a Abraham: -Toma la harina y ofrécela a los ídolos. Pero, cuando la mujer se marchó, Abraham tomó un bastón y rompió a golpes los ídolos. Después puso el bastón en la mano del ídolo más grande. Cuando volvió el padre, vio lo que había hecho Abraham y, enfurecido, exclamó: -¡Qué es lo que has hecho con los ídolos! Abraham respondió: -No puedo negarlo ante ti. Una mujer vino con una escudilla de harina y me pidió que se la ofreciera a los dioses. Pero uno dijo: Quiero comer el primero. Y los otros dijeron lo mismo. Al final se levantó éste, el más grande, tomó el bastón y rompió a los otros. Entonces Teraj replicó: -¿Por qué te burlas de mí? ¿Acaso saben los dioses lo que ocurre? Abraham le respondió: -¡Que tus oídos escuchen lo que tu boca dice!111

2. NO TOMARAS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO 111

Génesis Rabbah, 38,13. Más midrás sobre Abraham y los ídolos en E. Jiménenz.J. Pons, Abraham, el creyente, Bilbao 1993.

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No tomarás en falso el nombre de Yahveh, tu Dios; porque Yahveh no dejará sin castigo a quien toma su nombre en falso (Ex 20,7;Dt 5,11).

1. DIOS REVELA SU NOMBRE Moisés apacentó el rebaño de Jetró durante cuarenta años sin que ninguna fiera salvaje devorara las crías; antes bien, el rebaño crecía y se multiplicaba extraordinariamente. A Moisés se refiere la Escritura cuando dice: "Como un rebaño santo" (Ez 36,38). En una ocasión "condujo el rebaño al fondo del desierto" (Ex 3,1), hasta el Horeb y allí se le reveló el Santo, bendito sea, desde en medio de la zarza, como está escrito: "Se le apareció el ángel de Yahveh a manera de llama de fuego en medio de una zarza" (Ex 3,2). Moisés vio el fuego arder en medio de la zarza, sin que el fuego consumiera la zarza ni la zarza apagara las llamas del fuego. Moisés miraba y, con el corazón lleno de admiración, dijo: -Una zarza no brota en la tierra a no ser que tenga agua debajo. ¿De quién es la gloria que hay en el interior de la zarza? "Voy a acercarme a contemplar este espectáculo tan admirable: cómo es que no se quema la zarza" (Ex 3,3). El Santo, bendito sea, le dijo: -Moisés, Moisés, quédate en tu sitio, porque el lugar donde estás es un lugar sagrado y sobre él vas a recibir la Ley para enseñarla a los hijos de Israel, como está escrito: "No te acerques. Quítate las sandalias de los pies" (Ex 3,5). Y añadió el Santo, bendito sea: -"Anda, que te envío al Faraón" (Ex 3,10). Le respondió Moisés: -Señor de todos los mundos, ¿no te he dicho tres o cuatro veces que yo no tengo fuerza pues tengo un defecto en la lengua? (Cfr. Gén 4,10)... Señor de todos los mundos, "envía al que tengas que enviar" (Ex 4,13), a ese que en el futuro has de enviar. Le dijo: -Yo no te he dicho: "anda, que te envío a Israel", sino "anda, que te envío al Faraón". Ese hombre que tú dices es el que yo enviaré a Israel en el futuro que ha de venir, como está escrito: "Yo os enviaré al profeta Elías antes que venga el día de Yahveh" (Mal 3,23)... Moisés dijo ante el Santo, bendito sea:

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-Señor de todos los mundos, dame a conocer tu Nombre grande y santo, para que pueda invocarte por tu Nombre y Tú me respondas. Y se lo dio a conocer, según está escrito: "Dijo Dios a Moisés: Yo soy el que soy y será" (Ex 3,14-15). Los ángeles de las alturas vieron que el Santo, bendito sea, había transmitido el secreto del Nombre Inefable, y cantaron: -Bendito Tú, Yahveh, que graciosamente das la ciencia.112 Según R. Abba b. Memel, cuando Moisés pidió a Dios que le revelase su nombre, Dios le dijo: ¿Quieres conocer mi nombre? Pues bien, yo soy llamado según mi actuación. A veces me llamo El Shadday (Dios omnipotente), otras veces Sebaot (Señor de los ejércitos), Elohim (Dios), JHWH. Cuando juzgo a los hombres, me llamo Elohim. Cuando hago la guerra a los malvados, me llamo Sebaot. Cuando suspendo el juicio sobre los pecados de un hombre, me llamo El Shadday. Y cuando ejerzo la misericordia con mi mundo, me llamo JHWH. En efecto JHWH designa siempre el atributo divino de la misericordia, según está escrito: "JHWH, JHWH, Dios misericordioso y piadoso" (Ex 34,6). Por esto está escrito: "Yo soy el que soy" (Ex 3,14), que quiere decir que yo soy llamado según mi actuación.113 Dios en el Sinaí habló con cada uno de los israelitas según la forma que cada uno podía oír. La forma Elohim, en plural ("Y Elohim pronunció estas palabras", designa las muchas voces del Dios único, que dijo a cada uno: "Yo soy JHWH, tu Dios" (Ex 20,2). Como dice R. Hanina: La palabra divina habló con cada uno en base a su capacidad de entender. No te sorprenda esto, porque cuando descendió el maná para los israelitas tenía para cada uno un sabor distinto. Para los niños pequeños tenía el sabor de la leche con que ellos son alimentados por el seno de la madre, según está escrito: "Su sabor era como el sabor de la leche del seno materno" (Nu 11,8). Del maná que comían los jóvenes está escrito: "Mi pan que yo te he dado: pan y aceite con miel te he dado de comer" (Ez 16,19). Y del maná que comían los ancianos está escrito: "Tenía el sabor de una hogaza con miel" (Ex 16,19). Ahora bien, si ya el maná tenía para cada persona un sabor distinto, ¡cuánto más vale esto para la palabra de Dios! Cada uno la oía en base a su capacidad de entender. David ya dijo: "La voz del Señor se difunde con potencia" (Sal 29,4). No está escrito: "La voz del Señor se difunde con su potencia (con la potencia de Dios)", sino "con potencia", es decir, con la potencia que corresponde a la capacidad de cada uno.114 2. "YO SOY" 112

Los capítulos de Rabbí Eliezer, XL,2-3.

113

Exodo Rabbah 3,6.

114

Pessiqta de Rab Kahana 12,25.

46

"Dios respondió a Moisés: YO SOY EL QUE SERÉ y añadió: A los hijos de Israel les dirás YO SOY me ha mandado a vosotros" (Es 3,14). Rabbí Jacob b. Abina explicó este texto en nombre de R. Huna de Sefori: El Santo, bendito sea, dijo a Moisés: -Di a los israelitas que yo estoy con ellos en esta opresión y que estaré con ellos también en las opresiones futuras. Entonces Moisés replicó: -¿En verdad debo decirles esto? ¿No es suficiente la desgracia de este momento? ¿Por qué hablar ahora también de las opresiones futuras? Entonces el Santo, bendito sea, le respondió: -No, a los israelitas diles sólo que te ha enviado YO SOY, pero no les digas que YO SOY EL QUE SERE te ha enviado. Que habrá opresiones futuras te lo he revelado a ti, pero no a ellos.115 3. EL NOMBRE DE DIOS ES SANTO En la visión de Ezequiel (c. 1 y 10) de la Merkabah se describe la liturgia celestial. Los vivientes están en pie, junto al trono de la Gloria, pero desconocen el lugar de la Gloria. Están en pie con temor y terror, estremecidos y temblorosos: del temblor de sus rostros nace un río de fuego que corre delante del Santo, bendito sea, como está escrito: "Un río de fuego corría y salía delante de El" (Dn 7,10). Hay dos serafines de pie, uno a la derecha del Santo, bendito sea, y el otro a su izquierda, con seis alas cada uno. Con dos alas cubren sus rostros para no contemplar el rostro de la Šekinah; con otras dos alas cubren sus pies para que no sean contemplados delante de la Šekinah, para cancelar el recuerdo de las patas del becerro de oro (Cfr. Ez 1,7). Y con otras dos alas vuelan y alaban y santifican su Nombre Grande. Uno proclama y otro responde, y van diciendo: "Santo, Santo, Santo, Yahveh de los ejércitos, toda la tierra está llena de su Gloria" (Is 6,3). Y los vivientes, que están junto a su Gloria, pero desconocen el lugar de su Gloria, responden proclamando: "Bendita la Gloria de Yahveh desde su lugar" (Ez 3,12). Y los israelitas -pues siempre y diariamente proclaman la unicidad de su Nombre- responden diciendo: "Escucha, Israel, Yahveh, nuestro Dios, Yahveh es Uno" (Dt 6,4). Y El responde a su pueblo Israel: "Yo soy Yahveh, vuestro Dios, el que os libra de toda angustia".116 4. SANTO TEMOR DE DIOS "Como cuando huye uno del león y se topa con el oso" (Am 5,19). El león es Labán, que perseguía a Jacob para quitarle la vida; el 115

Exodo Rabbah 3,6.

116

Los capítulos ... IV,3.

47

oso es su hermano Esaú, que acechaba en el camino, como osa a quien han robado sus crías, para devorar a la madre con los hijos. Jacob, puesto en pie, rezó ante el Santo, bendito sea: -Señor de todos los mundos, ¿no me dijiste Tú: "Vuelve al país de tus padres y a tu parentela, que yo estaré contigo" (Gén 31,3)? Pues he aquí que mi hermano Esaú ya está ahí para matarme. El no te teme a Ti, pero yo sí tengo miedo de él porque él no teme tu santo Nombre. De aquí ha quedado dicho: No temas al guardia ni al gobernante, sino al que no tiene temor del cielo y se planta en el camino, como una osa a quien han robado sus crías, para devorar a la madre con los hijos.117 Decía Moisés: El día de la expiación (Yom Kippur) veré la Gloria del Santo, bendito sea, y después haré la expiación por las iniquidades de Israel. Dijo, pues, Moisés ante el Santo, bendito sea: -Señor del mundo, muéstrame tu Gloria. Le respondió el Santo, bendito sea: -Moisés, tú no puedes ver mi Gloria sin que mueras, porque está escrito: "Nadie puede verme y vivir" (Ex 33,20). Mas por el juramento que te juré y por el Nombre que te di a conocer, haré tu voluntad. Ponte a la puerta de la cueva, "y yo mismo haré pasar delante de ti toda mi bondad" (Ex 33,19). Y cuando escuches el Nombre que te di a conocer, allí estoy yo delante de ti; levántate entonces con energía y no temas, pues está escrito: "Me compadezco de quien quiero y favorezco a quien quiero" (Ibid.) Los ángeles servidores dijeron ante el Santo, bendito sea: -Día y noche estamos nosotros sirviéndote en tu presencia sin que podamos contemplar tu Gloria, ¿y este nacido de mujer quiere contemplar tu Gloria? Y se levantaron, indignados, contra Moisés, para matarlo, de modo que su alma estuvo al borde de la muerte. ¿Qué hizo el Santo, bendito sea? Se reveló sobre él en la nube, como está escrito: "Yahveh descendió en una nube" (Ex 34,5) y el Santo, bendito sea, lo cubrió con la palma de su mano para que no muriera, como está escrito: "Y sucederá que al pasar mi Gloria te pondré en la hendidura de la roca y te cubriré con mi palma" (Ex 33,22). Y una vez que hubo pasado, el Santo, bendito sea, retiró la palma de su mano de sobre él, y Moisés pudo ver las espaldas de la Šekinah, como está escrito: "Luego retiraré la mano y podrás ver mi espalda, pero mi rostro no lo verás" (Ex 33,23). Moisés comenzó a gritar: -"¡Yahveh, Yahveh, Dios clemente y misericordioso!" (Ex 34,6). Y Moisés imploraba ante El: 117

Los capítulos..., XXXVII,1.

48

-Perdona las iniquidades de Israel en la historia del becerro. Le respondió el Santo, bendito sea: -"Perdono como me lo pides" (Nú 14,20).118

5. NO TOMARAS EN VANO EL NOMBRE DE DIOS "No tomarás en falso el nombre de Yahveh, tu Dios", significa literalmente: "No llevarás el nombre de Yahveh a la nulidad". Tanto el juramento falso como el juramento en vano están prohibidos. Según Maimonides existen cuatro casos de juramentos prohibidos: 1. Cuando alguien jura que algo, que es evidente, no es así. Por ejemplo, si jura que un hombre es una mujer, o que una mujer es un hombre, que una columna de mármol es de oro, y así sucesivamente. 2. Si jura que algo, que es indudable, efectivamente es así. Por ejemplo, si jura que el cielo es el cielo, o que una piedra es una piedra, o que dos son dos, y así sucesivamente. Son todas aquellas cosas que ninguna persona sensata pone en duda y, por tanto, es innecesario jurar para confirmarlas. 3. Si uno jura que no cumplirá los mandamientos. Por ejemplo, si jura que no se pondrá el talith (Nú 15,37-41), que no se atará los tefilim (Dt 6,8) y que no habitará en tiendas durante la fiesta de las Tiendas (Lv 23,42-43), o que no comerá pan ázimo la noche de Pesah (Lv 23,6) o que ayunará el sábado, y así sucesivamente. 4. Si alguno jura que hará una cosa para la que no tiene fuerza. Por ejemplo, si jura que durante tres días consecutivos no dormirá ni de día ni de noche, o que durante siete días seguidos no probará comida ni bebida, y así sucesivamente.119 Chiskijah enseña: EL que jura que dos son dos, recibe pena corporal a causa de un juramento vano.120 Incluso cuando un hombre jura que un olivo es un olivo, o que una higuera es una higuera, ha pronunciado el nombre de Yahveh en vano.121 Rabbí Chagai enseña en nombre de Rabbí Simeón: Si alguien va a la plaza y, viendo que llueve, reza: ¡Señor, haz que llueva!, también él ha pronunciado el nombre de Yahveh en vano.122

118

Capítulos..., XLVI,5.

119

Mekilta Bahodesch, c. 6.

120

P. Schenbhu'oth, III,10.

121

Pessiqta Rabbathi, c. 22.

122

Pessiqta Rabbathi, c. 22.

49

Rabbí José decía: ¡Tu "sí" debe ser un verdadero "sí" y tu "no" un verdadero "no"! Esto significa que no se puede decir con la boca una cosa si en el corazón se piensa otra.123 Rabbí Bebaí enseña: "No tomarás en falso el nombre de Yahveh, tu Dios". Si aquí se tratase sólo de un juramento falso, el Decálogo no tendría necesidad de mencionarlo, porque se dice en el Levítico: "No juraréis en falso por mi Nombre" (19,12). ¿Cuál es, por tanto, el significado de "no tomarás en falso el nombre de Yahveh, tu Dios"? Significa que no debes atarte los tefilim ni el talith y después ir a pecar.124 6. QUIEN JURA NO SERA DECLARADO INOCENTE Hillel decía: El que hace uso de la corona en favor de sí mismo, se pierde. ¿Cómo? Todo el que hace uso en beneficio propio del Nombre inefable, no tendrá parte en el mundo venidero.125 Hay cinco personas que no obtendrán el perdón: el que tiene que estar siempre arrepintiéndose, el que siempre está pecando, el que peca en una generación justa, el que peca con intención de arrepentirse y todo el que tiene en su haber el pecado de la profanación del Nombre.126 "No profieras el nombre de Yahveh, tu Dios, en vano, porque Yahveh no juzgará inocente a quien profiera su nombre en vano" (Ex 20,7). No te apresures a juzgar en falso; no sea el juramento habitual en tu boca, pues hay muchos castigos por eso. Al que tiene la costumbre de jurar, no le habrán de faltar plagas en su casa. Además, todo aquel que jura no será juzgado inocente, pues está dicho: "Y me llegaré a vosotros para celebrar juicio, y seré testigo pronto contra los hechiceros y contra los adúlteros y contra los que juran en falso" (Mal 3,5). Por eso dijeron los sabios, bendita sea su memoria: Que se guarde la boca de jurar en falso, pues todo aquel que ha adquirido la costumbre de jurar, aunque no quiera jurar, su lengua le llevará a jurar; por eso, ni siquiera en verdad está el hombre autorizado a jurar, pues cuando su lengua se habitúe a jurar, jurará hoy y jurará mañana, y el juramento se hará habitual en su boca y considerado como leve a sus ojos.127 Por ello R. A. ben Ezra dice: Muchos piensan que emplear el nombre de Dios en vano no es una transgresión. Les demostraré que es más grave que todas la prohibiciones que le siguen. El asesino y el adúltero, que cometen pecados muy graves, no pueden en cualquier momento asesinar ni cometer adulterio, pero quien tiene la costumbre 123

B. Baba Mezi'a 49a.

124

Pessiqta Rabbathi, c. 22.

125

Abot de Rabbí Natán XII,15.

126

Abot de Rabbí Natán XXXIX,1.

127

Midrash de los Diez Mandamientos, tercer mandamiento.

50

de jurar en vano, puede, en un solo día, pronunciar un número ilimitado de juramentos. Y está tan acostumbrado a este pecado que no advierte que jura. Si tú le reprochas: ¿Por qué has jurado ahora?, jurará que no ha jurado. Antes de pronunciar cualquier frase, jurará, pues esa es su costumbre... Quien jura en falso profana el nombre de Dios públicamente, sin ningún decoro.128 7. DIOS NECESITA DEL HOMBRE Dios necesita del hombre para que su nombre sea glorificado. R. Jehudah b. Simeón dice: Cuando los israelitas hacen la voluntad del Omnipotente aumentan la potencia divina en lo alto, según está dicho: "A Dios damos fuerza" (Sal 60,14). En cambio cuando los israelitas no hacen la voluntad del Omnipotente, entonces debilitan, en cierto modo, la inmensa potencia de arriba, como está escrito: "Has debilitado la Roca que te ha engendrado" (Dt 32,18).129 Antes de que viniese al mundo nuestro padre Abraham, el Santo, bendito sea, era, por decirlo así, sólo rey del cielo (Gén 24,7). Pero cuando nuestro padre Abraham vino al mundo, hizo que Dios fuera rey del cielo y de la tierra (Gén 24,3).130 El señorío de Dios depende del reconocimiento de Israel, como se muestra en el Canto del mar. Así R. Abbahu comenta el salmo 93,2: "Firme está tu trono desde entonces, desde la eternidad existes Tú": Aunque Tú existas desde la eternidad, tu trono no estaba firme antes de que tus hijos entonasen el canto junto al mar de los juncos. Por eso se dice: "Desde entonces tu trono está firme". Esto se puede explicar con una parábola: Un rey ha concluido victoriosamente una batalla y, por ello, es proclamado por su ejército como emperador. Por eso le dicen: Antes que tú hicieras la guerra eras sólo un rey; ahora te hemos hecho emperador.131 Si los israelitas hacen la voluntad del Omnipotente, El construye sus altas moradas en el cielo, como está escrito "El construye en el cielo sus altas moradas y funda su alianza sobre la tierra" (Am 9,6). Pero si no hacen la voluntad del Omnipotente, El no construye las altas moradas en el cielo. Igualmente, Dios reconoce "Si vosotros sois mis testigos, yo soy Dios" (Is 43,12). Pero si vosotros no sois mis testigos, yo no soy Dios. Y el salmista dice: Si yo no elevara mis ojos al cielo, Tú no te sentarías sobre tu trono en los cielos, como está escrito: "Levanto mis ojos a Ti que te sientas sobre el trono en los cielos" (Sal 123,1).132 128

R. A. ben Ezra, Comentarios de la Torá.

129

LamR I,6,33.

130

Sifre Dt 313.

131

Exodo Rabbah 23,1.

132

Sifre Dt 346.

51

Que Dios se muestre a los hombres como misericordioso o como juez severo depende de los hombres. Así El dice: Soy llamado "Dios misericordioso y piadoso, lento a la ira y rico de gracia y fidelidad" (Ex 34,6); pero, por vuestros pecados, me he vuelto severo y he cambiado mi atributo de misericordia por el atributo de la justicia. Así se ha dicho de mí: "El Señor se ha comportado como un enemigo" (Lam 2,5); y también: "y se ha transformado en su enemigo" (Is 63,10).133 Bienaventurados los justos que cambian el atributo de la justicia de Dios en su atributo de misericordia. Pero ¡ay de los malvados que cambian el atributo de la misericordia de Dios en su atributo de justicia!134 Entre los bienaventurados se encuentra Moisés, nuestro maestro, que indujo a Dios a perdonar a los israelitas el pecado del becerro de oro. Dios para castigar al pueblo apeló al juramento que había hecho: Moisés yo he hecho ya este juramento: "El que ofrece un sacrificio a otros dioses debe ser exterminado" (Ex 22,19). Y Yo no puedo revocar un juramento que ya he pronunciado. Entonces Moisés, en base a Nu 30,3 demuestra a Dios que él tiene poder de anular un voto y así Dios se hace dispensar del juramento.135

133

Tan Lev Behukkotai 2.

134

Midrash ha-Gadol Dt 5,6.

135

Exodo Rabbah 43,4.

52

3. SANTIFICARAS LAS FIESTAS Recuerda el día del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos, pero el día séptimo es día de descanso para Yahveh, tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el forastero que habita en tu ciudad. Pues en seis días hizo Yahveh el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo descansó; por eso bendijo Yahveh el día del sábado y lo hizo santo. (Ex 20, 8-11) Guardarás el día del sábado para santificarlo, como te lo ha mandado Yahveh, tu Dios... Recuerda que fuiste esclavo en el país de Egipto y que Yahveh, tu Dios, te sacó de allí con mano fuerte y tenso brazo; por eso Yahveh, tu Dios, te ha mandado guardar el día del sábado (Dt 5,12-15).

1. RECUERDA EL DIA DEL SABADO PARA SANTIFICARLO Los sabios, bendita su memoria, enseñaron: Está escrito: "Recuerda el día del sábado para santificarlo" (Ex 20,8). Rabbí Berechja enseñaba: El sábado de la creación no tenía compañero. El domingo iba con el lunes; el martes, con el miércoles; el jueves, con el viernes. Pero el sábado estaba sin compañero. Rabbí Simeón enseñaba: El sábado dijo al Santo, bendito sea: Señor de los mundos, todos los otros días tienen compañero. ¿Cómo es que yo no tengo? Entonces el Santo, bendito sea, respondió: "La comunidad de Israel será tu compañero". Por ello, cuando los israelitas estaban frente al Sinaí, el Santo, bendito sea, les dijo: Recordad la palabra que Yo dije al sábado: ¡La comunidad de Israel será tu compañero! Por eso está escrito:

53

"Recuerda el día del sábado para santificarlo", que quiere decir: "para unirte a él en matrimonio".136 Rabbí José, hijo de Rabbí Judah, decía: Cuando, en la vigilia del sábado, un hombre vuelve a su casa de la sinagoga, le acompañan dos ángeles: uno bueno y otro malo. Si llega a casa y encuentra que la lámpara está encendida y la mesa preparada, el ángel bueno exclama: "¡Así sea también el próximo sábado!". Y, entonces, el ángel malo tiene que responder: "Amén". Pero, si al llegar a casa, la lámpara no está encendida ni la mesa puesta, entonces es el ángel malo el que exclama: "¡Que así sea también el próximo sábado!". Y el ángel bueno se siente obligado a responder: "Amén".137 "Guardad el sábado, porque es santo para vosotros". Esto enseña que el sábado añade santidad a los israelitas. Las gentes se preguntan: -¿Por qué está hoy cerrada la tienda de Fulano? -Porque guarda el sábado. -¿Por qué Fulano no está trabajando? -Porque guarda el sábado. Con esto se da testimonio de Aquel que lo dijo y el mundo existió, y que en seis días creó el mundo y el séptimo descansó. Por eso dice también Isaías: "Vosotros sois mis testigos, oráculo del Señor, y Yo soy Dios" (43,12).138 En la oración de la tarde para el Šabbat se pide: Que tus hijos se den cuenta y entiendan que su descanso viene de Ti, y que descansar significa santificar tu Nombre. El Šabbat es deleite (Is 58,13). El que disminuye el deleite del Šabbat es como si robara la Šekinah, porque el Šabbat es la única hija de Dios.139 Santifica, pues, el Šabbat con alimentos escogidos, con vestidos hermosos, deleita tu alma con placer y yo te recompensaré por este mismo placer.140

136

Génesis Rabbah XI,8; Cfr Pessiqta Rabbathi, c. 23. La palabra hebrea qaddesch significa santificar y, también, celebración matrimonial. 137

B. Šabbat 119b.

138

Mekilta, Šabbat, c. 1.

139

Tikkune Zohar 21.

140

Deuteronomio Rabbah 3,1.

54

2. EL SABADO DON DE DIOS AL HOMBRE La víspera del sábado, hizo el hombre su entrada en el jardín del Edén. Los ángeles servidores le rindieron honores y bailaron ante él. Pero en el crepúsculo del mismo día ya había sido expulsado y los ángeles le gritaban: -"Adán no llega a pasar la noche en la opulencia; es comparable a las bestias, a ellas se asemeja" (Sal 49,13). Llegó entonces el Šabbat y se convirtió en el abogado defensor del primer hombre. Decía ante el Santo, bendito sea: -Señor de todos los mundos: en los seis días de la creación no hubo asesinato alguno en el mundo, ¿y vas a comenzar precisamente en mí? ¿Esta es mi santificación? ¿Esta es mi bendición? Y por el mérito del Šabbat se salvó el primer hombre del juicio de la Gehenna. Cuando Adán vio el poder del Šabbat, dijo: No en vano el Santo, bendito sea, bendijo al Šabbat y lo santificó. Y comenzó a cantar y tañer en honor del Šabbat, según está dicho: "Salmo. Cantar para el día del sábado" (Sal 92,1).141 También dijeron los sabios, bendita su memoria: Cuando Adán vio la majestad del Šabbat, su grandeza y su gloria, y la alegría que confería a todos los seres, entonó un cántico de alabanza al Šabbat como dando gracias al Šabbat. Entonces el Santo, bendito sea, le dijo: -¿Entonas un canto de alabanza al Šabbat y ninguno a Mí, el Dios del Šabbat? Entonces el Šabbat se levantó de su asiento y se postró ante el Señor, diciendo: -"Es bueno dar gracias al Señor". Y toda la creación añadió: -"Y cantar tus alabanzas, oh Altísimo" (Sal 92,2).142 Por ello enseñaron los sabios, bendita su memoria: El Šabbat se os da a vosotros, no vosotros al Šabbat. 143 No hay nada más importante, según la Torá, que conservar la vida humana. Por ello, incluso cuando exista la más leve posibilidad de salvar una vida en peligro, se pueden pasar por alto todas las prohibiciones de la Ley.144

141

Los capítulos de Rabbí Eliezer XIX,2-3.

142

L. GINZBERG, Legends of the Jews, I,85;V,110.

143

Mekilta 31,13.

144

Génesis Rabbah 19,3. Se exceptúan la prohibición de la idolatría, del adulterio y del asesinato.

55

Rabbí Simeón ben Menasías dice: Observa lo que está escrito: "Guarda el sábado, porque es santo para vosotros" (Ex 31,14). El sábado se os ha entregado a vosotros, pero vosotros no habéis sido entregados en poder del sábado. Y Rabbí Natán dice: Observa lo que está escrito: "Los israelitas guardarán el sábado, celebrándolo a lo largo de todas sus generaciones" (Ex 31,16). Esto quiere decir que tú, para salvar una vida, puedes profanar el sábado, para que la persona a la que salvas la vida pueda guardar todavía muchos sábados.145 R. Chisda y R. Hamnuna decían: Hacer cálculos el sábado por motivos religiosos está permitido. R. Elazar decía: El sábado está permitido tomar decisiones para distribuir limosnas a los pobres. R. Jacob bar Ida decía: El sábado uno se ocupa de la vida humana, de los intereses de la comunidad y de ir a las sinagogas a ocuparse de asuntos de la comunidad. R. Samuel bar Nachmani decía incluso: Está permitido el sábado ir a los teatros, circos y basílicas, cuando se trata de representar los intereses de la comunidad. Además se enseñaba: El sábado está permitido tomar decisiones sobre el noviazgo de los jóvenes y también concertar acuerdos para la educación religiosa de los niños. En la Escritura (Is 58,13) sólo se dice que el sábado no hagas tus asuntos ni sigas tus caminos. Actuar en las cosas del Señor está permitido.146 3. EL SABADO, DIA DE DESCANSO "Y el séptimo día descansó". ¿Se puede hablar, en El, de cansancio, para que tenga que descansar? ¿No dice Isaías: "El no se cansa ni fatiga, sino que da vigor al cansado" (40,28-29)? ¿Qué nos enseña al decir "y el séptimo día descansó"? Esto quiere enseñarnos que si Dios ha permitido que se escribiese de El "que descansó", ¡con más razón el hombre tiene que descansar el séptimo día!147 El Santo, bendito sea, guardó y santificó el Šabbat, ¿e Israel no ha de guardarlo y santificarlo? Has de saber que así fue. Cuando, durante cuarenta años, estuvo repartiendo a los israelitas el maná, lo hacía en los seis días de la creación, pero no lo repartía durante el Šabbat. 145

Mekilta Šabbat, c. 1; Cfr Tosseta Šabbat 15,16.

146

B. Šabbat 150a.

147

Mekilta Bahodesch, c. 7.

56

Acaso digas que carecía de recursos para repartirlo todos los días, pero no era así, porque el poder del Nombre no cesa jamás, pero el Šabbat estaba delante de El; por eso el sexto día daba pan para dos días, según esta escrito: "Considerad que Yahveh os instituyó el Šabbat. Por eso el día sexto os da pan para dos días" (Ex 16,29). Cuando los israelitas advirtieron que el Šabbat estaba delante de El, descansaron también ellos, como está escrito: "Descansó, pues, el pueblo el séptimo día" (Ex 16,30).148 De aquí que los sabios, bendita su memoria, enseñaran: "Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos" (Ex 20,8). ¿Es posible para el hombre hacer todo su trabajo en seis días? ¿No queda siempre incompleto nuestro trabajo? Lo que este versículo quiere decir es: Descansa el Šabbat como si todo el trabajo estuviese hecho. Otra interpretación es: Descansa incluso del pensamiento de trabajar.149 Un hombre piadoso, paseando cierto Šabbat por su viña, vio una brecha en la valla y se propuso arreglarla una vez pasado el Šabbat. Al final del Šabbat decidió: puesto que el pensamiento de arreglar la valla se me ocurrió en Šabbat, nunca la repararé.150 Otra explicación: Descansa del pensamiento del trabajo, pues por eso está escrito: "Si apartas tu pie de violar el sábado, de hacer tu negocio en el día santo, y llamas al sábado delicia, entonces te deleitarás en el Señor" (Is 58,13-14).151 "Recuerda el día del sábado para santificarlo" (Ex 20,8), como ordenó Yahveh, tu Dios: "Seis días trabajarás y harás toda tu faena, pero el séptimo será sabbat (descanso) en honor de Yahveh, tu Dios, no harás ninguna faena" (Ex 20,9-10). El día séptimo lo escogió el Santo, bendito sea, para santificarlo por su Nombre, y lo llamó "el día más preciado", pues en él unió cielo y tierra, y lo bendijo, como está escrito: "Y bendijo Elohim el día séptimo y lo santificó" (Gén 2,3), porque en ese día descansó de todo su trabajo; y se lo dejó en herencia a su pueblo Israel, al que escogió entre el resto de las naciones, y puso en su lote al sábado para que no hubiera aflicción en sus campamentos, ya que con gran alegría nos lo ha dado Yahveh. Dichosos los que guardan el sábado y dichosos los que lo celebran con gozo, y dichosos los que le honran, como está escrito: "Y le honras evitando tus marchas y no abordando negocios ni tratos" (Is 58,13).

148

Los capítulos de Rabbí Eliezer XVIII,3.

149

Mekilta 20,9.

150

Jer. Šabbat 15a.

151

Mekilta Bahodesch, c. 7.

57

Había una vez un hombre piadoso que tenía una vaca con la que araba todos los días, pero, cuando llegaba el sábado, la dejaba descansar. Al cabo de un tiempo, se empobreció aquel hombre y se quedó sin nada. Vendió la vaca a un gentil, el cual aró con ella seis días. Cuando llegó el sábado, también sacó la vaca para arar, pero apenas la vaca sintió el yugo sobre su cuello, se tumbó bajo el yugo, pues no quería trabajar en sábado. El gentil la golpeó, pero no le sirvió de nada. La vaca no se alzaba del suelo. Entonces el gentil se fue a buscar al hombre piadoso, que se la había vendido, y le dijo: -Ven y coge tu vaca, pues sólo ha querido trabajar seis días. Al séptimo se ha tumbado bajo el yugo, sin querer hacer trabajo alguno. La he golpeado, pero no se ha movido. Apenas lo oyó, el hombre piadoso comprendió la causa de que la vaca no quisiera trabajar, pues había aprendido a descansar en sábado. Dijo aquel hombre al gentil: -Ven conmigo, que yo la haré levantarse y trabajar. Cuando estuvo junto a la vaca, le dijo al oído: -¡Ay, pobre vaca mía!, cuando me pertenecías, tú y yo guardábamos el sábado, pero ahora, a causa de mis pecados, he tenido que venderte a este hombre; te ruego que hagas la voluntad de tu nuevo señor. Cuando acabó de hablar, la vaca se puso en pie y se dispuso a hacer su trabajo. Al verlo, el gentil preguntó: -Dime, ¿la has embrujado? No te dejaré hasta que me digas que es lo que has hecho o dicho al oído. El hombre piadoso se lo contó todo. Al oírlo, el gentil se asustó y se dijo: -¿Qué es esto? Ella, que no tiene inteligencia, reconoce a su Creador y yo, que me creó el Santo, bendito sea, a su imagen y semejanza, que me dio inteligencia, ¿no voy a ser capaz de reconocer a mi Creador? Al instante se volvió temeroso de los cielos y se hizo digno de aprender la Torá, y fue llamado R. Hanina: "hijo de la Vaca". También ocurrió a José, el Venerador del Sábado, que tenía un vecino gentil muy rico, al que todo el mundo decía: -Todo el oro y plata que tienes lo heredará José, el Venerador del Sábado. Tantas veces lo oyó aquel gentil que, temeroso de perder sus bienes, los vendió y compró a cambio una perla preciosa, que colocó en la copa de su sombrero para llevarla siempre consigo y así asegurarse que no iría a parar a manos de José. Pero, al pasar por el

58

puente, sopló el viento y le voló el sombrero de la cabeza; el sombrero cayó al agua y se lo tragó un pez. Quiso el Santo, bendito sea, que aquel pez lo pescara un pescador la víspera del sábado. El pescador se fue en seguida a venderlo. Iba gritando: -¿Quién me compra un pez por un ducado? Pero no encontraba a nadie que se lo comprara. Meditó el pescador en su corazón y se dijo: "Iré a casa de José, el Venerador del Sábado, que suele comprar tales manjares para celebrar el sábado; quizás me compre este pez". Fue a casa de José y éste lo compró y se apresuró a prepararlo en honor del sábado. Cuando abrió el pez, encontró en su interior la perla que había pertenecido a aquel gentil, vecino suyo, y la vendió por trece mil dinares de oro. Ese es el tesoro del Sábado, que heredan cuantos le veneran, celebrándolo con comidas exquisitas y hermosos vestidos.152 4. EL SABADO, DIA DE GOZO Y PAZ Es obligación de todo hombre poner gran celo en los preparativos del Šabbat, en estar activo y diligente como el que sabe que la reina va a venir a alojarse en su casa, o que la novia con todo su séquito vienen a visitarlo. ¿Qué haría este hombre? Se alegraría en extremo y exclamaría: ¡Qué gran honor me hacen viniendo a morar bajo mi techo! Diría a sus criados: Preparad la casa, limpiadla y preparad lechos para su llegada; yo iré a comprar pan, carne, pescado y todo lo que pueda obtener en su honor. Se ocupará él mismo de la preparación de la comida del Šabbat, aunque tenga mil criados. ¿Y quién es más grande que el Šabbat que es a la vez novia y reina y al que llamamos deleite? El dueño de la casa ha de mostrarse mil veces más activo en hacer los preparativos, por más criados que tenga.153 Esto es lo que practicaba R. Juda ben Ilai. La víspera del Šabbat le llevaban una jofaina llena de agua caliente, se lavaba la cara, manos y pies y, envuelto en túnicas de lino adornadas con franjas, se sentaba y parecía un ángel del Señor de los ejércitos.154 Enseñaron los sabios, bendita sea su memoria: El sábado no le está permitido al hombre salir con una espada, un arco, un escudo o una jabalina. Quien el sábado lleva armas, viola su paz y es culpable.

152

Midrash de los Diez Mandamientos, cuarto mandamiento.

153

Sefer Hasidim 54.

154

Šabbat 25b.

59

Rabbí Eliezer, en cambio, pensaba que no se era culpable si sólo se llevaban esas armas como adorno. Pero los sabios, bendita su memoria, enseñaron que las armas jamás son un adorno. Son siempre una vergüenza. Porque del futuro mesiánico está escrito: "Forjarán de sus espadas azadones, de sus lanzas podaderas; no levantará espada nación contra nación, ni se ejercitarán más en el arte de la guerra" (Is 2,4).155 El día del Šabbat se debe vivir con encanto, gracia, paz y gran amor. Es doblemente pecado enfadarse el Šabbat: "En ninguna de vuestras moradas encenderéis fuego en Šabbat" (Ex 35,3), se interpreta con el significado de no encenderéis el fuego de la disputa ni la llama de la cólera. 156 Por lo mismo, en el Šabbat se recita después de las comidas: "Que no haya tristeza ni pena en el día de nuestro descanso". Es pecado estar triste en el Šabbat.157 Enseñaron los sabios, bendita su memoria: Rabbí Yehudah preparó una vez la comida para el emperador: le sirvió platos calientes para un día corriente y platos fríos para el sábado. El emperador, maravillado, le dijo: -Estos platos fríos son mil veces mejores que los calientes. ¿De dónde les viene este olor tan delicioso? Le respondió: -Nosotros para estos platos usamos un condimento, que falta en las despensas del emperador. -¿A mis despensas les falta algo? -Sí, les falta el condimento del sábado. -Entonces, danos un poco de él. Le respondió: -No te serviría de nada. Sólo sirve para quienes observan el sábado. Para quienes no le observan es inútil. Por eso debe el hombre guardar el sábado, celebrarlo con comidas exquisitas y hermosos vestidos, como dijeron los sabios, bendita su memoria: Dieciocho vestidos puede el hombre ponerse en sábado.158

155

Misnah Šabbat 6,4.

156

R. Isaiah Horowitz, Shne Luhot ha-Berit.

157

Al Nakawa, Menorat ha-Maor II,191; Sefer Hasidim; Jer.Berakot 5b.

158

Midrash de los Diez Mandamientos, cuarto mandamiento, Cfr B. Šabbat 119a.

60

5. EL SABADO, DIA DE SANTIDAD "Sed santos, porque yo, el Señor, Dios vuestro, soy santo" (Lv 19,2). Esto quiere decir: Si vosotros os santificáis, yo os lo acredito como si me hubierais santificado a mí. Si no os santificáis, yo os lo acredito como si no me hubierais santificado a mí. ¿O acaso la Escritura dice: Si vosotros me santificáis, yo soy santificado y si no me santificáis yo no soy santificado? ¡No! Así está escrito: "porque yo soy santo". Yo estoy en mi santidad sea que vosotros me santifiquéis sea que no me santifiquéis.159 6. EL SABADO ES FIGURA DE LA ETERNIDAD "Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó" (Gén 2,3). El Santo, bendito sea, bendijo y santificó el día sábado, e Israel está obligado a guardar y santificar el sábado. De aquí que los sabios, bendita su memoria, hayan enseñado: Todo el que pronuncie la bendición sobre el vino los sábados por la noche (en el rito de la habdalah o despedida del sábado), en este mundo se le alargarán sus días, y en el mundo futuro se le añadirán años de vida, como está escrito: "Pues por mí se multiplicarán tus días (en este mundo) y se te añadirán años de vida (en el mundo futuro)" (Pr 9,11). El Šabbat "será señal perpetua entre mí y entre los hijos de Israel" (Ex 31,17). Decía el Santo, bendito sea: he puesto el Šabbat como un signo entre mí y ellos de que en los seis días de la creación hice el mundo y el sábado descansé; por eso les di seis días de trabajo, y el séptimo día de bendición, santificación y descanso para mí y para ellos. Por eso está dicho: "Entre mí y los hijos de Israel". Y todo el que guarda el Šabbat es dichoso en este mundo y será dichoso en el mundo futuro, como está dicho: "Dichoso el hombre que tal obra y el hijo del hombre que se aferra a ello; que guarda el Šabbat sin profanarlo" (Is 56,2).160 El Šabbat es un recordatorio de los dos mundos: éste y el venidero. Es una figura de ambos. Porque el Šabbat es alegría, santidad y descanso; la alegría es parte de este mundo; la santidad y el descanso son del mundo venidero. Por eso decimos del Šabbat: "Alégrense los cielos, regocíjese la tierra" (Sal 96,11). Los cielos simbolizan el mundo futuro, mientras que la tierra simboliza este mundo terrenal y mortal.161 Dijo un rabino a su amigo en una ocasión: ¡Qué preciosa es la Fiesta de las Tiendas! Mientras permanecemos en la Tienda, incluso nuestro cuerpo se ve rodeado por la santidad. Pero el amigo le replicó: El Šabbat es aún más que eso. Durante la Fiesta puedes salir

159

Sifra Qedoshin 86.

160

Los capítulos de Rabbí Eliezer XVIII,3-4.

161

Menorat ha-Maor.

61

momentáneamente de la Tienda, mientras que el Šabbat te envuelve dondequiera que vayas.162 ¿Qué fue creado el séptimo día? Tranquilidad, serenidad, paz y reposo.163 Seis días a la semana oramos: "Guarda nuestras entradas y salidas"; pero al anochecer del Šabbat, en lugar de eso, decimos: "Enciérranos en la tienda de tu Paz". Y a la vuelta a casa desde la Sinagoga entonamos el canto: La paz sea con vosotros Angeles de la Paz.164 El día séptimo es el signo de la resurrección y del mundo venidero. Cuenta una leyenda que, cuando Dios iba a dar la Torá a Israel, les dijo: -Hijos míos, si aceptáis la Torá y observáis mis preceptos, os daré por toda la eternidad lo más precioso que tengo. -¿Y qué es eso tan precioso, que nos darás si obedecemos tu Torá? -El mundo venidero. -Muéstranos en este mundo una imagen del mundo venidero. -El Šabbat es imagen del mundo venidero.165

4. HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que Yahveh, tu Dios, te va a dar (Ex 20,12). 162

Citado por A.J.Heschel, El Shabbat, Bilbao 1989,p.33.

163

Génesis Rabbah 10,9.

164

Šabbat 119b.

165

Adae et Evae,41,1.

62

Honra a tu padre y a tu madre, como te lo ha mandado Yahveh, tu Dios, para que se prolonguen tus días y seas feliz en el suelo que Yahveh, tu Dios, te da (Dt 5,16).

1. HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE R. Reuben ben Astroboli decía: Honra a tu padre y a tu madre, pues de no ser por ellos no habrías venido al mundo, ya que ellos te trajeron. Y mira lo que tú haces por ellos, pues ellos te han cuidado.166 "Honra a tu padre y a tu madre para que se prolonguen tus días sobre el suelo que Yahveh, tu Dios, te da" (Ex 20,12). "Honra a tu padre y a tu madre (Ex 20,12). "Respete cada uno a su madre y a su padre" (Lv 19,3). Rabbí Judah enseña: Es evidente, y reconocido por Aquel que lo dijo y el mundo existió, que el hombre honra más a su madre que a su padre. Porque la madre lo calma con palabras suaves. Es también evidente, y reconocido por Aquel que lo dijo y el mundo existió, que el hombre respeta más a su padre que a su madre. Porque el padre le enseña la Torá. Por eso el mandamiento, cuando habla de honor, nombra al padre antes que a la madre y, cuando habla de respeto, nombra a la madre antes que al padre. Esto significa que los dos tienen el mismo valor y tienen que ser tratados en consecuencia.167 2. HONRAR A LOS PADRES ES HONRAR A DIOS A los padres, de los que naciste, hónralos como a mí. Al vientre, en el que fuiste engendrado, hónralo; a los pechos, que te amamantaron, aliméntalos, pues estuvieron conmigo cuando te creé, pues está dicho: "Cada uno debéis respetar a vuestra madre y a vuestro padre" (Lv 19,3). Y también está escrito: "Honra a tu padre y a tu madre" (Ex 20,12). ¿Cómo se les debe honrar? Con comida, con bebida, con vestidos, al entrar y al salir de casa. ¿Y cómo se les debe respetar? No sentándose en su sitio ni contradiciendo sus palabras. A todo el que honra a su padre y a su madre, el Santo, bendito sea, se lo contará como si lo honrara a El, pero al que desprecia a su padre y a su madre, el Santo, bendito sea, se lo contará como si lo despreciara a El.168

166

Abot de Rabbí Natán (versión B) XXXV,2.

167

Mekilta Bahodesch, c. 8.

168

Midrash de los Diez Mandamientos, 5º mand.

63

Tres socios toman parte en la formación del niño: el Santo, bendito sea, el padre y la madre. Del padre se forman el cerebro y los huesos, los tendones y las uñas y lo blanco de los ojos; de la madre, la carne, la piel, lo negro de los ojos y la sangre. Y el Santo, bendito sea, pone en él el aliento, el alma, el conocimiento, la ciencia y la inteligencia. Cuando el hombre abandona el mundo, el Santo, bendito sea, le arrebata la parte que El le dio y deja ante los hombres la parte que aportaron su padre y su madre.169 Esto le ocurrió a uno de los sabios. Tenía dos hijos varones, que le habían nacido en su vejez. Por su excesivo celo por ellos, no iban a la sinagoga si no era con él, y no volvían a casa si no era con él. No les confiaba a nadie. Un sábado salieron con él hacia la sinagoga, pero en el camino tropezaron con un muro que estaba a punto de caerse y se derrumbó sobre ellos. El padre entró en la sinagoga, rezó y alabó al Santo, bendito sea, y soportó con paciencia la desgracia. Luego regresó a su casa sin los niños. La madre, inquieta, preguntó: -¿Cómo has dejado solos a los niños? No es tu costumbre dejarlos en casa de nadie. Le respondió: -Tienes razón, mujer, pero hoy les dejé en casa de Fulano; en ella estarán a salvo. En la noche volveré a recogerlos. Después que comieron y se llegó el momento de la oración vespertina (minhah), el padre se fue a la sinagoga para orar, y soportó la desgracia con resignación ante el Santo, bendito sea. Mientras tanto, la madre esperaba a que él llegara con los niños. Cuando el marido regresó y los niños no venían con él, ella tuvo la certeza de que los niños habían muerto y de que su marido se lo ocultaba por compasión hacia ella. Le dijo entonces: -Señor, quiero preguntarte algo. -Pregunta lo que te parezca bien-, respondió él. Ella le preguntó: -Un hombre que había depositado dinero en mi casa vino ayer y me lo pidió. ¿Debo devolvérselo o quedármelo? -¡Dios te guarde de quedarte con su dinero! -exclamó el marido-. Es más, apresúrate a devolvérselo. Ella aún volvió a preguntar: -¿Acaso debo entristecerme de que él lo coja? Le respondió: 169

Ibidem.

64

-¿Cómo vas a entristecerte y cómo vas a sufrir por eso? ¿Es que quisieras retener para ti lo que es de él? Entonces dijo ella: -El Creador, bendito sea, ha depositado en mi casa dos tesoros y ahora ha vuelto a recogerlos, ¿por qué voy a estar triste y afligida? Ya dijo el santo Job: "Yahveh me lo dio y Yahveh me lo ha quitado, ¡el nombre de Yahveh sea bendito!" (Job 1,21). Al oírlo, el marido encontró consuelo para su alma en la fortaleza de su mujer, en su gran fe y en la rectitud de su corazón, pues había encontrado justo el juicio del Creador, bendito sea, y lo había aceptado con resignación.170 "Honra a tu padre y a tu madre". De aquí podría sacarse en consecuencia que debo honrar a los padres sólo con palabras. Pero, para excluir tal interpretación, está escrito: "Honra al Señor con lo que tienes". "Honrar" quiere decir, por tanto, algo más que el solo respeto con palabras. Por eso se indica, cuanto menos, honra a tus padres con comida, bebida y vestidos limpios.171 Rabbí Judah enseñaba: El honor debido al padre y a la madre es agradable a los ojos de Aquel que lo dijo y el mundo existió. El considera el honor y el respeto debido a los padres igual que el debido a El. Igualmente maldecir a los padres se considera igual que maldecir al Santo, bendito sea. Está escrito: "Honra a tu padre y a tu madre" (Ex 20,12) y también, en correspondencia: "Honra a Yahveh con tus riquezas" (Pr 3,9). El honor debido al padre y a la madre y el honor debido al Santo, bendito sea, son, pues, considerados iguales. También está escrito: "Respete cada uno de vosotros a su madre y a su padre" (Lv 19,3); con esto se corresponde lo escrito: "Temerás a Yahveh, tu Dios" (Dt 6,13). El respeto a la madre y al padre son, pues, iguales al respeto debido al Santo, bendito sea. También está escrito: "Quien maldiga a su padre o a su madre morirá" (Ex 21,17). Y lo mismo está escrito: "Cualquiera que maldiga a su Dios, cargará con su pecado" (Lv 24,15). Maldecir al padre o a la madre se considera, por tanto, igual que maldecir al Santo, bendito sea.172 3. DIOS BENDICE A QUIEN HONRA A SUS PADRES

170

Libro precioso de salvación, c. XVIII.

171

Mekilta Bahodesch, c. 8.

172

Mekilta Bahodesch, c. 8; Cfr Pessiqta Rabbathi, c. 34-34.

65

Mira lo que hizo un gentil en Ascalón. Se llamaba Damah ben Netina. En una ocasión, quisieron comprarle mercancías con las que podía ganar doscientos mil dinares, pero la llave estaba bajo la almohada de su padre y no lo quiso molestar. De nuevo, otra vez, se perdió el jaspe del pectoral del Sumo Sacerdote. Entonces los sabios se informaron sobre quién poseía tal piedra y averiguaron que Damah poseía una. Los sabios fueron donde él y acordaron darle por la piedra para el Efod cien denarios. Cuando Damah fue a buscar la piedra, vio que su padre dormía sobre el cofrecillo que contenía el jaspe y no lo quiso molestar. Los sabios le aumentaron la oferta a doscientos denarios, porque tenían necesidad urgente del jaspe. Pero Damah se negó a despertar a su padre. Entonces los sabios le ofrecieron mil denarios, pero Damah no despertó a su padre. Más tarde, cuando el padre se despertó, Damah cogió la piedra y se la llevó a los sabios. Estos querían pagarle por ella el último precio ofrecido, mil denarios. Pero Damah les dijo: -¡Cómo podría venderos por dinero el honor que tengo a mi padre! Y sólo aceptó los cien denarios de la primera oferta. Al año siguiente el Santo, bendito sea, le pagó su recompensa. Casualmente tuvo entre su rebaño una vaca roja. Cuando los israelitas tuvieron necesidad de una vaca roja para los ritos de purificación (Cfr. Nú 19,2ss), los sabios fueron a verlo, y pagaron por ella su peso en oro.173 Cuando el Santo, bendito sea, ve que el hijo honra a su padre y a su madre, le alarga los días y los años. El Santo, bendito sea, le da su recompensa en este mundo y en el mundo venidero. Pero el que deshonra a su padre merece ser colgado de un madero y lapidado con piedras, como encontramos respecto a Absalón, que, por deshonrar a su padre David, quedó colgado de una encina, fue arrojado a una gran fosa y echaron sobre él un montón de piedras (2Sam 18,19ss).174 Se cuenta que Elisha ben Abuyah abandonó el camino recto porque vio -sin entender- las promesas del Santo, bendito sea, para con aquel que honra a sus padres y para con aquel que suelta a los pájaros adultos y coge a los polluelos, según está escrito: "Cuando tropieces en tu camino con un nido de pájaros... has de soltar a la madre y podrás coger a las crías" (Dt 22,6-7), para que se alarguen tus días y se aleje tu fin. En una ocasión Elisha ben Abuyah vio a un hombre que decía a su hijo:

173

P. Pe-ah I,1; Cfr Pessiqta Rabbathi 23-24.

174

Midrash de los Diez Mandamientos, 5º mand.

66

-¡Hijo mío! sube a ese árbol, suelta al padre y a la madre y coge los polluelos, pues deseo comerlos. El hijo subió por respeto a su padre y, por querer cumplir los dos mandamientos, soltó al padre y a la madre y cogió los polluelos, pero no consiguió bajar al suelo, pues se rompió la escala y el muchacho cayó a tierra y murió. El padre exclamó: ¡Vaya manera de alargársele los días y de irle bien! Tanto impresionó esto a Elisha ben Abuyah que negó la resurrección de los muertos y la existencia de premio y castigo y abandonó la religión. No comprendió que las palabras del Santo, bendito sea: "Para que se alarguen tus días" (Ex 20,12) se refieren al lugar en el que no ocurre ningún mal a los justos, según las palabras de los sabios, bendita su memoria: Para que se alarguen tus días en un mundo en el que todo él es largura y para que te vaya bien en un mundo en el que todo es bondad.175

175

Libro precioso de salvación, c. 3.

67

5. NO MATARAS "No matarás" (Ex 20,13)

1. NO MATARAS "No matarás" (Ex 20,13). No te unirás a asesinos. Aléjate de su compañía para que no aprendan tus hijos el oficio de matar. El precio de una vida es tan elevado que no hay indemnización posible para quien peque contra ella. En realidad, el que hace perecer a un solo hombre es como si hiciese perecer al mundo entero. "Las sangres de Abel claman al cielo". Por eso está dicho: "No matarás" (Ex 20,13). Una vida que no puede ser devuelta, ¿por qué va a ser destruida antes de haber sido decretado por la Torá? Una lámpara que no puedes volver a encender, ¿por qué la vas a apagar? El asesino que quita una vida podrá esconderse de la vista de los mortales, pero no se podrá ocultar de la vista del Santo, bendito sea, pues sus ojos observan todas las acciones humanas, ya sean buenas o malas. No hay tinieblas ni oscuridad en las que el malvado pueda ocultarse. ¿cómo va a poder ocultarse el asesino entre los hijos del Santo, bendito sea, que vierte y forma al niño en el vientre de su madre, según está escrito: "¿No me vertiste como leche y cual queso me cuajaste? (Job 10,10).176 Alguien puede decir: -¿Quién testificará contra mí? -Las piedras de la casa del hombre, las vigas de su casa, serán sus testigos, como está dicho: "Pues la piedra clamará desde el muro, y la viga desde el techo le responderá" (Hab 2,4). R. Sila dice: Los ángeles de la guarda, que acompañan al hombre, testificarán por él, pues está dicho: "Pues sobre ti a sus ángeles da órdenes para guardarte en todos tus caminos" (Sal 91,11). Hay quienes dicen: Los miembros del hombre testificarán por él, pues está escrito: "Vosotros sois mis testigos, oráculo de Yahveh, y Yo soy Dios" (Is 43,12).

176

Midrash de los Diez Mandamientos, 6º mand.

68

Por eso el hombre debe guardarse del asesinato, pues todo hombre es criatura divina y obra de Dios. ¿Cómo puede un hombre ir y destruirlo? En el mundo futuro, el asesinado se levantará ante el Santo, bendito sea, y pedirá justicia ante El, diciendo: -Señor del universo, Tú me has creado, Tú me has hecho crecer, Tú me resguardaste en un vientre y me sacaste de él sin defecto, Tú me alimentaste con tu gran misericordia, pero vino éste y mató a una de las criaturas que Tú creaste; Señor de todos los mundos, sal fiador por mí y hazme justicia frente a quien no tuvo piedad de mí. Y el Santo, bendito sea, hará justicia. El muerto, al ver hecha justicia, se alegrará, como está dicho: "Se alegrará el justo de haber visto la venganza, sus pies bañará en la sangre del impío; y se dirá: Sí, hay un fruto para el justo; sí, hay un Dios que juzga en la tierra" (Sal 58,11-12). Pronto llegará la salvación, pero tú, hijo del hombre, tú no puedes destruir una vida en Israel.177 2. EL AFAN DE RIQUEZAS CAUSA DEL HOMICIDIO La causa de todos los conflictos entre un hombre y otro, entre las familias y entre los pueblos es el apego al dinero. Cuando Caín y Abel se repartieron el mundo, hicieron el pacto de no violar ninguno la propiedad del otro. Cada uno usaría sólo lo suyo. Al ser Caín agricultor, se quedó con la tierra, mientras que al pastor Abel le correspondió todo lo que se movía. Un día, una oveja de Abel se perdió y se puso a mordisquear en campo sembrado por Caín. En un arranque de ira, Caín exclamó: -¡Me estás robando! ¿Quien te ha autorizado a vivir en mi tierra y a dejar pastar a tus ovejas en mi campo? ¡Márchate! Abel le replicó: -Y tú, ¿por qué utilizas los productos de mis ovejas, haciéndote vestidos con su lana? Si te quitas la lana de mis ovejas, con la que vas vestido, me iré de tu tierra como quieres y volaré por los aires, si puedo. Caín le respondió: -Y si quisiera matarte, ¿quién me pediría cuentas de tu sangre, puesto que me quedaré solo en la tierra? Le respondió Abel:

177

Ibidem.

69

-Dios, que nos ha traído a la tierra, vengará mi sangre. El te pedirá cuentas de mi sangre, si es que deseas matarme. -¡Qué me importa!, exclamó Caín. Y mató a su hermano.178 3. LA VIDA DE UN HOMBRE VALE EL MUNDO ENTERO El que hace perecer a un solo hombre es como si hiciese perecer al mundo entero. Así lo encontramos respecto a Caín que mató a Abel, su hermano, según está escrito: "La voz de las sangres de tu hermano clama a mí" (Gén 4,10). Aunque sólo derramó la sangre (dm) de uno, se dice sangres (dmym) en plural. Esto nos enseña que la sangre de los hijos de Abel, la de sus nietos, y la de todos sus descendientes hasta el fin de las generaciones que hubieran surgido de él, todas esas sangres estaban gritando ante el Santo, bendito sea. De ahí aprendemos que la vida de un solo hombre equivale a la obra de toda la creación.179 El Señor dijo a Caín: ¿Dónde está tu hermano Abel? Esperaba que Caín respondiera como hizo más tarde David: "He pecado, le he matado y me arrepiento de haberlo hecho". Pero Caín respondió: "No lo sé; ¿acaso soy yo el guardián de mi hermano? No sé adonde ha ido. Tú me has hecho guardián de los campos y las viñas y no de mi hermano". Entonces le dijo el Señor: ¿Qué has hecho? La voz de las sangres de tu hermano clama a mí desde el suelo" (Gén 4,9-10). Es semejante a uno que entró en un huerto, cogió fresas y se las comió. Habiéndole visto el dueño, se presentó en el huerto y le dijo: -¿Qué tienes en las manos? El otro le respondió: -Nada. Entonces el dueño le replica: -¿Y cómo es que están manchadas tus manos? Así dijo Caín a Dios: -¿Acaso soy el guardián de mi hermano? Y Dios le dijo: -¡Malvado! La voz de las sangres de tu hermano clama a mí desde el suelo. Esto es semejante también a uno que ha penetrado en un redil, ha robado un cordero y se lo cargado sobre sus espaldas. El dueño, que lo ha visto, corre tras él y le pregunta: 178

Midrash Génesis Rabbah 22,7; Yalqut Meam Loez a Gén 4,8.

179

Abot de Rabbí Natán XXXI,1.

70

-¿Qué llevas en las manos? -Nada. Y el dueño le replica: -¡Nada! ¿Y qué son esos balidos que oigo en tus espaldas? Así dijo Dios a Caín: -La voz de las sangres de tu hermano clama a mí desde el suelo. El asesinato mancha de sangre las manos del asesino. Es inútil querer ocultarlo. La mentira no sirve. Sólo la confesión arrepentida puede callar la voz que clama a Dios.180 Con la creación fue creada una sola persona humana para enseñarte que, si alguien destruye aunque sea una sola persona, la Escritura lo considera como si hubiese destruido el mundo entero. Y lo mismo, si uno mantiene en vida una sola persona, la Escritura lo considera como si hubiese mantenido en vida todo el mundo. Esto fue hecho así también por amor de la paz entre los hombres. Un hombre no puede decir al otro: "mi padre es más grande que el tuyo". Y también para anunciar la grandeza del Santo, bendito sea. Un hombre que acuña monedas, acuña muchas monedas con un único sello y todas las monedas son iguales. Pero el Rey de todos los reyes, el Santo, bendito sea, ha acuñado a todos los hombres con el sello del primer hombre y, sin embargo, no hay un hombre igual a otro. Por esto cada hombre puede decir: "El mundo ha sido creado para mí".181 4. QUIEN INSULTA AL HOMBRE OFENDE A SU CREADOR He aquí que no por cortedad del poder de Yahveh vosotros no sois salvados; ni porque sea difícil para El escucharos no es acogida vuestra súplica, sino que vuestras culpas han puesto una barrera entre vosotros y vuestro Dios; y vuestros pecados han motivado que El retirara su Šekinah de vosotros, para no escuchar vuestras súplicas. Pues vuestras manos son colaboradoras en la sangre inocente, y vuestros dedos en los delitos, vuestros labios profieren engaño y vuestras lenguas maquinan fraudes. No hay quien ruegue con sinceridad ni quien pleitee con lealtad; confían en la nada, profieren mentiras y se apresuran en producir de su corazón palabras vejatorias. He aquí que son como huevos de serpientes venenosas y como tela que teje la araña; quien come de sus huevos muere; ellos los incuban para producir serpientes de ponzoña mortal. He aquí que 180

Bereshit Rabbah 22,9; Midrash Aggadah Gén 4,9.

181

Mishnah Sanhedrin 4,5.

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como telas de araña, que no sirven para cubrirse uno mismo, así tampoco hay provecho en las acciones de los impíos; sus obras son obras de violencia y sólo labor engañosa hay en sus manos. Sus pies son diligentes para obrar el mal, y se apresuran a derramar sangre inocente, sus proyectos son proyectos de violencia; saqueo y destrucción hay en sus pisadas. No conocen camino de paz ni hay derecho en sus pasos, tuercen sus sendas a su favor y por donde quiera que caminan no se conoce la paz.182 Aunque la obra divina sea pequeña a los ojos de los hombres, no lo es para Dios, el único que posee la vida y la muerte. Tú no la puedes conocer, como está dicho: "Así como no sabes cuál es el derrotero del espíritu en los huesos dentro de una mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, hacedor de todo" (Qoh 11,5). Enseñaron los sabios, bendita sea su memoria: El que humilla públicamente a su prójimo es como si hubiese derramado su sangre. Sobre ello dijo Raw Nachman: Muy bien dicen, pues en cierta ocasión he visto cómo el rojo abandonó el rostro humillado y su faz se volvió blanca. Rabbí Isaac enseñaba: Los calumniadores son como los que derraman sangre. Rabbí Eliezer enseñaba: Quien odia a su prójimo es como quien derrama sangre. Y Ben Asaj enseñaba: Quien odia a su propia mujer es como quien derrama sangre. En cierta ocasión R. Simón b. Elazar venía de Migdal Eder, de casa de su maestro. Iba montado sobre un asno y pasaba junto a la orilla del mar. Vio a un hombre de enorme fealdad y exclamó: -¡Oh qué desgraciado! ¡Qué feo eres! ¿Es que los hombres de tu ciudad son todos tan feos como tú? El hombre le replicó: -¡Qué quieres que haga! Vete al artesano que me hizo y dile: ¡Qué fea es esa vasija que has hecho! Apenas lo oyó R. Simón se dio cuenta de su pecado, descendió de su asno y se postró ante él, suplicándole: -Tienes razón, perdóname. -No te perdonaré hasta que no hayas ido a decir al artesano que me hizo: ¡Qué fea es la vasija que has hecho!. Y aquel hombre siguió su camino. R. Simón corría tras él. Salieron algunos hombres de la ciudad a su encuentro y le dijeron: 182

Targum de Isaías LIX,1-8.

72

-La paz sea contigo, Rabbí. El hombre les dijo: -¿A quién llamáis Rabbí? Le contestaron: -Al que va detrás de ti. Replicó él: -Si ese es un Rabbí, ¡que no haya muchos como él en Israel! Le preguntaron: -¿Qué es lo que te ha hecho? El hombre aquel les contó lo sucedido. Le replicaron ellos: -Aunque sea así, perdónalo. Contestó: -Está bien, por vuestra súplica, le perdono, pero con la condición de que no vuelva a hacer nunca algo parecido. Si es un Rabbí que aprenda a cuidar sus palabras para no ofender al Santo, bendito sea su Nombre. 5. DIVERSAS FORMAS DE MATAR AL PROJIMO Respecto a los hombres presuntuosos, insolentes y violentos la Escritura dice: "Los brazos de los malvados serán rotos" (Sal 37,17). Respecto a los que maquinan el mal, tergiversan las palabras, hablan melifluamente y son calumniadores la Escritura dice: "Sea su ruta oscura y resbalosa, mientras el Angel de Yahveh los persigue" (Sal 35,6). Los que injurian en privado e insultan en público, los que humillan en público y los pendencieros correrán la misma suerte que Coré y su comunidad, según está escrito: "Y la tierra se cerró sobre ellos" (Nú 16,33). Acerca de los que suben los precios arbitrariamente, los que achican las medidas, prestan con usura y acaparan los productos para obtener de ellos mayor beneficio la Escritura dice: "Yahveh lo ha jurado por la gloria de Jacob: ¡No me olvidaré jamás de todas sus obras!" (Am 8,7).183 Cuentan de Najum de Gimzo que se quedó ciego, sus manos y pies fueron amputados y se le llenó la piel de lepra. Su cama estaba puesta sobre cuatro copas de agua, para que le alcanzara su frescor. 183

Abot de Rabbí Natán (versión B) XXXV,5.

73

Un día estaba acostado en su habitación cuando la casa empezó a derrumbarse y a hundirse el tejado. Sus discípulos quisieron sacarlo, no fuera a quedar aplastado, pero él les dijo: -Sacad todo lo que hay en la casa, hasta que no quede nada, y en último lugar, sacad mi cama, pues mientras la cama permanezca en la casa, ésta no se derrumbará. Después de sacar todo, sacaron la cama y al momento se hundió la casa. Sus discípulos le preguntaron: -Maestro, siendo así que tus obras son gratas al Creador y siendo tú justo y creyente, ¿por qué te han sobrevenido tantas enfermedades y desgracias? Les contestó: -Yo mismo me las he buscado. -¿Y por qué motivo? Les respondió: -Iba yo una vez a casa de mi suegro y llevaba conmigo tres asnos cargados de comestibles, de frutas y bebidas; me crucé con un pobre que me dijo: -Señor, dame algo de comer, que me muero de hambre. Le dije: -Espera a que descargue los animales y te lo daré. Me entretuve un poco descargando y he aquí que el pobre murió. Me sobrecogió una gran angustia y, arrojándome sobre él, puse mis ojos en sus ojos y exclamé: ¡Que estos mis ojos, que no se han compadecido de tus ojos, pierdan la vista; que estas manos, que no se han apresurado a darte comida, sean cortadas, y también los pies! Después de esto, no se calmó mi espíritu hasta que pedí esta enfermedad para el resto de mi cuerpo.184 6. CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA Dijo el Sabio: "Aparta el enojo de tu corazón y aleja el mal de tu carne" (Eclo 7,9). Y dijeron los sabios, bendita su memoria: Todo aquel que se encoleriza, se expone a todos los tormentos de la Gehenna, porque está escrito: "Aparta el enojo de tu corazón y el mal..." y no hay más mal que la Gehenna, pues está escrito: "E incluso al malo para el día de la desgracia" (Pr 16,4) La cólera acaba por llevar a la negación de Dios, alabado sea, como dijeron los sabios, bendita su memoria: Todo aquel que se 184

Libro precioso de salvación, c. IV.

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encoleriza ni siquiera tiene en cuenta a la Šekinah pues está escrito: "El impío con resuello altanero..." (Sal 10,4). R. Yirmiyah de Diti dijo: Olvida su estudio, pues está dicho: "Pues el enojo en el seno de los necios reposa" (Eclo 7,9). Y Rabba bar Juna dice: Y se hace más estúpido, porque está escrito: "Pero el insensato despliega necedad" (Pr 13,16). El hombre debe tener presente que sus pecados son más numerosos que sus buenas obras. Como dijo R. Najmán bar Yisjaq: Pues sus pecados sobrepasan a sus méritos, como está escrito: "Y el hombre furioso abunda en transgresiones" (Pr 29,22). Y si en un arrebato de cólera rasgara sus vestiduras, sería muy necio, como dice el Talmud: "¿Quién es considerado necio? Aquel que rasga sus vestiduras en un acceso de cólera". Y en otro lugar dice: "El que rompe su vajilla por la ira". Aunque el daño causado por la ira sólo fuera contra el cuerpo, debería dominarla, tanto más cuanto que con ella se pierde la inteligencia y la fe y se priva de la recompensa del mundo futuro. ¡Dios guarde a los temerosos de los Cielos de algo así!185 Una vez Hillel vio una calavera que flotaba en el agua. Le dijo: Porque has ahogado a otros, te han ahogado a ti. Pero el final de aquellos que te han ahogado será que también ellos serán ahogados.186

185

Libro precioso de salvación, c. XIV.

186

Misnah Abot 2,6.

75

6. NO ADULTERARAS "No cometerás adulterio" (Ex 20,14)

1. DIOS CREA Y DEFIENDE EL MATRIMONIO R. Yehosúa ben Qorjah decía: Mientras el hombre estuvo solo, su nombre fue Adán, por la tierra ('adamah) de donde fue tomado. Pero, desde que se le dio la ayuda de la mujer, se le llamó hombre, y a ella mujer. ¿Qué hizo el Santo, bendito sea? Puso su nombre de YH entre los nombres de ellos diciendo: -Si camináis por mis caminos y guardáis mis preceptos, mi Nombre quedará intercalado en vosotros y os salvará de cualquier desgracia. Pero de lo contrario, retiraré mi nombre de vosotros y ambos os convertiréis en fuego. Y el fuego devora al fuego, como está dicho: "Es fuego que devora hasta la destrucción" (Job 31,12).187 R. Simlaj dijo: Primero Adán fue creado de la tierra y, luego, Eva de Adán; desde entonces "a nuestra imagen y semejanza" quiere decir que ni el hombre sin la mujer, ni la mujer sin el hombre, y ni siquiera ambos sin la presencia divina.188 187

En hebreo, hombre se dice 'yš y mujer 'šh. Las dos letras del nombre divino YH abrazan así al hombre y a la mujer, expresando la fuerza de Dios en la unión de la pareja. Suprimidas las dos letras del nombre divino, tanto el varón como la mujer quedan reducidos a š, que significa fuego. 188

Beresit Rabbah, VII,9.

76

Está escrito: "A imagen de Dios le creó, varón y mujer los creó" (Gén 1,27). R. Jaaqob enseña: Quien no tiene mujer está sin ayuda, sin alegría y sin bendición. Y tres sabios, bendita su memoria, comentan: -Quien no se casa y no se une a su mujer mengua la imagen del Santo, bendito sea su Nombre, pues está escrito: "A imagen de Dios le creó; hombre y mujer los creó". -Quien no se casa y no engendra hijos es como si derramara sangre, pues también está escrito: "creced y multiplicaos y llenad la tierra" (Gén 1,28). Y el tercero de los sabios, que era el único célibe, añadió: -Quien no se casa ni piensa en engendrar hijos, disminuye la imagen del Santo, bendito sea, y es un asesino, pues están escritas las dos cosas, una detrás de la otra. Al punto los otros dos le replicaron: -Hay quien habla mal y vive mal; quien habla mal y actúa bien. Pero tú hablas bien y actúas mal. Alzando los hombros les replicó: -Y, ¿qué puedo hacer, si me he enamorado de la Torá? ¡Que piensen otros en casarse y en engendrar hijos!189 2. EL ADULTERO TRANSGREDE LOS DIEZ MANDAMIENTOS Rabbí Chanina enseña: -El adúltero y la adúltera transgreden los Diez Mandamientos. Le dijeron los sabios, bendita su memoria: -Nosotros comprendemos que transgreden nueve de los Diez Mandamientos. Pero ¿cómo transgreden el mandamiento del sábado? Les respondió: -Transgreden el mandamiento: "Yo soy Yahveh, tu Dios", porque todo aquel que comete adulterio con la mujer de su prójimo es como si renegase del Santo, bendito sea, como está escrito: "Ellos se hicieron adúlteros y frecuentaron el lupanar...Han renegado de Yahveh diciendo: ¡El no cuenta! ¡No nos sobrevendrá daño alguno!" (Jr 5,7.12). Tansgreden el mandamiento: "No tendrás otros dioses delante de mí", porque este mandamiento dice: "Yo, Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso" y en Números (5,14), donde se habla de la mujer sospechosa de adulterio, se habla dos veces de los celos. ¿Por qué dos veces? Porque la adúltera provoca tanto los celos del Santo, bendito sea, como los del marido. 189

Cfr Beresit Rabbah, XVII,2.

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Transgreden el mandamiento: "No tomarás en falso el nombre de Yahveh, tu Dios", porque el adúltero está dispuesto a jurar en falso que no ha hecho nada. Transgreden el mandamiento: "Honra a tu padre y a tu madre", porque, cuando la adúltera queda encinta del adúltero, dice al marido que el niño es suyo. Después, cuando el niño crece, honra al marido de su madre, creyendo que es su padre sin que lo sea. Puede suceder además que el niño, encontrando a su padre en la calle, no le respete, puesto que no sabe que es su verdadero padre. Transgreden el mandamiento: "No matarás", porque el adúltero sabe que, si es descubierto, matará o le matarán. Que transgreden el mandamiento: "No cometerás adulterio" es evidente. Transgreden el mandamiento: "No robarás", porque el adúltero roba la fuente de su prójimo. Por eso, hablando de la mujer necia, está escrito: "Las aguas robadas son dulces" (Pr 9,17). Transgreden el mandamiento: "No darás falso testimonio contra tu prójimo", porque la adúltera da falso testimonio contra su marido diciendo: estoy encinta de ti. Transgreden el mandamiento: "No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo", porque aquel que desea la mujer de su prójimo y comete adulterio contra ella, desea todo aquello que pertenece a su prójimo. ¿Cómo se entiende esto? Comete adulterio con ella y después se va. Ella tiene un hijo de él y el marido, al pensar que el hijo es suyo, le hace heredero de todas sus propiedades, precisamente porque no sabe que no es hijo suyo. Por eso se puede decir que el adúltero desea todo aquello que pertenece a su prójimo. Entonces los sabios, bendita su memoria, volvieron a decir a R. Chanina: -Que los adúlteros transgreden nueve de los Diez Mandamientos ya te lo hemos admitido. Pero ¿cómo transgreden el mandamiento "Recuerda el sábado"? Les respondió: Sucede que el sacerdote se casa con una mujer de familia sacerdotal. Un israelita laico comete adulterio con ella y se ha quedado encinta de él. Pero la gente piensa que el hijo nacido de ella es hijo de su esposo sacerdote y que, por tanto, también es sacerdote. Después, este hijo cumple el servicio del templo, lo que incluye también que el sábado prepara la leña para el altar y ofrece el sacrificio, que es obligación del sacerdote y que está prohibido al laico. Por tanto, profana el sábado. Así, pues, el adúltero y la adúltera transgreden los Diez Mandamientos.190 190

Tanhuma, Nasso 4; Números Rabbah IX,12.

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3. LA LUJURIA PROFANA LA TIERRA Noé decía a la gente de su generación: -Convertíos de vuestros caminos y perversas acciones para que el Santo, bendito sea, no mande contra vosotros las aguas del diluvio y acabe con toda la descendencia de los hijos del hombre. Ellos le respondieron: -Nos encargamos nosotros de abstenernos de toda multiplicación y crecimiento para no producir descendencia de los hijos del hombre. ¿Qué es lo que hicieron? Cuando se llegaban a sus mujeres, destruían sobre la tierra la fuente de su descendencia para no producir descendencia de hijos de hombre, según está dicho: "Y vio Dios que la tierra se había corrompido" (Gén 6,12). Por lo que el Santo, bendito sea, decidió exterminarlos de la tierra (Gén 6,13). La tierra profanada por los pecados del hombre reclama su venganza (Gén 38,9-10).191 4. DIOS DEFIENDE A LOS NO NACIDOS R. Aqiba decía: Los capataces del Faraón golpearon a los israelitas para que hicieran su cupo de adobes (Ex 5,8); pero los egipcios no proporcionaban paja a los israelitas (Ex 5,16) por lo que los israelitas tenían que recoger la paja por el desierto y acarrearla con sus mulos, mujeres, hijos e hijas. La paja del desierto se les clavaba en los talones y la sangre derramada se amasaba con el barro. Raquel, la nieta de Sutálaj, estando a punto de dar a luz, pisaba el barro con su marido, y la criatura se le cayó de las entrañas y quedó amasada en el recipiente del barro de los adobes; el grito que ella lanzó llegó hasta la presencia del trono de la gloria y bajó el Angel Miguel, cogió el recipiente con el barro y lo subió hasta la presencia del trono de la gloria. Aquella misma noche se apareció el Santo, bendito sea, e hirió a todos los primogénitos egipcios, como está escrito: "A media noche Yahveh hirió de muerte a todos los primogénitos" (Ex 12,29).192 Sobre este hecho se cuenta: Nadab y Abihú levantaron los ojos y vieron la Gloria del Dios de Israel y, bajo el escabel de sus pies, estaba puesto debajo de su trono como un pavimento de piedras de zafiro recordando la esclavitud que los egipcios infligieron a los hijos de Israel con barro y adobes. Cuando las mujeres pisaban el barro con sus maridos, allí estaba una joven delicada encinta que abortó y cuyo feto fue pisado con el barro. Bajó Gabriel e hizo de él un adobe y lo subió a los altos cielos y lo dispuso como escabel del Señor del mundo. Su

191

Los capítulos de Rabbí Eliezer XXII,3.

192

Capítulos XLVIII,7.

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esplendor era como el de una piedra preciosa y como la fuerza de la belleza de los cielos cuando están limpios de nubes.193 5. HUYE DE LA TENTACION Está escrito: "Mantén lejos de ella tu camino y no te acerques a las puertas de su casa" (Pr 5,8)". Esto se refiere a una prostituta. Cuando se le dice a un hombre: No vayas a ese mercado, no entres en tal callejón, que allí está una prostituta hermosa y famosa. Si él responde: Confío en mí mismo y aunque vaya allí no tropezaré por culpa de ella; se le replicará: Aunque tengas confianza en ti mismo, no vayas allí no sea que tropieces por culpa de ella. Pues he aquí que los sabios han dicho que ningún hombre debe habituarse a pasar junto a la puerta de una prostituta, según está escrito: "Pues muchas son las víctimas que ha derribado y numerosos los que ella ha asesinado" (Pr 7,26).194

7. NO ROBARAS "No robarás" (Ex 20,15)

1. NO ROBARAS "No robarás" (Ex 20,15). Con esto se prohíbe raptar a una persona. Cuando se dice "No robarás" en el Levítico (19,11), se trata del robo de dinero. Por tanto, ¿qué significa "no robarás" de Exodo (20,15)? Aquí sólo puede tratarse del rapto de una persona. Hay que notar que en el Exodo se trata juntamente (20,13-15) de las prohibiciones de homicidio, adulterio y robo, es decir, se trata de tres mandamientos, cuya transgresión está castigada con la pena de 193

Pseudo-Yonatán, Targum Palestinense al Pentateuco Ex 24,10.

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Abot de Rabbí Natán II,13.

80

muerte, cosa que no ocurre con el simple robo de dinero. Un robo normal no es castigado con la pena de muerte; el rapto de una persona, en cambio, sí se castiga con pena de muerte, según está escrito: "Quien rapte a una persona, morirá" (Ex 21,16).195 Y los sabios, bendita su memoria, añadieron: "No robarás" (Ex 20,15). Sé siempre cuidadoso y acostúmbrate a temer al Santo, bendito sea, y a no transgredir sus mandamientos, para que seas digno de verle y de permanecer en compañía de los justos, y no en compañía de los impíos, para que El no se tenga que avergonzar de ti. Ven y observa que el pecado del hurto es la causa de que los guapos se vuelvan feos; los alegres, tristes; los distinguidos, mediocres y los que están vestidos, se queden desnudos. A Adán y Eva se les hizo diez doseles de boda en el jardín del Edén, todos ellos de piedras preciosas y perlas, y por alargar sus manos a robar un fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, se irritó con ellos el Santo, bendito sea, y trajo al mundo cuarenta maldiciones: diez sobre Adán y diez sobre Eva, diez sobre la serpiente y diez sobre la tierra. También Raquel, nuestra madre, aunque sólo robó los terafim,196 su pecado fue la causa de que no fuera enterrada en compañía de los justos, por cuanto que dijo Jacob: "Aquel en cuyo poder encuentres tus dioses, no ha de vivir" (Gén 31,32). Por eso no debe el hombre llevar su mano al hurto, sino al trabajo y al sudor de sus manos; si así lo hace será feliz en este mundo y en el mundo futuro, pues está dicho: "Cuando comas del esfuerzo de tus manos, dichoso tú y feliz tú" (Sal 128,2). Dichoso tú en este mundo, y feliz tú en el mundo futuro.197

2. DIOS DEFIENDE AL POBRE La peste viene al mundo por la transgresión del rebusco (Lv 19,9ss), la gavilla olvidada (Dt 24,19ss), el rincón del campo (Lv 23,22) y el diezmo del pobre (Dt 14,18-19). Había una vez una mujer en la vecindad del propietario de un campo. Salieron sus dos hijos a rebuscar, pero el propietario no les había dejado nada. Mientras tanto su madre se decía: Cuando vuelvan mis hijos del campo es posible que yo encuentre algo que comer. Pero ellos no pudieron llevarla nada. Entonces los dos hijos colocaron la cabeza entre las rodillas de su madre y murieron los tres el mismo día. Dijo el Santo, bendito sea: ¡Vosotros habéis tomado sus vidas, también 195

Mekilta Bahodesch, c. 8.

196

Terafim: nombre despectivo de ciertos ídolos domésticos.

197

Midrash de los Diez Mandamientos, 8º mand.

81

yo tomaré la vuestra! Así está escrito: "No despojes al débil porque es débil, ni oprimas al pobre en la puerta, pues Yahveh pleiteará su causa y expoliará la vida de sus expoliadores" (Pr 22,22-23).198 Se cuenta que R. Juna tenía cuatrocientos barriles de vino y se le agriaron todos ellos, haciéndose vinagre. Se presentaron ante él los sabios, bendita su memoria, y le dijeron: -Revisa tus obras y tus hechos; corrige los que deban ser corregidos y quédate con los que deban quedarse. Les preguntó: -¿Soy sospechoso a vuestros ojos de haber hecho algo que desagrade al Santo, bendito sea? Le contestaron: -¿Va a ser sospechoso nuestro Creador de realizar alguna acción sin razón ni justicia? -¡Si alguien sabe algo censurable de mí, que lo diga! Le dijeron: -Ciertamente hemos oído decir que no das al criado que trabaja tus tierras la parte que le corresponde de tus cepas. Exclamó: -¡Pero si me roba más de lo que obtiene! Le replicaron: -¿Y acaso porque él sea un ladrón te ves a ti mismo inocente? Págale su salario íntegro y no te preocupes de que él sea un ladrón, pues él será castigado por sus pecados. Al momento se arrepintió de su acción. Y cuentan que subió el precio del vinagre hasta alcanzar el precio del vino, y no perdió nada.199 3. NO HAGAS LO QUE NO DESEAS QUE TE HAGAN Sucedió una vez que se presentó un hombre ante R. Aqiba y le dijo: -Rabbí, enséñame la Torá toda entera de una sola vez. Rabbí Aqiba le respondió:

198

Abot de Rabbí Natán XXXVIII,2.

199

Libro precioso de salvación, c. VII.

82

-Hijo mío, si Moisés, nuestro maestro, la paz sea sobre él, pasó cuarenta días y cuarenta noches en el monte Sinaí hasta aprenderla, ¿cómo puedes decir: Enséñame toda la Torá de una sola vez? Sin embargo, hijo mío, la regla fundamental de la Torá es: No impongas a tu prójimo lo que es odioso para ti. Si deseas que nadie te dañe en tu persona o en tus bienes, tampoco dañes tú a otro. Si no quieres que un hombre coja lo que es tuyo, tampoco cojas tú lo que es de tu prójimo. Se fue aquel hombre junto a sus compañeros. Se pusieron en camino y encontraron un campo lleno de gavillas de trigo. Uno cogió dos gavillas, otro cogió otras dos, pero él no cogió nada. Siguieron caminando y encontraron un campo lleno de coles. Uno cogió dos coles, el otro otras dos, pero él no cogió nada. Le dijeron: -¿Por qué no coges nada? Les respondió: -Esto me ha enseñado R. Aqiba: No hagas a tu prójimo lo que es odioso para ti. Si deseas que nadie te perjudique, tampoco tú perjudiques a otro. Si no quieres que un hombre coja lo que te pertenece, tampoco tú cojas lo que es suyo.200 ¡Ay de quienes declaran inocente al culpable porque han recibido de éste dinero de soborno y privan perversamente de la justicia a los inocentes! Por eso serán devorados como rastrojo por el fuego y como gavilla de paja por la llama; el exceso de su poder se trocará en putrefacción y su riqueza de rapiña será como polvo que vuela, pues han despreciado la Ley de Yahveh de los ejércitos y han rechazado la Palabra del Santo de Israel.201 ¡Ay de los que decretan preceptos opresivos y dictan normas vejatorias, marginando del juicio a los pobres y obteniendo por extorsión en el juicio lo que ambicionan de los desafortunados de mi pueblo, a fin de que cuanto pertenece a las viudas sea su botín y puedan saquear los bienes de los huérfanos! ¿Qué haréis el día que se os pida cuenta de vuestros pecados? ¿A dónde huiréis pidiendo ayuda?202 En una ocasión Rabbí Simeón compró un asno a un árabe. Vinieron sus discípulos y encontraron que del cuello del asno colgaba una piedra preciosa. Dijeron a su maestro: -Maestro, aquí se verifica el dicho: "La bendición de Yahveh hace ricos" (Pr 10,22). Pero él les dijo: -Yo he comprado el asno y no la piedra preciosa. 200

Abot de Rabbí Natán (versión B) XXVI,2.

201

Targum de Isaías V,23-24.

202

Targum de Isaías X,1-3.

83

Fue y devolvió la piedra al árabe, que exclamó: -¡Sea alabado el Señor, el Dios de Simeón!203 R. Aqiba decía: Todo el que coja una moneda de su prójimo, cuando no la necesita, no abandonará este mundo hasta que verdaderamente tenga necesidad de sus prójimos. Igualmente solía decir: El que enrolla un trapo sobre sus ojos o sobre sus lomos y anda gritando: "¡Dad al ciego! ¡Dad al tumoroso!", acabará diciendo la verdad sobre sí mismo. 4. DIFERENCIA ENTRE LADRON Y RATERO Los discípulos de Rabbí Jochanan ben Sakkai le preguntaban: -¿Por qué la Torá castiga más severamente al ladrón (Ex 21,37) que al ratero (Lv 5,32)? El les respondió: -El ratero, al realizar su delito abiertamente, pone el honor de Dios al mismo nivel que el honor del hombre. El ladrón, en cambio, al robar a escondidas, no pone el honor de Dios al mismo nivel del honor del hombre. Es más, hace como si el ojo de Dios no viese nada y su oído no oyese nada, según está escrito: "Ay de los que se esconden del Señor y dicen: ¿Quién nos ve, quién nos conoce?" (Is 29,15). Y en otro lugar está escrito: "Dicen: Yahveh no lo ve, el Dios de Jacob no se da cuenta" (Sal 94,7). Y también: "En efecto, van diciendo: Yahveh ha abandonado la tierra, Yahveh no ve nada" (Ez 9,9). Y Rabbí Meir contaba la siguiente parábola: ¿Con qué podemos comparar el ladrón y el ratero? Con dos hombres que vivían en una ciudad y daban banquetes. Uno invitaba a los habitantes de la ciudad, pero no invitaba a la familia real. El otro no invitaba ni a los habitantes ni a la familia real. ¿Cuál de los dos es más culpable? Me parece que aquel que había invitado a los ciudadanos, pero no a la familia real.204 5. CASTIGO DEL USURERO Cuentan los sabios, bendita su memoria, que, cuando Ezequiel tuvo la visión de los huesos secos (Ez 37,1-14), todos se enderezaron a la voz del profeta, excepto uno. Entonces el profeta preguntó al Santo, bendito sea: -Señor del mundo, ¿qué clase de hombre es éste que no resucita como los demás? Le respondió el Santo, bendito sea:

203

Deuteronomio Rabbah III,3.

204

B. Baba Qamma 79a.

84

-Uno que presta con usura y, por ello, no merece vivir en medio de sus hermanos. Ben Zoma dice: ¿Quién es rico entre los ricos? El que está contento con su porción, pues está dicho: "Cuando comieres el fruto de tu trabajo serás dichoso y el bien estará contigo" (Sal 128,2). 6. TEMOR DE LA RIQUEZAS Nittay de Arbela decía: Cuando un hombre ve que sus negocios prosperan, que no diga: "Porque lo he merecido, el Omnipotente me ha dado comida y bebida en este mundo y hay provisiones preparadas para mí en el mundo venidero". Por el contrario, deberá decir: "¡Ay de mí! Quizás no se encuentre para mí ante El mas que un solo mérito y El me ha dado comida y bebida en este mundo para hacerme perecer en el mundo venidero". Entre las diversas interpretaciones que da el Midrash de la bendición de Nu 6,22-24, está la siguiente: "El Señor te bendiga" con la posesión de bienes; y "vele sobre ti", para que esos bienes no te posean a ti. Que el Señor te bendiga, colmándote de bienes, pero que vele sobre ti para librarte de todos los males que el dinero puede acarrearte. A este respecto el Talmud narra la historia de un hombre piadoso con el que se encontraba regularmente el profeta Elías. Cuando aquel hombre se hizo rico y se construyó una casa con una buena cerca en torno a la casa, Elías dejó de visitarlo. El profeta explicó que, con aquella nueva construcción en torno a la casa, aquel hombre se había hecho inaccesible a los pobres que necesitaban ayuda.205 7. CUATRO TIPOS DE HOMBRE Con relación a los bienes, enseñaron los sabios, bendita su memoria: Hay cuatro tipos de hombres: -El que dice: "Lo mío es mío y lo tuyo es tuyo". Este es el tipo común. -El que dice: "Lo mío es tuyo y lo tuyo es mío". Este es el ignorante. -El que dice: "Lo mío es tuyo y lo tuyo es tuyo". Ese es el piadoso. -Y el que dice: "Lo tuyo es mío y lo mío es mío". Este es el malvado. 8. EL VALOR DEL HOMBRE NO SE MIDE POR SUS BIENES

205

Baba Batra 7b.

85

Un relato hasídico habla de un gran rabino, entonces pobre y desconocido, que viajaba con frecuencia a una ciudad, en la que la única persona que le acogía era un pobre hebreo que vivía en el barrio más pobre de la ciudad. Pasados los años, el rabino se hizo rico y famoso y volvió a visitar aquella ciudad. En esta ocasión el rico presidente de la comunidad salió a darle la bienvenida y lo invitó a hospedarse en su palacio. El rabino aceptó con gratitud, pero sólo envió los caballos a casa del rico, mientras que él se fue directamente a la antigua casa del pobre que siempre lo había acogido. Cuando el rico se presentó corriendo a manifestarle su sorpresa, el rabino le explicó que, cuando en tiempos pasados, había venido tantas veces a pie a esta ciudad, él, rico ya entonces, nunca se le había ocurrido invitarlo a su casa. Lo haces ahora que llego en estilo elegante, con una espléndida carroza portada por cuatro caballos. Está claro que tú no deseas honrarme a mí sino a los caballos. Les corresponde, por tanto, a los caballos ir a tu casa y ser recibidos como "huéspedes de honor". 9. DIOS DA EJEMPLO A SUS HIJOS Rabbí Johanan dijo en nombre de R. Simón b. Johaj: ¿Qué significa lo que dice Isaías: "Porque yo soy el Señor que amo el derecho y odio la rapiña y el delito" (Is 61,8)? Es como un rey de la tierra que, al pasar por la aduana, dice a sus siervos: -Pagad a los aduaneros. Y ellos le responden: -Señor, ¿pero no es para ti todo lo que se recoge en las aduanas? ¿Por qué debes pagar tú la aduana? Y el rey les responde: -Todos los pasajeros deben aprender de mí a pagar la aduana. Así dijo también el Santo, bendito sea: "Yo odio la rapiña y el delito. Mis hijos deben aprender de mí a apartarse de la rapiña".206 10. RESPETAR LO AJENO POR TEMOR DE DIOS Rabbí Shemuel b. Sosrataj se dirigía a Roma cuando la emperatriz perdió un brazalete. El lo encontró. Un heraldo recorrió todo el imperio proclamando: 206

Talmud Babilonense, Sukkah 30a.

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-Quien entregue el brazalete dentro de treinta días recibirá una gran recompensa; pero si, pasados los treinta días, se encontrará a alguien con el brazalete, se le cortará la cabeza. R. Shemuel no entregó el brazalete dentro de los treinta días. Lo hizo una vez pasado los treinta días. Entonces la emperatriz le preguntó: -¿No estabas en el imperio? Le respondió: -Sí. -¿Y no has oído la proclama del heraldo? -Si, lo he oído. -¿Y qué es lo que has oído? El se lo repitió a la letra. Entonces ella le dijo: -¿Y cómo es que no me has entregado el brazalete dentro de los treinta días? Le respondió: -Para que tú no dijeras que te le he devuelto por temor a ti. Yo te lo he devuelto porque temo a Dios. Entonces la emperatriz, en vez de mandar cortarle la cabeza, exclamó: -Alabado sea el Dios de los hebreos.207 11. UN TESORO EN EL CIELO Nuestros sabios enseñaban: Durante los años de la carestía,208 el rey Monobaz distribuyó generosamente a los pobres los tesoros de su propiedad y de sus antecesores. Sus hermanos y la familia de su padre se enfurecieron contra él y le reprocharon: -Tus padres han acumulado y aumentado los tesoros de sus antepasados. Pero tú disipas toda esa riqueza. El rey Monobaz les respondió: -Mis padres han acumulado tesoros aquí abajo; yo los acumulo allá arriba. Mis padres han atesorado en un lugar expuesto al robo; yo 207

Talmud palestinense, Baba Mez'a II,5.

208

En el primer siglo después de Cristo, cuando el rey Monobaz se convirtió al judaísmo.

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los guardo en un lugar libre de ladrones. Mis padres han acumulado cosas de ningún provecho; yo acumulo algo que da frutos. Mis padres han recogido tesoros pecuniarios; yo acumulo tesoros espirituales. Mis padres han acumulado tesoros para los otros; yo acumulo para mí mismo. Mis padres han acumulado tesoros sólo para este mundo; yo los acumulo para el mundo futuro.209

209

Talmud babibonense, Bathra 2a; Cfr Pessiqta Rabbathi, Pisqa 25.

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8. NO DARAS FALSO TESTIMONIO No darás falso testimonio contra tu prójimo Ex 20,16;Dt 5,20

1. NO DARAS FALSO TESTIMONIO "No depondrás contra tu prójimo testimonio falso" (Ex 20,16). Dijo el rey Salomón con sabiduría: Todo lo que el hombre pueda obtener con el cumplimiento de los preceptos y las buenas obras, no es suficiente para obtener la expiación por lo que salga de su boca, por eso el hombre debe guardar su boca de la calumnia, porque la lengua es la primera de todos los miembros en provocar padecer, y es la primera que acude al juicio. Ven y observa qué mala es la calumnia, pues así dijo David a Doeg el edomita: "proyectas ruinas, es tu lengua cual navaja afilada, oh artífice de engaño" (Sal 52,4). También dijo David refiriéndose a Doeg y a Ajitófel: "Mi vida está en medio de leones que devoran a los hombres, cuyos dientes son lanzas y saetas, y su lengua, una espada afilada" (Sal 57,5). Lo compara con una espada afilada, pues "maza, espada y aguda saeta, es el hombre que profiere testimonio falso contra su prójimo" (Pr 25,18). Lo mismo que una espada de doble filo, así mata la calumnia por todas partes: al que la dice, al que la escucha y a aquel de quien se dice. Y así como, cuando algo sale de entre las manos del hombre no puede recuperarlo, así el que profiere testimonio falso contra su prójimo en el tribunal, aunque se arrepienta cien veces, no puede volver a reparar su mal para salvarse.210 ¿Por cuál versículo de la Escritura sabemos que, si tú conoces un testimonio favorable a tu prójimo, no te está permitido callártelo? Por lo que está dicho: "No permanezcas impasible frente a la sangre de tu prójimo" (Lv 19,16).211 Rabbí Josua ben Karecha enseña: ¿De dónde sabemos que un discípulo, -que está sentado ante su maestro mientras éste actúa de juez, y sabe algo en defensa de un pobre o para incriminar a un rico-, no debe callarse? Por lo que está escrito: "No temáis a ningún hombre" (Dt 1,17). Rabbí Chanin explicó estas palabras diciendo: No debes frenar tus palabras por respeto a nadie.212

210

Midrash de los Diez Mandamientos, 9º mand.

211

Siphra Quedoschim 4,8.

212

B. Sanhedrin 6b.

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2. GRAVEDAD DE LA CALUMNIA El Santo, bendito sea, dijo a la lengua: Todos los miembros del cuerpo humano están de pie y tú echada; todos los miembros del cuerpo humano están en el exterior, tú estás guardada dentro; y no sólo eso, sino que te rodeé con dos muros, uno de hueso y otro de carne.213 Quien calumnia, difamando en secreto a su prójimo, no tendrá parte en el mundo futuro, pues está escrito: "Al que en secreto difama a su prójimo lo haré callar" (Sal 101,5), y otra Escritura dice: "Maldito quien matare a su prójimo en secreto" (Dt 27,24).214 A la serpiente, que levantó una calumnia al Santo, bendito sea, ante Adán y Eva, el Santo, bendito sea, la maldijo a que el polvo fuera su alimento, como está escrito: "Y polvo comerás todos los días de tu vida" (Gén 3,14). R. Gamaliel decía: Los israelitas murmuraron contra el Santo, bendito sea, diciendo: "¿Tendrá poder Yahveh para alimentarnos en el desierto?" (Sal 78,19). El Santo, bendito sea, viendo que habían difamado su Gloria, envió contra ellos fuego para devorarlos en derredor, como está escrito: "Estalló contra ellos el fuego de Yahveh y devoró el extremo del campamento" (Nú 11,1).215 El Santo, bendito sea, bajó a la Tienda del Encuentro, según está dicho: "Yahveh bajó en la columna de nube y se colocó a la entrada de la tienda y llamó a Aarón y a Miriam y ambos salieron" (Nú 12,5). El Santo, bendito sea, les dijo: -No hay curación para el que calumnia, difamando a su prójimo en secreto, y mucho menos para el que calumnia a su hermano, hijo del mismo padre y de la misma madre. El Santo, bendito sea, estaba irritado contra ellos y se levantó de la tienda, como está escrito: "La ira de Yahveh se encendió contra ellos y se marchó" (Nú 12,9). Repentinamente Miriam se cubrió de lepra. El Santo, bendito sea, dijo: -Si también Aarón se cubre de lepra, siendo sumo sacerdote, no podrá hacer la ofrenda sobre el altar con semejante mancha. Que mire a su hermana y escarmiente (Cfr. Nú 12,10). Aarón se dirigió a Moisés y le dijo: -Moisés, señor mío, los hermanos no se separan sino por la muerte y nuestra hermana, estando en vida, ha sido separada de nosotros, por favor, "que no sea ella como un aborto" (Nú 12,12).

213

Arakin 15b.

214

Difamación y asesinato se asimilan.

215

Capítulos LIII,1-2.

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Moisés se ablandó e intercedió por ella y fue escuchado, según está escrito: "Moisés suplicó a Yahveh diciendo: Dios, por favor, cúrala" (Nú 12,13). Rabbí Levitas decía: Los israelitas aún murmuraron contra el Santo, bendito sea, diciendo: En el pueblo de Egipto vivíamos en paz y tranquilidad, pero el Santo, bendito sea, y Moisés nos sacaron de Egipto para morir en el desierto (Nú 21,5). ¿Qué hizo el Santo, bendito sea? Envió contra ellos serpientes que les mordían y los mataban, según está escrito: "Yahveh envió contra el pueblo..." (Nú 21,6).216 Diez veces se rebelaron los israelitas en el desierto pero sólo fueron castigados por la murmuración y la difamación. Los exploradores fueron excluidos del mundo futuro precisamente "por haber difundido la mala fama del país" (Nú 14,37).217 De aquí se puede deducir: Si el Santo, bendito sea, exigió una satisfacción por el insulto de los exploradores a la tierra, que no tiene boca para hablar, ni cara, ni sentimiento de vergüenza, con mayor razón pedirá satisfacción el Santo, bendito sea, cuando uno dice cosas contra su prójimo y lo avergüenza.218 Cuatro cosas hace el hombre de cuyos frutos goza en este mundo, mientras que el capital permanece para él para el mundo futuro: honrar al padre y a la madre, las obras de misericordia, poner paz entre un hombre y su prójimo y por encima de todas ellas está el estudio de la Torá. Y hay cuatro cosas que si el hombre las hace es castigado por ellas en este mundo y en el mundo venidero: la idolatría, las relaciones sexuales ilícitas, el derramamiento de sangre y la peor de todas que es la calumnia.219 R. Eliezer decía: Sea el honor de tu prójimo tan precioso para ti como el tuyo propio. ¿De qué manera? Del mismo modo que vela por su honor, así debe el hombre velar por el honor de su prójimo. Y así como un hombre no desea ver su honor empañado por una mala reputación, tampoco debe desear que el honor de su prójimo se vea empañado por una mala reputación. Por eso, si deseas que nadie diga nada a tus espaldas, tampoco digas nada a espaldas de otro.220 3. LA MENTIRA

216

Capítulos LIV,1-3.

217

Abot de Rabbí Natán VIII, 9.

218

Abot de Rabbí Natán IX,3.

219

Abot de Rabbí Natán XL,1.

220

Abot de Rabbí Natán XV,1.

91

R. Simón dice: Este es el castigo del mentiroso: cuando dice la verdad nadie le escucha. Y eso es lo que encontramos respecto a los hijos de Jacob que mintieron a su padre. Al principio les creyó, según está escrito: "Entonces tomaron la túnica de José y degollaron un chivo... El la reconoció y dijo: Es la túnica de mi hijo" (Gén 37,31-33). Sin embargo, posteriormente, aunque dijeron la verdad ante él, no los creyó, según está escrito: "Ellos le dieron cuenta, diciendo: ¡Aún vive José!... Pero el corazón de aquel se quedó impávido, pues no les dio crédito" (Gén 45,26).221

4. VELA POR EL HONOR DE TU PROJIMO Cuando R. Eliezer cayó enfermo, sus discípulos fueron a visitarlo y, sentándose ante él, le dijeron: Maestro, enséñanos los senderos de la vida, para que merezcamos con ellos la vida del mundo venidero. Les respondió: Os enseñaré esto: Id y velad cada uno por el honor de su prójimo. Y cuando recéis, sabed ante quien estáis rezando. Por medio de esto mereceréis la vida en el mundo futuro.222 5. VELA HASTA POR TU HONOR En tiempos recientes R. Israel Meir ha dedicado toda su vida a enseñar los peligros de la maledicencia. Es conocido por su libro Hafes Hayim, título tomado del Salmo 34,13-14: "Si un hombre desea gustar la vida (mi ha-'ish he-hafes hayim), mantenga su lengua lejos del mal". De él se cuenta que, durante un viaje, se puso a conversar con uno que viajaba a su lado. Este le dijo: -Estoy yendo a pedir una bendición al famoso, santo y gran sabio autor del Hafes Hayim. El rabino se sintió molesto ante aquellas palabras tan elogiosas y dijo: -Muy probablemente usted está equivocado. La persona a la que se está dirigiendo no es tan gran santo ni tan docto. El desconocido compañero de viaje se irritó contra el ignorante e insolente interlocutor, un hombrecillo pobremente vestido y lo abofeteó con ira. El anciano sabio se quedó callado y no reaccionó. Pero cuál no fue la sorpresa de aquel hombre tan entusiasta del Rabino cuando, al llegar a la ciudad, informado de dónde vivía el autor de Hafes Hayim, se encontró cara a cara con la persona que acababa 221

Abot de Rabbí Natán XXX,5.

222

Abot de Rabbí Natán XIX,4.

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de abofetear. Cayó a sus pies llorando y le pidió perdón. Pero R. Israel Meir le sonrió cordialmente y le dijo: -No tienes porqué pedirme perdón. Todo lo contrario, soy yo quien tiene que darte las gracias por haberme dado una nueva e importante lección sobre lo que llevo enseñando toda mi vida. De ti he aprendido que no se debe estar atentos únicamente a no calumniar a los demás, sino que tampoco debe calumniarse uno a sí mismo. Contigo he hecho una afirmación que me desacreditaba ante ti y, por ello, he sido inmediatamente castigado. ¡Te doy las gracias!

9. NO DESEARAS LA MUJER DE TU PROJIMO No desearás la mujer de tu prójimo Dt 5,21

1. LA LUJURIA Y LA IDOLATRIA Enseñaron los sabios, bendita su memoria: El exilio viene al mundo por la idolatría y por las relaciones sexuales ilícitas. Por la idolatría, según se dice: "Derruiré los lugares altos y os desparramaré por las naciones" (Lv 26,30-33). El Santo, bendito sea, le dijo a Israel: Puesto que vosotros queréis la idolatría, os exiliaré a un lugar donde haya idolatría. Por las relaciones sexuales ilícitas. ¿De qué manera? R. Yismael dijo: Cuando Israel se abandona a las relaciones sexuales ilícitas, la Sekinah se aleja de ellos, según se dice: "Que El no vea cosa deshonesta en ti, porque se retiraría de ti" (Dt 23,15). No irritará el hombre a su Creador ni le enojará con actos ilícitos, no pondrá su pensamiento en mujer ajena ni mirará con deseos libidinosos a las mujeres; si alguien quiere permanecer puro, será asistido desde los cielos, y el Santo, bendito sea, lo acompañará en su santidad y no dejará que la inclinación al mal lo domine. Por eso, El nos dijo: "No cometerás adulterio" (Ex 20,14). 2. LA MIRADA Más grave que el pecado es el deseo de pecar.223 Rabbí Acha, hijo de Rabbí Josiah, enseñaba: El que pone su mirada sobre una mujer, cae en poder del pecado. Y Rabbí Simeón ben Lakisch decía: No penséis que se llama adúltero sólo al que comete adulterio con su cuerpo. También a quien comete adulterio con sus ojos se le llama adúltero. ¿Cuál es la prueba? 223

B. Joma 29a.

93

Está escrito: "El ojo del adúltero espía la oscuridad y piensa..." (Job 24,25). Por tanto, se le llama adúltero antes del acto.224 Y los sabios, bendita sea su memoria, enseñaron: Más grave que el pecado es el deseo de pecar. Rabbí Jakum enseñaba: El que transgrede el mandamiento "No desearás", es como si hubiese transgredido todos. Job era "hombre perfecto, recto, temeroso de Dios y apartado del mal" (Job 1,8). Job solía decir: "Apártate de lo horrible y de lo que a ello se parezca". También decía: "Una alianza concerté con mis ojos: ¿cómo puedo prestar atención a una doncella? (Job 31,1). Y si no miraba a una doncella, con la cual le está permitido a un hombre casarse o dársela por mujer a su hijo o a su nieto o al hijo de su hermana, y a ella misma le está permitido casarse con quien quiera, con mayor razón no miraba a la mujer de otro. R. Yehudah b. Batira dice: Job deliberaba consigo mismo: ¿Cuál es, pues, la parte que envía Dios desde arriba y el lote que remite el Todopoderoso desde las alturas? (Job 31,2). Si hubiera sido adecuado que se le dieran diez mujeres al primer hombre, Dios se las habría dado. Pero no era adecuado darle más que una sola mujer. También yo tengo bastante con mi mujer: mi parte es suficiente. Otra interpretación de "Una alianza concerté con mis ojos, ¿cómo puedo prestar atención a una doncella?": Pues se decía: No sea que yo la mire hoy y mañana venga otro hombre y la despose, entonces resultaría que yo estaba mirando a la mujer de otro hombre.225 3. CUERPO Y ALMA Rabbí Ishmael enseñó la siguiente parábola sobre la relación entre el cuerpo y el alma: Un rey tenía un bello huerto con estupendas higueras. El rey puso como guardianes del huerto a un ciego y a un paralítico, ordenándolos que vigilaran diligentemente los higos. Dadas sus instrucciones a los dos guardianes, el rey se alejó. Poco después, el paralítico dijo al ciego: -Estoy viendo dos maravillosos higos. El ciego entonces le dijo: -Traémelos y nos los comeremos. Le respondió el paralítico:

224

Pessiqta Rabbathi, c. 24.

225

Abot de Rabbí Natán II,11.

94

-¿Acaso puedo yo caminar? Cógelos tú. Y el ciego le replicó: -¿Y acaso puedo yo verlos? ¿Qué es lo que hicieron? El paralítico se subió sobre las espaldas del ciego y lo guió hasta los higos. Cogieron los higos, volvieron a sus puestos y se los comieron. Algunos días después volvió el rey y, al no ver los higos, preguntó a los guardianes con voz acusatoria: -¿Dónde están los higos? El ciego dijo: -¿Acaso puedo yo verlos? Y el paralítico dijo: -Y yo, ¿puedo acaso caminar? Pero el rey era inteligente. Puso al ciego sobre las espaldas del ciego y les dijo: -¡Esto es lo que habéis hecho! Y condenó a ambos. Así hará el Santo, bendito sea, en el mundo futuro. El dirá al alma: -¿Por qué has pecado contra mí? El alma le responde: -Señor del mundo, ¿es que puedo yo pecar contra Ti? Ha sido el cuerpo quien ha pecado. ¿Acaso he pecado desde que me separé de él? Entonces El dirá al cuerpo: -¿Por qué has pecado? Y el cuerpo responde: -Señor del mundo, quien ha pecado ha sido el alma. Desde que huyó de mí, he estado ante ti como una teja sin vida arrojada al estercolero. ¿Qué hará entonces el Santo, bendito sea? Devolverá el alma al cuerpo y juzgará alma y cuerpo unidos como una sola cosa.226 4. LA INCLINACION AL MAL NACE CON EL HOMBRE 226

Levitico Rabbah 4,5.

95

R. Yehosúa decía: La inclinación al mal arranca al hombre de la vida de este mundo y de la vida del mundo venidero. Al respecto se dice que la inclinación al mal es trece años mayor que la inclinación al bien. La inclinación al mal acompaña al hombre desde el seno materno, mientras que la inclinación al bien nace trece años después. Hasta entonces nada impide al hombre profanar los sábados, hacer daño a los demás o cometer acciones ilícitas. Sólo después de los trece años, cuando el hombre va a profanar el sábado, la inclinación al bien le dice: "Quien lo profane morirá sin remedio" (Ex 31,14). Si va a cometer una acción ilícita, la inclinación al bien le dice: "El adúltero y la adúltera morirán" (Lv 20,10). Cuando un hombre va a cometer una acción ilícita, todos sus miembros le obedecen, porque la inclinación al mal gobierna los doscientos cuarenta y ocho miembros del cuerpo humano. Pero, si va a cumplir un mandamiento, sus miembros comienzan a oponerse, porque la inclinación al mal, que reside en sus entrañas, gobierna los doscientos cuarenta y ocho miembros del hombre. Por ello, la inclinación al bien parece un cautivo que sale de la prisión, según se dice: "De la cárcel salió para reinar" (Qoh 4,14). Esto se refiere a la inclinación al bien. 5. EL MAL INSTINTO El mal instinto está siempre presente, escondido en la sombra para engañar al hombre (Gén 4,7). Desde la sombra hace todo lo posible por seducir al hombre, pero éste puede vencerlo si lo ataca al comienzo, que es débil como una mujer; pero si el hombre, siguiendo el mal instinto, camina por el sendero del pecado, la fuerza del mal instinto crece hasta llegar a la de un hombre. El mal instinto fomentado se hace tan fuerte como un varón.227 El mal instinto tiene dos caras. Se comporta como un huésped. Al principio se siente cohibido y apenas si se atreve a hablar o pedir algo. Pero a medida que se familiariza con el anfitrión, va tomando confianza y termina por pedir y hacer todo lo que quiere. Así es el mal instinto. Al principio es tímido y vergonzoso. Sabe que no puede inducir abiertamente a una persona a pecar, pues su consejo no sería escuchado. Por eso empieza a tentar a la persona con cosas pequeñas, atrayéndola poco a poco hacia sí, hasta envolverla en sus redes. Al principio, el mal instinto, en el corazón de una persona, tiene sólo el tamaño de una telaraña. Es fácil destruirlo y librarse del pecado. Pero, si se le acepta, el mal instinto se hace fuerte y termina haciéndose como una gruesa maroma capaz de amarrar una nave. Ciertamente, al principio el mal instinto es el huésped de la persona, pero si no se le expulsa inmediatamente, se convierte en el dueño de la casa. De aquí que el hecho de cometer un pecado leve sea algo muy peligroso. De cuatro modos pone en peligro la vida de la persona un pecado leve: 227

Midrash Génesis Rabbah 22,6 y 22,26.

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1. Una persona, que empieza haciendo algo malo una sola vez al mes, terminará haciéndolo cada día, sin considerarlo ya malo. 2. La primera vez que una persona hace algo malo siente mucha vergüenza. Comprende que ha hecho mal y fácilmente se levanta. Pero, en cuanto se hace habitual, termina por no sentir vergüenza alguna y ni piensa en abandonarlo. 3. La primera vez que uno hace algo malo, lo hace casi contra su voluntad, como vencido por sus deseos. Pero a la vez siguiente hasta se alegra de hacerlo. El mal instinto ya ni siquiera tiene que empujarlo. 4. Cuando un pecado se repite, se cierran todos los caminos del arrepentimiento. En primer lugar, porque deja de parecer un mal y la persona no siente ninguna necesidad de arrepentirse. Y, en segundo lugar, porque cuando un pecado se repite su poder aumenta y ya, aunque uno desee arrepentirse, no es capaz de cambiar sus malas costumbres. Esto es lo que Dios quiso enseñar a Caín, cuando habló con él después de matar a su hermano Abel.228 6. LA HUMILDAD VENCE LA TENTACION "No cometerás adulterio" (Ex 20,14). No irritará el hombre a su Creador ni le enojará con malos actos, no pondrá su pensamiento en mujer ajena ni mirará con ojos libidinosos a las mujeres; si alguien quiere permanecer puro, será asistido desde los cielos, y el Santo, bendito sea, lo acompañará en su santidad y no dejará que la concupiscencia lo domine. Una vez estaba R. Mattia b. Jeres sentado, explicando la Torá. Su rostro se parecía al sol, resplandeciente como el rostro de Moisés, nuestro maestro (Ex 34,29-35), y su expresión era la de los ángeles. Era tal su temor de los cielos que nunca en su vida había levantado los ojos hacia la mujer de su prójimo. Pues bien, mientras estaba ocupado en la Torá, pasó Satán y, al verle el rostro iluminado, le envidió. Se dijo Satán: ¿Es posible que un hombre como éste no peque? ¿Qué hizo Satán? Subió a los cielos y se presentó ante el Santo, bendito sea, y le dijo: -Señor del mundo, dame permiso para tentar a R. Mattia b. Jeres. -Ve. Satán se fue y lo encontró sentado, ocupado en la Torá. ¿Qué hizo? Tomó la forma de una mujer bella como no había habido desde los tiempos de Naama, hermana de Tubal-Caín, por la que se perdieron los mismos ángeles, como está dicho: "Y vieron los hijos de Dios que 228

Yalqut Meam Loez a Gén 4,6-7.

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las hijas del hombre eran bellas y se procuraron esposas de entre ellas, las que más les placieron" (Gén 6,2). Se puso, bajo este semblante, frente a él. Cuando él la vio, se volvió hacia la izquierda. Ella entonces se sentó a la izquierda. Entonces él volvió su cara hacia la derecha y, al ver que ella se movía de un lado a otro, buscando colocarse siempre ante él, se dijo: "temo que me domine el instinto del mal y me haga pecar". ¿Qué hizo entonces aquel hombre piadoso? Dijo a sus discípulos, que estaban sentados ante él: -Traedme clavos y fuego. Cuando se los llevaron, puso los clavos en el fuego hasta que se pusieron al rojo vivo y, luego, se los puso en los ojos. Al ver esto Satán, se estremeció del susto y cayó sobre su rostro entre estertores. Subió al cielo y refirió al Santo, bendito sea, lo que acababa de ver. Le dijo el Santo, bendito sea: -¿Acaso no te dije que no podrías vencerle? Su humildad le da una fortaleza invencible. Luego llamó el Santo, bendito sea, a su arcángel Rafael y le dijo: -Ve a curar los ojos de R. Mattia b. Jeres. Fue Rafael y se puso ante él, diciéndole: -El Santo, bendito sea, me ha enviado a curarte los ojos. Pero R. Mattia le contestó: -Déjame así, pues lo hecho, hecho está. Regresó Rafael y refirió al Santo, bendito sea, tal respuesta. Le dijo El: -Ve y dile que nunca le dominará la inclinación al mal. Entonces R. Mattia consintió en ser curado y recobró la vista. De aquí que hayan dicho los sabios, bendita sea su memoria: -A todo aquel que no pone sus ojos en mujer ajena, la inclinación al mal no le dominará. Pero al que pone sus ojos en mujer ajena, ésta le llevará a la miseria, e incluso le matará, según está dicho: "En verdad el precio de una prostituta se limita a una hogaza de pan, pero una mujer casada exige suntuosa abundancia" (Pr 6,26). ¡Ay del adúltero en esta vida y en la otra vida!229 7. LAS PALABRAS DE LA TORA VENCEN LA INCLINACION AL MAL 229

Midrash de los Diez Mandamientos, 7º mand.

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Por eso decía Yehosúa: No te asocies con el impío. Esto se refiere a la inclinación al mal, que está sentada a la puerta del corazón, según se dice: "El pecado acecha a la puerta como fiera que te codicia y que tienes que dominar" (Gén 4,7). ¿Cómo se la puede dominar? R. Simón b. Elazar pone un ejemplo: La inclinación al mal es semejante a un hierro que se coloca en el fuego. Mientras permanece en el fuego se puede hacer con él lo que se desee. Lo mismo ocurre con la inclinación al mal, que sólo se puede dominar con las palabras de la Torá, pues ellas son como fuego, según se dice: "Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer, y si tiene sed, dale de beber, pues así amontonarás brasas sobre su cabeza" (Pr 25,21). Dios ha creado al hombre libre, con el instinto del bien y con el instinto del mal. Y Dios no priva nunca al hombre del libre arbitrio que le ha dado. Pero Dios desea que el hombre libremente, superando el instinto del mal, realice el bien. Dios, antes de que Caín mate a su hermano, le advierte: "¿Porqué estás irritado y caminas con el rostro abatido? Si obras bien, podrás caminar con la frente alta; pero si no obras bien, el pecado te está esperando a la puerta; está deseando adueñarse de ti, pero si tú quieres lo podrás dominar?" (Gén 4,7).230 8. LA INCLINACION AL BIEN DON DE DIOS Esto se cumplió en el justo José. Cuando la malvada mujer de Putifar se acercó a él, lo humilló con sus palabras, pero él salió victorioso. Le dijo ella: -Te meteré en prisión. El contestó: -"Yahveh libera a los cautivos" (Sal 146,7). -Te arrancaré los ojos. -"Yahveh da la vista a los ciegos" (Sal 146,8). -Te doblegaré. -"Yahveh endereza a los que se doblan" (Ibidem). -Haré de ti un malvado. -"Yahveh ama a los justos" (Ibidem). -Yo haré de ti un pagano. -"Yahveh cuida a los extranjeros" (Sal 146,9). 230

Tanchumà Bereshìt 9.

99

Y, finalmente, exclamó victorioso: -"¡Cómo voy a cometer esa gran vileza!" (Gén 39,9).

9. DOMINIO DE SI Ben Zoma decía: ¿Quién es el héroe entre los héroes? El que se domina a sí mismo, pues está dicho: "Mejor es el paciente que el héroe, y quien domina su ánimo es mejor que el conquistador de una ciudad" (Pr 16,32). También leemos en los Escritos: "Mantén lejos de ella tu camino y no te acerques a las puertas de su casa" (Pr 5,8). Cuando se le dice a un hombre: -No vayas a ese mercado, no entres en tal callejón, pues allí hay una prostituta. Es una mujer atractiva que seduce a todas las criaturas con su belleza. Si él contesta: -Estoy seguro de que, aunque vaya allí, no la miraré ni desearé su belleza. Entonces se le dice: -Aunque estés seguro, mantén lejos de ella tu camino. Para librar a los hombres del pecado, el Santo, bendito sea, diferenció a los hombres unos de otros por tres cosas: la voz, el gusto y la apariencia. -Por la voz. ¿Por qué? Se enseña que el Santo, bendito sea, diferenció las voces de los hombres unas de otras, porque si no lo hubiera hecho habría habido mucha más fornicación en el mundo. Cuando un hombre saliera de su casa, podría entrar otro y poseer a su mujer en su propia casa. Por eso, el Santo, bendito sea, diferenció las voces humanas unas de otras, para que la voz de un hombre no se pareciera a la de otro. -Por el gusto. ¿Por qué? Se enseña que el Santo, bendito sea, diferenció los gustos humanos unos de otros, porque si no lo hubiera hecho habrían sentido envidia unos de otros. Por eso, el Santo, bendito sea, diferenció los gustos unos de otros: el gusto de uno no se parece al de otro, y el gusto de éste no es como el del otro. -Por la apariencia. ¿Por qué? Se enseña que el Santo, bendito sea, diferenció las apariencias de los hombres unas de otras, porque si no lo hubiera hecho las mujeres no habrían podido reconocer a sus maridos, ni los varones a sus mujeres. Por eso, el Santo, bendito sea, diferenció las apariencias unas de otras.

100

10. NO CODICIARAS No desearás la mujer de tu prójimo, no codiciarás su casa, su campo, su siervo o su sierva, su buey o su asno: nada que sea de tu prójimo. Dt 5,21;Ex 20,17

1. LA AMBICION ARRUINA AL HOMBRE

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R. Eliezer solía decir: La envidia, el deseo y la ambición sacan al hombre de este mundo y de la vida del mundo venidero.231 Está dicho: "No robarás" (Ex 20,15). No hay nadie que pueda acumular riquezas robando, ya que todo el que tiende la mano a la rapiña, pagará el doble de lo robado; y si no tiene nada, le venderán por lo que robó, como está dicho: "Si nada tiene, será vendido por lo que robó" (Ex 22,2). Los sabios, bendita su memoria, pusieron dos ejemplos: Se parece al ladrón que entró en la tesorería real. Cogió unos vasos de oro y, cuando se disponía a salir, encontró un saco con dinares. Se dijo: Esto es mejor que los vasos; cuando intentaba salir con el saco de dinares, se encontró con un saco más grande; dejó el anterior y cogió el grande. Luego encontró perlas y se dijo: Esto vale más y es más ligero de transportar y más valioso. Y de este modo siguió encontrando una cosa mejor cada vez, hasta que amaneció. Entonces, lo dejó todo y salió sin nada, llorando y lamentándose: ¡He arriesgado mi vida y he salido sin nada! El segundo ejemplo: Es como un zorro que vio un hermoso huerto y quiso entrar en él, pero sólo encontró una grieta pequeña por la que no podía pasar. Se puso a ayunar hasta que adelgazó y pudo pasar por aquella abertura. Comió fruta del huerto, uvas y todo lo que había. Cuando llegó el tiempo de la vendimia quiso salir por miedo a que llegara el dueño a recoger los racimos, lo encontrara dentro y lo matara. Pero, cuando quiso salir, no pudo, porque había vuelto a engordar. Se puso de nuevo a ayunar hasta que pudo pasar por la pequeña grieta del muro. Al verse fuera, empezó a quejarse, lamentándose: Me he mortificado con ayunos y privaciones al principio para poder entrar en el huerto y no he sacado ningún provecho de ello, pues ¡como entré así he salido!232 Rabbí Huna enseña: Encontramos que los israelitas fueron conducidos al desierto, desde su país, cuando transgredieron el décimo mandamiento. Así está escrito: "Codician campos y los roban; casas y las usurpan" (Miq 2,2). Y justo después está dicho: "Por eso, así dice el Señor: He aquí que yo medito contra esta generación malvada una hora de infortunio" (Miq 2,3).233 2. MIRADA CODICIOSA Rabbí Aqiba solía decir: El que mira a su mujer con la esperanza de que muera para heredarla o casarse con su hermana, o quien mira a su hermano con la esperanza de que muera para casarse con su mujer, acabarán enterrándolo mientras ellos siguen vivos. Respecto a tal hombre la Escritura dice: "Quien cava una fosa, en ella cae, y al que demuele el cercado, le muerde una serpiente" (Qoh 10,8).

231

Abot de Rabbí Natán (versión B) XXXIV,5; Cfr Misnah Abot 4,21.

232

Libro precioso de salvación, c. 3.

233

Pessiqta Rabbathi, c. 24.

102

R. Yehosúa ben Qorjah añadía: Y del mismo modo, a la mujer que pone los ojos en su marido con la esperanza de que muera para heredarlo o para casarse con otro, acabará él por enterrarla.234 Ben Zoma dice: ¿Quién es rico? El que está contento con su porción, ya que está escrito: "Cuando comieres el fruto de tu trabajo, serás dichoso y el bien estará contigo" (Sal 128,2). Serás dichoso en este mundo. Y el bien estará contigo para el mundo futuro. Por ello solía decir: No mires la viña de los otros. Si la has mirado, no bajes a ella. Y si has bajado, no te fijes en sus frutos. Si te has fijado en ellos, no los toques. Si los has tocado, no te los comas, pues si los comes, he aquí que tu alma será arrancada de la vida de este mundo y de la vida del mundo venidero.235 Se cuenta que, en los días del rey Salomón, tres hombres iban de camino la víspera del Sábado y, al disponerse a celebrar el día festivo, se dijeron: -Vamos a esconder nuestro dinero para celebrar el Sábado como nos está mandado. Fueron y escondieron el dinero en un lugar apartado, elegido de común acuerdo. Pero, a medianoche, se levantó uno de ellos, cogió el dinero de los tres y lo escondió en otro lugar. Al terminar el Sábado, antes de proseguir su viaje, los tres fueron a recoger el dinero. Al no hallarlo, comenzaron a acusarse mutuamente: -Tú has robado el dinero. Al fin decidieron presentar su pleito al rey Salomón. Salomón escuchó atentamente la narración de los hechos y se dispuso a investigarlos con su sabiduría e inteligencia para descubrir al ladrón por sus mismas palabras. ¿Qué hizo? Les contó el siguiente hecho: Un niño y una niña eran vecinos, vivían en el mismo patio y se querían el uno al otro. El niño dijo a la niña: -Hagamos un pacto entre nosotros. Júrame que a todo el que desee comprometerse contigo no lo escucharás sin mi consentimiento. Ella, como le quería, se lo juró. Y al cabo del tiempo, cuando ya era una jovencita, aquella niña fue prometida. Cuando se presentó ante ella el novio, le dijo: -No te aceptaré hasta que vaya a casa de Fulano y le pida su consentimiento, pues le he jurado que así lo haría. Fue, pues, a casa de su amigo de infancia y le dijo: -Acepta plata y oro en abundancia y déjame libre para mi marido.

234

Abot de Rabbí Natán (versión B) IV,3.

235

Abot de Rabbí Natán (versión B) XXXIII,2.

103

El le respondió: -Por haber mantenido tu juramento te dejaré libre para tu marido sin tomar nada a cambio de ti. Y al joven, que la acompañaba, le dijo: -¡Enhorabuena por tu suerte! Y los dos se marcharon. Pero cuando iban por el camino se toparon con unos ladrones. El más viejo de ellos tomó para sí a la joven con su plata, oro y adornos. Cuando el ladrón quiso acercarse a la muchacha, ésta le dijo: -Te ruego que me concedas una cosa. Espera un momento hasta que te cuente lo que me acaba de suceder. Entonces le contó todo lo que le había ocurrido. Y luego añadió: -Si este joven, que está en plena juventud, venció su pasión y no quiso tocarme, tú, que eres viejo y es lógico que temas a los cielos, debes con mayor razón vencer tus instintos y no tocarme. Llévate toda la plata y oro que tengo y déjame libre para que me vaya en paz con mi marido. Al oírla, aquel viejo alzó los ojos al cielo y se dijo: "Puesto que soy viejo y estoy cada día más al borde de la tumba, no debo ser menos que este joven, al que le quedan seguramente más años de vida que a mí". Entonces la dejó libre y le devolvió todas sus joyas, toda la plata y el oro que le había robado. Al terminar la narración, Salomón les preguntó: -Ahora, decidme, ¿cuál de ellos es más digno de elogio? El primero en hablar, contestó: -A mi me parece que la mujer, pues mantuvo su juramento. El segundo dijo: -Yo creo que el más digno de alabanza es el novio, pues venció la pasión y no la tocó. Finalmente, el tercero dijo: -A mí no me llama la atención ni la actuación del novio ni la de la novia. Lo que sí me ha sorprendido es la actuación del viejo, no por haber dejado libre a la muchacha, sino por haber devuelto el dinero. Por haber hecho algo semejante, yo encuentro que él es el más digno de elogio. Al oírle, Salomón exclamó:

104

-¡Malvado! Si deseas y piensas con avidez en el dinero que nunca has visto, mucho más en el dinero que estaba a tu alcance. ¡Tú eres el ladrón, que has robado el dinero de tus compañeros! 3. LA ARROGANCIA CODICIOSA Nadab y Abihu, dos jóvenes príncipes de la casta sacerdotal, mientras asisten a su padre Aarón en el rito de la dedicación del tabernáculo, mueren de repente en el mismo santuario. Los sabios del Midrash se han preguntado repetidamente cuál fue el pecado que les costó la vida. Una respuesta es la siguiente: La procesión que conducía el tabernáculo la abrían Moisés y Aarón seguidos de todos los israelitas. Observando la escena, los dos jóvenes se llenaron de orgullo y ambición y se dijeron el uno al otro: "Pronto morirán estos dos viejos y nos tocará a nosotros ocupar su lugar". Eran demasiado impacientes para esperar su turno. Y el Señor, que oye en lo oculto, les dijo: "No os alegréis por el mañana" (Pr 27,1). ¿No habéis oído decir de los jóvenes potros cuya piel se convierte en tapete sobre los lomos de la madre? En su arrogancia presuntuosa, dice R. Levi, Nadab y Abihu despreciaron a las bellas muchachas dignas de toda atención, diciéndose: "Nuestro tío Moisés es rey y nuestro padre es el sumo sacerdote y nosotros somos sus legítimos sucesores. ¿Qué muchacha se merece ser esposa nuestra? ¿Dónde les condujo su arrogancia codiciosa? "El fuego devoró a sus jóvenes". ¿Por qué? Porque "sus muchachas no tuvieron cantos nupciales" (Sal 78,63). 4. LA ENVIDIA El cuarto día el Creador conectó las dos grandes luminarias, ninguna más grande que la otra, sino iguales en altura, apariencia y brillo, como está dicho: "Hizo Dios las dos grandes luminarias" (Gén 1,16). Pero se coló la envidia entre ellas, y una decía a la otra: -Yo soy más grande que tú. Y la otra respondía: -Yo soy más grande que tú. Ya no había paz entre ellas. Y la luna contó una calumnia contra el sol. ¿Qué hizo el Santo, bendito sea, para poner paz entre ellas? Pues a una la hizo más grande que a la otra, con una misión distinta para cada una, como está escrito: "La luminaria mayor para regir el día y la luminaria menor para regir la noche, y las estrellas" (Gén 1,16).236

236

Los capítulos de Rabbí Eliezer VI,1.

105

Rabbí Jakum enseña: El que transgrede el mandamiento "No desearás" es como si los hubiese transgredido todos.237 5. EL MAL DESEO En el hombre el mal deseo ansía sólo lo que está prohibido. En un día de reconciliación, en que está rigurosamente prohibido comer o beber, R. Mana fue a visitar a R. Chaggaj que estaba enfermo. R. Chaggaj dijo: -Siento una gran sed. R. Mana le dijo: -Tú, como enfermo, puedes beber. Al cabo de una hora R. Mana volvió y preguntó a R. Chaggaj: -¿Cómo va tu sed? R. Chaggaj le respondió: -Apenas me permitiste beber, la sed desapareció.238 6. EL LIBRE ALBEDRIO Rabbí Chanina b. Papa explica: El ángel que vigila la concepción de los hombres se llama Lailah (que en hebreo significa "noche"). Cuando ocurre una concepción, este ángel toma la gota del semen y la pone ante el Santo, bendito sea, y le pregunta: -Señor del mundo, ¿cual será el destino de esta gota? ¿Será un hombre fuerte o débil? ¿Un hombre sabio o imbécil? ¿Un hombre rico o pobre? Todo esto lo decide Dios. Sólo hay una pregunta que el ángel nunca hace, porque Dios no puede responderla, ya que no lo decide El: -¿Será un hombre justo o un malvado? Porque R. Chanina enseñaba: "Todo está en las manos de Dios excepto el temor de Dios".239 El hombre no puede, por tanto, acusar a Dios de sus malas acciones. Esto es lo que quiso hacer Caín, cuando Dios le preguntó por su hermano. Caín se negó a confesar a Dios su culpa, acusando al mismo Dios de ella:

237

Pessiqta Rabbathi, c. 21.

238

Talmud palestinense, Joma VI,4.

239

Talmud Babilonense, Niddah 16b.

106

-¡Tú eres el Señor del universo, Tú observas todas las cosas y ahora me pides cuentas a mí! Es cierto, yo le he matado, pero has sido Tú quien ha creado el mal instinto. Tú que proteges todas las cosas, ¿por qué no le has protegido y me has dejado que lo matara? En realidad has sido tú quien le ha matado, al suscitar en mí la envidia, que me llevó al homicidio. Este modo de disculparse, acusando a Dios, es semejante al ladrón que durante la noche entró en una casa y robó el dinero, las joyas y demás objetos de valor, los escondió en un saco y salió sin que nadie le viera. Cuando, al día siguiente la policía lo detuvo y le preguntó: -¿Por qué has robado todo esto? El ladrón respondió: -¿Por qué me lo preguntas a mí? Yo soy ladrón; robar es mi oficio; he cumplido con mi deber. En cambio tu profesión es custodiar las casas e impedir los robos. A quien hay que interrogar es a ti y no a mí. ¿Por qué no has cumplido con tu deber de vigilar para impedir el robo?240 7. IMITACION DE DIOS Rabbí Chama, hijo de R. Chanina, enseñaba: ¿Qué significa el texto "Seguir al Señor, vuestro Dios" (Dt 13,5)? ¿Es que un hombre puede seguir a Dios de quien se dice "El Señor, tu Dios, es un fuego devorador" (Dt 4,24)? "Seguir al Señor" significa únicamente imitar a Dios. Así como El viste a los desnudo -así está escrito: "El Señor Dios hizo a Adán y a Eva túnicas de piel y les vistió" (Gén 3,21)-, viste también tú a los desnudos. El Santo, bendito sea, visitaba a los enfermos, como está escrito después de la circuncisión de Abraham: "Y el Señor se le apareció en la encina de Mambré mientras estaba sentado a la puerta de la tienda" (Gén 18,1). Así también tú debes visitar a los enfermos. El Santo, bendito sea, consuela a los que sufren, según está escrito: "Y, después de la muerte de Abraham, Dios bendijo a Isaac, su hijo" (Gen 25,11). Consuela también tu a los que sufren. El Santo, bendito sea, ha sepultado a los muertos, pues después de la muerte de Moisés se lee: "Y El lo sepultó en el valle, en la tierra de Moab" (Dt 34,6). Así, pues, da también tú sepultura a los muertos. Y R. Simlaj concluyó: La Torá comienza con un acto de amor y concluye con un acto de amor. Al comienzo se lee que Dios vistió a Adán y a Eva. Y al final se lee que El sepultó a Moisés. El amor es toda la Torá.241 240

Midrash Tanjumah Gén 4,9.

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INDICE PRESENTACION PROLOGO

3

7

1. La Ley es para los hombres 7 2. Los justos desean la Ley 8 3. Dios busca un pueblo que acoja la Ley 8 4. Dios prepara al pueblo para acoger la Ley 10 5. Moisés en el Sinaí 12 6. Moisés rompe las tablas de la Ley 12 7. Dios da de nuevo la Ley 13 8. Palabras de muerte y vida 14 9. Las dos tablas de la Ley 15 10. El don de la Ley 16 11. La Torá es dada para todas las generaciones 17 12. Alegría con efecto retardado 19 13. El Mesías llevará a plenitud la Ley 21 14. La Torá es corona de gracia 23

DECALOGO 25 I. YO, YAHVEH, SOY TU DIOS 25 1. Yo, Yahveh, soy tu Dios 25 2. No tendrás otros dioses 27 3. Dios sufre las mismas penas de Israel 4. No te harás imagen alguna 31 5. El becerro de oro 33 6. Yo, Yahveh, soy un Dios celoso 36 7. Instalación e idolatría 39 8. Vanidad de los ídolos 40

30

II. NO TOMARAS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO 1. Dios revela su Nombre 43 2. "Yo soy" 44 3. El nombre de Dios es santo 45 4. Santo temor de Dios 45 5. No tomarás en vano el nombre de Dios 47 6. Quien jura no será declarado inocente 48 7. Dios necesita del hombre 48 III. SANTIFICARAS LAS FIESTAS 51 1. Recuerda el día del Sábado para santificarlo 241

Talmud babilonense, Sotah 14a.

108

43

51

2. 3. 4. 5. 6.

El El El El El

Sábado, don de Dios al hombre Sábado, día de descanso 54 Sábado, día de gozo y paz 56 Sábado, día de santidad 58 Sábado es figura de la eternidad

52

58

IV. HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE 61 1. Honra a tu padre y a tu madre 61 2. Honrar a los padres es honrar a Dios 61 3. Dios bendice a quien honra a sus padres V. NO MATARAS 67 1. No matarás 67 2. La vida de un hombre vale el mundo entero 3. Quien insulta al hombre ofende a su Creador 4. Diversas formas de matar al prójimo 71 5. Consecuencias de la violencia 72

64

68 69

VI. NO ADULTERARAS 75 1. Dios crea y defiende el matrimonio 75 2. El adulterio transgrede los diez mandamientos 76 3. La lujuria profana la tierra77 4. Dios defiende a los no nacidos 77 5. Huye de la tentación 78 VII. NO ROBARAS 79 1. No robarás 79 2. Dios defiende al pobre 80 3. No hagas lo que no deseas que te hagan 81 4. Diferencia entre ladrón y ratero 82 5. Castigo del usurero 83 6. Temor de las riquezas 83 7. Cuatro clases de hombre 83 8. El valor del hombre no se mide por sus bienes 84 9. Dios da ejemplo a sus hijos 84 10. Respetar lo ajeno por temor de Dios 84 11. Un tesoro en el cielo 85 VIII. NO DARAS FALSO TESTIMONIO 1. No darás falso testimonio 87 2. Gravedad de la calumnia 87 3. La mentira 89 4. Vela por el honor de tu prójimo 5. Vela hasta por tu honor 90

87

90

IX. NO DESEARAS LA MUJER DE TU PROJIMO 91 1. La lujuria y la idolatría 91 2. La mirada 91 3. Cuerpo y alma 92 4. La inclinación al mal nace con el hombre 93 5. El mal instinto 94 6. La humildad vence la tentación 95 7. Las palabras de la Torá vencen la inclinación al mal 8. La inclinación al bien, don de Dios 97 9. Dominio de sí 98 X. NO CODICIARAS 99 1. La ambición arruina al hombre 2. Mirada codiciosa 100

109

99

96

3. 4. 5. 6. 7.

La arrogancia codiciosa La envidia 102 El mal deseo 103 El libre albedrío 103 Imitación de Dios 104

102

110

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