Las Abandonadas

December 18, 2018 | Author: fujitivaaa | Category: Foods, Nature
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Prestad atención, os quiero contar una historia... Cuando por fin se oyó el grito, a Kia se le paró el corazón en el pecho. El empujón que le dieron en la espalda fue lo único que la obligó a ponerse en marcha. Corrió como el resto de las mujeres, porque era lo que se esperaba de ella. us botas para la nie!e cruj"an mientras de su boca escapaban nubecillas blancas creadas por su aliento c#lido que flotaban delante de ella como los cuerpos luminosos de las personas que hac"a tiempo que hab"an pasado al m#s all#. El jadeo que se escapó de su garganta era de angustia, no de cansancio. Kia miró a la izquierda y luego a la derecha mientras las !einte mujeres apro$imadamente, de di!ersas edades, corr"an hacia el agua g%lida. in duda, podr"a haber corrido m#s que todas ellas de haber querido, pero Kia no ten"a prisa por alcanzar a los lo s hombres. u padre adopti!o, &ube 'lanca, ya le hab"a dicho que el cazador que cobrara la primera pieza de la temporada ser"a su nue!o compa(ero. Kia no era lo que el Pueblo considerar"a bella. u madre, m adre, unni, dec"a que hab"a gente que se parec"a m#s a Kia que los dem#s de la tribu. Kia no era como los dem#s. )ientras que ellos eran bajos y fornidos, Kia era alta y le costaba ganar peso. *unque ten"a la piel tan oscura como ellos, sus ojos eran distintos. u nombre, Kia, significaba el color del cielo en el idioma antiguo, y se lo hab"an puesto haciendo todo un alarde de falta de originalidad. Con %l se hab"a quedado a medida que iba creciendo. Kia descubrió tras su octa!o ciclo que en realidad no era del Pueblo... P ueblo... +-#melas +le ordenó. +&o +Kia le apartó las manos y se metió las piedras en los bolsillos de su abrigo de piel de foca. El ni(o le quitó la capucha de piel y la miró furioso a los ojos azules. +/Por qu% est#s aqu"0 1ú no eres del Pueblo. )"rate. Eres fea, tus ojos no son como la tierra y eres demasiado alta para ser!ir de nada a un hombre. *hora d#melas +2ol!ió a intentar coger las piedras. +&o, son m"as +dijo Kia con firmeza, pero %l la empujó con brusquedad y le quitó las piedras. +Pe3eha +gru(ó por lo bajo y se alejó. Kia se quedó sentada largo rato refle$ionando sobre las cosas hirientes que le hab"a dicho 4obo &egro. /Cómo no iba a ser del Pueblo0 P ueblo0 5ab"a !i!ido con ellos toda su !ida. &ube 'lanca y unni eran sus padres. 4os pe3ehas eran monstruos. &o eran reales, sólo cosas que te dec"an tus padres para que te callaras y te durmieras. Kia y su prima )i3o se hab"an quedado una !ez despiertas toda la noche para !er si !en"an. Cada una aferraba con miedo un trozo de colmillo de morsa mientras esperaban la aparición de los monstruosos y mal olientes hombres blancos. Pero nunca aparecieron y Kia y )i3o se sintieron fuertes, pues ahora sab"an que no hab"a hombres blancos grandes y monstruosos de pelo dorado y rojo, cuyo horrible olor bastaba para hacer hibernar a un oso antes de tiempo. Kia sacudió la cabeza. 4obo &egro estaba loco. 1endr"a que pregunt#rselo a unni cuando !ol!iera a la tienda. Pero primero, ten"a que recuperar sus piedras. 4as

encontró dos horas despu%s, sucias y ol!idadas. Kia las la!ó muy contenta, se las metió en el bolsillo y corrió a buscar a su madre. 4a crueldad de 4obo &egro toda!"a le dol"a a Kia K ia despu%s de tantos ciclos. * causa de sus palabras, le hab"a preguntado a unni por qu%, efecti!amente, era tan distinta. 4a respuesta pro!ocó un cambio radical en Kia. 4a hasta entonces alta y fuerte Kia empezó a encor!ar los hombros, para no parecer tan alta. -ejó de re"r tan alto con )i3o, para no llamar la atención. 6ara !ez miraba a nadie a los ojos por miedo mi edo a que notaran que el color de sus ojos no era el de la tierra. Pero lo peor de todo era que ese d"a cayó en la cuenta de que los pe3ehas s" que e$ist"an y que como contaba la historia, realmente te robaban la !ida. Kia contu!o las l#grimas mientras se preguntaba cómo ser"a la !ida en casa de 4obo &egro. 7ste lle!aba un tiempo  jact#ndose de que %l ser"a su compa(ero compa(ero al final de la cacer"a. Kia se quitó un copo de nie!e de la mejilla mientras corr"a, recordando cómo hab"a estado sir!iendo a su padre y a los dem#s hombres sentados alrededor del fuego mientras ideaban estrategias para la cacer"a que se a!ecinaba. Esa ma(ana hab"an a!istado ballenas y la posible abundancia de carne y aceite bastó para llenar de alegr"a a la aldea entera. 8na sola presa era suficiente para darles a todos alimento y aceite durante semanas, por no decir un mes. 9 para el afortunado cazador que cla!ara la lanza mortal... los huesos de la ballena y parte de su piel ser!ir"an para construir un nue!o hogar donde recibir a su nue!a compa(era... Kia. El hielo seguro estaba marcado con dos arpones de púas cla!ados en el suelo para que Kia y las dem#s mujeres supieran que deb"an esperar en este punto a que los hombres tiraran de la ballena hasta la orilla. *s" a todo el campamento de in!ierno le resultar"a m#s f#cil limpiar y abrir al animal sin caerse en las aguas g%lidas. 4a habitual emoción por la primera ballena c a"da de la temporada no e$ist"a para Kia. &o sent"a la oleada o leada de e$citación que normalmente sent"a en sus enso(aciones. 8n fuerte grito la sacó de sus apesadumbradas refle$iones justo a tiempo de !er un arpón con los colores de 4obo &egro que !olaba hacia la espalda de un cazador despre!enido. * Kia se le atre!esó un grito en la garganta al !er el arpón que !olaba certero hacia la espalda del cazador. 2a a morir, mor ir, pensó Kia justo cuando el peque(o cazador se daba la !uelta. 9a fuera por habilidad o por instinto, una mano enguantada se alzó a tiempo de des!iar el arpón. in embargo, el cazador hab"a perdido el equilibrio por el esfuerzo y por la fuerza del golpe en la mano y se cayó al suelo, golpe#ndose la cabeza con el duro hielo. Kia fue la primera en reaccionar. Echó a correr c orrer todo lo deprisa que le permitieron sus largas piernas, fren#ndose sólo un poco a causa del hielo. :yó a su padre y a los dem#s hombres reprendiendo a 4obo &egro por lanzar el arpón de manera tal que hab"a puesto a alguien en peligro. &inguno de ellos se acercó para ayudar al peque(o cazador que segu"a tirado en el hielo. Kia se arrodilló y se inclinó sobre la figura tendida justo cuando unas pesta(as rojas se agitaron y luego se abrieron, re!elando unos ojos de un sorprendente y !i!o color !erde.

encontró dos horas despu%s, sucias y ol!idadas. Kia las la!ó muy contenta, se las metió en el bolsillo y corrió a buscar a su madre. 4a crueldad de 4obo &egro toda!"a le dol"a a Kia K ia despu%s de tantos ciclos. * causa de sus palabras, le hab"a preguntado a unni por qu%, efecti!amente, era tan distinta. 4a respuesta pro!ocó un cambio radical en Kia. 4a hasta entonces alta y fuerte Kia empezó a encor!ar los hombros, para no parecer tan alta. -ejó de re"r tan alto con )i3o, para no llamar la atención. 6ara !ez miraba a nadie a los ojos por miedo mi edo a que notaran que el color de sus ojos no era el de la tierra. Pero lo peor de todo era que ese d"a cayó en la cuenta de que los pe3ehas s" que e$ist"an y que como contaba la historia, realmente te robaban la !ida. Kia contu!o las l#grimas mientras se preguntaba cómo ser"a la !ida en casa de 4obo &egro. 7ste lle!aba un tiempo  jact#ndose de que %l ser"a su compa(ero compa(ero al final de la cacer"a. Kia se quitó un copo de nie!e de la mejilla mientras corr"a, recordando cómo hab"a estado sir!iendo a su padre y a los dem#s hombres sentados alrededor del fuego mientras ideaban estrategias para la cacer"a que se a!ecinaba. Esa ma(ana hab"an a!istado ballenas y la posible abundancia de carne y aceite bastó para llenar de alegr"a a la aldea entera. 8na sola presa era suficiente para darles a todos alimento y aceite durante semanas, por no decir un mes. 9 para el afortunado cazador que cla!ara la lanza mortal... los huesos de la ballena y parte de su piel ser!ir"an para construir un nue!o hogar donde recibir a su nue!a compa(era... Kia. El hielo seguro estaba marcado con dos arpones de púas cla!ados en el suelo para que Kia y las dem#s mujeres supieran que deb"an esperar en este punto a que los hombres tiraran de la ballena hasta la orilla. *s" a todo el campamento de in!ierno le resultar"a m#s f#cil limpiar y abrir al animal sin caerse en las aguas g%lidas. 4a habitual emoción por la primera ballena c a"da de la temporada no e$ist"a para Kia. &o sent"a la oleada o leada de e$citación que normalmente sent"a en sus enso(aciones. 8n fuerte grito la sacó de sus apesadumbradas refle$iones justo a tiempo de !er un arpón con los colores de 4obo &egro que !olaba hacia la espalda de un cazador despre!enido. * Kia se le atre!esó un grito en la garganta al !er el arpón que !olaba certero hacia la espalda del cazador. 2a a morir, mor ir, pensó Kia justo cuando el peque(o cazador se daba la !uelta. 9a fuera por habilidad o por instinto, una mano enguantada se alzó a tiempo de des!iar el arpón. in embargo, el cazador hab"a perdido el equilibrio por el esfuerzo y por la fuerza del golpe en la mano y se cayó al suelo, golpe#ndose la cabeza con el duro hielo. Kia fue la primera en reaccionar. Echó a correr c orrer todo lo deprisa que le permitieron sus largas piernas, fren#ndose sólo un poco a causa del hielo. :yó a su padre y a los dem#s hombres reprendiendo a 4obo &egro por lanzar el arpón de manera tal que hab"a puesto a alguien en peligro. &inguno de ellos se acercó para ayudar al peque(o cazador que segu"a tirado en el hielo. Kia se arrodilló y se inclinó sobre la figura tendida justo cuando unas pesta(as rojas se agitaron y luego se abrieron, re!elando unos ojos de un sorprendente y !i!o color !erde.

+Kia. Kia se quedó tan pasmada que se ol!idó de hablar. Era la que llamaban ;orro. 8na mujer. +/Est#s herida0 ;orro cerró los ojos y dijo que no con la cabeza antes de incorporarse. e le estaba mojando la ropa de estar tumbada en el hielo y eso no le con!en"a si quer"a quedarse a super!isar la limpieza de su pieza. )i primera ballena Con la emoción, ;orro casi se ol!idó de lo que hab"a hecho que estu!iera tirada en el hielo con Kia inclinada sobre ella. El fuerte dolor que sent"a en la mano a causa del arpón de 4obo &egro le l e inundó el cuerpo de rabia. 4obo &egro hab"a sido el que m#s se hab"a opuesto a que ella participara en la cacer"a de ballenas y caribúes. ;orro nunca hab"a intercambiado palabra con %l, pero %l hab"a dejado claro que si fuera el jefe, ya no ser"a bien!enida en el campamento de in!ierno. 5ab"a dejado muy claro que iba a ser %l quien se iba a unir a Kia. &inguno de los dem#s hombres quer"a pelearse con %l. Pero ;orro no era como ninguno de los dem#s hombres. El Pueblo trataba a ;orro bastante bien porque ten"an miedo de la abuela. E incluso despu%s de su muerte, hac"a cuatro ciclos, segu"an tratando a ;orro con respeto aunque a rega(adientes. Como cazadora, ;orro hab"a conseguido abatir muchas presas. 4as cacer"as de alces y antas siempre terminaban con casi el doble de lanzas con los colores de ;orro que de los dem#s cla!adas en los animales. 4obo &egro era el único cazador que se acercaba a la habilidad de ;orro, hecho que lo molestaba much"simo< le daba mucha rabia que una mujer fuese mejor cazadora que %l. * ;orro no le importaba< rara !ez hablaba con nadie aparte de &ube 'lanca. Como su abuela, estaba con!irti%ndose r#pidamente en algo a medio camino entre el mito y la leyenda. 'ajaba de las colinas sólo para participar en la gran cacer"a y luego desaparec"a con la parte que le correspond"a de carne y pieles. 5asta sus perros, criados a partir de dos cachorros blancos de su abuela, parec"an inspirar el pa!or del Pueblo. ;orro se esforzó por ponerse en pie. us ojos buscaron y encontraron a 4obo &egro, que estaba e$plicando a!ergonzado al padre de Kia que, por rabia, hab"a lanzado el arpón al aire< no ten"a intención int ención de alcanzar a ;orro. ;orro corrió hacia %l, presa de una rabia tan absoluta que no se paró a pensar lo que podr"a parecerle su comportamiento a Kia. 4os dos cazadores acabaron en el suelo antes de que el padre de Kia agarrara a ;orro por los brazos y la apartara a rastras de 4obo &egro, que sonre"a burlón. ;orro se negó a apartar los ojos de 4obo &egro mientras se la lle!aban a rastras y las mujeres y los cazadores la miraban como si fuera un perro rabioso. 4obo &egro hab"a intentado matarla, de eso no le cab"a duda. Cuando la tu!o a una distancia segura de 4obo &egro y de los atentos o"dos del Pueblo, &ube 'lanca sujetó a ;orro por los hombros y la sacudió un poco para llamarle la atención. ;orro, que segu"a mirando co n sa(a a 4obo &egro, miró por fin a &ube 'lanca, el padre de Kia, le informó su mente.

;orro cerró los ojos presa del miedo e intentó e$plicarse. +Es que me he puesto furiosa. +-ebes aprender a escuchar antes de reaccionar, Peque(o ;orro. + ;orro se miró las botas. 5ac"a casi cuatro ciclos que nadie la llamaba as", desde la muerte de la abuela. 4o echaba de menos+. abes lo que significa, /!erdad0 /El que hayas cobrado la primera pieza0 Ella tragó. +" +)uy bien, /entonces sabes que tienes la opción de unirte a mi hija Kia0 1odos sus pensamientos sobre 4obo &egro desaparecieron de la mente de ;orro al mirar a &ube 'lanca, con el corazón palpitante y la boca entreabierta. El aliento c#lido de los dos se mezclaba con el aire fr"o, dando un aire on"rico a aquel momento. *l menos, as" era como ;orro lo recordar"a para siempre. +" +murmuró algo temblorosa. +*s" pues... /deseas unirte a mi hija0 ;orro miró fijamente al jefe &ube 'lanca un momento y luego asintió con fuerza. +Con todo mi ser. +Pues muy bien, as" ser# +dijo %l con e$presión satisfecha y se alejó, dej#ndola boquiabierta. ;orro le!antó la !ista al cielo, que estaba casi tan blanco como la nie!e, pero no tanto. +=racias, abuela. e encaminó de nue!o al hielo, ahora empapado de la sangre del ballenato... recordando... ;orro entró en la casita de piedra y se quitó las botas cubiertas de nie!e y barro como siempre lo hab"a hecho. 4os perros ya estaban alimentados, pero ;orro hab"a pasado m#s tiempo que de costumbre con ellos, pues últimamente ten"a muchas cosas en la cabeza. +/*buela0 +", Peque(o ;orro. +4a abuela, sentada con las piernas cruzadas delante del fuego, le!antó los ojos para mirarla. Estaba intentando coser un agujero que se hab"a hecho ;orro en los pantalones por tercera !ez en una semana. acudió la cabeza e$asperada. Por en%sima !ez, se preguntó por qu% se molestaba siquiera. -e todas formas, ;orro se los iba a !ol!er a romper. +>uiero preguntarte una cosa +dijo Peque(o ;orro ner!iosa al subirse a su plataforma de dormir. +Pues pregunta. Peque(o ;orro apoyó la mano en el codo y contempló a su abuela un momento antes de hacer su pregunta. +/Por qu% no te has unido nunca0 +Porque la persona a la que amaba me fue arrebatada. +El tono de la abuela era muy triste y Peque(o ;orro dudó de si deb"a seguir adelante.

+/Por qu% no te has !uelto a unir0 +Porque no ha habido nadie que haya !uelto a ganarse mi corazón. +/Entonces la mayor"a se une por amor0 +&o, la mayor"a no, Peque(o ;orro. 4a mayor"a se une porque es una buena unión, buena para la familia, buena para todo el mundo. +=racias, abuela. +Peque(o ;orro se tumbó y se quedó mirando el techo de piedra. +Peque(o ;orro, /por qu% me haces estas preguntas0 +El Pueblo parece tener miedo de nosotras, abuela. +Eso es porque tienen miedo de las personas diferentes. 9o soy diferente y tú tambi%n lo eres. +Peque(o ;orro asintió. 4a abuela s" que era diferente. ?gual que el pelo de Peque(o ;orro era rojo, el de ella era de un color amarillento, o eso le hab"a dicho a Peque(o P eque(o ;orro. *hora era de un color gris parecido a la nie!e en la que !i!"an la mayor parte del ciclo+. /* qu% !ienen tantas preguntas, Peque(o ;orro0 +imple curiosidad, abuela. +&o, s% que hay algo m#s, d"melo. Peque(o ;orro sonrió a su abuela desde el otro lado de la estancia y luego miró el mango de su cuchillo, su posesión m#s preciada. +5ay alguien a quien creo que me gustar"a unirme. 4a abuela se quedó mirando a Peque(o ;orro un momento y luego siguió cosiendo tranquila, con los labios fruncidos. +/Esta persona desea unirse a ti0 +&o lo s%. &o, probablemente no. &o creo que ella se haya fijado en m". +Peque(o ;orro cerró la boca de golpe y se preguntó cómo iba a reaccionar su abuela ante la noticia de que quer"a unirse a una chica. 4a abuela obser!ó el pelo rojo de Peque(o ;orro, sus brillantes ojos !erdes y su piel clara. )eneó la cabeza. +&o, estoy segura de que se ha fijado en ti. Peque(o ;orro le dijo que la primera !ez que se fijó en ella, que se fijó de !erdad, fue el ciclo pasado, cuando fueron al campamento de in!ierno. Kia estaba pescando con las dem#s mujeres. ;orro no le hab"a podido quitar los ojos de encima. +Estu!e mir#ndola de lejos@ ella ni me !io. +'ueno, /y sabes cómo se llama0 Peque(o ;orro asintió y apartó la mirada, pues no quer"a decir el nombre en !oz alta por miedo a que un esp"ritu maligno le hiciera algo a su amor. +Pues h#blame de ella. +4a abuela dejó su labor a un lado y prestó toda su atención a Peque(o ;orro. +&o se parece en nada a m". +'ueno, ninguno de nosotros se parece en nada a ti, mi Peque(o ;orro. Peque(o ;orro sonrió a su abuela. * lo largo de su !ida hab"a habido muchas ocasiones en que hab"a deseado ser como el Pueblo o incluso como

su abuela. 4o único que Peque(o ;orro hab"a deseado en su !ida era encajar y no tener tantos ojos oscuros, asustados o curiosos cla!ados en ella en todo momento. Peque(o ;orro se hab"a acostumbrado a lle!ar la capucha puesta siempre que estaba cerca de los campamentos. Eso manten"a a raya parte de la curiosidad aunque no pudiera ocultar su piel blanca ni sus ojos cl aros. +4o que quiero decir es que creo que ella tampoco es del Pueblo, al menos no del todo. 1iene los ojos claros como yo, sólo que azules. 9 es alta. )#s alta incluso que tú, abuela, pero tiene el pelo oscuro y fino como el Pueblo. * m"... a m" me parece preciosa. +*hhh. +4a abuela asintió con aprobación. 1endr"a que haber sabido que iba a ser Kia quien llamar"a la atención de ;orro. Kia era, efecti!amente, una muchacha preciosa, aunque no cre"a que se lo hubiera dicho nadie en mucho tiempo, si es que se lo hab"an dicho alguna !ez. *unque no le cab"a duda de que su familia la quer"a y la mimaba. 4as co sas que hac"an diferentes a Peque(o ;orro, a Kia y, en menor grado, a ella misma no siempre eran apreciadas por el Pueblo. +*buela, me gustar"a saber cómo... me gustar"a unirme a ella algún d"a. Cuando tenga mis propias cosas +terminó Peque(o ;orro apresuradamente y luego se dio la !uelta. 4a abuela se esforzó por contener la risa. >u% jo!en e impetuosa era su Peque(o ;orro. in embargo, cuando se lo propon"a, pod"a ser tan terca como el que m#s. +Como todo en la !ida, tienes que cerrar los ojos y desear que se cumpla, Peque(o ;orro. +Pero abuela, no s% si Kia esperar# a que se cumpla mi deseo +dijo Peque(o ;orro con e$asperación. +Pues entonces, Peque(o ;orro, m#s !ale que te des prisa. Kia estar# pronto en edad de casarse y no querr#s que se case con otro, /!erdad0 +4a abuela bajó la cara para ocultar la sonrisa burlona que le cur!aba los labios. +:h, no +4a idea hizo que los ojos de Peque(o ;orro soltaran chispas+. >uiero que sea mi compa(era, de nadie m#s. +Pues muy bien, hablar% con su padre. Es un !iejo amigo, me escuchar#. Peque(o ;orro toqueteó la piel en la que estaba sentada, muy ensimismada. 4a promesa de la abuela de que la iba a ayudar por un lado la hac"a feliz, pero por otro no. Por primera !ez en su corta !ida, Peque(o ;orro ten"a miedo. +/*buela0 +/", Peque(o ;orro0 +/>u% hago con ella0 +/>u% quieres decir, Peque(o ;orro0 +preguntó la abuela cansinamente al tiempo que se le!antaba para subirse a su propia plataforma de dormir. El dolor de la pierna iba a peor. 4e estaba costando ocultarle a Peque(o ;orro que se estaba poniendo enferma. *unque ansiaba reunirse con su amor perdido en el m#s all#, estaba preocupada por su

Peque(o ;orro. *unque Peque(o ;orro era capaz de cuidar de s" misma, sab"a mejor que nadie la soledad que se pod"a sentir en la tundra helada !i!iendo fuera de los campamentos, aceptada pero no bien!enida. &o, Peque(o ;orro necesitaba una familia y ella iba a hacer todo lo posible por asegurarse de que tu!iera la oportunidad de conocer el amor. +: sea, /cómo... me uno a ella0 4a abuela s" que se echó a re"r entonces. Pero le entró una sensación de tristeza. &o cre"a que fuera a !i!ir el tiempo suficiente para !er a Peque(o ;orro unida, pero ten"a una idea de cómo asegurarse de que fuera feliz. +'ueno, Peque(o ;orro, %sa es una larga lección que podemos empezar pero no terminar esta noche. Pero tienes que prometerme que !as a escuchar sin interrumpir, /comprendes0 +", abuela. Peque(o ;orro se tumbó en sus pieles y escuchó la !oz de su abuela hasta altas horas de la noche. >uer"a preguntar muchas cosas, muchas cosas que no entend"a, pero ten"a miedo de que su abuela se detu!iera, de modo que se limitó a escuchar atentamente hasta que ya no pudo m#s de sue(o. +>ue duermas bien, Peque(o ;orro, hay m#s cosas que aprender. Pero tendr# que ser otro d"a. +>ue duermas bien, abuela. 4os c#nticos eran tan alegres que a Kia le dol"an los o"dos. 1odo el campamento de in!ierno parec"a celebrar el inminente matrimonio< todo el mundo lo !e"a como un feliz acontecimiento. Es decir, todo el mundo sal!o Kia y 4obo &egro. Kia ten"a miedo de ;orro, siempre lo hab"a tenido, con ese pelo de fuego, rojo y alborotado, y esos ojos !erdes que nunca hab"a !isto. ;orro no era lo que imaginaba al so(ar con el aspecto que tendr"a su compa(ero. -ejando aparte el hecho de que efecti!amente era una gran cazadora, ;orro era una mujer y no pod"a darle hijos. 4o único que a Kia le hab"a apetecido siempre de la idea de unirse a alguien era tener un hijo. Cuando era m#s jo!en, hab"a sido una ni(era muy solicitada. Kia pensaba que tal !ez %ste era su castigo por todas las cosas horribles que le hab"a deseado a 4obo &egro. El toldo de la tienda se retiró tan deprisa que Kia pegó un respingo. unni entró en la tienda y la abrazó. +/Est#s lista, hija m"a0 % que est#s asustada, pero acabar# pronto. +Pero... pero no puedo casarme con ella. +Puedes y lo har#s +le dijo unni a su hija adopti!a con se!eridad. *unque ella misma le hab"a e$presado dudas parecidas a su compa(ero hac"a apenas un momento, no pod"a dejar que Kia ad!irtiera su miedo+. Es el deseo de &ube 'lanca. 4o ha prometido. *s" debe ser. +4uego unni repitió las palabras que su compa(ero le hab"a dicho para calmarla cuando le pidió hist%ricamente que no obligara a su única hija a unirse a la e$tra(a ;orro+. /Es que quieres causarle !ergAenza0 +&o +dijo Kia en !oz baja. &ube 'lanca hab"a sido un padre mara!illoso. Kia lo quer"a much"simo y nunca har"a nada que le hiciera

quedar mal ante los ojos del Pueblo. +;orro te ha honrado con su presa. 4a carne de esa sola pieza dar# de comer a todo el campamento de in!ierno nada menos que durante dos semanas. Con las pieles se podr#n hacer buenos hogares. &o tendr#s que preocuparte del tema de los hijos... +Pero yo quiero hijos +e$clamó Kia, con el corazón en un pu(o. +'ueno, seguro que eso es algo que tendr#s que hablar con tu... ;orro. El toldo se apartó y )i3o, prima de Kia, asomó la cara redonda por la puerta. +Es la hora, prima. +onrió alegremente y a Kia le dieron ganas de tirarle algo. )i3o se alegraba de que se fuera a casar con ;orro porque as" se quedar"a con 4obo &egro, puesto que ser"a la única mujer casadera que quedar"a en el campamento. Kia no ten"a el menor deseo de ser la compa(era de 4obo &egro, nunca lo hab"a tenido, pero en cierto modo habr"a preferido casarse con 4obo &egro antes que con la misteriosa y terror"fica ;orro. +*hora debo dejarte, hija m"a, porque !a a empezar la ceremonia. Kia se quedó mirando a unni mientras se marchaba y en su mente se puso a idear formas de romper el acuerdo sin da(ar la reputación de su padre. * lo mejor ;orro no quer"a casarse con ella, en cuyo caso, las dos saldr"an beneficiadas si se ayudaban la una a la otra. El toldo se retiró y entre fuertes gritos y horribles alaridos, le!antaron a Kia del sitio que ocupaba junto al fuego y la sacaron a rastras de la tienda. 1odo el campamento de in!ierno estaba alrededor de una gran hoguera, todos ellos bien en!ueltos en sus pieles y obser!ando como si estu!ieran a punto de !er una especie de milagro. Kia intentó llamar la atención de ;orro, pero %sta ten"a la mirada cla!ada en &ube 'lanca y no se !ol!ió hacia ella. Para Kia era como un sue(o. &o pod"a creer que en cuestión de un momento fuera a quedar unida a alguien a quien sólo hab"a !isto unas cuantas !eces durante las cacer"as. 4as palabras que pronunciaba &ube 'lanca no ten"an el menor sentido para Kia y al poco, el cordón de cuero marrón rodeó las manos de ;orro y Kia. 7sta las miró un momento, muy turbada< su mano era m#s grande que la de ;orro, lo cual la sorprendió hasta tal punto que casi dio un paso atr#s. 4os fuertes gritos comenzaron de nue!o y a ;orro y a ella las empujaron al interior de la tienda de la unión y las dejaron a solas. Kia miraba a ;orro con los ojos llenos de miedo. ;orro se adelantó. )e presentar% como me ense(ó mi abuela, pensó al tiempo que alargaba la mano para tocar la de Kia, pero %sta retrocedió con cautela. +&o deseo esto +soltó por la boca sin poder contenerse. e le escapó una especie de sollozo de entre los labios que flotó en la tienda como un esp"ritu maligno a la espera de apoderarse de una nue!a alma. ;orro se quedó paralizada, ol!idando la presentación formal cuando la fr"a !erdad le abofeteó la cara.

+/&o deseas esto0 +repitió como una boba porque no sab"a qu% m#s decir. +&o +sollozó Kia angustiada, mirando los relucientes ojos !erdes y el espeso pelo rojo. +/Por qu% no lo has dicho antes0 /Por qu% has dejado que nos unamos0 +;orro notó que se iba enfadando a medida que hablaba, pero intentó calmarse por temor a que Kia llorase m#s. +9o... +4a respuesta de Kia quedó ahogada por la música. El redoble de los tambores y los fuertes c#nticos indicaban que la ceremonia de unión hab"a empezado. -urar"a hasta que los ancianos decidieran que la unión se hab"a consumado. 4os c#nticos y los tambores eran un intento ceremonial de dar intimidad a las parejas reci%n unidas. +/Estar"as dispuesta a deshonrar a tu familia rechaz#ndome0 + preguntó ;orro enfadada. +&o... yo... +/Entonces qu% !as a hacer cuando la madre te e$amine y no hayas sido probada0 +&o lo s%. ;orro !ol!ió la espalda a Kia, desilusionada y furiosa. 6ecordaba las palabras de su abuela tan claramente como si se las estu!iera diciendo en ese mismo momento. -ebes asegurarte de que no tenga miedo@ si no, no disfrutar# de lo que le ofrezcas. ;orro se de!anó los sesos y se apartó ner!iosa el pelo rojo de la cara. El escozor de la herida causada por el arpón de 4obo &egro fue lo que le dio la idea. e giró bruscamente y miró furiosa a Kia un momento hasta que por fin sua!izó la mirada para no asustarla. 1ranquila, ;orro, tú no te comportas como una mujer, pero debes aprender a estar tranquila para no asustarla. +e me ha ocurrido una idea, pero sólo funcionar# si me ayudas. Kia miró un momento a ;orro con desconfianza y luego asintió con la cabeza. +4a madre te e$aminar# para asegurarse de que nuestra unión se ha consumado. Kia sintió una oleada de temor. Claro que lo comprobar"a, siempre lo hac"an. Era la única manera de asegurarse de que m#s adelante un hombre no afirmara que otro hombre hab"a probado a su compa(era y la de!ol!iera a su familia. 4a única ocasión en que no lo comprobaban era en el caso de una unión en que el compa(ero de la mujer hubiera muerto. En ese caso, el segundo compa(ero deb"a recibir honores si el primero hab"a tenido una buena muerte. 1odos los honores y bienes materiales propiedad del primero pasar"an al segundo tras la unión. +", siempre lo comprueban. Es la costumbre +contestó Kia abatida. +Entonces tenemos que hacer que parezca que lo hemos hecho. +/9 cómo !amos a hacer eso0 +preguntó Kia temerosamente. +>u"tate la ropa y %chate. Kia sacudió la cabeza !igorosamente.

+&o, no lo !oy a hacer. +&o nos queda mucho tiempo, Kia. 4a madre no tardar# en !enir y te e$aminar# y si cree que no has sido probada, ser# una deshonra para ti y tambi%n para m". Kia pensó cuidadosamente en lo que dec"a ;orro. 7sta ten"a razón. -el mismo modo que las mujeres probadas antes de la unión quedaban estigmatizadas, lo mismo les suced"a a los hombres que no consegu"an cumplir con sus deberes conyugales. +Pero... pero tú eres una mujer como yo, a lo mejor no lo comprueban. +4o comprobar#n +dijo con seguridad+. 1endr#s que desnudarte. &o tenemos mucho tiempo, /o quieres decirles que has sido probada antes de la unión0 Kia se mordió el labio. 6econocer haber sido probada antes de estar unida era un sino peor que la muerte para la mayor"a de las chicas. &ingún hombre se casar"a jam#s con ellas, pues era probable que dejaran que cualquiera las probase. 4o mejor que pod"an esperar era una !ida de ser!idumbre o abandonar al Pueblo, lo cual equi!al"a a una muerte casi segura. +&o creo que se !ayan a creer que yo no he podido cumplir, as" que eso no !a a funcionar... Kia estaba deseando preguntarle por qu%, pero no lo hizo. -aba igual. -e modo que empezó a desnudarse. Primero se quitó el abrigo y la camisa de piel de cier!o con las cuentas de colores alrededor del cuello. 4uego se quitó las botas y por último los pantalones. -urante todo este tiempo, se negó a mirar a ;orro. Por fin, se echó y se cubrió hasta los hombros con las pieles de la unión. Eran de la mejor calidad y si Kia no hubiera tenido tanto miedo, podr"a haber disfrutado de su sua!idad. 1al y como estaban las cosas, hab"a empezado a temblar. +/1ienes fr"o0 +4a pregunta sonó, daba la impresión, justo encima de ella. Kia sofocó un grito al le!antar la mirada y !er a ;orro desnuda. -es!ió la mirada ante la !isión en primer plano de todo su cuerpo. e apartó como si se hubiera abrasado. ;orro empezó a enfadarse. u abuela le hab"a dicho que fuera amable y ella no hab"a hecho otra cosa. ?ba a conseguir ganarse a Kia, cosa que ninguna otra mujer del pueblo pod"a hacer. Pero empezaba a pensar que Kia nunca la aceptar"a como compa(era y ;orro sab"a que no pod"a permitir que pasara eso. ;orro suspiró y cogió el largo abrigo de piel de oso. us dedos acariciaron admirados la piel blanca. El oso era un s"mbolo de longe!idad y fortuna para un cazador. Era el enemigo m#s peligroso. 1odos los hombres del pueblo que ten"an una hija, en algún momento antes de que %sta estu!iera en edad de casarse, deb"an dar caza y matar al oso blanco. *ntes de que su hija se uniera, el padre regalaba un abrigo al hombre, igual que su padre se lo hab"a regalado a %l. 4a creencia era que la fuerza del oso se

fundir"a con su alma y lo ayudar"a a fecundar a la mujer. ;orro hab"a recibido el abrigo de manos de &ube 'lanca. &o hab"a hecho caso de las risas que estallaron entre los hombres cuando le entregó el regalo. &ada de eso ten"a importancia< hab"a escuchado a su abuela, hab"a tenido paciencia y hab"a deseado que se cumpliera. Por fin, Kia era suya. ;orro deslizó los brazos en el abrigo y respiró hondo. +Kia, /me miras0 Kia la miró atemorizada y ;orro tu!o que tragar para poder terminar lo que iba a decir. er"a dif"cil, pero dejar"a que Kia tomara sus propias decisiones y esperaba que aprendiera a amar a ;orro tanto como ;orro la amaba a ella. ;orro alargó la mano hacia Kia y %sta pegó un respingo de miedo. +/2es esto0 +*brió la mano despacio y le mostró a Kia lo que ten"a. +&o tengo hambre +dijo Kia sua!emente, lo cual hizo re"r a ;orro por un instante. +&o, supongo que no. +)iró las bayas rojas que ten"a en la mano y luego !ol!ió a mirar a Kia+. 4as usamos para pintarnos la cara durante la cacer"a de la ballena. /abes por qu%0 +Porque simboliza la sangre de la ballena, para agradecerle el alimento y abrigo que nos !a a dar. +*s" es +asintió ;orro, imitando inconscientemente el gesto de su abuela. Kia se quedó mirando las bayas un momento y !io que la mano de ;orro se cerraba a su alrededor y una sustancia roja como la sangre se colaba entre sus dedos. ;orro recogió con la otra mano las gotas que si no, habr"an ca"do sobre el suelo cubierto de pieles de la tienda. +*hora %chate, Kia, no nos queda mucho tiempo. +4os c#nticos se iban haciendo cada !ez m#s fuertes. ;orro intentó no pensar en el hecho de que no estaba lle!ando a su compa(era al orgasmo como se supon"a por los fuertes c#nticos. >uer"a gritar que no hab"a necesidad de que cantaran, pues no hab"a nada que o"r. ab"a que estaban todos ah" fuera bebiendo, comiendo y fumando y haciendo bromas obscenas sobre lo que estaba pasando en la tienda en ese mismo instante. +;orro, por fa!or... tengo miedo... no quiero esto. +Kia, no te !oy a hacer da(o +e$plicó ;orro e$asperada+. 1e !oy a poner esto. Cuando entre la madre, si no se fija mucho, creer# que te he tomado. Kia aspiró bruscamente y miró a ;orro con incredulidad. +/9 tú qu%0 /* ti no te !an a e$aminar0 Por alguna razón, la pregunta hirió a ;orro en el corazón, pero meneó la cabeza. +&o. 9o soy una cazadora, no me !an a e$aminar. Kia se reclinó y se echó las c#lidas pieles por encima de los hombros. +Kia, tienes que bajar las mantas. &o quiero manchar las pieles de  jugo.

Kia se apartó despacio las mantas de los hombros. El fr"o de la estancia no le hac"a temblar tanto como el miedo que sent"a. )iró los febriles ojos !erdes de ;orro y cerró los suyos de golpe. e detu!o un momento antes de mostrar sus pechos a esos febriles ojos de animal y casi saltó de las pieles cuando ;orro dijo con !oz ronca y acalorada< +-ate prisa, Kia, !an a !enir dentro de nada. Kia asintió y se deslizó las pieles por el cuerpo hasta que le llegaron a las rodillas. +*p#rtalas, Kia +dijo ;orro sua!emente, al tiempo que sus ojos se posaban en Kia por primera !ez. 1u!o que recordarse a s" misma que ten"a que respirar. u abuela ten"a razón, Kia era preciosa y ser"a digna de la espera. ;orro no hizo caso del hormigueo que ten"a en el estómago ni del calor que sent"a entre las piernas y se acercó m#s+. *bre las piernas + susurró sua!emente. 4os c#nticos casi hab"an terminado< era el momento en que se eleg"a a Bla madreB. 7sta no era necesariamente la madre de ninguno de los reci%n unidos. Era un cargo de honor que se asignaba en cada ceremonia de unión. in embargo, ;orro no ten"a la menor duda de que Bla madreB ser"a la propia madre de Kia, puesto que hab"a sido elegida m#s que cualquier otra mujer mayor de edad de la aldea. Esperaba que el hecho de que se trataba de su propia hija la lle!ara a no e$aminarla demasiado a fondo. Kia se echó a llorar apagadamente al abrir las piernas con temor. ;orro se sent"a mal por asustar a Kia, pero hab"a que hacerlo y tal !ez m#s adelante Kia apreciara la delicadeza con que estaba manejando la situación. ;orro empujó delicadamente las piernas de Kia para que las abriera m#s y tu!o que parpadear dos !eces para aclararse la !ista al !er por primera !ez el se$o de Kia. Como una piel sedosa y bella, instaba a ;orro a tocarlo, a e$plorar su sua!idad. Era tan distinto del de ;orro que de repente %sta sintió una !ergAenza que no hab"a sentido desde la primera !ez que ad!irtió que su propio se$o estaba cubierto de rizado pelo rojo y no negro, como el de las dem#s mujeres del Pueblo. ;orro !ol!ió en s" y se colocó entre las piernas abiertas de Kia y se echó hacia delante para poder !er lo que hac"a a la escasa luz del fuego. E$tendió el jugo de las bayas sobre los muslos de Kia con dedos temblorosos, sin apartar los ojos del se$o de Kia, pero un le!e gemido le hizo le!antar la mirada r#pidamente para !er que Kia se hab"a tapado los ojos con las manos y estaba llorando sua!emente. ;orro ard"a en deseos de pedirle perdón por asustarla, pero era la única forma. Estaba segura de que Kia se lo agradecer"a m#s adelante. 4os c#nticos cesaron de repente, indicando que se hab"a elegido a Bla madreB y que %sta entrar"a en la tienda en cualquier momento. ;orro tragó y terminó de pintar los muslos de Kia y luego susurró su nombre. +Kia, ahora te !oy a tocar. &o te har% da(o, sólo te !oy a poner el jugo de las bayas, no grites. Kia asintió aunque siguió llorando en silencio. 4as dos pegaron un

respingo por el primer contacto de las manos de ;orro en el se$o de Kia. ;orro pensó por un instante que deber"a dejar que fuera Kia la que lo hiciera, pero no ten"a tiempo de e$plic#rselo, de modo que separó delicadamente los labios del se$o de Kia y con la punta de los dedos, que segu"an tembl#ndole de ner!ios, e$tendió con cuidado el jugo de las bayas sobre Kia. 7sta se hab"a echado a temblar tambi%n y ten"a la cara ba(ada en l#grimas y los ojos cerrados como si agonizara y a ;orro le dolió el corazón por ella. El grito de fuera hizo que Kia abriera los ojos de par en par. 5ab"a asistido a suficientes ceremonias de unión como para saber que Bla madreB iba a entrar de un momento a otro. )iró suplicante a ;orro. +1ienes que limpiarte las manos, hay demasiado... +susurró desesperada entre l#grimas. ;orro buscó fren%tica a su alrededor algún sitio donde esconder las bayas aplastadas que ten"a en la mano. )iró asustada a Kia, no hab"a pensado en esto. 1en"an que librarse de las bayas aplastadas o alguien podr"a darse cuenta. Casi nada m#s pensarlo, ;orro se metió casi todas en la boca al tiempo que cubr"a el cuerpo de Kia con el suyo. Kia se quedó tan sorprendida por el repentino mo!imiento que se le escapó un ligero grito, pero ;orro la hizo callar con una mirada feroz. +*yúdame, Kia. +;orro metió el resto de las bayas en la boca abierta de Kia, encajando las caderas entre las piernas de Kia. Con el corazón desbocado, cubrió la boca de Kia con la suya y la besó por primera !ez. -e su garganta brotó un le!e gemido cuando el sabor de las bayas y de los labios de Kia penetró sus caóticos pensamientos. ;orro pensó que era su imaginación lo que la lle!aba a creer que notaba el le!e olor almizcle(o del se$o de Kia. 2ol!ió a mo!er los labios sobre los de Kia con la esperanza de recuperar ese ligero sabor a almizcle. Casi al instante se perdió en el beso. 4a respiración de Kia era agitada y entrecortada. El sobresalto inicial de tener el cuerpo desnudo de otra persona encima de ella fue desapareciendo y Kia cobró conciencia total de la sedosa humedad que hab"a entre ella y ;orro. 7sta mo!ió las caderas de manera casi imperceptible al principio y luego con algo m#s de fuerza cuando a Kia se le escapó un le!e gemido de entre los labios. e le llenó el estómago de calor cuando la lengua de ;orro empezó a solicitar delicadamente permiso para entrar en su boca. e hab"a esperado cualquier cosa menos este beso dulce y c#lido que le hac"a desear pegarse m#s a ;orro. e oyó una risita detr#s de ellas y ;orro alcanzó su cuchillo y se giró bruscamente. B4a madreB lle!aba una m#scara ceremonial, al igual que el  jefe durante una unión. in embargo, ;orro se dio cuenta por el cuerpo de que efecti!amente iba a ser la madre de Kia quien la iba a e$aminar. *sintiendo a Bla madreB para pedirle disculpas, ;orro dejó el cuchillo y se apartó con cuidado de entre las piernas de Kia, ad!irtiendo con cierta satisfacción que el jugo realmente parec"a sangre y que incluso ella misma se hab"a manchado un poco. )ientras Bla madreB estaba inclinada sobre Kia, ;orro se limpió con cuidado la boca con el dorso de la mano. )iró la boca de

Kia y se sintió ali!iada al !er que no quedaba ni rastro de las bayas. 9 al menos Kia hab"a dejado de llorar, aunque toda!"a ten"a la cara completamente mojada. 4a madre miró su se$o separando delicadamente las piernas de Kia y obser!#ndolo a tra!%s de la m#scara. 8na !ez m#s, Kia apartó la cara a!ergonzada. * ;orro le pareció que pasaba una estación completa antes de que Bla madreB se le!antara en silencio, le hiciera a ;orro un gesto de aprobación con la cabeza y saliera de la tienda. El grito de júbilo que hubo fuera de la tienda fue lo que le dijo a ;orro que hab"a tenido %$ito con el enga(o. Cuando los tambores empezaron a sonar con fuerza, ;orro se dejó caer al suelo llena de debilidad. 4o hab"a conseguido. Kia era suya y nadie pod"a quit#rsela. )iró a Kia, cuyo pelo oscuro y sedoso se fund"a casi a la perfección con las pieles, y !io que !ol!"a a echarse a llorar sua!emente. 4e dio la espalda a ;orro y se hizo un o!illo para consolarse a s" misma. 4a alegr"a que sent"a ;orro por haberse unido por fin a Kia empezó a desaparecer al !er la espalda de su compa(era estremecida por la fuerza de sus sollozos. 4a celebración duró toda la noche y hasta bien entrada la ma(ana. Kia lo sab"a porque hab"a estado despierta casi todo el tiempo. 4e resultaba irreal que hubiera gente celebrando su unión y sin embargo, ella no pudiera encontrar un moti!o de regocijo en ello. 5ab"a sido incapaz de pensar en algo que decirle a ;orro mientras miraba a su compa(era pelirroja colocar sus pertenencias en su trineo. 4os perros blancos de ;orro gimoteaban y tiraban de las correas de cuero que los rodeaban como si percibieran el ner!iosismo en el aire. &i siquiera pudo animarse a darle las gracias debidamente por no empe(arse en una unión en toda regla, como era su derecho, y ahora deb"a despedirse de su familia y partir con ;orro a un lugar desconocido. Pues nadie sab"a realmente dónde !i!"a ;orro. iempre hab"a aparecido en el campamento con su abuela y luego sola para comerciar y participar en las cacer"as. Kia aún o"a a algunos de los hombres protestando al principio ante la idea de permitir que ;orro participara en las cacer"as de caribúes. in embargo, &ube 'lanca hab"a puesto fin a aquello inmediatamente se(alando que ni ;orro ni su abuela ten"an a un hombre que cazara por ellas, por lo que era lógico que ;orro cazase si no quer"a morir de hambre. 5ubo cierto descontento, pero a ;orro no se le impidió unirse a la cacer"a y no tardó en con!ertirse en la mejor cazadora de todos ellos, por lo que nadie !ol!ió a protestar de que participara en las cacer"as. +/Est#s lista0 +preguntó ;orro en !oz baja, sobresaltando a Kia, que hab"a estado contemplando las negras monta(as coronadas de hielo. +" +contestó secamente. e sent"a un poco a!ergonzada de no haberle dicho m#s que cuatro palabras a ;orro desde que se despertaron por la ma(ana, pero realmente no sab"a qu% decir. 5ab"a ocurrido todo tan deprisa que no hab"a tenido tiempo de pensar y mucho menos de hablar. Kia se !ol!ió hacia su madre y la estrechó ferozmente contra su pecho. 7ste ya

no ser"a su hogar. 9 en menos de un cuarto de ciclo, su familia y todo el Pueblo abandonar"an el campamento de in!ierno para seguir al caribú. ;orro y su abuela nunca se hab"an trasladado con ellos. Kia estaba segura de que ;orro no iba a cambiar sólo porque ahora estaba unida. Kia deseaba a menudo poder quedarse y no tener que arrancar sus ra"ces con cada cambio de estación. *hora lamentaba ese deseo< esta !ez no hab"a cosa que deseara m#s que marcharse con su familia. Kia se sentó en el trineo, con sus escasas pertenencias atadas a la parte de delante junto con el abrigo de unión y otros regalos que &ube 'lanca le hab"a hecho a ;orro. Kia se !ol!ió para mirar a ;orro, pero %sta ten"a una e$presión inescrutable. *ntes de que pudiera le!antar la mano para saludar a su madre por última !ez, ;orro se puso en marcha, por lo que Kia tu!o que agarrarse a su cintura para e!itar salir despedida por la parte de atr#s. in que Kia lo supiera, ;orro estaba perdida en sus propios pensamientos oscuros. *l salir de la tienda de la unión, 4obo &egro la hab"a acorralado. +*s" que te crees un hombre, /no0 +&o soy un hombre. +*s" es y no eres una cazadora. ;orro sonrió. +oy mejor cazadora de lo que lo ser#s tú en toda tu !ida +dijo con suficiencia, retando con la mirada a 4obo &egro para que la desafiara. 4obo &egro la miró con furia y luego en sus ojos apareció un brillo mal%!olo. +1e crees que has ganado, pero no es as". />u% har#s cuando no puedas darle hijos0 +* las dos nos abandonaron, ya encontraremos a quien cuidar +dijo ;orro con m#s con!icción de la que sent"a. &unca se le hab"a ocurrido que Kia pudiera querer hijos. -e hecho, no se le hab"an ocurrido muchas cosas, como, por ejemplo, que Kia nunca llegara a sentir por ;orro lo que %sta deseaba que sintiera. ;orro se quedó tan anonadada al pensarlo que se apartó de 4obo &egro sin mirarlo siquiera. 4obo &egro, con!encido de que la hab"a herido, entró a matar como un aut%ntico cazador, grit#ndole< +&o te preocupes. Cuando no puedas darle placer, !ol!er# corriendo a m" ;orro apretó los labios al recordar las palabras de 4obo &egro con la claridad que sólo poseen las palabras hirientes. Estaba tan ensimismada que no ad!irtió el peque(o tiro de cuatro perros con trineo que la segu"a a cierta distancia. ;orro aflojó las manos y dejó que los perros corrieran hasta su refugio por su cuenta. :bser!ando la zona que rodeaba su hogar con su aguda !ista, no !io nada fuera de lo normal y se concentró en descargar las escasas pertenencias de Kia de la parte delantera del trineo. ;orro fue por delante y Kia la siguió al interior de la casa de piedra.

El Pueblo !i!"a en tiendas construidas con la piel del caribú. e apilaba nie!e a los lados para impedir que el aire fr"o se lle!ara las tiendas. >ue ;orro pudiera recordar, siempre hab"a !i!ido en esta casa de piedra con su abuela. Era la única razón por la que no se trasladaban como el Pueblo. Kia carraspeó cuando ya hab"an pasado !arios minutos sin hablar. +/-ónde !oy a dormir0 +preguntó ner!iosa, obser!ando las paredes cubiertas de turba. 4o único que le resultaba familiar de la !i!ienda era que, como en su tienda del campamento de in!ierno, el suelo estaba cubierto de sua!es pieles. ;orro ten"a !arias mantas en los brazos y miró a Kia sin comprender. e dio cuenta por la e$presión ner!iosa de Kia de que %sta no quer"a dormir con ella, de modo que se dio la !uelta y se limitó a decir< +1e lo ense(ar%. +;orro se esforzó por que no se le notara la decepción en el tono, pero estaba segura de que hab"a fracasado miserablemente+. *h". +e(aló la plataforma de dormir que ahora era suya y antes hab"a pertenecido a su abuela. Era el doble de grande que la que estaba al otro lado de la estancia. 4as dos estaban a cada lado del fuego para recibir calor. Kia asintió satisfecha y se puso a mirar la estancia con asombro. 9a hab"a o"do hablar de este tipo de !i!ienda, pero nunca hab"a !isto una. u pueblo nunca constru"a !i!iendas permanentes. 4a suya no era una !ida sedentaria. 2i!"an y se alimentaban de acuerdo con las idas y !enidas del caribú y rara !ez se quedaban en el mismo sitio m#s de un cuarto de ciclo. +/Esto... esto no se !a a caer cuando llegue la nie!e0 +&o, es fuerte. 5e !i!ido aqu" toda la !ida. +/>ui%n construyó este sitio0 +preguntó Kia, cuya curiosidad natural le hizo ol!idar por el momento todas sus cuitas. ;orro estaba arrodillada  junto al c"rculo del fuego, haciendo chocar dos trozos de pedernal nue!o que le hab"a dado &ube 'lanca, por lo que tardó un momento en contestar. +)i abuela y su amor. +/u amor0 +Kia se quedó sorprendida. -esde que conoc"a a la abuela, sólo hab"an estado ;orro y ella y nadie m#s y tampoco hab"a o"do hablar de un compa(ero cuando los hombres hablaban de ellas alrededor del fuego. +/9 qu% fue de %l0 +Ella. +/Ella0 +", creo que era una mujer. +/&o lo sabes0 +&o, no lo s%. 4a abuela no hablaba de ella. 9 no s% qu% fue de ella. Kia obser!ó mientras ;orro se quitaba parte de la ropa, pues la estancia se hab"a caldeado. e acercó a un estante y cogió unas cuantas especias. +2oy a comprobar mis trampas. &adie !iene nunca por aqu", as" que estar#s a sal!o. Kia asintió, contenta de tener un rato para estar sola y e$aminar este

e$tra(o sitio que iba a ser su nue!o hogar. ;orro se marchó en silencio y Kia soltó un suspiro de ali!io y la tensión que sent"a en presencia de ;orro fue desapareciendo al asimilar lo que la rodeaba sin esos penetrantes ojos !erdes obser!ando todos sus mo!imientos. e sentó en la plataforma de dormir hecha de piedra y miró a su alrededor. *parte del alegre fuego que ard"a en el c"rculo central, no hab"a ningún adorno. &i pieles de colores, ni mantas, ni cer#mica, nada que re!elara el tipo de persona que !i!"a all". * lo largo de una pared hab"a un estante hecho con el mismo tipo de piedra del que estaba hecha la casa, con numerosos tarros llenos de algo que parec"an especias. usto enfrente de Kia hab"a una peque(a plataforma de dormir que supon"a que era de ;orro. En un rincón hab"a una peque(a mu(eca tallada en lo que parec"a ser un colmillo de morsa. Kia la cogió y la e$aminó, con una peque(a sonrisa en la cara. 5ab"a !isto mu(ecas as" en su propia aldea, pero le sorprendió !er una en posesión de ;orro. Kia dio la !uelta a la mu(eca con cuidado y se le borró la sonrisa al !er que alguien se hab"a tomado la molestia de ponerle pelo rojo como el de ;orro. Probablemente mediante las mismas bayas con que ;orro le hab"a manchado el cuerpo para simular el mismo color. Kia se alegró de que alguien hubiera querido tanto a ;orro como para hacerle un juguete as". Ella misma siempre hab"a tenido mu(ecas como las de las dem#s ni(as. &ingún adulto se hab"a molestado nunca en ponerles ojos o una cara como los suyos. Kia dejó la mu(eca en su sitio y continuó su inspección. El tintineo de algo met#lico llamó la atención de Kia. Escuchó por si !ol!"a a o"rlo y, efecti!amente, se repitió de nue!o, esta !ez m#s cerca que antes. Kia se acercó a la puerta y con cuidado echó a un lado la gruesa piel colgada all" para mirar fuera. El trineo y el tiro de perros le resultaban conocidos, pero era e!idente que no eran los caracter"sticos perros blancos de ojos azules de ;orro. 4a aprensión de Kia fue en aumento a medida que se acercaba el trineo. ;orro hab"a dicho que nadie sal!o &ube 'lanca sab"a dónde !i!"a, pero ahora se acercaba un desconocido y, por la t rayectoria de los perros, se dirig"an a propósito hacia la casa de ;orro. Kia se preguntó difusamente si deb"a esconderse. 5ab"a o"do historias horribles sobre lo que les hac"an los pe3ehas a las mujeres del Pueblo si las encontraban solas. 4a propia Kia nunca hab"a !isto a uno y esperaba no !erlo jam#s. 8na orden #spera y brusca le re!eló a Kia al instante qui%n se acercaba y aunque su cuerpo se relajó ligeramente, en su cara se formó un ce(o preocupado. /Por qu% !en"a 4obo &egro hasta aqu"0 ;orro y %l no hab"an hecho m#s que mirarse con rabia cada !ez que entraban en contacto, despu%s del incidente durante la caza de la ballena. 4obo &egro detu!o a sus perros justo delante de la casa, sin molestarse en ponerlos a refugio. e bajó de los esqu"es de su trineo y se acercó a la casa, con cara de determinación. Kia esperó a que 4obo &egro estu!iera m#s cerca antes de preguntar preocupada< +/:curre algo, 4obo &egro0 /Por qu% has !enido0 4obo &egro se detu!o delante de Kia y dijo cort%smente<

+-eseo hablar contigo, Kia. Kia asintió y se apartó de la puerta. 4obo &egro entró en la casa de piedra y miró a su alrededor como si esperara que el techo se fuera a hundir, como hab"a hecho Kia. +/Por qu% has !enido, 4obo &egro0 i ;orro te encuentra aqu", no te !a a dar la bien!enida. 4obo &egro se !ol!ió furioso hacia Kia, ol!idando por el momento su asombro ante la casa de piedra. Como Kia, nunca hab"a !isto un hogar permanente. 1odo el Pueblo e incluso otras tribus con las que entraban en contacto !i!"an en tiendas o en iglu%s constru"dos casi enteramente de nie!e. 4os asentamientos se pod"an desmontar y trasladar enteros en cuestión de d"as. Era su forma de !ida. Esta !i!ienda y sus dos !i!iendas m#s peque(as estaban constru"das para soportar las fuertes ne!adas del in!ierno, as" como para mantener el aire fresco en el !erano. iempre se hab"a preguntado cómo sobre!i!"an ;orro y su abuela en un solo lugar. +)e da igual que no me d% la bien!enida. 5e !enido para hablar contigo +gru(ó 4obo &egro con rabia antes de poder controlarse. ua!izó el tono y continuó+< &o he !enido para hablar con esa... co n ;orro. 5e !enido para hablar contigo. +/Conmigo0 /Por qu%0 +Kia frunció el ce(o de nue!o. 4obo &egro y ella rara !ez se hablaban, ni siquiera para saludarse. 7l se hab"a burlado de ella sin piedad cuando eran peque(os, pero aparte de eso, no hab"a habido ofrecimientos de amistad por parte de ninguno de los dos. +Kia, he !enido para lle!arte de !uelta al campamento de in!ierno. +/4e pasa algo a mi madre0 +preguntó Kia, buscando fren%tica su abrigo. +&o, est# bien, todos est#n bien. Kia se detu!o y miró interrogante a 4obo &egro. +/Entonces por qu% est#s aqu"0 /Por qu% tengo que !ol!er0 +Estoy aqu" porque no te corresponde estar con esa... con esa... pe3eha. 9o soy con quien te tienes que unir. Esto, +agitó la mano con desd%n+, no es el lugar que te corresponde, tu sitio est# con el Pueblo como madre de mis hijos. +*l decir esto, 4obo &egro se irguió cuan alto era. En su mente no cab"a duda de que Kia le agradecer"a que la rescatara. Kia se quedó boquiabierta al o"r las palabras de 4obo &egro . +4obo &egro, estoy unida. 4o que dices har"a que mi padre nos desterrara a los dos del Pueblo. Estoy unida a ;orro +declaró Kia, pasmada al !er que 4obo &egro se atre!"a a desafiar la ley. +&o puedes estar unida a ella. Es una mujer. /Cómo puede darte lo que te puedo dar yo0 +&o puede +contestó Kia con sinceridad. *l mirar a 4obo &egro mo!i%ndose por el hogar de ;orro con desprecio, se preguntó si en realidad hab"a querido alguna !ez lo que le ofrec"a. Estaba a punto de decir, B9 tampoco lo deseaB, cuando 4obo &egro la interrumpió. +Entonces est#s de acuerdo conmigo +dijo 4obo &egro con

satisfacción y una sonrisa de triunfo en la cara+. Coge tus cosas, !amos a !er a tu padre. 4e e$plicaremos que as" no es como deber"an ser las cosas. &o puedes quedarte con alguien que no te da placer ni hijos. Ella no te puede dar ninguna de las dos cosas. +-io la espalda a Kia y se acercó a la plataforma de dormir m#s peque(a, donde cogió la peque(a mu(eca que la abuela de ;orro hab"a hecho para ella y con una carcajada despreciati!a la !ol!ió a tirar sobre la piedra, sin molestarse en ponerla de nue!o donde la hab"a encontrado. 4obo &egro ya se hab"a puesto a pensar en lo que le dir"a al tonto del padre de Kia. Estaba seguro de que podr"a con!encerlo para que !iera las cosas como %l. 4obo &egro ni se molestó en !ol!erse para mirar a Kia. Estaba con!encido de que simplemente seguir"a sus órdenes. +/4obo &egro0 +dijo Kia, en un tono que hasta a ella le sonó apocado. 4obo &egro se !ol!ió y al !er que Kia no se hab"a mo!ido, empezó a poner mala cara. 1endr"a que ense(arle que cuando %l dec"a que hiciera algo, esperaba que lo hiciera deprisa. 9a tendr"a tiempo para eso despu%s de la unión+. >uiero que te !ayas de mi casa. 4obo &egro se quedó r"gido y se le oscureció la piel de rabia al asimilar las palabras de Kia. +/1u casa0 7sta no es tu casa, es la casa de esa... de ese demonio blanco. Kia sintió que se le llenaba el pecho de rabia y miró a 4obo &egro con dureza. *unque ten"a miedo de ;orro, sab"a lo hirientes que pod"an ser las palabras de 4obo &egro y no deseaba que ;orro se sintiera como se hab"a sentido ella hac"a tantos ciclos. +&o es un demonio Es como yo y es mi compa(era. *qu" ya no eres bien recibido. Por fa!or, !ete. +Kia... +4obo &egro se puso p#lido al !er la e$presión resuelta de Kia. 4uego se sonrojó al darse cuenta de que la hab"a perdido. En realidad, nunca hab"a sido suya, pero esto le daba aún m#s moti!os para odiar a la que llamaban ;orro. +Kia, !en conmigo. +4obo &egro alargó furioso la mano para agarrar a Kia del brazo. Kia se apartó bruscamente, ante lo cual 4obo &egro se la quedó mirando sin dar cr%dito. Kia se irguió ante %l cuan alta era. Con la rabia, no se molestó en encor!ar los hombros. *pretó los labios. +Por fa!or, !ete y no !uel!as. 5e dejado claros mis deseos. Estoy unida. +i no !ienes conmigo ahora, tomar% a )i3o como compa(era. 1endr#s que quedarte aqu" con esa pe3eha. * Kia le dieron muchas ganas de decirle a 4obo &egro que prefer"a quedarse aqu" con ;orro antes que unirse a %l, pero no dijo nada, simplemente se acercó a la puerta y apartó la piel, dici%ndole con los ojos lo que no e$presaba con la boca. 4obo &egro fue a la puerta sin mirar a Kia. *nonadado por su propio fracaso a la hora de apartar a Kia de una mujer, dijo<

+)e casar% con )i3o esta noche. i !ienes a m" antes de entonces, me unir% a ti en cambio. +Cruzó la puerta sin imaginarse siquiera el grado de odio y asco que sus últimas palabras hab"an pro!ocado en Kia. 5ubo un tiempo en que aceptaba que algún d"a acabar"a unida a 4obo &egro. *hora se daba cuenta de que unirse a %l habr"a sido el peor error que podr"a haber cometido. Kia dejó caer la pesada piel en su sitio delante de la puerta y se !ol!ió hacia el fuego. 1en"a que agradecerle a ;orro el haberla sal!ado de ese error. 8n copo de nie!e bajó !olando del cielo y se posó delicadamente en el e$tremo de unas pesta(as de color claro. Cambiando r#pidamente de sólido a l"quido, se mo!ió en forma de gota de agua solitaria por la pesta(a y se metió en un ojo abierto. ;orro no parpadeó< estaba paralizada mirando el trineo de 4obo &egro que bajaba por el otro lado de la colina hasta desaparecer de su !ista. ;orro se quitó la capucha de la cabeza como si eso la fuera a ayudar a !erlo mejor. us ojos se cla!aron sin parpadear en el punto donde lo hab"a !isto por última !ez. 8na rabia tan ardiente como el pelo que ahora se agitaba alrededor de su cara p#lida subió por su cuerpo hasta que su pu(o abrasador se aposentó satisfecho en su corazón. Pensó en ir tras %l, pero le costar"a alcanzarlo antes de que llegara al campamento de in!ierno. &olo, el perro gu"a de ;orro, se !ol!ió para mirar a la mujer inmó!il que ten"a detr#s y gimoteó un poco pidiendo sus órdenes. ;orro lo miró en silencio y con un sua!e silbido, empezaron a mo!erse despacio hacia casa. ;orro soltó a los perros de los arneses m#s despacio que de costumbre. &i siquiera cuando 4obo &egro le lanzó el arpón se hab"a sentido tan furiosa como ahora. Kia !ol!ió a colocar cuidadosamente la peque(a mu(eca en la esquina de la plataforma y se puso a e$plorar el resto de la !i!ienda. Para ella fue algo natural empezar a limpiar y a colocar sus pieles de dormir y estaba tan contenta canturreando por lo bajo cuando oyó el crujido de las raquetas de ;orro que se acercaba a la puerta. ;orro entró en su hogar y tu!o que parpadear dos !eces para darse cuenta de que efecti!amente no se hab"a equi!ocado de casa. +1e has instalado, bien +dijo ;orro tensamente al ad!ertir que Kia parec"a contenta y que ya no caminaba con los hombros encor!ados como en las muchas otras ocasiones en que ;orro la hab"a obser!ado. +5e pensado que si colocaba mis cosas, no echar"a tanto de menos mi casa. ;orro asintió, se sentó en la peque(a piedra que hab"a al otro lado del fuego y empezó a quitarse las botas. Kia la miró como hipnotizada y por fin se lanzó hacia delante para ayudarla. +-eja que te ayude. +*garró la bota de ;orro y se puso a tirar. ;orro pegó un respingo y le apartó las manos como si hubiera hecho algo malo. +)e puedo quitar las botas yo sola +gru(ó. Kia se echó hacia atr#s como si ;orro le hubiera pegado y retrocedió

confusa. u madre siempre hab"a ayudado a su padre a quitarse las botas cuando llegaba a casa. Era la costumbre. ;orro se quitó las botas y se quedó mirando la tela que le manten"a los pies calientes e imped"a que las botas le hicieran rozaduras al caminar. +9o no soy un hombre. &o deseo que se me trate como tal. +;orro se le!antó y se puso a preparar la carne para el fuego. Kia obser!ó atónita mientras ;orro preparaba la comida con mano e$perta. Por fin, ;orro miró a Kia, que obser!aba en silencio. +/1ienes hambre0 +". +Kia hab"a decidido que sólo hablar"a cuando se le dirigiera la palabra y que har"a lo que se le ordenara hasta que pudiera comprender mejor a esta persona tan e$tra(a. e quedaron sentadas as" largo rato, ninguna de las dos dispuesta a hablar. Kia se conformaba con su reciente libertad y ;orro bull"a como el conejo que se estaba cocinando en el fuego. Con la rabia, empezaba a creer que Kia hab"a permitido a 4obo &egro unirse a ella. &o se le hab"a ocurrido pensar que Kia pudiera hacer una cosa as". Por eso hab"a estado dispuesta a esperar para unirse a ella, conform#ndose con el hecho de que su unión ya hab"a sido bendecida. ;orro se acercó al estante y cogió un cuchillo y dos cuencos de piedra. Cortó dos grandes piezas de carne del conejo que se asaba al fuego y le entregó la m#s grande a Kia. 4as dos comieron en silencio pero con hambre. +&o quer"a ser tan brusca contigo +dijo ;orro al cabo de unos cuantos bocados. Kia apartó los ojos de la suculenta carne y se encontró con la firme mirada !erde de ;orro. +4o comprendo. +En realidad no lo comprend"a. ;orro la hab"a rega(ado por hacer algo que era su deber. /Por qu% otras cosas iba a ser reprendida0 ;orro asintió y !ol!ió a concentrarse en su cuenco. 1omó dos bocados m#s y luego empezó a comer m#s despacio y se quedó mirando el cuenco sin !er. e preguntó si Kia le hablar"a de la !isita de 4obo &egro. &o sab"a cómo sacar el tema, de modo que se quedó en silencio hir!iendo de rabia. Kia obser!ó en silencio mientras ;orro sacaba !arias trampas de su zurrón hecho de piel de caribú y se pon"a a comprobarlas con seriedad. -urante horas, Kia se quedó mirando a ;orro mientras %sta trabajaba en las trampas hasta que todas estu!ieron limpias. 4as !ol!ió a meter con cuidado en el zurrón. Kia pensó por un momento en contarle a ;orro lo de la !isita de 4obo &egro, pero decidió que eso no le har"a ningún bien a nadie. Cuando ;orro se dio cuenta de que Kia no le iba a hablar de la !isita de 4obo &egro, sus peores temores se !ieron confirmados. +Es hora de dormir +dijo con tal brusquedad que Kia se sobresaltó y estu!o a punto de dejar caer la piel que hab"a estado cosiendo. e le!antó r#pidamente y se desnudó, con cuidado de no mirar a ;orro mientras lo hac"a. Kia se acostó r#pidamente y !ol!ió la cara hacia la pared cuando ;orro empezó a desnudarse.

*partando las pieles que estaban enrolladas y colocadas pulcramente bajo la plataforma de dormir, la furia de ;orro se calmó un poco al ad!ertir que Kia hab"a e$tendido hierbas blandas debajo para que la superficie no fuera tan dura al echarse. ;orro se acostó e intentó cerrar los ojos con fuerza para ahuyentar los pensamientos que se negaban a dejarla dormir. 4os recuerdos de 4obo &egro march#ndose apresuradamente de su casa hac"an que ;orro se estremeciera de rabia. 4os recuerdos de la piel de Kia debajo de ella y el sabor de las bayas en sus labios lle!aron a ;orro a aferrar con ira sus pieles de dormir. Por fin, como el pu(al en el corazón que pretend"an ser, las palabras de 4obo &egro atra!esaron el corazón de ;orro, que se incorporó en la cama casi sin aliento. )iró al otro lado del fuego el lugar donde estaba echada Kia. &o iba a permitir que esto siguiera adelante. Kia era su compa(era< era deber de las dos consolarse mutuamente. ;orro fue a la plataforma de dormir donde estaba acurrucada Kia y alargó la mano para apartar las pieles. ólo quer"a dormir a su lado. Esperar"a a que saliera el sol para hablar de 4obo &egro. +/>u% haces0 +preguntó Kia en !oz alta, incorpor#ndose. *l instante, ;orro empezó a arder de rabia y !ergAenza. /Cómo se atre!"a0 &o iba a consentir que le hiciera sentirse como una e$tra(a en su propio hogar. +Eres mi compa(era. +4o s%. +Entonces debes yacer conmigo. +% cu#les son mis deberes, pero... +Kia estaba confusa. e hab"a resignado a la idea de que tendr"a que cumplir con sus deberes, pero como ;orro no hab"a insistido, hab"a supuesto que le iba a permitir tomarse su tiempo para acostumbrarse a la idea. Con el estómago atenazado, !io que ;orro se apartaba. ;orro buscó desesperada su abrigo de unión y por fin !io la piel blanca embutida debajo de su plataforma de dormir como si fuera algo sin importancia. Por alguna razón, esto tambi%n contribuyó a que su rabia ardiera con fuerza. acó el abrigo y se lo puso y luego !ol!ió a la plataforma de dormir m#s grande donde Kia estaba sentada mirando temerosa, sujet#ndose las pieles sobre el pecho como para protegerse. +/)e !as a rechazar, Kia0 Kia tragó con dificultad. /Pod"a rechazar a ;orro0 5acerlo sin duda har"a que la de!ol!iera al campamento de in!ierno. 9 eso supondr"a la !ergAenza para &ube 'lanca y unni. Por mucho miedo que tu!iera, Kia no estaba dispuesta a hacer eso. +&o, no te... no te rechazo, ;orro +dijo en !oz tan baja que temió tener que repetirlo para que la oyera. +Pues %chate +dijo ;orro, con tono gra!e y tenso. Kia hizo lo que se le ordenaba. ;orro se abrió el abrigo para que Kia pudiera !erlo todo, incluido el !ello rojo que le cubr"a el se$o delicadamente. Kia recordó lo que le hab"a dicho unni. 8na mujer debe someterse a

las necesidades de su compa(ero. Es su deber, pero eso no quiere decir que le tengan que gustar. &o es bueno parecer bien dispuesta la primera !ez@ si no, tu compa(ero podr"a considerarte una mujer f#cil. Kia ten"a miedo< no sab"a por qu% de repente ;orro estaba tan enfadada con ella, pero lo peor de todo era que no sab"a qu% se esperaba de ella. Kia aferró las pieles que ten"a debajo del cuerpo y apartó la cara para no !er a ;orro. unni le hab"a dicho muchas cosas. Pero ;orro era diferente, no era un hombre. Kia se sobresaltó al sentir unas manos c#lidas que le tocaban el hombro. u primer impulso fue apartar esas manos, pero se contu!o. +Kia, no tengas miedo. +4a !oz de ;orro parec"a ner!iosa al decir su nombre, pero Kia se negó a mirarla. ;orro hab"a querido decirle lo que sent"a. 4amentaba haber sido tan brusca, pero ahora sent"a que la rabia le ard"a en el pecho y tu!o que parpadear !arias !eces. ab"a que Kia no hab"a deseado sus atenciones, que incluso le hab"a rogado a su padre que no la obligara a casarse con ;orro. 7sta hab"a actuado como si simplemente siguiera la tradición, pero deseaba a Kia con una pasión tal que no ten"a palabras para e$presarla. *unque sólo la hab"a !isto unas pocas !eces, pensaba en ella casi todas las noches antes de dormir. ;orro se echó encima del cuerpo de Kia, con el cuerpo tembloroso al entrar en contacto con Kia de una forma tan absoluta. 4as palabras de 4obo &egro ard"an en su mente< B&o te preocupes. Cuando no puedas darle placer, !ol!er# corriendo a m"B. +Kia, por fa!or, /quieres mirarme0 Pero Kia no quer"a mirar a ;orro por temor a estallar en l#grimas. 4e temblaba el cuerpo de miedo y ner!ios, sintiendo el cuerpo m#s peque(o que la cubr"a, toc#ndola en sitios que sólo las personas unidas ten"an derecho a tocar. 1e dar% placer, Kia. &o te !oy a dar moti!os para que me dejes, pensó ;orro, mirando el pelo oscuro de su compa(era. 4e !oy a decir ahora que la amo y entonces lo entender#. El abrigo las tapaba a las dos por completo, no deber"a haber tenido fr"o, pero lo ten"a. +Kia, m"rame, por fa!or. +&o, no puedo. +Kia se sent"a toda confusa. in duda le faltaba cierta información que e$plicara por qu% sent"a tantas emociones en guerra unas con otras. +Por fa!or, Kia. Kia se limitó a hacer un gesto negati!o con la cabeza, neg#ndose incluso a dar una respuesta en !oz alta. ;orro se sintió como si acabara de caer al agua durante una cacer"a de la ballena. e le quedó el cuerpo paralizado al darse cuenta de que lo que le hab"a dicho 4obo &egro era cierto. Kia quer"a ser la compa(era de %l y seguro que le hab"a permitido gozar con ella. 6echazaba a ;orro porque pensaba que %sta la de!ol!er"a a sus padres si descubr"a que ya hab"a sido probada.

+&o te !oy a de!ol!er, Kia. &o pienso hacerlo. +-icho esto, ;orro cerró los ojos y bajó la cabeza. Con sus piernas m#s cortas y fuertes, separó los muslos de Kia y empezó a mo!erse sobre ella. Kia se encogió al notar la humedad en su muslo, pero aparte de eso, no hizo el menor gesto para impedir lo que estaba pasando. Como le hab"a dicho su madre, se quedó lo m#s quieta posible, esperando que acabara pronto. * ;orro se le escapó un gemido de la garganta al mo!erse sobre las largas e$tremidades de Kia. 6ecordando lo que hab"a aprendido en aquella embarazosa estación en que le confesó a su abuela por primera !ez sus sentimientos por Kia, se mo!ió m#s despacio y empezó a frotar el pecho de Kia. 7sta pegó un respingo debajo de ella, por lo que ;orro siguió adelante. 1ragó acaloradamente y luego aplicó la boca al pecho de Kia. 7sta empezó a debatirse d%bilmente, pero ;orro se aferró a ella, rode#ndola con sus fuertes piernas, y siguió chupando. 'ajó r#pidamente la mano por el cuerpo de Kia hasta alcanzar el tri#ngulo del se$o que sólo hab"a !isto cuando Kia cre"a que estaba dormida. El tiempo pareció detenerse cuando la mano de ;orro cubrió el oscuro tri#ngulo del se$o y sus dedos se hundieron en la humedad que encontró all" como un manantial caliente. -e la garganta de ;orro brotó un gemido que sobresaltó a Kia por su tono primiti!o. Kia cerró los ojos con fuerza, se puso r"gida y se quedó lo m#s quieta posible. +Por fa!or, Kia +susurró ;orro entrecortadamente. >uer"a que Kia se entregara a ella, que aceptara lo que le ofrec"a, que no le hiciera sentirse como si se lo estu!iera arrebatando a la fuerza. us mo!imientos sobre el cuerpo alto y delgado empezaban a ser espasmódicos y aunque Kia estaba cada !ez m#s e$citada, toda!"a no se hab"a mo!ido y segu"a sin mirar a ;orro. &o sab"a qu% era lo que se esperaba de ella, de modo que estaba ah" echada sintiendo una oleada de emoción que no era capaz de describir. B&o debes sentir placer antes de que lo sienta ella, pues eso ser"a ego"sta y pensar# que no la amasB. ;orro oyó el recordatorio de su abuela y casi al instante redujo la intensidad de sus mo!imientos. Kia se mordió el labio y contu!o la respiración. e preguntó si ya se hab"a acabado. 4os mo!imientos de ;orro eran m#s lentos. Kia notó la primera contracción de un calambre en la pierna por haberse mantenido tan inmó!il. 1rató de no hacer caso, pero siguió trep#ndole por la pierna como un terco tejón. e le dobló la pierna y sin darse cuenta, al cambiar de postura, se apretó con m#s fuerza contra ;orro, que segu"a mo!i%ndose despacio encima de ella. +:h... no +gimió ;orro al o"do de Kia y al instante se puso a temblar. Kia no sab"a si apartarse de ella o quedarse quieta como se le hab"a dicho+. Kia +gimió ;orro al apretarse contra la sua!idad que ten"a debajo y tras sus p#rpados estallaron chispas de luz al tiempo que el calor inundaba sus partes inferiores. &otó que su cuerpo se contra"a sobre Kia y cada co ntracción parec"a m#s placentera que la anterior.

;orro alzó la cabeza para mirar a Kia, con una decepción tan grande que ten"a ganas de llorar, cosa que no hab"a hecho desde la muerte de su abuela. Kia se !ol!ió por fin y miró a la mujer que yac"a encima de ella y sólo !io pesar y tristeza. -e modo que cerró su corazón y su mente ante ;orro y apartó la cabeza y de esa forma, sin saberlo, le hizo m#s da(o del que podr"a haberle hecho un arpón de púas. ;orro se apartó con dificultad de la plataforma de dormir y se puso de pie. Cerrando el abrigo alrededor de su cuerpo, se quedó mirando a la mujer que era su compa(era y sintió rabia, esta !ez por su propia incapacidad. +&o !ol!er% a tocarte +juró rabiosa. Due hasta el fuego y metió dos pa(os en el agua caliente. -e espaldas a Kia, se limpió, casi llorando al sentir las contracciones que toda!"a le recorr"an el cuerpo, como para recordarle que no se le iba a permitir ol!idar el placer. e acercó a Kia, que se hab"a tapado con una piel pero segu"a echada con la cabeza !uelta para no mirar a ;orro. 7sta le dejó el pa(o mojado en el pecho, lo cual hizo que le!antara la !ista con ojos llorosos y asustados. +4#!ate +le ordenó antes de ir al otro lado de la estancia y, dando la espalda a Kia, se tumbó y fingió quedarse dormida. &o ten"a fuerzas para quitarse el abrigo. Estaba tan segura de que no ten"a la menor posibilidad de obtener el amor de Kia que lo único que deseaba era cerrar los ojos y dormir, con la esperanza de que la espantosa soledad que sent"a por lo que hab"a hecho fuera desapareciendo. Kia se quedó petrificada un momento y luego cogió el pa(o y se limpió como se le hab"a ordenado. * la luz !acilante, apenas !e"a el abrigo que toda!"a lle!aba puesto ;orro. ;orro hundió la nariz en el abrigo que lle!aba, aspirando profundamente, e hizo una mueca por el placer doloroso que la atra!esó cuando el olor de Kia le acarició la nariz y le alborotó los sentidos. :h, abuela, no me quiere, no me quiere... Esto fue lo último que pensó antes de sumirse en una duerme!ela abatida. Kia dejó que le resbalaran grandes l#grimas por las mejillas mientras se quitaba del cuerpo los restos de la necesidad de ;orro. 5ab"a intentado quedarse lo m#s quieta posible y cre"a que ;orro estaba disfrutando, pero por la reacción de ;orro, ahora pensaba que se hab"a equi!ocado. e hizo un o!illo y se quedó mirando la pared sin !er. En su mente no hab"a duda de que ;orro la de!ol!er"a al campamento de in!ierno al d"a siguiente por no darle placer. Kia lloró hasta quedarse dormida. us sue(os se llenaron de im#genes de ;orro gozando con otras mujeres del Pueblo mientras Kia miraba sin poder impedirlo. -urante !arios d"as ;orro y Kia se dirigieron la palabra sólo cuando era necesario. ;orro estaba llena de dolor y no sab"a qu% hacer para remediarlo y Kia estaba muy confusa y asustada. *unque intentaba no pensarlo, su mente !ol!"a una y otra !ez a la noche en que ;orro hab"a acudido a ella. ;orro no le hab"a hecho da(o, de hecho, hab"a intentado que estu!iera a gusto, pero Kia estaba tan asustada que no hab"a sabido qu% hacer. Por un lado, Kia ten"a

miedo de ;orro, pero por el otro, ten"a miedo de que ;orro la de!ol!iera a casa con deshonra. 4os d"as se fueron haciendo m#s cortos. Kia ad!irtió que cada !ez con m#s frecuencia, ;orro !ol!"a a casa y ca"a e$hausta en las pieles de la cama, a !eces sin molestarse siquiera en saludar a Kia. =eneralmente se hab"a ido antes incluso de que Kia se despertara. En d"as as", Kia sent"a la soledad y desolación absolutas de !i!ir fuera del campamento de in!ierno como si tu!iera un pu(al cla!ado en el corazón. &o ten"a a nadie con quien hablar y a nadie con quien compartir las cosas. ólo una compa(era que ten"a que hacer un esfuerzo para decirle dos palabras seguidas. ;orro sufr"a tanto como Kia, si no m#s. >uer"a disculparse po r empe(arse en que Kia se uniera a ella, pero la idea de !ol!er a estar con ella nunca estaba muy lejos de sus pensamientos. Cada !ez que la miraba, sent"a la necesidad de estar m#s cerca de ella, de tocarla de alguna manera. 4o único que se lo imped"a era la promesa que hab"a hecho lle!ada por la rabia y la !ergAenza. in embargo, a medida que los d"as se acortaban, ;orro empezó a temer que Kia la dejara. *l principio eran peque(os detalles. Kia la obser!aba cuando cre"a que ;orro no miraba. e sobresaltaba cuando ;orro se acercaba demasiado. egu"a ocult#ndose al quitarse la ropa para la!arse. 9 murmuraba en sue(os. Dueron estos detalles los que impulsaron a ;orro a ol!idar su rabia con la esperanza de conseguir que Kia se quedara con ella. 4a idea de que Kia se marchara hac"a que ;orro se sintiera como si nunca m#s pudiera !ol!er a entrar en calor. ;orro introdujo el cuchillo por la piel y luego cortó las patas del conejo y se las dio a los perros. &o ten"a la mente en lo que estaba haciendo, pero eso no supon"a el menor peligro para ;orro. -e ser necesario, pod"a cazar y desollar conejos en plena tormenta de nie!e. u mente estaba concentrada únicamente en Kia. -eseaba tanto estar con ella... /cómo pod"a haberse equi!ocado tanto0 5ab"a !isto lo cari(osa que era Kia con sus amigos y su familia. /Por qu% Kia no estaba dispuesta a darle una oportunidad0 4as palabras de 4obo &egro flotaban ominosamente por encima de ;orro desde el d"a en que las pronunció. 8na !ez m#s, ;orro se sintió llena de rabia al pensar en Kia, su compa(era, yaciendo con 4obo &egro, d#ndole a %l el placer que se negaba a darle a ella. -e repente, ;orro se quedó helada, le!antó la !ista para mirar el desolado cielo gris y a sus perros, sorprendentemente silenciosos, y se esforzó por contener las ganas de llorar. En su cabeza, se repitió una pregunta a la que nadie sal!o Kia pod"a responder. /Por qu% no puede amarme0 Kia metió el trozo de grasa de ballena en la l#mpara y encendió la mecha. *part#ndose del fuego, colocó la peque(a l#mpara junto a la plataforma de dormir de ;orro. 4a l#mpara le dar"a a ;orr o un poco m#s de calor y luz que el fuego situado en el centro de la estancia. ;orro hab"a adquirido la costumbre de sentarse ah" en lugar de junto al fuego para limpiar sus trampas. Kia sab"a que era para no tener que estar cerca de ella y

eso la hac"a sentirse dolida y confusa. Due a la puerta y apartó la gruesa piel. e quedó mirando las interminables llanuras de nie!e. 1oda!"a no hab"a se(ales de ;orro. uspirando, Kia !ol!ió a su labor de costura, con el ce(o fruncido de preocupación. u mente empezó a flotar y cerró los ojos para entregarse a la que ya era una fantas"a habitual. Estaba desnuda encima de ;orro, sus cuerpos se mo!"an a la !ez, ;orro ten"a las manos hundidas en su pelo y le susurraba palabras de amor al o"do. Kia notó que se le formaba una sonrisa de satisfacción en la cara al !er claramente la e$presión de placer que inundaba el rostro de ;orro. +Kia. Kia bajó de un salto de la plataforma de dormir y corrió hacia ;orro. 4e!antó las manos para ayudar a ;orro a quitarse el abrigo, pero recordó cómo la hab"a rega(ado en una ocasión anterior y retrocedió r#pidamente, dejando caer ner!iosa las manos a los lados. +&o, ayúdame... por fa!or. +;orro miró fijamente a Kia, acerc#ndose para dejar que la ayudara a quitarse la pesada prenda. ;orro cerró los o jos al pensar que ol"a la piel c#lida de Kia. +/Est#s bien, ;orro0 +preguntó Kia t"midamente. ;orro tragó con dificultad bajo la presión de los interrogantes ojos azules de Kia. +", estoy bien. Kia asintió y siguió ayudando a ;orro a quitarse las prendas e$ternas, notando con cierta preocupación que ;orro estaba temblando. +1al !ez deber"as sentarte junto al fuego. Kia estaba preocupada por ;orro, pero al mismo tiempo se alegraba de que estu!ieran hablando. ;orro se acurrucó de buen grado junto al fuego. Consiguió no sobresaltarse cuando Kia le puso el gran abrigo de piel de oso alrededor de los hombros. 5ab"a intentado e!itar tocar el abrigo desde la noche en que hab"a obligado a Kia a unirse a ella. +/1ienes hambre, ;orro0 ;orro no pod"a mirarla. /Por qu% estaba siendo tan amable con ella0 /Por qu% no se marchaba de una !ez y le dec"a a toda la aldea que ;orro no la satisfac"a0 ;orro sacudió la cabeza y siguió contemplando el fuego. +1e... te he hecho esto. +Kia le entregó con timidez una peque(a bufanda de pieles que hab"a cosido unas con otras. Era casi tan larga como ;orro y Kia la hab"a doblado cuidadosamente+. Es... es para que no se te enfr"e la cara cuando conduces el trineo. ;orro cogió la bufanda y la acarició delicadamente con los pulgares, lle!#ndosela a la nariz. ?ntentó hablar !arias !eces, pero ni siquiera consiguió abrir la boca. Por fin, habló y se a!ergonzó al notar que su !oz sonaba como la de una ni(a peque(a. +Kia, /puedo acostarme contigo, por fa!or0 &o har% nada, te lo prometo. Es que tengo fr"o. ;orro no pod"a creer que hubiera dicho aquello en !oz alta. Pero lo hab"a hecho. *hora esperó a que Kia se riera de ella, o peor aún, que la

insultara y le dijera que no. Pero Kia no respondió y ;orro empezó a pensar que no deber"a haber e$presado sus sentimientos. +;orro. +;orro le!antó la !ista r#pidamente y !io que Kia ya se hab"a metido en sus pieles y estaba m#s cerca de la pared que de costumbre para que ;orro pudiera echarse cómodamente a su lado en la estrecha plataforma+. 2en. ;orro se le!antó, dejando su regalo en su plataforma de dormir, y se acercó a Kia. 4e empezó a temblar el cuerpo al echarse, con cuidado de no tocar a Kia. +4amento haberte asustado +soltó. &o era lo que quer"a decir, pero eso fue lo que le salió. +% que no quer"as hacerlo +dijo Kia sin pensarlo. *unque no conoc"a muy bien a ;orro, recordaba lo cuidadosa y delicada que hab"a sido. -e haber querido, ;orro podr"a haber empeorado las cosas tom#ndola en el campamento de in!ierno, pero en cambio hab"a ideado un plan para que Kia pudiera conser!ar su !irginidad. ?ncluso la primera noche que hab"an pasado aqu", no se hab"a empe(ado en tomarla, sino que se hab"a limitado obtener su propio placer. ?ncluso ahora, Kia se preguntaba a qu% estaba esperando+. /;orro0 Kia se apoyó en los codos y se inclinó sobre ;orro. Pero la respiración lenta y regular le indicó que ;orro estaba efecti!amente dormida. 4a escasa luz del fuego le permitió a Kia estudiar a su compa(era. ;orro parec"a cansada e infeliz. &o se parec"a en nada a la persona llena de energ"a que hab"a sido antes de que se unieran. Kia se tumbó, pero no pod"a apartar la mirada del perfil de ;orro. us ojos se posaron en la cur!a de su oreja. Era tan delicada, nada propia de ;orro. 4os ojos de Kia bajaron por la mand"bula de ;orro hasta su cuello y su hombro. 5ab"a sido muy f#cil !erla como cazadora, pero no hab"a sido tan f#cil !erla como mujer o como compa(era. Kia hab"a mirado a ;orro como lo hac"a el Pueblo, como a alguien que era m#s una leyenda que otra cosa. &o una persona de carne y hueso que pod"a cometer y comet"a errores. * lo mejor est# tan asustada como yo, pensó Kia antes de unirse a su compa(era en el sue(o. *l d"a siguiente ;orro se hab"a ido cuando Kia se despertó. in embargo, estaba bien arropada en las pieles de dormir y el fuego hab"a sido a!i!ado para que la habitación estu!iera caliente y acogedora. ?ncluso hab"a agua ya preparada para que Kia pudiera la!arse cuando se despertara. onriendo muy contenta, Kia se !istió r#pidamente y se dispuso a matar el tiempo hasta que !ol!iera ;orro. Kia lle!aba limpiando sólo una hora o dos cuando oyó ruido de perros. Drunciendo el ce(o, fue a la gruesa piel que cubr"a la puerta y miró fuera. Era demasiado pronto para que !ol!iera ;orro. Kia estaba segura de que 4obo &egro hab"a cumplido su amenaza y ahora har"a todo lo posible por comportarse como si Kia no e$istiera. Kia se quedó sorprendida cuando el conductor se acercó y se dio cuenta de que efecti!amente era ;orro. e quedó mirando mientras ;orro lle!aba a los perros al refugio y descargaba sus b#rtulos.

Kia se apartó de la puerta cuando ;orro entró en la c#lida estancia con una ristra de peces. +5ola. +5ola +dijo Kia a su !ez t"midamente y luego se apresuró a cogerle los peces a ;orro+. 2oy a limpiarlos... +9a lo he hecho yo. +*h, gracias. +Kia farfulló las palabras al tiempo que un rubor c#lido empezaba a subirle por el pecho hasta las mejillas. +4os he limpiado antes de !enir para poder dar de comer a los perros al mismo tiempo +e$plicó ;orro cohibida. Kia sonrió y se dispuso a hacer un rico guiso. 5ablaron poco, pues ;orro parec"a estar totalmente entregada a la limpieza y comprobación de sus trampas. Kia quer"a preguntarle por qu% hab"a !enido tan pronto, pero le daba miedo hacerlo. En realidad, estaba contenta, pero no sab"a muy bien por qu%. us pensamientos quedaron interrumpidos al notar un ligero toque en la espalda. e !ol!ió y se encontró a ;orro tan cerca de ella que tu!o que controlarse para no retroceder. ;orro abrió la mano. En ella ten"a un peque(o colmillo de morsa, en el que hab"a hecho laboriosamente un agujero por el que hab"a pasado un cordón de cuero retorcido para poder lle!arlo alrededor del cuello. Kia hab"a notado que ;orro lle!aba uno parecido. +=racias +dijo mara!illada al coger el regalo de la mano de ;orro. 1ocó el liso colmillo y se !ol!ió de espaldas a ;orro muy emocionada+. /)e lo pones, por fa!or0 +Con la emoción, se ol!idó de su timidez y dobló las rodillas autom#ticamente para que ;orro pudiera llegar. Con manos temblorosas, ;orro apartó el pelo de Kia y parpadeando, ató el cordón alrededor de su cuello. ;orro se apartó r#pidamente de Kia por temor a que las ganas de besarle el cuello pudieran con ella. +Cu%ntame una historia +le pidió ;orro bruscamente, al tiempo que cog"a su zurrón y se pon"a a hurgar en %l para parecer ocupada. +/8na... una historia0 ;orro asintió. +1e he !isto contarles historias a los ni(os. * menudo me he preguntado qu% les estabas contando. &unca he estado lo bastante cerca para o"rlo. +Est# bien, /qu% te gustar"a o"r0 ;orro se quedó quieta un momento. +/)e podr"as contar la de la zorra y la liebre0 7sa me gusta. Kia asintió y se puso a contar la historia al tiempo que remo!"a el guiso. -e !ez en cuando, le!antaba la !ista para asegurarse de que ;orro segu"a escuchando y cada !ez la pillaba mir#ndola. e apresuraba a apartar la mirada y Kia continuaba con la historia como si no hubiera sucedido nada. +9 as" fue como la zorra de las nie!es y la liebre de las nie!es se con!irtieron en almas gemelas.

+iempre me ha gustado esa historia +dijo ;orro sua!emente+. /1ú te la crees, Kia0 +", me la creo casi toda. +1ambi%n es triste. >ue la zorra tu!iera que dar la !ida para que la liebre pudiera !i!ir. +", pero estu!ieron juntas para siempre< compart"an una misma alma. Kia se quedó mirando mientras ;orro ser!"a la comida distra"da. *ceptó su cuenco primero y luego miró mientras ;orro preparaba su propio c uenco. +4o s%, pero no es lo mismo. Kia asintió con la cabeza y las dos comieron en agradable silencio. Kia estaba contenta. Era en realidad la primera con!ersación que hab"a mantenido con ;orro. 5ablaron m#s despu%s de comer y ;orro consiguió incluso que Kia le contara otra historia. Kia terminó la historia e intentó sin %$ito sofocar un bostezo, que ;orro imitó. ;orro se le!antó y se quedó paralizada por un instante de indecisión. >uer"a !ol!er a dormir con Kia, pero no quer"a destruir la reciente comodidad mutua que hab"an conseguido. 4e costó !ol!erse hacia sus solitarias pieles de dormir, pero ;orro se sintió reconfortada al pensar que Kia no hab"a parecido asustada ni incómoda. )a(ana tambi%n regresar"a temprano y a lo mejor pod"an hablar m#s. ;orro regresó a casa temprano y a partir de entonces todos los d"as se ocupaba deprisa de sus perros y entraba casi corriendo para !er a Kia. 7sta la esperaba con la cena lista y una gran sonrisa, que ;orro le de!ol!"a torpemente. 4as dos se intercambiaban historias casi todas las noches, a menudo metidas en sus pieles de dormir, cont#ndolas a la escasa luz del fuego. in saberlo, las dos se !ol!"an hacia la !oz de la ot ra e imaginaban una sonrisa o un ce(o de acuerdo con cada parte de la historia. En una noche de %stas, Kia estaba echada en sus pieles, escuchando la !oz gra!e y tranquila de ;orro. 5ab"a hecho mal en tener miedo de ;orro, ahora lo sab"a. ;orro nunca le har"a da(o y ahora parec"a disfrutar de su compa("a. +Kia... /est#s dormida0 +&o, estoy despierta. +Estabas tan callada que pensaba que te hab"as quedado dormida otra !ez +dijo ;orro tom#ndole el pelo. +/:tra !ez0 +Kia se !ol!ió de lado y miró a ;orro, que estaba al otro lado de la estancia apoyada en el codo en la misma postura. +", siempre te quedas dormida. +&o es cierto ;orro, eso no es !erdad. +Kia intentó parecer enfadada, pero el destello de sus dientes en la penumbra le indicó a ;orro que la broma no le hab"a molestado en absoluto. +)mm, s", bueno, ayer ocurrió. Echabas el aire por la nariz como un caribú parturiento. +;orro imitó el ruido con fuerza. +:h, pero... ;orro, eso no es cierto +dijo Kia, haciendo como que estaba enfadada.

+" que es cierto, Kia. 5aces ese ruido cuando duermes. +2ol!ió a imitar el ruido, sólo que esta !ez m#s fuerte, incorpor#ndose en las pieles para asegurarse de que el ruido llegaba al otro lado de la habitación. Kia salió de un salto de sus pieles y corrió hasta ;orro. +-i que no es !erdad +gritó, igual que cuando jugaba con )i3o cuando eran peque(as. +&o +dijo ;orro con alti!ez+. &o es culpa m"a si pareces un... Kia saltó sobre ;orro y con un le!e grito, localizó las costillas de ;orro debajo de su camisa. ;orro se echó a re"r a carcajadas cuando Kia mo!ió los dedos por sus costillas. +*h... no... por fa!or... Kia... para +rió ;orro con los ojos llenos de l#grimas. +Pues dime que no parezco un caribú parturiento. +&o Kia subió con los dedos por el estómago c#lido y plano de ;orro y consiguió met%rselos debajo de los brazos. ;orro chilló con fuerza e intentó quitarse a Kia de encima, pero Kia era m#s fuerte de lo que parec"a y logró aferrarse a ella con sus fuertes piernas. +Por fa!or... Kia... por fa!or, para... &oparecesuncaribúparturiento + gritó por fin sin aliento antes de sufrir otro ataque de risa. -esde su posición encima de ;orro, Kia apartó de mala gana los dedos de la piel sua!e de ;orro y con una gran sonrisa en la cara, se quedó mirando mientras ;orro se iba calmando por fin. Kia le quitó a ;orro las l#grimas de risa de los ojos con los pulgares. 4a sonrisa de los labios de ;orro fue desapareciendo al mirar a los ojo s azules de su compa(era. i as" es como debe ser... si esto es todo lo que puedo tener contigo... entonces esto es lo que aceptar% y me sentir% agradecida. ;orro cerró los ojos y lo deseó como le hab"a ense(ado su abuela. ;orro abrió los ojos y sólo le dio tiempo de pensar que se hab"a apagado el fuego al sentir en los labios unos besos dulc"simos y delicad"simos. *brió los ojos de par en par y notó distra"da que la oscuridad era a causa del pelo de Kia, no porque se hubiera apagado el fuego. 2ol!ió a cerrar los ojos e intentó acordarse de respirar mientras el beso duraba tan sólo unos segundos m#s y luego la presión desapareció de sus labios y de su cuerpo cuando Kia se le!antó y regresó a sus propias pieles. +>ue duermas bien, ;orro +dijo Kia sua!emente al !ol!er a sus pieles, con una sonrisa desconcertada en la cara. ;orro, que segu"a echada con los ojos cerrados, tu!o que tragar dos !eces antes de poder desearle lo mismo con !oz ahogada. Kia se despertó con una sonrisa en la cara. 5ab"a decidido que iba a regresar caminando al campamento de in!ierno para hablar con su madre. 1en"a !arias preguntas que hacer. Kia se sonrojó al pensar en la reacción de su madre. 5ab"an hablado de sus deberes con un hombre, pero ;orro le hab"a dejado claro a Kia que no era un hombre y que no deseaba que se la

considerara como tal. Kia se incorporó en las pieles y estiró los brazos por encima de la cabeza. 'ostezando, se echó hacia atr#s el largo pelo y se estiró m#s al le!antarse de la plataforma. Esta ma(ana ;orro no hab"a a!i!ado el fuego y hac"a un poco de fr"o. Parpadeando para despertarse, Kia fue a la esquina de la estancia cerca de la puerta para coger m#s le(a y huesos de animal para el fuego. +/5as dormido bien, Kia0 +preguntó ;orro cuando Kia estaba inclinada sobre la pila de le(a. Kia se alzó con un alarido y se le cayó un gran trozo de le(a en el pie, lo cual le hizo soltar un grito de dolor. ;orro corrió hasta ella al instante, la ayudó a sentarse en su peque(a plataforma de dormir, que estaba m#s cerca, y se arrodilló delante de ella para e$aminarle el pie. +&o ha pasado nada. /1e duele mucho0 Kia, que se hab"a estado mordiendo el labio para no llorar, dijo que no con la cabeza, aunque toda!"a le dol"a. ;orro se le!antó. +iento haberte asustado. +/Por qu% est#s aqu" toda!"a0 +preguntó Kia bruscamente y luego se sintió mal cuando ;orro apartó la mirada. +5e pensado... he pensado que a lo mejor pod"amos hablar m#s +dijo ;orro con tono apagado, queriendo hundirse en sus pieles y ocultar la cabeza+. &o necesito cazar todos los d"as. 1engo carne almacenada en el cobertizo de detr#s. +/Entonces por qu% lo haces0 +preguntó Kia confusa. 5ab"a mirado en el cobertizo d"as antes y hab"a !isto la carne pulcramente apilada en el rincón. En ese momento, no hab"a sabido qu% pensar. +Para que tengas tiempo de pensar, supongo. +*h. )e gustar"a hablar +dijo Kia t"midamente. +Est# bien... me gustar"a intentar ser... +;orro se detu!o y empezó de nue!o+. )e gustar"a que tú... que fu%ramos amigas +terminó d%bilmente, pues hablar delicadamente nunca hab"a sido su fuerte. +9o creo que eres mi amiga, ;orro +dijo Kia, mir#ndola a los ojos y luego apartando la mirada. +)e... me ha gustado el beso. +* m" tambi%n +contestó Kia y se preguntó dónde pod"a posar la mirada. +Puedes hacerlo otra !ez si quieres +dijo ;orro con tono apagado y luego a(adió+< Es decir, si tú quisieras, a m" no me importar"a y no pensar"a nada ni querr"a m#s ni nada +dijo de carrerilla, con el estómago re!uelto como si estu!iera a punto de de!ol!er. 1endr"a que haberse ido a cazar y practicar con los perros antes de hablar con Kia, sonaba mejor al ensayarlo en su mente a primeras horas de la ma(ana. +/1e gustar"a que lo hiciera0 +preguntó Kia con cautela. +", me gustar"a, pero sólo si no te da miedo.

+Entonces lo har%. 1ú... tú puedes besarme tambi%n si quieres. +Kia entrelazó los dedos y los apretó angustiada. +:h. +;orro se quedó sentada un momento y luego frunció el ce(o+ . Est# bien. /Cu#ndo0 +/* qu% te refieres0 +preguntó Kia, frunciendo el ce(o en una imitación inconsciente de ;orro. +/Cu#ndo puedo besarte0 /Por la noche0 /*l irme a cazar o...0 +", esos me parecen buenos momentos +contestó Kia, que ahora estaba sonriendo. 4e gustaba que ;orro pareciera tan preocupada y t"mida. +*h... /y ahora0 +preguntó ;orro, sinti%ndose algo m#s segura. +/*hora0 +", /y si te quiero besar ahora0 /Eso estar"a bien0 +preguntó ;orro sua!emente, sent#ndose al lado de Kia. +", eso estar"a bien. ;orro se miró las manos y por fin miró ner!iosa a Kia. +Pues te !oy a besar ahora +anunció con toda la confianza de que fue capaz. +'ien. +'ien +repitió ;orro ner!iosa, ech#ndose hacia delante y deteni%ndose un momento con la respiración entrecortada. &o sab"a qu% le pasaba< ya hab"a besado a Kia una !ez, Kia incluso la hab"a besado a ella la noche anterior y, sin embargo, se sent"a como si %ste fuera su primer beso. ;orro se echó hacia delante, acarició con la mejilla la piel c#lida de Kia, aspiró su olor e hizo lo mismo con la otra mejilla, luego posó sus labios sobre los de Kia y se fundió con ella. us manos se apoyaron sin fuerza en lo s hombros de Kia. 8na de ellas gimió, nunca sabr"a qui%n, y el beso, incre"blemente, se hizo m#s profundo. Kia tu!o que apartarse de ;orro por temor a perder el sentido. &unca hasta entonces hab"a sentido una cosa igual. 5ab"a sido terror"fico pero cómodo, e$citante pero dulce y agradable, como quien llega a su hogar. +5oy me gustar"a ayudarte en la casa +dijo ;orro en !oz baja, haciendo que Kia pegara un respingo y abriera los ojos. ;orro sonrió dulcemente y repitió lo que acababa de decir antes de preguntar+< /1e gustar"a ir a cazar conmigo alguna !ez0 +9 se apresuró a a(adir+< ólo si tú quieres. +". )e... me encantar"a ir a cazar contigo, ;orro +dijo Kia absolutamente pasmada. +Pues muy bien, /por dónde empezamos0 +;orro obser!ó su hogar con inter%s. En todas las paredes y espacios !ac"os, Kia hab"a dejado una parte de s" misma< ya no era el refugio de ;orro, sino el hoga r de Kia y ;orro. * ;orro le gustó. e pasó el d"a muy contenta recibiendo las t"midas órdenes de Kia. -e !ez en cuando, refunfu(aba y Kia le cla!aba una mirada se!era o le gru("a en broma y ;orro hac"a lo que le mandaba. -aba gusto no sentir la tensión flotando sobre ellas. Esa noche hubo muchas historias. 9 antes de dormir, ;orro se acercó a Kia y le acarició sua!emente los labios con los

suyos. Esta !ez estaba segura de que fue Kia la que gimió de placer. -e !uelta en sus pieles de dormir, ;orro sonrió ampliamente por todo y por nada en concreto. * medida que pasaban los d"as, Kia y ;orro fueron intimando cada !ez m#s y los besos dulces y t"midos que compart"an se con!irtieron en algo normal de su !ida. Pero como es lo natural con estas co sas, el cuerpo de Kia no tardó en desear m#s. 1oda!"a era demasiado t"mida para e$presarle sus deseos a ;orro, de modo que intentaba hacerle saber a ;orro que compart"a sus sentimientos de la única manera que sab"a. Kia prestaba atención a cada palabra que dec"a ;orro. *br"a mucho los ojos con las historias que le contaba ;orro. 4e asombraba la cantidad de cosas que sab"a ;orro sobre el mundo de fuera. Cosas que la misteriosa abuela de ;orro le hab"a contado. 8na noche, al regresar de un d"a de caza, ;orro descubrió que quer"a contarle a Kia cosas sobre s" misma. Kia se acostó mientras ;orro reparaba una trampa rota sentada al otro lado del fuego. Comenzó su historia casi como en sue(os, recordando una %poca en que era ella la que estaba acostada con su abuela sentada junto al fuego. +)i madre era del Pueblo. 8n d"a estaba fuera sola cuando un pe3eha la encontró y la !ioló. Kia, que nunca hab"a a!eriguado los or"genes concretos de su propio nacimiento, sofocó una e$clamación de horror. *l contrario que los animales y monstruos de las historias que ;orro y ella se contaban, los pe3ehas eran reales. 8na raza de hombres altos +como ninguna mujer hab"a !isto jam#s entre los suyos+ que ten"an la piel blanca y un olor horrible. 2en"an en grandes barcos y sol"an dejar una masacre a su paso. Kia hab"a o "do a los hombres hablar de algunas tribus que comerciaban con ellos, pero &ube 'lanca hab"a prohibido todo contacto con ellos y Kia nunca hab"a !isto a uno de ellos. +/9 el Pueblo lo persiguió0 +preguntó Kia horrorizada. +&o, /cómo iban a hacerlo0 Estaba en uno de esos barcos monstruosos. e fue y dejó a mi madre destrozada. El Pueblo la trató como si fuera... un mal agAero. &adie quer"a tratarse con ella. 4a abuela me dijo que huyó embarazada de m" porque ten"a miedo de que quisieran matarme cuando naciera. +:h, no, no habr"an... +dijo Kia con tono defensi!o. +4as cosas eran distintas antes de que lleg#ramos nosotras, Kia, lo habr"an hecho. 4o hicieron con otros. 1ú tu!iste suerte +dijo ;orro tajantemente. &o quer"a asustar a Kia, pero ten"a que saber la !erdad. +/Cómo... cómo sobre!i!ió0 +4a abuela la oyó gritar durante el parto. *l principio creyó que era un animal, pero fue a in!estigar y la encontró. 4a trajo a su casa y mi madre me dio a luz. +/>u% le pasó a tu madre0 +preguntó Kia con temor. +)urió. Creo que nunca se recuperó del parto. Es una de las razones por las que nunca podr% !i!ir con el Pueblo. us costumbres est#n mal y son

r"gidas +dijo ;orro con rabia. +)i padre no habr"a dejado que la maltratasen +protestó Kia con los ojos llenos de l#grimas. +&o, Kia, pero tu padre no era jefe entonces. Due su padre el que permitió que atormentaran a mi madre. Kia inhaló bruscamente. &unca hab"a conocido a su abuelo. 5ab"a o"do que era un jefe duro, pero aparte de eso, no hab"a o"do nada tan negati!o como lo que ahora dec"a ;orro. +&o la recuerdo +dijo ;orro, con la !oz apagada. +/Entonces la abuela no era tu abuela de !erdad0 +&o m#s que tu madre y tu padre son tus padres de !erdad, Kia. 4as dos fuimos abandonadas. +&o, ;orro +dijo Kia con tristeza+. * m" me abandonaron, tú tu!iste una madre que te quer"a tanto que dejó al Pueblo para que pudieras !i!ir. 9o no s% qui%n es mi !erdadera madre. ;orro lo pensó un momento hasta que el dolor que sent"a entre los ojos le indicó que deb"a dejarlo. 5ab"a pasado tanto tiempo enfadada con tanta gente que ya no !i!"a que no se le hab"a ocurrido pensar la suerte que ten"a. * ella, al igual que a Kia, la hab"an querido. 4a abuela se hab"a asegurado de que pudiera !alerse por s" misma desde muy peque(a y nunca le hab"a faltado nada. 4a abuela la hab"a querido con una tranquila intensidad que ;orro le hab"a correspondido con todo su corazón. 4a echaba de menos con cada bocanada de aire que tomaba. Kia !io que ;orro se frotaba los ojos cansada, con la frente arrugada como si le doliera algo. +/;orro0 />uieres dormir aqu" esta noche0 +", me gustar"a. Kia se mo!ió para hacerle sitio a ;orro y se echaron la una al lado de la otra, ;orro toda!"a muy apesadumbrada por sus pensamientos. 4a primera caricia sua!e de los labios de Kia fue tan le!e que ;orro ni se molestó en abrir los ojos< creyó que no eran m#s que imaginaciones suyas. 4a segunda caricia fue m#s sólida y el dulce aroma del aliento de Kia inundó los sentidos de ;orro. El tercer beso fue lo que hizo abrir los ojos a ;orro y le llenó la entrepierna de calor@ cla!ó los dedos en las pieles y abrió la boca para recibir el asalto de Kia. 7sta e$ploró a ;orro con autoridad. 4os muchos d"as y noches que hab"an pasado bes#ndose le hab"an dado una seguridad en s" misma de la que hasta entonces hab"a carecido. 4a punta de su lengua rozó el paladar de ;orro, haciendo gemir con fuerza a la mujer que ten"a debajo. ;orro puso las manos en los hombros de Kia y la obligó a echarse. Con el corazón desbocado, cubrió el cuerpo m#s largo de Kia con el suyo, coloc#ndose delicadamente entre las piernas abiertas de Kia. En el curso de las numerosas noches de e$ploración, ;orro siempre se hab"a detenido al llegar a este punto por temor a asustar a Kia o hacerle re!i!ir la primera noche en que la hab"a obligado a unirse a ella. El corazón de Kia lat"a al mismo ritmo que el de ;orro cuando %sta la

cubrió. us dedos se cla!aron en la espalda de ;orro a tra!%s de su ropa. adeó cuando ;orro empezó a mo!erse despacio encima de ella. El placer que hab"a estado rondando al fondo en las dos últimas ocasiones en que se encontraron en esta posición empezó a aumentar en su interior al notar que la mano de ;orro le cubr"a el pecho. ;orro apartó la cara, rompiendo el contacto con los labios de Kia, pues ten"a la respiración demasiado entrecortada para continuar. /Era imaginación suya o Kia tambi%n se estaba mo!iendo debajo de ella0 Kia no sab"a qu% hacer. 4a respiración de ;orro resonaba con fuerza en su o"do@ el corazón apretado contra sus pechos lat"a tan fuerte que no sab"a si ;orro estaba disfrutando de esto o si de algún modo le estaba causando dolor. 4a idea de causar dolor a ;orro hizo que Kia se pudiera r"gida y ;orro detu!o sus mo!imientos desesperados de inmediato. Kia gimoteó al sentir los latidos del corazón de ;orro sobre su pecho y la respiración agitada de ;orro en su o"do. -eseaba con todas sus fuerzas dar placer a ;orro, pero su madre nunca la hab"a preparado para esto. ;orro se quedó encima de Kia. 5ab"a notado que el cuerpo de su compa(era se pon"a r"gido y hab"a detenido sus mo!imientos al instante. e le cayó el alma a los pies al o"r el le!e lloriqueo de Kia. 9a lo hab"a !uelto a hacer< ahora tendr"a miedo de ella. 5ab"an llegado tan lejos y ahora todo se echar"a a perder. +Kia +dijo ;orro lo m#s sua!emente que pudo+. &o tengas miedo. + e apartó de Kia y se echó con ella entre sus brazos, intentando calmarse lo suficiente para poder hablar. +4o siento, yo no... +Kia se sent"a demasiado a!ergonzada para decirle a ;orro que no sab"a qu% hacer. &o sab"a cómo darle placer m#s que con sus besos. +4o comprendo y lamento haberte asustado. +;orro se estaba rega(ando a s" misma. 5ab"a prometido que se conformar"a con los besos. 9 se hab"a conformado. /Por qu% hab"a tenido que !ol!er a forzar las cosas0+. -u%rmete, Kia, y no te preocupes. &i ;orro ni Kia durmieron bien esa noche< las dos sufr"an los mismos temores, pero ninguna estaba dispuesta a ser la primera en e$presarlos. En el momento en que se estaba despertando, la mano de Kia buscó el cuerpo de su compa(era. En las pieles que ten"a al lado no quedaba calor corporal y Kia abrió los ojos de golpe. 4e!antó la cabeza y buscó a ;orro fren%ticamente, pero no se !e"a a ;orro por ninguna parte. Kia saltó de la cama y echó a un lado la gruesa piel de la puerta. e estremeció al !er las huellas de ;orro en la nie!e y si los perros hubieran estado toda!"a all", al menos uno de ellos ya habr"a aullado o ladrado. Kia se !ol!ió aturdida y sofocó un sollozo. 5ab"a querido hablar hoy con ;orro, pero tal !ez lo hab"a echado todo a perder al no saber qu% hacer por su compa(era. ;orro no se hab"a marchado sin besarla desde que hab"an empezado a estar m#s cerca la una de la otra. Kia empezó a !estirse mientras en su mente repasaba una y otra !ez los

d"as mara!illosos que hab"a pasado con ;orro. /5ab"a destruido todo aquello por no saber qu% hacer0 /5ab"a decidido ;orro de!ol!erla a la aldea porque no sab"a cómo satisfacerla0 Kia estaba ya totalmente !estida y apenas lograba contener las l#grimas. ;orro tardar"a un tiempo en !ol!er< si se daba prisa, podr"a llegar a la aldea y !ol!er sin que ;orro se enterara. 4e preguntar"a estas cosas a su madre< a lo mejor ella sab"a qu% era lo que m#s con!en"a hacer. ;orro miró seriamente los claros ojos azules, asegur#ndose de hablar con sua!idad, como le hab"a indicado su abuela. +1e amo. 1e amo desde hace mucho tiempo. 5ar% cualquier cosa por ti si me prometes que no me dejar#s. +;orro se sentó sobre los talones y repasó lo que acababa de decir+. Parezco una ni(a. +acudiendo la cabeza con desprecio, empezó de nue!o+. )e pareces preciosa. 1e amo desde hace mucho tiempo y aceptar% lo que puedas darme, aunque sólo sea amistad. + ;orro !ol!ió a sacudir la cabeza, segu"a sin estar bien. >uer"a m#s que amistad. Cogió delicadamente la cara que ten"a delante entre las manos enguantadas y se acercó. *segur#ndose de mirarla a los ojos y de que no hablaba demasiado alto, dijo< +1e amo, Kia. 1e amo con todo mi ser. Por fa!or, únete a m". Proteger% tu corazón durante el resto de mi !ida e incluso en el m#s all#. + 4os ojos azules parpadearon y una gran lengua rosa se desplegó y lamió la mano enguantada de ;orro+. *s", /!erdad, &olo0 +En la cara de &olo apareció una sonrisa lobuna y ;orro se puso en pie de un salto. 8na bocanada satisfecha de !aho blanco salió flotando por delante de ella. +Est# bien +dijo ner!iosa y miró a sus seis perros@ todos ellos parec"an un poco desconcertados por su conducta. &olo gimoteó una !ez como para decir que todo iba bien y se tranquilizaron+. Est# bien, pues !amos a !ol!er. e acerca una tormenta. +;orro saltó a los esqu"es de su trineo y se puso en marcha. =ritó una orden que obligó a los perros a detenerse de golpe. 'ajó de un salto del trineo, !ol!ió corriendo con dificultad a la roca donde hab"a pasado dos horas declarando su amor eterno a su perro gu"a &olo y cogió la ristra de peces frescos que hab"a atrapado antes. 6egresó corriendo y dejó los peces en la parte delantera de la plataforma del trineo. +Est# bien +dijo ner!iosa, se subió a los esqu"es y gritó la orden para !ol!er a casa. )ientras los !ientos g%lidos de la tormenta inminente le azotaban la cara, ;orro repitió mentalmente su peque(o discurso una y otra !ez. Kia tardo poqu"simo en llegar al campamento de in!ierno. aludó agitando la mano a todos los que la saludaban, pero no quiso detenerse mucho. &ecesitaba hablar con su madre lo antes posible. ab"a que se a!ecinaba una tormenta y no quer"a correr el riesgo de !erse atrapada en el campamento antes de poder !ol!er con ;orro. Entró a la carrera en la tienda de sus padres, dando tal susto a su

madre que %sta dejó caer la labor que ten"a en las manos. +)adre... +Kia... me has dado un susto, hija. unni recogió su labor y miró a Kia con una sonrisa. +)e alegro de !erte, ha pasado mucho... +)adre, necesito... +Kia se echó a llorar y los ojos de unni pasaron de la alegr"a a la preocupación al !er a Kia tan atormentada. +/>u% te pasa, hija0 Por fa!or, d"melo. El cuerpo de Kia se estremeció !arios minutos por los sollozos mientras intentaba pensar en lo que quer"a decirle a su madre. +>uiero... ;orro... no... no quiere amarme +e$plicó Kia de mala manera y miró a los confusos ojos de su madre. 4a desesperación de su situación !ol!ió a hacerle estallar en l#grimas+. &o me deja... no puedo... ella no... +iguió intentando contar su historia, pero no pod"a. unni meció a su única hija entre sus brazos. Cuanto m#s lloraba su hija, m#s se endurec"a el corazón de unni contra ;orro. u compa(ero hab"a hecho mal en permitir la unión. &o sólo ya no !er"a a Kia cuando siguieran al caribú< ;orro estaba haciendo infeliz a Kia. Ella misma se hab"a preguntado cómo pod"an darse placer dos mujeres la una a la otra. *hora sab"a la respuesta< no pod"an. usto entonces, &ube 'lanca entró en la tienda. e le llenaron los ojos de alegr"a al !er a Kia. Conociendo la reticencia de ;orro para !enir al campamento de in!ierno, le hab"a prometido a su compa(era hacerles una !isita cuando pasara la pró$ima tormenta. Kia se quedó en los brazos de su madre llorando m#s que nunca. 1en"a el corazón destrozado. u madre no lo entend"a, /cómo pod"a entenderlo0 4a hab"an educado para casarse con un hombre, un cazador, y eso era precisamente lo que hab"a hecho. &o habr"a sabido las respuestas a las preguntas de Kia aunque Kia hubiera tenido fuerzas para hacerlas. Kia sollozó m#s fuerte en el pecho de su madre. +5ija, /qu% ha pasado0 /4e ha ocurrido algo a ;orro0 +*l c ontrario que su compa(era, &ube 'lanca conoc"a a ;orro lo suficiente como para no creer que le pudiera hacer jam#s da(o a Kia a propósito. Conoc"a a la abuela de ;orro, incluso la hab"a amado, pero no hab"a tenido fuerzas para enfrentarse a la tradición y pedirle que fuera su compa(era. En cambio, se hab"a casado con unni y hab"a aprendido a amarla con el paso de los in!iernos. 9 cuando unni demostró no poder darle un hijo, fue de lo m#s lógico que cuando encontraron el peque(o fardo con Kia dentro, Kia fuera suya. Kia miró a su padre con el dolor y la confusión plasmados en los ojos y dejó de llorar para mirar al hombre que hab"a contribuido a formar sus opiniones sobre tantas cosas. u padre era bueno, generoso y cari(oso. &o se parec"a en nada a 4obo &egro. 7sa era una de las razones por las que se hab"a opuesto con tanta fuerza a casarse con %l. ab"a que nunca podr"a casarse con alguien que no le hiciera sentir lo que &ube 'lanca hac"a sentir a su madre. 4o que ;orro le hac"a sentir.

+4obo &egro nunca podr"a... +Kia se calló. 5ab"a estado tan ensimismada que sin darse cuenta hab"a hablado en !oz alta. +/4obo &egro0 +&ube 'lanca frunció el ce(o y se acuclilló al lado de su compa(era y su hija+. /e trata de ;orro, hija m"a0 +5ab"a tenido la esperanza de que ;orro pudiera con!encer a Kia de que la amaba, pero tal !ez se hab"a equi!ocado. +/>u% te ha hecho0 +preguntó unni enfadada. +&o... +e$clamó Kia+. &o es culpa suya. Es que... no le puedo dar lo que quiere. +-eja de llorar, hija +le ordenó &ube 'lanca con se!eridad+. 2en conmigo. 2amos a pasear antes de que llegue la tormenta. +&ube 'lanca, /no crees que deber"a ser yo la que hable con Kia de esto0 &ube 'lanca !ol!ió la mirada se!era hacia su preocupada compa(era y la sua!izó al !er la preocupación de sus ojos. +&o, en este caso, unni, creo que yo soy m#s adecuado. &ube 'lanca se le!antó y salió de la tienda, enderezando la espalda mientras se preparaba para una con!ersación que nunca hab"a pensado que fuera a tener. Kia sorbió y medio agachada para pasar por la puerta, siguió a su padre, dejando que su agitada y preocupada madre llenara los huecos de la historia por su cuenta. 4os perros conoc"an el camino de !uelta a casa, de modo que ;orro no se molestó en dirigirlos. i hubiera estado prestando atención en lugar de ensayando lo que le iba a decir a Kia, habr"a !isto la piedra que sobresal"a en la nie!e y habr"a podido des!iar a los perros. 1al y como salieron las cosas, los perros s" que rodearon la piedra, pero no se echaron lo suficiente hacia la derecha para e!itar que el trineo en el que iba ;orro pasara justo por encima. El trineo chocó con estruendo y ;orro salió !olando por el aire y acabó aterrizando con un sonoro BuuuffB. ;orro se quedó tumbada boca abajo un momento y luego se obligó a darse la !uelta para poder recuperar el aliento. )aldiciendo, intentó ponerse en pie. 8n dolor le atra!esó la espalda y la obligó a caer de rodillas. 8no de los perros gimoteó una disculpa y ;orro maldijo de nue!o. &o era propio de ella no mirar por dónde iba. Eso era muy peligroso y su abuela se lo hab"a ad!ertido muchas !eces. Con cierto esfuerzo, enderezó el trineo y calmó a los perros. ;orro les dio la orden y reemprendieron el regreso a casa mucho m#s despacio, mientras ella se rega(aba a s" misma por no tener m#s cuidado, sobre todo hoy. ;orro meneó la cabeza cuando los perros la lle!aron al claro donde se alzaba la casa de Kia y ella. oltó deprisa los arneses de los perros y les dio dos peces para que comieran. Caminando lo m#s deprisa que pod"a, pues la espalda y el costado segu"an doli%ndole, se acercó a la casa. *ntes incluso de echar a un lado las pieles de la puerta ya sab"a que algo iba mal. &o hab"a un humo alegre saliendo por el agujero del techo, no se ol"a el aroma de la carne al guisarse despacio ni se o"a la !oz de Kia cantando.

+Kia +llamó ;orro con temor. )iró por la casa y !io que las ropas y botas de abrigo de Kia hab"an desaparecido. ;orro salió corri endo de la casa y estudió el suelo. 4as huellas de Kia toda!"a eran !isibles en la nie!e< se hab"a dirigido al campamento de in!ierno. ;orro corrió al refugio de los perros y los enganchó r#pidamente a los arneses. Por la razón que fuera, Kia hab"a ido a la aldea justo antes de una tormenta y ;orro sab"a que no iba a conseguir !ol!er a tiempo caminando. ;orro se sujetó el costado al caminar, esforz#ndose por contener las l#grimas de dolor. e montó en la parte trasera del trineo y gritó la orden a los perros. ujet#ndose, los dejó a su aire, pues conoc"an el camino casi tan bien como ella. Kia se hab"a marchado a pie y sola e incluso con la tormenta casi encima ya habr"a llegado al campamento de in!ierno sin problemas y ;orro se sent"a agradecida por eso. /Por qu% se habr# ido sin dec"rmelo0 ;orro se preguntó si habr"a sido porque ella no hab"a cumplido su promesa. 5ab"a prometido no tocar a Kia y sin embargo, anoche hab"a ido demasiado lejos. 4a hab"a besado y abrazado y si Kia no hubiera llorado, habr"a seguido adelante. ;orro !ol!ió a gritar a los perros y estos, como si percibieran la angustia de su !oz, corrieron a tra!%s del !iento y la nie!e cortante. Por fin, ;or ro !io los difusos contornos de las tiendas de la aldea. ;orro se bajó deprisa del trineo y se encaminó lo m#s r#pido que pudo a la tienda de lo s padres de Kia. Entró y se quitó r#pidamente la bufanda de piel que le tapaba casi toda la cara. +)adre, /dónde est# Kia0 e ha marchado de casa sin decirme dónde iba +preguntó, demasiado preocupada para acordarse de saludar con formalidad. +i%ntate, ;orro. +/Pero dónde est#, madre0 +e ha ido con &ube 'lanca. >uer"a hablar con %l. Estaba muy alterada. ;orro se le!antó r#pidamente, dispuesta a encontrar a su compa(era. +;orro, espera. &o creo que desee !erte. +/Por qu% dices eso0 />u% te ha dicho0 +;orro bajó la !oz mientras su mente se rebelaba contra lo que dec"a unni. Cayó de rodillas y miró a unni con aire suplicante. +&o me ha dicho gran cosa. Entró aqu" corriendo, poco antes que tú, llorando. 4o único que dec"a es que tú no la amas. ;orro !ol!ió a le!antarse, esta !ez enfadada. +i%ntate, hija +le ordenó unni. +/Por qu% dir"a una cosa as"0 +;orro no comprend"a qu% hab"a hecho mal. 5ab"a dejado de tocarla en cuanto Kia se sintió incómoda, no se hab"a empe(ado en que se acostaran juntas como compa(eras y estaba segura de que Kia la hab"a perdonado por el error anterior. Cualquier hombre del campamento la habr"a obligado a yacer con %l. Kia parec"a tan feliz en las últimas lunas, incluso le hab"a contado historias a ;orro y hab"a hecho

comidas deliciosas. /*caso una sola noche hab"a cambiado todo eso0 ;orro estaba segura de que Kia hab"a disfrutado haciendo el amor tanto como ella. 9 cuando fue demasiado para ella, ;orro se paró y siguió abraz#ndola toda la noche+. &o lo entiendo +dijo ;orro aturdida, rog#ndole a unni que continuase. +&os dijo que no... la satisfaces. +unni se atragantó al decirlo, pues era un gran insulto que no se deb"a decir a la ligera. ;orro, toda!"a confusa, sacudió la cabeza, sin comprender lo que dec"a unni. +/>ue no la satisfago0 Pero si ella no... +;orro se calló. &o iba a humillarse a s" misma ni a Kia hablando con nadie de cómo hac"an el amor, ni siquiera con la madre de Kia+. /-ónde est#0 1engo que hablar con ella. +e ha ido con su padre. +/-ónde0 +insistió ;orro. Empezaba a estar desesperada y unni se dio cuenta. -e repente, aparecieron las garras que hab"a estado ocultando bajo una capa de amabilidad cuando ;orro entró en la tienda. 9 en un tono tan dulce como las bayas que hab"a usado ;orro para fingir la primera sangre de Kia, dijo< +Creo que su padre y ella han ido a hablar con 4obo &egro sobre la posibilidad de una unión entre los dos. +Pero no puede +dijo ;orro petrificada+. Es mi compa(era. 1ú misma sellaste nuestra unión El hecho de que ;orro dijera la !erdad endureció el corazón de unni y como una osa que teme por la seguridad de su cachorro, atacó para hacer da(o a la posible fuente de peligro. +Kia dice que no te ama y que tú no la amas a ella. +/1e ha dicho eso0 +preguntó ;orro, casi sin !oz por el dolor. unni asintió, aunque empezaba a preguntarse si su hija no se habr"a equi!ocado. &unca hab"a !isto a ;orro mostrar emoción alguna en las ocasiones en que su abuela y ella !en"an a la aldea. Pero ahora !e"a muchas emociones, de la rabia al miedo, que le cruzaban la cara de tal manera que estaba segura de que ;orro amaba a su hija. +;orro, a lo mejor me he... +&o +dijo ;orro ferozmente+. i desea a 4obo &egro, que se queden  juntos. +&o s% si lo desea +reconoció unni a!ergonzada. +)e da igual +dijo ;orro, mientras su corazón protestaba dolorido por la mentira+. &o me ama. &unca me amar# +dijo furiosa y luego, con un tono m#s apagado+< e equi!oca, s" que la amo. 4a amo desde que recuerdo haber sabido lo que era el amor. unni se quedó petrificada. En el fondo de su corazón, sab"a que nunca en su !ida hab"a estado m#s equi!ocada. *nte ella no estaba ;orro la cazadora, sino una jo!en herida a la que acababan de decirle que no satisfac"a a su compa(era.

+-ile... dile que no me opondr% a su decisión +dijo ;orro con la !oz ronca. unni llamó a ;orro, pero %sta ya ni o"a por el dolor tan profundo que le atra!esaba el corazón. in darse cuenta, empezó a en!ol!erse la cara con la bufanda de piel. *spiró el olor que tanto quer"a y casi se dobló en dos por el dolor al darse cuenta de que probablemente nunca !ol!er"a a oler su aroma. +;orro, por fa!or, !uel!e y habla con Kia. &o tardar# en !ol!er +le dijo unni con desesperación. in !ol!erse a mirar a unni, dejó caer la bufanda al suelo y gritando a los perros, se marchó, jurando que jam#s regresar"a a la aldea. &o cre"a que pudiera soportar !er a Kia unida a 4obo &egro. ;orro gritó enfurecida a sus perros y los azuzó m#s que nunca, esperando sólo a medias llegar a casa antes que la tormenta que se a!ecinaba. Con la cara ce(uda, ;orro se quedó mirando un tiro de perros que se acercaba a su casa procedente del campamento de in!ierno. 6econoció el tiro al instante y resistió las ganas de darle la espalda cuando se acercó. 5ab"a estado prepar#ndose para salir a cazar antes de que llegara la siguiente oleada de tormentas. *unque ten"a carne de sobra para comer, necesitaba obligarse a salir para no consumirse en su casa. -urante tres d"as, ;orro y la tormenta de fuera rugieron de ira hasta que por fin, agotadas y cansadas, las dos se calmaron, resign#ndose a una paz temporal. ;orro no dijo nada cuando &ube 'lanca bajó de su trineo y se acercó. &o hizo ni caso a Kia y a unni, que ahora estaban de pie junto al trineo, y se concentró en &ube 'lanca. +1ú siempre eres bien!enido aqu" porque mi abuela te consideraba su amigo. 1us mujeres no. 5az el fa!or de dejarlas en el campamento si tienes pensado !isitarme en el futuro. +;orro se dio la !uelta y se encaminó hacia su casa. &ube 'lanca meneó la cabeza. ;orro se esforzaba por ocultar la e$presión de dolor de sus ojos e incluso al darse la !uelta, sus ojos no pudieron e!itar buscar a Kia, aunque fuera un instante. ;orro oyó que &ube 'lanca la llamaba, pero no contestó ni se !ol!ió. /Cómo se atre!en a !enir aqu", para qu%, para recoger las cosas de Kia0 -eber"a haberles prendido fuego y haberlas tirado en la tienda de 4obo &egro. Este pensamiento fruto de la rabia no contribuyó en nada a que ;orro se sintiera mejor. *l entrar en su casa, se sentó en la plataforma de dormir peque(a. &o hab"a podido dormir en la m#s grande porque no soportaba la idea de captar el olor de Kia en las pieles. 1otalmente !estida, ;orro se hizo un o!illo e intentó no o"r a &ube 'lanca dando la orden a sus perros para marcharse. >u% ganas ten"a de rogarle a Kia que no se fuera. 5abr"a hecho cualquier cosa por oponerse a la restricción que le impon"a su orgullo, pero no consiguió obligarse a hacer este ruego. ;orro cerró los ojos y se colocó boca arriba. *l instante, creyó sentir la presencia de Kia. e imaginó que sent"a su c#lida cari cia en la cara y la forma en que Kia dec"a a !eces su nombre cuando se besaban sin m#s razón que el placer de sentirlo deslizarse entre sus labios. 4as l#grimas

empezaron a caer bajo los p#rpados firmemente cerrados de ;orro. Kia se las secó dulcemente con los pulgares. ;orro abrió los ojos r#pidamente y se quedó mirando a Kia. +/>u%... por qu% est#s aqu"0 e acerca una tormenta, debes marcharte ya. +7ste es mi hogar. ;orro se le!antó r#pidamente y se apartó de Kia. 1oda!"a se tem"a que pudiera rogarle a Kia que se quedara. &o lo iba a hacer. Kia le hab"a hecho da(o. +/Es que 4obo &egro te ha rechazado0 +gru(ó. Kia miró a ;orro a los ojos con sinceridad. +&o deseo a 4obo &egro, estoy unida a ti. 4obo &egro est# unido a )i3o. ;orro notó que su boca hac"a un gesto de desprecio. &o pudo e!itar ser cruel< nadie tendr"a jam#s el poder para hacerle un da(o como el que le hab"a hecho Kia. +/*s" que esperas que yo te !uel!a a aceptar0 +preguntó con aspereza. e !ol!ió furiosa hacia el fuego y se puso a atizarlo con un palo. )aldita seas, Kia, por haber !uelto aqu", pensó con los ojos llenos de l#grimas de dolor+. />u% quieres de m"0 1us cosas est#n ah". +e(aló el rincón y se sintió algo a!ergonzada por la forma en que hab"a tirado las cosas de Kia, incluido su abrigo de unión, con la intención de prenderles fuego+. Cógelas y !ete +ordenó, con la !oz aún m#s #spera por la !ergAenza. +)e ir% +dijo Kia sua!emente y ;orro aguantó la respiración por temor a gritar de dolor y quedar en !ergAenza+. Pero no sin que antes me hayas escuchado. +&o quiero o"r lo que tengas que decir. unni me lo ha contado todo. 2ete de aqu", no eres bien!enida. +unni ha cometido un error, ;orro. 8n error al interferir en un malentendido entre mi compa(era y yo y un error al decirte las cosas que te dijo. *hora lo sabe. >uer"a pedirte disculpas, por eso ha !enido con nosotros. 4e he dicho que tendr# que esperar hasta que hayamos hablado. +Duera se oyó un fuerte aullido de la tormenta que se acercaba, interrumpiendo el apasionado ruego de Kia. 7sta mo!ió las dos grandes piedras para sujetar al suelo la piel que tapaba la puerta. ;orro hizo como si no supiera que estaba all". Kia se acercó a ;orro y se acuclilló detr#s de ella. 4e puso a ;orro una mano en el hombro. +&o, Kia. +;orro detestó la debilidad que se o"a en su !oz. >uer"a sonar furiosa y decidida, pero no pod"a. 4o único que quer"a era recuperar a Kia. +;orro, escúchame. &o ten"a intención de dejarte. Estaba asustada y confusa. Dui a !er a mi madre porque cre"a que ella ten"a las r espuestas. )e equi!oqu%. 1endr"a que haber hablado contigo primero. ;orro agarró con m#s fuerza el palo.

+/>u% era tan importante para que fueras corriendo a !erla justo antes de una tormenta0 * Kia le dol"a el corazón por ;orro. Percib"a la indecisión en el tono de ;orro, as" como la necesidad de creer que no le estaba contando una mentira. +1en"a miedo... +9o no te habr"a !uelto a forzar, Kia. 1e promet" que no lo har"a. + ;orro cerró los ojos por el dolor al recordar que hab"a prometido no !ol!er a tocar a Kia y tampoco hab"a sido capaz de cumplir esa promesa. +&o, escúchame, ;orro +le ordenó Kia, con una fuerza en su !oz normalmente sua!e y t"mida que ;orro nunca hab"a o"do hasta entonces. u furia al enterarse del enga(o de su madre hab"a sido terror"fica. &i siquiera su padre se hab"a atre!ido a decir nada para calmarla. -e hecho, &ube 'lanca se hab"a sentido bastante orgulloso de la forma en que su hija se hab"a enfrentado a su compa(era. ólo hab"a inter!enido cuando unni estalló en l#grimas. 5ab"a sido un momento muy tenso, pero Kia se animó cuando unni le dijo que se hab"a equi!ocado con ;orro, que %sta hab"a confesado su amor antes de irse. Kia se hab"a !isto obligada a esperar a que pasara la tormenta en su antiguo hogar con su madre y su padre a su lado y hab"a llorado en silencio por su compa(era. 4es hab"a causado mucho dolor a las dos por marcharse como lo hab"a hecho. 4a re!elación de unni sobre el amor de ;orro no fue una sorpresa para Kia< lo hab"a sabido incluso la primera !ez que ;orro se hab"a echado encima de ella. u miedo la hab"a lle!ado a buscar el consejo de su madre cuando todo lo que necesitaba saber se lo habr"a ense(ado amorosamente su compa(era si se lo hubiera preguntado. +;orro... no deseo a nadie m#s, ni a 4obo &egro ni a nadie. ólo te deseo a ti. 2ino aqu" poco despu%s de que nos uni%ramos y me pidió que me fuera con %l, pero yo me negu%. &unca lo he deseado, ;orro. ;orro se abrazó a s" misma, neg#ndose a mirar a Kia, m ientras lo que %sta le dec"a empezaba a curarla. +&o te puedo dar hijos +dijo d%bilmente, se(alando la única cosa que nunca podr"a arreglar. +)e da igual +dijo Kia, mirando el pelo rojo de su compa(era. ;orro abrió la boca y la !ol!ió a cerrar, preparada para e$presar otra protesta pero incapaz de pensar en una. Kia la deseaba. -ec"a que no deseaba a 4obo &egro@ dec"a que la deseaba a ella. Kia me desea. 4os ojos de ;orro se llenaron de l#grimas. e negó a dejarlas caer y respiró hondo. +1e amo, Kia. 1e amo con todo mi ser. Por fa!or, únete a m" y yo proteger% tu corazón durante el resto de mi !ida e incluso en el m#s all#. + ;orro aguardó la respuesta de Kia, pero lo único que oyó fueron unos sua!es sollozos. e dio la !uelta, cogió a su compa(era entre sus brazos y no pudo e!itar echarse a llorar ella tambi%n. +9o tambi%n te amo, ;orro. &unca quise hacerte da(o +farfulló Kia mientras se consolaban mutuamente en el suelo del hogar que iban a

compartir durante muchos ciclos aún por !enir. +/Por qu% necesitabas hablar con tu madre0 +preguntó ;orro largo rato despu%s, con la !oz ronca de llorar. Kia se echó a re"r y su fuerza reci%n encontrada menguó bajo los ojos amorosos de su compa(era. +1en"a miedo de no saber cómo satisfacerte. 4a piel clara de ;orro se encendió por el rubor y abrió los ojos de par en par. +/4e preguntaste a tu madre cómo satisfacerme0 Kia se le!antó y se acercó al rincón donde estaban amontonadas sus pertenencias. Cogió el grueso abrigo de piel de oso y empezó a quitarse la ropa, esperando que ;orro no ad!irtiera el temblor de sus manos mientras se des!est"a. )iró a ;orro por entre las pesta(as y se lamió el labio. +&o, se lo pregunt% a mi padre. +/Est#s cómoda0 +". Kia estaba sentada detr#s de ;orro, sujet#ndola estrechamente bajo el calor del abrigo de unión de piel de oso. 6ecorrió el brazo de ;orro con los dedos, rozando la piel c#lida y dejando un rastro de piel de gallina a su paso. 4a sensación de poder le produc"a !%rtigo y la empujaba a acelerar las cosas, pero se controló haciendo m#s lentos sus mo!imientos. +7chate hacia atr#s, ;orro. ;orro asintió temblorosamente, se apoyó en el pecho de Kia y cerró los ojos, disfrutando de la sensación de ser amada por fin por su compa(era. 4as manos de Kia tocaron por fin el estómago de ;orro, haciendo que los músculos saltaran y se estremecieran. +/Est#s bien0 +preguntó Kia, preocupada al o"r a ;orro tomar aire bruscamente. +". Kia !ol!ió a rozar el estómago de ;orro y la besó delicadamente en la nuca antes de rozarle los brazos con los dedos. ;orro ten"a algo que hac"a ol!idar a Kia lo peque(o que era su cuerpo en realidad comparado con el suyo. -e repente, sintió un enorme af#n protector hacia ella y !ol!ió a besarle el cuello y por fin subió las manos para coger los peque(os pechos de ;orro. ;orro gimió y cerró los ojos, agradeciendo que Kia no !iera cómo se mord"a el labio para e!itar gritar. Esto era mucho m#s de lo que hab"a deseado en su !ida. 4a sensación de los pechos desnudos de Kia en su espalda era mara!illosa. 4as manos delicadas sobre su cuerpo estaban haciendo que ;orro se sintiera como en un mundo de sue(os. i era un sue(o, no quer"a despertar. Con manos torpes, Kia abrió la parte superior de las polainas de ;orro. -ejó la mano en el !ientre de ;orro para recuperar el aliento. 5ab"a escuchado atentamente mientras su padre intentaba e$plicarle lo que deb"a

hacer, llegando al punto de hacer un dibujo en la nie!e con su bastón. 5ab"a tenido que !ol!er a empezar !arias !eces hasta que Kia, parpadeando llena de desesperación y !ergAenza, le dijo que lo comprend"a. *li!iado, %l le hab"a prometido que lo entender"a cuando llegara el momento y, efecti!amente, mientras sujetaba a ;orro delante de ella, la inundó una sensación de mara!illa al subir los dedos por los brazos de ;orro y !er cómo se le estremec"a la carne como respuesta. Cada !ez que respiraba, cada !ez que mordisqueaba c#lidamente el hombro de ;orro, la respuesta era un jadeo de deseo. 4os largos dedos de Kia bajaron las polainas de ;orro por sus caderas y finalmente por sus piernas. ;orro, aturdida, intentó ayudarla quit#ndose las polainas de una patada y estu!o a punto de tirarlas al fuego. onrió a Kia con aire de disculpa y soltó una e$clamación al !er la e$presión de deseo que inundaba la cara de su compa(era. 4a t"mida Kia que conoc"a hab"a desaparecido y en su lugar estaba la diablesa e$citada que ten"a detr#s. ;orro se !ol!ió r#pidamente y se quedó mirando fijamente el fuego hasta que le lloraron los ojos buscando ali!io. Kia deseaba que ;orro se diera la !uelta para poder !erle la cara, pero se daba cuenta por la postura de la espalda de que hab"a adoptado su personalidad de cazadora. Kia estaba decidida a demostrarle que mostrar amor no era una debilidad. Pegó aún m#s el peque(o cuerpo al suyo. +*hora me gustar"a unirme a ti, ;orro. /)e aceptas0 +preguntó sua!emente. +... s" +graznó ;orro sin poder cre%rselo. 2ol!ió a sofocar una e$clamación cuando los dedos de Kia acariciaron el !ello de su se$o y ;orro perdió el control de la cabeza, la echó hacia atr#s y la apoyó d%bilmente en el hombro de Kia. +4e!anta las piernas, ;orro. ;orro se sonrojó al le!antar las piernas de inmediato siguiendo la orden de Kia, lo cual dejó su húmedo centro e$puesto al doble calor del fuego y los dedos de Kia que la e$ploraban delicadamente. +*lgún d"a me gustar"a !ol!er a !er esto +dijo Kia y entonces ella tambi%n se sonrojó. 4as palabras eran un pensamiento que no hab"a querido e$presar en !oz alta. Kia siguió acariciando con los dedos el !ello de ;orro y sintió un hormigueo en las puntas de los dedos al notar la presencia de humedad. 6ecordó que la humedad era buena se(al, de modo que siguió acariciando a ;orro con una mano, mientras con la otra frotaba sin parar con el pulgar un r"gido pezón y luego el otro. -e los labios de ;orro se escapó un peque(o gemido que cortó bruscamente. ;orro no pod"a creer lo d%bil que se sent"a. /&o deber"a ser ella la que diera este placer a Kia0 /&o deber"a ser ella la que hiciera a Kia sentirse como una mujer reci%n unida0 >uer"a decirle a Kia que parase, pero no pod"a. u cuerpo no se lo permit"a. Kia tragó, oblig#ndose a acercarse m#s a la abertura de ;orro, y como esperaba, ;orro pegó un respingo e hizo un gesto para detener a Kia.

+Eres tan bella, ;orro +susurró Kia. u padre le hab"a dicho que deb"a decirle cosas bonitas a su compa(era< pensó que empezar"a por la !erdad y seguir"a a partir de ah". Estaba con!encida de que ;orro, a su manera y por su forma de caminar y cazar, era realmente bella. u fuerza atra"a a Kia. ;orro se quedó tan pasmada al o"r la tranquila declaración que la mano que ten"a preparada para detener a Kia cayó ol!idada sobre las pieles. )e ha llamado bella. ab"a por el tono de !oz de Kia que %sta lo dec"a de todo corazón. En ese momento, ;orro, a quien nadie hab"a llamado otra cosa que no fuera ;orro durante toda su !ida, entregó su corazón por completo a K ia. +1ú tambi%n eres bella +dijo d%bilmente y luego deseó no haber dicho nada porque la delicada e$ploración de los dedos de Kia se detu!o un momento. +ólo para ti, ;orro, sólo para ti. ;orro abrió la boca para protestar, pero sólo pudo jadear, pues los dedos y su propia e$citación se unieron para abrir su se$o, por lo que quedó e$puesta al aire ligeramente helado y la sensación opuesta del calor del fuego. Kia cerró los ojos cuando sus dedos tocaron la humedad. ", esto est# muy bien, pensó, acariciando el núcleo de la e$citación. ;orro tambi%n cerró los ojos e inconscientemente empezó a mo!er las caderas hacia delante y hacia atr#s siguiendo el ritmo de las caricias de los dedos de Kia. 7sta tragó con dificultad y apretó a ;orro, que ahora respiraba pesadamente, contra su propio se$o húmedo. ;orro se echó hacia atr#s de buen grado y se pegó a Kia con firmeza y Kia aceleró el mo!imiento de la mano hasta que los le!es  jadeos de ;orro se hicieron audibles. Kia le!antó m#s las piernas y apretó a ;orro contra su cuerpo, deslizando el dedo cada !ez m#s cerca de su meta. 4as caderas de ;orro se alzaban de las pieles con cada caricia, haciendo que el dedo de Kia se metiera cada !ez m#s en la abertura caliente y húmeda. ;orro gem"a ahora sin disimulos, al haber renunciado a la necesidad de que Kia la respetara por la necesidad m#s e$igente de la satisfacción. *lzaba las caderas sin parar, intentando que Kia se metiera dentro de ella. Kia gimió en el espeso pelo de ;orro cuando su dedo chocó delicadamente con el himen de ;orro. 7sta estaba tan húmeda, tan empe(ada en alcanzar la satisfacción que incluso sus jadeantes gemidos e$ig"an que Kia siguiera adelante hasta alcanzar su meta. Por fin K ia alzó la mano izquierda y le !ol!ió la cabeza a ;orro para poder besarla en los labios. Por fa!or, quiero hacerlo bien. 9 con este ruego mudo, Kia atra!esó el himen de ;orro. 7sta se agarró a los brazos de Kia con fuerza al tiempo que tres gemidos guturales se le escapaban de entre los labios. :h, por fa!or, no, pensó Kia cuando el cuerpo de su compa(era se quedó r"gido por la in!asión y luego se estremeció con m#s fuerza. 4a garganta de ;orro emit"a peque(os gemidos y los músculos de su se$o aferraban el dedo de Kia con fuerza. El miedo de estar caus#ndole m#s dolor que placer se disipó, sacó despacio el dedo empapado del interior de ;orro y siguió acariciando su e$citación. El cuerpo de ;orro se estremeció con !arias oleadas m#s de placer y

por fin !ol!ió en s". e ruborizó much"simo al darse cuenta de lo que le hab"a pasado. e a!ergonzaba de lo d%bil que hab"a sido bajo las caricias de Kia, pero al mismo tiempo estaba deseosa de !ol!er a sentir el estallido de placer. e quedó sentada en silencio, temerosa de mirar a la mujer que la sosten"a firmemente entre sus brazos como si fuera un cachorrito. +/Est#s enfadada conmigo, ;orro0 +preguntó Kia insegura. Estaba segura de que ;orro hab"a gozado, pero notaba que su cuerpo empezaba a ponerse r"gido al recuperarse y sospechaba que ;orro lamentaba lo que hab"a permitido que sucediera. Esta idea angustió tanto a Kia que se apresuró a le!antarse para distanciarse un poco de ;orro. ;orro tambi%n se le!antó. +&o, espera, Kia, no estoy... 4a e$clamación sofocada de Kia hizo que ;orro bajara la !ista para mirarse y se sonrojó de !ergAenza. 4a palidez de su piel hac"a que la sangre que le manchaba los muslos pareciera m#s brillante de lo que realmente era. * ;orro se le puso un nudo en la garganta y r#pidamente le dio la espalda a Kia, con los hombros hundidos, conteniendo las l#grimas de !ergAenza y rabia. ?ntentó taparse todo lo que pudo con las pieles del suelo. ;orro recordó el momento en que tu!o que pintar a Kia con las bayas< entonces hab"a pensado que la reacción de Kia era e$agerada, pero ahora comprend"a cómo se hab"a sentido. *cerc#ndose r#pidamente al fuego, Kia se arrodilló, metió un pa(o en el agua y luego intentó apartar delicadamente las manos de ;orro. +Puedo hacerlo yo +gru(ó ;orro, con la !oz #spera por la !ergAenza. Kia le!antó la mirada r#pidamente, pero siguió mo!iendo el pa(o caliente por las caderas y el se$o de ;orro y contestó en !oz baja< +4o s%. Kia no apartó la mirada de lo que estaba haciendo al preguntar< +/1e ha dolido, ;orro0 +"... &o, no lo s%... s", pero no. Kia asintió y le entregó el pa(o a ;orro. e apartó mientras ;orro terminaba de limpiarse. +&o estoy enfadada contigo, Kia. &o sab"a que iba a ser as". )e he sentido tan d%bil. Kia se miró las manos. +1al !ez no lo he hecho bien, ;orro. Podr"a... podr"amos !ol!er a intentarlo. ;orro sintió que la tristeza in!ad"a su corazón. 4le!aba tanto tiempo so(ando con un d"a como %ste con Kia. 7sta incluso hab"a hablado con su padre para poder satisfacerla y ahora cre"a que no lo hab"a conseguido. ;orro abrió la boca para hablar y la cerró frustrada cuando de su garganta no salió nada sal!o un d%bil suspiro. +Kia, yo... " que me has dado placer. &unca he sentido una cosa as". Por fa!or, m"rame, Kia. 5a sido todo lo que siempre he querido, es sólo que me ha dado !ergAenza de... +;orro se calló, incapaz de terminar la frase.

+/1e ha dado !ergAenza de lo que te he hecho sentir0 +&o, no lo s%, Kia, no esperaba que fuera a ser as". Cre"a que la que te dar"a placer ser"a yo. +Pero ;orro, eres mi compa(era. * m" tambi%n me gustar"a darte placer. 1odos los d"as... si quisieras +dijo Kia t"midamente. +&o s% si podr"a hacer eso todos los d"as, pero podr"amos intentarlo. +;orro colocó bien las pieles y las abrió, ofreci%ndole un sitio a K ia con timidez. Kia se arrimó a ;orro y %sta la abrazó. ?nsegura, ;orro mo!ió la nariz por la oreja de Kia, aspirando profundamente como si fuera la última !ez que fuera a tener oportunidad de hacerlo. *l darse cuenta de que Kia era ahor a su compa(era de !erdad en todos los sentidos se sintió muy ali!iada. 1endr"a la oportunidad de estar con ella muchas !eces, por lo que no hab"a necesidad de correr. ;orro tumbó a Kia con cuidado y se echó encima de ella, bes#ndole el cuello y la mand"bula y por fin los labios. * Kia ya se le hab"a acelerado la respiración y ;orro notaba que se mo!"a debajo de ella. ;orro se alzó y bajó los dedos por el estómago de Kia hasta los sua!es y húmedos rizos de su se$o. El se$o de Kia ya estaba mojado. ;orro tu!o tentaciones de e$plorarla ya, pero no quer"a que las cosas fueran demasiado deprisa para Kia< quer"a que fuera algo tan especial como lo hab"a sido para ella. ;orro besó el estómago de Kia y luego su pel!is !arias !eces. Kia pegó un respingo y sofocó un grito, pero las manos delicadas que la sujetaban con firmeza la tranquilizaron. Por fin, ;orro se tumbó entre las piernas de Kia y obser!ó su se$o húmedo. +/;orro0 +Kia no deseaba interrumpir. Estaba disfrutando de lo que hac"a ;orro, pero ahora se sent"a un poco t"mida al saberse obser!ada tan de cerca. e le estremeció el cuerpo con un escalofr"o cuando una le!e brisa se coló por la pesada piel de cuero que bloqueaba la entrada. Kia !ol!ió a sobresaltarse cuando algo húmedo y c#lido la acarició con firmeza entre las piernas+. /;orro0 *l no recibir respuesta, Kia miró entre sus piernas y !io la cabeza de ;orro metida entre sus muslos. 4a caricia c#lida y firme la c ausaba la lengua de ;orro al introducirse delicadamente entre los labios del se$o de Kia hasta que se abrieron para recibirla en su interior. Kia jadeó y se tumbó de golpe mientras la lengua de ;orro acariciaba despacio la zona e$citada hasta que se hinchó, e$igiendo atención. 4as caderas de Kia se alzaron in!oluntariamente y ;orro deslizó la mano por debajo del trasero de Kia para que su pel!is quedara en la posición perfecta para recibir sus atenciones. ;orro ten"a los ojos cerrados mientras saboreaba a Kia. -esde el primer contacto electrizante con la punta de la lengua, supo que era algo que iba a repetir. 4a primera !ez que se enteró de la e$istencia de esta forma concreta de dar placer, estaba con!encida que no era algo que le fuera a gustar. *hora, sin embargo, estaba igualmente con!encida de que Kia y ella iban a

tener que hacerlo todas las noches si quer"a ser feliz. 4os peque(os ruidos de placer que emanaban de Kia eran casi tan embriagadores como la prueba de su placer que ;orro persegu"a !orazmente. ;orro segu"a inmersa en la e$periencia cuando notó que las manos de Kia se hund"an en su pelo. +;... ;orro +gimió y quiso apartarse de la boca ansiosa de ;orro. Kia no sab"a si intentaba parar a ;orro o alargar el placer, pero estaba con!encida de que lo mejor en este momento ser"a hacer un peque(o descanso. ;orro, por el contrario, sab"a lo suficiente como para agarrar las caderas de Kia con ambos brazos. 9 con los labios mojados por la esencia de Kia, agarró la e$citación de su compa(era y empezó a chupar, aumentando la presión hasta que Kia se puso a jadear #speramente, al tiempo que pronunciaba su nombre y gem"a. ;orro soltó las caderas de Ki a y le metió una mano entre los muslos. Con un dedo, empezó a distribuir la abundante humedad de Kia hasta que el dedo mojado se situó en la entrada del canal de Kia. Con mucho cuidado, ;orro penetró delicadamente a Kia, haciendo coincidir la succión de la boca con las caricias penetrantes del dedo, meti%ndose despacio en el interior de Kia, primero la punta del dedo y luego un poco m#s. Kia gem"a de placer y ;orro se planteó por un momento esperar para tomar la !irginidad de Kia. * ella le hab"a dolido un poco y tem"a que para Kia fuera a ser peor. *l notar la indecisión de ;orro, Kia alzó la cabeza. El le!e mo!imiento hizo que ;orro le!antara la suya. &o se molestó en disimular su preocupación ante Kia. +;orro, quiero unirme a ti. /Por fa!or0 +pidió Kia. u inseguridad la hizo hablar con timidez y ;orro tu!o que parpadear para asegurarse de que no estaba so(ando. 2ol!iendo a cerrar la boca sobre Kia, ;orro juró en silencio que har"a feliz a su compa(era durante el resto de su !ida. 4a acaric ió despacio y con paciencia hasta que estu!o tan e$citada como antes. 9 cuando notó el himen que imped"a que Kia fuera totalmente suya, aguantó las ganas de atra!esarlo r#pidamente y, en cambio, con !arias caricias constantes y fuertes, lo fue rompiendo poco a poco hasta que no quedó nada que le impidiera sentir a Kia por completo. iguió acariciando a Kia, sus labios continuaron acariciando la e$citación de Kia mientras su dedo la penetraba delicadamente. ;orro sacó el dedo y con cuidado metió dos y la garganta de Kia emitió un gemido largo y gra!e. ;orro se detu!o, dejando que Kia se acostumbrara a la sensación, y luego empezó a mo!erse de nue!o dentro de ella. *l poco, las caderas de Kia respond"an a cada empujón con !igor. -e repente arqueó la espalda y de sus labios brotó una mezcla de grito y gru(ido. ;orro le!antó la cabeza y !io el cuerpo de Kia paralizado por un momento en un arco por encima de las pieles, la piel oscura pintada por el fuego de tr%mulos tonos anaranjados, y por fin sus caderas cayeron al suelo y empezaron a mo!erse con creciente frecuencia. El placer atra!esó a Kia cada !ez m#s y se mo!ió m#s deprisa sobre los dedos de ;orro. El placer continuó en oleadas hasta que Kia temió que se iba

a desmayar de respirar con tanta dificultad. Por fin, las oleadas fueron disminuyendo y ;orro se mo!ió m#s despacio. Cuando ;orro sacó los dedos del interior de Kia, obser!ó la cara de su compa(era por si !e"a alguna se(al de dolor. Drunció el ce(o preocupada al !er que Kia ten"a los ojos cerrados y parec"a que segu"a intentando recuperar el aliento. +/Kia0 /Est#s bien0 +susurró ;orro, sin querer despertarla si se hab"a quedado dormida. +", ;orro, estoy bien +contestó Kia con una sonrisa, aunque segu"a sin abrir los ojos. +9o... +Kia abrió los ojos y !io a ;orro mir#ndola con preocupación+. /5a sido...0 +5a sido mara!illoso. )#s que mara!illoso. ;orro se pegó m#s a Kia y no pudo e!itar abrazarla con todas sus fuerzas. 4obo &egro se hab"a equi!ocado. Pod"a dar placer a su compa(era y se lo hab"a dado. +)mm, /;orro0 ;orro se quedó paralizada al o"r una pregunta en el tono de su compa(era. +/", Kia0 +/)e toca a m" otra !ez0 ;orro miró a Kia con los ojos muy redondos y algo temerosos. +:h... eeeh... tal !ez deber"amos esperar... yo... debes de estar... /&o est#s dolorida0 Kia pareció decepcionada un momento y estiró las piernas entumecidas hacia delante. 1endr"a que aprender a no tensarlas tanto. Estaba segura de que le iban a doler aún m#s por la ma(ana. *sintió apesadumbrada. +", estoy un poco dolorida +reconoció. uspiró, con e!idente cara de decepción. 5ab"a querido probar a hacer lo que le hab"a hecho ;orro a ella. +'ueno, a lo mejor podemos si tenemos cuid... Kia ya hab"a colocado a ;orro boca arriba y la besaba apasionadamente. ;orro soltó un gran suspiro. Estaba segura de que su compa(era iba a necesitar muchas noches como %sta. ;orro sonrió muy contenta. Cosas peores hab"a en la !ida. ;orro y Kia entraron en el campamento de in!ierno. Kia agitó la mano muy emocionada saludando a )i3o y a su madre y saltó del trineo antes de que %ste se hubiera parado del todo. ;orro intentó ignorar el miedo que ten"a de que, tras lle!ar juntas un ciclo completo, Kia toda!"a fuera a dejarla. 4o hac"an todo juntas, incluida la caza, y ;orro no pod"a ni pensar en cómo ser"a la !ida sin Kia. ólo de pensarlo se pon"a mala. e quedó mirando mientras su compa(era, que hab"a echado a correr muy contenta hacia su madre y su prima, se deten"a de golpe y se daba la !uelta. 6egresó a todo correr y cogió la cara de ;orro entre sus manos. )iró a ;orro a los ojos con ferocidad, pues un ciclo de amar y ser amada por ;orro le hab"a dado una fuerza y una seguridad que nunca habr"a cre"do posibles. +&o te quedes mucho tiempo con padre. 1e !oy a echar de menos.

'esó a ;orro dulcemente en la boca. El beso quiso ser r#pido, pero se prolongó y como siempre, ;orro sintió que se le llenaba el !ientre de deseo. Kia terminó el beso y su aliento c#lido se mezcló en el aire un momento y luego se des!aneció mientras los ojos azules acariciaban los !erdes. Kia soltó la cara de ;orro y con una le!e sonrisa, corrió hacia su madre y su prima, erguida y mo!i%ndose con la misma despreocupación que cuando era ni(a. ;orro sonrió al !erlas abrazarse y bromear unas con otras. )i3o ofreció un gran fardo a Kia para que lo e$aminase. :bser!ó a Kia haciendo caranto(as al beb% y sintió algo de pena por no poder darle un hijo a Kia. +'ien!enida, ;orro, ha pasado bastante tiempo. ;orro hab"a estado tan ensimismada mirando a su compa(era que no hab"a o"do a &ube 'lanca acercarse por detr#s. +&ube 'lanca. +;orro le ofreció la mano como un cazador saludaba a otro cazador y se !ol!ió para seguir mirando a Kia, unni y )i3o+. )e alegro de !ol!er a !erte. +Parece feliz. +&ube 'lanca obser!ó a su hija con cara de satisfacción+. -eber"as llamarme padre, como Kia. ;orro miró a &ube 'lanca y !ol!ió a mirar a Kia. +", s" que parece feliz... padre. +;orro no pudo e!itar sonre"r ligeramente aunque quer"a parecer impasible. Estaba segura de que la capucha le ocultaba la cara, pero no quer"a correr el riesgo, de modo que borró la sonrisa de su cara. +/9 tú eres feliz0 +4as palabras de &ube 'lanca sorprendieron tanto a ;orro que se !ol!ió para mirarlo con e!idente e$presión de pasmo. +", soy muy feliz. +'ien. 4e promet" a la que llamabas abuela que me ocupar"a de ti cuando me habló de tu inter%s por mi Kia hace muchos ciclos. ;orro tomó aliento y apartó la mirada a!ergonzada. +9... /Kia lo sabe0 +e lo dije cuando !ino a !ernos y se quedó aqu" atrapada. Estaba con!encida de que nunca !ol!er"as a aceptarla. Era lo único que le daba esperanzas. +&ube 'lanca miró a ;orro con una sonrisa en la cara. ;orro se !ol!ió r#pidamente, con la cara sonrojada. 5ac"a mucho tiempo que hab"a confesado su amor por Kia, pero nunca le hab"a hablado de su deseo de infancia de unirse a ella. &unca le hab"a dicho que la hab"a amado de lejos mucho antes de haberle dirigido la palabra siquiera. ;orro sab"a que lo que sent"a ahora por Kia era distinto de lo que hab"a sentido entonces. Era real y m#s fuerte que cualquier cosa que pudiera haber so(ado de ni(a. Pero aún conser!aba esos deseos de infancia por su inocencia y porque la hab"an empujado a ganarse el corazón de Kia, cosa que entonces sólo hab"a tenido la esperanza de que fuera posible. 8na !ez m#s, una peque(a duda enfrió la alegr"a de ;orro. )iró a &ube 'lanca y luego de nue!o a Kia, que ahora sujetaba al beb% en brazos y le hac"a cari(itos. +&ube 'lanca. +e !ol!ió para mirarlo y se encontró con su mirada

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