Larrea López, Juan Félix - Modernismo y Teosofía.pdf

June 16, 2020 | Author: Anonymous | Category: Helena Blavatsky, Teosofía, Sociedad de jesus, Portugal, España
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profundiza en la oriental desde después de su estancia en el Inst Universidad de Poona (Bombay) En este estudio aporta sus inve literarias sobre Oriente-Occiden una síntesis de todas las filos respuestas al hombre de hoy que paradigma universal o en palab 98, Viriato: "Depuremos procurando que nuestros a insignificantes, estén en armonía del universo". Viriato, antes que Hesse u Octavio Paz, encontr albores del Modernismo.

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MODERNISMO Y TEOSOFÍA: VIRIATO DÍAZ-PÉREZ

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Todos los derechos reservados Primera edición: Abril 1993 Cubierta: /. Wanda © Juan Félix Larrea © Libertarias/Prodhuñ, S.A. C. Lérida, 80-82 28020 Madrid Tel.:571 85 83-5712161 Fax: 571 84 83 I.S.B.N.: 84-7954-122-9 Depósito Legal: M. 8.184-1993 Impreso en España/Printed in Spain

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

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CAPÍTULO I - ESPAÑA Y ORIENTE Españoles y portugueses. La Inquisición en la India. Yeats y Edison. Gandhi. Asia revitalizada. Transcendentalistas americanos. Nuevo «Renacimiento». Tres períodos de la Teosofía en España. El modernismo y las corrientes de desenmascaramiento. Relativismo del punto de vista mítico y moderno. España. Rafael Dieste

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CAPITULO II TEOSOFÍA Y SÁNSCRITO El sánscrito en todas las universidades del mundo. Warren Hastings. Hamilton. El indoeuropeo. Primer catedrático de sánscrito en la Central en 1856. Estanislao Sánchez Calvo. Sanscritistas, teósofos y la filosofía hindú. Ratnavali

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CAPITULO III - VIRIATO EL TEÓSOFO La masonería y teosofía en Viriato. Viriato pionero del modernismo: Ruskin, Nietzsche, DAnnunzio, Antero de Quental, Emerson. Viriato periodista. Manuel Molano y Alfredo Rodríguez Aldao. Treviño y Roso de Luna. Duquesa de Pomar. Primera entrevista de Xifré con Blavatsky. Encuentro de Xifré y Montoliu. Estudios teósófícos. José Roviralta y Borrel. Said Armesto y ValleInclán. Obra teosófica de Viriato comentada

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CAPÍTULO IV - LA ESCUELA DE TRADUCTORES DE SOPHIA Labor de los primeros teósofos. Primeras traducciones de Montoliu, Xifré, Roviralta, Viriato, Treviño, Federico Climent Terrer,

Maynadé, Melián. Rafael Urbano. José Plana y Dorca. Edmundo González Blanco. Pedro González Blanco. Alfredo Rodríguez Aldao. Mario Roso de Luna

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CAPÍTULO V - FAMOSOS POLEMISTAS TEÓSOFOS Xifré y Menéndez Pelayo. Edmundo González Blanco y el cardenal Sancha. Pedro González Blanco y Arciniegas. Viriato DíazPérez y el Señor Wilson de La Nación

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CAPÍTULO VI - INFLUENCIA DE SOPHIA Etapas de la revista Sophia. Cansinos Assens. Valera y Clarín. Hermanos Machado, González Blanco y Molano. Rafael Urbano. El Motín de Nakens. El teósofo Raja de Kapurtala en Madrid. Tomás Doreste y el Ateneo. Rubén Darío colabora en Sophia. Roso de Luna y Adolfo Bonilla y San Martín. Ateneo y café Gijón. Treviño y Roso de Luna con Viriato. Escritura automática en Mabel Collins y Blavatsky. Jinarajadasa en España. Saturnino Torra Pala y Lorenzana

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CAPÍTULO VII EL MODERNISMO Y LA TEOSOFÍA Españoles influyentes en París. El modernismo español redescubierto. Viriato, teórico de la prosa modernista. El «color y sonido» antes de 1894. Kandinsky. Besant y Leadbeater. Energía del lenguaje. Salvador Rueda creador del modernismo. Religiosidad sin dogmas de madrileños y catalanes. Modernismo ideológico. Andrés González Blanco y Cansinos Assens reivindican el pionerismo modernista de Rueda. Viriato testifica. El polaco Leonard y la consmovisión pitagórica de Rubén Darío. Trasvase entre París y Madrid. Introductor, paralelo a Proust, de Ruskin en España. Viriato no es un segundón del modernismo. Viriato y Octavio Paz, dos espíritus en una misma búsqueda. Viriato influye en sus contertulios a través de sus artículos y en las tertulias y paseos. Renacimiento de la filosofía hinda en el modernismo según Cansinos Assens. El orientalista Nobel Octavio Paz y la profesionalidad y la conciencia planetaria. Psicología transpersonal y Antonio Machado, Valle-Inclán, Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Unamuno. Tertulias de Viriato. Filomena. Amigos de Viriato. Alicia Díaz-Pérez

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CONCLUSIÓN

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APÉNDICE I - ARTÍCULOS TEOSÓFICOS Cicerón Marte Pitágoras Teogonia inda Datos de la antigua literatura inda Reseñas de El cisma universal en el siglo XIX y dogma propuesto a la democracia, de Francisco Cantagrel Supersticiones de los indios filipinos, de W.E. Retana Morsamor, de D. Juan Valera La filosofía natural, de autor anónimo Notas sobre mitología filipina Notas sobre el misticismo musulmán Procesos seguidos por la inquisición de Valencia contra dos hechiceras en 1583 y 1653 El teosofismo del poeta portugués Anthero de Quental Carta abierta a D. Juan Valera Reseña de Magia egipcia, de S.S.D.D Necrológica del padre de Viriato Reseña de El espiritismo en la Ha de la Filosofía, de V. Cel Reseña de II trionfo di G. Leopardi, de ítalo Giuffré El mágico Don Illán de Toledo Un Génesis salvaje (indios Tupi) Manuscritos árabes y aljamiados sobre ocultismo en la Biblioteca Nacional Grasserie y su «Psicología de las religiones» En honor a Sánchez Calvo Reseña de Ocultismo, de Dr. Encausse (Papus) ¿Una conmemoración del hundimiento de la Atlántida? La muerte de Alejandro Aksakof Muerte del orientalista Weber Reseña de Indicador de varias crónicas religiosas y militares en España, de Juan P. García Pérez Reseña de La resurrección de los muertos en sus aspectos científico y filosófico, de Virgilio Relaciones entre el tagalog y el tamil de la India Karma Supernaturalismo práctico Reseña de La norma mental, de Africano A. Spir Reseña de JVeuf Upanishads, de G.R.S. Mead Dos nuevos estudios sobre Sánchez Calvo

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Recuerdos de la estancia en España del presidente Olcott Revista argentina «Philadelphia» Más allá de la experiencia y del análisis Proyecto de una edición crítica del Mahabharata Augusto González de Linares Conferencia del Dr. Pascal enviada por Viriato desde Burdeos.... Un libro interesante. (Reseña de Rafael Urbano del libro con las conferencias del Congreso de Amsterdam con «La mitología filipina» de Viriato Nota de Treviño en la despedida de Viriato al Paraguay Nota sobre Viriato, Jefe del Archivo del Paraguay Recuerdo Notas Constancia Teosofía en Paraguay Reseña de Alfredo Rodríguez Aldao sobre Leyendo a Veressaief, de Viriato Díaz-Pérez La ceremonia del bautismo Notas sobre Viriato Díaz-Pérez El neo-pitagorismo Acta fundación de la rama teosófica en Paraguay Los dos creyentes de Hieráím Para la historia de la «Rama Madrid» Artículo inédito para el Espasa del año 1914 sobre Helena Petrona Hahn. Sin concluir Etica de lo Aniversal

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APÉNDICE II - «MÚSICA, COLOR Y SONIDO» El Ideal, Madrid 4 de Diciembre 1894. (Artículo que anticipa la tesis doctoral)

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«IMPRESIONES DE "TIERRA CALIENTE"» El Globo, 23 Abril 1895. (Artículo del Director, D. Alfredo Vicenti, en que se habla por primera vez de Femeninas de Valle Inclán)..

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«FEMENINAS» El Ideal. 30 Mayo de 1895. (Reseña de Viriato Díaz-Pérez en que se habla por segunda vez de Femeninas)

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CARTAS ENTRE MARIO ROSO DE LUNA Y VIRIATO DÍAZ-PÉREZ — Carta de Viriato a Roso el 24 Nov. 1903 — Carta de Viriato a Roso el 7 Enero 1904 — Carta de Viriato a Roso el 7 Sept. 1915 — Carta de Roso a Viriato el 7 Oct. 1915 — Carta de Viriato a Roso el 22 Febrero 1916 — Carta de Roso a Viriato el 28 de Abril 1916 — Carta de Viriato a Roso el 22 de Febrero 1922 — Carta de Roso a Viriato el 25 de Marzo 1922 — Carta de Viriato a Roso el 16 de Dic. 1930

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BIBLIOGRAFÍA

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INTRODUCCIÓN Queremos en este libro estudiar el efecto de la Teosofía en el modernismo español. Para ello hemos escogido la figura más típica de la Teosofía en el Madrid modernista, Viriato Díaz-Pérez (1875-1958). Viriato Díaz-Pérez y Martín de la Herrería hunde sus raíces en Santander y Badajoz, extremeño y cántabro al par que madrileño. Su padre es cronista fecundo de Badajoz. Su madre es una de las primeras escritoras feministas. Viriato es el primer crítico en ocuparse de Juan Ramón Jiménez y Valle-Inclán en Madrid. Perteneció a la generación del 98 o mejor del modernismo. Periodista, filósofo, crítico reconocido ya en 1906 sale para la capital del Paraguay y será profesor universitario de la Facultad de Filosofía y Letras. Colaboró en las primeras revistas modernistas Helios, Juventud, Hojas selectas, Sophia. Es inmensa su labor en Asunción durante 50 años. Recibió la cruz de Don Alfonso X el Sabio por parte de España y La Asunción le concedió el doctorado Honoris causa antes de morir. La revista Sophia (1893-1914; 1923-1925) de la que fue director, es la obra más importante de la Teosofía en España. Después será Roso de Luna el teósofo más representativo. La Teosofía no es una nueva religión. Contiene verdades que se encuentran en todas las religiones. Es más bien una filosofía cientí-1 fica de la vida. Aprovecha los conocimientos de civilizaciones antiguas, Egipto, Caldea, Babilonia, India, China. Einstein tenía La Doctrina secreta de Madame Blavatsky en su mesa (obra capital de la Teosofía), y se la recomendó a Heisenberg. Hay una cultura que contiene en sus escritos toda la riqueza de la historia desde sus orígenes: la India. Por eso Mme. Blavatsky se centró sobre todo en la India. Ya antes el hombre ha estudiado las religiones antiguas, los griegos descubren esta veta común y así llega17

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mos a Bóhme, Swedenborg, etc. Pero nosotros estudiamos la Teosofía de Mme. Blavatsky, fundada en 1875 en Nueva York y rápidamente extendida a todo el mundo. En la Teosofía no hay dogmas, no es un credo. Es la expresión de hechos descubiertos y comprobados por incontables generaciones de estudiantes en todas las épocas. Se exponen como hipótesis, hasta que el estudiante desarrolle en sí mismo el poder de investigar su veracidad. La Teosofía sostiene que la verdad debe buscarse por el estudio, la reflexión sin sectarismo. La tolerancia elimina antagonismos ideológicos. No permite el proselitismo. Se ve cada religión como una expresión parcial de la Sabiduría Divina. La paz es su consigna y la verdad su aspiración. Sus tres objetivos son: 1. Formar un núcleo de la fraternidad universal, sin distinción de raza, credo, sexo, casta o color. 2. Fomentar el estudio comparado de las religiones. 3. Investigar las leyes no explicadas de la Naturaleza, y los poderes latentes en el hombre. Entre las figuras mundiales de la Teosofía están Madame Blavatsky, el coronel Olcott, Annie Besant, Jinarajadasa, Sinnet, Leadbeater, Mabel Collins, Hartmann, Krishnamurti, etc. En España son José Xifré, Francisco Montoliu, José Roviralta y Borrel, Doreste, José Melián, Viriato Díaz-Pérez, Manuel Treviño, Plana y Dorca, Climent Terrer, Rafael Urbano, los hermanos Edmundo y Pedro González Blanco, Mario Roso de Luna, etc. Elegimos a Viriato porque es el teósofo por antonomasia en el Madrid finisecular. Es entre los teósofos el que más obra dejó escrita no sólo teosófica, sino literaria e histórica. Estudiaremos su Teosofía densa, no tan ampulosa ni tan abundante como la del gran teósofo de la segunda época, Mario Roso de Luna. Todos ellos son una élite que influye en el Madrid modernista en las revistas como Helios de Madrid o Luz de Barcelona. Iniciaremos el estudio examinando la relación de España con Oriente. En el segundo capítulo analizamos el sánscrito, frente a la Teosofía, y su descubrimiento, que revolucionó la lingüística y a través de las cátedras de sánscrito, se va introduciendo la cultura india en el mundo, pobremente en España, debido a la obstrucción de una iglesia católica, que no abandona su poder político. El capítulo III, la vida y escritos teosóficos de Viriato en Sophia, es nuestro tema central.

En el capítulo IV examinamos la gran labor de divulgación de la Teosofía a través de las traducciones de los teósofos españoles, entre ellos Viriato. El capítulo V nos lleva a los incisivos polemistas que nacen dentro de la escuela teosófica: la famosa polémica del cardenal Sancha con Edmundo González Blanco, las polémicas de Viriato y Pedro González Blanco, etc. En el capítulo VI veremos la influencia de Sophia en el Ateneo de Madrid y la élite intelectual, para acabar en el modernismo y la Teosofía. Con Octavio Paz vemos hoy un nuevo «renacimiento» en la resurrección de realidades enterradas que son como la reaparición de lo olvidado o reprimido en cuarenta años de dictadura y que viene a construir el alba de una nueva humanidad al final hoy de ese gran período que abre el modernismo, término que incluye la ya discutible generación del 98 y abarca toda la edad finisecular que vamos a examinar. En el Apéndice I recuperamos la producción teosófica de Viriato, no toda. El Apéndice II incluye el fundamental artículo sobre «color y sonido», que preludia su tesis doctoral y las dos primeras reseñas sobre Femeninas de Valle-Inclán. Igualmente algunas cartas entre Roso de Luna y Viriato.

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I. ESPAÑA Y ORIENTE Es evidente que España tiene un directo contacto con la India, especialmente desde los nuevos descubrimientos de portugueses y españoles durante la época de las grandes exploraciones. Sin embargo en el siglo XIX nuestro camino a Oriente pasa por Alemania, Inglaterra o Francia. Portugal o España han sido siempre desde el principio los que han tenido la llave de Oriente a través de sus navegantes. Vasco de Gama llega a la India en 1498. En Mozambique ya está la Agencia real de Portugal con su fortaleza en 1507. ¿Qué ha pasado? Los británicos se apoderan de Oriente. Los jesuítas o los misioneros son una especie de funcionarios del rey de Portugal.1 El primer objetivo de esta política es preservar el comercio de las especies —lo más lucrativo— en el Asia portuguesa. Otro fin de la política real era el ampliar la influencia cristiana. Los capitanes portugueses sin embargo posponen a veces estos intereses a los de enriquecerse en el mínimo tiempo. La bula de Alejandro VI en 1493 ha dividido el mundo en dos hemisferios, el portugués y el castellano. Martín Alonso de Sousa, gobernador de la India, oye que una flota española, bajo el mando de Ruy López de Villalobos llega a Molucas en 1545 e inmediatamente ordena sean llevados a Goa a someterse a la corona portuguesa. Ya Goa se formó como diócesis en 1534, diócesis sufragánea de Funchal (Madeira) por Pablo III. En 1558 Goa cambia a archidiócesis. S. Francisco Javier llega a Goa en Mayo de 1542 enviado por Juan III de Portugal, como legado o nuncio del papa, para visitar 1

Monumento histórica societatis Jesu. Documenta Malucensia. Vol I (1542-1577) Ed. Hubert Jacobs. Roma: 1974. 21

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a los cristianos. En 1549 S. Ignacio de Loyola nombra a Francisco Javier provincial de Goa. Los jesuítas dependen de los portugueses y de los jefes nativos para su sustento. Los jesuítas se balancean entre estos dos poderes. Al principio en 1546 le envían a Juan de Beira, canónigo de La Corana, nacido en Pontevedra y jesuíta en 1544 en Coimbra. También están al principio Nuno Ribeiro y Nicolás Nunes, los dos portugueses. Y Baltasar Nunes que siendo hermano de la Compañía deja la orden, según parece. En 1557 hay un jesuíta que es nativo de Goa, nacido en 1532, «filho da India», pero el nombre Melchor de Figueiredo nos hace suponer quizás hijo de portugueses en la India. En la carta que escribe a los jesuítas de Europa Francisco Javier recomienda a los que van a la China que se informen de las «cerimonias y costumbres que entre ellos se guardan, para por ellas se poder saber si son christianos o judíos» (p. 15). El veinte de Enero de 1548 este misionero, Francisco Javier, escribe al padre Iñigo y jesuítas de Roma informándoles del Rey de Molucas: «El rey de Molucas es moro y vasallo del Rey de Portugal..., desseava que yo fuese su amigo, dándome esperancas que en algún tiempo se haría cristiano; quería que o amasse con esta tacha de moro, dizéndome que christianos y moros teníamos un Dios común, y que en algún tiempo todos seríamos unos... Prometióme que haría uno de sus hijos christiano,... que depois de christiano fuesse rey de las yslas del Moro», (p. 40) Este rey no pensó así por espíritu ecuménico avantla-lettre sino por estrategia política para asegurar el favor de los portugueses y controlar la región del Moro. El 20 de Enero de 1548 envía carta al provincial, padre Rodríguez de Portugal, pidiéndole mande a la India predicadores, y si no son predicadores que «sean personas de mucha probación en la Compañía y de muchas experiencias... y que no sean dolientes, porque los trabajos de la India requieren también fuercas corporales, aunque sean más necesarias las espirituales», (p. 43). El 20 de diciembre de 1548 el padre Antonio Gomes escribe una carta al provincial de Portugal pidiéndole 2.000 cruzados al Rey para convertir el colegio de San Pablo de Goa en universidad para toda la India. Posteriormente por cartas de misioneros vemos que muchos de

los cristianos, convertidos por S. Francisco Javier y otro misionero llamado Beira, reniegan y vuelven al Islam. Por una carta de 1576 vemos que en Molucas donde hay cinco jesuítas y un hermano, viven, después de convertir a cien mil nativos, cercados en una fortaleza con sus portugueses, desde hace cuatro años, ejercitándose más en padecer que en hacer. Hoy todavía podemos ver una ciudad portuguesa en Bassein, al norte de Bombay. Allí reside el Pretor portugués de la India desde 1549. Es una ciudad museo del siglo XVI, completamente abandonado pero con todas las iglesias, tumbas y casas de piedra hidalgas, intactas. No están demolidas, como hicieron los españoles en México y Perú, con la cultura vencida y enterrada. En 1546, precisamente el 16 de Mayo, S. Francisco Javier envía desde Malaca una carta al Rey de Portugal y le dice: Sennhor 1. Por outra via tenho scripto a Vosa Alteza da muita nesecydade que a Yndia tem de pregnadores,... 2. A segunda nesecydade, que a Yndia tem pera serem bous christáos os que nela vivem, hé que mande Vosa Alteza a samta Ynquizisáo.2 Nos preguntamos otra vez qué pudo pasar en este primer contacto de culturas entre españoles o portugueses y la cultura hindú. Prácticamente la época no estaba madura para echar ningún puente de entendimiento entre ambas culturas. Tiene que venir la colonización británica para que se inicie en el siglo XVIII un acercamiento y una admiración. Son como oleadas de apertura hacia lo oriental. Primero por la lingüística, a partir del descubrimiento del indoeuropeo de Bopp (1833), después por la Teosofía (1875). ¿Qué supone la teosofía? ¿Cómo empieza? La Teosofía significa este momento cumbre después del otro instante lingüístico. En Nueva York existe una sociedad hermética, la Hermandad de Luxor. Viene a ser el rosacrucismo según la versión del orador idealista americano P.B. Randolph, supremo gran maestro de los rosacruces americanos.

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2 Traducción del portugués: Señor. 1. Por otra vía he escrito a vuestra alteza de la mucha necesidad que tiene la India de predicadores. 2. La segunda necesidad que la India tiene para ser buenos cristianos los que viven en ella, es que mande vuestra alteza la Santa Inquisición.

El profesor de matemáticas y egiptología George H. Felt dará una charla de esta Hermandad de Luxor. Parece que Olcott y Madame Blavatsky pertenecían a esta hermandad, que influye al inicio en la orientación de la Teosofía. George Felt habla sobre «El canon perdido de la proporción en Egipto». Era en la casa de Madame Blavatsky, Irving Place, n° 46, el día 17 de Septiembre de 1875. Asisten 17 personas. Allí estaban Madame Blavatsky, el coronel Olcott y William Judge, abogado. Al final en una pequeña discusión el coronel Olcott pasa una nota a Judge. «¿No sería bueno formar una sociedad para esta clase de estudios?» Judge pasa la nota a Madame Blavatsky que asiente. Así nace esta sociedad que va a ser germen de un gran movimiento en todo el mundo. Algunos de ellos viajan a la India y Asia y van a ser fuente directa de información inapreciable, la teosofía populariza las religiones de Asia. El centro de toda la controversia y admiración en la Teosofía será una misteriosa y fascinante mujef que atrae a Yeats, a Thomas Edison y a todo el que quedase atrapado por su enigma. El coronel Olcott, pionero en la agricultura científica y experimentador del sorgo y la caña de azúcar, se declara discípulo de la gran mensajera. Olcott que es la persona que más tiempo ha estado con Madame Blavatsky y es el que mejor la conoce, nunca se cansa de describir su infinita variedad, su temperamento, su lengua fina como la hoja de una cuchilla, sus trucos infantiles y caprichosos, su generosidad y su sabiduría. En su diario escribe: «Tanto porque no la conocí mejor que otros muchos, para mí fue igual que para ellos un misterio... para mí que tuve que cargar con los vulgares detalles de su diaria vida común y verla en todos sus aspectos, fue desde el principio y continuó hasta el final un enigma insoluble».3 El marqués de Xifré que la visitó en Londres varias veces declara que tiene una confianza ciega en H.P.B. y sería capaz de ejecutar todas las órdenes que diera, aún la de arrojarse por la ventana. Blavatsky, como todas las grandes personalidades de la historia, seguirá estudiándose. Ni sus adversarios pueden tumbar sus efectos 3

Henry Steell Olcott. Oíd Diary Leaves. 1900, Adyar, Madras: Theosophical Publishing House, 1954 p. VIII. (Trad. mía). 24

beneficiosos ni los admiradores negar sus contradictorias debilidades. Sus poderes maravillosos están ahí. La fuerza actuando en la debilidad. La dialéctica de su personalidad es incontrastable. Fue un ser que vino a cumplir una misión y la cumplió, pese a todo y a algunos. Blavatsky pedirá a los indios que comparen las doctrinas del RigVeda con lo que han llegado a ser en manos de los brahmanes y vuelvan a las puras concepciones de la deidad enseñada por los Vedas, la inspiración más elevada que sea dable al hombre de la tierra, inspiración repetida en la historia de la humanidad, y que, cuando es necesario, puede presentarse en cualquier cultura. Por supuesto sin pasar por el filtro de hermenéuticas oficiales, tan amigas de ocultar los defectos. Esta mujer no tolera el grado de servilismo y degradación en que las rutinas de los brahmanes postran a la mujer india y arrecia contra estas costumbres antifeministas. P.H.B. luchará denodadamente contra todos los vicios de la religión hindú. Su látigo verbal no tendrá compasión. Gracias a esta mujer se abren centros de teosofía en todas las ciudades. Los hombres educados occidentalmente, que se avergüenzan del hinduismo y tienen dudas de su religión, sienten un nuevo entusiasmo. Así Gandhi es recuperado por la teosofía. La teosofía ejerció una inmensa influencia en Asia y una revitalización del budismo e hinduismo. Condena a los misioneros occidentales como introductores imprudentes que critican las dos religiones más grandes de la humanidad. Con la teosofía brotan al tiempo en Asia reformadores que desde dentro hacen resurgir de sus propias cenizas sus esencias revitalizadoras. Olcott mismo promueve un catecismo budista. Annie Besant se convierte en una dinámica militante hindú en la India y forma como Olcott escuelas que promueven los ideales de la religión védica. El mismo congreso indio la elige presidenta. Vemos que la teosofía empieza en el país mejor preparado que existe en el mundo: Estados Unidos. Es un país abierto por su pluralismo real. Los transcendentalistas han hecho populares avant-lalettre las ideas de Madame Blavatsky. Ninguna religión predomina y todas se desarrollan. Con el apoyo de Europa se constituye una red que ha de prestigiar en los países asiáticos los movimientos de recuperación de la cultura nativa. 25

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Estados Unidos y Europa y a través de éstos todas las áreas geográficas influenciadas por ellos se abren a estas sociedades que se forman en todo el mundo. El Parlamento de las religiones de Chica\ go es otro triunfo de la teosofía, que irradia al mundo entero. Los libros de teosofía llegan a ser popularizados, publicándose hasta en cuentos y novelas. El Oriente es algo de la calle, con la boda del Raja de Kapurtala con una madrileña, como nos cuenta Iris Zavala en el Sendero del tigre. y Muchos de los movimientos que se inician posteriormente reciben influencia de la teosofía. El legado de Madame Blavatsky no dejará de trabajarse hasta que no desaparezca su necesidad. Madame Blavatsky tiene vigencia, como tiene vigencia Freud. Cada vez que las inquisiciones yugulen una parte de la historia vendrán posteriormente hermeneutas que recuperarán para la humanidad esa parte trunca de la historia en forma de Freud o Blavatsky. Toda la historia es un legado de toda la humanidad. Octavio Paz habla también de un nuevo «renacimiento» hoy. Es la revolución de hoy: el regreso a los orígenes. Asistimos hoy a la reaparición de lo «olvidado o reprimido», nos repite el poeta mejicano en los cursos de verano del Escorial de 1990. El ideal de Blavatsky desaparecerá en la humanidad que trasponga la religión. La teosofía es una mística racionalista. Un mundo dialéctico de estados iniciáticos y caídas, que provoca un dinamismo. Lo irracional o el «alogon» se introduce en la racionalidad que le da su sentido de coherencia. Pueden diferenciarse en el desarrollo de la teosofía tres períodos en España. El primero desde el comienzo hasta la primera guerra mundial, dominado por lo intelectual: predomina en esta etapa la lectura de libros y las charlas de temas teosóficos. En este período se impone la personalidad de H.P.B. Después vendrá la era de los magos, Krishnamurti, Roso de Luna, Gandhi. Será la época de Annie Besant. Después de 1960 surgen todos los nuevos movimientos con nuevas técnicas de relajación y nuevos estilos de vida, donde se descubre a Gurdief y Ouspensky. La fascinación irresistible que ilumina la totalidad de la existencia se hace palpable en nuevos estilos de vida de muchos buscadores en los Estados Unidos y Europa. -

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BIBLIOGRAFÍA Femeninas (Seis historias amorosas), con un prólogo de Manuel Murguía, por D. Ramón del Valle-Inclán. —Pontevedra. Imprenta de A. Landín, 1895. He aquí un libro de indiscutible mérito, que ha producido en el buen mundo literario un sincero movimiento de interés y simpatía hacia el autor. Este nos presenta en «Femeninas» una obra exenta de esa pesadez fría y machacona que caracteriza a la mayor parte 378

Ramón

del Valle

Inclán

Dedicatoria a la segunda edición de

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Femeninas.

de nuestras producciones literarias de ahora. El libro es perfectamente moderno. Desde su título, sencillo y elegante, hasta sus más pequeños detalles, todo está en él hábilmente dispuesto y estudiado. Adviértese desde sus primeras páginas que el autor, Sr. ValleInclán, leyó mucho a los modernos literatos franceses; y no es esto decir que el libro «Femeninas» sea una de tantas producciones con que a cada momento nos brinda la exageración transpirenaica; el autor ante todo es español, y su pasión por la literatura francesa no es tan grande que le haya hecho olvidar a nuestros clásicos, y a Cervantes y Quevedo especialmente. Esa cualidad, tan poco común hoy, de mantenerse en un medio perfecto, hace que el estilo de ValleInclán reúna, entre otras condiciones la de una originalidad agradable y elegante. Párrafos hay en «Femeninas» que trascienden a nuestros clásicos y que a la par (mezcla rara) recuerdan a los modernos escritores franceses... «Era (dice uno) la gentil condesa, de condición tornadiza y débil, sin ambiciones de amor romántico, ni vehemencias pasionales; por manera que en los efectos del hogar, impuestos por la educación y la costumbre, había hallado siempre cuanto necesitar podía su sensibilidad reposada y plebeya». Echase de ver en el libro de Valle-Inclán el esquisito cuidado que este puso en el procedimiento de «composición y ordenación». Destilan por las satinadas páginas del libro multitud de personajes y aunque algunos llevan en sí ciertos rasgos de analogía, nunca aparecen presentados de un mismo modo. Tantas formas diversas existen en el modo de componer de Valle-Inclán que diríase había encontrado los misteriosos secretos del estilo. La nota psicológica. He aquí otra novedad que encuentra el lector de «Femeninas», nota que podría considerarse como una herencia transmitida por la asidua lectura de Paul Bourget. En la mujer, la sinuosidad del carácter femenil, que con tanto ahinco estudió Valle, se trasluce en todas las heroínas de sus cuentos; caracteres complejos y tornadizos aunque hábilmente observados. El personalismo es otra de las especialidades del libro «Femeninas». Si en los cuentos de este estudiáis los tipos del hombre, siempre al trasluz de ellos, descubriréis a Valle-Inclán que aparece dando una nota hidalga. El que lee «Femeninas» conoce a su autor, sabe 380

que ha viajado mucho, y aún se presume su carácter tan extrañamente especial. Con estos y otros muchos valiosos elementos, que hoy no cito, ha compuesto Valle-Inclán su libro «Femeninas», que recomiendo al lector, en la seguridad de que ha de agradecérmelo. Viriato El Ideal, Madrid 30 de Mayo de 1895

CARTAS ENTRE ROSO Y VIRIATO Sr. Don Mario Roso de Luna Muy distinguido señor mío y amigo. Tengo ante mí su muy amable de I o de Septiembre dirigida a D. José Xifré o en su defecto al Director de Sophía. No encuentro palabras para disculpar lo que ha acontecido con esta su gratísima carta. El Sr. Xifré está en París y su carta de Vd. (recibida en la administración de la Revista) no me ha sido entregada por diversas e indisculpables circunstancias, hasta hace unos días. Su lectura me ha proporcionado una agradable sorpresa pues el escritor Roso de Luna, me era ya conocido gratamente, así como también el interesante estudio Isis, Iris, publicado en la mejor revista de mi país que es el de mis antepasados y por el que tanto trabajó el viejo cronista Nicolás Díaz-Pérez, mi Padre (d.e.p.). Si este trabajo de Vd. nos ha... se lo dirá el hecho de haber retirado original compuesto del n° X de Sophía, para insertarle. Sus deseos pues de pertenecer a la Sociedad Teosófica me halagan en extremo. Los teósofos españoles somos pocos, muy pocos, y aunque no cultivamos el «proselitismo» recibimos con cariño de hermanos a quienes con los méritos y bondades de Vd. desean ayudarnos. Generalmente creemos que se es teósofo, lo mismo dentro que fuera de la Theosophical Society... Que la inscripción es un detalle; y a Vd. le contábamos como uno 381

de «los nuestros» si bien muchos nos alienta el ver que se aproxima aún más a nosotros. Dígame qué datos desea y tendré el placer de intentar servirle. Por hoy me despido saludándole fraternalmente y ofreciéndome a Vd. para siempre como amigo y hermano y deseándole la Paz. De Vd. afmo. servidor. Viriato Díaz-Pérez Madrid 24 de Noviembre de 1903

Sr. Don Mario Roso de Luna Muy querido amigo y hermano Agradezco las frases que dedica a la memoria de mi padre (q.e.p.d.) y cada vez me congratulo más sinceramente de haber encontrado un nuevo amigo y hermano. Su carta produjo aquí bonísima impresión entre los amigos a quienes la leí. La «absoluta compenetración de ideas» de que me habla la iremos cimentando leyéndonos y estudiándonos. Por lo pronto recibirá Vd. Sophía desde Enero como colaborador y quedo esperando alguno de sus trabajos que amenizarán nuestros áridos estudios, prefiriendo a ser posible, los científicos por razones que a Vd. se le alcanzarán. Si enviara alguno que quisiera apareciera en un mes determinado le agradecería lo enviase antes del día 20 del mes anterior para disponer con arreglo a él los restantes originales y entregarle yo a mi vez a tiempo en la imprenta. ¿Recibió el n° en el que reprodujo su Isis Iris! Haré presente al Sr. Soria la cita de su trabajo. Todo lo que pudiera decirle sobre los problemas psíquicos de que me habla no supliría a lo que Vd. mismo debe observar. En lo Espiritual el progreso es casi siempre privado. En mi modesta tentativa Supernaturalismo práctico que verá en Sophía encontrará contestadas particularmente algunas de sus justas preguntas. Todos nos tenemos que hacer muchas... En el entretanto no queda otra solución que la del estudio por nosotros mismos. Créame su verdadero y sincero amigo y hermano. Viriato Díaz-Pérez Madrid 7 de Enero de 1904

Sr. Doctor Don Mario Roso de Luna ¡Antiguo amigo, hermano, y varias veces compatriota! Con tanta sopresa como satisfacción recibí estos días su interesante estudio Beethoven teósofo, que ya conocía, pero que ahora conozco mejor pues le he releído, y que le agradezco íntimamente, y del cual algún día hablaré. Sorpresa gratísima. ¡El antiguo y desmemoriado amigo que cuando vino por estas Américas ni preguntara por este lejano hermano (a quien visitaba con cariño (retribuido) en el modesto retiro del Marqués de Urquijo; ¿se acuerda?). Se acordó al fin. ¡Qué bien me ha hecho! ¡Quédele apuntado en su karma de bondades cotizables! Sepa, querido amigo, que hace como dos años que me hallo en grande soledad moral. No tengo carta de Treviño cuyo desaliento ante sus dolorosas pérdidas comprendo; nada sé de los hermanos de ahí, a quienes creería, desaparecidos sin las noticias que me trajo el nobilísimo Velasco cuando tuvo la humorada de caer por estos guayabales; vea que está interrumpida la publicación de Sophía; en suma: he quedado incomunicado, por lo cual ha hecho Vd. una verdadera obra teosófica, por ende de caridad, rompiendo en cierto modo este aislamiento en que me dejaran las circunstancias y la distancia. ¡Qué lejos estamos, compañero! Me vi forzado a crear ¡aquí! una Rama, que vive, y en la que tiene Vd. un grupo de admiradores. Tengo un compañero de alma grande que lleva el peso de la propaganda: Don José Marsal, arquitecto, que lee cuanto Vd. publica. Es un hombre de admirable fe en la propaganda (que yo no tengo) y animado de un entusiasmo (que yo no tendré en lo que continúe por aquí) y que es muy necesario. El movimiento no avanza, sin embargo. Yo, obscuramente, duramente, he luchado mucho, amigo mío y en tiempos y medios en que se cosechaba poco. ¡Ay compatriota Roso! ¡qué de engaños, qué de espejismos, qué de errores coruabulados contra nuestras débiles fuerzas! ¿Y los que venimos a luchar aquí? ¡Qué 383

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Mi antiguo y nunca olvidado amigo y hermano. Me ha sido muy grata su carta, después de una incomunicación

de diez años, en la que nadie sino Vd. tuvo la culpa, pues ni se me despidió para Francia, ni me quiso ver casi, cuando de allí vino, ni me dijo nada a su partida, ni de su implantación en ésa. No le guardo a Vd. rencor, porque es mi triste destino el de no ser comprendido en mis sentimientos por mis compatriotas hasta que los años me hacen justicia y... basta de filípica, siquiera sea por lo aislado que ahí se ve y por lo olvidado que parece le tienen los amigos a quienes Vd. me pospuso. Entregué la suya a Aldao, quien me parece estar muy satisfecho de Vd. según he colegido. Hablé de Vd. con Treviño y él también con gran cariño, lamentándose de que sus desgracias (pérdida de su primera Sra. y dos hijos en la flor de la vida), sus tareas y traslado de casa (a la c. de la Ilustración, 2) le hayan impedido el escribirle, pero le envía sus mejores recuerdos. Pues que desea noticias ahí va un saco de ellas. Mis hijos Ismael (de 13) y Sara (de 19) se me han criado hermosísimos. Ambos cursan ahora el 9 o de bachillerato y 6 o de piano. Vivo a 132 escalones de altura (con ascensor) y desde mis dos terrazas veo su antiguo pisito y le recuerdo a Vd. con cariño. Gozo de gran cariño en todo el Ateneo, donde el año pasado di varias conferencias sobre Teosofía de la 4 a dimensión «demostrando la posibilidad» matemática del otro mundo y el año anterior veinte sobre «El Drama lírico de Wagner y los misterios de la Antigüedad», que fueron muy bien recibidos. (De ellas son los 2 títulos inéditos en 4 o mayor que tengo y de ellas un capítulo el Beethoven, teósofo). Tengo una pianola de 5 mil ptas. y todas las 9 sinfonías, 32 sonatas, 17 cuartetos de cuerda, sonatas de violín, oberturas, etc. es decir todo el repertorio de él y Wagner, así que nuestra casa es una Meca de artistas y con ello y la abrumadora correspondencia, pues conservo todas las relaciones de mis viajes, figúrese cómo andaré. Un teosofista nuevo D. Antonio López, me ha paseado gratis por toda Asturias y ya tiene El Noroeste 20 artículos sobre ocultismo asturiano, aparte de los muchos que envío al Correo, diario de Valencia, quien publica Teosofía a todo trapo y de todo arrebatándola el público. Antes de ir a América nuestros hermanos de aquí me hicieron todas las perrerías inimaginables, negándome la entrada en su Rama y en la sec. Esotérica. Harto de injusticias doquiera les he perdonado a todos y estoy con ellos en excelentes relaciones, y hasta quieren que funde una nueva Rama.

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equivocación tan dañina la de todos nosotros sobre América! ¡Qué Karma el nuestro! No veo el momento de resolver mi situación por acá para caer en Europa y vaciar en ella diez años de observación y de verdad... comprimidas. Y quién sabe si todavía hemos de luchar juntos por ahí en una obra nueva, grande, ibera y sin precedentes, a la que tendría —lo entreveo— que «convertirle y atraerle» como in illo tempore le «atraje» —sin esfuerzo, dada su preparación e intuición— al campo de la abierta teosofía, en el que hoy es Gurú. Mucho ha llovido desde entonces. El solitario de la calle Marqués de Urquijo tiene hoy hijos ¡paraguayos! que nacen oyendo hablar el guaraní. Pero dejemos mi insignificante persona. Quiero saber de Vd. Envíeme algo de lo que publique, como ha hecho ahora tan gentilmente, y aún lo que se publique sobre Vd. A lo mejor resulta que yo puedo añadir por aquí algo curioso. Yo también le remitiré, si le interesa, algo de lo que aquí voy haciendo a tropezones. ¿Conoce algo mío por casualidad? Leo con dolor en su trabajo lo de «grupo independiente». Sé que hay escisiones; siempre las hubo; pero ¿son «trascendentes», cuestión Besant, etc.) o son de personalismos localistas? Vd., que es tan bueno, ¿querría ponerme en contacto con los amigos y hermanos de ahí? ¿Cómo se lleva con Treviño? Aliéntele y anímele. Tiene relaciones, lo veo, con Aldao ¿quiere hacerme el servicio de remitirle la carta adjunta que me tomo la libertad de confiarle? Mucho le ruego no me tome a mal la licencia. Le prometo ser más extenso y coherente en otra ocasión. Tenemos mucho que hablar y que hacer. Entre tanto no me olvide. Dos palabras de vez en cuando para el amigo lejano que alguna vez irá por ahí a darles un abrazo. Le desea la Paz. Viriato Díaz-Pérez Asunción 7 de Septiembre de 1915

Sr. Doctor Don Viriato Díaz-Pérez

Xifré mal de fortuna y empeñado su palacio. Treviño tan egipcio, pero un mucho amansado por las desgracias. Garrido (cap. de E. Mayor) muy inteligente y escribidor. Doreste idéntico a sí mismo a través de los años (es muy bueno). De los demás no le hablo, pues que no los conoce. Urbano desertó escandalizado por lo de la Estrella de Oriente, igual que los del Grupo Marco Aurelio de Pontevedra, fundado por Aldao, quien tras mil veleidades, está distanciado de todos excepto de mí, porque ya he decidido no reñir con nadie diciendo siempre «Miserias humanas», como el buen cura de La Aldea Perdida de Palacio Valdés. Soy, pues, presidente honorario de tal grupo independiente, miembro de la Sociedad Teosófica, no independiente, y aunque no soy de la O. de la Estrella, la miro con cariño, porque me figuro que va a hacer en el Catolicismo, por fuera, lo que por dentro no hizo el modernismo y porque los tiempos necesitan, en verdad, que venga un maestro. Yo me paso con el mío que es H.P.B. cuyos libros llevo estudiando 12 años, desde que Guillermo León de Barcelona me regaló los primeros libros de Teosofía y me hizo teósofo, aún antes de conocer a Vds. Temo que Sophía no resucite, y hace en verdad falta. No sé si algún día me animaré a hacer una revista. Velasco casó en Asturias; sale hoy para México y vendrá a residir al país en Marzo. Su cuñado Garro es excelente teosofista. Salude Vd. cariñosamente en mi nombre a todos esos hermanos y en especial a D. José Marsal. ¿Quién sabe si algún día tendré el gusto de conocerlos? Este año me ofrecieron dos cátedras en Buenos Aires, pero no me atreví a aceptar y, por lo que me dice, creo hice bien. Adivino, tras su carta, todas sus amarguras y mi corazón se asocia a ellas con lealtad y verdadero cariño que también fue Vd. de los primeros en tiempo y, por tanto, en derecho. «Le» deseo éxito en la obra que proyecta y sobre todo mucha felicidad a sus hijitos y ya sabe que le quiere y quiso siempre con lealtad su amigo, paisano, hermano, etc. etc. ¿Le veremos pronto por aquí? M. Roso de Luna Madrid 7 de Octubre de 1915

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Sr. Don Mario Roso de Luna Antiguo y querido amigo y hermano: Con indecible satisfacción recibí su amable, contestando a la mía, primera, como Vd. bien dice, después de un silencio de diez años. Algo me escoció el sermón inicial, seguramente merecido, pero en cambio me alegró mucho el tener tan buenas noticias de Vd. y los suyos; del progreso general que parece transparentarse por ahí; y de la vida de algunos amigos de esa. Es de lamentar el poco éxito de Xifré. Su único pecado ha sido gastar más de lo que debía, y probablemente en lo que no debía; pero también empleó su actividad y su dinero en fines tan nobles como la propaganda teosófica en España de la que fue el Hombre de los primeros y difíciles tiempos, y en proteger a los amigos, y por ello merecía mejor suerte. Hago votos fervientes porque mejore su karma. Todos los sinsabores de Treviño los conocía y le he enviado mis consuelos. Urbano tenía que «descartar». En cuanto a Alfredo, mi antiguo amigo y hermano, es él así. le recuerdo, a pesar de todo, con cariño y lamento no me escriba, etc. Del movimiento teosófico en general, yo mismo no estoy satisfecho. Soy de los que experimentaron la «sensación de presencia» aún, del aura de H.P.B. al ingresar en el movimiento. Me parece como si el aura de Blavatsky que aún vagaba velando sobre su obra, en los tiempos felices en que yo me incorporé, comenzase hoy a difuminarse, dejando el campo libre a interpolaciones y aún mistificaciones. Será preciso algún día hacer reaccionar. Los éxitos de Vd. me encantan y los he seguido con alegría fraternal, aunque no lo haya manifestado, en los diez años de silencio, que me eran necesarios en unos terrenos, para trabajar en otros. Tengo, a propósito de esto, un trabajito, que ha recorrido nuestra América, titulado «Cuando hayan pasado diez años...» que algún día le enviaré, siquiera por la coincidencia, pues mérito especial no tiene. Las cosas, empero, han cambiado. Dentro de algunos años más (si algún ramalazo kármico no lo impide) me encontraré en condiciones de utilizar, en bien de los demás, lo que almacené en estos años de destierro voluntario y necesario. Cuando tengo nuevas de los demás, veo que soy un potentado. Hoy poseo una pequeña quinta de cuatro mil y pico de metros cuadrados, donde vivo, en casa 387

contruida por mí, con esfuerzos que me han educado y disciplinado mucho. En ella tengo mi colección de fres mil volúmenes; y muchos árboles plantados por mí; y casa, libros y árboles estarán a su disposición el día en que vuelva por acá —río de la Plata— y se le ocurra hacer una escapada al Paraguay. Dos o tres veces he querido hablar de Vd. por acá, pero me encontré indocumentado; me faltaban sus obras y algunas noticias. Hoy tengo «En el Umbral del Misterio», «Hacia la Gnosis» y la última: «Beethoven teósofo». Hubiera querido hablar de sus estudios sobre los jeroglíficos mayas, pues vengo sosteniendo hace años una áspera cruzada de «hispanismo» (ciencia española, etc., erudición filosófica, investigación) y no pudiendo hacer otra cosa, mencioné por lo menos, su trabajo, valiéndome de una noticia bibliográfica que creo leí en La Ciudad Lineal, que sigo recibiendo matemática y pitagóricamente. Hoy le debo un estudio sobre su Beethoven. Por este mismo correo le envío unos números de mi Revista y una obrita que a V. polígrafo y poliartístico tal vez le interese. Esta obra está agotada, y dejándome llevar del consejo de amigos tal vez haga una 2 a edición. Creo que es el primer y ¡único! trabajo escrito en español sobre el gran maestro Ruskin. Me agradaría conocer su opinión sobre este profundo teósofo arquitecto no inferior al teósofo músico que Vd. galanamente estudiara. De publicar dicha 2 a edición, querría hacerla acompañar de lo que la crítica ha dicho de ella; y de un prefacio que, si llegase la ocasión, me atrevería a pedirle, pues sólo un artista-teósofo o teósofoartista, dado además a la ciencia, como Vd., podría honestamente, ruskinianamente hacer sin estropear alguna de Las siete Lámparas...! Mi obra teósofica está interrumpida. Desde mucho antes de la guerra, sentí malestares psíquicos que me obstaculizaban. Y hoy me hacen estremecer las vibraciones de sangre y odio, que hasta aquí llegan. Espero tiempos mejores. En tanto, laboro en algo que tal vez no sea estéril ¡tal vez! porque me refiero a España. Desde aquí se nota que España no está en el estado de decadencia de que se habla, de que hablamos nosotros mismos, con tanta ignorancia como inoportunidad y torpeza. Y esta guerra, además, sobre que nos ha favorecido mucho, por diversas circunstancias, ha venido a patentizar que en Europa se vivía en medio de enormes prejuicios internacionales y que acaso nuestro karma racial hispanoamericano no es el 388

de que se habla cuando sale a relucir Pizarro o la Inquisición y demás estigmas de época que sistemáticamente se explotan contra nosotros infamemente y parcialmente, dentro y fuera de casa. Espero mucho del triunfo de Alemania para nuestro resurgimiento. En fin, amigo, dígame en qué puedo serle útil en tanto ande por estas Américas de nuestros antepasados, aquellos formidables extremeños utilizados kármicamente para una obra tan grande y misteriosa. Sabe que me tiene a sus órdenes en esta escondida urbe sede y cabeza otrora de la «provincia gigante» del Río de la Plata, y que le quiere su antiguo amigo, dos veces compatriota y hermano. Viriato Díaz-Pérez Asunción 22 de Febrero de 1916

Ashkenazies (en caracteres hebreos) Sr. Don Viriato Díaz-Pérez ¡Amigo querido, paisano dos veces y hermano en H.P.B., en Beethoven y en Ruskin! Dos palabras no más, porque estoy abrumado de trabajo para acusarle recibo de su gratísima última y felicitarle por su Ruskin, que es hermano gemelo de mi Beethoven. Con tal gusto y cariño he leído su obra, que me ha permitido citar párrafos enteros de ella en el primer tomo de los siete de mi Biblioteca de las Maravillas, (del que le envié días pasados unas hojas de pruebas), biblioteca en la que creo haberme excedido a mí mismo, pues quiero que en cantidad, ya que no naturalmente en calidad, iguale a la obra de la adorada Maestra. Dicho primer tomo: Por la Asturias tenebrosa: El Tesoro de los Lagos de Somiedo, es una terrible narración ocultista, tras la que verá a la Maestra, con 460 páginas en 4 o y que ha causado escalofrío a los hermanos que ya la leyesen. El tomo le publican la Viuda e Hijos de Pueyo, Abades 19, Madrid, a donde pueden ya pedirle sus amigos (usted recibirá un ejemplar) desde luego, pues que sale 389

a fines de Mayo, al precio de 6 ptas. y correo. Nunca creí posible que un editor, y en estos tiempos se lanzase a tamaño gasto. ¿Puede enviarme su traducción sobre Historia de una maga negra, si no le causa quebranto ni molestia? Le abraza cordialmente M. Roso de Luna Asunción del Paraguay. Madrid 28 de Abril de 1916 Buen-Suceso 18 dp°

Sr. Don Mario Roso de Luna

Ahora estoy metido en honda labor de hispanismo a la que he sido arrastrado impensadamente y de la que tal vez le hable en mejor ocasión, pero que no conceptúo sino como un paréntesis. Entretanto y siempre le quiere y admira su viejo o antiguo (como quiera ¡ay!) amigo y «coterráneo». Viriato Díaz-Pérez Asunción 22 de Febrero de 1922

Sr. Don Viriato Díaz-Pérez Asunción

HESPERIA Revista teosófica y poligráfica Director: Mario Roso de Luna

Mi querido amigo y hermano: El deseo de ser extenso con el íntimo amigo y casi dos veces compatriota, me ha hecho ir quedando en descubierto con Vd. Ni le he escrito con la frecuencia que debiera, ni he hablado como quisiera de sus obras. Hoy recibo una nueva muestra de su formidable actividad y, digámoslo también, de su inagotable bondad para conmigo —con el envío de Hesperia n° 2, y, temeroso de incurrir en mi aparente olvido le pongo estas líneas de agradecimiento y felicitación ya que no de alentación pues que el hombre de Logrosan no las necesita. Van en ellas mi aplauso por la nueva empresa a que le veo lanzarse con energías prodigiosas dignas de la pujante alma extremeña de nuestros mayores. Conste pues que le estoy agradecido y que sigo con interés su evolución espiritual que, recordándola en los días —¡ay! un poco lejanos—, de la calle Marqués de Urquijo, y viéndola en su momento presente quién sabe qué orden de movimientos nos reservará para el porvenir. De mí poco he de decirle que pueda interesarle. Escribo mucho, y conferencio aquí; y en Buenos Aires hace algún tiempo alcancé un pequeño triunfo del que se ocuparon los «grandes» rota. Pero no reúno en volumen por ahora lo que voy publicando porque pertenece a un orden de trabajos en los que no tengo interés en significarme. Juzgue por la muestra, que a título de curiosidad le envío por este mismo correo: escarceos.

Muy querido amigo y hermano. Me alegro le haya gustado Hesperia, revista que está siendo un gran éxito y que ya sabe está a su disposición. Voy muy bien y eso que desde mayo, con los tres pliegos que llevará, me va a costar 750 ptas. anuales. Por eso le ruego me haga propaganda entre los amigos, y si quiere más números, dígamelo. En cuanto a libros ya llevo 25 tomos, y aún colea. No paso una vez por el 18 del Marqués de Urquijo sin que crea verle astralmente tras los antepechos del piso de arriba, traduciendo cosas para Sophía u otras publicaciones, o bien tocando la guitarra, que yo ya abandoné hace 10 años por una magnífica pianola con la que he formado el gusto musical de mis dos hijos, ambos profesores oficiales de piano y ella, Sara, (de 21 años) compañera de Vd., pues que acaba ahora la carrera de Filosofía y Letras, y él, Ismael (de 19) que ha ingresado ya además como alumno en la Escuela de Minas. ¡Vea, pues, que si los hombres me abandonaron, de arriba me han protegido! No ha llegado «Escarceos». Lo leeré con gran gusto. Si quiere que reparta con Hesperia a los suscriptores alguno de sus trabajos (como el del Sr. Bruschetti) envíeme 900. Sin tiempo hoy para más, le abraza su viejo amigo, hermano y paisano. M. Roso de Luna Madrid 25 de Marzo de 1922

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Dirección General de la Biblioteca, Museo de la Nación Al Sr. Dr. Don Mario Roso de Luna Querido antiguo hermano y dos veces compatriota. Acabo de recibir su amable invitación para acompañarle en el «Ateneo Hesperia». No sé hasta qué punto puedo decir que cuenten conmigo. El tiempo y la distancia (no hay «relatividad» que valga) son cosas formidables. Hasta para quienes toman sobre sí la empresa idealista nobilísima de sostener un Ateneo y por añadidura Teosófico. Pero si Vds. creen que pueda valerles para algo mi lejana cooperación cuenten conmigo y con mi cuota que les ruego fijar. Querido amigo y maestro; tendría mucho de qué hablarle y más de qué preguntarle. Y el deseo de escribir a Vd. extensa, detallada y anímicamente, me ha impedido comunicarme con Vd. por lo menos materialmente. Pues como le recuerdo con todo cariño y en forma indeleble, yo me he comunicado espirítualmente con Vd. muy frecuentemente, siempre que le he leído y le leo, que es más veces de lo que Vd. creería. Estas líneas, pues, van por el momento y para responder rápidamente a la invitación de Vd. La vida acá me absorve mucho tiempo y muy poco puedo dedicar a mis caras, puras e in-apostatables aficiones de siempre. Tengo que compartirlas con otras de que se dará cuenta por el prospecto adjunto. Le envío mi última publicación. Dígame si le interesa alguna de las otras; que si tengo ejemplares se las remitiré. Dígame, asimismo, si alguno de sus amigos desearía algún ejemplar y se lo enviaré. No le escribo más por falta total de tiempo. Le deseo feliz año de 1931, le envío un abrazo y le repito que le recuerdo frecuente y cariñosamente, como coterráneo; y, (aunque nacido en Madrid) más extremeño que Francisco Pizarro, Cortés y todos mis abuelos badajocenses y no badajocenses. Salud y Paz. Viriato Díaz-Pérez Asunción 16 de Diciembre de 1930 392

BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL DÍAZ-PÉREZ, Viriato.— OBRAS COMPLETAS: 1. Ensayos. Notas. Dos capítulos; 2. Las piedras del Guayrá; 3. La revolución comunera del Paraguay (primera parte); 4. La revolución comunera del Paraguay (segunda parte); 5. El viejo reloj de Runeberg; 6. Lejana Luz...; 7. John Ruskin y sus Siete Lámparas de la Arquitectura; 8. Los impresionistas españoles; 9. Un paraguayo olvidado, 2? ed.; 10. Los eróticos de la antigüedad, 2? ed. (Profusamente ilustrado); 11. Las ideas no se matan; 12. Espronceda en la «Revue Hispanique». Misceláneas paraguayas; 13. Coronario de Guido Boggiani; 14. Archivo Nacional de Asunción. Vol. I; 15. Archivo Nacional de Asunción. Vol. II; 16. Naturaleza y evolución del lenguaje rítmico. (Tesis doctoral. Univ. Central de Madrid); 17. Literatura del Paraguay. Vol. I. (Prólogo y anotaciones por el profesor Raúl Amaral, Asunción); 18. Literatura del Paraguay. Vol. II; 19. Mis amigos (Microarchivo); 20. Coelho Netto y Agustín Barrios. Ensayos filológicos; 21. Italia-Israel-Colombia-Portugal; 22. A pie por la España desconocida. Prosa temprana. (Con numerosas fotografías); 23. De arte; 24. Microepistolario. (Microarchivo, II); 25. Polibiblia Paraguaya. (Edición revisada por el profesor Raúl Amaral); 26. Las Cortes de Cádiz; 27. Zaratustra en Madrid; 28. Ensayos II - Notas. Una conferencia sobre Rafael Barret. (Microarchivo, III); 29. Selecciones. 30. Estudios y reseñas.

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MODERNISMO Y TEOSOFÍA: VIRIATO PÉREZ DÍAZ de JUAN FÉLIX LARREA LÓPEZ Es el número 28 de Tres de cuatro soles, editado en Libertarias/Prodhuñ, S.A., presidida por Carmelo Martínez García. La impresión se realizó sobre offset ahuesado de 80 g/m2 en Closas Orcoyen, S.L. y se encuadernó en pliegos de 32 cosido con hilo vegetal y tapas cartón calibre 2 al cromo en Huertas, S.L. 5/IV/1993

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