La visión de los vencidos. Los indios del Perú frente a la conquista española. N. Wachtel

July 30, 2017 | Author: Fefi Pezoa | Category: Inca Empire, Spanish Empire, European Colonization Of The Americas, Epidemics, Spain
Share Embed Donate


Short Description

Download La visión de los vencidos. Los indios del Perú frente a la conquista española. N. Wachtel...

Description

La visión de los vencidos. Los indios del Perú frente a la conquista española N. Wachtel. Capítulo 2: La desestructuración. El traumatismo de las conquista es el choque psicológico, provocado por la llegada de los hombres blancos y la derrota de los dioses tradicionales. Que continúa hasta los primeros años del periodo colonial. La dominación española al servirse de instituciones incaicas, acarrean de la misma forma una descomposición ó desestructuración, pues ha supervivencia de las estructuras antiguas (en realidad elementos parciales) de ellas, pero fuera del contexto relativamente en el cual se situaban. Después de la conquista subsisten restos del Estado Inca, pero el cimiento que los unía se ha desintegrado. ¿Qué ha causado esta desintegración? El hecho mismo de la violencia con la cual se efectuó la dominación española. Ésta a través de su permanencia caracterizada a la sociedad colonial como un hecho estructura. No es que el imperio inca la violencia estuviera ausente. Pero por el contrario los españoles impusieron bruscamente desde el exterior, un grupo social de cultura totalmente extrañas (religión cristiana, economía de mercado, etc.). El sector español sólo pudo sobrevivir extrayendo su sustancia al sector indígena, por medio del juego de dominación y de violencia. Efectos negativos de la conquista sobre el mundo indígena I. La catástrofe demográfica El imperio Inca, antes de la llegada de los españoles, su población varia entre 4,5 y 32 millones de habitantes, aun así existen dos interrogantes que aquejan a los investigadores, la primera de ellas, es acerca de la población que había antes de la conquista, donde existen muchas divergencias con respecto al tema. Pero al otra interrogante es con respecto a ¿Cómo evoluciona la curva demográfica a los largo del siglo XVI? Pero hay unanimidad al admitir un descenso demográfico durante el siglo XVI, rápido en los años siguientes a la Conquista (de 1532 a 1560-1570) y más lentos después. 1. La despoblación. a) cueva demográfica El autor de cuenta de las distintas cifras, que se les han dado a la población en los tiempos precolombinos y del periodo colonial en Perú, pero el más bien señala que va a ser divergente con tales citas, planteando, que pareciera razonable señalar una cifra media, que podría ser la de 500.000 individuos sujetos a tributo. Conforme a esa hipótesis, y adoptando la tasa de cinco personas por cada tributario, se obtendría, hacia 1560, una evaluación del orden de los 2,5 millones de habitantes. ¿Qué sucede antes y después de 1560? El primer documento es un manuscrito fechado en 1586 y redactado por Canelas de Albarrán, según el texto, la población total del virreinato (Quito, Lima y Charcas) sería de 1.350.000 indios. El 2do documento es una lista de tributarios confeccionada por Luis Morales de Figueroa en 1591, donde da un total de 1.500.000 habitantes. A pesar de los problemas de interpretaciones se ve ambas fuentes conducen a 1,3 a 1,5 millones de habitantes hacia 1590. Aun así queda un problema difícil, ya que a falta de cálculos contemporáneos se debe hacer frágiles extrapolaciones. Aun así nos podemos encontrar con ejemplos mucho más locales. -

Chupachos: 4.000 en 1530, 1200 en 1549, 800 en 1562 y 600 en 1571. Hananhuanca: 9.000 en 1530, 1700 en 1548 y 500 en 1571. Yucay: 3.000 en 1530, 800 en 1552 y 780 en 1558. Chucuito: 20.000 en 1530, 15.000 en 1567.

¿Qué conclusiones se pueden sacar? En cuanto a los tres primero ejemplos, si bien parecen más representativos de la evolución global, se refieren a grupos demasiados limitados para fundamentar una generalización valedera. Pero se puede, aun así un orden de magnitud. Las cifras precedentes sugieren una modificación en las pendientes de la curva durante el transcurso del siglo XVI. La caída aparece especialmente rápida en los veinte años que siguen a la Conquista, luego el descenso se atenúa, manteniéndose siempre la tenencia de bajar. Contando con la insuficiencia de datos para haber realizado el análisis anterior es razonable, se puede adelantar un cálculo del orden de 10.000 millones de habitantes. O sea el Perú sufre una verdadera catástrofe demográfica después de la llegada de los españoles: otro aspecto del traumatismo de la conquista.

b) La pirámide de edades ¿En qué medida la despoblación afecta el equilibrio de las edades y de los sexos? Tenemos insuficientes datos, para lograr llegar a una cifra exacta, pues ciertamente muchos indios huyen para escapar del censo, y la edad de los adultos, sobre después de los treinta años sólo resulta aproximándola. La lectura de la pirámide, indica al menos 3 características. 1. Los niños representan una parte importante de la población. Entonces esto significa una natalidad bastante elevada. Sería, por tanto, una mortalidad elevada el factor responsable del descenso demográfico. 2. La mortalidad incide mucho más en los hombres que e las mujeres. Por otra parte, el desequilibrio entre los sexos va creciendo a medida que nos elevamos en la pirámide: desde los 21 y 30 años hay 65 hombres por 100 mujeres; de 41 y 50 años de 39 por 100; de 50 a 60 años, del 18 por 100. Aun así se hace importante preguntarse ¿Debemos atribuir a este desequilibrio la extensión de la poligamia? Se tiende a pensar que la poligamia desaparece después de la conquista por acción de los misioneros. En efecto sólo es aplicable para un período más tardío, en 1562. Pues si se examinan los censos de Ortiz de Zúñiga, no sólo se comprueba que la poligamia existe, sino que ya no constituye un privilegio sólo de curacas. 3. La pirámide de los chupachos plantea un problema en cuanto a los individuos de 11 y 20 años ¿Cómo explicar el vacío tan nítidamente trazado para esta clase de edad, tanto para las niñas como para los niños? Pero el vacío de las categorías de los 11 y 15 años, puede derivar de las modalidades del censo; de hecho por lo general, las tres pirámides presenta la misma anomalía; se trataría entonces de un defecto de inscripción referido a esta clase de edad, imputable a la naturaleza de las fuentes. 2. Causas de la despoblación Después de la conquista, en todas las posesiones españolas de América el número de indios decrece bruscamente. En México y en las islas del caribe, la caída demográfica se produce, ante todo, por las enfermedades nuevas (viruela, rubéola, gripe, etc.) introducidas por los europeos y contra las cuales no se hallaban inmunizados los indígenas. La conquista provocó en todas partes un choque microbiano. ¿Sucedió lo mismo en Perú? Según G. Kubler, el Perú no habría conocido grandes epidemias antes de 1720 (lo cual es mentira); Kubler atribuye la despoblación, en lo esencial, a las guerras civiles y a los abusos españoles. Es un hecho innegable que la dominación española se traduce en una opresión mortal. La indignación de las Casas y las quejas de Poma Ayala dan testimonio de aquello. El rey denuncia en 1er lugar a los encomenderos. El ejemplo de Chucuito adquiere aquí su plena significación; en efecto, este repartimiento escapa al régimen de la encomienda y depende directamente de la administración real; la autoridad tradicional de los curacas se mantiene allí más sólidamente, se sabe que aquí la población solamente disminuye en un 25 por 100 (en 1530-1567); por el contrario en el resto del Perú, en el mismo periodo el descenso es mucho más fuerte, del orden del 70 al 80 por100 para los chupanchos y los huacas sometidos a la encomienda. Con todo, los abusos de la situación colonial nos suministran sino una explicación limitada, ya que sólo se disponen de descripciones que no permiten un estudio cuantitativo de la mortalidad; a su vez, las impresiones cualitativas, nos indican: Una de las epidemias más devastadoras fue la que padecieron los indios a partir del 1er contacto con los europeos. Se sabe que los aztecas fueron considerablemente disminuidos por la viruela, la cual también se extendió por américa central. ¿Ésta se difundió por el área andina? Los cronistas nos informan que, hacia 15241526 (antes del viaje de Pizarro) el imperio Inca resultó afectado por una epidemia difícil de identificar. Poma Ayala la designa como rubéola y Pachacuti precisa que fue una erupción cutánea. En 1546 hay una nueva gran epidemia, la cual se habría propagado a partir del Cuzco, invadiendo luego todo el Perú. Cieza de León dice:

“La enfermedad provocaba dolores de cabeza y fuerte fiebre, luego el dolor se desplazaba a la oreja izquierda” En 1558-1559 se declara una epidemia de viruela: en Lima, según Cobo. Sin embargo, la epidemia más grave del Perú en el siglo XVI, parece ser la que se declara entre los años 1585-1591, en realidad se trata de diversas enfermedades, las cuales a continuación se describe sus cursos: 1. Una primera epidemia de viruela se declara en el Cuzco en 1585. Se supone entonces que la epidemia se expande de este a oeste. Lima es alcanzado en 1586; en el hospital Santa Ana, reservado a los indios, mueren de 14 a 16 enfermos por día, durante 2 mese. Más tarde, la epidemia gana al norte y alcanza Quito en 1587: en cuatro meses mueren 4.000 personas; la enfermedad ataca sobre todo a los niños. 2. Una segunda epidemia venida del norte (Panamá y Bogotá) , se añade la viruela en el Sur; la nueva plaga provoca una erupción de peste bubónica o de tifus, introducidas en el Perú por los esclavos negros importados de las islas del Cabo Verde, 3. En 1589 estalla una 3era epidemia al sur del país, en Potosí, esta llegaba a atacar, ciertos días a más de 10.000 indios. Según Dobyns se trataría de una variedad de gripe. Con unanimidad, las fuentes insisten en que la enfermedad ataca sobre todo a los indios. Es indudable, por tanto, que las epidemias jugaron un papel esencial en el descenso demográfico de la población indígena durante el siglo XVI. Abusos, guerras, epidemias: se trata de causas externas. Habíamos aludido antes de la hipótesis de una reducción de la natalidad, es decir, una causa interna, vinculada con la desestructuración de la sociedad indígena. De ello toman conciencia confusamente, los propios indios. 3. La demografía en la conciencia indígena, El cuestionario a partir del cual fueron redactadas las Relaciones geográficas, en los años 1582-1586, que se refieren entre otras cosas a la demografía indígena, Los redactores interrogan a los indios y les preguntan sí, en relación con el tiempo de lo Incas, su número ha aumentado o disminuido y si su salud es mejor o peor. Por lo tanto Las relaciones, nos informan así acerca de la idea que los indios se hacen sobre su propia situación demográfica. Las respuestas relatas a la evolución demográfica van por lo general en un mismo sentido: los indios tiene conciencia de ser menos números, de vivir menos tiempo y con peor salud. Los indios se atreven a explicar que: 1. Su número ha disminuido en razón al trabajo excesivo que les ha impuesto 2. Las causas de la decadencia son: las epidemias y las guerras. 3. Las enfermedades provienen de los desplazamientos de la población y los cambios de clima. Todas estas respuestas parecieran ser normales, pero algunas otras respuestas son aberrantes, ya que explican que la disminución de su numero se debe a que son libres y se alimentan mejor, aún así es notable que este tipo de respuestas contengan alusiones al alcoholismo. Es difícil medir la difusión del alcoholismo entre los indios después de la Conquista. Pero el hecho mismo de su existencia parece revelador: en efecto, la embriaguez estaba prohibida y era severamente castigada en tiempos del Inca. Que ahora se extienda libremente significa la ruina de las antiguas reglas de vida. II. La desestructuración económica En el imperio Inca los principios de reciprocidad y de retribución regulaban el funcionamiento de la economía. Después de la conquista, en la cumbre de la jerarquía social los españoles sustituyen a la antigua casta dirigente y basan la economía en la explotación de indios.

1. La economía colonial La dominación española determina, en efecto, los rasgos característicos de la economía colonial. Es cierto que los nuevos señores saben utilizar en su beneficio las instituciones prexistentes, pero su sola presencia trastornas la organización tradicional. La ruina del antiguo sistema de redistribución provoca en 1er término una reorientación fundamental del espacio económico. En tiempos del Imperio, Cuzco era el punto de convergencia y divergencia de las riquezas, ahora bien el espacio resulta en adelante descentrado: La Capital se establece en Lima, y las minas de Potosí constituyen pronto la nueva área de atracción del país. Entre estos dos polos, el Cuzco no juega más que un papel intermedio. La desorientación del espacio se manifiesta igualmente a escala regional y local. La complementariedad vertical de la economía andina, que asociaba cultivos escalonados desde el nivel del mar hasta una altura de más de 4.000 metros, sufre graves alteraciones. A veces son los españoles quienes, desconociendo el sistema, atentan directamente contra le principio de complementariedad al repartirse las encomiendas y separar las “colonias”. Por ejemplo un grupo de la provincia de Chucuito, en medio del desconcierto, abandonaron espontáneamente las zonas donde habían sido trasplantados para volver a sus regiones natales. Otro efecto, que concierne a la producción agrícola, el descenso contante de la población provoca el abandono tierras menos fértiles. En otros casos se trata de plantaciones alejadas, de coca especialmente. Entonces se plantea otros problema ¿Es posible admitir también un descenso en el rendimiento de la tierras cultivadas? E hecho, el mantenimiento del sistema de terrazas en las pendientes, o de los canales de irrigación en la costa, exigía una mano de obra abundante y una disciplina rigurosa: no es, pues, sorprendente que los trastornos de la Conquista impliquen un descenso de la producción indígena, a la vez por la disminución del área cultivada y por la reducción del rendimiento. Asimismo, los españoles confiscan el agua, y también la tierra: para los indios, la dominación colonial significa la desposesión de los medios esenciales de producción. En principio, el proceso resulta favorecido por el descenso demográfico y el aumento de las tierras sin cultivar. Pero como los españoles buscan también las mejores tierras, por lo tanto su ocupación acaba implicando siempre la expulsión de los indios. Así nos vamos a encontrar con dos medios de usurpación d los terrenos: 1. Una adquisición directa, por la cual los españoles, se atribuyen oficialmente la tierras por el cabildo de la ciudad de la que son vecinos. 2. Los encomenderos se encontraban en mejor posición. Si bien el sistema de encomienda concedía el derecho de percepción de tributo, no era si para el derecho de propiedad sobre la tierra de los indios; era fácil para el encomendero desvirtuar el sistema de tributo y despojar a los indios. La situación colonial pone en contacto dos civilizaciones radicalmente distintas; así el solo hecho de que los españoles traigan consigo un sistema extraño al mundo precolombino (economía de mercado), significa la penetración de elementos hasta entonces desconocidos y que alteran la organización indígena tradicional: hecho que ilustran las nuevas formas del tributo y la introducción de la moneda. 2. El tributo ¿En qué se diferencia el tributo pagado español y el tributo pagado inca? En el Perú del silgo XVI se perfilan líneas directrices, pero es a través de diferencias de casos regionales que se logra vislumbrar mejor el panorama. a) Los Chupachos de la región de Huánaco La región de Huánaco comprende variados paisajes, con dos grandes ríos y un amplio lago a nivel relativamente bajo, por lo que las posibilidades agrícolas de la región son así variadas. Al maíz y a la papa se añade el cultivo del algodón, mientras en la montaña se asegura la recolección de coca,

En 1562, los chupachos fueron confiados en encomienda a Gómez Arias Dávila. En donde estos se refieren al tributo debido al encomendero; todos los curacas interrogados insisten en la diferencia existente entre el tributo actual el inca, todos se quejan del rigor del sistema español, tanto más duro, pues estos son ahora menos numerosos. Ciertamente ha desaparecido el número de prestaciones que estos realizaban al imperio, como el de soldados, mineros para la extracción de cobre; pero las listas de prestaciones para el encomendero no es menos extensa: al maíz se le añade el trigo, también se les exige coca, cera y miel. Además de productos artesanales introducidos por los españoles, como riendas, cabestros, colchones, etc. De hecho, a diferencia del Inca, que sólo pedía a los indios su fuerza de trabajo, el encomendero exige el suministro de productos. Por otra parte, el encomendero posee sus propias tierras, cuya explotación exige mano de obra. Los indios suministran grupos de trabajadores para el mantenimiento del campo. b) Región de Chucuito La región de Chucuito corresponde al antiguo reino de los lupacas, que se extendía sobre casi toda la ribera accidental del lago, y que durante la dominación española forma un repartimiento bajo administración real. La 1era taza real que Garci Diez nos da a conocer esta fechada en 1553: ésta fue modificada luego en 1559, en 1568 y, por último, por Toledo (1574). La tasa de 1553, determinada por la Audiencia de Lima, establece una compleja lista de obligación, que los indios deben al rey. Mas en ella no se precisa en que tierra cultivarán los indios maíz y papas de tributo, pues muchas de las tierras han sido confiscadas por los españoles. En 1559 el tributo fue modificado por el virrey Mendoza, en el sentido a la vez de una simplificación y un aumento; mantenido el tributo de piezas de ropa (1.000 unidades) y eliminando el pago en productos alimenticios, mientras que el tributo en dinero se elevaba. c) El valle de Yucay, llamado valle sagrado Por su situación geográfica, así como su significación religiosa, el valle de Urumba representa para el historiador un caso excepcional, Las relaciones sociales y políticas que aquí se desarrollaron antes de la conquista revisten caracteres no menos notables. En efecto, el Valle Sagrado no pertenecía a ninguna de las 4 provincias del incanato, pues dependía del Inca. Aún la mayor parte del valle Yucay constituye el dominio del 10° Inca: Huayna Capac, quien tenía inmensos terrenos cultivados, donde los productos eran almacenados en graneros. ¿Cómo se cultivaban las tierras de Huayna Capac? Se sabe que era por medio de yanas, que aún seguían viviendo en el lugar en 1570, los cuales tenían un origen muy diverso. Los autóctonos (organizados en ayllus) disponían su subsistencia por medio de tierras comunitarias. Después de la conquista ¿cuál es la suerte de los indios de Yucay? Se descubrió que Francisco Pizarro, erigiéndose heredero del Inca, se los atribuyó en encomienda. Los indios sirvieron al nuevo señor de la misma manera que al Inca. Según testimonios de 1972, después de la conquista los indios pagaban tributo bajo la forma de servicios personales (como en tiempos del Inca) no se menciona ningún pago en tributos en forma de productos o dinero. La situación del valle Yucay perece, en conjunto, excepcionalmente favorable, si se le compara con otras regiones. ¿Cuáles son las causas de tan feliz coyuntura local? Se relacionan evidentemente, con el carácter particular del valle antes de la conquista, y luego con su agitada historia bajo los españoles (sucesión de regímenes de encomienda a la administración real, rivalidad de los curacas) circunstancias que los indios supieron aprovechar para escapar de un tributo demasiado pesado. d) El Valle de Huaura Estos valles albergaron a las primeras civilizaciones andinas, las cuales se fundaron sobre grandes trabajos de irrigación. Es posible que en el momento de la conquista española, los oasis de la costa figuraran como las zonas más altamente pobladas de Perú, pero por desgracias las fuentes son escazas, de ahí cobra real importancia un

manuscrito de 1583, que habla sobre el régimen de la encomienda al cual estaban sometidos los indios, y que nos relata a la sociedad indígena con signos de una completa y trágica descomposición. En un cuadro, se describen a los indígenas que trabajan en las tierras del encomendero, incluso los domingos y días de fiesta, cultivan las tierras de los curacas también. A penas terminan una mita regresan agotados a sus casa, vuelven a buscarlos a golpe de látigo para otra mita; si intentan escapar, son severamente castigados. Se trata, sin duda, de un trabajo forzado, en sentido estricto, casi todos los indios repiten que lo hacen contra su voluntad, sometidos por la violencia. E incluso los indios cada vez están más desposeídos, pues el encomendero se apodera de los campos comunitarios. ***** Los 4 ejemplos, no bastan sin duda para fundamentar un estudio exhaustivo del tributo bajo la dominación española, pero se complementan uno con otros. Y si bien la suerte de los indios varía en función de un cierto número de factores (geografía, régimen administrativo, cronología) algunos rasgos generales caracterizan al trabajo colonial, las cuales se ciñen por conclusiones esenciales. La condición de los indios parece mucho más favorable bajo la administración real (Chucuito, Yucay) que bajo el régimen de encomienda (Huánuco, Huaura). Por lo general, el encomendero trata de obtener beneficios de los indios que le son conferidos, mientras que la Corona, teóricamente, debe velar por la suerte de todos sus súbditos. Cronológicamente, una evolución se manifiesta en las diferentes formas de tributo (aunque de modo confuso e irregular) 1) De 1532 a 1548. Ninguna tasación oficial fija las obligaciones de los indios. El encomendero impone la arbitrariedad, no se contenta con beneficiarse del trabajo de los indios y exige además productos naturales, ya sean naturales (maíz, trigo o artesanales (tejidos, piezas de enajenamiento) 2) De 1549 a 1570 bajo el gobierno de Gasca, hacia 1550, se redactan las 1eras tasas oficiales. Éstas contiene listas de obligaciones tan numerosas como diversas. Las tasas evolucionan poco a poco en le sentido de una simplificación de las obligaciones y un aumento en tributo de dinero. 3) En los años de 1570 el virrey Toledo sigue una política de uniformización del tributo y hace redactar nuevas tasas. A partir de entonces se hace predominante el tributo en dinero. Una interrogante fundamental se plantea. ¿Qué representa el tributo español con relación al tributo inca? La ideología que justificaba el sistema inca se ha derrumbado; en el mundo dominado por los españoles, las nociones de reciprocidad y redistribución carecen de sentido. El español ha ocupado el lugar del inca, ha heredado su papel centralizador, pero ya no asegura la redistribución de las riquezas en beneficios de todos. En definitiva, mientras el tributo inca funciona según una estructura equilibrada y circular, el tributo español se caracteriza por una estructura desequilibrada y unilateral. 3. La moneda La conquista conlleva la introducción de la moneda en un país que carecía por completo de ella. Los indígenas se hallan ante un sistema que les era extraño, y muy pronto llevan todo el peso de la producción de las minas de plata. En tiempo del Inca, el oro y la plata eran ciertamente objetos preciosos, pero entraban en los sistemas de dones, pues por la generosidad del donante, quien recibía debía responder con un don igual o superior. Entran en juego las nociones de prestigio, poder, generosidad y ley social, las relaciones económicas se impregnan de connotaciones morales y religiosas. Entonces el metal precioso no juega, como en la economía de los europeos, el papel abstracto y especifico de equivalente universal, no sirve para medir el valor de los productos, simplemente es una riqueza como las otras.

Esta representación mental, determina, después de la Conquista, la enorme incomprensión de los indios ante el sistema español. Por ejemplo cuando los comerciantes pasan por las provincias ofreciendo sus productos europeos, los indígenas lo aceptan, pues creen que se trata de “dones”, mas cuando estos cobran, a los indios se les obliga a hacerlo, sin tener los medios son encarcelarlos o huir. En cuanto a los intercambios entre los indios, éstos revisten casi siempre la forma de trueque. Pero con los productos españoles, los indígenas se ven enfrentados a otra realidad, donde los intercambios pasan por la mediación abstracta de una evaluación monetaria. La difusión del tributo en dinero obliga a los indios a salir del sector que les es familiar. Esta difusión tiene lugar en los años de 1560, donde las relaciones geográficas permiten trazar un cuadro de obligaciones de los indios hacia 1582-1583, donde si bien el tributo comprende, según las regiones, prestaciones en trigo, maíz, papas o ropas, también se menciona siempre en dinero, III. Destrucción Social El Estado Inca se desarrolló apoyándose sobre las relaciones de reciprocidad, que el ayllu ofrecía como modelo. Pero, correlativamente, las instituciones estatales permitieron el crecimiento del grupo social de los yanas, que escapaba de los vínculos comunitarios tradicionales, mientras ciertos curacas aumentaban su poder privado desligándose de las relaciones de reciprocidad. Después de la caída del Estado Inca, el ayllu sigue siendo la célula básica de la sociedad (a pesar de las alteraciones). Pero la dominación española acentúa las tendencias que se esbozan en tiempos del imperio, por una parte los vínculos de reciprocidad que unían a los curacas y al ayllu se degradan y el número de yanas se multiplica. I. Los curacas Ciertos cronistas insisten sobre la tiranía que habrían ejercido los curacas después de la conquista, pues la desaparición del Inca, los habría convertido en Incas locales con poder ilimitado. Pero en realidad, entran en juego fuerzas complejas y opuestas, si bien se refuerza la fuerza de estos jefes locales, el poder político pertenece a los españoles, que instauran un nuevo aparato burocrático. Aun así el sistema español no puede funcionar sin la colaboración de estos jefes locales, que son intermediarios en la reclamación de tributos. a) El poder de los curacas El valle de Yucay nos ofrece un ejemplo excepcional en la persona de Francisco Chilche, uno de los grandes curacas, quien emerge bruscamente de la desintegración del valle. Éste se enfrentan a García Quispicapi, pero conserva el mando de los autóctonos, es esa circunstancia le permite constituirse un “feudo” en la región de Yucay, se apropia de nuevas tierras, extendiendo su poder personal sobre los hombres. Recordemos que en tiempos del Inca el valle Yucay estaba poblado de yanas, en su mayoría servidores de Huayna Capac, es una tierra de cierto modo emparentada a la multiplicación de vínculos personales. Podemos apreciar que a partir de 1572 el poder de Chilche va disminuyendo, mas esto se atenúa, ya que él fue un fuerte aliado de los españoles, Además que su poder no se funda en el ayllu tradicional, sino en una clientela de yanas. **** En otro caso vamos a tener a los Curacas Chuicuito, Cari y Cusi que continúan percibiendo el tributo, pero este ha disminuido; pues en las otras localidades, su autoridad teórica sigue siendo reconocida, pero sus súbditos ya nos les pagan tributo. En términos generales su poder se ha debilitado.

b) De la reciprocidad al Nepotismo Las relaciones de reciprocidad que unen al curaca y al ayllu sobreviven entonces a la Conquista, no sin alteraciones, Los jefes indígenas ponen su autoridad al servicio de los españoles; les sirven de intermediarios para la reclamación del tributo. Los curacas son quienes colaboran con los españoles en la explotación de indios. Por ejemplo los indios alquilan a los españoles sus llamas para cargar diversas mercancías y transportarlas del Cuzco o Arequipa a Potosí. Pero también aquí el comercio entre españoles e indios pasa la mediación de los curacas, quienes guardan para sí los salarios. Estas transacciones se verifican muchas veces por contrato, como lo atestiguan numerosos ejemplos transmitidos por los registros notariales. Los curacas se obligan a suministrar tal cantidad de indios a tal comerciante o propietario español: las cláusulas precisan la naturaleza y duración del trabajo, así como la cantidad de salario a recibir. Estos contratos permitirían a los españoles beneficiarse del poder tradicional de los curacas, que ahora cumplen una función nueva en el cuadro de la economía monetaria. ¿Cuáles son los ingresos del curaca? Dependen evidentemente, de su importancia y jerarquía inca. Hay entonces colaboración de los curacas con los españoles; pero más o menos forzada. En efecto, no es sólo por interés económico que aceptan los negocios que éstos proponen-, los informantes de Garci Diez cuenta que, en caso de rehusar los jefes indígenas se ven amenazados al encarcelamientos. Así entre los españoles y los indios los curacas ocupan una posición estratégica. Los testigos españoles reconocen que, de no pasar por mediación de los curacas, no obtendrían ningún resultado, esto nos habla que ellos siguen teniendo una cierta autoridad. II. Los Yanas En el otro extremo de la escala social se produce un fenómeno decisivo después de la Conquista. Los yanas son indios desligados de los vínculos comunitarios tradicionales, su crecimiento contribuye a desorganizar la sociedad indígena. Los yanas constituyen aparentemente una categoría privilegiada. En efecto, éstos son definidos en el siglo XVI como servidores de los españoles. Además de las ventajas económicas, éstos representan para ellos un fuerte prestigio en multiplicar el número de sus yanas. Por otra parte los indios también obtienen ventajas, pues el ser yanas les permite escapar al tributo y a la mita. Yanas, posterior a la época de conquista A fin de dar una descripción detallada de estos, conviene interrogar a cronistas españoles como Matienzo o Santillán. En el gobierno de Matienzo, se pueden agrupar los yanas en 4 categorías. 1. Los numerosos yanas que sirven en las haciendas de los españoles: cultivan las tierras de su señor u éste pone a su disposición una parcela que asegura su subsistencia. Aún así, se señala que a veces estos venden su tierra por coca o para embriagarse. 2. Los yanas sirven como domésticos a los españoles en las ciudades. Estos huyen a menudo y se transforman en vagabundos. 3. Los yanas que trabajan en las minas de Potosí y de Porco. 4. La cuarta categoría son aquellos que trabajan en los Andes, en las plantaciones de coca. Según Santillán el número de yanas en el virreinato se equipara casi al de los hatunrunas; calculo exagerado pero que da cuenta de la amplitud del fenómeno. Es cierto que el imperio Inca tenía yanas, pero estos representan una parte ínfima de la población y estaban ligados al aparato estatal; mientras que bajo la dominación española constituye una masa informe y móvil de vagabundos que van de un señor a otro. Matienzo, es mucho más favorable a los yanas, pues el número de yanas se multiplica hasta loas años 1970, para estabilizarse. Los yanas creados después de 1561 no pudieron regresar a sus comunidades. Los indios errantes tenían que asignarse a un señor español.

En resumen: En el estado Inca la sociedad se encontraba fuertemente jerarquizada por la aristocracia del curaca y la imperial. El ayllu insertado en un contexto de reciprocidad era coherente. Como consecuencia de la muerte del Inca, la pira ‘mide social se nivela. Además el ayllu pierde su sustancia en razón del descenso demográfico y de las numerosas huidas, que multiplica el número de yanas. Al mismo tiempo la sociedad colonial se divide en un sistema bipolar; por una parte un “proletariado errante” sometido directamente por los españoles, y por otra parte un “proletariado sedentario” explotado indirectamente a través de los curacas. En este sentido podemos hablar de una DESESTRUCUTURACIÓN SOCIAL. IV. La extirpación de la idolatría. Los españoles justificaban su dominación por el hecho de aportar a los indios la verdadera fe. Pero esta revelación asumía desde el principio formas negativas a los ojos de los misioneros, los cultos indígenas parecían obra del demonio, por lo tanto era preciso destruirlos. El culto al Inca desaparece con la muerte de Atahualpa. Los análisis precedentes han mostrado la desintegración de este sistema, lo cual significa que los indios, después de la Conquista, reviven la muerte del Inca en su trabajo cotidiano. De ahí en adelante un mundo absurdo: el folclore indígena recuerda que la muerte de Atahualpa ha arrojado el universo al caos, y mantiene la esperanza mesiánica de su retorno. La evangelización significa entonces, para los indios en primer lugar una agresión. Un ejemplo a esto es el impedimento de enterrar a sus muertos en abrigos en forma de colmenas en el flanco de una montaña, o en grutas. Pero los misioneros exigieron enterrar a sus muertos. **** La desestructuración que sufre el mundo indígena, durante los 40 años siguientes a la conquista, se manifiesta en todos los niveles: demográfico, económico, social y religioso. Cronológicamente, la combinación de los factores desestructurantes sugiere una distinción entre dos fases sucesivas: 1. De 1532 a 1550. Las guerras, los abusos y el choque microbiano, provocan un brusco descenso demográfico. La redistribución desaparece y los españoles basan su dominio sobre ciertas instituciones prexistentes (mita, servicios de tambos). El culto oficial del Inca y del sol muere con Atahualpa, y los misioneros destruyen las huacas; no obstante, persisten las creencias tradicionales. 2. Desde 1550 a 1570. Continua la despoblación, pero siguiendo seguramente una curva con una caída menos rápida. La influencia de los españoles se manifiesta de modo más directo con la disminución del poder de los curacas y la estabilización de los yanas. Se imponen nuevas actividades (trabajo asalariado) perjudiciales para el mantenimiento de las tradicionales. Los españoles crean un nuevo sector económico- social (desarrollo de las ciudades, las minas, los cultivos y ganadería tipo europeo). Sin embargo, el ayllu sigue resistiendo en la medida en que sobrevive su principio fundamental, la ayuda mutua y comunitaria. Por último, la evangelización desarrolla la lucha contra las creencias indígenas.

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF