La Sociedad Mexicana Actual

November 17, 2018 | Author: Cecy Cervantes | Category: Mexico, Woman, Creativity, Family, Social Stratification
Share Embed Donate


Short Description

Download La Sociedad Mexicana Actual...

Description

La sociedad mexicana actual La sociedad mexicana no es una unidad bien integrada, sino que en cierto sentido, es un mosaico. Somos dos naciones en una: la nación moderna, la de la minoría privilegiada que acapara ciencia, riqueza y poder, y la antigua, la de la mayoría oprimida y marginada. Polarización de explotadores y explotados. Por vivir en una época de cambio acelerado, observamos un tenaz conflicto de fuerzas culturales (la tradición) y de fuerzas contraculturales (la modernidad); siendo las más significativas entre estas últimas la ciencia, el avance de la tecnología, el cosmopolitismo, las migraciones, los modelos extranjeros y la movilidad social en general. Se destacan algunos aspectos de la sociedad mexicana, como son: la familia, la mujer, los jóvenes, las clases sociales y el individualismo. a) La familia

En las clases populares el padre sigue siendo una especie de dueño de la mujer y de los hijos. Con frecuencia priva un ambiente de miedo, desconfianza, simulación, agresividad reprimida, chantajes sentimentales, resentimiento y odio. Muchos matrimonios se mantienen sólo por el miedo de la mujer a separarse, o por una moral mitológica y dogmática. En la relación laboral, muchos obreros, sometidos al autoritarismo del patrón, interiorizan el papel de opresor y, sin darse cuenta, tienden a reproducirlo en su relación de pareja.  Análogamente,  Análogamente, el burócrata, burócrata, frustrado por mil experiencias experiencias de servilismo, servilismo, llega a su casa y se desquita con su mujer y sus hijos. Pero no priva la misma norma en el mundo de los afectos (familiares o amigables) y en el de la productividad laboral.

b) La mujer 

En la cultura azteca lo mejor que podía sucederle a una mujer era morir al dar a luz; las que así morían adquirían el rango de diosas. Durante la Colonia los españoles y criollos fueron devaluando en forma paulatina a la mujer. La mujer fue identificada con lo indio y fue, asimismo, asociada como símbolo de la debilidad, del sometimiento y de la inferioridad social.  A diferencia de lo que sucede en las culturas anglosajonas, la mujer mexicana es más madre que esposa, se define más como protectora de los hijos que como compañera del hombre. Entre nosotros (los mexicanos) apenas hasta 1953 se le otorgó el derecho de votar a la mujer.  Al trazar un perfil psicológico de la mujer mexicana, la encontramos: 

Abnegada: se deja nulificar como persona; no vive para sí sino para otros; no exige ni protesta.



Disimulada y fingida: porque replica celosamente un mundo de vivencias; la cultura la ha obligado a buscar máscaras para manifestarse a medias.



Sometida: de niña se somete a los padres; de adulta al hombre, quizás a su hermano mayor.



Religiosa: con esa religión hecha de resignación, pasividad y espera.



Tradicionalista: la mujer tiende a simbolizar el pasado; mientras que el hombre el presente.

Muy recientemente, y por influencia del cine extranjero, se ha ido perfilando otro tipo de mujer: la mujer moderna, liberada de modo que coexisten dos estereotipos muy contrastantes: el primero, la dulce, fiel, amorosa, abnegada, dependiente, no responsable de sí fuera del hogar; el segundo, la ambiciosa, manipuladora, traidora, prostituta, cómplice. c) Los jóvenes

Su psicología es diversa según la clase social y otros muchos factores. Características sobresalientes de su autoimagen: 

Tienen conciencia de clase o de pertenencia a cierto estrato social.



Tienen conciencia de vivir en el país de la corrupción, y de que esto afectará sobre modo su trabajo y su desempeño profesional.



Por causa del diluvio de estímulos que reciben de los medios masivos, viven en función de la simulación y de un hedonismo superficial.



Suelen ser madejas de contradicciones y de frustraciones.

Hay una dificultad específica para los jóvenes del sexo masculino: tienen que superar fuertes presiones hacia conductas antisociales: “Al mexicano medio se le

enseña, desde niño, que la fuerza, no es espíritu, es el factor primordial del triunfo. ¡No te rajes si te buscan pleito! ¡Hazte respetar!, es decir, imponte físicamente a los otros”. Asimismo, “En una selva de chingones, en la que todos quieren chin gar,

el trabajo cuenta poco. Las ideas menos. Lo único que vale es el valor personal y en última instancia la capacidad de imponerse”. d) Las clases sociales y castas

Oficialmente, México es un país democrático, donde la igualdad es uno de los valores axiales. De hecho, presenta una acentuada y muy heterogénea estratificación, donde las mayorías quedan ubicadas dentro la “cultura de la pobreza”. En efecto, son dramáticas las diferencias entre los pocos ricos -ricos y

los muchos pobres-pobres. 1. Los de abajo Los marginados, los desnutridos, los humillados. Algunos con conciencia de explotación, otros sin ella. Su mejor símbolo: el indio triste, sin voz y sin rostro. Un estudio de Dumont-Motin nos revela una imagen desoladora: 27% de la población padece hambre y 50% está mal alimentada. Se sigue devaluando al indio, se le tiene por mañoso e

indigno de confianza. Como rasgo psíquico más sobresaliente tenemos la resignación; como quien dice la psicología de la impotencia y de la derrota. 2. La clase media Suelen ser gente dinámica, pero centrada en su propia promoción, poco se interesan por entender el país y por resolver los problemas nacionales. Alimentan sueños de riqueza y de poder; muestran mucho espíritu de competencia; tienden a aparentar y presumir. Viven de la simulación, la mistificación, el autoengaño; se mueren por usar productos importados de Estados Unidos. 3. La clase poderosa Es la aristocracia económica que controla los medios de comunicación y controla las empresas y a los obreros. Esta clase es la que ejerce control sobre el campesinado; y también sobre la ciencia y los espectáculos. Todo lo tienen controlado y previsto; ya que desde los años en que se van formando los retoños, disponen de escuelas y universidades elitistas, verdaderos baluartes del poder capitalista, que los aíslan del pueblo real y verdadero. e) El individualismo

De un país que siempre ha sido manejado como “el proyecto de una minoría”, difícilmente se puede esperar otra cosa que poco sentido social y mucho individualismo. La tónica general es que al mexicano le disgusta la colaboración. Lo cual no obsta para que en momentos dramáticos, por ejemplo en tragedias colectivas, surja una especie de solidaridad masiva emocional que hace frente a la emergencia. Pero esta reacción se apaga pronto. Por todo ello resulta y resalta una paradoja: el mexicano tiene sentido de clan y no tiene sentido de equipo. En este último, hay sentido de eficiencia y colaboración, mientras que en el clan hay afectos, aceptación y seguridad.

LOS ASPECTOS MÁS POSITIVOS DE NUESTRA PSICOLOGÍA

A) Valores del mexicano en general: Estudios realizados por el doctor Rogelio Díaz Guerrero manifiestan que la poca autoestima del mexicano se debe a una excesiva humildad que se autoimpone a fin de destacar el valor de los símbolos en los que creen: Dios, la Virgen, los santo, la Iglesia; y de las personas que son su razón de ser: la Madre, el Padre, los hermanos, los amigos. La mayor parte de la actividad del mexicano se dirige con estos grandes símbolos, personas y personajes que provocan su percepción reducida pero que por otro lado le proporcionan seguridad emocional superior a la que priva en otros países y culturas. La mayoría de las personas recurren a su familia, a algún amigo o a la religión para solicitar apoyo emocional, lo que destaca la cohesión de la familia y las creencias religiosas como fuentes de seguridad. Costumbres y tradiciones mexicanas que refuerzan el valor de la familia, son aspectos positivos de la cultura mexicana; lo malo es que, si se llevan al extremo, producen comportamientos negativos. Si bien es cierto que no sobresalimos en valores de logro, tales como la iniciativa, la ambición, la independencia, la audacia, también es cierto que cultivamos los valores de convivencia.

Los mexicanos están siempre dispuestos al servicio y en principio a la cooperación. Pese al machismo mexicano, aún cuando los papeles masculino y femenino están más netamente diferenciados, el hombre se permite, por sus características afiliativas, ser más expresivo, lo que facilita la comunicación afectiva entre la pareja. Su sentido del humor les permite superar las adversidades y ser alegres y sociales. Este comportamiento jocoso requiere de ingenio, buena base para el desarrollo de la creatividad. Los valores fundamentales de los mexicanos son: la Familia, la patria y la religión.

B) Aspectos positivos del trabajador mexicano Los aspectos más positivos los encontramos en su actitud servicial, inclinada a la colaboración, siempre que se sienta aceptado y valioso. Las empresas de servicio bien harían en aprovechar estas cualidades recompensando a sus trabajadores por su actitud servicial y cooperativa. Fácilmente pueden por este medio desarrollar lealtad a la empresa. Su arraigada religiosidad lo defiende; en las más tristes carencias conserva su fe en Dios y en la vida. Su ingenio puede aprovecharse para el mejoramiento de la calidad de los servicios y productos. El respeto y la obediencia, unidos a su flexibilidad e ingenio, hacen al trabajador mexicano apreciado en

otras culturas. ¿Por qué no valorarlo aquí mismo y reconocer abiertamente su actitud servicial y generosa? En condiciones favorables, el mexicano puede ser un excelente trabajador, dispuesto a todo, a colaborar con su esfuerzo y con el deseo de lograr lo mejor, pero necesita saberse valorado, útil e importante. Tenemos tanto o más potencial que los habitantes de otros países; sólo hace falta aumentar la responsabilidad por parte de unos (los trabajadores) y el aprecio de estos valores por parte de los otros (empresarios y gerentes)

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF