La Política - Giovanni Sartori
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LA POLITICA, LÓGICA Y MÉTODOS EN LAS CIENCIAS SOCIALES De GIOVANNI SARTORI. PRIMERA PARTE PREMISAS I.- EL INSTRUMENTO LINGÜÍSTICO. Pensamiento y acción.- La política es el “hacer” del hombre que, más que ningún otro, afecta e involucra a todos. El hacer es la praxis, el hacer del hombre esta precedido del discurso (sobre el hacer), la acción y los comportamientos políticos están rodeados por el discurso, el tema de los antecedentes del discurso sobre la política son: a) La filosofía política a) La ciencia o conocimientos empíricos en la política a) El discurso común u ordinario sobre la política. La filosofía política. El comportamiento humano está inspirado y orientado o por la filosofía, o por el conocimiento empírico-científico, o por la conversación corriente sobre política. La ciencia política. Es la más renuente de las ciencias. El conocimiento científico de los hechos políticos encuentra dificultades para consolidarse al lado de la filosofía política y por otra parte el apremiante reclamo con la praxis política cotidiana a través del discurso corriente. El discurso común sobre política: El discurso común puede asumir tonalidades emotivas hasta convertirse en un discurso ideológico emotivo en la que no se trata de persuadir como de convencer; ni de razonar como apasionar. Palabras y significados.- El lenguaje está constituido por palabras y significados, lo que debe establecerse es que a cada palabra le corresponden muchos significados, está polivalencia acarrea ventajas y desventajas para la comunicación lingüística del hombre pero es evidente que no nos ponemos de acuerdo con el significado que les atribuimos a las palabras. El remedio es organizar y ordenar el lenguaje según el tipo de significado; El lenguaje especial con su propio vocabulario técnico en él las palabras asumen un contenido sui generis lo que equivale a decir que la filosofía y las ciencias son claros ejemplos del lenguaje especial. El lenguaje es un universo de signos convencionales provistos de significados, la polivalencia de las palabras propone ventajas y desventajas. La ventaja consiste en que se puede traspasar los confines de vocabulario y hacer más rico y dúctil el saber de cuanto pareciera permitir la terminología, en cambio la desventaja reside en que, con frecuencia, no nos
entendemos; Al utilizar los mismos vocablos decimos (en apariencia), lo mismo pero pensamos (en sustancia) otra cosa muy diferente. La desventaja es, la ambigüedad (de las palabras). Dimensión emotiva y dimensión lógica.- La división más elemental entre los significados emotivo y lógico de un mismo lenguaje; es el ejemplo es: La poesía y filosofía. El lenguaje poético es típicamente un discurso que habla al corazón, a los sentimientos, lo que equivale a decir que es un lenguaje emotivo, la lógica de la poesía por decirlo así es una lógica estética, sustentada en inflexiones fonéticas. El lenguaje lógico se encuentra en el extremo opuesto; buscamos un sujeto, un verbo, un predicado exigimos que cada proposición sea inequívoca y que contribuya a una demostración lógica congruente entre sí. Las palabras cuanto más asumen un significado preciso, más se despojan de un impreciso contenido emocional. El lenguaje común.- El lenguaje común es el lenguaje materno, que es él mínimo común denominador de todos los demás. El lenguaje común es un lenguaje falto por completo de conciencia de sí mínimo que usamos de una manera instintiva e irreflexiva lo que apareja graves inconvenientes. El primer inconveniente es que no nos preocupamos en definir las palabras que empleamos; de este modo, todo discurso resulta vago, genérico, y se escapa los límites de una comunicación elemental y puede generar importantes mal entendidos ya que cada palabra posee para el otro diferente significado. El Lenguaje Corriente.- es un lenguaje en que las conversaciones ordinarias son intercambios de mensajes breves y separados, y satisface finalidades de relaciones interpersonales, pero cuando se trata de comunicaciones, el lenguaje corriente no sirve, comunicar es una cosa, y transmitir conocimiento es otra. Lenguajes Especiales.- Los lenguajes especiales son los lenguajes críticos, a los que se llega por corrección de los defectos del lenguaje corriente y se caracterizan de este para lo siguiente: a) Hace precisos y definen los significados de las palabras. a) Estipula reglas precisas de sintaxis lógica. a) Crea nuevas palabras. En el lenguaje corriente las palabras son polivalentes y se usan de un modo ambiguo en el lenguaje especial establece de un modo explícito y unívoco el significado de todos los términos fundamentales del campo de interés de que se trate.
En el pensamiento crítico, la precisión del lenguaje es esencial, utilizar una palabra en vez de otra tiene importancia y usarla impropiamente en cierto termino, equivale a equivocar el concepto. Cuando se exhorta a ser preciso y ajustado en el uso del vocabulario, no es meramente por pulcritud, es adiestrar en el pensar. Otra característica es la de fijar y tener firme la regla del proceso demostrativo, un discurso solo tendrá validez demostrativa si se le desarrolla con unidad de método, según un patrón argumental constante y coherente. II.- CIENCIA Y FILOSOFÍA. Lenguaje y pensamiento.- Los lenguajes especiales comprenden a la ciencia política y la filosofía, y el uso de estos lenguajes se refleja en el pensar. Esto equivale a decir que el uso del lenguaje pone su sello en un modo de pensar. Todo lo que se habla del lenguaje debe transferirse y referirse al pensamiento, pasando a la relación entre palabras y pensamiento, entre lenguaje y logos. Sobre la relación entre lenguaje y la conceptualización, entre palabras y pensamiento se puede afirmar que aun cuando el pensamiento no sea reductible al lenguaje, las palabras son indispensables tanto para comunicar como para pensar, si bien pensamos con palabras, pero las palabras son fundamentales para comunicar a los otros lo que pensamos, en resumen las palabras sirven tanto para hablar como para pensar y por más que el lenguaje no es pensamiento no existe uno sin el otro, por lo tanto, aprendemos a pensar en la medida en que aprendemos a hablar; y una vez adultos, enseñamos a pensar siempre mediante palabras, el condicionamiento lingüístico del pensamiento El significado.- Se ha definido el lenguaje como un conjunto de signos (palabras) provistos de significado otra definición muy general es que las palabras significan porque evocan o denotan de alguna manera una imagen. Las palabras son símbolos lingüísticos que están en lugar de un simbolizado y más concretamente, en lugar de las imágenes que le reclamamos a nuestra mente cuando los pronunciamos o pensamos. Jean Paúl Sarte afirmó que nosotros conocemos a través de tres modalidades: perceptiva, por concepto o por imágenes. Esto es, la primera podíamos llamar ocultos o visual en función a lo que percibimos. La segunda es de tipo intelectual, por concepto, según imágenes concebidas y la tercera es en función a imágenes fantásticas; en resumen, las palabras carecen de un significado perceptivo o ideativo, o bien típicamente alusivo lo que alimenta nuestra comprensión en una fantasía. Se infiere que en él un uso lingüístico se adopta palabras con significado perceptivo dando lugar a un conocimiento de tipo descriptivo dirigido a explicar observando; que un lenguaje que emplea palabras con un significado “ideativo”
produce un cambio en el saber de tipo especulativo y que un lenguaje que se apoya en imágenes alusivas conduce a un entendimiento diferente de los otros dos. El conocimiento empírico.- Este puede definirse como el conocimiento que, se apoya en la experiencia, en este contexto las ciencias políticas, la sociología, la psicología social, la economía son conocimientos empíricos, y no ciencias experimentales. El fin del conocimiento empírico es el describir, comprender en términos de observación; el conocimiento empírico tiene que responder a la pregunta ¿Cómo? ¿Cómo es lo real?, ¿Cómo es el medio? En el dominio empírico la finalidad es comprobar cómo son las cosas para llegar a comprender describiendo. Dado que el lenguaje tiene una finalidad descriptiva las palabras están en lugar de lo que representa; lo que se obtiene es un conocimiento descriptivo. El conocimiento especulativo.- Este tiene un fin que no puede satisfacerse con una respuesta descriptiva. La filosofía busca la razón de lo último de las cosas, atiende a su esencia y no a su apariencia, procura una explicación de legitimación concluyente del mundo. El lenguaje no se aplica a una finalidad descriptiva, y en consecuencia las palabras no entran en lugar de lo que representan, no denotan una percepción sino que connotan un concepto. En filosofía las palabras significan más de lo que representan, porque están más allá de cualquier representación he aquí porque la filosofía es difícil en primer lugar porque es un lenguaje especial en el que se usan vocablos que no conocíamos (Lenguaje especial) y porque los vocablos conocidos aparecen transfigurados. Ciencia y filosofía como nivel de verdad.- La distinción dentro del lenguaje lógico, es la diferencia entre el conocimiento científico-empírico y el conocimiento especulativo-filosófico. En el dominio de lo empírico, el lenguaje tiene un uso representativo, mientras que en el campo meta-empírico tiene un uso ultra representativo. Es una diferencia que sugiere una disposición estratégica, esto es, ven a la ciencia y a la filosofía en dos planos o niveles de verdad superpuestos. Es una perspectiva que explica, entre otras cosas que la ciencia y la filosofía pueden coincidir en un racionamiento material, sin entrar en conflicto esto. Si adoptamos esta clasificación estratégica el conocimiento empírico se clasifica en: 1. Nivel empírico de verdad en el cual tenemos el uso representativo del lenguaje.
2. Nivel subempírico de verdad en el cual se recurre a las matemáticas o en todo caso abandona lo natural, en este nivel, lo observable es algo que transcurre en el experimento de laboratorio. 3. Nivel supra-empírico de verdad es el que tiene el uso ultra representativo del lenguaje. Este nivel incluye la esfera de lo inteligible, no sujeta a las contradicciones de los hechos. En resumen el conocimiento del hombre se despliega en tres dimensiones características: o bien permaneciendo en el ámbito de lo visible, es decir de lo descriptible (nivel empírico de verdad) o traspasando hacía abajo; o traspasando hacía arriba. La ciencia política como conocimiento de aplicación.- La ciencia política como toda ciencia empírica, debe comenzar por ser un conocimiento descriptivo en el cual prevalece el significado de observación de las palabras, y donde un comprendedor que describe, condiciona y fundamenta la explicación. Vale decir que un conocimiento empírico es un conocimiento para aplicar. La ciencia política tiende a ser un instrumento para intervenir sobre la realidad de que trata, de ahí que estudie los problemas en razón de su aplicación. Filosofía y filosofía política.- Sí el conocimiento empírico es, en general, un saber práctico, el conocimiento filosófico no es empírico; su diferencia radica, en que no se plantea el problema de aplicación. La filosofía es la evasión del mundo fenoménico que nos permite conmensurarlo y modificarlo. Es por ello que la fragua de la evolución simbólica se encuentra propiamente en el pensamiento especulativo. En el sentido de la vida, de sus valores, de sus exigencias, de sus ideales se alcanza y se elabora ideando. Consideraciones finales sobre filosofía política.- Es importante la filosofía en sentido positivo para: a) El saber cuándo se utiliza; la filosofía política es un componente fundamental en el discurso político donde se elabora la legitimación no, inversamente la invalidación de la polis; b) Para saber reconocerla, como ya se advirtió la ciencia política brota de la fuente de la meditación especulativa y no ha sido bien diferenciada hasta hoy de la filosofía política. c) Resulta indispensable para no filosofar, cuando tenemos en mente objetivos prácticos y no nos interesa un conocimiento de aplicación. III ¿CUÁL MÉTODO? Ciencias sociales y ciencias naturales.- Para proceso cognoscitivo.
conocer cómo se desarrolla el
Este proceso se apoya en tres elementos: palabra, significado y referente. Vale decir: 1) Tenemos en mente significados, los cuales 2) se expresan en palabras, que a su vez 3) denotan referentes. Los referentes entre los significados y la palabra tropiezan con el problema de ambigüedad y en particular de la equivocidad (pocas palabras, muchos significados). El problema que impone el surgimiento de los lenguajes especiales. La relación entre significado y referente (las cosas representadas y significados) Tropieza en cambio con el obstáculo que llamamos vaguedad, o indeterminación. El problema del lenguaje que plantea la relación observación descripción es precisamente entre significado y referente, y que quiere llegar al referente. Una vez reducida la ambigüedad, debe desarrollarse la capacidad denotativa del lenguaje; este es el elemento característico de las ciencias empíricas. La palabra del vocabulario filosófico son ricas en connotación, pero indeterminadas, pobres en denotación fenoménica, el filósofo no tiene la curiosidad descriptiva. El referente es siempre nebuloso, en sus límites y en sus propiedades. La diferencia entre ciencias sociales y ciencias naturales, se puede señalar que en las ciencias sociales, el referente está constituido por animales simbólicos, mientras que en las ciencias naturales el referente esta dado por objetos inanimados. Esta diferencia genera a su vez otras diferencias. De estas reacciones extraemos dos puntos: 1) como presentan las reacciones de causa efecto; 2) como se presentan las secuencias primero-después. En cuanto al primer punto, recordemos que el conocimiento científico atiende, como mejor puede a la explicación causal (a veces representada mas constantemente como explicación probabilística un orden de fenómenos queda explicado científicamente cuando podemos afirmar que C es causa de E (efecto) así sucesivamente. El conocimiento científico abarca explicaciones causales y que no le satisfacen aplicaciones de otro tipo. En las ciencias naturales se da una determinación causal cuya fórmula es la siguiente: dada la causa C, ya sea con certeza, por anticipado, cuál será el efecto E. Aquí la causa es condición necesaria y suficiente. En las ciencias sociales, en cambio se da una indeterminación causal, cuya fórmula es: dada la causa C, no puede saber por anticipado si se producirá el efecto E. Aquí la causa es condición necesaria, pero no suficiente. También podemos expresarlo de este modo; dada la causa C, es sólo probable que se produzca el efecto E. Es sólo probable porque la naturaleza del referente es simbólica, porque está constituida por sujetos animados capaces de reaccionar a los estímulos del mando
imprevisible, anómalo y por lo tanto no necesariamente predeterminado. Pasemos a la secuencia primero-después. En la naturaleza no ocurre jamás que un efecto proceda en el tiempo a su causa; siempre es la causa la que viene primero. Primero deben llegar las nubes y después llover. En los asuntos humanos lo que el hombre sabe tiene sobre él un efecto que se descuenta por anticipado. Es el conocido acento de las profecías verdaderas que se autodestruyen y al revés, de las profecías que sé auto realizan por ejemplo es la previsión de la desconfianza que genera desconfianza; es la previsión de una devaluación que devalúa la moneda. Si en las ciencias sociales tenemos una casualidad que va al revés del tiempo. A diferencia de lo que hemos visto en las ciencias sociales como por ejemplo en la ciencia política, sociológica y la psicología social en que hace pensar que el caso es desesperado para ponerse de acuerdo, en la economía se ha conseguido un nivel satisfactorio de cientificidad, la razón de lo anterior es que la economía ha sistematizado el lenguaje según los criterios indicados, esto es, se ha constituido un lenguaje especial. El economista no vuelve a discutir cada vez una definición de “valor”, de “precio”, o de “mercado”, es decir sus conceptos fundamentales. Además el economista no cambia de lógica de la identidad sus estipulaciones de sintaxis lógica son firmes y precisas. El economista observa el comportamiento económico, guiado por un criterio identificado y constante; llevan al máximo el beneficio, la utilidad o el interés económico además el comportamiento económico son expresables (en la economía monetaria) en valores monetarios, es decir en valores cuantificables. Es esta una ventaja inapreciable, cuando el politólogo o el sociólogo trabajan con datos numéricos (cuando se trata de datos estadísticos), se ve obligado a recurrir a valores numéricos establecidos, pero establecidos arbitrariamente. Dicho de otro modo la cuantificación de las ciencias sociales mide a lo observado con una medida que no está en ellas, que es una atribución del observador. El vacío por colmar.- Cuando se habla de metodología de las ciencias sociales, la mayoría de los textos no se ocupan de método lógico; en cambio se refieren en su mayor parte a técnicas de investigación. La ciencia empírica se funda en la investigación; y la investigación produce datos que debemos saber tratar pero el método lógico no es más importante que las técnicas de investigación simplemente son diferentes pero complementarias. Si todavía no hemos sistematizado el lenguaje, con el fin de la formación de conceptos y su sistematización no es posible anular a una teoría (en el sentido de sistematización de una ciencia). Sin embargo los conceptos son a su vez una función de la teoría en la que se encuadran, pero es cierto que él objetivo de formar conceptos es menos ambicioso que el de formar teorías.
La formación de los conceptos.- La frase formación de conceptos como tal no solo incluye la formación en sentido estricto, sino el tratamiento y la sistematización de los conceptos que se define, como unidad de pensar. Pero volvamos al esquema: palabra- significado- referente. El esquema representa la estructura de un concepto es expresión de un término (palabra), cuyos significados son declarados por definiciones, lo que lo relaciona con el referente. Los conceptos que no tienen referente no son conceptos empíricos y con frecuencia son denominados términos teóricos, por ejemplo los conceptos de función de estructura, y se definen por la función que tienen en la teoría que los emplea. Cuando se asevera que un concepto tiene un referente, se entiende que es más ó menos reducible a cosas observables. Un concepto empírico es, pues, un concepto observable de alguna manera, evaluable (valido, invalido ó modificado) mediante observación. Una definición se llama operacional, cuando indica las operaciones que permiten medir a un concepto (en el campo de experimento ó la investigación).En las ciencias sociales es necesario insistir que las definiciones operacionales en un límite de definición, a cuyas cualidades corresponden otros límites. También se debe insertar que la observancia de los conceptos es una referencia altamente indirecta, es decir, medida por indicadores. Por la relación palabra- significado vale decir que el problema la equivocidad ó ambigüedad de las palabras. Aquí es necesario eliminar los malos entendidos; con este fin cada autor debe declarar con que significado utiliza una palabra determinada de que las declaraciones que se denominan declarativas. Pasemos, a la relación significado- referente. Aquí el programa previo es delimitar, o limitar esto es además el referente estableciendo sus confines que están incluidos. De ahí la definición que se denomina denotativa, por cuanto tiende en general a denotar. Conviene aclarar el problema de definición está limitada por el llamado poder discriminador de un concepto, por ejemplo, el género mamífero tiene confines clarísimos en la definición de los zoólogos, pero dentro de estos confines encontramos hombres y ballenas. Esto nos permite que después de haber señalado los confines es imprescindible discriminar dentro de ellos. Es cuando a las definiciones operacionales colocadas lo más próximo al referente significa se desarrolla en etapas de las cuales las definiciones operacionales son solamente la etapa que más nos sirve para la investigación en campo. La verdadera complejidad se produce en el vértice superior donde la anterior figura decía significado y ahora definiciones caracterizadoras, porque aquí se entrecruzan los problemas de la riqueza connotativa del concepto y su especificación en características propiedades o atributos. Tenemos el ejemplo del concepto de belleza refiriéndonos a una hermosa mujer; con atributos para un concurso de belleza. La declaración declarativa se puede limitar a decir; que
una mujer hermosa es la que me complace a la vista. Pero cuando llegamos a los significados de “bello”, es decir a la connotación del concepto, hay materia para escribir un tratado de estética que desde un punto de vista definitivo se configura como el conjunto de propiedades ó características del concepto de belleza. Las definiciones caracterizadoras son obviamente definiciones complejas. La función de la ciencia es propiamente la de comprobar si determinadas propiedades están presentes ó no, y en qué grado, en el fenómeno observado. Si el hombre es definido como animal racional, todos los hombres se convierten en racionales por definición. En medida que una ciencia procede por definición, no es un conocimiento empírico; definen un concepto es decir sus características definitorias; pero estas características necesarias deben relacionarse. El tratamiento de los conceptos.- Este tratamiento nos lleva a un terreno conocido, vale decir al ámbito de los que encuentran un amplio espacio en los textos de filosofía de la ciencia a fin de ejemplos referimos al concepto familia definiéndola como: “familia es todo grupo social caracterizados por relaciones sexuales legítimas entre sexos diferentes y con la función de educar a los hijos “ estas características se supondría que son definiciones extendiendo la investigación se deberá incluir en su indagación a la familia, no es ideal por ejemplo para la pareja de homosexuales ó a la familia ampliada ó a características como patriarcal ó matriarcal ó paritaria ó bien si es monogamia o poligamia o poliandria o bien si en cuanto a su desarrollo son estériles o fértiles, o bien si en cuanto a su estabilidad emocional son estables o inestables o bien si el origen de su formación se basan en intereses patrimoniales o románticos etc. estas variables se entrelazan según niveles de abstracción de diferente escala clasificados por genero y diferencia especifica. El tratamiento de los conceptos para explicarlos los definiremos en tres: 1) Un tratamiento disyuntivo; 2) Un tratamiento continuo; 3) una organización jerárquica. La lógica del tratamiento disyuntivo es en escénica la lógica de la clasificación, definamos entonces la clasificación. Una clasificación es un tratamiento lógico 1) establecido por un criterio que permite 2) distribuir los datos en clases mutuamente excluyentes, que son a su vez 3) exhausto (todos los datos deben ser clasificables). La lógica del tratamiento continuo, en cambio es una lógica (una sintaxis lógica) que pueden denominarse degradación. En este caso no queremos limitar, sino más bien sumar: Las diferencias son solamente grados, de más y de menos. Con esta óptica los conceptos son transformados en variables, es decir se hacen medibles-de alguna manera, en esta lógica no encontramos clasificaciones sino escalas.
Con frecuencia podemos elegir, entre estos dos tratamientos, pero se requiere de ambos en el orden de procedimiento que va de las ciencias cualitativas (clasificadoras en tipologisadora) a la ciencia cualitativa (medidora). El tratamiento continuo no es sustitutivo disyuntivo. La sistematización jerárquica está dada por la clasificación según el género, especie, subespecie y así subclasificándolos sucesivamente. Este tipo de deserción analítica es poderosamente ordenadora porque cada clase que está debajo incluye las propiedades de todos los que están encima. La simplificación organizadora es pues enorme, es por ello que llama la atención que a través del análisis por género de diferencias especifica es la mejor técnica que trasforma los conceptos en contenedores de datos. Los datos no son otra cosa que informaciones que colocados a través de palabras y recogidos en función de palabras preseleccionadas. Por lo tanto en toda investigación encontramos que en el mercado de datos está constituido por las siguientes premisas: a) datos altamente discriminados y b) datos acumulables. La primera implica que como en el mercado encontramos información de múltiples fines, cuando los datos están discriminados, cada usuario los puede reincorporar a su manera para los fines que le interesen; La segunda es la misma del saber científico que crece en la medida de que dispone de datos que sean aditivos, pero para que sean sumables deben recogerse en contenedores mínimos entrelazados, es decir que sean iguales. Actualmente se les da menos valor al tratamiento clasificatorio y jerárquico de los conceptos en función a modelos cuantitativos. Esta es unas reglas que se busca en usan varios peldaños y que por lo tanto aportan un criterio (un método lógico) para subir o bajar en nuestra escala. Para iniciar se debe precisar la distinción entre la connotación y la denotación de un concepto, para mejor explicación partimos de las definiciones. La connotación (o intuición) es un conjunto de las características o propiedades que constituyen un concepto. En cambio la denotación (o extensión) es la clase de objetos a la cual se aplica el concepto, sobre la base de estas definiciones, la regla de transformación a lo largo de una escala de abstracciones es: la extensión (denotación) y la intención (connotación) de un concepto, lo que quiere decir que cuando ascendemos por una escala de abstracción, reducimos el número de las características y cuando descendemos en una escala de abstracción, agregamos características, se infiere que los conceptos altamente abstraídos (universales) abarcan mucho en extensión, pero precisan poco en intención quedan connotados en el caso extremo a una sola característica. Por el contrario los conceptos de bajo nivel de abstracción abarcan poco en extensión, porque se encuentran especificados por un alto nivel de características. Esta regla de transformación es la regla que une la teoría con la investigación. En la dirección que va de la teoría a la investigación, los conceptos más abstractos
(o teóricos) son los que orientan en cuanto a los problemas que merecen ser investigados. En resumen para su tratamiento metodológico de los conceptos estos fueron tratados, en el siguiente orden. 1-Disyutivamente (si, no), 2- Continuadamente (por graduaciones) y 3verticalmente (jerárquicamente) y que todos estos tratamientos pertenecen al método lógico que preceden y condicionan a las técnicas como son las de investigación y de utilización estadística de los datos. El status teórico.- Para ubicarnos en el contexto partiremos de que la teoría es uno de los términos de amplia polivalencia que indica y determina su status científico por ejemplo la física es la más avanzada de las ciencias, esto está demostrado por la teoría de la física, en el caso de la economía también se puede hablar de una teoría a pesar de la multiplicidad de aproximación de esquemas conceptuales. Control, Investigación y aplicación.- El elemento caracterizado de todo conocimiento científico reside en su comprobación como prefiere decir Popper, en su falsificación. En ciencias sociales, un enunciado es verdadero cuando transpone la valla del control empírico, y en falsificado cuando no supera este control. Este control suele escapar de la abundante literatura sobre los métodos de los enunciados, en que el control no se coloca sólo en el contexto de la investigación sino es válido en el contexto de la aplicación. Hasta ahora las ciencias sociales se han debatido en el campo metodológico, esta relación entra a la investigación y viceversa, la investigación se refleja en la teoría; otro punto no menos importante también como forma de comprobación, como instrumento de control de la teoría, en la relación entre la teoría y la práctica. En el contexto teoría–investigación el discurso tomando en cuenta sus características observativo –denotativa procede por formulaciones de tipo operacionales, es decir varia de definiciones operacionales. En el contexto teórico – práctica el discurso tomado con las mismas características (observativo – denotativa) prefiere formulaciones de tipo programático, y/o de tipo predictivo es decir que se expresa por autonomía en preposiciones de tipo “sí… entonces” si esto ocurre o aquello tiene lugar, entonces sucederá lo otro. En este caso el control tiene lugar en la aplicación de la práctica. Una teoría que falla en la aplicación está equivocada y debe ser descartada o modificada por el contrario una teoría verdadera debe hacerse notar.
En las ciencias sociales los métodos de control son dos: el estadístico y el control comprobado en cambio ha sido descuidada: La práctica como control de la teoría, control, dado por la confirmación de los hechos. SEGUNDA PARTE. LA RELACIÓN ENTRE LA TEORÍA Y LA PRÁCTICA. IV ¿QUE TEORIA? Introducción al problema.- Descartes decía: Pienso luego existo en este racionamiento el pensamiento está dado de modo que el problema en la existencia. Transformando la terminología Cartesiana de aquí porque, porque parte de la teoría del pensar, como es posible tomar el camino de una práctica que, en cuanto objeto del discurso, será siempre teoría de la práctica y por lo tanto una teoría disfrazada, una teoría que luego no es tal. La práctica es en cierto sentido una teoría realizada, así como en la teoría hay una cuenta práctica hecha saber. Hay que partir de esta relación para introducir en el problema: Primera, la teoría sin práctica, ejemplo la vida contemporánea; segunda, la práctica sin teoría; ejemplo el activismo; tercera, la teoría depende de la práctica esto es, que la teoría va a remolque de la práctica; cuarta, la práctica depende de la teoría esto es, que la práctica es la que sigue a la teoría. Es verdad en teoría, pero falso en la práctica.- Teoría de Kant. En sustancia su interés consiste en que lo que es justo en teoría vale en la práctica, pero a partir de tres condiciones: con tal de que se sepa aplicar la teoría; a condición de que no se trate de una teoría errónea: y tampoco de una teoría que no tiene nada que ver en la práctica. Se advierte que esta última condición limita mucho la comprensión de la tesis Kantianas. Tesis de Pareto. La tesis se resume en que la práctica es tanto mejor cuanto más practicas sea (es decir, menos teoría) y teoría cuanto más teórica (esto es, menos practicidad); la teoría y la práctica son aquí como dos líneas paralelas, de tal modo que el saber y el observar no deben encontrarse jamás, afirmaba Pareto. Los hombres actúan impulsados por la fe y no por la razón; creen antes de comprender, y sobre todo, sin comprender no saben lo que hacen y hacen sin saber. El pesimismo de Pareto estará justificado pero el hecho de que los hombres, no se beneficien con el saber, no implica, que el saber no pueda estar a su disposición. La relación entre la teoría y la práctica nos lleva a una ambigua disputa filosófica: la relacionada sobre la naturaleza de la voluntad. En la esfera práctica es la del hacer y por ello del querer. Kant sostiene una concepción intelectualista del querer (según la cual el querer ejecuta lo que
manda la razón) seculares que Croce y Pareto sostienen una concepción antiintelectualista del querer, por lo cual la voluntad al revés, es rebelde a la razón. Análisis de los términos.- Cuando la teoría se une con la investigación, queda sobreentendido que por teoría se entiende la teoría científica. Cuando, en cambio la teoría se une a la práctica, el sobreentendido es completamente diferente: La teoría se utiliza en este caso para examinar la relación compleja entre la teoría y la práctica, debemos contemplar todos los casos posibles de la teoría, para esto es necesario definir la teoría y la práctica por exclusión reciproca. La teoría será definida como lo no práctico, para aclarar la diferencia tenemos la definición de Lukar en el que práctica el principio interno de la actividad, la concepción global mantiene y anima la producción y la actividad de una clave. Dado que por práctica se entiende lo “no teórico” resulta ambiguo este término, en efecto, práctica y praxis se utilizan indistintamente en dos acepciones muy diferentes. La praxis es entendida como voluntad, acción, acto obras y /o ambiente (según el grado de cristalización con la que las consideraciones) y la práctica entendida como la sedimentación institucionalizada de la operatividad humana. Praxis es lo que estamos haciendo, la práctica es un dato preconstituido con respecto a la praxis para que exista relación o correlación es indispensable que haya dos términos. De modo que es legítimo hablar de relaciones entre la teoría y la práctica mientras se alimenta como cosas de diferente significado. Abundando debemos hacer dos precisiones, una respecto a la diserción de la relación que examinamos, otras con respecto a la naturaleza de tal relación. En cuanto a la primera, se debe manejar en hipótesis dos relaciones. La que va de la teoría a la práctica (dirección: teoría- practica) y a la inversa. Esto no impide que exista un evento entre teoría y la práctica en el sentido de que sus relaciones de condicionamiento reciproco. Sin embargo para ver claro él círculo se debe dividir en dos semicírculos: el que parte de la teoría para llegar a la práctica y el que toma el camino de la práctica para volver a la teoría. Y esto porque la vuelta (de práctica a teoría) no es simétrica. Dado que la práctica se emplea para dos casos muy diferentes, el término practica por tiene dos referentes; la praxis, es decir lo que estoy construyendo Yo, con mi voluntad- acción, o bien lo hecho constituido por otros y que está fuera de mí y antes que Yo, es decir el ambiente (que resalta de la operatividad humana). En el caso de esta primera acepción, no plantea problemas, en el sentido de que cada uno sabe lo que uno mismo ha hecho razón en que la praxis se vuelva a convertir en teoría. Esto significa que la relación praxis–teoría podría ser reabsorbida sin más en la imagen del circulo. De este círculo parte la idea de condicionamiento reciproco entre teoría y práctica. Pero el caso planteado por la segunda acepción es totalmente
diferente, aquí no es cuestión “de mi praxis”. De modo que el problema se convierte ahora en cuál será la influencia ejercida por el ambiente sobre la teoría. Aquí cuestión es en qué manera el ambiente condiciona al pensamiento. Por lo tanto es fundamental distinguir el semicírculo práctica-teoría del círculo inverso, porque en base a la imagen del círculo que sirve para los idealistas como para marxistas que hacen trampa en el juego gnoseológico, es decir alude el difícil problema de cómo un (no pensamiento) (El ambiente) puede reproducirse en términos de pensamiento (teoría) además y muy importante la relación entre la teoría y la práctica plantea el problema de distancia que puede mediar entre causa y efecto. Para no perder el punto central es importante establecer la diferencia entre los casos en los cuales la teoría y la práctica se encuentran en relación directa y los casos en que esta relación está muy próxima y se convierten una en otra sin apreciable solución de continuidad. En cambio la relación es indirecta, mediata o hasta intermedia cuando la eficacia del pensamiento sobre la acción es distanciada. En esta última hipótesis, antes de llegar a la práctica, la teoría cumple un largo recorrido, debe ser una serie de parajes intermedios de tal modo que aquel pensamiento que se prolonga hasta proyectarse en la acción, es sólo un pálido reflejo de la teoría que lo origino. Teoría sin práctica.- No se duda que existe una teoría sin práctica, casi por definición, todo saber es considerado contemplativo. Pero la existencia de la teoría metapráctica no nos autoriza a sostener que ninguna teoría tenga utilidad práctica, que ningún saber se pregunte para la utilización práctica. El ejemplo clásico de teoría metapráctica es la filosofía. El conocimiento especulativo se sitúa más allá de los problemas de la acción, exactamente por la misma razón por la cual se proyecta más allá de las cosas físicas. En el contexto más amplio entre el pensar (la mente) y recibir en si lo verdadero hoy se aplica que se debe mantener la distancia para no envolverse en la acción. Un juicio puede ser objetivo solo si es un juicio desapercibido; y un juicio desapercibido presupone y requiere una distancia de las pasiones de la vida práctica. La práctica sin teoría.- Considerar a la práctica sin teoría tiene sentido. Kant observaba con frecuencia que la teoría, es inadecuada, equivocada, o defectuosa y que procedemos a ciegas. Pero cuando decimos que práctica sin teoría hacemos referencia a la teoría en sentido propio, el pensamiento, cognoscitivo. Por lo tanto la práctica sin teoría debe entenderse que la praxis es inconcebible si la práctica sin teoría se da es porque la teoría debe ser ignorada pero no se puede comprobar en el campo de la indagación empírica que se dan comportamientos sin presencia mental. El hombre practica sin teoría y puede creer que solo sigue la inspiración de su voluntad pero el estudioso sabe bien que también que la praxis más instintiva
implica siempre promesas mentales, propósitos, cálculos; y su misión es extraer de esa praxis que parece ateórica, el elemento mental y por lo tanto teórico que ella presupone y de la que está conformado. La teoría depende de la práctica.- Hasta ahora hemos considerado las tesis que separan la Teoría y la Práctica, pasemos ahora a la tesis que reúnen teoría y práctica y que se unen en relación de subordinación, esta subordinación, está dada en dirección de las relaciones. A estos efectos se puede sostener que la teoría precede y condiciona a la práctica (dirección; de teoría a la práctica o que la practica precede y condiciona a la teoría (dirección; practica a la teoría). En el primer caso se habla del círculo teoría-práctica, en el segundo conviene señalar el anticirculo práctica-teoría. Pero vamos a ocuparnos del anticírculo, para entender se le denominara bajo el concepto de dependencia aparente lo demostraremos mediante los ejemplos siguientes: 1.- La teoría sigue a la acción, surge “postfacto” una vez acontecida la acción. 2.- La teoría describe la práctica, constituye la sumisión descriptiva. 3.- La teoría es expresión de una época, y por lo tanto es un producto histórico. Ya se ha comentado que el hombre actúa primero y después teoriza sobre los hechos. Si la teoría surge postfacto es la teoría elaborada pero como embrión del programa, de concepción del conocimiento ha guiado primero la acción del hombre, este hombre sabía lo que quería en el momento que actuó, esto significa que el hombre aprende experimentando y equivocándose, dicho de otra manera, aprende de su experiencia. En el segundo punto en el de la teoría como descripción de la práctica, se dice que la teoría debería copiar de la realidad, y por otra parte, la exactitud descriptiva es justamente lo que se le pide al conocimiento empírico. Pero esta tesis no implica en realidad ninguna sumisión de la teoría a la práctica, una cosa es sostener que la teoría se refiere a otra cosa y algo muy distinto sostener que es producto de algo. Toda teoría es teoría de algo, pero esto no significa que ese algo subordine a la mente que lo aprende, que el objeto observado genera la teoría que lo observa, por lo tanto, la teoría que describe la práctica es simplemente una actividad mental que está en función de la práctica. El tercer punto, la teoría como el producto histórico, como expresión de tiempo, condicionada por eso a su época. A la práctica se vuelve un análisis coexistivo con el ambiente, el ambiente creado por el hombre. El ambiente histórico es un ambiente percibido longitudinalmente y genéticamente, en su fluir desde un pasado hasta el presente que a su vez lo proyecta hacia el futuro. Lo que muestra un ambiente que contiene en su propia explicación, por lo tanto cuando se dice que las teorías son productos históricos, no hay que darle demasiada importancia
a la historia de las ideas porque no serían las teorías las que determinan realmente el curso de los recursos humanos. El Anticírculo Práctica -Teoría. Para demostrar que el impulso que hace girar la rueda, es un impulso práctico es necesario que la práctica no se conciba, ni como praxis, ni como ambiente histórico, sino como ambiente material. En las primeras dos acepciones, la práctica contiene en sí misma la teoría que debiera producir, en segundo lugar para demostrar que la teoría depende de la práctica, no basta argumentar que el ambiente material condiciona el pensamiento. Una relación de condicionamiento no postula una dirección que suponga subordinación, un conocimiento es sobre todo un límite, o un impedimento. En suma, asegurar que el ambiente condiciona al pensamiento, no equivale a asegurar que el ambiente produce el pensamiento. La práctica depende de la teoría.- La tesis a la que hemos sido llevados es que la práctica depende siempre de la teoría, con lo que quiere indicar simplemente que lo que hacen los hombres siempre está influido en determinada medida por lo que piensan La Acción Inteligentemente Llevada. V. LA ACCIÓN INTELIGENTEMENTE LLEVADA. ¿Arte o Ciencia?- El saber como la teoría se transforma en práctica, es hablar de acciones inteligentemente llevadas del hombre que sabe lo que hace. Hay que profundizar si la política es en realidad un arte o una ciencia. Cuando se asegura que la política es arte, el sujeto de la proposición es la política como acción política. En cambio, cuando se dice que la política es ciencia, el sujeto es la política como conocimiento de la política, eliminando el dilema se puede afirmar que la acción política es un arte, si tomamos en cuenta que siempre hay un margen de riesgo en el paso del pensamiento a la acción. No se debe creer que la praxis llegue a ser alguna vez la reproducción exacta en el hacer, de lo que se ha proyectado en el pensar y no puede serlo, ya que hay que adaptar un programa de acción a las circunstancias específicas, ya sea porque la ejecución está ligada a la oportunidad. Cabe agregar que en el nombre del arte se redime con frecuencia, la ignorancia y se alienta la incompetencia. Los grandes artistas de la política son personajes que ignoran la relación entre los fines propuestos y los medios disponibles. Cuando más es su ignorancia resulta fácil querer y prometer todo y rápido, pero esto no es el arte político que necesitamos ¿Finalidad práctica o científica?- La ciencia política tiene una finalidad práctica y una científica, la primera premisa señala que la vida práctica no admite
dilatación y por eso le exige prisa al conocimiento científico, el riesgo es hablar antes de saber, en la segunda premisa, el hombre político requiere consultar a los especialistas, él sabe lo que quiere, ya han definido sus fines, lo que no sabe y quiere es la opinión de los especialistas para llegar mejor al resultado prefijado. Aquí el riesgo es que el saber se convierta en un instrumento que se adapte a los fines de una política preestablecida. Quien subordina la ciencia política a la finalidad práctica, tendrá que admitir que sin un conocimiento científico válido y objetivo, no se llega a ningún éxito práctico y satisfactorio, por lo tanto el fin práctico requiere que se cumpla el científico; por otra parte, quienes subordinan la ciencia política a la finalidad científica dicen que la ciencia política es ciencia en cuanto al método pero práctica en cuanto a sus fines. Microintervenciones.- Primero se plantea un programa de acción en pequeña escala, antes de verse sobre el problema localizado y específico, el primer paso es individualizarlo y circunscribirlo con precisión, para posteriormente definir la finalidad de la intervención, por supuesto que definir el problema significa comprenderlo, una intervención en pequeña escala produce sus efectos a largo plazo. Ello quiere decir que un determinado programa de acción puede modificarse durante su transcurso, esto se llama técnica de valoración que en sustancia sirve para comprobar en qué punto estamos y establecer eventualmente rectificaciones, si ello fuera necesario. Los proyectos piloto no se reproducen tal cual en gran escala, el saber programático debe ser configurado en términos más generales. El cálculo de los medios.- Un saber pragmático en gran escala puede ser remitido a esta fórmula de conjunto el cálculo de los medios, es decir, la ciencia política es un saber operativo en cuanto asegura que los medios son adecuados y que se adaptan a los fines propuestos, por supuesto los medios y los fines están vinculados de manera intrínseca dentro del desarrollo de la acción, no obstante indican el fin, se tendrá que determinar si se puede obtener y por lo tanto, el fin queda condicionado a la disponibilidad de los medios. Comencemos por definir qué se entiende por los medios, no solo son los medios materiales (recursos financieros) sino también los medios de actuación que dependen de la tecnología o los que llamamos de ejecución (el aparato administrativo, las estructuras y procedimientos que regulan el ejercicio del poder) pero hay que distinguir entre la suficiencia de los bienes materiales y su ideonidad de los medios de actuación por lo que los medios pueden ser suficientes pero no idóneos, en el primer caso, existen los medios materiales suficientes pero faltan los medios de actuación, en otros casos, disponemos de los medios de actuación pero faltan los económicos. El cálculo de los medios pueden dividirse en cuatro etapas: Primero, asegurarse que los medios son
suficientes; segundo, asegurarse que los medios son idóneos; tercero, él determina el efecto sobre otros fines; cuarto, determinar si los medios sobrepasan la finalidad. Lógica pura y lógica operativa.- La acción racional no es necesariamente una acción razonable, hay quienes valoran más la racionalidad pero también la razonabilidad, en ambas definiciones responden a una división muy precisa; la racionabilidad caracteriza al pensamiento mientras que la razonabilidad caracteriza el vivir mejor, pero para nuestros fines, definámoslo como: la racionabilidad predomina en el campo de la razón pura, mientras que la razonabilidad en el campo de la razón aplicada. Ambas nacen de la misma raíz, la razón y cuando se habla de razón casi siempre se habla de lógica. La lógica es un instrumento de transformación, es un conjunto de reglas; un ejemplo de lógica que se ubica en estado puro, son las matemáticas, una lógica deductiva es la geometría; la lógica no es solamente formación y transformación pura y simple, es transformación de algo referido y vinculada con objetos pensados. La lógica de las ciencias empíricas se remonta a Aristóteles, es pues una lógica fundada sobre los principios de identidad y de la no-contradicción, cuando se llega al núcleo lógico quiere decir no contradictorio. La lógica pura es la lógica del hallazgo en la que se construye un discurso verdadero exento de errores o contradicciones; en cambio la lógica pragmática es la lógica de la comprobación, en la primera el criterio de verdad es la coherencia y en la segunda el criterio de verdad es la prueba, es verdadero lo que se ve confirmado en la práctica, es verdadera la teoría que funciona en la aplicación. El matemático se apoya en una lógica pura mientras que el filósofo es libre de hacerlo también, pero no el científico social. La lógica pura se reduce a un análisis y por ello funciona bien mientras no lo llevemos a un nivel empírico, pero si la lógica de un saber empírico es solamente un análisis lógico, entonces ese saber empírico está viciado en cuanto al patrón de medida racionalista en cuyo caso una acción irracional por lo que se dice que en el dominio de la acción es mejor ser razonable que racional. Para llegar a un conocimiento del discurso metodológico en términos concretos para la aplicación a un saber operativo pasemos a examinar: 1.- El razonamiento en el caso límite; 2.- El peso de las palabras.3.- El argumento de que aquí hay una contradicción.4.- El problema de las partes invisibles. El razonamiento en el caso límite. La fuerza de la lógica reside en su rigor lógico lo que nos lleva a definir lo que es claro y nítido, lo que equivale decir que el rigor lógico nos induce a formular y estudiar los problemas en su punto límite. Tomemos el ejemplo: ¿quién custodiará a los custodios?, Si desarrollamos el tema hasta el límite, es fácil abrir una regresión hasta el infinito, en la cual cada eslabón de la cadena estará sometido a un control superior que no podrá ser controlado y así
sucesivamente. El límite es así, pero ésta es una demostración que se hace en el filo del caso límite y para una lógica pragmática el desarrollo argumental de este tipo no tiene relevancia y no lo tiene porque en el dominio empírico el caso límite resulta el menos frecuente y en estos casos hay que ocuparse de darle mayor valor a los casos más frecuentes. Este es justamente el error práctico del rigor lógico que pone en evidencia la excepción que de éste resulta al darle más importancia que la regla. El peso de las palabras. Partiendo de que la lógica es un conjunto de reglas de transformación, se deduce que la mente se siente inclinada a pasar por alto qué es lo que se transforma, en el dominio empírico no es así, en el análisis lógico las palabras no tienen peso o bien tienen un mismo valor, así el agua contenida en un recipiente es la misma agua que contiene un océano, en este ejemplo advertimos de alguna manera esta diferencia de peso entre poca agua y mucha agua, si se menciona el peso no es porque pretenda indicar medida. El peso de las palabras es relativo a la ponderación (atribución del peso) la ponderación de las palabras es encerrar dentro de ellas lo que más varía de modo decisivo, y en sus referentes hay muchos modos de establecer ese peso, pero los más importantes se reducen a dos: la intensidad y la extensión. Una palabra es ponderada cuando se mide, según la intensidad debemos de medir la escala del fenómeno considerado y el segundo registra su orden de tamaño (incluyendo su duración) y su extensión en tiempo. Cuando examinamos un problema no empírico, el referente de las palabras no tiene importancia, las diferencias de intensidad y de tamaño no alcanzan a tener relevancia, pero esto no ocurre si examinamos un problema empírico y menos cuando se trata de un problema de aplicación, aquí la intensidad y el tamaño de lo indicado en un cierto nombre pueden modificar radicalmente el problema, así el agua de los océanos (tamaño máximo) es diferente al agua de los arroyos (tamaño mínimo). Las relaciones universales y atemporales formulados por una lógica pura. El argumento de la no contradicción. El principio de la no contradicción es el gozne del discurso lógico, precisamente se le llama lógico porque es coherente y no contradictorio. El idealismo de Hegel desarrolla una lógica dialéctica basada en la contradictoriedad de los opuestos, hay que prever que los opuestos no sustituyen al principio de la no contradicción, para comprender la lógica del idealismo se debe tener presente que su esquema es triádico: Tesis, antítesis y síntesis. Por lo tanto, la contradicción del idealismo, es entre tesis y antítesis y en rigor es esa especial contradicción la que activa y genera la síntesis. El inconveniente de la lógica dialéctica es que se presta a los abusos, sin dejar de reconocer sus méritos dinámicos. El problema se plantea así: aunque en el ámbito lógico-dialéctico, la contradicción es apreciada el hecho sigue siendo que: a) En
el campo científico una lógica dialéctica no es utilizable y b) en el ámbito empírico y operativo una contradicción equivale a un error, significa que una determinada cosa está mal hecha o que es imposible hacerla. Por otra parte, el empleo equivocado del término empírico-operativo, es prácticamente infinito, por ejemplo: se dice que la democracia y el estado de derecho son incompatibles (porque en la primera quiere que el demos mande a su antojo mientras, que el segundo quiere que sea la ley la que impere hasta la propia voluntad popular). Pero no hay tal contradicción porque el estado de derecho es coherente y dirigido a la finalidad de servir; es decir, a la finalidad de limitar el poder y la razón no es que sea contradictoria, es que nos interesa el poder limitado ya que sin control caeríamos en un poder no limitado y absoluto. La consideración que se recurra a soluciones contradictorias o incoherentes es porque esas contradicciones, no son siempre defectos sino, un precio del sistema político, los sistemas políticos plantean problemas de equilibrio, y su coherencia consiste precisamente en lograr soluciones de equilibrio. Partes invisibles y capital axiológico.- hasta ahora se ha planteado todo para adaptar un discurso lógico-racional a los problemas empíricos, pero la acción razonable es también la que sabe medir sus propias fuerzas, es decir, la que se da cuenta de los límites del saber. Conocer los límites de saber, quiere decir darse cuenta de lo que escapa a nuestra captación cognoscitiva. Y esto es denominado partes invisibles. Si entendemos como partes visibles a los elementos de un problema que logramos destacar, individualizar con suficiente precisión, las partes invisibles son las que advertimos de alguna manera pero que no constituyen elementos que podamos de alguna manera tomar, pero las conocemos disponen de nombre para indicarlos. Así cuando un determinado suceso no cumple su fin satisfactoriamente se dice que la dificultad fue que tuvimos que luchar con una costumbre, aquí el término costumbre alude precisamente a una de los tantas partes invisibles, si decimos: “Sin un espíritu, no se puede hacer nada”, también afirmamos la psicología del hombre y encontramos la parte invisible. El capital axiológico es también un elemento invisible que reabsorbe a todos los demás. El modelo del equilibrio.- Los sistemas políticos se configura en su totalidad como un sistema de equilibrio, es una antigua intuición. Aristóteles prefería el régimen mixto, que supone una preocupación por el equilibrio, se basa en la idea de que el cuerpo político alcanza su óptimo estructural cuando realiza una combinación armónica y equilibrada de los elementos que la componen. El constitucionalismo moderno, está basado en ésta técnica constructiva, el limitar y controlar el poder por medio del poder que se equilibra uno con otro, separados precisamente para que uno pueda volver a contrabalancear al otro, para el constitucionalismo es el buen equilibrio, al modelo del equilibrio se le acusa de ser insuficiente
omnivalente y en particular de dar preferencia al aspecto de conservación, en detrimento de la transformación (puede ser incluso estático). Por lo tanto, diríamos que un sistema político, existe y subsiste en tanto encuentre una solución en que sus partes se adhieran, o al menos se mantengan juntas, y la forma de cohesión de un sistema es precisamente su solución de equilibrio. Las características de los sistemas políticos son las de adherirse, no de un modo estático, sino de una forma dinámica, es decir, merced a un variado y cambiante juego de pesos y contra pesos de presiones y contrapresiones. Equilibrios bilaterales.- Comencemos con la relación del equilibrio dicotomizado, como contraponer a los gobernados con los gobernados, es claro que ningún sistema político en la balanza deja de ser tal, porque en cualquier sistema (hasta en la tiranía y totalitarismo de la dictadura) la mayor fuerza de quien es dueño del poder se da correlativa a la menor fuerza de quien la padece, pero para la versión dicotomizada de un equilibrio se vuelve interesante para identificar los puntos de ruptura de una determinada solución de equilibrio, y por lo tanto las situaciones revolucionarias y los sacudimientos de los sistemas políticos, se dice que un sistema político cae cuando está demasiado desequilibrado. Con respecto a los puntos de ruptura, son para la democracia la parálisis del poder, y para la dictadura la revuelta del poder. Vale decir, que una democracia cae cuando los gobernantes no cuentan con suficiente poder o fuerza para gobernar, y una dictadura cae cuando no hay superpoderes que basten o cuando un superpoder disminuye. La solución entonces del equilibrio más duradero son aquellos que evitan los extremos (en la imagen de la balanza) determinados por la máxima tensión y por la paridad perfecta, pero falta exponer, los procesos de equilibrio dentro del sistema político, es decir, su dinámica interna. Equilibrios multilaterales.- Un equilibrio multilateral es, el equilibrio entre más de dos actores, y en general entre una multiplicidad de actores (tanto más numerosos, cuanto más pequeña sea la unidad que se analiza). Recurriremos al mecanismo de regularización.- nuestro organismo reacciona ante el calor con exudación, que sirve para que la temperatura corporal descienda y se mantenga de este modo un estado constante de temperatura del cuerpo. Cualquier sistema político para que sea definitivo como tal debe de ser cerrado e incluir elementos o partes que interactúan. Por cerrado se debe entender que es posible marcar un límite entre el sistema, y el ambiente circundante, por lo tanto, debe quedar claro que un sistema puede ser estimulado o solicitado desde el exterior (el ambiente) como del interno (por los propios elementos o actores) pero en ambos casos, interesa únicamente como reacciona el sistema, es decir, que ocurre en su interior, precisando los estados de equilibrio de un sistema estimulado pueden ser de tres tipos:
1) Equilibrio estable, 2) equilibrio inestable, 3) equilibrio diferente. Un equilibrio estable, se denomina cuando reacciona a los estímulos, tendiendo a restablecer el estado preexistente, en tal caso, un sistema es capaz de resistir a las solicitaciones o disturbios que recibe, por lo general adaptándose. En cambio el equilibrio inestable, es un equilibrio que una vez perturbado se aleja cada vez más del estado preexistente, en este caso el sistema reacciona como un amplificador de la solicitud o de la perturbación. Es obvio que un equilibrio inestable prefigura tanto los procesos de innovación creadora (progreso), como de autodestrucción. El último equilibrio es indiferente cuando se reconstituye sobre nuevas bases al azar, sin que el cambio haya estado dirigido por un mecanismo que reduzca la perturbación o amplifique él estimulo. Todo sistema político tiende a la conservación propia ya sea renovándose (equilibrio estable) o transformándose (equilibrio inestable). Por lo tanto, la diferencia es entre los sistemas que solo permiten un equilibrio estable (dictaduras) y por los sistemas que además admiten un equilibrio inestable (las democracias). Se deduce que los sistemas que realmente son conservadores son los sistemas rígidos, las dictaduras, mientras que las democracias son sistemas flexibles. El sistema político está formado por un conjunto que depende en gran medida de lo que le suceda a sus componentes subsistémicos (la burocracia, el ejército, la iglesia, el sistema judicial), algunos de los cuales puede estar en equilibrio estable y otros en equilibrio inestable y hasta puede haber un equilibrio indiferente (lo que significa que van a la deriva). Los comportamientos reguladores. La vida en sociedad y en particular la vida política, es un campo de contrastes, un conjunto de procesos antagónicos, de fuerza en contraposición, que procede mediante golpes y contragolpes. Estos procesos pueden ser disciplinados y civilizados, cada afirmación se enfrenta a una negación, a cada acción corresponde una reacción. En la óptica del equilibrio, el panorama de conjunto es que en todo momento las fuerzas desequilibradoras se ven enfrentadas a las fuerzas reequilibradoras que ellas mismas generan. Si prevalecen los primeros, el estado del sistema político pasara a ser un equilibrio inestable. Si predomina la segunda, el sistema político permanecerá al equilibrio estable, pero en ambos casos subsiste un reequilibrio mecánico que mantiene al sistema político de alguna forma en equilibrio. Verticalidad y “Bóveda del Miedo”. Hasta ahora se ha planteado una imagen horizontal. Pero los sistemas políticos también tienen una verticalidad, esto es, que hay que plantear el problema del mando y la obediencia, el que gobierna sobre los gobernados y un elemento de coerción que se evidencia sobre todo el contexto de verticalidad del mando, de cómo están en pie los sistemas políticos.
La coerción no es solamente un ejercicio de la fuerza; es también la posibilidad de sanción, tanto más eficaz cuando más se traduce en un ser disuasivo, también debe señalarse como coerción una falta de recompensa. La hipótesis que consideramos es que un sistema político que no logra obtener consenso, si no que ni siquiera es aceptado; o sea, que solo es obedecido ¿Por qué es obedecido? Es obedecido, y se mantiene en función a lo que podía llamar el fenómeno de la bóveda del miedo, en una bóveda todas las piedras tienden a caer, pero precisamente por estas unidas utilizando la tendencia del material de construcción es como se levanta, dicho de otro modo la bóveda es un equilibrio producido mecánicamente. Una ilustración del fenómeno de la bóveda es cuando dos ejércitos se enfrentan exhaustos en las trincheras después de años de una guerra sangrienta, supongamos que todos los entusiasmos iniciales se hayan desvanecido; que el sentido del honor, del amor a la patria hayan dejado paso al cansancio y al desaliento, observa Ruyer: “Si la continuación de la guerra tuviera que decidirse por votación secreta, el sistema de guerra se resolvería en 24 horas. Pero en vez de eso, la bóveda se mantiene de pie, sostenida por el miedo y el ordenamiento jerárquico. La bóveda del miedo funciona de este modo; cada uno le cede al otro la iniciativa, esperando que sea el otro quien interrumpa la continuidad del mecanismo. Por su cuenta no hace nada, o mejor hacer lo que se debe hacer, se siente vigilado desde arriba y obligado por ello a vigilar al que está debajo de él, y así la bóveda se mantiene de pie. El principio del peligro opuesto. La política del mundo de hoy esta animadas por las ideologías es decir impulsadas por algunos ideales-fuerza, estos ideales se traducen en realidad para descubrir cómo debemos de recurrir al principio del peligro “opuesto”, su formación es la siguiente: todo curso de acción, si es impulsado más allá de cierto límite (el que tiende a provocar la ruptura del equilibrio en que se inserta), se convierte en opuesto; es decir, produce efectos opuestos a los que producía con anterioridad. Lo políticamente imposible.- Después de tantas vueltas la pregunta es que es posible y que es lo imposible, las dos preguntas son indispensables a nivel personal, el dilema es el mismo, la cantidad de cosas a las que renunciamos porque las consideramos imposibles; Es decir, porque la teoría descuenta por anticipado el éxito práctico, y es entonces cuando decimos, esto no es posible, es cuando se aprecia un aspecto fundamental de la incidencia de la teoría sobre la práctica. Para definir qué es lo posible, esto es sinónimo de lo pensable, en este sentido, lo posible es una posibilidad mental, la mera posibilidad teórica, pero no nos interesa lo mentalmente pensable, sino lo prácticamente posible, y lo posible es lo
contrario a lo prácticamente imposible y por esto, entendemos dos tipos de imposibilidades, una relativa (condicionada a los medios) y otra absoluta (lo prácticamente impensable). La imposibilidad relativa. Por imposibilidad relativa (contingente o condicionada) se entiende la imposibilidad que depende de la disponibilidad de los medios y que está determinada por un cálculo de los medios y es relativa a condiciones de lugar y tiempo. La Imposibilidad Absoluta. También llamada incondicionada, esta no proviene de la insuficiencia de medios sino la imposibilidad de hacer dos o más cosas que se excluyen recíprocamente, esto es, la imposibilidad de realizar lo que es contradictorio. En el ámbito político la imposibilidad se resuelve tardíamente y solamente se la ve con el transcurso del tiempo, por ejemplo: no se puede dar el mando y no dar el poder de mando o a la inversa, no se puede dar el mando sin querer ser mandado, un ejemplo de esta incongruencia lo ofrece un dictador con un poder limitado, esto es imposible porque el dictador y la limitación de poder son una contradicción en sus términos si el poder es limitado no habrá dictadura. Lo Imposible y la Naturaleza Humana. Constantemente aludimos a la imposibilidad de hacer tal o cual cosa porque va contra la naturaleza humana, y esta razón es típica de una parte invisible; sabemos que hay algo importante pero no lo sabemos explicar. Lo que una democracia no llega a obtener de sus ciudadanos un estado totalitario lo obtiene de sus súbditos. Si la imposibilidad psicológica que marca el límite real de la naturaleza del hombre, es difícil de precisar no podemos dejar de tomarlas en cuenta. Un límite que no se determina bien, no impide que se presenten casos en los que aparece con toda claridad el límite que separa lo posible de lo imposible. Posibilidades Ilimitadas e Infantilismo histórico.- Considerar que lo imposible es simplemente el conjunto de posibilidades potenciales, la serie de posibles no realizados, equivale a una peligrosa forma de infantilismo histórico que nos lleva a manejar los graves y complejos problemas políticos de nuestra civilización con la inocencia de un niño. El niño rompe y desaprovecha todo y hasta es un potencial e involuntario suicida, justamente porque no adquirió todavía la noción de lo que puede, e inversamente de lo que no puede hacerse con los objetos que los rodean. Para un adulto civilizado por más de que se extienda sus conocimientos de cosas que sabe manejar o dominar mentalmente, también subsiste una frontera de radical ignorancia más allá de la cual sabe todavía querer pero no sabe qué no querer quiere todo por nada y querrá todo gratis y quizá también inmediato.
En su metafísica, Platón procuraba explicar lo fundamental de la condición humana, nosotros podríamos decir que el hombre crea lo posible en la medida que sabe medir, determina lo imposible. TERCERA PARTE PROFUNDIZACIONES. VI.- ¿QUÉ ES POLÍTICA? La noción de ciencia política, se determina en función de dos variables: a) El estado de la organización del saber; b) El grado de diferenciación estructural de los componentes humanos. En cuanto al primero, la noción de ciencia no tiene mucho sentido, hasta que no se afirma la división y especificación del trabajo cognoscitivo, la ciencia se diferencia de la filosofía, y presupone que un saber científico se ha separado del saber filosófico. En cuanto al segundo aspecto, la razón de política califico todo, y por lo tanto nada específicamente, hasta las esferas de la ética, de la economía y de lo político-social se mantuvieron unidas y no ocasionaron diferenciaciones estructurales. La idea de política.- para el pensamiento griego; la política incluía la sociedad, hoy nos sentimos inclinados advertir esa idea e incluir lo político en los social y la esfera de lo político en lo de la sociedad. Aristóteles denominaba al hombre animal político, los griegos, no veían una parte o aspecto de la vida, la veían en su totalidad y en su esencia. Por lo tanto el hombre apolítico era un ser defectuoso, un idiota. El vivir político (en la polis) era al mismo tiempo el vivir colectivo como el vivir asociado y más intensamente, el vivir en konomia, en comunión y en comunidad. Por lo tanto, no es exacto que Aristóteles incluía la sociedad en la política, para él, ninguno de los términos se resolvía en el otro, por la razón que político significaba las dos cosas a la vez, de hecho la palabra social no es griega sino latina. Santo Tomas de Aquino, fue quien tradujo (zoon politikon) como animal político y social, observando que es propia de la naturaleza del hombre el vivir en una sociedad de muchos. Es claro que los griegos decían polites, los romanos civis (civil); ya con Cicerón las sociedades civitas eran conglomeradas humanos que se basan en el consenso de la ley. Lo que conocemos como república, concebida en una forma de estado opuesta a la monarquía, se sitúa en la dimensión vertical que en cambio, que en cambio estaba ausente en la idea de política traducción latina de (polis), de res publica (traducción latina de cosa común), y de Commonwealth (traducción inglesa a bien común). En resumen, la palabra política respecto a su significado se ha transformado con el correr del tiempo, por un lado la política sé jurídiza con el derecho romano, la
doctrina del derecho natural resume la normatividad jurídica y la moral. En estos sentidos, la política no se configura en su especificidad y autonomía hasta Maquiavelo. Autonomía de la política.- Con Maquiavelo la política se diferencia por primera vez de la moral y de la religión. Si un príncipe quiere mantener el estado, se ve forzado a menudo a no ser bueno, a obrar contra la fe, contra la caridad, contra la humanidad, contra la religión. En Maquiavelo reside la originalidad de un imperativo propio de la política, no se limito a señalar diferencias entre política y moral; llego a proclamar una autonomía; la política tiene sus leyes, leyes que los políticos deben aplicar. Maquiavelo, sin ser filosofo alcanza la visión directa, solo así se puede comprender mejor como llego al descubrimiento de la política. El descubrimiento de la sociedad.- el paso más difícil es el de establecer la diferencia entre Estado y Sociedad. En el pensamiento romano y medieval la sociedad se configura como una civilis societas y como una juris socitas; el primero en teorizar el derecho de la mayoría y la regla mayoritaria fue Locke a final del siglo XVII, la formulación de la idea de sociedad, es más bien una idea de paz, que pertenece a la fase constructivista de la escuela de derecho natural. No es la revuelta contra el soberano sino un contrato con el soberano el que pasa a ser estipulado el nombre del contratante es la sociedad. La esfera económica es otra diferencia entre la sociedad respecto al estado. Los economistas Smith, Ricardo muestran como la vida en sociedad prospera y se desarrolla cuando el Estado no interviene; los primeros en mostrar como la vida en sociedad encuentra la división del trabajo, su propio principio de organización; y por lo tanto cuando los sectores de la vida social son extraños al Estado y no se regulan ni por las leyes, ni por el derecho sino por las leyes del mercado que es independiente y funciona por su cuenta. Son pues los economistas los que propiciaron una imagen tangible de una realidad social capaz de autorregularse, de una sociedad que vive y se desarrolla según sus propios principios. La sociedad no es solo un sistema social, independiente y autosuficiente, con respecto al sistema político, sino que el sistema social es el que genera el sistema político. La Identidad de la política.- Durante casi dos milenios la palabra política siempre estuvieron en el ambiente, porque siempre sé pensó que un problema importante era moderar y regular el dominio del hombre sobre el hombre. Rousseau escribía que el hombre nació libre, pero está encadenado. Si los criterios del comportamiento económico, se dirigen a llevar al máximo las ganancias, una utilidad, en el otro extremo, el comportamiento ético es el bien, la acción moral una acción altruista, pero en la política no se da un comportamiento que tenga características uniformes asimilables a los
comportamientos económico-morales. En política el comportamiento no se puede tomar al pie de la letra. En el siglo XIX, la dimensión horizontal es asumida por la sociología y correlativamente la esfera de la política se restringe en el sentido que se reduce a una actividad de gobierno y en sustancia a la esfera del Estado, pero en el siglo XX esta reordenación resulta demasiado estrecho y limitativo, en la actualidad la democratización, o mejor la masificación de la política. Las masas que siempre estuvieron alejadas de la política, ahora entran en la política con la intención de quedarse. En medida que el Estado se extienda, los procesos políticos no podrán ser situados ya en el ámbito del Estado y de sus instituciones. En consecuencia el concepto de Estado se amplía y sustituye por un concepto más elástico, el Sistema Político, este se divide en subsistemas como por ejemplo: el subsistema partidista, el de los grupos de presión, que no quedan incluidos en el ámbito institucional, sino que es más sensible como para que se incorpore algunas variantes particulares: el subsistema militar, cuando los militares hacen política, el subsistema sindical y así sucesivamente. VI.-I LA POLÍTICA COMO CIENCIA. La Filosofía no presupone un método filosófico, sino la Filosofía plantea un razonar correcto, es decir lógico. Pero la Lógica no es a la Filosofía lo que el método científico es a la ciencia. Es en razón a este criterio el nacimiento del pensamiento científico y su separación del pensamiento filosófico situándose entre los siglos XVI y XVIII con los científicos Bacón a Galileo y Newton. Es en este período donde se vincula con la autonomía, al reconocer la Ciencia Política en un sentido estricto su separación de todos los modos de conocer la política, que primero fueron abarcados por la lente especulativa, ética, jurídica, sociológica y otras más. Son varias las separaciones, pero lo importante fue de la Filosofía. De hecho esto hizo posible el surgimiento de la Ciencia Política en el sentido amplio de la expresión. Filosofía, ciencia y teoría.- Aunque todas las ciencias nacen merced a la separación de la filosofía, la pregunta es que diferencia a ésta, de la filosofía política de la ciencia política. La filosofía puede ser vista como un contenido del saber, o como un método de adquisición del saber, y es válido a partir de la individualización de los contenidos que se repiten y caracterizan al filosofar. Es la vía seguida por Norberto Bobbio cuando reduce la filosofía política a cuatro temas de reflexión: 1) búsqueda de la mejor forma de gobierno y de la República ideal; 2) búsqueda del fundamento del Estado y justificación del compromiso político; 3) búsqueda de la naturaleza de la política, o mejor de la esencia de la política, y
4) análisis del lenguaje político. Pero el discurso no termina aquí, si los temas del filósofo son diferentes a los temas del politólogo es porque uno mira hacia donde el otro no ve, es decir, porque los criterios y objetivos del primero no son los del segundo, la línea divisoria reside en el tratamiento y en este sentido, en el método la ciencia se divide en una pluralidad ordenada, en cambio, la filosofía también es una pluralidad pero esta se presenta como un orden disperso. Si bien hay una filosofía que rigurosamente es lógica y deductiva; pero también hay una filosofía que se basa en metáforas y en asonancias. Tomando las por separado, ninguna de estas distinciones parecen exhaustivas, pero podemos englobarlas en conjunto, así dentro de la acepción filosófica se incluiría el pensar caracterizado por una de las sintonías siguientes: 1) deducción lógica; 2) justificación; 3) valoración normativa; 4) universalidad y fundamentalidad; 5) metafísica de esencia y 6) inaplicabilidad. En cambio en las ciencias tendríamos que pensar en los siguientes rasgos: 1) comprobación empírica; 2) explicación descriptiva; 3) no-valoración; 4) particularidades y acumulabilidad; 5) relevancia de existencia y 6) operatividad. Entre los términos antes mencionados, el de la teoría es el más polivalente, desde el punto de vista etimológico, “Theorein” quiere decir, ver, por lo tanto teoría es vista o visión, en tanto que ciencia viene del “scire” que viene a designar un conocimiento especializado, de todos modos la teoría involucra todo lo que sea saber, la teoría pertenece a la filosofía como a la ciencia. Por lo tanto, la expresión teoría política no aclara si es cuestión filosófica o científica, si la denotación de teoría es genérica, su connotación es aristocrática, la filosofía está por encima de las cosas de los productos mentales de menor valor. En política se dice con frecuencia que lo que está por debajo de la teoría es la doctrina. Una doctrina política tiene una menor categoría intelectual que una teoría política, ello es porque la doctrina suele referirse a propuestas o programas y lo que importa menos es el fundamento teórico que el proyecto concreto, pero la doctrina posee un rango intelectual, de lo que se deduce que la doctrina está por encima, por una parte de las meras opiniones y por otra de la ideología,
caracterizadas ambas por su falta de valor cognoscitivo. De tal modo, podemos definir la teoría política como el modo de ver la política en su propia autonomía. Investigación y aplicabilidad.- La filosofía genera un saber científico pero termina por reducirla, la filosofía carecen de operatividad, o más bien de aplicabilidad, no existe ciencia sin teoría, pero la ciencia a diferencia de la filosofía, no es solamente teoría. La ciencia es teoría que remite a la indagación (experimentos o adquisición de datos) que a su vez opera sobre la teoría. Pero también la ciencia es aplicación, traducción de la teoría en la práctica, también es verdad que la polémica metodológica de las ciencias sociales ha planteado sobre todo entre la relación teoría y la investigación ha dejado en penumbras la relación teoría y la práctica. Es importante aclarar que en cuanto a la relación teoría y a la práctica es la noción de operatividad, y la filosofía no lo es pues, un pensar para aplicar, un pensar en función traducible de la idea en acto y por lo tanto dirigida a proyectarse en una actuación. La línea divisoria lingüística.- Los filósofos y los hombres de ciencia no se entienden, el lenguaje de los primeros les resulta incomprensible, la razón es que cada uno tiene su lenguaje propio, todos saben que a través de su propio lenguaje se comunican el objeto del saber, por lo tanto debemos fijar la atención en los instrumentos lingüísticos. La diferencia entre la filosofía y la ciencia es que los usos lingüísticos se separan en función a sus preguntas de fondo. La interrogación perenne del filósofo se resume en un ¿Por qué?, por supuesto último y metafísico. Por el contrario la interrogante del hombre de ciencia se resume en un ¿cómo? Es obvio, que el porqué del filósofo va incluido un cómo y no es lo que la filosofía explique o la ciencia describa es que en la filosofía, la explicación está subordinada a la descripción, la diferencia está dada en la investigación, la explicación filosófica no comprueba los hechos los sobrepasa y los transfigura; la explicación científica que presupone la investigación, emerge de los hechos y los representa. Una división de fondo entre la filosofía y la ciencia se aprecia en la diferencia entre los conceptos con respecto a la percepción. En el vocabulario predomina el concebir, mientras que en la ciencia requiere un meticuloso vocabulario observador-perceptivo, la percepción no viene antes sino después del concepto, primero concebimos y después lo pasamos por el filtro del redimensionamiento y la disposición de observación. Cientificidad y la no valorabilidad.- En el sentido más amplio de la ciencia política es un modo de estudiar la política por su autonomía, pero veámosla ahora desde dentro, por la forma como se viene haciendo y cientifizando, examinaremos en la acepción estricta de la ciencia, las fases y los procedimientos científicos un elemento común y punto de partida, es la elaboración de un lenguaje propio. Al respecto, la regla general en que toda ciencia se presenta a un tiempo es: 1)
como un lenguaje conceptualizado, que se construye a partir de la reflexión sobre la propia instrumentalidad; 2) un lenguaje crítico en el sentido de que hace con la corrección de los defectos o carencias del lenguaje común; 3) un lenguaje especializado que desarrolla un vocabulario técnico y esotérico, y 4) un lenguaje que permita la acumulabilidad y la respetabilidad. En concreto, un conocimiento de tipo ciencia requiere y presupone de estas operaciones: primero, la definición y por consiguiente, la estabilización de los propios conceptos que maneja; segundo la creación de las palabras nuevas con el fin de disponer de un vocabulario adecuadamente preciso y articulado; tercero, la adopción de una sintaxis lógica y precisa. En conjunto, la ciencia se configura con explicaciones empíricas que se basan en revelaciones de hechos dirigidos a alcanzar previsiones de tipo “si...entonces” que constituyen su comprobación y su dimensión operativa. La comprobación del acierto o el error puede efectuarse de cuatro formas: el experimento, el control estadístico, el control comparado y el control histórico. No parece necesario explicar porqué el método del control más eficaz es el experimento, resulta casi inaccesible para todas las ciencias del hombre, con excepción de la psicología, el control estadístico se utiliza ampliamente en economía y en menos medida en la sociología, también la ciencia política recurre al tratamiento estadístico, pero los datos cuantificados de que se dispone suelen ser insuficientes y a menudo de dudosa validez, se infiere de ello que en la mayoría de las ocasiones el politólogo no tiene opción, debe recurrir al control comparado y como hipótesis subordinada al control histórico. A decir de David Easton, el comportamiento (behavioralism) modifica la ciencia política tradicional en: 1) la búsqueda de la regularidad y la uniformidad; 2) la subordinación de toda afirmación a la comprobación empírica; 3) la adopción de métodos y técnicas de investigación precisos; 4) la cuantificación; 5) la no valorabilidad, dicho de este modo la revolución de behaviorista es la aplicación del método científico al estudio de la política, las características científicas se reflejan en tres desarrollos: la investigación, la cuantificación y la temalización. El desarrollo indiscutible y central de la revolución behaviorista es pues, el indicado en primer término: la investigación entendida como una conjunción complementaria entre el trabajo de escritorio y el trabajo de campo. Nadie cuestiona que una medición, es mejor que una estimación puramente impresionista. Lo que cuestiona es que la ciencia política puede remitirse y reducirse al dominio de lo cuantificable. Un balance.- La mayoría se lamenta que la ciencia política no sea muy científica, pero es importante preguntarse qué se ha ganado con la cientificación en la política, hay que recordar que el behaviorismo, es en su origen un movimiento interdisciplinario, es decir, un método común de todas las ciencias del hombre, así pues el behaviorismo es la ciencia común que aporta sus preceptos, los métodos
y técnicas de indagación son por definición un patrimonio interdisciplinario en medida que resulten idóneos y utilizables, el problema reside en determinar si esta unidad metodológica de las ciencias comportamentalistas deben entenderse como una superación de la división del trabajo cognoscitivo, y por consiguiente de las especializaciones disciplinarias. La behaviorización de la ciencia política y por lo tanto sus méritos, cuestionan la autonomía de la política. El tratamiento se refleja sobre el objeto, si la ciencia es el cómo, ese cómo desenfoca e incluso sofoca al qué. De ahí la acusación que se dirige al behaviorismo, si llevamos las cosas al extremo de propender a la desaparición de lo que es político, no hay nada paradójico en este desarrollo, es lógico que una ciencia política deba dejar fuera lo no cuantificable. IX. EL MÉTODO DE LA COMPARACIÓN Y LA POLÍTICA COMPARADA. En toda ciencia política subyace aunque de modo implícito, un marco de referencia comparado. El politólogo que examina un caso particular debe de tener presente el contexto general, o cuando menos deberá tener presente otros casos, de otro modo su análisis del caso particular resultará desubicado. Partiendo de la premisa “que cualquier discurso se vale de conceptos que bien observados son generalizaciones disfrazadas”. Pero si todos generalizan en alguna medida, el problema de la validez de nuestras generalizaciones se plantea únicamente a quienes generalizan a sabiendas y a propósito, la cuestión es ¿cómo comprobar o demostrar que es falsa una generalización? Será verdad que no se puede estudiar la política sin comparar, pero la política comparada se presenta como tal sólo cuando las comparaciones se vuelven implícitas y casuales que eran en explícitas y sistemáticas. Control comparado y control histórico.- La comparación es un método de control de generalizaciones y previsiones o leyes del tipo “si...entonces”. La comparación es un control al que recurrimos conscientemente, cuando el experimento es imposible y cuando faltan datos pertinentes y suficientes para un tratamiento estadístico, no hay opción, debemos comprobar comparando. De lo anterior se deduce que también no debemos confundir el método comparado con la comparación estadística, es evidente que también con los datos estadísticos hacemos comparaciones, pero una cosa son las reglas de control estadístico y otras son las reglas de control comparado, además cuando se emplea el control comparado es porque el problema no puede resolverse por vía estadística. El método histórico es el método más débil, algunos sociólogos y politólogos no lo toman en cuenta, la historia es un inmenso depósito de experiencias de la que extraemos o podemos extraer confirmaciones o desmentidos. El problema no consiste si la historia es valiosa o ser una fuente de información sino que surge como usar el material histórico para nuestros fines que son de control.
El caso de Gaetano Mosca utilizaba la historia como un elemento de prueba, decía que la historia podía enseñar, lo malo del control histórico de Mosca es que carecía de método, consistía sólo en una secuencia de ejemplos al azar, con este método se podía probar lo que el autor quisiera, porque nada le impedía ocultar las cosas que no se adecuaran a las leyes que le interesaban probar. La diferencia entre el método histórico y el comparado, la encontramos porque el método comparado suele hacerse a lo largo de una división horizontal, es decir en términos sincrónicos. En política comparada confrontamos casi siempre unidades geopolíticas o en proceso e instituciones, en un tiempo igual, al proceder de este modo dejamos a un lado la variable tiempo. Si los tiempos son iguales, entonces es lícito presumir que toda una serie de condiciones que se dan en ellos también son similares, de modo que podemos dejarlas a un lado. Por el contrario, el control histórico es tal, que cuestiona una división vertical, es decir una diacrónica, si el método comparado se despliega horizontalmente, el histórico asume una dimensión longitudinal, de aquí parece despredenderse que no podemos postular la paridad de las condiciones. El control histórico sigue siendo un control más imperfecto que todos los demás, pero es valioso porque no lo sustituye. ¿Qué es comparable?- La comparación es el menor satisfactorio de los métodos de control accesibles para toda la ciencia política y sobre todo para el politólogo impregnado de problemas de macro análisis, muchos autores declaran que comparar es equivalente a asimilar, en el sentido de que las comparaciones se basan en operaciones de asimilación, es hacer similar lo disímil, pero esta es una arbitrariedad pues se podría comparar casi todo. No obstante, observamos que no se trata de investigar semejanzas, sino de descubrir semejantes pero esta barrera es demasiado sutil. Pero puntualizando, comparable equivale a decir cosas del mismo género, especie y así sucesivamente. Por lo tanto, el elemento de similitud que legitima la comparación es la identidad de clase; en medida que nos atengamos a la lógica clasificatoria, el tratamiento por género próximo y diferencias específicas, sabremos qué es comparable y que no lo es. La comparación global.- La expansión de la política se va ampliando en dos sentidos, el objetivo y el subjetivo. Desde el punto de vista objetivo, asistimos al crecimiento de la politización, correlativo a la creciente penetración y desilusión de los credos políticos, y de las ideologías. Por un lado aumenta la esfera de intervención del Estado, por el otro aumenta la movilización o participación de las masas. Además decimos que la política se agranda en sentido subjetivo, es decir, porque la vemos de manera amplia, la política no coincide ya con la doctrina de Estado, hoy incluimos también la noción de política a una periferia que antes era considerada extra política.
La política se vuelve global, no se trata sólo de un euro centralismo caducado, se trata de un área occidental que ya no es el epicentro del mundo que se ha vuelto policéntrico, obviamente la política comparada es la disciplina más empeñada en esta apertura global. Etnocentrismo y Universalidad.- Cuando se reconoce la necesidad de adquirir “categorías viajeras”, no es agradable el adherirse a aquellos que acusan a los conceptos de estar viciados de etnocentrismo occidental, en decir, el programa de sustituir los conceptos etnocéntricos por conceptos “culturalmente incondicionados”. Por esta vía, corremos el riesgo de vernos trasladados a una etérea tierra de nadie, y no me parece que del concepto de un acondicionamiento cultural se derive la necesidad de hacer una masacre y volver a una tabla rosa. No se puede negar que una política comparada global deba llegar a categorías o conceptos universales, validos para todo lugar y tiempo. Pero estos tendrán que ser universales empíricos, es decir, que no se contraigan al método de campo hacia empírica. El politólogo necesita un adiestramiento lógico y metodológico. Su preparación se limita por lo común a las técnicas de investigación y de manipulación estadística y que se abusa de la llamada metodología de las ciencias sociales. La cuantificación y formación de conceptos.- La propuesta cuantificadora y matematizadora se apoyan en los siguientes argumentos. En la medida que nuestros conceptos indican diferencia de género y en la que usamos una lógica dicotómica de identidad-diferencia o de inclusión-exclusión desembocamos en dificultades insuperables. Pero si nuestros conceptos indican diferencias de grado (cuantitativas), y si usamos una lógica del mas o menos, entonces pueden revolverse por la medición y el problema se convierte en cómo medir, ante el abuso de un verbalismo cuantitativo que con cualquier pretexto utilizan las palabras grado y medición las mas de las veces ampliamos estos vocablos sin disponer de alguna forma de medición efectiva. Se puede concebir que la medición comience en la práctica con las escalas ordinales, aun cuando en teoría las primeras escalas que verdaderamente miden son las escalas a intervalos. Pero la cuantificación comienza con los números, y cuando los números se usan por y con sus propiedades aritméticas. Pero la dificultad reside en orientarse más allá, en seguir los múltiples desarrollos de la cuantificación para lo cual conviene distinguir entre tres áreas de aplicación, es decir entre una cuantificación entendida como: 1) medición; 2) tratamiento estadístico y 3) formalización de las matemáticas. En la ciencia política la mayoría de las cuantificaciones se refiere a resolver una de estas tres operaciones:
a) La atribución de valores numéricos (la medición para) b) La determinación de las posesiones en la escala (escala ordinales) c) La medición de distancia o intervalos (escala o intervalos) Es cierto que la técnica del tratamiento estadístico no solo es efectiva con el fin de ayudar a señalar errores de muestreo y de medición, sino a establecer correlaciones y relaciones significativas entre variables. Para proceder estadísticamente no se requiere solamente grandes números; hace falta sobre todo variables relevantes, que midan las cosas que nos interesa medir y variables que midan estas cosas de una manera valida. En cuanto a la Tercera aplicación, la formalización de la matemática, la cuestión es que hasta ahora, entre la ciencia política y las matemáticas solo tiene lugar una conversación ocasional, el diálogo más recurrente es en el terreno de la teoría de los juegos y por reflejo en el terreno de la teoría de las coaliciones y de decisiones. Lo que escapa a la matematización propuesta es el problema de la formación de los conceptos, nosotros estamos adiestrados para pensar mediante un lenguaje cualitativo, un lenguaje natural. Y no hay forma de dejar nuestra forma de comprender, la mente humana está condicionada a las articulaciones de un lenguaje natural. Así que hay que tomar en cuenta que la articulación fundamental del lenguaje y del pensamiento que ha sido construido lógicamente mediante el afinamiento de la semántica de los lenguajes naturales y no mediante mediciones. Por lo tanto, la formación de los conceptos esta antes que la cuantificación (mediciones) y la condiciona es por ello que resulta poco alentador que las ciencias políticas puedan progresar cuantitativamente sin antes haber alcanzado un estado satisfactorio de sistematización conceptual. Clasificación, datos e investigación.- Una clasificación no es una mera enumeración, una simple lista de términos, se requiere de un criterio de clasificación. Además una clasificación está compuesta por clases exhaustivas y particularmente exclusivas. Con la primera condición es necesario ser tolerantes; pero la segunda se limita y reduce a un caso. Las clases deben ser recíprocamente exclusivas, lo que implica que los conceptos de clase representan características que un elemento debe tener o no tener. Por lo tanto, cuando comparamos dos objetos, es necesario establecer, si pertenecen o no a la misma clase y si poseen el mismo atributo. Si los poseen se comparan en términos de más o menos es decir podemos indagar cual de los objetos posee ese atributo en mayor o menor medida. Se ve así que la gradación es un elemento interno de la clasificación. Primero se tiene que dar las clases; después dentro de cada clase, intervienen las mediciones. Pasando de una clasificación a una gradación, pasamos de los signos igual-diferentes a los signos
igual-mayor-menor. Por lo tanto, la identidad que aplica la lógica clasificaría es la condición de aplicabilidad de los signos más-menos. En sustancia, pues clasificar es una técnica de desplegamiento de conceptos. No solo los descompone en una serie ordenada y manejable de términos, sino que, a lo largo de esta descomposición, se desarrolla sus potencialidades. El ejercicio clasificatorio es un pasaje obligado de la formación de conceptos, estos conceptos en las ciencias sociales no son únicamente elementos de un sistema teórico; También son contextualmente contenedores de datos. Los denominados datos, no son otra cosa que información distribuida y afinada por “contenedores conceptuales”. En este sentido, la teoría y la investigación son dos caras de una misma moneda. Desde el momento en que las ciencias no experimenta se basan no en observaciones de laboratorio, sino en observaciones de hecho, el problema empírico se da en cómo convertir un concepto en recolector de hechos, la respuesta es que cuando mayor es el poder discriminador de un recolector conceptual, tanto menos será la información obtenida. Esta respuesta no es vaga si se considera que el poder discriminativo de una categoría no queda confiado al arbitrio del investigador, sino que está estabilizado por el análisis de la diferencia del género en medida que descendemos en el análisis taxonómico hacia clases y subclases, nos encuentra con un mayor número de categorías cada vez más discriminativas y para orientarnos disponemos de un procedimiento para convertir los conceptos en instrumentos de investigación, es decir, son recolectores validos de datos. De lo anterior resulta que el ejercicio clasificatorio no es tan solo un momento constitutivo de la formación de conceptos; es también correlativamente, el momento de la investigación. De hecho es en el ámbito de la investigación donde se comprueba los inconvenientes producidos por la moda cuantitativa y como consecuencia, por el abandono de la lógica y de la sistematización clasificatoria. La escala de abstracción.- La nueva política comparada ha, desembocado alternativamente por un lado en un estiramiento del concepto que nos lleva a la confusión, y por otra parte a una medición sin concepto. El problema sigue siendo la formación de conceptos, y la perspectiva de la disposición vertical de los elementos de una estructura conceptual a lo largo de una escala de abstracción. La noción de escala de abstracción va unida a la existencia de diferentes niveles de análisis, por lo que tenemos que operar, con las formulaciones teóricas, definidas por su colocación en el sistema conceptual al que pertenecen. Como antítesis a la formulación teórica, los términos de observación pueden denominarse también conceptos empíricos y se puede mover a lo largo de una escala de abstracción.
Por lo que se debe formular a qué nivel de abstracción queremos colocar los conceptos empírico-observables y además debemos conocer las reglas de transformación relativas, es decir, las reglas para reconocer una escala de abstracción. De hecho el problema de fondo de la política comparada es el de poder ganar en extensión, o en comprensión (subiendo a lo largo de la escala de abstracción), sin sufrir pérdidas innecesarias en términos de precisión y control. Para enfrentar este problema hay que establecer la relación entre extensión (o denotación) e intención (o connotación) de un término. La extensión de una palabra es la clase de cosas a las que se aplica; la intención de una palabra es el conjunto de las propiedades que establecen a que cosa es aplicable esa palabra. De manera análoga, por denotación se entiende la totalidad de los objetos o acontecimientos, a los que se aplica la palabra; mientras que por connotación se entiende la totalidad de las características que debe poseer para entrar dentro de la denotación de una palabra. La regla para ascender a la escala de abstracción es: para aumentar la extensión de un término se debe reducir su connotación, está claro que cuando mayor sea la dimensión comprensiva de un concepto, tanto menor serán las diferencias (propiedades o atributos) que se captan, esto es, volvernos más abstractos y general a un concepto, reduciendo sus propiedades y atributos y viceversa, un concepto se hace más específico sí le agregamos calificaciones, es decir le aumentamos sus propiedades o atributos. Función y estructura. En el libro de Almond de la nueva política comparada resume su planteamiento al decir “lo que hemos hecho es dividir la función política de la estructura política”. La división es realmente importante pero todavía no está claro lo que se debe entender por función en su relación con la estructura. Para aclarar lo anterior debemos desarrollar este procedimiento, las estructuras están hechas para hacer algo; que ciertos aspectos considerados fundamentales de ese “hacer”, son calificados de funciones; de lo que se deduce que las funciones son ambiciones tendientes a caracterizar la razón de las estructuras. Nadie duda que la función es una formulación relacional; Tampoco nadie niega que las funciones sea actividades; y hasta podemos admitir que tales actividades deben registrarse en el campo de las consecuencias o efectos, pero para diferenciar el problema hay que distinguir entre estos contextos: 1) El análisis de las estructuras consideradas particularmente;2) El análisis de los sistemas enteros;3) La teoría general de los sistemas y la distinción debe establecerse entre estos dos últimos que suelen mezclarse. En el contexto de teoría general de sistemas lo que interesa no es la actividad de las estructuras sino la interrelación entre todos los elementos del sistema considerado. En esta perspectiva no decimos que las estructuras tienen funciones; decimos que un sistema (político) se compone de elementos en equilibrio recíproco (dinámico), que varían uno en función del otro.
En el análisis de los sistemas enteros, lo que importa es el sistema entero pero el discurso es diferente, es decir, que se le atribuyen al sistema (al conjunto de las estructuras que componen el sistema político) funciones que son tales en el mismo sentido que hablamos de funciones de estructura en el análisis parcial. El análisis del sistema entero se interesa por las interacciones entre estructuras pero esta analogía con la teoría de sistemas no debe de engañarnos al pensar que también las funciones son relaciones, no, las funciones del sistema son actividades (aun cuando puedan concebirse que estas actividades funcionales constituyen el producto de interrelaciones funcionales) que resultan relevantes para la transformación del sistema político en conclusión que el sistema entero es visto siempre como un conjunto interactivo de estructura, si no fuera sí el estudio del sistema entero desbordaría del ámbito de la estructura funcionalismo. En primera instancia, la opción la del análisis parcial de los subsistemas del sistema completo, en este contexto se entiende por función; la sustancia reside en que la función es un concepto teleológico que expresa una relación entre medio y fines, la función y las actividades de una estructura frente a los fines. En resumen, basta pensar en las tres conclusiones a la que llega todo estructuralfuncionalista que se respete: 1) Que ninguna estructura es uniformal; 2) Que la misma estructura puede ser multifuncional; 3) De tal modo la misma función encuentra alternativas estructurales es decir que puede ser cumplida por diversas estructuras. Tenemos el caso de las elecciones. Las elecciones pueden servir para legitimar a un déspota. Pero no se desprende de ello, que las elecciones sean multifuncionales Las elecciones son una estructura, y debe precisarse la subespecie de estructura en especial la estructura que resulta diferente; Por ejemplo las elecciones libres requieren que haya libertad de propaganda y de expresión, una opción electoral por lo menos, un efectivo secreto del voto, así como todos los actos tendientes a impedir fraudes electorales, y un recuento tramposo de votos. Las elecciones libres son monofuncionales, cumplen una función primaria permitirle al electorado designar o sustituir a sus gobernantes.
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