“La política de otro mundo: la fallida reelección de Susana Villarán” (Tanaka y Sosa, 2016)

May 24, 2019 | Author: Martin Tanaka | Category: Mayor, Lima, Política, Public Sphere, Government
Share Embed Donate


Short Description

Tanaka, Martín, y Paolo Sosa: “La política de otro mundo: la fallida reelección de Susana Villarán”. En: Fernando Tuesta...

Description

1

La política de otro mundo: la fallida reelección de Susana Villarán 1

Martín Tanaka Paolo Sosa Villagarcia Instituto de Estudios Peruanos Abril de 2015 Resumen

En este artículo ensayamos una interpretación de las razones que explican el fracaso de la gestión de la alcaldesa Susana Villarán (2010-2014), tanto en términos electorales, como en términos del modelo de gestión que pretendió establecer (enfoques integrales y transparentes). Esto sería consecuencia de una subestimación de sus adversarios y aliados, de la sobreestimación de su respaldo político y de sus capacidades de gestión, y de un muy mal manejo político. Todo esto desdibujó la imagen con la que ganó la elección (una figura carismática con énfasis en preocupaciones sociales y cercanía con sectores populares), por lo que terminó con muy bajos niveles de aprobación, aislada políticamente, con una imagen de ineficiente y cercana más bien a sectores altos. Así, en Perú se perdió una oportunidad muy propicia para sentar las bases de la reconstrucción de una alternativa política de izquierda, más afín al “giro a la izquierda” que se registra en el conjunto de la región y a la vigencia de otros partidos históricos como el APRA y el PPC. Introducción “Mi política, definitivamente, definitivamente, no es e s de este mundo”  Susana Villarán en Facebook , 6 de abril de 2015

En enero de 2011, al empezar la gestión de Susana Villarán en la alcaldía provincial de Lima, cabía pensar razonablemente que había muy buenas posibilidades para que ella pudiera marcar el inicio de la recuperación de una opción política de izquierda en el Perú. Recordemos que una mirada regional sugiere que las alternativas políticas de izquierda en países como Brasil, México, Uruguay, Colombia, el Salvador y otros en los últimos años surgieron de ganar alcaldías de ciudades importantes y de legitimarse con buenas gestiones en esos ámbitos, que les permitieron acumular el capital político necesario para ganar el gobierno nacional (Goldfrank 2010; Incio y Dammert, 2015). Además, el resurgimiento de la izquierda peruana iba también en consonancia con la reaparición, desde el año 2000, y relativa vigencia de otros partidos políticos centrales en la década de los años ochenta, como el APRA y el Partido Popular Cristiano (PPC).

1 Una

versión preliminar de este artículo fue publicada bajo el título de “¿Por qué, Susana,  por qué? ” en Revista Argumentos , año 9, n° 5, noviembre de 2014. Agradecemos los comentarios de Benito Portocarrero, José Luis Incio y Andrea Román.

2

Es cierto que el triunfo de Villarán con Fuerza Social   (FS) en octubre de 2010 fue un resultado inesperado producto de contingencias muy particulares de la campaña electoral; a finales de agosto de ese año, la decisión del Jurado Nacional de Elecciones de tachar la postulación de uno de los candidatos favoritos, Álex Kouri de Cambio Radical , dejó abierto el espacio para la redefinición de la campaña. Hasta ese momento, la elección parecía una disputa entre Lourdes Flores, del Partido Popular Cristiano, y el cuestionado ex presidente regional del Callao; con la salida de Kouri, la principal beneficiada fue Villarán (Dargent y Muñoz 2011, 254-255),, quien finalmente se impuso por una mínima diferencia (gráfico 1). Sin embargo, FS contaba también con circunstancias propicias. Villarán no era un personaje político inexperto, una outsider  como   como los que han proliferado en el Perú de los últimos años; es una activista de izquierda de larga trayectoria, vinculada a la agenda de los Derechos Humanos, y que ganó experiencia de funciones ejecutivas al ser Ministra de Promoción de la Mujer y del Desarrollo Humano (noviembre de 2000  –   julio 2001) durante el gobierno de transición de Valentín Paniagua, y posteriormente la primera Defensora de la Policía (julio 2001  –   febrero 2003) durante el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006). Estos cargos eran útiles además para desarrollar una identidad de izquierda centrada en temas sociales, y que además atendían una de las preocupaciones centrales de los limeños: la inseguridad ciudadana. De otro lado, varios de los cuadros de FS habían ocupado diversas posiciones ejecutivas durante el gobierno de Toledo, lo que le permitía a Villarán señalar durante la campaña que contaba con el “mejor equipo para gobernar”. gobernar”. De otro lado, la economía peruana y limeña se encontraban en fuerte crecimiento y las finanzas municipales parecían sólidas, con lo cual el momento para llegar al gobierno municipal parecía inmejorable. De hecho, en los últimos años, todos los alcaldes provinciales limeños fueron exitosos, en términos de que lograron ser reelectos: Ricardo Belmont (1990-1992 y 1993-1995), Alberto Andrade (1996-1998 y 1999-2002) y Luis Castañeda (2003-2006 y 2007-2010), y desde allí construyeron el capital político con el que tentaron después la Presidencia de la República. Finalmente, cabe añadir que el alcalde saliente expresaba, de alguna manera, la antípoda de lo que Villarán proponía: una gestión sin mayor rendición de cuentas, sobre la que pendían graves acusaciones de corrupción e ineficiencia, con lo que la posibilidad de marcar una clara diferencia estaba puesta en bandeja. A pesar de esto, Villáran resultó siendo la primera autoridad limeña en ser sometida a un proceso de revocatoria (marzo 2013) y, aunque logró mantenerse en el cargo2, perdió la mayoría en el Concejo Metropolitano luego de las nuevas elecciones municipales (noviembre 2013), donde la coalición de gobierno alcanzó apenas el 7.6% de los votos válidos 3. Villarán postuló a la reelección, pero en las elecciones de octubre de 2014 obtuvo apenas el 10.57% de los votos, quedando El “sí” a la revocatoria obtuvo el 48.8% 48.8% de los votos, y el “no” el 51.2%. Ver Meléndez y Sosa Villagarcia (2013), Vásquez Oruna (2014). 3  Ver Barrenechea y Sosa Villagarcia (2014). Para una mirada panorámica sobre las relaciones en el Concejo Metropolitano durante durante la gestión de Villarán ver Cueva (2014). 2

3

en tercer lugar detrás del candidato del APRA, Enrique Cornejo, quien obtuvo el 17.64%, y del ganador, precisamente el ex alcalde Luis Castañeda, con el 50.77%. Pero no solo los resultados electorales fueron adversos. Según la encuesta de Ipsos-Perú, en diciembre de ese año, último mes de la gestión, la alcaldesa contaba con un 78% de desaprobación ciudadana, mientras que apenas un 18% aprobaba su gestión. ¿Qué pasó? Algunos analistas políticos llamaron la atención sobre una supuesta “irracionalidad” o “inmoralidad” del votante limeño, especialmente después de los resultados de una encuesta de opinión en la que un 57.7% de los limeños expresaba una intención de voto por Luis Castañeda al mismo tiempo que un 49% consideraba que era el candidato que al llegar al cargo “…  “…  robará pero hará más obras”, mientras que, que , por ejemplo, Villarán alcanzaba el 5% en esa pregunta y los demás candidatos aún menos (DATUM, setiembre 2014) 4. Siguiendo esa línea de razonamiento, si los electores tienen una crisis moral, entonces la derrota de la opción política de Villarán no sería “solamente” solamente” el resultado de sus errores, sino también de una cuestionable ética pública. En este trabajo, por el contrario, sostenemos que una revisión de los cuatro años de gestión de Villarán basta para explicar lo sustancial de su fracaso  y también cómo indirectamente indirectamente legitimaron legitimaron el estilo de gestión de Castañeda. Castañeda. Villarán sobreestimó su respaldo político y subestimó a sus adversarios, lo que la condujo rápidamente al aislamiento; en cuanto a la gestión, una mezcla de voluntarismo, inexperiencia en la gestión pública y municipal y un mal manejo político llevaron a serios problemas de implementación y a un incumplimiento sistemático de promesas y anuncios, lo que generó una fuerte percepción de ineficiencia. Todo esto le hizo perder su identidad original (carismática y cercana a preocupaciones sociales), y al final la gestión quedó marcada por iniciativas que la ubicaban claramente en el espectro político de la derecha. Al mismo tiempo, el desgaste de un discurso que enfatizaba enfoques integrales de política pública, la transparencia y la honestidad, terminó legitimando para los electores esquemas de gestión efectistas, aún a costa de la probidad en la gestión 5.

4 Jorge

Bruce, por ejemplo, comentó que que el electorado sufre una “crisis moral”: “la verdad es que el electorado peruano atraviesa una crisis moral. Hace un buen tiempo que se ha resignado a aceptar el hecho que las personas que participan en política no tienen ética. Es más, si el candidato es o no es corrupto ya no es relevante en las personas. A ese punto hemos llegado”, señaló. Además, advirtió que la población no vota por los candidatos ‘honestos’ porque creen que no podrán eliminar la corrupción. “La población ha llegado al punto de pensar que los candidatos ‘honestos’ son débiles y condescendientes, condescendientes, y que no podrán mantenerse mantenerse en un terreno ponzoñoso ponzoñoso y tétrico como lo es la política. Ellos creen que estos candidatos no podrán vencer la corrupción en sus instituciones. Es por eso que votan por las l as ‘otras’ personas, las que roban pero hacen obras, indicó” (Diario 16 , 15 de setiembre de 2014). 5  Para desarrollar este análisis nos basamos en una revisión sistemática de medios de prensa (sobre todo del diario La República, más cercano a las posiciones de Villarán, para reducir el riesgo de algún sesgo contrario a la gestión), priorizando las declaraciones de l a alcaldesa y de sus funcionarios. Esto es complementado con una revisión de encuestas sobre la gestión desarrolladas por diferentes empresas.

4

El aislamiento político y la pérdida de identidad “Por eso, continuaré con las buenas obras que todos valoramos. Eso es ser estadista. Yo tengo experiencia de gobierno”. Susana Villarán en el Debate por Lima , 27 de

setiembre de 2010

La candidata Villarán construyó la imagen de un personaje carismático y afable, con vocación de trabajo social, al que la prensa bautizó como “la tía regia”, lo que le permitió aprovechar el espacio vacío generado por la tacha a la candidatura de Alex Kouri, y ubicarse como favorita para ganar pocas semanas antes de la elección del 3 de octubre. En otras palabras, Susana Villarán no ganó dichas elecciones por contar con un perfil politizado y claramente de izquierda 6; por el contrario, cuando en la etapa final de la campaña, ella empezó a politizarse e “izquierdizarse”, en polémica con su principal antagonista, la candidata del Partido Popular Cristiano, Lourdes Flores, el respaldo a Villarán empezó a caer (gráfico 1). Esta tendencia declinante se consolidó durante el primer año de gestión (enero 2011- diciembre 2011), año de elecciones generales, en el que la alcaldesa se aisló políticamente de manera muy acelerada. De un lado deshizo la alianza política de izquierda que la había llevado al municipio, y del otro se enfrentó a poderosos enemigos. Gráfico 1. Intención de voto y resultado final. Municipalidad Metropolitana de Lima, 2010 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0

Susana Villarán

Lourdes Flores

Álex Kouri

Fuente: Ipsos Perú y Oficina Nacional de Procesos Electorales. Elaboración propia

6 Ver

Tanaka (2010a y 2010b).

5

Recordemos que FS optó por presentar un candidato presidencial propio, Manuel Rodríguez Cuadros, abandonando negociaciones en pos de una candidatura unificada de izquierda. Como señala Carlos León, Susana Villarán replicó con FS, en un breve lapso de tiempo, la experiencia de Alfonso Barrantes, al unificar a la izquierda política tras su liderazgo en las elecciones municipales de 2010, para luego dividirla en las presidenciales de 2011 (León 2011, 128-133). Lo que se buscaba era diferenciar ese proyecto del resto de grupos de izquierda, la mayoría de los cuales se unieron a la candidatura del nacionalista Ollanta Humala, Humala, percibido como un candidato “radical”, mientras que FS proponía un perfil de carácter más moderado. Sin embargo, en marzo de 2011, Rodríguez Cuadros tuvo que renunciar a la postulación a la presidencia debido al escaso apoyo que concitaba, y al final obtuvo apenas el 0.06% de los votos, y su lista parlamentaria el 0.84% (mientras que Ollanta Humala, luego de una apretada segunda vuelta contra Keiko Fujimori, concretaba victorioso su camino a Palacio de Gobierno). Al mismo tiempo, en los meses finales del gobierno de Alan García (enero julio 2011), Villarán se enfrentó reiteradamente reiteradamente al gobierno central ante lo que consideraba intromisiones en ámbitos municipales. El conflicto por la construcción del “Cristo del Pacífico”, que enfrentó a Villarán con el gobierno central, el Ministerio de Cultura y el Municipio de Chorrillos es emblemático, pero no el único episodio de tensión 7. Otros temas de conflicto recurrentes entre ambos niveles de gobierno fueron la construcción de alternativas viales para solucionar el problema del transporte, la inauguración de obras inconclusas y las iniciativas de seguridad ciudadana. Este tipo de enfrentamientos delinearon una relación tensa con el gobierno saliente e involucró a los principales dirigentes del Partido Aprista que, como ministros o congresistas, participaron en las discusiones. De esta manera, el presidente García, que inicialmente había tenido una postura relativamente neutra respecto a la gestión de Villarán 8 y el aprismo en general se convirtieron rápidamente en opositores. Muy al inicio también, la oposición al Cristo del Pacífico, sumada a la intención de crear una “zona rosa” y una retórica a favor de los derechos de la población homosexual y LGTB, le ganaron también rápidamente la oposición de la jerarquía católica y de sectores conservadores; según un sondeo de Ipsos-Perú publicado el 16 de mayo del 2011, el 47% de la población encuestada en Lima señalaba estar en desacuerdo con la propuesta de creación de la zona rosa. Del 7 En

esa oportunidad, Villarán se pronunció enfáticamente contra lo que consideraba un desconocimiento desconocimiento de sus funciones y su autoridad: “(El Cristo del Pacífico) es una estatua de 37 metros que se pone de la noche a la mañana, es una sorpresa. Cuando conversé con el ministro de Cultura, este me dijo que fue un regalo de Brasil al presidente; y que el presidente quería dejarle un regalo sorpresa a Lima... ¡pero yo soy la alcaldesa de Lima!” (La República , 14/06/2011). 8 En la inauguración de la gestión Villarán, el presidente García manifestó lo siguiente: “Quisiera decir que he sentido el espíritu de Alfonso Barrantes Lingán en esta ceremonia. Me entusiasma que sea una mujer la que conduzca los destinos de Lima (…) Quisiera pedir a todos los limeños y los peruanos su contribución y colaboración con quien va a dirigir los destinos de la capital, que tiene que volver a ser, por su historia, grandeza y belleza, la perla del pacífico y la primera capital de Suramérica” (La República , 03/01/2011).

6

mismo modo, más de la mitad de encuestados, en promedio, se mostraba escéptico respecto a los argumentos que la gestión municipal utilizaba para  justificar la aprobación aprobación de este proyecto, especialmente especialmente en cuanto a los efectos positivos que tendría sobre las condiciones de trabajo y la reducción de la criminalidad asociadas a esta actividad (reducción de la prostitución clandestina  y de menores, violencia y uso de estupefacientes). estupefacientes). Asimismo, la Iglesia Católica Católica y algunos grupos conservadores manifestaron su frontal oposición a la promoción de una ordenanza municipal para combatir la discriminación por orientación sexual en establecimientos públicos en la ciudad, llamada despectivamente “Ordenanza Gay”. Pero el conflicto más importante y que tuvo mayores efectos sobre la dinámica de la oposición contra la gestión de Villarán fue el que la enfrentó con el alcalde saliente y entonces candidato a la presidencia, Luis Castañeda. Villarán buscó desde el inicio de su mandato marcar diferencias con el estilo de gestión anterior, tachado de poco transparente y marcado por serios casos de corrupción. Aún antes de asumir el cargo, Villarán señaló que cumpliría con llevar adelante una “auditoría especial” de la gestión anterior , que fue también una promesa de campaña.9  Tan solo semanas después de su juramentación, la nueva alcaldesa anunció que concretaría esta medida poniendo especial énfasis en el caso “Comunicore”; “Comunicore” ; al inicio esto no pareció incomodar al alcalde saliente 10, pero una vez iniciada la campaña presidencial, esta investigación dio pie a una lectura según la cual la alcaldesa y sus funcionarios intervenían indebidamente en el proceso electoral contra el candidato de Solidaridad Nacional  y a favor del “aliado” “aliado” de la gestión, Alejandro Toledo, ex presidente y candidato de Perú Posible. 11 Al final, Toledo obtuvo el 15.64% de los votos, y Castañeda el 9.84%, quedando en cuarto y quinto lugar, respectivamente. El problema es que el resultado de las investigaciones no añadió mucho a lo ya conocido por la Contraloría y la Fiscalía; finalmente, esta excluyó a 9  En

aquel momento, Villarán señalaba: “Es un compromiso que asumimos as umimos durante la campaña y lo vamos a cumplir, realizaremos la auditoría y para ello vamos a convocar a un concurso público internacional. Pero esta tarea corresponde a la Contraloría, quien se encarga permanentemente permanentemente de auditar los puntos críticos” ( críticos” (La República  01/12/2010).  01/12/2010). De otro lado, debe recordarse que la aprobación a la gestión municipal de Castañeda en su último mes, diciembre de 2010, era de 81%, mientras que la aprobación a la gestión de Villarán en su primer mes (enero 2011) era solo del 46% (IPSOS). 10 El Municipio de Lima tenía una deuda con la empresa Relima , dedicada al servicio de recojo de basura, por 35 millones de soles, que se había comprometido a pagar en diez años. En diciembre de 2005, la empresa Comunicore compró la deuda por 14.5 millones; y en enero de 2006, súbitamente, la Municipalidad pagó los 35 millones adeudados. Y poco tiempo después, la empresa Comunicore desapareció (sus directivos eran personas contratadas, y el dinero recibido se retiró en efectivo también por personas contratadas). Castañeda señaló: “Me “Me parece muy bien porque ya está auditada pero he pedido que sigan auditando y que hagan pública la transparencia con la cual se ha manejado esta gestión. Hay tranquilidad” ( tranquilidad” (Agencia Andina  Agencia Andina , 04/10/2010). 11  Norma Yarrow, candidata al Congreso por Solidaridad Nacional, señalaba que este informe situacional situacional tenía como dañar a Castañeda Lossio Lossio para favorecer la candidatura de Alejandro Toledo. Rápidamente, el ex presidente negó tener algún pacto con la alcaldesa Susana Villarán (La República, 12/03/2011).

7

Castañeda del proceso de investigación 12. Ese resultado hizo que prevaleciera en la opinión pública la imagen de una alcaldesa “peleona”, “conflictiva”, que por interés político buscó desacreditar gratuitamente al alcalde anterior. Esta imagen se consolidó por otros asuntos que también expresaban la pugna entre la nueva administración y la gestión anterior: la renegociación del proyecto “Línea amarilla” y amarilla”  y su reconfiguración reconfiguración bajo el el nombre “Vía Parque Rímac”, la Rímac”,  la interrupción de la construcción del túnel Santa Rosa en San Juan de Lurigancho (y la denuncia de que ello era consecuencia de derrumbes por una mala planificación de las obras, las críticas a la manera en que se construyeron las “Escaleras “Escaleras solidarias” en zonas populares o al funcionamiento de los Hospitales de la Solidaridad, todas ellas e llas obras “emblemáticas” de la gestión de Castañeda. Si bien puede decirse que estos conflictos eran el resultado de la búsqueda de la mejora en los servicios y acciones de la Municipalidad, también lo es que fueron acompañados de una retórica confrontacional por parte de la alcaldesa y sus funcionarios. Si bien es cierto que Solidaridad Nacional es una organización personalista articulada alrededor de la figura de Castañeda, es también cierto que cuenta con un grupo de operadores intermedios o “escuderos” capaces de articular y llevar adelante campañas aún fuera de procesos electorales (Meléndez 2011a, 30-32); como veremos más adelante, esto fue clave para aprovechar los desaciertos de la gestión y desarrollar una campaña de oposición e incluso, el intento de revocatoria de la alcaldesa y el cuerpo de regidores. Pero los “solidarios” solidarios ” no estaban solos; a ellos se añadieron otros políticos, especialmente candidatos al Congreso del APRA y del fujimorismo; por ejemplo, porque el municipio limitaba la colocación de publicidad electoral y retiraba paneles publicitarios como parte de una política de mitigación de contaminación visual. Así, la gestión de Villarán se fue haciendo de adversarios sin establecer al mismo tiempo una política de alianzas necesarias para enfrentarlos. Recordemos además que muchos funcionarios de la Municipalidad habían sido nombrados durante los ocho años de la gestión de Castañeda y no fueron sustituídos por la gestión entrante; estos resintieron las críticas a la gestión anterior y, de alguna manera, también conspiraron contra el éxito de Villarán. Al final, lamentablemente para la alcaldesa, la imagen de la “tía regia” regia” desapareció y emergió la imagen de una figura politizada, que buscaba confrontaciones sin razones de fondo, con lo que se hizo de poderosos enemigos y desgastó aceleradamente su legitimidad (Maldonado 2013b). Así, a pesar de que Villarán representaba una izquierda moderada, amigable con la inversión privada, promotora de grandes obras de infraestructura a través de concesiones y asociaciones público-privadas, su gobierno chocó con intereses conservadores, más por asuntos de estilo y retórica que por el contenido de las políticas concretas que llevaba a cabo. Al mismo tiempo, la alcaldesa perdió la identidad político-social que le permitió llegar a la alcaldía. Como hemos mencionado, Villarán ganó las elecciones de 2010 levantando un perfil que privilegiaba asuntos sociales y cierta 12  Si

bien el fallo es polémico, la jueza argumentó que la Fiscalía no había aportado pruebas suficientes suficientes para involucrar al ex alcalde en el e l caso (La República , 18/01/2011).

8

cercanía con sectores populares 13. La inclusión social aparecía como la prioridad,  y el eje social parecía encaminar las otras prioridades prioridades de gestión: un enfoque de la seguridad ciudadana con énfasis en la prevención, el cuidado del medio ambiente como parte de una política de recuperación del espacio público, una reforma del transporte que priorizaría a los usuarios del transporte público por encima de los conductores de autos particulares, todo dentro de esquemas transparentes y participativos de gestión. Este tipo de propuestas fueron importantes en contraposición a los de la candidata del PPC-Unidad Nacional, Lourdes Flores; en el debate que sostuvieron antes de los comicios electorales, Villarán se encargó de resaltar cada una de estas diferencias y argumentaba que una de las prioridades de su gestión sería lograr mejorar los servicios mediante “la transferencia de funciones y competencias en salud, educación y promoción del empleo del gobierno central al municipio” ( América Televisión , 27 de setiembre del 2010). En este sentido, FS reivindicaba una identidad de izquierda: no por razones ideológicas, sino por las prioridades de la gestión 14. Sin embargo, a lo largo de su primer año de gestión, lo que encontramos es que la alcaldesa perdió su identidad distintiva: el énfasis en lo social prácticamente desapareció, y no fue sustituido por ningún otro; más bien se generó una imagen confusa con la intervención de la municipalidad en torno a una multiplicidad de temas. Así, promesas electorales como la implementación de un sistema de transferencias condicionadas de dinero (cien soles mensuales) para la población en pobreza extrema (“Bono familia”) o la o  la de desarrollar un programa social para “acercar” los servicios municipales a la población más excluida de la ciudad nunca se implementaron por diferentes motivos, presupuestales e institucionales, no previstos en el plan de gobierno de FS (ver Távara 2014). Al mismo tiempo, la gestión se abrió varios otros frentes de manera simultánea y un tanto desordenada: el combate a la inseguridad ciudadana, del que hablaremos más adelante, o el anuncio de diversas obras de inversión pública, entre las que destaca la remodelación integral de la Costa Verde, que inició con una intervención sobre la playa La Herradura (playa más identificada con sectores medios y altos que con sectores populares). El asunto es que 13  De

hecho, la votación por Villarán fue más alta en los distritos pobres que en los distritos más ricos de Lima. Ver Tanaka, 2010a. 14 Al mismo tiempo, sus adversarios llamaban la atención sobre los “riesgos” de las alianzas de FS con grupos considerados “antisistema” como Patria Roja o Tierra y Libertad. La candidata a regidora por el PPC, Marisol Pérez Tello, por ejemplo, señalaba que FS estaba obligada a hacer explícita la candidatura de miembros de Patria Roja en su lista de regidores. “Ella puede tener la ideología que quiera, pero tenemos tenemos derecho a saber por qué equipos votamos. Hay que promover y garantizar los derechos humanos, y para garantizar el derecho a elegir hay que informar y que la población decida si quiere darle espacio político a Patria Roja. Su cultura del ocultamiento es propia de regímenes como como el Cubano, en el que Susana seguramente se sentirá muy cómoda, vamos a ver si Lima quiere lo mismo y que la población con la verdad sobre la mesa escoja” (La República , 05/08/2010). Al final de la campaña, César Barrera, dirigente nacional de Patria Roja, señaló: “Vemos “Vemos una postura intolerante, una postura de satanización y, sobre todo, de proscribir a quienes piensan de manera distinta (…) como todos los izquierdistas reclamamos el derecho de hacer vida política en el país” ( país” (La República , 08/10/ 2010).

9

ninguna de estas iniciativas llegó finalmente a buen puerto. La suma de estos factores nos ayuda a entender el porqué de la rápida caída en la aprobación a gestión de Villarán. La gestión perdió la identidad que la había hecho popular: un personaje fresco, simpático, a diferencia d e los “políticos tradicionales”;  tradicionales”;   con un perfil social, más cercano a los sectores populares, en contraste a Lourdes Flores, identificada con un perfil tradicional de derecha y más cercana a sectores medios  y altos (gráfico (gráfico 2). Con el paso del tiempo la “tía regia” pasó a ver percibida como “metiche” y “buscapleitos”, y lo que es peor, perdió su identidad cercana a temas de desarrollo social, para perderse en una multiplicidad de temas. Así, a finales de 2011 se inició la campaña de recolección de firmas para convocar a una consulta popular de revocatoria de la alcaldesa y de todo el Consejo Metropolitano. De este modo, el 2012 estuvo marcado por la recolección de firmas, presentadas en abril,  y por la convocatoria convocatoria en octubre octubre a la consulta consulta popular, popular, que se realizó realizó en marzo de 2013. En ese año se consolida la imagen popular de una alcaldesa “incapaz” de gobernar la ciudad con eficiencia. Esta imagen se construyó, consideramos, como consecuencia de la suma de promesas incumplidas y reiterados cambios de énfasis en la gestión (que dan la imagen de una conducción sin rumbo claro), que a su vez parecen consecuencia de un exceso de voluntarismo, de una mala evaluación de las capacidades de diseño e implementación de políticas, y de un mal manejo político. Así, como decíamos, el inicial énfasis en asuntos sociales se perdió, e iniciativas como el Bono Familia y el acercamiento de servicios municipales a la población más pobre nunca se implementaron. Gráfico 2. Aprobación Aprobación y desaprobación a la gestión de Susana Villarán, Villarán, (2010-2014) 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0

    a      3      3      3      3      4      4      4      4      4      4      0      1      1      1      1      1      1      2      2      2      2      2      2      3      3      i      1      1      1      1      1      1      1      1      1      1      1      1      1     r      1           -      1             -      1   -      1   -      1   -      1   -      1   -      1     -      1           -      1   -      1   -      1      l      l     o    y     r    c      b     r     n     o     t    c      b     r     n     o     t    c      b     r     t    v    v    y     e     p     p      i      i      i    c    c    u    u     a     a      b      b     a     a     o     o    g    g      j      j     e     e     e     n     e     e    u    u     a      d      f     a      j     a     o      d      f     a      j     a     o      d      f     s     n     e     m     m     s     n     m    c     m     o    v     e      R

Aprueba

Desaprueba

Fuente: Ipsos Perú. Elaboración propia

La “incapacidad” y la agenda de sectores medios y altos

10

Al inicio, y en paralelo a los temas sociales, la alcaldesa puso mucho énfasis en el tema de la seguridad ciudadana, a través de propuestas como el “plan zanahoria”  zanahoria”  (restricciones en el horario de venta y consumo de bebidas alcohólicas), la implementación de puestos de auxilio rápido en zonas estratégicsa del cercado de Lima, la coordinación del Comité Provincial de Seguridad Ciudadana, el desarrollo de estrategias de prevención con jóvenes, entre otros. La discusión y aprobación del “plan zanahoria”, por ejemplo, se extendió debido a las objeciones planteadas por los alcaldes distritales, la mayoría del PPC-Unidad Nacional, poniendo en evidencia los problemas de coordinación en el Comité Provincial de Seguridad Ciudadana. Al darse cuenta de que se trataba de una problemática muy compleja que excedía sus capacidades, el tema como asunto de agenda pública prácticamente se abandonó para, finalmente, adjudicarle la responsabilidad al Ministerio del Interior. En 2014, al iniciar la campaña por la reelección, Villarán zanjaba el cuestionamiento sobre la situación de la inseguridad ciudadana de la siguiente manera: “Sí se puede hacer más si controlamos y dirigimos realmente la Sétima Región o lo que es la Policía de Lima. Con los escasos recursos municipales no es posible. El Cercado de Lima tiene una población de 340 mil habitantes, pero tiene una población que transita y usa los servicios de seguridad de 2 millones de personas. Pero la Policía no está acostumbrada a lo que dice la ley del Sistema de Seguridad Ciudadana, que es que quien lidera esa política es el alcalde o el presidente regional, y en mi caso yo cumplo las dos funciones. No te digo que tengamos una policía metropolitana. No. Pero como en Bogotá, que se reporte diariamente, que sea un gerente más de la Municipalidad de Lima, para trabajar diariamente todo lo que significa la seguridad de la capital. Esto yo lo he planteado, he ensayado ejercer este liderazgo, y lo he solicitado en el CONASEC [Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana] ”  (Entrevista en La República , 13 de julio de 2014). En cuanto a la recuperación de espacios públicos, la alcaldesa presentó al inicio de la gestión un ambicioso proyecto de convertir la Costa Verde en un gran espacio público, promesa que no pudo cumplir, al enfrentarse al hecho de que la autoridad sobre este espacio era compartida con los municipios distritales; como con la seguridad ciudadana, los problemas de coordinación no tardaron en aparecer. Además, prometió también la construcción de la Costa Verde Sur, un malecón y playa para los limeños de Lima Sur, obra que tampoco pudo prosperar porque el proyecto se ubicaba en una zona en litigio con un club privado. En el segundo año de gestión, ante la caída en la aprobación, la recolección de firmas para la revocatoria y la creciente confrontación con Luis Castañeda, la alcaldesa prometió una serie de obras, que tampoco logró ejecutar. Por ejemplo, prometió inaugurar “una escalera y escalera  y un muro de contención por día” con día” con un nuevo enfoque más integral dentro del programa “Barr “Barrio Mío”, pero tampoco logró ser implementado sino en pequeña escala (ver Wurst 2014). Prometió también la reanudación y culminación de las obras del túnel Santa Rosa, promesa que tampoco logró cumplir porque hubo de necesidad de renegociar el contrato e

11

ingresar a un largo proceso de arbitraje 15. Por lo general, las promesas de obras y tiempos de ejecución no fueron respetadas, y tampoco la implementación correspondió necesariamente con lo ofrecido; esto, en buena cuenta, por las dificultades y limitaciones propias de la gestión pública, pero también por un mal manejo de expectivas y una subestimación de las capacidades políticas e institucionales del municipio para sacar adelante sus proyectos, situación que terminó ahondando la imagen de una alcaldesa “incapaz”, que “no hace nada” nada” e, incluso, que entorpece el trabajo desarrollado por otros (Maldonado 2013a). Al final, donde sí se produjeron avances destacables fue en iniciativas de grandes proyectos de inversión privada y pública de infraestructura vial, así como en la reforma del transporte público. El problema es que lo primero pareció ir a contracorriente del discurso y perfil original de la alcaldesa, de privilegiar “al peatón” por encima de los autos particulares; además, algunas de estas obras generaron diferentes conflictos con vecinos afectados (como en el proyecto Vía ), y avanzaron a pesar de que la alcaldesa había prometido que Parque Rímac ), todas las obras de la municipalidad “contarían con licencia social”. social ”. En cuanto a lo segundo, la implementación pareció privilegiar espacios más “mesocráticos” antes que populares; por ejemplo, el corredor vial que terminó siendo emblemático de la gestión fue el de las calles Arequipa  –   Garcilaso de la Vega  –   Tacna, por encima de otros anunciados anunciados en su momento y no ejecutados hasta el final de la gestión, como los de Panamericana Norte, Vía de Evitamiento, o Alfonso Ugarte, por ejemplo16. En otro terreno fue dándose también un cambio que alteró muy fuertemente el perfil político de la gestión: el abandono de un discurso de apoyo a “emprendimientos populares” populares ”  y un creciente énfasis en la necesidad de poner orden y recuperar el principio de autoridad respecto a prácticas informales. Durante la campaña electoral de 2010 y al inicio de la gestión, Villarán hablaba de apoyar al “emprendedor limeño”, de modo que la Municipalidad de Lima dejara de ser una “barrera” barrera” para convertirse un una u na “aliada” de los emprendedores (para lo cual la figura de Hernando Guerra García aparecía como relevante), y se proponían iniciativas como un “pacto de competitividad” y la creación de una “ventanilla única” que favoreciera procesos de formalización   de pequeños empresarios informales. Por el contrario, desde 2012, iniciativas como la reforma del transporte y el cierre del mercado mayorista de “La Parada” generaron la oposición de transportistas y comerciantes, frente a los cuales el discurso fue poniendo cada vez más énfasis en la necesidad de orden y respeto a la autoridad, desplazando al del “apoyo a los emprendedores”. Al final del desalojo de los 15 Al

poco tiempo de iniciada la gestión de Villarán, hubo un derrumbe en el túnel que llevó a una paralización y reevaluación de la obra. En enero de 2012, se anunció la conclusión de la misma en doce meses, enero de 2013; en marzo de 2012 se anunció una nueva fecha, octubre de 2013. A inicios de 2013, la nueva fecha fue finales de 2014. Hasta ese momento las obras estuvieron paralizadas, y se anunció el reinicio en mayo de 2014. Se anunció nuevamente el reinicio en julio, luego agosto, luego setiembre, y hasta el final de la gestión no se reiniciaron. 16  Ver al respecto Ardito (2013 y 2014). Cabe añadir que otra obra que privilegia a los vehículos particulares frente a los peatones y a recuperación o construcción de espacios públicos es la remodelación de la Costa Verde, implementada en los meses finales de gestión.

12

comerciantes en “La Parada”, Villarán sentenciaba que su gestión estaba “recuperando el orden en una zona donde solo hay inseguridad y caos" ( La República , 27 de octubre de 2012). Gráfico 3. Apoyo a la revocatoria por nivel socioeconómico (2012-2013) 80 70 60 50 40 30

     2      1      v     o      N

     2      1      v     o      N

     2      1      v     o      N

     2      1      v     o      N

     2      1      v     o      N

     2      1      c     e      D

     2      1      c     e      D

     2      1      c     e      D

A

     2      1      c     e      D

B

     3      1       n     a      J

C

     3      1       n     a      J

     3      1       n     a      J

D

     3      1       n     a      J

     3      1       n     a      J

     3      1        b     e      F

     3      1        b     e      F

     3      1        b     e      F

     3      1        b     e      F

     3      1       r     a      M

E

Fuente: Ipsos Perú. Elaboración propia Gráfico 4: Aprobación de la gestión de Villarán por ni vel socioeconómico (2013-2014)17 60 50 40 30 20 10 0

A

B

C

D

E

Fuente: Ipsos Perú. Elaboración propia

Así, en el momento de la revocatoria, en marzo de 2013, resultó claro que el mayor respaldo a la continuidad de la alcaldesa provenía de sectores socioeconómicos medios y altos, no de sectores populares (gráfico 3). Desde entonces, la aprobación a la gestión de Villarán fue sostenidamente más alta en 17 Antes

de esa fecha no son públicos los datos desagregados por nivel socioeconómico. socioeconómico.

13

estos sectores, más receptivos a las nuevas iniciativas de la gestión (gráfico 4). Pero no solo la gestión cambió de prioridades; ciertos estilos de gestión y reacciones de las autoridades traslucieron cierto sentido común alejado de las preocupaciones presentes en sectores populares (Ardito 2013); peor aún, con el tiempo, ante la evidencia de manifestaciones de rechazo provenientes de esos sectores, se desarrolló entre los simpatizantes de FS un discurso crecientemente conservador. El “pueblo” pueblo ” que en el 2010 era visto como “sabio” y “valiente” por su voto por FS, era después etiquetado de “ignorante” y “manipulado “manipulado”” por su apoyo a la revocatoria. Gráfico 5. Principales gestiones u obras de Castañeda y Villarán, recordadas por los electores 60 50 40 30 20 10 0

Fuente: Ipsos Perú, setiembre de 2014. Elaboración propia.

De esta manera, llegamos hacia el final de la gestión, y la elección de 2014, en la que la alcaldesa obtuvo apenas el 10.57% de los votos, quedando en tercer lugar y, lo que es peor, siendo derrotada por Luis Castañeda, quien obtuvo más de la mitad de los votos, obtenidos especialmente en distritos populares. Al final, Castañeda logró un apoyo muy sólido en todos los sectores sociales, en particular entre los sectores populares, conformando una suerte de identidad “populista de derecha”. Castañeda aparece recordado r ecordado por la construcción de escaleras en barrios populares, por el Metropolitano (que recorre gran parte de la ciudad de norte a sur), por los Hospitales de la Solidaridad y la recuperación de los Parques Zonales, todas ellas obras de alto impacto sobre la calidad de vida de los sectores populares. Por el contrario, Villarán es recordada por el Corredor Azul (corredor vial de las avenidas Arequipa  –   Garcilaso de la Vega  –   Tacna), el cierre del mercado de La Parada (y su traslado al mercado de Santa Anita) y Vía Parque Rímac (gran proyecto vial en el anillo periférico de la ciudad que incluye la recuperación de espacios públicos); es decir todas iniciativas de más impacto

14

sobre sectores medios y altos, con énfasis en infraestructura vial con inversión privada y la recuperación del principio de autoridad (gráfico 5). Un perfil más convencionalmente asociado a políticos de derecha. Más todavía, si bien Castañeda aparecía en las encuestas como el candidato que “robará pero hará más obras”, también aparecía como el el “más trabajador”, el que “trabajará para los más pobres” (48% frente al 9% de Villarán), y el que “solucionará el problema del transporte”. El único rubro en el que Villarán supera a Castañeda es en cuál es el candidato que “trabajará para los más ricos” (29 % frente a 13%) (gráfico 13%) (gráfico 6). Gráfico 6. Asociación de atributos de gestión con los candidatos

Trabajará para los más ricos

Solucionará el problema del transporte

Trabajará para los más pobres

Robará pero hará más obras

Será más trabajador 0 Enriq rique Co Corne rnejo

10

Salvador He Heresi

20

30

Susana Vil Villlarán

40

50

60

Lui Luis Ca Castañeda

Fuente: DATUM, setiembre 2014. Elaboración propia

El perfil que forjó la gestión es clave para entender porqué Villarán no pudo continuar subiendo en aprobación ciudadana después de la revocatoria: las iniciativas que desarrolló en el último año y medio de gobierno y que marcaron su nueva identidad la alejaron definitivamente de los sectores populares. Villarán no pudo postular a la reelección con Fuerza Social , que perdió la inscripción como partido político luego de su frustrada participación en la elección nacional de 2011, y tuvo que presentarse bajo “Diálogo Vecinal”, una organización de carácter local. El problema es que la postulación a la reelección rompió el frente político armado para luchar en contra del pedido de revocatoria, con lo cual su postulación tuvo una base de sustentación muy débil. Gráfico 7. Intención de voto y resultado final. Elección Municipalidad Metropolitana de Lima, 2014

15

60 50 40 30 20 10 0  jul-14

ago-14

sep-14

sep-14

sep-14

Luis Castañeda

Susana Villarán

Enrique Cornejo

Otros

sep-14

Resultado

Salvador Heressi

Fuente: Ipsos Perú y ONPE . Elaboración propia. En este escenario, el candidato de Solidaridad Nacional logró mantener una intención de voto cercana al 50% a lo largo de toda la campaña, mientras que Villarán no logró nunca superar el 15%, siendo relegada finalmente al tercer lugar por el candidato aprista Enrique Cornejo. Los análisis de los resultados de las elecciones han privilegiado el desarrollo de las campañas, las estrategias de los candidatos o el comportamiento y la cultura política de los electores limeños; aquí queremos resaltar que, en cuanto a Villarán, el resultado se gestó a lo largo de la gestión, de un modo tal que, incluso, favoreció el regreso de Castañeda. La polarización planteada desde el inicio con la gestión anterior hizo que el descrédito de Villarán aumentara la percepción de eficiencia de Castañeda. Como señala el ex regidor de FS, Pedro López Torres, “El 6 de junio del año pasado  [2014], Susana se lanza a la reelección yendo en contra de su ya célebre ‘palabra de mujer’ y con ello el actual alcalde garantizó su victoria electoral. Los incautos pensaron que polarizando al electorado se podría conseguir una nueva victoria verde limón. La verdad es que las encuestas demostraban todo lo contrario: Castañeda ganó porque un voto por él representaba un voto en contra de Susana y así ella se convirtió en su propia enemiga y en la gran responsable de lo que ahora, en la actualidad, le pasa a la ciudad de Lima. Susana fue la directamente responsable del regreso con fuerza y peor aún, con un apoyo arrasador del electorado, de una fuerza política a todas luces retrógrada y terrible para Lima” (Punto de Encuentro , 15 de marzo de 2015). A modo de conclusión: la política de otro mundo

16

“¿Fracasos? Yo a los dos años no hablo de fracasos…  fracasos…  de fracasos  pregúntame  pregúntame a los cuatro”  cuatro”  Susana Villarán en Semana Económica , 22 de febrero de 2013

¿Por qué Susana Villarán fracasó en su intento de reelección? Sostenemos que la respuesta a esta pregunta no debe circunscribirse a la campaña electoral y al comportamiento de los electores, y que debe analizarse a la luz de un balance general de la gestión municipal. Lamentablemente este balance deja un saldo negativo por dos motivos principales: primero, porque no se aprovechó la gran oportunidad de reconstituir una opción política de izquierda sobre la base de una buena gestión, afianzando un sentido común conservador según el cual la izquierda es incapaz de gobernar con eficiencia. Más allá de las buenas intenciones, esta gestión se caracterizó por un manejo político deficiente, así como por el cambio permanente y desordenando en sus objetivos prioritarios. Esto además contribuyó a la consolidación de un sentido común cortoplacista y efectista de las políticas públicas entre los electores limeños: el e l “obrismo”18. Frente a la percepción de la ineficiencia de enfoques presentados como integrales  y transparentes transparentes -“sin -“sin cálculos políticos”políticos” - se terminó legitimando el efectismo, por encima incluso de consideraciones éticas (“roba pero hace obras”). En los cuatro años de la administración villaranista no se logró consolidar un modelo de gestión eficaz, en gran medida por la sobrestimación de sus capacidades, por la inexperiencia en gestión pública municipal, así como por un muy mal manejo político. No hubo una estrategia que definiera convenientemente a los adversarios, que estableciera una política de alianzas que respaldaran a la alcaldesa, que estableciera prioridades claras ni un norte definido programática y discursivamente. En segundo lugar, otro aspecto negativo es que la gestión, en medio de esa confusión, terminó más bien aislada de su base social popular, e incluso identificada con banderas más bien conservadoras. ¿Podrían haber sido las cosas diferentes? Hay quienes señalan que con la precariedad de la administración pública y del Estado peruano, a Villarán le habría resultado muy difícil hacer una gestión pública eficaz. Este argumento omite, sin embargo, que esto no fue obstáculo para que Ricardo Belmont, Alberto Andrade o Luis Castañeda hayan concluido exitosamente sus gestiones y, eventualmente, hayan sido reelectos. Del mismo modo, algunos invocan a la peculiar “cultura política” de los electores   limeños, limeños, que atravesarían una “crisis moral” más afín a propuestas p ropuestas populistas de derecha; sin embargo, esta no impidió que Susana Villarán ganara las elecciones municipales en 2010. Otros señalan que el verdadero problema estuvo en que la actuación de Villarán habría sido boicoteada, desde el inicio, por poderosos actores conservadores de derecha, interesados en desacreditar cualquier asomo de acción política alternativa al status quo . Así, desde el inicio, la gestión de Villarán habría sido “demolida” injustificadamente, magnificándose problemas pequeños y ocultándose los logros. 18 

El lema de la campaña campaña de Castañeda fue “vuelven las obras”; recientemente, Alan García propuso un “shock social” que consiste en medidas que impulsen la l a realización de obras públicas. Ver Vergara (2014).

17

Sin embargo, este argumento omite que el presidente Humala, por ejemplo, no ha llegado a tener la precariedad política de la gestión de Villarán, a pesar de que también podría decirse que despierta la misma reacción en sectores conservadores. Además, el boicot de los adversarios no explica que se haya perdido la identidad socio-política de la gestión, que terminó siendo más identificada con sectores altos antes que con sectores populares. Y esto es consecuencia de las prioridades establecidas, hayan sido resultado de decisiones conscientes o no. En términos generales, creeemos que el contexto político al inicio de la gestión de FS presentaba un margen significativo para que las cosas fueran diferentes, pero para aprovecharlo la gestión debió haber sido más modesta en sus objetivos, más clara en sus prioridades, más prudente en su actuación política y, por lo tanto, más atenta al entorno político en el que le tocó actuar. La revisión que hemos desarrollado da cuenta de una serie de errores de cálculo en la estimación de las capacidades y habilidades políticas y de gestión. Al final, Villarán adoptó un discurso que no escapó de la dinámica “anti-política “anti -política”” que ella misma criticaba al inicio; según esta línea discursiva, Villarán perdió la reelección porque habría tenido el coraje de enfrentarse a adversarios poderosos y haber actuado “sin cálculos políticos”; “mi “m i política, definitivamente, no es de este mundo”. mundo”. Por este camino, tan poco autocrítico, no cabe abrigar demasiadas esperanzas de que de este fracaso se saquen lecciones útiles para el futuro de la izquierda. Por supuesto, todas estas ideas requieren de más investigación, esta es una aproximación preliminar y la evaluación integral de la gestión Villarán está todavía por hacerse.

Referencias bibliográficas

Ardito, Wilfredo (2013) “¿Por qué muchos pobres no quieren a Susana Villarán?”. En: Revista Argumentos , año 7, n° 1. Arrunategui, Carla (2013) “Revocatoria 2013: la prensa, las encuestas encuest as y el peso de las palabras”. Revista Argumentos, año 7, n° 1. Barrenechea, Rodrigo y Paolo Sosa Villagarcia (2014) “Perú 2013: La paradoja de la estabilidad” Revista de Ciencia Política, vol. 34, n° 1. Cabieses C., Hugo (2014) “De La Parada a la movid a de Santa Anita. Mitos e hipótesis”. Perú Hoy Nº 25: Más a la derecha Comandante. Lima: Desco. Cavero Cornejo, Omar (2013) “¿Cómo explicar la campaña para revocar a la alcaldesa de Lima Metropolitana, Susana Villarán? Una hipótesis sobre el poder y la política política en la capital”. Debates en Sociología N° 38. Corvera, Luis (2013) “Las obras de los alcaldes”. Revista Poder, n° 48.

18

Cueva, Carla (2014) “Las “ Las estrategias de la minoría para influir sobre la mayoría: el caso del Concejo Metropolitano de Lima 2011-2012” 2011-2 012”   Presentado en el II Congreso Internacional de Estudios Electorales del Jurado Nacional de Elecciones. Lima, 27-29 de noviembre. Dargent, Eduardo y Paula Muñoz M uñoz (2012) “Perú 2011: continuidades y cambios en la política sin partidos”. Revista de Ciencia Política , vol. 32, n° 1. Goldfrank, Benjamin (2010) “ The Left and Participatory Participatory Democracy. Democracy. Brazil, Brazil, Urugay and Venezuela”. En: S. Levitksy y K. Roberts (eds.)  The Resurgence Resurgence of the Latin American Left”. Baltimore: The John Hopkins University Press. Incio, José Luis y Manuel Dammert (2015) (2015 ) “La izquierda política en las elecciones subnacionales de Lima Metropolitana”. En: F. Carrión y P. Ponce (coords.), El giro a la izquierda: los gobiernos locales en América Latina . Quito: FES-ILDI, FLACSOEcuador y Quinta Avenida. León, Carlos (2011) “El reino de la incertidumbre. Elecciones y alianzas en Fuerza Social y Gana Perú”. En: C. Meléndez (Comp.) “Anti -candidatos: Guía analítica para unas elecciones sin partidos”. Lima: Aerolíneas editoriales. Maldonado, Arturo (2013a) “Racionalidad y emotividad en las elecciones peruanas: Una propuesta de investigación”. En: Revista Argumentos N° 1, Año 7. Meléndez, Carlos (2011a) “El partido del silencio: Castañeda Lossio y la evolución de una organización personalista”. pe rsonalista”. En: C. Meléndez (Comp.) “Anti-candidatos: “Anti -candidatos: Guía analítica para unas elecciones sin partidos”. Lima: Aerolíneas editoriales. Meléndez, Carlos (2011b) (2011b ) “Perder es cuestión de método. Lecciones del fracaso electoral de Luis Castañeda Lossio”. En: C. Meléndez (Comp.) “Post-candidatos: “Post -candidatos: Guía analítica de supervivencia hasta las próximas elecciones”. Lima: Aerolíneas editoriales. Meléndez, Carlos y Paolo Sosa Villagarcia (2013) “Perú 2012: ¿Atrapados por la historia?” Revista de Ciencia Política, vol . 33, n° 1.  Tanaka, Martín (2010a) “Lima: ¿conservadora o progresista?” En: Argumentos , año 4, nº 5.  Tanak  Tanaka, a, Martín (2010b) (2010b) “El voto por Susana Villarán: ¿un voto de izquierda?”. En: Instituto de Opinión Pública  –   PUCP, Opinión y análisis. Elecciones municipales en Lima. Un análisis de la opinión pública. Lima, IOP-PUCP, año I, noviembre.  Távara,  Távara, María Paula (2014) “La política social que no fue: dificultades en el proceso de formulación e implementación de la Estrategia Igualdad en la Municipalidad Metropolitana Met ropolitana de Lima”. Informe Profesional para optar el Título de Licenciada en Ciencia Política y Gobierno. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú.

19

Vásquez Oruna, Essy (2014) “Las pretensiones revocadoras: el caso de Lima” En: F. Tuesta Soldevilla (ed.) Una onda expansiva: Las revocatorias en el Perú y América Latina. Lima: Fondo Editorial del Jurado Nacional de Elecciones y la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Vergara, Alberto (2013) “Los colores de la revocatoria”. Revista Poder, n° 48. Wurst, Alberto (2014) “Castañeda, Villarán y dos maneras muy distintas de ver la gestión de obras en zonas populares de Lima”. Revista Argumentos, año 8, n° 3. Artículos periodísticos y de opinión

Ardito, Wilfredo (2014) “¿Por qué puede fracasar la reforma del transporte?” En: Reflexiones Peruanas. La Mula, 6 de setiembre. Encinas, Daniel (2015) “Susana Villarán y el arte de gobernar en abstracto” En: Noticias SER, 08 de abril. López Torres, Pedro Pedro (2015) “Mi camino al infierno con Susana” En Punto de Encuentro, 15 de marzo. Maldonado, Arturo (2013b) (2013b ) “¿Votante emocional?” En El Comercio, 29 de enero. Meléndez, Carlos (2013) “El ‘rational’ cholo” En El Comercio, 8 de enero. Sifuentes, Marco (2014) (2014) “Intentando responder la pregunta sobre la vida, el universo y todo lo demás: Why, Susy, why?” En El Útero de Maríta, 06 de octubre. Sosa Villagarcia, Paolo (2013) “La revocatoria y el electorado popular” En La Mula, 03 de febrero.  Tanaka, Martín Martín (2013) (2013) “La racionalidad popular” En La República, 03 de febrero. Vergara, Alberto (2014) “Shock “ Shock y obras” obras” En: El Comercio, 19 de noviembre. Fuentes revisadas para el análisis

Diario La República (2010-2015) Informes de Opinión de Ipsos Perú (2010-2015) Sobre los autores 

Martín Tanaka

20

Doctor en Ciencia Política por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) sede México (1998). Es investigador principal del Instituto de Estudios Peruanos, y profesor principal del Departamento de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Sus temas de investigación comprenden: democracia, Estado, política y partidos; movimientos sociales, participación ciudadana y conflictos; cultura política e historia del pensamiento político en Perú y América Latina. Tiene libros y capítulos de libros publicados por el Instituto de Estudios Peruanos, Cambridge University Press, Stanford University Press, Johns Hopkins University Press, Brookings Institution Press, Lynne Rienner Publishers, Routledge, PRAEGER, Fundación Pablo Iglesias, Instituto de Estudios Sociales de la UNAM, la Universidad de Londres, entre otros. Es también columnista semanal del diario La República . Paolo Sosa Villagarcia Licenciado en Ciencia Política por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Asistente de Investigación en el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y PreDocente en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Coordinador de País del proyecto Varieties of Democracy (V-Dem) y miembro del Grupo de Investigación de Política Subnacional de la Pontificia Universidad Católica del Perú (GIPSNPUCP).

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF