La Pneumatología. Artículo

March 18, 2019 | Author: Sebastian Massena-Weber | Category: Holy Spirit, God, Metaphor, Trinity, Jesus
Share Embed Donate


Short Description

Download La Pneumatología. Artículo...

Description

EL ESPÍRITU SANTO DIVINA PERSONA DE LA TRINIDAD INTRODUCCIÓN Un interés recién en los asuntos pneumatológicos ha abundado en los últimos tiempos. 1 De forma parecida, posiciones distorsionadas distorsionadas en contra de la persona divina del del Espíritu se hacen eco de las más blasfemas herejías. Desde muy temprano en el Sínodo Alejandrino del 362 se reconocía la subsistencia individual y participe de la misma divinidad, del Espíritu Santo, que abrió el camino a la doctrina trinitaria. La única posición contraria y herética de la época, fue la de los  pneumatomacos .2 Un estudio distorsionado de la Escritura y poco interés a la persona del Espíritu, conllevaría a un desconocimiento de su esencia y obra. La mayoría de los estudios académicos serios y algunos teólogos contemporáneos que tratan el tema, no dejan rastro de duda en ver al Espíritu Santo como persona divina, integrante de la Deidad. Más bien, sus trabajos refieren a la obra y las relaciones del Espíritu con la cristología, soteriología y eclesiología. Un acercamiento al término ruach   y los símbolos  veterotestamentarios  veterotestamentarios que lo refieren, permiten corroborar ésta posición. Un pequeño esbozo del estado actual de la temática, los diversos enfoques pneumatológicos y un breve estudio de las metáforas con respecto al Espíritu, Espíritu, permitirá un fortalecimiento fortalecimiento a la doctrina trinitaria. trinitaria.

ESTADO ACTUAL DE LA PNEUMATOLOGÍA PNEUMATOLOGÍA Una nueva experiencia de la realidad y el poder del Espíritu Santo han traído un mayor impacto sobre las discusiones teológicas de la persona y el trabajo del Espíritu Santo. 3 Kärkkäinen destaca dos principios fundamentales en todo estudio pneumatológico. En primer lugar, toda palabra acerca del Espíritu Santo puede llegar a tener sentido mientras tenga en cuenta la diversa y rica variedad de enfoques que presenta la experiencia ecuménica sobre el Espíritu. En segundo término, ninguna iglesia puede pretender un monopolio completo sobre el Espíritu. Solamente mediante una escucha atenta y un aprendizaje de los diferentes, incluso en conflicto, testimonios acerca del Espíritu, se puede llegar a un conocimiento global. 4 Desde la edad más primitiva, la Iglesia muestra pocos rastros de reflexión en la doctrina del Espíritu Santo. Desde su comienzo reconoció el triple nombre de Padre, Hijo, y Espíritu Santo, por lo que de forma implícita se puede decir que confesaban su divinidad y personalidad. Santo.5  Aunque la primera manifestación a la negación negación de divinidad del Espíritu, que se conoce, es la nominada «herejía macedoniana» o los llamados pneumatomacos  llamados  pneumatomacos .6

Silvia Scholtus, “El Evangelio de Juan: Relación entre los términos  ekeino , pneuma y paraklhto”. DavarLogos 9.1 (2010): 27. 2Philip Schaff, The Nicene and Post-Nicene Fathers: Fathers: Second Series , Volume IV ( New York: CosimoClassics,2007)484. 3 Alister McGrath, Christian Theology  (Cambridge:  (Cambridge: Blackwell, 1994), 240. 4 Veli-Matti Kärkkäinen, Pneumatology: The Holy Spirit in Ecumenical, International, and Contextual Perspective  (Grand  (Grand Rapids, Michigan: Baker Academic, 2002), 9. 5 James Orr, El Orr, El Progreso del Dogma  (Terrasa:  (Terrasa: CLIE, 1988), 114. 6 Ibíd., 116. En el concilio concilio celebrado en Alejandría en el año 362 fue fue presentada la negación de la divinidad divinidad del Espíritu Santo, como una herejía. Desde el 360 el partido encontró un jefe en el obispo depuesto de Constantinopla. Conocido como, Macedonio, hombre violento y sin escrúpulos. 1

1

En la actualidad, la mayoría de los abordes pneumatólgicos con distintos enfoques son presentados en formato de libros de textos. 7 Un ejemplo de ello es el libro de Velli- Matti Kärkkäinen, mostrando un cuadro panorámico de las reflexiones y los escritos en el área pneumatológica; y resaltando el punto de vista de algunos principales teólogos e inquiriendo en varios enfoques contextuales. Además de ofrecer hasta estos días un estudio de las orientaciones teológicas más notables y significativas en el ecumenismo mundial; y la situación intercultural en el comienzo del tercer milenio. 8  En todo su recorrido en las distintas interpretaciones ecuménicas, no se observa en los distintos enfoques, ningún cuestionamiento en cuanto a la persona y divinidad de Espíritu. 9 Existe un amplio resurgimiento, sin lugar a dudas, de la teología trinitaria y de la pneumatolgía de forma especial.10 Una de las preguntas básicas que James Dunn levanta: ¿es el Espíritu un apersona o un poder impersonal?, llegando a la conclusión, sobre la base de Wolfhart Pannerberg y Michael  Walker, de que el Espíritu debe ser entendido en ambas formas complementarias. Como una compleja persona pública y el «campo dinámico de poder de la divinidad». 11  En los años recientes, se han identificado con la teologías Carismáticas, seis representantes que han ilustrado las abundantes y  variadas perspectivas de la pneumatología. Estos son: Jonh Zizioulas, Karl Rahner, Wolfhart Pannenberg, Jürgen Moltmann, Michael Welker y Clark Pinnock. Todas sus teologías representan sus respectivas tradiciones.12 Veamos de forma sucinta sus posiciones.

DIVERSOS ENFOQUES EN LA PNEUMATOLOGÍA La idea más distintiva de Zizioulas, que permea toda su teología y su visión de la iglesia, es la de koinonia , comunión. El destaca una analogía entre el ser de Dios y el ser de los humanos. Lo más característico de Dios es su esencia en relación. 13 Las tres personas de la Deidad se inter relacionan una con la otra, esto es una relación amoroso intra-trinitaria. Con este mismo amor, el Dios trino relaciona a presentan algunos trabajos de los últimos años: Eugene F. Rogers, Edit., The Holy Spirit: Classic and Contemporary Readings  (Oxford: Wiley-Blackwell, 2009); John F. Walvoord, The Holy Spirit: a Comprehensive Study of the Person and Work of the Holy Spirit  (Grand Rapids, Michigan: Zondervan Publishing House,1991); Charles Francis Digby Moule, The Holy Spirit  (New York: Continuum International Publishing, 2000); Donald G. Bloesch, The Holy Spirit: Works & Gifts  (U.S.A: InterVarsity Press, 2000); F. LeRon Shults,Andrea Hollingsworth, The Holy Spirit  (Grand Rapids, Michigan: Eerdmans Publishing Co., 2008); Mateen Elass, The Holy Spirit  (U.S.A: Geneva Press, 2005); Arthur W. Pink, The Holy Spirit (Lafayete: Sovereign Grace Publishers, 2002); James F. Linzey, The Holy Spirit: The Baptism with the Holy Spirit, Gifts of the Spirit, and Fruit of the Spirit (U.S.A: Xulon Press, 2004). 8 Veli-Matti Kärkkäinen…, 10. 9 Los términos «substancia» y «persona» no debe entenderse en un sentido metafísico, sino en el sentido de jurisprudencia de la época de Tertuliano. Estos dos términos fueron introducidos por él y han quedado hasta nuestros días. Dentro de este contexto «substancia» corresponde a la propiedad y al derecho que una persona tiene a ella; y la «persona» ha de entenderse en el sentido de «persona jurídica» más bien que su sentido usual, la «persona» es un ser que tiene cierta «substancia». Pero aún estas definiciones son un tanto ambiguas, aunque hay que reconocer que Tertuliano creó y aplicó el vocabulario y la fórmula básica que el Occidente emplearía por muchos siglos para expresar el carácter trino de Dios. Véase su p ensamiento en: Justo L. González, Historia del Pensamiento Cristiano: Desde los Principios hasta Nuestros Días. Tomo 1(Nashville: Editorial Caribe, Inc., 1002),177-78. 10 Marshall, Molly Truman. “Participating in the life of God: a Trinitarian Pneumatology .” Perspectives in Religious Studies   30, no. 2 (2003): 139. 11 Michael Welker, Edit. The work of the Spirit: Pneumatology and Pentecostalism (Grand Rapids, Michigan: Eerdmans Publishing Co, 2006), 11.  Veli-Matti Kärkk äinen…, 105. 13 Ibid., 106. 7 Se

12

2

los seres humanos y al mundo abrazándolos en una Koinonia   Divina-humana. Hace intentos para trabajar una correcta síntesis entre la Cristología y la pneumatología como la base de su eclesiología. Sostiene que hay dos tipos de Cristologías, se puede entender a Cristo como un individuo, y segundo como una «personalidad corporativa», en su relación con la iglesia que es su cuerpo. 14Destacando el papel del Espíritu declara: «El Espíritu Santo no es alguien que nos ayuda en la reducción de la distancia entre Cristo y nosotros mismos, sino es la persona de la Trinidad que en realidad se da cuenta de la historia de los que llamamos Cristo… En este caso nuestra Cristología es esencialmente condicionada por la pneumatología». 15  Él habla de la iglesia como «instituida» por Cristo y «constituida» por el Espíritu. Por su parte, Karl Rahner, el más influyente teólogo del Concilio Vaticano II. 16  Dentro de su extensa producción teológica, emerge una visión innovadora del Espíritu como parte integral de su completo programa teológico. 17 Se propuso la ambiciosa tarea de mantener unidos dos premisas que parecen contradictorias: por un lado, la acción salvífica universal del Espíritu Santo, y por el otro, la necesidad de la revelación sobrenatural y la fe. Para que esas dos premisas, revelación y fe, puedan mantenerse, deben ocurrir en el universo, a nivel trascendental. Su tesis fue que Dios se revela así mismo a cada ser humano en la propia experiencia finita de la persona. Dios es el Santo Misterio quien es el fundamento y el horizonte de la subjetividad humana. 18 La «trascendental experiencia» muestra que el ser humano está orientado hacia el santo Misterio, llamado Dios. Plantea que la «revelación categórica» manifiesta la íntima realidad de Dios que no puede ser descubierta solo a través de la «revelación trascendental»: el carácter personal de Dios y su libre relación con criaturas espirituales. 19  Todo esto es logrado únicamente por la comunicación misma del Espíritu. Para Pannenberg, la pneumatología es una disciplina pública en vez de un ejercicio de piedad. Se opone firmemente a la generalizada privatización de la fe y la teología. En su punto de vista, Dios es el objeto y la realidad determinante de todo estudio de la divinidad. Su teología siempre contiene una abundante discusión sobre el Espíritu con respecto a la Salvación, como lo hace típicamente la pneumatología Protestante. Sin embargo, trata de evitar el peligro de la privatización del Espíritu para áreas solamente subjetivas. 20  La más distintiva idea de la pneumatología de Pannenberg es su descripción del Espíritu en términos de campo de fuerza.21 Una de las características más importantes del tratamiento a la doctrina del Dios trino, es que la Trinidad procede de la unidad Dios. Se opone rotundamente al pensamiento de la iglesia occidental que sostiene el punto de vista  filioque. Esto haría que el Espíritu Santo fuera secundario y representara subordinación del Espíritu. 22  Su teología y pnematología tiene características holísticas, con un enfoque comprensivo. La creación, salvación, 14 John D.

Zizioulas, Being as Communion: Studies in Personhood and the Church  (Crestwood, N.Y.: St. Vladimir’s Seminary Press,1985),130. 15 Ibíd., 110-11. 16 Veli-Matti Kärkkäinen…, 111. El papel que desempeña Ranher es el de mediador entre dos dominantes en la teología Católica: el de la «modernidad» tratándose de adaptar a la mentalidad moderna y el «integralismo» que enfatiza la integridad de la tradición católica y se opone a acomodarse a la cultura moderna. 18 Ibid., 112. 19 Ibid., 113. 20 Wolfhart Pannenberg, “The Doctrine of the Spirit and the Task of a Theo logy of Nature” Theology  75, no.1 (1972): 10. 21 Varios estudios sistemáticos y de pneumatología hablan sobre Espíritu en términos de «campo de fuerza/campo fuerza» usando el concepto de la física moderna: Michael Welker, God the Spirit , trans. John F. Hoffmeyer (Minneapolis: Fortresss Press, 1994) 22 Wolfhart Pannenberg, Systematic Theology. Vol 2 (Grand Rapids: Eerrdmans, 1991), 259-280. 17

3

iglesia y escatología conviven juntas. Ya que el mismo Espíritu de Dios es activo en la salvación, en la creación y en la consumación del plan eterno.23 Uno de los más creativos y productivos teólogos contemporáneos ha sido Jürgen Moltmann. Su principal trabajo en el campo de la pneumatología fue su libro, traducido al inglés, The Spirit of Life, is A Universal Affirmation .24 Sugiere una pneumatología que es «holística» «lo abarca todo» o «comprensiva». Resalta el papel crítico del Espíritu de Dios en dar a luz y sostén a la vida; y su pnumatología no excluye ninguna área de la vida. Su trabajo abarca desde la pneumatología patrística de la Iglesia Ortodoxa hasta la experiencia Pentecostal de iglesias recientes. La tesis fundamental del Moltmann es que donde hay pasión por la vida, allí es donde el Espíritu de Dios está operando. 25  Afirma que «la revelación se encuentra en la inmanencia de Dios en la experiencia humana y la trascendencia del ser humano en Dios». 26 Cree que una de las negligencias que se ha tenido en la comprensión del papel de Espíritu en el mundo y la creación, ha sido la  filioque.  Subraya que ha habido una discontinuidad entre el  Espíritu santificante   y el Espíritu vivificante . Destaca que la iglesia nació el día del Pentecostés, y la  glossolalia   fue la señal de su nacimiento. Pero el trabajo del Espíritu Santo no puede ser confinado a la iglesia, ya que trabaja en todas partes de la creación. La iglesia no se puede sostener por sí misma, debe estar siempre en relación con Dios y con el mundo. Es un «compañerismo carismático» de igualdad de las personas.  Allí no hay división entre los portadores de cargos y el pueblo.27 La iglesia es un compañerismo de los creyentes en comunidad, presentando sus vidas bajo el liderazgo de Cristo en el poder del Espíritu. En forma y contenido, la obra God the Spirit   de Michael Welker, es la más distintiva de todas las producciones de pneumatología, más o menos, de la última década del siglo XX. 28 Sin ser un tratado filosófico o sistemático, es un estudio completo de textos bíblicos de ambos testamentos, en la medida que guardan relación con el Espíritu de Dios. La crítica principal de Welker está dirigida a la pneumatología metafísica, especulativa o abstracta. Su libro busca primeramente articular el espectrum general de las experiencias del Espíritu de Dios, y el escepticismo hacia el Espíritu que define al mundo contemporáneo. 29 Sus preguntas principales son: ¿Dónde está el Espíritu de Dios? o ¿cuándo podemos discernir el Espíritu en la vida? 30 Quiere corregir dos tipos de errores: Las pneumatologías naturales que asocian el Espíritu con la «vida» en general y no ven distinción alguna entre el Espíritu y el espíritu o los espíritus. En segundo lugar, está siempre intranquilo con los que él llama «las pneumatologías del más allá» que asocian el Espíritu con acciones extrañas y oscuras, y experiencias retiradas de la vida real.  Argumenta que los pocos pasajes bíblicos que describen al Espíritu como incomprensible y como un poder numinoso deberían ser leídos junto a la mayoría de referencias que hablan acerca del Espíritu en concreto y en términos entendibles. 31  Él mismo considera su propio enfoque como «realista» y «pluralista». Desde el punto de vista realista, llega a la conclusión que en el canon bíblico se encuentran abundantes experiencias del Espíritu de Dios, firmemente incrustadas en varias experiencias de vida. 23 Ibid.,

3:2.

24 Jürgen Moltmann,

The Spirit of Life, is A Universal Affirmation, trans. Margaret Kohl (Minneapolis: Fortress Press,

1992) 25 Ibíd., XII. 26 Ibíd.,7. 27 Jürgen Moltmann, The Church in the Power of the Spirit: a Contribution to Messianic Ecclesiology  (New York: Harper & Row, 1997), 298. 28 John F. Hoffmeyer, trad. God the Spirit  (Minneapolis: Fortress Press, 1994) 29 Ibid., IX. 30 Ibid., 338-39. 31 Ibid., 51. 4

Desde la óptica pluralista observa varios tipos de experiencias y respuestas al Espíritu manifestadas en la Biblia y en la vida. En la teología evangélica, el más significativo llamamiento para una verdadera pneumatología teológica de las religiones ha venido de Clark Pinnock. Ha escrito extensamente sobre una responsable posición inclusiva. Esta postura sostiene que a pesar de que Cristo es la normativa y absoluto Salvador, la salvación no puede ser necesariamente limitada a la proclamación del evangelio. 32 Argumenta que reconocer el trabajo del Espíritu en la creación, permite una mayor perspectiva universal del ministerio del Espíritu como trabajo preparatoria a la recepción del evangelio. «Lo que uno encuentra en Jesús es el cumplimiento de la invitación previa del Espíritu». 33 Por otro lado, dice que mientras la encarnación de Cristo fue confinada a un lugar específico en el tiempo y la historia, sus efectos universales, a través del ministerio del Espíritu, pueden ser transmitidos hasta los más lejanos fines de la tierra. 34 Se percibe el ministerio del Hijo y del Espíritu Santo como inclusivos. «Cristo el único mediador, sostiene particularidad, mientras el Espíritu, la presencia de Dios en todas partes, salvaguarda universalidad». 35  Al referirse a la glossolalia , expresa que es una evidencia de la presencia del Espíritu, pero es mejor decir que es algo normal y no normativo. 36 Destaca que el Espíritu es dado en el Bautismo y se realiza en la experiencia a través de la vida. Cada creyente recibe el Espíritu en la forma de un don particular.37 Como se ha podido observar, el enfoque se da, en base a la manera como se percibe el trabajo del Espíritu Santo en las distintas áreas de la teología. Sin embargo, no se cuestiona en ninguno de ellos la personalidad y la divinidad del Espíritu Santo. Pareciera ser que el desarrollo de la pneumatología está dado en la comprensión de la labor de la tercera persona de la deidad, desde la Creación hasta la Redención final. Por lo que, despersonalizar el Espíritu o especular con la negación de la divinidad es un asunto que refleja ignorancia, desde el punto de vista de estos teólogos. Mucho más aun, desde el punto de vista Bíblico.

HACIA UNA PERSPECTIVA BÍBLICA SOBRE EL ESPÍRITU SANTO Entendemos la revelación como el acto de Dios por medio del cual se da a conocer al hombre y le muestra algunas cosas que estaban ocultas y se desconocían. Esto ocurre básicamente de dos formas: la naturaleza y la Biblia. El hombre en todas las épocas ha estado en busca del conocimiento. El que conoce por medio de la revelación de Dios posee un fundamento firme, eternamente inalterable. Se tiene la revelación general (creación) y la específica (la Escritura), y en las dos trabaja el Espíritu Santo. Él es la llave para todo verdadero conocimiento.38 Sin él, no se puede conocer nada en su esencia. Es el responsable del milagro sorprendente de la revelación especial (1Pd 1,21). Por lo tanto esto hace que la Biblia sea la palabra de Dios misma y no la que contiene la palabra. En la divulgación por internet básicamente, en ámbitos pocos serios, y mucho menos académicos responsables, se ha cuestionado la persona y divinidad del Espíritu Santo, creando confusión. 39  Para

Clark H. Pinnock, “The Finality of Jesus Christ in a World of Religions” en Christian Faith and Practice in the  Modern World: Theology from an Evangelical Point of View , Edit. M.A. Noll y D.F Wells (Grand Rapids: Eerdmans, 1988), 152-68. 33 Clark H. Pinnock, Flame of Love: A Theology of the Holy Spirit  (Downers Grove,Ill.: InterVarsity Press,1996), 63. 34 Ibíd., 188. 35 Ibíd., 192. 36 Ibíd,. 172. 37 Ibíd., 173. 38 Hugo Estrada, El Espíritu Santo en la Biblia y en Nuestra Vida  (Bogota: Editorial San Pablo,2007),33. 39 A pesar de que hay varias páginas solamente hacemos referencia a una: http://www.letusreason.org/popteac9.htm 32

5

muchos lo han calificado, como el Gran Desconocido.40 Pareciera que no recibe la atención necesaria para conocerlo. Sin embargo se manifiesta constantemente en nuestra vida y a través de la Biblia. A los efectos de ampliar el conocimiento en favor de la personalidad y divinidad del Espíritu como integrante de la Deidad. Se hace necesario un acercamiento a las formas como se describe en la Escritura.  Al igual que otros tópicos sistemáticos, la Biblia no sistematiza el trabajo del Espíritu Santo. Lo muestra por medio de símbolos e historias. Estas imágenes son tomadas del mundo material, animal y personal.41  Es llamado como Espíritu de Yhwh, Espíritu de Dios, Espíritu de Jesucristo y Espíritu Santo. 42  Desde la perspectiva del lector moderno, Dios es antropoformizado y atropopatizado. Los escritores bíblicos utilizaron con conocimiento lo que llamamos metáforas para hablar de Dios. Éstas mediante la repetición se convierten en convencional. 43 Es un recurso que permite a la mentalidad finita comprender lo infinito.

LA METÁFORA La palabra metáfora se deriva del griego metaphôrah, de meta  (sobre) y phôrein (llevar). Aristóteles y los retóricos clásicos utilizaron el termino ( translatio en Latín) en el sentido de la transferencia de un término a un segundo término. 44 En cuanto a su definición, 45  se dice que la metáfora es un tropo, cuando una palabra se traduce de su significado propio y genuino a otro menos adecuado. Cuando, se representa como uno igual . Algunos plantean que la metáfora se puede tomar, ya sea de una simple similitud, o de una analogía o proporción. 46 Es la expresión más característica de la retórica. El modo singular por excelencia del mecanismo del conocimiento retórico. 47  Tanto en la poética como en la retórica, después de Aristóteles y durante siglos, se consideró mayoritariamente como una realización focalizada y estática. Algunos estudios actuales reflejan la debilidad de esta visión taxonómica. 48 Ricoeur, por ejemplo, desecha la teoría de sustitución por semejanza, con respecto a la metáfora; insertando el principio de semejanza metafórica dentro de la teoría de la tensión. 49 La presencia de la Balaguer, El Cristo que Pasa  (Madrid: Ediciones Rialp, S.A., 1973), 127-138. Montague, The Holy Spirit: Growth of a Biblical Tradition  (Peabody, Mass.: Hendrickson,1994) 42 C.f., F.W. Horn, Holy Spirit , en The Anchor Bible Dictionary  (Nueva York: 1992),265-66. 43 Burbules. Nicholas, C. Gregory Schraw, and Woodrow Trathen, “Metaphor, Idiom, and Figuration.” Metaphor and Symbolic Activity. Journal for the Study of the Old Testament Supplement Series , Vol 4 (1989):93-110 44 Robert L. Schwarz, Metaphors and Action Schemes: Some Themes in Intellectual History (London: Associated University Presses, 1997), 21. 45 Tropo por el cual se traslada una voz del significado propio al que n o lo es. Véase: Diccionario de la Lengua Castellana , Séptima Edición (Madrid: La Academia Española, 1832),485. Tropo, figura de significación o recurso literario que consiste en dar a una realidad el nombre de otra cuando entre ambas existe una semejanza de forma, de localización, de cualidades, etc., por tanto para que haya metáfora, es absolutamente precisa la similitud. Hay metáforas lexicalizadas, lingüísticas o fósiles, que carecen totalmente de originalidad y de función poética; otro tipo, es cuando una metáfora es creación personal, se denomina metáfora literaria. Una figura emparentada con la metáfora es la denominada: sinestesia. En este caso, se trata, de la asociación de elementos que provienen de distintos dominios sensoriales: intercambio de lo percibido por diferentes sentidos corporales, los abstracto y lo concreto, etc., Véase: Matilde Moreno Martínez, Diccionario Lingüístico-Literario (Madrid: Editorial Castalia, 2005),223. Metálora, translación, figura retórica , por la cual una palabra pasa de su propio significado a otro no propio, pero con quien tenga alguna semejanza. Véase: Miguel de Valbuena, Diccionario Universal Latino-Español , cuarta Edición (Madrid: Imprenta Real, 1819),449. 46 Benjamin Keach, Preaching From The Types And Metaphors Of The Bible  (Grand Rapids, Michigan: Kregel Academic & Professional, 1972),36. 47 David Pujante, Manual de Retórica  (Madrid: Editorial Castalia, 2003),206. 48 Ibíd., 207. 49 Paul Ricoeur, La Metáfora Viva  ( Madrid: Editorial Trotta, 2001) ,14 y Cf. 237-291 40 Josemaría Escrivá de 41 George T.

.

6

metáfora en todo tipo de discursos escritos y orales, desde lo más antiguo de la humanidad hasta los más variados discursos sociales actuales, es lo que la mantiene viva.50 Describiendo la metáfora se puede decir que su forma rompe con la noción de predictibilidad y la remplaza con motivación, ésta no puede ser predicha, pero si puede ser motivada.51 La metáfora es una figura de discurso en el que una palabra o frase literalmente denota algún tipo de objeto que es usado en lugar de otro en orden para sugerir la comparación entre ellos. 52 No se puede hablar adecuadamente sobre la metáfora en el Pentateuco (ni en ningún otro contexto) sin tener ideas generales sobre la metáfora y la lengua. 53  En la opinión de algunos eruditos y de George Caird, en particular, plantea que «todo, o casi todo» el lenguaje usado en la biblia para referirse a Dios es metafórico. A medida que se pasa de un tratamiento general de la metáfora a la Biblia, se corrobora la importancia de ella en el lenguaje religioso. 54 Freitheim en su trabajo sobre el sufrimiento de Yhwh, comienza notificando el crucial significado de la metáfora en el estudio Dios. Destaca, que el Antiguo  Testamento está lleno de imágenes de sus padecimientos.55  Esto está en consonancia con la teoría clásica de las metáforas de Dios, que considera todas las nociones acerca de Él, son metafóricas por naturaleza. 56 Los escritores de la Biblia hebrea hablaban metafóricamente acerca de Dios.57 El punto de  vista de Soskice destaca que la metáfora permite una relación de pensamiento y obliga a una nueva posibilidad de visión. 58 Por lo que observaremos los términos y metáforas que se utilizan en el Antiguo  Testamento que permiten un acercamiento a la comprensión de la persona divina del Espíritu Santo.

 EL USO DE RUACH 59  EN EL ANTIGUO TESTAMENTO Y METÁFORAS La palabra que se traduce por «espíritu» tiene, tanto en el hebreo como en griego un valor semántico muy diferente. Cuando el hombre de la Biblia pronuncia hwhy xWr o pneu/ma qeou/ piensa en un elemento sensible aunque invisible, activo y también eficaz. 60  El Espíritu de Dios precisa ser claramente identificado. Se debe cuidar los peligros de la distorsión semántica que se produce inevitablemente cuando se pasa el lenguaje de la Escritura al lenguaje actual. La raíz verbal semítica significa «soplar», cuando es empleada en hebreo en el tiempo hifil significa «olfatear». Es generalmente de género femenino, aunque hay textos que aparece en masculino Di Stefano, coord.,  Metáforas en Uso, Segunda Edición (Buenos Aires: Editorial Biblos, 2006), 9. Kövecses, Metaphor:  A Practical Introduction  (Oxford: University Press,2010), 77,78. 52 Richard N Soulen, R. Kendall Soulen, Handbook of Biblical Criticism  (England: Cambridge, 2002), 111. 53 David H. Aaron, Biblical Ambiguities: Metaphor, Semantics, and Divine Imagery  (Boston: Brill, 2002), 2. 54 Sallie McFague, Metaphorical Theology: Models of God in Religious Language  (Philadelphia: Fortress Press, 1982), 42. 55 Brevard S. Childs, Biblical Theology of the Old and New Testaments: Theological Reflection on Christian Bible (Minneapolis: Fortress Press, 1933),356. 56 M.Z. Brettler, “God is King: Understanding an Israelite Metaphor” Journal for the Study of the Old Testament Supplement Series no 65 (1989):17. 57 Gary Alan Long, “Dead or Alive? Literality and God-Metaphors in the Hebrew Bible ” Journal of the American Academy of Religion  62, no. 2 (1994): 529. 58 Janet Martin. Soskice, Metaphor and Religious Language  (Oxford: University Press, 1985), 57. 59 La forma puede ser calificada como un sustantivo verbal modelado por su infinitivo, denotando una acción: El «soplo» del viento o «respiración». Por analogía pasó a significar «respiación» como señal de vida y por lo tanto «espíritu» y «vida». Para un estudio amplio del término véase: Helmer Ringgren, Theological Dictionary of the Old Testament , Volume 13 (Grand Rapids, Michigan: Eerdmans Publishing Co, 2004), 367-402. 60 Para nosotros la palabra espíritu pareciera estar separada de su etimología ( spíritus   ). Los lingüistas plantean un «oscurecimiento de la motivación etimológica» y una «pérdida de contacto con el substrato referencial». Esto resulta en gran parte de un cambio subjetiva en relación al referente». Véase en tal sentido: P. Giuraud, La Semántique, Col. «Que Saisje?»  (Paris:P.U.F, 1962), 61. 50 Mariana 51 Zoltán

7

(Cf. Jr 4,11). Existen cuatro empleos diferentes en las trescientas setenta y ocho alusiones de ruach en el  Antiguo Testamento.61 Primeramente, «soplo, viento» desde el aliento respiratorio hasta la tempestad o siroco. En segundo término, la fuerza viva e invisible de ruach se presenta personalizada y dispone de cierta iniciativa. Seguidamente, puede designar la fuerza de vida que se percibe en cada hombre. Por último, designa la fuerza viva de Dios, sirve para designar el ser íntimo de Dios (Cf. Is 40,13). 62 Los distintos matices de esta palabra permiten suponer que no se da en el Antiguo Testamento una comprensión unívoca del Espíritu. Un registro más exacto de los datos textuales ofrece un cuadro bien complejo. Sin embargo, se deduce mediante el término ruach   en el Antiguo Testamento los antecedentes necesarios, de lo que más tarde se hablará del «Espíritu Santo» en el contexto judío tardío, neotestamentario e incluso trinitario.63 En el Antiguo Testamento el hwhy xWr o  ~yhla xWr establecen las bases para la comprensión posterior en el Nuevo Testamento.64  Además, se utilizan metáforas que permiten identificar sus características básicas. Una de las primeras que se emplean es ~yYx tmvn «aliento de vida» en Génesis 2,7.65 Ireneo de Lyon reconoce que «la imagen de la naturaleza divina se imprimió en el hombre por la efusión del Espíritu Santo». 66 El creador aparece como rp[ «modelador» del hombre, formándolo del polvo de la tierra y dándole vida insuflándole ~yYx tmvn de manera que sea un ser viviente. El sustantivo hebreo xWr se usa en el mismo sentido de «aliento de vida» (ej. Gn 6,17; Ez 37,5). Aquí se ve la trascendental importancia que ocupa en la vida de los humanos el Espíritu de Dios. 67 El acto de Dios de soplar vida en los seres humanos es un antepasado importante de Juan 20,22, cuando Jesús sopla sobre los discípulos y les dice, «Recibiréis el Espíritu Santo». El aliento de todas las criaturas pertenece a Dios, dejando de existir si no reciben el xWr (Sal 104,29.30). La metáfora del «aliento de vida» no sólo define la imposibilidad de la vida sin el Espíritu Santo, sino como el creador de los seres humanos. Un ser personal y divino, creando y sosteniendo a seres humanos espirituales. En estrecha relación con la idea del «aliento de vida» está la de «viento» (Gn 8,1; Nm 11,31; Is 27,8; etc.). Ahora la metáfora enfatiza la idea del viento, destacando su significado dual. Por ejemplo, en Éxodo 15,8.10 «Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas, se juntaron las corrientes como en un montón, los abismos se cuajaron en medio del mar». «Soplaste con tu viento, los cubrió el mar; se hundieron como plomo en las impetuosas aguas». Juan conecta de forma explícita la imagen de «viento» con el Espíritu de Dios (Jn 3). Explica la misteriosa naturaleza del viento y el papel que desempeña el Espíritu en el nuevo nacimiento del creyente. Mediante xWr  presente en el libro de Éxodo se llega a concebir la idea de la existencia del «Espíritu Santo». Destacando su efecto de penetrar el interior del hombre, esta constatación se percibe en el lenguaje bíblico (cf. Ex 36,26; Rom 5,5). La metáfora del «fuego» no es tan común como aliento de vida y viento. Sin embargo es importante destacar el texto de Isaías 4,4 cuando dice: «cuando el Señor haya lavado las inmundicias de las hijas de Sión, y limpiado la sangre derramada en medio de Jerusalén, con espíritu de juicio y con Vine, Vine Diccionario Expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo Ed. Electrónica. (Nashville: Editorial Caribe, 2000) 62 Haciendo estadística aproximativa pero a su vez demostrativa: ruach aparece 113 veces para dedignar viento, 140  veces para «espíritu» del hombre, y 136 veces para «espíritu» de Dios. Cf. Max-Alain Chevallier, Aliento de Dios: el  Espíritu Santo en el Nuevo Testamento, Volumen 1 (Salamanca: Secretariado Trinitario,1982)28,29 63 Claus Heimann, Experiencia y Teología del Espíritu Santo (Salamanca: Secretariado Trinitario, 1978), 124. 64 Activo en la Creación: (Gn 1,2; Sal 33,6; 104,30), agente en el trabajo moral de Dios, en la esfera moral y en las áreas de la historia y relaciones éticas (Gn 6,3; 1Sam 16,14; Sal 51,11 cf. Is 4,4; 30,1; 63,14; Ez 1,12.20), como una dote personal (Hg 2,5; Is 63,11; Ex 31,3; Juc 3,10; 6,34; 11,29; 1 Sam 16,13; Nm 11,17.29; 27,18 etc.), inspiró a los profetas (Nm 11,29; 24,2; 1 Sam 10,6.10; 2 Sam 23,2; 1 Rey 22,24; Nm 9,30; Os 9,7; Jl 2,28.29; Miq 3,8 ; Zc 7,12) Cf. J. D. Douglas, Merrill C. Tenney , Diccionario Bíblico Mundo Hispano (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano,2005),274. 65 Moisés Chávez, Diccionario de Hebreo Bíblico (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 2004) ,454. 66 J.L Prestige, Dios en el Pensamiento de los Padres  (Salamanca: Secretariado Trinitario, 1977) ,67. 67 José Antonio Sayés, Teología de la Creación  (Madrid: Ediciones Palabra, S.A, 2002),135. 61 W.

8

espíritu de fuego». Además el texto de Isaías 33,11 expresa: «Concebisteis hojarascas, rastrojo daréis a luz; el soplo de vuestro fuego os consumirá» (Traducción Reina-Valera de Gómez). Existe una estrecha relación del fuego con la luz, Ambrosio lo relaciona como los dos aspectos de la misma realidad. Hace alusión a Isaías 10,17 «Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinos» (Traducción Reina-Valera del 95). Desdobla la dimensión, el Espíritu de Yhwh en la zarza que ardía sin quemarse pasando por su automanifestación a los patriarcas hasta la designación del Mesías como el que «bautizará con fuego y en Espíritu». 68 En Hechos 2,3-4 «quedaron todos llenos del Espíritu Santo», este fuego representa al Espíritu Santo como la fuerza que impulsaba a los apóstoles. Ambrosio destaca: «Si el Espíritu Santo confiere la gracia divina, que transforma a los hombres, su divinidad no tiene indicio de duda alguna». 69 El Espíritu no sólo está representado por el fuego sino que contiene fuego, porque Dios es Dios de fuego (Heb 12,29; Ap 2,19). 70 Es una de las características distintivas de la obra que realiza en la vida del creyente.  Así como el Señor Jesús se nos representa en el pan y la copa, el Espíritu también se nos revela como fuego. De la misma manera cómo se apaga el fuego, según Pablo en Tesalonicense dice: «No apaguéis el Espíritu» (5,19). Dos pasajes de Isaías anticipan la llegada de la salvación en términos del «derramamiento» del Espíritu de Dios. La devastación durará «hasta que sobre nosotros sea derramado el espíritu de lo alto» (32:15). Ahora la metáfora que se utiliza es la del agua, como elemento salvífico, «Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, ríos sobre la tierra seca. «Mi espíritu derramaré sobre tu descendencia, y mi bendición sobre tus renuevos» (44:3). De igual forma desde el Antiguo Testamento se comienza a preparar el camino, en cierto sentido, de lo que más tarde comprendería Juan en su evangelio (Jn 4,10; 7,38-39). El apóstol capta el simbolismo del agua aplicado al Espíritu y destaca su llegada en la vida de aquellos que creen en Jesús, como rio de agua viva. El libro de Apocalipsis concluye con la visión del rio de agua viva que sale del trono de Dios y del Cordero (Ap 22,1). Aquí se observa la presencia del Dios trino, El trono es de Dios Padre y también de su Hijo el Cordero, ahora emerge del trono el Espíritu. En el Antiguo Testamento la nube es una representación, que se usa frecuentemente para manifestar la presencia y la gloria de Dios. En el primer caso se ve a Moisés en el monte Sinaí (Ex 24,15-18); en el Tabernáculo (Ex 40, 36-38); también se observa en la dedicación del templo de Salomón (1 Rey 8, 10-12). Sí la presencia de Dios es posible mediante la completa presencia del Espíritu, la metáfora de la nube se aplica legítimamente al Espíritu Santo. 71  Se puede observar un paralelismo entre el Espíritu Santo que descenderá como  evpiskia,zw «sombra» sobre María (Lc 1,35) y la evpiskia,zw «sombra» que no permitía que Moisés entrara al tabernáculo (Ex 40,35).72 Por lo que la sombra o nube, representa la plenitud de la presencia de la divina persona del Espíritu Santo.

68 La

metáfora del fuego, se utiliza para explicar que es la que ilumina los pasos de la humanidad hacia el encuentro con Dios y es la clave de la interpretación de la pneumatología de Ambrosio. Véase en: Salvador  Vergés, Imágen del Espíritu de Jesús: Persona y Comunidad de Amor  (Salamanca: Secretariado Trinitario, 1977),176. 69 Ibíd., 177. 70 Donald A. Broadwater, God's Fire Starters  (U.S.A: Xulon Press, 2008), 36, 37. 71 Veli-Matti Kärkkäinen…, 28 . 72 La LXX utiliza evpiskia,zw  verbo indicativo 3era persona del singular de evpe,rcomai, en Ex 40, 35 y el texto Griego de Lc 1,35 evpeleu,setai  verbo indicativo 3era persona del singular de evpe,rcomai. En el primer caso se presenta como imperfecto activo y el segundo futuro activo. 9

CONCLUSIÓN  A modo de resumen, el despertar en los últimos tiempos de la pneumatología se ha focalizado en la obra del Espíritu. En los distintos enfoques dentro de las distintas interpretaciones ecuménicas, no se percibe algún cuestionamiento en cuanto a la persona divina de Espíritu. Los seis representantes, que han ilustrado las abundantes y variadas perspectivas de la pneumatología, en la teologías Carismáticas, no dejan en tela de juicio la divinidad del Espíritu Santo. Teniendo en cuenta el crucial significado de la metáfora en el estudio Dios, los términos utilizados amplían la visión de la labor del Espíritu como persona divina. Siempre trabajando en acciones trinitarias en busca de la restauración de la humanidad. Como bien lo expresa Boch: La salvación de Dios ya ha estado operando en secreto a través del Espíritu. Por la gracia de Dios puede dar lugar a un mundo más humanitario que, sin embargo, nunca puede considerarse netamente como un producto puramente humano. El  verdadero autor de esta historia más humanizada es el Espíritu Santo. 73`

J. Bosch.  Misión en Transformación: Cambios de Paradigma en la Teología de la Misión   (Grand Rapids, Michigan: Libros Desafío, 2000), 478. 73 David

10

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF