La Palabra Perdida

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CAPITULO ROSACRUZ “VICTORIA” No. 34 Reg Const bajo los AAusp del Gran Consistorio de Guatemala Jurisd del Supremo Consejo Centroamericano de SSobGGr IInsp GGen del Gr XXXIII para la República de Guatemala, América Central. SEP

INRI Cab.: P.: R.: C.: Antonio Francisco Mosquera Aguilar

I. Introducción Este balaustre trata de explicar la palabra sagrada del capítulo, para conseguir un mejor entendimiento de nuestro compromiso y proyección de la fraternidad en la vida. Para el efecto, se pasa revista a la mayor parte de significados que ha adquirido la abreviatura y se ofrece una perspectiva de profundización filosófica del mismo.

II. La promesa Todo integrante del capítulo ha efectuado una promesa que está contenida en la palabra sagrada, INRI. En efecto, señala: «Por la convicción que tengo de los fatales resultados de la ignorancia y el error, prometo no seguir, ni difundir más que la pura luz de la ciencia y la virtud». Esta promesa se resume en Indefesso Nisu Repellamus Ignorantiam (Incansable esfuerzo repelemos ignorancia), con cuyas iniciales se establece el acrónimo INRI. El ignorante está muerto antes de morir, por ello se debe renacer a la luz, a la ciencia, al conocimiento, si desea vivir. De hecho es una idea presente en toda iniciación masónica. En efecto, en la cámara de reflexiones, el profano es interpelado por el acrónimo VITRIOL cuyo primer significado consiste en buscar en las entrañas de la tierra, a la piedra filosofal. Es decir, de manera metafórica se pregona que la muerte, o descendimiento a la tierra, facilitará la elevación por el conocimiento. De allí, en el recorrido masónico siempre estará presente esta enseñanza. En una antigua lámina alquimista, se simboliza la esencia del Capítulo Rosacruz: para florecer, los hermanos necesitan crecer desde las raposas más rastreras, hacer el paso por la astuta mangosta y descubrir la bondad de la reflexión tal como se representa en el ouroboro. La conciencia brota de

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uno mismo, no se adquiere de los demás. Gracias a este despertar, hay una conversión, a la manera de un león, pero con la generosidad del pelícano que alimenta a sus crías con su propia sangre. En la exaltación, en la cámara negra, existe un catafalco con la palabra sagrada. En los antiguos rituales, se hacían varios viajes que terminaban en el acrónimo INRI. Allí, un hermano que representaba a Raphael indicaba que frente a esas siglas, rayos refulgentes brotaban del sepulcro, por lo tanto ordena: ¡estudia, ama y espera! ¡Ve y medita!

III. La cámara negra La meditación implica celebrar la vida, una vocación de los Caballeros de la Rosa Cruz. Tal vocación esta sintetizada en la palabra INRI, que adquiere caracteres sagrados. Dice Norberto Cornejo que en la obra antimasónica de Leo Taxil, en la Cámara Infernal, aparece Lucifer, bajo la forma de Eblis, el caído Ángel de la Luz, coronando a Hiram. No podemos abrir juicio sobre si alguna vez se incluyó realmente en los rituales, este pasaje, dado que Taxil además de invenciones también tiene referencias erróneas. Sin embargo, de ser verdad, tendría un significado muy importante, porque despojaría totalmente al grado de su relación con el cristianismo exotérico y “oficial”. Abandonar la trivial caracterización de Lucifer como el mal o la causa del “pecado”, e intentar una comprensión más profunda de la “caída”, daría a este grado un vuelo filosófico que excedería, con mucho, el estrecho marco cristiano convencional.1

IV. La cámara roja Cuando el Novicio pide admisión, se le dice que “nadie puede entrar a menos que conozca la Palabra”. El Novicio responde que la conoce, que ha viajado en su búsqueda “a través de tinieblas, peligros y dificultades en los más profundos espacios de la Naturaleza”, y que le han prometido que en esta Cámara, la Palabra cobrará vida. Tras lo cual, el Experto anuncia que el Novicio se “ha despojado de todo lo impuro y ha roto las cadenas de las preocupaciones y de la falsa ciencia”. En el ritual actual, el Muy Sabio Maestro dialoga con el conductor y le pregunta la manera de salir del caos. Al indicarse que será con el acrónimo de INRI, anuncia que el capítulo está salvado. En efecto, aunque existen muchas interpretaciones, su comprensión ayudará a comprender mejor la esencia del rosacrucismo. En el retejamiento antiguo, se preguntaba en clave, para conseguir establecer la palabra. El interrogatorio consiste en las siguientes preguntas: P.: ¿De dónde vienes? R.: de Judea. P.: ¿Por dónde has pasado? R.: por Nazareth. P.: ¿Quién te condujo? R.: Raphael. 1

Cfr. Jorge Norberto Cornejo. El grado 18 Caballero Rosacruz. Buenos Aires: Presentación Power Point, 2014.

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P.: ¿De qué tribu eres? R.: De la tribu de Judá. Con ello, se forma el acrónimo INRI, utilizando la J que en latín es equivalente a la I. En el monumental Diccionario Enciclopédico de la Masonería, se revela la mayoría de los variados significados. Podemos iniciar con la frase Justicia Nunc Reget Imperia (la justicia ahora rige al gobierno), es obvio la aspiración de la ciudadanía de contar con gobiernos justos. Su expresión moderna está considerada en el Estado democrático de derecho. Se trata de no apartarse de la ley para fortalecer la paz social. Otro significado se obtiene por un camino intrincado pues se realiza a través de un acróstico que considera a cada una de las letras latinas, para referir los elementos en hebreo. En efecto, así resultaría: Iammim (agua) Nour (fuego) Rouah (aire) Iabescheh (tierra) De donde se establece nuevamente, el acrónimo que constituye la palabra sagrada. Lo importante de ese ejercicio es que existe una vinculación con la antigua alquimia. Aldo Lavagnini en el Manual del Caballero Rosacruz, reitera que el significado está ligado a la tradición alquímica. En efecto se puede escribir Igne Nitrum Roris Inventur (El calor produce el nitro del rocío). El nitro del rocío es equivalente a la sal de la tierra. Si se toma en sentido evangélico, es un llamado a los Caballeros de la Rosacruz, a participar en la construcción de una sociedad más justa y humana. En el Capítulo de la Rosa Cruz, el conocimiento de la palabra sirve para indicar: que la Gran Obra ha llegado a su fin, el hombre ha sido regenerado.2

V. Controversia con los Jesuitas Como se sabe, en el capítulo se mantiene un reclamo histórico contra la Compañía de Jesús. Esta orden religiosa, fue disuelta por el Papa Clemente XIV, el 21 de julio de 1773. Sin agotar en este balaustre, otros procesos como el portugués o el francés; se puede referir que en el imperio español de esos años, fue suprimida a raíz de atribuírsele el deseo de terminar con la monarquía española. De esa cuenta, uno de los significados atribuidos en el ritual, consiste en suponer que la palabra significa Jesuitae Nation Regumque Inimici, es decir, la congregación jesuita es enemiga de los monarcas. Y recordar que estos jesuitas estuvieron ligados, real o por inquina calumnia, en el motín contra el marqués de Esquilache en 1776 que determinó, su expulsión del imperio español, y finalmente su disolución. De allí que también se le da el significado de Justum Necare Reges Impios, Justo es dañar a los reyes impíos. Tales señalamientos sirven de recuerdo a los Caballeros de la Rosa Cruz, que los jesuitas no fueron agradecidos, después de haberlos recibido en el seno de la masonería. Pues cuando fueron restaurados por el Papa Pío VII, el 7 de agosto de 1804, abandonaron la orden sin ningún escrúpulo, faltando a sus juramentos y lazos fraternales en la orden.

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Aldo Lavagnini. Manual del Caballero Rosacruz. México: Editorial Kier, 2006. Página 106.

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VI. Las lecturas alquímicas Más profundidad se encuentra en las lecturas alquímicas donde el acrónimo INRI alcanza un significado sorprendente. Como se apuntó, se pide a los Caballeros ser sal de la tierra. Pero con la frase el calor (alude a fuego) nitro (a los productos de la tierra tales como el azufre) y el rocío (evidentemente al agua). Es decir, la palabra INRI está relacionada con la gran obra. En alquimia un conjunto de transformaciones que darán por resultado la piedra filosofal pero también otras transmutaciones importantes y cíclicas crecientes. La alquimia es clave, para explicar la presencia como Simbolus Crucis. Se sostiene que los evangelios y la posterior iconografía, fueron afectados de manera determinante por las posiciones teóricas de la alquimia. El antecedente de la química moderna fue practicada y conocida en época remota. En efecto, la alquimia tiene como míticos fundadores, en el mundo griego a Asclepio y en el mundo egipcio a Hermes Trismegisto. Dentro de las muchas referencias a la manipulación de la naturaleza se encuentra el concepto de bautismo tanto de agua como de fuego. “El bautismo de agua simboliza la vía húmeda del Azufre, origina inhibiciones alquímicas del Azufre por el citrino Mercurio que lo transforman en una pasta jarábica (siruposa) entabla combate con el Mercurio verde, sin encenagarse en los escenarios húmedos y pegajosos en los que se desarrolla el ígneo combate de la rémora y la salamandra”, refiere Puche Riart.3 Este pensamiento se reflejó en los textos del siglo IV conocidos como evangelios canónicos4, donde se establece que Cristo tuvo dos bautismos. Primero, el realizado por San Juan Bautista, con agua, y segundo, el bautismo de fuego. Puche Riart menciona en que consiste el bautizo de fuego. Indica que “en Alquimia, el Azufre muere en la primera conjunción. Naciendo, su color es más negro que el hollín y así no puede ver jamás realizadas sus esperanzas. Sometido a tratamiento térmico mediante los procesos seco o húmedo de la Alquimia renace, convirtiéndose en el poderoso León de Judá, Rey de la Selva, capaz de hendir la roca de un solo zarpazo que ruge al despertar gracias a la ayuda del gran ayudante catalítico y salino elaborado de la rosa cruz. Usualmente se utiliza la vía seca, también llamada Bautismo de Fuego, o bautismo de METE en la religión de los misterios de la época romana”.5 Cristo también observa el bautismo de fuego en su muerte y descenso a los infiernos. Los evangelios refieren a ese segundo bautizo. También en el Credo se anota que descendió a los infiernos, es decir penetra en la naturaleza de la tierra para encontrar la vivificación que le permite resucitar.6 Independientemente de otras consideraciones religiosas, se trata del conocimiento alquímico llevado a los evangelios. Por ello no causa asombro que se corone la cruz con el acrónimo INRI, pues se trata de una referencia alquímica. Es una afirmación de la operancia de procesos referidos en la Gran Obra. Es decir, un juego entre los elementos que conforman el universo, para conseguir la redención. De esa cuenta resulta una curiosa dualidad del significante, pues por una parte es un resumen que se conoce como el Titulus Crucis, dado en las iniciales de la 3

José Antonio Puche Riart "Química e Industria", Julio-Agosto de 1989, España, páginas 760 y 761 Los evangelios sinópticos San Marcos, San Mateo y San Lucas se completaron con San Juan quizás en el siglo II. Hasta el siglo IV fueron reconocidos como tales. “El 363 se reúnen en el Concilio de Laodicea y hacen una lista de los libros canónicos, exceptuando el Apocalipsis. El 393 se reúnen de nuevo en el Concilio de Hipona, donde se incluye definitivamente el Apocalipsis” Cfr. Guillermo-C. Pérez Galicia | Fuente: Arbil.org. Revista Arbil No. 94. 5 José Antonio Puche Riart "Química e Industria", Julio-Agosto de 1989, España, páginas 760 y 761 6 Declarado por el Cuarto Concilio Lateranense, en el 1215, como doctrina de Fe. 4

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fórmula de Pilatos; pero, por otra parte, es una referencia alquímica, tal como se sostiene en el Capítulo Rosacruz sin relación con el significado religioso. No obstante, INRI apunta a ese significado religioso pero también al mencionado alquímico. En el pasado, hubo personas que lo ligaban de manera directa a formas relacionadas con las fuentes de la masonería.7 Además, la separación de ambas tradiciones de interpretación de INRI, es clara cuando se atiende a la iglesia ortodoxa, pues el Titulus Crucis aparece como INBI, relativo a la inscripción en griego, evidentemente influenciado por la iconografía católica. Para los rosacruces, en la cena mística se desentraña el significado de INRI, en virtud de los sucesivos encendidos de la luz. En México aparece una variante, pues se insiste en la relación con otras religiones y creencias de la humanidad. Lo que abona a sostener que en el Capítulo Rosacruz, INRI tiene una connotación alquímica. Por lo tanto, no se trata de realizar una alusión a la Veracruz, aunque hay una conexión válida para los creyentes de esa fe. Interpretación que los rosacruces respetan y les agrada sea compartida. Pero es más importante, subrayar en INRI, el contenido de superación de la ignorancia. Durante el transcurso de nacimiento, vida y muerte debe establecerse un amor profundo a la sabiduría, al conocimiento, al descubrimiento.

VII. Los valores del conocimiento El acrónimo INRI, recuerda la promesa. Permite referir también los valores del Capítulo Rosacruz. Son los conceptos ligados a observar lo infinito, en tanto manifestación inagotable del espíritu científico para conseguir un conocimiento creciente. Así, el concepto de infinito deja de ser una afirmación de la ceguera sin límite para convertirse en un camino creciente de conocimiento. La investigación científica consigue la objetividad gracias a la intersubjetividad. Por ello, la naturaleza se convierte en una construcción en la comunidad de personas que buscan el conocimiento. No obstante, siguiendo la anterior idea de infinitud, nadie puede delimitarla. Ni la comunidad con el concepto dominante, ni de manera individual ni colectiva. La naturaleza se convierte en la celebración del conocimiento y base del gozo de la vida para la comunidad y la persona. Refiere el estudioso argentino Norberto Cornejo que en algunos Capítulos de la Rosa Cruz, se ha encontrado con cuadros en la torre que rezan: “El estudio de la Naturaleza, efectuado por la razón, nos revela todo lo que ha de constituir nuestro concimento de la Verdad, y sus dimensiones infinitas, nos inspiran la gnosis reveladora de la inmortalidad, por medio del Eros, esto es, a través del amor que asegura la regeneración constante e ilimitada con la generación universal.” Para que florezca la sabiduría es necesario pensar en la inmortalidad de la cultura humana. Por ello, se dice que el orden del Buen Pastor representa los términos: Razón e Inmortalidad. Y el Signo de Pregunta y Respuesta: Infinito y Naturaleza. Todos los datos, relaciones y regularidades, inteligibles gracias a que la comunidad comparte una manera compartida de conocer, el sentido común, la razón.

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La obra de Miguel Ángel Buonarroti muestra estas relaciones sobre todo en el cuadro de la crucifixión de la Catedral de Logroño, España. Las explicaciones sobre una fraternidad conocida como el Priorato de Sión, abunda en esta línea de argumentaciones.

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De esa cuenta, las variaciones entre Inmortalidad, Naturaleza, Razón e Infinito, son una curiosa manera moderna de dar más contenido a la motivación contenida en el Capítulo Rosacruz.8

VII. Conclusión Existen otras muchas referencias para INRI: Ipsum Nostrum Regina Isis. Inteligenti Natura Regina Isis. Ipse Nostrum Rex Indocta. Iniciatus Nihil Retro Indocta. Igne Nitrium Rori Invenitur. In Nomine Regenerando Integrat. Isus Nunc Regenat Isis. In Nomine Rex Iao. In Nobis Regnat Iao. In Nostrum Regno Inspirationem. Iesu Nascent Renovatur Iaho. Ignem Natura Regenerando Integrat, entre otras más. Aquí se prefirió centrarse en las referencias del ritual. En principio porque ilustran sobre el carácter de libertad de pensamiento y palabra, así como demuestran que no buscan ofender a nadie, ni competir con otras interpretaciones. Simplemente, se hace hincapié en la promesa de morir a la ignorancia. Torre del Castillo, 15 de octubre de 2014

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Cfr. Jorge Norberto Cornejo. Grado 18 Caballero Rosacruz. Buenos Aires: Presentación Power Point, 2014.

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