La Naturaleza Del Registro Arqueológico-Schiffer

August 20, 2018 | Author: Fernanda Castro Yañez | Category: Archaeology, Postage Stamp, Evidence, Inference, Theory
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Capítulo 1: LA NATURALEZA DEL REGISTRO ARQUEOLÓGICO – MICHAEL SCHIFFER. La máquina del tiempo, que ha encantado a generaciones de lectores y cinéfilos, es un artefacto ficticio para transportar personas a través del tiempo. Aunque los arqueólogos agradecerían una máquina del tiempo, estamos satisfechos por el hecho notable de que los objetos fabricados, utiliados y depositados en el pasado sobrevivan a!n en el presente. Los objetos que sobreviven para ser analiados por los arqueólogos e"isten de dos maneras# como !"#$to %#$t&#'o y !"#$to a(u!ol&"#'o. $l !"#$to %#$t&#'o consiste en artefactos que, debido al cambio en su forma, función o uso, son conservados por las sociedades actuales %en ve de ser desechados& y establecen evidencias de conductas anteriores. $n tiendas de antiguedades y museos, por ejemplo, uno puede literalmente tocar el pasado %'elter, ()*(&. $sos artefactos artefactos %y los documentos documentos y fotografía fotografíass que también componen componen el registro histórico& histórico& proporcionan evidencia acerca de disversas conductas, que van desde cómo los hermanos +right construyeron sus primeros planeadores y naves impulsadas a motor %y los adaptaron & a la rutina diaria, hasta una temprana estación de autoservicio de gas. or otra parte, el !"#$to a(u!ol&"#'o  contiene objetos culturales depositados que ya no son parte de la sociedad actual. -espués de la recuperación desde el ambiente natural, estas pieas de piedra, cerámica y otros materiales incontables proveen a los arqueólogos de evidencia de formas de vida pasadas. -ebido a que los artefactos en el registro arqueológico pudieron haber sido alguna ve parte del registro histórico, los arqueólogos deben estar preocupados por lo que ambos registros lleguen a ser. $s !til !til para para este punto distinguir entre entre 'o)t!*to $#$t+,#'o y 'o)t!*to a(u!ol&"#'o  %chiffer, ()/0& ()/0&.. $l cont conte" e"to to sist sistém émico ico se refi refier ere e a los los arte artefa fact ctos os al mome moment nto o en que que ello elloss está están n participando de un sistema conductual. $sta página y el libro que la contiene están en un conte"to sistémico, al igual que otros artefactos de la vivienda o la oficina del lector. or el contrario, artefactos que interact!an sólo con el medioambiente natural, como aquellos %que se encuentran& encuentran& en un vertedero vertedero %basural&, se dice que están en un conte"to arqueológic arqueológico o %en desuso&. 1omo profesionales de la disciplina que estudia y busca e"plicar el comportamiento humano y la cultura material material en todos los momentos momentos y en todos los lugares lugares %2erenguer %2erenguer ()*34 5ould and chiffer chiffer ()*(4 6eid, 6eid, ciffer and 6athje, 6athje, ()/34 chiffer chiffer ()/7a4 6athje 6athje ()/)&, los arqueólog arqueólogos os tratan con artefactos de ambos %tipos&, conte"to sistémico y arqueológico. 8o es necesario decir que un artefacto artefacto puede moverse moverse muchas muchas veces hacia atrás y adelante adelante entre el conte"to conte"to sistémico y arqueológico. Los estudios en materia cultural etnoarqueológica, e"perimental y moderna tratan artefactos que todavía están en interacción con la gente. in embargo, es de especial interés para la mayoría de los arqueólogos el conte"to sistémico de cosas recuperadas del registro arqueológico# el carácter de la o las sociedades que hicieron, usaron y depositaron esos artefactos. 9ales conte"tos sistémicos son conocibles sólo a través de procesos de inferencia %deducción&. :na infere inferenci nciaa es una declar declaraci ación ón acerca acerca del pasad pasado o apoyad apoyadaa por princi principio pioss y eviden evidencia cia relevante %ver chiffer ()/7a4 ullivan ()/*&. La ;nueva; arqueología o arqueología ;procesual; de la década de ()7< y ()/< promulgaba una visión simplista y enga=osa de la deducción arqueológica. -e acuerdo a los arqueólogos procesuales, el acceso al comportamiento pasado era fácilmente proveído por un conjunto de principios conocidos como correlaciones, los que correlacionan %valga la redundancia& los fenómenos conductuales con los fenómenos espaciales %chiffer

()/3a, ()/7a4 +hittlesey ()/*&. >ill %()/abría que recurrir a otras líneas de evidencia, especialmente el registro arqueológico sobre la moneda. 1omo un cuidadoso trabajador de campo, nuestro arqueólogo del siglo CCD se ha tomado la molestia de registrar los artefactos asociados a las monedas en orden, para inferir su modo de uso. :na comparación entre los residuos domésticos con los de las empresas revela un fuerte patrón# en relación al peso total del residuo, las monedas son mil veces más abundantes en los depósitos domésticos. obre la base de estas cifras, Eestaría justificado el arqueólogo en concluir que esa moneda fue primitivamente usada en una vivienda doméstica y no en una empresaF $sa conclusión parece absurda, pero sólo porque nosotros estamos íntimamente familiariados con la sociedad que creó el residuo. $n la mayoría de las situaciones arqueológicas, los mayores sesgos en la evidencia no son tan evidentes. Lamentablemente, el registro histórico y el arqueológico tampoco revelan sus secretos sobre el pasado tan fácilmente. 1ada uno debe ser manejado con gran cuidado por el investigador que busca inferir el comportamiento primitivo de la evidencia que sobrevive, la cual ha cambiado de muchas maneras por una variedad de procesos. ara hacer inferencias justificables, el investigador debe considerar y tomar en cuenta los factores que han introducido variabilidad en los registros histórico y arqueológico. Los factores que crean el registro histórico y arqueológico son conocidos como po'!$o$ -! o,a'#&). Los procesos de formación $o) -! -o$ t#po$ /0$#'o$# 'ultual , donde el agente de transformación es el %comportamiento& humano4 y )o'ultual, en el cuales los agentes se derivan de procesos del ambiente natural. Los procesos de formación cultural pueden ser definidos más concretamente como los procesos producto de la conducta humana que afectan o transforman artefactos después de su período inicial de uso en una determinada actividad. Los procesos de formación cultural son responsables de conservar los artefactos en un conte"to sistémico %por reutiliación& para formar el registro histórico %capítulo I&, para depositar artefactos, lo que crea el registro arqueológico %capítulo B&, y para toda modificación cultural ulterior del material en cualquier registro %capítulos 3 y 7&. or supuesto, los procesos

de formación cultural también incluyen las actividades de los arqueólogos en las etapas de recuperación y análisis de la investigación cuando los materiales del registro arqueológico se reinsertan al conte"to sistémico %capítulo (I&. Los procesos de formación no cultural son simplemente cualquier y todo tipo de eventos y procesos del ambiente natural que tengan repercusiones en los artefactos y depósitos arqueológicos. Los procesos de formación no culturales act!an en los materiales culturales todo el tiempo, tanto en el conte"to sistémico como arqueológico, y son responsables por lo que se deteriora y por lo que se preserva %capítulo /&, por el colapso de estructuras y la acumulación de sedimentos, por una serie de trastornos que van desde terremotos hasta gusanos de tierra, y por la deposición de evidencia ?ecofactos? relevante para inferir las condiciones medioambientales primitivas %capítulos * y )&. %$cofactos, que se pueden acumular en los sitios u otras localidades independientemente de la conducta humana, comprenden el registro del medioambiente4 ellos no son abordados en este trabajo&. érdida, desecho, reutiliación, decadencia y recuperación arqueológica se cuentan entre los diversos procesos de formación que, en un sentido, median entre los comportamientos de interés del pasado y sus rastros sobrevivientes. -ebido a que los procesos de formación operan de manera sesgada, los registro histórico y arqueológico no pueden ser tomados por su valor aparente, como demuestran los ejemplos de la estampilla y la moneda. $n lugar de ;leer; aquellos registros de una manera directa y superficial, el arqueólogo se ve obligado a investigar por si mismos los mismos procesos de formación, evaluando y corrigiendo sus muchos efectos.

Co)'!p'#o)!$ "!)!al!$ -! lo$ po'!$o$ -! o,a'#&). La toma de conciencia de algunos procesos de formación específicos y sus efectos en la evidencia del pasado se puede encontrar en toda la historia de la arqueología. -e hecho, varias de las más celebradas controversias de la disciplina, incluyendo el establecimiento de la contemporaneidad de la fauna e"tinta y humanos en el iejo y 8uevo 'undo %5rayson ()*I4 'elter ()*I&, en gran parte se deben a los procesos de formación. in embargo, no fue hasta la década de los /< que los investigadores comenaron a apreciar que, virtualmente, cada inferencia envolvía alguna referencia ??implícita o e"plícita?? a los procesos de formación. Al mismo tiempo fue reconocido que, con el fin de construir una base sólida para la inferencia arqueológica, nuevos pricipios de procesos de formación tendrían que ser establecidos y aplicados de una manera completa y sistémica. >oy en día e"iste un acuerdo general sobre la necesidad de tomar en cuenta los procesos de formación en la inferencia %@creo que con inferencia se refiere a deducción, aunque también podría ser inducción, porque trata sobre cosas empíricas de las que se sacan conclusiones&. or otra parte, varias estrategias de investigación, incluyendo a la arqueología e"perimental, la etnoarqueología, la arqueología histórica, la geoarqueología y la tafonomía %@parte de la paleontología que estudia los procesos de fosiliación y la formación de los yacimientos fósiles ?seg!n JiKiJiKi& de vertebrados han comenado a suministrar nuevos principios. 8o obstante, ninguna concepción teórica de los procesos de formación ha sido ampliamente adoptada. $ste libro presenta los principios más importantes de los procesos de investigación dentro de un marco teórico ??la perspectiva de transformación de la arqueología conductual?? que ha tomado forma durante la !ltima década y media. Antes de presentar otros elementos de la teoría de transformación %ver también 6eid ()*34 ciffer n.d.a&, me dirijo primero a diversas concepciones de la naturalea de los procesos de formación sobre los cuales se construye la teoría de la transformación. :na concepción general de los procesos de formación, que se lleva a cabo implícitamente por muchos investigadores, es la visión entrópica. Los fundamentos de esta posición fueron

elegantemente articulados por Ascher %()7*& en uno de los primeros tratados generales de los procesos de formación. $l sugirió que la ;línea de tiempo; reduciría progresivamente la cantidad y calidad de la evidencia sobreviviente en el registro arqueológico. La visión entrópica implica que nuestro potencial conocimiento del pasado está directamente relacionado con el estado de conservación, el cual , a su ve, está condicionado por el tiempo transcurrido desde la depositación cultural. $s decir, sitios antiguos contienen menos información que los sitios recientes porque quedan menos artefactos y estos han sufrido mayores alteraciones. Aunque esta posición es ine"pugnable %@difícil de alcanar o persuadir& como una generaliación estadística, tiene I e"cepciones generales importantes. %(& -ebido a que la degradación es causada por procesos específicos ??y no sólo por el paso del tiempo?? depósitos establecidos al mismo tiempo, pero sujetos a distintos procesos de formación, varían en su grado de conservación. or lo tanto, los depositos deben ser evaluados por su potencial información %o limitaciones& en una base case?por?caso. %0& Dncluso en un depósito muy degradado, algunas inferencias ??a menudo muy importantes?? pueden ser hechas con confiana. Aunque el mismo Ascher no descartó por completo la posibilidad de hacer tales inferencias, partidarios actuales de la visión entrópica, especialmente de los estudios de gestión de los recursos culturales, ;cancelan; a veces sitios demasiado perturbados. %I& 'ateriales importantes, especialmente los ecofactos, se agregan al registro arqueológico a través de procesos medioambientales4 tales artefactos sirven como evidencia para una reconstrucción paleoambiental, y así inferir cuál proceso de formación no cultural actuó en un depósito %5ifford ()*(& y para comparar las contribuciones relativas de las deposiciones culturales y no culturales %2rieur ()//&. or lo tanto, cierta información de interés arqueológico se acumula a través del tiempo %ullivan ()/*4 5ladfelter ()*(#IB)&. A pesar de su atractivo intuitivo, la visión entrópica nos lleva sólo una parte del camino hacia una comprensión general. in embargo, Ascher realió un servicio importante por llamar la atención a los procesos de formación y a la necesidad de tomarlos en cuenta en la inferencia %inducción&. $n ()/
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