La Mujer Bajo El Signo Patriarcal de La Otredad

July 7, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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La mujer bajo el signo patriarcal de la Otredad. Gabriela Leiva Collado Estudiante de Pedagogía en Castellano

La multiplicidad de significados negativos que se han adscrito hacia la mujer durant dur antee siglos siglos es un mecani mecanismo smo de poder poder que ha constru construido ido y utiliza utilizado do el sujeto sujeto masculino para definirla como lo que él no es, dando lugar a la denominada Otredad Femenina.

Estaa negativ Est negativida idad d en los concepto conceptoss en torno a la mujer mujer es profun profundiz dizada ada por Simone Simo ne de Beauvoir Beauvoir (1908-1986) (1908-1986) en  El Segundo Sexo (1949), libro que abarca la idea de cómo se ha concebido a la mujer respecto del hombre, desde el punto de vista  biológico, psicoanalítico y del materialismo histórico. Ademá Ad emáss de esta esta au auto tora, ra, Lucí Lucíaa Guer Guerrara-Cu Cunn nnin ingh gham am en su libr libro o “L “La a muje mujerr  Fragmentada: Historias de un signo”  signo”  (1 (199 995) 5) estab estable lece ce la va varie rieda dad d de signo signoss de connotación negativa que se han realizado para definir la Otredad femenina.

En razón de lo anterior, las siguientes líneas trazarán los mitos sobre la Otredad femenina basándose en los estudios hechos por de Beauvoir y Guerra-Cunningham, y cómo esta denominación ha influido en el texto literario “Los siete días de la Señora  K” (1993) escrito por Ana María del Río (1948).



La Otredad femenina y sus mitos.

La dife diferen rencia cia en entr tree sexos sexos,, se segú gún n Lucí Lucíaa Guerr Guerra, a, ha co cons nstit titui uido do un pa para radi digm gmaa fundamental funda mental en la organización organización e interpretació interpretación n del mundo, ya sea, en la organización organización  política, en el sistema religioso, en los códigos éticos, en los métodos de conducta.1  Puesto que, ambos sexos están sujetos a eventos históricos que alteran de alguna forma su significación en el mundo. Por este este motiv motivo, o, se ha creado creado una varied variedad ad de constru construcci ccione oness simból simbólicas icas entre entre ambos sexos, de los cuales, se analizarán aquellos que estén bajo la perspectiva de Otredad hacia la mujer.

1

 “La Mujer Fragmentada: Historias de un signo” Lucía Guerra, p.20, Editorial CUARTO PROPIO, 1995.

 

El Hombre y la Mujer se asimilan con la estructura de poder de Sujeto colonizador y Otro colonizado. Esta estructura propone que el Sujeto colonizador proyecta un perfil del Otro incluyendo todo aquello que él no es o no pretende ser. Por tanto, la forma que ha adop adopta tado do el colo coloni niza zado dorr para para co cons nsol olid idar ar su id iden enti tida dad, d, es po porr medi medio o de la contraposición del Otro colonizado formulando oposiciones binarias atribuidas, en este caso, a lo genérico sexual. Respecto a lo anterior, Guerra-Cunningham afirma:

“Ads “A dscri cribi birr si sign gnif ific icad ados os a lo feme femeni nino no es, en esenc esencia ia,, un una a moda modali lida dad d de territorialización, un acto de posesión a través del lenguaje realizado por un Sujeto masculino que intenta perpetuar la subyugación de Otro”2

Este sentido de territorialización que plantea Guerra-Cunnigham, se refiere a que el Sujeto masculino se sustenta no sólo del Lenguaje, sino que también de la Filosofía y de la Ciencia para validar la exclusión de la mujer y así, imponer su poder en el sistema  político, religioso, cultural, entre otros.

Como se ha señalado, la variedad de significados atribuidos a la mujer, la ha  perpetuado de negatividad a través de los mitos que se han creado de ella. Uno de ellos tiene sus orígenes en el relato del Génesis de la Creación y la Pérdida del Paraíso Terrenal. Terren al. Este se refiere a la mujer como un animal imperfecto, imperfecto, frágil, carnal carnal y hereje3.  Así, San Ambrosio Ambrosio señala: “Adán fue inducido inducido al pecado por Eva, y no Eva por Adán. Aquel a quien la mujer ha inducido al pecado, justo es que sea recibido por ella como soberano”. Esta soberanía impuesta, no sólo ha sido provocada por el pecado que realiza Eva, sino que también, el Sujeto masculino se sustenta de un sentido biológico, pues según Bossuet, Eva aparece extraída de un “hueso supernumerario”. 4

Retomando el sentido de mujer-hereje que se ha caracterizado en Eva, a lo largo de los siglos ha tenido consecuencias. consecuencias. Una de las más relevantes relevantes es la persecución persecución que se realizó entre el siglo XIII y XVII para llevar mujeres a la hoguera, acusadas de  brujería. En este contexto, la Inquisición sentenciaba a aquellas mujeres consideradas como brujas, puesto que se sostenía la creencia de que realizaban “ceremonias de los 2

 “La Mujer Fragmentada...” p.14,  “La Mujer Fragmentada…” Fragmentada…” p.41 4  “El Segundo Sexo”, Simone de Beavoir, p.12, Ediciones SIGLO VEINTE, VEINTE, 1995. 3

 

aquelarres, las brujas se comían a los niños y se untaban el cuerpo con la sangre de ellos” Y es que, además de ser “castradoras” como se les calificaba, también invertían el rol domésti doméstico co con la utiliz utilizació ación n de escobas escobas,, instru instrumen mento to para para lograr lograr la levitac levitación ión espirit espi ritual ual,, y el uso del caldero caldero semeján semejándos dosee a las transfor transformac macion iones es hechas hechas por un alquimista. alqui mista. Por tanto, tanto, esta “sub-cultura” “sub-cultura” femenina, fue perseg perseguida uida por la razón de que, la intuic intuición ión,, caracter característi ística ca domina dominante nte en las brujas brujas (y en la mujer) mujer),, se plasmó plasmó en 5 conocimiento, y es ahí el temor del sujeto masculino .

Además Adem ás de estos dos mitos que se han generado generado a través de la Historia, existen otros establecidos por dicotomías. Por ejemplo, a la mujer se le atribuye el símbolo de la Luna por estar asociada al flujo menstrual (por su rasgo cambiante) y a la tierra que repr repres esen enta ta lo pasi pasivo vo y fért fértil il.. En el homb hombre re,, en ca camb mbio io,, el Sol Sol es su el elem emen ento to representativo represen tativo por su naturaleza naturaleza dominante dominante y el Cielo por asemejarse con lo espiritual, espiritual, lo divino. Asimismo, se concibe la idea de lo Activo-Pasivo en el hombre y la mujer respectivamente. Por lo tanto, este empleo de símbolos, se suma a las distintas formas que genera el Sujeto masculino para distinguirse de su misma especie justificando, de esta forma, la nominación de Otredad hacia la mujer.



La Otredad en la Literatura

En sus comienzos, La Literatura no ha tenido el privilegio de abarcar temas como la Otredad femenina en profundidad, por las circunstancias históricas en que se encontraba la mujer en su rol dentro de la sociedad. Su rol era restringid restringido o y la literatura respecto respecto a los temas femeninos también, dado que, el Sistema Patriarcal impuesto desde hace siglos, limitaba todo tipo de subversión ante este régimen, pues su mayor interés era avalar un equilibrio social. Sin embargo, embargo, esta armonía armonía en la sociedad, se concretaba por la marginación marginación del rol de la mujer en decisiones trascendentales para la sociedad, hecho ocasionado por la subyugación de ésta ante el Sujeto masculino. Por lo tanto, si la mujer era sometida al Sistema Patriarcal, su caracterización en la literatura también.

5

 Lucía Guerra explica la simbología de la bruja de manera invertida para despojar las connotaciones negativas del significado de la escoba y el caldero y así, llevarlo hacia un plano más trascendental “La Mujer…” p.41

 

En razón de lo anterior, anterior, la escritora escritora Mercedes Arriaga Flórez sostiene sostiene que la mujer en la Literatura española del siglo XVII, se caracterizó exclusivamente, lo superficial o lo corpóreo. Esta determinación lo adoptó el poeta petrarquista, que consideraba al cuerpo femenino un instrumento de superación de su grandeza a través de la escritura, es decir, se validaba mediante un Otro para contraponerse:

“En la litera literatur tura, a, lo femenin femenino o se represe representó ntó casi exclusi exclusivam vament entee en narrat narrativa ivass sobre sobre lo erótico erótico,, bien bien como como algo algo deseab deseable le de acuerdo acuerdo a corrientes filosóficas y códigos literarios idealizantes sobre el amoramor cortés…como algo moralmente desechable e irrisorio, en la línea de la lass tr trad adic icio ione ness satír satíric icas as po popu pula lares res y de la misog misogin inia ia de orige origen n ar arist istot otél élico ico y bíbl bíblic ico o medi mediev eval al.. De un modo modo u ot otro ro,, la muje mujerr y lo  femenino estaban concebidos y representados como otredad”6 

Sin embargo, embargo, no sólo la literatura literatura española de aquellos aquellos siglos abarcaba el cuerpo cuerpo femenino como Otredad, sino que también, se incorpora éste término en la narrativa chilenaa reciente. chilen reciente. Un ejemplo ejemplo de ello, es el libro titulado titulado “Los siete días de la Señora  K”, el  K”,  el cual, relata en veinte capítulos capítulos cómo la vida trivial de una mujer casada cambia radicalmente radical mente en siete días, tras la ausencia de su marido por asistir a una Convención Convención y sus hijos al campamento de invierno.   La Seño Señora ra K, po porr tant tanto, o, qu qued edaa en un unaa soled soledad ad to total tal.. Aque Aquell llas as au ausen senci cias as le  permitirán dominar sólo ella su cuerpo, ya despojado de ollas, de planchas, de lavadoras, de cuentas que pagar, de reuniones al colegio. Este es el momento para redescubrirse tanto física como emocionalmente, sin la intervención de terceros que entorpezcan su autoconocimiento necesario como mujer.

Retom Ret omand ando o lo anterio anteriormen rmente te señalad señalado, o, entonc entonces es ¿Qué ¿Qué elemento elementoss de Otreda Otredad d femenina se encuentran incorporados en este relato? Si bien, las funciones que cumplía La Señora K antes de los siete días de ausencia de su marido Mauro y sus hijos, eran satisfacer la vida de los demás integrantes de su familia y no de sus intereses. Esta sumisión de sólo servir como esposa y madre, la han transformado en una persona relegada y de poca iniciativa por estar bajo la subyugación 6

 “Sin carne: representaciones y simulacros del cuerpo femenino. Tecnologías, comunicación y poder” Mercedes Arriaga Flórez, 2006, Editorial Arcibel, España.

 

económica de su marido. Este tema, lo profundiza el libro  Escritoras chilenas, Volumen  III (1999) escrito por Patricia Rubio  Rubio quien señala:  señala: 

“El matrimonio aparece representado como un factor que bloquea la realización personal y como el símbolo de la muerte en vida, regido por la norma masculina autoritaria autoritaria cuyo centro es la casa. Por otra pa parte, rte, la casa se convierte en un espacio cerrado, testigo mudo de los valores  patriarcales satisfechos, tiránicos, y de la sexualidad femenina apropiada y abusada.” 7 

Asimismo, esta sumisión ha contribuido a la represión de sus deseos sexuales, y tras la ausencia de los integrantes de su familia, comenzará a revalorizar su cuerpo, a explorarse, explo rarse, a reencontrarse reencontrarse consigo misma. Quebr Quebrantará antará aquellas normas normas tradicional tradicionales es establecidas por la sociedad, “que la hacían reprimir su cuerpo, negar su deseo sexual y 8

fundar una falsa identidad al servicio de la familia y la sociedad”.  sociedad”.    En efecto, tras los análisis y términos evocados por las autoras de Beavoir y Guerra-Cunningham, se concluye que los mitos atribuidos a la mujer, han sido, como se ha señalado, un poder de mecanismo que ha utilizado el hombre y el Sistema Patriarcal  para reducirla y subsumirla bajo su poder. En la actualidad, el Sistema Patriarcal se ve reflejado en el uso de algunos textos teóricos el léxico “Hombre” que denomina a la especia humana en un sentido total, subsumiendo a la categoría “mujer”. En razón de esto, el sexo femenino femenino ha poseído mayor mayor dificultad para incluirse incluirse en decisi decisione oness políti políticas, cas, cultur culturales ales y económ económicas icas.. Sin embar embargo, go, a pesar pesar de aquell aquellos os conflictos, las mujeres han impuesto su opinión, y su lucha constante ha conseguido leyes favorables. Esto se ha logrado, por ejemplo, con el primer sufragio femenino originado en Nueva Zelanda en 1879 que luego se expandió. Además, la liberación sexual en los años 60’ y 70’ provocó revelación en las mujeres, gracias a la creación de la pastilla anticonceptiva y también, del mayor acceso de mujeres a las Universidades en la segunda mitad del siglo XX, despojándose del arraigo económico masculino, para así, independizarse de la subyugación de éste. 7

 “Escritoras chilenas, Volumen III” Patricia Rubio, 1999, Editorial Cuarto Propio, p.504  “Escritoras...p.504

8

 

Por lo tanto, la mujer como signo ha obtenido una mayor valoración a través de sus logros, y se ha consolidado en sitios que fueron dominados en el pasado sólo por hombre hom bres. s. Entonc Entonces, es, si las mujere mujeress se han impuesto impuesto última últimamen mente te ante ante los sistem sistemas as tradicionalistas dominados por los hombres, ahora ¿Quién se impone ante las mujeres?

 

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