La Morada Del Espíritu Santo

 

 

LA MORADA DEL ESPÍRITU SANTO 1.

Introducción

La doctrina de la morada del Espíritu Santo en el creyente también ha sido objeto de debates teológicos. Las controversias en este tema se han deb debido ido principalmente a las doctrinas de la "plena recepción" subsecuente subsecuente a la salvación que pregonan los pentecostales y a la doctrina de la inseguridad de la salvación que es enseñada enseñada por los arminianos. Otro asunto que ha venido a cuestionar la morada permanente del Espíritu Santo en la vida del creyente es el énfasis fuerte que hay en la actualidad en cuanto a la actividad demoníaca y su influencia en la vida de los creyentes. En este pequeño estudio se darán las bases bíblicas de la morada permanente del Espíritu Santo en la vida del creyente y se responderá a algunas objeciones que se han hecho a esta doctrina, partiendo de algunos pasajes bíblicos.

2.

Definición teológica de morada del E.S.

Teológicamente la morada morada del Espíritu Santo en la vida del cre creyente yente se define como sigue: Es la obra por medio de la cual el Espíritu Santo dispensa su persona de manera permanente al creyente a partir del momento mismo de la regeneración.

3.

Pruebas y características de la presencia del Espíritu Santo en el creyente 3.1

El Espíritu Espíritu Santo Santo mora en todos todos los creyentes: 1 Cor. Cor. 6:19 6:19 y 20 De acuerdo con la enseñanza de este pasaje todo creyente es un templo del Espíritu Santo. Según esta afirmación, afirmación, no se puede decir decir de ninguna manera que el Espíritu mora en unos creyentes, pero no en otros.

3.2

El Espíritu Espíritu Santo mora incluso incluso en en creyentes creyentes carnales: carnales: 1 Cor. 6:19 6:19 y 20 Si tomamos en cuenta la condición de los creyentes de Corinto, a quienes Pablo mismo llama "carnales" en 3:1, tendremos entonces la enseñanza de que el Espíritu Santo mora aun en aquellos creyentes que no manifiestan una vida espiritual saludable y que tienen serios problemas de conducta. Obviamente, esto no debe tomarse como una excusa para permanecer en se estado de carnalidad indolentemente, sino que precisamente la presencia del Espíritu debe servir de estímulo y de acicate para hacernos cambiar de actitud y de conducta.

3.3

No tener tener el el Espíritu Espíritu Santo Santo es no ser salvo: Rom. 8:9; Jud. Jud. 19 Estos dos versículos dicen claramente, sin discusión alguna, que no tener el Espíritu Santo es es evidencia de que que tal persona no no es creyente. En otras

 

 palabras, no existen creyentes sin el Espíritu Santo. Solamente por  medio del Espíritu Santo Santo se puede llegar a ser u un n creyente auténtico auténtico.. La idea pentecostal de que haya creyentes sin una presencia del Espíritu no tiene cabida según estos versículos. 3.4

El Espíritu Santo es un don gratuito: Jn. 7:38-39; Hech. 11:17; Rom. 5:5; 1 Cor. 2:12; 2 Cor. 5:5. Todos los pasajes arriba mencionados afirman que la recepción del Espíritu Santo y su morada permanente en la vida del creyente no dependen de las  buenas obras, ni de nada que el hombre pudiera hacer para merecerlo, sino que se trata de un regalo divino que acompaña a los demás regalos divinos que se dan en el momento mismo de la conversión/regeneración.

3.5

La experiencia no determina la presencia del Espíritu Santo 3.5.1 Ignorancia Es posible que el creyente ignore que tiene el Espíritu Santo morando en su vida, debido a la falta de conocimiento de las Escrituras, pero eso no significa significa que el Espíritu Espíritu no esté dentro dentro de esa persona. persona. En otras  palabras, ni saberlo, ni ignorarlo determina si el E Espíritu spíritu Santo está o no en determinado creyente. 3.5.2 Sentimentalismo Hay corrientes místicas contemporáneas, como el pentecostalismo y el carismatismo, que pretenden determinar la presencia del Espíritu en  base a los sentimientos. En otras palabras, si una persona se siente eufórica, alegre, gozosa, entonces eso prueba que esa persona sí posee el Espíritu. Por el contrario, si una una persona se muestra muestra triste, cabizbaja, "sin ánimo", "apagada", entonces eso prueba que el Espíritu no está o se ha alejado de de dicha persona. persona. Al fin de cuentas, cuentas, nuestros nuestros sentimientos no pueden determinar si el Espíritu Santo está o no en una persona,  porque los sentimientos son muy engañosos, y además, los podemos ma mani nipu pula larr aa nosotros nues estr tro o mismos. sa sabo borr y Por an anto tojo jo.. lado, In Incl clus uso pode demo moss tampoco lleg ll ar a engañarnos nnu osotros otro noo espo correcto taegar mpoco identificar solamente los sentimientos "alegres" con la presencia del Espíritu, porque pudiera ser que alguien se sienta triste precisamente  porque el Espíritu lo está redarguyendo de algún pecado, o que alguna alegría determinada sea solamente el producto de una manipulación ajena. 3.5.2 El pecado Tamb Tambié ién n ha hay y co corr rrie ient ntes es teol teológ ógic icas as co cont ntem empo porá ráne neas as co como mo el  pentecostalismo, el carismatismo y el arminianismo que afirman que el Espíritu Espír itu se aleja de la persona persona creyente creyente cuando cuando ésta peca. En otras  palabras, la única manera de tener certidumbre de la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas es asegurarnos que no pecamos. Este

 

afirmación no solo es anti-bíblica, sino que también está en contra de la experiencia humana pecaminosa.

4.

Permanencia del Espíritu Santo 4.1

Para siempre Juan 14:16 enseña claramente que la presencia del Espíritu Santo en el creyente es para siempre. No hay que olvidar que en este pasaje d del el Aposento Alto es Jesús mismo quien está dando la enseñanza.

4.2

¿Qué sucede con el pecado del creyente? Un pecado no puede causar la salida del Espíritu Santo de la vida del creyente,  porque eso equivaldría a decir que el creyente dejaría de ser creyente. En varios de los pasajes arriba citados se dice claramente que quien no tiene el Espíritu Santo no es creyente. creyente. Por tanto, el Espíritu Santo Santo no se va de la vida del creyente creyente por causa causa del pecado. pecado. La morada morada del Espíritu Espíritu Santo no es un  juego de entrar y salir intermitentemente. ¿Cuándo un creyente estaría libre de  pecado? ¿Qué clase de pecado provocaría la salida del Espíritu? No habría manera de saber con certeza cuándo un creyente tiene y cuándo no tiene el Espíritu Santo. La seguridad de la salvación y la presencia presencia del Espíritu Santo son inseparables.

4.3

El pecado del creyente contrista al Espíritu La Biblia contiene varios pasajes que enseñan claramente que el Espíritu es contristado cuando cuando el creyente peca. En Efesios 4:30 encontramos, encontramos, en medio medio de un contexto en que se describe el pecado, una exhortación a no causar  tristeza al Espíritu Santo. Santo. En 1 Tes. 5:9 se nos nos exhorta a no apagar apagar al Espíritu, queriendo decirse con esto que tenemos que evitar hacer aquello que produzca inactivida inac tividad d del Espíritu en nuestra nuestra persona. persona. En otras palabras, palabras, con nuestro nuestro  pecado como creyentes podemos causar tristeza al Espíritu o podemos causar  su inactividad. En ambos casos lo que realmente sucede sucede es que el Espíritu deja de actuar en la vida vida del creyente como como debería hacerlo. hacerlo. El resultado en la vida del creyente será una vida llena de tristeza, una vida apagada, sin el brillo y la santidad que deberían deberían caracterizar a todo creyente. creyente. Una pregunta honesta honesta que todo creyente debe hacerse en lo más íntimo de su ser es si el Espíritu tiene toda la libertad de acción en nuestra vida o si hay algún pecado que obstaculiza su accionar. De nuevo debemos debemos decir que el pecado pecado del creyente no expulsa al Espíritu Santo de la vida del creyente, aunque sí lo contrista y lo inmoviliza.

5.

Objeciones a la doctrina de la presencia permanente del Espíritu 5.1 ¿Hay alusiones alusiones a la naturaleza naturaleza temporal temporal de la presencia presencia del Espíritu? ¿Cómo ¿Cómo se explican pasajes como 1 Samuel Samuel 16:14; Salmos 51:11; Lucas Lucas 11:13?

 

  5.1.1 1 Samuel 16:14 Se puede decir que en el caso de Saúl el Espíritu se apartó de él en el sentido oficial, es decir, el Espíritu estaba sobre Saúl capacitándolo de una manera especial para que él pudiera funcionar como rey de Israel. Este Este ve vers rsíc ícul ulo o lo qu quee di dice ce es qu quee pr prác ácti tica came ment ntee Di Dios os le qu quit itó ó la capacidad para seguir seguir siendo el rey de Israel. Saúl ya no podría podría seguir  siendo el rey porque Dios lo había inhabilitado para ello al quitarle el Espíritu Santo. 5.1.2 Salmos 51:11 En este versículo encontramos un caso similar al de Saúl, con la única diferencia de que David David no "perdió" el Espíritu. David expresa su temor de perderlo y ruega a Dios que no suceda suceda así. El pecado de adulterio que David había cometido afectaba seriamente no solamente su vida personal y familiar, sino también su función pública como rey de Israel. David estaba pidiendo perdón perdón a Dios con la esperanza de segu seguir ir siendo el rey de Israel plenamente capacitado por el Espíritu Santo para desempeñar ese cargo. 5.1.3 Lucas 11:13 Todo parece indicar que este pasaje no tiene que ver directamente con la presencia presencia permanente permanente del Espíritu Espíritu Santo. Con todo debemos debemos decir  decir  que no hay registro bíblico en el cual se indique que los discípulos hayan "pedido" el el Espíritu. Tampoco hay que que olvidar que aquí estamos estamos en un contexto anterior anterior al día de Pentecostés. Pentecostés. Es muy probable probable que el Señor Señ or Jesús Jesús se esté esté refiri refiriend endo o a alguna alguna capaci capacitac tación ión especi especial al que aquellos que la pidieran pidieran recibirían. En todo caso, Jesús está usando una una ilustración para explicar explicar otro tema. No es una enseñanza enseñanza directa acerca de la persona o la obra del Espíritu Santo. 5.2

¿Se requiere la obediencia obediencia para la morada morada del del Espíritu Espíritu Santo: Santo: Hechos Hechos 5:32? 5.2.1 Obediencia al mensaje de salvación En el libro de los Hechos se afirma que se requiere la obediencia al mensaje de salvación y a sus implicaciones a fin de aceptar a Cristo como Salvador y como Señor. La consecuencia consecuencia de esta obediencia obediencia es recibir el don del Espíritu. 5.2.2 ¿Qué es obediencia en Hechos? Un asunto muy interesante es que en el libro de los Hechos, el autor  utiliza la palabra "obediencia" para referirse específicamente al acto de fe de recibir y aceptar aceptar el mensaje mensaje del Evangelio Evangelio.. En otras otras palabras, palabras, obedecer obede cer en Hechos es sinónimo sinónimo de creer. creer. Vea los siguientes siguientes pasajes pasajes Hechoss 6:7; Heb. 5:9; Hecho 5:9; Rom. 1:5. Por lo tanto, tanto, la obediencia obediencia que que se requiere para recibir al Espíritu es simplemente ejercer la fe, creer.

 

6.

Conclusión

A pesar de las controversias que se han suscitados alrededor de la doctrina de la presencia  permanente del Espíritu Espíritu en la vida del creyente, se pu puede ede decir, junto con las Esc Escrituras, rituras, que la morada Espíritu es una realidad la vida de todos yacada uno de genuin gen uinos osdel creyente creye ntes. s. Santo La única únic a manera man era depermanente saber si elenEspíritu Espír itu Santo Sant o mora mor en uno, no los es recurr rec urrien iendo do a la experi experienc encia ia person personal, al, sino sino conoci conocien endo do lo que enseña enseñan n las Esc Escrit ritura urass al respec res pecto. to. Cuando Cuando se ha ejerci ejercido do la fe y se ha creído creído en Cristo Cristo como como Salvad Salvador or y Señor Señor,, entonces esa es suficiente evidencia de que, según las Escrituras, el Espíritu Santo está morando en uno. El pecado es un asunto muy serio y de delicado licado porque contrista al Esp Espíritu íritu y lo apaga, haciéndolo inactivo inactivo en la vida del creyente. Sin embargo, es una gran ayuda sab saber er que el Espíritu permanece en el creyente aunque éste haya pecado.