La Memoria Rescatada (1931 -1951) - Manuel Perales Solis

• MANUEL PEAAWS SOLÍS

"LA MEMORIA RESCATADA" (1931 -1951) (II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO)

MANUEL PERALES SOLÍS

LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

PRÓLOGO

La historia no es pasado, la historia se hace día a día, conecta ayer y hoy a través de los que vamos viviendo en ella: de los que quedan atrás, de los que estamos (aquí y ahora), de los que están por venir. La historia la hacemos las personas, y para un mejor hacer se toma indispensable conocer y entender los orígenes que condicionan las formas y circunstancias de nuestra existencia. A este fin contribuye el autor de esta obra, quien a través de un estudio metódico, sistemático y pormenorizado de hechos y personajes que protagonizan la historia de la España andaluza de los duros años 30-60 del siglo XX, nos ofrece la posibilidad de una reflexión sobre nuestro pasado histórico, y sobre aquellos de nuestros antepasados que ayudaron a crearlo, porque desde allí impulsaron un futuro que hoy se ha convertido en nuestro presente. Muchos cambios ha experimentado la sociedad española hasta convertirse en la democracia que hoy disfrutamos todos por igual, y no sería justo hacerlo sin recordar y honrar la memoria de los que lo han hecho posible. Ellos configuraron el armazón de nuestro actual sistema social y democrático de Derecho, por ello todos somos sus deudores y es nuestro deber recoger el testigo de aquella lucha y entregarla a las generaciones venideras. Vaya nuestro reconocimiento a todo aquel que se enfrentó a un poder establecido y anquilosado; que se revolvió contra lo que venía dado; que visionó un futuro mejor sin mirarse a sí mismo; porque lo consiguieron, aunque muchos de ellos se fueron sin saberlo... Nuestra memoria es su recompensa.

Madrid, 5 de diciembre de 2005 Natividad Moreno García

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"A los jornaleros del campo, que una vez concienciados de su situación de marginación y pobreza serían durante largos años pieza imprescindible en los cambios políticos y sociales de Andalucía".

LA MEMORIA RESCATADA (IMI • 1951). MANUEL PERALES SOLlS

INTRODUCCIÓN

La República iba a representar para la gran mayoría de la clase trabajadora, la posibilidad de participación efectiva en la solución de los problemas más acuciantes que tema planteados desde hacía casi un siglo; de notar que su voto servía para mejorar sus condiciones reales de vida; de hacer efectivos los derechos civiles y políticos tan cacareados en las distintas constituciones liberales del XIX. Hasta 1931 la clase trabajadora española había sufrido, sin embargo, como se le hurtaba la capacidad de representación política y de defensa de sus derechos sociales y laborales, a través de "argucias legales" de toda índole ejercidas por gobiernos servidores de los intereses de las diversas burguesías territoriales. En concreto en nuestra región la poderosa burguesía latifundista y la vieja nobleza terrateniente con su tradicional influjo sobre el poder político de Madrid, habían obstruido siempre que pudieron cualquier proceso de regeneración política orientado hacia el reconocimiento de derechos a las clases populares. No es casualidad que muchos de los concejales socialistas elegidos desde principios del XX fueran destituidos de sus puestos según convenía a los gobernadores civiles de las distintas provincias, con el beneplácito del Ministro de la Gobernación de tumo. Estas prácticas caciquiles, usadas de nuevo en la 2a República por el gobierno lerrouxista de centro-derecha, dieron pie a que desde los años de la Constitución liberal de Cádiz, solo en escasas ocasiones los diputados y concejales salidos de candidaturas obreras pudiesen ejercer de manera estable su derecho de representación popular tanto en las Cortes Generales como en los diferentes ayuntamientos, amén de producirse en repetidas ocasiones la ilegalización de las organizaciones obreras y la clausura de sus sedes. Pero, a pesar de ello, se había ido consolidando la consciencia entre el proletariado de que había llegado el momento de hacer valer su mayoría social para reivindicar mayores espacios de poder en los distintos niveles de la gobernación de la nación y de los municipios.

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Tras 120 años de historia constitucional la primera gran oportunidad que se le presentaba al elemento obrero para decidir sobre su propio destino, cambiando y reformando leyes antiguas y obsoletas que cercenaban muchos de sus derechos básicos, iba a estar en la Segunda República. Para llegar hasta aquí, las organizaciones obreras hubieron de plantear un rosario de luchas en las que fueron quedando en el camino numerosos/ as compañeros/as, vilmente torturados/ as y/o ajusticiados/ as desde los tiempos en que los primeros socialistas utópicos deambulaban por España difundiendo las doctrinas igualitarias. No obstante la experiencia democrática que supuso la República, resultaría muy breve si la comparamos con tantos años de alternancia de gobiernos dominados por las oligarquías conservadoras, pero eso sí, imprescindible para convencer a amplios sectores de la ciudadanía que la democraci a abría también las puertas para reformar la realidad de su país; de sus pueblos y de sus familias, a través de los mecanismos y derechos que ella misma establecía. Apenas si dió tiempo para que ello ocurriese pues nuevamente los sectores políticos y económicos más conservadores de nuestra nación, aliados con una parte del Ejército y de la Iglesia impidieron que el pacto entre obreros y pequeñas burguesías reformistas, también deseosas de cambios, tocasen excesivamente el régimen de prebendas económicas que disfrutaban desde la instauración de la monarquía alfonsina. A la derecha le faltó fe en el régimen republicano y por tanto nunca llegó a realizar el proceso de modernización interna que hubiera sido deseable para desempeñar dignamente el papel que le correspondía en un régimen democrático pluripartidista. Paulatinamente terminaría abrazando la causa de los autoritarismos europeos en auge (fascismo y nazismo). Al contrario, la izquierda, cifró todas sus esperanzas de transformación social en esta forma de gobierno, quedando definitivamente vinculado el concepto de República al de revolución política y social. En Marmolejo el advenimiento de la 2a República se sustanciaría en la formación, por vez primera en la historia de la localidad, de un gobierno de base obrera y popular que gestionó el municipio durante más de seis años aunque los tres últimos (1936-1939) tuvieran que hacerlo en situaciones especialmente dramáticas. Representa por tanto este hecho el primer avance en el proceso fluctuante de conquista de derechos por la clase trabajadora local que pronto sufriría un nuevo retroceso con la sublevación militar de julio de 1936. A lo largo de este trabajo tendremos ocasión de comprobar como desde 1931, se irán concretando prácticas de gobierno, a nivel municipal, diseñadas para mejorar el nivel de vida de las capas populares más desfavorecidas intentando dar soluciones a los problemas seculares: el acceso a la propiedad de la tierra para acabar con la pobreza y el desempleo; la consagración de los derechos de los trabajadores en el tajo frente a los habituales abusos de los patronos a través del cumplimiento de la legislación laboral aprobada por el gobierno republicano; la lucha contra la discriminación por razón de sexo, credo o ideología a la hora de acceder a un jornal; el celo en la gestión de los recursos económicos de carácter público; la preocupación por la extensión del derecho universal a una educación de signo laico y no sexista, o la promoción de nuevos valores políticos, éticos y culturales donde se les reconocería a las mujeres un papel importante en la

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nueva sociedad civil así como el derecho al voto del que, hasta ahora, habían estado privadas. Muchas de estas políticas, verdaderamente innovadoras y reformistas, fueron dejadas en suspenso con la victoria de la coalición de centro-derecha en las elecciones de noviembre de 1933 y la imposición, en marzo de 1934, de una corporación lerrouxista, por mandato del gobierno de Madrid. Con ello quedaba en entredicho el supuesto espíritu renovador del sector más conservador de la burguesía nacional y, por ende, de sus bases territoriales, representadas en concreto en nuestra localidad, por la clase propietaria (fundamentalmente grandes y medianos propietarios) y un sector de los comerciantes, incapaces de intuir el drama humano subyacente en las reivindicaciones obreras. No estaban frente a revolucionarios sin escrúpulos sino ante jornaleros del campo con el nivel de vida más bajo de la Europa más cercana, decididos a salir de su postergación. Definitivamente todas estas experiencias democráticas se frustraron en 1936 cuando hubieran podido empezar a dar sus frutos. La guerra civil descubrió enseguida una situación real de lucha de clases que irremediablemente pasó a convertirse, en ambos bandos, en una cruel lucha fratricida entre paisanos de un mismo pueblo, de una misma calle, o de una misma familia, con acciones reprobables desde la óptica de una sociedad democrática avanzada en que, hoy día, convivimos. El drama se impuso en la vida de los perdedores y se enquistó en la realidad cotidiana de la postguerra, abriéndose un abismo entre marmolejeños nunca bien solucionado por los vencedores de aquella contienda. Mientras tanto los diferentes partidos de la derecha existentes en la República, se acomodaron al nuevo régimen, subordinándose a la autoridad del grupo de generales alzados contra el régimen constitucional. Falangistas, carlistas, católicos de la CEDA, los alfonsinos de Renovación Española, o los conservadores del Partido Agrario, se integraron, mediante el Decreto de Unificación, en el partido único que precisaba el Estado totalitario en construcción: Falange Española Tradicionalista y de las JONS. La represión desencadenada sobre la izquierda obrera, y republicanos en general, fue sistemática y se prohibieron todas las libertades y derechos proclamados en la constitución republicana de 1931. Cuando en 1979, tuvieron lugar las primeras elecciones municipales de la reciente democracia, para quienes por razón de edad no habíamos conocido otro régimen político que el impuesto por el general Franco sería difícil imaginar que a la primera oportunidad verdaderamente democrática, las gentes de nuestros pueblos apoyarían de manera tan evidente a las candidaturas de la izquierda obrera. Ello dio pié a que se extendiera un comentario en el sentido de que "parecían haber aflorado socialistas hasta de debajo de las piedras". Razón no faltaba si consideramos que la censura impuesta por la dictadura durante más de 40 años, había mantenido en el ostracismo, perseguidos y condenados, a quienes seguían soñando con ver un día restablecidos los derechos humanos más elementales violentados y perseguidos desde el golpe de estado del treinta y seis. Todo parecía indicar, tan solo unos años antes, que el franquismo había logrado borrar la estela y los influjos de aquel experimento democrático pero, afortunadamente, no fue así: en Marmolejo concretamente tras los cuarenta años de dictadura, ganaban las elecciones con

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holgada ventaja las representaciones de concejales de las listas presentadas por la izquierda, en esta ocasión el PSOE y el PCE, herederos legítimos de quienes habían sido perseguidos y desterrados. Una interrogante nos invadió de pronto a un sinfín de jóvenes en aquellos primeros años de "La Transición": ¿había sido la experiencia republicana tan negativa y perversa como se nos había intentado presentar por el régimen de Franco?¿Como es que siendo los rojos tan denostados y vilipendiados, su ideales; sus proyectos, lograban atraer a un sin fin de electores despertando el entusiasmo de las gentes nuevamente ante unas elecciones municipales?. Irremisiblemente las respuestas pasaban por reconocer que aquella experiencia democrática, vivida entre 1931 a 1936, y fraguada en los años anteriores de la monarquía de Alfonso XIII, tuvo que haber generado necesariamente aspectos positivos que el régimen posterior no consiguió acallar. Por tanto el esfuerzo, el sacrificio, de una generación humillada y perseguida; de personas que en su día habían luchado por consolidar un régimen de justicia y libertades en España desde sus organizaciones políticas y sindicales, no había caído en saco roto y obtenía el reconocimiento tantas veces aplazado. Fue ése, por decirlo con otras palabras, el primer hito en la recuperación del legado democrático y el reconocimiento definitivo de cuantos lo habían transmitido con sus enseñanzas y sacrificios. Este trabajo intenta describir y analizar los hechos ocurridos en nuestra localidad (tantas veces silenciados) entre 1931 y 1951, en la seguridad de que aún quedarán muchas historias y experiencias personales por descubrir dado el elevado número de marmolejeños / as con quienes me fue imposible contactar. Tampoco los documentos se conservaron en nuestros archivos en la medida que hubiera sido deseable y por desgracia muchas personas, familiares de dirigentes obreros de la izquierda, se desprendieron de sus cartas, de sus fotos y de sus libros para no ser detenidos o molestados por las autoridades franquistas. A pesar de todo, de que ya han fallecido la mayoría de los testigos vivos de aquella época, todavía me atrevo a animar a cuantas personas puedan aportar sus datos y sus testimonios a que lo hagan en la seguridad de que la lucha y sufrimiento de compañeros/as y familiares será de utilidad a las generaciones venideras. Finalmente quiero manifestar mi agradecimiento a cuantas personas atendieron mi llamada, apoyándome y dándome todo tipo de facilidades en el largo trecho que se ha de recorrer hasta la culminación, nunca definitiva, de una investigación como ésta. Se lo agradezco doblemente porque me consta que lo hicieron con auténtico sentido de la honestidad, no desde el rencor ni la revancha, sino desde la esperanza de reparar la ignominia cometida con sus seres más queridos haciendo con ello que pueda resplandecer en nuestro presente la verdadera dimensión de aquella lucha emprendida por la justicia social y la libertad.

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CAPÍTULO I

La II República y la Guerra Civil

1.1. Las fuerzas políticas y sociales: La llegada del nuevo régimen no se hizo esperar, desde que tres días antes, el 12 de abril, una gran mayoría de los marmolejeños se decantaban de forma mayoritaria por las fuerzas de la Conjunción Republicano-Socialista que desde el pacto de San Sebastián venían postulando la instauración de una República democrática que trajese al país mayores cotas de justicia e igualdad. La mañana del día 15, a hora todavía temprana, Francisco Urquía, secretario del Ayuntamiento, atendiendo el requerimiento del Gobernador Civil entregaba el gobierno municipal a los diez concejales socialistas electos en presencia del alcalde saliente Alfonso Sánchez que no había concurrido a los comicios. En España esta victoria de las fuerzas de centro-izquierda cogía por sorpresa a los miembros del gabinete Aznar, último gobierno de la monarquía, que sin tiempo para reaccionar, y una vez se iban conociendo los resultados de las urnas en las distintas provincias del estado, veía como las calles de las grandes ciudades eran invadidas por gentes de todo tipo entusiasmadas por el éxito de la Conjunción Republicana. En la mañana del 13 de abril,"era vano tergiversar los resultados; la inmensa mayoría del 66,9% del censo electoral c¡ue acudió a las urnas se pronunciaba por la República votando las candidaturas republicano-socialistas. A partir de aquí los acontecimientos se precipitaron: a las cinco de la tarde del día siguiente la República se proclamaba en Valencia, Sevilla, Zaragoza, San Sebastián, La Coruña, Salamanca, Huesca, etc. Los representantes de la coalición republicano-socialista, iban entrando en los gobiernos civiles; los gobernadores militares no ofrecían resistencia. El último gobierno de la monarquía reunido en el Palacio Real estuvo decidido, por momentos, a resistir por el recurso a la fuerza, pero el monarca Alfonso XIII, optaba por preparar su salida del país así como la de la reina y las infantas. Casi simultáneamente los nuevos ministros del gobierno provisional fueron en una caravana hasta la sede de Gobernación, en la Puerta del Sol madrileña y allí estuvieron reunidos hasta altas horas de la madrugada preparando las primeras normas de funcionamiento del propio gobierno y del régimen naciente" (V. Para el humilde panadero Andrés Rodríguez la nueva situación no dejaba de ser, no por deseada, menos novedosa y apasionante. Desde hacía una década los socialistas marmolejeños habían perseguido el sueño de dirigir los destinos de la villa para desarrollar sus programas y sus ideas de justicia social, y ahora de verdad se les presentaba una ocasión histórica. Fue a él, en calidad de candidato número uno por la conjunción, y a sus nueve compañeros de partido a quienes Alfonso Sánchez entregaba "todas las insignias de mando y todos los demás documentos de la alcaldía

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así como también los fondos existentes" según quedó reflejado en la sesión plenaria extraordinaria de aquel día. Una hora y media más tarde se daba por realizado el traspaso de poderes con el deseo expresado por todos y recogido por el secretario de que "la República naciente sea próspera y venga a redimir a España y convertir a nuestra unida patria en pueblo que marche a la cabeza de la civilización". El resultado reflejado por las urnas el día 12 parecía meritorio si tenemos en cuenta el contexto rural en que se producía, donde aún pervivían los viejos mecanismos caciquiles de presión y extorsión para el control del voto, y que no existió, como en las grandes ciudades, una auténtica conjunción de partidos republicanos de corte pequeño-burgués e ideologías de centro-izquierda, sino que el Partido Socialista atrajo los votos de parte de los pequeños propietarios agrícolas y comerciantes. Podríamos por tanto deducir de esta circunstancia el éxito del PSOE en la tarea de ilusionar con su proyecto a amplios sectores de población, incluidas las clases medias, y asumiendo en solitario el papel asignado a los partidos del centro radical en los grandes núcleos de población. Por su parte los representantes de los antiguos partidos dinásticos y de la extinta Unión Patriótica Nacional, agrupados ahora en una nueva formación política, la Unión Monárquica Nacional, impulsada por algunos políticos de la dictadura, entre ellos Rafael Benjumea, conde de Guadalhorce, concurrieron a las elecciones, con el nombre genérico de "monárquicos", liderados por el médico Julio Vizcaíno Perales. A la derecha local no le había dado tiempo apenas a transformarse para aparecer, al menos, con la etiqueta de republicana, bien por falta de convicción o, sencillamente, porque la evolución de los acontecimientos les había cogido, como a media España, por sorpresa. Ciertamente era la primera vez que de unas elecciones municipales se derivaba no solamente un cambio de gobierno sino además un cambio de régimen en toda regla. Ese esfuerzo de adaptación de la derecha local al nuevo régimen tocaría realizarlo a nuevos rostros vinculados con los negocios urbanos, aunque la derecha de siempre, los medianos y grandes propietarios de tierras; es decir los conservadores de antaño, permanecían en segundo plano mediatizando y controlando en todo momento las decisiones más importantes que irradiaron desde el Centro Republicano, órgano donde convergieron, en un primer momento, casi todos los partidos del centro-derecha. A medida que pasaba el tiempo se hizo más evidente que su régimen ideal no era la República Social de Trabajadores preconizada en la carta magna aprobada meses después (2). La candidatura socialista encabezada por Andrés Rodríguez Gómez obtuvo 777 votos frente a los monárquicos que obtuvieron 509. La votación se había desarrollado sin incidentes de importancia, y los resultados fueron asumidos por la derecha que no recurrió la elección, como si sucedió en otros municipios de la provincia. El historiador Francisco Moreno Gómez, al que seguiremos citando a lo largo de este estudio, en relación a la provincia de Córdoba desvela que estos

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comicios del doce de abril se repitieron en 37 pueblos debido a las reclamaciones producidas en aquellas poblaciones donde los monárquicos habían triunfado (3). No fue por tanto éste el caso de Marmolejo donde el éxito electoral resultó sobrado para la izquierda a pesar de que no habían podido votar las mujeres ni los/as jóvenes menores de 25 años. Una vez conocidos los datos del día doce, el Gobernador Civil de la provincia en telegrama enviado al todavía alcalde Alfonso Sánchez le instaba a hacer la entrega del gobierno local a la comisión formada por concejales republicanos y socialistas y "encargando a dicha comisión dicte las oportunas ordenes para mantener a todo trance el orden público y garantizar el respeto a las personas y la propiedad, requiriendo si fuera preciso el auxilio del Comandante del Puesto de la Guardia Civil". Realmente no fue necesario tal extremo pues todo transcurrió en perfecto orden y sin incidentes a destacar entre la población. Una calculada mesura se impuso, en cierta medida recomendada a las bases obreras por los máximos responsables del Centro Instructivo. Curiosamente para dirigentes tan veteranos como Antonio García "Maqueano", el recuerdo de esos días quedaría vinculado a otra efemérides de índole familiar: el nacimiento de su hija María, la menor, a la que no esperaba encontrar al llegar a casa tras las celebraciones del día catorce. El día diecisiete el secretario Francisco Urquía, un hombre que había dado prueba de poseer cierta cultura democrática y talante liberal, convocaba a todos los concejales electos a una sesión extraordinaria para el 18 que se celebró a la caída de la tarde. Había existido un empate para la elección de la presidencia interina entre Andrés Rodríguez y Manuel Flores, pero la mayor edad de aquel hizo que hubiese de presidir la histórica sesión, y no sería tampoco la última puesto que por imanimidad de los trece concejales resultó elegido alcalde. Los concejales monárquicos, por tanto, antes que abstenerse o votar a su candidato optaron por dar su voto de confianza a una izquierda de tradición democrática y dialogante y con la que no habían tenido grandes dificultades para entenderse desde los tiempos en que Gaspar Casas, Antonio García y el propio Andrés Rodríguez constituían la "minoría obrera" en los ayuntamientos de 1920 a 1923. No era por consiguiente Andrés un neófito en la política local y su talante democrático y su profesión de comerciante y panadero, bien relacionado con la gente del pueblo, así como cierta solvencia económica ganada a pulso con su trabajo, hicieron de él un gestor querido y respetado. Por la conjunción monárquica el médico Julio Vizcaíno, también con rodaje en la política local desde la etapa de Primo de Rivera, demostraba estar a la altura que la situación exigía, y planteó desde el principio buena disposición al entendimiento y colaboración en la resolución de los problemas que acuciaban a la población, pero la falta de acuerdo surgiría pronto al aflorar grandes divergencias en la idea de como resolver las carencias estructurales, origen de tantas desigualdades sociales, motivo por el cual acabó abriéndose un abismo infranqueable en las relaciones entre la izquierda y la derecha.

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Este primer ayuntamiento republicano quedó constituido integramente por diez de los catorce componentes de la candidatura presentada por el Partido Socialista (y no en coalición con otras fuerzas republicanas) a la sazón Andrés Rodríguez como alcalde, Ignacio Expósito (4), Antonio García "Maqueano" y Manuel González Lozano, como primer, segundo, y tercer tenientes de alcalde respectivamente. El cargo de concejal sindico lo ocupó Manuel Flores Vallejo y el resto de concejalías: Antonio Molina Torralbo, Francisco Vallejo Casas, Francisco Martínez Velasco y Andrés Velasco Rivillas. Los elegidos por la candidatura monárquica fueron, además de Vizcaíno, el propietario Juan Alcalá Venceslada y los comerciantes, Francisco González García y José Solís Padilla. Salvo el primero, los tres restantes eran caras novedosas en el ejercicio de la política local y la verdad es que podemos convenir que su corta etapa en la gestión municipal tuvo un sentido meramente testimonial, posiblemente por compromiso de fidelidad con Vizcaíno, y muy pronto dimitieron de sus puestos. El papel de los cuatro ediles resultó ser de mera transición para dejar paso a otros rostros, otras personas, que vendrían a tomar el relevo en el ámbito de la nueva derecha. Por eso, aunque se presentaban bajo la bandera del monarquismo no dejaban de ser herederos de la vieja política y en realidad representaban a las distintas sensibilidades políticas e ideológicas del régimen fenecido. Sociológicamente las personas de derechas se situaban en una franja que iba desde los pequeños propietarios olivareros y hortelanos, pequeños y medianos comerciantes, hasta los conocidos como "señoritos" que eran los medianos y grandes propietarios con patrimonio olivarero y cerealístico. Les gustaban hacerse llamar "personas de orden" y asociaban el concepto de "integridad moral" al respeto por una serie de principios de raíces católicas, así como al cumplimiento del precepto religioso. Fueron las personas de la derecha las que habitualmente presidieron las cofradías o asistieron al sacerdote en los acontecimientos religiosos más importantes de la villa, siguiendo, en muchos casos, al pie de la letra las homilías dominicales por lo que acabaron manteniendo una postura militante contra las nuevas doctrinas sociales inspiradas en el marxismo, el krausismo e incluso en el liberalismo más avanzado. Eran totalmente opuestos a estas nuevas corrientes liberadoras del hombre y acabarían anatemizando a cuantos decidían mejorar la realidad existente, o simplemente realizar su propia vida, fuera del poder tutelador de la institución eclesiástica y de los preceptos religiosos. A la vieja derecha monárquica local, la veremos como en fase de repliegue, escasamente cohesionada, sin un liderazgo claro para la nueva etapa, y totalmente desorientada. Su reciclaje al nuevo régimen se realizaría de forma lenta y su acción política municipal resultó estar carente de un proyecto alternativo en estos primeros meses de República. Recogiendo la frase hecha famosa aquella jornada, diríamos que del mismo modo que aquel 15 de abril el país amanecía republicano, la antigua derecha monárquica de toda la vida se vió obligada a convertirse en republicana, pero con un problema añadido: y es que la gran mayoría de sus miembros acogieron el

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nuevo régimen democrático con actitud recelosa y absoluta falta de entusiasmo, por lo que, tarde o temprano, buscaron la defensa de sus intereses económicos fuera de los cauces democráticos. Para los dirigentes obreros esta nueva derecha reconvertida a republicana no dejaban de ser "los mismos perros pero con diferentes collares", de ahí su escepticismo respecto a sus intenciones futuras. De los cuatro concejales monárquicos salidos de las urnas de abril, Juan Venceslada solo compareció en las sesiones iniciales tras la constitución del Ayuntamiento; Julio Vizcaíno dimitía para dedicarse de pleno a la medicina en octubre y dos meses más tarde (en diciembre) lo hacían también, los dos comerciantes José Solís y Francisco González sin haber concurrido apenas por el salón de plenos. Una nueva generación, hasta ahora en la segunda fila de la política local, muy vinculada a los oficios urbanos y a la pequeña empresa local, iba a tomar el relevo. Pero esos primeros movimientos de adaptación de esta derecha local no se iban a producir hasta el mes de mayo, previo a las primeras elecciones constituyentes que tendrían lugar el 28 de junio, momento en que se constituyeron representaciones locales de los diferentes partidos de la derecha y centro-derecha nacional, abarcando desde el republicanismo más conservador hasta el más condescendiente con algunos de los postulados políticos y sociales de la izquierda obrera. Las primeras elecciones a Cortes Constituyentes volvieron a dar en Marmolejo un resultado satisfactorio para los partidos del centro-izquierda integrados en la Conjunción Republicano-Socialista (5) con 1207 votos frente a los candidatos de la Derecha Liberal Republicana de Niceto Alcalá Zamora que hubieron de conformarse con 237 votos. Tampoco salieron bien parados el resto de candidatos de la derecha de Acción Nacional y los Agrarios, con votaciones exiguas o meramente testimoniales. A destacar, sin embargo el filósofo José Ortega y Gasset que presentándose a diputado por la "Agrupación al Servicio de la República" (integrada en la Conjunción), obtuvo en Marmolejo un destacadísimo apoyo. La consolidación de las nuevas organizaciones del centro-derecha se iba a desarrollar a lo largo del primer trienio de gobierno municipal socialista (19311933). Por estas fechas se constituyó el conocido Centro Republicano de Marmolejo de la calle San Antonio n° 8 (junto al desaparecido cine "Juanibel" en la antigua casa de "Carabina") donde se aglutinaron en obligada sintonía los diferentes partidos del centro-derecha republicano que a nivel nacional habían formado parte de la Conjunción Republicana, para coadyuvar al triunfo de la República. El Partido Derecha Liberal Republicana (DLR), liderado a nivel nacional por el cordobés Niceto Alcalá Zamora, a la sazón Presidente del Gobierno Provisional salido el mismo 14 de abril, y el Partido Republicano Conservador, de Miguel Maura, que no formaron parte en dicha conjunción, sin embargo, a nivel local, compartían sede con el Partido Republicano Radical (PRR) de Alejandro Lerroux y con el Partido Republicano Radical-Socialista (PRRS) de Marcelino Domingo, ambos de derecha y centro-derecha respectivamente.(6) Este último tuvo sede social diferenciada en la

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calle Palacio Valdés, a partir de agosto, siendo su presidente Juan José Martínez y su secretario Francisco Jiménez. Posiblemente los radicales-socialistas marmolejeños compartieron también, en los primeros meses de 1931, la sede de la calle San Antonio rebautizada como "la ratonera" por los elementos más conspicuos de la izquierda obrera, en alusión a la multiplicidad de organizaciones de la derecha que allí confluían. El "reciclaje" de los elementos del viejo régimen al nuevo se comienza a percibir a nivel de personalidades que ya habían sido claros referentes en el anterior régimen: es el caso de Pedro Perales Yedrá, hijo del industrial "Periquito Semana", y concejal en la etapa primoriverista, que aparece a la altura de agosto presidiendo la sociedad "Concentración Republicana" cuyo reglamento fue presentado en el Gobierno Civil en los primeros días del mes de junio. Perales cedería el cargo en 1934 a Alfonso Sánchez Solís, alcalde en la etapa de la dictadura, elegido para entonces presidente del Centro Republicano junto a su cuñado Claudio Rostaing en el cargo de secretario. Por su parte Carlos Sánchez, hermano de Alfonso, empieza también a configurarse como el líder de la derecha republicana local alcanzando la presidencia del comité local del Partido Republicano Radical: se trataba de un relevo obligado pues la nueva etapa exigía en la primera línea nuevos rostros no asociados con el pasado si se quería hacer más creíble la deseada renovación. En general podemos afirmar que se produce el ascenso al poder político municipal de una clase de comerciantes que habían prosperado al socaire del tirón del Balneario. No es casualidad que dos de los cuatro concejales monárquicos del primer ayuntamiento republicano fueran comerciantes y que los personajes de mayor responsabilidad en los partidos del Centro Republicano eran igualmente comerciantes e industriales hoteleros. Vinculado al comercio de granos, semillas y abacería, Carlos Sánchez, fue el concejal que más tiempo ocupó el cargo de alcalde en el bienio de derechas (1934-1936). A diferencia de su hermano, a quién le tocó gobernar durante los "felices veinte", tuvo que lidiar desde esa responsabilidad, momentos de intenso dramatismo en la memoria de todos los marmolejeños, como fueron las jomadas de huelga general declaradas a lo largo de 1934. Concretamente la del 6 de octubre, sofocada con una brutal e indiscriminada represión ejercida contra los trabajadores afiliados a la UGT, le valdría ganarse una imagen de hombre duro y autoritario entre las organizaciones de la izquierda local inclusive entre los partidos del centro republicano, como Izquierda Republicana y Unión Republicana, que acabaron por hacer causa común con los socialistas. Esos signos de endurecimiento en las formas de actuar de la derecha local, sobre todo de sus miembros más vinculados al sector servicios y al comercio, se atisban ya desde el inicio de la etapa republicana. Y es que la gallina de los huevos de oro que representaba el Balneario para la economía marmolejeña, seguía produciendo, cada año, pingues beneficios a los que nadie, y menos el pequeño empresariado local,

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iba a renunciar. Por tanto ¿hasta que punto endurecieron sus planteamientos y sus estrategias políticas, a medida que las reivindicaciones sociales fueron aflorando, para no alterar la imagen apacible de una villa Balneario con fama nacional?. Sin lugar a dudas el autoritarismo desatado durante el periodo de gobierno municipal de derechas, inaugurado con un soberbio e ilegal golpe de mano a la corporación socialista, a la que se le destituyó, parece tener relación directa con la necesidad de defender ese status económico, ciertamente privilegiado, fraguado desde tiempos de León y Llerena y que ahora se temía perder si el clima social se enrarecía más de lo aconsejable. También los propietarios agrícolas y los hortelanos, sectores políticamente de adscripción liberal años atrás, recularon a posiciones más conservadoras temerosos del espíritu igualitarista consustancial a las reivindicaciones de signo proletario, a las que se les temía desde la experiencia revolucionaria rusa. Por su parte las organizaciones obreras, muy concienciadas y fortalecidas, habían asumido que ya no podían dejar pasar por más tiempo la oportunidad de defender sus peticiones planteadas a los sucesivos gobiernos de la monarquía. A fin de cuentas se trataba de una lucha de intereses por el reparto de unos bienes materiales hasta ahora en manos de escasos privilegiados desde los tiempos de la desamortizaciones de tierras llevadas a cabo por la burguesía liberal en el XIX. La prometida reforma agraria no podría hacerse esperar por más tiempo pues en ella habían fijado todas sus esperanzas de progreso económico y social. En Marmolejo, a diferencia de otros pueblos, el Balneario atenuaba con su actividad los efectos perniciosos de las largas estaciones de paro obligado entre los meses de julio a octubre sin embargo este recurso no era del todo suficiente: un mal año de aceitunas o de cereales, volvía a colocar a muchas familias en situaciones de máximo desamparo. Por eso los jornaleros habían aprendido a no esperar más tiempo que los años de "vacas gordas" remediaran, sus maltrechas economías. Se trataba pues de buscar soluciones definitivas y para ello deberían de exigir grandes reformas estructurales a los gobernantes de Madrid. Los periodos de crisis extremas acabaron por generar comportamientos de solidaridad entre los jornaleros que, llegado el momento, serían bien canalizados por los dirigentes del CIO a la hora de impulsar las acciones reivindicativas más importantes de estos años. Además, como ya se ha dicho, la clase obrera afiliada al CIO desde 1918, contó con la ayuda de preclaros dirigentes socialistas de la generación de Pablo Iglesias, entre ellos el maestro de escuela José Lorite (7), que les habían mostrado con sus enseñanzas racionalistas dónde radicaban los orígenes históricos de tanta desigualdad y los métodos más adecuados para corregirla. En definitiva era una escuela de espíritu laico pensada para dotar a los futuros jornaleros del campo y a la clase obrera en general, de instrumentos de dignificación y de liberación. A partir, sobre todo de 1934, tras el triunfo del centro-derecha a nivel nacional, cada grupo social, atrincherado en sus posiciones, impedían la creación de vías de diálogo y las relaciones entre derecha e izquierda, (propietarios y jornaleros)

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quedaron muy dañadas con unas consecuencias dramáticas para el buen clima social y el entendimiento entre los diferentes sectores productivos de la población. Se impondría la alianza de intereses entre la derecha propietaria, opuesta a conceder excesivas prebendas a las organizaciones de clase, y los pequeños comerciantes, temerosos de que las reivindicaciones jornaleras acabasen espantando a la numerosa colonia de aguanosos que verano tras verano dejaba suculentos dividendos. Hecho este necesario inciso, he de añadir que completaron el elenco de organizaciones de la derecha, otras asociaciones de carácter corporativo y de ideología monárquico-conservadora que congregaron a un nutrido número de grandes y medianos propietarios agrícolas, seducidos por ciertas ideas interclasistas de base católica y por los movimientos de corte fascista europeos. Éstos aparecían agrupados en la denominada "Asociación de Labradores", constituida en septiembre de 1931 y cuyos referentes políticos fueron, en un primer momento, organizaciones de la derecha católica como Acción Popular de Gil Robles, reconvertida más tarde en la CEDA, así como el Partido Agrario. La Asociación de Labradores con sede social en la calle León y Llerena, n° 5 (Suárez), y a partir de 1933 cohabitando en el "Centro Republicano" de la calle San Antonio, tuvo al frente a Julio Vizcaíno. Era un sindicato de patronos y por momentos compartió objetivos con la Asociación de Obreros Agrícolas de Marmolejo en donde se refugiaron desde 1935, los obreros de "derechas" llamados de forma despectiva por los afiliados del Centro Instructivo Obrero como "ratones" y de la "cáscara amarga". Pero sobre todo fue el sector de los pequeños propietarios (incluidos los hortelanos) quienes constituirán el grueso de sus filas. Hay que decir que aparecieron cada vez más identificados con los postulados políticos de la derecha más conservadora, y aunque sus recursos patrimoniales, basados en la propiedad de la tierra, no siempre eran holgados, sin embargo adoptaron unos modos y maneras de vivir claramente diferenciados de la clase jornalera, solidarizándose finalmente con los intereses de la gran patronal agrícola andaluza cuyas organizaciones políticas (PR y CEDA) apoyarían de manera entusiasta. El afán, a veces obsesivo, de los pequeños propietarios, por negar la evidencia de su origen humilde (pues muchos habían accedido a la propiedad a base de trabajo y de ahorro) haciéndose pasar por personas de orden y de "posibles", les hizo ganarse el apelativo despectivo de "gentes de media capa". En general la derecha local aunque al principio aceptó el juego democrático agrupada en torno al mencionado Centro Republicano con sus cuatro partidos básicos:

Derecha

Liberal

Republicana

Acción

Popular,

Partido

Republicano

Radical y Partido Republicano Radical-Socialista, ejercería durante el bienio de centro-derecha (1933 a 1936), como más tarde tendremos ocasión de analizar, prácticas de gobierno autoritarias y lejanas de los modos y maneras democráticas. Su propio "asalto" al control de los ayuntamientos en marzo de 1934, mediante prácticas caciquiles propias de etapas anteriores, confirmaron los malos presagios de muchos intelectuales de la izquierda, inclusive de sectores de la pequeña burguesía,

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a cerca de las dudosas convicciones republicanas de la derecha nacional como años después los hechos se encargaron de certificar. Ello propiciaría inmediatamente, (hacia el verano de 1934) divisiones en el seno del partido Radical con el surgimiento del grupo liderado por Diego Martínez Barrio que optó por fundar el partido de Unión Republicana (partido de clases medias) en el que llegó a destacar en nuestra localidad José Gutiérrez Alcalá discípulo incondicional del político sevillano con el que había mantenido relaciones de íntima amistad desde los años en que Martínez Barrio frecuentaba Marmolejo para tomar las aguas (9). La amistad entre ambos hizo que una vez nombrado Presidente de las Cortes, en abril de 1936, Martínez Barrio viajara expresamente a San Fernando (Cádiz), donde se encontraba José haciendo la milicia en la marina, para requerir sus servicios y llevarlo a Madrid en calidad de secretario particular. Martínez Barrio había nacido en Sevilla en 1883; era tipógrafo y periodista y en el primer gobierno de la República fue nombrado Ministro de Comunicaciones y sucesivamente ostentaría varios ministerios. Ocupó interinamente el cargo de Presidente de la República en 1936 dada su condición de Presidente de las Cortes a partir de abril de 1936. Su partido, Unión Republicana, tuvo intensa actividad política en nuestra localidad durante toda la guerra llegando a contar con un nutrido grupo de afiliados y con la gestión de una colectividad agrícola. Desde el ámbito de este republicanismo de centro-izquierda, comprometido con la idea de una república progresista, ya se movía también José Barragán Perales, que desde las filas del Partido Socialista, o quizás en coalición con él, había ocupado en 1930 puesto de concejal en los últimos ayuntamientos de la monarquía. En 1933 aparecía, sin embargo, abiertamente alineado con las tesis de Manuel Azaña y en 1936 lideró junto a José Martínez Lozano, el partido Izquierda Republicana surgido de la fusión entre Acción Republicana de Azaña, el Partido Radical-Socialista de Marcelino Domingo y la ORGA (Organización Republicana Gallega Autónoma) de Casares Quiroga. Ambos ocuparon también cargos de concejales en el Consejo Municipal constituido en agosto de 1937. Barragán mantuvo hasta el final de la guerra un compromiso claro con la idea de una República avanzada que pudiese mejorar realmente las condiciones precarias en que vivía la clase trabajadora. Su crítica valiente y libre contra la actuación del Partido Radical y contra la gestión del equipo de gobierno presidido por Carlos Sánchez le granjearon ciertas antipatías y animadversión entre la derecha local. En relación a la izquierda obrera, los concejales socialistas electos procedían en su mayoría de la escuela de Gaspar Casas, jornalero agrícola, de familia de jornaleros, fallecido en 1930, que junto a José Lorite Castor, sería uno de los principales impulsores del credo socialista en la localidad. A la altura de 1918 estos primeros socialistas marmolejeños se constituyeron como organización obrera bajo una nomenclatura de claras raíces republicanas: "Centro Instructivo Obrero". Este tipo de sociedades obreras proliferaron en toda la campiña cordobesa desde 1910 y 1911, vinculadas como nos cuenta el bujalanceño Díaz del Moral, a los éxitos

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de la coalición Republicano-Socialista en las elecciones generales de 1910 y en las municipales de 1911, dando pie a la creación de "innumerables entidades republicanas en multitud de pueblos; pero a diferencia de otras veces, casi todas se barnizaban con matices proletarios, casi todas añadían a su nombre tradicional el de obreras o socialistas. Sus elementos integrantes seguían siendo los de siempre: hombres de profesiones liberales, pequeños propietarios y arrendatarios, obreros industriales y artesanos; más en aquella época los trabajadores del campo acudieron a nutrir sus filas en mayor número que otras veces" (10) No es por tanto descabellado apuntar a elementos de antigua vinculación a los partidos de carácter republicano quienes finalmente acabarán evolucionando hacia el socialismo democrático. Aunque la tesis contraria también podría ser válida, es decir: personas de convicciones socialistas pertenecientes, desde principios de siglo, al Partido Socialista que al no tener candidaturas a quienes votar, optaron por hacerlo a los candidatos de los partidos republicanos. Ello explicaría que los 57 marmolejeños que votaron a los candidatos republicanos en las elecciones de septiembre de 1905, volvieran a hacerlo en número similar, en las de 1910, dándole su apoyo en las urnas a Pablo Iglesias y al republicano Fernández del Pozo integrados ambos en una coalición de corte Republicano-Socialista. Definitivamente el impulso del maestro de instrucción primaria José Lorite debió de ser decisivo en la legalización y fundación del Centro Instructivo de la calle Maestro con la presentación de sus estatutos ante el Gobierno Civil. Antes, en octubre de 1910, Lorite había fundado La Casa del Pueblo en la localidad albaceteña de Almansa en donde ejercía la docencia y resultaba elegido primer concejal socialista de la historia de dicha localidad a finales de 1909, cargo del que fue cesado en 1912 por orden gubernativa. Tras su paso por Marmolejo, se convirtió en uno de los líderes más importantes del socialismo jiennense ocupando cargo de secretario de la ejecutiva de la emblemática Agrupación Socialista de Linares, ciudad en donde moría en marzo de 1927 con el reconocimiento de todos los sectores políticos y sociales. Entre los objetivos de aquel Centro Instructivo Obrero (en adelante CIO) destacamos la aspiración a reunir en su seno a todos los obreros de ambos sexos (intelectuales y manuales) que formasen o aspirasen a formar parte de sociedades legalmente constituidas e interesadas en mejorar, tanto el estado moral y material de sus afiliados y de sus familias, como las condiciones de trabajo de los mismos, por medio de la resistencia, el socorro mutuo ante la enfermedad, la cooperación socialista de consumo, la enseñanza laica y la acción política de clase. En segundo lugar, procuraría la creación de nuevas asociaciones mediante el asesoramiento a los compañeros que lo solicitasen. Finalmente, practicaría el principio de solidaridad entre las organizaciones de dentro y fuera de la localidad, manteniendo estrechas relaciones y lazos federativos con todas las entidades nacionales o internacionales de fines similares. El testimonio oral que tuve ocasión de escuchar en 1988, de boca de Antonio García Vergara, hijo de Antonio García Martínez "Maqueano", habla de aquellos

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primeros momentos del Centro: "El Centro Instructivo se fundó en la Calle Maestro en la casa de Paraito" hacia el año 1918. En el Partido Socialista, según me contaba mi padre, eran ocho o diez los que se reunían con velas como si fuera algo muy secreto. Allí estaban Sebastián Lorite, también un tal Valentín que vivía en la calle Zapateros, un tal Francisco Pastor "Moreno" y su hijo Bartolomé Pastor. Por esos primeros años de discurrir del Centro, José Lorite Castor se juntaba mucho con mi padre y con Andrés Rodríguez. Lorite convenció a mucha gente del pueblo para que fueran a la escuela que fundó en la casa de la calle Maestro. Enseñaba allí el mensaje del socialismo y era el que explicaba a la gente el programa del Partido Socialista. No hemos de olvidar que la gente aquí en Marmolejo, estaba muy coaccionada por los caciques del pueblo, por lo que las reuniones tenían que ser sumamente muy secretas, además se hacían unas veces en unas casas y otras veces en otras. Se sentían perseguidos porque entonces en el pueblo decir que eras socialista era jugarse el trabajo, sobre todo los que dependían del trabajo que daban los caciques. Yo recuerdo como mi padre se guardaba de hablar delante de nosotros con mi madre de quienes eran los socialistas con los que se reunían". José Lorite vivió con su familia, en la antigua Casa del Pueblo en la calle Maestro. Allí impartió clases a los / as hijos / as de trabajadores afiliados de entre 5 a 6 años. Así lo refleja el testimonio de Miguel Barragán González, un viejo socialista que tuvo ocasión de asistir a esta escuela y de cuya personalidad le impacto su espíritu liberal y su elevada cultura, con unas prácticas pedagógicas muy avanzadas para su tiempo totalmente diferentes a las de la escuela pública que andaba todavía muy lastrada por el pensamiento único de inspiración católica. En su labor pedagógica también intervino una de sus hijas, la mayor, que estuvo encargada de atender la enseñanza de las niñas. Sea como fuere en el origen del Centro Instructivo indiscutiblemente habían tenido que intervenir influencias políticas de distinta índole, pero siempre dentro del campo de la izquierda. No es descartable que el propio líder Pablo Iglesias pasara algunas temporadas en nuestra villa pues es conocido que su esposa Amparo Meliá (asidua aguanosa) solía frecuentar la casa del socialista Antonio García con quien trabaría una sincera amistad. De esta circunstancia nos queda el testimonio de su hija María García Vergara quien recuerda que a su hermana la mayor, Encamación, le había regalado una medalla personal con el retrato del viejo líder como símbolo de agradecimiento. Junto a la personalidad de José Lorite, la de Antonio García resulta imprescindible si queremos entender la expansión y la consolidación del movimiento obrero socialista durante la etapa republicana. Para conocer al personaje nos puede resultar clarificadora la aportación realizada por su nieta Natividad Moreno García (11) en un estudio biográfico sobre su abuelo realizado para la Universidad Complutense de Madrid y que tituló "Me contaron e Indagué: Antonio García Martínez "Maqueano" 1890-1953":

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"A Antonio Garda Martínez, le tocó vivir aquel tiempo de la Restauración monárquica; de los intereses de la élite política dinástica; del brote de los movimientos obreros, de las injusticias sociales, enquistadas más aún si cabe que en el resto de España, en su Andalucía natal; de la miseria del pueblo; de los privilegios sin medida de los señoritos, de lo terrible de una guerra dvil, del terror de una dictadura fascista. Era un hombre de ideas profundamente democráticas y tolerante, defensor hasta las últimas consecuencias de la justicia social, dialogante con el amigo y el adversario, autodidacta sabedor de la importancia de la cultura y la educación, emprendedor, de fuerte carácter a la vez que buen humor. Hombre que se agarraba con fuerza a la vida, defendía el derecho de todo hombre a vivirla dignamente, entregó su vida para defender estos principios y valores de los que hizo su credo, su religión. Nadó en 1890 en el pueblo jiennense de Andújar. Se traslada con sus padres y dos hermanas a Marmolejo... Será aquí donde entre en contacto con el mundo de la Iglesia ejerciendo fundones de monaguillo hasta la edad de 14 años, cuando una pelea entre párrocos de la iglesia por la recaudación del cepillo hace recapacitar a Antonio sobre esos hechos. Abandona la tarea de monaguillo y aprende el oficio de zapatero. A los 22 años se enamoró profundamente de María Josefa Vergara Perales, que contaba por entonces 17 años; hija mayor de una familia de 9 hermanos, cuyos padres se dedicaban a la huerta y el comercio, lo que permitía a María disfrutar de una vida de comodidades y bastante desahogada. No obstante, no dudó en dejarlo todo por Antonio. Este acto llevó a que María fuera desheredada por su familia. Transcurrido el tiempo, Antonio y María contrajeron matrimonio por la Iglesia. Alquilaron una casa del pueblo donde él ejercía el oficio de zapatero y María le ayudaba en ello. Fruto de ese matrimonio nacieron 16 hijos de los que tan solo llegaron a mayores nueve de ellos (la mayoría fallecieron a causa de tosferina y enfermedades infantiles sin llegar a superar los dos años). El negocio fue creciendo. Según testimonio de su hija María García Vergara "Mi padre se levantaba a las cinco de la mañana, trabajaba todo el día y una vez terminada su jornada en la zapatería, llevaba el calzado a los pueblos de los alrededores para venderlo, atravesando la Sierra de Cazorla, en verano o en invierno, expuesto al ataque de los lobos que merodeaban esas sierras; pero muchas eran las veces en que regresaba sin dinero, pues al ver tanta miseria entre obreros, campesinos, niños...era incapaz no solo de cobrarles en dinero, si no que tampoco aceptaba el pago en espede que algunos apuradamente tenían la voluntad de hacer, pues sabía que ese pago podía suponer el sustento familiar de un día. Su afán por obtener más ingresos que le permitieran sacar en condiciones a su familia adelante, le llevan a estudiar solfeo; más tarde obtiene la licencia de vehículos de transporte para uso público, una camioneta para trasladar mercancías entre pueblos de la provincia; lo que le permitió a su vez instalar en su casa (ya en propiedad y de grandes dimensiones en la calle Maestro) una frutería y puesto en el Mercado de Frutas. En la zapatería llega a tener en tomo a 10 obreros a su cargo, obreros que abandonaban sus trabajos con los ricos del pueblo para trabajar con él. Antonio compartía el trabajo con sus obreros, no escatimaba en salarios, cuando llegaba la hora de pagar poma encima de la mesa una moneda de plata tras otra hasta que sus operarios le decían: "ya está bien Antonio, por favor, ya me has pagado tres veces más que lo que cobraba antes". A lo que él replicaba, no te estoy pagando más de lo que realmente es tu trabajo.... Hombre de ideas claras y grandes capacidades se introduce en el mundo de la política, no por necesidad de defenderse frente a los patronos y caciques, pues siempre fue autónomo en su trabajo, sino por las injusticias que ve en su entorno y no es capaz de soportar".

Antonio llegó a ser un activo militante a nivel provincial. Su hijo Antonio recuerda cómo viajaba por los pueblos de la provincia (Marios, Torredonjimeno, etc) para dar mítines en campaña electoral y cómo se lo llevaba de pequeño (con 8 o 10

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años) a la Casa del Pueblo, a recitar las poesías que se publicaban en el periódico "El Socialista" desde lo alto de una mesa" (12). El Centro Instructivo Obrero, ya en su nuevo emplazamiento de la calle Jesús, acogía en 1931 a la organización sindical hermana la UGT con sus sindicatos de rama, que en afiliados era bastante más mayoritaria que el Partido Socialista. El número de afiliados aproximado del CIO se cifraba en unos 300 a la altura de 1918 pero esta cantidad había ido aumentado día a día, pues la casa se quedaba pequeña cuando teman lugar convocatorias de carácter asambleario. Compartían también sede las Juventudes Socialistas que habían visto crecer su afiliación con jóvenes, en muchos casos aún adolescentes, con edades comprendidas entre los 14 a 18 años pero muy curtidos, para tan temprana edad, en los duros trabajos del campo y la albañilería. De uno de sus presidentes más recordados de la etapa republicana, el joven Bartolomé Pastor Garrido se decía que era un incansable lector de periódicos obreros a los afiliados analfabetos, y que concurría frecuentemente en defensa de la clase trabajadora local para realizar innumerables gestiones ante las autoridades provinciales utilizando como medio de transporte una bestia de labor. Dentro de la UGT ocupaba el primer puesto en número de afiliados la Federación de Trabajadores de la Tierra y le seguían a bastante distancia la Sociedades del Ramo de la Construcción el "1o de Mayo" liderada por Manuel Medina y Antonio Ruiz Cañuelo, dos hombres muy activos, de enorme influencia en el sector de los albañiles al que pertenecieron, igualmente, otros destacados dirigentes socialistas como Antonio Molina Torralbo. Este gremio de la albañilería, fue muy importante en una población donde continuamente se necesitaba demostrar cierta calidad en la construcción de los edificios, y un especial gusto en el diseño de las fachadas en aras de armonizar la belleza del casco urbano en su conjunto haciéndolo atractivo a la numerosa parroquia aguanosa, quien más pronto que tarde difundían a lo largo del país la notable mejoría experimentada en el urbanismo marmolejeño y las excelencias de una villa que mejoraba de presencia año tras año

(13)

Además se reparaban casi

todos los años los cortijos y las caserías para el acogimiento de los obreros durante las recolecciones, dado que este hecho acabó siendo una reivindicación constante de la UGT con la que los patronos, al menos en este tema, si que colaboraron de buen grado para no entrar en conflicto con la siempre vigilante Federación de la Tierra. La complicidad de intereses existente entre las dos federaciones más potentes del sindicato socialista resultaría beneficiosa para ambos colectivos, pues muchos jornaleros del campo encontraron empleo durante los veranos trabajando en el arreglo de las caserías en calidad de pinches o peones auxiliares, y a la inversa: los albañiles se encomendaron en las tareas de recolección de las aceitunas durante las etapas de invierno en que las obras se paralizaban. La construcción, por otro lado, de grandes edificios como el hotel Balneario a lo largo de 1923 a 1926, y de otras grandes viviendas particulares de cierta envergadura, como hoteles y fondas, propició el despertar de la consciencia de dase entre este sector de operarios todavía

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con cierta mentalidad gremialista. De las diferentes ramas sindicales, incluida la de hostelería que agrupaba a los trabajadores y trabajadoras empleados / as en los numerosos hoteles y fondas, la más activa debido a su peso en economía local, era la del campo. Desde 1930 apareció instituida como Federación de la Tierra y participó en el congreso fundacional celebrado en la Casa del Pueblo de Madrid, donde habían concurrido el día siete de abril, en calidad de delegados: Ignacio Expósito Villar, Juan Torralbo y Manuel Soriano, ejerciendo la representación de los aproximadamente 80 jornaleros afiliados a la naciente federación(14) Esta federación de jornaleros, se manifestó en el primer año de su fundación bastante activa, proliferando en el Centro Instructivo Obrero actos de contenido sindical y propagandístico en los que intervinieron conocidos socialistas provinciales como Anastasio de Gracia, Molina Conejero, Jerónimo Bugeda, Juan Lozano Ruiz, Enrique Esbrí Fernández, Tomás Álvarez Angulo, José Castro Taboada, y Felipe García, según los informes que trascendieron al documento "Memoria" del segundo congreso enviados por el propio Centro Instructivo Obrero Marmolejeño (15) A lo largo de toda la República, la Federación de la Tierra estuvo muy combativa contra los abusos de los patronos en el campo, velando por el cumplimiento de los derechos recogidos en la legislación laboral y en los convenios de sector (como más adelante tendremos ocasión de analizar), utilizando muy a menudo el recurso de la demanda contra aquellos que incumplían las normas laborales ante los Jurados Mixtos de Trabajo Rural. Pero si existía una entidad de importancia que aunaba a las organizaciones socialistas ésta era el Centro Instructivo Obrero. Podemos afirmar que las decisiones de su órgano de dirección solían tener gran trascendencia, en el sentido de marcar directrices ideológicas, y de signo reivindicativo, sobre las ejecutivas del resto de organizaciones socialistas que en el mismo convergían, tales como el Partido Socialista, la Unión General de Trabajadores y las Juventudes Socialistas. Por este motivo la persona que ostentaba la presidencia del CIO, o Casa del Pueblo, como también se le empezó a llamar, desde 1933, se elegía de entre los de más veteranía e influencia y con cierta trayectoria acreditada en la lucha sindical. No en vano la UGT era la organización mayoritaria, en número de afiliados, de todas las que confluían en el citado Centro. No podemos olvidamos de una cuestión importante para entender la vida interna de la familia socialista de estos años y las tensiones que aparecieron en su seno: y es que cada organismo pretendió conservar cierta autonomía de decisión y gestión, aunque los objetivos finales a lograr fueran similares o complementarios. Esta forma de entender la dinámica interna y las relaciones entre las organizaciones integrantes del CIO, explicarían que cuando el Partido Socialista alcanzó la gobernación del municipio se pretendiera que los compañeros afiliados en puestos de concejales fueran distintos, en la medida de lo posible, a los que quedaban ocupando puestos en las diferentes ejecutivas. Se buscaba, obviamente, garantizar mucho mejor la

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posibilidad de un control sobre la primera institución municipal evitando de paso el peligro de la acaparación de excesivo poder o que se perdiera de vista la idea del bien colectivo para el que habían sido elegidos. El espíritu crítico iba a proliferar por tanto mientras fuera posible esa separación de cargos, aunque ello supuso en algún momento, la aparición de enfrentamientos entre los partidarios del alcalde y quienes se alineaban con la dirección del Centro Instructivo Obrero, y no siempre por razones de peso, sino muy posiblemente de carácter meramente personal. En ese sentido los recelos entre los dirigentes de más personalidad, surgieron con innecesaria frecuencia. Solamente durante los meses finales de la guerra, la dualidad o separación de responsabilidades empezó a ser menos frecuente a medida que la continua marcha a los frentes iba mermando el número de efectivos de reserva para los cargos municipales y de las respectivas organizaciones del CIO. En igual proporción que ello ocurría fue tomando más fuerza la autoridad del alcalde o presidente del consejo municipal. De todos modos la afiliación a las tres organizaciones hermanas y la solidaridad entre sí, fue un principio por lo general bien arraigado en la militancia socialista, y si no se les imponía a los ugetistas afiliarse al partido, si que era obligatorio estatutariamente pertenecer a la UGT para los afiliados socialistas. Por su parte los afiliados a las Juventudes Socialistas lo eran también de la UGT. El tema del equilibrio de poder dentro del socialismo local parece que se resolvió adecuadamente mientras que Ignacio Expósito Villar ocupó el puesto de mayor representación del CIO, al tiempo que desempeñaba la primera tenencia de alcaldía. Con su presencia en el ayuntamiento se aseguró la voz de la potente Federación de Trabajadores de la Tierra en unos momentos en que era imprescindible considerar las innumerables reivindicaciones históricamente planteadas por el colectivo de jornaleros y pequeños agricultores, sector que había impulsado en toda nuestra región con especial ahinco el advenimiento de la 2a República. Por otro lado Ignacio era un hombre de espíritu dialogante por lo general bien aceptado entre los compañeros y con cierto carisma entre la ciudadanía, virtud que en 1936 le sería recompensada con el desempeño del gobierno municipal. Como se ha apuntado en el seno de la UGT se integraba también el potente sindicato de la construcción o de 'los albañiles" con el nombre de "Sociedad del Ramo de la Construcción "El 1o de Mayo" desde 1929 liderada por Manuel Medina y el veterano y respetado socialista Antonio Ruiz Cañuelo. Este sindicato ya había traído a Marmolejo a quien fuera alcalde de Madrid y Diputado a Cortes Manuel Cordero y un habitual en la dirección federal del partido. En sus filas militaba desde su juventud Antonio Molina Torralbo persona de máxima confianza de Ignacio Expósito hasta el final de la guerra. Un hito importante en la consolidación de esta rama sería la construcción del Gran Hotel Balneario, obra de envergadura para la época y excelente campo de prácticas para la acción sindical donde tuvieron que trabajar durante tres largos

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años gran cantidad de obreros bajo la dirección del andujareño, José Corbella Pené, afamado maestro de obras que ya había diseñado y ejecutado edificios de singular belleza en Andújar, así como cortijos y caserías, como "El Santo", en el pago del Charco Novillo de Montoro. El sindicato de la construcción reclamó, a lo largo de la República, mejoras laborales en el sector de los albañiles. En las Juventudes Socialistas, tercer pilar del Centro Instructivo, aparecían encuadrados un nutrido número de jóvenes entre los 15 a los 25 años atraídos por la idea de ayudar en la mejora de las condiciones de vida de su comunidad más cercana. Eran jóvenes madurados en el trabajo del campo incluso muchos de ellos en el cuido de piaras de cerdos en los andurriales de las caserías desde los 9 o 10 años, viviendo en condiciones de vida precarias, circunstancia que a temprana edad había contribuido a forjar una consciencia de clase oprimida y por tanto una visión de que las condiciones de vida podían y debían de mejorarse. Gran parte de estos jóvenes actuaron con un sentido de la generosidad hacia su comunidad difícil de igualar pues la defensa de sus ideales les llevaría a sufrir duras condenas en la cárcel desde edades tempranas. En la mayoría de los casos esta generación de jóvenes nacidos en la segunda década del siglo, pasaron los mejores años de su vida padeciendo la represión de los gobiernos de la derecha, ya sea en la República o en la postguerra, pudiéndose contar por décadas los años que vivieron entre barrotes para finalmente morir en el más absoluto abandono, en los campos de batalla, y cárceles franquistas o, en el mejor de los casos, desterrados de su propio pueblo, por cuyo futuro habían luchado, pero al que no se les permitiría regresar hasta la llegada de la democracia en 1976. Las líneas de conducta moral de muchos de estos jóvenes respondieron a las enseñanzas de los viejos socialistas basadas en principios de honestidad y solidaridad humana imbuidos, por momentos, de pinceladas próximas al krausismo, en donde la madre Naturaleza era percibida como la fuente adecuada donde debieran de inspirarse las actuaciones de los hombres. A partir de estos principios básicos se desarrollaron una serie de códigos de conducta, especie de modelos a seguir, que fueron transmitidos al resto del colectivo obrero afiliado al CIO a través de folletos y libritos como los que escribió el joven de la Juventud Socialista Unificada, Juan José Jurado Castro, donde se vislumbra también cierta seducción por el cristianismo primitivo muy lejano, a su entender, de lo que en esos momentos representaba el catolicismo oficial encamado por la jerarquía eclesiástica. En relación a la izquierda comunista he de apuntar que todavía en estos primeros años de la República el Partido Comunista no aparecía constituido como tal, si bien la influencia de la propaganda comunista no tardaría en calar en el seno de las Juventudes Socialistas dando lugar a que algunos jóvenes socialistas fundaran en 1936 la Asociación "Radio Comunista Partido" cuyo reglamento presentaron en los primeros días de septiembre ante el Gobierno Civil. Esta asociación contó con representación en el ayuntamiento durante la guerra, en las personas de Francisco Osuna Galiot, Francisco Rodríguez Peña, Sebastián Collado Roldán, José Gómez Ruiz

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"Chindo". Todos ellos pertenecieron a la UGT y a la Juventud Socialista Unificada, y además tuvieron una intensa trayectoria de lucha en el ámbito del Centro Instructivo Obrero, destacándose en la convocatoria de huelga del seis de octubre de 1934, por la que hubieron de sufrir prisión al menos los tres primeros. El Partido Comunista se alimentó en sus primeros años de un número indeterminado de jóvenes de la Juventud Socialista Unificada (JSU), sobre todo en los momentos centrales de la guerra, en un proceso que debió de tener su punto álgido con el intento de unificación del PSOE y del PCE en la provincia de Jaén (agosto de 1937) que dio lugar al Partido Socialista Unificado de Jaén, de corta vida pues la Ejecutiva Nacional del PSOE acabó cesando en sus cargos a los miembros de la ejecutiva de la Federación Provincial de Jaén, transfiriendo la dirección del partido en la provincia a la Agrupación de Linares. (16) De esos jóvenes de la JSU sabemos que un nutrido grupo mantuvo cierto compromiso ideológico con el comunismo durante la guerra, organizando la colectividad "Vicente Uribe" dependiente del PCE en la que destacó Manuel González Padilla y Juan Garrido Catalán. Muchos de ellos mantendrían su fidelidad al PCE durante la postguerra como tendremos ocasión de ver más adelante. Desde 1937 el PCE llegó a formar parte activa en el denominado Consejo Municipal a través de la Comisión Municipal de Abastecimientos. Otros jóvenes que habían militado en sus orígenes en el CIO, de la mano del propio Ignacio Expósito, acabaron seducidos por el comunismo adscribiéndose en la guerra voluntariamente a brigadas comandadas por destacados dirigentes comunistas (17).

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Notas: 1.1. Las fuerzas políticas y sociales (1) Tuñón de Lara, Manuel: "Historia de España, La crisis del Estado: Dictadura, República y Guerra (1923-1939)" Tomo 9, Editorial Labor, páginas 109 y 119. El primer gobierno provisional de la República formado el 15 de abril lo integraban: Presidente: Niceto Alcalá Zamora (Derecha Liberal Republicana); Estado, Alejandro Lerroux (Partido Radical Reformista); Gobernación, Miguel Maura (Derecha Liberal Republicana); Hacienda, Indalecio Prieto (PSOE); Justicia, Fernando de los Ríos (PSOE); Guerra, Manuel Azaña (Acción Republicana); Marina, S. Casares Quiroga (ORGA); Fomento, Alvaro de Albornoz (Partido Radical Republicano Socialista); Economía, Nicolás D'Olwer (Acción Republicana de Cataluña); Trabajo, Francisco Largo Caballero (PSOE); Instrucción Pública, Marcelino Domingo (Partido Radical Republicano Socialista); Comunicaciones, Diego Martínez Barrio (Partido Radical Republicano). (2) Según su artículo uno, España se constituía en "una república democrática de trabajadores de toda clase que se organiza en régimen de libertad y justicia", (3) Moreno Gómez, Francisco: "La República y la Guerra Civil en Córdoba". Editado por Excmo. Ayuntamiento de Córdoba en 1983. Tomo I, pág.. 44. (4) Aprovecho para rectificar un error aparecido en mi anterior libro "La villa de Marmolejo en el reinado de Alfonso XIII", para aclarar que Ignacio Expósito no sería alcalde hasta febrero de 1936. (5) Los resultados de Marmolejo salieron publicados en el Boletín Oficial de la Provincia de 30 de julio de 1931. Obtuvieron lucidas votaciones los candidatos del PSOE que iban en la Conjunción RepublicanoSocialista: Enrique Esbrí Fernández (catedrático), Alejandro Peris Caruana (abogado), Lucio Martínez Gil, José Morales Robles (periodista), Tomás Álvarez Angulo (periodista), Jerónimo Bugeda Muñoz (abogado), Juan Lozano Ruiz (ingeniero de caminos), Anastasio de Gracia (albañil), Andrés Domingo Martínez (agente comercial) y José Ortega y Gasset profesor de Filosofía, integrando la candidatura de la Conjunción en representación de la "Agrupación al Servicio de la República", organización política creada por él mismo y una serie de intelectuales de prestigio. Los partidos de la Conjunción Republicanosocialistas obtuvieron los siguientes resultados: Socialistas, 116 escaños; Radicales, 90; Radical-socialistas, 56; Esquerra de Cataluña, 36; Acción Republicana, 26; Agrupación al Servicio de la República, 16; ORGA, 15, etc. (6) Tanto Alcalá Zamora como Miguel Maura representaban un sector de la burguesía propietaria dispuesta a un cambio de régimen en sentido democrático. Por su parte el Partido Radical de Alejandro Lerroux, con cierta raigambre popular en el sur gracias a su lugarteniente Diego Martínez Barrio, era un partido de clases medias que aspiraba a una República conservadora. Finalmente el partido Radical-Socialista liderado por Marcelino Domingo estaba más escorado al centro derecha, ofreciendo una imagen de cierto jacobinismo pequeño-burgués en opinión de Tuñon de Lara. (7) José Lorite Castor fue un preclaro dirigente del socialismo jiennense, maestro de primaria, ya dió muestras de sus cualidades organizativas en Almansa (Albacete) en donde fue el impulsor de la fundación de la Casa del Pueblo, de la que fue su primer presidente, y se convirtió en primer concejal socialista en la historia de aquella localidad en diciembre de 1909. Años después hada 1918 lo vemos por Marmolejo impulsando la fundación del Centro Instructivo Obrero, así como manteniendo en la sede de la Casa del Pueblo una escuela de niños y niñas para los hijos de los trabajadores afiliados. Esta escuela impartió una enseñanza racionalista de carácter laico de contenidos humanistas y en defensa de la naturaleza. José Lorite murió en Linares el 3 de febrero de 1927, dudad a la que quedó vinculado en sus últimos y en donde difundió el socialismo por toda la cuenca minera. En relación a José Lorite me han sido de gran utilidad los trabajos del historiador almanseño Miguel-Juan Pereda Hernández, entre ellos "Sociedades obreras almanseñas fundadas entre 1891 y 1911", "La Casa del Pueblo de Almansa" y "Albores del asociacionismo obrero en Almansa. Centenario de la Agrupación Socialista". (8) También tuvo representación en Marmolejo el Partido Republicano Conservador de Miguel Maura, aunque este partido acabó integrándose en las filas de Derecha Liberal Republicana de Niceto Alcalá Zamora.

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951), MANUEL PERALES SOLÍS

(9) Tuñón de Lara, Manuel: Obra citada, página 176: "A primeros de mayo de 1934 la separación de Martínez Barrio y 19 parlamentarios condujo a la formación del partido Radical-Demócrata, que en septiembre al fundirse con una facción del partido Radical-Socialista, daría nacimiento a Unión Republicana. Nace pues a finales de septiembre de 1934, definiéndose como enemigo de todas las dictaduras; de derechas o socialistas". (10) Diaz del Moral, Juan: "Historia de las agitaciones campesinas andaluzas". Ed. Alianza Universidad, página 227. (11) Las aportaciones de Natividad Moreno Garda, nieta del socialista Antonio García Martínez, aparecen publicadas en un estudio inédito realizado para la Universidad Complutense de Madrid que la autora tituló "Me contaron e indagué: Antonio García Martínez "Maqueano" (1890-1953). Este estudio resulta muy clarificador para conocer los momentos más importantes de la vida de este socialista, cofundador del Partido Socialista y de la UGT en nuestra localidad. (12) Testimonio recogido a Antonio Garda Vergara (n. 1922-m.l995), hijo de Antonio Garda Martínez, Esta grabación se realizó aprovechando una de sus habituales visitas a Marmolejo, en el domicilio del también socialista local Francisco Lozano González hacia 1988. Los restos mortales de Antonio fueron trasladados al cementerio de Marmolejo donde reposan. (13) Isidoro de La Cierva y Peñafiel: "De Murcia a Marmolejo: Rápidas impresiones de viaje, mayo y junio de 1925". Pequeño librito editado en Murcia en la imprenta "El Tiempo". En esta obra a la que he tenido acceso gracias a la amabilidad de Antonio Rostaing Lozano (hijo de Claudio Rostaing Pinillos) uno de cuyos ejemplares conserva dedicado por el autor, este notario murciano escribía las siguientes impresiones sobre Marmolejo en 1925: "Las casas de esta villa son en su mayoría de un piso, pero en las calles céntricas hay algunas de dos hasta de tres. Las de un piso invariablemente son blancas y siguiendo las buenas costumbres andaluzas las encalan frecuentemente por dentro y por fuera. Todas tienen rejas rectangulares... los patios que se ven en el fondo de las casas, por modestos que sean están llenos de plantas y flores. Tiene seis mil habitantes pero como alberga mucha gente durante las temporadas de aguas, su edificación corresponde a un pueblo de más importancia". Isidoro de La Cierva era un notario murciano, hermano del político monárquico-conservador Juan de La Cierva y Peñafiel, ministro en varias ocasiones desde 1905 ha 1923 durante el reinado de Alfonso XIII. (14) Esta representación de los ugetistas marmolejeños quedó recogida en la "Memoria del II Congreso de la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra. Madrid, septiembre de 1932. (15) Muchas de estas personalidades que visitaron la Casa del Pueblo, ostentaron cargos de responsabilidad a nivel nacional durante la Segunda República. Anastasio de Gracia Fernández, nacido en Mora en 1890, se trasladó a Madrid para trabajar en la construcción, afiliándose a la UGT y al Partido Socialista. Fue Diputado por Toledo, Madrid y Granada durante la Segunda República y miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE en junio de 1936. En los años de la Guerra Civil Largo Caballero lo incorporó a su gabinete encomendándole la cartera de Industria y Comercio. En una remodelación del ejecutivo pasó a desempeñar el ministerio de Trabajo y Previsión. Anastasio de Gracia se exilió a Méjico donde murió en 1980. Por su parte Jerónimo Bugeda (abogado del Estado) fue Diputado por la provincia de Jaén junto a Tomás Álvarez Angulo, Enrique Esbrí y Juan Lozano Ruiz tras las elecciones de noviembre 1933. (16) Garrido González, Luis: "Colectividades agrarias en Andalucía: Jaén (1931-1939). Editorial "Siglo XXI", año de 1979; páginas 78 a 80. (17) Jóvenes de la Juventud Socialista Unificada como Manuel González Roncero, Juan José Jurado Castro, Juan Martínez Cano "Matarratas", etc, combatieron voluntarios en brigadas dirigidas por dirigentes comunistas como José María Galán Rodríguez (III Brigada Mixta) y Pedro Martínez Cartón (16 Brigada Mixta).

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

1.2.

El gobierno municipal de izquierdas del Partido Socialista (abril 1931 - marzo

1934): El problema que preocupaba a los nuevos gobernantes socialistas era la situación de crisis cíclicas por las que atravesaba la clase obrera local, sobre todo en los momentos típicos de falta de actividad en el campo. Muchos años estos períodos se alargaban, creándose auténticas situaciones de dramatismo entre la clase jornalera como consecuencia de situaciones climatológicas adversas. La mayoría de los problemas creados por estas coyunturas teman un origen estructural con raíces seculares y muchas de sus soluciones empezaron a demandarse al gobierno de Madrid con obligada insistencia desde los ayuntamientos y las organizaciones de clase. El Gobierno Provisional de la República no tardó mucho en atender estas reivindicaciones regulando en diferentes decretos-leyes asuntos de máximo interés para los jornaleros como el Laboreo Forzoso, la ley de Términos Municipales y la ley de Fincas Manifiestamente Mejorables. Junto a ellas todo un conjunto de medidas de carácter laboral iban a incrementar los derechos de los trabajadores frente a los patronos. Sobre todo se extendió con carácter general la posibilidad de que los trabajadores pudiesen demandar a los patronos cuando estos incumplieran las condiciones contractuales y la normativa básica de carácter laboral. Conscientes del panorama social al que se enfrentaban y que el verano, estación clásica de paro obrero, se avecinaba con premura, se creó en el mes de julio una Comisión Municipal para la Crisis Obrera en la que estaban Andrés Rodríguez, Ignacio Expósito y Andrés Velasco por el Partido Socialista y el médico Julio Vizcaíno, así como los comerciantes José Solís Padilla y Francisco González García por la minoría monárquica. Ya se arrastraba una difícil situación en el campo, como nos recuerda Tuñón de Lara desde el invierno de 1930-31. La mala cosecha de aquel año y las consecuencias de la sequía perjudicaron a los propietarios de tipo medio, pero sobre todo al sector de jornaleros del campo alcanzándose un número de parados en Andalucía de unos 100.000 jornaleros". Las cifras que el Alcalde expuso a la Comisión eran para estar preocupados: “La lista de obreros agrícolas necesitados de la localidad ascendía a 802 obreros, de los cuales hay c¡ue deducir, a efectos de crisis aguda actual los colocados por temporada con contratos agrícolas y todos los que trabajan en la actualidad en la carretera de la Centenera y en las obras del ferrocarril a Puertollano en ejecución, número que puede variar por ser trabajos en los que se admite o se despiden obreros según las necesidades del momento". Inmediatamente se iban a suceder una serie de medidas urgentes del equipo socialista para remediar el problema del paro estacional: 1o) Reunión el 17 de julio, con la Diputación Provincial para impulsar medidas a las que asisten los miembros de la Comisión Gestora: el Alcalde, Antonio García, Julio Vizcaíno y Juan Alcalá Venceslada. 2°) Nueva reunión con el Gobernador Civil, el día 31 de julio para conseguir dinero, y el mismo día con la Diputación para que no paralizase las obras del camino de la Centenera. Esta obra se realizó con cargo al presupuesto de la Diputación siendo adjudicada al ingeniero y posterior diputado por la CEDA

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(Partido Agrario), José Moreno Torres quien subcontrató parte de la misma al destajista Luis López de Ocariz. 3o) Aprobación por el Pleno Municipal de un presupuesto extraordinario de 60.000 ptas. para paliar la crisis obrera con cargo a las contribuciones rústica, industrial y comercial, y no a la base del repartimiento general de utilidades para que los obreros estuvieran exentos de tributar. 4o) Por el socialista Francisco Vallejo Casas se propuso incluso la parcelación del Baldío para paliar el problema. Las gestiones de Andrés Rodríguez en estos primeros meses fueron intensas y encaminadas como era de esperar a paliar la crisis obrera. A las ya mencionadas se unieron otras como la petición de una subvención al Gobierno de la Nación de 500.000 para obras municipales que incluyeran el arreglo del matadero, alcantarillado, mejora de las fuentes públicas, arreglo de la plaza de abastos y de las cunetas de la carretera de Andújar y que el Gobierno Republicano les había prometido financiar con los fondos sobrantes del mantenimiento de la Casa Real. El propio Andrés desplegó una serie de contactos al máximo nivel con el Gobierno de Madrid, reuniéndose con Niceto Alcalá Zamora y con los ministros de Fomento, Álvarez de Albornoz y el de Hacienda: el carismàtico Indalecio Prieto. Su desplazamiento a la capital lo hizo acompañado de una Comisión Municipal y otra formada por propietarios locales. La idea que llevaban en cartera era que el Gobierno no paralizase las obras del ferrocarril de Marmolejo a Puertollano que tantos beneficios reportaba en jornales para los trabajadores de la localidad. Por su parte los propietarios solicitaban el cobro de las indemnizaciones por las tierras expropiadas para el ferrocarril que aún no habían sido cobradas desde tiempos de Primo de Rivera. Este ferrocarril Puertollano-Marmolejo

ya

había

sido

un

antiguo

proyecto

de

la

Compañía

de

Ferrocarril de Madrid a Ciudad Real y Badajoz que hacia 1880 conseguía la concesión para construir 90 kilómetros entre Puertollano y Marmolejo por los cauces de los ríos Ojailén, Fresneda y Jándula, atravesando toda Sierra Morena. El doble objetivo era el de dar salida al carbón de la cuenca de Puertollano al tiempo que crear un segundo acceso entre la meseta castellana y Andalucía. A Marmolejo le venía de dulce pues en la mente de León y Llerena ya se cocía, por esos años, su proyecto sobre el Balneario. Sin embargo, de momento, la línea férrea entró en vía muerta hasta que durante la dictadura de Primo de Rivera, el Ministerio de Fomento puso en marcha el Plan de Urgente Construcción de Ferrocarriles, impulsado por el propio ministro Rafael Benjumea, Conde de Guadalhorce en 1926. Un año después, 1927, comenzaban las obras por cuenta del Estado en dos tramos diferenciados, coincidentes con las dos cabeceras de la línea: Puertollano de unos 30 kilómetros, y Marmolejo de otros 20 kilómetros aproximadamente. Expusieron igualmente en esta entrevista del más alto nivel el asunto de la terminación definitiva de los Grupos Escolares del Paseo tan necesarios para la educación pública, de la que los nuevos gobernantes eran defensores convencidos. No era difícil para el máximo representante local,

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concertar contactos con las

E REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

máximas autoridades de la nación pues la fama de Marmolejo trascendía con creces sus fronteras. Decir Marmolejo en esos años todavía era equiparable, salvando las distancias, a la influencia que en los momentos actuales pueden ejercer ciudades de prestigio en el ámbito del turismo veraniego. Muchas eran las relaciones de amistad que surgían en estas villas-balneario con las personalidades de todo tipo que las visitaban, entre ellas, como no, algunos elementos de la clase política nacional que en las épocas de esplendor del Balneario recalaron atraídos por la fama del lugar y por los propios compromisos de sus círculos de amistades. Si a principios de siglo habían sido personajes de la alta política nacional del fenecido régimen monárquico como Romero Robledo (Ministro de Gobernación con Cánovas del Castillo), Torcuato Luca de Tena (Diputado y fundador del ABC) el Conde Romanones (presidente del gobierno en febrero de 1931), Isidoro de la Cierva(2) (notario y hermano del político Juan de la Cierva), etc., ahora eran nuevas personalidades de renombre como Diego Martínez Barrio, o la esposa del líder Pablo Iglesias quienes se dejaban caer por aquí, estrechando lazos de amistad con las familias que los acogían y con otras personas de la vida cotidiana local. Además de esas primeras medidas a las que hemos aludido, se instaron a los propietarios de cortijos y caserías a su arreglo periódico para proporcionar el máximo de trabajo posible. La voz de alarma la daba el primer teniente de alcalde y presidente del CIO, Ignacio Expósito, cuando advirtió a sus compañeros de corporación que la crisis del ramo de la construcción era muy aguda. El recurso al arreglo de las caserías llegó a ser habitual pues con ello se conseguía la realización de muchos jornales entre los albañiles, un sector también muy afectado por la crisis, así como entre los obreros del campo que durante el verano se empeñaban como pinches y mozos en la construcción. Algunos patronos aceptaron a regañadientes estas prácticas, por los costes añadidos que conllevaban, como fue el caso del propietario de Villalba, Bonoso Lara, (octubre de 1931), quien se quejaba de que los aceituneros preferían irse andando al pueblo en lugar de dormir en las caserías, aunque lo habitual debió de ser la colaboración ante situaciones como ésta pues se cursaron cartas a todos los propietarios con casas de campo, incluyendo los residentes fuera de la localidad, atendidas en el sentido reclamado la mayor parte de las veces. El primer Gobierno Provisional de la República resuelto a afrontar con urgencia el problema del campo andaluz, ya había decretado impulsadas por el Ministro de Trabajo Largo Caballero, una serie de normas básicas: entre los primeros decretos figuró el de Términos Municipales (de 20 de abril), que obligaba a los patronos agrícolas a emplear preferentemente a los braceros vecinos del municipio, norma que en algunos momentos hubo de aplicarse con cierta flexibilidad. Otro decreto de 29 de abril prohibía momentáneamente los desahucios de campesinos arrendatarios y, finalmente, el decreto de constitución de los Jurados Mixtos de Trabajo Rural, de 8 de mayo clave en la normalización de las relaciones laborales. En el mes de julio se promulgaron los decretos de jornada laboral de ocho horas en todas las actividades laborales y se establecieron los salarios mínimos en

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el campo. Los arrendatarios y aparceros podían también pedir una reducción de las rentas a pagar si éstas excedían de la renta imponible de la finca o si las cosechas habían sido malas. Por otra parte el conjunto de primeras medidas de choque se completó con el decreto de 7 de mayo sobre Laboreo Forzoso en el campo, que obligaba a los propietarios a cultivar sus tierras "según los usos y costumbres de la región" falto de lo cual podía ser cedida su explotación a entidades campesinas. Estas medidas eran del más modesto reformismo, pero hemos de reconocer que dado el arcaísmo de las relaciones socioeconómicas agrarias que había en España, representaron en opinión de Malefakis "una revolución sin precedentes para la vida rural española, algo c¡ue para el patrono agrario podía asemejarse al apocalipsis, y así fue apreciado en opinión de Tuñón de Lara por la prensa de derechas y católica" (3). En opinión de Malefakis el decreto de 1o de julio sobre la jornada de 8 horas para la mayoría de las faenas del campo, "iba a representar un aumento de facto de los salarios, puesto que los propietarios se vieron forzados con ello a conceder una paga extraordinaria cada vez que necesitaban una jornada más larga, tal como ocurría deforma inevitable en las recolecciones. Por su parte la creación de los "jurados mixtos" para el campo cuya función principal era la de supervisar el cumplimiento de la legislación laboral de la República y crear los medios institucionales para contratar colectivamente, consiguieron que todas las disputas laborales tuvieran que ser sometidas a la decisión de estos jurados, aunque estas decisiones no eran de obligado cumplimiento pues los patronos podían rechazarlas y los sindicatos eran libres de declarar la huelga si la anunciaban con ocho días de antelación, una vez que el jurado hubiese oído las partes pleiteantes. Sin embargo debido a que podían imponer multas por infracciones de la legislación laboral general o de los acuerdos locales aceptados por ambas partes, su poder resultó bastante considerable". En definitiva todas estas medidas vinieron a congelar el deterioro de la situación de crisis social en que se encontraba el campo andaluz. El Ayuntamiento, como último apéndice a la hora de hacer efectivas las normas de ámbito nacional, anduvo presto para cursar instrucciones al comandante de puesto Blas Martínez Morales, en las que le instaba a que colaborase en la ejecución de las condiciones expuestas por la Ley de Términos Municipales y a la altura de junio de 1931 ya había efectuado notificación a todos los dueños de los cortijos para que expulsasen a los obreros que no fuesen residentes de manera regular en el término municipal de Marmolejo. La aplicación rigurosa de este decreto no resultó, sin embargo, del todo beneficiosa para muchos marmolejeños, pues era costumbre marchar en octubre de cada año a la provincia de Sevilla, concretamente a Lora del Río, a la recolección de la aceituna de verdeo, momentos que aprovechaban para practicar otras actividades complementarias como la caza del zorzal con liria que para muchas familias suponía unos ingresos nada despreciable en sus precarias economías. También otros tantos jornaleros marchaban todos los veranos a realizar labores de siega en las campiñas cordobesas o a recoger las aceitunas en el término municipal de Montoro durante el periodo invernal. La Ley de Términos, tuvo para algunos cierta justificación pues impedía

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el esquirolaje en el campo y la presión sobre los salarios; indirectamente era una forma más de arrebatar medios de presión política a los antiguos caciques o grandes propietarios agrícolas. Sin embargo hubo momentos en que su aplicación fue suspendida como ocurriera en la campaña de la aceituna del invierno 1931-32 (4). En relación a este decreto-ley de Términos Municipales he detectado las siguientes incidencias dignas de destacarse entre 1931 y noviembre de 1933, impulsadas desde el Ayuntamiento socialista: - En febrero de 1932, se instaba a Pedro Camacho, encargado de la finca de La Cabrera, a despedir a los mayorales forasteros que había en esa finca. - Reunión en Andújar a principios de diciembre de 1932 para decidir intercambio de obreros. A ella asistieron los presidentes y los secretarios de las sociedades de obreros y propietarios. - En marzo de 1933, se comunica al arrendatario Andrés Pastor Peña a que despida obreros forasteros. - En abril del mismo año, y a petición del Centro Instructivo Obrero se comunicaba a Rafael Robles Peinado, en representación de los obreros de Alcolea que trabajaban en la finca San Julián la imposibilidad de continuar trabajando, "toda vez que el contrato que mantenían con el dueño no reunía los requisitos legales". Igualmente se comunicaba la existencia de obreros forasteros en la finca de San Eufrasio (finca Ecijano). Curiosamente durante los primeros meses de aplicación del decreto de Términos Municipales se detectaron más solicitudes de vecindad que nunca con lo que los censos de muchas localidades notaron una subida de población foránea residente que hasta ese momento no se habían inscrito como vecinos. Se trataron muchas veces de jornaleros/as (segadores/as o aceituneros/as) y de rancheros afincados en Sierra Morena procedentes de otros pueblos que residían en la localidad pero que hasta ahora no habían normalizado su situación. Las personas solicitantes de vecindad durante el segundo semestre de 1931 fueron: - José Alcocer Ortiz - Andrés Álvarez López - Antonio Aranda Aranda - Primitivo Barrero Sanz - Antonio Blánquez Blánquez - Francisco Cañaveras Cachinero - Miguel Cárdenas Lara - Juan Correas Robles - Manuel Durán Martínez - Juan Fernández Molina - Antonio Fernández Molina - María Josefa Fernández Molina - Pedro Galán Mendizábal - Francisco García García - Antonio Garda Lozano - Vicente García Lozano - José Garría Martínez - Manuel Garrido Pérez

-Lucas Herrera Pérez -Manuel Jurado Rodríguez - Juan Lara Godoy -Antonio Lara Godoy -Juan León Garda -Mariano Gómez Aguayo -Antonio Lozano Martínez -Manuel Membrives Gómez -Ángel Morales Amil -Francisca Morales Garda -José Mudarra Esteo -Julián Ortega Mingallón -Pedro Palomares Jurado - Francisco Parreño Castillejo - José Pastor Castillejo - Antonio Rivillas Garda - Julián Torralbo Vicaria

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

Aunque en la solicitud de vecindad solo figuraban los cabezas de familia hemos de suponer, por tanto, que la cifra final de inscritos / as en nuestro término de origen foráneo se cuadruplicó o quintuplicó por lo que el censo de población vino a incrementarse en más de 200 de personas de ambos sexos. Sobre la aplicación de otras medidas en relación a la mejora de la situación social del campo, no debemos de soslayar los esfuerzos que se hicieron por la Corporación

para

intentar

desarrollar

a

nivel local

los efectos positivos que se

esperaban obtener de los distintos decretos del Gobierno de la Nación en materia agraria y social. También desde su ámbito, la Federación de Trabajadores de la Tierra (FTT) en ocasiones bajo la denominación de Centro Instructivo Obrero, demostró riguroso celo en la aplicación de estas medidas. Respecto

a

la

aplicación

en

nuestro

término

municipal

del

decreto

de

Arrendamientos Colectivos, hay que apuntar que a la altura de octubre el Alcalde ya tenía ultimada una primera relación de fincas que podían ser afectadas por el decreto de 19 de mayo de 1931, de arrendamientos a concertar con las sociedades obreras. En el informe enviado al Gobierno de Madrid se propusieron las siguientes fincas en su mayoría, como puede comprobarse, de propietarios absentistas sin residencia en la localidad: 1o) La Cabrera, de Rafael Muñoz Cobo, de 1468 has, destinada a pastos, Su propietario era Pedro Camacho con residencia en Fuensanta de Martos. 2o) Piedras Bermejas, de Pastora Candalija Femández-Sedano, de 873 has: 17 de olivar y 856 de pastos. Reside en Andújar (arrendada) 3o) El Rincón, de Teresa Dueñas y Tejedo, de 570 has: 91 de cereal y 489 de pastos. Reside en Andújar (arrendada). 4a) Santa Isabel, de Florencio Rodríguez Criado, de 937 has: 2 de cereal y 935 de pastos. Reside en Arjona. 5a) La Centenera y Peñascares, de Justa Calero Calero, de 1121 has: 9 de cereal y 1112 de pastos. Reside en Madrid (administrada por Manuel Palacios Olmedo). 6a) Valdeleches, de José María Lópiz Parras, de 864 has: 131 de cereal y 733 de pastos. Reside en Arjona (la llevan sus hijos). 7a) El Baldío, de 766 has. Arrendada a 150 obreros. 8a) La Dehesilla-Malrecado, de Francisco Espinosa de los Monteros, de 430 has de pastos. Arrendada a Bartolomé López, de Espiel. 9a) Villalba, de Teresa Dueñas Tejedo de 337 has: 201 de cereal, 125 de olivar y 11 de pastos (arrendada unas 100 has a Pedro Perales, 50 has a José Prieto y 55 has a Enrique Prieto). 10a) San Julián, del Duque del Infantado, de 967 has: 964 de cereal y 3 de pastos. Reside en Madrid.

Sin embargo a pesar de los esfuerzos del Partido Socialista y de la UGT para que el Ministerio de Agricultura autorizara lo antes posible la concertación de arrendamientos colectivos a la Federación de la Tierra, no dio tiempo a que se produjese. Solamente el Ayuntamiento, a través de una Comisión de Parcelación y Repartimiento presidida por Ignacio Expósito

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impulsaría a iniciativa propia

el proyecto de arrendar la finca "El Baldío" entre 150 obreros. Ésta era una vieja reivindicación del CIO, que se repetía cada 1o de Mayo desde hacía años, pero la

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pobreza y el agotamiento paulatino de aquellos terrenos de sierra con el tiempo acabaron desanimando a los colonos. Hay que decir que los arrendamientos se suscribieron, por dos años prorrogables, entre una sociedad obrera, con dos años como mínimo de funcionamiento, y el dueño de la ñnca que conservaba su derecho a la propiedad y recibía a cambio un canon anual establecido sobre la renta catastral de la explotación. Los obreros, dueños del usufructo, se encargaban de cultivarla colectivamente, administrándose a sí mismos y realizando todas las labores necesarias para su explotación y aprovechamiento

(6)

En 1936 varias de estas fincas

relacionadas fueron incautadas por el Instituto de Reforma Agraria y cedidas a la Colectividad "La Defensa de la Agricultura". Respecto al decreto de Laboreo Forzoso dice Malefakis "encendió en el momento de su promulgación, una polémica aún más acerba (que la de términos municipales). Para evitar que los propietarios saboteasen el programa agrario del gobierno dejando sin cultivar sus tierras, éste les amenazó con ceder sus tierras a las organizaciones obreras locales si no continuaban cultivándolas de acuerdo con los "usos y costumbres" de cada región. Como los usos y costumbres podían definirse de manera tan distinta, los propietarios temieron que el decreto se emplease para forzarles a cultivar las tierras de pastoreo libre, o lo que era peor, que se convirtiera en instrumento para la apropiación defacto de todas sus tierras"... Pero en realidad no se aplicó con la severidad de su forma primitiva. El gobierno provisional pronto dejó claro que el decreto de Laboreo Forzoso era considerado como una medida de precaución y no como una cuña para conseguir una expropiación general de las grandes fincas" (7). En el mes de agosto de 1933, Manuel Flores Vallejo en calidad de alcalde, envió un informe completísimo a la Comisión Técnica de Laboreo Forzoso intentando justificar la necesidad imperiosa de su aplicación en este término: "El número de obreros agrícolas existente en esta villa es suficiente para las faenas agrícolas del término en épocas de recolección de aceituna, siendo esta buena, pero sobran brazos en el resto del año, durante los meses de febrero a junio. Si los olivos fueren cavados en las condiciones que se hacen en los pueblos que se cava bien, no habría crisis, pero como no es así, siempre en esos meses tenemos parados. En los meses de junio y julio con las operaciones de siega y saca de cereales hay parados por no tener el término casi tierras dedicadas a estos cultivos como anteriormente se dice, y desde agosto a diciembre el paro se agudiza de manera alarmante pues el elemento obrero no encuentra donde dar un jornal, Así es que en resumen: en los meses de diciembre y enero y parte de febrero no hay crisis el año que es bueno de aceituna. Segunda quincena de febrero, marzo, abril y mayo quedan en paro forzoso más de 250 obreros. Junio y julio disminuye el número de obreros quedando reducido el número de parados a unos 150. En agosto, septiembre, octubre, y noviembre el paro aumenta hasta alcanzar la cifra del 70% del censo obrero en paro forzoso. Como remedio principal a poner en práctica para hacer desaparecer el paro recomiendo el regadío pues si este término se pusiera de riego al menos un 10% de su extensión, se habrá terminado el paro obrero. En esta villa la delimitación de términos municipales ha perjudicado notablemente pues en la aceituna siempre han marchado a Lora del Río más de 200 familias en el mes de noviembre que volvían en diciembre y enero cuando la recolección nuestra estaba en pleno apogeo y durante las operaciones de siega siempre marchaban obreros en cantidad a las campiñas de la provincia de Córdoba. Para remediar en parte el hambre existente entre el obrero y pequeño agricultor estimo que pudiera ser la implantación de pósitos de semejanza de los antiguos que prestaban sobre granos y al propio tiempo serviría para evitar que los acaparadores se enriquecieran con la ruina del labrador. Un caso práctico de remediar el paro podría ser sacar agua del Guadalquivir y poner de regadío inmediatamente una extensión de 100

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has, en la Dehesa Cerrada (que hoy está dedicada a cría de reses bravas) en una extensión de más de 150 has y San Julián en una extensión de unas 500 Has. Trabajadores Agrícolas según bolsa de trabajo: muleros: 60, segadores, cavadores y otras faenas: 703; auxiliares de 15 a 18 años: 200; auxiliares de más de 60 años: 80; cortadores: 75; hortelanos: 191. Total 1309".

Otros datos que el alcalde aportaba a la Comisión Técnica fueron: - Extensión del término: 16.957 has, 84 a, 50 ca. - Distribución de cultivos: 7000 has de monte bajo, 6500 has de olivos, 3000 has de tierra de calma, 457,84 a y 50 ca de erial. -

Número de propietarios es de 1009 y el número de habitantes 7201

habitantes. La

primavera

incumplimientos

del

de

1933

decreto

fue de

especialmente

Laboreo

Forzoso,

activa

en

la

destacando

denuncia

sobre

especialmente

los

expedientes abiertos a dos propietarios del término municipal, aunque debieron de ser muchos más, dadas las presiones ejercidas hacia el Ayuntamiento desde el CIO pretendiendo la sanción a aquellos patronos que los incumpliesen. Los propietarios denunciados

fueron:

Pedro

Fernández,

por

no

realizar

labores

de

poda

en

la

finca de La Fresnadilla, en la Loma de la Marquesa, y Ángel Méndez dueño de la finca de Santa Inés en la Aragonesa. Este propietario tuvo que requerir auxilio al Gobernador Civil a través de un telegrama en el que manifestaba que: "150 obreros se han presentado a segar sin permiso, anunciando volverán mañana". A la vista de los hechos el Gobernador envió un telegrama al Alcalde en los siguientes términos: "Dígame que hay sobre este particular y adviértole que es preciso dar solución definitiva a asunto finca Santa Inés, limitándose esa Alcaldía a cumplimiento ley, ya que no es posible que gobierno tenga su atención solo este punto mientras que su interés está reclamado por múltiples problemas de toda la provincia". De las palabras del Gobernador deducimos la enorme importancia que el asunto Santa Inés debió de representar para los intereses del Centro Instructivo. Desde la instauración de los Jurados Mixtos de Trabajo Rural aumentó el celo del CIO a la hora de que los patronos cumpliesen con la legislación laboral aprobada por la República. De todas la demandas interpuestas ante el Jurado Mixto con sede en Martos, se daba cuenta a los alcaldes al objeto de que mediasen cuando los temas revestían cierta complejidad. Debieron de ser multitud las demandas porque de inmediato el Jurado Mixto Circunstancial de Trabajo Rural de Jaén cursó misivas a los alcaldes para que diesen las órdenes oportunas a fin de hacer saber a los patronos y obreros agrícolas el deber de acatar y de cumplir las bases de trabajo. También desde el Ministerio de Trabajo se venían realizando grandes esfuerzos por imprimir una cultura de la denuncia ante los abusos de los patronos, pero también la práctica del consenso, o de la solución pactada, que intentaron alcanzar los Jurados Mixtos en aras de la mejora de las condiciones de trabajo, conseguirían por momentos, rebajar la tensión en las relaciones sociolaborales. La mayoría de las denuncias eran cursadas a iniciativa del CIO en defensa de sus obreros afiliados, produciéndose igualmente demandas o quejas interpuestas por los patronos que hoy es posible conocer de forma indirecta a través de las noticias que han quedado en el Archivo Municipal.

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

Con menos frecuencia se interpusieron demandas ante los Jurados Mixtos de Trabajo en el área del comercio y de la hostelería, donde estuvo muy activo José Barragán Perales desde su condición de pequeño comerciante y miembro del partido Izquierda Republicana. Por orden cronológico las denuncias ante el Jurado Mixto de Trabajo detectadas entre octubre de 1932 y octubre de 1933 aparecen en el siguiente cuadro:

Cuadro 1: - Junio de 1932: Se eleva denuncia realizada por José Barragán Perales ante el Jurado Mixto de Trabajo de Jaén, para que se cumplan los horarios de apertura y cierre de los comercios. - Septiembre de 1932: Nueva denuncia sobre incumplimiento de los horarios del comercio interpuesta por José Barragán Perales. - Octubre de 1932: Demanda en defensa de 104 obreros de la finca de Santa Inés, contra su propietario José Viedma, interpuesta por la UGT por incumplimiento del Laboreo Forzoso. - Noviembre de 1932: Como consecuencia de la denuncia presentada por el CIO, el Jurado Mixto de Trabajo Rural de Martos resolvía le sea impuesto la orden de inscripción a los propietarios: Juan Díaz Criado, Manuel Palacios, Pedro Perales Domínguez, Narciso García del Prado, Juan Antonio Díaz Palomino, Andrés Pastor, Ángel Méndez Hidalgo, Gabino Millán, José Perales Jurado, Antonio de la Fuente, Manuel Perales, Rosa Solís Padilla, Manuel Casado Martín, Juan Peña Robles. - Enero de 1933: 1) -Queja de algunos patronos sobre obreros que se han juramentado para no pasar el tope de serranía haya o no haya cosecha. El Jurado Mixto de Trabajo Rural en Martos escribe al Alcalde "Para resolver si es uso y costumbre en esta localidad dar aceite y varas a los obreros en la recolección de aceituna. Recomienda que dos patronos con representación de los demás y otros dos obreros con representación igual, presididos por el alcalde levanten acta firmada por todos de si es uso y costumbre lo de las varas y el aceite. El Jurado Mixto de Trabajo Rural de Martos escribe al alcalde diciendo: "Eleva escrito el Presidente del Centro Instructivo Obrero de ese Pueblo participando que de antiguo se les venía facilitando por la clase patronal cada ocho días aceite y las varas para la recolección de la aceituna... Asi mismo aclarará para el caso de que resulte ser cierto, si los obreros realizaron algún servicio especial como compensación de estas entregas en especie". El Jurado Mixto de Martos resuelve: "Que siendo uso y costumbre en el pueblo de Marmolejo que los patronos provean de varas a los obreros empleados en la recolección de aceitunas como también que los patronos den a cada vara 3 litros de aceite por cada 8 días de recolección, así deberá hacerse desde el día 10 del corriente, fecha en que fue elevado a este Jurado Mixto la solicitud por esa Alcaldía. 2) El Jurado Mixto escribe al Alcalde en los siguientes términos: "Me denuncia el Presidente del CIO que los patronos que necesitan yuntas para la siega o para el acarreo de la aceituna, prefieren sacar a trabajar a los que tienen medios de vida propios, dejando en paro a los que no tienen más medios de vida que la del trabajo de su yunta, y espero que usted intervenga en la bolsa de trabajo y obligue a los patronos que saquen las yuntas de la bolsa de trabajo y que tengan preferencia para trabajar primero los más necesitados.

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

3) Escrito por el que el presidente del Jurado Mixto de Martos contesta al Alcalde: "Le manifiesto que los doce minutos y medio que señala la base 6a, se entiende por cada kilómetro y solamente para la recolección de aceituna. En las demás faenas la jomada, con arreglo al horario general da principio al salir de la población o caserío y lo mismo para la vuelta. La obligación por parte del patrono de surtir de varas y aceite a los trabajadores tiene carácter obligatorio desde el día 10 del comente enero. - Abril de 1933: Escrito del Jurado Mixto de Marios, contestando a una consulta realizada desde la UGT: "Que el horario especial de 6 horas y media en todos tiempos para el hazadón lo es igualmente para la hazada, ya que el espíritu de lo legislado no es sobre el instrumento a emplear sino sobre la faena de cava, labor que se realiza con ambas herramientas y que por ser una más ruda resulta lógico que sea mas corta. Tenga presente para la aplicación del horario en su caso que el rendimiento útil está comprendido según disposición dictada por esta presidencia de acuerdo con el Director General de Trabajo, con la inclusión del tiempo empleado en ir y venir al tajo donde realizan las faenas. - Mayo de 1933: 1) Escrito del Jurado Mixto de Trabajo Rural de Marios citando a Juan Ollero Peña por denuncia formulada por Francisco Bueno y otros. 2) Demanda contra Antonio Barea Teruel, presidente de la Asociación de Camareros. 3) Se interpone demanda ante la Agrupación de Jurados Mixtos contra los industriales hoteleros Juan Ollero Peña, dueño del Hotel Madrid, y Petra Lozano Pérez, propietaria del Hotel Central. - Junio de 1933: Demanda de los obreros del campo José Romero Torralbo y José Romero García. - Agosto de 1933: 1) Sobre denuncia a Angelina Garda y Villarías por tener a los muleros de su apero efectuando las labores de desvareto. Escrito que se presenta al Alcalde para ser elevado al Jurado Mixto. 2) Consulta del sindicato del Ramo de la Hostelería de UGT, al Jurado Mixto de Trabajo de Jaén, en relación a los horarios de trabajo de las camareras de cuarto, fregantinas y cocineras 3) El Jurado Mixto de Trabajo de Jaén comunica al Alcalde el siguiente acuerdo: "Este organismo a la vista de la denuncia hecha por los patronos del gremio de la hostelería de ese pueblo, del pacto de trabajo concertado ante usted el día 4 de abril pasado, ha estimado citar a un representante de los patronos y obreros del referido gremio para que, con autorización de los demás compañeros pueda llevar a cabo ante este Jurado Mixto la confección de un nuevo pacto para la próxima temporada y si puede ser para las sucesivas. - Octubre de 1933: 1) Denuncia de los obreros Juana Sánchez Expósito, Francisco García Bueno, José Pérez Segoviano, Brígida Expósito Ruiz, Ana Ruano Peña y José Camino Tendero, ante el Jurado Mixto de Trabajo Rural de Córdoba contra el propietario Antonio García de Vinuesa. 2) Denuncia formulada por el obrero Juan Fernández Ortiz y otros, contra Pedro Perales Domínguez ante el Jurado Mixto de Trabajo Rural de Córdoba.

Junto a estos temas prioritarios el gobierno municipal socialista había abordado en el mes de mayo, una cuestión de especial significación ideológica, pero que molestó a la derecha local. Ni más ni menos que la retirada del busto del filósofo Juan Manuel Orti y Lara de la plaza del Amparo, donde había sido colocado en 1926, con motivo de la conmemoración del centenario del nacimiento del filósofo. El

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

acuerdo se tomó con la unanimidad del grupo socialista pero sin el beneplácito de los ediles monárquicos como era de esperar. Parece ser que la colocación del busto, obra de Jacinto Higueras, en aquel lluvioso día de octubre de 1926, no había contentado, para nada, a las fuerzas de la izquierda local en tanto que veían en Orti y Lara a un adversario ideológico del socialismo. Se sabía que en muchas de sus obras este catedrático de Metafísica abnegaba de las luchas de la humanidad por conseguir mejores cotas de bienestar, supeditando sin embargo todo proyecto de superación humana al providencialismo divino; de nada servía luchar, si no estaba en la mente de Dios que las cosas cambiasen. Axiomas de este calibre, exasperaban hasta extremos insospechados a quienes proponían la transformación de la sociedad a través del ejercicio digno de la política. El busto fue retirado finalmente y entregado a la familia Burlo que lo colocaron en su casa. Pero además de esta decisión cargada de gran carga ideológica, se fue produciendo paulatinamente el cambio de la nomenclatura de las calles principales de la población, a las que se les pusieron nombres de significados políticos socialistas y republicanos. El propio Centro Republicano de Marmolejo que acogía como hemos dicho a las organizaciones políticas de la derecha republicana, propuso en agosto el nombre del presidente provisional de la República, Niceto Alcalá Zamora para una calle, a petición del Partido Derecha Liberal Republicana, así como el de Alejandro Lerroux, líder del Partido Radical, para otra. Por su parte la Juventud Socialista propuso, el veinticuatro de abril, cambiar el nombre de la plaza del Amparo para ponerle el de los dos militares fusilados por proclamar la República en diciembre de 1930, los capitanes Fermín Galán y García Hernández

(8),

y en agosto la propuesta de que se les llame "Pablo Iglesias" al grupo

de escuelas del Paseo, aunque aquí se suscitó cierto debate por la propuesta de Julio Vizcaíno de ponerle el de Orti y Lara. También se produjo a petición del Partido Socialista el cambio de nombre de la calle Duque de la Torre (Arroyo) por la de Gaspar Casas, y en agosto, el paseo del Ejido se rebautizó con el de La Libertad colocándosele un pórtico de tres arcadas de hierro contratado al herrero Juan Cerezo Pastor por valor de 606 pesetas, frente al proyecto de su competidor en el concurso, Ignacio Palomares Solís. Otra cuestión no menos enjundiosa que hemos de analizar en su contexto, fue la de las relaciones con la Iglesia católica. "A nivel nacional aunque la República fue aceptada por el Vaticano, sin embargo la Iglesia española se aprestó a defender "la religión y el orden social", y en Jaén el periódico "El Pueblo Católico" había escrito sin recato unos días antes de las elecciones "Los católicos no pueden votar por la República que pretenden traer a España, porque esa República sería enemiga de Dios, de la Religión, de la Iglesia"(9) En medio de este clima de recelos mutuos la primera prueba se la iba a servir el prior de la parroquia Francisco de Paula Aranda Cabrera que en una carta en tono respetuoso le comunicaba al alcalde: "Por el presente tengo el honor de participarle que con su venia y si en ello no ve inconveniente alguno, pensamos celebrar la procesión del Corpus según costumbre inmemorial; es decir, formarla a las 9 del jueves próximo, 4 de los corrientes, recorriendo las calles de Palacio Valdés, León y Llerena, Coso, García Alix, San Antonio y Juan Montilla. De obtener su consentimiento, le recuerdo el derecho que tiene el

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

Ayuntamiento de su digna presidencia a nombrar los individuos que han de llevar las varas del palacio...". Desconocemos si hubo contestación del Alcalde pero sabemos que sin oponerse a la celebración, la corporación, al menos los ediles socialistas, no estuvieron presentes en ella. Además las relaciones fueron tensándose aún más pues los socialistas practicaron un anticlericalismo militante, convencidos de que la Iglesia era, y había sido, una institución más pegada a los ricos que a las necesidades de los pobres y que su magisterio cuestionaba sin paliativos a las corrientes innovadoras de la sociedad. No en balde desde los púlpitos de muchos pueblos y ciudades de España se habían lanzado múltiples consignas contra las supuestas maldades del marxismo y del resto de ideologías igualitaristas que preconizaban sacar a la clase obrera de su postergación secular. Incluso desde muchos años antes la institución eclesiástica, propietaria todavía de gran parte del sector de la enseñanza, especialmente de la secundaria y universitaria, y de un patrimonio rústico descomunal procedente de las donaciones, se había opuesto a los deseos de expansión de las doctrinas krausistas y liberales representadas en la Institución Libre de Enseñanza. No solo eso: la Iglesia con su enorme poder de influencia lanzó enormes críticas a la retirada de los crucifijos de las escuelas públicas costeadas por el Estado que en lo sucesivo fueron cambiados por cuadros con la alegoría de la República en un intento de avanzar en la idea de una escuela pública y laica. Por otro lado el compromiso con la laicidad del nuevo régimen fomentando que los ciudadanos pudiesen organizar su vida en pareja sin la necesidad del tutelaje de la autoridad eclesiástica, sería igualmente muy cuestionada desde los púlpitos. Paulatinamente aumentó el número de parejas de jóvenes que se casaron por lo civil entre 1931 a 1939, y de quienes dejaron de requerir los servicios de la vicaria para otro tipo de celebraciones familiares. Para la gran mayoría de los obreros la institución eclesiástica seguía pegada a las clases acomodadas, anclada en el pasado, y aferrada a una liturgia y a un ceremonial superfluo y ampuloso que muchos presbíteros habían convertido en su única razón de ser. En este ceremonial todavía la Iglesia establecía distinciones entre clases sociales altas y bajas; es decir había entierros de primera, de segunda y de tercera, según la categoría económica y social del cristiano a enterrar, y más o menos ocurría con el resto de los actos litúrgicos en donde las personas con "posibles", ostentaban el privilegio de obtener los lugares más significados en el templo. Totalmente alejada de las verdaderas necesidades e inquietudes de la gente corriente, el mensaje de muchos curas de pueblo parecía estar anclado en la época postconciliar, empeñados básicamente a la celebración de procesiones y novenarios y a los servicios de capellanía de las casas nobiliaria dando, de paso, soporte ideológico a los intereses de los llamados "señoritos". Esta era una situación palpable para la mayoría de los dirigentes obreros a la altura de 1931, y a nadie se le escapaba, el clima de recelos mutuos fraguado a lo largo de las últimas décadas. Este panorama ayudó, por tanto, a radicalizar la actitud de los sectores más ideologizados de la clase obrera que, a la menor oportunidad, dejaron caer sus críticas en letrillas carnavalescas de carácter satírico o acabaron llevando su fobia antireligiosa, en

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

plena guerra civil, a situaciones límites con la destrucción de imágenes de culto en ocasiones de gran valor artístico y/o sentimental, de la que solo se salvó, y no de forma casual, la imagen de Jesús Nazareno, en la que muchos elementos de la izquierda veían simbolizada la eterna lucha liberadora de los hombres frente a los poderes instituidos. Quedaba claro, por tanto, que la izquierda no era anticristiana sino antijerarquía. Algunos miembros del Partido Socialista local, como Antonio García Martínez, "Maqueano", tras pasar por experiencias negativas en relación a la Iglesia del momento, acabaron profesando un laicismo practicante negándose a bautizar a sus hijos, a quienes registraron civilmente con nombres como el de Pablo Iglesias, Besteiro, Fernando de los Ríos o Andrés Saborit, en homenaje a estos líderes socialistas. De cualquier forma y a pesar de estos incidentes de crispación, la actitud del Partido Socialista en la primera etapa republicana fue la de transigir con algunas tradiciones religiosas y de hecho se permitieron la celebración de procesiones de la Semana Santa y de la Romería de la Virgen de la Cabeza, previa solicitud formulada a la máxima autoridad local, aunque en otros temas empezaron a recortar con algunos hábitos y costumbres. En ese sentido el antirepublicanismo de la Iglesia no tardó en encontrar respuesta desde el Ayuntamiento a través de medidas concretas que en muchas ocasiones supusieron un auténtico pulso a la jerarquía eclesiástica local. Algunas de estas medidas se tomaron a lo largo de 1932 y produjeron gran intranquilidad e indignación entre la derecha local, que ya apenas ejercía sus cargos municipales pues el doctor Julio Vizcaíno había dimitido en octubre para atender sus obligaciones profesionales y dos meses después lo hacían José Solís y Francisco González con la excusa de atender a sus respectivos comercios. En este ambiente de nulas o escasas relaciones entre Ayuntamiento e Iglesia, dos temas vinieron a tensar, aún más, la cuerda a lo largo de 1932. El primero de ellos fue la solicitud al Obispo de Jaén para que cediese el uso de la ermita de Jesús para la instalación de un mercado alegando que allí no se celebraban cultos. Había sido el portavoz de la idea Antonio García Martínez pero este asunto fue aprobado por unanimidad de la mayoría socialista. El obispado contestó de manera diplomática, diciendo que tema prohibida cualquier enajenación sin autorización de la Santa Sede y del Gobierno de la Nación. El asunto siguió coleando hasta los años de la guerra en que no solo se utilizó la iglesia de Jesús como economato sino que se clausuró la parroquia principal en donde se ubicó un mercado de abastos, empeñándose sus campanas para uso de munición de guerra, amén de la destrucción de diversas imágenes de valor como la virgen del Mayor Dolor que fue arrojada al río Guadalquivir por varios milicianos por el solo hecho de ser la titular de la cofradía mas vinculada a las clases pudientes. Distinta sería la suerte de la popular imagen del Nazareno, muy arraigada entre las clases humildes de la localidad, que apresuradamente era puesta a buen recaudo por los propios dirigentes del Frente Popular en un nicho abierto en los mismos muros del templo parroquial, ya que para

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

la mayoría de los obreros, fueran o no creyentes, esta imagen parecía simbolizar sus propias luchas por un mundo de justicia plena. El otro tema delicado se suscitó en el mes de octubre de 1932 en relación a los toques de campanas en la iglesia parroquial, siendo alcalde Andrés Velasco: "Por el Sr, alcalde se hace saber a los compañeros de Concejo que como resultado de una conversación habida con el Sr. cura párroco...se envió a la alcaldía por este Señor un escrito en que hace constar los toques de campanas de costumbre y las que voluntariamente suprimía por las molestias que ocasionan al vecindario y a las oficinas de este Ayuntamiento. El dicente aceptó como vemos los toques que el Sr. Prior pedía: no había dado cuenta a los compañeros del asunto por no concederle importancia, toda vez que se trataba de cuestiones de policía, pero antenoche recibió una carta del prior diciéndole que volvería a los toques de costumbre si no se prohibía de forma legal, y ante ello no le queda otro remedio que someter el asunto a conocimiento de la corporación y que ella decida: Toques según costumbre: -Ave María a las 6 y a las 12 con 9 campanadas al estilo del reloj. -Al oscurecer "vísperas", a las 14,30 y ánimas a las 20,30 con toques sencillos pero con dos campañas. A misa campanadas también como el reloj.- A fiestas: tres repiques de cuarto en cuarto de hora, uno. -Entierros: seis toques. Oficios: cinco toques.- Rosario: campanadas al estilo del reloj. Domingo y días festivos, tres misas cada una con tres toques pero con campana mayor que en los demás días. -Días señalados: por la noche anterior y hora de las ánimas, un repique con tres campanas. Toques que se suprimen y toques que solicitamos: Suprimidos, vísperas y ánimas. Alterados y aminorados: A misa tocaríamos cinco campanadas a estilo del reloj, lo mismo en los días de trabajo que en los festivos. La diferencia podría estar en las campanadas, que en los primeros toques se tocaría el esquilón que apenas se oye, y en los segundos se harían los toques con una campana mayor, pero que tampoco moleste. A fiestas tocaríamos lo mismo que a misa, es decir suprimiendo todos los toques. En los entierros se haría un toque al salir el clero para la casa mortuoria y otro al salir el cadáver de la iglesia, los dos muy breves. En los oficios dejaríamos solo un toque. A Rosario, tan solo las campanadas del Ave María al oscurecer. Los días señalados tomaríamos permiso. El Sr. Expósito y el Sr. García se manifiestan a favor pero advirtiendo que si tocan más de lo pedido sería corregido con arreglo a la Ley". Por si fuera poco la etapa de mandato que había partido con enorme grado de consenso y unidad, pasaría en junio de 1932 por una crisis que le costaría la dimisión a Andrés Rodríguez y a Ignacio Expósito; los motivos los exponía el propio Ignacio que alegaba fuertes presiones desde el Centro Instructivo Obrero. Hubo más división de opiniones en la Corporación a la hora de votar la dimisión de su cargo de Andrés que de Ignacio. El caso es que mientras al primero no se le aceptaba la dimisión por 5 votos contra 4, al segundo sí se le aceptó por 6 votos a favor de la dimisión contra tres. Se producía a continuación una serie de dimisiones en serie de los que se habían solidarizado con Andrés e Ignacio Expósito. Dimitían también Antonio García "Maqueano" de su puesto de segundo teniente de alcalde, y el concejal Manuel González. Las

dimisiones

responsabilidades

como

no

lo

eran

tenientes

de

del

puesto

alcaldía.

45-

electo

Finalmente

de el

concejal principal

sino

de

sus

damnificado

II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

fue Ignacio Expósito, quien hasta fechas recientes había representado los intereses del Centro Instructivo. Éste, acabo por no ir a las sesiones en señal de disconformidad contra los compañeros socialistas del Centro que habían criticado la gestión de Andrés Rodríguez en el Ayuntamiento. El gobierno municipal hubo de recomponerse el once de junio del 1932 tras la dimisión de su cargo de alcalde de Andrés Rodríguez, al que sustituyó Andrés Velasco. Como segundo teniente de alcalde fue elegido Alfonso Jurado y como tercer teniente de alcalde, Francisco Martínez ("Rubio de la Jeroma"). Finalmente Antonio Molina Torralbo "Maestro Corbella", persona muy vinculada al sindicato de la construcción, era elegido procurador síndico. Es difícil descifrar las claves de una crisis tan temprana en el grupo socialista, pues no se explica que si se argumentaban presiones desde el CIO, su presidente Ignacio

Expósito

se

solidarizara

con

Andrés

Rodríguez.

Podríamos

suponer

que Ignacio no compartiera la estrategia de algunos sectores del CIO, ya fueran provenientes de la UGT o desde las propias Juventudes, de las que a veces partían planteamientos maximalistas difíciles de asumir por los compañeros más veteranos en el gobierno de la localidad. Quizás uno de los motivos desencadenantes de tanto barullo fuera el malestar que ocasionaron las pretensiones de un sector del partido de situar en el puesto de interventor municipal interino al joven abogado Andrés Rodríguez, hijo del recién dimitido alcalde. Eso ocurrió en la sesión plenaria del 4 de julio en la misma que su padre presentaba la dimisión de su cargo. Aparentemente todo parecía estar diseñado para que esa colocación del joven abogado ocurriese sin desgaste de imagen para la corporación, pero la crisis llegó a tener repercusiones provinciales y pronto el gobernador civil Gerardo Fontanes Pórtela desplazó hasta la localidad a su hombre de confianza, José de la Vega, para calmar los ánimos y recolocar las cosas en su sitio. Se convocó una sesión extraordinaria en la que el citado De la Vega hacía la siguiente intervención: "El objeto de mi visita es aunar las voluntades de todos los señores concejales con el fin de que unidos todos fuertemente por el mismo ideal, cooperen en la consolidación de la República, régimen que el pueblo soberano en una de sus facultades y derechos ha querido darse, haciendo votos porque la labor de este Ayuntamiento sea modelo de administración para conseguir el engrandecimiento de nuestra patria". Intervino el concejal Antonio García para manifestar "que los motivos que obligaron a sus compañeros y al dicente a presentar la dimisión de sus cargos de concejales fueron las censuras y campañas de difamación emprendidas por elementos disconformes con su actuación, pero que ante lo manifestado por el Sr. Delegado, estaba dispuesto incondicionalmente a seguir colaborando en la Corporación". El gesto de este veterano socialista era de esperar de un hombre que le dolía como a nadie el partido, y que junto a Gaspar Casas había ayudado a su fundación. Antonio era un hombre de firmes convicciones socialistas; quienes le conocieron coinciden en apuntar un carácter nervioso o impetuoso, sin embargo era en exceso honesto y amante de la

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

justicia y en los momentos complicados especialmente dialogante. Andrés

Velasco

dirigió

la

corporación

municipal

desde

el

mes

de

junio

hasta julio de 1933, aunque durante este periodo le sustituyó en algunas ocasiones Manuel

Flores

"Lagaraña",

presumiblemente

porque

su

condición

de

jornalero

le

obligaba a tomar permisos para atender sus obligaciones de trabajo en los momentos de la recolección de las aceitunas, ya que es conveniente precisar que los cargos municipales no eran remunerados. De los únicos gastos que se resarcían eran de los ocasionados por los desplazamientos cuando viajaban a Jaén o a Madrid para resolver cuestiones relacionadas con la gestión municipal. Ese fue también el caso del resto de compañeros socialistas con responsabilidades de gobierno. Del estudio de los documentos parece intuirse que el grupo socialista estuvo dividido en dos tendencias; la liderada por Andrés Velasco que tenía como punto de apoyo principal a Manuel Flores, a Antonio Molina, y Francisco Martínez y, por otro lado, el grupo de los más veteranos, en los que se alineaban Andrés Rodríguez, Ignacio Expósito y Antonio García Martínez. Curiosamente en un Ayuntamiento en donde había desaparecido la presencia física de la oposición pro-monárquica, ésta pareciera estar ejercida, en ocasiones, por un sector de concejales del mismo grupo socialista.

Las

tensiones

entre

compañeros

de

partido

volvieron

a

aflorar

al

año

siguiente: el ocho de julio de 1933 Andrés Velasco presentaba la dimisión a su cargo de alcalde, inclusive su puesto de concejal, por no sentirse, en sus propias palabras,

"respaldado por los concejales que le votaron y a que su gestión había sido censurada duramente por los que debieron defenderle en todo momento". Le contestó Antonio García con palabras contundentes diciéndole: "que puesto que los que le trajeron ai ayuntamiento no lo quieren, debe, -a mi juicio-, aceptársele la dimisión de alcalde solamente y la de concejal no hay que hablar toda vez que este cargo es irrenunciable". Por su parte Ignacio Expósito culpó al Alcalde de "haberse excedido en el

cumplimiento de su obligaciones pero como está convencido de que no cometió falta no debía de imponérsele correctivo. Además no debe en modo alguno, aceptársele la dimisión por dignidad del Ayuntamiento, pues el hecho ha nacido por imposición del CIO y tal entidad no tiene por qué intervenir en estos asuntos que son de la exclusiva competencia de la corporación". En el trasfondo de esta nueva crisis pudo estar la convocatoria de huelga general declarada en Marmolejo el día 3 de agosto en la que el Gobierno Civil había visto cierta negligencia a la hora de poner los medios para la evitación del conflicto. Pero tampoco descarto las influencias que, con frecuencia, podían jugar acontecimientos de ámbito nacional, como el caso de los sucesos de Casas Viejas, y los diversos posicionamientos ante los mismos de los líderes locales, lo que terminaba por tensar las relaciones y la vida interna de la familia socialista. En cualquier caso estas divergencias se dirimieron, la mayor de las veces, de forma democrática en las asambleas del Centro Instructivo Obrero donde siempre existió una cultura asamblearia respetuosa con las opiniones de la mayoría pero al mismo tiempo con las posturas más minoritarias. Finalmente acababa imponiéndose una

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

línea de unidad forjada a lo largo de varios años de lucha. La primavera de 1933 se había visto también salpicada con el caso de la finca de Santa Inés por el tema del laboreo forzoso y no podemos obviar las tensiones surgidas entre el Gobernador Civil y el alcalde Velasco. Por si fuera poco los partidos del Centro Republicano espoleados por el asunto de la destrucción en noviembre de la placa de la calle dedicada a su líder Alejandro Lerroux, reaccionaron con una oposición contundente a raíz de la preparación del presupuesto económico municipal en diciembre de 1932, lo que ocasionó la dura respuesta de un concejal socialista, sin firma, en el periódico "Democracia" de Jaén, del día 17 de diciembre. Su contenido da idea del clima de crispación que se vivía: "No podemos por menos que indignarnos ante la actitud de nuestros queridos cavernícolas marmolejeños al enterarnos que van por las calles mendigando firmas para impugnar el Presupuesto para el año 1933. Como todo el pueblo sabe estos señores que tanto hoy se preocupan por los intereses de nuestro pueblo han sido los eternos y empedernidos derrochadores de los presupuestos monárquicos de toda la vida. No queremos hacer comentarios extensos. Bástele saber al pueblo (que lo tiene olvidado) que actualmente tiene que pagar la enorme deuda de 300.000 ptas. que fue la herencia que nos dejaron de su buena administración. Pero lo más importante del caso es que estos caciquillos pueblerinos que nunca se preocuparon de las verdaderas y justas necesidades de la clase obrera y sí de invertir la mayoría del presupuesto en apaños como el de comprar a buen precio las casas que a sus paniaguados políticos les convenía enajenar, destinándolas a Casa Cuartel de la Guardia Civil y de vivienda para los maestros nacionales habiendo hecho las obras de adaptación caprichosamente, resultando de todo ello perjudicado notablemente el erario municipal y un foco de discordias para aquellos que forzosamente tienen necesidad de habitarlas. Si volvieran la vista atrás y recordaran el botón de muestra del párrafo anterior, no se atreverían a intentar el derribo de nuestro proyecto que corresponde a un deseo justo y humano de remediar en parte tantas necesidades como tiene nuestro pueblo". El nombramiento, el cuatro de julio de ese mismo año, del joven abogado Andrés Rodríguez como Interventor de los fondos municipales incrementa las posibilidades de que fuera él quien inspirara este artículo al concejal que lo firma, con toda seguridad su padre Andrés Rodríguez pues gracias al testimonio de Antonio García Vergara sabemos que Andrés (padre) era el corresponsal de la prensa socialista en Marmolejo, y no solo eso sino el distribuidor de la misma, tarea que muchas veces realizaron sus hijos y el propio Antonio García. La crisis municipal se resolvió con la toma de posesión de la alcaldía, el trece de julio de 1933, por Manuel Flores Vallejo "Lagaraña" recomponiéndose el Ayuntamiento con la siguiente relación de cargos: Alcalde:

Manuel Flores Vallejo

1 Tte. Alcalde.

Alfonso Jurado González

2 Tte. Alcalde:

Antonio Molina Torralbo

3 Tte. Alcalde:

Francisco Martínez Velasco

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951), MANUEL FERALES SOLÍS

Síndico:

Andrés Rodríguez Gómez

Concejales:

Ignacio Expósito Villar Manuel González Lozano Francisco Vallejo Casas Andrés Velasco Rivillas Antonio García Martínez.

De nuevo los concejales socialistas convencidos de que las consignas recibidas desde la gobernación provincial eran las más adecuadas, aparcaron por momentos sus discrepancias. Hasta al propio Andrés Rodríguez se disponía a superar una situación difícil en lo personal arrimando el hombro con el resto a pesar de las críticas desatadas en el pueblo, y en el propio CIO, por la colocación de su hijo. Y es que para muchos resultó poco creíble que en aquel nombramiento no hubiese intervenido un trato de favor hacia el hijo del que fuera miembro fundador del Partido Socialista en la localidad, frente al otro candidato por la plaza, el contable Miguel Juárez Medel. A pesar de que la puntuación sacada por el joven Andrés le hacía merecedor de la plaza, su condición de miembro activo de las Juventudes Socialistas alimentó toda clase de rumorología cuestionándose, por momentos, la imagen de honestidad y honorabilidad de aquella corporación. La etapa liderada por Manuel Flores, tampoco iba a estar exenta de problemas de entendimiento entre el CIO y el grupo socialista, ya que a los dos días de ser nombrado alcalde, le presentaba la dimisión de su cargo de teniente de alcalde, Francisco Martínez siendo propuesto para ese cargo, Andrés Velasco. A todo ello se unían nuevamente las dificultades de la mayoría de los concejales para el ejercicio de sus cometidos dada la condición precaria de sus economías familiares lo que dio lugar a que el puesto público tuviera que ser compatibilizado con su trabajo. Por ello muchos concejales socialistas debieron de pasar anualmente largas temporadas en cortijos y fincas alejados del casco urbano sin poder asistir a las sesiones. En este sentido la rotación de cargos también estuvo justificada por esta circunstancia, para que nadie saliera especialmente perjudicado. El alcalde "Lagaraña", como así se le conocía popularmente, era un obrero del campo, que había casado en primeras nupcias con María de la Paz Sáez Jurado con la que tuvo dos hijos, José y Antonio. Después del temprano fallecimiento de María en 1926, dejando a los dos niños pequeños, volvería a casar con María Alfonsa Nieves Casado, de la que nacieron tres hijos más: Ricardo, Manuela y Marina. Su vida discurrió siempre trabajando en lo que le salía; también poma perchas para zorzales en la sierra, y en tiempo de la siega marchaba a Pedro Abad a trabajar en las fincas de la familia Senda con quienes mantenía antiguos lazos de amistad pues esta familia de prósperos agricultores residían en su casa cuando venían a tomar las aguas. Su hija Manuela le recuerda como un hombre listo e inteligente, autodidacta en toda regla, que sabía escribir y leer perfectamente. Su etapa dirigiendo los destinos del pueblo finalizaría el 16 de octubre de 1933

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en que renunciaba al puesto de alcalde por encontrarse aquejado de enfermedad. Antes, tuvo que lidiar un grave problema desatado a raíz de la apertura de la Fuente de los Socialistas, que no acabó en tragedia gracias a su entereza y a la pericia demostrada. Este manantial medicinal había sido descubierto a iniciativa de las entidades de la Casa del Pueblo, en el mismo lugar donde en 1907 el montoreño Miguel Juncal García registraba una pequeña explotación minera con el nombre de "San José". Por aquellas fechas descubrió unos manantiales junto al río decidido a explotar pero finalmente desistió por las presiones políticas llevadas a cabo por la Sociedad de Aguas Minero-Medicinales. En esta ocasión los socialistas entendieron que sería viable abrir estos manantiales para ofrecérselos a todos los agüistas pobres que visitaban Marmolejo, ya que sus características eran similares a las del Balneario. La iniciativa fue impulsada y gestionada de manera entusiasta por el socialista Antonio García quien se encargaría de realizar las negociaciones pertinentes con el Gobernador Civil pero de nuevo la presión de la Sociedad de Aguas se activaría poniendo en funcionamiento todo su poder de presión política con el propio Ministerio de la Gobernación. Junto a la Sociedad de Aguas representada en su director gerente, el ingeniero de minas Carlos Orti Serrano, se alineó el Centro Republicano que representando los intereses de muchos comerciantes y hoteleros, hicieron causa común con el Balneario. En esta ocasión una vez más las presiones parece ser que convencieron al Ministro de la Gobernación para que se procediese al sellado de la fuente pero la reacción espontánea y mayoritaria de un amplio sector de la población, fundamentalmente afiliados a la Casa del Pueblo, y liderada por la Corporación con Antonio García y el alcalde Manuel Flores a la cabeza, hicieron recapacitar al propio Ministro, el socialista Fernando de los Ríos. "La citada manifestación de carácter espontáneo salió desde el pueblo hacia la fuente y la idea era destaparla. A la altura de las escalinatas del Balneario salieron al paso unos guardas jurados del Balneario, pero el alcalde se puso la vara de mando sobre su pecho e invitando a los guardias a que dejasen pasar a toda la multitud, lograrían llegar hasta la fuente y descubrirla para uso de todos los agüistas de escasos recursos" (11). A la vuelta hacia el pueblo los manifestantes se encontraron con la sorpresa de que el Gobernador Civil había mandado un camión con fuerzas de la Guardia Civil con la orden de detener a Antonio "Maqueano" principal impulsor de la apertura de la fuente. El encuentro con los guardias se produciría al final de la calle Calvario punto en que varios números encañonaron con sus armas a "Maqueano" y al resto de representantes de la Corporación y del Centro Instructivo Obrero. Los momentos vividos fueron tan tensos que horas después, a la vista de estos hechos, y tras conversaciones con el Gobernador Civil en Jaén, que habló personalmente con el Ministro, se daría por zanjado definitivamente el tema de la fuente. Quedaba congelada así, por esta vez, una reivindicación antigua del CIO en relación a la recuperación del Balneario para su gestión por el pueblo, petición que volvió a impulsarse en diciembre de 1933 a través de la carta que se cursaba al Ministerio de Hacienda solicitando la explotación de los manantiales. Tras la alcaldía de Manuel Flores, volvería a recomponerse el Ayuntamiento

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abriéndose una breve etapa en la que se sucedieron como alcaldes Alfonso Jurado González y, de nuevo, Andrés Rodríguez quien ejerció en algunos momentos en calidad de primer teniente alcalde en funciones, hasta la destitución definitiva de la corporación socialista forzada por el gobierno de centro-derecha salido de las elecciones celebradas el 19 de noviembre de 1933. Sin embargo, a pesar de los avatares, la etapa de gobierno de izquierdas no siempre estuvo marcada por la inestabilidad si tuviésemos que compararla con los problemas iban a plantearse en el periodo municipal de centro-derecha. En ese sentido los principales temas de orden público se suscitaron en tomo al clima electoral que generaron las elecciones de noviembre tras la marcha de Azaña que había tenido que dimitir muy presionado por los acontecimientos políticos y sociales (12) El alcalde Alfonso Jurado, había recibido desde el Gobierno Civil de Jaén una serie de instrucciones también remitidas a todos los ayuntamientos de la provincia en los días previos a la campaña electoral y que a continuación reproduzco: "1) Autorizará todos los mítines, conferencias, etc que se pretendan celebrar en ese término municipal. 2) Los actos de carácter electoral se autorizarán solo de día. 3) Permitirá radiar los discursos cuidando que la colocación de altavoces en la vía pública no de lugar a aglomeraciones que puedan degenerar en alteración de orden público. De todo acto propaganda electoral que se celebre en ese término municipal dará cuenta por escrito a este gobierno civil una vez celebrado con expresión de los incidentes que ocurran.". La Junta Electoral del Censo, apenas se había renovado: aún contaba con una mayoría de personas ubicadas en la derecha sociológica, a excepción del teniente de alcalde Manuel Flores. Los demás pertenecían a la derecha política y muchos de ellos habían ostentado reponsabilidades en los ayuntamientos de la monarquía: Presidente: Cristóbal Parra Sanz, maestro nacional, vinculado al Centro Republicano. Vicepresidente: Manuel Flores Vallejo, obrero del campo, afiliado al Partido Socialista y primer teniente de alcalde. Vicepresidente segundo: Juan Antonio Díaz Palomino, funcionario del Ayuntamiento, y antiguo miembro del Partido Conservador Marmolejeño. Vocales propietarios: -José María Vencelá Mingorance, teniente de artilleros en excedencia por la Ley de Azaña. Se retiró con graduación de capitán. -Narciso Garda del Prado y Lara, gran propietario agrícola, miembro histórico del Partido Conservador y Alcalde en febrero de 1930. -Francisco Solís Padilla, comerciante, concejal en la etapa de Primo de Rivera. -Juan Martínez Perales, industrial comerciante.

La campaña electoral contó con el incidente del mitin que vino a dar el veterano general Miguel Cabanellas

(13)

La Juventud Socialista se interpuso en su camino y

acabaron echándolo del pueblo en medio de un fuerte tiroteo entre las fuerzas del orden y los jóvenes socialistas. Cabanellas se presentaba de diputado por el Partido Radical por la provincia de Jaén, y venía a Marmolejo para apoyar la campaña de la derecha; en una de sus patrióticas intervenciones un afiliado incondicional conocido

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por "Manos abiertas", gritaba con pasión: ¡Viva nuestro padre Cabanellas!. De tal suceso se hizo popular una letrilla que luego era vitoreada con soma entre las filas socialistas: "General Cabanellas, padre de "Manos abiertas", como vengas a este pueblo, te cortamos la cabeza". Fuera cual fuese la causa, parecía estar claro que aquel militar, años después implicado en el golpe de 1936, ya era persona "non grata" entre muchos miembros de la izquierda obrera marmolejeña. Las elecciones en puertas se celebraron el 19 de noviembre y aunque a nivel nacional ganaron los partidos del centro derecha (14) ,en Marmolejo la victoria fue para el Partido Socialista que consiguió 1742, frente a los 1312 alcanzados por la coalición CEDA-Radicales. La candidatura de la CEDA era encabezada por el ingeniero José Moreno Torres, conde de Santa Marta de Babio, en representación del Partido Agrario, bien conocido en Marmolejo por sus trabajos de dirección de obras como el pantano de La Lancha (río Jándula), y la carretera de La Centenera. En estos comicios habían podido votar por vez primera las mujeres que nunca lo habían hecho en España en ninguna época, y además se ampliaba todavía más el censo pues se rebajaba la edad de votación desde los 25 a los 23 años. La candidatura del Partido Socialista en la provincia iba encabezada por Alejandro Peris Caruana (abogado), Jerónimo Bujeda Muñoz (abogado), Tomás Álvarez Angulo (periodista) y Enrique Esbrí Fernández (catedrático). La formación de un nuevo gobierno de la nación, el 18 de diciembre, formado por mayoría de miembros del partido Radical, representó un frenazo en las reformas sociales encauzadas en el bienio de izquierdas, muy especialmente a la marcha de la Reforma Agraria impulsada por Azaña, a la que desde el principio se opusieron todas las fuerzas de la derecha terrateniente andaluza. Además nada más llegar al poder el gobierno presidido por Alejandro Lerroux buscó la forma de acabar con muchos de los ayuntamientos socialistas democráticamente elegidos en 1931. Ésto se fue haciendo paulatinamente con gran número de ayuntamientos de Andalucía donde gobernaban los socialistas. El historiador Moreno Gómez nos habla de esta práctica en su obra "La República y la Guerra Civil en Córdoba": "Uno de los aspectos mas insidiosos de la política revisionista del bienio radical-cedista fue la represión implacable y calculada a que se sometió a los Ayuntamientos socialistas o de izquierdas. Se puede asegurar que a finales de 1934 apenas podía encontrarse por la provincia, no ya un alcalde socialista sino ni siquiera concejal alguno. La persecución de los gobernadores lerrouxistas contra los Ayuntamientos socialistas fue metódica. Las destituciones siguiendo la política del ministro Salazar Alonso las aplicaba el Gobernador Civil de manera fulminante, cuando se producía el más leve conflicto religioso o de orden público. Si este no aparecía, se recurría entonces a la fórmula de destitución "por asuntos de contabilidad". Con estos manejos los radicales se hicieron, poco a poco, con la mayoría de los ayuntamientos de la provincia." (15) Esta última fórmula fue la utilizada para derrocar a la corporación socialista de Marmolejo. Pero días antes a las destituciones, el Gobernador Civil en plena complicidad con los responsables políticos de la derecha local, les había pedido que enviasen

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desde

Marmolejo

denuncias

concretas

de

ciudadanos

descontentos,

que

luego

servirían de base argumental a la intervención gubernativa; y eso fue lo que hizo el aparato político local del Centro Republicano desde el mismo momento de las elecciones de noviembre. Las últimas sesiones plenarias, todas ellas extraordinarias, a las que asistieron los concejales socialistas antes de ser destituidos por el Gobernador Civil, Ramón Fernández Mato, fueron las del 7, 10 y 14 de febrero y la del 24 de marzo en la se vieron obligados a dimitir "por imperativo legal". Las dos primeras sesiones se celebraron con la presencia del Delegado Gubernativo, Bernardo Morón Fernández. Por su interés y con el fin de obtener la secuencia completa de este proceso de destitución, transcribo íntegramente parte de las actas que redactó muy a su pesar el secretario Francisco Urquía: Sesión Extraordinaria del 7 de febrero: "En la villa de Marmolejo a las veinte horas del día siete de febrero de 1934, en la Sala Capitular, reuniéronse previa citación al efecto los Señores Concejales de este Ayuntamiento don Andrés Rodríguez Gómez, don Antonio Molina Torralbo, don Francisco Vallejo Casas, don Ignacio Expósito Villar, don Manuel González Lozano, don Antonio García Martínez y don Manuel Flores Vallejo, bajo la presidencia del Sr. Delegado del Excmo. Sr. Gobernador Civil de esta provincia Don Bernardo Morón Fernández y asistencia de mi el Secretario. No asisten los concejales don Andrés Velasco Rivillas y don Alfonso Jurado González por encontrarse en uso de licencia y don Francisco Martínez Velasco y don Juan Manuel Alcalá Venceslada, sin justificar la ausencia. Declarada abierta y pública la sesión por el Sr. Presidente e inmediatamente éste saluda a la Corporación y al público que concurre a este acto y en él al pueblo en general y manifiesta que el objeto de la sesión es solo y exclusivamente dar a conocer a la Corporación el oficio del Excmo. Sr. Gobernador Civil de la provincia. Por el Secretario y de orden del Sr. Presidente se da lectura íntegra al escrito de referencia y que copiado dice: "Haciendo uso de las atribuciones que me están conferidas, he acordado nombrar a Usted (se refiere a Bernardo Morón Fernández) Delegado de mi autoridad, para girar una visita de inspección al Ayuntamiento de Marmolejo y en virtud de las denuncias recibidas que se le adjuntan originales. El correspondiente expediente y la memoria por duplicado con la propuesta que proceda, será elevada a este Gobierno, y las dietas y gastos de viaje serán de cuenta del Ayuntamiento interesado". El Sr. Rodríguez hace uso de la palabra para manifestar que se encuentra satisfecho de esta visita, toda vez que de ese modo quedará a la luz pública la marcha de la gestión socialista al frente del Ayuntamiento. También hace uso de la palabra el Sr. Flores Vallejo quien suplica que una vez terminada la inspección se de a conocer a todos los resultados de ella".

La sesión se levantó enseguida, a las 20,30 horas, sin que ninguno de los concejales socialistas presumiera lo que estaba por llegar. Tres días después volvieron a reunirse a las doce del mediodía en sesión extraordinaria presidida, de nuevo, por el Delegado Gubernativo. En ella se leyeron los diferentes cargos que se imputaban a la corporación socialista, una vez realizada la auditoria y que he transcrito íntegramente al final de este trabajo (Apéndice 2). Como era de esperar encerraban toda una crítica pormenorizada, coincidente con las quejas más habituales de la oposición a

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la gestión realizada por el gobierno de izquierdas. A continuación aparecen también en ese apartado, uno a uno, los descargos que hicieron los concejales socialistas para su defensa en la sesión del 14 de febrero presidida, aún, por el alcalde en funciones Andrés Rodríguez. Esta histórica sesión plenaria terminó bien tarde, a las 12 de la noche. El día veinticuatro, en una nuevo pleno municipal, se dio lectura a la resolución dictada por el Gobernador Civil viéndose obligados a dimitir de sus cargos, con carácter irrevocable, los ediles socialistas como consecuencia de la resolución definitiva del expediente abierto por el Gobernador Civil. El secretario Francisco Urquía echando un capote a favor de aquel ayuntamiento de izquierdas, advertía a todos los concejales socialistas que sus cargos eran irrenunciables. Sus gestos de simpatía le iban a costar que fuese suspendido de empleo y sueldo unos meses después ya que la derecha le castigó duramente con la apertura de un expediente sancionador del que fue instructor Carlos Sánchez. Urquía finalmente se vio obligado a abandonar Marmolejo en diciembre de 1934 y deambular de forma errante por los ayuntamientos de Burgo de Osma, Yuste (Albacete) y Javea (Alicante). Años más tarde, en diciembre de 1939, en el expediente de depuración de funcionarios municipales, un informe rotundo del Alcalde dirigido al Secretario Local de la FET y de las JONS concluía: "Tomó posesión por concurso en agosto de 1939 y lo ejerció hasta fines de diciembre de 1934. En política de forma clara y sin duda era de izquierdas". Su puesto fue cubierto accidentalmente por Teudiselo Martínez hasta abril de 1935 en que tomó posesión el nuevo secretario Juan Evaristo Picó y Soria. Desde el triunfo del centro-derecha en noviembre, la gestión del gobierno municipal socialista estaría supeditada al férreo control realizado desde el Centro Republicano por el Partido Radical, con constantes alegaciones al Gobernador Civil para evitar los abusos que se pudieran producir desde el Ayuntamiento contra los propietarios agrícolas de la localidad. Ese fue el caso de la denuncia realizada por el Centro Republicano en relación al propietario y farmacéutico Francisco García de Vinuesa. El citado farmacéutico pertenecía también al Centro Republicano y tras su petición al Ayuntamiento de obreros para la recolección de las aceitunas de sus fincas, el ayuntamiento respondió con la negativa a proporcionarlos. Ello ocasionó el boicot de varios jornaleros al citado propietario y el que estos salieran por las calles dando gritos de ¡vivas! y ¡mueras! según quedó reflejado en el telegrama que envió el Centro Republicano al Gobierno Civil. El orden público continuó enrarecido desde el triunfo de la derecha en las elecciones de noviembre, más aún por las desconfianzas y acoso ejercido por el Gobierno de Madrid contra las organizaciones obreras prohibiendo la libre circulación de sus órganos de expresión como "El Socialista", "Renovación", "La Lucha", "El Obrero de la Tierra" etc, o dictando con carácter general normas restrictivas contra la ciudadanía con motivo de los carnavales. Nada más llegar a su cargo el nuevo Gobernador Civil comenzó recordando al alcalde socialista en funciones, Andrés Rodríguez, las siguientes medidas restrictivas: "En uso de las facultades previstas por la

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ley de Orden Público de 28 de julio de 1933 hago saber: Se prohíbe la formación o circulación de grupos y los estacionamientos de personas en las calles, caminos, carreteras y en la vía pública en general Art. 2o) Prohibido la circulación por vías férreas. Serán tratados como sospechosos cuantas personas se acerquen o transiten por dichas vías puentes, dependencias o instalaciones desde las 5 de la tarde hasta las 8 de la mañana. Art. 3o) A cuantas personas le sean encontradas armas o sustancias explosivas se le aplicarán fulminantemente las sanciones especiales previstas para el estado de alarma". Para mantenimiento del orden público en el concurrido carnaval marmolejeño, fiesta donde se hicieron muy frecuentes las letrillas satíricas contra el gobierno de derechas y las instituciones eclesiásticas, se recibía a principios de febrero un nuevo telegrama Gobernador Civil con las siguientes consignas: "Se prohíbe circular con careta o antifaz antes de las 8 de la mañana y después de las 6 de la tarde así como mascaradas que ocasionen burla o desprecio para la institución del Estado, fuerzas armadas, ideas políticas o religiosas y en general para cualquier persona o particulares; se prohíben terminantemente las coplas atentativas a la moral o las personas o instituciones antes citadas así como también las mascaradas que por su índole o vestiduras tengan carácter inmoral o utilicen uniformes o cualquiera otro género de trajes puedan ocasionar lesión a sentimientos políticos o religiosos impidiendo igualmente el arrojar objetos que puedan producir daño a las personas o cosas". Otra instrucción llegaba dos días más tarde a la anterior en el siguiente sentido: "A partir de la fecha y por orden de la superioridad: 1o) Autorizada que sea cualquier reunión de carácter político obrero o social, confesional, recreativa, etc, el Delegado del Gobernador Civil (el alcalde) hará presente al organizador y presidencia del acto o ambos si fuesen personas distintas la prohibición absoluta de que los oradores que intervengan en la reunión se haga apología de la violencia, o la aplicación a conseguir por medio de la fuerza el triunfo de la unidad. 2°) En el caso de ser desobedecida esta orden durante la celebración de cualquier acto, el alcalde lo suspenderá inmediatamente, procediendo a la detención del orador que haya cometido el delito o falta y a la del presidente u organizador de la reunión: 3o) Si el acto suspendido se estuviera celebrando en el local social de una agrupación política obrera, confesional, deportiva etc, se impondrá la multa de 1000 ptas caso de que vuelva a suspenderse por idénticos motivos otro cualquier acto, se procederá a la clausura". La tensión latente generada por el abuso de poder del gobierno de centroderecha, tuvo una primera respuesta en el seno de las Juventudes Socialistas denunciantes a los cuatro vientos de la "cacicada" que iban a cometer con la descarada artimaña de la destitución de la corporación socialista por temas de "mala gestión". Uno de sus afiliados más activos, el joven de 16 años, Juan José Jurado Castro, fue a dar con sus huesos en la cárcel quedando a disposición del Juez Instructor, Emilio Aguado por el delito tipificado de ir "contra la forma de gobierno". Estuvo desde el 6 hasta el 12 de marzo, día que saldría en libertad por orden del Gobernador. Juan José era el prototipo de afiliado a la Juventud Socialista del nutrido grupo de jóvenes que lideraba Bartolomé Pastor Garrido; aunque trabajador en la huerta del padre, fuertemente concienciado por la situación de la clase jornalera, se había preocupado de cultivarse y colaboraba de forma prolífica con diversos periódicos

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de la provincia, y posiblemente de ámbito nacional, enviándoles artículos donde exponía sus opiniones críticas sobre los acontecimientos políticos así como diversas reflexiones sobre la injusta realidad social en que vivía la clase obrera. Impulsó la representación en la Casa del Pueblo de pequeñas obras de teatro de contenido social, salidas de su propia pluma. Muchas de estas obras y alguna novela corta tuvieron que ser destruidas en la postguerra por sus familiares para evitar detenciones y torturas innecesarias; de ellas solo se salvó un pequeño tratado manuscrito titulado "Prácticas de ortografía dudosa" de claras intenciones didácticas al tiempo que moralizantes, en poder de sus herederos. Pero lo que vendría a agravar y tensionar, todavía más, la situación fue el incidente de la bomba en el denominado "Centro Agrario" de la calle San Antonio, el día de San José de 1934. Los hechos presenciados esa tarde-noche por el militante histórico, afiliado en esos años a la Juventud Socialista, Juan Martínez "Matarratas", me los describió de la siguiente manera: "Ese día D. José Santos, el dueño de las Prensas, uno de los propietarios más ricos de España, tenía la costumbre de que a todo el c¡ue bebía vino aquella noche en la taberna de Frasquito "el Aldeano" (establecimiento enclavado en "Las cuatro esquinas", hoy Casa de Las Hormiguitas), se lo pagaba todo. Nosotros llegamos Charavito, "El chato", Pablo "Rumaco" y dijimos: "Ponnos un litro vino María". Nos lo puso, nos lo bebimos y le dijimos: ¿qué se debe?. Ella nos dijo: está pagao. Esta noche podéis beber todo lo que querrais. -!Pues pon otro!. Y nos bebimos allí cuatro o cinco litros de vino. Como los pagaba el tío, pues salimos de allí medio borrachuscos, y con la borrachera, mira por donde, nos dió por irnos al casino a tomar café, sin dineros y sin na, porque no teníamos. Pero en fin la borrachera nos llevó hacia allí, y al emparejar con la esquina de los ingleses ("Los Solises") sentimos ¡¡boom¡¡..¿Qué ha sido eso?. Puche salía de la tienda de "Los Solises" y preguntó:!Qué ha pasado!. Le dije: ¡Yo que sé, los canallas, los fascistas éstosj. Ya me puse negro. Nos esperamos allí en la esquina y salían del interior las personas que allí había en el Centro Agrario. Habían puesto un bomba; una lata de tomates que pusieron llenas de cascos y de rayos y salían uniformaos y Miguel Cerrillo que era médico estaba diciendo: ¡El canalla de Maqueano¡. ¡El canalla de Maqueanoj. A esto llegó el Ayuntamiento. Yo al decir: ¡El canalla de Maqueanoj, me avalancé sobre él, pero me echó mano el Alcalde Andrés Rodríguez diciéndome: ¡Qué vas a hacer ¡, y ya parece que aquello se aplacó. Allí estaba en la "ratonera" (nombre popular del Centro Agrario) el Partido Agrario, que estaría celebrando una junta. Aquello estaba lleno de "ratones"(16). La colocación de la bomba fue imputada a algunos miembros jóvenes del CIO, según el texto de la sentencia n° 61 de 22 de febrero de 1935, fecha en que serían juzgados los hechos y que dice así:

"Resultando que a mediados de marzo del pasado año (1934) se sabía en el pueblo de Marmolejo que se había destituido o se iba a destituir de un momento a otro, el Ayuntamiento de filiación socialista, lo que los elementos de este partido atribuían a influencias de la Sociedad Centro Republicano, instalada en la calle San Antonio del citado pueblo. Francisco Gascón Casado secretario de la Casa del Pueblo tenía en su casa una bomba de dinamita formada con una lata de conservas conteniendo dicha sustancia y alguna metralla, y al salir del Ayuntamiento se encontró con Ignacio Rodríguez Garría (a) "Pirucho" y Bartolomé Rodríguez Peña, acordando entre los tres ir a buscar la bomba que tenía Gascón en su casa y colocarla en el Centro Agrario, y como se encontraran a Miguel Barragán Cano se acercó el Bartolomé Rodríguez, hijo del alcalde socialista del pueblo, y le dijeron que los acompañara a

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realizar su propósito de colocar dicha bomba y se dirigieron los cuatro al domicilio de Gascón. Este sacó la bomba y se la entregó al Ignacio Rodríguez y ya con ella se dirigieron al Centro Republicano donde el Ignacio puso la bomba en el portal de la casa ocupada por dicho Centro, estando cerrada la puerta del zagüan y siendo el referido portal de una longitud de 3 metros y de un ancho de dos metros treinta centímetros, colocando el Ignacio el artefacto en las gradillas de la entrada, sobre las 9,30 a 10 de la noche, hora que escogieron los procesados porque sabían que era en la que no podía haber nadie en el citado Centro pues sus propósitos eran causar daños a la finca y de esta manera amedrentar a los directivos del Centro. Y encendida la mecha se retiró el Rodríguez y al poco rato hizo explosionar el artefacto causando daños en la puerta de entrada y en las paredes del portal y rompiéndose los cristales del Hotel Cuatro Naciones en número de cinco, propiedad de Don Pedro Perales así como 20 cristales de la Casa del Centro Republicano, entre ellos los de un chinero de un departamento donde se encontraban algunos socios del mismo importando el total de daños 260 pesetas".

Francisco

Gascón,

Bartolomé

Rodríguez,

e

Ignacio

Rodríguez

García

"Pirucho" fueron condenados a 14 años y un día de prisión menor con la accesoria de inhabilitación absoluta para cargo público durante la condena y al pago de la cuarta parte de los costes, y a Miguel Barragán Cano a ocho años y un día de prisión menor y a pagar la cuarta parte de los costes, indemnizando al Centro Republicano y al Hotel Cuatro Naciones. Los abogados de los encauzados, los letrados de la UGT, González Cuesta, Vadillos, y Marín Ibáñez declararon la insolvencia económica de sus defendidos y solicitaron que se les aplicara la ley de amnistía por estar justificados los hechos en el conflicto social existente en la localidad pues los patronos de Marmolejo sistemáticamente se negaban a dar trabajo a los obreros del Partido Socialista. (17) En el momento de este juicio los encauzados cumplían condena por los acontecimientos del 6 de octubre. Tras el juicio fueron enviados al penal de Cartagena (Murcia) viéndose beneficiados de la amnistía declarada tras el triunfo del Frente Popular el 22 de febrero de 1936, dos días después de que saliesen el resto de presos que aún cumplían condena en la cárcel de Jaén.

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Notas: 1.2. El gobierno municipal de izquierdas del Partido Socialista (abril 1931-marzo 1934) (1) Tuñón de Lara, Manuel; "Tres claves de la Segunda República". Editorial Alianza Universidad. Madrid 1985; página 31. (2) Isidoro de La Cierva tuvo a bien recoger sus experiencias vitales en esta villa balneario dejando sus impresiones en un librito escrito en 1925 titulado "De Murcia a Marmolejo: rápidas impresiones de viaje". Otras personalidades de segundo nivel relacionadas con profesiones liberales y la Administración Estatal se dejaron frecuentaron Marmolejo durante el periodo de la República. (3) Malefakis, Edward: "Reforma agraria y revolución campesina en la España del siglo XX". Editorial Ariel. Barcelona 1980; páginas 199 a 201. (4) Tuñón de Lara, Manuel: "Tres claves ", página 42. (5) Formaba también la comisión el cabo de los guardas Mariano Lara Pérez, Vicente Peña y Vicente García en calidad de peritos). (6) Vida Roviralta, María Ángeles: "La Segunda República", publicado en la obra "Jaén" Tomo II; página 675. (7) Malefakis, Edward: op. cit, página 202. (8) Tuñón de Lara, Manuel: "Historia de España" página 95. "El 12 de diciembre de 1930, el capitán Fermín Galán proclama la República en su guarnición de Jaca y se dirige con una columna hacia Huesca. Galán, tras haberse detenido en Ayerbe (pueblo de tradición republicana), continuó su marcha en la madrugada del día 13. A la altura del santuario de Cillas sus fuerzas fueron interceptadas por la gubernamentales. Tras hora y media de lucha desigual, Galán dio orden de alto el fuego. El marchó en el estribo de un camión, hasta la pequeña localidad de Biscarrués. Creyó que su deber era entregarse y así lo hizo al alcalde de ese pueblecito. Al día siguiente, tras consejo de guerra sumarísimo, son condenados a muerte y fusilados los capitanes Fermín Galán y García Hernández". (9) Vida Roviralta, María Ángeles: Obra citada, pág. 676. (10) Una de las letrillas carnavaleras muy tarareada por las murgas de la República decía así: "En la nación Española, los que viven del engaño, son los curas y las monjas, los frailes y los ermitaños. !Que quemen esa semilla!. !Y la quemen con carbón!, que la perdición de España, es la santa religión. También eran asumidas por el colectivo afiliado al CIO, frases como las que recogía en el libro del joven de la JSU, Juan José Jurado titulado "Prácticas de ortografía dudosa", del que extraigo las siguientes: "Salomón dice: "El temor de Dios es el culpable de no tener los trabajadores sabiduría" / "¿Porqué consideras a la Naturaleza como tu madre? Porque todos los seres humanos somos hijos de la Naturaleza y no de Dios". Sin embargo como crítica a la ostentación de la autoridad eclesiástica de la época, se atisban sin embargo ciertas simpatías por la imagen del Cristo humano y humilde, en frases como estas en forma de parábola: Hubo un rey en la antigüedad que hacía sembrar de flores el tránsito que había de recorrer en su carro de oro arrastrado por esclavos; pero tuvo otro rey más humilde, que aunque pudiera haberse hecho conducir por ángeles, transitó por ciudades y caminos a pié, sin más séquito que doce pobres pescadores, y decía: yo siendo rey de los cielos y tierra, transito como un mendigo, y vosotros que debiérais de besar la tierra que piso, me despreciáis, pero en el trono de mi padre pediréis y suplicaréis al que en la tierra despreciásteis". (11) Testimonio del socialista marmolejeño Miguel Barragán González

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(12) El último gobierno del período republicano de izquierdas presidido por Manuel Azaña antes de su dimisión como Jefe de Gobierno en septiembre, pudo formarse el 14 de junio de 1933 con ministros como el catedrático republicano Agustín Viñuales en Hacienda; Femando de los Ríos la cartera de Estado; el profesor Francisco Bamés para Instrucción Pública; Marcelino Domingo en Agricultura, Franchy Roca en Industria y Comercio y para Marina, Luis Companys. (Manuel Tuñón de Lara: Historia de España de editorial Labor, pág. 161). (13) Miguel Cabanellas Ferrer (1872-1938) había comenzado su carrera militar en el ejército de Cuba. En 1909 destacó en la guerra de África creando las primeras unidades Regulares de Caballería. De ideología liberal y republicana, se enfrentó en la Dictadura de Primo de Rivera, manifestándose en contra de las Juntas de Defensa, como consecuencia de su postura, en 1926 fue depuesto como Gobernador Militar de Menorca pasando a la reserva. En adelante se dedicó a alentar cualquier trama conspiradora, en 1929 se unió a los políticos que pretendían el advenimiento de un régimen republicano. Cuando sobreviene la 2a República es nombrado Capitán General de la 2a División de Andalucía, después Jefe del Ejército de Marruecos, y finalmente en 1932 es nombrado Director General de la Guardia Civil. En las elecciones de noviembre de 1933 se presentó en las listas del Partido Radical y obtuvo acta de Diputado a Cortes de la Nación por la provincia de Jaén. Cuando estalló la Guerra Civil, en contra de lo esperado, se unió al pronunciamiento militar, parece ser con la idea de instaurar posteriormente una República acorde con sus ideas centristas, pero su muerte temprana el 14 de mayo de 1938, dejó vía libre al resto de generales golpistas, entre ellos al general Franco. Entre julio a septiembre de 1936 ocupó la presidencia de la Junta Defensa Nacional en la zona sublevada. (14) En la provincia encabezaba la candidatura de derechas el cedista José Moreno Torres representando a la facción de los Agrarios, que obtuvo en estos comicios, 1312 votos en Marmolejo. Nacido en Madrid, el 1 de agosto de 1900, ostentaba el título de Conde de Santa María de Babio, pequeña localidad de la provincia de La Coruña, de donde ascendían sus antepasados. Debido a su condición de ingeniero especializado en obras públicas y militares, en 1925 recalaba por la provincia de Jaén para hacerse cargo junto a su padre José Moreno y otros dos ingenieros más de las obras de la presa de La Lancha en el río Jándula. Esta circunstancia lo acercaría a nuestra localidad en donde entre 1930 a 1931 se hacía cargo del arreglo del camino de La Centenera, tras contratar la obra con el último ayuntamiento de la monarquía presidido por Alfonso Sánchez Solís. Uno de sus obreros-encargados de máxima confianza fue el portugués José María Estévez entre cuya correspondencia personal con José Moreno Torres he podido confirmar la relación de confianza mutua entre ambos al extremo de tener que ayudarle solicitando un préstamo personal a la banca de Alfonso Sánchez para atender ciertas dificultades económicas por las que atravesaba su antiguo jefe y amigo. El propio ingeniero reconoce, en carta fechada el 16 de enero de 1934, dirigida a José María Estévez, tener dificultades para abonarle lo que le debe: "Si yo tuviera en este momento disponibilidades te mandaría lo que pudiera, pero no me querrás creer que estoy viviendo por el momento de la familia de mi mujer y de la paga de diputado, por haber dejado todos los negocios y estar a resultas de la liquidación del pantano y de que me paguen lo mucho que me deben por distintos lados". (Correspondencia cedida gentilmente por su hija, Dña. Idelina Estévez Afonso). En 1936 repitió como diputado de la CEDA, y entre 1943 a 1952, ya en plena dictadura, fue alcalde de Madrid, cargo que compaginó con el de director general de Regiones Devastadas entre 1946 a 1952. Las corporaciones franquistas de Marmolejo le agradecieron sus servicios en la construcción de la barriada de Regiones, dedicándole una calle en la arteria principal de la popular barriada. Fuente: Congreso de los Diputados-Histórico de Diputados. (15) Moreno Gómez, Francisco: "La República y La Guerra Civil en Córdoba", pág 260. (16) Testimonio grabado a Juan Martínez Cano "Matarratas" en la antigua sede del PSOE en la Avenida Juan Carlos I (actual bar de "El Gato") en 1982. Juan Martínez Cano era jornalero del campo y se afilió a la Juventud Socialista en 1923. Participó junto a su hermano Francisco en la Huelga de Campesinos del mes de junio de 1934 para reivindicar mejoras salariales, y en la jomada revolucionaria del 6 de Octubre de 1934 convocada por UGT, para impedir el acceso de la extrema derecha al gobierno de la nación. El testimonio de Francisco Solís Barea confirma como el dueño de Las Prensas, José Santos, de origen asturiano, solía tomar el vino en la taberna de Frasquito el Aldeano, situada en las "Cuatro Esquinas" (casa de "Las Hormiguitas"), donde invitaba por el día de San José a toda la parroquia de dicha taberna.

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

La predilección le sería sugerida por su chófer Jesús "El de las Prensas", futuro yerno del concejal cedista y gran arrendatario olivarero, Andrés Pastor. (17) Sentencia existente en el expediente de la Prisión Provincial de Jaén correspondiente a Francisco Gascón Casado. Sección Prisión Provincial; Archivo Histórico Provincial; carpeta 42.419. Esta misma queja que expuesta por los abogados defensores acerca de la situación de marginación laboral de los obreros afiliados al Centro Instructivo Obrero la oí comentar a diversos dirigentes históricos socialistas de la localidad.

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

Niceto Alcalá Zamora, líder del partido Derecha Liberal Republicana, se convirtió en Presidente del primer Gobierno Provisional de la 2a República en abril de 1931, y sería elegido Presidente de la República por las Cortes de la Nación, el día 10 de diciembre de 1931, después de ser aprobada la Constitución republicana. Murió en el exilio de Buenos Aires en 1949.

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

Ignacio Expósito Villar (n.1890-1942) concejal socialista desde abril de 1931, fue nombrado alcalde republicano en febrero de 1936, tras el triunfo de los partidos del Frente Popular. Gobernó el municipio durante toda la guerra procurando mantener operativas las instituciones republicanas en la localidad. Fue un hombre fiel al Partido Socialista, y a unos ideales de justicia social, luchando hasta el final por mantener el régimen democrático y republicano. Hecho prisionero en abril de 1939, muere fusilado en el cementerio viejo de Jaén, el 20 de junio de 1942, junto a cinco compañeros más de la localidad. Único retrato conservado por su hija, ya fallecida, Dña. Clara Expósito.

Manuel Flores Vallejo "Lagaraña" y su esposa María de la Paz Sáez Jurado. Manuel fue elegido concejal por el Partido Socialista, el doce de abril de 1931 y ejerció de Alcalde desde julio a octubre de 1933.

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL

Antonio García Martínez: Conocido como Antonio "Maqueano" fue junto a Gaspar Casas Cano y José Lorite Castor uno de los primeros afiliados que hacia el año de 1918, fundaron el Partido Socialista Obrero Español y la Unión General de Trabajadores en Marmolejo, bajo la denominación de Centro Instructivo Obrero. En 1920 obtuvo acta de concejal con Gaspar Casas, convirtiéndose ambos, en los primeros concejales socialistas de la historia de la localidad. Durante la 2a República trabajó activamente en diversas comisiones municipales, ocupando en varias ocasiones la Tenencia de Alcaldía. Nacido en Andújar hacia 1890, se trasladó a Marmolejo donde puso zapatería y residió en la calle Maestro hasta 1934 en que hubo de exiliarse, junto a Andrés Rodríguez, a Gibraltar tras la jornada revolucionaria del 6 de octubre. Durante los años de postguerra sufrió prisión en las cárceles de Andújar, Jaén y Madrid, ciudad en donde murió en 1953. Foto propiedad de la Casa del Pueblo de Marmolejo, cedida por su hijo, ya fallecido, D. Antonio García Vergara.

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

Antonio Molina Torralbo, "maestro Corbella", (Marmolejo 1889-1965): Concejal socialista desde abril de 1931 al 28 de marzo de 1939. Albañil de profesión impulsó en Marmolejo la Sociedad de la Construcción "1o de Mayo" de la UGT. Estuvo preso en Jaén y en Sevilla, de cuya cárcel salió en 1946, tras haber redimido condena trabajando con otros presos del franquismo en el Canal del Bajo Guadalquivir, Aparece junto a su esposa la marmolejeña Alfonsa Rodríguez Robles fallecida en 1975. Foto cedida por su hijo D. José Molina Rodríguez.

Antonio Perín Ramos y su esposa Clara Martínez Garrido. Antonio era natural de La Higuera (Jaén) y junto a su hermano Miguel se instalaron en Marmolejo donde abrieron una panadería. Los dos hermanos estuvieron muy comprometidos con los ideales del socialismo democrático perteneciendo de forma activa al Centro Instructivo Obrero. En mayo de 1938 ocuparon puestos de concejales en la Consejo Municipal en representación de UGT, hasta la finalización de la guerra en que fueron detenidos y enviados a prisión. Foto cedida por su nieta Dña. Carmen Perín Ruiz.

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

I

afortunadamente recuperado tras su conversión en un basurero en los años setenta, se celebraban con frecuencia fiestas camperas y mítines obreros con motivo del 1o de Mayo. En estas fiestas se escuchaban los discursos apasionados y reivindicativos de los diferentes líderes locales del Centro Instructivo Obrero y finalizaban con típicas comidas camperas en la cercanía del río.

En el llano de La Huerta del Río,

La Fuente de Los Socialistas, en la margen derecha del Guadalquivir, a unos metros del Balneario de Marmolejo, fue un manantial puesto en funcionamiento por el Centro Instructivo Obrero para repartir agua gratis a la numerosa colonia de agüistas pobres que año tras año buscaban remedio a la enfermedad

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

Andrés Velasco Rivillas, afiliado al Partido Socialista murió el 10 de noviembre como consecuencia de las torturas propinadas por guardias civiles tras la jomada revolucionaria del 6 de octubre de 1934. Era jornalero del campo pero sabía leer y escribir perfectamente como la mayoría de los afiliados al Centro Instructivo Obrero. En abril de 1931 fue elegido concejal por el Partido Socialista y representó al Ayuntamiento en el Consejo Local de Primera Enseñanza. El 11 de junio de 1932 ocupó el cargo de Alcalde tras la dimisión de Andrés Rodríguez Gómez hasta el 8 de julio de 1933 en que renuncia tras una crisis interna en el grupo de concejales socialistas. Fotografía cedida por gentileza de D. Manuel Cañaveras.

Alfonso Jurado González, concejal socialista en 1931 y Alcalde desde octubre de 1933 hasta la destitución de la corporación socialista por el gobierno de centro-derecha de Alejandro Lerroux, en marzo de 1934. Foto cedida por su hija Dña. María Jurado Cano.

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

De familia de tradición panadera, la familia Perín cambiaron La Higuera de Arjona, donde habían nacido, buscando mayor prosperidad en una villa que a principios del siglo veinte conocería su máximo esplendor debido a sus afamadas aguas minero-medicinales. El joven Eduardo Perín Martínez con su tío Miguel Perín Ramos, importante dirigente socialista en el periodo republicano. Foto cedida por su hija Dña. Carmen Perín Ruiz.

El concejal republicano Francisco Martínez Velasco y su esposa Juana Godoy Jurado. Las mujeres sufrieron las desdichas de sus compañeros en igual o mayor medida pues tuvieron la tarea de sacar adelante a sus hijos/as, desde la soledad y marginación, lo cual no resultó tarea fácil en la postguerra. Foto cedida por su hija María Martínez Godoy.

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

Muchos jóvenes con ideales de izquierdas no podían sospechar el drama que se avecinaba a sus vidas con el estallido de la guerra y la posterior postguerra. Sus vidas, hasta entonces, discurrían inmersas en la rutinaria cotidianidad de un país, que aunque con problemas, llevaba ya más de 50 años sin conocer conflictos bélicos en su interior. En estas instantáneas podemos apreciar dos momentos en las vidas de los jóvenes, aún novios, Eduardo Perín Martínez y Luisa Ruiz Ruiz . Una de ellas junto al puente del Balneario; la otra junto a la puerta del Santuario de la Virgen de la Cabeza durante la República. Fotos cedidas por su hija Dña. Carmen Perín Ruiz,

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

Juan José Jurado Castro, hijo de una familia de hortelanos con huerta al final de la carretera de Andújar (huerta de Herrero), ejerció gran influencia entre las Juventudes Socialistas no solo por su oratoria clara y convincente sino por su habilidad para escribir artículos de prensa y pequeños libritos de alto contenido didáctico para los obreros afiliados al Centro Instructivo Obrero. Luchador empedernido contra las formas de gobierno caciquiles, su coherencia política le costó estar una semana en la cárcel de Jaén, cuando solo tenía 16 años. Motivo: protestar contra la manera caciquil de destitución de la corporación socialista en marzo de 1934. Su participación en la huelga del seis de octubre, con tan solo 17 años, le supuso la vuelta a la cárcel para cumplir una condena de 10 meses junto al resto de jornaleros de la localidad. Durante la guerra se alistó en el Partido Comunista luchando en la defensa de Madrid. Foto cedida por sus sobrinos/ as, hijos de su hermano Mariano, María, Elvira, Ángela y Mariano jurado Arcos.

II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

Una de las páginas del manual titulado "Prácticas de Ortografía Dudosa", escrito por Juan José Jurado Castro. La idea de Juan José era que en estos pequeños libritos corrigiesen su ortografía los obreros afiliados al Centro Instructivo Obrero, al tiempo que influía ideológicamente sobre ellos con sus enseñanzas. Libro manuscrito propiedad de la familia Jurado-Arcos.

LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

El gobierno republicano dio un fuerte impulso a la educación pública de carácter laico. Para ello realizó grandes esfuerzos presupuestarios mejorando los colegios de Enseñanza Primaria y Secundaria y construyendo escuelas allá donde no las había. Las obras del "Grupo de los Escolares" o grupo "Pablo Iglesias", como se le denominó en agosto de 1931, (con ochos aulas para niños y niñas dotadas de chimeneas y grandes ventanales, amplio recreo, servicios, y casa de conserje) fueron terminadas durante la alcaldía republicana de Andrés Rodríguez gracias a las gestiones realizadas por este alcalde ante el Jefe del Estado, Niceto Alcalá Zamora en Madrid. Lamentablemente, la piqueta borraría, una vez más, las huellas de nuestro pasado al ser demolidas al final de la década de los setenta, cuando hubiera sido deseable apostar por su restauración y remodelación. (Boceto a plumilla, de la fachada oeste, del desaparecido Grupo "Pablo Iglesias").

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Juan Alcalá Venceslada fue elegido concejal por la minoría monárquica en la primera corporación republicana de abril de 1931. Mientras que sus compañeros de grupo dimitieron de sus puestos, Juan mantuvo acta de concejal hasta la destitución de esta primera corporación, el 24 de marzo de 1934. Foto cedida por su sobrina, Natalia Alcalá.

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

1.3. El gobierno municipal de centro-derecha, (marzo 1934 - febrero 1936): Sin elecciones municipales se constituía el 25 de marzo un nuevo gobierno municipal plenaria

integrado presidida

solamente

por

nuevamente

por

personas el

del

delegado

centro-derecha gubernativo,

en

una

Bernardo

sesión Morón,

que en nombre del Gobernador Civil dejaba en suspenso desde el día anterior a la corporación socialista. El nuevo ayuntamiento carecía de representación del Partido Socialista y

y

grandes

estaba

formado

arrendatarios

de

por fincas

pequeños de

comerciantes,

olivar,

más

dos

medianos

militares

de

propietarios graduación,

agrupados en torno a los partidos del Centro Republicano. Lo presidía un militar en la reserva, José Vencelá Mingorance "El cadete". Había llegado a teniente del cuerpo de artillería, pero con la ley Azaña escogió retirarse y pasar a la reserva con la graduación de capitán con sólo 28 años cumplidos. Pertenecía a una familia de maestros: su padre era el maestro Juan Venceslá y su madre la maestra de primaria Librada Mingorance. Junto a él formaron la corporación municipal los siguientes concejales: Primer Teniente de Alcalde: Carlos Sánchez Solís, comerciante dedicado al negocio de abacería, venta de granos, vinos y ultramarinos. Segundo

Teniente

de

Alcalde:

Pedro

Perales

Yedrá,

hijo

del

industrial

y

gran

propietario agrícola Pedro Perales Domínguez "Periquito Semana". Tercer Teniente de Alcalde: Jesús Sáez Martínez, agente comercial con establecimiento de venta de vinos. Concejal Síndico: Juan Díaz Criado, militar con graduación de capitán del ejército del aire, casado con la gran propietaria Catalina Navarro Parras. Concejales: Juan Agudo Perales ( propietario agrícola). Juan Roncero Jurado (propietario agrícola e industrial con fábrica de aceite). Emilio Pérez Campoy (pequeña empresa de pintura) Antonio González García (encargado de la finca Los Mártires). Manuel Casado Pedrajas (almacenista de ultramarinos). Cristóbal Fuentes Casado (industrial). Agustín Ollero Torralbo (comerciante de ultramarinos). Andrés Pastor Peña (propietario y arrendatario agrícola, e industrial aceitero). Juan Solís Casado "El de las rentas" (pequeño propietario agrícola). Esta

derecha

representaba

un

relevo

generacional,

pero

detrás

de

ella

se

dejaban ver los intereses de la clase propietaria, de los grandes y de los medianos, alineados

ahora con el sector de los comerciantes e industriales locales y todo

ello, finalmente, adobado con la presencia del elemento militar en las personas de Mingorance y Díaz Criado. Aunque Juan Díaz había nacido en Ceuta, (hijo y nieto de militares) su relación con la localidad quedaba sellada definitivamente por un hecho puramente fortuito: una avería de la avioneta que conducía durante un viaje de Sevilla-Madrid le obligaba a aterrizar en una zona de campiña cercana al cortijo del Ardón (Arjona) propiedad de Francisco Navarro Parras. Allí se hospedó durante

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

una semana mientras subsanaba la avería y en ese tiempo trabó relaciones afectivas con la hija del dueño, Catalina Navarro Parras con la que terminó casándose y viniéndose a Marmolejo a vivir a la casa que la familia Navarro tenía en la plaza del Coso. Con el tiempo éste sería el domicilio familiar de Juan Díaz Criado; aquí ejerció de concejal a la par que gestionaba las inmensas propiedades de su mujer, mientras su destino profesional continuaba en la base aérea de Tablada (Sevilla). La mayoría de los concejales del período de centro-derecha aparecían integrando las filas del Partido Radical pero también, cada vez en mayor progresión, las filas de la CEDA, de Gil Robles, en la que se significó el propietario local, Andrés Pastor Peña por su actividad en contra de las tesis obreristas. Por su parte los problemas seculares derivados de las crisis en el campo no tardaron en aflorar máxime cuando los socialistas hurtados del poder legítimamente obtenido en las elecciones del 31, se vieron obligados a ejercer la oposición desde el ángulo meramente reivindicativo. A nivel nacional "no solo los salarios se fueron degradando en el campo desde las elecciones de 1933

(1),

sino que también el paro aumentó: en el verano de 1934 el

número de parados pasó la cota de los 700.000, de ellos 400.000 del sector agrario, y el coste de la vida se elevó en el invierno de 1933 a 1934; en los pueblos se volvió a la discriminación para dar trabajo, según que los jornaleros fueran "rebeldes" o "sumisos" infringiendo asilos preceptos de turno establecidos; por añadidura, como siempre se estaba en estado de excepción (alarma o prevención); los alcaldes carecían de todo poder y la guardia civil, siempre a bien con los propietarios, tenía entera libertad de acción" (ti. Esta situación de precariedad extrema de la clase trabajadora era recogida con cierta ironía en los carnavales de 1934, pues las murgas a pesar de las prohibiciones y controles gubernativos continuaron sacando canciones como éstas aún a riesgos de ser multados sus inventores.

"Somos la murga la olla que anda con el pan a trechas, desde el año 33, que ganaron las derechas. Hemos pasado más hambre este año en la aceituna, que pasaron nuestros padres cuando la guerra de Cuba. No hemos podido juntar pa el alquiler de la casa, y vamos a tener que dormir en un poyo de la plaza" Otras letrillas fueron incorporadas en las murgas por influencia de otros lugares, como fue la que sigue a continuación, muy tarareada por los obreros a lo largo de toda la República:

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

"En la nación española los que viven del engaño son los curas y las monjas, los frailes y los ermitaños. !Que quemen esa semilla! !Y la quemen con carbón! que la perdición de España es la santa religión". María Ángeles Vida Roviralta(3) apunta en relación a la provincia de Jaén que

'la derecha envalentonada tras su triunfo de noviembre endureció su postura mostrándose generalmente intolerante e incluso revanchista. La tensión por tanto creció lo mismo en el campo que en los núcleos urbanos. A los factores políticos como la disminución de salarios, las :rabas a la rebusca de las aceitunas, la suspensión de obras públicas como la construcción del ferrocarril Baeza-Utiel, o la discriminación para contratar obreros, se unieron las adversas condiciones climatológicas. El año agrícola 1934-35 fue malo, descendiendo las cosechas de cereales, leguminosas y aceitunas". Desde el mes de marzo la tensión social había subido de tono; seguían prohibiéndose desde el Gobierno Civil el reparto de diversos números de la prensa obrera nacional y varios afiliados socialistas liderados por Andrés Rodríguez salían a la calle el 14 de abril para protestar por la situación social y política aprovechando la conmemoración de la 2a República. El gobierno municipal de centro-derecha había preparado

también

un

programa

de

actos

muy

condicionado

por

los

problemas

sociales: "Día 14, a las nueve horas, reparto de limosnas a los menesterosos; 11 horas: audición

por radio del discurso de su excelencia el Presidente de la República Niceto Alcalá Zamora a los niños de las escuelas pública; 4 de la tarde: concierto por la banda en el paseo de La Libertad; 7 de la tarde: cine a los niños en casa de Basilio con escogidas cintas. Día 15: diana. Por la noche función de cine con asistencia de la banda Municipal que trabajará desinteresadamente ya que lo que se persigue es recaudar fondos para mitigar el paro obrero". El catorce tuvo también lugar un acto de propaganda socialista y antifascista organizado

por

las

Juventudes

Socialistas

en

las

que

intervinieron

el

maestro

Ramón Muñoz Casares y otros oradores, tal y como consta en la solicitud para su autorización presentada por su presidente accidental Juan Lozano y su secretario Francisco Segovia. La organización socialista marmolejeña mientras tanto, no se detuvo en su empeño de

defender

los

derechos,

duramente

lesionados, de

los trabajadores del

campo. Unos días después y con motivo de la celebración del primero de mayo el Centro Instructivo estuvo especialmente activo en la labor de concienciación de la clase obrera local. Ese día se celebró un mitin, a las cuatro de la tarde, en la Casa del Pueblo con la intervención del maestro de primaria Ramón Muñoz Casares; Enrique Esbrí, miembro de la ejecutiva provincial, Francisco Vilches, José Requero, Antonio García "Maqueano", Francisco Gil y el propio presidente de Centro, Bartolomé

II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

Pastor. Todos ellos disertaron sobre la significación del Primero de Mayo y a cerca de los problemas políticos y sociales más urgentes por resolver. Sin embargo la manifestación reivindicativa que iba a tener lugar durante la mañana por las calles de la población no sería autorizada por el alcalde Mingorance así que se vieron forzados a sustituirla por un gira campestre que partió de la salida del pueblo hacia el lugar denominado Llano del Chaparralejo. En este lugar cercano a la Huerta del Río, según testimonio del socialista histórico Manuel González, tuvieron lugar, entre otras, las sentidas y aplaudidas intervenciones del maestro Muñoz Casares (casado con la maestra "Doña Adela"), y del joven socialista local Juan José Jurado. Otro socialista histórico, Alfonso Rodríguez, recuerda este acto festivo-reivindicativo en el Llano del Chaparralejo con una gran multitud de gente que llegaba hasta la cercana Huerta del Río por lo que los oradores tuvieron que emplear ayuda de altavoces. Al finalizar los discursos las familias de los obreros realizaron una jornada festiva con degustación de viandas típicas como la tortilla de patatas y el cascaflote marmolejeño. También fue desautorizada por el Gobernador Civil, en conversación telefónica con el Alcalde, la reunión que el CIO había solicitado para el día 9 de mayo con el fin de tratar varios puntos en relación a la grave crisis de trabajo existente entre la clase jornalera. Sin embargo la reunión se celebró y de sus conclusiones se dio cumplido traslado a la alcaldía a través del siguiente escrito firmado por Bartolomé Pastor Garrido e Ignacio Rodríguez:

"En reunión celebrada por las juntas directivas de esta casa social, al objeto de tomar acuerdos que tiendan a evitar los abusos que por la clase patronal se están cometiendo y que se (h)an denunciado a esta organización que consisten en maniobras políticas como son las de obligarle a los obreros a que ingresen en la sociedad patronal y amenazándoles hasta llegar a despedirlos mientras (ínterin) no lleven este requisito, falseando un decreto del Ministerio de Trabajo en el cual prohíbe ejerzan los patronos este matiz político. Por lo tanto en dicho decreto y en las vigentes bases se obliga a poner el turno riguroso a todo patrón que así proceda. Además le interesamos a usted (alcalde) vea por todos los medios que estén a su alcance recabar de quien proceda para resolver el paro que este pueblo viene padeciendo que como ya sabe es insoportable y a más de otros trabajos que pudiera recabar tales como la carretera de la Centenera y la Ley de Laboreo Forzoso que creemos que en parte se remediaría la crisis como igualmente se hagan cumplir las bases que en ninguna parte se están cumpliendo, evitando con ello que esta organización se vea obligada a tomar medidas como es la de declarar una huelga en esta ocasión, que nosotros creemos es perjudicial para los intereses del pueblo y que nosotros queremos evitar. Firman: Bartolomé Pastor e Ignacio Rodríguez García en representación de la Casa del Pueblo". Una nueva reunión de las juntas directivas de las organizaciones coexistentes en el CIO se celebró el día 22 para tratar el tema del paro obrero y la convocatoria de huelga a nivel nacional. Así pues, el 22 de mayo le enviaban un amplio escrito conteniendo las reivindicaciones que daban motivo a la convocatoria de huelga general en el campo prevista para el día 5 de junio. Esa huelga general conocida

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

posteriormente como la Huelga General de Campesinos era convocada en toda España por la Federación de Trabajadores de la Tierra de UGT y sus principales fundamentos quedaban recogidos en el documento que el nuevo presidente del CIO, el joven Bartolomé Pastor Garrido y su secretario Francisco Gascón Casado remitían al alcalde:

"Participando que han acordado la Huelga General del gremio de Trabajadores de la Tierra, para el día 5 de junio próximo, a las 6 de la mañana, por las causas siguientes: 1o) Por la situación angustiosa en que se encuentran. 2°) Por el incumplimiento de la legislación social y bases de trabajo; por el boicot que ejercen contra ellos los patronos, y 3o) La falta de jornales y de tierras para vivir. Por tanto presentan las siguientes demandas: - 1a) Cumplimiento de las bases de trabajo y la legislación social, y que antes del 31 de mayo actual todas las bases rurales recurridas queden despachadas por el Ministerio. Salario mínimo agrícola en todos lo lugares que carezcan de bases. Cada localidad tendrá una comisión mixta inspectora y las insuficiencias se castigarán fulminantemente con crecidas multas para las cajas de paro y arresto gubernativo a los reincidentes. - 2a) Obligatoriedad del Servicio de Colocación: turno riguroso; nadie debe de ser boicoteado por sus opiniones. El trabajo se repartirá equitativamente entre todos los que figuran en el censo profesional agrícola de cada registro de colocación. - 3a) Reglamentación del empleo de máquinas y forasteros, llegando a la prohibición absoluta allí donde haya escasez de trabajo o exceso de brazos. Estos se distribuirán siempre por medio de los servicios provinciales de colocación y a tarifas de bases. Se prohibirán las máquinas en tanto no haya seguridad de dar un mínimo de cuarenta jornales a cada segador del censo provincial. - 4o) Medidas efectivas e inmediatas contra el paro. - 5) Efectividad de la ley de arrendamientos colectivos por medio de los Jurados Mixtos de la Propiedad Rústica. - 6) Se facultará al Instituto de Reforma Agraria para incautarlas y cederlas temporalmente en arrendamiento colectivo a los campesinos, las tierras del Inventario que no se necesiten inmediatamente para asentamientos. - 7) Reconocimiento del derecho a recabar a todos los beneficiarios para la intensificación de cultivos. - 8) Que se efectúen antes del otoño los asentamientos acordados. - 9) El Crédito Agrícola para las colectividades arrendatarias campesinas. -10) Rescate de bienes comunales. Y no habiendo más asuntos que tratar se levanto la sesión". No se trataba por tanto de hacer ninguna revolución catártica que trajese de pronto el socialismo a España, como maliciosamente se difundió una y otra vez en los círculos de la derecha local, sino simplemente de encauzar medidas efectivas desde la legalidad vigente para corregir situaciones de desigualdad extrema. La situación de crisis agraria era tal que hasta el propio alcalde Mingorance había reconocido ante sus compañeros de gobierno la angustia de las clases jornaleras y había propuesto un socorro especial para los sin trabajo y pobres, medidas que justificaba con el siguiente razonamiento:

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

“El alcalde propone dada la dificultad y situación por la que atraviesa la clase obrera de esta localidad, en paro obligado, carente en absoluto de medios a que recurrir para proporcionarse el sustento cotidiano e implorando la caridad pública por doquier con el fin de evitar en lo posible tamaña calamidad y los tristes espectáculos que el abandono de la misericordia a la vista nos presenta, tengo el honor de proponer al ayuntamiento que de los fondos municipales y con atención preferente se socorra a aquellos desgraciados individuos sin trabajo que más necesitados se encuentren, incluso a pobres de solemnidad..". También desde el Centro Republicano se intentó impulsar a finales de mayo la parcelación de tierras en el cortijo de "San Julián", pero sin éxito inmediato, y desde la "Sociedad Obrera Agrícola", sindicato patronal vinculado a Acción Popular, de inspiración católica, se proponían medidas para acabar con el paro obrero a través del laboreo forzoso de fincas, en una Junta Extraordinaria celebrada el 3 de mayo. Esta sociedad continuó proponiendo el año siguiente la creación de granjas de conejos de angora para paliar la crisis por lo que se desplazaron hasta Madrid para explicar el proyecto los concejales Benito Ortiz, Luís Muñoz, José Solís Pedrajas y el propio Alcalde. La repercusión del movimiento huelguístico del cinco de junio entre los jornaleros fue un éxito ya que habían logrado paralizar prácticamente a la totalidad del campesinado local. Los que decidieron salir a trabajar fueron disuadidos con disparos intimidatorios de algunos piquetes con la ayuda de armas de fuego. El hecho vivido por uno de los jóvenes afiliados a la UGT y a la Juventud Socialista, Juan Martínez Cano nos da idea de la tensión de la jomada: "Aquella mañana salimos

varios grupos de piquetes para echar a los campesinos hacia el pueblo. A mi me tocó la parte de las Torrecillas, por lo que mi hermano Francisco y yo decidimos marchar hacia un melonar que temamos sembrado en aquella zona y ver si había alguien trabajando. Como yo estaba recién casado, mi hermano me dijo que me marchara para el pueblo mientras el se encargaba de disuadir a los obreros que encontrase trabajando para que marcharan hacia el pueblo. Me vine con la borrica cargada de agua y llegué a mi casa, y ala nada llegó mi hermano con la comisión de huelguistas que al parecer solamente habían detectado a tres jornaleros trabajando: el"Sordo guisao" y dos más. Me fui a buscarlos, me metí entre el trigo y dando un tiro al aire salieron corriendo hasta el pueblo para dar parte del suceso a la Guardia Civil". Después de aquel movimiento fueron encerrados en el calabozo municipal la mayoría de los huelguistas, algunos de los cuales pasaron posteriormente por orden gubernativa a la cárcel provincial para ser juzgados por la Audiencia Provincial. La mayoría eran puestos en libertad el 10 de julio gracias a la mediación del diputado socialista Alejandro Peris Caruana que actuó de abogado defensor de los obreros marmolejeños encarcelados.

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

Cuadro 2: Afiliados socialistas trasladados por orden gubernativa a disposición de la Audiencia Provincial de Jaén tras la Huelga de Campesinos del día 5 de junio, a la Prisión de Jaén:

- Fernández Simón, Juan: natural de Marmolejo, de 20 años de edad, jornalero. Condena cumplida: desde el 5-7-34 al 10-7-34. - García Martínez, Antonio: concejal socialista desde 1920-1923 y desde abril de 1931 a marzo de 1934. Natural de Andújar con domicilio en calle Maestro de Marmolejo, de profesión chófer y zapatero. Condena cumplida: desde 9-7-34 al 15-7-34. - Gil Luque, Francisco: natural de Marmolejo, de 26 años de edad, soltero, afiliado a la UGT de profesión jornalero del campo. Condena cumplida: desde el 9-7-34 a 10-7-34.. - López Pedrajas, Francisco, natural de Marmolejo, jornalero afiliado a la UGT, con domicilio en la calle Norte 17. Condena cumplida: desde el día 5-7- 34 al 19-7- 34. - Lozano Blanco, Juan: jornalero, de 22 años, con domicilio en las Vistillas. Miembro de la UGT y las Juventudes Socialistas de la que ocupó el cargo de presidente. Condena cumplida: desde el 5-7-34 al 10-7-34. - Lozano Velasco, Juan Antonio: natural de Marmolejo, afiliado a UGT, de profesión albardonero con domicilio en Huertas 17. Condena cumplida: desde el día 9-7-34 al 15-7-34. - Martínez Cano, Francisco: jornalero afiliado a UGT, de 21 años, domiciliado en la calle 1o de Mayo 29, (hoy Gamonal). Condena cumplida: desde el 5-7-34 al 10-7-34. - Martínez Martínez, Juan: natural de Rus, afiliado a UGT, de profesión jornalero, de 33 años de

edad, vivía en calle Pozuelo. Condena cumplida desde el 5-7-34 al 10-7-34. - Pastor Garrido, Bartolomé: hijo de Vicente Pastor y Teresa Garrido, jornalero, con domicilio en Navazo 40. Afiliado a la UGT y a las Juventudes Socialistas. Había sido presidente del Centro Instructivo Obrero. Condena cumplida: desde el 9-7-34 al 15-7-34. - Pérez López, Miguel: era natural de Arjonilla y residía en la calle Navazo 48. Afiliado a UGT, profesión jornalero. Condena cumplida: desde el 5-7-34 al 10-7-34. - Perín Ramos, Miguel: natural de La Higuera de Arjona, de oficio panadero, domiciliado en la calle Canalejas 16. Condena cumplida: desde el 5-7-34 al 10-7-34. - Rodríguez Gómez, Andrés: natural de Marmolejo, de profesión panadero, de 52 años de edad. Concejal socialista desde 1922 a 1923, y alcalde desde abril 1931 a julio de 1932. Condena cumplida: desde el 9-6-34 al 15-6-34. - Soriano Blanco, Juan: afiliado a UGT. Condena cumplida: desde el día 5 de julio al 10 de julio de

1934. - Vicaria Castillejo, Pablo: natural de Marmolejo, soltero, de 46 años de edad, de profesión albañil, afiliado a UGT, con residencia en la calle de los Molinos. Se le acusa de tenencia de armas y explosivos. Está en prisión desde 5-7-34 al 15-10-34. El día 17 de junio de 1934 por las Fuerzas de Asalto le fue intervenido un revólver "Smit" sin licencia para usarlo.

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U REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

Antes de llevar a los presos a Jaén la represión más cruel tuvo lugar en las propias dependencias del cuartel de la Guardia Civil, acciones que se continuaron en la prisión de Jaén. En España el número de detenidos se estimó en más de 7000, Muchos fueron liberados semanas después, pero otros permanecieron encarcelados y fueron juzgados por consejos de guerra y condenados a largas penas de prisión (4). También muchas Casas del Pueblo y locales obreros de los pueblos fueron clausurados, aunque no hay constancia de que ello sucediera en Marmolejo, o al menos para el 11 de julio, parece deducirse que ya estaba abierta pues para proceder a la recaudación de fondos y auxiliar a los presos el comité ejecutivo del CIO organizó una función artística consistente en la representación de varios sainetes, con arreglo al siguiente programa: "El chiquillo", "Los chorros del río", "El pescadero", "El carbonero"y "No hay uno bueno". Algunas de estas obritas salieron de la mente del joven socialista Juan José Jurado Castro aficionado a la escritura y a la poesía. El acto iniciado a las 10 de la noche terminó con un recital de poesías, leídas por los afiliados al CIO, En cualquier caso tampoco hay plena constancia de que la Casa del Pueblo fuera el lugar de representación. Si ha quedado huella de la prohibición por parte del alcalde a que el CIO pudiese continuar con el laboreo del Llano del Puente con cuyas cosechas ayudaban a remediar situaciones límites entre la clase obrera afiliada. La repercusión de esta jornada de huelga en la provincia según Vida Roviralta "tuvo especial relevancia. Pararon, según estimaciones del Ministerio de Trabajo, más de sesenta municipios alcanzándose una situación prerevolucionaria con la gente echada al campo, incendios, agresiones personales por ambos bandos -se produjo incluso el asesinato de un yuntero a manos de un jornalero en Mancha Real-, detenciones masivas y deportaciones. Por el contrario fracasó la huelga general urbana preconizada por el PCE en solidaridad con las reivindicaciones campesinas" 1.3.1. El seis de octubre y las secuelas posteriores: La llegada de la CEDA al Gobierno de Madrid no fue bien vista por las organizaciones de clase. Ante el miedo a que este hecho guardara correlación con la imposición de gobiernos fascistas en Centroeuropa, el PSOE y la UGT, donde se habían impuesto las tesis de Largo Caballero, declaró un movimiento revolucionario en el mes de octubre. Las causas por tanto, en esta ocasión, teman un origen más político que social. Aún sin alcanzar la virulencia que en Asturias, la provincia de Jaén se vio agitada casi en su totalidad con miles de trabajadores en huelga puestos horas más tarde a disposición de la justicia militar y recluidos en una abarrotada Prisión Provincial durante los últimos días de octubre. Al contrario que con la huelga de campesinos, y dada la premura con que se preparó este movimiento de respuesta a la inclusión de la derecha más radical en el gobierno de Madrid, no hay testimonios escritos de como se vivieron los días previos y las reuniones mantenidas por los órganos ejecutivos tanto de la UGT, PSOE y Juventud Socialista, seguramente porque las organizaciones obreras estuvieron muy controladas y era harto complicado conseguir los permisos gubernativos de reunión del alcalde, sobre todo tras el movimiento de junio que había supuesto un toque de

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

atención para los intereses de la patronal y de la derecha más reaccionaria: nobleza y burguesía terrateniente andaluza. Sabemos que las asambleas de la Casa del Pueblo eran muy vigiladas por la Guardia Civil y por miembros de la derecha hasta el punto de que se llegaba a montar una guardia de militantes socialistas en la parte de atrás, hacia las tierras de Carlos "Triguero", por si tiraban algún artefacto explosivo con destino a la Casa. Por tanto se venía detectando la preocupación de los responsables de las organizaciones socialistas por la expansión de actitudes y comportamientos fascistas en las filas de la derecha y la tensión no paraba de subir. En el plano de la política municipal se produjo la dimisión por razones de salud de José Vencelá, habiendo promocionado a la alcaldía, Carlos Sánchez Solís presidente del comité local del Partido Radical y hasta ahora primer teniente alcalde. La primera tenencia de alcaldía pasaba a ser ocupada por Juan Roncero Jurado. La víspera del día señalado, parecía imprevisible lo que iba a ocurrir en la madrugada siguiente. Tan solo al entrar la noche, a la salida de una reunión preparatoria en la Casa del Pueblo, un grupo de jóvenes socialistas se encontraron en la esquina de la casa del médico José Perales con una pareja de guardias civiles que vigilaba los movimientos de los obreros. Le preguntaron: ¿A dónde se va?, contestaron !A acostarnos!. Entonces los jóvenes dieron una voz y al momento salieron todos los que estaban en la Casa del Pueblo. Los guardias tuvieron que salir corriendo hasta el cuartel de la calle Maestro. Con este incidente las autoridades quedaban advertidas de que se estaba cociendo algo importante, pues paradójicamente, en otro local no muy distante de allí, en el antiguo teatro de Julia Perales (regentado ahora por la andujareña

Amelia

Jacome

Morales)

tenían

lugar

las

actuaciones

de

los

jóvenes

maestros del cante, Pepe Marchena y la Niña de la Puebla Al amanecer del día seis, atendiendo a la convocatoria de Huelga General lanzada por la UGT en toda España, los piquetes de obreros estaban situados en las salidas de Marmolejo y en algunos puntos estratégicos de la carretera hacia la sierra. Dentro de la población los huelguistas se distribuyeron en las esquinas de mayor tránsito para prohibir el paso de personas y de posibles trabajadores esquiroles hacia el campo. Precisamente desde el punto de mayor concurrencia, la esquina de la Peana y sus aledaños, en donde estaban los máximos dirigentes del CIO, uno de los huelguistas, Juan Casas Santiago disparó con su arma al ex-concejal Matías Vidal Fuentes dejándole malherido. Salía de su casa en la calle del Arroyo para hacer la compra de costumbre en el plaza de abastos, frente a la iglesia, antes de abrir su barbería de la calle Granados. Según algunos testigos, le habían dado el alto pero su problema de sordera le impidió escuchar las voces de los huelguistas. Matías murió tres días después, en su domicilio de Arroyo 22, a las 11,30 de la mañana por una infección peritoneal a consecuencias de las heridas causadas por el arma. Casado con Juana Rodríguez Casado dejaba tres hijos/as de pequeña edad; Andrés, Juana y Ana. En 1940, recién terminada la guerra civil un informe del alcalde Manuel Agudo Perales dirigido al Secretario Provincial del Movimiento reflejaba estos hechos con el lenguaje de la época: "Era un hombre extremadamente derechista y un católico modelo.

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

En Octubre de 34 fue vilmente asesinado por los marxistas al salir de su casa con una cesta para ir de compras a la plaza de abastos. Crimen cometido a traición y por las espaldas, disparándole con una escopeta y falleció a consecuencia de las heridas..." (7) El relato de los hechos en relación al suceso del asesinato de este antiguo concejal del partido Conservador quedó reflejado de forma algo distinta en la sentencia n° 45, de 13 de febrero de 1935, por la que se juzgaron los hechos: "Enlaciudad de Jaén a trece de febrero de mil novecientos treinta y cinco. Vista en Juicio Oral y Público por la Sección segunda constituida en Tribunal de urgencia de esta Audiencia Provincial la causa procedente del Juzgado de Instrucción de Andújar, seguida por el delito de homicidio, contra Juan Casas Santiago (a) "Fiera" y Antonio Membribes Rodríguez, hijos de Francisco y María y José y Marta, natural de Marmolejo y de Alconte (Almería) y vecinos de Marmolejo, de 28 y 33 años de edad, de estado soltero y casado, de oficio jornaleros, sin y con instrucción, sin antecedentes penales, insolventes y en prisión, habiendo sido parte el Ministerio Fiscal, Ponente el Magistrado D. Manuel Docavo Núñez y defendidos los procesados por el Letrado Eduardo Mazón. RESULTANDO: que en la madrugada del seis de octubre último con ocasión del movimiento revolucionario organizado para el día, antes, hubieron de destacarse de los rebeldes los procesados Juan Casas Santiago (a) Fiera y Antonio Membribes Rodríguez, los que se instalaron en la calle de Julián Besteiro (Arroyo) en Marmolejo, el primero junto a la casa número 23, de dicha calle, y el segundo en la esquina de la misma y la de Yepes, con el fin de impedir la circulación de los vecinos, y como saliera de su casa Matías Vidal Fuentes con una cesta al brazo con el propósito de ir a la compra en la plaza de Abastos, los expresados sujetos le llamaron la atención para que se volviera a su casa y como el Matías no les obedeciera prontamente hicieron cada uno un disparo contra el mismo con escopetas de que iban provistos alcanzando en el blanco el tiro del Casas que produjo a Matías una herida, con orificio de entrada por la región lumbar izquierda y salida por la región supraumbilical herida que también le atravesó la mano izquierda y la que le produjo la muerte el nueve del mismo mes. Hechos probados. RESULTANDO: que al sentir los disparos Francisco Martínez Fuentes, hermanastro del anterior y que vive en la misma calle, salió a auxiliar al herido y en el momento que venían hacia la casa donde habita el Francisco en dirección por consiguiente hacia el sitio en que se encontraban los procesados y dando frente a ellos los repetidos procesados con propósito de matarlos, dispararon nuevamente sus escopetas contra ellos sin alcanzarles los disparos. Hechos probados. RESULTANDO: que la defensa de (los) referidos procesados en sus conclusiones definitivas estimó que los procesados creyendo realizar un hecho laureatorio pues habían acudido a defender la República que creían amenazada por un movimiento reaccionario y viéndose además acometidos por Matías Vidal que con un arma pretendió encañonarles hicieron cada uno un disparo al aire teniendo la desgracia de que el disparo de Casas ocasionara la muerte al Vidal, constituyendo los hechos de un delito de homicidio siendo autor del mismo Juan Casas en favor del cual concurría la eximente de legítima defensa por lo que procedía absolver a ambos libremente. FALLAMOS: que debemos condenar y condenamos a los procesados Juan Casas Santiago (a) “Fiera" y Antonio Membribes Rodríguez como autores de dos delitos ya definidos de homicidio simple, uno consumado y otro frustrado, sin circunstancias modificativas, a la pena a cada uno, por el primero de catorce años, ocho meses, y un día de prisión mayor, con las accesorias de inhabilitación absoluta durante ambas condenas, pago de costas por mitad y a que mancomunada y solidariamente satisfagan a los herederos de Matías Vidal la indemnización de quince mil pesetas "

El testimonio de Miguel Barragán González (nacido en 1912 y afiliado a la UGT desde los 18 años) habla de la incertidumbre con que se vivieron las primeras horas de aquella jornada revolucionaria: "El de octubre fue una huelga general. Estaban ocho o diez en La Peana y todas las salidas y entradas del pueblo ocupadas por huelguistas. Todos estábamos en la certidumbre de que había triunfado la huelga a nivel de España. Antes,

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

bien temprano, sobre las 7 ó las 8 de la mañana fui a la Fuente de los Socialistas a recoger un "puchero" que había dejado olvidado, pues el día cinco me había tocado estar allí para recoger la poca propina que daban los agüistas pues había poco trabajo y los obreros del CIO nos turnábamos en esta clase de tareas. Al salir del pueblo observé que había una guardia de jornaleros. Al llegar al Santo Cristo vi los carriles del tranvía levantados y ala altura de las escalinatas del Balneario escuché tiros procedentes del pueblo. Cuando llegué a la fuente los compañeros del piquete que estaba sobre el puente del arroyo Seco me preguntaron: ¿qué pasa en el pueblo?, -pues mira tiene que haber un movimiento muy grande. Nos vinimos todos para el pueblo: por todos lados había gente pero poco a poco se fueron metiendo en las casas cuando empezaron a llegar los militares y la guardia civil". El piquete que guardaba el paso del puente del Arroyo Seco, según testimonio de Juan Martínez Cano (integrante del mismo), vio venir a primera hora de la mañana

un coche que procedía de Cardeña. Preguntaron al conductor" ¿Usted de donde viene?. -Nosotros venimos de Cardeña. ¿Y usted no se ha encontrado ningún obstáculo en la carretera?. -Pues si señor, la carretera en tal sitio está cortada pero nosotros hemos echado piedras y hemos pasado. Entonces llevamos a estas personas a la Casa del Pueblo y lo asistimos allí hasta que se solucionó el conflicto. A lo largo de la mañana empezaron a entrarnos desde Andújar Guardia Civil y ahí estuvimos liados a tiros con ellos toda la mañana hasta las tres ie la tarde aproximadamente que vino una compañía de soldados desde Córdoba que cuando entraron a la carga a por nosotros tuvimos que salir del pueblo. Yo me fui a refugiarme a la sierra con mi hermano y allí estuvimos 14 días".(8) Los huelguistas se percataron a media mañana de que el movimiento no había triunfado globalmente a nivel nacional pues observaron que el servicio de renes

seguía

funcionando

con

regularidad,

lo

que

ayudó

a

que

cundiera

cierta

desmoralización entre los afiliados menos concienciados. La llegada de las fuerzas de la Guardia Civil de Andújar y del Ejército de Tierra desde Córdoba se imputó a la acción del encargado de la central eléctrica de Valondillo de la empresa Mengemor, Diego Rodríguez Palomares, cuya "gesta" era resaltada de esta forma por el concejal de la CEDA, Jesús Sáez Martínez en la sesión de 26 de octubre: "Apenas tuvo noticias del movimiento comenzó a telefonear

directamente con Andújar y Córdoba poniendo el hecho en conocimiento de las autoridades para que tomasen las medidas oportunas; y en consecuencia vinieron fuerzas de las ciudades mencionadas primeramente desde Andújar que sostuvieron un fuerte tiroteo con los revoltosos por espacio de más de dos horas y ya por la tarde llegaron fuerzas del Regimiento de Artillería de guarnición en Córdoba volviendo la población a recobrar su aspecto normal". Ciertamente el movimiento no hubiera podido ser sofocado con las exiguas fuerzas existentes de la Guardia Civil que estaban en la casa cuartel de la calle Maestro, a

pesar

de

que,

desde

bien

temprano,

algunos

miembros

voluntarios

alineados

con organizaciones de derechas, sobre todo miembros del partido Agrario y de la CEDA, e incluso religiosos como el joven sacerdote Antonio Parras, abrieron fuego contra los huelguista con sus propias armas pero, desbordados por la magnitud del

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

movimiento, desistieron de su intento Otros muchos marmolejeños de ideas de derechas se mantuvieron encerrados en sus casas ante la presión de sus familias por el peligro que hubiera supuesto hacer frente a los amotinados. Las fuerzas de artillería o de infantería de Córdoba, pues aquí hay diversos testimonios, entraron por la Carretera de la Estación y mantuvieron un intenso tiroteo con los obreros a la altura de La Carnicería (hoy Casa de Cultura) hasta entrada la noche. Estos hechos causaron la angustia e incertidumbre en la numerosa colonia aguanosa, en gran parte hospedada en los numerosos establecimientos de la calle de la Fonda. Un habitual aguanoso de esos años, el abogado Manuel Soler presente esos días, junto a otros muchos agüistas más, recordaría años más tarde que "en Octubre del 34 dimos lecciones que copiarían los héroes del Alcázar toledano, cuando fuimos cercados por la horda sublevada hasta que, por la noche, nos liberaron fuerzas de infantería de Córdoba" (10) La segunda víctima a computar al seis de octubre sería el joven José Matías Perín Ramos hijo del panadero militante del Partido Socialista y de la UGT, Miguel Perín Ramos, que vivía en la calle Canalejas n° 16. El muchacho de 15 años se había asomado a la puerta de su casa para ver las evoluciones de los acontecimientos y desde el cuartel de la calle Maestro, un guardia civil, le disparó, según algunos testimonios, al confundirlo con su padre al que andaban buscando. Eran aproximadamente las seis de la tarde; el joven Perín falleció unos minutos después. La muerte del hijo de Perín fue muy sentida por toda la izquierda pues su padre, natural de la Higuera de Arjona, casado con Trinidad Moreno y su tío, Antonio Perín, eran activos militantes del Centro Instructivo Obrero y ese día habían estado ejerciendo como miembros del comité de huelga. Cuando fueron a enterrarlo al día siguiente algunos huelguistas aún amotinados y escondidos en la huerta de Juan Manuel Alcalá (final de la calle Huertas), comenzaron a disparar tiros contra el cortejo como señal de protesta. Esa sería la última acción de resistencia pues desde allí muchos se tiraron para la sierra. Este fue el caso de Juan Martínez Cano uno más de tantos militantes obreros que hubieron de salir huyendo ante el temor de la represión que se avecinaba tras ser sofocado el conflicto: "Mi hermano José y yo nos fuimos a la sierra por mediación de que teníamos un melonar en la fuente Olid y mi madre y mi mujer, Rosario, nos pasaban la comida por la noche y nos tenían al corriente de lo que había pasado, hasta que ya a los catorce días recibimos una esquela en la que decía: si no os entregáis a tu padre lo han encerrao y dicen que como no os entreguéis a él le cuelgan el costal Entonces a mi hermano le dije: vamos a entregarnos pues papa no queremos que padezca por nosotros. Como mi hermano le temía mucho a los palos cuando llegó a la casa se preparó bien poniéndose dos o tres camisones y dos chaquetas pues mi madre nos advirtió bien que estaban dando muchas palizas la gente de la derecha del pueblo y la propia Guardia Civil". La represión desatada fue brutal sobre los dirigentes socialistas y sobre la práctica totalidad del elemento afiliado a las tres organizaciones socialistas, incluidos los jóvenes de las Juventudes. De nuevo la sombra de los trágicos sucesos de Casas Viejas rondaba sobre la memoria de muchos: "Estuvimos presos casi todos los miembros

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

de las tres organizaciones, cerca de doscientos. Primero nos tuvieron presos en la Carnicería, (donde hoy se levanta la Casa de la Cultura). Algunos como Juan Vicaria, el padre de Alfonso el de Catalina “la del Tocino", y José Gómez "El Chindo" ya desesperados se tiraron al pozo del cuartelillo porque no podían más con las palizas. Se liaban a darnos palos a discreción; muchas palizas. Tengo que reconocer que en mi caso, y en el de muchos compañeros más, salvamos la vida gracias a los cuidados de Felipe Ro?icero "Milindres" (el barbero) y de otros compañeros que me cuidaron las heridas pues yo estaba que no podía ni dejarme caer de espaldas. Cuando llegamos a la cárcel de Jaén era todavía peor" (11). Lo ocurrido a José Gómez Ruiz corrió como la pólvora entre la gente sensata que no daba crédito a tanta brutalidad. Para salvarlo de una muerte segura hubo de

mediar

en

la

el

farmacéutico

localidad,

que

ante

Francisco

Calero

el

desesperado

aviso

Herrero, del

persona

de

gran

influencia

guardia

municipal

Servando

Sandín Sevilla llegó a tiempo de parar las palizas que uno de los militares le estaba infringiendo. Tras los ruegos de Calero, el torturador accedió no sin antes pedirle a José que le diese un beso en la punta de la bota. El joven deseando acabar aquella pesadilla lo antes posible se lo dió y en el mismo momento el militar le asestó una fuerte patada que le derribó parte de la dentadura. (12)

A la joven de 14 años, Francisca Perín, hija del dirigente Antonio Perín Ramos, también la detuvieron para que dijese el lugar donde se encontraba la escopeta de su padre. La muchacha hubo de compartir prisión junto con los jornaleros hacinados en La Carnicería, en donde no quedaba sitio ni para hacer las necesidades fisiológicas más básicas. El testimonio de su sobrina Carmen Perín habla de la solidaridad surgida entre aquellos hombres y esta joven para que cuando llegase ese momento no tuviese que sentir pudor. De mutuo acuerdo los compañeros encarcelados le dijeron a Francisca que "ellos volverían la cabeza para otro lado" evitando así violar la intimidad de la joven. Los interrogatorios y las correspondientes torturas de los obreros huelguistas se alargaron hasta el mes siguiente dando fin con la vida del dirigente socialista, Andrés Velasco Rivillas, que se convirtió de esta forma en la tercera persona fallecida del seis de octubre. Según todos los testimonios fue víctima de brutales palizas hasta tal punto que el médico Luís Villarejo se negó a firmar la defunción por neumonía que luego apareció en su certificado de defunción y que literalmente dice: "En la villa de Marmolejo, a las 9,30 del día 10 de noviembre de 1934, ante Enrique Ayala y Soria, Juez Municipal de esta villa, y D. José Muñoz Cubero, secretario de ella, se procede a inscribir la defunción de D. Andrés Velasco Rivillas de 35 años de edad, natural de esta población, provincia de Jaén, hijo de D. José y de Dña. Catalina, domiciliado en la C/. San Julián (Hospital), de profesión del campo y de estado, casado con María Dolores Gómez Pastor, de cuyo matrimonio deja dos hijos llamados José y Paca Velasco Gómez. Falleció en el Hospital el día de ayer a las 11 horas, a consecuencia de Neumonía doble según resulta de la certificación facultativa (firmada por Julio Vizcaíno). Esta inscripción se practica en virtud de la manifestación hecha por José Gómez Muñoz, padre político del finado, consignándose además que no tiene otorgado testamento, habiéndolo presenciado como testigos D. Alfonso Barragán Ruiz y D. Juan Cámara Castro (ambos eran municipales).

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

El

compromiso

del

médico

Villarejo

con

la

honestidad

le

costaría

salir

huyendo por la noche del pueblo por temor a las represalias de algunos elementos de derechas, aunque días más tarde volvió poniendo en peligro su propia integridad. La neumonía certificada no fue otra cosa que el resultado de las negligencias cometidas por

los

torturadores.

El

testimonio

de

Juan

Martínez

es

clarificador:

Mataron

a

Andrés Velasco a palos, con toda la calor y después le echaron agua fresca del pozo para reanimarlo...y se quedó en el acto". Fueron

también

especialmente

duras

las

torturas

infringidas

a

uno

de los

jóvenes socialistas más activos, y cerebro intelectual de la Juventud Socialista, el abogado Andrés Rodríguez, con quien se ensañaron cruelmente por ser hijo del ex­ alcalde Andrés Rodríguez al que no pudieron localizar por estar huido en Gibraltar. A este joven que ejerció el puesto de interventor en el Ayuntamiento, le dañaron la vista y hubo de sufrir prisión atenuada y vigilada en su domicilio particular pues no podía valerse por si mismo sino con ayuda de sus parientes. En los días sucesivos le hicieron la vida imposible hasta el punto de buscar refugio en La Línea de la Concepción donde se había establecido su padre. El destino le depararía la muerte tras los fusilamientos masivos llevados a cabo por las tropas nacionales en dicha localidad, en julio de 1936. También se ensañaron con Ignacio Rodríguez "Pirucho'' jornalero condenado por el incidente de la bomba del Centro Agrario, al que hubieron de ingresar el 30 de octubre en el Hospital de Jaén como consecuencia de un derrame pleurítico con síntomas de disnea y altas fiebres, según consta en la comunicación del Director de la Prisión dirigida al Servicio Médico del Hospital. Ignacio sería dado de alta el 23 de noviembre y era trasladado el 9 de mayo de 1935, a cumplir condena por el incidente de la bomba del Centro Agrario al Penal de Cartagena junto a

Francisco Gascón, Bartolomé Rodríguez y Miguel Barragán

Cano. Las consecuencias más inmediatas del seis de octubre fueron las detenciones inmediatas en el calabozo municipal, y en la prisión comarcal de Andújar, de casi doscientos jornaleros, de ellos 153 hombres y una mujer cumplieron condena en la Prisión Provincial de Jaén. Es decir prácticamente la fuerza motriz más joven de la economía agrícola marmolejeña, que ya no podrían trabajar durante 17 meses, y que por tanto dejaban en la inanición y desamparo a mujeres e hijos, pues para la mayoría de ellos la condena se prolongó hasta el 20 de febrero de 1936, tras las elecciones parlamentarias, en que recibieron el indulto y pudieron volver con sus familiares. Calles como la del Norte, Huertas, Vistillas (1a y 2a), y Cruz (Nueva), fueron vaciadas literalmente de su componente masculino hasta febrero de 1936. En segundo lugar tiene lugar la desarticulación de la gran organización obrera socialista, con clausura e incautación de los enseres de la Casa del Pueblo y de los bienes de los dirigentes más destacados (a Andrés Rodríguez se le requisó su casa y a Antonio García el coche y la camioneta). Los principales dirigentes serían encarcelados cuando no exiliados, como fue el caso de los máximos dirigentes históricos Andrés Rodríguez y Antonio García, que hubieron de salir de Marmolejo

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

porque

los

buscaban

para

matarlos

y

para

quienes

el

movimiento

huelguístico

supuso, además de un sacrificio personal, un verdadero punto de inflexión en sus propias vidas. En tercer lugar, la herida abierta en la sociedad marmolejeña iba a ser difícil de cerrar ya que la derecha local antes que perdonar se radicalizó, aún más, buscando como única salida al conflicto la represión autoritaria, la autojustificación permanente de sus actuaciones y unos modos y maneras de gobernar alimentados por el rencor y la venganza. Desgraciadamente en la represión no sólo actuaron las fuerzas del orden sino que algunos ciudadanos de derechas se ensañaron torturando, a título personal, a los presos y abonando con sus postulados pre-fascistas un clima propicio para la propagación del odio entre vecinos con consecuencias dramáticas a medio y largo plazo, pues darían pie a la justificación de actuaciones posteriores de carácter revanchista, por parte de milicianos republicanos en los primeros meses de la Guerra Civil. El socialista Manuel Flores, cuatro años después de los hechos revolucionarios, en calidad de Alcalde en funciones, recordaba al Juzgado Especial de Tribunales de Urgencia de Jaén, mediante un informe, que el sacerdote Antonio Parras "ha sido gran

propagandista de las derechas... Como presbítero hizo mucha propaganda desde el púlpito, excitando a la burguesía para lanzarla contra la clase obrera", y en términos parecidos informaron del cedista Andrés Pastor. Este movimiento iba a suponer, por tanto, un antes y un después en la vida cotidiana de las gentes de Marmolejo y, como no, un punto de desencuentro definitivo entre la izquierda y la derecha local agravado definitivamente durante la Guerra Civil y postguerra y no superado hasta décadas después. La defensa de unos ideales de justicia social y democracia participativa, en suma la esperanza en un futuro mejor encarnada en el régimen republicano, iba a imponer un precio muy alto a esta generación de marmolejeños, pagado injustamente con torturas y años cárceles. Se fomentó desde entonces la idea del individuo de izquierdas como perverso, o malvado, generalizándose la práctica de penalizar con la no contratación a aquellos obreros sospechosos de ser de izquierdas. Gran parte de los trabajadores del campo estuvieron bajo sospecha y se alimentó, como nunca, la idea de que ser "persona de orden y de ideas religiosas" era garantía de jornal seguro, situación que obligó a muchos jornaleros a asistir a la misa del domingo, y a los actos religiosos públicos, para poder trabajar mientras que, al contrario, socialismo (o marxismo) era sinónimo de inmoralidad y barbarie. Finalmente otro efecto de tipo colateral sería la aparición de una imagen de villa nada tranquila para los agüistas pues las noticias de lo ocurrido trascendieron al resto de España a través de la prensa por las razones que más adelante veremos. Como ya hemos dicho, en los días siguientes al movimiento se detuvieron a los huelguistas, se le requisaron las armas, se les torturó en el cuartelillo y otras veces

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

en el mismo patio del Ayuntamiento, para que hablaran y finalmente la mayoría fueron mandados a la cárcel provincial de Jaén. Algunos empleados municipales como Juan Soriano Carmona, y Juan Centeno Rodríguez, encargados de la limpieza viaria; Félix Gómez García, oficial de obras; José Gómez Romero y Daniel Peinado, guardas municipales de campo; Carlos Merino Gómez, guardia municipal; Alfonso Vicaria Correas, músico, fueron depurados y obligados a dejar el puesto de trabajo "voluntariamente". En el caso de Juan Soriano tuvo que dejar además la casa del Matadero donde vivía. La lista de obreros implicados en la intentona revolucionaria con condena de prisión se aproximó a doscientos, entre ellos todos los miembros de las ejecutivas del Centro Instructivo Obrero, ex-concejales socialistas y un nutrido número de obreros afiliados al PSOE, a la UGT y a la Juventud Socialista. La mayoría sufrieron condena en la Prisión Provincial donde fueron llegando desde la prisión municipal y comarcal a lo largo de los meses de octubre y noviembre. Todos los procesados serían juzgados por los delitos de "sedición", en unos casos, y de "sedición y agresión a fuerza armada", en otros. En ambos casos intervino un Juez de Instrucción Militar desplazado a Marmolejo al efecto. De un reducido número de huelguistas no consta expediente procesal en el Archivo Provincial pero si hay información de que fueron detenidos en los primeros días e incluso se les requisaron armas de fuego, A ellos también se les incluyen en la siguiente relación pero sin datos personales (Fuente Archivo Histórico Provincial de Jaén. Sección: Prisión Provincial y Archivo Municipal de Marmolejo):

Cuadro 3: Presos del 6 de Octubre que sufrieron condena en la Prisión Provincial de Jaén (Han sido transcritos los pseudónimos de algunos presos tal y como aparece en su expediente personal de prisión). Apellidos y nombre

Naturaleza

-Aldehuela Romero, Antonio Andújar - Arévalo García, BaldomeroHuélago (Granada) - Arévalo García, José Huélago (Granada) - Aroca Coba, Manuel Marmolejo - Barea Correas, Miguel Marmolejo - Barragán Blanco, FranciscoMarmolejo - Barragán Blanco, Pedro Marmolejo - Barragán Cano, Miguel Marmolejo - Barragán Martínez, Juan Marmolejo - Barragán Martínez, Pedro Marmolejo - Barragán Robles, Juan Marmolejo - Blanco Ruiz, Rafael Marmolejo - Blanco Vicaria, Francisco Marmolejo - Cañuelo Lozano, Francisco Marmolejo - Cárdenas Espejo, Joaquín Alcaudete - Cardeña Martínez, Antonio Andújar - Casado Gallardo, Andrés Marmolejo - Casas Pastor, Eduardo "Fiera" Marmolejo - Casas Santiago, Juan "Fiera" Marmolejo

Domicilio Cruces, 79 Paz, 24 Norte, 8 Ctra Andujar 1° Mayo Molinos, 19 Bueyes, 27 Santo, 50 Santo, 32 Santo, 32 l°Mayo 55 Navazo 24 1° de Mayo Huertas, 14 Orti Lara, 30 Calvario, 53 Molinos Navazo 39 1° de Mayo, 43

Edad

31 años 24 años 48 años 38 años 52 años 18 años 22 años 33 años 36 años 27 años 24 años 40 años 36 años 24 años 28 años

Profesión

Condena

jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero hortelano jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero

22/11/34 a 20/02/36 16/10/34 a 01/08/35 29/10/34 a 20/02/35 29/10/34 a 01/08/35 22/10/34 a 20/02/36 29/10/34 a 20/02/36 16/10/34 a 20/02/36 29/10/34 a 22/02/36 19/10/34 a 20/02/36 22/10/34 a 20/02/36 29/10/34 a 01/08/35 29/10/34 a 01/08/35 22/10/34 a 20/02/36 23/11/34 a 01/08/35 16/10/34 a 20/02/36 29/10/34 a 20/02/36 29/10/34 a 11/02/36 29/10/34 a 01/08/35 09/10/34 a 22/02/36

LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

- Castejón Ruiz, Juan Marmolejo Huertas, 16 27 años - Castro Rodríguez, BartoloméMarmolejo H. de Perfecto 50 años - Cazalilla Nieves, Manuel Marmolejo Norte, 16 19 años - Collado Carmona, Emilio Marmolejo Jesús, 60 19 años - Denia Blanco, Ramón Torredelcampo Zapateros, 60 54 años - Díaz Balboa, Blas Marmolejo A. Lerroux 47 años - Díaz Soto, Luís Marmolejo Jesús, 56 71 años - Escuín Garrido, Luís - Expósito Venceslada, Andrés Marmolejo Cruz, 26 24 años - Expósito Villar, Ignacio Marmolejo Cruz, 26 44 años - Fernández Jiménez, Feo. "Cantaor" Jabalquinto Paseo Libertad 47 años - Fernández Limón, Juan Marmolejo Zapateros, 20 20 años - Flores Majuelos, Pablo Marmolejo 2a Vistillas, 3 30 años - Flores Vallejo, Manuel Marmolejo Palacios Valdés 37 años - Galán Mendizábal, Pedro - Gascón Casado, Francisco Marmolejo Norte, 40 - García Duro, José "Maqueano"Andújar Baldío 29 años - García Jurado, José Marmolejo Calvario 56 años - García Milla, José Valenzuela Zapateros, 63 29 años - García Romero, Juan "Espuela" Marmolejo Calvario, 92 18 años - García Rodríguez, Juan Marmolejo Norte, 20 40 años - García Torralbo, Manuel Marmolejo Cruces, 9 27 años - Gil Luque, Francisco Marmolejo Santo, 46 26 años - Godoy Ruiz, Miguel Marmolejo Calvario, 43 - Gómez Ruiz, José Marmolejo 30 años - González Ballesteros, José Marmolejo Santo, 3 19 años - González Ballesteros, Julián Marmolejo Santo, 3 18 años - González Medina, Alfonso Marmolejo Vistillas, 1 29 años - González Medina, José Marmolejo 23Vistilla, 1 21 años - González Medina, Manuel Marmolejo 2a Vistilla, 1 27 años - González Palomares, FranciscoMarmolejo Vistillas, 17 20 años - González Pozo, José Andújar Santo, 5 23 años - González Rodríguez, SantiagoBaños Encina Castillo, 10 32 años - González Sevilla, Manuel Marmolejo 24 años - Gutiérrez Manzano, Antonio - Heras Monterrubio, Adolfo Granja Torrehermosa Calvario, 40 24 años - Jurado Castro, Juan José Marmolejo H. de Herrero 17 años - Jurado López, Antonio Marmolejo Orti y Lara, 6 27 años - Jurado Pérez, Julián Marmolejo Nueva 18 años - Laguna Moreno, Manuel Andújar Valdeleches 44 años - Lara Anguita, Enrique Marmolejo Nueva, 5 19 años - Lara Godoy, Francisco Marmolejo Huertas, 6 28 años - Lara Jiménez, Juan Marmolejo Calvario 24 años - López Pedrajas, Francisco Marmolejo Norte, 17 19 años • Lorenzo Carballo, FranciscoPortalegre (Portugal) Calvario, 79 27 años - Lostanao Tortajada, FemandoMarmolejo Cruces, 44 60 años - Lozano Garda, Juan Marmolejo Norte 49 años - Lozano Godoy, Francisco Marmolejo Huertas, 34 29 años - Lozano Peña, José Marmolejo Jesús 44 años - Lozano Peña, Pedro Marmolejo Zapateros 53 años - Lozano Ruiz, Juan Manuel Marmolejo 2ªVistillas, 8 23 años - Lozano Soriano, Bartolomé Marmolejo Calvario, 18 37 años - Lozano Velasco, Juan AntonioMarmolejo Huertas, 17 23 años - Lozano Velasco, Mateo "Gallo" Marmolejo Gaspar Casas 21 años - Luque Lozano, José Marmolejo San Sebastián, 2742 años - Luque Martínez, Frandsco Marmolejo Nueva, 37 22 años - Luque Torralbo, Ángel San Sebastián, 4451 años Marmolejo - Luque Torralbo, Carlos Marmolejo Paseo Libertad 45 años - Martín Bailón, Pedro Cardeña Huertas, 33 - Martínez Cano, Bartolomé Marmolejo Gamonal 29 años - Martínez Cano, Francisco Marmolejo 1° de Mayo, 29 21 años - Martínez Cano, Juan Marmolejo Gamonal, 22 27 años - Medina Lozano, Pedro Marmolejo Huertas, 18 46 años - Membrives Rodríguez, Antonio Alcóntar (Almería)Norte, 6 33 años - Membrives Rodríoguez, Manuel Alcóntar (Almería)Vistillas, 7 25 años - Milla Pérez Juan M. Marmolejo Castillo 18 31 años - Molina Torralbo, Antonio Marmolejo San Julián, 7 44 años

jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero ganadero albañil albañil jornalero jornalero hortelano jornalero jornalero colono Baldío jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero herrero jornalero jornalero jornalero jornalero electricista jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero albañil jornalero jornalero jornalero jornalero albardonero albañil hortelano jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero jornalero albañil

29/10/34 a 01/08/35 29/10/34 a 01/08/35 29/10/34 a 01/08/35 16/10/34 a 20/02/36 29/10/34 a 02/08/35 13/11/34 a 01/08/35 22/10/34 a 23/05/35 Octubre 34 a 22/02/36 09/10/34 a 20/02/36 09/10/34 a 28/11/34 29/10/34 a 29/03/35 29/11/34 a 01/08/35 22/10/34 a 20/02/36 16/10/34 a 20/02/36 Octubre 34 a 01/08/35 10/12/34 a 20/02/36 29/10/34 a 20/02/36 22/10/34 a 01/08/35 22/10/34 a 20/02/36 13/11/34 a 20/02/36 16/10/34 a 01/08/35 22/10/34 a 01/08/35 22/10/34 a 20/02/36 22/10/34 a 20/02/36 Octubre 34 a 01 / 08/35 29/10/34 a 20/02/36 29/10/34 a 20/02/36 22/10/34 a 20/02/36 22/10/34 a 01/08/35 29/10/34 a 20/02/36 22/10/34 a 20/02/36 16/10/34 a 20/02/36 09/10/34 a 20/02/36 24/10/34 a 20/02/36 09/10/34 a 28/11/34 29/10/34 a 01/08/35 22/10/34 a 28/08/35 12/11/34 a 20/02/36 29/10/34 a 04/01/36 16/10/34 a 11/07/35 29/10/34 a 20/02/36 02/11/34 a 20/02/36 29/11/34 a 01/08/35 29/10/34 a 20/07/35 16/10/34 a 12/04/35 29/10/34 a 01/08/35 22/10/34 a 01/08/35 15/10/34 a 20/02/36 22/10/34 a 01/08/35 22/10/34 a 20/02/36 29/10/34 a 20/02/36 22/10/34 a 01/08/35 16/10/34 a 01/08/35 23/10/34 a 20/02/36 16/10/34 a 15/04/35 29/10/34 a 20/02/36 16/10/34 a 01/08/35 22/10/34 a 29/04/35 29/10/34 a 20/02/36 29/10/34 a 01/08/35 22/10/34 a 01/08/35 22/10/34 a 01/08/35 23/10/34 a 22/02/36 29/10/34 a 22/02/36 29/10/34 a 02/05/35 16/10/34 a 10/04/35 09/10/34 a 20/02/36

n REPÚBLICA, GUERRA CML Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

Muñoz Casares, Ramón maestro 09/10/34 a 28/11/34 27 años albañil 22/10/34 a 01/08/35 Ortiz Espejo, Rafael Marmolejo Calvario, 49 Palomares Jurado, Pablo Marmolejo 50 años 29/10/34 a 20/02/36 2aVistillas jornalero 29/10/34 a 01/08/35 Molinos, s/n 60 años jornalero Palomares Jurado, Pedro Marmolejo 22 años 23/10/34 a 20/02/36 Pastor Garrido, Bartolomé Marmolejo Navazo, 40 jornalero 44 años jornalero 02/11/34 a 20/02/36 Marmolejo Cruz, 11 Pedrajas Martín, Pedro 42 años 22/11/34 a 02/02/36 Pedrajas Martín, Valentín Marmolejo San Sebastián, 56 jornalero 30 años 22/11/34 a 20/02/36 Pedrajas Villar, Francisco Marmolejo Huertas jornalero 37 años jornalero 02/11/34 a 20/02/36 Peña Correas, Miguel Marmolejo Huertas, 34 40 años jornalero 16/10/34 a 01/08/35 Perales Ollero, Pedro Marmolejo Norte, 36 24 años 02/11/34 a 01/08/35 Perales Martínez, Manuel Marmolejo Norte, 24 jornalero Perales Vicaria, Juan 20 años hortelano 29/10/34 a 04/01/36 Marmolejo Huerta Matadero La Higuera Navazo, 70 47 años panadero 22/10/34 a 20/02/36 Perín Ramos, Antonio Perín Martínez, Eduardo (hijo de Antonio Perín) panadero octubre 34 a 01/08/35 49 años 09/10/34 a 20/02/36 La Higuera Canalejas, 16 panadero Perín Ramos, Miguel Plaza Torrente, Valentín Quesada Paseo Libertad 59 años jornalero 22/10/34 a 12/07/35 Portillo Collado, José 15/10/34 a 20/02/36 Portillo Luque, Francisco Marmolejo Nueva, 51 21 años 23/11/34 a 20/02/36 jornalero Portillo Robles, José 28 años Marmolejo Molinos, 56 jornalero 22/10/34 a 20/02/36 Prieto Sánchez, Pedro Marmolejo Vistillas, 22 46 años jornalero 09/10/34 a 20/02/36 Reca Pastor, Bartolomé Marmolejo Palacios Valdés, 36 40 años jornalero 13/11/34 a 01/08/35 Relaño Rodríguez, ManuelMarmolejo 47añós Santo, 19 jornalero 16/10/34 a 20/02/36 Rivillas Lozano, Francisco Marmolejo 32 años Calvario, 26 jornalero 22/10/34 a 26/04/35 a Rivillas Romero, Antonio Marmolejo 38 años 2 Vistillas, 10 jornalero 13/11/34 a 01/08/35 Robles López, Juan Marmolejo León y Llerena 41 años jornalero 09/10/34 a 20/02/36 Robles Peña, María Marmolejo 2a Vistillas, 20 42 años jornalera 19/11/34 a 18/04/35 Rodríguez Buenafuente, Feo. Marmolejo Norte, 10 25 años jornalero 02/11/34 a 02/05/35 Rodríguez Casado, AlfonsoMarmolejo Norte, 10 54 años jornalero 22/10/34 a 02/05/35 Rodríguez Casado, Rafael Marmolejo Norte, 10 jornalero 22/10/34 a 01/08/35 Rodríguez Garda, Ignacio Marmolejo Juan Montilla 31 años jornalero 16/10/34 a 22/02/36 Rodríguez Milla, FranciscoMarmolejo San Julián, 30 23 años jornalero 22/10/34 a 20/02/36 Rodríguez Peña, Andrés Marmolejo 1° de Mayo, 3 22 años abogado 13/11/34 a 16/02/35 Rodríguez Peña, BartoloméMarmolejo Iglesia, 28 26 años panadero 10/12/34 a 22/02/36 Rodríguez Peña, FranciscoMarmolejo 24 años 1° de Mayo, 3 panadero 09/10/34 a 18/04/35 Rodríguez Robles, AgustínMarmolejo Norte 19 años jornalero 22/10/34 a 01/08/35 Romero Aguayo, Antonio Marmolejo 49 años San Sebastián jornalero 22/10/34 a 01/08/35 Romero Flores, José Marmolejo 25 años Cruces, 66 jornalero 13/11/34 a 20/02/36 Romero Flores, Manuel Marmolejo Calvario 18 años jornalero 22/10/34 a 20/02/36 Romero Muñoz, José Marmolejo Vistillas, 2 37 años jornalero 22/10/34 a 20/02/36 Ruiz Luque, Antonio Marmolejo Santo, 21 18 años jornalero 29/10/34 a 20/02/36 Ruiz Robles, Juan Marmolejo 46 años Santo jornalero 22/10/34 a 01/08/36 Ruiz Rodríguez, Mateo Marmolejo Huertas, 10 50 años jornalero 13/11/34 a 01/08/36 Ruiz Rguez., Pedro "El de la Milla" Marmolejo Castillo, 2 62 años jornalero 29/10/34 a 02/05/35 Sánchez Anguita, Joaquín Marmolejo 20 años Huertas,. 25 jornalero 29/10/34 a 20/02/36 Sánchez Barragán, Bartolomé Marmolejo Norte, 21 jornalero 29/10/34 a 01/08/35 Sánchez Soriano, Pedro Marmolejo 19 años jornalero 29/10/34 a 01/08/35 Sánchez Tapia, Antonio Marmolejo Jesús, 38 48 años jornalero 09/10/34 a 01/08/35 Segovia Gil, Francisco Marmolejo -Norte, 32 27 años jornalero 29/10/34 a 20/02/36 Sevilla Rodríguez, Emilio Marmolejo Norte, 11 30 años jornalero 22/10/34 a 20/02/36 Soriano Lozano, BartoloméMarmolejo 22/10/34 a 01/08/35 Soriano Moyano, Juan Marmolejo Norte, 43 29 años blanqueador 22/10/34 a 20/02/36 Tabares Tabares, Antonio J.Moso-Portugal Calvario, s/n 24 años jornalero 16/10/34 a 20/02/36 Torralbo Garda, Pedro Marmolejo 18 años jornalero 29/10/34 a 01/08/35 Torralbo Medina, José "Conejo" Marmolejo Pablo Iglesias, 14 36 años vendedor 29/19/34 a 20/02/36 Torralbo Milla, Manuel Marmolejo Navazo 40 29 años jornalero 22/10/34 a 20/02/36 Torralbo Roncero, José LuísMarmolejo 1° de Mayo, 42 22 años jornalero 22/10/34 a 20/02/36 Jaén Torres Ortiz, Francisco Zapateros, 60 19 años jornalero 29/10/34 a 01/08/35 Vallejo Casas, Frandsco Marmolejo jornalero octubre 34 a 01/08/35 Velasco Gallardo, Juan Marmolejo Huertas, 4 jornalero 16/10/34 a 20/02/36 Velasco Rivillas, Andrés (concejal y alcalde durante el periodo Preso en1931-34. la prisión municipal y fallecido a consecuencia de torturas). Vicaria Barea, Antonio 04/04/35 a 01/08/35 Vicaria Correas, Alfonso Marmolejo Matadero, 17 23 años jornalero 25/10/34 a 20/02/36 Vicaria Correas, Vicente "Alcuzo" Marmolejo Molinos, 19 20 años jornalero 25/10/34 a 20/02/36 Vicaria Lara, Juan "Maroto"Marmolejo Gamonar, 8 47 años albañil 29/10/34 a 23/05/35 Vicaria Lozano, Pedro Marmolejo (se le requisa el arma) Vicaria Reca, Antonio Marmolejo Vistillas 9 43 años jornalero 04/04/35 a 16/07/35

90-

-

LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1931). MANUEL PERALES SOLÍS

Cuadro 4: Otros trabajadores participantes en la Huelga General del 6 de octubre que fueron detenidos, según documentos del Archivo Municipal de Marmolejo, pero de los que no consta expediente de Prisión Provincial.

- Barragán González, Juan (se le multa por tenencia de armas) - Centeno Carmona, Juan - Fernández Requena, Juan Simón (se le multa por tenencia de armas) - Gallardo Flores, Juan (se le multa por tenencia de armas) - Gallardo Velasco, Juan "Salvaora" - González Peña, Juan (se le multa por tenencia de armas) - Medina Bueno, Antonio (se le multa por tenencia de armas) - Medina Lozano, Jacinto (se le multa por tenencia de armas) - Moreno, Matías (se le multa por tenencia de armas) - Peña Carrilero, Francisco - Perín Martínez, Francisca (solo tenía 14 años, hija de Antonio Perín Ramos) - Rivillas Casado, Francisco (se le multa por tenencia de armas) - Ruiz Gallardo, José (se le multa por tenencia de armas) - Soriano Carmona, Juan (se le multas por tenencia de armas) - Vicaria Fernández, Manuel (se le multa por tenencia de armas) - Vicaria Ruiz, Juan (se le multa por tenencia de armas)

De

los

acontecimientos

del

6

de

octubre

la

derecha

local

buscó

a

dos

responsables máximos o "cabezas de turco" sobre los que en lo sucesivo recaerían las mayores imputaciones: Andrés Rodríguez y Antonio García. Para ambos dirigentes del socialismo marmolejeño el desenlace de la jornada revolucionaria se convirtió en un auténtico calvario con un elevado coste personal. Andrés y Antonio al ver el fracaso de la revolución, y teniendo conocimiento de que iban a por ellos para matarlos, cogieron un tren y se refugiaron en Gibraltar dejándose atrás, en ambos casos, a una numerosa familia. Al llegar a Algeciras alquilaron una barquilla para pasar a Gibraltar, pero el barquero les dijo que habían de esperar porque la mar estaba muy alborotada y era muy peligroso. Por fin llegaron y se refugiaron en un barco donde se secaron y pidieron asilo. En cuanto a Andrés, según el testimonio de Pablo Iglesias García Vergara, hijo de Antonio García, "quería volverse de Algeciras a Marmolejo para que a sus hijos no le hiciesen nada, pero Antonio le quitó la idea ante la ferocidad de la fuerza fascista. Ya se sabe su lema ",sembrar el terror para aterrorizar a los pueblos, para dominarlos. Ante las reticencias de las autoridades gibraltareñas a darle asilo político, tuvieron que escribir al Secretario del Partido Laborista Inglés (que luego fue primer ministro del gobierno inglés), y finalmente lo lograron". Con

el

indulto

general

de

los

huelguistas

del

6

de

octubre,

"Maqueano"

encontró trabajo en Gibraltar, en la casa BATA de zapatos, a donde arrastró a toda la familia, y Andrés estableció una panadería en La Línea de la Concepción. En los días posteriores las autoridades locales y militares no cejaron en el empeño de localizar su paradero. La carta del capitán Juez Instructor Militar, Manuel Hurtado fechada en Jaén a 19 de noviembre de 1934, contestando a otra del alcalde Carlos Sánchez dice así:

-

91-

E REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

"Mi distinguido amigo: Recibo su atenta carta acompañándome oficio sobre la malversación de fondos cometidos por Andrés Rodríguez y Antonio García, de cuyo oficio le doy traslado al Sr. Gobernador Militar del Campo de Gibraltar como me tenía interesado dicho Señor para poder gestionar la extradición de dichos individuos así es que espero la contestación para que en caso de ser detenidos sean trasladados a esta prisión o a Marmolejo, pero a este último sitio es más difícil porque ya no me darán dietas. Sin más por hoy salude afectuosamente a D. Miguel Vencelá y a todos los amigos y Usted sabe le aprecia su buen amigo q.e.s.m. Firmado Manuel Hurtado. Post data: salude a Navarro y a Herrera"

El clima de preguerra civil tras la intentona revolucionaria y la idea que caló en la derecha de que en aquella jornada revolucionaria la UGT quería traer a España la experiencia comunista de Rusia, queda reflejada en la siguiente carta del concejal de la CEDA, Andrés Pastor, dirigida a su amigo Pedro Perales ahora en la cárcel de Jaén por participar en la huelga: (13) "Fue en mi poder tu atenta de 8 del comente y veo, lo pasas regular. Por esta todos bien gradas a Dios. Pedro no te he contestado antes por mis muchas ocupaciones que con la reparación de la fábrica y la preparación de la aceituna que en cuarenta mil olivos que llevamos para broma basta. Te ruego hagas el favor de aclarar los débitos que tienes apuntados en la tienda, una vez que hay varias personas que no reconocen tales débitos y (dicen) que si deben es cosa muy corta entre esas tu amiga Conchita que tiene apuntadas en el libro doscientas pesetas y dice que ella solo deberá unas cincuenta, así es que te agradeceré infinito que detalles las referidas cuentas si no para cobrarlas, para saber lo que dan de si estas personas. Seguramente que en el tiempo que llevas en esa rodeado de tus buenas amistades de ideales, habrás recordado las veces que he dicho delante de ti que el Socialismo no acaba en bien, que el camino que seguían los socialistas no era el mejor. Si el Socialismo fracasó en todo el mundo ¿por qué no había de fracasar en España?. Y entre tantos días que habéis estado preparando la revolución, doscientas personas, o las que sean, no se le ocurrió a ninguno pensar que después de cometer los asesinatos que temáis proyecto de hacer y pasándose unos meses de haber conseguido vuestro deseo ¿qué suerte hubierais corrido?. ¿La de Rusia?, mejor hubiera sido que en vez de estar ciegos leyendo el periódico "El Socialista", hubierais leído periódicos sensatos que dicen la verdad de lo que pasa en Rusia. A ver entre tantas naciones que hay en el mundo, si el comunismo fuese regular hubiese copiado pero no hay más que Rusia, y con el tiempo veremos ésta lo que será. Seguro que estaréis bien enterados que el comunismo, una de sus buenas condiciones, es la que tus hijos cuando despecha su madre, se los lleva el Estado. La mujer de otro puede ser tuya sin verlo mal y hacen trabajar con un látigo y el que intenta huir a otra nación lo matan y una nación tan grande los obreros mueren miles de hambre y todo eso es verídico. Lo publican todos los periódicos sensatos menos el periódico que a espaldas mías leías tú. La mancha criminal que pesa en vuestra consciencia durará lo que dura la exterminación de siete generaciones. El que un hombre mate en riña, o mate a diez, siempre es (será) un criminal, pero son cosas muy corrientes en la vida. Lo que no es corriente es lo que pasa en Rusia, lo que ha pasado en Asturias y lo que teníais proyectado aquí: tener nombrado el verdugo que tenía que matamos, y esto después de encontrar una lista de todos los que temamos que ser ejecutados. Ocho meses haciendo y preparando bombas y municiones como si hubierais ido a una montería. Todos los seres humanos antes de cometer algo grave meditan, piensan, y lo natural, no habiendo resentimientos hondos, se arrepienten. Pero aquí ibais todos adelante, peor que las fieras, mucho peor. Las fieras se dejan matar por no abandonar a sus hijos y vosotros con la tranquilidad y sangre fría los habéis abandonado. Siento mucho te molestes porque te hable tan claro. Tu sabrás que yo no se fingir. Siempre dije lo que sentí y de contestarte otra cosa no te podría contestar. El día de la manifestación estuve en la prisión por ver si te lo podía decir personalmente y me dijeron que no era ocasión. La mujer de "Culolata" y la hija de "Charavito" estaban en la puerta, y me dijo el centinela que no era ocasión de poderte hablar, cosa que sentí. Dispensa mi molestia, y con recuerdos de mi familia se despide tu amigo".

Años más tarde, en plena Guerra Civil, el alcalde Manuel Flores trasladaba al Gobernador Civil un duro informe sobre Andrés Pastor que permanecía preso Jaén, comunicando que "había tenido mucha actividad en la represión de octubre, ordenando a la Guardia Civil la recogida de obreros y los que debían ser apaleados. Siempre fue enemigo de

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

los trabajadores, boicoteando descaradamente las leyes de la República. Mientras la Guardia Civil maltrataba a los obreros Pedro Prieto Sánchez y José Portillo Robles en el patio del Ayuntamiento, él como concejal aplaudía desde un balcón a la mencionada Guardia". Además

de

estremecedores

informes

como

éste

que

no

hicieron

más

que

certificar el clima de enfrentamiento civil, otras de las secuelas más importantes del seis de octubre fue la situación de calamidad en que quedaron las familias de los huelguistas, la mayoría de ellas al amparo de la caridad pública que dispensaban el Ayuntamiento, y las familias pudientes, con lo que el grado de humillación a que tuvieron que someterse llegó a niveles nunca vistos solo superados en la postguerra. Para colmo de males 1935, año en que los huelguistas cumplían condena, resultó agrícolamente

pésimo,

con

altas

cotas

de

parados.

El

número

de

desempleados

osciló entre los 668 obreros del campo del mes de marzo hasta los casi 800 de agosto. Esta situación la agravó, aún más, el hecho de que muchos propietarios agrícolas se negaron a contratar obreros de Marmolejo para la recolección de las aceitunas tal y como expresaba el Alcalde Carlos Sánchez al Gobernador Civil: "Habiendo comenzado en el día de hoy la recolección de aceituna de este término municipal, tengo el honor de poner en conocimiento de V.E. que a esta Alcaldía han llegado noticias de que los propietarios de fincas sitas en el mismo, D. Antonio Orti Rodríguez, D. Francisco García Pedrajas, D. Antonio Moya Castro y D. Francisco Herrero García, este último Ingeniero Agrónomo de la Sección Provincial de Córdoba, tienen contratados obreros forasteros para efectuar la recolección, procedimiento que, sin duda de ningún género ha de provocar incidentes desagradables entre los obreros de este pueblo que después de un largo periodo de paro forzoso, no pueden ver con agrado tales medidas, que implican restar jornales que legítimamente les pertenecen y además dará lugar a que la mitad de los trabajadores de Marmolejo continúen sin ocupación, obedeciendo todo ello a que los patronos de esta villa no quieren personal de Marmolejo desde que ocurrieron los sucesos luctuosos de Octubre de 1934. Como este Ayuntamiento, dada su penuria económica no puede hacer frente, en modo alguno, a remediar tanta calamidad pública, le significo que esta misma mañana me he encontrado la Casa Ayuntamiento totalmente ocupada por mujeres famélicas en demanda de que se les de alguna limosna. En su virtud y aunque esta Alcaldía no desconoce la libre contratación de obreros lo pongo en su conocimiento por si mañana pudiera por los motivos expresados provocarse alguna alteración de orden público, esperando de su respetable y superior autoridad se digne manifestarme si hubiere algún medio de evitar el que elemento extraño a esta población se ocupe intensamente en la citada recolección. Salud y República" .

Mientras artículo

de

"El

esta

situación

Heraldo"

de

parecía

enquistarse

Madrid

periódico

en la sociedad nada

sospechoso

marmolejeña, un de

izquierdismo,

pero con notable influencia sobre el mundillo político nacional, destapaba la llaga de la herida que la derecha parecía no poder, o no querer cerrar. El artículo se titulaba "En Marmolejo, el niño que no reza, no come" y fue publicado el 22 de junio de 1935 con el siguiente contenido: "Son varios los conductos por los que nos llegan noticias verdaderamente alarmantes de lo que sucede en Marmolejo. Ya en número anterior nos referimos al alarde que supone pasear las calles del pueblo con la banderita bicolor en la solapa, con el beneplácito de sus republicanísimas autoridades. Pero las que hoy nos envía un buen republicano de aquel pueblo colman la medida, señor Ministro de la Gobernación. Parece que el hambre se ha extendido tanto sobre la sufrida clase trabajadora, que ha sido "necesario" abrir un centro católico y en él instalar un comedor de "caridad". Claro que no podía faltar el cura al frente del mismo.!Quién iba a encarnar mejor la máxima de dar pan al hambriento!. Pero ahora resulta que el derecho a comer se supedita a ciertas reglas que dicen muy poco, no ya solamente en favor del cura, rector de esta obra benéfica, sino de los santos varones y damas de Estropajosa

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

que contribuyen con su óbolo a tal fin. Nos remitimos a la carta que recibimos de nuestro republicano comunicante, por creer que sus sencillas y gráficas palabras, limpias de literatura y sin adobo de lirismo, dicen cuanto nosotros deseamos hacer llegar al Sr. Portela Valladares, baluarte en el que la opinión republicana cifra sus esperanzas en este instante. Dice así nuestro amigo: "El pueblo está en la última miseria; han abierto un centro católico y han puesto un comedor para los niños pobres; pero antes de darles la comida tienen que rezar, y por las calles les tienen dicho que vayan rezando en alta voz, y el que falte a la "doctrina", a la iglesia, al otro día no le dan de comer". Ofrecemos a nuestro pío colega "El Debate" (diario de orientación católico-conservadora) las anteriores palabras, que son todo un poema, aunque envuelto en rústico ropaje".

El

gobernador

civil

Fernández

Mato

por

esta

vez

pidió

explicaciones

al

Alcalde a cerca de la situación denunciada en el diario madrileño y a Carlos Sánchez no quedó otra alternativa que contestar en su propia defensa al Diario "El Heraldo" en los siguientes términos: "Muy Sr. mío: En el número 15385 de Heraldo de Madrid, correspondiente al sábado 22 del actual, páginas 1a y 2a, aparece un artículo titulado "En Marmolejo el niño que no reza no come" y para desvirtuarlo le ruego encarecidamente publique la presente carta en los mismos sitios o páginas en que ha aparecido el citado artículo. Es cierto que en esta población se creó y subsiste un comedor de Asistencia Infantil, como consecuencia de los luctuosos hechos acaecidos en este pueblo el 6 de Octubre de 1934. La idea de tal creación salió lisa y llanamente de ver el desamparo en que habían quedado los hijos de los revolucionarios que fueron procesados y que imploraban la caridad pública por las calles no regateando esfuerzos y molestias por todas las clases sociales para conseguir que a dichos niños no les faltase la alimentación, ya que sus padres detenidos en la cárcel no podían proporcionarles el sustento. Para el sostenimiento de tal comedor han contribuido y contribuyen sin distinción de clase alguna todo el vecindario, aportando cada cual su óbolo con arreglo a sus disponibilidades. Son pues falsos de toda falsedad los asertos contenidos en el mencionado artículo y en otro anteriormente publicado en su propio periódico que honradamente reprochamos, no habiéndose dado ni un solo caso que se haya desatendido a ningún niño de los que han asistido al comedor. Con inusitado descaro, el comunicante cuyo nombre se oculta sin duda por su mala calaña, es un falso impostor al asegurar que en el comedor de caridad para dar de comer a los niños se observan ciertas reglas que dicen muy poco en favor de estos habitantes y de sus autoridades. Es igualmente falso que en esta población haya persona alguna que se haya permitido llevar en la solapa la bandera bicolor, y en cuanto al republicanismo de estas autoridades locales me enorgullece patentizar que es puro acrisolado. No dudo pues que en honor a la verdad ha de acceder a mi ruego de que en ese periódico se de cabida a la presente carta según le intereso, quedando de usted muy atento Fdo: Carlos Sánchez".

En general podemos afirmar que la resaca de los acontecimientos de octubre condicionaron la vida política y social a lo largo del año y medio en que los huelguistas estuvieron encarcelados. Muy al contrario que a los obreros represaliados, a las personas que sobresalieron en la lucha contra los huelguistas se les premió con los máximos

honores

y

distinciones

posibles.

El

cuatro

de

noviembre

se

convocaba

en la capital un acto al que el Gobernador Civil como organizador del mismo, invitaba a todos los comités locales del Partido Radical "para que asistan con bandera al homenaje que ha de rendirse al Ejército, Guardia Civil, fuerzas de Seguridad y Asalto y Cuerpo de Vigilancia por su leal y brillante comportamiento en el ya extinguido movimiento revolucionario", y cinco días después se nombró ciudadano de honor e hijo ilustre de Marmolejo al líder del Partido Radical, Alejandro Lerroux. Por su parte el director-gerente de la compañía Mengemor en Madrid, remitía al Alcalde la siguiente carta el 15 de noviembre de 1935: "Recibida por conducto de nuestro representante en Córdoba su atenta carta, comunicación de fecha 31 de Octubre, trasladándome el acuerdo tomado por ese ilustre Ayuntamiento, tengo el honor

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

de manifestarle en nombre de esta compañía y muy especialmente en el mío propio, profundamente reconocidos por la atención que nos dispensa esa ilustre corporación que si nos llena de íntima satisfacción la conducta de todo el personal de la compañía, al permanecer sin excepción alguna en sus puestos durante los sucesos pasados, hemos experimentado especial y profundo orgullo al ver destacar entre sus funcionarios, agentes de la contextura moral del Sr. Diego Rodríguez Palomares, quien obrando a impulsos solamente de su honradez y lealtad y dando un alto ejemplo de ciudadanía, libró a esa población de la angustia y zozobra en que vivió por espacio de varias horas, durante el movimiento revolucionario que ha puesto a España en grave riesgo de desaparecer como nación civilizada. Estas consideraciones y la ejemplaridad del caso, ha impulsado a esta Dirección a dar cuenta del mismo al Excmo. Sr. Ministro de Gobernación, solicitando se conceda a Diego Rodríguez Palomares una recompensa oficial".

Las gestiones de la empresa ante el Ministro de Gobernación, el cordobés Eloy Vaquero

(14)

surtieron el efecto deseado y se le concedía al citado empleado la

distinción de Caballero de la Orden de la República por el Ministerio de Gobernación, con fecha 23 de enero de 1935. Otra personalidad ensalzada sería el gobernador civil de Jaén, Ramón Fernández Mato para el que se solicitaba la Gran Cruz de la Beneficencia al Ministro de la Gobernación por "su actividad, celo y patriotismo en

sofocar los sucesos revolucionarios de este pueblo el 6 de octubre de 1934". También fue muy celebrada la labor de los funcionarios municipales afines al gobierno de centro-derecha como fue el caso de los guardias municipales Alfonso Barragán Ruiz y Ramón Lara Pérez; éste último se distinguía según el concejal Pedro Perales Yedrá "por su colaboración con la Guardia Civil y por recoger un saco de cartuchos de los amotinados". Los agradecimientos se hicieron extensibles igualmente a los números de la Guardia Civil, Herrera y Navarro.

1.3.2. El intento de normalización de la vida política: A pesar de las cautelas del gobierno de Madrid para la autorización de actos de carácter obrero o sindical, sujetos todavía a controles férreos, la situación a nivel local a lo largo de 1935, parecía paulatinamente volver a la normalidad. Aunque en el seno del equipo de gobierno municipal se impusieron las tesis de los concejales cedistas, el radical Carlos Sánchez aguantó las críticas de algunos de sus compañeros de corporación cada vez que se trataba de negociar temas relativos a la situación del Centro Instructivo Obrero. De momento se mantenía liderando el gobierno de centro-derecha, pero a principios de año se atisbaron cambios en la composición de su equipo de gobierno con la salida del militar Juan Díaz Criado que por razones de trabajo fue sustituido por Luis Muñoz Gómez. Mientras tanto ya se empezaban a notar movimientos desde el Partido Socialista para presionar a las autoridades provinciales y propiciar la vuelta a la actividad legal del Centro Instructivo Obrero con sus tres organizaciones de clase. No solo eso, sino que el Alcalde informaba en marzo al Gobernador Civil de reuniones clandestinas de dirigentes locales socialistas en un intento de normalizar la vida democrática y su actividad cotidiana. En esta tarea de rehabilitación del PSOE y de la UGT comienza a ser decisiva la labor conciliadora, al tiempo que reivindicativa, del socialista Ignacio Expósito uno de los pocos dirigentes que ya habían salido de

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95-

II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

la cárcel en noviembre del 34 y para quien sería inevitable establecer puentes entre los compañeros encarcelados y las autoridades políticas locales. Ignacio es por tanto el relevo obligado de los dos líderes ahora exiliados, Andrés Rodríguez y Antonio García y parece ser que fue a él a quien tocó impulsar con acierto la gestión de la deseada normalidad política y, finalmente, el regreso de todos los presos en febrero de 1936. Todo el tramo final de negociaciones entre Gobernador civil, Alcalde y Partido Socialista, realizadas en el verano de 1935, (sintetizadas en el siguiente cuadro) dieron su fruto en el mes de agosto a pesar de las reticencias de Carlos Sánchez a que este hecho se produjera, no sabemos si por propio convencimiento o por las presiones de los miembros más extremistas de su gobierno: Cuadro 5: - 8 de julio: Telegrama del alcalde a Gobernador civil: "Excmo. Gobernador Civil de Jaén: ordéname apertura Casa del Pueblo y temiéndose fundamentalmente alteración orden público consecuencias regreso cárceles revoltosos 6 octubre..., ruego encarecidamente suspendan apertura Centro, se trata evitar posibles desagradables consecuencias". -15 de Julio: Telegrama del Gobernador Civil para que se abra la Casa del Pueblo "Habiendo desaparecido causas motivaron clausura Casa del Pueblo esa localidad y a fin de que puedan reintegrarse su plena vida legal las asociaciones que la constituyen, sírvase de acuerdo con Fuerza Guardia Civil ese Puesto, quede sin efecto dicha medida siempre que a ello no se oponga decisión judicial alguna. -16 de julio: -Escrito del Alcalde al Gobernador Civil pidiéndole le indique la persona a quien tiene que hacerle entrega del edificio. -Escrito del Alcalde al Juez de Instrucción de Andújar comunicándole que el Gobernador Civil de Jaén va a dejar sin efecto la clausura de la Casa del Pueblo. -Escrito del alcalde al gobernador Civil: "Esta alcaldía ignora si existe o no decisión judicial que se oponga a la apertura de la Casa del Pueblo por lo cual he interesado del Juzgado de Instrucción de este partido y del Sr. Juez Militar Instructor de la causa por los sucesos revolucionarios acaecidos en este pueblo el día 6 de octubre último me manifiesten si existe dicha decisión judicial que lo impida, para en caso contrario cumplir seguidamente lo mandado por su respetable y superior autoridad. -18 de Julio: Escrito del Alcalde al Auditor de Guerra de la 2a División Orgánica de Sevilla dando traslado de la orden del Gobernador sobre la Casa del Pueblo. - 8 de agosto: Telegrama del Gobernador Civil por el que dice que el Juez Instructor no acordó clausura de la Casa del Pueblo. Insta a que se abra. -11 de agosto: Telegrama del Alcalde al Director General de Seguridad, comunicando acuerdo del Gobernador Civil sobre la Casa del Pueblo. -12 de agosto: - Telegrama del Gobernador Civil a Alcalde instando a la reapertura Casa del Pueblo. Se entregará la llave a Ignacio Expósito que vive en calle Nueva 26, que esta autorizado por Federación Provincial Sociedades Obreras. - Escrito del Alcalde Carlos Sánchez a Ignacio Expósito citándolo para abrir la Casa del Pueblo el día 13 agosto a las 12 horas. Se cita también a la Guardia Civil para que auxilie al Ayuntamiento en este acto de apertura. -13 de agosto: Telegrama del Alcalde al Gobernador Civil: "Hoy hora 12 ha quedado abierta la Casa del Pueblo esta localidad haciéndose entrega al vecino Ignacio Expósito Villar sin incidentes". - 17 de agosto: Escrito firmado por Ignacio Expósito solicitando al Alcalde autorización gubernativa para realizar reunión y reponer los cargos directivos del Centro Instructivo Obrero.

Los últimos meses de 1935 discurrieron muy condicionados por el clima preelectoral que se respiraba como consecuencia de la inestabilidad de los diferentes gobiernos de centro-derecha una vez descubierto el tema del "straperlo" (el caso de

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 * 1951). MANUEL PERALES SOLÍS

corrupción

más sonado del periodo republicano),

por el

que quedaba seriamente

dañada la honestidad del líder radical Alejandro Lerroux y hundido totalmente su partido. Mientras tanto la vida cotidiana de la villa con una población de más de 7000 habitantes se esforzaba por salir de la penuria extrema de los dos últimos años. Con la reforma agraria congelada por los gobiernos lerrouxistas, se intentaban algunas gestiones

cerca

de

los

Diputados

a

Cortes

para

que

prosiguiesen las

obras

del

ferrocarril Córdoba-Puertollano y para que se convirtiese en realidad el proyectado pantano del Yeguas. En ese mismo afán de dinamizar la economía local fomentando la mano de obra en el campo se prohibió durante la campaña de siega que las máquinas segadoras sobrepasaran el 50% de la superficie de cereal del término y se organizó una importante feria de ganado, subvencionada por el Ministerio de Agricultura, en los primeros días de septiembre de 1935, a la que concurrieron más de mil cabezas de ganado paralizadas

todas

las

Sin embargo, como se ha dicho, habían quedado

(15)

reformas

comenzadas

durante

el

bienio

de

izquierdas

en

relación con la reforma agraria. No tenemos noticias durante los dos años del bienio de centro-derecha que se exigiese de manera contundente a los patronos cuestiones como el laboreo forzoso, la ley de términos, o se prosiguiera en el fomento de los arrendamientos

colectivos

de

las

fincas

mal

aprovechadas,

salvo

la

iniciativa

ya

apuntada de proponer la parcelación de la finca San Julián, pero en régimen de propiedad

privada

para

pequeños

agricultores.

Por

su

parte

las

demandas

de

trabajo contra los patronos quedaron reducidas a su más mínima expresión y no se reactivaron hasta el triunfo del Frente Popular. A final de diciembre, el gobierno del independiente Pórtela Valladares

(17)

convocaba elecciones para el 16 de febrero e inmediatamente los comités ejecutivos de todos los partidos políticos con representación en la localidad se pusieron manos a la obra para la difusión de sus programas e impedir la manipulación de los censos de electores, donde fue muy combativa la labor del Centro Instructivo denunciando algunas irregularidades de la derecha local para dificultar la inclusión de familias obreras de clara tradición socialista. En esta línea destaca la denuncia del CIO pues los funcionarios del Ayuntamiento habían mandado a Encarnación Expósito, Josefa Pérez y José Casas Cano (hermano del líder histórico Gaspar Casas) al registro eclesiástico "donde le interesan derechos por su partida de nacimiento". Una vez más se le pretendía dar a la Iglesia un protagonismo que no le correspondía en un tema delicadamente sensible para las organizaciones obreras. Se trataba de mermar mediante

cualquier

artificio

la

participación

masiva

del

electorado

de

izquierdas,

máxime cuando una buena parte del mismo, casi un centenar de electores, todavía continuaban en la cárcel de Jaén cumpliendo condena por el 6 de octubre. En esta ocasión y por segunda vez en la historia de España iban a poder votar las mujeres mayores de 23 años y ello era una posibilidad más para la candidatura de los partidos agrupados en tomo al Frente Popular. Las mujeres en estos momentos eran un colectivo decisivo ante la urgencia de sacar de la cárcel a sus esposos e

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ü REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

hijos, cosa que ocurriría si se ganaban las elecciones. Toda la campaña estuvo, por tanto muy condicionada por lo ocurrido el 6 de octubre y los deseos de que ganase la izquierda para reparar la difícil situación creada con la encarcelación de tantos jóvenes y padres de familias obreras. Los

partidos

agrupados

bajo

la

denominación

Frente

Popular

pretendían

hacer un frente común de centro-izquierda que arrebatase el poder a la derecha representada por la CEDA. Lo formaban a nivel nacional fuerzas políticas y sindicales como Izquierda Republicana de Azaña, Unión Republicana de Martínez Barrio, el Partido Socialista, la UGT, el Partido Comunista, Juventudes Socialista, Partido Sindicalista y POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). Por su parte la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), aglutinaba a los monárquicos y tradicionalistas e incluso habían llegado a acuerdos parciales con la Lliga Catalana, el Partido Radical y algunos centristas. Los mítines y actos políticos propagandísticos se sucedieron a lo largo de toda la campaña electoral que duró casi un mes. Los del Frente Popular tuvieron lugar casi de seguido: el día cinco de febrero se celebraba un acto con más de 800 personas en el Gran Teatro con la intervención de Gastón Aliaga, Pedro Camacho, Antonio Pareja y Antonio Pasagali Lobo. Unión Republicana utilizó la Casa del Pueblo para dar su mitin el día trece con la asistencia de 500 personas que acudieron a escuchar a sus líderes Campos Perabrí, Sánchez de la Torre y Bernardo Giner de los Ríos. Unos días antes de este acto, su presidente local el joven José Gutiérrez Alcalá, le trasladaba una sentida carta (reproducida a continuación) a su líder nacional, el sevillano Diego Martínez Barrio, con motivo de su alistamiento en la Infantería de Marina:(18) "Mi respetable y querido Jefe: Trazo estas líneas con la más pesada de las amarguras, pero es indispensable su pergeño, para ofrendarle mi más dolorosa despedida, que uno de los jalones de mi vida me impone. En fecha del año pasado, y viendo que por la carencia absoluta de medios económicos me era imposible terminar mi carrera y -no le engaño- para liberarme un poco de las persecuciones de esta jauría derechista, que acabó arrumando a mi padre, con tan poco discernimiento en su venganza, solicité ingresar voluntario en el Batallón de Infantería de Marina que guarnece a San Femando, donde por ser la remuneración del soldado algo más elevada que en cualquier otro cuerpo, aspiraba a costearme mis matrículas y hacerme un hombre, pese a todos los sacrificios. Asimismo, como mi carrera es la de practicante pensé opositar a la Armada, donde hay, -según me aconsejaron- buenos horizontes. Pero he aquí que, como si fuera un conjuro en mi contra, me llaman para que me incorpore el día 1° de febrero, poniéndome así en trance de abandonar Marmolejo, en época que, no por lo que yo signifique, sino por la falta que hacemos cada uno en nuestro lugar. Nuestros amigos y yo con ellos, hemos tratado de eludir mi presentación, enviando un certificado médico fingiéndome enfermo con tal de prorrogar mi marcha hasta el día siguiente del que se celebran las elecciones. Pero nos es imposible. Para ello tendríamos que contar con cierto apoyo en el Ayuntamiento, y excuso las explicaciones del porqué carecemos de ello. Por consiguiente, al abandonar la presidencia de esta agrupación que yo fundé, no quiero hacerlo sin despedirme de usted, de mi jefe, de mi amigo -que usted me honró con ese título- y decirle que si como militar he de apartarme algo de la política activa, siempre, como siempre, en San Femando, desde 1o de febrero, habrá un soldado que, bajo su uniforme conserva un corazón que siente como usted y que luchará siempre por usted. ¡Ojalá y lo que soñé que fuera este salto de mi vida, me otorgue, con mi independencia económica y mi carrera, una mayor eficacia personal para luchar por el ideal que usted representa y que está en lo más hondo de mi alma!. Admita un abrazo de despedida y mi reiterado ofrecimiento para servirle donde quiera con la fe de un verdadero amigo y correligionario. Fdo. José Gutiérrez Alcalá, Presidente de Unión Republicana de Marmolejo. Marmolejo, 23 de enero de 1936.

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

Nada

más

en

su

poder,

el

Presidente

Nacional

de

Unión

Republicana

le

contestaba en los siguientes términos: "Madrid a 25-1-36; Querido amigo: A mi también me produce contrariedad su marcha de esa organización. No así el que usted, materialmente, por mandato de la Ley, deje de pertenecer a Unión Republicana. Su carta me demuestra que seguirá usted siendo un defensor de los ideales de nuestro partido y un "soldado" de la República. Eso basta y me llena totalmente. Suyo buen amigo. (Desde el Comité Ejecutivo Nacional de Unión Republicana).

Esta

adhesión

incondicional

demostrada

por

José

Gutiérrez

se

prolongó

durante toda la etapa republicana, y con el tiempo sería recompensada de forma generosa por Martínez Barrio que en un viaje inesperado se trasladó hasta San Fernando

para

ofrecerle

ciertas

responsabilidades

dentro

del

Partido

Unión

Republicana, nombrándole secretario particular cuando accedió a la Presidencia del Congreso de los Diputados, en abril de 1936, y en mayo lo proponía para ocupar el puesto de Secretario Político de la Dirección General de Prisiones. Pero volviendo a las elecciones de febrero, los más madrugadores en iniciar aquella campaña electoral fueron los partidos agrupados en el Centro Republicano de Marmolejo que a estas alturas estaba constituido por una derecha muy radicalizada. La CEDA, había organizado el 29 de diciembre de 1935, un acto político en el "Gran Teatro", donde intervinieron José Gálvez, José Ortega Martínez y Adolfo Navarrete sin incidentes a destacar. Mucho más numeroso fue el mitin final de campaña de esta coalición celebrado el día once al que asistieron 1000 personas para escuchar a Mario Pastor, José Acuña, José Moreno Torres, Carlos Álvarez Lara y José Pérez de Rozas. Por

su

parte

Acción

Popular,

integrada

también

en

la

CEDA,

dio

dos

mítines: uno que tuvo lugar el día 8 en el Gran Teatro en el que participaron Juan Víctor, Manuel Pérez y Esteban Serrano, y otro, el día 15, con la intervención de Esteban Serrano. Aunque todos estos actos transcurrieron sin incidentes, el control gubernativo de los días que duró la campaña electoral fue minucioso y especialmente sobre las actividades del Partido Socialista, que hubo de dar sus actos en la Casa del Pueblo, así como sobre las publicaciones de carácter obrero difundidas por la localidad. Sobre este hecho ha quedado constancia de la retirada de las siguientes publicaciones ordenadas por la Dirección General de Seguridad: Cuadro 6: 1) Telegrama del Gobernador Civil por orden de la Dirección General de Seguridad para retirada del "Mundo obrero" del día 10-1-36. 2) Idem de Mundo Obrero y El Socialista y El siglo Futuro del 11-1-36. 3) Telegrama recogida del libro titulado "Bajo el signo de la Revolución", editado por Casa Sáez Hermanos.4) Recogida de "El Socialista" del día 18-1-36, "La Protesta" y "Mundo Obrero" del 17-1-36 por sus artículos "Arriba los hambrientos, pan y justicia". 5) Telegrama ordenando retirada "Juventud Roja" del día 18-1-36, "El Pueblo", "El Sindicalista" y "La libertad"

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

6) Recogida de "El Debate" del día 22-1-36. 7) Recogida del "Mundo Obrero" del día 21-1-36. 8) Idem recogida del Socialista del día 24 y 26.

Finalmente las elecciones del 16 de febrero de 1936 supondrían un triunfo claro de los partidos agrupados en torno al Frente Popular, con un brillante resultado del partido de Azaña que obtuvo 87 escaños, doce menos que el Partido Socialista. Unión Republicana sacaba 39 escaños y el Partido Comunista 17. En Marmolejo el triunfo resultó claro para el Frente Popular, a pesar de la ausencia de muchos obreros encarcelados que no pudieron votar, pero si lo hicieron las mujeres de los afiliados socialistas que por esta vez se movilizaron no solo ante las urnas sino posteriormente para conmemorar la victoria conseguida reclamando la pronta excarcelación. Los resultados de Marmolejo finalmente no fueron publicados en el Boletín Oficial de la Provincia por problemas en una de las secciones, presumiblemente consecuencia de impugnaciones presentadas por los partidos del Frente Popular a la vista de que los presos no pudieron ejercer su derecho al voto. Fue una de las campañas electorales más tensas de la historia de la localidad pues en el triunfo del Frente Popular muchas esposas y madres teman cifradas las esperanzas de un retomo anhelado de sus familiares encarcelados. Ese deseo se convirtió en una obsesión que llevaría a la ruptura de relaciones en algunas familias cuando se hubo de solicitar el voto a favor de la izquierda a parientes de los presos que simpatizaban con las derechas. Por lo que respecta al entorno provincial la elección resultó muy apretada: el Frente Popular obtuvo 148.340 votos frente a los 135.774 del Frente Nacional que también se benefició del elevado número de presos encarcelados por la huelga del 34. El candidato que obtuvo más votos fue Bernardo Giner de los Ríos (UR) seguido de Jerónimo Bugeda (PSOE). Sin embargo los menos votados fueron la Falange representada por Raimundo Fernández Cuesta y el tradicionalista Antonio Garzón Marín. (19) Como consecuencia de este resultado el Gobierno de Madrid salido de las urnas, ordenó la reposición de todos los ayuntamientos suspendidos ilegalmente en el año 34 e inmediatamente se restablecieron en sus puestos a los concejales socialistas en una sesión celebrada a final de febrero. Pero aquella corporación restituida quedaría incompleta por las ausencias de Antonio García y Andrés Rodríguez que habían quedado en La Línea de la Concepción tras la amnistía dada a los obreros implicados en la intentona revolucionaria del 34. Por la derecha monárquica renunciaba definitivamente a su puesto el concejal Juan Manuel Alcalá Venceslada. Tampoco de momento tuvieron cabida concejales de los otros partidos del Frente Popular que hubieron de esperar hasta agosto de 1937 en que se constituía por decreto, ya en plena Guerra, el nuevo Consejo Municipal con representación de

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todo el centro-izquierda. Por tanto la nueva corporación estaba formada por Ignacio Expósito como alcalde y el resto de concejales socialistas salidos de 1931, a excepción de los ya indicados y del fallecido Andrés Velasco.

Notas: 1.3.

El Gobierno municipal de centro-derecha (marzo 1934 - febrero 1936):

(1) Estas elecciones supusieron un triunfo para los partidos de centro-derecha. Los partidos de derechas (CEDA, Agrarios, Renovación y Tradicionalistas, la Lliga Catalana y otros) obtuvieron 3.365.700 votos. Los partidos de centro-derecha (Radical, Conservadores Republicanos de Miguel Maura, Partido Nacionalista Vasco, etc) sacaron 2.051.500 votos, y el centro-izquierda (PSOE, Acción Republicana de Azaña, Partido Radical Socialista, la ORGA, la Esquerra Republicana de Cataluña, el PCE y el pequeño Partido Federal) un total de 3.118.000 votos (Tuñón de Lara, Manuel: "Historia de España", Ed. Labor, página 170). (2) Tuñón de Lara, Manuel: Obra citada, página 184 y 185. (3) Vida Roviralta, María Angeles: Obra citada, página 677. (4) Tuñón de Lara, Manuel: Obra citada, páginas 188-189. (5) Vida Roviralta, Ma Ángeles. Obra citada, páginas 677-678. (6) Testimonio del militante histórico de la UGT Alfonso Rodríguez Flores. Igualmente agradezco las aportaciones realizadas por Francisco Solís Barea en relación a la actuación de Pepe Marchena y La Niña de la Puebla que tenía lugar la víspera de la Huelga Revolucionaria. (7) Informe existente en el Archivo Municipal de Marmolejo (Casa de la Cultura). (8) Testimonio de Juan Martínez Cano.

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(9) Archivo Histórico Nacional de Salamanca: Escrito del Alcalde Manuel Flores Vallejo al Juzgado Especial de Tribunales de Urgencia de Jaén fechado el 5 de marzo de 1938. (10) Breve discurso en propiedad de Antonio Rostaing Lozano, hijo de Claudio Rostaing Pinillos, dueño del Hotel de Los Leones y miembro de Centro Republicano. Este discurso fue leido por el Magistrado Manuel Soler con motivo de una comida conmemorativa celebrada en el salón comedor de dicho Hotel en el año de 1974 a la que asistieron personas que habitualmente venían todos los años a tomar las aguas y se encontraban ese 6 de octubre en Marmolejo. Entre ellas aparecen los nombres del canónigo de la catedral de Sevilla Miguel Bermudo, el asturiano Joaquín Alonso, el abogado Moreno Sevillano y de las señoras Yánez, Ferrándiz y Távora, etc, (11) Testimonio de Juan Martínez Cano (12) Testimonio de José Gómez Aguayo, hijo de José Gómez Ruiz. (13) Parece ser que se refiere al jornalero afiliado a la UGT, Pedro Perales Ollero con pequeña tienda de ultramarinos. La carta está escrita por el propietario agrícola Andrés Pastor y forma parte de los fondos del Archivo Histórico Nacional de Salamanca. (14) El ministro de Gobernación, Eloy Vaquero Cantillo había nacido en Montalbán (Córdoba), hijo de un pequeño propietario que aparte de cultivar la tierra regentaba una pequeña taberna, dotada de un billar que daba nombre al establecimiento. Estudió para maestro y después la carrera de abogado. Perteneciente al ala más izquierdista del Partido Radical, en 1931 es elegido diputado a las primeras cortes constituyentes republicanas y el cuatro de octubre de 1934 Alejandro Lerroux le nombraba Ministro de Gobernación, cargo del que fue cesado en abril de 1935, muy afectado por las secuelas de la jornada revolucionaria del 6 de octubre, cuya represión, paradojas del destino, le tocó organizar. Lerroux le encomendó la cartera de Trabajo. En julio de 1936 marchó a Gibraltar huyendo de los fusilamientos desatados en la capital contra elementos de partidos republicanos, de donde pasó a Londres, La Habana, Nueva York, donde fallecía en 1960. (Eloy Vaquero "Del drama de Andalucía: recuerdos de luchas rurales y ciudadanas" Apéndice biográfico y notas de Juan Ortiz Villalba. Ediciones de La Posada. Córdoba 1987). A Eloy Vaquero le sustituyó como Ministro de Gobernación Manuel Pórtela Valladares, antiguo político de la Monarquía, ministro con García Prieto en 1923. (15) Concurrieron a esta feria de ganado las siguientes variedades de animales: 108 vacas, 29 terneras, 109 caballos, 466 mulos, 219 asnos, 287 cerdos y 67 ovejas. (Archivo Municipal de Marmolejo). (16) La demanda de Francisco Osuna Galiot y Alfonso Vicaria Correas contra el patrono Francisco Garda García, planteada ante el Jurado Mixto de Trabajo Rural de Martos, acabo en resolución amistosa el 17 de agosto de 1935. -

(17) Manuel Pórtela Valladares es elegido por Alcalá Zamora para formar gobierno el 12 de diciembre de 1935. Pórtela era un antiguo político de la Monarquía, ministro con García Prieto en 1923, incorporado a la República por Alcalá Zamora aunque independiente. Era también consejero del Banco Central, gran accionista de Minas del Rif y masón. (Manuel Tuñón de Lara, obra citada página 209). (18) Carta existente en el Archivo Histórico Nacional de Salamanca. En ella se percibe el alejamiento que existía entre la derecha local formada por lerrouxistas y cedistas, respecto al partido de Unión Republicana de Diego Martínez Barrios, a pesar de que este partido seguía representando a una parte importante de la clase media y pequeña burguesía nacional. El distanciamiento de la derecha nacional respecto a las clases medias urbanas en beneficio de la gran burguesía agraria y financiera acabó contribuyendo a la radicalización del panorama político y social en cada uno de los municipios de la geografía andaluza. (19) Sin embargo los menos votados fueron la Falange representada por Raimundo Fernández Cuesta y el tradicionalista Antonio Garzón Marín. (Juan Cuevas Matas "El proceso de enfrentamiento social en la 2a República: las elecciones del 16 de febrero de 1936 en la provincia", pág. 398)

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Claudio Rostaing Pinillos (n.l894-m.l979), hijo del industrial hostelero Antonio Rostaing Soullard, terminó los estudios de Perito Mercantil en Córdoba. Durante el periodo de centro-derecha fue vicepresidente del Centro Republicano donde perteneció al Partido Radical Republicano de Alejandro Lerroux en compañía de su cuñado Carlos Sánchez Solís. Foto cedida por su hijo D. Antonio Rostaing Lozano.

Aunque había sido alcalde durante la dictadura de Primo de Rivera, Alfonso Sánchez Solís "Triguero", fue una de las personas que evolucionaron hacia un republicanismo de centro-derecha. En 1934 era el presidente del Centro Republicano y estuvo afiliado con su hermano Carlos, al Partido Radical de Alejandro Lerroux. En 1936 fue detenido por el gobierno del Frente Popular y trasladado a la Catedral de Jaén, junto a otros presos de la derecha marmolejeña. Al terminar la guerra y regresar de Jaén aún tuvo tiempo de ocupar puesto de concejal en la corporación franquista presidida por Vicente Orti García. Foto cedida por su hijo D. José Sánchez Ayala.

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El médico Julio Vizcaíno Perales, lideró la minoría monárquica salida de las elecciones municipales de 1931. Más tarde se vinculó al Centro Republicano y a la CEDA, y ejerció de vicepresidente de la Asociación de Labradores, organización patronal que aglutinó a diversos propietarios agrícolas de la localidad durante la República. Foto cedida por sus hijas, Dña. Narcisa y Dña. Josefina Vizcaíno.

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Juan Díaz Criado, "El aviador", era militar perteneciente al cuerpo de Aviación. Había nacido en Ceuta, pero un incidente fortuito le llevaría a casarse con Catalina Navarro Parras, joven hacendada arjonera con inmensas propiedades en Marmolejo. Aquí pusieron su domicilio conyugal, y acabó formando parte en el ayuntamiento republicano de centro-derecha constituido en marzo de 1934, tras la destitución de la corporación socialista. En la postguerra alcanzaría la graduación de General de Brigada como reconocimiento a los servicios prestados a la causa nacional aunque en su casa tuteló a jornaleros de la izquierda que habían sufrido persecución por sus ideas.

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El general Miguel Cabanellas Ferrer obtuvo acta de diputado por la provincia de Jaén en las elecciones de noviembre de 1933 por el partido Republicano Radical de Lerroux. Después acabaría apoyando el golpe militar del 18 de julio de 1936.

Matías Vidal Fuentes, de profesión barbero, y concejal por el Partido Conservador desde 1914 a 1923, resultó herido en la mañana del 6 de octubre de 1934 por disparos de un piquete de huelguistas en la calle del Arroyo. Falleció tres días después como consecuencia de la infección de las heridas causadas por el arma. Foto cedida por sus hijas Dña. Juana y Dña. Ana Vidal Rodríguez.

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José Moreno Torres, (n. Madrid 1900- m. Madrid 1983), ingeniero especializado en obras públicas y militares (ingeniero-director del pantano de La Lancha y de la carretera de La Centenera, entre otras muchas obras, impulsor del proyecto de la presa del Yeguas, etc.) obtuvo acta de diputado por la CEDA (partido Agrario) en la provincia de Jaén en dos ocasiones, 1933 y 1936. Tras la guerra ocupó el cargo de director general de Regiones Devastadas y la alcaldía de Madrid entre 1943 a 1955. Foto gentileza de Idelina Estévez Afonso con cuyo padre mantuvo una estrecha amistad.

La casa de "La Lusitana", realizada según la tipología de casa rural portuguesa, fue finalizada en 1932 por José María Estévez. Después de abandonar la empresa del ingeniero Moreno Torres, este portugués, se dedicó a tareas agrícolas y ganaderas y a la administración de un ventorrillo muy concurrido durante toda la República por los jornaleros y gentes del campo. Foto propiedad de Idelina Estévez, realizada por el fotógrafo Martínez Pulido de La Bobadilla de Alcaudete (Jaén).

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Foto familiar del portugués José María Estévez Pérez (Castro Laboreiro-Portugal, 1899-Marmolejo,1982) con su esposa María Afonso Afonso, y su hija Idelina Estévez. José Estévez fue el hombre de confianza del ingeniero y diputado de la CEDA, José Moreno Torres, en la construcción del pantano de la Lancha y la carretera de La Centenera. Aunque el no era hombre de partido, esa circunstancia le deparó cierta estima entre la derecha local pero, simultáneamente, mantuvo siempre un compromiso de solidaridad con sus compatriotas portugueses (todos ellos afiliados a organizaciones de izquierdas y muy activos políticamente), ayudándoles a encontrar trabajo en las obras del pantano, entre 1925 a 1931, o incluso mediando a su favor en la conmutación de condenas durante los duros años de la postguerra. Foto de Idelina Estévez.

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Desde la central eléctrica de Valhondillo (hoy fuera de servicio), propiedad de "La Mengemor", el empleado Diego Rodríguez Palomares daba la voz de alarma a las autoridades de Córdoba y Andújar sobre los acontecimientos que tenían lugar en la localidad en la mañana del 6 de octubre de 1934. Foto de Manuel Perales.

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Luis Villarejo Guerrero, ocupó plaza de médico titular desde 1929 hasta agosto de 1938, momento en que es movilizado para ejercer el puesto de Teniente Médico en el Ejército Republicano. Profesional honesto y humanitario, no accedió a las presiones de las autoridades locales para falsear el motivo de la muerte del concejal socialista Andrés Velasco, fallecido a consecuencia de las torturas infringidas tras la jomada revolucionaria del 6 de octubre. Ello le costó la enemistad con un sector de la derecha marmolejeña a pesar de que él se declaraba de simpatías monárquicas. Había nacido en Granada el 18 de junio de 1901; contrajo matrimonio con Ascesión Santiago Ladrón de Guevara y tuvo dos hijos: Margarita y Luis (prestigioso barítono de la compañía lírica de José Tamayo) ambos nacidos en Marmolejo. Al finalizar la guerra ejerció la medicina en Granada y finalmente en Santa Fé (Granada) donde le sobrevino la muerte el 19 de mayo de 1969. El Ayuntamiento de Santa Fé le homenajeó poniéndole su nombre a una de sus calles. (Fotos y testimonios aportados por su nieto D. José Luis Bonor Villarejo).

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Felipe Roncero Córdoba, popularmente conocido como "Milindres el barbero", fotografiado en el año de

1934 con sus dos sobrinos, Isidoro Real (izquierda) y Francisco (fallecido en guerra a la edad de tres años). Fue un joven de ideales solidarios lo que le valió el aprecio de todos sus compañeros de izquierdas tras la famosa jomada revolucionaria del 6 de octubre, ya que con sus conocimientos adquiridos en su profesión de peluquero, ayudó a sanar las heridas de muchos de sus compañeros y dirigentes obreros que fueron torturados en la Casa Cuartel de Marmolejo. (Foto cedida por su sobrino Isidoro Real Roncero).

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

1.4.

El gobierno municipal del Frente Popular y la Guerra Civil: Se abría este período de gobierno local de izquierdas con el recibimiento

tributado a los presos del seis de octubre que volvieron de Jaén en unos autocares al día siguiente de las elecciones. Fueron esperados frente al paseo de la Libertad y hasta allí acudió la banda de música y una multitud de familiares y amigos considerable.

"Los autocares se vinieron por Torredonjimeno, porque allí recogieron al joven líder de las Juventudes, Juan José Jurado que había estado refugiado en la casa de un compañero desde el día en que vino al entierro de su padre y ya no volvería a la cárcel" (1). La llegada de este joven de la Juventud Socialista fue celebrada con especial júbilo entre sus familiares y amigos los cuales le acompañaron hasta su casa de la huerta en donde vivía, según testimonios de su prima hermana Alfonsa Jurado Ruiz. En medio de la exaltación de esos momentos, su madre Elvira, mujer de fuertes ideales republicanos, no pudo evitar lamentarse de que unos parientes suyos muy próximos hubieran votado a la CEDA. La alegría se desbordó, igualmente, en el seno del resto de familiares de presos y aquella fecha sería recordada entre las familias obreras marmolejeñas como una vivencia imborrable. En los días sucesivos resultó contundente la labor de depuración del personal funcionario contratado por la corporación lerrouxista para policía municipal y de campo, pues los responsables socialistas no se sentían seguros con personas que habían sido la mano ejecutora de la represión del gobierno de derechas. Asimismo, el día 6 de marzo, vía telegrama dirigido al todavía Presidente del Consejo de Ministros, Manuel Azaña, se solicitó la depuración de responsabilidades de la Guardia Civil por "la represión inhumana determinados individuos Institutos Armados

fueron causa sucesos seis de octubre en Asturias y Marmolejo, exigiendo responsabilidad prensa tendenciosa y Gobierno actuaba entonces". Ignacio Expósito retiró la confianza, cesándoles de sus puestos, a la mayoría de los guardas de campo y a los municipales, nombrando inmediatamente otros nuevos con carácter interino de entre personas y compañeros de máxima confianza pertenecientes al CIO que, en algunos casos, habían tomado parte en el 6 de octubre. La remodelación de la plantilla afectó igualmente a otros puestos de recaudación tributaria, en donde igualmente se contrataron personas de confianza, aunque no afectó al personal de la administración que continuó teniendo la confianza de la nueva corporación, entre ellos Teudiselo Martínez (varias veces en funciones de Secretario), Luis Bugarín García (2), Manuel Perales Solís (Oficial 2a), Andrés Flores Valiente (Depositario), y Ricardo Fernández Carmona, (mecanógrafo). El asunto de las destituciones de los municipales y guardas de campo coleó durante largo tiempo ya que los afectados no se resignaron y protestaron ante el propio Ministro de Gobernación, el republicano independiente Juan Moles, el cual dirigía un telegrama al Gobernador Civil en estos términos: "Recibo de Marmolejo el

siguiente telegrama: "Seguimos sin ser repuestos en nuestros destinos municipales los 19 empleados que nos dejaron cesantes febrero último, desconociendo motivos y de manera injusta

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y cruel, atropellando sacratísimos derechos, pisoteando Constitución Estado, careciendo por el tiempo transcurrido de lo necesario para atender nuestros hogares viendo sin pan a nuestro queridos hijos. Esperando de VE. hacer justicia." Cuadro 7: Guardas de campo separados del servicio en febrero de 1936: - Mariano Laxa Pérez (cabo) - Antonio Pastor Pastor - Juan Vicente Jurado Real - Francisco Barragán Ruiz - Carlos Merino Gómez (Había obtenido plaza de municipal en octubre de 1931 pero fue destituido por el Ayuntamiento presidido por Carlos Sánchez en octubre de 1934, acusado de apoyar la Huelga General. Vuelve a ser readmitido como vigilante de arbitrios en febrero de 1935, con carácter interino, y como guarda de campo en propiedad el 8 de marzo de 1935. Tras regresar a su puesto durante la guerra con Ignacio Expósito, sería definitivamente depurado por las primeras corporaciones franquistas). - Daniel Peinado Bermúdez - José Gómez Romero - Ramón Pedrajas Lara Municipales guardias de orden separados del servicio en febrero de 1936: - Alfonso Sena Serrano - Ramón Lara Pérez - Pedro Mudarra Esteo - Servando Sandín Sevilla - Manuel Barragán Rivillas - Benito Ortiz Martín Municipales guardias de orden público nombrados interinos el 29 de febrero de 1936: - Juan Cámara Castor (cabo), natural de Mengíbar - Francisco Blanco Vicaria, natural de Marmolejo, preso del seis de octubre. - Pedro Barragán Blanco, natural de Marmolejo, de 55 años de edad. - Antonio José Tavares Tavares, natural de Moso, provincia de San Pedro de Sur (Portugal). Acompañó a su solicitud dos certificados, uno del Presidente del CIO y otro del presidente de las Juventudes Socialistas Unificadas; ambos relativos a que el solicitante estaba inscrito en tales entidades. - Manuel Tórralbo Milla, natural de Marmolejo, de 31 años. Dejó vacante en julio de 1938 al ser movilizado al frente, donde se dio por desaparecido. - Francisco Pedrajas Villar, natural de Marmolejo, casado con Dolores Gómez Rivillas. Estuvo preso por los acontecimientos del 6 de octubre de 1934. Dejó vacante en el verano de 1937 al incorporarse en la 87 Brigada Mixta de Carabineros con sede en Villel (Teruel). - José Padilla Collado Guardas de campo interinos nombrados el 29 de febrero de 1936: - Manuel González Padilla (cabo). Era natural de Marmolejo, de 55 años de edad. En junio de 1937 tuvo que dejar este puesto al ser Presidente de la Sociedad "Vicente Uribe n° 1" dirigida por el Partido Comunista. - Juan Velasco Gallardo, natural de Marmolejo, de 56 años - Ángel Luque Torralbo, natural de Marmolejo, de 55 años - Pedro Perales Ollero, natural de Marmolejo, de 43 años - Pedro Prieto Sánchez, natural de Marmolejo, de 48 años - Ignacio Rodríguez García, natural de Marmolejo, de 34 años. Deja vacante al ser movilizado al frente en julio de 1938. - Antonio Barragán González, natural de Marmolejo, de 34 años. Deja vacante al ser movilizado al frente en julio de 1938.

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

Funcionarios interinos nombrados el 29 de febrero de 1936:

- Miguel Perín Ramos, encargado de arbitrios, natural de la Higuera de Arjona, de profesión panadero y miembro del CIO. Había estado preso tras los sucesos de octubre de 1934, donde murió su hijo José Matías, a consecuencia de un disparo de la Guardia Civil. - José Aroca Coba, cobrador de arbitrios, natural de Marmolejo, de 55 años. - Rafael Ortiz Espejo, obrero de arbitrios, natural de Marios, de 30 años. Había solicitado en octubre de 1931 la plaza de guarda municipal pero no se le aceptó por tener lesionada una pierna. - Antonio Vicaria Reca, obrero de arbitrios, natural de Marmolejo, de 43 años de edad. En 1932 era Guarda del Paseo y en 1937 obtuvo plaza de guardia municipal. - Bartolomé Rodríguez Peña, obrero de arbitrios, natural de Marmolejo, En junio de 1937 obtiene la plaza de Vigilante de Arbitrios a la edad de 29 años. Hijo del ex-alcalde Andrés Rodríguez, Bartolomé había sido un activo militante de las Juventudes Socialistas y de la UGT. - Juan Soriano Carmona: obrero de la limpieza, natural de Marmolejo, de 52 años de edad.

En el mes de agosto de 1937 el nuevo personal pasó de interino a ocupar plaza en propiedad, incorporándose las plazas de conserje del Mercado Público asignada a Vicente Barrera Peña, de 29 años de edad, y la de sepulturero que ocupó Félix Gómez García a la avanzada edad de 70 años. Félix había sido oficial de obras del ayuntamiento en 1932, y fue obligado a dejar su puesto por apoyar la huelga de octubre de 1934. Durante el mes de abril del 36 se sucederían otras dos decisiones polémicas que molestaron a la derecha: por un lado la prohibición a la solicitud para la celebración de las procesiones de Semana Santa que había sido cursada por Jesús Sáez Martínez en representación de las cofradías y, en segundo lugar, la prohibición de la romería de la Virgen de la Cabeza. Esta última la justificaba el Alcalde alegando a cuestiones de mantenimiento del orden público, en una carta dirigida al secretario de esta cofradía Julio Vizcaíno. Desde el punto de vista político cada uno de los partidos integrantes de la coalición Frente Popular habían ido cediendo protagonismo en beneficio del nuevo ente naciente: en lo sucesivo muchas decisiones se tomaban de forma consensuada bajo la etiqueta de Frente Popular, que tuvo sede independiente de la oficial de los partidos integrantes y constituiría su propio órgano de dirección llamado Comité Local del Frente Popular con cierta autonomía de decisión. A partir del estallido de la guerra prácticamente la actuación del CIO se diluyó en beneficio del Frente Popular, con sede social en la casa incautada a la familia de los Orti en la calle de las Parras. El Centro Instructivo Obrero continuó con su actividad propia e incluso prosiguió impulsando actos de contenido antifascista y pacifista. El mismo día 20 de marzo tuvo lugar en la Casa del Pueblo un mitin con la intervención de Juan Pérez y Domingo Evaristo quienes trataron diversos temas bajo la denominación genérica "Contra el Fascismo y la guerra". Las cuestiones de política local se deliberaban, las más de las veces, en el Frente Popular y era el Consejo Municipal, presidido por Expósito, quien ejecutaba, por lo que podemos concluir que en esta especie de cohabitación las personas que ocuparon

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los puestos de presidente y secretario de esta agrupación de partidos tuvieron en sus manos amplios poderes. Nos consta que durante la primera etapa de la guerra ocuparon estos puestos Francisco Rivillas Lozano y José Moreno Muñoz y los de secretario Francisco Flores aunque quien más tiempo ejerció dicha responsabilidad sería José Barragán Perales, fundador de Izquierda Republicana y considerado como una de las cabezas mejor amuebladas del Frente Popular. Su participación fue decisiva para que las elecciones de febrero se realizaran con la mayor limpieza, ante la ausencia de la mayoría de los militantes socialistas encarcelados por el seis de octubre. Durante

el

conflicto

civil

al

Frente

Popular

correspondió

no

solamente

difundir las directrices políticas del gobierno republicano sino de que funcionasen los distintos sectores de la economía local, garantizando la distribución de granos para las sementeras a través de un Comité Agrícola Local, y de que las distintas colectividades

y

sociedades

productoras

pudiesen

proporcionar

el

abastecimiento

de productos básicos para la población inclusive la provisión de las brigadas y batallones, y del Hospital Militar de Convalecientes en que quedó convertido el Hotel Balneario. Igualmente dictaminó la recaudación de cantidades monetarias entre los propietarios como aportación a gastos de guerra y la correcta aplicación del cambio de la moneda por pagarés de cartón. La derecha le imputó con cierta ligereza al Frente Popular, la responsabilidad máxima en la toma de decisiones sobre las personas a detener y asesinar, atreviéndose incluso a señalar con el dedo a sus máximos dirigentes, pero esa cuestión no ha podido ser probada a pesar de la insistencia con que durante la postguerra los vencedores siguieron acusando a aquellas autoridades republicanas en su afán de dañar su imagen de honestidad y honradez. Se realizaron también intensas gestiones desde el Comité Local del Frente Popular ante el Gobierno Civil para que se produjese finalmente la sustitución de los guardias civiles Gabriel Herrera Ruano y Francisco López Navarro, tristemente recordados por sus métodos crueles e inhumanos ejercidos sobre los obreros huelguistas detenidos tras el 6 de octubre. Esta circunstancia se había convertido en objetivo irrenunciable para la izquierda republicana marmolejeña, y hacia el mes de abril la petición elevada al Primer Ministro Manuel Azaña daba sus frutos siendo trasladados a otros destinos de la comarca con sus respectivos familiares. En

relación

al ámbito

de

la

gestión

municipal

el

control

sobre

el

orden

público se convirtió en una cuestión prioritaria en estos primeros meses de gobierno de centro-izquierda. La tensión social se mascaba en el ambiente por las heridas aún no cerradas entre los marmolejeños, y el clima de enfrentamiento civil era, por

momentos,

políticas la

inevitable.

realizaban

población

que

Las

desafiantes a

menudo

distintas desfiles

secciones de

terminaban

carácter en

juveniles

refriegas

jóvenes de izquierdas (pioneros) contra los de derechas (pelayos).

-

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de

paramilitar callejeras,

las por

organizaciones las

calles

de

enfrentándose

los

E REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

El control de la tenencia de armas y del orden público a través de los registros domiciliarios y de actuaciones en la vía pública era, por tanto, un tema de máxima preocupación para el Alcalde como garante de la seguridad local. Algunas de estas operaciones de registros de domicilios y caserías, ordenadas por Ignacio Expósito y ejecutadas a través de la Compañía de Guardia de Asalto (comandada por Pedro Muro), y de la propia policía municipal, debieron de sujetarse a las instrucciones emanadas desde el Gobierno Civil para evitar posibles desmesuras. En ese sentido sucesivos telegramas de contenido preventivo se recibieron en la alcaldía entre los días 11 de abril y 18 de junio: -11 de abril: De Gobernador Civil a Alcalde: Manifestando se abstenga de hacer detenciones ni registros domiciliarios y no se permita que personas ajenas no revestidas de autoridad pretendan intervenir en cacheos en la vía pública y registros domiciliarios. - 28 de mayo: De Gobernador Civil a Alcalde: Manifestando que si en algún pueblo a pesar de las reiteradas amonestaciones de este Gobierno perduran los abusos cometidos por individuos y por grupos que se abrogan funciones que no les competen, tales como cacheos, detenciones, etc., es preciso en bien de la República que tal estado de cosas sea cortado y reprimido radical y enérgicamente... para lo cual pondrán el celo necesario haciéndome saber los casos que ocurran en lo sucesivo para exigir responsabilidades. - 6 de junio: Se suceden otros telegramas por los que el Gobernador Civil habla de detenciones por individuos de automóviles en la carreteras exigiendo dineros a sus ocupantes. Igualmente se recuerda que el Ministro de la Gobernación recuerda de la obligación que tienen los alcaldes de comunicar cuanto ocurra en los respectivos pueblos, que no hacerlo se considerara este hecho como desobediencia grave que habrá de sancionar. -11 de junio: De Gobernador Civil a Alcalde: Llegan denuncias a este Gobierno Civil que en algunos pueblos de la provincia grupos de individuos en su mayor parte uniformados, se dedican a efectuar marchas por las calles de la población y originando natural alarma por lo que se advierte a esa Alcaldía que por tratarse de verdaderas manifestaciones públicas se abstengan de autorizarlas, impidiendo por los medios a su alcance cualquier intento de celebrarlas ya que en caso contrario exigiría de usted personalmente las responsabilidades a que hubiera lugar. - 18 de junio: Se suceden varios telegramas del Gobernador Civil a los Alcaldes para que prohíban manifestaciones públicas, desfiles, etc, y para que mantengan a toda costa el orden público.

Como puede observarse los problemas de orden público pasaron al primer plano de la política local, fiel reflejo de la tensión que ya se vivía en el país. Pero la vida continuaba y la gestión del gobierno municipal tenía que atender las necesidades de una población que seguía acuciada por el problema del paro obrero y la falta de infraestructuras básicas. En este sentido se afrontaron otros frentes no menos importantes dignos de destacarse: Io) La traída del agua potable desde el Jándula y la construcción de toda la red de alcantarillado. Ignacio Expósito encomienda la realización de gestiones ante en Ministerio competente al médico José Perales Jurado en el mes de mayo. 2o) La instalación de zonas de riego en distintos pagos del término municipal, para lo cual se iniciaron gestiones con el diputado socialista Tomás Álvarez Angulo a través de esta expresiva carta de Ignacio Expósito fechada el 29 de mayo: "Este

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pueblo desgraciadamente tiene un enorme paro obrero forzoso y con tendencias a aumentar en breve plazo, y en modo alguno debe dejarse este sin resolver, ya que si no es por este medio no hay posibilidad de dar trabajo. Por otro lado en cuanto se acabe la pequeña recolección próxima de cereales el hambre se hará sentir grandemente en los hogares de muchos de nuestros compañeros que esperan con ansiedad emprendamos la realización de las obras que nos ocupan". 3o)

Se

reactiva

la

práctica

del

Laboreo

Forzoso

o

el

también

llamado

"alojamiento" de las fincas del término para favorecer la creación de jornales en el campo, asunto que había quedado en vía muerta durante el bienio de centroderecha y que ahora se retomaba con cierto consenso con las organización patronal "Asociación

de

Labradores"

materializado

en

la

constitución

de

la

Comisión

Mixta encargada de determinar el laboreo necesario en cada finca. Como puede verse en el apartado de apéndices de este trabajo, desde mayo al estallido de la sublevación militar de julio, las noticias en torno al laboreo de fincas se intensificó considerablemente constatándose, en sólo tres meses, cerca de 60 actuaciones por parte del Ayuntamiento a través de la Comisión de Policía Rural para la realización de labores con el correspondiente pago de los jornales a los obreros contratados '3h 4o)

Se

emprendió

la

mejora

de

la

infraestructura

viaria

agrícola

con

la

construcción de los caminos de La Loma Candelas y Aguilera, de gran rentabilidad para los pequeños propietarios olivareros de la zona de la sierra. En

relación

al

fenómeno

de

la

ocupación

de

fincas

he

detectado

escasos

movimientos en los primeros meses del Frente Popular en los que sólo parece advertirse

la

constitución

de

varias

sociedades

agrícolas

que

más

tarde

iban

a

gestionarlas, entre ellas la sociedad "Agrupación de Unión Republicana" vinculada al partido Unión Republicana, la sociedad "Defensa de la Agricultura", de UGT, y

otra

de

vinculada

menor

a

entidad,

Izquierda

la

sociedad

Republicana,

Un

de

"Pequeños

año

después

Propietarios" surge

la

probablemente

sociedad

"Vicente

Uribe n° 1" vinculada al Partido Comunista, cuyo presidente y secretario fueron respectivamente

Manuel

González

Padilla

y

Juan

Garrido

Catalán,

aunque

no

dispongamos de datos significativos de sus actuaciones. Estas

sociedades

gestionaron

en

régimen

de

colectividad

tierras

incautadas

por el IRA (Instituto de Reforma Agraria) a diversos propietarios del término, sobre todo a partir de octubre de 1936 en que les son incautadas diversas fincas a varios propietarios declarados desafectos al régimen republicano o ausentes de Marmolejo, previa propuesta individual y razonada enviada por los ayuntamientos a la Junta Provincial

Calificadora

de

Incautaciones

de

Fincas

Rústicas.

La

colectivización

de

las grandes propiedades de olivar llevó también aparejada la usufructuación de las almazaras del término, gestionadas por la Colectividad Obrera Pablo Iglesias de la UGT, y la Sociedad de Pequeños Propietarios. Sobre el fenómeno de la ocupación de tierras nos dice Garrido González que

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-

II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

"después de las elecciones de 16 de febrero, se comenzaron a producir en España y en hn provincia de Jaén ocupaciones de fincas. La invasión de una finca, "consistía en penetrar sin la autorización del propietario en la misma con el fin de coger aceitunas, leña, etc. Se trataba de un acto delictivo, en cuanto que era un robo contra la propiedad privada y, consecuentemente penado por la ley. Sin embargo a partir de febrero, las invasiones eran auténticas ocupaciones, ya que los invasores permanecían en las fincas, y en los casos en que la Guardia Civil acudía por denuncia del propietario se solía limitar a invitarles a salir. La ocupación de una finca se producía cuando los trabajadores permanecían por su iniciativa en ella y comenzaban a trabajarla y administrarla como si fuera propia. Esto se comenzó a hacer a partir de febrero y marzo de 1936, sin ningún tipo de temor frente a los propietarios o la Guardia Civil. Incluso la ocupación se llegaba a realizar de una manera casi oficial en los pueblos donde había alcaldes socialistas, que se encargaban de presidir el acto de ocupación y de gestionar su legitimación. El IRA solía legalizar "a posteriori" estas ocupaciones. Ni en la invasión ni en la ocupación la propiedad legal de la finca se modifica, aunque si se produzca un cambio de poseedor. La incautación consistía en un acto oficial realizado por el IRA, mediante el cual una finca pasaba a ser propiedad del Instituto, que, a su vez, la concedía a una sociedad obrera, o bien a un grupo de colonos creado ad hoc." De las cuatro Sociedades arriba indicadas la más importante por el número de socios y tierras a gestionar fue la Sociedad “La Defensa de la Agricultura" de UGT que desde 1936 a 1939 operó con sus cuatro colectivas ^ en fincas como el cortijo de los Coellos, Dehesa del Rincón, Piedra del Tío Caña, con una superficie total de 626,42 has. Entre 1938 y 1939 acabaron ampliándose a casi todo el término municipal, con fincas como los Mártires (del Marqués de Albaida y conde de Antillón), el Cañuelo y La Marquesa, de Catalina Navarro Parras, a la que se le incautó su propia casa como centro logístico y administrativo de dicha colectividad. De la sociedad "Agrupación Local de Unión Republicana" solo se conoce que presentó su Reglamento en junio de 1936 y en julio del mismo año aún no había podido operar sobre las fincas cedidas por el Instituto de Reforma Agraria. En cifras globales los estudios de Garrido González nos indican un total de 6.944 has expropiadas a 81 propietarios del término municipal en noviembre de 1938, nueve de los cuales reunían 2.894 has. Esos mismos estudios dan luz sobre el funcionamiento interno de estas colectividades agrarias y de como este fenómeno fue favorecido especialmente por la sublevación militar del 18 de julio ya que iba a dar plena justificación a las organizaciones obreras para realizar la revolución soñada al tiempo que se convertían en pieza fundamental de la economía de guerra para la República, al permitir que no se paralizara la producción agrícola . El

sector

de

los

trabajadores

de

la

construcción

estuvo

igualmente

muy

activo durante la primavera de 1936 en la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores de este sector. Este colectivo afiliado casi en su totalidad al sindicato de rama de UGT más conocido como "Sociedad del Ramo de la Construcción, "1o de Mayo" aprobó en junio las siguientes bases de trabajo para 1936:

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

"Maestro de obra: 7,25 ptas; oficiales: 6,50; ayudantes: 6 ptas; blanqueadores: 6 ptas y peones 5 ptas. Nota: Cuando se trabaje en caserías o fuera de la población habrá un aumento de una peseta cada uno de los dichos jornales, y cuando la obra o trabajo este a 9 kilómetros de la localidad perderán tanto los patronos como los obreros la mitad del camino, o sea el tiempo invertido. Si excede de dos kilómetros será por cuenta de los patronos. El transporte de obreros a la casería y los comestibles serán por cuenta del patrono y los obreros tendrán derecho a un día en semana para ir y venir a la población para mudarse de ropa. También se pide que los albañiles estén asegurados".

1.4.1. Comienza la Guerra: Estas eran las principales preocupaciones en los momentos que precedieron a la sublevación militar encabezada por un grupo de militares antirepublicanos y que definitivamente iba a cambiar la vida y la historia de nuestro país. Los sublevados habían obtenido éxito en algunas capitales de Andalucía como Sevilla y la cercana Córdoba

donde

se

habían

adherido

militares

y

fuerzas

del

orden

apoyados

y

envalentonados por sectores de la mediana y gran burguesía agraria. La provincia de Jaén sin embargo, salvo el incidente sobradamente conocido de los guardias civiles liderados por el capitán Santiago Cortés, permaneció fiel a la República. En ese sentido, las primeras tareas a las que hubo de empeñarse el ayuntamiento fue la de atender las peticiones del Gobernador Civil, Ríus Zanón, cursadas a los municipios de la provincia, tras el llamamiento de los partidos del Frente Popular Provincial (5), para proceder a la reclutación de milicias voluntarias al servicio del general José Miaja, cuyo plan era avanzar por el Valle del Guadalquivir en un intento de recuperar Córdoba capital y diversos municipios de su entorno que habían quedado en manos de los rebeldes. En su avance hacia Córdoba el general Miaja y las milicias de Jaén, dirigidas por el popular diputado socialista Alejandro Peris Caruana, después de recuperar pueblos como El Carpió y Montoro, establecieron el cuartel general en Villa del Río, a cargo de los capitanes de Milicias, Lupiáñez y Valera, con la misión, entre otras, de organizar la vida en la retaguardia y las relaciones con la provincia de Jaén. Este cuartel general se transformó semanas más tarde en Estado Mayor, ya en vísperas del ataque a Córdoba a finales de julio, y estuvo formado por los socialistas Peris Caruana y Fernández Ballesteros; por los comunistas Francisco Ortega y Antonio Pareja,

y

por

el

militar

profesional

teniente

coronel

Huesmes,

que

ostentaba

el

mando de las cinco compañías del "Batallón de Jaén". El frente suroeste quedaba de esta forma estancado en la zona de El Carpió. A lo largo de todo el mes de agosto la vida cotidiana estuvo supeditada a las necesidades impuestas por las tropas de Miaja: el alcalde de Marmolejo estuvo recibiendo telegramas para el reclutamiento de tropas y armamentos destinados a las operaciones realizadas por el Ejército del Sur en su intento de recuperar la ciudad de la mezquita y diversos pueblos de la provincia, como Adamuz, Pozoblanco y Baena: 2 de Agosto: "Sírvase invitar a todos los individuos que hayan prestado servicio militar en el tercio o

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMQLEJO

fuerzas regulares indígenas para que se presenten a este Gobierno Civil con el fin de organizar una milicia y constituir un cuerpo de voluntarios al servicio del General Miaja, para ello facilitaran los alcaldes los medios de transporte hasta la capital. 5 de agosto: De la Comandancia Militar de Jaén a Alcalde: Participando que los cabos y soldados de este pueblo que se encuentren con permiso o situación cualquiera, quedarán a disposición de dicha comandancia hasta nueva orden. -De Gobernador Civil a Alcalde: Sin pretexto alguno disponga recogida de fusiles haya en ese pueblo enviándolos inmediatamente medio más rápido a Villa del Río, Cuartel General Militar, dando cuenta a este gobierno haber realizado el servicio y número de armas recogidas y enviadas a dicho pueblo -Del Gobernador Civil a Alcalde: El Jefe de la comuna de operaciones de la zona de Córdoba, Sr. Miaja, me ruega le traslade la orden siguiente: "Ordene con la mayor urgencia al Alcalde disponga que los fusiles y mosquetones, rifles carabinas, con todas sus municiones correspondientes sean recogidas a los milicianos y paisanos retirados del frente, y con las existencias en ese pueblo se remitirán hoy mismo. 6 de agosto: Gobernador Civil al Alcalde: Telegrama ordenando que los soldados y militares se encuentren con permiso y no puedan verificar incorporación a sus cuerpos (por estar estos en poder de los rebeldes) los hagan a esta columna de Montoro.

Estos llamamientos tuvieron eco entre la población obrera local que se inscribió voluntaria en la milicia junto a obreros de Andújar, de Jaén, Martos, Andújar, etc, en su afán de salvar a la República. Dice Moreno Gómez (6) “que las partidas frentepopulistas mejor armadas fueron la de los mineros de Linares y La Carolina que llevaban vehículos cargados de dinamita. Los milicianos restantes fueron finalmente armados con las armas requisadas entre las personas de derechas de pueblos como Lopera, Porcuna y Marmolejo". Simultáneamente durante los primeros días se vivieron hechos dramáticos como réplica a las noticias que llegaban de la zona nacional, donde era conocido que los sublevados actuaban con "mano dura" frente a las autoridades, civiles y militares, fieles a la República. Pronto empezaron a llegar noticias de fusilamientos masivos de los líderes obreros en las provincias limítrofes sublevadas. El propio Moreno Gómez fijó la cifra de 2.088 fusilados por las tropas sublevadas en Córdoba capital solo entre los meses de julio a diciembre O, y en la provincia de Cádiz las tropas franquistas. que desembarcaron en Algeciras daban lugar a matanzas sin control de víctimas inocentes. Esta situación, que duda “cabe, despertó el afán de revancha y la tentación de responder con la misma moneda. Por eso, en medio del revuelo y descontrol de los primeros días del alzamiento autoridades provinciales y locales del Frente Popular quedaron desbordadas por la presencia de las milicias republicanas y, especialmente nuestra localidad, iba a sufrir momentos de dramatismo por el radicalismo de los milicianos voluntarios procedentes de otros lugares. Paradójicamente aunque en Marmolejo no se habían sublevado las fuerzas del orden existentes ni tampoco elementos de la derecha en defensa de los insurrectos, como si ocurriera en Montoro y el Carpió, sin embargo la cercanía a la carretera general de Andalucía, por donde habían penetrado las columnas de milicianos, complicaría la situación en estos primeros momentos. La llegada de estas tropas para proceder al reclutamiento de nuevos efectivos y para dejar, de paso, una dotación estable para seguridad de la retaguardia generó durante los meses julio y agosto una estela de sangre y de dolor

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 - 1951). MANUEL PERALES SOLÍS

entre las familias de la derecha local, así como verdaderos quebraderos de cabeza a los máximos responsables del Frente Popular. Sistemáticamente se encarcelaron a la mayoría de los responsables políticos del período republicano de derechas junto a los afiliados más significativos. Éste fue el caso de Claudio Rostaing, presidente del Centro Republicano de Marmolejo e hijo del industrial hotelero Antonio Rostaing, que por su condición de tener la nacionalidad francesa, salvó la vida tras ser liberado por orden del propio Gobierno Civil a través de un telegrama del día 7 de agosto que transcribo: "De Gobernador

civil a Alcalde: llegan noticias a este Gobierno, hallase detenido el súbdito francés Claudio Rostaing. Sírvase informarme urgentemente motivos para adoptar tal medida. Remita mayor brevedad posible oportuno expediente, debiendo entretanto adoptar las medidas necesarias para garantizar su persona conforme lo tengo ordenado en telegramas anteriores". Claudio había sido vicepresidente del Centro Republicano formando equipo con su cuñado Carlos Sánchez, (casado con su hermana María), y en estos momentos ejercía la presidencia del citado centro. Además representaba la cara más abierta y dialogante del centro-derecha marmolejeño. De familia con ascendientes franceses era el mayor de tres hermanos nacidos del matrimonio entre Antonio Rostaing Soullard (dueño del hotel de "Los leones") y la cordobesa Josefa Pinillos Raya, oriunda de Montilla. Había realizado el bachillerato en el colegio Francés de Córdoba y posteriormente cursaba estudios de peritaje mercantil en la Escuela de Peritos de dicha capital a cuya finalización se dedicó a ayudar a su padre en el negocio del hotel, contrayendo matrimonio con Isabel Lozano Pérez, hija de Pedro Lozano, dueño del hotel Central. Tras el incidente de su detención y posterior puesta en libertad optaría por marchar a Francia. Hacia allí se trasladó toda la familia, el padre, la madre, su mujer y el niño pequeño, a la ciudad de Montelimar, a la casa de unos parientes suyos. Ya no volvería a España hasta comienzos de 1937 en que deciden volver a Sevilla, a la casa de su prima hermana Marta, una vez que se enteran que la capital andaluza había quedado en poder de Franco (8). Mientras tanto la mayor parte de las personas detenidas no corrían la "suerte" de Claudio, y eran trasladadas a la Prisión Provincial de Jaén en una operación impulsada por los máximos responsables del Frente Popular probablemente diseñada para salvar vidas humanas de gente que aunque habían defendido con énfasis sus convicciones políticas, su delito principal había consistido en militar en organizaciones de la derecha o confesarse abiertamente antirepublicanas. Aprincipios de agosto (día 3) tema lugar el traslado a la prisión de Jaén de las siguientes personas de la derecha marmolejeña: - Juan Roncero Jurado: - Juan Roncero Lara: - Alfonso Sánchez Solís: -Carlos Sánchez Solís:

Propietario "

Industrial "

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

- Miguel Navarro Molina: Industrial - Antonio Parras Sanz: Coadjutor (puesto en libertad en febrero de 1938) - Jerónimo Parras Sanz: Administrador - Pedro Perales Yedrá: Propietario - Mateo Solís Rodríguez: Administrador de Doña Angelina García - Jesús Sáez Martínez: Viajante - Antonio Ortega Quesada: Propietario - Antonio González García: Propietario - Ramón Lara Pérez: Guarda nocturno, separado del servicio el 29-2-36, por su colaboración con la Guardia Civil en los sucesos del seis de octubre de 1934. - Mariano Lara Pérez: Cabo de los guardas de campo separado del servicio el 29-2-36. Falleció después de salir de prisión, el día cinco de julio de 1939. - Antonio Lozano Rivillas: Guarda de campo. En marzo de 1938 un informe del Consejo Municipal de Marmolejo dirigido al Gobernador Civil decía: "Este individuo es fascista de acción, hecho que demostró el 20 de julio de 1936 cuando fue requerido para entregar las armas que tenía resistiéndose a ello e hiriendo en la mano al camarada Juan Vicaria Blanco". - José Vencelá Mingorance Teniente de Artillería (estuvo en el sótano 33 días) - Emilio Pérez Campoy Pintor - Cristóbal Pantoja Lopera Carpintero (fue puesto en libertad el 1-11-1938) - Andrés Pastor Peña Corredor - Emiliano Ruano Jiménez Administrador de Manuel Díaz Criado - Pedro Pérez Ruiz Guardia civil retirado.

Las detenciones fueron realizadas entre final de julio y los primeros días de agosto: al cedista Andrés Pastor no lo encontraron en el pueblo y hubieron de salir a buscarlo a la finca "Las Labradlas" del término municipal de Montoro que llevaba en arrendamiento. También en la finca de Las Prensas le fueron requisadas 27 escopetas y dos rifles que escondía en un depósito de aceite y en otras dependencias de la casería. En la cercana Arjona, donde ejercía de párroco de Santa María, detuvieron al sacerdote marmolejeño Francisco Padilla Gutiérrez que fue trasladado a la Catedral de Jaén, siendo posteriormente fusilado en la carretera de Mancha Real en 1937. Otro sacerdote nacido en Marmolejo y destinado como Arcipreste, desde febrero de 1914 en la parroquia de San Juan Evangelista de Mancha Real, Francisco Solís Pedrajas, era detenido en aquella población a finales de julio por milicias republicanas, y llevado preso a la Catedral de Jaén. En la madrugada del 4 de abril de 1937 era fusilado junto a las tapias del cementerio de Mancha Real W. Francisco había ejercido sobre un amplio sector del clero de Jaén cierta autoridad moral por eso al morir el obispo de la diócesis Manuel Basulto, en plena guerra, los señores capitulares detenidos en la catedral le brindaron el cargo de vicario capitular o gobernador eclesiástico responsabilidad que finalmente no aceptaría. La mayoría de estas personas, desconocían los cargos que se les imputaban y estuvieron presas hasta el final de la guerra en condiciones penosas en la frialdad de las naves de la Catedral, a donde fueron trasladados desde la cárcel provincial. Fueron alojados en las capillas laterales, o hacinados en los sótanos de la misma, y con la congoja de no saber en que momento les tocaría vivir el destino final. El sacerdote Antonio Parras escribía al Gobernador Civil de Jaén hacia febrero de 1938 la siguiente carta desde la cárcel:

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 - 1951). MANUEL PERALES SOLÍS

"Excmo Sr. "Perdone V.E. ante todo, la forma y papel de que me valgo, en la imposibilidad de hallar otro más adecuado. Por espacio de 18 meses vengo contando como preso en esta Cárcel Provincial, sin que Tribunal alguno me haya pedido declaración, habiéndome dirigido al Director de la Prisión, interesándole mi situación como detenido, me contestó diciendo que estaba sometido a la Jurisdicción de V.E. En el transcurso de este tiempo he decidido contraer matrimonio con la dadora Doña Matilde Muñoz Cobo... Y así las cosas, yo me atrevo a solicitar de V.E. una libertad condicional de tres días para contraer matrimonio, poner en marcha nuestra vida, y terminado el plazo ingresar nuevamente en la Prisión, esperando como hasta el presente de V.E. las decisiones que a bien tenga adoptar. Agentes de autoridad a las ordenes de V.E. podían seguir mis pasos en los días de libertad que reclamo y suplico, aparte de que quiero lo bastante a mi futura mujer y tengo en mucho aprecio mi propio honor para no intentar siquiera un gesto que pudiera ser la antítesis a la bondad de V.E. encamación del régimen por el que siento íntima y honda adhesión, como quizás conste a V.E. por datos y hechos positivos. Seguro de que V.E, apreciará mi demanda en lo que tiene de exquisita y sentimental, queda a las ordenes de V.E. agradeciendo de antemano. Fdo. Antonio Parras".

Su salida de la cárcel se debió de producir hacia mediados de febrero, pues el día 19 de febrero el director de la Prisión Provincial remitía una carta al Gobernador Civil indicándole que había sido puesto en libertad. Deducimos de este testimonio desesperado que la detención de estas personas tuvo un fin último: quitarlos de la barbarie del mundo rural donde se impuso la ley de Talión y llevarlos a lugares más seguros bajo la protección y tutela de las autoridades provinciales. Esta práctica resultó muy común por parte de los alcaldes socialistas dado que el Gobernador Civil en reiteradas ocasiones y ante la insuficiencia de espacio en Jaén ordenó que los detenidos quedasen en los depósitos municipales, pero, aún así, siguieron presionando para mandar a los detenidos hacia la capital ya que estos depósitos locales eran a menudo violados por los más ansiosos de revancha. A pesar de que las personas llevadas a Jaén finalmente salvaron sus vidas, la mayoría de sus familias quedaron desamparadas, con sus recursos financieros agotados por la duración de la guerra, y con sus propias viviendas, requisadas para alojamiento de milicianos. También muchos de sus bienes patrimoniales, rústicos y urbanos, fueron incautados mediante un procedimiento administrativo reglado del que se dio cuenta en todo momento a la autoridad gubernativa, en un intento de evitar las apropiaciones indebidas que, finalmente, serían inevitables. Además surgió el problema añadido de no poder huir a zonas más seguras por miedo a posibles represalias sobre los familiares presos. Pero no siempre los hechos discurrieron por esos derroteros: otros marmolejeños de derechas corrieron peor suerte y encontraron la muerte durante los días 16 y 18 de agosto. Previo a esta fecha ya había sido herido el guarda de campo Ramón Pedrajas Lara que estaba preso junto a los anteriores en el edificio de La Carnicería, y en la madrugada del 16 de agosto tras los celebres "paseos" sin juicio previo, el brazo ejecutor de las milicias dio muerte a Félix Expósito Ramírez, agricultor, de 50 años de edad. Dos días después en la madrugada del 18 de agosto, dieron muerte a las siguientes personas cuya ideología de derechas era sobradamente conocida: - Enrique Ayala y Soria, de profesión médico y propietario agrícola, de 59 años de edad, viudo de Manuela Delgado Caballero Lara, con dos hijas Carmen y María Ayala Delgado.

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

- Manuel Solís Pedrajas, empleado del ayuntamiento, auxiliar de la Recaudación de Arbitrios, de 47 años de edad. - Juan Luis Burlo Gónima, de 63 años, propietario agrícola que había sido Alcalde primoriverista desde 1925 a 1930. Natural de Jerez de la Frontera (Cádiz), de donde procedía su padre José Luis Burlo Balde, primer administrador del Balneario. - José Pérez García, de 71 años de edad, con domicilio en calle Perales 34, casado con Petra Valenzuela y en segundas nupcias con Maria Valenzuela y Malo de Molina. - Vicente Lozano Madera, de profesión mecánico-herrero, de 25 años de edad, soltero. Se comentó que su asesinato no encajaba en la tipología de los anteriores y se le achacó a motivos diferentes a los meramente políticos, quizás relacionados con ciertas rivalidades amorosas con un carabinero republicano. Su muerte fue una de las más sentidas pues era un joven lleno de vitalidad, ajeno al mundo de la política local, muy implicado, sin embargo, en actividades tanto culturales como deportivas. Curiosamente compartió equipación en el Marmolejo C.F., junto a compañeros de ideología socialista y republicana como Eduardo Perín Martínez y José Gutiérrez Alcalá (10).

Los cadáveres de los cuatro primeros fueron recuperados acabada la guerra en la zona del Baldío y el de Vicente Lozano Madera en el pozo de los Ventorrillos con las piernas totalmente quebradas. También, el 22 de agosto era asesinado el vecino natural de Espiel Juan Alcalde Tartaja, de 39 años de edad, empleado como guarda jurado en la finca de la Dehesilla. En momentos así la autoridad moral y política de los alcaldes parece que fue suplantada por las acciones descontroladas de los milicianos, la mayoría de ellos provenientes de la minería e imbuidos de un afán revanchista encauzado, a veces, en la dirección que les indicaron algunos cabecillas locales de segunda fila ni siquiera legitimados por los principales dirigentes del Frente Popular. Hoy sabemos que la plana mayor del socialismo marmolejeño con Ignacio Expósito a la cabeza, procuraron por todos los medios a su alcance remediar la situación de violencia desatada, quitando del medio a los encarcelados mediante su traslado a la Prisión de Jaén donde al menos podrían salvar sus vidas manteniéndolos alejados físicamente del deseo de revancha de los más exaltados. Los documentos existentes en el archivo municipal y el testimonio clarificador de militantes históricos demuestran que Ignacio Expósito intentó reiteradamente salvar las vidas de estas personas: el mismo hecho de que no se les imputara nada, confirma cierto carácter preventivo de estos encarcelamientos de principio de Guerra. El testimonio de José Molina Rodríguez, hijo del socialista histórico Antonio Molina Torralbo afirma que Expósito protegió a los presos para que no les hiciesen nada: "Entonces acostumbraba a coger la llave de la prisión local que estaba en la Carnicería y se la llevaba durante la noche, a su casa metida en el bolsillo y con una guardia de escolta , para que no le quitasen la llave en el camino ya que allí estaban a la espera de que se los llevasen a la cárcel de Jaén". Por otro lado el testimonio de la hija del socialista fusilado en la postguerra Juan Vicaria Blanco, confirma que un grupo de cabecillas locales de los más exaltados, pero ninguno de ellos dirigentes de primera fila del PSOE ni de la UGT, amenazaron esos días al alcalde Ignacio Expósito con arrojarlo por el balcón del Ayuntamiento si no les entregaba la llave del calabozo Asimismo las instrucciones enviadas desde el gobierno civil a los alcaldes

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

señalan a las claras cuales eran los momentos de inseguridad y de incertidumbre por las que se debieron de pasar en estos momentos trágicos:

"De Gobernador Civil a Alcalde: A partir de estos momentos cuantas detenciones verifiquen las milicias, las pondrán en conocimiento de la autoridad municipal. Esta se hará cargo de los detenidos, ordenando su encarcelamiento en la prisión del propio pueblo donde se hayan verificado las detenciones, bien entendido que prohíbo terminantemente el traslado de presos a esta capital sin una orden expresa mía, siendo inútil razonamiento que pueda hacerse de falta de seguridad de las prisiones, ser sacerdotes los detenidos ni ninguna otra circunstancia pues deben ser las propias milicias las que defiendan a los detenidos e impidan su evasión. El clima de venganza perduró y resultó ciertamente difícil de controlar por las autoridades a lo largo de 1936. Así pues el día 29 de septiembre fallecía el sacerdote Julián Castilla Casado, con 67 años de edad, tras ser torturado cruelmente en la Carnicería por milicianos, y otros dos hechos luctuosos más se repitieron el 17 de octubre con el asesinato del médico Miguel Cerrillo García del Prado, un destacado cedista, y del anciano comerciante de 85 años Esteban Herrero Brieva, tío carnal de María Herrero León, esposa del farmacéutico Tomás Calero Arias. La detención de Esteban se produjo a escasos metros de la farmacia en unas condiciones de crueldad extremas pues para que soltase los hierros de la ventana a los que se asía tuvieron que quebrantarles ambas manos. Sus cadáveres fueron encontrados en la zona de la Fuente Quebrada. Huelga decir que la brutalidad de sucesos como éstos prendió el miedo y el pánico entre las familias de derechas convirtiéndose en obsesión la salida de la localidad buscando refugios más tranquilos al precio que fuera. Pero si las acciones represivas resultaron ser crueles en la zona donde los sublevados no habían conseguido triunfar, la represión desatada contra las personas de izquierdas y con responsabilidades en ayuntamientos republicanos o, meramente, en los partidos políticos o instituciones de la izquierda sería igualmente pavorosa en la zona denominada "nacional". Incidentes luctuosos y lamentables tuvieron lugar en las capitales de provincia (Sevilla, Huelva, Cádiz o Málaga) y en pueblos donde la situación fue dominada desde el primer momento por las tropas de los militares golpistas que acabaron fusilando a cuantos eran sospechosos de republicanismo. Los sucesos trágicos vividos en la zona del Campo de Gibraltar (Algeciras y La Línea) donde aún trabajaban los socialistas marmolejeños Andrés Rodríguez (alcalde republicano) y Antonio García Martínez (concejal) aparecen recreados en la siguiente memoria escrita del hijo de Antonio, Pablo Iglesias García Vergara. En ella relata como fueron los últimos días de Andrés Rodríguez y su familia y las relaciones entre éste y su padre: "Mi padre encontró trabajo en Gibraltar. Vino la amnistía de los del 34. Hicimos la casa en La Línea de la Concepción. Andrés Rodríguez también. Mi padre siguió trabajando en Gibraltar y Andrés montó un negocio de panadería, el que le costó la vida a él y a su hijo, porque cuando la sublevación fascista de 1936 liderada por Franco y demás militares, el Partido Socialista declaró huelga general en los pueblos donde ganaron los sublevados. Andrés Rodríguez siguió saliendo a vender a la plaza con un puesto de pan que allí tema, creyendo que no se iban a meter con él. Error tremendo: ya habían llegado las tropas

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

del Tercio Moro, en los siete barcos que desembarcaron en Algedras y desde allí fueron a La Línea. Dicen que salió una mujer con una bandera diciendo ¡Viva la República!, pero este fue el pretexto para volverse las tropas de Franco que iban desfilando y comenzando a disparar sembraron de muertos y heridos las calles de la Línea de la Concepción. Mi padre y mi hermano Besteiro salieron para ver si cogían armas y enfrentarse a las tropas fascistas (esto sería por la tarde). Mi madre al ver que no volvían salió ya de noche, levantando las cabezas de los muertos y heridos, buscándoles. Ya sobre la media noche se presentaron los dos, mi padre y mi hermano. Mi hermana Encamación que había ido por la tarde a ver el desfile se refugió en el Cuartel de Carabineros, junto a la Aduana, y yo que también había ido a ver el desfile de los moros, recuerdo que como las calles eran de arena ¡qué sofoco oyendo los tiros cada vez más cerca, y no poder correr más!. Al otro día y los siguientes de la matanza, todo el pueblo de La Línea quería entrar (a refugiarse) en Gibraltar. Los ingleses cerraron la frontera y con mangas de agua de fuerte presión obligaban a las miles de personas a no entrar. Huyendo del terror, entonces se optó por huir a la sierra que se llamaba Sierra Carbonera y allí estuvimos varios días. Cuando se calmó la cosa volvimos a La Línea y los que trabajaban en Gibraltar (que era el caso de mi padre) se les podía dar un pase. Mi padre consiguió uno porque trabajaba en la casa BATA (de zapatos) y así entró; fue un día terrible. Mi hermana Encamación le siguió hasta que entró en Gibraltar, pues si lo hubieran descubierto era muerte segura. El resto de la familia quedábamos en la Línea. Mi hermano Antonio que también trabajaba en la casa BATA consiguió otro pase, y con el pase que nos dio un vecino de La Línea, pasamos los demás, Besteiro, Femando y yo, que como era el último me llevé la llave de la casa. Mi madre llamó a Gibraltar "un rincón de gloria" ya que fue un tiempo de tranquilidad y seguridad, el que vivimos allí, pues a mi padre Gibraltar le salvó la vida dos veces: en el 34 y en el 36. Andrés Rodríguez que no se refugió en Gibraltar, continuó con en el negocio de la panadería en la Línea. Fueron a por él a su casa; intentó escapar por la trasera y allí lo apresaron y lo fusilaron después, a él y a su hijo (Andrés) que era abogado. Su otro hijo Frasquito creo que fue el que sobrevivió (vivió en Coria del Río en Sevilla y el único que tuvo descendientes. El Bartolomé, Juan (el más joven de los cuatro varones) y dos hembras Encamación (alta, rubia, guapa) y Dolores, por la tragedia vivida, a los que no les fusilaron, murieron. (12) Cuando el golpe de estado, Andrés y mi padre, (a pesar de que su amistad fue en todo momento recíproca y sincera) no pudieron mantener contactos debido a su situación de exiliado en Gibraltar. Tal vez, (de haberlo hecho) se hubiera evitado la tragedia, porque lo mismo que le quitó la idea de volver a Marmolejo desde Algeciras (cuando la huelga del 34), se la hubiera quitado de permanecer en la Línea, pues Andrés tenía dinero (suficiente) para haber alquilado una barca y salvar así la vida. No le ocurría lo que a mi padre, que solo contaba con la paga del empleo que tenía".

El hijo de Andrés, Bartolomé, al que menciona como probablemente fusilado, sobrevivió a la guerra. El veintiséis de marzo de 1949 se encontraba en el arresto de Marmolejo, reclamado por la Junta de Libertad Vigilada de Sevilla. En cuanto a la situación de desavenencias personales resulta curioso como el espíritu de lucha de Antonio García y la tragedia vivida por su compañero Andrés no debieron de dejar su consciencia tranquila y, como más adelante veremos, volvió a Marmolejo para ponerse al servicio de las autoridades republicanas. Estabilizado el frente de guerra entre Córdoba y el Carpió, desde finales de agosto, la intentona del General Queipo de LLano, a mediados de diciembre de 1936, de avanzar desde Sevilla para ocupar las zonas olivareras de Andújar y Martos y auxiliar a los guardias civiles amotinados en el Santuario de la Virgen

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LA MEMORIA RESCATADA (1931 -1951). MANUEL PERALES SOLÍS

de la Cabeza, iba a suponer un motivo más de preocupación y alarma entre la población civil marmolejeña para la que se determinó por parte de las autoridades políticas y militares del Frente Popular la evacuación a zonas de la retaguardia más seguras el mismo día de Nochebuena. Y es que entre el 15 y el 19 de diciembre las unidades marroquíes y las tropas de regulares de Queipo de Llano, apoyadas por tanques y aviación, rompían el frente republicano conquistando, sin grandes dificultades, Adamuz y Bujalance, iniciando así su avance hacia la zona de Villa del Río. El mando republicano del sector, que lo ostentaba el teniente coronel de artillería Juan Hernández Sarabia (23), cayó en total desconcierto. Los primeros refuerzos (formados por el 9o Batallón de la XIV Brigada Internacional Batallón Sans Nom) no consiguieron detener las tropas franquistas, que ocuparon El Carpió, Montoro, Villa del Río, y Lopera en el extremo occidental de la provincia de Jaén. Esta era la situación cuando el mismo día que hubo de ser evacuado Marmolejo entraba en acción para detener el avance de Queipo de Llano, la XIV Brigada Internacional, mandada por el general Walter (W. Tres días después llegaban a la zona de frentes muy próximos a Marmolejo las brigadas de José María Galán (la tercera) y de Martínez Cartón (la 16), que recobraron Montoro y Villa del Río, pero no pudieron impedir la pérdida de Porcuna. En la cercana localidad de Lopera se libraron mortíferos combates durante los días 27, 28 y 29 de diciembre en los se que significaron los brigadistas ingleses de XIV Brigada Internacional. Allí cayeron los escritores ingleses de reconocido prestigio Ralph Fox y Rupert John Cornford, (biznieto del naturalista Charles Darwin) así como 300 soldados más. En torno a unos 600 resultaron heridos y otros muchos fueron hechos presos, entre ellos tres milicianos marmolejeños de la Juventud Socialista: José Arévalo García, Juan Casas Santiago y Gaspar Muñoz "El del tío Blas". Sabemos que los dos primeros fueron llevados a Córdoba capital y allí serían fusilados en marzo del 38. En esta batalla perdieron también la vida diversos boinas rojas y soldados nacionales del contingente de fuerzas nacionales según estudios de Antonio Marín Muñoz en "La Guerra Civil en Lopera" (15K Después de los combates del Cerro de la Nava, (cerca de la Fuensanta de Montoro) y de Lopera, muchos brigadistas deambularon malheridos y desorientados, en un terreno que no conocían, por los campos de olivares cercanos a nuestra localidad. Muchos quedaron muertos entre los olivos o fueron capturados por las tropas nacionales en los mismos cortijos en donde se habían refugiado. De los 700 hombres del Batallón "Sans Nom" solo llegaron a Andújar doscientos escasos según describe Martínez Bande en su trabajo titulado "La campaña de Andalucía" (16). La represión sobre las personas de derechas volvió a recrudecerse en diciembre a medida que las tropas franquistas iban obteniendo éxitos en la zona de Córdoba. En este sentido el propio Martínez Bande en esta misma obra apunta que "En los diez

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últimos días del mes de diciembre la moral de las milicias va decayendo muchos abandonan sus puestos e incluso algunas columnas -especialmente de la CNT- se dedican al saqueo y destrucción de la retaguardia. La reacción de los milicianos a estas derrotas se reflejó

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II REPÚBLICA, GUERRA CIVIL Y POSTGUERRA EN MARMOLEJO

sangrientamente. Ya el día 21 de diciembre Sarabia (Teniente Coronel Hernández Sarabia, Jefe del Sector de Córdoba del Ejército Republicano del Sur con Cuartel General en Montoro) decía a Martínez Monje (general Femando Martínez Monje, Jefe del Ejército del Sur con cuartel general en Jaén): "Hay algunos elementos, que usted ya conoce, que se dedican al saqueo y a hacer toda clase de atrocidades. Así ha ocurrido en Montoro y Villa del Río, y aquí en Andújar, antes de llegar nosotros hubo hasta un encuentro a tiros". Igualmente en un telegrama del jefe del Ejército del Sur (general Martínez Monje) al Estado Mayor Central en Valencia se decía: "Franca desbandada centurias Milicias Andalucía Extremadura (CNT) que ocupaban frente de Montoro, el cual abandonaron casi sin ser atacados, dirigiéndose al pueblo, donde cometieron toda clase de desmanes.. Está en nuestro poder Villa del Río; en este pueblo fuerzas de referencia cometieron también desmanes...". Martínez Monje solicitaba el día 23 al Estado Mayor Central entre 100 y 200 carabineros armados para las poblaciones civiles, totalmente desamparadas"