La Llamada de Cthulhu - Las Montañas de La Locura 2

July 20, 2017 | Author: Carlos Ferrer | Category: Nature, Business
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Descripción: Segunda parte de la campaña Más allá de las Montañas de la Locura, para el juego de rol La Llamada de Cthul...

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Más allá de las Montañas de la Locura 11 LA EXPEDICIÓN STARKWEATHER-MoORE,

1933-34

lA FACTORIA

Uoward Pbillips Lovecraft Autor, erudito, caballero Nacido en 1890 Muerto en 1937

ceTIiW'Kr'UJWUlJ A L C É SAR, LO QUE ES DEL CÉSAR Más allá de la s M ontaña s d e la Locura fue escrito por Ch arles " Chas" Enga n, excep to las partes qu e mencionamos a con tinuació n . Michael Blum con tribuyó con sus re señas sobre Nue va York, El fuego del Gabriel/e, apuntes sobre el equipamiento y los vehículos, planes de la expedición y logís tica , diseñ o detalla do de Gabrielle. esc ena s y arquitec t ura de la Ciu d a d d e lo s Pri m igenio s, la información so b re Dan forth y Lexin gt on en la Ciudad de los Prim igenios, y m on ton es de mapa s, cartas y planos. Jo h n Goodrich escribió el texto de Pym, no pub licado, declaracione s y hab ilidades de los compañeros de Starkwea the r-Moore y Lexing ton, las historias de este último, y la h istoria de la ex ploración antártica . Phil y Marion Anderson aportaron grandes cantidades de tra bajo sobre la organización de la exped ició n, in ve st iga cion e s sob r e equi pa mien to polar, la idea ini cial del cap ítulo 7, visiones enr iquecedo ras del Cam pam en to Lake. y suge ren cias sobre Melb ourne. Mik e Lay a portó las biografía s de Starkw ea the r, Moore y Roeri ch, detall es de la Ant ártida, de la ba se de la Ex pedici ón de Barsmeier-Falken, defini ó la tram a y el m at eri al del cap ítu lo 7, y la prime ra toma de con tacto con la Ciudad de los Primigenios. Jan Enga n ide ó y editó la s en trevistas del in vestigador en el pr ólogo, "Quiero una Mujer " en el Capítu lo Uno, y las secciones de Nu eva York y Pu erto Philip . Rob Montanaro escribió las seccion es de Henning el Sab ot ead or y el Wal/a roo. Frederic Moll añadió el Capítu lo 2. Mike Hod ge con tr ibuyó con pequ eñ os artículos y notas de pr en sa. Steve Hill esc ribió los primeros re tazos de los animiculi y algunas de la s esce nas de la Ciudad de los Primigenios. Sophi a Caram agno y Daniel Rohrer sum aro n pequeños artículo s y detall es del Capítulo 7. Lynn Willis con tribuyó en la s Habilidad es, organ izó las escen as de los ca pítulos y sus reglas, y comp letó otras . Reginald Winsto n agre gó colabo racio nes ad icionales y ayud ó en lo relati vo al fuego. T. Zin de r pint ó la po rtada . Paul Ca rr ick , M . Wa yn e Mi ller y Ma rk Rylber g las ilu st racion es de l in teri or. Mich ael Blum también dibujó ma pa s, planos y diagramas.

AgradeciDlientos No es fácil llevar a cabo un tr abajo de esta envergadura . Hemos soñado con el Hielo y sufri do en la Ciuda d durante los últimos tres años, y no hubiéram os podid o h acerlo solos. No es pos ible mencion ar a todos los que pe rdieron su tie mpo y pa ciencia po r el éxito de este viaje, pero ellos sabe n qui én es son. Os que rem os a todos, sin re servas ; habéis ayu da do a crear algo maravilloso. Gracias. Debemos agrad ecim ientos especiales a unos pocos, en tre mu ch os, por su incon mensurable ayud a. Janice Engan, urdidora de las tramas y madre del grupo de trabajo, que pren dió la mec ha ini cial. phi! y Marion Anderson. por su excelente inve stigación y preparación de l material sobre expediciones polares, y por la pr im era e im pr esionan te tom a de con tacto con el Campa me nto Lake; John Goodrich, que in sufló el primer aliento a los miem bro s de la pa rt ida, y qu e devolvió a Arthur Pym a su casa; Michael Blurn. cuyo preci so y enc iclopédico conocim iento del cielo y el mar dio a lu z al SS Gabriel/e, a Belle y los Boein g, y a mu ch as de las esce na s en la Ciud ad de los Prim igenios; Michael Lay, por la expedición de Barsmeier-Falke n, los enc uentros en la Ciudad y los inn umerables de talles de la Antártida ; Steve HiII , por las Sem illas del Dios Desconocid o, y por alguna s idea s sobre la vida en la Ciudad ; Rob Montanaro, que nos rega ló a Henning el Saboteador, y al desafort unado SS Wal/aroo ; Frederick Moll, por " La Mue rte de un Capitá n "; Mike Hodge, por sus artíc ulos corto s y su consejo pe riodís tico; Sofía Caramagno y Daniel Rohrer, por detallar y comen ta r las esce nas; Mark Merrell, que sug irió la hi st oria de Arthur Pym . y la visión de Nicholas Roeri ch ; John Bleasdale, por sus puntuales apo rt aciones en materia geo lógica; Catherine Rees Lay, por repasar el text o arr iba y abajo má s all á de su deber; Peter Devlin, por probar el juego, y a portar in estimab les críticas; Los jugadores de la Brigada Revolucionaria Arme Sacnussemm Memorial (es peci alme nte a Kirk E., Kevin M., Jasón F, Claire B, Mike B., Nic S, Renee M, Lisa D, Ken P, Chris A, Steve H , Sophie C, y Daniel R) por su cariño , sus risas, y muchas horas de diver sión; A Bob y Madge Engan, a quienes debo... bueno... todo. A Stefan y Claire, por su paciencia con el "gran pro yecto de mamá y papá "; Y a Lynn Willis y Chaosium, por habernos dad o la oport u n idad de convert ir en realidad nuestro sue ño. - Cha z Engan. dici embre de 1998. Más allá de las Montañas de la Locura 2 es una publicación de Cha osium Inc. Más allá de las Monta ñas de la Locura 2 es co pyrigh t © 1994 , 1996. 1998 de Chaos iu m In c, qu edan re se rvado s to dos los der ech os. La llamada de Cthulhu © es una marca regi strada de Ch aos iu m ln c.

Todo pa recido e n tre pe rsonajes de Más allá de las Mont a¡)as de la Locu ra 2 y cua lquier per son a viva o m uert a es pur a coin cide n cia . Queda pro h ibida la re pro d ucci ón de cua lq u ie r ma teria l in cl u ido en es te libro para ben eficio per son al o corpo ra tivo. m edia nte mé to do s fo tog rá fico s. e lectró n ico s o d e cua lqu ier o tro tip o. Derec hos exclu sivos para la ed ición e n es pa ñol: © 20 02 . La Factoría de Id ea s. 4 . En via d vuestros comenta rios ace rca de es te libro y vu es t ra so licit u des de ca tál ogos gra tu itos de j ueg os y su pleme ntos a : La Fact oría de Id ea s. cl Pico Mulhacén 24 . PoI. In d. El Alqu itó n . Arga nd a del Rey. 28500 Madrid o m ed ian te el co rreo elect rón ico a fac to ria @ dist rim age n.es Visit ad nu e stra página e n la Red en w w w.di st rim a gen .e s Pr im era ed ición

l. S.B.N.: S-l-842I -477- X Dep ósito Lega l: M-14870-2002 Film ación : Autopu blish Imprime: Gra ficin co S.A. - Fuc n la bra da (Ma d rid)

86 -87, 89, 90, 93 Anim icu li y Animiculum Antiguos 81 -85 Antiguos, ciudad de los 82 -83, 103, 178 Antiguos, constructo de los 83-85, 195 Antiguos, escritura de los 81 Ant iguos, faro de los 83 Antiguos, trampa divina de los 83-85 88 -91 Bar srneier, Josef Ballenas 75 Boeing 247 156 78 Caídas Campo base de la EBF en Weddell 90 -95 Campamen to base Lake 70, 74, 192 Cierva C-30 Autogiro 161 Clima tología 72 73 Climatolog ía, ca m bio ráp ido de Clim at ología, vue los 73 Dios Des co nocido 83 -8 5 86 -87 Dios Desconocido, sem illas de l Enfermedades 68 Enfermedad es, beri-beri 68 Enfermedades, congela ción 71 Enfermedades, escor buto 68 Enfermedades, h ipot er m ia 69 Enfermedades, h ipoxia 69 Enfermedades, m al de las altur as 69 Enfermedades, qu em ad ur as 69 Escaladas 77 65, 88, 9 1-94, 118, 144-1 49 Expedición Bar sm eier-Falkcn Expedición Lexin gt on 137 -143 : 78 Expedición de Ross Expedición Starkwea ther-Moore ........................... .......... 65, 118, 121, 113-11 9, 122 - 133, 199-205 Expedición Uni ver sid ad de Miskaton ic 120, 142 : 158 Farchild FC-2W Finnesko. botas 65 Funcionamiento defectuoso 76 72 Geografía antárt ica

Glifos Grietas Focas Huskies Isla del Engaño Junkers Ju -52/3m ge Lexington, Acacia Lexington, Perciva l Lint erna s Lovecraft. H .P

Mantenimiento de aeronaves Mares de l Sur Módulos Moore, William Navegación Nort h ro p Del ta Oxígeno, equ ipos de Parkas Personajes , ín dic e genera l de Pin güinos Poe, Edgar AlIan Pyrn , Arth ur Gor do n Ropa s Sae n neg rass Scott, Rob ert Pa lee n SS Gra brielle SS Talla h assee SS Wilhel mi na Sta rkwea ther, James Temper aturas Tien das Tormentas m agn ét ica s Trac tor de n ieve Trineos Tsalalianos Tú ne les Vue los Zepe llin Gra f

81 , 82 , 85 72 75 66 95 , 181 163 137-139, 141, 170, 172 137-139, 173, 177 89,94, 110, 112, 117 69 76 78 91 123-125, 159-169 70 159 65 65 151 74 95, 11 1, 181 95, 107-181 65 65 79 134-1 36 153-15 4 155 122 -125,1 68-1 69 7 1,75 66 73 165 66 -67 184, 105 89 , 94 73, 76 150, 164

-MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA-

-Capítulo doc e: Ret orno a l Campament o

as torres [raqm entadas y desmoronadasde la Ciudad seextendian sin fin a sus pies, igual que losjuguetes olvidados de un gigante enloquecido, negrasy rojas a la tenue luz del sol delAntártico. El cielose veia bajo y preñado deamenazadores nubarrones. Los exploradores miraron por las ventanillas delavión, congesto sombrio. -Mira todo eso. iMíralo! iEI hallazgo más importante de esta era! -La vozde Lexinqton sonabapesada y amarga- oLa llave para abrir un nuevo capítulo en la historia de losdescubrimientosdelhombre...y no esmás que una bombade relojería. Una bomba que está a puntode estallar Señalo hacia el Este, hacialasantiguasespiras que rodeaban el paso. En algún lugartrasellas, el Boeing robado volaba paraestablecer contacto con el mundo. -Ya pueden rezar paraqueseestrellen, caballeros. De lo contrario, regresaran acompañados de centenares. Quéseapuestan a que el resto de la EBF 110 tarda ni un mes en volver aquí, y el resto delmundo no leandaráa la zaga. Esa idea me aterroriza. Estoy aquí sentada y todo lo que veo, lo que veo en mi mente. no esmás que horror. -Lexington seabrazó a sí misma, envarada, con el rostro desolado vuelto hacia losdemás-o Dyertenía razón: aquí no hay sitiopara nosotros. iAquí no hay sitioparala humanidad' Pero, cqué podemos hacer? No podemos irnos sin más y fingír que no ha ocurrido nada. Tenemos que hacer algo más... itenemos que aseguramos de que nadie llegue jamás hasta aquí! Para eso nos hará falta una historia convincente... y asegurarnos de que nadie tenga una versión distinta que contar. Paseó la mirada sobre losdemás. Medio desquiciada, tal vez, pero mortalmente seria . -Dyer tenía razón. y también Halperin . Ahífuera, en alguna parte, hay un aviónlleno degenteque conseguirá que nosmaten a todos si no los detenemos... iy pronto! Quizá no nosquede mucho tiempo. Compuso elgesto como si su rostro estuviera tallado en roca, con las manos enguantadasmuyfirmes sobre la recámara del rifleque empuñaba. Sólo sus ojos acusaban la ansiedad mientras escrutaban la Ciudadsin cesar; lágrimas congeladas agrietaban sus mejillas.

L

Resumen para el guardián En est e ca pítu lo, los investigad or e s regresa n d el Valle del Cons tru cto a la Ciu d ad de los Primig enios, para d espu é s cruz a r la s M ontaña s de Miskatonic ha st a llegar a l Ca m pa mento Lake . Los ex plo ra d o res qu e ha yan so b rev ivido a l terremot o, a la pérdida d e alg u n o s d e sus co m pa ñe ros a tra pa do por el hor ribl e abra zo d el Con stru cto y la en lo qu eced or a presencia d el Dios De scon oci d o d eb er án oc u pa rse ah o ra d e otra d e sa gr adabl e e m p r es a: de a lg ú n m od o, d eb er án aseg ur a rs e d e qu e el re st o d el mund o no d escubra la ve rda d ace rca d e la Ciud a d y el Cons tr u cto. Los in vesti ga dore s han aband on ad o el Valle del Cons tru cto e n el ún ico a pa ra to del qu e di spon en, e l Belle de Lexin gt on . Su pil o to, Halp erin, e s un dement e víct ima de su propia ima ginación, ta n to má s peli gr o so co n for me tran scurre el tiemp o.

Dos miembros de l equ ipo Bar smcierFalken ha n h ui do a su vez, en un aeroplane roba do . No ca be dud a de qu e relatarán cua n to sepan a los líderes d e su ex ped ición y, probablemente, al resto del mundo. Los inve stigadores deb erán in geniár sela s pa ra evita r qu e su hi st oria sa lga a la luz . Durante el tr a ns cu rso de es te ca pítu lo y el siguiente, pr esta mu cha at en ción a la ca n tid ad de tiem po tra nsc urr id a en el e scena rio. Los m ovim ientos de los gr u pos no ju gadores, co mo los alem an es re fug iados y la mi sión d e resc a te Bars rnc icr-Falken. pod rían verse afectados po r las acc iones d e los inves tigado res. A lo la rgo de est a sec ción, el gua rdiá n d eber ía te ne r a m an o una co pia de la lín ea tempor al del esce na rio. La atmósfer a d el Cap ítulo Doce debería se r de hi st e ria inducid a por el a gotami en to . Lo s inves t iga dores su fre n mu cha pr esi ón . El tiempo es oro y ha y mu cho en j uego . Na d ie d eb ería ten er oca sión de bajar la guardia . Qu e la s descripcion es sea n sucin ta s y breves la s pr egunta s; re cuerda e n todo momento e l pr ecio del fracaso a

lo s ju gad ore s. La e xpedición se ha ad entrad o e n la locura: los personajes se han perdid o dentro de una pesadilla, y el lób rego sur re a lism o de be ría evitar que recu pe ra ra n el e quilib rio y cualquier sentid o de la proporción.

auerra

E

l Selle se aproxima a la Ciudad de los Prim igenios, ad entrándose directamente en el sol que corona la s m elladas cumb re s de las Mon tañ a s de la Locura . Todos se apretu ja n enla ta d os en el fus elaje d el pequeño Northrop . El inválido docto r Meyer desca ns a en silen cio cerca d e la puerta delantera . Radia dores eléc tricos calde a n la cabi na, pero lo es parta no d e los asientos, las pu nz ad as del oxígeno puro y seco q ue se inhala con ca da bo canada y el

perpetuo runrún de los motores imp osibilitan un mínim o de comodidad. Las montañas (así como la Ciudad debajo de ellas) han cambiado. Toda la cara de la cordillera se ha desplomado sobre sí misma en varios lugares. Se abren inmensas sima s donde antes no habí a nin guna; extensos abanicos de frag me n tos de ro ca se extienden durante kilóm etros en la base de tocones aserrados que, tan sólo hora s ant es, eran orgullosas espiras. El cielo resta lla cuajado de auroras intermitentes, visibles incluso a plena luz del día; la llana ext en sión de la meseta qu e aloja a la Ciudad está embravecida por gigant escas olas de piedra. Halperin. el piloto, resul ta apena s visible en la carlinga. No habla con los pasajeros, pero se puede escu char un cont in uo torrente d e murmuracion e s y pensamientos formulado s en voz alta por encima del ru gid o de los motore s y los gem idos del vie nto. - Os cogeré - repite sin cesar-o Gente, no. Vais a m or ir. Meyer se muestr a sereno . Continúa sin ha bl ar. pero parece va gamente consciente de su entorno y de quienes le rodean. Ha dejado de lame ntarse y de temblar, se limita a perm an ecer apo yado contra el casco y a observar el fug az pai saje a través de una escotilla . Lexington está sumi da en sus pensamientos. Se ha tranquilizado tras su arrebato anterior y su expresión resulta ine scrutable tras las gafas y la mascarilla de oxígen o, mas la inmovilidad enco rvada de su pos tura lo dice todo . Al ca bo de algu n os minutos, n o obstante, se despereza y se vuelve hacia los dem ás. - Tenemos que hab lar -dice, en voz baja y apremiante.

La propuesta de Lexington Se m uestr a tan som brí a com o cán dida ante los inves tigadore s mie nt ras formula su ruego. Hay qu e hacer algo, dice, para evitar que el mundo se lan ce a explorar las Montañas Mi skatonic. No sabe el qu é, pero no duda que, si se filtrara la n ot icia del ha llazgo de la Ciudad o del Constructo, la comunidad cien tífica no se deten dría ante nada par a regresar lo antes po sible. Opina qu e sólo existe una posibl e respuesta, dividida en dos partes. Hay qu e sostener la hi storia original de Dyer, proporcionando tantas prueba s como resul te posib le; cualquiera que cue nt e una versión

distinta deberá ser silenciado a cualquier precio . Eso inclu ye a todo s los que hayan vist o la cara oculta de las montaña s: la gente de Acacia, la de Starkweather y tam bién los exp loradores de Barsmeier-Falken. -Yo pued o ocuparme de la pr imera pa rt e - explica, con un hilo de voz- o Pu ed o con tar una buena hi storia . Noso tro s... Albert y yo... ya tenem os pelí cula ... pued o sacar más en uno o dos días ... pruebas para convencer a los más exigentes . Eso nos proporcionaría un margen de un os cuantos a ños. Pero, la o tra parte, el gru po Bar smeier-Fal ken , ésos tamb ién tien en que guardar silen cio. ¿Cómo con segui r que accedan ? Zangolotea la cabe za con vigor y enmudece por un momento antes de volverse hacia un investigador simpatizan te. - Por favor, alguno de vosotros. ¿¡e pedirí ais al señ or Halperin qu e nos deposite en el cam pame n to de la Ciudad? Será un mo me nt o. De ese modo. podré em pezar a roda r de inmediato. Tambi én el Belle vola-





¿Están de acuerd o los investigadores con la premisa de Acacia Lexington, co n man tener a la Ciuda d y al Constructo en secreto para el res to de l mundo? Aun cuando la mujer esté en lo ciert o, ¿d ur ant e cuánt o tiempo se podrá mantener el secreto, y qué se podrá hacer cuando éste salga a la luz? ¿Cómo esperan silenciar a los demás miembros de su propia ex pedición? Sc limitarán a abandonarlos a l hielo para luego inventarse una histor ia que expliq ue su desaparición? ¿Pien san hablar con ellos y con vencerlos para qu e gua rden silencio? ¿Comenzarán con ello s el ase sina to a gran escala? ¿Cómo esperan silenciar a Rucker y a Baumann? ¿Será posible negociar, o habrá que ases ina r a ambos hombres? Cualquiera que sea la acción a empren der, el tiem po apr emia : cuando la pareja ha ya informado a su campamento base, el secreto habr á dejad o de ser tal. Lexin gton quiere descargar la ma yor cantidad de víveres posible en la Ciudad, com ida y oxígeno incluidos, jun to con sus cámara s y resto del eq uipo. Se qu edará con la pistola Luger de Me yer, q ue guardará dentro de su parka mien tras observa a los inves tigad or e s con el gesto torcido. • ¿Qué hacer con la é





EL BELLE EN PLENO VUELO

rá más alto y más lejos con me no s peso a bord o. Su súplica es urgente, casi desespera da . No di rá nada más. pero deja el deba te abierto para los inve stigadores. El éxito en una tirada de Psicología revelará que se ha estirado casi hasta el punto de romperse; bajo su facha da de control se oculta un miedo ta n profund o como deses perado. No ofrecerá más suge rencias, sino qu e agua rdará. nerviosa e incapaz de estarse qu ieta , hasta que algu ien hable con el piloto en nombre de ella . Si se le pregunta. Halperin acced erá de inmediato a demorarse por un momento. El Selle vira con brusq uedad y comienza a descend er con un a leve variación de rum bo. Los investigadores di spo nen de uno s cuantos m inutos para ela bor ar un plan antes de aterrizar. El gua rdián deber ía animar a los in ves tigadores a decidir el plan a seguir an te s de aterrizar en el cam pam en to de la Ciudad . Alguna s de las posib les con sideraciones serían :

locura de Halperin? Momentos de spués, el aeroplane aterri za en la amplia expansión de la Avenida. -Va a necesi tar ay ud a - d ice Lexing ton. lacónica, m ien tras el aeroplane se detie ne cerca de l cam pamento- o Alguien tendrá que ir con él. Si Halperin se marcha solo con el Belle, quizá no regrese jamás. Aquí arriba no duraríamos mucho tiempo. Nos queda poca comida. y poco oxígeno. - Esboza una so nr isa, tan fina como desprovista de humor-oTampoco es que eso vaya a im port ar mucho si se corre la voz. Tal vez fue se mejor qu e se olvida ra n de nosotros. -Se da la vuelta, ap oya sobre su rega zo el envoltorio que contiene los restos de Starkweather, y se sume en el mutismo . Lexington pa rece aterrorizada de lo que les espera. No es ningu na asesina y, sin embarg o, la mu erte de l equip o Barsm eier-Falken es la úni ca solución que se le ocurre . Las última s horas han dejado profunda s cicatrices en su alm a y se en cue nt ra al bord e del cola pso. No pu ede sopor tar la idea de formar parte de má s violencia, por lo que espera que sea otro el que es té disp ue sto a carga r con las culpas

- MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA-

-C a pítulo doce: Retorno al Campamento Lakey a llevar a cabo ese hor rible crime n. Sobr a añadir qu e eso sólo cont ribuye a qu e se sien ta m ás asqu ead a cons igo mi sma .

E

l pequeñ o Nort h ro p sob rev ue la escora do en tre las an tiguas tor re s y aterriza a sa lvo sobre la amplia pla ni cie de la Aven ida . El Belle ru ed a ha sta detenerse cerca de los restos de l calcinado Enderby. Hal perin se asoma a la cab ina. -Tod os a tierra. Nos vamos enseg u ida . Coged vues tra s cos as y pist a . La colosa l ex tensión de la antig ua ruina se apo de ra de los sen tidos , como ya h icier a con anterior idad, pero u n momento de est ud io permite percibir cambios por doqu ier. Hay cascotes en el h ielo, don d e an tes n o h abía n ada . La antigua e imperturba ble lín ea del cie lo ha desapa reci do de un día par a otro, reemplazad a por m asa s de piedra desmoronada . El terremoto que sacudió a la Ciudad durante el debilitami ento del Cons tructo fue enorme y duró algún tiempo. Ning uno de los exploradores resultó herid o de gravedad, pero el daño que han su frido las ruinas es sobrecogedor. Incontables túneles y cám ara s otrora abierta s ahora aparecen colapsadas, las an tiquísima s piedra s han cambiado de emp lazami ento. y los imponen tes muros se han conven ido en montones de rocas sueltas e ine stables. Las señales antes prominentes han des aparecido o han quedado irreconocibles; las avenidas y los pat ios están ahora enterrados bajo las paredes derruidas. Explorar la Ciudad en trañ a el doble de peligro qu e el día anterior. El profesor Moare eme rge de los edificios en ruina s cerca nos mi entra s se deti ene el avión . Su pequeña figura recubierta de pieles aguarda al fina l de la pista de at err izaje, acompañada de los esca sos exploradores supervivien te s. Lexington recoge su ma scaril la y su rifle y abre la puerta de un empuj ón . Con la cabeza de Starkw eather env ue lt a y su je ta baj o un brazo, vuelve la vista ha cia los inv esti gadores. - ¿Ser íai s tan amabl es de ocu paros d el doctor Me yer ? Tengo malas noticia s qu e com un icar. A solas. - Dich o lo cual, salta al suelo sin es perar una respuest a .

COMUNICAR LA N OTICIA El pro fesor Moore espera en silencio al final de la pista de at er rizaje. No d ice nad a mi entras la mujer a sciend e por el h ielo con el pequeño envoltorio que cont ien e los restos de Sta rkw eather en sus br azos. Lexin g-

ton cub re la ex tens ion de hielo que los se pa ra; h ablan por un m om en to. apanados de los demá s. Dur a nt e u nos in stan tes . Moore se muestra visible mente agi tado. form ulando preguntas e interrumpiendo la narra ción de Lcxíngton. Hablan demasiado bajo como para poder escuchar la conversación des de el av ión. ni siqu iera superando un a tirada de Escuchar, pero el int eré s que mu est ra el profesor res ulta eviden te . No obs ta nte. a med ida que di scur re el re lato. el enju to científico enm udece y, al cabo. se encoge a ojos vista. Cua ndo Lex in gton concluye. Moore recoge el envolto rio de sus brazos con manos te mb lorosas y se da la vue lta. asolad o por la pen a. rech azando la ay uda qu e le ofrece n los demá s. El científico cruza el hi elo, convenido en u n h om br e a bat ido y mu y solo . Su ami stad con Ja mes Starkweathcr, tan la rga como ext ra ña . ha encontrado un trági co fina l en el confín de l m un do. Lexin gton le sigue al int erior de la rui na . Priestl ey, si es qu e sigue con vida. pa rte al trote tras ellos mom entos des pués.

Carga y descarga En el int erior del North rop h ay m ucho que hacer. Hay que descar gar la s cáma ras , la películ a y el equ ipo, así como to dos los víveres y el oxígeno de los qu e pueda pre scindir el Belle. Los dem á s ex plora do res del ca m pamento de la Ciu dad se am onto nan alrededor del avió n. en can tad os de ayud ar y se dientos de noticias. Tienen un mill ón de preg unta s. Quieren saber qu é han enco ntrado los investigad ores. qu é han he ch o. qué h a ocur rido con Starkweathcr y con los m on struos, de dónde ha salido el Belle y qu é le h a pa sad o al Weddell . Halpcrin se queda en el int erior del ap arato. Está impacient e por despegar y comienza a descargar los ense res con un a ab rupta intensidad mecán ica en cuanto se ab re la puert a. Los investigad ores que superen un a tirada de Psicología verán qu e Halperin no pretende esperar ni un segundo má s, sino qu e plan ea despegar de inm ediat o. No guarda provisione s para los investi gad or es n i conserva sus poses iones; en cuanto los pertrechos de Acacia hayan salido por la puerta, rem ontará el vuelo. Para evitar qu e esto ocurra, algún investigador deberá permanecer a bord o en tod o momento. Si. en algú n m om ento d uran te el pro ceso de desca rga. alguno de los invest igadores int enta sacar al doct or Meye r de l Belle, el gua rdiá n debe ría acu di r di rec tamente a la secc ión titula da "La ho ra dé la verdad", má s a de lan te . La conf ron tac i ón con Halp erin d eberá solven tarse antes de que con tin úe la descar ga.

Si no perma nece a bord o n ingún in vestiga do r. Hal perin esperará tan sólo el tiem po su ficiente par a aligerar la carga y deshacerse de los pasa jeros an tes de reg resar al cielo con el ind efen so Meyer a ún a bordo . En ta l caso. el Belle no regresará; todo el equipo de la Ciudad se hallará incomuni cado, con escasos víveres. sin oxígeno y sin radio n i form a alguna de escapar. Si su peran u na tirada de Pilotar, Mantenimiento o Conocimientos. los inves tigadores se dará n cue n ta de que se debería com prob ar la seg ur ida d del apara to y efectuar algunas reparacion es. Halperin no quiere per der tiem po in speccionan do el avión. pero en el fondo sabe que es una buena idea . El éxito en un a tirada de Persu a sió n le conve nce rá de qu e es lo m ejor; no saldrá del apar at o. pero ayu dará en la medid a de lo posible desde dentro, refu nfuñando por cada segundo perd ido . Se tarda n pocos mi n utos en dejar al aparato list o para volar. Hay que bu scar hi elo en las alas, y se deberán co mprobar to dos los cojinetes y los ca bles de con tro l an tes del des pegue . Cua lquier in vest iga dor con una habil idad de Pilota r o de Mecá n ica supe rior a los ni veles de base que haya recib ido formac ión en el manten im ien to de ma quinaria a temperaturas bajo cero sabrá lo qu e ha y que hacer y podrá llevar a ca bo las accio nes ne cesarias . Todo s lo s miembr o s d e la Expe dició n Starkweat her-Moore hab rán ad quirido al m en os una familiar idad pasable con el pro ced imi ento llegados a este punto . Si no se reali zan las comprobaciones de seg urida d. la probabilidad de que ocu rr a un fallo mecánico durante el próximo vuelo a ume nt ará en un cinco por ciento . Durante este tiempo, los investigador es podrán convencer a los mie m bros de la expedici ón para que se queden en la Ciud ad . Sabrán cóm o evoluciona Dan forth (ra strero, incoherente. desvalido la mayor parte del tiempo pero dado a ep isodios violen tos. siem pre intentando libera rse) y oirán las versione s de todo el mundo sobre su paradero cuando ocurrió el gra n terremoto. Deberán decidir cuánto piensa n revelar a los demás sobre sus propias aven tur as.

L A HORA DE LA VERDAD Los acontecimientos se precipit an a bord o del Bellecua ndo alguien int en te ayu dar al doctor Meye r a salir del avió n . Me yer no se va le po r sí solo y de berá ser aux iliado por cua lqui era de los inve stiga do res . Doug las Halper in tiene otros planes. El son id o de un a pistola al amartillarse restalla en el interior de la cabina. - ¿Qu é es táis haciendo? -exclama Halperin d esde la puert a de la carlinga . Apunta con pul so firme a quien esté in tentando levanta r a Meyer- . ¡El doc tor Meye r

se queda aquí! M e hará falta m ás ta rde. Tiene que cu mplir co n su deber. iSiénta lo! Si el investigador responde, o em pren de cualqu ier otra acción aparte de volver a sentar a Meyer, Halperin di sparará . La bala silbará a escasos milímetros de l ro stro de l in vestigad or. Meyer pro fiere un ala rido y se aden tra en la ca bina , a gatas; se escu cha n gritos procedente s del exterior. - iHe dicho que le necesito! - a úlla Halperin- . iNo qu e le necesito con vida! iNi a ni n gun o de vosotro s! ¡Fu era! ívcn ga ! iVENGA! - Esgrim e la pistola con fur ia an te el ro stro d e los p re sente s, fue ra de control y di sp uesto a vaciar el car gador sobre el primero qu e se mu eva. Si tod os se apresuran a salir del Sell e y aba ndon an al doct or Me yer, Halper in entra rá en la carling a y proced erá a despegar de inmediat o sin m ed iar má s pa lab ra . No regresará. Éste es un m omento cr uc ia l para la expedición . A Hal perin le quedan cuatr o bala s en la pi sto la, y sería difícil errar el blan co en el red ucido espacio de la cabina . No se pu ede ra zonar con él; se limi tará a a brir fueg o sobr e el pri m ero q ue le contradiga. Si se le permite sali rse con la suya, la exped ición est ar á condenada. Por el bi en de todos , el demente d eberá se r capturado o as e sin ad o, a cualquier precio . Tras la resolución del com bate, los in vesti gad ores ten drán que decid ir qu é hacer con Me yer y Halperin . Vivos o muert os, nin guno de ello s debería perm an ecer a bordo cuando despe gu e el Selle, sino que tendrían que permanecer al cuidado de los que se qued en en la Ciu dad, junto a las demá s baja s.

vue lve con n uevo oxígeno dentro de tres días, todos ellos podrían m orir le nta me n te po r fal ta de aire . A Lexin gton no se le escapa esta posi bilidad . Ya no le importa nada. Lo único que q uiere es que termine todo ese a sunto. El gua rd ián deberí a an imar al grupo a que partie ran to dos en pos de Bau ma nn y Ruck er. Cuanto mayor sea la partida , m á s garantías de éx ito ten drán al en fren tarse a la o posición; y, cla ro está, la a usencia de personajes e n la Ciuda d dura nt e u n breve tie mpo con t ribuirá a a u men tar el impa cto de su reg reso en el Capítu lo Catorce .

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HALPERIN, DESQU ICIADO

PLANEAR CON ANTELACIÓN Pese a su pequeño tamaño y la esca sa altura de su espacio h abitable, el Sell e posee una velocidad de crucero su perior a la del Boeing robad o y. m ás im port ante todavía, una autonomía mucho ma yor. Su s.d epósitos de combustible est án cas i reple tos: esto demostrará se r una ven taja cru cial. aunque los jug ad ores a ú n no lo sepan. Los inve stigadores tal vez se den cu en ta, llegados a este pun to, de que los supervivientes del campamento de la Ciu dad también con stituyen un potencial pun to débil en su con sp iración de silen cio. Quizá se pregunten si no sería mejor a bandon ar allí a los demás exploradores y no regresar. La partid a que se que de en tierra se enfrenta a un terrible dil em a : si el S elle n o

el vue lo, los per sonajes qu e sup ere n una t irada d e E s cuchar oirá n u n gri ti to ati plado. El éxi to en un a tirada de Descu b rir locali zará al du e ño de la voz : un a decrépita figura su bida en lo alto de un o de los d eformes edificios má s aleja dos de la Aven ida, a un os ciento cinc u enta m etros de di stancia . - ¡M ir a d ! - g r i t a a lgu ien- o iEs Danforth! Se ha vuelto a escapar! Así es . Dese n m ascarado , la ca puc ha ret ira da por el gé li do vie n to, Dan fort h es fácil de ident ificar par a cualq uiera qu e h aya via jado co n él. Los demás explora dores del campamento ac u de n a la ca rrera de toda s partes, atra ídos por el grito, Moor e y Lex in gton en tre ellos. La' mujer sos tien e su rifle en una mano la sa . Danforth está fre né tico y no deja de proferir inco he re ncia s. Ag ita los bra zos desesperado y gr ito con voz cascada , exclaman do : -i Ay, pro fesor! ¡Ya vie ne! - y otra s súplicas inconexas, tal es como -: ¡Ya viene ! i Socorro. la marea ! No me dejéis en la oscuridad! ¡Oh, dios del pozo con ojos ! iLa lu z azu l! No puedo... no puedo ... iTekeli-li! iTekeli -li ! Los gritos resuenan con un ex tra ño eco en tre las par ede s derruidas de la Ciuda d, ah ogando y distorsionando las pa labras de Dan forth, pe ro lo ese ncia l est á clar o. Da n fo rt h h a a s cen d ido cua n to le ha re s u lt ad o p o sibl e (u n os se is met ro s sobre el nivel del h ielo ) y ah or a n o puede o no qui er e bajar. Se a ferr a a las anti guas piedra s, at errori zad o, sin dejar de mirar por enc im a del hombro entre grito y grito. - iPo r el am or de Dios, bá jen lo de ah í! - exclam a Acacia, con voz tr ém ula . Afe rr a con fu er za su rifle en tre ma ld icione s y co mie nz a a arra strar los pie s por la Aven ida, en tre vituperios de á ni mo. Hay qui en la sigue , le grita n qu e es pere, pero no am inora el paso. Ante s de q ue n adie pue da llegar h ast a Dan fort h, és te gira en redon do de repente y clav a la mirad a en la ru ina a sus pies, sin que los observadores pue d an ver na da. Sus ch illidos a u mentan de intensida d y volume n y pier den tod o atis bo de cohe re nci a, a l tiem po q ue com ie nza a tr ep ar por la roca, ha sta coro na r la cim a de la piedr a m ás elevad a . Acacia le gri ta a Da n forth q ue salte, y em pre n de la ca rre ra a trom pico ne s. Da nfort h se balan cea en el bor de durante u n in sta nt e ete rno, a n tes de q ue un a grue sa

Con Hal perin inca paz de pilotar el a pa ra to , alg u no de los inves tigadores deberá sen ta rse a lo s m and os de l Selle. Si n ing u no de los in vestigad or es restante s es ca paz de pilotar un av ión , se podrá ocupa r de ello algú n m iemb ro no-j ugad or de la pa rti da, co mo M iles o Hu st on ( len este caso, el guard ián ya pue de fro tarse la s ma no s a nticipa ndo có mo los in vesti gadores le explica n al piloto qu é es lo q ue pien san h acer y po r qu é! ).

U NA LLA M A DA DE A UXI LI O Cuando el doctor Meyer y la s últ ima s pro visiones h aya n salido del avió n y los inves tigadores se pr ep a ren par a em pre nde r

- !lLÁs ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOC URA-

- Capítulo doce: Retorno al Campamento Lakelengua de algo que reluce som bría a la luz legamosa surja del interior de las ruina s y lo atrape con un único y delicad o mo vimiento, ign or ando la s trémula s manos extendidas del hombre. Un único y horrendo balido de de sd én , se mejan te a un a docena de flauta s informes qu e se quej aran al unísono, se funde con los grit os aterrorizados del pobre hombre; no se ve nada más. Todos los testigos de los últimos momentos del desdichad o Danforth perderán 1D3/1D8 COR. Los alarido s se prol on gan du ra nt e u n buen rato , at enuándose de forma paul atin a ha sta detenerse con el sonido apa gad o de un húmedo de sgarramiento. Lexington se conv ulsiona. Con un ala rid o estr em ecedo r, vací a el rifle con tra el edificio, sin dej ar de apreta r el ga tillo ha sta mu cho despu és de di sparar la última bala. El profesor Moor e intenta arr eb ata rle el arma. La muj er lo aparta de un violento em pellón y arroja el rifle lejos de sí, en tre sollozos; en ese mom ento se des ploma sobre el hielo, pre sa del llanto y de la impotencia . No ha y nada qu e de cir. Aleja a los demás con fero ces ademanes, negándose a recibir ayuda, y clava en los in vesti gadores sus ojos hundidos en las cu enca s. - Ma rch a o s -si sea , señalando al Belle- . ¡MARCHAOS! Ha llegado la hora de volar.

En el aire El primer re to al que se enfrenta la parti da aerial es de spegar de la llanura . Los vient os h uracanados azo tan const an teme n te la s mo ntañas por el pa so elevado; para má s det all es, véase la columna ad junta de l Clima en el Campamento Lake del Capítulo Ocho . La visibilidad es precaria. Los penacho s de vapor y la nieve barrida por el vien to dificu lta n disting uir la tierra del cielo a lo lejos. En el paso , el aire está ag itado y lleno de turb ulencias; los millares de fisuras y cuevas de los picos producen un con stante silbido im pío que se deja oír con fuerza in clu so por encima del rugido del mo tor. Las cumbres que rodean el Paso de Dyer ha n resultado gravemente dañada s por los recientes tem blores de tierra. Se han desplomado grandes zonas de la escarpa . Las otrora inmensas espiras semejantes a colmillos se asemejan ahora a pú tridos mojo ne s. Varias de las eminencias semejan tes a brujas se han venido abajo sobre sí mi sma s, como si las monta ñas estuvieran tan hu ecas que ya no pudieran soportar su propi o peso. El paso y las estribaciones circundantes aparecen cub ierto de enormes extensione s de esq uistos arrancado s de sus elevado s asideros .

A lo lejos, hacia el oeste , el piloto o los pa sajero s podrán distinguir el espeso ma nto de tormenta s eléct rica s que oculta la Trampa de Dios. Yano resulta posible a tis bar al Dios Desconocid o. Una vez en el pa so, el aeroplane se ve sacu dido y zaran dea do con violencia por las turbulen cia s. Los golp es y la s bru sca s oscilacion es de altitud con sigue n qu e la estruc tur a del aparato cruja y chirríe. Los irregul ar es riscos y los acantilad os de las ladera s colindantes aparecen y desaparecen al an tojo de la bruma; las ven tan as y las ala s se cubren de hielo y todo lo que no esté bien suje to dentro de la cabina volará con fuerza por los aire s. Se tardan pocos minutos en atr avesar esa celosía infernal, per o al pilot o y a los pa saj ero s se les an to jarán unos minutos eternos. E! guardián debería realizar ahora la tirada de probabilidad de fallo mecáni co del Belle. La probabilidad base es del 10%, má s cua lquier mod ificad or adicional debid o a dañ os en el ae roplano, revision es de seg uridad inad ecuada s o insuficientes, o m antenimiento negligente. Si la tirad a ind ica que el acroplane ha suf rido una avería, habrá que tirar en la tabla de Fallo en el Avión par a conocer los det alle s del contrati empo. Aun cuando no ten ga lugar ninguna avería, será necesario superar una tirada d e Pilota r para no perder el con trol del aparato mientras se at raviesa el paso . En caso de fallar la tirada, el Nort h rop habrá sido arrojado contra la pared de la montaña , o se habrá visto obligado por el viento a regresar al valle para evitar un estancamiento de l motor. Tírese 1D100 para determinar lo que ocurre; un resultado entre 0125 indica rá una colisión, mientras que entre 26-00 el avión se verá obligado a regresar. Si el Northrop es empujado de vu elta al valle, el piloto tendrá que int ent ar dar la vuelta, con el con sigu ien te ga sto de tiem po y combus tible. Sufr ir una colisión en el pa so no tiene por qué resultar de sa stroso . Si el gua rd ián lo desea, los inve stigadores podrían afrontar un aterrizaje forzoso del qu e salir ilesos. Cuando es to ocurra, claro está, los su perv iv ientes ten d rá n que cu b r ir una enorme distancia a pie para llegar a cualqui er parte , con muy poco s víveres, y se presen tará la oportunidad de que sur jan numerosa s aventura s por el cam in o (para má s detalles, véase la sección "Ascend ien do a las cumbres"; incluida dentro del apéndice Manual de la Ant ártida) . Asimi smo , los personaje s perd erán la oportunidad de evitar que el otro grupo revele al mundo los secre tos de la Ciudad , quedando los re su ltados a elecci ón del guard ián . No obstante, si los investi gadores con sigue n sorte ar lo s peligros del pa so, el Campamento Lake quedará a una hora de

v ue lo s in compli caci ones , est ribacion es baja s. El Belle zozobró y grLllló en medio de la inclementeventisca. Nadie pronuncióuna sola palabra mientras el pequeño aeroplano descendía porfin de lasdantescas altitudes delpaso 17lOnta ñoso. Todo el mundo mantenía la vistaclava da el níveo fulgor de la bruma. escrutando el suelo en busca desu objetivo; más deuno desea ba en secreto ver el amasijoentrelas rocas que lesindicaría que, al menas porel momento, el peligro había quedado atrás. - Ojo avizorporsi aparece el Campamento Lake - gritó el piloto, por encima del rugido delmotor- . Tendría mos que verlo de UII momento a otro. -iAhí está! - Un dedo enguantado lo señaló- . Veo las tiendas. Ni rastro del Boeinq. Pero... un momento... ÜSO esunafog ata dealerta? No... ialgo ha ido mal! isanto cielo! ¿Qué ha ocurrido ahí abajo?

O S inve stig adores le pisan los ta lone s al Boeing que robaran Baumann y Rucker. Su primera escala es el Campamento Lake, donde podría haber aterriza do el avió n para utilizar la radio o para reponer víveres y combu st ible . Al llegar al lugar, no obstante, los inves tigadores se topan con un cam pa me n to destrozado por el terremoto y u n terrible incendio . La Ciudad y sus ha bita n tes no fueron los únicos dam nificad o s por la rotura del Constructo. Los terremotos han ca usado estragos tam bién aquí, y el daño es cons ide rab le. Los inve stigadores descu bren que su objet ivo no a terrizó aquí, sino que continuó volando sin detenerse , De hecho, l a tripulación del otro aeroplane voló tan lejos como les resultó posible. E! aterrorizado dúo ha depo sitado el apara to cerca del puesto de aprovisionamien to Barsmeier-Falken más próximo, y no tardará n en ponerse en con tacto con su campam en to base y solicitar ayu d a. Los in vestiga d ores podrían preferir aterrizar en el Campamento Lake y ay u dar a su s camara das , a riesgo de perder a su presa, o con tinuar el viaje con la espe ranza de dar alcance al avión fug it ivo. Si aterrizan, la pérdida de tiempo será inevi tab le. De lo contrario, no sabrá a ciencia ciert a si el otro aparato se detu vo aquí, ni en qué dirección se fue tras reanudar el

L

vuelo . El guardián haría bien en tomar nota de cuán to dura la visita al campamen to, dad o que tendrá un efecto con sid era ble sobre la secuencia de acontecimientos de los capítulos Trece y Catorce.

En el aire A lo la rgo de la ruta del aeroplane se aprecian señ a les de gra n des cambi os. Los glaciares presentan sobrecogedoras fisura s qu e no se apreciaban durante la excur sión ha cia el exterior. La ligera ascensión qu e de scrib iera Dyer en su manu scrito, y qu e vieran los explorad ores durante su vuelo de recon ocimiento, ha sido destruida por los violentos mo vimi entos de tierra . La visibilidad es escasa cuando el Selle de sciende hacia el campamento, per o los inve stigadores pueden ob servar sin temor a equi vocar se qu e el Boeing robado no se encue ntra allí. La llan a ex tens ión que los exploradores han estado utilizando a modo de pista de aterrizaje se encuent ra vacía, cuajada de en ormes grietas y fisura s, algunas lo bastante gra ndes com o para tragarse al Selle. Las tienda s del campamento res ultan visib les a corta distancia de l sue lo, mont ícul os bajos me dio ocultos por la gélid a ventisca, pero no hay nad ie a la vista . Las alt as torres de las em isoras de radio han caído y yacen rotas por todo el campamento. Los investigad ores más cauto s quizá quieran describir uno o do s círculos a lre dedor del campamento antes de ate rriza r. En tal caso, la pa rt ida se percatará de varias peculiaridades. El almacén de com bustible, el taller de radio y las estructuras adyacentes han des aparecido. Los restos ennegrecidos y toda vía humeantes atestiguan la presen cia de un incendio reciente. También las perre ras están vacías, pero el viento ha borra do cua lquier huella u otra señal de los perros. Una enorme fisura o hundimien to corre paralela al se n de ro desde la s excavaciones hasta el campame nto, atra vesando a éste entre el dep ósito de com bustible y las tiendas de apro vision am iento . Otras grietas de men or tamaño sur can el terreno por toda la llanura, aunque ninguna tan grande como la primera . Uno de los Ju-52 yace grotescam ente de costado, con una de sus alas apuntando al cielo y la otra perd ida en las oquedades de la tierra. Se pueden observar algunos indicios de la existencia de supervivien tes. Algunas de las tienda s aba tidas han sido reparadas de forma precaria . Unas ma rcas oscuras en el sue lo seña lan el lugar donde alguien ha rebuscado en tre los restos del incendio para sacar alg unos objetos. Al dar una segunda vuelta de recon ocimiento, se abrirá la en trada de una de las tienda s y una figura abrigada sa ldrá

corriend o, diri giendo sus as pavientos hacia el avión . Tras intentar llamar la at en ción de la partida, corr erá hacia la pista de at erri zaj e tan rápido como se lo permitan sus piernas . Resulta obvio que espera que el Selle se pose. Ahora, los investigadores deberán de cidir si qui eren aterrizar. Esto les costaría un tiempo precioso, pero es la única manera de averiguar algo de la gent e del Cam pamento Lake. Si se deciden a at erri zar, no obstante, se le pedirá que ayud en a las víctim as del Cam pame n to Lake. Sería difícil explicar el porqué de su negativa sin hablar má s de la cuen ta . Si esto no se les ocur re a los investi gadores, el éxito en una tirada d e Ide a podría utilizarse para sugerir esa po sibilidad , a discreción de l gua rdián. Si la part ida decide no aterrizar, se puede omitir el resto de este capítulo ; el juego se reanuda al principio del sigu iente, " Una flecha voladora". Véase la "Cronología de la perse cuci ón " al final de este capítulo para conocer más detalles sobre cómo afe cta esto a los en cuentros del Capítulo Trece.

Aterrizar en el campamento La pista de aterrizaje del Campa me nto Lake pod ría parece r la opción más evidente para posar el aparato, pero lo cierto es que ahora entraña serios peligros . La otrora lisa supe rficie aparece cuajada de grietas y hondonadas . El éxito en una tirada de Pilotar, de Supervivencia en el Polo o de Descubrir revelará la presencia de estos peligros. El aterrizaje, au nque arri esgad o, es posible si se elige el sitio con cuida do, y el Selle tocará tierra sin averías . Como altern at iva, se podr ía elegir un terr en o menos abr upto para aterrizar. Hay algunos emplazam ientos adec uado s a un kilóme tro apro ximado al este del cam pa mento, si la partida decide echar un vistazo . En caso de que la imprudencia de la partida les lleve a pasar por alto estos de talles, el a ter rizaje seguirá siendo posib le, pero el piloto deberá superar una tirada de Pilota r pa ra pos ar el apa ra to sin dobla r un o de los esq uís . En cualq uier caso, resul ta eviden te que un apa rato má s grande y pesado, caso de l de saparecido weddell, no ha brí a podid o aterrizar con garantía s en esa pista .

¿y SI

NOS ESTRELLAMOS?

Si el piloto de l S elle no consigue aterrizar con éxito, el pequeño aeroplane se la s verá con un terreno abrupto y estará en serios apuro s. Lo mínimo que pue de ocurrir es qu e se rompa un eje de at er rizaje; lo peor,

que tod o el aparato vuelque, ruede o se hunda en el terreno congelado, con posi ble s con secuencias dramáticas. El gua rdián debería tirar 1D100 en secreto para determinar la severidad del accide nte . Si el resultad o es superior a la habilidad de Pilotar de piloto, el da ño será grave y el avión no podrá levantar el vuelo durant e algún tiempo, tal vez nunca. El resto de los detalles del choque que dan a la elección del guardián. El hombre que les hizo señas, Sarnuel Win slow, está di spuesto a echar una mano y ha rá lo qu e pueda, com o regresar al Campamento Lake y traer a los dem ás si es que se necesita más ayuda . Las víctimas del acciden te serán sacada s (si no pueden salir por su prop io pie) de l Selle y llevad as al cam pamen to . En este caso, claro está , la inmediata per secució n de Baurnann y Rucker resultará impo sible. Si el Selle no puede ser reparado con rapidez, los hombres y m ujeres del Cam pamento Lake se verán imp otentes. No ha brá forma de entrar ni de sa lir del campa mento ha sta qu e llegue e l eq uipo de rescate alem án , do s día s de spués .

En el suelo Cua ndo hayan aterrizado, los exp lora do res serán recibid os en seguida por Sam uel Wins low, el glació logo de la Expedición Starkwea ther-Moore, cuyas características y habilidades pueden encontrarse en el apéndice "Características de juego y reparto" . Winslow será el primero en sali r a su encuentro, si aterrizaron sin prob lema s, o el prim ero en llegar al luga r de l sin iestro si es necesar io rescat ar a los tripulan tes. En cua lq u ie r caso, es el más campec hano y parlanc hí n de lo s s upervivie n tes d el ca m pa m e n to. y pasará cas i todo su tiempo con los investigadores. W ins l ow se sorp renderá al verlos en el Selley los acri billará a pr egun tas . SAMUE L WINSLOW -Pen sab a que sería is los de Lexington y Barsmeier -exclam a- o ¿Qué ocurre? ¿A qué vien e este cambio? ¿Dó n d e es tá n el profesor y e l se ñ o r Starkweather ? La historia de Winslow de la dest rucción del campamento es sencilla. Hace algunas horas, aproxi madamente al m ismo

- MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA-

-Capítulo doce: Retorno al Campamento La ketiem po qu e se dañó el Const ructo, un tr em endo terremoto sac udió las estribaciones. Casi toda s las es tructuras del campamento se desplomaron a ca usa de los pr imeros movi mien tos; el res to se vinieron abajo cua ndo se abriero n la s enormes fisuras . Se prod ujo un incendio en el cercado de l ge ne rador y se extendió a la tienda más próx ima azuza do por el vien to. La ventis ca arreci ó y la s llamas se propaga ron por todas partes. Las la tas d e comb ustible, d erribada s por lo s tembl or e s, prendieron cas i de inmediato. Nad ie po día hacer nada salvo obse rva r, a u nq ue var io s h o mb re s sufriero n qu emadura s e n el rostro y la s m anos al rescat ar enseres d el in cendio. Los perr os e n loque cie ro n y esca paron d e su ce rcado sin d ejar de aull ar, pa ra hui r a la ca rrera h acia la s colina s. Sólo uno s pocos ha n reg resa do . Los temblore s dura ron va rios m inu to s, a n tes d e d et enerse tan súb ita men te co mo em pezaron, d ejand o a los a tó n itos cie ntíficos recogien d o lo s destrozos yes tima ndo las pé rd idas . Tres h ombre s han m ue rto . Uno de ellos, u n ra dio teleg rafista de la EBF llam ad o J osef Stolz, parece ha ber falleci do a ca u sa de u na caíd a duran te los primeros m omentos del terrem ot o. Los otros d o s eran norteamericano s: el profesor Bryce . pal eontólog o, y su ayud ant e Ca rtier, q ue qu edaron atrapados en la cue va de Pabod ie cua n do é sta se vin o abaj o. Han sob revivido vein te hombres en el Ca m pa me n to Lake . Vari o s han s u fr ido herida s o quemaduras, a lgunas d e las cua les revis ten gravedad (e l doctor pr ofesor Uhr e s u n o de los má s afec tad os , con te rribles quemaduras en el ro stro y lo s bra zos ). Ya no cabe la posibilidad de llegar por tierra ni siquie ra has ta el ca m pa m en to de l Glacial Beardmore; con sólo ocho perros para tirar de l trineo, los que n o pu eden ca m ina r tendrían que ser transportados en trineos tirados por h ombres. Quedan víveres su ficie n tes para alim entar a los super vivientes durante o tros d os m eses; si la gen te de la Ciud a d fue se tr a sladada aquí, las provision e s los man tendrían a todos durante cinco se m a nas . La pérdida más grav e es la d el com bu st ible y la electricidad. Se ha perdido to d a la rese rva de carburante, a exce pción de al guna s latas que se encont ra ba n en la boca de la cueva para abastecer al ge nera dor portátil, y el co n ten ido de los d ep ósitos de las a las del D-BFEA. Queda gas o li na su ficie n te para mantener e l ge ne ra do r e n marcha durante algun os dí a s, o lámpara s de aceite para una o do s se m a nas . Tran scurrido ese tiempo, se h abrán qu e dado sin una go ta de com b us tible . E l generado r principal d e St a r kw eather y la radio d e la ba se tambi én han

su cu m bid o al fuego , ai slando a l ca m pa m en to d el mun do ex te rior. La radio del Belle ta mbié n h a quedado inservible, sa bo teada por Da nfort h. pero a unq ue la repar ar an n o sería ta n potente como la que se ha pe rdi do , y no es probable que pudiera co ntactar con la costa desd e aquí. El eq uipo de Barsmeier-Falken sigue fu ncion a ndo, a unque su antena se ha caído; sin embargo, debid o a la poderosa in terferen cia del éte r de tod a la región provocada po r el Constructo , la esperanza d e co ntactar co n el m ar d e Ro ss es mu y pequeña . Los su pe rv ivientes d e la base se api ñ an en la s tiendas de m ayor tam añ o pa ra cale n ta rse, co nse rva ndo el co m b us tible en la medida de lo po sibl e. Casi todo s e st án ilesos, aunqu e co n mo cio n a do s. Cu a n do llegu en los inv esti gad ores, los su pe rv ivien tes querrán sa be r qu é h a oc urrido al otro lad o del pa so, pe ro nadi e tie ne fu er za s ni ga n as d e in sistir m á s de lo necesa rio . Se h an dejado a u n lad o to das las riva lida des fre n te a la traged ia com ún .

Perseguir a la presa Los su pe rvivien tes del Cam pamen to Lake vieron pa sar a l Boeing fugitivo hace más de d os h ora s. Describi ó dos círc ulos alrededor del cam pa me n to y no se d etuvo, sin o que sigu ió vola n do rumbo a l sur. La gente del campamento cree que el avión ha id o a buscar ayuda ; tal vez quisieran alejarse lo su ficie nt e para es ta blece r co n tac to po r radio con el buque anclad o fren te a la cos ta , o con al guna de la s otras ex ped icion es que se han aventurado en el h ielo es te año. Los investigador es qu e sea n pilotos o mecá nicos de avion es de la expedición, y su peren u n a tirada d e Conoci mientos, sab rá n que el Boei n g no tiene com bu stible suficiente para volar hasta la cos ta , cualqu iera que sea su destino. Quedaba ca rburante su ficie n te para unos m il kilóme tros cuando robaron el avión . Dado que saliero n de l Valle del Cons tructo , pa saron por la Ciudad y atra vesa ron el paso para sobrevolar el Ca m pa me n to Lake (u n trayecto de unos se iscie n tos kil ómetros ), ya no tienen d ónde ir, y su rad io d e a bordo no fun ciona . Dondequiera que es té n , ya habrán at e rri zado . Los caza do res a ú n di sp onen d e una oport u n id a d, si es qu e co nsig uen alca nz a r a su presa . Una vez m á s, los in vesti gad or es deberá n elegir qu é rut a seg u ir. Lo s al emanes no aterrizaron aqu í; en cua lq u ier caso, no podrían hab er utilizado la radi o del Cam pamento Lak e. Res ulta ev ide n te que la s partida s d e amba s ca ras de la montañ a ne ce sitan ser rescatada s, y que el pequeño Northrop es el único vehíc ulo disponi ble . Si el Selle s igue en di sp osici ón d e vo-

Johann Benecke, miembro de la EFB Johann Benecke es el ingeniero enviado con el equipo alemán al Campamento Lake. Diseñó la maquinaria quitanieves y es el encargado de manejarlas, repara los aviones y, en general, arregla todo el eq uipo que se estropee. Es muy afable y parece que disponga de una reserva inagotable de brandy barato, que le enc anta com partir. Le gusta jugar a las cartas, sobre todo al zape . Afirma que se le da m uy mal el póquer; y así es, al principio, pero Benecke apre nde deprisa . Es un hombre venal, sin aspiraciones, astuto pero no violento. Lo elevado del sue ldo lo trajo aq uí. Abundan las oportunidades de birlar, esto, de conseguir material de otras expediciones; y la tentación de conseguir su s propias muestras de valiosos hallazgos antárticos será muy fuerte . El doctor Meyer y el profesor Uhr se percataron de sus inclinaciones durante el viaje desde Alemania, y la base Palmer de la EBF lo utilizó par a mejorar el eq uipamiento de su expedición a expensas de otros compañeros. Benecke, cuyo físico recuerda a l d e u n simio, ta m bi én resulta ú til como m u lo de carga . JüHANN BENECKE, 29 años, Ingeniero y Gorrón de primera FUE 16 CON 10 TAM 14 INT 14 POD 07 DES 13 APA 08 EDU 16 COR 35 PV 12 Bonificación al daño: + 1D4 Armas: Lla ve inglesa 47 %, daño l D6 + db Rifle Kar 98 50%, da ñ o 2D6 + 4 Habilidades : Cerrajería 55%, Con ducir Maquinaria 60 %, Descubrir 65%, Destilar Bra ndy 40 %, Esquivar 35%, Ha b . Artesanal (herramientas mecánicas) 75%, In gen ie ría (Mecánica) 4 5%, Ocu ltar 30 %, Química 10%, Regatear 50%, Repa ra ci on e s Eléctricas 30%, Reparaciones Mecá nicas 70 %, Sigilo 4 5% Idioma s : Alemán 70 %, Francés 20 %, Inglés 40 % •

Hora

Horas transcurridas

Acontecimiento

-7 de diciembre1:30 a.m.

3 a.m .

-1 ,5

o

El Boeing vuela sobre la Ciudad mientras atraviesa las montañas El Boeing sobrevuela el Campamento Lake

4:30 a.m.

1,5

El Boeing aterriza cerca del puesto de aprovisionamiento de la EBE

5:30 a .m .

2,5

La tripulación del Boeing llega a pie al puesto de aprovisionamiento.

6a.m .

3

Los investigadores llegan al Campamento Lake; la tripulación del Boeing acampa, comen y entran en calor.

8a.m.

5

Hora a la que llegarán los investigadores al puesto de aprovisionamiento de la EBF, si no se de tuvieron en el Cam pamento Lake; la tripulación del Boeing monta su emisora y llama por radio pidiendo ayuda. Tras la llamada, Rucker se acuesta y deja a Baumann de guardia; ha sido un día muy largo.

9a.m.

6

El GrafZeppelin parte de la base Palmer; el viaje de m il quinientos kilómetros dura diez horas . Hora a la que llegarán los investigad or es al puesto de aprovisionamiento de la EBF, si se detuvieron en el Cam pamento Lake.

1 p.m.

10

Relevo de guardia, breve período de vigía en el campamento. Rucker comienza su guardia mientras Baumann duerme.

Latormenta desciende sobre toda la región montañosa, incluidos elCampamento Lake y el puesto de abastecimiento. La nieve, losfu ertes vientos y las brumas heladas cubren la zona hasta las 11 p.tn . Los personajes que estén en el suelo durante este períododispondrán de una cobertura excelente, pero también esprobable quese extravíen si deciden avanzar. Los avionesno pueden despegar ni aterrizar conseguridad en estas condiciones. 6p.m.

15

Ruck er y Baumann es tá n despi ertos y alert as , a la espera de que vengan a resca tarlos.

7 p.m.

16

Llega el Graf Zeppelin. No podrá ha cer gran cosa ha sta qu e m ejore el tiempo, pero se qu eda flotando en el cielo con aspecto sombrío, una presen cia en orm e y constante encima del campamento.

9 p. m.

18

La brum a blanca con tin úa, pero los vientos han cesad o. A partir de este m omento, el GrafZeppelin podría intentar arrojar paracaidistas sobre el pu es to de aprovisionamiento.

11 p.m.

20

El mal tiempo esc am pa por fin . Todos los tripulantes del Boeing sub en al GrafZeppelin. Se procede a la transferencia de la mercancía y el espécimen del Boeing .

1 a .m .

22

Las operacio n es de rescate en el puesto de ap rovisionamiento se han com pletado. El Graf Zeppelin aban don a la zona .

9 a.m .

30

La mi sión de re scat e del Campamento Lake sale del cam pam en t o base de la EBE

9 p.m.

42

El GrafZeppelin llega al campamento base de la EBE

46

La mi sión de resca te del Campa me nto Lake llega al Cam pame nto Lake.

-8 de diciembre-

-9 de diciembre1 a .m.

-MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA-

-Capítulo doce: Retorno al Campamento Lakelar, a los inv esti gad or es se les presentan varias opciones. • Int entar enco n tra r al Weddell por de du cción . • Volar ha sta la costa y llama r pid ien d o ayuda. • Volver a cru zar la s monta ña s par a recoger a Lexington y a los demás. • Que darse y ayud ar a los su pervivien tes del Cam pa me nto Lake. Los in vesti gad or es pod rían plantearse otr as pregunta s. ¿De qu é sirve el rescat e de un puñado de científicos, an te el riesgo de qu e se cor ra la voz y otros inves tiga do res bien in tencionado s llegu en a la Ciuda d y liberen al Dios De sconocido? ¿Adó nde han ido los dos alema nes con ta nta prisa? Queda suficiente combus tible en el Belle para volar otro s mil quinient os kilóm et ro s. Suficien te para perse guir a Baumann y a Ruc ker pero, a m en o s qu e e l Weddell se ha ya dirigido di rec ta mente al mar de Ross, no ba stará para darle s alcan ce y llegar a la cosJüHANN BENECKE ta oIr en bu sca de ayuda ahora significa dejar que los otros escapen, y con ellos el secreto de la Ciud ad. Si bien sería posible llenar al Belle con el contenido de los depós itos de los ma lt rechos Junkers. la ope ración les costa ría otras dos hora s de su precioso tiempo. Los inv esti gad or es qu e su peren una tirada de Conocimiento s o de Idea se acordará n de l pues to de aprovisiona miento Barsmeie r-Falken . La presenci a (que no la locali zaci ón) de es tos pue st os es bien conocid a por los miemb ros de las tre s expediciones. En ello s se guarda comida , com bus tib le y oxígeno , en cómodos recipientes, a sí co mo equipo d e radio, y se podría abastecer al Belle... o a l Boeing.

Dic. 7 - La per secuci ón de los fug itivos Rucker y Bau man n cond uce a los investigadores de regreso a la Ciudad, y más tard e al Campam en to Lake. Allí de be rán luchar contra su piloto, Halp erin, o éste les arrebatará el aparato víct ima de

Si los perso najes ju gadores deci de n preg un tar a los miembros de la EBF, se enco n tra rá n con J ohann Benccke. un o de los in geni eros de la expedición . Véase la pág ina 11 para conocer sus caracterís ticas . Ben ecke se mostrará enca n ta do de describir los pu e stos de aprovisionam ien to y los víveres y el combu stibl e qu e contien en, a sí como la s pot entes rad ios, y él m ismo sugerirá que el Belle visite el pu esto más próximo par a ab astecer el Campamento Lake . Se ofrece rá para guiar a la partida hasta el pu esto y para ayuda r a cargar los pert rec hos. - No sería, por cierto, apropiado q ue fue ra n ustedes solos, ¿hmm? El empleo de los enseres de la expedición deber ía ser supe rvisado por a lguien acre d itado . Si lo desean , me al egraría acompañarl os en su emp resa, pa ra hacer las vece s de guía y ay uda rles a cargar con el com busti ble. El cómo rea ccion en los investigad or es a es ta ofe rta dep ender á de los ju gad or es. Si deciden lleva r al hombre con ellos ten dr án qu e decidir qué hacer con él cua ndo enc uentre n a los dem ás.

R EC UPERAR EL WEDDELL Tal vez los inves t igadores decidan repostar el Boeing a sí co mo el Nort h ro p a fin de ut ilizarlo para evac ua r bi en el Ca mpament o Lake o la Ciudad . Si los ju ga dor es su gieren es te plan , el éxito e n una tira d a d e Idea o de P ilotar les re cordará qu e tamb ién el Weddell n ece sitará

sus alu cin aciones. Al llegar al Cam pa me n to Lake, los explor adores de scu bren que la rot ura del Cons tructo también se ha dejad o sen tir aquí. Un enorme ter re mot o ha aso la do la tierra y a punto ha estado de destruir el

est ar tripu lad o. Si no ba sta se con los inve sti gadore s para tripul ar el a pa ra to, habrá qu e tra er a má s per sonal cua ndo de spegue el Belle. Si lo ne cesit an, en el Cam pamen to Lake queda al men os un pilot o, Law ren ce Lon gfellow.

ApUNTES SOBRE EL CAMPAMENTO LAKE La Cuev a de Pabodie . dond e la part ida de Lak e cncon tr ó a los pr im igenios, se ha derru mbado a causa de los terr em ot os. Las ta ladra dora s de hi elo y mu ch as de las herr a m ienta s de exca vación ta m bién ha n qu edado ap las ta da s y en te rra das allí. El cue rpo del pr ofesor Bryce se enc ue n tra cerca de la e n trada, junto con la mesa de cspec ímc ne s y su cuade rno, y podrá recupera rse tra s tres o cua tro hora s de excava ción manu a l. El estudiante Cartie r está má s ade n tro, y no se podrá llegar a él sin peligr o, al m enos tra s un día de d uro tra baj o para di ez hombres den tro de tún eles in e st abl es que pod rían despl oma rse en cua lquier mo me nt o. Si recu peran el cuerpo de profesor, su s espcc ímenes y sus ap untes ta m bién sal dr án a la lu z. Las nota s de Bryce contienen de scripciones y bocetos de porciones de la cuev a qu e, segú n él, han sido traba jad a s con herramientas sin lugar a du das; las marcas de herramientas y las superficies pulida s con tin úan adentrándose en el hielo fundido má s allá de la s últ ima s pesqu isa s de los científicos. Est a in forma ción, si los investi gadores la pasaran por alto, podría su po ner una seria amenaza para su plan de res tarle importancia a la Ciud ad y su s alred edores . Las fisuras y los agujeros en la tierra de l Campamen to Lake son completamente na tura les, productos del terremoto, los hundimientos y el calentamiento subt erráneo de las cavern as enterr ad as bajo la s mo n tañas . No son obra de los primigenios, de dh oles ni bholes , de chthonians ni de otra s criaturas de los Mitos . •

campa mento . La partida debe elegir en tr qu edar se y ayuda r a sus camaradas o con tinuar con su carre ra en pos de los hom br es que, sin proponé rselo, po drían pro vacar el fin de l mundo.•

a llegada el momento. Vamos. La partidasaliódesu escondite, sombras medioocultas porlos montículos alquitranados mientras searrastraban haciala tienda. Las ráfagas de viento los zarandeaban, la visibilidad se medía en centímetros. Sus víctimas, ajenas a todo, yacíanen silencio a escasosmetros dedistancia. El lider de/grupo sacó su pistola oculta entrelos plieguesde su chaqueta, contra la calidez de su cuerpo. " - Sín ruido - susurró parasí- . Que sea limpio. Avanzó, pisando las huellas de losdemás, hacia la paredde la tienda. Extendió el brazo hacia la lona y seaprestó a saltara travésde la apertura, cuando lo oyó:un qru ñido ronco, lejano, apenas audible por encima del viento, contrarioa la naturaleza de aquel lugardespro visto de vida. Sequedó paralizado. Maldijo para sus adentros cuando un grito deasombro surgióde la tienda . El asesino en ciernes retrocedióy seapresu róa ocultarse detrásde una paleta. El rumoraumentó, demasiadogravepara tratarsede un aeroplano. Sintió cómo sele he/aba el corazón cuando el mundo se sumió en la penumbray algo inmenso eclipsó e/ sol.

Resumen para el guardián En este capítulo, los investigadores parten del Cam pam ento Lake en pos de Baumann y Rucker, miem bros de la EBF que han robado un Boein g, El cap ít ulo pre senta una situació n táctica sencilla, complicada por el tie m po, el clima y la posibl e presen cia de Benecke, un o de los guías de la EBF, a bordo del Belle. Los inv estig ad ores probablemen te salgan del Cam pament o Lake entre las 6 a .m . y las 9 a.m. del 7 de diciembre, Al igual que en el capítulo anterior, el guardián debería prestar atención al paso del tiempo, La lín ea temp oral de Acontecimientos Fijos que aparece al final del Capítu lo Doce incluye sucesos que escapan al control de los jugadores; utilícese como referen cia durante la pa rt ida . Ruc ker y Bauma n n , qu e h uye ro n mi en tras sus compañeros se encon traban en la Torre, están en el pu esto de aprovisiona mien to Barsm eier-Falken, esperando a que los rescaten. El weddell se quedó sin com bust ible a escaso s kilómetros del puesto y todavía no h an repostado. Los do s h om bres no se mu estra n vigilantes ni aler-

ta . y recibirán de bu en grado a los investi gadores si ésto s llegara n sin su bterfugios. Los investigadores deberán encontrar prim ero el pu esto de apro visionamiento, y lue go aterrizar y debatir con la pareja . El cóm o decidan hacerl o det erm inará el t r a n s cur so de la pa rt ida . Rucker y Baumann ya habrán llam ado por radio pidiendo ayuda para cuando lleguen los investi gadores. Tod o dependerá de los plan es qu e decidan seguir los investigadores tras aba ndonar el Campamento Lake. ¿Inten tarán negociar con Baumann y Rucker, o los destruirán? ¿Cambiarán sus plan es cuando sepan que el dú o ya se ha pue sto en con tacto con el cua rtel gen eral de la EBF? Como complicac ión añadida, el temporal se cernirá sobre el puesto de aprovisionamiento a la I p.m. del día siete, convirtiend o la navegación en un grave peligro. Si los investigadore s no han resuelt o la situación en el campamento llegada esa hora , se verán atrapados en tierra ha sta despu és de la llegada del equipo de rescate BarsmcicrFalken. Esto podría incriminarlos si ha habido violencia en el puesto. Dep endi endo de cómo se desarrollen estos factor es, los in vestigadores podrían convert irse en presa s, perseguidos por el

gob ierno alemán ac usados de in te nto de asesi na to ... o, con algo de tino, podría n convert irse en hé roe s aclamados po r un día, respon sable s de la salvación tanto del Campam ento Lake como del resto del m undo . B A U M ANN y R U CK ER Ambos hombres forman parte de la partida Barsmeier-Falkcn . Durante la rotura, en medio de l gran terremoto y las en loquecedoras frac turas en el tiemp o, el pánico se apo de ró de ellos y se mar ch aron en el weddell de spués de asa ltar a Hal pcrin , que había echado por tierra su intento de robo del Belle y había conseguido herir de gravedad a Rucker con su rifle. Pese a la falta de evidencias , se convencieron m utuamen te de que el resto de la partida debía de haber perecido y hu yeron . Planeaban aterrizar en el Campamento Lake y llamar por radi o a su ba se desd e a llí pero, mien tra s se acer caban, vieron el campame nto en ruinas y el in cendio de l depós ito de combusti ble, por lo que dec idieron qu e aún les quedaba carburante para llegar hasta el pue sto de ap rovisionamiento, repo star, y cont in ua r directa men te ha sta su cuartel general en la Penín sula Palme r.

- MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOC URA-

-Capítulo t rec e: Una f l e c h a volado raEl Boeing cons umió más com bus tible del qu e se esperaba n . Se qu edó vacío en el ai re a escasos kilómetros de su objetivo. Baum ann a terrizó en un a extensión de nieve pulida y ambos cont inuaron a pie, con los pert rechos má s imp ort antes carga dos en un as pa rih uela s im provisada s a partir de un a cam a plegab le y algunas pé rtigas de tienda s. Al llegar al refu gio, los fug itivos mo n ta ron el ca m pa me nto y levant aron una antena pa ra ut ilizar la radio del pues to . Así logr aro n lla ma r a la base pr incipa l y solicit ar que los resca taran, tras lo que se sen taro n a esperar. El hora rio y el contenido de sus pri me ras tra nsmis iones se detalla n en la tabla "Tra ns m isiones por radio desd e el pue st o de aprovisio na mi ento" .

E

l pu est o de aprovision amient o Bars-m eier-Falken se enc uentra a m enos de tre scien tos kilóm etr os al sur del Campamento La kc , don de la antigua extens ión de hielo azotada por el viento que se para las montañas del Polo Sur alcanza las es tribaciones más altas. El pa isaje consis te en una la rga llanura de hielo salpica da por ocasionales cordilleras de formas extra ñas y montíc ulos de hi elo, ning uno de más de escasos m etros de altura . El Bel/e pu ed e cubr ir la distancia en tre el Cam pame n to La ke y el pu esto en alreded or de un a hora si cuen -

tan con un guía; los invest igadores ta rdarán más si tienen qu e orientarse po r medio de la pos ición del sol. o si vue la n gu iados por la intuición . Si Benec ke se enc ue ntra a bor do del Belle, guiará al avión directame n te hasta el puesto . El vuelo dura un a hora y cons u me trescientos kilóm etros de combustible. Si no estuv iese a bord o, habrá qu e su pera r un a tirada de Orientarse para en contra r en puesto de aprovisiona miento. Así se tardan do s horas y se con sumen seiscie ntos ki lómetros de combus tible aunque, por cada 10 perce nt iles que esté el result ado de la tirada por debajo de la habilidad de Orientarse del piloto, el guar dián debería res tar diez minu tos y cua renta kilóm etro s de comb ustible de lo em pleado en la bú squ eda.

Transmisiones por radio desde el puesto de aprovisionamiento A la s 8 a.m . del 7 de diciembre, Rucker y Baumann encie n den el tr ans m iso r de eme rge ncia del pu esto y comie nza n a enviar men saje s por la banda de radio de cuarenta met ro s, a 7440 megaciclos. Cualquier receptor de la Ant ártida sin toni zad o con esa frec ue ncia podrá escuchar los m en sajes. Se recib en sin problemas en la ba se general Bars meie rFalken . as í como en los receptores del Gabriel/e, el Tallahassee, y en diver sa s estacion es de escucha amateur y comerciales de todo el mundo. Los investigadores también podrían oírlos, si estuviesen a la escucha en el m om ento adecuado. Las señales están en códi go Morse, en alemán . Cualquie ra con el trasfondo ade cuado sería capaz de traducirla s; los personajes con 20 % o má s en Radio Operador, ex periencia naval o ferroviaria, o 50% o más en Reparaciones Eléctr ica s podrían entender el código Morse. Una habilidad de 5% o más en Alemán basta para traducir el texto , breve y sencillo. Má s abajo aparecen las transmisiones y las horas a la s que son enviadas . Cada una de ellas se repite cinco veces, en interva los de un minuto, antes de enmudecer. 8 a.m .

9a.m . lOa .m . I p.m. 7p.m.

Tran sm isión n? 1 Transmisión n? 1 Transmisión n? I Tran smisión n" 2 Transmisión n? 3

Texto de la transmisión nO I (traducido al inglés) :

SOS EBF-S SOS EBF-S SOS EBF-S EN EL ALIJO LAT 78G13S LON 108D44E. MEYER MUERTO, RUCKER HERIDO, ENVíEN AYUDA MÉDICA. BAUMANN. Texto de la transmisión nO2 (traducido al inglés) . Este mensaje no se repite :

SOS EBF-S SOS EBF-S LAT 78G13S

LON 108D44E. ESTÁ NEVANDO, VISIBILIDAD NULA. ATERRIZAJE DESACONSEJADO POR EL MOMENTO. ESPEREN A QUE SE DESPEJE. SEÑALES DE TERREMOTO, FUEGO EN EL CAMPAMENTO DE LAS ESTRIBACIONES. UN APARATO DERRIBADO, UNO ESTROPEADO, BAJA S DESCONOCID AS . SIN CONTACTO POR RADIO CON CAMPAMENTO. DOCTOR MEYER, AMER ICANOS ASESINADOS POR CRIATURAS VOLADORAS EN RUINAS DE GRAN CIUDAD OTRO LADO DE LAS MONTAÑAS. RUCKER HERIDO. DEPRISA POR FAVOR. NO QUEREMOS MORIR AQU í. BAUMANN. Texto de la transmisión n? 3 (traducido al inglés ). Este mensaje se emite sólo si Rucker y Baumann reciben la llegada del Graf Zeppelin en solitario. No se repite .

CQ EBF-S CQ EBF-S LAT 78G13S LON 108D44E. OS OíMOS GRAF ZEPPELlN. BIENVENIDOS A LA MESETA POLAR . RUCKER ESTÁ DÉBIL Y TIENE FIEBRE. ESPERO HAYA UN DOCTOR A BORDO. ALEGRO MUCHO HAYAN VENIDO. POR FAVOR, REÚNANSE CON NOSOTROS CUANTO ANTES. BAUMANN.-

Si la tirada frac asa por com pleto, tran scurrirá n las dos hora s y no encont ra rá n ni ras tro del puesto de aprov isiona mie nto. Tal vez los in vest igador es quieran co n tinu ar la bú squ eda d e es te m od o, de dos en dos hor as, ha sta q ue desistan de su em pe ño o se qu ed en sin com bus tible. El Selle salió del Ca m pa m en to Lake con mil quinientos kilóme tros de com b us ti ble en sus dep ósitos, por lo que no podrán rep et ir el proce so ha st a la sacie da d. Escuchar la rad io: Si los in vesti gad ores está n en el aire entre las 8 a.m . y la s 10 a .m . del 7 de d iciem bre, te ndrán un a oportu nidad de esc uc ha r la llamada de soco rro de Bau ma n n desd e el pu esto d e a pro vision amiento . El éx ito en u n a tirada de Id e a le sug erirá la n oción al gru po; el éxi to en una tirada d e Co nocimientos les pe rm iti rá recorda r la frecue n cia adec ua da po r al guna conversación previa. Para má s de tall es ace rca de la h ora y el conte ni do de estos mensajes, véase la tab la adj unta, "Tra n sm ision es po r ra dio desde el puesto de aprovis iona m ie nto" . Dado que los m en sajes con tien en informa ción referente a la lo ngitu d y la latitud del pues to de aprovisionamiento, podrían utilizarl os pa ra e n contrar el alijo si la pa rt ida no di sp on e de n ingún guía a bordo.

EL

PUESTO D E APROVISIONAMIENTO

Cuando los investigad o res se ace rq uen a un os siete kilóme tros de l alijo, to dos los que estén oteando en bu sca del p uest o o del Weddell deberían reali za r tiradas de Descubrir. El éxito indica qu e la silue ta (o el fu lgor plateado, se gún la di rección ) del Boei ng desaparecido ha sido d ivisada en el sue lo. Las m a rcas de los es q u ís del Weddell apu n ta n directamente al pu est o de aprovi si on a mie nt o, cu yo despli e gu e de band era s n egr as pa ra protegerse del fulgo r res ulta vis ib le casi de inmediato. Má s de cinco kilómetros separa n alaeroplane del alijo. La razón de est o no resultará evide nte de in mediato, aunque el éxito en un a tirada de Idea o de Pilota r permitirá dilu cidar la res puesta cor recta . A medida que los inve stigadores se acerqu en, se harán visibles más de talles de am bos lugares. Visto a través de los pri smáticos, el Weddell parece ileso pero desierto; se aprecian rastros y huellas en la nie ve alre de dor del puesto, con va rios mon tículos de lon a en el centro. Tam bién se ha erigido una nueva tienda de gran tamaño, y un cable largo pend e de una pértiga.

OCUPARSE DE BENECKE Si Benecke se encuentra a bordo del Belle, los investigadores podrían tener problemas . No ermitirá que la partida ha ga nin-

gú n dañ o a Rucker ni a Baum a n n . No se rá posible ace rcarse a hu rtadillas al alijo con Benecke ju nto a ell os; hará todo lo posib le por contacta r con los demá s m iembros de la EBF y q uerrá pedirl es ayuda para a uxi liar a la ge n te de l Ca m pa m en to La ke. Por otra part e, Benecke es un hom br e decen te, y le av ergonza rá el h ech o de q ue un os m ie mbros de su eq uipo h ayan roba do un apara to y ha yan deja do qu e mi em bros de tres ex pedicio nes mu rieran a ma n os d e m on stru o s ali e ní genas . Si lo s inves t ig a do res sab en ju gar sus ca rtas , Ben ecke te nd rá cla ro su obje tivo : les ayu da rá a ca p tur ar y a encerr a r a Baum an n y a Rucker, y los lleva rá ant e la ju st icia a manos de los lídere s de la EBE Si en cierr a n o deja n atrá s a Ben ecke en el Selle o en el weddell, h ar á tod o lo posible por liberarse. El guardiá n de termi nará si es to es po sib le; no obs tan te, si con sigue esca par, hará cuan to pueda por coge r (o ad ela ntar ) a los investigad o res y aler tar a los h ombres del alijo. • Benecke podría resu lt a r útil si los inves tiga do res intentan enta bla r con tac to abi ertamente con el gru po del pu esto, o para solicitar ayuda cu an do llegu e el Graf Zeppelin. • Si Bcn cc ke mu er e o es asesinado, los in vesti gadores deb er án explica r su defu nció n o desap arici ón antes de regr esa r al Ca m pam e n to Lak e.

do s ni oídos por los ocu pa n te s del alij o, siem p re y cuando n o vue len di rec tamente por encim a de la tienda . Aterrizar cerca del alijo: El suelo cerca de l puesto de aprov isio n ami en to resul ta m ás ad ecu ad o pa ra los aviones que los alred ed or es del Boeing . Aquí no será necesa rio reali za r nin guna tirada de P ilo t a r . La su perficie es firm e y uniforme, y e n varios lugares se observan las huellas cru zada s de los esq uís de aterrizaje de va rio s avio nes pesa do s. Un a h ile ra de ba nd era s a lo la rgo de la pista de at errizaje indica la dirección . At erri zar aqu í alertar á a los h om br es de la tienda . Saldr á n alborozados . Estaba n es pera ndo a qu e vin iera n a rescat arl os. Aterri zar en cualquier otra parte: Al n ort e y a l oes te d el pu e st o , la s estrib aci one s de la Cord ille ra Mi sk at oni c im po sibilit an el a te rr izaj e, per o el terren o al sur y a l es te del a lijo de la EBF es liso, u n iforme, y ofr ece bue na s superfi cies de a te rrizaje cuando e l tiempo lo per mite . La prop ia llanura, n o o bs ta n te , implica qu e si la partida n o desea alerta r a Baumann y a Ru cker, el Belle deberá poner dista ncia de por medio y acerca rse con sig ilo . Algu na s cres ta s roc osa s y o tro s accident es rom pen la uniformidad del conjunto per o, en su ma yor parte, el aterri zaje n o pr es entará m á s prob lemas que e n la zo n a pró xima al Boein g.

Aterrizajes Cuando h ayan llegad o al pu esto de apro visiona m iento, los investiga do res tal vez decidan a terrizar el Selle cerca del alij o, del weddell, o en cualquier o tro lu gar de su elecció n . Si, por el m otiv o que fues e, deci dieran desistir e ir a otra parte, haciend o cas o om iso del lu gar. om íta se el rest o de es te ca pítu lo. Si Ben ecke est á a bord o, e sp erará qu e la pa rt ida at errice di rectamente ju n to al pu esto de ap rovis iona m ien to y se ponga en cont acto con sus compa ñeros de ex pe dición sin subterfu gios . Aun qu e n o sospech e de los in vesti gad or es, se so rpre n de rá y pedirá explicac iones si és tos decid ieran ha cer lo co n tra rio. Aterrizar cerca del Weddell: El sue lo cerca del Boeing no con stituye una pi sta de a terr izaje ideal, pe ro un piloto competent e pod rá a terr iza r sin problema s tra s su pe rar una tirada de Pilotar. La n ieve de est e lu gar es poco com pacta, fin a y pul verizada, y el h ielo qu e oculta es re sba ladizo . Har á m ucho rui do cont ra los esq uí s del a vión, pero n o co ns titu irá peli gro alguno a me no s qu e el in tento d e a te rr izaje sea un fra caso . Si se desea, los inve stiga do res podrán a te rr iza r cerca del Weddell sin ser di visa-

l pu est o de a pro vision a m ien to es u n a mota en m edio de la llanu ra, peq ueño e in significante com parado con la vas ta ex te ns ió n blanca de la me seta polar. La s marca s so bre el hi e lo muestran dónd e han at errizado los avio nes en numerosa s ocas ion es, e hil e ras d e band era s roj a s en los ext re m os d e del gad os m ástile s o n dea n a in te rvalos a m er ced de la s inc esa ntes ra ch a s de vie n to . Se ha erigido una gra n tienda al final de las cicatrices de los aterri zaje s, con la en trada baja plegada para pro tegerse del viento . Sobre ella, u n m á stil plegable sos tien e el ce n tro de un a antena de rad io a se is m et ro s del suelo. El la rgo ca ble se dobla en u n a am plia " V", fijad o en el hi elo a ve in te me tro s a ca da lado . Otro ca ble un e la ba se de la pértig a con la tienda. Tre s paletas de carga cu biert as con lona s se alinea n a un lad o de la tie n da. Cada una d e ellas m ide m á s de un m e tro de alto y do s de lado. Las palabra s BA RS M EIERFALKEN ATARTIKSEXPEDITION resu lta n cla ra me n te visible s impresas con

B

-MÁs ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA-

-Capítulo trece: Una flecha voladoragran des letras de plantilla sobre la s cu biertas, que el h ielo tiene acartonada s. Las pisada s y marcas de arra str e abun dan alrededor de la ti enda y la s palet a s, y vag ab un dean de un lad o para ot ro alrededor del perímetro del emplazamiento, pero no se aprecian señales de m ovimiento . El hielo es regular y com pac to, y ha y poca nie ve .

Acercarse a Baumann y a Kucker Los do s hombres del pue sto de aprovis ionamiento no esperan com pañ ía . Permanecen arrebujados en el int erior de su t ienda , ajeno s al mundo exterior. Sólo un ru ido ine sperado, como el motor de un avión o el son ido de gent e en la s proximidad es, llamarán su at en ción . Uno de los do s es tará despiert o la m ayor part e del tiempo, velan do por la es tu fa, sen ta do an te la radi o o ate n d ien do a as un tos per sonales, mi en tras el otro du erme . • Amb os h ombres es tá n despi ert os h asta la 8 a .m . • Sólo Baumann est á despierto en tre las 8 a.m. y la 1 p.m . • Ambo s están de spiertos entre la 1 p.m . y la 1:30 p.m . • Sólo Rucker está de spierto en tre la 1:30 p.m . y las 6 p.m . Si el Belle vuela d irectamente sob re el p uesto de aprovisiona miento, o aterriza a llí, Rucker y Baumann oirán el m otor y es te últ imo sald rá pa ra dar la bienvenida a los recién llegados. Si los inve st igado res se acercan a pie desde la lejan ía, los oc upantes de la tienda no se perca tarán d e su prese nc ia a menos que los rec ién llegados se an u nc ien o hagan ru ido . Merodear al re dedor de l campamento o conver sar en voz baja en un radio de die z metros del mis mo tiene un a pro bab ilidad del 25 % de ser oído por los ocupante s del a lijo. El guardián debería rea lizar esta ti rad a en secreto . Si Benecke sigue con la part ida , no obstan te, se adelantará a los in vestigado re s, llam an do a los ocupan tes de la tienda a voz en gr ito . Los inves tiga dores tienen que eleg ir. Pu ed en reun irse con Bau ma nn y Rucker, o pue de n lim itarse a ases inarlos a san gre fría . Depe n de de ellos.

NEGOCIACIONES Baumann sale a ga ta s por la apertura baja de la tienda . Se sorprende a l ver a los in vestigadores (los creía m ue rto s) pero se incorpora y se que da plantado de lante de la tienda, nervioso, mien tras se aproximan los recién llegados.

.,

.

- iOye, Ruckcr, no pasa nada ! -dice, en alemán- . iSon los am eri can os! iEst án vivos! Tras alejar se algunos pasos de la en trada de la lona, ex ten de rá una man o, lan zan do nervio sas mirad as por encim a del hombro de tanto en cuan to, como si qu isiera asegurarse de qu e la tiend a sigue ahí. Temores recordados as ola n su mi rada . Baurnann: El piloto est á ileso, per o sufre una con m oción m ental. Baumann es inteligente y leal. pero n o es un agente de los Espe culadores y no sab e n ada del rel a to de Pym ni del manu scrit o ro bado de Dyer. Si se le pr esiona , admitirá qu e el resca te de los dem ás ex plor adores es m á s importante que la nece sidad de Rucker de regr esar a la base, per o la s órd enes son órde nes . Se le podrá conve nce r para qu e di scuta este punto con sus pro pios ca ma rada s, y qui zá in clu so pudiera sim pa tiza r con los objet ivos d e los in vesti gad or es per o, por lo que a él res pec ta, Rucker ti en e la última palabra . Baumann se ac ue rda mu y bi en de l Dios Pri sion er o. Su respu esta a la reve la ción del dios fu er on varios minu to s d e un sobrecogedo r temor a ser abandonad o y dejado com pletame n te solo en el hi elo. Est e temor permanece inclu so ahora , reforzado po r una fal sa cert eza de que todos sus camarada s han muerto. Su sue ñ o es intranqu ilo y, cuando es tá despierto, le cues ta apartarse de Rucker siquiera por un instante, por miedo a que su compañero se ha ya ido cuando él regrese . Rucker: El geó logo sufre a causa de la s heridas de ba la que le causa ra Halperin . Ha perd ido un a buena cantidad de sangre y se encuent ra algo débil y febril. pero tie ne la mente de spejada . Espe culador leal. está dec idido a reg re sar a la ba se con sus apun te s y su s hallazgos, a cu alqu ier precio . Ha visto al Dios Descon ocido, pero ha olvidado gran parte de lo que vio; su mente ha cu biert o a lgo dema siado horr ible para ser comprendido . El rec uerd o permanece sólo en sus sueños, que le atormentarán durante mese s por ven ir. Rucker no piensa poner en peligro su m isión, cons isten te en descubrir materia les, técn icas o artefactos de valor, para regre sar con ellos e informar de su s ha llazgos. Sigue sus órdenes al pie de la letra, cueste lo que cue ste. Esta tendencia natural se ha con vertido en un a obsesión desde la rotura de l Constructo; terminar la mis ión es lo único que lo impu lsa hacia delante . Si se oponen a él o es amenazado, Rucker intentará solucion ar el problema hablando, aunque no sea u n negociador experto. No es un hombre violen to ni taimado, pero sí testarudo, y de n ingún modo renunciará a sus objet ivos por voluntad propia . Pretende hacer llegar a sus superiores el informe accr-

ca de la Ciuda d y sus secretos. No se le podrá convenc er de lo con trario. Si fu ese necesario, mentiría pa ra prot eger sus int ereses, pero no se le da bien mentir y el éxito en una tirada de Psicología revelaría su subterfugio con facilidad . Rucker recibi ó do s disparo s de Halperin cu a n do int ent aban su birs e al Belle, a sabiendas de que era mejor avión . Los gru esos abrigos a mo rt igua ron la fuerza de las bala s, pero el geólogo tiene una de solladura en el bra zo izquierdo y una bala alojada en el es tóm ago. Ha sido capa z de m anten er se act ivo, pero la h erida del vien tre se ha infectado . Aumenta su fiebre y su debi lidad. Para cuando llegue el Graf Zeppelin, ya no tendrá fuerz as para cam in a r. Las carac te ríst icas y las habilidades de am bos hombres aparecen en la pá gina 20 . Apar ecen rep etidas en el ap éndice "Caracterí sti ca s de ju ego y reparto" .

ASESINATO A SANGRE FRÍA Todo estaba en silencio mientras la partida se acercaba ala tienda. Una señal susurrada, unos cuantosgestos con la mano, y llegó elmomento. No seoía nada en el interior. El líder bajó una mano degolpe. Arcos de queroseno brotaron de jarras calentadas con cuidado para derramarse sobre la lona; con un rugido, toda la tienda f ue pasto de las llamas. prendida poruna bengala. Los asesinos retrocedieron, dispuestos a disparar a cualquiera que emergiera de aquel inf ierno; pero lo único que salió de la tienda fueron losgritos. Transcurridos escasos minu tos, las hinchadas siluetas se dieron la vueltay desanduvieron el camino por el que habían venido. Es fácil encon trar u na muerte rápida en el Ártico. Si los in vesti gadores tienen estómago para ello, el a sesinato rara vez res ultará más sencillo. La difi cultad reside en hacerlo de tal modo qu e la partida de rescate, ya de cami no, n o los atrape ni sospe ch e que hay ga to encerrado. Los investigadores deberá n decidir qué hacer a con t inuación . Quema r la tienda, como en el ejemplo de arr iba, no es más que una po sibilidad. Lo que es seguro es que n in guno de los dos h ombres quiere morir, pero no tendrán form a de de tener a un enemigo decidido . La ún ica arma de la tien da es la pistola de Rucker. La guarda en su mochila; neces ita tres turnos para saca rla y otro para cargarla . Dada su fieb re, ta l vez ni siquiera sea capa z de com pr end er qué está ocurrien do .

Ante la tienda La ti enda es una estructura pira mi da l con diseño de Arnundsen. cap az de alb ergar a

cuatro personas apretadas. Se yergue hasta una altura de dos metros en el centro y mide ca si tre s de lado. Los vientos irradian del centro; la entrada y la salida se practica n a tra vés de un largo umbral cilíndrico qu e gu ar da el calor, por el que ha y que pa sar a ga ta s. En un extre m o de la tienda se levanta n la radio, el generador y las batería s. Un a es tu fa de aceite ard e cerca de la varilla cen tr al de la tienda, mi entra s qu e los sacos de dormir de ambos hombres están es tira dos a ambos lad os. Hay un a lámpara de aceite sobre un cajó n de em balaje junto al transmisor, y un par de raquetas de nieve, sacadas del weddell, descansan junto a la entrada . Rucker y Baumann es tá n dentro de la tiend a cua n do llega n los inv estigadores. No es pera n compañía . Can sados y sin fuer za s, econ o m iza n m ovimientos mi entra s es pe r a n a qu e lle gu en s us rescatadores. Aun co n la es tu fa encendid a en tod o momento, la temperatura del interior de la tiend a rara ve z su pe ra el punto de congelación del agua . Los dos oc upa nt es pa san to do el tiempo cubiertos de pies a ca bez a metidos e n s us sa cos , salvo cuando al guno de ellos se oc u pa de laestufa o de la radio . Si la tienda permanece inta cta y n o arde, po drían encontrarse al gunos o bjetos de in terés en su interior. No qu edará ninguno después d e que la partida de resca te examine el lu ga r: los hombres de la aeronave se llevarán tod o lo que parezca ser de naturaleza única o personal. • Efectos personales de Rucker: Los guarda en una mochila de cuero contra la pared de la tienda, junto al saco de dor mir. Además de efe cto s de aseo, el macuto contiene un a pist ola Luger POS

y una caja de ca rt uch os, tre s " mone da s" primigenias en forma de estrella, va rias a stilla s de antigua madera petrificada, y un gru es o fajo de papeles doblados repleto de bocetos, mapa s y copias en papel ca rbó n de arte primige n io y ca rac te rísticas del terreno . Efectos personales de Bau m ann : Se en cu entran en una bolsa de lona al pie de su saco de dormir. Además de efecto s de aseo, la bolsa con tien e una piedra primigenia en forma de estrella de dieci ocho ce n t ím e tros de largo (un Símbolo Ant igu o) , una " m o n e d a" primigenia en forma de estrella, un guija rro n egro irr egular de do s centímetro s y m edi o de largo (una Semilla J, y algun os fragmentos de mosaico primig enio.





Cuade rno de dibujo y cua derno de bitácora : En lo alto del transmi sor. Contiene bocet os, apunte s, y retazos de la s co nve rsa cio nes mantenidas por radi o, así co mo ide as que pa saban por la ca be za d el o pe ra do r. El término zeppelin se repit e en va rias ocas io nes, subraya do e in scri to e n círcu los . Ha y núme ro s, hora s y ec uacion es, y a lg u n o s bo squ ej o s, fanta sioso s p er o reconocibles, de primigenios , la s torre s de la Ciudad y un montón de estrella s de cinco puntas. Bolsa de muestras de Rucker: Un pesa d o sa co de c u e ro en la pa rte d e atrá s de la tienda, tra s las batería s de la rad io . Contiene lo s te soros de Rucker. Aquí hay eje mp la res de rocas cu idadosamen te et iqueta dos (ent re e llo s otra Semi lla), d ib ujos y diag rama s d e sus lo cali z a c io n e s; también fó sil es , mapas di bujados a mano, bocetos, y ca lcos d e alg unos



d e los murales, a sí como trozos de piedra trabaja da tanto de ntro co mo fuera de s us matrice s original e s . Entrañan interés por sí mismas, pero aparecen comentada s en detalle en el diari o del científico . Diario de Ru cker: Un manido vol umen de cuero poco menos que medio lleno de un a letra apretujada y precisa . La cu biert a ca rece de marca s y no tiene pá gina de título. El diario cont iene fech as de entrada que cubren un período de poco más de do s me ses, desde que el científico llega ra a la An tártid a (en octubre) , y es tá lle n o de apu ntes de int eré s a cadémico acerca de las ex cavaciones de l Campamento Lake. las tierras del otro lado de la s monta ña s, y com en tarios sob re la vida y el trabajo de Ruck er desde que pisara el hie lo. Na tur alm en te, todo ello e n ale mán . Para con ocer más deta lles, léa se a co n tin uación.

LECTURA D EL DI ARIO DE RUCKER Es nec esario tener éxito en una tir ad a d e A lemán par a leer los a puntes de Rucker; el éx ito en un a tira d a d e Geología le permite al lector comprender m ejor los halla zgo s del científico. Ru cker ha ensamblado un tos co bosqu ejo de la h istoria geo lógica de la Ciudad a part ir de las capas y línea s de roca s, qu e m ues tran con claridad un inmenso leva ntamiento geo lógico h ace se se n ta y cinco mi llones de años, seg ui do de in me d ia to por un significa tivo cambio climático. Se aprecia n evidencias de otros levantamien tos , ra n to a n te riores co mo pos te n o res. pero n ingun o tan podero so como ése .

EN EL PUESTO DE APROVISIONAMI NTO EBF

- MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOC URA-

-Capítulo tre c e: Un a f le c h a vo lado raEl geólogo ha estudiado los murales de la Ciudad y ha leíd o tanto el text o de Pym como la traducción del Texto de Dyer. Com prende en parte el pasado de la Ciudad, si bien no su prop ósito final. Est o s a punt es tambi é n co n t ie ne n pr ue bas suficient es, de sd e descri pcion es del tra baj o en el cam pam en to ba se a re fe re nci as a los dos manu scrit os, co mo pa ra permiti r que los lector es sag aces perciban gran parte del propósit o tácit o de la EBE si es qu e no lo han hech o ya. La bús que d a d e Barsmeier d e la es ta t ua blanca y otros resto s t sa lalian os mencionad os en el relato de Poe son obje to de ex te nso debate en el diario durante las primera s semanas de la e xped ici ón (Ru cker considera qu e la narra tiva de Pyrn es pura fan ta sía al principio, y no se pri va de rep etirlo). A Rucker le imp ortaba poco la mi sión de M eyer en el Cam pam ent o La ke , para ve r i ficar q ue lo s " p rim igen ios" que di se ccionara Lake podrían se r el mi sm o tipo de mon stru o descr ito por Pym y para bu sca r m ás " res tos de un a cultur a indu strial qu e se se rvía de herramienta s y qu e podría hab er insp irado los ejemp los del relato" . Escri be que su propio in ter és no fue susci ta do ha sta que vio la Ciudad por prime ra vez . " No fu e ha sta ese momento cuan do conce bí que algo de lo escrito pudiera ser má s que m era fantasía " . La última en trada del diario fue escrita a bord o del Selle durante el vuelo hacia el valle de l Constructo .

6 de diciembre (continuación): Ahorapodemos verla torreclaramente. Es enorme; Herr DoktorMeya rebosa de jú bilo. Sé lo que está pensando. Ve elfinal de esta misión a la vuelta de la esquina. A mi me pre-

ocupa más la tierra que se extiende ante nosotros. Estas monta ñas no son normales. No deberían existir. Alturas imposibles; materialesimp ropios de la región J~ desde luego, las cumbres /10 deberían ser tan empinadas. Los mejores materiales conocidos porel hombre no podrían dar lugar a esas torres; toda la Cordillera Loemmler es increíble, y las montañas presentan una simetría que sugiere artefactos inmen sos. Veo el monte Hitler y el monte Himt nler ante mí, flanqueando la tormenta. Son idénticos, o casi, como imágenesde un espejo que sostuvieran el vórtice entre ellas. Esto no es natu ral. No puede serlo. Tengo que acercarme. Tengo que tocarlasy conocer su historia. Aquí hay demasiados secretos.

LAS PA LETAS DE CARGA Las tre s paleta s de carga es tán agrupadas mu y cerca entre sí, a un os tres metros "de la tienda. Están claramen te señaladas en alemán y ca da una de ellas pesa var ios cien tos de kilos. Tod a s es tá n ta pa das co n sendas cubiert as d e lona de grandes tienda s. Los con te nidos de las tres pale tas so n los siguien tes : • Paleta 1 - com ida, ag ua y pert rech os para los miemb ros de la ex ped ición (8 sem anas por hombre ). y com bus ti ble para veh ículos de tierra y a ire , tres bidones de 200 lit ros. • Paleta 2 - recambios de emergencia (ra dio, generador, gasoli n a , herra m ien tas, u n par de bengalas, aperos quí micos de cocina, equipo de pr ime ros auxilios, do s ma scarillas con bom bonas de oxígeno, acei te para lám pa ra y es tuf a, cua tro lám para s de ace ite , un a es tufa de aceite, cera ais lan te y manta s, ropa de ab rigo y un refu gio

de emergencia para cuatro personas). Apunte para elguardián: esta paleta no ha sidoabierta. • Paleta 3 - com bustible para vehículos de tierra y aire, seis bidones de 200 litros. Para cua ndo lleguen los in vesti gad ores, la paleta ce n tr al ha brá sido llevada a parte; el ge nerador, la radio, las manta s, el botiqu ín de primeros au xili os y una pequ eña es tufa de aceite habrán sid o sacados de la palet a, dejando el re sto d el aceite y alguna s cajas llena s de ut ensilios de cocin a y ropa.

EL WEDDELL Parece que el Bocin g 247 de la exped ición Starkweather está en buen estado . Las escotilla s es tá n cerradas y no se aprecian daños en el vehículo . La nie ve com ienza a oculta r los esq uís y los ejes de aterrizaje, y la cara de sotave n to del fuselaj e sobre la s ala s. Los vien tos del sur silban alreded or del avión, qu e se es tremec e en ocas iones ante el em ba te de las ráfa gas; pero eso es todo lo que se mu eve. El sue lo a los pies de la com pue rt a del weddell, prot egid o en parte del vien to en el cos ta do der ech o del aeroplano, está cu biert o de pisada s. Los per sonajes que tengan éxi to en una ti rada de Rast rear con un + 20% sabrán determin ar qu e h ay dos juegos de huellas, amén de un surc o de algún tip o. Las marcas se alejan d el apa rato en dir ección a l alijo ; n o tardan en perderse en m edio de la ni eve y el hiel o. Las escoti lla s de l Boeing están cerra das, pero no con llave. Trepar ha sta la puerta principal es ta rea sencilla, y no hay na da amena zador den tro ni fue ra del avión . Aquello s investigadores que es té n familiar izados con los con troles de la carlin-

EN EL PUESTO DE APROVISIONAMIENTO EBF

ga podrían intenta r un a tirada de Pilotar o de Conducir Maquinaria Pesada para de te rm inar el motivo del aterrizaje prematuro . El aeroplano se h a quedado sin co m bus tible. Tod os sus de pósito s es tán secos; Baum an n se vio obliga do a aterr izar a la vista de su objet ivo. La sección de carga de l avió n no ha sido manipulada y a ú n contiene un gra n su rt ido de es pecímenes y mu est ra s re unidas po r la gente d e Starkweather dura nte su estancia en la Ciudad, así como u n mode sto aprovisionamiento de comida enlatada, y más raquetas de nieve sujetas a las cuadernas de l avión . Casi todos los bultos es tá n bie n seguros bajo los ban co s o a ta dos a la s pare des. Los únicos obje tos sue ltos son los de un a taquilla de eme rgencia tr as el a sient o del pilo to: otro par de ra quetas de ni eve, una caja vacía d on de se guarda ba la p istola de benga las del avión y su carga, y la funda de lona de una de las tien das portát iles . En el sue lo , bajo el asiento del copiloto, hay un grueso saco de lona que contiene varias pied ras neg ras mate, frías y untu osas al t acto, que va rían en ta maño desde la an chura de la uña de un pu lgar ha st a ca si la de la palm a de la ma no de un

h ombre (és tas son Semillas). El guardiá n debería perm itir que cualquier invest iga dor que explorara la zona circu n da nte a la Torre del Constructo rea lice tiradas de Idea para reco noce rlas . Piedr as igu ales a ésas aparecía n dise m ina das por doqui er en el valle, so bre tod o en el ex tre mo occi de n tal. Algunos m onton es peq ue ños de esas mi sm as rocas po día n enco nt ra rse también al fina l de l se n dero q ue co nd ucía al Valle de la s Tormen tas. Apunte para el guardián: Si la piedra

Iocalizadora delascuevas delCampamento Lake seacerca en un radio detres metrosa una de las Semillas, se calentará rápidamente hasta que resulte imposible sostenerla. salvo con gruesos guantes. Si la localizadora se acerca a un palmo o menos, se romperá y quedará inservible, causándolea quienlasujete 1D2puntos dedalia. No hay arm as n i m unic ión a bord o del apara to. Desapa recieron todas dura nt e los alte rcados en la Ciuda d . Hay un gra n botiquín de primeros a uxil ios que ha sido abierto y revuelto . Cas i todos sus co n te ni dos han desaparecido. Un cuidadoso escrutinio de l aparato revela su tiles in dicios de proble mas a bordo (un pa r de ag ujeros de bala e n el casco, y pequeña s go tas o m an ch as de sa ng re en la zon a de carga j,

pero en ta n inusual entorno re sulta difí cil det erm in ar cuá n do se pr odujeron . Repostar: Si se puede acarrear combustibl e de av iac ión ha st a el ap arato desd e el pues to de a pro vision am ien to , se tarda rá una h ora apro ximada e n repos tar e l Boein g. Debería n emplearse una o dos hora s ad icionales en comprobaciones , ca lentar el m ot or y rea lizar reajus tes ; el aeroplane es tará listo para volar tre s hora s des pués del inici o de la ope ración. Para más detalles, véase la info rma ción refer ente a l mant enimiento d e ~ pa r a tos e n el Apé n dice 2, el Manual de la An tárt ida.

VIAJAR POR TIERRA Los in vesti gadores qu e d ecidan viajar a pie d e un punto a otro de scubrirán q ue re sulta se n cillo, aunque no es tá exe n to de so rpresas. La nieve y el h ielo en alguno s lu gar e s so n viejos y frágile s; un pa so e n fal so en es tos lu gar es e n tr a ña el peligro d e at ravesar un a fin a co rtez a e ir a para r a un a de pr esión, to rcié ndose o in cluso rompién dose el tobill o. Las ari st a s de hi elo roto pue de n co rtar o rasg ar la ca rne exp ues ta, y esas h erida s requ ie ren at ención m éd ica . El terreno, uniforme e n

Biografía y características de Baumann y Rucker HERMAN BAUMANN, 28 años, Piloto del Campame n t o Lake FUE 13 CON 16 TAM 14 lNT 11 POD 15 DES 15 APA 15 EDU 14 COR 55 PV 15 Bonificación al daño: + 104 Armas : Pist ola au tomática Mauser M1932 40 %, daño 1D10 (d isp ara 1 o ráfaga) Habilidades: Con d ucir a u tomóvil 75%, Con d ucir m aquinaria pesada 20 %, Crédito 65%, Descubrir 40%, Elec tricida d 20%, Equitación 40 %, Esqu iar 40 %, Geo logí a 20%, His toria n atu ral 15%, Mecánica 75%, Pilo tar avión 90%, Radi o Ope rador 35%, Sa ltar 35%, Supervive nci a en el Polo 35%, Trepar 65% Idiomas: Alemá n 71%, Finlandés 40%, Francés 50%, In glés 80 %, Sueco 30% Herman Baum ann, pilot o en jefe de la expedición BarsmeierFal ken. es un hom bre arroja do a la usanza de los heroicos pilotos de la s películas. Au n que se preo cu pe m á s por la ima gen que por la seg ur idad, sig ue sie ndo un aviador du ch o. Fu e elegido para la ex pedició n debido a su s contact os en tre las altas esferas y por su exp eriencia de vuelo en clima s fríos en Suecia y Finlandia . Si no se le vigila de cerca, practicará acrobacias esca lofriantes, oomo el vuelo rasante a su llegada al Campamento Lake. Su habilidad le permite salir bien parado de estas situaciones... por ah ora. Es un excele nt e mecánico de aviones, dado que las tienda s de recam bios escasean en el Ártico. Es u n alpinista experto, y ta m bié n mi embro de la Schwdbische Hohlenvetein (un a so ciedad de espeleología) . Ha ex plor ado una gran can tidad d e cu evas por toda Europa. La cla se le importa más qu e la nacionalidad, aunque es ba stante tolerante para la época . Es con scien te de su atracti vo para las mujeres y los medios de comunicación, e intenta

no parecer dema siado ans io so por ganarse las atenciones de una s y de otros... aunque no desdeña ni nguna . Baumann se parece a Errol Flynn, es alto y atlético, con un fino bigote, larga bufanda de seda y casco de cuero. Su inglés es perfecto, con un leve acen to a clase superior brit án ica. DOCTOR MAXWELL RUCKER, 36 años, Geólogo del Campamento Lake FUE 10 CON 10 TAM 10 INT 12 POD 10 DES 09 APA 08 EDU 15 COR 45 PV 10 Bonificación al daño: ninguna . Armas: Pisto la Luger POS 30%, daño 1010 Habilidades: Con d ucir maquinaria pe sada 30%, física 35%, Esquivar 20%, Fotografía 30%, Geología 55%, Mecá nic a 30%, Química 20%, Regatear 25 %, Trep ar 4 5% Idiomas: Alemán 70%, Francés 60%, Inglés 40%, Italiano 60% Maxw ell Rucker es el geólog o qu e acompaña a l gru po alemán al Campamento Lake . No le interesa la h istoria, ni ciencias blanda s como la antropología, ni siquiera los primigenios (tra s un arqueo de cejas in icia l) . La lógica es su dios y, en la Antártida , el doctor Kla us Falken es su máximo represen tante . Rucker in sistirá en que cualquier alejamiento de ob jeti vos ventajosos ha de contar con la aprobación de Falken; por su ert e para el doctor Meyer y el docto r profesor Uhr, Rucker tambi én es esclavo de la jerarquía. Pese a su aspecto en clenqu e, Ruck er es un hombre de spiadado. Ruc ker es un individuo de rostro rechoncho y rosado con ojos castañ os indagadores que miran a todas partes menos a los ojos de su interlocutor, lo que le confiere u n a apariencia de eterno cu lpa ble . Su voz su ele ser baja y ca rente de inflexiones . •

- MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LO CURA-

-Capítulo trece: Una f l e c h a voladoraa pariencia. ascie nde y desciende en intermi nables on d ulac iones hel ad a s. yestá su rca do de es trec has fisura s y gr ie tas oc ultas por la nie ve. La s per son a s qu e ca m ine n sobre raque tas de ni eve. o los amplios es quís de un aeroplano. corren poco peligro. pero pisar con cal zado norm al pod ría res ultar arriesga do . Para ca minar con cuidado hay que calcular bien cada pa so; por es te moti vo. el av ance es más lento d e lo qu e pod ría es perar la partid a. Tres kilóm etros por hora es un prom edi o exce le n te para una ru ta in explorada. Kilóme tro y med io por hora se ría lo normal. Cada mi embro de la part ida necesita tener éx ito en una tirada de Suerte pa ra ev ita r qu e le ocur ra a lgú n accid ent e. a m en os que ya es tén famili ari zad os con ese tip o de terren o o se ben efi cien del éx ito en u na tirada de Supervivencia en el Polo . El fallo im plica que el personaje ha me tido el pie en una gri eta o en un hoyo y sufre I D4 - 1 puntos de daño. Los per so najes con un 25% o má s en Supervive ncia en el Polo no neces itan su perar la ti ra da de Sue rte. Los invest igad ores que lleven raquet as pa ra la ni eve también podrán eludi r los peligro s del terreno. El Selle no tra nsporta n ingu na. pero aún qued an cua tro partes a bordo del Weddell. Viajar a pie utili za nd o raq ue tas pa ra la ni e ve es una ta rea ago tadora. no obstan te. y redu ce el ava nce de los ine xpert os a kilóm etro y medio por hora ; los qu e estén en buena form a y ya conozc an esta s raqu et as podrá n ha cer un buen promed io si se arri esgan a suda r, La part ida tardará dos hora s en cubrir los cinco kilóm etros qu e separan al Weddell de l alijo; má s en cond iciones clim at ológicas adversa s. tales com o niebla o venti sca de nieve (que podría atrapar a los in vestigado res si és tos siguen en el suelo pa sada la 1 p.m.). o si viajan con persona s inca paci tadas o qu e lleven raqu et a s de ni eve. Si la pa rt ida llega al cam pame n to proced ente de otro lugar qu e no sea el Boeing. el guard ián debería aju star el horario según sea nec esario.

a partid a de rescat e Ba rsm cierFal ken llega al puest o de aprovisiona miento hacia la s 7 p.m . del 7 de diciembre. J bord o del Graf Zeppelin, una enor me aeron ave rígida ca paz de reali zar el viaje de má s de mil kilómetros sin repo star.

L

Desde el suelo se percibe al dirigible como un a enorme sombra que oscurece el cielo; cuando cese el viento. el ronco zu m bid o de sus motores se conve rt irá en u n murmullo cons ta n te de fondo . Si Rucker y Baumann siguen en la tie nda tran smi ti rán un brev e mens aje de bienvenida a la aeronave. informando al mundo de que han llegad o sus res catadores. Los radi o ope radores a bordo del ingenio han seg uido las transmi siones des de el alijo. y son capaces de rea lizar sus pro pia s tra n smisiones cua ndo sea necesario. La s po tente s rad ios a bordo del Gra] Zeppel i n pueden alcanzar la costa sin problema s. Si se ha interr umpido el con tacto con lo s h omb re s de l p uesto. lo s resca tad ores vola rá n J ito y con cau te la, inseguros de lo qu e ha ocur rido y poco dispue st os a arriesga r la seg ur ida d de la nave y de su tri pul ación. El capitá n del ingenio. el docto r Hu go Eckcner, ha recibido instruccione s de cumplir con su mis ión a toda costa. pero es un hom bre práctico. nada confiado. Cua ndo llegu e el dirigib le. los in ves tigadores per derá n ca si cua lquier opo rt un idad de ac tua r con tra la otra pa rtida . El Graf Zeppelin no pod rá poner en tierra a un equipo ha sta qu e ces e el viento a la s 9

p.m .. pero flotará en el cielo igua l que un tiburón negro. a tre scie ntos me tr os de la superficie. es pe ra ndo pac ien te a qu e se d isi pe la nie bla . Los in vest igad or es no podrán despegar ni move rse ha st a qu e se ha ya ido el ingenio. Llega do s a este pun to. resultará su m a ment e difíc il silenciar a la part ida del alij o sin dejar ra stro s qu e conduje ran a los rescatadores ha sta los in vestigad ores. Pasada s la s 9 p.m .. el in gen io pod rá aproximarse al sue lo. La n ieb la evita que los re scatad ore s di stingan el cam pam en to pero. si la partida de l alijo sigue ilesa. di sparar án una ben gala o en cend erán una fogat a . La na ve resp onde baj ando a tr es hombres. ent re ello s un médico. en pa raca ídas . El médico se ocu pará de Rucker d ur an te hora s. mi en tras los demás se entr ev istan con Baum ann y a segu ran el cam pa me n to. Si los hombres del alijo guard an sile ncio cuando llegue el dir igible. el m édi co y los demás no salt arán ha sta que el tiempo se ha ya de spejado por comp leto . El Graf Zeppelin flot a rá en lo alto del cie lo ha sta ese moment o. ant es de desce nder con cautela cuando el campamen to ha ya sido a segurado . Estos hom bres han recibido órdenes de qui en e s conocen la hi storia de Dyer.

Previsión meteorol ágica, 1-11 p,m" 7 die. Ominosos hilachos nubosos comienzan a ad entrarse en el perímetro del puesto de apro visionamien to a las 10 a.m . del día 7; par a la 1 p.m .• el mal tiempo se habrá adueñado de la región . Las fuert es rachas de viento dificultan el despe gue e imp osibilitan el aterrizaje; el hielo y la nieve se acum ulan en el aire ha sta formar una espesa neblina blanca que reduce la visibilidad en el suelo a meros centímetros y convierte el viaje por tierra en una pesadilla. Baumann y Rucker, a salvo en su tienda. se conforman con escu char la tormenta a su alrededor. Los investigadores. en una situación más expuesta. afrontan un grave inconveniente; sin embargo. si ya han llegado al puesto de aprovisionamiento. disfrutarán de una excelente cobertura para cualquier acción que emprendan. Nadie. ni desde la tienda ni desde el aire. los verá hasta que ha ya amainado la tormenta de nieve. Los vientos y la nevada mueren pasadas las 9 p.m . Llegados a este punto. la situación climática se convierte en un clásico resplandor sin sombras . Ni viento. blancos el suelo el cielo. ni horizonte debido a la nívea bruma. y muy poca visibilidad. Los sonidos se amortiguan y la orientación es incierta. Desaparecen las sombras. Vuelve a ser posible viajar. pero la única ayuda a la navegación la proporcionarán las brújulas magnéticas. y éstas han perdido fiabilidad desde el daño y la reparación del Constructo. Los aviones podrían despegar. aunque habría que desenterrarlos primero; si intentan volar. lo harán a ciegas . Aterrizar en medio de la bruma sería un suicidio seguro. Cualquier marca o huella que dejaran los investigadores en el suelo habrán quedado cub iertas por los efectos de la tormenta. Los rastros dejados después de la s 9 p.rn. permanecerán a la vista durante varios días. Hacia las 11 p.m. se desvanece la niebla y se restaura la visibilidad normal. Tras la tormenta. tanto el aparato como la zona del puesto de aprovisiona miento se encuentran parcialmente enterrados en algo más de un metro de hie lo y nieve. que deberán ser excavados si alguno de losaeroplanes quiere volar. Rescatar a cualquiera de los aviones de la nieve llevará unas cuatro horas de trabajo manual. tras las que se deberán seguir los pasos adecuados para calentar los motores y comprobar los controles del avión . •

Se esperan problemas, e informarán al mundo si se los encuentran. Si el Selle hubo aterrizado en un radio de un kilómetro y medio alrededor del puesto de aprovisionamiento o del weddell, los observadores de l dirigible lo divisarán y lo investigarán . Esto podría implicar futuras comp licaciones para los investigadores si han ca usado prob lemas en el alijo y todavía no han abandonado la zona . La nave permanecerá cerca del puesto hasta que se despeje la niebla por completo a las 11 p.m . En ese momento bajarán un arnés al fina l de un cable largo, y los hombres y objetos de valor del campamento serán izados de uno en uno, empezan do por el herid o Rucker. Cada viaje cab le ar riba, des de el sue-

hombres del alijo están muertos o ausentes, la tripulación intentará arrestar a los investigadores y descubrir la verdadera versión del asalto. Cualquier investigador capturado será confinado a bordo del Graf Zeppelin e interrogado por el capitán. No volverán a pisar tierra firme has ta que el dirigible aterrice en Buenos Aires, diez días después. El cap itán de la aeronave no llevará a

después de recoger a los refugiados de la EBF y su cargamento, y llegará a la base del mar de Weddell en veinticuatro horas. Tanto si los inves tigadores completan con éxito su misión como si no, si se que dan rezagados en el h ielo cua n do la aero nave se haya ido podrían rec ur rir a los alimentos y a l combustible de l puesto de ap rovisionamiento.

ningún a ningún lugar a me~~~'PJ~~~~~~~~~;;~~~. nos queinvestigador estén arrestados o necesiten atención médica inmediata.

REGRESO AL CAMPAMENTO LAKE

lo hasta el dirigible, tarda más de un m inuto. Una vez ha ya sido despejad o el campamento, el Graf Zeppelin mani obra rá hacia el lugar donde aterr izara el Boein g. Una vez más, desciend en algu nos hom bres, exa minan e! lugar, recogerán cua lquier muestra y efectos de la Ciudad que pu diera hab er presentes y los izarán a bord o. Cua ndo se haya completado tod o el pro ceso, la nave pondrá rumbo al sur y parti rá ha cia el campamento base Bar srncicrFalken a la 1 a.m .

Contactar con la aeronave Tal vez los investigadores decidan pon erse en contacto con el Graf Zeppelin, bien sea pa ra solicitar ayuda para los su perv ivien tes del Campamento Lake o tra s urdi r un plan de sabotaje. El contacto podría ser por rad io o personándose an te los para caidistas. El cariz de este encuentro depen derá de lo qu e haya ocurrido ya en el pu esto de aprovi sion amien to. Cualqu ier información que reciba e! persona l de la nave será tra nsmitida en seguida y en detalle a la base principal Barsmeier-Falken. Tran scurrida una hora desde la transmi sión , gran parte de és ta estará en manos de los servicios de com u nicación . Si los investigadores son descubiertos po r una tri pu laci6n suspicaz, y los do s

Losinvestigadores heridos que suban a bordo serán tratados con cor tesía por parte del oficial médico de la nave , pero perman ecerán estr ictamente confina dos en sus camas y serán entregados al cuida do de un hospital en Buenos Aires en el transcur so de una sem ana, qu edando así desc arta dos de! resto de la aventura ártica . Si la tr ipulación del dirig ible conoce el desast re ocurrido en el Campamento Lake por boca de cua lquie ra de los ba ndos en el alijo, una m isión de rescate de la EBF con siste nte en dos Jun kcr s y un a g rá n can tidad de alime n to, combus tible y oxígeno llegar á a l Campame n to Lake a primera hor a de la mañana el día 9 de diciembre. Esta partid a de rescat e contiene periodi sta s perten ecientes a varios servicios de noticias de to do el mu nd o que in formarán con reg ularidad. Los invest igadores será n ensa lzados como héroes por un mundo que los ado rará ... a men os qu e esté n ac usados de ases ina to .

Las reservas de combustible de aviación de l pues to (unos 1700 litros) bastan para repostar en parte tanto el Selle como el Weddell; si ambos pudi eran vola r de regreso al Ca mpame n to Lake habría es pacio de sobra para come nza r a evac ua r a los supervivient es de l Campa me nto Lake de vuelta a la costa . Aq uí se pres upo ne que hay suficien tes pilo tos disponibles . Al men os un pi lo to adicional, La w re n ce Long fe llow, ag uarda en el Cam pa me n to La ke por si es necesario. El viaje al ca mpa me nto y vue lta pa ra tr aerl o cos taría al m en os dos hora s y 600 kilómetros de com bus tible. Si los in vestigadores es pera n a qu e se aleje el Graf Zeppelin par a reali zar el viaje, podrían est a r de vue lta con Lon gfellow a n tes de las cua tro, y los dos ap ar a to s es taría n de n uevo en el Campa me n to Lake ant es de las 10 a.m . del día 8, justo a tiempo para rescatar a los hom bres y muj eres q ue q uede n aú n e n la Ciu da d de los Prim igenios.

ABANDONAR EL PUESTO DE APROVISIONAMIENTO

DETALLES LOGÍSTICOS

Los investi gadores se lo guisan en este capítulo, as í qu e ellos se lo tendrán qu e comer. Los efec tos de la cadencia de los acon tecim ient os sobre sus planes se perfil an en la tabl a adjunta, aunq ue las opciones bá sicas son escasas. O bie n comp letan su misión y se encuentran lejos an tes de que se les eche enci ma el tempo ral a la 1 p.rn., o de lo contrario deberán espe rar al me no s diez hora s. El Gra]Zeppelin se aleja de la zona del alijo a la 1 a.m . del día 8, inm ediatam en te

Los per son ajes con Pilot ar Avión o Con du cir Maqu inar ía Pesad a poseen los cono cim ien tos necesari os pa ra determinar los requisitos de los apara tos y la autono mía de sus comb us tibles. Calcula n que 150 0 litros es com bus tib le suficie nte pa ra que el Weddell vue le de reg reso a l Campamento Lake y de allí a la costa , con unos 200 litros de sob ra. Si los 360 litros res tantes se cargan en los depósitos del Selle, ésta pod ría rea lizar sin problem as el viaje de reto rno al Campamen to Lake, y luego sobrevolar las mo nta ñas hacia la Ciudad por

-MÁs ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA-

-C a pítulo trece: Una f l e c h a voladoragar á a l Campamento Lake a primera fiara de la mañana del día 9 de diciembre. La partida de rescate cont end rá varios periodistas perteneci ent es a distintos medi os de comunicación de todo el mundo, que en viarán informes de forma regular. Los investigadores podrían salir de ésta aclamado s como héroes ; en tal caso , sólo ellos sabrá n el grave peligro que ent raña tanta at en ción para el mundo. •

Si la partida vuela con el Boein g de regreso al Cam pame nto Lake tra s la mar cha de l

dirigible, los investigadores qu e viajen en el aparato deberían reali zar una tirada de Idea o ten er éxito en un a tirada de Descubrir para perc atar se de que varios de los estuches de mu estras y apuntes han desaparecido de la zona de carga, es de pr esumir qu e afanados por los hombres a bordo de la aerona ve. La bolsa de Semillas que estaba bajo el asiento del copiloto también ha desaparecido. Por último, si los investi gad ores no consiguieron contactar abiertamente n i con la part ida del a l ij o n i con lo s rescatadores de la EBF, los res ultados serán los mi sm os que si los investi gad ores hubieran solicitado aux ilio. Una m isión de rescate cons iste nte en dos Junker s y una gran cantidad de vívere s y combus tible lle-

7 de dic. - Los in vesti gad ores sigu en a _Baumann y a Rucker ha sta un puesto de aprovisionamiento Barsm eier-Falken situado a un os 300 kilómetros del Campamento Lake. Tendrán que decidir qué

hacer con los desert ores, bien sea ne gociar con ellos o ases inarlos . Al cabo de a lgunas hora s, el mal tiem po se adueñará del alijo, at rapando a todos los investigadores que sigan allí. Una

mi sión de rescate proced en te del campamento pr incipal Barsmeier-Falk en llegará en el ín terin, complicando aún m ás la s cosas . •

última vez para devolver san os y salvos a Lexin gton y a los demá s. Repostar ambos aviones ocupa un as do s hora s, incluido el tiempo necesari o para cargar y transportar los bidones necesarios en tre el pu esto de ap rovisionamien to y el Weddell . Asimismo, el alij o alberga alimento suficiente para que todos los ocupantes del Ca m pame n to Lake coma n durante dos día s más si se cons igue qu e los víveres lleguen has ta ellos; tod o podría caber sin prob lemas en el espacio de carga del Belle para el br eve salto so bre la s estr ibaciones .

REFLEXIONES

E

l f ino airede lasaltitudes de la meseta de la Ciudad no ocultaba nada. La luz roja del feblesolantártico proyectaba largas sombrassobrela pista de aterrizaje y el campamento, iluminando las tiendas derribadasy reducidas a jirones, los patéticos escombros disem inados por el hielo, y la silueta corcoveada y derretida delmalogrado avión. No se escuchaba ningún sonido en el campamento asolado. Nada, salvo los chirridos y loscrujidos de las botas del equipo de rescate contra el hielo, las trepidantes bocanadas de aire, y el eterno y tenue silbido procedente de las lejanas espirasde las monta ñas. - Me parece que llegamos demasiado tarde - dijo alguien. - Que el Sellar seapiade desus almas -s-sentenci áotro.

Resumen para el guardián .En este capítulo, los investigad or es regr esan una vez más sobrevo lando las Monta ñas Miskatonic, e n esta ocas ión para rescatar a los camar adas rezagados en la Ciu dad de los Primi gen ios. Los investigad ore s no pueden sa be r de anteman o qu é se van a encon trar en la otr a cara de las mon tañ as. Lo qu e saben es que h ay al menos tres persona s qu e resca tar, así como va liosas fotografías y film acion es de las yerm as altitudes de la m e seta. Este capí tulo represen ta un obstáculo cru cial para los in vestigadores. Aquí es posible, si lo s in ve st igad ores dejan que los primigenios destru yan su aparato, que toda la expedición se vea condenada a un solitario fin más allá de las Mont añ as de la Locura. Las cosa s han cambiado desd e qu e la partida se fuera d e la Ciudad . Moore y los demás supervivien tes ya no se enc uen tran en el lugar don de a terrizaran por prim era vez, sino que h an ava nza do un J rech o para bu scar la segur ida d de unas ruina s, desde donde pu eden prot egerse m ejor de los estragos de los in h umanos habitantes d e la Ciudad . Lexin gton. con cá m aras y pelícu la a cuestas, se en cuentra en la s colina s circundantes y regresará a tiem po de impli car se en el fina l del capítulo. El capít ulo les plantea a los jugadores un dilema lógico de supervivencia . Los

primigenios, pr evenidos de la pres en cia de humanos, han preparado un ataque defi n itivo con tra el campamento a fin de con seguir los recam bios que tanto neces itan para su máq uina del Constru cto . Los in vesti gad ore s deb erán encontrar la forma de prote ger su aparato, a sí mi smos y a la partida de Lexin gton del asa lto de sespe rad o de los sere s, al tiempo qu e su ben al gru po de la Ciudad a bordo del avión para salir de allí. Este capítulo tiene lugar en un m omen to en el que los investigadores probablemente no qu ieran má s qu e irse a casa y olvidarse de todo . En lugar de una sencilla operación de recogida y marcha , se enco nt rarán en medio de un delicado punto muerto. Al jugar e ste capítu lo, el guard ián de bería ten er en cuent a en todo mo mento que los propósitos de los primigenios han de con st ituir un mi ster io, a un cuando los jugadores ha yan adivinado sus intencione s. Los seres son alienígen a s, astutos, y están desesperados por proteger se y garantizar su supervivenc ia; la seguridad de la partida del Antártico y de l resto de la ra za h umana les trae sin cu idado, sólo les interesa utili zar a los humanos para m a n ten er su maquinaria en funci onamiento ha sta qu e puedan reali zar re pa raciones m á s permanentes. A los seres no les gus tan los hombres. Cada una de sus acci ones deb ería ser ex tra ñ a, vag a ment e h or rible, y amenazad ora . Esto es, a l fin y al cabo , u n relato de los Mitos.

E

l pequeño grupo de su pervivien tes de Moore ha estado ocupado des de la march a de los invest iga -

dores. Lexington. acompañada de Prie stle y o De witt, se e nc ue n t r a al pie de la s estribaciones de las montañas en la cara pr óxima del Paso de Dycr, filmand o metr os de película esc ogidos con cuidado de terre no h elad o e in hóspito. Moore y Mile s siguen en la Ciuda d, junto al doctor Meye r y cua lq u ie r su pe rvivie n te de l equipo Starkwea th er-Moore. Durante.yaria s horas tra s la marcha del Selle, los mi embros de la s ex pedi cio n es combinadas continuaron con su trabaj o de cata logación de sus hallazgos en la ahora aso lada Ciudad . Acacia se ha llevad o dos de las cua tro bombonas de oxígeno restante s, jun to al equ ipo de film ación, h acia las estribaciones ; los com pone ntes del gru eso de la partida permanecen sen tados en silen cio en su cueva artificial . tom ando apuntes y espe ran do a que los rescaten . Aproximadamente och o horas despu és de la ma rcha de los inve st igadores, los prim igen ios ataca ron el cam pa m en to de

- MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOC URA-

-Capítulo catorce : Mis i 6n d e caridadMoore . Los exp loradores cons iguieron repeler a los atacan tes pero, duran te el combate, se gas tó gran parte de la m un ición resta nte y sufriero n da ños el eq ui po y los víve res d el ca mpa me n to . El p rofesor Moore decidi ó tra slad ar a los supervivien tes lejos de los peligros del campamento exp ues to . El campame n to se mov ió var ios cien tos de me tros, desde la zona de aterrizaje a los edificios derr uid os de las proxim idades , más resguarda dos'y fáciles de defen der. Con mu y poco oxígeno restan te, el tras lado fue agónico y peligro so. El profe sor Moore quedó atra pado bajo una roca desprend ida que le ap lastó la cadera y una pierna, y fu e llevado al ref ug io en el tri neo de emergencia del ma logrado Enderby, Desde entonces , poco ha cambiado. Los primige nios saben ahora que las armas de los humanos pueden alcanza rlos a gran distancia, mient ras que la s suya s, más pode rosas, no pueden ser utilizadas sin corre r el riesgo de dest ru ir a los exp loradores. Dado que los seres quieren a los humanos sólo como recambios para el Constructo, se ha llegado a u n punto muer to. Los huma nos de l ed ificio no se atre ven a salir de allí. Tienen heridos y otros de los que cuida r, y les queda muy poco oxíge no como pa ra tr aslad ar se de nu evo y repele r un nu evo at aqu e. Lo único qu e p ued en h acer es es pe ra r a que veng an a resca tarl os. Lo s fot ógr afo s vis l u m bra rá n e l aeroplane de los investi gad ores cuando éste vuele de cam ino al cam pame nto. Em pa que tará n sus pert en en cia s de inmediato y el equipo de rodaj e habrá em pre ndido el regreso al campamento pa ra cuando lleguen los in vesti gad or es. El grupo se muestra alerta pero es tá pobrem ente ar m ado, d ad o qu e sólo disponen de la pistola Luger d e Meye r y de tres ca rtuc hos en el rifle de Acacia par a defend erse.

El plan de los primigenios Los cuatro primigenios rest ante s de la Torr e del Con structo andan cerca . Vigilan la plaza y la torre en ruina s, con la int enci ón d e captur ar a varios humanos par a em plearlos en la cont in uac ión de las reparacion es del Cons truc to. Han tramado sus pla nes para cons egu irlo . Los obje tivos in me diatos de los primigeni os son los sigu ien tes : • Evita r qu e hu yan los human os. Esto significa de st ruir o des man te lar todos los veh ículos y mant en er a los hu manos en territ orio a bierto dond e pue da n ser secues trados a volun ta d . • Captura r al men o s a tres de los hu manos restantes, o m ás, si es posible. Esto

significa que no int ent arán matar a ning ú n human o a menos que no les qu ed e otra a lternativa o si consiguen ap resa r a tantos como deseen . Cinco human os es un núm ero razonable para efec tuar reparaciones inm ediat as en el Cons tructo y anticipar pos ibles averías en el futu ro. • Perm anecer a sa lvo. Los seres no se exponen a más peligro del que sea es tri ctam ente necesario. Se retirará n al pr imer indi cio de amenaza seria , a menos que eso sign ifique que vayan a escapar todos los h uma nos . Los prim igen ios ha n ap rendido a res pet ar las escopetas y los rifles que portan algunos de los hu man os, y p ueden verlos sin dificult ad a gra n dista ncia. Evitan acer carse a part idas qu e lleven ar mas si pueden conseguir presas más fáciles . Las pisto las y la s a r mas más pequeñas , n o obstante, su ponen una amenaza de spreciab le para los pr imigenios, que ignoran

las ba las de la s pistolas a menos que sean her idos de consideración . Los prim ige nios atacan des de el aire, empleando su velocidad y fue rza supe rio res pa ra reducir a su presa, an tes de en volverlos en sus brazos principa les y llevá rse los en volandas. Dos seres pue de n volar sin dific ulta d m ien tras cargan con un h uman o adulto entre am bos , aun que uno solo podría tr an sport ar la mi sm a carga dura nte dis tancias de dos o tr es kilómetros . Los prim igen ios tienen un valor de movim ien to de la cua n do vuela n en com ba te, más rápido qu e un hombre a la carrera, y p ue den volar durante t iempo indefinido a velocida des de has ta cien kilómetros por hora . Cuando lleguen los invest igadores, los primigenios ya habrán puesto en marc ha sus planes para sacar a los refu giados humanos de su santuario a fin de poder captura rlos más. fácilme n te. A tal fin, los primige nios han vincu lado por medios mágicos a un

Gente qu-e sigue en la Ciudad Al com ien zo d e este capítulo, sólo u na s pocas personas perma necen m á s allá de las Mont añ as de la Locura . Varios de los primeros exploradores de la Ciudad han muerto, y los dem á s se en cu ent ran h erid os o han enloq uec ido. Tod os los su pervi vientes están en la Ciudad de los Primigenios, o cerca de ella. Resulta imposible de cir cuáles de los personaje s no ju gadores del plantel de la exp edición fueron elegid os pa ra sobrevolar las montañas . El gua rdián redactó la lista en el Capítulo Nueve, lista qu e rellenó con los in vestigadores jugadores. A continuación ofrecemos u na lista su cinta de exploradores no jugadores que esperan a ser rescatados, así como su condición actu al. El guardián debería determinar qu é miembros de otra s expediciones permanecen en la Ciud ad, así como su . condición actual. si es que permanecen con vida.

EL EQUIPO DE FILMACIÓN • •

Acacia Lexington - Está en las estribaciones con el equipo de filmación. Goza de buena salud y sigue de una pieza . Albert Priestley - Está en las estribaciones con el equipo de filmación, a menos que los investigadores lo sacrificaran para reparar el Constructo en el Capítulo Once. Si está presente, gozará de buena salud y seguirá de una pieza .

EL CAMPAMENTO DE LA CIUDAD • •

• •





Patrick Miles - Es el encargado en mejor forma del refugio de la torre. Goza de buena salud y sigue de una pieza. WilIiam Moore - Está en el refugio de la torre . Se mantiene alerta, pero está incapacitado; un desplome rocoso le rompió una cadera y la pierna mientras cambiaban de campamento. No puede caminar y sufre constantes dolores. Johann Meyer - Está en el refugio de la torre. Sigue sin recuperar la cordura. Ralph Dewitt - Dewitt goza de buena salud pero tiene un brazo roto, que lleva en cabestrillo. Si Priestley sigue vivo y junto al equipo de rodaje, Dewitt estará en la Ciudad ayudando a Miles. De lo contrario, Dewitt formará parte del equi po de filmación, dado que Lexington no puede aventurarse sola ahí fuera. Alan Rustan - Está en el refugio de la torre. Sufrió graves heridas en las manos durante el primer ataque de los primigenios. Por lo demás, goza de buena salud y sigue de una pieza. Douglas Halperin - Si los investigadores lo redujeron sin matarlo en el Capítulo Once o en el Doce, Halperin estará maniatado en el refugio de la torre. Sigue sin recuperar la cordura . •

shoggoth. que estará abriéndose camino a través de los túneles ha sta un lugar próxi- . mo bajo la ruin a de Moore. Emerg erá para espantar a los humanos cuando se present e la oportunidad. La llegada en avión de los investigadores tra stocará estos planes, si bien no de man era significati va. Tan sólo implica que los seres int entarán desmantelar an tes el nuevo aeroplane, como ya hicieran con el vehículo de la pla za, antes de ocuparse de los humanos. Los primigenios son criatur as inteligentes y cautas. No se enzarzarán en com ba te contra un enem igo bien armado. Si cua lquiera de los seres pierd e .más de 10 puntos de vida, todo el gru po se apres ur ará a retirarse, llevándose con ellos a los humanos que hayan con seguid o captur ar. Cuand o peleen con los humanos, el objetivo de los entes será siempre incapacitar y apresar. No pretend er ases inar y. por ejemplo, no utilizarán el aparato perturbador sobre un humano a meno s que ésa sea la única forma de garantizar la supervivencia. Este reparo n o es ób ice para qu e los seres amputen manos o incluso extremidades enteras para lograr sus fines si es necesario . Sila partida dem uestra estar dema siado bien armada para que ellos se acerqu en , los seres incluso podrían recurrir a arrojar piedra s y bloques de hielo sobre los investigadores armados desde gran altura, lejos del alca nce de las armas pero con una probab ilidad de DES Y2de golpear a un investigador inmóvil (la posibilidad de impactar a un investigador consciente de esta ame naza será nu la) . Los primigenios dispon en de dos potentes armas a su disposición . Una es el shoggoth, antes mencionado; la otra es el instrumento perturbad or, de scrito más adelan te, que se suele emplear para at ravesar paredes o estropear maq uin aria .

E

l vuelo de regreso sobre la s monta ñ as hacia la Ciudad es m uy rá pid o . La ga lern a que azot a el pa so, ahora de smoronándose, y se abre paso ha sta el Agujero Frí o eleva al aeroplane y lo propulsa a una velocidad esca lofriante. Igu al que an te s, es necesario su perar una tirada de Pilota r para cruzar el pa so sin percances . Un fall o al volar hacia la Ciuda d, n o ob stante, significarí a poco m ás qu e un mom ento o dos de zozobra en el in terior del pa so, a menos que ocurra un de sastre .

La Ciudad de los Primigenios se extiende de nuevo ante los investi gadores bajo un omi noso cielo de tormenta. Lejos quedan los hal os y las señal es en el firmamento . En su lugar, bandas y nudos de nubes grises plat eada s se expa nden hacia el oeste surcando la bóveda azul osc ur o. A lo lejos, las ruinas parecen inalteradas, eternas , abrumadas por el peso del tiempo. Los investigadores ya saben lo en gañosa que puede llegar a re sultar esa apariencia . El vórt ice arr emolinado de nubes sobre el Agujero Frío es más denso y violento qu e antes. Ahora no hay peligro de atis bar siqu iera al Pri sion ero . Mientra s el Cons truc to siga fun cionando a niveles má s normales (por ejemplo, mien tras siga recibiendo criatu ras pen santes fresca s que lo alimenten y lo controlen), la prisi ón es tará a salvo de ojos indi scretos. El campa me nto de la pla za es tá vacío . No se mue ve ni un alm a en la pista de aterrizaje . Ni rastro de Lexington ni de los demá s, nadie sale a su encue n tro, y las racha s de viento hace tiemp o qu e han limpiad o la su perficie de hielo de nie ve delatora . Los ocupan tes del aeroplane qu e puedan estu diar la zona circundante repararán en una figura embozad a qu e ondea una cam isa roja de sde lo alt o de una de las grandes estructuras erigidas lejos de la plaza, a unos seiscientos metros del campa mento. No es posib le ident ificar a l indivi duo des de el aire . La siguie nte elección a la que se en frentan los inve stigadores es dónde ate rrizar. Las dos opcio nes más factibles se enc ue ntra n en la plaza . Una sería el antiguo campamento Starkweather-Moore. la otra se encuentra trescientos metros más al nort e, más cerca del lugar do nde apareció el centine la. Aterrizar en cua lquier luga r de la plaza es tarea sencilla, pese al fuerte viento. Es cuestión de de scribir un círculo para planea r a lom os del viento y posa rse . Los perso najes con un 25% o más en Pilotar no necesitará n lanzar los da do s si ya han aterrizado antes en este lugar. Sin embargo, lo má s cerca que podrá detenerse el aeroplane de la posic ión del centinela y el nuevo camp amento será n doscientos metros, debido a la acción del terreno irre gular y cubierto de escombros . E! antiguo campamen to cerca de la pista de ater rizaje or igina l es enc ue ntra a seis cientos metros del nuevo campamento.

En el campamento de' la pista de aterrizaje El hielo rech ina y cruje bajo las bota s de los inves tigadores a med ida qu e se apro xi-

man al campamento. Aquí el aire hace gala de un a inmovilidad sepulcral, pero los dis tantes aullidos y silbidos proc edentes de las altas cumbres conti núa n sonando como siempre. Desde la rotura del Cons truc to, el fino a ullid o elevado a adoptado un tono más brusco y sombrío. El campamento Starkweather-Moore origina l, dond e los inves tigadores dejaran a los demá s, es un comp leto caos . Las cortinas de lona han desaparecid o de las arcadas que cobijaran a los exploradores. Un par de tiendas aún siguen en pie de n tro de la cámara, pero han recibido tir on es y empujones hasta derriba rlas parcialme nte . Sus contenidos se encuentran dispersos y diseminados por el hie lo. Caja s vacías , trozos de ropa , ma teria l de embalaje y efe ctos pe rsona les de scartados yacen abandon ados por doquier. Por tod as partes se aprecian señales de batalla y de una evacuación apr esurada . Hay casq uillos de bala esparcidos junto a la en trada abi ert a, medio congelados en el hielo. Aquí y allá se apr ecian got as y manchas oscur as que sug iere n la idea de sang re y otros fluid os ign oto s. Algun os de los jiron es de ropa, acartonados por las mancha s osc ur as , yace n conge lados en forma s im probables. Los invest igadores que superen una tirada de Idea caerán de re pen te en la cuen ta de la amedren ta do ra simi litu d entre este panorama mud o y los restos en contrados en el Campamento Lake. Sólo faltan los cue rpo s. Llegar a esta escalo friante conclus ión cues ta 0/1 D2 CORo Hay un tosco rectán gulo de lon a plan ta do enfrente de la arcada de la cámara que alojara al campamento, cortado de la pared de una tienda, soste n ido tenso en el sue lo por pique tas met álicas en las cua tro esqu inas . Cualquiera qu e exa mine la lon a podrá leer el siguiente mensaje escrito con los amplios y tosco s trazos de una brocha embrea da : '

J!cn ~J.ei ~ 1Íci#

alacado. el~ lf el aoton. ¡tIcn ~ ido- a la fr.n;¡e ~en~a600 m

¡tIr, al fim:d J.ei caIión~ .

1ew¡an~ lf~ 'ÚÚ IVJ#U:U .

VueI.an. MI"JOlle..

Las huellas de un pequeño número de trin eos o parihuela s conducen en la dir ección indicada. Una robu sta rui na cilíndri ca re sulta claramente visible a poco me no s de 400 metros de distanc ia. Cuando

- MÁs ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOC URA-

-Capítulo catorce: Misión de caridadla partida mira en dirección a la ruina, una figura arrebujada en un parka se yergue y ondea un trapo rojo desde el tejado, gritando y señalando el cielo con amplios gestos. Resulta imposible distinguir qué es lo que dice, aun tras superar una tirada de Escuchar, puesto que el viento se lleva sus palabras . Transcurrido algunos momentos, la figura se pone a cubierto y se pierde de vista.

Lo

QUE QUEDA DEL AVIÓN

El chamuscado Enderby, a escasos metros del campamento e incendiado por Danforth, ya ha sido desmantelado y ni siqu iera sirve para proporcionar piezas de repuesto. Muchos instrumentos y controles han desaparecido de la carlinga, así como un buen número de juntas de metal y cables . La inspección del avión revela que las carcasas y las cubiertas de los motores del vehículo inservible han sido agujereadas y distorsionadas, como si los motores se hubieran calentado hasta el punto de fundirse y luego hubieran sido atacados con potentes ácidos. Gran parte del interior ha desaparecido, y los bordes de los restos están bruñidos y redondeados . Se puede apreciar el mismo efecto en algunos frag mentos de u n propulsor que yace en el hie lo bajo un motor estropeado. La ma de ra muestra la s mismas m u e s ca s y disto rsio nes que el metal, pero no se ob servan señales de calentamiento ni incineración, y.e l hielo permanece in tacto. Por todas partes alrede dor del Bocing apa rece n las m uesca s dejadas por fiadores me tá licos para el hi elo, donde han cami na do los exp loradores . Tamb ién hay marcas más profundas y am plias, aquí y allá, en bolsa s de nieve resg uardadas; cuñas triang ulares en forma de pica con nervaduras qu e forma n ex traños pa tro nes pun tea dos . A estas alturas, los investigadores deberí an reconocer sin problema s las h ue llas que dejan los prim igen ios en el hielo. También resul ta senc illo enco n tra r sig nos de ba ta lla, aunq ue no mu ch os.

DEJAR SO LO EL AEROPL4NE Si la partida decide acudir en bloque a la torre, dejando el aeroplane vis iblemente desamparado, la figura con el pendón rojo saldrá de nuevo de su escondrijo y, mediante violentos aspavientos, les indicará a los inves tigadores que se alejen de la to rre y regresen a su vehículo, seña lando de hito en hi to a la Ciudad colinda nte y al cielo. Si el guardián lo desea, el éx ito en

TORRE DEL REDUCTO Y ENTORNO

,

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Reducto de Moore

Es combros

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Carrera de baquetas La partida de rescate podrá espera r cua n to le plazca, qu e el grupo de la Ciudad no aparecerá. Si los resca tado res en ciernes desea n reu ni rse con la banda de Moore, tendrán que dirigirse a la torre. El refugio de la partida se enc uent ra a unos cuatrocien tos metros del campamento de la plaza , sobre u n terreno inestable cuajado de escombros. Se tardarán unos diez minutos en llegar has ta allí, deteniéndose con frec uencia para recu pera r el aliento en la gélida atmósfera enrarecida de la meseta .

una t irada d e Id e a les sugerirá a los ju gadores que deberían apostar un vigilan te junto al av ión. Si los investigadores apuestan gua rdias bien armados y visib les ju nto a l aparato, los seres verán las armas y no sa ldrán a la luz. De lo contrario, si la pa rti da al com pleto se dirige a las ru inas, los primigenios entrarán en acción. En cuanto los humanos se hayan alejado más de cien metros de su vehículo y se hayan adentrado en terren o abrupto, un trío de seres surgirá de un cono desgajado a cuatrocientos metros de d istancia y volará veloz hacia el avión. Una de las criaturas carga con una caja de buen ta ma ño (el aparato perturbador) m ientras q ue los demás parecen desarmados . Para más de talles acerca de los en tes y su apa ra to, véanse las carac terí s t icas de lo s primigenios en la página 30. Los seres llegar án al aeroplane de los investigadores mucho antes que los h u manos, que no pueden correr muy rápido ni duran te mucho tiempo en la a tmósfera viciada de la meseta . Una vez allí, el ser que carga con el aparato perturbador se posará en lo alto del al a del apara to y utilizará el ingenio contra los motores del avión. Un radiante vapor az ul oscuro sal drá de la caja y penderá sobre la carcasa del mo tor, aparen tem en te ajeno a las ráfagas de vien to. El me ta l se reblandece de

Si lo desean, los investigadores pueden llevar su aeroplane hacia el norte, lejos del campamento y más cerca de las ruinas. No obstante, el avión sólo puede acercarse a cierta distancia de la ru ina; más allá de cierto punto, el suelo está cuarteado y cubierto de escombros y los restos de las estructuras circundantes. Resulta demasiado abrupto para que pase el aparato, e incluso a pie se debe proceder con cuidado. Al pasear por la Ciudad, la magnitud del nuevo daño es sorprendentemente clara . Muchos de los magníficos restos con los que los investigadores se famil iarizaron durante su primera visita han desapareci do, apilados en montañas de escombros por los temblores de tierra . Otras estructuras que parecían sólidas antes, ahora se ven cub iertas de grietas y rodeadas de casco tes . Incontables calles y callejones son ahora infranqueables . No hay forma de calcular la extensión ni la gravedad de los daños .

La plaza o

100

200m

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inmediato y com ienza a eva porarse d onde en tre en con tac to con el vapor re fulgen te . Al cabo de pocos turnos, la carcasa hab rá desapa recid o y el va por come nzará a erosiona r el m otor que ocultaba . Si la parti da de los inves tigadores va bien armada, ta l vez consigan ah uyent ar a los pri m igenios con sus d isparos ant es de que las criaturas cons igan hacer algo má s que dañ ar levem en te los motores . Incl uso en es te sup uesto, los huma nos se enfrentará n a mu ch as horas de inspección y repar acion es a ntes de qu e el aeroplane pued a volver a volar.

VIAJAR POR TIERRA Si el aeroplane se qued a visibleme nte protegid o cua ndo la partid a em pre nda el paseo hacia la torre, un hombre arm ad o con un rifle saldrá de la ruina y se ace rca rá a los recién llegad os tan depri sa como le sea pos ible, enco n trá ndose con ellos a medi o cami no. El hom b re de mos trará ser Pa trick Miles, mecáni co de aviació n de la exped ición Starkwea the r-Moo re . - ¿Tien en armas? - exclam a-o ¿Rifles? ¿Algo poten te? ¡Por el amor del Cielo, vayan a bu scarla s si las tien en! iLos dem oni os se mantend rán alejados si tenéis armas qu e les inspire n respeto, pero las pistola s no lo s am edren tan en ab soluto! - Miles habla at rop ellad am ente y no deja de mirar en torno, re n ue n te a al ejarse m ucho de su puesto en lo al to de la toINTERIOR DE LA TORRE DEL REDUCTO / I

I

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rre-. Tengo que regres ar - expl ica-oEl profe sor no podrá repelerlos solo si vienen. Si los investi gad ores tienen má s armas a bord o del aeroplane , los ur girá para qu e las recojan d e inm ediato. - iY, por el amor de Dios, ha gan lo qu e ha gan , no dejen que esas abominacion es lleguen al avión! No pode mos resi sti r aquí por mu ch o má s tiempo. Tod os preferiríamos morir antes que ser ca ptur ados por eso s seres. El mecán ico se aleja tan deprisa como le es posible, dejand o a los investigadores para que regresen al avión a recoger sus mejor es armas, si es que no las llevan ya cons igo. Si ya es tuviera n bien pertrechados, tal vez el gru po desee acompañar a Mile s a su cam pame n to. - En tonces, vengan conmigo -responde-oHarán bien en perm an ecer juntos. Al fin y al cabo, el número hace la fue rza.

EL

REDUCTO DE MOORE

El refu gio del profesor Moore es la primera y más acces ible de las ruina s, lo bastan te gra nde y seg ura como para alojar y defende r a un gru po de mu je res y hombres, sin ex pone rse a un a taq ue aé reo. Se en cuen tra a cuatrocie ntos metros del anti guo campam ento, y se abre a un estrech o cañó n enca jado en el hielo qu e de scrib e un áng ulo en tre la s torres antigua s y los edificios derruid os tiempo ha . El hiel o qu e rodea el lu gar es tá cuaja do de fisura s y es

mu y irre gula r, plagado de enormes piedra s sue ltas desprendidas durante los derrumbamient os de las grandes estructura s qu e lo flanqu ean . Resulta imposibl e acerca r el aeroplane a men os de dosci entos metros. Durante los últimos vein te metros antes de llega r a la entrada , la senda discurre por una est recha repi sa resbaladi za por el hielo. perpendicular a una pequeña fisura que llega a los dos metros por deb ajo del ni vel del hielo circundante. Se ap recia n man ch as osc ur as en el h ielo fue ra del a rco de en tra da. y ca squill os d e ba la y manchon es de hielo fundid o y vuel to a conge lar aquí y allá en un radio de veinte metros, evidencia de una reciente batalla con tr a los primigenios . La ruina se encuentra e n te rr ada en gran parte bajo el hie lo. pero la pesada base de un a antigua torre pentagonal se eleva cas i cin co metros antes de culm inar en raídos esco m bros. Todavía qu eda un a ú nica en trada practicable en la torr e en su cara occiden tal, con la an tigua arca da más que medi o e n te rra da en el hielo . La a pert ura que que da es igual qu e un a boca sin labio s fru nci da. de un me tro oche nta de anc ho y u n metro vein te de a lto. - Adelant e -dice Miles-. Ya vigilo yo ahí fue ra . -Sube al labio de piedra de la arcada y escr uta el cielo con la cansina fa cilida d qu e otorga la práctic a . La es truc tur a de la torre mid e apenas quince o dieciséis metros de lar go, con el resto del edificio demolid o y en te rra do ha ce mucho por el paso del tiempo. Un irregul ar torrente glaci al de antigua nieve e hielo forma una empinada rampa qu e de sciende hacia el sue lo actual de la úni ca estancia qu e queda , dejando una cá ma ra to scamente oval de tres o cuatro metros de a ltura en el cen tro y unos n ueve o diez metros de lado a lad o. Un sue lo ladeado de bloq ue s de hielo se aleja de la entrada . Los murales habit uales y otra s decoraciones de la cámara hace mucho qu e se borraron . Los efectos del tiempo y el clima han eros ionado tanto la estancia qu e un obse rvado r poco atento podría con fu nd irla con una cueva natural. Los to ldos de lona del primer ca m pa mento se han tendido de lad o a lad o de la en trad a para resguardarse del viento y conservar el calor. Con las cortina s en su sitio. un a es tu fa química. y el calor corporal de los presentes, la habitación re sult a bastan te cálida . El suelo sigue estando mu y frío, pero la temperatura su be por enci ma de cero a la altura de la cin tura, tal vez ha sta alcanzar los 6°C a la altura d e los ojos . La parte ori ental de la cá ma ra, qu e podría haber con te nido otra s habitaciones y pa sillo s, se ha perdido baj o un derrumbamiento de hiel o y roca . Un a esq uina de la es ta nc ia se h unde a gran profundidad, como si allí hub iera habid o una rampa o

-MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA-

-C a pí tu lo catorc e : Misi ón d e ca r idaduna escal era que cond ujese ha cia abaj o, pero ahora también está bloqueada. La partida ha comprobado las piedras despren didas para asegurarse de que es un a barrera sólida imposible de a travesar o de escalar. No se ha reali zad o nin gún intento por abrirse paso excavando o por descubrir qué ha yal otr o lad o, ni por abrir la rampa que cond uce hacia aba jo. El profesor Moore se encuentra en el interior, ju nto a Meyer y cua lqui era de 10 5 mi emb ros restante s de la Exp ed ició n Starkweather-Moo re qu e se qu edaran en la Ciudad. Moore, aunque conserva la lucidez, está confinado a una tosca pale ta comp uesta de lona y varillas de tien da s. Tiene la pierna en tablillada . Poco puede hacerse por su cadera en este en torno. Sufre un dolor cons tante y, lo que es peor, no puede cont ribuir a la defensa de la torr e. Loún ico que puede hacer es ocuparse de sus necesidades y vigilar las dos bombonas de oxígen o restantes, aun cuando estén casi vacías . Meyer se ha recuperado en parte, pero sigue sin esta r bien . Sólo habla en alemá n, pa labras inconexa s y frases in fa ntiles de puro simp le, y parec e que no sepa ni le impo rte qu ién es ni dónde está . Cua lquier ruido o movimiento bru sco consigue que se aleje a gata s y se acurr uque , temblan do, en el rincón más cerc ano . Huston, si es qu e está presen te, contribui rá poco a la defensa. Sus ma nos son muñones de carne mu erta vendados. Puede montar guardia, pero no emp uña r un arma. Halperin . as um iendo que 10 5 investigadores no lo ha yan ma tad o ya, es tá ata do y amordazado en la esqui na nordest e de la torre. Se pasa las horas de vigilia br egando con sus ligaduras, y Dewitt o Huston (el que esté disponibl e ) montan gua rd ia an te él en todo mom en to para asegurarse de que no con sigu e solta rse. Si alguien se acerc a dem asiad o a él. gritará y ma ldecirá a tr avés de la mordaza y lan zar á pa ta das. Miles y los demás hombres ilesos se en frent an a las lab ores de defen sa. Un hombre vigila desde la torre sobre la boca de la cueva en todo momento, por m iedo a que 10 5 monst ru os rean uden su ataq ue. Otro (isi es que lo hay!) se ocupa de 10 5 quehaceres del cam pame n to, cuida ndo de los enfe rmo s, pre par ando la comi da, et c. El resto de la expedición conse rva la s pocas provision es con las que pudieron cargar o arrastrar en un par de tri neos. No andan escasos de víveres ni de aceite, pero lo es ta rá n den tro de una sema na. Les fal ta oxíge no, medi camentos par a los heridos, y mun ición par a las armas . En tre los dos rifles su ma n diez cartuchos . El revól ver de Moore es la única arma bien pro vista . Hay una caja entera de balas, cincu e n t a ronda s para es a arma , per o inservibles en las dem ás.

El grupo tam bién dispone de un a pistola Very a la que le resta n tres ben galas. Mile s ha fabricado tre s tosca s bom bas incendiaria s con h arapos, ace ite de lámpara y tarros de mues tra s.

ZORR OS y GANSOS Los investi gadores reciben una cálida bienvenida por parte de 10 5 supervivientes. El pro feso r Moore es tá despierto y a lerta , au nq ue déb il y dolorido . Les conta rá a los inves tigad ores lo que ha ocurrido durante su ausencia, pero le dejará a Mile s dejará la explicaci ón de los detalles tácticos y 10 5 puntos débiles de los pri migenios . Éstos han reg resado en una o dos oca siones de sde que 10 5 refugiados trasladara n el campa mento . Los disparos de rifle 10 5 aleja n enseguida, pero parece qu e las pisto la s no les ca usa n ning ún da ño. La partida parece a salvo entre 105 gru esos muros de su refugio, pero se es tán qu edando sin ba las y no tenían esperanzas de conseguir más has ta la llegad a de 10 5 in vestigadores . Es perentorio que el grup o sea evacuad o y pu esto a salvo cuan to an tes. La vida de Moore podría depend er de los expertos cuidado s de un médi co. El científico exp resa su preocupación por Lexington y el eq uipo de rodaje . - Está n ahí fuera, en algu na parte. Velen por ellos. Se met erán en probl ema s sin darse cue n ta. Miles, el vigía, tambi én pu ed e describir cóm o func iona el apara to pert urbador. - Tien en un a espe cie de caja . Es grande y cuadra da , y un o de ellos la lleva cogi da en vilo. Es com o un arma o un a antorcha, ex pulsa un ful gor azul, como una niebla den sa, que corta el metal como si de queso se tratara. La utili zaron para destrozar 10 5 mo tore s de l Enderby, Me im agino que no sabían qu e el avión ya era in se rv ible . Ha n es t a do e n c im a de ese aeroplane desde qu e vinimos aq uí. Los he visto volver una y otra vez, arra nc a ndo cosas pa ra llevá rselas. Me pa rece que intent an evitar que vayamo s a n ingú n sitio. SALIR Saca r a 10 5 refugiad os de l aeroplane exige trabajo en gru po. Moore tien e que se r trans port ado en un tr ineo o en brazos, no pu ede valerse por sí 5010. El gru po sólo tiene un tri neo en el qu e subirlo, pero harán falta al men os dos hom bres par a tirar de él a una velocida d decen te si está ca rgado . Estos hombres, mi en tras estén tirando, estarán ata dos al tr ineo . Sus m ovimi entos será n lim itado s y no pod rán pe lea r a me no s que sue lte n su carga . El doctor Meyer puede cam inar, inclu so correr, pero algui en deberá indicarl e el camino. Un hombre solo pod rá ocu parse de est a ta rea sin pr ob lema s, siem pre y

cua ndo el a lemá n no se as uste ni dañ o alguno. Si Halperin está prese n te, te ndrá que se r tran sporta do o a rras t ra do ha st a el avión (a tal efec to, téngase en cuenta el TAM 13 de Halperin) . No se puede razonar con él. y no permitirá que nad ie le coloque una ma scarilla. Si algui en le de sa ta 10 5 pies para que pu eda cam inar. Hal per in recompensará al alma car itativa con un a pa ta da an tes de dar se a la fuga en tre alaridos en cua lquier dirección , hasta qu e se 'd e s p lo m e o sea a p re sa do p or lo s primigenios (los inves tigadores de sesperados o despiadados quizá quie ran sacrificar a Halperin de este modo pa ra facilit ar la hu id a d e lo s d e m á s ). Si lo s inves t iga do res lo tr a en a l a fu er za , Halperin se deba tirá y grit ar á sin cesar a cada pa so del cam ino y los re tr asará, a me no s que lo dejen inconscien te . Escasean 10 5 hombres san os en la Ciu dad qu e puedan tra sladar al gru po a lugar seguro y, a l mi sm o tiempo, defende r a la partida cont ra un ataq ue . Esa ta rea recaerá sobre los inves tigado res . Éstos tendrán más posibilida des de llevar a cabo el rescate con éxito si act úan de inmed iato y llevan a la partida de Moore al refugio del aeropl an e tan depr isa como pu ed an, sin esperar a que el grupo de Le xin g t on d é se ña les d e vid a . Lo s prim igeni os no es perarán tanto tiempo, sino qu e comenza rán su asalt o uno o dos mi nu tos después de que los recié n llega dos entren en la sala de la to rre en ruinas . Las caracte rísticas de estos prim igen ios se repiten al final de este capítu lo.

ue oS monstruos surgieron de la periferia de la Ciudad. surcando el aire con sinuososembates de sus enormes alas membranosas. Enormes y veloces. avanzaron cargadosdeintención hacia los refugiados, perfilados contrael cielocarmesí igualque horrendascriaturas abisales olaspesadillas más sobrecogedorashechas abominable realidad. Alguien gritó. Se escuchó un gemido. Un tercero lloró, y empezó a rezar.

L

El ataque contra las rui na s tiene lugar poco despu és de qu e en tren en ella s los investigadores . Cuatro primigen ios se elevan al borde de la plaza, describen un a mplio círculo y converg en so bre las ruinas desde varias direcciones, volan do raso para minim izar las po sib ilidades de recibir un dis paro. Miles, en el tech o de la tor re, da la voz de a larma :

-iSe acercan! lSon cuatro! ¡Coged vuestras armas! Segu ndos después restallan los disparos. El mecánico dispara su rifle tres veces contra las veloces criaturas, an tes de bajar de la torr e precipitad amen te y ponerse a cubierto . Los investi gad ores que estén todavía fuera del refug io podrán ver con claridad un o o más prim igenios mientras se aproximan . Se elevan en respuesta a los disparos de Miles, pero no se detienen, sino que se lanzan de cabeza contra el tejado de la

torre. Uno de ellos porta el aparato perturbador, sujeto contra el cuerpo. Con Miles fuera del camino, los primigenios aterrizan en lo alto de la torre ref ug io. Vuelven su instrumento de perturbación contra el ed ificio, con la in ten ción de abri rse paso desde arriba . El propósito de esta acción no es entrar en la ruina, sino ahuyentar a los humanos y despejar el camino para el shoggoth enterr ado. Uno de los seres (el antiguo líder) activa el aparato, mientras que el Primer

Segu idor permanece junto a él para controlar al shoggoth emergente. Losotros dos montan guardia sobre el umbra l de los humanos y evitan que sus camaradas sean atacados por franco tiradores fur iosos . Se tarda menos de dos minu tos en cort ar un me tro de hie lo y nieve con el aparato. La ten sión den tro de la torre es pal pable. Miles y Moore com pru eban sus armas una y otra vez, conta ndo con nerviosismo los disparos que les quedan. Miles no deja de echar vistazos al exterior, pero los primigenios están fuera de su vista .

Características Los primigenios at acantes son las mismas criaturas descrita s en el Capítulo Once. Si alguna ha reci bido herida s de gravedad , el gua rdián deberá ajusta r los puntos de vida según corre spond a. ANTIGUO LÍDER (banda gris plateada en el torso) FUE 34 CON 24 TAM 25 INT 18 POD 13 DES 17 Movimie nto 8/9/10 nada r/volar PV25 Bonificación de Daño: + 3D6 Armas: Tent ác ulo (x 5) 40%, da ño 3D3 por con str icción, un nu evo ataque por turno Útil Perturbador 50%, daño 2D 10 Armad u ra : 7 puntos piel Hechizos: Encantar Útil Perturbador Habilidades: Hab . Artística (Poesía) 50%, Ocult ~r 15%, Esquivar 55%, Orientarse 75%, Descubrir 40% Pérdida de Co rdura: 0/1D6 COR por ver a un antiguo PRIMER SEGUIDOR (cuerpo pálido, t ent á culos de la ca b eza más la rgos ) FUE 38 CON 20 TAM 29 INT 15 POD 15 DES 19 Movim ient08/9/IOnadar/volar PV25 Bonificación de Daño: + 3D6 Armas: Ten táculo (x5 ) 40%, dañ o 3D3 por constricción, un nu evo ataque por turno Cuc hillo de Piedra (xl ) 30%, da ño ID4 +2 + 3D6 Lanza 30%, dañ o I D6 + 3D6 Armadura: 7 pun tos piel Hechizos: Convocar/Atar a un Shoggoth, Atar a un Shoggoth, Signo Arcano Habilidades: Biología 80%, Química 35%, Hab. Artesanal (Equipo de Labora torio ) 65%, Ocultar 10%, Esquivar 70%, Descubrir 60% Pérdida de Cordura: 0/ID6 COR por ver a un antiguo SEGUNDO SEGUIDOR (enorme cuerpo, pero lleno de cicatrices, le falta un tentáculo) FUE 40 CON 27 TAM 38 INT 16 POD 09 DES 11 Movi miento 8/9/10 na dar/volar PV33 Bonificación de Daño: + 4D6 Armas: Tent áculo (x4) 35%, da ño 4D3 por constricción, un nuevo at aque por t urno Cuchillo de Piedra (x l) 30%, daño lD4 +2 +4D6 Armadura: 7 pu nt os piel Hechizos: Ning uno Habilidades: Ocultar 15%, Hab , Artesanal (Prendas) 70%, Esquivar 30%, Historia 70%, Historia Natural 70%, Descubrir 70%

Pérdida de Cordura: 0/1D6 COR TERCER SEGUIDOR (pequeñas manchas oscuras y arrugas en el torso) FUE 35 CON 15 TAM 34 INT 16 POD 09 DES 20 Movimiento 8/9/10 nadar/vo lar PV 25 Bonificación de Daño: + 3D6 Armas: Ten táculo (x 5) 40%, daño 3D3 por constricción, un nuevo ataque por tu rno Lanza 30%, dañ o lD6 + 3D6 Armadura: 7 puntos piel Hechizos: sin hec h izos Habilidades: Hab . Artí stica (Murales Maduros) 95%, Ocultar 15%, Electrónica Dimensional 60%, Esquivar 60%, Física 65%, Descubrir 45% Pérdida d e Cordura: 0/1D6 COR por ver a un ant igu o SHOGGOTH MEDIO, vinculado mágicamente ("jMuchas bocas, ningún corazón!") FUE 52 CON 41 TAJ\1. 91 INT 05 POD 07 DES 04 Movimiento 10/10 nadar PV 66 Bon ific a ci ó n d e Da ñ o: +8D6 A rmas: Aplas tamiento 90%, daño hasta 8D6; v éanse los apuntes más abajo . Armadura: Ninguna, pero ( 1) los ataques de fuego y electricidad sólo hacen la mitad de da ño; (2) las armas físicas como las armas de fuego sólo hacen I punto de daño, tanto si empalan como si no; (3) el shoggoth regenera 2 puntos de vida por turno. Habilidades: Escuchar 40%, Trompeta Triunfal 60% Este shoggoth ha recibido órdenes de capturar humanos, no de matarlos . Dividirá su FUE a partes iguales entre todos los oponentes a su alcance. Los adversarios deberán resistir su FUE de ataq ue actual con la suya p rop ia o quedarán inmovilizados por su corpachón. Estos cautivos sólo podrán moverse o realizar accio nes en aquellos turnos en los que reciban tiradas D I00 de FUE x I o menos; a fin de liberarse de la presa de la criatura deberán resistir con éxito la FUE atacante del shoggoth con la suya propia una vez más, en la Tabla de Resistencia. Aunque el shoggoth no pretende da ñar a sus cautivos, es muy torpe. Cualquier turno en el que una víctima pierda una tirada de FUE contra FUE del shoggoth, tírese DES x5 del shoggoth en un D100. Fallar implica que el shoggoth ha aplastado sin querer a su víctima causándole ID6 de daño, pese a seguir sus órdenes a conciencia . •

-MÁs ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA-

-Capítulo catorce: Misión de caridadNadie puede ver qué están haciendo los seres. Nadie sabe qué va a ocurrir a continuación. -Esto no lo habían hecho antes murmura Miles-. No me gusta . Entonces comienza el sonido. Un brusco zumbido ronco se eleva de la piedra por todas partes y el edificio entero comienza a latir y a estremecerse. Miles maldice entre dientes. Moore frunce el ceño y cierra los ojos en una plegaria tan breve como sentida. Meyer mira hacia arriba con ojos desorbitados, luego en todas direcciones, y emite un gemido aterrorizado. -Ach! -gime, retrocediendo hasta apoyar la espalda contra la pared más cercana, con los ojos abiertos de par en par, pálido a la tenue luz-o Nein! Neineineineinein! Si Halperin está presente, comenzará a gritar y redoblará sus denuedos . Pequeños guijarros y aristas de piedra e hielo se desprenden del techo latiente. Todo el mundo siente la vibración en los huesos, cómo penetra en la piel. Meyer vuelve a soltar un grito de pavor y ataca a todo el que se acerque demasiado . Pasa un minuto, dos . En ese momento, el zumbido se convierte en un escalofriante siseo. Un vaporoso penacho de irradiación azul oscuro se filtra por el techo de la cámara sobre la pila de escombros con pe queños chasquidos exp losivos y comienza a devorar el hielo con avidez, así como la roca, la carne y todo lo que haya en esa parte del cuarto. Todos los testigos de esta disolución inexorable pierden 0/1 CORo - iTenemos que salir de aquí! -excla ma Miles-. Fundieron los aviones con esa cosa ... iVamos a mor ir todos ! Se produce un pánico genera l. Moore, atrapado en tre la necesidad de irse y su fascinación por la rad iación , no dice nada . Meyer se inco rpora de un salto con un ala rido desgarrador y sa le de la cámara a la carrera . Arramblará con la cortina de lona y huirá por el sendero, aullando en loquecido, durante trein ta metros o más hasta desplomarse, lívido y asfixiado a causa del frío y la falta de oxígeno . -iDe acue rdo ! i Salgarnos! - ordena Moore-. Todo el que tenga un arma, que se prepare . iLos demás, fuera! iCorred al aeroplane mientras podá is! Se revuelve, agón ico, en su pa leta, sofoca un gemido . Aferra una mochila contra su pecho, blande su pisto la, y llam a al investigador más cercano para que le ayude a salir de la torre . Con cuentagotas, en medio del pánico, comienza el éxodo .

El final de la torre Sorprendentemente, los primigenios no atacan a la partida cuando ésta sale de la

torre, sino que permanecen apiñados en el tejado, fuera de la vista de los fugitivos . Esto les concede un pequeño respiro a los humanos y algo de ventaja en su huida. También les permite a los primigenios sa car a su shoggoth cautivo a la luz . . Si queda algún humano en el interior de la estructura cuando los primigenios abran el techo, será testigo de horribles acontecimientos . Una vez la niebla haya abierto camino hasta el interior de la cámara, continuará disolviendo las paredes y el techo en la esquina más alejada del cuarto hasta que abra espacio suficiente para permitir la irrupción del shoggoth desde abajo . En menos de un minuto, cuando la niebla haya empezado a horadar el suelo, la cámara se inundará de repente de un sobrecogedor silbido resonante proceden te de las brumas : iTekeli-li! iTekeli-li! El fulgor cesa de inmediato. Se puede oír un silbido más estridente y comp lejo procedente del techo a modo de respuesta . El suelo hundido de la cámara vuela por los aires provocando una lluvia de agua, hielo y un horripilante destello cuando el gran shoggoth se abre camino hasta la superficie. Las características del shoggoth aparecen al fina l de este capítulo. El shoggoth se estremece e irrumpe en la cámara de los humanos, agud izando y

modulando su antiguo grito . El sonido es ensordecedor y el hedor abrumador. La con versación silbada entre la criatura y los primigenios continúa durante uno o dos turnos, tras lo que el shoggoth se aba lanza sobre la entrada y parte en pos de los huma nos fugitivos como una tormenta desatada.

En el hielo Al cabo de un.minuto, cualquiera que vuelva la vista hacia las ruinas verá cómo el shoggoth sale a la luz y corre por el cañón en su persecución, profiriendo su chillido igual que un inmenso órgano sin dejar de ganar velocidad: iTekeli-li! iTekeli-li!Cualquiera que presencie u oiga la llegada perderá lD6!lD20 COR,algunos puntos menos si ya vio los shoggoths más pequeños de la Torre. Al mismo tiempo , los cuatro primigenios remontan el vuelo desde la torre, se separan en el aire y se lanzan en picado en veloces parábolas sobre los refugiados . Pretenden conducir a los humanos hacia el shoggoth, que ha recibido instruccione s de capturar a dos o tres humanos y retirarse con ellos. El grupo de humanos cubrirá más de la mitad de la dis tancia que los separa del aeroplane antes de que los monstruos se les echen encima, pero conseguirán pon erse a

El aparato perturbador Este enor me u tensilio cortador tiene el tam añ o aproximado y la forma de una taquill a y pesa un os vein te kilos. La caja está hecha de un m aterial cristalino y presen ta una tonalidad jaspeada gris y marrón, salvo la superficie superior, qu e es lechos a y de color blan co. Una tapa circular de la anch ura aproxim ada de la lente de un cata lejo es la única particul arid ad que ro m pe la m on oton ía de la caja, a excepción de las cres tas qu e la recorren por el cen tro. Si alguien mi ra por la apert ur a, o fue rza la tapa de la caja, descub rirá qu e el in terior contiene hongos em pa pa dos env ueltos por relu cientes filamento s cristalino s, y ped azo s de cristal y trozos de component es robados de las radios y los avion es del Campame n to Lake, sin orden ap are nte (el éxi to en una tirada de Biología o de Botánica revelará que los hon gos necesitan alim en to pa ra sob re vivir. Unos gramos de m iel o de agua azuc arada cada pocos día s servirán; sin este alimento, el aparato morirá). El aparato perturbador se activa depositando diez puntos de magia sobre su tapa. Al hacerlo, la cubierta cristalina refulge tenuemente y se calien ta durante unas dos horas. Durante este periodo, cualquier punto de magia adicional qu e se introduzca en la caja con seguirá qu e el fondo de la misma emita un pesado vapor brillante que desciende en silencio, disolviendo o desintegrando la estructura de cualquier objeto sólido que toque. El vapor es capaz de disolver 10 puntos de vida de material por punto de magia adicional empleado. Para los primigenios resulta sencillo controlar y apuntar con precisión . Los operadores humanos carecen de los sentidos y la sensibilidad necesarias para lograr algo más que encender y apagar la caja . No se puede con stru ir ni reparar un aparato perturbador sin saber cómo fabricar y en samblar las piezas y sin saber cóm o lanzar el hechizo de Encantar Útil Perturbador. La construcción del componente podría dilucidarse de los textos primigenios si éstos pudieran ser encontrados. La única forma de aprender el hechizo hoy en día cons iste en tener un profesor u obtener los conocimientos por medios mágicos.•

salv o sin pelear. Sólo tienen que dej ar atrás a los m ás lentos. Moor e y Halper in tiene n todas la s papeleta s pa ra qu edarse rezaga do s. y el pobre y loco de Meyer también . dado que n o hay tiempo de recogerlo. Los invest iga dores armad os será n lo s más efe cti vo s co ntra los primigenios. La s únicas arma s di sp on ibl e s que podrían se r de alguna utilidad con tra el shoggo th son las tres bomba s in cendia ria s d e M ile s y la pistola Very de bengala s. Por s u e rte para los h u man o s, el shoggoth no pu ed e so b revi vir en el inten so frío de la su pe rficie d ura nte mu cho tiempo . A ca da m ovimient o dej a un ra stro de ectopla sma co ngela do. Gri tará de agonía con un millar d e voces mi entra s se cierne sobre la partid a de fu gitivo s. Para cuando la cri atura dé alcance al grupo se habrá debilitado y re d ucido, se rá capa z de agarrar y sujeta r a sus vícti mas, p ero poco más, aunque se verá impelido ciegamente por el Vínculo q ue lo a ta .

Nota para elguardián: El guardián debería decidir qué efectos, apartede los puramente teatrales, surteelfrío extremo sobreel shoqqoth. Si los investigadores han jugadobien y han hecho todo lo posible por rescatar a los supervivientes dela expedición, el guardián podría obviar los poderes de regeneración del shoggoth, reducir sus puntos de vidaen una cierta canti. dad tras cada tumo de combate, disminuir su velocidad, etc.

La m ayor amena za e s la q ue suponen los pr imigeni o s. Se ciern en sobre e l gru po, con sus en orm es a la s membranosas ex pa n d ié n dose y contray éndose en rápi d os tics co nv u lsivos se m eja n tes a la s aleta s de innominables cria t uras a b isa les, azotando a la partida co n una lú gubre ven t isca . Sus ojos sin pá rpado s n u n ca se cie rran , observan a los h u ma nos con exp re sion es ca re n tes de emoción. Los seres ataca n en pareja s. Dos se lanzarán sob re q uien parezca co nsti tu ir la ma yor amena za e intentarán de sa rmarle, sie nd o lo s qu e porten rifles sus obje tivos primario s, mientras lo s d em ás vuelan en cír cu los a la espera de una oportun idad de aga rra r a su s vícti ma s y solta rl as , a rras trarla s o con d ucirl as hacia el sh oggo th pa ra q ue és t e se la s ll e ve . Los s e r es intercambian po sicion e s y no dejan de m over se a fin de economizar en erg ías y minimizar el peli gro pot en cial para cua lquier individuo . És t e e s e l ú lt imo inte n to de lo s primigen io s de ca p turar h um a n os. No se retirarán esta vez a m en o s q ue uno o m ás de lo s suy os resulte incapacitad o o cons iga n su obj etivo. Si a lguno de los se res re sult a muerto, los demás y el shoggo th se retirará n a la torre en ruinas . Si mue ren do s o má s, el resto huirá direc tamen te a la Ciud a d. con e l shoggoth y c ua lq u ie r cau tivo re ti rán dose bajo tie rra .

Si los primigen ios hu yen o son des tru idos, los inves tiga do res te ndrá n opc ión a una tirada de Idea para per ca ta rse de qu e los seres ha n aba ndonado su caja . En este cas o, podrán rec uperar la caja de lo alto d e la torre en rui na s. Véa se la de scripción del aparato perturbador en la página anterior.

DESENLACE Si to do sa le bien, los in vest igad ores d eb erían ser capaces de rep eler a los prim ige n ios antes de que los m on stru os se hayan cobrado más de un a o dos víctima s de sdic hada s. El re st o de la pa rtida debería llegar al aeroplane sin má s con trat iempos. El in ter ior del apa ra to es ta rá a ba rrota do . a m en os qu e el númer o d e víctimas haya sido eleva do . En cua lq uier caso, todo el m un do arde en deseos de marcha rse . Se preci san al menos en tr e ve int e y tr einta minutos m á s para volve r a prepa rar eiaeroplane para e l d espegue. Para m á s de ta lles, remitimos a la sección " Ma nte ni mi ent o de l Apara to" de l Ap én dice 2, " Ma n u a l d e la An tárt id a " . Es ta vez se podría tar d a r má s si los primigen ios cons iguie ron dañar el av ión . En ta l caso , el guardián debería lanzar I D4 para decidir e l número d e horas necesario para e fectu a r la s reparaciones. Los primigenios no a tacarán de nuevo, pero los inv estigadores no tendrán forma de sa ber si es ciert o que se han ma rcha do .

- MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOC URA-

-Capítu lo catorc e : Mis i 6n de caridad-

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Encantar tltil Perturbador: Nuevo Hechizo Sólo los pr im igen ios conocen este hechizo. Un rit ua l qu e dura di ez día s acopl a los cris tales y los h on gos en tre sí y a la presencia de PODo Los compo ne n tes del in strumento deb en pre pa rarse de a nt emano. Los materiales y la s técni ca s de cons tr ucció n em plea dos en la prep aración de los crista les y la matriz de control se dejan a elecció n del guardi án , per o deb er ía n resultar su ma m en te difíciles de con seguir o re fin ar. Cuan do es té com pleto , el apa rato funcionará durante un ti empo ind efinido, a menos qu e se permita que mueran los hongos . Los cristales y el germen de los h ongos se colocan ju n tos en un conten edor de cristal sellado y se cu bren con una gran cantidad de sang re, savia, u otra solución nutriente cualquiera . El contender se cali enta en to nces ha sta una temperatura de entre 25°C y 35°c' Ydeberá manten er se cálido duran te más de diez días . Una vez por hora durante este periodo, el mi sm o individuo deberá lanzar el hechizo de Encantar Útil Perturbad or so bre el contenedor hasta un total de 250 veces. Cada lanzamiento del hech izo cuesta 1 punto de magia y 0/1 CORo Si se omite alguno de lo s lanzami entos o si el contenedor se abre o se rompe, habrá que preparar un nuevo con te nedor y repetir todo el proceso. Al final del proceso, se abrirá el cont enedor y se hundirán en la ma sa el control y la matriz de seguridad. Llegados a este punto, la ma sa será muy se nsible al PODoSi se lanza cualquier punto de magia sobre la ma sa antes de añadir los controles, se degradará con rapidez, emitiendo un radiante vapor azul que devora todo lo que haya cerca, incluida la propia ma sa, el contenedor, y a cualquiera que se encuentre en las proximidades. La versión primigenia del hechizo requiere silbar complejos tonos y acordes atiplados, acompañados de la cuidadosa configuración de los tentá culo s de la cabeza. Los humanos no pueden hacer tal cosa. Si existiera una vers ión humana del hechizo, sería muy diferente a este respecto. •

Moo re. si ha llegad o al Belle, no pod rá ha cer nad a por ayudar. Permanecerá tu m ba do, pá lido y silenc ioso en su s parihue las sobre el suelo de la cabina. M iles, si sobrevive, esta rá dispuesto a ayudar con las repar acion es del apara to, mi en tras que el pobre Meyer gritará y gem irá y, literalm ent e, habrá que atarlo para evitar qu e hi era a los demás en su frene sí. Al menos en una ocasión, mientra s los exploradores preparan el aeroplane para el despegue, la Ciudad se estremecerá presa de un breve y violento tem blor de tierra. Cogerá a todo el mundo por sorpresa, por no dañará al vehículo ni a la tripulación. Los investi gador es sagaces percibirán atis bos de movimiento en lo alto de las mont añas, antigua s espiras que se desmoronan .

E L EQUIPO DE FILMACIÓN Moore, si sobrevive, será el que plantee la peliaguda pregunta con un hilo de voz. -¿Qué ha y de la seño rita Lexin gt on ? No podemos dejarla aquí sin m ás, ¿no? Nadie sabe dónde se encuentra el equipo de rodaje, n i cuando regresará n, ni siqui era si siguen con vida. Lexingto n se fue con el seg und o tr in eo peque ño y el ma te ria l de grabación mucho an tes de l primer at aque de los primigenios. Dijo que volvería "dentro de uno o dos días" . Los investigadores deberán decid ir qué hacer. Todo el mundo está pendien te de su respuesta.

Lo cierto es que el equipo de filmación vien e de cam ino y llegará a la pla za una s cuatro hora s después de qu e los expl oradores regresen al avión . Si el aeroplane despega an tes de tiempo y sobrevue la la regió n e n t re e l ca m p a me n to y la s estribaciones, los ob servadores a bordo verán los aspa vientos del otro gru po. El equipo se en cuentra en el int erior de la Ciudad, rumbo a la pla za. La mejor m anera de reunirse con ellos será volver a aterri za r en el ca m pame nto y es perar. Si los inve stigadores optan por esta posibilidad, al cabo verán a Lexin gton y a su compañero a un os cuantos cientos de met ros de terreno abierto. Los prim ige nios también los ven . Si los primigenios no han cosechado aún al menos tre s humanos, em prende rán el vuelo una vez más y descenderán sobre el inde fenso dúo. La pistola que les pres tara Meye r n o d e ti en e a los primige nios. Al rifle de Lexin gton sólo le quedan tres cart uchos. A men os qu e inter ven gan los investi gadores, los rezagados estarán en probl ema s. La reso lución de este con flicto qu eda en mano de los in vest igad ores. Pu eden dejar que se lleven a los dem ás, pu eden dej ar el Selle al cu idado del grupo más pe qu eñ o, pero el método más efectivo de salvar a l eq ui po de filma ción cons iste en ma ni obrar el aeroplane por tierr a h acia ello s, sin deja r de disparar, ha sta ahu yentar a los seres .

Conclusión Varios miemb ro s de la expedición , en t re ellos qu izá al gunos per sonaje s ju gad ores, podrían haber caí do en manos de los primigenio s durant e el t ra n scu rso de este capítulo. Esto no es tan ma lo, aun que así se lo par ezc a a los ju gadores.

Las víc timas serán mantenida s con vida en cautividad, y serán utilizadas para qu e el Cons t ruc to siga en funcionamient o ha sta qu e se pu ed an reali zar rep a ra cion es má s substa nciales. En cierto mod o, los ca u tivos humanos contribuyen a salvar el mundo . El verdadero peligro estriba en la posibilidad de qu e la expedi ción de rescat e no regre se a la costa para elegir sus respues tas ante la pren sa . Si el aeroplane sufre desperfectos irreparables, la expedición estará condenada . Sin má s oxígeno que respirar, toda la part ida morirá de anoxia en cuestión de escasos día s. Si los investi gador es cons igue n qu e su aparato n o sea destruido, podrán abandonar la Ciudad. Lo único que qu ed a por decidir entonces es qué se va y qu é se queda . Eso dependerá de cuántos sup ervivien tes ha ya y de la can tidad de equipam iento que conse rven . El Selle sólo pue de alojar a seis per son as en tre pasajeros y miembros de la tripulación, con un mínimo de equipo extra, si la partida es pera superar el Paso de Dyer. Se puede n su bir dos má s, hasta un má xim o de ocho, per o sólo a l precio de abandona r el resto de los víveres y todo el equipo de eme rge ncia, a excepción de las vita les bombonas de oxígeno ... una situación de lo má s desesperada . El objeti vo más imp ortante para los investigadores en este capítulo debería ser sacar sus prueba s (cuidadosamente ma nipulada s) al mundo y acallar cualquier ot ra versión de la historia, cues te lo que cueste. Quizá hayan forjado planes pa ra realizar viajes cortos entre la Ciudad y el Campamento Lake para evacuar a todo el

Lexington, Moore y el resto de los supervivientes de la Ciudad . Allí habrán de enfrentarse a los primigenios , que inten-

m undo, pe ro los encuent ros co n los primigenios en este capí tulo debe rían conven cerlos de que est e viaje deberá ser, por ne cesidad, el último . Las persona s a las que no rescaten ahora, en la primera incursión, deberá n que darse aq uí para siem pre o encon trar la manera de volver a casa por sus propios medios .

ALTERNATIVAS Hay dos vías de salida por tierra que los inve stigadores ya podrían conoce r llegado s a este punto. Una es, com o se menciona m ás arriba, atravesar el Paso de Dyer y regresar a pie al Campamento Lake. Éste es un viaje de uno s trescientos kilóm etros en altitudes extrema s y tempera tura s ártica s sin el equipo adecuad o. En ju sticia puede cons ide rarse una empresa suicida. Tal vez la alt ernativa parezca má s sencilla, aunque en realidad no es mejor: encontrar y cru zar los túneles descrito s por Arthur Pyrn. que discurren durant e más de mil kilómetros bajo tierra, y esperar que exis ta un a man era de salir de ellos cua n do lleguen a su fin cerca de la base prin cipal Barsrnc íer - Falken . Si alg un os personaje s ju gadores se quedan rezagado s en la Ciudad, el guar dián podría tener en cuen ta esta s opcione s cuando planee su campaña. Si los reza gados planean continuar exp lorando la Ciudad, hem os proporcionad o ma teria l suficiente en ca pítulos an terio res par a per m itirle a l guardián desa rrollar los acontecimientos a su antojo. Si los rezagados prefirieran regr esar al Campamento Lake y a la costa, v éanse las entradas en el apén dice "Man ua l de la An tá rt ida " pa ra m ás de ta lles refe ren tes al terr eno, al clima, a las enfermedades, y otros peligro s. •

ta rá n secues tr ar a ta n tos h umanos como les resulte posi ble a ntes de volar a lugar seguro . •

- MÁs ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOC URA-

quince :

Resumen para el guardián Para cuando el Belle regrese al Cam pam en to Lake con los últimos supervivientes exhaustos de la partida de la Ciudad y sus valiosas muestras y pelícu las, la noticia del desastre de las montañas ya estará siendo propagada al re sto d el mundo desde el Gabrielle y la base del mar de Ross. El destino de las expediciones combina das es objeto de debate en tod o el mundo civilizado. Cada un o de los h om bres y m ujeres que cruzaro n las Montaña s de la Locura es una celebri dad . El rela to del terremoto, y de las penur ias y desc ubrimien tos de los cien tíficos del Camp amento Lake, están en boca de millones. Al principio, los in vestigadores no serán conscien te s de esto. Cuando aterricen en el Camp amen to Lake. llevarán despiertos más de vein ticuatro horas, con poco o ning ún respiro. Aunque Moore y Acacia precisan atenció n médi ca con ur genci a, el

ago ta m ien to de la tr ipul ación no puede pasa rse por alt o. Seguir ad elan te hacia el mar de Ross sin dor mir es un a in vitación al desas tre . LOS ALEMANES ENVÍAN AYUDA AL CAMPAMENTO AMERICANO El fuego y los terremotos se cobran vari os muertos y n umeroso s he ridos La Expedición Barsmeier-Falken pone a las víctimas a salvo

Ayuda inesperada Tran scurridos a lgu nos minutos tra s la medianoche del 9 de diciem bre, llega la partida alemana que solicitaran Rucker y Bauman n des de el pue sto de aprovisiona miento. Dos de los J u-52 Barsm eier-Falken (D·BFEC y D-BFED) ate rrizan en el Cam pa me nto Lake y comienzan a de scarga r com bustible, vívere s y personal médico cualificado. Se re sta ura el contacto por

radio con la costa. Los investigadores descubren que el Weddell llegó sano y salvo al mar de Ross y ya h a em prendido el regreso para re unirse con ellos, cargado de vituallas y carburante. Acacia Lexin gton, el profesor Moore y cua lqu iera qu e necesite atención médica serán exam inados por un especialista alemán . Todos los herid os recibirán una plaza en el siguiente vue lo a la Base Weddell pero , en el caso de Moore , el médico es taja nte. - Lo que le h ace falta es un hospital. Herr Professor -anuncia-, no un vendaje. Nuestros recur sos son muy superiores en la ba se, y le te ndremos a salvo en Buenos Aires dentro de cuatro día s si se mantiene este tiempo. El D·BFED de spega dos horas después de su llegada, rumbo al cam pam en to base de la EBE Al m en os el profesor Moore viaja a bordo. - Os veré a todos en los Estados Unidos -declara, solemne-o Os guardo en mis ora ciones.

LAS EXPEDICIO NES AMERICANAS LEVAN ANCLAS

Exploradores atrapados por las tormentas El Gabrielle y el Tullah assee capean temporales y esquivan icebergs letales

Salir del hielo Los cuatro día s sigu ien tes son mu y ajetreados. Con Starkweather y Moore lejos

del hielo, la expedición se ha quedado sin líderes por el momento. A menos que un investigador cualificado rellen e el hue co, el profesor Charles Myers asumirá el peso del liderat o con na turalidad. Bajo su mando, la evacuación de las tierras altas ant ártica s será rápida y estará bien organizada. El Belle, el D-BFEC y el Weddell de Starkwea the r reali zarán varios tra yectos en tre el Campamen to Lake y el ma r de Ross, devolviendo hombres, equipo re scatad o y provi siones a la costa. Los cuerpos del profesor Lake y sus hombres también

son exh umados y transportados a las n aves, donde serán colocados en cámaras frigoríficas dentro de ataúdes improvisados junto a otr as víctimas norteamericanas. Los último s vuel o s desde la s estribaciones son tenso s, debido a la espesa niebla ame naza la costa y a los informe s por radi o de ballen eros en alta mar que informan de tormentas inminentes. Por fin, la tarde del 12 de diciembre, el Gabrielley el Tallahassee sueltan amarras y part en en dirección norte rumbo al mar de Ross. Esas expediciones han tocado a su fin.

Tiempo de éxodo Diciembr e

Su ce so Los investigadores llegan al pue sto de aprovisionamiento EBF (Capítulo Trece). La tripu lación del dirigible investiga el puesto de aprovisionamiento. El dirigib le se aleja del puesto de aprovisionamiento. La misión aérea EBF (BFEC, BFED) sale de la Base Weddell. El Weddell parte rumbo al Campamento Ross; el Belle parte rumbo a la Ciudad (Capí tulo Catorce) . El Weddellllega al Campa me nto Ross; gra ndes noticias par a el mu nd o. El Belle regresa al Cam pame n to Lake pro cedente de la Ciudad; todo el m undo descan sa. El BFECy el BFED llegan al Campamen to lake. El BFED sale del Campamento Lake rumbo a la Base Wedd ell, con Moore y cualquier otra per sona m alherida a bord o. El Weddellllega al Cam pa men to Lake; el WeddelL el Belle y el BFEC com ienzan a realizar trayectos regula res al Campamen to Ross. El BFED llega a la Base Weddell. Pommerenke localiza un yacimie n to de túneles primigenios bajo la corteza de hiel o. l os últimos hombres y el equipo del Cam pamen to Lake llegan al Campamento Ross. Últim as cargas, los aviones suben a los barcos; el Gabrielle y el Tallahassee surcan el mar de Ross en medio de una espesa niebla . El Gabrielle y el Tallahassee se encuentran con una capa de hielo; el tem poral obliga a los barcos a mantenerse alejados de los bloques de hielo. El equipo EBF excava la entrada de un túnel primigenio. la EBF explora el túnel primigenio; se recuperan artefactos que son devueltos al campamento base . Mejora el tie mpo; el Gabrielle y el Ta llahassee se adentran en el hielo en dirección norte. Desastroso accidente de laboratorio e incendio en la Base Weddell EBE El campamento base EBF es abandonado, salvo por el apoyo aéreo. El Gabrielle y el Tallahassee salen de la capa de hielo y se separan; empeora el tiempo . Mejora el tiempo, continúa la mar gruesa; despiertan los animiculi (Capítulo Dieciséis) . la perra de trineo " Duquesa" muere atacada por animiculi a bordo del Gabrielle. Tiempo de spejado y en calma. El Gabrielle llega a Dunedin, Nueva Zelanda. •

-MÁs ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOC URA-



-Capítulo quinc e : Exo d o de sd e e l hi e l o-

DETALLES PARA EL GUARDIÁN El vue lo en tre el Cam pa me nto Lake y el cam pamento ba se BarsmeierFalken dura m enos de veinticua tro hora s. El cam pamento de apr ovisionamiento de la isla del Eng año que da a doce hora s má s de distan cia, y desde allí el Gral Zeppelin puede tra sladar a los her idos a una ciu dad en tierra firme en cuarenta y ocho horas má s. El profe sor Moore , así como la s otras bajas evacuad as por aire desde el Cam pam en to Lake el 9 de diciembre, se encont rarán a salvo en un hospital la tarde del día 12. Cada uno de lo s Jun kers pilotados por los alemanes alberga a seis pa sajeros además de la tripulación . En los viajes de regre so, almenas dos de es tos em plazam ien tos son tom ados por miembros de la EBF o se comie nz a a retirar el equipo, dejando a cua tro h omb res para encargarse del equipo o los perros. Todo el person al alem án es evacuado de l Cam pame n to Lake el día 13 de diciemb re . •

Un día despué s, el 13 de diciembre, las dos emba rcacio ne s llegan a la peligro sa masa de nieve de la Antártida y las tormentas que ame na zaba n se desen cadenan. Dura n te cinco días, los buques ex pe diciona rios navegan de spacio adelan te y atrás por los confines nort eñ os del mar de Ross mientras las galernas de verano aú llan proce de n tes del Polo y azo ta n la costa y la masa de hielo . El vient o y las olas son poderosos; los icebergs fra cturad os ame naza n los frág iles cascos de las naves. Dar la vue lta es pel igro so; seguir adela n te, suicida. No se puede ha cer má s que per ma necer alerta y espe rar a que ama inen las tormen tas. El Gabrielle y el Tallahassee perma necen en cont acto por radio

9 dic. - La llegada de un vuel o de socorro Barsmeier-Falken enviado al Cam pamento Lake marca el comienzo de un éxodo general de la Antártida. Los tre s día s siguientes se dedican al traslado de personal y provisiones de regreso a la cornisa de hielo del mar de Ross.

durante este tiempo, ent re sí. con el resto del mundo y con un puñado de otras embarcacione s de la zon a. Casi todo s son balleneros, pero la nave de la Expedición Byrd, el Jacob Ruppert , y el Wyatt Earp de ElIsworth también surca n el océano del sur, a la espera de qu e las torme n tas se apacigüen para entrar en el mar de Ross a tra vés de la ma sa de hi elo. Por fin, el 17 de diciembre, los vientos amainan y la mar comi en za a asentarse. Durante cuatro días, amb as nave s se abren paso despacio hacia el norte, a tra vés de la masa rota por la tormenta, llegando a aguas abierta s a primera hora del 22 de diciembre. Allí, los dos bar cos se sepa ran . El Tallahassee de Lexington pon e rumbo a Hobart. mientras qu e el capitá n Vredenburgh del Tallahassee vira la embarcación h acia Dunedin . Nueva Zela nda, d ond e periodi sta s y cur iosos los esperan en gran número. El cielo es tá d esp ejad o mi entras el bar co na vega hacia el nort e, per o el vien to sopla con fuerza y la mar es tá em bra vecida. Con al go de sue rte. el Gabrielle ech ará el ancla en Navida d. cua tro día s más tarde .

Una vía alternativa Si. por el motivo qu e fuera . los inve stiga dores expresaran su int erés en visita r el ca m pam en to ba se del mar de weddc ll. Josef Barsmeier estará en cantado de in vita rlos. Hasta seis in vesti gadores pueden aco mo da rse en un único vuelo. Los que así lo ha gan , n o obs tante. no podrán esperar regr esar a ti em po de sub irse a l Gabrielle antes de que éste parta. sino qu e

12 dic . - El Gabrielle y el Tallahassee ter minan de cargar y zarpa n ru mbo al mar de Ross. 13 dic. - Las tormentas que azotan la masa de hielo impiden que las naves avancen hacia el norte para salir del mar de Ross. 17 die. - El Gabrielle y el Tallahassee

deberán con fia r en el carg uero alemá n o en los frecuent es viajes del Gral Zeppelin para volver al norte . En tal caso . el guardián debería animar a tod os los investigadores a permanec er unid os. O se va toda la partida a bord o del Gabrielle, o vuelan todo s a la ba se del mar de Wedd ell. Si es to resultara imposible. ambas partidas correrían aventura s distintas. a fin de que la su perposición de los acontecimientos del Capítulo Dieciséis y los del Apéndice EBF no pierdan su originalidad . Si los investi gadores no parten con el Gabrielle, la nav e nunca llegará a Dunedin . Los mensaje s de radio reci bidos en tre los día s 22 y 23 de diciembre in forman de ata qu es letal es sufridos por los pasajeros y la tripulación . víctimas de " hor ribles anima les de color negro " de distinta s forma s y tamañ os. La tarde del día 23. el capitá n Vredenburgh su be a los su pervivientes a bord o de los bot es salvavidas y abandon a su nave a seiscien tos kilómetros al sudes te de Nueva Zelanda. Los botes no arriba rá n jamás. El mundo descono cerá cuál fue el des tino de l buque . El gua rdiá n debería desarrollar el cam pam ent o principal Bar smeier-Falken a raíz de las descripcion es y datos proporciona dos por la sección Trasfondo en Detall e de los apénd ices. Los in vestigado res llegan entre el II y el 13 de diciem bre, durante la excavación del yacimien to de la estatua. pero antes de que se abra el túnel el día 15. Si se queda n el tiempo suficien te, los inve stigadores se verán im plicados en la liberación de los animiculi el día 18 y en la con siguien te evacuación de la base. El guard ián tal vez decida permitir qu e los investi gadores supervivien tes busque n al ma logrado Gabrielle. En tal caso, la nave apa recerá a flote e intacta en alta m ar. con un mon struoso animiculum del tam añ o de toda la dotación del barco esper ando pacientemente en la bodega de ca rga. Para sugerencias sobre cómo m anejar esta situación, véase "La cosa de la bodega" en el Capítulo Diecisiete. •

avanz an en dir ección norte a través de la m asa de hielo. 22 dic. - Las dos naves se separan. El Tallahassee pone rumbo a Robare Tasrnania. mientras que el capitán Vredenburgh decide dirigir el Gabrielle hacia Dunedin, Nueva Zelanda .•

E

l perrero searrodillóen la cubiertajuntoa la escotilla. Ten ía los ojosdesorbitados. sin ver; su cuerpo seconvulsionaba presadelos temblores. Las lágrimas dejaban surcos en sus mejillas. A su lado.jun toa la escotilla. los perros de tiroaullaban y gaiíían.

El hombre no levantó la cabeza cuando se acercaron los demás. -da veis. ja? - susurró-oEl monstruo se ha comidoa mi Duquesa, igual que secomióal otro hombre. iAhora está dentro deella, lo veo! iLo veo en mi preciosa perra! El perrero no dijo nada más. Se limitó a permanecer de rodillas junto a la escotilla, sollozando en silencio, hasta que los otros lo condujeron al interior.

Resumen para el guardián El Capítulo Dieciséis expone a los ani micu li y las Semillas del Dios Desconocido. El pro pósito de este capítulo es enfrentar a los investigadores a la amenaza que suponen los animiculi. Aquí, los investigadores estarán atrapados con dos pequ eñ os monstruos en un entorno atestado y complica do, sin ayuda a m an o. y con una tri pul ación nerviosa y sup ersticiosa que puede llegar a con stituir un gran estorbo . La acción se presen ta en forma de escenas cortas que se desarrollan en ord en. lo que les permite a los investigadores asu mir un papel activo en la defen sa del buque . Los anim icul i no prete n de n ser imparables, pero debería imbuírseles de un halo enigmático y am en azad or. Tal vez los guardianes deseen repasar la primera parte de Alieu o La Cosa de Jo h n Car penter para inspirarse antes de d irigir esta sección. Un miemb ro de la tr ipulación ha calentado sin propon ér selo un par de Semillas, hasta el punto en que han cob ra do movilidad . Si bien uno de l o s animiculum ser á a trapado ensegu ida, el otro campará a sus anch as por las zona s habitables de la emba rcación . Al pr incipio con stit uirá un engorro, más tarde un peligro, hast a convertirse en u n adversa rio letal. Los in vestigadores deberán resolver el enigma de la " rata negra" a tiempo de evitar que la cria tura se oculte en

la bodega de carga o salga de la embarcación y llegue a tierra firme. PREPARAR EL ESCENARIO El capítu lo comienza dos días an tes de que la expedición llegue a Ounedin, Nueva Zelanda, y cubre porciones de tre s días en el mar, a medida qu e el Gabrielle de la expedici ón avanza hacia el norte en medio de fuertes vientos. La nave surca fuertes mareja das a u n ritm o con stan te; el viento sopla a unos feroce s 20 ó 30 n udos y está cargado de una pesada escarcha . Nadie sube a cubierta a menos que deba desempeñar alguna labor esencial. Los aparejos y las superfi cies están cubiertos por una espesa capa de hielo, resba lad iza y tr aicionera. Incl uso los marin ero s ex pertos deben mover se con cuida do siguiendo las líneas de seg uridad, o arriesga rse a caer por la borda . Los perros restantes se alojan en la cu bierta número cinco, frente a la cub ierta de popa , protegidos de la tormenta por una cub ierta de lona sujeta sobr e la escot illa abierta . No están encerrados, pero sí suje tos por traíllas para evitar peleas. Sus aullidos solitar ios se escuchan a todas horas por encima del estruendo del viento y las ola s. Bajo la cubierta , impera una calma sombría. El constant e zangoloteo del buque consigue que caminar sea un proceso delicado, y son varios los pasajeros que sufren mare os (los investigadores deberán superar tiradas 0100 de CON x 5 para evitar lo).

Los supervivientes de la expedición constitu yen un grupo silencioso, nervioso y can sado, absortos todo s ellos en sus recuerdos. Abundan los recordator ios de viejos amigos. El catre de Starkwea ther permanece vacío, así como el de Moore, y por doquier se ven muchas más cama s desocupadas .

E

l primer indicio de problemas se presenta a las 8 p.m . del 23 de diciembre, a dos días de d istancia del pu erto de Dune di n . Los investigado res se enc ue n tr an en el despacho de oficia les cua ndo se rompe la paz por la llegada de cua tro a lterados miembros de la tripulación que exigen hablar con el primer oficial Turlow. Se trata de Pacquare. oficial de primera de inge nie ros, y de tres miembros de su tripul ación : Hum ph ries. White y Beakins . Los tres marineros tien en el ros tro colora do. el pelo desg reña do. ojos morados y narices ensangrentadas . Están furiosos e indignados . No dejan de discutir con saña a la menor provocación , pe se a las repetida s am onestacione s de Turlow y Pacquare. Hurnphries. un ho mbre corpulento de encrespada ba rba corta, está fur ioso . Insiste en que sus com pañeros de ca ma rote,

- MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOC URA-

-Capítulo di eci séi s: La Ra t a Negra White y Beakins, le han rob ado objetos de valor. Cua ndo descubrió el robo buscó a los otros y los acusó del delito . Cuand o ambos negaron la s acu sacione s de Humphries , éste los agredió. Pacquare interrumpió la reyerta y los ha llevado an te Turlow en busca de asesoramie nto. Los tres hombres comparten un cama rote en la cub ierta de popa . Todos ellos han visto los obj etos de valor en cue stión, un par de "g r a n d e s óp a lo s n e gr os " que Humphries co ns igu ió en la Antártida . White y Bea kin s aseguran qu e nunca le hablaron a nadie del tesoro de Humphries. Maldicen y de spotrican contra Hurnp hrie s. furioso s con él por haberlos golpeado y heridos por su des confianza. Humphries insiste en que sólo les ha enseñado las gemas a sus compañeros, y que las guardaba en su tarro de tabaco. Esa tarde, cuando se disponía a fumar, las piedra s habían desaparecido, así como el tabaco . Turlow orden a callar a los tres miem bros de la tripulación y los env ía ante el ing en iero jefe para que reciban un ca stigo disciplinar. El jefe les quita medio día de paga a cada uno y les ord ena qu e regresen a sus que ha ceres . Todos los man dos hacen oídos sordos a las pro tes ta s de los tre s hom bres mi en tra s és tos salen de la sala de oficia les . Los in vestigador es qu e hayan visto las Sem illas en a lgú n m om ento a nterior a lo largo de la ave n tura deber ían darse cue nta de que la s gemas de Hu mp hr ies se corresponden con la descripción de las pie dra s. Si los investigadores no reconocen la s Semillas a raíz de la de scripción de Hurnphries. el éxito en una t irada de Idea les permitirá repa rar en la sim ilitud. Cua lqu ier in vesti gad or qu e explora ra el extr emo occide n ta l del valle del Cons truc to o el int er ior del Boeing ro bado se aco rda rá de la s Sem illas . In terrogar a wh ite y a Beaki ns: Los com pañeros de ca maro te de Humphries pod rán ser encontrados en la sala de ran cho tras el incidente. Ya se ha n olvidado de la reyert a, pe ro evitará n a Hu mphries has ta que se tranquilice. Basta rá con algunas pregunta s para com probar que ambos hom bres son inocen tes del rob o. El éxito en un a tira d a de Psi cología lo con fir mará . Humphr ies es su amigo, es tá n preoc upados por él y furi osos por el hurto. - Lleva un a temporada bastante rarose lam ent a Beakins-. Sus picaz, si sabe a lo que me refiero . Siempre pend iente de esa s piedras , dale que te pego. Pone nervio so a cualquiera. No ha y qu ien pegue ojo en con diciones desde hace uno s día s, con él venga a revolverse y quejarse toda la noche . Los dos tienen pocos de ta lles qu e aporta r a la his to ria de Humph ries. No sabía n na da del hurto ha sta que su com pañero volcó las acu sacion es sobre ellos .

-

Inter roqa r a H u mph r ies: Tras el in cidente, se le podrá encon trar en la sala principa l de máqu in as, sacando brillo con sañ a a las tuberías con un trapo mu griento. Está de un h umor de pe rros. La pérdida de los ópa los le ha vuelto rece loso y de sconfía de sus com pañeros. Hu m phries le contará su hi storia al prim er investigador que tenga con miseració n de él. Las piedras eran de l tamaño aproxima do de un pu lgar, untuosa s al tacto y de color negro, siem pre fría s. Una era má s larga y delgada que la otra per o, por lo demás, eran iguales . Humphries se la s gan ó a un piloto alemán (que tenía mucha s má s) jugando a los dados durante la s operacion es de carga . Desde entonces la s guar da ba a bue n recaudo en su cam arote, dentro de un bo te de picadura . Si los inves ti gadores se mu estran in tere sad os en inves tigar el escenari o del rob o, Humphries accede rá encan tado a da rles la llave de su ca ma rot e. - Claro , vayan y ech en un vis tazo - gr uñen-. Fisg ue n todo lo qu e les TOM HUM PHRI ES dé la gana , cojan algo si le s gus ta . Es lo qu e hacen los dem á s. Si se le int er roga directamente ace rca del particul ar, Humphries admiti rá que no sabe qué aspecto tien e un ópalo negro, sino q ue se limit ó a as um ir que las piedra s lo eran. El éxito en una tirada d e P sicología cons igue arra nca rle un a descripción . - No sé, rar as - dice- oNegras com o el ca rbón, siempre frías.

Examinando el camarote El camaro te qu e compa rte n los tres hombres, Hu rnphrics. Whi te y Bcakin s. se en cue n tra en la secció n de popa del barco, delan te de las du cha s de los in gen ieros de la cubierta pri n cipal (camarote 4h) . La ha bitación se enc ue n tra su mi da en el caos que carac teri za cua lquie r habitáculo ma sculino: prenda s colgada s de las pe rchas o tirada s en un rin cón, ch ismes debajo de los catres, barat ijas encima de la s esta nte ría s, ba n deri nes y recuerdos colgados de la s paredes . La esta nc ia es mu ch o más cá lida que el pa sillo del ex ter ior, con el radiado r ence n d ido y em it ien do u n apagado siseo a un cuando n o haya na die pr e-

sen te. Los in vest igadores bien abrigados no tardarán en sen tirse extremadamente incómodos a menos qu e se quiten los abri gos, se desabrochen las cazadoras, etc. El bo te de picad ura resu lta vis ible en su balda sobre el escr ito rio . Se trata de un robu st o fra sco de cris ta l de boca anc ha y tapa pesada, ahora vacío y con la pestaña corri da . No h ay ni rastro de las piedra s. El tarro está vacío, por cierto: ni tr azas ni olor a tabaco n i a ni n guna otra cosa . Hay poco má s de interés qu e enco n trar en el cam aro te . Se necesita tener éx ito en un a tirada de De scubrir a la mitad o menos de la habilid ad de l in vestigad or para perca tarse de una evide ncia de las Sem illas, un bue n n ú mero de ag uje ritos y m an chi ta s en el suelo, donde el barni z de l en tar ima do h a suf rido la corros ión de la forma líq uida de la s Sem illas . Si se obse rvan las marcas , el éx ito en un a tirada d e Ra strear revelar á que el ra st ro con duce de sde el suelo baj o la estantería a la ba se del radiador. Una región punteada y des colorida de unos cinco cen t ím etros de diámetro rodea una de las pata s del rad iador. Dentro de esa región, el

Móviles gracias al calor, am bas Sem illa s consu m ieron el tabaco del fra sco de Hu mp h rie s y aparta ron la pestaña para escapar. Con vertidas en a n im iculi. se adent raron en la s entraña s de la nave en bu sca de más calor. Sigu iero n la corr ien te de aire caliente has ta el radiador y atravesaron el suelo debajo de él para bajar a la cubierta inferior. Ambas son algo má s grandes que antes, tras haber absorbido una buena cantidad de tabaco, madera, aislan te y polvo . El día 24 de diciembre por la mañana, los do s animiculi ocuparán partes alejadas entre sí de la embarcación . Un o se ha abi erto cam in o ha sta la sal a de máquinas (habitación n 025), donde se ha arrebujado contra la cálida cubierta de un cojinete igual qu e un trozo de tela negra. Ésta es la cr iatura que atacará a Brunella mañana del 24 de diciembre, en la sección titulada "El trapo ardiendo". El otro animiculum encontró y devoró a una gran rata durante la noche, ganando fuerza y movilidad en el proceso . Luego se adentró en la bodega y allí se acurrucó contra una tubería de vapor en la cubierta n05. Este segu n do animiculum es el que atacará y matará a la perra Duquesa la tarde del 24 de diciembre, en la sección titulada "La tercera señal" . •

suelo ha sido devorado cas i por com pleto y resulta poroso y frág il. Si se aprieta o.se cort a qu edará fácilmente reducido a astilla s y serr ín . Si a los in vesti gadores se le s ocurre mirar en la cubierta inferior en bu sca de la otra cara de la región descolorida, descubrirán que da a la esqu in a de una de las du chas de popa (cua rto n02). La esponjosa ape rtura osc ur a re sulta obvia en el techo , per o n o ha y m ás eros ion es en el suelo, ni rastro ident ificable que segu ir en el suelo de metal del com part im en to. El desagüe de la du cha n o presenta ma rcas ni seña les de pas o.

qu e s us hallazgos acerca de lo s animiculi se hagan públicos en la sección titulada " La cacería" . Cualqu ier su pervivien te d e la Ciudad podría po seer Semillas a su vez si el guardián lo con sidera oportuno.

El capi tán Vrede nb urg h y el oficial de primera serán alertados de in m ediato. El capi tán enviará a un me nsajero para qu e avise al mé d ico de la em barcació n, as í como a cua lqu iera de los in vesti gad or es que posea credencia les méd icas .

En el comedor

ROBERT MACILVA NE

Otras Semillas a bordo Las dos Sem illas de Humphries n o son las única s a bord o del Gabrielle. Ma cIlvaine, el ra d io ope rado r, gua rda una Sem illa dentro de una lat a en su camaro te . No lo admitirá a men os qu e se le presion e, pero se volverá taciturno e intranquilo cerc a de Humphries y los dem ás despu és del rob o, temeroso de qu e le ach aque n el crimen . La presencia de la Semilla en el camarote del radio operador le está pasando fac tura . También su sue ño se ve interrumpido por extraña s y at erradora s pe sadillas qu e n o recuerda al despertar. MacIlva ine se acer cará a los investigadores a hurtadilla s y les enseñará su Semilla, después de

a mañana del 24 de diciembre, poco despu és del desayuno, las cubiertas inferiore s se estr emecerán por una serie de gritos horripilantes procedentes de la sala de máquina s (compartimento n025). Los grito s resonarán por toda la zona de carga y se prolongarán durante un m inuto an tes de interrumpirse brus camente . Los pasajer os y la tr ipulación pre sente en la popa del barco se apre sura rán a descubrir el origen de los alaridos .

L

En la cubierta int erme dia, el comedor común de popa está abarrotado para cua ndo llegan los investigadores . Pequ eñ os gru pos de tr ipu lan tes de permi so se apiña n in tra nquilo s en las puertas y en las escaleras, m urmurando entre sí. Delan te de la escalera, la compuerta que comun ica con la sala de máquinas está abierta . Las luces de trabajo proyectan largas somb ras a través del vano de la puerta. Gotas y manchas oscuras en sucian el suelo entre la compuerta y un hombre inconsciente al pie de las escaleras . Resu lta evidente que la víctima, un in geniero llam ado Brunel. ha sido sacada a ra stra s de la sala de máquinas . Yace inmóvil cerca de la escot illa, cubierto por una sábana al pie de la escalera, atendido por do s miembros de la tripulación . Poco pueden hacer por él. -Atrás , señor -advierte un o de los hombres que cu ida de Bru nel - . Esta mo s esperando al médico. Brunel sigue vivo, apenas, pero prese nta u n a pa lidez cadavérica y es tá h orribl emente mu tilado. Una enorme sección de su pierna der ech a, incl uida parte de l hu e-

CUBIERTA INTERMEDIA: CUBIERTA DE POPA Y SALA DE MÁQUINAS

Salida de vapo r de la sala de máquinas

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-Apéndice 7: Ayudas de juegoINTERIOR DE LA TORRE .DEL REDUCTO / I

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Escombros inf ra nqueables

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Salida de vapor de la sala de máquinas

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MAPA DE LA ANTÁRTIDA DE L QU INTO PANEL

-MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA-

-Ap éndic e 7: Ayu das d e j ue g o-

Extractos del registro de equipo de la Starkweatber-Moore Fotoco pia las páginas 199 a la 205 de este apéndice . Se tra ta de extractos d e los re gi s t ro s de eq u ipo d e la Exped ició n Sta rkwea the r-Moore . En lo alto de cada pági na se enc ue n tra n los art ícul os qu e pre cisan comprobació n, su ca n tidad, dónd e debería n encon trarse a bordo del Gabrielle y cuánto pesa n. En la part e infe rior de cada página, un a sección exclus iva para el gua rdián indica qu é probl em as se enc uen tra n en la lista. El gua rd ián debería fotocop iar cada página, dividirla en dos mit ad es y en trega r sólo a los ju gad ores la sección con el list ad o de equipo y mate rial. Cua ndo lo es time conve nie n te, pued e con ta rle a los ju gadores alguna solució n que precise de algún elemento de la list a. El detalle de las descrip cion es dada s dep end e de l guardián , por supues to, pero la idea es recono cer la cla se de cosas que pu eden sa lir mal. el es fue rzo necesari o para correg irlas y el anuncio de otras bú squ eda s más peligrosa s en los meses pos teriores.

In te nta cara cter izar cada un o de estos episodios como u n proyecto que requiere de horas o días para com pletarse. Inspecciona las descripciones de la bodega del Gabrielle en el capít ulo 48. y aseg úrate de transm itir a los perso najes la mala ilumina ción y el acceso lim itado a la senti na . Este avan ce de las descripcione s será útil má s adel ante, cua ndo el equipo trate de aco rra lar al saboteador en el viaje hacia el sur, así como durante mu chos de los peligros en la terr orífi ca tra vesía hacia el norte. Como probablement e haya más secciones del registro que juga dores, un solo personaj e tendrá la ocasión de investi gar varia s de las lista s. Úsalas como cas tigo (ya que no se conseguirán tirada s de habilidad o un gran reconocimi ent o por el trabajo ), para llenar horas sin más incidentes previstos, o para despistar a los jugad ores mientras el guardián prepara algún recur so de eme rgenci a. Nada en est as pequ eña s bú squ eda s requ iere de un a tirada o increm en to de habilidad, salvo que así se indique.

- - - - - - - - - - - - - - - - C O ~ R A Q u i - - - - - - -- - - - - - - --

Expedición St a rkwe a t h e r -Moore Registro del Equipo

u.

d e s c r ipci6n

u b ica ci6n

30 25 1 2 8 20 6

cajon e s con 48 l a t as d e 50 0 g . d e ma nte quill a cajon e s con 32 l a t as d e 60 0 g . d e le c he e n po lvo co f r e con 64 bot e s d e 350 g. d e t é cajon e s con 6 l a t as d e 1 kg d e a lbaricoqu e s se c os cajon e s con 48 l a t as d e 3 50 g. d e ciru elas caja s con 2 4 lata s d e 1 kg d e judías cocida s tarro s d e 4 1 nata agria caja s con 22 bol sa s d e doc ena s de hu evo s cubo s d e 10 k g d e ma nte c a d e cerdo caja s con 90 po r cion e s d e 2 50 g. d e p emmican l a t as d e 25 k g d e bacon

3 pu ent e 3 pu ent e 3 pu ent e 3 pu ent e 3 pu ent e 3 pu ent e bod ega bod ega bod ega bod ega bod ega

8 4 19 2 5

p.u.

p.t.

26 22 28 6 37 28 5 30

780 550 28 12 300 560 30 240 44 4800 125

11

25 25

- - - - - - - - - - - - - - - - C ORThRAQui - - - - - - - - - - - - - - - NOTAS PARA EL GUARDIÁN Los siguient es eleme n tos de es ta lista es tán equivocados : •

Los tarros de vein ticua tro litros de na ta ag ria se incluyeron por accide nte en una paleta jun to a la man tequilla enlatada y la leche en polvo (des tinadas a la bodega ). en vez de ca rga rse en las paleta s desti nada s a la cám ara frigorífica. La nata, si no se encuentra y es refrigerada , se habrá echado a perde r sin remi sión para cuando algui en decida utiliza rla.

Expedición Starkweather-Moore Registro del Equi po

~ 2 3 1 1 1 1 2 2 2 6 4 3 2 4 20 6 32 1

d e scripción

ubicación

t ractor e s d e niev e, cap. ca ro 375 k g , arrastre 1500 k g g en erador e s d e 300 vatios d e gaso lina con patine s baú l con ta lad ro de r ric k y es t r u c t u r a d e s op or te baú l con generador, me d i d or es y cabeza d e ta ladro a r mazón c ent ral con tub erias de ta ladro d e 4 m co fr e p e sado con e qu i p o e lé c t r i c o para fu n d ir hi e lo co f r es con g en erador e s e ó l i c os y tripod es de 4 m es t ufas d e qu e ro s eno para e l campo ba s e pi zarras d e 1 m x 1 m s op le tes l i n te r n as d e qu ero s eno ju ego s d e cocina d e campaña (con puch e ro s y s a r t é n ) r a d i o s g r a n des con ant ena rad io s d e campaña con antena b a ter i as d e para la s radio s d e campaña t e l é fono s d e campo con t e r minal e s d e t e l é g ra fo b a teri as d e t e l é fono c arrete d e hil o t e l e fón ico d e 2,5 km

1 1 1 1 1 1 1 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3

puente puente puent e puente puent e pu ent e pu ente pu ent e pu ente pu ente puente puente puente puent e pu ent e pu ent e pu ent e pu ent e

p.u.

p.t .

750 40 500 500 500 500 150 12 18 2 1 10 100 50 10 10 0, 5 4

1500 120 500 500 500 500 300 24 36 10 4 30 20 0 20 0 20 0 60 16 4

---- - - ---------- C O R~ R A Q U I----------------

NOTA S PARA EL GUARDIÁN Los sigu ientes elementos de esta lista está n equivocados : •





Las dos cajas con generadores có licos y trípo des no se encuent ra n prese ntes . Le fuer on solicita dos a la Com pañí a de Abastecimiento de Maquina ria Agríco la Willa rd y Ball de Ch icago, Illin ois. Si los in vest igad ores se po ne n en contacto con la emp resa descubrirán que los generadores no h an sido emb arca dos porqu e n o se han pa gad o los 370 dóla res corres po n dien tes. Cuan do el cheque se encuentre en su pode r, el eq uipo llegará en cues tió n de 48 hor as. De los tre s juegos de cocina que aparece n en el albarán, sólo un o de ellos se enc ue n tra en el almacén del pu ert o; los otros dos fueron enviados , pero n o aparece n. Los in vestig ad ores no enco n tra rá n es tos artícul os a men os qu e se les ocur ra bu scar a bord o del ba rco . Los dos juegos rest antes se h an desempaquet ad o y se han inst alad o en el come do r de la tripulación como parte del sur tido estándar del eq ui po de coci n a. La identificación de la s sa rtenes será difícil. si no imp osible ; lo m ás prob ab le es qu e ten gan que ser reem pla zad a s. El precio de un ju ego de cocin a ro nda los 50 dólare s. Las cuatro radios de cam paña par ecen com pletas a prim era vista; sin em bargo , no funci onan . A tod a s ellas les falt a un ca ble amp lificador de poder; h ay qu e en ca rga rlos por separa do y nadie se ha preocupado de cu rsa r el pedid o. Las mangu era s sólo pue den ob tenerse del fabrican te (en es te caso , la Compañ ía DeForr est, de Nuev a Yor k ), y ser ía bu en a idea en cargar var ias de re puesto. Los tubos qu e falt an cues ta n 10 dólares cada un o.

-MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA-

-Apénd ic e 7: Ayu d as d e ju e goExpedición Starkweat her-Moore Registro del Equipo ~ d e s c r ip c i6n 5 1 1 1 2 1 1 10 2 12 12 20 40 8 6 40 10 12 6 4

bo l sas con k i t h erramient as p ara avione s c a j a de herrami ent as (torno s, l i ma s , ta ladro s ) ca ja d e herramient a s de carpintería (s errucho s ) caja d e cl avos y material d e carpintería t ri n eo s de madera para l a b a se es p átul a con 6 rollo s de pap el alquitranado ca ja c on materi al y líquid o s para r ev elado f o t og r áf i c o cocina s Na nsen y h orn os Primus caja s con una d ocena d e p lat o s, taz one s y otr os c u b os (pa ra p ro c e so s d e d e s co n g e lad o d e a g ua ) ti enda s para 4 p e r sona s c o n e quip o d e an c la j e s ti enda s d e c amp a ñ a para viaj e s en t r in eo s li enzo s y s ac os de do r mi r d e pluma d e g ans o caja s con 6 paqu et e s d e 60 cerill as " l i f e b eat " band era s ( 2 a me r i cana s , 2 brit ánic as , 2 M. U. ) par e s d e b o t as d e ni e v e par e s de es quís , f i j a c i o nes y pa lo s pa la s h achas sierras d e a r c o

ubicaci6n

p.u.

p. t.

3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3

25 150 25 25 20 0 0 190

125 150 25 25 4000 190

puent e puent e puent e pu e n t e puente pu e n t e pu e n t e puent e pu e n t e pu e n t e pu e n t e pu e n t e pue n te pu ent e pu e nt e pu e nt e pu e n t e pu e n t e puent e pu ent e

18

18

12

120 16 12 300 100 320 24

8 1

25 5

8 3 3 3 6 1 2 2

18 120 60 12 12

8

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NOTAS PARA EL GUARDIÁN Los sigu ien tes element os de esta lista es tá n equivoca do s: •







Esto s cinco ju egos de h err amient a s de vein ticinco kilos cada una es tá n bien hecho s, en perfecta s cond iciones, y a estrenar; lo que ocu rre es qu e n o son las herramien ta s adec ua da s. Se trat a de ju ego s de herramien ta s pesada s para motores marítimos, y sólo los artíc ulos de me no r tamaño resul tan de alguna utili dad a la ,h ora de repa ra r un aeroplan o, m ientra s qu e buena parte de la s ten aza s y llaves in glesa s qu e necesit an los Boein g no es tán presen tes. Si se inves tiga es ta d iscrepa nci a se descubrirá que las herrami ent as son ni m ás ni men os las qu e pidi ó Sta rkwea ther ; es el pedido en sí lo que está equivocado. Habrá que devolver los ju egos de herramienta s a su fabri cante, Fu n d iciones Ber tra rn. de Ba lti rno re . y comp rar n uevos ju ego s de herramientas a la Com pañía Boein g. El nu evo enca rgo tar dar á tres día s en llegar. Falta n dos tr ineos lar gos, ambo s ca rga dos con dos ton elad a s de madera para la con strucción del cam pamen to base. Nunca llega ron a solicitarse. Por suerte, es tos ma te riales pu ed en adq uirir se en cualqu ier aserradero de bu en tamaño. La madera robusta y ad ecu ad a cues ta en tre n ueve y quin ce cen tavos el metro, segú n el corte y la calidad , El precio del paquete completo rondará los 100 dólar es, in clu ido su carga me n to a bord o de l Gabriel/e. Falta un a caja gran de, que aparece en el albarán como conte ne do r de material de revelado y recambios. Si se inspecciona todo el alm ac én (con éxito en una ti rad a de Suerte lo aparecerá en terrada bajo otro montón de cajas de la mi sma forma y tamaño etique tadas como "chocolat e" . Faltan cua tro sierr as para trabajar la madera . En su lugar aparece un pequ eñ o paquet e qu e con tiene cu a tro hojas de recambio para el mismo tipo de sierr a . Los números de serie de la factura coinci den; parece qu e se trata de un error de plum a.

Expedición Starkwea t her -Moor e Reg i stro del Equipo

~ 6 12 12 8 8 4 3 6 6 3 1 36 150 20 10

-

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descripci6n

ubicaci6n

rollos de cuerda alpina de 200 m juegos de pitones y otros equipos para escalada hachas para cortar hielo trineos Nansen de 3,5 m x 0,6 m. cap. cargo 500 k g c r on 6me t r o s y medidores p ara trineos c ajas c on pistola de señales y 10 bengalas cajas de metal con 10 bengalas de c alcio (10 mino ) paneles de señales de aviaci6n lámpara de señales eléctrica (requiere aliment aci6n) tiendas de oxígeno elevador pesado para descargas perros de raza malamute (de 9 a 11 p or trineo) literas, bancos, etc. para el campo base listones de bambú de 2,5 m paneles de madera de 3,5 x 3,5 m para los m6dulos post es de telé fono de 7 m para mont ar antenas

3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 5 5 5 5 5

-

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- CORTAR AQuí-

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puente puente puente puente pu e n t e puente pu e n t e puente puente puente cubiert a puente c ubierta cubierta cubierta cubierta

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p.u.

p . t.

20 4 2 50 1 2 10 n/ a 2 25 750 45

120 48 24 400 8 8 30 n/ a 12 75 7 50 1 620 400 150 13000 2500

1 650 250

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NOTAS PARA EL GUARDIÁN Los siguientes elemen tos de es ta lista est án equi vocad os: •







Las doce bolsas de pit one s y equipo de escalada asociado no aparecen por ninguna parte. Nad ie las en contrará si bu sca en el almacén o en el barco; al ponerse en contacto con el proveedor (Dalrymple ' s de Bastan), se sabrá que la caja fue en viada al Hotel Arnherst, no al a lmacén del muelle . Los artículos serán encontrados en la sala de equ ipajes del hotel. junto al resto del equipo de montaña personal de Starkweather. Faltan los seis paneles marcadores color cereza, em pleados para indi car a los aviones. El fabricante , Manufactura s Craw ford. de Brookl yn , afir ma que se pa gó el pedido y que és te llegó a tiempo al almacén, pero ah ora no ha y indicios de él. Habrá qu e reempla zar estos artículos a un preci o aproximado de 20 dólar es . Las seis linternas eléctricas de señales están equivocadas. En lugar de los mod elos pequeñ os que aparecen en la factura , el almacén alberga un par de caja s enormes cargadas de pesados focos de arco de carbono empleados en la iluminación escénica . Cada uno de ello s pe sa u nos sese n ta kilos, req uieren un arma zón y con sumen mucha ene rgía ; son prácticamente inservibles para la Antárt ida. Pued en ser devueltos al prove edor (Escen ario y Estudio Abercrornbie. en Manhattan) para consegu ir la devolución del im porte, y se pueden com prar las linterna s ade cuada s en cualquier tienda de aba stecimiento marítimo. No aparecen por n inguna parte las vein te vigas de treinta cent ímetros de grosor qu e iban a ser los pilares de los refugios de la base. Nadie las ha pedid o. Por suerte, pueden adquirirse en cualquier aserradero de gran tamaño. Cada una de es tas vigas cuesta entre treinta y cuarent a dólares, segú n el corte y la ca lidad. El lote complet o probablemente cues te unos 850 dólares, incluido el transporte a bord o del Gabrielle.

-MÁs ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LO CURA-

-Apéndice 7: Ayudas de juegoExpedición Starkweather-Moore Regi stro del Equi po ~ descripci6n

1 1 1 40 2 2 8 8 1 6 8 12 12 12 4

tim6n de repuesto con herramientas de montaje hélice de repuesto. bote de descarga (montado sobre bidones de aceite) sacos de cemento rápido cajas con 48 cartuchos de dinamita de amoniaco grupos electr6genos de soldadura mazas de hierro martillos grandes caja de madera con 100 detonadores no eléctricos carretes con 15 m de mecha de efecto retardado p alancas grandes r aspadores de nieve palas de nieve escobas con cerdas de acero para quitar nieve anclas para el hielo (ganchos enormes)

ubicaci6n

p.u.

p.t.

en cubierta en cubierta en cubierta 4 puente 4 puente bodega bodega bodega bodega bodega bodega bodega bodeg a bodeg a bodega

1050 1350 550 20 30 110 4 1 5 5 2 1 1 1 90

1050 1350 550 800 60 220 32 8 5 5 16 12 12 12 360

----------------CO~R A Q UI----------------

N OTAS

PARA EL GUARDIÁN

Los siguien tes elementos de esta lista es tán equivocado s: •









Faltan los cuarent a sacos de cemento rápido. No los ha pedido nadie, pero hará falta una inspecci ón minuciosa del alma cén para con firmarlo. El número de albarán que aparece en la lista de Moore se corresponde en realidad con el ensamblaje del tim ón de repuesto. Se pueden comprar sacos de cemento a cualquier proveedor de materiales de construc ción por 0,50 dólares cada uno. Los estuches de dinamita de amonio-gelatina no han llegado. Fueron encargados y pagados por la empresa de aba ste cimi ento de la con strucción Giordano -s. en Newark . Si los investigadores indagan descubrirán que los explosivos no ha n sido entregados por culpa de una ley vigente en Nueva Jersey que exige que todo s los compradores de explosivos al por mayo r dispongan de una licencia . Giordano -s ha enviado var ias cartas a Starkweather advirt iéndole de esta particularidad, pero éste no ha respondido (ni está al corrie nte del percance) . Para reso lver es ta contrariedad hará falta ir a Newark. mantener un par de entrevistas con la policía del estado de Nueva Jersey y adquirir una licencia por cinco dólares . La caja de detonadores, también solici tada a Giordano -s. ha sido retenida a su vez, por el mismo mo tivo. Al examinar los detonadores cua ndo lleguen se verá que son distintos a los que pedía Moore en su list a. Se trata de det onadores eléctricos, y deberían ser ree m plaza dos por detonadores de mec ha del n06, a un precio aproximado de 20 dó lares la unidad . A estas alturas, a nadie debería sorprenderle que los rollos de mecha no estén en el almacén. Sin em bargo, Giordano ' s los envió hace tiempo al muelle de la expedición y el guardia de turno firmó el recibo. Ahora han des apa reci do sin dejar ni rastro. Reemp lazar las mechas supondrá un coste de 30 dólares. El paradero de los origina les es un mi sterio (en realidad, ha sido Hcnning. el saboteador pagado por Danforth, el que ha robado las mechas y las ha escondido a bor do del barco) . La caja con doce palas que aparece recogida en el albarán de Moore se encuentra en el almacén . No obs tan te, el éxito en una tirada d e Idea propiciará que los investigadores reparen en que su tamaño excede al que cabría esperar. La in spe cción revela que la caja con tiene 72 pala s de nieve, y no 12, probablemente debido a la caligrafía imprecisa de alguien. Ya se ha abonado su importe.

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Expedición Starkweather-Moore Registro del Equipo

30 4 2 2 4 1 4 3 3 16 48 4 4 10 8 4 4 1 5 -

-

-

descri pc i6 n

ub i c aci 6n

cajones con 30 latas de 250 g. de sardi nas cajas con 8 latas de 120 g. de pimienta cajas con 8 tarros de 180 g. de mostaza cajas con 8 tarros de 50 g. de salsa de tabasco cajones con 40 tarros de 250 g. de mermel a da caja con 8 f r a s c o s de 100 g. de salsa we r c e s t e r s h i r e cajas con 80 bolsitas de 120 g. de p asas cajones con 150 tarros de 250 g. de zumo de naranja cajones con 150 tarros de 250 g. de zumo de uva cajas con 36 tabletas de 500 g. de chocolate cajas con 36 bolsas de 350 g. de galletas secas cajas d e 20 paquetes de 250 g. de terrones de azúcar caja s de 27 paqu etes de 120 g. de pastillas de caldo sacos de 5 k g de azúcar sacos d e 6 k g de harina latas d e 1 k g de levadura en polvo cajas d e s o s a de polvo caja con 12 saco s d e 1 k g de sal cajone s con 1 2 s a c os de 2 k g d e harina d e avena

3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3

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- CORTAR AQuí- -

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pu ent e puente pue nte pue n te pue n te puente puente pue nte pue nte puente puente puente puente puente puente puente puente pue nte puente

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p. u .

p.t .

10 1 2 0,5 12 1 11 37 37 20 30 6 4 5 6 1 1 12 24

300 4 4 1 48 1 44 112 11 2 320 144 0 24 16 50 48 4 4 12 120

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NOTAS PARA EL GUARDIÁN Los pedidos de varios objetos de esta lista estaban equivocados y hab rá que enca rga rlos de n uevo: • • •

Trein ta caja s pequ eñas de sard inas, como se recoge en el alba rán, en rea lidad contienen la tas de aceite de sard ina . Cuatro cajas de pimienta son en rea lidad en cuatro cajas de tres kilos de pim ien tos rojos desecados. Cua tro cajas qu e en principio deberían contener ta rros de mermelada son en reali da d cuatro cajas llenas de tar ro s para conservas, con cera y tapas h erm éticas, listas para su uso pero vacía s.

Otros de los obje tos qu e fal tan no se han llegado a ped ir: • •

Ocho sacas de harin a de dieciocho kilos cada una. Cuatro cajas de pas tillas de caldo de doce kilos cada una .

Los siguientes artículos sí han sido pedidos, pero se han extraviado y habrá que encont rarlos : • •

Una caja con ocho ta rros de a kilo de salsa de Worcester shire (ya han subido a bordo del Gabrielle pa ra con sumo de la tripu lación, pero es pro ba ble que los in vesti gadores nunca se enteren) . Cuatro caja s de terron es de azúcar. Una tienda de come st ibles local fue la enc argada de entregarlos, pero no aparecen (se cargaron a bord o de otro barco por accidente y ya se alejan mar ad entro) .

-MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA-

-Apéndice 7: Ayu d as de j u egoExpedición Starkweather-Moore Reg i s t ro del Equipo ubicaci6n l onas para cub r i r a e r op lano s de 10 m d e l arg o capota t é r mica s ai s lant e s para cub rir mot ores caja s con cámara, trí p o de y p e lícu la guitarras arm6nica s equ ipo s compl eto s d e f ot og r af í a: -(cámara s, obj etivo s, t rípod e s, p e lí cula , f ilt r os y 50 fl as h) malet í n con i ns trumen t os d e bi ol og í a y b ot án ic a cami sa d e f ue r z a pare s de es p os as ma l etín ll eno con 24 bot e l litas d e licor e s medicinal e s maletín mé d i c o con in sto quirúrg ico s y dro ga s male t í n mé d i c o d e c amp a ñ a -(in cluy e jeringuil l as i n y ectab l e s d e morf i n a) c art 6n d e tabaco caja con má qu ina de es cr i bir , pap e l y pap e l car b6n co fr e con vario s i ns to d e nav egac i6n, carta s y ma pas g emelo s binocular e s, 7 x50mm co f r e con in st o pa ra ob s ervacion e s a stron6mica s: -(incluy e un contador Geig e r-Mull er para e l es t u d i o d e l os r a y os c 6sm ic os y v a r i os es pe ct 6graf os de c ua r zo para l a ob servaci6n del s ol y el ci e lo ) co fre s con in strumental meteoro16gico y cartas co fres con instr. para e studios de paleontología: -(incluye volúmenes d e re f erencia, cepillo s de alambre, h erramienta s de e xcavaci6n, cartas y mapa s) co fres con insto para estudios geo16gico-cartográfico s: -(incluye s on d a s , teodolito con trípode de aluminio, ma r t i l l o s para roca, bolsas para recoger mue s t r a s , cuadernos para hac er boceto s y dibujos) co fre s con instrumental para estudios geo físico s: -(incluye brújulas de preci si6n y magnet6metros) cofres con instr. químico para realizar e xp e r i men t o s : -(incluye probetas, cubetas de precipitaci6n, mechero s buns en, componentes químico s, pinzas, obturador, term6metro s y volúmenes de re ferencia) caja s con 6 botes de sosa cáu stica

4 6 2 2 2 3

1 1 3 1 1 1 1 1 1 12 1

4 2

6

2 2

4

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- CORTA R AQ uí-

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b o dega a vi6 n b o dega avi 6n cubi e r ta c u b ie r t a cubierta cubi erta

cubi e rta c amar ote camarot e camarot e c amarote camarot e o fi cina of icina o fi cina o ficina oficina

p.t.

75

300 30 13 0 n/ a n/a 36

5 65 n/a n/a 12

n/a 15 14

12 2 n/a 15 14

6

6

4 17 25

4 17 25 12 14

12 méd i c o méd i c o médico méd i c o méd i c o

2

ESM ESM ESM ESM ESM

1

14

oficina ESM oficina ESM

5

24 10

o ficina ESM

20

120

oficina ESM

6

12

o ficina ESM

5

10

12

50

6

bod ega

-

p.u .

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NOTAS PARA EL GUARDIÁN Los siguien tes objetos está n equi vocad os en la list a: • • •

La caja de las harmón icas se ha roto y los dos ins trume ntos han des apa recido . Esto es un claro acto de vandali sm o. Si se desea, se pue de n reemplazar las armón icas al precio de ocho dólar es cada una . Falta el estuche qu e con tiene el ins trum ental de astronomía y los contadores Geiger. En realidad, se encuentra en la sala de equipajes del ho tel Am he rst. Los investigadores no lo averig uarán a menos que hablen con Moore, que conoce su paradero. La caja que cont iene la sosa cáu stica fue entregada por el almacén , pero ahora no aparece. No se encuentra ni ras tro ; si se desea, se pue de comprar sosa cáus tica a un proveedor de material de laborator io a un preci o de unos nueve dólar es (la caja original ha sido robada por Henning, el sa botea dor, y se enc uen tra oculta a bordo).

86 -87, 89, 90, 93 Anim icu li y Animiculum Antiguos 81 -85 Antiguos, ciudad de los 82 -83, 103, 178 Antiguos, constructo de los 83-85, 195 Antiguos, escritura de los 81 Ant iguos, faro de los 83 Antiguos, trampa divina de los 83-85 88 -91 Bar srneier, Josef Ballenas 75 Boeing 247 156 78 Caídas Campo base de la EBF en Weddell 90 -95 Campamen to base Lake 70, 74, 192 Cierva C-30 Autogiro 161 Clima tología 72 73 Climatolog ía, ca m bio ráp ido de Clim at ología, vue los 73 Dios Des co nocido 83 -8 5 86 -87 Dios Desconocido, sem illas de l Enfermedades 68 Enfermedad es, beri-beri 68 Enfermedades, congela ción 71 Enfermedades, escor buto 68 Enfermedades, h ipot er m ia 69 Enfermedades, h ipoxia 69 Enfermedades, m al de las altur as 69 Enfermedades, qu em ad ur as 69 Escaladas 77 65, 88, 9 1-94, 118, 144-1 49 Expedición Bar sm eier-Falkcn Expedición Lexin gt on 137 -143 : 78 Expedición de Ross Expedición Starkwea ther-Moore ........................... .......... 65, 118, 121, 113-11 9, 122 - 133, 199-205 Expedición Uni ver sid ad de Miskaton ic 120, 142 : 158 Farchild FC-2W Finnesko. botas 65 Funcionamiento defectuoso 76 72 Geografía antárt ica

Glifos Grietas Focas Huskies Isla del Engaño Junkers Ju -52/3m ge Lexington, Acacia Lexington, Perciva l Lint erna s Lovecraft. H .P

Mantenimiento de aeronaves Mares de l Sur Módulos Moore, William Navegación Nort h ro p Del ta Oxígeno, equ ipos de Parkas Personajes , ín dic e genera l de Pin güinos Poe, Edgar AlIan Pyrn , Arth ur Gor do n Ropa s Sae n neg rass Scott, Rob ert Pa lee n SS Gra brielle SS Talla h assee SS Wilhel mi na Sta rkwea ther, James Temper aturas Tien das Tormentas m agn ét ica s Trac tor de n ieve Trineos Tsalalianos Tú ne les Vue los Zepe llin Gra f

81 , 82 , 85 72 75 66 95 , 181 163 137-139, 141, 170, 172 137-139, 173, 177 89,94, 110, 112, 117 69 76 78 91 123-125, 159-169 70 159 65 65 151 74 95, 11 1, 181 95, 107-181 65 65 79 134-1 36 153-15 4 155 122 -125,1 68-1 69 7 1,75 66 73 165 66 -67 184, 105 89 , 94 73, 76 150, 164

-MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA-

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