La Independencia de La America Del Sur Española - Bushnell

January 29, 2020 | Author: Anonymous | Category: Venezuela, España, Perú, Imperio español, Colombia
Share Embed Donate


Short Description

Download La Independencia de La America Del Sur Española - Bushnell...

Description

B us hnell David, L a independencia de A mérica del s ur es pañola pañola,, en Bethell L ., Tomo V Alternativas ante la crisis de la monarquía española La crisis de la monarquía española de 1808 impulso las fuerzas, entonces ya activas, que acabaron por producir la secesión de las colonias continentales de España. Sin embargo, la independencia solo pareció en aquel momento una respuesta más a la crisis. Los hispanoamericanos pudieron escoger entre:    

Aceptar el dominio de José Bonaparte Jurar obediencia a las autoridades provisionales creadas por las juntas peninsulares Jurar obediencia a Carlota Joaquina, hermana de Fernando VII Establecer juntas para gobernar en nombre del cautivo Fernando

En primera instancia esta última alternativa comportaba de hecho la autonomía dentro de la monarquía común, pero a la larga resulto ser una situación transitoria antes de obtener la separación total de España.  Aquellos que pensaban pensaban apoyar al posible triunfador, triunfador, a duras penas podía esperar una victoria napoleónica en el lado americano el océano: no existía en las cercanías ningún ejército francés, en cambio, navegaba la marina británica. Además, en la América española también se rechazaban las cosas francesas. Las intrigas bonapartistas progresaron poco. La Junta Central de Sevilla: ¿juntas en América? La decisión de la Junta Central de Sevilla de gobernar basándose en la soberanía popular fue más tarde imitada en la colonia. Mientras que en la península no desorganizo los canales habituales de mando y recibió el apoyo de casi toda la oficialidad mayor, otra opción aducía que las provincias americanas tenían tanto derecho como las españolas para constituir instituciones de gobierno. Rio de la Plata Fue en el Rio de la Plata donde la opción bonapartista pareció tener más posibilidades. Allí, la crisis abierta por las invasiones británicas (1806  –   –  1807) había catapultado a un oficial de origen francés, Santiago de Liniers, a una posición dirigente, que le permitió actuar como virrey. Sin embargo, no existe ninguna evidencia que se prestara a servir a Francia. Los propios franceses pronto reconocieron que la América española era una causa perdida. En el Rio de la Plata también pareció ofrecer las mejores esperanzas de triunfo a la alternativa carlotista, pero al final tampoco se impuso. Las invasiones británicas habían puesto de manifiesto la vulnerabilidad de España, y dieron lugar a que los criollos, quienes llevaron el peso de la lucha defensiva, adquirieran una acrecentada conciencia de su importancia. Además, al ser un centro comercial marítimo, Buenos Aires estaba abierto a influencias externas. Sus productos de exportación procedentes de la explotación ganadera hicieron que tanto los propietarios territoriales como los comerciantes fueran muy conscientes de las potenciales ventajas que reportaría la implantación de mayor libertad de comercio. A primera vista, parecía que la presencia de la hermana de Fernando VII en Brasil podría satisfacer este deseo. Un grupo de hombres profesionales y de negocios esperaban establecer una monarquía ilustrada en el Nuevo Mundo. Pero el carlotismo no represento más que una complicación más a una situación de por sí ya confusa. Se temía que Carlota actuara como agente de los portugueses. 1

El Rio de la Plata fue el escenario de dos de los primeros movimientos juntistas. La junta establecida en Montevideo en 1808 encabezada por el gobernador español cuyo propósito era escapar del control de Liniers y no de la Junta de Sevilla. La junta se auto disolvió en cuanto Liniers fue sustituido desde Sevilla por un peninsular de confianza, Baltasar Hidalgo de Cisneros. El intento de crear una junta en Buenos Aires en enero de 1809 fue también dirigido contra Liniers. Uno de sus instigadores fue Martín de Alzaga, rico comerciante peninsular. Aunque la mayoría eran peninsulares el grupo contaba con algunos criollos. El único deseo claro era deshacerse de Liniers. El intento quedo frustrado, ya que Liniers contaba con apoyo de la milicia criolla y de la burocracia virreinal. Sin embargo, al cabo de un año sería desplazado por Cisneros, quien accedería a abrir el puerto de Buenos Aires al comercio con Gran Bretaña. Capitanía General de Venezuela En 1808, en Caracas, capital de la capitanía de Venezuela, hubo un intento por establecer una  junta. Al igual que en Buenos Aires, existían allí casas de comercio españolas que trabajaban con Cádiz y que se oponían a la liberalización del comercio. Sin embargo, había mucha opinión local a favor de la libertad de comercio con el mundo exterior. El grupo dominante de la sociedad, una burguesía agraria y comercial llamada los mantuanos, dependía de la producción y exportación del cacao y otros productos de las plantaciones. Eran perfectamente conscientes de que el sistema comercial español era un impedimento para que continuara el crecimiento y la prosperidad. Caracas, al igual que Buenos Aires, estaba al alcance de influencias externas. Venezuela había contado con su propia “invasión” en 1806, pero no d e una potencia extranjera sino del conspirador venezolano y agitador revolucionario Francisco de Miranda. Tanto los mantuanos como la población se unieron en torno a las autoridades españolas contra Miranda, cuyo llamamiento a la independencia parecía radical. El miedo a una insurrección al estilo haitiano de los esclavos y de los pardos libres, que sumaban más de la mitad de la población, explica la cautela de la clase criolla. Al mismo tiempo, el miedo a las masas fue una importante razón para no dejar el mantenimiento del orden en manos de representantes de un gobierno español debilitado e indigno de confianza. Es así que los acontecimientos españoles de 1808 crearon el sentimiento de que la ocasión era propicia. Ante la actitud del capitán general Juan de Casas de mostrarse inclinado a aceptar la alternativa bonapartista un grupo de demandantes propuso formalmente la constitución de una junta. Casas contesto con arrestos y confinamientos. Casas actuó contra los mantuanos descontentos abriéndose asegurado antes que contaba con el apoyo de los pardos. El Alto Perú Los juntistas del Alto Perú tuvieron mejor suerte, al menos momentánea. En la capital colonial de Chuquisaca se estableció una especie de junta, dos meses después otra lo haría en La Paz. La primera fue el resultado de disputas dentro de la burocracia colonial entre el presidente y los jueces de la audiencia. La situación estallo en mayo de 1809 cuando la audiencia depuso al presidente y asumió los poderes en nombre de Fernando VII. Aunque era algo muy distinto a las juntas compuestas por naturales de la región fue apoyada por algunos grupos liberales que querían aprovechar la ocasión para extender el clima de agitación al resto del Alto Perú. 2

Las repercusiones más importantes fueron en La Paz, donde un cabildo municipal depuso al intendente y al obispo y surgió una junta tuitiva (que protege). Aunque en las declaraciones de esta  junta no había nada que evidenciara que no se quería mantener la lealtad a Fernando VII, la petición de autogobierno efectivo estaba presente: los revolucionarios habían pasado el límite de lo permitido. Más perturbadores aun resultaron sus llamados a remediar la situación de los indios y su abierto apoyo a las masas indias y mestizas. Los criollos recordaron de inmediato las revueltas de Tupac  Amaru y Tupac Catari y no querían correr el riesgo de que se repitiera la misma situación. Cuzco y Perú intervienen en La Paz Pero el aparente radicalismo de la junta tuitiva de La Paz provoco tanto la división interna entre sus adherentes como el fortalecimiento de la oposición que no simpatizaba con ella. El rechazo más fuerte provino desde el exterior: el presidente del Cuzco Goyeneche y el virrey del Perú Abascal estaban identificados con la causa española y ni en uno ni en otro lugar se había producido un rechazo al statu quo político existente. El posible descontento y nacionalismo incipiente había sido rápidamente ahogado por el miedo al indio el conservadurismo de su elite dirigente. A su vez, el relativo estancamiento de la colonia y de Perú en particular, hizo a su elite más dependiente de los empleos y favores otorgados por el estado español. Es así que sus autoridades pudieron prestar mayor atención a la represión de los desórdenes ocurrido en jurisdicciones vecinas. Tras la expedición enviada por Abascal y Goyeneche no fue necesario el uso de la fuerza ya que sus líderes fueron rápidamente capturados casi sin resistencias. En el caso de Chuquisaca hubo un cambio de actitud tras el nombramiento de Cisneros en Buenos Aires y el cambio del presidente de Charcas. Revueltas en Quito  Antes de finalizadas las revueltas en La Paz otro movimiento estallo en Quito en diciembre de 1808, conducidos por el marqués y rico propietario Selva Negra. Su grupo planifico oponerse a la ocupación de España. Tras ser arrestados lograrían arrestar al presidente de Quito y establecer una  junta con el apoyo de la guarnición donde se encontraban. La junta juro velar por la auténtica religión y por los derechos del monarca legítimo. Por las características de Quito, no era un lugar apropiado para comenzar una acción revolucionaria: aislada geográficamente y con una clase alta presuntuosa y separada socialmente. Por otro lado, había cierto descontento de esta elite debido a que se veían perjudicados sus intereses textiles con las reformas comerciales borbónicas. Es así que la fórmula de su junta parece bastante lógica.  Al igual que en el Alto Perú, tuvieron que enfrentarse a la oposición externa. Por lo pronto, algunas provincias bajo control de gobernadores españoles se negaron a reconocerla. Por otro lado, tanto el virrey del Perú Abascal como el de Nueva Granada Amar no estaban dispuestos a tolerarla. Pero la  junta se disolvió en octubre de 1809 antes de que llegaran a enfrentarse a las fuerzas contrarrevolucionarias enviadas. Cae Sevilla, regencia en Cádiz: ¿status de América?

3

La derrota de las juntas de La Paz y Quito no resolvieron el problema creado por la falta del titular en el trono y los sucesos acaecidos en España creaban nuevos problemas. Los centros de resistencia español caían ante las victorias francesas, incluyendo Sevilla. A fines de enero de 1810 la  junta se disuelve y da paso a un Consejo de Regencia en Cádiz, órgano que debía ser reconocido por las autoridades americanas: de nuevo quedaba planteado el status de las colonias. Como resultado de todo esto tenemos la reaparición del deseo criollo de tomar sus asuntos en sus manos, al tiempo que de parte de los defensores del sistema existente empieza a reinar la incertidumbre. Reacción de Caracas ante nuevos sucesos La primera actuación importante tuvo lugar en Caracas, la colonia más cercana a Europa y la primera en recibir las noticias. En abril de 1810 un grupo de criollos prominentes depuso al capitán general y estableció una junta. Aunque en teoría gobernaban en nombre de Fernando VII negaron explícitamente que el nuevo Consejo de Regencia tuviera legalmente autoridad alguna sobre  América. La mayoría de las principales capitales de provincia siguieron el ejemplo y aceptaron la primacía de Caracas. Nueva Granada Los sucesos de España y ahora los de Venezuela tuvieron repercusión en Nueva Granada. El virrey Amar reconocía rápidamente al Consejo de Regencia, pero una fracción cada vez más importantes de criollos estaba convencida de querer establecer juntas. Como la capital estaba aislada en el interior andino, la iniciativa no provino de esta, sino de una ciudad costera, Cartagena, donde se establecería en mayo una cuasi junta. Tiempo después Bogotá haría lo mismo nombrado al virrey como presidente de la misma, aunque apenas duraría unos días ya que sería finalmente expulsado. Las noticias de lo ocurrido en Bogotá desencadeno el establecimiento de juntas en otros puntos de Nueva Granada. Lo mismo ocurriría nuevamente en Quito, donde en septiembre se instala por segunda vez una  junta. Buenos Aires y su revolución de mayo En el otro extremo de Suramérica la respuesta más importante fue la revolución de mayo de Buenos Aires. El virrey Cisneros aceptaría de mala gana el llamado a cabildo abierto, el cual se autorizaría a sí mismo a nombrar una junta. El nombramiento del virrey como presidente de la misma haría estallar todo tipo de protestas. Para el 25 de mayo, la junta ya no incluía al virrey y la misma era presidida por el coronel Cornelio Saavedra, comerciante cuya base de poder estaba en haber organizado las milicias para contener a los británicos en 1806-1807. La junta juro lealtad a Fernando pero no al Consejo de Regencia e intento imponer su autoridad al resto del virreinato.  Aunque los sucesos de mayo fuero resultado de la intervención de una minoría, las organizaciones de la milicia que tomaron parte en ella encuadraban a buena parte de la población masculina activa, siendo la revolución aceptada por amplios sectores de la población. Más problemática resulto la actitud del resto del virreinato, donde por diferencias económicas y culturales sumadas a rivalidades locales imposibilitaron una adhesión unánime al nuevo régimen. Montevideo que en 1808 había establecido su propia junta para enfrentar a Buenos Aires, ahora confesaba estar satisfecha con el Consejo de Regencia. Paraguay también se pondría de su lado, 4

más que nada por el resentimiento por la subordinación económica y política que sufría con respecto a Buenos Aires. Perú continuaba siendo baluarte realista, declarando su adhesión a cualquier tipo de autoridad que en España ostentara legitimidad. Caso chileno El capitán general de Chile considero, con cierto retraso, que era mejor seguir el ejemplo de Buenos Aires. Chile, con escasa población y relativamente aislado, no jugó un papel de vanguardia en el debate político e intelectual. Aunque es muy debatido el alcance del descontento en Chile, no hay duda de que también estaban en un proceso de concienciación al menos protonacionalista. Finalmente en septiembre de 1810 un cabildo abierto daría a Chile su propia junta gubernativa. Consideraciones de la historiografía tradicional En la historiografía tradicional sobre el proceso revolucionario predomina la visión que considera las juntas de 1810 y los movimientos a que dieron lugar como parte integral del mismo proceso revolucionario que produjo la revolución angloamericana en 1776 y la Revolución Francesa de 1789. Estos dos ejemplos junto a las ideas liberalizadoras de la ilustración son causas necesarias, si bien no suficientes, de todo lo que ocurrió. Esta interpretación es debatida por escritores conservadores, quienes señalan que la ideología de los patriotas se encuentra en el pensamiento del jesuita Francisco Suarez (1548  – 1617): el poder civil procede de dios a través del pueblo. Así, el derecho de los americanos a crearse sus propios órganos de gobierno podría justificarse tanto con Suarez como con Rousseau. Si tomamos las ideas, pueden encontrarse no pocos lazos entre la revolución de Hispanoamérica y las corrientes liberal-democráticas emergentes en la Europa occidental y estados unidos. Para las juntas de 1810, la situación internacional no permitía esperar que las potencias extranjeras intervinieran en su ayuda, como ocurrió en el caso de la revolución norteamericana. En angloamerica, el público burgués y protestante era algo escéptico acerca del desarrollo de la  América española, y esperaba bien poco de ella. Aunque algún publico angloamericano mostro entusiasmo, la política oficial fue cautelosamente neutral. No olvidar que Estados Unidos mantenía las esperanzas de adquirir La Florida y Texas mediante negociación, lo que suponía evitar un enfrentamiento con España. Desde Europa, la única posible fuente de ayuda era Gran Bretaña ya que todo el resto se hallaba sumido en las luchas contra Napoleón. Aun así, la política oficial era ambivalente: por un lado era una oportunidad para comerciar abiertamente con aquellas, pero España era aliada en la lucha contra Napoleón. Esta ambivalencia era resuelta en la práctica del siguiente modo: los comerciantes  –con conocimiento y apoyo del gobierno británico- comerciaban con cualquier puerto en manos de revolucionarios mientras sus agentes comerciales aconsejaban a aquellos que no rompieran todos los lazos con la madre patria. Gran Bretaña siempre se ofreció como mediadora para resolver el conflicto. Venezuela: primer gran desafío Venezuela fue el primer país con un gobierno revolucionario establecido en 1810. Al ser la colonia continental más cercana a España y al estar frente a las Antillas españolas estaba expuesta a un 5

rápido contraataque. Por otro lado, estaba protegida por la Nueva Granada en manos de patriotas, quienes ayudarían a los insurgentes venezolanos. La Junta procedió rápidamente con una serie de medidas:    

Pedido de ayuda a Gran Bretaña y EEUU Apertura de puertos a barcos amigos y neutrales Abolición de alcabala Prohibición de comercio de esclavos

 A pesar de todo esto, su orientación social quedo refleja en la convocatoria al primer congreso venezolano: solo varones adultos que trabajaban por su cuenta o tenían propiedades podían votar. Sociedad Patriótica de Caracas, el Congreso y la Primera República de Venezuela  Antes de que se reuniera el Congreso surgió otro cuerpo deliberativo que aglutinaba al ala más activa de la burguesía comercial y agraria: la Sociedad Patriótica de Caracas. Esta se convertiría en foro para aquellos que no confiaban en que España pudiera introducir cambios en el sistema colonial. Simón Bolívar daría allí sus primeros pasos. Estas consideraciones y la Sociedad ganarían apoyo con el regreso de Francisco de Miranda desde Inglaterra en diciembre de 1810. Finalmente, el Congreso formalizaría la independencia en julio de 1811. Luego procedería a redactar la constitución liberal de la Primera República de Venezuela, cuya estructura federal conservaba la autonomía de las provincias en lo referente a sus asuntos internos y se unía en confederación para las cuestiones de interés común. Bolívar y Miranda: contra la federación Bolívar la criticaría como una de las teorías poco prácticas. Aunque la republica que inspiro a quienes hicieron la constitución era la de Estados Unidos, también admirada por Bolívar, este consideraba que no era un modelo apropiado para Venezuela. Tampoco Miranda quiso seguirla, ambos preferían un Estado más centralizado. Sin embargo, el otro hecho que inspiro la federación era las fuertes tendencias particulares de las otras provincias, no olvidar que Venezuela se unió recién en 1777 al crearse la capitanía general. Constitución de Venezuela de 1811 La constitución establecía también: 



Igualdad jurídica de todos los hombres sin diferencia de razas (no ponía en peligro el dominio criollo y que seguían las restricciones para votar) Supresión de los foros del clero y militares

Contrarrevolución

6

Había sectores que pensaban que las cosas habían ido demasiado lejos. Entre julio y agosto de 1811 se da una primera contrarrevolución en Valencia que sería aplastada. La ofensiva finalmente bajaría desde los enclaves realistas de Coro y Maracaibo con refuerzos de la colonia de Puerto Rico bajo el mando de Domingo de Monteverde. Los realistas recibirían la ayuda de la naturaleza, ya que en plena marcha un terremoto azotaría todas las zonas en manos de revolucionarios. Nuevas normas, misma estructura social: reacción de llaneros y esclavos La abolición de la trata de esclavos y la otorgación de la igualdad formal a los pardos libres cambiaron de hecho poco la estructura de la sociedad. La clase alta criolla se había hecho con el monopolio del poder político gracias a la revolución, el cual usaban para defender sus intereses. La esclavitud perduro, se impusieron ordenanzas para los llanos a fin de establecer la propiedad privada sobre pastos y ganado cimarrón en perjuicio de los llaneros quienes quedarían reducidos al status de peones sujetos a reglamento. Los llaneros respondieron a la llamada de los líderes de la guerrilla realista, en otros puntos los esclavos se levantarían contra sus amos en nombre del rey. El nombramiento de Miranda como jefe supremo con poderes dictatoriales en abril de 1812 no fue suficiente para contener la marea. Monteverde continúo avanzando y cayeron tanto Miranda como Bolívar. Miranda fue enviado prisionero a España donde moriría en 1816, Bolívar terminaría en Nueva Granada. Nueva Granada: la Patria Boba  A finales de 1812 la “Patria Boba” estaba en plena efervescencia. Su bobería se debía a su extrema falta de unidad interna. Las dificultades de comunicación y los contrastes sociales y culturales entre regiones eran aún más acentuados que en Venezuela. Diferencias regionales en Nueva Granda:   

 

Tierras altas cercanas a Bogotá: latifundios, minifundios y tierras de resguardo Noroeste-Socorro: centro de industrias artesanales Noroccidente-Antioquia junto a tierras bajas del pacifico: producción de oro, único producto importante de exportación Panamá: prácticamente sin contacto con las otras regiones Cartagena: minoría clase alta blanca dominaba a una mayoría afrocaribeña

Cundinamarca vs. Provincias Unidas Las Provincias Unidas de Nueva Granada, creada finalmente en noviembre de 1811, era una federación aún más débil que la de Venezuela. No todas las regiones se unieron en ella, la ausencia más importante fue la de Bogotá, quien era ahora el centro del Estado de Cundinamarca con un “precursor”, Nariño, a su cabeza y con poderes dictatoriales. Nariño mantenía a Cundinamarca separada de las Provincias Unidas con el argumento de que la unión de estas era débil. A lo largo de 1812 el antagonismo entre estas degenero en hostilidades armadas que pr osiguieron hasta el final de la “Patria Boba”. Regiones sin bando 7

 Algunas regiones no quisieron tener nada que ver con ninguna de las dos y optaron por seguir siendo leales al Consejo de regencia. Es el caso de Panamá o de Santa Marta, tradicional rival de la patriótica Cartagena. También fue el caso de Pasto en el lejano sur, aislada cultural y económicamente. Popayán, al norte de Pasto se convirtió en un área de disputa entre realistas y revolucionarios. Independencia por regiones  Aunque Nueva Granada no logro alcanzar su unidad, sus provincias acabaron por proclamar abiertamente su independencia. Por lo general, los intereses sociales propugnados por los líderes revolucionarios de Nueva Granda eran similares a aquellos que tuvo la Primera Republica venezolana. Si la revolución de Nueva Granada no se vio amenazada por ningún conflicto social o racial grave en gran parte se debió a que las tensiones subyacentes no habían madurado (a diferencia de Venezuela no hubo un proceso de cambios socioeconómicos rápidos) y a que el carácter discontinuo de la lucha por la independencia dejo menos sitio a la participación popular. Venezuela: Monteverde: conciliación y retribuciones En Venezuela pareció que Monteverde pudiera restaurar el régimen colonial, pero al combinar la conciliación con las retribuciones, ni destruyo a los enemigos de España ni se los gano de verdad. A Simón Bolívar le confisco sus propiedades, pero lo libero y le permitió que se fuera de la colonia. Campañas de 1813: Segunda Republica En enero de 1813 Santiago Mariño, refugiado en Trinidad, invadió la zona oriental de Venezuela donde se haría fuerte. Con ayuda de las Provincias Unidas de Nueva Granada, Bolívar lanzo otro ataque desde occidente y, tras la denominada Campaña Admirable, Caracas caería en agosto de 1813. Meses antes Bolívar había declarado la “guerra a muerte” contra todos los peninsulares que no se adhirieran a la revolución y, por otro lado, amnistió a todos los criollos. Su objetivo era polarizar la situación entre españoles y americanos. Bolívar, convertido en cabeza de facto de la revolución gracias a su brillante campaña, se abstuvo de reinstaurar la constitución de 1811. La Segunda República fue una dictadura militar en todos los sentidos. De esta manera, Bolívar quería evitar la debilidad política que en su concepto había provocado la caída de la Primera República. Pero no le dio solución a los conflictos sociales y raciales: por un lado, los pardos desaprobaban la dirección revolucionaria, por otro, algunas fortalezas continuaban en manos realistas. Las guerrillas realistas junto a pardos: cae la Segunda Republica La actividad de las guerrillas realistas corroía por dentro a la Segunda República. El español José Tomas Boves, jefe de la guerrilla, organizo a los pardos de quienes recibió una lealtad incondicional alentando a sus hombres prometiéndoles las propiedades de los patriotas criollos. En junio de 1814 Boves consiguió aplastar a las fuerzas conjuntas de Bolívar y Mariño lo que obligó a abandonar, una vez más, Caracas. La Segunda República ya no existía. Bolívar se iría de nuevo a Nueva Granada. Nueva Granada 8

Cuando Bolívar llega nuevamente a Nueva Granada tras la caída de Venezuela, muy poco había cambiado desde que se había ido. Los enclaves realistas continuaban sin rendirse y los centralistas y federalistas aun estaban peleándose. Aunque no simpatizaba con ellos, Bolívar tenía una deuda con las Provincias Unidas por la ayuda obtenida en el año anterior. Así fue comisionado para que se hiciera cargo de la realista Santa Marta. Pronto se vio atrapado en un enfrentamiento con la patriota Cartagena y disgustado se iría a las Antillas. Cuando llego el desastre final de Nueva Granada el ya no se encontraba allí. Restauración de Fernando VII La derrota del ejército de Napoleón en España en 1813 y la restauración de Fernando VII en el trono colocaron a España en una posición mejor para tratar la rebelión de las colonias americanas. El rey abolió la constitución a pesar de sus promesas e implanto un régimen absolutista. A principios de 1815 puso en camino una de las mayores fuerzas expedicionarias bajo órdenes del experimentado Pablo Morillo. Venezuela era el primer objetivo ya que era más asequible y desde allí se podía acceder rápidamente a otros puntos estratégicos. Expedición de Pablo Morillo  Aunque cuando Morillo llega a Venezuela en abril de 1815 los insurgentes ya habían caído en manos de Boves, intento poner un gobierno militar en la región. Luego penetro en Nueva Granada por el lado de Santa Marta. Cartagena se rindió al poco tiempo. Luego continuaron su avance por el interior y en mayo de 1816 ocuparon Bogotá. Morillo, poco inclinado a la indulgencia, con ejecuciones masivas acabo con la mayor parte de los altos dirigentes y varios inspiradores menores de la “Patria Boba”. Unos poco escaparon a los llanos orientales de Nueva Granada donde se sumaron a los fugitivos procedentes del hundimiento de la Venezuela patriota. A finales de 1816, la mayor parte del virreinato de Nueva Granada, incluyendo Quito, estaba sin problemas en manos realistas. Quito Hasta 1810 Quito había tenido poca relación con el resto de los acontecimientos del virreinato. Su segundo gobierno independiente organizado en septiembre de 1810 seria destruido por un ejército enviado por el virrey del Perú Abascal, tal como había ocurrido en 1809. Rio de la Plata: La revolución del Rio de la Plata nunca sucumbió ante la conquista o la contrarrevolución, pero quedo inmersa en una crisis interna y externa. Tras el establecimiento de la junta gubernativa en mayo de 1810 dirigida por el líder de la milicia criolla Cornelio Saavedra empezó a ganar influencia Mariano Moreno, a quien calificaban de “jacobino”.  A pesar del radicalismo de la revolución innovaciones legislativas o institucionales.

en esta primera etapa no se introdujeron grandes

El primer intento contrarrevolucionario abierto tuvo lugar en Córdoba, y uno de sus instigadores fue el héroe de la defensa de Buenos Aires contra los ingleses Santiago de Liniers. La respuesta fue rápida, Liniers y los jefes rebeldes fueron fusilados.

9

Para Buenos Aires pronto se tornó evidente que las zonas más extremas del virreinato deberían someterse a la autoridad de Buenos Aires por la fuerza, para lo cual el nuevo gobierno pacto tranquilamente con las oligarquías locales. Así fue que la misma gente que bajo el Antiguo Régimen dominaron la sociedad colonial lo continuo haciendo en el nuevo. Para esos sectores la figura de Moreno significaba una amenaza, más después de haber publicado la obra de Rousseau y del fusilamiento de Liniers. Cuando los delegados del interior fueran finalmente aceptados en la junta Cornelio Saavedra tomara partido por ellos y encargara a Moreno una misión diplomática en Europa. Esto no acabaría con el conflicto entre morenistas, saavedristas y otras facciones, que continuarían luego con la disolución de la junta, la constitución del Primer Triunvirato en 1811, el segundo Triunvirato y a principios de 1814 un Directorio Supremo. A pesar de estas luchas de facciones también se enfrentaron a sus enemigos declarados del Alto Perú y Montevideo. La fuerte presencia británica en el Rio de la Plata, más que en el resto de Hispanoamérica, controlando una parte importante del comercio y la exportación, contribuyo a que las autoridades patrióticas conservaran la máscara de “Fernando VII” en vez de proclamar abiertamente la independencia. Sociedad Patriótica y Asamblea del Año XIII Los morenistas supervivientes son la espina dorsal de la Sociedad Patriótica, organizada en enero de 1812 a fin de que se persiguieran más activamente los objetivos revolucionarios. La composición de esta sociedad coincidía con los de la Logia Lautaro, logia de bases semimasonicas entre los que se encontraba San Martin. Con su aparición en la escena política aparece también una nueva fuerza: el ejército regular, que funciona de contrapeso a las milicias urbanas saavedristas. La unión de la herencia política de Moreno con San Martin fue demasiado para los saavedristas que controlaban el primer triunvirato, caído en octubre de 1812. El segundo triunvirato sería un instrumento de la Logia. La Asamblea General Constituyente de 1813 debería encargarse de elaborar una constitución que regiría en el virreinato, que ahora pasaban a denominarse Provincias Unidas del Rio de la Plata. De hecho nunca logro la constitución ni declaro la independencia. El programa legislativo de la  Asamblea tuvo poco impacto en la estructura de la sociedad. La periferia del virreinato: Campañas al Alto Perú De entre las áreas periféricas, los patriotas porteños se fijaron primero en el Alto Perú, la razón: ahí se encontraba la plata de Potosí. El levantamiento producido allí en 1809 y sus violentas consecuencias hicieron pensar que un ejército libertador podría ser bien recibido: hacia allí se envió una formación militar bajo mando de Juan José Castelli, abogado y aliado de Mariano Moreno. Castelli y los suyos fueron implacables con los realistas vencidos, buscaron el apoyo de los indios y declararon la igualdad jurídica. Esas medidas no siempre fueron bien recibidas por los blancos y mestizos. Las tropas de Castelli serian finalmente vencidas por el experimentado Goyeneche quien, al igual que en 1809, vino desde el Perú a restaurar el orden. En junio de 1811 derrota a los patriotas quienes comenzaran su retirada hasta Tucumán. 10

En 1813 los patriotas emprenden una nueva iniciativa al Alto Perú, al mando de Manuel Belgrano. Nuevamente serian derrotados por la superioridad de las fuerzas del general española Pezuela. Después de 1815 la resistencia en el Alto Perú quedara en manos de partidas de guerrilleros. La guerrilla constituyo el movimiento de independencia de los que actualmente constituye Bolivia hasta la llegada en 1825 de un ejército libertador procedente del Perú. Paraguay La separación de facto  de Paraguay se produjo antes de la pérdida del Alto Perú. Cuando Paraguay vacilo en reconocer la junta de mayo de 1810 se envió desde Buenos Aires una expedición bajo mando de Manuel Belgrano, quien sería vencido a principios de 1811 por las fuerzas de milicia paraguayas (luego sería derrotado en Alto Perú). En mayo de 1811 los paraguayos establecieron su propia junta. En la práctica, Paraguay siguió su propio camino independiente tanto de Madrid como de Buenos Aires. Hacia fines de 1813 Paraguay quedaría bajo el mando dictatorial de Gaspar de Francia, criollo que gobernaría con el apoyo de las masas mestizas que hablaban guaraní. Debido a su constante desconfianza de Buenos Aires acabaría por aislar a Paraguay. Por su parte, Buenos Aires tenía a esta altura problemas más grandes y urgentes. Uruguay: Artigas y la Confederación La situación de Montevideo y su región seria uno de los principales problemas de los porteños. El primer golpe contra el dominio español allí seria asestado por José Gervasio de Artigas en 1811. En un principio Artigas reconoció la supremacía de la junta de Buenos Aires, pero no lo haría de manera incondicional, ya que tenía la idea de establecer una confederación de provincias autónomas del Rio de la Plata. Por su parte, los gobiernos que pasaban por Buenos Aires rechazaban este proyecto.  Artigas también se vio fuertemente perjudicado por la falta de voluntad de parte de Buenos Aires de colaborar en la lucha por liberar su provincia, quien de hecho buscaba establecer treguas con los españoles y portugueses. Recién a fines de 1814 un ejército de Buenos Aires consigue la rendición de Montevideo, pero las relaciones con Artigas ya estaban rotas y este se estaba convirtiendo en el líder de los federalistas anti porteños de las provincias del litoral. Buenos Aires no podría vencer a Artigas y en 1815 le entrega Montevideo.  Al mando de la Banda Oriental, Artigas se abocara a organizarla. Su medida más interesante fue en torno a la cuestión agraria, como poner a producir una tierra diezmada por la guerra. La solución que encontró fue proceder a la confiscación de las tierras de “malos europeos y peores americanos” y proceder a la redistribución de ellas con prioridad de negros, zambos, indios y criollos pobres.  Artigas nunca tuvo tiempo de llevar realmente a la práctica su programa ya que tendría que hacer frente a una invasión portuguesa desde Brasil en 1816. Los ingleses no intervinieron, menos aún los porteños. A principios de 1820 toda la Banda Oriental estaba bajo control portugués. Restauración de Fernando VII La derrota de Napoleón en Europa anunciaba una contrarrevolución de la mano de la restauración de Fernando VII en el trono español. No faltaban motivos para contener los impulsos revolucionarios del Rio de la Plata. El cambio necesario se dio con la expulsión de Carlos María de Alvear como 11

Director Supremo en 1815, vinculado a los fundadores de la Logia Lautaro, mientras que desde el interior era visto como representante de la dominación porteña. Congreso de Tucumán de 1816  Al año siguiente se reuniría un nuevo congreso constituyente en Tucumán, que sería mucho más conservador que la Asamblea del Año XIII. El congreso declararía la independencia, pero no sería un signo de militancia revolucionaria, sino el reconocimiento de que una vez restaurado en el trono Fernando VII era absurdo seguir proclamando su lealtad. En mayo del mismo año el congreso nombraría a Pueyrredón como Director Supremo. Trasladado a Buenos Aires el congreso al año siguiente continuaría con la elaboración de una constitución que se terminó en 1819. Esta materializaba una estructura de gobierno altamente centralista (el ejecutivo nacional nombraba los gobernadores) y también conservadora (sufragio restringido y parlamento semicorporativo). Era un régimen republicano fácilmente convertible en monárquico. El centralismo de la constitución, la pasividad de Buenos Aires ante la ocupación portuguesa de la Banda Oriental, generaron una gran oposición en las provincias del interior. A mediados de junio Pueyrredón debe dimitir como director supremo. A principios de 1820 el congreso y el gobierno directorial se disolvieron. Expediciones militares de San Martin: Chile y Perú Mientras que la administración de Pueyrredón abandonaba a su suerte a Artigas, es más recordado por el apoyo a San Martin en sus expediciones militares. Regresado a América en 1812 San Martin se comprometió con la política revolucionaria a través de la logia Lautaro. Para San Martin la experiencia había demostrado la dificultad para conquistar y conservar el Alto Perú desde el sur. Por eso su idea era llegar a Lima a través de Chile. Chile El chile que San Martin iba a liberar a principios de 1817 estaba atrapado en una contrarrevolución realista que había terminado con la “Patria Vieja” chilena: un autogobierno iniciado en septiembre de 1810 con el establecimiento en Santiago de una primera junta gubernativa. Esta “Patria Vieja” cae finalmente en 1814 y se caracterizó por constantes conflictos y enfrentamientos continuos entre grupos regionales y políticos opuestos. La figura dominante de esta primera junta es Juan Martin de Rozas, pero tras una serie de conflictos con la mayoría del congreso opta por retirarse a Concepción y crear allí otra junta provincial separada y cismática. Su lugar en Santiago seria ocupado por el máximo referente del activismo revolucionario de la Patria Vieja: José Miguel Carrera. Carrera depuro el Congreso de sus elementos más conservadores, abriendo camino así a medidas más progresistas. Pero a fines de 1811 había disuelto el congreso por completo y erigido el mismo en dictador. Sin haber realizado ninguna reforma que pudiera ser estructural, lo más importante fue la introducción de la imprenta y el nacimiento del periodismo político. En julio de 1812 tras un levantamiento local caería la junta de Concepción y Rozas deberá exiliarse.

12

 Abascal amenaza d nuevo desde el Perú El virrey del Perú Abascal envió a principios de 1813 una pequeña fuerza a Chile. Además, Carrera había dejado una junta para que gobernara en su lugar en Santiago durante su ausencia, la cual acabo destituyéndolo y nombrando a quien pasaría a ser su nuevo rival, Bernardo O´Higgins. Educado en parte en Inglaterra allí había recibido las influencias de Francisco de Miranda a favor de la independencia de la América española. O´Higgins recibió el mando supremo pero no tuvo más éxito que Carrera para enfrentar a las fuerzas del Perú. Finalmente acabaría en una tregua, gozando de cierta autonomía limitado por el dominio español. Mientras tanto, Carrera efectuó un nuevo golpe para restablecer su dictadura abriendo así una serie de conflictos entre los patriotas que terminaría en la derrota aplastante de Rancagua en manos de tropas realistas. La batalla de Rancagua en octubre de 1814 comporto el colapso de la “Patria Vieja”. Carrera, O´Higgins y otros se refugiaron en Mendoza. Librada la batalla de Chacabuco tras la llegada de San Martin O´Higgins seria su colaborador más inmediato. Una vez ingresados en Santiago una asamblea ofrece el gobierno a San Martin, quien lo declina en favor de O’Higgins. A pesar del triunfo los realistas aun conservaban algunas bases en el sur de Chile, sobre todo Valdivia y Chiloé, las que serían recuperadas en 1820 por el mercenario ingles lord Cochrane. Eliminado ese enclave marítimo está todo listo para que San Martin continúe hacia el Perú. Campaña del Perú El prerrequisito básico para esta campaña era tener un gobierno efectivo en Chile desde el cual poder asegurarse suministros, ya que desde Buenos Aires se había cortado la ayuda. O´Higgins se encargó de garantizar esa parte. En febrero de 1818 declaro la independencia y aunque estableció toda una serie de reformas afines a los sectores liberales no era bien vista su autoridad y la constitución que le daba muchos poderes. La misma seria reemplazada por una de características más republicanas en 1822. Pero su inhabilidad para terminar de apaciguar la resistencia realista  junto a una política económica que creo un prolongado resentimiento O´Higgins acabo cediendo el poder en 1823. Papel de Perú El papel de las fuerzas peruanas en la supresión de la “Patria Vieja” chilena es una muestra del rol  jugado por Perú como principal base del poder realista. Quito y el Alto Perú habían sido recuperadas con anterioridad y por más de una vez desde el mismo baluarte. Ese papel de Perú se explica en parte por la debilidad del impulso revolucionario como por el éxito del virrey Abascal en crear su fuerza militar. La importancia militar de Perú radicaba sobre todo en su posición central. La decisión de enviar expediciones a jurisdicciones de otros virreinatos significaba que Lima recobraba un poco el protagonismo perdido en el siglo XVIII, y ello significaba cierta satisfacción para los limeños. Perú llego incluso a desempeñar cierto papel de importancia en las cortes de Cádiz. El interludio liberal no le gusto al ultraconservador Abascal, que no le quedó más opción que aplicar la constitución a regañadientes. Tras la restauración de Fernando VII en 1814, los peruanos se dieron cuenta de que con o sin constitución su papel de defensores del imperio era costoso y se 13

pagaba con impuestos y contribuciones especiales. Incluso en Perú hubo quienes se pronunciaron a favor de la causa revolucionaria. Los movimientos de oposición que hubo se dieron en zonas alejadas de la vigilancia de Abascal. El levantamiento de Cuzco de 1814 El levantamiento de Cuzco de 1814 fue el más importante de los que tuvieron lugar en las provincias. Empezó como protesta de criollos y mestizos en contra del arbitrario poder de la audiencia de Cuzco. El levantamiento estableció un nuevo gobierno y atrajo a su causa al cacique Pumacahua, consiguiendo así el apoyo de los indios frente a la posible hostilidad de Abascal.  Aunque el movimiento logro extenderse a Arequipa y La Paz acabo siendo aplastado. Con objetivos muy ambiguos y disimiles, en los años siguientes al colapso de la rebelión (1814-1816) los disturbios disminuyeron al tiempo que los movimientos de independencia en otras colonias daban paso a la reconquista realista. Nuevo virrey en 1816: Pezuela reemplaza a Abascal  Abascal regreso a España en 1816, siendo reemplazado por Joaquín de Pezuela. Tras la derrota de Napoleón Perú recibió algunos refuerzos de tropas regulares españolas. Entretanto, los movimientos de independencia en todas partes nuevamente ganaban ímpetu, sobre todo en Chile después de 1817 cuyos barcos empezaron a atacar a los puertos peruanos y barcos españoles.  Apenas sorprende que cada vez más peruanos empezaran a pensar en cambiar de bando. La llegada de San Martin en septiembre de 1820 forzó la situación y creo la ocasión propicia. San Martin en Lima y la revolución española de 1820 San Martin siguió una política de cautelosa espera, ya que sabía que se había producido la revolución española de 1820 significando la llegada de un nuevo gobierno que procedió a reinstaurar la constitución e intento buscar una solución al conflicto colonial. Al mismo tiempo, al dirección española en Perú sufrió un repentino cambio, cuando un golpe militar depuso a Pezuela como virrey sustituyéndolo por José de la Serna.  A finales de 1820 una serie de ciudades costeras se integrarían al bando patriota, aunque Lima aún seguía realista. San Martin recién pudo ingresar a la capital en julio de 1821 cuando las autoridades españolas abandonaron Lima. Como a su lado no había un O’Higgins, se avino a ser jefe provisional con el título de protector. Problemas gobernando Lima Una vez en Lima, San Martin vio que era difícil mantener un gobierno si se estaba desconectado de la sierra (lo mismo que había visto las autoridades españolas y los llevo a abandonar la ciudad). En este sentido es que no tuvo más alternativa que exigir nuevas contribuciones que fueron tan poco populares como las del régimen anterior. De a poco se enfrentaba a una gran parte de la elite criolla limeña. El principal colaborador de San Martin, Bernardo de Monteagudo, también seria blanco de todas las criticas tras ofender a los eclesiásticos por una serie de medidas y a los propietarios de los valles costeros por llevarse esclavos al servicio militar y establecer el principio de vientre libre. 14

Las reformas liberales que podían ganar apoyo se combinaban con un proyecto político que le quitaba esas mismas bases. Mientras tanto San Martin evitaba todo conflicto abierto con el enemigo a la espera de que el tiempo actuara a su favor. Pero este pasaba y la situación estaba cada vez más tensa. Hay dos hechos que señalan que San Martin tenía dudas al respecto: su ida a Guayaquil a entrevistarse con Bolívar y su posterior prisa en abandonar el teatro peruano dejándolo en manos de Bolívar. Se rompe el impasse El impasse que existía en la causa revolucionaria se rompió con la entrada de las fuerzas del norte de Suramérica, donde la causa de la independencia se había ido recobrando gradualmente desde 1816. El principal artífice fue Bolívar, quien organizo una expedición a la costa oriental de Venezuela en mayo de 1816, tras su paso por Jamaica y por Haití donde se aprovisionaría con el apoyo del presidente Petion. Venezuela Las condiciones para que se produjera una recuperación de la causa patriota eran cada vez más favorables. El movimiento no se había extinguido del todo en ningún momento, ya que permanecieron en actividad guerrillas insurgentes particularmente importantes en los Llanos. Tanto los llaneros como los venezolanos de clase baja estaban cada vez más dispuestos a sumarse a los patriotas. La llegada de Morillo en 1815 fue el primer escalón hacia el restablecimiento de una estructura político-militar formal. Oficiales y burócratas de carrera se pusieron ahora por delante de los cabecillas al estilo Boves y de sus pardos, quienes se sintieron ofendidos. Todo esto debilito la causa realista, como así también la falta de recursos en Venezuela. Poco después de haber llegado Bolívar traslado sus operaciones hacia el Orinoco a fin de evitar fricciones con Mariño, otro patriota con acciones en el mismo campo. El triunfo patriota que permitió tomar la ciudad de Angostura fue clave ya que este puerto fluvial se convertiría de facto en la capital de las dos veces renacida republica venezolana. Bolívar, Páez y los llaneros Bolívar estableció contacto con Páez a través del cual conquisto el apoyo de los llaneros. A su vez ensancharía as bases de su apoyo por otros medios: incorporando la emancipación de los esclavos a sus objetivos y promocionando a militares pardos. Bolívar convoco a elecciones para un congreso con base en Angostura para que se pusiera al régimen republicano sobre bases legales, lo que a su vez le permitía ganarse la confianza y la colaboración de los patriotas civiles de tendencia liberal constitucionalista, a los que había culpado del fracaso de la primera república. Según Bolívar, el gobierno apropiado para un lugar como Venezuela debía ser uno en que los desórdenes del pueblo llano estuvieran controlados por la existencia de un sufragio restringido, un ejecutivo poderoso y un senado hereditario. Era un sistema profundamente conservador que resumía los rasgos duraderos del pensamiento de Bolívar. 15

Congreso de Angostura El congreso de Angostura adoptó una constitución que incorporaba algunas ideas políticas de Bolívar, aunque no todas. Mientras tanto, Bolívar se dirigió desde los Llanos al corazón de Nueva Granada. Nueva Granada La ola de ejecuciones, exilios y confiscaciones que siguieron a la reconquista de Morillo de 18151816 hizo que la causa española no se granjeara las simpatías de la clase alta criolla. Desde el colapso de la “Patria Boba”, la provincia de Casanare en los llanos de Nueva Granada había sido un refugio para los republicanos. Bolívar comisiono a uno de esos hombres, Francisco de Paula Santander, para que crease allí una base avanzada de operaciones. Bolívar fue avanzando con su ejército y recibiendo reclutas y provisiones en su camino mientras se enfrentaba a destacamentos avanzados de José María Barreiro. El ejército realista fue destruido en Boyacá en agosto de 1819 y la autoridad española simplemente se derrumbó en la mayor parte de Nueva Granada. Bolívar entro a Bogotá sin encontrar oposición alguna. Otra consecuencia de la victoria de Boyacá fue la creación de la Gran Colombia: la unión de todos los territorios del virreinato de Nueva Granada en una sola nación proclamada por el congreso de  Angostura en diciembre del 1819. Esta decisión tenía su correlato en una situación existente de hecho: fuerzas militares provenientes de Venezuela y Nueva Granada sin distinción, Bolívar iba y venía de un lado a otro formando una unidad militar que solo necesitaba recibir forma y legitimidad política. Tiempo después de la derrota de Boyacá, fuerte golpe para la moral realista, se produjo la insurrección española de 1820 que instauro un régimen liberal. Morillo, con nuevas instrucciones, propuso a Bolívar un armisticio y depuso el mando. Su sucesor, Miguel de la Torre, decidió poner fin al mismo y en la batalla de Carabobo en junio de 1821 correría idéntica suerte que Morillo. Su ejército fue destruido y Nueva Granada y Venezuela quedaron finalmente libradas del dominio español. Congreso Constituyente de Cúcuta - Gran Colombia El Congreso constituyente de Gran Colombia ratifico el acta de unión de Angostura y adopto una constitución rigurosamente centralista para la nueva república. Se rechazaron las demandas federalistas que Bolívar consideraba responsables de la debilidad de los primeros regímenes patriotas. Por lo demás, contaba con muestras convencionales de republicanismo liberal. Las amplias atribuciones conferidas al legislativo fueron motivo de preocupación para Bolívar, quien consideraba que la constitución de Gran Colombia había ido demasiado lejos en su liberalismo. El mismo Congreso eligió al primer presidente y al vice. Bolívar era la figura indiscutible para el primero, y Francisco de Paula Santander fue electo como su vice. Pronto quedaría Santander a cargo del gobierno puesto que Bolívar no tenía intención ninguna de sentarse en su despacho de Bogotá mientras aun existían tropas españolas.

16

Panamá - Ecuador En este sentido consideró la liberación del istmo de Panamá como la próxima etapa antes de llegar a Ecuador para luego, finalmente, pasar a Perú. Sin embargo, en noviembre de 1821 una sublevación en Panamá proclamaría la independencia y su incorporación a la Gran Colombia. Mientras tanto, Bolívar había enviado a su lugarteniente José Antonio de Sucre con una fuerza auxiliar a reforzar a la independiente Guayaquil. Así, emprenderían juntos una campaña de dos frentes contra Quito. Con una fuerza adicional argentino-chileno-peruanas proporcionadas por San Martin se ganó la decisiva batalla de Pichincha. El resultado fue la rendición de las autoridades españolas de Quito y de Pasto. Otras consecuencia de Pichincha fue la incorporación de Ecuador dentro de la Gran Colombia. Mientras que Quito lo hizo de manera automática la situación de Guayaquil era más compleja. Con el mando militar en manos de Sucre había diversas tendencias internas, siendo una ciudad clave por su salida al mar. Finalmente se votaría también su incorporación. Tras la entrevista en Guayaquil entre San Martin y Bolívar, el primero abandonaría el teatro peruano dimitiendo de todos su poderes y se dirigió en un autoimpuesto exilio a Europa. Liberación de Perú y el Alto Perú En Perú habían quedado remanentes de fuerzas chileno-argentinas, pero ni Chile ni Argentina contribuyeron a la independencia peruana. Dicha carga fue asumida por la Gran Colombia en manos del vicepresidente Santander. Aunque se asomaban los primeros conflictos regionales entre Venezuela, Nueva Granada y Ecuador por el momento no derivo en un cuestionamiento del orden civil. Bolívar desembarco en El Callao en septiembre de 1823 y trato de cooperar con el congreso y el ejecutivo. Tomaría el poder político finalmente tras un motín a principios de 1824 que pondría por unos días tanto al Callao como a Lima bajo poder realista. La campaña final contra lo que quedaba de los ejércitos realistas seria a fines de 1824 en la batalla de Ayacucho, librada por Sucre, quien luego penetraría al Alto Perú para acabar con los últimos focos de resistencia. Situación del Alto Perú Liberado el Alto Perú, lo que no quedaba claro es cuál sería su situación. Antes de la guerra era parte del virreinato del Rio de la Plata; por razones culturales, económicas e históricas se podía pensar en unirla al Perú; sin embargo predominaba el sentimiento de constituir una república separada. En agosto de 1825 una asamblea altoperuana convocada por Sucre declaro su independencia y se invitó a Bolívar a que redactara su constitución. Constitución de la Republica Bolívar El texto de Bolívar intentaba combinar la apariencia y algunos principios de republicanismo liberal con las salvaguardas contra el desorden en expansión que según el amenazaba los logros de los libertadores hispanoamericanos. Su característica más importante fue la existencia de un presidente vitalicio que tenía el derecho de nombrar su sucesor, algo así como un monarca constitucional. Esto se complementaba con un 17

congreso de tres cámaras, la tercera cámara era la de Censores, algo así como el poder moral ya propuesto por Bolívar en Angostura en 1819. El tono general era una mezcla de cesarismo con aristocratisismo. Sin mucho entusiasmo fue aceptada la nueva constitución y Sucre asumió como primer presidente. La misma constitución se adoptaría, con aun menos entusiasmo, en Perú. Así se daban los primeros pasos del gran sueño de Bolívar de unir Bolivia, Perú y Gran Colombia en una Confederación de los Andes. Sin embargo, para fines de 1826 Bolívar debe regresar urgente a la Gran Colombia en pos de este proyecto ya que había comenzado el proceso de deterioración interna: la Venezuela de José Antonio Páez estaba en rebelión abierta lo cual, a su vez, animaba a los ecuatorianos a oponerse cada vez más firmemente a la administración de Santander. Era el principio del fin de la Gran Colombia. A su vez, apenas salido de Perú, caería el poder de sus amigos peruanos y revocarían su constitución. Confederación de los Andes La idea de Bolívar de su confederación andina pronto se abandonó. La rivalidad política de las antiguas capitales coloniales no era nada favorable. Incluso antes de iniciados los movimientos de independencia el desarrollo de una conciencia protonacional se basaba no solo en la diferenciación con la madre patria sino entre ellas mismas. Muy a menudo los libertadores de un día pasaban a ser considerados conquistadores al siguiente. Bolívar pensaba en una liga hispanoamericana, por lo que enfatizaba la importancia de la homogeneidad histórica y cultural. Invariablemente, quedaría excluida Haití y los Estados Unidos, y no estaba del todo seguro respecto que hacer con Brasil; tenía sus dudas incluso respecto del caso de Argentina. Con sus dudas y todo, en vísperas de la batalla de Ayacucho a fines de 1824 Bolívar convocaría la primera asamblea de estados americanos en Panamá, de la cual participarían tan solo México, la Federación Centroamericana, Gran Colombia y Perú. El congreso tan solo puso de manifiesto la falta de condiciones para que se formara tal colaboración. Las nuevas naciones estaban atrapadas en problemas domésticos, poco era lo que podían hacer conjuntamente. Balances La salida de españoles peninsulares y de criollos realistas tuvo tanto repercusión económica como demográfica. Los bienes raíces no se podían sacar del país y en gran medida fueron confiscados y sirvieron para financiar los nuevos gobiernos así como para recompensar a los patriotas, pero el dinero en metálico fue extraído con facilidad. Otra fuente de descapitalización fue la llegada de comerciantes ingleses y extranjeros que en gran medida sustituyeron a los españoles, introduciendo productos que encontraría gran demanda en los recientemente abiertos puertos de Hispanoamérica. Pero estas importaciones no se podían pagar con exportaciones, sino que había necesidad de capital activo. Las manadas y rebaños desde Uruguay hasta Colombia fueron diezmados al ser utilizados para alimentación y transporte de los ejércitos. Por otro lado, mientras que para la agricultura de subsistencia el tiempo de recuperación fue más corto el daño sufrido por la agricultura de plantación fue más complejo. Aquí, la pérdida de capital y de mano de obra planteó problemas especiales.

18

En el panorama económico había unos pocos sectores prometedores, era el caso de la actividad ganadera de Buenos Aires debido a la creciente demanda de los países industrializados de cueros y otros productos derivados. Pero el modesto éxito rural de Buenos Aires fue la excepción. La guerra creo nuevas necesidades financieras que no podían ser cubiertas con las contribuciones ordinarias. Solo los derechos de aduana mostraron una tendencia a aumentar, particularmente en un puerto como el de Buenos Aires. El recurso a los préstamos fue la salida universal. Al encontrarse muchos de los prestamistas extranjeros residiendo en Hispanoamérica se diluye la línea divisoria de deuda externa e interna. Muy pronto dejaron de pagarse los préstamos, con el resultado de un legado de complicaciones diplomáticas, que también existieron entre las diferentes republicas que esperaban reparaciones económicas por servicios prestados para liberar a otras. La iglesia fue una perdedora neta ante las medidas revolucionarias. Por otro lado, el papado, al haberse mantenido fiel a la corona española y al haber condenado a los revolucionarios hasta que la victoria de estos fue segura, inevitablemente se debilito. Es bien conocido el hecho de que los militares estaban creciendo en número e importancia con relación al clero. El hecho de que los militares continuaran jugando un papel muy importante después de la independencia tiene mucho que ver con la debilidad de las instituciones de gobierno de las nuevas naciones. En cuanto a lo social, más que un cambio en su estructura solo existió una relativa mayor facilidad en el ascenso social de ciertos individuos. La confiscación y redistribución de las propiedades de los enemigos, que fue el mecanismo que pudo haber implantado el mayor cambio estructural posible, en realidad no tuvo semejante efecto. Solo Artigas proclamo claramente la división de grandes propiedades entre pequeños y medianos propietarios, pero sus medidas agrarias quedaron truncadas. Como regla general, nuevos latifundistas sustituyeron a los antiguos, y solo los viejos latifundistas que fueron buenos patriotas consiguieron aumentar sus propiedades. Es decir, la concentración de propiedad existente sobre las mejores tierras de cultivo y de pasto no fue modificada de manera significativa. Las consecuencias inmediatas en lo que refiere a esclavitud también fueron limitadas. La institución perdería importancia a causa de su reclutamiento para el servicio militar, la introducción del vientre libre y la abolición de la trata negrera. En aquellos lugares donde la mano de obra esclava había tenido importancia los libertos se convirtieron en proletarios rurales o en población flotante ocupante de tierras o vagabundeo. En Hispanoamérica, los principales medios de producción permanecieron en manos de la clase alta criolla que, como consecuencia de la independencia, ahora también detentaban el poder político. Esto no evito la continuación de la dependencia económica exterior porque los intereses de esta minoría dominante iban frecuentemente ligados a la producción y exportación de productos básicos.

19

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF