La Hora Apostólica
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HORA APOSTÓLICA I Presentación al Señor Lector:
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En el nombre del Padre....Incorporados a JESUCRISTO, glorifiquemos al PADRE en la alegría del ESPÍRITU SANTO. Gloria al padre y al HIJO y al ESPÍRITU SANTO. Como era en el principio, y ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén. Señor JESUCRISTO: tus Socios de Sr. San José que, en su audacia, quieren ser fomento Vivo entre la cristiandad se postran reverentes ante TI. Queremos CONOCER a JESUCRISTO. Queremos AMAR. a JESUCRISTO. Queremos AYUDAR a JESUCRISTO. Queremos SUFRIR por JESUCRISTO. Queremos vivir en JESUCRISTO. Queremos ser tuyos, Señor, los tuyos de veras: los que no duden, los que no titubeen, los que no desalienten, los que no conozcan las medias tintas ni las posturas ambiguas; los que lo den todo
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antes que traicionarte. por esto, en esta Hora Apostólica, en amigable intimidad te rogamos que nos ENSEÑES, que nos FORMES, que nos VENZAS, y nos ENCIENDAS en santa valentía y en afanes apostólicos. Señor, eres nuestro DIOS y MAESTRO: sólo TU tienes palabras de vida eterna, ¡Que conozcamos el don de Dios! Eres nuestro HERMANO y AMIGO: ¡Haznos apóstoles de tu REINO, miembros vivos de tu santa IGLESIA! ¡Que sintamos la alegría de ser! ¡Danos el brío iluminado De ser testigos tuyos ante los Hombres! En esta hora apostólica permaneceremos al pie de tu Cruz, con tu Madre y Señora, como San Juan el apóstol, el de la invencible fidelidad. Señor: nos acercamos a tu SANTA CRUZ, adorando el misterio de tu Pasión. Abrazamos tu cuerpo destrozado de tormentos, y ensangrentado de heridas.
Quisiéramos sentir en nuestras frentes Culpables la sangre que brota a raudales de tus llagas.Besamos tu rostro manchado de polvo,y de tus labios entreabiertos recogemos aquel- “TENGO SED”que abrasa tu alma de sed divina. En firme vigilia, rodeamos tu Cruz sacrosanta para ACOMPAÑARTE en tu hora suprema; para ORAR contigo por la IGLESIA; Para OFRECERNOS contigo como víctimas; Para COMPARTIR tus dolores y anhelos; para CONSOLARTE agonizante en la Cruz, y CONSOLARTE en las presentes angustias de tu IGLESIA; para DESCARGAR nuestros pecados e ingratitudes; y para PAGAR por los pecados de todos los cristianos y de todos lo que no lo son todavía de los cuales nos responsables ante Ti. CÁNTICO Tú reinarás, este es el grito que ardiente exhala nuestra fe; Tú reinarás, ¡oh Rey bendito!, pues Tú dijiste: Reinaré. Reine Jesús por siempre, reine su Corazón, en nuestra Patria ,en nuestro suelo, que es de María la Nación.
Lector: ¡Queremos que CRISTO reine sobre nosotros! Todos: Amén. Lector: ¡Alabado sea JESUCRISTO! Todos: Amén. Lector: ¡Venga a nosotros TU Reino! Todos: ¡PADRE NUESTRO, VENGA A NOSOTROS
TU REINO! PALABRAS
DE
II JESUCRISTO
(transmitidas por el
Sacerdote o Leídas en un Libro) III PLEGARIA A JESUCRISTO Lector:
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EL PECADO hiere el corazón de CRISTO; priva al hombre de la VIDA DIVINA; le arrebata el mejor de los dones; ofende a la justicia de Dios. Pidamos al Señor su misericordia por nosotros, por nuestros socios del sr. San José por todos los cristianos. Señor: Míranos con ojos de misericordia y perdón. Sentimos horror de nuestras infidelidades y las infidelidades de nuestros hermanos, los cristianos de todo el mundo, que ante ti
representamos. No mires la ruindad de nuestra vida, sino el amor con que nos amaste en la Cruz. Por nuestras incomprensibles flaquezas, Lector: por el desprecio con que a veces oímos tu voz. Perdón, Señor, Perdón. Todos: Por la tardanza en aceptar tus exigencias, Lector: Por la tibieza con la que andamos tu camino, por los “peros” que ponemos a tu amor, por nuestras cobardías ante una sonrisa cualquiera. Perdón, Señor, Perdón. Todos: Por no haber aceptado con la generosidad Lector: que debiéramos, el plan de santificación que te has formado sobre cada uno de nosotros. Perdón, Señor, Perdón. Todos: Por las INJUSTICIAS que hemos cometido con Lector: los que están en torno nuestro, desconocimiento en ellos tu rostro y alimentando nuestro EGOISMO. Perdón, Señor, Perdón. Todos: Por nuestros pecados de OMISIÓN: Lector: porque TIENES HAMBRE y NO TE HEMOS DADO DE COMER; ESTÁS DESNUDO Y NO TE HEMOS PROCURADO
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VESTIDO, ESTÁS ENFERMO Y NO TE HEMOS VISITADO; VIVEN EN CHOZAS INFRAHUMANAS Y NO TE HEMOS DADO TECHO SEGURO. Perdón, Señor, Perdón. Por nuestra falta de UNIÓN con los demás, que muchas veces ha hecho infructuosos los esfuerzos evangelizadores de la Iglesia. Perdón, Señor, Perdón. Por la rutina en nuestras comuniones, por el desaliento ante los sacrificios, por la pereza en practicar el bien, por la debilidad en arrancar nuestros defectos. Perdón, Señor, Perdón. Por nuestra falta de fe, de ardor en el apostolado, por nuestra apatía en la conquista de las almas, por no haber defendido los derechos de tu Reino. Perdón, Señor, Perdón. Por los que corrompen a sus hermanos con promesas de falsa felicidad. Perdón, Señor, Perdón. Por los que nos odian, nos hieren con sus críticas y murmuraciones, que encienden enemistades. Perdón, Señor, Perdón.
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Por los jóvenes que entran a formar un hogar sin hacerte SEÑOR de su hogar; por las familias que viven al margen de tu ley, por los padres que descuidan la cristiana educación de sus hijos. Perdón, Señor, Perdón. Por los que se tienen por cristianos, y no viven en GRACIA, y rehúsan ser APOSTOLES. Perdón, Señor, Perdón. Por todos nuestros pecados. Por los pecados de la cristiandad Por los pecados de todos los hombres del mundo entero Perdón, Señor, Perdón. (se repite tres veces) El lector entona: “¡Perdón, oh Dios mio!” CANTO IV Perdón, oh Dios mío, perdón e indulgencia, perdón y clemencia, perdón y piedad. PRECES A JESUCRISTO REY
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Bendice, Señor, a nuestra Santa Madre, la IGLESIA CATOLICA.
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Que Dios se digne pacificarla, unirla, custodiarla en todo el orbe de la tierra, vivificándola cada día, extendiéndola hasta los últimos confines de la tierra, para que Ella, a través de todos nosotros, sus miembros, glorifique a Dios, Padre Omnipotente. Bendice a nuestro Santísimo PAPA…,
a los OBISPOS, sucesores de los Apóstoles, a nuestro querido OBISPO de… a nuestros PARROCOS, Todos: Lector:
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que rigen el pueblo santo de Dios. Te rogamos, óyenos. Bendice a nuestros SACERDOTES, a los jóvenes de nuestros SEMINARIOS: ¡Que sean luz y sal de nuestra tierra! Te rogamos, óyenos. Bendice a nuestros Religiosos y Religiosas. A los Noviciados y Casas de Formación. ¡Que sean fermento de vida evangélica en nuestra Patria! Te rogamos, óyenos. Bendice a nuestro pueblo y a sus GOBERNANTES,
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para que haya justicia dentro del orden; para que haya Paz en la tierra. Te rogamos, óyenos. Bendice nuestra sed de ser SANTOS, nuestras ansias apostólicas, nuestra familia, nuestros estudios, nuestros trabajos, todas nuestras cosas. Te rogamos, óyenos. Bendice las ORGANIZACIONES de la Iglesia. Bendice la ACCIÓN CATÓLICA. Te rogamos, óyenos. Bendice a nuestros Asistentes, a todos nuestros DIRIGENTES Nacionales, Diocesanos y Parroquiales. Te rogamos, óyenos. Danos éxito espiritual en todas nuestras EMPRESAS APOSTÓLICAS. ¡Que TODOS los llamados sean SANTOS! Te rogamos, óyenos. Bendice los trabajos de los socios de Las asociaciones. Te rogamos, óyenos. Bendice las REUNIONES DE GRUPO, forja de tus mejores. Despierta la inquietud de los que,
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por descuidarlas perdieron la ilusión apostólica; de tu Gracia. Te rogamos, óyenos. Bendice, Señor, nuestra HORA APOSTÓLICA, dale vida, vigor y eficiencia. Te rogamos, óyenos. Infúndenos una piedad auténtica, adhesión a la Jerarquía,alegría y simpatía en el trato con los hermanos, ardor y brío apostólicos para no cruzarnos nunca de brazos y trabajar siempre MÁS Y MEJOR. Te rogamos, óyenos. Haz que con tu Gracia, sintamos la RESPONSABILIDAD de la gran misión Apostólica que nos has confiado. Te rogamos, óyenos. Que no necesitemos milagros para creer y obrar, pero que tengamos tanta FE, que merezcamos que nos los hagas. Te rogamos, óyenos. Danos cristianos que te amen sobre todas las cosas; almas de SAGRARIO, adelantados de tu reino, fieles al lema: “ AUNQUE TODOS TE ABANDONEN, YO NO”.
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Te rogamos, óyenos. Por los que llevan el PESO de nuestros ambientes, por el más valiente y sacrificado. Te rogamos, óyenos. Por el más COBARDE de nosotros; por el que más necesita de tu Gracia: por el que cree necesitarla menos; por el que de nosotros menos trabaja y se sacrifica menos; por los que se conforman con lo que han hecho. Te rogamos, óyenos. Por los que se empeñan en servir a dos señores. Por los que se enfrían en tu Santo Servicio, por el que más nos fastidia y santifica. Te rogamos, óyenos. Por el primero que va a burlarse de Nosotros, cuando le expongamos nuestro Ideal apostólico. Te rogamos, óyenos. Para que sepamos superar con tu gracia, los FRACASOS; para que sepamos sacar de ellos fruto apostólico;para que no nos avanezcamos con los ÉXITOS. Te rogamos, óyenos. Por las almas que has vinculado a nuestra generosidad;
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por las almas que, con tu ayuda, CONQUISTAREMOS; por las que te conocerían si fuéramos más generosos. Te rogamos, óyenos. Por los que menos se interesan por tu REINO; por los cristianos que no TE conocen; por los que no nos comprenden; por los que no nos COMPADECEN. Te rogamos, óyenos. (Breve silencio para rogar por alguien en especial)
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Bendice Señor, a los enfermos, a los pobres, a los presos, a cuantos SUFREN Y PELIGRAN. Te rogamos, óyenos. Bendice a los HERMANOS SEPARADOS, para que todos los que invocan tu nombre, lleguen a la unidad en el seno de la única Iglesia. Te rogamos, óyenos. Bendice a los PAGANOS, que sin conocerte te buscan; dales Señor, Misioneros, dales FE. Te rogamos, óyenos. Por nuestra intención particular.
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Te rogamos, óyenos. Por los PLANES APOSTOLICOS de nuestro Secretariado de Cursillos. Te rogamos, óyenos. Por las intenciones del Señor OBISPO. Te rogamos, óyenos. Por las intenciones del ROMANO PONTIFICE. Te rogamos, óyenos. Medita ahora, por un momento, la frase que más se haya clavado como un dardo, en tu corazón. ¿Qué quieres, Señor, de mí? Habla Señor, que tu siervo escucha. (pausa) ¡Alabado sea Jesucristo! Por siempre sea alabado. Antes MORIR. Que separarnos de TI. V CONSAGRACIÓN A CRISTO REY
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¡Sagrado Corazón de Cristo Rey! Míranos a tus plantas, adorando tu grandeza divina. Con honda gratitud reconocemos que nos has elegido, entre muchos, para ser los Apóstoles de tu Reino. Queremos ser tuyos de veras, Señor,
y por mediación de la Virgen Santísima, nuestra Madre, nos consagramos a Ti. Queremos tener el alma vestidos siempre de gracia. Danos fuerza para llevar a la Cruz mientras nos dure la vida. Aunque todos, a nuestro alrededor, sean cobardes, queremos, Señor, ir contra corriente detrás de Ti, que eres el Camino, la Verdad y la Vida. Jesús nuestro, haznos apóstoles. Enséñanos a rezar. Danos el ansia de la Sagrada Comunión. Enséñanos a predicarte con nuestra vida y con nuestra palabra. Haz, Señor, que abramos para todos los hombres un ancho camino a tu Gracia. Haz que el mundo vuelva a Ti, aunque nos cueste la vida. Amén. El lector entona:
Cantemos al Amor de los amores, cantemos al Señor, Dios está aquí, venid adoradores, adoremos, a Cristo Redentor. Gloria a Cristo Jesús, cielos y tierra, bendecid al Señor. Honor y Gloria a Ti, Rey de la gloria,
Amor por siempre a Ti, Dios del amor. EL SANTO ROSARIO…
PRECES EN FORMA DE LETANÍAS
A nuestro Santísimo Padre, Envuélvelo en tu gracia, Señor. A los Cardenales y delegados, Envíales tu luz, señor A los arzobispos y obispos, Dales tu conciencia, Señor A los Sacerdotes Diocesanos, Nunca los dejes, Señor. A los Sacerdotes Religiosos, Dales constancia, Señor A los Sacerdotes enfermos,Sánalo, Señor. A los sacerdotes débiles Fortalécelos, señor. A los Sacerdotes tentados Dales el triunfo, Señor. A los Sacerdotes pobres, Socórrelos, Señor A los Sacerdotes celosos, Ayúdalos, Señor A los Sacerdotes que desean amarte, Enciéndelos, Señor A los Sacerdotes tristes, Consuélalos, señor. A los sacerdotes turbados,
Dales paz, Señor. A los sacerdotes ancianos, Sostenlos, Señor. A los Sacerdotes Misioneros, Protégelos, Señor. A los sacerdotes predicadores, Iluminalos señor. A los sacerdotes directores de almas, Instrúyelos señor. A los sacerdotes párrocos Dales tino, señor. De los sacerdotes Vicarios, No te apartes, señor A los Sacerdotes difuntos, dales la gloria, Señor. De toda la iglesia militante y purgante, Apiádate, señor A todos los sacerdotes, dales pureza, señor. Dales tu ciencia, señor Dales virtudes, señor Dales paciencia y caridad. Dales obediencia y benignidad. Dales amor al estudio y a tu ley. Dales celo ardiente por las almas. Dales fuego divino para que abrasen los Corazones Dales intenso amor a la Eucaristía. Dales humildad y talento.
Dales grande sumisión a sus prelados. Dales gran adhesión a la santa sede. Dales horror a las cosas del mundo. Dales respeto a su dignidad. Dales un gran amor a María. Dales rectitud y justicia Dales el don del consejo Dales fortaleza en sus trabajos. Dales un grande amor a la cruz Dales resignación en sus penas. Dales caridad y generosidad. Dales vida sobrenatural y divina Aparta su corazón de la avaricia Aparta de sus cuerpos la perea y la ociosidad Haz que sean la luz de las almas Haz que sean espejos de santidad. Haz que sean la sal de la tierra. Haz que practiquen el sacificio y la abnegación. Haz que enamoren los corazones de maría. Haz que salven muchas almas Haz que sean otros cristos. Haz que sean apóstoles de tu corazón. Que sus misas sean siempre dignas. Que su conducta edifique. Que su trato atraiga las almas a dios. Que siempre estén predicando alguna virtud Que sean modelos para todo el mundo.
Que comuniquen pureza. Que sean hombres de oración. Que procuren la hermosura de sus templos. Que irradie en ellos la fe. Que les preocupe la salvación de las almas. Que sean fieles a su vocación sacerdotal. Que nunca claven espinas a tu corazón. Que en los confesionarios sean otros Jesús. Que ardan en tu amor y en el de María. Que jamás den un mal ejemplo. Que no se cansen de alabarte. Que sus pasos sean todo para gloria de dios. Que su porte exterior sea sencillo y santo. Que no se mezclen en las cosas mundanas. Que se den siempre a respetar. Que utilicen todos los medios en bien de las almas. Que sus manos solo sepan bendecir. Que sus labios jamás se manchen con las cosas profanas. Que sus pies solo caminen en pos de las almas. Que sus ojos miren siempre a María. Que sus cuerpos sean siempre tu sagrario Que sus pensamientos sean sobrenaturales. Que su corazón sean un continuo incensario. Que el espíritu santo los posea, les regale con Profusión sus dones y sus frutos; los enamore
de la Santísima trinidad y entonces se novará la faz de la tierra. ORACIÓN POR LAS VOCACIONES SACERDOTALES A cada petición contestaremos: Danos Sacerdotes, señor! - Para que siempre se celebre el santo sacrificio. R.- Para llevar a los niños cerca de ti. R.- Para repartir a los fieles el pan de tu palabra. R.- Para predicar tu evangelio a os que lo ignoran. R.- Para ofrecer tu perdón a los pecadores arrepentidos. R.- Para alimentar con tu cuerpo a las almas hambrientas de ti. R.- Para ayudar a los moribundos y a los que sufren. R.- Para bendecir a nuestras familias, nuestras empresas, nuestros campos. R.- Para que los atribulados vayan a Ti, y encuentren la paz - Para defender y extender tu Reino R.-
ESTACIÓN MAYOR AL SANTÍSIMO SACRAMENTO ORACIÓN
Mi Jesús Sacramentado Divino amante y esposo, pues eres tan amoroso, digno eres de ser amado, pésame de haber faltado a tu amor, mas al quererte quisiera ya no ofenderte, y pues tu amor me convida con toda el alma y la vida. Quiero amarte hasta la muerte. ¡Oh mi Jesús! Quien te amara y se empleara en tu servicio, y por tan gran sacrificio las gracias te tributara. Aquí estoy, señor, postrada ante tu divina presencia, adorando la llaga de tu pie izquierdo, como una esclava delante de su amo admíteme, Señor, por tuya, y dame la comida de tu Santísimo cuerpo y Sangre, y el vestido de la caridad, que cubra todos mis pecados. Padre Nuestro Y Ave María
Aquí estoy, señor, postrada ante tu divina presencia, adorando la llaga de tu pie derecho como una pobre mendiga; dame Señor, de limosna, el auxilio de tu santísima gracia. Padre Nuestro Y Ave María
Aquí estoy, señor, postrada ante tu divina presencia, adorando la llaga de tu mano izquierda, como un reo delante de su juez; perdona, Señor todos mis pecados, y ten piedad y misericordia de mí. Padre Nuestro Y Ave María
Aquí estoy, señor, postrada ante tu divina presencia, adorando la llaga de tu mano derecha como un enfermo delante del médico, cura, señor, todos mis pecados con la sangre de tus piadosísimas llagas, de tal suerte, que queden enteramente borradas de tu memoria. Padre Nuestro Y Ave María
Aquí estoy, señor, postrada ante tu divina presencia, adorando la llaga de tu santísimo costado, como un amigo con otro, estréchame Señor, con el lazo de tu amor tan apretadamente, que jamás me aparte de ti. Padre Nuestro Y Ave María
Aquí estoy, señor, postrada ante tu divina presencia, adorando la llaga de tu santísimo cuerpo y de tu santísima espalda, como una hija delante de su padre; no me niegues, Señor, la herencia paternal de tu gloria. Padre Nuestro Y Ave María
Aquí estoy, señor, postrada ante tu divina presencia, adorando la llaga de tu santísima cabeza, como una esposa humillada delante de su esposo; abrázame, Señor y dame a gustar de la llaga amorosa del costado divino. Padre Nuestro Y Ave María OFRECIMIENTO
¡oh buen Jesús! En memoria de tu santísima pasión, yo te ofrezco esta humilde devoción, no mires mi indignidad para recibirla, te ruego que logre mi alma fruto de tan alto Sacramento. Yo te suplico ¡oh dios eterno! Que estás por mí en esta Hostia consagrada real y verdaderamente presente, que intercediendo por mi tu santísima Madre la Virgen María, todos los ángeles y santos me concedas por las dos llagas de tus pies benditos, humildad y resignación; por las dos llagas de tus manos liberalísimas buenas obras en lo espiritual y temporal; por las llagas que te causaron las espinas en tu sagrada cabeza, santos pensamientos; por tus purísimos labios, palabras modestas; por tus heridas espaldas, verdadera compunción y penitencia, y finalmente me concedas Jesús mío, por la llaga amorosa de tu sagrado costado, perseverancia constante, fe viva, esperanza firme y caridad ardiente, para que contigo viva, por ti muera y eternamente te goce y alabe por todos los siglos de los siglos, Amen.
ORACIÓN A LAS AGONÍAS DE JESUCRISTO
Señor mío Jesucristo, dios y hombre verdadero yo os doy las gracias por las agonías y muerte que clavado en su cruz padecisteis el Viernes Santo, a las tres de la tarde, por mi amor. Me pesa de todo mi corazón de haber sido causa, por mis pecados de vuestra muerte y de los dolores de vuestra carísima Madre; propongo firmísimamente la enmienda, y os suplico me favorezcáis a mí y a todos los agonizantes en la hora de nuestra muerte. Amén. Quédate con nosotros, Señor, esta noche. Quédate para adorar, alabar y dar gracias por nosotros, mientras que dormimos; para hacer que baje del cielo tu misericordia sobre el mundo; para socorrer desde los Tabernáculos de la tierra, a las almas, que padecen en el purgatorio, su prolongada noche de sufrimientos y penas. Quédate con nosotros Señor, para apartar la justa ira de Dios de nuestras populosas ciudades, cuyas densísimas nubes de vicios y crímenes claman venganza al cielo. Quédate con nosotros Señor, para guardar a las inocentes, para sostener a los tentados para levantar a los caídos, para subyugar el poder del demonio, para impedir el pecado.
Quédate con nosotros Señor, para confortar a los que sufren, para bendecir a los que yacen en el lecho del dolor, para dar contrición a los que mueren, para recibir a las miles de almas que se presentaran a ti para ser juzgadas. ¡Oh buen Pastor! Quédate con tus ovejas, defiéndelas de los peligros que las rodean y amenazan; pero sobre todo, quédate con los que sufren y con los agonizantes. Danos una noche tranquila y un fin perfecto; se nuestro Misericordioso Padre hasta lo último, para que sin temor; podamos aparecer delante de Ti, como nuestro Juez. Quédate, Señor; en el corazón de todos los aquí presentes. Así sea.
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