La Guardaespaldas
March 24, 2017 | Author: Lilibeth Kasrey | Category: N/A
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LA GUARDAESPALDAS Eugenia Primera parte Joan Braxton es una mujer que cree en el control, su carrera depende de él, es una guardaespaldas profesional, la mejor... antigua agente del servicio secreto que ha arriesgado su vida por dos presidentes norteamericanos y por clientes importantes. Vigila todos los detalles, asesorando, protegiendo... Joan no deja nada en manos del azar. Sharon Wingman es una superestrella del pop, convertida en actriz. Sharon tiene un admirador obsesivo cuyas locas cartas tienen un aire espantosamente peligroso. Y ha llegado el momento de que tenga un poco de protección y profesional. Joan ahora era la guardaespaldas de un importante hombre, tras salvarle la vida él le pide que continúe, no solo la quería por sus magnifico trabajo, si no por lo hermosa que es. Es alta, de pelo negro azabache, unos ojos azules increíbles y un cuerpo bien formado. A pesar de la insistencia del hombre ella lo rechaza, no le van los trabajos fijos. Tras una larga temporada volvió a su casa, el correo sobresalía del buzón, ella no se molesto ni en mirarlo. Después de cenar se fue a dormir para que un nuevo día comenzara en su vida. Sharon acude a una gran fiesta en su honor, era una mujer muy hermosa, era rubia, de cabellos cortos, unos ojos esmeralda, estatura media y buen cuerpo. Tenía muchos fans, pero al parecer alguien quiere deshacerse de ella y hace explotar una bomba en el mismo lugar donde esta ella, por suerte no fue herida ni nada, pero con esto basto para que sus ayudantes y representantes se pusieran alerta. Vil era un buen amigo de Sharon y sobre todo quería su protección, el conocía a todos los guardaespaldas ya que en otras ocasiones le había tocado contratar alguno, pero en este caso sabía que necesitaba al mejor y esa no era otra que su amiga Joan, fue a verla hasta su casa para pedirse de sus servicios. - Cinco mil euros. - Ya te he dicho que no Vil. - Rechazas cinco mil euros a la semana? - Si, asi es. - Me estas diciendo que no quieres proteger a Sharon Wingman por qué es artista? - Yo no me ocupo de celebridades. - Oh vamos!, es una mujer asustada y necesita al mejor de todos, en este caso tu, sabes que no te lo pediría en serio si no fuera grave. - Esta bien... Joan se levanta de la silla y coge 4 cuchillas. - Si clavo tres de ellas en ese poster aceptaré pero serán ocho mil a la semana. - Uuhhh, si que tienes que ser buena - dijo bromeando. La morena se disponía a lanzar, lanzó la primera y la falló, lanzó las demás clavándolas justo en el poster, Vil sonrío y Joan se la devolvió.
Al día siguiente Joan estaba en la entrada de la casa, que mas que una casa era una gran mansión, estaba con el coche esperando a que le abrieran la verja, había un portero automático, en el que la pidieron que se identificara. -
Si? Joan Braxton para ver a la señorita Wingman. Quién? Sarah Geller para la señorita Wingman. Tiene cita? Si. Esta bien, pase.
Las verjas se abrieron dando paso al coche de Joan, fuera de la casa había un chico limpiando un coche, tenía una mano vendada, Joan paro el coche y bajó de él, miraba atentamente la mansión, era muy bonita, la voz de aquel chico le llamó la atención. -
Qué desea? Soy Sarah Géller, vengo a ver a la señorita Wingman. Quién la manda? Vil. Aja, esta bien, puede pasar.
Joan sonrío de medio lado y se dispuso a entrar en la casa, llegó hasta la puerta principal, llamó a la puerta y una señora bastante mayor la recibió. - Qué quiere? - Vengo a ver a la señorita Wingman - Espere un momento. La señora cerró la puerta, tras unos instantes la volvió abrir dando paso a Joan. - Puede pasar. - Gracias. Joan entró en la mansión, dentro se podía oír música a todo volumen, según caminaba entró en una gran sala, donde parecían estar montando una coreografía, había cámaras, un montón de bailarines y muchísima gente mas. Joan pudo ver a Vil sentado viéndola igual que los demás, al lado había un tipo bien fornido, era alta, tenia cara de mala leche, cruzaron las miradas, el al verla no la reconoció, asi que se levantó con la intención de preguntar quien era y que hacia hí, pero Vil se fijó en él y miró hacia donde estaba Joan, Vil le impidió a aquel hombre que se acercara, el asintió de mala gana y se volvió a sentar, Vil se levantó y fue hasta donde Joan. - Me alegro de verte. - Si bueno... - dijo con indiferencia. - Te presentaré a Sharon Wingman La música había acabado y con ella la coreografía, todos aplaudían. Vil se acercó hasta un sillón en el que parecía estar sentada la cantante. - Sharon, Joan Braxton esta aquí. - Quién?
-
Joan Braxton, tu guardaespaldas. Ah, estupendo. Venga levántate a saludar. Vil ahora estoy algo ocupada. Vamos!
La rubia se levantó y se giró gusto para ver a su nuevo guardaespaldas. - Muy bien!, ya estoy levantada. Por primera vez sus ojos esmeralda se cruzaron con esos ojos azules, eran como tímpanos de hielo, las dos se miraron durante unos instantes, Sharon se acercó a ella andando sensualmente hasta quedar frente la una de la otra. - Sharon Wingman, Joan Braxton. Las dos se dieron la mano, ambas pudieron notar el suave contacto. -
Encantada - dijo Sharon con una sonrisa seductora. Lo mismo digo - la morena no expresó cambio en su cara. No parece usted un guardaespaldas. Qué esperaba? Pues no se... un tipo duro. Es que voy disfrazada.
Sharon volvió a sonreír, ambas se perdieron nuevamente en sus miradas. - Bien Joan, te presentare a los demás, el de allí es Say, el representante de Sharon y aquel de allí es Tony. Ambos hicieron gesto para saludarla, esta respondió del mismo modo. Say el representante se acercó hasta ella. - Ante todo una cosa, Sharon no cambiará nada de su vida, todo seguirá tal y como esta. - Eso, no quiero cambiar nada de mi vida, no quiero que por esto tenga que cambia mi forma de vivir. - Pero Sharon, tu vida corre peligro en infinidad de situaciones, y mejor que nadie sabrá que es lo que mas te conviene - dijo Vil. - Ya te he dicho que nada de cambios! - Entonces qué es lo que quieres? - preguntó Vil. - Yo me siento segura cuando estoy en casa, lo único que tiene que hacer es protegerme cuando salga a la calle, pero no quiero que me vayan siguiendo como moscones, quiero mi espacio - dijo la rubia. - Lo siento señorita Wingman... - dijo Joan. - Llámeme Sharon. - Bien, creo que ha habido un mal entendido, si me dice por donde salir nos ahorraremos las molestias. - Puede salir por allí - dijo Tony. - Encantada de conocerla - la morena pasó por su lado para salir de el lugar. - Cállate Tony - dijo Vil. - Déjale que se vaya, yo solo puedo proteger a Sharon. - Yo me ocupo de esto - dijo Vil siguiendo a la morena que salía de la casa. Sharon se la quedó mirando con gran interés, tenía una sonrisa en los labios. Vil consiguió alcanzar a Joan.
-
Joan espera, espera por favor. Qué? Dale una oportunidad, déjame enseñarte algo. Vil... Por favor! Esta bien, esta bien.
Vil sonrío satisfecho y condujo a la morena para enseñarle unas pruebas. - Esta es una de las tantas cartas que ha recibido. Joan la cogió y comenzó a leer.
Sharon, tu lo tienes todo, yo no tengo nada, se acerca el momento en que vas a morir... - Ella ha visto esto? - preguntó Joan. - Qué dices! - dijo Say que estaba con ellos también - Si lo hubiera visto le habría dado un ataque de nervios. - Si..., Sharon es muy nerviosa, no pudimos decírselo. - Desde hace cuánto las recibe? - preguntó la morena. - Unos seis meses mas o menos. - Y no habéis ido a la policía? - No - dijo Vil. - Y qué pasa con esta habitación? - preguntó Joan. - Esta habitación la creo Say, era para una revista, al parecer alguien entró aquí y se masturbó sobre la cama. - Nadie le vio? - No, nadie. - Normal que haya entrado - dijo la morena. - Cómo que normal?! - La casa esta abierta de par en par. - Qué???? - preguntó Say. - Digo que la casa esta abierta de par en par y asi no se la puede proteger, solo aceptaré el trabajo si puedo poner las medidas de seguridad necesaria. - Yo me encargaré de decírselo a Sharon - dijo Vil. - No!, se lo diré yo, Vil! - dijo Say saliendo molesto de la habitación. Joan ya estaba en su coche y Vil la hablaba desde fuera. - Seguro que no le importa - dijo Vil. - Claro que si. Ambos sonrieron, Joan se fue, por una extraña razón Joan no podía dejar de penar en esa rubia, en esos ojos verdes. Por otro lado Sharon estaba en su habitación pensando en todo lo que había pasado hoy y en todos esos pensamientos apareció una mujer morena de ojos azules, una sonrisa se dibujó en sus labios, no sabia por qué, pero esa mujer, imponente y misteriosa... le atraía. Un nuevo día comenzó y con él un nuevo trabajo, Joan ya en casa de Sharon, estaba en un garaje eligiendo una alarma, en ese momento apareció el chico que la recibió el otro día, el chofer.
-
Por qué mentiste cuándo te pregunté quién eras? Quería saber lo difícil que era entrar. Y no lo fue, no? No.
El joven sonrío, Joan sacaban un maletín y de ellas unas pistolas. -
Si solo eres el chofer de la señorita Wingman tendrás mucho tiempo libre no? Bueno... es mi trabajo. Pues vamos a aumentar tus tareas. Qué? A partir de hoy serás mi ayudante. Cómo?, no a mi eso no se me da bien. Escucha, por muchas veces que lo intenten y por muchas veces que fallen siempre se cargan a alguien. A quién? Al chofer engreído - dijo riéndose. Jajaja, esta bien.
Las obras dieron comienzo en la casa, montones de agentes de seguridad iban guiados por Joan que les decía que partes de la casa quería mas vigiladas. - Aquí quiero cámaras de seguridad, una a esa altura - dijo señalando - otra allí y la última allí, no quiero que no quede ninguna parte sin vigilar. - Muy bien señorita Joan - dijo el guardia. - La señorita Wingman ha pagado mucho por este jardín, asi que tened cuidado, quiero toda esa parte de allí vallada y con cámaras ocultas entre las plantas entendido? - Si señorita. La morena seguía ordenando a los agentes como quería las cosas, Sharon se asomó al balcón y vio como la gente trabajaba, forzando un poco la vista consiguió localizar a Joan dando órdenes, sabía que era una mujer segura de si misma y decidida, pero no le gustaba nada lo que había organizado en su casa y estaba algo molesta. Joan estaba en el coche que utilizaba Sharon, su nuevo ayudante conducía, ella le estaba enseñando como girar en redondo. - Aun no, aun no, aun no... ahora! Joan agarró junto con él, el volante girándolo todo lo que pudieron. - Pisa el freno! El chico hacía todo lo que le decía. - Acelera!...y listo. El coche se paró en seco después de dar un giro en redondo. - Wooooouuu!, qué pasada!
La morena le sonreía y guiñándole un ojo se baja del coche, se fue a ver los demás apartados de la mansión. Entró en uno de los apartados sin darse cuanta de que había alguien bailando, la persona que bailaba se paro al verla entrar. -
Perdona, no quería interrumpirte. No pasa nada, yo soy Hilary Wingman, la hermana pequeña de Sharon. Ah, no sabía que tuviera una hermana. Pues si, si que tiene - dijo sonriente.
Fue a coger una toalla para secarse el sudor, Joan pudo ver un mural con fotos y se acercó para verlas, había muchas fotos de ellas dos juntas. - El mural de fotos... me encanta mirarlo - dijo Hilary. - Supongo que serán ustedes don las de las fotos. - Si, pero hí yo soy la cantante. - Ah si? - Si, pero un día Sharon cantó y se pudo ver quien tenia el gran talento de la familia - dijo con algo de tristeza - es usted la nueva guardaespaldas no? - Si. - Pues encantada de conocerla. - Lo mismo digo. Una par de horas después Sharon quiso ir a comer fuera, salía del restaurante seguida por Joan, Tony, Say y su hermana Hilary. Justo fuera esperaba una niña con su madre, nada mas verla salir la pequeña corrió hasta ella para pedirla un autógrafo pero Joan paro a la niña poniendo su mano en el hombre de la pequeña. - No guapa... - Claro que si - dijo firme y tajante Sharon. La rubia sonrío a la pequeña dándole un autógrafo, después la madre la pidió que si se podía hacer una foto con ella, la pequeña se colocó al lado de su ídolo sonriendo, una vez que sacaron la foto, madre he hija se fueron muy alegres, Sharon pasó por al lado de Joan. - Me extraña que no te las hayas cargado... Joan no dijo nada, simplemente se limitó a seguir a la cantante hasta el coche, una vez dentro, Sharon le pidió a Say que la ayudara a firma fotos, Joan, Tony y Mark, que asi se llamaba el chofer iban juntos. Cuando el coche comenzó a moverse Joan pudo ver que un todo terreno les empezó a seguir, ella miraba por el retrovisor todos los movimientos del coche. - Escucha Joan, dejemos las cosas muy claras - dijo Tony - yo quiero mucho a Sharon y todo lo que hago lo hago por amor, no quiero que ni tu ni nadie cambia su vida, ella es feliz asi y mientras yo este con ella no le pasará nada. Joan no prestaba mucho atención a Tony, estaba atenta del coche que aun las seguía, pero si hoyo lo que Tony le dijo. - Me parece bien - dijo sin mirarlo - Mark gira por allí. - Bien. El joven hizo lo que le mandó Joan, a pocos centímetros de la puerta de entrada de la mansión Joan dio
otra orden. -
Ve mas despacio... Es él? - dijo Mark. Qué pasa? - preguntó Tony. Me gustaría saber como lo llevas Tony. Lo llevo muy bien Joan, tu fijate en mi y aprenderás algo.
El coche paró justo antes las verjas de la casa esperando que se abriera, en ese momento el todo terreno que estaba detrás de ellos aceleró y se desvió por la carretera que daba abajo, Joan salió a toda velocidad del coche y dando unos golpes en el capo dijo. - Llévalos a casa! Joan salió corriendo pasando por delante del coche, Sharon pudo ver como corría y se metía en el jardín que mas que un jardín parecía un bosque. Joan corría a toda prisa para llegar hasta donde estaba el coche, el todo terreno estaba parado en la carretera que daba al lado del jardín de la cantante. - EH! - Joan gritó. El conductor al verla aceleró, Joan siguió corriendo, tenía la intención de saltar encima del coche, iban al mismo nivel, Joan encontró un buen espacio para saltar y asi lo hizo, pero no tuvo éxito, el coche consiguió escapar y Joan rodaba por la carretera fatigada, vio como el coche se alejaba. -
Se puede saber dónde está Joan? - preguntó Tony. Vio que un coche nos estaba siguiendo y salió corriendo detrás para intentar detenerlo. Yo también iba en el coche y no vi que nadie nos siguiera - dijo Tony. Eso es que tu no estas atento como Joan - dijo Vil. Si claro! - protestó el hombre.
En ese momento Joan entraba en la sala, todos se la quedaron mirando, incluída Sharon. -
Qué ha pasado? - preguntó Vil. Un coche nos estuvo siguiendo desde el restaurante. Lo has cogido? No, no llegué a alcanzarlo - dijo la morena. Ja!, lo veis?, si hubiera sido yo lo habría cogido - dijo Tony. Tu ni te distes cuenta de que nos seguía - dijo con seriedad Joan. Bueno yo... Te ha pillado Tony - dijo Vil. Bueno ya esta bien - dijo la rubia - si no os importa me gustaría tener un momento de tranquilidad. Yo voy a ver como van las cosas - dijo Joan mientras salía.
Sharon se fue al patio, se recostó en una tumbona a escuchar música y a escribir, el ruido de las obras no la dejaba tranquila, ya estaba perdiendo la paciencia, era imposible relajarse con el ruido de las sierras y taladros. Sharon solía salir los miércoles con los amigos a tomar algo, pero Joan dio la orden de que no saliera ese día, Sharon notó que su vida estaba cambiando y eso no lo iba a permitir. - Esa mujer está loca! - dijo la rubia enfadada. - Cálmate, quieres?, - No!, no quiero calmarme, quiero tranquilidad y quiero poder salir con mis amigos cuando me apetezca.
Say y Hilary contemplaban la escena, Vil se asomó por la puerta para llamar a Joan que aun estaba dando órdenes a los agentes. - Joan, quieres venir un momento? Joan entró en la casa donde estaba todos. -
Qué pasa? Que es eso de que Sharon no pueda salir con sus amigos a tomar algo? No quiero que haga nada de lo que hace habitualmente - dijo la morena sin mostrar expresión alguna. Esta mujer esta loca! - se quejó Sharon. Calma - dijo Vil. Escucha Joan, ella no cambiara su vida solo porque tu estés aquí - dijo Say. Dime Say, tu eres guardaespaldas? - preguntó Joan. No. Entonces cállate!, no sabes los riesgos que hay. Sharon, Joan tiene razón, será mejor que hagas lo que te dice - dijo Vil.
La rubia se quedó mirando fijamente a Joan, ella también la estaba mirando, se miraron por unos instantes, la rubia volvió hablar. - Quiero un poco de tranquilidad en esta casa! - Ya casi estamos acabando. - Bien! - dijo la rubia saliendo de la sala. Un rato mas tarde Joan, Tony y Mark acompañaron a Sharon a una de sus tiendas favoritas de ropa. Joan entró con ella, mientras Tony esperaba fuera de la tienda y Mark en el coche. Sharon miraba la ropa y por el rabillo del ojo miraba a Joan, estaba de brazos cruzados, sin moverse del sitio. La rubia cogió ropa y se dirigía al vestuario, cuando pasa por al lado de Joan se para y le dice en el oído. - Eh Joan, quieres pasar dentro?, estaré mas segura... Joan no dijo nada, solo la miró, Sharon entró riéndose al vestuario, no tenia puerta ni nada, solo una cortina. - Tal vez no lo creas, pero tengo fama de ser insoportable. Joan solamente se gira para mirarla, ambas se vuelven a perder en sus ojos. - Antes no lo era, pero te cuelga la fama el ser de una forma determinada, y al final acabas siendo asi... no se puede evitar. Decía mientras se probaba una chaqueta, Joan no dijo nada, pero la rubia pudo ver por el espejo la sonrisa de medio lado de la morena, Sharon se giró para mirarla. - Ah!, con que no estas de acuerdo?, tu eres experta en tíos famosos no? - Conozco algunos - dijo sin mirarla. - Y no estas de acuerdo? - Cada uno es como quiere ser, a veces hace falta algo de sacrificio, pero puede hacerse... - Por que no te has quedado con ninguno de tus clientes?, son demasiado indisciplinados para ti?, o es que tienes miedo a encariñarte con ellos?
-
Exacto. Nunca vas a darme una respuesta clara Joan? Es usted demasiado inteligente para mi, no puedo seguirla. Mírame Joan! - dijo la rubia perdiendo los nervios ya.
Joan la miró. Miró esos preciosos ojos verdes, Sharon por un momento se sintió confundida por ese azul, tras mirarle unos instantes la rubia habló. - No apruebas mi forma de ser. - Ese es un lujo que no me puedo permitir. - Ah, es una lata para ti no?, no te gusta dejarte llevar por los sentimientos, no hay que mezclar el trabajo con el placer. Joan la vuelve a mirar y con voz firme la contesta. - Exacto - Joan vuelve a mirar hacia delante. - Puedes pasarme esa chaqueta de allí por favor? - Me pagas para proteger tu vida, no para ser tu criada. Si las miradas matasen tal vez Joan ya estaría muerta, Sharon salió y cogió la chaqueta que la había pedido a Joan, antes de meterse nuevamente en el vestuario la rubia se gira y dice: - Gracias! - remarcando bien la palabra. Joan sonreía para si, pensó que este trabajo estaba siendo el mas divertido hasta ahora. Ya era de noche cuando Joan se encontraba descansando en un apartado de la mansión de la cantante, tenía una gran tele con todo un equipo de altavoces y demás, estaba sentada tomando un refresco mientras veía unos de los tantos videos musicales de Sharon, Joan apenas parpadeaba, no quería perderse nada del video, lo cierto es que Sharon tenia una voz increíble, y era realmente bella, en el video clip salía con nada que una sabana blanca muy fina, dejaba ver unos de sus hombros y parte de sus muslos, el fondo parecía ser el cielo y para Joan era como un ángel, su corto pelo rubio, sus ojos verdes... esos ojos que la hacían perder el control de el que ella tanto depende. Sharon estaba en su cuarto arreglándose, una de sus ayudantes la estaba peinando, ambas bromeaban y reían, la rubia consiguió oír la música, era una de sus canciones favoritas, se asomó por la ventana y vio a la morena sentada en un sillón viendo el video de ella, a Sharon le pareció encantador ese gesto, posó una de sus manos en el cristal como si pudiera acariciar la figura de Joan. Tras unas horas después, Joan estaba con Mark, le estaba enseñando como mirar si había algo debajo del coche, lo miraba con un espejo y una linterna ya que era de noche. - Qué estamos buscando? - preguntó el chico. - Bombas. La cara de Mark lo dijo todo, Joan se reía al ver su expresión. - Tranquilo, lo he revisado antes, mira tuércelo un poco allí. Él lo torcio justo dejando ver la puerta de la mansión, donde Sharon. Say, y Vil salían de la casa. Joan se levantó del suelo y preguntó a dónde iban.
-
A dónde vamos? A una fiesta - respondió Say. Creí que iríamos a cenar - respondió la morena. Cambio de planes - dijo Say chuleándose. No me había sido informado. Acabas de serlo.
Say se metió en el coche, Vil le siguió, Joan miró a Sharon, esta iba con una capa negra con capucha, justo cuando iba a entrar Joan la para. - Sharon, quiero que lleves esto. Joan la cogió de la mano y depositó en ella una cruz con brillantitos azules. - Oh, Joan es precioso. - Va equipado con un trasmisor de radio, si alguna vez surge algún problema estando separadas solo aprieta el botón y sabré que me necesitas... La rubia la miró muy fijamente a los ojos, eran igual de fríos y intensos que siempre, Say se asomó por la puerta del coche. - Bien, ya sabes como funciona, vamonos! Todos se metieron en el coche y se dirigieron a la fiesta, era para promocionar su nueva canción, cuando el coche estaba llegando la gente empezó a rodearlo, todo el mundo gritaba su nombre, algunos incluso aporreaban el coche con tal de verla, Joan le dio una ordena a Mark para que siguiera y no se parara ahí, este obedeció sin ningún problema, por fin llegaron a la puerta, también había gente pero al menos aquí estaba controlada por la policía, primero salió Joan, después Vil, luego Sharon, luego Tony y por último Say, la rubia según pasaba iba saludando a todos de por allí con la mano. Joan decidió ponerse atrás de todo ya Tony iba adelante con ella, uno de los fans consiguió escapar colándose para llegar a Sharon, pero inmediatamente Joan lo agarró de un brazo y de la nuca y lo empujó contra los demás fans de allí, una vez que se aseguró de que nadie se acercaba paso con los demás. Una vez dentro Joan dejó a Sharon en su camerino, Say estaba hablando con un montón de gente. Sharon estaba en su camarote sola, canturreando la canción que iba a cantar esta noche, vio un sobre encima de la mesa y mientras se miraba al espejo lo abrió y sacó una carta que decía.
zorra Sharon, prepara tu alma para morir... Joan estaba viendo como estaban las cosas por fuera cuando oyó que su trasmisor de radio empezó a pitar, eso significaba que Sharon la necesitaba, inmediatamente echó a correr hacia el camerino, cuando entró lo primero que vio fue unos ojos verdes muy asustados, Joan se acercó hasta ella. - Qué pasa? - preguntó preocupada. Sharon no pudo decir nada, solamente le dio la carta, cuando Joan la vio miró a Sharon, su expresión pedía una explicación de que quería decir eso, sus ojos se estaban humedeciendo, Joan trató de calmarla. - Tranquila, no pasa nada - agarró a la rubia del hombro. Ésta no aguantó mas y se tiró al pecho de Joan, un llanto sin control salía de Sharon, Joan no estaba
segura de si debería, pero no pudo evitarlo, la abrazó. La abrazo con fuerza, quería protegerla. Estuvieron largo rato abrazadas, Sharon ya mas calmada, estaba sentada, Joan fue a llamar a Vil para decirle que lo mejor sería suspender la presentación de la canción, Vil fue a ver Sharon y la vio muy nerviosa y apoyó la idea de Joan, Say entró en la habitación y al enterarse de la noticia fue el único que se opuso. - No!, de eso nada, no se puede suspender, mira toda esa gente. - He dicho que Sharon no saldrá y punto - dijo la morena. - Tu no eres nadie para decidir - se quejó Say. - Yo soy su guardaespaldas y si creo que esto no es seguro para ella haré lo que tenga que hacer para protegerla y si ello implica que no actúe esta noche que asi sea - dijo la morena fríamente clavándole esos ojos que eran como cuchillas. - Esta bien!, pero tiraran el local, esa gente no querrá irse sin oírla cantar. - Vamos - dijo Joan. La morena agarró por los hombros a Sharon y salió con ella de la habitación, Joan se aseguraba de que nadie la tocara por los pasillos, cuando llegaron a la altura de la entrada del escenario Sharon paró. - Espera... - Sharon no vale la pena - dijo Joan. - No voy a dejar que un maniático me aparte del escenario. Y tras esas palabras Sharon se separó de ella y subió al escenario, la gente gritaba como nunca lo habían hecho, Joan avisó a Tony de que había cambio de planes, se quedaban. Joan se puso a un lado del escenario y Tony al otro. Joan no quería alejarse de Sharon. La canción comenzó y con ella la actuación de Sharon, al empezar la música la rubia se quitó la capa dejándose ver en un provocativo traje, Joan sabía que eso traería problemas, la actuación seguía, al poco de empezar un fan ya se subió al escenario por la parte en la que estaba Tony, pero este lo consiguió sacar sin problemas. Joan estaba atenta a todo, a los pocos minutos otro fan se subió al escenario, pero esta vez bailaba casi pegada a la rubia, Joan iba dispuesta a sacarlo de allí pero Sharon la vio y con un gesto de stop con su mano se lo impidió, Joan sabía que esto iba a acabar mal, con su trasmisor de radio avisó a Mark de que cogiera el coche y esperara con el en la puerta de atrás. De repente las medidas de seguridad que contenían a los fans se vinieron abajo y un montón de gente comenzó a subir al escenario, Joan casi no podía ver a Sharon, pero si lo suficiente como para observar que de un empujón la tiraron del escenario, la gente la cogía y entre manos la iban pasando para atrás, Joan consiguió coger un extintor y echar su contenido a la multitud de fans para apartarlos y poder llegar hasta Sharon, la gente caía al suelo, Joan tiró el extintor y entre codazos y patadas consiguió llegar hasta Sharon que la acababan de dejar en el suelo, muy asustada la rubia levantó la vista y vio a una imponente morena enfrente de ella, Joan la cogió en brazos, la rubia aliviada al verse en los brazos mas seguros se abrazó al cuello de la morena, Joan apartaba a la gente que le impedía el paso a patadas, de repente un hombre se puso delante con cara desafiantes impidiéndola pasar, sin dudarlo un momento Joan estiró una de sus largas piernas y le dio una patada en toda la cara, Sharon estaba muy sorprendida por la fuerza de Joan, la morena miró a todos los lados para encontrar a Tony y indicarle por donde tenía que ir, lo vio apartando a la gente pero por la salida que no era. - TONY POR AHÍ NO! - dijo la morena. - YO ME ENCARGO, SEGUIDME! - dijo Tony. - ES POR AQUÍ! Joan ya no tenía tiempo para seguir llamándolo, asi que salió de el local hasta llegar a un callejón donde la estaba esperando Mark con el coche, Joan se metió en el coche con Sharon.
- Vamonos! - dijo la morena. Sharon estaba sentada atras y Joan se quitó su cazadora para ponérsela a la pequeña rubia que no era capaz ni de levantar la cabeza, la morena iba a pasar al asiento delante pero sintió como una pequeña mano agarraba la suya, tiraba de ella hacia atras y un pequeño cuerpo tembloroso se acurrucó entre sus brazos, Joan se sintió incapaz de dejarla y la rodeo con sus fuertes brazos, la morena pudo oír unas palabras de la rubia, aunque la costo bastante la entendió. - No me dejes... por favor. Joan no dijo nada, simplemente la abrazó mas fuerte y la acariciaba la cabeza, asi fueron todo el camino hasta llegar a casa, Joan la acompañó hasta su dormitorio, abrió la cama y metió a la rubia arropándola bien, Sharon la miraba atentamente. - No quieres saber por que me comporté asi? - preguntó la rubia. - Lo se... Con una sonrisa se despidió de ella, era la primera vez que le dedicada una sonrisa tan dulce, a pesar del mal momento que ambas pasaron, ambas dormirán tranquilas, Joan sabiendo que Sharon esta a salvo y Sharon sabiendo que no podía tener mejor guardaespaldas y... una sonrisa que no podría olvidar... Segunda parte Tras acostar a Sharon, Joan se fue a la cocina a comer un melocotón, partía los trozos con un cuchillo cuando de repente se abre la puerta de la cocina y aparece Tony empapado, Joan no se molesta ni en mirarlo, Tony se va acercando a ella y de repente se tira encima para golpearla, pero esta lo esquiva con facilidad, Tony intenta golpearla de nuevo pero ésta para su puño y de un barrido de pie lo tira al suelo, Joan coge la silla y la pone sobre su cuello y se sienta encima, aun masticando el melocotón Joan lo mira tranquilamente, Tony hace gesto de rendición y Joan lo acepta retirando la silla, cuando Tony se levanta coge uno de los cuchillos que estaban encima de la mesa, y la amenaza con el, Joan lo mira muy tranquila, el cuchillo que tenia para partir el melocotón se lo lanzó a Tony haciendo que pasara muy cerca de su cara, este asustado asiente y deja el cuchillo en la mesa. - No quiero volver a hablar de esto - dijo la morena. Y con estas palabras se fue, Tony estaba impresionado por la fuerza de esta mujer. A la mañana siguiente, Joan estaba comprobando las cámaras de seguridad de fuera, un ruido entre las plantas la hizo girarse para encontrarse con unos ojos verdes preciosos. - Hey!, te pillé. La rubia vestía deportivamente, con uno pantalón de malla negro ajustados, y un top del mismo color, se acercaba corriendo hasta donde estaba ella. - A que te estas preguntando que estoy haciendo aquí? Cuando llegó a su lado se apoyó en su hombro para frenar la carrera, Joan la miró de arriba abajo, estaba realmente preciosa. - Que, crees que alguien me asaltara por llevar un conjunto tan sexy? - Creo que... tendré que correr contigo - dijo la morena.
Ambas se quedaron mirando y Sharon rió por el comentario de Joan. - Quieres pasear conmigo? Joan no dijo nada, simplemente se puso a andar al lado de la rubia. - Tal vez sea un poco tarde pero... gracias, estoy encantada de que estés aquí y voy a intentar cooperar. - Eso no estaría mal. - Joan... tengo un problema. Joan mira atentamente para escuchar a Sharon. - Verás, es que me gustaría salir por ahí, asi en... plan de ligue, pero tu tendrías que venir conmigo, que pasaría si después me invita a su casa?, vendrías tu también? A Joan se le empezó a poner mal cuerpo con solo pensar eso, ella estaría encantada de acompañarla con tal de que nadie se acercara a ella. - Entonces lo que se me ha ocurrido es... que me invites tu a salir. A Joan la cogió por sorpresa, no sabia que decirle. - Bueno... mmm. - Eso es lo que se me ha... ocurrido. Sharon podía ver en el apuro que había puesto a Joan, la morena miraba para todos los lados menos para sus ojos. - Solo si tu quieres... solo si tu quieres. Joan la miró, sus miradas se juntaron como tantas veces lo habían hecho ya, de repente la voz de Hilary las hizo mirar hacia el balcón donde estaba su hermana. - Sharon!, Natasha Midler al teléfono. - Dile que ya la llamaré! Volviendo la vista a Joan... - Me estan ofreciendo una cita... dios que vergüenza me esta dando - dijo riéndose - decide tu vale? Joan la mira con una sonrisa de medio lado, estaba algo inquieta y nerviosa, estaba deseando decirle que si, pero no sabía si era lo correcto. Al llegar la noche, Sharon salía del cine cogida del brazo de Joan, acababan de ver una película de samuráis. -
Yo creo que no quería morir - dijo la rubia a la vez que andaban. Hay una gran diferencia entre no querer morir y no tener miedo a la muerte. Quien no tiene miedo a la muerte es invencible? Mmm... tu qué crees? Bueno... al final se los carga a todos - ambas empezaron a reír. No ha estado mal la película - dijo la morena sonriendo.
- Me ha gustado, cuantas veces la has visto ya? - Mmm 62 veces. - 62 veces?, Dios... Ambas rieron y caminaron durante largo rato hasta llegar a un restaurante country, se sentaron en una mesa, una enfrente de la otra, y pidieron algo para beber. -
Te gusta este sitio? - preguntó la rubia. Si. Te gusta esta música? Claro que si - dijo la morena riéndose.
Sus ojos no paraban de buscar los de la otra, cuando se encontraron se quedaron asi durante unos instantes. -
Crees que nadie puede contigo verdad? - dijo la rubia sonriéndole. Si alguien esta dispuesto a sacrificarse por matar a alguien... no hay quien pueda detenerlo Sharon. Estupendo... entonces para qué te necesito? Podrían matarme a mi y no a ti - dijo mirándola fijamente a los ojos. Y tú estas dispuesta a morir por mi? Es mi trabajo. Y lo harías? - preguntó sorprendida. Si. Por qué? Yo no se cantar - sonrió de medio lado.
Sharon se rió por el comentario y después se la quedó mirando muy atentamente, esa mujer tenía algo, algo que la hacía cambiar completamente, se sentía muy atraída por ella, nunca había sentido nada igual. -
Puede que sea algo glorioso salvar la vida de un presidente pero a alguien... Alguien como tu - finalizó la morena. Si, como yo. Es cuestión de costumbre y disciplina. Yo no confío en la disciplina, se que en ese instante crucial me rajaría - dijo bebiendo de su vaso. Suele pasar - dijo la morena bebiendo también. Pero nunca a una valiente como tu - dijo acercándose a su rostro. También la pasa - dijo riendo.
El silencio hizo acto de presencia, Joan no es que fuera muy habladora, asi que Sharon decidió sacar algún tema para hablar, pero estaba interesada especialmente en uno. -
Alguna vez te ha gustado alguien? Qué quieres decir? Si te has enamorado alguna vez de alguien. Si... hace mucho tiempo. Y qué pasó. No te lo vas a creer... me dejó plantada - dijo riéndose. No - puedo - creerlo... - sonrió
Sharon se la quedó mirando muy fijamente con una gran sonrisa, Joan la miraba y bebía de su refresco, estuvieron asi unos instantes, Sharon desvió la vista hasta la pista de baile que estaba detrás de Joan. - Bueno... esto te incluye servicio completo.
Joan arquea una de sus cejas, confundida, Sharon se acerca a ella y le susurra. - Solo te estoy pidiendo que bailes - se ríe. Sharon se levanta y extiende la mano para que Joan la coja y la siga, su mano se unió a la de la rubia, tenía una piel tan suave..., entraron en la pista de baile, era una canción lenta, por lo que quería decir que tenían que bailar pegadas, Sharon puso una de sus mano en el hombro de la morena y la otra en la mano de Joan, esta tenia su mano en la cintura de la rubia, sus mejillas se rozaban suavemente, bailaban muy despacio. - Esta es una canción country no? - preguntó la rubia mirándola a los ojos. - Si - la respondió a la vez que la miraba. De repente Sharon se empieza a reír y apoya su frente en el hombro de la morena que la mira extrañada. -
Qué pasa? Nada... - seguía riéndose. Qué pasa? - dijo casi en suplica. Es que... es tan deprimente, te has fijado en la letra?
Joan prestó atención por unos instantes a la letra de la canción que estaba sonando, luego ambas empezaron a reírse. -
Si... es un poco deprimente. Ya lo creo - dijo la rubia aun riéndose. Es una de esas canciones en las que alguien abandona a alguien. Si...
Siguieron bailando, Sharon se pegó mas a ella y puso una de sus manos en la ancha espalda de la morena, la acariciaba lentamente, Joan lo sintió y la estaba volviendo loca, de repente un plato cayó al suelo y se rompió haciendo gran ruido, inmediatamente Joan se giró a la vez que giró a Sharon, al ver que solo era eso, se volvió a girar en modo de protección y la apretó mas contra ella, en su cara se podía ver que se había tensado, miraba de reojo para atrás para asegurarse de que no pasaba nada, Sharon lo notó en su cara y quiso calmarla. - Tranquila... tranquila... - ambas se miraban fijamente - yo te protegeré... Sus miradas duraron unos instantes antes de que Sharon hundiera su cara en el cuello de la morena y se apretara mas contra ella, siguieron bailando hasta que se cansaron. Ahora se encontraban en casa de Joan, Sharon miraba atentamente en la entrada del piso bajo, Joan aun no había acabado de bajar las escaleras. - Que silencio hay aquí... - dijo la rubia. - Si... Joan acabó de bajar las escaleras que la faltaban, Sharon fue andando hasta un mesa muy larga donde había cajas y un montón de cosas. - Cuando piensas colocar todo esto? - Cuando sepa que me quedo mas tiempo.
Sharon se acercó un poco mas y pudo ver un marco con una foto de Joan, salía con un kimono de artes marciales dando una patada. - Vaya... Sharon se gira parar mirarla a los ojos y la pregunta: - Eras dura? - No, era rápida. Sharon se la queda mirando y sonríe. - También fuiste agente del servicio secreto. - Si. Joan se sentó en un sofá que tenía enfrente de la estantería, no quitaba el ojo a Sharon, la pequeña rubia vio una catana en la pared y miró hacia atrás. - Puedo? La morena solo asintió, Sharon cogió la catana y desenfundó un poco, el reflejo le daba en los ojos, Sharon miró a Joan y acto seguido quitó toda la funda. - Ten cuidado - dijo la morena. Sharon la cogió con las dos manos y empezó hacer movimientos con ella a la vez que se acercaba a Joan que la miraba atentamente, una vez que estuvo lo suficientemente cerca, con la punta de la espada abrió un poco la camisa de Joan. - Eres una mujer difícil de descifrar - se miraron fijamente - debes tener muy pocos momentos de paz... Joan se levantó despacio haciendo que la punta presionara en su pecho, Sharon retrocedió un paso para no hacerle daño, Joan estiró el brazo y cogió el pañuelo que llevaba Sharon en el cuello. - Fíjate en esto... La morena lanzó el pañuelo hacia arriba dejándolo caer en el filo de la espada, se partió por la mitad como si de hilo se tratara, Sharon miró el pañuelo y luego alzó la vista para encontrarse con esos ojos que la hacían perderse en las mas profundas aguas, se miraron hasta que Sharon notó como la mano que sostenía la catana fue apartada por otra mas grande y tiró de ella hasta quedar a pocos centímetros de la cara de Joan, tras mirarse una vez mas, Joan la besó apasionadamente, Sharon respondió al beso con la misma intensidad, pegaron su cuerpo todo lo que pudieron en un estrecho abrazo, se besaban con ansia, pero con suavidad, entre besos y caricias llegaron a la cama y de ahí pasaron a su primera noche de amor entre las dos. Ya casi estaba amaneciendo, el cuerpo de Sharon estaba rendido encima del de Joan, ésta la rodeaba con sus brazos, ambas estaban despiertas, Joan miraba hacia arriba hasta que la voz de Sharon la sacó de sus pensamientos. - Nunca me había sentido tan segura... - se miraron directamente a los ojos - nadie podría contigo...
Sharon le dió un tierno beso en los labios, tras sonreírle volvió a apoyar su cabeza en el pecho de la morena y se quedó dormida entre sus brazos. Los rayos del sol entraron por la ventana, Joan ya estaba casi vestida, solo le faltaban las botas, Sharon se despertó y frotándose un poco los ojos pudo ver a Joan de espaldas. - Joan qué haces? Esta la miro y la dijo: -
Sharon, quiero dejar muy claro que hago yo aquí. Yo lo tengo muy claro - dijo sonriendo. No quiero que esto vuelva a pasar. Joan... he hecho algo mal? No, tu no has hecho nada, he sido yo. No te entiendo... No quiero que confundamos lo que yo hago aquí, me contrataste para que te protegiera y asi no puedo. Pero si puedes llevarme a la cama una noche no? - dijo con furia. Lo siento... Crees que con eso lo arreglas?, nos acostamos y luego haces como si nada hubiera pasado? No puedo... Sharon nadie es perfecto, cometí un error, pero no puedo protegerte asi.
Tras decir eso salió de la habitación, Sharon estaba muy enfadada, ella tenía claro que le gustaba esa mujer, pero no le gustaba lo que hacia con ella. Joan estaba fuera de la casa, sentada al lado de la piscina, cuando sintió un algo caer a su lado, miró y vio a Hilary, había dejado caer el periódico en el suelo, Joan lo miró y en la portada salía la foto de Sharon junto con otras actrices, estaba nominada al Oscar a la mejor actriz. - Pensé que te interesaría. Sin decir mas, se fue, Joan lo miró una vez mas, sabía que esto no sería nada bueno. Al día siguiente tienen que viajar hasta Miami, Sharon iba a dar un concierto por las víctimas del Sida, una vez allí, Joan se encargo de toda la seguridad, recorrió cada sitio del hotel, cuando ya lo tenía todo bajo control fue donde estaba Sharon, con Say, la rubia tenía pensado salir fuera para hablar con la prensa, miles de fotógrafos y periodistas la esperaban. - De verdad es necesario todo esto? - pregunto Joan. - Si lo es - dijo Say. - Si no te guste te jodes, por esto es por lo que se te paga - dijo Sharon pasando de largo. Los tres salieron, y Joan se encargó de todo para que nadie se pasara y se acercara a ella. Al llegar la noche, llegó el turno de Sharon, estaba cantando y un montón de invitados la miraban casi sin parpadear, estaba realmente preciosa, lucía un vestido azul celeste, Joan estaba entre el público, en una esquina de pie, miraba a todos lados y evitaba mirar a Sharon porque sabía que eso sería su perdición, aun que no pudo evitarlo por mucho, sus ojos se encontraron con esa espectacular mujer, su voz sonaba fina y lisa, sus ojos tenían un brillo intenso, se perdió tanto en sus pensamientos que no se dio cuenta
que Sharon la estaba mirando fijamente a los ojos. Una vez que acabó la canción todos los invitados estaban bebiendo y riendo en una sala, Joan estaba bebiendo un zumo cuando vio a un antiguo compañero de ella, también era guardaespaldas, el también la vió y se acercó hasta ella. -
Joan... cuanto tiempo - le dio la mano. Kevin - la aceptó. Ha pasado mucho tiempo. Asi es. Qué tal te ha ido? Me ha ido bien y a ti qué tal? Bueno, no me puedo quejar. Estas de servicio? Ahora mismo no, intentaré escabullirme un poco mas.
En la sala había una habitación, de ella salió Sharon con una gran sonrisa, todo el mundo dejó de hablar para mirarla y escuchar lo que iba a decir. - Muchas gracias a todos por estar aquí, solo espero que esta noche os lo paséis también como me lo estoy pasando yo. Todos la aplaudieron, Sharon bajó unas escaleras y saludándose con algunos de los invitados empezó a avanzar justo para donde estaba Joan, Sharon vió donde estaba pero observó que estaba con un hombre, sintió celos, aunque no quería no pudo evitarlo, se acercó hasta ellos y mirando fijamente a Kevin se paró delante de él. - Y tu eres... - Kevin Galecki. - Ya conoces a mi guardaespaldas? - dijo mientras abrazaban a Joan por la cintura con una mano y con la otra acarició su estómago. - Trabajamos juntos hace tiempo - dijo sonriendo. A Joan le estaba costando contenerse con las caricias de Sharon, sus ojos se encontraron una vez mas, Joan pudo ver cierto rencor en ellos, Sharon volvió la vista hacia Kevin y con movimientos sensuales se pegó mas a el. -
Y ahora qué haces? Soy guardaespaldas... igual que Joan. Vaya... un tipo duro - y giró la cabeza para mirar a Joan - estas de servicio ahora? En estos momentos no - dijo con voz dulce. Entonces le invito a tomar una copa... en mi cuarto. Será un placer.
Sharon se agarró del brazo de Kevin y caminaron hacia la habitación, en el trayecto Sharon miró hacia atrás y se encontró con unos ojos azules, pudo ver... celos y decepción, con una sonrisa volvió la cabeza y entró en la habitación, Joan sentía muchos celos, no quitó la vista de la puerta ni un instante, pero al ver las sombras decidió que de nada serviría quedarse ahí, cuando iba a irse un hombre se ponen delante de ella. - Llevo toda la noche observándote.
- Y por que no sigues observando? - dijo fríamente la morena. Sin decir mas la morena salió de la sala, se fue a un balcón para que la diera el aire y asi calmarse un poco. Sharon y Kevin se estaban besando en la habitación, Sharon quería vengarse de ella, sabía que esto le dolería, pero también se hacia daño a ella misma, porque estaba traicionando sus sentimientos, sus besos y su corazón, ella quería a Joan, Kevin la tumbó en la cama y se puso encima de ella y empezó a besarle el cuello, a Sharon no hacía mas que venirle la imagen de Joan, tras intentar desacerse de ella volvía con mas fuerza, y al final se dió por vencida, no podía hacer esto, intentó levantarse, pero Kevin no la dejó. - Basta. - Tranquila... déjate llevar. Siguió besándole el cuello, pero Sharon lo intentó otra vez. - He dicho que ya basta! Sharon consiguió quitárselo de encima y abrir la puerta para que saliera. - Vayasé. - Vamos... no es necesario que terminemos así - intentó cerrar la puerta. - Tony!, el señor Kevin ya se va. Tony se acercó con cara desafiantes. - Bueno, pues encantado Sharon - y la dió un beso en la mejilla. Una vez que se fue, la rubia entró en su cuarto, se apoyó en la puerta y pensó en lo que había hecho, se sentía sucia, sintió una gran necesidad de ver a Joan, pero tal vez se dejó llevar mas por su orgullo. Al día siguiente Joan estaba desayunando tranquilamente en una mesa sola, mientras los de limpieza recogían lo de la noche anterior, Sharon apareció con unas gafas de sol puestas, se sentó en la mesa de al lado, Joan se la quedó mirando. - Tu qué miras?, seguro que no te has corrido una juerga en toda tu puta vida. Joan deja de mirarla y se centra en su desayuno. - Eres una... - Joan se empieza a reír - no te rías de mi y no te atrevas a juzgarme - dijo alzando la voz. - Déjame en paz!, yo no te dije que te tiraras a todos los tíos que te encontraras! - dijo irritada. - No lo aguanto mas... Sharon se levantó y se fue de la sala, Joan se quedó sola, pensando en lo que acababa de pasar, se sentía mal por todo esto. A mediodía Joan sube a la habitación para buscar a Sharon, no la había visto en toda la mañana y estaba preocupada, una vez que entró vio que no había nadie, se adentró un poco mas en la casa y se encontró con Vil que salía de la terraza.
- Dónde esta? - preguntó a la vez que corría hacia el teléfono. - No lo se, qué pasa? - No sabe nada... Joan cogió el teléfono y llamó a los de recepción. - Soy Joan, donde está el guardia de la puerta?, dónde!, que suba alguien ahora mismo. Joan colgó y hecho a correr hacia la puerta para salir cuando de repente se abrió y dejó ver a una Sharon sonriente junto con Tony igual de sonriente, ambos venían riéndose, sus sonrisas desaparecieron cuando los dos se encontraron con Joan, venían llenos de bolsas, habían estado de compras, los dos pasaron y las dejaron en los sofás. - Dónde has estado?, nos tenias preocupados - dijo Vil. - Por ahí, necesitaba salir un rato, sin tener muermos a mi lado - esto último lo dijo mirando a Joan. Joan se sintió dolida, pero no dio muestra de ello. - Vuelve ha hacer esto y me largo - dijo caminando hacia la puerta. - Recuerda una cosas Joan!, tu trabajas aquí, trabajas para mi! - Vale, vale, ya esta bien Sharon - dijo Vil. Joan se fue de la habitación sin mirar hacia atrás. Al llegar el anochecer, Sharon en su cuarto delante del espejo, se estaba retocando cuando de repente el teléfono sonó. - Si?... Joan entró en la habitación encontrándose con Vil que se acercó para hablar con ella. -
Joan ese tipo le ha vuelto a llamar. Me da igual. Por favor, esta asustada, se puso histérica cuando la recibió. No me gusta trabajar para gente que no me hace caso hasta que la acojonan en serio.
Diciendo esto salió a la terraza, necesitaba pensar, camino hasta el final del balcón, se posó en la barandilla y se puso a mirar la playa, hasta que sintió que no estaba sola, miró hacia atrás y vio unos ojos verdes atemorizados, Sharon estaba sentada en una silla, Joan no dijo nada, volvió la vista al frente hasta que la voz de Sharon rompió el silencio. - Joan, lo que haya pasado entre nosotras no importa, ahora lo comprendo, y vas a tener que creerme por que no pienso suplicar, no ha sido lo que me dijo, sino como lo dijo... Joan la volvió a mirar, tenía ganas de abrazarla y decirle que nada iba a pasar, pero no podía. -
Te necesito, tengo miedo y odio tener miedo, por favor protégeme... - dijo en súplica. No puedo... no puedo, no puedo protegerte asi, imposible, el tiene todas las de ganar. Haré todo lo que tu me digas... - Joan la mira y se rie. Me gustaría que te alejaras de esto durante un tiempo.
-
Está bien, estoy dispuesta - si miran fijamente. Significaría suspender los conciertos previstos. Lo se. No quiero ver a Say - Sharon asiente con la cabeza - que Vil y Tony se vayan de vacaciones. Bien... si es lo que quieres asi será. Si vuelves a desobedecerme te juro que la que te mata soy yo.
Sharon se levantó y se acercó hasta ella, se paró justo delante, a pocos centímetros de ella. - No volveré ha hacerlo - sus miradas se encontraron una vez mas - puedes abrazarme?... tengo frío. Sin decir nada Joan la abrazó y la apretó todo lo que pudo contra ella, casi era imposible ver cual era el de cada una, estaban tan juntas que no se distinguían, ambas saborearon ese momento como si fuera el último. Tercera parte Una furgoneta se acercaba a una pequeña cabaña, todo estaba nevado, era un sitio precioso, una mujer mayor se acercaba al coche que ya estaba parado, con una gran sonrisa vió como aquella imponente mujer salía del coche y con una sonrisa se acercaba a ella. - Por fin te has dignado a venir a verme - dijo la mujer con su voz cansada. - Verdad que me perdonas? - preguntó la morena mientras abrazaba a la mujer. - Jajaja, qué tal estas hija? - Bien, y tu qué tal estas? - Bien también, y sola - la mujer vio que la puerta del coche se abría, y salian mujeres, una de ellas era preciosa - vaya, veo que has traído compañía. - Asi es mamá, ella es Sharon Wingman - dijo señalando a la rubia - y la otra es Hilary, su hermana. La rubia se acercó con una gran sonrisa, seguida de su hermana y le dió un beso a la mujer. - Mucho gusto señora... - la rubia no sabía su nombre. - Annie, me llamo Annie señorita Sharon - dijo la mujer amablemente - señorita Sharon, señorita Hilary, bienvenidas a mi casa - la mujer se pusó a andar hacia la casa. Las cuatro entraron en la casa, el calor que desprendía la chimenea era reconfortante, era una casa muy acogedora. -
Tiene una casa preciosa - dijo Sharon a Annie. Gracias, acomódense como quieran, estan en su casa - dijo la mujer con una sonrisa. Gracias Annie, le importa que la tutee? Para nada - la mujer sonriente se metió en la cocina. Tu madre es una mujer muy agradable. Si que lo es, estas bien? Si, gracias - ambas se miraron a los ojos. Enseguida vengo. Vale.
Sharon se quedó sentanda frente al fuego, Hilary se sentó a su lado, un perro se acercó hasta ella y se subió a sus rodillas, era pequeño pero se veía que ya era mayor, las dos se pusieron a jugar con el perro, Joan se metió en la cocina junto con su madre. - Mamá.
- Ah, hola hija, dime. - Sharon en una famosa cantante, yo soy su guardaespaldas, y últimamente ha sufrido llamadas amenazadoras, la he traído aquí para alejarla de todo aquello. - Tranquila hija, podéis quedaros el tiempo que necesitéis - dijo la mujer con una sonrisa - ya lo he notado. - El qué? - preguntó la morena extrañada. - Que te gusta esa joven. - No se te escapa una, pero bueno... de todas maneras no me lo puedo permitir. - Por qué? - Porque soy su guardaespaldas, no puedo protegerla si me ciego por el amor. - Entiendo lo que quieres decir hija, pero es un desperdicio vivir la vida a medias. - Mamá... - Vale, vale. Joan salió de la cocina, cuando vió a Sharon jugar con el perro le pareció algo encantador, se acercó hasta ellas. - Mi madre esta preparando la cena, pronto estará lista. - Iré a echarle una mano - dijo Sharon. - Como quieras - dijo con una leve sonrisa Joan - yo luego vengo. La morena salió de la casa, Hilary se levantó del sofá y cogió las maletas para llevarlas a la habitación, Sharon entró a la cocina. - Quiere que la ayuda? - No hija, tranquila, yo hago esto todos los días - la rubia solo sonrió - asi que eres cantante. - Asi es - respondió con una sonrisa la rubia. - Siento no conocerla, pero como verá aquí estamos algo desconectados del mundo. - Jajaja, tranquila, no se preocupe. - Debes de ser muy famosa si necesitas a alguien como Joan. - La verdad es que si. - Con Joan puedes estar tranquila, es una mujer fuerte y dura, mientras ha estado de servicio ninguno de sus clientes a sufrido daños. - De eso estoy segura, es una mujer sensacional... Annie la miró, vió como ese sensacional significaba mucho mas que eso, Annie sonrió para si misma. Ya era la hora de cenar, Sharon, Hilary y Annie ya estaban en la mesa, Joan aun no había vuelto. - Vaya, dónde se habrá metido - preguntó la rubia. - Tranquila, seguramente se haya ido a entrenar un rato, seguro que esta a punto de llegar. La puerta de la casa se abrió dando paso a Joan. - Siento el retraso, os he hecho esperar mucho? - No tranquila, nos acabamos de sentar. La morena se sentó enfrente de Sharon, sus miradas se cruzaron por unos instantes. - Qué tal habéis pasado la tarde? - preguntó Joan. - Ha sido muy animada, Sharon nos a cantado algo - dijo Annie riendo. - Seguro que si ha sido animada entonces - dijo la morena con una sonrisa.
Sharon y Joan se estuvieron mirando durante toda la cena, las cuatro charlaban animadamente, Annie les contó unas cuantas travesuras de Joan de cuando era pequeña, por primera vez, Sharon pudo disfrutar del sonido de la risa de Joan, le había encantado escucharla reír. Después de cenar todas se sentaron enfrente de la chimenea, Annie se fue a buscar un postre que había preparado, Sharon estaba sentada al lado de la morena, sus hombros se rozaban de vez en cuando, sus miradas se cruzaban una y otra vez, pasaron un largo rato disfrutando del pastel de chocolate que había preparado Annie, Sharon pudo ver el lado mas infantil de la implacable Joan, le encantaba el chocolate, tras charlar un rato de temas variados la rubia empezó a tener sueño. -
Bueno, yo creo que me voy a ir ya a la cama, estoy algo cansada. Muy bien hija - dijo Annie. Te enseñaré cual es tu habitación - dijo Joan. Buenas noches - dijo la rubia a su hermana y a Annie. Buenas noches - respondieron las dos a la vez.
Joan iba delante de Sharon, estaban subiendo las escaleras, cuando Sharon agarró de la parte baja del jersey de Joan, las dos siguieron subiendo, Hilary pudo ver ese gesto de su hermana, y lo cierto es que no le hizo mucha gracia. Joan se paró delante de una de las habitaciones. - Aquí es. - Gracias - estaban frente a frente, mirándose a los ojos. - Que descanses, si necesitas algo esa es mi habitación - dijo la morena señalando la puerta de enfrente. - Gracias por todo Joan. - No hay de que - la morena se giró para irse. - Joan! - Si? - Hoy... me ha encantado escucharte reir... buenas noches Joan - la rubia se puso de puntillas y le dio un beso en la mejilla. - Buenas noches Sharon. La morena se quedó allí hasta que cerró la puerta. Ya todos se habían ido a la cama, Joan estaba cerrando las ventanas y echando los cerrojos a las puertas, una vez quedó todo asegurado se fue a dormir también. Ya era de día cuando Annie y Joan caminaban juntas por la nieve, Hilary estaba sentada fuera cantando una canción, cuando Sharon le habló por detrás y se puso a cantar con ella, su voz sonaba por encima de la de su hermana. - Tiene una voz preciosa - dijo Annie. - Si que la tiene - las dos escuchaban mientras caminaban... Sharon vió una barca, intentó arrancar el motor pero no se encendía, siguió insistiendo hasta que lo consiguió, Joan reía con su madre cuando escuchó el motor de la barca, alarmada miró hacia el embarcadero y vió que Sharon arrancó la barca e iba a alejarse. - Sharon NO! La morena echó a correr lo mas rápido que pudo, la nieve la hacia ir mas lenta pero aun asi era rápida, Sharon miró hacia atrás y vió que Joan corría hacia ella diciéndola que parara, intentó apagar el motor pero no podía, se estaba asustando.
- Joan no puedo pararlo! La morena ya estaba llegando, pero sabía que no la alcanzaría estirando un brazo, la única manera de alcanzarla sería saltando, aunque eso significara caer las dos al agua helada, y asi lo hizo, Joan saltó por encima de Sharon, pero la agarró a tiempo y la arrastró con ella, ambas cayeron al agua, pero Joan agarró rápidamente a la rubia para que no se hundiera ya que nadar con la ropa era casi imposible, la barca cada vez estaba mas lejos, Hilary y Annie ayudaron a subir a Sharon por la escaleras, Joan subió rápidamente y cogió a Sharon en brazos, justo cuando iba a irse la barca que estaba bastante lejos explotó en mil pedazos, las cuatro se asustaron, Sharon se abrazó fuerte a Joan. - Hija tenéis que entrar en calor rápido. - Si, vamos! La morena cargó con ella y echó a correr rápidamente con Sharon en brazos, la subió a la habitación y comenzó a quitarle toda la ropa. - Joan... tu... tu también - la rubia estaba tiritando. - Tranquila, lo primero eres tu. La morena le quitó toda la ropa y la metió en la cama, empezó ha echarla mantas encima y a taparla bien, pusó a su lado una especie de estufa para que tuviera mas calor. - Dentro de poco entrarás en calor, yo enseguida vengo. - Jo... Joan, cambiate o cogerás una pulmonía. - Claro. La morena la dedicó una sonrisa que inmediatamente fue devuelta por una de la rubia, Joan se fue a su cuarto a cambiarse, una vez estuvo lista salió a averiguar que es lo que había pasado con la barca, tras investigar un poco pudo ver que las líneas del teléfono estaban cortadas, y el coche no arrancaba, Annie salió a ver que le decía su hija. -
Hija, qué pasa? Aquí hay alguien, pero no tiene sentido, aquí no hay nada que la familiarice con este lugar. Qué vas hacer? Lo mejor será sacarlas de aquí, pero tengo que averiguar como hacerlo, el coche no funciona. Cuando quieres salir con ellas. Al anochecer sería lo ideal, pero aun tengo que pensarlo, sin el coche es muy arriesgado. Vamos adentro hija, y ahí lo pensamos. Si - la morena miró a su alrededor - mamá dónde esta Hilary? No lo se, no la he visto.
Joan estaba algo extrañada porque no había ayudado a su hermana cuando la sacó del agua. Cuando entraron en casa Annie se fue a preparar algo caliente para Sharon, Joan subió a la habitación a ver como se encontraba Sharon. - Qué tal estas? - preguntó Sharon acercándose a la cama. - Mucho mejor, ya no tengo frío, y tu estas bien? - Si, estoy bien - ambas se agradecieron la preocupación con la mirada - Sharon vamos a tener que irnos de aquí, esta claro que nos han seguido. - Dios... cuándo nos vamos? - No lo se, el coche no funciona y han cortado la línea del teléfono. - Joan... tengo miedo.
- No te preocupes, estaré a tu lado. - Gracias... - Sharon sacó una de sus manos que tenía bajo las mantas y agarró la de Joan - Joan estas helada, ven ponte a mi lado. La morena dudó un poco sabía que no era buena idea, pero aun asi ella también quería, Joan se sentó en la cama apoyándose en la cabecera de la cama, Sharon apoyó su cabeza en el pecho de la morena y la rodeó la cintura con sus brazos. - Yo te daré calor... - Gracias. Joan agarró las mantas y las subió por los hombros de Sharon y la tapó bien rodeándola con sus brazos. - Aparte de protegerme contra el peligro me cuidas para que no coja frío... esto también es parte de tu trabajo? - Aparte de mi trabajo, cuido de la gente que me importa. - Yo te importo? - Si no me importaras no te cuidaría. - Es verdad... gracias. Las dos se acurrucaron y se quedaron dormidas, Annie entró a la habitación, pero cuando las vió dormidas prefirió no despertarlas. Era medianoche, las cuatro ya había cenado y se habían acostado, menos Joan, ella tenía un presentimiento y no quería dormir esta noche, tenía su pistola en la cintura, algo le decía que la iba a necesitar, el silencio inundaba la casa, pero un ruido en la cocina la hizo ponerse alerta, fue hasta ella, vio que Hilary estaba sentada, una botella a la mitad estaba en la mesa. -
Todo ha sido por mi culpa... - dijo Hilary. A qué te refieres? A la explosion... Tu estas metida en todo esto verdad? Si, yo contraté a un tipo para que hiciera desaparecer a Sharon - dijo llorando. Quién es ese tipo? No lo se, lo contraté en un bar, pero ni siquiera lo vi. Cómo se llamaba?. No lo se, no lo se, ahora no me acuerdo, estoy borracha. Tu le dijiste que estaríamos aquí verdad? Si, yo se lo dije. Él te conoce?, te ha visto alguna vez? No, nunca me ha visto, simplemente hemos hablado por teléfono. Cuándo atacará? - preguntó perdiendo la paciencia Joan. No lo se, me dijo que esta noche acabaría el trabajo... no quieres saber por que lo hice? Ella lo tiene todo, tu no tienes nada.
Joan llegó a oír al perro que estaba arriba vigilando la puerta de Sharon, enseguida desenfundó la pistola, agarró del hombro a Hilary y la susurró. - No te muevas de aquí entendido?, pase lo que pase no salgas de aquí. - Entendido - dijo muy asustada. Joan salió de la cocina y con mucho sigilo subió las escaleras, pegada a la pared, despacio se acercó
hasta la puerta de Sharon, el perro seguía gruñendo, de un rápido movimiento abrió la puerta de golpe apuntando en su interior con la pistola, Sharon se incorporó de la cama muy asustada. - Qué pasa?! Joan oyó unos pasos que venían de la otra habitación, sin pensarlo apuntó hacia ella, era Annie. - Soy yo! - gritó Annie. - Dios! Joan corrió pasando por al lado de su madre. - Quédate con Sharon. Hilary salió de la conina para mirar que estaba pasando, de repente un hombre vestido de negro con un pasamontañas, se acercaba a ella apuntándola con el arma. - No!, no!, quieto!, no soy yo! Un disparo dejó a Hilary tirada en el suelo, Joan bajó lo que quedó las escaleras de golpe apuntando con la pistola a cualquier cosa que se moviera, vio el cuerpo de Hilary en el suelo, asegurándose de que no hubiera nadie a su alrededor se acercó hasta ella y le tomó el pulso, algo que no encontró, Hilary estaba muerta, Joan miró hacia la ventana y vio que por fuera alguien pasaba corriendo, la morena corrió a su vez por dentro de la casa hasta que llegó a una ventana, salto por ella tirándose de cabeza pero poniendo los brazos para protejerse, cayó a la nieve dando una vuelta y en posición de tiró, miró a su alrededor pero no veía a nadie, cerró los ojos y consiguió oír unas pisadas que provenían de delante de ella, sin pensarlo echó a correr hacia allí, la noche estaba nublada y apenas dejaba ver, un disparo la hizo ocultarse detrás de un árbol, pero enseguida salió corriendo otra vez, como no conseguía ver se tiro de rodillas en la nieve, cerró los ojos y con posición de disparar escuchó de donde venían los sonidos, el hombre iba con cuidado, pero no se dio cuenta de que detrás de él había unos arbustos, se dio con ellos haciendo el ruido suficiente como para que Joan supiera dónde estaba, sin pensarlo dos veces la morena disparó varias veces, no consiguió darle pero se acercó bastante, el hombre echó a correr, Joan se levantó y corrió también, la morena pudo ver como aquel hombre se montaba en un coche, Joan apuntó y disparó sin parar, dando varias veces en el coche. Sharon y Annie estaban en la habitación mirando por la ventana no veían nada, pero si oían los disparos, Sharon estaba muy preocupada por Joan, Annie se lo notó. - Tranquila, Joan sabe cuidarse - Sharon la miró con los ojos humedecidos. - Eso espero... Los disparos se siguieron oyendo, Joan no consiguió dar mas que al coche, lo único que pudo hacer es ver como el coche se alejaba. Montón de periodistas bloqueaban la entrada a la gran mansión de Sharon, su limusina consiguió entrar con dificultad pero una vez pasó las verjas se cerraron dejando atrás a los periodistas, la muerte de su hermana se había extendido rápidamente, una vez paró el coche, Sharon salió de el vestida de negro, acababan de venir del funeral de Hilary, Joan iba detrás de ella, Sharon subió a su habitación y se encerró en ella, a Joan le habría gustado estar con ella y ayudarla a pasar esto, en parte se sentía culpable por no haberla podido salvar.
Habían pasado dos días, Joan no había visto a Sharon en esos dos días, no había salido de su habitación, al parecer tampoco había comido nada, Joan ya estaba preocupada asi que decidió ir a su habitación, tocó la puerta varias veces pero no hubo respuesta, intento abrir la puerta pero estaba cerrada, Joan se echó para atrás cogiendo carrerilla, envistiendo la puerta con el hombro consiguió abrirla, entró en la habitación y vió que Sharon estaba tumbada en la cama abrazada a un cojín. - Por qué no me has contestado? - preguntó Joan. - No tenía ganas. - Si no quieres salir de la habitación no salgas, pero al menos come. - No tengo hambre. - No me importa, he dicho que tienes que comer y no hay mas que hablar. - Tu no tienes derecho a decirme lo que debo o no debo hacer. - Yo te estoy protegiendo, estoy cuidando de ti y tu bienestar depende de mi, ahora te subieran la cena, cómetela, no me hagas venir para darte de cenar. Joan salió de la habitación dando un portazo, Sharon se quedó muy confundida, tenía ganas de llorar, por su hermana y porque se había enamorado profundamente de Joan. Joan estaba tumbada en el jardín, pensando en cómo había tratado a Sharon, estaba algo arrepentida, pero ya no podía hacer nada, también estaba preocupada porque mañana daban el Oscar a la mejor actriz y Sharon estaba entre ellas, no sabía si iba a ir, ella prefería que no lo hiciera, sabia que allí correría peligro, sus pensamientos fueron interrumpidos cuando vio que Sharon se acercaba a ella. - Puedo sentarme? - la morena asintió con la cabeza - Joan, quería pedirte perdón, me he portado como una niña. - No pasa nada, todos tenemos nuestros momentos. - He estado pensando lo de mañana y... voy a ir. Joan la miró con cara de preocupación. - Sabes por qué? - No. - Cuando era niña... un día aposté con mis amigos que un día ganaría un Oscar, y odio perder una apuesta. - Te arriesgarás a tanto por una apuesta? - Debo hacerlo, crees que estará ahí? - Posiblemente... - Joan... - Sharon le hizo que la mirara agarrándola de la barbilla - no tienes que preocuparte por nada, y yo tampoco... porque te tengo a mi lado. Joan la miró fijamente a los ojos, sin querer contenerse mas se acercó a ella, y a pocos centímetros de su rostro la dijo... - Asi es. Joan la besó muy apasionadamente y la abrazó, Sharon respondió con la misma pasión, ahora se sentía bien, se sentía protegida entre los brazos de Joan, poco a poco la morena se fue tumbando encima de ella sin dejar de besarse. Por fin llegó el gran día, hoy mas que nunca Joan tendría que tener sus cinco sentidos listos, una gran cantidad de gente esperaba en las puertas de donde se celebraría la entrega de los Oscar, policías con
vallas impedían que la gente pasara, la limusina de Sharon llegaba por fin llegó a la puerta, la rubia pudo ver la preocupación de todos en sus caras. - Vamos chicos, quitad esas caras, hoy es un gran día, no tenemos nada de que preocuparnos... verdad Joan? - preguntó a la morena con una sonrisa. Joan estaba en el asiento de delante, se giró y la devolvió la sonrisa. - Verdad. Ambas se perdieron en sus ojos durante unos instantes, la limusina por fin aparcó, como siempre Joan se ocupó de que Sharon llegara sin ningún problema, hasta la sala de entregas, Joan dejó a Sharon en los camerinos mientras la retocaban, ella iba a asegurarse de que las medidas de seguridad para cuando fuera a salir Sharon fueran perfectas, mientras recorría los pasillos de los estudios, en uno de ellos pudo ver que estaba Kevin, se acerco hasta el que estaba de espaldas - Kevin - Joan!, vaya, que sorpresa verte por aquí. - Qué haces aquí? - Trabajando. - Para quién trabajas? - Para él - dijo señalando al presentador que estaba hablando con el público, al parecer acababa de presentar a un artista y el iba a salir ya - bueno te dejo, tengo que trabajar - dijo Kevin. Kevin se fue, Joan no se fiaba mucho de él, una vez lo revisó todo volvió a los camerinos, Sharon ya estaba perfectamente maquillada, ahora tenía que salir a presentar junto con otro famoso la entrega de otro premio. Unos de los colaboradores se acercó hasta Sharon. - Sharon cariño, ya es la hora te toca salir. La rubia miró al espejo, en el reflejo pudo ver a Joan mirándola, Sharon tenía algo de miedo, no se fiaba de nadie, el colaborador al ver que estaba dudando la habló. - Venga vamos - el la cogió del brazo y tiró de ella - Joan y Tony les seguían pero él se paró y les dijo no hace falta que vengan, ustedes quédense aquí. - No - dijo Sharon. - Vamos cariño, todo esta vigilado, no tienes que preocuparte de nada. - La quiero a ella - dijo Sharon señalando a Joan. - Oh!, vamos, esta bien, que venga pero date prisa. Joan le dio una sonrisa de confianza a Sharon, esta se la devolvió y enseguida se pusieron en camino, Sharon tenía que subir unas escaleras por las que Joan no podía subir, Sharon se paró y miró hacia atrás, en su mano tenía la cruz que Joan le dió una vez, la morena asintió con la cabeza dándole a entender a Sharon que siguiera adelante, y asi lo hizo, Joan se colocó en un extremo del escenario, siempre teniendo a Sharon a la vista. Todo el mundo aplaudió cuando la vió aparecer a ella y al otro presentador, ambos tenían que decir lo que les aparecía en la pantallita de enfrente, Sharon sintió temor, veía al asesino entre el público, cada vez que miraba adelante todos le parecían sospechosos, su corazón cada vez estaba mas acelerado, tenía la cruz en la mano y cada vez la apretaba mas fuerte, hasta que prendió el botón, Joan la estaba mirando preocupada desde uno de los lados del escenario, empezó a sonarle la alarma de que Sharon la necesitaba, la rubia miró a donde estaba Joan, la morena la hizo un gesto diciéndola que si quería que fuera, pero Sharon no dijo nada, volvió a mirar al frente, su compañero de presentación le hizo el honor de dejarla abrir el sobre con el nombre del ganador, la rubia algo aturdida lo abrió, le recordaba a la carta amenazadora que la habían enviado mas de una vez, cuando sacó la
hoja, ella lo que vio fue otra nota amenazadora diciendo que iba a morir, solo fue su imaginación pero no pudo continuar y salió corriendo, Joan corrió hasta los camerinos que eran donde estaba Sharon, la rubia estaba algo histérica, Say y Vil estaban intentando de calmarla. - Maldita sea!, he quedado como una loca! - Querida tranquila, no pasa nada, eso le puede pasar a cualquiera - dijo Say. - Déjame!, todo esto es por culpa de Joan!, me esta volviendo loca. Joan apareció en ese momento, se acercó hasta donde estaba Sharon. - Sharon. - No!, déjame en paz, me estas volviendo loca Joan, no quiero que vengas conmigo! - Sharon querida, te toca, tienes que ir a sentarte para saber si eres la ganadora o no - dijo uno de los colaboradores. - Enseguida voy. Joan salió corriendo cuando vio al presentador de antes, para el que supuestamente estaba trabajando Kevin. -
Dónde esta Kevin Galecki? - preguntó la morena. Quién? - le dijo el presentador confundido. Kevin Galecki. No se quien ese tipo - el presentador se fue.
Joan ya sabía quién era el asesino, enseguida corrió a los camerinos, donde estaba Sharon y Tony, tenía que informarlo para estar preparados. Sharon vió como Joan entraba corriendo y se ponía a cuchichear algo con Tony. -
Tony, ya se quien es el asesino. Quien? Te acuerdas de Kevin Galecki? Ah!, si ese, estúpido. Es él! Estas segura? Si, asi que si le ves detenle. Sin problemas.
Sharon comenzó a andar a donde le indicaba uno de los colaboradores, Tony la vió y se puso delante de ella. - Sharon llévate a Joan. - Tony déjame. - Querida haz lo que te digo. Sharon se lo pensó unos instantes, después miró a Joan. - Vamos - dijo la rubia. Joan la siguió sin decir nada, Sharon tendría que sentarse entre el público, donde estaban todos los invitados, Joan esperaría a un lado del escenario, sabía que si Sharon gana estaría a tiro de pistola, Joan llevaba una especie de radio con la que se comunicaba con Tony, que estaba en el otro lado del escenario, al parecer estaba creando interferencias y uno de los colaboradores de allí se lo quitó. Iban a nombrar ya a la ganadora.
- Y el Oscar, a la mejor actriz es... Sharon WINGMAN! Sharon se levantó emocionada, no se lo podía creer, había ganado, a su lado estaba Say que estaba igual de feliz que ella, la rubia recorría el pasillo para subir al escenario, la gente la felicitaba al pasar. Para Joan esto era lo mas peligroso, sabía que Kevin estaría a punto para acabar con ella, desenfundó su pistola, miraba cada movimiento de Sharon, los focos la estaban quitando la visión, apenas podía verla ya, Sharon ya estaba arriba elevando los brazos en señal de victoria, Joan sabía que asi no podía protegerla, no la veía, asi que sin pensarlo mas salió corriendo, pudo ver que un punto rojo señalaba el pecho de Sharon, Joan corrió con todas sus fuerzas, la rubia miró y vió que la morena se acercaba con la pistola en la mano, no la dió tiempo a reaccionar porque Joan se tiró delante de ella y con uno de sus brazos la arrastró con ella, antes de caer al suelo se oyó un disparo, todos los colaboradores comenzaron a subir para ver que había pasado, las rodearon a las dos, todos pensaron que Sharon había sido herida ya que su vestido estaba lleno de sangre, toda la gente estaba gritando asustada porque no sabía que había pasado, Joan también estaba manchada de sangre, tenía el hombro ensangrentado, la bala le había dado a ella, se incorporó como pudo y apuntó gusto donde estaba Kevin, el tenía una cámara de video y en ella ocultaba una pistola, se disponía a disparar otra vez, pero antes de que lo hiciera Joan apuntó bien y disparó dos veces, una le dió en el pecho y la otra en la cámara, eso la hizo explotar, como Kevin tenía la cabeza pegada a ella la cámara explotó en su cara matándolo. - Sharon ESTÁS HERIDA! - gritó uno de los colaboradores. - NO!, NO SOY YO! - Sharon miró a Joan, estaba perdiendo el conocimiento, la morena la miró, quería ver esos ojos verdes otra vez, sus ojos se estaban cerrando - ES... MI GUARDAESPALDAS! - Sharon comenzó a llorar, tenía a Joan entre sus brazos - LLAMADAD A UN MEDICO!!!, VAMOS!, Joan no, por favor, no tenías que ser tu, Joan vamos no me dejes. Los médicos empezaron a curar a Joan,, Sharon seguía a su lado llorando. La pusieron en una camilla y la sacaron de allí, Sharon estuvo con ella en todo momento. Después de lo que había pasado Joan había dejado de trabajar por el momento, tenía que esperar a que se le curara el hombro, Sharon había contratado un nuevo guardaespaldas ya que Joan no quería seguir. La alta morena estaba en el aeropuerto, aun estaba con el cabestrillo, vió que la limusina de Sharon se acercaba. Una vez aparcó pudo ver al nuevo guardaespaldas, era un hombre mayor, Joan le conocía, se decía que después de ella era el mejor. Vió salir a Sharon del coche, estaba preciosa, como siempre, Sharon aun no la había visto, cuando sus ojos exploraban el sitio dió de lleno con un par de ojos azules, ambas se miraron durante unos instantes, despacio Sharon se acercó hasta ella, ahora estaban frente a frente, era el momento mas duro, la despedida, en sus ojos lo podían ver, Sharon acarició con su mano el brazo de Joan que tenía la herida. -
No deberías estar aquí, asi que dejas el mundo del espectáculo eh - dijo con voz apagada Sharon. Si, qué tal te va con el nuevo? Es muy viejo - se quejó Sharon. Es muy bueno. Pero hacia falta que fuera tan viejo? No me fío de ti.
Las dos se rieron, después volvieron a perderse en sus ojos por última vez. - Acabemos con esto de una vez, dame un beso quieres? - dijo Sharon con mucha tristeza. Sin decir nada Joan le dió un beso en la mejilla y la abrazó con el brazo que tenía bien, Sharon disfrutó ese momento, quería estar con ella, lo deseaba de verdad.
- Adiós Sharon - dijo aun abrazándola. - Adiós Joan. Tras separarse se sonrieron la una a la otra pero con infinita tristeza, Sharon subió las escaleras del avión, era privado, antes de entrar la volvió a mirar, Joan hizo un gesto de despedida con la mano, Sharon sonrió y entró en el avión, una vez se sentó se quedó mirando a Sharon por la ventanilla, Vil estaba sentado detrás de ella. - Estás bien? - Si, estoy bien... Las puertas se cerraron, el avión ya había comenzado a torcer, Sharon tubo unos instantes difíciles, pero al final se decidió. - Para! El avión paró, la puerta se abrió junto con las escaleras para bajar, Sharon bajo corriendo y siguió asi hasta llegar donde Joan, sin decir nada, sin pararse se lanzó a sus labios, Joan también lo deseaba, se besaban profundamente, llenas de amor, era un beso desesperado, el último que se darían, ya que sus vidas iban por distintos caminos. Habían pasado tres meses, Joan se recuperó muy bien de su herida y en seguida se puso a trabajar de nuevo, pero esto era mas tranquilo, no había vuelto a saber nada de Sharon, pero no había dejado de pensar en ella ni un solo momento. Sharon se estaba preparando ya que en unos minutos cantaría en un gran festival, cantaría una canción compuesta por ella, una canción que la escribió pensando en alguien, alguien que entró en su corazón y que hasta entonces no ha conseguido sacarse. Joan hoy tenía el día libre, ya que no tenía nada que hacer se limitó a ver la tele, mientras cambiaba de un canal a otro pudo oír de pasada el nombre de Sharon, volvió y a ese canal y escuchó lo que decía el presentador. - Y en esta noche tan especial, tenemos a una gran cantante, que nos brindara un nuevo tema. Un nuevo tema compuesto por ella, y por lo que nos dijo en una entrevista, esta dedicada para una persona, una persona la cual marcó su vida... con todos ustedes... Sharon WINGMAN! Joan miró con muchas mas atención la tele, y ahí estaba. Estaba preciosa, llevaba un vestido ajustado que moldeaba bien su cuerpo, sus ojos mas verdes que nunca, y con su sonrisa espléndida, Sharon empezó a cantar.
Si yo me quedara Solamente estaría en tu camino Pues, me voy pero sé Pensaré en ti En cada paso del camino Y yo siempre te amaré Siempre te amaré A ti mi amor a ti mmm Recuerdos agridulces Es todo lo que me llevo
Pues adiós, por favor no llores Las dos sabemos que no soy lo que tu, tu necesitas Y yo siempre te amaré Siempre te amaré, te amaré Espero que la vida te trate bien, y espero que tengas Todo lo que soñaste Y te deseo alegría Y felicidad Pero por sobre todo, deseo que ames Y yo siempre te amaré Siempre te amaré Siempre te amaré Siempre te amaré Siempre te amaré Siempre te amaré... Tu, cariño, te amo Yo siempre, siempre te amaré.
(la canción es de Whitney Houston - I will always love you) El público se levantó de sus asientos eufórico, aplaudían a mas no poder, mucha de la gente de allí por la letra de la canción, ya que era preciosa pero triste, y entre esa gente Joan no pudo contener las lágrimas, a pesar de ser la mujer fuerte que siempre aparentaba ser, ella tenía su lado mas sensible que no lo mostraba ante nadie, toda su vida había estado sola, y ahora mas que nunca decidió que no quería seguir asi, que esta vez haría lo que su corazón le dijera, en unos días Sharon estaría en unos almacenes firmando autógrafos, Joan ya sabia donde la encontraría. Sharon estaba en unos almacenes donde firmaría autógrafos en sus discos, la cantidad de gente era inmensa, Sharon pensó que no acabaría jamás, ya llevaba mas de cincuenta personas, Sharon pidió un pequeño descanso, estaba algo agobiada, se fue detrás de una pared donde no había nadie, estaba apoyada en ella con los ojos cerrados cuando escuchó una voz. - Me firmas un autógrafo? Esa voz... cuanto la había echado de menos, Sharon abrió los ojos encontrándose con unos azules, pero no eran los azules de siempre, había algo distinto en ellos, antes era una mirada intensa, pero apagada, en la que veía ahora era una mirada brillante, llena de ilusión, y una gran sonrisa que hizo a Sharon estremecerse. - Jo... Joan. - Veo que aun te sabes mi nombre - dijo bromeando, Joan se acerco hasta quedar a pocos centímetros de ella - te he echado de menos. Sharon sonrió y enseguida rodeó su cintura con sus brazos, apoyó su cabeza en el pecho de la morena, ambas se abrazaron muy fuerte, tras estar unos minutos asi las dos se separaron. -
Pero qué haces aquí? - preguntó Sharon. Quería saber que tal te iba Me va bien, aunque ahora me he quedado sin guardaespaldas. Qué ha pasado? Que se ha jubilado - dijo riéndose. Asi que tienes una bacante eh. Asi es.
- Pues si estabas buscando, desde ya te digo que dejes de hacerlo. - Jajaja, que pasa que ya me has buscado otro viejo? - No, una antigua empleada te esta pidiendo que la contrates de nuevo. Sharon se quedó muy sorprendida por las palabras de Joan, si la contrataba estaría a su lado, pero Sharon no quería que lo estuviera de esa manera. - Por qué quieres volver? - Porque quiero estar contigo. - Joan... yo... - Ya hay alguien en tu vida verdad? - preguntó angustiada Joan. - No, no, no es eso, es que... - Qué pasa? - Quiero que estes conmigo, pero no de esa manera, no quiero que vuelvas a arriesgar tu vida por mi. - Sharon... este contigo de una u otra manera, siempre arriesgaré mi vida por proteger la tuya - Sharon sonrió ampliamente. - Bienvenida Joan Braxton. - Señorita Sharon, Joan Braxton a sus servicios. - A todos? - preguntó sensualmente. - Absolutamente todos... Joan acortó la distancia que las separaba besándola, el pequeño descanso que Sharon se tomó se hizo una larga espera para los fans, ya que Sharon y Joan no tenían intención de separarse, y sus labios mucho menos. Con su nuevo amor y su nuevo guardaespaldas, la vida de Sharon solo correría peligro ante la pasión de Joan. Fin
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