La Globalización y la Peruanidad

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La Globalización y la Peruanidad

Podemos hablar en este estos tiempos de la “paradoja global”, esta paradoja se presenta en el seno del proceso de globalización. Esta estalla en diversas manifestaciones, desde el repudio intelectual elitista, hasta la violencia expresada en diversos foros internacionales que desconciertan al mundo entero por la homogeneidad de la crítica. La globalización puede ser entendida como el proceso de articulación económica, política, militar y cultural a gran escala, a escala mundial en última estancia. La posmodernidad es de naturaleza cultural y es palpable en la crisis de valores que atraviesa nuestra cultura en la nueva “transvaloración de los valores” al al decir de Nietzsche. La globalización y la posmodernidad alcanzan cada rincón del planeta. Estos fenómenos condicionan nuestras vidas, nuestras instituciones, nuestro derecho. La globalización implica en nuestro caso, sumisión económica y dependencia informativa. La globalización implica la renuncia a la soberanía económica, política, militar y cultural de los países sub desarrollados en un primer momento y, finalmente, de la comunidad global. Estas soberanías se ven gradualmente transferidas a organismos internacionales multiregionales, continentales o mundiales que representan el interés de una elite global. Es la transición de la elite nacional a la elite regional y de ahí al gobierno mundial. Las relaciones que se dan en estos organismos no son igualitarias. La guerra fría ha cesado y el antiguo orden ha perecido. Surge el nuevo orden que consolida la hegemonía del norte industrializado y rico sobre el sur, pobre y dependiente. Se crean organizaciones antiglobalización destinadas a frenar los efectos nocivos de un proceso desigual. Los profetas de la globalización nos presentan la nueva utopía milenaria. El gran mercado mundial, autorregulado e integrado, la libre competencia, la libertad irrestricta. El espíritu del estado debe acelerar la integración y no oponerse a la globalización, ya que ello solo sería doloroso. Los costos de la globalización, los peligros de la economía mundial son más grandes en las sociedades al sur del Ecuador, por la evidente pobreza. Globalización, sí, pero con efectos equitativos para el mundo subdesarrollado y sin tanta desigualdad que solo es producto del egoísmo de los poderosos.

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La Paradoja Global y la Supervivencia de la Nación

Nace, de esta manera, la reacción de las naciones más afectadas por la desigualdad en los beneficios de la globalización. Los estados prefieren la rebeldía militante e institucionalizan la soberanía, rechazando la corriente globalizadora, rechazando la mundialización. A lo largo del orbe se presentan anhelos independentistas y reacciones de afirmación de las identidades. Así, la violencia ha sido utilizada como el medio efectivo y radical para la preservación de soberanías que se ven amenazadas o perdidas. En Latinoamérica, el análisis difiere, a pesar de la precariedad en la configuración de las naciones latinoamericanas, se puede distinguir una creciente toma de conciencia de las identidades nacionales. Este proceso ha sido favorecido por diversos factores: o

La afirmación de las fronteras territoriales en el continente.continente.- la disputa secular entre las naciones ha encontrado solución solución a los problemas fronterizos.

o

Los procesos de migración.migración. - las migraciones dentro del continente han creado colonias de ciudadanos que no abandonaron sus costumbres y mantienen estrechos lazos con sus países de origen, incentivando el nacionalismo y la forja de identidad nacional.

o

La identidad nacional de cada país latinoamericano de permanente  formación es una identidad inconclusa.inconclusa. - a través de la historia Latinoamérica se nutre de su tradición.

A pesar de las xenofobias exaltadas, de los nacionalismos radicales y del creciente fanatismo religioso, Latinoamérica parece ser el continente de la esperanza. La paradoja global expresa, así, en última instancia, el triunfo de la tradición. Las naciones quieren ser gobernadas por la tradición que es propia. La posmodernidad se presta al juego neoliberal. Interviene ofreciendo la atractiva gama de seudovalores que avalan esta nueva cosmovisión. Los estados estandarizan sus programas educativos, rindiéndose ante la posmodernidad. Se institucionaliza la desigualdad, los países ricos están ahora al amparo del derecho internacional y de sus tratados. Esta nueva ética posmoderna y este fenómeno de globalización y renuncia a las soberanías se oponen a las tradiciones de manera alarmante, desmenuzando los fundamentos religiosos, políticos, filosóficos y étnicos de las naciones.

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El Principio de la Solidaridad y la Peruanidad

La solidaridad es parte del patrimonio cultural de nuestra nación, es parte de nuestra tradición, no esta extensa de sacrificios, e implica la aceptación de la función social de la persona en la construcción de la peruanidad. Repotenciar la solidaridad es tarea actual del gobierno y de la nación. La aplicación concreta del principio de solidaridad es una premisa necesaria en la elaboración de cualquier programa económico tendiente a regular el mercado peruano. o

La globalización de la solidaridad s olidaridad

Su santidad el papa Juan Pablo II, sostiene que solo la globalización de la solidaridad puede frenar el peligro del abuso del neoliberalismo. En 1914 Belaunde indicaba que solo el trabajo y la moralidad sacarían a nuestra patria del atraso en el que estaba. El bien común es el anhelo de las sociedades, no la ética del egoísmo propugnada por el neoliberalismo. La crisis moral se apodera del mundo, retrocede la ola roja del comunismo, pero la ola negra de la verdad moral se apodera de las débiles naciones, convirtiéndolas en las nuevas colonias de

las potencias, juguetes pusilánimes pusilánimes de la voluntad voluntad de los los

privilegiados. o

La cultura de la solidaridad

Ante el panorama de incertidumbre que nos presenta el fenómeno de la globalización debemos retornar al humanismo cristiano, cuya consecuencia inmediata es la saludable y necesaria aplicación del principio de solidaridad a la vida social de nuestras naciones. El fenómeno globalizador, indetenible y necesario, encuentra en la aplicación de este principio su justo marco conceptual. Las tradiciones sobre las que se fundan las naciones son de naturaleza social, humanista. La globalización y su ideología, el neoliberalismo, no son realidades a las que podamos sustraer. La ideología puede ser combatida desde el plano intelectual y la globalización acceder a un nuevo nivel axiológico, respetando la multiplicidad y ayudando a defender las identidades. Por primera vez nos enfrentamos a un sistema ideológicamente superior y más adecuado a la naturaleza del hombre, que permite apreciar como algo intrínsecamente bueno, lo que en realidad es malo y perjudicial: el egoísmo. Debemos revalorar el principio de

solidaridad, que le otorga al capital su real dimensión, la de un instrumento y no un fin. La lucha contra el neoliberalismo salvaje es la lucha por la supervivencia de las naciones en tanto poseedoras de su destino. La síntesis de nuestra nación no ha concluido, la corriente globalizadora es un nuevo elemento

en

la

configuración

de

la

nación

peruana

latinoamericanas, así como en la identidad continental. continental.

y

de

las

naciones