La Funcion y El Signooo
August 29, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Chavez Mira Mira, Josselin 1715000000
La función y signo de los objetos arquitectónicos ar quitectónicos en la Arqueología Arqueología La Arqueología, en términos generales, es la ciencia que estudia a las poblaciones del pasado a partir de las evidencias materiales que estas dejaron; la Arquitectura es, según la RAE, "el arte y ciencia de proyectar y construir edificios" y la semiótica se define como la ciencia de los signos. Tal pareciera que a excepción de la arquitectura y la arqueología, estos tres conceptos no se relacionan entre sí, sin embargo, en la introducción a la semiótica que realiza Umberto Eco estos tres conceptos son vistos desde a partir de una nueva perspectiva y se relacionan entre sí. De esta manera, en La estructura ausente Eco propone el entender a la semiótica no solo en su sentido estricto de estudiar a los signos; es decir, ampliar el concepto de signo que se tiene convencionalmente. Así, la semiótica sería la "ciencia que estudia todos todos los los fenómenos culturales como como si fueran sistemas de signos" (Eco, 1986, p. 252); es decir, la cultura es esencialmente comunicación. En la relación entre arquitectura, arqueología y semiótica destaca el concepto de objeto arquitectónico como "algo" que funciona (no necesariamente se entiende función como utilidad, pues puede tener una función estilística y no de uso, p. e. una puerta falsa) y comunica (porque indican una intención del arquitecto el cual plasma una ideología de la comunidad en la que se encuentra). Además, el objeto arquitectónico influye en el observador a modo de estímulo, pues te "comunica" cómo actuar, p. e. una escalera en espiral te indica que tienes que girar si quieres seguir subiedo los escalones, entonces "lo que permite el uso de la arquitectura (pasar, entrar, pararse, subir, salir, apoyarse, etc.). no solamente son las funciones posibles, pos ibles, sino sobre todo los significados vinculados a ellas, que me predisponen para el uso funcional" (Ibid., p. 256). Para relacionar la semiótica y la arquitectura Eco postula un "signo arquitectónico", para esto se cuestiona si las teorías semióticas pueden aplicarse a tal signo. Primero aplica el modelo clásico triangular de Richards: el de referente (objeto real), referencia (significado del objeto), símbolo (imagen mental del objeto), el cual resulta deficiente pues la imagen mental (símbolo) puede ser a la vez el referente (objeto real). Eco realiza una crítica al representacionalismo de Richards, pues para este último existen "cosas u objetos reales" (referente) (refer ente) y representaciones de dichos objetos en
nuestra mente (símbolo) que son lo único a lo que podemos aspirar, pues nosotros no podemos "ver" las cosas reales "en sí" sino solo su representación. Para Eco eso no es correcto y un caso claro es el de la arquitectura, arquitectura , por ejemplo: "sería difícil definir la referencia del símbolo : el cual denotaría sin duda una posibilidad de pasar, pero que a la vez connota y ; se produciría un entrecruzamiento de referencias, abatidas sobre el referente, el cual a su vez coincidiría con el signo o con la referencia" (p. 257). Debido a que este modelo resulta deficiente, se analiza el de Morris: denotatum (objeto real) y significatum (referente al signo). Según este modelo toda cosa real tiene un significado; sin embargo, en el caso de la arquitectura el objeto real puede no n o existir, pero aún así constituye un signo pues comunica al individuo. Por ejemplo, una señal en una carretera que avisa de un barranco a ciertos kilómetros, esta señal evidentemente comunica algo, pero el objeto al que se refiere puede que exista o no y aún así la señal constituye un signo. Frente a estas deficiencias, Eco concluye que "la aplicación del sistema semiótico a la arquitectura resultaría inútil, porque sería preciso deducir que los objetos arquitectónicos solamente pueden denotar su propia presencia propia presencia física" física" (p. 259) y que lejos de caracterizar a un signo según el objeto real o el comportamiento que estimula, "la caracterización de un signo se basa solamente en un significado codificado que un determinado contexto contex to cultural atribuye a un significante significante"" (p. 260). Respecto a la función de un objeto arquitectónico, surge un problema al vincular la arquitectura y la arqueología, según el modelo semántico de Koening, pues el plantea que los denotata del signo arquitectónico son existenciales, por lo que no se puede aplicar al pasado pues las funciones que tenían los objetos arquitectónicos, en su mayoría, no son los mismos que en el pasado. Por ejemplo, una lámpara barroca cuya función era alumbrar un espacio actualmente se convierte en un adorno elegante. Aunque el pasado ya no se puede observar, aún así se constituye como signo. Entonces, los objetos arquitectónicos pueden no tener una función o, incluso se puede olvidar su función original, pero en el contexto arqueológico sí funcionan y sí comunican. De hecho, "no denota solamente una función; sino que implica una determinada concepción de la manera de habitar y de su utilización; connota una ideología global que que rige la operación del arquitecto" (p. 263), existen códigos contextuales mediante los cuales se entiende un objeto arquitectónico como signo. Finalmente, se puede decir que el signo arquitectónico ar quitectónico se articula para significar un significado cultural, pues como se ha mencionado anterioriormente, los códigos para decodificar un objeto son contextuales. El razonamiento arquitectónico induce al consentimiento de un tipo determinado (es persuasivo), se siguen las instrucciones del arquitecto, quien está inmerso en una ideología la cual rige su
modo de plantear los objetos arquitectónicos. a rquitectónicos. El mensaje arquitectónico oscila entre un máximo coercitivo (porque indica cómo se tiene que actuar) y un máximo de irresponsabilidad (porque aunque se indique el modo de actuar, también se deja libertad para utilizar un objeto arquitectónico del modo que se prefiera). p refiera). El arquitecto debe anticipar los movimientos de la historia (variables socioeconómicas, demográficas, etc) al realizar una obra arquitectónica pues la arquitectura está sujeta a olvidos y a sucesiones de significados rápidos.
Referencias bibliográficas: Eco, U. (1986). La estructura ausente. ausente. Barcelona: Editorial Lumen
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