La Estética de Schopenhauer y La Estética de Nietzsche
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La estética de Schopenhauer y su relación con los nuevos métodos artísticos. La estética de Nietzsche y su influencia en la literatura contemporánea y la cinematografía de Kubrick.
NOMBRE: SAÚL MARTÍNEZ CIRILO. DNI: 71521814-W. CENTRO ASOCIADO: CAMPUS NOROESTE. PONFERRADA.
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ÍNDICE: 1. INTRODUCCIÓN A SCHOPENHAUER 2. CONTEMPLACIÓN ESTÉTICA EN “EL MUNDO COMO VOLUNTAD Y REPRESENTACIÓN” 3. LA ESTÉTICA DE SCHOPENHAUER Y SU RELACIÓN CON EL NUEVOS MÉTODO ARTÍSTICO DE LA FOTOGRAFÍA 4. LA TEORÍA ESTÉTICA DE NIETZSCHE 5. MANIFESTACIONES EN LA LITERATURA CONTEMPORÁNEA DE LA ESTÉTICA DE NIETZSCHE 6. PELÍCULA 2001; UNA ODISEA EN EL ESPACIO INTERPRETADA BAJO LA ESTÉTICA NIETZSCHEANA 7. BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
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1. INTRODUCCIÓN A SCHOPENHAUER Arthur Schopenhauer (1788-1860) se situó a caballo entre la Ilustración y el Romanticismo en el arte y entre la Ilustración y el Idealismo en filosofía. En el periodo del Romanticismo se exaltó lo oscuro, lo raro, lo extraño, la muerte y lo pasional. La Ilustración por el contrario fue el momento cumbre de la humanidad en el que se exaltó la confianza plena ante la razón y se observa la realidad como algo claro, con una mirada optimista. El Idealismo procede directamente de la Ilustración, siendo a la vez racional, ideal y optimista. Posteriormente, surge el realismo en el arte con una mirada crítica y desencantada. Ya no se exalta el optimismo, sino, la miseria y la injusticia entre la población. Nuestro filósofo surge en la época del esplendor de la cultura alemana; en literatura destacaban Goethe, Schiller, Hölderlin, Novalis, Tieck y Eta Hoffmann. En filosofía destacaban Schleiermacher, Fichte, Schelling, Hegel y finalmente en música tenemos al gran Beethoven, Schumann, Brahms y Wagner. Cabe destacar la autonomía
de Schopenhauer, el cual nunca dependió
económicamente de alguna institución y no realizó carrera académica. Fue un pensador marginal y de vida discreta. Se introdujo en la filosofía afirmando que los temas importantes no son los metafísicos ni epistemológicos, sino, los temas éticos como el dolor, injusticia y mal .Se mostró desde joven interesado por la filosofía de Platón, de quien tomó entre otras cosas su concepto de Idea. Posteriormente se introdujo en el estudio de la literatura clásica donde mostró interés por Píndaro, Horacio, Calderón, Baltasar Gracián, Shakespeare y Goethe. Otra línea fundamental de su pensamiento son las influencias de las doctrinas orientales como el budismo y el taoísmo, los Vedas, Puranas y otro gran pensador que influirá en su sistema es Immanuel Kant.
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Para Schopenhauer el mundo es solo apariencia, percepciones, representación del plano sensible. Dichas representaciones las asemeja al concepto de Fenómeno kantiano. Detrás de lo sensible esta la Voluntad, que podría equiparase al Noúmeno kantiano. Dicha Voluntad es una voluntad de vivir sin orden, completamente irracional, pero no debemos confundirla con una voluntad psicológica o volitiva. Estamos hablando de una fuerza íntima que produce desde el estallido de las estrellas hasta el crecimiento de las uñas o la caída de la pluma. Es decir, dicha Voluntad se manifiesta en todos los fenómenos de la naturaleza. Aquí observamos una de las primeras analogías de su pensamiento con la doctrina oriental, más concretamente con el mito del vello de Maya [ignorancia]. Los conceptos de Voluntad y de Representación tienen derivaciones éticas, epistemológicas y estéticas que forman el Todo de su sistema. Nuestro autor desarrolla esta extraña visión del mundo en su magna obra “El mundo como Voluntad y Representación” de 1818. También publicó obras sobre moral, sobre Kant… y al final de su vida reunió una serie de artículos de diversa índole bajo el título general de “Parerga y Paralipomena” [suplementos y omisiones]. Estos escritos recuerdan a los textos de Montaigne, Erasmo y T.Moro Schopenhauer es el inaugurador de un tipo de filosofías de estilo destructor y como él dice: “La esperanza de que nuestros tratados de moral y ética produzcan personas virtuosas, nobles y santas, es tan insensato como imaginar que nuestros tratados de estética produzcan poetas, escultores o músicos”1. Estos ensayos tienen un marcado Pathos de lo personal y un tono autobiográfico. En ellos es donde comienza a destruir todos los “andamios” filosóficos; Cierra la ventana, sale de su casa, la echa abajo y da un paseo por las calles.
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Arthur Schopenhauer, los dos problemas fundamentales de la ética
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Con este sistema filosófico se introduce el sujeto empírico en el discurso filosófico y se pasa del yo pienso al yo deseo, yo odio o yo juego, y nuestro autor desconfía de que el conocimiento sea un acto neutral, puesto que el conocer esta ligado al querer y este al sujeto cognoscente. Es decir, es el primer filósofo que niega un conocimiento puro y un saber desinteresado, puesto que detrás se esconde la Voluntad. Según Spengler “la filosofía del presente nació bajo las figuras antagónicas de Hegel y Schopenhauer, y sobre este último afirma que convirtió los conceptos barrocos en nociones palpables y mecánicas”2. Un aporte clave de este pensador fue lo referido al inconsciente. La historia de la filosofía nos muestra como este elemento aparece por primera vez con el filósofo Schelling refiriéndose a la identidad de naturaleza y espíritu, pero el Schopenhauer temprano es quien realmente formuló una verdadera metafísica de lo inconsciente relacionándolo con la fuerza irracional de la Voluntad. La originalidad de este, fue pensar que estamos condicionados desde el interior por la Voluntad misma. Esta vía la seguirá después Freud y el psicoanálisis. Para Schopenhauer, al igual que para después Freud, el hombre es un animal de deseo: “Quien, conforme a lo dicho, se ha absorbido y perdido en la intuición de la naturaleza hasta el punto de ni existir ya mas que como puro sujeto cognoscente, se percata inmediatamente de que él es, en cuanto tal, la condición, el soporte del mundo y de toda la existencia objetiva”3. En esta teoría se pueden trazar paralelismos con el tema lacaniano de la habilidad de la pulsión; “La pulsión no tiene objeto y por eso se autoreproduce constantemente sin que el abismo entre deseo y realidad se cierre definitivamente”. Desde este momento su pesimismo se traducirá en la doctrina del absurdo.
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Spengler; la decadencia de Occidente Arthur Schopenhauer; El mundo como Voluntad y Representación, I, 235
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La estética propuesta por Schopenhauer no es la del romanticismo, si no más bien, su teoría estética es propia del expresionismo. El origen de esto se encuentra fundamentalmente en sus escritos sobre música, a la cual la considera “la más alta y pura de las artes, ya que se define mediante representaciones y es a la ve una manifestación directa de la representación” 4. Desde esta perspectiva no es posible un arte figurativo. El arte es una manifestación de un mundo informe, abstracto y manejado por instintos irracionales. Influyó decisivamente en los novelistas de la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, como por la ejemplo con su figura del hombre arrinconado, reducido a su condición atormentada. En especial a la novela Alemana, rusa y francesa.
2. La contemplación estética en “El mundo como Voluntad y Representación” “Pero cuando un circunstancia exterior o nuestro mismo estado de ánimo nos arranca de improvisto, al torrente sin fin de la Voluntad y emancipa nuestro conocimiento de la esclavitud del deseo, la atención ya no se dirige a los motivos de la voluntad, si no que, concibe las cosas libres de sus relaciones con el querer, por consiguiente, de un modo desinteresado, sin subjetividad, de una manera objetiva, entregándose por completo, en cuanto puras Representaciones, entonces la tranquilidad busca antes por el camino del querer y siempre huidiza, aparece por primera vez y nos colma de dicha”5. Se trata del conocimiento indispensable para el conocimiento de la idea. Tras su postura pesimista frente a la vida, Schopenhauer nos ofrece remedios contra el dolor de
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Arthur Schopenhauer. Pensamiento, Palabras y Música. Edaf. Pág. 134 Arthur Schopenhauer. El Mundo como Voluntad y Representación. I.Losado 2008. Pág. 298
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la existencia. Afirma que la contemplación estética es la única vía posible para la tranquilidad, y por consiguiente para la felicidad. El arte produce las ideas que se obtienen a través de la contemplación, por lo que podemos definir al arte como una forma de considerar las cosas que no contienen el principio de razón, propio de la experiencia y las ciencias. El arte produce sobre todo el genio, cuya esencia es una enorme capacidad de contemplación. La genialidad es la objetividad máxima, contraria a la Voluntad. Entre las formas de ensanchar la visión frente a la realidad está la fantasía, indispensable para el genio, pero no por ello símbolo de genialidad. Lo lindo es lo contrario a lo sublime y es aquello que estimula la voluntad porque le da una satisfacción ipso facto. El genio, carece de prudencia y razón, y en él, abundan las pasiones y sentimientos hasta confundirlo con la locura. Cabe destacar que no solo es el genio el que es capaz de reproducir o apreciar el arte, pues todos los hombres tenemos esa cualidad aunque en diferentes grados de desarrollo. Por lo tanto, la contemplación del arte nos libera de los ávidos deseos, el goce desinteresado nos aquieta y proporciona calma, alejándonos del círculo vicioso de querer, necesitar y sufrir. Las ideas eternas nos son reveladas a través del arte en varios grados; arquitectura, escultura, pintura, literatura y música. La arquitectura se sitúa en el grado más alto de la objetividad. Mediante la arquitectura las ideas se exteriorizan en dureza, cohesión y color, y a su vez se relacionan con la luz. El arte de la jardinería también es relevante para la contemplación estética, pues lucha contra la rebeldía de la naturaleza. En cuanto a la escultura, se exalta la forma y tal y como dice Schopenhauer; La belleza del equilibrio junto a la gracia del movimiento. En la pintura se manifiestan las pasiones, deseos, carácter, interioridad. Existen diferentes tipos de pintura y escultura que se sitúan en diferentes grados hacia la Voluntad:
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Rango menor:
1. pinturas de paisajes; el pintor muestra la naturaleza a través de sus ojos, experimentando nosotros una completa ausencia de Voluntad. 2. pinturas y esculturas de animales; se representan los más bellos como el caballo, león, lobo, ovejas…
Rango mayor:
1. pintura y escultura histórica; aquí se alcanza el mayor grado de objetivación. “parece decir de la naturaleza “esto es lo que tú querías decir” y el inteligente responde “sí, esto era”6. En las artes literarias, en especial en la lírica, el poeta emplea símbolos, metáforas, hipérboles y otros recursos para comunicar ideas. En la lírica se representa la intimidad del Hombre que se representa a si mismo. Por esto, en este tipo de arte predominan las emociones, pensamientos y deseos. La condición real de la existencia humana es representada a través de una modalidad el arte lírico; la tragedia. Se trata de la pura imagen del dolor de la humanidad, donde el triunfa la muerte y el mal, donde el destino es inexorable y donde se burlan de los esclavos sometidos a la Voluntad. Como punto Cumbre de la contemplación estética se encuentra la música, la cual posee un lenguaje universal de la claridad inexorable y de gran capacidad comunicativa. Provoca en quien la escucha una sensación íntima y personal. Schopenhauer defiende una similitud entre los grados de objetivación de la Voluntad y los sonidos musicales, donde los más bajos son a la armonía lo que la naturaleza inorgánica es a la forma de vida superior.
3. La estética de Schopenhauer y su relación con el método artístico de la fotografía 6
A.Schopenhauer. El mundo como Voluntad y Representación. I Losada 2008. Pág. 330
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El concepto fotografía proviene etimológicamente del griego foto que significa luz y grafía que se traduce por escribir, por lo que tenemos que etimológicamente significa escribir con luz. La fotografía consiste en capturar imágenes y almacenarlas en un medio material sensible a la luz. En el proceso, la luz entra por la óptica durante un tiempo de exposición determinado creando una imagen en el soporte sensible. La fotografía como tal tuvo varios antecedentes desde la primera cámara oscura de 1521. Hasta comienzos del siglo XIX no se obtuvieron las primeras imágenes fotográficas. La fotografía más antigua es conocida como “vista desde la ventana de Le Gras” de 1826, echa gracias a la cámara oscura y un soporte sensible con sales de plata. En aquel entonces eran necesarias ocho horas de exposición a plena luz del día. En 1839, Louis Daguerre inventó el que reducía los tiempos de exposición. Fue muy popular en aquella época ya que servía para realizar retratos que comenzaban a extenderse entre la burguesía de la Revolución industrial. En 1851 el método de marcó una diferencia en la historia de la fotografía, creado por el escultor y fotógrafo Sir Frederick Schoh Archor. En 1937 se desarrolló la fotografía sobre un papel denominado por Talbot y Bayard, donde se redujo el tiempo de exposición a treinta segundos. La posibilidad de realizar imágenes instantáneas en una época donde el retrato era la finalidad de la fotografía hizo iniciarse la imagen del fotógrafo callejero. En 1923 apareció en el mercado una máquina fotográfica ligera, versátil y nueva; La Leica. En los últimos años la fotografía avanzó a pasos vertiginosos y hoy se pueden disparar fotografías a velocidades superiores a una millonésima de segundo y fotografiar tanto el interior del cuerpo como los lejanos planetas. La fotografía abarca muchos campos, pero considerarla como arte, fue un proceso muy discutido. Este dilema surgió con los pintores realistas y más tarde con el
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naturalismo, ya que este buscaba imitar la naturaleza de la manera más objetiva posible. De nuevo, “la fotografía supero en realismo a la pintura, así pues partió de la pintura el lenguaje artístico de la fotografía. Dicho campo, se amplió a nuevas técnicas como la captura del movimiento, extraños encuadres, combinación de luces y un largo etcétera”7. “De todas las cosas creadas, la más hermosa de todas es la luz; símbolo de todo lo bueno y de todo lo saludable, […], la ausencia de la luz nos pone tristes y su retorno nos devuelve la alegría; los colores excitan en nosotros un vivo gozo, que alcanza su más alto grado cuando se hace trasparente. Todo ello proviene deque la luz es un correlato y la condición del más perfecto conocimiento intuitivo, único que no afecta inmediatamente de la Voluntad” 8. Como expliqué anteriormente, la fotografía se define como una manera de escribir con luz y la luz ocupa un lugar central en la fotografía, ya que sin ella no existe fotografía posible por lo tanto podemos generalizar y afirmar que la fotografía es la ciencia de la luz. Schopenhauer nos describe la luz como la cosa creada más hermosa. Por hermosa debemos entender “la belleza de las cosas que pueden ser percibidas por el oído o por la vista”9. Si hermosura implica belleza y la luz es algo bello, la fotografía al constar en su mayor parte de luz, pertenece a las cosas más bellas. “la luz es al conocimiento lo que el calor a la Voluntad. Es el más preciado diamante de la corona de la belleza y ejerce un influjo decisivo en el conocimiento de todo lo bello”10.Tal y como habla nuestro filósofo acerca de la luz podemos aplicarlo también a la fotografía, ya que es mediante este, la forma de capturar lo bello en el espacio y el tiempo [Kant. Crítica a la razón pura. Estética Trascendental].
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Historia de la fotografía. Gustavo Gili. 2002 A. Schopenhauer. El mundo como Voluntad y Representación. I.Losada 2008. Pág 301-302. 9 R.A.E 10 A. Schopenhauer. El mundo como Voluntad y Representación. I.Losada 2008. Pág. 306 8
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Tanto bello como también sublime puede ser la fotografía, reconociendo que nos encontramos frente a lo bello cuando la contemplación estética se produce sin resistencia alguna, simplemente porque existe una ausencia de Voluntad. A estas alturas podemos encontrar puntos de encuentro entre la fotografía y las artes de la contemplación estética descritas por Schopenhauer como la arquitectura, escultura, pintura, jardinería, lírica y música, pero, si la queremos situar en alguno de los grados de la Voluntad tenemos que observar sus puntos en común. Por ejemplo, la dureza y solidez de la arquitectura no le son propias a la fotografía, aunque si pueden ser propios de esta porque se ha fotografiado la relación de la arquitectura con la luz, reflejándose en la fotografía. Así mismo, el arte de la jardinería puede verse reflejado en la fotografía, ya que esta, puede captar la naturaleza en un estado muy próximo a la realidad. Aquello que hace peculiar la escultura [el equilibrio y el movimiento] puede ser capturado a través de la fotografía, sobre todo sobresale el movimiento ya que nunca una pintura alcanzará la calidad de una fotografía. La mirada y el color propios de la pintura abundan de belleza y pueden ser de nuevo observados a través de la fotografía. Al igual que con la pintura, la fotografía fija escenas aisladas creando obras que inmovilizan su curso en el tiempo, elevando lo individual a categoría universal. Así como existen diferentes tipos de pinturas, existen diferentes tipos de fotografías. Esto implica la existencia de campos más valiosos que otros para la contemplación estética; un claro ejemplo es la fotografía del desnudo, la cual despierta en nosotros el apetito, el vicio hacia lo carnal, anulando completamente la contemplación estética y desviando el fin artístico. En la estética de Schopenhauer se debe de evitar en el arte aquello que sea seductor, repugnante… pues perturba la contemplación estética. No por ello lo feo debe descartarse, siempre y cuando no repugne.
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Ahora nos surge la siguiente pregunta; ¿Consideraría Schopenhauer la fotografía como un arte digno para la contemplación estética siendo esta la cura del sufrimiento de la vida si hubiera existido [como la conocemos hoy] a principios del siglo XIX? Muy probablemente lo hubiese tenido en consideración, puesto que la importancia de la luz en la fotografía es mayor que en cualquiera de las demás artes. ¿En qué grado situaríamos a la fotografía en relación con los grados de la Voluntad en la estética de Schopenhauer? Considerando todo lo anteriormente citado podemos situar a la fotografía en el grado más alto, por encima de la arquitectura y jardinería pero por debajo de la música. Para finalizar este breve acercamiento a la estética de Schopenhauer pienso que en la fotografía es como una huella que existió pero que no necesariamente existe en la actualidad, por lo tanto representa aquella idea de “muerte” de las cosas que introdujeron los artistas desde finales de 1960.
4. La teoría estética de Nietzsche La vida y obra de Nietzsche se desarrolla en los años de transición entre las últimas poéticas del Romanticismo y las sensibilidades de “fin de siglo” que anticipan el “ethos” de las Vanguardias. Su espacio intelectual debe comprenderse como el paso de la música de Wagner a la de Satie, y entre la narrativa de Víctor Hugo y la de Alfred Jarry. El pensamiento estético de Nietzsche al igual que el de los últimos románticos y decandetistas ira decantándose por categorías nuevas que articulen espacios de vida alternativos. Se centra en el concepto de “Vida” y conecta con la tradición de Leibiniz, Goethe y Moritz. Para esta tradición “la estética no es una cuestión de representación
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armoniosa, si no, de energías productivas informes, en si mismas vitales que no dejan de producir unidades constitutivas provisionalmente en un juego eterno consigo mismo”11. En la tradición en la que nuestro autor se sitúa, el artista no realiza una imitación mecánica de motivos, si no, como decía Moritz, debe insertarse en la llamada “Tatkraft” [fuerza activa]. En esta línea proclamó que toda la existencia se convierte en materia estética y rompió con todos los conceptos de la filosofía tradicional realizando una enorme crítica a la cultura y preguntándose por el origen de nuestros valores culturales. Existen ciertos conceptos clave para entender la estética de Nietzsche:
Embriaguez.
Transvaloración.
Voluntad de poder.
Inversión del platonismo.
A lo largo de toda la historia de la filosofía, la noción de Voluntad ha estado presente, sobre todo en temas metafísicos como en Leibiniz y Schopenhauer. Pero en Nietzsche, dicha noción tiene características especiales: -Consta de dos términos: Voluntad y Poder. El concepto de Poder es inherente al concepto de Voluntad. Voluntad de Poder significa entonces un querer ser. Apela a un querer autoafirmativo. Dicho concepto de Voluntad de Poder lleva asociado tres conceptos de origen aristotélico: “Dynamis”, “energeia” y “entelecheia”. “Dynamis” [fuerza] en Nietzsche acoge el significado de facultad de la acción. “Energeia” [Energía] en Nietzsche se entiende como el autodominio y “Entelecheia” es la fuerza en cuanto afirmación de si mismo en la simplicidad de la esencia. Con la
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http://esteticamodal.hypotheses.org/28
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noción de Voluntad de Poder se presenta un mundo inestable, no permanente, en continuo devenir. La voluntad de poder es el “Pathos” en tensión. Nietzsche, con todo esto, llegó a la pregunta; ¿Qué experiencia tenemos nosotros del ser? El arte es la estructura más trasparente y más conocida de la Voluntad de Poder. En lo real, que Nietzsche denomina como Voluntad de Poder, existe algo en tensión que se expresa con una fuerza disgregadora y cohesionadota. El arte es una estructura de la Voluntad, es un algo real y trasparente que permite la visión a través del cual se filtra el Ser del Mundo. El arte es un modo de comprensión de lo real, y debe ser comprendido desde la visión del artista, es decir, desde la visión del creador de obras. “El artista es a la vez un creador y un destructor; organiza el caos mediante el arte y destruye las estructuras y valores del arte previo”12.No se trata solo de producir obras de arte, se trata también de la vida. Experimentamos el Ser viviendo y creando. Vida y arte son las dos estructuras más trasparentes de la Voluntad de Poder. El arte no debe de ser entendido como una obra concluida, si no, como la tensión de afirmación y negación del artista en su creación. Cuando Nietzsche habla del arte [Kunst], no habla de las artes plásticas, si no, del proceso creativo y afirma que el arte constituye en si mismo el movimiento por excelencia contrario al nihilismo; el arte que destruye los valores y crea otros planteamientos para la sociedad. La visión del arte siempre es un reflejo del mundo. Ahora ve con total claridad la respuesta a su pregunta por el origen los valores culturales; el arte es lo que origina todo valor cultural y este vence a la moral platónica. El arte crea valores. Pero esta creación no es trascendente si no, inmanente. Cada sociedad produce sus valores y se atiene a las consecuencias de los valores que ha producido.
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Nietzsche, “El origen la tragedia en el espíritu de la música”
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El arte para Nietzsche se sitúa en el cuerpo e introduce su concepto de ebriedad. La ebriedad es un estado físico y fisiológico que conduce a la creatividad. La ebriedad es pues la condición necesaria previa al arte. Nuestro filósofo no teme al cuerpo ni a la vida y califica a dicha ebriedad como una fuerza creadora ya que abre en el artista un modo de ser más sensitivo y le hace idealizar o configurar trozos esenciales de la realidad. El artista en el ebriedad alcanza el estado dionisiaco que el es inherente. El término cuerpo en Nietzsche es “Leib-Körper”, cuerpo viviente, cuerpo sintiente, capaz de Pathos, de afecciones. Dicho autor no expone una definición de arte o belleza, pero si explica que debemos entender por belleza hablando de “tonalidad afectiva”. “La embriaguez y la belleza hacen que el sujeto y objeto desaparezcan y aparezcan la comunicación entre el artista y el espectador13”.El arte provoca una salida de si mismo. Nietzsche estableció tres antinomias del arte que se relacionan con el trasfondo de un mundo en tensión:
“Lo creador es la insatisfacción, lo creador es la plenitud
Es creador es lo activo, lo creador es lo reactivo.
Lo que mueve lo artístico es el deseo de permanecer y a la vez de cambio14”.
El arte es lo curativo, lo aquietador, y al anular la fisura ontológica platónica, el arte queda convertido en la apoteosis del mundo de los sentidos; el arte es el más alto poder de lo falso. El arte busca seducir y falsar la realidad para a través de esto mostrar la verdad. El arte inventa mentiras que elevan lo falso a una afirmación. La verdad es la realización del Poder. “los artistas son buscadores de verdad, inventores de nuevas posibilidades de vida15”. 13
Nietzsche, “El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música”.
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Diego Sánchez Meca. “La experiencia dionisiaca del mundo”. Diego Sánchez Meca. “La experiencia dionisiaca del mundo”
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La experiencia de embriaguez dionisiaca descrita por Nietzsche es un acto supremo de dominio y control de la complejidad; “la sensación de embriaguez corresponde a un aumento de la fuerza. El embellecimiento es
expresión de una
voluntad victoriosa, de una mejor coordinación 16”. El efecto de las obras de arte es el de estimular la condición que crea la obra de arte, es decir, la embriaguez. Para Nietzsche “el arte romántico es la voluntad de unidad que tiraniza a oyentes y espectadores; lo suyo es la incapacidad de dominarse a si mismo en la obra17”. El arte, ¿Es consecuencia de la insatisfacción por la realidad o es una expresión de reconocimiento por una felicidad gozada? En el primer caso tenemos al artista romántico y en el segundo al artista glorioso o ditirambo, o sea, el arte de la apoteosis. En el pensamiento maduro de este genuino pensador, Dionisio no es si no otro nombre para designar a la Voluntad de Poder. Por tanto esta caracterización de la creación artística como acto de sometimiento del caos, debe ser tomada como la más alta caracterización de su concepto de lo dionisíaco. La comprensión de la creación artística que nos aporta Dionisio como Voluntad de Poder, se traduce en los estados corporales creativos. Es un caos de fuerzas que se enfrentan entre si para lograr el máximo de poder. Este impulso interno es lo que Nietzsche dice que se apodera del artista lo quiera o no, y le obliga a crear. Los estados estéticos son estados de extrema lucidez y comunicabilidad. * Me ha llamado poderosamente la atención una especie de similitud que encuentro entre el pensamiento de nuestro filósofo y el más cercano filósofo Marcuse. La relación entre ambos la denominé bajo el concepto de “irracionalidad”. Para Marcuse, la sociedad industrializada y capitalista es totalmente irracional y represiva. Esto se puede observar en la formulación Nietzscheana de la moral de 16 17
Nietzsche. “El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música” D.S.Meca. “La experiencia dionisiaca del mundo”
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esclavos y la crítica a la tradición occidental, porque a pesar de su gran desarrollo de conocimiento, tecnología, maquinaria, elevada productividad y aparente progreso, es la culminación de la alienación, la destrucción del libre desarrollo del individuo, de sus necesidades y de sus facultades humanas. La racionalidad apolínea triunfante desde Sócrates que denuncia Nietzsche en el fondo, la denuncia Marcuse con la crítica a la racionalidad tecnológica. En la modernidad industrial y capitalista. La razón triunfante es la razón tecnológica, una razón dominante, carente de fines, que lo reduce todo a medios para ejercer el dominico y la explotación del hombre por el hombre. Es una falsa racionalidad, pero es la que ha triunfado, ¿Por qué?, porque a cambio de un aparente bienestar; el trabajador tiene sofá, coche, airea acondicionado… la sociedad de consumo capitalista controla tu vida, tus necesidades, tus facultades humanas. Nietzsche criticaba que el cristianismo ofrece una falsa salvación y vida eterna, lo mismo que el la actualidad la sociedad de consumo te ofrece su confor a cambio de inculcarte una moral de esclavos y exigirte tu obediencia y servidumbre.
5. Manifestaciones en la literatura contemporánea de la estética de Nietzsche. De todos los conceptos clave de la filosofía de Nietzsche, el “Eterno retorno” ha tenido gran influencia en novelistas y poetas sobre todo del realismo mágico como Gabriel García Márquez y su obra “ El amor en tiempos de Cólera”, así como también se ha convertido en un icono artístico conocido como “los Uróboros”.
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En poesía observamos como trato este tema el poeta Luis Borges en su “historia de la eternidad” y más concretamente en su poema “la noche cíclica”. Hermann Hesse en su libro “Siddhartha” hace uso de este concepto cuando su protagonista, quien lleva el mismo nombre de la obra, mira cómo la historia de desobediencia y sufrimiento que vivieron él y su padre respectivamente se repite entre él y su hijo. La idea del eterno retorno también forma parte central de la obra del escritor checo Milan Kundera “La insoportable levedad del ser”, en donde relaciona el concepto de gravedad o pesadez con el eterno retorno (tal como lo hiciera Nietzsche), lo cual se encuentra según el autor en oposición a la levedad, caracterizada por una condición de frivolidad propia de la posmodernidad. Los personajes desarrollan sus historias y su interacción social en medio de la dicotomía de la pesadez y la levedad. En La historia interminable, de Michael Ende (capítulo XII), cuando la Emperatriz Niña le ordena al Viejo de la Montaña Errante que le cuente la historia interminable, el Viejo le advierte que en ese caso tendría que escribirla otra vez, y lo que escriba sucederá de nuevo, dando lugar a un "final sin final": entrarían al círculo del Eterno Retorno, del cual es imposible salir. El filósofo e historiador de las religiones Mircea Eliade escribió “El mito del eterno
retorno”, aplicando
el
concepto
a
lo que
ve
como
una creencia
religiosa universal en la capacidad de volver a la edad mítica (edad de oro) a través del mito y el rito. Describe un proceso (distintamente no espontáneo) que depende 19
del comportamiento humano y que no coincide con la teoría del eterno retorno concebido como un proceso matemáticamente inevitable. Así mismo Se ha señalado una conexión meramente formal entre el concepto de eterno retorno, y el teorema de la recurrencia de Henri Poincaré. En él se propone que un sistema con una cantidad finita de energía y confinado en un volumen espacial finito; retornará, tras un tiempo lo suficientemente largo, a un estado arbitrariamente próximo al inicial. Ese tiempo puede llegar a ser mucho mayor que el que se predice como tiempo total de vida del universo (10^19 segundos) en algunos cálculos cosmológico. A Continuación nos detendremos en el poema de la “Arte poética” de Luis Borges: - Mirar el río hecho de tiempo y agua Y recordar que el tiempo es otro río, Saber que nos perdemos como el río Y que los rostros pasan como el agua. Sentir que la vigilia es otro sueño Que sueña no soñar y que la muerte Que teme nuestra carne es esa muerte De cada noche, que se llama sueño. Ver en el día o en el año un símbolo De los días del hombre y de sus años Convertir el ultraje de los años En una música, un rumor, un símbolo. Ver en la muerte el sueño, en el ocaso Un triste oro, tal es la poesía Que es inmortal y pobre. La poesía Vuelve como la aurora y el ocaso. A veces en la tardes una cara Nos mira desde el fondo de un espejo Que nos revela nuestra propia cara. Cuentan que Ulises, harto de prodigios, Lloró de amor al divisar su Ítaca Verde y humilde. El arte es esa Ítaca De verde eternidad, no de prodigios. También es como el río interminable Que pasa y queda y es cristal de un mismo Heráclito inconstante, que es el mismo Y es otro, como el río interminable.
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El poema es un espejo, un círculo, una doble simbología; la aurora y el ocaso, indefectiblemente unidos. Para Borges, los momentos precisos en los que las cosas acontecen, cuando se producen los cambios sustantivos o se desatan los hechos, son los instantes en los que el día se transforma en noche y la noche en día, los momentos bisagra de la existencia. De esta forma identifica Borges los cambios de la vida con el proceso de creación poética. El día, como la vida, es circular. Es un continuum de sucesos que retornan, como el ser humano. Las convicciones, las dudas, las preguntas, la reflexión, los tormentos, las obsesiones…y todos los elementos que giran alrededor de cada uno, todo forma parte del proceso poético en el que surgen los versos que poco a poco van conformando un poema. En Borges, estos elementos giran entorno al agua, los espejos, los sueños, la vigilia, el tiempo, la noche, la muerte… son momentos que trasportan desde la aurora al ocaso y desde el ocaso a la aurora. El proceso de creación poética consiste en la búsqueda de la palabra que mejor refleje las virtudes y las miserias, lo que nos rodea, lo que expresamos y lo que nos reprime. Entonces, ¿Es la palabra la que hace inmortal al poeta, pues provoca su retorno, o es el poeta el que inmortaliza las palabras, que son eternos retornos?
6. Película; 2001; Una odisea en el espacio interpretada bajo la estética nietzscheana Zarathustra de Nietzsche es un profeta ermitaño que vive recluido en la montaña y decide regresar al mundo para comunicarle el fruto de su conocimiento; el superhombre.
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Odisea del espacio de Stanley Kubrick comienza con la aparición del sol, símbolo de verdad, que se posa sobre el planeta tierra. Al mismo tiempo se escucha la composición musical “Así hablo Zaratustra“. No es casual esta comparación, Zaratustra y el sol como símbolos de un mensaje similar: La luz del sol desciende a la tierra para comunicarle el fruto de su verdad. Kubrick nos sitúa unos 4 millones de años atrás en la historia, describiendo un pre eslabón del hombre, cuyo grupo se ve desplazado por otro grupo de primates. Hasta que en una escena aparece un misterioso e inerte monolito negro. Al tocarlo pocos días después comienzan a percibirse ciertos cambios en la conducta de este pre eslabón; cierto grado de conciencia sobre los recursos disponibles para sobrevivir, sobre el uso de sus manos y de otras herramientas como huesos. Finalmente el acto de supervivencia por excelencia; la utilización de un instrumento que realza el dominio de un nuevo grupo. Él monolito negro (tal vez símbolo de una abstracción en forma de lapida negra alegando a un Dios muerto) es el que marca la pauta de un paso evolutivo en el hombre. El comienzo de la utilización de herramientas, lo cual Kubrick mostrando este primer instrumento (el hueso) hace un elipsis de millones de años visualizando naves espaciales como consecuente de aquel acto primitivo. El Zaratustra de Nietzsche considera al hombre, como un paso intermedio entre la bestia y el superhombre. Kubrick nos muestra la transformación de la bestia en ese paso intermedio entre el amanecer del hombre y el futuro incierto en el cual el ocaso del hombre da camino al Superhombre. Es así que aparece nuevamente el monolito negro, como figura de un salto evolutivo esta vez enterrado en la luna en un escenario simbólico que escapa de la moral terrestre. Descubierto fuera de las ataduras humanas, recibe el primer rayo de sol
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emitiendo una potente señal acústica que deja totalmente aturdidos a los presentes: La verdad se presenta ante el hombre. Para Nietzsche la moral ha de ser sustituida por la verdad, es decir, el hombre al servicio de sí mismo, su naturaleza: entregado a la consumación de su propia existencia. La misión a Júpiter, como viaje que traspasa los limites de lo finito marca la evolución al superhombre. Es por eso que el astronauta necesita luchar contra ese paso previo que es el hombre, que se encuentra bajo subordinación de una conciencia artificial creada por el mismo hombre (HAL). HAL es un acto de supervivencia e intenta impedir esa evolución al superhombre: un nuevo ser que ya no dependerá de otra cosa que de si mismo; y lo que llevará a esa conciencia artificial (HAL – simbolismo de la moral humana) a dejar de funcionar. Para Nietzsche la voluntad de poder es la vida, que ama los hechos tal como son y busca la superación. El astronauta fuera de la nave, lleva a cabo su voluntad de poder cuando deja apartado sus miedos y ataduras, y se decide cruzar por el abismo del vació para finalmente destruir la moral. Esto se observa cuando traspasa el espacio sin casco y luego consigue desconectar a HAL, estando ya apto para iniciar el paso evolutivo al Superhombre. Viaja más allá del infinito como metáfora a esa nueva evolución, que revela el deterioro y muerte del hombre para dar paso al nuevo ser: el Superhombre; Que como Zaratustra, vuelve al mundo para comunicarle el fruto de su conocimiento
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