LA Economía Informal en América Latina.doc

June 21, 2019 | Author: Marciel CA | Category: América Latina, Transporte público, Perú, Capitalismo, Transporte
Share Embed Donate


Short Description

Download LA Economía Informal en América Latina.doc...

Description

LA ECONOMIA INFORMAL EN AMERICA LATINA Enrique Ghersi

http://www.elcato.org/economia.htm El escritor peruano José María Arguedas dijo en una ocasión que los pueblos latinoamericanos éramos unas culturas antiguas, unos pueblos antiguos con historia, con pasado, y con características indelebles. o diría que entre esas características, tal !e" una de las m#s notables sea aquella por la cual, nuestros países, de tiempo en tiempo, se con!ulsionan de re!olución a re!olución. En el $er% contempor#neo, de hecho, ha habido dos re!oluciones muy signi&icati!as. 'na &allida, que &ue la re!olución que trató de lle!ar a cabo el (endero )uminoso, el grupo guerrillero maoísta que se insubordina en *+- y otra e/itosa, la re!olución de los empresarios populares, llamados generalmente empresarios in&ormales, que trabajan al margen de la ley en las ciudades del país. 0e manera que, si tu!iéramos que resumir r esumir en un concepto la historia de los %ltimos *1 a2os en el $er%, yo diría que es la historia de esas dos re!oluciones3 la historia de la re!olución comunista del (endero )uminoso y la historia de la re!olución in&ormal de los empresarios populares la historia de una re!olución que &ue un &racaso, militar y político, y la historia de una re!olución que ha terminado siendo uno de los é/itos m#s impresionantes de la historia contempor#nea. •

La economía informal

Muchas !eces hemos leído acerca de las acti!idades subterr#neas de la economía in&ormal. 4onceptualmente podemos pro!eer una de&inición muy simple de este &enómeno. )as acti!idades que componen la economía in&ormal son aquellas acti!idades que teniendo &ines lícitos se basan en medios ilícitos para lle!arse a cabo. Es decir, son acti!idades que no tienen intrínsicamente un contenido criminal, pero que, a pesar de ser acti!idades &inalmente lícitas y con!enientes, deseables en un país, tienen que ser!irse de medios i lícitos para lle!arse a cabo. )a característica económica m#s notable de las acti!idades in&ormales es que tanto la gente directamente in!olucrada en ellas como la sociedad en general se encuentran mejor si la ley es

!iolada que si es seguida al pie de la letra. (ir!a para aclarar ese concepto el ejemplo 5que trataremos a &ondo m#s adelante6 de los !endedores ambulantes de origen callejero que pueblan las ciudades de América )atina. En ciudades como Mé/ico, 0.7., (ao $aulo, y )ima, que se encuentran entre las ciudades m#s pobladas y de mayor densidad del mundo, una característica &undamental es la e/istencia de miles de !endedores ambulantes. El !endedor ambulante es, en primer lugar, un comerciante. (us &ines son lícitos, pero se tiene que basar en medios ilícitos88no cumplir con las regulaciones legales, no cumplir con las normas laborales, no pagar  impuestos88porque no le queda otro remedio que hacerlo así. 9o puede ingresar en la economía &ormal porque ésta impone sobre las sociedades latinoamericanas un coste tan oneroso que resulta insu&ragable para las personas y para los empresarios con peque2os ingresos. )a in&ormalidad es entonces una situación en la cual l a gente quiere trabajar legalmente pero no puede. )o %nico que le queda es trabajar en esa "ona de relati!a ilegalidad que el resquicio legal deja en la sociedad de )atinoamérica.  Aunque !aria de país en país, la importancia de la in&ormalidad es muy amplia. En el caso de mi país, se calcula que en términos generales el equi!alente a un :- por ciento del producto nacional bruto y el equi!alente a un ;- por ciento de las horas8hombre trabajadas se desarrollan en las acti!idades in&ormales. Es decir, un :- por ciento de la producción y un ;- por ciento del trabajo. Eso nos permite obtener algunas conclusiones iniciales. En primer lugar, que social y económicamente la in&ormalidad es grande, ya que, si el ;- por ciento de las horas8hombre est#n en el sector in&ormal, el gobierno sólo controla < de cada *- horas que se trabajan. En otras palabras, la mayor parte de los peruanos trabajan &uera de la ley. )a segunda conclusión es que, pese a su importancia cuantitati!a, las acti!idades in&ormales tienen una producti!idad baja puesto que, como hemos !isto, el ;- por ciento del trabajo hace solamente el :- por ciento del producto. Eso nos apro/imar# a algunos problemas que tendremos que a&rontar m#s adelante3 la &alta de instituciones legales que permitan ma/imi"ar sus bene&icios o cómo organi"arse con mayor e&iciencia. )os in&ormales, por ejemplo, no pueden recurrir a un tribunal para hacer !aler sus contratos. $adecen igualmente de una insu&iciencia crónica de derechos de propiedad que, a la larga, termina in&luyendo negati!amente en su producti!idad. 0icho esto, pues, es e!idente que estas acti!idades de &ines l ícitos y medios ilícitos88es decir, la in&ormalidad88son signi&icati!as, aunque su importancia !aria de un sector a otro de la economía latinoamericana.

La contr!cci"n informal En el caso de América )atina es signi&icati!o, ilustrado por lo menos en la e/periencia peruana, que el sector in&ormal tenga una presencia &undamental en el terreno de la construcción y de la !i!ienda. 0e hecho, el desarrollo urbano peruano se ha hecho &undamentalmente en el sector in&ormal. )a mayor parte de )ima, apro/imadamente la mitad de su #rea geogr#&ica 5)ima es una ciudad de  millones de habitantes6, se encuentra desarrollada completamente &uera de la ley, en lo que los peruanos denominan eu&emísticamente =pueblos  jó!enes,= que no son otra cosa que las barriadas88barrios urbanos marginales, desarrollados por in!asión de terrenos p%blicos o pri!ados por parte de migrantes del campo a la ciudad de los %ltimos radicionalmente en el $er%, supongo que al igual que en el resto de )atinoamérica, los sectores menos &a!orecidos han estado ausentes de la propiedad. El acceso a la propiedad se ha limitado a los sectores ricos o aristocr#ticos de esos países. A tra!és de este proceso de urbani"ación in&ormal, no obstante, los sectores menos &a!orecidos de América )atina han logrado rei!indicar para sí el derecho a la propiedad, establecerlo acti!amente en las ciudades latinoamericanas. 7inalmente, la construcción in&ormal ha tenido una signi&icación política muy notable. ?$or qué política@ $orque, en %ltim a instancia, sólo la gente que es propietaria lucha por algo. (ólo cuando se tiene algo, se tiene sentido de la responsabilidad, de la lucha, y del desa&ío político. )os países que no son propietarios son países donde la sociedad es débil, donde la ciudadanía no se en&renta al poder político porque &inalmente hay muy poco espacio para el desarrollo indi!idual. El comercio informal tro sector de suma importancia en la economía in&ormal es el sector del comercio. En el pasado la presencia de la acti!idad in&ormal en el sector comercial en el $er% ha sido bien notable. >al !e" sea de las m#s notables de todas. (e lle!a a cabo &undamentalmente, como decíamos, a tra!és del comercio callejero88los llamados !endedores ambulantes o buhoneros que e/isten en todas las ciudades de América )atina. Mucha gente, de origen humilde, probablemente migrantes del

campo a la ciudad, que, dada la situación en la que se encuentra, tiene que dedicarse a comerciar para así generar una acti!idad empresarial que les permita ganar una subsistencia mínima.  Aunque no se cuenta con un censo actuali"ado, se calcula que en el a2o +- ó +* había apro/imadamente :--,--- !endedores ambulantes en )ima. Mucha gente cree que a raí" de los programas de ajuste lle!ados a cabo por el gobierno de 7ujimori, esta cantidad de !endedores ambulantes debe haber crecido signi&icati!amente. 0e hecho, medio millón de empleados p%blicos han sido despedidos por el gobierno peruano, y muchos de ellos muy probablemente deben de haber encontrado su re&ugio en el sector comercial i n&ormal. )a importancia social de los ambulantes emana de su rei!indicación de la empresa pri!ada para los sectores menos &a!orecidos de la sociedad latinoamericana. $or lo general, hemos leído libros y hemos escuchado programas en la radio y en la tele!isión que nos han tratado de con!encer que el capitalismo es una cosa ajena a América )atina que quienes somos empresarios en América )atina &ormamos una !anguardia de la penetración e/tranjera o un re"ago de la aristocracia colombina, pero que no somos auténticos peruanos, me/icanos, y, ni siquiera, capitalistas porque no representamos al capitalismo. BEsto es mentiraC  para probar esta mentira, no hay que escribir libros de te/to ni citar a Adam (mith. $ara demostrar que es mentira basta con salir a las calles de cualquier ciudad de )atinoamérica y ense2arles a aquellos que se resisten a aceptar la e!idencia que los pobres latinoamericanos ejercen el capitalismo en las mismas calles, aunque nadie se lo haya ense2ado que no tienen que ser ricos para ser empresarios, solamente les basta ser trabajadores que no tienen que ser listos para ganar dinero, solamente les basta ser ordenados que no tienen que ser sabios para descubrir una oportunidad, solamente les basta ser audaces. 4on la decisión, con la honestidad, y con l a audacia, las calles de América )atina se han con!ertido en la mejor escuela de empresarios que e/iste. 0e manera que esas calles !ibrantes de la acti!idad empresarial se constituyen en el mejor alegato en &a!or de la empresarialidad y del capitalismo latinoamericano. Es m#s, la e/istencia de este sector comercial in&ormal nos o&rece el mejor argumento disponible para con!encer a aquella gente que tiene la reclusión ideológica de negar que el trabajo y la responsabilidad son !irtudes inherentes al ser humano. La in#!tria informal  Al igual que en la urbani"ación y en el comercio, la presencia de la in&ormalidad es también signi&icati!a en otras #reas como la industria y los ser!icios. En el caso de la industria, la presencia de la in&ormalidad se da en acti!idades ob!iamente subterr#neas.

5A !eces hablo de economía subterr#nea como sinónimo de economía in&ormal. $re&iero utili"ar el término in&ormal, que me parece m#s técnico, porque la economía subterr#nea ha dado una idea de ocultamiento que no es cierta en todos los casos. 0e hecho, la urbani"ación in&ormal, el comercio in&ormal, y los ser!icios de transporte in&ormal son absolutamente p%blicos3 no hay nada escondido, no hay nada subterr#neo en esas acti!idades. 9o obstante, en el caso de la industria sí se trata probablemente de acti!idades subterr#neas.6 El industrial in&ormal es de dos tipos en América )atina. 'no es el propio industrial &ormal que in&ormali"a parte de su producción como consecuencia del alto coste de la regulación o de los impuestos.  Aunque esconda parte de su &acturación, no es una persona di&erente al industrial ya establecido. En muchos casos se ha !isto obligado a hacerlo porque el coste de la legalidad es muy alto en América )atina. >iene así que abandonar la &ormalidad para ocultarse total o parcialmente en el mercado in&ormal. Esto se produce siempre que hay un al"a de precios o siempre que aumenta la in&lación, que es una &orma indirecta de subir los impuestos. $ero hay también otro tipo de in&ormales en el sector industrial que son los artesanos o los industriales propiamente in&ormales, que se dedican de una manera completamente ilegal al desarrollo de alguna acti!idad manu&acturera. E/isten #reas en el caso del $er% donde esta acti!idad es m#s pronunciada. Ellas son las con&ecciones y los te/tiles, l a &abricación de muebles de madera, y el #rea de la mec#nica. (on tres #reas donde e/iste una gran cantidad de acti!idades de tipo in&ormal. $or ejemplo, en el #rea artesanal, hay gente que en la intimidad y en la seguridad de su !i!ienda montan un peque2o taller con &amiliares o paisanos, a los cuales inclusi!e muchas !eces no les pagan o les pagan de manera indirecta ense2#ndoles el o&icio. 0e esa &orma, se genera una acti!idad microempresarial signi&icati!a. Lo er$icio informale 4omo en los casos anteriores, el ni!el de acti!idad de los ser!icios in&ormales es bastante alto. Duisiera solamente rese2ar el caso del transporte, que es el m#s notable. En los países desarrollados, el transporte p%blico es generalmente estatal en los países subdesarrollados, el transporte p%blico es generalmente pri!ado e in&ormal. Alrededor de América )atina, la emergencia de grandes ciudades a ido emparejada con el desarrollo de grandes sistemas de transporte in&ormal. En *++-, el +1 por ciento del transporte urbano del $er% estaba en manos de peque2os empresarios, cada uno due2o de su omnibus o de su kombi . 5a aparecido hoy en día el término =4apitalismo Kombi = para describir a este tipo de empresarios.6 En ese mismo a2o, el cien

por cien del transporte urbano p%blico se &ue a la quiebra. El gobierno peruano disol!ió la %nica empresa p%blica que e/istía en el transporte urbano al !enderle a cada uno de los conductores su carro, in&ormali"ando así por completo la acti!idad del tr ansporte urbano. >ambién en *++-, el se2or Felmont, por aquel entonces el alcalde de )ima, liberali"ó el transporte urbano al declarar la libertad absoluta de rutas, de tari&as, y de entrada y salida. Esto les obligó a los conductores de ta/is a tener una gran imaginación ya que, como empresarios que son, tienen que identi&icar el deseo del !iajero y o&recer ser!icios di&erenciados. )a libertad de tari&as también ha producido el &enómeno siguiente3 hay todo tipo de ser!icios y a todo precio. (i ud. quiere ir apachurrado como en una lata de sardinas, paga un precio bajo. (i, por el contrario, ud. quiere ir cómodamente sentado en un !ehículo con aire acondicionado y tele!isor88muchos de ellos han puesto su tele!isor y pasan !ideos durante la circulación del !ehículo88tiene un !ehículo y un precio distinto. nclusi!e hay un ser!icio especial nonstop entre un punto y otro, de tal manera que ese es otro tipo de ser!icio y a otro precio. >odo esto ha sido generado in&ormalmente tanto en los !ehículos de alquiler, los ta/is, como en los !ehículos de transporte masi!o. Es el reino absoluto de la acti!idad in&ormal. Mucha gente cree que casualmente esta ha sido la cla!e por la cual el gobierno de 7ujimori no ha con&rontado ni una sola huelga, ni un solo motín, ni un solo acto de recha"o de su política económica en ; a2os, pese a haber hecho el ajuste económico m#s dram#tico y pro&undo de  América )atina. ?$or qué@ $orque todos los despedidos encontraron algo m#s !entajoso que hacer. )a paradoja &ue la siguiente. )a gente que salió del sector p%blico como consecuencia de los ajustes económicos de 7ujimori, en total, entre 1-- y ;-- mil personas, inmediatamente comen"ó a trabajar en el sector pri!ado, muchos de ellos dentro del ser!icio de transportes. (us i ngresos en ese sector eran 5y son6 mucho m#s altos, ya que los sueldos durante un proceso in&lacionista como el que padeció el $er% 5un millón por ciento de in&lación durante los cinco a2os del gobierno de Al#n García6 eran mínimos88*- dólares, H- dólares, :- dólares, 1- dólares en el mejor de los casos en el sector p%blico. En cambio, como transportistas pri!ados, ganaban tres o cuatro mil dólares mensuales. Esta gente se puso &eli" porque salieron del sector p%blico, entraron en el sector pri!ado, no tu!ieron que in!ertir porque las compa2ías distribuidoras de !ehículos &inanciaron la adquisición de los mismos, y entraron en una acti!idad con gran carisma que les proporcionaba unos ingresos mucho mayores. •

El origen #e la informali#a#

4omo hemos !isto, hay in&ormalidad en la !i!ienda, hay in&ormalidad en el comercio, hay in&ormalidad en la industria, hay in&ormalidad en el

transporte3 hay in&ormalidad en todo. 0e hecho, no son in&ormales los hombres, son in&ormales sus acti!idades. 9o hay peruanos &ormales e in&ormales. B9oC (i el ;- por ciento del trabajo de los peruanos se desarrolla en el mercado in&ormal es porque todos los peruanos tenemos una parte de nuestro trabajo desarrollada &ormalmente y una parte de nuestro trabajo desarrollada in&ormalmente. El caso del empleado bancario que tiene un !ehículo y, de ida al trabajo y de regreso del mismo, trabaja como ta/ista para suplementar su ingreso personal. El caso de la se2ora que después de dejar a los ni2os en el colegio hace pasteles y dulces para !enderlos a restaurantes de la ciudad. El caso de la se2ora que coge el garaje de la casa y lo con!ierte en un peque2o restaurante de almuer"os. )os casos de los peruanos que rei!indican permanentemente su derecho a trabajar con prescindencia del Estado, sin pagar impuestos, y sin obedecer sus regulaciones. Es importante entender que la in&ormalidad es de las acti!idades y no de la gente. ?$or qué@ $orque así entenderemos el origen de este &enómeno. (i estudiamos los libros de sociología que se han escrito !eremos que ellos nos dicen que los latinoamericanos88y, en particular, los peruanos88tenemos el de&ecto de ser tarados, por l o cual nunca podremos salir adelante. )a herencia indígena y el coloniaje encima de la herencia nos entorpecieron de tal &orma que, junto con la corrupción, el clima, y la comida picante y bien condimentada, nos han con!ertido en pueblos ociosos. Esta argumentación est# implícita en los te/tos eurocentristas conser!adores y en los te/tos alucinados mar/istas. En el &ondo, parte del mismo recha"o a la imaginación, a la &uer"a, y a la autenticidad de los latinoamericanos. Es un prejuicio contra los hombres de trabajo. El origen de la in&ormalidad no se encuentra en una tara cultural, en un problema religioso, o un origen étnico se encuentra en la ine&iciencia de la ley. En términos técnicos, somos in&ormales por el llamado coste de la legalidad. )os políticos, los legisladores, y, mucho menos, los abogados no entienden que la ley cuesta como cualquier otra cosa. (i ud. quiere hacer un negocio, necesita tiempo e in&ormación. acer el negocio cuesta algo independientemente del negocio mismo. Iender pintura cuesta algo m#s que la pintura misma cuesta la oportunidad, la inteligencia, la ubicación, la percepción del deseo de los consumidores. gual la ley. )a ley cuesta con independencia de lo que se quiera hacer con ella. ?4u#l es el costo de la ley, entonces@ )a cantidad de tiempo y de in&ormación que se necesita para cumplir con ella. En el $er%, al igual que en América )atina, la cantidad de tiempo y de in&ormación que se necesita para cumplir con la ley es muy alta, de hecho comparati!amente m#s alta que la cantidad de tiempo y de in&ormación que se necesita en Estados 'nidos para cumplir con la ley. )a di&erencia entre países desarrollados y subdesarrollados88 esto &ue brillantemente documentado por 0ouglass 4. 9orth, que ganó el

$remio 9óbel de Economía en *++ampa, en 7lorida. )o que a nosotros nos lle!ó un a2o, a él le ocupó dos horas en una ma2ana y lo hi"o por correo. Esa &ue e/actamente le di&erencia entre el coste de una ley y el coste de otra. )os latinoamericanos no somos seres en&ermos que !amos midiendo el coste de la ley. (ólo medimos la ley cuando el coste de cumplirla es mayor a su bene&icio. )a gente cumple la ley cuando le con!iene cuando no le con!iene, no la cumple. Es racional que sea así. En América )atina y en el $er%, en particular, donde tenemos e!idencia &actible, la ley es costosa. Es tan costosa que distorsiona al mercado y e/cluye de él a los sectores menos &a!orecidos de la población. ?$or qué hay in&ormales entonces@ $orque la gente, dados sus pocos ingresos, no puede trabajar de otra &orma, no puede cumplir con la ley, no puede pagar los impuestos, no puede acceder a una urbani"ación &ormalmente construida porque los tr#mites de hacerlo son insu&ragables. Esta es la realidad objeti!a. 9o es una tara cultural, no es un problema mental, no es una herencia étnica. Es discriminación legal. El origen de esa discriminación legal radica en ese capitalismo antidemocr#tico, el mercantilismo. )o que subsiste prioritariamente en los países latinoamericanos es un capitalismo en el cual la propiedad pri!ada no es un derecho sino un pri!ilegio, la empresa pri!ada es también un pri!ilegio, y la competencia no e/iste. El Estado se encarga de impedirla con trabas legales. 4on esa capacidad conser!acionista que nos hace mantener una especie de parque jur#sico institucional e ine&iciente en América )atina, hemos logrado mantener el dinosaurio del mercantilismo, que &inalmente es lo que padecemos3 el Estado grande e inutil, por una parte, y la hipocresía, por otra. Esta

generali"ación de la hipocresía que permite mantener un sistema de pri!ilegio en América )atina puede considerarse sin lugar a dudas la causa principal de nuestro subdesarrollo y de nuestra crisis. •

Concl!i"n

$or eso decía que el $er% contempor#neo ha !i!ido dos re!oluciones. 'na re!olución &allida del (endero )uminoso, que &ue al &racaso porque no coincidía con los deseos de la población y la otra, la re!olución de los in&ormales, que han rei!indicado para sí el derecho a la propiedad pri!ada, el derecho a la empresa, y, sobre todo, la capacidad y el es&uer"o indi!idual.  Al rei!indicar para sí el derecho a la propiedad pri!ada y a la empresa, los peruanos y los latinoamericanos menos &a!orecidos se han con!ertido en la !anguardia de la construcción de una auténtica economía de mercado latinoamericana, del auténtico sector empresarial de origen popular, y han creado una base &undamental para ser optimistas con el cambio. asta hace poco, los grandes ajustes de los gobiernos merecían mucho pesimismo porque eran ajustes que no tenían el sustento social. oy en día con la emergencia incontenible de las acti!idades in&ormales y el desarrollo de un sector empresarial de origen popular, los grandes programas de ajuste tienen un sustento social. ay gente que demanda del Estado el derecho a la propiedad, la competencia, una moneda sana, y menos gobierno en suma, que demanda espacio para desarrollar su creati!idad y para ejercer su audacia. Esta gente nos o&rece tal !e", en el caso del $er%, de manera contundente, un ambiente político propicio para lle!ar a cabo re&ormas pro&undas y radicales. Mucha gente se pregunta con admiración por qué 7ujimori ha conseguido é/itos tan espectaculares en el terreno económico en la mitad de tiempo, por ejemplo, que lo hi"o 4hile. $er% se ha demorado 1 a2os en obtener lo que 4hile se demoró *- o *1. ?$or qué@ o creo que entre otras ra"ones porque e/iste una base de legitimidad social. )a gente no quiere oír m#s el cuento de la empresa p%blica, no quiere oír m#s el cuento de la justicia social. Entre los jó!enes es inclusi!e una burla. Esos muchachos de origen humilde representan un sector completamente nue!o, que ya no cree en el sector p%blico. En el &ondo que es un sector que no cree en nada, pero no creer en nada es una &orma de nihilismo que permite el desarrollo b#sico de la responsabilidad indi!idual y la con&ian"a de que solamente con las &uer"as propias se puede crear una situación de progreso y de responsabilidad. Esa con&ian"a de las &uer"as propias del indi!iduo latinoamericano, esa con!icción de que no e/iste en nuestro pasado nada que nos aplaste nos permite sostener con con!icción que la emergencia de la economía in&ormal es tal !e" el hecho social y económico m#s notable en la historia latinoamericana después del

descubrimiento de 4olón. 4on la certe"a que en este ambiente pro&esional no!edoso América )atina pronto encontrar# una base sólida para su desarrollo sostenido es que he querido esta ma2ana contarles la e/periencia de la economía in&ormal una economía que en medio de la desa"ón que causa la crisis y en medio de las contradicciones que muchas !eces se encuentran en la !ida cotidiana nos o&rece la con!icción de que pronto todos los latinoamericanos dis&rutaremos enormemente de los bene&icios de la libertad. Enrique Ghersi es escritor y abogado peruano, coautor con Hernando de Soto de "El Otro Sendero", y ex-diputado del congreso peruano

Este ensayo aparece en ingl!s en el "ato #ournal", $ol %, no &

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF