La Dialectica de La Transferencia Según Lacan

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LICENCIATURA EN PSICOLOGIA 7° CUATRIMESTRE UNIVERSIDAD RIVIERA TEORIA Y TECNICA DEL PSICOANALISIS “La Dialéctica de la trasferencia de Lacan” STEPHANIE MUÑOZ FRIAS 19/10/2014 Psic. Rocio Hermosillo

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LA DIALECTICA DE LA TRANSFERENCIA SEGÚN LACAN El tema de la transferencia plantea dos interrogantes fundamentales, alrededor de las cuales giran todos los estudios: 1. La espontaneidad del fenómeno transferencial 2. La naturaleza de la repetición trasferencial. De la espontaneidad del fenómeno transferencial Freud dice que las condiciones del tratamiento hacen que este proceso se haga posible: el tratamiento lo desencadena pero no lo crea. Macalpine sostiene que el fenómeno transferencial es una respuesta a las constantes del encuadre, y lo define como una forma especial de adaptación, por vía regresiva, a las condiciones de privación sensorial, frustración y asimetría de la situación analítica. El encuadre está planeado para que pueda surgir la transferencia sin ser perturbada y no al revés. En cuanto a la naturaleza de la repetición la posición de Freud es ambigua. Quedan en pie las dos alternativas de Freud: una que la trasferencia está al servicio del principio, del placer, y otra que la trasferencia expresa el impulso de repetición del ello que el yo intenta impedir en cuanto es un fenómeno siempre doloroso. La dialéctica del proceso analítico. La idea de la cual parte Lacan es la de que el proceso analítico es esencialmente dialectico. El análisis debe ser entendido como un proceso en que tesis y antítesis conducen a una nueva síntesis, que reabre el proceso. En la medida en que este proceso se desenvuelve la transferencia no aparece ni tiene porque aparece. Este es la tesis fundamental de Lacan: el fenómeno transferencial surge cuando, por algún motivo, se interrumpe el proceso dialectico. Transferencia y contratransferencia

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Si Freud no pudo cumplir este tercer paso es, para Lacan, porque su contratransferencia lo traiciona. La trasferencia toma su sentido del momento dialectico en que se produce y que se expresa comúnmente un error del analista. Y a este erro se le llama enganche. La inversión dialéctica omitida La

técnica

lacaniana

de

la

reversión

dialéctica

del

material

para

“desengancharse” de la transferencia solo puede sustentarse en la idea de que hay siempre un solo problema a resolver y no varios. Lacan cree en cambio que su tercera reversión dialéctica hubiera tenido mejor destino. Breve reseña de algunas ideas de Lacan  

El estadio del espejo es un momento fundante de la estructura del yo. La situación diádica entre madre y niño, donde este descubre su yo espejado en

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ella. El yo es sustancialmente excéntrico. La aparición del Otro con mayúscula El padre irrumpe y corta ese vínculo imaginario y narcisista, obligándolo al niño a ubicarse en tercer lugar, que sujeta al niño al orden simbólico.

El orden simbólico Lacan distingue en el complejo de Edipo tres etapas. En la primera el padre está ubicado en la condición de un hermano, con todos los problemas de rivalidad propios del estadio del espejo. En la segunda etapa del Edipo, el padre opera la castración: separa al niño de la madre y le hace sentir que no es el pene de la madre. Aquí es donde el padre aparece fundamentalmente como (superyó) castrador. La tercera etapa en la cual el padre es permisivo, es dador y facilita al niño una identificación vinculada no ya al superyó sino al ideal del yo, es el momento en que el niño quiere ser como el padre.

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Este pasaje implica el acceso al orden simbólico, una etapa fálica donde la alternativa fálico- castrado es lo que va a determinar la diferencia de los sexos. Surge el reemplazo de un hecho empírico por un significante, el falo es una metáfora y esta metáfora es la Ley del Padre. Espejismo de la trasferencia La trasferencia no es real (en el sentido de la realidad simbólica) sino algo que aparece cuando se estanca la dialéctica analítica. El arte y la ciencia del analista consisten en restablecer el orden simbólico, sin dejarse capturar por la situación especular. Interpretar la trasferencia “no es otra cosa que llenar con un espejismo el vacío de ese punto muerto”. Trasferencia e historicidad La trasferencia queda definida como resistencia y más precisamente como resistencia del analista. Lo que le interesa a Lacan es reconstruir la vida del paciente como historicidad; y este proceso queda interferido cada vez que la trasferencia cambia el pasado en actualidad. La consecuencia técnica es que en este proceso dialectico de reconstrucción, el analista debe desengancharse de esa situación dual o imaginaria. El manejo lacaniano de la trasferencia En tanto la trasferencia es siempre un fenómeno imaginario, lo que tiene que hacer el analista es romperlo, trasformar la relación imaginaria en simbólica. Por esto dice Lacan que la resistencia es siempre algo que se proyecta en el sistema yo-tu, el sistema imaginario. En el momento en que se produce ese vuelco se asienta el soporte de la trasferencia. La relación analítica no debe concebirse como dual, sino como integrada por un tercer término, el Otro.

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LA TEORIA DEL SUJETO SUPUESTO SABER El sujeto del supuesto saber Lacan va a ofrecer una nueva hipótesis, que asigna a la trasferencia un lugar en el orden simbólico, la teoría del supuesto saber. El punto de partida de Lacan es un estudio sobre la función del analista. Una cosa es que el analista quede incluido en la relación dual del estadio del espejo y otra muy distinta que ocupe el tercer lugar que exige el orden simbólico. La función del analista es desaparecer en tanto que yo y no permitir que la relación imaginaria domine la situación analítica. El analista debe estar en el lugar del Otro. La ciencia supone superar lo simbólico de lo imaginario, el significante de la imagen. Sin embargo cada vez que el progreso de la ciencia crea una nueva invención significante nos sentimos llevados a pensar que estaba allí desde siempre y entonces la proyectamos en un sujeto supuesto saber. El sujeto supuesto saber en la trasferencia Sobre la base de estas ideas se articula la teoría de la trasferencia de Lacan. El analista se trasforma para el paciente en el sujeto supuesto saber. Estructuralmente, el S.S.S aparece pues con la apertura del análisis, pero la cuestión está al final y no al comienzo. El final del análisis significa inyectar el S.S.S comprender que no existe. Según la teoría del S.S.S el analizado intenta de entrada establecer una relación imaginaria con el analista, ya que al atribuirle el saber de lo que está pasando asume que el analista y el son uno. Cuando el analista no se deja colocar en ese papel y le hace comprender al analizado que el único que sabe lo que a él le pasa es el mismo, se alcanza el nivel simbólico. La trasferencia surge del paciente en el momento mismo en que el analista introduce la regla fundamental; y cuanto más enfermo está el paciente, mas vera al analista como al S.S.S en persona.

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La trasferencia y el orden simbólico Lacan dice que la trasferencia es la puesta en acto de la realidad del inconsciente. De acuerdo con lo que Freud decía, la realidad del inconsciente es sexual, es el deseo. Y este deseo que pone en acto la trasferencia, concluye Lacan, es el deseo del otro, es decir el deseo del analista. Y ese deseo del analista es el de no identificarse con el otro, respetando la individualidad del paciente. Volviendo al discurso analítico, otra vertiente su posición de intérprete convierte al analista en el amo de la verdad. En este momento y en cuanto sujeto que se supone saber el sentido, el analista es ya el Otro. De esta forma, el poder lo tiene solamente el analista. Efecto constituyente y efectos constituidos Es pues la forma singular en que se establece el discurso analítico a partir de la invitación a asociar libremente, que configura un dialogo asimétrico. Lacan insiste en que no se debe confundir el efecto constituyente de la trasferencia (estructura) con los efectos constituidos (fenómenos) que derivan de aquel. La estructura está más allá de los fenómenos y consiste en que el analista se coloca en el lugar del significante para el sujeto. En el plano fenomenológico, esta situación estructural puede originar diversos sentimientos (vivencias). Esta diferencia entre lo estructural y lo fenomenal en el discurso analítico es un factor básico para comprender no solo la nueva teoría de Lacan sobre la trasferencia sino la teoría de la trasferencia en general. La teoría simbólica de la trasferencia se apoya en lo que Lacan llamo el pacto analítico (la alianza analítica de Freud). Ahí se configuran según Lacan los efectos constituyentes de la trasferencia con su índice de realidad. El efecto constituyente de la trasferencia tiene una relación con lo real y lo simbólico y no está vinculado a la repetición, mientras que los efectos constituidos que se siguen de esa estructura son repetitivos.

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Comentario final La teoría imaginaria de la trasferencia, la conceptúa como un proceso diádico, especular y narcisistico en que falta el tercero, el Otro que remite al código y redistribuye los papeles de la culpa madre-niño imponiendo la Ley del Padre. Muchos años después Lacan propone una serie de ideas que articulan la teoría simbólica de la trasferencia. Según ella el discurso analítico es una estructura que queda definida al comenzar la relación, cuando el analista introduce la regla fundamental. Desde ese momento el analista ocupa un lugar determinado en la estructura recién formada, y es el lugar del S.S.S. LAS FORMAS DE TRASFERENCIA Neurosis de trasferencia es un término bifronte que Freud introdujo en dos trabajos perdurables de 1914. En “Recordar, repetir y reelaborar” lo define como un concepto técnico. En “Introducción del narcisismo” en cambio, es un concepto psicopatológico, en contraposición de la otra postura. Algunas precisiones sobre la neurosis de trasferencia Freud concibe a la neurosis de trasferencia como un efecto especial de la iniciación de la cura psicoanalítica en que cesa la producción de nuevos síntomas y surgen en su reemplazo otros nuevos que convergen hacia el analista y su entorno. Los síntomas cambian (disminuyen o aumentan) en relación con la situación analítica, los efectos y en especial la ansiedad se dirigen al analista, recrudecen viejos síntomas y hábitos, las reacciones afectivas tienden a canalizarse en el análisis (y no fuera). La neurosis de trasferencia se define como el reconocimiento de la presencia del analista y del efecto del análisis. Neurosis de trasferencia y parte sana del yo

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Los psicólogos del yo desarrollaron una teoría coherente y sistemática de la indispensable presencia de una parte sana

del yo para que pueda desarrollarse el

proceso analítico. Hay empero dos criterios de analizabilidad: 1. Solo es analizable la persona que desarrolla una neurosis de trasferencia. 2. Es analizable toda persona con un núcleo sano del yo que le permita configurar una alianza terapéutica. No debemos confundir la neurosis de trasferencia con la parte sana del yo. Narcisismo y trasferencia Lo que muestra invariablemente la clínica psicoanalítica es una verdad de Perogrullo: que la neurosis de trasferencia de un psicópata es psicopática; de un perverso, perversa, y así sucesivamente. Por esto alude a las formas de trasferencia. Fue en el campo de la psicosis donde se estudió por primera vez la trasferencia narcisistica. Kohut distingue dos tipos de trasferencia narcisistica, la trasferencia idealizada y la trasferencia especular, frente a las cuales la estrategia del analista debe ser abrir al paciente el camino hacia su narcisismo infantil, a las necesidades insatisfechas de su infancia, gracias al desarrollo de una plena trasferencia narcisistica. Un aporte fundamental al tema que estamos estudiando son los trabajos de Bion sobre las características de la trasferencia psicótica: lábil, intensa, precoz y tenaz: si uno tiene en cuenta estas condiciones puede captar el fenómeno con rapidez y colocarse en el centro de la trasferencia. El contenido, la forma y la oportunidad de interpretar cambian según el tipo de trasferencia, porque la interpretación tiene mucho que ver con las ansiedades que fijan el punto de urgencia. Sobre la neurosis de contratrasferencia

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Se puede considerar que el correlato de la trasferencia del paciente es siempre una neurosis de contratrasferencia o bien que la contratransferencia asume un carácter psicótico, adictivo, perverso o psicopático, complementario al de la trasferencia. Es natural que la respuesta del analista tenga el mismo signo que la trasferencia del analizado. La contraindicación del analista es cuando el paciente pone en el analista una parte suya, que será presumiblemente perversa en el perverso o psicopática en el psicópata, etc. Y que el analista se hace cargo de esa proyección pasivamente. Rapela sostiene que el fenómeno contratrasferencial no depende de la forma de la trasferencia sino de la disposición del analista. El amor de trasferencia Por amor de trasferencia entendemos muchas cosas. En todo análisis tiene que existir momentos de amor, de enamoramiento, por cuanto la cura reproduce las relaciones de objeto de la triada edipica y es inevitable y saludable que así ocurra. Debemos pensar que hay varias formas de trasferencia y polarmente dos: neurótico y psicótico. Blitzsten habla acerca de las causas y las consecuencias de la trasferencia erotizada y sobre cómo detectarla a partir del primer sueño del análisis. Si el analista aparece en persona en el primer sueño, el analizado va a erotizar violentamente el lazo trasferencial y su análisis será difícil cuando no imposible. Entiende por erotización una sobrecarga de los componentes eróticos de la trasferencia, que para nada significa gran capacidad de amor sino una deficiencia libidinal que se acompaña de una gran necesidad de ser amado. Blitzsten concluye que cuando el analista aparece en persona en el primer sueño del analizado la situación debe ser elaborada inmediatamente o debe derivarse al paciente a otro analista.

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La contraindicación y con ella el cambio de analista solo surge a mi juicio, si el analista comete un error y/o se deja envolver tan gravemente como para que aparezcan estos elementos en el primer sueño. Formas clínicas de la trasferencia erotizada Dentro del amor de trasferencia psicótico es evidente que podemos destacar varias formas. La más típica es la tenaz, inusitada e irreductible, sintónica con el yo y que no acepta subrogada alguno. Otros casos entran en lo que Racker llamo ninfomanía de trasferencia. Un cuadro difícil de delimitar. A veces está alimentada por un delirio erótico, otras veces puede ser la expresión sintomática de un síndrome maniaco, otras cuando la perturbación es más visible a nivel conductual en lo sexual que en la esfera de pensamiento, la ninfomanía que tiene todas las características de la psicopatía. Puede haber formas psicóticas, formas perversas y formas psicopáticas del vínculo trasferencial dentro del llamado amor trasferencial. Otra veces, cuando la situación no es tan manifiesta, este tipo adictivo de amor de trasferencia lleva al impasse y al análisis interminable, recubierto a veces de un deseo manifiesto de “analizarse todo el tiempo que se necesario”. En resumen, el amor de transferencia es una fuente inagotable de conocimientos por su complejidad y la sutileza de los mecanismos que lo animan, al par que una dura prueba para el analista, su habilidad y su técnica.

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COMENTARIO Durante la lectura trate de seguir los puntos comparándolo con mi experiencia en terapia, y descubrí que esto es algo que siempre hago, para mejorar mi entendimiento de la lectura lo comparo con mi vida. La lectura anterior me hizo saber que era necesaria la trasferencia para poder empezar un proceso analítico. Pero entrando en otra perspectiva con las teorías de Lacan considero que es más factible su propuesta porque cuando surge la trasferencia habla de una alteración del proceso provocada por el analista. Nada tiene que ver la alianza terapéutica que en cualquiera de las modalidades de terapia se tiene que dar con que tu como analista provoques esa trasferencia en el paciente. Por eso es que se debe estar atento no a lo que dice sino a lo que intenta decir a través de las palabras. Me parecen importantes las aclaraciones que se hacen repetidamente en cuanto a que el analista debe de estar preparado para no engancharse en las situaciones, evidentemente siempre nos va a provocar o remitir a experiencias similares, como me pasa cada vez que leo un texto y lo remito a mi vida personal, pero considero que para no engancharse tiene que ser necesario que trabajes tu propio análisis. A través de esta lectura también comprendí la importancia de la teoría dentro de la práctica. Me imagino que cuando estas frente al paciente tienes que considerar todos los puntos vistos en la teoría (estructura, complejo de Edipo, ley del padre, estadio del espejo, etc.), porque esto te permitirá saber en qué posición colocarte, que estrategias emplear y cuáles no. Mucho tiene que ver que el psicoanálisis no puede emplearse de la misma manera a todos los pacientes, por eso es importante conocer cómo se presenta cada concepto dependiendo de la estructura. Un tema en particular me hizo hacerme preguntas, con respecto a la neurosis de trasferencia y parte sana del yo, al principio pensé que se referían que no era posible aplicar análisis a las personas que no tuvieran como estructura la neurosis. Después comprendí que la neurosis se encuentra de alguna manera en cada una de las estructuras cuando son sujetos en los que todavía se puede trabajar. Precisamente cuando nos encontramos tal vez ante alguna psicosis pura es imposible intervenir

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porque necesitamos la pantalla de la neurosis para poder llevar a cabo el proceso. Esto despertó mi pregunta si entonces ¿No podemos intervenir en casos extremos con gente esquizofrénica, psicópata o perversa. Tal vez porque no podamos provocar un cambio o tal vez porque podamos alterar la enfermedad?

REFERENCIA 

Etchegoyen, R. “La dialéctica de la trasferencia según Lacan”. Los fundamentos de la técnica psicoanalítica. (p.p124-157). Amorrortu Editores. Buenos Aires, Argentina.